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La Biodiversidad de Guanajuato Vol2

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Información confiable y actual sobre la situación de la biodiversidad en el Estado de Guanajuato,

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Primera edición, 2012D.R. © 2012 Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. Liga Periférico – Insurgentes Sur 4903 Parques del Pedregal, Tlalpan, 14010 México, D. F. http://www.conabio.gob.mxD.R. © 2012 Instituto de Ecología del Gobierno del Estado Guanajuato. Aldana # 12, esquina calle República Mexicana, zona XIV, barrio Pueblito de Rocha, Guanajuato, Guanajuato. http://www.ecologia.guanajuato.gob.mx

La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado.ISBN: 978-607-7607-78-6Volumen IIISBN: 978-607-7607-80-9

Compilación y Edición Técnica y Científica: MEDIO FÍSICO: María Zorrilla Ramos; SOCIEDAD Y ECONOMÍA: María Zorrilla Ramos; MARCO LEGAL E INSTITUCIONES: María Zorrilla Ramos; USOS DE LA BIODIVERSIDAD: Ramón Cecaira Ricoy y T. del Rosario L. Terrones Rincón; AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD: María Zorrilla Ramos, Oscar Báez Montes y T. del Rosario L. Terrones Rincón; DESDE LA SOCIEDAD: María Zorrilla Ramos; ECOSISTEMAS: Sergio Zamudio Ruíz; DIVER-SIDAD DE ESPECIES: Ramón Cecaira Ricoy, Oscar Báez Montes y T. del Rosario L. Terrones Rincón; DIVERSIDAD GENÉTICA: Oscar Báez y T. del Rosario L. Terrones Rincón; PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN: Ramón Cecaira Ricoy.

Impreso y hecho en México Printed and made in Mexico

Revisión técnica de textos, y listados de especies:Andrea Cruz Angón, Erika Daniela Melgarejo, Fernando Camacho Rico, Ana Victoria Contreras Ruiz Esparza, Diana Hernández Robles, Susana Oce-gueda Cruz, Sofía Escoto Hernández, Martha Alicia Reséndiz López, Rafael Pompa Vargas, Nubia Betzabé Morales Guerrero, Wolke Tobón Niedfeldt, Alejandra Campos Salgado, Bárbara Romano Márquez y María Alejandra González Gutiérrez.

Agradecimientos: El Gobierno del Estado de Guanajuato a través del Instituto de Ecología, y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, expresan su reconocimiento a todas aquellas instituciones y personas que colaboraron en la elaboración del presente Estudio de Estado, en particular a Enrique Kato Miranda y Fernando Camacho Rico quienes estuvieron involucrados en el proceso de formulación de este documento.

Salvo en aquellas contribuciones que reflejan el trabajo y quehacer de las instituciones y organizaciones participantes, el contenido de las contribuciones es de exclusiva responsabilidad de los autores.

Coordinación, edición y seguimiento general: CONABIOAndrea Cruz AngónErika Daniela MelgarejoAna Victoria Contreras Ruiz EsparzaMaría Alejandra González Gutiérrez

Corrección de estilo:Escargot servicios editoriales

Diseño y Formación:Escargot servicios editoriales

Cuidado de la edición:Oscar Báez MontesVianney A. González LunaDaniar Chávez JiménezErika Daniela MelgarejoAna Victoria Contreras Ruiz EsparzaAndrea Cruz AngónMaría Alejandra González Gutiérrez

Fotografías de la portada:

Volumen I: Monumentos (Cynthia Selene Vélasquez J.), Garambullo (Tla-thui Benavides Trejo), Hongo nodriza (Laura Cecilia Martínez Ramírez), En la Crisis (María Isabel Ledesma Ibarra), Cachorro de Puma en la Cuen-ca de la Esperanza (Yadira Fabiola Estrada Sillas), Sobre Calas (Emilio Vargas Colmenero) y Ritmo natural (Ignacio Alfredo Ponce Ornelas).

Fotografía:Concursos de fotografía Estatal “La Biodiversidad de Guanajuato: Cap-turando su grandeza” (2010) y “Cuidemos Nuestros Humedales” (2009).

Cartografía:J. Isidro Cuevas Carrillo Javier Vega Ruiz

Volumen II: Monumentos (Cynthia Selene Vélasquez J.), Atardecer com-partido (José Adrián Ibarra Buenrostro), Escondida en la soledad (César Noé Camargo Pérez), En la mira (Edgar Pedro Méndez Vázquez), Como ventana a la paz (Gilberto Mosqueda Torres), Atardecer migratorio (Oscar Báez Montes) y Bosque de Galería en Las Musas (Oscar Báez Montes).

IEERodolfo Becerril PatlánDavid Guzmán GonzálezOscar Báez Montes

Forma de citar:Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio). 2012. La biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. Comisión Nacio-nal para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee). México.

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Contenido Tomo I | 5

Mensaje del gobernador

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guanajuato estableció desde 2007 su compromiso ante el cambio climático, creó la primera Comisión Intersecretarial a nivel estatal en el país. desde entonces

identificó la relevancia del tema de la biodiversidad como parte integral de una gestión ambiental centrada en la adaptación y mitigación de los efectos del calen-tamiento global.

la política adoptada en guanajuato, se alinea a la declaratoria de 2010 como año Internacional de la biodiversidad. Con ello, se acordó que sin la instrumenta-ción de un programa estratégico de conservación y sustentabilidad ocasionaremos la pérdida progresiva e irreversible de la flora y fauna, con lo que se pone en riesgo nuestro propio modelo de desarrollo.

Con la enorme colaboración y respaldo de la Comisión nacional para el Cono-cimiento y Uso de la biodiversidad, nos planteamos explorar la situación del cono-cimiento integral de la biodiversidad en nuestro estado. al ser un tema no revisado, representa todo un reto.

en este estudio mostramos la gran variedad de bienes y servicios que los eco-sistemas proporcionan a la sociedad guanajuatense: la provisión de alimentos, pro-ductos medicinales y materias primas que apoyan las actividades productivas, la captación de agua de lluvia, la regulación del clima y de poblaciones de organismos indeseables, la formación de suelos y la polinización, entre otros.

la biodiversidad en guanajuato: estudio de estado, compila e integra con un lenguaje sencillo, la mayor parte de la información de las ciencias ambientales y las ciencias sociales generada para el estado a nivel nacional e incluso internacio-nal. Incluye además, la documentación validada del conocimiento tradicional y empírico que se tiene en la sociedad en relación con la biodiversidad.

se incluyen los componentes físicos, socioeconómicos, normativos e institucio-nales y se enriquece con documentos de asociaciones civiles y habitantes de comu-nidades que externan sus experiencias en campo y que en suma representan la contribución de 243 autores de 51 instituciones y la activa y decidida participación por parte de la Universidad de guanajuato, el Instituto nacional de Investigaciones Forestales y agropecuarias, el Centro de Investigación y estudios avanzados del Instituto Politécnico nacional, el Instituto de ecología, a.C., la Comisión nacional para el Conocimiento y Uso de la biodiversidad y el gobierno del estado, a través del Instituto de ecología del estado de guanajuato.

Con esta publicación se concreta el gran esfuerzo realizado para su elaboración, generando un parteaguas en el conocimiento integral de la biodiversidad en el estado de guanajuato. ahora se reconoce que aún contamos con elementos de di-versidad de especies sobresalientes a nivel nacional, superior incluso a lo que se creía antes de la realización del estudio.

este conocimiento nos obliga a conservar y usar sustentablemente nuestros recursos naturales. en los próximos años, su protección se convertirá en una cues-tión esencial para nuestra supervivencia, de tal manera, que invertir en nuestro

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6 | la biodiversidad en guanajuato

capital natural bajo una óptica de desarrollo sustentable supondrá un ahorro a largo plazo.

Con este libro e instrumentando la estrategia estatal de biodiversidad, que se encuentra en elaboración, guanajuato da un gran paso para asegurar el buen ma-nejo de su capital natural.

no obstante, hace falta mucho trabajo por delante, que sólo se logrará conjun-tando esfuerzos entre la sociedad, instituciones educativas, de investigación y el gobierno. Todos deben participar en la elaboración de políticas públicas y mecanis-mos de respuesta necesarios para que la conservación y usos de la biodiversidad estimulen los procesos de sustentabilidad, atendiendo especialmente a un mejor ordenamiento y gestión del territorio estatal.

estos mecanismos deben considerar los efectos, las adaptaciones y mitigaciones al cambio climático, así como una valoración adecuada del patrimonio natural. es el momento de tomar conciencia en que nuestro bienestar depende de la conserva-ción y uso sustentable de los servicios que los ecosistemas nos proveen. ello, nos lleva a ser copartícipes esenciales de un nuevo modelo de desarrollo.

Lic. Miguel Márquez Márquezgobernador del estado de guanajuato

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Presentación

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el dicho popular de que no se puede valorar ni cuidar lo que no se conoce, encierra una gran verdad.

el libro La Biodiversidad en Guanajuato: estudio de estado representa un gran avance en la difusión a la sociedad del conocimiento sobre la diversidad biológica y su importancia para el desarrollo sostenible del estado de Guanajuato.

esta obra es un antecedente necesario para la elaboración e instrumentación de la estrategia estatal sobre Biodiversidad, que tiene como objetivo fundamental conservar y hacer un uso racional del capital natural del estado, incluidos los ser-vicios ambientales que ese capital provee en beneficio de la sociedad guanajuaten-se. asimismo, contribuye al cumplimiento de las actividades de instrumentación de la estrategia nacional sobre Biodiversidad del País, como parte de los compro-misos adquiridos por México ante el convenio sobre Diversidad Biológica (cdb).

Para la conabIo ha sido un privilegio colaborar con el Gobierno del estado de Guanajuato, a través del instituto de ecología del estado, que dio seguimiento puntual a esta iniciativa, con lo que demuestra un gran interés y compromiso con la sociedad del estado.

esta publicación está constituida por contribuciones que reúnen información confiable y actual sobre la situación de la biodiversidad en el estado de Guanajua-to, que las autoridades, los académicos, las comunidades locales, los grupos indíge-nas y la sociedad en general podrán consultar y utilizar como elemento base para la toma de decisiones en el uso, manejo y conservación de la misma, así como en el diseño de estrategias de planeación, en beneficio del desarrollo integral de la so-ciedad guanajuatense y del país.

agradecemos el compromiso y dedicación de los 243 autores pertenecientes a más de 50 instituciones, sin los cuales no hubiera sido posible la elaboración de este libro y los felicitamos por la cristalización de este gran esfuerzo. esta numeralia habla de la capacidad institucional y humana, dispuesta a colaborar con el Gobierno del esta-do, así como para comunicar su conocimiento a la sociedad Guanajuatense.

asimismo, es necesario resaltar que la información contenida en esta obra ya ha sido utilizada durante el proceso de elaboración de la estrategia estatal sobre Biodiversidad del estado de Guanajuato, y su posterior implementación.

si bien el estudio de estado es una “fotografía instantánea” del conocimiento existente hasta ahora sobre la biodiversidad y su estado de conservación en la en-tidad, que sirven como línea de base para visualizar el proceso de cambio y modi-ficación de los ecosistemas, es necesario mantener los esfuerzos de actualización del conocimiento sobre la biodiversidad y ante todo las acciones que permitan su conservación y uso sustentable en el largo plazo, entre las que esperamos y desea-mos se contemple la constitución de una comisión estatal de biodiversidad, a seme-janza de conabIo pero basada en las instituciones y el personal académico de la entidad, con la disposición abierta del Gobierno del estado y con la participación de la sociedad local.

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el conocimiento que integra esta obra dista de estar completo y es necesario que se continúe la recopilación de información y que se actualice la que ya existe. ten-go la seguridad de que las instituciones locales asegurarán la continuidad de los esfuerzos en ampliar el conocimiento de la biodiversidad, identificar y registrar los cambios que experimenta y que apoyarán la difusión de esta obra, pues sólo así se logrará obtener su máximo provecho, el cual se concentra en la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad que nos pertenece a todos. así también, tengo la certeza de que la administración gubernamental del estado, apoyará el segui-miento de este esfuerzo con el propósito de beneficiarse de la información prevista por el estudio que será aprovechado para una toma de decisiones mejor informada, respecto al capital natural de Guanajuato.

Dr. José Sarukhán Kermezcoordinador nacional de la conabIo

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Contenido volumen II | 9

Capítulo 7. Ecosistemas

ResumenDiversidad de ecosistemas del Estado de Guanajuato Estudio de caso. Vegetación de San José Iturbide, Guanajuato Estudio de caso. Los lagos del valle de Santiago, Guanajuato

Capítulo 8. Diversidad de especies

Resumen HongosEstudio de caso. Diversidad de hongos del suelo asociados al cultivo del maízEstudio de caso. Diversidad de cepas del hongo patógeno de insectos Metarhizium anisopliaeEstudio de caso. Hongos silvestres comestibles Estudio de caso. Aislados de diferente morfología y virulencia de algunos protozoarios patógenosLa diversidad vegetalEstudio de caso. Importancia de los estudios filogenéticos en la biodiversidad de plantas nativas Estudio de caso. Plantas acuáticasLista preliminar de árboles silvestres Estudio de caso. Patrones de diversidad y conservación de cactáceas: Retos y oportunidades para su conservaciónEstudio de caso. Vegetación y flora vascular del Zamorano: una aproximaciónEstudio de caso. Los muérdagos: plantas parásitas y su importanciaEstudio de caso. Contribución al conocimiento de las plantas hemiparásitas y parásitas en el Bajío guanajuatense Estudio de caso. Distribución potencial de algunas leguminosas arbustivas en Guanajuato y el BajíoEstudio de caso. ¿Qué sabemos de las arañas de Guanajuato? Recuadro I. La araneofauna de los cerros Culiacán y La GaviaEstudio de caso. ChapulinesEstudio de caso. Buprestidae y Cerambycidae (Coleoptera)Estudio de caso. Escarabajos acuáticosEstudio de caso. Catarinitas (Coleoptera: Coccinellidae)Estudio de caso. Picudos (Coleoptera: Curculionoidea) Estudio de caso. Distribución geográfica y estacional de lepidópteros diurnos en SalamancaEstudio de caso. La entomofauna en las sierras aledañas al Bajío guanajuatense Los peces dulceacuícolasEstudio de caso. Los peces en la presa La PurísimaEstudio de caso. Presa de Silva: la gestión ambiental como un esfuerzo de conservaciónAnfibios y reptiles

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ÍnDICE

Páginas

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Introducción

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Etnoherpetología en la Sierra Gorda de GuanajuatoHerpetofauna del Área de Uso Sustentable Cerro Amoles, del Parque Ecológico Lago Cráter La Joya y del Área de Restauración Ecológica Laguna Yuriria y su zona de influencia en GuanajuatoEstudio de caso. Avances en el conocimiento de la herpetofauna del Área natural Protegida Cerros El Culiacán y La GaviaEstudio de caso. Anfibios y reptiles en el predio “Palo Huérfano”, Municipio de Allende Estudio de caso. Herpetofauna del Río Lerma, tramo Las Adjuntas–El Tajo, SalamancaEstudio de caso. El conocimiento etnoherpetológico dentro de las comunidades del Área natural Protegida “Cerro de Arandas”, IrapuatoAvesEstudio de caso. Monitoreo de aves acuáticas dentro del Área natural Protegida Cerro de ArandasEstudio de caso. La riqueza avifaunistica como elemento para la conservación del bosque templado de la Sierra de Santa RosaMamíferos silvestres Estudio de caso. Diversidad de mamíferos medianos y grandes en el Municipio de XichúEstudio de caso. Estudio de la diversidad de mamíferos de talla mediana y grande del Municipio de VictoriaEstudio de caso. Registro notable de tres especies de mamíferos en la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda de GuanajuatoLa paleodiversidad de Guanajuato, una síntesis del desarrollo de su paleontología de vertebradosEstudio de caso. Diversidad Biológica del Jardín Botánico El Charco del Ingenio, San Miguel de Allende, GuanajuatoEstudio de caso. Conocimiento de la diversidad de cactáceas en Guanajuato: un ejercicio de compilación de publicaciones especializadas y colecciones biológicasEstudio de caso. Colección Botánica del Museo de Historia natural Alfredo Dugès de la Universidad de GuanajuatoEstudio de caso. El Herbario nacional de México (mexu) como fuente de conocimiento sobre la diversidad vegetal de GuanajuatoEstudio de caso. Museo de Historia natural Alfredo Dugès: colecciones zoológicas

Capítulo 9. Diversidad genética

ResumenEstudio de caso. Mejoramiento genético de hongos patógenos de insectos usados en el control de plagasHongos fitopatógenos del lirio acuático en la Laguna de YuririaEstudio de caso. Estudio preliminar de la diversidad genética del género Myrtillocactus en el Estado de Guanajuato Estudio de caso. Planta del zoapatle (Montanoa tomentosa)Estudio de caso. Recursos genéticos de los parientes silvestres de las plantas cultivadas en GuanajuatoEstudio de caso. Caracterización bioquímica y molecular de la maduración de frutos de nopal (Opuntia sp.) de Guanajuato Estudio de caso. Estudio de la calidad nutrimental de las proteínas de las razas de maíz del centro y sureste del Estado de Guanajuato Los frijoles silvestres Phaseolus spp. en el Estado de GuanajuatoEstudio de caso. Los estudios de diversidad genética de plantas acuáticas como herramienta para la conservación de humedales en Guanajuato

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Estudio de caso. Sistema de información para el conocimiento agronómico y bioquímico delas razas de maíz de Guanajuato Biodiversidad de los caprinos

Capítulo 10. Protección y conservación

ResumenLas Áreas naturales Protegidas del Estado de Guanajuato y su importancia en la conservación de la biodiversidad Estudio de caso. La bioética y la conservación de la biodiversidadEstudio de caso. La Sierra de Santa Rosa, una región fundamental para la conservación de la flora de GuanajuatoEstudio de caso. Fauna del Área natural Protegida “Cerro de Arandas”, IrapuatoEstudio de caso. Prioridades e instrumentos de conservación en el Estado de Guanajuato Estudio de caso. Grupo Ecoturístico El Platanal, Xichú, Sierra Gorda GuanajuatoEstudio de caso. Empleo de un sistema biológico de humedales artificiales para la reducción de contaminantes generados por la industría de la curtiduría en LeónEstudio de caso. Conservación de suelosEstudio de caso. Algunos puntos a seguir para contribuir al desarrollo sustentable de los recursos forestales Estudio de caso. Biodiversidad de la Sierra de los AgustinosPropuesta de un Programa de Reforestación con mezquite (Prosopis laevigata)Estudios dendroclimáticos con ahuehuete (Taxodium mucronatum) en Guanajuato y acciones para su conservaciónConservación in situ de la biodiversidad del maízLa nao de Ziusudra en el Estado de Guanajuato: Conservación ex situ Estudio de caso. Arboretum agroforestal con árboles y arbustos silvestres, cebaj-InIfap

Capítulo 11. Hacia la estrategia

Hacia la estrategia estatal para la conservación y uso sustentable del Estado de Guanajuato

nuestros autores

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Contenido volumen II | 13

IntroduCCIón

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En la introducción del volumen I la diversidad es definida como toda la variedad de las especies vivientes (plantas, animales, hongos, protozoarios y bacterias), así

como los diversos ecosistemas donde dichas especies habitan e interactúan y la varia-bilidad genética que estas poseen (cdb, 1992).

En este segundo volumen de “La biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado” se presenta, de forma sintética, buena parte de la información con la que se cuenta hasta el momento sobre estos tres niveles de biodiversidad. El objetivo es poner a disposición de un público amplio, un inventario de los ecosistemas (capítulo 7), los grupos biológicos principales (capítulo 8) y algunas experiencias en el conocimiento de la diversidad genética (capítulo 9) de algunas especies en el estado. Además, en este volumen se documentan algunas experiencias de conservación de la biodiversi-dad (capítulo 10) y en el último capítulo (11), los compiladores y coordinadores de la obra reflexionan sobre las lecciones aprendidas que la elaboración de esta obra deja en términos del conocimiento de la biodiversidad en el estado y las acciones priori-tarias para conservarla y usarla de manera sustentable.

El concepto de ecosistema

El capítulo 7 de este volumen hace un recuento de los principales tipos de vegetación registrados en el estado como una aproximación al conocimiento de la diversidad de ecosistemas de Guanajuato. de manera estricta un tipo de vegetación no es equiva-lente a un ecosistema, ya que éstos últimos integran todos los elementos bióticos (plantas, animales y microrganismos) y sus interacciones, como a los factores abió-ticos que los influyen en un lugar y tiempo determinados, sin embargo los tipos de vegetación han sido utilizados como buenos descriptores generales de los ecosistemas (Begon et al., 2006).

El concepto de “ecosistema” es la contracción de dos términos: sistema ecológi-co y fue acuñado por Sir Arthur tansley, (Hutchings et al., 2012). tansley utilizó este término para integrar en un mismo “sistema” tanto a los elementos bióticos que interactúan en un ambiente dado, como a los factores físicos que los influyen (tans-ley, 1935). El concepto de ecosistema se estableció como una aproximación teórica que permitiera entender estos sistemas altamente complejos. Cabe señalar, que al igual que el concepto de especies – como se verá más adelante-, es un término que no se ha librado de controversias, discusiones científicas y filosóficas constantes (Gignoux et al., 2011).

El Convenio de diversidad Biológica (cdb) establece que los ecosistemas son: “un complejo dinámico de comunidades vegetales, animales y de microorganismos y su medio no viviente que interactúan como una unidad funcional” (cdb, 1992). La ante-rior es una definición relativamente sencilla y que ha sido aprobada por los 193 países firmantes del Convenio.

AndreA cruz Angón | AnA VIctorIA contrerAs ruIz espArzA

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El concepto de especie

El capítulo 8 describe la diversidad de especies presentes en el estado. La especie es el nivel más conocido de la biodiversidad y es la unidad básica de la clasificación taxonómica (Levin, 1979; Mayden, 1997).

una definición común del término “especie” puede ser: grupos de poblaciones que se entrecruzan y tienen descendencia fértil, que comparten una serie de rasgos distintivos y que evolucionan de forma separada de otros grupos (concepto bioló-gico de especie, Mayr, 1942). Sin embargo, esta definición no toma en cuenta a las especies que no tienen reproducción sexual, como muchos microorganismos (bac-terias y otros). La amplia gama de formas en las que se expresa la vida en este planeta hace muy difícil establecer un concepto universal de especie. Por ejemplo, tan solo para definir a los organismos eucariontes, es decir a aquellos cuyas células poseen un núcleo delimitado por membranas, se han identificado al menos 22 con-ceptos distintos de “especie” (rosselló-Mora y Amann, 2001). Existen conceptos de especie de acuerdo con el enfoque disciplinario con el que se trabaje (Perfectti, 2002), por ejemplo el biológico (Mayr, 1942), el evolutivo (Simpson, 1961; Wiley, 1981; templeton 1989), el filogenético (Cracraft, 1989) y el ecológico, entre otros (Mayden, 1997; Brent, 1999).

Los seres vivos y las maneras de clasificarlos

El sistema de clasificación actual de los seres vivos fue desarrollado por Carlos Linneo (1758). Está conformado por siete categorías jerárquicas principales y varias subcategorías incluyentes: 1) reino, 2) Phyllum o división, 3) Clase, 4) orden, 5) Familia, 6) Género y 7) Especie. Esta clasificación establece un sistema binomial, que nombra a las especies con un epíteto genérico (comúnmente se le llama: géne-ro) y un epíteto específico (o especie) (Figura 1). La ventaja de este sistema es que se evitan confusiones que pueden darse al utilizar nombres comunes, ya que estos pueden variar de acuerdo al lugar, la cultura y el idioma. En los textos técnicos o científicos, siempre se usa el sistema binomial propuesto por Linneo para nombrar a las especies. Sin embargo, en este volumen los autores hicieron un esfuerzo por utilizar tanto la nomenclatura científica (sistema binomial), como el nombre común de las especies con el fin de facilitar a los lectores no familiarizados con textos técnicos, la identificación de los organismos.En el capítulo de diversidad de Especies el lector podrá encontrar información de los principales grupos biológicos, comenzando por los microrganismos y terminando con los vertebrados. de manera breve se describen sus principales características, se analizan los patrones de diversidad y distribución en el estado, se describe su impor-tancia, ya sea ecológica, económica o cultural, así como los vacíos existentes en su conocimiento y los principales retos y oportunidades de conservación, entre otros temas relevantes.

Diversidad genética

La información capaz de asegurar la permanencia de los seres vivos a través del tiempo está contenida en los genes de cada individuo. Éstos definen las formas de vida tan distintas en el planeta. La sobrevivencia de las especies ante cambios drásticos del medio ambiente depende en gran parte de la diversidad genética pre-

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Reino

Plantae

División

Magnoliophyta

Clase

Magnoliopsida

SubclaseCaryophyllidae

Orden

Caryophyllales

Familia

Cactaceae

Género

Echinocactus

EspecieEchinocactus platycanthus

Autoridad taxonómicaLink & Otto

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Orden

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Autoridad taxonómica

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Vertebrata

Reptilia

Lepidosauria

Squamata

Phrynosomatidae

Phrynosoma

Phrynosoma orbiculare

(Linnaeus, 1789)

Figura 1. Clasificación taxonómica de dos especies que se distribuyen en Guanajuato. La biznaga (Echinocactus platycanthus) de la que se obtiene el acitrón y que se distribuye en matorrales desérticos (fotografía de rolando t. Bárcenas) y el falso “camaleón” (Phrynosoma orbiculare) que se distribuye en los bosques templados (fotografía de Salvador Solís González). Ambas especies se encuentran enlistadas en la nom-059-semArnAt-2010, la biznaga bajo protección especial y el falso camaleón como especie amenazada.

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sente en sus poblaciones; ésta es la base para la evolución y la selección natural. En el capítulo 9 de este volumen, el lector podrá encontrar algunos casos de estudio que documentan estudios genéticos desde microrganismos hasta algunas especies tan importantes como el maíz.

Finalmente, como el lector podrá percibir, el conocimiento de la diversidad biológica de Guanajuato está lejos de terminarse, el capítulo 11 hace énfasis en los vacíos de información existente para algunos ecosistemas y regiones del estado, así como en algunas de las principales barreras que deberán ser sobrepasadas para asegurar la conservación y el uso sustentable del capital natural de Guanajuato.

Literatura citada

Begon, M., C.r. townsend, J.L. Harper. 2006. Ecology from individuals to ecosystems. Inglaterra. Blackwell Publishing.

Brent d. 1999. “Getting rid of Species?”. En: r. Wilson (Ed.). Species: New Interdisciplinary Essays. MIt Press.

cdb. 1992, Convenio sobre la Diversidad Biológica. http://www.cbd.int/convention/articles/?a=cbd-02, últi-ma consulta 11, julio, 2012.

Cracraft, J. 1989. “Speciation and its ontology: the empi-rical consequences of alternative species concepts for understanding patterns and processes of dife-rentiation”. En: d. otte y J.A. Endler (Eds.): Spe-ciation and its Consequences. Pp:28-59. Sinauer, Sunderland, MA.

Gignoux, J., I.d. davies, S.r. Flint y J.d. Zucker. 2011. “the Ecosystem in Practice: Interest and Pro-blems of an old definition for Constructing Eco-logical Models”. Ecosystems 14: 1039–1054.

Hutchings, M. J., d.J. Gibson, r.d. Bardgett, M. rees, E. newton, A. Baier y L. Sandhu. 2012. “tansley’s vision for Journal of Ecology, and a Centenary Celebration”. Journal of Ecology 100: 1–5.

Levin, d. A. 1979. “the nature of plant species”. Science 204: 381-384.

Mayr E. 1942. Systematics and the Origin of Species from the Viewpoint of a Zoologist. new York: Columbia university Press.

Mayden, r. L. 1997. “A hierarchy of species concepts: the denouement in the saga of the species problem”. En: Hawah M.F. y Wilson M.r (editors). Species: the units of biodiversity. Chapman and Hall, London.

Perfectti F. 2002. “Especiación: modos y mecanismos” En Soler M., Evolución: La base de la biología. Pro-yecto Sur. España.

rosselló-Mora, r., Amann, r. 2001 “the species concept for prokaryotes”. FEMS Microbiological Reviews 25:39-67

Simpson, G. G. 1961. Principles of Animal Taxonomy. Co-lumbia univ, Press, new york.

tansley, A.G. 1935. “the use and abuse of vegetational concepts and terms”. Ecology 16: 284–307.

templeton, A.r. 1989. “the meaning of species and spe-ciation: a genetic perspective”. En d. otte y J.A. Endler (Eds.): Speciation and its Consequences pp. 3-27. Sinauer, Sunderland, MA.

Wiley, E.o. 1981. Phylogenetics. The theory and practice of phylogenetic systematics. Wiley-Liss, new York.

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RESUMEN

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Fotografía de Sergio Zamudio Ruiz.

Sergio Zamudio ruiZ

Por su posición geográfica en el centro de la República Mexicana, el estado de Guanajuato participa de tres de las provincias fisiográficas y

geológicas de México: en el norte y noroeste la Mesa del Centro, en el extremo noreste una pequeña porción de la Sierra Madre Oriental y ocu-pando la parte sur el Eje Neovolcánico. La confluencia de estas tres regiones en el territorio del estado produce un paisaje accidentado, diverso y rico en geoformas, en el que la presencia de sistemas montañosos alterna con lla-nuras, valles, mesetas y con los profundos cañones de los ríos Santa María y Xichú, que resultan en un complejo mosaico de climas, suelos y vegetación.

Guanajuato puede considerarse como un estado moderadamente rico por su diversidad de ecosistemas. De acuerdo con el sistema de clasificación de la vegetación de México de Rzedowski (1978), los principales tipos de vegetación registrados en el estado son: bosque de Quercus, bosque de coníferas, bosque tropical caducifolio, matorral xerófilo y pastizal. Además, en pequeños encla-ves se pueden encontrar elementos del bosque mesófilo de montaña, vegeta-ción acuática y subacuática, así como bosques de galería.

En este capítulo se describen cada una de las comunidades vegetales encontradas en el estado. Los mapas de vegetación potencial –que es una representación hipotética de cómo debieron estar distribuidos los tipos de vegetación antes de la influencia del hombre en la región– y actual ejem-plifican el cambio que han tenido los ecosistemas y hacen evidente la agu-da pérdida de la cubierta vegetal del estado.

En la actualidad todos los tipos de vegetación de Guanajuato se encuen-tran fuertemente deteriorados. La mayoría de las comunidades vegetales han sufrido cambios profundos en su estructura, composición florística y fisonomía, de tal manera que sus áreas de distribución se han reducido paulatinamente, al grado de que en muchos sitios se observan sólo restos de la vegetación original, sobre todo en áreas hoy utilizadas extensivamen-te con fines agrícolas en el centro y sur del estado. Las comunidades vege-tales más impactadas por la agricultura son el mezquital y el matorral micrófilo, que prácticamente han desaparecido del estado; por su parte el pastizal natural y el bosque tropical caducifolio corren el riesgo de desapa-recer por completo del estado en un futuro no muy lejano y es probable que algunos de sus elementos ya se hayan perdido.

Al comparar la superficie ocupada actualmente por cada tipo de vegetación con la que debió haber cubierto, de acuerdo con el mapa de vegetación poten-cial, se puede observar que la superficie originalmente cubierta por todos los tipos de vegetación se ha reducido en el estado en un porcentaje cercano a 66%. Más de la mitad del territorio está ocupado por extensas parcelas agrícolas, zonas urbanas, industriales y vías de comunicación, y el bosque tropical cadu-cifolio ha sido el más afectado ya que se estima que de su área original sólo se conserva 8.32%. Otros tipos de vegetación en los que su área de distribución se ha reducido en más de 50% son el bosque de encinos, el matorral xerófilo y

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el pastizal natural. Contrasta en cambio el hecho de que la superficie ocupada por los bosques de Abies y Pinus se ha reducido muy poco, lo cual podría explicarse por la ubicación de estas comunidades en sitios poco accesibles y alejados de las poblaciones importantes.

Se debe enfatizar que el proceso de deterioro de los ecosistemas en el estado continúa, ya que los factores causantes de su destrucción siguen presentes, por lo que su situación puede empeorar en el futuro inmediato.

Se debe tomar en cuenta también que en muchos sitios la eliminación de la cubierta vegetal ha desencadenado la ocurrencia de severos procesos de erosión y degradación del suelo, que no han sido evaluados cabalmente y en consecuencia no se han tomado las medidas necesarias para evitar su avance o reducir su extensión.

Ante este panorama es urgente que se realice un diagnóstico detallado de la erosión del suelo en el estado y se detecten las áreas susceptibles de ser conservadas, con el fin de que se tomen medidas para proteger la vegeta-ción, se propicie la restauración de muchas áreas deforestadas y se intente detener el desgaste.

Como estudios de caso se analiza la vegetación del municipio de San José Iturbide y la situación de los lagos cráter del Valle de Santiago.

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Sergio Zamudio ruiZ

DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS DEL ESTADO DE GUANAJUATO

Fotografía de Sergio Zamudio Ruiz.

Regionalización ecológica

Introducción

El estado de Guanajuato, por su posición geo-gráfica forma parte de tres provincias fisiográ-ficas y geológicas de México: en el norte y no-roeste la Mesa del Centro, en el extremo noreste una pequeña porción de la Sierra Madre Orien-tal y toda la parte sur el Eje Neovolcánico (Spp, 1980). La confluencia de estas tres regiones en el territorio del estado conforman un paisaje accidentado, diverso y rico en geoformas, cons-

tituidas por rocas de origen volcánico, metamór-fico, sedimentario y aluvial; en el que alternan la presencia de llanuras, valles, lomeríos y me-setas, con los profundos cañones de los ríos San-ta María, Xichú y sus afluentes locales, así como con sistemas montañosos de diferente altitud, los que consecuentemente producen un comple-jo mosaico de climas, suelos y vegetación local.

Zamudio, S. 2012. “Diversidad de ecosistemas del Estado de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 21-55.

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Mesa del Centro

La Mesa del Centro se caracteriza por la pre-sencia de amplias llanuras de origen aluvial interrumpidas por sierras dispersas, en su ma-yoría de naturaleza volcánica. En ella predo-minan los climas semiseco y templado, la hu-medad aumenta de norte a sur y del centro hacia los extremos oriental y occidental. Los tipos de vegetación son los característicos de las zonas áridas y semiáridas. En la parte de la Mesa del Centro correspondiente a Guanajuato la región comprende sectores de dos cuencas hidrológicas: la del río Lerma-Chapala y la del alto río Pánuco. Además, hay áreas que corres-ponden a dos subprovincias: los Llanos de Ojue-los y las Sierras del Norte de Guanajuato, y dos discontinuidades fisiográficas: la Sierra de Cua-tralba y los valles paralelos del suroeste de la Sierra de Guanajuato.

Eje Neovolcánico

Ocupa la mitad sur del estado de Guanajuato y está conformado por una enorme masa de rocas volcánicas de todos los tipos, acumula-da a lo largo de innumerables y sucesivos epi-sodios volcánicos. La integran grandes sierras volcánicas, coladas lávicas, conos dispersos, amplios escudo-volcanes de basalto, así como depósitos de arena y cenizas, dispersos en ex-tensas llanuras. Otro rasgo esencial de esta provincia es la ocurrencia de amplias cuencas cerradas ocupadas por lagos, como el de Cuit-zeo, o por llanos que se formaron por los de-pósitos en lagos antiguos. El clima dominan-te de la provincia es templado subhúmedo, que hacia el poniente pasa a semicálido y hacia el norte a semiseco. En las altas cumbres se en-cuentran climas semifríos subhúmedos. Com-prende casi toda la cuenca del río Lerma que se origina al este de Toluca y atraviesa el Ba-jío guanajuatense hacia el oeste, hasta vertir sus aguas en el Lago de Chapala. La vegetación que prevalece en esta región está formada por bosques de coníferas y de encinos en las par-tes altas, por arriba de 2 200 msnm y el bos-que tropical caducifolio en los terrenos que quedan por debajo de esta altitud.

La Sierra Madre Oriental

Está constituida por rocas sedimentarias marinas del Mesozoico, con predominancia de calizas y lutitas. El clima es seco y cálido en el norte (Torreón-Monterrey) pero cada vez más húmedo y tornándose semicálido hacia el sur y en las cumbres más elevadas. En las partes más altas de casi toda la provincia hay bosques de coní-feras, que ceden su lugar a matorrales en las laderas norte y este, y a bosque mesófilo de mon-taña o bosque tropical caducifolio en el centro y sur. En el extremo noreste del estado penetra una pequeña parte de esta provincia, la que es llamada subprovincia de la Sierra Gorda.

Subprovincia de la Sierra Gorda

Esta subprovincia abarca los municipios de Xichú, Atarjea y parte de Victoria. Cubre 5.37% de la entidad. Su morfología está directamente asociada a dos sistemas hidrológicos, ambos integrantes de la cuenca del Pánuco: los ríos Santa María y Xichú y sus afluentes locales. Estas corrientes han labrado profundos valles ramificados, a veces amplios y cóncavos (siste-ma Xichú-Mezquital) y otros relativamente es-trechos (Santa María y afluentes).

En esta provincia, en las zonas más bajas, entre 1 000 y 1 500 msnm, con climas semicá-lidos y semisecos se desarrollan matorrales xe-rófilos submontanos y crasicaules; hacia la parte media, entre 1 500 y 2 520 msnm, bajo climas semiseco y templado subhúmedo, bos-ques de encino o de pino-encino.

Existe una fuerte coincidencia entre la deli-mitación de estas provincias geológicas y fisio-gráficas con las provincias florísticas de México propuestas por Rzedowski (1978). La Mesa del Centro coincide con la provincia florística de la Altiplanicie, ubicada dentro de la región Xerofí-tica Mexicana y el reino Neotropical, que se caracteriza por la alta proporción de flora endé-mica y sus afinidades con la flora tropical; mien-tras que la porción de la Sierra Madre Oriental del extremo noreste del estado concuerda con la provincia florística de la Sierra Madre Oriental, ubicada en la región Mesoamericana de Montaña, que participa en su composición florística de

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elementos tanto del reino Holártico como del Neotropical. Lo mismo ocurre con la región fisio-gráfica del Eje Neovolcánico, que se considera parte de la provincia florística de las Serranías Meridionales, ubicada en la región Mesoameri-cana de Montaña, en la que también participan elementos florísticos tanto del reino Holártico como del Neotropical.

Es necesario resaltar el hecho de que la ma-yoría de las sierras del estado (con la excepción de la Sierra Madre Oriental), que presentan bos-ques de encino o de pino por encima de 2 200 msnm, se ubican dentro de la provincia florística de las Serranías Meridionales, mientras que la parte de la provincia fisiográfica del Eje Neovol-cánico, que se encuentra por debajo de esta cota altitudinal y que se caracteriza por la presencia del bosque tropical caducifolio, podría conside-rarse una extensión de la provincia florística de la Costa Pacífica de la región Caribea y del reino Tropical, en el sentido de Rzedowski (1978).

Vegetación

Introducción

En la actualidad la cubierta vegetal del estado de Guanajuato se encuentra fuertemente dete-riorada, en muchas áreas la vegetación ha sido destruida por completo y sustituida por campos agrícolas y zonas de pastoreo, por lo que más de la mitad del territorio está ocupado por extensas parcelas agrícolas, zonas urbanas, industriales y vías de comunicación. A pesar de esto, todavía se pueden apreciar los rasgos distintivos de la vegetación original, conservada sobre todo en las regiones montañosas más alejadas de las ciu-dades y pueblos de difícil acceso.

La distribución de la vegetación en el estado está relacionada en términos generales con la ubicación y extensión de las provincias fisio-gráficas y geológicas. Cada provincia fisiográ-fica posee al menos un tipo de vegetación particular que la diferencia de las demás, por ejemplo, en la Mesa del Centro se encuentran el matorral crasicaule de Opuntia-Zaluzania o no-paleras, el matorral micrófilo y el pastizal; en el Eje Neovolcánico prevalece el bosque tropical caducifolio y en la Sierra Madre Oriental el ma-

torral submontano; los demás tipos de vegeta-ción se distribuyen indistintamente en las tres regiones cuando existen las condiciones climá-ticas propicias para su desarrollo.

Antecedentes

Alejandro Pineda publicó en 1978 un bosquejo de la vegetación del estado, en el que reconoce los siguientes seis tipos de vegetación: bosque de pino-encino, encinar, selva baja caducifolia, mez-quital, matorral crasicaule y pastizal. Posterior-mente, en la Síntesis geográfica del estado de Guanajuato (Spp, 1980), se describen 17 tipos de vegetación para el estado: bosque de pino, bosque de pino-encino, bosque de encino-pino, bosque de encino, chaparral, bosque de enebro, matorral crasicaule-cardonal, matorral crasicaule-nopale-ra, matorral desértico micrófilo, matorral desér-tico rosetófilo, matorral submontano, matorral subtropical, mezquital, pastizal natural, pastizal halófilo, pastizal inducido y tular.

Más tarde, se realizaron algunos estudios de vegetación de alcance regional, los que ayuda-ron a incrementar el conocimiento de las comu-nidades vegetales del estado, como: la vegetación del municipio de Acámbaro (Rivas, 1980), la vegetación de las serranías de la cuenca alta del río La Laja (Quero, 1984), el bosque tropical ca-ducifolio en la región del Bajío (Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1987), la Hoya del Rin-cón de Parangueo (Aguilera, 1991), la vegeta-ción y flora acuáticas de la laguna de Yuriria (Ramos y Novelo, 1993), la Sierra de los Agusti-nos (Rubio, 1993), los pastizales calcífilos del estado de Guanajuato (Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1995), la vegetación y la flora del noreste del estado (Rzedowski, Calderón de Rze-dowski y Galván, 1996), la vegetación de la Sie-rra de Santa Rosa (Martínez, 1999), así como la flora y fitogeografía del municipio de San José Iturbide (Gutiérrez-Gallegos, 2004).

De acuerdo con el sistema de clasificación de la vegetación de México de Rzedowski (1978), que se sigue en este trabajo, los principales tipos de vegetación registrados en el estado son: bos-que de Quercus, bosque de coníferas, bosque tropical caducifolio, matorral xerófilo y pasti-zal. Además, se encuentran pequeños enclaves

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de bosque mesófilo de montaña, vegetación acuática y subacuática, así como bosques de ga-lería (figura 1) (Carranza, 2005).

Descripción de los tipos de vegetación

Bosque de Quercus

Los bosques de Quercus o encinares son comuni-dades vegetales características de las áreas de clima templado y semihúmedo que se distribuyen en las regiones montañosas del país, la mayoría se encuentran entre 1 200 y 2 800 m de altitud; prosperan principalmente en condiciones de cli-ma templado subhúmedo Cw, de la clasificación de Koeppen (1948), pero también se extienden hacia otros climas (Rzedowski, 1978).

Se estima que los encinares ocupaban origi-nalmente casi 20% de la superficie del estado de Guanajuato (figura 2), pero actualmente sólo cu-bren cerca de 10%, lo que indica que se ha per-dido aproximadamente 50% de su área original. Se distribuyen en laderas o en la parte alta de los cerros, tanto sobre sustratos de rocas calizas como sobre rocas ígneas. Las principales áreas cubiertas con este bosque se encuentran en la Sierra de Guanajuato, Sierra de Lobos (Sierra de Cuatralba), Sierra de la Media Luna, Sierra de Pén-jamo, Sierra de Los Agustinos y en la Sierra Gor-da, con áreas más pequeñas sobre algunos cerros de la parte sur del estado pertenecientes al Eje Neovolcánico; en regiones con climas templados y subhúmedos C(w0), C(w1) y C(w2), en los secos semicálidos con invierno fresco BS1hw, en el templado con verano cálido (BS1kw), y muy es-casamente en el muy seco, semicálido con in-vierno fresco BWhw; con temperatura media anual de 16 a 22 ºC y con promedio de precipita-ción anual entre 400 y 850 mm (Angulo, 1985).

En el estado se han registrado 31 especies de encinos, que forman diferentes asociaciones dis-tribuidas de acuerdo con un gradiente climático que va de los ambientes cálidos y secos en los lugares con menor altitud, hasta los fríos y hú-medos en los sitios de mayor altitud. A continua-ción se describen las diferentes asociaciones conocidas en el estado, partiendo de los ambien-tes cálidos y secos.

Bosque de Quercus jonesii

En el noreste del estado, en los municipios de San Luis de la Paz y Xichú, en una franja altitudinal que va de 1 550 a 1 700 msnm, sobre sustrato de rocas ígneas y suelos muy delgados, con grandes afloramientos de rocas y en climas que van del templado seco Cw0, al templado intermedio Cw1, se desarrolla un bosque de encinos dominado por Quercus jonesii, en el que el estrato arbóreo es bajo y abierto de 3 a 7 m de altura. Este encino puede encontrarse formando comunidades puras o mezclado con otros encinos como Quercus gri-sea, Q. laeta, Q. obtusata, Q. polymorpha y Pinus teocote. En el estrato arbustivo, las especies do-minantes son Arctostaphylos pungens, Comaros-taphylis glaucescens, C. polifolia, Pernettya cilia-ta, Rhamnus microphylla, Stevia salicifolia y otras más. Este bosque colinda en su límite inferior con los matorrales xerófilos, de hecho, el encino que se encuentra más abajo, en las cañadas y mez-clado con el matorral submontano es Quercus laeta. En su límite superior este bosque se mezcla con el bosque de Quercus resinosa, Q. obtusata y Pinus teocote.

Bosque de Quercus resinosa

En una franja altitudinal superior a la ocupada por la asociación anterior, entre 1 700 y 2 500 m de altitud, en laderas muy empinadas, sobre afloramientos rocosos y suelo delgado y arenoso se encuentra un bosque en el que el estrato ar-bóreo, de 5 a 8 m de altura, está dominado por Quercus resinosa, y al que frecuentemente acom-pañan: Q. jonesii, Q. obtusata, Q. viminea, Ar-butus glandulosa, A. xalapensis; con la presencia ocasional de Pinus teocote. Esta asociación se ha registrado en la Sierra Gorda, en la Sierra de la Media Luna (Quero, 1984), en la Sierra de Santa Rosa (Martínez, 1999), en la Sierra de Pénjamo y en el cerro Grande, cerca de Manuel Doblado. En la Mesa del Centro la composición de este bosque cambia un poco, desaparecen Quercus jonesii y Q. viminea, pero pueden estar presentes Q. castanea, Q. deserticola, Q. eduardii, Q. grisea, Q. gentryi y con frecuencia Pinus cembroides (figuras 3 y 4).

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Figura 2. Mapa de vegetación potencial. Representación hipotética de la distribución de los principales tipos de vegetación en el estado

de guanajuato como debieron estar antes de la presencia del ser hum

ano en la región (elaboraron Sergio Zamudio Ruiz y Carlos A

lberto Ram

írez Sosa con datos propios).

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Figura 3. Bosque de encino con Quercus resinosa en el Cerro Grande, municipio de Manuel Doblado, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Figura 4. Interior del bosque de Quercus resinosa en el Cerro Grande, municipio de Manuel Doblado, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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tulo Bosque de Quercus affinis

En los lugares con mayor humedad ambiental de la Sierra Gorda en el noreste del estado, entre 2 100 y 2 300 msnm, se encuentra un bosque de encinos perennifolios de hasta 20 m de alto, en donde el encino escobillo (Quercus affinis) es la especie dominante, también están presentes: Quercus castanea (encino blanco o encino asti-lla) y Q. crassifolia, y en las zonas más cálidas se puede encontrar Q. polymorpha (Rzedowski, Calderón de Rzedowski y Galván, 1996). Estos elementos se encuentran también con frecuencia en el bosque de pino-encino de la región húme-da de la Sierra Gorda.

Bosque de Quercus eduardii, Quercus grisea y Quercus potosina

En la región correspondiente a la Mesa del Centro, en una franja altitudinal que va de 2 150 a 2 500 m, con clima templado subhúmedo (Cw0) y suelo del-gado, la transición entre los matorrales xerófilos y los bosques de encinos se produce por una fran-ja de encinares de ambientes secos. El estrato ar-bóreo comúnmente mide entre 5 y 8 m de altura y está formado por varias especies de encinos adaptados a crecer en ambientes secos, las especies más importantes son: Quercus eduardii, Q. grisea, Q. potosina y Q. resinosa, los que están acompaña-dos a menudo por otros árboles, como: encinos (Quercus laeta, Q. obtusata), madroños (Arbutus), táscate (Juniperus), pinos (Pinus) y otras especies del género Garrya. Todos ellos tiran las hojas du-rante la temporada seca invernal y por esta razón se les llama caducifolios. De estos encinos, Quercus grisea es el que se encuentra siempre en el límite altitudinal inferior del encinar, donde se mezcla con los pastizales y matorrales por debajo de la cota de 2 150 msnm. En el estrato arbustivo que va de uno a tres metros de altura, son abundantes Arctosta-phylos pungens, Amelanchier denticulata, Comaros-taphylis polifolia, Baccharis heterophylla, B. ptero-nioides, Bouvardia ternifolia, Brickellia scoparia, B. veronicifolia, Buddleja scordioides, B. parviflora, Calliandra eriophylla, Dalea argyrostachya, Eupato-rium espinosarum, Eupatorium glabratum, Quercus microphylla, Rhamnus microphylla, Stevia lucida y S. salicifolia (Quero, 1984; Rzedowski, Calderón de Rzedowski y Galván, 1996) (figuras 5 y 6).

En algunas ocasiones, debido a condiciones especiales de clima o al disturbio relacionado con el sobrepastoreo y la ocurrencia periódica de incendios, estos encinos pueden adoptar la forma arbustiva y agruparse en matorrales densos que son llamados chaparrales o matorrales esclerófi-los, los que se encuentran dispersos en las sierras del estado (Quero, 1984; Gutiérrez-Gallegos, 2004). Sus límites climáticos en Guanajuato se sitúan en áreas con temperatura media entre 14 y 18 ºC y precipitación anual de 500 a 800 mm.

Bosque de Quercus castanea

En la parte media y sur del estado el bosque de Quercus castanea ocupa la franja altitudinal en-tre 2 200 y 2 600 msnm, crece sobre sustrato de origen ígneo, en suelos de color pardo y textura arenosa; con temperatura y precipitación medias anuales que van de 18 a 20 ºC y 550 a 600 mm, respectivamente. El estrato arbóreo tiene una al-tura promedio de 6 a 8, máximo 15 m. La especie dominante es Quercus castanea, aunque puede estar acompañada por Q. deserticola, Q. obtusata, Q. potosina y Q. rugosa. Además son menos fre-cuentes: Arbutus glandulosa, A. tesellata, A. xa-lapensis, Eysenhardtia polystachya, Persea lieb-manni y Prunus serotina. En el estrato arbustivo, de 30 cm a 2 m de altura, las especies más fre-cuentes son Baccharis pteronioides, B. heterophy-lla, B. thesioides, Bouvardia laevis, Buddleja scordioides, Comarostaphylis polifolia, Croton morifolius, Montanoa leucantha, Rhamnus mi-crophylla, Salvia melissodora, S. microphylla, Symphoricarpos microphyllus y Viguiera dentata (Gutiérrez-Gallegos, 2004) (figura 7).

Bosque de Quercus rugosa-Q. obtusata

En partes más húmedas de las sierras, en altitudes comprendidas entre 2 300 y 2 700 msnm, con el clima más húmedo de los templados subhúmedos (Cw2), con temperaturas anuales promedio de 16 ºC y precipitación de 800 mm, se encuentran encinares cuyos componentes arbóreos son peren-nifolios, con alturas de hasta 15 m, que forman comunidades muy densas compuestas por Quercus rugosa, Q. obtusata, Q. crassifolia y Q. laurina; con frecuencia hay otros árboles que acompañan a los

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Figura 5. Bosque de encino con Quercus eduardii, Q. grisea, Q. potosina, en la Sierra de Cuatralba, municipio de León, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Figura 6. Interior del Bosque de encino con Quercus eduardii, Q. grisea, Q. potosina, en la Sierra de Cuatralba, municipio de León, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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encinos, como madroño (Arbutus spp.), tejocote (Crataegus mexicana), pinos (Pinus spp.), capulín (Prunus serotina subsp. capuli) y aile (Alnus argu-ta subsp. glabrata). Estos encinares están bien re-presentados en la Sierra Gorda, al noreste del es-tado, en la Sierra de la Media Luna, en la Sierra de Guanajuato, en la Sierra de los Agustinos y, hacia el sureste, en algunas estribaciones de las monta-ñas que pertenecen al Eje Neovolcánico (figura 8).

Bosque de Quercus laurina-Q. rugosa

En los sitios con mayor altitud de las sierras del estado, entre 2 600 y 2 850 msnm, se presenta un bosque denso de encinos perennifolios, en el que el estrato arbóreo de 20 a 25 m de altura, está formado casi exclusivamente por Quercus laurina, Q. rugosa (encino avellano) y Q. obtusata; forman-do un estrato arbóreo más bajo, de 6 a 12 m, se encuentran con frecuencia Arbutus glandulosa, Garrya laurifolia, Cornus excelsa, Clethra mexica-na, Symplocos prionophylla, Alnus acuminata subsp. arguta, Alnus jorullensis, Buddleja cordata, Cra-taegus pubescens, Prunus serotina, Pinus monte-

zumae, P. pseudostrobus, P. teocote e Ilex dugesii. El estrato arbustivo de 1 a 2 m de altura es denso y está formado por Eupatorium spp., Senecio an-gulifolius, Stevia lucida, Cestrum anagyris, Budd-leja cordata, Arctostaphylos pungens y Comaros-taphylis glaucescens (Martínez, 1999; Rubio, 1993).

Muchos de los sitios que originalmente conte-nían este bosque han sido talados con fines agrí-colas y para la elaboración de carbón (que contribuye en gran parte al sustento de los habi-tantes de la región) (Pineda, 1978).

Bosque de encino-pino / pino-encino

La similitud de las exigencias ecológicas de los pinares y encinares tiene como resultado que los dos tipos de bosques ocupen nichos muy simi-lares, desarrollándose con frecuencia uno al lado del otro, formando mosaicos y complejas inte-rrelaciones que a menudo se presentan en forma de bosques mixtos (Rzedowski, 1978).

En el estado de Guanajuato, los bosques mixtos de pino-encino, característicos de zonas templado-frías y con mayor representación en

Figura 7. Bosque de encino con Quercus castanea y Q. obtusata en la Sierra de Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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Figura 8. Bosque de encino con Quercus crassifolia, Q. rugosa y Q. obtusata cerca de San Agustín, municipio de Victoria, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio).

el estado, se localizan en la Sierra Gorda en los municipios de Xichú y Atarjea. En esta zona la temperatura media va de 16 a 22 ºC y la preci-pitación anual es de 600 a 800 mm. Se observan bosques exuberantes de 20 a 25 m de altura, conformados por Pinus devoniana, P. durangen-sis, P. pseudostrobus y P. teocote, en la parte más alta de la sierra (2 800 msnm), donde se mezclan con encinares altos de 15 a 20 m (Pi-neda, 1978; Angulo, 1985).

También en la Sierra de los Agustinos se re-gistra un bosque de pino-encino entre 2 800 y 3 100 m de altitud, que se extiende por las la-deras y cañadas húmedas de la Peña Blanca, la Mesa del Redondo y en la Cañada del Aserrade-ro. Las especies de pino que se encuentran en el área son: Pinus montezumae, P. pseudostrobus y P. teocote, asociados con Quercus laurina, Q. rugosa, Alnus jorullensis, A. acuminata y Cra-taegus pubescens (Rubio, 1993). Una comunidad semejante se ha visto en la Sierra Gorda entre La Joya Fría y el Puerto de Palmas, en el muni-cipio de Victoria.

Bosque de coníferas

Los bosques de coníferas son característicos de zonas de clima templado y frío del hemisferio Norte y extienden su distribución hacia el sur a través de las montañas mexicanas, donde se han diversificado ampliamente. Se les encuentra des-de el nivel del mar hasta el límite de la vegetación arbórea; prosperan en regiones de clima semiá-rido, semihúmedo y francamente húmedo.

En Guanajuato los bosques de coníferas ocu-paban originalmente 6% de la superficie estatal; en la actualidad ocupan cerca de 5% y se dis-tribuyen en las principales cadenas montañosas del estado, en un intervalo altitudinal que va de 2 000 a 3 800 msnm. Las comunidades vegeta-les de coníferas están representadas tanto por bosques de ambientes secos, formados por tás-cate o enebros (Juniperus flaccida) y pinos pi-ñoneros (Pinus cembroides); así como por bosques de ambientes fríos y con mayor hume-dad, compuestos por Pinus ayacahuite, P. devo-niana, P. durangensis, P. oocarpa y P. teocote. Existe también un pequeño enclave de oyamel

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(Abies religiosa) en la parte alta del cerro Zamo-rano. A continuación se describirá cada una de estas asociaciones con mayor detalle.

Bosque de Juniperus

Estos bosques son llamados también bosques de enebro o escuamifolios (Miranda y Hernández, 1963). Crecen en forma discontinua entre 1 300 y 2 100 m de altitud, en laderas expuestas al pie de las serranías, en condiciones ecológicas de sequía acentuada. Regularmente se encuentran en una franja angosta, en la transición entre los matorrales xerófilos y los bosques de pinos pi-ñoneros o de encinos, con los que se mezclan con frecuencia. El clima en que se desarrollan es el menos seco de los climas secos (BS1kw; templado con verano cálido), la temperatura media anual es de 16 a 18 ºC y el promedio de precipitación anual de 400 a 500 mm (Angulo, 1985). Se establecen tanto sobre suelos profun-dos como en los delgados y pedregosos. Son bosques perennifolios, bajos y abiertos, en don-de Juniperus flaccida o táscate es la especie do-minante, los árboles miden entre 4 y 8 m de altura y están muy separados unos de otros. Las poblaciones de Juniperus flaccida suelen mez-clarse con los encinares xerófilos de Quercus grisea y Quercus eduardii o con los bosques de pino piñonero (Pinus cembroides). El estrato ar-bustivo es pobre y puede estar constituido por elementos propios de los matorrales xerófilos de los géneros Acacia, Agave, Dodonaea, Mimosa, Prosopis, entre otros.

En el cerro del Caliche cerca del Vergel, en el municipio de San Luis de la Paz, sobre laderas de rocas calizas y a una altitud de 1 650 m, se desarrolla un bosque dominado por el enebro (Juniperis flaccida), con Brahea berlandieri y un estrato arbustivo denso, formado por Juniperus monosperma, Quercus laceyi y Q. pungens (en-cino blanco) (figuras 9 y 10).

Bosque de Pinus

Los pinares son comunidades vegetales caracte-rísticas de las montañas de México y ocupan vastas superficies de su territorio. Aunque la mayoría de las especies mexicanas de Pinus po-

seen afinidades hacia los climas templados a fríos y semihúmedos y hacia los suelos ácidos, existen notables diferencias en las preferencias ecológicas entre una especie y otra. Dentro de la zona de clima templado y semihúmedo, los pinares se mezclan con los bosques de Quercus y a veces con los de Abies, Juniperus o Alnus (Rzedowski, 1978).

En Guanajuato se han registrado hasta el momento 10 especies de pinos que forman aso-ciaciones bien definidas.

Bosque de Pinus oocarpa

En la región de la Sierra Gorda, en las cercanías de los poblados El Gato y El Toro, en el municipio de Atarjea, se encuentra un área cubierta con bosque de Pinus oocarpa, que se desarrolla en las laderas y cañadas con orientación noroeste del cerro El Toro, entre 1 000 y 1 800 m de altitud, y que se extiende hacia el estado de Querétaro. Es un bosque denso en el que el estrato arbóreo alto está formado casi exclusivamente por Pinus oocarpa, que llega a medir de 12 a 15 m de altu-ra. La presencia de esta especie en esta región es rara ya que su área de distribución se encuentra principalmente en el occidente de México.

Bosque de Pinus cembroides

Los bosques de pinos piñoneros (Pinus cembroides) se distribuyen en altitudes de 1 800 a 2 500 m; en el norte del estado se desarrollan sobre rocas ígneas extrusivas en la Sierra de Jacales, municipio de Ocampo; en la Sierra de San Pedro, en el cerro Cuchilla Águila, municipio de San Felipe; en la Sierra de Santa Bárbara, municipio del mismo nombre, y en la Sierra del Cubo, municipio de San Diego de la Unión, y cerca de La Mesa de Jesús, municipio de San Luis de la Paz; además, en las faldas del cerro Zamorano, en los municipios de San José Iturbide, Tierra Blanca y Santa Catarina. Se desarrolla también sobre laderas de rocas cali-zas en la Sierra Gorda, al noreste del estado, en el municipio de Atarjea, en los límites con el estado de Querétaro. Se establece en lugares con climas seco semicálido, con invierno fresco (BS0h) y en el menos seco de los climas secos (BS1kw), templa-do con verano cálido, en los que la temperatura

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Figura 9. Bosque de enebros (Juniperus flaccida) sobre laderas de rocas calizas en las cercanías de El Durazno, municipio de Atarjea, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Figura 10. Enebro (Juniperus flaccida) cerca de Palomas, municipio de Atarjea, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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media anual oscila entre 16 y 18 ºC y el promedio de precipitación anual varía de 400 a 600 mm (BS1h), que es el mismo de los bosques de Junipe-rus (Angulo, 1985), y en el clima más seco de los templados subhúmedos (Cw0). Se presentan en suelos someros, bien drenados, con textura de mi-gajón arenoso, con pH ácido o básico, con gran pedregosidad y afloramiento de la roca madre.

Son bosques perennifolios bajos y abiertos, formados por masas casi puras del pino piñonero (Pinus cembroides), en los que la altura de los ár-boles en pocas ocasiones es superior a 8 metros. Entre los pinos piñoneros se pueden encontrar ár-boles de táscate (Juniperus flaccida), encinos (Quercus eduardii, Q. grisea, Q. potosina), nogal (Juglans mollis); así como la presencia esporádica de la palma china (Yucca filifera) y zoyate (Nolina parviflora). El estrato arbustivo tiene una altura promedio de 1.5 m y está formado por: Amelan-chier denticulata, Arctostaphylos pungens, Archi-baccharis serratifolia, Brickellia tomentella, Comrostaphylis polifolia, Dalea tuberculata, Das-ylirion acrotriche y varios otros (Quero, 1984, Gutiérrez-Gallegos, 2004) (figuras 11 y 12).

Los bosques de piñoneros en general se en-cuentran bastante conservados porque no se explotan con fines maderables, ya que los árbo-les con dificultad alcanzan alturas mayores a los 8 m y sus troncos, en la mayoría de los ca-sos, crecen torcidos. Por otra parte, no se abren al cultivo por encontrarse en terrenos muy pe-dregosos y con poco suelo; tampoco presentan elementos que puedan usarse para elaborar car-bón. El único uso que se les da es el pastoreo de ganado caprino y bovino y la recolección de los piñones para ser vendidos en los mercados re-gionales (Quero, 1984).

Bosque mixto de Pinus

En condiciones de mayor humedad, en zonas con climas templados y subhúmedos, en una franja al-titudinal que va de 2 300 a 2 800 msnm, sobre suelos profundos, húmedos, bien drenados, con to-pografía accidentada, los bosques de pinos son más altos y frondosos. Éstos pueden estar constituidos por Pinus devoniana (escobetón u ocote), P. teocote (ocote), P. durangensis y P. pseudostrobus, que llegan a formar agrupaciones densas de hasta 30 m de

altura. En estos bosques es común encontrar otros árboles como el madroño (Arbutus xalapensis) y varias especies de encinos. Normalmente se mezclan en diferentes grados con los encinares y pueden formar en casos particulares dominancias alternan-tes entre una y otra especie; los encinos más repre-sentativos en las diversas asociaciones son: Quercus crassifolia, Q. mexicana, Q. obtusata y Q. rugosa (Pineda, 1978). Estos se pueden encontrar en la par-te alta de la Sierra de los Agustinos y en la Sierra Gorda, entre La Joya Fría y el Puerto de Palmas, en el municipio de Victoria (figuras 13 y 14).

Bosque de Abies

En México este tipo de vegetación está confina-do a sitios de alta montaña, entre 2 400 y 3 600 m de altitud. En general, requieren para su desarrollo condiciones de humedad más elevadas; la preci-pitación media anual es por lo común superior a 1 000 mm y las temperaturas medias anuales varían de 7 a 15 ºC. Esta comunidad se presenta en forma de manchones aislados, por lo que su distribución geográfica en México es en extremo fragmentaria y dispersa.

En el estado este bosque sólo se conoce en la parte alta del cerro Zamorano, en donde Abies religiosa (oyamel) es la especie dominante y crece en laderas rocosas muy inclinadas. Los bosques de Abies destacan por su majestuosidad y belleza, son bosques densos en los que los árboles llegan a medir hasta 30 m de altura y sus copas cónicas forman un dosel muy homogéneo y cerrado; el estrato arbustivo suele ser denso y muy diverso y el herbáceo escaso. El área que ocupan estos bos-ques en Guanajuato es reducida, aunque son más extensos en la parte del cerro Zamorano corres-pondiente al estado de Querétaro (figura 15).

Bosque tropical caducifolio

Son bosques propios de regiones de clima cálido, formados por árboles bajos, que pierden sus hojas en la época seca del año, la que puede durar entre seis y siete meses, renovándolas en la primavera, por lo que su apariencia contrasta notablemente entre la temporada seca y la de lluvias. En ellos casi siempre están presentes árboles con troncos lisos o de corteza brillante que se desprende en

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Figura 11. Bosque de pino piñonero (Pinus cembroides) sobre laderas de rocas calizas, cerca de El Durazno, muni-cipio de Atarjea, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Figura 12. Bosque de pino piñonero (Pinus cembroides) sobre laderas de rocas calizas, cerca de El Durazno, mu-nicipio de Atarjea, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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Figura 13. Bosque de pino con Pinus devoniana y P. teocote, sobre cerros de rocas ígneas cerca de Joya Fría, mu-nicipio de Victoria, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Figura 14. Bosque de pino con Pinus devoniana y P. teocote en el Derramadero, municipio de Victoria, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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capas delgadas y una o varias especies espinosas. Esta comunidad se encuentra distribuida desde el nivel del mar hasta 2 200 msnm, en regiones con temperatura media anual de entre 20 y 29 ºC, en donde la temperatura mínima extrema no des-ciende de 0 ºC, por lo que en general no ocurren heladas; la precipitación es baja, entre 300 y 1 800 mm (más frecuentemente entre 600 y 1 200 mm) y su distribución se concentra en una parte del año, dividiéndolo en dos estaciones bien marcadas, una lluviosa y la otra seca (Rzedowski, 1978).

En Guanajuato el bosque tropical caducifolio originalmente se extendía ampliamente en la por-ción sur del estado, en la provincia fisiográfica del Eje Neovolcánico, y ocupaba laderas de cerros y barrancas de la parte baja de la cuenca del río Lerma, entre 1 650 y 2 200 m de altitud. Este tipo de vegetación cubría aproximadamente 45% de la superficie del estado; sin embargo, actualmente ocupa menos de 10% del área total de la entidad.

Son comunidades boscosas densas en las que el estrato arbóreo puede alcanzar hasta 12 m de altura, es muy diverso y por lo mismo no presen-ta una sola especie dominante, los principales

componentes son el palo dulce (Lysiloma micro-phyllum), palo blanco (Albizia plurijuga), copal (Bursera cuneata), ceiba o pochote (Ceiba aesculi-folia), cazahuate o palo bobo (Ipomoea murucoi-des), huizache (Acacia farnesiana y A. schaffneri), tepame (Acacia pennatula), cuajiote (Bursera fagaroides), nopal cardón (Opuntia streptacantha), Heliocarpus terebinthinaceus, garambullo (Myrti-llocactus geometrizans), Pistacia mexicana, Ehretia latifolia, Euphorbia fulva, Agonandra racemosa, Casimiroa edulis, palma china (Yucca filifera). En el estrato arbustivo se encuentran: Calliandra humilis, Eysenhardtia polystachya (palo dulce), Erythrina coralloides, Condalia velutina, Senna floribunda, S. polyantha, Parkinsonia aculeata, Prosopis laevigata, Mimosa aculeaticarpa y Verbe-sina sphaerocephala (Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1987).

Entre las epífitas, la más frecuente es Ti-llandsia recurvata, que a veces cubre densa-mente las ramas de los árboles, pero también se encuentran otras especies de Tillandsia de ma-yor tamaño, como T. achyrostachys, T. bourgaei, T. makoyama y T. plumosa, que a veces son

Figura 15. Bosque de oyamel (Abies religiosa) sobre rocas ígneas en la cima del cerro Zamorano (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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abundantes localmente. De las plantas hemipa-rásitas destacan localmente Phoradendron car-neum (sobre Ipomoea), P. forestierae (sobre Forestiera) y Psyttacanthus palmeri (sobre Bur-sera). Las trepadoras leñosas son escasas y es-tán representadas por especies de los géneros Canavalia, Cissus, Clematis, Gaudichaudia, He-teropteris, Iresine, Matelea, Nissolia, Pisoniella y Serjania (Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1987) (figuras 16 y 17).

Este tipo de vegetación estaba ampliamente distribuido en el estado, sobre todo en la región del Bajío, pero la constante ampliación de las parcelas agrícolas, así como la apertura de tie-rras para agostaderos, lo han desplazado de los terrenos planos en los que originalmente crecían, y ahora se encuentra muy fragmentado en loca-lidades aisladas o se ha convertido en vegetación secundaria. Se piensa que, antes del desarrollo de la agricultura, en los terrenos planos con suelo profundo del fondo de los valles del Bajío se en-contraban mezquitales bien desarrollados, sin embargo, en la actualidad esta asociación vegetal ya no se observa.

Cuando el bosque tropical caducifolio es some-tido a perturbaciones periódicas y constantes, ya sea por influencia de las prácticas agrícolas o por la ganadería, y se deja temporalmente en reposo, se desarrolla un matorral secundario que fue de-nominado matorral subtropical por Rzedowski y McVaugh (1966). Es una comunidad dominada principalmente por especies arbustivas de hasta 5 m de alto, entre la que crecen algunos árboles aislados; las especies más características de este matorral son: cazahuate o palo bobo (Ipomoea murucoides), los huizaches o tepames (Acacia far-nesiana y Acacia pennatula), los nopales (Opuntia spp.), el palo dulce (Eysenhardtia polystachya), el acebuche (Forestiera phillyreoides) y el palo prieto o tepehuaje (Lysiloma microphyllum) (Rubio, 1983; Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1987).

Rzedowski y Calderón de Rzedowski (1987), afirman que este bosque corre el riesgo de des-aparecer por completo del estado y es posible que algunos de sus elementos ya se hayan per-dido. Reconocen que las siguientes especies es-tán particularmente amenazadas por ser plantas raras y de distribución geográfica restringida:

Figura 16. Bosque tropical caducifolio durante la época de lluvias sobre laderas de rocas ígneas al norte de León, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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Figura 17. Ladera de rocas ígneas con restos de bosque tropical caducifolio cerca de Moroleón, Guanajuato (foto-grafía de Sergio Zamudio Ruiz).

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Acnistus macrophyllus, Conzattia multiflora, Diospyros xolocotzii, Malvaviscus candidus y Phoebe arsenei.

Matorral xerófilo

Rzedowski (1978), reúne bajo el nombre de ma-torral xerófilo a todas las comunidades vegetales de tipo arbustivo características de las zonas ári-das y semiáridas de México, las que ocupan aproxi-madamente 40% de la superficie del país. Cubren amplias áreas de la Altiplanicie Mexicana, desde Chihuahua y Coahuila hasta Jalisco, Guanajuato, Hidalgo y el Estado de México, prolongándose hacia el sur hasta Puebla y Oaxaca. El clima en que se desarrollan varía ampliamente, la tempe-ratura media anual oscila entre 12 y 26 ºC, en general el clima es extremoso, presentando en promedio una oscilación diurna de hasta 20 ºC. La precipitación media anual es con frecuencia inferior a 700 mm y en amplias extensiones está comprendida entre 100 y 400 mm. La lluvia ade-más de escasa, suele ser irregular, con fuertes diferencias de un año a otro. En la clasificación de Koeppen (1948) estos climas corresponden a los tipos BW y BS con sus numerosas variantes.

Este tipo de vegetación se establece en los lugares con climas secos o semisecos del norte del estado. Tomando en cuenta las especies do-minantes que lo forman, en la entidad se pue-den distinguir cuando menos cinco tipos de matorrales xerófilos: matorral crasicaule, mato-rral micrófilo, matorral submontano, matorral de Juniperus y encinar arbustivo.

Matorral crasicaule

Este matorral se ubica en amplias áreas en el norte y noreste del estado, está formado por cac-táceas de tallos suculentos, ya sea columnares o ramificados en forma de candelabro, de los géneros Myrtillocactus, Opuntia y Stenocereus. Tomando en cuenta las especies dominantes se pueden distinguir dos tipos de matorral crasi-caule, uno dominado por nopales arborescentes llamado matorral crasicaule de Opuntia-Zaluza-nia y otro por cactus de tallos columnares y candelabriformes, denominado matorral crasi-caule de Stenocereus-Myrtillocactus.

Matorral crasicaule de Opuntia-Zaluzania

Son las características nopaleras que se extien-den desde San Luis Potosí hacia el sur de la Mesa del Centro, pasando por los estados de Guanajua-to y Querétaro hasta el Estado de México. Es uno de los matorrales crasicaules más ampliamente distribuido en el estado, en altitudes que van de 1 800 a 2 200 msnm, se desarrolla sobre terrenos planos, laderas de cerros, o lomeríos, en suelos de origen ígneo, someros o profundos, pedrego-sos, de color negro, pardo o rojizo, con textura arcillosa o areno-arcillosa; en climas BS1kw, BS1hw, aunque se encuentran también en climas Bw, en áreas con temperatura media entre 16 y 18 ºC y precipitación anual de 400 a 600 mm.

Está formado por varias especies de nopales, principalmente por Opuntia hyptiacanta, O. la-siacantha, O. leucotricha, O. stenopetala, O. streptacantha y el garambullo (Myrtillocactus geometrizans), que alcanzan tallas hasta de 4 m de altura y pueden formar agrupaciones muy densas. Otros árboles que con frecuencia se en-cuentran en este matorral son el mezquite (Pro-sopis laevigata), el huizache (Acacia farnesiana) y la palma china (Yucca filifera), cuyo estrato arbustivo de uno a dos metros suele ser domi-nado por la mariola (Zaluzania augusta), la uña de gato (Mimosa biuncifera), el palo dulce (Ey-senhardtia polystachya), el cardón (Cylindro-puntia imbricata), nopal bondote (Opuntia robusta), así como Condalia mexicana, Croton ciliato-glandulosus, Karwinskia humboldtiana, Eupatorium petiolare, Forestiera phylleroides, Bouvardia ternifolia, Buddleja scordioides y otros más. Es común observar bejucos, como: Cardiospermum halicacabum, Galactia brachys-tachys y entre las epífitas al pashtle (Tillandsia recurvata). Dispersos entre los arbustos anterio-res pueden encontrarse varias especies de ma-gueyes (Agave spp.) y cactáceas de los géneros Mammillaria y Coryphantha, y varias especies de pastos (figura 18).

Cuando esta comunidad se desarrolla sobre terrenos planos con suelos profundos, que man-tienen alta humedad freática, los árboles de mezquite (Prosopis laevigata) y los huizaches (Acacia spp.) presentan tallas mayores y ad-quieren cierta dominancia sobre los nopales. Esta variante ha sido considerada como un tipo

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de vegetación diferente llamado mezquital por algunos autores, pero desde nuestro punto de vista sólo es una variante del matorral crasicau-le de Opuntia-Zaluzania, ya que se mantienen todos los elementos propios de las nopaleras (fi-guras 19 y 20).

Otra variante de este tipo de vegetación fue descrita por Grether (1974), para la cuenca alta del río La Laja, se trata de un matorral dominado por Eysenhardtia polystachya (palo dulce), que se presenta como una transición entre el pastizal propio de las planicies y el encinar de las serra-nías, en una franja altitudinal que va de 2 150 a 2 300 m. La altura de los elementos varía de 1 a 3 m, las especies dominantes son inermes, como Eysenhardtia polystachya, Forestiera phillyreoi-des y Diphysa suberosa, además de otros elemen-tos como: Acacia farnesiana, A. schaffneri, Mimosa aculeaticarpa, M. biuncifera, M. minuti-folia, Opuntia durangensis, O. streptacantha, O. robusta, Yucca filifera y Quercus grisea; y gra-míneas de los géneros: Andropogon, Aristida, Muhlenbergia y Setaria. Es posible que este ma-torral represente una comunidad secundaria.

La mayor parte de los terrenos planos con sue-los profundos del estado en donde crecían las no-paleras, están dedicados actualmente a la agricultura; la vegetación original ha sido despla-zada por completo. En otros casos aún es posible observar pequeñas agrupaciones aisladas de hui-zaches y mezquites, así como de nopales, lo que hace pensar que en un pasado no muy lejano las nopaleras estuvieron presentes en el área.

Matorral crasicaule de Stenocereus-Myrtillocactus

Este es otro tipo de matorral crasicaule que se desarrolla en laderas muy inclinadas de cerros formados por rocas ígneas, sobre suelos someros y pedregosos, de color rojo o café-rojizo y de textura arenosa; el clima en que se desarrolla es BS1hw, BS0(h’) y BWhw, con temperatura media de 18 a 20 ºC y precipitación anual de 400 a 500 mm (Angulo, 1985). Es denominado popularmen-te cardonal, y está formado por cactáceas de tallos columnares cilíndricos o ramificados, en el que la dominancia fisonómica la asumen individuos de órganos (Isolatocereus dumortieri), pitayas

Figura 18. Nopalera o matorral crasicaule de Opuntia-Zaluzania, sobre laderas de rocas ígneas cerca de Puerto Blanco, municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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Figura 20. Nopalera o matorral crasicaule de Opuntia spp., con Yucca filifera y Acacia spp. en terrenos aluviales cerca de Jofre, municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Figura 19. Nopalera o matorral crasicaule de Opuntia spp., con mezquites (Prosopis laevigata) en terrenos aluviales pro-fundos cerca de Lequetio, Jaral de Berrios, municipio de San Felipe, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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(Stenocereus queretaroensis) y garambullos (Myr-tillocactus geometrizans). La fisonomía de este matorral puede variar dependiendo de las condi-ciones climáticas en que se desarrolla. En los lu-gares con mayor humedad, la presencia de Lysi-loma divaricata y un estrato arbustivo denso da a este matorral la apariencia del bosque tropical caducifolio; pero en condiciones más secas, el estrato arbustivo es escaso, con los arbustos bajos y muy separados unos de otros; entre más seca la localidad, habrá menos especies arbustivas asociadas con los cactos. Se localiza en la Sierra Gorda, cubriendo amplias áreas en las laderas y barrancas que descienden hacia el río Santa Ma-ría y se encuentra también en las cercanías de Santa Catarina (figuras 21 y 22).

Matorral micrófilo

Es el matorral más característico del Desierto Chihuahuense. En Guanajuato se presenta en pe-queños manchones entre el matorral crasicaule de Opuntia-Zaluzania, en los municipios de Do-lores, San Luis de la Paz, San Diego de la Unión, Doctor Mora y Victoria. Se desarrolla en terrenos planos aluviales, con suelos profundos, arenosos, en climas secos semicálidos con invierno fresco, BS1h y el seco templado con verano cálido BS1kw, con variación de la temperatura de 18 a 20 ºC y precipitación anual de 400 a 600 mm.

Está formado por arbustos caducifolios o de hojas pequeñas de hasta 3 m de altura; entre sus componentes principales está la gobernadora (Larrea tridentata) y otras especies como el granjeno (Condalia mexicana), escoba (Dalea sp.), nopal (Opuntia spp.), uña de gato (Mimosa spp.), mezquite (Prosopis laevigata) y huizache (Acacia farnesiana) (Angulo, 1985). En la actualidad este matorral prácticamente ha desaparecido de la entidad por el impacto que la agricultura y la ganadería han tenido sobre él; aunque Rzedowski y Calderón de Rzedowski (1988) registraron la presencia de una población relictual de gobernadora (Larrea tridentata) muy depauperada, unos 18 km al nor-noroeste de San Miguel de Allende, en terrenos con suelos cali-chosos, lo que podría indicar que este matorral tuvo mayor extensión en los terrenos planos antes de ser desplazado por la agricultura.

Matorral submontano

Este matorral se distribuye en las partes bajas de la Sierra Madre Oriental, desde Nuevo León y Tamaulipas hasta Hidalgo y Oaxaca. En Gua-najuato se encuentra en el noreste del estado, en la región de la Sierra Gorda, en los municipios de Xichú y Atarjea, en terrenos muy accidenta-dos, sobre laderas y barrancas de los cañones de los ríos Santa María y Xichú y algunos de sus afluentes, se establece sobre rocas lutitas o ca-lizas, entre 1 000 y 2 000 m de altitud. Los climas en los que se ubica son muy secos, semi-cálidos con invierno fresco (BWhw), seco muy cálido (BS1(h’)), y seco semicálido (BS1h), en donde la temperatura media anual varía de 20 a más de 22 °C y la precipitación anual total de 300 a 700 mm (Angulo, 1985).

Lo conforman primordialmente arbustos sin es-pinas (inermes) de 1 a 3 m de altura, entre sus componentes destacan: guajillo (Acacia berlandie-ri), Bursera morelensis, B. fagaroides, vara prieta (Colubrina greggii), Cordia globosa, Gochnatia hypo-leuca, Helietta parvifolia, capulincillo (Karwinskia mollis), Morkillia mexicana, tarabilla (Neopringlea integrifolia), frijolillo (Sophora secundiflora), entre otros (Rzedowski et al., 1996).

Llama la atención la presencia en este mato-rral de elementos propios del bosque tropical caducifolio como Bursera fagaroides, B. more-lensis y Lysiloma divaricata, lo que ha hecho pensar a algunos autores que en la región de la Sierra Gorda existe el bosque tropical caducifo-lio; sin embargo, la mayoría de los elementos son característicos del matorral submontano (figuras 23 y 24).

Matorral de Juniperus

Este matorral se localiza sólo en una porción muy pequeña en el noreste del estado, en las cercanías de Jofre, al norte de San Luis de la Paz, forma una transición entre el matorral cra-sicaule y el bosque de encinos. El clima es el menos seco de los climas secos (BS1kw), templa-do con verano cálido, la temperatura media va-ría de 16 a 18 ºC y la precipitación de 400 a 500 mm (Angulo, 1985). Se desarrolla sobre lomeríos bajos en suelos someros y pedregosos originados de rocas ígneas. Es un matorral abier-

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Figura 21. Vista panorámica del matorral crasicaule de Stenocereus queretaroensis e Isolatocereus dumortieri, sobre laderas de rocas ígneas cerca del Realito, municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Figura 22. Matorral crasicaule de Stenocereus queretaroensis, Myrtillocactus geometrizans y Lysiloma acapulcense sobre sustrato de rocas ígneas cerca del Realito, municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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to de 1.5 a 3 m de altura, en el que los arbustos están muy espaciados, el cedro (Juniperus mo-nosperma) es la especie dominante; entre ellos se encuentran otras especies como Cylindropun-tia leptocaulis, Opuntia spp. Yucca potosina, Acacia constricta, Parthenium incanum, Proso-pis laevigata, etc. En el estrato herbáceo hay varias especies de gramíneas de los géneros Bouteloua, Muhlenbergia, Lycurus, etcétera.

Este matorral se encuentra muy deteriorado por el pastoreo de ganado bovino y caprino y sería muy conveniente procurar su conservación, ya que es el único manchón conocido en el esta-do (figura 25).

Matorral de Dodonaea viscosa

Es una comunidad que se desarrolla en altitudes de 2 200 a 2 400 m; sobre suelos someros, pe-dregosos, de color pardo. La fisonomía de este matorral está determinada principalmente por la dominancia de Dodonaea viscosa, que forma poblaciones densas, con individuos de uno a dos metros de altura, esta planta se caracteriza por sus hojas lanceoladas cubiertas por una capa de resina. Otros elementos importantes en el ma-torral pueden ser: Arctostaphylos pungens, Ame-lanchier denticulata, Mimosa biuncifera, Bac-charis ramulosa, Brickellia veronicaefolia, Loeselia mexicana y Piqueria trinervia.

Existe consenso entre los autores que lo han estudiado en cuanto a que este matorral es se-cundario y se origina como consecuencia de la destrucción de los encinares u otros matorrales y por el uso frecuente del fuego como herra-mienta para aclarar el terreno y ocasionar el rebrote de los pastos, lo que favorece el creci-miento masivo de Dodonaea viscosa, por lo ge-neral se le ve sobre suelos muy degradados. Se ha registrado en los municipios de Celaya, San José Iturbide, Tarimoro y en la cuenca alta del río La Laja (Gutiérrez-Gallegos, 2004; Grether, 1974; Rzedowski, 1978).

Pastizal

Se denominan pastizales o zacatales a aquellas comunidades en las que las gramíneas o plantas con forma de vida graminoide son las más im-

portantes en la vegetación. Los pastizales natu-rales del noroeste de México son una continua-ción de la extensa zona de zacatales que se origina en el medio oeste norteamericano y que penetran en el territorio mexicano en forma de una franja angosta, que corre sobre el Altiplano paralela a la base de la Sierra Madre Occidental, ocupando una porción de la transición entre los bosques y los matorrales xerófilos. Se desarrollan en altitudes entre 1 100 y 2 500 m. Los suelos son de reacción cercana a neutralidad (pH seis a ocho), con textura que varía de migajón arci-lloso a migajón arenoso y coloración rojiza a café, frecuentemente con un horizonte de con-centración calichosa o ferruginosa más o menos continuo. Las temperaturas medias anuales va-rían de 12 a 20 ºC. Todos los años hay heladas y con cierta frecuencia ocurren nevadas. La precipitación media anual es del orden de 300 a 600 mm, con seis a nueve meses secos. Este tipo de clima corresponde a la categoría BS de la clasificación de Koeppen (1948), aunque las fa-ses más secas pertenecen, al parecer, a la cate-goría BW (Rzedowski, 1978).

En Guanajuato los pastizales están dispersos prácticamente en todo el estado, en manchones que cubren alrededor de 11% de su superficie, no obstante son más continuos en el noroeste. La mayoría de estos pastizales del noroeste se con-sideran naturales, aunque están muy perturba-dos y con frecuencia se mezclan con las nopaleras y con los bosques xerófilos de encinos; mientras que en el resto del estado han surgido debido a la eliminación de la cubierta vegetal original y la posterior inducción del crecimiento de las gramíneas.

Los pastizales del noroeste del estado están re-lacionados con la vegetación característica de la región de los Altos de Jalisco y de la zona vecina de Zacatecas y Aguascalientes (Rzedowski y McVaugh, 1966). Se distribuyen en las grandes planicies y lomeríos con altitudes de 1 850 a 2 200 msnm, en climas secos BS0k y el menos seco BS-

1kw, con temperatura media de 16 a 18 ºC y preci-pitación anual entre 400 y 700 mm. La fisonomía de estas comunidades depende de las gramíneas y de los elementos que integren el estrato arbustivo y arbóreo. Se caracteriza por la presencia de varias especies de pastos, como: Andropogon barbinodis,

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Figura 23. Matorral submontano con presencia de Bursera morelensis, sobre cerros de rocas calizas que bordean el cañón del río Xichú, municipio de Xichú, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Figura 24. Matorral submontano con presencia de Bursera morelensis, sobre laderas de rocas calizas en el cañón del río Xichú, municipio de Xichú, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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Figura 25. Matorral de cedros (Juniperus monosperma), al noroeste de Jofre, municipio de San Luis de la Paz, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Aristida adscencionis, A. barbata, A. divaricata, Bouteloua filiformis, B. hirsuta, B. simplex, Bu-chloe dactyloides, Cathestecum erectum y Tripogon spicatus. Encontrándose también: Bouteloua gra-cilis, Cenchrus pauciflorus, Chloris virgata, Era-grostis intermedia, Hilaria cenchroides, Lycurus phleoides, Microchloa kunthii, Muhlenbergia par-viglumis, M. rigida, M. tenuifolia y Trichachne hitchcokii. En el estrato arbustivo se pueden en-contrar individuos aislados de: Acacia farnesiana, A. schaffneri, Mimosa biuncifera, M. monancistra, Opuntia azurea, O. cantabrigensis, O. imbricata, O. robusta, O. tomentosa, O. tunicata, Prosopis laevi-gata y en algunos casos Forestiera phillyreoides y Jatropha dioica (Grether, 1974) (figura 26).

Pastizal calcícola

Los pastizales con afinidad hacia los suelos cal-cáreos ocupan extensiones reducidas en el cen-tro del estado. Esta asociación se desarrolla en suelos ricos en carbonato de calcio, sobre terre-nos planos o con muy poca inclinación y climas secos (BS), donde la temperatura y precipitación

medias anuales son de 17 ºC y 519 mm, respec-tivamente. Pueden estar rodeados por matorra-les xerófilos y vegetación secundaria de bosque de encino, donde predomina Quercus microphy-lla. En esta asociación se observan dos estratos, uno arbustivo y otro herbáceo. El estrato herbá-ceo es más diverso, contando con más de 200 especies de plantas; las que presentan el hábito graminoide son: Andropogon barbinodis var. perforatus, A. reevesii, Aristida adscensionis, A. divaricata, A. glauca, A. purpurea, Bouteloua curtipendula, B. gracilis, B. scorpioides, Carex schiedeana, Cyperus calderoniae, Enneapogon desvauxii, Eragrostis swallenii, Erioneuron ave-naceum, Hilaria cenchroides, Lycurus phleoides, Muhlenbergia depauperata, M. repens, M. tenui-folia, Panicum hallii y Piptochaetium fimbriatum. El estrato arbustivo está conformado por las siguientes especies: Acalypha sp., Amelanchier denticulata, Calliandra eriophylla, Chrysactinia mexicana, Condalia mexicana, Coryphantha erec-ta, Eupatorium espinosarum, Gnaphalium glau-ca, Gymnosperma glutinosum, Mimosa biunci-fera, Polygala lindheimeri y Satureja mexicana.

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Figura 26. Pastizal perturbado en los llanos de San Felipe, municipio de San Felipe, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Rzedowski y Calderón de Rzedowski (1995) dan cuenta de la presencia del pastizal calcífilo en ocho localidades del estado, obteniendo como re-sultado una lista de 282 especies, de las cuales 50 se comportan como preferente o estrictamente calcícolas, lo que les confiere particular indivi-dualidad, a pesar del hecho de que sus elementos dominantes son los mismos que suelen prevalecer en comunidades de gramíneas que prosperan en suelos derivados de rocas ígneas. Aunque varios indicios hacen pensar que podría tratarse de pas-tizales secundarios, los autores se inclinan a pen-sar que su existencia está fundamentalmente determinada por la roca madre en combinación con algunos elementos de orden topográfico.

Estas comunidades han estado sometidas al impacto directo o indirecto de las actividades productivas de los habitantes de la región, prin-cipalmente de la ganadería intensiva y de la agricultura por periodos muy prolongados de tiempo, lo que los mantiene permanentemente deteriorados, favoreciendo la invasión de los pastizales por arbustos espinosos. Por otra par-te, cada vez son más extensos los pastizales se-

cundarios, invadidos por la especies ruderales como Rhynchelytrum repens (Carranza, 2001).

Pastizal halófilo

Son comunidades de gramíneas que se desarro-llan sobre suelos que contienen gran cantidad de sales. Este tipo de vegetación se desarrolla en el fondo de cuencas cerradas, en la orilla de lagos salinos o cerca de las costas. Las especies dominantes son Distichlis spicata, Cynodon dac-tylon, Suaeda mexicana, Sporobolus pyramida-tus, Atriplex linifolia, etc. Existen pequeñas áreas de este pastizal en el sur del estado, a la orilla del lago de Cuitzeo, en la orilla de la laguna del Salitre en Apaseo El Grande y en el extremo sureste de la laguna de Yuriria, en áreas con clima C(w0), el menos húmedo de los templados subhúmedos (Angulo, 1985).

Pastizal inducido

Estos pastizales surgen cuando se elimina la vegetación original y se propicia el crecimiento

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de gramíneas para formar potreros o agostade-ros para el ganado. También pueden originarse como consecuencia del desmonte de cualquier tipo de vegetación para ser cultivado por varios años, seguido del abandono de las parcelas agrí-colas que son sometidas a un fuerte pastoreo y al uso frecuente de fuego para propiciar el re-brote de los pastos.

En la Sierra de los Agustinos, se describen algunos pastizales secundarios que se encuen-tran en lugares abiertos entre los bosques de en-cinos, entre 2 400 y 2 800 msnm. Las principales especies que los forman son: Aegopogon cen-chroides, A. tenellus, Andropogon barbinodis, Bouteloua repens, B. curtipendula, Eragrostis mexicana, Festuca myurus, Hilaria cenchroides, Muhlenbergia macroura, Paspalum plicatum, Rhynchelytrum roseum, Setaria geniculata, Spo-robolus indicus, Stipa mucronata. En esta misma localidad, a partir de 2 800 m se encuentra un zacatal amacollado de Muhlenbergia macroura, Setaria geniculata y Stipa mucronata, asociado a los bosques de pino-encino (Rubio, 1993).

Bosque mesófilo de montaña

El bosque mesófilo de montaña ocupa sitios más húmedos que los típicos de los bosques de Quercus y de Pinus, aunque generalmente más cálidos que los del bosque de Abies, pero más frescos que los que condicionan la existencia de los bosques tro-picales. Las condiciones climáticas que requiere este tipo de vegetación se presentan en zonas muy restringidas del territorio de la República Mexi-cana y, por consiguiente, el bosque mesófilo de montaña tiene una distribución limitada y frag-mentaria a lo largo de la vertiente este de la Sie-rra Madre Oriental, desde el suroeste de Tamau-lipas hasta el norte de Oaxaca, incluyendo porciones de San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla y Veracruz. El límite altitudinal inferior se sitúa alrededor de 600 msnm, y el límite superior se establece en los 2 700 msnm; más arriba suele sustituirlo el bosque de Abies. La precipitación media anual es superior a 1 000 mm, comúnmen-te pasa de 1 500 mm y en algunas zonas excede los 3 000 mm. El número de meses secos varía de cero a cuatro. Una característica de estos sitios es la frecuente neblina y la consiguiente alta hu-

medad atmosférica. La temperatura media anual varía de 12 a 23 ºC y en general se presentan heladas en los meses más fríos, aunque en alti-tudes inferiores éstas suelen ser esporádicas. El clima más característico de esta formación per-tenece al tipo Cf de la clasificación de Koeppen (1948), pero en algunas partes el bosque prospe-ra en condiciones catalogadas como Af, Am, e incluso, Aw y Cw (Rzedowski, 1978).

Aunque en Guanajuato no existen áreas ex-tensas con este tipo de vegetación, algunos ele-mentos de esta comunidad se intercalan en encinares y pinares húmedos en el noreste del estado. Sobresalen especies como: aguacatillo loco (Ilex rubra), pasilla blanco (Cornus disciflo-ra), mimbre blanco (Cornus excelsa), aguacatillo (Cinnamomum pachypodum), Garrya laurifolia, nogalillo (Carya ovata var. mexicana), encino es-cobillo (Quercus affinis) y varios más (Rzedows-ki, Calderón de Rzedowski y Galván, 1996). Se encuentran en las cercanías de Mesas de Jesús, municipio de San Luis de la Paz y en los alrede-dores de La Joya Fría, municipio de Victoria.

Bosque de galería

Son comunidades de árboles que se distribuyen en una franja delgada a lo largo de los ríos o arroyos, sobre todo en los que la corriente es perenne, son frecuentes en estos bosques los sauces (Salix humboldtiana y S. bonplandiana), sabino (Taxodium mucronatum), fresno (Fraxi-nus uhdei), aile (Alnus spp.) y el álamo o haya (Platanus mexicana). Dependiendo de la espe-cie dominante, la altura de los árboles puede variar de 12 a 30 m. Los bosques de Taxodium mucronatun que corren a lo largo del río Tigre, desde Jerécuaro a Coroneo; en Las Musas, sobre el río Turbio en el municipio de Manuel Dobla-do, o en diferentes porciones a lo largo del río Lerma y sus tributarios, son muy vistosos (figu-ras 27 y 28).

Vegetación acuática y subacuática

Son comunidades de plantas herbáceas que se desarrollan en la orilla o dentro de los cuerpos de agua, ya sean permanentes o temporales. El mayor cuerpo de agua del estado en donde se

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desarrolla esta vegetación es la laguna de Yuriria. La vegetación característica de la orilla es deno-minada localmente tular, se desarrolla desde los márgenes de la laguna hasta los 2 m de profun-didad, los elementos dominantes son Typha do-mingensis y Scirpus californicus, plantas peren-nes de hasta 2 m de altura que se arraigan en el fondo lodoso y sus tallos sobresalen de la super-ficie del agua y crecen en poblaciones muy den-sas. Esta comunidad cubre amplias extensiones en la parte sur y sureste de la laguna, formando manchones dispersos que pueden alcanzar varios kilómetros cuadrados, pero está más extendida en las porciones norte y noreste. Otros elementos como Berula erecta, Cyperus articulatus, C. es-culentus, Echinocloa spp., Eleocharis macrosta-chya, Phragmites australis, Pistia stratiotes, Po-lygonum mexicanum, P. punctatum, Sagitaria longiloba, Scirpus cubensis, Eclipta prostrata y Rumex sp., se distribuyen formando pequeños manchones entre el tular y en ocasiones en la orilla de la laguna (Ramos y Novelo, 1993).

Como vegetación característica de la laguna también se puede considerar la que forma el li-

rio acuático (Eichhornia crassipes), hidrófita libremente flotadora que cubre hasta 60% de la superficie lagunar, formando manchones bas-tante extensos, principalmente hacia la parte noroeste. Diversas especies se asocian a las islas o manchones de lirio; son organismos que apro-vechan como sustrato tanto los restos vegetales que quedan atrapados, como a las mismas plan-tas vivas del lirio, entretejiéndose y formando una maraña de tallos, raíces, hojas y restos ve-getales; las especies que se encontraron en estas condiciones son: Berula erecta, Cyperus articu-latus, C. esculentus, Lemna gibba, L. minuscula, Phragmites australis, Pistia stratiotes, Polygo-num mexicanum, P. punctatum, Utricularia gib-ba, Wolffiella lingulata y Rumex sp. Como las plantas flotan libremente, su distribución suele cambiar de un día para otro de acuerdo con la dirección del viento.

Otras hidrófitas flotadoras bien representadas, aunque en menor proporción son: Azolla sp., Lem-na gibba, L. minuscula, Pistia stratiotes y Wolffiella lingulata, que se encuentran principalmente en los márgenes de la laguna o en áreas abiertas del tu-

Figura 27. Vista panorámica del bosque ripario de sabino (Taxodium mucronatum), en las márgenes del río Tigre, cerca de Jerécuaro, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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Figura 28. Bosque ripario de sabino (Taxodium mucronatum) en la orilla del río Tigre, Jerécuaro, Guanajuato (fo-tografía de Sergio Zamudio Ruiz).

lar. Las hidrófitas enraizadas de hojas flotantes son las menos abundantes, entre éstas destacan Hydrocotyle ranunculoides y Nymphoides fallax que se encuentran asociadas a los tulares, así como Nymphaea gracilis que crece en áreas abier-tas. Por último, las hidrófitas enraizadas sumergi-das están representadas por Myriophyllum aquaticum, Potamogeton pectinatus y Utricularia gibba. Las dos primeras crecen en lugares abiertos y más profundos de la laguna, mientras que la última se desarrolla en sitios de poca profundidad y comúnmente entre las raíces entretejidas del li-rio (Ramos y Novelo, 1993).

Una comunidad distinta es la que se localiza en el Embarcadero (el arroyo) y la Ciénega, que está constituida por diversas especies de plantas herbáceas acuáticas, subacuáticas y tolerantes a la alta humedad, que no rebasan los 60 cm de altura y que difieren de las que están asociadas al tular y al lirio, como: Eclipta prostrata, Con-yza canadensis, Commelina diffusa, Cynodon dactylon, Cyperus imbricatus, C. laevigatus, C. odoratus, Eleocharis densa, Datura ceratocaula, Guilleminea densa, Hydrocotyle ranunculoides, Ludwigia peploides, Nymphoides fallax, Paspa-lum dissectum, Polygonum mexicanum, P.

punctatum, Rorippa nasturtium-aquaticum, Sa-gitaria longiloba y Tridax coronopifolia. La ma-yoría de estos elementos forman pequeñas agrupaciones en los márgenes de la laguna, en las áreas donde el nivel del agua no es mayor de 60 cm (Ramos y Novelo, 1993).

En la actualidad la laguna de Yuriria sufre el fuerte impacto de los asentamientos huma-nos, debido al aporte de sedimentos provenien-tes de los diversos afluentes, tanto naturales como artificiales, que llegan a la cuenca, lo que ha ocasionado un desequilibrio hidrológico de la cuenca con la consecuente pérdida de profun-didad y extensión de las zonas inundadas. Tam-bién afecta el elevado contenido de nutrientes y contaminantes que son vertidos por el drenaje de las poblaciones de Yuriria, Uriangato y Mo-roleón, así como por el río Lerma y las zonas agrícolas de la Ciénega y sus alrededores. Como consecuencia de la alteración de este hábitat y la concentración de nutrientes surgió el desa-rrollo acelerado del lirio acuático, que cubre una gran proporción de la superficie lacustre, problema que impide la pesca y desalienta las actividades recreativas. De continuar esta ten-dencia es posible que en pocos años se aprecie

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una significativa disminución de este cuerpo de agua (Ramos y Novelo, 1993).

Durante la temporada de lluvias se forman numerosos charcos temporales y lagunetas que se encuentran dispersos por todo el estado, en ellos se desarrolla una variedad de plantas acuá-ticas herbáceas; algunas arraigadas con tallos erectos que sobresalen del agua y crecen en las partes más someras, como Cyperus niger, C. ses-lerioides, Eleocharis acicularis, E. macrostachya, Lilaea scilloides, Limosella aquatica, Polygonum mexicanum, Saggitaria longifolia; otras arraiga-das con hojas que flotan habitan las partes más profundas, como Heteranthera peduncularis, Jae-geria glabra, Ludwigia peploides, Marsilea sp., Nymphoides fallax, Potamogeton diversifolius, Utricularia perversa; y entre las acuáticas flota-doras se encuentran Azoolla sp., Lemna gibba y Wolffiella lingulata.

Gutiérrez-Gallegos (2004) cita para el munici-pio de San José Iturbide la presencia de vegetación acuática restringida a pequeñas represas, arroyos temporales y charcos. La diversidad vegetal que presenta este tipo de comunidades no es muy grande y está representada por especies flotantes como Lemna gibba; otras arraigadas al suelo como Callitriche heterophylla, Ludwigia peploides, Schoenoplecton californicus y en las zonas menos profundas Cyperus niger, Juncus effusus, Planta-go major, Polygonum mexicanum y Rumex crispus. También es posible encontrar especies de plantas herbáceas que se desarrollan en suelos húmedos a la orilla de arroyos, zonas encharcadas o panta-nosas, tales como: Allium glandulosum, Artemisia ludoviciana, Bidens aurea, Cyperus niger, C. ses-lerioides, C. spectabilis, Datura ceratocaula, Dias-tatea tenera, Eryngium carlinae, E. heterophyllum, E. serratum, Helenium mexicanum, Heleocharis acicularis, H. bonariensis, Hybridella globosa, Juncus aemulans, J. effusus, J. tenuis, Polygonum mexicanum, Ruellia lactea, Rumex crispus, entre otras (figuras 29 y 30).

Destrucción de la vegetación

En 1978, Pineda mencionó que todas las comuni-dades vegetales del estado habían sufrido cambios profundos en su estructura, composición florísti-ca y fisonomía, además de que sus áreas de dis-

tribución originales se habían reducido paulati-namente, observándose a menudo en algunos sitios sólo restos de la vegetación original, sobre todo en áreas hoy utilizadas extensivamente con fines agrícolas, y señala que las comunidades ve-getales más afectadas son los mezquitales y di-versos tipos de matorrales crasicaules que casi han desaparecido para beneficio de la agricultura. Por su parte Rzedowski y Calderón de Rzedowski (1987), afirman que el bosque tropical caducifolio del Ba-jío corre el riesgo de desaparecer por completo del estado y es muy probable que algunos de sus ele-mentos ya se hayan perdido.

Al comparar la superficie actualmente ocu-pada por cada tipo de vegetación con la que debió haber cubierto, de acuerdo con el mapa de vegetación potencial, se puede observar que efectivamente la superficie originalmente cu-bierta por todos los tipos de vegetación se ha reducido en el estado en un porcentaje cercano a 66%; siendo el bosque tropical caducifolio el más afectado, ya que se estima que su área ori-ginal cubría 45.22% de la superficie del estado y actualmente sólo se conserva en 8.32% del territorio. Otros tipos de vegetación en los que su área original se ha reducido considerable-mente son el bosque de Quercus, el matorral xerófilo y el pastizal natural, en los que la ex-tensión original se ha reducido en más de 50%. Contrasta, en cambio, el hecho de que la super-ficie ocupada por los bosques de Abies y Pinus se ha reducido muy poco, lo que se puede expli-car debido a que estas comunidades se encuen-tran en sitios poco accesibles y alejados de las poblaciones importantes (cuadro 1).

Conclusión

Se debe enfatizar, sin embargo, que todas las comunidades vegetales del estado se encuentran profundamente alteradas como consecuencia de las actividades humanas y que el proceso de deterioro continúa, por lo que su situación pue-de empeorar en el futuro inmediato. Se debe tener en cuenta también que en muchos sitios la eliminación de la cubierta vegetal ha desenca-denado la ocurrencia de severos procesos de erosión y degradación del suelo, que no han sido evaluados adecuadamente y en consecuencia no

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Figura 29. Vegetación acuática en un bordo cerca de San Felipe, Guanajuato, con Polygonum mexicanum (de color rosa) y Cyperus spp., cerca de San Felipe, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

Figura 30. Vegetación acuática en un charco o bordo con Olivaea tricuspis de flores amarillas y Polygonum mexi-canum de flores rosas, cerca de San Pedro Almoloyan, municipio de San Felipe, Guanajuato (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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se han tomado las medidas necesarias para evi-tar su avance o reducir su extensión.

Ante este panorama es urgente que se realice un diagnóstico detallado de las áreas suscepti-bles de conservar y del grado de erosión en el

estado; con el fin de que se tomen medidas para proteger la vegetación de las áreas mejor con-servadas, propiciar la revegetación (o restaura-ción) de muchas áreas deforestadas y para detener la erosión.

Cuadro 1. Cambios en la superficie ocupada por las comunidades vegetales del estado de Guanajuato al comparar el mapa de vegetación potencial con el mapa de vegetación actual.

Tipo de vegetación Potencial (ha) % Actual (ha) %

Bosque de Abies 920.139 0.03 920.139 0.03

Bosque de Quercus 607 061.642 19.94 295 747.979 9.71

Bosque de Pinus 181 190.686 5.95 154 506.658 5.07

Bosque Tropical Caducifolio 1 376 834.512 45.22 253 498.268 8.32

Matorral Xerófilo 693 554.698 22.78 236 322.344 7.76

Pastizal 185 024.598 6.08 97 841.437 3.21

Total 3 044 586.275 100.00 1 548 287.062 34.10

Literatura citada

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eStudio de CaSo

VEGETACIÓN DE SAN JOSÉ ITURBIDE, GUANAJUATO

eloy Solano | Jorge gutiérreZ

Bosque de Quercus en San José Iturbide, Guanajuato (fotografía de Jorge Gutiérrez).

El municipio de San José Iturbide se localiza al noreste del estado de Guanajuato y forma parte de la provincia fisiográfica del Altiplano Mexicano; sus componentes florísticos tienen afinidad fito-geográfica con los de la Altiplanicie (Rzedowski, 1978). Más de 50% de su territorio está dedicado a la explotación agrícola; en esta superficie, pro-bablemente se desarrollaban matorrales xerófilos y bosques espinosos, sobre todo en la zona centro

y norte del municipio. A partir de la última déca-da del siglo pasado, se incrementó su desarrollo industrial con el establecimiento de empresas nacio-nales y transnacionales, que han contribuido con-siderablemente a la pérdida de su cubierta vegetal. Aun así, las zonas centro y norte del municipio conservan algunas áreas en donde se distribuyen cinco de los diez tipos de vegetación que Rzedows-ki (1978) reconoce para México.

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Bosque de coníferas

El bosque de coníferas se distribuye en una pe-queña superficie al noreste de la cabecera muni-cipal y colinda con los municipios de Tierra Blan-ca, Guanajuato y El Marqués, Querétaro; en las faldas del cerro Zamorano, a una altitud de 2 200 a 2 400 m, se desarrolla sobre suelos someros, pardos y arenosos (Xerosoles háplicos), en laderas con pendientes de 5 a 60% y clima templado seco. En el estrato arbóreo domina el pino piñonero (Pinus cembroides), con árboles de 4 a 6 m. El estrato arbustivo tiene una altura promedio de 1.5 m, donde destacan el pingüico (Arctostaphylos pungens), Archibaccharis serratifolia, Brickellia tomentella, pingüico negro o prieto (Comarosta-phylis polifolia), Rhamnus microphylla y diferen-tes especies de Salvia, entre otras. El estrato her-báceo tiene una altura de entre 10 y 80 cm, sobresalen: girasol (Cosmos parviflorus), Tridax coronopifolia, aceitilla (Bidens angustissima), Dalea foliolosa, Desmodium grahamii, Muhlen-bergia distans y tulillo (Eleocharis acicularis). Entre las epífitas son abundantes el pashte (Ti-llandsia recurvata) y la hierba del ciervo (Pleopel-tis mexicana). Estos bosques se han talado para incorporar sus suelos a las actividades pecuarias y su madera ha sido utilizada desde hace mucho tiempo como combustible. Desde el año 2000 esta área fue designada por el gobierno estatal como Área Natural Protegida, con la categoría de Re-serva de Conservación.

Bosque de encinos

Los encinares se encuentra al sureste y oeste del municipio, en una franja altitudinal entre 2 100 y 2 500 m, principalmente sobre suelos de color pardo y textura arenosa (Xerosoles háplicos), en laderas con pendientes de 30 a 60% y clima tem-plado seco. El estrato arbóreo tiene una altura promedio de 6 m, en donde destacan manchones dominados por encino colorado (Quercus castanea), que se entremezclan con el roble (Q. candicans), roble albellano (Q. deserticola) y encino blanco (Q. potosina); además del madroño (Arbutus tes-sellata), palo dulce (Eysenhardtia polystachya), Persea liebmanni, capulín (Prunus serotina), cola de zorrillo o vara de zorro (Ptelea trifoliata) y el

sauce (Salix bonplandiana). El estrato arbustivo puede variar de 30 cm a 2 m de altura. Las espe-cies más frecuentes son Arctostaphylos pungens, Baccharis pteronioides, jara (B. heterophylla), Bouvardia leavis, hierba del perro (Buddleja scor-dioides), Calliandra eriophylla, Comarostaphylis polifolia, popotillo (Croton morifolius), Dalea lu-tea, Lantana hirta, Lonicera pilosa, Montanoa leucantha, Rhamnus microphylla, Salvia curvi-flora, Seymeria decurva y la hierba del venado (Symphoricarpos microphyllus). En el estrato herbáceo se encuentran especies de 10 cm a 1 m de altura, entre ellas: la margarita (Aphanostephus ramosissimus), Astragalus nuttallianus, gallito (Commelina tuberosa), Crotalaria pumila, Dryop-teris cinnamomea, Dyssodia pinnata, Echeandia flavescens, hierba del sapo (Eryngium heterophy-llum), Hypericum galinum, Mirabilis melanotricha, Nama dichotomum, Phyla nodiflora, Pinguicula moranensis, Polygala compacta, Priva grandiflo-ra, mirto (Salvia mexicana), Sisyrinchium cernuum, castillo (Stachys coccinea) y Tragia nepetifolia. Es común encontrar bejucos o enredaderas como Cardiospermum halicacabum, Cologania biloba, Phaseolus polymorphus y el frijol de venado (P. coccineus) (figuras 1 y 2).

En el área donde se distribuye este tipo de vegetación son frecuentes los hornos para ela-boración de carbón, actividad que ha fragmen-tado sus poblaciones.

Figura 1. Bosque de Quercus con Arctostaphylos al sureste de la cabecera municipal (fotografía de Jorge Gutiérrez).

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Figura 2. Bosque de Quercus potosina, al este del municipio (fotografía de Jorge Gutiérrez).

Figura 3. Matorral de Opuntia streptacantha al noroeste de la cabecera municipal (fotografía de Jorge Gutiérrez).

Figura 4. Matorral de Prosopis-Myrtillocactus, al no-reste del municipio (fotografía de Jorge Gutiérrez).

Pastizal

Los pastizales se desarrollan principalmente ha-cia el suroeste y sureste del municipio, entre 2 200 m y 2 300 m de altitud, sobre suelos calcáreos o de origen ígneo, someros, oscuros o pardos, arenosos o arcillosos (Planosoles eutricos y Xe-rosoles háplicos); en climas templados secos y secos esteparios. En los primeros son comunes especies de los géneros Andropogon, Aristida, Bouteloua y Muhlenbergia. En los de origen ígneo domina Aegopogon cenchroides asociada con Bouteloua curtipendula. Esta comunidad vegetal ha sido afectada por el pastoreo de ganado ca-prino y bovino.

Matorral xerófilo

El matorral xerófilo se observa al noreste, centro, sur y sureste del municipio, entre 2 200 y 2 300 m de altitud, en suelos oscuros, someros y de origen ígneo (Feozems háplicos, Planosoles eu-tricos, Xerosoles háplicos y Vertisoles pélicos), con excepción del matorral de ocotillo (Dodonaea viscosa), que crece en suelos de origen sedimen-tario, pardos y arenosos. El matorral xerófilo se establece en laderas con pendientes de 10 a 70% y clima seco estepario. En él se distinguen las siguientes asociaciones huizache-garambullo-uña de gato (Acacia-Myrtillocactus-Mimosa), nopa-lera-huizache (Opuntia-Acacia) nopalera-castin-

guni (Opuntia-Zaluzania), mezquite-garambullo-huizache (Prosopis-Myrtillocactus-Acacia), café-palo bobo-huizache (Senna-Ipomoea-Aca-cia) y comunidades donde predominan Dodonaea u Opuntia (figuras 3, 4, 5 y 6). Este tipo de ve-getación ha sido desplazada casi en su totalidad por la actividad agrícola e industrial.

Importancia

En San José Iturbide se inventariaron 657 espe-cies de plantas vasculares, las que equivalen a 23.6% de las registradas en el estado por Sergio Zamudio para el presente estudio sobre la Bio-

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Figura 5. Matorral de Opuntia-Yucca, al noreste del municipio (fotografía de Jorge Gutiérrez).

Figura 6. Matorral de Acacia-Senna-Opuntia, al su-roeste del municipio (fotografía de Jorge Gutiérrez).

diversidad de Guanajuato. El 41% de las plantas del municipio son endémicas de nuestro país, es decir, se ubican geográficamente dentro del te-rritorio de la República Mexicana, y se han di-versificado en el Altiplano Mexicano, provincia fisiográfica donde se localiza el área estudiada que comparte el mayor número de géneros con los matorrales xerófilos del centro de México y la vegetación templada de la Faja Volcánica Trans-

Literatura citada

Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. México, Limusa.

mexicana (Rzedowski, 1991). Por otro lado, el municipio es importante desde el punto de vista biológico, pues la porción noreste correspondien-te al cerro Zamorano es un Área Natural Prote-gida en el nivel estatal, con la categoría de Re-serva de Conservación, donde se han registrado otras especies de plantas endémicas como Por-tulaca guanajuatensis y Valeriana zamoranensis.

—. 1991. “Diversidad y orígenes de la flora fanero-gámica mexicana”, Acta Botánica Mexicana 14: 13-21.

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eStudio de CaSo

LOS LAGOS DEL VALLE DE SANTIAGO, GUANAJUATO

Javier alCoCer durand

Figura 1. Los lagos cráter del Valle de Santiago, Guanajuato. Fuente: imagen tomada de Google Earth modificada por el autor.

Introducción

Los lagos del Valle de Santiago se encuentran ubicados en la porción sur del estado de Gua-najuato, muy cerca del límite con el estado de Michoacán (figura 1). Son cuatro lagos: Rincón de Parangueo, altura 1 700 msnm (20°25’ N-101°15’ O); San Nicolás de Parangueo, 1 700 msnm (20°23’ N-101°15’ O); La Alberca, 1 690 msnm (20°23’ N-101°12’ O) y, finalmente, Cíntora, 1 710 msnm (20°21’ N-101°12’ O) (Cetenal, 1971). El área don-de se encuentran los lagos se localiza dentro de la provincia fisiográfica del Eje Neovolcánico; pertenece a la región hidrológica número 12 (RH12) de Conagua, denominada Lerma-Santiago, cuen-

ca del río Lerma-Salamanca (B) y está compren-dida dentro de la subcuenca Presa de Solís-Sala-manca. A pesar de que el acuífero regional, que ha sido la fuente principal de abastecimiento de agua para los lagos, ha sido vedado a la extracción de agua subterránea, existen numerosos pozos al norte, este y oeste de la cuenca (Spp, 1980).

Los parámetros climatológicos de la zona se caracterizan por una temperatura media anual de 19.2 a 20.5 °C y una precipitación media anual entre 715 y 738 mm, con una máxima anual de 1 193 mm y una mínima de 369 mm (Spp, 1981). La evaporación potencial es de 1 935 mm al año.

Alcocer, J. 2012. “Los lagos del valle de Santiago, Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 60-64.

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Figura 2. La Alberca (a la izquierda) y Rincón de Parangueo (a la derecha) en 1995 (arriba) y 2002 (abajo). Las flechas indican el nivel original de los lagos (fotografía de Javier Alcocer Durand).

Origen y morfometría

Los lagos del Valle de Santiago se definen como lagos cráter tipo “maar”, debido a que son crá-teres volcánicos de bajo relieve que se formaron por explosiones generadas al entrar el magma en contacto con el agua del manto freático. Las cuencas resultantes presentaron formas circu-lares a triangulares de dimensiones reducidas que, al llenarse con agua subterránea, formaron los lagos. Comúnmente, este tipo de lagos suelen ser profundos con relación a su pequeña área superficial, lo que se refleja en las antiguas mar-cas de líneas de costa en algunos de ellos.

Específicamente, la forma de los lagos en este valle varía desde circular-elíptica (La Alberca y Cíntora), hasta ligeramente triangular (Rincón de Parangueo y San Nicolás de Parangueo). Existe muy poca información morfométrica histórica referente a estos lagos cráter, la cual está basada en las referencias de Green (1986) y algunos da-tos de Orozco y Madinaveitia (1941).

Tanto La Alberca como Rincón de Parangueo han sufrido un proceso de desecación importan-te. De acuerdo con las marcas de las antiguas líneas de costa, se nota una reducción aproxima-da de 35-40 m, lo que significa que originalmen-te los lagos alcanzaban por lo menos 50 m de profundidad. Al parecer, la sobreexplotación de los acuíferos inició a partir de 1940 (Kienel et al., 2009). En el caso de La Alberca, fotografías his-tóricas de la década de los setenta muestran al lago en su nivel máximo (~ 50 m). Posteriormen-te, Rojas (1985) menciona que su profundidad alcanzaba 34.4 m en las orillas y 35.9 m al cen-tro. Finalmente, para el 2003 se encontró prácti-camente seco.

Por otra parte, Alcocer (2002) presenta evi-dencia fotográfica en donde ilustra el drástico cambio de nivel de ambos lagos en los últimos años (figura 2). Revisando las fotografías aéreas más antiguas (1970) de la zona, se puede obser-var que los cuatro lagos tenían agua. Sin em-bargo, en las fotografías tomadas 14 años después (1984), tanto San Nicolás de Parangueo como Cíntora se encontraban secos. Brown (1984, citado por Metcalfe et al., 1994) determi-nó que el lago San Nicolás de Parangueo se secó aproximadamente en el año 1979.

Recientemente, imágenes de Google Earth muestran que La Alberca, Cíntora y Rincón de Parangueo se han encontrado casi o totalmente secos desde 2003 hasta 2007, pero presentaron agua en 2005 y 2009. Esta fluctuación debe estar asociada al balance de precipitación-evaporación de cada año, lo cual permite la acumulación de agua durante algunos años.

Fisicoquímica

A pesar de que no existen bases de datos histó-ricos respecto a las características fisicoquímicas de los lagos (cuadro 1), los lugareños refieren que los cuatro lagos cráter diferían en salinidad, siendo Rincón de Parangueo y Cíntora los más salinos de ellos. En el mismo sentido, Green (1986) reporta una conductividad de 2.3 mS.cm-1 (≈ 1.4 g.l-1) para las aguas de La Alberca, y de 25 mS.cm-1 (≈ 16.7 g.l-1) para Rincón de Parangueo. Para 1995, la conductividad era de 5-6 mS.cm-1 (≈ 3-3.5 g.l-1) para La Alberca y de 70 a 80 mS.cm-1 (≈ 53-56 g.l-1) para Rincón de Parangueo. Des-taca que para el 2002, la salinidad en Rincón de Parangueo sobrepasó los 120 g.l-1 (Alcocer, datos no publicados), lo que representa una concen-tración muy elevada, considerando que el mar tiene una salinidad de 35 g.l-1 y el agua dulce menos de 3 g.l-1 (Williams, 1996).

Del único lago que existe información sobre la composición química del agua es de La Alber-ca (Orozco y Madinaveitia, 1941; Spp, 1981). De

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acuerdo con los estudios, las sales más importan-tes son, en orden de dominancia: carbonato y bicarbonato de sodio (NaHCO3 y Na2CO3), cloruro de sodio (NaCl) y sulfato de sodio (Na2SO4). Esta composición química particular da lugar a que sus aguas presenten un pH muy elevado, mayor a nueve. La sensación jabonosa del agua de La Alberca y Rincón de Parangueo le sugirieron a Green (1986) un pH básico y una composición química dominada por carbonatos. Efectivamen-te, el pH en 1995 era de 9.5 y 9.8 unidades, res-pectivamente. La combinación de salinidad y pH elevados hacen de estos cuerpos acuáticos uno de los hábitats más extremos, en donde sólo se pue-den desarrollar organismos especializados

El agua de los lagos es turbia, principalmen-te derivada de la presencia de gran cantidad de fitoplancton. Green (1986) indicó lecturas de visibilidad de disco de Secchi (transparencia) de 1 m para La Alberca y de 0.6 m para Rincón de Parangueo. En 1995, la profundidad al disco de Secchi para La Alberca fue de alrededor de 1 m y de 0.8 m para Rincón de Parangueo.

En cuanto a temperatura del agua, los lagos son cuerpos acuáticos cálidos, entre 27 °C para La Alberca y 30 °C para Rincón de Parangueo

VariablesLago

Rincón de Parangueo San Nicolás Cíntora La Alberca

Área (m2) 724 000 491 211 267 188 181 000

Longitud máxima (m) 1 050 969 619 481

Ancho máximo (m) 913 688 575 394

Profundidad máxima (m) 50 ? ? 50

Transparencia (m) 0.6-0.8 ? ? 1

Temperatura (°C) 19-30 ? ? 19-27

pH 9.8 ? ? 9.5

Conductividad (mS cm-1) 25-80 ? ? 2.3-6

Salinidad (g L-1) 53-56 ? ? 3-3.5

Fitoplancton Spirulina, Anabaena ? ? Oscillatoria, Actinastrum

ZooplanctonBrachionus inermis, Hexarthra

polyiodonta, Vorticella? ?

Diaptomus albuquerquensis, Hexar-thra polyodonta, Brachionus inermis

Bentos Ephydra hians ? ? Chaoborus, Corixidae, Odonata

Peces - ? ?Allophorus robustus, Goodea

atripinnis, Chirostoma bartoni, Oreochromis mossambicus

durante los meses de julio y agosto (Green, 1986). Durante la temporada invernal, en noviembre de 1995, La Alberca mostró un comportamiento es-table en profundidad con temperaturas próximas a 19 °C, mientras que Rincón de Parangueo fluc-tuó de 19 °C en los primeros 2 m superficiales a 23 °C en el resto de la columna de agua. Este hecho se asocia, probablemente, a la menor sali-nidad de la capa superficial (que se define a par-tir de la superficie y hasta los dos primeros metros) respecto a las capas de mayor profundi-dad (de los 2 m y hasta el fondo). Biología

El fitoplancton de los lagos está totalmente do-minado por algas verde-azules (cianobacterias), indicando un estado muy productivo, ya sea eu-trófico o hipertrófico. En La Alberca se ha regis-trado una sola especie de la cianobacteria fila-mentosa del género Oscillatoria, así como algunas células del alga verde del género Actinastrum (Green, 1986). El color verde brillante del agua, así como el predominio de las algas mencionadas, ratifican su elevado grado de eutrofia y las con-diciones extremas en las cuales se desarrollan

Cuadro 1. Características físicas y biológicas de los lagos de Valle de Santiago.

Fuente: Spp, 1981.

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estos organismos. Por otra parte, Rincón de Pa-rangueo presenta las mismas características de trofismo (eutrofía a hipertrofía), pero en este caso la cianobacteria dominante es del género Spiru-lina, la cual habita característicamente en aguas con pH fuertemente básico y concentraciones elevadas de bicarbonato de sodio. De esa manera, Rincón de Parangueo constituye un sitio natural de producción de Spirulina.

Cabe mencionar, que el copépodo Diaptomus albuquerquensis es abundante en La Alberca (Green, 1986). Sin embargo, se encuentra ausen-te en Rincón de Parangueo, lo cual se puede aso-ciar a la elevada salinidad presente en este lago. En la comunidad zooplanctónica de los lagos se encuentran también dos especies de rotíferos: Hexarthra polyodonta y Brachionus inermis; en La Alberca se presentan en una proporción de 99 y 1%, respectivamente. Esta proporción se in-vierte en el caso de Rincón de Parangueo, con 92% de B. inermis y 8% de H. polyodonta, muy probablemente porque Brachionus es más tole-rante a la salinidad. Ambas especies se han ob-servado en aguas con fuertes concentraciones de bicarbonato de sodio (Ruttner-Kolisko, 1974).

Los organismos que habitan el fondo (bentos) de La Alberca pertenecen a una especie de mos-quito, Chaoborus sp. (Diptera: Chaoboridae), conocida como el mosquito fantasma, mientras que Rincón de Parangueo no presenta bentos profundo. La carencia de oxígeno que resulta en condiciones de anoxia por debajo de los 2 m de profundidad, presumiblemente por periodos prolongados, puede explicar la ausencia de or-ganismos. Sin embargo, el bentos de la zona litoral tiende a ser más variado. En La Alberca se encontraron moscos (Hemiptera: Corixidae), escarabajos y larvas de libélulas y en las orillas de Rincón de Parangueo algunas larvas de la mosca alcalina Ephydra hians (Diptera: Ephy-dridae). Green menciona que al visitar el lago en 1981, la superficie entera del mismo estaba cubierta por estos organismos en densidades de entre 100 y 500 organismos/m2.

En cuanto a las especies de peces, La Alber-ca ostenta cuatro especies diferentes, en con-traste con Rincón de Parangueo, que debido a su elevada salinidad, no presenta ninguna. Tres de las cuatro especies de La Alberca son nativas

(familias Goodeidae y Atherinidae) y otra más es exótica o introducida (Cichlidae). Los goodei-dos, conocidos como sardinita, chehua o pez amarillo, son Allophorus robustus y Goodea atripinnis; el aterínido o charal es Chirostoma bartoni; y el cíclido africano es la tilapia Oreochromis mossambicus. De las especies an-teriores, el charal es una especie endémica de La Alberca y, de acuerdo con Espinosa et al. (1993), se considera una especie amenazada.

Amenazas

Diversos impactos humanos amenazan la persis-tencia de los lagos cráter del Valle de Santiago, los cuales son examinados en detalle por Alcocer et al. (2000). En resumen, la eliminación de la vegetación nativa, el sobrepastoreo, el abatimien-to acelerado del nivel del agua subterránea y su salinización han derivado tanto en una erosión severa como en una desertificación generalizada (degradación de suelos). Se trata de una degrada-ción de largo plazo iniciada desde tiempos pre-hispánicos. De esta forma, las actividades huma-nas han provocado un clima más seco y cálido, escasez del recurso hídrico, tolvaneras, saliniza-ción de suelos y, por supuesto, una disminución generalizada en la economía local y regional. Los recursos superficiales y subterráneos de Valle de Santiago se encuentran fuertemente amenazados. En la actualidad, los cuatro lagos están secos o casi secos, el nivel fluctúa ampliamente asociado al balance precipitación-evaporación y al abati-miento del manto freático que alcanza al menos 2.5 m al año. No existe ningún programa de uso sustentable del recurso acuático a pesar de la ur-gencia de ello (Alcocer et al., 2001) además de que el gobierno declaró esta área vedada para la ex-tracción de agua subterránea y como Área Natu-ral Protegida en la categoría Monumento Natural, en 1997. La problemática de esta zona ejemplifica claramente los retos que enfrenta México ante el problema de falta de agua.

Relevancia

Los pobladores indígenas de la región (posible-mente en un inicio la cultura Chupícuaro y pos-teriormente los purépechas) consideraban desde

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épocas prehispánicas a los volcanes del Valle de Santiago como un sitio ceremonial. Creían que los siete cráteres eran el reflejo (la imagen en el espejo) de las siete estrellas de la Osa Mayor y que esto era un recordatorio de la estrecha liga que existe entre lo mundano y lo celestial, o bien, entre el microcosmos y el macrocosmos. Además del valor histórico, los lagos del Valle de Santia-go tienen importancia económica y no-económi-

ca. Son relevantes desde un punto de vista cien-tífico (estudio de la vida en ambientes extremos), ecológico (hábitat de multitud de organismos), de conservación (presencia de endemismos), cultu-ral (tradiciones y leyendas), recreacional (ecotu-rismo), estético (belleza escénica) y económico (explotación de sales –bicarbonato de sodio– y del alga Spirulina).

Literatura citada

Alcocer, J. 2002. “Major surface water challenges in Mexico”, LakeLine 22: 28-31.

—, E. Escobar y A. Lugo. 2000. “Water use (and abu-se) and its effects on the crater-lakes of Valle de Santiago, Mexico”, Lakes & Reservoirs: Research and Management 5: 145-149.

—, E. Escobar y A. Lugo. 2001. “The urgency of im-plementing sustainable water management plans in Mexico” en D. Harper y M. Zalewski (eds.), Ecohydrology. Science and the sustainable mana-gement of tropical waters, IHP-V, Technical Docu-ments in Hydrology, núm. 46, París, Unesco, p. 96.

Cetenal (Comisión de Estudios del Territorio Nacional). 1971. Carta topográfica. Hoja Querétaro F14-10. 1:250,000.

Espinosa, H., M.T. Gaspar y P. Fuentes. 1993. Listados faunísticos de México. III. Los peces dulceacuícolas mexicanos. Instituto de Biología, México, Universi-dad Nacional Autónoma de México (unam), 98 pp.

Green, J. 1986. “Associations of zooplankton in six crater lakes in Arizona, Mexico and New Mexico”, Jour-nal of Zoology 208: 135-159.

Kienel, U., S. Wulf Bowen, R. Byrne, J. Park, H. Böhnel, P. Dulski, J.F. Luhr, L. Siebert, G.H. Haug y J.F.W. Negendank. 2009. “First lacustrine varve chro-nologies from Mexico: impact of droughts, ENSO and human activity since AD 1840 as recorded in maar sediments from Valle de Santiago”, Journal of Paleolimnology 42: 587-609.

Metcalfe, S.E., F.A. Street-Perrott, S.L. O’Hara, P.E. Ha-les y R.A. Perrott. 1994. The palaeolimnological record of environmental change: examples from the arid frontier of Mesoamerica, en A.C. Milling-ton y K. Pye (comps.), Environmental change in drylands: Biogeographical and geomorphological perspectives. Nueva York, Wiley, pp. 131-145.

Orozco, F. y A. Madinaveitia. 1941. “Estudio químico de los lagos alcalinos”, Anales del Instituto de Biolo-gía de la unam 12: 429-438.

Rojas, B. 1985. Valle, corazón del Bajío. Municipio de Va-lle de Santiago. Guanajuato. 356 pp.

Ruttner-Kolisko, A. 1974. “Plankton rotifers. Biology and taxonomy”, Die Binnengewäser 26, parte 1, 146 pp.

Spp (Secretaría de Programación y Presupuesto). 1980. Carta estatal hidrología subterránea. Hoja Gua-najuato 1:500,000.

—. 1981. Carta hidrológica de aguas superficiales. Hoja Querétaro F14-10. 1:250,000, SSp.

Williams, W.D. (1996). “The largest, highest and lowest lakes of the world: saline lakes”, Verhandlungen In-ternationale Vereinigung für Limnologie 26: 61-79.

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RESUMEN

Ca

pítu

lo 8

Huitzitzilin, ejemplo de coexistencia sustentable (fotografía de Óscar Alejandro Morales Juárez).

Ramón CeCaiRa RiCoy | osCaR Báez montes

En este capítulo se ha compilado información sobre el estado del conoci-miento actual de la diversidad de especies de distintos grupos biológicos

presentes en Guanajuato. La información se presenta de acuerdo a la com-plejidad biológica de los grupos taxonómicos: microorganismos, hongos, flora y fauna (invertebrados y vertebrados).

A pesar de la percepción común, los hongos son un grupo muy distinto al de las plantas y constituyen el reino Fungi, debido a que carecen del pigmento verde llamado clorofila, mediante el cual las plantas realizan la fotosíntesis (proceso de obtención de energía). Por el contrario, los hongos tienen mayores similitudes con los animales al tomar su alimento del medio ambiente (organismos heterótrofos). Se han registrado 136 especies de hongos en Guanajuato, que participan en la degradación de materia orgá-nica, parasitismo, así como otras asociaciones benéficas con plantas (mico-rrizas), por lo cual están presentes no sólo en ecosistemas naturales sino también en agroecosistemas. Además, 31% de las especies son comestibles y contienen un alto contenido proteico.

Con respecto a las plantas, la información existente sobre su diversidad en el estado se remonta al siglo xviii. Durante los últimos 25 años gracias al proyecto de Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes los registros y colectas se han incrementado de forma significativa, de manera que se tiene contabilizada una riqueza florística de 2 786 especies. Las plantas con flores son las mejor representadas y las más diversas en estos inventarios (cerca de 95%), seguidas de los helechos y plantas afines con 126 especies y, finalmente, las plantas sin flor (gimnospermas) con 18 especies. En la región del noreste del estado, se concentra la mayor cantidad de plantas endémicas, especialmente de la familia Cactaceae. Las plantas pueden tener diferentes formas ecológicas: árboles, arbustos, herbáceas, epífitas o algu-nas parásitas de otras plantas. Un listado preliminar de árboles silvestres del estado de Guanajuato representa 6% de la flora fanerogámica estatal.

De los invertebrados, los insectos y en particular los escarabajos son uno de los grupos con mayor número de especies en el planeta. Los esca-rabajos ocupan prácticamente todos los ecosistemas del planeta, realizan funciones de polinización, descomposición de la materia orgánica y control biológico. Algunas de las especies registradas de Curculionidos (picudos) para el estado son plagas importantes de cultivos como la alfalfa, mientras que otro tipo de escarabajos conocidas como catarinitas, presenta una enorme capacidad para fungir como control biológico de plagas en cultivos.

Para el estado de Guanajuato se han recopilado trabajos sobre cinco familias de escarabajos: Buprestidae (escarabajos joya), Cerambicidae (esca-rabajos barrenadores o torito), Coccinellidae (catarinitas), Curculionidae (picudos) y Hydrophilidae (escarabajos acuáticos).

Los chapulines, otro grupo de insectos de relevancia en las redes trófi-cas, son fuente sustancial de proteínas para otros animales (por ejemplo, los

DiveRsiDaD De espeCies

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vertebrados). Algunas especies son consideradas plagas para el hombre y algunas otras tienen a su vez un potencial alimenticio muy grande. Para Guanajuato se tienen identificadas 47 especies (35% de las especies repor-tadas para México).

Otro grupo de invertebrados muy diverso es el de las arañas con aproxi-madamente 40 000 especies registradas a nivel mundial. Para el estado se han reportado 46 especies. Las arañas participan en la regulación de poblaciones por ser depredadores de insectos y se identifican como un grupo muy útil en el control biológico de insectos que forman plagas sobre los cultivos.

Dadas las condiciones de heterogeneidad ambiental y la necesidad de ampliar los estudios sobre la biología básica y de distribución de estos gru-pos, Guanajuato se reconoce como un estado con una diversidad potencial-mente alta para los organismos invertebrados.

Con respecto a los organismos que contienen una estructura ósea, es decir los vertebrados, en este estudio se presenta información para peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.

Dada su conformación geográfica, en el estado inciden peces de las regio-nes neártica y neotropical así como grupos exclusivos del centro de México, una especie endémica (Chirostoma bartoni) pobló las aguas de Guanajuato, hoy extinta debido a la actividad antropogénica.

La mayor parte de los cuerpos de agua pertenecen a la cuenca del río Lerma-Chapala. En el estado se han registrado 38 especies de peces, que equivalen a 7.5% del total de peces de agua dulce que se conocen para Méxi-co, de las cuales nueve se encuentran bajo alguna categoría de riesgo de la nom-059-semaRnat-2010.

Se considera a Alfredo Dugès como el padre de la herpetología mexica-na, ya que realizó estudios muy importantes de anfibios y reptiles en Gua-najuato en el siglo xix. Actualmente se han registrado 25 especies de anfibios y 81 de reptiles, que representan 6.9% y 9.4% del total nacional, respecti-vamente, de las cuales 14 especies de anfibios y 42 de reptiles son endémi-cas a México.

La riqueza de aves en la entidad es de 366 especies, lo que representa el 34% de la diversidad a nivel nacional. 34 especies se han clasificado bajo alguna categoría de riesgo nom-059. Algunas especies son apreciadas como ornato o canoras, otras con fines cinegéticos y algunas se consideran plaga, principalmente en cultivos de sorgo, trigo, arroz y fresa.

Por otra parte, el conocimiento de los mamíferos en Guanajuato se ha incrementado en años recientes, y es muy probable que continúe esta tenden-cia ya que aún quedan regiones por estudiar. Se presentan nuevos registros notables de mamíferos, que pueden evidenciar el buen estado de conservación en dichas regiones, por ejemplo, los registros del margay (Leopardus wiedii), ocelote (L. pardalis) o del zorrillo manchado (Spilogale gracilis).

El territorio que hoy conocemos como Guanajuato ha sufrido a lo largo de millones de años una profunda transformación en su geología y su paleobiología asociada. Los trabajos sobre fósiles de vertebrados son escasos y únicamente abarcan las eras geológicas del Eoceno al Pleistoceno. Hasta el momento se tienen identificadas seis áreas con presencia de fósiles. En San Miguel de Allende se localiza unos de los sitios que mejor representa la paleofauna de macromamíferos en el centro de México y probablemente del

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país. Estos estudios paleontológicos han permitido trazar las rutas de algu-nos vertebrados a lo largo del paleocontinente americano.

Finalmente, la información contenida en colecciones científicas represen-ta una fuente muy importante de consulta para el registro del conocimiento de la biodiversidad del estado. En la entidad existen colecciones biológicas cuya relevancia en el registro, compilación, resguardo y difusión para el conocimiento de su diversidad biológica resulta innegable, como el caso de las presentes en el Museo Alfredo Dugès de la Universidad de Guanajuato.

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RosaRio meDel | aRmanDo lópez | Juventino GaRCía

HONGOS

Copas de veneno (fotografía de Juana Olivia García Rosas).

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Descripción

Los hongos son organismos con caracteres muy peculiares, como la carencia de clorofila (pig-mento verde de las plantas), razón por la que para tomar sus alimentos colonizan y se nutren de otros sustratos por medio de la absorción. Poseen núcleos en sus células y quitina en la pared de las mismas. Pueden ser microscópicos o pueden observarse a simple vista y constituyen un reino o grupo muy diferente al de las plantas y los animales. Lo que comúnmente conocemos como hongos son los frutos del micelio que se desarrollan bajo la hojarasca como delgados hi-los blancos o filamentos, conocidos como hifas,

los que degradan la materia orgánica y constitu-yen el cuerpo o micelio de estos organismos.

Los hongos pueden ser saprobios, es decir, aquellos que degradan las ramas, hojas y troncos, o parásitos, que poseen diferentes niveles de pa-togenicidad y que atacan distintas estructuras anatómicas de sus hospederos (como hojas, tallos o raíces), regulando así las poblaciones dentro del ecosistema. Los hongos que se asocian con las raíces de los árboles se llaman micorrícicos, y gracias a esta asociación simbiótica han podido sobrevivir por millones de años.

Medel Ortiz, R., M. A. López-Ramírez y J. García-Alvarado. 2012. “Hongos” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 70-77.

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En el estado de Guanajuato se han explorado esporádicamente estos organismos, de tal manera que se conocen más de 100 especies, entre las que se encuentran destructoras de la madera, micorrí-cicas, comestibles, parásitas de hongos, insectos y plantas, como es el caso de las royas del género Puccinia y Uromyces. También se conoce una especie perteneciente a los mixomicetes, que no son hongos pero que tradicionalmente han sido estudiados por los micólogos.

Diversidad

Los hongos son el segundo grupo más diverso y numeroso en la Tierra, por debajo solamente de los insectos. Su diversidad se ha estimado, con-servadoramente, en 1.5 millones de especies (Hawksworth, 1991), aunque hoy día sólo se han descrito alrededor de 70 000 especies en el mun-do (Kirk et al., 2001). De acuerdo con Guzmán (1998) la escala de diversidad que puede existir en México es del orden de 200 000 especies, aunque Sarukhán et al. (2009) mencionan que se han registrado unas 7 000 especies de hongos en México, de las que aproximadamente 700 corresponden a Ascomicetes macroscópicos (Medel, 2007). La diversidad conocida en el estado se sintetiza de la siguiente manera: del grupo de los Ascomicetes se conocen 15 espe-cies en cinco órdenes, seis familias y nueve géneros, de los cuales el género Helvella es el mejor conocido con cinco especies, todas ellas han sido citadas como especies comestibles. De los Basidiomicetes se conocen 111 especies en 14 órdenes, 35 familias y 64 géneros, de los cuales el más abundante es el género Russula, con nueve especies, algunas de ellas también citadas como comestibles.

Distribución

Los hongos son organismos de amplia distribu-ción capaces de colonizar casi cualquier sustra-to. Es conocido que estos organismos prosperan principalmente en la época de lluvia, pero po-demos encontrarlos casi en cualquier periodo del año. Dada su dispersión por esporas y su capacidad de colonizar sustratos diversos, la distribución de los hongos es cosmopolita, exis-

ten desde los polos hasta los trópicos, habitando casi cualquier tipo de bosque.

Para el estado, las especies que se han estu-diado se distribuyen principalmente en los bos-ques de abetos (Abies religiosa); bosque de coní-feras (Pinus spp.); bosques mixtos de abetos y encinos (Abies religiosa y Quercus spp.); bosque de encinos (Quercus spp.); bosque mesófilo de montaña y matorral xerófilo o árido. Aunque, como se discutirá más adelante, las exploracio-nes de hongos en el estado no han sido consis-tentes y la mayoría de las contribuciones son trabajos generales que citan especies para varias entidades, entre ellas Guanajuato, existen algu-nos estudios exclusivos de la entidad como los de Pérez-Silva (1969), Ojeda-López et al., (1986) y Landeros et al., (2006). Aun así, el conocimiento de más de cien especies es significativo dado lo esporádico de los estudios. Algunos municipios estudiados pertenecen a la Sierra Gorda, una de las cinco regiones geográficas del estado. Estos municipios son: Xichú (Casitas, Cerro de Berna-lejo, Cerro de la Gorrita, Cerro de Puerto Hondo, Charco Azul, El Ocotero, La Loma de la Joya, La Media Naranja, Los Gallitos, Puerto Blanco); Vic-toria (Derramaderos, Joya Fría, Puerto de Pal-mas, San Agustín) y Los Lavaderos (Ojeda-López et al., 1986). También existen especies citadas de Ojo de Agua en la carretera Guanajuato-Dolores Hidalgo (Pérez-Silva, 1969) y el cerro Zamorano del lado perteneciente al estado de Guanajuato (Landeros et al., 2006).

Importancia

Como se mencionó anteriormente, los hongos están presentes en casi todos los ecosistemas. Además de proporcionarnos antibióticos, cerve-za y pan, muchas de las especies que se encuen-tran en el campo son objeto de recolección, ya sea para autoconsumo o venta a pequeña esca-la, generando con esto ingresos económicos para ciertos grupos sociales. La importancia de los hongos para el cultivo semiindustrial e in-dustrial es significativa ya que su siembra y comercialización a nivel mundial se ha incre-mentado en los últimos años.

Los hongos han sido elementos importantes en las ceremonias de diversos grupos étnicos.

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Aunque no existe hasta hoy un estudio comple-to de los hongos en el estado, las especies cita-das tienen per se una importancia ecológica, ya que se han citado especies saprobias, simbiontes (organismos que se asocian entre sí, para obte-ner un beneficio mutuo) y parásitas. No existe, al parecer, un estudio desde el punto de vista etnomicológico (conocimiento y uso de los hon-gos por grupos étnicos), por lo que sería nece-sario realizarlo antes de que dicho conocimiento se pierda; es probable que exista información de este tipo en los estados de Jalisco, Michoacán o Querétaro, entidades con tradición etnomicoló-gica y con límites en varios puntos con Gua-najuato. Por otro lado, destaca la importancia en la investigación sobre estos organismos en áreas muy importantes como Bioquímica, Fisiología y Metabolismo de los hongos, ya que en la unidad Irapuato del Centro de Investigaciones de Estu-dios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Poli-técnico Nacional, se realizan investigaciones de punta en las especialidades mencionadas.

Situación y estado de conservación

Los hongos del estado de Guanajuato, principal-mente los macromicetos (hongos que se observan a simple vista), se empezaron a estudiar formal-mente apenas en la segunda mitad del siglo pasa-do, época en que Pérez-Silva (1969) citó varias especies de la localidad de Ojo de Agua (sobre la carretera Guanajuato a Dolores Hidalgo). En el apéndice 1, se presenta una relación de los hongos que bibliográficamente se han citado de la enti-dad, en la que se incluye información taxonómica, tipo de vegetación y sustrato, donde se encontra-ban creciendo, además de otro apéndice con sus usos y el nombre común que reciben estos hongos en el país (apéndice 2). Son 127 especies de hon-gos citadas en la bibliografía y dicha estimación se basó en la revisión de Herrera y Guzmán, 1972; Bandala et al., 1993; Bandala y Montoya, 2004; Esqueda et al., 2002; Guzmán y Herrera, 1973; Guzmán, 1973; Herrera y Guzmán, 1972; Lande-ros et al., 2006; León Gallegos y Cummins, 1981a, 1981b; Medel et al., 1999; Medel, 2007; Ogata et al., 1994; Ojeda- López et al., 1986; Pérez-Silva, 1969; Ramírez-López y Villegas, 2007; Valenzue-la et al., 1994; Vite Garin et al., 2006; Zenteno-

Zevada y Pérez-Silva, 1977. Algunos ejemplos se muestran en las figuras 1 al 11.

De las 127 especies citadas en el apéndice 1, 15 se adscriben a los Ascomicetes (con cinco órdenes y seis familias), 111 son Basidiomicetes (14 órdenes, 37 familias) y sólo una especie es un Mixomiceto. Estas especies se distribuyen en 19 órdenes que constituyen 73 géneros. Los órdenes mejor representados son los Agaricales con 17 familias, 26 géneros y 37 especies. Los hongos reportados para el estado de Guanajuato y regis-trados en el apéndice 1, se adscriben a seis tipos de vegetación, a saber: 1) bosque de abetos (Abies religiosa) con 17 especies; 2) bosque de pinos (Pinus spp.) con 11 especies; 3) bosque de abetos y encinos con 27 especies (Abies religiosa y Quercus spp.); 4) bosque de encinos con 18 espe-cies (Quercus spp.); 5) bosque mesófilo de mon-taña con 21 especies; 6) matorral xerófilo o árido con sólo dos especies, otras categorías que corresponden a hongos de amplia distribución o cosmopolitas (13 especies) y 16 especies sin datos. De los seis tipos de vegetación arriba con-siderados, son los bosques de pinos los que más área ocupan en la entidad, en contraste con una gran mayoría de la superficie del estado que se encuentra convertida en zonas agrícolas y pecuarias, además de ser una de las entidades con mayor densidad poblacional en el país (Carranza, 2005). De tal manera que estos facto-res, aunados a los escasos estudios sobre hongos, colocan a Guanajuato como una de las entidades que deberían generar una estrategia para incre-mentar el conocimiento en estos organismos.

Los hongos ectomicorrícicos están represen-tados en los bosques de coníferas y de encinos de la entidad, particularmente los géneros Amanita, Boletus, Cortinarius, Helvella, Laccaria, Lacta-rius, Melanoleuca, Ramaria y Russula, señalados también en el apéndice 1. Entre los hongos pará-sitos se encuentran las especies de royas (géneros Aecidium, Puccinia y Uromyces).

En el apéndice 2, se han enlistado las espe-cies de acuerdo a su uso y el nombre común con el que se les conoce, principalmente en la parte central del país (Guzmán, 1997). Son 29 espe-cies las que se saben comestibles y se recolectan tanto para autoconsumo como para la venta en los mercados del centro del país, específicamen-

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te en entidades como el Distrito Federal y zonas circunvecinas. En mucho menor cantidad (seis) están las especies que se conocen como veneno-sas (tóxicas o mortales), además, hay especies que se utilizan por sus propiedades medicinales (Ganoderma spp).

Acciones de conservación y protección

En esta contribución se presenta un inventario de los hongos de Guanajuato. Las 127 especies que se han registrado en la entidad (apéndice 1) constituyen indudablemente una mínima parte de los hongos que habitan en el estado, tal como lo mencionaron Medel et al. (1999) cuando ci-taron sólo una especie de Ascomicetes para Guanajuato. Faltan exploraciones dirigidas a incrementar las colecciones científicas en la entidad y sobre todo desarrollar investigación básica que permitan conocer las especies que habitan en diferentes tipos de bosques, su eco-logía, distribución y usos. Los hongos son de amplia distribución, de tal manera que actual-mente es difícil o poco real hablar de especies exclusivas o endémicas de Guanajuato. Del listado incluido en el apéndice 1, se encontró que sólo una especie (Morchella costata) se con-sidera, de acuerdo con la nom-059-semaR-nat-2010, como una especie amenazada, aunque por la estrecha relación entre los bosques y hongos, en cuanto más frágil es la condición de los primeros más vulnerables se encuentran los segundos. Así, quedarían en esta condición los hongos de los bosques sometidos a presiones antropogénicas, como los de pinos, abetos y encinos, pero particularmente los hongos del bosque mesófilo de montaña debido, además, a la distribución naturalmente fragmentada de este tipo de vegetación. Como lo mencionó Ca-rranza (2005), el conocimiento de los recursos vegetales de Guanajuato está incompleto (lo

cual también se aplica a los hongos), ya que hasta 2005 se conocían 166 familias y 2 547 especies de árboles, por lo que, basado en el número de plantas vasculares registradas y to-mando en cuenta una relación planta-hongo de 1:5 (Hawksworth, 1991), la diversidad de hongos en Guanajuato podría ser del orden de unas 12 000 especies. Particularmente faltan estudios en la zona de matorrales xerófilos (Cañón del río Santa María), bosques mesófilo de montaña y la parte de bosque tropical caducifolio en la parte surcolindante con Michoacán. Los man-chones de bosque tropical caducifolio también constituyen una fuente de especies de hongos lignícolas del tipo de los poliporáceos y otros grupos de afinidad tropical como los Xylariales; ya que los hongos dependen del estado de con-servación del bosque, las acciones que se lleven a cabo en este sentido, contribuirán a la conser-vación de especies de hongos y de una gran cantidad de organismos animales y vegetales asociados a los bosques en buen estado.

Uno de los avances en la entidad es el decreto de la Sierra Gorda de Guanajuato como Reserva de la Biosfera, que ha sido un buen intento de conservación, tanto para el bosque como para los hongos. Sin embargo, el decreto per se no asegu-ra que esta zona se conserve: se tienen que llevar a cabo acciones que protejan efectivamente ésta y otras reservas en la entidad, además de fomen-tar los trabajos de inventarios de hongos en los diferentes tipos de vegetación presentes en la en-tidad, así como los estudios relacionados con los usos de los hongos en Guanajuato.

Agradecimientos

Los autores agradecen al Biólogo Ranulfo Cas-tillo del Moral su importante ayuda en la revi-sión bibliográfica.

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Figura. 1. Amanita rubescens, hongo comestible de los bosques de pino, que se caracteriza por man-charse de rojo (fotografía de A. López).

Figura 3. Clitocybe gibba, que recibe el nombre de clavito o cornetita y que crece en bosques de coní-feras (fotografía de A. López).

Figura 2. Amanita vaginata, hongo comestible del bosque mesófilo de montaña (fotografía de A. Ló-pez).

Figura 4. Cyptotrama asprata, hongo de color inten-so destructor de la madera (fotografía de A. López).

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Figura 5. Geastrum pectinatum, Gasteromiceto en froma de estrella, es un hongo saprobio (fotografía de A. López).

Figura 7. Hygrophoropsis aurantiaca, hongo comes-tible que crece en bosque de coníferas (fotografía de A. López).

Figura 9. Lycoperdon perlatum, hongo comestiblepero sólo en estado joven, cuando es de color blanco (fotografía de A. López).

Figura 6. Gomphus flocossus, especie comestible que recibe el nombre de cornetas, enchilado y que se asocia a los bosques de coníferas (fotografía de A. López).

Figura 8. Lactarius salmonicolor, especie comesti-ble de bosques de coníferas (fotografía de A. López).

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Figura 10. Leotia chlorocephala, es un ascomiceto saprobio, común (fotografía de A. López).

Figura 11. Polyporus tricholoma, hongo destructor de la madera (fotografía de A. López).

Literatura citada

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Introducción

En México, el maíz es el cultivo más importante y la base de la alimentación nacional. Los princi-pales estados productores de maíz son Jalisco, Estado de México y Chiapas. Guanajuato ocupa el quinto lugar, y de los 46 municipios que confor-man el estado se produce principalmente en Valle de Santiago, seguido de Pénjamo, Abasolo, Acám-baro, Manuel Doblado, Irapuato, Jaral del Progre-so, Jérecuaro, León, Purísima, Salvatierra, San Francisco del Rincón y Villagrán (Sagarpa, 2006; Sagarpa, 2007). A nivel nacional, la superficie dedicada al cultivo del maíz presenta pérdidas de alrededor de 30% debido a la falta de humedad para el desarrollo del cultivo (Sagarpa, 2006). Otros factores limitantes en la producción del maíz son la presencia de enfermedades transmi-tidas por hongos, los cuales pertenecen a la mico-biota del suelo y, además, algunos son productores de micotoxinas con efectos nocivos a la salud, como el cáncer en seres humanos (Gallardo et al., 2006). Los hongos productores de estas enferme-dades son los géneros Aspergillus y Fusarium (Navarrete, 1999; Cruz, 2001; Pérez et al., 2001).

Se señala a los hongos del suelo que se en-cuentran asociados al maíz (Cimmyt, 2004; Sa-maniego-Gaxíola y Chew-Madinaveitia, 2007) del género Fusarium, Cephalosporium, Rhizoc-tonia, Aspergillus, Penicillium y Verticillium. Sin embargo, el hongo más identificado en el maíz es del género Fusarium, el cual tiene tres características morfológicas distintivas, tales como a) macroconidios, curvos pluriseptados con una célula apical más o menos puntiaguda y una célula basal en forma de pie, miden aproximadamente 5 µm; b) microconidios, de forma redondeada o de forma de mazo y miden aproximadamente 3 µm, comúnmente poseen de 0 a 1 septa y c) clamidosporas, formadas de una pared gruesa y se separa del micelo parental.

Estas últimas se comportan como esporas de resistencia y al restaurarse las condiciones favo-rables germinan dando lugar a una nueva colo-nia (Mendoza y Pinto, 1985; Herrera y Ulloa, 1990; Nelson, 1992; Alexopoulos y Mims, 2000).

Cook y Baker (1983), señalan que algunos gé-neros y especies de hongos del suelo presentan una gran capacidad de adaptación y se encuen-tran ampliamente distribuidos, mientras que otros presentan características de adaptación más limitadas, o bien, son sumamente especia-lizados, lo que restringe su distribución. Esta capacidad adaptativa de los hongos fitopatóge-nos del suelo depende en gran medida del grado de relación que han desarrollado con sus plantas hospedantes, es decir, si son parásitos obligados, parásitos facultativos o saprófitos facultativos. El estudio de la diversidad de microorganismos en el suelo ha adquirido importancia por la can-tidad de investigaciones, lo que depende en gran parte de la importancia económica y del manejo de las enfermedades de los cultivos o plantas causadas por hongos que habitan en el suelo (Mazzola, 2004; Samaniego-Gaxíola y Chew-Madinaveitia, 2007). No obstante, en el mundo y en México la mayor parte de los estudios han sido enfocados a su biología (ciclo de vida, tipo de reproducción, supervivencia, rango de plan-tas hospedantes, factores ambientales), la sinto-matología y daños que ocasionan en la produc-ción (figuras 1 y 2), formas de control y, en al-gunos casos, su distribución geográfica (Samaniego-Gaxíola y Chew-Madinaveitia, 2007). En este estudio de caso se presenta una síntesis del estudio de la biodiversidad de hon-gos del suelo asociado al cultivo de maíz, y tie-ne como objetivo identificar los índices de diver-sidad de los géneros de hongos de 15 municipios productores de maíz del estado de Guanajuato.

DIVERSIDAD DE HONGOS DEL SUELO ASOCIADOS AL CULTIVO DEL MAÍZ

estuDio De Caso

maRiano menDoza elos | maRía GuaDalupe FiGueRoa RiveRa | enRique anDRio enRíquez

FRanCisCo CeRvantes oRtiz | Raúl RoDRíGuez GueRRa | alFonso lópez Benitez

Mendoza Elos, M., M. G. Figueroa-Rivera, E. Andrio-Enríquez, et al. 2012. “Diversidad de hongos del suelo asociados al cultivo del maíz” en La Biodiver-sidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 78-82.

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Figura 1. Daño por Fusarium spp. en maíz a nivel plántula (fotografía de Mariano Mendoza Elos).

Figura 2. Daño a la calidad del grano y semilla de maíz por Fusarium sp. (fotografía de Mariano Men-doza Elos).

Metodología

El trabajo se desarrolló en el Instituto Tecnológi-co de Roque e Instituto Nacional de Investigacio-nes Forestales, Agrícolas y Pecuarias (iniFap), en Celaya, durante 2006 y 2007. Al momento de la cosecha del maíz correspondiente a 2006 fueron recolectadas plantas con evidentes daños por

pudrición, a partir de cinco muestras tomadas al azar en un área de cinco surcos de 10 m de largo dentro de cada parcela, de 15 campos producto-res de maíz, ubicados en el estado de Guanajuato, en los municipios de Dolores Hidalgo, San Miguel de Allende, Comonfort, Apaseo el Alto, Villa-grán, Juventino Rosas, Cortazar, Salvatierra, Abasolo, Jaral del Progreso, Valle de Santiago, Pénjamo, Irapuato, León y Silao.

Para el aislamiento de las cepas se tomaron cinco fragmentos de cada tallo, se incubaron a temperatura ambiente (22-25 °C) en laboratorio, las colonias fueron observadas microscópicamen-te para identificar al género Fusarium (Barnett y Hunter, 1998). Los cultivos monoconidiales se pre-servaron (Montiel-González et al., 2005) y la ubi-cación taxonómica se basó en las claves de Nelson et al. (1983) y Leslie y Summerell (2006).

Resultados

Se obtuvieron un total de 375 plantas de maíz, resultado del muestreo realizado a los 15 campos de producción, las cuales fueron utilizadas para la identificación de las especies. En total se obtu-vieron 356 cepas de los fragmentos de las plantas de maíz con evidentes daños ocasionados por el hongo. Se identificaron 158 cepas de diferentes géneros de hongos y 198 cepas correspondientes al género Fusarium. En todos los municipios muestreados se encontró la especie de F. subglu-tinans, huésped dominante del maíz (Mego et al., 2004). Enseguida se ubica el género Cephalospo-rium con presencia en 10 municipios y posterior-mente el género Alternaria. Dentro del género Fusarium también sobresale la especie F. vertici-llioides, y posteriormente F. esquiseti con presen-cia en cinco municipios, esta última especie también fue identificada y reportada por Villalo-bos et al. (2003); al respecto Summerell et al. (2003) afirman que este género es considerado como saprofito (cuadro 1).

Respecto al género Fusarium, considerado como el más agresivo para el cultivo del maíz, el municipio con menor diversidad de este gé-nero fue León, con sólo una especie. Dentro de las tres especies más frecuentemente encontra-das, F. heterosporum sólo está presente en los municipios del sur de Guanajuato, en cambio F.

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Cuadro 1. Resumen de cepas identificadas en parcelas de producción de maíz durante el 2006 y 2007 en el estado de Guanajuato.

(A) Fusarium subglutinans, (B) Fusarium verticillioides, (C) Fusarium heterosporum, (D) Fusarium esquiseti, (E) Fusarium pro-liferatum, (F) Fusarium reticulatum, (G) Fusarium sp, (H) Cephalosporium, (I) Nigrospora, (J) Alternaria, (K) Peyronellaea, (L) Rhizopus, (M) Epicoccum, (N) Haplosporella (picnidio c/cuello largo), (Ñ) Penicillium, (O) Rhizoctonia, (P) Heminthosporium, (Q) Cladosporium, (R) Sphaeropsidales (Phoma o Phytosticta), (S) Trichoderma, (T) Sclerotium rolfsii, (U) Candida.

Lote Municipio A B C D E F G H I J K L M N Ñ O P Q R S T U

1 Dolores Hidalgo 3 13 1 7 1 1 1 1 2

2 S. M. de Allende 16 13 2 1 8 5 1 4 1 2 1 1

3 Comonfort 8 2 3 6 1 1

4 Apaseo el Grande 7 12 1 4

5 Villagran 2 9 1 9 6

6 Juventino Rosas 6 5 2 2 9 1 2

7 Cortazar 11 9 1 1

8 Salvatierra 4

9 Abasolo 1 9 2 2

10 Jaral del Progreso 4 1 2 2 4 1 1 4

11 Valle de Santiago 8 1 1 1 3 2 1 2

12 Pénjamo 12 1 2 1 2

13 Irapuato 7 1 2 1

14 León 2 4 1 2 2

15 Silao 4 1 2 1 1 1 1

Total 95 36 20 7 5 3 5 55 19 17 6 3 13 4 1 10 4 1 1 4 2 2

subglutinans y F. verticillioides están presentes tanto en los municipios del norte como del cen-tro y sur del estado, lo cual indica una mayor recombinación genética de este patógeno en es-tos suelos agrícolas de Guanajuato. En este sen-tido, las especies del género Fusarium identifi-cadas en este trabajo coinciden con las reporta-das en trabajos similares al de Morales (2007), quien reporta varias cepas de Fusarium asocia-dos al cultivo de maíz del Estado de México (Texcoco), de entre los cuales se identificaron a F. subglutinans y F. verticillioides. De igual ma-nera Mego et al. (2004) reportaron F. subgluti-nans y F. verticillioides como las más amplia-mente distribuidas en todas las áreas maiceras

del mundo, y son consideradas con mayor capa-cidad patogénica. Otro aporte lo realizan Figue-roa-Rivera et al. (2010) quienes concluyen que F. subglutinans fue la más abundante y la más patogénica, junto con F. verticillioides, al ino-cular a 13 razas de maíz.

Los municipios que presentaron mayor di-versidad de hongos fueron San Miguel de Allen-de, Dolores Hidalgo, Jaral del Progreso y Valle de Santiago. El municipio con menor biodiver-sidad de géneros fue Salvatierra.

Las cepas Cephalosporium, Nigrospora, Alter-naria, Epicoccum, Rhizoctonia tuvieron mayor diversidad en los suelos agrícolas de los 15 mu-nicipios de Guanajuato. Penicillium, mostró un

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micelio oscuro y esporas con células múltiples, resultados semejantes a Samaniego-Gaxiola y Chew-Madinaveitia (2007), quienes identificaron características semejantes a este hongo, el cual se presentó sólo en San Miguel de Allende (cua-dro 1). Las cepas de Cladosporium, Sphaeropsi-dales (Phoma o Phytosticta), Sclerotium rolfsii, Candida, Trichoderma, únicamente se presenta-ron en un municipio (cuadro 1). Por lo anterior se asume que la estructura de las comunidades de hongos en el suelo es afectada por el micro-hábitat, que se encuentra en los suelos agrícolas, y a la vegetación dominante. Samaniego-Gaxio-la y Chew-Madinaveitia (2007) mencionan que la incorporación de materia orgánica es importante en los suelos agrícolas, ya que dicha actividad constituye la forma de enriquecer estos suelos y en consecuencia favorecer el incremento en la presencia y actividad de organismos antagónicos a los diversos hongos fitopatógenos de mayor im-portancia, o bien incorporando directamente po-blaciones del inóculo de organismos antagónicos como son Trichoderma, Gliocadium, Pseudomo-

nas, Sporidesmium. Trichoderma, por ejemplo, es un género cuyas especies pueden parasitar o ejercer otros efectos antagónicos sobre algunos hongos fitopatógenos, incluyendo Phymatotri-chopsis y Rhizoctonia (Samaniego-Gaxiola Chew-Madinaveitia, 2007).

Conclusiones

Se encontraron un total de 356 cepas en los 15 campos de producción de maíz en el estado. El género de mayor importancia por el numero de cepas identificadas fue Fusarium, con 198, se-guido por el género Cephalosporium. 158 cepas pertenecen a otros 15 géneros, 43 cepas no fue posible ubicarlas por falta en la definición de sus estructuras. F. subglutinans fue la única especie que se encontró en todos los municipios en estudio. En las localidades de Dolores Hidal-go, San Miguel de Allende, Jaral del Progreso y Valle de Santiago se encontró la mayor diversi-dad genética de géneros (cuadro 1).

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Juan CaRlos toRRes Guzmán | eDuaRDo salazaR solís | móniCa GaRCía esquivel | GloRia anGéliCa González heRnánDez

DIVERSIDAD DE CEPAS DEL HONGO PATÓGENO DE INSECTOS Metarhizium anisopliae

Introducción

El control de plagas en la agricultura puede ser realizado mediante biopesticidas, como es el caso del hongo patógeno de insectos Metarhizium ani-sopliae. Considerando que los mejores biopesti-cidas son los organismos originarios de la región donde se aplican y que entre los individuos de una misma especie existen polimorfismos, es impor-tante analizar la diversidad de cepas con alto potencial de uso en el control biológico de plagas. Esta diversidad puede ser analizada con distintos enfoques como las características morfológicas y fisiológicas, las características bioquímicas (estu-diando el perfil de isoenzimas) y la diversidad en las características genéticas. El conjunto de estas herramientas permiten conocer la biodiversidad e identificar a cada una de las cepas en estudio y explotación para el control de plagas e, incluso, relacionarlas con su origen geográfico.

Cómo resolver el problema de los insectos, plaga en la agricultura moderna

La supervivencia de la humanidad depende en buena medida de las actividades agrícolas. Sin embargo, las pérdidas agrícolas debidas al ataque de plagas y enfermedades durante las etapas de pre y postcosecha son considerables. Las plagas y enfermedades son un problema que inició con la agricultura misma, debido a que se destinan grandes extensiones de tierra a los monocultivos, modificando el equilibrio ecológico natural.

La región del Bajío constituye una de las zo-nas agrícolas más importantes del país debido a las características de sus suelos y del clima tem-plado, que permiten el desarrollo de más de 60 cultivos diferentes, con rendimientos que supe-ran marcas internacionales en la producción de sorgo, trigo y brócoli (Inegi, 1991, 2007). Sin embargo, dichos cultivos se enfrentan a gran-

des pérdidas ocasionadas por las plagas, entre otros factores; poniendo en peligro la supervi-vencia de los productores agrícolas y de las em-pacadoras en el estado. En el cultivo de crucí-feras, de gran importancia en el Bajío y número uno en el país, los insectos plaga, como la pa-lomilla dorso de diamante (Plutella xylostella) y el gusano falso medidor (Trichoplusia ni), cons-tituyen el principal problema (Barrios Diaz et al., 2004). Otra plaga importante en el Bajío, y en todo el país, es el complejo gallina ciega (Phyllophaga spp.), que en el Bajío está consti-tuida principalmente por P. ravida, la cual em-pobrece los suelos, abatiendo el crecimiento y desarrollo de los cultivos (Marín-Jarillo, 2001). Por lo anterior, el combate de plagas y enferme-dades sigue siendo un punto crítico que repre-senta hasta un 20% del costo de producción (Serrano-Carreón y Galindo-Fentanes, 2007).

Para controlar las plagas se utilizan intensa-mente pesticidas químicos debido a su uniformi-dad y rápida acción, facilidad de aplicación, mane-jo y relativa larga vida útil (Badii et al., 2000). Sin embargo, los efectos negativos colaterales deriva-dos de su uso, tales como el daño a todos los orga-nismos que entran en contacto con éstos, inclu-yendo al ser humano, y la resistencia a los pestici-das por parte de las plagas ha propiciado el incremento en la preocupación mundial por la calidad del ambiente y la salud humana, enfati-zando la búsqueda y uso de estrategias alternativas amables con el ambiente para el control de plagas. Entre las alternativas a los plaguicidas químicos está justamente el control biológico (CB) (Torres-Guzmán et al., 2008), definido como el uso delibe-rado de patógenos de insectos para el control de las plagas (Hajek, 2004). A estos patógenos de insectos se les denomina “organismos benéficos” o “biopes-ticidas”. En los últimos años se han obtenido resul-

estuDio De Caso

Torres Guzmán, J. C., E. Salazar-Solís, M. García-Esquivel, et al. 2012. “Diversidad de cepas del hongo patógeno de insectos Metarhizium anisopliae” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Insti-tuto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 83-89.

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tados óptimos con el uso de hongos biopesticidas para el control de plagas agrícolas en diferentes partes del mundo, incluyendo México (Hajek, 2004; Tamez Guerra et al., 2001).

Basándose en la problemática particular del Bajío, el Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Guanajuato (Cesaveg), en convenio con la Uni-versidad de Guanajuato, producen masivamente organismos benéficos en el Laboratorio de Pro-ducción de Organismos Benéficos (Laprob), en-tre ellos los hongos Metarhizium anisopliae, Beauveria bassiana y Lecanicillium lecanii, en-tre otros, usados en el CB de plagas de la región. El Cevaseg mantiene un programa de Manejo integrado de plagas, que incluye el CB, contro-lando de este modo a distintas plagas, como la de suelo P. ravida, a la chinche café de sorgo, al chapulín y la mosquita blanca, obteniéndose buenos resultados. Adicionalmente, otros esta-dos como Sinaloa, Michoacán y Sonora han empleado con éxito los organismos benéficos producidos en este laboratorio.

Metarhizium anisopliae es un hongo patógeno de insectos usado en el CB en la agricultura y ga-nadería. Este hongo ha sido aislado de suelos e insectos infectados en todo el mundo, excepto en la Antártida (Roberts y Leger, 2004) y cada uno de los más de 200 aislados particulares de cada región, reconocen, enferman y matan a un núme-ro reducido de especies de insectos, de manera que, sumando a todos los hospederos, podemos decir que M. anisopliae reconoce más de 300 es-pecies de insectos hospederos (Clarkson y Charn-ley, 1996). Por lo que surge la pregunta: ¿cuál es la razón por la que cada aislado de M. anisopliae reconoce un rango pequeño de hospederos? ¿Por qué, por ejemplo, el aislado CARO19 es tan bueno para matar a la palomilla dorso de diamante y le es muy difícil matar a la gallina ciega y, en cam-bio, el aislado CARO4 es muy eficiente en infectar y matar a la gallina ciega pero no es tan eficiente contra la palomilla dorso de diamante? Indudable-mente la respuesta está en sus genes y, por tanto, en la biodiversidad que puede representar.

¿Qué es la diversidad?

Los estudios de genética de poblaciones nos dicen que existe variación genética entre los

individuos de una misma especie (polimorfis-mo), la cual puede ser la suma de las variaciones debidas a: la reproducción sexual, la cual favo-rece la recombinación de genomas entre los individuos de la misma especie (en caso de que ésta sea el mecanismo de reproducción); las mutaciones espontáneas o inducidas por facto-res ambientales (estas mutaciones o cambios en la secuencia del aDn pueden ser puntuales, es decir, el cambio de una base por otra, y elimi-nación o inserción de segmentos de aDn); la transferencia horizontal de genes (cuando un organismo recibe aDn de otro por mecanismos diferentes de la reproducción sexual), y la se-lección natural (Griffiths et al., 2008). La gené-tica evolutiva, basada en las teorías de Darwin, nos dice que la población de una especie parti-cular en un momento dado incluye individuos con características diferentes. De manera que la población de la siguiente generación de esa es-pecie contendrá una alta frecuencia de aquellos tipos más exitosos en sobrevivir y reproducirse bajo las condiciones ambientales existentes (selección natural) (Griffiths et al., 2008).

Por lo anterior cabe esperar que entre los distintos aislados de hongos entomopatógenos (patógenos de insectos) con potencial de ser usados en el control biológico (CB) de plagas, existan variaciones genéticas aunque pertenez-can a una misma especie, y que algunas de es-tas variaciones puedan estar implicadas en apo-yar la reproducción y a sobrevivir con éxito en el ambiente particular al que están adaptados, reconociendo con eficiencia a sus posibles in-sectos hospederos, también habitantes nativos de la misma región. Este razonamiento es el que ha llevado a considerar que los mejores “biopes-ticidas” para ser usados en el CB de plagas de insectos, son los entomopatógenos nativos de la región de interés (Gilliespie, 1988).

Importancia de analizar la diversidad de patógenos de insectos

Si los mejores biopesticidas son los patógenos de las plagas nativas de la región, es crítico anali-zar la diversidad entre los aislados de M. aniso-pliae para identificarlos adecuadamente me-diante su estudio sistemático en el laboratorio,

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lo que conduzca a la selección del mejor biopes-ticida para el CB de una plaga particular, el mejoramiento del biopesticida, y el estableci-miento de parámetros de calidad que permitan asegurar la identidad y eficiencia del biopesti-cida en la producción masiva a nivel industrial o semi-industrial y su posterior empleo en el campo. Esta biodiversidad ha sido analizada en varios entomopatógenos como Beauveria bas-siana (Aquino de Muro et al., 2003; Wang, et al., 2003), Pandora neoaphidis (Tymon et al., 2004), en el propio Metarhizium (Bidochka et al., 2001; Pantou et al., 2003), entre otros.

En nuestro laboratorio (Genética Molecular de Hongos, del Departamento de Biología de la Uni-versidad de Guanajuato) se analizó la diversidad de algunos aislados de M. anisopliae selecciona-dos por su eficiencia como biopesticidas. Se em-plearon aisl ados mexicanos (CARO4, originario de Guanajuato, eficiente contra plagas de suelo, y los aislados CARO7, CARO12 y CARO19, pro-venientes del estado de Colima, eficientes para el control de plagas de follaje) y algunos aislados originarios del sur del continente americano (Brasil) utilizados en el control de la garrapata del ganado vacuno Boophilus microplus.

Cómo determinar la biodiversidad de patógenos de insectos

En la literatura se han descrito diversas herra-mientas para establecer las características de un aislado particular que permita su identificación. Estos estudios pueden incluir la caracterización taxonómica clásica, la determinación de las carac-terísticas bioquímicas típicas (en el caso de ento-mopatógenos, marcadores enzimáticos de patoge-nicidad) y las características genéticas (Lacey, 1997; Tortora et al., 2007).

Características morfológicas

La taxonomía clásica de hongos se basa en las características morfológicas, por ejemplo, de las estructuras de reproducción (Lacey, 1997; Torto-ra et al., 2007). Esta herramienta es una primera aproximación para identificar organismos de un mismo género y en ocasiones puede ser útil para identificar la especie. Por ejemplo, en el estudio

de Entomophthorales, hongos patógenos de pla-gas, el análisis de la morfología de las conidias condujo a la identificación de las especies E. aphidis, E. planchoniana y E. thaxteriana quie-nes parasitan homópteros, E. sphaerosperma patógeno de lepidópteros y E. grylli, patógeno de ortópteros (Aruta et al., 1974).

En la figura 1a se muestra la morfología tí-pica de los conidios de M. anisopliae, los cuales son células cilíndricas de > 9 µm de longitud con un ligero adelgazamiento central, formando cadenas laterales muy largas y que en masa tie-nen una coloración verde olivo y de aspecto polvoso (figura 1b). Los conidios de todos los aislados de esta especie tienen exactamente la misma morfología, por lo que esta característi-ca, además de su capacidad de infectar y matar insectos (figura 1c, muestra una larva de Plute-lla xylostella sana y una infectada por M. ani-sopliae), permite concluir que son rasgos distin-tivos de M. anisopliae y que los aislados en es-tudio corresponden a este hongo.

Características bioquímicas; proteasas extrace-lulares como parámetro de diversidad

Las isoenzimas son proteínas con la misma ac-tividad bioquímica pero con peso molecular diferente, por lo que desde su descubrimiento se convirtieron en una buena herramienta como marcadores bioquímicos, más eficientes que los morfológicos, siendo un método adecuado para la caracterización de la diversidad y de relativo bajo costo. Cabe mencionar que una de sus des-ventajas es que en algunos casos el polimorfis-mo para ciertos sistemas isoenzimáticos es bajo.

Con la finalidad de conocer la diversidad en aislados de Beauveria bassiana (Tigano y Riba, 1990) y Metarhizium anisopliae (Riba et al., 1986) entre otras cepas de hongos entomopatógenos, se han realizado estudios de sistemas isoenzimáticos.

Para realizar este tipo de estudios es impor-tante elegir una actividad bioquímica sencilla de medir, que además sea característica del organis-mo en cuestión. En este sentido se ha descrito que M. anisopliae secreta proteasas, entre otras enzimas, para iniciar la penetración de la cutí-cula (estructura rígida externa del insecto) (Clarkson y Charnley, 1996). Las proteasas secre-

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Figura 1. Características de la cepa CARO19 de M. anisopliae. a) Conidios vistos al microscopio óptico, amplificación 40X. b) Aspecto de la colonia del hon-go. c) Plutella xylostella; una larva sana y otra muer-ta a causa de la infección de M. anisopliae. Imágenes propiedad del Laboratorio de Genética Molecular de Hongos, Universidad de Guanajuato.

Figura 2. Sistema isoenzimático de proteasas secreta-das por M. anisopliae. Las proteínas secretadas por los distintos aislados se separaron mediante electro-foresis y se reveló la actividad de proteasas. Carril 1, CARO4; carril 2, CARO19, carril 3, EG51; carril 4, CG33. Aislados mexicanos CARO4 y CARO19, aisla-dos brasileños EG51 y CG33. Imágenes propiedad del Laboratorio de Genética molecular de Hongos, Uni-versidad de Guanajuato.

tadas por el hongo son proteínas que degradan a las proteínas fibrilares (proteínas rígidas) presen-tes en la cutícula del insecto. Estas enzimas son importantes, ya que mediante métodos genéticos se puede promover que el hongo produzca y se-crete una mayor cantidad de proteasa, tornando a este patógeno más virulento y matando más rápido a los insectos infectados (St. Leger et al., 1996). Se ha descrito que M. anisopliae produce más de seis proteasas extracelulares, cada una de tamaño diferente, por lo que es interesante ana-lizar si el grupo de proteasas secretadas por cada aislado difieren entre sí, lo que ayudaría a la identificación del aislado particular. Para ello las proteínas secretadas por los distintos aislados se separaron por tamaño en una malla de acrilami-da denominada gel y se revelaron sólo las proteí-nas con actividad de proteasa. Los aislados mexicanos mostraron entre ellos el mismo patrón de bandas con actividad de proteasa, indepen-

dientemente de si provienen del estado de Gua-najuato o del de Colima (figura 2 carriles 1 y 2). Por su parte, los aislados brasileños también mostraron entre ellos un patrón similar de ban-das con actividad de proteasas (figura 2, carriles 3 y 4), siendo claramente diferente el patrón de bandas con actividad de proteasa de los aislados mexicanos del observado en los aislados brasile-ños (figura 2, comparar carriles 1 y 2 vs 3 y 4). En conclusión, en este caso la diversidad del sistema de isoenzimas con actividad de proteasa sirvió para identificar el origen geográfico de los aislados pero no fue lo suficientemente fino como para establecer diferencias entre aislados del mismo país o del mismo estado.

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Características genéticas: polimorfismo del gen PR1A

Otra estrategia que complementa la anterior, es investigar la diversidad del material genético de los individuos o aislados de un género y especie. En este aspecto, la genética molecular ha tenido un impacto muy fuerte gracias al potencial de la Reacción en Cadena de la Polimerasa (pCR), me-diante la cual es posible rescatar y analizar un fragmento específico de aDn, facilitando el estu-dio de la variabilidad del genoma. Teniendo como fundamento a la pCR se han desarrollado varias metodologías que permiten establecer una “hue-lla genética” que hace posible conocer la variabi-lidad genética en un grupo de cepas y la identi-ficación de cada una de ellas. Una de estas técnicas se denomina RAPDS (polimorfismo de fragmen-tos de aDn amplificados al azar), la cual se basa en la comparación del patrón de amplificación de fragmentos del genoma y se ha utilizado para estudiar la diversidad genética en cepas de los patógenos de insectos Beauveria bassiana (Mau-rer et al., 1997) y Metarhizium anisopliae (Bido-chka et al., 2001), en cepas del patógeno de plan-tas Fusarium oxysporum (Paavanen-Huhtala et al., 1999), para establecer las relaciones genéticas entre especies de los patógenos de plantas Typhu-la y Mycospaherella (Hsiang y Wu 2000; Carne-gie et al., 2001), entre otros. La amplificación de secuencias repetidas del genoma conocidas como minisatélites, ha permitido establecer la huella genética de individuos en varias especies; por ejemplo en análisis forenses de humanos y me-dicina legal (Jeffreys et al., 1991), así como en el patógeno de plantas Gremmeniella abietina (Hantula y Müller, 1997).

Otra alternativa es analizar la biodiversidad genética de las cepas con base en un gen especí-fico. En particular seleccionamos el gen PR1A, que codifica para la proteasa mayoritaria secre-tada por el hongo M. anisopliae durante la infec-ción de su hospedero. El análisis de las secuencias obtenidas, en comparación con la secuencia pre-viamente descrita del gen PR1A (número de acce-so AJ416688, http://www.ebi.ac.uk) de la cepa ARSEF820, mostró que hay diversidad genética entre cada uno de los aislados estudiados de M. anisopliae, indicando que cada aislado estudiado

representa una cepa distinta y sugiere que el aná-lisis de la secuencia del gen PR1A es suficiente para identificar a cada una de las cepas (García Esquivel, 2003). Recordemos que una cepa puede representar a un grupo de aislados que tienen el mismo genotipo.

En resumen, el uso de técnicas que nos permi-ten conocer las características morfológicas (prin-cipalmente conidios), características fisiológicas (su habilidad para reconocer y matar un hospede-ro), bioquímicas (perfil de isoenzimas como las proteasas) y genéticas (secuencia de genes especí-ficos o polimorfismos en segmentos del genoma) permite determinar la biodiversidad en M. aniso-pliae. El conocimiento de esta diversidad permite definir las cepas distintas presentes en los aislados en estudio, e identificar a cada una de ellas.

Conclusiones

Si se considera que la mejor forma de solucionar el problema de las plagas es mediante el restable-cimiento del equilibrio perdido, de manera que las especies que se transforman en plaga tengan enemigos naturales que controlen su número, es evidente que se requiere conocer más profunda-mente la biología de las especies involucradas (patógeno y hospedero), así como la estructura de las comunidades afectadas y su biodiversidad. Metarhizium anisopliae es uno de los hongos patógenos de insectos mejor conocidos y con alto potencial para usarse en el control de ciertas plagas. Este potencial puede ser debido, en parte, a la diversidad genética entre las cepas del hongo.

Cada una de las herramientas empleadas para analizar la biodiversidad de microorganismos de la misma especie proporciona información valio-sa, y el análisis de etiquetas genéticas, como el gen PR1A, parece ser suficiente para la identifica-ción inequívoca de las distintas cepas. Estas he-rramientas pueden ser utilizadas con confiabili-dad para que además de conocer la diversidad del hongo de interés se pueda garantizar la identidad de las cepas que estén en producción industrial para ser usadas en el CB de plagas o en los estudios con la finalidad de generar información relevante del proceso patogénico del hongo, que permita, a su vez y mediante manipulación genética, generar nuevas cepas más eficientes en el CB de plagas.

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Para establecer si la diversidad genética obser-vada en el gen PR1A pudiera estar relacionada con la capacidad de reconocer al hospedero es-pecífico o a la virulencia de cada cepa, sería

necesario hacer estudios manipulando genéti-camente los variantes de este gen para evaluar su papel en el proceso patogénico.

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maRisela C. zamoRa-maRtínez

HONGOS SILVESTRES COMESTIBLES

Introducción

Los hongos son elementos sobresalientes de todo ecosistema forestal debido a que desempeñan funciones de tipo ecológico y fisiológico que contribuyen al desarrollo de las poblaciones vegetales, en especial las arbóreas, ya que ac-túan como mediadores e integradores. La rele-vancia ecológica de las poblaciones fúngicas se suma al valor cultural y económico de éstas entre los habitantes de diversas regiones del mundo (Boa, 2005).

Diversidad fúngica

La diversidad fúngica a nivel mundial se estima en aproximadamente 1 500 000 especies, de las cuales a finales del siglo xx se conocía tan sólo 4.6% (Hawksworth, 1991), concentrándose el número de especies desconocidas en las regiones tropicales. En México, Guzmán (1998) calculó la riqueza fúngica en 200 000 especies; de ellas se han identificado alrededor de 3.3% (6 500), 2 000 micromicetos y 4 500 macromicetos, distribuidos en 28 entidades federativas con amplia predomi-nancia en las regiones tropicales y subtropicales, seguidas por los bosques de coníferas, encinos y con menor diversidad las zonas áridas y semiá-ridas (Villarreal y Pérez-Moreno, 1989).

La entidad tiene una superficie de 394 669 ha, cubierta por bosques templados, ambientes ricos en hongos macroscópicos, pero con pocos ejem-plares registrados en los herbarios nacionales, por lo que es difícil determinar la riqueza de especies de la entidad.

Hasta el momento se han identificado aproxi-madamente 260 géneros de macromicetos en el territorio guanajuatense, la mayoría procedentes de la Sierra de Santa Rosa y de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda (Doníz et al., 2004; Már-quez-Lucio et al., 2006). Los géneros mejor re-

presentados en las recolectas documentadas son Boletus (mazayel, panadero, cema, panza, etc.)(figura 1), Lactarius (enchilados) (figura 2), Rus-sula (trompas, catalinas, payasitos, etc.), Rama-ria (patitas de pájaro, escobetas, etc.) (figura 3) y Agaricus (sanjuanero, hongo de llano, etc.) (cuadro 1). Estos taxa agrupan a un número de especies comestibles de amplia distribución en los bosques de coníferas y de encinos, cuyo apro-vechamiento para autoconsumo y comercializa-ción es una práctica común entre los productores forestales del centro, sur y en algunas localida-des del norte de México. De manera complemen-taria a la información que presentan Medel et al., en la contribución “Hongos” del presente estudio de biodiversidad, y la revisada para esta contri-bución se han registrado 25 géneros y 40 espe-cies de hongos comestibles para Guanajuato. De acuerdo con otros trabajos sobre la entidad, como el de Segundo (2007), quien, al revisar la distri-bución actual y potencial del complejo Boletus

Figura 1. Boletus edulis (pambazo, cema, cemita, pancita, panadero de encino y pante).

Zamora-Martínez, M. C. 2012. “Hongos silvestres comestibles” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 90-93.

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Figura 3. Ramaria flava (escobeta amarilla, patita de pájaro).

Figura 2. Lactarius spp. (enchilado).

edulis a nivel nacional, estima una distribución de 31 724.93 ha para dicha especie en Guanajua-to, la cual se localiza comúnmente en los bosques de encino, mientras que su superficie potencial es de 120 122 ha (figura 3). Por otra parte, el hongo blanco de pino (Tricholoma magnivelare), especie de alto valor comercial, presenta una distribución potencial asociada a los bosques de pino-encino localizados dentro de los límites de la entidad (Zamora-Martínez y Nieto de Pascual-Pola, 2004).

Sin embargo, es evidente la falta de trabajo micológico en el estado, pese a que se ha enfa-tizado la importancia del conocimiento de los recursos forestales para su manejo sustentable

(Zamora-Martínez, 1999). La presión sobre los recursos forestales maderables y no maderables es fuerte, pues una buena proporción de los po-bladores tienen como fuente de subsistencia la agricultura, que complementan con productos de los bosques, entre los que destacan los hon-gos por su importancia ecológica, alimentaria, cultural y económica.

Esta problemática afecta de manera impor-tante los ecosistemas forestales, lo que propicia cambios en el uso del suelo y la extracción ma-derable sin que las áreas de aprovechamiento cuenten con programas de manejo. Lo anterior incide de manera negativa en la diversidad y abundancia de los macromicetos, en particular de aquellos que son ectomicorrícicos, puesto que la disminución de las masas arboladas im-pactan las poblaciones fúngicas, de manera particular en su diversidad a nivel del rodal (Lilleskov y Bruns, 2003). Por lo tanto, el re-curso micológico está en una situación de alta vulnerabilidad en la medida en que los bosques de la entidad continúen siendo explotados bajo esquemas no sustentables.

Desde el punto de vista ecológico, este grupo de organismos son importantes en la formación y estructura del suelo, ya que participan en el reci-claje de la materia orgánica. Asimismo, contribu-yen al mantenimiento del buen estado fitosanita-rio del bosque a través de la asociación simbiótica denominada ectomicorriza, relación que se esta-blece entre el hongo y las raíces de las plantas, principalmente coníferas y encinos, y ayuda a la planta a la absorción de agua y nutrimentos mi-nerales (principalmente fósforo y nitrógeno), ade-más de protegerla de organismos patógenos. A cambio, los hongos reciben energía en forma de azúcares, producto de la fotosíntesis de las plantas (Zamora-Martínez, 1999; Garibay, 2008).

En el aspecto alimentario los hongos son una fuente importante de proteína para la dieta de la población rural que habita en las áreas fores-tales, que por lo regular son núcleos humanos en condiciones de pobreza con altas necesidades nutricionales. Asimismo constituyen una alter-nativa de ingresos temporal para la economía familiar, toda vez que su venta total puede ge-nerar a una familia de recolectores recursos del

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Cuadro 1. Hongos comestibles registrados en el estado de Guanajuato.

1) Cerro El Zamorano; 2) kilómetro 22.5 de la carretera Guanajuato-Dolores Hidalgo; 3) Estación Las Palomas de la Cuenca La Esperanza. * Comestible en la zona; ** nom-059-semaRnat-2010.

Especie

Localidad Tipo de Vegetación

1 2 3 Encinar OyamentalOyamel y

encino

Agaricus placomyces Peck X X

Amanita gpo. caesarea sensu Guzmán y Ramírez-Guillén (2001) X X

Amanita flavoconia Atk. X X

Amanita fulva (Schaeff.) Pers. X X X X

Amanita rubescens (Pers.:Fr.) Gray X X X X

Amanita vaginata (Bull.: Fr.) Vitt. X X

Auricularia mesenterica (Gmel.: Fr.) Pers. X X

Boletus appendiculatus var. regius Honrad X

Boletus frostii Rusell X X

***Boletus pulverulentus Opat. X X

***Boletus subvelutipes Peck X X

Clavariadelphus truncatus (Quél.) Donk X X

Clavulina amethystina (Bull. : Fr.) Donk (menudo de vaca)* X X

Clitocybe gibba (Pers.: Fr.) P. Kumm. X X

Collybia butyracea (Bull.: Fr.) P. Kumm. X X X

C. peronata (Bolt.: Fr.) P. Kumm. X X

Gomphus floccosus (Schwein.) Singer X X

Gyromitra infula (Schaeff.: Fr.) Quél. X X

Helvella elastica Bull. ex St. – Amans X X

H. crispa (Scop.) Fr.

H. lacunosa Affz.: Fr. X X X X

Hygrophoropsis aurantiaca (Wulf.: Fr.) Schroet. X X

Laccaria bicolor (Maire) Orton X X

L. laccata (Scop.: Fr.) Berk. & Broome X X

Lactarius salmonicolor R. Heim & Leclair X X

L. scrobiculatus (Fr.) Fr. X X

Lepiota clypeolaria (Bull.: Fr.) P. Kumm. X X

Leucopaxillus gentianeus X X

Lycoperdon perlatum Per. ex Pers. (huevo)* X X

Melanoleuca melaleuca (Pers.: Fr.) Maire X X

**Morchella costata Pers.: Fr. X X

Pluteus cervinus (Schaeff.) P. Kumm. X X

Ramaria flava(Schaeff.: Fr.) Quél. X X

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orden de los 325 salarios mínimos por tempora-da de lluvias (Loza et al., 2000).

Conclusiones

Dada la relevancia ecológica y socioeconómica de los hongos silvestres comestibles es impor-

tante fomentar el desarrollo de investigaciones que permitan realizar el inventario y monitoreo de las poblaciones fúngicas del estado, con lo que se hará posible la generación de planes de manejo integrales y con mayores beneficios tanto para los productores, como para la con-servación de la biodiversidad de la entidad.

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FeRnanDo anaya velázquez | Felipe paDilla vaCa

AISLADOS DE DIFERENTE MORFOLOGÍA Y VIRULENCIA DE ALGUNOS PROTOZOARIOS PATÓGENOS.

Algunos microorganismos provocan enfermeda-des no solo en animales y plantas sino también en el ser humano (Hawksworth y Ritchie 1993). El estudio de la biodiversidad incluye a algunos microorganismos patógenos, que presentan una alta o baja virulencia, es decir, que poseen mayor o menor potencial de causar enfermedades.

Debido al alto riesgo de contagio y patoge-neicidad que enfrenta la población en nuestro país, en la actualidad existe un gran interés en el estudio de los organismos que provocan las enfermedades y en su tratamiento, por lo que diversas instituciones están desarrollando pro-yectos al respecto. En esta contribución se pre-sentan resultados relacionados con el parásito protozoario Trichomonas vaginalis en el que se muestra evidencia de que en dicha entidad exis-ten parásitos con diferente grado de virulencia.

La tricomoniasis urogenital es la enfermedad de transmisión sexual no viral más importante en el mundo, es causada en el ser humano por el protozoario Trichomonas vaginalis y se transmite por contacto sexual. El parásito se localiza en el tracto genital y urinario de la mujer o del hombre, en donde puede causar vaginitis o uretritis. A ni-vel global, la tricomoniasis es una de las enferme-dades de mayor morbilidad y su presencia se ha asociado a otros patógenos tales como el virus del sida y el del papiloma humano. Las tricomonas pueden presentar forma piriforme, ameboide, es-feroidal, elipsoidal u ovoidal, asociándose la for-ma ameboide con la expresión de la virulencia del parásito. A nivel nacional, la tricomoniasis ha ocupado un lugar preponderante entre las prime-ras causas de morbilidad (Sánchez y Zavala et al., 2003; Ingraham e Ingil, 1998).

El diagnóstico de la tricomoniasis en la mu-jer se realiza por examen directo y en fresco de la secreción vaginal observada al microscopio, obtenida de los fondos del saco vaginal lateral y posterior. En el hombre, la infección usual-

mente es asintomática y el examen debe reali-zarse de la secreción obtenida por la mañana antes de la primera micción. La identificación y diagnóstico de las tricomonas se realiza usual-mente por medio del análisis microscópico, identificando las formas móviles del parásito. Una dificultad de tal análisis es que las formas poco móviles del parásito pasan inadvertidas.

En cultivo, la forma de T. vaginalis más fre-cuente es la piriforme, pero las tricomonas prove-nientes de otros aislados clínicos presentan pará-sitos con alta capacidad de adherencia al sustrato, que son capaces de adquirir una apariencia ame-boide cuando se cultivan in vitro o se ponen a interaccionar con células epiteliales (González-Robles et al., 1995). El parásito mide de siete a 23 µm (promedio 13 µm) de longitud y transversal-mente de cinco a 12 µm (promedio 7 µm). Presen-ta cinco flagelos, cuatro de los cuales se localizan en la parte anterior mientras el quinto se extiende por el borde externo de la membrana ondulante del parasito. Los flagelos y la membrana ondulan-te proporcionan motilidad al parásito.

El conocimiento de la morfología, virulencia y características moleculares de los aislados clí-nicos y de las cepas establecidas de T. vaginalis en cultivo axénico (es decir, un cultivo en forma pura, sin la asociación de otros organismos) es importante para relacionar estos datos morfoló-gicos con las propiedades biológicas relacionadas con la virulencia, lo cual permite ampliar los conocimientos relacionados con la patogenicidad de las tricomonas (González-Robles et al., 2004).

Se ha analizado la morfología, la virulencia y las características moleculares de varias cepas de Trichomonas vaginalis, aisladas por el grupo de trabajo de mujeres del estado, y luego manteni-das en cultivo axénico, en el Laboratorio de Bio-logía del Parasitismo del Departamento de Biolo-gía de la División de Ciencias Naturales y Exac-tas de la Universidad de Guanajuato.

Anaya Velázquez, F. y F. Padilla-Vaca. 2012. “Aislados de diferente morfología y virulencia de algunos protozoarios patógenos” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 94-96.

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Las cepas analizadas se denominan: GT-1, GT-3, GT-6, GT-7, GT-8, GT-10, GT-11, GT-13, GT-13 PH3, GT-15, GT-20, GT-21 y GT-22 (aisladas de pacientes en los municipios de Guanajuato, Ira-puato, León y Celaya), las cuales se compararon con cepas de referencia denominadas nih y RFC de atCC (que fueron aisladas por otros autores en Estados Unidos). Las tricomonas fueron cultiva-das axénicamente en el medio TYI-S-33, en con-diciones establecidas por el grupo de trabajo (Padilla-Vaca et al., 1997).

Para la observación en fresco se prepararon sus-pensiones celulares en medio de cultivo a 37 °C con el propósito de permitir la expresión de su morfo-logía característica. En otros experimentos se investigó la virulencia observando su adherencia y efecto destructor sobre células epiteliales en cultivo y la producción de lesiones en ratones. Finalmente, se extrajo el aDn de las diferentes cepas de tricomonas y mediante la técnica de análisis denominada RAPD (por sus siglas en in-glés: Randomly amplified polymorphic Dna), que genera patrones de bandas polimórficas, se de-terminó la diversidad genética de las cepas.

En la mayoría de las muestras se logró obser-var por campo claro y contraste de fases, los flagelos, el núcleo, los hidrogenosomas y vacuo-las, así como el movimiento que presentan las tricomonas y sus flagelos, el cual varió según la cepa a la que correspondía, ya que algunas ce-

pas son muy adherentes y no presentan movi-miento notable.

Las cepas de T. vaginalis analizadas mostra-ron morfología piriforme y otras ameboide (Ana-ya Velázquez et al., 2008). Las primeras son mó-viles y poco adherentes y las segundas tienen poco movimiento y muestran mayor adherencia (figuras 1 y 2). Cuando se comparó la morfología de las cepas con la virulencia a nivel experimen-tal se encontró que las cepas ameboides son más virulentas, mientras que las cepas piriformes muestran poca virulencia (datos no mostrados).

Con respecto al polimorfismo genético de las cepas de tricomonas, se encontró que los patro-nes de bandeo son muy parecidos en todas las cepas del estado, sin importar si son piriformes o ameboides. Sin embargo, en la cepa nih de refe-rencia, que fue aislada en Estados Unidos, su pa-trón polimórfico fue muy diferente (figura 3).

El conocimiento de la biodiversidad de T. va-ginalis en el estado ha servido para diferenciar en muestras clínicas las tricomonas móviles y poco móviles que corresponden a las tricomonas de baja y alta virulencia, respectivamente, lo cual se comprobó en un proyecto de investiga-ción realizado en conjunto con el Laboratorio Estatal de Salud Pública al final de la década pasada, en el que se comprobó que las tricomo-nas poco móviles no se identifican adecuada-mente por microscopía pero sí por cultivo.

Figuras 1 y 2. Trofozozoítos (las formas móviles y activas del parásito) piriformes de la cepa GT-7 (izquierda) y mezcla de células piriformes y ameboides de la cepa GT-21 (derecha) (fotografía de Fernando Anaya Velázquez y Felipe Padilla Vaca).

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Figura 3. Patrones de amplificación de bandas po-limórficas (RAPD) de diferentes cepas de T. vagi-nalis aisladas del estado de Guanajuato y otras de referencia provenientes de Estados Unidos de América. La denominación GT-1 a GT-22, corre-sponde a las cepas locales aisladas por nosotros. nih y RFC, son cepas de referencia foráneas, obteni-das de ATCC (American Type Culture Collection).

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Sánchez, J. y J. Zavala. 2003. Fundamentos de microbio-logía y parasitología médica, 2ª ed. México, Méndez Editores, pp. 524-526.

Dada la alta frecuencia de la tricomoniasis urogenital en México, y en particular en Gua-najuato, y teniendo en cuenta que su presencia en los pacientes puede indicar la presencia de otros patógenos adquiridos también por conta-gio sexual, es necesario su monitoreo. De la

misma manera, la información obtenida nos habla de la necesidad de continuar las investi-gaciones para detectar aislados clínicos del pa-rásito en el estado que sean provenientes de otras latitudes, por ejemplo, por medio de la población migrante.

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seRGio zamuDio Ruiz

LA DIVERSIDAD VEGETAL

Introducción

La flora de una región está constituida por el conjunto de plantas que crecen de forma natural en su territorio, las cuales se agrupan e interac-túan de múltiples maneras, formando asociacio-nes diversas y complejas comunidades que se desarrollan estrechamente ligadas al clima y al suelo. Su importancia ecológica radica en su función como productores primarios, ya que son la base de las cadenas alimenticias; sin embargo, también brindan otros beneficios. Por ejemplo, juegan un importante papel en la formación del suelo, lo cubren y fijan evitando la erosión y también permiten que el agua de la lluvia se filtre alimentando los acuíferos; por otro lado aportan oxígeno a la atmósfera, con lo que ayu-dan a mantener su equilibrio gaseoso y, final-mente, constituyen el hábitat para los animales, incluyendo al ser humano, por lo que la vida en la Tierra depende por completo de ellas.

Se puede afirmar que el conocimiento de los recursos vegetales del estado de Guanajuato todavía es parcial, a pesar de que varios natu-ralistas, médicos y botánicos se han interesado en las plantas de esta entidad federativa desde finales del siglo xviii hasta nuestros días (Ca-rranza, 2005). La ubicación de la entidad en el centro de la República Mexicana y la extensa red de carreteras y brechas con que cuenta, no han sido suficientes para alentar la exploración de su territorio y estimular el estudio de sus recursos naturales.

Contrasta, en cambio, la extensión de las áreas agrícolas y pecuarias, la alta densidad po-blacional, el crecimiento de las zonas urbanas, así como las actividades industriales, que en conjunto han contribuido por un lado a la des-trucción y desaparición de la vegetación origi-nal de más de la mitad de la superficie del esta-do y, por el otro, a la profunda modificación y degradación de la cubierta vegetal que aún per-

manece en la entidad, lo que es muy evidente sobre todo en la parte central y sur del estado. Debido a estas circunstancias la vegetación se-cundaria predomina en grandes extensiones, en forma de matorrales, así como de pastizales in-ducidos y áreas dominadas por plantas invaso-ras que se comportan como malezas.

Es muy probable que debido a estas circuns-tancias el estado haya sido poco atractivo para los naturalistas y biólogos, quienes han mostra-do poco interés en realizar investigaciones so-bre los recursos naturales de esta entidad.

Antecedentes

De acuerdo con Rzedowski (1997), el número de colectores botánicos que han contribuido al cono-cimiento de la flora del estado apenas rebasa los 50 y muchos de ellos sólo estuvieron aquí circuns-tancialmente al dirigirse a otras regiones del país.

Dentro de los antecedentes más antiguos de las exploraciones y colectas de ejemplares botá-nicos, en el siglo xviii se registra la visita de José Mariano Mociño, médico y botánico mexicano, colaborador prominente de la Real Expedición Botánica a Nueva España, quien en 1790 realizó un viaje (en compañía de otros integrantes de la expedición) en el que visitó Querétaro, Gua-najuato y Michoacán. Entre las localidades de la entidad en las que realizaron colectas e ilustra-ciones de plantas figuran Guanajuato, Íxtla y Santa Rosa. Otro renombrado colector que visitó el estado a finales de ese siglo fue Luis Née, bo-tánico español de ascendencia francesa, miembro de la expedición de Malaspina, quien recorrió las costas de América entre 1789 y 1794. En 1791 Née desembarcó en Acapulco y exploró durante varios meses el interior de la Nueva España. En-tre otras localidades visitó Guanajuato, San Mi-guel de Allende, Salvatierra y Acámbaro.

Zamudio Ruiz, S. 2012. “La diversidad vegetal” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conoci-miento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 97-108.

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Durante el siglo xix, se puede mencionar a Lucas Alamán (1792-1853), estadista e historia-dor mexicano, nativo del estado, quien tenía interés en las plantas del lugar, por lo que co-lectó y envió al botánico suizo A.P. de Candolle un importante número de ejemplares, en su gran mayoría de diferentes localidades cercanas a la ciudad de Guanajuato. También se sabe que los destacados naturalistas europeos Alexander von Humboldt y Aimé J.A.G. Bonpland visitaron el estado en 1803, durante un viaje al volcán Jorullo; a su paso colectaron en localidades como Santa Rosa, Guanajuato y Salamanca. Otros colectores famosos de aquella época, que estuvieron viviendo o visitaron el estado, son Karl Theodor Hartweg (1837), Alfredo Dugès (1860-1910) y Cyrus G. Pringle (1891 y 1904). Es importante señalar que los ejemplares resul-tantes de las colectas de esta época histórica fueron depositados casi en su totalidad en her-barios del extranjero y existen muy pocos du-plicados representados en los herbarios mexica-nos (Rzedowski, 1997).

Entre los colectores botánicos que exploraron el estado durante el siglo xx se puede mencionar a Leslie Alva Kenoyer, botánico estadounidense, que en 1947 realizó importantes exploraciones en los alrededores de San Miguel de Allende, de la ciudad de Guanajuato, así como sobre la carre-tera entre San Luis de la Paz y Xichú. Rogers McVaugh, destacado botánico de Estados Unidos, iniciador de la Flora Novo-Galiciana, cuya área incluye entre otras regiones el occidente de Gua-najuato, exploró en 1949 la región de Santa Rosa y las montañas del sureste de San José Iturbide. En 1957 colectó sobre la carretera de San Luis de la Paz a Xichú y durante 1970 visitó diversas localidades del norte y del este de la entidad. En 1971 estuvo activo en el cerro Zamorano, ubica-do en los límites entre Guanajuato y Querétaro. Jean Kishler, estadounidense que residió en San Miguel de Allende durante muchos años, realizó colectas de materiales de herbario entre 1977 y 1984, primordialmente en los alrededores de San Miguel de Allende, pero también en otras porcio-nes del estado. El juego principal de sus ejempla-res se encuentra en el Herbario Nacional (mexu) del Instituto de Biología de la Universidad Nacio-nal Autónoma de México (Rzedowski, 1997).

En la segunda mitad del siglo xx las explo-raciones y colectas botánicas se intensificaron en Guanajuato. Algunos grupos particulares de plantas llamaron especialmente la atención de los colectores, entre ellos se encuentran las cac-táceas y crasuláceas que motivaron la realiza-ción de varias exploraciones (Little, 1948; Gold, 1954, 1967; Meyrán, 1966, 1970; Moran, 1971). Varios colectores relacionados con instituciones mexicanas empezaron a recorrer y explorar el territorio del estado; así se puede mencionar que en 1974 David Flores, médico mexicano, nativo de Salvatierra y ligado a la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Na-cional, colectó muestras de plantas en los mu-nicipios de Salvatierra y Tarimoro; en ese mis-mo año Rosaura Grether recolectó en la cuenca alta del río de La Laja al realizar el estudio eco-lógico de Mimosa biuncifera y Mimosa monan-cistra (Grether, 1974). Rivas (1980) exploró el municipio de Acámbaro al estudiar la vegeta-ción; de igual manera Hermilo Quero (1984) re-colectó especímenes de plantas al estudiar la vegetación de las serranías de la cuenca alta del río La Laja.

En los últimos 24 años la exploración botánica en Guanajuato se intensificó significativamente debido al desarrollo del proyecto Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, que incluye el territorio de los estados de Guanajuato, Querétaro y la por-ción norte de Michoacán. La finalidad de este pro-yecto es elaborar la flora de toda la región, inclu-yendo, además de los aspectos taxonómicos, in-formación ecológica con datos relativos a la abundancia y vulnerabilidad de las especies a la extinción. El proyecto se inició en 1985 con una campaña de colecta intensiva que terminó en 1991. Los resultados se publican en forma de fas-cículos en los que se describen las plantas de cada familia botánica. Entre los colectores asociados a este proyecto destacan Eleazar Carranza, Raquel Galván, Arturo Mora Benítez, Jerzy Rzedowski, Roberto Santillán Ibarra, Emma Ventura, Eutiquio López y otros más. Aunque la fase de colecta in-tensiva de la región concluyó en 1991, algunas de estas personas continúan con la exploración y co-lecta del área de manera selectiva e intermitente. La mayor parte de las muestras botánicas colecta-das durante estas exploraciones se encuentran

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depositadas en el Herbario del Centro Regional del Bajío del Instituto de Ecología, A.C. (ieB), ubicado en la ciudad de Pátzcuaro, Michoacán, y los du-plicados se han distribuido ampliamente a otros herbarios de México y del extranjero.

Entre 1991 y 1998 Charles Glass, renombrado estudioso de las suculentas mexicanas vivió en el ejido Alcocer, en San Miguel de Allende, y desde allí realizó numerosas expediciones para colectar cactáceas y otras suculentas en compa-ñía de un nutrido grupo de jóvenes. Entre los colectores asociados que lo acompañaron se en-cuentran: Mario Mendoza García, Elena Aguilar de Mendoza, Saúl Aguilar, Antonio Sierra Pi-chardo, Marcos Sierra Pichardo, Alonso García Luna, Juan Antonio García Luna, Humberto Fer-nández, Elías Jiménez Pérez, Luis Zarza López, Juan Carlos Sierra Mejía, Juan Córdoba y Emilio Mendoza Luna. Sus pesquisas dieron como resul-tado el descubrimiento de una gran variedad de nuevas especies, y la mayoría de los ejemplares colectados, incluyendo los tipos, se encuentran resguardados en el ieB (Sotomayor, 1998).

En esta etapa proliferaron también los estudios de tesis profesionales y las publicaciones de artí-culos en los que se hace referencia directa a las plantas de regiones particulares en el estado. En 1978 fue publicado un trabajo referente a la vege-tación forestal del estado (Pineda, 1978) y poste-riormente se realizaron otros estudios de vegeta-ción de alcance regional, como el estudio de la vegetación del municipio de Acámbaro (Rivas, 1980), la vegetación de las serranías de la cuenca alta del río de La Laja (Quero, 1984), un estudio del bosque tropical caducifolio en la región del Bajío (Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1987), la Hoya del Rincón de Parangueo (Aguilera, 1991), la vegetación y flora acuática de la laguna de Yu-riria (Ramos y Novelo, 1993), el estudio florístico de la Sierra de los Agustinos (Rubio, 1993), la flo-ra espontánea del Jardín Botánico El Charco del Ingenio (Meagher, 1994 y 2007), los pastizales calcífilos del estado de Guanajuato (Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1995), notas sobre la ve-getación y la flora del noreste del estado (Rze-dowski et al., 1996), estudio de la vegetación de la Sierra de Santa Rosa (Martínez, 1999), entre otros. Se cuenta con algunos trabajos de temas ecológi-cos o florísticos más específicos como el inventa-

rio de las plantas suculentas del estado (Galván et al., 1994), las plantas útiles del predio El Cortijo, Dolores Hidalgo (Ocampo-Velázquez, 1997) y las aportaciones de Carranza sobre varios aspectos de la flora estatal (Carranza, 1998, 2001, 2004), o la flora y fitogeografía del municipio de San José Iturbide (Gutiérrez-Gallegos, 2004), así como el manual de malezas de la región de Salvatierra (Calderón de Rzedowski y Rzedowski, 2004).

Es importante mencionar que además existen dos listados florísticos del estado: uno sobre las Pteridofitas del Bajío, en el que se mencionan 12 familias, 25 géneros y 65 especies para Gua-najuato (Díaz-Barriga y Palacios-Ríos, 1992) y otro sobre musgos que cita 22 familias, 62 géne-ros, 100 especies y 14 taxa infraespecíficos (Del-gadillo y Cárdenas, 1996).

Carranza (2005) hizo algunas estimaciones preliminares de la diversidad de las plantas vas-culares de Guanajuato, registrando la existencia de 166 familias, 786 géneros y 2 547 especies y recomendó conservar algunas áreas de particu-lar importancia en el estado.

Como resultado de las exploraciones y publi-caciones mencionadas el conocimiento de las plantas del estado ha mejorado notablemente; sin embargo, todavía no se tiene un inventario completo y con toda seguridad las exploraciones futuras revelarán la existencia de plantas que no se habían registrado anteriormente en el es-tado, e incluso no sería raro que aparecieran algunas plantas que aún no han sido descritas por los científicos.

Diversidad de plantas vasculares

Al actualizar la información existente sobre las plantas vasculares del estado, usando la base de datos del Herbario ieB y lo referido en la litera-tura revisada, se encontró que se registran hasta ahora 178 familias, 901 géneros y 2 786 especies (ver lista florística en apéndice 1); ob-servándose un incremento de 12 familias, 115 géneros y 239 especies, con respecto a las cifras dadas por Carranza (2005). Como se ha mencio-nado antes, estos números todavía no son defi-nitivos y con toda seguridad las cifras se incre-mentarán, ya que no se ha concluido el estudio de la flora y existen varias regiones en el estado

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que necesitan ser exploradas con mayor inten-sidad, por lo que se calcula que el número de especies vegetales de Guanajuato podría estar cercano a las 3 000. Si este dato se corrobora, la riqueza florística de Guanajuato se podría con-siderar moderadamente alta, tomando en cuen-ta que sería mayor que la de Aguascalientes con 1 200 especies y que la del Valle de México con 2 071 especies; sería de una magnitud semejan-te a la de Coahuila con 3 039 especies y Nuevo León con 3 175 especies, pero muy inferior a la de los estados más diversos de México como Chiapas que cuenta con 8 248 especies y Oaxa-ca con 8 431 (García-Mendoza et al., 2004; To-ledo, 1993, Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1989; Villarreal y Estrada, 2008).

Como se muestra en el cuadro 1, dentro de las plantas vasculares, las Angiospermas o plantas con flores son las más abundantes y di-versas en el estado y están representadas por 157 familias, 857 géneros y 2 642 especies; ellas predominan en todos los tipos de vegetación y se encuentran en todos los ambientes. Les si-guen en importancia las Pteridofitas, que agru-pan a los helechos y grupos afines, con 17 fa-milias, 38 géneros y 126 especies, las que en su mayor parte juegan un papel secundario en la composición de las comunidades vegetales del estado. Finalmente se encuentran las Gimnos-permas con cuatro familias, seis géneros y 18 especies, dentro de éstas destaca la familia Pi-naceae que participa con 11 especies que suelen ser dominantes en los bosques de oyamel, de pino y de pino-encino.

Como ocurre en muchas regiones de México, dentro del grupo de las plantas con flores o An-giospermas, las tres familias más ricas de la flora de Guanajuato son Compositae con 119 géneros y

Cuadro 1. Riqueza de plantas vasculares.

Fuente: Zamudio y Galván, 2011. Fuente: Zamudio y Galván, 2011.

462 especies, Gramineae con 83 géneros y 252 especies y Leguminosae con 58 géneros y 189 es-pecies; categorías taxonómicas que reúnen alre-dedor de 29% de todos los géneros y 32% de las especies, lo que las hace componentes importantes de todas las comunidades vegetales del estado. Otras familias importantes citadas en el cuadro 2, aunque en menor grado son: Cactaceae, Malva-ceae, Scrophulariaceae, Labiatae, Rubiaceae, Or-chidaceae, Solanaceae, Euphorbiaceae, Cyperaceae y Convolvulaceae.

En lo que se refiere a géneros (cuadro 3), destaca Euphorbia con 45 especies, Solanum con 43, Salvia con 42, Mammillaria con 35, Muhlen-bergia con 34 y Eupatorium con 33. La mayoría contienen plantas herbáceas y arbustivas con capacidad para crecer en diferentes ambientes. Destacan los géneros Mammillaria, que alcanza su máxima diversidad en los matorrales xerófi-los, y el género Quercus que, al contrario de los otros, posee principalmente árboles que suelen ser dominantes en los bosques de las regiones con climas templados.

La alta diversidad de plantas registrada en Guanajuato se debe en parte a que en el territo-

Familias Géneros Especies

Angiospermas 157 857 2 642

Gimnospermas 4 6 18

Pteridofitas 17 38 126

Totales 178 901 2 786

Familias Núm. Generos Núm. de Especies

Compositae 119 463

Gramineae 83 253

Leguminosae 58 189

Cactaceae 23 100

Malvaceae 23 56

Scrophulariaceae 21 43

Labiatae 20 76

Rubiaceae 19 45

Orchidaceae 19 34

Solanaceae 14 94

Euphorbiaceae 14 81

Cyperaceae 11 65

Convolvulaceae 9 57

Cuadro 2. Las 13 familias registradas para la flora vascular de Guanajuato con mayor núme-ro de géneros y de especies.

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Cuadro 3. Géneros de la flora vascular de Gua-najuato con mayor número de especies.

Cuadro 4. Número de géneros y especies de plantas vasculares en las regiones naturales de Guanajuato.

rio del estado confluyen tres de las provincias fisiográficas más importantes de México: la Mesa del Centro, el Eje Neovolcánico y la Sierra Madre Oriental, cada una con diferencias geo-lógicas, climáticas e históricas que las hacen poseedoras de una flora particular, por lo que aportan diferentes conjuntos de plantas que en-riquecen la flora estatal (Bárcenas, 1999; Ca-rranza, 2005; Rzedowski, 1996). Además, el alto grado de perturbación de las comunidades ve-getales, así como la extensión de los campos agrícolas, favorecen la introducción y creci-miento de numerosas malezas que incrementan la diversidad regional (Calderón de Rzedowski y Rzedowski, 2004).

Al evaluar la diversidad vegetal presente en cada una de las tres regiones fisiográficas (cua-dro 4), se observa que la mayor cantidad de géneros y de especies del estado (93% y 77%, respectivamente) se ubica en la Mesa del Centro, que es la región más extensa (90% de su terri-torio); aproximadamente tres cuartas partes de los géneros y un poco más de la mitad de las especies se han registrado de la Sierra Madre Oriental en el noreste, con una superficie cerca-na a 5% del total del estado; mientras que en el Eje Neovolcánico, que ocupa la menor extensión (alrededor de 2% de la superficie estatal), se en-listan 44% de los géneros y apenas 28% de las especies, encontrándose aquí la diversidad más baja (Carranza, 2005).

Es necesario aclarar que las relaciones geográ-ficas de la flora vascular del estado no se restrin-gen a estas tres regiones y al hacer un análisis más detallado se encuentra una mayor compleji-dad que la expresada anteriormente; algunos au-tores como Bárcernas (1999) y Rzedowski et al. (1996) han sugerido los siguientes grupos:

1. Plantas distribuidas principalmente en la región del desierto chihuahuense, que se extien-den hacia el sur hasta Guanajuato, Querétaro e Hidalgo. Aquí se ubican a las especies que for-man parte de los matorrales xerófilos cuyo cen-tro de distribución más característico es la región del desierto chihuahuense. De ellas se pueden mencionar: Acacia berlandieri, A. constricta, Acour-tia parryi, Antiphytum heliotropioides, Echinocactus horizonthalonius, Echinocereus cinerascens, E. pec-tinatus, E. pentalophus, Euphorbia antisyphilitica,

Género Núm. de especies % del total

Euphorbia 45 1.61

Solanum 43 1.56

Salvia 42 1.50

Mammillaria 35 1.25

Muhlenbergia 34 1.21

Eupatorium 33 1.18

Ipomoea 31 1.11

Quercus 31 1.11

Cyperus 30 1.07

Senecio 26 0.93

Totales 350 12.51

Núm. de géneros

% del total

Núm. de especies

% del total

Mesa del Centro 735 93 1 965 77

Sierra Madre Oriental

594 75 1 330 52

Eje Neovolcánico 348 44 705 28

Fuente: Zamudio y Galván, 2011.

Fuente: Carranza, 2005.

Fouquieria splendens, Hoffmannseggia watsonii, Koeberlinia spinosa, Larrea tridentata, Mammillaria candida, Neolloydia conoidea, Opuntia stenopetala, Prosopis laevigata, Quercus grisea, Salvia ballotae-flora, Senna mensicola y muchas más.

2. Plantas conocidas con anterioridad sola-mente de San Luis Potosí y áreas situadas aún más al norte de este estado, como: Acleisanthes nana, Baccharis ramiflora, Crataegus rosei, Mam-millaria hahniana, Mimosa similis, Mirabilis mul-tiflora, Pinus durangensis, Polygala macradenia, Villadia patula, entre otras.

3. Plantas características de la zona árida Queretano-Hidalguense, con extensión al norte de Guanajuato, entre las que se puede mencio-nar: Astrophytum ornatum, Bumelia altamira-

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noi, Casimiroa pubescens, Coryphantha erecta, C. jalpanensis, Dyscritothamnus filifolius, D. mirandae, Ferocactus glaucescens, Geniostemon coulteri, Heliotropium queretaroanum, Ipomoea rzedowskii, Mammillaria calacantha, M. elon-gata, M. hahniana, M. herrerae, M. longimam-ma, M. perbella, M. saetigera, Pachyphytum compactum, Pinguicula agnata, Pomaria glan-dulosa, Sedum corynephyllum, S. hemifusum, Senna guatemalensis var. hidalgensis, Strombo-cactus disciformis, Thelocactus leucanthus y Yucca queretaroensis.

4. Especies con distribución disyunta, que se distribuyen a ambos lados del Eje Neovolcánico y se extienden generalmente hasta las zonas áridas de Puebla y Oaxaca: Coryphantha radians, Echi-nocactus platyacanthus, Ferocactus latispinus, Isolatocereus dumortieri, Mammillaria uncinata, M. zephyranthoides, Mimosa aculeaticarpa, M. biuncifera, Myrtillocactus geometrizans, Opuntia hyptiacantha, O. imbricata, O. kleiniae, O. lasia-cantha, O. leptocaulis, O. pubescens, O. strepta-cantha, O. tomentosa, O. tunicata, Pereskiopsis diguetti, Stenocereus pruinosus.

5. Plantas esencialmente distribuidas a lo largo de la Sierra Madre Oriental, entre las que se men-cionan como ejemplo: Acacia parviflora, Capsicum ciliatum, Carya ovata var. mexicana, Decatropis bicolor, Echeveria bifurcata, Ferocactus echidne, Helietta parvifolia, Mimosa leucaenoides, Morkillia mexicana, Phymosia umbellata, Pithecellobium pa-llens, Quercus affinis, Robinsonella discolor, Rze-dowskia tolantongensis, Sedum calcicola, S. hultenii y Selenicereus spinulosus.

6. Plantas distribuidas en el Eje Neovolcánico. Estas especies poseen su centro de distribución en las regiones montañosas y cañadas del Eje Neovolcánico, aunque pueden extenderse a algu-nas cadenas montañosas aisladas de la Altipla-nicie Mexicana, e incluso a otras serranías del sur del país. Se distribuyen predominantemente en comunidades de bosques templados. Entre di-chas especies se citan: Altamiranoa mexicana, Aporocactus flagelliformis, Coryphantha clavata, Echeveria agavoides, E. secunda, Echinocereus po-lyacanthus, Mammillaria densispina, M. jaliscana, M. pettersonii, M. polythele, Peniocereus serpen-tinus, Sedum longipes, Stenocactus ochotere-nianus, S. phyllacanthus.

7. Plantas características de la tierra caliente de muchas regiones de México, que forman parte principalmente del bosque tropical caducifolio, pero que pueden encontrarse también en algunos matorrales xerófilos, como: Acacia farnesiana, Albizia occidentalis, Aphananthe monoica, Celtis iguanaea, Cissampelos pareira, Croton niveus, Guazuma ulmifolia, Lysiloma acapulcensis, Lysi-loma microphyllum, Parkinsonia aculeata, Piper amalago, Sapindus saponaria y muchas otras.

8. Especies endémicas. Restringidas a los lí-mites geopolíticos del estado. Un número redu-cido de 25 especies y dos variedades de plantas vasculares son exclusivas o endémicas de Gua-najuato. Muchos de estos taxa se han descrito como resultado de las exploraciones recientes y la mayoría sólo se conocen de la localidad típica o de zonas aledañas (cuadro 5). Entre estos 27 taxa destacan los pertenecientes a las familias Cactaceae (seis especies), Crassulaceae (seis es-pecies) y Compositae (dos especies y dos varie-dades). Sobresalen también Beaucarnea com-pacta y Calibanus glassianus, de la familia No-linaceae, por ser plantas arbustivas muy raras, con extraña forma de crecimiento.

Además de las plantas estrictamente endémi-cas a la entidad , existe un grupo de seis especies de distribución restringida, pero que amplían su área a Guanajuato y San Luis Potosí: Echeveria walpoleana (Familia Crassulaceae); Helianthe-mum pugae (Familia Cistaceae); Pachyphytum fitkaui (Familia Crassulaceae); Richardia ganda-rae Rzedowski. (Familia Rubiaceae); Sedum clau-seni (Familia Crassulaceae); Villadia acuta (Fa-milia Crassulaceae).

Por otra parte, también existen varias especies con áreas de distribución limitadas a los estados de Guanajuato y Querétaro, como: Baccharis zamoranensis (Familia Compositae); Genioste-mon atarjanum (Familia Gentianaceae); Glandu-licactus crassihamathus (Familia Cactaceae); Pachyphytum viride (Familia Crassulaceae); Priva ibugana (Familia Verbenaceae); Rubus macvaughianus (Familia Rosaceae); Sedum pacense (Familia Crassulaceae); Tetramerium carranzae (Familia Acanthaceae); Zigadenus neglectus (Familia Melianthaceae).

Muchas de estas plantas pertenecen a familias características de ambientes secos y habitan en

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Especie Municipio AM SMO Más edos.

Acourtia venturae L. Cabrera Victoria x

Arracacia macvaughii Mathias y Constance Tierra Blanca x

Bidens aequisquama var. guanajuatensis A. Gray Dolores Hidalgo x

Beaucarnea compacta L. Hern. y Zamudio Atarjea x

Calibanus glassianus L. Hern. y Zamudio Xichú x

Carlowrihtia venturae T. F. Daniel Victoria x

Chrysactinia luzmariae Rzedowski y Calderón Xichú x

Echeveria calderoniae Pérez-Cálix Ocampo x

Echeveria xichuensis López y Reyes Xichú x

Hechtia pretiosa Espejo y López- Ferrary Xichú x

Mammillaria albiflora (Werderm.) Backeb NDw x

Mammillaria duwei Rogoz. y P. J. Braun ND x

Mammillaria multihamata Boed ND x

Mammillaria schwarzii Shurly ND (norte del estado) x

Mammillaria zeilmanniana Boed S.M. Allende x

Pachyphytum brevifolium Rose Guanajuato x

Pachyphytum machucae I. García, Glass y Chazado Cuerámaro x Michoacán

Polianthes multicolor E. Solano y Dávila San Luis de la Paz x

Polypodium microgrammoides Mickel y A.R. Sm. Ocampo x

Portulaca guanajuatensis G. Ocampo Iturbide x

Potentilla butandae Rzedowski y Calderón Victoria x

Sedum glassii Pérez-Calix Victoria x

Sedum mocinianum Pérez-Cálix Acámbaro x

Sisyrinchium guanajuatense Ceja, Espejo y López-Ferrary San Luis de la Paz x

Stachys turneri Rzedowski y Calderón Victoria x

Turbinicarpus alonsoi Glass y S. Arias Xichú x

Zinnia acerosa var. guanajuatensis Rzedowski y Calderón San Luis de la Paz x

Total 13 14

Cuadro 5. Plantas endémicas del estado de Guanajuato.

Fuente: Zamudio y Galván, 2011.AM= Altiplanicie Mexicana; SMO= Sierra Madre Oriental; ND= No determinado.

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laderas muy inclinadas, taludes o paredes roco-sas con vegetación de matorrales xerófilos.

Desde el punto de vista de la distribución de las plantas endémicas de Guanajuato por regio-nes fisiográficas, la mayor parte se concentran en el noreste del estado, en la porción de la Sie-rra Madre Oriental, principalmente en los mu-nicipios de San Luis de la Paz, Victoria y Xichú. La alta concentración de endemismos aquí men-cionados se explica por la variabilidad en las condiciones ambientales ocasionada por la ac-cidentada topografía. Otro punto de concentra-ción de endemismos lo constituye el cerro Za-morano, ubicado en el límite de los estados de Guanajuato y Querétaro, que es una montaña que supera los 3 000 msnm, aislada de otras ca-denas montañosas (Carranza, 2005).

Por el contrario, es notable la escasez de este tipo de plantas en el sur y en el occidente del es-tado, donde el relieve es menos accidentado y las condiciones ambientales son más homogéneas, extendiéndose más allá de los límites estatales.

Plantas útiles

No se puede dejar de lado el papel que desempe-ñan muchas especies de plantas vasculares, sil-vestres o arraigadas en las zonas de mayor in-fluencia humana, como proveedoras de algún beneficio a la población, llámense medicinales, ornamentales, comestibles, usadas para proveer combustible o sombra. Por ejemplo, Estrada (1984) recopiló datos sobre 256 plantas utilizadas en la medicina tradicional del municipio de Doc-tor Mora, incluidas en 69 familias, de las cuales una buena parte son nativas del estado; Ocam-po-Velázquez (1997) realizó un estudio de las plantas útiles del predio El Cortijo, en el munici-pio de Dolores Hidalgo, y encontró que de 150 especies registradas en el bosque espinoso, 92% son especies útiles, entre las que recopiló infor-mación de 222 usos, incluidos en 20 categorías. Dicha autora encontró también que 51% tienen uso medicinal, 22% son forrajeras, 9% comesti-bles y 18% restante tiene diversos usos. Por su parte, al estudiar el género Ipomoea, Carranza (2001), encontró que 66.6% de las especies tiene un nombre común y más de 50% se utilizan como ornamentales, e igual número como medi-

cinales. Entre las especies nativas de Guanajuato destaca el “chilcuague” (Heliopsis longipes), planta cuya raíz se utiliza como saborizante, medicina e insecticida, que sólo crece en el no-reste del estado, norte de Querétaro y sur de San Luis Potosí, y que ha sido objeto de estudios desde mediados de siglo xx (Little, 1948) y que al parecer en la actualidad se empieza a cultivar en la zona (Carranza, 2005).

Ocampo-Velázquez (1997) concluye que es ne-cesario y urgente documentar el conocimiento tra-dicional ya que se está perdiendo, además de que el deterioro de los ecosistemas continúa trayendo como consecuencia la pérdida de la biodiversidad.

Malezas

Las plantas consideradas como “malezas” o “ma-las hierbas” son aquellas que crecen de forma espontánea entre las plantas cultivadas, compi-ten con ellas por espacio y nutrientes e interfie-ren en su crecimiento y producción, lo que oca-siona pérdidas a la agricultura, a la ganadería y a otros tipos de labor económica o doméstica; por lo que son reconocidas como nocivas para estas actividades humanas (Calderón de Rzedowski y Rzedowski, 2004).

No se ha cuantificado hasta ahora el número de malezas que crecen en el estado, pero se han hecho algunas estimaciones a nivel regional; por ejemplo, se calcula que alrededor de 9.5% de las plantas registradas en el listado florístico de los pastizales calcífilos de Guanajuato son malezas (Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1995) y la cifra se incrementa hasta 18% para la flora del jardín botánico El Charco del Inge-nio, en San Miguel de Allende (Meagher, 1994). Por su parte, Calderón de Rzedowski y Rze-dowski (2004), describen e ilustran 260 especies de malezas de la región de Salvatierra, y con respecto a su origen afirman que muchas son plantas que el hombre ha transportado intencio-nal o involuntariamente de un lugar a otro. Al-gunas han sido introducidas a México prove-nientes de otros países; por ejemplo, la higueri-lla (Ricinus communis), el castillo (Leonotis nepetifolia) y el pasto colorado (Melinis repens), fueron traídos de África; mientras que un buen contingente de malezas son especies de origen

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Diversidad de especies | 105

europeo y de la región mediterránea, como: el abrojo (Picris echioides), la alfalfa cimarrona (Melilotus alba), la avena cimarrona (Avena fa-tua), la carretilla (Medicago polymorpha), el diente de león (Taraxacum officinale), la lechona (Sonchus oleraceus), la lengua de vaca (Rumex pulcher), el llantén (Plantago major), la malva (Malva parviflora), la mostaza (Brassica rapa), el quiebra plato (Convolvulus arvensis) y el sa-ramago (Eruca vesicaria ssp. sativa). De menor cuantía son las introducidas desde Sudamérica, entre las que destacan la “buena moza” (Nico-tiana glauca), el lirio acuático (Eichhornia cras-sipes), la verbenosa (Acalypha infesta), entre otras muchas.

Sin embargo, más de la mitad de las especies de malezas de la región de Salvatierra son plantas nativas de México y Mesoamérica y muchas de ellas deben haber existido desde los tiempos prehispánicos. Este es el caso de la acei-tilla (Bidens pilosa), andan (Simsia amplexi-caule), chicalote (Argemone ochroleuca), cinco llagas (Tagetes lunulata), epazote (Chenopodium ambrosioides), estrellita (Galinsoga quadrira-diata), flor de elote (Castilleja arvensis), mirasol (Cosmos bipinnatus), quelite (Amaranthus hybridus), toloache (Datura stramonium), zarza (Sicyos microphyllus) y muchas otras.

Especies amenazadas o en peligro de extinción

Al comparar la lista de especies de plantas vasculares de Guanajuato con la Norma Oficial Mexicana nom-059-semaRnat-2010, se encontró que 44 especies se reconocen como amenaza-das o con protección especial de las cuales cinco se encuentran en peligro de extinción: Aporocactus flagelliformis, Diospyros xoloco-tzii, Hymenocallis concinna, Litsea glaucessens y Mammillaria herrerae se consideran en peli-gro de extinción. Como se aprecia en el cuadro 6, de estas especies, 31 son endémicas de Mé-xico o de áreas más reducidas dentro del terri-torio nacional y sólo cuatro tienen áreas de distribución que sobrepasa los límites geográ-ficos del país.

Bárcenas (1999), ya había señalado dentro de la familia Cactacea a las siguientes especies in-

cluidas en la Norma Mexicana:Aporocactus flagelliformis RAstrophytum ornatum AEchinocactus platyacanthus PHamatocactus crassihamatus AMammillaria candida AMammillaria hahniana AMammillaria herrerae PEMammillaria longimamma AMammillaria microhelia RMammillaria nana RMammillaria rettigiana RMammillaria schiedeana AMammillaria zeilmanniana RMammillaria zephyranthoides AStenocacthus coptogonus RStrombocactus disciformis AR = Rara, A = Amenazada, P = Sujeta a protec-ción especial, PE = Peligro de extinción.

El mismo autor sugiere otras especies que de-berían ser incluidas en la Norma Mexicana a: Coryphantha jalpanensis, Ferocactus macrodis-cus, Mammillaria herectohamata, Mammillaria multihamata, Mammillaria seildeliana, Stenocac-tus wippermanni y Turbinicarpus alonsoi.

Bárcenas (1999) también considera que algu-nas de estas cactáceas deberían de ser incluidas en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), por estar sometidas a grandes presiones de colecta con fines ornamen-tales. Dentro de dichas especies se pueden men-cionar: Hamatocactus crassihamatus, Mammilla-ria herrerae, Mammillaria longimamma, Mammi-llaria multihamata, Stenocactus coptogonus.

Por su parte, Martínez (1999) registra para la Sierra de Santa Rosa a las siguientes especies mencionadas en la nom-059-eCol-1994:Selaginella porphyrospora PEGentiana spathacea RZigadenus virescens R

Aunque son pocas las especies de Guanajua-to registradas hasta ahora en la Norma Mexica-na, esto no significa que el grueso de la flora estatal se encuentre en óptimas condiciones para su conservación y habrá que establecer programas de estudio y monitoreo permanentes para elaborar un diagnóstico más detallado de la situación de un amplio contingente de la flo-

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Cuadro 6. Especies de Guanajuato incluidas en alguna categoría en la Norma Oficial Mexicana nom-059-semaRnat-2010.

Familia Género Especie Categoría Distribución

Amarillidacea Hymenocallis concinna P Endémica de México

Cupressaceae Cupressus lusitanica Pr México y Centroamérica

Betulaceae Ostrya virginiana Pr Norteamérica

Cactaceae Aporocactus flagelliformis P Endémica de México

Cactaceae Astrophytum ornatum A Endémica de México

Cactaceae Coryphantha elephantidens A Endémica de México

Cactaceae Echinocactus platyacanthus Pr Endémica de México

Cactaceae Echinocereus pulchellus Pr Endémica de México

Cactaceae Glandulicactus crassihamatus A Endémica de México

Cactaceae Ferocactus histrix Pr Endémica de México

Cactaceae Mammillaria aurihamata Pr Endémica de México

Cactaceae Mammilaria bocasana Pr Endémica de México

Cactaceae Mammillaria candida A Endémica de México

Cactaceae Mammillaria erythrosperma A Endémica de México

Cactaceae Mammillaria hahniana A Endémica de México

Cactaceae Mammillaria herrerae P Endémica de México

Cactaceae Mammillaria longimamma A Endémica de México

Cactaceae Mammillaria microhelia Pr Endémica de México

Cactaceae Mammillaria nana Pr Endémica de México

Cactaceae Mammillaria parkinsonii Pr Endémica de México

Cactaceae Mammillaria rettigiana Pr Endémica de México

Cactaceae Mammillaria schiedeana A Endémica de México

Cactaceae Mammillaria zeilmanniana Pr Endémica de México

Cactaceae Mammillaria zephyranthoides A Endémica de México

Cactaceae Stenocactus coptogonus Pr Endémica de México

Cactaceae Strombocactus disciformis A Endémica de México

Cactaceae Thelocactus leucacanthus Pr Endémica de México

Compositae Dahlia scapigera Pr Endémica de México

Ebenaceae Diospyros xolocotzii P Endémica de México

Gentianaceae Gentiana spathaceae Pr Endémica de México

Fabaceae Trifolium wormskiolli A No endémica

Juncaginacea Triglochin mexicanum A No endémica

Lauraceae Litsea glaucescens P No endémica

Leguminosae Albizia plurijuga A Endémica de México

Leguminosae Erythrina coralloides A Endémica de México

Meliaceae Cedrela dugesii Pr Endémica de México

Melianthaceae Zigandenus virescens Pr No endémica

Nolinaceae Calibanus hookeri A Endémica de México

Nymphaceae Nymphaea gracilis A Endémica de México

Orchidaceae Galeottiella sarcoglossa Pr México y Guatemala

Orchidaceae Laelia speciosa Pr Endémica de México

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Cuadro 6. Continuación.

P = en peligro de extinción; Pr = sujeta a protección especial; A = amenazada.

ra local; sobre todo de las plantas raras o endé-micas, con distribución restringida a Guanajua-to y a alguno de los estados vecinos.

Agradecimientos

Deseo agradecer la valiosa ayuda de la M. en C. Karina M. Grajales Tam en la revisión de la lite-

ratura para la compilación y revisión de la lista florística del estado. Asimismo agradezco a la M. en C. Mirna Ambrosio por proporcionarme la información disponible sobre las plantas de Gua-najuato en la base de datos del Herbario ieB y al doctor Víctor W. Steinmann, por la revisión de las especies de la familia Euphorbiaceae.

Literatura citada

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Familia Género Especie Categoría Distribución

Palmae Brahea berlandieri Pr Endémica de México

Pyrolaceae Monotropa hypopitys Pr No endémica

Valerianaceae Valeriana pratensis Pr Endémica de México

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Diversidad de especies | 109

Raúl álvaRez veneGas

IMPORTANCIA DE LOS ESTUDIOS FILOGENÉTICOS EN LA BIODIVERSIDAD DE PLANTAS NATIVAS

La conservación de la biodiversidad tiene dos enfoques: preservar especies gravemente amena-zadas debido a lo reducido de su población o preservar el hábitat. La tarea científica puede reducirse entonces a escoger las localidades para su preservación, con el objetivo de proteger tal proporción de biodiversidad en el largo plazo (Crozier et al., 1999).

Aunque el enfoque anterior resulta útil para los objetivos inmediatos de conservación, consi-dera sólo una parte del problema. Por ejemplo, ¿serán las especies protegidas en áreas ricas en especies endémicas las correctas para el mante-nimiento futuro de la biodiversidad? O bien, ¿de-berá impulsarse la conservación de especies en regiones donde existen plantas o animales de uso potencial, por ejemplo, plantas con propiedades farmacéuticas? Si bien no existen aún respuestas a estas interrogantes, resulta imperativo incluir un componente filogenético explícito al concepto y medida de la biodiversidad, siendo la filogené-tica (determinación de la historia evolutiva de los organismos) una de las herramientas más efi-caces para determinar las áreas críticas que re-quieren de un sólido manejo ambiental y con el fin de proteger el proceso activo de la evolución contemporánea. Esta herramienta permite hacer predicciones de cualidades aún no observables que pueden ser directamente aplicables para la toma de decisiones en programas de conserva-ción. De esta forma, especies o taxones monotí-picos en un árbol filogenético a menudo hacen contribuciones relativamente grandes a la diver-sidad, por lo que deben obtener una alta prio-ridad en políticas de conservación (figura 1). Así, es necesario no sólo conservar tanta diversidad de especies como sea posible, sino también con-servar grupos de especies que incluyan tanta historia evolutiva como sea posible (Vane-Wright

AF267951 Mammillaria magnificaAF267953 Mammillaria haageanaAY545262 Mammillaria geminispiAF267949 Mammillaria karwinskiAF267957 Mammillaria vobumensAY545272 Mammillaria hitzilopAF267952 Mammillaria glassiiAF267954 Mammillaria plumosaAF267950 Mammillaria longimammAF267945 Mammillaria candidaAF267946 Mammillaria decipiensAF267944 Mammillaria beneckeiAY545326 Mammillaria tonalensiAF267948 Mammillaria jaliscanaAF267956 Mammillaria senilisAF267947 Mammillaria haleiAF267955 Mammillaria poselgeriAF267958 Mammillaria yaquensisAY545287 Mammillaria mazatlane

4563

5353

53

70

7950

95

47

58

79

9734

67

39

Figura 1. Ejemplo de la relación evolutiva de 19 especies pertenecientes al género Mammillaria con base en la secuencia intrónica del gene rpl16. De acuerdo a este ejemplo, especies monotípicas como M. huitzilopochtli poseerán una mayor his-toria evolutiva. Datos adicionales, información genética y un muestreo más intenso de especies endémicas mexicanas son necesarios con el fin de evaluar más robustamente estas especies. Los nombres de las especies son antecedidos por el número de acceso (GenBank) de las secuencias génicas. La historia evolutiva fue inferida utili-zando el método de Neighbor-Joining (NJ) y em-pleando el modelo “Maximum Composite Likeli-hood”. Para generar el árbol filogenético consenso se realizó el análisis de “bootstrap” con 1 000 ré-plicas. Los números en los nodos del árbol cor-responden al análisis de “bootstrap”. El análi-sis filogenético se llevó a cabo con el programa MEGA4. Fuente: Raúl Álvarez Venegas.

estuDio De Caso

Álvarez Venegas, R. 2012. “Importancia de los estudios filogenéticos en la biodiversidad de plantas nativas” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajua-to (iee), pp. 109-110.

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Literatura citada

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menos tres (Mammillaria albiflora, Mammillaria hahniana, Turbinicarpus alonsoi) se encuentran amenazadas o en peligro de extinción, resulta primordial determinar la contribución de estas especies a la diversidad, así como establecer su historia evolutiva.

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estuDio De Caso

mahinDa maRtínez | luis heRnánDez-sanDoval

PLANTAS ACUÁTICAS

Las plantas vasculares acuáticas constituyen un grupo de helechos, gimnospermas y angiosper-mas unidas exclusivamente por su afinidad al agua. Pueden ser plantas que sólo crecen dentro del agua (acuáticas estrictas), o bien que estén asociadas a suelos saturados (subacuáticas) y en ambos casos presentan adaptaciones morfológi-cas, anatómicas o fisiológicas para vivir en este medio. Algunas malezas son capaces de soportar periodos de inundación pero no se reconocen como acuáticas debido a que, por no presentar adaptaciones, mueren después de algún tiempo. Lot et al. (1993) estiman que en México hay 747 especies que crecen en aguas dulces, salobres o salinas, lo cual corresponde aproximadamente a 13% de la riqueza mundial. De plantas que se desarrollan exclusivamente en agua dulce, los mismos autores proponen que existen 733 espe-cies en el país. Por otro lado, Rzedowski (1992) considera que 3% de la flora fanerogámica de México es acuática, por lo que se calculan alre-dedor de 1 000 especies, de las cuales 15% son endémicas (Rzedowski, 1991).

Las plantas acuáticas se desarrollan prefe-rentemente en ambientes lénticos (aguas quie-tas) como lagos, presas y charcas. También crecen en ambientes lóticos (ríos y arroyos), pero prefieren las zonas de pozas y remansos (figura 1) que las aguas rápidas. Los árboles y arbustos de estas especies se establecen en las orillas de cualquier cuerpo de agua permanente, en las presas y los canales de riego, así como los bordos, que son los lugares más pobres en términos de número de especies, siendo casi siempre malezas las que ahí crecen.

Estas plantas son muy importantes en los lu-gares en los que se desarrollan, ya que aquellas que están sumergidas aportan importantes can-tidades de oxígeno al agua, mientras que las flotadoras evaporan agua y aumentan la sedi-mentación de partículas suspendidas. Los árbo-

les y las plantas herbáceas de los márgenes es-tabilizan los bordes, filtran el exceso de nu-trientes impidiendo que lleguen al agua y proporcionan sombra y refugio a la fauna. Mu-chas tienen alto potencial ornamental (como las Nymphaea o Sagittaria, figura 2) y varias se colectan para hacer artesanías, como los tules (Typha figura 3, Schoenoplectus). Lamentable-mente, las plantas acuáticas son más conocidas por los problemas que causan, ya que algunas especies, como el lirio acuático (Eichhornia crassipes), propician azolves, pérdida de espe-cies deseables (peces comestibles), aumento de fauna nociva (mosquitos y otros vectores de en-

Figura 1. Potamogeton nodosus, hierba enraizada sumergida en la que sobresalen hojas flotantes e inflorescencia, común en presas (fotografía de Ma-hinda Martínez).

Martínez, M. y L. G. Hernández-Sandoval. 2012. “Plantas acuáticas” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Na-cional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 111-114.

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Figura 2. Sagittaria longiloba, hierba enraizada emergente que se desarrolla en charcos temporales (fotografía de Mahinda Martínez).

fermedades) y deterioran en general los ambien-tes en los que se desarrollan.

Para Guanajuato, encontramos 104 especies de acuáticas y subacuáticas, seis de las cuales son helechos, una gimnosperma y el resto son angiospermas. Las formas de vida se encuen-tran enlistadas en el cuadro 1.

Las seis familias más diversas en Guanajua-to se encuentran en el cuadro 2. El resto de las familias tienen uno o dos géneros, con dos o tres especies cada uno, excepto por Juncaceace, que tiene un género con siete especies.

La mayoría de las plantas acuáticas de Gua-najuato son de amplia distribución, como suce-de en general con las acuáticas de México. Sin embargo, en el país se presentan dos especies endémicas, una de ellas endémica de Guanajua-to y probablemente extinta (Sibara mexicana) y otra a México (Utricularia perversa). Entre las plantas raras y que parecen estar en peligro de desaparecer del estado se pueden mencionar a

Figura 3. Typha latifolia, hierba enraizada emer-gente es una de las plantas acuáticas con mayor distribución en Guanajuato (fotografía de Mahinda Martínez).

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Diversidad de especies | 113

Cuadro 1. Formas de vida de las plantas acuáticas y subacuáticas, obtenidas a partir de este trabajo.

Fuente: Mahinda Martínez y Luis Hernández-Sandoval.

Fuente: Mahinda Martínez y Luis Hernández-Sandoval.

Cuadro 2. Las seis familias de plantas con más especies acuáticas y subacuáticas.

Formas de vidaNúm. de especies

Árboles y arbustos

Árboles 8

Arbustos 2

Herbáceas hidrófitas

Enraizadas emergentes (tallo, hojas y flores por encima del nivel de agua)

68

Enraizadas sumergidas 8

Libres flotadoras 8

Hojas flotantes 6

Tallos postrados 1

Libres sumergidas 3

Familias Géneros Especies

Cyperaceae 5 16

Poaceae 5 6

Asteraceae 5 6

Lemnaceae 3 5

Apiaceae 3 3

Pontederiaceae 2 5

Eriocaulon bilobatum, Sagittaria demersa, Utri-cularia foliosa, U. perversa y Polygonum amphi-bium. Algunas de estas especies se presentan de forma abundante en las localidades donde cre-cen, pero dado que son plantas de ambientes frecuentemente eliminados por construcción o desecación, pueden desaparecer rápidamente.

Distribución

En cuanto a su distribución, la mayor concen-tración de especies se encuentra en la laguna de Yuriria, municipio de Yuriria, donde Ramos-Ventura y Novelo (1993) encontraron 47 espe-cies de 25 familias de plantas vasculares. En los ambientes temporales, los charcos más diversos que se han colectado cuentan con ocho especies, lo que resulta muy pobre si se compara con al-gunos ambientes temporales descritos para Querétaro (Martínez y García, 2001), en los que se llegan a desarrollar hasta 31 especies. Es posible que esto se deba a la falta de un progra-ma más intenso de colecta, sin embargo, los charcos encontrados hasta la fecha abarcan superficies más pequeñas que los encontrados en Querétaro, lo cual puede explicar tales ob-servaciones. Los ríos son de los ambientes más pobres en cuanto al número de especies, ya que algunos ríos tienen ocho especies, mientras que en los más diversos se han encontrado hasta 14.

La conservación de las plantas acuáticas en Guanajuato es escasa. Muchos de los ambientes acuáticos (sobre todo ríos y presas) están con-taminados y presentan infestaciones de lirio, a veces de manera temporal, pero casi siempre permanente. En las zonas más azolvadas se es-tablecen tulares de Typha sp. que desplazan al resto de la vegetación. En algunos lugares que-dan todavía individuos de especies que se han extirpado recientemente de Querétaro, como Sagittaria latifolia. Probablemente sea Charco Azul, en el municipio de Xichú, una de las lo-calidades mejor conservadas.

Las principales amenazas para esta vegeta-ción son la desecación de los cuerpos de agua temporales, ya que muchas especies son exclusi-vas de estos ambientes. Asimismo, la contami-nación es un fenómeno que favorece el estable-cimiento de especies malezoides. Las estrategias

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fundamentales de conservación para las plantas acuáticas de Guanajuato son la conservación de ambientes temporales respetando las diferentes etapas de inundación y sequía, evitar el aumen-to de materia orgánica y fertilizantes en presas y ríos, y evitar la pérdida de la ribera en los

causes. Sin duda, es imprescindible establecer medidas que permitan proteger los ríos, evitar la tala del bosque ripario, controlar el lirio en los embalses y evitar que desequen los ambien-tes temporales.

Literatura citada

Lot, A., A. Novelo y P. Ramírez. 1993. “Diversity of mexi-can aquatic vascular plant flora”, en T.P. Ramamoor-thy, R. Bye y J. Fa (eds.), Biological diversity of Mexi-co: origins and distribution, Nueva York, Oxford University Press, pp. 557-591.

Martínez, M. y A. García-M. 2001. “Flora y Vegetación Acuática de localidades selectas del estado de Queré-taro”, Acta Botánica Mexicana 54: 1-23.

Ramos-Ventura L. y A. Novelo. 1993. “Vegetación y flora acuáticas de la Laguna de Yuriria, Guanajuato, Méxi-co”, Acta Botánica Mexicana 25: 61-79.

Rzedowski, J. 1991. “El endemismo de la flora fanerogá-mica mexicana: una apreciación analítica preliminar”, Acta Botánica Mexicana 15: 47-64.

—. 1992. “Diversidad y orígenes de la flora fanerogá-mica de México”, en G. Halffter (comp.), La diversidad biológica de Iberoamérica I. Xalapa, Instituto de Ecolo-gía, A.C. (Inecol), Acta Zoológica Mexicana, volumen especial: 313-335.

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Diversidad de especies | 115

JeRzy RzeDowski | GRaCiela CalDeRón De RzeDowski

LISTA PRELIMINAR DE ÁRBOLES SILVESTRES

En tiempos pretéritos, anteriores al desarrollo intensivo de la agricultura, de la ganadería y de la minería, aproximadamente la mitad del terri-torio del estado de Guanajuato poseía una cu-bierta vegetal arbolada.

Hoy esta superficie se ha reducido a menos de 10%, y de la mayor parte de los bosques no quedan sino escasos reductos. Muchas especies de árboles abundantes en épocas anteriores ya no son fáciles de encontrar y seguramente al-gunas se han extinguido por completo, al me-nos en la región.

En esta contribución se pretende presentar el inventario que se debe realizar de la diversidad actual de los árboles que se pueden encontrar cre-ciendo de forma silvestre en el estado. El censo se basa sustancialmente en los ejemplares existentes en el herbario del Centro Regional del Bajío del Instituto de Ecología, A.C. (ieB) y se apoya también en los trabajos de Rzedowski y Calderón de Rze-dowski (1987), de Rzedowski et al. (1996) y de Te-rrones Rincón et al. (2004). Dado el grado de avance del esfuerzo exploratorio del territorio del estado, es de esperar que incluye al menos 90% de la riqueza total correspondiente.

Para la integración de esta lista se han defi-nido dos categorías de plantas, no siempre fáci-les de diferenciar:

1. Las especies que se manifiestan por lo ge-neral en la entidad, como árboles, aunque a ve-ces pueden asumir la forma de arbusto.

2. Las que comúnmente se observan como arbustos, pero en ocasiones se presentan en ca-lidad de árboles.

Las del segundo conjunto se incluyen en el inventario para propósitos informativos, pero no se toman en cuenta en la siguiente discusión y apreciaciones numéricas.

De las 165 especies censadas, tres (Annona cherimola, Melia azedarach y Schinus molle) de-finitivamente no son nativas de México, y otras tres más (Carya illinoinensis, Parkinsonia acu-leata y Psidium guajava) no lo son, con toda probabilidad, de Guanajuato.

El conjunto de los verdaderos árboles signi-fica aproximadamente 6% de la flora fanerogá-mica del estado, proporción que supera la de muchas regiones del centro y norte del país, como el Valle de México (3.1%) y Coahuila (4.2%), aunque se queda muy atrás de la de su-reste de la República, como por ejemplo de Quintana Roo (23.3%) y de Tabasco (22.5%).

Los árboles silvestres del estado son de esta-tura baja a mediana y pocos son los que alcan-zan tallas mayores de 15 m. En su gran mayoría son caducifolios, aunque varía mucho entre ellos el largo de la temporada en que permane-cen sin follaje.

La lista anexa (cuadro 1) incluye el binomio científico de cada especie, seguido del nombre común más usado en la región. En algunos ca-sos no se ha logrado encontrar este último, por lo que a veces falta en el texto, o bien, el que figura procede de alguno de los estados vecinos. En el mismo renglón se proporciona la informa-ción correspondiente a la ubicación geográfica y ecológica del árbol en cuestión.

Rzedowski, J. y G. Calderón de Rzedowski. 2012. “Lista preliminar de árboles silvestres” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 115-124.

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Cuadro 1. Listado preliminar de árboles silvestres.

Nombre científico Rareza Nombre local baj ec pm sg vr

Abies religiosa (H.B.K.) Cham. & Schltdl. R pinabete x

* Acacia amentacea DC. gavia x

Acacia berlandieri Benth. mezquitillo x

Acacia coulteri Benth. guaje x

* Acacia farnesiana (L.) Willd. huizache x x x

Acacia mammifera Schltdl. R x

Acacia parviflora Little mezquitillo x

Acacia pennatula (Schltdl. & Cham.) Benth. tepame x x

Acacia schaffneri (S. Wats.) F.J. Herm. huizache chino x x

* Acaciella angustissima (Mill.) Britt. & Rose timbe x x

Acnistus arborescens (L.) Schltdl. R tomatillo x

Agonandra obtusifolia Standl. granadillo x

Agonandra racemosa (DC.) Standl. palo de peine x

Albizia occidentalis T.S. Brandegee palo blanco x

Alnus acuminata H.B.K. aile x

Alnus jorullensis H.B.K. aile x x

Annona cherimola Mill. chirimoya x

* Annona globiflora Schltdl. R chirimoyilla x

Aphananthe monoica (Hemsl.) Leroy R ajbate x

Aralia humilis Cav. hormiguillo x

* Aralia regeliana Marchal. R x

Arbutus arizonica (A. Gray) Sarg. madroño x

Arbutus tessellata Sorensen madroño x x

Arbutus xalapensis H.B.K. madroño x

Bauhinia coulteri var. arborescens Wunderlin manita de cabra x

Bauhinia macranthera Benth. ex Hemsl. pata de cabra x

Berberis gracilis Hartw. ex Benth. palo amarillo x

* Berberis moranensis Schultes & Schultes R palo amarillo x

Bernardia albida Lundell x

Brahea berlandieri Bartl. R palmito x

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Diversidad de especies | 117

Nombre científico Rareza Nombre local baj ec pm sg vr

Buddleja cordata H.B.K. tepozán x x

* Buddleja parviflora H.B.K. aguacatillo x x

Bursera bipinnata (DC.) Engl. copal chino x

Bursera cuneata (Schltdl.) Engl. copalillo x

* Bursera fagaroides (H.B.K.) Engl. xixote x x

Bursera galeottiana Engl. xiote colorado x

Bursera morelensis Ramírez palo colorado x

Bursera palmeri S. Wats. palo cuchara x

Bursera penicillata (DC.) Engl. copal x

Bursera simaruba (L.) Sarg. R chaca x

* Caesalpinia pringlei (Britt. & Rose) Standl. retama x

Capparis incana H.B.K. palo cenizo x

Carya illinoinensis (Wang.) K. Koch nogal pecanero x

Carya ovata var. mexicana (Engelm. ex Hemsl.) W.E. Manning

R coní x

* Casimiroa pubescens Ramírez zapotillo x

Casimiroa edulis Llave zapote blanco x x

* Ceanothus caeruleus Lag. tlaxiste x x

Cedrela dugesii S. Wats. nogalillo x x

Ceiba aesculifolia (H.B.K.) Britt. & Baker pochote x

Celtis caudata Planch. palo de zorra x x

Cercocarpus macrophyllus C.K. Schneid. huasteco x

* Chiococca alba (L.) Hitchc. R crucillo x

Cinnamomum pachypodum (Nees) Kostermans laurelillo x x

* Citharexylum altamiranum Greenm. x

* Citharexylum berlandieri B.L. Rob. pasilla x

Clethra mexicana DC. R jaboncillo x

Colubrina elliptica (Sw.) Brizicky & Stern amole x

* Colubrina greggii S. Wats. vara prieta x

Colubrina triflora Brongn. membrillo x

* Condalia velutina I.M. Johnst. granjeno rojo x

Cuadro 1. Continuación.

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Nombre científico Rareza Nombre local baj ec pm sg vr

Conzattia multiflora (B.L. Rob.) Standl. guajolote x

* Cordia boissieri DC. trompillo x

Cornus disciflora DC. mimbre prieto x

Cornus excelsa H.B.K. carindapaz x x

Crataegus mexicana DC. tejocote x x

Crataegus rosei Eggl. tejocote colorado x x

Croton reflexifolius H.B.K. huilote x

Cupressus lusitanica Mill. R cedro blanco x

* Decatropis bicolor (Zucc.) Raldk. cigarrillo x

* Dermatophyllum secundiflorum (Ort.) B.L. Turner patol x x

* Diphysa suberosa S. Wats. palo santo x

* Dodonaea viscosa (L.) Jacq. ocotillo x x x x

Ehretia latifolia DC. capulín blanco x

Erythrina coralloides DC. colorín x x

Esenbeckia berlandieri Baill. guayacán x

Euphorbia calyculata H.B.K. chupire x

Euphorbia tanquahuete Sessé & Moc. palo amarillo x

* Exostema caribaeum (Jacq.) Roem & Schult pimientillo x

Exothea paniculata (Juss.) Radlk. frutillo x

* Eysenhardtia polystachya (Ort.) Sarg. palo dulce x x x

Ficus cotinifolia H.B.K. amate x

Ficus jacqueliniae Carvajal & Peña-Pinela jalamate x

Ficus pertusa L.f. higuerón x

* Forestiera phillyreoides (Benth.) Torr. acebuche x x

Forestiera reticulata Torr. x

Fraxinus rufescens Lingelsh. palo blanco x x x x

Fraxinus uhdei (Wenzig) Lingelsh. fresno x

Garrya laurifolia Benth. palo azul x x

* Gochnatia magna M.C. Johnst. canastillo x

Guazuma ulmifolia Lam. aquiche x

Cuadro 1. Continuación.

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Nombre científico Rareza Nombre local baj ec pm sg vr

* Harpalyce arborescens A. Gray chicharillo x

Hauya elegans DC. R x

Havardia pallens (Benth.) Britt. & Rose tenaza x

* Helietta parvifolia (A. Gray) Benth. doxdhá x

Heliocarpus terebinthinaceus (DC.) Hochr. secua x

Ilex dugesii Fern. R naranjillo x

Ilex rubra S. Wats. aguacatillo loco x x

Ilex tolucana Hemsl. palo prieto x

Ipomoea murucoides Roem. & Schult. palo bobo x

Iresine cassiniiformis Schauer pico de pájaro x x

Isolatocereus dumortieri (Scheidw.) Backeberg órgano x

Juglans mollis Engelm. ex Hemsl. nogal x

Juniperus flaccida Schltdl. nebro x

Juniperus angosturana R.P. Adams cedro chino x

Juniperus martinezii Pérez de la Rosa cedro x

* Karwinskia humboldtiana (Roem. & Schult.) Zucc. tullidora x x

Krugiodendron ferreum (Vahl) Urban capulincillo x x

Leucaena macrophylla Benth. R guajillo x

Leucaena pallida Britt. & Rose R guaje x

Leucaena pulverulenta (Schtdl.) Benth. R efez x

Lippia myriocephala Schltdl. & Cham. palo tierra x x

* Litsea schaffneri Bartlett laurel x x

Lysiloma acapulcense (Kunth) Benth. tepehuaje x x

Lysiloma microphyllum Benth. palo de arco x x

Manihot caudata Greenm. teteque x

Melia azedarach L. paraíso x

Mimosa aculeaticarpa Ort. garabatillo x

* Mimosa benthamii S.J. Macbr. R tehuixtle x

Mimosa galeottii Benth. R espinerrero x

* Mimosa leucaenoides Benth. chaparro prieto x

Cuadro 1. Continuación.

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Nombre científico Rareza Nombre local baj ec pm sg vr

* Mimosa rhodocarpa (Britt. & Rose) R. Grether R espina de gato x

Morus celtidifolia H.B.K. R mora x

Myriocarpa brachystachys S. Wats. hincha huevos x

* Myrtillocactus geometrizans (Mart.) Consolle garambullo x x

* Neopringlea integrifolia (Hemsl.) S. Wats. vidrioso x

* Nicotiana glauca Graham buena moza x x x

* Nolina parviflora (H.B.K.) Hemsl R palmita x

* Opuntia hyptiacantha Weber nopal cascarón x x

* Opuntia jaliscana Bravo nopal x

* Opuntia lasiacantha Pfeiff. xoconostle x x

* Opuntia streptacantha Lem. nopal cardón x x

* Opuntia tomentosa Salm-Dyck nopal chamacuero x

Osmanthus americanus (L.) A. Gray R huesillo x

Parkinsonia aculeata L. junco x

Pavonia candida (DC.) Fryx. acahuita x

Persea chamissonis Mez R x

Persea liebmannii Mez R aguacatillo x

* Phyllanthus mocinianus Baill. x

Phyllostylon rhamnoides (Poisson) Taub. R cerón x

* Phymosia umbellata (Cav.) Kearney x

Pinus ayacahuite Ehrenb. ex Schltdl. R pinabete x

Pinus cembroides Zucc. piñón x x

Pinus devoniana Lindl. pino real x

Pinus durangensis Martínez pino blanco x

Pinus leiophylla Schltdl. & Cham. R pino chino x

Pinus lumholtzii B.L. Rob. & Fern. pino lacio x

Pinus montezumae Lamb. R pino x

Pinus pseudostrobus Lindl. R pino liso x

Pinus teocote Schltdl. & Cham. pino colorado x x

Pistacia mexicana H.B.K. lantrisco x x

Pithecellobium dulce (Roxb.) Benth. guamúchil x x

Cuadro 1. Continuación.

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Nombre científico Rareza Nombre local baj ec pm sg vr

Platanus mexicana Moric. álamo x

Plumeria rubra L. R cacaloxúchitl x

Populus tremuloides Michx. R pera x

Prosopis laevigata (Humb. & Bonp. ex Willd.) M.C. Johnst.

mezquite x x x

Prunus rhamnoides Koehne capulín loco x

Prunus serotina Ehrh. ssp. serotina duraznillo x

Prunus serotina ssp. capuli (Cav.) McVaugh capulín x

Prunus serotina ssp. virens (Woot. & Standl.) McVaugh

capulín borracho x

Pseudobombax ellipticum (H.B.K.) Dugand mocoque x

* Pseudosmodingium virletii (Baill.) Engl. R xhangua x

Psidium guajava L. guayaba x

* Ptelea trifoliata L. palo zorrillo x x

Quercus affinis Scheidw. encino escobillo x x

Quercus candicans Née R encino de asta x

Quercus castanea Née encino capulincillo x

* Quercus cordifolia Trel. encino chaparro x

Quercus crassifolia Humb. & Bonpl. encino roble x x

Quercus crassipes Humb. & Bonpl. encino saucillo x

Quercus deserticola Trel. encino chilillo x x

Quercus eduardi Trel. laurelillo x x

Quercus gentryi C.H. Mull. encino chilillo x

Quercus glaucoides Mart. & Gal. encino blanco x x

Quercus grisea Liebm. encino chino x x

Quercus jaralensis Trel. R encino x

Quercus jonesii Trel. roble x x

Quercus laceyi Small R encino x

Quercus laeta Liebm. encino x x

Quercus laurina Humb. & Bonpl. encino jarillo x x

Quercus mexicana Humb. & Bonpl. encino x x

* Quercus microphylla Née encino carrasco x x

Quercus obtusata Humb. & Bonpl. encino roble amarillo x x

Cuadro 1. Continuación.

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Nombre científico Rareza Nombre local baj ec pm sg vr

Quercus polymorpha Cham. & Schltdl. encino x

Quercus potosina Trel. encino bellota x x

Quercus pungens Liebm. R encino blanco x

Quercus resinosa Liebm. roble blanco x x

Quercus rugosa Née encino avellano x x

Quercus sideroxyla H.B.K. encino colorado x x

Quercus viminea Trel. encino laurelillo x

* Randia watsonii B.L. Rob. crucita x x

* Rhamnus serrata Humb. & Bonpl. ex Schultes x

* Rhus microphylla Engelm. ex A. Gray correosa x

* Rhus pachyrrhachis Hemsl. lantrisco x x

* Rhus schiedeana Schtdl. chongua x

Robinsonella discolor (Rose) E.G. Baker R x

Salix bonplandiana H.B.K. sauce x

Salix humboldtiana Willd. sauz x

* Salix paradoxa H.B.K. R x

* Salix schaffneri Schn. saucillo x x

* Salix taxifolia H.B.K. taray x

Sambucus nigra ssp. canadensis (L.) R. Bolli sauco x

Sapindus saponaria L. gualul x

Schinus molle L. pirú x x x

Schoepfia schreberi J.F. Gmel. tecolotillo x

Sebastiania pavoniana (Mull. Arg.) Mull. Arg. palo lechero x

Senna atomaria (L.) Irwin & Barneby palo hediondo x

* Senna guatemalensis var. hidalgensis Irwin & Barneby

R x

* Senna multiglandulosa (Jacq.) Irwin & Barneby retama china x

Senna polyantha (Colladon) Irwin & Barneby palo fierro x

* Senna septemtrionalis (Viviani) Irwin & Barneby cafecillo x

* Senna wislizeni var. painteri (Britt.) Irwin & Barneby R comsa x

Sesbania longifolia DC. R retama x

Cuadro 1. Continuación.

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Los asteriscos (*) señalan a las especies que mayormente se presentan en forma arbustiva.Abreviaturas:R-Indica que el árbol en cuestión es raro en Guanajuato, pues sólo se conoce en una o unas pocas poblaciones.baj–especie cuya(s) población(es) se encuentran en la región del Bajío, o sea en las porciones occidental y meridional del estado.ec–especie propia de bosques de encino o de coníferas de diversas partes del estado, sin incluir la Sierra Gorda.pm–especie propia de pastizales y matorrales xerófilos del norte y centro del estado.sg–especie cuya(s) población(es) se localizan en la porción de Guanajuato conocida como la Sierra Gorda (municipios de San Luis de la Paz, Victoria, Xichú, Atarjea y Santa Catarina).vr–especie propia de la vegetación riparia, o sea la que se localiza a lo largo de las corrientes de agua.

Nombre científico Rareza Nombre local baj ec pm sg vr

* Sideroxylon altamiranum (Rose & Standl.) Pennington capulín x

Sideroxylon palmeri (Rose) Pennington capulín prieto x

* Solanum erianthum D. Don sosa x

* Solanum madrense Fern. sosa x

Stenocereus queretaroensis (Weber) Buxb. pitayo x

Symplocos citrea Lex. R garrapato x

* Syringantha coulteri (Hook.f.) McDowell x

Taxodium mucronatum Ten. sabino x

* Tecoma stans (L.) Juss. ex H.B.K. tronadora x x

* Thevetia peruviana (Pers.) K. Schum. R petatillo x

Thevetia thevetioides (H.B.K.) K. Schum. fraile x

Trichilia havanensis Jacq. palo estribo x

Vauquelinia corymbosa Humb. & Bonpl. palo alto x

* Verbesina montanoifolia B.L. Rob. & Greenm. vara prieta x

* Vernonia paniculata DC. vara gruesa x x

Viburnum elatum Benth. pasilla x

Viguiera splendens Panero & E.E. Schilling trementinillo x

Viguiera quinqueradiata (DC.) A. Gray casitola x

* ximenia parviflora Benth. ciruelillo x

Yucca filifera Chabaud palma x x

* Zanthoxylum affine H.B.K. chivillo x

Cuadro 1. Continuación.

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124 | La Biodiversidad en Guanajuato

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Literatura citada

Rzedowski, J. y G. Calderón de Rzedowski. 1987. “El bosque tropical caducifolio de la región mexicana del Bajío”, Trace 12: 12-21.

—, G. Calderón de Rzedowski y R. Galván. 1996. “Nota sobre la vegetación y la flora del noreste del estado de Guanajuato”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo complementario XIV.

Terrones, R.T. del R., C. González Sánchez y S.A. Ríos Ruiz. 2004. Arbustivas nativas de uso múltiple de Guanajuato. Libro técnico núm. 2. Guanajuato, Insti-tuto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (iniFap), Campo Experimental Bajío.

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RolanDo t. BáRCenas | héCtoR m. heRnánDez

PATRONES DE DIVERSIDAD DE CACTÁCEAS: RETOS Y OPORTUNIDADES PARA SU CONSERVACIÓN

estuDio De Caso

embargo, una de las actividades más perturba-doras de la estabilidad natural de las poblaciones es la colecta ilegal selectiva de individuos y se-millas de especies amenazadas con fines comer-ciales y ornamentales (Bárcenas, 2003, 2006). Se ha calculado que alrededor de un tercio de las especies de cactáceas mexicanas se encuentran amenazadas de alguna manera (Hernández y Godínez, 1994; Hernández y Bárcenas, 1996).

Objetivos

Los objetivos centrales de este trabajo son con-tribuir a llenar el vacío existente en cuanto al conocimiento florístico de Guanajuato a través de la determinación de su diversidad cactológi-ca tanto a escala estatal como municipal, así como sintetizar la información disponible sobre el estado de conservación de las especies.

Métodos

Trabajo de Campo

En este estudio se realizó un trabajo de colecta extensivo dentro de la entidad, en donde se reunieron un total de 980 especímenes de cac-táceas provenientes de 140 localidades diferen-tes. El material botánico colectado se destinó a la producción de ejemplares de herbario por medio del secado convencional en estufas de gas butano y hornos de aire forzado. Los ejem-plares fueron depositados en el Herbario Nacio-nal de México (mexu), con algunos duplicados distribuidos al Herbario del Centro Regional del Bajío del Instituto de Ecología, A.C. (ieB) y al Herbario de la Arizona State University (asu).

Los análisis realizados incluyen los 980 nú-meros colectados durante el transcurso del tra-bajo de campo, además de 87 registros de espe-

Introducción

Centros de diversidad. La familia Cactaceae es originaria del continente Americano, en donde existen tres centros principales de diversidad de especies, uno en América del Norte, ubicado en la región centro-norte de México hasta el su-roeste de los Estados Unidos; otro en las zonas áridas y semiáridas del suroeste andino de Bo-livia, Perú, Chile y Argentina; y el tercero en una vasta región del noreste de Brasil. Dentro de estas regiones de diversidad destaca la posi-ción de México por ser el más importante centro de concentración de especies de cactáceas a nivel mundial, con un aproximado de 50 géne-ros y 650 especies (Hernández et al., 2004a, b; Hernández y Gómez-Hinostrosa, 2005; Hunt, 2006; Ortega-Baes et al., 2006).

En el país se reconocen dos áreas particular-mente ricas en especies y altos índices de ende-mismo: la región sureste y este del Desierto Chihuahuense y la Zona Árida Queretano-Hidal-guense, ubicadas éstas en las subregiones princi-pal y meridional del Desierto Chihuahuense (Hernández y Gómez-Hinostrosa, 2005), respec-tivamente. Estas regiones destacan además por ser poseedoras de las concentraciones más altas de cactáceas amenazadas y raras en el mundo (Hernández y Bárcenas, 1995, 1996).

Estado de amenaza

La familia de las cactáceas se encuentra entre los grupos de plantas más amenazados del mundo (Hernández et al., 1996). Los altos índices de endemismo, las bajas tasas de reclutamiento, es decir, el bajo número de individuos nuevos que se integran a la población por nacimiento o in-migración, y los largos ciclos de vida de las es-pecies las colocan en una posición de extrema vulnerabilidad frente a disturbios naturales. Sin

Bárcenas, R. T. y H. M. Hernández. 2012. “Patrones de diversidad de cactáceas: retos y oportunidades para su conservación” en La Biodiversidad en Gua-najuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 125-133.

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címenes depositados en otros herbarios, dando un total de 1 067 registros.

Resultados

Análisis florístico

Se reportan en el apéndice 1 un total de 21 géne-ros y 92 especies de cactáceas nativas para la entidad. Cabe mencionar la posible existencia en Guanajuato de algunas especies más no incluidas en el apéndice mencionado, lo cual se confirmará conforme avance la exploración botánica en el estado. Asimismo, existe todavía material herbo-rizado, principalmente de los géneros Mammilla-ria, Opuntia y Stenocactus, en espera de ser deter-minado, con lo cual la riqueza cactológica de Guanajuato podría incrementarse de entre 8 a 10%. De la misma forma, en las diferentes expe-diciones al campo se observaron especies que, aunque rigurosamente se encontraban fuera de los límites estatales, como Neobuxbaumia polylopha, se podría predecir su existencia dentro de los lí-mites geopolíticos del estado.

Guanajuato posee un gran contingente de especies de la subfamilia Cactoideae, en la que radica esencialmente la riqueza del estado, con

0 5 10 15 20 25 30 35 40

MammillariaOpuntia

CoryphanthaStenocactus

Ferocactus

Echinocereus

CylindropuntiaEchinocactus

StenocereusTurbinicarpus

Thelocactus

StrombocactusSelenicereus

PereskiopsisNyctocereusNeolloydia

MyrtillocactusIsolatocereus

Hamatocactus

AstrophytumAporocactus

13

35

10

5

5

4

4

2

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

Figura 1. Análisis de composición taxonómica. Fuente: Rolando T. Bárcenas y Héctor M. Hernández.

un total de 18 géneros y 74 especies. La subfa-milia Opuntioideae se encuentra representada únicamente por los géneros Pereskiopsis, Cylin-dropuntia y Opuntia que, en conjunto, aportan 18 especies. No se reportan especies de la subfa-milia Pereskioideae.

El análisis de composición taxonómica (figura 1) muestra la heterogénea distribución de la rique-za de especies por género. Cabe destacar que de los 21 géneros reportados, 12 están representados por una sola especie: Aporocactus, Astrophytum, Ha-matocactus, Isolatocereus, Myrtillocactus, Neollo-ydia, Nyctocereus, Pereskiopsis, Selenicereus, Strombocactus, Thelocactus y Turbinicarpus. De estos 12 géneros, tres son monotípicos, es decir, géneros con solamente una especie, Isolatocereus, Hamatocactus y Neolloydia. Estos 12 géneros con un solo representante en Guanajuato constituyen 57% de la diversidad genérica pero sólo contienen 13% de la diversidad específica del estado. En el extremo opuesto, existen tres géneros que consti-tuyen 14.3% de la diversidad genérica estatal pero concentran 63% de la diversidad específica, sien-do Mammillaria el género más rico con 38% (35 spp.) de la diversidad, mientras que Opuntia con 14.1% (13 spp.) y Coryphantha con 10.9% (10 spp.),

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ocupan el segundo y tercer lugar, respectivamen-te, en diversidad de especies del estado.

Estado de conservación

El estado de conservación de las especies de cactáceas de Guanajuato se estudió comparando las especies localizadas en el territorio estatal contra los listados oficiales reportados en la Norma Oficial Mexicana-059-semaRnat-2010 (Semarnat, 2010) y las especies incluidas en el apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites, 1973). Estos apéndices de la Cites incluyen en tres categorías diferentes a las especies de flora y fauna que por razones del comercio internacional podrían afectar el equilibrio natural de sus poblaciones naturales.

La nom-059-semaRnat-2010 enlista 19 especies de cactáceas presentes en la entidad incluidas en alguna categoría de protección. Nueve especies (apéndice 1) están catalogadas como amenaza-das, ocho se encuentran bajo protección especial y dos en peligro de extinción. Así, el 20.6% de la flora cactológica estatal está incluida en alguna categoría de protección a nivel nacional.

Con respecto a los apéndices de la Cites, la fa-milia completa se encuentra incluida en el apén-dice II, con excepción de las especies de los géne-ros Pereskia, Pereskiopsis y Quiabentia. Sin em-bargo, varias especies de cactáceas están incluidas en el apéndice I. En el caso de las cactáceas de Guanajuato solamente dos especies, Strombocac-tus disciformis y Turbinicarpus alonsoi (figura 2), se encuentran incluidas en el apéndice I.

Es importante mencionar en este contexto que el estado de conservación de todas las es-pecies de Guanajuato ya ha sido evaluado con los criterios recientes de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Global Cactus Assessment; http://gca.group.shef.ac.uk/ ). Los resultados estarán disponibles para su consulta en 2012.

Diversidad de especies por municipio

Se reportaron especies de cactáceas en sólo 30 de los 46 municipios del estado (apéndice 2). Los 16 municipios en donde no se encontraron

especies por falta de registros y falta de colecta son principalmente los municipios de la región del Bajío, en donde la mayor parte de la vegeta-ción natural ha sido devastada desde la coloni-zación española (Challenger, 1998). Sin embar-go, hay que reconocer que se podrían confirmar algunos registros cuando se realice trabajo de campo en esta región. El resto de los municipios poseen un variado número de especies, que oscila desde una hasta 46 especies, como es el caso de los municipios del norte (figura 3).

Como es de esperarse, la diversidad de cac-táceas se distribuye de manera diferencial en los municipios (figura 4). La región sur, es de-cir, los municipios pertenecientes a la región del Bajío, poseen de manera general la menor diversidad de especies. Sin embargo, dentro de los municipios del sur destacan Pénjamo y Acámbaro con 14 y 10 especies de cactáceas nativas, respectivamente. La diversidad de es-pecies desciende en los restantes municipios del sur, desde nueve especies en el municipio de Manuel Doblado, hasta una sola especie en el municipio de Jaral. Como se mencionó antes, podría ser que la baja diversidad de cactáceas en esta región se deba al gran impacto que la agricultura ha tenido sobre estas tierras.

Los municipios del norte (figura 4) son los más ricos en especies nativas de cactáceas. Esta región se puede subdividir en dos áreas importantes: la primera es la región noroeste, (figura 3), confor-mada por los municipios de Ocampo, León, Dolo-res Hidalgo, San Diego de la Unión, San Felipe y Guanajuato; la segunda es la noreste (figura 3), que comprende los municipios de Allende, San

Figura 2. Turbinicarpus alonsoi (fotografía de Ro-lando T. Bárcenas).

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Figura 3. Distribución de la diversidad de cactáceas por m

unicipios. Fuente: Rolando T. Bárcenas y H

éctor M. H

ernández.

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pecies de cactáceas (Hernández et al., 2004b). Dentro de los estados de la disyunta subregión Meridional (Hernández y Gómez-Hinostrosa, 2005), Guanajuato posee un menor número de especies y géneros que Querétaro, lo que posible-mente se deba a la ausencia, en el primero, de los elementos afines a tipos de vegetación más húme-dos, como los bosques mesófilos de montaña, así como a una menor diversidad cactológica de su vegetación xerófila. Guanajuato posee, sin embar-go, un mayor número de cactáceas que el estado de Hidalgo, aún cuando este estado posee tipos de vegetación no existentes en aquél, como los bos-ques mesófilos.

La diversidad de cactáceas encontrada en la entidad es producto de la convergencia de tres provincias fisiográficas importantes en el país: la Mesa del Centro, la Sierra Madre Oriental y el Eje Neovolcánico. Estas provincias poseen carac-terísticas geológicas y climáticas propias, apor-tando cada una repertorios distintivos de espe-cies que configuran un patrón complicado de distribución en el estado. Por otro lado, debido a su posición geográfica, las zonas xerófilas del estado posiblemente conformen una ruta impor-tante entre el cuerpo principal de la región del

Figura 4. Gráfico de la diversidad cactológica del estado. Fuente: Rolando T. Bárcenas y Héctor M. Hernández.

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50

San Luis de la PazVictoriaAllendeAtarjeaXichú

San FelipeLeón

OcampoSan José IturbideDolores Hidalgo

San Diego de la UniónTierra Blanca

PénjamoDoctor Mora

AcámbaroManuel Doblado

Apaseo El GrandeHuanímaro

JerécuaroValle de Santiago

Celaya

TarimoroGuanajuato

SalamancaSalvatierraUriangato

AbasoloComonfort

SilaoJaral

4046

3329

2721

171717

1616

1414

1110

98888

777

65

433

21

Luis de la Paz, Victoria, Xichú, Atarjea, Doctor Mora, Tierra Blanca y San José Iturbide.

La región noroeste posee riqueza de niveles variados: los municipios con mayor riqueza de especies son San Felipe con 21 especies, seguido de León y Ocampo con 17 especies cada uno, mientras el municipio con menor número de es-pecies de esta región es el de Guanajuato, con siete especies.

La región noreste concentra a los municipios más ricos en cactáceas de Guanajuato. Dentro de esta región destacan San Luis de la Paz con 46 especies, Victoria con 40 y San Miguel de Allende con 33. Municipios con niveles de riqueza inter-media dentro de esta región noreste son Atarjea con 29 y Xichú con 27 especies de cactáceas nati-vas. Tres municipios (Doctor Mora, Tierra Blanca y San José Iturbide) poseen riquezas comparati-vamente bajas, de entre 11, 14 y 17 especies, res-pectivamente (figura 4).

Discusión

Guanajuato se cataloga como el séptimo estado más rico dentro de la región del Desierto Chi-huahuense si consideramos el contingente de es-

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desierto Chihuahuense y la subregión Meridional de esta región. Sin embargo, los elementos xeró-filos afines a la región del desierto Chihuahuen-se distribuidos en Guanajuato (Rzedowski y Cal-derón de Rzedowski, 1988, 1995), sugieren, como se ha propuesto anteriormente (Medellín-Leal, 1982), una disyunción del cuerpo principal del Chihuahuense. Por otro lado, las cinco especies de cactáceas endémicas a Guanajuato (apéndice 1), le confieren un cierto grado de independencia florística a esta región, lo que supondría eventos de especiación por aislamiento geográfico.

Dentro del patrón de diversidad, destaca la riqueza de especies de la región noreste, y den-tro de esta área la riqueza de los municipios de San Luis de la Paz (46 spp.) y el de Victoria (40 spp.) los ubica como los centros más importan-tes de diversidad del estado. El municipio de San Luis de la Paz posee una especie menos de las reportadas para todo el estado de Nuevo Mé-xico, Estados Unidos, que es de 47 especies (Hernández et al., 2004b), pero concentradas en 0.65% del área de este estado estadounidense.

La riqueza de especies de la región noreste podría ser explicada por la prevalencia de un clima semiárido y una baja precipitación en la mayor parte de esta región; sin embargo, aunado a la convergencia de las provincias fisiográficas en el estado, los efectos históricos de las posibles contracciones y expansiones de la vegetación xe-rófila de la zona árida Queretano-Hidalguense posiblemente jugaron un papel central en la de-limitación de estos patrones de diversidad.

La mayor riqueza de especies de Guanajuato se encuentra en los matorrales xerófilos, alber-gando un contingente pequeño pero representa-tivo de especies endémicas, lo que apoya ideas previas (Rzedowski, 1962, 1991) en cuanto al incremento de los endemismos en las zonas ári-das del país, siendo estas zonas áridas las que han producido, mantienen y que actualmente siguen provocando grandes presiones de selec-ción que resultan en procesos de especiación.

Conservación

Cabe destacar que los municipios más ricos en cactáceas del estado, Victoria, Xichú, Atarjea y San Luis de la Paz, coinciden perfectamente con

la recién creada Reserva de la Biosfera de la Sierra Gorda de Guanajuato. Además, esta re-serva complementa a la adyacente Reserva de la Biosfera de la Sierra Gorda de Querétaro. Ambas áreas naturales protegidas en conjunto repre-sentan un núcleo de conservación de especies y recursos naturales de gran importancia en el centro del país.

Los municipios de Atarjea y Xichú colindan también con los municipios de Tolimán y Peña-miller, los que encierran a las regiones más ricas de cactáceas del estado de Querétaro. En conjun-to, los cuatro municipios más ricos de Guanajua-to y los dos de Querétaro, conforman la región más rica en cactáceas dentro de la región Meri-dional del desierto Chihuahuense. Sin embargo, el municipio de Tolimán, identificado como el poseedor de las zonas más ricas y del mayor nú-mero de especies de cactáceas amenazadas (Her-nández y Bárcenas, 1995, 1996; Hernández-Oria et al., 2007) no se encuentra dentro de la Reserva de la Biosfera de Querétaro.

Es necesaria la creación de áreas naturales accesorias para complementar el núcleo principal de las Reservas de la Biosfera de Guanajuato y Querétaro dentro de la región meridional y pro-teger a las especies endémicas excluidas de estas dos reservas. La región de Tolimán alberga espe-cies de cactáceas de distribución geográfica muy limitada y blanco continuo de la colecta ilegal.

Conclusiones

Por las especies de cactáceas encontradas en el estado se le considera como un centro de distribu-ción importante para la familia, particularmente la subfamilia Cactoideae. De la misma manera, el gran número de especies de Mammillaria (35 spp.) lo ubica como eje importante de distribución de especies de este género, solamente comparable con el estado de Querétaro, que posee 34 espe-cies; en ambos estados, junto con Hidalgo, se concentra la mayor diversidad de especies del género Mammillaria de todo el continente.

Al igual que lo observado en otros estudios (Hernández y Godínez, 1994; Hernández y Bár-cenas, 1995, 1996; Gómez-Hinostrosa y Her-nández, 2000; Hernández et al., 2001), en la entidad se encuentra un patrón de concentra-

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ción de especies en regiones particulares, como es el caso de la región noreste, que reúne la mayor diversidad de cactáceas del estado.

El clima y las características de la vegeta-ción, muchas veces contrastantes, han sido de gran importancia en la delimitación de los pa-trones de diversidad de las especies, siendo los matorrales xerófilos el tipo de vegetación que alberga la mayor riqueza de especies, es en estos matorrales de zonas áridas donde la especiación ha producido un importante contingente de es-pecies de características únicas y limitadas áreas de distribución.

Las zonas xerófilas del estado destacan pri-mordialmente por su riqueza de especies de cac-táceas pero, además, por ser una región con bajos índices de perturbación por actividades humanas, ya que el acceso a estas zonas es di-fícil (Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 1995; Rzedowski et al., 1996). Estas propiedades le confieren a la región características apropiadas para desarrollar proyectos de conservación, así como reservas naturales que salvaguarden su diversidad. La reciente creación de la Reserva de la Biosfera de la Sierra Gorda de Guanajuato (Semarnat, 2007) es un claro ejemplo de la in-tención de conservar los recursos naturales de regiones biogeográficas importantes en el país. Sin embargo, es necesario que las comunidades humanas que habitan dentro de la reserva jue-guen un papel central en la protección y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales. Es claro que sin la participación de las comunidades de la región, junto con varios otros actores, como los sectores académico y gubernamental, los trabajos de protección, in-vestigación y uso estarán destinados al fracaso, pues no se cumplirán los objetivos para los que fue creada esta importante área natural prote-gida. La realización de proyectos productivos sustentables y en armonía con el medio natural podrían contribuir a aliviar las grandes caren-cias sociales de esta región.

Aun cuando este trabajo ha sido el más com-pleto en el inventario de las especies de cactá-ceas, se recomienda incrementar los trabajos flo-rísticos y los proyectos de colecta sistemática en las áreas detectadas como centros de alta diver-sidad y riqueza dentro de las zonas áridas de la entidad. Sin embargo, proyectos paralelos de conservación in situ y ex situ, la creación de ban-cos de semillas, bancos de aDn, colección de plan-tas vivas, proyectos de propagación de especies con potencial ornamental y otras actividades deben ser implementados lo antes posible para aliviar las presiones de explotación excesiva y los otros factores que amenazan a las poblaciones naturales de la región.

La generación de proyectos de propagación comercial con certificación genética (Bárcenas y Hawkins, 2005; Bárcenas, 2006; Hughes et al., 2008) para el aprovechamiento sustentable de los diversos recursos de la reserva podrían ser una fuente de empleo y generar recursos económicos importantes para las diversas comunidades.

La riqueza de cactáceas de Guanajuato encie-rra especies únicas a escala global; por lo tanto, los esfuerzos para preservar y utilizar estos im-portantes recursos deben estar apoyados en el conocimiento científico y en una utilización inteligente de estos recursos naturales, con lo cual se podrá asegurar su protección y utiliza-ción a largo plazo para el beneficio de las gene-raciones actuales y futuras.

Los centros de diversidad nacional están cla-ramente identificados, sin embargo, es necesa-rio enfocar futuros trabajos a nivel estatal con el fin de conocer la distribución y diversidad de las entidades más profundamente. Este conoci-miento, ciertamente, sustentará la toma de de-cisiones futuras para la creación de nuevas áreas naturales protegidas o la modificación de algunas de las reservas ya establecidas en el país (Prado et al., 2010).

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Literatura citada

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estuDio De Caso

maRiCela Gómez sánChez

VEGETACIÓN Y FLORA VASCULAR DEL ZAMORANO: UNA APROXIMACIÓN

Introducción

El Zamorano es un macizo montañoso ígneo aislado que por el lado sur está enmarcado por una profunda barranca afluente del río Tolimán y tributario, a su vez, del Estórax. La parte baja tiene una altitud de 1 900 msnm y su cumbre asciende a los 3 400 msnm; se ubica en la Subprovincia Fisiográfica de Sierras y Llanuras del Norte de Guanajuato, en la Provincia Mesa del Centro, en las coordenadas 20º 54´ a 20º 56´ Latitud N y 100º 09´ a 100º 11 de Longitud O (Inegi, 1986). Este complejo montañoso expone su ladera noreste hacia los municipios Tierra Blanca y Santa Catarina, Guanajuato, y su lade-ra suroeste hacia el municipio de Colón, en el

estado de Querétaro, marcando el límite entre ambas entidades. Esta unidad cerril tiene una pendiente accidentada y enmarca condiciones especiales por la presencia de diferentes e innu-merables cañadas y vertientes. Esto propicia el establecimiento de microhábitats con condicio-nes especiales de temperatura, humedad y de suelo, lo que favorece una importante biodiver-sidad, en cuanto a la riqueza y endemismos de especies. En otro aspecto, el Zamorano es una de las zonas más húmedas del estado y contri-buye a la recarga de acuíferos que regulan el ciclo hidrológico de la región.

Figura 1. Bosque de Abies, parte alta del Zamorano con vista hacia el estado de Guanajuato (fotografía de Maricela Gómez).

Gómez Sánchez, M. 2012. “Vegetación y flora vascular del Zamorano: una aproximación” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 134-138.

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La información presentada en esta contribución proviene de investigaciones y exploraciones de varios años que se hicieron con la finalidad de inventariar la flora vascular del Zamorano y conformar una base de datos con las especies registradas (Gómez-Sánchez, 1997).

Los sitios de colecta se seleccionaron con apoyo en fotografías aéreas, revisión cartográfi-ca y recorridos exploratorios, conforme el gradiente altitudinal, la exposición y los tipos de vegetación. El material botánico colectado se depositó en el herbario de la Universidad Autóno-ma de Querétaro (qmex) y el listado de especies se presenta en el apéndice 1. Otros resultados y una base de datos pueden consultarse en Gómez Sánchez (1997).

Tipos de vegetación

Matorral mediano espinoso

Este tipo de vegetación se localiza entre los 2 600 y 2 800 msnm, en áreas xerofíticas, accidentadas y con gran pedregosidad. Especies de los géneros Mimosa, Acacia, Agave, Dasylirion, Ferocactus, Hechtia y Opuntia dominan el paisaje floreciendo al final de la estación seca (febrero-abril). Milla y otras monocotiledóneas bulbosas emergen al iniciar la estación lluviosa.

Matorral rosetófilo

Esta vegetación cubre un área pequeña y muy localizada en la parte baja con especies de Agave, Dasylirion, Hechtia, Opuntia, Ferocactus y Mam-millaria. La presencia aislada de elementos de Quercus (encinos), Arctostaphylos, Mimosa, Aca-cia (huizaches) y Senna son comunes.

Bosque de galería

Esta vegetación sigue las áreas de escurrimientos y arroyos en la parte baja, donde Salix bonplan-diana (sabino) y Populus tremuloides (álamos) son dominantes. Algunas herbáceas de los géne-ros Salvia y Cirsium son frecuentes. Sobre los acantilados y rocas con escurrimientos es notoria la presencia de Echeveria mucronata, E. secunda, Pleopeltis polylepis y Sedum greggii.

Bosque de encino (Quercus)

Este bosque se localiza en las partes baja y media del complejo, entre los 2 000 y 2 900 msnm. Es común la presencia en cañadas, barrancas y acantilados con especies herbáceas y algunas suculentas. Como también señalan Zamudio y colaboradores (1992), los encinos habitan en las porciones bajas como rodales dispersos siendo casi arbustivos y de hoja pequeña. En este tipo de vegetación dominan Quercus rugosa, Q. potosina, Q. laurina, Q. eduardii, Arbutus xalapensis y Alnus jorullensis. En el estrato arbus-tivo se pueden encontrar especies de Agave, Dasylirion, Dalea, Senecio y Arctostaphylos. En el estrato herbáceo destacan especies de los géneros Arracacia, Dahlia, Lupinus, Oxalis, Physalis, Penstemon, Salvia, Senecio, Solanum y algunas Pteridofitas.

En la estación lluviosa la fisonomía contras-ta fuertemente por la floración de Tillandsia erubescens sobre árboles de encino. Los acanti-lados albergan especies de tallos suculentos como Sedum, Echeveria, Opuntia, Mammillaria y algunas Pteridofitas.

Bosque de Abies religiosa

En la parte más alta y abrupta, el Zamorano al-berga este bosque entre los 2 800 y 3 400 msnm. Es un bosque bien definido, siendo la parte más húmeda del área. Existe una gran cantidad de vertientes, cañadas y barrancas. El suelo es acci-dentado y la pendiente es elevada. Abies religiosa (abeto u oyamel) domina este bosque pero son también notorios otros elementos de la flora, tales como el aile (Alnus jorullensis), pino (Pinus hart-wegii) y encino (Quercus laurina, Q. rugosa). Otras especies presentes son Agave filifera, Brickellia veronicifolia, Baccharis zamoranensis, Eupato-rium schaffneri, Rubus mcvaugianus, Cirsium za-moranense, Salvia elegans, S. microphylla, Rolda-na angulifolia, R. barba-johannis. Durante la épo-ca lluviosa, el estrato herbáceo es muy diverso, destacando especies pertenecientes a los géneros Arenaria, Castilleja, Conopholis, Cuphea, Echean-dia, Garrya, Geranium, Lupinus, Oxalis, Penste-mon, Pinguicula, Phaseolus, Physalis, Salvia, Sis-yrinchium, Stachys, Solanum, Tigridia y algunas pteridofitas. En algunas cañadas y acantilados se

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observan especies de los géneros Cheilanthes, Echeveria, Polypodium, Sedum, Selaginella y Woodsia. La diversidad y fenología está determi-nada por el ciclo de lluvias, de mayo a octubre.

Composición florística

La flora vascular del Zamorano agrupa hasta ahora 74 familias, 186 géneros, 311 especies, cin-co subespecies y ocho variedades (cuadro 1). De los grupos representados, las dicotiledóneas con-tienen el mayor número de taxa. Las cinco fami-lias más ricas de esta flora albergan 37% de la totalidad de especies. De manera notable Astera-ceae (Compositae) encabeza las cifras, ya que es casi tres veces más numerosa que Poaceae y La-miaceae; entre los géneros más ricos en especies destaca Salvia (cuadro 2). La zona alberga 12% de la riqueza de especies estimadas de Guanajua-to, según las cifras de Carranza (2005), y 13% de la estimada para Querétaro, según las cifras de Argüelles et al. (1991). Las exploraciones en esta unidad montañosa se siguen realizando, por lo que estas cifras podrían incrementarse.

Ésta es una zona importante de endemismos. La parte más alta alberga un conjunto de especies de distribución restringida, algunas de ellas con alguna categoría de protección, de acuerdo con la nom-059-semaRnat-2010 (nom-059). Baccharis za-moranensis, Cirsium zamoranense y Rubus mcvaughianus representan endemismos muy es-trechos (Rzedowski, 1972, 1994), ya que se han observado poblaciones muy reducidas (de no más

Cuadro 1. Participación cuantitativa de la flora vascular en el Zamorano.

de 20 individuos) y es posible que la especie se encuentre en peligro de extinción, aunque no se encuentran en la nom-059. Mammillaria microhe-lia es una especie microendémica conocida sola-mente de la localidad tipo, específicamente de la parte alta del Zamorano y está sujeta a protección especial (nom-059). Ferocactus histrix se encuentra en la categoría sujeta a protección especial (nom-059) y Mammillaria rhodantha subsp. aureiceps, en la categoría de amenazada, siendo esta última endémica de México. Opuntia scheeri es escasa y ya no se ha vuelto a colectar, probablemente se encuentra extinta. Coryphantha clavata, Mammi-llaria muehlenpfordtii, M. pettersonii, M. polythe-le subsp. obconella y M. uncinata son especies ornamentales, escasas y vulnerables por el saqueo y las actividades humanas. Como también sugiere Scheinvar (2004), estas especies ameritan protec-ción especial y algún programa de propagación in situ. Valeriana zamoranensis se describió (Rze-dowski y Calderón de Rzedowski, 2003) a partir de dos especímenes obtenidos en 1989 procedentes de una pequeña área de la cumbre, siendo esta especie rara, la que a pesar de búsquedas especia-les no se ha colectado nuevamente.

Como también señalaron Carranza y Madri-gal (1995) Alnus jorullensis var. jorullensis es una especie que aunque no se encuentra enlis-tada en alguna categoría de protección, sus po-blaciones están muy localizadas y una colecta intensiva y descontrolada podría dañar seria-mente estas poblaciones de aile. Llama la aten-ción Tauschia alpina, pues era conocida sola-

Grupos Familias Géneros Especies Subespecies Variedades

Pteridofitas 7 13 18 - 1

Gimnospermas 1 2 5 - -

Dicotiledóneas 53 139 229 5 4

Monocotiledóneas 13 32 59 - 3

Total 74 186 311 5 8

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Cuadro 2. Familias y géneros de la flora vascular del Zamorano con mayor riqueza de especies.

mente de praderas alpinas de los estados de México, Veracruz y Tlaxcala.

Por otra parte, Sisyrrinchium platyphyllum se consideraba extinta, pues desde 1902 no se había colectado, no obstante hay evidencia reciente de la existencia de la especie.

La presencia y concentración de estas espe-cies restringidas obedecen a las condiciones ambientales tan especiales que aíslan al com-plejo montañoso del Zamorano.

Sitios con mayor riqueza de especies de flora

Las comunidades vegetales del bosque de Abies (abeto), el bosque de Quercus (encinos) y el ma-torral rosetófilo presentan cambios de acuerdo con las estaciones del año, siendo más notoria durante la época de primavera-verano debido a la incidencia de las lluvias, periodo de floración de diversas monocotiledóneas anuales y dicoti-ledóneas efímeras o bulbosas, lo que conlleva una mayor riqueza de especies durante este tiem-po, siendo este incremento más notorio en los estratos bajos de la vegetación.

Las áreas de baja insolación y protegidas de los fuertes vientos, tales como cañadas o peque-

ños cañones, conservan mayor humedad y son el refugio de numerosas especies. El bosque de Abies destaca por la presencia de endemismos y especies de distribución restringida.

Amenazas a la biodiversidad del Zamorano

El matorral espinoso y el matorral rosetófilo son las áreas más perturbadas por la introducción de ganado y extracción de especies forrajeras y ali-menticias durante la estación seca. Las partes bajas del complejo cerril, sobre todo aquellas ale-dañas a las comunidades humanas, son alteradas por la apertura de áreas para la agricultura de temporal que después son abandonadas. Aquí, las especies invasoras como Dodonaea viscosa y di-versas especies de las familias Asteraceae y Poaceae son notorias. Durante el invierno, pre-viamente a los festejos de Navidad, se observa una colecta masiva de especies de Pteridofitas, cactáceas, bromeliáceas y crasuláceas ornamen-tales como Polypodium guttatum, Adiantum ca-pillus-veneris, Pellaea cordifolia, Pleopeltis po-lylepis, Selaginella rupincola, Mammillaria mi-crohelia, M. uncinata, M. polythele, M. rhodantha, Coryphantha clavata, Echeveria se-

Grupos Familias Géneros Especies

Asteraceae 49

Poaceae 18

Lamiaceae 17 Salvia 12

Fabaceae 16

Solanaceae 15 Solanum 7

Iridaceae Sisyrrinchium 7

Cactaceae Mammillaria 6

Agavaceae Agave 6

Fagaceae Quercus 6

Crassulaceae Sedum 5

Convolvulaceae Ipomoea 5

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cunda, E. mucronata, Sedum clausenii, S. greggii, Tillandsia erubescens y T. recurvata. Aunque esta colecta es estacional, altera fuertemente la fiso-nomía del área, pone en riesgo la presencia de especies raras, escasas y endémicas, como las cactáceas y en general la composición de la flora.

Conclusiones

El Zamorano alberga una riqueza florística im-portante, sin embargo, algunas zonas requieren aún de especial atención, sobre todo las cañadas y vertientes de difícil acceso. El deterioro (natural e inducido) de los bosques de Abies y de Quercus, así como del resto de la vege-tación natural es evidente, por lo que es necesario identificar las causas de su degradación y propo-ner actividades que mitiguen los efectos derivados del mismo. Estos disturbios comprometen seria-mente la permanencia de algunas especies, sobre todo aquellas de distribución restringida.

Resulta importante que se desarrollen, de for-ma paralela a los estudios botánicos, inventarios de otros grupos biológicos, estudios ecológicos y otros orientados a la restauración ecológica, la conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos.

Agradecimientos

El doctor Jerzy Rzedowski revisó las determina-ciones de las Asteraceae. Emanuel Pérez Calix determinó las Crassulaceae y Mahinda Martínez las Solanaceae. Luis Hernández Sandoval y Abisaí García Mendoza determinaron las Mono-cotiledóneas (excepto Poaceae). Lenin Sánchez Calderón, David Flores Jaramillo y Arely Nava Rojo apoyaron el trabajo de campo y de herbario. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad otorgó el apoyo financie-ro mediante el proyecto L002.

Literatura citada

Argüelles, E., R. Fernández y S. Zamudio. 1991. “Listado flo-rístico preliminar del estado de Querétaro”. Flora del Bajío y Regiones Adyacentes, fascículo complementario ii.

Carranza G., E. y X. Madrigal. 1995. “Familia Betula-ceae”. Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascí-culo 39.

—. 2005. “Conocimiento actual de la flora y la diver-sidad vegetal del estado de Guanajuato, México”. Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo comple-mentario xxi.

Gómez Sánchez, M. 1997. Flora Vascular del cerro Zamorano. Facultad de Ciencias Naturales, México, Universidad Au-tónoma de Querétaro (uaq). Bases de datos sniB-ConaBio Proyecto No. L002. http://www.conabio.gob.mx/institu-cion/cgi-bin/datos.cgi?Letras=L&Numero=2.

Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e In-formática). 1986. Síntesis Geográfica, Nomenclátor y Anexo Cartográfico del Estado de Querétaro. México.

Rzedowski, J. 1972. “Tres adiciones al género Baccharis (Compositae) en México”, Brittonia 4: 398-402.

—. 1994. “Dos especies nuevas de Cirsium (Composi-tae, Cardueae) del estado de Querétaro (México)”, Acta Botánica Mexicana 29: 101-105.

— y G. Calderón de Rzedowski. 2003. “Dos especies nuevas de Valeriana (Valerianaceae) del centro de Mé-xico”, Acta Botánica Mexicana 62: 65-71.

Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Na-turales). 2010. Norma Oficial Mexicana. nom-059-se-maRnat-2010. Diario Oficial de la Federación (dof), jueves 30 de Diciembre de 2010.

Scheinvar, L. 2004. Flora Cactológica del estado de Queré-taro: Diversidad y riqueza. México, Fondo de Cultura Económica (FCe).

Zamudio S., J. Rzedowski, E. G. Carranza et al. 1992. La Vegetación en el estado de Querétaro. México, Institu-to de Ecología/Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro Concyteq.

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estuDio De Caso

maRiCela Gómez-sánChez | luis a. salazaR-olivo

LOS MUÉRDAGOS: PLANTAS PARÁSITAS Y SU IMPORTANCIA

Introducción

Las plantas llamadas comúnmente muérdago son aéreas, hemiparásitas y crecen sobre distin-tas especies de Gimnospermas, de Angiosper-mas y sobre otras especies de muérdago. Estas plantas son arbustivas perennes, monoicas, dioicas, o hermafroditas con hojas de forma variable desde liguliformes, lanceoladas hasta elípticas u obovadas; sus flores están dispuestas en diminutas espigas o en umbelas de varias

díadas o tríadas; el fruto es una baya de color y forma variables con una semilla rodeada por un abundante tejido víscido (figuras 1-4). Las se-millas, al germinar, forman un órgano especia-lizado (haustorio) mediante el cual penetran en la planta hospedera para extraer nutrientes causándole algunos trastornos y formando tu-mores leñosos (Geils y Vázquez, 2002; Sosa y Tressens, 2002).

Figura 1. Phoradendron forestierae creciendo sobre acebuche o granjeno rojo (Condalia velutina) en el municipio San Miguel de Allende (fotografía de Maricela Gómez).

GómezSánchez, M. y L. A. Salazar Olivo. 2012. “Los muérdagos: plantas parásitas y su importancia” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 139-146.

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Figura 2. Phoradendron brachystachyum sobre Ptelea trifoliata en el municipio San Miguel de Allende (fotografía de Maricela Gómez).

Figura 3. Phoradendron carneum creciendo sobre palo bobo (Ipomoea murucoides) en el municipio de Celaya (fo-tografía de Maricela Gómez).

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Figura 4. Psittacanthus calyculatus creciendo sobre mezquite (Prosopis laevigata) en el municipio Apa-seo el Alto (fotografía de Maricela Gómez).

El tejido viscoso y pegajoso que rodea a la se-milla (viscina) le confiere ventajas a la planta, porque una vez ejercida la dispersión mecánica y explosiva, común en estas plantas, la semilla se adhiere fácilmente a las ramas del hospedero. Así también este tejido viscoso le ayuda a la semilla a deslizarse a través del tracto digestivo del ave, que también funge como dispersor, sin perder su via-bilidad y su condición pegajosa. Así, cuando el ave excreta las semillas, éstas se unen unas a otras y se adhieren fácilmente al tronco, ramas u hojas que encuentren en el trayecto de su caída y se establecen generando nuevos individuos o co-lonizan nuevos ambientes y nuevos hospederos.

Loranthaceae y Viscaceae son las familias con mayor número de especies de muérdago a nivel mundial y Phoradendron y Psittacanthus son los géneros más importantes por su riqueza de especies, por su diversidad de hospederos y por su presencia endémica en América.

Estos dos géneros, con una importante diver-sidad de hospederos, son propiamente continen-tales y habitan en zonas templadas y tropicales de América. Su distribución en el continente es amplia: va desde el centro de Baja California y

sur de Sonora, pasando por Mesoamérica hasta Bolivia y norte de Argentina, y es en México donde ocurre una importante presencia tanto de Phoradendron como de Psittacanthus (Kuijt, 1986a, 1986b; Geils et al., 2002; Geils y Vázquez, 2002; Sosa y Tressens, 2002; Kuijt, 2003, 2009).

Los muérdagos perjudican a su hospedero en menor o mayor grado, produciéndole en ocasio-nes la muerte (García, 1998). En los últimos años, estas plantas han incrementado su presencia co-lonizando nuevos y distintos ambientes y am-pliando la diversidad de sus hospederos. Este comportamiento ha hecho que se ponga especial atención en ellas dado que en algunas zonas ya se presentan como especies invasoras que ame-nazan distintos aspectos de dichos ambientes y la supervivencia de sus hospederos.

No obstante su amenaza, estas plantas son im-portantes por su empleo como forraje para distin-tas especies animales y en la medicina tradicional mexicana se usan para tratar enfermedades como cáncer, hipertensión, afecciones cardiacas y para controlar los niveles de glucemia en pacientes con diabetes mellitus (Roberts, 1989; Varela et al. 2004; Calzado et al. 2005), entre otras. Aunque su conocimiento popular es extenso, pocos son los estudios que confirman este uso tradicional de las especies. Sin embargo, investigaciones recientes (Johansson et al., 2003; Rodríguez-Cruz et al., 2003; Cervantes-Badillo, 2006) sugieren que los muérdagos americanos son una fuente importan-te de compuestos bioactivos, y a los extractos de estas especies se les atribuyen algunas propieda-des bioquímicas capaces de modificar respuestas biológicas tales como acciones inmunomodulato-rias y antitumorales (Varela et al., 2004).

Riqueza de especies

Hasta ahora, la riqueza de especies de muérdago en el estado está distribuida en dos familias, cuatro géneros y 20 especies (cuadro 1). La abun-dancia de especies puede variar conforme au-menten las exploraciones, sobre todo en áreas poco accesibles y que están poco colectadas. Exploraciones futuras en el noreste del estado (Atarjea, Victoria y Xichú), en algunos munici-pios de la región del altiplano (Tierra Blanca y Santa Catarina) y en el suroeste del estado (San

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Francisco del Rincón, Manuel Doblado, Cuerá-maro, Pénjamo, Abasolo y Huanímaro) segura-mente incrementarán las cifras actuales.

Distribución geográfica y ecológica

Las especies de muérdago se distribuyen amplia-mente en América y en México, particularmente, Phoradendron y Psittacanthus comparten ambientes similares de manera importante y albergan la mayor riqueza de especies. Estos géneros habitan zonas templadas y tropicales desde el norte y la parte central de Oregon, en Estados Unidos de América; en México desde el centro de Baja California y sur de Sonora, pasando por Mesoamérica hasta Bolivia y norte de Argentina. Los ambientes donde se desarrollan son variados, desde bosques, matorrales y áreas alteradas, incluidas zonas de cultivo, potreros,

caminos, carreteras, hasta zonas urbanas y suburbanas, parques y jardines y áreas de traspa-tio (cuadro 2). Arceutobium y Struthanthus son escasos y de distribución restringida, el segundo tiene presencia en tres municipios y sigue la distribución del bosque de encino o matorrales pero buscando siempre especies de encino. Las especies de Arceutobium crecen en dos munici-pios, Tierra Blanca y Jerécuaro, y Psittacanthus schiedeanus solamente en el municipio de León. Especies de Phoradendron y Psittacanthus son de distribución amplia con presencia en la mayor parte del estado. Estos dos géneros destacan por su riqueza de especies y por su diversidad de hospederos. Phoradendron (con 60% del total de especies para el estado) tiene preferencia por ambientes más o menos conservados. Phoraden-dron carneum se distribuye siguiendo el bosque tropical caducifolio y vegetación con presencia de

Familia Especie Municipio

Loranthaceae

Psittacanthus calyculatus

Abasolo, Acámbaro, Apaseo El Alto, Apaseo El Grande, Celaya, Comonfort, Coroneo, Cortazar, Guanajuato, Irapuato, Jaral del Progreso, Juventino Rosas, León, Manuel Doblado, Moroleón, Pénjamo, Salamanca, Salvatie-rra, Silao, San Felipe, San Miguel de Allende, San José Iturbide, Santiago Maravatío, Tarimoro, Valle de Santiago, Villagrán, Yuriria.

P. palmeriAcámbaro, Apaseo el Alto, Cuerámaro, Comonfort, Guanajuato, León, Victoria, Xichú

P. schiedeanus León

Struthanthus quercicola San Felipe, Xichú, Victoria

Viscaceae

Arceutobium abietis-religiosae Tierra Blanca

A. gilli subsp. nigrum. Jerécuaro

A. globosum Tierra Blanca

A. vaginatum Tierra Blanca

Phoradendron bolleanum Atarjea, Guanajuato, Xichú

P. brachystachyum Acámbaro, Guanajuato, Irapuato, León, San Felipe, Silao, Tarimoro

P. carneumAcámbaro, Celaya, Comonfort, Dolores Hidalgo, Guanajuato, Irapuato, León, San José Iturbide, Silao

P. forestieraeAcámbaro, Dolores Hidalgo, Guanajuato, San Miguel de Allende, León, Ocampo, San Luis de la Paz, Tarimoro

P. lanceolatum Jaral del Progreso, León, Santa Catarina, San Felipe, San Luis de la Paz

P. longifolium San Luis de la Paz, Xichú

P. nervosum Atarjea, San Luis de la Paz, San José Iturbide, Victoria, Xichú

P. quadrangulareAtarjea, Celaya, Guanajuato, Irapuato, León, San Luis de la Paz, San José Iturbide, Victoria, Xichú

P. rhipsalinum Acámbaro, Jerécuaro, Salvatierra, Coroneo

P. serotinum subsp. tomentosum Comonfort

P. serotinum subsp. angustifolium San Felipe, San Luis de la Paz, Ocampo, Victoria, Xichú

P. reichenbachium Guanajuato, Jerécuaro, San Felipe, San Miguel de Allende

Cuadro 1. Riqueza de especies de muérdago presentes en el estado.

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palo bobo (Ipomoea murucoides), pues su prefe-rencia por este hospedero es alta.

Psittacanthus palmeri sigue la distribución del bosque tropical caducifolio pues prefiere ár-boles de xixote (Bursera spp.) como hospederos. Psittacanthus calyculatus se distribuye amplia-mente en distintos ambientes, sin embargo, tiene alta preferencia por zonas con perturbación como áreas de cultivo, potreros, caminos y ca-rreteras, zonas urbanas y suburbanas, incluyen-do parques, jardines y áreas de traspatio o huer-tos de autoconsumo. En general, en los últimos años, las especies de muérdago han aumentado su presencia y sus límites de distribución se es-tán ampliando. Psittacanthus calyculatus, parti-cularmente, ha incrementado su diversidad de hospederos y su capacidad de infestación, de tal manera que en algunas regiones se comporta como especie invasora, causando serios proble-mas y poniendo en riesgo algunas especies fores-tales, frutales y de ornato.

Diversidad de hospederos

El género Arceutobium parasita exclusivamente especies de coníferas como el abeto (Abies reli-giosa), el pino (Pinus spp.) y el ciprés (Juniperus spp.). Struthanthus prefiere especies de encino (Quercus spp.). Phoradendron crece sobre diver-sas especies de Angiospermas, no obstante, al-gunas especies muestran especificidad por su hospedero. Así, Phoradendron carneum crece principalmente sobre palo bobo (Ipomoea muru-coides) y P. serotinum subsp. tomentosum y P. reichenbachium sobre especies de encino (Quer-cus spp.). Psittacanthus palmeri prefiere espe-cies de palo xixote, palo cuchara, copal y po-chote (Bursera fagaroides, B. palmeri y Ceiba aesculifolia). Contrariamente, P. calyculatus muestra una gran diversidad de hospederos y ambientes (cuadro 2). Aunque este muérdago tiene preferencia por árboles de mezquite (Pro-sopis laevigata) y algunas acacias y huizaches (Acacia angustissima, A. farnesiana y A. schaffneri), recientemente se advierte que ha ampliado sus preferencias y crece sobre las áreas foliares de diversos árboles que, años atrás, no era posible observar. Algunos hospederos se restringen a los huertos de traspatio y a la orilla de parcelas

y canales. Además de las especies hospederas de Psittacanthus calyculatus que se señalan en el cuadro 2, estudios previos (Vázquez et al., 2007; Delgado et al., 2008) refieren también a Cedrela sp., eucalipto (Eucalyptus camaldulensis), limo-nero (Citrus limonium), naranjo (Citrus sinen-sis), capulín (Prunus serotina var. capuli), ca-suarina (Casuarina equisetifolia), higuera (Ficus carica) y canistel (Pouteria campechana) como sus hospederos.

Importancia económica y ecológica

En Guanajuato, como en otros estados de la república, las deformaciones o tumoraciones que se producen sobre la especie hospedera del muérdago son llamadas comúnmente flores de madera o flores de palo. Estas deformaciones adquieren formas caprichosas y atractivas y los artesanos las utilizan para fabricar distintas figuras para decoración.

Por otro lado, Phoradendron bolleanum es una especie con alto valor forrajero y, en parte del noroeste y sureste de la entidad, los pastores de pequeños rebaños usan distintas especies de Phoradendron y Psittacanthus calyculatus para alimentar a cabras y ovejas. En la medicina tra-dicional, el empleo de los muérdagos (Cházaro et al., 1992; Martínez, 1992; Varela et al., 2004) es amplio y en algunos mercados rodantes popula-res se comercializan las plantas deshidratadas pero sin distinción de sus especies. El uso para tratar enfermedades como cáncer e hipertensión han llamado la atención de diversos grupos de investigación. Algunos estudios (Johansson et al., 2003; Rodríguez-Cruz et al., 2003; Cervantes -Badillo, 2006) sugieren que los muérdagos ame-ricanos son una fuente importante de compues-tos bioactivos. Phoradendron serotinum subsp. tomentosum tiene efectos citotóxicos en células de cáncer cervicouterino humano y Psittacanthus calyculatus posee propiedades anti-hipertensivas que pueden emplearse en el tratamiento contra enfermedades vasculares.

Los muérdagos dependen de su hospedero, de quien obtienen parte de los alimentos, para sus funciones metabólicas. Esta extracción de nu-trientes causa distintos y fuertes trastornos fisio-lógicos (enfermedades) de acuerdo al grado de

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Especie Hospedero Hábitat

Arceutobium abietis-religiosae

Abies religiosa Bosque de Abies religiosa

A. gilli subsp. nigrum

Pinus spp. Bosque de pino

A. globosum Abies religiosa, Pinus Bosque de Abies religiosa, bosque de pino-encino

A. vaginatum Pinus, QuercusBosque de pino, bosque de pino-encino, bosque de encino

Phoradendron bolleanum

Juniperus flacida, Cupressus Matorral submontano, bosque de coníferas

P. brachystachyumCondalia velutina, Ptelea trifoliata, Senna polyantha, Lysi-loma, Fraxinus, Quercus, Eysenhardtia polystachya, algunas leguminosas

Matorral espinoso, matorral submontano, mato-rral xerófilo,

P. carneum Ipomoea murucoides Bosque tropical caducifolio, matorral submontano

P. forestieraeForestiera, Acacia schaffneri, Prunus, Condalia veluti-na, Ptelea trifoliata, Prosopis laevigata, Quercus, Salix babylonica

Matorral espinoso, matorral submontano, matorral xerófilo, bosque de galería, bosque de encino, bosque tropical caducifolio, potreros, zonas de cultivo, vegetación perturbada, orilla de caminos y carreteras

P. longifolium Pinus, Quercus resinosa, Juniperus Bosque de pino, bosque de encino

P. nervosum Melia azederach, Salix Matorral espinoso, bosque de galería

P. quadrangulareGuazuma ulmifolia, Forestiera, Acacia, Prosopis, Quercus, Platanus, Prunus, Salix

Bosque de encino, bosque tropical caducifolio, bosque de galería, vegetación perturbada y huertos de traspatio

P. rhipsalinum Taxodium mucronatum, Fraxinus Bosque de galería

P. lanceolatum Quercus, Pinus Bosque de encino, bosque de pino-encino

P. serotinum subsp. tomentosum

Quercus Bosque de encino

P. serotinum subsp. angustifolium

Quercus grisea, Quercus sp., Prosopis Bosque de encino, bosque tropical caducifolio

P. reichenbachium Quercus Bosque de encino, bosque de pino-encino

Psittacanthus calyculatus

Acacia farnesiana, A. angustissima, A. schaffneri, Bursera, Hedera helix, Fraxinus, Juglans regia, Nicotiana glauca, Olea europea, Prosopis laevigata, Salix bonplandiana, S. babyloni-ca, Melia azedarach, Celtis pallida, Eysenhardtia polystachya, Ligustrum lucidum, Pithecellobium dulce, Morus celtidifolia, Populus, Citrus limmonium, C. sinensis, Cydonia oblonga, Eryobotrya japonica, Crataegus mexicana, Prunus persica, Punica granatum

Bosque tropical caducifolio, matorral xerófi-lo, matorral submontano, matorral espinoso, bosque de galería, áreas de cultivo, orilla de caminos y carreteras, potreros, áreas pertur-badas, zonas urbanas y suburbanas, parques y jardines, huertos de traspatio

P. palmeri Bursera galeotiana, B. fagaroides, B. palmeri, Ceiba aesculifolia Bosque tropical caducifolio, matorral espinoso

P. schiedeanus Acacia, Bursera, Prosopis, QuercusMatorral xerófilo, bosque tropical caducifolio, bosque de encino

Struthanthus quer-cicola

Quercus, varios árboles y arbustos cultivadosBosque de encino, áreas alteradas, zonas de urbanas y suburbanas, huertos de traspatio

Cuadro 2. Principales hospederos y hábitat de las especies de muérdago presentes en el estado.

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infección. En distintas áreas de México, estas es-pecies son plaga en algunos bosques y están com-prometiendo el óptimo desarrollo de árboles ma-derables como el mezquite (Prosopis laevigata), árboles de sombra (Grevillea robusta) en algunos cafetales y afectan la productividad de árboles frutales, pues los debilita y termina matándolos (Geils et al., 2002). En el estado, como en gran parte del centro del país, los muérdagos parasitan de manera importante especies de abeto (Abies), pino (Pinus sp.), acacias (Acacia spp.), xixote (Bursera spp.), fresno (Fraxinus uhdei), Ipomoea, encino (Quercus spp.) y mezquite (Prosopis laevi-gata), entre otras. La distribución y el grado de infestación de Psittacanthus calyculatus, en par-ticular, está poniendo en riesgo la sanidad y per-manencia del mezquite (Prosopis laevigata), de algunas acacias (Acacia schaffneri, A. farnesiana y A. angustissima) y del fresno (Fraxinus uhdei). Algunos árboles de mezquite tienen hasta 95% o más de su área foliar infestada por muérdago. Es-tudios previos (Delgado et al., 2008) también se-ñalan el alto riesgo en el que están árboles como el álamo (Populus sp.) y el sauce (Salix sp.). En los últimos años, distintos bosques, selvas y matorra-les han sido fragmentados propiciando áreas abiertas y alteradas con algunos manchones relic-tuales y árboles aislados; en estas áreas los árboles tienen mayor incidencia de luz, lo que favorece el establecimiento y desarrollo de muérdagos, pues éstos requieren para su desarrollo de grandes can-tidades de luz solar. También, las áreas abiertas son de la preferencia de las aves dispersoras (par-ticularmente del género Euphonia) de las semillas de muérdago y con frecuencia perchan en las ra-mas de los árboles que habitan estos espacios (Cházaro et al., 1992). Estas condiciones bióticas y abióticas están favoreciendo un incremento en la presencia y la abundancia de estas plantas pa-rásitas, sobre todo de Psittacanthus calyculatus, que se está comportando como especie invasora y que en algunas áreas del sur y este del estado con matorral submontano, bosque tropical caducifolio, vegetación riparia, zonas urbanas y suburbanas y áreas de traspatio, ya representa un problema bio-lógico importante y amenaza fuertemente algunos árboles maderables, frutales y de ornato.

Por otra parte, dada la abundancia de Psitta-canthus calyculatus y la producción de numero-

sas flores con abundante néctar, que es libado por colibríes, este muérdago también es un re-curso alimenticio importante para estas aves (Cházaro et al., 1992; Geils et al., 2002). El fruto de muérdago es grande, vistoso y atractivo para muchas aves frugívoras, ya que una tercera par-te de la pared del fruto, al menos de algunas especies de Phoradendron, está constituida por tejido sólido, donde 44% son lípidos, 12% azúca-res y 6.5% proteínas (Kuijt, 2003, 2009). Así, los muérdagos, que se están comportando como pla-ga, también son un recurso importante. Diversas aves silvestres dependen del aporte nutricional proporcionado por las flores y los frutos, por lo que es fundamental el desarrollo de propuestas de manejo integral y aprovechamiento del muér-dago, dirigidas a la conservación de aves silves-tres, cuidando el parasitismo de estas plantas para que no se extiendan sin control, pero sin erradicarlas. Estudios dirigidos a la entomofauna asociada a los muérdagos facilitarán el desarrollo de algún control biológico para detener la infes-tación por muérdago. Para evitar una propaga-ción descontrolada del muérdago, será conve-niente mantener, de manera mecánica, su creci-miento vegetativo y, mediante cortes periódicos, emplear esta masa foliar para forraje, como me-dicina popular y como elemento importante en la elaboración de composta. Supervisando el pe-riodo de floración, para mantener únicamente el alimento para las aves, se limitará la formación de frutos y semillas evitándose así la dispersión explosiva de éstas y la propagación por las aves. En lugares abiertos, principalmente, es conve-niente colocar algunas trabes para favorecer que las aves perchen en otros sitios, que si no están alejados al menos estén fuera de las copas de los árboles. Esto presenta un uso alternativo del muérdago, un saneamiento de los árboles infes-tados y se mantiene el recurso para alimentar a algunas especies de aves sin erradicar la presen-cia del muérdago.

Agradecimientos

Esta investigación es parte de un proyecto que se desarrolló con apoyo parcial de la Comisión Na-cional Forestal (ConaFoR-2004-C04-65, ConaFoR-2007-aD-01).

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Literatura citada

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Juan CaRlos Raya péRez | GlenDa m. GutiéRRez BeniCio | Juan G. RamíRez pimentel CésaR l. aGuiRRe manCilla

CONTRIBUCIÓN AL CONOCIMIENTO DE LAS PLANTAS HEMIPARÁSITAS Y PARÁSITAS EN EL BAJÍO GUANAJUATENSE

Introducción

Existen 4 000 especies de plantas parásitas en todo el mundo, de las cuales unas 300 son he-miparásitas y 200 de estas especies se localizan en el continente americano (Press y Phoenix, 2005; García-Regalado, 1998). Estas plantas al-teran la competencia entre las especies y, debido a esto, la estructura y diversidad de la comuni-dad, la disponibilidad de recursos, interacciones planta-polinizador, planta-herbívoro y a los dispersores de semilla, por lo que se les consi-dera especies clave dentro de los ecosistemas, ya que ejercen una gran influencia dentro de la comunidad, fuera de proporción con su propia abundancia o biomasa (Press y Phoenix, 2005). El parasitismo ocasiona una baja en la produc-tividad; el muérdago enano, por ejemplo, redu-ce hasta 65% el crecimiento de su hospedero; concomitantemente reduce la dominancia de la especie, permitiendo que especies secundarias lleguen a ser dominantes. Pueden, incluso, lle-gar a causar la muerte del hospedero.

Conocimiento de las parásitas y hemiparásitas de Guanajuato

Existe un gran desconocimiento de la biología, la fisiología y otros aspectos de los muérdagos (Vázquez-Collazo y Madrigal-Huendo, 2005). El crecimiento de la mancha urbana, el espacio reducido para cada árbol, la contaminación, la desaparición de los mantos freáticos y la falta de mantenimiento estarían entre las causas que han favorecido la infestación de los árboles con muérdago (Marchal Valencia, 2009).

Para el estado, en el listado florístico de la Sierra de Santa Rosa, se reporta la presencia de Phoradendron salicifolia (Martínez Cruz et al., 2004). En esta investigación se ha encontrado a

Psittacanthus calyculatus (figura 1) creciendo sobre árboles de Salix, Ulmus, Fraxinus, Anno-na y, sobre todo, en especies de mezquite, como Prosopis laevigata, causando daño intenso y aun la muerte. Quizá esta preferencia de Psitta-canthus por Prosopis se explique por el hecho de que han ocupado el mismo ambiente a lo largo de mucho tiempo y a la preferencia de las hemiparásitas por hospederos con buen aporte de nutrientes, como las leguminosas (Press y Phoenix, 2005). Psittacanthus calyculatus flo-rece principalmente durante los meses de agos-to y septiembre, y en Irapuato se han colectado frutos a principios del mes de octubre; en Cela-ya los frutos se pudieron colectar hasta el mes de noviembre. La asincronía en la producción de frutos entre poblaciones ha sido ya reportada y sería parte de la estrategia de dispersión de la planta por parte de las aves (López de Buen y Ornelas, 2001; Press y Phoenix, 2005). Los aná-lisis de la composición elemental muestran que la hemiparásita sustrae potasio de manera más eficiente del mezquite (Prosopis sp.) y de Salix sp. que de Ulmus sp. (Salix es también una de las especies preferidas de las hemiparásitas en la Ciudad de México). Asimismo, otra especie presente en el Bajío guanajuatense es Phoraden-dron velutinum, que crece sobre árboles de Ipo-moea (casahuate) (figura 2) en San Roque, Ira-puato, cerca de Pueblo Nuevo.

Es preocupante la frecuencia con que Psittancanthus calyculatus infesta árboles en toda la región del Bajío, una área desmontada en la que se exterminaron los bosques de mez-quites a fin de dedicar las tierras a la agricultu-ra. Se han documentado los grandes beneficios que aporta la presencia de mezquites al suelo, como fertilización debido a la fijación de nitró-geno, la conservación e infiltración de agua,

Raya Pérez, J. C., G. M. Gutiérrez Benicio, J. G. Ramírez Pimentel, et al. 2012. “Contribución al conocimiento de las plantas hemiparásitas y parásitas en el Bajío guanajuatense” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 147-152.

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Figura 1. Psittacanthus calyculatus en floración colectada el mes de septiembre (fotografía de Juan Carlos Raya Pérez).

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Figura 2. Phoradendron velutinum creciendo sobre Ipomoea. También se le ha observado creciendo en otras espe-cies como capulín (Prunus serotina) (fotografía de Juan Carlos Raya Pérez).

como planta melífera y productora de leña, ade-más de madera muy apreciada por su dureza. Es urgente la repoblación con esta especie pero to-mando en cuenta el riesgo potencial de que sean infestadas por estas hemiparásitas. Además, las ciudades de la región se caracterizan por la fal-ta de árboles, lo que se agrava cuando los pocos que hay mueren a causa del parasitismo. Hacen falta, pues, mayores estudios tanto de las hemi-parásitas como de su relación con los árboles que parasitan y los pájaros que dispersan sus semillas. Quizá la preferencia de las distintas especies de pájaros por determinadas especies de árboles, la preferencia o no por los frutos de la hemiparásita, la accesibilidad al árbol (zona urbana, semiurbana, viviendas habitadas en las cercanías) y susceptibilidad del árbol al ataque de la hemiparásita, entre otros factores, deter-minarán que se establezca o no el injerto.

Se considera importante iniciar un estudio al respecto, incluyendo observaciones sobre la fe-nología del muérdago. Aunque éste es parcial-mente aprovechado por los chiveros de la región para alimentar sus cabras, otros estudios pue-

den dar mejores soluciones para su aprovecha-miento y control. Se ha propuesto el uso de pa-rásitas y hemiparásitas a fin de controlar plan-tas invasoras (Press y Phoenix, 2005). Su capacidad para acumular grandes cantidades de iones (potasio y cloro) y elementos como el fós-foro y el azufre lo hacen atractivo como mode-lo de estudio para nutrición vegetal y tolerancia a altas concentraciones de solutos. Su uso po-tencial en farmacología es también de conside-rarse y podría ser de las especies que, desde el cultivo de tejidos o células en suspensión, pro-dujera metabolitos importantes (Sánchez-Arreo-la et al., 2004).

Una especie parásita reportada para el Bajío, que parasita raíces principalmente en malezas, en parcelas de cultivo, es Lennoa madreporoides, que tiene el atractivo adicional de ser una especie comestible (Calderón de Rzedowski, 1996). La llamada popularmente tripas de judas (Cuscuta sp.) es también un elemento conspicuo sobre todo en temporada de lluvias, infesta hierbas, arbus-tos y árboles. Se le ha observado frecuentemente sobre pirul (Schinus molle) y laurel de la India

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Figura 3. Cuscuta creciendo sobre Ficus benjamina (fotografía de Juan Carlos Raya Pérez).

Figura 4. Acercamiento a Cuscuta creciendo sobre Spectabilis sp. (bugambilia) (fotografía de Juan Carlos Raya Pérez).

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Figura 5. Phoradendron velutinum con estructuras reproductivas, colectada el mes de septiembre (fotografía de Juan Carlos Raya Pérez).

(Ficus benjamina) (figura 3). A esta parásita (fi-gura 4), se le utiliza con la finalidad de extraer pigmento tanto para teñir telas como para arte-sanías, aunque al parecer sin mucho éxito. Tam-bién acumula grandes cantidades de iones, prin-cipalmente potasio y cloro, atrayendo de este modo el flujo de savia hacia sus tejidos (Raya Pérez y Aguirre Mancilla, 2009).

En resumen, hemos encontrado al menos tres especies de hemiparásitas en el estado: Phora-dendron salicifolia, Psittancanthus calyculatus, Phoradendron velutinum (figura 5), y las parási-tas Lennoa madreporoides y Cuscuta sp. Esto de-bería ser el punto de partida para ampliar los estudios sobre las plantas parásitas en el estado, tales como autoecología, impacto de éstas sobre

los ecosistemas y estudios etnobotánicos, como el uso de los injertos para alimentación de gana-do y en la medicina, y el aprovechamiento de Lennoa madreporoides en la alimentación. La cubierta vegetal natural en la región ha sido sus-tituida por cultivos y especies introducidas, in-cluyendo árboles, por lo cual es importante estu-diar a fondo la influencia de las plantas parásitas en los programas de conservación de la biodiver-sidad y en la reforestación.

Agradecimientos

Consejo de Ciencia y Tecnología, Convenio 09-11-K119-044 (Fortalecimiento del Programa de Posgrado del Instituto Tecnológico de Roque).

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Literatura citada

Calderón de Rzedowski, G. 1996. “Lennoaceae”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo 50: 1-7.

García-Regalado, G. 1998. “La familia Loranthaceae (in-jertos) del estado de Aguscalientes, México”, Polibo-tánica 7: 1-14.

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auRelio GuevaRa-esCoBaR | móniCa CeRvantes Jiménez | humBeRto suzán azpiRi | enRique González-sosa

DISTRIBUCIÓN POTENCIAL DE ALGUNAS LEGUMINOSAS ARBUSTIVAS EN GUANAJUATO Y EL BAJÍO

Introducción

El Bajío es una región geográfica que abarca principalmente el estado de Guanajuato y algu-nas partes de Querétaro, Michoacán y Jalisco, donde la productividad es alta para la agricul-tura de riego, pero el potencial productivo pue-de ser bajo para algunas zonas de temporal (García et al., 1999). Los problemas que más afectan la zona son la sobreexplotación de los acuíferos, que ha ocasionado el abatimiento de los mantos freáticos, así como la deforestación de la vegetación que ha disminuido la captación de agua en los acuíferos. Aunque se han reali-zado acciones de reforestación, las especies empleadas han sido en su mayoría exóticas, por lo que en México no ha sido exitosa, sobre todo por la falta de conocimiento de las condiciones climáticas y del suelo para decidir cuál especie es la pertinente para cada sitio.

En ese sentido, las leguminosas arbustivas características del bosque tropical caducifolio (BtC) presentan un gran potencial productivo y diversos usos. Cabe mencionar que el BtC es la vegetación tropical más abundante en México (Miranda y Hernández, 1963). Sin embargo, ac-tualmente sólo se conserva 5% del área original de BtC en el Bajío (Peña y Neyra, 1998), la mayor parte ha sufrido cambios en el uso de suelo des-de la segunda mitad del siglo xviii y hasta el xx, y ahora es ocupado por la agricultura, pastizales o matorrales secundarios (Butzer y Butzer, 1997; Niembro, 2001; Carranza, 2005). La principal ventaja de reforestar áreas con especies de usos múltiples, como son las leguminosas nativas de la región, es la ampliación de opciones de pro-ducción que se adapten a las necesidades y ex-pectativas de la población. Además, parece con-veniente la reforestación con especies del BtC a comparación de las llamadas “forestales” (pino, encino, eucalipto y otros), ya que estos cultivos

son menos sensibles al mercado, el clima y las plagas. Sin embargo, se conoce poco sobre la dis-tribución potencial u original de plantas nativas de BtC en el Bajío, y el conocimiento de sus atri-butos es fundamental para planificar esfuerzos exitosos en la reforestación.

Ante tales hechos, el objetivo de este estudio es determinar la distribución potencial de algu-nas especies de leguminosas arbustivas del BtC con uso múltiple. Los mapas de distribución per-mitieron determinar áreas con características ambientales y condiciones ecológicas similares, donde las especies pueden sobrevivir y mantener sus poblaciones.

Métodos

Se usó una herramienta de probabilidad de pre-sencia de especies para predecir la distribución potencial u original de las especies; los métodos utilizan variables ambientales, registros botáni-cos y reglas de solución para problemas espacia-les complejos. Se estudiaron 11 géneros de leguminosas multifuncionales: Acacia, Albizia, Caesalpinia, Calliandra, Erythrina, Eysenhard-tia, Leucaena, Pithecellobium, Lysiloma, Proso-pis y Senna, que tienen usos importantes, como combustible, medicina, forraje, construcción, entre otros (Terrones et al., 2006). Los mapas de la distribución potencial de cada especie definie-ron áreas de alta, media y baja probabilidad de presencia (pp) de especies. Los detalles del pro-cedimiento han sido presentados por Guevara-Escobar et al. (2008). De manera breve, se usa-ron registros botánicos e información ambiental geográficamente distribuida para obtener pre-dicciones mediante el procedimiento GaRp (Genetic Algorithm for Rule-setting Prediction). El modelo de los requerimientos biofísicos de

Guevara-Escobar, A., M. Cervantes-Jiménez, H. Suzán-Azpiri, et al. 2012. “Distribución potencial de algunas leguminosas arbustivas en Guanajuato y el Bajío” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Co-nabio)/ Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 153-166.

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una especie se genera con un algoritmo genético con reglas de solución que busca asociaciones no aleatorias entre las características ambientales de las localidades de ocurrencia conocida, en contraste con las características de la región en general. El análisis GaRp produce modelos pre-dictivos de la distribución para cada especie; cada predicción resulta de la aplicación de dis-tintos algoritmos. Se tomaron los mejores 10 modelos de un total de 100, generados para identificar el conjunto de modelos donde se repite el patrón de áreas de manera más estable. Los mejores modelos serían aquellos con los valores más bajos de omisión y los que presen-taran la mayor tasa de clasificación correcta. Los modelos se sumaron con el módulo Spatial Analyst versión 1.1, del programa Arc View 3.2, y se generó un mapa con 10 categorías, donde el número máximo corresponde al área con mayor probabilidad de presencia. Este mapa se reclasi-ficó en categorías de probabilidad: baja, donde convergen de uno a tres modelos; media, de cuatro a siete; alta de ocho a 10. Con esto se generó el modelo final de distribución potencial de cada especie o género.

Resultados y discusión

En general, la distribución conocida de las 11 especies consideradas en el estudio concordó con la distribución espacial producida con la modelación, como puede observarse en las figu-ras 1 a 11. Los resultados mostraron que las especies de los géneros Caesalpinia, Pithecello-bium, Prosopis, Lysiloma, Eysenhardtia y Albi-zia tienen una mayor presencia potencial en la región, que se traduce en una alta probabilidad de establecerse en Guanajuato, por lo que la descripción de los resultados se basará en estas seis especies.

En el centro y suroeste del Bajío la pp fue alta para Caesalpinia spp. y Pithecellobium dulce, distribución conforme a su rango de distribución en zonas ecológicas del trópico húmedo y subhúmedo, donde las condiciones de humedad y temperatura son apropiadas para su desarrollo (Vázquez-Yanes et al., 1999). En comparación

con el norte del Bajío, la zona más árida, la pp de Caesalpinia spp. y Pithecellobium dulce no fue alta. Sin embargo, las dos especies mostraron una relación inversa en cuanto a su distribución espacial: el P. dulce presentó una mayor afinidad con la altitud, donde Caesalpinia spp. tuvo una pp media o ausencia predicha (ap); dos ejemplos claros fueron la Sierra de Pénjamo y la Sierra de Cuatralba hasta la Sierra de Santa Bárbara hacia su vertiente oriental.

Se identificaron zonas de pp media y baja para dos grupos de especies del BtC: Calliandra spp., L. microphylla, P. laevigata y S. polyantha que se consideran con buena distribución en la actuali-dad, y L. leucocephala, A. plurijuga y E. polysta-chya, cuya presencia es más escasa y tienden a desaparecer. Sobresalió Calliandra spp. con una buena pp en el norte y oeste del Bajío, excepto en la zona de San Luis de la Paz. Cabe señalar que este género se adapta en un intervalo amplio de precipitación (700 - 3 000 mm) en la zona ecoló-gica del BtC (Vázquez-Yanes et al., 1999) y pre-senta una distribución diferente a la de Caesal-pinia spp. y P. dulce.

En el caso de L. leucocephala –aunque no hay registros botánicos de esta especie– se cul-tiva en el Bajío, lo que sugiere una amplia dis-tribución en zonas tropicales y subtropicales húmedas, áridas y semiáridas (Vázquez-Yanes et al., 1999). Por ello, el pronóstico de distribu-ción potencial para L. leucocephala para el nor-te del Bajío debe considerarse con reserva por la falta de registros botánicos de esa área, o espe-rar hasta tener información sobre su estableci-miento y adaptación, ya que las bajas tempera-turas invernales reducen su supervivencia y crecimiento. El área de distribución potencial de L. leucocephala en el Bajío posiblemente sólo pueda mantenerse bajo cuidados agronómicos, considerando que la pp de P. dulce fue alta, don-de la de L. leucocephala fue baja.

El modelo para A. farnesiana mostró que su distribución en el estado aumenta en la zona su-reste y disminuye hacia el centro, patrón que se parece a P. laevigata; no obstante, las zonas de pp alta fueron mayores para P. laevigata en rela-ción con A. farnesiana. Aunque el resultado es

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Figura 2. Modelo de probabilidad de presencia para A

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Figura 4. Modelo de probabilidad de presencia para Calliandra. Fuente: G

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Figura 6. Modelo de probabilidad de presencia para Eysenhardtia. Fuente: G

uevara-Escobar et al., 2008.

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Figura 8. Modelo de probabilidad de presencia para Pithecellobium

. Fuente: Guevara-Escobar et al., 2008.

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Figura 10. Modelo de probabilidad de presencia para Senna. Fuente: G

uevara-Escobar et al., 2008.

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significativo por la vasta distribución actual de Acacia en el Bajío, los mapas generados sugieren que en las áreas de pp alta de A. farnesiana se asocian con zonas de pp alta de especies inermes de L. microphylla, L. leucocephala, A. plurijuga, Calliandra spp., Erythrina spp. y E. polystachya.

Conclusión

Los resultados generados en este trabajo permiten dirigir los esfuerzos de reforestación en el estado de Guanajuato. Puntualmente es importante am-pliar el espectro de especies de leguminosas nati-vas usadas en la restauración y reforestación del BtC, que representa 66% del área total de vegeta-

ción tropical en México, además de ser importan-te por su elevado número de endemismos y su alta diversidad florística. Aproximadamente 60% de las especies que habitan en el BtC son exclusivas de México (Rzedowski, 1991). De acuerdo con lo anterior, los modelos pp pueden aplicarse como una herramienta para la planeación de estrategias de reforestación y reconversión agrícola, conside-rando que el establecimiento de las leguminosas arbustivas depende en gran medida del agua disponible en el sistema, por eso la implementa-ción de técnicas como el acolchado de piedras favorecen el establecimiento de las plantas, ya que disminuye la pérdida de agua por evaporación y la competencia por recursos.

Literatura citada

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¿QUÉ SABEMOS DE LAS ARAÑAS DE GUANAJUATO?

Introducción

Las arañas (orden Araneae) son un grupo de in-vertebrados pertenecientes a la clase de los arác-nidos, caracterizado por presentar su cuerpo di-vidido en dos regiones corporales, la anterior (prosoma) y el abdomen (opistosoma). En la re-gión del prosoma cuentan con seis pares de apén-dices: un par de quelíceros, esto es, los colmillos, utilizados para inocular veneno a sus presas; un par de apéndices de forma similar a las patas y que son llamados pedipalpos, los cuales emplean como órganos sensoriales y funcionan como ór-ganos copulatorios en los machos, y cuatro pares de apéndices locomotrices, que corresponden propiamente a las patas. Mientras tanto, en la región del opistosoma se encuentran los apéndi-ces denominados hileras, que le confieren a las arañas la particularidad de hilar y tejer telarañas (a algunos grupos) con la seda producida en glán-

dulas especializadas, lo que les ha permitido un gran éxito en la conquista de prácticamente todos los hábitats terrestres (Jiménez, 1996). En la figu-ra 1 puede observarse una araña típica en su te-laraña, perteneciente a la familia Araneidae.

Por lo anterior, es de entenderse que estos organismos tengan una muy amplia distribu-ción a nivel mundial: con alrededor de 41 000 especies (Platnick, 2010) su diversidad es tan grande que, según Jiménez (1996), han llegado a ocupar el séptimo lugar comparado con los cinco grandes órdenes de insectos (Coleoptera, Hymenoptera, Lepidoptera, Diptera, Hemiptera) y con ácaros (Acari). En México se encuentran representadas más de la mitad de las familias registradas en el mundo y 11 géneros se citan endémicos al país, es decir que sólo se distribu-yen en México (Jiménez, 1996).

Figura 1. Neoscona oaxacensis (familia Araneidae, hembra adulta) en un sitio con matorral tropical, cerro Culiacán, municipio de Cortazar, Guanajuato (fotografía de César Raziel Lucio Palacio).

Lucio-Palacio, C. R., J. C. Arenas-Monroy y C. M. García-Balderas. 2012a. “¿Qué sabemos de las arañas de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajua-to: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 167-171.

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Las arañas se encuentran dentro de los más hábiles cazadores y están consideradas como los invertebrados depredadores más abundantes dentro de los ecosistemas terrestres, en donde actúan como agentes estabilizadores de poblacio-nes de insectos (Pérez-de la Cruz y De la Cruz-Pérez, 2005) al formar parte del complejo de ene-migos naturales de los mismos. Debido a este aspecto, junto con su abundancia y gran capaci-dad para colonizar diferentes agroecosistemas, se les ha considerado organismos de utilidad den-tro del control biológico de plagas tal y como lo mencionan Pérez-de la Cruz et al. (2007).

Conocimiento actual

Hasta el momento se han reportado 46 especies de arañas para la entidad. El listado actualizado que aquí se presenta supera al de Hoffman (1976), quien menciona 26 especies, y al de Ji-ménez (1996), quien cita 34 especies. Las fami-lias con mayor número de especies registradas son Araneidae (12 especies) y Salticidae (siete especies), mientras que familias usualmente diversas en otros estados, como Theridiidae, apenas si cuentan con registros o se asume que existen ciertas especies en el estado (Hoffman, 1976). El listado completo de especies reporta-das a la fecha en la literatura para el estado puede consultarse en el apéndice I.

El recuento de trabajos araneológicos en Gua-najuato es breve. Como en muchos de los grupos zoológicos, Alfredo Dugès realizó colectas y ob-servaciones incipientes durante su estancia, desde mediados de los 1800 hasta principios del siglo xx (Hoffman, 1976). Entre los escasos estudios re-cientes destacan los realizados con material bio-lógico originario del estado, como el de Tietjen (1986). En las décadas de 1980 y 1990, el equipo del doctor George Uetz, de la Universidad de Cin-cinnati, produjo varios trabajos relacionados con el comportamiento comunal de Metepeira spini-pes y M. atascadero (i.e. Uetz, 1985; Uetz y Can-gialosi, 1986; Uetz, 1988; Hieber y Uetz, 1990; Rayor y Uetz, 1993); lo que además proporcionó el material tipo para la descripción de M. atasca-dero (Piel, 2001). Recientemente, Quijano-Ravell (2008) presentó los resultados de un estudio en la Sierra de los Agustinos, municipio de Acámbaro,

en donde comparó patrones de riqueza de diver-sos grupos de arácnidos, incluyendo arañas, entre áreas con matorral y áreas con bosque de encino. Si bien no incluye un listado de las especies en-contradas, pues únicamente identificó organis-mos a nivel de género, los resultados obtenidos permiten reconocer que existe una importante diversidad de especies de arañas y que se requie-ren estudios formales que aborden exclusivamen-te a este grupo de artrópodos. En el recuadro 1 se muestran resultados preliminares de la recolecta de arañas en los cerros Culiacán y La Gavia, en donde se puede apreciar que a pesar del bajo nú-mero de muestreos se han encontrado nuevos re-gistros de especies para el estado.

Importancia ecológica, económica y cultural

La gran variedad de especies de arañas es visible en la diversidad de ambientes terrestres e incluso acuáticos en que se llegan a ubicar (Turnbull, 1973; Nyffeler y Benz, 1987). De manera general, son depredadores por excelencia, suelen ser abundantes y su dieta está principalmente basa-da en insectos (Turnbull, 1973; Riechert y Loc-kley, 1984; Nyffeler y Benz, 1987; Nyffeler, 2000). Asimismo, bajo condiciones óptimas pueden alcanzar densidades de 1 000 individuos por metro cuadrado (Pearse, 1946; Duffey, 1962). En la naturaleza son parte importante de la re-gulación de las poblaciones de insectos ya que limitan en gran medida las explosiones demo-gráficas en los ecosistemas (Riechert y Lockley, 1984; Young y Edwards, 1990), en el cuadro 1 se pueden observar estimaciones de consumo de presas por arañas en diferentes tipos de hábitat.

Los pesticidas representan una amenaza para la araneofauna ya que eliminan sus poblaciones naturales indiscriminadamente (Riechert y Loc-kley, 1984). Algunos estudios se han realizado evaluando el potencial de las arañas como agen-tes de control biológico en agroecosistemas. Ade-más se conoce su función en la naturaleza y su desempeño como depredadores experimental-mente (Nyffeler y Benz, 1987; Young y Edwards, 1990; Greenstone, 1999; Riechert, 1999; Nyffe-ler, 1999 y 2000). A nivel nacional son muy po-cos los estudios que han explorado el impacto de las arañas para controlar organismos plaga (i.e.

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Cuadro 1. Estimación de los kilogramos de presa consumidos en peso fresco por las arañas en distintos tipos de hábitat en el mundo. Modificado de Nyffeler (2000).

*Kg PC ha-1año-1 = kilogramos de presa consumidos por hectárea por año.

Tipo de hábitat *kg PC ha-1 año-1

Bosques de Europa ≈ 100

Marismas saladas de los Estados Unidos de América ≈ 250

Cafetales libres de insecticidas en Nueva Guinea ≈ 160-300

Pastizales no controlados en Europa ≈ 150-230

Pastizales de Festuca abandonados en Europa ≈ 60

Praderas con manejo intensivo (4-6 podas por año) y cultivos en Europa ≈ 1-10

Media anual del mundo ≈ 42 500

Media anual en el Reino Unido >80

Pérez-de la Cruz et al., 2007), siendo inexistentes publicaciones de esta temática para el estado.

Respecto a la importancia médica de las arañas, se sabe que ya en civilizaciones antiguas las arañas eran temidas debido a la toxicidad de su veneno (Hoffman, 1976), sin embargo, según se cita en Ji-ménez (1996), las especies que han causado algún tipo de envenenamiento al ser humano se registran en 38 géneros alrededor del mundo, de los cuales sólo 20 se encuentran en nuestro país.

En México, las arañas reportadas que pueden llegar a producir envenenamientos al ser huma-no con consecuencias fatales son sólo la viuda negra (Latrodectus mactans) y las arañas violi-nistas (género Loxosceles), que suelen ser las lla-madas reclusas (Jiménez, 1996). A pesar de que el envenenamiento resultante del contacto acci-dental con la viuda negra es relativamente poco frecuente y en ocasiones resulta difícil identifi-carlo, se considera que los signos y síntomas clí-nicos deben ser reconocidos con oportunidad a fin de ofrecer un tratamiento oportuno (Sotelo et al., 2005). Por otra parte, el cuadro clínico producido por la mordedura de la araña violinis-ta es conocido como loxoscelismo, en el que se presentan lesiones de tejido celular que puede causar la muerte a 7% de los pacientes adultos (Pérez et al., 2009). En el caso de Guanajuato, no existe información pública que muestre un con-teo de casos de mordedura de araña. La presen-cia de arañas del género Loxosceles es única-mente anecdótica, pues hasta el momento no se

ha registrado ninguna especie, siendo el único estado del país sin registros en literatura espe-cializada (Ramos y Méndez, 2008; Santiago-García et al., 2009).

Respecto a la importancia cultural de las arañas en el estado, localmente se utilizan a las viudas negras (Latrodectus mactans) en algunos remedios contra la resaca (observación perso-nal). Actualmente, se recopilan datos entre ha-bitantes de la región de cerro Culiacán para indagar si existen más datos etnobiológicos de alguna especie (datos no publicados).

Conclusiones y recomendaciones

Sugerimos seguir realizando inventarios y es-tudios de la araneofauna presente en el estado en ecosistemas naturales y agroecosistemas, con el fin de identificar las especies más impor-tantes en la regulación de las poblaciones de insectos, asimismo, para evaluar el desempeño y viabilidad de la aplicación de estas especies en programas y estrategias estatales de control de plagas en cultivos, dado que el estado es predo-minantemente agrícola.

Además, cabe esperar que un futuro próximo se encuentren ejemplares de alguna especie de araña violinista que permitan el registro ade-cuado de este grupo para el estado, lo que per-mitirá una mejor detección y diagnóstico de casos de envenenamiento por mordeduras de este tipo de arañas.

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La araneofauna de los cerros Culiacán y La Gavia

ReCuaDRo 1

Con 46 especies registradas, Guanajuato se en-cuentra entre los 10 estados con menor número de registros de arañas para el país, por delante de Campeche y detrás de Colima (Jiménez, 1996). Sin embargo, es muy probable que la ri-queza de arañas para el estado sea mucho ma-yor. Recientemente se han realizado colectas esporádicas de arañas en el Área Natural Prote-gida Cerros Culiacán y La Gavia (coordenadas centrales: 20° 22’ N y 100º 55’ O) (iee, 2002). Los organismos identificados hasta ahora incluyen a cinco especies que son nuevos registros para el estado: Castianeira dorsata, Castianeira plo-

rans, Argiope argentata, Tegenaria domestica y Agelenopsis aperta. Estos registros presentan un aumento de 11% en el número de especies co-nocidas para el estado. Algunos de los organis-mos colectados no presentan las características necesarias para su identificación científica, por lo que seguramente la lista de especies conti-nuará creciendo conforme se obtengan más y mejores ejemplares y si las recolectas se llevan a cabo de una manera sistemática. Los ejempla-res se encuentran resguardados en la Colección Zoológica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (Czuaa).

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manuel DaRío salas-aRaiza | patRiCia alatoRRe-GaRCía | eDuaRDo salazaR-solís

CHAPULINES

Los chapulines o acridoideos son insectos con aparato bucal masticador, la mayoría son alados pero otros carecen de ellas. Las patas posterio-res están adaptadas para el salto, el tamaño puede ir de pequeño a grande y la coloración es variable; entierran los huevos en el suelo, de donde emergen las ninfas con las primeras llu-vias (Gangwere et al., 1997).

Los acridoideos forman parte de la cadena trófica y son alimento de aves migratorias como el búho llanero (Athene cunicularia hypogaeae), que pasa el invierno en el municipio de Irapuato proveniente del sur de Canadá y que también se alimenta de Amblytropidia myzteca, chapulín que se encuentra a lo largo del año en los pasti-zales del estado (Salas-Araiza y Salazar-Solís, 2009). En este sentido es interesante señalar que una sola comunidad de pastizal puede incluir de 30 a 40 especies de chapulines en una temporada (Fielding, 2004). La estructura poblacional de las especies que componen un hábitat puede diferir en densidad, dominancia y composición, debido a la vegetación, humedad, tipo de suelo y tempe-ratura ambiental (Gardner y Thompson, 2001; Salas-Araiza et al., 2007).

Existen 10 000 especies de chapulines repor-tadas a nivel mundial (Pfdat, 1994); para México, Otte (1984) reportó 53 géneros y 140 especies. En el estado se han colectado especímenes de cha-pulines de 54.4% del total de los municipios, los cuales se encuentran depositados en la colección entomológica “Leopoldo Tinoco Corona”, de la Universidad de Guanajuato. En el cuadro 1 se indican los municipios donde las diversas espe-cies fueron colectadas y en el apéndice 1 se muestran las diferentes especies agrupadas por orden, familias y subfamilias.

En un trabajo realizado por Salas-Araiza et al. (2003) en el estado sobre la fauna de chapuli-nes, se reporta el material identificado en cuatro familias, ocho subfamilias, 41 géneros y 65 espe-cies de la superfamilia Acridoidea, número de especies que representa 35% de las reportadas para México. Mencionan, además, que la especie más abundante es Melanoplus differentialis (figura 1), con casi 16% de los ejemplares colec-tados, le sigue Syrbula admirabilis con alrededor de 12% y Amblytropidia mysteca y Melanoplus lakinus con 9%. Dichos autores concluyen que las 65 especies determinadas representan sólo la mitad de las especies presentes en el estado; cuando compararon la fauna de chapulines de Guanajuato con la de otras regiones, señalaron que 92% son de afinidad Neártica y el 8% restante es de afinidad Neotropical.

De las especies determinadas para Guanajua-to, varias de ellas son plagas de los cultivos: M. differentialis, Sphenarium purpurascens, M. la-kinus, etcétera, otras como Hesperotettix viridis, que se alimenta de matorrales en los pastizales del estado, contribuyen a mantener las plantas indeseables en poblaciones bajas. Otras especies de chapulines sirven como fuente de alimento de mamíferos y aves e incluso al hombre, como la especie S. purpurascens, ya que contiene hasta 50% de proteína cruda (Capinera et al., 2004).

Es necesario realizar estudios en los munici-pios restantes de la entidad para tener una refe-rencia de las especies que en ellos se encuentran y cuáles sirven de alimento a otras aves; el há-bitat de muchas de las especies que fueron co-lectadas en el municipio de Irapuato, en la ac-tualidad ya no existe, pues la mancha urbana lo cubrió; este inventario ayudará a tener una re-ferencia de lo que allí hubo.

Salas-Araiza, M. D., P. Alatorre-García y E. Salazar-Solís. 2012a. “Chapulines” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 172-176.

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Municipio Especies

AbasoloMelanoplus lakinus, Boopedon diabolicum, Boopedon flaviventris, Trimerotropis pallidipennis, Schistocerca nitens nitens, Taeniopoda eques, Melanoplus femu-rrubrum, Netrosoma rubricorne, Paratettix mexicanus, Tetrix ornata

Acámbaro Dicromorpha viridis, Melanoplus lakinus, Sphenarium mexicanum

Allendexanthippus corallipes, Amblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Brachys-tola mexicana, Melanoplus differentialis, Trimerotropis latifasciata, Trimerotro-pis pallidipennis

Apaseo el AltoMelanoplus differentialis, Brachystola mexicana, Melanoplus lakinus, Encopto-lophus costalis, Boopedon diabolicum

Apaseo el Grande

Amblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Eritettix simples, Leprus elephas, Melanoplus differentialis, Schistocerca spp., Syrbula admirabilis, Trimerotropis fontana, Trimerotropis latifasciata, Trimerotropis pallidipennis, Trimerotropis tolteca, Schistocerca albolineata

Atarjea Taeniopoda eques, Syrbula admirabilis, Sphenarium purpurascens

CelayaBoopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Leprus elephas, Melanoplus differentialis, Rhammatocerus viatorius, Syrbula admirabilis, Trimerotropis pallidipennis, Leprus wheeleri

Manuel DobladoAmblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Mela-noplus differentialis, Schistocerca conhi, Sphenarium purpurascens, Syrbula admirabilis, Trimerotropis pallidipennis, Rhammatocerus viatorius

Comonfort

Leprus elephas, Trimerotropis pallidipennis, Melanoplus differentialis, Bra-chystola mexicana, Schistocerca conhi, Boopedon diabolicum, Sphenarium purpurascens, Trimerotropis tolteca, Hesperotettix viridis, Melanoplus lakinus, Spharagemon equale, Syrbula admirabilis

Coroneo

Rhammatocerus viatorius, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Sphenarium purpurascens, Schistocerca conhi, Amblytropidia myzteca, Boope-don diabolicum, Syrbula admirabilis, Dactylotum bicolor, Netrosoma xanthops, Orphulella pelidna, Paratettix mexicanus

CortazarBoopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Trimerotropis pallidipennis, Schistocerca conhi, Melanoplus differentialis, Sphenarium purpurascens

CuerámaroAulocara ellioti, Melanoplus differentialis, Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Schistocerca conhi, Sphenarium purpurascens, Syrbula admirabilis, Taeniopoda eques, Philocleon luceroae, Philocleon nigrovittatus

Doctor MoraBoopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Dactylotum bicolor, Melanoplus differentialis, Schistocerca cohni, Syrbula admirabilis, Trimerotropis pallidipennis

Dolores HidalgoBoopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Trime-rotropis pallidipennis. Hesperotettix viridis, Ligurotettix planum

Guanajuato

Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Leprus elephas, Melanoplus differentialis,, Psoloessa texana, Rhammatocerus viatorius, Schistocerca cohni, Trimerotropis pallidipennis, Hesperotettix viridix, Ligurotettix planum, Leuro-notina ritensis, Paratettix mexicanus

Huanímaro

Melanoplus lakinus, Boopedon flaviventris, Amblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Schistocerca coh-ni, Sphenarium purpurascens, Trimerotropis pallidipennis, Philocleon luceroae, Philocleon nigrovittatus

Cuadro 1. Municipios y especies de acridoideos recolectados en el estado de Guanajuato (Salas-Araiza et al., 2003).

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174 | La Biodiversidad en Guanajuato

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Capí

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Municipio Especies

Irapuato

Hesperotettix viridis, Melanoplus lakinus, Melanoplus differentialis, Melano-plus femurrubrum, Achurum sumichrastis, Achurum carinatum, Amblytropidia myzteca, Ligurotettix planum, Boopedon diabolicum, Boopedon flaviventris, Psoloessa texana, Syrbula admirabilis, Syrbula montezuma, Phlibostroma qua-drimaculatum, Aulocara elliotti, Rhammatocerus viatorius, Orphulella pelidna, Arphia conspersa, Arphia simplex, xanthippus corallipes, Lactista aztecus, Trachyrhachys aspera, Spharagemon equale, Leprus elephas, Leprus interme-dius, Trimerotropis pallidipennis, Trimerotropis spp., Trimerotropis latifasciata, Schistocerca cohni, Schistocerca nitens nitens, Schistocerca piceifrons, Sphena-rium mexicanum, Sphenarium purpurascens, Brachystola magna, Brachystola mexicana, Paratettix mexicanus, Schistocerca albolineata, Paratettix rugosus, Encoptolophus costalis, Pardolophora haldemeni, Opeia obscura, Boopedon gracile, Pardolophora haldemeni, Hippiscus ocelote, Lactista punctatus, Lactista elota, Pedies cerropotosi, Aztecacris laevis, Dactylotum bicolor, Chimarocephala pacifica, Encoptolophus sp., Philocleon luceroae, Dicromorpha viridis, Tetrix spp., Paratettix aztecus, Tettigidea chichimeca, Tetrix ornata

Jaral del ProgresoAmblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Melanoplus differentialis, Lactista aztecas, Netrosoma xanthops, Pedies cerropotosi, Psoloessa texana

JerécuaroAmblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Melanoplus differentialis, Sphe-narium purpurascens, Syrbula montezuma, Syrbula admirabilis

LeónBoopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Dactylotum bicolor, Melanoplus differentialis, Syrbula admirabilis, Trimerotropis pallidipennis, Trimerotropis tolteca, Melanoplus lakinus, Lactista aztecus, Achurum sumicrastis, Philocleon luceroae

MoroleónBoopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Schisto-cerca cohni, Sphenarium purpurascens, Dactylotum bicolor

Ocampo

Aulocara ellioti, Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Hesperotettix viridis, Melanoplus differentialis, Schistocerca cohni, Syrbula admirabilis, Tri-merotropis pallidipennis, Leprus intermedius, Melanoplus lakinus, Melanoplus femurrubrum, Phlibostroma quadriculatum

Pénjamo

Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Melano-plus lakinus, Orphulella pelidna, Rhammatocerus viatorius, Taeniopoda eques, Syrbula admirabilis, Syrbula montezuma, Sphenarium purpurascens, Orphule-lla pelidna, Philocleon luceroae, Philocleon nigrovittatus

Pueblo NuevoBoopedon diabolicum, Melanoplus differentialis, Melanoplus lakinus, Sphena-rium purpurascens, Syrbula admirabilis, Syrbula montezuma

Purísima

Amblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Mela-noplus differentialis, Schistocerca cohni, Sphenarium purpurascens, Syrbula admirabilis, Taeniopoda eques, Trimerotropis pallidipennis, Melanoplus lakinus, Philocleon luceroae, Philocleon nigrovittatus

RomitaMelanoplus differentialis, Boopedon diabolicum, Trimerotropis tolteca, Syrbula admirabilis, Chimarocephala pacifica

SalamancaLactista aztecus, Boopedon diabolicum, Melanoplus differentialis, Melanoplus lakinus, Syrbula admirabilis, Melanoplus femurrubrum, Metalaptea brevicornis, Brachystola mexicana Philocleon luceroae, Philocleon nigrovittatus

Salvatierra

Amblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Mela-noplus differentialis, Melanoplus lakinus, Syrbula admirabilis, Trimerotropis pallidipennis, Sphenarium purpurascens, Rhammatocerus viatorius, Tettigidea chichimeca, Tetrix ornata

San Diego de la UniónBoopedon diabolicum, Melanoplus differentialis, Trimerotropis pallidipennis, Arphia conspersa

San Felipe Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis

Cuadro 1. Continuación.

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Diversidad de especies | 175

Municipio Especies

San Francisco del RincónBoopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Schis-tocerca cohni, Trimerotropis tolteca, Orphulella pelidna, Melanoplus lakinus, Leprus equale, Amblytropidia mysteca

San José IturbideMelanoplus differentialis, Boopedon diabolicum, Syrbula admirabilis, Trimero-tropis spp

San Luis de la PazMelanoplus differentialis, Syrbula admirabilis, Leprus elephas, Aulocara ellioti, Trimerotropis spp., Amblytropidia myzteca, Dactylotum bicolor, Trimerotropis pallidipennis, Melanoplus lakinus, Spharagemon spp., Trachyrhachys kiowa

Santa CatarinaMelanoplus differentialis, Syrbula admirabilis, Taeniopoda eques, Trimerotropis pallidipennis

Santa Cruz de Juventino Rosas

Amblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melano-plus differentialis, Melanoplus lakinus, Rhammatocerus viatorius, Sphenarium purpurascens, Trimerotropis pallidipennis, Schistocerca cohni, Syrbula admirabilis, Taeniopoda eques, Schistocerca piceifrons, Pedies cerropotosi, Orphulella pelidna

Santiago MaravatíoMelanoplus differentialis, Melanoplus lakinus, Schistocerca cohni, Syrbula admirabilis

Silao

Ligurotettix planum, Psoloessa texana, Rhammatocerus viatorius, Lactista aztecus Leprus elephas, Trmerotropis spp., Syrbula admirabilis, Boopedon diabolicum, Mela-noplus differentialis, Trimerotropis pallidipennis, Encoptolophus costalis, Achurum sumichrasti, Arphia simplex, Ligurotettix planum, Sphenarium purpurascens

TarandacuaoBoopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Schistocer-ca cohni, Sphenarium purpurascens, Sphenarium mexicanum, Aztecacris laveis

Tarimoro

Melanoplus differentialis, Boopedon diabolicum, Melanoplus lakinus, Syrbula montezuma, Melanoplus femurrubrum, Sphenarium purpurascens, Trachyrhachys aspera, Brachystola mexicana, Leprus wheeleri, Schistocerca cohni, Sphenarium purpurascens, Taeniopoda eques, Orphulella pelidna

Tierra BlancaMelanoplus differentialis, Trimerotropis pallidipennis, Schistocerca cohni, Rham-matocerus viatorius, Melanoplus lakinus, Leprus spp., Netrosoma xanthops

UriangatoBoopedon diabolicum, Melanoplus differentialis, Rhammatocerus viatorius, Schistocerca cohni, Syrbula admirabilis

Valle de Santiago

Amblytropidia myzteca, Boopedon diabolicum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Schistocerca cohni, Melanoplus lakinus, Melanoplus femurrubrum, Trimerotropis pallidipennis, Rhammatocerus viatorius, Arphia simplex, Liguro-tettix planum, Boopedun gracile, Sphenarium purpurascens, Aztecacris laveis, Psoloessa texana

VictoriaMelanoplus differentialis, Rhammatocerus viatorius, Syrbula admirabilis, Tri-merotropis pallidipennis

VillagránBoopedon diabolicum, Melanoplus differentialis, Syrbula admirabilis, Trimero-tropis pallidipennis

XichúDactylotum bicolor, Melanoplus femurrubrum, Trimerotropis spp., Melanoplus differentialis, Rhammatocerus viatorius, Ligurotettix planum

YuririaArphia simplex, Melanoplus lakinus, Amblytropidia myzteca, Boopedon diabo-licum, Brachystola mexicana, Melanoplus differentialis, Sphenarium purpuras-cens, Trimerotropis pallidipennis, Sphenarium mexicanum

Cuadro 1. Continuación.

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Figura 1. Melanoplus differentialis la especie de chapulín más abundante en el estado. Imagen del acervo fotográfico de la colección entomológica “Leopoldo Tinoco Corona” de la Universidad de Guanajuato.

Literatura citada

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Diversidad de especies | 177

estuDio De Caso

víCtoR huGo toleDo heRnánDez | anGéliCa maRía CoRona lópez

BUPRESTIDAE Y CERAMBYCIDAE (COLEOPTERA)

Introducción

Los insectos son el grupo de organismos más diverso en nuestro planeta y se han descrito aproximadamente 830 000 especies (Gaston, 1991). De los 31 órdenes de insectos, los más diversos son Coleoptera, Diptera, Lepidoptera e Hymenoptera, que suman cerca de 700 000 especies descritas (Arnett, 1967, 1985; Ham-mond, 1974; Southwood, 1978; Lawrence, 1982; Evenhuis, 1989; Laithwaite et al., 1975; Brown, 1982), de las cuales 350 000 especies son coleópteros (escarabajos). Las familias de esca-rabajos más representativas son: Carabidae, Staphylinidae, Scarabaeidae (sensu lato), Bupres-tidae, Tenebrionidae, Cerambycidae, Chrysome-lidae y Curculionidae, con 68% de las especies, lo que representa dos tercios de la riqueza de los Coleoptera conocidos (238 000 especies) (Arnett, 1967, 1985; Hammond, 1974; Southwood, 1978; Lawrence, 1982). La relevancia de los escara-bajos no sólo radica en su número de especies, sino también en el impacto que tienen en los ecosistemas. Los escarabajos se pueden encon-trar desde las altas montañas, lugares tem-plados, tropicales, áridos, en cavernas subterrá-neas y hábitats de agua dulce. Algunas especies son benéficas para el ser humano, tales como las que se han usado en el control biológico de plagas, o aquellas que tienen funciones de poli-nización. También, una gran cantidad de espe-cies son detritívoras y participan activamente en la descomposición de la materia animal o vegetal, contribuyendo de forma importante en el reciclado y la reincorporación de nutrientes esenciales al suelo, manteniéndolos en niveles adecuados de fertilidad (Morón, 1984; Laiho y Prescott, 1999).

Distribución y diversidad

Tanto la familia Buprestidae como la familia Cerambycidae presentan una distribución cos-mopolita, no obstante su mayor diversidad ha sido registrada para las zonas tropicales (Linsley, 1961; Bellamy, 2003a), y es precisamente en es-tos lugares donde se considera que aún existen muchas especies por describir o conocer.

La familia Buprestidae (escarabajos joya) (fi-gura 1) está considerada dentro de las familias más ricas de coleópteros ya que en el mundo se reconocen 15 000 especies. Para México se tienen registradas cuatro subfamilias (Polyces-tinae, Chrysochroinae, Buprestinae y Agrilinae), 21 tribus, 32 subtribus, 64 géneros y 868 especies (Corona y Toledo, 2006, 2007), lo que representa 5.78% de la diversidad específica total mundial. Para el estado, se tienen registradas cuatro subfamilias, siete tribus, 10 géneros y 57 espe-cies, esta diversidad específica representa 6.56% de la riqueza nacional (Dugès, 1878, 1891; Water-house, 1882; Hespenheide, 1974; Nelson y Westcott, 1976; Nelson, 1980; Westcott, 1983; Westcott et al., 1989) (cuadro 1).

Figura 1. Vista dorsal de Lampetis cyanitarsis (Corona) (fotografía de V.H. Toledo).

Toledo-Hernández V. H. y Corona-López, A. M. 2012. “Buprestidae y Cerambycidae (Coleoptera)“ en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 177-182.

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178 | La Biodiversidad en Guanajuato

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Capí

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Cuadro 1. Lista de especies de la Familia Buprestidae (Coleoptera) de Guanajuato.

Subfamilia Tribu Especie

ChrysochroinaeDicercini

Dicerca inconspicuaLampetis dilaticollis

Chrysochroini Chalcophora mexicana

Polycestinae Acmaeoderini

Acmaeodera connexaAcmaeodera cuprinaAcmaeodera flavomarginataAcmaeodera flavopictaAcmaeodera moestaAcmaeodera scalarisAcmaeodera venustaAcmaeodera viridissima

Buprestinae

Actenodini Actenodes calcarata

Chrysobothrini

Chrysobothris ignotaChrysobothris melazonaChrysobothris multistigmosaChrysobothris quadriplagiataChrysobothris sobrinaChrysobothris trisignata

Agrilinae

Agrilini

Agrilus albofasciatusAgrilus alemaniAgrilus aureusAgrilus aurilateraAgrilus bimaculatusAgrilus carmineusAgrilus chlorusAgrilus correctusAgrilus deborreiAgrilus dugesiAgrilus flohriAgrilus fossulatusAgrilus fraternus Agrilus heterothecaeAgrilus igneosignatusAgrilus kerremansiAgrilus luctatorAgrilus mathabatheiAgrilus megerleiAgrilus metallescensAgrilus ometauhtliAgrilus parvusculusAgrilus politusAgrilus phaenicopterusAgrilus proximulusAgrilus purpurescensAgrilus rubrovittatusAgrilus salleiAgrilus sexmaculatusAgrilus speciosusAgrilus sulcatulusParagrilus lesueuriParagrilus rugatulus

Trachydini

Brachys chapusiBrachys hexagonalisTaphrocerus chevrolatiTaphrocerus kerremansiTaphrocerus leoniTaphrocerus mexicanus

Fuente: Dugès, 1878, 1891; Waterhouse, 1882; Hespenheide, 1974; Nelson y Westcott, 1976; Nelson, 1980; Westcott, 1983; Westcott et al., 1989.

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Diversidad de especies | 179

Subfamilia Tribu Especie

Cerambycinae

Clytini

Clytopsis dimidiaticornis Ochraethes sommeri Placosternus erythropus Trichoxys vitticollisTylcus hartwegii

Eburiini Eburia (Eburia) patruelisElaphidiini Stenosphenus sobrius

IbidioniniHeterachthes viticulusNeocompsa tenuissima

RhopalophoriniRhopalophora punctatipennisRhopalophora tenuis

Trachyderini

Deltaspis rubensElytroleptus luteusElytroleptus pallidusIschnocnemis luteicollisIschnocnemis sexualisMegaderus bifasciatusTragidion bicolorTylosis jimeneziiTylosis suturalis

Lamiinae

AcanthocininiDectes nigripilusNyssodrysina haldemani

Acanthoderini Psapharochrus borreiHemilophini Alampyris fuligineaLamiini Chyptodes dejeani

PhytoeciiniMecas (Mecas) cirrosaMecas (Dylobolus) rotundicollis

Tetraopini Phaea vitticollis

Cuadro 2. Lista de especies de la Familia Cerambycidae (Coleoptera) de Guanajuato.

Figura 2. Vista dorsal de Plagiohammus im-perator (Thomson) (fotografía de V.H. Toledo).

Fuente: Noguera y Chemsak,1996; Toledo y Corona, 2006; Monné y Bezark, 2009.

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Para la familia Cerambycidae (escarabajos ba-rrenadores o toritos) (figura 2) se conocen aproxi-madamente 35 000 especies en todo el mundo (Minelli, 1993). Para México se tienen registradas ocho subfamilias, 72 tribus, 450 géneros y 1 605 especies (Toledo y Corona, 2006), esto representa 4.58% de la diversidad específica total mundial. Para la entidad, se tienen registradas dos subfa-milias, 12 tribus, 23 géneros y 28 especies, esta diversidad específica representa 1.74% de la rique-za nacional (cuadro 2).

En realidad la riqueza registrada de estas dos familias de coleópteros para Guanajuato es un reflejo de lo que sucede en otros estados de la República Mexicana, en los cuales no se han realizado muestreos adecuados para representar la diversidad de grupos tan importantes como Buprestidae y Cerambycidae, ya que la mayoría de la información sobre las localidades donde se han registrado esas familias se reduce a los tra-bajos de Dugès (1878, 1891) y los incluidos en la Biologia Centrali Americana, siendo las locali-dades más reportadas: Barranca del Tigre, El Chico, León, Mineral de la Luz, Mineral de Va-lenciana, Moroleón, San Diego de la Unión, San Luis de la Paz, Santa Rosa, Sierra de Mazamitla, Silao, Tupátaro, Valle de Santiago y Yuriria.

Importancia ecológica y económica

Las especies de las familias de Buprestidae y Cerambycidae, desempeñan funciones ecológi-cas muy importantes en bosques y selvas, entre las que destacan la polinización y su participa-ción en el proceso de degradación de la materia orgánica vegetal (troncos, ramas, etc.), asimis-mo, particularmente la familia Buprestidae tiene especies que son minadoras de hojas que, por lo general, los estados inmaduros viven y se alimentan dentro de las mismas, consumiendo el interior o mesófilo sin dañar la epidermis fo-liar, pero sí pueden reducir la capacidad fotosin-tética de las hojas, causar su caída prematura y permitir el ingreso de microorganismos dañinos para las plantas. Además, reducen el valor estético de las plantas ornamentales o de hojas comesti-bles y varios grupos son considerados plagas en diversas partes del mundo (Hespenheide, 1996). En general, las especies de ambas familias de

escarabajos se consideran un componente fun-cionalmente importante en bosques y selvas, ya que participan de forma activa en la degrada-ción de la madera muerta, lo cual es fundamen-tal en el inicio del proceso de reciclaje de la madera (Dajoz, 1978; Linsley, 1961; Grove, 2002), permitiendo con sus excretas la fertili-zación del suelo (Tate et al., 1993; Laiho y Pres-cott, 1999; Bellamy, 2003b).

Las especies de Buprestidae y Cerambycidae en estado larval presentan una estrecha relación con sus plantas huéspedes, y el estudio de la dinámica poblacional de estos insectos podría reflejar el estado de conservación de ecosistemas completos. La estrecha relación que presentan las especies de ambas familias de coleópteros con sus plantas huéspedes hace evidente que la modificación de los ecosistemas, en los cuales haya pérdida de la cubierta vegetal, tenga una repercusión directa en la diversidad de éstos coleópteros, desapareciendo rápidamente los que tengan una asociación estric-ta con sus plantas huéspedes, alterando o destru-yendo muchas interrelaciones y patrones tróficos (Hovore et al., 1987). Hasta ahora no se cuenta con información sobre acciones realizadas para su conservación, no obstante se puede considerar que la preservación de los bosques o selvas repercuti-rá de forma positiva en la biodiversidad de buprés-tidos y cerambícidos.

Conclusiones

No obstante que los insectos son el grupo de orga-nismos más diverso y que México es considerado como país megadiverso (Mittermeier, 1988; Mitter-meier y Goettsch, 1992; Villaseñor, 2003), el conocimiento que se tiene sobre varios grupos de insectos es aún incipiente y pocos sitios cuentan con estudios faunísticos formales que proporcionen información sobre la diversidad que resguardan; en realidad, podemos considerar que gran parte del territorio nacional todavía está en fase de explora-ción (Cabrera-Rodríguez y Villaseñor, 1987; Sosa y Dávila, 1994; Villaseñor, 2004). Guanajuato no es la excepción y esto se puede corroborar por la ausencia de publicaciones de trabajos con mues-treos sistemáticos con relación a la fauna de estos coleópteros, ya que la información presentada en este documento se basa en recolectas esporádicas.

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Diversidad de especies | 181

Literatura citada

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Por lo anterior, y con la finalidad de complementar el inventario nacional sobre biodiversidad, es nece-sario continuar apoyando proyectos sobre estudios faunísticos que proporcionen la información nece-

saria para actualizar el inventario nacional sobre biodiversidad, el cual sirva de base para la toma de decisiones en lo que se refiere a conservación.

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182 | La Biodiversidad en Guanajuato

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tulo

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RoBeRto aRCe-péRez | miGuel ánGel moRón

ESCARABAJOS ACUÁTICOS

Introducción

Los coleópteros forman el grupo más numeroso y diversificado de la Clase Insecta, se caracte-rizan por tener su primer par de alas muy endu-recido, el cual forma el estuche protector para las alas membranosas y las partes blandas del dorso del abdomen, de donde deriva el nombre de coleoptero, que en griego significa “alas con estuche” (Morón, 1984). Los coleópteros han tenido gran éxito al colonizar casi todos los ambientes terrestres, y en el medio acuático representan uno de los más numerosos grupos de insectos dulceacuícolas. Entre los coleópteros con hábitos acuáticos y semiacuáticos destacan los “amantes del agua” o Hydrophilidae (figuras 1 y 2), familia integrada por especies con formas adultas de tamaño pequeño (1 mm) hasta relativamente grandes (45 mm), con un cuerpo de forma hidrodinámica, patas apla-nadas con sedas para auxiliar durante la nata-ción, aunque las formas adaptadas a vivir en zonas inundadas asociadas a la vegetación y sedimentos de la orilla de los cuerpos de agua presentan un cuerpo de forma robusta o gibosa, con patas cortas, robustas y con hileras de es-

pinas; los colores predominantes son pardo-negruzco con iridiscencias metálicas, los hay manchados o bandeados en combinaciones de amarillo, verde, azul o cobrizo (Spangler, 1982). La gran mayoría de estas especies viven dentro o a la orilla de los cuerpos de agua dulce y limpia, sin embargo, algunas soportan ciertos niveles de contaminación, otros habitan ma-nantiales, ambientes salinos y aun la zona in-tertidal marina de las playas rocosas; mientras que los adultos terrestres y semiacuáticos viven en sitios húmedos, como la orilla de los cuerpos de agua, algunos se encuentran en hongos en descomposición, algas, estiércol fresco, nidos de hormigas, bajo la corteza podrida de los troncos, en nidos y desechos de aves y mamíferos ma-rinos, entre otros (Spangler, 1982; Van Tassell, 2000). El conocimiento existente de las especies de Hydrophilidae del estado es muy escaso ya que sólo se conocen las especies citadas en la magna obra Biologia Centrali Americana (Sharp, 1882, 1887), descripciones basadas en ejem-plares de la colección Eugenio Dugés; además de algunos registros de especies en revisiones ac-

Figuras 1 y 2. Vista dorsal y ventral de Tropisternus afinis, mostrando la forma hidrodinámica del cuerpo y las patas como remos para la natación. Escala: 3 mm (fotografías procedentes de la galería de la Colección Nacional de Insectos, Instituto de Biología de la unam).

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tuales para Norteamérica y México (Gentili, 1986a; Gundersen, 1978; Miller, 1974; Smetana, 1974, 1978, 1980, 1985; Spangler, 1960; Van Tassell, 1966; Wooldridge, 1969).

Importancia

Los coleópteros hidrofílidos tienen importancia médica, económica y ecológica. Adultos y larvas de Hydrophilus triangularis, Tropisternus latera-lis y Berosus infuscatus han sido referidos como depredadores de larvas de mosquitos transmiso-res de enfermedades para los humanos, como el dengue, la fiebre amarilla y la malaria (Leech y Chandler, 1956; Metcalf y Flint, 1981; Nelson, 1977). En otros casos algunas especies de Dactylosternum spp. han sido utilizadas para control del escarabajo barrenador de la caña de azúcar y otras más para el control del escaraba-jo barrenador del plátano; también, tanto larvas como adultos de Helophorus sp. han sido citadas como plagas en cultivos de nabo, repollo y otras crucíferas, además de trigo y pastos (Leech y Chandler, 1956). Además, tanto adultos como larvas son importantes porque intervienen en varios niveles de la red trófica, como desintegra-dores aceleran el f lujo de energía en los ambientes acuáticos y semiacuáticos; también regulan poblaciones de invertebrados y formas juveniles de peces y anfibios, además de servir como alimento a peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos acuáticos y terrestres. Junto con otros

grupos de insectos se utilizan como indicadores de la calidad del agua (Leech y Chandler, 1956; Martin y Uhler, 1939 citados en Usinger, 1956; Wilson, 1923, citado en Usinger, 1956; Campbell et al., 2008; Ribera y Foster, 1993).

Diversidad

En México se han registrado 27 géneros y 129 especies de Hydrophilidae (Arce-Pérez, 1995). En el estado los inventarios sobre insectos acuáticos han sido muy escasos, por lo que sólo se conocen 10 géneros y 21 especies de hidro-fílidos que representan 37% y 16%, respecti-vamente, del total nacional. Los géneros mejor representados para la entidad son Berosus y Enochrus con cinco especies, seguidos por los géneros Helophorus, Laccobius y Tropisternus con dos especies cada uno y los restantes con una sola especie (cuadro 1). Esta cifra no reve-la una diversidad baja en comparación con otros estados, realmente es evidente la falta de colectas y estudios faunísticos en todos los ambientes acuáticos característicos de la enti-dad. Es posible que cuando menos existan representantes de otras 25 especies que se han citado de Jalisco, San Luis Potosí y Michoacán, además de otras hasta ahora no descubiertas para el centro del país (Arce-Pérez y Morón, 2011). Poco se conoce sobre las características de los ambientes en donde se desarrollan y dis-tribuyen estas especies, sin embargo, en el

Cuadro 1. Lista de especies de coleópteros Hydrophilidae del estado.

Nombre de la especie Ambientes donde se distribuyen las especies de la familia Hydrophilidae

Helophorus linearis Habita cuerpos de agua con corriente lenta, con vegetación o sin ella, en los már-genes de estanques de agua sucia de las carreteras, orillas fangosas de arroyos y pequeñas pozas donde se cultivan azucenas y nabos

Helophorus regularis Ningún detalle es conocido sobre los requisitos del hábitat de esta especie

Berosus hoplites En la orilla de ríos y arroyos poco profundos, con poca corriente, vegetación emer-gente y en estanques temporales

Berosus mexicanus En la orilla de ríos y arroyos con poca corriente, vegetación emergente y en estan-ques temporales. Además en canales de chinampas

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Nombre de la especie Ambientes donde se distribuyen las especies de la familia Hydrophilidae

Berosus rubellus En la orilla de ríos y arroyos con poca corriente, en estanques temporales poco profundos con vegetación emergente

Berosus salvini En la orilla de ríos y arroyos con vegetación emergente y en estanques temporales

Berosus stylifer Ningún detalle es conocido sobre los requisitos del hábitat de esta especie, pero se considera que puede ser similar al de las otras especies del género

Cymbiodyta fraterculus Ningún detalle es conocido sobre los requisitos del hábitat de esta especie

Chaetarthria pallida Ningún detalle es conocido sobre los requisitos del hábitat de esta especie

Paracymus subcupreus En ambientes con poca corriente, poco profundos con vegetación emergente que se encuentran a la orilla de los ríos o arroyos y en estanques temporales

Laccobius ellipticus Ningún detalle es conocido sobre los requisitos del hábitat de esta especie

Laccobius mexicanus Ningún detalle es conocido sobre el hábitat de esta especie

Enochrus aequalis En ambientes con poca corriente, poco profundos con vegetación emergente y algas

Enochrus carinatus fucatus En ambientes con poca corriente, poco profundos con vegetación emergente y algas

Enochrus cristatus En ambientes con poca corriente, poco profundos con vegetación emergente y algas

Enochrus ochraceus En ambientes con poca corriente, poco profundos con vegetación emergente y algas

E. pygmaeus pectoralis En ambientes con poca corriente, poco profundos con vegetación emergente y algas

Tropisternus affinis A la orilla de los ríos y arroyos con vegetación emergente, en ambientes con poca corriente, poco profundos con vegetación emergente y en estanques temporales

Tropisternus lateralis nimbatus A la orilla de los ríos y arroyos con vegetación emergente y en estanques tempora-les. Además de canales de chinampas

Dactylosternum dispar Ningún detalle es conocido sobre los requisitos del hábitat de esta especie

Pelosoma prosternale Ningún detalle es conocido sobre los requisitos del hábitat de esta especie

Cuadro 1. Continuación.

Fuente: Basada en los trabajos de: Gentili, 1986a; Gundersen, 1978; Miller, 1974; Sharp, 1882, 1887; Smeta-na, 1974, 1978, 1980, 1985; Spangler, 1960; Van Tassell, 1966 y Wooldridge, 1969. Se muestra también los ambientes donde se distribuyen las especies.

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cuadro 1 se comentan brevemente algunas de ellas según Gundersen, 1978; Smetana, 1985; Van Tassell, 1966 y Wooldridge, 1969.

Amenazas para su conservación

Las principales amenazas para los coleópteros Hydrophilidae y los insectos acuáticos en gene-ral, son la destrucción progresiva de la vegeta-ción que reduce la capacidad de captación y retención del agua en la superficie del suelo, la modificación y destrucción de los cuerpos de agua, el desvío de las corrientes de ríos y arro-yos, el entubamiento y almacenaje artificial para uso agrícola, ganadero y humano, lo cual even-tualmente puede ocasionar la desaparición de las especies que viven y se desarrollan en estos cuerpos de agua. En la actualidad no se puede precisar qué áreas necesitan ser atendidas con prontitud, ya que se carece de un inventario completo de los coleópteros hidrofílidos de la entidad, por lo que se sugiere conservar repre-sentantes de todos los tipos de vegetación en las áreas naturales protegidas (anp) del estado y con esto la permanencia de los diferentes cuerpos de agua, así como también aplicar los reglamentos necesarios para disminuir o evitar la contami-nación y eutroficación de los mismos.

Estado de conservación

Debido a que en el estado no se cuenta con estu-dios que avalen el estado previo de la fauna de estos coleópteros acuáticos, es imposible deter-

minar su deterioro actual. Pero al menos puede mencionarse que ninguna de las especies que se enlistan en el cuadro 1 están en la nom-059-se-maRnat-2001, lo cuál no significa que no existan especies o poblaciones en riesgo ya que los ambientes en que se desarrollan están en cons-tante peligro de alteración o desaparición.

Acciones de conservación

Como en el caso de otro tipo de fauna, para con-servar las comunidades de coleópteros acuáticos, además de proteger áreas naturales es necesario pensar en diseñar corredores que permitan la conservación o establecimiento de cuerpos de agua para la comunicación entre las poblaciones de las reservas o parques naturales. Entre otras medidas sencillas que pueden ayudar a conser-var a estos coleópteros y otros insectos acuáticos son: a) no alterar o modificar los diferentes cuer-pos de agua; b) no aplicar insecticidas cerca de los cuerpos de agua que puedan contaminar y matar a la fauna que ahí se desarrolla; c) no ex-traer grandes cantidades de agua que tenga como consecuencia la muerte de la fauna; d) evitar la destrucción progresiva de la vegetación que ayu-da a la captación y retención del agua en la superficie del suelo; e) evitar el desvío de las corrientes de ríos y arroyos; f) fomentar los es-fuerzos para estudiar esta y otras familias de insectos acuáticos y elaborar listados con repre-sentación taxonómica y geográfica, destacando la presencia de especies endémicas y proponer otras medidas para su protección.

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CATARINITAS (COLEOPTERA: COCCINELLIDAE)

Los coccinélidos, conocidos comunmente como catarinitas, son coleópteros de gran importancia para los agroecosistemas ya que ayudan de ma-nera eficiente al control de plagas (Morón y Te-rrón, 1988). Tienen tamaño pequeño, aparato bucal mandibulado, alas anteriores duras que forman un estuche para proteger las posteriores, que son membranosas y presentan una gran variedad de colores. La catarinita roja Hippoda-mia convergens es la especie más conocida (Sa-las-Araiza y Salazar-Solís, 2008) (figura 1), hi-berna en las sierras del estado por arriba de los 2 200 msnm (Salazar-Solís Salas-Araiza, 1994). Hay otras especies que se encuentran de manera abundante en los cultivos de fresa y se alimentan de la araña roja, tales como Scymnus spp. y Stethorus spp., pero no son tan evidentes debido a lo diminuto de su tamaño (Salas-Araiza Sala-zar-Solís, 2003). Asimismo, en el agave tequilero se encuentra Chilocorus cacti, que se alimenta de la escama Acutaspis agavis evitando que proli-fere esta plaga (Salas-Araiza et al., 2008).

Flores-Mejía y Salas-Araiza (2004) señalan 19 géneros y 38 especies de coccinélidos en el estado (cuadro 1). El género con más especies es Hyperaspis con seis y, con menor número, Ada-lia, Anatis, Azya, Harmonia, Olla, Paranaemia, Hyperaspidius, Nephaspis, Stethorus, Neoharmo-nia y Mulsantina. En el apéndice 1 se presentan las especies de catarinitas de la colección ento-mológica “Leopoldo Tinoco Corona”, del Depar-tamento de Agronomía de la Universidad de Guanajuato, agrupadas por subfamilias. La especie con el mayor número de ejemplares reco-lectados en el estudio mencionado fue Hippoda-mia convergens con 239 ejemplares. De los 19 géneros, 18 son considerados benéficos, pues tanto adultos como larvas se alimentan de áfi-dos, escamas, piojos harinosos, trips, huevos y larvas pequeñas de palomillas (Gordon, 1985). El género Epilachna es el único que se alimenta de vegetales como el frijol y la calabacita. En el

estado de Guanajuato fueron determinadas tres especies de este género: E. mexicana, E. trede-cimnotata y E. varivestis.

A nivel mundial se han descrito 4 500 espe-cies de catarinitas, 400 en Norteamérica y 200 especies se reportan para México (Gordon, 1985). En Guanajuato se reportan 38 especies, las que contribuyen con 19% de las especies reportadas para el país.

El 57.8% de los géneros de catarinitas del es-tado son de afinidad Neartica y se encuentran distribuidos desde Canadá a lo largo de Estados Unidos por la vertiente del Pacífico y Atlántico a través de las cordilleras de los Apalaches y Rocallosas. Su distribución en nuestro país se ve favorecida por la Sierra Madre Oriental y Occi-dental, que son continuación de dichas cadenas montañosas, así como por el Eje Neovolcánico que cruza en la parte sur del estado de Gua-najuato (Halffter, 1987). El 31.5% de los géneros son de afinidad Neotropical, los restantes son de distribución Cosmopolita como Chilocorus y Harmonia, este último fue introducido de Aus-tralia a Estados Unidos para el control del pul-gón de los nogales y actualmente se ha distri-buido hasta México. El reporte de este género en Guanajuato es el primer registro para el estado.

La distibución de dos de las especies mencio-nadas anteriormente está restringida a México: Chilocorus cacti y Epilachna mexicana. Varios géneros, tales como: Hippodamia, Brachia-cantha, Epilachna y Cycloneda hibernan en las zonas altas de las sierras que rodean al Bajío guanajuatense, donde permanecen durante la temporada de invierno formando grandes agre-gados en la hojarasca de los encinos y pasti-zales, posteriormente emigran hacia el valle para alimentarse. Muchas de estas especies de coccinélidos son susceptibles de reproducirse masivamente para su utilización en control bio-lógico de plagas en los cultivos.

Salas-Araiza, M. D., S. Flores-Mejía y P. Alatorre-García. 2012. “Catarinitas (Coleoptera: Coccinellidae)“ en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 188-190.

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Cuadro 1. Listado de las especies de catarinitas reportadas para el estado de Guanajuato y las localidades de recolecta en el estudio de Flores-Mejía y Salas-Araiza. (2004).

Municipio Especies

Abasolo Hippodamia convergens, Paranaemia vittigera, Stethorus punctum, Scymnus spp.

AtarjeaBrachiacantha spp., Cyclonela sanguinea sanguinea, Chilocorus stigma, Epilachna mexicana

Comonfort Brachiacantha spp., Hippodamia convergens

CuerámaroBrachiancantha decora, Brachiacantha dentipes, Hippodamia convergens, Paranae-mia vittigera

Guanajuato

Brachiacantha spp., Brachiancantha decora, Brachiancantha indubitabilis, Cyclo-neda spp., Cycloneda sanguinea lifimber, Cyclonela sanguinea sanguinea, Epilachna varivestis, Epilachna mexicana, Harmonia spp., Hyperaspis conspirans, Hyperaspis imitador, Hyperaspis trifurcada, Mulsantina spp., Olla v-nigrum

HuanímaroBrachiacantha spp., Hippodamia convergens, Hyperaspis spp., Olla v-nigrum, Scymnus loewi

Irapuato

Adalia bipunctata, Anatis spp., Azya orbiger, Brachiacantha spp, Cycloneda san-guinea lifimber, Cyclonela sanguinea sanguinea, Cycloneda sp., Chilocorus spp., Chilocorus cacti, Chilocorus stigma, Epilachna varivestis, Epilachna mexicana, Epilachna tredecimnotata, Harmonia spp., Hippodamia convergens, Hippoda-mia koebelei, Hippodamia parentesis, Hyperaspidius sp., Hyperaspis conspirans, Hyperaspis medialis, Neoharmonia venusta ampla, Nephaspis sp., Olla v-nigrum, Paranaemia rittigera, Psyllobora spp., Psyllobora virginata maculata, Scymnus loewii, Scymnus tenebrosus, Scymnus sp., Stethorus punctum

Manuel Doblado Hippodamia convergens

LeónCycloneda sp., Cycloneda sanguinea lifimber, Cyclonela sanguinea sanguinea, Chilo-corus cacti, Chilocorus stigma, Hippodamia convergens

Ocampo Hippodamia convergens, Olla v-nigrum

Pénjamo Olla v-nigrum, Scymnus spp.

Pueblo NuevoBrachiacantha spp., Cycloneda sanguinea lifimber, Cyclonela sanguinea sanguinea, Chilocorus stigma, Hippodamia convergens, Paranaemia vittigera

SalamancaCycloneda sanguinea lifimber, Cyclonela sanguinea sanguinea, Chilocorus spp., Chilocorus stigma, Hippodamia koebelei, Hippodamia convergens, Olla v-nigrum

San Felipe Adalia bipunctata

San Luis de la Paz Hippodamia parentesis

Santa Cruz de Juventino RosasBrachiancantha decora, Hippodamia convergens, Hyperaspis undulada, Epilachna varivestis

Santiago Maravatío Chilocorus stigma, Neoharmonia venusta ampla, Stethorus punctum

SilaoBrachiacantha spp., Cycloneda sanguinea lifimber, Hippodamia convergens, Olla v-nigrum, Hippodamia koebelei, Paranaemia vittigera, Psyllobora virginata maculata

Tarandacuao Hippodamia convergens

Tarimoro Brachiacantha spp., Hippodamia convergens

Villagrán Hippodamia convergens, Hippodamia koebelei

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Figura 1. Adulto de la catarinita roja Hippodamia convergens (fotografía de Manuel Darío Salas-Araiza).

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PICUDOS (COLEOPTERA: CURCULIONOIDEA)

Los picudos o curculiónidos pertenecen a la superfamilia de organismos vivos con el mayor número de especies sobre la tierra (Zimmerman, 1994). Los picudos son coleópteros con la cabe-za alargada, antenas acodadas, aparato bucal mandibulado, tamaño entre 0.5 a 3 cm., colores negros, grises, algunos rojos o blancos; las lar-vas se alimentan de raíces, tallos, flores, hojas, frutos y semillas de pastos.

O’Brien y Wibmer (1978) indican que a nivel mundial existen 4 237 géneros y 44 883 espe-cies de picudos; la región Neotropical contiene el mayor número de especies descritas, con un total de 12 962. Luna (1983) menciona que para México se han registrado 36 de las 52 subfami-lias neotropicales. En México se han registrado 449 géneros y 2 344 especies (Anderson y O’Brien, 1996).

En el trabajo realizado por Salas-Araiza et al. (2001) se reportaron 1 787 individuos reco-lectados en diferentes municipios del estado, agrupados en cinco familias, 17 subfamilias, 42 tribus, 73 géneros y 125 especies; la subfamilia mejor representada es Baridinae (15 géneros y 24 especies) seguida de Curculionidae (10 géne-ros y 24 especies) y Entiminae (16 géneros y 23

especies) (cuadro 1). Los géneros con mayor nú-mero de especies son Geraeus y Anthonomus con siete cada una y Conotrachelus, con seis (figura 1); se reportaron 18 nuevos registros de especies de estos géneros para la entidad de Guanajuato. De especial significado son Sitona hispidulos (Entiminae) e Hypera postica (Hype-rinae), las cuales fueron recolectadas en gran número en un cultivo de alfalfa. Ambas son plagas importantes en este cultivo en Estados Unidos y Europa.

En el estado están registrados 2.6% de los géneros y 0.68% de las especies señaladas para el continente americano, así como 15.8% de los géneros y 5.2% de las especies determinadas para México. La localización geográfica de Centroamé-rica, que incluye a México, permite un intercam-bio faunístico amplio, lo cual se evidencia por el bajo endemismo a nivel genérico, ya que sólo 29 géneros de Curculionoidea son endémicos para México y 57 para Centroamérica; además, muchos géneros endémicos son monotípicos (25 de los 29 géneros presentes en México y 49 de los 57 géneros presentes en Centroamérica), lo que sugiere que son especies que han evolucionado de otros taxones (Anderson y O’Brien, 1996).

Cuadro 1. Listado de las especies de picudos (Coleoptera: Curculionoidea) reportados para el estado de Guanajuato y los municipios de recolecta (Salas-Araiza et al., 2001).

Municipio Especies

Abasolo Auleutes asper, Phyllotrox suturalis, Metamasius spinolae, Scyphophorus acupunctatus

Acámbaro Geraeus tonsus

Apaseo el Grande Smicronyx corniculatus, Sitona hispidulus

Atarjea Myrmex spp., Pantomorus albosignatus

Celaya Chaetopantus sp., Pantomorus albosignatus

Comonfort Stictobaris ornatella, Pantomorus albosignatus

Dolores HidalgoGeraeus tonsus, Smicronyx albonotatus, Sibinia setosa, Pantomorus albosignatus, Isodacrys gemi-natum, Pandeleteinus subcancer

Salas-Araiza, M. D., E. Salazar-Solís y P. Alatorre-García. 2012a. “Picudos (Coleoptera: curculionoidea” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 191-194.

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Cuadro 1. Continuación.

Municipio Especies

Guanajuato

Apion nr. tenuirostrum, Apion nr. varicorne, Eugnamptus spp., Involvulus mollis, Pseudobaris api-calis, Trichobaris championi, Trichobaris major, Limnobaris discreta, Anthonomus texanus, Curcu-lio ortegai, Phyllotrox suturalis, Sibinia aulacis, Sibinia inermis, Mitostylus setosus, Naupactop-sis delumbis, Isodrussus debilis, Pandeleteius ciliatipennis, Pandeleteius tibialis, Pandeleteius viridiventris, Pandeleteius vitticollis, Tanymecus confusus, Rhyssomatus nigerrimus, Metamasius spinolae, Scyphophorus acupunctatus

Huanimaro Conotrachelus dimidiatus

Irapuato

Chrysapion auctum, Haplorhynchites mexicanus, Haplorhynchites quadripennis, Baris corrus-ca, Baris strenua, Pseudobaris apicalis, Trepobaris perlonga, Trichobaris championi, Stictobaris ornatella, Barilepton quadricolle, Barinus spp., Centrinopus mistus, Geraeus candidus, Geraeus hospes, Geraeus perscitus, Geraeus senilis, Geraeus tonsus, Nicentrus femoralis, Pseudocentri-nus ochraceus, Auleutes asper, Rhinoncus pyrrhopus, Lecriops auritus, Cratosomus punctulatus, Cylindrocopturus biradiatus, Cylindrocopturus ganglbaueri Cossonus convexirostris, Caulophilus oryzae, Maemactes punctatus, Pseudomopsis similes, Anthonomus deliqulus, Anthonomus eugenii, Anthonomus mexicanus, Anthonomus squamans, Anthonomus texanus, Anthonomus thyasocne-moides, Pseudanthonomus gluon, Smicraulax tuberculatus, Phyllotrox suturalis, Prionobrachium schoenherri, Smicronyx corniculatus, Smicronyx quadrifer, Smicronyx tenuirostris, Sibinia can-didate, Sibinia inermis, Sibinia setosa, Sibinia suturalis, Macrorhoptus sphaeralciae, Listronotus punctiger, Ameladus inornatus, Mitostylus setosus, Bradyrhynchoides rugicollis, Pantomorus albosignatus, Pantomorus cervinus, Pantomorus uniformis, Ophryastes cinereus, Ophryastes sordi-dus, Pythis amplicollis, Sitona hispidulus, Tanysphyrus lemnae, Hypera postica, Lixus merula, Microlarinus lyperiformis, Rhyssomatus nigerrimus, Rhyssomatus sculpturatus, Conotrachelus aguacatae, Conotrachelus cinerascens, Conotrachelus dimidiatus, Conotrachelus flavangulus, Co-notrachelus leucophaeatus, Conotrachelus lobatus, Pheloconus rubicundulus, Sitophilus granaries, Sitophilus oryzae, Sitophilus zeamais, Metamasius spinolae, Rhodobaenus auctus, Scyphophorus phoeniciensis, Sphenophorus venatus

LeónApion spp., Cratosomus punctulatus, Cossonus convexirostris, Smicronyx albonotatus, Smicronyx spretus, Mitostylus setosus, Pantomorus uniformis, Laemosaccus ruficornis, Sitophilus linearis, Metamasius spinolae

Manuel Doblado Baris strenua, Trepobaris perlonga, Trichobaris championi, Geraeus dugesi, Metamasius spinolae

Moroleón Baris strenua, Sitophilus granarius

OcampoTrichobaris pellicea, Smicronyx spretus, Smicronyx albonotatus, Mitostylus setosus, Metamasius spinolae

Pénjamo Optatus palmaris, Sitophilus oryzae, Metamasius spinolae, Scyphophorus acupunctatus

Purísima del Rincón Rhyssomatus nigerrimus, Sitophilus granarius.

Romita Haplorhynchites subauratus, Sitophilus granaries, Scyphophorus acupunctatus

Salamanca Baris strenua, Stictobaris ornatella, Optatus palmaris, Auleutes asper, Anthonomus eugenii

SalvatierraTrepobaris perlonga, Anthonomus eugenii, Anthonomus mexicanus, Prionobrachium schoenherri, Lixus inermes, Rhodobaenus mundus

San Diego de la Unión Pantomorus albosignatus

San FelipeEugnamptus spp., Involvulus mollis, Anthonomus texanus, Sibinia inermis, Listronotus grypidioides, Laemosaccus exsculptus

San Francisco del Rincón Megalostylus albicans, Rhyssomatus nigerrimus

San Luis de la Paz Pilolabus klugii, Eugnamptus spp., Onychobaris ambigua Casey, Gerstaeckeria unicolor, Smicronyx corniculatus, Sibinia suturalis, Chaetopantus sp., Mitostylus setosus, Pantomorus albosignatus, Rhyssomatus nigerrimus, Metamasius spinolae

San José Iturbide Geraeus varius, Gerstaeckeria unicolor, Sibinia inermis, Pantomorus albosignatus.

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Diversidad de especies | 193

Figura 1. Adulto de picudos de la guayaba Conotra-chelus sp. (fotografía de Manuel Darío Salas-Araiza).

Municipio Especies

Santa Catarina Chaetopantus sp., Mitostylus setosus, Epicaerus squalidus, Pantomorus albosignatus

Santa Cruz de Juventino Rosas Anthonomus deliqulus, Myrmex spp., Sibinia inermis Pandeleteius ciliatipennis, Pandeleteius tibialis

Santiago Maravatío Cossonus convexirostris, Sitophilus oryzae

Silao Apinocis angustus, Sibinia setosa, Epicaerus costatus

Tarandacuao Geraeus dugesi, Sitophilus oryzae

Valle de Santiago Rhyssomatus sculpturatus

Victoria Gerstaeckeria mutillaria, Rhyssomatus nigerrimus

Villagrán Scyphophorus cicatristriatus

Xichú Himatolabus umbosis, Ceutorhynchus truquii, Conotrachelus dimidiatus

Cuadro 1. Continuación.

Es probable que el número de especies deter-minado por Salas-Araiza et al. (2001) represente menos de la mitad de las especies presentes en el estado de Guanajuato, ya que lo irregular del terreno permite la formación de microhábitats que favorecen el aislamiento poblacional permi-tiendo la especiación.

Las especies de picudos de Guanajuato deter-minadas por Salas-Araiza et al. (2001) se agru-pan en 53.7% de afinidad Neotropical (por ejem-plo, Pandeleteius y Conotrachelus), 26% (como Smicronyx) de la región Neártica, 18% (Sito-philus, por ejemplo) cosmopolita y, finalmente, 1.9% son reportados sólo para las Antillas.

La única referencia taxonómica para el estu-dio de los picudos mexicanos es la Biologia Centrali-Americana (Sharp, 1889-1911; Cham-pion, 1902-1909), el resto de las publicaciones sólo son para ciertas áreas de México; el estudio de Salas-Araiza et al. es el único para el estado que ha contribuido al conocimiento de la distri-bución de picudos mexicanos.

Dada la amplitud del grupo es necesario pro-fundizar más en él, sobre todo por su incidencia en cultivos como guayaba y cactáceas. En las colecciones entomológicas del estado aún que-dan muchas especies sin identificar; se requiere además recolectar con más intensidad en dife-rentes zonas, como el noreste (municipios de Xichú y Atarjea).

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Capí

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Literatura citada

Anderson, R.S. y C.W. O’Brien. 1996. “Curculionidae (Co-leoptera)”, en B.J. Llorente, A. García y E. González (eds.), Biodiversidad, taxonomía y biogeografía de ar-trópodos de México. México, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

Champion, G.C. 1902-1909. Insecta. Coleoptera. Rhyncho-phora. Curculionidae. Curculioninae, en Biologia Centrali-Americana, vol. 4, pp. i-vii, 1-750; part 5, pp. i-viii, 1-513.

Luna, K. 1983. Contribución al estudio de los Coleóptera, Curculionidae, Baridinae asociados a las Compositae de la Cañada de Otongo, Hidalgo, tesis de licenciatura, Facultad de Ciencias, unam.

Salas-Araiza, M.D., C.W. O’Brien y J. Romero-Nápoles. 2001. “Curculionoidea (Insecta: Coleoptera) from the state of Guanajuato”, Insecta Mundi 1: 45-57.

Sharp, D. 1889-1911. Insecta. Coleoptera. Rhynchophora. Curculionidae. Attelabinae, Pterocolinae, Allocoryni-nae, Apioninae, Thecesterminae, Otiorhynchinae (part “Apterae”), en Biologia Centrali Americana. vol. 4, part 3, pp. 1-178.

O’Brien, C.W. y G.J. Wibmer. 1978. “Numbers and species of Curculionidae (Coleoptera)”, Entomological News 89: 89-92.

Zimmerman, E. 1994. Australian Weevils, vol. 1. Austra-lia, The Commonwealth Scientific and Industrial Re-search Organization (CsiRo).

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Diversidad de especies | 195

estuDio De Caso

JoRGe aDRián BeRlín DiosDaDo | luis DelGaDo salDívaR

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA Y ESTACIONAL DE LEPIDÓPTEROS DIURNOS EN SALAMANCA

Es increíble que a pesar de que México es uno de los países más ricos en mariposas también es uno de los menos conocidos en su diversidad de lepidópteros y su valor ecológico y económico (De la Maza, 1991).

Desde los primeros registros obtenidos de la fauna de mariposas mexicanas efectuados a fina-les del siglo xviii hasta el inicio del siglo xxi, pue-de considerarse que no se ha extinguido ninguna especie de este taxón en México; sin embargo, lo que se ha observado con la información sobre la distribución geográfica de cada una de las espe-cies y el reconocimiento de sus áreas originales es la extinción de poblaciones locales o regiona-les, producto de la disminución gradual y cons-tante de sus hábitats por efecto del crecimiento de los asentamientos humanos y el cambio en el uso del suelo para ganadería y agricultura. Debido a este proceso, muchas de las áreas de distribución que se presentaban continuas se encuentran aho-ra divididas en islas artificiales, creadas por efec-to del ser humano, y sólo algunas especies se han visto favorecidas por el incremento de la vegeta-ción secundaria (Luis et al., 2004).

La distribución de los lepidópteros está afec-tada por una serie de factores ecológicos comple-jos; la vegetación es uno de los más importantes, debido a que entre sus elementos florísticos se encuentran los recursos alimenticios de la fase larval y la adulta (Vargas et al., 1999).

La presente contribución presenta los resul-tados de un estudio realizado para conocer la distribución estacional y geográfica de lepidóp-teros en el municipio de Salamanca.

Métodos

El área de estudio comprende al municipio de Salamanca, que cuenta con 774 km2, lo que re-presenta 2.5% de la superficie del estado. Pre-senta altitudes que van desde los 1 650 hasta los

1 950 msnm en las zonas más elevadas (Inegi, 2003). Los tipos de vegetación presentes en el municipio e incluidas en el área de estudio co-rresponden a matorral de encino, matorral sub-tropical, matorral espinoso y bosque de galería.

Se seleccionaron 29 sitios (cuadro 1) de re-colecta en los que se realizaron cuatro mues-treos, uno por cada estación, en los cuales se capturaron mariposas mediante dos técnicas en zonas que presentan vegetación natural: red entomológica y trampas Van Someren-Rydon, utilizando como atrayente fermento de cerveza con plátano y azúcar de caña. En zonas de cul-tivo sólo se empleó la red entomológica. Para la determinación taxonómica se preparó una muestra de los organismos recolectados, si-guiendo las recomendaciones de Beutelspacher (1972). Los ejemplares recolectados se encuen-tran depositados en la colección zoológica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y sus réplicas en el museo Alfredo Dugès de la Uni-versidad de Guanajuato.

Se estimó la representatividad del número de especies reconocidas en este trabajo mediante el análisis de los valores de la curva de acumula-ción de especies observadas y la aplicación del índice Chao2, que requiere de los datos de presen-cia-ausencia de las especies en los distintos pun-tos de recolecta que comprende el área de estu-dio. El índice se describe a continuación:

Chao2=S obs + (L2/2M)Donde: S obs = Número de especies observadas.

L = Número de especies representadas en el intervalo de una localidad.M = Número de especies representadas en el intervalo de dos localidades.

Resultados y discusión

De acuerdo a la determinación taxonómica de 1 824 ejemplares capturados se integró un listado

Berlín-Diosdado, J. A. y L. Delgado-Saldívar. 2012. “Distribución geográfica y estacional de lepidópteros diurnos en Salamanca” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 195-198.

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Localidad ClaveUtm zona 14

Altitud msnm VegetaciónX Y

El Divisador DV 275259 2276515 1780 Cultivos

María Gómez MG 282001 2290262 1880 Matorral subtropical

El Tajo TA 264934 2276831 1710 Matorral espinoso

La Capilla LC 260251 2275602 1700 Cultivos

Valtierrilla VT 277876 2271036 1710 Bosque de Galería

Puerto Valle PV 276449 2267799 1710 Cultivos

Cruces CS 269990 2285333 1726 Cultivos

Las Conejas CN 272613 2284406 1720 Cultivos

Los Organitos OR 279958 2301854 1943 Matorral de encino

La Carbonera CB 277429 2305641 2100 Matorral de encino

Potrerillos PT 280030 2303300 2050 Matorral de encino

El Guangoche GU 281196 2301747 1980 Matorral subtropical

Joya de Cortés JC 281803 2302234 2020 Matorral subtropical

San Juan Temascatío SJT 268594 2294162 1780 Matorral subtropical

Palo Blanco PB 269902 2269427 1720 Matorral subtropical

Labor de Valtierra LV 269876 2269134 1710 Cultivos

Zapote de Covarrubias ZC 273034 2292841 1890 Matorral subtropical

Sauz de Purísima SP 260350 2272317 1700 Bosque de Galería

Joyita de Villafaña JV 277423 2300873 1990 Matorral subtropical

El Pitayo PY 273578 2273462 1718 Matorral espinoso

Uruetaro UR 272810 2265372 1710 Bosque de Galería

Cuatro de Altamira 4ª 272840 2265325 1730 Cultivos

Salitrera SL 277625 2296390 1870 Matorral espinoso

Dos Ríos DR 279219 2296710 1880 Matorral espinoso

La Campana CP 277879 2295945 1850 Matorral subtropical

Cañada de Ortega CO 273806 2296257 1850 Matorral subtropical

San José de La Montaña SJM 285103 2279182 1730 Cultivos

Godoy GD 281848 2275097 1720 Cultivos

Salamanca SA 290756 2212730 1720 Cultivos

Cuadro 1. Localización y vegetación de los puntos de recolecta de Mariposas de Salamanca, Gto.

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de 119 especies de mariposas diurnas (apéndice 1). De estos registros, 69 son citados por primera vez para el estado y 104 registros son nuevos para el municipio. Al sumar los registros de Llorente et al. (1997 y 2003), Estudios y Proyectos Moro (1999) y Universidad Nacional Autónoma de México (unam) (2005) se concluye que hay 135 especies en la entidad.

De las especies obtenidas en el municipio de Salamanca, en el área convergen cinco especies que son consideradas endémicas de México por Luis et al. (2000) y corresponden a tres papilió-nidos: Protographium epidaus fenoschionis, Mi-moides thymbraeus aconophos y Pyrrhosticta garamas garamas, y dos ninfálidos: Chlosyne ehrenbergii y Ch. rosita.

De acuerdo con el análisis de CHAO2 (figura 1), el número esperado de especies para el mu-nicipio de Salamanca es de 135; logrando como resultado de este trabajo la obtención de 88% de las mariposas estimadas para el área.

Los tipos de vegetación incluidos en este tra-bajo presentaron diferentes valores de riqueza de especies: cultivos (82), bosque de galería (67), matorral de encino (27), matorral subtro-pical (101) y matorral espinoso (55), quedando como la vegetación más rica en mariposas el matorral subtropical seguido de los cultivos.

Figura 1. Curva de acumulación de especies.

PT CB OR GU JC JV CO CP SL DR ZC CS CN SJT MG LC TA SP VT PV DV GD SJM PY UR 4A PB LV SA05

101520253035404550556065707580859095

100105110115120125130135

Localidades

Núm

ero

de e

spec

ies

Índice predictivo

Proyección de acumulación de especies

La abundancia de mariposas en la zona presen-ta dos picos máximos, uno correspondiente a julio y otro a octubre, meses en los que comienza la temporada de lluvias (figura 2) y la floración llega a su nivel más alto. Por el contrario, febrero pre-senta la menor riqueza de lepidópteros debido al clima imperante en estas fechas, cuando el desa-rrollo de funciones vitales para las mariposas, como el vuelo o la alimentación, se ven disminui-dos por falta de plantas de alimentación, floración y agua en el caso de las mariposas que requieren de sales disueltas, así como el fotoperiodo que varía a lo largo del año y las temperaturas más bajas que se presentan en esta temporada.

El pico presente en el mes de septiembre pue-de estar explicado por el ciclo de vida de las ma-riposas, ya que en este mes se presenta el estadio previo a la formación del adulto, cuando se pre-paran para emerger con las condiciones más fa-vorables de la floración anual.

Vargas y colaboradores (1999) mencionan que el cambio estacional en la riqueza de mariposas también parece estar en función de la capacidad de las especies para presentar una o varias gene-raciones al año y de cómo sincronizar éstas a las condiciones ambientales y nutricionales.

La lluvia es otro factor que señalan Vargas et al. (1999), ya que influye directamente sobre la

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Capí

tulo

E F M A M J J A S O N D0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

Riqu

eza

espe

cífi

ca

Meses

Figura 2. Distribución temporal de presencia de mariposas.

abundancia y riqueza de los insectos y puede afectar la reproducción, el desarrollo o la activi-dad de estos organismos, de la misma forma también puede afectar indirectamente en la dis-ponibilidad y calidad del alimento.

Conclusiones

En el municipio de Salamanca están presentes 119 especies de mariposas (apéndice 2), de las

cuales 69 son citadas en este trabajo por primera vez para el estado y 104 para el municipio.

De las especies reportadas para el municipio, cinco de ellas son consideradas endémicas de México y corresponden a tres papiliónidos: Pro-tographium epidaus fenoschionis, Mimoides thymbraeus aconophos y Pyrrhosticta garamas garamas, y dos ninfálidos: Chlosyne ehrenbergii y Ch. rosita.

Para el estado, la lista es de 135 especies reco-nocidas hasta la fecha. La mayor riqueza especí-fica se presenta en el matorral subtropical, y la menor en el matorral de encino, observando su valor más alto en los meses de julio y octubre, periodo que coincide con el inicio y fin de las lluvias, respectivamente, y las temperaturas más altas. La menor diversidad de especies se mani-fiesta en el periodo de enero a marzo, tiempo en que se observan las temperaturas más bajas, aunado a la biología de las plantas de alimenta-ción de larvas y adultos.

Se deben continuar los estudios de este tipo para conocer la diversidad, distribución y com-portamiento de las poblaciones con el objetivo de favorecer un mejor manejo en la conservación.

Literatura citada

Beutelspacher, C.R. 1972. “Cómo hacer una colección de mariposas”. México, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México (unam), Publicaciones de Divulgación 1: 1-81.

De la Maza, R.R. 1991. Mariposas mexicanas, 2° ed. Mé-xico, Fondo de Cultura Económica (FCe).

Estudios y Proyectos Moro, S.A. de C.V. 1999. Diagnóstico Físico de la Cuenca Alta del Arroyo Temascatío en Sa-lamanca, Guanajuato. México, Comisión Estatal del Agua y Saneamiento de Guanajuato (CesaG).

Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía). 2003. Salamanca, Cuaderno Estadístico Municipal.

Llorente, B.J., O.L. Oñate, M.A. Luis et al. 1997. Papilionidae y Pieridae de México: distribución geográfica e ilustra-ción. México, unam/Comisión Nacional para el Conoci-miento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

—. 2003. Nymphalidae de México 1 (Danainae, Apa-turinae, Biblidinae y Heliconiinae): distribución geo-gráfica e ilustración. México, unam/Conabio.

Luis, M.A., B.J. Llorente, F.I. Vargas et al. 2000. “Síntesis preliminar del conocimiento de los Papilionoidea (Lepi-doptera: Insecta de México)”, en F. Martín-Piera, J.J. Mo-rrone y A. Melic (eds.), Hacia un proyecto CYTED para el inventario y estimación de la diversidad entomológica en Iberoamerica: Pribes 2000. España, pp. 275-285.

— , B.J. Llorente, A.D. Warren et al. 2004. “Lepidóp-teros: Papilionoideos y Hesperioideos”, en M. Briones-Salas, A. García-Mendoza y M.J. Ordoñez-Díaz, (eds.), Biodiversidad de Oaxaca, México, Instituto de Biología, unam/Fondo Oaxaqueño para la Conservación de la Na-turaleza/World Wild Fundation (wwF), pp. 335-355.

unam (Universidad Nacional Autónoma de México). 2005. Base de Datos Mariposas del Museo de Zoología, Facul-tad de Ciencias.

Vargas, F.I., B.J. Llorente y A. Luis-Martínez. 1999. Dis-tribución de los Papilionoidea (Lepidoptera: Rhopalo-cera) de la Sierra de Manantlán (250-1 650 m) en los estados de Jalisco y Colima. Facultad de Ciencias, unam, Publicaciones especiales del Museo de Zoología. 11: 1-156.

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Diversidad de especies | 199

estuDio De Caso

eDuaRDo salazaR solís | manuel DaRío salas aRaiza

LA ENTOMOFAUNA EN LAS SIERRAS ALEDAÑAS AL BAJÍO GUANAJUATENSE

Introducción

El Bajío es una de las zonas agrícolas con mayor importancia en el país, por la variedad y volu-men de las especies cultivadas que aporta a la nación (Inegi, 2007). En la periferia del Bajío guanajuatense existen sierras con altitudes de 2 200 a 2 700 msnm cubiertas por bosques de encinos, matorrales y pastizales, en las cuales invernan considerables poblaciones de insectos (Salazar, 1993).

Con la intención de conocer la entomofauna de las sierras aledañas al Bajío guanajuatense se realizaron muestreos de 1982 a 1986 en las sierras de Pénjamo, del Misterio del Chorro, de Barajas, así como en los cerros de Culiacán, Naranjillo, Huanímaro, Otates y Peralta. Estos sitios se ubican en los municipios de Pénjamo, Cuerámaro, Salamanca, Cortazar, Juventino Rosas, Huanímaro y Abasolo. Las especies colec-tadas están comprendidas en 55 géneros de los órdenes Hemiptera-Heteroptera, Coleoptera, Hemiptera-Homoptera, Hymenoptera, Diptera, Orthoptera y Dermaptera. Los hemípteros-hete-rópteros predominaron con 23 géneros, seguidos de los coleópteros con 18, de los ortópteros con seis, de los Hemiptera-Homoptera con cuatro, de los dípteros y dermápteros, ambos con un solo

género. En el cuadro 1 se presentan los datos de captura de hemípteros.

Como puede observarse los hemípteros más abundantes pertenecen a las familias Pentato-midae y Alydidae; Oebalus mexicana constituye una de las plagas más importantes del sorgo; Padaeus trivittatus es una plaga de maíz y sorgo, mientras Darmistus subvittatus es una plaga de los pastos. La extensa superficie que se cultiva con estas gramíneas en la entidad per-mite el sustento de las abundantes poblaciones de estos insectos. En el cuadro 2, se presentan los datos de las capturas de coleópteros en los cinco sitios de invernación.

Entre los coleópteros más abundantes se en-cuentran los Coccinellidae; Hippodamia conver-gens, importante depredador de los pulgones de los cereales, y Epilachna varivestis, que es la principal plaga del frijol en la entidad. En el cuadro 3 se presentan los resultados de las cap-turas de insectos de los órdenes Homoptera, Hy-menoptera, Diptera, Orthoptera y Dermaptera. De los insectos capturados de estos cinco orde-nes, destaca por su número el género Grapho-cephala sp. de la familia Cicadellidae, que se alimenta de zacates y sorgo.

Salazar-Solís, E. y M. D. Salas-Araiza. 2012. “La entomofauna en las sierras aledañas al Bajío guanajuatense” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 199-202.

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Cuadro 1. Número medio de hemípteros heterópteros capturados mensualmente, por jaula de 1 m2, en cinco cerros del estado de Guanajuato, 1985-1986.

*Nuevo registro para el estado de Guanajuato. Comparando con las listas de la saRh (1977) y Domínguez y Carrillo (1976).

Localidad

Familia y especieCerro

CuliacánBarajas Naranjillo Fuerte Huanímaro

Alydidae

Darmistus subvittatus stal.* 481 12 0 0 0

Coreidae

Anasa maculipes stal. 5 2 3 3 2

Catorintha sp. 0 0 0 1 0

Chariesterus albiventris burm.* 3 0 0 0 0

Hypselonotus lineatus stal.* 2 1 2 3 1

Hypselonotus sp. 2 0 0 0 0

Leptoglossus sp.* 5 1 1 3 1

Lygaeidae

Oncopeltus sp.* 2 1 1 3 1

Lygaeus reclivatus say 2 1 1 2 0

Miridae

Lygus lineolaris palisot de beauvois 2 1 2 3 1

Pentatomidae

Brochymena parva ruckes* 4 2 4 3 2

Cosmopepla decorata hahn* 0 1 1 0 1

Edessa sp.* 7 6 4 7 10

Euchistus sp. 2 0 1 1 0

Euthyrhynchus floridanus l. 2 3 0 2 0

Mormidea sp.* 1 0 0 1 0

Nezara viridula l. 4 3 6 5 4

Oebalus mexicana sailer 17 252 46 77 130

Padeaus trivittatus herrich & schaeffer 60 30 26 20 17

Largidae

Araphe cincindeloides walker * 3 2 3 4 1

Largus succintus l. 4 2 3 3 0

Reduviidae

Zelus sp. 5 0 0 0 0

Sinea sp. 3 2 2 4 1

Scutelleridae

Chelysoma sp. 3 10 2 1 8

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Diversidad de especies | 201

Cuadro 2. Número medio de coleópteros capturados mensualmente por jaula de 1 m2, en cinco cerros del estado de Guanajuato, 1985-1986.

Localidad

Familia y especieCerro

CuliacánBarajas Naranjillo Fuerte Huanímaro

Buprestidae

Taphrocerus psilopteroides waterh* 1 0 0 1 0

Cantharidae

Chauliognathus limbicollis lec 1 0 0 1 0

Carabidae

Onypterigia thoreyi mannh* 0 0 0 1 0

Coccinelidae

Epilachna varivestis muls. 28 6 8 10 4

Brachyacantha sp.* 5 1 2 14 0

Hippodamia convergens guérin-méneville 12 145 2 217 0

Coccinellina marginata muls. 7 10 0 6 0

Curculionidae

Epicaeus sp. 2 3 1 2 0

Chrysomelidae

Calligrapha sp. 4 1 1 2 1

Acalyma trivittata mann 4 0 0 0 0

Disonycha sp. 2 0 0 1 0

Altica sp.* 11 0 0 0 0

Chalepus bellulus chapuis* 7 2 0 3 0

xenochalepus sp.* 2 1 0 3 0

Charidotella sp.* 2 0 0 1 0

Zygospilla signatipennis stal.* 2 0 0 1 0

Andrector atrofasciatus jac.* 1 0 0 1 0

Octotoma scabripennis guérin* 2 0 0 0 0

Localidad

Orden, familia y especieCerro

CuliacánBarajas Naranjillo Fuerte Huanímaro

Hemiptera-homoptera

Cercopidae

Philaenus sp.* 11 1 3 4 0

Membracidae

Stictocephala sp.* 3 0 0 1 0

Cicadellidae

*Nuevo registro para el estado de Guanajuato. Comparando con las listas de la saRh (1977) y Domínguez y Carrillo (1976).

Cuadro 3. Número medio de insectos de cinco órdenes capturados mensualmente, por jaula de 1 m2, en cinco cerros del estado de Guanajuato, 1985-1986.

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Cuadro 3. Continuación.

*Nuevo registro para el estado de Guanajuato. Comparando con las listas de la saRh (1977) y Domínguez y Carrillo (1976).

Localidad

Orden, familia y especieCerro

CuliacánBarajas Naranjillo Fuerte Huanímaro

Homalodisca insolita walker * 1 0 0 1 0

Graphocephala sp.* 4371 187 35 708 0

Hymenoptera

Vespidae

Polistes exclamans vier * 2 0 0 0 0

Polybia sp.* 3 0 0 1 0

Diptera

Tabanidae

Tabanus sp. 1 0 0 1 0

Orthoptera

Acrididae

Oedipodinum sp.* 2 0 0 1 0

Phoetaliotes nebrascencis thomas* 3 0 0 2 0

Melanoplus sp. 4 0 0 1 0

Sphenarium sp. 2 0 0 1 0

Rammatocerus viatorius saussure* 1 0 0 0 0

Phasmatidae

Pseudosermyle sp.* 2 0 0 0 0

Dermaptera

Forficulidae

Doru taeniatum dorhn* 4 0 0 3 0

Literatura citada

Domínguez, R.Y. y J.L. Carrillo. 1976. Lista de Insectos en la Colección Entomológica del Instituto Nacional de In-vestigaciones Agrícolas (inia). México, saG.

Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía). 2007. Censo Agropecuario. México.

Salazar, S.E. 1993. Factores que participan en la ocu-rrencia de la chinche del sorgo, Oebalus mexicana (Hemiptera: Pentatomidae) en Guanajuato, tesis de maestría. México, Colegio de Postgraduados.

saRh (Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos). 1977. Lista de insectos que afectan a los cultivos en la República Mexicana. México, Dirección General de Sa-nidad Vegetal (DGsv).

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Diversidad de especies | 203

noRman meRCaDo-silva | eDmunDo Díaz paRDo | altaGRaCia GutiéRRez heRnánDez | ana FaBiola Guzmán

In memoriam de Óscar J. Polaco Ramos, profesor, científico y amigo.

LOS PECES DULCEACUÍCOLAS

Descripción del grupo

Los peces conforman el grupo de vertebrados más diverso a nivel mundial y han sido capaces de ocupar y explotar todos los ambientes disponibles en la hidrosfera. En su etapa adulta pueden ser tan pequeños como de 1 cm o llegar a medir hasta 12 m (Paxton y Eschmeyer, 2003). Aunque exis-ten muchas excepciones, los peces presentan al-gunas características morfológicas que les dife-rencian de otros grupos de vertebrados. La presencia de aletas, escamas, branquias y la forma cilíndrica del cuerpo les distingue de otros grupos de vertebrados. Las aletas generalmente presentan un movimiento oscilatorio que les permite trans-portarse en el medio acuático, 800 veces más denso que el aire. La forma de su cuerpo es gene-ralmente alargada y cilíndrica, su diámetro se reduce hacia la cabeza y la cola, lo que facilita su movimiento a través del agua. La mayor parte de los peces tienen escamas de diversas formas que protegen su piel, aunque están ausentes en algu-nos grupos. Las branquias son los órganos utili-zados para la respiración en el agua. Entre 40 y 65% de la masa de un pez es tejido muscular (Paxton y Eschmeyer, 2003).

Los peces tienen mayor diversidad de estrate-gias de reproducción que cualquier otro grupo de organismos, y las numerosas especies que com-ponen a este grupo tienen también muy distintos ciclos de vida. La mayor parte de ellos son oví-paros, pero existen algunos grupos de peces ma-rinos y de agua dulce que son vivíparos. Algu-nas de las especies llevan a cabo cuidado paren-tal, mientras que otras no ofrecen un cuidado a

sus huevos o crías. Por lo común tienen un cre-cimiento indeterminado (crecen durante toda su vida), y algunos pueden alcanzar la madurez sexual al poco tiempo de haber superado su eta-pa larval.

Diversidad

Guanajuato es un estado con una relativamente baja riqueza de especies de peces dulceacuícolas. Dentro de sus límites administrativos se han identificado un total de 37 especies agrupadas en 10 familias (cuadro 1)1. La fauna de peces dul-ceacuícolas de la entidad se compone de 23 espe-cies pertenecientes a familias primarias y 14 que pertenecen a familias secundarias. Las primarias son aquellas que tienen origen en las aguas dul-ces y no soportan aumentos significativos en la salinidad; mientras que las secundarias se han originado en ambientes dulceacuícolas, pero to-leran incrementos en dicho factor. A manera de comparación, el número de especies de peces en el estado es menor que el número de especies encontradas en entidades estatales costeras, como Veracruz, o totalmente continentales, como Querétaro, donde se han reportado 144 y 47 es-pecies, respectivamente, aunque la superficie de este último, colindante con Guanajuato, es 60% menor (Díaz-Pardo et al., 2009). Una potencial fuente de variación a los valores presentados pue-de ser la descripción de nuevas especies o la reagrupación taxonómica producto de estudios sistemáticos (p.ej., establecimiento de sinonimias

1Este listado ha sido integrado de acuerdo con las bases de datos del Sistema Nacional de Biodiversidad (sniB-Conabio), de la Colección de Peces del Centro de México, de la Universidad Autónoma de Querétaro, de la Colección Nacional de Peces Dulceacuícolas del Instituto Politécnico Nacional, de las colecciones del Museo Zoológico de la Universidad de Michigan (Michigan, E.U.A.), Universidad de Tulane (Louisiana, E.U.A.), Museo Smithsonian (Washington, E.U.A.), Chicago Field Museum (Illinois, E.U.A.) y la colección ictiológica del Texan Natural History Collections de la Universidad de Texas. La información obtenida de todas ellas ha sido actualizada y modificada con base en nuestros datos de campo. La nomenclatura utilizada en la integración de este listado sigue a Miller et al. (2005), con excepción del grupo Chirostoma.

Mercado-Silva, N., E. Díaz-Pardo, A. Gutiérrez-Hernández, et al. 2012. “Los peces dulceacuícolas“ en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 203-213.

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Cuadro 1. Los peces dulceacuícolas de Guanajuato.

Se incluye su clasificación como especie nativa (N) o exótica (E) al país y su presencia y clasificación dentro de la nom-059-semaRnat-2010 (P = especie en peligro de extinción; A = especie amenazada).* C. bartoni es posiblemente una especie extinta (ver texto). (Nombres comunes de Espinosa-Pérez et al. 1993.)

Familia Género Especie Nombre común Nativa exótica

Presencia en la NOM-059-SEMARNAT-2001

Atherinopsidae

Chirostoma aculeatum Charal cuchillo N

Chirostoma arge Charal del río Verde N

Chirostoma bartoni Charal de La Caldera N P*

Chirostoma jordani Charal N

Chirostoma humboldtianum Charal de Xochimilco N

Catostomidae Scartomyzon austrinus Chuime N

Characidae Astyanax mexicanus Sardina mexicana N

CentrarchidaeLepomis macrochirus Mojarra de agallas azules E

Micropterus salmoides Lobina negra E

Cichlidae

Cichlasoma labridens Mojarra huasteca N A

Cichlasoma steindachneri Mojarra de río Frío N P

Oreochromis aureus Tilapia azul E

Oreochromis mossambicus Tilapia negra E

Oreochromis niloticus Tilapia del Nilo E

Cyprinidae

Algansea tincella Pupo del Valle N

Aztecula sallaei Carpa azteca N

Carassius auratus Carpa dorada E

Ctenopharyngodon idella Carpa herbívora E

Cyprinus carpio Carpa común E

Hybopsis calientis Carpa amarilla N

Yuriria alta Carpa blanca N

Goodeidae

Alloophorus robustus Chegua N

Allotoca dugesii tiro N A

Goodea atripinnis Tiro N

Chapalichthys encaustus Pintito de Ocotlán N

Hubbsina turneri Mexcalpique michoacano N P

Skiffia bilineata Tiro rayado N P

Skiffia lermae Tiro N A

xenotoca variata Pintada N

Zoogoneticus quitzeoensis Picote N

IctaluridaeIctalurus dugesii Bagre del Lerma N

Ictalurus mexicanus Bagre del Río Verde N A

Poeciliidae

Poecilia Mexicana Topote del Atlántico N

Poecilia reticulata Guppy E

Poeciliopsis infans Guatopote del Lerma N

xiphophorus variatus Espada de Valles E

Salmonidae Onchorynchus mykiss Trucha arcoíris E

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Diversidad de especies | 205

y cambios nomenclaturales), así como la llegada de especies no nativas a los cuerpos de agua. El número de especies de peces que se localizan en Guanajuato representa aproximadamente 7.5% del total de especies de agua dulce que se cono-cen en México (~506).

Como se sabe, en México se encuentran los límites de las regiones biogeográficas Neártica y Neotropical. Cada una de ellas tiene faunas de peces dulceacuícolas características (Meek, 1904; Miller y Smith, 1986). Además de contener espe-cies propias de cada una de estas regiones biogeo-gráficas, como se muestra líneas abajo, hasta hace algunos años la entidad contaba con una especie endémica (Chirostoma bartoni) (hoy extinta), y también con taxa exclusivos del centro de México (especies del género Chirostoma y miembros de las familias Goodeidae –por ejemplo xenotoca varia-ta, figura 1- y Cyprinidae), que contribuyen a la formación de la Zona de Transición Mexicana.

Distribución

En el estado inciden cinco regiones hidrológicas prioritarias (Rhp) identificadas por la Conabio (Arriaga-Cabrera, 2000): RHP57 Cabecera del río La Laja; RHP59 Presas del río Turbio; RHP61 La-gos Cráter Valle de Santiago; RHP62 Pátzcuaro y cuencas endorréicas cercanas, y RHP75 Confluen-cia de las Huastecas. Existe además la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda-Guanajuato, recién decre-tada, en la que, por tratarse de una región prácti-camente inexplorada, apenas se han iniciado trabajos de inventarios florísticos y faunísticos. En las porciones de estas áreas protegidas que pertenecen a Guanajuato, se encuentran algunas especies que pueden considerarse como amenaza-das o en peligro de extinción (ver sección acerca de los estados de conservación, líneas abajo).

La mayor parte (~91%) del estado forma par-te de la cuenca del río Lerma-Chapala, cuya ic-tiofauna está conformada por grupos de origen Neártico, a los que se suman especies exclusivas de la subprovincia Medio Lerma, como Aztecula sallaei, Yuriria alta (figura 2), Hubbsina turneri, Skiffia bilineata, Zoogoneticus quitzeoensis, Chi-rostoma aculeatum y C. arge, que la distinguen de las otras dos en que se divide la provincia Lerma-Chapala (Díaz-Pardo et al., 1993). La por-

ción noreste, que constituye el resto del territo-rio, pertenece a la cuenca del Pánuco, que tiene diferencias importantes en la composición espe-cífica, e incluye a Astyanax mexicanus, Ictalurus mexicanus, Cichlasoma labridens y C. steindach-neri, en su mayoría del trópico.

La red hidrológica de Guanajuato es caracte-rística de una región con relieve accidentado, entremezclado con planicies. El río más impor-tante es el Lerma, que drena la mitad suroeste de la entidad; le siguen en importancia los ríos La Laja y Turbio (cuenca del Lerma). Existen pocos lagos naturales, representados por varios lagos cráter en Valle de Santiago, pero sólo uno de ellos tiene antecedentes de presencia de peces (Chirostoma bartoni). También se han construido numerosos embalses, como Yuriria, Solís e Igna-cio Allende (Moreno-Hentz, 2005).

Conocimiento del grupo biológico

El estado es habitado por grupos de peces nativos que han sido objeto de numerosos estudios, fun-damentales para la conservación de la biodiversi-dad. Las primeras referencias sobre la ictiofauna corresponden al profesor Alfredo Dugès (1868, 1869), quien incluye varias especies de peces cap-turados en Guanajuato en su catálogo sobre los vertebrados de la Republica Mexicana. Algunos de estos especímenes fueron depositados en el Smith-sonian Institution en Washington D.C. A partir de ellos, investigadores estadounidenses describieron nuevas especies e incluso géneros, como es el caso de Goodea atripinnis Jordan, 1880 (gen. & sp. nov.) (figura 3), recolectada en la ciudad de León o Hudsonius altus Bean, 1880 (sp. nov.), proceden-te de la laguna de Tupátaro (también llamada la-guna de Yuriria) (Jordan, 1880; Bean, 1880).

Diversas poblaciones de especies de goodeidos y aterinópsidos han sido piezas clave en el estu-dio de la distribución de estas familias a nivel nacional y continental (Domínguez-Domínguez et al., 2006; Bloom et al., 2009). Otros trabajos han sido importantes en la conservación de la diversidad íctica, como aquellos enfocados a la descripción de los cambios ictiofaunísticos y eco-lógicos ocurridos en algunos ríos (López-López y Díaz-Pardo, 1991; Díaz-Pardo et al., 1993; Mer-cado-Silva et al., 2006), o sobre las alteraciones

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Figura 1. Ejemplares de xenotoca variata, una es-pecie de pez dulceacuícola de Guanajuato. (foto-grafía de John Lyons).

Figura 2. Yuriria alta, una especie nativa al esta-do (fotografía de John Lyons).

Figura 3. Goodea atripinnis, una especie común en la cuenca del Lerma en el estado. (fotografía de John Lyons).

tróficas que han incidido en las comunidades de peces, como producto de la creación de embalses y la entrada de especies exóticas (López-López, 1997; Mercado-Silva et al., 2008).

Principales amenazas, oportunidades o acciones de conservación

Al ser Guanajuato un estado con una importan-te actividad agrícola, ganadera e industrial y contar con numerosos centros de población humana, muchos de sus cuerpos de agua han sufrido un importante deterioro (Mercado-Silva et al., 2006). Con ello, las comunidades de peces en la entidad han sufrido cambios drásticos. Un alto porcentaje de los sistemas dulceacuícolas han recibido algún tipo de afectación por diver-sas actividades humanas. Aunque los estudios de dichos efectos son limitados, es indudable que muchas de esas actividades han tenido con-secuencias sobre las comunidades de peces de agua dulce (López-López y Díaz-Pardo, 1991; Mercado-Silva et al., 2006).

Las actividades productivas agrícolas, indus-triales y urbanas han contribuido con el aporte de contaminantes orgánicos e inorgánicos a los cuerpos de agua dulce de Guanajuato. Es bien conocido que el aporte de metales pesados y otros contaminantes inorgánicos tienen efectos nega-tivos que incluyen daños morfológicos, fisiológi-cos y etológicos, no sólo sobre los peces y otros organismos que habitan estos ecosistemas, sino también sobre los seres humanos que los consu-men o que utilizan esos cuerpos de agua. Por otro lado, la entrada de fertilizantes y abonos orgánicos, además de favorecer el incremento de la turbidez del agua, propicia el incremento de la demanda biológica de oxígeno (DBo) y reduce la cantidad de oxígeno disuelto disponible para los peces y otros organismos en el ecosistema.

El río Lerma, parte de una de las cuencas más grandes del país, es también uno de los ríos mas afectados por las actividades humanas. Lyons et al. (1998) señalan que al menos tres especies –Algansea barbata, Chirostoma charari y C. compressum– desaparecieron en la década de los noventa del siglo pasado del Lerma, y reportaron un gran número de sitios en esta cuenca que, debido a la contaminación y a la

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Figura 4. Desechos urbanos en el río La Laja, cuenca del río Lerma, Guanajuato (fotografía de Edmundo Díaz Pardo).

modificación de los hábitats, ya no pueden ser habitados por peces. Sin embargo, una pobla-ción remanente de A. barbata fue descubierta a mediados de la década de los noventa en el Es-tado de México (Figueroa-Lucero y Ontiveros-López, 2000).

Los ríos Apaseo, en su tramo entre las ciuda-des de Querétaro y Apaseo el Grande, Guanajua-to, el Lerma, en su paso por Salamanca, y el río La Laja, desde su salida del embalse Ignacio Allende hasta su confluencia con el Lerma, muestran ejemplos de la influencia de la activi-dad humana (figuras 4-6).

Muestreos periódicos de calidad del agua efectuados en los ríos Apaseo y Lerma de 1996 a la fecha, indican que desde entonces las condi-ciones de ambos son totalmente anóxicas (Pine-da-López et al., 2009), lo que causó la extirpa-ción de la población de Skiffia lermae, limitando su distribución y que muy posiblemente contri-buyó a la desaparición local de S. bilineata. En el caso del río La Laja se han sumado varias causas: la fragmentación del hábitat, producto del em-balsamiento sucesivo de la corriente principal, la extracción del agua con fines agrícolas y la de-gradación de la calidad del agua, que han provo-cado la extirpación de Scartomyzon austrinus y la reducción de las poblaciones de Yuriria alta (Edmundo Díaz-Pardo, datos no publicados). Existen casos extremos en ciertos cuerpos de agua, como el lago-cráter La Alberca, en Valle de Santiago, donde la extracción masiva de agua para usos agrícola y doméstico, y su impacto en el manto freático, provocaron la desecación del lago-cráter y como consecuencia la extinción de Chirostoma bartoni, un aterinópsido endémico de ese lago (Edmundo Díaz-Pardo, datos no publica-dos). Antes de 1985, este lago cráter tenía una profundidad de más de 50 m pero, por las razo-nes anteriormente expuestas, sufrió una reduc-ción de su nivel de agua de aproximadamente 0.5–2.6 m por año (Armienta et al., 2008).

Otras especies, como C. aculeatum, se en-cuentran en gran peligro de desaparecer (Bloom et al., 2007) y algunas otras han perdido pobla-ciones y por tanto su amplitud de distribución se ha reducido hasta en más de 50%, junto con una reducción de los indicadores de la diversi-dad genética, como es el caso de Skiffia bilineata

Figura 5. Fragmentación del cauce del río La Laja, cuenca del río Lerma, Guanajuato (fotografía de Edmundo Díaz Pardo).

Figura 6. Extracción de agua en el cauce del río La Laja, cuenca del río Lerma, Guanajuato (foto-grafía de Edmundo Díaz Pardo).

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(Díaz-Pardo et al., 1993; Ornelas-García et al., en prensa). De manera general se ha menciona-do que de las cuencas de Guanajuato han des-aparecido las especies sensibles al deterioro ambiental y algunas especies nativas bentóni-cas (p.ej., Ictalurus dugesi, Scartomyzon austri-nus) (Mercado-Silva et al., 2006).

En una comparación histórica de la amplitud de distribución de los peces nativos de la subprovincia del Medio Lerma (figura 7), se ha identificado una disminución en la amplitud de la distribución de especies consideradas como sensibles o especialistas, y el aumento en la dis-tribución de especies tolerantes a la degradación ambiental y generalistas. Esta figura muestra los valores provenientes de registros en colec-ciones científicas hasta 1984 y los correspon-dientes a un estudio realizado entre 1985 y 1989 (modificado de Díaz-Pardo et al., 1993).

Ictalurus dugesii

0 10 20 30 40 50 60 70 80

Xenotoca variata

Skiffia lermae

Skiffia bilineata

Goodea atripinnis

Allotoca dugesi

Alloophorus robustus

Yuriria alta

Hybopsis calientis

Aztecula sallaei

Algansea tincella

Scartomyzon austrinus

Chirostoma jordani

Chirostoma humboldtianum

Chirostoma bartoni

Chirostoma arge

Chirostoma aculeatum

Zoogoneticus quitzeoensis

Amplitud de distribución (%)

1985 - 89Antecedentes

Figura 7. Comparación histórica de la amplitud de distribución de los peces nativos de la subprovincia del Medio Lerma. Se muestran los valores provenientes de registros en colecciones científicas hasta 1984 (antecedentes) y los correspondientes a un estudio realizado entre 1985 y 1989. Del gráfico y las especies que se presentan en el mismo, se evidencia la disminución de la distribución de las especies consideradas como sensibles o especialistas y el aumento en las tolerantes y generalistas (modificado de Díaz-Pardo et al., 1993).

Modificación del hábitat

La pérdida de hábitat es quizás el factor más importante de cambio para los cuerpos de agua dulce y, consecuentemente, para las comunidades de peces. La pérdida de cubierta vegetal y el cambio en el uso de suelo han favorecido la ero-sión y con ello el azolve de ríos y lagos (Gordon et al., 2004). Especies de peces que requieren de aguas relativamente claras y sustratos rocosos (p.ej. para anidamiento) han sufrido reducciones en sus poblaciones tanto por el incremento en la turbidez del agua, como por el aumento de sus-tratos suaves en el fondo de los ríos y lagos. Además, la construcción de presas y otras es-tructuras para el control del flujo de agua, así como su utilización en el ámbito agrícola, indus-trial y urbano, han contribuido a la reducción de flujo de agua en los ríos, a su fragmentación y,

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en ocasiones, han llevado a la desecación de segmentos de los mismos. Con ello existe una reducción del hábitat disponible para los peces (Mercado-Silva et al., 2006).

Especies introducidas

La entrada de especies exóticas afecta a las co-munidades nativas de peces debido a la compe-tencia por recursos (p.ej. alimento, espacio), fenó-menos de depredación de las primeras sobre crías y huevos de las segundas, fenómenos de hibrida-ción y la transmisión de enfermedades y parasi-tismos de las exóticas hacia las nativas. En Gua-najuato se han encontrado algunos helmintos parásitos exóticos que pueden tener un importan-te efecto negativo sobre las poblaciones de peces nativos (Scholtz y Salgado-Maldonado, 2000).

Además de los impactos de la contaminación y la modificación física de los hábitats para pe-ces en el estado, cuando menos 12 especies han sido introducidas a sus ecosistemas dulceacuí-colas, ocho de ellas no nativas al país y otras cuatro nativas translocadas (especies cuya dis-tribución natural se ubica en México, pero que han sido introducidas a nuevas áreas del país). Especies de ambos grupos han ocasionado di-versos problemas (competencia, depredación) a los peces nativos (Mercado-Silva et al., 2006, 2008). El establecimiento de especies no nativas en los diferentes cuerpos de agua de Guanajua-to es quizá uno de los más drásticos cambios que han sufrido las comunidades de peces.

Es factible que el número de especies exóti-cas en la entidad aumente en el futuro próximo si no se toman medidas precautorias. Entre otras, es altamente probable la llegada a aguas dulces guanajuatenses de los llamados peces diablo o plecos (Familia Loricariidae) (Wakida-Kusunoki et al., 2007), que podrían tener con-secuencias graves para las pesquerías comercia-les y de subsistencia del estado, y en general para las comunidades de peces nativos y los sistemas dulceacuícolas.

Pérdida de la vegetación riparia

Otro factor de cambio en la calidad del hábitat para los peces y el ecosistema en general es la

destrucción del bosque ripario, es decir, el que se desarrolla en las orillas de lagos y ríos. Esta vegetación sirve no sólo para evitar la erosión de sus orillas, sino también para controlar la temperatura de los cuerpos de agua al proveer-los de sombra, como hábitat para insectos y otros organismos que son alimento de peces y como proveedores de hábitat (Lyons et al., 2000). Diversas especies de peces encuentran entre las raíces sumergidas de los árboles de ribera sitios de anidamiento y protección. Asi-mismo, a lo largo de los cauces de los ríos exis-te la extracción masiva de agua para fines agrícolas, lo que conlleva a la desaparición de los ecosistemas dulceacuícolas y consecuente-mente afecta de manera negativa a las comuni-dades de peces.

Sobreexplotación

Varias especies de peces dulceacuícolas mexi-canos han sufrido bajas en sus poblaciones como consecuencia de la sobrepesca, aunque poco se conoce acerca de aquellas que en los ríos o lagos de Guanajuato hayan tenido alguna afectación derivada de la sobreexplotación. El caso del embalse de Yuriria –que se menciona en la contribución de Pesca y Acuacultura del capítulo Usos de la Biodiversidad de esta publi-cación–, es quizá uno de los pocos casos docu-mentados a este respecto.

Oportunidades de conservación

Existen esfuerzos que se han llevado a cabo para la protección de algunos de los ecosistemas dul-ceacuícolas de Guanajuato. En la parte alta de la cuenca del río La Laja, se han realizado esfuerzos de restauración de arroyos que podrían resultar benéficos para algunas especies de peces nativos. Estos esfuerzos, a la par de la implementación de flujos ecológicos mínimos en la cuenca, podrían ayudar a que algunas poblaciones de peces nati-vos se incrementen (véase por ejemplo http://rio-laja.org/espanol/quienes%20somos/mision.htm). En algunas regiones distantes en Gua-najuato, en particular en la región serrana al noreste del estado, en la cuenca del Pánuco, existen sistemas dulceacuícolas que han sido

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relativamente poco estudiados. Es posible que en estas zonas existan poblaciones de peces nativos que deben de ser estudiadas y protegidas antes de que las actividades antropogénicas en la re-gión las pongan en riesgo.

Situación y estado de conservación

En la entidad federativa que nos concierne existen nueve especies que se encuentran en-listadas en la Norma Oficial Mexicana sobre especies en riesgo (nom–059–semaRnat-2010), a saber: Chirostoma bartoni, Cichlasoma steinda-chneri, Hubbsina turneri y Skiffia bilineata son especies que se consideran en peligro de extin-ción; Cichlasoma labridens, Allotoca dugesi, Skiffia lermae, Ictalurus mexicanus y Zoogeo-neticus quitzeoensis aparecen listadas como amenazadas. Es necesario hacer notar que dada la fecha de publicación de la norma, ésta no incorpora el estatus más reciente de Ch. bartoni, que se presume extinta en la natura-leza. El libro rojo de la International Union for Conservation of Nature (iuCn), que establece las especies en riesgo a nivel mundial, no incluye especies de Guanajuato en alguna de sus cate-gorías de conservación.

Usos de la biodiversidad

Pesca y Acuacultura

En varias presas, lagos y ríos del estado existen pesquerías de subsistencia y comercial. Gran parte de esta producción pesquera se basa en la explotación de peces no nativos y solamente los charales, que en muchas ocasiones son translo-cados de un cuerpo de agua a otro, son especies nativas. En algunas presas existen cooperativas de pesca que aprovechan a los charales para la pesca comercial. Los peces son vendidos a em-presas procesadoras que se encargan de proveer al mercado local y nacional. Mayor información acerca de la pesca y la acuacultura que se da en la entidad se puede encontrar en el capítulo Usos de la Biodiversidad.

En algunos de los embalses es común que se organicen torneos de pesca deportiva. Esta ac-tividad generalmente se centra en la captura de

lobina negra (Micropterus salmoides), una es-pecie introducida a aguas del centro de México.

Peces de ornato y acuariofilia

Además de su uso en la acuacultura y la pesca existen otras actividades en el estado donde los peces juegan un papel importante: la produc-ción de peces dulceacuícolas (nativos y exóti-cos) y la extracción de peces nativos para la acuariofilia. Se conoce que existen aproxima-damente 393 especies de peces dulceacuícolas introducidas en México para su utilización como peces de ornato (Fuentes-Mata y Espino-sa-Pérez, 2005). Muchas de estas especies, principalmente de origen amazónico y asiático, son comercializadas en diversas entidades del país. Cuando éstas escapan o son liberadas a nuevos hábitats, pueden establecer poblaciones que afectan a las especies nativas. Tal es el caso del pecílido xiphophorus variatus, que se ha establecido en diversas zonas de Guanajuato.

La producción de especies de peces nativos y exóticos de ornato es una actividad presente y aunque se desconoce la identidad de las especies exóticas de ornato y las condiciones de su cul-tivo, es oportuno recalcar que deben de tomar-se medidas precautorias para evitar que estos peces tengan acceso a los ecosistemas naturales de la entidad. Además, es necesario evitar la transfaunación de especies mexicanas, es decir, evitar que especies que se presentan en una de-terminada región de México o Guanajuato, sean introducidas o liberadas en otros ecosistemas de donde no son originarias.

Guanajuato es también un sitio de interés para la extracción de peces de interés en la acua-riofilia. En sus aguas naturales existen algunas especies (especialmente goodeídos y pecílidos) que son extraídas para su reproducción en cau-tiverio (Baensch, 2004; consultar también http://www.goodeiden.de).

Importancia ecológica, económica y cultural

Los peces juegan un papel preponderante dentro de los ecosistemas dulceacuícolas. Generalmente, algunas especies de peces son los depredadores superiores dentro de estos ecosistemas, de mane-

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ra que controlan las poblaciones de otros orga-nismos. Al mismo tiempo, muchas aves migrato-rias y residentes utilizan a los peces como su presa principal.

En líneas anteriores se mencionó la importan-cia que tienen los peces para las actividades de pesca, acuacultura y acuarismo en Guanajuato. Estas actividades son quizás una pequeña parte de la actividad económica total del estado, pero aun así existen numerosas familias para quienes la pesca de subsistencia o la acuacultura signifi-can una importante fuente de proteína animal a sus dietas, y una fuente de ingresos adicional a aquella proveniente de actividades como la agri-cultura o la construcción. Asimismo, la pesca comercial de charales (Chirostoma spp.) es im-portante sustento para pescadores en ciertos em-balses. Los charales generalmente son capturados en presas y lagos y llevados a plantas procesado-ras donde generalmente son secados al sol, para después ser vendidos en mercados locales.

Existe poca evidencia del valor cultural de los peces en Guanajuato a través del tiempo. Los inventarios arqueoictiológicos indican un vacío en el hallazgo de restos de peces en con-textos arqueológicos (Polaco y Guzmán, 1997; Guzmán y Polaco, 2005; Guzmán-Camacho, 2007), lo que probablemente se deba a un pobre muestreo de estos materiales, más que a una falta de consumo o de utilización por las civi-lizaciones prehispánicas.

Las crónicas y otros documentos etnohistóri-cos tampoco dan mucha evidencia del uso de los peces de este estado en la antigüedad (Guzmán y Polaco, 2007; Guzmán-Camacho, 2007). En rea-lidad, las escasas anotaciones de principios de la época colonial se centran en los alrededores de Acámbaro, de Iramuco y de Yuriria y fueron ob-tenidos durante el censo geográfico-económico conocido como Relaciones Geográficas del siglo xvi. A pesar de la parquedad de los datos, dichas anotaciones resultan interesantes por referir la pesca en Guanajuato tanto en los medios fluvia-les, lacustres y artificiales (Acuña, 1987).

En el área de Acámbaro se desarrollaba una pesca fluvial en dos ríos caudalosos, uno de los cuales es sin duda el río Lerma y el otro quizá sea el río La Laja; en ellos había una notable abundancia de peces de manera general, y de

bagres en particular y, aunque el tipo de apro-vechamiento no está indicado, es de suponer que estaba centrado en la alimentación, dado que el capítulo trata sobre la riqueza de recur-sos alimentarios de la zona. Por su parte, la pesca lacustre se desarrollaba en Iramuco, po-blación situada en el margen noreste de la la-guna de Cuitzeo y en donde los indígenas apro-vechaban la abundancia de peces de la laguna. En cambio, en los alrededores de Yuriria –an-tiguamente Yurirapúndaro– se desarrollaba la pesca en ambos ambientes, esto es, tanto en la porción del río Lerma próxima a esta población, y que era conocida por la abundancia de ba-gres, como en la laguna artificial de Yuriria, que es quizá la primer obra hidráulica de Nue-va España, formada al hacer una zanja para llevar agua del río Lerma a una planicie inun-dable; en estos ambientes, la población indíge-na realizaba importantes pesquerías de las cua-les vivía y comerciaba.

La preferencia desde el siglo xvi del consumo del bagre sobre otras especies de peces nativos de Guanajuato se ha mantenido a lo largo del tiempo. De acuerdo con Dugès (1868), los bagres eran prácticamente la única especie que se con-sumía debido a la calidad y sabor de su carne y era pescado con redes en el río Lerma; una ma-nera usual de prepararlo era en conserva, para lo cual se freía, se le partía en trozos y se mez-claba en una olla con pimienta, sal, aceite, vi-nagre, especias y laurel. Los otros peces, que eran obtenidos básicamente en las lagunas de Cuitzeo y de Yuriria, se dejaban secar, pero eran considerados un alimento pobre.

El siglo xx también retrata esa preferencia, pues una compilación de recetarios de platillos rurales muestra el amplio uso de los bagres, así como la incorporación de especies introducidas como la carpa y de los peces marinos como el robalo y el huachinango, así como otros pescados grandes (Levín-Kosberg, 1988).

Un uso más reciente es el decorativo, ya que en los canales del domo del Conservatorio de Plantas Mexicanas de la zona de preservación ecológica El Charco del Ingenio, próximo a San Miguel de Allende, los peces de la familia Goo-deidae y Poecilidae forman parte de la ambien-tación de la instalación (observación personal).

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Conclusiones

Ante los factores de degradación ambiental mencionados en los párrafos precedentes, es indispensable implementar acciones en muy diversas áreas y desde múltiples niveles de go-bierno. En este sentido, es necesario aumentar la difusión del conocimiento que se tiene acerca de la diversidad biológica dulceacuícola de Gua-najuato y su problemática actual. Al mismo tiempo es imperativo que los diversos sectores ciudadanos, de gobierno y productivos reconoz-can su papel no sólo como beneficiarios de los sistemas dulceacuícolas, sino como potenciales degradadores de los mismos.

Más allá del reconocimiento de beneficios y responsabilidades, resulta importante la colabo-ración intersectorial e intermunicipal en la iden-tificación de los problemas que aquejan a las co-munidades de peces nativas y en la implementa-ción de estrategias que permitan la mejora de las condiciones de los cuerpos de agua. Los peces dulceacuícolas no sólo requieren de buena cali-dad de agua para su supervivencia, sino también de la presencia y adecuado funcionamiento de todos los componentes bióticos y abióticos que se presentan en sus ecosistemas naturales. Es fun-damental que como sociedad procuremos el mantenimiento de estos componentes.

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LOS PECES EN LA PRESA LA PURÍSIMA

José aDán CaBalleRo vázquez | CaRolina vela santoyo

LOS PECES EN LA PRESA LA PURÍSIMA

estuDio De Caso

(observación personal). Asimismo, la presa fun-ciona como un sitio de alimentación y descanso para aves residentes y migratorias y presenta pequeños fragmentos de vegetación caracterís-ticos de la región en condiciones de regular estado de conservación (Romo-García, 2006). En el año 2005, la presa fue decretada como una anp por el Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (Periódico Oficial de Gobierno del Estado del Guanajuato, 2005). Además de su importancia ecológica, el anp tiene una ele-vada importancia cultural, pues posee vesti-gios prehispánicos pertenecientes posible-mente a la cultura chichimeca (Hernández, comu-nicación personal). La composición biológica de la presa (excepto en su maleza acuática) es similar a la de otros cuerpos del estado (Bravo, 1999; Novelo, 2002). El fitoplancton se integra principalmente por algas cianofitas, crisofitas y clorofitas. El zooplancton por protozoarios sarco-dinos, ciliados, y rotíferos (Hernández, comuni-cación personal). La fauna bentónica es escasa en el anp, solamente se conocen larvas de insectos dípteros y oligoquetos. También se conocen algunos anfibios del género Rana y reptiles (tor-tugas casquito) del género Kinosternon. El necton lo integran principalmente peces, de los cuales la mayoría pertenecen a especies introducidas como la carpa (Cyprinus carpio), la lobina negra (Micropterus salmoides), la tilapia (Oreochromis spp.), el bagre (Ictalurus punctatus) y algunas mojarras (Oreochromis niloticus niloticus y Lepomis macrochirus), aunque posiblemente existan otras especies. Entre las especies nativas de México que se pueden encontrar en La Purí-sima destacan los charales (Chirostoma spp.), o algunas especies pertenecientes a la subfamilia Goodeinae (Goodeidae: Cyprinodontiformes).

El uso actual y la atención que se les da a estos peces en la Presa La Purísima es de poca

Con una superficie de 2 728 ha y una altitud promedio de 1 800 msnm, el Área Natural Pro-tegida (anp) Presa La Purísima, se localiza en la región centro del estado de Guanajuato (pogeg, 2007). Este embalse recibe las aguas de diversos ríos y arroyos entre los que destacan el río Gua-najuato, el arroyo La Trinidad y el arroyo Cha-pín, los cuales presentan zonas de topografía variada, pendientes media y alta hacia el cerro El Sombrero, en la ribera sur de la desemboca-dura del arroyo La Trinidad y en ambas riberas del arroyo Chapín (Wruck et al., 1999). El anp forma parte de la microcuenca Presa La Purísi-ma o Alto Río Guanajuato y del acuífero Silao-Romita, siendo una zona importante de recarga de agua (Romo-García, 2006).

De acuerdo con su topografía, La Purísima se divide en tres regiones fisiográficas: Sierra de Guanajuato, lomerío y planicie y Sierra Misterio del Chorro, las cuales conforman un paisaje ac-cidentado, diverso y rico que determinan la ve-getación, suelo y clima local (Periódico Oficial de Gobierno del Estado del Guanajuato 2007).

La presa fue construida entre 1978 y 1979 con fines de riego y para el control de inundaciones. Su capacidad de almacenamiento es de 195.7 mi-llones de m3; tiene una longitud máxima de 3.9 km en temporada de lluvias y de 1.9 km durante el estiaje, una anchura máxima de 2.5 km en lluvias y de 1.2 km en secas; en su máxima capacidad ocupa una superficie de 1 200 ha (Romo-García, 2006), su profundidad va de 22 m durante las lluvias hasta 4.3 m en secas.

La Purísima es una zona de recarga de los mantos acuíferos que proporciona agua para irrigar 4 500 ha en el municipio de Irapuato y Guanajuato, aunque hay planes para utilizar el agua para abastecer la ciudad de Guanajuato. El embalse cuenta con una moderada riqueza y abundancia de especies terrestres y acuáticas

Caballero-Vázquez, J. A. y C. Vela-Santoyo. 2012. “Los peces en la presa La Purísima” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. Méxi-co. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 214-216.

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Familia Nombre científico Nombre común

Cyprinidae

*Cyprinus carpio comunis Carpa común

*Cyprinus carpio specularis Carpa espejo

*Carassius auratus Carpa dorada

Cichlidae

*Oreochromis niloticus niloticus Mojarra, tilapia o tilapia nilótica

*Oreochromis aureus Tilapia, tilapia azul

Ictaluridae Ictalurus punctatus Bagre

Centrarchidae

*Micropterus salmoides Lobina negra

Lepomis macrochirus Mojarra agallas azules

Atherinidae *Chirostoma spp Charal, pez blanco

Poeciliidae Poeciliopsis infans Barrigón

Goodeidae Goodea atripinnis Godeido

Cuadro 1. Listado de especies de peces registrados en la Presa La Purísima.

El asterisco (*) indica las especies no nativas. Listado realizado con base en información en Romo-García (2006).

relevancia, sin embargo, algunos Goodeinae son utilizados como alimento para la engorda y cre-cimiento de los peces (posiblemente Goodea atripinnis o Alloophorus robustus) en la granja El Geranio, ubicada en el poblado de Nuevo Chupícuaro, municipio de Acámbaro.

Actualmente se tiene un registro de 11 especies de peces, distribuidas en nueve géneros y siete familias, con base en datos no publicados y en estudios realizados por Romo-García (2006) en el Programa de Manejo del Área Natural Protegida de La Purísima, en donde se realizaron colectas en diferentes sitios de la presa (cuadro 1).

La importancia ecológica y económica de embalses como La Purísima, es que pueden ser-vir como modelo para estudiar procesos ecoló-gicos como la sucesión y la regulación de nu-trientes; interacciones como la competencia y la

depredación y los estudios poblacionales. Aun-que las presas en general dañan a los ríos, pue-den tener cierta importancia para la fauna y la vegetación locales. Constituyen un medio fun-damental para que algunas especies completen su ciclo vital; sirven como refugio de fauna y como estación de invierno para muchas especies de aves migratorias.

La situación actual de la subcuenca La Purí-sima es de franco deterioro, por lo que es nece-saria una inmediata atención en estudios bioló-gicos y en su rehabilitación. Las alternativas de manejo y conservación deben ser puestas en marcha bajo una estricta responsabilidad ecoló-gica y estructural, lo cual supone la participa-ción activa de sus habitantes y de las instancias educativas y gubernamentales.

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LOS PECES EN LA PRESA LA PURÍSIMA

eDmunDo Díaz paRDo

PRESA DE SILVA: LA GESTIÓN AMBIENTAL COMO UN ESFUERZO DE CONSERVACIÓN

estuDio De Caso

residuales, agroquímicos y contaminantes in-dustriales, con altos valores de DBo (demanda bioquímica de oxígeno: cantidad de materia or-gánica susceptible de ser consumida u oxidada, mediante el consumo de oxígeno, por las pobla-ciones microbianas), y Dqo (demanda química de oxígeno: cantidad de sustancias que pueden ser oxidadas por reacciones químicas). Ambos pa-rámetros miden el grado de contaminación, por eso el que sus valores sean altos proviene de la gran cantidad de materia orgánica acumulada y por degradar un ecosistema acuático, lo que se refleja también en la conductividad, que tie-ne cifras mayores a 5 000 µS*cm-1 y predomi-nancia de cianobacterias, características propias de sistemas acuáticos altamente eutroficados (Arriaga-Cabrera et al., 2000).

Junto con las aves hubo mortandades masivas de peces y migración de sus poblaciones río arri-ba. Los registros históricos (Arriaga-Cabrera et al., 2000) indican la presencia, en la Presa de Silva y en las inmediaciones de su corriente tributaria, de especies nativas como: Algansea tincella, Alloo-phorus robustus, Chirostoma aculeatum, C. arge, C. jordani, Scartomyzon austrinus, Skiffia bili-neata, xenotoca variata, Yuriria alta, Allotoca du-gesii, Ictalurus dugesii, Goodea atripinnis, Hybop-sis calientis, Poeciliopsis infans, además de los exóticos Cyprinus carpio, Poecilia reticulata y Oreochromis spp. Varias especies nativas y exóti-cas eran objeto de consumo por los habitantes de los alrededores del embalse del río, pero todas fue-ron extirpadas de esa zona.

La solución

Con base en la problemática arriba mencionada, se tomó la decisión de poner en marcha un am-plio proceso de investigación, participación ciudadana y colaboración de instancias guber-

Los antecedentes

Una de las principales corrientes del estado de Guanajuato es el río Turbio, que tiene su origen en la Sierra de Cuatroalba, en la porción norte del estado. Su cauce transcurre por las cerca-nías de las ciudades de León y San Francisco del Rincón. Su paisaje se ha visto modificado por actividades de represamiento, desmonte y so-brepastoreo. Entre las presas que se han cons-truido en su cauce, destaca la Presa de Silva, cuerpo lacustre pequeño (1 205 km2), localizado en las cercanías de las ciudades arriba mencio-nadas y cuyas aguas son usadas para riego agrícola (Arriaga-Cabrera et al., 2000). Hasta 1995, las condiciones de dicha presa dependían en gran medida de las del río Turbio, ya que sus aguas la alimentan 70% durante la temporada de lluvias y 100% durante el estiaje (CeC, 1996).

El área de influencia del embalse correspon-de con uno de los polos económicos del estado, región de intensa actividad industrial y proce-sos que incluyen gran variedad de sustancias químicas tóxicas, las que se descargan al alcan-tarillado sin tratamiento previo, a donde van también las descargas residuales de San Fran-cisco del Rincón y las de la industria de curti-duría y calzado de León, así como las remanen-tes de la acitividad agrícola (CeC, 1996).

El problema

En el invierno de 1994-1995 alrededor de 35 000 aves acuáticas inmigrantes murieron en la Presa de Silva. Los estudios preliminares señalaron que la principal causa de la mortandad fue la pésima calidad de agua del embalse.

Estudios puntuales posteriores (Arriaga-Ca-brera et al., 2000) permitieron ubicar a la presa como un ecosistema contaminado por aguas

Díaz-Pardo, E. 2012. “Presa de Silva: la gestión ambiental como un esfuerzo de conservación” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 217-219.

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namentales y organismos internacionales en la averiguación de las causas de dicha mortandad y la búsqueda de soluciones.

En junio de 1995 tres organizaciones no gu-bernamentales: National Audubon Society, el Grupo de los Cien y el Centro Mexicano de Dere-cho Ambiental, solicitaron a la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte (CeC) la elaboración de un informe en el que se analizaran las causas y circunstancias de la mor-tandad de las aves. Para ello se formó un grupo de especialistas en distintas disciplinas: biología, toxicología, ecología, hidrología e ingeniería quí-mica. Este grupo determinó que la causa de la mortandad de 21 especies de aves y de 14 espe-cies de peces nativos, más las introducidas, fue el botulismo (intoxicación alimentaria, la mayor parte de las veces mortal, causada por una neu-rotoxina producida por la bacteria Clostridium botulinum, que se encuentra en áreas o alimentos contaminados). A esto se sumó la presencia de altas cantidades de metales pesados como cromo, plomo, mercurio, y la contaminación por aguas residuales municipales y sustancias agroquími-cas que abatieron el oxígeno disuelto del agua y favorecieron el desarrollo de microalgas nocivas, como las cianobacterias (CeC, 1996).

Se estableció un Consejo de Participación Ciudadana que se involucró en la gestión am-biental del estado y se inició la impartición de cursos de capacitación sobre temas ambientales a la ciudadanía, al personal gubernamental, así como a empresarios y estudiantes. Al mismo tiempo se decretaron leyes y normas que regu-laran el uso de la presa (CeC, 1996).

En 1997, se declaró como Área Natural Prote-gida, en la categoría de Zona de Restauración Ecológica, la comprendida por la Presa de Silva y sus áreas aledañas, cuyo objetivo fundamental es restaurar y preservar el hábitat acuático, así como promover el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales que garanticen su per-manencia y, por lo tanto, una mejor calidad de vida para los habitantes y sus futuras generacio-nes (Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Guanajuato, 1997).

El Programa de Manejo para la nueva Área Protegida fue decretado en 1998 y tiene como objetivos:

1. Mejorar la calidad de los recursos de suelo y agua utilizados en las actividades económicas de los habitantes del área natural.

2. Proporcionar un hábitat acuático saludable. 3. Fomentar el uso sustentable de los recursos

naturales mediante la aplicación de las disposi-ciones ambientales y la realización de acciones de capacitación, educación ambiental, investiga-ción, asesoría y desarrollo rural (pogeg, 1998).

Para su cumplimiento se diseñaron las si-guientes iniciativas:

1. Gestión de los recursos naturales. 2. Elaboración de un programa de sanea-

miento del embalse. 3. Establecimiento de un área protegida en la

parte alta de la cuenca del río Turbio. 4. Construcción de colectores industriales y

una planta de tratamiento de las aguas residua-les de León y San Francisco del Rincón.

5. Creación del Parque Industrial Ecológico de León (piel) (donde se reubican 120 curtidu-rías) y colocación de otra planta de tratamiento que permita reutilizar las aguas industriales y que se recupere casi todo el cromo elemental.

6. Abrir la posibilidad de que la presa adquie-ra funciones recreativas y turísticas (CeC, 1996).

Cuatro años después de la mortandad masiva de peces y aves se logró la rehabilitación de la Presa de Silva, manifiesta en el mejoramiento de la calidad de sus aguas con fines agrícolas de la zona. Así, el embalse ha recuperado su con-dición de cuerpo sano, que ofrece refugio y ali-mento a la biota acuática, mostrando la aplica-ción práctica del desarrollo sustentable (CeC, 1996). En 1999, cinco años después de haberse suscitado el problema ambiental, arribaron a la Presa de Silva 12 000 patos (El Universal, 2006) y se han reintroducido especies exóticas culti-vadas, como carpas y tilapias.

Actualmente la cuenca del río Turbio, inclu-yendo la Presa de Silva y otros dos embalses cercanos (El Coyote y San Antonio), donde tam-bién se han presentado eventos como el antes descrito, son reconocidos por la Comisión Na-cional para el Conocimiento y Uso de la Biodi-versidad (Conabio) como la Región Hidrológica Prioritaria No. 59: Presas Río Turbio (Arriaga-Cabrera et al., 2000).

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Conclusiones

Este proyecto ilustra claramente lo que significa la gestión ambiental, a través de la estructura-ción de una red de usuarios del suelo, científicos nacionales y extranjeros, autoridades en los ni-veles locales, estatales y federales, quienes pu-dieron plantear objetivos comunes y trabajar en equipo para responder y revertir un desastre ambiental de importancia internacional.

Sin embargo, no se puede dejar de señalar que el seguimiento del proyecto a partir de los inicios del presente milenio se ha visto en varios mo-mentos frenado por la falta de interés de distintas autoridades, además de que, eventualmente, se han detectado mortandades de aves y, probable-mente, de otros componentes de la biota acuática –como los peces–, no tan graves como la de 1994-1995.

Literatura citada

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El Universal. 2006. http://www.eluniversal.com.mx/pri-mera/26470.html, última consulta 26 noviembre de 2009.

pogeg Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Gua-najuato. 1997. Año LXXXIV, tomo CXXXV, núm. 96.

—. 1998. Año LXXXV, tomo CXXXVI, núm. 93.

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víCtoR huGo Reynoso | aDRiana González heRnánDez | maRina sánChez luna

ANFIBIOS Y REPTILES

Introducción

Guanajuato es un estado privilegiado en cuan-to al estudio de los anfibios y los reptiles, ya que aquí vivió el doctor Alfredo Dugès, padre de la herpetología mexicana. Fue él quien rea-lizó el primer listado para el estado (Dugès, 1887) y para la República Mexicana en general (Dugès, 1869). El trabajo de este investigador ha rendido muchos frutos, pues varias especies que colectaba en las inmediaciones del estado se convirtieron en nuevas especies para Méxi-co. Su interés por los reptiles y su colaboración constante con investigadores de la talla de Ed-ward Drinker Cope y Marie-Firmin Bocourt, le dieron gran fama en su momento, a tal grado que varias especies le fueron dedicadas. De las especies y subespecies válidas dedicadas a Du-

gès y que se encuentran distribuidas en el es-tado están Plestiodon dugesii, Sceloporus du-gesii, Diadophis punctatus dugesii y Rena hu-milis dugesii. Él mismo aportó la descripción de varias especies presentes en Guanajuato: Ambystoma velasci (figura 1), Craugastor au-gusti, Adelophis copei, Hypsiglena jani y So-nora michoacanensis, así como la descripción de numerosas especies cuyas ilustraciones ori-ginales ahora se encuentran perdidas.

Desgraciadamente, Dugès no dejó una escue-la de estudiosos de los anfibios y reptiles en Gua-najuato y a su muerte la investigación al respec-to cesó en el estado. En 1885, Günther en su Bio-logía Centrali Americana puso orden a la clasificación de los anfibios y reptiles descritos

Figura 1. Ambystoma velasci adulto (fotografía de Raúl Hernández Árciga, tomada en las pozas de la ex Hacienda Minera Cinco Señores, en Mineral de Pozos, Guanajuato).

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Reynoso, V. H., A. González y M. Sánchez-Luna. 2012. “Anfibios y reptiles” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/ Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 220-226.

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por Dugès, de la cual gran parte perdura hasta nuestros días. En ese estudio se ignoraron algu-nos reportes de Dugès, pero no fue hasta los tra-bajos de Smith y Taylor (1948, 1950 y 1966) y más adelante por Smith y Smith (1976) que se consolidó el listado de anfibios y reptiles de Gua-najuato. Sin embargo el número de especies no se habían incrementado significativamente desde esas fechas sino hasta estudios recientes realiza-dos por Campos-Rodríguez et al. (2004a, b; 2009), Uriarte-Garzón y Lozoya-Gloria (2009) y Sánchez-Luna et al. (2009a, b).

Descripción del grupo

Los anfibios y reptiles son grupos biológicos de vertebrados tetrápodos que habitan en todo el mundo. Los anfibios se dividen en salamandras, ranas y cecilias (este último es un grupo de especies muy extraño, de forma alargada y sin patas, poco abundante, y presente sólo en las partes tropicales de la República). Las ranas y salamandras se caracterizan por tener un siste-ma de vida dual en el que las larvas son típica-mente acuáticas y los adultos terrestres. A las ranas juveniles se les llama renacuajos y su estructura es similar a la de un pez en donde la cola está bien desarrollada y posee una función propulsora; después de sufrir metamorfosis las ranas adquieren apéndices para caminar y pier-den la cola y las branquias. El proceso de meta-morfosis en las salamandras es similar pero éstas adquieren patas desde fases tempranas de su desarrollo y conservan la cola en adultos.

Los anfibios tienen la piel desnuda y respiran a través de ella, además de usar sus pulmones cuando los presentan. La mayoría ponen huevos para reproducirse y son muy dependientes de la humedad para sobrevivir. Los reptiles, por el contrario, son organismos adaptados plenamente para la vida terrestre: desarrollaron un huevo con cáscara que les permite a los embriones so-brevivir sin necesidad de agua en abundancia y su cuerpo está cubierto de escamas que los pro-tege de la desecación. Algunos reptiles han desa-rrollado un sistema reproductivo vivíparo y otros son partenogenéticos, es decir, no requieren al macho para su reproducción. Dentro del grupo de los reptiles se incluyen principalmente las tor-

tugas, las lagartijas y las serpientes. Las tortugas se caracterizan por tener un caparazón en el cual pueden resguardar sus apéndices, su cabeza y su cola en caso de necesitar refugio. A pesar de sus grandes diferencias, las lagartijas y las serpientes pertenecen al mismo grupo biológico. Contrario a la mayoría de las lagartijas, las serpientes han perdido sus patas por completo y se desplazan con movimientos del cuerpo. Algunas serpientes comunes en el estado de Guanajuato han desa-rrollado sistemas de inyección de veneno muy eficientes para la cacería y defensa, lo que las convierte en seres no deseados.

Diversidad de anfibios y reptiles

En el estado se distribuyen con certeza 102 es-pecies de anfibios y reptiles, de los cuales 25 son anfibios y 77 reptiles (apéndice 1), pero este número puede variar dependiendo de los crite-rios de asignación de las sinonimias de las espe-cies. De los anfibios se han reportado tres espe-cies de salamandras de dos familias y dos géneros y 22 ranas y sapos de siete familias y 11 géneros. Entre los reptiles se han reportado 23 especies de lagartijas (con siete familias y 12 géneros), 50 de serpientes (con ocho familias y 28 géneros) y tres de tortugas (con dos familias y dos géneros). Las familias más diversas en anfibios son la familia Bufonidae (sapos) con siete especies, y entre los reptiles la familia Co-lubridae (serpientes) con 24 especies y la familia Phrynosomatidae (lagartijas) con 11 especies. Comparando con la diversidad nacional, que es aproximadamente de 358 especies de anfibios y 814 de reptiles (Flores-Villela y Canseco-Már-quez 2004), la entidad resguarda en su territorio 6.9% de las especies de anfibios y 9.4% de las especies de reptiles, dándole al estado el lugar número 29 en la diversidad de estos grupos. Guanajuato cuenta con 54 especies endémicas para México, que representan 52.9% del total de las especies registradas en el estado, pero de éstas solamente dos son microendémicas que se comparten con Querétaro y Michoacán, respec-tivamente. Del total de las especies, 25 tienen relación Neártica, seis Neártica y Mesoamerica-na, cinco exclusivamente Mesoamericana, tres Meso-Sudamericana y tres intercontinental.

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Se han reportado otras especies para Gua-najuato, sin embargo, muchas de ellas caen fue-ra de los límites actuales válidos considerados para cada una de las especies. La determinación correcta de la presencia de estas especies debe hacerse revisando los ejemplares originales, mu-chos de los cuales están perdidos o se encuentran en colecciones del extranjero.

Las especies Gastrophryne usta, Urosaurus bicarinatus y Crotalus basiliscus reportadas por Dugès (1869, 1887, 1895, 1924), Günther (1885) y posteriormente por Smith y Taylor (1948, 1966) y Smith y Smith (1976) podrían ser registros his-tóricos para el estado ya que no se han vuelto a reportar. Asimismo, las especies Leptodactylus melanonotus, Laemanctus serratus, Rhadinaea laureata y Storeria hidalgoensis (Smith y Smith, 1976) podrían estar presentes en el estado ya que sus distribuciones naturales se aproximan al mismo. Sin embargo, no se han encontrado re-gistros sólidos al respecto. Del mismo modo, se encontraron 18 registros de especies cuya distri-bución es imposible en la entidad.

Distribución

Los reportes previos a la década de los ochenta del siglo xx no eran muy precisos al nombrar las localidades de colecta de cada ejemplar y no fue sino hasta la aparición del trabajo de Men-doza-Quijano et al. (2001) cuando surgieron los primeros listados faunísticos regionales. Ellos reportan para la Sierra de Santa Rosa 32 espe-cies ahora válidas, 11 anfibios y 21 reptiles, la mayoría en bosques de encino. En el Área de Restauración Ecológica (anp) laguna de Yuriria y su zona de influencia, dominada por vegeta-ción de matorral subtropical, selva baja caduci-folia y ambiente acuático (Ramsar, 2004; pogeg, 2005; Sánchez-Luna y Reynoso, 2012) se han reportado 26 especies válidas, cinco de ellas no determinadas a nivel específico (Ramsar, 2004). De estas, nueve son anfibios y 17 reptiles. La Sierra Gorda que resguarda un gradiente de matorral xerófilo, encinares, bosque de pino y selva baja caducifolia ha sido ampliamente es-tudiada en época reciente. Canseco-Márquez et al. (2004), Campos-Rodríguez et al. (2004a, b; 2009a, b) y la Semarnat (2005) han reportado la

presencia de 39 especies válidas, de las cuales 12 son anfibios y 27 reptiles.

Otras áreas estudiadas con menor esfuerzo son el anp cerro de Amoles (pogeg, 2006; Sán-chez-Luna y Reynoso, 2012) que en conjunto reportan un total de 18 especies (dos anfibios y 16 reptiles); anp cerro de Arandas (Uriarte-Garzón y Lozoya-Gloria, 2009) con 24 especies (seis anfibios y 18 reptiles); el Parque Ecológi-co, lago cráter La Joya (Sánchez-Luna y Rey-noso, 2012) con nueve especies (tres anfibios y seis reptiles); el anp cerros El Culiacán y La Gavia, Guanajuato (Arenas-Monroy, 2012) con 22 especies (cinco anfibios y 17 reptiles). Otros trabajos llevados a cabo en zonas no protegi-das son el predio Palo Huérfano, municipio de Allende (Carmona-Torres y Escudero-Hernán-dez, 2012) donde reportan ocho especies (tres anfibios y cinco reptiles), y el trabajo realizado por Berlín-Diosdado et al. (2012) en el río Ler-ma, tramo Las Adjuntas–El Tajo, Salamanca, quienes informan sobre 17 especies (cinco an-fibios y 12 reptiles). Varios documentos aquí citados forman parte de estudios de caso que comprenden este capítulo.

Guanajuato es uno de los estados de la Repú-blica Mexicana menos estudiados en cuanto a an-fibios y reptiles se refiere. A pesar de que su siste-ma de anp está distribuido plenamente dentro de la entidad, los esfuerzos de estudios herpeto-faunísticos se han enfocado a una reserva de la biosfera (Sierra Gorda), un parque ecológico (lago-cráter La Joya), un área de restauración ecológica (laguna de Yuriria y su zona de influencia) y tres áreas de uso sustentable (cerros El Culiacán y La Gavia, cerro de los Amoles, cerro de Arandas); esto es, sólo seis anp de 22 establecidas, lo que representa únicamente 27% del total. Es imperan-te acelerar los estudios en otras zonas, sobre todo en aquellas en las que se requieren planes de ma-nejo inmediato porque serán sujetas a uso.

Importancia de los anfibios y reptiles

Los anfibios y reptiles juegan un papel muy importante en la cadena trófica (Pianka, 1975); las especies más abundantes pueden ser útiles como comida para otros animales del ecosistema (Zug et al., 2001; Vallan, 2000). También son

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consumidores secundarios y podrían jugar un papel importante en el control de plagas de insectos y roedores.

Tanto anfibios como reptiles son especies in-dicadoras de cambios macro y microclimáticos ya que son animales muy susceptibles a los cam-bios ambientales. Debido a su piel desnuda y per-meable, los anfibios reciben los impactos del ambiente directamente; son dependientes de la humedad para su supervivencia y tienen un ciclo de vida complejo en el que pasan de una larva acuática a un adulto terrestre que los hace vul-nerables a los cambios ambientales en ambos sistemas. Los reptiles, por el contrario, dependen más de la temperatura, por lo que un cambio en ésta puede afectar los patrones de distribución de las especies. Por otro lado, los huevos de los rep-tiles son abandonados después de ser depositados y su eclosión depende del ambiente donde son puestos, por lo que los cambios globales en la temperatura pueden afectar su tasa de eclosión significativamente; este efecto es mayor en rep-tiles cuyas proporciones de sexo dependen de la temperatura, como, por ejemplo, las tortugas.

Los anfibios y reptiles están sufriendo una declinación mundial debido a la destrucción del hábitat principalmente. Se han descubierto efec-tos del cambio climático global sobre todo en la declinación de las poblaciones de anfibios, el que ha influido sobre la dispersión de enfermedades emergentes con resultados catastróficos en las poblaciones naturales (Lips et al., 2005).

Los anfibios y reptiles han sido utilizados tradicionalmente por las culturas prehispáni-cas sobre todo para alimento. Las ranas (por ejemplo, Lithobates montezumae y L. mega-poda) al igual que los ajolotes (Ambystoma velasci), son aún consumidos en la actualidad debido a su exquisitez. El gusto de la gente por las ranas ha llevado a que empresarios irres-ponsables introduzcan especies exóticas que causan daño a las poblaciones de diversos gru-pos biológicos locales (Quintero-Díaz et al., 2012); sin embargo, no hay estudios en Gua-najuato que midan tal efecto. Los reptiles, por su parte, son utilizados como mascotas (e.g. las serpientes Boa constrictor y Pituophis dep-pei) o bien en la industria peletera muy desa-rrollada en el estado. Las serpientes en gene-

ral, pero más las serpientes de cascabel, son sujetas a muerte cotidianamente por su peli-grosidad y para ser vendidas como piel en el mercado ilegal, lo que ha ocasionado su dismi-nución en el estado (Reynoso et al., 2012).

En este sentido, se requiere la implementa-ción de medidas de protección de estas especies para evitar su venta ilegal y concientizar a la población sobre la importancia de su conserva-ción. En otro aspecto, es importante señalar que estas serpientes son útiles sobre todo en el con-trol de plagas de roedores en zonas de cultivo. Uriarte-Garzón (2012), presenta una lista de usos y mitos de las serpientes de cascabel en el medio rural en el cerro de Arandas.

Situación y estado de conservación

De acuerdo a la nom-059-semaRnat-2010, el esta-do resguarda 18 especies amenazadas y 30 en protección especial, resultando un total de 47% del total de las especies. Existen seis especies exóticas en la entidad, aparentemente de recien-te introducción. Quintero-Díaz et al. (2012) mencionan cinco de ellas y su problemática. Aunado a ello, recientemente fue reportada la presencia de un ejemplar del sapo gigante Rhi-nella marina (figura 2) en Sierra Gorda (Cam-pos-Rodríguez et al., 2009), una de las especies invasivas más dañinas que existen.

El desconocimiento que se tiene de la biología y distribución de las especies ha llevado a instan-cias de gobierno a implementar estrategias de

Figura 2. Rhinella marina adulto (Río Manzanares, el Tepehuaje, Victoria. Fotografía de Raúl Hernández Árciga).

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introducción de especies exóticas nocivas. El Plan de Ordenamiento Ecológico del Territorio del Estado de Guanajuato (poeG, 1999) menciona literalmente que “se promoverá la repoblación de cuerpos de agua con especies de fauna nativa: charal, carpa, rana toro, etc.” (artículo 10º, inci-so iv). Tanto la carpa como la rana toro son exó-ticas a los sistemas acuáticos locales y la intro-ducción de nuevos organismos para “repoblar” es una estrategia ecológicamente errónea. Se sugie-re revisar el artículo 10 de dicho Plan, conside-rando especies nativas (e.g. Lithobates megapoda) para los planes de desarrollo regionales rurales y medidas de extirpación de las especies exóticas introducidas hasta ahora.

Acciones de conservación

Al igual que los estudios de diversidad en el estado, los programas de conservación de anfibios y reptiles son muy escasos. La mayoría de los estudios se enfocan a establecer listados de vertebrados, incluyendo anfibios y reptiles en diferentes lugares, particularmente anp. No se tiene conocimiento de estudios precisos sobre la biología de las especies que lo habitan y mucho menos los efectos de la degradación, fragmen-tación y destrucción del hábitat sobre ellos. El único proyecto registrado que involucra estudios biológicos es el de Reynoso (2008) que pretende conocer la biología de las serpientes de cascabel para implementar medidas de conservación (véase también Reynoso et al., 2012). Se con-sidera importante establecer al corto plazo tres programas: a) estudios sobre los efectos de la defaunación en zonas utilizadas por el ser humano (incluyendo serpientes de cascabel); b) estudios sobre los efectos de las poblaciones de especies introducidas en las poblaciones locales; c) estudios sobre los efectos de la pérdida de hábitat en anfibios y reptiles, y d) estudios demo-gráficos particulares y de viabilidad poblacional en las especies usadas por los humanos.

Conclusiones

A pesar de que el estado no es de los de mayor diversidad en el mundo, su geografía y fisiogra-fía, que va desde el desértico Altiplano hasta

zonas boscosas de la Sierra Gorda, guarda un ensamble de especies particular que merece atención. Se encuentra en la transición faunís-tica entre la región norte del Altiplano y el Eje Transversal Neovolcánico, con faunas particu-lares. El conocimiento de esta diversidad, sin embargo, es aún incipiente y no existen trabajos específicos sobre la biología de las especies lo-cales. Las investigaciones hasta este momento se restringen a listados faunísticos de regiones particulares o nuevos registros.

Guanajuato, es a su vez uno de los estados más deteriorados ambientalmente debido a la tala inmoderada de los encinares realizada en la época de apogeo de la minería y al desarrollo agrícola y ganadero. Debido a su dependencia del hábitat, la herpetofauna requiere ser prote-gida. La generación reciente de diversas anp cumple en gran medida esta función, pero aún no sabemos qué porcentaje de las especies de anfibios y reptiles, sobre todo las especies en alguna categoría de riesgo, están comprendidas en estas áreas. Varias anp del estado cuentan con listados y planes de manejo publicados, pero la mayoría carece hasta ahora de estos es-tudios e incluso carece de los listados de espe-cies correspondientes. Se propone que los planes de manejo sean revisados por expertos, ya que existen contradicciones como las encontradas en el Plan de Ordenamiento Ecológico del Terri-torio del Estado de Guanajuato donde se con-funde la fauna exótica con la nativa.

Para un conocimiento íntegro de los anfibios y reptiles de la entidad se recomienda conti-nuar con los listados de especies en áreas na-turales faltantes, así como en zonas que se re-conozcan como prioritarias para la conserva-ción. Aunado a esto es importante no dejar a un lado estudios ecológicos de estructura de co-munidad en sitios relativamente bien conserva-dos ya que servirán para ver las condiciones originales antes de la perturbación. También es importante medir los efectos de la defaunación de las especies introducidas, y de la degrada-ción, fragmentación y destrucción de hábitat en los ecosistemas, así como conocer la viabilidad de las poblaciones de especies que se encuen-tran en uso, como la serpiente de cascabel.

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Raúl heRnánDez aRCiGa

ETNOHERPETOLOGÍA EN LA SIERRA GORDA DE GUANAJUATO

Figura 1. Bosque de Galería, Comunidad de Tres Pasos, Victoria, Gto. (fotografía de Raúl Hernández Arciga).

Introducción

La Sierra Gorda de Guanajuato es considerada como la región noreste del estado comprendida por los municipios de Atarjea, Doctor Mora, San José Iturbide, San Luis de la Paz, Santa Catari-na, Tierra Blanca, Victoria y Xichú. El nombre de Sierra Gorda, fue atribuido en la época colo-nial, al parecer debido a la riqueza y amplitud de sus recursos naturales y, en efecto, en una extensión de territorio relativamente pequeña; existe una variación altitudinal de los 3 280 a los 650 msnm, con tipos de vegetación que van del bosque de oyamel a la selva baja caducifolia, pasando por bosques de pinos y encinos, bos-ques de galería (figura 1), matorrales xerófilos y bosques submontanos (Conanp-iee, 2005).

El conocimiento popular acerca de los anfi-bios y reptiles en esta región es en la mayoría

de los casos resultado de una interpretación muy particular de la anatomía, conducta y há-bitos de este grupo de vertebrados, así como de la interacción y mezcla de conocimientos pre-hispánicos chichimecas y otomíes con la cultu-ra occidental hispana. Esta última malinterpre-tó el conocimiento y respeto indígena por la naturaleza confundiéndolo con idolatría que debía ser rechazada y perseguida. Como resul-tado surgieron creencias, mitos, leyendas y tra-diciones que repercuten profundamente en la interacción y uso de los anfibios y reptiles (Her-nández Arciga, 2010).

Una cantidad importante de estos animales son explotados y utilizados como alimento, en ritos mágico-religiosos y en la medicina tradi-cional, atribuyéndoles fantásticas cualidades

Hernández-Arciga, R. 2012. “Etnoherpetología en la Sierra Gorda de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 227-231.

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curativas; algunos son también eliminados por considerarlos peligrosos. En el presente trabajo se describen brevemente algunas de las creen-cias más arraigadas en la Sierra Gorda de Gua-najuato respecto a los anfibios y reptiles.

Anfibios

Existe la creencia que el ajolote (Ambystoma velasci) es capaz de penetrar al cuerpo de hom-bres y mujeres cuando se bañan desnudos en algún estanque y que a partir de este hecho la mujer puede quedar embarazada. Además, se cree que el gel blanco y lechoso que segrega por la piel es muy venenoso al tacto. Ambas afirma-ciones son falsas. La secreción cutánea de la salamandra le sirve como protección y conser-vación de la humedad.

Por otro lado, con respecto a la medicina tra-dicional, se consume popularmente en jarabe que, se dice, está elaborado con extracto de ajo-lote y sirve como remedio eficaz para problemas respiratorios (Pough et al., 2001).

Con referencia a los anuros, generalmente son llamados sapos aquellos que no son verdes y se les atribuye la capacidad de ser venenosos, de producir verrugas y de explotar cuando son mo-lestados. Sin embargo, se les reconoce como con-troladores de poblaciones de insectos y arácnidos, por lo que no son particularmente perseguidos.

Reptiles

En general, los reptiles son poco comprendidos y muy temidos por la población. Existen muy varia-das creencias relacionadas principalmente con las serpientes, lo que ha provocado una grave presión sistemática sobre las poblaciones de este grupo en particular, que pone en riesgo su supervivencia.

Existe una creencia muy arraigada en algu-nas localidades de que las tortugas del género Kinosternon, llamadas popularmente tortugas de casquito, muerden con tenacidad y que no suel-tan a la victima hasta que rebuzne un burro. También se les atribuye la extinción de peces en las presas y ríos de la región, por lo que se les persigue y elimina, o bien, se les busca para ven-derlas como mascotas en algunos establecimien-tos de San Luis de la Paz y San José Iturbide.

A las lagartijas en general no se les conside-ra peligrosas, exceptuando los llamados escor-piones (Barisia ciliaris y Gerrhonotus liocepha-lus) (figura 2). Estos reptiles inspiran temor por su aspecto feroz y tamaño, así como por la for-ma de su cabeza que recuerda vagamente la de la cabeza de las serpientes de cascabel. Por ello son llamados “madre de las víboras”. La creen-cia de que su piel es muy venenosa al tacto, que son capaces de saltar y que incluso su sombra puede producir quemaduras y la muerte, ha pro-vocado que estos reptiles sean perseguidos y aniquilados. En realidad, aunque su mordedura es fuerte y dolorosa, no son venenosos y no re-presentan ningún riesgo para el ser humano.

Otra lagartija considerada peligrosa es el ca-maleón cornudo (Phrynosoma orbiculare), pues se cree que la sangre que expulsa por los ojos cuando se siente amenazado es venenosa y que al ser atacado por serpientes envenena a estos animales librándose así de la muerte (Ramírez-Bautista et al., 2009)

Respecto a los ofidios, la creencia más gene-ralizada es, sin duda, considerar a todas las ser-pientes como venenosas, lo que es completa-mente falso. Las únicas serpientes venenosas de la región que pueden ser un potencial peligro para la salud humana son las víboras de casca-bel (varias especies de Crotalus) (figura 3) y el coralillo (Micrurus tener).

Figura 2. Individuo de Gerrhonotus liocephalus juve-nil (ejemplar fotografiado en los cultivos adyacentes a la comunidad de San Isidro, San Luis de la Paz, Gto. por Raúl Hernández Arciga).

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En medicina tradicional es muy común el uso de las serpientes de cascabel. La carne seca y molida es reconocida como un remedio eficaz para curar el cáncer, el acné y la impotencia sexual. Aun cuando no existen estudios cientí-ficos que comprueben su eficiencia, estos usos son muy populares y es muy común que en las comunidades se vendan “bajo encargo” serpien-tes de cascabel secas para su consumo. Otro mito popular consiste en que las víboras de cas-cabel se quitan las bolsas del veneno cuando van a beber agua, para evitar autoenvenenarse. Al parecer, el origen de esta creencia reside en la observación de la coincidente expulsión de una especie de gusano parásito por la boca de la serpiente con el consumo de agua. Por otro lado, se afirma que las víboras de cascabel son tan rápidas que cuando se les dispara captan el calor emitido por el proyectil y “buscan” la bala, provocando su muerte.

Es común creer que se puede conocer la edad de las víboras de cascabel contando el número de segmentos del cascabel de la cola. Esto es tam-bién incorrecto ya que cada segmento al cascabel se agrega en cada muda de piel, suceso que pue-de ocurrir varias veces al año según la disponi-bilidad de alimento (Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz, 2005). Además, dichos segmentos en el cascabel son muy frágiles y se pierden frecuen-temente por diferentes circunstancias. También se cree que poseer y cargar un cascabel de ser-piente otorga buena suerte y fortuna amorosa. Una variación interesante de este mito afirma que si se captura con las manos una serpiente de cascabel y se le quita el cascabel respetándole la vida, se ganará el favor del diablo provocando con ello fortuna y buena suerte de por vida y protección contra los enemigos.

Respecto a los coralillos se cree que son capa-ces de envenenar por la cola. Esta es sin duda una interpretación incorrecta de los movimientos de la cola que hacen estas serpientes cuando bus-can intimidar a su agresor meneándola brusca-mente y mostrando su coloración. Frecuentemen-te alzan su cola y la aplanan mientras que la cabeza permanece pegada el piso buscando el momento justo para defenderse.

Popularmente se cree que cualquier serpien-te con anillos y colores brillantes es un corali-

llo, afectando con esto a varias culebras inofen-sivas que son consideradas venenosas, por lo que se les mata. Entre estas serpientes están Diadophis punctatus, Tropidodipsas sartori, Tri-morphodon tau, Leptodeira septemtrionalis, Leptodeira anulata, Lampropeltis triangulum y Lampropeltis mexicana.

Algunas serpientes inofensivas son conside-radas venenosas, tal es el caso de la culebra trompa de puerco (Conopsis nasus) y la regional-mente conocida como Navaca (Boa constrictor). Se afirman casos particulares de personas mor-didas por dichas serpientes que necesitaron aten-ción médica y cuyos síntomas coinciden con los provocados por envenenamiento por mordedura de serpiente de cascabel. Sin embargo, se consi-dera que estos casos más bien podrían tratarse de una identificación equivocada de la serpiente agresora, ya que comparten el mismo hábitat con varias especies de serpientes de cascabel. Tam-

Figura 3. Individuo de Crotalus scutulatus macho adulto (ejemplar fotografiado en la sierra adyacen-te a la comunidad de La Cantera, San Luis de la Paz, Gto. por Raúl Hernández Arciga).

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Figura 4. Oxybelis aeneus macho adulto (ejemplar fotografiado en una huerta en la comunidad de El Te-pehuaje, Victoria, Gto. por Raúl Hernández Arciga).

Figura 5. Individuo de Coluber flagellum adulto. Ejemplar colectado ilegalmente por pobladores y entregado a Protección Civil de San Luis de la Paz para su rehabilitación y liberación (fotografía de Raúl Hernández Arciga).

bién se cree que la boa despide un aroma pesti-lente capaz de marear, que produce un bramido similar al ganado vacuno y que puede crecer tanto que es capaz de alimentarse de seres hu-manos y de ganado vacuno adulto, lo cual es también erróneo.

En otros casos, la forma de algunas serpientes y sus conductas antidepredatorias han motivado mitos. Tal es el caso de la llamada víbora flecha (Oxybelis aeneus) (figura 4), que por su cabeza puntiaguda y cuerpo largo y delgado se le atri-buye la capacidad de lanzarse contra las perso-nas o el ganado desde los árboles y atravesar sus cuerpos. Esta creencia es absolutamente falsa.

Popularmente no se consideran tampoco ve-nenosas a las llamadas chirrioneras (Masticophis flagellum y M. schotti), pero se les teme porque se cree que persiguen a la gente atacándola a chicotazos, causando graves lesiones, sin embar-go, esto es falso ya que estas serpientes no cuen-tan con la estructura y fortaleza ósea de otros vertebrados (por ejemplo, los varanos e iguanas) que les permita defenderse por golpes de la cola. Esta creencia es tan antigua, que el nombre chi-chimeca para la chirrionera es nasu tapej que significa literalmente “serpiente que golpea”.

Un caso particular lo constituye el alicante (Pi-tuophis deppei) al que se le atribuye la capacidad de alimentarse de leche bebiéndola directamente de las ubres de las vacas o robándola de mujeres lactantes, a las que previamente duermen o hip-notizan, en tanto que al bebé le dan la cola para que no llore, considerándose como prueba de ello que los bebés presenten manchas blancas en la boca, que en realidad es el hongo Candida albi-cans producido por algún padecimiento inmuno-depresivo o en algunos casos por falta de higiene. Se cree también que los alicantes machos buscan enamorar a las mujeres, a las que les chiflan, per-siguen e incluso pueden violar y ahorcar, y que haciéndolos enojar, son capaces de enrollarse en un árbol hasta explotar. Todo lo anterior es, por supuesto, completamente falso. El nombre mexica para el alicante era cencoatl y en algunas partes de México se usa una variación de dicho nombre como cincuate y que originalmente significó “ser-piente del maíz”. Los mexicas reconocían la im-portancia de esta serpiente como controlador na-tural de las poblaciones de roedores, ya que los

beneficiaba directamente aumentando la cosecha de granos alimenticios.

En particular, el mito de que algunas serpien-tes se alimentan de leche está muy extendido en toda América Latina variando la especie de ser-piente según el país y la región. El doctor argen-tino Esteban Orlando Lavilla mencionó una anécdota al respecto al intentar explicar cientí-ficamente a un campesino, en una provincia de su país, que es imposible que las serpientes se alimenten de leche. Explicó que las serpientes no cuentan con labios musculosos y retráctiles ni con una lengua apropiada para hacer el movi-miento mecánico necesario para amamantarse y

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que tampoco poseen la enzima necesaria para nutrirse de la leche. Casualmente, en ese preciso momento, la serpiente que el doctor manipulaba defecó una excreta blanquecina y gelatinosa, como lo hacen todas las serpientes, tras lo cual el campesino exclamó: “doctor, usted podrá de-cirme lo que quiera, que es mentira que las ser-pientes tomen leche, pero yo puedo ver clara-mente la prueba en sus excrementos de que sí son capaces de hacerlo”.

Conclusión

La relación del ser humano con los anfibios y reptiles está condicionada por miedos irraciona-les, mitos y creencias que, conjuntamente con la pérdida y deterioro del hábitat, afectan de manera grave a las poblaciones de estos grupos de vertebrados hasta su desaparición. La extin-ción de estos organismos va de la mano de la

pérdida de importantes recursos económicos, científicos y ambientales.

Desde el año 2003, el autor de este capítulo, con apoyo de las presidencias municipales de la región, ha implementado exposiciones tempora-les de reptiles en las ferias patronales de cada cabecera municipal, durante las cuales se apro-vecha la asistencia masiva para realizar una labor de educación ambiental y divulgación científica. De esta forma, mediante entrevistas libres se ha recopilado el saber popular acerca de los anfibios y reptiles, al tiempo que median-te folletos, trípticos, lonas digitales, exposicio-nes, conferencias y, en este último año, la enci-clopedia multimedia de los ofidios de la Sierra Gorda, se ha logrado paulatinamente cambiar el parecer social hacia este grupo de vertebrados y con ello disminuir la presión antropogénica sobre sus poblaciones (figura 5).

Literatura citada

Conanp (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegi-das) e iee (Instituto de Ecología de Guanajuato). 2005. Estudio Previo Justificativo para el establecimiento del Área Natural Protegida Reserva de la Biosfera Sierra Gorda de Guanajuato.

Hernández Arciga, R. 2010. Herpetario de San Luis de la Paz, Guanajuato; Conocimiento tradicional de la herpetofau-na de la Sierra Gorda de Guanajuato, en Congreso “Cul-turas Americanas y su ambiente: perspectivas desde la zooarqueología, paleobotánica y etnobiología”. Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán.

Pough, F.H., R.M. Andrews, J.E. Candle et al. 2001. Her-petology. Nueva Jersey, EUA, Prentice Hall.

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José aDán CaBalleRo vázquez | CaRolina vela santoyo |

LOS PECES EN LA PRESA LA PURÍSIMA

maRina sánChez luna | víCtoR huGo Reynoso

HERPETOFAUNA DEL ÁREA DE USO SUSTENTABLE CERRO AMOLES, DEL PARQUE ECOLÓGICO LAGO CRÁTER LA JOYA Y DEL ÁREA DE RESTAURACIÓN ECOLÓGICA LAGUNA DE YURIRIA Y SU ZONA DE INFLUENCIA EN GUANAJUATO

estuDio De Caso

Se realizó un inventario herpetofaunístico en los municipios de Yuriria y Moroleón, donde se en-cuentran decretadas tres Áreas Naturales Prote-gidas por el Sistema de Áreas Naturales Protegi-das del Estado de Guanajuato: Área de uso Sustentable, Cerro Amoles; Parque Ecológico, Lago Cráter La Joya y Área de Restauración Eco-lógica, Laguna de Yuriria y su zona de influencia.

Se realizaron cuatro salidas a campo duran-te los meses de septiembre del 2005, mayo y octubre del 2006 y octubre del 2007. Cada sali-da tuvo una duración de entre 10 y 15 días, en los cuales se realizaron búsquedas diurnas y nocturnas de anfibios y reptiles en diferentes ambientes y tipos de vegetación, con un mues-treo total de 1 110 horas hombre. Se capturaron 120 individuos agrupados en 24 especies, de las cuales cinco fueron anfibios y 19 reptiles.

En el trabajo se determinó la presencia de Anolis nebulosus y Leptophis diplotropis, como nuevos registros para el estado. De las 25 espe-cies colectadas, 13 (52%) están en la lista de la nom-059-semaRnat-2010 y se registraron ocho especies endémicas para México.

El sitio con más riqueza absoluta fue la lagu-na de Yuriria con 15 especies, seguido por cerro Amoles con 13 especies y lago Cráter con ocho especies. Se evaluó la riqueza, diversidad y do-minancia de la comunidad de anfibios y reptiles de cada sitio mediante los índices de Margalef (Dmg), Shannon (H) y Berger-Parker (d), que des-criben a la comunidad en función de la abundan-cia de cada especie. La riqueza específica resultó más alta en la laguna Yuriria y su zona de in-fluencia (DMg= 2.58), pero la diversidad estimada fue más alta en cerro Amoles (H = 2.08). Por su parte, la laguna de Yuriria y su zona de influen-

cia presentó mayor dominancia de especies (d = 0.42), estimada debido a la abundancia de las especies Sceloporus dugesii, Thamnophis mela-nogaster y Spea multiplicata. El índice de simili-tud de Jaccard mostró que la laguna de Yuriria y lago Cráter son sitios más parecidos en su herpe-tofauna (Ij=0.41), mientras que el sitio más disí-mil fue cerro Amoles. La complementariedad de la composición de especies entre sitios indicaron que entre la laguna de Yuriria y cerro Amoles existe una gran diferencia de especies con un valor de C = 0.79, lo que indica que es importan-te preservar ambos sitios.

Los resultados muestran que existe una re-lación entre el grado de conservación de la ve-getación con la riqueza de Margalef y diversi-dad de Shannon, obtenida para las comunidades de anfibios y reptiles. La zona con menor per-turbación en su vegetación fue Cerro Amoles que además tiene la mayor diversidad de anfi-bios y reptiles; en orden le siguen la Laguna de Yuriria y su zona de influencia y finalmente lago cráter La Joya.

Es necesario el desarrollo y mejoramiento de un plan de manejo simultáneo en estas tres Áreas Naturales Protegidas, pues las comunida-des de anfibios y reptiles son complementarias y requieren atención para su conservación.

Agradecimientos

El trabajo se realizó con apoyo de ConCyteG (pro-yecto Gto-04-C02-85) “Inventario de la diversi-dad de mamíferos, anfibios y reptiles de cuatro Áreas Naturales Protegidas ubicadas al sur del estado de Guanajuato”.

Sánchez-Luna, M. y V. H. Reynoso. 2012. “Herpetofauna del Área de Uso Sustentable cerro Amoles, del Parque Ecológico Lago Cráter La Joya y del Área de Restauración Ecológica Laguna Yuriria y su zona de influencia en Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 232-233.

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Cuadro 1. Anfibios y reptiles y su estatus de protección en la Norma Ecológica Mexicana (nom-059-semaRnat-2010) en las tres Áreas Naturales Protegidas.

Especies Lago Cráter Laguna Yuriria Cerro AmolesEstatus de

conservación

ANFIBIOS

Ranas

1 Craugastor augusti X

2 Hyla arenicolor X X

3 Hyla eximia X X X

4 Lithobates megapoda X X E, Pr

5 Spea multiplicata X X

REPTILES

Lagartijas

6 Anolis nebulosus X

7 Aspidoscelis gularis X

8 Barisia imbricata X E, Pr

9 Sceloporus aeneus X

10 Sceloporus dugesii X X X

11 Sceloporus grammicus X Pr

12 Sceloporus torquatus X X X

Serpientes

13 Crotalus molossus X Pr

14 Crotalus polystictus X E, Pr

15 Drymarchon melanurus X

16 Lampropeltis triangulum X A

17 Leptophis diplotropis X E, A

18 Masticophis mentovarius X E, A

19 Salvadora bairdi X E, Pr

20 Thamnophis cyrtopsis X X X A

21 Thamnophis eques X A

22 Thamnophis melanogaster X X E, A

23 Thamnophis scalaris X E, A

Tortugas

24 Kinosternon integrum X E, Pr

Abreviaturas: A=Amenazada; E=Endémica; Pr=Sujeta a protección especial; X=Presente en el sitio.

Literatura citada

Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Na-turales). 2010. Norma Oficial Mexicana. nom-059-se-maRnat-2010. Diario Oficial de la Federación (dof), jueves 30 de diciembre de 2010.

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tulo LOS PECES EN LA PRESA LA PURÍSIMA

José CaRlos aRenas monRoy

AVANCES EN EL CONOCIMIENTO DE LA HERPETOFAUNA DEL ÁREA NATURAL PROTEGIDA CERROS EL CULIACÁN Y LA GAVIA

estuDio De Caso

El objetivo del presente estudio es conocer la diversidad y distribución de la herpetofauna del Área Natural Protegida Cerros el Culiacán y La Gavia. Es el primer estudio herpetofaunístico para el área, y su importancia radica en que permitirá disponer de un inventario para esta-blecer estrategias de monitoreo, conservación y manejo de la herpetofauna en la zona.

El área de estudio pertenece a los municipios de Celaya, Cortazar, Jaral del Progreso y Salva-tierra, en el sur del estado. Comprende una su-perficie poligonal de 326.61 km2 cubierta de bosque de encino, bosque tropical caducifolio y vegetación secundaria de matorral xerófilo e izotal. Este último tipo de vegetación se carac-teriza por el predominio de especies como la palma o yuca (Yucca spp.) y sólo se localiza en ciertas laderas del cerro La Gavia.

Se realizaron seis salidas al campo entre los meses de enero a octubre de 2009, colectando muestras en cada una durante el día, el crepús-culo y la noche. Los puntos de muestreo se repar-tieron de manera equitativa entre los tipos de vegetación. La herpetofauna del área de estudio está representada por 22 especies (cinco anfibios y 17 reptiles), 12 de las cuales (54.5%) son endé-micas a México. Las especies no endémicas tie-nen afinidad neártica o neotropical. La distribu-ción de las especies por altitud, tipos de vegetación y microhábitat se presentan en el cuadro 1. El tipo

de vegetación que presentó la riqueza específica más alta fue el bosque tropical caducifolio, se-guido por el bosque de encino. El microhábitat más explotado por la herpetofauna fue el terres-tre y el menos explotado fue el arbóreo.

No se descarta la presencia de otras de espe-cies en la zona, sobre todo de afinidad a la Faja Volcánica Transmexicana o a la Mesa Central, ya que al entrevistar a lugareños señalaron la presencia de otras especies de culebras y lagar-tijas. Los dos tipos de vegetación primaria pre-sentan un alto grado de perturbación, así como la vegetación secundaria está siendo rápida-mente fragmentada y transformada en campos de cultivo.

Conclusiones

La herpetofauna del Área Natural Protegida Ce-rros el Culiacán y La Gavia está representada por 22 especies, cinco de anfibios y 17 de reptiles; más de la mitad del total de especies encontradas son endémicas a México. El tipo de vegetación que presentó la riqueza específica más alta fue el bosque tropical caducifolio con 17 especies. El microhábitat más explotado por la herpetofauna fue el terrestre. Contar con el inventario de los anfibios y reptiles del área permitirá establecer estrategias adecuadas de monitoreo, conserva-ción y manejo de la herpetofauna.

Arenas-Monroy, J. C. 2012. “Avances en el conocimiento de la herpetofauna del Área Natural Protegida Cerros El Culiacán y La Gavia” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 234-235.

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Abreviaturas: E = Endémica; BTC = Bosque tropical caducifolio; BE = Bosque de encino; MX = Matorral xerófilo; IZT = Izotal; A = Arborícola; R = Ripario; S = Saxícola; T = Terrestre.

Especie Nombre regional EndemismoAltitud (msnm)

Tipo de vegetación Microhábitat

BTC BE MX IZT A R S T

ANFIBIOS

Ranas

Eleutherodactylus guttilatus Ranita verde 2427-2545 X X

Hyla arenicolor Sapo 2346-2602 X X X

H. eximia Ranita verde E 2497-2763 X X

Lithobates neovolcanicus Rana E 2082 X X X

Spea multiplicata Sapo 2145-2512 X X X X X X

REPTILES

Lagartijas

Sceloporus dugesii Lagartija E 1761-2459 X X X X X X

S. grammicus Lagartija 2599-2631 X X X

S. spinosus Lagartija E 1712-2423 X X X X X

S. torquatus Lagartija E 1832-2748 X X X X X X

Aspidoscelis gularis Sabandija 1762-2105 X X X X

Serpientes

Conopsis nasus Veredera E 2231-2531 X X X X

Masticophis mentovarius Chirrionera 1734 X X

Drymarchon melanurus Limpiacampos 2221 X X

Geophis dugesii Culebra negra E 2295-2501 X X X

Pituophis deppei Alicante E 2380 X X

Senticolis triaspis Chirrionera verde 2248 X X

Storeria storerioides Culebra E 2643 X X

Thamnophis eques Culebra de agua 2424 X X X

Trimorphodon tauCulebra de cruz en la frente

E 2142 X X X

Crotalus aquilus Cascabel ceniza E 2135 X X X

C. molossus Cascabel serrana 2589-2617 X X

Tortugas

Kinosternon integrum Tortuga E 2388-2497 X X X

Cuadro 1. Listado de anfibios y reptiles del Área Natural Protegida cerros El Culiacán y La Gavia y su distribución altitudinal, por tipos de vegetación y microhábitats.

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236 | La Biodiversidad en Guanajuato

8

Capí

tulo LOS PECES EN LA PRESA LA PURÍSIMA

FahD henRRy CaRmona toRRes | aBRaham G. esCuDeRo heRnánDez

ANFIBIOS Y REPTILES EN EL PREDIO PALO HUÉRFANO, MUNICIPIO DE ALLENDE

estuDio De Caso

El conocimiento de la biodiversidad de una re-gión es de vital importancia para el desarrollo de los pueblos. Constituye una parte significati-va de su patrimonio cultural, ya que el buen uso de una fuente de recursos puede contribuir al alcance de la sustentabilidad en términos de equidad ambiental, económica y social. El predio Palo Huérfano se encuentra dentro del munici-pio de San Miguel de Allende en la parte este del estado. El estudio se llevó a cabo del 9 al 15 de marzo de 2008 y se registró la fauna presente mediante censos-transectos, en los cuales se recorrió el terreno tanto de día como de noche. Se obtuvo el listado de las especies de vertebra-dos terrestres en el predio, así como su distribu-ción por tipo de vegetación y uso de suelo: pas-tizal, bosque tropical caducifolio, matorral xerófilo, bosque de encino y cuerpos de agua. Los anfibios y reptiles se registraron por medio de observación directa, considerando el ambien-te –tipo de vegetación en que se encontraron– de manera que pudiera reconocerse si los anfibios y reptiles son especialistas o generalistas, enten-diéndose como especialistas a aquellos que se distribuyen únicamente en un tipo de vegeta-ción, y generalistas a aquellos a los que se les puede encontrar en más de un tipo de ambiente o vegetación (Rabinovich, 1982). En total, en el predio de Palo Huérfano se registraron 56 espe-cies de vertebrados terrestres incluyendo tres anfibios y cinco reptiles (14% de los vertebra-dos). De las ocho especies de anfibios y reptiles registrados en Palo Huérfano dos son endémicas de México: la rana acuática Lithobates montezu-mae y la víbora de cascabel manchada Crotalus polystictus; tres especies se encuentran en la categoría de Sujeta a Protección Especial dentro de la nom-059-semaRnat-2010: Lithobates monte-zumae, Crotalus polystictus y Crotalus molossus. La población de las localidades aledañas recono-

ce la presencia de especies que no pudieron re-gistrarse en la investigación, como la culebra de agua Thamnophis sp., la falsa coralillo Lampro-peltis sp. y el cincuate Pituophis deppei. La abundancia de los anfibios y reptiles en Palo Huérfano se considera como baja al compararla con datos registrados en otras localidades con ambientes similares, como en el Estado de Mé-xico, en donde las características tanto florísti-cas como fisiográficas son casi idénticas (obser-vación personal). En el caso de los reptiles se esperarían abundancias mayores, principalmen-te en zonas rocosas, las cuales permiten que lagartijas del género Sceloporus puedan encon-trar refugio y alimento.

Ninguna de las tres especies de anfibios fue dominante, ya que solamente se registró un ejemplar de cada especie. Se registraron cinco especies de reptiles, de los que destacan por su abundancia la lagartija de collar Sceloporus tor-quatus y la víbora de cascabel de cola negra Crotalus molossus, tanto esta serpiente como la víbora de cascabel manchada Crotalus polystic-tus son de importancia médica, por su toxici-dad, y ecológica ya que pueden controlar las poblaciones de las especies de roedores que les sirven de alimento.

Se estimó la diversidad de anfibios y reptiles registrados con base en el índice de diversidad de Shannon (H’), que combina la riqueza de es-pecies con el número de individuos y estima la diversidad de especies en relación con la pro-porción de aparición de cada una. Los resulta-dos por grupo taxonómico fueron: H’= 1.10 para anfibios y H´=1.43 para reptiles, considerados como bajos a medios, los valores de este índice usualmente se encuentran entre cero y tres, te-niendo que, comunidades poco diversas se acer-can al valor de cero y comunidades muy diver-sas a valores de tres (Magurran, 1988).

Carmona- Torres, F. H. y A. G. Escudero. 2012. “Anfibios y reptiles en el predio Palo Huérfano, municipio de Allende” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 236-238.

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Diversidad de especies | 237

Los anfibios fueron registrados en los cuer-pos de agua particularmente en las represas ar-tificiales que se encuentran dentro del predio, por lo que se reconocen como especialistas con respecto al uso de ambientes. Dentro del grupo de los reptiles las lagartijas se encontraron en dos ambientes: bosque tropical caducifolio y matorral xerófilo, y las serpientes en pastizal (Crotalus polystictus) o en bosque de encino (Crotalus molossus), por lo que a las lagartijas se les puede reconocer como generalistas en el uso de ambientes disponibles y a las serpientes como especialistas (cuadro 1). Las zonas de ma-yor prioridad para la conservación dentro del predio son las cañadas, en las cuales se presen-tó una mayor riqueza y abundancia de especies de vertebrados.

Se recomienda incrementar el esfuerzo de muestreo, ya que a pesar de que la curva de acumulación se estabiliza (no se presenta un incremento en el número de especies registra-

das después del quinto día de muestreo) se es-peraría registrar un mayor número de especies en las diversas estaciones del año (figura 1), primavera, verano, otoño e invierno. De esta manera se podría evaluar la situación actual y futura de la riqueza y diversidad de los anfibios y reptiles presentes en el predio y la posible afectación por cambios en la estructura de la vegetación y fisionomía del paisaje.

Durante los recorridos en el predio de Palo Huérfano se pudo apreciar una alta heterogenei-dad ambiental tanto por la diversidad de tipos de vegetación como de hábitat disponibles para la herpetofauna (anfibios y reptiles) en donde las cañadas y los cuerpos de agua se reconocie-ron como hábitat importantes para la supervi-vencia de la biodiversidad de anfibios y reptiles existentes, se sugiere que se eviten cualquier tipo de afectación o perturbación y conservar e incrementar en lo posible los cuerpos de agua.

EspecieTipos de vegetación

P BTC MX BE CA NA

ANFIBIOS

Ranas

Hyla eximia 0 0 0 0 1 1

Hyla arenicolor 0 0 0 0 1 1

Lithobates montezumae 0 0 0 0 1 1

REPTILES

Lagartijas

Sceloporus sp. 0 1 1 0 0 2

Sceloporus torquatus 0 1 1 0 0 2

Sceloporus jarrovi 0 1 1 0 0 2

Serpientes

Crotalus molossus 0 0 0 2 0 1

Crotalus polystictus 1 0 0 0 0 1

Cuadro 1. Anfibios y reptiles registrados en Palo Huérfano, Guanajuato. Tipo de vegetación y abundancia.

Abreviaturas: P = Pastizal; BTC = Bosque tropical caducifolio; MX = Matorral xerófilo; BE = Bosque de en-cino; CA = Cuerpos de agua; NA = Número de ambientes donde se registró la especie.

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1 2 3 4 5 6 7

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3

4

5

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Núm

ero

de e

spec

ies

Esfuerzo de muestreo (días)

Reptiles

Anfibios

Figura 1. Curvas de acumulación de especies de anfibios y reptiles registrados en Palo Huérfano, municipio de San Miguel de Allende.

Literatura citada

Magurran, A.E. 1988. Ecological Diversity and its Measu-rement. EUA, Princeton University Press.

Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Na-turales). 2010. Norma Oficial Mexicana. nom-059-se-maRnat-2010. Diario Oficial de la Federación (dof), jueves 30 de diciembre de 2010.

Rabinovich, J. 1982. Introducción a la ecología de poblacio-nes animales. México, Compañía Editorial Continental.

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Diversidad de especies | 239

LOS PECES EN LA PRESA LA PURÍSIMA

JoRGe aDRián BeRlín DiosDaDo | luis aleJanDRo lópez CaRReón | Gustavo eRnesto quinteRo Díaz

HERPETOFAUNA DEL RÍO LERMA, TRAMO LAS ADJUNTAS–EL TAJO, SALAMANCA

estuDio De Caso

El presente estudio forma parte del diagnóstico físico del río Lerma en su paso por el municipio de Salamanca durante el año 2003. Esta zona se encontró afectada en su diversidad biológica debido a los numerosos asentamientos huma-nos, a la contaminación del agua por descargas industriales, así como por la acumulación de basura que arrastra la corriente desde comuni-dades asentadas en zonas río arriba. El trabajo de campo se realizó mediante el uso de transec-tos de longitud variable en la búsqueda de an-fibios y reptiles durante los meses de octubre a noviembre por lo que la diversidad reportada corresponde a la época otoño-invierno. Se rea-lizaron ocho muestreos en total –tanto matuti-nos, vespertinos y nocturnos– en cada micro-hábitat encontrado a lo largo del cauce del río. Las especies registradas para cada punto de muestreo se presentan en el cuadro 1.

Ocho de las 17 especies se encuentran enlis-tadas en la nom-059-semaRnat-2010 (Semarnat, 2010). El Ecoparque presentó una mayor diver-sidad, en donde los anuros fueron el grupo más favorecido, especialmente en el lago con una baja concentración de contaminantes y un mí-nimo de depredadores. El Tajo y Las Adjuntas fueron más diversos en reptiles debido a que la vegetación fuera del cauce del río se encontró modificada parcialmente por cultivos, así como a la presencia de vegetación sumergida y riparia nativa de la zona que otorga resguardo a algu-nos organismos formándose pequeñas fosas adecuadas para el desarrollo de los renacuajos. La alta diversidad de lagartijas se reflejó en Las Adjuntas y El Tajo, ya que las zonas rocosas (cercas de colindancia y deslaves en laderas) les proporcionan refugio.

La menor diversidad se encontró en Puente Obregón por la cercanía de la mancha urbana en ambas laderas del río y el impacto de los dese-

chos arrojados al bordo, donde se registraron sólo dos especies de lagartijas (Aspidoscelis gu-laris y Sceloporus torquatus), aunque ambas se adaptan a la fragmentación del hábitat. Las des-cargas municipales afectaron el área de estudio y repercutieron indirectamente en la herpetofau-na debido a la baja productividad de alimento, como los insectos y sus larvas acuáticas. La in-troducción de flora exótica (e.g. Eucalyptus sp., Cassuarina sp.) afectó en menor grado a la diver-sidad de anfibios y reptiles en virtud de que no tienen afinidad por este tipo de vegetación, espe-cialmente las arborícolas. El grupo más afectado fue el de los anuros, del que se registraron pocos individuos en el cauce del río, debido a la baja calidad del agua, lo que restringió el desarrollo y provocó la muerte de las larvas.

En Desfogues no se encontraron registros en el cauce del río, quizás por la cercanía de los asentamientos urbanos y por la destrucción casi total del hábitat. Esta zona del río es la de me-nor cobertura vegetal y mayor concentración de químicos por las descargas municipales e indus-triales. Después de la creciente se formaron pe-queños estanques que albergaron cinco de las especies. La zona Puente Libramiento, área a cielo abierto y sin vegetación asociada al cauce del río, no presentó un alto número de especies. Se observó que el desmonte de la vegetación natural para el aprovechamiento de los campos de cultivo disminuyeron las poblaciones herpe-tofaunísticas de la zona.

Se concluye que la agricultura es la principal causa de la disminución de la diversidad de anfibios y reptiles. Las condiciones del agua a partir de los desfogues son pésimas para el asentamiento de poblaciones de anfibios y algu-nos reptiles. El Ecoparque es un punto donde cuatro especies de anuros se reproducen y están limitados a esta zona.

Berlín-Diosdado, J. A., L. A. López-Carreón y G. E. Quintero-Díaz. 2012. “Herpetofauna del río Lerma, tramo Las Adjuntas–El Tajo, Salamanca” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Insti-tuto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 239-240.

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240 | La Biodiversidad en Guanajuato

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Capí

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Literatura citada

Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Na-turales). 2010. Norma Oficial Mexicana. nom-059-se-maRnat-2010. Diario Oficial de la Federación (dof), jueves 30 de diciembre de 2010.

Especie Las Adjuntas Desfogues Obregón Ecoparque Libramiento El Tajo

ANFIBIOS

Hyla eximia X

Spea multiplicata X

Lithobates berlandieri X X X X X

L. megapoda X

L. neovolcanicus X X

REPTILES

Aspidoscelis gularis X X X X

Sceloporus horridus X X

S. jarrovi X X

S. torquatus X X X X

S. scalaris X

Conopsis nasus X X

Coluber mentovarius X X

Pituophis deppei X X X

Thamnophis eques X X

T. melanogaster X

Thamnophis sp. X

Kinosternon integrum X X

Cuadro 1. Distribución de la diversidad de anfibios y reptiles en los puntos de muestreo.

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Diversidad de especies | 241

peDRo uRiaRte-GaRzón

EL CONOCIMIENTO ETNOHERPETOLÓGICO DENTRO DE LAS COMUNIDADES DEL ÁREA NATURAL PROTEGIDA CERRO DE ARANDAS, IRAPUATO

estuDio De Caso

Dentro de las 5 240.15 ha que abarca el Área Natural Protegida Cerro de Arandas, se localizan siete comunidades rurales: El Conejo II, La Caja, Lo de Juárez, Noria de Camarena, Paso Blanco, San José de Bernalejo y San Diego del Rosal, en donde se realizó un estudio sobre el conocimien-to, uso y creencias sobre los reptiles y anfibios de la zona con base en un cuestionario de 10 pre-guntas. Se encuestó a un grupo de 120 personas con un rango de edad entre los 30 y 60 años, de las cuales 40% se dedica al campo (agricultura o pastoreo) y 60% a otras actividades. Se utili-zaron imágenes impresas de anfibios y reptiles registrados en la zona (Uriarte-Garzón y Lozoya-Gloria, 2009) como apoyo visual, así como sus nombres locales, lo que facilitó el trabajo.

La gente que se dedica a labores del campo identificó a 83% de las especies, mientras que las personas que no lo hacen, sólo conocieron 50% de ellas. En lo que respecta a la identifica-ción de especies venenosas, se encontró que, en general, los habitantes de las comunidades re-conocen a nueve reptiles (ocho especies de ser-pientes y una especie de lagartija) como anima-les peligrosos (cuadro 1).

La encuesta permitió, además, conocer los diferentes usos que les dan a estos grupos, iden-tificando para este caso cinco especies de repti-les y tres especies de anfibios con diferentes tipos de aprovechamiento (cuadro 2).

Con relación a las creencias de la gente hacia algunas especies de anfibios y reptiles, se en-contraron 13 interesantes mitos, donde 70% asegura haber visto y a 30% sólo le han conta-do (cuadro 3).

La última pregunta se enfocó en conocer la reacción de la persona al ver un anfibio o un reptil. Se encontró que los reptiles fueron los más atacados: 60% mencionó que los matan,

20% mencionó que tratan de no lastimarlos ya que son importantes para el cerro y otro 20% indicó que al verlos, sólo los hace a un lado, pero que también ya era muy raro verlos (ha-ciendo referencia a las serpientes).

Se encontraron mitos y usos diversos en 70.8% de las 24 especies identificadas de reptiles y anfibios dentro del área , es decir, 14 especies de reptiles y tres especies de anfibios (Uriarte-Garzón y Lozoya-Gloria, 2009). Las personas encuestadas identifican reptiles que realmente son venenosos y a otros los consideran peligrosos por algún parecido con estos, por el color llama-tivo o bien por alguna creencia, por lo que se tiende a erradicarlos. Algunas especies de reptiles son muy temidas, aunque realmente son inofen-sivas, como es el caso de las serpientes Conopsis nasus, Lampropeltis triangulum y Oxybelis aeneus. Los usos encontrados para la mayoría de las especies no se podrían considerar muy impac-tantes en las poblaciones naturales, menor a 10% (Uriarte-Garzón y Lozoya-Gloria, 2009), salvo en el caso de las serpientes de cascabel Crotalus molossus y C. aquilus, ya que existen personas que capturan estos organismos para su uso personal o para la venta. El conocimiento etnoher-petológico encontrado en estas comunidades es amplio y de usos variados, pero centrado princi-palmente en personas mayores de 45 años que laboran en tierras de cultivo, en el pastoreo o juntando leña dentro de la zona natural. Por lo anterior, el considerar la percepción de los habitantes de las comunidades del Área Natural Protegida Cerro de Arandas hacia la herpeto-fauna, permitirá generar estrategias de conser-vación y aprovechamiento, aunado a la concien-tización y difusión mediante programas de educación ambiental.

Uriarte-Garzón, P. 2012a. “El conocimiento etnoherpetológico dentro de las comunidades del Área Natural Protegida Cerro de Arandas, Irapuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Insti-tuto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 241-243.

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Especie Nombre localPorcentaje de la población

Observaciones

Reptiles

Aspidoscelis gularis* Lagartijo de cola roja o escorpión 30Debido a la coloración que presentan se consi-deran venenosas

Conopsis nasus Hocico de puerco 20 Se dice que es más venenosa que una serrana

Crotalus aquilus Cascabel serrana 100 Considerada muy venenosa

Crotalus molossusCascabel hocico de puerco o víbora cola prieta

100 Considerada muy venenosa

Lampropeltis triangulum Coralilla 90 Se cree que es igual de venenosa que el coralillo

Masticophis mentovarius Chirrionera 40 Persigue a la gente

Micrurus tener Coralillo 100 Considerada muy venenosa

Oxybelis aeneus Flechilla 80Se teme por su comportamiento de atacar a la gente

Pituophis deppei Alicante 80Por la coloración y el comportamiento similar a una cascabel

Especie utilizada Nombre local Uso

Anfibios

Hyla eximia Ranita verde Mascota2

Incilius occidentalis Sapo Medicinal, artesanal1

Lithobates neovolcanicus Rana Mascota2

Reptiles

Crotalus aquilus Cascabel serrana Alimento, ornamental4

Crotalus molossus Cascabel hocico de puerco o víbora cola prietaAlimento, medicinal5, esotérico5, ornamental4, artesanal1

Kinosternon integrum Tortuga Mascota2, artesanal1

Pituophis deppei Alicante Mascota3

Thamnophis eques Víbora de agua Mascota3

Cuadro 1. Especies identificadas como venenosas y porcentaje de la población encuestada que así lo considera.

Cuadro 2. Usos encontrados para la herpetofauna del Área Natural Protegida Cerro de Arandas.

1) Elaboración de taxidermias; 2) Usada de forma temporal como mascota en la misma comunidad; 3) Capturada para su venta en el mercado ilegal; 4) Se utiliza su piel seca y el cascabel; 5) C. molossus es utilizada en la medicina tradi-cional y en el esoterismo por su tamaño y sus propiedades curativas, haciéndola más atractiva que C. aquilus (según comentan personas que se dedican a su captura y venta).

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Diversidad de especies | 243

Especie Nombre local Mito

Anfibios

Hyla eximia Ranita verdeLas ranas saltan hacia las personas, se les pegan a la piel y les chupan la sangre

Incilius occidentalis Sapo Los sapos son buenos para quitar la calentura

Incilius occidentalis Sapo Los sapos avientan leche por la piel

Incilius occidentalis Sapo Si se agarra un sapo salen granos

Incilius occidentalis Sapo Los sapos son usados para quitar el “mal de ojo”

Incilius occidentalis y Lithobates neovolcanicus

Sapo y rana Con la orina de los sapos y las ranas salen granos y verrugas

Reptiles

Aspidoscelis gularis* Lagartijo de cola roja o escorpión Los lagartijos de cola roja son venenosos

Drymarchon melanurus Víbora negraLa víbora negra se puede parar a la altura de una persona y chifla

Masticophis mentovarius Chirrionera Las chirrioneras “chicotean” a tal grado de abrirle la piel a una persona a latigazos

Masticophis mentovarius Chirrionera

Cuando les roban los huevos a las víboras, éstas se enojan tanto, que se enredan en un árbol y lo aprietan tan fuerte que lo secan, pero la madera de estos ya no sirve para la leña. Además, persiguen a la gente para ahorcarla

Oxybelis aeneus FlechillaLas flechillas cuando son molestadas, se arrojan de los árboles y atraviesan el cuerpo de una persona

Pituophis deppei AlicanteLos alicantes les chupan la leche a las vacas y a las muje-res cuando están criando

Sceloporus spinosus y S. torquatus

Lagartijos Los lagartijos espinosos tienen espinas para picar a la gente

Cuadro 3. Creencias o mitos encontrados en las comunidades rurales del Área Natural Protegida Cerro de Arandas.

Literatura citada

Uriarte-Garzón, P. y E. Lozoya-Gloria. 2009. Manual del inventario de la fauna del Área Natural Protegida Ce-rro de Arandas, Irapuato, Guanajuato. Parque Ecoló-gico de Irapuato, A.C.

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maRCo a. GuRRola hiDalGo | B. patRiCia esCalante plieGo | ana s. lópez González

FeRmín t. sanaBRia oRDóñez

AVES

Descripción del grupo

Las aves son vertebrados de sangre caliente, tie-nen el cuerpo cubierto de plumas a excepción del pico, ojos y patas; las extremidades anteriores están transformadas en alas que generalmente les sirven para el vuelo; las plumas son extrema-damente ligeras en relación con su volumen, son fuertes, aerodinámicas y con un diseño estruc-tural muy complejo. El esqueleto es de gran lige-reza en las especies voladoras, con grandes espa-cios huecos que se comunican con los sacos aéreos del aparato pulmonar; los huesos de la cabeza, hombro, pecho y cadera fusionados, pro-porcionando una gran firmeza al vuelo; el ester-nón presenta un gran desarrollo con quilla densa o cartilaginosa, que es donde se insertan los músculos torácicos responsables del vuelo. La reproducción de las aves es ovípara con fecunda-ción interna, tras un periodo de incubación na-cen las crías. El aparato digestivo asimila el ali-mento en forma óptima, puede presentar el buche y la molleja o estómago que puede ser de natura-leza muscular o glandular; al final, la cloaca re-coge defecación, orina, esperma y huevos. El sistema excretor, formado por un par de riñones con dos uréteres cortos desembocan directamen-te en la cloaca, donde la pérdida de agua en el producto final es mínima. El sistema respiratorio es muy eficaz, maximiza el uso del oxígeno; la siringe es una estructura encargada de producir sonidos. El alto nivel de energía que requieren las aves para volar se genera por medio de su meta-bolismo acelerado y una rápida y eficiente circu-lación sanguínea, así como una gran capacidad para regular su temperatura, ya que carecen de glándulas sudoríparas. Los sentidos más desarro-llados son el de la visión y el auditivo; los ojos son los órganos sensoriales de mayor desarrollo y de vital importancia, en la mayoría de la aves se encuentran a cada lado de la cabeza, por lo que disponen de un amplio ángulo visual, y la

posición frontal o binocular de los ojos está adaptada para la caza nocturna; están protegidos por párpados superiores, inferiores y una mem-brana nictitante transparente. En la mayoría de las especies el sentido del gusto y del olfato no es eficiente. La gran variedad estructural de la forma de los picos, alas, patas, así como de las dietas y conducta se reflejan en la gran cantidad de especies que se encuentran en los diferentes hábitats mundiales (Gill, 2007).

Diversidad

En el mundo existen más de 10 000 especies y 22 000 subespecies de aves (Lepage, 2009); para la República Mexicana se determinan cerca de 1 075 (Clements, 2007) y para el estado (Gobier-no del Estado de Guanajuato, 2008) se señalan 345, sin un listado específico general.

Riqueza de especies

Se recolectaron 3 391 registros de museos (GBiF, 2009), con avistamientos de campo (2005-2010) y el análisis de listados existentes (Babb, 2000; Cruz, 1986; Dugès, 1895; Hernández y Moreno, 2009; Estrada, 2000; Friedman et al., 1950; González, 2005; Gobierno Municipal de Gua-najuato, 2001; López et al., 2008; Miller et al., 1957, Sánchez y Álvarez, 1995; Sandoval, 2004; Semarnat et al., 2005; Villaseñor, 2008; Uriarte-Garzón y Lozoya, 2009). Se obtuvo una lista de 366 especies, lo que representa una proporción a nivel nacional de 34.04%, dentro de 20 órde-nes y 61 familias, de estas últimas, las que agrupan el mayor número de especies fueron: Tyrannidae (33), Parulidae (34) y Emberizidae (29) (apéndice 1).

El número de especies residentes fue de 240 (57%) y 126 migratorias (30%) (figura 1). El or-

Gurrola-Hidalgo, M. A., P. Escalante, A. S. López-González, et al. 2012. “Aves” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Co-misión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 244-254.

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Diversidad de especies | 245

denamiento de la lista de especies y sus nom-bres es el propuesto por la aou (1998) y sus su-plementos (2000, 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 20010, 2011).

Algunas especies comunes de aves

De 2005 a 2010, personal de la Colección Nacio-nal de Aves (Cnav), del Instituto de Biología de la unam, realizaron observaciones y recolectas en las localidades de cerro de Amoles (20° 04´ 49.3´ N-101° 19´ 52.9´ O), en el municipio de Moroleón; laguna de Yuriria (20° 16´ 47.08´ N-101° 6´ 22.83´ O), en el municipio de Yuriria; Tortugas (21° 29´ 37.93´ N-99° 57´ 50.83´´ O), El Platanal (21° 27´ 18.58´´ N-99° 50´ 35.48´´ O), San Isidro de las Palmas (20 45´68.4” N-101 10´84.00” O), del mu-nicipio de Xichú y el Platanito (21° 27´ 57.49´´ N-100° 6´ 55.94´´ O), del municipio de Victoria. Algunas de las especies comunes fotografiadas fueron: Colibrí berilo (Amazilia beryllina), ma-cho residente común de la localidad de cerro de Amoles, municipio de Moroleón (figura 2); colibrí magnífico (Eugenes fulgens), macho residente común de la localidad de cerro de Amoles, mu-nicipio de Moroleón (figura 3); gavilán pescador (Pandion haliaetus), individuo joven y migratorio raro del Casacuarán, municipio de Yuriria (figu-ra 4); tecolote occidental (Megascops trichopsis), residente poco común de Cerro de Amoles, mu-nicipio de Moroleón (figura 5); carpintero cheje

Melanerpes aurifrons, macho residente común de Tortugas, municipio de Xichú (figura 6); carde-nalito (Pyrocephalus rubinus), macho residente común de Tortugas, municipio de Xichú (figura 7); tirano picogrueso (Tyrannus crassirostris), residente común de Tortugas, municipio de Xichú (figura 8); cenzontle (Mimus polyglottos), resi-dente común de Tortugas, municipio de Xichú

240 sp. Residentes, 57%

54 sp.Potenciales, 12%

126 sp.Migratorias, 30%

57%

12%

30%

Figura 1. Proporción numérica y porcentual de las especies de aves residentes, migratorias y potenciales del estado de Guanajuato. Fuente: Elaboración propia.

Figura 2. Colibrí berilo, Amazilia beryllina (fotogra-fía de M.A. Gurrola).

Figura 3. Colibrí magnífico, Eugenes fulgens (fotogra-fía de M.A. Gurrola).

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Figura 5. Tecolote occidental, Megascops trichopsis (fotografía de M.A. Gurrola).

Figura 7. Cardenalito, Pyrocephalus rubinus (foto-grafía de M.A. Gurrola).

Figura 6. Carpintero cheje, Melanerpes aurifrons (fotografía de M.A. Gurrola).

Figura 8. Tirano picogrueso, Tyrannus crassirostris (fotografía de M.A. Gurrola).

Figura 4. Gavilán pescador, Pandion haliaetus (fo-tografía de M.A. Gurrola).

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(figura 9); verduguillo Lanius ludovicianus, resi-dente poco común de Tortugas, municipio de Xichú (figura 10); cardenal (Cardinalis cardina-lis), macho residente común de la Cascalotera, municipio de Yuriria (figura 11).

Endemismos

No hay especies endémicas exclusivas para la entidad, pero dentro de su territorio y compar-tiendo con otros estados vecinos se presentan 48 especies (13.11%) dentro de alguna de las categorías de endemismo (González-García y Gómez de Silva, 2003), de las cuales 16 son endémicas (dos de distribución restringida) en la laguna de Yuriria Geothlypis speciosa, y en el límite norteño del estado Spizella wortheni, seis cuasiendémicas y 26 semiendémicas.

Figura 10. Verduguillo, Lanius ludovicianus (foto-grafía de M.A. Gurrola).

Figura 11. Cardenal, Cardinalis cardinalis (fotografía de M.A. Gurrola).

Figura 9. Cenzontle, Mimus polyglottos (fotografía de M.A. Gurrola).

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Distribución

El estado de Guanajuato, con una extensión territorial de 30 608 km2 (Inegi, 2005) y ubicado en el centro de la República Mexicana, ha su-frido una gran variedad de cambios ambien-tales en el transcurso del tiempo, por lo que pocos hábitats naturales pueden considerarse prístinos, de tal forma que las diferentes acti-vidades antropogénicas han disminuido o de-gradado severamente la vegetación original hasta 49% (Palacio-Prieto et al., 2000; Rze-dowski et al., 1996).

A pesar del desarrollo y crecimiento tecno-lógico, Guanajuato y otros estados se conside-ran deficientes en el conocimiento de su vege-tación (Dávila y Sosa, 1994), de su avifauna, se ha obtenido poca información de naturaleza particularmente parcial (informes sin mucho detalle) y temporal (no son continuos en tiem-po), además de que una variedad de datos no ha sido publicada o reportada adecuadamente, lo que hace más difícil su accesibilidad. El apéndice 1 sintetiza la literatura sobre las aves del estado de 1895 a 2010.

Aunque Guanajuato se encuentra ubicado dentro de los límites Neártico-Neotropical, donde coinciden seis ecorregiones (Conabio, 1999), los diferentes ecosistemas y hábitats par-ticulares no han recibido la atención científica necesaria. Como ejemplo particular, al sur de la entidad se conjuntan dos importantes regiones avifaunísticas, la Faja Volcánica Transmexicana Septentrional y el Altiplano Mexicano, donde han evolucionado hábitats acuáticos particu-lares que han aislado a algunas poblaciones de aves, particularmente el de Geothlypis speciosa (Navarro-Sigüenza, et al., 2007). Comparativa-mente con otras regiones del país, la entidad se ha considerado como una de las regiones menos estudiadas y muestreadas (Navarro et al., 2004), lo que se refleja por las pocas investigaciones y algunos listados faunísticos en áreas muy limi-tadas o específicas, siendo nulos los relacio-nados con estudios poblacionales y la historia de vida de las aves. Una de las pocas áreas que recientemente ha recibido atención considerable es la Reserva de la Biosfera de Sierra Gorda de Guanajuato, por la consideración de que con-

centra una gran riqueza de aves residentes y migratorias (Gobierno del Estado de Estado de Guanajuato, 2008).

Importancia

Función ambiental de las aves.

Las aves forman parte importante dentro de la cadena alimenticia, pueden ser depredados o depredadores, cumplen funciones polinizadoras, dispersoras de semillas y consumidoras de insec-tos. Ambientalmente, algunas especies pueden ser consideradas como indicadores ambientales, en el sentido de que su presencia, abundancia, densidad, entre otros factores, pueden ser usados para evaluar a otras especies difíciles de valorar (Bibby et al., 1992; Lawton, 1996).

Aves y salud

Por sus desplazamientos a grandes distancias, las aves migratorias tienen un papel importan-te como reservorios de parásitos y zoonosis de importancia mundial como la gripe aviar.

Especies plaga

Siete especies (Toxostoma curvirostre, Agelaius phoeniceus, Quiscalus mexicanus, Molothrus ater, M. aeneus, Passerina caerulea y Sporophila sp.) son consideradas plaga del sorgo, trigo, arroz y fresa (Del Villar-González, 2000). Quiscalus mexicanus, con sus excretas, afecta directamen-te parques y jardines, además de su posible po-tencialidad en algunas zoonosis. Por la facilidad de formar parvadas de miles de individuos M. ater y M. aeneus se convierten en plagas de di-ferentes cultivos, estas aves tienen la capacidad de parasitar los nidos de otras especies disminu-yendo y afectando a sus poblaciones.

Situación y estado de conservación

Especies extintas y extirpadas

Se destaca a Ectopistes migratorius como una especie migratoria extinta, que para 1873 ya se consideraba rara en México (Dugès, 2003). Dos

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especies son consideradas extirpadas: Meleagris gallopavo, que tuvo una amplia distribución histórica en el estado (Leopold, 1977), y fue posteriormente reintroducida con resultados favorables (Márquez et al., 2007; Valverde y Martínez, 2008); Amazona oratrix está redu-ciendo su área de distribución en el país y se consideró extirpada de Guanajuato y otros es-tados (Macías-Caballero et al., 2000), afortuna-damente, siete Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (uma) trabajan con la especie en cautiverio.

Especies en alguna categoría de riesgo

Son 34 especies (9.26%) las que se encuentran en alguna categoría de riesgo (Semarnat, 2010), ocho amenazadas (una endémica, Anas plathyr-hynchos diazi), cinco en peligro (dos endémicas de distribución restringida, G. speciosa y Spizella wortheni) y 26 sujetas a protección especial (cua-tro endémicas, xenotriccus mexicanus, Vireo nelsoni, Catharus occidentalis y Ridgwayia pini-cola). 25 especies (6.81%) son consideradas en

peligro por Ceballos y Márquez (2000), siete amenazadas (tres endémicas, x. mexicanus, V. nelsoni y R. pinicola), nueve en peligro (dos en-démicas, G. speciosa y S. wortheni) y nueve frágiles (una endémica, A. p. diazi). 51 especies (13.89%), se encuentran dentro de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites, 2012), cuatro especies en el apéndice I con Ama-zona oratrix, Ara militaris, Falco peregrinus y Colinus virginianus; 44 en el apéndice II (especies de las familias Accipitridae, Falconidae, Psittaci-dae, Tytonidae, Strigidae y Trochilidae) y tres en el apéndice III (Dendrocygna Autumnalis, D. bi-color, y Penelope purpurascens, categorizada para Honduras). La iuCn (2011), considera 355 especies (96.99%), en la categoría de baja preocu-pación LC (en ninguna categoría de riesgo por su amplia distribución y abundancia); a cuatro en peligro EN (dos endémicas, G. speciosa y S. wor-theni; una cuasiendémica, A. oratrix), dos vul-nerables V y siete cercanamente vulnerables NT (una endémica, x. mexicanus). La figura 12 concentra las proporciones numéricas de las es-

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CITES IUCN AprovechamientoCeballos y Márquez

Figura 12. Proporciones numéricas de las diferentes categorías de agrupación: endemismo (E: endémica, CE: cua-siendémica, SE: semiendémica), nom-059-semaRnat-2010 (A: amenazada, P: peligro de extinción, PR: protección es-pecial), Ceballos y Márquez (A: amenazada, Ep: en peligro, Fr: frágil). 2000, Cites, iuCn (ex: extinta en la naturaleza, EW: extinta en vida) y aprovechamiento (Ac: aves cinegéticas, Aco: aves canoras y de ornato).

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No. Nombre común Nombre en inglés Género Epíteto específico

1 tinamú canelo Thicket Tinamou Cripturellus cinnamomeus

2 ganso careto-mayor Snow Goose Chen caerulescens

3 ganso canadiense Canada Goose Branta canadensis

4 pato arcoiris Wood Duck Aix sponsa

5 pato pinto American Black Duck Anas rubripes

6 mergo cresta blanca Hooded Merganser Lophodytes cucullatus

7 zambullidor cornudo Horned Grebe Podiceps auritus

8 achichilique pico naranja Clark's Grebe Aechmophorus clarkii

9 ibis blanco White Ibis Eudocimus albus

10 gavilán pico gancho Hook-billed Kite Chondrohierax uncinatus

11 aguililla cola blanca White-tailed Hawk Buteo albicaudatus

12 aguililla real Ferruginous Hawk Buteo regalis

13 rascón real King Rail Rallus elegans

14 rascón limícola Virginia Rail Rallus limicola

15 grulla gris Sandhill Crane Grus canadensis

16 chorlo dominico American Golden-Plover Pluvialis dominica

17 picopando canelo Marbled Godwit Limosa fedoa

18 playero de Baird Baird's Sandpiper Calidris bairdii

19 playero pectoral Pectoral Sandpiper Calidris melanotos

20 playero dorso rojo Dunlin Calidris alpina

21 playero zancón Stilt Sandpiper Calidris himantopus

22 falaropo pico grueso Red Phalarope Phalaropus fulicarius

23 gaviota de Franklin Franklin's Gull Leucophaeus pipixcan

24 charrán caspia Caspian Tern Hydroprogne caspia

25 charrán negro Black Tern Chlidonias niger

26 charrán de Forster Forster's Tern Sterna forsteri

27 cotorra-serrana occidental Thick-billed Parrot Rhynchopsitta pachyrhyncha

28 búho cara café Mottled Owl Ciccaba virgata

29 búho manchado Spotted Owl Strix occidentalis

30 búho listado Barred Owl Strix varia

31 búho cuerno corto Short-eared Owl Asio flammeus

32 tecolote afilador Northern Saw-whet Owl Aegolius acadicus

33 vencejo negro Black Swift Cypseloides niger

34 trogón citrino Citreoline Trogon Trogon citreolus

35 trogón orejón Eared Quetzal Euptilotis neoxenus

36 chupasavia oscuro Williamson's Sapsucker Sphyrapicus thyroideus

37 carpintero de Arizona Arizona Woodpecker Picoides arizonae

38 trepatroncos escarchado White-striped Woodcreeper Lepidocolaptes leucogaster

Cuadro 1. Lista de aves que pueden estar presentes en el estado, de acuerdo a la distribución de Howell y Webb (1995) y de Ridgely et al. (2007).

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pecies de aves endémicas en alguna categoría de riesgo y de su aprovechamiento.

Especies no nativas

Cuatro especies introducidas se encuentran en el estado (Bubulcus ibis, Columba livia, Sturnus vulgaris y Passer domesticus), siendo incluidas dentro del listado general de las aves.

Especies potenciales

Se consideran 54 especies de factible ocurrencia en el estado (cuadro 1) por lo que el listado puede aumentar potencialmente a 420. Esta distribución regional es mostrada por Howell y Webb (1995) y Ridgely et al. (2007).

Amenazas para su conservación

Aves y género humano

La humanidad ha estado relacionada histórica-mente con las aves, ya que fue y sigue siendo un recurso importante para su alimentación que in-fluyó en su religión, cosmogonía y vida cotidiana.

Contrariamente, las actividades antropogénicas (por ejemplo el crecimiento poblacional humano, la fragmentación, transformación y destrucción de los ecosistemas) han tenido una influencia direc-ta o indirecta sobre la avifauna, pues han llevado a algunas especies a la extinción o a una severa disminución de sus poblaciones.

Hay una gran necesidad de estudios que des-criban con detalle la composición y estructura de las diferentes comunidades de aves, es preciso que gobierno y academia se conjunten para pro-mover, fomentar y ejecutar estudios sobre la bio-diversidad general del estado que faciliten com-paraciones regionales respecto a su composición, diversidad y estructura, de importante trascen-dencia a nivel regional y nacional, debido a las repercusiones de la riqueza biológica y endemis-mos compartidos.

Acciones de conservación

Aprovechamiento de la avifauna

Para 2009-2010, 17 especies (4.64%) son utili-zadas cinegéticamente, este grupo incluye siete terrestres y 10 acuáticas/playeras (Semarnat,

No. Nombre común Nombre en inglés Género Epíteto específico

39 tirano dorso negro Eastern Kingbird Tyrannus tyrannus

40 vireo gorra negra Black-capped Vireo Vireo atricapilla

41 vireo plomizo Plumbeous Vireo Vireo plumbeus

42 chara verde Green Jay Cyanocorax yncas

43 sita enana Pygmy Nuthatch Sitta pygmaea

44 chivirín sabanero Sedge Wren Cistothorus platensis

45 mirlo-acuático norteamericano American Dipper Cinclus mexicanus

46 zorzal de Frantzius Ruddy-capped Nightingale-Thrush Catharus frantzii

47 escribano collar castaño Chestnut-collared Longspur Calcarius ornatus

48 chipe flameante American Redstart Setophaga ruticilla

49 picaflor canelo Cinnamon-bellied Flowerpiercer Diglossa baritula

50 toqui de collar Collared Towhee Pipilo ocai

51 gorrión pantanero Swamp Sparrow Melospiza georgiana

52 tángara cabeza roja Red-headed Tanager Piranga erythrocephala

53 picogordo cuello rojo Crimson-collared Grosbeak Rhodothraupis celaeno

54 colorín pecho naranja Orange-breasted Bunting Passerina leclancherii

Cuadro 1. Continuación.

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2009a, b), calificadas algunas como comestibles (pogeg, 2005). 19 especies (5.19%), son conside-radas susceptibles de aprovechamiento como aves canoras y de ornato, desconociendo si to-das ellas son utilizadas para este fin o tienen algún otro uso particular (Semarnat, 2009c). Es importante mencionar la presencia en el estado de 78 Unidades de Manejo para la conservación de la vida silvestre (uma), donde se crían espe-cies nativas de importancia ecológica y econó-mica (Semarnat, 2009d).

Se han establecido dos áreas de importancia para la conservación de las aves (aiCa), la Sierra de Santa Rosa y la Laguna de Yuriria que es con-siderada como un humedal de importancia inter-nacional (Ramsar) (Arizmendi y Márquez, 2000). Se han decretado 21 áreas naturales protegidas de jurisdicción estatal que involucra 8.6% del territorio estatal (cuatro parques ecológicos, un monumento natural, cinco áreas de restauración ecológica, nueve áreas de uso sustentable y dos reservas de conservación) (Guzmán y Báez, 2009; Uriarte-Garzón y Lozoya, 2009).

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peDRo uRiaRte-GaRzón

MONITOREO DE AVES ACUÁTICAS DENTRO DEL ÁREA NATURAL PROTEGIDA CERRO DE ARANDAS

estuDio De Caso

Durante los periodos de junio de 2007 a febrero de 2008 y de junio de 2008 a febrero de 2009 se realizaron 77 y 108 visitas, respectivamente, a las tres presas temporales del Área Natural Pro-tegida Cerro de Arandas (anpCa), presa La Joyi-ta, presa El Porvenir y presa El Conejo, con el fin de monitorear la avifauna acuática que llega a ellas. Se realizó un listado de las especies presentes durante el primer periodo de estudio ( junio 2007-febrero 2008) para conocer la ri-queza específica de la zona; asimismo, se reali-zó una evaluación de las condiciones de los cuerpos de agua y principales zonas de distri-bución dentro de éstos. Durante el segundo periodo ( junio 2008-febrero 2009), se monito-rearon las poblaciones de aves de acuerdo a su época de llegada y hasta su partida. Los conteos se realizaron mediante transectos de extensión variable a lo largo de la orilla de las presas y mediante cinco puntos de conteo fijos para cada una de las presas con un radio de 50 metros. Se registraron un total de 33 especies de hábitos acuáticos, distribuidas en 13 familias y siete órdenes, lo que representa 28.2% de las 117 especies de aves en total encontradas dentro de la extensión del anpCa (Uriarte-Garzón y Lozo-ya-Gloria, 2009).

A principios del mes de junio de 2007 y junio de 2008 se comienza a observar la llegada de aves acuáticas, siendo en la presa El Conejo don-de se registran los primeros organismos y en el transcurso del mismo mes en las presas La Joyi-ta y El Porvenir. Es en los meses de septiembre y octubre de ambos periodos, cuando se observa la mayor diversidad de especies y el aumento en las poblaciones; mientras que en el mes de noviem-bre y diciembre empiezan a declinar.

En total, se registraron 2 429 individuos pro-medio en ambas temporadas de las 33 especies acuáticas presentes. Las especies con mayor do-minancia poblacional dentro del anpCa son Anas

platyrhrynchos (figura 1) con 560 individuos (23%), Anas acuta con 370 (15.2%), Pelecanus erythrorhrynchos (figura 2) con 350 (14.4%) y Fulica americana con 250 (10.29%). Mientras que las especies con mayor frecuencia de avis-tamiento durante todo el periodo fueron, Fulica americana, Plegadis chihi y Egretta thula.

La zona más importante para la llegada de aves acuáticas resultó ser la presa El Conejo, de-bido a que presenta una mayor extensión además de un considerable número de zonas de refugio y alimentación que no se observan en las presas La Joyita y El Porvenir. En la presa El Conejo se observó únicamente a poblaciones de aves pla-yeras como Tringa flaviceps, Tringa melanoleuca, Actitis macularia, Linmodromus scolopaceus y Phalaropus tricolor; asimismo, en esa misma presa se observaron muy pequeñas y dispersas poblaciones de hasta cuatro individuos de Galli-nula chloropus e individuos solitarios de Jacana spinosa. Las grandes poblaciones de Pelecanus erythrorhrynchos y algunos individuos de Pha-lacrocorax brasilianus y Larus sp. también se ob-servaron únicamente en ese embalse.

A pesar del alto deterioro observado en la zona de estudio y de la constante presencia hu-mana y paso vehicular, las presas temporales dentro del anpCa reciben una importante pobla-ción de aves acuáticas. Aunque durante los dos periodos de estudio las poblaciones estuvieron estables y se observó el mismo número de espe-cies, además de un patrón de arribo y marcha muy similar en ambos periodos, los sitios de ali-mentación y descanso de las aves se modificaron ya que pudo observarse una disminución del es-pejo de agua en las tres presas de un periodo a otro, como consecuencia de las actividades agrí-colas por expansión de zonas de cultivo y el azolvamiento en una de las presas para la ex-tracción de materiales de construcción y amplia-ción de un camino rural dentro del área natural.

Uriarte-Garzón, P. 2012b. “Monitoreo de aves acuáticas dentro del Área Natural Protegida cerro de Arandas” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajua-to (iee), pp. 255-256.

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Es importante que se continúen con los moni-toreos y censos de especies a largo plazo para co-nocer el comportamiento de las poblaciones y el estado de conservación de los humedales localiza-dos dentro del anpCa; que se regulen las activida-

Figura 1. Grupo de patos altiplaneros Anas platyrhynchos descansado al atardecer dentro de la Presa El Conejo (fotografía de Pedro Uriarte Garzón).

Figura 2. Arribo de una bandada de pelícanos blancos Pelecanus erythrorhrynchos a la presa El Conejo. Al fondo se observa parte del Cerro de Arandas (fotografía de Pedro Uriarte Garzón).

des humanas que puedan seguir afectando la es-tabilidad de los embalses, ya que un deterioro mayor al existente reducirá drásticamente el arri-bo y la permanencia de las especies para la zona.

Literatura Citada

Uriarte-Garzón P. y E. Lozoya-Gloria. 2009. Manual del in-ventario de la fauna del Área Natural Protegida “Cerro de Arandas”, Irapuato, Guanajuato. Parque Ecológico de Irapuato, A.C.

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álvaRo GuilleRmo González CaRRillo

LA RIQUEZA AVIFAUNÍSTICA COMO ELEMENTO PARA LA CONSERVACIÓN DEL BOSQUE TEMPLADO DE LA SIERRA DE SANTA ROSA

estuDio De Caso

Introducción

La Sierra de Santa Rosa se localiza 5 km al norte de la ciudad de Guanajuato y presenta una topo-grafía accidentada con un gradiente altitudinal que va desde los 2 100 a los 2 800 msnm (Fun-daE, 1992) (figura 1). Prevalece un clima templa-do subhúmedo con una temperatura media anual en la porción norte de 14 °C, mientras que en el extremo sur es de 17 °C (iee, 1998).

En la sierra se pueden encontrar 14 especies de encino (Martínez y Téllez-Valdés, 2004), entre las que destacan: palo colorado (Quercus reticulata), palo blanco (Q. glabrenses), palo prieto (Q. mexi-cana), encino laurelillo (Q. laurina), roble colorado (Q. fulva), roble blanco (Q. microphylla) y bellota (Q. castanea). Hay una especie de árbol introduci-da, el eucalipto (Eucalyptus sp.), que se utilizó como medida emergente para evitar la erosión en sitios degradados en la zona. En el límite sur de la sierra se observa mayormente un matorral cons-tituido por pingüica (Arctostaphylos sp.) que se presenta de forma abundante. Otras especies pre-sentes son la jara (Senecio sp.), carde (Cirsium sp.) y varaduz (Eysenhardtia polystachya). El matorral xerófito aparece como vegetación secundaria, conformado principalmente por nopal (Opuntia sp.), garambullo (Myrtillocactus geometrizans), cardenche (Opuntia imbricata), ocotillo (Dodonaea viscosa), agave (Agave sp.) y comunidades aisladas de huisaches (Acacia sp.) y mezquites (Prosopis sp.) (iee, 1998; iee y GeG, 2003).

La Sierra de Santa Rosa sustenta aproximada-mente 3 800 habitantes de 58 comunidades de tipo rural (CCG, 2003), las cuales han basado su economía en el aprovechamiento y comercializa-ción de los recursos forestales como son la leña, la tierra de monte y la producción de carbón (Martínez, 1995). Brinda hábitat de descanso o de residencia a varias especies de aves, siendo

considerada por Cipamex (2003) como Área de Im-portancia para la Conservación de las Aves (aiCa). Asimismo, Semarnap e ine (1999) reportan que funge como hábitat del símbolo de soberanía na-cional, el águila real (Aquila chrysaetos), tam-bién registrada por FundaE (2004).

Con relación a la riqueza de aves del lugar, Estrada (1996) realizó estudios sobre su distribu-ción y abundancia a través de cinco diferentes tipos de hábitat muestreados, lo que generó un listado que incluye a 112 especies de aves. Pos-teriormente, FundaE (1996) reportó una riqueza de 172 especies, entre residentes y migratorias.

Las aves pueden ser buenas indicadoras del estatus de otros taxa y del potencial de diversi-dad en áreas perturbadas (Wendt, 1995). Tam-bién posibilitan la detección de problemas de trascendencia en el ambiente, antes de que éstos empiecen a afectar el bienestar de los humanos. Son un factor importante para el desarrollo so-cial y cultural de las naciones, tanto por los servicios ecológicos que brindan (polinización, dispersión de semillas, control de plagas, indi-cadores ambientales) como por sus usos como alimento o mascotas, por su valor para activi-dades recreativas y comerciales y por su papel en el arte, la educación, la investigación, la cul-tura y la religión (Villaseñor y Santana, 2003).

Metodología

A partir de junio de 2003 hasta junio de 2004, se realizó un muestreo estacional de aves en cinco tipos de hábitats (cuadro 1) con el propó-sito de generar un listado actualizado de la ri-queza de especies.

Se utilizaron transectos en franjas (Ralph et al., 1994) en cinco hábitats diferentes durante

González-Carrillo, A. G. 2012. “La riqueza avifaunistica como elemento para la conservación del bosque templado de la Sierra de Santa Rosa” en La Bio-diversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 257-262.

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Figura 1. Polígono de la Sierra de Santa Rosa con hábitat de muestreo (iee, 2004).

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600 horas de muestreo en campo, con observa-ciones matutinas (8 a 12 horas) y vespertinas (16 a 18 horas). El análisis bioestadístico de los datos fue realizado con la utilización del método mul-tinomial (Christen y Nakamura, 2000), el cual consiste en registrar la presencia o ausencia de las especies en función de una medida de esfuer-zo (días de muestreo), de lo que surge una curva de acumulación que muestra la probabilidad de encontrar cierta riqueza de especies en cada uno de los hábitat y en la Sierra en general.

Resultados

Se registraron 147 especies de aves distribuidas en 14 órdenes, 38 familias y 96 géneros, de los cuales, 19 fueron registros nuevos para la Sierra de Santa Rosa (cuadro 2), por lo que, tomando en cuenta los datos de FundaE (1996), la riqueza avifaunística incrementó a 190 espe-cies, que corresponde a 51.9% de la riqueza estatal (Gurrola et al. 2012 en este Estudio de Biodiversidad de Guanajuato).

La riqueza de especies de aves varió confor-me a la estacionalidad, siendo el hábitat ribere-ño el de mayor riqueza en el verano y otoño (78 y 80 especies, respectivamente), en el invierno fue el hábitat agrícola (70 especies) y en la pri-mavera el hábitat conservado registró la mayor riqueza de especies (80 especies) respecto de los otros hábitats muestreados.

Tipo de hábitat Descripción

Bosque conservadoBosque natural en buen estado, aunque hacen uso local de leña y producen carbón para su venta al exterior

Ribereño Río perenne con vegetación aledaña de alisos (Alnus sp.), además de arbustiva.

PastizalCampos de pastos con un bosque de aprovechamiento forestal y un cuerpo de agua (Presa de Peralillo)

AgrícolaCampos de cultivos frutícolas especialmente y de otros cultivos agrícolas de autoconsumo. En este hábitat se localiza la comunidad de Puerto de Santa Rosa

Perturbado

Bosque con aprovechamientos forestales de maderables y no maderables, con actividades de ecoturismo y en el que además, se construye un frac-cionamiento residencial. También, el hábitat está constituido por zonas de vegetación xerófita y un cuerpo de agua (Presa de la Esperanza)

Cuadro 1. Descripción de hábitats muestreados en la Sierra de Santa Rosa.

El hábitat de bosque conservado fue donde se registró el mayor número de familias con un total de 32, seguido por el bosque perturbado y el pastizal con 29 familias registradas. En el ribereño se registraron 28 familias y en el há-bitat agrícola 26. Se registraron 13 especies dentro de la nom-059-semaRnat-2010, de las cua-les ocho se encuentran en la categoría de pro-tección especial y cinco como amenazadas.

Conclusiones

El primer hábitat considerado como área focal para la conservación es el ribereño, ya que es donde se registró el mayor número de especies y, además, existe la presencia de Aquila chrysaetos, especie considerada como amenazada y bajo es-quemas políticos de protección y de investigación para lograr su conservación. No obstante, en entrevistas realizadas en 2010, pobladores del lugar mencionan que hace alrededor de cinco años no se observa al águila real sobrevolando el lugar (González-Carrillo, datos sin publicar). En este hábitat se registró el mayor número de especies residentes (43 especies) (figura 2).

El hábitat conservado es el segundo lugar considerado como área focal, presentó una ri-queza de 38 especies residentes y además se re-gistraron organismos considerados bajo algún tipo de protección especial por la nom-059-se-maRnat-2001. (Semarnat, 2002).

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El hábitat perturbado es el tercer lugar más rico en especies de aves, además de que es uno de los hábitats donde se registró más riqueza de es-pecies migratorias. No obstante que este hábitat no sea considerado como área focal, es menester la aplicación de un mejor plan de aprovechamiento forestal y un ordenamiento territorial más estric-to, ya que en sus límites se construye un fraccio-namiento residencial lo que puede provocar el desplazamiento o la desaparición de ciertas espe-cies de aves, sean residentes o migratorias.

El hábitat pastizal fue el que presentó una menor riqueza de especies residentes (23 espe-cies), aunque fue también donde hubo más re-gistros de aves rapaces, lo cual puede constituir un elemento importante para desarrollar activi-dades de turismo alternativo relacionadas con la observación de rapaces en beneficio igual-mente de otras especies con las que conviven. Asimismo, se considera necesaria la implemen-tación de una mejor vigilancia, ya que en el hábitat fueron vistos varias veces cazadores con rifles haciendo un aprovechamiento no regula-do de los recursos naturales del lugar.

Figura 2. Pipilo maculatus, especie residente de la Sierra de Santa Rosa (fotografía de Yadira Fabiola Estrada Sillas).

Nombre científico. Estación Hábitat

Anas strepera Invierno y primavera 2004 Perturbado

Pelecanus erythrorhynchos Otoño 2003 Pastizal

Pandion haliaetus Otoño 2003 Pastizal

Falco mexicanus Invierno 2004 Agrícola

Cynanthus latirostris Verano y otoño 2003, primavera y verano 2004Registrado en los cinco hábitats

Selasphorus sasin Verano 2003Registrado en todos excepto en conservado

Trogon elegans Verano 2003 y primavera 2004 Conservado

Empidonax oberholseri Verano 2003, invierno y primavera 2004 Pastizal

Myiodynastes luteiventris Verano 2002 Perturbado

Perisoreus canadensis Otoño 2003 Conservado

Campylorhinchus brunneicapillusVerano y otoño 2003 e invierno y primavera 2004

Ribereño

Salpinctes obsoletus Verano 2003 Pastizal

Myadestes townsendi Verano y otoño 2003 Conservado y ribereño

Hylocichla mustelina Invierno 2004 Pastizal

Mimus polyglottos Invierno 2004 y registrado en listado preliminar Perturbado y conservado

Toxostoma rufum Otoño 2003 Conservado

Piranga olivacea Invierno 2004 Perturbado

Sturnella magna Verano 2002 Conservado

Euphonia elegantissima Primavera 2002 Perturbado

Cuadro 2. Nuevos registros de aves para la Sierra de Santa Rosa.

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El hábitat agrícola fue el que menor riqueza de especies presentó, aunque, con respecto a las resi-dentes, presentó una riqueza de 34 especies, que son más en comparación con el hábitat pastizal. Sin embargo, no es considerado como área focal para la conservación debido a la naturaleza de sus condiciones paisajísticas, lo cual puede ser un fac-tor importante para mantener poblaciones de aves migratorias que no sean especialistas en cuanto a sus hábitos de alimentación y reproducción.

Consideraciones Finales

Así pues, mediante la presente investigación se encontró una riqueza de 147 especies de aves

distribuidas a través de la Sierra de Santa Rosa, de las cuales cuatro especies son consideradas como endémicas de México, 19 semiendémicas y cuatro cuasi-endémicas, de acuerdo a Gonzá-lez-García y Gómez de Silva (2003), sobre las que es necesario continuar los estudios para conocer las dinámicas de las poblaciones locales y migratorias, sus amenazas y tendencias de preservación a futuro, que tienen relación con los servicios ambientales vitales que brinda la Sierra de Santa Rosa.

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ósCaR sánChez | Cynthia elizalDe-aRellano | Juan CaRlos lópez-viDal | GloRia maGaña-Cota GuaDalupe téllez-GiRón | FRanCisCo Botello | víCtoR sánChez-CoRDeRo

MAMÍFEROS SILVESTRES

Introducción

Con la finalidad de analizar el conocimiento previo sobre los mamíferos silvestres del estado de Guanajuato y de actualizar el generado a fi-nales del siglo xx y principios del xxi, un grupo conformado por investigadores de la Universidad de Guanajuato (uG), la Universidad Nacional Au-tónoma de México (unam) y del Instituto Politéc-nico Nacional (ipn) han producido recientemente una serie de publicaciones sobre el tema (Mora, 2007; Iglesias et al., 2008; Sánchez y Magaña-Cota, 2008; Sánchez et al., 2009; Elizalde-Are-llano et al. 2010; Sánchez et al., en preparación). Como resultado de este análisis y actualización, se observa que en la década entre los años 1980 y 1990 se tenían registradas para el estado al menos 55 especies de mamíferos, según Arita (1993), o 59 según Ramírez-Pulido et al. (1986). Aunque más adelante se compilaron unos cuan-tos registros más, hechos por distintos autores (Ramírez-Pulido et al., 2000), la percepción ge-neral continuó siendo que la diversidad de estas especies en el estado se encontraba escasamente estudiada (Flores-Villela et al., 1994; Guevara-Chumacero et al., 2001; León-Paniagua et al., 2004). Los trabajos que los autores de la presente contribución han venido desarrollando han agre-gado numerosos registros de especies de mamí-feros con lo cual, hasta ahora, el listado para el estado consta de 87 especies de mamíferos.

Antecedentes

Los primeros inventarios de mamíferos silvestres para la entidad se deben a la obra del ilustre na-turalista francés Alfredo Dugès (1825-1910), quien se estableció en México y desarrolló sus trabajos durante la segunda mitad del siglo xix. Sus con-tribuciones se encuentran publicadas principal-mente en la revista La Naturaleza y, además de ocuparse de los mamíferos actuales, también in-

cluyen la descripción de especies fósiles (Beltrán et al., 1990). Alfredo Dugès también formó una colección de especímenes resguardada por la Uni-versidad de Guanajuato y ahora, después de algu-nos análisis, sabemos que contiene los ejemplares científicos de mamíferos más antiguos en el país (Espinoza et al., 2006; Magaña-Cota, 2006). Por otra parte, en su trabajo de ilustración científica se encuentran plasmadas 62 imágenes de mamí-feros que contienen información sobre sinonimias, nombres comunes, fechas y lugares de proceden-cia. Un cuaderno de notas de zoología del propio Alfredo Dugès, recién publicado en forma póstu-ma (Magaña-Cota, 2008), contiene la descripción de 42 especies de mamíferos, aunque no todos son de Guanajuato. Después del trabajo de este ilustre naturalista a fines del siglo xix y comienzos del xx, el estudio de los mamíferos del estado sólo avanzó en forma esporádica. Hasta un siglo des-pués, en la década de 1980, el Instituto de Biología de la unam efectuó nuevas expediciones para co-nocer la mastofauna de la entidad, y a principios del siglo xxi se realizaron otras expediciones por parte de la Escuela Nacional de Ciencias Biológi-cas, del Instituto Politécnico Nacional. No obstan-te estas actividades, aún quedan regiones poco exploradas en Guanajuato, por lo que se ha co-menzado una nueva serie de trabajos, de iniciati-va estatal por parte del Museo de Historia Natural Alfredo Dugès de la Universidad de Guanajuato y con la colaboración del Instituto de Biología de la unam, a fin de documentar mejor la diversidad de mamíferos de la entidad. También la Escuela Na-cional de Ciencias Biológicas del ipn continúa de-sarrollando actividades sobre este tema.

Descripción general del Orden Mammalia

Los mamíferos son un grupo de organismos vertebrados. Su principal característica es la

Sánchez-Herrera, Ó., C. Elizalde-Arellano, J. C. López-Vidal, et al. 2012. “Mamíferos silvestres” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 263-274.

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presencia de glándulas mamarias que segregan leche con la que se alimenta a las crías durante los primeros meses de vida. Otras característi-cas de los mamíferos son la homeotermia (la capacidad de regular su temperatura de forma autónoma), la presencia de un diafragma mus-cular que separa la cavidad torácica de la abdo-minal, así como el revestimiento de pelos que presentan en toda la superficie del cuerpo. Muchos huesos del cráneo se han fusionado, tienen dientes muy especializados y presentan un paladar secundario, así como dos cóndilos occipitales que articulan el cráneo con la co-lumna vertebral. El cerebro presenta gran com-plejidad, lo que se relaciona con la agudeza de los sentidos, por ejemplo, tienen un grupo de huesecillos en el oído medio que mejoran la transmisión del sonido y tienen un olfato muy desarrollado (Álvarez, 1973; MacDonald, 2006).

Diversidad del Orden Mammalia

En el mundo se conocen actualmente 5 488 especies de mamíferos (Wilson y Mittermeier, 2009; Vié et al., 2009), de las cuales 523 espe-cies se han registrado para México, cifra que ubica a nuestro país en el cuarto lugar a nivel mundial en diversidad de mamíferos, después de Indonesia que tiene 670, de Brasil con 648 y de China con 551 (Vié et al., 2009). En México, los estados con mayor diversidad de mamíferos son Oaxaca (191 especies), Veracruz (170 espe-cies) y Chiapas (166 especies), de acuerdo con Arita (1993).

Actualmente se conocen 87 especies para Guanajuato (cuadro 1). Los grupos con mayor número de especies son del Orden Rodentia (ra-tones, ardillas y tuzas) con 32 (36.8%), seguidas por 28 (32.2%) del Orden Chiroptera (murciéla-gos) y el Orden Carnivora con 16 (18.4%) (figura 1). Los grupos con menor número son los órdenes Lagomorpha (liebres y conejos) con cuatro (4.5%); Artiodactyla (venados, pecaríes y otros relacionados con tres (3.4%) (figura 2); Sorico-morpha (musarañas), con dos (2.3%), y Cingula-ta (armadillos) y Didelphimorphia (marsupiales) con una especie cada uno (1.1%) (cuadro 1).

Las 55 especies registradas para Guanajuato hasta 1993 representaban 10.5% de la diversidad de mamíferos a nivel nacional y tan sólo 1% de los mamíferos del mundo. Las 87 especies que se tienen registradas actualmente representan 16.6% de la diversidad nacional y 1.6% de la mundial. El registro de 32 especies más en un lapso relativa-mente corto permite suponer una riqueza aún ma-yor todavía por documentarse. Por ahora las 87 especies registradas permiten reubicar a la enti-dad, antes considerada entre los estados de la re-pública con escasa diversidad de mamíferos, como uno de los que posee una diversidad intermedia bajo los criterios de Arita (1993). Respecto a la representatividad de los Órdenes de mamíferos de Guanajuato respecto al total nacional, las especies del Orden Carnivora representan 50% del total nacional, al igual que las del Orden Artiodactyla (50%); las del Orden Lagomorpha 25.5%; las del Cingulata representan 25%; las especies del Orden Chiroptera 20.4%; las del Orden Rodentia 13.8%;

Orden Familia Especie Endémica al país NOM-059 IUCN

Didelphimorphia Didelphidae Didelphis virginiana LC

Cingulata Dasypodidae Dasypus novemcinctus LC

Lagomorpha Leporidae

Lepus californicus LC

Lepus callotis Sí NT

Sylvilagus audubonii LC

Sylvilagus floridanus LC

Rodentia Sciuridae

Sciurus aureogaster

Sciurus oculatus Sí Pr LC

Spermophilus mexicanus LC

Spermophilus variegatus LC

Cuadro 1. Órdenes, familias y nombres científicos de las especies de mamíferos actualmente regis-tradas en el estado de Guanajuato.

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Cuadro 1. Continuación.

Orden Familia Especie Endémica al país NOM-059 IUCN

Muridae

Baiomys taylori LC

Neotoma leucodon Sí LC

Neotoma mexicana LC

Peromyscus difficilis Sí LC

Peromyscus eremicus A LC

Peromyscus gratus Sí LC

Peromyscus levipes Sí LC

Peromyscus maniculatus LC

Peromyscus melanophrys Sí LC

Peromyscus melanotis Sí LC

Peromyscus pectoralis LC

Reithrodontomys fulvescens LC

Reithrodontomys megalotis LC

Oligoryzomys fulvescens* LC

Sigmodon fulviventer LC

Sigmodon hispidus LC

Sigmodon leucotis Sí LC

Geomyidae

Cratogeomys tylorhinus Sí LC

Cratogeomys zinseri Sí LC

Thomomys umbrinus LC

Heteromyidae

Liomys irroratus LC

Perognathus flavus LC

Chaetodipus eremicus LC

Chaetodipus hispidus LC

Chaetodipus nelsoni Sí LC

Dipodomys merriami LC

Dipodomys ordii LC

Dipodomys phillipsii Sí Pr LC

Carnivora

Felidae

Lynx rufus LC

Puma concolor LC

Herpailurus yagouaroundi A LC

Leopardus pardalis P LC

Leopardus wiedii P NT

Canidae

Urocyon cinereoargenteus LC

Canis latrans LC

Canis lupus E LC

MustelidaeMustela frenata LC

Taxidea taxus A LC

Mephitidae

Mephitis macroura LC

Spilogale gracilis LC

Conepatus leuconotus LC

Procyonidae

Bassariscus astutus LC

Nasua narica LC

Procyon lotor LC

Soricomorpha SoricidaeCryptotis parva LC

Sorex saussurei LC

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Capí

tulo

Orden Familia Especie Endémica al país NOM-059 IUCN

Chiroptera

MormoopidaePteronotus parnellii LC

Mormoops megalophylla LC

Phyllostomidae

Desmodus rotundus LC

Glossophaga soricina LC

Leptonycteris nivalis A EN

Leptonycteris yerbabuenae A VU

Anoura geoffroyi LC

Choeronycteris mexicana A NT

Sturnira lilium LC

Sturnira ludovici LC

Artibeus jamaicensis LC

Artibeus lituratus LC

Dermanura azteca LC

MolossidaeTadarida brasiliensis LC

Promops centralis LC

Vespertilionidae

Parastrellus hesperus LC

Antrozous pallidus LC

Baeodon alleni Sí LC

Lasiurus blossevillii LC

Lasiurus cinereus LC

Corynorhinus mexicanus Sí NT

Corynorhinus townsendii LC

Idionycteris phyllotis LC

Eptesicus fuscus LC

Myotis californicus LC

Myotis thysanodes LC

Myotis velifer LC

Myotis yumanensis LC

Artiodactyla

Tayassuidae Pecari tajacu LC

Antilocapridae Antilocapra americana* P LC

Cervidae Odocoileus virginianus LC

Cuadro 1. Continuación.

Las categorías de protección y riesgo son, respectivamente: nom-059-semaRnat-2010 (Pr: sujeta a protección especial, A: amenazada, P: en peligro de extinción) y uiCn (2009) (LC: preocupación menor, NT: casi amenazado, VU: vulnerable, EN: en peligro). Para los nombres científicos se ha seguido la nomenclatura propuesta por Ramírez-Pulido et al. (2005), excep-to para Leptonycteris yerbabuenae, nombre válido de acuerdo con los argumentos de Wilson y Reeder (2005).* Antilocapra americana y Oligoryzomys fulvescens se han registrado de Guanajuato con base en restos óseos recupe-rados en excavaciones arqueológicas efectuadas en Cerro de la Mesa, Abasolo (Álvarez y Ocaña, 1999). Se les incluye provisionalmente en la lista, a reserva de que se aclare si esos restos pudieron ser de origen local o producto de inter-cambios con comunidades humanas de otras regiones.

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las del Orden Didelphimorphia el 12.5%, y del Or-den Soricomorpha 6.6%.

Para dar una idea del estado que guardan las especies hasta ahora registradas, en el cuadro 1 se señalan las especies a las que se ha asignado algún estatus de riesgo/protección en la Norma Oficial nom-059-semaRnat-2010 (Semarnat, 2010). Asimismo se indican las categorías de riesgo que, bajo criterios distintos a los de la NOM-059, consigna la Lista Roja de la Unión Interna-cional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (uiCn) para especies que se conocen de Guanajuato.

Endemismos de mamíferos

Se denomina organismo endémico (a cualquier nivel taxonómico: especie, género, familia u otro) a aquel que tiene un área de distribución restringida a una región dada (Ceballos y Rodrí-guez, 1993). Para México se conocen actual-mente 169 especies endémicas de mamíferos (Ramírez-Pulido et al., 2005), 80 de las cuales se encuentran en situación vulnerable según la uiCn (Vié et al., 2009). En el caso particular de Guanajuato, la cifra de especies de mamíferos

endémicas a México que están presentes en la entidad resulta un tanto confusa, puesto que según Flores-Villela y Gerez (1994) se contaron tan sólo cuatro especies endémicas de México, lo cual no coincide con las 10 registradas en 1993 (Flores-Villela et al., 1993). Con la actua-lización en el número de especies de mamíferos en la entidad, de las 87 especies registradas hasta el momento, 15 resultan endémicas al país de acuerdo con Ramírez-Pulido et al. (2005); 12 de ellas son roedores, entre los que se incluyen una ardilla (Sciúrido), dos tuzas (Geómidos), dos roedores de abazones (Heterómidos), siete roedores sin abazones (Múridos), una liebre y dos murciélagos. El hecho de que la mayor par-te de los mamíferos endémicos de México sean roedores obedece a que éste es el grupo con mayor número de especies en el país, además de que estos organismos se desplazan distancias cortas por lo que su capacidad de dispersión es escasa, favoreciendo la evolución de nuevas especies en territorios topográficamente com-plejos. En el caso de los murciélagos, su capaci-dad de volar explica en parte que el número de especies endémicas sea menor (Ceballos et al., 2002). Los territorios silvestres de Guanajuato

Figura 1. Imagen de un tigrillo (Leopardus wiedii) en el municipio de Xichú, obtenida a través de cámaras trampa. La imagen se encuentra enmarcada en una ficha digital de fotocolecta (Botello et al., 2007), la cual contiene los datos básicos de localización, nombre de la especie, nombre del proyecto, colector, determinador y de quien realizó el montaje de la fotoficha, entre otros.

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Capí

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ofrecen oportunidades para preservar estos procesos ecológicos y evolutivos.

Distribución geográfica

Los mamíferos silvestres habitan casi todo tipo de ambientes, incluyendo bosques templados, selvas tropicales y subtropicales y desiertos. Unas cuan-tas especies han logrado adaptarse a los cambios y disturbios causados por actividades humanas, como la transformación de las áreas de vegetación natural en campos para la agricultura, ganadería u otro tipo de usos no industriales. La invasión de territorios silvestres por este tipo de actividades puede favorecer conflictos, especialmente relacio-nados con las especies más adaptables (principal-mente roedores). Otras especies son muy sensibles a estas perturbaciones y ven restringidas sus áreas de distribución, por lo cual sólo subsisten en las áreas mejor conservadas cuando les es posible o, de lo contrario, terminan por ser extirpadas local o regionalmente. Aún no se conoce con suficiente detalle la distribución de las especies en Gua-najuato, pero es un indicio alentador que proven-gan de diferentes regiones del estado, como se ha señalado en varios estudios y publicaciones: Ra-

Figura 2. Imagen de un venado (Odocoileus virginianus) en el municipio de Xichú. Imagen obtenida a través de cámaras trampa. La imagen se encuentra enmarcada en una ficha digital de fotocolecta (Botello et al., 2007), la cual contiene los datos básicos de localización, nombre de la especie, nombre del proyecto, colector, determinador y de quien realizó el montaje de la fotoficha, entre otros.

mírez-Pulido et al. (1986) y Ramírez-Pulido y Castro-Campillo (1994), Villa-R. y Cervantes (2003), Sánchez y Magaña-Cota (2008), Iglesias et al. (2008), Sánchez et al. (2009), Elizalde-Arellano et al. (2010) y Sánchez et al. (en preparación); principalmente se conocen registros del centro del estado y del noreste del mismo. Se espera que nuevos estudios en curso contribuyan a lograr una mejor cobertura.

Importancia de los mamíferos en guanajuato

Los mamíferos están entre los vertebrados de mayor interés para las personas, tanto aquellas de áreas rurales como urbanas. Este interés va desde la simple curiosidad hasta el uso de algu-nas especies para subsanar el déficit de proteí-nas en la dieta, especialmente en regiones de alta marginalidad rural. Pero los mamíferos conocidos de Guanajuato tienen importancia desde otros puntos de vista, especialmente como componentes de la biodiversidad nativa y como actores de distintos fenómenos ecológicos y evolutivos en ecosistemas naturales, además de ser elementos importantes en el desarrollo cul-tural de la entidad. En el cuadro 2 se encuen-

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Diversidad de especies | 269

tran resumidos los hábitos alimenticios y la forma de vida para los 55 géneros de mamíferos del estado. Cada forma de vida y tipo de alimen-tación juegan un papel importante en el mante-nimiento de las funciones internas de los eco-sistemas y de los servicios ambientales que prestan a la vida humana.

Desde el punto de vista económico, los mamí-feros de la entidad han representado desde hace mucho tiempo un recurso valioso, especialmente como piezas de caza para el consumo de las pri-meras comunidades humanas que llegaron al territorio. Luego, con el advenimiento de la agri-cultura y la ganadería y más tarde el desarrollo industrial y la urbanización, la disponibilidad de comestibles variados causó que el uso directo de los mamíferos silvestres para consumo propio quedara restringido básicamente a comunidades rurales marginadas, como continúa hasta la fe-cha. Sin embargo, en el contexto social actual, las especies de tallas mayores vuelven a ser ob-jeto de interés, al representar un potencial de ingreso económico para comunidades rurales que, mediante esquemas de protección y uso sus-tentable de la biodiversidad plasmados en la ley, dan oportunidad para su utilización conservan-do sus ecosistemas y los de las propias especies. Para ello es indispensable conocer mejor la situa-ción de las poblaciones silvestres del estado a escala regional y diseñar programas de conser-vación adecuados (Sánchez, 2000).

Respecto a la importancia de los mamíferos para la salud humana, se puede considerar que algunas poblaciones de mamíferos silvestres pueden ser portadoras de algunas enfermedades virales como la rabia y hantavirus, u hongos como el de la histoplasmosis. Con la constante disminución de las áreas naturales y la invasión humana de territorios silvestres aumenta la pro-babilidad de que estas enfermedades repre-senten problemas de salud, lo que resalta la necesidad de moderar el crecimiento urbano y conservar el medio natural y las poblaciones de mamíferos (Flores y Morales, 2001; Suzán et al., 2001). No obstante, la incidencia de enferme-dades de los mamíferos silvestres en la salud humana, tomando como un ejemplo la rabia paralítica bovina (principalmente transmitida en sitios rurales por el murciélago Desmodus

rotundus), suele ser poco significativa y se tiene bajo control (Sagarpa, 2010).

Estado de conservación de los mamíferos y amenazas para la mastofauna en el estado

Las especies enlistadas para Guanajuato aún no han sido objeto de estudios de evaluación de sus poblaciones, por lo que el estado de conservación en la entidad y sus regiones aún no se puede de-finir. Sin embargo, algunas de ellas se encuentran en algún estatus de protección a escala nacional, como se muestra en los cuadros 1 y 3 en referen-cia a la nom-059-eCol-2010 (Semarnat, 2010).

La protección de los mamíferos de Guanajua-to puede estar favorecida por la existencia de áreas naturales protegidas (anp) que cuentan con decreto oficial, aunque esto no es garantía, ya que no necesariamente todas las anp poseen los recursos para una vigilancia estricta y para rea-lizar acciones de conservación y restauración del hábitat nativo, así como para aplicar programas educativos, sociales y económicos encaminados al desarrollo sustentable. En otras áreas aún se mantienen especies en estado silvestre, particu-larmente en extensiones despobladas y que, por su amplitud, aún les ofrecen cierta protección contra incursiones humanas masivas. Salvo áreas de relieve muy abrupto, en otras extensio-nes existe siempre el riesgo de alteración o pér-dida del hábitat natural. Algunas organizaciones civiles han tratado de ocuparse de mantener sil-vestres algunas áreas, con diferentes grados de éxito (por ejemplo en el río Laja). Algunos pro-pietarios de tierras han optado por ingresar sus predios en el esquema oficial de uma, aunque sus esfuerzos se han dirigido básicamente a fomentar las poblaciones locales de especies de interés di-recto, incluso modificando el ambiente silvestre con ese propósito, lo cual no necesariamente es favorable en igual medida para otras especies silvestres importantes.

Como en muchas partes del planeta, en el es-tado los principales factores que amenazan la riqueza y la supervivencia continua de los ma-míferos silvestres son, probablemente en este or-den de importancia: pérdida de superficie de há-bitat silvestre original, principalmente por cam-bios drásticos de uso del suelo; alteración de las

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Género zoológico Nombres comunes Talla Nicho alimentario Modo de vida

Didelphis Tlacuache Pequeña Omnívoro Terrestre, principalmente nocturno

Dasypus Armadillo Pequeña Omnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Lepus Liebre Pequeña Herbívoro Terrestre, diurno y nocturno

Sylvilagus Conejo Pequeña Herbívoro Terrestre, diurno y nocturno

Sciurus Ardilla de árbol Pequeña Omnívoro – granívoro Arborícola, principalmente diurno

Spermophilus Ardilla de tierra Pequeña Omnívoro – granívoro Terrestre, principalmente diurno

Baiomys Ratón de matorral Muy pequeña Granívoro Terrestre, nocturno

Neotoma Rata de monte Pequeña Granívoro Terrestre, nocturno

Peromyscus Ratón campestre Muy pequeña Granívoro Terrestre, nocturno

Reithrodontomys Ratón trepador Muy pequeña Granívoro Terrestre y arborícola, nocturno

Sigmodon Rata espinosa Muy pequeña Granívoro Terrestre, nocturno

Cratogeomys Tuza grande Pequeña Radicívoro Subterráneo

Thomomys Tuza enana Muy pequeña Radicívoro Subterráneo

Liomys Ratón espinoso Muy pequeña Granívoro Terrestre, nocturno

Perognathus Ratón canguro liso Muy pequeña Granívoro Terrestre, nocturno

Chaetodipus Ratón canguro espinoso Muy pequeña Granívoro Terrestre, nocturno

Dipodomys Rata canguro Muy pequeña Granívoro Terrestre, nocturno

Lynx Gato montés Mediana Carnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Puma Puma Grande Carnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Herpailurus Yaguarundi, onza Mediana Carnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Leopardus Ocelote y margay Mediana Carnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Urocyon Zorra gris Mediana Omnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Canis Coyote y lobo Mediana Carnívoro, omnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Mustela Comadreja Pequeña Carnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Taxidea Tlalcoyote Mediana Carnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Mephitis Zorrillo común Pequeña Omnívoro Terrestre, principalmente nocturno

Spilogale Zorrillo enano Pequeña Omnívoro Terrestre, principalmente nocturno

Conepatus Zorrillo de trompa Pequeña Omnívoro Terrestre, principalmente nocturno

Bassariscus Cacomiztle Pequeña Omnívoro Terrestre, nocturno

Nasua Pizote o coatí Mediana Omnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Procyon Mapache Mediana Omnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Cryptotis Musaraña de matorral Muy pequeña Insectívoro Terrestre, nocturno

Sorex Musaraña de bosque Muy pequeña Insectívoro Terrestre, nocturno

Pteronotus Murciélago bigotudo Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Mormoops Murciélago fantasma Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Desmodus Murciélago vampiro Muy pequeña Hematófago Volador, nocturno

Glossophaga Murciélago mielero Muy pequeña Polinívoro y nectarívoro Volador, nocturno

Leptonycteris Murciélago de lengua larga Muy pequeña Polinívoro y nectarívoro Volador, nocturno

Anoura Murciélago mielero rabón Muy pequeña Polinívoro y nectarívoro Volador, nocturno

Choeronycteris Murciélago hocicudo Muy pequeña Polinívoro y nectarívoro Volador, nocturno

Sturnira Murciélago de charreteras Muy pequeña Frugívoro Volador, nocturno

Artibeus Murciélago frutero Muy pequeña Frugívoro Volador, nocturno

Dermanura Murciélago frutero menor Muy pequeña Frugívoro Volador, nocturno

Tadarida Murciélago guanero Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Cuadro 2. Descripción de los nombres más comunes, las tallas, nichos alimentarios y modos de vida de los géneros de mamíferos silvestres conocidos de Guanajuato hasta la fecha. Algunos géneros tienen una sola especie, en tanto que otros incluyen varias (véase el cuadro 1).

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Género zoológico Nombres comunes Talla Nicho alimentario Modo de vida

Promops Murciélago mastín mayor Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Parastrellus Murcielaguito Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Antrozous Murciélago pálido Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Rhogeessa (Baeodon) Murcielaguito de Allen Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Lasiurus Murciélago peludo Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Corynorhinus Murciélago orejas de mula Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

IdionycterisMurciélago orejón del desierto

Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Eptesicus Murciélago café Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Myotis Murciélago común Muy pequeña Insectívoro Volador, nocturno

Pecari Pecarí de collar Mediana Omnívoro Terrestre, diurno y nocturno

Odocoileus Venado cola blanca Grande Herbívoro Terrestre, diurno y nocturno

TaxónEndémico a México

Categoría de riesgo y protección nacional (NOM-059)

Relación con las Áreas Naturales Protegidas de Guanajuato

Canis lupus baileyi NoPosiblemente extinta en el medio silvestre

Hoy extirpado, cuando menos de Guanajuato.

Herpailurus yagouaroundi No Amenazada Sierra Gorda de Guanajuato

Leopardus pardalis No En peligro Sierra Gorda de Guanajuato

Leopardus wiedii No En peligro Sierra Gorda de Guanajuato

Taxidea taxus No Amenazada No dispone de datos

Dipodomys phillipsii Sí Sujeta a protección especialSierra Gorda de Guanajuato; posiblemente también en Peña Alta, el Zamorano y quizá parte de Sierra de Lobos

Sciurus oculatus Sí Sujeta a protección especial Posiblemente Sierra de Santa Rosa

Choeronycteris mexicana Casi Amenazada Posiblemente en todas las existentes en Guanajuato

Leptonycteris nivalis Casi Amenazada Posiblemente en todas las existentes en GuanajuatoLeptonycteris yerbabuenae (aparece como L. curasoae en la NOM-059)

No Amenazada Al menos en la Sierra Gorda de Guanajuato

Cuadro 2. Continuación.

Cuadro 3. Especies de mamíferos silvestres de Guanajuato asignadas a alguna categoría de riesgo y protección en la Norma Oficial nom-059-semaRnat-2010, y su relación con las áreas naturales protegidas (anp) dentro del estado.

Algunas especies como Chaetodipus penicillatus, Dipodomys merriami, Peromyscus eremicus, P. maniculatus, Lepus californicus, Bassariscus astutus, Cryptotis parva y Sorex saussurei aparecen en las listas de la NOM-059, sin embargo, ese documento oficial se refiere a otras subespecies de esos taxones (razas geográficas) muy distintas a las presentes en Guanajuato, por lo que no se incluyen en este cuadro.

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cualidades originales de la vegetación silvestre; fragmentación de los espacios naturales, que deja sólo un mosaico de parches, usualmente muy pe-queños e incomunicados entre sí; caza furtiva, y destrucción vandálica de animales. Las especies introducidas desde otras partes del planeta o del país, con capacidad invasora y competitiva tam-bién representan riesgos. Otros más son los atro-pellamientos en carreteras y los efectos directos e indirectos de la contaminación.

Necesidades y prioridades para la conservación de los mamíferos

Se requiere realizar varias de las siguientes ac-ciones, en orden de importancia: continuar con el estudio de biodiversidad de los mamíferos del estado, detectar las áreas más relevantes para la conservación de cada especie, iniciar el estudio de poblaciones de especies ya confirmadas y es-tablecer un programa de monitoreo continuo que evalúe en forma suficiente la situación de las poblaciones de mamíferos silvestres en los sitios de mayor relevancia. Sólo con datos de este tipo se podrán establecer programas de conservación y las prioridades de los mismos.

Conclusión General

El conocimiento sobre la diversidad de mamífe-ros en el estado se ha incrementado recientemen-te y es muy probable que esta tendencia continúe, ya que aún quedan regiones por explorar, lo que permitirá obtener un panorama más claro de este grupo de vertebrados. Actualmente estamos con-solidando la información para un compendio estatal de los mamíferos silvestres.

En relación con las especies que se consideran actualmente en algún estatus de riesgo/protec-ción es recomendable investigar la situación de sus poblaciones en la entidad, para saber cómo se compara el estatus nacional (o internacional) con las condiciones reales de estas especies en el estado. Hecho este diagnóstico, es recomendable establecer programas de conservación para favo-recer su permanencia en sitios silvestres y ami-norar los riesgos que los amenazan actualmente.

También es necesario recabar mejores datos acerca de la importancia de los mamíferos en Guanajuato, especialmente sobre sus distintos usos actuales y las magnitudes de éstos.

Agradecimientos

El Museo de Historia Natural Alfredo Dugès agradece el financiamiento de los siguientes proyectos, que han apoyado el estudio de los mamíferos del estado de Guanajuato: ConCyteG (convenios: 04-07-A-051, 08-16-K662-081, 08-16-K662-087). Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (convenios ieG/DJ/Foam/univeRsiDaD De Gto/02/2005, iee/DaJ/uG/anp sieRRa GoRDa/16/2008) y la Carretera Salamanca-Morelia, S. A. de C. V.

F. Botello agradece al Posgrado en Ciencias Biológicas de la unam y al Conacyt (Cvu 48454).

El Laboratorio de Cordados Terrestres de la enCB, ipn, agradece a Raúl Hernández Arciga, En-rique Q. Uhart, Ismael Campos-Rodríguez, Lesley Chambert, Carmen Díaz, Brenda Córdoba, Jaime Muñoz de la Tijera (Regidor de San Luis de La Paz en 2003) y al ingeniero José Eduardo Do-mínguez Rangel (Director General de Fomento y Desarrollo Económico del Municipio de San Luis de la Paz en 2003). A la Semarnat que otorgó las licencias de Colector Científico Faut-0138 (a JClv) y Faut-0139 (a Cea).

Óscar Sánchez expresa su agradecimiento a los curadores de las siguientes colecciones cien-tíficas de mamíferos: (Sharon Jansa, Bell Museum of Natural History; Maria Rutzmoser, Harvard University; Barbara Lundrigan y Laura Abraczinskas, Michigan State University; Robert J. Baker y Heather Garner, Texas Tech Universi-ty; Robert M. Timm, University of Kansas; Fer-nando Cervantes, Universidad Nacional Autóno-ma de México (asimismo a Guillermina Urbano, anterior curadora); y Ned Gilmore, Academy of Natural Sciences of Philadelphia. Las exploracio-nes efectuadas en la década de 1980 por el Insti-tuto de Biología de la unam fueron financiadas por el Convenio unam/BiD/Conacyt; durante el trabajo de campo colaboraron William López-Forment, Rodrigo Medellín, Juan Galván, Patri-cia Rojas, Jesús Pacheco y Jesús Ramírez.

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Diversidad de especies | 275

Jesús antonio iGlesias heRnánDez | víCtoR sánChez-CoRDeRo | GloRia euGenia maGaña-Cota

RiCaRDo Bolaños maRtínez | FRanCisCo JavieR Botello lópez

DIVERSIDAD DE MAMÍFEROS MEDIANOS Y GRANDES EN EL MUNICIPIO DE XICHÚ

estuDio De Caso

Introducción

El estado de Guanajuato se ubica en la zona cen-tro del país, su posición geográfica lo coloca en donde dos zonas geográficas, la Neártica y la Neotropical se entremezclan. Según Flores-Ville-la y Gerez, 1994, por sus características fisiográ-ficas y ambientales, debería ser considerado como un estado diverso en flora y fauna, sin embargo, los estudios acerca de los mamíferos, son pocos, considerando que tal conocimiento inició con la obra del naturalista Alfredo Dugès, a finales del siglo xix.

En la actualidad, uno de los métodos más utilizados para el estudio de mamíferos media-nos y grandes es el uso de cámaras trampa (fo-totrampeo), técnica que utiliza cámaras foto-gráficas activadas mediante sensores de movi-miento o temperatura y que es muy eficiente para realizar inventarios y estudios poblaciona-les de mamíferos, es un método no invasivo que reduce la alteración del medio ambiente de los mamíferos (Botello et al., 2007).

El trabajo de campo se realizó en la comuni-dad de El Platanal, municipio de Xichú, del año 2007 al 2008 y se colocaron 15 cámaras trampa (Sthealt-Cam TM análogas 35 mm), que fueron sujetadas al tronco de un árbol, a unos 30 cen-tímetros del suelo. Las trampas se cebaron con atún y sardina.

Se obtuvieron 341 fotografías en las que se registraron 13 especies de mamíferos pertenecien-tes a nueve familias y siete ordenes: tlacuache (Didelphis virginiana), armadillo (Dasypus nove-mcinctus), conejo (Sylvilagus floridanus), ardilla (Sciurus aureogaster), puma (Puma concolor, figu-ra 1), ocelote (Leopardus pardalis), margay (Leo-pardus wiedii), zorra gris (Urocyon cinereoargen-teus), zorrillo (Conepatus leuconotus), cacomixtle

(Bassariscus astutus), tejón (Nasua narica), mapa-che (Procyon lotor) y venado cola blanca (Odocoi-leus virginianus). Cabe resaltar que L. pardalis y L. wiedii son nuevos registros para el estado (Igle-sias et al., 2008).

Los estudios de abundancia permiten identi-ficar cuáles son las especies que por su baja cantidad son más sensibles a las perturbaciones ambientales (Pérez-Irineo, 2008), como es el caso de L. wiedii y L. pardalis, catalogadas en peligro de extinción, y que son dos de las espe-cies que se encuentran más vulnerables ante la pérdida de hábitat (Iglesias et al., 2008). Por esta razón, la zona de la reserva estudiada se

Figura 1. Imagen de puma (P. concolor) obtenida mediante fototrampeo en la localidad de El Platanal, municipio de Xichú.

Iglesias-Hernández, J. A., V. Sánchez-Cordero, G. E. Magaña-Cota, et al. 2012. “Diversidad de mamíferos medianos y grandes en el Municipio de Xichú” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 275-276.

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Capí

tulo

debe considerar de gran importancia para la conservación de la diversidad estatal y regional. Los resultados reportados aumentan significati-vamente el conocimiento sobre la distribución y presencia de los mamíferos medianos y gran-des en la reserva de la Biosfera Sierra Gorda de Guanajuato y refleja un panorama general de la situación de este grupo en la localidad, sin em-bargo, los estudios realizados hasta el momento son insuficientes para conocer la mastofauna de la reserva y su estado de conservación actual. Por lo anterior se recomienda continuar con es-

tudios que abarquen un periodo mayor de mues-treo, incluyendo áreas de mayor tamaño dentro de la reserva y tomando en cuenta los factores que podrían afectar la riqueza y abundancia de los mamíferos a mediano y largo plazo.

Agradecimientos

Se agradece el apoyo de la Conabio, proyecto FS003 y F. Botello agradece al Posgrado en Ciencias Biológicas y al Conacyt (CVU 48454).

Literatura citada

Botello, F., G. Monroy, P. Illoldi-Rangel et al. 2007. “Sis-tematización de imágenes obtenidas por fototrampeo: una propuesta de ficha”, Revista Mexicana de Biodi-versidad 78: 207-210.

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Iglesias, J., V. Sánchez-Cordero, G. Magaña-Cota et al. 2008. “Noteworthy records of margay, Leopardus wie-dii and ocelot, Leopardus pardalis in the state of Gua-najuato, México”, Mammalia 72 (4): 347-349.

Pérez-Irineo, G. 2008. Diversidad de mamíferos carnívoros terrestres en una selva mediana en el distrito de Tux-tepec, Oaxaca, tesis de maestría, Oaxaca, Centro In-terdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional-Instituto Politécnico Nacional (ipn).

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Diversidad de especies | 277

Juan Felipe ChaRRe-meDellín | víCtoR sánChez-CoRDeRo | GloRia euGenia maGaña-Cota

FRanCisCo JavieR Botello-lópez

ESTUDIO DE LA DIVERSIDAD DE MAMÍFEROS DE TALLA MEDIANA Y GRANDE DEL MUNICIPIO DE VICTORIA

estuDio De Caso

México contiene una altísima diversidad bioló-gica que lo ubica dentro de los 10 países de ma-yor biodiversidad (Vié et al., 2009). A pesar de que el estado de Guanajuato ha sufrido un déficit significativo en el conocimiento de su diversidad faunística a lo largo del tiempo (Arita, 1993), recientemente se han publicado una serie de in-vestigaciones que ponen al día el conocimiento de los mamíferos de la entidad (Ramírez-Pulido et al., 2000; Mora, 2007; Iglesias et al., 2008; Sánchez y Magaña-Cota, 2008; Sánchez et al., 2009; Elizalde-Arellano et al., 2010; Charre-Medellín et al., 2011; Magaña-Cota et al., 2010; Sánchez et al., en preparación).

El objetivo del presente proyecto fue determi-nar la diversidad de mamíferos grandes y media-nos en el municipio de Victoria, Reserva de la Biosfera Sierra Gorda de Guanajuato. El área de estudio se encuentra localizada en la comunidad de San Isidro Las Palmas, del municipio mencio-nado, que abarca 35% del territorio total de la reserva. Se realizó un trabajo de campo de dos años (octubre 2007-septiembre 2009) con salidas de 10 días y con periodos intermonitoreo de mes

y medio. Se estableció un cuadrante de 49 km2, en el que se ubicaron 20 estaciones en subcua-drantes de 1 km2, seleccionados al azar y se co-locaron cámaras trampa que se mantuvieron activas durante los dos años. La metodología de los estudios realizados mediante cámaras trampa se explica con mayor detenimiento en el trabajo de Iglesias et al. incluido en este capítulo, sin embargo, se puede mencionar que este método ha resultado en un gran avance para el estudio de este grupo de vertebrados, ya que no se altera el lugar en donde viven y los animales no son su-jetos a presión cuando son capturados mediante trampas para su investigación (Botello, 2004; Botello et al., 2005, 2006; Carthew y Slater, 1991)(figura 1). De las 14 salidas al campo realizadas se obtuvieron 294 registros que se integraron a la colección de fotocolectas biológicas del Insti-tuto de Biología de la Universidad Nacional Au-tónoma de México (unam), institución colabora-dora del proyecto.

De los 294 registros totales, 244 se consideran como registros independientes. El esfuerzo de cap-tura fue de 8 139 días/trampa. Mediante este mé-

Figura 1. Imagen de un lince con su cachorro, tomada en el municipio de Victoria, mediante el uso de cámaras-trampa. La imagen se encuentra enmarcada en una ficha digital de fotocolecta (Botello et al., 2007), la cual contiene los datos básicos de localización, nombre de la especie, nombre del proyecto, colector, deter-minador y de quien realizó el montaje de la fotoficha, entre otros.

Charre-Medellín, J. F., V. Sánchez-Cordero, G. E. Magaña-Cota, et al. 2012. “Estudio de la diversidad de mamíferos de talla mediana y grande del Munici-pio de Victoria” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiver-sidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 277-279.

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Capí

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Especie Abundancia relativa (%)

Didelphis virginiana 0.41

Dasypus novemcinctus 1.23

Sylvilagus floridanus 3.69

Spermophilus variegatus 1.23

Sciurus sp. 4.51

Lynx rufus 2.87

Puma concolor 2.05

Cuadro 1. Abundancias relativas de las especies registradas mediante el método de fototrampeo.

Nov-07-Ene-08 Feb-Abr-08 May-Jul-08 Ago-Oct-08 Nov-08-Ene-09 Feb-Abr-09 May-Jul-09 Ago-Sep-09

0

4

2

6

10

8

12

14

16

18

20

todo se registraron 16 especies y dos mediante rastros indirectos. De las 18 especies, 17 son nue-vos registros para el municipio y solamente el pe-cari (Pecari tajacu) había sido registrada anterior-mente por la Escuela Nacional de Ciencias Biológi-cas del Instituto Politécnico Nacional (ipn) (López-Vidal y Elizande-Arellano, comunicación personal) y el jaguarundi (Herpailurus yagoua-roundi) representa el primer registro para el estado de Guanajuato (Charre-Medellín et al., 2012). Las especies más abundantes en el área de estudio son la zorra gris (Urocyon cinereoargenteus) y el vena-do cola blanca (Odocoileus virginianus) como se muestra en el cuadro 1. Los índices de abundancia relativa como los que aquí se presentan son útiles para evaluar cambios o tendencias poblacionales, aunque no permiten inferir el tamaño de las po-blaciones silvestres o su densidad (Crawford, 1991).

Dentro de los análisis se encontró que la cur-va de acumulación de especies aún no alcanza la asíntota, lo que significa que es muy probable el registro posterior de más especies (figura 2).

A pesar de que las cámaras trampa proporcio-naron el mayor número de registros y el mayor número de especies, el listado actual no hubiera presentado la misma riqueza de especies de no incluirse la combinación de métodos nuevos y mé-todos tradicionales, como la colecta de cráneos. El presente trabajo es una muestra de la necesidad de continuar con monitoreos biológicos exhaustivos que aporten la información básica de distribución de las especies y que sirva como base para planear acciones de conservación y manejo en la región. Además, se establecen las bases para el monitoreo a largo plazo de estas especies para la región y para el estado, aportando registros de especies de las que se carecía de información en la zona.

Agradecimientos

Proyecto del Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Guanajuato. Convenio: 08-16-K662-087, se agradece el apoyo de la Conabio, proyec-to FS003 y F. Botello agradece al Posgrado en Ciencias Biológicas y al Conacyt (CVU 48454).

Figura 2. Curva de acumulación de especies por trimestre.

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Diversidad de especies | 279

Cuadro 1. Continuación.Especie Abundancia relativa (%)

Herpailurus yagouaroundi 0.41

Canis latrans 1.64

Urocyon cinereoargenteus 49.18

Mephitis macroura 2.46

Conepatus leuconotus 0.41

Bassariscus astutus 11.48

Nasua narica 4.92

Procyon lotor 0.41

Odocoileus virginianus 13.11

Elizalde-Arellano, C., J.C. López-Vidal, E.Q. Uhart et al. 2010. “Nuevos registros y extensiones de distribución de mamíferos para Guanajuato”, Acta Zoológica Mexi-cana (nueva serie) 26: 73-98.

Iglesias, J., V. Sánchez-Cordero, G. Magaña-Cota et al. 2008. “Noteworthy records of margay, Leopardus wie-dii and ocelot Leopardus pardalis in the state of Gua-najuato, Mexico”, Mammalia 72: 347-349.

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Ramírez-Pulido, J., A. Castro-Campillo, M.A. Armella et al. 2000. Bibliografía reciente de los mamíferos de Mé-xico 1994-2000. México, Universidad Autónoma Me-tropolitana (uam)-Iztapalapa.

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—, G. Téllez-Girón y G. Magaña-Cota. 2009. Regis-tros tradicionales de murciélagos para Guanajuato. Acta Universitaria, Dirección de Investigación y Pos-grado, Universidad de Guanajuato (uG) 19: 40-47.

—, G. Téllez-Girón, G. Magaña-Cota et al. En prepa-ración. Mamíferos no voladores de Guanajuato, Méxi-co: una primera revisión y nuevos registros estatales.

Vié, J.C., C. Hilton-Taylor y S.N. Stuart (eds.). 2009. Wil-dlife in a Changing World–an Analysis of the 2008 iuCn Red List of Threatened Species. Gland Switzer-land: iuCn.

Literatura citada

Arita, H.T. 1993. “Riqueza de especies de la mastofauna de México”, en R. Medellin y G. Ceballos (eds.), Avan-ces en el estudio de los mamíferos de México, vol I. México, Asociación Mexicana de Mastozoología, A. C., Publicaciones Especiales, pp. 109-128.

Botello, F.J. 2004. Comparación de cuatro metodologías para determinar la diversidad de carnívoros en Santa Catarina Ixtepeji, Oaxaca, tesis de licenciatura, Facul-tad de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

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—, P. Illoldi-Rangel, M. Linaje et al. 2006. “Primer registro del tigrillo (Leopardus wiedii Schinz 1821) y del gato montés (Lynx rufus Kerr 1792) en la Reserva de la Biósfera de Tehuacán-Cuicatlán, Oaxaca, Méxi-co”, Acta Zoológica Mexicana 22: 135-139.

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280 | La Biodiversidad en Guanajuato

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Ramón CeCaiRa-RiCoy | Jesús antonio iGlesias heRnánDez | Juan Felipe ChaRRe meDellín RiCaRDo Bolaños maRtínez | GloRia euGenia maGaña-Cota | víCtoR sánChez-CoRDeRo | enRique kato miRanDa

FRanCisCo JavieR Botello lópez

REGISTRO NOTABLE DE TRES ESPECIES DE MAMÍFEROS EN LA RESERVA DE LA BIOSFERA SIERRA GORDA DE GUANAJUATO

estuDio De Caso

En general, se han realizado pocos estudios faunísticos sobre el estado de Guanajuato (Flores-Villela y Gerez 1994; Mendoza-Quijano et al. 2001). Sin embargo, acerca de los mamíferos esta situación ha ido mejorando en años recientes (Sánchez et al., 2012). Por otra parte, el reciente decreto de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda de Guanajuato y su gran potencial de biodiversi-dad (véase Charre et al., 2012; Gurrola et al., 2012; Iglesias et al., 2008; Iglesias et al., 2012; Reynoso et al., 2012; Sánchez et al., 2012), ha motivado la realización de trabajo de campo que ahora permi-te reportar sobre la presencia de mamíferos gran-des y medianos, mediante la técnica de fototram-peo. El objetivo es incrementar el conocimiento de la diversidad de estos vertebrados en la Reserva de la Biosfera y el estado.

Se seleccionaron tres sitios, dos ubicados en el municipio de Xichú y uno en el de Victoria. El primero, conocido como El Roblar (carta Inegi Xichú F14C36; 21.43444 N, -99.79995 W), está ubicado en un macizo montañoso con una vege-tación mezclada de encino y bosque tropical ca-ducifolio y con una altura promedio de 1 700 msnm. El siguiente sitio, nombrado genérica-mente como arroyo Majada (carta Inegi Xichú F14C36; 21.42817 N, -9981814 W), presenta una serie de cauces de agua de temporal que derra-man hacia el oeste del macizo montañoso, justa-mente al arroyo Majada y que están considerados por los habitantes del lugar como “pasaderos” de fauna. Estos arroyos presentan altitudes que van de los 700 a los 1 700 msnm. La vegetación pre-dominante de este segundo sitio es de bosque tropical caducifolio.

El tercer sitio, Ejido Derramaderos y terrenos privados de Ruperto Oviedo, se ubica en el muni-cipio de Victoria (carta Inegi El Carricillo F14C37;

21.33583 N, -100.13367 W), colindando al este con el municipio de Xichú y varios kilómetros al nor-noreste con el estado de San Luis Potosí, siendo esta zona un probable corredor biológico para la fauna dada la continuidad ambiental que presenta (Cecaira-Ricoy, comunicación personal). El sitio se caracteriza por presentar una vegetación de pino, encino y transición pino-encino, con una altura promedio de 2 200 msnm.

Se colocaron 19 fototrampas digitales (Wildview Xtreme 5) y tres análogas (Stealth-Cam TM, 35 mm), cinco en la localidad El Roblar, cinco en Arroyo Ma-jada y 12 en Derramaderos Ruperto Oviedo. El es-fuerzo de muestreo fue de 75 días/trampa.

Resultados

Para El Roblar se registraron cinco especies de mamíferos, en arroyo Majada dos especies y en Derramaderos Ruperto Oviedo siete especies, siendo algunas repetidas para los tres sitios. El total de especies diferentes asciende a nueve (cuadro 1). De estas especies destacan los regis-tros de Spilogale gracilis, (21.36177 N, -100.12202 W; alt 2 154 msnm) (figura 1), Leopardus par-dalis (21.43155 N, -9980078 W; alt 1 701 msnm) y Lynx rufus escuinapae (21.36177 N, -100.12202 W; alt 2 154 msnm), tres carnívoros poco docu-mentados no solamente en el estado, sino a ni-vel nacional. Todos los registros serán incluidos en la Colección de Fotocolectas Biológicas del Instituto de Biología de la unam (número de catálogo en trámite).

Discusión y conclusiones

Si bien siete de las nueve especies han sido des-critas históricamente y también recientemente

Cecaira-Ricoy, R., J. A. Iglesias-Hernández, J. F. Charre-Medellín, et al. 2012. “Registro notable de tres especies de mamíferos en la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 280-282.

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Especie Abundancia relativa (%)

Didelphis virginiana 0.41

Dasypus novemcinctus 1.23

Sylvilagus floridanus 3.69

Spermophilus variegatus 1.23

Sciurus sp. 4.51

Lynx rufus 2.87

Puma concolor 2.05

Herpailurus yagouaroundi 0.41

Canis latrans 1.64

Urocyon cinereoargenteus 49.18

Mephitis macroura 2.46

Conepatus leuconotus 0.41

Bassariscus astutus 11.48

Nasua narica 4.92

Procyon lotor 0.41

Odocoileus virginianus 13.11

Cuadro 1. Listado de mamíferos registrados en cada uno de los tres sitios.

para el estado (véase Iglesias et al. 2008; Iglesias et al., 2012 y Charre et al., 2012), resulta relevan-te contar con el primer registro georreferenciado del zorrillo listado (S. gracilis) para la zona. El primer ejemplar para el estado de Guanajuato fue registrado por Alfredo Dugès, en 1895, pero sin reportar la localidad específica (Dugès, 1895).

Por otro lado, los dos felinos registrados, L. pardalis y L. rufus, son mamíferos de talla media-na, carnívoros especialistas que pueden ser indi-cadores de un buen grado de conservación en la zona (Glitteman et al., 2001; Travaini et al., 1997).

Ambos felinos fueron recientemente registra-dos en la reserva pero en diferentes localidades, entre las cuales hay una distancia de 6.64 km lineales para el registro de ocelote (Iglesias et al., 2008) y 16.73 km lineales para el registro del lince (véase Charre et al., nombre de la contribu-ción). Al estar las dos especies de felinos consi-deradas bajo alguna categoría de riesgo

Figura 1. Zorrillo manchado (Spilogale gracilis) en el municipio de Victoria, Guanajuato. Las leyendas inferiores de la imágen hacen referencia al modelo de la fototrampa, la fecha, la hora y la fase lunar (fotografía de Ramón Cecaira-Ricoy).

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(Semarnat, 2010; iuCn, 2009), una vez detectados en el área resulta esencial orientar estudios para conocer sus parámetros demográficos más im-portantes y la salud genética de sus poblaciones (Cecaira-Ricoy, comunicación personal); ese tipo de estudios pueden ser útiles para plantear estra-tegias regionales de conservación como podrían ser el mantenimiento o recuperación de la conec-tividad entre áreas protegidas del estado.

Con esta información resalta la necesidad de continuar con los estudios de distribución y abundancia en la Sierra Gorda de Guanajuato de estas y otras especies de mamíferos.

Agradecimientos

El presente estudio forma parte del los convenios ieG/DJ/Foam/univeRsiDaD De Gto/02/2005 y iee/DaJ/uG/anp sieRRa GoRDa/16/2008 financiados por el Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato.

Ramón Cecaira-Ricoy, agradece a Francisco Botello, Gloria E. Magaña Cota y Víctor Sánchez-Cordero Dávila por su apoyo y confianza. A Coat-licue García Jiménez por su invaluable ayuda en campo, a Luis Saenz Villa, conocedor de la Sierra Gorda, al “Guardian del Chilcuague”, a don Ru-perto Oviedo por su hospitalidad y todas la facili-dades prestadas, así como a Nicasio Velázquez Morales, Comisario Ejidal de Derramaderos.

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Diversidad de especies | 283

ósCaR J. polaCo † | José RuBén Guzmán-GutiéRRez | Felisa J. aGuilaR

LA PALEODIVERSIDAD DE GUANAJUATO, UNA SÍNTESIS DEL DESARROLLO DE SU PALEONTOLOGÍA DE VERTEBRADOS

Introducción

El territorio que hoy denominamos estado de Guanajuato ha sufrido numerosas transforma-ciones, las cuales conocemos a través de la geología y la paleontología. Esta última, al es-tudiar los fósiles que se han conservado en las rocas sedimentarias que se localizan en el esta-do, nos permite describir parte de los escenarios que existieron y sus respectivos organismos.

Los trabajos publicados que proporcionan da-tos sobre el conocimiento que se tiene de los fó-siles de vertebrados de Guanajuato enfatizan su importancia para conocer la historia y evolución paleogeográfica de la Mesa Central (Jiménez-Hidalgo et al., 2002; Miller y Carranza-Castañe-da, 2002), principalmente para el intervalo de tiempo del Eoceno hasta el Pleistoceno (55.8 mi-llones de años a 11 500 años antes del presente), aunque para este último se considera que lo pu-blicado, hasta la fecha, es relativamente escaso (Arroyo-Cabrales et al., 2002) (apéndice 1).

A la fecha se tienen reconocidas al menos seis áreas con fósiles (Cañada de Marfil [Eoce-no-Oligoceno], San Miguel de Allende [Mioce-no-Plioceno], Arperos, San Luis de la Paz, Gua-najuato y Moroleón [todas ellas para el Pleisto-ceno]) con aproximadamente 20 yacimientos o localidades fosilíferas que se encuentran en las mismas. A continuación se describe el desarro-llo histórico de las investigaciones paleontoló-gicas y sus aportaciones, las cuales permiten establecer la paleodiversidad de vertebrados para Guanajuato (cuadro 1).

Siglo xix

El primer registro publicado sobre hallazgos de fósiles de vertebrados de Guanajuato fue el rea-lizado por Edmond Guillemin-Tarayre (1867), al reportar un molar que atribuye a un bisonte en

los lechos de los arroyos que conducen a la ca-ñada de Marfil.

Posteriormente, Alfredo Dugès (1882) repor-ta el hallazgo de un fémur derecho de un pere-zoso gigante terrestre en Arperos, denominán-dole Scelidotherium guanajuatensis, nombre que actualmente se considera sinónimo de Ere-motherium laurillardi. Para 1887, el mismo Du-gès publica el descubrimiento de elementos es-queléticos fósiles en Moroleón, Guanajuato, que atribuyó a una nueva especie de pecarí fósil, denominándolo Platygonus alemanii.

En 1893, Alfonso L. Herrera, en su trabajo acerca del hombre prehistórico de América, re-porta el material remitido por el doctor Dugès encontrado en el distrito de León, que corres-ponde a un fragmento del cóndilo externo de un fémur de un gran animal que asigna al género, entonces válido, Elephas (actualmente Mam-muthus), el cual presenta surcos o entalladuras profundas en su cara interior.

Siglo xx

Es hasta la primera mitad del siglo xx cuando se reinician las investigaciones paleontológicas en el estado. En 1951, Alberto R. V. Arellano publica un listado faunístico, producto del análisis de una pequeña colección de molariformes fósiles, proce-dentes del Arroyo de la Carreta, localidad cercana al Rancho El Ocote, distrito de San Miguel de Allende y de lo que él colectó en el mismo sitio.

En el mismo trabajo, Arellano reporta dos si-tios más, Rancho Viejo, con osteodermos del ca-rapacho de un gliptodonte, y al suroeste de la ciudad de Guanajuato, donde se encontró un mo-lar de mamut y el cráneo completo de un équido.

Posteriormente, en 1952, Arellano señala la existencia de fauna muy antigua en la Cañada de

Polaco, Ó. J., J. R. Guzmán-Gutiérrez y F. J. Aguilar. 2012. “La paleodiversidad de Guanajuato, una síntesis del desarrollo de su paleontología de vertebra-dos” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Cona-bio)/ Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 283-289.

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Capí

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Clase Orden Familia Especie Edad Referencia

Osteichthyes Eoceno Arroyo-Cabrales et al. (2008)

Reptilia

Squamata

Iguanidae

Paradipsosaurus mexicanus Bridgeriano-Uintaniano Fries et al. (1955)

Aves

Podicipediformes

Podicipedidae

Aechmophorus cf. A. elasson

BlancanoSteadman y Carranza-Castañeda (2006)

Anseriformes

Anatidae

Cygnus (Olor) aff. buccinator BlancanoSteadman y Carranza-Castañeda (2006)

cf. Anabernicula BlancanoSteadman y Carranza-Castañeda (2006)

cf. Tadornini BlancanoSteadman y Carranza-Castañeda (2006)

Accipitriformes

Accipitridae BlancanoSteadman y Carranza-Castañeda (2006)

Mammalia

Condylarthra

Gen. et sp. Indet. Bridgeriano-Uintaniano Ferrusquía-Villafranca et al. (2002)

Insectivora

Notiosorex repenningi ?Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)

Chiroptera

Plionicterus sp. ?Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)

Edentata

Glyptotherium sp. Blancano Carranza-Castañeda y Miller (2004)

Plaina sp. Blancano Carranza-Castañeda y Miller (2004)

"Glossotherium" chapad-malense

Blancano McDonald (2002)

Glossotherium sp. Henfiliano-Blancano Miller y Carranza-Castañeda (1984)

Glossotherium sp. Pleistoceno Castillo-Cerón et al. (1996)

Megalonyx sp. Henfiliano Dalquest y Mooser (1980)

Eremotherium laurillardi Rancholabreano Monés (1973)

Lagomorpha

Cuadro 1. Listado paleofaunístico de Guanajuato.

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Clase Orden Familia Especie Edad Referencia

Hypolagus mexicanus Blancano Miller y Carranza-Castañeda (1982)

Hypolagus vetus Blancano Miller y Carranza-Castañeda (1982)

Hypolagus sp. Henfiliano Miller y Carranza-Castañeda (1982)

Notolagus velox Henfiliano Miller y Carranza-Castañeda (1982)

Paranotolagus complicatus Blancano Miller y Carranza-Castañeda (1982)

Pratilepus ? kansasensis Blancano Miller y Carranza-Castañeda (1982)

Rodentia

Floresomys guanajuatoensis Bridgeriano-Uintaniano Fries et al. (1955)

Guanajuatomys hibbardi Bridgeriano-Uintaniano Black y Stephens (1973)

Marfilomys aewoodi Bridgeriano-Uintaniano Ferrusquía-Villafranca (1989)

Spermophilus matachicensis ?Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Spermophilus sp. Henfiliano-Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Paenemarmota barbouri Henfiliano-Blancano Carranza-Castañeda (2006)

?Pliogeomys sp. Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)

Copemys aff. C. valensis ?Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)

Calomys baskini Henfiliano Carranza-Castañeda y Walton (1992)

Calomys elachys Henfiliano Carranza-Castañeda y Walton (1992)

Calomys winklerorum Henfiliano Carranza-Castañeda y Walton (1992)

Baiomys kolbi Henfiliano Carranza-Castañeda y Walton (1992)

Prosigmodon oroscoi Henfiliano Carranza-Castañeda y Walton (1992)

Prosigmodon chihuahuensis Henfiliano Carranza-Castañeda y Walton (1992)

Prosigmodon ferrusquiai Henfiliano Carranza-Castañeda y Walton (1992)

Neotoma cf. N. sawrockensis Henfiliano Carranza-Castañeda y Walton (1992)

Neotoma sp. Henfiliano Carranza-Castañeda y Walton (1992)

Neocherus cordobai Blancano Carranza-Castañeda y Miller (1988)

Neocherus sp. Blancano Carranza-Castañeda y Miller (1988)

Carnivora

Viverravus sp. Bridgeriano-Uintaniano Ferrusquía-Villafranca et al. (2002)

Canis ferox HenfilianoMiller y Carranza-Castañeda (1998 a, b)

Osteoborus cyonoides HenfilianoMiller y Carranza-Castañeda (1998 a, b)

Osteoborus cf. O. cyonoides Henfiliano Dalquest y Mooser (1980)

Borophagus diversidens BlancanoMiller y Carranza-Castañeda (1998 a, b)

Agriotherium schneideri Henfiliano Miller y Carranza-Castañeda (1996)

Taxidea mexicana Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)

cf. Mustela ?Blancano Carranza-Castañeda (2006)

cf. Trigonictis Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Pseudaelurus ? intrepidus Henfiliano Carranza-Castañeda y Miller (1996)

Felis cf. F. studeri Blancano Carranza-Castañeda y Miller (1996)

Felis ? lacustris ?Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Machairodus cf. M. colora-densis

Henfiliano-Blancano Carranza-Castañeda y Miller (1996)

Proboscidea Cuvieronius sp. ?Blancano Carranza-Castañeda y Miller (2004)

Rhynchotherium cf. R. falconeri

Henfiliano-Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Cuadro 1. Continuación.

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Capí

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Clase Orden Familia Especie Edad Referencia

Rhynchotherium sp. Henfiliano Dalquest y Mooser (1980)Stegomastodon sp. Henfiliano Miller y Carranza-Castañeda (1984)Mammuthus primigenius Pleistoceno Herrera (1893)Mammuthus sp. Pleistoceno Arellano (1951)

Perissodactyla

Tapiroidea Fam., Gen. y sp. indet. Bridgeriano-Uintaniano Fries et al. (1955)Teleoceras hicksi Henfiliano Prothero (2005)Calippus castilli Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)Neohipparion eurystyle Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)Nannipus minor Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)Nannipus peninsulatus Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Astrohippus stockii HenfilianoMiller y Carranza-Castañeda (1998 a, b)

Dinohippus interpolatus HenfilianoMiller y Carranza-Castañeda (1998 a, b)

Dinohippus mexicanus HenfilianoMiller y Carranza-Castañeda (1998 a, b)MacFadden y Carranza-Castañeda (2002)

Equus simplicidens Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Equus conversidens Pleistoceno Carranza-Castañeda y Miller (1991)

Artiodactyla

Bison sp. Pleistoceno Aveleyra-Arroyo de Anda (1950)

Desmathyus brachydontus Henfiliano Dalquest y Mooser (1980)

Platygonus alemaniiIrvingtoniano-Rancho-labreano

Dugés (1887)

Platygonus cf. P. alemanii Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Platygonus compressus Pleistoceno Villada (1903)

Platygonus sp. Pleistoceno Castillo-Cerón et al. (1996)

Megatylopus matthewi Henfiliano Dalquest y Mooser (1980)

Kyptoceras sp. Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)

Hemiauchenia vera Henfiliano Montellano-Ballesteros (1989)

Hemiauchenia blancoensis Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Hemiauchenia sp. Henfiliano-Blancano Montellano-Ballesteros (1989)

Alforjas sp. Henfiliano Montellano-Ballesteros (1989)

cf. Camelops Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Blancocamelus meadei Blancano Carranza-Castañeda (2006)

Hexabelomeryx fricki HenfilianoMiller y Carranza-Castañeda (1998 a, b)

Capromeryx tautonensis Blancano Jiménez-Hidalgo et al. (2004)

Texoceros sp. Henfiliano Carranza-Castañeda (2006)

Prosthennops sp. Henfiliano Miller y Carranza-Castañeda (1984)Antilocáprido indet.

Henfiliano Dalquest y Mooser (1980)

Incertae Sedis

Gen. et sp. indet. Bridgeriano-Uintaniano Ferrusquía-Villafranca et al. (2002)

Cuadro 1. Continuación.

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Diversidad de especies | 287

Marfil, conocida como el conglomerado rojo de Guanajuato, siendo una de las más antiguas de México, a la que le asigna una edad tentativa del Eoceno. De ésta se han descrito una iguana (Pa-radipsosaurus mexicanus) y dos roedores Flore-somys guanajuatoensis y Guanajuatomys hibbar-di (Fries et al., 1955; Black y Stephens, 1973).

Para la localidad de Arroyo la Carreta, Mooser publica sus estudios realizados en elementos es-queléticos y molariformes de mamíferos fósiles por él colectados, principalmente de équidos (1958, 1960, 1963, 1965, 1968, 1973). Una revisión de toda la fauna de mamíferos de Rancho el Ocote se llevó a cabo en 1980 por Dalquest y Mooser.

A partir de 1974 se han realizado trabajos de prospección y colecta paleontológica en el área de San Miguel de Allende, que a lo largo de más de 30 años han conformado una extensa colección de varios miles de ejemplares fósiles, que han ser-vido de base a diferentes publicaciones (apéndice 1), convirtiéndose en la paleofauna de macroma-míferos del Terciario tardío mejor conocida del centro de México, y probablemente del país, ya que el área incluye una sucesión de tres edades

terciarias norteamericanas de mamíferos terres-tres: Henfiliano temprano, Henfiliano tardío y Blancano temprano, de los que se han descrito varios géneros y especies nuevas para la ciencia.

Para el caso de la localidad de Marfil, entre 1987 y 1990 se realizaron trabajos de prospec-ción paleontológica en la misma (Ferrusquía-Villafranca et al., 2002), incrementando la pa-leodiversidad registrada. Con base al estado evolutivo de algunas de las formas endémicas presentes se precisa una edad del Eoceno medio (Bridgeriano-Uintano) (Ferrusquía-Villafranca et al., 2002).

Conclusiones

El estudio de estas áreas y sus fósiles permite incrementar el conocimiento de la paleodiver-sidad y el paleoambiente en que dichos organis-mos vivieron, así como las rutas de migración de ciertos vertebrados a lo largo del paleo-continente americano, convirtiendo así a Gua-najuato en una pieza importante en el estudio de las paleofaunas.

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Capí

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estuDio De Caso

maRio aRtuRo heRnánDez peña | CésaR aRias De la Canal

DIVERSIDAD BIOLÓGICA DEL JARDÍN BOTÁNICO EL CHARCO DEL INGENIO. SAN MIGUEL DE ALLENDE, GUANAJUATO

El Jardín Botánico El Charco del Ingenio forma parte del municipio de Allende en el estado de Guanajuato, México. Se encuentra ubicado en las coordenadas geográficas 20°51 N y 100°49 O, a una altitud en el punto más alto de 1 950 msnm y en el punto más bajo de la cañada de 1 895 msnm. El clima es predominantemente seco (BSh) con veranos moderadamente calurosos y húmedos e inviernos relativamente frescos y se-cos, con lluvias en verano (Köppen modificado por García, 1964) y temperaturas medias entre 16 y 22 °C. El jardín botánico cuenta con un te-rritorio de aproximadamente 100 ha ubicado sobre una mesa de roca sólida de origen volcáni-co; su fisiografía es accidentada, por lo que se puede apreciar una cañada hacia la parte oeste de 50 m de profundidad y 1 km de largo, aproxi-madamente, más ancha en su inicio y marcada-mente estrecha hacia el final. Igualmente existe un humedal artificial al este, construido sobre el vaso azolvado de la antigua presa Las Colonias. Rodeando la presa y la cañada, se extienden dos planicies: la del lado norte alberga una amplia superficie de pastizales inducidos y relictos de matorral xerófilo, mientras que sobre la del lado sur, se extiende un matorral de tipo xerófilo más conservado (Meagher, 2007).

La cañada del jardín botánico representa un microambiente con características edafológicas y climáticas que han permitido el desarrollo de especies de climas más templados y húmedos (fi-guras 1 y 2); como el helecho Adiantum andico-la que solamente se encuentra al fondo de la ca-ñada, árboles a la orilla del arroyo como Salix bonplandiana y Schinus molle, Carya illinoinen-sis, Cinnamomum pachypocum y Morus celtidi-folia, entre otras. Así también se observan algu-nas plantas suculentas como Sedum ebracteatum, Sedastrum y Villadia misera (V. parviflora) que se han establecido entre las grietas de las rocas

que conforman las paredes de la cañada, donde se ha acumulado algo de suelo, al igual que Bur-sera fagaroides, árbol pequeño de tronco grueso que raramente excede los 2 m de largo.

El humedal está compuesto por más de 20 islas artificiales (construidas durante la última década como parte del programa de restaura-ción ambiental del jardín botánico), de formas variadas (figura 3), en donde se han establecido especies de la vegetación riparia no nativa, pero ya establecida en la región como: Arundo do-nax, Cyperus ochraceus, Helenium mexicanum, Eleocharys macrostachya, Sagittaria longiloba y Typha latifolia, todas ellas representan un hábi-tat para las aves acuáticas del ecosistema. En las partes someras del humedal, predomina la presencia de Polygonum mexicanum y sobre las aguas más profundas se aprecia el helecho de agua Marsilea mollis. Otras zonas húmedas y que se encharcan en la época de lluvia, permi-ten el crecimiento de pastos como Chloris sub-mutica, Cynodon dactylon, Echinochloa crusga-lli, Hilaria cenchroides, Panicum obtusum y Pennisetum crinitum, entre otros.

El matorral xerófilo se distribuye principal-mente sobre suelos muy someros en la parte sur del jardín botánico (figura 4), donde predominan los pastos como Bothriochloa barbinodis, Eragros-tis mexicana, Microchola kunthii y Nassella mu-cronata y algunas herbáceas en sotobosque, tam-bién elementos arbustivos de porte bajo como, Dalea bicolor, Zaluzania augusta, Celtis pallida y C. caudata, estos últimos dos se reportan como los primeros registros para el municipio de Allende, y otros de mayor tamaño como Acacia farnesiana, A. schaffneri (huizache), Myrtillocactus geometri-zans (garambullo), Opuntia (nopal), Prosopis lae-vigata (mezquite) y una variedad de arbustos, en-tre los cuales predominan los pertenecientes a las familias Asteraceae y Fabaceae. De igual manera,

Hernández Peña, M. A. y C. J. A. Arias de la Canal. 2012. “Diversidad Biológica del Jardín Botánico El Charco del Ingenio, San Miguel de Allende, Gua-najuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 290-295.

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Figura 1. Vista panorámica de la cañada del Jardín Botánico (fotografía de Miriam Marlene Parra Santana).

se aprecia la presencia de varias especies de cac-táceas de porte columnar de los géneros Cylindro-puntia, Myrtillocactus y Opuntia, otras de tipo globoso como Mammillaria zephyranthoides, M. magnimamma, Ferocactus latispinus, F. robustus y Stenocactus crispatus que también forman par-te de este tipo de vegetación (Meagher, 2006).

La zona norte está predominantemente cubier-ta por pastizal inducido, producto de actividades agrosilvopastoriles desarrolladas en el lugar antes del establecimiento del jardín botánico. En la zona prevalece el pasto rojo de origen africano, Rhyn-chelytrum repens, el cual por ser altamente agre-sivo ha desplazado a los pastos nativos de la loca-lidad lo que ha impedido el establecimiento de otras herbáceas como la hierba del sapo (Eryn-gium heterophylllum) y la hierba de la golondrina (Mecardonia procumbens), que de manera natural son pioneras en la colonización de ecosistemas perturbados de zonas áridas y semiáridas (Meag-her y Wayne, 2007).

Dentro de la flora más impresionante que se distribuye en el lado sur del jardín botánico, se pueden mencionar a los individuos pertenecientes

a la familia Orchidaceae. Sin embargo, Meagher (2007) reporta ocho especies de orquídeas en los hábitats semiáridos del jardín botánico: Deiregyne confusa, D. rhombilabia, Habenaria strictissima, Mesandenus polyanthus, Platanthera sp., Sphi-ranthes sp. S. aurantiaca y S. cinnabarina.

Del inventario florístico realizado por Meagher (2007) en El Charco del Ingenio, se han registrado dos hallazgos sobresalientes; Juncus effusus, quien ha sido colectada sólo en el jardín botánico, y Anredera cordifolia, resultando en nuevos regis-tros para el estado. De igual manera, con respecto a los helechos Bommeria hispida y Phlebodium areolatum, también son nuevos registros para el estado, según la lista de Díaz-Barriga y Palacios-Ríos (1992). Asimismo, se reporta el primer regis-tro de 17 especies pertenecientes a diversos taxa para el municipio de Allende.

Diversidad de líquenes en la zona de el charco del ingenio

Los líquenes son organismos formados por la simbiosis entre un hongo y un alga; el hongo

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Figura 2. Manantial El Charco del Ingenio (fotografía de Miriam Marlene Parra Santana).

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Figura 3. Vista panorámica del humedal del Jardín Botánico El Charco del Ingenio (fotografía de Miriam Marlene Parra Santana).

Figura 4. Vista panorámica del matorral xerófilo en la parte sur del jardín botánico (fotografía de Miriam Marlene Parra Santana).

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penetra las células del alga y aporta humedad y sales minerales, de tal manera que, el hongo protege al liquen de la desecación e incrementa su capacidad de absorción de agua, mientras que el alga lleva a cabo el proceso fotosintético para sintetizar el alimento del liquen. Estos organis-mos son altamente resistentes a las condiciones ambientales adversas y tienen una capacidad de regeneración muy rápida, por lo que son capaces de colonizar una amplia variedad de ecosiste-mas. Generalmente, son los primeros en estable-cerse en medios con escasos nutrientes ya que, producen sustancias liquénicas que degradan la roca, contribuyendo a la formación de suelo para facilitar el establecimiento de otras especies (Hawksworth, 1988). Son organismos que se establecen y se les encuentra sobre madera, roca y tierra, entre otros (figura 5).

Los líquenes son utilizados como indicado-res biológicos de la calidad del aire, sobre todo en las primeras etapas de vida, debido a su alta susceptibilidad al dióxido de azufre, presente en la lluvia ácida. Los estudios que se han he-cho sobre este grupo de organismos en México, en su mayoría han sido sólo inventarios (Oga-ta et al., 1994).

En los espacios de El Charco del Ingenio, Nash y Egan (2008), identificaron por primera vez la presencia de 51 especies de líquenes, 39 de ellos creciendo sobre rocas. De dichas espe-cias destacan los géneros: Acarospora, Buellia, Candelariella, Flavopunctelia y Lecidella. Ade-más, los autores mencionados encontraron nue-ve especies establecidas sobre especies madera-bles como Caloplaca holocarpa, Candelaria con-color, Canoparmelia texana; una sobre opuntias (Teloschistes chrysophthalmus) y dos sobre sus-trato de tierra (Psora icterica y Cladonia sp.).

Respecto a la conservación de la diversidad vegetal in situ, resulta relevante la experiencia lograda y asumida hasta el momento por la or-

ganización de la sociedad civil El Charco del Ingenio, quien ha asumido el manejo y gestión del sitio a manera de una reserva natural.

Cabe señalar que los jardines botánicos alre-dedor del mundo desempeñan un rol sumamen-te importante para la conservación ex situ de la diversidad vegetal, manteniendo en sus colec-ciones vivas ejemplares representantes de la flora mundial.

A lo largo de 20 años El Charco del Ingenio ha sido un interlocutor entre el mundo academi-cista y la población local y de la región –quienes se encuentran en contacto diario con los recursos naturales–, logrando tender puentes de comuni-cación y democratizando la información reque-rida para la valoración de nuestra diversidad vegetal. Es así como el sitio ha servido no sola-mente para la contemplación del paisaje, sino como elemento educativo que logra sensibilizar respecto a la necesidad de preservar la estructu-ra y función de todos los elementos y actores que integramos nuestro medio ambiente.

Literatura citada

Díaz-Barriga, H. y M. Palacios-Ríos. 1992. “Listado preli-minar de especies de pteridofitas de los estados de Gua-najuato, Michoacán y Querétaro”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo complementario iii.

Figura 5. Líquenes diversos sobre rocas, Charco del Ingenio (fotografía de Mario Hernández).

García, E. 1964. Modificación al sistema de clasificación cli-mática de Köppen (para adaptarlo a las condiciones de la República Mexicana). México, Instituto de Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México (unam).

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Hawksworth, D.L. 1988. “Interacciones hongo-alga en simbiosis liquénicas y liquenoides”, Anales del Jardín Botánico de Madrid 46: 235-247.

Meagher, W.L. 2006. “Flora Espontánea del Jardín Botá-nico ‘El Charco del Ingenio’, San Miguel de Allende, México”. Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes. fascículo complementario, 2ª edición.

—. 2007. “Revisión y Actualización del Inventario de la Flora Espontánea del Jardín Botánico ‘El Charco del Ingenio’, San Miguel de Allende, Guanajuato (Méxi-co)”. Flora del Bajío y Regiones Adyacentes, fascículo complementario xxii.

— y C. Wayne. 2007. Wild and wonderful, nature up close in the botanical garden “El Charco del Ingenio”, San Miguel de Allende, Gto., W&W Publishing.

Nash, T.H. y T. Egan. 2008. Líquenes del Charco del Inge-nio. Datos sin publicar.

Ogata, N., D. Nestel, V. Rico-Gray et al. 1994. Los mixo-micetes citados de México, Acta Botánica Méxicana 27: 39-51.

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espeRanza quezaDa Guzmán

CONOCIMIENTO DE LA DIVERSIDAD DE CACTÁCEAS EN GUANAJUATO: UN EJERCICIO DE COMPILACIÓN DE PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS Y COLECCIONES BIOLÓGICAS

Las cactáceas constituyen un grupo de plantas nativas del Continente Americano y la mayor parte de sus especies se distribuyen en las re-giones áridas y semiáridas (y subtropicales), donde se conocen más de 70% de las especies y disminuyen considerablemente en aquellos de-siertos de condiciones climáticas extremosas (Arias-Montes, 1997).

Desde el siglo pasado millones de especímenes de cactáceas han sido extraídos de su hábitat y enviados al extranjero, principalmente para complacer a coleccionistas aficionados que apre-cian su belleza (figura 1). Este saqueo ha sido una de las causas principales de que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (iuCn), en México se registren 217 es-pecies amenazadas, entre indeterminadas, raras,

vulnerables y en peligro de extinción; además de que cada especie de la familia cactácea está in-cluida en el Apéndice II del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (Cites), lo que indica que su comercio internacional está controlado y monitoreado bajo licencia (Soberón, 1998).

Para conocer el panorama de conservación de esta familia en Guanajuato (figura 1) fue ne-cesario buscar y concentrar la información ya publicada que se hallaba dispersa, así como la información de fuentes primarias (es decir, a partir de algunas colecciones biológicas de co-bertura nacional, regional y estatal).

Para elaborar el listado de especies de cactá-ceas del estado se hizo una revisión exhaustiva de registros documentados de cactáceas para

Figura 1. Mamillaria densispina tomada en Sierra de Lobos (fotografía de Esperanza Quezada).

Quezada-Guzmán, E. 2012. “Conocimiento de la diversidad de cactáceas en Guanajuato: un ejercicio de compilación de publicaciones especializadas y colecciones biológicas” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 296-299.

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Guanajuato y se examinaron las colecciones científicas nacionales y regionales de universi-dades e instituciones de investigación (herba-rios, jardines botánicos, invernaderos, conser-vatorios, bases de datos, bancos de semillas, archivos fotográficos, viveros, reservas ecológi-cas). Las colecciones científicas concentran in-formación primaria para generar el conocimien-to de la diversidad biológica y su distribución geográfica. Es decir, reúnen los especímenes y la información de campo asociada que compren-de los datos básicos del hábitat (localidad, ca-racterísticas bióticas y abióticas, fecha de colec-ta, etc.), indispensables para conocer la diversi-dad biológica de una región determinada.

Publicaciones especializadas

Esta modalidad plasmó la revisión de literatura especializada, registros publicados de cactáceas colectadas y localizadas en el estado, las cuales se presentan en obras tan importantes como las mostradas en el cuadro 1 (apéndice 1).

Colecciones científicas: consulta y captura de información

El reto que representa reunir la información rela-tiva a la riqueza biológica y ponerla en un forma-to accesible al público en general, es enorme. Las colecciones científicas albergan el acervo de in-formación primaria para generar el conocimiento de la biodiversidad biológica y su distribución geográfica. La información sobre los especímenes colectados y depositados en las colecciones cientí-ficas contiene los datos básicos (por ejemplo, loca-

lidad y hábitat) así como la derivada de los inven-tarios biológicos, lo que constituye herramientas fundamentales para conocer la biodiversidad en una región determinada (Hernández et al., 2001).

Las diferencias tanto en la estructura de las bases de datos existentes (las que aún están en formación) como en los sistemas utilizados para el almacenamiento de la información son mu-chas, por lo que el complejo proceso de consul-ta requiere de años de trabajo. Como resultado de lo anterior se cuenta con las bases de datos relativas a las cactáceas que han sido registra-das en algún estudio para el estado de Gua-najuato (apéndices 2, 3, 4 y 5).

A continuación se mencionan los distintos acervos de información consultados para la ela-boración de los listados apéndices.

Acervos de cobertura nacional consultados:

mexu-Herbario, Jardín Botánico e Invernaderos del Instituto de Biología en la Universidad Na-cional Autónoma de México.

enCB-Herbario de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas en el Instituto Politécnico Nacional.

ineGi-Herbario y Base de Datos-Herbario del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en la ciudad de Aguascalientes.

Banco de Datos de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

Acervos de cobertura regional examinados:

Banco de semillas, Jardín Botánico, Invernadero y Conservatorio del Campo Experimental Palma

Fecha Autores Especies Cobertura Enfoque

1963 (1920) Britton y Rose 5 América The Cactaceae

1967 Dudley B. Gold 108 Estatal Cactáceas y Suculentas

1978 – 1991 Bravo y Sánchez M. 62 Nacional Las Cactáceas de México

1994 Hernández y Godínez 11 Nacional Cactáceas amenazadas

1997 Vovides, Luna Medina 2 Nacional Plantas raras y amenazadas

1998 Charles Glass 10 Nacional Guía cactáceas amenazadas

2003 Guzmán-Arias-Dávila 89 Nacional Catálogo Cactáceas

Cuadro 1. Número de especies pertenecientes a la familia Cactaceae reconocidas en publicaciones especializadas durante los últimos 83 años.

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Estado Registros Géneros Especies Herbarios

Guanajuato 101 22 95 4

Cuadro 2. Cactáceas reportadas para el estado, obtenidas de herbarios.

Fuente: Quezada et al., 2000.

de la Cruz en San Luis Potosí, del Instituto Na-cional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.

Herbario y Jardín Botánico del Centro Regional Zonas Aridas y Semiáridas (CRezas), en Salinas, San Luis Potosí, del Colegio de Posgraduados (Cp).

ansm-Herbario, Jardín Botánico, Base de Da-tos e Invernadero de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro en Saltillo, Coahuila.

WAGNER-Vivero Cadereyta, Quéretaro. H. Sánchez Mejorada-Jardín Botánico, Banco

de Germoplasma y Vivero del Instituto Tecno-lógico de Estudios Superiores de Monterrey-Campus Querétaro, Qro.

Herbario, base de datos del Herbario, Biblio-teca especializada, Jardín Botánico y Conserva-torio de Cactáceas y Suculentas en San Miguel Allende de la asociación civil Cante, Guanajuato.

huaa-Herbario, Base de Datos-Herbario y Rey Netzahualcóyotl-Jardín Botánico y Base de Da-tos-JB del Departamento de Botánica en la Uni-versidad Autónoma de Aguascalientes, Ags.

Cian-Herbario del Instituto Nacional de Inves-tigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias, en el Campo Experimental de Pabellón, Aguascalientes.

Acervos de cobertura estatal explorados:

Semarnat-Jardín Botánico de la Delegación en San Luis Potosí, S.L.P.

slpm-Herbario y Jardín Botánico del Institu-to de Investigaciones de Zonas Desérticas en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

qmex-Herbario, Base de Datos-Herbario e Inver-nadero de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Aztlán-Reserva Ecológica en Querétaro. Jardín Regional y Jardín Botánico “Manuel

González Cosío”, en Cadereyta, Qro. El Charco del Ingenio-Parque Natural de

Cante A.C. en Gto. iBuG-Herbario, Jardín Botánico e Invernadero

de la Universidad de Guadalajara. Jardín Botá-nico, Base de Datos-JB, así como el herbario y Base de Datos de la Universidad Autónoma de Guadalajara (GuaDa).

Jorge Meyrán-Jardín Botánico del Instituto Tecnológico de Aguascalientes Nº 20 – Centro de Investigación y Graduados de Aguascalientes, Aguascalientes.

Sistematización de bases de datos por fuente

Para elaborar las bases de datos de cactáceas para el estado se consultaron 51 acervos, de los cuales 12 son herbarios; 13 jardines botánicos; nueve bases de datos; dos bancos de semillas; 10 invernaderos y viveros; tres reservas ecoló-gicas; dos conservatorios, y cuatro bibliotecas especializadas en cactáceas.

La sistematización de los datos obtenidos se realizó de acuerdo al tipo de colección (herbario, jardín, base de datos, etc.), pues se reconoció di-ferente grado de confiabilidad de la información según el destino que tuvo el material colectado.

• Herbario. Se obtuvieron 101 registros para Guanajuato, albergados en cuatro herbarios (mexu, enCB, ineGi y iizD-slp), cuadro 2.

• Jardín botánico. Reúne información de confiabilidad frágil, ya que muchas colecciones no llevan registro formal del material. Un factor de inestabilidad en los jardines es que están ex-puestos a cambios climáticos, a daño físico, a descuido, a robo, etc., lo cual afecta mucho la estabilidad de las colecciones de plantas vivas en exteriores.

En algunas colecciones se realiza la propa-gación y venta de cactáceas como parte de sus actividades, tal como sucede en el Charco del Ingenio (antes Cante), en San Miguel de Allende, Guanajuato.

Conclusiones

Las colecciones científicas y los inventarios biológicos desempeñan un papel fundamental en los estudios y sistematización de la diversi-dad biológica, por lo que la elaboración de in-ventarios debe incluir siempre la consulta de las colecciones, ya que constituyen herramientas fundamentales en los estudios de la diversidad biológica. Ante el escenario de la pérdida de

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esta diversidad es importante considerar algu-nos aspectos: es urgente trabajar mucho más en la evaluación y el monitoreo de nuestro capital biológico, así como realizar un esfuerzo sensato de coordinación para priorizar metas con el fin de reorganizar y regularizar el uso de la infor-mación al interior de la comunidad científica internacional.

El interés en la consulta de colecciones y sus bases de datos se ha incrementado notablemen-te, manifestándose una creciente demanda al acceso electrónico de esa información. El grado de avance que cada sistema guarda respecto a las demás es muy variado, lo que dificulta el

intercambio de información sobre diversidad entre cada base de datos. Como cada acervo ma-neja diferentes programas electrónicos de cap-tura, no fue posible el tratamiento en una base común, como era el objetivo, con la información de las bases consultadas.

El uso de las bases de datos para almacenar información de las colecciones ha facilitado su consulta por la comunidad científica. En este sentido es indispensable considerar a corto pla-zo una red de conexión electrónica que enlace a las colecciones científicas, permitiendo su ac-ceso rápido y directo.

Literatura citada

Arias Montes, A.S. 1997. “Distribución general”, en Suculen-tas mexicanas Cactáceas. México, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Cona-bio)/ Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap)/Universidad Nacional Autónoma de México (unam)/Centro Universitario de Comunicación de la Ciencia (CuCC)/Cvs Publicaciones.

Hernández, H.M., A. García Aldrete, F. Álvarez et al. 2001. Enfoques contemporáneos para el estudio de la biodiversidad. Instituto de Biología, unam/Fondo de Cultura Económica (FCe).

Soberón, J. 1998. Guía para la identificación de Cactáceas amenazadas de México. Identification guide to threa-tened cacti of México. México, Cante/Conabio.

Bases De Datos ConsultaDas:

Cante, A.C. (ahora Charco del Ingenio A.C.) Base de Datos del Herbario Regional en San Miguel de Allende, Guanajuato.

Conabio Información sistematizada de los Proyectos: B 140; F 14; G3; J 1; J 97; P 26 y P 140.

GuaDa-Base de Datos-Herbario de la Universidad Autóno-ma de Guadalajara.

huaa-Base de Datos-Herbario del Departamento de Botá-nica en la uaa.

ineGi-Base de Datos-Herbario del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Jvet-Base de Datos-JB de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

qmex-Base de Datos-Herbario de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Rey Netzahualcóyotl Base de Datos-JB del Departamento de Botánica en la uaa.

uaaan-Base de datos-JB de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, Coahuila.

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GaBRiela GutiéRRez RoDRíGuez | héCtoR e. RoDRíGuez Chávez | BRenDa aRizai álvaRez sanDoval

COLECCIÓN BOTÁNICA DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL ALFREDO DUGÈS DE LA UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO

Introducción

Desde la antigüedad, estudiosos de la naturaleza y conocedores de la dependencia humana de las plantas propiciaron colecciones de ejemplares vivos, dando lugar a los llamados jardines botá-nicos, antepasados directos de lo que actualmen-te se conoce como herbarios. Éstos, en su acep-ción más generalizada, están conformados por un conjunto de plantas desecadas, identificadas taxónomicamente, organizadas bajo diferentes criterios (dependiendo de las necesidades de cada institución) y conservadas permanentemente para su consulta, pues constituyen un verdadero banco de información. Estas colecciones son una herramienta valiosa para la investigación cien-tífica básica o aplicada, por ejemplo: en estudios taxonómicos, ecológicos, fitogeográficos, etno-botánicos, así como en la educación a diferentes niveles de la población (Inegi, 1985).

Funciones y actividades de un herbario

Actualmente, un herbario es un banco crecien-te de información proveniente esencialmente de los ejemplares botánicos que representan la flora y vegetación de un área, por lo que es una herramienta fundamental en los estudios florís-ticos taxonómicos.

El desarrollo de un herbario se inicia: a) con la obtención de muestras botánicas como resultado de las colectas en campo, b) secado estético de las muestras, c) identificación, d) registro de los datos de campo, e) almacenamiento del material, y f) sistematización de la información; las que son or-ganizadas bajo sistemas específicos, de acuerdo con las necesidades de cada institución (investi-gación, enseñanza o servicio) y conservadas per-manentemente para su consulta (figura 1).

La organización de un herbario ya estableci-do consta de cuatro fases importantes: 1) enri-quecimiento; 2) procesamiento; 3) manteni-miento; 4) administración (Lot y Chiang, 1986).

Herbario del museo de historia natural Alfredo Dugès

Los inicios de este herbario datan del siglo xix, cuando en el año de 1870 el doctor Alfredo Du-gès impartió las cátedras de Zoología y Botánica en el Colegio del estado, hoy Universidad de Guanajuato. Como apoyo didáctico y de investi-gación inició colecciones botánicas de ejemplares

Figura 1. Posible espécimen tipo de Cedrela dugesii S. Watson.

Gutiérrez-Rodríguez, G., H. E. Rodríguez-Chávez y B. A. Álvarez-Sandoval. 2012. “Colección Botánica del Museo de Historia Natural Alfredo Dugès de la Universidad de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 300-301.

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de diferentes partes de la entidad y de otros de la República Mexicana, así como de un intercambio científico que sostuvo con distintas instituciones y sociedades de América y Europa.

A la muerte de Dugès, Rodolfo Ramírez rea-lizó los trámites necesarios para adquirir la co-lección personal e incorporarla a la del Colegio. De acuerdo a un inventario efectuado en 1915 el herbario contaba con 1 574 ejemplares y 11 duplicados (Universidad de Guanajuato, 1915).

Con el paso de los años esta colección se in-crementó de acuerdo a las donaciones de los alumnos de las cátedras de historia natural y de la compra de varios ejemplares en el extranjero.

El herbario pertenece a la Colección Científica del Museo de Historia Natural Alfredo Dugès de la Universidad de Guanajuato y a lo largo de su existencia ha sufrido un manejo y mantenimien-to inadecuado, por lo que perdió información básica de ejemplares como: colector, localidad, fecha, etc., que sustente su valor científico.

En el año 2001, se realizó la curación del herbario con las actividades de mantenimiento de acuerdo a Lot y Chiang (1986). Asimismo, se realizó la identificación y clasificación de acuer-do al sistema de Cronquist mediante el proyec-

to de Conabio V002: Colección científica “Mu-seo de Historia Natural Alfredo Dugès”.

El herbario cuenta actualmente con 2 436 ejemplares, incluyendo frutos, semillas y troncos de diferentes organismos, pertenecientes a 179 familias, 804 géneros, 1 254 especies, cuatro subespecies y 11 variedades que incluyen tanto a pteridofitas, gimnospermas y angiospermas.

La actualización y conservación de este ma-terial ha sido importante, ya que se podrá utilizar para consulta científica y además se pretende que sea base para la integración de un herbario de consulta para los estudiantes de nivel medio su-perior, licenciatura (biología, agronomía, cien-cias ambientales, carreras afines) y posgrados.

Recomendaciones.

Para la consulta del material de herbario se de-berá considerar que aunque la colección cuenta con organismos pertenecientes a 179 familias, aún faltan ejemplares representativos del estado de Guanajuato, sin embargo, la información pre-sente muestra un panorama de las especies que coexistían en la región y en otras partes del mundo durante los siglos pasado y antepasado.

Literatura citada

Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e In-formática). 1985. Catálogo de herbario tomo 1.

Lot, A. y F. Chiang. 1986. Manual de herbario. México, Consejo Nacional de la Flora de México.

Universidad de Guanajuato. 1915. Archivo de la Secreta-ría General, caja 4, carpeta 2, 4 de noviembre.

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ma. hilDa FloRes olveRa

EL HERBARIO NACIONAL DE MEXICO (MEXU) COMO FUENTE DE CONOCIMIENTO SOBRE LA DIVERSIDAD VEGETAL DE GUANAJUATO

El Herbario Nacional de México (siglas interna-cionales mexu), bajo custodia del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (iBunam) contaba desde su fundación, en 1929, con aproximadamente 12 000 ejempla-res que provenían de la Dirección de Estudios Biológicos. En 1915, esta dependencia guberna-mental había recibido las colecciones del Museo Nacional, de la Comisión Geográfica Explorado-ra y del Instituto Médico Nacional, resultado de la incipiente exploración científica del país rea-lizada durante el siglo xix. El incremento en la actualidad a 1 350 000 especímenes de algas, briofitas, hongos, líquenes y plantas vasculares, que representa casi la mitad del total depositado en acervos mexicanos, es resultado de la explo-ración a través de todo el país a lo largo de los 80 años de vida del iBunam. La colección incluye los especímenes de respaldo de los proyectos realizados por personal del propio iBunam y de diversas dependencias de la unam, así como de numerosos proyectos de investigación en todo el país, ya que mexu recibe donativos de ejemplares y mantiene intercambios con herbarios naciona-les y extranjeros que envían especímenes reco-lectados principalmente en el territorio nacional. La colección de mexu es, entonces, la referencia histórica y actual de las exploraciones del terri-torio nacional.

Es importante mencionar que si bien ninguno de los programas intensivos de exploración que se han implementado en el iBunam, principalmen-te desde 1980 a la fecha, ha incluido al estado de Guanajuato, algunos investigadores de este ins-tituto realizaron proyectos que involucraron re-colectas botánicas de la entidad. Esto derivó en una colección de plantas de dicho estado, aunque relativamente escasa comparada con la prove-niente de otros estados del país como Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla o la región

de Mesoamérica, con particular énfasis en Chia-pas (véase Dávila-Aranda y Germán-Ramírez, 1991). La colección de mexu ha sido enriquecida también con la incorporación de importantes herbarios como el de la Comisión Técnico Con-sultiva de Coeficientes de Agostadero (CoteCoCa) en 2003, con cerca de 48 000 muestras que con-tienen una importante representación de gramí-neas de todo el país. Herbarios regionales como el de Casiano Conzatti con especímenes prove-nientes del estado de Oaxaca, han sido también incorporados a mexu, aunque lamentablemente ninguno enfocado particularmente a Guanajua-to. La información de los ejemplares de mexu está siendo vertida en una base de datos que contiene a la fecha alrededor de 300 000 registros (lo que significa poco más de 22% de la colección) con-formada, a su vez, por información proveniente de 14 proyectos relativos a la colección de brio-fitas y plantas vasculares (incluyendo la de los tipos nomenclaturales), que son revisados conti-nuamente por especialistas nacionales y extran-jeros. Esta información está disponible en la pá-gina del iBunam (http://unibio.ibiologia.unam.mx).

Una visión preliminar de las recolectas reali-zadas en Guanajuato respaldadas en mexu, y disponibles en la base de datos, nos permite precisar que Jean L. Berlandier exploró el estado en 1827, quien perteneció a un grupo de colecto-res europeos precursores en el conocimiento de la flora del país en el México independiente (Rzedowski et al., 2009). Del periodo comprendi-do entre 1868 y 1915, caracterizado por una creciente afluencia de colectores norteamerica-nos y el establecimiento de instituciones mexi-canas dedicadas al conocimiento de la flora y fauna del país (Rzedowski et al., 2009), existen especímenes colectados por Nicolás León (en 1881), por Cyrus Guersney Pringle (en 1889 a 1904) y por Fernando Altamirano (en 1905).

Flores-Olvera, M. H. 2012. “El Herbario Nacional de México (mexu) como fuente de conocimiento sobre la diversidad vegetal de Guanajuato” en La Biodi-versidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 302-304.

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Entre los ejemplares incluidos en nuestra base de datos, tenemos tan solo un ejemplar colectado por Alfredo Dugès en 1897 y corresponde a Ei-chhornia crassipes, planta acuática muy común. Dugès realizó una significativa colección botáni-ca en Guanajuato entre 1865 y 1900 que fue es-tudiada por Asa Gray y Sereno Watson (Rze-dowski et al., 2009) y derivó en la descripción de al menos una decena de especies de varias fami-lias. Por esa razón, los especímenes tipo recolec-tados por él están resguardados principalmente en el Herbario de la Universidad de Harvard (siglas internacionales Gh), como es el caso, por ejemplo, de los holotipos de Perezia dugesii A. Gray (=Acourtia dugesii (A. Gray) Reveal & R. M. King, Asteraceae), Aphyllon dugesii S. Watson (Orobanchaceae), Salvia dugesii Fernald (Lamia-ceae), Tigridia dugesii S. Watson (Iridaceae), Sabal dugesii S. Watson (Arecaceae), etcétera. Del siglo xx hay una mejor representación de plantas de Guanajuato, con colectas realizadas durante los años treinta por Maximino Martínez, en los cuarenta por Rogers McVaugh, H.E. Moore Jr., Fred A. Barkley y Thomas Morley y de los cin-cuenta por Reynaldo Arroyo F., David Elizondo C., C.H. Mueller, L. Paray, e Ira L. Wiggins. La mayor parte de los ejemplares de Guanajuato en mexu corresponden al periodo de los setenta a los noventa y se deben principalmente a los trabajos de exploración realizados por Jerzy Rzedowski, D.E. Breedlove, Jean Kishler, José Carmen Soto Núñez, E. Carranza, E. Ventura V., Juan Martínez Cruz, Sergio Zamudio Ruíz y Rosaura Grether González. Adicionalmente, mexu cuenta con un acervo fotográfico que incluye diapositivas de la flora de Guanajuato obtenidas por Jean Kishler, respaldadas en su mayoría por especímenes des-hidratados en la colección.

La colección de mexu tiene poco más de 9 000 especímenes tipo (que sirvieron como referencia para la descripción de taxones nuevos para la ciencia y unen el nombre científico permanente-mente a los especímenes). En esta colección, 23 ejemplares provienen de Guanajuato, principal-mente de los municipios de Acámbaro y Victoria, los que fueron utilizados por diversos especialis-tas para describir 14 especies de las familias Aga-vaceae (una especie), Asteraceae (cinco), Cacta-ceae (uno), Crasulaceae (dos), Labiatae (una),

Figura 1. Espécimen tipo de Guanajuato de la co-lección de mexu. Holotipo de Polianthes multicolor E. Solano & Dávila

Figura 2. Espécimen tipo de Guanajuato de la colec-ción de mexu. Isotipo de Eutetras pringlei Greenm.

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Loranthaceae (una), Portulacaceae (una), Rham-naceae (una) y Verbenaceae (una) (figuras 1 y 2).

Sin que al momento podamos aportar datos definitivos sobre la diversidad vegetal de Gua-najuato, en mexu tenemos disponibles 420 regis-tros de briofitas y cerca de 100 de helechos de los géneros Astrolepis, Cheilanthes y Dryopteris pro-venientes del estado. La mayor cantidad de regis-tros corresponde a plantas vasculares (aproxima-damente 3 500). Entre las familias de angiosper-mas mejor representadas en los registros de mexu por su diversidad de géneros están las Asteraceae (68), Leguminosae (30), Orchidaceae (16), Poaceae (24), Rubiaceae (18) y Cruciferae (12). Le siguen Verbenaceae (ocho), Asclepiadaceae (siete), Cu-curbitaceae (siete), Acanthaceae (seis), Convol-vulaceae (cuatro), Solanaceae (cuatro) y Brome-liaceae (tres). La representación en mexu de espe-címenes de las cinco primeras familias está en concordancia con las familias de mayor diversi-dad de géneros en México considerando los datos de Villaseñor (2004). Géneros importantes por su número de especies en el estado son Opuntia con 38, Quercus con 27 y Agave con 10. Entre los árboles de Guanajuato, destacan especies de Quercus (encinos) (como es referido por Rze-dowski y Calderón de Rzedowski en este capítu-lo), además de las del género Pinus por su impor-tancia económica como la piñonera (P. cembroi-des) con registros provenientes de los bosques del cerro El Pichardo y la Sierra El Cubo. Es también interesante la presencia de Ostrya (Betulaceae), un género característico de bosques mesófilos

que, como otros, ha sido muy alterado por la ac-tividad humana (Rzedowski y Calderón de Rze-dowski, en este capítulo).

Todas estas colectas demuestran que ha ha-bido esfuerzos por el conocimiento de la flora de Guanajuato, pero se han dado de manera ais-lada y fragmentaria, con excepción de las reco-lectas más intensas de Jerzy Rzedowski y cola-boradores. Por tal motivo, para disponer de un listado completo de especies de Guanajuato se requiere aún de exploración de campo y un mi-nucioso trabajo de búsqueda de muestras y re-copilación de información en las diferentes co-lecciones botánicas, particularmente de mexu. La participación de especialistas en cada grupo de plantas para las correctas determinaciones de los ejemplares y actualizaciones requiere la inversión de mucho tiempo si se desea lograr una recopilación exhaustiva y un análisis ade-cuado sobre diversidad y endemismo o proba-bles especies extintas en Guanajuato. Un avan-ce para el conocimiento de la flora del estado son las contribuciones sobre árboles silvestres (Rzedowski y Calderón de Rzedowski) y sobre plantas acuáticas (Martínez y Hernández-San-doval) que se presentan en este capítulo.

Agradecimientos

Agradezco a Maru García Peña por la informa-ción y las figuras de los ejemplares tipo y a Daniel Pérez Castillo por el apoyo para la con-sulta de la base de datos.

Literatura citada

Dávila-Aranda, P.D. y M.T. Germán-Ramírez. 1991. Herba-rio Nacional de México. México, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México (iBunam).

iBunam (Instituto de Biología de la Universidad Nacional Au-tónoma de México). http://unibio.ibiologia.unam.mx/.

Martínez, M. y L. Hernández-Sandoval. 2012. “Plantas acuáticas”, en La Biodiversidad en Guanajuato: Estu-dio de Estado. México, Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio)/Insti-tuto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee).

Rzedowski, J., G. Calderón de Rzedowski y A. Butanda. 2009. Los principales colectores de plantas activos en México entre 1700 y 1930. Pátzcuaro (Michoacán), Instituto de Ecología, A.C./Conabio.

— y G. Calderón de Rzedowski. 2012. “Lista prelimi-nar de árboles silvestres”, en La Biodiversidad en Gua-najuato: Estudio de Estado. México, Conabio/iee.

Villaseñor, J.L. 2004. “Los géneros de plantas vasculares de la flora de México”, Boletín de la Sociedad Botáni-ca de México 75: 105-135.

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estuDio De Caso

GloRia e. maGaña-Cota

MUSEO DE HISTORIA NATURAL ALFREDO DUGÈS: COLECCIONES ZOOLÓGICAS

Antecedentes

Las colecciones zoológicas que se encuentran en el Museo de Historia Natural Alfredo Dugès tie-nen su origen en el Gabinete de Historia Natural del Colegio del Estado, hoy Universidad de Gua-najuato. El Gabinete se formó con la finalidad de impartir las cátedras de Botánica y Zoología en las carreras de Ingeniería de Minas, Ingeniería en Geografía, Farmacéutica y Medicina en 1870 (Lanuza, 1924), y estuvo a cargo del doctor Al-fredo Dugès, francés, médico de profesión, quien llegó con su cónyuge en mayo de 1853 a la Repú-blica Mexicana y fijó su residencia en 1860 en la ciudad de Guanajuato. A partir de 1870, el doctor Dugès inició las cátedras de Zoología y Botánica, haciéndose cargo del Gabinete de Historia Natural y del Jardín Botánico (Arellano, 1952; Beltrán, 1945, 1953; Beltrán et al., 1990). Su sobresaliente trayectoria le hizo acreedor a merecidos homena-jes tanto en ceremonias como en artículos escri-tos (Herrera, 1902, 1910; Lanuza, 1924; Martín del Campo, 1937; Villada, 1911), misma que en Guanajuato ha sido reconocida, por lo que es considerado como un ilustre guanajuatense, ade-más, el premio que otorga el Congreso del Estado a los logros científicos lleva su nombre.

Las colecciones zoológicas del Museo de Histo-ria Natural Alfredo Dugès, son de las mejores con-servadas de la segunda mitad del siglo xix y prin-cipios del siglo xx; se formaron por una importan-te adquisición de ejemplares traídos de Europa junto con minerales (los cuales se encuentran en el actual Museo de Mineralogía de la Universidad de Guanajuato), además de las aportaciones de alumnos y por la colección de aves del maestro Vicente Fernández Rodríguez, meteorólogo, quí-mico, taxidermista y fotógrafo, colaborador de Alfredo Dugès (Jáuregui, 1999). Por su parte, el

doctor Dugès tenía su colección personal, dedica-da a la investigación sobre todo de anfibios y rep-tiles, su contribución científica más importante (Arellano, 1952; Smith y Smith, 1969). La colec-ción personal de Dugès quedó integrada a la del Gabinete en 1913, cuando el Colegio del Estado adquirió sus colecciones personales y biblioteca (Maldonado-Koerdell 1948; Flores-Villela y Her-nández, 1992; Magaña-Cota y Polaco, 2008).

Objetivos y metas de la colección

Se considera fundamental conservar y resguar-dar los acervos biológicos que pertenecen al Museo de Historia Natural Alfredo Dugès, ya que representan una referencia histórica por ser una de las colecciones mejor preservadas de mediados del siglo xix y principios del xx y por los especímenes tipo que posee. Tiene como metas a corto y mediano plazo brindar servicio a investigadores a través de su colección reser-vada, al público en general a través de la colec-ción que se encuentra en exhibición, generar nuevo conocimiento a través de los proyectos de investigación que se llevan a cabo y las publi-caciones de los resultados de éstos. Una meta a largo plazo es la formación de una colección de referencia de la fauna del estado.

Representatividad geográfica y taxonómica

En 2001 se estableció un convenio con la Comi-sión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y con un complemento de proyecto por parte de la Dirección de Investiga-ción y Posgrado de la Universidad de Guanajuato, a través del programa de Fortalecimiento a la

Magaña-Cota, G. E. 2012. “Museo de Historia Natural Alfredo Dugès: colecciones zoológicas” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 305-309.

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Investigación 2000, el cual tuvo como objetivo realizar el proceso de curación de las piezas, su determinación y la integración de la información en la base de datos Biótica 4.0. Se establecieron siete catálogos en donde se incorporaron los datos por grupos taxonómicos. Los acrónimos para cada una de las colecciones se formaron de acuer-do con la sugerencia publicada por Flores-Villela y Hernández (1992), a los que se le agregaron dos letras para distinguir a cada una de las coleccio-nes: maDuG-av (ornitológica), maDuG-ma (masto-zoológica), maDuG-iC (ictiológica), maDuG-he (her-petológica), maDuG-in (entomológica), maDuG-iv (invertebrados) y maDuG-Bo (botánica). Esta colec-ción se trata en la sección de herbarios del pre-sente libro; la base de datos cuenta con 5 486 registros y 5 631 ejemplares en total, el número de registros e individuos por colección es la si-guiente: ornitológica (543-543), mastozoológica (465-465), ictiológica (180-198), herpetológica (1 195-1 195), entomológica (480-487), invertebra-dos (241-411) (Magaña-Cota, 2004).

Todas las colecciones están representadas por una gran variedad de familias, géneros y espe-cies, aunque a pesar de que son muy variadas las colecciones tienen muy pocos representantes, la mayor parte son especies nativas y endémicas de México, así como especies domésticas introduci-das. Sin embargo, se tienen representantes de di-versas regiones del planeta, sobre todo en el caso de anfibios y reptiles de las que se tienen familias que no se encuentran en México. En este grupo en particular aún está vigente el proceso de de-terminación de especímenes de especies exóticas, debido a la falta de claves especializadas de cada región, por lo que el proceso de determinación no se ha concluido. El estado de conservación de los ejemplares se considera bueno en general, toman-do en cuenta su antigüedad y el hecho de que no tuvo un adecuado sistema de preservación (Mal-donado-Koerdell, 1948; Flores-Villela y Hernán-dez, 1992). La mayoría de los especímenes han perdido su color original por haber estado ex-puestos a la luz directa del sol, así como gran parte de las etiquetas originales tienen poca in-formación y en muchos casos se han perdido, ha-biendo un gran número de especímenes sin nin-gún dato. El valor histórico es muy alto, a pesar de que su importancia científica es baja por la

falta de información asociada al ejemplar. El mu-seo cuenta con la mayor parte de los ejemplares tipo de anfibios y reptiles reportados por Smith y Necker (1945; uG, 2009), también se encontraron otros de peces y uno de un coleóptero descrito por Eugenio Dugès, así como ejemplares que no se tienen en otras colecciones del país, como la pa-loma mensajera (Ectopistes migratorius) ya extin-ta y de la que se conservan sólo 14 ejemplares disecados en todo el planeta, uno de los cuales se encuentra en el museo. Asimismo, se encuentran dos ejemplares de tuátara (Sphenodon punctatus) y un ornitorrinco, entre otros.

Ficha técnica de la colección

Número de registros de ejemplares: 3 104 regis-tros curatoriales; número de ejemplares: 3 299 individuos; número de ejemplares tipo: dos paratipos, un neotipo y 16 holotipos.

Colecciones accesorias asociadas: las colec-ciones accesorias de cada grupo ya se encuen-tran integradas a la colección en su conjunto.

Personal adscrito: un curador de colecciones zoológicas y un curador del herbario con cuatro integrantes como personal de apoyo.

Infraestructura de la colección: cuenta con cinco salas de exhibición, área de resguardo de la colección reservada, bodega, oficinas, sala de audiovisual, área para talleres y tienda.

Base de datos: la información se encuentra dentro de las Bases de datos sniB-Conabio. Pro-yecto V002, y corresponde al modelo Biótica 4.

Biblioteca asociada: se cuenta con parte de la biblioteca personal de Alfredo Dugès dentro de las instalaciones del museo, la otra parte de la biblio-teca y documentos personales se encuentran en el Fondo A. Dugès de la Biblioteca Armando Oliva-res de la Universidad de Guanajuato.

Prácticas curatoriales: aún se encuentran en proceso de determinación varios ejemplares que no alcanzaron a ser capturados en la base de datos de Biótica. También está en proceso de evaluación de cada una de las piezas para su posible restauración.

Mantenimiento: se lleva a cabo un manteni-miento preventivo realizando una fumigación al año, con la finalidad de evitar posibles plagas que deterioren las colecciones. Recientemente se

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reacondicionaron las salas de exhibición y con ello se instaló un nuevo sistema de iluminación a base de leD que no emiten radiaciones infra-rrojas y uv, además se instaló un sistema que mantiene la temperatura constante dentro de las salas, con la finalidad de proveer de una atmós-fera estable a las piezas y prevenir el deterioro que ocasionan los cambios de temperatura.

Servicios de intercambio, préstamo y dona-ciones: no se tiene servicio de intercambio, prés-tamo y donaciones por ser una colección históri-ca en la que se tienen pocos ejemplares por gru-pos, además de la antigüedad y delicadeza de las piezas, las cuales tienen entre 100 y 150 años.

Difusión y vinculación

Existen ya dos libros publicados: Notas de Zoo-logía tomadas durante mi estancia en México. Cuaderno 2 (Magaña-Cota, 2008), y Lunes de ciencia (primer y segundo ciclo), (uG, 2009), así como artículos científicos derivados de los pro-yectos de investigación: “Colección de mamífe-ros del Museo de Historia Natural Alfredo Dugès de la Universidad de Guanajuato” (Magaña-Cota, 2006); “Del gabinete científico al aprendi-zaje interactivo: el Museo Alfredo Dugès” (Ra-mírez-Moreno et al., 2008); “Murciélagos de Guanajuato: perspectiva histórica y actualiza-ción de su conocimiento” (Sánchez y Magaña-Cota, 2008); “Registros adicionales de murcié-lagos para Guanajuato” (Sánchez et al. 2009); “Mamíferos no voladores de Guanajuato”; “México: una primera revisión y nuevos regis-tros estatales” (Sánchez et al. en preparación) y “Raman spectroscopy for the identification of pigments and color measurement in Dugès watercolors” (Fraustro-Reyes et al., 2009). Ade-más de otras publicaciones de divulgación de la ciencia y participaciones en congresos.

El museo cuenta con servicio de visitas a las salas de exhibición, talleres infantiles, cursos de educación continua y pláticas de divulgación de la ciencia, consulta de las colecciones y asesorías.

Formación de recursos humanos

Aun cuando el museo no cuenta con programas académicos de educación formal asociados a la

formación de recursos humanos dentro de las actividades y proyectos de investigación, ya se han realizado seis tesis de licenciatura y una de maestría. También se han realizado servicios sociales profesionales tanto de biología como de carreras relacionadas con el diseño gráfico.

Perspectivas

El museo continuará con el trabajo de divulga-ción de la ciencia, los proyectos de investigación, tanto los relacionados con la colección histórica como de la diversidad actual del estado, asimis-mo seguirá prestando servicio de consulta. A largo plazo se pretende tener un nuevo espacio en el que se puedan tener colecciones de referen-cia de la diversidad de la entidad.

Agradecimientos

Se contó con la colaboración de diversas institu-ciones del país para las determinaciones, asesorías y consulta de colecciones. Agradecemos a el Ins-tituto de Biología de la Universidad Nacional Au-tónoma de México (unam); el Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias de la unam; el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la unam; el Laboratorio de Arqueozoología del Instituto Na-cional de Antropología e Historia; el Centro Inter-disciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Oaxaca y el Instituto de Ciencias Agrícolas de la Universidad de Guanajua-to. Los investigadores que realizaron las determi-naciones fueron: Patricia Escalante Pliego (aves); Noemí Chávez Castañeda (aves); Marco A. Gurro-la Hidalgo (aves); Víctor Sánchez-Cordero (mamí-feros); Antonio Santos Moreno (mamíferos); Óscar J. Polaco Ramos (mamíferos y moluscos); Ana Fabiola Guzmán Camacho (peces); Santiago Zara-goza Caballero (coleópteros); Víctor Hugo Toledo Hernández (coleópteros); Víctor Hugo Reynoso Rosales (anfibios y reptiles); Óscar Flores Villela (anfibios y reptiles); Luis Canseco Márquez (anfi-bios y reptiles); Ubaldo Guzmán Villa (anfibios y reptiles); Georgina González Monfil (anfibios y reptiles); Alejandro Francisco Oceguera Figueroa (nemátodos); Yissel Adriana Gadar Aguayo (arác-nidos); Patricia Gómez López (esponjas); José Luis Villalobos Hiriart (crustáceos); Fernando Álvarez

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(crustáceos); Alfredo Laguarda Figueras (equino-dermos); Alicia de la Luz Durán González (equi-nodermos); Juan Torres Vega (equinodermos); Francisco A. Solís Marín (equinodermos); María Ana Fernández Álamo (medusas); Manuel Darío

Literatura citada

Arellano, M. 1952. “El Museo ‘Alfredo Dugès’ de la Uni-versidad de Guanajuato”, Revista de la Sociedad Mexi-cana de Historia Natural, 13: 271-281.

Beltrán, E. 1945. “Datos y documentos para la historia de las ciencias naturales en México II. Correspondencia de Alfredo Dugès con Alfonso L. Herrera (1888-1893)”, Revista de la Sociedad Mexicana de Historia Natural 4: 99-106.

—. 1953. “Alfredo Dugès: un siglo después, 1853-1953”, Revista de la Sociedad Mexicana de Historia Natural, 14: 157-168.

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Flores-Villela, O. y J.A. Hernández. 1992. “Las colecciones herpetológicas mexicanas”, Publicación Especial del Museo de Zoología 4: 1-24.

Fraustro-Reyes, C., M. Ortiz-Morales, J.M. Bujdud-Pérez et al. 2009. “Raman spectroscopy for the identification of pigments and color measurement in Dugès waterco-lors”, Spectrochimica Acta Part A 74: 1275-1279.

Herrera, A.L. 1902. “El Dr. Alfredo Dugès, nota biográfica presentada en la sesión que la Sociedad Alzate dedicó a este sabio naturalista”, Memorias de la Sociedad Científica “Antonio Alzate” 17: 5-17.

—. 1910. “Necrología, Dr. Don Alfredo Dugès”, Me-morias de la Revista de la Sociedad Científica “Anto-nio Alzate” 29: 41-43.

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Maldonado-Koerdell, M. 1948. “Las colecciones de anfi-bios del Museo Alfredo Dugès en la Universidad de Guanajuato. I-Urodelos”, Memorias de la Sociedad Científica “Antonio Alzate” 56: 185-226.

Salas Araiza (insectos). En el trabajo de curación, etiquetado, llenado de catálogos y captura en la base de datos participaron Héctor Rodríguez Chávez, Gabriela Gutiérrez Rodríguez y Gloria E. Magaña Cota.

Magaña-Cota, G.E. 2004. Colección científica del Museo de Historia Natural Alfredo Dugès. Universidad de Guanajuato. Bases de Datos sniB-Conabio. Proyecto V002. México.

—. 2006. “Colección de mamíferos del Museo de His-toria Natural Alfredo Dugès de la Universidad de Gua-najuato”, en C. Lorenzo, E. Espinoza, M. Briones et al. (eds.), Colecciones mastozoológicas de México. México, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México (unam), pp. 387-396.

— (Coord.). 2008. Alfredo Dugès: Notas de zoología tomadas durante mi estancia en México, Cuaderno 2. Universidad de Guanajuato, Guanajuato, 362 pp..

— y O.J. Polaco. 2008. Museo de Historia natural Alfredo Dugès. Gaceta de Museos 42-43 (38-41).

Martín del Campo, R. 1937. “Contribuciones para la his-toria de las ciencias biológicas en México: II. Alfredo Augusto Delsescautz Dugès, ensayo biográfico”, Ana-les del Instituto de Biología, unam 8: 437-455.

Ramírez-Moreno, S.E., S. Estrada y G.E. Magaña-Cota. 2008. “Del gabinete científico al aprendizaje interac-tivo: el Museo Alfredo Dugès”, Acta Universitaria 18 Número especial 1: 69-81.

Sánchez O. y G. Magaña-Cota 2008. “Murciélagos de Gua-najuato: perspectiva histórica y actualización de su conocimiento”, Acta Universitaria 18: 27-39.

—, G. Téllez-Girón y G. Magaña-Cota. 2009. “Regis-tros adicionales de murciélagos para Guanajuato”, Acta Universitaria 19: 40-47.

—, G. Téllez-Girón, G. Magaña-Cota et al. En prepa-ración. Mamíferos no voladores de Guanajuato, Méxi-co: una primera revisión y nuevos registros estatales.

Smith, H.M. y W.L. Necker. 1945. “Alfredo Dugès. Types of Mexican Reptiles and Amphibians”, Anales de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas 3: 179-233.

— y R.B. Smith. 1969. Early foundations of Mexican herpetology. An annotated and indexed bibliography of the herpetological publications of Alfredo Dugès, 1826-1910. EUA, University of Illinois Press.

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uG (Universidad de Guanajuato). 2009. Folleto de Bienes Preciosos de la Universidad de Guanajuato. Comisión Determinadora de Bienes Preciosos de la uG (CDBp).

Villada, M.M. 1911. “La vida de un sabio”, La Naturaleza (3) 1 (2): xiii-xxx, frontis.

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RESUMEN

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t. del RosaRio l. teRRones RinCón | osCaR Báez Montes

Vanidad (fotografía de José Luis Telles Oros).

Dentro de los seres vivos está incluida la información (a la cual llamamos genes) capaz de asegurar su permanencia a través del tiempo. Estos

genes, contenidos en los ácidos nucleicos (adn) definen las formas de vida tan distintas en el planeta, desde aquellos organismos pequeñísimos y formados por sólo una célula (como en el caso de bacterias, protozoarios, así como algunos tipos de algas y hongos) hasta los formados por muchas células (algas, hongos, musgos, líquenes, plantas y animales). Esta información con-tenida en las células determina las diferencias anatómicas, fisiológicas, funcionales e incluso de comportamiento que definen las especies e incluso determina las diferencias entre organismos de la misma especie.

La supervivencia de las especies ante cambios drásticos del medio am-biente depende en gran parte de la diversidad genética presente en sus poblaciones; ésta es la base para la evolución y la selección natural. Por ello resulta importante conocer la diversidad genética de las especies sil-vestres y conservarla para sustentar tanto actividades productivas como criterios de conservación, por ejemplo, hay evidencia que Mesoamérica fue uno de los centros de origen de la agricultura, donde se domesticaron plantas silvestres para obtener variedades con características sobresalien-tes. Sin embargo, cuando el tamaño de las poblaciones silvestres se reduce, aumenta la reproducción entre organismos emparentados (consanguinidad) y hay una reducción de la diversidad genética (erosión genética); situación que las limita a responder favorablemente en condiciones adversas natu-rales o provocadas por el hombre.

Con respecto al estado de Guanajuato existe una creciente comunidad científica dedicada a este aspecto de la biodiversidad en instituciones de investigación y académicas como el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifap) y la Universidad de Guanajuato, entre otras.

Inicialmente se expone el conocimiento sobre la diversidad genética encontrada en microorganismos. Resalta la utilidad de caracterizar la di-versidad genética de cepas de hongos que infestan al lirio acuático y la evaluación de su especificidad, que permita utilizarlos para el biocontrol de esta maleza invasora de la mayoría de embalses. Otro ejemplo es la manipulación de genes de virulencia de hongos que pueden ser utilizados eficazmente para el control biológico de insectos plaga, sin dañar a otros seres vivos. Se presentan también los resultados de estudios sobre los ni-veles de diversidad genética en especies acuáticas encontradas en hume-dales temporales, información que puede servir para establecer sitios para su conservación.

Otras herramientas utilizadas en la generación de información genética han permitido: a) distinguir entre especies que se dificulta su identificación por medios visuales (fenotípicos), como el caso presentado para las especies

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de garambullo en el estado; b) identificar los genes y proteínas involucradas en la maduración de frutos y otras características que le añaden mayor valor comercial (coloración, aroma y sabor), por ejemplo en tunas, del cual Gua-najuato es uno de los centros de cultivo más importante del país; c) identificar subespecies, razas o variedades de especies nativas con una alta calidad nu-trimental, como en el caso de los maíces criollos que se siguen cultivando en la zona del Bajío; d) revalorar la importancia de parientes silvestres de las plantas cultivadas como reservorio genético además de su capacidad de adap-tación a condiciones de alta siniestrabilidad, y debido a que representan una fuente de genes para afrontar los posibles escenarios del cambio climático.

Finalmente, se presenta la importancia de las bases de datos, que sirven de consulta y apoyo a investigadores, industriales, docentes, organizaciones de productores y público en general interesado en conocer la diversidad genética, como por ejemplo la del maíz en el estado, que contribuye a valorar los cam-bios en la diversidad genética a través del tiempo.

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estudio de Caso

Juan CaRlos toRRes guzMán | Claudia eRika MoRales-HeRnández | eduaRdo salazaR solís Manuel daRío salas | Ma. azul del RoCío MaRtínez vázquez | CeCilia gaMeRo posada

gloRia angéliCa gonzález-HeRnández

MEJORAMIENTO GENÉTICO DE HONGOS PATÓGENOS DE INSECTOS USADOS EN EL CONTROL DE PLAGAS

Fotografía de Cecilia Gamero Posada.

Resumen

El uso de hongos patógenos de insectos como Metarhizium anisopliae, Beauveria bassiana y Verticillium lecani, entre otros, para el control biológico de plagas es una alternativa eficaz y amable con el entorno, la cual en nuestro país y en particular en el estado de Guanajuato es usada en escala moderada. Una de las principa-les desventajas de estos biopesticidas, en com-paración con el control químico, es su reducida permanencia en campo y el tiempo que tardan en matar a los insectos, por lo que es importan-te su mejoramiento. Una manera de lograrlo es mediante la manipulación de genes de virulen-

cia, la comprobación de su eficacia contra las plagas y su inocuidad hacia los demás seres vivos en campo, lo cual impactaría en su uso así como en la conservación del ambiente y en los costos del control de plagas.

El problema de las plagas en la región del bajío

El cultivo de las crucíferas es de gran importan-cia socioeconómica en la región del Bajío. Se siembran alrededor de 30 000 ha al año de bró-coli, coliflor y repollo (productos destinados principalmente al mercado de exportación), en

Torres Guzmán, J. C., C. E. Morales Hernández, E. Salazar Solís, et al. 2012. “Mejoramiento genético de hongos patógenos de insectos usados en el control de plagas” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 313-319.

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los estados de Guanajuato y Querétaro (Bujanos, 2000); durante el año 2009 se sembraron más de 15 000 ha de brócoli en Guanajuato (www.siap.gob.mx). Como es frecuente en la agricul-tura intensiva, los problemas se han incremen-tado paralelamente al aumento de la superficie para la siembra, observándose mayor presencia de la palomilla dorso de diamante (Plutella xylostella) junto a otros insectos, como son el gusano falso medidor (Trichoplusia ni) y el pul-gón de la col (Brevocoryne brassicae) (Bujanos, 2000), empleándose el control químico como principal estrategia de manejo de plagas.

El uso indiscriminado de los plaguicidas quí-micos en la agricultura ha generado la selección de insectos cada vez más resistentes, reduciendo el número de insecticidas capaces de ejercer un control eficiente de sus poblaciones. En 1938 se conocían siete especies de insectos con resisten-cia a insecticidas. Actualmente se conocen cer-ca de 504 especies de insectos y ácaros, un total de casi 150 especies de patógenos de plantas y cerca de 273 especies de mala hierba, resistentes a los pesticidas químicos. Este hecho ha provo-cado que se desarrollen y utilicen pesticidas cada vez más potentes, lo que genera graves problemas de contaminación, por lo que ocupa el cuarto lugar de los problemas ambientales más importantes del planeta (Hart y Pimentel, 2002). El abuso de los pesticidas ha causado que la entomofauna benéfica disminuya, favore-ciendo el desequilibrio entre las plagas y sus enemigos naturales y, como consecuencia, que las plagas ataquen con más intensidad.

El avance de la biotecnología ha permitido entrar en una nueva era de producción agrícola, con gran ayuda por parte de las nuevas técnicas desarrolladas en ingeniería, genética, química e industrial (Tamez-Guerra et al., 2001). Existe una tendencia mundial a utilizar alternativas de manejo sano de la agricultura, que garantizan sustentabilidad, seguridad ambiental y calidad en los productos alimenticios.

Dentro de estas alternativas se encuentra el control biológico (CB) de plagas, el cual puede cubrir los requisitos de seguridad ambiental e inocuidad. En la región del Bajío, la implementa-ción del programa de manejo integrado de la pa-lomilla dorso de diamante (Plutella xylostella), en

brócoli (Brassica oleraceae), y el complejo gallina ciega (Phyllophaga ravida), en suelo, ha logrado mantener la densidad poblacional de las plagas mencionadas a un nivel que no es un problema para la producción agrícola (Bujanos, 2000). Para su control, el manejo integrado implica el uso del CB, la rotación de cultivos, cultivos mixtos e in-secticidas de bajo riesgo.

Hongos usados en el control biológico

Los hongos patógenos de insectos (entomopatóge-nos) constituyen un grupo de más de 750 especies y de casi 100 géneros que pueden infectar insec-tos. Entre los géneros más importantes se encuen-tran: Metarhizium, Beauveria, Aschersonia, Ento-mophthora, Zoophthora, Erynia, Eryniopsis, Akanthomyces, Fusarium, Hirsutella, Hymenos-tilbe, Paecelomyces y Verticillium (López y Hans Börje, 2001). Sin embargo, sólo algunos hongos entomopatógenos han sido estudiados a mayor profundidad y son utilizados comercialmente en el CB de insectos plaga de importancia agrícola, entre los que se encuentran Metarhizium aniso-pliae y Beauveria bassiana (cuadro 1).

M. anisopliae es un hongo ascomiceto mitos-pórico de distribución cosmopolita. El conjunto de los aislados descritos ataca a más de 200 especies de insectos, y cada aislado reconoce un número pequeño de hospederos contra los cuales es muy eficiente (St. Leger et al., 1997). M. anisopliae en condiciones de laboratorio puede desarrollarse en ausencia de su hospede-ro, y en el campo se identifica fácilmente por su conidiación verde olivo sobre la cutícula del insecto hospedero, denominándosele coloquial-mente como “muerte verde”. Este hongo es capaz de infectar al insecto blanco (hospedero) en sus diferentes estadios de desarrollo (figura 1).

M. anisopliae ha sido usado en el CB de cuca-rachas (Charnley, 1989) y en Brasil se explota comercialmente desde 1970 para controlar Ma-hanarva posticata, plaga de la caña de azúcar (Charnley, 1989). En el Bajío se usa principal-mente para el control de gallina ciega (comple-jo Phyllophaga) y plagas de follaje como P. xylostella (Torres-Guzmán et al. 2008). Al igual que en otras regiones del mundo donde se ha empleado el CB de dichas plagas, éste se realiza

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Cuadro 1. Principales hongos patógenos de insec-tos utilizados comercialmente en el CB de plagas.

Figura 1. Infección del insecto Plutella xylostella, en distintos estadios de desarrollo, por el patógeno de insectos Metarhizium anisopliae. A. huevecillos sa-nos e infectados. B. larva sana e infectada. C. pupa sana e infectada (elaborado por Torres-Guzmán y González-Hernández).

de una manera eficiente, sin dañar el ambiente, la entomofauna o al ser humano.

Ventajas de los hongos entomopatógenos empleados en el cb

El éxito de los hongos entomopatógenos es en buena medida debido a que la infección ocurre mediante penetración directa de la cutícula del insecto (figura 2). Este proceso inicia cuando el conidio (estructura de resistencia y dispersión) entra en contacto con la cutícula del insecto hos-pedero. Bajo condiciones de humedad apropiados el conidio germina creciendo como hifa (creci-miento filamentoso característico de los hongos) y en la punta de la hifa forma un apresorio (es-tructura de adhesión de la hifa a la cutícula). Del apresorio emerge la hifa infectiva que penetra la cutícula hasta llegar al hemocele (sistema circu-latorio) del insecto, donde se disemina dañando los tejidos del insecto y causando su muerte (Clarkson y Charnley, 1996). La interacción hon-go-hospedero es específica y no ataca a otros insectos que no son su blanco ni a ningún otro ser vivo, incluyendo al humano (Badii et al., 2000). También, el hongo no extingue a su in-secto blanco, sino que se alcanza el equilibrio entre la presa (insecto) y el predador (hongo entomopatógeno), reduciendo la población del

insecto a un nivel que ya no representa un peli-gro para la producción agrícola y conservándose las especies que conforman el ecosistema donde es aplicado (Badii et al., 2000; Hajek, 2004), por lo que se espera, y se ha observado, que la aplica-ción del CB mediado por entomopatógenos –entre ellos M. anisopliae– en la región del Bajío no afecten el ambiente y sí, en cambio, repercutan positivamente en su conservación, en la calidad de la producción agrícola y en la calidad de vida de los consumidores de estos productos.

Desventajas de los hongos entomopatógenos empleados en el cb

Una gran desventaja del CB, en comparación con los pesticidas químicos, es el tiempo que tarda en matar al insecto blanco una vez que ha sido apli-cado en campo (tres a 10 días). Además, es afec-tado por diversos factores ambientales como son la humedad, temperatura y de manera muy im-portante por la luz solar, los que al afectar la

Especie Insecto plaga

Beauveria bassianaLangostas, chapulines, áfidos, escarabajos, mosquita blanca

Beauveria brogniartii Moscas, escarabajos

Langenedium giganteum Mosquitos

Metarhizium anisopliae

Termitas, chapulines, gallina ciega, langostas, picudos de chile y algodón, escarabajos, palomilla dorso de diamante.

Paecilomyces fumorososeus Mosquita blanca

Lecanicillium (Verticillium)lecanii

Áfidos, mosquita blanca

Fuente: Tomado y modificado de Wraight et al., 1998.

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Figura 2. Esquema del proceso de infección de los hongos entomopatógenos a su insecto blanco (tomado y modificado de Clarkson y Charnley, 1996).

viabilidad de los conidios impactan directamen-te en la eficacia del hongo para infectar y matar a la plaga, por lo que es recomendable que el biopesticida se aplique por la noche con el agua de riego, dando tiempo para que el conidio, al estar en contacto con el insecto en alta humedad, germine sobre la cutícula y penetre al insecto antes de que la luz solar afecte su viabilidad.

Cómo superar esas desventajas

Acelerando su velocidad de penetración me-diante proteasas y quitinasas

Las proteasas y quitinasas son enzimas secreta-das por el hongo durante la invasión al insecto, herramientas importantes para la penetración de la primera barrera de defensa del insecto: la cutícula, que está compuesta principalmente por quitina (homopolímero no ramificado de N-acetilglucosamina) y proteínas fibrilares del tipo de la elastina, responsables de su rigidez y dureza. Las proteasas son las primeras enzimas secretadas por el hongo durante la formación del apresorio (figura 2), estas enzimas degradan las proteínas fibrilares de la cutícula desnudan-

do a la quitina, que induce en ese momento la secreción de quitinasas, las que se encargan de degradar la quitina debilitando la cutícula. De este modo, la hifa infectiva empujada por su propio crecimiento y turgor (presión interna de la célula) es capaz de penetrar la cutícula re-blandecida, llegando al hemocele donde, apro-vechando los nutrientes de la hemolinfa (sangre del insecto), crece y se disemina (figura 2) (St. Leger et al., 1986, Paterson et al., 1994; Clark-son y Charnley, 1996).

Si las proteasas y quitinasas son herramientas tan importantes para permitir que la hifa infec-tiva sea capaz de penetrar la cutícula, entonces es lógico suponer que si genéticamente se au-menta la producción de estas proteínas juntas o por separado, podría incrementarse la virulencia.

Una manera de incrementar la expresión de un gen es introduciendo más de una copia de di-cho gen a la cepa silvestre o cambiando la región regulatoria del gen por una que permita altos niveles de expresión (promotor fuerte). La re-gión regulatoria (también llamada promotor) de un gen es la responsable del grado de expresión del gen en cuestión.

Con esta idea en mente el grupo de St. Leger aisló el gen de subtilisina y proteasa mayoritaria, denominada PR1 (St. Leger et al., 1992); in vitro se cambió la región regulatoria del gen PR1A por la región regulatoria de un gen de expresión fuerte llamada gpdA, este gen modificado lo introduje-ron a una cepa silvestre de M. anisopliae, gene-rando una cepa transgénica. Observaron que se incrementó a la par la proteína extracelular PR1A y la virulencia, además, se observó que los insec-tos infectados con la cepa genéticamente modifi-cada, comían 40% menos en comparación con los insectos infectados con la cepa silvestre. De esta manera se obtuvo una cepa modificada con mayor potencial bioinsecticida que la cepa silvestre, la cual mata más rápido al insecto y hace que éste deje de comer mucho antes, protegiendo la pro-ducción agrícola (St. Leger et al., 1996).

En el entomopatógeno Beauveria bassiana también la sobreexpresión de su propio gen de proteasa (CDEP1), equivalente a PR1A, permitió la obtención de cepas mejoradas en su virulencia (Fang et al., 2009). Siguiendo la misma lógica, se modificó el gen de la quitinasa chit1

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cambiando su propio promotor por el promotor gpdA y se introdujo a Metarhizium anisopliae. Sin embargo, la sobreexpresión del gen chit1 no alteró la virulencia de las cepas de M. aniso-pliae contra larvas de Manduca sexta en compa-ración con la cepa silvestre (Screen et al., 2001). En contraste, en otros patógenos usados en CB como Trichoderma harzianum y Beauveria bassiana la sobreexpresión de sus propios genes de quitinasa, chit42 y chit1, sí incrementó su virulencia (Weiguo et al., 2005).

Debido a estos resultados se pensó que una proteína con ambas actividades de quitinasa y proteasa podría mejorar aún más la virulencia. Fang et al (2009) construyeron y sobreexpresa-ron la proteína quimera “proteasa-quitinasa” (CDEP1-chit1) en B. bassiana, observando una mayor virulencia que en las cepas transgénicas que sólo sobreexpresan quitinasa o proteasa, o en la cepa silvestre, indicando que la manipu-lación genética de estos dos genes es capaz de generar cepas más virulentas para un control más efectivo de las plagas (Fang et al., 2009).

Incrementado su virulencia mediante la expre-sión de genes de toxinas

Otra alternativa adicional es la expresión de ge-nes de toxinas, por ejemplo, la neurotoxina del alacrán en M. anisopliae y B. bassiana. (Wang y St. Leger, 2007; Lu et al., 2008), lo cual per-mitió a estos biopesticidas matar con mayor efi-ciencia a sus hospederos, entre ellos las orugas Dendrolimus punctatus y Manduca sexta, la po-lilla Galleria mellonella y el insecto adulto de la fiebre amarilla (Aedes aegypti) sin comprometer su especificidad de huésped.

Incrementando su virulencia mediante la ex-presión de genes que mejoran la respuesta al estrés oxidativo

Considerando que el estado de Guanajuato es muy importante debido a su productividad agrí-cola, es relevante no sólo conocer las especies nativas de hongos entomopatógenos que existen en la región y utilizarlas para el CB de las plagas, sino también mediante la manipulación genética generar cepas más eficientes en dicho control.

En este sentido, en nuestro grupo de trabajo, el objeto de estudio es el entomopatógeno M. ani-sopliae. Hemos aislado varios genes de virulencia de este hongo, generando cepas transgénicas más virulentas (cuadro 2), mientras su impacto en campo está en proceso de evaluación.

Uno de los genes estudiados es el gen cat1 que codifica para una catalasa. Se sabe que al-tas concentraciones de peróxido de hidrogeno (H2O2) provocan estrés oxidativo causando daño e incluso la muerte a las células, y las catalasas constituyen parte del primer mecanismo de de-fensa de las células, siendo las encargadas de eliminar el H2O2 convirtiéndolo en oxígeno mo-lecular (O2) y agua (H2O) (Friedberg et al., 2006; Zamocky et al., 2008). También se ha descrito que los conidios de M. anisopliae tienen un alto consumo de oxígeno al germinar, formando al-tos niveles de H2O2 (Braga et al., 1999). En el caso de las plantas, se sabe que éstas producen altos niveles de H2O2 como mecanismo de de-fensa en respuesta a un patógeno invasor (Garre et al., 1998). Con estos antecedentes nuestro grupo de trabajo planteó la hipótesis de que si se incrementaba la expresión del gen cat1 en M. anisopliae, en cepas nativas de la región, éste podría eliminar más eficientemente el H2O2 pro-ducido por él mismo y/o el H2O2 producido por el insecto para defenderse de su atacante. De esta manera, posiblemente germinaría más rá-pido y crecería mejor dentro del insecto hospe-dero causando su muerte en menor tiempo. Se generaron los transgénicos de M. anisopliae sobreexpresantes de cat1, demostrando que efectivamente germinan más rápido, toleran mayores cantidades de H2O2 y se requiere apli-car menores dosis de conidios del biopesticida (10 a 14 veces menos respecto del biopesticida no modificado) para matar a la población de insectos hospederos y lo hacen en un lapso de tiempo menor (25% menos), además de que no afectan a otros insectos benéficos (Morales-Hernández et al., 2010).

En resumen, es factible el mejoramiento ge-nético de los biopesticidas convirtiéndolos en herramientas más eficaces para el control de plagas sin afectar otras características de los mismos, por lo que pueden ser considerados or-ganismos genéticamente seguros.

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Cuadro 2. Determinación de las Dosis Letal media y Dosis Letal 90 de cepas transgénicas de Metar-hizium anisopliae para matar larvas de Plutella xylostella.

Perspectivas a futuro

El control de plagas mediante el uso de biopes-ticidas es eficiente y puede ayudar a disminuir considerablemente el uso de pesticidas quími-cos. Estos biopesticidas son indudablemente, susceptibles de mejoramiento genético sin afec-tar su rango de hospederos, garantizando que no afecten a organismos benéficos ni al hombre y preservando los ecosistemas. Por lo que, con los avances científicos enfocados al conoci-miento de cómo el patógeno afecta a su hospe-dero y cómo éste responde al patógeno, aunado al conocimiento del genoma de los organismos involucrados, no cabe duda que se podrán ge-nerar “biopesticidas a medida”, que cumplan con la característica deseable de ser organismos ge-néticamente seguros beneficiando al ambiente y las actividades humanas, y combatiendo con mayor eficacia plagas específicas.

Cepa Dosis letal media

DL50

Dosis letal DL90

Silvestre * 6.4 x 107 1x1012

Transgénica 1 9.4 x 105 8 x 108

Transgénica 2 5.7 x 104 5.7 x 107

Transgénica 3 2.5 x 105 1.8 x 108

Elaboración: González Hernández y Torres Guzmán.*Se usó como control una cepa silvestre mexicana de M. anisopliae.a. La dosis letal representa el número de conidios que se requiere para matar a la mitad de la población (DL50) o a 90% de la población (DL90).

Literatura citada

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Ma. teResa vieyRa HeRnández | José guadalupe MontenegRo CaldeRón | RoBeRto CHávez HeRReRa CaRlosalBeRto leal MoRales

HONGOS FITOPATÓGENOS DEL LIRIO ACUÁTICO EN LA LAGUNA DE YURIRIA

El lirio acuático, Eichhornia crassipes, es una planta capaz de crecer en una amplia variedad de hábitats de agua dulce (Gopal, 1987), es amazónica de origen, pero actualmente, y con la ayuda del hombre, se encuentra distribuida en casi todas las regiones tropicales y subtropi-cales del mundo (Goyer y Stark, 1981; Wright y Center, 1984; Gopal, 1987; Harley, 1990). La planta se reproduce asexualmente por estolones o alargamientos de la misma planta (rizomas) de los que se diferencia una nueva planta, o sexualmente por semillas, las cuales pueden llegar a germinar en un periodo de hasta 20 años y que se producen en los ovarios de la flor lila, cuya belleza ha motivado su dispersión (Gopal, 1987).

Eichhornia crassipes se ha empleado para diversos fines, pero la realidad es que es una planta agresiva con el ambiente, pues desplaza especies nativas, provoca estancamientos o disminución de corrientes de agua reduciendo la cantidad de oxígeno disuelto, creando así sitios idóneos para la reproducción de vectores de enfermedades, como los mosquitos, entre otros (Gopal, 1987; Harley, 1990). Además, se ha convertido en una planta que amenaza mundialmente a todos los cuerpos de agua, considerándola un gran problema para el de-sarrollo y el pleno aprovechamiento de los re-cursos hídricos (Goyer y Stark, 1981; DeLoach y Cordo, 1983; Harley, 1990; Grodowitz et al. 1991; Aguilar, 1994). Por lo que se realizan grandes esfuerzos a nivel mundial para lograr su control más que su posible aprovechamien-to industrial o en otro campo, ya que algunas características de la planta, como su biología (contiene gran cantidad de agua en su tejido vegetal) y el alto costo para extraerla de los cuerpos acuáticos, no hace redituable su utili-zación (Cofrancesco, 1998; Aguilar, 1994). Con

la finalidad de controlar la población del lirio acuático y poder restablecer el aprovechamien-to del recurso agua, a nivel mundial se han empleado principalmente tres tipos de control: el físico o mecánico, el químico y el biológico (Jayanth, 1988).

En el estado de Guanajuato hay esfuerzos se-rios, encabezados por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, por implementar el control bioló-gico del lirio acuático. El grupo de trabajo del Departamento de Biología de la Universidad de Guanajuato inició en el año 2000 el estudio ten-diente a utilizar los hongos presentes en las plan-tas de lirio acuático de la laguna de Yuriria y seleccionar alguno como potencial biocontrola-dor de esta planta.

Se colectaron 20 plantas del lirio acuático en diferentes fechas en el año 2000, con claros signos de enfermedad. Se disectaron varias muestras del tejido vegetal, las cuales se pasa-ron a medios de cultivo para permitir el desa-rrollo de los hongos presentes. Fue posible obtener 25 aislados fúngicos, a cada uno se les asignó una clave, consistente en una combina-ción de números y letras, para identificarlos.

Los 25 aislados fueron identificados a nivel de género empleando técnicas morfológicas y mole-culares (secuencias de genes de proteínas y ribo-somales). Los hongos denominados 16, 16-A a D y 18 pertenecen al género Acremonium (figura 1 a), los aislados 4, 11, 18-B, 19, 19-4, 20-1 y 20-2 pertenecen al género Alternaria (figura 1 b). Se identificó un aislado del género Botrytis (aislado 5T, figura 1 c), mientras que los hongos denominados, 5H y 15, resultaron pertenecer al género Cercospora (figura 1 d), sólo en este caso las esporas se obtuvieron del tejido vegetal infec-tado. También se obtuvo un solo aislado de los géneros Cladosporium (aislado 19-2, figura 1 e), Epicoccum (aislado 19-1, figura 1 f) y Paecilomy-

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Vieyra Hernández, M. G., J. G. Montenegro Calderón, R. Chávez Herrera, et al. 2012. “Hongos fitopatógenos del lirio acuático en la Laguna de Yuriria” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Ins-tituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 320-324.

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ces (aislado 12, figura 1 g). Dos de los aislados pertenecen al género Penicillium, 15-B y 19-3 (figura 1 h), y tres más al género Phoma, 3, 14 y 15-A (figura 1 i) y un solo aislado se obtuvo del género Torula (aislado 15-C, figura 1 j).

Las especies de un mismo género presentan, en algunos casos, diferencias en cuanto a su velocidad de crecimiento (mm/día). Este creci-miento se determinó en cinco medios de culti-vos de los diferentes aislados fúngicos para los géneros que presentaron más de un aislado se determinó su promedio. Se observa que los ais-lados del género Alternaria (4, 11, 18-B, 19, 19-4, 20-1 y 20-2) mostraron diferencias impor-tantes entre ellos, pudiéndose formar, por su similitud, cuatro grupos distintos. En el caso de los seis hongos identificados en el género Acre-monium se formaron dos grupos distintos, mientras que los tres aislados del género Phoma se pudieron agrupar en dos. En el caso de los dos aislados de Cercospora y Penicillium, ambos muestran claramente diferencias entre sí. Lo que nos lleva a pensar que contamos con espe-cies diferentes de estos géneros.

Con la finalidad de determinar los efectos del aislado sobre las plantas del lirio se empleó micelio para infectar hojas sanas y cuantificar el daño. Lo anterior permitió clasificar los ais-lados fúngicos en tres categorías, de acuerdo a la severidad de daño: los aislados más patóge-nos a la planta fueron el 5T (Botrytis), 5H, 15 (Cercospora), 15-C (Torula), 18 (Acremonium), 18-B, 19, 19-4 y 20-1 (Alternaria). De estos nueve se obtuvieron las esporas para realizar nuevamente las pruebas de severidad, excepto de los aislados 5H y 15 que no presentan espo-ras en medios de cultivo por lo que se inocula-ron fragmentos licuados de micelio. De esta prueba se seleccionaron los hongos denomina-dos 18 (Acremonium) y 20-1 (Alternaria) por ser los que presentaron el mayor daño foliar con 69% y 60%, respectivamente, para hacer una prueba in situ en la laguna de Yuriria.

Figura 1. Identificación morfológica de los aislados fúngicos. a) Acremonium; b) Alternaria; c) Botrytis; d) Cercospora; e) Cladosporium; f) Epicoccum; g) Pae-cilomyces; h) Penicillium; i) Phoma; j) Torula.

a)

b)

c)

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d)

e)

f)

g)

h)

i)

j)

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cluye que este aislado es un posible candidato para ser usado como un microorganismo de control biológico para el lirio acuático en la la-guna de Yuriria. Resta realizar más estudios que permitan especificar el método más efectivo para su aplicación, ya que existen formulacio-nes que mejoran su adhesión a la planta y po-drían tener un efecto importante sobre el daño.

No hay duda de que estos resultados contri-buyen a la conservación de las especies nativas en la laguna de Yuriria y otros cuerpos de agua del estado al controlar una planta considerada como la peor maleza acuática de nuestro país (Martínez y Gutiérrez, 2001).

Este estudio, a su vez, permitió conocer la biodiversidad de los hongos que el lirio acuáti-co es capaz de albergar y fue posible obtener 25 aislados de hongos. Es importante continuar con investigaciones de este tipo para conocer más sobre los microorganismos asociados a la flora que, aunque no se ven a simple vista, tam-bién tienen un papel importante en la natura-leza y forman parte de nuestro entorno.

Agradecimientos.

Ma. Teresa Vieyra Hernández y José Guadalu-pe Montenegro Calderón fueron becarios del ConaCyt para realizar parte de este proyecto. El proyecto ha sido desarrollado bajo la dirección del doctor Carlos Alberto Leal Morales, con el apoyo de varias instituciones como el ConCyteg, sda, Fondo Mixto ConaCyt-Gobierno del Estado de Guanajuato e Instituto de Ecología del Es-tado de Guanajuato.

Se realizó una experimento para probar la patogenicidad de los aislados 18 (Acremonium) y 20-1 (Alternaria), solos o en combinación con insectos. El estudio se llevó a cabo en La An-gostura, municipio de Yuriria. Las pruebas se realizaron con tres criterios: solamente los hongos, solamente los insectos Neochetina ei-chhorniae y N. bruchi (DeLoach y Cordo, 1983) –insectos específicos para atacar al lirio acuá-tico–, y la combinación de ambos. Los resulta-dos indicaron que los tratamientos probados con el hongo denominado aislado 18 en presen-cia de los insectos (neoquetinos) y la aplicación de los neoquetinos solos fueron los que causa-ron mayor daño al lirio, mostrando hasta un 23.3% ± 9.2% de daño foliar.

El estudio de hongo en combinación de los insectos para ser usados como agentes de bio-control del lirio resultó eficiente. Sin embargo, un agente de biocontrol no se debe emplear has-ta probar su especificidad de hospedero, además de tener la certeza de que no será dañino para plantas de interés económico y ecológico. Por lo que se probó la especificidad de los dos aislados de Cercospora, propuestos como agentes especí-ficos de biocontrol del lirio (Conway y Freeman, 1977; Martínez y Gutiérrez, 2001) y los hongos 18 (Acremonium) y 20-1 (Alternaria), en plantas como acelga, albahaca, apio, betabel, brócoli, cebolla, chícharo, chile, espinaca, frijol, jícama, lechuga, maíz, pepino, perejil, rábano, remola-cha azucarera, mezquite, tomate y zanahoria. Los resultados mostraron que únicamente el aislado 18 (Acremonium) no provocó daño al-guno a las plantas probadas. Por lo que se con-

Literatura citada

Aguilar, J.A. 1994. Control de lirio acuático en el distrito de riego 010, Culiacán-Humaya-San Lorenzo, Sinaloa, México, anexo 2. Jiutepec, Morelos, Instituto Mexi-cano de Tecnología el Agua (iMta)/Comisión Nacional del Agua (Cna).

Cofrancesco, A.F. 1998. “Overview and future direction of biological control technology”, Journal of Aquatic Plant Management 36: 49-53.

Conway, K.E. y T.E. Freeman. 1977. “Host specificity of Cercospora rodmanii, a potential biological control of waterhyacinth”, Plant Disease Report 61: 262-266.

DeLoach, C.J. y H.A. Cordo. 1983. “Control of waterhya-cinth by Neochetina bruchi (Coleoptera: Curculioni-dae: Bagoini) in Argentina”, Environmental Entomo-logy 12: 19-23.

Gopal, B. 1987. Water hyacinth. Amsterdam, Elsevier Science Publishers (series Aquatic plant studies 1).

Goyer, R.A. y J.D. Stark. 1981. “Suppressing water hya-cinth with an imported weevil”, Ornamental South 3: 21-22.

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Grodowitz, M.J., R.M. Stewart y A.F. Cofrancesco. 1991. “Population dynamics of waterhyacinth and the biolo-gical control agent Neochetina eichhorniae (Coleopte-ra: Curculionidae) at a southeast Texas location”, Envi-ronmental Entomology 20: 652-660.

Harley, K.L.S. 1990. “The role of biological control in the management of water hyacinth, Eichhornia crassipes”, Biocontrol News and Information 11: 11-22.

Jayanth, K.P. 1988. “Successful biological control of water-hyacinth (Eichhornia cassipes) by Neochetina eichhor-niae (Coleoptera: Curculionidae) in Bangalore, India”, Tropical Pest Management 34: 263-266.

Martínez, M. y E. Gutiérrez. 2001. “Host range of Cer-cospora piaropi and Acremonium zonatum, potential fungal biocontrol agents for waterhyacinth in Mexi-co”, Phytoparasitica 29: 175-177.

Wright, A.D. y T.D. Center. 1984. “Predicting population intensity of adult Neochetina eichhorniae (Coleoptera: Curculionidae) from incidence of feeding on leaves of Waterhyacintth, Eichhornia crassipes”, Environmen-tal Entomology 13: 1478-1482.

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estudio de Caso

salvadoR HoRaCio guzMán-Maldonado | eMiliano villoRdo | MaRio gonzález-CHaviRa José luis pons HeRnández | david HeRnández-lópez

ESTUDIO PRELIMINAR DE LA DIVERSIDAD GENÉTICA DEL GÉNERO Myrtillocactus EN EL ESTADO DE GUANAJUATO

El género Myrtillocactus es una cactácea endé-mica de las zonas áridas y semiáridas de Améri-ca. Este género incluye cuatro especies, de las cuales M. geometrizans y M. schenckii crecen en México, M. chochal es originario de Baja Califor-nia y M. eichlamii de Guatemala (Console, 1897; Britton y Rose, 1920). Se ha reportado que M. geometrizans es la especie dominante que crece en el Valle de Teotihuacan, Guanajuato, San Luis Potosí, Hidalgo y Querétaro y que M. schenckii crece limitadamente en estos lugares (Rivera-Aguilar et al., 2005). A las dos especies que cre-cen en México se les conocen como garambullo. Su fruto tiene una piel delgada y una pulpa car-nosa que contiene las semillas que son fáciles de masticar (Hernández-López et al., 2008).

Las dos especies fueron definidas con base en las diferentes características morfológicas del árbol (Britton y Rose, 1920); sin embargo, la experiencia en campo ha demostrado que el fenotipo de los árboles de garambullo se con-funde fácilmente; algunos árboles tienen espi-nas, otros no, algunos cactus son de color verde olivo, otros presentan un color amarillo verdoso y otros un color azul blancuzco. El ta-maño del fruto varia de 1.6 cm a 0.9 cm mien-tras que el color del fruto va del púrpura intenso al rojo. La existencia de esta variación fenotípica dificulta discriminar entre especies, lo cual es importante dado que se cree que la condición silvestre del cultivo y la existencia de las dos especies hacen que la variación en la composición química del fruto sea tan alta que el garambullo no sea adecuado para su indus-trialización y, por lo tanto, se vea afectada su comercialización. Otro problema del garambu-llo es la tala indiscriminada que está sufriendo como resultado del crecimiento de las manchas urbanas y la utilización de áreas de cultivo donde crece para otros fines.

El garambullo ha atraído la atención de la Comunidad Europea dentro del marco del estu-dio de especies subutilizadas con alto potencial comercial. Como resultado, se ha analizado la calidad nutrimental y nutracéutica (implica beneficios en la salud y prevención de enferme-dades) del fruto y la producción de alimentos procesados. Estos estudios se realizaron después de discriminar los árboles según su especie. Los resultados sobre el estudio de la diversidad genética del garambullo que crecen en nuestro país se reportan aquí.

Se colectaron 36 muestras de cactus en dife-rentes sitios del estado de Guanajuato. Cinco muestras fueron especies no relacionadas con el garambullo (enR) y se utilizaron para verificar si el método matemático separa la especie bajo estudio con estas especies no relacionadas, dan-do así un panorama de lo robusto del análisis filogenético. 16 árboles de garambullo fueron asignados a la especie M. geometrizans y 15 a la especie M. schenckii. La asignación de los árbo-les se basó en la descripción que Briton y Rose dieron en 1920 (cuadro 1). Estos autores clasifi-caron las dos especies básicamente en función del color del árbol: verde olivo para M. schenc-kii y verde-azuloso para M. geometrizans y el tamaño de las espinas largas para M. schenckii y cortas para M. geometrizans.

Cuadro 1. Árboles de garambullo que fueron colectados y asignados a una de las dos espe-cies de acuerdo con la descripción fenotípica dada por Briton y Rose en 1909 y 1929.

2Especie no relacionada con el género Myrtillocactus.

M. geometrizans M. schenckii ENR2 Total

Guanajuato 16 15 5 36

Guzmán Maldonado, S. H., E. Villordo, M. M. González Chavira, et al. 2012. “Estudio preliminar de la diversidad genética del género Myrtillocactus en el Estado de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 325-327.

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Se realizó el análisis de diversidad genética, a partir de la observación de las bandas genera-das por la técnica de amplificación por su poli-morfismo en los fragmentos de restricción (afpl, por sus siglas en inglés) fueron transformadas en una matriz de 0 (para la ausencia de banda) y 1 (para la presencia de banda). Los datos fueron analizados con el software de datos multivaria-bles NTSyspc (Applied Biostatistics Inc.) para la obtención de los dendrogramas. Los dendrogra-mas se obtuvieron utilizando un análisis de agrupamiento, empleando el método de agrupa-miento upgMa. Los agrupamientos fueron visua-lizados con la opción tRee display que permite establecer las relaciones entre los genotipos se-leccionados a través de diagramas arborescentes o dendrogramas. Como resultado se detectó la presencia de tres grupos diferentes (figura 1). El grupo A se formó con las muestras N32 a N36 las cuales no tienen relación con el garambullo. Por lo tanto, el método utilizado es eficiente para dis-criminar entre especies. El grupo B está formado por 28 muestras, mientras que el grupo C está

formado por sólo tres muestras (figura 1). Con base en las diferencias en la diversidad genética entre los grupos B y C, se puede concluir que ambos grupos son dos especies diferentes con un ancestro común. Por otro lado, en vista que M. schenckii es la especie minoritaria y siendo que aproximadamente 10% (3/31) de las colectas for-maron este grupo, es altamente probable que es-tas plantas pertenezcan a M. schenkii. En consecuencia el grupo B donde 28 de las 31 muestras se agruparon, pertenecen a la especie M. geometrizans (cuadro 2).

A su vez, el grupo B está formado por cuatro subgrupos perfectamente definidos (figura 1, a-d). Los subgrupos a, b y c están formados por ocho muestras cada uno mientras que el subgru-po d está integrado sólo por cuatro muestras. Con base en los resultados que se tienen, no es posible explicar la existencia de estos subgrupos dentro del grupo B. Los resultados de los análisis quími-cos del fruto contribuyen con mayor información en este incipiente mapa de la diversidad genética y química del género Myrtillocactus.

Figura 1. Diversidad genética del garambullo que crece en Guanajuato.

G1

0.1

C

B

A

a

b

c

d

G2G3

G10G11G8G9G4G5G6G7G12G13G14G15G16G17G18G19G26G27G24G25G20G21G22G23G28G29G30G31NR36NR35NR34NR32NR33

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Cuadro 2. Muestras de Myrtillocactus asignadas a M. geometrizans o M. schenckii según factores morfológicos y con herramientas biotecnológicas.

Nuestra experiencia en el campo sugiere que esta especie está en peligro de extinción por el avance de las manchas urbanas, entre otras cau-sas. La pérdida de un fruto con tal riqueza gené-tica y con gran potencial desde el punto de vista alimentario, nutracéutico y económico sería la-mentable. En resumen, este estudio permite pun-tualizar al menos tres aspectos importantes del género Myrtillocactus: 1. La especie minoritaria presente en el Bajío es M. schenckii (tres de cada 30 árboles); 2. se evidencia la fragilidad de esta especie por lo que se sugiere la necesidad de rea-lizar actividades de conservación y rescate, y 3. al existir dos especies del género y tener las he-rramientas para su identificación, es necesario realizar estudios para evaluar si existen diferen-cias entre las dos especies en su calidad nutricio-nal o nutracéutica (es necesario conocer el efecto de cada una de ellas sobre síntomas de enfermedades crónico degenerativas). También es necesario definir si los procesos industriales afectan en forma diferencial a cada especie. Este tipo de estudios podría dar valor agregado al gé-nero y promover su consumo y en consecuencia su comercialización. Profundizar en el estudio de este tipo de especies debería ser una tarea obli-gada del gobierno para no correr el riesgo de perder parte de nuestra riqueza natural y de esta forma obtener los beneficios del consumo en una sociedad que reclama continuamente mejorar su calidad de vida.

Literatura citada

Console, M., 1897. “Myrtillocactus, Nuevo genere di Cacca-taceae”, Boll. R. Orto Bot. Giard. 1, Colon. Palermo.

Britton, N.L. y J.L. Rose. 1920. “Myrtillocactus eichlamii sp.”, The Cactaceae 2: 180-181.

Hernández-López, D., F. Vaillant, R. Reinoso-Camacho et al. 2008. “Myrtillocactus (cactaceae): botanical, agro-nomic, physicochemical and chemical characteristics of fruits”, Fruits 63: 201-208.

Rivera-Aguilar, V., H. Godinez-Alvarez, I. Manuell-Ca-cheux et al. 2005. “Physical effects of biological soils crusts on seed germination of two desert plants under laboratory conditions”. Journal of Arid Environment 63: 344-352.

MuestraEspecie asignadacon base en literatura1

Especie asignada con herramientas biotecnológicas2

1 M. geometrizans M. schenckii

2 M. geometrizans M. schenckii

3 M. geometrizans M. schenckii

4 M. geometrizans M. geometrizans

5 M. geometrizans M. geometrizans

6 M. geometrizans M. geometrizans

7 M. geometrizans M. geometrizans

8 M. geometrizans M. geometrizans

9 M. geometrizans M. geometrizans

10 M. geometrizans M. geometrizans

11 M. geometrizans M. geometrizans

12 M. geometrizans M. geometrizans

13 M. geometrizans M. geometrizans

14 M. geometrizans M. geometrizans

15 M. geometrizans M. geometrizans

16 M. geometrizans M. geometrizans

17 M. schenckii M. geometrizans

18 M. schenckii M. geometrizans

19 M. schenckii M. geometrizans

20 M. schenckii M. geometrizans

21 M. schenckii M. geometrizans

22 M. schenckii M. geometrizans

23 M. schenckii M. geometrizans

24 M. schenckii M. geometrizans

25 M. schenckii M. geometrizans

26 M. schenckii M. geometrizans

27 M. schenckii M. geometrizans

28 M. schenckii M. geometrizans

29 M. schenckii M. geometrizans

30 M. schenckii M. geometrizans

31 M. schenckii M. geometrizans

32 ENR3 ENR

33 ENR ENR

34 ENR ENR

35 ENR ENR

36 ENR ENR

1 Britton y Rose, 1920. 2 Con base en la figura 1.3 ENR: Especies no relacionadas con garambullo.

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aleJandRa ManduJano CHávez | edMundo lozoya gloRia

PLANTA DEL ZOAPATLE (Montanoa tomentosa)

estudio de Caso

El género Montanoa spp. constituye uno de los pocos miembros de la familia de las Asteráceas mexicanas que ha llamado mucho la atención de científicos alrededor del globo (Landgren et al., 1979; Braca et al., 2001; Robles-Zepeda, 2003). Existen diversas especies, todas ellas de tipo ar-bustivo, pero con algunas diferencias morfológi-cas marcadas. La importancia de este grupo se remonta a tiempos precolombinos, cuando las civilizaciones aztecas utilizaban sus extractos acuosos como remedio para curar algunas enfer-medades comunes de aquellos tiempos (Lozoya, 1976). Grabados del Códice Cruz-Badiano descri-bían las infusiones de plantas de este género, especialmente los del zoapatle (M. tomentosa) (Lozoya, 1982), eran utilizadas como remedios para acelerar el nacimiento en trabajos de parto difíciles (figura 1). Su uso medicinal en nuestros días por las comunidades con legados indígenas ha sido el motivo principal por el que se le ha brindado una atención privilegiada en compara-ción con el resto de las Asteráceas mexicanas.

Actualmente M. tomentosa es comúnmente conocida como zoapatle, que es la pronunciación hispana que proviene del Náhuatl cihuapahtli (cihua = mujer, pahtli = medicina) y que signifi-ca planta medicinal de la mujer. Su nombre cien-tífico fue asignado en honor al médico mexicano Luis Montaña, quien fue uno de los pioneros en su estudio (Gallegos, 1983).

Hoy en día, esta especie es considerada como una de las más importantes desde el punto de vista medicinal en México, y como fuente poten-cial en el área farmacológica (Campos-Bedolla et al., 1997). Su complexión es de forma arbustiva y ramificada que puede llegar a alcanzar los tres metros de altura. Se le denomina “tomentosa” por la gran cantidad de vellos presentes en el tallo y las hojas. Estas últimas son de filo dentado u ovalado, terminando en punta. Las flores forman racimos de color blanco. Sus semillas son peque-

Figura 1. Representación del Cihuapahtli y descrip-ción de sus usos en el Códice Cruz-Badiano. Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis, manuscrito azteca escrito en 1552 por Martín de la Cruz, según la tra-ducción latina de Juan Badiano.

ñas y de tres a cuatro por flor, y sus raíces son de tipo fibroso (Funk, 1982).

Desde finales de los años 1970 hasta princi-pios de la década de los 1990, la planta fue mo-tivo de intensos tratados científicos, debido principalmente a la búsqueda de anticoncepti-vos naturales con menos efectos secundarios que los tradicionales esteroides (Hahn et al., 1981). Por tal interés se identificaron más de 40 compuestos, de ellos se aislaron al menos 20 productos naturales no reportados en otras es-pecies de plantas hasta ese entonces y además fueron patentados para su uso anticonceptivo (Caballero y Walls, 1970). Dentro de los com-puestos más destacados se encuentran algunos diterpenos de los cuales se especulaba tenían una actividad anticonceptiva (Marcelle et al., 1985; Shing et al., 1996). La solicitud y registro de patentes relacionadas con las sustancias ac-tivas y procesos para obtenerlas entre octubre de 1976 y diciembre de 1980 por empresas transnacionales era en promedio de dos por año. Estudios posteriores revelaron que la zoapatlina y sus derivados aislados de las partes aéreas de M. tomentosa eran potenciales agentes en el tra-tamiento de la leucemia (Del Piaz et al., 2007).

Mandujano Chávez, A. y E. Lozoya Gloria. 2012. “Planta del zoapatle (Montanoa tomentosa)” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp 328-333.

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De esta planta se han reportado también com-puestos con propiedades protectoras de los ner-vios (Oshima et al., 1986) y anticancerígenos (Quijano et al., 1982; Oshima et al., 1986; Topcu et al., 1988; Müller et al., 2004). Sin embargo, los más conocidos son los ácidos kaurenóico, grandiflorénico y monoginóico (Enríquez et al., 1997). Estos tres compuestos son los responsa-bles de las contracciones uterinas en hembras, inicialmente descritas por la administración oral de infusiones acuosas del zoapatle (Cam-pos-Bedolla et al., 1997). De los tres anteriores, el grandiflorénico es el compuesto que se asume tiene la mayor actividad farmacológica reporta-da, seguido de los dos restantes (Campos-Bedo-lla et al., 1997).

Usos

Al zoapatle se le ha utilizado también para resol-ver diversos desórdenes fisiológicos propios de la mujer, como son la regulación de los ciclos mens-truales, como agente analgésico contra cólicos menstruales, en el control de la natalidad y como estimulador del trabajo de parto (Ponce-Monter et al., 1983). Se ha comprobado que este extracto no es estrogénico ni provoca alteraciones cardio-vasculares, hematológicas y tampoco afecta las funciones de hígado, riñón y tiroides, a diferen-cia de otros medicamentos con fines similares (Landgren et al., 1979). En cuanto al cultivo in vitro de esta especie se han establecido ya culti-vos de callo y células en suspensión, así como plantas in vitro (Villarreal et al., 2001). A partir del año 2000, y debido a sus propiedades aborti-vas, no se permite el uso de tés, infusiones y aceites vegetales de esta planta en mujeres em-barazadas de acuerdo al Diario Oficial de la Fe-deración publicado el 15 de diciembre de 1999 por la Secretaría de Salud.

Características y distribución

Esta planta nativa de México se distribuye prin-cipalmente en el bosque tropical caducifolio, bos-que de coníferas, bosque de Quercus, matorral xerófilo y vegetación secundaria en los estados de Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí, Gua-najuato, Estado de México, Veracruz y Oaxaca.

Otros sinónimos y nombres comunes con los que se conoce al zoapatle son: Eriocoma flori-bunda, Montanoa floribunda, soapatle, aclinán, pirimo blanco, nocuana-titete-xini-ni, too, cua-na-xana y ciguapactli.

Las observaciones registradas que se tienen de esta planta en Guanajuato se muestran en el cuadro 1 y su distribución en el estado se mues-tra en la figura 2.

Además de los registros oficiales, se han re-gistrado también algunas observaciones ocasio-nales de plantas de zoapatle en el estado de Guanajuato. Algunos ejemplos son la Ficha In-formativa de los Humedales Ramsar (fiR) de la laguna de Yuriria, en Guanajuato (2004), en don-de se menciona una Montanoa myriocephala en la flora terrestre de la laguna. En la revisión y actualización del inventario de la flora espontá-nea del jardín botánico El charco del ingenio de San Miguel de Allende (2007) se mencionan las M. arborescens y M. tomentosa. En un estudio de impacto ambiental, modalidad: ecoturismo, del complejo ecoturístico Hoya de Álvarez en el mu-nicipio de Valle de Santiago, ubicada en la región ecogeográfica de la zona templada dentro de las provincias del Bajío Guanajuatense y de las Sie-rras Volcánicas del Sureste Guanajuatense, en 2008, se reportó M. myriocephala.

Conclusiones

Por sus propiedades de contraer el útero fue en su momento la planta más estudiada de México a nivel medicinal y farmacológico. Debido a que en 1999 se le incluyó en la lista de plantas prohibidas para su uso por sus propiedades abortivas, se ha dejado de utilizar con la misma frecuencia. Sin embargo, en Guanajuato, y probablemente en otras regiones del país en donde se encuentra esta planta, sigue siendo utilizada de manera clandes-tina, razón por la cual es difícil obtener informa-ción confiable sobre su distribución o cultivo es-pecífico. Se asume que es colectada de manera silvestre por los yerberos para su venta. Sigue siendo una de las plantas más atractivas como modelo de estudio y potencial aplicación. Debido a su casi exclusiva presencia en México, es con-veniente investigar más sobre ella a nivel básico y aplicado y considerar las posibilidades de utili-

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Año de colecta

Año de identificación

Colector Municipio Localidad Notas Longitud LatitudElevación mínima

Nombre científico

1974 2005 Flores Macías, David J. TarimoroPuerto Jondo, 26 km al ESE de Tarimoro, entre los cerros La Bufa y La Pucha

ND -100.70333 20.088333 Montanoa grandiflora

1978 2007 Kishler, Jean San Miguel de Allende Escalón arriba del Cañón Landeta Matorral xerófilo -100.69778 20.90889 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1979 2009 García Pérez, José San Felipe Sierra El Cubo, 5 km al E de El Cubo Bosque de Pinus-Quercus -101.10833 21.464167 2 370 Montanoa leucantha sp. leucantha

1979 2005 Kishler, Jean San Miguel de Allende Entre El Atascadero y la Presa del Obraje ND -100.69611 20.900833 1 890 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1984 2007 Kishler, Jean San Miguel de Allende San Miguel Allende ND -100.8 21.063612 1 950 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1985 2009 Rubio, Alejandra Jerécuaro La Cieneguilla Bosque de Quercus -100.605835 20.223888 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2007 Rzedowski Rotter, Jerzy San Luis de la Paz 3 km al O de Pozos Pastizal -100.49555 21.224167 2 350 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1986 2007 Rzedowski Rotter, Jerzy Xichú4 km al O de Xichú, sobre la carretera a San Luis de la Paz

Chaparral -100.07445 21.28389 1 550 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1986 2007 Zamudio Ruiz, Sergio Acámbaro 3 km al S de Acámbaro Matorral subtropical -100.708336 20.019722 Montanoa grandiflora

1986 2009 Rzedowski Rotter, Jerzy Santiago Maravatío Cerro Prieto, cerca de La Leona Bosque tropical caducifolio -100.96 20.11389 1 950 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2009 Galván Villanueva, Raquel San Felipe 3 km al S de Herrerías Matorral xerófilo -101.27889 21.53389 2 130 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2009 Zamudio Ruiz, Sergio Salvatierra 14 km al NO de Yuriria, carretera a Salamanca Vegetación secundaria -101.209724 20.255278 1 980 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2009 Rzedowski Rotter, Jerzy Tarimoro 5 km al NE de Tarimoro, camino a Huapango Bosque tropical caducifolio -100.73944 20.308332 2 000 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2009 Rzedowski Rotter, Jerzy Cortazar Parte alta del cerro Culiacán Bosque de Quercus -100.97305 20.331944 2 500 Montanoa leucantha sp. leucantha

1987 2009 Galván Villanueva, Raquel León El Puerto, 13 km al N de León Bosque tropical caducifolio -101.6725 21.197779 2 430 Montanoa leucantha sp. leucantha

1987 2009 Mora Benítez, Arturo San Miguel de Allende Microondas Calderón, cerro de Alcocer Pastizal -100.78361 20.825556 2 150 Montanoa leucantha sp. leucantha

1988 2007 Ventura Ventura, Emma San Luis de la Paz Cerro de la Cruz, 9 km al N de San Luis de la Paz ND -100.57389 21.26111 2 100 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1988 2007 Rzedowski Rotter, Jerzy Jerécuaro 2 km al SE de Chilarillo Bosque de Quercus -100.40722 20.088333 2 200 Montanoa grandiflora

1988 2009 Ventura Ventura, Emma San Luis de la Paz Hacienda El Kijay, 10 km al E de San Luis de la Paz ND -100.523056 21.277779 2 600 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1988 2009 Galván Villanueva, Raquel León 10 km al N de León Bosque tropical caducifolio -101.67639 21.194445 2 400 Montanoa leucantha sp. leucantha

1989 2007 Argüelles, Elizabeth San Miguel de Allende Cañón de las Colonias ND -100.69778 20.90889 1 900 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1989 2007 Ventura Ventura, Emma Victoria Los Linderos, 9 km al E de Victoria ND -100.23389 21.22 1 600 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1990 2007 Ventura Ventura, Emma San Luis de la Paz Cerro San Ignacio ND -100.53333 21.280556 1 950 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1990 2005 Ventura Ventura, Emma Victoria Puerto de Trancas ND -100.797226 20.82361 2 000 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1990 2005 Ventura Ventura, Emma San Luis de la Paz El Chupadero ND -100.47806 21.491112 2 000 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1992 2008 Carranza González, Eleazar Tierra Blanca Al NE de Tierra Blanca Vegetación riparia -100.14389 21.135 1 620 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1992 2009 Galván Villanueva, Raquel Guanajuato 1.5 km al N de El Cubilete Bosque de Quercus -101.35667 21.023056 2 400 Montanoa leucantha sp. leucantha

1996 2009 Rojas Villegas, Silverio Cortazar O del poblado de Arreguín Bosque tropical caducifolio -100.84055 20.412777 2 000 Montanoa leucantha sp. leucantha

Cuadro 1. Localización de especímenes de zoapatle en el estado de Guanajuato.

Listado actualizado del estado de Guanajuato. Reino: Plantae, Phylum: Magnoliophyta, Clase: Magnoliopsida, Familia: Asteraceae, Género: Montanoa, Orden: Asterales, Identificadas por José Luis Villaseñor Ríos. ND, No determinada. Có-digo de la colección Mexu. Código de la Institución iBunaM. Fuente: ASTERACEAE Portal Unibio, Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México (http://www.unibio.unam.mx).

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Año de colecta

Año de identificación

Colector Municipio Localidad Notas Longitud LatitudElevación mínima

Nombre científico

1974 2005 Flores Macías, David J. TarimoroPuerto Jondo, 26 km al ESE de Tarimoro, entre los cerros La Bufa y La Pucha

ND -100.70333 20.088333 Montanoa grandiflora

1978 2007 Kishler, Jean San Miguel de Allende Escalón arriba del Cañón Landeta Matorral xerófilo -100.69778 20.90889 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1979 2009 García Pérez, José San Felipe Sierra El Cubo, 5 km al E de El Cubo Bosque de Pinus-Quercus -101.10833 21.464167 2 370 Montanoa leucantha sp. leucantha

1979 2005 Kishler, Jean San Miguel de Allende Entre El Atascadero y la Presa del Obraje ND -100.69611 20.900833 1 890 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1984 2007 Kishler, Jean San Miguel de Allende San Miguel Allende ND -100.8 21.063612 1 950 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1985 2009 Rubio, Alejandra Jerécuaro La Cieneguilla Bosque de Quercus -100.605835 20.223888 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2007 Rzedowski Rotter, Jerzy San Luis de la Paz 3 km al O de Pozos Pastizal -100.49555 21.224167 2 350 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1986 2007 Rzedowski Rotter, Jerzy Xichú4 km al O de Xichú, sobre la carretera a San Luis de la Paz

Chaparral -100.07445 21.28389 1 550 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1986 2007 Zamudio Ruiz, Sergio Acámbaro 3 km al S de Acámbaro Matorral subtropical -100.708336 20.019722 Montanoa grandiflora

1986 2009 Rzedowski Rotter, Jerzy Santiago Maravatío Cerro Prieto, cerca de La Leona Bosque tropical caducifolio -100.96 20.11389 1 950 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2009 Galván Villanueva, Raquel San Felipe 3 km al S de Herrerías Matorral xerófilo -101.27889 21.53389 2 130 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2009 Zamudio Ruiz, Sergio Salvatierra 14 km al NO de Yuriria, carretera a Salamanca Vegetación secundaria -101.209724 20.255278 1 980 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2009 Rzedowski Rotter, Jerzy Tarimoro 5 km al NE de Tarimoro, camino a Huapango Bosque tropical caducifolio -100.73944 20.308332 2 000 Montanoa leucantha sp. leucantha

1986 2009 Rzedowski Rotter, Jerzy Cortazar Parte alta del cerro Culiacán Bosque de Quercus -100.97305 20.331944 2 500 Montanoa leucantha sp. leucantha

1987 2009 Galván Villanueva, Raquel León El Puerto, 13 km al N de León Bosque tropical caducifolio -101.6725 21.197779 2 430 Montanoa leucantha sp. leucantha

1987 2009 Mora Benítez, Arturo San Miguel de Allende Microondas Calderón, cerro de Alcocer Pastizal -100.78361 20.825556 2 150 Montanoa leucantha sp. leucantha

1988 2007 Ventura Ventura, Emma San Luis de la Paz Cerro de la Cruz, 9 km al N de San Luis de la Paz ND -100.57389 21.26111 2 100 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1988 2007 Rzedowski Rotter, Jerzy Jerécuaro 2 km al SE de Chilarillo Bosque de Quercus -100.40722 20.088333 2 200 Montanoa grandiflora

1988 2009 Ventura Ventura, Emma San Luis de la Paz Hacienda El Kijay, 10 km al E de San Luis de la Paz ND -100.523056 21.277779 2 600 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1988 2009 Galván Villanueva, Raquel León 10 km al N de León Bosque tropical caducifolio -101.67639 21.194445 2 400 Montanoa leucantha sp. leucantha

1989 2007 Argüelles, Elizabeth San Miguel de Allende Cañón de las Colonias ND -100.69778 20.90889 1 900 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1989 2007 Ventura Ventura, Emma Victoria Los Linderos, 9 km al E de Victoria ND -100.23389 21.22 1 600 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1990 2007 Ventura Ventura, Emma San Luis de la Paz Cerro San Ignacio ND -100.53333 21.280556 1 950 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1990 2005 Ventura Ventura, Emma Victoria Puerto de Trancas ND -100.797226 20.82361 2 000 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1990 2005 Ventura Ventura, Emma San Luis de la Paz El Chupadero ND -100.47806 21.491112 2 000 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1992 2008 Carranza González, Eleazar Tierra Blanca Al NE de Tierra Blanca Vegetación riparia -100.14389 21.135 1 620 Montanoa tomentosa sp. tomentosa

1992 2009 Galván Villanueva, Raquel Guanajuato 1.5 km al N de El Cubilete Bosque de Quercus -101.35667 21.023056 2 400 Montanoa leucantha sp. leucantha

1996 2009 Rojas Villegas, Silverio Cortazar O del poblado de Arreguín Bosque tropical caducifolio -100.84055 20.412777 2 000 Montanoa leucantha sp. leucantha

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Figura 2. Distribución del zoapatle en el estado de G

uanajuato.

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Literatura citada

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zar su cultivo de manera controlada con fines co-merciales, aunque bajo vigilancia sanitaria. Por su facilidad de crecimiento en los diversos tipos de

suelo del estado, Guanajuato podría ser un buen productor de esta planta.

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estudio de Caso

salvadoR Montes HeRnández | MaRía guadalupe CaMaRena HeRnández | elena HeRedia gaRCía

RECURSOS GENÉTICOS DE LOS PARIENTES SILVESTRES DE LAS PLANTAS CULTIVADAS EN GUANAJUATO

Los recursos genéticos son organismos vivos de uso actual o potencial para la humanidad, a diferencia de los recursos biológicos que invo-lucran a toda la fauna y flora de un área en general. En el caso de las plantas, los recursos genéticos incluyen a especies cultivadas, varie-dades comerciales, locales tradicionales, líneas de mejoramiento y otras combinaciones genéti-cas (genes, secuencias génicas, mutantes gené-ticos, cromosómicos y genómicos), y a especies silvestres de usos directo, indirecto y potencial, que en conjunto pueden contribuir a la solución de problemas de la producción agrícola, pecua-ria y forestal. Tal diversidad puede visualizarse a distintas escalas de organización biológica, desde el ecosistema, pasando por las comunida-des, las poblaciones, llegando inclusive a las especies, y a los grupos taxonómicos infraespe-cíficos tales como subespecies, variedades y for-mas, las poblaciones o conjuntos de organismos que coexisten e intercambian información ge-nética en localidades particulares, y los indivi-duos que componen tales poblaciones.

El estado de Guanajuato se caracteriza por presentar mucha tradición agrícola, la cual se presenta tanto en cultivos nativos como en in-troducidos, considerado en algún tiempo el gra-nero de México. Entre los cultivos básicos que más destacan son maíz, trigo, sorgo, entre otros, además, de una serie de cultivos hortícolas como ajo, brócoli, cebolla, chile, espárrago, fresa, jito-mate, tomate de cáscara, zanahoria, etcétera.

Casas y Parra (2007) reconocen cuatro niveles de prioridad en el manejo, aprovecha-miento y conservación de los recursos genéticos vegetales, de acuerdo con su utilidad actual o potencial a corto plazo, y también que al con-textualizar con la flora del estado se pueden registrar especies en los distintos niveles ya que la mayoría de ellas requieren de diversos trata-mientos de conservación.

• Primer nivel de prioridad, incluye los recursos genéticos de especies que sostienen principal-mente la producción primaria en el mundo (agricultura, ganadería, pesca). En el caso de las plantas, a través del tiempo, las diversas cultu-ras humanas han usado como alimento alrede-dor de 5 000 especies (Wilkes, 1995), lo que significa una fracción menor a 1% de la flora mundial; 150 plantas componen el comercio mundial (excluyendo especias, medicinales e industriales) y, además de este reducido núme-ro, sólo 50 plantas son las más productivas al proveer los requerimientos básicos de energía del ser humano, como trigo, maíz, arroz, soya, algodón y pinos, usadas principalmente en la producción de alimentos, forrajes, fibras, aceites y madera (Prescott-Allen y Prescott-Allen, 1990). Esto significa que la selección artificial ha sido muy exitosa para generar alimentos a partir de muy pocas especies de plantas.

Estas especies comprenden numerosas varian-tes generadas como resultado de la selección arti-ficial en distintos ambientes naturales y culturas, y son componentes básicos de la diversidad bioló-gica de los sistemas agrícolas o agrobiodiversidad. Junto a tales especies son igualmente importantes sus parientes silvestres, incluyendo taxa que per-tenecen a la misma especie que la planta domes-ticada, así como otras especies del mismo género con las que intercambian o pueden intercambiar genes de manera natural. A manera de ejemplo se cuenta con diversas especies silvestres que son utilizadas en forma constante, en diversas regio-nes del estado, jitomate (Solanum lycopersicum var. cerasiforme), papita güera (Solanum cardio-phyllum), papa (Solanum spp.), frijol (Phaseolus vulgaris var. aborigineus, Phaseolus spp.), maíz (Zea mays subsp. parviglumis y Zea mays subsp. mexicana), tomate de cáscara (Physalis philadel-phica, Physalis minima, Physalis spp.), amaranto (Amaranthus caudatus, Amaranthus cruentus,

Montes Hernández, S., M. G. Camarena Hernández y E. Heredia García. 2012. “Recursos genéticos de los parientes silvestres de las plantas cultivadas en Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 334-337.

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Diversidad genética | 335

Amaranthus spp.), chile (Capsicum annuum var. glabriusculum), calabaza (Cucurbita radicans, Cu-curbita pedatifolia), guayaba (Psidium spp.), jíca-ma (Pachyrhizus spp.), entre otras. Hay muchos otros ejemplos de cultivos subutilizados, como el cultivo de traspatio, entre otros, de chayote (Sechium edule), aguacate (Persea americana var. americana), etcétera.• Segundo nivel de prioridad, en el que se en-cuentran cientos de especies cultivadas y do-mesticadas que satisfacen requerimientos hu-manos regionales, algunas con signos claros de inicio de domesticación. El grueso de estas es-pecies, sus variantes y parientes silvestres for-man parte de este segundo nivel de prioridad, algunos ejemplos son el garambullo, nopales, tunas, pitayos, etcétera.• Tercer nivel de prioridad, se refiere a aquellas especies que han recibido alguna forma de ma-nejo por parte de los seres humanos a lo largo de su historia cultural y que presentan signos incipientes de domesticación. Por ejemplo se tie-nen en el estado de Guanajuato el chilcuague, arbustivas nativas, papas silvestres, etcétera.• En un cuarto nivel de prioridad se encuentran las especies silvestres útiles cuyos productos son obtenidos a través de la recolección en poblaciones silvestres, arvenses o ruderales. Como ejemplo se registran orégano, poleo, verdolaga, etcétera.

La erosión genética de los recursos vegetales y su conservación

El aumento de la población humana ha traído mayor demanda de alimentos y recursos natu-rales, lo que ha propiciado, en parte, erosión genética de nuestros recursos vegetales causada por diferentes factores como el desarrollo in-dustrial y la consecuente migración de la mano agrícola hacia la industria que, aunada a la se-paración cada vez más fuerte entre los centros de producción y de consumo, tiende a eliminar las unidades de producción agrícola autosufi-ciente y dan una nueva dimensión al transpor-te y a la comercialización de los productos del campo. Estos procesos, asociados a la mecani-zación de las prácticas agrícolas, se favorecen con la homogenización y la normalización de las variedades cultivadas. Además, la defores-

tación, aumento de tierras para el cultivo, in-cremento de la ganadería, agricultura intensiva, pérdida de hábitat, así como la degradación, fragmentación e introducción de nuevos culti-vos en una región, trae como consecuencia el relego y consecuente pérdida de las variantes nativas y sus parientes silvestres (Catie, 1979; Esquinas, 1982).

La conservación de un recurso se refiere a la actividad, políticas y manipulación que aseguren su continua disponibilidad y existencia, de tal manera que rindan el mayor beneficio sostenido para las generaciones actuales, conservando al mismo tiempo su potencialidad para satisfacer las necesidades y aspiraciones de las genera-ciones futuras. Por lo tanto, existe una relación positiva entre el uso y la conservación de un recurso. Por todo lo anterior, la conservación de los recursos genéticos vegetales es un área muy importante dentro del estudio de la biodiversidad (Catie, 1979; Esquinas, 1982; fao, 1989).

Importancia de la conservación de los parientes silvestres y variedades tradicionales

Las variedades tradicionales y sus parientes sil-vestres son a menudo capaces de soportar con-diciones que dañarían marcadamente muchas variedades modernas, lo cual le confiere una mayor estabilidad productiva. Su valor poten-cial para la humanidad, ahora y en el futuro, radica fundamentalmente en los genes que con-tienen, que no son sólo fuente de caracteres ta-les como resistencia a enfermedades, calidad nutritiva y adaptabilidad a condiciones ambien-tales adversas, sino también de caracteres que aunque no son reconocidos actualmente, pue-den un día ser considerados invaluables, por lo que es importante conservarlos y estudiarlos (Esquinas, 1982).

Los parientes silvestres se consideran los an-cestros más cercanos de las formas domestica-das, con niveles altos de diversidad genética acumulada a lo largo de cientos de miles de años de evolución natural, a diferencia de las especies domesticadas, cuya diversidad genética es resultado de la adopción de fragmentos de la misma diversidad por parte de los humanos y su desarrollo en el contexto más reducido de tiem-

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po de domesticación. Además, es frecuente el flujo de genes entre poblaciones de parientes silvestres y plantas domesticadas en las áreas donde coexisten, y tal flujo generalmente enri-quece la variedad de plantas cultivadas. La con-tinua incorporación de diversidad genética “natural” a las poblaciones de plantas domesti-cadas constituye una fuente primaria de la agrobiodiversidad que los campesinos tradicio-nales han venido manejando a lo largo de siglos de domesticación. Es por eso que se considera a los parientes silvestres como un instrumento en la productividad y estabilidad de los agro-eco-sistemas tradicionales a través de un intercam-bio genético entre variedades locales y sus parientes silvestres, lo que puede ampliar el va-lor para la expansión de sus utilidades dentro de los acervos genéticos de cultivos.

Los genes de parientes silvestres de especies cultivadas pueden dotar de sostenibilidad a la agricultura al proteger los servicios ambientales vitales, como son la polinización, el ciclo de nutrientes y la regulación de caudales. La con-servación y el uso responsable de parientes sil-vestres de especies cultivadas es por lo tanto esencial para incrementar la seguridad alimen-taria, reducir la pobreza y para mantener la sos-tenibilidad de los ecosistemas agrícolas.

La manera más práctica y hasta ahora más viable de llevar a cabo la conservación de los recursos genéticos vegetales es de forma ex situ, esto es fuera de sus hábitats naturales, lo cual se justifica por lo práctico que resulta, por ejem-plo, concentrar un grupo grande de semillas en un cuarto frío (fao, 1989). Sin embargo, otra alternativa de conservación es in situ que, como su nombre lo indica, se lleva a cabo en el mismo lugar en donde se han originado, evolucionado y se encuentran actualmente las plantas de in-terés, lo cual representa gran valor para la con-servación de la diversidad genética, ya que es constante el flujo de genes entre parientes sil-vestres y domesticados (fao, 1989).

Conservación in situ y manejo campesino

Para los parientes silvestres de las plantas cul-tivadas la conservación in situ, en algunos ca-sos, puede ser la mejor opción ya que viven en

condiciones naturales, además de que pueden continuar sus procesos evolutivos en el lugar en donde aparecen y de alguna manera conviven con las poblaciones humanas. Se mencionan dos opciones para su conservación in situ: a) esta-blecer reservas biológicas o áreas naturales pro-tegidas, y b) crear modelos o sistemas de explo-tación en forma sustentable en las regiones donde se presentan estas plantas, lo que implica una serie de acciones y actividades a considerar y entender para lograr una mejor conservación (Maxted et al., 1997). Cabe mencionar que es importante considerar los diferentes niveles de organización al cual están sujetos todos los or-ganismos: individuo, población, comunidad y ecosistema, ya que cada nivel requiere diferen-tes y específicas acciones de conservación.

El concepto de Área Natural Protegida está muy identificado con la conservación in situ, la cual considera a la flora en general; sin embargo, la idea es considerarla también como una alter-nativa en la conservación de los recursos gené-ticos de especies cultivadas y sus parientes silvestres dentro de los sistemas tradicionales de producción o explotación (Brush, 2000; Maxted et al., 2002). Esto incluye conservar tanto la di-versidad de los parientes silvestres y el sistema de manejo del recurso, basado en el hecho de que al mantener estos sistemas, y más aún, al con-servarse la cultura relacionada con ellos, se mantiene el recurso genético (Brush, 2000). Por su parte, Brush (2000) y Maxted et al. (2002) señalan que es muy importante complementar ambos tipos de conservación, ex situ e in situ, dada la preocupación generada por la desapari-ción de su diversidad genética, ocasionada por el aumento de la población humana con el corres-pondiente aumento en la demanda de alimentos y recursos naturales, cuyas consecuencias pue-den incluir la lamentable pérdida de las variantes nativas y sus parientes silvestres.

La mayoría de esta diversidad –de la cual depende su supervivencia– está en manos de pequeños agricultores, marginados y de edad avanzada que conservan casi toda su produc-ción, así como de comunidades indígenas de culturas muy antiguas y tradicionales. El cam-bio en los sistemas de producción y el abandono de las prácticas tradicionales de explotación

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pueden traer como consecuencia la pérdida de la diversidad. El mantenimiento de los sistemas tradicionales de producción y el de la cultura que los sostiene es la mejor estrategia para la conservación de la diversidad de las especies cultivadas en estos ecosistemas. Por otro lado, resulta fundamental mejorar la calidad de vida de las comunidades locales que son los verda-deros vigías y guardianes de la diversidad fito-genética, para lograrlo es necesario mejorar el sistema de producción, modificando uno o va-rios de sus componentes sin disminuir la diver-sidad (Catie, 1979; Esquinas 1982; fao, 1989).

La conservación in situ debe basarse en un esfuerzo concentrado de las comunidades locales, las organizaciones no gubernamentales y las ins-

tituciones nacionales. La utilización de las plan-tas, ya sea en el presente y en el futuro, dentro de los sistemas agrícolas actuales debe ser toma-da en cuenta, como factor importante dentro del desarrollo actual de la agricultura (fao, 1989).

Con base en lo anterior se sugiere generar políticas de conservación de los recursos gené-ticos vegetales, dando énfasis a los parientes silvestres, muchos de los cuales se encuentran en interacción con las plantas domesticadas, por lo que resulta urgente identificarlos, hacer un diagnóstico sobre el estado que guardan y diseñar acciones para su conservación in situ, sobre todo considerando el número y dimensio-nes de las áreas naturales protegidas que exis-ten en el estado de Guanajuato.

Literatura citada

Brush, S.B. 2000. Genes in the Field. On-Farm Conser-vation of Crop Diversity. Italia, International Plant Genetic Resources Institute e International Develop-ment Research Centre.

Casas, A. y F. Parra. 2007. “Agrobiodiversidad, parientes silvestres y cultura”, Leisa, Revista de agroecología 23: 5-8.

Catie (Centro Agronómico Tropical de Investigación y En-señanza). 1979. Los recursos genéticos de las plantas cultivadas en América Central. Turrialba, Costa Rica, CATIE/GTZ.

Esquinas, A., J.T. 1982. Los recursos fitogenéticos una in-versión segura para el futuro. Madrid, España, Institu-to Nacional de Investigaciones Agrarias.

fao (Organización de la Naciones Unidas para la Agricultu-ra y la Alimentación). 1989. Recursos fitogenéticos. Su conservación in situ para el uso humano. Roma, Italia.

Maxted, N., B. Ford-Lloyd y J.G. Hawkes. 1997. Plant genetic conservation: the in situ approach. Londres, Chapman & Hall.

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Prescott-Allen, R. y C. Prescott-Allen. 1990. “How many plants feed the world?”, Conservation Biology 4: 365-374.

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andRés CRuz-HeRnández | floR de fátiMa Rosas-CáRdenas

CARACTERIZACIÓN BIOQUÍMICA Y MOLECULAR DE LA MADURACIÓN DE FRUTOS DE NOPAL (Opuntia sp.) DE GUANAJUATO

estudio de Caso

Introducción

El nopal (Opuntia spp.) se clasifica dentro de la familia Cactaceae, la cual constituye uno de los recursos más importantes y cuantiosos de la flora mexicana, y abarca cerca de 30% de la su-perficie continental. En dicha familia se ubican aproximadamente 130 géneros y 1 600 especies. El género Opuntia está conformado de aproxima-damente 300 especies. En México, Bravo-Hollis (1978) registró 104 especies, 60 endémicas del país. Muchas especies de cactus producen frutos comestibles, sin embargo, sólo se conocen como cultivo para frutos a las especies del grupo Pla-tyopuntia, destacando el nopal tunero Opuntia ficus indica como la especie más conocida, la cual brinda una productividad comparable con los cultivos agrícolas más productivos (Nobel, 1988). Las tunas son apreciadas por su sabor dulce en algunas variedades. Estos frutos son usados para la producción de alimentos como ju-gos, bebidas alcohólicas, mermeladas y edulco-rantes líquidos naturales.

La producción de tuna se practica en 21 países de manera comercial. Los países dedicados a su cultivo y que concurren al mercado internacio-nal son México, Italia, España, Sudáfrica, Brasil, Chile, Argentina y Estados Unidos. México es el principal productor, seguido de Italia y Sudáfrica (Flores-Valdez, 2002).

En México la tuna ha sido consumida por mi-les de años y una de sus ventajas es que las regio-nes semiáridas de la parte central poseen la más grande diversidad genética de tunas en el mundo (Pimienta-Barrios, 1994; Barbera et al. 1999). La

mayoría de los países basan su producción en una sola variedad, que en ocasiones ni siquiera ha sido identificada correctamente. En contraste, México cuenta con gran diversidad de tunas, lo que le permite ofrecer al mercado tunas blancas, amarillas, anaranjadas y rojas, otorgándole una gran ventaja para liderar los mercados interna-cionales de este producto (Barbera et al., 1999).

En el estado de Guanajuato la producción de tuna (3 059 ha) se localiza al norte del estado, en los distritos de riego San Luis de la Paz con 843 ha, cuyos municipios más productivos son San Luis de la Paz (489 ha) y Doctor Mora (220 ha). El distrito de riego Dolores Hidalgo, con 2 216 ha, incluye los municipios San Felipe (1 076 ha), San Diego (486 ha) y Dolores Hidalgo (282 ha). Las principales variedades cultivadas en la entidad son: Reyna, Rojo Pelón y Cardón (Fernández-Montez et al., 2000).

Las tunas han sido clasificadas, de acuerdo a su periodo de desarrollo, en variedades de madu-ración temprana, intermedia y tardía (Pimienta-Barrios, 1994), dependiendo del tiempo requerido para el desarrollo del fruto desde la antesis hasta la maduración (cuadro 1). Se ha observado que estas variedades exhiben diferentes comporta-mientos de almacenamiento, las cuales son varie-dades con vida de anaquel corta, media y larga.

Estudios de desarrollo y maduración Dado que en el estado existe una gran variabi-lidad de materiales de tunas, cada una con

Cuadro 1. Clasificación de tunas con respecto a su comportamiento en la maduración.

Clasificación Temprana Intermediaria Tardía

Días postfloración 80-115 115-130 135-140Morfoespecies Naranjona Blanca cristalina Cardona

Reyna Esmeralda Charola

Cruz Hernández, A. y F. Rosas Cárdenas. 2012. “Caracterización bioquímica y molecular de la maduración de frutos de nopal (Opuntia sp.) de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 338-342.

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distintos comportamiento de maduración y por consiguiente con distinta vida de anaquel, se han desarrollado estudios para conocer las características de las tunas con distintos tiempos de maduración que se cultivan en el estado con el fin de su uso posterior en programas de mejoramiento.

Con el fin de identificar las características de maduración en cada una de las morfoespe-cies se utilizaron frutos de cuatro morfoespe-cies de nopal tunero (figura 1) con diferente comportamiento de maduración, de acuerdo a la clasificación de Pimienta-Barrios (1994). Los frutos fueron escogidos de acuerdo a su comportamiento de a) maduración temprana (Naranjona; Opuntia ficus indica), b) interme-dia (Esmeralda; Opuntia ficus indica; Blanca Cristalina Opuntia sp.), y c) tardía (Charola Opuntia streptacantha), dependiendo del tiem-po requerido para el desarrollo total del fruto. Los frutos fueron cosechados en tres diferen-tes estadios (verde, semimaduro y maduro).

Los frutos de las morfoespecies “Naranjona”, “Esmeralda” y “Blanca cristalina”, fueron co-lectados en el Campo Experimental Norte de Guanajuato (Cengua), del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecua-rias (inifap), localizado en el municipio de San Luis de la Paz. Los frutos de la morfoespecie “Charola” se colectaron en una huerta particu-lar en el ejido de los Pinos, Zacatecas.

Como primer acercamiento se analizó el ablandamiento del fruto, a través de la evalua-ción de la función de proteínas que rompen la pared celular (PME, PG, ß-Gal y celulasa) de tunas con maduración contrastante (Naranjona y Charola) (figura 2), y su relación con los cam-bios de la pared celular durante la maduración (Carrillo-López et al., 2002). Se encontró que las proteínas afectaron la pared celular de di-ferente forma, por ejemplo, los cambios en la pared celular de la morfoespecie con madura-ción tardía (Charola) fueron poco notables, en comparación con la morfoespecie de madura-ción temprana (Naranjona). El trabajo de Her-nández-Pérez et al. (2005) confirma estos resultados, ya que encontraron que las mor-foespecies de maduración temprana e interme-dia (Naranjona, Blanca cristalina, Esmeralda)

Figura 1. Morfoespecies de maduración contrastan-te que han sido utilizadas para estudio de la madu-ración de tuna. a) Naranjona, b) Blanca cristalina, c) Esmeralda y d) Charola (fotografías cortesía del doc-tor Andrés Cruz y la doctora Leonor Valderrama).

presentaban comportamientos similares en la función de enzimas. Por otra parte, Carrillo-López et al. (2003), realizaron un análisis de las características fisicoquímicas, tales como cam-bios en textura, contenido de azúcares, pérdida de peso, entre otros (figura 3); durante la ma-duración de morfoespecies con maduración contrastante (Naranjona y Charola) se observó que la textura y la pérdida de peso podrían estar asociados a la maduración de estos frutos.

Collazo-Siqués et al. (2003) analizaron a nivel molecular, dos genes de la síntesis de etileno (la hormona de la maduración). Los genes que codi-fican para la ACC sintasa y la ACC oxidasa mostraron un incremento en su contenido de RNA mensajero (RNAm) durante la maduración, en la morfoespecie Blanca cristalina, indicando una posible participación de esta hormona en la tuna (cuadro 2).

El análisis molecular de genes asociados al ablandamiento del fruto mostró una expresión diferencial durante la maduración de la tuna, que indica una participación particular de los genes en cada material (cuadro 2). La expresión del RNA mensajero de PG en frutos semimadu-ros de Blanca cristalina (figura 4), sometidos a diferentes tratamientos como daño por frío, daño mecánico y exposición a etileno mostró el encendido diferencial de este gen, aunque no se encontró una correlación entre la expresión de PG y la maduración de la tuna (Rosas-Cárdenas et al. 2007). Todos estos trabajos han brindado

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Figura 2. Actividad enzimática de tunas con características de maduración contrastante A) Naranjona, B) Charola (Carrillo-López et al., 2002).

Figura 3. Parámetros fisicoquímicos durante la maduración de la tuna A) Pérdida de peso en %, B) Tex-tura en Newtons y C) Sólidos solubles totales en ºBrix (Carrillo-López et al., 2002).

0

0

1

2

3

0

1

2

3

0 3 6 9 12 15

0 3 6 9 12 15

0 3 6 9 12 15

0 3 6 9 12 15

0 12 24 36 48 60

0 12 24 36 48 60

0 12 24 36 48 60

0 12 24 36 48 60

1234567 500

450

400

350

500

450

400

350

160

240300

120

600

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120

160

240

60

0

01234567

Act

ivid

ad d

e PG

(U/g

dw

b)

Act

ivid

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(U/g

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b)

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e ß-

Gal

(U/g

dw

b)

Tiempo de almacenamiento (días) Tiempo de almacenamiento (días)

A)

B)

A)

B)

Tiempo de almacenamiento (días) Tiempo de almacenamiento (días)

0

4

6

8

10

0 3 6 9 12

0 3 6 9 12

0 3 6 9 12 15

0 3 6 9 15

0 12 24 36 48 0 12 24 36 48 60

2

4

6

810 500

450

400

350

10

8

6

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16

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15

14

4

1

8

10

Días de almacenamiento Días de almacenamiento

CharolaNaranjona

A)

B)

C)

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información importante para ayudar a dilucidar el fenómeno de la maduración en este fruto.

Actualmente se realizan estudios de proteínas (proteómica) de morfoespecies de tuna de madu-ración temprana, intermedia y tardía (Naranjona, Blanca cristalina y Charola). Se encontró que Naranjona (temprana) necesitaba para el desa-rrollo del fruto de 1 254 proteínas, y Blanca cris-talina (intermedia) de 1 315 proteínas. El análisis de las proteínas ha permitido identificar varias con diferentes funciones durante la maduración de las tunas (cuadro 3), que incluyen la síntesis de color, aroma, sabor y protección a estrés.

Conclusión Debido a su valor nutricional, su potencial eco-nómico y los resultados de los diferentes estudios de este fruto, es necesario revalorar la importan-cia de la tuna en nuestro estado. Actualmente Guanajuato figura como uno de los centros de cultivo de tuna más importantes del país y con

Cuadro 2. Genes identificados en la maduración de tuna.

Verde

1.7 kb

1.7 kb

1.7 kb

Semimaduro Maduro

Naranjona(maduración temprana)

Blanca Cristalina(maduración intermedia)

Charola(maduración tardía)

una riqueza de materiales excepcional, en el es-tado se encuentran los exportadores más impor-tantes de este producto. En este trabajo se detec-taron las propiedades físicas y químicas asociadas a la maduración, se encontró que las proteínas que rompen la pared y sus genes actúan depen-diendo de cada material, y la expresión de genes de la síntesis de etileno está asociada a la madu-ración. La aplicación de estos resultados puede favorecer el desarrollo de nuevos materiales con una vida de anaquel más larga, disminuir las pérdidas del producto por efecto de la sobrema-duración, por lo que estas aplicaciones pueden favorecer a las más de 300 familias que depen-den de este cultivo para su subsistencia.

Agradecimientos

Al Consejo de Ciencia y Tecnología por el fi-nanciamiento. Al doctor Candelario Mondra-gón Jacobo (inifap-Cengua) por toda la infor-mación aportada.

Figura 4. Análisis de la expresión de RNAm de poligalacturonasa en diferen-tes morforespecies de tuna.

Gen Tejido Proceso Estado

ACC sintetasa Fruto Maduración Inducible

ACC Oxidasa Fruto Maduración Inducible

Polygalacturonasa Fruto Maduración Inducible/ Constitutivo

ß-galactosidasa Fruto Maduración Inducible

Celulasa Fruto Maduración Constitutivo

PME Fruto Maduración Constitutivo

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Cuadro 3. Proteínas identificadas en el análisis proteínico de tuna.

ProteínaCobertura

de sequencia (%)

pI PM Vía metabólica

Omega-6 desaturasa de ácidos grasos, chloroplástica Glycine max 18 5.4 21 Síntesis de ácidos grasos

Ribulosa-1,5-bifosfato carboxylasa/oxygenasa Lycopodium annotinum (Stiff) 24 6.2 25 Fotosíntesis

Chalcona-flavonona isomerasa OS Canna generalis 24 6.0 21 Síntesis de antocianinas

Proteína de heat shock Hsp23.5 Triticum aestivum (Trigo) 22 6.2 25 Respuesta a estrés

Proteínas dedos de zinc, tipo CCHC; tipo SWIM Medicago truncatula (Barrel medic)

18 5.8 18 Transcripción de adn

Posible proteína de resistencia del tipo NBS Glycine max (Soya) 55 6.2 25 Factor de transcripción

Proteína de membrana interna mitocondrial Oryza sativa (cultivar japonica) 40 6.0 21 Respiración

Subunidad -de la ATPasa 45 5.72 42 Respiración

Glutamina sintetasa 40 5.45 23 Síntesis de aminoácidos

Literatura citada

Barbera, G., P. Inglese y E. Pimienta-Barrios. 1999. “Agroeco-logía cultivo y usos del nopal”, en E.J. Jiménez-Arias (coord.), Grupo de cultivos hortícolas, servicio de cultivo de pastos. Dirección de producción y protección vegetal. Estudio fao producción y protección vegetal, pp. 5-24.

Bravo-Hollis, H. 1978. Las cactáceas de México, vol 1. México, Universidad Nacional Autónoma de México (unaM).

Carrillo-López, A., A. Cruz-Hernández, A. Carabez-Trejo et al. 2002. “Hydrolytic activity and ultrastructural changes in fruit skins from two prickly pear (Opuntia sp.) varieties during Storage”, Journal of Agriculture and Food Chemistry 50: 1681-1685.

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Fernández-Montez, M.R., C. Mondragón-Jacobo, J. Luna-Vázquez et al. 2000. Principales cultivares mexicanos de nopal tunero. Guanajuato, México, Instituto Nacio-nal de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifap). Centro de Investigación Regional del Centro. Campo Experimental Norte de Guanajuato. Publicación Técnica núm. 1. San Luís de la Paz, Gto. México.

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Pimienta-Barrios, E. 1994. “Prickly pear (Opuntia spp.): a valuable fruit crop for the semiarid lands of México”, Journal of Arid Environment 28: 1-11.

Rosas-Cárdenas, F.F., M.L. Valderrama-Cháirez, A. Cruz-Hernández et al. 2007. “Prickly pear polygalacturo-nase gene: cDNA cloning and transcript accumula-tion during ethylene treatment”, Postharvest Biology and Technology 44: 254-259.

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estudio de Caso

Magdalena seguRa nieto | BeReniCe Cueva toRRes

ESTUDIO DE LA CALIDAD NUTRIMENTAL DE LAS PROTEÍNAS DE LAS RAZAS DE MAÍZ DEL CENTRO Y SURESTE DEL ESTADO DE GUANAJUATO

México es centro de origen del maíz, cereal bá-sico de la alimentación del país. Aquí se en-cuentra una de las mayores riquezas en la di-versidad de razas de esta planta. Las razas de maíz representan “reservorios” de diversidad genética (germoplasma) porque fueron domes-ticados y han evolucionado a lo largo de miles de años de cultivo en una gran variedad de ra-zas genéticamente distintas. Esto se debe a su adaptación a la gran variedad de condiciones ambientales donde se cultiva, a la selección que han hecho los agricultores para la diversidad de usos que se les da, principalmente al grano, y a las distintas partes de la planta.

A nivel mundial, las plantas son la fuente principal de proteínas en la alimentación del hombre, del ganado y de los animales de cría. Por varios años el maíz, el trigo y el arroz han ocupado los tres principales lugares en la pro-ducción mundial como fuente de proteína vege-tal para la alimentación (faostat, 2004).

El maíz (Zea mays) pertenece a la familia de las Gramíneas, tribu Maydae y ésta es la única especie cultivada del género Zea de gran impor-tancia económica, (Wellhausen et al., 1951). Es originario de América y fue introducido en Eu-ropa en el siglo xvi; actualmente es el cereal con mayor volumen de producción en el mundo, su-perando al trigo y al arroz (faostat, 2004).

Existen varias propuestas sobre la evolución del maíz, aunque hasta la fecha se ha aceptado al teocintle como su antecesor silvestre, porque ambos han coexistido desde la antigüedad (Wi-lkes y Goodman, 1996).

El objetivo de este estudio es conocer las dis-tintas razas de maíces del Bajío de Guanajuato con el fin de analizar algunas características bioquímicas, con especial atención a algunas propiedades nutrimentales de las razas más co-munes del estado.

Las proteínas del maíz han sido estudiadas desde hace más de 50 años (Mertz, 1992) y se siguen estudiando en los maíces mejorados, con el objetivo principal de aumentar la calidad de la proteína del grano de maíz, principalmente en el contenido balanceado de los aminoácidos esenciales lisina, treonina y triptófano. La ali-mentación deficiente en alguno de los nueve aminoácidos esenciales es la causa de la desnu-trición proteínica, uno de los problemas más graves de los países en vías de desarrollo como el nuestro.

Estas razas de maíz pueden ser muy útiles en la agricultura actual por contener caracte-rísticas genéticas únicas. Muchos de estos maí-ces no han sido estudiados desde los siguientes cinco puntos de vista: agronómico, calidad nu-trimental, características bioquímicas, propie-dades nutracéuticas y su variabilidad genética.

Existe un peligro constante de desaparición de muchas de estas razas porque la mayoría de estos maíces son de temporal. Algunos de los agricultores que facilitaron las colectas que se estudiaron ya abandonaron sus parcelas y emigraron a Estados Unidos, otros dejaron de sembrar las distintas razas para sembrar híbri-dos comerciales, lo que se debe en parte al des-conocimiento de la calidad de las distintas razas y sus posibles valores agregados. Un ejemplo de lo anterior es el caso del maíz Ra-tón aquí estudiado, que proviene de la comu-nidad de San José Temascatío, municipio de Salamanca, aunque también se siembra en Ta-maulipas y en la Comarca Lagunera. Esta raza de maíz está considerada entre los maíces de ciclo corto que, en condiciones de buen tempo-ral, tiene buen rendimiento (10.36 ton/ha). El maíz Ratón generalmente es blanco y dentado y tiene muy buena calidad proteínica. Entre sus usos está la preparación de tortillas, atole,

Segura Nieto, M. y B. Cueva Torres. 2012. “Estudio de la calidad nutrimental de las proteínas de las razas de maíz del centro y sureste del Estado de Gua-najuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 343-349.

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tamales, elotes y otros (Aguirre-Gómez et al., 2008; Ortega Paczka, 2003).

En este estudio analizamos la calidad nutri-mental de las proteínas de los granos de nueve razas (provenientes de 10 colectas) de los maí-ces de Guanajuato, que representan las razas más comunes del estado (figura 1). Para esto se emplearon dos criterios directos: 1) Medir la concentración de la proteína total del grano, y 2) Analizar el contenido de aminoácidos esen-ciales de las proteínas. En la figura 1 se mues-tran fotografías de las 10 colectas de maíces estudiadas y representan a nueve de las razas más comunes del estado.

1. Concentración de la proteína total de la ha-rina de las razas de maíces. La concentración de la proteína total de las harinas enteras o las desli-pidizadas (marcadas con un asterisco *) de estos maíces fueron determinadas con el método de Smith et al. (1985) que se muestran en el cuadro 1. Las concentraciones se encuentran en un rango de 8.9 a 11.8% de proteína, expresada como por ciento en peso. Estas concentraciones están dentro del rango y por arriba de los valores reportados para los maíces con proteína de calidad (Quality Protein Maize, QPM), Los maíces QPM se encuen-

Cuadro 1. Concentración de la proteína total de la harina entera o deslipidizada (*) de diez colec-tas de razas de maíz, expresado por ciento en peso (modificado de Aguirre-Gómez et al., 2008).

Colecta RazaProteína total de harina entera o deslipidizada*

CEL0402 Celaya 10.0*

EOCC0602 Elotes occidentales 11.8

ECON1502 Elotes cónicos negro 10.0

MUS2602 Mushito x Celaya 8.9

CON3202 Cónico norteño 10.0*

TAB3902 Tablilla de ocho 9.7*

ANC4002 Ancho 9.0

1000G4302 Mil granos (sequía) 10.7*

RAT5802 Ratón 9.0

ECON6502 Elotes cónicos colorado 10.3

Figura 1. Razas de maíces analizadas en este estudio.

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tran en un rango de 8-11% en peso (Mertz, 1992; Zarcadas et al., 2000).

La colecta EOCC0602 de Elotes occidentales tiene la concentración de proteína mayor, que la de los maíces QPM. En el caso de las harinas des-lipidizadas, se ha observado que durante el proce-so de desengrasar la harina hay una pérdida de proteínas unidas a lípidos que están en un rango de 5 a 10% de la concentración de la harina ente-ra (cuantificaciones hechas por triplicado).

2. Composición de aminoácidos de las harinas enteras de las razas de maíz. Las proteínas de cualquier sistema biológico están formadas de 20 aminoácidos (19 L-aminoácidos + glicina). Los animales monogástricos, como el hombre, no pro-ducen nueve de los 20 aminoácidos que se utilizan en la síntesis de proteínas, aminoácidos llamados “esenciales” que se adquieren con los alimentos, por lo que el ser humano puede presentar un pro-ceso de desnutrición si no ingiere diariamente ali-mentos que contengan la concentración adecuada de estos nueve aminoácidos esenciales (fao, 1985).

El segundo criterio de la calidad nutricional de las proteínas en la harina de las diez colectas de las razas de maíz se refiere a las concentra-ciones de los nueve aminoácidos esenciales de las proteínas, de acuerdo a los requerimientos diarios indicados por la fao. En el cuadro 2, se muestra la tabla de la composición de aminoá-cidos esenciales de las harinas enteras de los

distintos maíces, expresada en por ciento en moles. En el último renglón de la tabla, se mues-tran los valores de la concentración de cada aminoácido esencial de acuerdo a los requeri-mientos de la fao (1985).

El análisis de la composición de los aminoá-cidos de las harinas enteras de las razas de maíz reveló una gran variabilidad en la calidad nutri-mental de las proteínas de las harinas, principal-mente en el contenido balanceado de los aminoácidos esenciales. En este estudio no se determinó triptófano, porque el método de hidró-lisis ácida lo destruye (Bidlingmeyer et al., 1984).

Sólo la raza Ratón presentó una excelente ca-lidad de proteína balanceada en siete de los ami-noácidos esenciales y una concentración de lisina de 3.5% en moles, que representan 78% del valor recomendado por la fao de 4.5% moles. Otras dos razas interesantes son: la raza Mil granos cuyo contenido de lisina es de 58% y la raza Mushito con 55% de los requerimientos de lisina.

Por otra parte se utilizó un criterio indirecto que también mide la calidad de la proteína del maíz. Este concepto se refiere a la disminución en la concentración del grupo de proteínas más abundantes en el maíz, llamadas zeínas, las que se caracterizan por no contener dos aminoáci-dos esenciales: lisina y triptófano. Al disminuir su concentración en el grano de maíz, aumenta la concentración de otros grupos de proteínas

Colecta Raza HIS ***TRE ***

VAL ***

ILE *** LEU *** LIS ***CIS +

MET ***FEN ***+

TIR

CEL 0402 Celaya 1.7 4.1 5.6 3.1 12.8 1.7 3.433 5.3

EOCC0602 Elotes occidentales 2.7 3.7 4.8 2.2 8.5 1.2 10.0 7.0

ECON1502 E. Cónicos norteño 2.2 3.4 5.3 2.9 12.1 1.6 6.3 4.8

MUS2602 Mushito x Celaya 2.9 3.8 2.6 2.4 9.5 2.5 7.7 8.1

CON3202 Cónico norteño 1.8 2.6 4.2 1.9 11.3 1.9 11.4 6.3

TAB3902 Tablilla de ocho 2.3 2.0 4.4 2.0 12.1 1.7 8.8 5.3

ANC4002 Ancho 1.8 2.3 5.1 2.5 13.4 2.1 7.5 6.2

1000G4302 Mil granos (sequía) 2.0 1.6 5.2 2.6 10.2 2.6 10.3 5.1

RAT5802 Ratón 2.9 3.8 6.2 3.2 11.4 3.5 4.7 6.8

ECON6502 E. cónicos colorado 2.3 3.3 4.6 2.9 12.6 1.4 8.2 5.0

FAO1 Requerimientos diarios 1.4 3.4 3.5 2.5 5.8 5.8 3.0 4.0

Cuadro 2. Composición de aminoácidos esenciales, expresado en por ciento en moles, de las pro-teínas de la harina entera de las distintas razas de maíces.

ASX*= ASN + ASP; GLX**= GLU + GLN (Método Bidlingmeyer et al., 1984); *** Aminoácidos esenciales; 1Patrón de requerimientos de la fao

para niños de 2 a 5 años de edad expresado en por ciento en moles (fao, 1985); 2Aminoácidos oxidados para su cuantificación; 3Aminoácidos

no oxidados para su cuantificación (Modificado de Aguirre-Gómez et al., 2008).

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que sí contienen lisina y triptófano, benefician-do de esta manera la calidad de la proteína total del maíz (Paulis et al., 1992; Shewry y Tatham, 1990). Por esta razón, se sugiere que existe una relación inversa entre la calidad nutrimental del maíz y la concentración de zeínas, ya que al disminuir la concentración de éstas sube la ca-lidad nutricional de la proteína total.

En la figura 2, se muestra una gráfica de la com-paración porcentual de la concentración de las zeí-nas con la proteína total en la harina de los distintos maíces. Los análisis de la raza Ratón (RAT5802) rea-firman la hipótesis antes mencionada, porque tiene el menor contenido de zeínas y el mayor contenido de lisina en la proteína total (3.5%).

En la figura 3, se muestra una comparación de los patrones electroforéticos de la proteína to-tal de la harina entera (PT) y de las zeínas (Z) correspondientes de cada raza de maíz del Bajío de Guanajuato. En la columna (M) están las pro-teínas marcadoras que sirven de referencia para calcular el peso molecular de las proteínas de la harina total y de las zeínas.

El análisis electroforético de las proteínas to-tales (bandas en PT) en la harina de cada raza nos dan una idea de la abundancia relativa inter-na de las zeínas en la harina con respecto a las otras proteínas y de la heterogeneidad en los per-files proteínicos de cada raza. Las zeínas se pue-den identificar observando el carril adyacente (Z) con estas proteínas; en la figura 3, la raza Ratón presenta el menor contenido de zeínas y el mayor contenido de lisina, como era esperado.

Conclusiones

En Guanajuato se cultivan varias razas de maí-ces por los productores de riego y de temporal. En este trabajo se analizaron los maíces de las regio-nes centro y sureste del estado y, aunque falten por analizar las razas provenientes de las regio-nes norte del Bajío, ya se cuenta con una base de datos sobre las principales razas de los maíces del Bajio de Guanajuato que hasta ahora incluyen 20 colectas con 12 razas principales (Aguirre-Gó-mez et al., 2008). A partir del análisis de las propiedades nutrimentales de 10 colectas de las razas de maíz se puede destacar lo siguiente:

1. La concentración de la proteína total de la harina de los distintos maíces está dentro del rango de maíces con proteína de calidad (QPM), y en el caso de Elotes occidentales EOC0602 su-pera ese rango de concentración (11.8% en peso), comparado con las concentraciones los maíces mejorados QPM de 9.6 a 11.2 (Mertz, 1992; Zar-cadas et al., 2000).

2. El maíz Ratón (RAT5802) tiene un alto valor nutrimental por su contenido bien balanceado de siete aminoácidos esenciales y un contenido de lisina de 78% de los requerimientos diarios reco-mendados por la fao. Falta determinar triptófano.

3. Parece existir una relación inversa entre la calidad nutrimental de la proteína del maíz y la concentración de las zeínas, ya que al subir la concentración de éstas, baja la calidad nutrimen-tal de las proteínas.

Finalmente, es importante resaltar, por un lado, la importancia del maíz en el mundo como alimento y sus diferentes usos en la industria, como materia prima para los diferentes productos que de él se derivan y, por el otro, que México es un centro de origen, domesticación, diversidad y, considerado por algunos, como uno de los últimos reservorios de diversidad genética para la humanidad (Bellon y Berthaud, 2004). Las distintas razas de maíz en México deben de ser protegidas, conservadas y estudiadas por la riqueza de sus germoplasmas, por lo que deben continuarse las investigaciones que permitan descubrir el potencial de cada raza a través del análisis de sus colecciones genéticas únicas. Esto permitirá detectar algunas caracterís-ticas de importancia agronómica: resistencias a sequía, resistencia a ciertas plagas, actividades antimicrobianas, precocidad y, en el mejor de los casos, la alta calidad nutricional. En el caso de las plagas, los mejoradores pueden acudir a estos maíces criollos y en ellos encontrar la resistencia a distintos agentes nocivos e introducirlos a sus variedades por retrocruzas o por técnicas de ingeniería genética (Duvick et al., 1992).

Es evidente la importancia de apoyar más pro-yectos de investigación dirigidos a localizar y ca-racterizar todos los maíces criollos de la entidad, y en general de México, ya que hasta el momento no se tiene un registro de todas las razas que con-tinúan sembrándose a lo largo del país.

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Figura 2. Comparación porcentual de la concentración de proteína total con la de las zeínas (modificado de Aguirre-Gómez et al., 2008).

Figura 3. Comparación de los patrones electroforéticos de la proteína total con las zeínas correspondientes, de cada una de las razas de maíces del Bajío de Guanajuato. M, proteínas marcadoras de peso molecular conocido; PT, proteína total 80μg y Z, zeínas 40μg.

0

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80

100

CEL0402 EOCC0602 ECON1502 MUS2602 CON3202

Prot. total Zeína

TAB3902 ANC4002 1000G4302 RAT5802 ECON6502

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Literatura citada

Aguirre-Gómez, A., J.L. Pons, y M. Segura. 2008. Resumen parcial de la base de datos de las principales razas de los maíces criollos de El Bajío de Guanajuato. Información agronómica, nutricional, proteómica y molecular. Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto po-litécnico Nacional (Cinvestav)/Instituto Nacional de Inves-tigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifap)14-18.

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Glosario

Composición de aminoácidos. La medición del contenido de aminoácidos de las proteínas de la harina del grano de maíz se lleva a cabo en harinas que fueron hidrolizadas con HCl 6N a 110 ºC por 24 horas. Posteriormente, los aminoácidos obtenidos de esta hidrólisis de las proteí-nas fueron “marcados” (derivatizados) con un reactivo que interacciona con grupos amino primarios y secun-darios, y analizados por cromatografía de alta resolu-ción de acuerdo a Bidlingmeyer et al., (1984). Con un programa adecuado, se calcula la concentración de cada aminoácido que se produjo durante la hidrólisis de la harina, esto se hace teniendo como referencia los están-dares de concentración conocida de cada aminoácido sometido al mismo tipo de hidrólisis.

Germoplasma: Material hereditario que se transmite de ge-neración en generación. La mayor parte de la informa-ción está contenida en el adn de los cromosomas.

Harina deslipidizada. Harina entera de maíz tratada con cuatro volúmenes de hexano frío por gramo de harina, extraída por dos horas con agitación suave a 4 ºC y centrifugada para eliminar el hexano con los lípidos. El precipitado de la harina, se reextrae en las mismas condiciones. Después de la segunda centrifugación se extrae el hexano y la harina se somete a desecación al vacío hasta eliminar todo el hexano y así obtener la harina libre de lípidos.

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Nutracéutico. Que contiene compuestos con actividades nutricionales y farmacéuticas.

Patrón electroforético. Separación de las proteínas de la harina entera o deslipidizada en un gel de poliacrila-mida desnaturalizante bajo la influencia de un campo eléctrico de acuerdo a Laemmli (1970). Posteriormente las proteínas son visualizadas al ser teñidas con el co-lorante azul de Coomassie.

Zeínas. Proteínas de reserva del maíz muy hidrofóbicas, localizadas en los cuerpos proteínicos en el endosper-mo del grano, que no contienen lisina, ni triptófano y representan más de 50% de la proteína total del grano.

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JoRge alBeRto aCosta gallegos

LOS FRIJOLES SILVESTRES Phaseolus spp. EN EL ESTADO DE GUANAJUATO

Introducción

En México las especies del género Phaseolus son numerosas a lo largo de la Sierra Madre Occi-dental y el Eje Neovolcánico; en otras regiones su número es menor, pero no son menos impor-tantes. En México, la mayoría de estas especies son de carácter endémico (Delgado-Salinas, 1985; Martínez, 1995). Por otra parte, la repre-sentatividad de Phaseolus de algunas áreas del país en bancos de germoplasma (material vege-tativo bajo el cual se puede conservar la diver-sidad genética de una población o especie) es limitada (Martínez, 1995), tal es el caso de al-gunas porciones de los estados de Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí, situados en la región de la Altiplanicie Central, así como en algunas regiones fisiográficas del norte de Mé-xico. El clima en la mayor parte de la superficie de los estados de la Altiplanicie Central es se-miárido templado, algunas porciones de trópico seco y altiplano subhúmedo templado, por lo que una buena porción de las especies colecta-das en el estado cuentan con adaptación a esos ambientes. López et al. (2005) señalaron que el género Phaseolus presenta adaptación a una amplia gama de los tipos climáticos de México, con excepción de los climas fríos con alta hu-medad y cálido secos. Sin embargo, es probable que las regiones con los climas mencionados no hayan llamado la atención de los colectores, es decir no han sido exploradas (Martínez, 1995).

Debido al incremento de la población se da una mayor demanda de alimentos y recursos na-turales, lo cual ha propiciado, en parte, la pérdi-da de los recursos genéticos de los cultivos alimenticios y sus parientes silvestres. Las pobla-ciones silvestres de frijol están siendo afectadas por factores como el cambio climático, la des-trucción de los ambientes naturales, aumento de tierras al cultivo, incremento de la ganadería y

la agricultura intensiva, causas que traen consi-go la pérdida de estas poblaciones (Brush, 2000).

La presente contribución busca hacer hincapié en la necesidad de explorar, colectar y definir prioridades de futuras actividades que amplíen el conocimiento del género en el estado de Gua-najuato. A la fecha las exploraciones de colecta de germoplasma no han sido sistemáticas, por lo que es necesario incrementarlas para tener mayor conocimiento del género de estudio. El frijol do-mesticado de la especie más importante, P. vulga-ris no es reconocido por su resistencia a estrés ambiental e insectos, características que con se-guridad están presentes en otras especies del gé-nero, particularmente en las formas silvestres.

Metodología

Por lo anterior, el equipo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecua-rias (inifap), realizó colectas de especímenes del género Phaseolus de poblaciones silvestres en las montañas del estado de Guanajuato. La técnica de muestreo se basó principalmente en tomar se-millas del mayor número de plantas disponibles en cada población, pero en el caso de que éstas fueran muy reducidas en número de individuos no se colectó. En cada sitio de colecta se tomaron notas sobre el estado de la población (tamaño, etapa de desarrollo, presencia de enfermedades e insectos, principalmente) y las coordenadas con la ayuda de un posicionador geográfico, poste-riormente se identificaron las especies con base en los tratados taxonómicos de Delgado-Salinas (1985) y Freytag y Debouck (2002). Unas cuantas colectas no pudieron ser identificadas a nivel de especie y están en proceso de incremento de se-milla y clasificación en el Campo Experimental Bajío (CeBaJ) en Celaya.

Acosta Gallegos, J. A. 2012. “Los frijoles silvestres Phaseolus spp. en el Estado de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 350-353.

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Resultados y discusión

De los datos recabados se encontró que algunas poblaciones de P. vulgaris mostraron daño por enfermedades (las que atacan al frijol domestica-do), la mayoría de las especies colectadas presen-taron daños provocados por el picudo del ejote (Apion godmani y A. aurichalceum) y ocasional-mente se observaron gorgojos o sus huevecillos (Acanthocelidos obtectus y Zabrotes subfaciatus). Además de las colectas mencionadas en el cua-dro 1, se realizaron colectas en el estado de Que-rétaro, donde se registraron especies que no han sido reportadas para Guanajuato (P. esperanzeae, P. xolocotzii y P. marechalii, al sur del estado, y P. lunatus y P. zimapanensis al oriente).

En el área cercana a los sitios de colecta en el extremo occidental de la Sierra de Guanajuato (El Cubilete), la sequía intermitente ocurrida du-rante el periodo de lluvias del año 2005 fue se-vera, y las muestras de semilla adquiridas fueron pobres a pesar de observar un gran número de plantas de las especies P. microcarpus y P. leptos-tachyus. Estas especies de Phaseolus son de las más distribuidas en el estado con adaptación a áreas semiáridas de suelos marginales. La colec-ta de P. maculatus realizada en 2006 en Ojos de Agua, Manuel Doblado (cuadro 1) presentó semi-llas de tamaño grande para un material silvestre (> 20 g/100 semilla) y de varios colores, desde negro brillante uniforme, gris jaspeado de negro, hasta pinto de fondo beige y manchas cafés, lo que había sido mencionado por Nabhan et al. (1980), quienes sugirieron un proceso de domes-ticación incipiente para esta especie en el suroes-

Cuadro 1. Número de colectas de frijol silvestre del género Phaseolus realizadas en el periodo del 2003 al 2007 en Guanajuato.

te de los Estados Unidos y el norte de México. Esta región poniente del estado ha sido mencio-nada como parte del área de domesticación del frijol común (Kwak et al., 2009). En la figura 1 se muestran vainas y granos de una población de P. coccineus silvestre, en la que se observa diver-sidad en color y tamaño de vainas y grano, ca-racterísticas propias de una población sin aislamiento, la que también presentó una alta infestación de picudo del ejote, principalmente A. aurichalceum.

En el estado numerosas instituciones nacio-nales y extranjeras han colectado especímenes de herbario y muestras de semilla de especies de este género, incluyendo las aquí reportadas y muchas otras (Martínez, 1995; Freytag y De-bouck, 2002; López et al., 2005), sin embargo, un cuello de botella que ha detenido el estudio de las diversas especies es la falta de semillas suficien-tes y la limitada cantidad de estudios para la caracterización de especies debido a la falta de apoyo económico. La importancia de estudiar los recursos genéticos de las especies de frijoles sil-vestres radica en la necesidad de disponer de nuevas fuentes de genes para el mejoramiento del frijol común y demás especies cultivadas. Ac-tualmente, ante los problemas recurrentes que ha acarreado el cambio climático, como la sequía y el incremento en las temperaturas en algunas regiones productoras del estado y del país, los materiales silvestres adaptados a esas condicio-nes son de gran valor como fuente de genes va-liosos para la producción agrícola, pero deben incrementarse y sistematizarse los esfuerzos de colecta para poder ser utilizados efectivamente.

Núm Especie Municipio

4 P. acutifolius Irapuato, Yuriria, Valle de Santiago

15 P. microcarpusApaseo el Alto, Irapuato, Tarimoro, Celaya, Valle de Santiago, Salamanca, Silao, Manuel Doblado, Tarimoro, Comonfort, Yururia

5 P. leptostachyus Apaseo el Alto, Celaya, Manuel Doblado, Silao, Tarimoro

10 P. vulgaris Apaseo el Alto, Pénjamo, Valle de Santiago, Celaya

2 P. maculatus Celaya, Manuel Doblado

4 P. coccineus Manuel Doblado, San Miguel de Allende, Valle de Santiago

1 P. micranthus Dolores Hidalgo

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Amenazas y consideraciones finales

Las leguminosas anuales y perennes arbustivas, entre las que destacan las especies del género Phaseolus han sido seriamente afectadas por el impulso histórico a la explotación de ganado ca-prino, del que Guanajuato ocupa el tercer lugar como productor en el país (González et al., 2007). Entre otros sistemas de producción, el ga-nado caprino se maneja indiscriminadamente en potreros serranos causando un gran daño a la flora nativa, particularmente a las leguminosas anuales y perennes arbustivas, entre ellas las especies del genero Phaseolus. Por otra parte, el acelerado crecimiento de las áreas urbanas tam-bién está afectando a las poblaciones de frijol silvestre, como es el caso de una pequeña pobla-ción de P. microcarpus, colectada en un callejón en la ciudad de Celaya; situación similar se ob-servó en Valle de Santiago donde se colectó una población de P. vulgaris intermedio o enmaleza-do, conocido como “frijol coyote”, en un lote bal-dío. En este y otros municipios del surponiente del estado este frijol es semiexplotado en las milpas de maíz localizadas en los lomeríos, en

Figura 1. Vainas y semillas de una población silvestre de Phaseolus coccineus de las partes altas del sur de Guanajua-to (fotografía de Jorge Alberto Acosta).

donde se permite su crecimiento en bordos que separan terrazas y se cosecha para su consumo inmediato. En algunos casos los agricultores permiten el desarrollo del frijol coyote dentro de la milpa con maíz, de donde es fácil colectarlo, pero no es permitido en siembras asociadas de maíz-frijol o de frijol solo. Este tipo de frijol es producto del flujo genético que ocurre del frijol domesticado hacia el silvestre y viceversa (Papa y Gepts, 2003), y los campesinos, a través de sus actividades agrícolas, podrían estar influencian-do la magnitud y características de ese flujo (Pa-yro de la Cruz et al., 2005).

En todas las regiones fisiográficas del estado se han observado especies silvestres del género Phaseolus, sin embargo, la distribución especí-fica no es aleatoria, se acopla a patrones climá-ticos, de tal manera que de la región del Bajío hacia el sur, P. vulgaris silvestre y enmalezado es abundante por debajo de los 2 000 msnm, mientras que especies como las del grupo P. coccineus ocupan un rango altitudinal mayor (>2 200 msnm), y P. microcarpus y P. acutifo-lius en las áreas más secas y calientes dentro y aledañas a la región del Bajío. Otras especies,

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Literatura citada

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como P. micranthus muestran una distribución muy restringida. Es urgente completar la explo-ración y recolección sistemática de germoplas-ma del género Phaseolus en el estado para

evitar la erosión genética y la desaparición, e iniciar su caracterización que permita aprove-charlo en el mediano plazo.

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estudio de Caso

MaHinda MaRtínez | faBiola Magallán HeRnández | yolanda pantoJa HeRnández

LOS ESTUDIOS DE DIVERSIDAD GENÉTICA DE PLANTAS ACUÁTICAS COMO HERRAMIENTA PARA LA CONSERVACIÓN DE HUMEDALES EN GUANAJUATO

Introducción

Los humedales son ecosistemas que se carac-terizan por la presencia de suelos saturados de agua, por presentar vegetación hidrófila y fau-na adaptada a ambientes acuáticos. Proporcio-nan gran cantidad de funciones y servicios ambientales, entre los que destacan la capta-ción, almacenaje y liberación de agua, la re-ducción de daños por inundaciones, son regu-ladores microclimáticos y regionales, infiltran y recargan los mantos freáticos y mantienen la biodiversidad de flora y fauna (Cervantes, 2007). En México existe una alta diversidad de humedales que se diferencian entre sí por sus factores hidrológicos, geomorfológicos y bioló-gicos (Olmsted, 1993).

De manera específica, en el estado de Gua-najuato también existen diferentes tipos de hu-medales, quizá uno de los más conocidos y estudiados es la laguna de Yuriria, la cual fue incluida como sitio Ramsar en el 2004 (los sitios Ramsar son humedales que por sus caracterís-ticas ecológicas, botánicas, zoológicas, limno-lógicas o hidrológicas son considerados con importancia internacional para su conservación y uso racional) (Frazier, 1999). Además de la laguna de Yuriria, existen otro tipo de humeda-les, los cuales son temporales y no habían sido descritos con anterioridad para la entidad.

Características de los humedales temporales de Guanajuato

Estos humedales se distribuyen principalmente en la zona del Eje Volcánico Transversal y se forman en depresiones poco profundas de suelos impermeables que se llenan únicamente por agua de lluvia, sin entradas de agua por drena-

je de ríos o arroyos, por lo que se pueden con-siderar como ecosistemas aislados. Presentan una estacionalidad marcada, con un periodo de inundación de seis a ocho meses y uno de se-quía de cuatro a seis meses; el periodo de inun-dación es cuando la temperatura es ideal para el crecimiento de las plantas, mientras el nivel de agua disminuye hasta secarse completamen-te entre diciembre y marzo, dependiendo de la precipitación anual (Magallán, 2004), caracte-rísticas que los hacen muy parecidos a los “ver-nal pools” de California (Keeley y Zedler, 1998). Una de sus peculiaridades más sobresalientes es que se distribuyen a manera de islas dentro de un ambiente terrestre, por lo que pueden servir como laboratorios para el estudio de genética de poblaciones, evolución y biología de la conser-vación (Elam, 1998). También se ha encontrado que presentan alta diversidad florística y con-tienen especies de plantas acuáticas únicas de estos ambientes o endémicas de México, algu-nas consideradas en peligro de extinción, tales como Eriocaulon bilobatum, Sagittaria demersa, S. macrophyla, Nymphaea gracilis y Utricularia perversa, entre otras (Novelo, 2000). Se trata de ecosistemas altamente amenazados debido a las actividades humanas, quizás el principal pro-blema se deba a que se ubican en terrenos pro-picios para la urbanización, por lo que es común observar construcciones en zonas donde exis-tían humedales de este tipo. El uso constante de los humedales para abrevar y pastar al ganado es también un factor de alteración, pues com-pactan el suelo y rompen las estructuras de pe-rennación de las plantas, tales como semillas, frutos, turiones y tallos modificados (rizomas y estolones) (Sánchez, 2001).

Martínez y Díaz, M., F. Magallán Hernández y Y. Pantoja Hernández. 2012. “Los estudios de diversidad genética de plantas acuáticas como herramienta para la conservación de humedales en Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 354-358.

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Ubicación de algunos de los humedales temporales de Guanajuato

Se ha observado la presencia de este tipo de humedales, sobre todo a orillas de las carrete-ras, distribuidos en las zonas con suelos imper-meables. Se tienen datos de ubicación precisa para cuatro de éstos (figura 1).

1. En el poblado El Porvenir, Jerécuaro. Aproximadamente en el km 25 de la carretera Apaseo El Alto-Querétaro, por la desviación al Porvenir y El Gato, a 20º 13’ 07” N y 100º 31’ 53” O y 2475 msnm. El área se encuentra entre cultivos, cerca de un camino de terracería.

2. En la desviación a El Fresno, Jerécuaro. En el km 26, 2 km al suroeste del poblado, a 20º 15’ 36” N y 100º 31’ 52” O, 2 475 msnm. El cuerpo de agua se encuentra entre la orilla de la carre-tera y un campo de cultivo.

3. En la localidad de San Ignacio, Jerécuaro. Aproximadamente a 1 km al noroeste del pobla-do, a 20º 15’ 14” N y 100º 32’ 51” O, 2 475 msnm. Se encuentra a la orilla de la carretera, cerca de un campo de cultivo.

4. En el municipio de San Miguel de Allende. En el km 48.5 de la carretera Juventino Rosas-Guanajuato, a 20° 48’ 23.5” N, 101° 02’ 04” O y 2 326 msnm. Humedal temporal ubicado a la orilla de la carretera.

Estudios de diversidad genética como herramientas para la conservación Los análisis genéticos de especies seleccionadas constituyen una herramienta para su conserva-ción. La genética de la conservación es una disci-plina relativamente reciente en la que se integran la genética de poblaciones y la biología de la con-servación (Rocha y Gasca, 2007). Usando la teoría de la genética de poblaciones es posible identificar poblaciones con alta o baja diversidad genética, también es posible reconocer las fuerzas evoluti-vas que están determinando su diversidad genéti-ca, tales como endogamia (cruza entre individuos emparentados), flujo génico (migración de genes por polen, semillas y plantas de una población a otra), deriva génica (pérdida de genes en una po-blación pequeña, debido a efectos aleatorios), se-lección natural (reproducción diferencial de unas

variantes respecto de otras), entre otras, conoci-mientos que se consideran importantes para cual-quier esfuerzo de conservación (Elam, 1998).

Diversidad genética de plantas acuáticas

Se estudió la diversidad genética de tres especies de plantas acuáticas en un humedal temporal del municipio de San Miguel de Allende (figura 1). Se usó la técnica de electroforesis de isoenzimas en gel de almidón. Las especies estudiadas fue-ron Eriocaulon bilobatum, cebollera (Lilaea sci-llodes) y sagitaria (Sagittaria demersa), colectán-dose 40 individuos de cada especie para su análisis. El objetivo del estudio fue determinar su diversidad genética intrapoblacional, conocer sus índices de endogamia y tener bases para pro-puestas de conservación.

Especies de estudio

Eriocaulon bilobatum (Eriocaulaceae) se distri-buye de manera discontinua desde el norte de México hasta Guatemala, tiene forma de vida enraizada emergente y mide hasta 15 cm de lar-go incluyendo la inflorescencia (Calderón, 1996). Es una especie rara y amenazada ya que sus hábitats han sido alterados por la actividad humana. Localmente puede ser abundante y se reproduce tanto sexual como asexualmente por medio de rizomas, es polinizada por insectos.

Lilaea scilloides (Juncaginaceae) se distribu-ye desde Canadá hasta Argentina (Lot et al., 1999; Novelo y Lot, 2001) y tiene forma de vida enraizada emergente. Es una especie muy inte-resante desde el punto de vista evolutivo, ya que se considera que ocupa una posición clave en la evolución floral de las monocotiledóneas (Pos-luszny et al., 1986). Se registra con polinización por viento y dispersión por medio de agua y aves (Cook, 1988; Lot et al., 1999).

Sagittaria demersa (Alismataceae) es la única especie dentro de su género que presenta forma de vida enraizada sumergida y también se diferencia del resto de las sagitarias debido a que sus inflo-rescencias son flotantes (Haynes y Holm-Nielsen, 1993; Lot et al., 2002). Es considerada rara debido a su distribución restringida, aunque localmente es abundante (Lot et al., 1999). Se reproduce tanto

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sexual como asexualmente por medio de rizomas. Su polinización es por insectos.

Resultados y discusión

En el cuadro 1 se muestran los índices de diver-sidad genética intrapoblacional para las tres es-pecies de estudio, así como los niveles de endo-gamia dentro de la población.

Los resultados muestran que para las tres especies Ae fue menor que A, lo cual indica la presencia de alelos raros, esto significa que las especies analizadas en el humedal de San Miguel de Allende contienen información genética que quizá no contengan otras poblaciones. En cuanto a los niveles de diversidad genética (P, Ho y He) se observa que E. bilobatum y S. demersa tienen alta diversidad genética en relación con especies de características biológicas similares. Lilaea sci-lloides tiene niveles de diversidad genética simi-lares a los de especies con características parecidas, lo que quiere decir que en el humedal estudiado dos de las tres especies analizadas pre-sentan una alta diversidad genética. Las tres especies presentan altos valores de endogamia (F), lo cual sin duda está relacionado con sus sistemas de apareamiento. Sin embargo, la alta endogamia también puede ser el resultado de la falta de flujo génico (transporte de polen, semi-llas, frutos y propágulos clonales) entre poblacio-nes (Elam, 1998), la cual puede deberse a que no existen ecosistemas similares cercanos al del estudio ya sea de manera natural o por la des-aparición de estos ecosistemas por influencia humana. Con base en estos estudios es posible inferir que el humedal temporal de San Miguel

Cuadro 1. Parámetros de diversidad genética intrapoblacional e índice de endogamia.

N = tamaño de la muestra, A = número de alelos por locus, Ae = número efectivo de alelos por locus, P = porcentaje de loci polimórficos, Ho = heterocigosidad observada y He = heterocigosidad esperada. Los errores estándar están entre paréntesis, F = índice de endogamia.

de Allende se encuentra en un adecuado estado de conservación dados los niveles de diversidad genética observados para las tres especies, ade-más de contener información genética que es probable que no se presente en otros humedales. Sin embargo, quizá el principal problema sea la falta de flujo génico, ya que el transporte de genes entre poblaciones frecuentemente se con-sidera benéfico para esfuerzos de conservación (Elam, 1998).

Perspectivas

Se destaca la presencia de humedales tempora-les para Guanajuato, los cuales son ecosistemas poco comunes y que no habían sido descritos para el estado. El principal problema por el que atraviesan estos ecosistemas es su extinción acelerada ya que se encuentran en zonas con poca pendiente, además de que también resul-tan atractivas para urbanizar. Los esfuerzos para la conservación de estos ecosistemas se deberán enfocar, en primer término, en llevar a cabo estudios que generen información de su ubicación y estado de conservación en la enti-dad. También será necesario dar a conocer a los tomadores de decisiones en materia ambiental la importancia de estos ecosistemas ya que no sólo cumplen con funciones ecológicas muy im-portantes, como es el de captación y almacena-je de agua, sino que contienen una alta diversi-dad f lorística, genética y especies que se consideran raras o en peligro de extinción. Los estudios de diversidad genética en este tipo de ecosistemas constituyen una herramienta im-portante para la conservación de los mismos.

Especie N A Ae P Ho He F

E. bilobatum 37.5 (0.9) 2.86 (0.3) 1.37 (0.2) 85.7 0.138 (0.035) 0.239 (0.043) 0.423

L. scilloides 35.9 (1.8) 2.00 (0.3) 1.24 (0.2) 50.0 0.069 (0.029) 0.148 (0.047) 0.533

S. demersa 38.8 (0.4) 2.82 (0.4) 1.59 (0.1) 100.0 0.205 (0.046) 0.365 (0.029) 0.438

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Capí

tulo Literatura citada

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estudio de Caso

MaRía de louRdes gaRCía leaños | José alfonso aguiRRe góMez

SISTEMA DE INFORMACIÓN PARA EL CONOCIMIENTO AGRONÓMICO Y BIOQUÍMICO DE LAS RAZAS DE MAÍZ DE GUANAJUATO

Dado que México es centro de origen del maíz y, por ende, tiene mayor diversidad del grano (Wellhausen et al., 1951; Ortega, 2003), en 2002, con el afán de conocer y conservar el ger-moplasma de las distintas razas, se inició el pro-ceso de colecta y conservación de maíces criollos del estado de Guanajuato.

Un grupo de investigadores del Instituto Na-cional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifap) se dio a la tarea no sólo de colectarlos, sino también de caracterizarlos tan-to agronómica como bioquímicamente con el fin de buscar alternativas que facilitaran su con-servación, mejoramiento y utilización.

Esta tarea se realiza con la colaboración del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), considerando los siguientes aspectos:

• Diseño de una estrategia de conservación de biodiversidad (doctor José Alfonso Aguirre Gómez, inifap)

• Caracterización morfo-fenológica (M.C. María de Lourdes García Leaños, inifap)

• Caracterización del adn (doctor José Luis Pons Hernández, inifap)

• Caracterización proteómica (doctora Mag-dalena Segura Nieto, Cinvestav)

• Caracterización de propiedades para nix-tamalización (doctora Ma. Griselda Vázquez Carrillo, inifap)

Estrategia para la conservación de la biodiversidad de las razas de maíces

En Guanajuato la pérdida de poblaciones de maíz va en aumento (Bellon, 1991). El efecto de factores sociales (migración), económicos (esca-sas fuentes de empleo), ambientales (escaso y variable periodo de lluvias) y tecnológicos (in-adecuados e ineficientes), está propiciando el desánimo y olvido de las razas de maíz por

otros satisfactores que los agricultores pueden obtener fácilmente en la comunidad o región (Aguirre et al., 1998; Aguirre et al., 2000). El presente trabajo pretende analizar la situación actual en la que se encuentran las poblaciones de los distintos maíces, además de caracterizar-las mediante diversos factores que permitan revalorar la producción de estos materiales.

Para lograrlo, se consideró una estrategia de fitomejoramiento participativo con el fin de conservar y mejorar la productividad de maíces, facilitar su acceso y distribución, e incrementar la diversidad regional.

Actividades programadas:1. Colección de 360 muestras de maíz represen-

tativas de la diversidad de la entidad (norte, cen-tro-sur y sureste).

2. Evaluación y caracterización de 71 colectas del centro-sur en ocho ambientes de producción.

3. Fitomejoramiento participativo para mejo-rar la productividad del maíz: a) capacitar a técnicos y agricultores sobre métodos de selec-ción y mejoramiento del maíz; b) asociación genetista-agricultores para mejorar caracterís-ticas de sus poblaciones.

4. Flujo e intercambio de semillas promovido por eventos demostrativos en donde los agricul-tores puedan intercambiar sus semillas bajo modalidad de compra, venta, regalo o préstamo de las poblaciones de su interés.

5. Integración de la información sobre las diferentes razas de maíces de Guanajuato en una base de datos (Aguirre et al., 2008), cuyo objetivo principal sea la de concentrar y hacer más accesible la información con que se cuenta hasta el momento. Esta base servirá de consulta y apoyo a investigadores, industriales, docentes, organizaciones de productores y público en general interesado en conocer la diversidad del maíz en el estado, así como su utilización y conservación. Asimismo servirá como punto

García Leaños, M. L. y J. A. Aguirre Gómez. 2012. “Sistema de información para el conocimiento agronómico y bioquímico de las razas de maíz de Gua-najuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 359-362.

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inicial para medir los cambios en la diversidad del maíz a través del tiempo.

Actualmente se cuenta ya con la colecta de las regiones norte y sureste pero aún falta la caracterización.

Acerca de la caracterización morfo-fenológica

La diversidad genética presente en las razas de maíz les confiere mucha plasticidad y una gran capacidad de adaptación a diferentes ambientes, de ahí la importancia de tener bien caracteriza-dos tanto los genotipos como las regiones agroecológicas, para así detectar las que son óp-timas para la producción de un genotipo dado.

Los cambios en el rendimiento de un cultivo al ser establecido en distintas localidades son resultado de la interacción genotipo por am-biente, llamándose estable a aquel genotipo que presenta cierto parámetro o característica (por ejemplo, alto rendimiento) en el mayor número de ambientes (Vega Urbano, 1992).

En 2002 se evaluaron y caracterizaron los 71 genotipos del sureste para seleccionar aquellos que presentaran mayor estabilidad en cuanto a rendimiento. Para estudiar los parámetros de estabilidad se utilizó el método de regresión, se midió el rendimiento promedio y la dispersión de los datos con respecto a la línea media (Eber-hart y Russell, 1966). Con ayuda de la pendien-te y el coeficiente de regresión se clasificaron en cuatro grupos: estables, para ambientes favora-bles, para ambientes desfavorables y eliminados (por datos incompletos). Los genotipos quedaron distribuidos en la siguiente forma: 16 estables, 28 para ambientes favorables, 24 para ambien-tes desfavorables y tres eliminados.

De éstos, el primer grupo es el de mayor inte-rés para dar inicio a un proceso de mejoramiento genético, mientras que los otros sería convenien-te que entrasen a un programa de caracterización agroecológica para definir sitios idóneos de pro-ducción y mantenimiento de biodiversidad para lograr su mejor aprovechamiento.

Caracterización bioquímica y proteómica

Con las 71 razas evaluadas se realizó una selec-ción basada en la caracterización anterior, en

análisis de frecuencia de genotipos selecciona-dos por productores, en encuestas y en aspectos sugeridos por genetistas. Así se formó una co-lección base o núcleo de 20 razas, representati-va de la región centro-sur, con la cual se reali-zaron diversos estudios, destacando el contenido de proteínas y de manera particular los aminoá-cidos esenciales.

Acerca de la diversidad genética

La base principal para la diversidad genética es el germoplasma, es decir, todo el conjunto de genes de una especie. Por ejemplo, en maíz es-tarían incluidos los genes que hay en las razas de maíz, los híbridos y variedades, a excepción de los organismos genéticamente modificados.

A las razas seleccionadas se les extrajo el adn y se procedió con diversos análisis para la cons-trucción de los dendrogramas (gráfica que repre-senta el grado de parentesco entre individuos a través de las características que comparten), los cuales ayudarán a conocer la variabilidad y la detección del flujo genético. Los resultados mues-tran que existe una similitud de 69 a 79% o una diferencia promedio de 25% entre las 20 colectas.

También se encontró que para algunos casos, existen colectas clasificadas fenotípicamente como razas distintas, pero molecularmente fueron prácticamente lo mismo. Lo anterior denota que al menos están sucediendo dos cosas: por un lado, podemos señalar que colectas de la misma región presentan mayor similitud debido al flujo génico por la vecindad y, por otro lado, comparten carac-terísticas similares como el Ancho y Tablilla de Ocho, caso en el que ambos presentan un reducido número de hileras de grano por mazorca.

Otro aspecto que se encontró es la influencia de algunos materiales introducidos, por ejemplo, la colecta cuatro clasificada como Celaya no se agrupa prácticamente con ningún otro Celaya, esto se debe, posiblemente, a que el productor ha seleccionado inconscientemente un tipo de mazor-ca o grano parecido a estas razas pero que mole-cularmente es muy distinto, lo que indica que existe introducción de germoplasma mejorado.

Este análisis preliminar permitirá replan-tear estrategias para identificar y monitorear en la región la influencia génica de diversos

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materiales de maíz que inciden sobre las razas y posteriormente medir los efectos sobre el germoplasma nativo.

Acerca de la caracterización proteómica

Un aspecto importante de los estudios son las propiedades bioquímicas y calidad nutricional de la colección núcleo de las razas de maíces. Entre los análisis realizados está el del conte-nido de proteína total de la harina entera, que se encuentra en un rango de 8.9 a 11.8% en peso, contenido semejante a los encontrados en los maíces QPM (Quality Protein Maize), los cuales se caracterizan por su doble conte-nido de aminoácidos esenciales: lisina y trip-tofano. Con respecto a los aminoácidos esen-ciales (procesados, según Bidlingmeyer et al., 1984), por ejemplo, la concentración de lisina, que es un aminoácido limitante, se encontró en un rango de 1.2 a 3.5% moles comparada con el 4.5% moles de los requerimientos de la fao para niños de 2-5 años. Existe también una variabilidad importante en la concentra-ción relativa de los grupos de proteínas y en sus patrones proteínicos.

Acerca de la calidad en grano y tortillas de las razas de maíz

Otro aspecto importante son las principales ca-racterísticas de calidad de las distintas razas en la nixtamalización y elaboración de tortillas. Para la dureza de las tortillas (dt) y la elonga-ción (et), las metodologías empleadas fueron las descritas por Salinas y Vázquez (2006). Se de-

Textura ColorFuerza máx. al

momento de corte (gf)Contenido de

Triptofano (%)Contenido deLisina (%)

G i suave a intermedia cremoso 180 a 264 0.074-0.09 0.273-0.334

G ii más suaves que Gi más blancas que Gi 212 0.089-0.091 0.357-0.369

G iii más suaves que Gii más blancas que Gii 180 0.083-0.091 0.339-0.0369

G iv suave a muy suave rojos y azules 187 y 230 0.09-0.099 0.347-0.371

G v muy suave rojos 260 0.11 0.327

G vi muy suave azules 146 0.416 0.122

Cuadro 1. Características para nixtamalización y nutrición de las razas de maíz guanajuatense.

terminó la calidad comercial de granos y torti-llas de las 20 accesiones de la colección núcleo, donde se incluyeron granos blancos, amarillos, guinda azules y la V322.

A los valores medios de los resultados de la evaluación se les aplicó un análisis discrimi-nante, obteniéndose la agrupación jerárquica correspondiente. De las 20 variables medidas, seis influyeron en 99% de la variabilidad total. Los conjuntos identificados se agruparon de la forma como se describen en el cuadro 1.

Las razas de maíz de la entidad son aptas para la producción de tortillas siguiendo el mé-todo tradicional de la masa y la tortilla, desta-cando las tortillas elaboradas con granos de la raza Elotes Cónicos (incluidos en los grupos iv

Figura 1. Elotes cónicos.

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y vi) por su buen color y su notable suavidad (figura 1). La heterogeneidad en forma, tamaño, textura, color de sus granos, calidad de la pro-teína y de las tortillas son una oportunidad para conjugar las características deseables de este grano para su uso industrial, aspectos que de-berán ser incorporados al nuevo germoplasma a través del mejoramiento para ampliar la di-versidad genética.

Conclusiones

Se pretende que esta base de datos sea de apoyo principalmente a agricultores interesados en dar-

le un valor agregado a su producción, ya que la información que se vaya generando les dará ele-mentos para conocer las características de su maíz que pueden ser explotadas como, por ejem-plo, el pigmento o el contenido de proteínas y elementos esenciales, etcétera, que pueden servir de base para lograr un mejor precio y buscar usos alternos. De igual forma, al estar en uso y mejo-ramiento constante, la conservación de estos ge-notipos se logrará con mayor facilidad.

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MauRiCio valenCia-posadas | Hugo Montaldo valdenegRo

BIODIVERSIDAD DE LOS CAPRINOS

Introducción

La importancia de las cabras en México es ilus-trada por estadísticas disponibles por algunas instituciones (faostat, 2007). La población total es de alrededor de 9 millones de cabezas, con una producción de leche de 192 000 toneladas y una de carne de 17 000 toneladas para el año 2006, año en que México ocupó el primer lugar del Continente Americano en cuanto a población de cabras y producción de leche.

En Guanajuato existe una población aproxi-mada de 505 000 cabezas de ganado caprino, ocupando el séptimo lugar nacional para este indicador, mientras la contribución de la entidad a la producción total de leche es de alrededor de 19% (tercer lugar nacional), con aproximada-mente 36 500 toneladas para el año 2005 (Sagar-pa, 2009). A pesar de que la contribución del estado a la producción total de leche del país es importante, corresponde básicamente a la pro-ducción de cabras de razas especializadas o cru-zas de éstas. Pese a esto, la mayor parte de la población caprina está conformada por animales “criollos” o cruzas con criollo que se explotan en sistemas de producción basados en el pastoreo. En el estado, aproximadamente 80% de las ca-bras se explotan en sistemas donde la alimenta-ción se obtiene del pastoreo en agostaderos naturales, bordos y caminos, 15% se explota con sistemas mixtos, es decir, en pastoreo con encie-rro nocturno y complementación alimenticia vespertina, y 5% se producen en estabulación, con alimentación en pesebre basada en alfalfa y concentrados comerciales. Este estudio pretende dar algunos elementos sobre las características de la biodiversidad de la población caprina del estado de Guanajuato, la cual, aunque es una especie introducida desde hace varios siglos, ha mantenido su importancia económica y social debido a su contribución en la producción de ali-mentos (carne y leche), sobre todo en numerosos grupos campesinos.

Estructura de las poblaciones de cabras en México

A pesar de la falta de información precisa y actualizada de las características poblacionales de este ganado en México, se considera que la mayoría de las cabras son “criollas”, categoría que describe a las cabras de razas españolas in-troducidas en México durante el periodo de co-lonización, y sus descendientes cruzados (Ma-son, 1981; Mellado, 1997; Sagarpa, 2002). En esta categoría se incluyen animales con apa-riencia de Murciano-Granadino y probablemen-te con influencia de otras razas como la Blanca Celtibérica (Martínez-Rojero et al., 2004).

Otras razas, como Alpina, Saanen, Toggen-burg y Nubia, fueron posteriormente introduci-das a México desde Europa y Estados Unidos para el mejoramiento de la producción de leche. Las razas Nubia y más recientemente cabras de raza Boer han sido usadas para mejorar las ca-racterísticas de crecimiento y producción de car-ne, principalmente bajo condiciones extensivas de manejo. En el cuadro 1 se muestran fotogra-fías de las distintas razas de cabras que existen en la entidad. Aunque existen pocos rebaños pu-ros de cabras Nubias y Boer, los machos de am-bas razas han sido utilizados en cruzamiento con cabras “criollas”. Basado en lo anterior, un exten-sivo proceso de cruzamientos ha sido realizado en la población mexicana y regional de cabras (Montaldo y Meza, 1999). La transformación de las poblaciones originales, por ejemplo para la región central del país, ha propiciado que las ca-bras “criollas” de un característico color oscuro se modifiquen debido a los cruzamientos con las razas Alpina, Saanen y Toggenburg, observán-dose mayores rendimientos lecheros. El uso de estrategias de cruzamiento que involucran ca-bras locales con influencia de la raza Nubia y diversas razas lecheras en el norte de México (La Laguna) ha resultado en una población de cabras

Valencia Posadas, M. y H. H. Montaldo Valdenegro. 2012. “Biodiversidad de los caprinos” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (ConaBio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 363-367.

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de múltiple origen racial, llamado Mosaico Lagu-nero (Sagarpa, 2002; Montaldo et al., 2010).

El término “criollo” usado en muchas de esas poblaciones de cabras formadas de múltiples ra-zas, puede ser una simplificación (Montaldo y Meza, 1999) para describir el cambio de la natu-raleza de la población con el tiempo y sus dife-rencias regionales en composición de la raza. Por esta razón, algunos autores han usado el término local para denotar esas poblaciones (Montaldo et al., 1995). Otros autores coinciden con el término Mosaico para describir esas poblaciones hetero-géneas y reconociendo tres poblaciones de múl-tiples razas en México: norte Mosaico Lagunero, centro Mosaico del Centro y sur Mosaico Mixte-co (Sagarpa, 2002).

Cabra tipo local de Guanajuato Rebaño de cabras cruzadas (Mosaico del centro) Cabra de raza Nubia

Cabras de raza Boer

Lote de cabras Saanen

Lote de cabras Alpinas

Cabras de raza Toggenburg

Cuadro 1. Razas de cabras que se encuentran en el estado de Guanajuato.

Como una evidencia de la variabilidad dentro de la especie, en algunas poblaciones de cabras en México, Torres-Vázquez et al. (2009), usaron téc-nicas moleculares con muestras de adn para estu-diar, entre otras cosas, el grado de cruzamiento entre distintas razas para el gen de la caseína, y encontraron para las cabras tipo Granadina una mayor mezcla de razas para esta población local. Es necesario realizar estudios adicionales en los que se incluyan razas especializadas para esclare-cer el origen y la estructura genética de las cabras locales mexicanas, usando marcadores genéticos, como los microsatélites (Montaldo y Meza, 1999).

En un estudio realizado en ocho comunidades ejidales del centro del estado y con la finalidad de realizar un diagnóstico de la caprinocultura

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ejidal, Rocha et al. (1995) observaron que alrede-dor de 60% de las cabras eran tipo locales, pre-dominando colores oscuros y similares a las cabras Murciano-Granadinas, 22% de tipo racial Alpina y el 18% restante de tipo racial Saanen. En todos los casos la alimentación de los anima-les se basó en un sistema de pastoreo extensivo.

Comparación de poblaciones

Los estudios realizados en Guanajuato para la comparación de poblaciones de cabras, se han basado en animales de tipo lechero. Sin embargo, y a pesar de predominar los genotipos lecheros en la entidad, la gran mayoría de productores de cabras se dedican a la producción de carne debi-do a su alto consumo en la región central de México, principalmente en forma de birria y ca-brito. Existen algunos estudios en los que se han caracterizado poblaciones de cabras explotadas en distintos sistemas de producción involucrando diversos grupos raciales. Es importante la varia-ción en las distintas características productivas de importancia económica; al respecto Valencia et al. (1995) analizaron los registros de produc-ción de un rebaño de cabras explotadas en siste-ma de pastoreo, ubicado en el municipio de Do-lores Hidalgo. Los animales eran tipo “criollos” y su alimentación era a base de pastoreo de entre cuatro y ocho horas diarias en agostaderos natu-rales. Se encontró un número de crías por parto de 1.2, en promedio, producciones de leche bajas, de 26 kg, en lactancias de 99 días.

En otro trabajo, Valencia (1992) comparó los niveles de producción de leche de animales de acuerdo a su apariencia externa, en 15 rebaños del estado, criados en sistema de pastoreo, mixto y estabulado, con un total de 1 207 registros. El promedio de producción de leche por lactancia para el sistema de pastoreo fue de 109.5 kg; para el sistema mixto de 241 kg, y para el sistema estabulado de 344.5 kg, respectivamente, obser-vando que las cabras de las razas Saanen, Toggenburg y Alpina tuvieron las mayores pro-ducciones de leche con respecto a los otros gru-pos raciales, en los sistemas mixto y estabulado (cuadro 2). En el mismo estudio, el promedio de la duración de lactancia de las cabras para los sistemas de producción en pastoreo, mixto y es-

tabulado fueron de 170 días, 236 días y 242 días, respectivamente. De este estudio se puede con-cluir que tanto la producción de leche por lactan-cia así como la duración de la lactancia, dependen fundamentalmente del sistema de producción (que considera la calidad y disponibilidad del ali-mento, instalaciones, sanidad del ganado y ma-nejo), y del grupo racial de los animales.

Por otra parte, en la región centro-sur del es-tado existe una población importante de cabras lecheras, en particular en los municipios de Apa-seo el Grande, Celaya y Salamanca, cuyos nive-les de tecnificación y producción se encuentran entre los más altos de México. En esa población, Valencia y Montaldo (2006) iniciaron un progra-ma de mejoramiento genético en el año 2000. En este programa se tienen alrededor de 1 500 ca-bras en control de producción, predominando la raza Saanen (80%). Los niveles de producción de leche, grasa y proteína por lactancia fueron de 1 095 kg, 33.5 kg y 28 kg, respectivamente (To-rres-Vázquez et al. 2009).

Al igual que en otras partes del país y del mundo, los niveles de producción de leche obser-vados en las cabras de la entidad muestran una

Sistema de producción

Tipo racialProducción de leche por lactancia(kg)

Pastoreo

LocalAlpinaNubiaSaanen

97115111115

Mixto

LocalAlpinaSaanenToggenburg

208221267268

Estabulado

AlpinaNubiaSaanenToggenburg

315324349390

Cuadro 2. Niveles de producción de leche por lactancia en cabras de diferentes tipos raciales de distintos sistemas de producción en Guanajuato.

Fuente: Tomado de Valencia, 1992.

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variación muy amplia, desde 26 kg hasta 1 095 kg por lactancia.

Otros aspectos a considerar en la comparación de grupos raciales son el desempeño reproductivo, la capacidad de supervivencia y la capacidad de producción de carne. Al respecto, Montaldo y Meza (1999) encontraron que las cabras de raza Granadina y Nubia fueron más eficientes para la producción de carne con respecto a las razas le-cheras, que mostraron mayor capacidad reproduc-tiva para quedar gestantes a lo largo del año, con menores intervalos entre dos partos (Montaldo et al., 1981) y las menores tasas de mortalidad de crías, del nacimiento a los 90 días de edad (Mon-taldo et al., 1995), con respecto a las razas Alpina, Saanen y Toggenburg.

Diversos estudios de investigación básica, aplicada y de desarrollo tecnológico se han rea-lizado para profundizar en el conocimiento de la especie caprina, con particular énfasis en el mejoramiento genético de características de importancia económica de esta especie (Valen-cia et al., 2002; Valencia et al., 2005, Valencia et al. 2007; Mellado et al., 2008).

Aunque existen evidencias de una importante biodiversidad entre razas de caprinos del estado

y en México, es probable que exista un grado considerable de disminución de la variabilidad genética total, al utilizarse en forma generali-zada razas adecuadas para producción de leche en condiciones de estabulación en todos los sis-temas de producción del estado. Las poblaciones de cabras locales de la entidad, y del país, repre-sentan una fuente alternativa de apoyo a la economía familiar de numerosos grupos campe-sinos y ganaderos de escasos recursos, quienes crían a sus animales en condiciones precarias y de subsistencia. Por ello, y a pesar de que las cabras fueron introducidas a la entidad hace algunos siglos, es importante conservar los genotipos de cabras existentes, ya que particu-larmente las cabras locales han mostrado un proceso de adaptación a las condiciones de pro-ducción regional. Asimismo se requiere de una mayor precisión y conocimiento sobre el tipo racial de animales que son más convenientes en cada sistema productivo e iniciar programas de caracterización, conservación de los recursos genéticos y de mejoramiento genético, antes de que los genotipos locales sean absorbidos com-pletamente por el uso generalizado de sementales encastados con razas especializadas.

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RESUMEN

Ca

pítu

lo 1

0

Ramón CeCaiRa RiCoy

Monumentos (fotografía de Cynthia Selene Velásquez J.).

Las estrategias utilizadas para la conservación de la biodiversidad en el estado son variadas. Existen los acercamientos puramente teóricos y

también algunas aproximaciones prácticas o mixtas (teórico-prácticas). Algunos buscan incidir directamente en la conservación de alguna especie o recurso (conservación in situ y ex situ), mientras que otros buscan inter-venir de manera indirecta, mediante la educación y la concientización que buscan el cambio en los hábitos de consumo o utilización de los recursos naturales o la modificación de alguna práctica social, cultural o económica que es perjudicial con el medio ambiente. En el ámbito de la administración tanto pública, como privada, los sistemas de gestión ambiental buscan generar impactos positivos en el medio ambiente.

El estado de Guanajuato estableció desde 1997 un Sistema de Áreas Naturales Protegidas, con el objeto de conformar un conjunto de espacios naturales o seminaturales, representativos de la biodiversidad y sus ecosis-temas, que contribuyan al logro de determinados objetivos de conservación y desarrollo. Este sistema cuenta en la actualidad con 22 áreas protegidas (AP) decretadas en el ámbito estatal y una con categoría federal, lo que constituye el 19.06 % del territorio del estado bajo protección.

Las AP deben contar con un programa de manejo que constituye el instrumento rector que define lineamientos y actividades a desarrollar para lograr los objetivos de conservación; la actualización periódica de los mis-mos pretende contribuir a identificar nuevas prioridades, así como a evaluar y mejorar su gestión.

En este sentido, se presenta además un estudio de caso sobre las priorida-des de conservación para el estado basados en un análisis de la presencia y distribución de mamíferos silvestres, a través de la generación de modelos de nicho, y su comparación con los instrumentos de conservación decretados.

Dentro de este Sistema de Áreas Naturales Protegidas, se incluyen regio-nes importantes desde el punto de vista florístico, como el caso de la Sierra de Santa Rosa, que conserva cerca del 50% de su cobertura vegetal natural principalmente formado por diversas comunidades de encinos. En este capítulo se presentan propuestas para la protección y conservación de los recursos forestales, que permitan realizar un uso sustentable de los mismos.

Un factor fundamental para el sostenimiento de la vida en ambientes terrestres es el suelo, por lo que su estudio y su conservación resultan imperantes. Guanajuato ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en cuanto a la superficie bajo algún grado de erosión. En el estado se desarrollan varias estrategias para mitigar y revertir estos procesos como son el modelo agro-silvopastoril o la propuesta surgida de la recuperación de las extensas zonas que cubrían los mezquitales en el Bajío. También se puede mencionar el papel de la identificación y relevancia histórica del ahuehuete en la obten-ción de información climática, especie presente en uno de los tipos de vegetación mayormente amenazados del estado, los bosques de galería.

pRoteCCión y ConseRvaCión

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Otras iniciativas como el Arboretum del inifap busca promover el mane-jo sustentable de varios árboles y arbustos nativos del estado, así como formar un banco de germoplasma de estas especies, contando con ejempla-res de 122 especies.

La organización de varios pobladores de la Sierra Gorda de Guanajuato dio como resultado la integración del “Grupo ecoturístico el platanal”, que por medio de actividades de turismo de naturaleza buscan generar recursos económicos y evitar la contaminación de río Santa María.

La conservación también puede realizarse en condiciones silvestres o en cautiverio bajo manejo intensivo, a través del establecimiento de Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), en este sentido se presenta la situación que guardan actualmente en el estado y se realizan propuestas para complementar y coordinar esfuerzos entre los esfuerzos de protección desarrolladas en las AP y la conservación fomentada por las UMA.

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DaviD Guzmán González

LAS ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS DEL ESTADO DE GUANAJUATO Y SU IMPORTANCIA EN LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD

Introducción

La conservación in situ o preservación en el sitio se considera una de las mejores estrategias para la protección de la biodiversidad a largo plazo (Bezaury-Creel y Gutiérrez Carbonell, 2009), puesto que mediante la preservación de las co-munidades naturales y de sus poblaciones los ambientes naturales mantienen las interacciones ecológicas y la continuidad de los procesos evo-lutivos, además de que al protegerlas se previene la pérdida de la variabilidad genética (Frankham, 2002; Primack y Massardo, 2001).

Considerando lo anterior, un instrumento fundamental para asegurar la conservación de las comunidades biológicas es el establecimiento de áreas legalmente protegidas, es decir con fun-damento establecido en las leyes y sus reglamen-tos respectivos (Primack et al., 2001).

Para contribuir a la conservación del capital natural del estado de Guanajuato, en 1997 el Ins-tituto de Ecología del Estado (iee) estableció el Sis-tema de Áreas Naturales Protegidas para el Estado de Guanajuato (sanpeG), conforme al decreto gu-bernativo número 68, en el que se define al siste-ma como un conjunto de espacios protegidos naturales o seminaturales, de importancia ecoló-gica y social que, relacionados entre sí, contribu-yen al logro de la conservación y al desarrollo sustentable de la población y del estado (figura 1).

Así pues, en Guanajuato, un Área Natural Protegida (anp) se define como una zona del te-rritorio estatal en donde los ambientes origina-les no han sido significativamente alterados por la actividad humana o que requieren ser preser-vados y restaurados y están sujetos al régimen previsto en la Ley para la Protección y Preser-vación del Ambiente del Estado de Guanajuato (lppaeG) y su reglamento en materia de Áreas Naturales Protegidas (poGeG, 2000a).

La creación y manejo de Áreas Naturales Protegidas tiene como principal objetivo la con-

servación y preservación del entorno, detener el proceso de sobreexplotación y destrucción de la flora y la fauna, derivados del desarrollo econó-mico y el acelerado crecimiento demográfico de la entidad, persiguiendo en todo momento el beneficio común.

Áreas naturales protegidas federales

El 2 de febrero de 2007 se decretó la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda de Guanajuato (RbsGG), la única Área Natural Protegida de competencia fe-deral en el estado. Se ubica al noreste de la enti-dad, en los municipios de Atarjea, San Luis de la Paz, Santa Catarina, Victoria y Xichú, abarca una superficie de 236 882.76 ha, de las cuales 78 304.63 constituyen la zona núcleo (33%, aproximadamen-te) y 158 578.13 ha su zona de amortiguamiento (equivalente a 67%, aproximadamente). La pro-tección de la Sierra Gorda de Guanajuato resulta relevante por considerarse como una de las zonas mejor conservadas y de mayor diversidad de la Subprovincia Fisiográfica Sierra Gorda, que alber-ga diversas especies estimadas en riesgo, y por formar la continuidad ecosistémica de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, de Querétaro y San Luis Potosí (figura 2) (Semarnat, 2007).

Actualmente la RbsGG se encuentra bajo la ad-ministración y dirección de la Comisión Nacio-nal de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), con sede en el municipio de San Luis de la Paz, por medio de la cual el gobierno del estado coordina los esfuerzos de conservación y protección. Tal es el caso del programa de manejo y conserva-ción que actualmente se elabora bajo la respon-sabilidad conjunta de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, la Universidad Autónoma de Querétaro y la Universidad de Guanajuato, lo que sin lugar a dudas será un instrumento que contribuirá a garantizar la conservación de la

Guzmán González, D. 2012. “Las Áreas Naturales Protegidas del estado de Guanajuato y su importancia en la conservación de la biodiversidad “ en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 373-388.

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Figura 1. Área Natural Protegida Las Musas (fotografía de David Guzmán González).

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Figura 2. Reserva de la Biosfera Sierra Gorda de Guanajuato (fotografía de David Guzmán González).

riqueza biológica y cultural. Los municipios que comprende la RbsGG son zonas con la más alta marginación en el estado, por lo que se debe buscar que todos los sectores y actores involu-crados se comprometan a lograr el desarrollo de sus comunidades en armonía con la conserva-ción y protección de la biodiversidad.

Sistema de áreas naturales protegidas del estado de Guanajuato

Los objetivos específicos del sanpeG consisten en coordinar aquellas actividades referentes a la protección, preservación, conservación, restau-ración y uso sustentable de las anp de acuerdo a la Ley para la Protección y Preservación del Am-biente del Estado de Guanajuato (poGeG, 2000b).

Las anp se pueden constituir dentro de una de las cinco categorías posibles: Reservas de conser-vación, Áreas de uso sustentable, Áreas de res-tauración ecológica, Monumentos naturales o Parques ecológicos.

Reserva de conservación

Se establecen en zonas poco alteradas, preferen-temente despobladas y mayores a 10 000 ha, con alta diversidad biológica, muestras de eco-sistemas y elementos de flora y fauna silvestre

representativos o en estatus de protección (po-GeG, 2000c) (figura 3).

Áreas de uso sustentable

Se proponen en aquellas zonas que comprenden cuencas hidrológicas, recursos forestales o ele-mentos de flora y fauna silvestre en las que exis-tan desarrollos agropecuarios, potencial recreati-vo y poblaciones rurales, pero que aún conservan rasgos y funciones de importancia ecológica. Tie-nen como objetivo producir bienes y servicios que respondan a las necesidades económicas, sociales y culturales (poGeG, 2000c) (figura 4).

Áreas de restauración ecológica

Corresponde a aquellas zonas que contenían ecosistemas cuyos procesos ecológicos eran im-portantes y que, debido a las actividades antro-pogénicas, han visto disminuidas o eliminadas estas características, pero que pueden ser recu-peradas (poGeG, 2000c) (figuras 5 y 6).

Monumentos naturales

Son zonas que contienen rasgos naturales con-siderados sobresalientes a escala estatal y que merecen protección debido a su carácter único

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Figura 3. Área Natural Protegida Pinal del Zamora-no (fotografía de David Guzmán González).

Figura 4. Área Natural Protegida en la categoría de Uso Sustentable Peña Alta (fotografía de David Guz-mán González).

Figura 5. Área Natural Protegida en la categoría de Restauración Ecológica, laguna de Yuriria (fotografía de David Guzmán González).

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Figura 7. Área Natural Protegida en la categoría de Monumento Natural, Siete Luminarias (fotografía de David Guzmán González).

Figura 6. Área Natural Protegida en la categoría de Restauración Ecológica, cuenca de la Soledad (fotografía de David Guzmán González).

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Figura 8. Área Natural Protegida Las Fuentes en la categoría de Parques Ecológicos (fotografía de David Guzmán González).

o por estar en una situación crítica que pueda llevarlos a la desaparición. Pueden estar asocia-dos con elementos de importancia arqueológica o de cultura local (poGeG, 2000c) (figura 7).

Parque ecológico

Corresponde a aquellos espacios con una super-ficie mínima de 25 ha que contienen elementos naturales, de fácil acceso desde y dentro de los centros de población y con potencial para uso recreativo y educación ambiental. Tienen como objetivo brindar oportunidades de recreo o es-parcimiento en espacios naturales e instalacio-nes artificiales que contribuyan a la formación de una cultura ambiental, a detener la degrada-ción de los recursos del área y a mantener la calidad del paisaje (poGeG, 2000c) (figura 8).

A 15 años de su creación, el sanpeG cuenta con 22 Áreas Naturales Protegidas (anp), por de-creto de carácter estatal, ubicadas en 28 de los 46 municipios del estado las que, en conjunto, suman 346 505.39 ha, que constituyen 11.32%

Categoría Núm. anp Superficie (ha) %

Reservas de Conser-vación

2 15 695.20 4.53

Áreas de Uso Sustentable 10 287 699.45 83.03

Áreas de Restauración Ecológica

5 32 228.14 9.3

Monumentos Naturales 1 8 928.50 2.58

Parques Ecológicos 4 1 954.10 0.56

Total 22 346 505.39 100.00

Cuadro 1. Integración del Sistema de Áreas Na-turales Protegidas del Estado de Guanajuato.

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Núm.Denominación

del Área Natural Protegida

Superficie (ha)

Municipios Categoría

Fecha de publicación(Periódico Oficial)

DeclaratoriaPrograma de

manejo

1Cuenca de la Espe-ranza

1 832.65 Guanajuato Reserva de Conservación 6/03/98 29/12/98

2 Pinal del Zamorano 13 862.55San José Iturbide y Tierra Blanca

Reserva de Conservación 6/06/00 18/10/02

3 Sierra de Lobos 104 068.24 León, San Felipe y Ocampo Área de Uso Sustentable 4/11/97 12/06/98

4Cuenca Alta del Río Temascatío

17 432.00Salamanca y Santa Cruz de Juventino Rosas

Área de Uso Sustentable 6/06/00 18/10/02

5 Peña Alta 13 270.17 San Diego de la Unión Área de Uso Sustentable 6/06/00 10/09/02

6 Las Musas 3 174.76 Manuel Doblado Área de Uso Sustentable 30/07/02En Proceso de Publicación

7Cerros El Culiacán y La Gavia

32 661.53Celaya, Cortazar, Jaral del Progreso y Salvatierra.

Área de Uso Sustentable 30/07/02 16/01/04

8Sierra de Los Agus-tinos

19 246.00Acámbaro, Jerécuaro y Tarimoro

Área de Uso Sustentable 17/09/02 10/12/04

9 Cerro de Los Amoles 6 987.61 Moroleón y Yuriria Área de Uso Sustentable 7/05/04 25/08/06

10 Cerro de Arandas 5 240.15 Irapuato Área de Uso Sustentable 25/11/05 02/11/07

11Presa La Purísima y su zona de influencia

2 728.81 Guanajuato Área de Uso Sustentable 25/11/05 5/06/07

12 Sierra de Pénjamo 83 314.10Cuerámaro, Manuel Doblado y Pénjamo

Uso Sustentable 29/05/12Por elaborar en

2013

13Presa de Silva y Áreas Aledañas

8 801.39San Francisco del Rincón y Purísima del Rincón

Área de Restauración Ecológica

2/12/97 20/11/98

14Laguna de Yuriria y su zona de influencia

15 020.50 Yuriria y Valle de Santiago Área de Restauración Ecológica

13/11/01 25/11/05

15 Cerro del Cubilete 3 611.79 Silao y GuanajuatoÁrea de Restauración Ecológica

18/11/03 22/12/05

16 Cuenca de la Soledad 2 782.01 GuanajuatoÁrea de Restauración Ecológica

18/08/06En proceso de publicación

17Presa de Neutla y su zona de influencia

2 012.45 ComonfortÁrea de Restauración Ecológica

15/09/06 24/11/09

18Región volcánica Siete Luminarias

8 928.50 Valle de Santiago Monumento Natural 21/11/97 29/12/98

19Megaparque de la ciudad de Dolores Hidalgo

28.44 Dolores Hidalgo Parque Ecológico 16/12/97 22/09/00

20 Las Fuentes 109.03Santa Cruz de Juventino Rosas

Parque Ecológico 26/10/99 11/02/03

21 Parque metropolitano 337.63 León Parque Ecológico 19/09/00 30/11/01

22 Lago-Cráter La Joya 1 479.00 Yuriria Parque Ecológico 23/02/01En proceso de elaboración

Cuadro 2. anp de Guanajuato.

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del territorio del estado bajo este esquema de protección. En el cuadro 1 se describen las anp existentes en la entidad para cada una de las categorías y la superficie que comprenden.

Si se considera la superficie de la porción gua-najuatense de la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda, el estado cuenta con Áreas Naturales Pro-tegidas en un total de 33 municipios, con una superficie de 583 388.15 ha, lo que corresponde al 19.06% del territorio estatal. En el cuadro 2, se presenta el nombre de cada una de las 22 anp con decreto estatal, su superficie, los municipios donde se ubican, la categoría bajo la cual se de-cretó, la fecha de su declaratoria y publicación del resumen de su programa de manejo en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado.

Declaratoria de las áreas naturales protegidas

La declaración de un anp involucra un proceso dinámico e interactivo en el que participan la sociedad, autoridades municipales, estatales y federales, quienes organizan talleres de partici-pación ciudadana, encuestas y entrevistas con la finalidad de considerar la opinión de los propie-tarios, poseedores y habitantes de las anp sobre su posible decreto. El proceso de declaración de una anp tiene una duración de entre uno y tres años hasta la publicación del decreto por parte del Poder Ejecutivo del estado, siempre y cuando exista el consenso de la mayoría de las partes.

Para comenzar el proceso es necesario que los habitantes, organizaciones civiles o autoridades municipales expresen su interés al Instituto de Ecología, quien dictamina la viabilidad del de-creto de protección. De ser positiva la resolución, se lleva a cabo un estudio previo, mediante el que se pueda justificar y especificar la modalidad de su declaratoria. El estudio comprende infor-mación referente al impacto regional para los municipios que abarca, información general del área propuesta y el promovente, un diagnóstico del medio físico, biológico y socioeconómico, así como las propuestas de manejo y categoría. Una vez elaborado el estudio, se somete a un proceso de consulta final a las autoridades municipales, los habitantes y propietarios de la zona para que, en caso de no existir oposición y validar la in-formación del estudio, se proceda a su decreto en

el Periódico Oficial del Estado. El estudio busca también la clara delimitación del polígono del anp propuesta, con el fin de evitar controversias en la ejecución de actividades dentro o fuera del área, además de que la poligonal considere la continuidad de los ecosistemas o tipos de vege-tación de la zona, a pesar de presentar un estado de fragmentación.

Durante el año 2009 y 2010 se hizo el estudio previo para determinar la posibilidad de decretar la Sierra de Pénjamo como una nueva anp de carácter estatal. Esta sierra, ubicada en el suroes-te del estado en colindancia con Jalisco y muy cerca de Michoacán, comprende parte de los mu-nicipios de Cuerámaro, Manuel Doblado y Pénja-mo, y la propuesta considera su valor como proveedora de importantes servicios ecosistémi-cos, principalmente hidrológicos, además de po-seer una superficie de bosque tropical caducifolio y bosque de encino en buen estado de conserva-ción. El estudio también arrojó la necesidad de implementar acciones de restauración y protec-ción de los recursos naturales existentes, así como de atención a las necesidades de los más de 18 000 habitantes que viven en las 206 localida-des de la región. De esta forma el polígono pro-puesto comprende una superficie de 83 314.1 ha la cual fue decretada recientemente el 29 de mayo de 2012 en la categoría de Uso Sustentable.

Además, al momento de elaborar este estudio, se terminó el estudio previo en el municipio de Purísima del Rincón, en la zona conocida como el cerro del Palenque, pues existe evidencia de la pre-sencia de especies representativas como venado cola blanca (Odocoileus virginianus), mapache (Pro-cyon lotor), zorra (Urocyon cinereoargenteus) y ca-comixtle (Bassariscus astutus), entre otros, que indican un buen estado de conservación, así como una representación importante de poco más del 20% de la fauna que existe a nivel estatal en tan solo una superficie de 2 030.69 ha en el 0.07% del territorio estatal, la presencia de cinco tipos de ve-getación, 98 especies de plantas y 217 de fauna, de las cuales tres se encuentran dentro de la nom-059-semaRnat-2010, así como la provisión de diver-sos servicios ambientales para los municipios de la región. La zona es compartida con el estado de Ja-lisco, lo que implicaría un esfuerzo de coordinación interestatal, actualmente se encuentra en proceso

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de consulta pública como parte de la última fase para determinar su viabilidad de decretarse como al anp estatal número 23.

Programa de manejo de las áreas naturales protegidas

El programa de manejo se define como el ins-trumento rector que establece los lineamientos básicos, estrategias y acciones para lograr los objetivos de la protección de un área natural protegida (poGeG, 2002). Esto se logra mediante la zonificación interna del anp en función de los usos potenciales y actuales del suelo, la voca-ción natural y el estado de conservación, con el fin de establecer lineamientos claros sobre lo que se permite o no en cada una de las partes, esto con el propósito de lograr su conservación y aprovechamiento sustentable. Las cuatro zo-nas en las que se puede dividir un área natural protegida en el estado son:

1. Zona de protección. Se consideran aquellas superficies con ecosistemas representativos, frá-giles o indispensables para el desarrollo, estable-cimiento, alimentación y reproducción de poblaciones silvestres de flora y fauna, residentes o migratorias del área, teniendo como fin man-tener dichas condiciones (poGeG, 2000c). 2. Zona de aprovechamiento sustentable. Son superficies donde los ecosistemas han sufrido alteraciones o modificaciones leves y en los que actualmente se llevan a cabo actividades productivas forestales, agrícolas, ganaderas o mineras. El objetivo de su establecimiento es regular los aprovechamientos para que se realicen de una manera sustentable, no generen impactos significativos al ambiente y generen beneficios para las poblaciones locales (poGeG, 2000c). 3. Zona de restauración. Se esta-blecen en las superficies que presenten alteracio-nes, modificaciones sustanciales o desaparición de los ecosistemas originales debido a su uso intensivo. Tienen como finalidad recuperar las funciones y procesos ecológicos originales y detener el deterioro de los recursos naturales (poGeG, 2000c). 4. Zona de uso público. Se pueden establecer en espacios con paisajes y atractivos naturales, en los que ambientalmente sea factible el establecimiento de instalaciones y servicios de apoyo. Tienen por objeto proporcionar recreo,

esparcimiento y educación ambiental a la pobla-ción (poGeG, 2000c).

Cabe mencionar que, a pesar de que la cate-goría de un anp se define desde su decreto, puede ser cambiada al momento de la publicación de su programa de manejo o la actualización del mis-mo, pues debe de haber una congruencia entre la dominancia de la zonificación y su categoría. En aquellas anp donde la zonificación de su progra-ma de manejo indica un alto porcentaje de la zona de protección debe corresponder a una ca-tegoría de reserva de conservación; si predomina la zona de aprovechamiento sustentable deberá ser en la categoría de uso sustentable; si es la zona de restauración la que prevalezca, deberá corresponder a una categoría de restauración ecológica, o si la zona de uso público es la más relevante deberá ser un parque ecológico. Lo an-terior en apego al resto de características que cada categoría establece pero que, bajo este cri-terio, pueda tener la congruencia entre la zonifi-cación, su categoría y su manejo.

Actualmente sólo tres anp estatales no cuentan con programa de manejo publicado, pero se espe-ra poder publicarlos en el segundo semestre de 2012, con lo que el 100% de las anp contarán con sus respectivos programas. Sin embargo, con la publicación de éstos no se considera como con-cluido el trabajo de planeación de conservación estatal, ya que, de acuerdo con el artículo 55 del reglamento de la lppaeG en materia de Áreas Na-turales Protegidas, los programas de manejo de-ben ser actualizados cada cinco años con la finalidad de evaluar su objetividad y proponer posibles modificaciones. En este sentido, a la fecha de publicación de este estudio, 14 anp requieren la actualización de sus programas de manejo, por lo que desde el año 2009 el Instituto de Ecología ha comenzado con la elaboración de los documentos técnicos que sustenten su actualización, que ser-virán para redefinir los polígonos de las anp en función de los cambios en la cobertura vegetal de los últimos años, los usos actuales, su uso poten-cial y su biodiversidad; para incorporar zonas de vegetación bien conservadas que antes no fueron incluidas; dar claridad a los límites; actualizar la zonificación; y para identificar las acciones más importantes en el corto, mediano y largo plazo, los lineamientos de manejo y las actividades permi-

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tidas y no permitidas para cada zona, de acuerdo a las principales oportunidades y amenazas del anp. Por ello, para el primer semestre del 2012 se deberá publicar la actualización de los programas de manejo de las anp siguientes: Sierra de Lobos, cuenca Alta del Río Temascatío, Peña Alta, laguna de Yuriria, Sierra de los Agustinos, Presa de Silva, cuenca de la Esperanza, Pinal del Zamorano y región Volcánica Siete Luminarias. Con ello y con la actualización del reglamento en materia de Áreas Naturales Protegidas, el estado de Gua-najuato contará con un sistema de anp actualiza-do, adecuado a las necesidades, de mayor claridad en sus procedimientos y con mayor participación de todos los actores involucrados en la conserva-ción de su capital natural.

Manejo

Desde su creación, el sanpeG ha trabajado conjun-tamente con las comunidades que habitan en las anp o en zonas aledañas para contribuir a mejo-rar su calidad de vida, priorizando actividades que favorecen el empleo temporal de los habitan-tes; ha logrado una participación activa en su conservación y cuidado, así como un cambio de actitud. Las líneas de acción principales son:

Restauración y recuperación ecológica dezonas degradadas

• Obras de conservación de suelo y agua, basa-das en el manual de la Comisión Nacional Fo-restal (Conafor) (figura 10).

• Podas de sanidad de plantas parásitas (muérdago o injerto y paixtle) en bosque de en-cino, pino y zonas mezquiteras.

• Control integral de lirio acuático (físico, mecánico, biológico y químico), dando prioridad a la extracción mecánica con equipos propios que reducen los costos de extracción, favorecen el empleo de habitantes de las comunidades y reducen los impactos al extraer el lirio del cuerpo de agua y así evitar su hundimiento.

• Reforestación con plantas nativas con fines de recuperación y comerciales (figura 11).

• Introducción de fauna silvestre nativa (a través de programas de la Dirección General de Vida Silvestre de la Semarnat mediante libera-

ción de ejemplares rehabilitados de halcones, aguilillas y búhos).

Protección y Conservación de los RecursosNaturales

• Cercados perimetrales para exclusión de ganado con el fin de propiciar la regeneración natural de los bosques y la protección de plantaciones esta-blecidas de los diferentes programas (figura 12).

• Brechas cortafuego que reduzcan y miti-guen los incendios forestales.

Aprovechamiento sustentable• Unidades de Manejo Ambiental (uma) para

aprovechamiento de venado cola blanca, oréga-no, víbora de cascabel, entre otras.

Conocimiento y difusión para la conservación

• Equipamiento de anp para acciones de protec-ción como brigadas contra incendios, vigilancia, podas sanitarias, entre otros.

• Monitoreo de fauna silvestre (figura 13).• Monitoreo de la calidad del agua.• Actualización de inventarios faunísticos y

florísticos en anp.• Alternativas sustentables de aprovechamiento

de lirio acuático (biogás, celulosa, fibras absorben-tes) (figura 14a y b).

• Observación de aves.• Concursos de fotografía.• Interpretación de senderos.• Capacitación ambiental (cursos y talleres).• Establecimiento de señalética de las carac-

terísticas de las anp (figura 15).• Establecimiento de letreros informativos

sobre las acciones realizadas.• Emisión de polípticos y pósters de las anp.• Página de internet de las anp.• Catálogos de aves de las anp con presencia

de aves migratorias y residentes relevantes a escala internacional.

Desarrollo comunitario participativo

• Viveros comunitarios para producción de plantas nativas (figura 16).

• Acondicionamiento y equipamiento de in-fraestructura ecoturística y recreativa (figura 17).

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• Invernaderos para producción de hortalizas.• Establecimiento de ecotecnias (fogones aho-rradores de leña, baños secos, cisternas de cap-tación de agua de lluvia, biodigestores y apro-vechamiento de energía solar) (figura 18a y b).• Organización de la comunidad o ejido para el desarrollo de proyectos productivos.• Establecimiento de asociaciones civiles.

Las acciones se llevan a cabo a través de convenios de colaboración con municipios, or-ganizaciones civiles, ejidos o de manera direc-ta entre el Instituto y los beneficiarios. A través de este mecanismo ha sido posible des-tinar recursos para la protección, restauración y aprovechamiento sustentable de sus recursos naturales, y propiciar la mejora en el bienestar de sus habitantes, el recurso más importante de las anp, pues sólo trabajando junto con los habitantes se garantiza la conservación de los recursos naturales y los servicios ecosistémi-cos que ofrecen.

La creación de las anp a través de decreto expedido por el Ejecutivo del estado y publica-do en el periódico oficial del estado, así como programas de manejo, sustentados en lo que establece la lppaeG y los reglamentos en materia de Áreas Naturales Protegidas, han servido para la regulación de diversas actividades pro-piciando el uso sustentable y evitando un im-pacto adverso en la biodiversidad. Sin embargo, aunque a la fecha se cuente con importantes logros, aún falta mucho por hacer, por lo que el trabajo futuro del sanpeG debe dirigirse a trabajar en los puntos que se describen en el cuadro 3.

Áreas naturales protegidas municipales

Existen zonas con ecosistemas o recursos natu-rales relevantes a escala municipal que no pueden ser decretadas a nivel estatal o federal, por lo que es necesario apoyar a aquellos muni-cipios que consideren trascendente la creación de un Área Natural Protegida de carácter muni-cipal. El apoyo deberá involucrar el fortaleci-miento de su normatividad y capacidades insti-tucionales para hacer un buen manejo y garantizar su conservación.

Esfuerzos regionales y nacionales

Además de la consolidación del sanpeG, será vital consolidar los esfuerzos por compartir políticas públicas de conservación de los recursos natura-les que sean compatibles y tengan un seguimien-to para aquellas zonas que se comparten con los estados vecinos de Jalisco, Michoacán, Queréta-ro y San Luis Potosí con la finalidad de dar con-tinuidad a la protección de esas ecorregiones, ya que los recursos naturales no reconocen fronte-ras políticas. Además, se deberá de intensificar la colaboración a nivel nacional que dio inicio con la conformación de una red nacional de sistemas de áreas naturales protegidas estatales, que tiene como objetivo el motivar a los estados en sus esfuerzos para la conformación de esquemas lo-cales de conservación de la biodiversidad y en donde Guanajuato ha sido parte activa.

Conclusiones

La existencia de las anp de carácter estatal ha sido un buen instrumento para prevenir el dete-rioro de los recursos naturales en las zonas de mayor riqueza biológica del estado, ha permitido generar experiencias en el proceso de decreto y manejo de las Áreas Naturales Protegidas bajo la competencia del estado, logrando implementar acciones concurrentes con autoridades federales y municipales, así como con organizaciones no gubernamentales, comunidades rurales y ejidos, con resultados interesantes e innovadores.

Resulta indispensable identificar políticas y requerimientos normativos para ampliar las po-sibilidades de protección, preservación y uso sos-tenible del capital natural guanajuatense a través de nuevas fórmulas de gestión, administración y responsabilidad local.

Será necesario definir y promover las políti-cas de gestión de las anp con las comunidades, a fin de ampliar los beneficios directos derivados del manejo de ellas.

A futuro se vislumbra un sanpeG actualizado, dinámico e integrador que cuente con las herra-mientas de evaluación, seguimiento y una admi-nistración más eficaz de las anp, entre ellas la aplicación de indicadores para mejorar su manejo.

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Figura 10. Obras de conservación de suelo como medida de restauración (fotografía de David Guzmán González).

Figura 11. Plantaciones con especies nativas para la recuperación de la vegetación (fotografía de David Guzmán González).

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Figura 14a y 14b. Control mecánico de lirio acuáti-co (fotografía de David Guzmán González).

Figura 13. Monitoreo de fauna silvestre (fotografía de iee).

Figura 12. Cercados para exclusión de ganado como protección de zonas forestales (fotografía de David Guzmán González).

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b)Figura 15. Señalización de anp.

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Figura 16. Producción de plantas nativas en viveros comunitarios (fotografía de David Guzmán González).

Figura 17. Acondicionamiento de infraestructura turística en espacios para uso público (fotografía de David Guzmán González).

Figura 18a y 18b. Ecotecnias en comunidades en anp (fotografía de David Guzmán González).

a) b)

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1. Fomentar una estrecha colaboración con los municipios que cuentan con un Área Natural Protegida, promoviendo el desarrollo de trabajo regional para el caso de aquellos que comparten un anp

2. Lograr una sinergia con los habitantes de las anp para fomentar la participación activa en su conservación

3. Trabajar en la mejora de la calidad de vida de los habitantes de las anp, para lo que se ha formalizado la creación de los comités técnicos en cada una de ellas

4. Incrementar la difusión de la existencia e importancia de las anp

5. Implementar programas de seguimiento y evaluación de la efectividad del manejo

6. Identificar los vacíos y omisiones para la conservación de la flora y fauna dentro de las anp

7. Articular las políticas públicas entre las diferentes dependencias y niveles de gobierno para evitar la aplicación de actividades contrarias entre sí

8. Mejorar el trabajo interinstitucional para obtener una mayor concurrencia de recursos a favor de la conservación

9. Promover la creación de programas de investigación al interior de las anp

10. Promover una mejor coordinación para la vigilancia más efectiva y estratégica que permita la prevención y participación comunitaria

11. Considerar la mitigación y adaptación al cambio climático como un eje estratégico dentro de las anp

12. La consolidación de los convenios de colaboración firmados con diferentes instituciones para el desarrollo de las anp, como Pronatura, Instituto Tecnológico Superior de Irapuato, en específico con su carrera de Biología, Universidad Han de Holanda y el convenio marco sobre biodiversidad que firmaron diversas instituciones como la Universidad de Guanajuato, el Instituto Nacio-nal de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifap-Centro Bajío), el Centro de Investigaciones Avanzadas (Cinvestav, Campus Irapuato), el Instituto de Ecología A.C. (Inecol Bajío), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiver-sidad (Conabio) y el Instituto de Ecología del Estado (iee) para que, derivado de los estudios en desarrollo, sean las anp del estado los primeros lugares donde se desarrolle la estrategia estatal de biodiversidad

Cuadro 3. Líneas de acción del sanpeG.

Literatura citada

Bezaury-Creel, J. y D. Gutiérrez Carbonell. 2009. “Áreas naturales protegidas y desarrollo social en México”, en Capital natural de México, vol. II, Estado de con-servación y tendencias de cambio. México, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiver-sidad (Conabio), pp. 385-431.

Frankham, R., J.D. Ballou y D. Briscoe. 2002. Introduction to conservation genetics. Reino Unido. Cambridge University Press.

poGeG (Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Guanajuato). 2000a. Bases para la integración del Sistema de Áreas Naturales Protegidas para el Estado de Guanajuato. Go-bierno del Estado de Guanajuato. 8 de febrero. Última reforma publicada el 12 de noviembre de 2004.

—. 2000b. Ley para la Protección y Preservación del Ambiente del Estado de Guanajuato. Gobierno del Estado de Guanajuato. 8 de febrero. Última refor-ma publicada el 12 de noviembre de 2004.

—. 2000c. Reglamento de la Ley para la Protección y Preservación del Ambiente del Estado de Gua-najuato en materia de Áreas Naturales Protegidas. Gobierno del Estado de Guanajuato. Publicado el 19 de septiembre.

—. 2002. Programa que establece el Sistema Estatal de Áreas Naturales Protegidas. Gobierno del Esta-do de Guanajuato. Publicado el 25 de enero.

Primack R. y F. Massardo. 2001. “Estrategias de conser-vación ex situ”, en R. Primack, R. Roíz, P. Feinsin-ger et al., Fundamentos de conservación biológica: perspectivas latinoamericanas. México, Fondo de Cultura Económica (fCe), pp. 421-446.

—, R. Rozzi y P. Feinsinger. 2001. “Establecimien-to de áreas protegidas”, en R. Primack, R. Roíz, P. Feinsinger et al., Fundamentos de conservación biológica: perspectivas latinoamericanas. México, fCe, pp. 449-475.

Semarnat (Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Na-turales). 2007. DECRETO por el que se declara área natural protegida, con el carácter de reserva de la biosfera, la zona conocida como Sierra Gorda de Gua-najuato localizada en los municipios de Atarjea, San Luis de la Paz, Santa Catarina, Victoria y Xichú, en el Estado de Guanajuato. Publicado el 2 de febrero.

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Introducción

La bioética surgió en la década de los años se-tenta del siglo xx como una respuesta a los avances de la ciencia y la tecnología, en un am-biente de creciente preocupación por las aplica-ciones en la medicina. Igualmente surgió como una herramienta para afrontar los retos del pla-neta en el aspecto ambiental (Potter, 1970).

Nace así la bioética como la disciplina que conjunta la biología y la ética. Actualmente, el alcance de esta disciplina en su función de pro-mover el respeto por la vida y la responsabilidad con la misma, ha pasado del plano biomédico trascendiendo a todos los ámbitos de la vida, por lo que hoy se acepta su intervención en la vida humana, la vida de los animales y de las plantas, incluyendo la actitud frente a la naturaleza y el medio ambiente (Callahan, 1995).

En los últimos años se ha consolidado la idea de que la bioética y los derechos humanos van de la mano, al fomentar ambos la responsabilidad y el respeto, tanto de los derechos básicos como en lo referente a las conductas deseables en el ám-bito de la vida humana y su dignidad. Por lo anterior, la unesCo, después de un amplio debate, propuso la declaración en la cual se establece tal relación (unesCo, 2005).

Aunque existen diferentes definiciones de la bioética, unas más enfocadas al ámbito clínico y otras a la vida biológica en todas sus mani-festaciones, una propuesta de definición es la siguiente: la bioética es una disciplina integrada por el aporte de distintos saberes, para dar res-puesta a problemas de la vida, de acuerdo a principios, valores, normas y costumbres a tra-vés del diálogo reflexivo, pluralista e interdis-ciplinario; para lograr la mejor decisión en un determinado momento y lugar, buscando un bien personal, social y ecológico (varios autores, comunicación personal).

estuDio De Caso

LA BIOÉTICA Y LA CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD

feRnanDo anaya velázquez | viCtoRia e. navaRRete CRuz

Aportaciones de la bioética

En nuestros días se considera que una de las principales aportaciones de la bioética es su mé-todo de reflexión y su aplicación al análisis de dilemas éticos. Dicho método se caracteriza por ser un diálogo interdisciplinario reflexivo y de-liberativo con una actitud plural, tolerante y respetuosa, con la intención de lograr consensos razonados e informados. En consecuencia, la bioética es el uso creativo del diálogo para for-mular, articular y, en lo posible, resolver los dilemas que plantean la investigación y la in-tervención sobre la vida, la salud y el medio ambiente (Álvarez Díaz et al., 2006).

En los aspectos relacionados con nuestro pla-neta se ha propuesto la bioética global, que pre-tende integrar todos los aspectos de intervención humana en el ámbito de la vida con un referen-te ético. De la misma manera, se ha cuestionado de qué manera la humanidad puede asegurar que las acciones por la vida en su amplio senti-do sean realizadas de manera responsable, con la intención de conservar y mantener la biodi-versidad y con el propósito de permitir que con-tinúe la evolución biológica.

Una solución a esta necesidad es la conforma-ción a nivel mundial de comités de ética global, para que en dichas instancias se evalúe y se rea-lice el seguimiento de las acciones humanas en el campo de la vida. Por lo anterior, en un marco de desarrollo sostenible y sustentable es menester que las acciones y actitudes humanas pretendan primero no dañar a la naturaleza y, segundo, con un sentido de justicia hacer llegar los beneficios de los recursos naturales a todos los individuos que viven en o dependen de ellos. En un segundo nivel de acción, la conservación debiera tener como propósito beneficiar a la mayoría de la po-blación, procurando que la biodiversidad sea pre-servada para asegurar el futuro de la humanidad.

Anaya Velázquez, F. y V. E. Navarrete Cruz. 2012. “La Bioética y la conservación de la biodiversidad” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Esta-do. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 389-391.

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En los temas que tienen relación con la bio-diversidad y su preservación, el argumento éti-co que justifica una actitud responsable es el compromiso que se tiene de permitir que la vida continúe. Esto supone tener las condiciones ade-cuadas para la supervivencia de todos los seres vivos, en particular los que benefician al hom-bre y no le causan enfermedades.

Desde el punto de vista de la bioética princi-pialista y normativa, la actitud ética deseable se puede lograr con las siguientes acciones:•Crear comités de bioética ambiental a nivel es-tatal y nacional que incluyan a especialistas y ciudadanos y que tengan por objetivo analizar y resolver los dilemas éticos derivados de las acciones humanas en el campo de la biodiver-sidad, la ecología y el medio ambiente.•Hacer que la educación ambiental sea priorita-ria en todos los niveles educativos.•Promover y realizar la conservación del ger-moplasma.•Promover el cuidado de los seres vivos y evitar que otros se apropien del patrimonio de la vida, que es de toda la humanidad.•Promover que las actividades sean dirigidas a la conservación de la biodiversidad.•Investigar y usar de manera responsable los organismos genéticamente modificados, evitan-do que sean usados masivamente hasta que pri-mero se demuestre su inocuidad con el medio ambiente y que no causen alteraciones a la sa-lud humana y de otros seres vivos.•Lograr que los beneficios del uso responsable de los recursos bióticos sirvan a las comunida-des humanas en donde éstas se encuentren.

La bioética en el estado de Guanajuato

Para lograr la difusión, enseñanza e investiga-ción de la bioética se creó en 1993 el Centro de Investigaciones en Bioética de la Universidad de Guanajuato, el cual ha contribuido desde su fun-dación al desarrollo de esta disciplina en el

estado, promoviendo la creación de cátedras de bioética a nivel superior, la formación de recursos humanos en este campo, la realización de pro-yectos de investigación, la publicación de artícu-los y libros, además de participar en el estableci-miento de comités de ética de investigación y de comités hospitalarios de bioética, realizando sus actividades en colaboración con instituciones estatales, nacionales e internacionales.

Otra institución que ha sido muy importante para la promoción de una cultura bioética en Guanajuato ha sido la Comisión Estatal de Bioé-tica (Ceb), creada por decreto del Ejecutivo esta-tal en septiembre de 2006, empezando sus labores pocos meses después. Está integrada por diversas instituciones estatales, y sus primeras acciones han sido organizar la deliberación de temas de interés biomédico y la creación de co-mités hospitalarios de bioética.

La Ceb tiene como tarea a futuro incluir el tema de la bioética ambiental en su agenda de trabajo. Para comparar las acciones educativas de análisis reflexivo sobre el tema y la propuesta de solucio-nes colaborará con el Instituto de Ecología del es-tado y otras instituciones involucradas en los temas ecológicos y ambientales. Asimismo, la Ceb colaborará en las propuestas legislativas que rea-licen las instancias adecuadas involucradas en la ecología y el medio ambiente que sean necesarias para lograr la conservación de la biodiversidad.

Conclusiones

La cultura bioética está iniciándose en Guanajua-to, por lo que la conservación de la biodiversidad en la entidad y el manejo adecuado de las ame-nazas a la misma dependerá no sólo de un abor-daje científico y tecnológico de vanguardia sino de una actitud ética ante dicho reto, es decir, de una acción responsable con la biodiversidad, tan-to en su manejo como en su protección, a fin de lograr su preservación en beneficio de todos con una visión sustentable de largo plazo.

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Literatura citada

Álvarez Díaz, J., F. Lolas Stepke y D. Outomuro. 2006. “Intro-dución” en F. Lolas, A. Quezada y E. Rodríguez (eds.), Investigación en Salud. Dimensión Ética. Santiago, Universidad de Chile.

Callahan, D. 1995. “Bioética”, en Encyclopedia of Bioethics, 2a ed., Nueva York.

Potter, Van R. 1970. “Bioethics, the science of survival”. Perspectives in Biology and Medicine 14: 127-153.

unesCo (Organización de las Naciones Unidas para la Educa-ción, la Ciencia y la Cultura). 2005. Declaración Uni-versal sobre Bioética y Derechos Humanos, en http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001461/146180s.pdf, última consulta 25 de junio de 2012.

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Introducción

El estado de Guanajuato, a pesar de ser una de las entidades más densamente pobladas del país, aún conserva cerca de 50% de su cobertura ve-getal natural, la cual está compuesta principal-mente por bosque de encinos (284 850 ha) y bosque de pino-encino (88 824 ha), distribuidos principalmente en las montañas del estado (Quero, 1977; Pineda, 1978; Rzedowski et al., 1996; Palacio-Prieto et al., 2000, Carranza, 2005). Dentro de este mosaico de ecosistemas se localiza la Sierra de Santa Rosa, al noroeste de la ciudad de Guanajuato, que forma parte de los municipios de Dolores Hidalgo, Guanajuato y San Felipe (Inegi, 1991). Esta sierra, con una altitud entre 1 800 y 2 750 msnm, tiene un cli-ma templado subhúmedo, con lluvias en verano (García, 1981).

Encinares de la Sierra de Santa Rosa

El tipo de vegetación dominante en la región es el encinar o bosque de encino, donde se han encontrado cerca de 500 especies de árboles, arbustos o hierbas (Martínez-Cruz y Téllez-Val-dés, 2004). En términos generales esta vegeta-

Encinares nombrados por las especies dominantes

AtributosQuercus

coccolobifoliaQ. laurina - Q. rugosa

Q. potosina - Q. castanea

Q. potosina - Q. eduardii

Especies de árboles 6 4 12 6

Especies de arbustos 10 11 24 14

Especies de encinos 3 2 7 5

Altura promedio (máxima) m 3 (12) 12 (25) 2.5 (18) 4.3 (16)

Área basal promedio (máxima) cm2 69.9 (447.6) 305.1 (2 753.1) 195.4 (980.5) 199.4 (1 145.9)

Cuadro 1. Riqueza de especies, altura y área basal promedio de cuatro tipos de bosques de encino en la Sierra de Santa Rosa.

estuDio De Caso

LA SIERRA DE SANTA ROSA, UNA REGIÓN FUNDAMENTAL PARA LA CONSERVACIÓN DE LA FLORA DE GUANAJUATO

Juan maRtínez-CRuz | GuilleRmo ibaRRa-manRíquez

ción se distingue porque los árboles más abun-dantes son una o más especies de encinos, los cuales se clasifican dentro del género Quercus (familia Fagaceae). De acuerdo a un estudio realizado para estimar la riqueza de especies en los encinares de la Sierra de Santa Rosa (Martí-nez-Cruz et al., 2009), es posible distinguir cua-tro diferentes tipos de encinares que difieren en el ancho de sus troncos (área basal) y altura (cuadro 1). En el primero de ellos predomina la especie Quercus coccolobifolia, mientras que en los otros tres la abundancia es similar entre dos especies de encino: 1) Quercus laurina y Q. ru-gosa, 2) Q. potosina y Q. castanea y 3) Q. poto-sina y Q. eduardii (cuadro 1).

Riesgos y amenazas

En la Sierra de Santa Rosa se ha registrado un total 13 especies de encinos, que representa 8% del total estimado para México (Valencia, 2004). Lamentablemente, estas especies no tie-nen un futuro promisorio para su conservación, ya que en los encinares se presentan diversos factores naturales de disturbio como sequías,

Martínez Cruz, J. y G. Ibarra Manríquez. 2012. “La Sierra de Santa Rosa, una región fundamental para la conservación de la flora de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 392-394.

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heladas, granizadas o incendios que en ocasio-nes generan una declinación forestal por la muerte masiva de árboles. El proceso se acre-cienta con la aparición de distintas plagas que atacan principalmente a individuos con menor altura y diámetro del tronco, lo cual ha sido documentado recientemente en la Sierra de Lo-bos, Guanajuato (Vázquez et al., 2004). Esta preocupante situación puede suceder en la Sie-rra de Santa Rosa.

Aunado a los riesgos naturales que se comen-taron previamente, la tala desmedida de una gran cantidad de árboles utilizados para la fabri-cación de carbón ha generado que los bosques de Q. potosina y Q. castanea, así como los de Q. potosina y Q. eduardii, tengan una baja densidad arbórea, de aproximadamente 650 individuos/ha, en comparación con otros bosques mejor conser-vados como aquellos donde predomina Q. cocco-lobifolia y el de Q. laurina - Q. rugosa, los que tienen densidades superiores a los 1 100 árbo-les/ ha. Otra consecuencia del aprovechamiento no planificado de estos bosques es que podría provocar la desaparición de otras especies vege-tales poco abundantes en la sierra y que por ello están clasificadas como especies sujetas a protec-ción especial (Gentiana spathacea) y en peligro de extinción (Selaginella porphyrospora) de acuerdo a la nom-059-semaRnat-2010.

Otro aspecto importante es que los encinares en Guanajuato producen cerca de 24 000 m3 de madera (25% del total que se produce en todo México), donde cerca de 79% es utilizado para la producción de carbón, un producto de bajo valor económico en el mercado (Pérez et al., 2000), en comparación con otros usos madera-bles –principalmente pulpa para la elaboración

de celulosa–, y no maderables –medicinal o fo-rrajero– (Pérez et al., 2000; Luna-José et al., 2003). Estos últimos tienen un mejor precio de comercialización y tienen la ventaja de que pue-den ser extraídos sin alterar de manera grave las comunidades vegetales. Otro producto de fuerte valor agregado es la madera, la cual se utiliza para obtener tablas con diversos propó-sitos como la elaboración de muebles. Pérez et al. (2000) recomiendan acotar esta actividad maderera a las siete especies de encinos rojos de la sierra: Q. aristata, Q. castanea, Q. coccolobi-folia, Q. crassipes, Q. eduardii, Q. laurina y Q. sideroxyla, dado que la tecnología desarrollada para la extracción de madera se ha enfocado en estas especies de encinos.

Recomendaciones

En términos generales, es conveniente realizar estudios pertinentes para lograr un aprovecha-miento sustentable de los recursos maderables que albergan los encinares de la Sierra de Santa Rosa. En ese sentido, y con base en los resultados de las investigaciones citadas en la presente contribu-ción, es necesario valorar los recursos que estos bosques albergan, incluyendo los de tipo directo (artesanías, forraje o plantas medicinales, etc.) o indirectos (pago de servicios ambientales, entre otros) los cuales pueden acoplarse con actividades de ecoturismo o caza cinegética. De manera que un manejo ordenado de los encinares en la Sierra de Santa Rosa pueda fomentar la conservación y el manejo sostenible de sus recursos, lo que redun-dará en el bienestar económico de las comunida-des humanas que en ella habitan.

Literatura citada

Carranza, E. 2005. “Conocimiento actual de la flora y la diversidad vegetal del estado de Guanajuato, México”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo complementario XXI.

García, E. 1981. Modificaciones al sistema de clasificación climática de Köppen, 3a ed. México, Instituto de Geografía, unam.

Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e In-formática). 1991. Datos básicos de la Geografía de México. México.

Luna-José, A., L. Montalvo-Espinosa y B. Rendón-Agui-lar. 2003. “Los usos no leñosos de los encinos en México”, Boletín de la Sociedad Botánica de Mé-xico 72: 107-117.

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Martínez-Cruz, J. y O. Téllez-Valdés. 2004. “Listado flo-rístico de la Sierra de Santa Rosa, Guanajuato, México”, Boletín de la Sociedad Botánica de Mé-xico 74: 31-49.

—, O. Téllez Valdés. y G. Ibarra-Manríquez. 2009. “Estructura de los encinares de la Sierra de Santa Rosa, Guanajuato, México”, Revista Mexicana de Biodiversidad 80: 145-156.

Palacio-Prieto, J.L., G. Bocco, A. Velázquez et al. 2000. “La condición actual de los recursos forestales en México: resultados del Inventario Forestal Nacio-nal 2000”, Investigaciones Geográficas, unam Bo-letín del Instituto de Geografía 43: 183-203.

Pérez, O.M., R. Dávalos y E. Guerrero. 2000. “Aprovecha-miento de la madera en México”, Madera y Bos-ques 6: 3-13.

Pineda, R.A. 1978. “La vegetación forestal del estado de Guanajuato”, Bosques y Fauna 1: 31-41.

Quero, R.J. 1977. “La vegetación de las serranías de la Cuen-ca Alta del Río de la Laja, Guanajuato”, Anales del Instituto de Biología, Serie Botánica 47-53: 73-99.

Rzedowski, J., G. Calderón de Rzedowski y R. Galván. 1996. “Nota sobre la vegetación y la flora del noreste del estado de Guanajuato”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo complementario XIV.

Valencia, S. 2004. “La diversidad del género Quercus (Fa-gaceae) en México”, Boletín de la Sociedad Botá-nica de México 75: 33-53.

Vázquez, L., J.C. Tamarit, J. Quintanar et al. 2004. “Ca-racterización de la declinación de encinos de Sie-rra de Lobos, Guanajuato, México”, Polibotánica 17: 1-14.

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Introducción

El decreto que promulgó como Área Natural Pro-tegida “Cerro de Arandas” (anpCa), fue publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Guanajuato el 25 de noviembre de 2005. Abarca una superficie de 5 240.15 ha, con una variación altitudinal de 1 700 msnm, en la zona de la presa El Conejo, hasta los 2 040 msnm en su parte más alta en el cerro de Arandas (poGeG, 2005). Se en-cuentra ubicada geográficamente en la parte oeste del estado de Guanajuato y noroeste dentro del municipio de Irapuato (figura 1). Presenta dos for-maciones cerriles de forma irregular: el cerro de Arandas y el cerro El Bernalejo, también conocido como El Piloncillo (Semarnat/ine/Conanp, 2001). La principal función de la presa El Conejo es el control de avenidas y la recarga de los mantos acuíferos; tiene una superficie de inundación de 2 302 ha que recibe el agua del río Silao a través de un caudal intermitente, el que al salir de la presa recorre el anpCa por su borde oriental y llega al Parque Ecológico de Irapuato, limitando el cre-cimiento de la mancha urbana pero recibiendo cada vez más la descarga de aguas residuales mu-nicipales. La extensión del anpCa está delimitada en zonas de uso agrícola, urbano, embalses de aguas temporales y áreas conservadas que incluye el cerro de Arandas (2 030 msnm) y El Bernalejo (1 890 msnm), siendo estas últimas zonas las úni-cas con un mayor grado de conservación y en don-de se encuentra el mayor porcentaje de la riqueza del área (Uriarte-Garzón y Lozoya-Gloria, 2009).

La flora más abundante dentro del área son las cactáceas como el nopal joconoxtle, nopal tunero (Opuntia spp.) y garambullo (Myrtillocac-tus sp.), cuyos frutos son utilizados como ali-mento por los pobladores y la fauna residente. Las especies vegetales arbustivas predominantes de la zona son casahuate (Ipomoea murucoides), mezquite (Prosopis laevigata), huizache (Acacia

estuDio De Caso

FAUNA DEL ÁREA NATURAL PROTEGIDA “CERRO DE ARANDAS”, IRAPUATO

eDmunDo lozoya GloRia | peDRo uRiaRte GaRzón

farnesiana), pochote (Ceiba aesculifolia), como elementos representativos del matorral subtropi-cal que domina el paisaje, así como el papelillo (Bursera fagaroides) y copal (Bursera sp.) del bos-que tropical caducifolio o selva baja caducifolia. Desafortunadamente no se han conseguido re-cursos para levantar un inventario formal y ac-tualizado de la flora de esta anpCa lo que es urgente e indispensable (Carranza-González, 2005; Semarnat/Conanp/iee, 2005; Terrones-Rin-cón et al., 2004).

En esta zona, a lo largo del año, las variacio-nes del clima son extremas, por lo que la flora y la fauna presentan una alta adaptabilidad. Las variaciones van desde un ambiente desértico y sin lluvia por varios meses, cuando las únicas plantas verdes son los nopales tuneros (Opuntia spp.) y los huizaches (Acacia farnesiana), época en que la mayor parte de la fauna se aleja o mi-gra a otros sitios, hasta la temporada de lluvias, cuando pueden observarse arroyos corriendo en-tre una flora exuberante, incluso con lianas en algunos sitios, y con una abundante y rica fauna, en donde, por ejemplo, se pueden observar ranas que han estado enterradas durante el periodo de sequía y coyotes con sus crías (figura 2) (Uriarte-Garzón y Lozoya-Gloria, 2009).

Problemática actual del anpca

La problemática actual del anpCa es generada por la mala planeación urbana, lo que ha provocado el aumento de basura, la invasión o apropiación de terrenos dentro del área natural, la construc-ción descontrolada de vialidades, el vandalismo y la cacería ilegal (de subsistencia y deportiva), siendo la caza de palomas (Zenaida spp.), tórtolas o torcacitas (Columbina sp.) y conejos (Sylvilagus sp.) la práctica más común dentro del cerro de

Lozoya Gloria, E. y P. Uriarte Garzón. 2012. “Fauna del Área Natural Protegida Cerro de Arandas, Irapuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 395-405.

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Figura 1. Localización y zonificación del Á

rea Natural Protegida “Cerro de A

randas”. A: Zonas de aprovecham

iento sustentable; R: Zonas

de restauración ecológica; U: Zonas de uso público; P: Zonas de protección.

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Arandas y partes bajas. A pesar de lo anterior, se encontró una importante riqueza faunística, con un total de 17 especies de mamíferos (cuadro 1) (Carranza-Castañeda y Ferrusquilla-Villafranca, 1978; Carranza-Castañeda y Miller, 1988; Ca-rranza-Castañeda, 1989; Iglesias et al., 2008; Magaña-Cota et al., 2008a y 2008b), 117 especies de aves (cuadro 2) (Estrada-Hernández, 1996; Labarthe-Horta, 2004; González-Carrillo, 2005; López-González et al., 2008), 18 especies de rep-tiles y seis especies de anfibios (cuadro 3) (Men-doza-Quijano et al., 2001; Sandoval-Minero, 2004) así como cuatro tipos de peces (cuadro 4) (Sandoval-Minero, 2004). De las especies de ma-míferos registrados para el anpCa, ocho (47.05%) se consideran raras o escasas; de las especies de aves registradas, 53 (45.29%) son raras o su po-blación es baja a casi nula, observándose en mu-chos casos un solo individuo, y de las especies de anfibios y reptiles registradas, 14 (58.33%) se consideran escasas (Semarnat, 2010), de acuerdo al inventario realizado por Conacyt y el Gobier-no del Estado de Guanajuato (Uriarte-Garzón y Lozoya-Gloria, 2009).

Conclusiones

La zona decretada como Área Natural Protegida “Cerro de Arandas”, de 5 240.15 ha, es una zona muy impactada. El deterioro abarca más de 76.47% de su territorio, y la extensión de las zonas agrícolas de temporal y de riego cubren 72.35% del total del área natural. Por otra par-te, los embalses o presas de la zona, que cubren 14.11% del total del área natural protegida, sólo retienen suficiente agua en 5.88% de su exten-sión y donde se observa, además, una gran con-taminación por desechos sólidos y líquidos. In-cluso el área conservada, es decir, el cerro de Arandas (que cubre una superficie de 21.76%), presenta extensas zonas donde su vegetación se ha perdido por diversas actividades humanas (Uriarte-Garzón y Lozoya-Gloria., 2009).

Por lo anterior, se han propuesto las siguien-tes acciones para conservar esta zona:

1. Realizar programas de monitoreo de la flo-ra y la fauna de forma constante, para conocer realmente el grado de disminución de las pobla-ciones en el transcurso del tiempo, identificando

Figura 2. Variabilidad fisonómica del anpCa en enero (época de secas) y en julio (época de lluvias).

principalmente a las especies más sensibles y desarrollar estrategias para su protección. 2. Pro-poner la expansión del anpCa hacia el cerro El Veinte, ya que éste tiene una mayor altura y ex-tensión (2 340 msnm), menor grado de perturba-ción y se ha observado un mayor número poblacional de especies; se encuentra bajo las mismas condi-ciones climáticas que el anpCa por lo que la fauna y la flora son similares y tienen una mayor posi-bilidad de recuperación y enriquecimiento. Esta expansión requerirá de un puente o corredor biológico entre ambos cerros, lo anterior se fun-damenta en que el cerro de Arandas es el único sitio dentro del anp donde se resguardan más de 80% de las especies y como ecosistema no pro-porciona recursos suficientes para la superviven-cia de las especies que ahí habitan. 3. Llevar a cabo un control eficiente por parte del municipio de Irapuato con apoyo de la Comisión Nacional del Agua, para mantener constante y limpio el

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Clasificación taxonómica Nombre común

ORDEN CARNÍVORA

Familia Canidae

Canis latrans Say, 1823 Coyote

Urocyon cinereoargenteus (Schreber, 1775) Zorra gris

Familia Felidae

Lynx rufus (Schreber, 1777) Lince

Familia Mustelidae

Mustela frenata Lichtenstein, 1831 Comadreja

Mephitis macroura Lichtenstein, 1832 Zorrillo listado

Familia Procyonidae

Bassariscus astutus (Lichtenstein, 1830) Cacomixtle

Procyon lotor (Linnaeus, 1758) Mapache

ORDEN CHIROPTERA

Familia Molossidae

Tadarida brasilensis (I. Geoffroy Saint-Hilaire, 1824) Murciélago guanero

Familia Phyllostomatidae

Choeronycteris mexicana Tschudi, 1844 Murciélago trompudo *

ORDEN DIDELPHIMORPHIA

Familia Didelphidae

Didelphis virginiana kerr, 1792 Tlacuache

ORDEN LAGOMORPHA

Familia Leporidae

Lepus callotis Wagler, 1839 Liebre torda

Sylvilagus audubonii (Baird, 1858) Conejo del desierto

ORDEN RODENTIA

Familia Heteromyidae

Lyomis irroratus (Gray, 1868) Ratón espinoso

Familia Muridae

Peromyscus maniculatus (Wagner, 1845) Ratón de campo *

Baiomys taylori (Thomas, 1887) Ratón pigmeo

Familia Sciuridae

Spermophilus mexicanus (Erxleben, 1777) Ardilla de tierra

Spermophilus variegatus (Erxleben 1777) Ardillón, ardilla de las rocas

Cuadro 1. Listado mastofaunístico registrado dentro del anpCa.

(*) Incluidas en la nom-059–semaRnat-2010.También se encontraron las especies de roedores: ratón doméstico (Mus musculus) y rata negra (Rattus sp.).

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Cuadro 2. Listado avifaunístico del anpCa.

Clasificación taxonómica Nombre común

ORDEN PODICIFORMES

Familia Podicepedidae

Podiceps nigricollis (Brehm, 1831) Zambullidor mediano

Podilymbus podiceps (Linnaeus, 1758) Zambullidor piquigrueso

Tachybaptus dominicus (Linnaeus, 1766) Zambullidor menor*

ORDEN CICONIIFORMES

Familia Ardeidae

Ardea alba (Linnaeus, 1758) Garzón blanco

Ardea herodias Linnaeus, 1758 Garzón cenizo

Bubulcus ibis (Linnaeus, 1758) Garza ganadera

Butorides virescens (Linnaeus, 1758) Garcita oscura

Egretta thula (Molina, 1782) Garza dedos dorados

Nycticorax nycticorax (Linnaeus, 1758) Garza nocturna coroninegra

Familia Threskiornithidae

Plegadis chihi (Vieillot, 1817) Ibis oscuro

Familia Cathartidae

Cathartes aura (Linnaeus, 1758) Zopilote aura

ORDEN ANSERIFORMES

Familia Anatidae

Anas acuta (Linnaeus, 1758) Pato golondrino

Anas clypeata (Linnaeus, 1758) Pato cucharón

Anas crecca carolinensis (Linnaeus, 1758) Cerceta alioscura

Anas cyanoptera (Vieillot, 1816) Cerceta aliazul café

Anas discors (Linnaeus, 1766) Cerceta aliazul clara

Anas platyrhynchus diazi (Linnaeus, 1758) Pato altiplanero*

Oxyura jamaicensis (Gmelin, 1789) Pato rojizo alioscuro

ORDEN FALCONIFORMES

Familia Falconidae

Caracara cheriway (Jacquin, 1784) Halcón cara cara

Falco sparverius (Linnaeus, 1758) Halcón cernícalo

Familia Accipitridae

Asturina nitida (Latham, 1790) Aguililla gris

Buteo jamaicensis (Gmelin, 1788) Aguililla colirroja*

Circus cyaneus (Linnaeus, 1766) Aguilla rastrera

Elanus leucurus (Desfontaines, 1789) Milano coliblanco

Parabuteo unicinctus (Temminck, 1824) Aguililla rojinegra*

ORDEN GALLIFORMES

Familia Odontophoridae

Colinus virginianus (Linnaeus, 1758) Codorniz cotui norteña*

ORDEN PELECANIFORMES

Familia Phalacrocoracidae

Phalacrocorax brasilianus (Gmelin, 1789) Cormorán oliváceo

Familia Pelecanidae

Pelecanus erythrorhynchos (Gmelin, 1789 Pelícano blanco

ORDEN GRUIFORMES

Familia Rallidae

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Clasificación taxonómica Nombre común

Fulica americana (Gmelin, 1789) Gallareta americana

Gallinula chloropus (Linnaeus, 1758) Gallareta frenteroja

ORDEN CHARADRIIFORMES

Familia Scolopacidae

Actitis macularius (Linnaeus, 1766) Playerito alzacolita

Calidris minutilla (Vieillot, 1819) Playerito mínimo

Limnodromus scolopaceus (Say, 1823) Costurero de agua dulce

Numenius americanus (Bechstein, 1812) Zarapito piquilargo

Familia Charadriidae

Charadrius vociferus (Linnaeus, 1758) Chorlito tildio

Familia Jacanidae

Jacana spinosa (Linnaeus, 1758) Jacana centroamericana

Familia Recurvirostridae

Himantopus mexicanus (Müller, 1776) Avoceta piquirecta, monjita

Recurvirostra americana (Gmelin, 1789 Avoceta piquicurva

Tringa flavipes (Gmelin, 1789) Patamarilla menor

Tringa melanoleuca (Gmelin, 1789) Patamarilla mayor

Familia Phalaropodidae

Phalaropus tricolor (Vieillot, 1819) Falaropo piquilargo

Familia Laridae

Larus sp Gaviota*

ORDEN COLUMBIFORMES

Familia Columbidae

Columbina inca (Lesson, 1847) Tortola colilarga

Columbina passerina (Linnaeus, 1758) Tortola pechipunteada

Zenaida asiatica (Linnaeus, 1758) Paloma alas blancas

Zenaida macroura (Linnaeus, 1758) Paloma huilota

ORDEN CUCULIFORMES

Familia Cuculidae

Crotophaga sulcirostris (Swainson, 1827 Garrapatero pijuy

Geococcyx californianus (Lesson, 1829) Correcaminos norteño

ORDEN STRIGIFORMES

Familia Strigidae

Athene cunicularia (Molina, 1782) Tecolote zancon*

Bubo virginianus (Gmelin, 1788) Buho cornado americano

Familia Tytonidae

Tyto alba (Scopoli, 1769) Lechuza

Orden Caprimulgiformes

Familia Caprimulgidae

Chordeiles acutipennis (Hermann, 1783) Chotacabra halcón

ORDEN APODIFORMES

Familia Trochilidae

Amazilia violiceps (Gould, 1859) Amazilia occidental

Archilochus alexandri (Bourcier & Mulsant, 1846) Colibrí gorjinegro

Calothorax lucifer (Swainson, 1827) Colibrí tijera altiplanero

Cynanthus latirostris (Swainson, 1827) Colibrí latirrostro

Cuadro 2. Continuación.

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Clasificación taxonómica Nombre común

Cynanthus sordidus (Gould, 1859) Colibrí sórdido

Selasphorus platycercus (Swainson, 1827) Colibrí vibrador

Selasphorus sasin (Lesson, 1829) Colibrí colicanelo sasin

ORDEN PICIFORMES

Familia Picidae

Melanerpes aurifrons (Wagler, 1829) Carpintero pechileonado común

Picoides scalaris (Wagler, 1829) Carpinterillo mexicano

ORDEN PASSERIFORMES

Familia Tyrannidae

Contopus sordidulus (Sclater, 1859) Contopus occidental

Empidonax oberholseri Phillips, 1939 Empidonax de Oberholser

Megarhynchus pitangua (Linnaeus, 1766) Luis piquigrueso

Myiarchus tuberculifer (D´Orbigny & Lafresnaye, 1837) Papamoscas copetón triste

Myiarchus tyrannulus (Müller, 1776) Papamoscas copetón tiranillo

Pintangus sulphuratus (Linnaeus, 1766) Luis bienteveo

Pyrocephalus rubinus (Boddaert, 1783) Mosquero cardenalito

Xenotriccus mexicanus (Zimmer, 1938) Mosquero del Balsas*

Familia Sylviidae

Polioptila caerulea (Linnaeus, 1766) Perlita piis

Familia Hirundinidae

Hirundo rustica (Linnaeus, 1758) Golondrina tijereta

Stelgidopteryx serripennis (Audubon, 1838) Golondrina gorjicafé

Familia Corvidae

Corvus corax (Linnaeus, 1758) Cuervo roncoFamilia RemizidaeAuriparus flaviceps (Baird, 1850) Párido desértico

Familia Troglodytidae

Campylorhrynchus gularis (Sclater, 1861) Matraca encinera

Catherpes mexicanus (Swainson, 1829) Troglodita saltapared

Thryomanes bewickii (Audubon, 1827) Troglodita colinegro

Thryothorus maculipectus (Lafresnaye, 1845) Troglodita pechimanchado

Familia Mimidae

Mimus polyglottos (Linnaeus, 1758) Cenzontle aliblanco

Toxostoma curvirostre (Swainson, 1827) Cuitlachoche común

Familia Laniidae

Lanius ludovicianus (Linnaeus, 1766) Verdugo americano

Familia Parulidae

Dendroica nigrescens (Townsend, 1837) Chipe negrigrís

Dendroica townsendi (Townsend, 1837) Chipe negriamarillo

Dendroica coronata (Linnaeus, 1766) Chipe grupidorado común

Icteria virens (Linnaeus, 1758) Chipe piquigrueso

Mniotilta varia (Linnaeus, 1766) Chipe trepador

Oporornis tolmiei (Townsend, 1839) Chipe cabecigris de Tomie*

Vermivora virginiae (Baird, 1860) Chipe gorrigrís pechiamarillo

Vermivora ruficapilla (Wilson, 1811) Chipe gorrigrís ventriamarillo

Wilsonia pusilla (Wilson, 1811) Chipe coroninegro

Cuadro 2. Continuación.

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Clasificación taxonómica Nombre común

Familia Thraupidae

Piranga leucoptera (Trudeau, 1839) Tangara aliblanca tropical

Familia Ptilogonatidae

Phainopepla nitens (Swainson, 1837) Capulinero negro

Familia Bombycillidae

Bombycilla cedrorum (Vieillot, 1808) Chinito

Familia Icteridae

Agelaius phoeniceus (Linnaeus, 1758) Tordo sargento

Icterus bullockii (Swainson, 1827) Bolsero norteño

Icterus cucullatus (Swainson, 1827) Bolsero cuculado

Icterus parisorum (Bonaparte, 1838) Bolsero parisino o tunero

Icterus pustulatus (Wagler, 1829) Bolsero pustulado*

Icterus spurius (Linnaeus, 1766) Bolsero castaño*

Molothrus ater (Boddaert, 1783) Tordo cabecicafé

Quiscalus mexicanus (Gmelin, 1788) Zanate mexicano

Xanthocephalus xanthocephalus (Bonaparte, 1826) Tordo cabeciamarillo

Familia Emberizidae

Aimophila botterii (Sclater, 1858) Gorrión de Botteri común

Aimophila ruficeps (Cassin, 1852) Gorrion bigotudo coronirrufo

Amphispiza bilineata (Cassin, 1850) Gorrión gorjinegro carirrayado

Cardinalis cardinalis (Linnaeus, 1758) Cardenal rojo

Chondestes grammacus (Say, 1823) Gorrión arlequín

Passerculus sandwichensis (Gmelin, 1789) Gorrión sabanero común*

Passerina caeurelea (Linnaeus, 1758) Picogrueso azul

Passerina versicolor (Bonaparte, 1838) Colorín oscuro

Pheucticus melanocephalus (Swainson, 1827) Picogrueso pechicafé

Pipilo fuscus (Swainson, 1827) Rascador pardo

Spizella passerina (Bechtein, 1798) Gorrión coronirrufo cejiblanco

Sporophila torqueola (Bonaparte, 1850) Semillerito collarejo

Familia Fringillidae

Carduelis psaltria (Say, 1823) Jilguero dorsioscuro

Carpodacus mexicanus (Müller, 1776) Carpodáco o gorrión mexicano

Familia Passeridae

Passer domesticus (Linnaeus, 1758) Gorrión inglés

(*) Incluidas en la nom-059–semaRnat-2010.

Cuadro 2. Continuación.

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Nombre científico Nombre común

CLASE REPTILIA

Orden Squamata

Suborden Lacertilia

Familia Phrynosomatidae

Sceloporus spinosus Wiegmann, 1828 Lagartija espinosa

Sceloporus grammicus Wiegmann, 1828 Lagartija de mezquite*

Sceloporus torquatus Wiegmann, 1828 Lagartija de collar

Familia Teiidae

Aspidoscelis gularis Baird y Girard, 1852 Cuije punteada

Aspidoscelis communis Cope, 1878 Cuije rayada

Suborden Serpentes

Familia Colubridae

Conopsis nasus Günther, 1858 Culebra excavadora

Drymarchon melanurus (Duméril, Bibron&Duméril, 1854) Rey negra o víbora negra

Lampropeltis triangulum (Lacédepe, 1788) Falsa coral*

Masticophis mentovarius (Duméril, Bibron&Duméril, 1854) Chirrionera*

Oxibelis aeneus (Wagler, 1824) Bejuquillo o flechilla

Pituophis deppei (Duméril, 1853) Alicante*

Thamnophis eques (Reuss, 1834) Culebra de agua*

Familia Leptotyphlopidae

Leptotyphlops dulci (Baird & Girard, 1853) Culebrilla ciega rosa

Familia Typhlopidae

Ramphotyphlops braminus (Daudin, 1803) Culebrilla lombriz

Familia Viperidae

Crotalus aquilus Klauber, 1952 Cascabel serrana*

Crotalus molossus Baird & Girard, 1853 Cascabel cola negra*

Familia Elaphidae

Micrurus tener (Baird & Girard, 1853) Coralillo

Orden Testudines

Familia Kinosternidae

Kinosternon integrum Le Conte, 1824 Tortuga de casquito*

CLASE AMPHIBIA

Familia Bufonidae

Ollotis occidentalis Camerano, 1879 Sapo occidental

Familia Scaphiopodidae

Spea multiplicata (Cope, 1863) Sapito de espuelas

Familia Microhylidae

Hypopachus varialosus (Cope, 1866) Rana

Familia Hylidae

Hyla arenicolor Cope, 1886 Rana de arena

Hyla eximia Baird, 1854 Ranita verde

Familia Ranidae

Lithobates neovolcanicus Hillis & Frost, 1985 Rana leopardo*

Cuadro 3. Listado herpetofaunístico del anpCa.

(*) Incluidas en la nom-059–semaRnat-2010

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Nombre científico Nombre común

Chirostoma jordani Woolman, 1894

Charal amarillo

Oreochromis sp. Tilapia

Cuadro 4. Peces registrados dentro del anpCa.

(*) Incluidas en la nom-059–semaRnat-2010

cauce del río Silao, el cual es un importante abastecedor de agua para el anpCa, así como de recarga para los mantos acuíferos de la ciudad de Irapuato.

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estuDio De Caso

PRIORIDADES E INSTRUMENTOS DE CONSERVACIÓN EN EL ESTADO DE GUANAJUATO

fRanCisCo botello | víCtoR sánChez-CoRDeRo | GloRia euGenia maGaña-Cota Ramón CeCaiRa-RiCoy | enRique Kato miRanDa

Introducción

México es uno de los países con mayor biodiver-sidad en el mundo. Sin embargo, las actividades antrópicas, como el avance de la frontera agrícola, la ganadería y, en general, la pérdida de hábitat natural pone en riesgo su conservación (Myers, 1998; Toledo et al., 1989; Egbert et al., 1999; Pe-terson et al., 2000; Sánchez-Cordero et al., 2004).

Seleccionar áreas para preservar ambientes naturales y contenerlos de las actividades an-trópicas, es una práctica antigua. No obstante, la Planeación Sistemática de la Conservación (psC) es una propuesta relativamente reciente (Margules y Pressey, 2000) y tiene como objeti-vo seleccionar la menor área de conservación posible que represente adecuadamente la biodi-versidad, incluyendo a las especies con distri-buciones muy restringidas (rareza geográfica). Para lograrlo se ha propuesto el uso de los lla-mados valores subrogados, que son medidas parciales que en teoría representan adecuada-mente la biodiversidad. Los valores subrogados deben ser atributos que puedan ser estimados a partir de monitoreos en campo, datos de percep-ción remota o modelos y servir para tomar de-cisiones prácticas de conservación, por lo cual deben de ser unidades cuantificables (Margules y Sarkar, 2009).

El estado de Guanajuato, considerado ante-riormente como poco biodiverso, ha pasado a ser reconocido como uno de los que cuentan con mayor diversidad biológica (véase Sánchez et al., 2012 y Gurrola et al., 2012). Afortunada-mente, la elevada biodiversidad coincide con que es uno de los estados de la República Mexi-cana con mayor proporción de área dedicada a la conservación (16% del área del estado) (GeG, 2010), situación particularmente notoria a par-tir del decreto de 2007 de la Reserva de la Bios-

fera Sierra Gorda de Guanajuato, la cual cuenta con poco más de 236 882 ha (Semarnat, 2007).

No obstante, el establecimiento de las áreas protegidas no siguió un objetivo de representati-vidad de la biodiversidad en su conjunto y, algu-nas de las áreas protegidas, aun y cuando podrían ser refugios para algunos grupos de ver-tebrados (por ejemplo, aves acuáticas en el Par-que Ecológico estatal “Lago-Cráter La Joya”; poGeG, 2001), es probable que no estén fungiendo como zonas de conservación para otros grupos de vertebrados o de vegetación. Por tanto, a pesar de la elevada proporción de territorio dedicado a conservación en el estado, la representatividad de la diversidad biológica podría no haberse al-canzado. Esta hipótesis puede estar respaldada por el elevado número de sitios que han propues-to diversos trabajos como zonas importantes de conservación y que se encuentran fuera de las Áreas Protegidas decretadas. Algunos ejemplos para la conservación son las Regiones Terrestres Prioritarias (Rtp) (Arriaga et al., 2000), las Áreas de Importancia para la Conservación de las Aves (aiCas) (Arizmendi y Márquez, 2000), las áreas clave para la conservación de la biodiversidad (Kba) (Langhammer et al., 2007) y, recientemente, los sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad propuestos por la Comisión Nacio-nal para el Conocimiento y Uso de la Biodiversi-dad (Conabio) (Koleff et al., 2009).

Métodos

Análisis de Instrumentos de Conservación

Se obtuvieron las coberturas de aiCas, anp (Ine-gi/Pronatura/Conanp), Kba, Rtp y la Carta Digital de Uso de Suelo y Vegetación 1:250 000, Serie III, (Inegi, 2005). Todas las capas se manejaron mediante el programa ArcView versión 3.2 y se

Botello F., Sánchez Cordero V., Magaña Cota G. E. et al., 2012. “Prioridades e instrumentos de conservación en el estado de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 406-412.

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analizó la proporción de hábitat natural rema-nente para cada uno de los instrumentos de conservación.

Selección de áreas prioritarias de conservación para mamíferos

Obtención de datos

Se obtuvieron puntos de recolecta de mamíferos reportados en colecciones a nivel nacional e in-ternacional mediante consultas directas a la Colección Nacional de Mamíferos del Instituto de Biología de la unam, el Museo Alfredo Dugès de la Universidad de Guanajuato, así como a través de páginas en red de los programas Glo-bal Biodiversity Information Facility (Gbif, 2008), Mammal Networked Information System (Manis, 2008) y de la Unidad de Informática para la Biodiversidad (Unibio, 2008).

Modelado de nicho

El modelado del nicho de especies es una herra-mienta que utiliza registros de presencia de es-pecies y los asocia a variables ambientales, con lo que se obtiene una predicción de los requeri-mientos ambientales de las especies y conse-cuentemente su distribución geográfica poten-cial (Phillips et al., 2006). El modelado de nicho de las especies fue realizado mediante el soft-ware MaxEnt versión 3.1.0 (Phillips et al., 2004, 2006), el que calcula la distribución con máxi-ma entropía utilizando la asociación observada entre la especie y las capas ambientales. El mo-delo resultante es una distribución probabilísti-ca sobre la celdas que ocupan un espacio geo-gráfico determinado (Pawar et al., 2007; Phillips et al., 2004, 2006).

Las coberturas utilizadas para modelar el nicho fueron 19 variables ambientales (bio1-bio19) del proyecto WorldClim (http://www.worldclim.org/) y cuatro topográficas del pro-yecto Hydro1k (http://edc.usgs.gov/), cada una con resolución de 30 segundos (≈ 1 km2).

Se seleccionaron 25% de los registros como puntos de prueba para el modelo, y el máximo de iteraciones por especie fue de 500 (Phillips et al., 2004, 2006; Pawar et al., 2007).

La exactitud de los modelos fue determinada mediante el área bajo la curva (auC) del análisis “receiver operating characteristic” (RoC) de la cur-va graficada, en el eje “y”, con la sensibilidad (la fracción de presencias correctamente predichas) y en el eje “x” con la especificidad (fracción de todas las ausencias correctamente predichas). Para el presente estudio se eligieron todos los modelos que tuvieran área bajo la curva mayor de 0.75 y que tuvieran una P < 0.05 en al menos una de las pruebas estadísticas realizadas por MaxEnt para validar el modelo (Pawar et al., 2007).

Priorización de Áreas de Conservación

El software ConsNet (Ciarleglio et al., 2009), fue utilizado para la selección de áreas prioritarias de conservación. Los algoritmos utilizados en Cons-Net son diseñados para seleccionar áreas con base en la presencia de taxones geográficamente raros y complementariedad, con el objetivo de represen-tar la mayor diversidad posible, en un área míni-ma. En el procedimiento se da prioridad a los atri-butos de rareza y riqueza de cada una de las celdas en la región seleccionada. Subsecuentemente se adicionan celdas a la red con base en los siguien-tes niveles de rareza, complementariedad y adya-cencia (Ciarleglio et al., 2009).

Se generó una solución de prioridades de con-servación utilizando los modelos de nicho de es-pecies de mamíferos, proyectados a espacio geográfico como distribución potencial de cada una de las especies, y se seleccionó 10% de dicha distribución como meta de conservación. El con-junto de áreas seleccionadas fue comparado con las áreas protegidas por decreto y también se analizó la proporción que coincide con vegeta-ción natural remanente.

Resultados

El conjunto de instrumentos de conservación analizados cubre una extensión territorial de más de 56% del estado de Guanajuato. De este porcentaje es notorio que una proporción elevada corresponde a territorio que ya ha sufrido algún proceso de deforestación (cuadro 1, figura 1). Sin embargo, el área protegida mediante decreto pre-senta un buen escenario, pues alcanza 16% del

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territorio estatal y conserva la mayor proporción de hábitat natural remanente respecto a los de-más instrumentos (75%). Por otro lado, el área prioritaria de conservación propuesta por la Co-nabio (Koleff et al., 2009) abarca cerca de 25% del estado, pero, a su vez, es la propuesta de con-servación que incluye la mayor proporción de área deforestada (43%) (cuadro 1).

Modelos de nicho

Se obtuvieron modelos de nicho estadística-mente robustos para 79 especies, los cuales fue-ron utilizados como base para obtener las prio-ridades de conservación.

Selección de Áreas de Conservación

Se seleccionó como área prioritaria de conserva-ción para mamíferos 8.7% de la superficie del estado. La proporción de área de estos sitios, que coincide con áreas con vegetación remanente, es sólo de 38%, lo que lo sitúa en la propuesta de conservación de menor área con vegetación re-manente de todas las analizadas. Adicionalmen-te, sólo 13% de las zonas prioritarias coincide con áreas que se encuentran protegidas bajo de-creto (cuadro 1, figura 2).

Discusión

Es notoria la elevada proporción de área que ocupa el conjunto de instrumentos de conser-vación que han sido propuestos a nivel estatal en Guanajuato, aún cuando se consideraba un estado con poca biodiversidad. Esta situación pone en evidencia que los esfuerzos a nivel na-cional e internacional por establecer zonas que protejan la diversidad ante las actividades hu-manas han sido muchos. Sin embargo, también es una evidencia de que estos esfuerzos no han sido planeados de manera coordinada ni me-diante una metodología única.

Aun cuando los sitios prioritarios propuestos por la Conabio (Koleff et al., 2009) fueron rea-lizados bajo un esquema de planeación sistemá-tica de conservación e incluyen distintos grupos taxonómicos (plantas y vertebrados), los autores mencionan que la escala a la cual fue realizado

y las unidades empleadas (hexágonos de 256 km) hacen de este un trabajo de referencia, lo que pone de manifiesto la necesidad de realizar otros ejercicios de conservación a escala más fina (nivel estatal).

Los resultados indican una proporción eleva-da de área que ya ha sido decretada para con-servación en la entidad. Es un aliciente notar que más de 75% de esta área está compuesta por vegetación natural remanente. Sin embargo, es-tos datos provienen de imágenes satelitales de los años 2002 y 2003, por lo que es necesario realizar un análisis con datos más recientes y, aun suponiendo que la proporción de hábitat remanente en las áreas protegidas decretadas sea muy parecida a la usada en este análisis, se debe destacar que tanto las prioridades de con-servación realizadas por Koleff et al. (2009), como las presentadas en este trabajo, no coinci-den más que parcialmente con las áreas prote-gidas del estado (únicamente 13% del área prioritaria para la conservación de mamíferos, coincide con AP). Esto refleja que podría existir un importante componente de la biodiversidad en el estado que se encuentre sin protección.

Más preocupante es que para realizar este ejercicio sólo se incluyeron a los mamíferos te-rrestres como subrogados o sustitutos para el análisis de la biodiversidad, por lo que es posi-ble que la inclusión de otros grupos biológicos modifique las áreas seleccionadas; es importan-te, entonces, la inclusión del mayor número de taxa con información disponible. Asimismo, se debe realizar un análisis en el que se incluyan a priori las áreas que ya se encuentran protegi-das mediante cualquier tipo de instrumento (gubernamental o privado) y, de preferencia, excluir zonas que por su grado de perturbación o intereses adversos sean prácticamente impo-sibles de manejar (por ejemplo, zonas agrícolas extensivas y de alto impacto).

Por todo lo anteriormente dicho se puede concluir que es importante: 1) incrementar el esfuerzo de los inventarios en campo, 2) gene-rar una propuesta de conservación que utilice la información del mayor número de subrogados estimados posibles (por ejemplo vertebrados, in-vertebrados y plantas), y 3) que incluya a prio-ri las áreas protegidas actuales y todos aquellos

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Figuras 1A y 1B. Conjunto de instrumentos de conservación propuestos para el estado de Guanajuato en verde oscuro (A) y zonas con vegetación natural remanente que se conservan en el estado en verde limón (B).

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Figuras 2A y 2B. Áreas protegidas por decreto en color verde y áreas prioritarias de conservación (propuestas en este trabajo) en rojo. La figura A presenta la totalidad de áreas y la figura B presenta aquellas coincidentes.

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Instrumento de conservación

Proporción de área respecto al estado

Proporción de área con vegetación natural

remanente

AICA 3.27 60.10

AP 16.40 75.60

AP-Conabio 25.72 56.19

KBA 4.56 64.36

RTP 6.97 69.19

APM 8.68 38.13

Cuadro 1. Proporción de área que los diferentes instrumentos de conservación ocupan respecto al estado de Guanajuato y proporción de área con área natural remanente con que cada uno de estos instrumentos de conservación cuenta.

instrumentos de conservación que actualmente estén funcionando, como podrían ser las Unida-des de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (uma) y reservas de carácter privado. Adicionalmente, la selección de sólo aquellas zonas que actualmente presenten un escenario con vegetación natural remanente o cultivos que cualitativa y cuantitativamente significan un bajo impacto en la biodiversidad, sería fun-damental para generar una propuesta de con-servación que sea efectiva y operacional.

Agradecimientos

Francisco Botello agradece al Posgrado en Cien-cias Biológicas de la unam y al Conacyt (CVU 48454).

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estuDio De Caso

GRUPO ECOTURÍSTICO EL PLATANAL, XICHÚ, SIERRA GORDA GUANAJUATO

luis sáenz villa | Ramón CeCaiRa-RiCoy

Introducción

La comunidad El Platanal se localiza en la Sierra Gorda de Guanajuato, a varias horas de terracería desde la cabecera municipal, Xichú (Inegi, 2000).

Esta comunidad está constituida por algunas docenas de familias. La topografía del lugar está llena de veredas sinuosas y pendientes pronun-ciadas. A escasos cientos de metros montaña abajo, fluye el río Santa María (Inegi, 2000), el cual ha sido históricamente una fuente de recur-sos alimenticios y sitio de recreación. El río ha permanecido a lo largo de los años en un aparen-te buen estado de conservación con aguas lim-pias y vegetación ribereña saludable. En los meses de sequía el agua toma coloraciones azul turquesa con una corriente bastante apacible para disfrutar de él (figura 1).

En una curva natural que forma el río, existe una playa, la cual ha sido utilizada como sitio de recreación. Cabe mencionar que durante la sema-na santa la zona llega a recibir en promedio hasta 500 personas por día. La idea de generar un grupo ecoturístico surge de la necesidad de evitar la con-taminación del río y la vegetación aledaña, así como generar recursos para la comunidad. En un inicio se comenzó con una tiendita improvisada, vigilancia del lugar y recolección de los desechos de basura dejados por los paseantes en periodos vacacionales. En julio de 2007 inicia formalmente el proyecto al convocarse una reunión ejidal (con participación de ejidatarios de El Roblar, El Sal-viar, Puerto Buena Vista, Majada, Cocos y Plata-nal). Al proyecto se integraron 24 personas, se formaron las comisiones y se designó a un presi-dente del grupo. El objetivo principal del proyecto fue el desarrollo sostenible y el ecoturismo.

Desde esa fecha se comenzó a trabajar para generar instalaciones 100% ecotécnicas. Actual-mente está terminada una cabaña para alquiler

con dos recámaras, baño y estancia. Se están terminando cinco baños aledaños a la cabaña, acoplados a un biodigestor (en proceso de cons-trucción). Una palapa de usos múltiples comple-menta la funcionalidad del lugar (figuras 2 a 4).

La energía está siendo suministrada por foto celdas y aspas eólicas (figura 5). El lugar cuenta con una cocina terminada y tiene una estufa ahorradora tipo “Lorena”. Al lado de la cocina se erige la cooperativa del grupo ecoturístico, en la cual se ofrecen alimentos, bebidas y recuerdos del lugar como playeras y artesanías elaboradas por la misma cooperativa comunal (figura 6 y 7). La basura es separada y llevada a la planta de reciclaje en Xichú.

El proceso para el desarrollo del proyecto ha sido arduo, ya que ha requerido de mucho esfuer-zo, tiempo y participación de sus integrantes. Actualmente, de los 24 miembros fundadores, sólo queda la mitad de ellos, debido en parte a la demanda de recursos humanos y materiales del proyecto. Como ejemplo se puede mencionar que dentro de las múltiples funciones de las diferen-tes comisiones, está el cuidado del campamento, el cual es resguardado por un miembro del grupo en turnos de 72 horas.

El proyecto ha incluido en su desarrollo el acondicionamiento de un camino de terracería permanente para permitir el acceso en vehículo hasta el campamento. Se están afinando los deta-lles eléctricos de las fotoceldas y las aspas eólicas. Sin embargo, todavía faltan elementos importan-tes como es el estudio de capacidad de carga del sitio, en aras de buscar una certificación verde, así como también recursos para gestionar y promo-cionar el sitio a nivel nacional e internacional. Asi mismo el proyecto cuenta con un criadero de pe-ces con especies nativas del río para ofrecerlos a

Sáenz Villa, L. y R. Cecaira Ricoy. 2012. “Grupo Ecoturístico El Platanal, Xichú, Sierra Gorda Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp .413-416.

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Figura 1. Vista elevada del río Santa María y zona que ocupa el campamento ecoturístico (fotografía de Ramón Cecaira-Ricoy).

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Figura 2. Palapa de usos múltiples (fotografía de Luis Sáenz Villa).

Figura 3. Cabaña en proceso de construcción (foto-grafía de Luis Sáenz Villa).

Figura 4. Proceso de construcción del biodigestor (fotografía de Luis Sáenz Villa).

Figura 5. Aspas eólicas para la generación de elec-tricidad (fotografía de Luis Sáenz Villa).

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Figura 6. Cooperativa del grupo ecoturístico (fotografía de Ramón Cecaira-Ricoy).

Figura 7. Artesanía elaborada por la cooperativa (fotografía de Coatlicue García Jiménez).

los turistas y evitar la extracción de fauna del río. Por último, cabe destacar que el campamento eco-turístico ha fungido en varias ocasiones como Estación Biológica provisional para los grupos de científicos que realizan proyectos en la zona.

Agradecimientos

El grupo ecoturístico El Platanal, agradece el apo-yo del Instituto de Ecología del Estado de Gua-

najuato, la Secretaría de Desarrollo Social, el Fo-mento Económico de la Presidencia Municipal de Xichú y a la Presidencia Municipal Xichú.

Literatura citada

Inegi (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e In-formática). 2000. Carta Topográfica 1:50000 Xichú F14C36. Guanajuato.

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estuDio De Caso

EMPLEO DE UN SISTEMA BIOLÓGICO DE HUMEDALES ARTIFICIALES PARA LA REDUCCIÓN DE CONTAMINANTES GENERADOS POR LA INDUSTRIA DE LA CURTIDURÍA EN LEÓN

Juan RamiRo paCheCo-aGuilaR | Juan José peña-CabRiales | José alfReDo Rosas-baRaJas maRía malDonaDo-veGa

Introducción

La industria del curtido de pieles bovinas y de cerdos en México ha sido una labor continua du-rante tres centurias en León, Guanajuato. Es una actividad pujante económicamente, aun con los altibajos de un sector productivo en un contexto de globalización. Sus efectos al medio ambiente no fueron vislumbrados en lo inmediato pero a través de los años el trastorno es claro (Kato, 2001). Se estima que el gasto de agua anual para el curtido de pieles conservadas en sal, es de alrededor de 1 060 000 m3, considerando el pro-cesamiento de 5 millones de pieles en 650 curti-durías (Álvarez et al., 2004; CiateC, 2009). Auna-do al gasto de agua, para el proceso del curtido se estima, además, el uso anual de 6 000 t de sulfato de cromo (CiateC, 2004; Rosas, 2006). El cuero curtido es utilizado como suela y corte para elaborar zapatos, ropa, gorras, bolsas, cin-turones, muebles, tapicería automotriz, etcétera. Por lo que los efluentes generados del proceso de curtido contendrán diversos componentes quí-micos que dependerán del producto obtenido. Por ejemplo, para la producción de suela prevalece-rán en los efluentes los curtientes vegetales, alta coloración, sólidos suspendidos y alta acidez; mientras que para el curtido al cromo, el efluen-te contendrá una alta demanda química de oxí-geno, alto contenido de cromo, magnesio y clo-ruros. Ambas descargas resultan ser altamente contaminantes, ya que ningún organismo de la fauna animal y plantas las toleran.

Alternativas para reducir la contaminación

Las continuas descargas de los efluentes genera-dos por la industria de la curtiduría que no reci-ben un tratamiento adecuado han provocado un deterioro progresivo de los acuíferos de la región,

tal es el caso de la presa de San Germán, donde se ha detectado la presencia de metales como se-lenio (3.42 mg l-1), cromo (1.90 mg l-1) y plomo (3.97 mg l-1), altas concentraciones de sulfuros (36 mg l-1) y materia orgánica (DBO5 1920 mg O2l

-1). Estos contaminantes han alcanzado los mantos acuíferos, constituyendo un riesgo para la salud humana, considerando también el uso del agua de esta presa para el riego agrícola.

Los efluentes generados por la industria de la curtiduría (tipo II) que llegan a los acuíferos poseen en promedio las características que se muestran en el cuadro 1. Aunque los efluentes del curtido (tipo I) reciben un tratamiento de precipitación para la recuperación del cromo, este no aplica para la reducción de los demás contaminantes. Encontrando que, al final, el efluente de descarga posee parámetros mayores a los permitidos por las nomas.

Ante esta problemática, en curtidurías como La Europea se han aplicado alternativas viables tales como el uso de humedales artificales para reducir los contaminantes (figura 1). Los hume-dales son sistemas biológicos conformados por plantas acuáticas, las cuales promueven el desa-rrollo de microorganismos in situ que participan activamente en el ciclo de los nutrientes, contri-buyendo a la degradación de la materia orgánica y contaminantes a través de diversos procesos físicos, químicos y biológicos como la absorción, oxidación, aireación, precipitación, transforma-ción y acumulación, entre otros (Stottmeister et al., 2003). Algunas poblaciones microbianas que han sido reportadas incluyen desnitrificantes, metanogénicas, ferroxidantes y sulfato reducto-ras entre otras (Jenneman y Gevertz 1998; Ku-cuk et al., 2003). La plantas que han sido empleadas para la construcción de los humedales incluyen al junco (Scirpus americanus) y al tule (Typha sp.). En estos sistemas de humedales al-

Pacheco Aguilar J.R., J.J. Peña-Cabriales, J.A. Rosas-Barajas, et al. 2012. “Empleo de un sistema biológico de humedales artificiales para la reducción de contaminantes generados por la industría de la curtiduría en León” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 417-420.

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ParámetroEfluentes de la curtiduría

Tipo I Tipo II Límites permitidos

pH 3.9 6.3 6.0 a 9.0

Cr total (mg/l) 24.0 7.0 2.5

Cr +6 (mg/ml) 0.006 0.002 0.05

Sólidos totales (mg/l) 62 642.0 12 519.0 350

Conductividad (µS/cm) 783.0 958.0 5 000

Cloruros (mg/l) 18.0 12.5 70

DQO (mg de O2/l) 7 898.0 8 250.0 300

DBO5 (mg de O2/l) 575.0 865.0 250-300

Sulfuros (mg/l) 14.5 13.1 1

Cuadro 1. Características fisicoquímicas de los efluentes de curtido comparadas con los límites permitidos por la nom-001-semaRnat-1996 (Semarnat, 2003 y la NTE-CCA-021/88 (Sedue, 1989).

gunas variables importantes de control son el flujo de entrada y salida del efluente, además del tiempo de retención hidráulica, los cuales depen-den del volumen a tratar y de la carga contami-nante (Pacheco et al., 2008).

El humedal construido en la tenería La Euro-pea ha resultado muy eficiente en la remoción de contaminantes como el cromo (99.7%), sulfatos (88.1%), sulfuros (99.9%) y materia orgánica (DBO5: 95.5%), entre otros componentes, haciendo que los parámetros cumplan con lo establecido por las Normas Oficiales Mexicanas y logrando dismi-nuir el efecto dañino al ecosistema.

La interacción planta-microorganismo es esencial para este proceso de biorremediación. En la ecología microbiana del humedal de estu-dio se han encontrado diversas poblaciones que incluyen bacterias del ciclo del azufre, princi-palmente sulfato reductoras (bsR) y sulfuro oxi-dantes (bso), así como bacterias que asimilan nitrógeno y otras que lo transforman para su liberación al medio ambiente (Peña et al., 2007a, b). En la figura 2 podemos observar la abun-dancia de las poblaciones de bsR y bso a través del humedal, las bsR se encuentran en el orden de cuatro a seis (expresado como el log ufc),

mientras que las bso en el orden de dos a cinco. Estas fluctuaciones se encuentran relacionadas a la disponibilidad de nutrientes, así como a la transformación de los contaminantes. Ambas poblaciones (bsR y bso) son de interés ambiental ya que regulan la presencia de sulfuros en el efluente, como puede observarse al final del tra-tamiento la concentración de sulfuros disminu-ye debido probablemente a la oxidación por las bso y al aumento en el oxígeno disuelto llevado a cabo por las plantas.

Un análisis bioquímico y molecular indica que las bso presentes en el sistema de humedales poseen capacidades para oxidar y utilizar com-puestos reducidos del azufre, además de su am-plia diversidad metabólica, ya que participan activamente en los ciclos biogeoquímicos del nitrógeno y azufre (Pacheco et al., 2008).

El empleo de humedales constituye una al-ternativa tecnológica viable para el tratamiento de efluentes provenientes de las empresas de la curtiduría en León. Aún faltan estudios que permitan conocer el tiempo de vida media de estos sistemas biológicos y su adaptación a efluentes de otras industrias.

Tipo I. Efluente inmediato obtenido después del proceso de curtido. Tipo II. Efluente final de descarga al arroyo federal previa preci-

pitación del cromo. Fuente: Álvarez et al., 2004

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Figura 1. Diagrama de un humedal artificial construido para el tratamiento de efluentes de la curtiduría con alto contenido de sales, cromo y compuestos sulfurados. El sistema está conformado por tres celdas donde fueron adaptadas plantas de junco y tule. E1, S1, S2 y S3 corresponden a la entrada y salidas de las tres celdas; a, b y c son puntos de muestreo para el análisis microbiológico.

Figura 2. Abundancia de las poblaciones de bacterias sulfato reductoras ( BSR), bacterias sulfuro oxidantes ( BSO) y concentración de sulfuros ( HS¯) a través del humedal construido para el tratamiento del efluente proveniente de la curtiduría.

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c a b c a b c

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Literatura citada

Álvarez, S.G., M. Maldonado y P. Kuschk. 2004. “Carac-terización de agua residual de curtiduría y estu-dio de lirio acuático en la recuperación de cromo”, Información Tecnológica 15: 75-80.

CiateC (Centro de Investigación Aplicada en Tecnologías Competitivas). 2004. Informe Técnico de la cali-dad del efluente durante el proceso de curtido en la tenería “La Europea”. León, Guanajuato, México.

—. 2009. Área de Inteligencia Competitiva con In-formación de Inegi. Secretaría de Economía.

Jenneman, G.E. y D. Gevertz. 1998. Identification, cha-racterization and application of sufide-oxidizing bacteria in oil fields. Microbial biosystems: New frontiers. Procedings of the 8th international sym-posium on microbial Ecology.

Kato, E. 2001. Sustentabilidad del desarrollo industrial en la cuenca del río Turbio basada en la capacidad de carga contaminante. Guanajuato, México, CiateC.

Kucuk, O.S., F. Sengul e I.K. Kapdan. 2003. “Removal of ammonia from tannery effluents in a reed bed constructed wetland”, Water Science and Techno-logy 48: 179-186.

Pacheco, J., J. Peña y M. Maldonado. 2008. “Indentifi-cation and characterization of sulfur-oxidizig bacteria in an artificial wetland that treats was-tewater from a tannery”, International Journal of Phytoremediation 10: 359-370.

Peña, J., A. Mauricio y M. Maldonado. 2007a. Removal of metals by rhizospheric bacteria of Scirpus ameri-canus present in a contaminated pond in central México. 10th International Symposium on Wetland Biogeochemistry. Annapolis, Maryland. EUA.

—, J. Pacheco y M. Maldonado. 2007b. Microbial Popu-lations involved in sulphur transformations in a cons-tructed wetland treating wastewater from tannery industry. 10th International Symposium on Wetland Biogeochemistry. Annapolis, Maryland. EUA.

Rosas, A. 2006. Información estadística. CiateC, comuni-cación personal.

Sedue (Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología). 1989. Norma Técnica Ecológica NTE-CCA-021/88. Gaceta Ecológica, agosto de 1989.

Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales). 2003. nom-001-semaRnat-1996. Diario Oficial de la Federación (Dof), 23 de abril de 2003.

Stottmeister, U., A. Wiebner, P. Kuschk et al. 2003. “Effects of plants and microorganisms in constructed wet-lands for wastewater treatment”, Biotechnology Advances 22: 93-117.

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estuDio De Caso

CONSERVACIÓN DE SUELOS

DoRa maRía Reyes Ríos | Juan t. fRías heRnánDez | luis paRRa neGRete

Introducción

La conservación y preservación de los recursos naturales ha alcanzado en la actualidad una gran importancia en el mundo, debido a la de-gradación alarmante de nuestro planeta lo que, a su vez, ha incrementado la magnitud de fenó-menos como inundaciones y sequías consecuen-cias del calentamiento global (iee, 1999b). Sin duda alguna el suelo es uno de los recursos na-turales que ha sido afectado.

El estado de Guanajuato está conformado por llanuras interrumpidas por serranías volcánicas aisladas, también resaltan altas y pequeñas sie-rras escarpadas, llanos, lomeríos, barrancas profundas, valles y lagos, además cuenta con terrenos planos donde destaca la agricultura (iee, 1999a). Por otra parte, el clima es semiseco en la zona del altiplano, templado en las partes medias y altas de las serranías, y semicálido en toda la zona del Bajío, condiciones naturales que contribuyen de algún modo a la erosión o pérdida del suelo (iee, 1999a).

Por el cambio de uso del suelo hacia la agri-cultura, el sobrepastoreo, la tala inmoderada, los incendios, etcétera, Guanajuato es uno de los estados de la República Mexicana con mayor índice en la pérdida de vegetación nativa y, por resultado, erosión de suelo, según estimaciones del Instituto de Ecología. El estado ocupa el cuarto lugar a nivel nacional con superficie ero-sionada, 64.74% de su territorio, equivalente a casi 2 000 000 de ha con problemas en diferen-tes grados de erosión, de las cuales 19.63% (600.77 ha) se encuentran en etapas avanzadas (iee, 1999b; citado por Porras, 2002).

Suelo y erosión

Los suelos están formados por la combinación de cinco factores: material parental (roca que le

dio origen), clima, topografía, organismos vivos y tiempo. Sus componentes son material mine-ral, materia orgánica, agua y aire.

Del suelo dependen la agricultura, la ganade-ría, los bosques y, en general, toda la biodiversi-dad; además, es el medio que filtra y purifica el agua, de la que dependen prácticamente todas las actividades productivas (Porta et al., 1999).

El concepto de erosión proviene del latín ero-sio (roedura) que consiste en la pérdida gradual del material que forma un suelo, al ser arrastra-das las partículas en la medida que van quedan-do en la superficie (disgregadas, arrancadas y transportadas) y depositadas en otros lugares (Porta et al., 1999) (figuras 1 y 2).

La erosión de suelo es un proceso natural, su intensidad y velocidad varía según la zona y en función del clima, topografía y la intervención del hombre. Un suelo con cubierta vegetal y consciente intervención del hombre queda pro-tegido de la acción directa del agua y el viento (Porras, 2002). La pérdida del suelo más fre-cuente es por erosión hídrica (causada por la lluvia) y la eólica (ocasionada por el viento). La figura 3 muestra la imagen de un suelo de Gua-najuato con problemas de erosión importantes, donde se observa la escasa cubierta vegetal.

En el estado de Guanajuato, desde hace varios años se realizan diagnósticos con el enfoque de microcuencas hidrográficas y se formulan planes de conservación. Hasta el momento los proyectos han estado a cargo de varías instituciones como la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (sDa), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Natu-rales (Semarnat), el Instituto de Ecología del Es-tado de Guanajuato (iee), la Universidad de Guanajuato y las presidencias municipales.

Se ha dividido la superficie del estado por mi-crocuencas hidrográficas con un total de 2 400

Reyes Ríos, D. M., J.T. Frías Hernández y L. Parra Negrete. 2012. “Conservación de suelos “ en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 421-429.

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Figura 1. Suelos con problemas de erosión ubicados en el cerro del Cubilete en Silao (fotografía de Óscar Báez Montes).

Figura 2. Suelos con problemas de erosión ubicados en los límites de San Luis de la Paz y Xichú (fotografía de Sergio Zamudio Ruiz).

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unidades, lo que representa un enorme trabajo para el diagnóstico y las actividades de conser-vación en cada una de ellas. Actualmente se cuenta con esta información en varios munici-pios y se ha decidido trabajar a nivel de subcuen-ca para generar diversas líneas de trabajo, como propuestas de manejo, conservación y rehabili-tación de los recursos naturales, las que al ser retomadas por técnicos operativos puedan con-ducir de una forma más fácil y rápida a la pla-neación y participación de las comunidades rurales localizadas en zonas con problemas de suelo.

Un exitoso programa de conservación de sue-los dependerá de la correcta identificación de los problemas erosivos, un buen planteamiento de objetivos, así como la disposición de los actores involucrados para la realización del proyecto.

Las estrategias para controlar la erosión son tan importantes como la capacidad de los técni-cos para desarrollar las estructuras necesarias, también es esencial la correcta definición de las áreas con mayores riesgos de erosión y como consecuencia los principales orígenes de sedi-mentos. El sistema de conservación debe estar estrechamente relacionado con la naturaleza del problema erosivo (Becerra, 2005).

Métodos mecánicos para controlar la erosión

Existen varios métodos para controlar el mo-vimiento del agua y del viento sobre la super-ficie del suelo. La decisión de emplear uno u otro depende del objetivo, por ejemplo, si se pretende reducir la velocidad de la escorrentía

o del viento, aumentar la capacidad de alma-cenamiento de agua en la superficie del suelo o evaluar con seguridad los excesos de agua (Morgan, 1997).

En el estado de Guanajuato los métodos me-cánicos más empleados para el control de la erosión del suelo y complementados con medi-das agronómicas son los siguientes.

1. Cultivo en curvas a nivel. Consiste en ha-cer los surcos para los cultivos siguiendo el contorno del terreno en dirección transversal al sentido de la pendiente.

2. Cordones a nivel. Son diques de tierra de 1.5 m a 2 m de altura, colocados transversalmente a la pendiente, actúan como una barrera frente a la escorrentía, dividen a la pendiente en secciones de menor longitud, evitan las escorrentías superficia-les. Son adecuadas para pendientes de 1 a 7%, es decir, pendientes que bajan de 1 a 7 m cada 100 m.

3. Terrazas. Son taludes de tierra construidos transversalmente a la dirección de la pendiente, para interceptar la escorrentía superficial y trans-portarla con velocidad no erosiva, hacia una sali-da adecuada, sirve también para acortar la longitud de la pendiente. Difieren de los cordones a nivel porque son más anchas, varían de 3 a 30 m, espacio suficiente para reforestar con espe-cies arbóreas e inclusive cultivar especies frutales, gramíneas y hortalizas.

4. Canales o zanjas de infiltración. La fun-ción es la de conducir e infiltrar el agua de es-correntía al suelo, disminuir la velocidad de erosión a un punto adecuado para su encauce seguro. Sus dimensiones deben ser lo suficien-temente anchas para captar el agua de lluvias con un periodo de retorno de 10 años. Los tipos son: zanjas de infiltración, canales de terrazas, cauces enherbados y cercas acomodadas.

5. Estructuras para estabilización. Son impor-tantes en la rehabilitación de terrenos y en el control de la erosión en cárcavas, pequeñas re-presas generalmente de 0.4 a 2 m de altura, cons-truidas con materiales locales como tierra, tablones y piedras sueltas; se colocan transver-salmente a la cárcava para captar sedimentos y reducir la profundidad y pendiente, se les conoce como “gaviones” o muros de contención.

6. Cortinas rompe vientos (cortavientos). Pueden ser pantallas de vegetación (árboles) o

Figura 3. Suelos de Guanajuato con importantes pro-blemas de erosión. Se observa la escasa cubierta vege-tal (fotografía de Luis Parra Negrete).

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estructuras inertes como muros de piedra. Se colocan perpendicularmente a la dirección del viento erosivo para reducir la velocidad.

En cuanto al modelo agro-silvo-pastoril (fi-gura 4) para la recuperación de suelos degrada-dos en el estado de Guanajuato, consiste en el uso de diversas especies de agave (Agave sp.) como plantas “líder”, las cuales son colocadas en lugares casi desprovistos de suelo, áreas en las que otras plantas difícilmente podrían pros-perar. Una vez establecidos los agaves en cam-po, se propicia una sucesión vegetal con plantas herbáceas nativas, las cuales se pueden comple-mentar con especies arbóreas hasta lograr la completa recuperación del terreno.

A pesar de que diversas instituciones oficia-les hacen importantes esfuerzos para detener y evitar la erosión de suelos en Guanajuato, es un deber y un compromiso social y ecológico de cada guanajuatense, en el campo y la ciudad, contribuir a conservar el suelo. Cómo hacerlo es muy variado y va desde buscar el conocimiento sobre el tema, hasta formar grupos de volunta-rios para la plantación de árboles, así como evi-tar y combatir incendios forestales.

Figura 4. Modelo agro-silvo-pastroril para la recupe-ración de suelos degradados (Parra y Porras, 2003).

Literatura citada

Becerra, M.A. 2005. Escorrentía, erosión y conservación de suelos. Universidad Autónoma de Chapingo.

iee (Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato). 1999a. Informe anual del Instituto de Ecología del estado de Guanajuato.

—. 1999b. Ordenamiento ecológico del territorio del estado de Guanajuato. México.

Morgan, R.P.C. 1997. Erosión y conservación de suelos. Madrid, España.

Parra, N.L. y M.F. Porras. 2003. “Restauración de suelos degradados utilizando maguey Agave spp. como planta líder”, en Memorias del 1er Congreso Uni-versidad de Guanajuato. Guanajuato, México.

Porras, B.F. 2002. Los magueyes (Agave spp.) como alter-nativa de conservación de suelos en la sierra de Pénjamo, Gto., tesis de licenciatura, México, Uni-versidad Autónoma Chapingo.

Porta J., C. Roquero y M. López- Acevedo. 1999. Edafolo-gía para la agricultura y el medio ambiente. Edito-rial Mundi-Prensa.

GlosaRio

Cuenca. Es una zona de la superficie terrestre cuyos es-currimientos drenan hacia un mismo punto de salida. Si exclusivamente se considera a los escu-rrimientos superficiales, la cuenca se denomina hidrográfica, e hidrológica si incluye también a los subterráneos (Becerra, 2005).

Microcuenca. Es una pequeña cuenca de primer o se-gundo orden, en donde habitan un cierto número de familias (comunidad) que utilizan y manejan los recursos naturales del área, como el suelo, agua, flora y fauna (silvestre y doméstica) ade-más la producción de cultivos. La microcuenca hidrográfica permite que todos los usuarios del agua de la cuenca que habitan en ella (población y ganaderos), como los externos (pueblos, ciuda-des, industrias, etcétera) mantengan una relación estrecha con los usuarios directos de la tierra, a través del agua. La percepción de esta relación es fundamental para sentar los principios de pagos por servicios ambientales a escala local.

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estuDio De Caso

ALGUNOS PUNTOS A SEGUIR PARA CONTRIBUIR AL DESARROLLO SUSTENTABLE DE LOS RECURSOS FORESTALES

maRio albeRto villaGómez loza

Introducción

Con la llegada de los conquistadores españoles y su expansión territorial el manejo del recurso forestal cambió drásticamente, toda vez que se desmontaron grandes áreas para la agricultura (Moncayo, 1981). En los reales de minas la acti-vidad de los leñadores era la causa principal de la destrucción y el daño de los bosques, así como la construcción y otras actividades de costumbres españolas. El estado de los montes altos accesibles era desastroso porque los mine-ros buscaban cortar y obtener madera de gran-des dimensiones a toda costa.

Guanajuato no fue la excepción, razón por la que se cuenta con una superficie forestal reducida que, según las cifras del Inventario Nacional Fo-restal Periódico (infp), en 1994 arrojaba una su-perficie forestal de 1 039 454 ha, ocupando el lugar número 25 en el orden de importancia del país, dicha superficie se integra por 412 810 ha de bosques y selvas, además de 626 644 ha de otras áreas forestales (vegetación de zonas áridas, vege-tación hidrófila, halófila y áreas perturbadas).

Con respecto a las existencias de madera en pie de bosque, el infp (1994) registra en la enti-dad un volumen de 14 627 590 m3 rollo, que la ubica en el sitio 18 del país y para la madera de selvas reporta 544 674 m3 rollo de existencias, colocándola en el lugar 26.

De acuerdo con Carranza (2005), 93% de los géneros y 73% de las especies se ubican en la Al-tiplanicie Mexicana, región que se extiende en más de 90% del territorio de la entidad; aproxi-madamente tres cuartas partes de los géneros y un poco más de la mitad de las especies se han regis-trado de la Sierra Madre Oriental, en el noreste, a la que le corresponde una superficie cercana a 5% del total del estado; mientras que del Eje Neovol-cánico, que ocupa la menor extensión al sureste de Guanajuato y alrededor de 2% de superficie, se

enlistan 44% de los géneros y 28% de las especies, encontrándose aquí la diversidad de especies ve-getales más baja.

Protección forestal

En materia de la prevención y el combate de incendios forestales, durante 2010 se reportó a Guanajuato junto con Aguascalientes como los estados que registraron el menor número de in-cendios (ocho eventos). Para el periodo com-prendido del 1° de enero al 4 de noviembre de 2010, Guanajuato ocupó el segundo lugar, den-tro del listado de los estados con menor número de incendios, con la menor superficie afectada al presentar únicamente 65 ha afectadas y un indicador de 8.13 ha por incendio (Conafor, 2010). En virtud de lo anterior, se aprecia una tendencia favorable en el balance de la protec-ción forestal, toda vez que el indicador nacional acumulado a 2010 fue de 19.47 ha por incendio.

Especies en riesgo

Glass (1998) establece que dentro del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Ame-nazadas de Flora y Fauna Silvestres (Cites), firma-do por México para el control del comercio de especies en riesgo de extinción, se reportan para Guanajuato 10 especies de cactáceas (cuadro 1).

Las especies, que sin estar dentro de Cites están reportadas dentro de la norma antes enunciada, se exhiben en el cuadro 2. Las especies registradas en la lista roja de especies amenazadas editada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (iuCn), se muestran en el cuadro 3.

Otras especies que no figuran en el Cites ni en la norma ni en el listado de la iuCn, se reportan bajo otros estatus de protección por Carranza

Villagómez Loza, M. A. 2012. “Algunos puntos a seguir para contribuir al desarrollo sustentable de los recursos forestales” en La Biodiversidad en Gua-najuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 425-429.

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Nombre científico Nombre común Categoría Distribución Cultivo

Ariocarpus kotschoubeyanus Pata de venado Pezuña de venado

Sujeta a protección especial

No endémica Fácil de cultivar

Astrophytum ornatum Cactus estrella Amenazada Endémica Fácil de crecer

Hamatocactus uncinatus ssp. crassihamatus

Amenazada Endémica Es un poco difícil de cultivar

Mammillaria crinita f. zeilmanniana

Sujeta a protección especial

Endémica Es muy fácil de hacer crecer

Mammillaria fittkauiSujeta a protección especial

Endémica No presenta ningún problema

Mammillaria schwarziiSujeta a protección especial

EndémicaEs fácil cultivarla, ya sea a partir de semi-llas, de injertos o plantando pies.

Strombocactus disciformis ssp. esperanzae

Amenazada Endémica

Sólo a partir de sus pequeñas semillas; crece muy lentamente. Tal vez el cultivo de tejido sea la mejor forma de diseminar esta rara especie

Cuadro 1. Cactáceas de Guanajuato incluidas dentro del Cites y su categoría dentro del listado de especies en riesgo de la Norma Oficial Mexicana nom-059-semaRnat-2010 (Semarnat, 2010).

Familia Especie Categoría Distribución

COMPOSITAE Dahlia scapigera Protección especial

Endémica

LEGUMINOSAE Albizia plurijuga Amenazada No endémica

LEGUMINOSAEErythryna cora-lloides

Amenazada No endémica

MELIACEAE Cedrela dugesiiProtección especial

No endémica

Cuadro 2. Especies incluidas dentro de la nom-059-semaRnat-2010, registradas en Guanajuato.

Cuadro 3. Lista roja de especies amenazadas (iuCn).

Nombre científico Categoría

Juniperus martinezii Rara

Pinus lumholtzii Rara

Mammillaria schwarzii Rara

Mammillaria zephyranthoides Vulnerable

Fuente: Villaseñor, 2008. Fuente: Walter y Gillet, 1998.

(2005) y por Rzedowski y Calderón de Rzedows-ki (2004, 2008), se presentan en el cuadro 4.

Silvicultura y manejo

Con base en los principios de la dasonomía (dis-ciplina que estudia los bosques, desde los aspec-tos de su desarrollo hasta su manejo y aprove-chamiento), resulta indispensable para cada una de las áreas antes descritas establecer una estrategia de mejoramiento silvícola que permi-ta seleccionar los mejores individuos (árboles

élite), de los cuales se realice la colecta de semi-lla de diversos orígenes geográficos (para la misma especie) y con ello establecer los ensayos de procedencias por especie que permitan selec-cionar, para las áreas de vocación forestal del estado (zona noreste, Sierra Madre Oriental y zona sureste del Eje Neovolcánico), las proce-dencias que mejor se adapten a las zonas defi-nidas para el desarrollo forestal.

De los ensayos de procedencias, la estrategia deriva en la instalación de huertos semilleros, aprovechando las fortalezas de los individuos

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Cuadro 4. Especies reportadas bajo otros estatus de protección.

Nombre científico Nombre común Estatus

Mandevilla foliosa chupil, hierba de la cucaracha, hierba del piojo

Especie endémica de México, ampliamente distribuida en los estados de Son., Chih., Sin., Dgo., Gto., Qro., Hgo., Nay., Jal., Mich., Méx., D. F. Mor., Pue., Gro. y Ver.

Sedum moranense chismeElemento endémico del centro de México. S. L. P., Gto., Qro., Hgo., Jal., Mich., Méx., Tlax. y Ver.

Villadia patula Elemento endémico, escaso y susceptible a la extinción

Quercus crassifolia encino roble Amenazado, hábitat transformado por incendios, tala y cultivos

Quercus resinosaencino amarillo, encino berme-jo, encino blanco

Amenazado, hábitat transformado por incendios y tala

Mirabilis aggregata maravillaComo se le concibe en su clasificación, la especie es endémica del centro de México. Zac., Gto., Hgo., Méx., D. F. y Pue.

Malva parviflorajuriata eranchi, juriaterango, malva

Exótica naturalizada

Anagallis arvensis anagálide, anagalis, celosa Protegida como especie vulnerable (iuCn)

Mimosa aculeaticarpa garabatillo, gatillo, gatuñoEspecie endémica de México, que está representada en la región de estudio por la variedad típica

Ipomoea stanscampanita, espanta lobos, espanta vaqueros

Elemento endémico del territorio mexicano. Coah., S. L. P., Gto., Qro., Hgo., Jal., Mich., Méx., D. F., Pue., Tlax., Ver., Oax.

Evolvulus prostratus oreja de ratón, xiatuElemento endémico de México, cuya distribución se extiende desde el norte hasta el centro del país. Son., Chih., Dgo., Zac., Ags., Gto., Hgo., Jal., Mich., Méx., D. F., Pue., Tlax., Oax.

Nama origanifoliumEs una planta endémica de México, cuya distribución comprende desde el noreste hasta el sur del país. Coah., N. L., S. L. P., Gto., Qro., Hgo., Jal., Pue., Mor., Gro.

Nama spathulatumElemento endémico de México, se conoce únicamente del centro del país. Gto., Qro., Hgo., Pue.

Menodora helianthemoidesEspecie endémica del centro de México. S. L. P., Gto., Qro., Hgo., Méx., D. F., Pue., Oax.

Achyropappus anthemoides Dada su rareza la especie es vulnerable a la extinción

Coreopsis guanajuatensis Elemento aparentemente endémica de la región de estudio. Gto., Qro.

Hybridella globosaEspecie endémica del centro de México. Dgo., Zac., Ags., S.L.P., Gto., Qro., Hgo., Mich., Méx., D. F., Tlax.

Tradescantia brachyphylla Endémica de México. N.L., S. L.P., Gto., Qro., Pue., Méx.

Tillandsia karwinskyana paixtle Endémica de México. N.L., S. L.P., Gto., Qro., Hgo. y Ver.

Senna polyantha palo fierro, palo macho

Taxón endémico a México pero de distribución disyunta con cuatro áreas aparentemente aisladas, una en Baja California Sur, otra en Sonora, otra en el centro del país, coincidiendo aproximadamente con la región del Bajío y otra en Oaxaca, así como porciones inme-diatas de Puebla e Hidalgo

Fuente: Fryxell, 1993; Ocampo, 2000; Spellenberg, 2001; Rzedowski y Calderón de Rzedowski., 2004, 2008; Pérez-Calix y Carranza, 2005; Villaseñor et al., 2006; Andrade et al., 2007; Carranza, 2007; Pérez-Calix, 2008; Espejo-Serna et al., 2009, 2010.

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previamente seleccionados para constituir los bancos de germoplasma, que en su momento sur-tan de semilla con las mejores características para los proyectos integrales de reforestación y el establecimiento y manejo de plantaciones.

Bajo el concepto de proyectos integrales de reforestación, se establecen como premisas fun-damentales:

1. La aplicación adecuada de las prácticas de conservación del suelo y del agua como sustento principal de las obras y actividades.

2. Los trabajos de reforestación con especies cuyas semillas provienen de los bancos de germo-plasma antes enunciados, en los ecosistemas fo-restales que tengan problemas de fragmentación.

Establecimiento y manejo de plantaciones forestales

El objeto fundamental de las plantaciones foresta-les es reducir la presión sobre el aprovechamiento del bosque natural propiciando su conservación; a manera de ejemplo, Brasil, con el manejo de 2% de su superficie total, suministra 60% de su abasto industrial de madera, como lo refiere Vargas et al. (2004), adicionalmente, desde el punto de vista social y económico, las plantaciones generan fuen-tes de trabajo y arrojan una mayor rentabilidad cuando se compara con el aprovechamiento fores-tal en el bosque natural, lo que conduce al desa-rrollo forestal sustentable, toda vez que se atienden las variables ambiental, social y económica.

De acuerdo con la distribución pluvial en el estado, las áreas factibles para el establecimien-to y manejo de plantaciones forestales se ubican en las zonas anexas a las regiones fisiográficas de la Sierra Madre Oriental al noreste del estado y en el Eje Neovolcánico, al sureste del mismo. Para el resto del estado, es decir, para la región fisiográfica Altiplanicie Mexicana, serían facti-bles solamente donde se tenga asegurado el rie-go para la plantación, una vez corridos los ensayos de procedencias para las localidades específicas, instalados los huertos semilleros y generados los bancos de germoplasma.

Se propone establecer plantaciones para pro-ductos maderables (madera aserrada y productos celulósicos), para productos no maderables (tani-nos) y dendroenergéticas (astillas y pellets).

Investigación en lugar de gestión

Tradicionalmente el Instituto Nacional de Ecolo-gía (ine) realizaba actividades de gestión y ac-tualmente realiza actividades de investigación, por lo que es conveniente proponer que el Insti-tuto de Ecología del Estado de Guanajuato tam-bién se enfoque en las actividades de investiga-ción y que la parte de gestión sea llevada por la Secretaría de Desarrollo Económico Sustentable en el estado, con el fin de permitir que esta ins-titución tenga coherencia con el esquema federal, lo que permitiría tener una coordinación y vin-culación en materia de ciencia, tecnología e in-novación en los tres niveles de Gobierno.

Literatura citada

Andrade, M.G., G. Calderón de Rzedowski., S.L. Camar-go-Ricalde et al. 2007. “Familia Leguminosae subfamilia Mimosoideae”, Flora del Bajío y de Re-giones Adyacentes, fascículo 150.

Carranza, G.E. 2005. “Conocimiento Actual de la Flora y la Diversidad Vegetal del Estado de Guanajuato”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo complementario XXI.

—. 2007. “Familia Convolvulaceae I”. Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo 151.

Conafor (Comisión Nacional Forestal). 2010. “Incendios fores-tales: Reporte semanal”, en http://www.conafor.gob.mx:8080/documentos/docs/10/83Reporte%20Sema-nal%202010.pdf, última consulta 12 de abril de 2012.

Espejo-Serna, A., A.R. López-Ferrari y J. Ceja Romero. 2009. “Familia Commelinaceae”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo 162.

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—, A.R. López-Ferrari e I. Ramírez-Morillo. 2010. “Familia Bromeliaceae”, Flora del Bajío y de Regio-nes Adyacentes, fascículo 165.

Fryxell, P.A. 1993. “Familia Malvaceae”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo 16.

Glass, C.E. 1998. Guía para la identificación de las cac-táceas amenazadas de México. México, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodi-versidad (Conabio).

infp (Inventario Nacional Forestal Periódico). 1994. Me-moria Nacional. México, Secretaría de Agricultu-ra y Recursos Hidráulicos.

Moncayo, R.F. 1981. Relación de algunas cosas de los montes de México. Serie Premio Nacional Forestal núm. 2. México, Secretaría Forestal y de la Fauna.

Ocampo, A.G. 2000. “Familia Primulaceae”, Flora del Ba-jío y de Regiones Adyacentes, fascículo 89.

Pérez-Calix, E. y G.E. Carranza. 2005. “Familia Hydro-phyllaceae”, Flora del Bajío y de Regiones Adya-centes, fascículo 139.

—. 2008. “Familia Crassulaceae”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo 156

Rzedowski, J. y G. Calderón de Rzedowski. 2004. “Fami-lia Oleaceae”, Flora del Bajío y de Regiones Adya-centes fascículo 124.

— y G. Calderón de Rzedowski. 2008. “Familia Com-positae subfamilia Heliantheae”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo 157.

Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales). 2010. Norma Oficial Mexicana. nom-059-semaRnat-2010. Diario Oficial de la Federa-ción (dof), jueves 30 de diciembre de 2010.

Spellenberg, R. 2001. “Familia Nyctaginaceae”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo 93.

Vargas, H.J.J., V.B. Bermejo y T. Ledig. 2004. Manejo de Recursos Genéticos Forestales. México, Colegio de Postgraduados/Comisión Nacional Forestal (Conafor).

Villarreal, J.A., J.L. Villaseñor y L.R. Medina. 2006. “Fa-milia Compositae tribu Helenieae”, Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, fascículo 140.

Villaseñor, L.E. (ed.). 2008. Diagnóstico ambiental del área de uso sustentable Sierra de los Agustinos, muni-cipio de Acámbaro, Guanajuato. Morelia, Mich., México. Ayuntamiento de Acámbaro, Guanajuato/ Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Editorial Universitaria.

Walter, K.S. y H.J. Gillet. 1998. Endangered plants. Disponi-ble en: http://books.google.com/books?id=XIL9adYYeSIC&pg=PA100&lpg=PA100&dq=IUCN+M%C3%A9xico-Guanajuato&source=bl&ots=28loZLPC8P&sig=XEa4Ef9yDRywyYjwYml0br83sHQ&hl=es&ei=7efaTPmoLJL0tgOwzczMBw&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&ved=0CAYQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false, última consulta 19 de abril de 2012.

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estuDio De Caso

BIODIVERSIDAD DE LA SIERRA DE LOS AGUSTINOS

José De Jesús espaRza ClauDio | maRio albeRto villaGómez loza

Introducción

En un país como México, que ocupa el segundo lugar en número de ecosistemas y el cuarto en número de especies que habitan en él, la relevan-cia de la conservación se convierte en un asunto de importancia para todo el planeta. Somos, ade-más, uno de los países con mayor diversidad cul-tural. La asociación del patrimonio cultural con el natural forma parte de nuestra identidad na-cional y se convierte en un elemento indisoluble de nuestro territorio.

La información aquí presentada proviene de la Actualización del Programa de Manejo del Área Natural Protegida Sierra de Los Agustinos, recientemente realizado por quienes lo suscri-ben para el Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee).

El alcance y cobertura del estudio se refiere a las 20 319.30 ha que integran la Sierra de Los Agustinos reconocida como Área Natural Pro-tegida (anp) en el estado de Guanajuato y su perímetro de influencia que, dadas las caracte-rísticas físicas de la zona, abarca 1 km en el extremo sur del anp y 5 km como máximo en el resto del polígono.

Localización

La Sierra de Los Agustinos se encuentra ubicada al sureste del estado en los municipios de Tari-moro, Jerécuaro y Acámbaro, geográficamente entre los 20°16.863’ y 20°10.622’ de Latitud Nor-te y los 100°45.990’ y 100°33.597’ de Longitud Oeste, del Meridiano de Greenwich (figura 1).

Características físicas

El rango altitudinal es de vital importancia porque de éste depende la distribución y rique-za de flora y fauna de la Sierra de Los Agusti-

nos, ya que dentro de la fisiografía de la zona ésta constituye un oasis para el desarrollo de la vida silvestre.

La cota más alta se encuentra en los 3 120 msnm con ubicación en la parte conocida como Los Agus-tinos y que funge como límite municipal entre Jerécuaro y Acámbaro; con respecto a la parte más baja se encuentra a los 1 830 msnm, en la parte poniente de la sierra, específicamente en el municipio de Tarimoro (figura 2).

La totalidad del polígono del anp se encuentra ubicado en la Provincia del Eje Neovolcánico, que es la provincia fisiográfica más extensa del estado y cubre casi 50% del territorio estatal en su parte sur, donde llega al Bajío, a las sierras volcánicas y cuencas lacustres del sur y a las sierras y mesetas del suroeste. A su vez, dentro de ésta se presentan tres subprovincias: Llanuras y Sierras de Querétaro, Sierras Volcánicas y La-gos del Centro, y Sierras y Bajíos Michoacanos (cuadro 1).

En esta zona predomina el afloramiento de rocas volcánicas de tipo basáltico de color negro, fracturadas, las cuales provienen de grandes aparatos volcánicos de forma cónica que consti-tuyen algunos de los cerros más prominentes de la región. La edad de estas rocas pertenece al Terciario Superior-Cuaternario, como se aprecia en el cuadro 2.

Se desarrollan seis tipos de suelos principales: el Castañozem lúvico, Litosol, Luvisol crómico, Phaeozem háplico y lúvico y el Vertisol pélico. En el cuadro 3 se observa que el principal tipo de suelo es el Phaeozem háplico, distribuyéndose en casi todo el flanco oeste de la zona.

En la sierra se ubican dos cuencas hidrológicas: Cuenca Río Lerma-Toluca y Cuenca Río Lerma-Salamanca dentro de las que se insertan 27 mi-crocuencas (figura 3). A nivel de la hidrología

Esparza Claudio, J. D. J. y M. A. Villagómez Loza. 2012. “Biodiversidad de la Sierra de los Agustinos” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Esta-do. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 430-443.

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Figura 2. Distribución altitudinal de la Sierra de Los A

gustinos.

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subterránea se desarrollan dos acuíferos: el de Salvatierra-La Cuevita y el de Acámbaro-Cuitzeo.

En cuanto al clima, de acuerdo con la clasi-ficación climática de Köppen modificado por García (1964), la zona presenta un clima C(W0) (W) y (A)C(W0) (W), cuyas características son las siguientes:

C(W0) (W). Templado subhúmedo con lluvias en verano de mayor humedad. El más seco de los templados con una corriente P/T<43.2 y un por-centaje de lluvia media anual de 5. Este clima se encuentra en la mayor parte del área de estudio.

(A)C(W0) (W). Semicálido subhúmedo con lluvias en verano de menor humedad, con un porcentaje de lluvia invernal <5, ubicado en la zona noroeste cercana a la cabecera municipal de Tarimoro.

En el anp existen seis tipos de vegetación representados y son los siguientes: Bosque tro-pical caducifolio.

Está representado por especies como el copal (Bursera cuneata), la borreguilla (B. fagaroides), el frijolillo (Albizia plurijuga), el cuitaz (Lysiloma microphyllum) y otras leguminosas como Parkin-sonia aculeata, Prosopis laevigata, Senna flori-bunda y S. polyantha (figura 4).

Dentro de la fase sucesional más o menos estable del bosque tropical caducifolio definida como matorral subtropical se reportan especies como el copal (Bursera bipinnata, B. palmeri), el casahuate (Ipomoea murucoides), el catape (I. purpurea) y otras especies asociadas como Mi-mosa aculeaticarpa, Hyptis albida. Adicional-mente, como especies indicadoras de vegetación secundaria están presentes el huizache (Acacia schaffneri) y el tepame (A. pennatula).

También se tienen registros de especies como la hiedra (Ipomoea orizabensis), I. tyranthina e I. cristulata, huizache (Acacia schaffneri var.

RelieveLlanuras y sierras de

QuerétaroSierras volcánicas y lagos del

centroSierras y bajíos michoacanos

Total general

Llanura 0.00 0.00 20.44 20.44

Lomerío 964.34 271.56 0.00 1 235.91

Sierra 0.00 18776.05 237.11 19 013.16

Valle 0.00 49.79 0.00 49.79

Total general (ha) 964.34 19 097.41 257.55 20 319.30

Cuadro 1. Fisiografía presente en la Sierra de Los Agustinos

schaffneri) y otras especies del mismo género como A. angustissima, A. angustissima var. filicioides y A. farnesiana; también se registra la especie Eysenhardtia polystachya o palo dulce.

Matorral xerófilo

La sierra aloja comunidades formadas por enci-nos arbustivos, representadas por encino blanco (Quercus deserticola), asociado con cazahuate (Ipomoea murucoides), garambullo (Myrtillocac-tus geometrizans), nopal pachón (Opuntia atro-pes) y Montanoa leucantha (figura 5); otra espe-cie es el encino chaparro o Quercus microphylla (Rzedowski, 1978), especie de porte bajo que se constituye en matorrales; entre las especies her-báceas representadas están Drynaria multiflora, Chenopodium graveolens, Salvia lavanduloides, Dalea leporina, D. thouinii, Castilleja arvensis, Mimulus glabratus y Cissus sicyoides.

Pastizal

En la Sierra de Los Agustinos están presentes los géneros: Andropogon, Aristida, Bouteloua, Hila-ria, Muhlenbergia y Stipa, entre otros (figura 6).

Bosque de Quercus

En cuanto a las especies mencionadas, para el bos-que de Quercus de la Sierra de Los Agustinos se re-portan, en adición a las dos anteriores, ocho especies de encinos que se asocian a los géneros: Alnus, Ar-butus, Crataegus, Fraxinus, Prunus y Clethra.

En el apéndice 1 se adjuntan nueve fichas des-criptivas tomadas del Manual de la biodiversidad de encinos michoacanos (Arizaga et al., 2009) que contiene nueve de las 10 especies presentes en la Sierra de Los Agustinos (figura 7a y 7b).

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SubtipoTipo de Roca

%Ígneas Sedimentarias Suelo Total general

Aluvial - - 68.60 68.60 0.34%

Arenisca-Conglomerado - 18.21 - 18.21 0.09%

Basalto 5 452.45 - - 5 452.45 26.83%

Brecha volcánica 2.63 - - 2.63 0.01%

Conglomerado - 114.61 - 114.61 0.56%

Extrusiva ácida 8 797.02 - - 8 797.02 43.29%

Extrusiva intermedia 743.15 - - 743.15 3.66%

Residual 0.18 - 1.82 2.00 0.01%

Riolita 5 120.64 - - 5 120.64 25.20%

Total general 20 116.06 132.82 70.41 20 319.30 100.00%

Cuadro 2. Geología presente en la Sierra de Los Agustinos

Unidad de suelosTotal

generalCastañozem lúvico

LitosolLuvisol crómico

Faeozem háplico

Phaeozem lúvico

Vertisol pélico

Superficie (ha) 39.11 742.99 3 042.76 12 867.38 773.15 2 853.91 20 319.30

Cuadro 3. Edafología presente en la Sierra de Los Agustinos

Dentro del bosque de Quercus de la Sierra de Los Agustinos destacan las siguientes familias en el sotobosque: Compositae (géneros Baccharis, Brickellia, Eupatorium, Senecio, Verbesina, Ver-nonia y Viguiera), Gramineae (géneros Aegopo-gon y Setaria), Leguminosae (géneros Acacia, Lupinus y Trifolium) y Labiatae (géneros Hyptis y Salvia), entre otros.

Los géneros de plantas vasculares más fre-cuentes en las sinusias (comunidades de plantas de estructura uniforme caracterizadas por poseer un solo tipo de forma vital, Alcaraz, 2011) epifí-ticas de los encinares son: Polypodium, Tilland-sia, Catopsis, Peperomia, Laelia, Epidendrum, Oncidium y Odontoglossum; en cambio, entre las trepadoras leñosas destacan Clematis, Smilax, Rhus, Archibaccharis, Parthenocissus, Solanum, Vitis y Rubus. En este rubro se reportan para las especies epifíticas los géneros Tillandsia y Laelia dentro del bosque de Quercus.

Un grupo algo aparte lo constituyen los he-miparásitos de la familia Loranthaceae, el género mejor representado es Phoradendron, le siguen en importancia Struthanthus y Psittacanthus; a me-

nudo la abundancia de estas plantas está ligada con la intensidad de ciertos tipos de disturbio.

Bosque de coníferas

En el apéndice 1 se adjuntan las fichas descrip-tivas de las tres especies de pino reportadas en la zona de estudio (siRe-Paquetes Tecnológicos, 2005) (figura 8a, b y c).

Además de Compositae y Gramineae, las fami-lias con representación de algunas especies en este tipo de vegetación a nivel de elementos herbáceos de plantas vasculares están: Leguminosae, Labia-tae, Scrophulariaceae, Rosaceae, Umbelliferae, Commelinaceae, Liliaceae, Caryophyllaceae, Ge-raniaceae, Boraginaceae, Cyperaceae, Iridaceae, Orchidaceae, Ranunculaceae, Cruciferae, Onagra-ceae, Oxalidaceae y Rubiaceae.

Vegetación acuática y subacuática

De los géneros presentes dentro del grupo de vege-tación acuática y subacuática, otras comunidades leñosas, bosques de galería (figura 9), se ubican los

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Figura 4. Bosque tropical caducifolio en la ladera del cerro El Piloncillo.

Figura 5. Matorral xerófilo rumbo a la comunidad Cieneguilla de Alzati.

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Figura 6. Pastizal natural (Muhlembergia macroura) en las faldas del cerro de Los Agustinos.

Figura 7. Especies de encino identificadas en la Sierra de los Agustinos: a) Quercus deserticola. b) Q. laurina.

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Figura 8. Especies de pino identificadas en la Sierra de los Agustinos. a) Pinus montezumae, b) P. pseudostrobus y c) P. teocote.

Figura 9. Bosque de galería en las cercanías a la comunidad de Huanumo, municipio de Acámbaro.

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de clima más fresco como son Alnus, Fraxinus y Prunus. Para los géneros arbustivos, se reportan Acacia, Baccharis y Brickellia, entre otras.

En adición a las especies de pino, en el apén-dice 1 se enlistan las especies de flora reporta-das para la Sierra de Los Agustinos. De las especies reportadas en el estudio, dos de ellas se encuentran en la categoría de amenazada, de acuerdo con lo establecido en la norma nom-059-semaRnat-2010: Albizia plurijuga y Erythri-na coralloides (familia Leguminosae), y otras dos especies están bajo protección especial: Dahlia scapigera (familia Compositae) y Cedrela dugesii (familia Meliaceae).

Fauna silvestre

Como resultado de la revisión documental com-plementada con trabajo de campo, en el apéndice 1 se enlistan las especies de vida silvestre repor-tadas en la zona. Son 33 registros de especies de mamíferos silvestres reportados (Apátiga et al., 2008), más otra especie de ardilla (Jerécuaro, 2009), dan un total de 34 especies. En la nom-059-semaRnat-2010 se encontraron listadas cinco especies bajo la categoría de amenazada: los mur-ciélagos Leptonycteris nivalis y L. curasoae, los ratones de campo Peromyscus maniculatus y P. boylii y una tuza del género Pappogeomys. Bajo la categoría sujeta a protección especial, figuran dos especies: la musaraña Cryptotis parva (Jeré-cuaro, 2009).

Se reportan 151 especies de 37 familias de aves de las cuales 67% son residentes permanen-tes, 3.3% residentes de verano, 22.5% visitantes invernales y 7.2% transitorias. Se identificaron ocho especies incluidas en la nom-059-semaR-nat-2010, dos en la categoría de amenazada: Bubo virginianus y halcón mexicano Falco mexi-canus; el resto se ubican bajo protección especial, donde cuatro son aves de presa diurnas: Accipi-ter spp. y Buteo spp., y una es ave canora y de ornato: el clarín jilguero Myadestes occidentalis (Villaseñor et al., 2008).

Para el área de estudio se reportaron 16 es-pecies de reptiles (Estrada et al., 2008), más otras dos especies (Jerécuaro, 2009), dan un to-tal de 18. Asimismo, se registraron cuatro espe-cies de anfibios (Estrada et al., 2008) y el Centro

de Innovación Aplicada en Tecnologías Compe-titivas (CiateC), reporta la presencia de la especie Hyla arenicolor, para un total de cinco especies. De las 23 especies de la herpetofauna registra-das en el anp, nueve están listadas en la nom-059-semaRnat-2010, de las cuales cuatro se encontraron bajo la categoría de amenazada: Masticophis mentovarius, Thamnophis eques, T. cyrtopsis y Lampropeltis triangulum. Bajo la ca-tegoría sujeta a protección especial, están cinco especies: Lithobates montezumae, Sceloporus grammicus, Barisia imbricata, Crotalus aquilus y C. molossus (Estrada et al., 2008).

El nuevo registro de anfibio por parte de Es-parza y Villagómez pertenece a la familia Hyli-dae y es conocido como ranita de las rocas (Canyon treefrog) especie de 32 a 57 mm (figura 13) que, de acuerdo con la International Union for Conservation of Nature (iuCn), está clasificada como de preocupación menor en la Lista Roja (que integra un sistema de clasificación de espe-cies bajo un riesgo de extinción global). Sin em-bargo, en vista de su amplia distribución, su alta población y sobre todo el ritmo al que desafortu-nadamente está decreciendo la especie, muy pronto se ubicará dentro de la categoría nt (Near threatened) o amenazada (iuCn, 2010).

Referente a la entomofauna, se reportan 100 familias de insectos, 15 de arañas y cinco de otros arácnidos; en el grupo dominante de los insectos (83.3%), el orden Diptera (moscas y mosquitos) fue el mejor representado con 20% de las familias, seguido por los escarabajos, con 19%; las mariposas fueron recolectadas en un número bastante bajo, probablemente por el efec-to de la época de recolecta (secas), sin embargo, la diversidad específica registrada fue alta ya que se logró una lista de 64 especies, de las cuales 12 son nuevos registros para el estado de Guanajua-to, cinco determinados a nivel de especie y siete especies de la familia Hesperiidae no determina-das (Ponce, 2008).

Por su parte, la mariposa monarca (Danaus plexippus) es especialmente conocida por su larga migración anual, que tiene lugar de agos-to a octubre; viene a México desde la región ubicada en los Estados Unidos de América, en-tre las Montañas Rocallosas y los Grandes La-gos, se desplaza por la Sierra Madre Oriental

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hasta entrar al Altiplano por las montañas más bajas y, antes de llegar a los estados de Mi-choacán y México para su hibernación, cruza la parte sur del estado de Guanajuato transitan-do por la parte noreste de la Sierra de Los Agustinos, localizada en el municipio de Jeré-

cuaro (Comunidad de San Juan Viejo), pasa por la Comunidad de La Chicharronera, en el mu-nicipio de Acámbaro, hasta la Comunidad de Huanumo del mismo municipio en dirección suroeste, trazando el corredor biológico que se exhibe en las figuras 10 a 12.

Figura 10. Avistamiento de mariposa monarca en la comunidad de San Juan Viejo, municipio de Jerécua-ro (fotografía de José de Jesús Esparza y Mario Alberto Villagómez).

Figura 11. Ruta migratoria de la mariposa monarca en Norteamérica. Los puntos azules muestran los lugares donde fue observada en los meses de noviembre y diciembre.

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Comentarios finales

El anp de Los Agustinos es uno de los pocos espacios en el estado de Guanajuato que aún conservan y albergan una gran biodiversidad, la cual puede ser considerada como un oasis en el Bajío dado el contraste con las zonas agríco-las y urbanas que la rodean y que ejercen una presión sobre los recursos naturales.

A pesar de que esta zona posee una gran riqueza desde el punto de vista social, presenta un fenómeno migratorio muy importante por las condiciones de marginación y falta de em-pleo, lo que se ve reflejado en la problemática

ambiental que presenta: deforestación, extrac-ción de leña, sobrepastoreo, ampliación de la frontera agrícola de temporal, cacería, extrac-ción de tierra de monte y tráfico de especies.

Un punto a resaltar en esta área natural son los grandes esfuerzos por parte del Instituto de Ecología del Estado, a través de su programa Fondo para el Mejoramiento y descentralización Ambiental del Estado de Guanajuato (foam), para rescatar y mantener los espacios con alto valor ecológico, social y cultural. Sin embargo, es necesario implementar un sistema de vigi-lancia participativa en los tres niveles de go-bierno y el sector social.

Literatura citada

Alcaraz, F.J. 2011. Geobotánica. España, Universidad de Murcia.

Apátiga, M.C., J. Boizo y N. Mendoza. 2008. “Mastofau-na de la Sierra de los Agustinos”, en L.E. Villase-ñor (ed.), Diagnóstico ambiental del área de uso sustentable sierra de los agustinos, municipio de Acámbaro, Guanajuato, Ayuntamiento de Acám-baro y Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Editorial Universitaria, pp. 97-109.

Figura 13. Ranita de las rocas (Hyla arenicolor) (fotografía de José de Jesús Esparza y Mario Alberto Villagómez).

Arizaga, S., J. Martínez-Cruz, M. Salcedo-Cabrales et al. 2009. Manual de la biodiversidad de encinos michoacanos. México, Secretaría del Medio Am-biente y Recursos Naturales (Semarnat)/Instituto Nacional de Ecología (ine).

Estrada, A., M. Quintero y O.A. Medina. 2008. “Herpetofau-na de la Sierra de los Agustinos”, en L.E. Villaseñor (ed.), Diagnóstico ambiental del área de uso susten-table Sierra de Los Agustinos, municipio de Acám-baro, Guanajuato, Ayuntamiento de Acámbaro y Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Editorial Universitaria, pp. 141-165.

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Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. México, Limusa. sire (Sistema Integrador de Recursos Empresariales)-Paque-

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Villaseñor, L.E. (ed.). 2008. Diagnóstico ambiental del área de uso sustentable Sierra de Los Agustinos, Muni-cipio de Acámbaro, Guanajuato, Ayuntamiento de Acámbaro y Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Editorial Universitaria.

—, F.R. Pineda, L. Villaseñor et al. 2008. “Avifauna de la Sierra de Los Agustinos”, en L.E. Villaseñor (ed.), Diagnóstico ambiental del área de uso sustentable Sierra de Los Agustinos, municipio de Acámbaro, Guanajuato, Ayuntamiento de Acámbaro y Facul-tad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Editorial Universitaria, pp. 111-139.

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Juan t. fRías heRnánDez | Rafael RamíRez malaGón | víCtoR olalDe poRtuGal

PROPUESTA DE UN PROGRAMA DE REFORESTACIÓN CON MEZQUITE (Prosopis laevigata)

Introducción

El mezquite (Prosopis laevigata) es una especie nativa y endémica de los estados del centro de México que se distingue por sus usos y benefi-cios, como madera de gran calidad que, por su dureza y durabilidad, se emplea en la fabrica-ción de muebles, también se utiliza como com-bustible y en la construcción; el fruto sirve de alimento para los humanos, el ganado y la fauna silvestre; tiene usos medicinales; sus flores melíferas y la goma sirven de alimento. Además, tiene considerables beneficios ecológi-cos, como la retención y enriquecimiento del suelo, funciona como planta nodriza, es ate-nuante de las condiciones climáticas extremas y sirve de hábitat para numerosas especies de fauna, insectos y microflora (Galindo y García, 1986; Frías-Hernández, 1998). La producción de frutos de árboles de P. laevigata puede ser de 20 a 30 kg de vainas/árbol/año. Esta especie, como muchas del género, es tolerante a suelos semiá-ridos o salinos (Tewari et al., 1998; Felker et al., 2008) (figura 1).

El potencial forestal de P. laevigata es impor-tante en México, sin embargo, sus poblaciones han sido severamente afectadas: en 1971 se esti-maban 12 millones de hectáreas de mezquitales (Flores et al., 1971) y tan solo 23 años después se reportaba la desaparición de 66% de este tipo de vegetación en el país (saRh, 1994). En el estado el mezquite es importante por su distribución, ya que está presente en todos los municipios; no obstante, actualmente mantiene la calidad de re-licto hacia el margen de los caminos, en las ca-beceras de los campos de labor o en los traspatios de los poblados rurales. Siendo que, al inicio de la Colonia, principalmente en la región central del estado, había una vegetación dominada por mezquites que fueron talados para dar paso a la agricultura o para apoyar la minería (Ramírez-Malagón, 2007).

Ahora, Guanajuato es considerada una de las entidades de mayor importancia agropecuaria del país. Tiene la mayor superficie irrigada con fines agrícolas por unidad de superficie, donde se

Figura 1. Ejemplares arbóreos de P. laevigata en la región del Bajío guanajuatense (fotografía de Juan T. Frías Hernández).

Frías Hernández, J. T., R. Ramírez Malagón y V. Olalde Portugal. 2012. “Propuesta de un Programa de Reforestación con Mezquite (Prosopis laevigata) “ en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 444-448.

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concentran 25% de todos los pozos de riego del país, por lo que el estado es considerado una zona de alta productividad en granos, cereales y hortalizas, además de que se cultivan una gran diversidad de especies vegetales (cerca de 70 es-pecies). En contraste, es también un estado con altos índices de desertificación por procesos ero-sivos, de salinización y contaminación de los suelos, con una vegetación nativa altamente per-turbada debido a tasas aceleradas de deforesta-ción y sobrepastoreo, además de la expansión cada vez más creciente de la frontera agrícola. Probablemente estos procesos de degradación es-tén asociados a la alta densidad de población con más de 130 habitantes/km2 (GeG, 2000), conside-rada como de las más altas del país, por lo que los recursos agua, suelo y vegetación presentan grados alarmantes de deterioro en diversas loca-lidades de la entidad, especialmente la elimina-ción de la cubierta vegetal original o nativa que ocurre desde los tiempos de la Colonia (Frías-Hernández, 2006).

Aunque se han hecho esfuerzos para recuperar la vegetación por medio de la reforestación, éstos han dado resultados mínimos si se comparan las superficies deforestadas con las reforestadas. Ade-más, en algunas zonas del estado se han empleado especies vegetales no apropiadas, y frecuentemen-te los esfuerzos se quedan en la plantación en campo de las plántulas provenientes de viveros, con limitadas tasas de supervivencia (Frías-Her-nández, 2006). Es, por lo tanto, impostergable di-señar, implementar y ejecutar programas de reforestación integrales, viables y óptimos desde el punto de vista tecnológico y social.

Es urgente plantear y efectuar un plan de acción que permita la regeneración de áreas de-gradadas con el fin de recuperar el beneficio ecológico y potencial productivo, a través de la reforestación con el mezquite (P. laevigata).

Cabe mencionar que algunas de las causas por las que el mezquite no ha sido ampliamente incluido en los planes nacionales de reforesta-ción son: a) La dificultad de obtener semillas sanas, debido a que presentan un pericarpio le-ñoso difícil de eliminar y que impide la germi-nación, así como por ser atacado severamente por un brúquido o escarabajo (Algarobius spp.) que se alimenta del embrión; b) El mezquite es

una especie que depende de insectos voladores (avispas y abejas principalmente) para su poli-nización y, aunque tiene flores hermafroditas, son autoincompatibles, lo que origina una gran variabilidad genotípica y fenotípica, por lo que se reducen las ventajas de reforestar con plán-tulas originadas de semillas.

Sin embargo, investigaciones realizadas en el Instituto de Ciencias Agrícolas de la Univer-sidad de Guanajuato (iCa) han demostrado que esta especie se puede reproducir vegetativamen-te, de manera específica a través de acodos, y así las plántulas obtenidas pueden crecer más de un metro de altura, florecer y fructificar en 10 meses, lo que significaría una gran mejoría comparada con el método tradicional de repro-ducción por semilla, además de llevar implícita la ventaja de que se pueden seleccionar indivi-duos sobresalientes de muchos años de edad (10 en adelante) y obtener clones de éstos, como fue el caso de Prosopis alba, que alcanzó tasas de propagación de 66% (Vega et al., 1999).

Por otra parte, en investigaciones realizadas en el iCa y el Cinvestav-Irapuato, se ha descu-bierto que plántulas de especies leguminosas arbóreas nativas, entre ellas el mezquite, en su etapa de crecimiento inicial tienen un desarro-llo en altura y diámetro tres veces mayor res-pecto a las plantas testigo si se adicionan al sustrato microorganismos benéficos como Ba-cillus subtilis u hongos endomicorrícicos del género Glomus, o la mezcla de estos dos biofer-tilizantes, lo que favorece el crecimiento y for-talece la planta ante situaciones de estrés por baja humedad o sequía o por falta de nutrientes.

Propuesta para un programa de reforestación

Los biofertilizantes pueden ser aplicados en pro-gramas de reforestación para incrementar las pro-babilidades de éxito en el establecimiento y en las tasas de crecimiento de las especies forestales por las acciones de recuperación de zonas deforesta-das. De acuerdo con lo anterior, se propone un proyecto para el diseño de un programa de refo-restación con el mezquite (P. laevigata) en el es-tado, utilizando herramientas biotecnológicas.

Las directrices generales del proyecto se di-viden en cinco pasos:

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1. Selección de progenitores. Identificación de árboles con características sobresalientes en cuanto a la conformación de tronco y copa, gra-do de fructificación y características particulares del fruto (tamaño y sabor) en tres regiones im-portantes del estado (norte, Bajío centro y sur). Para la elaboración de las fichas técnicas de cada individuo y el banco de datos es importante re-conocer también características como: fisiogra-fía, vegetación asociada, si está en agostaderos, tierras de cultivo, traspatios o jardines de comu-nidades; además, se recomienda incluir fotogra-fías para completar los registros.

2. Obtención de individuos por reproducción vegetativa a través de acodos aéreos (figura 2a). Los acodos aéreos constituyen una herramienta importante en la reproducción vegetativa de plan-tas, pues una vez enraizados se establecen en sombra durante un mes, y ya arraigados fuera de la planta madre se trasplantan a su lugar definiti-vo. De cada árbol seleccionado se recomienda es-coger 100 ramas jóvenes suberisadas para realizar el acodo, se hace un anillado de aproximadamen-te 2 cm entre dos nudos. Al eliminar el tejido floe-mático se interrumpe el paso de nutrientes y de las auxinas, la incisión se cubre con un pedazo de papel absorbente lo suficientemente grande para abarcar el anillo y para que la rama pueda absor-ber el regulador de crecimiento. Después de hume-decer el papel con una solución de auxina hasta saturarse y comenzar a gotear, se cubre el acodo con una bolsa de plástico, amarrándola sólo por uno de los extremos (figura 2a). El acodo se cubre completamente con un sustrato saturado con agua para mantenerlo húmedo durante la mayor canti-dad de tiempo. Una vez que el acodo está bien cubierto por el sustrato, se cierra el otro extremo de la bolsa para evitar salidas excesivas de hume-dad o la caída y pérdida completa del acodo. Éste no debe quedar con una polaridad invertida, es decir, la rama permanecerá en posición vertical, para lo que se amarra a otra rama o al mismo tronco. A los 15 días, se verificará el nivel de hu-medad; con una jeringa se inyectan 100 ml de agua para evitar la deshidratación del acodo sin tener que abrirlo y ocasionar algún daño (Delgado Bernal, 2005).

3. Preparación de sustratos y trasplante de acodos. Se preparan bolsas de polietileno negro

con sustrato de tierra lama, adicionado con 5 ml de la bacteria B. subtilis como promotora del cre-cimiento y refuerzo de enraizamiento y 20 gr de inóculo endomicorrícico de diferentes especies de Glomus. En dichas bolsas, se trasplantan las ra-mas acodadas que produjeron 300 o más raíces. Se colocan bajo una cubierta de sombra con un paso de luz de 60%, por un periodo de 30 a 60 días, después de los cuales las plantas están listas para su trasplante definitivo en campo (Delgado Bernal, 2005) (figura 2b).

4. Plantación en campo. Dependiendo de las condiciones del campo, se recomienda la cons-trucción de bordos de retención de acuerdo con las curvas de nivel a fin de minimizar la erosión del suelo y detener el deterioro del sitio. Los suelos deben ser de preferencia profundos, ya que la raíz pivotante del mezquite alcanza hasta 60 metros de profundidad. Si el suelo es pobre en materia orgá-nica, es conveniente hacer una aplicación de es-tiércol de al menos 2 kg por planta durante los primeros dos años. Se recomienda plantar 400 plantas/ha, estableciendo varias líneas por hectá-rea con una separación de 5 m entre las plantas. La profundidad de trasplante es de 40 cm, aproxi-madamente. La introducción a campo deberá ha-cerse en el mes de mayo, antes del comienzo de la época de lluvias, pero con un riego de auxilio mientras se establece la temporada de lluvias. Para asegurar el desarrollo de las plantas se reco-mienda proteger la plantación del pastoreo.

5. Mantenimiento de la plantación. En este proceso se recomiendan las siguientes actividades:

a) Tutoreado. Las plántulas que lo requieran serán atadas a un tutor de alambrón, clavado junto a la planta para mantener erecto el tallo principal. b) Poda. En cada época de sequía (enero-abril) serán podadas las ramas secunda-rias para dejar el tallo principal. c) Riegos de auxilio. En la medida de lo posible se darán dos o tres riegos de auxilio en los meses de diciem-bre a mayo durante la temporada seca, prefe-rentemente serán riegos dirigidos durante los primeros dos años, de allí en adelante la pro-fundidad de raíz de la planta le permite buscar agua edáfica para su supervivencia. d) Limpieza y mantenimiento del cajete. Al inicio y al final de la época de lluvia se dará una limpieza ma-nual con una desvaradora mecánica, además de

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Figura 2a. Enraizamiento de mezquite y plantas ob-tenidas de acodos aéreos (fotografía de Juan T. Frías Hernández).

Figura 2b. Plantas de mezquite generadas por aco-dos aéreos (fotografía de Juan T. Frías Hernández).

reconstruir el cajete para una óptima captación y retención de humedad.

Las plantas comienzan a fructificar a los cin-co años y a partir de entonces, siguen incremen-tando su rendimiento en kilogramos de vainas por árbol, hasta llegar a 30-40 kg por árbol a la edad de 10 años, de allí en adelante mantienen ese rendimiento anual.

Consideraciones complementarias

Este programa contempla fundamentalmente las actividades para producir plantas de mezquite por un método novedoso con el uso de herra-mientas biotecnológicas. Es importante señalar que el éxito de esta propuesta se fincará, ade-

más, en la adecuada gestión de las áreas a refo-restar, su cuidado, mantenimiento y manejo posterior. Se sugiere realizar alianzas, conve-nios u otro tipo de relación con dependencias como la Secretaría de la Defensa Nacional (Se-dena), la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del estado de Guanajuato (sDa), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el Instituto de Eco-logía del Estado de Guanajuato (iee), etcétera, para aprovechar los recursos humanos y mate-riales que estas dependencias destinan a pro-gramas similares. Todo esto con el fin último de recuperar la cubierta vegetal del estado y refo-restar las zonas degradas con especies nativas del estado como es el mezquite.

Literatura citada

Delgado Bernal, E. 2005. Propagación vegetativa y sexual del mezquite (Prosopis laevigata) por medio de regula-dores de crecimiento, tesis de licenciatura. Instituto de Ciencias Agrícolas, Universidad de Guanajuato.

Felker, P., M. Ewens, M. Velarde et al. 2008. “Initial eva-luation of Prosopis alba griseb clones selected for growth at seawater salinities”, Arid Land Research and management 22: 33-345.

Flores, M.G., J. Jiménez, X. Madrigal et al. 1971. Mapa de tipos de vegetación de la República Mexicana. Mé-xico, Secretaría de Recursos Hidráulicos (saRh).

Frías-Hernández, J.T. 1998. Papel del mezquite (Prosopis laevigata) en la sustentabilidad de un ecosistema semiárido, tesis de doctorado. Guanajuato, Méxi-co. Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), Instituto Politécnico Nacional (ipn.)

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Galindo, A.S. y E. García. 1986. “The Uses of Mezquite (Prosopis spp.) in the highlands of San Luis Po-tosí, México”, Forest Ecology and Management 16: 49-56.

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Ramírez-Malagón, R. 2007. Caracterización morfológica y molecular del mezquite (Prosopis laevigata). Tercer Foro de Investigación y Vinculación de la Univer-sidad de Guanajuato. Guanajuato, Gto. 30 de julio.

saRh (Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos). 1994. Compendio estadístico de la producción fo-restal 1989-1993. México.

Tewari, J.C., N.M. Pasiecznik, L.N. Harsh et al. 1998. Prac-tices for raicing Prosopis plantations in saline soils-Gurbacham Sing. The Prosopis Society of India and the Henry Doubleday research Association. Karnal, India, Central Soil Salinity Research Institute.

Vega, M.V., G. Castillo de Meier, V. Pérez et al. 1999. “Ob-tención de plantas de Prosopis alba (Leguminosae) mediante acodos aéreos”, Phyton 65: 83-86.

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José villanueva Díaz | Julián CeRano paReDes | Juan estRaDa ávalos | viCenta Constante GaRCía euniCe n. CoRtés baRReRa

ESTUDIOS DENDROCLIMÁTICOS CON AHUEHUETE (Taxodium mucronatum) EN GUANAJUATO Y ACCIONES PARA SU CONSERVACIÓN

Introducción

Los ecosistemas riparios o bosques de galería son sitios de alta biodiversidad debido a que co-nectan los ecosistemas acuáticos con los terres-tres, facilitan el movimiento de nutrientes y favorecen la estabilidad del cauce, entre muchos otros beneficios (Treviño et al., 2001). Una de las especies más representativas de estos ecosis-temas es el ahuehuete o sabino (Taxodium mu-cronatum) considerado el árbol nacional de Mé-xico (Luque, 1921). Los árboles de esta especie alcanzan dimensiones colosales, particularmen-te en diámetro, e imprimen una belleza escéni-ca singular al paisaje (Martínez, 1963). Dado que es la especie más longeva en México, algu-nos individuos pueden lograr edades que supe-ran el milenio (Villanueva et al., 2006; Suzán-Aspiri et al., 2007; Villanueva et al., 2007), por lo que pueden ser utilizados para representar y reconstruir las condiciones paleoclimáticas de precipitación y de flujo (Bradley, 1999; Stahle et al., 2000; Villanueva et al., 2003, 2007).

El estado de Guanajuato, que forma parte de la región hidrológica número 12, río Lerma-Santiago (Inegi, 1998), posee ecosistemas de galería, en los cuales el ahuehuete es una de las especies dominantes (Martínez, 1963; Rzedows-ki, 1986; Cortés-Barrera, 2010). Sin embargo, los problemas de contaminación, ocasionados por descargas directas de aguas residuales de origen urbano e industrial a los cauces natura-les y el almacenamiento o desvío de agua con fines agrícolas, así como el cambio de uso del suelo y daños directos al arbolado, han propi-ciado que muchas de las poblaciones de ahue-huete en Guanajuato hayan sido eliminadas o se encuentren en serio peligro de desaparecer.

Por lo anterior, y para analizar la variabili-dad hidroclimática en el tiempo así como el im-pacto de patrones atmosféricos circulatorios, se estudiaron los patrones de los anillos de creci-

miento anuales de ejemplares de ahuehuetes (Villanueva et al., 2005). El objetivo de este es-tudio fue desarrollar cronologías de anillos de crecimiento de ahuehuete con el fin de derivar información climática de la región estudiada, determinar las edades de los individuos y pro-poner acciones para su conservación.

Metodología

Los sitios de estudio fueron determinados en zonas con presencia de ahuehuetes, ubicados en ecosistemas de galería del centro-sur de Gua-najuato, y distribuidos en los municipios de Ma-nuel Doblado, Jerécuaro y Salvatierra (cuadro 1). Para cada uno de los individuos selecciona-dos, se determinaron sus características morfo-lógicas y se obtuvieron núcleos de crecimiento (virutas) o incrementos con un taladro de Pressler. Los núcleos se procesaron en el Labo-ratorio de Dendrocronología del Instituto Nacio-nal de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (inifap), con métodos dendrocronoló-gicos estándar (Stokes y Smiley, 1968). La com-paración entre sitios permitió analizar semejan-zas y discrepancias entre cronologías y su comportamiento en el tiempo (Villanueva et al., 2009). Las cronologías semejantes se integraron en cronologías regionales que representan la variabilidad climática que caracteriza a una zona más extensa (Fritts, 1976).

Con las series de tiempo producidas y la in-formación climática obtenida se generaron re-construcciones históricas de precipitación y flujo, con las que se analizó la variabilidad hidrocli-mática regional, su comportamiento histórico y sus tendencias a largo plazo (Cook y Peters, 1981; Fritts, 1991). Esta información generada es de gran relevancia para el manejo y planeación ac-tual y futuro del uso del agua en la región.

Villanueva Díaz, J., J. Cerano Paredes, J. Estrada Ávalos, et al. 2012. “Estudios dendroclimáticos con ahuehuete (Taxodium mucronatum) en Guanajuato y acciones para su conservación” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/ Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 449-455.

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Nombre del sitio Clave del sitioCoordenadas (grados)

Elevación (m)Periodo de la cronologíaLatitud norte

Longitudoeste

Manuel Doblado MDO 20.65 101.88 1 735 1770-2006

Jerécuaro JER 20.14 100.52 1 950 1880-2007

Chamácuaro CHA 20.15 100.88 1 816 1860-2000

Cuadro 1. Sitios de recolecta para el desarrollo de series dendrocronológicas de ahuehuete en Guanajuato.

La variabilidad hidroclimática detectada se correlacionó con índices de patrones de circula-ción atmosférica global como, por ejemplo, los ocasionados por El Niño Oscilación del Sur (enso, por sus siglas en inglés), que ejerce una influencia climática en la región (sDa, 2006). Los periodos secos y húmedos detectados en las reconstrucciones se cotejaron con los datos his-tóricos documentados, así como con otras re-construcciones dendroclimáticas desarrolladas para otras regiones del país. El conocer la co-bertura de estos eventos es un indicio de la magnitud y del impacto social y económico que pueden ejercer los cambios climáticos en la so-ciedad. Por otra parte, aunque la estimación de edades se realizó sólo en los individuos selec-cionados, su análisis proporciona una idea aproximada de la dinámica de las poblaciones de ahuehuete e indica las necesidades de con-servación y restauración de los ecosistemas frá-giles en los que habitan estos árboles.

Resultados y discusión

De acuerdo con las series dendrocronológicas de anillo total, las cronologías permitieron hacer inferencias al pasado hasta el año 1770 en el caso de Manuel Doblado, mientras que la exten-sión cronológica de Chamácuaro y Jerécuaro al-canzaron los años 1860 y 1880, respectivamente.

Las cronologías generadas mostraron seme-janzas y discrepancias para ciertos periodos, lo cual indica que responden a condiciones climá-ticas generales que afectan tanto a la región hidrológica como a sitios específicos, en este caso el lugar donde se desarrollan (figura 1). Al analizar el periodo entre 1880 y 2000 se deter-minó un comportamiento similar en el desarro-

llo de los individuos, lo que se traduce en una correlación significativa para los sitios Manuel Doblado con Jerécuaro (r = 0.215, p<0.01) y Chamácuaro y Jerécuaro (r = 0.28, p<0.001). Por lo tanto, se intentó integrar las cronologías Manuel Doblado y Jerécuaro de ambas series y generar una reconstrucción de precipitación para el centro-sur del estado de Guanajuato, de los últimos 238 años (1770-2007).

Para la reconstrucción de la precipitación se integraron los datos de 10 estaciones climáticas de Guanajuato; detectando que el periodo de precipitación acumulada entre enero y mayo fue el que más influyó en el crecimiento del ahue-huete en esta región (figura 2).

La cronología de los ahuehuetes en cada re-gión analizada se empleó para reconstruir cau-dales (gastos). Dicha cronología se correlacionó con datos hidrométricos de la estación Las Ad-juntas, ubicada en la región hidrológica número 12, cuenca río Lerma-Salamanca, corriente río Turbio, que comprende la porción central y suro-riental del estado de Guanajuato y ocupa una superficie de 10 400 km2 (33.8 % de la superficie estatal). La reconstrucción del caudal abarcó los últimos 238 años, entre los años 1770 y 2007. La cronología regional correspondió significativa-mente con el flujo acumulado del periodo julio-diciembre, previo a la estación de crecimiento, es decir, que el crecimiento del sabino dependió del volumen de gasto acumulado del río Turbio en los meses de julio a diciembre del año que prece-dió su crecimiento (figura 3). Se presentó un flu-jo medio anual de 148.00 x 106 m3 (figura 3). La importancia de este resultado radica en que el flujo reconstruido representa 97% del escurri-miento total anual del río Turbio, que se estima en un volumen de 85 769 x 103 m3.

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Figura 1. Comparación gráfica de los índices anuales de cronologías entre los años 1770 y 2007 de anillo to-tal para ahuehuetes del estado de Guanajuato. MDO: Manuel Doblado; JER: Jerécuaro; CHAM: Chamácuaro.

Figura 2. Precipitación reconstruida (enero-mayo) para el centro-sur de Guanajuato de acuerdo con la crono-logía regional de ahuehuete. Ppt_Reconst: Precipitación reconstruida.

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Figura 3. Reconstrucción histórica del flujo hidrológico estacional de julio a diciembre en la cuenca del río Lerma, corriente río Turbio, Manuel Doblado, Guanajuato.

La reconstrucción histórica indica periodos en los cuales los caudales presentaban un flujo ma-yor al volumen histórico promedio (años 1774, 1793, 1813, 1845, 1848-1849, 1909, 1911, 1914, 1915 y 1993). En contraste, los caudales por aba-jo de la media se presentaron en los periodos 1779-1790, 1800-1840 (en esta etapa únicamente los años de 1814-1816 indican volúmenes apenas por arriba de la media), 1863-1906, 1945-1963, 1978-1987 y 1996-2004. De 1900 a la fecha, no se ha registrado ningún evento extremo con una disminución de flujo, como los registrados en las primeras y últimas décadas del siglo xix.

Con base en estos resultados, las sequías re-construidas cubren los periodos de 1778-1789, 1798-1811, 1817-1839, 1862-1905, 1944-1961, 1977-1985 y 1995-2002, cabe mencionar que éstos corresponden con algunos de los eventos socioeconómicos más importantes que han afectado al estado de Guanajuato y a otras re-giones de la República Mexicana (Florescano, 1980; Endfield et al., 2004; Contreras, 2005).

Por otra parte, la sincronización entre even-tos húmedos y secos no ha sido similar entre las reconstrucciones de precipitación invierno-pri-mavera, particularmente si comparamos la pre-cipitación del centro-sur de Guanajuato con las

del norte y noreste de México (figura 4). Esta situación pudiera atribuirse al impacto diferen-te de El Niño en las regiones comparadas, ya que este fenómeno produce en su fase cálida un efecto de mayor intensidad en el norte de Méxi-co que en la región de Guanajuato (Inafed, 2005). No obstante, ciertos períodos húmedos fueron comunes para las reconstrucciones, lo cual significa que eventos enso de alta intensi-dad pudieron haber impactado gran parte del territorio nacional, incluyendo Guanajuato.

En cuanto a las edades de los árboles de Taxodium se reconoce la presencia de individuos centenarios en los diversos sitios en Guanajua-to (figura 5). Chamácuaro fue el lugar donde se pudieron estimar árboles con edades mayores de 500 años y hasta 900 años, a partir de algunos individuos con pudriciones en la médula. Mien-tras que en Manuel Doblado dominan indivi-duos con 100 a 200 años y en Jerécuaro la mayoría no alcanza más de 150 años de edad.

Conclusiones

El conocimiento histórico de la variabilidad del clima constituye un elemento esencial para en-tender las condiciones actuales y las tendencias

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Figura 4. Tendencias de la precipitación reconstruida para el periodo invierno-primavera en diversas regio-nes de México, incluyendo la parte centro-sur de Guanajuato.

Figura 5. Edades de especímenes de ahuehuete para tres sitios de muestreo en Guanajuato.

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Figura 6. Rodal de ahuehuete ubicado en un sitio aledaño a la comunidad San Juan de la Huerta, Adjuntas sobre el río Turbio. El sitio muestra alta contaminación y mortandad de árboles.

futuras. Con ese fin, se elaboraron las cronolo-gías de tres sitios de la parte centro-sur de Gua-najuato a partir de ejemplares de ahuehuete, los que mostraron una respuesta climática similar, con lo que se puede determinar una cronología a nivel regional. Las reconstrucciones climáticas coincidieron en gran medida con eventos histó-ricos documentados de sequías e inundaciones para el estado de Guanajuato y para otros estados de la República Mexicana.

Un análisis minucioso del efecto histórico de El Niño mostró alta inconsistencia con respecto a su impacto en Guanajuato, ya que sólo aquellos eventos de El Niño de alta intensidad tuvieron influencia en la precipitación y flujo a lo largo de todo el territorio. De esa manera, para lograr un conocimiento más sólido de la evolución y del impacto de este fenómeno, es necesario analizar el comportamiento de un mayor número de va-riables climáticas, junto con la información me-teorológica procedente del monitoreo continuo del Pacífico Tropical, que permita un entendi-miento más completo de la influencia de enso en Guanajuato con fines predictivos.

Es importante mencionar que las poblaciones de ahuehuete en Guanajuato se encuentran se-

riamente afectadas y amenazadas, debido a pro-blemas de contaminación de los cauces, cambios en el uso del suelo y por daños físicos ocasio-nados directamente al arbolado; lo que se pre-senta particularmente en algunos sectores del río Turbio (figura 6). Muchos de los individuos centenarios de ahuehuete presentes en Chamá-cuaro han sido talados, quemados, podados o desramados para incrementar la frontera agrí-cola. Por otra parte, la información paleoclimá-tica y ecológica contenida en los crecimientos anuales del ahuehuete, aunado a su capacidad estabilizadora de cauces y como parte de la bio-diversidad acuática y terrestre, le hacen una especie merecedora de atención.

Por lo tanto, se requiere implementar lo an-tes posible acciones de restauración de los bos-ques de galería donde se desarrollan estos árboles, que involucren tratamiento de aguas residuales, así como evitar el uso del cauce como área de drenaje y el establecimiento de plantaciones de ahuehuete en los márgenes de los ríos. Además, es necesario una educación ambiental que fomente la conservación de esta y de otras especies riparias, que forman parte del patrimonio nacional.

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José alfonso aGuiRRe Gómez | maRía De louRDes GaRCía leaños

CONSERVACIÓN IN SITU DE LA BIODIVERSIDAD DEL MAÍZ

México es centro de origen y distribución del maíz (Wellhausen et al., 1951), lo cual queda demostrado por la gran cantidad de razas y ti-pos de maíz clasificados a lo largo de nuestro país. En el Bajío guanajuatense se distribuyen algunas de las razas que han sido importantes para satisfacer la demanda alimenticia de las familias campesinas, principalmente en las áreas o regiones en donde se practica la agricul-tura de temporal. Actualmente, estas razas han sido desplazadas y se están dejando de sembrar, por lo que su pérdida es inminente (Aguirre, 1999; Brush et al., 1988).

Para evitar la pérdida de nuestros recursos fitogenéticos se han emprendido diversas accio-nes a nivel mundial para establecer acuerdos sobre el estudio y manejo de la diversidad ve-getal. Las instituciones de investigación necesi-tan generar bases científicas que permitan la conservación ex situ e in situ de las especies vegetales. Actualmente existen pocos estudios que integren la forma de realizar la conserva-ción con la participación de agricultores in situ (Altieri y Merrick, 1987). De acuerdo con ello, y con la finalidad de conocer la situación de la diversidad del maíz, se realizaron colectas de las poblaciones criollas o de razas nativas de maíz durante los años 1999-2003 en las tres regiones productoras de maíz en el estado (cen-tro, norte y sureste). El trabajo pretende asegu-rar la conservación de las poblaciones nativas, evitar costos por la adquisición de semillas ex-ternas y fomentar aspectos culturales que acompañan a las poblaciones de maíz.

Descripción del área de estudio

Esta investigación se desarrolló en las regiones agroecológicas que se ubican en el estado de Gua-najuato: 1) Región del Bajío, que corresponde al centro y sur del estado con altitudes que van de 1 600 a 1 800 msnm, clima templado con tempe-

ratura media anual de 20 °C y rango de precipita-ción de 450-850 mm anuales. En esta región se ubican los Distritos de Desarrollo Rural (DDR) 03 León, 04 Celaya y 05 Cortázar; 2) Región semiári-da que corresponde al norte del estado, con altitu-des que van de 1 800-2 200 msnm, clima templa-do semiseco con temperatura media anual de 18 °C y una precipitación entre 350-500 mm anuales. En esta región se ubican los DDR 01 Do-lores Hidalgo y 02 San Luis de la Paz, ambas re-giones en donde el cultivo de maíz ocupa la mayor extensión del área sembrada en el estado, lo cual ha hecho que se conserven muchos aspectos cul-turales sobre la producción del grano (Tapia y García-Nieto, 1991).

Las dos regiones agroecológicas se dividieron en tres áreas agrícolas importantes para la pro-ducción de maíz. Estas son: región norte, que con-cuerda con la división de los DDR 01 y 02, y se encuentra formada por 13 municipios, la región sureste que comprende el área del DDR 04, forma-da por ocho municipios, y, por último, se ubica a la región centro-sur que concuerda con la división de los DDR 03 y 05, formada por 15 municipios (figuras 1 y 2).

Método

De cada variedad y población se escogieron seis mazorcas representativas durante la temporada de cosecha, entre diciembre y enero, para obtener una muestra representativa de las semillas. De dicha muestra se tomaron de 4 a 6 granos por cada mazorca para formar un compuesto balan-ceado de la población –de 200 a 400 granos– (Aguirre et al., 1998). El trabajo fue realizado en varias etapas: en 1999 se iniciaron las activida-des en la región sureste, en 2002 el estudio fue enfocado en la región centro-sur y, por último, en 2003 se realizó la recolecta en la región norte del estado. Las muestras recolectadas se registra-ron con el apoyo del doctor Juan Manuel Her-

Aguirre Gómez, J. A. y M. de L. García Leaños. 2012. “Conservación in situ de la biodiversidad del maíz “ en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 456-459.

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Figuras 1 y 2. Regiones agroecológicas para la producción de maíz, asociado a los tipos de clima del estado de Guanajuato.

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nández Casillas, experto en identificación mor-fológica de poblaciones de maíz.

Al mismo tiempo se aplicaron encuestas a los productores para obtener información sobre aspectos generales de cada unidad de produc-ción (familia, financiamiento, comercialización, formas de selección de semillas, tipo de semillas y usos del maíz).

Resultados y análisis

El análisis sobre diversidad del maíz en la enti-dad mostró que los productores conservan aún sus semillas de las distintas razas, se presentó un total de 363 diferentes poblaciones de maíz, aun-que la cantidad de producción difiere con los usos. La región con mayor diversidad de germo-plasma nativo fue el sureste con 260 recolectas, debido posiblemente a las favorables condiciones agroecológicas para el desarrollo del cultivo de maíz y por la limitada interacción que se tiene con tecnologías modernas, infraestructura y me-dios necesarios para la producción del mismo (Smale et al., 1999).

En la región centro-sur, el desplazamiento de las poblaciones de las distintas razas ha sido fuerte, a tal grado que han sido confinadas a laderas, traspatios y áreas aisladas de temporal. Inclusive en algunos casos se manifiesta moles-tia por parte de agricultores cuando se siembran estas razas cerca de parcelas con maíces híbri-dos, debido al entrecruzamiento del polen entre las variedades, lo que demerita el precio de sus cosechas.

En la región norte el bajo número de mues-tras es reflejo de la fuerte variación ambiental que se presenta en esta parte del estado. Cabe mencionar que el año 2003 no fue bueno para esta región por la ausencia de lluvias en la eta-pa de llenado de grano.

De acuerdo con la clasificación se determinó el porcentaje de razas nativas, cruzas, acriollados, mejorados, y se distinguió entre grano blanco, de color y mezclado. Los resultados se estandarizaron en las tres regiones para poder comparar la infor-mación (cuadro 1).

En cuanto a la presencia de las diferentes cru-zas, en la región centro-sur, 97% del total de las muestras fue de materiales nativos y de cruzas

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Cónico Norteño, Mushito Elotes Cónicos

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Amarillo Dulce, Tuxpeño

Rica Pobre

Socioeconómico Ambiental y Socioeconómico

Cuadro 1. Poblaciones criollas de maíz colectadas en el estado de Guanajuato entre 1999 y 2003.

entre ellos, el resto correspondió a materiales me-jorados; no se presentaron mezclas de materiales mejorados con razas nativas (acriollados). En esta región en particular los materiales nativos fueron localizados en áreas aisladas, sembradas en terre-nos de temporal, laderas y traspatios. De la misma manera, en la región sureste, 92% de las recolec-tas fueron de materiales nativos y de cruzas entre ellos, 4% correspondió a materiales mejorados y 3.5% fueron los acriollados. En cambio, en el caso de la región norte, 100% de las muestras fue de materiales nativos y de cruzas entre ellos, no se identificaron materiales mejorados ni acriollados.

Con relación al color de grano se presentó un aspecto interesante y constante a través de las tres regiones, la proporción de muestras de grano blanco y de otros colores (negro, rojo, amarillo, pinto, etcétera) mantuvo una relación de 70:30%, respectivamente. Esta información sugiere que el germoplasma de color es utilizado sólo en peque-ñas áreas de siembra, debido quizás a problemas de comercialización, y por ser fuertemente ata-cados por plagas durante su almacenamiento. Sin embargo, los granos de color son importantes ya que las familias campesinas los usan para la ela-boración de tamales, tortillas, esquites, pinole, ponteduro, pozole, elote tierno, etcétera.

Las razas identificadas, que dominan en el es-tado son la Celaya y Cónico norteño, lo cual coin-cide con otros estudios realizados en la parte

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central de la República Mexicana (Wellhausen et al., 1951; Lamp, 1991). En la región centro-sur se encontró presencia de cuatro razas diferentes: Ta-blilla, Tabloncillo, Ratón y Elotes occidentales; mientras que en la región norte se encontraron muestras que representan a las razas Cónico nor-teño, Ratón y Elotes cónicos. La mayor abundancia de razas identificadas fue en la región sureste con más de diez diferentes razas; además de Celaya y Cónico norteño, se encontró Elotes cónicos en mu-chas variantes (negro, rojo, amarillo, pinto), Mus-hito, Pepitilla, Versión 1 000 granos, Amarillo dulce en tonalidades amarillas, rojizas y amiela-das, Tablilla de ocho, Ancho, Bolita, Tuxpeño, Ta-bloncillo perla, etcétera.

Comentarios finales

La información recabada indica que aún se con-serva y se mantiene la gran diversidad de maíz en el estado, independientemente de las condicio-nes ambientales y las nuevas tecnologías ofreci-das. El análisis de diversidad de maíz en las tres regiones de la entidad muestra que la región su-reste es una típica región agrícola que está ac-tuando como reservorio para la conservación del germoplasma nativo de maíz. El norte del estado representa otra región con una alta diversidad respecto a los usos de la planta. Por el contrario, en la región centro-sur la superficie sembrada es

menor y tiene una limitada diversidad de espe-cies, además, la demanda para satisfacer aspectos básicos de consumo y venta dentro de las unida-des de producción es menor.

Sin embargo, el esfuerzo de los productores a través de sus estrategias de manejo ha evitado la erradicación de estos recursos naturales y ha con-tribuido a mantener y aumentar la biodiversidad. El factor socioeconómico presenta mayor influen-cia en el proceso de sustitución o eliminación de materiales nativos. Mientras que en el sureste y norte no hay amenazas de una reducción de la diversidad del maíz, la región centro-sur es más susceptible a la pérdida de materiales nativos, aso-ciado a factores ambientales y socioeconómicos. Los incentivos proporcionados para la producción, infraestructura, acceso al crédito y modernas tec-nologías inciden en cambiar el objetivo de produc-ción de los agricultores, por lo que se sustituye la producción de autoconsumo por el criterio empre-sarial, con el objetivo de satisfacer los requeri-mientos establecidos por el mercado. De este modo, el desplazamiento de las razas de maíz se efectúa no sólo por el ingreso de maíces mejora-dos, sino también por el cambio hacia cultivos más rentables (hortícolas, forrajeras, industriales) y otras actividades económicas como la migración y el trabajo realizado fuera de la unidad de pro-ducción en los sectores industrial y de servicios.

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Ramón CeCaiRa-RiCoy | ósCaR sánChez

LA NAO DE ZIUSUDRA EN EL ESTADO DE GUANAJUATO: CONSERVACIÓN EX SITU

Introducción

En la mitología Sumeria, una de las civilizaciones más antiguas, se narra un diluvio universal. En ella el dios Enki previene al sabio Ziusudra sobre la inminente destrucción del mundo y le instruye sobre la construcción de un navío, en el cual de-bería albergar a dos ejemplares de todos los seres de la Tierra para, de esta manera, conservarlos y repoblarla una vez que las aguas hubieran dismi-nuido su nivel (Margueron, 1996). Esto parece ser el antecedente más remoto de la idea de la conser-vación de seres vivos fuera de su ambiente natu-ral. Técnicamente, en latín, a este tipo de conser-vación se le conoce como ex situ (fuera del sitio).

La conservación ex situ, en su concepción más básica, busca la preservación de aquellas especies que debido a múltiples causas ya no son capaces de sobrevivir y dejar descendencia en su medio natural. En esos casos, sin una interven-ción activa, que implica el manejo de estas espe-cies en instalaciones fuera de su ambiente natural como jardines botánicos, zoológicos, re-fugios de vida silvestre, acuarios y otros, las pro-babilidades de supervivencia de esas especies se vuelven casi nulas, amenazando a esos organis-mos con la extinción (Frankham et al., 2004).

Con el desarrollo tecnológico, la conservación ex situ ha ido a niveles de alta especialización en sus esfuerzos por mantener poblaciones en cau-tiverio, desde la propagación a corto y a largo plazo, la incubación asistida, la incubación e in-seminación artificial, la transferencia de embrio-nes, la conservación de semillas congeladas, de semen y óvulos, y hasta de aDn (Conway, 1988; Dresser, 1988; Seal, 1988; Pask et al., 2008). Pero la tecnología a ese nivel es y seguirá siendo muy costosa, por lo que es común que se recurra a conservar un número de animales vivos en cau-tiverio con propósitos de reproducción.

La conservación ex situ es una disciplina que se apoya en varias ramas de la biología y de la

medicina veterinaria. Como se puede imaginar, el reto para realizar un programa de este tipo es considerable e involucra muchos factores, pero lo más difícil, quizá, es tomar la decisión de em-prender –o no– un proyecto de esta naturaleza. Existen casos en los cuales la especie que intere-sa ya está extinta en la naturaleza y hoy sólo sobrevive en jardines botánicos o zoológicos, ca-sos por los que surge una pregunta bioética: ¿vale la pena preservar la especie fuera de su hábitat natural?, ¿es válido o viable intentar la reintro-ducción de dicha especie?, ¿sería justificable ha-cerlo fuera de su área de distribución original?, y de estimarse así ¿dónde?, o bien ¿en su área ori-ginal, aún existen sitios y condiciones ecológicas mínimas necesarias para hacerlo con éxito? (Maunder et al., 2000; Perzanowsky et al., 2004).

Conservación ex situ en guanajuato

El esquema legal y administrativo mexicano de conservación de vida silvestre incluye tanto as-pectos de conservación en condiciones silvestres –vida libre– como en cautiverio bajo manejo in-tensivo (Dof, 2006a). Ese esquema se pone en práctica mediante las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (uma) (Se-marnat, 2009); existen uma extensivas (predios relativamente grandes con vegetación y fauna nativa) que apoyan la conservación in situ y en Guanajuato existen 14 de ellas (Semarnat-Gua-najuato 2009a). Pero también existen uma de otro tipo, las cuales sí encuadran en el concepto de la conservación ex situ: son las llamadas uma intensivas. Las uma intensivas pueden entender-se como confinamientos oficialmente autoriza-dos, usualmente pequeños, en los que se procura la reproducción de especies silvestres restrin-giendo su desplazamiento y dispersión (Dof, 2006b), algunas nativas y, lamentablemente, la

Cecaira Ricoy, R. y Ó. Sánchez. 2012. “La Nao de Ziusudra en el Estado de Guanajuato: Conservación ex situ” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee)., pp. 460-563.

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mayoría ajenas al país o a la región pero de in-terés para sus propietarios por sus cualidades ornamentales o comerciales. Se dice que es la-mentable porque conservar especies ajenas al país no contribuye a ningún propósito de apoyo a la preservación de la biodiversidad nacional, y ni siquiera a la recuperación efectiva de las po-blaciones silvestres de las especies extranjeras que albergan. Las uma intensivas tampoco se en-cuentran ligadas al concepto de conservación del hábitat natural, por lo que su utilidad es muy limitada respecto a la conservación de la vida silvestre nacional. Estas uma intensivas incluyen distintas modalidades, que van desde los parques zoológicos y colecciones privadas de animales vivos hasta animales conservados en cautiverio como parte de espectáculos.

Las uma intensivas registradas para el estado de Guanajuato son 78, ubicadas en 26 munici-pios (Semarnat-Guanajuato, 2009b). Diez de esas uma se enfocan exclusivamente en plantas, y conservan y propagan principalmente cactá-ceas y agaves oriundos de zonas áridas de Mé-xico, por lo que de un modo u otro apoyan la conservación de flora mexicana. Las otras 68 tienen relación con especies animales, aunque sólo unas cuantas de ellas son nativas de Méxi-co. Tomando como ejemplo a los mamíferos, esas uma (criaderos intensivos, zoológicos, co-lecciones privadas de animales vivos y simila-res, y hasta espectáculos de exhibición), tienen una relevancia mínima para la conservación del hábitat natural y de las poblaciones nativas de mamíferos silvestres del estado. Por ejemplo, para el caso de los tres parques zoológicos en la entidad (León, Moroleón e Irapuato), de acuerdo con la fuente consultada no se tienen progra-mas de manejo ex situ específicamente dirigidos a la conservación viable de poblaciones nativas amenazadas de especies silvestres.

Sólo unas cuantas de esas uma intensivas al-bergan algunas especies oriundas de México y que existen en vida silvestre en Guanajuato (por ejemplo, venado cola blanca, puma, coatí, mapa-che y pecarí), pero con frecuencia conservan animales solitarios o pies de cría pequeños, y de origen geográfico frecuentemente ajeno al esta-do, lo que a la larga reporta poco beneficio a la conservación, pues implica el riesgo latente de

problemas genéticos que limitan la utilidad de las crías para propósitos de alguna eventual reintro-ducción al medio silvestre. Además, esos anima-les se conservan en convivencia con numerosas especies exóticas al país lo que, de no supervisar el manejo preventivo adecuado, se incrementa el riesgo de epizootias (enfermedades que afectan a un gran número de animales al mismo tiempo y en un área geográfica particular) y de introduc-ción de patógenos exóticos, especialmente si se liberara la descendencia de esos ejemplares al medio silvestre, acción no recomendada en abso-luto. Aún más, la mayoría de las uma intensivas de Guanajuato tienen en cautiverio especies de mamíferos ajenas no sólo a México, sino al con-tinente americano (leones, tigres, dromedarios, cebras, ciervos asiáticos, lémures y hasta murcié-lagos egipcios) por lo que necesitan mantener una vigilancia estricta para evitar escapes acci-dentales hacia el medio silvestre de la entidad.

Asimismo, para el caso de las aves, la con-servación ex situ que se practica en Guanajuato mediante uma intensivas –más de la mitad de las 78 oficialmente registradas– se relaciona prin-cipalmente con especies ajenas a México y al continente americano, esencialmente loros, co-torras y otros psitácidos, además de pavorreales y otras especies ornamentales. Es cierto que poco más de 30 de esas uma intensivas conser-van una variedad de especies aviares nacionales (más de las que pueden citarse aquí, como: Ara militaris, Ramphastos sulfuratus, Ortalis vetula, Zenaida macroura varias especies del género Amazona, entre otras), pero aún en esos casos debe admitirse que pocas de ellas existen de modo natural en Guanajuato.

Al igual que para los mamíferos (y, para el caso, respecto a cualquier grupo zoológico), el hecho de que algunas especies nativas de Gua-najuato se reproduzcan exitosamente en cautive-rio no implica directamente que las crías puedan o deban ser liberadas en el medio silvestre debi-do a riesgos sanitarios y a la potencial entremez-cla indebida de genes, especialmente cuando se trata de descendencia de pie de cría de subespe-cies ajenas a la región. En cualquier caso, al me-nos existe un acervo de aves nacionales en cautiverio que pudiera tener alguna utilidad con-servacionista en el futuro.

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Otros ejemplos de conservación ex situ en Guanajuato se relacionan con reptiles. Hay al menos tres uma intensivas que conservan repti-les, aunque principalmente especies exóticas a México. El Centro de Rescate y Reproducción de la Serpiente de Cascabel (en proceso de registro ante Semarnat), en el Ejido Llanos de Santana, Guanajuato, se especializa en el rescate de la serpiente de cascabel de cola negra (Crotalus molossus nigrescens) (Reynoso et al., 2012).

Bajo las circunstancias descritas, pueden con-siderarse a las uma intensivas como opciones para el control de movimientos de especímenes cautivos, lo cual es en principio un objetivo vá-lido y, desde luego, recomendable. No obstante, a pesar de su utilidad para el control oficial de las especies silvestres, en apego a la objetividad, no puede decirse que las uma intensivas hagan ac-tualmente una contribución significativa a la conservación de la biodiversidad nativa del esta-do. La conservación ex situ de biota nativa se encuentra, de manera general, en una fase inci-piente. Resulta fundamental, en primera instan-cia, actualizar de manera satisfactoria los inventarios de especies nativas de distintos gru-pos zoológicos, botánicos, fúngicos, además es necesario determinar cuáles de esas especies ya se encuentran consideradas bajo alguna catego-ría de riesgo, así como continuar con estudios sobre su distribución, abundancia y genética po-blacional en condiciones naturales, para deter-minar si se encuentran en riesgo concretamente dentro del estado y ameriten apoyo para su con-servación con poblaciones mantenidas ex situ.

Una vez que se tiene claro el panorama se puede comenzar a trabajar en dos vías: por una parte con estrategias de conservación y regene-ración de hábitat dentro de las Áreas Naturales Protegidas (anp) y en uma extensivas, incluyendo algún tipo de reclasificación y ampliación de las mismas, enfocadas a la creación de corredores biológicos que conecten hábitats nativos; y, por otra, reorganizando iniciativas, que actualmente realizan conservación ex situ, a fin de que estén mejor orientadas, justificadas y fundamentadas, y de que realmente signifiquen una contribución sustancial mediante la conservación ex situ, que pueda articularse funcionalmente con otros com-ponentes de una estrategia de mantenimiento de la biodiversidad guanajuatense, con visión de permanencia a largo plazo.

En el mundo real, a diferencia de lo que pasa en el relato de Ziusudra, para llevar a cabo la conservación ex situ de manera efectiva no bas-ta con mantener a salvo algunos ejemplares de determinada especie y esperar a que el mítico diluvio ceda y bajen las aguas. Se requiere ase-gurar un hábitat nativo adecuado y estable que permita, eventualmente, la reintroducción cau-telosa de poblaciones de especies nativas a par-tir de un pie de cría local o al menos regional en su ámbito geográfico original con las debidas precauciones genéticas y sanitarias. Sin embar-go, la conservación ex situ debe entenderse como el último recurso cuando todo ha fallado, tal como para Ziusudra la construcción del na-vío fue la última opción.

Literatura citada

Conway, W. 1988. “Can technology aid species preserva-tion?”, en E.O. Wilson (ed.), Biodiversity. Washing-ton, D. C., National Academy Press, pp. 263-268.

Dof (Diario Oficial de la Federación). 2006a. Reglamento de la Ley General de Vida Silvestre, artículo 24, I y II. Publicado el 30 de noviembre de 2006.

—. 2006b. Reglamento de la Ley General de Vida Sil-vestre, Artículo 2, VII. Publicado el 30 de noviem-bre de 2006.

Dresser, B.L. 1988. “Cryobiology, embryo transfer, and artifi-cial insemination in ex situ animal conservation pro-grams”, en E.O. Wilson (ed.), Biodiversity. Washing-ton, D.C., EUA, National Academy Press, pp. 296-308.

Frankham, R., J.D. Ballou y D.A. Briscoe. 2004. A primer of conservation genetics. Reino Unido, Cambridge University Press.

Maunder, M., A. Cuhlman, B. Alden et al. 2000. “Con-servation of the toromiro tree: case study in the management of a plant extinct in the wild”, Con-servation Biology 14: 1341-1350.

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Margueron, J.C. 1996. Los Mesopotámicos, Madrid, Cátedra.Pask, A.J., R.R. Behringer y M.B. Renfree. 2008. “Resu-

rrection of DNA function in vivo from an extinct genome”, PLoS ONE, 3: 1-5.

Perzanowski, K., W. Olech y I. Kozak. 2004. “Constrains for re-establishing a meta-population of the Eu-ropean bison in Ukraine”, Biological Conservation 120: 345-353.

Reynoso V.H., A. Hernández Quintana y G.E. Magaña Cota, 2012. “El centro de rescate y reproducción de serpientes de cascabel” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodi-versidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Esta-do de Guanajuato (iee).

Seal, U.S. 1988. “Intensive technology in the care of ex situ populations of vanishing species”, en E.O. Wilson (ed.), Biodiversity. Washington, D.C. E.U.A., National Academy Press, pp. 289-295.

Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales). 2009. En http://www.semarnat.gob.mx/estados/guanajuato/servicios/Paginas/forestal.aspx, última consulta en 2009.

Semarnat-Guanajuato (Secretaría de medio Ambiente y Recursos Naturales, Delegación Federal en el Es-tado de Guanajuato). 2009a. Subdelegación de Gestión para la Protección Ambiental. Unidades extensivas de manejo para la conservación de la vida silvestre –predios autorizados donde se pueden realizar actividades cinegéticas–, actualizado al 30 de marzo de 2009.

—. 2009b. Unidades intensivas de manejo para la conservación de la vida silvestre, actualizado al 30 de marzo de 2009.

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Con base en la necesidad de conocer alternativas para la reconversión productiva de parcelas bajo condiciones de temporal, así como de opciones para restauración y reforestación de zonas degra-dadas, se inició en el año 1999 una línea de in-vestigación sobre agroforestería con árboles y arbustos multipropósito nativos del estado de Guanajuato en el Campo Experimental Bajío del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Cebaj-inifap). Los resulta-dos preliminares permitieron visualizar el poco conocimiento sobre árboles y arbustos en los di-versos tipos de vegetación nativa o silvestre pre-sentes en el estado, y con ello la urgente necesi-dad de investigar sobre estas especies vegetales para promover su manejo sostenible y la concien-tización sobre cómo preservarlos y conservarlos tanto in-situ como ex-situ.

Por lo tanto, como parte de la formación de un banco de germoplasma y de la conservación ex-situ se decidió iniciar un arboretum dentro del Cebaj (lotes 34 y 26), donde se establecieron las principales especies arbóreas utilizadas para di-versos fines, las que se detectaron, seleccionaron y propagaron con base en el diagnóstico partici-pativo y la colecta de semillas realizada junto con habitantes de comunidades rurales, cercanas a las principales serranías del estado (Terrones, 2003; Terrones et al., 2004). Se inició la planta-ción de arbustivas en una extensión de 4 ha, el 24 de octubre del año 2000, y a la fecha se con-tinúan estableciendo nuevas especies o realizan-do reposición de plantas. Esta superficie está dividida en 144 parcelas de 5 m de largo por 10 m de ancho, con tres hileras de árboles y dos callejones para uso agrícola, las especies están sistematizadas por familias botánicas, especies y en algunos casos procedencias (figura 1).

En el apéndice 1 se enlistan las 90 especies de árboles y arbustos nativos multipropósitos

estuDio De Caso

ARBORETUM AGROFORESTAL CON ÁRBOLES Y ARBUSTOS SILVESTRES, CEBAJ-INIFAP

teResita Del RosaRio l. teRRones RinCón | ClauDia maRtínez ayala | miGuel ánGel heRnánDez maRtínez

establecidos durante el periodo de 2000 a 2009, las cuales pertenecen principalmente a la vege-tación nativa existente en la entidad pero que están presentes en la región semiárida del cen-tro de México (selva baja caducifolia, mezqui-teras, matorral espinoso y, en menor grado, de bosque templado subhúmedo).

Todas las especies del arboretum fueron se-leccionadas por su valor comercial o de auto-consumo y de servicio ambiental, considerando criterios de conservación de la biodiversidad, restauración ambiental, potencial agroforestal y obtención de productos maderables y no-made-rables así como su potencial para restaurar la fertilidad de suelos, controlar la erosión, captar agua de lluvia, alimento y refugio de fauna sil-vestre y valor cultural, entre otras (Terrones et al., 2006, 2007).

Objetivos del arboretum

1. Generar información a largo plazo mediante proyectos de investigación que permitan conocer la propagación, caracterización fenología y mane-jo silvícola de las especies arbustivas nativas mul-

Figura 1. Arboretum agroforestal, árboles o arbus-tos nativos con trigo, Cebaj-inifap, durante el año 2002 (fotografia de Rosario Terrones).

Terrones, R. T. del R. L., C. Martínez Ayala y M. Á. Hernández Martínez. 2012. “Arboretum agroforestal con árboles y arbustos silvestres, Cebaj-inifap” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio)/Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 464-466.

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tipropósito; evaluar el servicio ambiental como la fijación de nitrógeno, hábitat de fauna silvestre, sombra, nicho de insectos benéficos o atracción de plagas, entre otros (figura 2). Desafortunadamen-te sólo se ha obtenido financiamiento para su es-tablecimiento y actualmente sólo se brinda man-tenimiento básico pero no cuenta con recursos financieros para investigación.

2. Caracterizar el potencial de rendimiento de productos no-maderables para generar infor-mación que complemente el uso sostenible por parte de los pobladores de las comunidades ru-rales, como: dendroenergía, apicultura, curti-duría, artesanía, ornamental, ceremonial, entre otros. Este objetivo no se ha logrado porque no se cuenta con recursos financieros.

3. Evaluar las interacciones con cultivos agrí-colas bajo condiciones de temporal, con diseño agroforestal, y realizar una preselección de indi-viduos con mayor potencial semillero que pro-porcione a largo y mediano plazo material genético necesario para fomentar su propagación e inclusión en plantaciones, para restauración o reforestación (figura 3). Respecto a este punto se obtuvo información sobre cultivos intercalados únicamente durante los primeros cuatro años, ya que actualmente no hay financiamiento; cabe señalar que es en este momento cuando se podría obtener obtener mayor información de interac-ciones ya que los árboles han crecido. 4. Contar con un banco de germoplasma y la conservación ex-situ de especies arbóreas nati-vas útiles que ayude a promover su manejo sos-tenible mediante la participación en la educa-ción ambiental de varios sectores de la población (figura 4). Este objetivo está en curso dado que muchos de los árboles y arbustos están inician-do su periodo de fructificación y a pesar de que no hay financiamiento para organizar colectas y el banco de semillas.

Necesidades financieras

Implementar el arboretum agroforestal en el Cebaj-inifap ha requerido recursos financieros, físicos y humanos que no son fáciles de conse-guir dado que las instituciones que financian proyectos de investigación o transferencia de tecnología no consideran prioritario invertir en

Figuras 2, 3 y 4. Actividades de investigación, transferencia y educación ambiental en el arbore-tum agroforestal, Cebaj-inifap (fotografías de Rosa-rio Terrones).

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tiene en parcelas permanentes con árboles. Es importante resaltar que la información y mate-riales que se obtengan de dichas parcelas son a su vez indispensables para iniciar un proceso de domesticación de muchas especies nativas que requieren ser evaluadas, caracterizadas y mejo-radas para que sea factible propagarlas y difun-dirlas en forma participativa con viveristas y silvicultores en el corto, mediano y largo plazo.

bancos de germoplasma como éste, a pesar de representar una biblioteca viva de especies de gran valor para nuestro país. Es por ello que se pone de manifiesto la urgente necesidad del apo-yo solidario y constante de las autoridades del sector ambiental, forestal y agropecuario para asegurar la interacción con diversas institucio-nes gubernamentales y no-gubernamentales que requieren del conocimiento y transferencia de tecnología silvícola, información que sólo se ob-

Literatura citada

Terrones, R.T. del R. 2003. Informe Técnico Proyecto “Diseño de Sistemas Silvopastoriles y Agrosilví-colas bajo condiciones de temporal del estado de Guanajuato”. Fundación Guanajuato Produce, A. C. núm. 73-99. Campo Experimental Bajío del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Cebaj-inifap).

— . 2007. Potencial agroforestal con arbustivas na-tivas en Guanajuato. Folleto Técnico. México, Cebaj-inifap.

—, C. González S. y S. Ríos. 2004. Arbustivas na-tivas: usos y propagación, Libro Técnico núm. 2. Guanajuato, México., Cebaj-inifap.

— , S.A. Ríos, C. González, et al., 2006. Traspatios agroforestales con arbustivas nativas de uso múl-tiple: espacios para amortiguar la desertificación. Folleto Técnico. México, Cebaj-inifap.

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AndreA Cruz Angón | OsCAr Báez MOntes | MAríA zOrrillA rAMOs | dAvid guzMán gOnzález sergiO zAMudiO ruiz | rAMón CeCAirA riCOy | FernAndO CAMAChO riCO

HACIA LA ESTRATEGIA ESTATAL PARA LA CONSERVACIÓN Y USO SUSTENTABLE DEL ESTADO DE GUANAJUATO

Introducción

En este último capítulo se elaboran una serie de consideraciones finales, producto de la reflexión colectiva de algunos de los coordinadores de ca-pítulo, personal de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (COnABiO) y del Instituto de Ecología del Estado (iee), a par-tir de las lecciones aprendidas del proceso de compilación de esta obra y sus resultados princi-pales. La biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado, representa un esfuerzo sin precedentes de recopilación y sistematización de información sobre la diversidad biológica de la entidad, que se encontraba dispersa en la literatura especializa-da o en textos inéditos, como tesis y reportes institucionales. Por primera vez se proporciona el listado estatal de 2 786 especies de plantas vasculares, que coloca la riqueza florística de Guanajuato por encima de la del Valle de México o del estado de Baja California; también, se da cuenta de la diversidad de especies animales y su estado de conservación; se documentan grupos poco conocidos como algunos grupos de inver-tebrados. Por otra parte, se informa que los lagos cráter del Valle de Santiago se están secando y se hace énfasis en la importancia de la conserva-ción de los ecosistemas estatales.

Una de las primeras conclusiones de este es-tudio, es que el estado de Guanajuato cuenta con condiciones privilegiadas, tanto por su localiza-ción, relieve, suelos y climas, como por los recur-sos minerales e hídricos, que han dado lugar a una alta diversidad biológica; sin embargo, el modelo de desarrollo socioeconómico del estado y el grave desconocimiento de los servicios fun-damentales que proveen los ecosistemas para el bienestar humano, han favorecido la expansión de la agricultura, la ganadería y la industria, como consecuencia de la creciente necesidad na-cional de expandir y consolidar sectores produc-

tivos pujantes. Lo anterior ha precipitado el deterioro de los recursos naturales y creado pro-blemas graves, como la sobreexplotación de los mantos acuíferos, la contaminación de los cuer-pos de agua superficial, la erosión de los suelos y la degradación de más de 60% de la cubierta vegetal original.

Por otra parte, el desarrollo histórico-social del estado está marcado, entre otros aspectos, por la desaparición casi por completo de la di-versidad étnica, principalmente durante la Co-lonia, lo que ha resultado en que Guanajuato sea hoy la entidad con menor porcentaje de po-blación indígena a nivel nacional.

Por su historia, el estado ha sido considerado como la cuna de la independencia, de la cultura y del desarrollo económico del país. Los esfuer-zos de diversos grupos académicos se han enfo-cado en documentar y mostrar la importancia de la entidad en estos temas. Hasta hace relati-vamente poco tiempo, el medio natural no era un tema de interés para el gobierno, la academia o la sociedad civil, lo que ha derivado en la ausencia de estos sectores en las acciones para conocer y conservar la biodiversidad del estado; la reciente creación de una licenciatura de bio-logía en las universidades locales dan cuenta de un interés incipiente, pero que puede dar resul-tados valiosos en el futuro.

También, en las últimas dos décadas, con la creación del Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato y la institucionalización del Sistema de Áreas Naturales Protegidas del estado de Gua-najuato (Sanpeg) se han establecido las bases y herramientas que buscan orientar acciones y po-líticas hacia el conocimiento, la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, fortale-ciéndose con dos procesos recientes: el primero es la compilación y publicación de este estudio,

Cruz Angón A., Báez Montes O., M. Zorrilla, et al. 2012. “Hacia la estrategia estatal para la conservación y uso sustentable del Estado de Guanajuato” en La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II. México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (COnABiO)/Ins-tituto de Ecología del Estado de Guanajuato (iee), pp. 467-476.

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Fotografía de Oscar Báez Montes.

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así como la elaboración de la Estrategia Estatal para la Biodiversidad; el segundo proceso es la nueva visión de desarrollo regional, basada en los diagnósticos de cada una de las cuatro regio-nes del estado (noroeste, noreste, centro y sur) que incluyen como elemento importante la con-servación del medio ambiente y, específicamente, el tema de la biodiversidad regional.

Este capítulo fue elaborado mediante la dis-cusión de los coordinadores durante un taller realizado ex profeso y presentando, además, in-formación de diversas contribuciones de autores de este Estudio de Biodiversidad. Se divide en las siguientes secciones: 1) Conocimiento de la biodiversidad, 2) Usos, 3) Amenazas, 4) Conser-vación, 5) Educación ambiental y participación ciudadana, 6) Instituciones y 7) Consideraciones finales. Se presentan las principales conclusio-nes derivadas del análisis de la información de cada uno de los capítulos precedentes de esta obra y se plantean algunas estrategias y accio-nes que permitan mejorar el conocimiento y aprovechamiento de la biodiversidad en el esta-do de Guanajuato. En el cuadro 1 se resumen algunas de las barreras más importantes y con-diciones habilitadoras que deberían retomarse y desarrollarse con mayor detalle durante la for-mulación de la Estrategia para la Conservación y Uso Sustentable de la Biodiversidad del Estado de Guanajuato.

1. Conocimiento de la biodiversidad

La ocurrencia en el estado de Guanajuato de tres provincias fisiográficas: en la porción nororiental la Sierra Madre Oriental; en la parte norte-central la Mesa del Centro y en la parte centro-sur el Eje Neovolcánico Transversal, le confiere una gran variabilidad fisiográfica y ambiental, de tal forma que en el estado se pueden encontrar altitudes que varían desde 640 hasta 3 320 msnm (Oliva-Agui-lar, 2012.), así como un complicado patrón hidro-gráfico y de distribución de suelos (Quijano-Ca-rranza y Rocha-Rodríguez, 2012). Estos factores ambientales determinan la presencia de cinco ti-pos de vegetación principales con 26 asociaciones vegetales distintas (Zamudio, 2012).

En el estado actualmente se pueden encontrar 2 786 especies de plantas vasculares, entre las que

se registran 165 especies de árboles silvestres, que representan 6% de la flora fanerogámica estatal (Rzedowski y Calderón de Rzedowski, 2012), 136 de hongos, 38 de peces, 25 de anfibios, 8 de repti-les, 420 de aves y 87 de mamíferos. Esta riqueza biológica está determinada en gran medida por la heterogeneidad de las variables ambientales. Las afinidades geográficas de la flora y la fauna en-contradas en el estado están determinadas en bue-na medida por su ubicación en el límite entre los reinos Holártico y Neotropical, incluyendo un re-ducido grupo de especies endémicas.

A pesar de que se cuenta con información básica de la presencia de los principales grupos biológicos, es necesario enfocar los esfuerzos hacia estudios de distribución y abundancia de estos organismos en los distintos municipios del estado para determinar su situación y definir prioridades de conservación.

Entre los tipos de vegetación sobre los que, según los expertos, no se cuenta con informa-ción suficiente están los bosques tropicales ca-ducifolios y la vegetación riparia, así como de los humedales del estado.

Las regiones menos estudiadas desde el punto de vista biológico son las regiones no-reste, noroeste (subregión 4) y sur (subregión 8 y 10). Los municipios para los que hacen falta desde listados básicos de grupos biológicos, estudios ecológicos básicos (distribución y abundancia), estudios de fragmentación y co-nectividad, entre otros, son: Pénjamo, Cuerá-maro, Manuel Doblado, Purísima del Rincón, Jerécuaro, León, Ocampo, San Felipe, San Diego de la Unión, Victoria, Xichú y Atarjea. La escasa información de estos sitios puede deberse a la falta de reconocimiento de su importancia bio-lógica, aunada a la accidentada topografía, la lejanía de las principales ciudades del estado, su superficie relativamente pequeña y a la carencia de vías de comunicación, particularmente para la región noreste del estado.

Sin embargo, una conclusión importante de este estudio es que existen zonas que, aunque no se conocen en su totalidad, albergan especies únicas como es el caso del cerro del Zamorano en cuya cumbre habita un conjunto de especies de plantas de distribución restringida (Gómez, 2012), o el caso de los municipios ubicados en la región

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Descripción Acciones Responsable

A. Barreras

Normativas

• Falta de claridad y contundencia en los instrumentos municipales• Falta una política sobre corredores biológi-cos, sobre conservación de cuerpos de agua y corrientes• El papel de la Propaeg es muy limitado• Carencia de reglamentación local en muni-cipios de alta biodiversidad

• Capacitar a municipios• Ampliar las atribuciones del iee para corre-dores y conservación en cuerpos de agua• Inclusión en la lppAeg de un capítulo especí-fico de Biodiversidad, ligado a la eCusBeg.• Formulación y aplicación de reglamentos locales en materia ambiental, incluyendo a la biodiversidad

iee, CeAg, Propaeg, sdA, COnABiO

Inafed

Presupuestales

• No hay una estructura operativa para las Anp.• No es suficiente el presupuesto• Pocos proyectos institucionales enfocados a la biodiversidad• No hay presupuesto explícito para acciones para fomentar la conservación y uso de la biodiversidad

iee, legislativoIplaneg

sector privado, Conacyt-fondos concurrentes,

Universidad de Guanajuato

Gestión y ope-rativas

• Generar y fomentar mejores tecnologías para el uso adecuado de los recursos y tra-tamiento para la contaminación de suelos y aguas• Desarrollar y facilitar la transferencia de tecnologías para la restauración

• Realizar foros con las organizaciones que hacen investigación y desarrollo tecnológi-co, concientizarlas y comprometerlas

iee, Universidad de Gua-najuato, iniFAp, Cinvestav, otras universidades, sector

privado, OsC

Económicas

• La principal barrera es la concepción de las actividades económicas en el estado, con enfoques productivos (industrial, agrope-cuaria y minera) sin importar sus pasivos ambientales.• Poca remuneración de los beneficios de-rivados de la biodiversidad por parte de las comunidades locales.

• Instrumentos económicos a favor de la biodiversidad, y aplicación de sanciones (económicas y administrativas).• Acciones de fomento con recursos para la conservación, el uso sustentable y la restauración. • Cambiar la visión de la conservación y uso de la biodiversidad como un aspecto de competitividad• Impulsar proyectos que fomenten el apro-vechamiento sustentable de la biodiversidad.• Creación de fondos o fideicomisos para mantener servicios ambientales producto de la conservación de la Biodiversidad.• Gestionar pago por captura de carbono y servicios ambientales

Semarnat, shCp, iee, sdes, fideicomiso de la región

centro-occidente, Secreta-ría de Desarrollo Económi-

co Sustentable Profepa Conafor

Organizacionales

• Faltan organizaciones de la sociedad civil, tanto locales como presencia de externas• Carencia de una cultura al respecto excepto en lugares muy puntuales (SMA y Gto.)• La tradición organizativa en el medio rural, tiene que ver con las actividades agrope-cuarias, no con las de conservación. No hay ejidos y/o comunidades que puedan ser un ejemplo histórico de aprovechamiento susten-table de recursos naturales• Poca coordinación interinstitucional

• Comunicación, educación, asesoría.• Integración de un Comité Consultivo y uno técnico sobre Biodiversidad de Gua-najuato

iee, sdA, inCA rural, OsC

Cuadro 1. Barreras y condiciones habilitadoras a considerar para formular una Estrategia para la Conservación y Uso Sustentable de la Biodiversidad del Estado de Guanajuato.

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Capí

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Descripción Acciones Responsable

Conducción/liderazgo

• No hay facultades explícitas en la ley para acciones de Biodiversidad• Falta potencializar las sinergias realizadas por los pocos grupos de trabajo dedicados a la biodiversidad

• Inclusión de una sección explícita para Biodiversidad, que permita la creación de un organismo encargado del tema de biodi-versidad estatal

Gobierno del Estado, iee, OsC, universidades, centros

de investigación

Mandato/po-lítica

• Carencia de un instrumento de gestión que sirva para la negociación política• No es prioridad el tema ambiental en la política pública

• Desarrollo de Estrategia Estatal para la conservación y uso sustentable de la biodiversidad• Impulsar acciones a favor de la biodi-versidad dentro de los planes sexenales de gobierno

Cámara de diputados, iplAneg, poder ejecutivo, iee,

Otras

• Restauración: este tema no tiene mandatos, políticas, presupuestos y es fundamental• Monitoreo de comunidades y especies en peligro, en alguna categoría de proteción o endémicas

B. Factores habilitadores/facilitadores

Normativas

• La restructuración del sAnpeg, el orde-namiento estatal y los municipales puede establecer un parteagauas para incluir accio-nes mas eficientes y eficaces en materia de biodiversidad• Existencia de una normativa base estatal• Reformas en proceso que consideran a la Biodiversidad

• Fortalecer las capacidades de los muni-cipios• Asegurar la inclusión del tema de la bio-diversidad dentro de estos instrumentos• Realizar las reformas a la legislación estatal para la inclusión de capítulos dedi-cados explícitamente para la biodiversidad, además del de áreas naturales protegidas

iee, iplAneg, municipios,

Presupuestales

• Sumar esfuerzos con fondos y programas externos (federales y de iniciativa privada como ya se está haciendo)• Existencia de fondos para obtener recursos para la Biodiversidad

• Otros fondos, para la investigación, para proyectos, para Cambio Climático y para proyectos específicos de biodiversidad

iee, organismos internacio-nales, (BM, pnuMA, usAid, etc)

Conanp, COnABiO, Pdia, Foam,

fondos mixtos o concu-rrentes Conacyt

Gestión y ope-rativas

• La implementación y actualización de pro-gramas de manejo de Anp

• Existencia de infraestructura estatal para impulsar la integración de un organismo estatal encargado para la CusB

• Articular su restructuración con otras acciones como Pago por servicios ambien-tales, uMA s, Corredores biológicos

iee, Conanp, Conafor, COnABiO, Semarnat,

Conafor

Tecnológicas

• Diálogo entre instituciones encargadas de dirigir la generación de ciencia y tecnología en el estado• Importante desarrollo tecnológico para el desarrollo de conocimiento a nivel genético

• Sumar esfuerzos y promover asociaciones con sector privado• Impulsar la generación de conocimiento sobre las especies nativas además de aque-llas con valor económico

iee, se, sector privado, insti-tuciones de investigación

Económicas• Concurrencia de recursos federales y estata-les para el tema

• Establecer esquemas de capacitación y educación para generar cambios de paradig-mas sobre el crecimiento económico estatal

iee, sdes

Organizacio-nales

• Las pocas organizaciones que existen pue-den detonar procesos• Presencia de Institutos, Universidades y Centros de Investigación interesados en traba-jar en el tema en el Estado

• Fortalecer con fondos de otras organiza-ciones como wwF, Ci, tnC

• Instruir al sector agrario

iee

Ong

procuraduría agraria

Cuadro 1. Continuación.

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Descripción Acciones Responsable

Conducción/liderazgo

• Interés del Gobierno del estado y el lideraz-go del iee para conducir esta agenda• Convenio interinstitucional firmado por representantes del gobierno estatal, nacional, instituciones de educación superior y centros de investigación estatal

• Inclusión de los temas de la agenda de la biodiversidad estatal en los planes de gobierno

Gobernador, legisladores, iee, COnABiO, instituciones de educación superior y centros de investigación

estatal

Mandato/po-lítica

• Formulación de la eCusBeg consensuada y apoyada por todos los sectores

Otras• La estrategia de cambio climático ligada a la diversidad biológica como medida de adapta-ción es una oportunidad

• Coordinación entre los actores implícitos.

iee (coordinar sus áreas internas), ine, Semarnat,

Universidad de Guanajuatoprotección civil

Cuadro 1. Continuación.

noreste del estado (Xichú, Victoria, Atarjea), donde se han descrito varias especies de flora y se ha registrado recientemente la presencia de mamíferos medianos y grandes, o la caracteriza-ción de diatomeas en humedales en San Miguel de Allende; también se pueden mencionar las áreas de importancia para la conservación de las aves (AiCA): laguna de Yuriria y Sierra de Santa Rosa, además de las que se encuentran en los estados colindantes con Guanajuato. Afortunada-mente la entidad cuenta ya con un sistema de áreas naturales protegidas que tiene como obje-tivo el cuidado y protección de la biodiversidad guanajuatense, donde la superficie protegida mediante algún instrumento estatal o federal corresponde a 19.06% del territorio.

La compilación del conocimiento de la biodi-versidad y aspectos relacionados ha enfrentado varias limitantes, entre las que destacan: la ausencia de información, derivada en parte de la escasez de cuerpos académicos locales avo-cados a generar conocimiento en torno al capi-tal natural del estado y, por otro lado, por la ausencia de grupos de investigación de otras entidades del país interesados en el estudio de los recursos naturales de Guanajuato. Lo ante-rior se ve reflejado en los escasos datos deriva-dos de trabajos para grupos específicos como los invertebrados (arañas, escarabajos, chapulines y mariposas), y que los pocos existentes se encuentran vinculados en su mayoría con la

importancia económica de estos organismos en los sistemas agrícolas.

En el caso de los vertebrados, la generación de conocimiento para este grupo tuvo un gran auge gracias a las actividades del naturalista Alfredo Dugès durante el siglo xix; después, los estudios cesaron durante más de un siglo debido a la falta de investigadores que continuaran la labor que Dugès impulsó.

En el ámbito nacional pocos investigadores de la biodiversidad han enfocado sus esfuerzos de investigación en el estado de Guanajuato, de-bido quizá a que no resultaba atractivo por el alto grado de alteración de sus ecosistemas; sin embargo, hoy en día llama la atención que va-rios de los grupos de investigadores que lo estu-dian provienen de otras entidades (Distrito Federal, Querétaro, Michoacán, Aguascalientes, Jalisco, Veracruz o Morelos), principalmente de centros de investigación de instituciones de edu-cación superior. Esta situación repercute en el encarecimiento de los costos en la investigación, así como en la inexistencia de proyectos de ge-neración de conocimientos continuos y de largo plazo, motivo por el cual resulta fundamental generar proyectos a largo plazo en colaboración con las instituciones locales.

Resalta también la necesidad de impulsar el establecimiento de colecciones científicas loca-les, que permitan la adecuada sistematización de la información sobre la diversidad, principal-

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mente en aquellos grupos biológicos en los que no existe información en otras colecciones cien-tíficas y que garanticen la conservación y man-tenimiento de los especímenes.

2. Usos

En este rubro, se documentan algunas expe-riencias de uso, particularmente sobre especies de árboles y arbustos con usos múltiples (utili-zadas en sistemas agrosilvopastoriles) que res-catan las tradiciones comunitarias y pueden ser utilizadas como combustible, forraje, medicina, para la construcción, producción artesanal, re-ligioso o cultural además de que proporcionan otros servicios ambientales (Terrones et al., 2012). Se presentan trabajos enfocados en iden-tificar los usos de plantas en áreas naturales protegidas, pero también aquellos relacionados con mejoras en los sistemas de producción agro-pecuaria (Magaña et al., Luna et al. y Aguilar, 2012). También se presentan algunos ejemplos de especies de plantas nativas (“huizache” Aca-cia farnesiana, “paixtle” Tillandsia recurvata, “Chilcuague” Heliopsis longipes, Agave spp.) que resaltan por su uso como forrajes, medici-nal o para el desarrollo de productos biotecno-lógicos. La información recabada refleja un co-nocimiento limitado, cuya documentación es aún incipiente, con grupos reducidos de organi-zaciones o instituciones avocadas a documentar los usos de la biodiversidad del estado. De la misma forma es necesario realizar estudios para identificar los servicios que proporcionan los distintos ecosistemas, así como ejercicios de va-loración económica de los mismos.

3. Amenazas

Los colaboradores de esta obra identificaron como las principales amenazas los siguientes elementos y aspectos:

1. El cambio de uso de suelo, la degradación y fragmentación de los ecosistemas a) Incen-dios. b) El crecimiento y desarrollo urbano des-ordenado sin consideraciones de conservación de la biodiversidad como lo indican los ordena-mientos ecológicos territoriales. c) La minería, tanto metálica, como de bancos de material. d)

Desarrollo de infraestructura. e) La expansión de la frontera agrícola y pecuaria. f ) Los avan-zados procesos de erosión de los suelos en va-rias regiones del estado. 2. La contaminación de suelos y agua. a) El uso excesivo de agroquími-cos en zonas agrícolas, ganaderas y acuícolas. b) Contaminación por actividades industriales como la minería y particularmente los pasivos ambientales que se pueden generar por la inade-cuada disposición de sus residuos, producto del proceso o excavación. 3. La cacería, captura ile-gal o sobreexplotación de poblaciones silvestres. 4. Introducción de especies exóticas invasoras. 5. La falta de sensibilización y participación de la sociedad civil, en general sobre la importan-cia de la diversidad biológica (esta ausencia se percibe en la falta de organizaciones y proyec-tos de la sociedad civil).

Estas actividades o amenazas actúan como causantes directos de la degradación o pérdida de los ecosistemas, sus especies, sus genes y los servicios ecosistémicos que proporcionan. Pue-den estar vinculadas con factores indirectos (mencionados por los autores de este capítulo), que se presentan en el cuadro 2.

A pesar de que los ambientes terrestres y acuá-ticos del estado han sido modificados e influidos históricamente, en el último siglo los procesos de deterioro y modificación se han acelerado. El he-cho de dar prioridad a las actividades productivas, sin asegurar la inclusión de acciones para mitigar de manera efectiva los daños negativos a la bio-diversidad, supone un reto muy grande para la sustentabilidad del uso y conservación de la di-versidad biológica en la entidad.

En este sentido, el gran reto es detener y de ser posible revertir los procesos históricos de de-terioro, y éste se convierte en el principio para poder actuar por la conservación y el uso susten-table de la biodiversidad.

4. Conservación

Una de las fortalezas con las que cuenta la entidad para establecer instrumentos efectivos de conservación estatal es el contar con una norma-tividad que ha derivado en el establecimiento de un Sistema de Áreas Naturales Protegidas para el Estado de Guanajuato (Sanpeg). Este sistema

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cuenta con 22 áreas naturales protegidas de carácter estatal en sus diferentes categorías y tiene como objetivos la protección, el uso susten-table, la restauración, la recreación, el esparci-miento y la formación de una cultura que valore el capital natural con el que cuenta el estado. Estas áreas protegen 11.3% de la superficie estatal e incluyen recursos genéticos y ecosis-temas valiosos, así como valores culturales que forman parte del patrimonio estatal.

Destaca la Reserva de la Biosfera Sierra Gor-da de Guanajuato como un área natural prote-gida federal que incluye 7.7% adicional del territorio estatal, que comprende ecosistemas con mayor integridad, riqueza de especies y en-demismos. Esta Reserva abarca casi la misma superficie que las áreas naturales protegidas del Sanpeg en su conjunto y representa adecuada-mente una parte de la biodiversidad del estado, sin embargo es fundamental la implementación de un plan que permita el adecuado manejo de esta reserva en su etapa más temprana.

Un punto esencial del Sanpeg es identificar qué tan adecuadamente está representada la diversidad biológica en las Anp estatales y mu-nicipales, definir cuáles son aquellas que por sus características puedan ser administradas por los municipios (como en el caso de los parques ecológicos), así como incluir dentro de las figuras de protección las que aseguren el flujo de especies y garanticen el intercambio genético. Se considera pertinente también la incorporación a la legislación estatal el con-cepto de corredores biológicos para su ade-cuada implementación.

En este contexto el grupo de expertos men-cionó como prioridades de conservación los si-guientes ecosistemas y tipos de vegetación:

1. El Bosque tropical caducifolio, ya que ha disminuido cerca de 80% de su distribución ori-ginal, además es un tipo de vegetación poco valorado 2. Los humedales, que son la base de las actividades agropecuarias e industriales del estado, con gran importancia de especies con-

Factores Indirectos

1. Falta de vigilancia y aplicación de la ley

2.Impunidad en la aplicación de sanciones derivadas de la generación de daños al medio ambiente; por ejemplo en industrias de la minería, curtidoras o derivadas de la falta de regulación en la aplicación de agroquímicos

3. Intereses económicos de los desarrolladores urbanos

4.La visión de producción ha incentivado el crecimiento industrial y agropecuario, siendo esto a costa de sus recursos y con beneficios focalizados a ciertos grupos

5. Falta de conocimiento de la riqueza biológica y los servicios ecosistémicos que provee

6. La pobreza patrimonial, vinculada a los sitios de mayor riqueza biológica

7. Carencia de instrumentos de planeación del territorio vigentes/actualizados y adecuados

8. Carencia o escasa capacitación de funcionarios municipales en materia de recursos biológicos

9. Recursos económicos limitados en los municipios

10. Desarrollo de nueva infraestructura que no considera criterios de conservación

11. Recursos económicos limitados por parte del Estado y la Federación

12. Falta de educación de la población en general y en particular con lo relacionado al cuidado y conservación del medio ambiente

Cuadro 2. Factores indirectos vinculados con la degradación o pérdida de los ecosistemas en el estado de Guanajuato.

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sideradas en peligro de extinción (tanto de flo-ra, como de fauna), además de los servicios de regulación. 3. Los elementos de bosque mesófi-lo de montaña, debido a su rareza y escasa dis-tribución en el estado. 4. El escaso bosque de Abies, en la cima del cerro Zamorano, que re-sulta un lugar con presencia alta de endemis-mos para el estado. 5. El bosque de Pinus, 6. Los bosques de Quercus. 7. Los matorrales.

Es necesaria la protección de la zona sur, que entre otras cosas conserva parte importante del remanente del bosque tropical caducifolio (Sierra de Pénjamo) pero también se necesitan acciones muy específicas para proteger la vegetación riparia y numerosas cañadas en todo el estado. Además, se considera fundamental estudiar y monitorear las poblaciones de especies endémicas que se encuentren en alguna categoría de protec-ción de la Norma Oficial Mexicana, en particular las que se encuentran en peligro de extinción.

Finalmente, la implementación de esquemas similares a las estructuras operativas federales podría agilizar y mantener una atención más constante a las áreas naturales protegidas esta-tales mediante Direcciones Regionales, que ten-gan a su cargo varias Anp, con infraestructura, personal independiente y que puedan gestionar más recursos de manera continua y permanen-te en los sitios, asegurando un trabajo sostenido con las comunidades y que busquen mecanis-mos para incorporarlas al cuidado y adminis-tración de las áreas naturales protegidas.

5. Educación Ambiental y participación ciudadana

Se considera que es urgente elaborar e imple-mentar programas permanentes de educación (formal y no formal) y difusión (en diversos me-dios) entre la población del estado que resalten la importancia de mantener los ecosistemas para garantizar una mejor calidad de vida; que con-temple entre otros temas la necesidad de cuidar los cuerpos de agua, el suelo, la flora y la fauna para conservar el patrimonio natural del estado y promover los programas de conservación esta-tales, tendientes a concientizar y crear condicio-nes para que se acepte la corresponsabilidad de todos los sectores en estas tareas.

En esta obra se encontró también que existen oportunidades de ampliar el conocimiento de la riqueza biológica del estado, con el estableci-miento de carreras en materia ambiental, en la educación media y superior que puedan generar profesionales capaces de liderar la investigación y monitoreo de largo plazo.

Destacan algunas experiencias importantes para desarrollar y fortalecer las capacidades de la población para el cuidado y conocimiento de su medio natural. Desde la acción institucional están los 11 Centros Regionales de Competitividad Am-biental (Cercas) con los que cuenta el estado y que entre sus objetivos está el brindar servicios de capacitación, educación ambiental y acceso a la información para los diferentes sectores de la sociedad. Asimismo, en el estado, resulta un es-fuerzo necesario que todos los municipios cuen-ten con planes de educación ambiental aprobados por los ayuntamientos. Por otra parte, están los esfuerzos que realizan centros de educación, como la Universidad de Guanajuato, así como organizaciones de la sociedad civil, cuyas expe-riencias se documentan en este estudio.

Dos conclusiones importantes se extraen del capítulo con respecto a la educación ambiental: a) La necesidad de un estudio específico que sis-tematice las experiencias que se están dando desde diversos sectores y a su vez identifique vacíos tanto temáticos como territoriales. b) La necesidad de una mayor y mejor comunicación sobre las herramientas de educación ambiental que se han desarrollado tanto en el estado como fuera de él y su replicabilidad.

6. Instituciones

Uno de los principales retos de la estrategia será la coordinación entre los diferentes sectores que impactan el territorio estatal. En el capítulo 9 de este estudio se realizó un diagnóstico tanto del marco legal como institucional en el estado, que contempla la importancia de fortalecer a las ins-tituciones ya existentes en materia ambiental, principalmente el Instituto de Ecología del Estado, la Procuraduría para la Protección del Ambiente, el sector forestal en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y la Comisión Estatal del Agua de Guanajuato. A su vez, se señaló la importancia de

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fortalecer el marco jurídico con una visión inte-gral de la biodiversidad, para incorporar también los territorios que no cuentan con ningún régimen de protección, como los corredores biológicos y las corrientes y cuerpos de agua. Por otra parte, el marco jurídico e institucional también debe con-templar sanciones a quien incumpla las normas, así como medidas de fomento a la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad.

El tema de la participación de los municipios en estas tareas es de especial interés, siendo evi-dente la necesidad de fortalecer las capacidades de gestión de las autoridades municipales en es-tos temas y asegurar la continuidad de las polí-ticas públicas a partir de aspectos básicos como es el conocimiento y la importancia de la biodi-versidad local, pero también el reconocimiento de lo que existe en cada municipio y los servicios ambientales que provee a sus habitantes.

El siguiente reto es lograr la coordinación entre los sectores agrícola, pecuario y produc-tivo, pero también con los sectores extractivos, industriales y desarrolladores urbanos, quienes deben sumarse a salvaguardar la riqueza bioló-gica del estado con políticas y lineamientos ade-cuados. Por su parte, el turismo puede encontrar una veta complementaria a las ya exploradas.

7. Consideraciones finales

Derivado de lo anterior se considera que la es-trategia debe contar con líneas estratégicas que permitan:

1. Sistematizar la información que se tiene para poder comunicarla, no sólo con la reali-zación de estudios como esté, sino que también se deben comunicar los resultados a la pobla-

ción, en particular a los sectores cuyas deci-siones impactan de manera directa sobre los recursos naturales. 2. Coordinar acciones entre distintos sectores tanto de la administración pú-blica federal como de la administración pública estatal y municipal. El primer paso para esto es encontrar las sinergias y los conflictos que pue-de haber con otros programas y estrategias. 3. Colocar el tema de la biodiversidad como la base y prioridad del desarrollo regional en el estado. Si bien, hay algunas regiones con mayor grado de conservación que otras, lo relevante es que partiendo de las diferentes necesidades, la con-servación y el uso sustentable de la biodiversi-dad pueda ser percibida y por lo tanto genere acciones que ayuden al desarrollo regional. 4. Fortalecer capacidades en todos los sectores de la sociedad: la estrategia deberá tener un eje que conjunte la comunicación, la educación ambien-tal y la difusión de medidas y acciones para la conservación y el uso sustentable de la biodiver-sidad, así como de los beneficios que esto genera en el corto, mediano y largo plazo. 5. Consolidar grupos de especialistas en el estado para la ge-neración de información básica en biodiversi-dad, así como para dar seguimiento a las tendencias de cambio a través del tiempo; ya sea a través de grupos interinstitucionales o de una instancia creada para este fin. 6. Fomentar la participación de la sociedad guanajuatense en las acciones de conservación, procurando que la sociedad reconozca la importancia que la biodi-versidad y sus servicios ecosistémicos represen-tan para el mantenimiento y mejoramiento de la calidad de vida, así como de sus actividades productivas.

Literatura citada

Aguilar García, R. 2011. “Los pastos de temporal: Una opción para el rediseño de los sistemas de producción agropecuaria”, en La Biodiversidad de Guanajuato. Estudio de Estado. México, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (COnABiO)/ Instituto de Ecología del Estado (iee).

Gómez S., M. 2011. “Vegetación y flora vascular del Za-morano: una aproximación”, en La Biodiversidad de Guanajuato. Estudio de Estado. México, COnABiO/iee.

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476 | La Biodiversidad en Guanajuato

11

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Luna Estrada, A.A., A. González Orozco y M. Ramírez Sánchez. 2012. “Grupos de Ganaderos para la Vali-dación y Transferencia de Tecnología (ggAvAtt): una contribución para reducir el deterioro ambiental en Guanajuato”, en La Biodiversidad de Guanajuato. Es-tudio de Estado. México, COnABiO/iee.

Magaña Virgen, M.E., J.J. Macías Cuellar, F.E. Carlos González et al. 2012. “Los coeficientes de agostadero y tipos de vegetación nativa del estado en 1979”, en La Biodiversidad de Guanajuato. Estudio de Estado. México, COnABiO/iee.

Oliva-Aguilar, V. R. 2012. “Fisiografía y Geología”, en La Biodiversidad de Guanajuato. Estudio de Estado. México, COnABiO/iee.

Quijano-Carranza, J.A. y R. Rocha-Rodríguez. 2012. “Los suelos de Guanajuato”, en La Biodiversidad de Gua-najuato. Estudio de Estado. México, COnABiO/iee.

Rzedowski, J. y G. Calderón de Rzedowski. 2012. “Lista Preliminar de Árboles Silvestres del Estado de Gua-najuato”, en La Biodiversidad de Guanajuato. Estudio de Estado. México, COnABiO/iee.

Terrones R., T. del R., M.A. Hernández M., C. Martínez A., et al. 2012. “Agroforestería con árboles y arbustos nativos: una opción de uso del suelo en Guanajuato”, en La Biodiversidad de Guanajuato. Estudio de Esta-do. México, COnABiO/iee.

Zamudio R., S. 2012. “Diversidad de Ecosistemas del Es-tado de Guanajuato”, en La Biodiversidad de Gua-najuato. Estudio de Estado. México, COnABiO/iee.

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Nuestros autores | 477

Nuestros Autores

Au

tor

es

Acevedo Torres, Juana BeatrizInstitución: Comisión estatal del Agua de Guanajuato (ceAg)Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Agua subterráneatrayectoria profesional: egresada de la Facultad de Minas Metalurgia y Geología de la universidad de Guanjuato, con el grado de Ingeniera Geologa Minera. Maestría en la universidad Iberoamericana, Campus León, en Conserva-ción y Protección Ambiental. Actualmente es Jefe del Departamento de Agua subterránea en la Comisión esta-tal de Agua de Guanajuato y Profesora de tiempo parcial en la universidad de Guanajuato, en la unidad de Divi-sión de Ingenierías. Ha presentado ponencias en Congre-sos Nacionales e Internacionales y ha publicado artículos acerca del monitoreo y evolución del agua subterránea en el estado, en la revista de Acuaforum.

Acosta Gallegos, Jorge AlbertoInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Campo experimental BajíoCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Mejoramiento y recursos genéticos de frijol, manejo agronómico y fisiología del cultivo y trans-ferencia de tecnología.trayectoria profesional: Ingeniero Agrónomo de la univer-sidad Autónoma Agraria Antonio Narro; a partir de 1974 se incorporó al Programa de Frijol. De 1988 al 2007 fungió como Coordinador Nacional del programa de Frijol del ini-fAp. tiene doctorado de la universidad estatal de Michigan, euA (1988) y desde 1989 pertenece al sni. es editor en jefe de la revista: Agricultura técnica en México. Ha prepara-do y dirigido proyectos de corte estatal, regional y nacio-nal. tiene interacción con investigadores y productores de frijol de diversos estados de México y del extranjero. Ha dirigido tesis de licenciatura, maestría y doctorado y pu-blicado en revistas nacionales y extranjeras.

Aguilar, Felisa J.Institución: Centro inAh CoahuilaCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés:Paleontología de vertebrados y arque-zoología.trayectoria profesional:egresada de la Facultad de estu-

dios superiores Zaragoza, unAm. realizó la Maestría en Ciencias Biológicas (sistemática) en el Instituto de Geo-logía, unAm. Actualmente es Profesora-investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y coordi-nadora de la sección de Paleontología del Centro inAh Coahuila, donde realiza actividades de protección y con-servación del patrimonio paleontológico, así como el es-tudio de la fauna del Pleistoceno de la región norte de México. en su producción académica cuenta con 30 pu-blicaciones y ha presentado 17 ponencias en congresos nacionales y 7 en internacionales. es responsable del pro-yecto “Protección técnica y Legal del Patrimonio Paleon-tológico en el estado de Coahuila”.

Aguilar García, RamónInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campus GuanajuatoCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Agronomía, producción agropecuaria.trayectoria profesional: Ingeniero Agrónomo egresado de la universidad Autónoma de tamaulipas, con especialidad en suelos en el Colegio de Postgraduados. Ha trabajado en la zona norte de Guanajuato en los últimos 20 años. sus líneas de investigación han sido en relación con la utili-zación óptima de recursos energía, agua, suelo e insumos en sistemas de producción agropecuaria de regiones se-miáridas, con énfasis en labranza de conservación, poli-cultivos (maíz, frijol, avena, haba), maquinaria agrícola, pastos de temporal. Además, en los últimos años se ha dedicado a dar capacitación a técnicos y productores para el manejo de los sistemas de producción agropecuarios en el estado de Guanajuato.

Aguilar Oliva, Victor RamónInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn)esIA-Ciencias de la tierra unidad ticománCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Contaminación de suelos y análisis de riesgotrayectoria profesional: Ingeniero Geólogo, con maestría en Medio Ambiente y Desarrollo, ha trabajado en estudios como contaminación de suelos, manifestación de impacto ambiental, análisis de riesgo y vulnerabilidad y estudios geológicos. Actualmente es catedrático en el Instituto Po-

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litécnico Nacional en la escuela superior de Ingeniería y Arquitectura Ciencias de la tierra unidad ticomán.

Aguirre Gómez, José AlfonsoInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp)Campo experimental Bajío, Celaya, GuanajuatoCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Conservación de recursos naturales, Conservación in situ del maíz y agricultura de temporaltrayectoria profesional: Doctorado en Biología, especia-lidad en Conservación de recursos Naturales, unAm. Maestría en Ciencias Agrícolas e Ingeniero Agrónomo Fitotecnista. se desempeña como investigador del inifAp, en donde coordina proyectos relacionados con la conser-vación de los recursos Fitogenéticos de México. Colabora en proyectos de investigación participativa relacionados con agricultura de temporal y recursos genéticos locales y en diplomados sobre sistemas dinámicos, liderazgo y desarrollo de empresas, desarrollo rural, métodos de in-novación y desarrollo de redes sociales. Ha participado en simposios y congresos y es autor de diversas publicacio-nes. Actualmente apoya acciones de conservación in situ en Áreas Naturales Protegidas del estado de Guanajuato y san Luis Potosí.

Aguirre Mancilla, César LeobardoInstitución: Instituto tecnológico de roque (itr)División de estudios de Posgrado e Investigación-itr

Áreas de Interés: Bioquímicatrayectoria profesional: Ingeniero Bioquímico, egresado del Instituto tecnológico de Colima, realizó estudios de maestría y doctorado en el Cinvestav-unidad Irapuato. Actualmente es Profesor Investigador en el itr y Jefe de la División de estudios de Posgrado e Investigación, don-de estudia aspectos relacionados con proteínas de alma-cenamiento en granos y semillas, proteínas relacionadas con los mecanismos de defensa en plantas y es responsa-ble de dos proyectos de investigación apoyados por Con-cyteg y dos proyectos de investigación apoyados por dgest.

Alamilla Gómez, María del PilarInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Foresta-les, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Campo experimental BajíoCorreo electrónico:[email protected]Áreas de Interés: Programación de sistemas enfocados al sector agrícola

trayectoria profesional: Licenciada en informática, egre-sada del Instituto tecnológico de roque. Diseñó el sistema de Diagnóstico técnico para el Mejoramiento Continuo Agrícola, así como aplicaciones de consulta de la infor-mación registrada por las estaciones climáticas de Funda-ción Guanajuato. Actualmente colabora en actividades de proyectos sobre el uso sustentable de los recursos en las unidades de producción agropecuaria.

Alatorre García, PatriciaInstitución:Consultor independienteCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: taxonomía de Acridoideostrayectoria profesional: Bióloga por la universidad Autó-noma Metropolitana Iztapalapa. Ha publicado dos artícu-los en revistas indexadas y tres en Memorias en extenso.

Alcaraz Contreras, YolandaInstitución: universidad de Guanajuato (ugto) Campus GuanajuatoÁreas de Interés: Contaminación ambiental y salud, eva-luación de actividad biológica de compuestos químicos.trayectoria profesional: estudió el doctorado de Farma-cología en la universidad Autónoma de Nuevo León. es-tudia el estrés oxidativo originado por la presencia de metales. es profesor de tiempo completo y profesor con perfil Promep en el Departamento de Farmacia de la uni-versidad de Guanajuato. se encuentra adscrita al Cuerpo Académico de Farmacia. Alcocer Durand, JavierInstitución:universidad Nacional Autónoma de México (unAm)Facultad de estudios superiores Iztacala, fes-Iztacala-unAm

Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Limnologíatrayectoria profesional: egresado de la uAm Iztapalapa. reali-zó la Maestría en Ciencias del Mar y el Doctorado en Ciencias de la unAm. es Profesor titular de la fes-Iztacala e imparte cursos de posgrado en Limnología, Métodos de Investigación Limnológica y ecología Acuática. es Jefe del Proyecto de in-vestigación en Limnología tropical. es autor de más de 90 artículos de investigación y 35 capítulos de libros especiali-zados. Ha dirigido 25 tesis de licenciatura, 19 de maestría y seis de doctorado. Ha sido responsable de 18 proyectos de investigación financiados. es Investigador Nacional nivel 2 y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.

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Almanza Carrillo, RicardoInstitución: universidad de Guanajuato (ugto)División de Ciencias sociales y Humanidades campus LeónCorreo electrónico: [email protected], [email protected]Áreas de Interés: Historia urbanatrayectoria profesional: egresado de la Facultad de Ar-quitectura de la universidad de Guanajuato. realizó una Maestría en Desarrollo Docente. Actualmente es Profesor-investigador de la División de Ciencias sociales y Humanidades en el Departamento de estudios de Cultura y sociedad (Decus). Imparte cátedras de Cartografía, Po-líticas de regionalización, Geografía de México. es coor-dinador del laboratorio de cartografía el Decus. Ha pre-sentado tres ponencias en congresos internacionales, es responsable de un proyecto de investigación sobre el de-sarrollo de la ciudad de Guanajuato del siglo xvi al xx. es autor de dos libros y coautor en 18 libros.

Álvarez Sandoval, Brenda ArizaiInstitución: Consultor independienteCorreo electrónico: [email protected] profesional: egresada de la licenciatura en Biología en la universidad Autónoma de Aguascalientes. Maestría en Ciencias (Biología) con la tesis titulada: “Análisis de adhesinas y cisteín proteasas en aislados frescos y establecidos de Trichomonas vaginalis y su re-lación con la virulencia”. Actualmente voluntaria en el Museo de Historia Natural Alfredo Dugès de la universi-dad de Guanajuato.

Álvarez Venegas, RaúlInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn)Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinves-tav-ipn unidad IrapuatoCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Filogenética, Biología Molecular de Plantas, epigenética.trayectoria profesional: egresado de la universidad Au-tónoma Metropolitana. realizó su maestría en Biotecno-logía en el Cinvestav-Zacatenco y un doctorado en Cien-cias en Bioquímica y Biología Molecular en la universidad de Purdue, estados unidos. Actualmente es Profesor In-vestigador en el Cinvestav-Irapuato en donde dirige el Laboratorio de Cromatina y epigenética, coordina el taller de Diseño y evaluación de Proyectos, e imparte cátedra en Genética y Biología Molecular. Miembro del sistema Nacional de Investigadores, cuenta con 14 publicaciones en revistas de prestigio internacional, ha participado en

más de 13 congresos nacionales e internacionales y es responsable de un proyecto de investigación financiado por Conacyt.

Anaya Velázquez, FernandoInstitución:universidad de Guanajuato (ugto)Campus GuanajuatoCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Parasitología médica, biología celular y bioética.trayectoria profesional: Profesor titular del Departamen-to de Biología, División de Ciencias Naturales y exactas, universidad de Guanajuato. Miembro de Bioética de la misma institución. QFB, Maestro en Ciencias y Doctor en Ciencias en Biología celular. Pasante de la Maestría en Bioética, universidad Nacional de Cuyo/ops-oms. Miembro fundador en 1993 del Centro de Investigaciones en Bioé-tica, actualmente en reorganización. Ha publicado varios artículos y capítulos de libro sobre temas de bioética. Ha impartido cátedra de bioética en la universidad de Gua-najuato y otras instituciones. Miembro de la Academia Nacional Mexicana de Bioética y de la Comisión estatal de Bioética del estado de Guanajuato.

Andrio Enríquez, EnriqueInstitución:Instituto tecnológico de roque (itr)Dirección General de educación superior tecnológica (dgest)Correo electrónico:[email protected]Áreas de Interés: Agricultura sustentable y tecnología de semillastrayectoria profesional: egresado de la universidad Au-tónoma Agraria Antonio Narro como candidato a Doctor en Ciencias en sistemas de Producción Agrícola. Profesor investigador de licenciatura y posgrado, nombramiento de profesor de tiempo con perfil deseable Promep (Progra-ma de Mejoramiento del Profesorado). Línea de investi-gación agricultura sustentable y tecnología de semillas. Integrante de la red de monitoreo de organismos genéti-camente modificados. Ha dirigido 12 proyectos de inves-tigación, asesorado mas 20 tesis recursos humanos a nivel de licenciatura, maestría y doctorado, publicado siete ar-tículos, y presentado más de 90 trabajos en congresos. Ángeles Gómez, J. CruzInstitución:Comisión estatal del Agua de Guanajuato (ceAg)Dirección General de PlaneaciónCorreo electrónico: [email protected]

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Áreas de Interés: Hidrología superficial.trayectoria profesional: es Ingeniero en hidrología, egresa-do de la universidad Autónoma Metropolitana, división CBI, unidad Iztapalapa y cuenta con estudios de maestría en Ciencias del Agua por parte de la universidad de Guanajua-to. se ha desempeñado en el sector público desde 1995 en la Conagua, dentro de la Gerencia de Aguas superficiales e Ingeniería de ríos, como especialista en hidráulica en la subgerencia de Bancos de Información. Desde el año 2000 a la fecha labora como jefe del Departamento de Agua su-perficial en la Dirección General de Planeación, dentro de la Comisión estatal del Agua de Guanajuato. Ha impartido clases como profesor de tiempo parcial de la materia de me-teorología y temas especiales de la Hidráulica en la Facultad de Geomática e Hidráulica, de la universidad de Guanajuato. Arce Pérez, RobertoInstitución:Instituto de ecología A.C. (Inecol) red de Bio-diversidad y sistemática.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: sistemática y biogeografía de coleópteros acuáticos de México y coleópteros del género Macrodactylustrayectoria profesional: técnico Académico titular “C” del Instituto de ecología, A.C. Xalapa. Biólogo, con Maestría en Ciencias egresado de la universidad Nacional Autónoma de México, Doctor en recursos Bióticos por la universidad Autónoma del estado de Hidalgo. Línea de investigación: sistemática y biogeografía de coleópteros acuáticos de Mé-xico y coleópteros del género Macrodactylus Dejean (Co-leoptera: Melolonthidae). estancias de investigación en la Colección Nacional de Insectos y Museo de la Naturaleza de Canadá. Autor o coautor de 35 publicaciones científicas y capítulos de libro. Arenas Monroy, José CarlosInstitución:universidad Autónoma de Aguascalientes (uAA) Centro de Ciencias Básicas.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Herpetología, Biodiversidad.trayectoria profesional:Como estudiante activo de la ca-rrera de Biología en la uAA ha participado en diferentes proyectos concernientes a la biología y ecología reproduc-tiva de la rana de Madriguera (Pternohyla dentata) y ha sido miembro destacado de las sociedades de alumnos de la carrera, lo que ha complementado con la asistencia a di-versos congresos. Pertenece a la Asociación para la Con-servación de la Biodiversidad del Centro de México, A.C. este es su primer trabajo publicado.

Arias de la Canal, César José AntonioInstitución: el Charco del Ingenio, A.C.Correo electrónico: [email protected]áceas y suculentas, ecología y medio ambiente, orga-nismos de la sociedad civil, participación ciudadana y desarrollos sustentable.trayectoria profesional: egresado de la escuela Libre de Derecho, Ciudad de México. Docencia en la División de Ciencias sociales de la universidad Autónoma Metropo-litana (uAm Xochimilco). titular del taller de redacción e Investigación Documental. Coordinador de actividades de defensa de los derechos humanos para la sección Mexi-cana de Amnistía Internacional. Creador de Cante, A.C., organización promotora de proyectos culturales y de con-servación ambiental. Creador del Jardín Botánico “el Charco del Ingenio”. Creador del Centro Cultural Comu-nitario “el sindicato”.

Ávila Plascencia, Carlos AarónInstitución:Instituto de ecología del estado de Guanajua-to (iee). Dirección de Gestión de la Calidad del Aire.Correo electrónico: [email protected], [email protected].Áreas de Interés: Inventarios de emisiones de contami-nantes y gases de efecto invernadero.trayectoria profesional: Ingeniero Químico por la univer-sidad de Guanajuato. se desempeña como Analista de Proyectos, en la Dirección de Gestión de Calidad del Aire del Instituto de ecología del estado de Guanajuato. Ha sido responsable del desarrollo de los Inventarios de emi-siones de Contaminantes Criterio y Gases de efecto Inver-nadero, es responsable de la regulación industrial en ma-teria de contaminación atmosférica. Coordinación de los trabajos de instrumentación del registro de emisiones y transferencia de Contaminantes. Actualmente es Presi-dente del Comité de Certificación y Normalización de Me-dio Ambiente. Báez Montes, OscarInstitución: iee. Dirección de recursos Naturales.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Áreas Naturales Protegidas, ornitología, Mastozoología, ecología de comunidades, restauración ecológica.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la universidad de Guadalajara. Ha participado en proyectos de monitoreo de comunidades en Áreas Naturales Protegidas en México y Costa rica; restauración y conservación de humedales en Jalisco; monitoreo de aves acuáticas en humedales de Ja-

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lisco. Actualmente es supervisor de proyectos relacionados con la conservación, restauración y aprovechamiento sus-tentable de los recursos naturales en Áreas Naturales Pro-tegidas en el estado de Guanajuato.

Bárcenas, Rolando T.Institución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq). Facultad de Ciencias Naturales.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Filogenética, conservación biológica y biogeografía de las zonas áridas de México.trayectoria profesional: trayectoria profesional: Licencia-do en Biología por la Facultad de Ciencias de la unAm y doctor por la universidad de reading, Inglaterra. Actual-mente es profesor-investigador en la Facultad de Ciencias Naturales de la universidad Autónoma de Querétaro en donde desarrolla proyectos de sistemática filogenética, conservación biológica y biogeografía de las zonas áridas de México. Ha impartido las clases de sistemática, Botáni-ca de Plantas Vasculares, Bioinformática, Cactología Con-temporánea y escritura de tesis, tanto a nivel licenciatura como posgrado. Ha publicado diferentes artículos interna-cionales relacionados con la conservación, la diversidad biológica, la nomenclatura y la sistemática de cactáceas mexicanas. Ha desarrollado proyectos nacionales e inter-nacionales para la generación de los códigos de barra ge-néticos de las cactáceas mexicanas para su identificación y conservación. es Candidato al sistema Nacional de In-vestigadores (2009-2012) y Perfil promep.

Bárcenas Blancarte, ClaudiaInstitución: Instituto de ecología del estado de Guanajua-to. Dirección de Gestión de la Calidad del Aire.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Calidad del aire, gestión ambiental.trayectoria profesional: Ingeniero Químico egresada de la universidad de Guanajuato, Maestra en Administra-ción, actualmente se desempeña como Directora de Ges-tión de la Calidad del Aire en el Instituto de ecología del estado de Guanajuato. Ha participado en el diseño e im-plementación de los Programas para Mejorar la Calidad del Aire de salamanca y León, reducción de emisiones en sector industrial, ladrilleras y fuentes móviles. Cuenta con amplia capacitación en Gestión Ambiental en Japón y estados unidos de América. Participa regularmente en foros Nacionales e Internacionales sobre calidad del aire, como ponente ha participado en el desarrollo de una es-trategia estatal de cambio climático.

Becerril Patlán, RodolfoInstitución:Instituto de ecología del estado de Guanajua-to. Dirección de recursos Naturales.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: ordenamiento ecológico, áreas naturales protegidas, ecología, uso y conservación de vida silvestretrayectoria profesional: Biólogo egresado de la escuela Nacional de estudios Profesionales Zaragoza, de la unAm, con estudios de Maestría en Ingeniería Ambiental de la escuela superior de Ingeniería y Arquitectura del ipn. Ha desempeñado cargos públicos en gobierno federal como sepesca e Inegi; estatal (sedagro del estado de México y el Instituto de ecología del estado de Guanajuato); y mu-nicipal, como Dirección de Medio Ambiente y ecología y en el Instituto Municipal de Planeación de León, Gto; ac-tualmente funge como Director de recursos Naturales en el Instituto de ecología del estado de Guanajuato; tam-bién se ha desempeñado como consultor ambiental aten-diendo diferentes proyectos de impacto y riesgo ambien-tal, ordenamiento ecológico, planeación ambiental, estudios previos justificativos para decreto de áreas na-turales protegidas de carácter estatal y federal.

Becerril Piña, RocíoInstitución: universidad Autónoma del estado de México (uAemex). Centro Interamericano de recursos del Agua, Facultad de Ingeniería.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: efecto del cambio climático sobre los recursos hídricos.trayectoria profesional: Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias de la universidad Autónoma del estado de México. realizó una maestría en Gestión Integral de Cuencas en la universidad Autónoma de Querétaro. Ac-tualmente es estudiante de Doctorado en el Centro Inte-ramericano de recursos del Agua en la universidad Au-tónoma del estado de México. Ha trabajado en temas sobre: Índice de integridad biótica basado en macroinver-tebrados acuáticos, captura de carbono en zonas del se-miárido del centro del país y actualmente trabaja en el efecto del cambio climático sobre los recursos hídricos en el estado de México. Berlín Diosdado, Jorge AdriánInstitución: Conservación de la Biodiversidad del Centro de México, A.C.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: taxonomía, recursos bióticostrayectoria profesional: Biólogo egresado de la universidad

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Autónoma de Aguascalientes, titulándose con la investiga-ción en biogeografía de lepidópteros. Actualmente forma parte de la oNG Conservación de la Biodiversidad del Centro de México, A.C. y labora para la empresa Geovida en el área de taxonomía y recursos bióticos para impacto ambiental. Durante su formación ha realizado otros estudios como el Diagnóstico de la herpetofauna del río Lerma, en salamanca, avifauna del río Lerma en salamanca, Guanajuato. Bolaños Martínez, RicardoInstitución: Instituto de Biología, universidad Nacional Autónoma de México (unAm). Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Monitoreo de mamíferos.trayectoria profesional: Pasante de Biólogo, de la Facultad de Ciencias unAm, estudiante del Laboratorio de sistemas de Información Geográfica donde realiza tesis de licen-ciatura titulada “Diversidad de mamíferos grandes y me-dianos en sierra Monteflor, reserva de la Biosfera de te-huacán-Cuicatlán, oaxaca”. Asistente de campo en proyectos de fauna silvestre en oaxaca, sonora, Isla Isa-bel, Guerrero y Guanajuato; técnico en la Colección de Fotocolectas Biológicas del Instituto de Biología unAm. Botello, Francisco JavierInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm). Instituto de Biología. Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Planeación sistemática de la conserva-ción, ecología de mamíferos y experto en monitoreo de vertebrados a través de fototrampas.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la unAm, Maestría en Ciencias Biológicas ibunAm y candidato a doctor por la misma institución. Las principales líneas de investigación son la ecología de ma-míferos y la planeación sistemática de la conservación. Fundador y co-responsable de la Colección de Fotocolec-tas Biológicas del ibunAm. Corresponsable de dos proyectos en conAbio. Cuenta con siete publicaciones, tres capítulos en libros. Ha dirigido tres tesis de licenciatura, así como cinco proyectos de LICyt de la Facultad de estudios su-periores de Iztacala. Miembro del comité académico cien-tífico de la reserva de la Biosfera de tehuacán-Cuicatlán de 2005 a la fecha.

Bustos Contreras, Diana ElisaInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales Agrícolas y PecuariasCorreo electrónico: [email protected]

Áreas de Interés: Desarrollo rural sustentable, procesos de transferencia de tecnologías apropiadas, procesos par-ticipativos, investigación en la acción.trayectoria profesional: egresada de la licenciatura en Planificación para el Desarrollo Agropecuario con Maes-tría en ciencias del desarrollo rural por el Colegio de Post-graduados, en dos décadas ha producido 20 publicaciones, dirigido o asesorado 15 tesis de licenciatura y maestría en la Maestría en Gestión Integrada de Cuencas (Magic), de la universidad Autónoma de Querétaro (uAq) y en el Cole-gio de Postgraduados, ha dirigido diez proyectos de in-vestigación, actualmente colabora con la Magic en el proyecto para la Creación del Centro regional de Capaci-tación en Cuencas.

Burfford Vázquez, JesúsInstitución: secretaría de Agricultura y recursos Hidraú-licos Comisión técnico Consultiva de Coeficientes de Agostadero (Cotecoca).

Caballero Vázquez, José AdánInstitución: unidad de Ciencias del Agua cicy-CancúnCorreo electrónico: [email protected], [email protected].Áreas de Interés: ecología y biogeografía.trayectoria profesional: Candidato a doctor en Ciencias Marinas por el Centro de Investigaciones y de estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, unidad Mé-rida. Profesor-investigador en el Instituto tecnológico superior de Irapuato (itesi), donde imparte las asignaturas de Climatología y Meteorología, Fundamentos de Investi-gación, taller de Investigación, Desarrollo sustentable, Biogeografía y ecología. su investigación se enfoca sobre la ecología y biodiversidad de peces marinos y de aguas interiores, con especialidad en ecosistemas costeras del Caribe mexicano, de donde es autor de cinco publicacio-nes científicas y cuatro más en proceso. Ha participado en congresos y simposios nacionales e internacionales. Miembro de la sociedad ictiológica mexicana y de la Gulf and Caribbean Fisheries Institute.

Calderón de Rzedowski, GracielaInstitución: Instituto de ecología A.C. (Inecol)Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: sistemática de plantas vascularestrayectoria profesional:egresada de la escuela Nacional de Ciencias Biológicas (encb) del Instituto Politécnico Na-cional (ipn). Ha laborado en la universidad Autónoma de san Luis Potosí, en la encb del ipn y desde 1985 trabaja en

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el Instituto de ecología, A.C., donde su principal actividad consiste en la elaboración, coordinación y edición de la obra Flora del Bajío y de regiones Adyacentes. Hasta 2009 ha publicado 65 fascículos, 48 artículos en revistas, siete libros y seis capítulos de libros.

Camacho Rico, FernandoInstitución: Comisión Nacional de Áreas Naturales Prote-gidas (Conanp)Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Biólogo de la Facultad de Ciencias de la unAm, estudió una Maestría en Ciencias Ambientales con orientación a la restauración ecológica, en la cual desa-rrolló un método para localizar espacialmente la erosión como una estrategia para restaurar bosques templados del sur de México. Desde el 2005 se desempeña como profesor de asignatura en la universidad Nacional Autónoma de México, donde ha impartido más de 12 cursos de licen-ciatura. Del 2009 al 2011 colaboró en la coordinación de estrategias de Biodiversidad de la conAbio y desde 2011 se desempeña como Coordinador de estrategias de Adapta-ción al Cambio Climático en la Conanp.

Camarena Hernández, María GuadalupeInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp). Campo experimental Bajío (inifAp) Camarena Pozos, David AlfonsoInstitución: Centro de Innovación Aplicada en tecnolo-gías Competitivas, A.C.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Biorremediación.trayectoria profesional: egresado del Instituto tecnológico de Veracruz de la carrera de Ingeniería Bioquímica. reali-zó una Maestría en Biotecnología de Plantas en el Cinves-tav-Irapuato en el laboratorio de Microbiología Ambiental. Actualmente es Asesor de Investigación en Ambiental en el Centro de Innovación Aplicada en tecnologías Competi-tivas en León, Guanajuato en donde estudia aspectos rela-cionados a la biorremediación de sitios contaminados con metales e hidrocarburos. Ha participado en proyectos rela-cionados con el estudio y el control de hongos fitopatóge-nos de la papaya (Carica papaya) en la unidad de Investi-gación y Desarrollo de Alimentos (2005-2006). Ha presentado dos carteles en Congresos Nacionales.

Cantoral Uriza, Enrique ArturoInstitución: universidad Nacional Autónoma de México

(unAm). unidad multidisciplinaria de docencia e investiga-ción, Facultad de Ciencias, Campus Juriquilla, Querétaro.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Algas.trayectoria profesional: obtuvo el Doctorado en Biología por la unAm y actualmente es profesor titular en ecología de algas de ríos en la unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación, Facultad de Ciencias campus Juriquilla, don-de desarrolla el estudio de ecología de algas e indicadores biológicos. es también profesor del posgrado en Ciencias Biológicas (unAm) y de la Maestría en Gestión Integrada de Cuencas de la universidad Autónoma de Querétaro (uAq). Ha publicado diversos artículos de investigación, difusión y capítulos de libros sobre algas continentales. Asimismo ha realizado estudios posdoctorales en ecología de comunida-des acuáticas en la universidad de Murcia, españa. Carlos González, F. EduardoInstitución: secretaría de Agricultura, Ganadería, Desa-rrollo rural, Pesca y Alimentación (sagarpa).Comisión técnico Consultiva de Coeficientes de Agosta-dero (Cotecoca). Carmona Torres, Fahd HenrryInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Biodiversidad de vertebrados terrestres en zonas conservadas y perturbadas.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias, unAm, y Candidato a Maestro en Ciencias en el área de Biología Ambiental en el Posgrado de Ciencias Biológicas de la unAm. Actualmente es coordinador y Pro-fesor de Asignatura “A”, de la materia optativa Práctica de Fauna silvestre, en el Departamento de etología, Fauna silvestre y Animales de Laboratorio de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la unAm. Ha partici-pado en 34 proyectos de investigación en los que el tema central son los vertebrados terrestres en diversos tipos de vegetación y estados del país. Cuenta con cinco publica-ciones en diversas revistas y ha presentado cinco ponen-cias en congresos nacionales y tres internacionales.

Carranza González, EleazarInstitución: Instituto de ecología A.C. (Inecol). Centro re-gional del BajíoCorreo electrónico: [email protected], [email protected].Áreas de Interés: Florística, taxonomía y fitogeografía.

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trayectoria profesional: egresado de la universidad Mi-choacana de san Nicolás de Hidalgo, Morelia Michoacán. realizó su Doctorado en Ciencias de recursos bióticos en la universidad Autónoma de Querétaro. Desde el 1 de ene-ro de 1993 es investigador asociado al Instituto de ecolo-gía, Centro regional del Bajío en Pátzcuaro, Michoacán. Ha publicado 11 artículos arbitrados, colaboró en el libro La vegetación en el estado de Querétaro; ha participado en 31 capítulos de libros entre los cuales están la Flora del Bajío y de las regiones Adyacentes, Flora de Guerrero, Flora Fanerogámica del Valle de México, y en un capítu-lo del libro La biodiversidad de Michoacán. Ha impartido cátedras a nivel de licenciatura y maestría, ha colaborado en un Diplomado Impacto Ambiental y Diplomado Instru-mentos de Política ambiental y recursos Naturales. Ha sido tutor de tesis en licenciatura y dos de maestría.

Casillas Martínez, AngélicaInstitución: Comisión estatal del Agua de Guanajuato (ceAg).Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: estudios Geohidrológicos.trayectoria profesional: Ingeniero Geólogo por la escuela superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Poli-técnico Nacional. se ha desempeñado como Jefe del de-partamento de estudios Geohidrológicos y supervisor General en la secretaría de Desarrollo urbano y obras Públicas, Directora del organismo público descentraliza-do Perforaciones de Guanajuato, Jefe de la unidad de De-sarrollo urbano de la Delegación Federal de la secretaría de Desarrollo social en el estado, subdelegada de Desa-rrollo urbano y Vivienda y delegada en el estado de la secretaría de Desarrollo social en el estado. Actualmen-te se desempeña como secretaria ejecutiva de la Comisión estatal del Agua de Guanajuato. Cebada Contreras, María del CarmenInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias sociales y Humanidades.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Desarrollo regional rural y urbano, transformaciones productivas, mercados de trabajo, mi-gración interna e internacional y campesinado (aplicando enfoque de sustentabilidad, perspectiva de género y aná-lisis de políticas públicas).trayectoria profesional: egresada de la escuela superior de economía del ipn. realizó estudios de maestría en Cien-cias sociales en la Flacso, sede México, y estudios de doctorado en sociología en la Facultad de Ciencias Polí-

ticas y sociales de la unAm. Actualmente es profesora in-vestigadora del Departamento de estudios sociales e im-parte materias de teoría social, metodología y seminarios de investigación. Coordina los programas de Antropología social y sociología. estudia aspectos relacionados con el uso de recursos y los cambios rural-urbanos en un con-texto de migración social. Ha dirigido cuatro tesis de li-cenciatura y dos de maestría. Ha presentado ponencias en congresos internacionales (cinco) y nacionales (10); par-ticipa en proyectos de investigación del cuerpo académi-co sociedad, cultura y política y ha publicado artículos en revistas especializadas y libros colectivos.

Cecaira Ricoy, RamónInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Conservación de la biodiversidad, eco-logía, mastozoología, desarrollo sustentable y divulgación científica.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la unAm. Becario de la Fundación Carolina para obtener el Master en Gestión y conservación de la Biodiversidad en los trópicos. universidad de san Pablo-ceu/red IberoMaB unesco. se ha desempeñado como con-sultor en diferentes proyectos de impacto ambiental y estudios de flora y fauna, en el Instituto Nacional de In-vestigaciones Nucleares, Pemex y statoilHydro research Center. trabajó como coordinador de monitoreo biológico en el Proyecto sINAP II, del Global environmental trust Fund adscrito a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y en el área de transferencia de tecnología de la Comisión Nacional Forestal. Colaboró en proyectos de ecología de artrópodos, incluidos su tesis de licenciatura en la Facultad de Ciencias, unAm.

Cerano Paredes, JuliánInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Cenid rAspA

Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Dendroclimatología, Dendropirocrono-logía, recursos Naturales y Medio Ambiente.trayectoria profesional: egresado del departamento fores-tal de la universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Maestría en recursos Naturales y Medio Ambiente por la universidad Autónoma Chapingo. Actualmente es Inves-tigador titular en el Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en relación Agua, suelo, Planta, Atmósfera, como parte de la red de servicios ambientales. Forma par-

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te del laboratorio de Dendrocronología donde desarrolla estudios sobre reconstrucciones paleoclimáticas, regíme-nes de incendios y la relación clima-incendios. Cuenta con más de 30 publicaciones en congresos nacionales e internacionales y participación en más de 15 artículos publicados en revistas nacionales e internacionales. Ac-tualmente participa en dos proyectos nacionales y uno internacional. Cervantes Jiménez, MónicaInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Facultad de Ciencias Naturales.Áreas de Interés: Biologíatrayectoria profesional: estudiante de 7° semestre de Fa-cultad de Ciencias Naturales de la universidad Autónoma de Querétaro. Ha participado en tres congresos. Cervantes Ortíz, FranciscoInstitución: Instituto tecnológico de roque (itr)

Contreras Ruiz Esparza, Ana VictoriaInstitución: Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (conAbio)Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: ecosistemas acuáticos, restauración eco-lógica, manejo y conservación de la biodiversidad.trayectoria profesional: realizó la maestría en ciencias en el Posgrado de Ciencias Biológicas de la unAm y la li-cenciatura en biología en la Facultad de Ciencias de la unAm. Ha colaborado en proyectos de conservación y res-tauración de ecosistemas acuáticos en particular en lagos urbanos utilizando una amplia variedad de herramientas como modelos de distribución espacial y monitoreo am-biental. Ha publicado dos artículos en revistas arbitradas y participado en congresos internacionales. Actualmen-te trabaja en conAbio como Analista de enlace y estudios de Biodiversidad.

Constante García, VicentaInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Cenid rAspA.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Dendrocronología, y dinámica forestal.trayectoria profesional: Ingeniero Forestal, egresada de la universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, en sal-tillo, Coahuila. Actualmente se desempeña como Investi-gador Asociado “A” en el inifAp Cenid rAspA y colabora en proyectos de investigación con fondos nacionales e inter-nacionales. Ha expuesto ponencias en foros nacionales y

colaborado en más de cinco artículos en revistas indiza-das del Conacyt. Córdova Athanasiadis, MilagrosInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq)Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Manejo de cuencas, degradación de sue-los, sistemas de información geográfica, sistemática y biogeografía de arácnidos.trayectoria profesional: Bióloga de la universidad Autó-noma del estado de Morelos, y egresada de la Maestría en Gestión Integrada de Cuencas de la universidad Autóno-ma de Querétaro, actualmente labora como docente en dicho posgrado. Ha participado en diversos proyectos de manejo de cuencas y de recursos naturales, así como pro-yectos de planeación territorial.

Corona López, Angélica MaríaInstitución: universidad Autónoma del estado de Morelos (uAem). Centro de Investigación en Biodiversidad y Con-servación (Cibyc).Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: taxonomía, Filogenia, Biogeografía, Historia Natural y Faunística de la familia Buprestidae (Insecta: Coleoptera).trayectoria profesional: egresada de la licenciatura en Biología de la universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (unicach) (1992-1997). realizó su tesis de licenciatura en la estación Biológica Chamela, Instituto de Biología, unAm (1997-1999). sus estudios de Doctorado fueron desarro-llados en la Facultad de Ciencias, unAm, en el Posgrado de Ciencias Biológicas (2001-2005). se incorporó al Cibyc en 2006 como profesor-investigador titular A, por medio del programa de Apoyo Complementario para la Consolida-ción Institucional de Grupos de Investigación (retención) por Conacyt. Actualmente desarrolla diversos proyectos de investigación en la reserva de la Biosfera sierra de Huautla (rebiosh) y es docente en la Facultad de Ciencias Biológicas, uAem impartiendo cursos como titular (siste-mática y Biogeografía) o como invitada (Biología de Plan-tas epífitas, Biología evolutiva e Invertebrados). es cura-dora de la colección de insectos Colección de Insectos de la universidad de Morelos (cium), resguardada en el Cibyc-uAem. Cortés Barrera, Eunice NayeliInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, A grícolas y Pecuarias (inifAp)Cenid rAspA

Correo electrónico: [email protected].

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Áreas de Interés: sistemas de información geográfica.trayectoria profesional: Bióloga egresada de la universi-dad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, ha participado en proyectos de sistemas de Información Geográfica uAm- i, inAli y Cenid-Comef con ponencia en congresos, así como en manejo de recursos naturales en el Cenid-rAspA, actualmente es pasante de Maestría en Ciencias Ambien-tales en la Facultad de Agrobiología de la universidad Autónoma de tlaxcala.

Cortina Segovia, SofíaInstitución: Comisión Nacional Forestal (Conafor).Correo electrónico: [email protected], [email protected].Áreas de Interés: Marco legal e institucional para la conser-vación y protección del medio ambiente y recursos naturales.trayectoria profesional:egresada de la Facultad de Dere-cho de la universidad Nacional Autónoma de México. Desde 1993 ha trabajado en el sector ambiental diseñando e implementando políticas públicas ambientales como el cobro de derechos para ingresar a áreas naturales prote-gidas y la política ambiental de costas. Fue asesora legal de la organización no gubernamental Asociación Intera-mericana para la Defensa del Ambiente trabajando por la protección del Mar de Cortés y Pacífico Norte en proyectos marinos y costeros. Ha escrito diversas publicaciones en-tre los que destaca el “Análisis del Marco Legal y reco-mendaciones de océanos y costas en México”, “Assessing policy influences on people’s relationship to water ecosys-tem services: the Mexican experience”. Actualmente es Gerente General de servicios Ambientales del Bosque de la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Cotler Ávalos, HelenaInstitución: Instituto Nacional de ecología (ine)Dirección de Investigación de ordenamiento ecológico y Conservación de los ecosistemas.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: erosión y conservación de suelos, ma-nejo de cuencas.trayectoria profesional: Ingeniera Agrónoma por la uni-versidad Nacional Agraria-La Molina (Perú), cursó la Maestría en Geología de Formaciones superficiales en la universidad de Lieja (Bélgica) y el Doctorado en Ciencias Agronómicas en la Facultad de Ciencias Agronómicas de Gembloux (Bélgica). Ha laborado en el Instituto de ecolo-gía y el Instituto de Geología de la universidad Nacional Autónoma de México, entre 1995 al 2001. Ha publicado varios artículos en revistas arbitradas, de difusión y como

capítulos de libros. Ha presentado numerosos trabajos en Congresos Nacionales e Internacionales. Actualmente es Directora de Manejo Integral de Cuencas Hídricas en el ine. Cruz Angón, AndreaInstitución: Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (conAbio).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: ecología, manejo y conservación de la biodiversidad, certificación de manejo forestal sustentable, planeación para la gestión de la biodiversidad. trayectoria profesional: Bióloga de la universidad Michoacana. obtuvo el grado de Doctor en Ciencias en ecología y Manejo de recursos Naturales por parte del Instituto de ecología, A. C. trabajó como asistente y coordinador de proyectos de investigación del Centro de Aves Migratorias del smithso-nian Institution (si) en Chiapas, Xalapa y Guatemala. Par-ticipó como evaluadora ambiental de programas de certi-ficación de buen manejo forestal en comunidades y ejidos forestales de México. trabajó en la Gerencia de Protección Ambiental de la Dirección Corporativa de operaciones de Pemex. Actualmente se desempeña como Coordinadora de enlace y estrategias de Biodiversidad de la conAbio. Ha pu-blicado cerca de una decena de artículos en revistas cien-tíficas internacionales arbitradas y algunos de divulgación. Fue Coordinadora y editora General de Biodiversidad en Veracruz: estudio de estado. Cruz Hernández, AndrésInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Facultad de Ciencias NaturalesCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Biotecnología de plantas.trayectoria profesional: egresado de la escuela Nacional de estudios superiores Iztacala de la unAm. realizó estu-dios de maestría y doctorado con especialidad en Biotec-nología de Plantas en el Cinvestav-ipn, unidad Irapuato. trabaja como Investigador del Cinvestav-ipn, unidad Ira-puato en el Departamento de Biotecnología y Bioquímica, es investigador Nacional nivel I. es autor de 28 publica-ciones relacionadas con la biotecnología de plantas, ha dirigido ocho tesis de licenciatura y dos de maestría, y ha sido responsable de seis proyectos financiados por orga-nizaciones nacionales. Fue distinguido por la fAo para asistir al Postharvest-Biotechnology expert Consultation Meeting, celebrado en túnez (2006). Cruz Jiménez, GustavoInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de

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Ciencias Naturales y exactas.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Ciencias Ambientales (fitorremediación).trayectoria profesional: estudió la carrera de Químico Farmacéutico Biólogo y la Maestría en Química en la uni-versidad de Guanajuato. el grado de Doctor en Ciencias e Ingeniería del Medio Ambiente lo obtuvo en la universi-dad de texas en el Paso. su tesis de doctorado y sus tra-bajos recientes se enfocan en los efectos tóxicos de meta-les en diferentes plantas nativas de Guanajuato y en fitorremediación. Actualmente es miembro del sistema Nacional de Investigadores (Nivel I) y cuenta con la dis-tinción de Perfil Promep. Cruz José, José LuisInstitución: Comisión estatal del Agua de Guanajuato (ceAg).Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Hidrografía, cuencas.trayectoria profesional: Ingeniero Geólogo egresado del Instituto Politécnico Nacional realizó estudios de Maes-tría en Gestión Integrada de Cuencas, ha participado como ponente en congresos nacionales e internacionales en el tema del agua subterránea. es coautor del libro Mo-delación aplicada a sistemas acuíferos: enfoques y Desa-rrollos en México. Actualmente se desempeña como di-rector de estudios y Monitoreo de la Comisión estatal del Agua de Guanajuato.

Cueva Torres, G. BereniceInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn)Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinves-tav-ipn unidad Irapuato.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Filogenética, Biología Molecular de Plantas, epigenética.trayectoria profesional: egresada de la universidad Mo-tolinía con el titulo de Químico de Farmacéutico Biólogo. Maestro en Ciencias del Instituto de Investigación en Bio-logía experimental de la universidad de Guanajuato. Des-de 1990 auxiliar de investigación en el departamento de Ingeniería Genética en el Cinvestav, unidad Irapuato. trabaja en el laboratorio de Proteínas de reserva y del Citoesqueleto de Actina en semillas, Departamento de Ingeniería Genética.

Cuevas Carrillo, José IsidroInstitución: Instituto de ecología del estado de Guanajua-to (iee), Dirección de recursos NaturalesCorreo electrónico:[email protected].

Áreas de Interés: ordenamiento ecológico.trayectoria profesional: oceanólogo y M. en C. egresado del Colegio de la Frontera Norte (Colef) y Centro de Inves-tigación Científica y de educación superior (Cecice). Fue Director de Geografía y Geomática del Centro de Infor-mación Guanajuato (INFo) de Gobierno del estado de Guanajuato y Director de Geoestadística del Instituto Mu-nicipal de Planeación de León (Implan). Participó y diri-gió varios proyectos de desarrollo e implementación de sistemas de información geográfica y análisis espacial de información estatal y municipal. Actualmente colabora en la gestión, desarrollo e instrumentación del ordena-miento ecológico del territorio del estado de Guanajuato y de los ordenamientos ecológicos Locales de los princi-pales municipios de Guanajuato en el Instituto de ecolo-gía del estado de Guanajuato.Charre Medellín, Juan FelipeInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Monitoreo de Mamíferos de talla me-diana y grande.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la Facultad de Biología de la universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo. Ha participado en los siguientes proyectos: Diagnóstico y propuesta sobre el potencial de manejo sus-tentable de la fauna silvestre en el Bajo Balsas, Mi-choacán; rescate, conservación y manejo de la liebre del Istmo Lepus flavigularis una especie en peligro de extin-ción; Conservación de mamíferos en Chiapas; Prioriza-ción de áreas de conservación en México utilizando una aproximación multitaxa. también participó como revisor del libro Colecciones mastozoológicas de México. Actual-mente participa en el proyecto Monitoreo de mamíferos de talla mediana y grande del municipio de Victoria, re-serva de la Biósfera sierra Gorda de Guanajuato.

Chávez Herrera, RobertoInstitución: secretaría de Desarrollo Agropecuario del estado de GuanajuatoCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Control de Malezas Acuáticas y Acua-cultura, Humedalestrayectoria profesional: egresado de la universidad Au-tónoma de Baja California sur. Ha realizado estudios di-versos en humedales, manejo de recursos naturales y en administración pública. Gerente técnico del Fideicomiso de rehabilitación de Cuencas Hidrográficas. Ha presenta-do tres ponencias en Congresos Internacionales y ocho

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Nacionales; tres publicaciones; Coautor de artículos Diag-nósticos Biológico- Pesqueros y del “Diagnóstico Pesque-ro y Acuícola del estado de Guanajuato”. Actualmente es responsable de Acuacultura y Pesca en el Gobierno del estado de Guanajuato. De la Cerda Lemus, Margarita EliaInstitución: universidad Autónoma de Aguascalientes (uAA).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Florística y taxonomía.trayectoria profesional: egresada de la Facultad de Cien-cias de la universidad Nacional Autónoma de México. Maestría en Ciencias en Biología. Actualmente es profe-sora-investigadora del Departamento de Biología de la universidad Autónoma de Aguascalientes, imparte cáte-dras de Botánica, taxonomía vegetal, Botánica General, Anatomía vegetal en las carreras de Biología, Agronomía y Análisis Químico Biológico. es responsable de la colec-ción del Herbario desde 1980 a la fecha. Ha presentado 14 trabajos en simposium, Congresos Nacionales e Interna-cionales, fue tutora de dos tesis de licenciatura y de seis talleres de Investigación en los cuales se revisan detalla-damente familias de fanerógamas del estado. Cuenta con numerosas publicaciones sobre la flora del estado de Aguascalientes. se le otorgó el Premio estatal al mérito ecológico y Premio estatal al mérito Ambiental. De la Rosa Álvarez, Ma. GuadalupeInstitución: universidad de Guanajuato (ug).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Biorremediación de sitios contaminados con metales pesados. Monitoreo de metales en material particulado. especiación mediante espectroscopía de ab-sorción de rayos X.trayectoria profesional: Graduada de la Facultad de Quí-mica de la universidad de Guanajuato. obtuvo la Maestría en Química Analítica Ambiental y el Doctorado en Cien-cias del Medio Ambiente e Ingeniería por la university of texas en el Paso. Actualmente cuenta con 50 publicacio-nes, 72 ponencias en congresos nacionales e internaciona-les, y la dirección de 15 tesis de licenciatura, maestría o doctorado. Participa o ha participado como responsable o colaboradora en más de diez proyectos de investigación. Actualmente responsable de un proyecto apoyado por Co-nacyt y uno por Concyteg. Nivel II del sni.

Delgado Saldívar, LuisInstitución: universidad Autónoma de Aguascalientes

(uAA), Centro de Ciencias Básicas.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Biología.trayectoria profesional:egresado de la universidad Autó-noma de Aguascalientes de la licenciatura en Biología y la especialidad en métodos estadísticos por el Centro de Investigaciones en Matemáticas (Cimat). Actualmente es profesor-investigador de la universidad Autónoma de Aguascalientes en el área de Zoología, donde imparte las materias de Biología de los Invertebrados I, Introducción a la Investigación y Manejo de ecosistemas desde hace 25 años. Ha sido coordinador del Jardín Botánico rey Net-zahualcoyótl de la uAA. Ha participado en trabajos ecoló-gicos de entomofauna, especialidad Lepidopterología, tema con el que ha participado en la dirección de talleres de investigación de cuatro alumnos.

Díaz Pardo, EdmundoInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq)Facultad de Ciencias Naturales-uAq).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés:Conservación de peces, hábitats acuáticos.trayectoria profesional: Actualmente pertenece al Plantel Académico de la universidad Autónoma de Querétaro, don-de tuvo a su cargo la Coordinación del Posgrado en recur-sos Bióticos. es Biólogo, con Maestría y Doctorado en Cien-cias (especialidad Biología) por la escuela Nacional de Ciencias Biológicas, Instituto Politécnico Nacional. Ha impartido cátedra en diferentes universidades nacionales y del extranjero. su línea de investigación incide sobre la conservación de peces y hábitats acuáticos, con experien-cias en trabajos taxonómicos, bioecológicos y arqueozoo-lógicos. es autor de 80 artículos científicos y capítulos de libros y es coeditor de otro. Ha dirigido 40 tesis de licen-ciatura y 28 de maestría y doctorado. Fue miembro de la presidencia de la sociedad Ictiológica Mexicana, de la cual sigue siendo miembro honorario. Participó en la elabora-ción de la nom-059-ecol en sus versiones 1994 y 2001.

Domínguez Ruíz, Sergio IgnacioInstitución: Instituto de ecología del estado de Guanajua-to (iee), Dirección de Planeación y Política Ambiental.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Biología, ciencias del mar, planeación ambiental y estudios del futuro.trayectoria profesional: egresado de la universidad Autó-noma Metropolitana, con estudios de Maestría en el Insti-tuto de Ciencias del Mar y Limnología de la unAm y un Diplomado en Planeación Ambiental de la misma unAm.

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realizó estudios de Maestría en estudios del Futuro y Pros-pectiva en la universidad de Houston, texas, Campus Clear Lake, euA. en el sector académico e investigación se des-empeñó en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología y en el Centro de estudios Prospectivos de la Fundación Ja-vier Barros sierra A.C., en la Ciudad de México. Consultor de la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte y asesor de la Agencia Alemana gtz. en el Insti-tuto de ecología del estado de Guanajuato ocupó los cargos de Director de Desarrollo Ambiental y Director de Preven-ción de la Contaminación y el Deterioro Ambiental. A nivel federal, ocupó el cargo de Director General de ordena-miento ecológico e Impacto Ambiental del ine de la semar-nat. Ha sido Consultor independiente en diversos aspectos ambientales. Actualmente es Director de Planeación y Po-lítica Ambiental del Instituto de ecología del Gobierno del estado de Guanajuato.

Elizalde Arellano, CynthiaInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn), escuela Nacional de Ciencias Biológicas (encb).Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: sistemática y ecología de mamíferostrayectoria profesional: Bióloga egresada de la escuela Nacional de Ciencias Biológicas, ipn. realizó estudios de Maestría en la Facultad de Ciencias de la unAm y realiza sus estudios de Doctorado en la uAm-Xochimilco. es pro-fesora-investigadora de la encb donde imparte las cátedras de Zoología de Cordados, Mastozoología y Manejo de Fau-na. Ha participado en 15 proyectos de investigación sobre sistemática y ecología de mamíferos. Ha presentado 26 ponencias en congresos (20 nacionales, seis internaciona-les). Ha publicado nueve artículos científicos, cuatro ca-pítulos de libros y ha codirigido cuatro tesis de licencia-tura. es asistente del curador de las colecciones científicas de vertebrados terrestres y dirige un proyecto apoyado por conAbio.

Ellsworth, JoshInstitución: Fundación Ciencias del ecosistemaCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: ecología y economía ambiental.trayectoria profesional: realizó una Maestría en ecología Forestal en la universidad de Massachusetts y una Maes-tría en Desarrollo Internacional sustentable en la univer-sidad de Brandeis. Actualmente colabora con la Fundación Ciencias del ecosistema y es profesor de agricultura soste-nible de la Heller school for social Policy de Brandeis. Ha sido expositor en diversos congresos internacionales, es-

crito artículos académicos y dirigido una tesis de nivel maestría. Actualmente también es el coordinador del pro-grama todos por el Agua, un sistema de pagos por servicios ambientales en san Miguel de Allende, Guanajuato. Escalante Pliego, Bertha PatriciaInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología. Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: taxonomía y estudios moleculares.trayectoria profesional:egresada de la Facultad de Cien-cias de la universidad Nacional Autónoma de México como Bióloga y Maestra en Ciencias, obtuvo su doctorado en la City university of New York. Lleva 20 años traba-jando profesionalmente en el estudio y conservación de las aves de México. es profesora e investigadora de la universidad Nacional Autónoma de México en el Institu-to de Biología, actualmente funge como curadora de la Colección Nacional de Aves y Jefa del Departamento de Zoología. es miembro electo y corresponding fellow de la Aou, fue Presidenta de la sociedad de ornitología Neo-tropical (2003-2007) y es miembro honorario de Cipamex (sociedad para el estudio y Conservación de las Aves en México). Actualmente, es miembro activo de varios co-mités, entre los que destacan: Comité de Colecciones Cien-tíficas de la Aou, Comité de especialistas de Cracidos de la iucn, International ornithological Committee y Comité Mexbol (Iniciativa para el Código de Barras de la Vida, capítulo México). Desde 1990 hasta 2010 tenía 21 artícu-los publicados en revistas indexadas. en el área de divul-gación a producido 12 trabajos. uno de sus productos más usados en esta área es el “Listado de nombres comunes de las aves de México”. Escudero Hernández, Abraham G.Áreas de Interés: Herpetología y la conservación de espe-cies en peligro de extinción.trayectoria profesional: egresado de la Facultad de Cien-cias de la universidad Nacional Autónoma de México. Ha participado en diferentes reuniones del Proyecto de Con-servación, Manejo y Aprovechamiento sustentable de los Crocodylia en México, organizados por la Dirección Ge-neral de Vida silvestre de semarnat. realizó un diploma-do sobre Actualización en Herpetología dictado por la Facultad de estudios superiores Iztacala, unAm, y otro en Derecho y Gestión Ambiental, dictado por la Facultad de Ciencias, unAm. Participó en el curso Formulación de Pro-yectos en Materia de Impacto Ambiental de Competencia Federal y Determinación de Medidas para su Mitigación,

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semranat, Puebla, México. Ha presentado cuatro ponen-cias en congresos internacionales. Esparza Claudio, José de JesúsInstitución: Arges AmbientalCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Investigación y desarrollo tecnológico en ingeniería ambiental.trayectoria profesional: Ingeniero Agrónomo en Irrigación por la universidad Autónoma Agraria Antonio Narro de saltillo, Coahuila, actualmente cursa la Maestría en Inge-niería Ambiental con tema de tesis de “simulación numé-rica de la presunta contaminación del acuífero silao-ro-mita por residuos mineros ( jales) en el municipio de Guanajuato”. Ha realizado diversas actividades en Ingenie-ría de proyectos, Caracterización de sitios contaminados por hidrocarburos, estudios de olores, manejo de cuencas y ordenamiento ecológico a través de la aplicación de imá-genes de satélites, planeación hidrológica y forestal para el ordenamiento territorial. Dentro de su experiencia destaca haber laborado en el Instituto Municipal de Planeación de León (implAn) en el área de investigación, además de la participación en diversas mesas de trabajo como: Comité de Atlas de riesgos de Municipio de León, Guanajuato, Comité de Prevención de Inundaciones (León), Plan de Ma-nejo de la Zona de Montaña (León). Dominio de las meto-dologías de ordenamiento ecológico del territorio, Planea-ción sistémica, sistemas de Información Geográfica. trabajó en Ciatec, A.C., como ingeniero asociado en pro-yectos de investigación y desarrollo tecnológico en inge-niería ambiental.

Estrada Ávalos, JuanInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Cenid rAspA.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Manejo de cuencas hidrológicas, hidro-logía superficial, y sistemas de información geográfica.trayectoria profesional: egresado de la universidad Au-tónoma Agraria Antonio Narro. realizó una Maestría en riego y Drenaje en la misma universidad y estudios de Doctorado en Hidrología Continental en universidad de Montpellier, Francia. Actualmente es investigador del ini-fAp en el área de Manejo de Cuencas, miembro del sni y responsable de diversos proyectos en el Manejo Integral de los recursos Naturales con enfoque de cuencas. Ha publicado, como autor y coautor, una serie de artículos relacionados con el uso del agua tanto en revistas inter-nacionales y nacionales, además de participar en la direc-

ción de varias tesis a nivel de Maestría y Doctorado en distintas universidades de México. Estrada Sillas, Yadira FabiolaInstitución: Instituto de ecología del estado de Gua-najuato (iee).Correo electrónico: [email protected], [email protected].Áreas de Interés: ecología de aves, conservación y restau-ración de recursos naturales.trayectoria profesional: Bióloga egresada de la universidad de Guadalajara, realizó diplomados en conservación de humedales y restauración ecológica. Laboró en el Instituto de ecología del estado apoyando en actividades referentes a gestión, ejecución, seguimiento y operación de las accio-nes de conservación, saneamiento y restauración del Anp Laguna de Yuriria. Ha participado en proyectos de ecolo-gía y conservación de aves terrestres en el Anp reserva de la Biosfera sierra de Manantlán, en monitoreo de aves acuáticas en el sitio ramsar Laguna de sayula y en el Programa emergente del monitoreo de la fauna del Parque Nacional Isla Isabel. Fernández Basaldúa, AracelyInstitución: Cuerpos de Conservación Guanajuato, A.C.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Gestión de proyectos de desarrollo.trayectoria profesional: egresada del tecnológico regio-nal de León Guanajuato en Ingeniería Industrial. Cuenta con experiencia en gestión de proyectos sociales y cooperación internacional en Cuerpos de Conservación Guanajuato A.C., donde también se desempeñó como Coordinadora de Desa-rrollo Institucional. Ponente en conferencias sobre susten-tabilidad y educación, así como en encuentros Nacionales de Investigadores sociales. radica actualmente en Italia donde colabora con la asociación más importe de defensa de los recursos naturales: Legambiente. es coautora de las pu-blicaciones: sierra de santa rosa, Patrimonio Natural de Guanajuato, 2005. Mujeres de santa rosa: una experiencia de organización productiva. 2004. Programa de Desarrollo sustentable de la sierra de santa rosa (PDs) 2003. Fernández Carpio, VidalInstitución: Instituto tecnológico de roque (itr)Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Producción y tecnología de semillas.trayectoria profesional: egresado del Instituto tecnológi-co de roque como Maestro en Ciencias y Doctorando en Producción y tecnología de semillas en el Colegio de Pos-

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graduados de texcoco, estado de México. Profesor-inves-tigador de tiempo completo para la licenciatura en el área de Agronomía y de Maestría en Producción y tecnología de semillas, nombramiento de profesor de tiempo com-pleto, línea de investigación en manejo de recursos fito-genéticos y tecnología de semillas, responsable de la di-rección de al menos tres proyectos de investigación, colaboración en la formación de recursos humanos a nivel de licenciatura y maestría, con publicación de cuatro ar-tículos, y más de 12 ponencias en congresos nacionales e internacionales. Figueroa Rivera, María GuadalupeInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp)Áreas de Interés: Patología de la semilla y mejoramiento genético.trayectoria profesional:egresada de la División de estu-dios de Posgrado e Investigación del Instituto tecnológi-co de roque, con la maestría en ciencias en semillas. Ac-tualmente es becaria Programa de Apoyos para Maíz y Frijol (PromaF) en el inifAp. sus líneas de investigación incluyen producción de semillas, polinizaciones contro-ladas, liberación de variedades. Ha dado clases de Botá-nica y seminario de Investigación en el Instituto tecno-lógico de roque y presentado trabajos siete congresos.

Flores Mejía, SandraInstitución: universidad Laval Correo electrónico: [email protected], [email protected] de Interés: Control Biológico.trayectoria profesional: egresada de la carrera de Inge-niero Agrónomo de la universidad de Guanajuato. obtuvo la Maestría en Protección Vegetal de Hortalizas en la mis-ma Institución. Actualmente cursa estudios de doctorado en la universidad Laval en Canadá. tiene cuatro artículos publicados en revistas con arbitraje y se ha desempeñado como docente. Ha colaborado en diversos proyectos rela-cionados con la producción de hortalizas.

Flores Olvera, Ma. HildaInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología. Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: sistemática vegetal y florística.trayectoria profesional: egresada de la Facultad de Cien-cias de la unAm, con Doctorado en Ciencias. es Investiga-dora del Instituto de Biología; imparte cursos de Licen-

ciatura en la Facultad de Ciencias y de Posgrado en Ciencias Biológicas de la unAm. su tema de especialidad es el de sistemática de Amaranthaceae y Chenopodiaceae, incluyendo aspectos florísticos, taxonómicos y cladísti-cos. Ha dirigido siete tesis de licenciatura y cinco de maestría. Ha publicado 22 artículos científicos, cinco ca-pítulos de libros y tres libros, así como ocho publicaciones de divulgación, seis entrevistas, 27 conferencias y 15 ponencias en congresos internacionales. Actualmente es Jefa del Herbario Nacional de México y Curadora de Plan-tas Vasculares. Frías Hernández, Juan T.Institución: universidad de Guanajuato (ugto), Campus Irapuato-salamancaCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Manejo de recursos naturales en ecosis-temas áridos y producción sustentable de biocombustibles.trayectoria profesional:Ingeniero Agrónomo Zootecnista y Maestro en Ciencias en Manejo de Pastizales por la uAAAn, saltillo, Coahuila, Doctor en Biotecnología de Plantas por el Cinvestav, unidad Irapuato. Profesor de ecología, Conserva-ción de suelos y Agua y Bioenergética Agropecuaria en la Diciva, universidad de Guanajuato. Desarrolla las Líneas de Investigación Manejo de recursos Naturales en ecosistemas Áridos y Producción sustentable de Biocombustibles. Ha publicado cerca de 35 artículos en revistas con arbitraje, dos libros y ocho capítulos en libros. Ha dirigido 32 tesis de li-cenciatura y una de Doctorado. es miembro del sni y de la Academia Mexicana de las Ciencias. Fuentes Hernández, VerónicaInstitución: Comisión estatal del Agua de Guanajuato (ceAg).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Ingeniería ambiental y calidad del agua.trayectoria profesional: egresada de la universidad Au-tónoma del estado de Morelos de la Licenciatura en Inge-niería Química. realizó la Maestría en Ingeniería Am-biental en el Departamento de estudios de Postgrado de la Facultad de Ingeniería de la universidad Nacional Au-tónoma de México. trabajó en el imtA, en la subcoordina-ción de Potabilización y participó en el desarrollo del proyecto Políticas de Normalización del sector Agua 2000-2020. Posteriormente ingresó a la Comisión estatal del Agua de Guanajuato como Jefe del departamento de Calidad del Agua; participó en el desarrollo del Programa Hidráulico para el estado de Guanajuato 2000-2006 y actualmente supervisa el desarrollo de diagnósticos de

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calidad del agua, planes de manejo de cuencas, diseños e implementación de redes de monitoreo de calidad del agua en el estado de Guanajuato.

Galindo Arizpe, Claudia LorenaInstitución: Consultor independienteCorreo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Desarrollo sustentable. Diseño, evalua-ción e implementación de políticas públicas relacionadas con temas de sustentabilidad y desarrollo local, regional y nacional.trayectoria profesional: egresada de la Facultad de eco-nomía de la universidad Nacional Autónoma de México, con maestría en Gestión de la Ciudad por la universidad Abierta de Cataluña. Ha desempeñado diversos cargos públicos en el gobierno federal y en el Distrito Federal y ha colaborado con diversas instituciones académicas y sociales a lo largo de su vida profesional. Actualmente es consultora independiente; con instituciones como el Cen-tro de Investigación en Geografía y Geomática “Ing. Jor-ge L. tamayo” y el Centro de especialistas en Gestión Ambiental (Cegam, s.C.), entre otras, participa en proyec-tos sobre desarrollo regional sustentable así como en la evaluación y diseño de políticas públicas relacionadas con la sustentabilidad del desarrollo y el manejo de recursos naturales en el nivel nacional, regional y local. Gamero Posada, Erika CeciliaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias Naturales y exactasÁreas de Interés: Mejoramiento genético de entomopatógenos.trayectoria profesional: QFB egresada de la universidad Juárez de Durango. realizó una Maestría en ciencias en la universidad de Guanajuato. tiene una patente nacional en registro y ha presentado dos ponencias en congresos nacionales e internacionales. Ha contribuido a la forma-ción de varios estudiantes de licenciatura. García Alvarado, JuventinoInstitución: universidad Veracruzana (uv), Instituto de Investigaciones Forestales, (Inifor-uv).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: taxonomía, sistemática , ecología y di-versidad de hongos.trayectoria profesional:Biólogo, egresado de la Facultad de Biología de la universidad Veracruzana, técnico Académico (Auxiliar de Investigador) del Instituto de Genética Forestal y Profesor de Asignatura en la Facultad de Biología. Ha co-laborado en diversas contribuciones sobre Micología, ecolo-

gía y Biodiversidad. Catedrático de la asignatura Hongos y Líquenes en Facultad de Biología de 1985 a la fecha, cola-borador en el curso Applied Mycology impartido en the Michigan technological university (2000-2004). Curador de la sección Micología del Herbario XALu por 15 años. García Balderas, Christian MartínInstitución:universidad Autónoma de Aguascalientes (uAA), Departamento de Biología. Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Herpetología y biodiversidad.trayectoria profesional:estudiante activo de la carrera de Biología de la uAA, ha participado en el proyecto Densidad poblacionalde Pternohyla dentata: Smilisca dentata (ANurA: HYLIDAe) y forma parte de la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad del Centro de México, A.C. este es su primer trabajo publicado.García Esquivel, MónicaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias Naturales y exactas, Campus Guanajuato.Áreas de Interés: tipificación de cepas de hongos entomo-patógenos.trayectoria profesional: Ingeniera Bioquímica egresada del Instituto tecnológico de Morelia, quien realizó su te-sis de Licenciatura en el Laboratorio de Genética Molecu-lar de Hongos de la universidad de Guanajuato. Posterior-mente realizó estudios de Maestría en la universidad de Guanajuato. Actualmente es estudiante del programa de Doctorado del Centro de Investigación y estudios Avan-zados unidad Irapuato. Ha presentado dos ponencias en congresos nacionales e internacionales. García González, María del RocíoInstitución: Comisión estatal del Agua de Guanajuato (ceAg).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Balances de agua subterránea.trayectoria profesional: es Ingeniero en Hidráulica egre-sado de la universidad de Guanajuato y cuenta con estu-dios de Maestría en Ciencias del Agua por parte de la uni-versidad de Guanajuato. Del año 2008 a la fecha labora como jefe del Departamento de Balances de Agua subterrá-nea en la Dirección General de Planeación, dentro de la Comisión estatal del Agua de Guanajuato. Ha impartido clases como profesor de tiempo parcial de las materia de Hidráulica de Pozos, Hidrología subterránea en la Facultad de Geomática e Hidráulica, de la universidad de Guanajua-to y ha participado en diversas investigaciones y ha pre-sentado ponencias en Congresos Nacionales.

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García Jiménez, CoatlicueInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Facultad de Ciencias.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés:ecología, desarrollo sustentable, educa-ción ambiental y la divulgación de la ciencia.trayectoria profesional:Pasante de biología de la Facultad de Ciencias unAm. Hizo su servicio social y fue becaria de la Academia Mexicana de las Ciencias con el proyecto “La ciencia en tu escuela”. se encuentra realizando su tesis sobre el Pedregal de san Ángel.

García Leaños, María de LourdesInstitución:Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp). Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: entomología y conservación de recursos naturales.trayectoria profesional:egresada de Biología en la enep Iztacala, estado de México y con estudios de Maestría en Ciencias con especialidad en entomología en el Colegio de Postgraduados, en Montecillos, estado de México. Actual-mente es Investigadora titular en el Cebaj, donde he desa-rrollado y colaborado en proyectos en los cuales se intenta manejar las plagas como un componente más del sistema agroecológico, y otros en los que se busca la conservación de recursos naturales en general. He escrito dos artículos científicos, más de seis publicaciones técnicas, 20 trípticos, alrededor de 30 ponencias y asesorado seis tesis. García Lozano, ArturoInstitución: Cuerpos de Conservación Guanajuato, A.C.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Manejo integral de microcuencas.trayectoria profesional: Certificado como técnico en res-tauración de Microcuencas por el servicio Forestal de estados unidos y Diplomado en Conservación de recursos Naturales. es Director de Cuerpos de Conservación Gua-najuato, A.C.; y ha desempeñado cargos como Coordina-dor de Proyectos Productivos del Instituto de la Mujer Guanajuatense y subdirector de Proyectos ecológicos del Municipio de Guanajuato. es miembro del subcomité Ce-CoP del Comité Nacional de Humedales Prioritarios Co-NANP-semarnat. es Consejero Consultivo de la Comisión Intersecretarial de Cambio Climático del estado de Gua-najuato, miembro del Consejo Directivo de la Procuradu-ría de Protección al Ambiente y de la Comisión estatal del

Deporte y Atención a la Juventud en el estado de Gua-najuato. Coautor de las publicaciones: sierra de santa rosa, Patrimonio Natural de Guanajuato, 2005. Mujeres de santa rosa: una experiencia de organización produc-tiva, 2004. Programa de Desarrollo sustentable de la sie-rra de santa rosa (PDs), 2003. Garrido Díaz, Carlos RobertoInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Agro climatología.trayectoria profesional: Licenciado en Ciencias Atmosfé-ricas y especialista en Métodos estadísticos, egresado de la universidad Veracruzana. estuvo a cargo de la subdi-rección de riesgos Hidrometeorológicos de Protección Civil del Distrito Federal, realizando pronóstico del tiem-po y seguimiento de eventos severos. Colaboró en el pro-yecto “Control de calidad de datos de estaciones climato-lógicas” de AgroAsemex. Actualmente colabora con el grupo de trabajo de “Modelos Dinámicos” del M. en C. Juan Ángel Quijano del Cebaj-inifAp, con actividades de control de calidad de datos climáticos y meteorológicos, elaboración de base de datos en mallas, análisis de datos, pronóstico climático y agroclimático. Gómez Luna, Blanca EstelaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), Campus Celaya-salvatierra.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: ecología microbiana, biodiversidad de microorganismos del suelo.trayectoria profesional: Profesor investigador asociado A, universidad de Guanajuato, Campus Celaya-salvatierra, Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Candidato del sNI. Productos de investigación tres artículos en re-vistas nacionales e internacionales, ocho publicaciones in extenso en congresos científicos nacionales e internacio-nales, un capítulo de libro. Ha participado en 20 congre-sos nacionales e internacionales y dirigido una tesis de licenciatura. Gómez Sánchez, MaricelaInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Facultad de Ciencias Naturales.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: sistemática, Florística y Anatomía de Plantas vasculares y anatomía foliar y ultraestructura de

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gramíneas mexicanas.trayectoria profesional: Bióloga por la universidad Autó-noma de Nuevo León, Maestra en Ciencias con especiali-dad en Botánica por el Colegio de Posgraduados y estu-dios doctorales en proceso en la universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es profesor-Investi-gador en la Facultad de Ciencias Naturales de la univer-sidad Autónoma de Querétaro donde estudia distintos aspectos de sistemática, Florística y Anatomía de Plantas vasculares y anatomía foliar y ultraestructura de Gramí-neas mexicanas. Ha sido responsable de diversos proyec-tos financiados por el Conacyt y la conAbio, ha publicado 16 artículos científicos en revistas internacionales, ocho artículos de divulgación, un libro, dos capítulos de libro y ha dirigido 15 tesis de licenciatura.

González Carrillo, Álvaro GuillermoInstitución:Consultor independiente.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: ecología, educación ambiental.trayectoria profesional:Biólogo egresado de la universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco. Laboró como investigador del Instituto de ecología de Guanajuato a través de la Fundación ecológica de Guanajuato; gene-rando así datos actualizados de la riqueza de aves en la sierra de santa rosa, lo cual constituyó el referente para la definición hábitat prioritarios para la conservación del bosque templado. también, participó con la empresa CA-ABsA eAGLe, s.A. de C.V. como Coordinador de educación ambiental en el programa de recolección selectiva de resi-duos sólidos domiciliarios en el área metropolitana de Guadalajara y zona conurbada. Posteriormente, con la Co-misión Nacional Forestal sirvió como enlace estatal para la realización de cursos de capacitación en materia forestal aplicados al mismo personal interno de la institución, a los beneficiarios del programa ProArbol y a la sociedad en general. Actualmente funge como Consultor ambiental participando en instituciones dedicadas a la conservación y manejo de recursos naturales, tales como CM Forest, Planeta 4, A.C., Zoológico de Irapuato y la misma univer-sidad de Guanajuato.

González Chavira, Mario MartínInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Campo experimental Bajío.Áreas de Interés: Genética molecular, y análisis de geno-mas mediante marcadores genéticos moleculares.trayectoria profesional: Ingeniero Agrónomo de la uni-versidad Autónoma de Nuevo León, maestría en Biología

Molecular y Doctorado en Biotecnología de Plantas en Cinvestav-Irapuato. Ha trabajado más de 20 años en me-joramiento genético y en la caracterización de genomas de plantas y fitopatógenos, usando marcadores genéticos de Adn, énfasis en la búsqueda de resistencia genética y su incorporación a nuevas variedades. Ha publicado 23 artículos en revistas científicas nacionales e internacio-nales. Ha formado 15 estudiantes de licenciatura, 5 de maestría y uno de doctorado. Pertenece al sni nivel II. responsable de más de 10 proyectos financiados por ins-tituciones nacionales e internacionales.

González Hernández, Adriana Judith XóchitlInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología. Correo electrónico: [email protected] de Interés:sistemática y taxonomía de anfibios y reptiles.trayectoria profesional:egresada de la Facultad de estu-dios superiores Iztacala de la unAm. sus estudios de licen-ciatura los realizó con un estudio de anfibios y reptiles en el estado de Michoacán. Actualmente es Profesora de la Facultad de Ciencias de la unAm e imparte cátedras de Anfibios y reptiles, Deuterostomados y Manejo de Verte-brados. Colabora en la Colección Nacional de Anfibios y reptiles del Instituto de Biología en la catalogación y de-terminación de los organismos. Ha participado en diver-sos proyectos enfocados a rescate y estudio de fauna. Ha presentado 20 ponencias en congresos nacionales. tiene varias publicaciones en revistas de arbitraje nacional, así como la elaboración de material didáctico.

González Hernández, Gloria AngélicaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias Naturales y exactas.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Genética molecular de hongos entomo-patógenos empleados en el control biológico de plagas y genética molecular de levaduras de interés industrial.trayectoria profesional: obtuvo el grado de Doctor en Ciencias en la universidad de Guanajuato y estancia pos-doctoral en la universidad de salamanca, españa. Actual-mente es Profesor titular de universidad de Guanajuato, imparte cursos en Licenciatura y Posgrado. es co-respon-sable del Laboratorio de Genética Molecular de Hongos. realiza estudios en levaduras y hongos filamentosos de interés industrial y en control de plagas. Miembro del sistema Nacional de Investigadores y acreedora al reco-nocimiento Perfil Deseable otorgado por la secretaría de

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educación Pública (sep). Ha publicado 13 artículos cientí-ficos en revistas con arbitraje internacional, publicaciones en revistas indizadas, un libro, una patente internacional y una patente nacional. Ha formado cinco Doctores, 13 Maestros en Ciencias y 19 Licenciados. es responsable de proyectos apoyados por sep, Consejo Nacional de Ciencia y tecnología y universidad de Guanajuato.

González Orozco, ArturoInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés:Investigación pecuaria.trayectoria profesional: egresado de la universidad Vera-cruzana como MVZ. realizó una maestría en reproducción animal. es especialista en sistemas de producción animal en bovinos lecheros, bovinos de carne y doble propósito. es investigador titular del Instituto Nacional de Investiga-ciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), en el área de transferencia de tecnología pecuaria y fue responsable de 1998 a 2003 del proyecto: transferencia de tecnología pecuaria en el estado de Guanajuato; actualmente es res-ponsable del proyecto: Capacitación, seguimiento y eva-luación de los ggAvAtt en el estado de Guanajuato. Coautor de tres trabajos completos en revistas científicas, autor principal de tres libros técnicos; cuatro publicaciones téc-nicas y 35 resúmenes en congresos nacionales. González Sánchez, CristinaInstitución: Consultora ArBoCetA MeXICANA s.C.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Ciencias sociales.trayectoria profesional: egresada del Colegio Juana De As-baje en Celaya, en la especialidad trabajo social. Actual-mente colabora con Asociaciones Civiles realizando inves-tigaciones sociales y elaboración de diagnósticos sociales participativos en comunidades rurales y áreas naturales protegidas del estado de Guanajuato. Ha realizado diagnós-ticos sociales en tres subcuencas localizadas en el estado. Investigaciones a cerca de las tradiciones y uso de plantas medicinales. es coautora de dos libros y de un folleto téc-nico. Ha sido maestra en escuelas secundarias y prepara-torias en san Miguel de Allende, Guanajuato. González Sosa, EnriqueInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Laboratorio de Hidráulica, Facultad de Ingeniería.Correo electrónico: [email protected].

Áreas de Interés: Hidrológica de base física.trayectoria profesional: egresado de la Facultad de Inge-niería de la unAm, con maestría en Hidráulica y doctorado en Mecánica de medios geofísicos y medio ambiente. Pro-fesor de la Facultad de Ingeniería de la universidad Au-tónoma de Querétaro desde 1985. Miembro del sni desde el 2000, ha publicado más 20 artículos científicos, parti-cipado en más de 20 congresos, dirigido dos tesis de li-cenciatura y trece de posgrado, ha sido responsable de cuatro proyectos de investigación apoyados por Conacyt.

Guadián Marín, Jesús IsraelInstitución: Cuerpos de Conservación Guanajuato, A.C.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Biologíatrayectoria profesional:egresado de la Facultad de Biología de la universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo. Actualmente es tesista en el Instituto de ecología, A.C., Cen-tro regional del Bajío. se ha desempeñado como instructor comunitario en el programa de cursos comunitarios en el Conafe así como supervisor de campamentos educativos en la organización Cuerpos de Conservación sierra de Pénjamo, A.C. (ccspAc). Ha realizado labores de educación ambiental, y trabajó como promotor comunitario en el Programa de Intervención para el Desarrollo rural sustentable en la Mi-crocuenca Arroyo el sauz (ccspAc y sedesol). Fue director de Cuerpos de Conservación sierra de Pénjamo, A.C. entre 2006 y 2009. Ha publicado riqueza natural, histórica y cultural de la sierra de Pénjamo, Gto., 2007 y Crónicas de la sierra de Pénjamo, Gto. una riqueza viva, 2009. Guerrero Villalobos, JosefinaInstitución: ecogroup Consultoría.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés:Conservación de recursos naturales.trayectoria profesional: Bióloga egresada de la Facultad de estudios superiores Iztacala de la universidad Nacio-nal Autónoma de México, Maestra en Protección y Con-servación Ambiental por la universidad Iberoamericana, plantel León, ha colaborado en diversas dependencias de gobierno federal y estatal (semarnat, Conafor, ieg, Pro-paeg), como consultora ambiental donde ha participado en estudios para la declaratoria de áreas naturales prote-gidas de carácter estatal y proyectos de restauración de los recursos naturales (suelo, agua y vegetación). Guevara Escobar, AurelioInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Facultad de Ciencias Naturales.

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Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Agroforestería y relaciones hídricastrayectoria profesional:egresado de la Facultad de Medi-cina Veterinaria y Zootecnia de la unAm, con especialidad en Producción Lechera tropical, maestría en Nutrición Animal y doctorado en Ciencia Vegetal. Profesor de la Facultad de Ciencias Naturales de la universidad Autóno-ma de Querétaro desde 1999. Miembro del sni desde el 2000, ha publicado 12 artículos científicos, participado en más de 30 congresos, dirigido siete tesis de licenciatu-ra y tres de posgrado, ha sido responsable de siete proyec-tos de investigación apoyados por industria o Conacyt.

Gurrola Hidalgo, Marco AntonioInstitución:universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología.Correo electrónico: [email protected]; [email protected].Áreas de Interés: taxonomía y Aves migratorias.trayectoria profesional: Biólogo y M. en C., egresado de la Facultad de Ciencias de la universidad Nacional Autónoma de México. estuvo asignado a la estación de Biología Cha-mela en el estado de Jalisco en donde colaboró en varios proyectos de investigación teniendo como resultado varios artículos con aves, mamíferos, reptiles e insectos. Actual-mente colabora en actividades curatoriales, incremento y conservación de la Colección Nacional de Aves (Cnav) del Instituto de Biología de la unAm, y con aves migratorias en el proyecto de Monitoreo de sobrevivencia Invernal en la reserva del Pedregal de san Ángel, de la unAm.

Gutiérrez Benicio, Glenda MargaritaInstitución: Instituto tecnológico de roque (itr), División de estudios de Posgrado e Investigación.Áreas de Interés: Bioquímica de plantas.trayectoria profesional: Ingeniero Bioquímico egresada del Instituto tecnológico de Colima, actualmente realiza estudios de Maestría en Ciencias en Producción y tecno-logía de semillas en el itr, con tema de tesis relacionado con la clonación y caracterización de genes involucrados en mecanismos de defensa en plantas. Gutiérrez Czelakowska, DianaInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq)Áreas de Interés: Cuencas, conservación de biodiversidad, participación social y manejo sustentable de los recursos naturales.trayectoria profesional: Licenciada en Biología (1999-2005) y Maestría en Gestión Integrada de Cuencas (2006-2008),

ambas en la universidad Autónoma de Querétaro. Fue be-cada por el Conacyt para el estudio de esta última. Ha presenciado cursos relacionados con Geomorfología y con sistemas de Información Geográfica para el desarrollo de su proyecto de tesis de maestría “Propuesta de conectividad de áreas críticas para el mantenimiento de la estructura y función de la cuenca san Miguel de Allende”. Participó en la elaboración del Plan rector de Producción y Conserva-ción (prpc) de la microcuenca de Alcocer, Guanajuato.

Gutiérrez Gallegos, Jorge AlbertoInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Facultad de estudios superiores Zaragoza (fes-Zaragoza).Áreas de Interés: taxonomía de plantas vasculares.trayectoria profesional: Maestro en Ciencias con especia-lidad en Botánica sistemática, egresado del Colegio de Postgraduados. Biólogo, fes- Zaragoza, unAm. Actualmente es Profesor de Asignatura “A” e imparte los cursos Plantas sin semilla y Plantas con semilla en la Carrera de Biólogo. su área de estudio es la taxonomía de plantas vasculares y la sistemática de la familia themidaceae. Ha participado en diversos congresos acionales e internacionales. tiene en prensa dos artículos, uno sobre anatomía floral y otro sobre morfometría, de los géneros del complejo Milla. Gutiérrez Hernández, AltagraciaInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Facultad de Ciencias Naturales.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Limnología integral y ecología acuática.trayectoria profesional: Bióloga egresada de la universi-dad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo, tiene una especialidad en sistemas de Información Geográfica, ob-tenida en la universidad Autónoma del estado de México y Doctorado en recursos Bióticos por la universidad Au-tónoma de Querétaro. Ha llevado a cabo estancias acadé-micas en el Instituto de ecología de Xalapa, Veracruz y en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, españa. su línea de investigación es la limnología inte-gral y ecología acuática, con énfasis en la interrelación calidad de agua-fitoplancton-peces, principalmente en los aspectos de reproducción, crecimiento y estado de salud de las poblaciones de peces y en sus cambios como efecto del impacto ambiental. Gutiérrez Rodríguez, GabrielaInstitución:universidad de Guanajuato (ug), Museo de Historia Natural Alfredo Dugès.

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Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Botánica.trayectoria profesional: egresada de la universidad Autó-noma de Aguascalientes en la licenciatura en Biología. Desde el año 2001 curadora del herbario del Museo de Historia Natural Alfredo Dugès de la universidad de Gua-najuato, Coordinadora de los cursos de educación Continúa, del Ciclo de conferencias “Lunes de Ciencias” y de los ta-lleres infantiles en la misma institución. Participó en el XVI Congreso Mexicano de Botánica con el tema “situa-ción actual del herbario del Museo de Historia Natural Al-fredo Dugès de la universidad de Guanajuato” y en el XVIII Congreso Nacional de Zoología con el tema “Invertebrados del Museo de Historia Natural Alfredo Dugès de la univer-sidad de Guanajuato”.

Guzmán, Ana FabiolaInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn), escuela Nacional de Ciencias Biológicas.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: estudio de los vertebrados en lo general y de los peces en lo particular, con énfasis en la arqueozoología.trayectoria profesional: Bióloga egresada de la escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional, en donde también cursó y obtuvo el grado de Maestra en Ciencias (Biología); el doctorado lo realizó en la universidad Autónoma de Madrid. Labora como profe-sora en la escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional y como Profesor-Investiga-dor en el Laboratorio de Arqueozoología del Instituto Na-cional de Antropología e Historia. se ha enfocado princi-palmente al estudio de los vertebrados en lo general y de los peces en lo particular, con énfasis en la arqueozoolo-gía. De esa actividad ha resultado la presentación de 15 conferencias y 38 ponencias, la publicación de 42 trabajos en revistas nacionales e internacionales, libros y capítulos de libros, la elaboración de 34 informes técnicos y la di-rección de siete tesis de licenciatura.

Guzmán González, DavidInstitución: Instituto de ecología del estado de Guanajua-to (iee)Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Áreas naturales protegidas.trayectoria profesional: Ingeniero Bioquímico con espe-cialidad en productos naturales por el Instituto tecnoló-gico de Celaya en 2002. Fue jefe del departamento de ecología en el municipio de Moroleón, Guanajuato de 2003 a 2006, donde desarrolló trabajos en la creación y

manejo del Anp Cerro de los Amoles, saneamiento del ti-radero municipal, acondicionamiento y operación del vi-vero municipal, reforestación y educación ambiental, elaboración, publicación e implementación del reglamen-to municipal de ecología, entre otras. Del 2007 al 2008 fue responsable del Proyecto Contigo Vamos Conserva-ción de la Laguna de Yuriria para el iee, desarrollando acciones de restauración y conservación de los recursos naturales en tres Anp estatales (Laguna de Yuriria, cerro de los Amoles y lago Cráter la Joya). De julio de 2008 a la fecha, es Coordinador de Áreas Naturales Protegidas en el iee donde es responsable de la administración y manejo de las 21 Anp en el estado. Guzmán Gutiérrez, José RubénInstitución: Instituto del Medio Ambiente del estado de Aguascalientes (imAe).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Paleontología de vertebrados.trayectoria profesional: Cursó sus estudios de Biología en la universidad Autónoma de Aguascalientes. Ha partici-pado en varios trabajos y presentaciones en foros nacio-nales en el tema de la paleontología, particularmente de Aguascalientes. Actualmente, funge como jefe del Depar-tamento de Paleontología en la secretaría de turismo del Gobierno del estado de Aguascalientes y dirige el labora-torio del mismo tema en el desarrollo turístico de el Ca-racol, dentro del Parque del el Cedazo en la capital del estado. Ha realizado trabajos de rescate de restos fósiles en la entidad y participa activamente con distintos equi-pos de paleontólogos nacionales en el reporte y estudio de hallazgos en Jalisco y Chihuahua. Ha presentado varias ponencias en congresos nacionales y publicado varios ar-tículos en revistas nacionales. es Presidente de la asocia-ción civil Centro para la Conservación del Patrimonio Natural y Cultural de México, A.C. Guzmán Juárez, Laura ElenaInstitución: Instituto Hombre-Naturaleza A.C.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Procesos históricos de poblamiento, apro-vechamiento sustentable, educación y gestión ambiental.trayectoria profesional: egresada de la licenciatura en His-toria en la Facultad de Filosofía y Letras y del posgrado en Antropología social en el Instituto de Investigaciones An-tropológicas en la unAm. Cuenta con un Diplomado en eco-logía, Desarrollo sustentable y Gestión Ambiental por parte de la universidad Iberoamericana. Colaboró en 1995 en la Dirección General de Programas regionales (Proders) en la

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semarnap; en la Comisión de recursos Naturales del Gobier-no del D.F. (1998); en la Procuraduría Ambiental y del orde-namiento territorial del gdf (2002); y en la Comisión Nacio-nal de Áreas Naturales Protegidas (Conanp/semarnat, 2003). A partir de 2003 se ha desarrollado como consultora en temas relacionados con medio ambiente y sociedad.

Guzmán Maldonado, Salvador HoracioInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Calidad nutracéutica de especies subu-tilizadas. Alimentos funcionales. efecto de los procesos sobre la calidad funcional de los alimentos.trayectoria profesional: Doctor en Biotecnología y Maes-tro en Ciencias en Biología Vegetal (Cinvestav-ipn, unidad Irapuato) e Ingeniero Bioquímico (Instituto tecnológico de Celaya). Desde 1992 a la fecha se ha desempeñado como investigador del inifAp; coordinando más de 10 pro-yectos regionales, estatales e internacionales relacionados con los alimentos funcionales y con especies subutiliza-das. Ha participado en congresos nacionales e internacio-nales y publicado más de 60 artículos científicos. Actual-mente es responsable del laboratorio de Alimentos Funcionales del Campo experimental Bajío. Profesor in-vitado de los programas de posgrado de la universidad Autónoma de Querétaro, Aguascalientes y de varios ins-titutos tecnológicos del país. Heredia García, ElenaInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío. Hernández, Héctor M.Institución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: sistema, biogeografía y conservación de cactáceas.trayectoria profesional: obtuvo el título de Biólogo en la Facultad de Ciencias de la unAm y el grado de doctor en la universidad de san Luis, san Luis Misouri. Actualmente es investigador titular del Instituto de Biología de la unAm, en donde ha centrado su interés en el estudio de diversos aspectos biológicos y ecológicos de las cactáceas mexica-nas y en generar elementos para su conservación. Ha ocu-pado los cargos de Jefe del Herbario Nacional (1988), Jefe

del Departamento de Botánica (1995) y Director del Ins-tituto de Biología (1995-2003). Ha publicado diversos tra-bajos sobre sus investigaciones biológicas en diferentes revistas nacionales e internacionales, libros y capítulos de libros. es miembro de diversas asociaciones científicas, vicepresidente de la organización Internacional para el estudio de las Plantas suculentas (ios), presidente del Gru-po de especialistas de Cactáceas y Plantas suculentas (uicn/Cssg) y del subcomité de Conservación de Plantas (uicn). es miembro del sistema Nacional de Investigadores desde 1987, actualmente en el Nivel II.

Hernández Árciga, RaúlInstitución: Herpetario de san Luis la Paz.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Herpetología, fotografía, y educación ambiental.trayectoria profesional: Biólogo y fotógrafo guanajuaten-se. Ha participado en la gestión ambiental municipal, como director de Medio Ambiente de san Luis de la Paz y tierra Blanca en la sierra Gorda Guanajuatense. Así como en la publicación de 11 nuevos registros de anfibios y reptiles, así como tres de mamíferos de la sierra Gorda, ha presentado trabajos en cuatro reuniones nacionales de herpetología y en el último congreso latinoamericano de herpetología. Fundador del proyecto: Herpetario de san Luis de la Paz, y colaborador en proyectos de investiga-ción y educación ambiental con el Jardín Botánico ‘el Charco del Ingenio’ y el Museo de Historia Natural “Al-fredo Dugès” de la universidad de Guanajuato. Hernández López, DavidInstitución: Instituto tecnológico de Celaya.Correo electrónico: [email protected]. Hernández Martínez, Miguel AngelInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Agroforestería y manejo forestal.trayectoria profesional: Maestro en Ciencias en recursos Naturales y Medio Ambiente en Zonas Áridas e Ingeniero Agrónomo especialista en Fitotecnia de la universidad Autónoma Chapingo. Durante 2002-2007 se desempeñó como asistente de investigación en proyectos estatales de sistemas agroforestales, propagación, cuidado y manteni-miento de especies forestales nativas en parcelas agrofo-restales y Arboretum; coautor en publicaciones relaciona-

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das al uso de la vegetación nativa y transferencia de tecnología. De 2008 a la fecha realiza actividades de in-vestigación en manejo forestal sustentable y agroforeste-ría, con recursos fiscales de inifAp y del Concyteg. Hernández Peña, Mario ArturoInstitución: el Charco del Ingenio, A.C.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Gestión integrada de cuencas hidrográ-ficas, gobernanza, desarrollo local, organización comu-nitaria, desarrollo sustentable.trayectoria profesional: Licenciatura en sociología por la universidad Autónoma de Nuevo, estudios de Agua sub-terránea por la universidad Nacional Autónoma de Méxi-co, Maestría en Gestión Integrada de Cuencas por la uni-versidad Autónoma de Querétaro. Ha colaborado con save the Children, región Guanajuato; con la sociedad Audu-bon de México. Ha participado en la elaboración del Plan rector de Producción y Conservación de la microcuenca de Guadalupe de támbula. Actualmente es Director de la zona de preservación ecológica conocida como el Charco del Ingenio.

Hernández Quintana, AndrésInstitución: rancho el Arenal, ejido Llanos de santa Ana, Municipio de Guanajuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Conservación y uso sustentable de la biodiversidad.trayectoria profesional: ejidatario y comisario ejidal de Llanos de santa Ana, Guanajuato. Coordina los proyectos de conservación y uso sustentable de recursos en el predio el Arenal, reconocido por el municipio. tiene a cargo pro-yectos de invernaderos, composta, captación de agua y reforestación. Forma parte del grupo de productores de miel del estado y coordina las labores de rescate de ser-piente de cascabel del Centro de rescate y reproducción de serpientes de Cascabel. Hernández Sandoval, Luis GerardoInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Facultad de Ciencias Naturales.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Análisis y valoración de la diversidad vegetal del centro y noreste de México; sistemática del orden Asparagales.trayectoria profesional: egresado como Biólogo de la uni-versidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Hizo su doctorado sobre Botánica en la universidad de texas en

Austin. Actualmente es Profesor-Investigador de la es-cuela de Biología de la Facultad de Ciencias Naturales, universidad Autónoma de Querétaro donde estudia aspec-tos de la sistemática de Agavaceae y ruscaceae (Noli-neae), así como investigaciones sobre el valor de la diver-sidad desde el punto de vista ecológico, cultural y económico en el centro y noreste de México. tiene 30 artículos arbitrados publicados, 15 capítulos de libros, ha dirigido tres tesis de doctorado, seis de maestría y 11 de licenciatura. Ha sido responsable de 10 proyectos finan-ciados y al momento es el Director de Investigación y Posgrado de la universidad Autónoma de Querétaro.

Ibarra Manríquez, GuillermoInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Centro de Investigaciones en ecosistemas (Cieco).Áreas de Interés: Florística, vegetación y conservación de la flora.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias (1985), de la universidad Nacional Autónoma de México (unAm), con estudios de maestría en el Colegio de Postgraduados, Chapingo, México (1990) y doctorado en la Facultad de Ciencias (unAm), en 1994. Actualmente labora como Investigador titular “B” en el Centro de Investigacio-nes en ecosistemas de la unAm y es investigador nivel II del sistema Nacional de Investigadores. sus principales líneas de investigación son: 1) composición y estructura de las especies vegetales en distintos tipos de vegetación de Mé-xico, que permitan diseñar sistemas alternativos y eficien-tes para su conservación; 2) estudios florísticos en bosques templados y tropicales; 3) estudios de fenología y disper-sión; 4) cuantificar la magnitud la riqueza arbórea en di-ferentes regiones del país, y 5) taxonomía y biogeografía de la familia Moraceae. Hasta el momento tiene más de 50 contribuciones publicadas entre libros, capítulos de libros y artículos. Iglesias Hernández, Jesús AntonioInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: ecología y conservación de mamíferos.trayectoria profesional: Pasante de Biólogo de la Facultad de estudios superiores Iztacala unAm, ha participado en varios proyectos acerca de la fauna silvestre del estado de Guanajuato, ha participado en dos congresos nacionales y ha escrito una nota científica en una revista internacional; colaborador de la Colección de Fotocolectas Biológicas, ac-tualmente es estudiante del Laboratorio de sistemas de In-

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formación Geográfica donde participa en proyectos de con-servación y diversidad de fauna silvestre.

Juárez Guzmán, Laura ElenaInstitución: Instituto Hombre-Naturaleza A.C.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Procesos Históricos de poblamiento, aprovechamiento sustentable, educación y gestión am-biental.trayectoria profesional: egresada de la licenciatura en His-toria en la Facultad de Filosofía y Letras y del posgrado en Antropología social en el Instituto de Investigaciones An-tropológicas en la unAm. Cuenta con un Diplomado en eco-logía, Desarrollo sustentable y Gestión Ambiental por par-te de la universidad Iberoamericana. Colaboró en 1995 en la Dirección General de Programas regionales (Proders) en la semarnap; en la Comisión de recursos Naturales del Gobierno del D.F. (1998); en la Procuraduría Ambiental y del ordenamiento territorial del gdf (2002); y en la Comi-sión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp/se-marnat, 2003). A partir de 2003 se ha desarrollado como consultora en temas relacionados con medio ambiente y sociedad. Kato Miranda, EnriqueInstitución: Instituto de ecología del estado de GuanajuatoCorreo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Planeación ambiental estatal, impacto ambiental, legislación ambiental, gestión ambiental y tec-nología ambiental aplicada.trayectoria profesional: Biólogo por la unAm con Maestría en Ciencias. Actualmente es Director General del Institu-to de ecología del estado de Guanajuato. realizó investi-gación en ecología acuática. Fue director de ecología en León, Guanajuato, (1992-1997). en 1998 fue director de tecnología Ambiental en la universidad tecnológica de León; de 1999 al 2006, se desenvolvió en Ciatec como gerente ambiental en asesorías y proyectos ambientales para la industria. Autor o colaborador en cinco libros o publicaciones y en varias ponencias en congresos. Fue evaluador de proyectos para Conacyt. Ha participado como docente en diplomados y postgrados en universida-des en Guanajuato, Michoacán, Chihuahua, tamaulipas y estado de México. Labarthe Horta, VivianaInstitución: Consultor independiente.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Conservación de recursos Naturales,

Manejo de Fauna silvestre, educación Ambiental y Desa-rrollo sustentable.trayectoria profesional: egresada de la Licenciatura en Biología de la Facultad de Ciencias Naturales de la uni-versidad Autónoma de Querétaro. realizó una Maestría sobre el Manejo y Conservación de recursos Naturales tropicales en la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la universidad Autónoma de Yucatán. Actualmente es con-sultor independiente de la Asociación Civil Proenlaces, donde elabora, gestiona y da seguimiento a proyectos de desarrollo comunitario, manejo y aprovechamiento sus-tentable de recursos naturales y educación ambiental. su libro Las Aves de la sierra de santa rosa, Guanajuato fue publicado por la Fundación ecológica de Guanajuato y el Instituto de ecología del mismo estado.

Larragivel Bustamante, Víctor ManuelInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq). Lastra Bustamante, Rosalía SusanaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), Campus Guanajuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: economía internacional, interdiscipli-nariedad en organizaciones de educación superior.trayectoria profesional:Doctora en estudios organizacio-nales (uAm), maestra en economía y Política Internacional (cide), y licenciada en relaciones Internacionales (unAm). en la actualidad, realiza funciones de docencia, investi-gación y extensión para la universidad de Guanajuato. entre sus logros profesionales en el área medio ambiental se cuenta la elaboración de diagnósticos macroeconómi-cos para la elaboración de once planes de desarrollo mu-nicipales, así como colaboradora del Implan ha impartido durante 20 años conferencias y cátedra de análisis eco-nómico orientado a la reflexión del rescate de las respon-sabilidades que tocan a cada actor social. Leal Morales, Carlos AlbertoInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias Naturales y exactas, Campus Guanajuato.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Hongos fitopatógenos con interés en el proceso de interacción y el biocontrol, así como su apli-cación biotecnológica.trayectoria profesional:egresado de la escuela Nacional de estudios Profesionales, Cuatitlán, de la unAm. Maestría en Ciencias (Bioquímica) de la universidad de Guanajuato. Doc-tor en Ciencias (Biología Molecular) del Cinvestav. Ha reali-

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zado posdoctorales en españa y estados unidos de América. Actualmente es profesor de tiempo completo en la universi-dad de Guanajuato donde imparte la materia de Bioquímica a nivel de licenciatura y maestría, así como cursos en el programa de doctorado. Ha presentado 30 ponencias en con-gresos internacionales y 36 nacionales, dirigido seis tesis de licenciatura, cuatro de maestría y cinco de doctorado y pu-blicado 11 artículos en revistas internacionales. López Azpeitia, Juan Guillermo de JesúsInstitución: Instituto de ecología del estado de Gua-najuato (iee).Correo electrónico: [email protected] de Interés: Calidad del Aire.trayectoria profesional: Ingeniero Químico por la univer-sidad de Guanajuato, es responsable del Desarrollado de Proyectos de Información de Calidad del Aire, Coordina-dor del Centro de Control de Calidad del Aire, tiene a su cargo el Área de Modelación y Meteorología en la Direc-ción de Gestión de la Calidad del Aire del Instituto de ecología del estado de Guanajuato, opera los Programas de Contingencias salamanca y Alerta temprana en León; líder del proceso de Certificación del sistema de gestión de calidad en la norma Iso 9001:2008. Ha participado en publicaciones de programas para mejorar la calidad del aire de salamanca y León.

López Benítez, AlfonsoInstitución: universidad Autónoma Agraria Antonio Narro.Correo electrónico: [email protected] Áreas de Interés: Fitopatología y fitomejoramientotrayectoria profesional: Doctorado en el área de fitopatolo-gía, actualmente profesor investigador nacional, maestro de licenciatura y posgrado de la universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (uAAAn), jefe de departamento de fitomejora-miento de la universidad. Miembro de la sociedad Mexicana de Fitopatología y de la de Filogenética. Línea de investiga-ción fitosanidad sustentable. Más de 20 años como profesor investigador. Ha dirigido más de 30 tesis de licenciatura y posgrado, de 12 proyectos de investigación, alrededor de 28 artículos científicos y ha participado en más de 100 congre-sos nacionales e internacionales. López Carreón, Luis AlejandroInstitución: Conservación de la Biodiversidad del Centro de México, A.C.Áreas de Interés: Herpetofauna.trayectoria profesional: Biólogo por parte de la universi-dad Autónoma de Aguascalientes con un proyecto de tesis

que compara la herpetofauna entre un área sobrepasto-reada y otra conservada en san José de Gracia, Aguasca-lientes; ha participado en varios proyectos de inventario, ha impartido 23 pláticas con diferentes temas ambientales y un curso de acuarismo. Fue organizador de un taller de herpetología y de la 13a semana Científica de Biología (2004). sus intereses son el estudio de los anfibios y rep-tiles mexicanos, conservación de áreas naturales, progra-mas de educación ambiental, acuacultura y herpetocul-tura. Actualmente es responsable del proyecto “Anfibios y reptiles Asociados a la rivera del río Lerma, municipio de salamanca, Guanajuato.”

López González, Ana SacramentoInstitución: universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo.Correo electrónico: [email protected] ; [email protected].Áreas de Interés:Conservación y manejo sustentable de los recursos naturales, implementación de estrategias para disminuir el impacto ambiental provocado por las actividades humanas.trayectoria profesional:Bióloga egresada de la universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo. Ha colaborado en proyectos sobre la diversidad de mamíferos, anfibios, rep-tiles y aves, y análisis de diversidad de vertebrados y prio-ridades de conservación, 1a etapa, ambos del estado de Guanajuato y coordinados por la universidad de Guanajua-to y el Instituto de Biología de la unAm. Actualmente parti-cipa en proyectos sobre conservación y aprovechamiento de los recursos forestales no maderables del parque urbano ecológico de Capacuaro, uruapan, Michoacán, elaboración del ordenamiento ecológico territorial del municipio de Zinapécuaro, Michoacán, ambos coordinados por la Facul-tad de Biología de la universidad Michoacana de san Ni-colás de Hidalgo. Además trabaja como colaborador exter-no en algunas consultorías dedicadas a la elaboración de proyectos carreteros, impacto ambiental y de ingeniería en general, en la elaboración de proyectos sobre Impacto am-biental, diagnósticos de fauna silvestre, entre otros.

López Pérez, Mercedes GuadalupeInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav-ipn, unidad Irapuato.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés:Biotecnología y bioquímica en productos naturales.trayectoria profesional:egresada de la escuela de Química

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de la universidad Autónoma de Chihuahua. realizó una Maestria en Química en la universidad de texas en el Paso, euA, un Doctorado en Agricultura y Química Ambiental en la universidad de California en Davis, euA. Además, un Postdoctorado en la universidad de Misouri en Columbia, euA, así como una estancia sabática en la universidad de otago, en Nueva Zelanda, y otra en la universidad de Ber-keley en California. Fue Jefa del Departamento de Biotec-nología y Bioquímica en Cinvestav-Irapuato y ha sido in-vestigadora del mismo Centro desde hace 18 años como responsable del Laboratorio de Química de Productos Na-turales. tiene más de una década investigando el tequila y su ancestro, el Agave tequilana Weber variedad azul, así como otras especies de agave y su principal metabolito de reserva, los fructanos. Así como los benéficos que los fruc-tanos de agaves aportan a la salud. López Ramírez, Miguel ArmandoInstitución:universidad Veracruzana (uv), Instituto de Investigaciones Forestales, (Inifor).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: taxonomía, sistemática, ecología, diver-sidad, y hongos.trayectoria profesional: Biólogo por la universidad Vera-cruzana. Investigador de tiempo completo del Instituto de Genética Forestal. Ha publicado más de 100 contribuciones impresas y electrónicas en Micología, ecología y Biodiver-sidad en revistas científicas nacionales y extranjeras y cinco libros sobre Hongos y ecología. Catedrático de Mico-logía, ecología y taxonomía por más de 25 años en la Fa-cultad de Biología. Maestro de la materia Applied Mycolo-gy en the Michigan technological university (2000-2004). Ha dirigido 80 tesis de licenciatura en Biología, descrito tres especies nuevas para la Ciencia. Miembro de socieda-des Científicas Internacionales. López Vidal, Juan CarlosInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn), escuela Nacional de Ciencias Biológicas (encb).Correo electrónico:[email protected]Áreas de Interés: taxonomía y ecología de mamíferos (prin-cipalmente roedores, quirópteros y carnívoros) y de reptiles.trayectoria profesional: egresado de la escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ipn), cuenta con el grado de Maes-tro en Ciencias por la Facultad de Ciencias, unAm, y es candidato a obtener el grado de Doctor en Ciencias por elInstituto de ecología, unAm. Actualmente es Profesor-Investigador en la encb, donde imparte las asignaturas Mastozoología, Herpetología y Manejo de Fauna de ver-

tebrados terrestres. Cuenta con 21 proyectos de Investi-gación a niveles de director, codirector y responsable, financiados por conAbio, Conacyt, entre otros. es también curador de tres colecciones científicas depositadas en el Laboratorio de Cordados terrestres encb, que se encuen-tran entre las más importantes de México, a saber, la de Mamíferos, de Herpetozoarios y de Aves. Ha participado en 34 congresos y simposia nacionales e internacionales y cuenta con 21 publicaciones arbitradas. Lozoya Gloria, EdmundoInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav-ipn, unidad Irapuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Metabolitos secundarios de plantastrayectoria profesional: Ph D por el Cinvestav-ipn Irapua-to, Guanajuato, México. M. en C. por el Instituto de In-vestigaciones Biomédicas, unAm. QFB por la Facultad de Química, unAm. Profesor-Investigador del Cinvestav-ipn Irapuato desde 1989 a la fecha. Miembro del sistema Na-cional de Investigadores (sni) Nivel II desde 2003. 28 ar-tículos publicados en revistas internacionales indizadas. 10 capítulos de libros en editoriales internacionales. Lucio Palacio, César RazielInstitución: universidad Autónoma de Aguascalientes (uAA), Centro de Ciencias Básicas.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Aracnología, biodiversidad, desarrollo sustentable.trayectoria profesional: Biólogo por la universidad Autó-noma de Aguascalientes. estudiante de la Maestría en Ciencias de el Colegio de la Frontera sur, unidad tapachu-la. su desempeño profesional ha sido principalmente en el uso racional de recursos naturales, la concientización res-pecto a problemas ambientales y la diversidad de diferentes organismos, principalmente arácnidos. Ha escrito un capí-tulo de libro y dos notas científicas y ha impartido diferen-tes cursos a nivel bachillerato y licenciatura. recientemen-te se integró a la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad del centro de México, A.C. Luna Estrada, América AlejandraInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Investigación pecuaria.

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trayectoria profesional: egresada de la universidad Autó-noma de Querétaro, como MVZ. realizó una maestría en el área de nutrición animal. es investigadora titular del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), en el área de transferencia de tecnolo-gía pecuaria y actualmente colabora en la unidad técnica especializada Pecuaria del estado de Guanajuato y Queré-taro. en los últimos tres años, ha sido autora y coautora de cinco artículos científicos en revistas científicas nacionales e internacionales; coautora de cinco publicaciones técnicas y 23 resúmenes en congresos nacionales.

Macías Cuéllar, Juan JoséInstitución: Consultor independiente.Áreas de Interés: Vegetación Nativa.trayectoria profesional: egresado de la escuela de Guar-das Forestales del estado de Michoacán, especialista en vegetación nativa de zonas templadas y de regiones ári-das. Participó como coautor en la elaboración de las mo-nografías de los coeficientes de agostadero de los estados de Guanajuato, Querétaro e Hidalgo. Desarrolló la coor-dinación y posteriormente la Dirección regional de la Bri-gada Centro de la Comisión técnica Consultiva de los Coeficientes de Agostadero. Actualmente está alejado de la actividad profesional. Madrigal Bulnes, AgustínInstitución: salvemos al río Laja A.C.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Geología, Desarrollo regional y restau-ración y Conservación de ecosistemastrayectoria profesional: Geólogo, egresado de la Facultad de Ingeniería de la universidad Nacional Autónoma de México. Desde 1994 ha colaborado en diversos proyectos de Áreas Naturales Protegidas y Desarrollo regional en diferentes municipios del estado de Guanajuato. Miembro de la Mesa Directiva de salvemos al río Laja desde el año 2000; a par-tir de 2007 Director de la organización cuyo objetivo pri-mordial es la restauración y conservación de los ecosistemas ribereños a través de programas de educación ambiental y capacitación campesina, con la participación activa de los habitantes de las comunidades rurales. Magallán Hernández, FabiolaInstitución: Consejo de Ciencia y tecnología del estado de Querétaro (Concyteq) Jardín Botánico de Cadereyta “Ing. Manuel González de Cosío”.Áreas de Interés: Botánica, manejo de recursos bióti-

cos, plantas acuáticas, genética de poblaciones, hume-dales y Agavaceae.trayectoria profesional: egresada de la Facultad de Cien-cias Naturales de la universidad Autónoma de Querétaro, donde estudió la Licenciatura en Biología y el doctorado en recursos Bióticos. Actualmente labora en el Jardín Botánico de Cadereyta. Ha llevado a cabo estudios de diversidad genética de plantas acuáticas y caracterización de ecosistemas acuáticos, estudios florísticos y de vege-tación, se ha enfocado en estudiar la familia Agavaceae. Ha sido ponente en doce foros entre los que destacan: XIV, XV y XVI Congresos Mexicanos de Botánica, IV simposio Internacional sobre Agavaceae y Nolinaceae, 24 reunión anual de la sociedad de científicos de humedales (Nueva orleáns, euA), 21 reunión anual de la sociedad de científicos de humedales (Québec, Canadá). Distincio-nes: Cuatro premios, el más destacado: 1er lugar del pre-mio Alejandrina a la Investigación (2001). Magaña Cota, Gloria EugeniaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), Museo de Historia Natural Alfredo Dugès.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: ecología de pequeños mamíferos, histo-ria de la ciencia.trayectoria profesional: Bióloga egresada de la escuela Nacional de estudios Profesionales Iztacala-unAm. Con Maestría en Ciencias (Biología) en la Facultad de Cien-cias-unAm. Las principales líneas de investigación son en ecología de mamíferos, historia de la ciencia y divulga-ción y difusión de la ciencia. Coordinadora del Museo de Historia Natural Alfredo Dugès desde 1998 hasta la fecha. responsable de 11 proyectos de investigación. siete artí-culos arbitrados, un capítulo de libro y la coordinación de un libro. Magaña Virgen, Miguel EnriqueInstitución: universidad de Guadalajara (udg), Centro universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Gestión Ambiental.trayectoria profesional: egresado de la escuela de Agricul-tura de la universidad de Guadalajara, realizó su Maestría en Ciencias Ambientales por el Instituto de ecología de Málaga, españa, una especialización en educación Am-biental y un Diplomado en Política Gubernamental por el Instituto Nacional de Administración Pública, instancia que le otorgó el Premio Nacional de la Administración Pú-blica. Actualmente es Profesor-Investigador, imparte la

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cátedra de evaluación del Impacto Ambiental y participa en coordinación de cursos sobre políticas ambientales, Nor-matividad Ambiental y ordenamiento ecológico del terri-torio. tiene cinco libros publicados sobre la gestión am-biental y actualmente está trabajando en la Génesis de la problemática ambiental y en la elaboración de metodolo-gías alternativas de evaluación del impacto ambiental.

Maldonado Vega, MaríaInstitución: Centro de Investigación Aplicada en tecno-logías Competitivas (Ciatec, A.C.)Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés:sus líneas de investigación se enfocan a problemas del riesgo laboral en poblaciones expuestas a metales pesados, el tratamiento de aguas residuales in-dustriales y la recuperación de residuos sólidos.trayectoria profesional:es bióloga de la enep Iztacala-unAm, con estudios de Maestría en Biotecnología y Docto-rado en toxicología en el Centro de Investigación y estu-dios Avanzados (Cinvestav-ipn), Ciudad de México. se desempeñó como Auxiliar de Investigación en el Depar-tamento de Bioquímica del Cinvestav-ipn. Desde 1996 y hasta la fecha es parte de la plantilla de investigadores titulares del Ciatec, A.C., de su trabajo se han derivado distinciones como Premio Adiat 2006 en modalidad de empresas Pyme, reconocimiento al Merito técnico 2006; Primer lugar en proyectos de investigación de riesgo la-boral (1999, 2000, 2001 y 2007) por sector salud de Vera-cruz, la Asociación Mexicana de Bioquímica, Fesormex y Fenastac. Ha dirigido y desarrollado 19 proyectos de in-vestigación y desarrollo tecnológico. Ha participado en foros especializados de más de 81 ponencias, divulgacio-nes y reportes técnicos. Actualmente cuenta con 15 artí-culos arbitrados internacionalmente y 14 en revistas na-cionales; la publicación de dos libros publicados por editorial trillas en sus áreas de investigación. Ha partici-pado como profesor en las universidades de Guanajuato, tecnológica de León, La salle Bajío, tecnológico de Mon-terrey y en el Ciatec. Ha sesorado y dirigido nueve tesis de licenciatura, seis de maestría y seis de doctorado. en el sector de Cuero y Calzado se han transferido cinco desarrollos tecnológicos. Ha participado con otros grupos de investigación fuera de México en estancias cortas de investigación de la escuela de Minas de Ales en Francia, La universidad del Medio Ambiente uFZ-Leipzig de Ale-mania; en México participa con investigadores del Insti-tuto de biomédicas de la unAm, el Cinvestav-ipn unidad México y de Irapuato y la universidad de Guanajuato. Pertenece al sistema Nacional de Investigadores, Nivel I.

Mandujano Bueno, AndrésInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected]; [email protected].Áreas de Interés: sistemas de información geográfica, nutrición vegetal.trayectoria profesional:Licenciado en informática, egre-sado del Instituto tecnológico de roque, al presente cur-sando la maestría en gestión integrada de cuencas en la universidad Autónoma de Querétaro. Colaborador en va-rios proyectos de investigación dentro del nodo agua-suelo en el Campo experimental Bajío, del inifAp, teniendo como resultado varios artículos de temas diferentes como el uso del suelo agrícola y manejo de fertilización nitroge-nada en granos básicos. Actualmente colabora en activi-dades de fomento al uso eficiente de la fertilización nitro-genada y manejo de sistemas de información geográfica, miembro suplente de la Comisión estatal de Información Geográfica del estado de Guanajuato. Mandujano Chávez, AlejandraInstitución: tecnológico de Monterrey Campus IrapuatoCorreo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Biotecnología.trayectoria profesional: Doctorado en Ciencias, con especia-lidad en Biotecnología Vegetal por el Cinvestav-ipn, Irapuato, Guanajuato, México. Ingeniero Bioquímico en Alimentos por el Instituto tecnológico de Celaya. Profesor de cátedra del área de ingeniería y de ciencias en el tecnológico de Mon-terrey, Campus Irapuato, desde junio del 2001 a la fecha.

Marmolejo Hernández, ArmandoInstitución: Consultor independienteCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: estudios de Impacto Ambiental, rescate de Flora, seguimiento Ambiental de proyectos incluyendo de exploración minera.trayectoria profesional: egresado de la escuela de Minas, Metalurgia y Geología, universidad Autónoma de Zaca-tecas. estudios de Maestría en Conservación y Protección Ambiental, universidad Iberoamericana, Plantel León. Con experiencia en operación y diseño de instalación mi-nera, en gestión y capacitación ambiental en municipios. Del 2004 a la fecha es profesionista independiente en el área de consultoría ambiental teniendo experiencia en el rescate de cactáceas, asesoría y gestión ambiental en pro-yectos carreteros, fraccionamientos, campos de golf, ban-

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cos de material y exploración minera.

Márquez Lucio, María AzucenaInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav unidad Irapuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Carretera Irapuato-León Libramiento Norte Km 9.6, Apdo. Postal 629, C.P. 36500, Irapuato, Guanajuato.trayectoria profesional:Químico Farmacobiólogo Facultad de Química de la universidad de Guanajuato. Cursó el Doc-torado en Ciencias en Biotecnología de Plantas Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Campus Guanajua-to. Actualmente Profesor-Investigador titular A del Depar-tamento de Ingeniería Bioquímica del Instituto tecnológi-co superior de Irapuato. A la fecha ha dirigido cuatro tesis profesionales, tres proyectos de titulación y dos tesis en proceso. es autora de cuatro artículos científicos y ha participado en 15 presentaciones en congresos nacionales e internacionales. Martínez Ayala, ClaudiaInstitución:Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp).Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés:Vegetación Nativa, semillastrayectoria profesional:Ingeniero agrónomo, egresada del Instituto tecnológico de roque. Actualmente cursa el segun-do semestre de la maestría en Ciencias en Producción y tec-nología de semillas. Ha laborado los últimos 10 años en el campo experimental Bajío-inifAp como asistente de investi-gación en el área de sistemas Agroforestales y como instruc-tora en diversos talleres sobre arbustivas nativas así como en eventos de transferencia de tecnología en comunidades rurales. Ha presentado una ponencia en congreso nacional, coautora del video Producción Árboles de usos múltiples y en folleto técnico para productores. Y colabora actualmente como consultora con Arboceta Mexicana, s. C. Martínez Cruz, JuanInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Centro de Investigaciones en ecosistemas, (Cieco).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Florística, Vegetación y Conservación de la flora.trayectoria profesional:Biólogo egresado de la universidad Nacional Autónoma de México campus Iztacala. Con Maes-tría en Ciencias en la misma unAm en la rama de Biología

Ambiental, con el tema Áreas de Prioritarias para la Con-servación de la riqueza Arbórea de Colima, México. Ha trabajado principalmente en el conocimiento florístico de la parte centro-occidental del país como parte de proyectos financiados por Conacyt, conAbio e ine. Actualmente labora como técnico Académico titular A en el Jardín Botánico del Cieco, donde se desarrollan colecciones nacionales de bosques templados y tropicales. Últimamente ha publicado artículos sobre florística y ecología.

Martínez González, Javier EduardoInstitución: Comisión estatal del Agua de Guanajuato (ceAg).Correo electrónico: [email protected] trayectoria profesional: egresado de la universidad de León, en el año 2000 inicia sus actividades profesionales en la Comisión estatal del Agua de Guanajuato como apo-yo en la elaboración y diseño de planos cartográficos y en el manejo de los sistemas de Información Geográfica en la Dirección de estudios y Monitoreo, actualmente cursa un postgrado en tecnologías de Información y se encuen-tra encargado del Centro de Información Hidroclimatoló-gica del estado de Guanajuato. Martínez Uriarte, DesireeInstitución: Federación Internacional de Arquitectos Pai-sajistasCorreo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Arquitectura de paisaje y planeación ambiental.trayectoria profesional: egresada de la universidad técni-ca de Munich de la carrera de Arquitectura de Paisaje. Desde 1992 ha realizado proyectos de Arquitectura de Pai-saje y Planeación Ambiental como la reserva Natural Xo-chitla en el estado de México y la restauración paisajística de Canal Nacional en las Delegaciones Iztapalapa y Co-yoacán. Ha participado en diversas publicaciones como autora y coautora. Presidió la sociedad Mexicana de Ar-quitectos Paisajistas en los bienios 2003-2004 y 2005-2006. es delegada de México en la Federación Internacio-nal de Arquitectos Paisajistas y actualmente es secretaria de la región de las Américas de esta organización. Martínez Vázquez, Ma. Azul del RocíoInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias Naturales y exactas.Áreas de Interés: Mejoramiento genético de entomopató-genos, y diferenciación en levaduras.

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trayectoria profesional: QFB egresada de la universidad de Guanajuato, donde realizó una Maestría en ciencias y ha realizado una estancia de investigación en la univer-sidad de salamanca, españa. Actualmente es estudiante del programa de Doctorado en Biología experimental de universidad de Guanajuato. tiene una patente nacional en registro y ha presentado cuatro ponencias en congre-sos nacionales e internacionales. Ha contribuido a la for-mación de varios estudiantes de licenciatura y posgrado.

Martínez y Díaz, MahindaInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Facultad de Ciencias Naturales.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Florística y taxonomía.trayectoria profesional: egresado de la Licenciatura en Biología de la universidad Autónoma Metropolitana – Iztapalapa, doctorado en Botánica en la universidad de texas en Austin. Actualmente es Profesor-Investigador de la escuela de Biología, Facultad de Ciencias Naturales e imparte cátedras de Botánica, Biología de Plantas Acuá-ticas, Anatomía Vegetal, Vegetación de México. tiene 28 publicaciones en revistas científicas y 12 en libros y ca-pítulos de libros, ha dirigido dos tesis doctorales, cinco de maestría y nueve de licenciatura y ha sido responsable de 10 proyectos de investigación financiados. Mastachi Loza, Carlos AlbertoInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Laboratorio de Hidráulica, Facultad de Ingeniería.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: servicios Ambientales.trayectoria profesional: Biólogo, estudiante de Doctorado en la Facultad de Ingeniería de la universidad Autónoma de Querétaro. Ha trabajado en temas relacionados sobre evaluación de Pago por servicios Ambientales hídricos en bosque pino-encino en el estado de México, evalua-ción del proceso de evapotranspiración en el lago de Pátz-cuaro y pérdidas por intercepción de la vegetación del semiárido en el estado de Guanajuato y Querétaro. Mauricio Gutiérrez, AmparoInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav unidad Irapuato. Laboratorio Microbiología Ambiental.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés: Biotecnología de plantas.trayectoria profesional: Licenciatura en Biología de la Benemérita universidad Autónoma de Puebla, egresada

del programa de doctorado del Centro de Investigación y de estudios Avanzados del ipn, Campus Guanajuato, con la especialidad de Biotecnología de Plantas. su experien-cia laboral incluye manejo microbiológico de Agrobacte-rias, Licopersicum y bacterias de la rizosfera de plantas acuáticas. Así como efectos del paratión sobre especies de crustáceos Cladocera. entre sus publicaciones cuenta con un artículo arbitrado en Journal of Phytoremediation del 2009, un documento en extenso con registro isbn del en-vironmental Biotechnology and engineering (2IMeBe). Ha participado en siete congresos de la especialidad de microbiología de organismos presentes en humedales. Desde junio del 2009 viene fungiendo como profesor de tiempo completo en la universidad tecnológica de tehua-cán, Puebla. responsable como Jefe de operaciones en la Fundación Prioridad a la Vida, A.C. de tehuacán, Puebla.

Medel Ortíz, RosarioInstitución: universidad Veracruzana (uv), Instituto de Investigaciones Forestales. Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: taxonomía, sistemática, ecología, diver-sidad, ascomicetes.trayectoria profesional: Bióloga por la universidad Vera-cruzana, realizó estudios de maestría y doctorado en la universidad Autónoma de Nuevo León. Desde 1988, se ha dedicado al estudio de los ascomicetos, ha publicado más de 25 artículos científicos y cuatro capítulos de libros. Medina Fuentes, EstefaníaInstitución: universidad de Guanajuato (ug).Áreas de Interés: Ciencias Ambientales.trayectoria profesional: Actualmente cursa la Maestría en Ciencias del Agua, en la Facultad de Geomática e Ingenie-ría Hidráulica de la universidad de Guanajuato. estudió la carrera de oceanología en la Facultad de Ciencias Marinas de la universidad Autónoma de Baja California. es asesor ambiental y su experiencia profesional se ha basado en calidad del agua. Ha trabajado en instituciones como la universidad Autónoma de Baja California, y ha apoyado proyectos en la secretaría de Marina, sIAD Consultores y actualmente en eCoGrouP Asesoría Ambiental. Mendiola Amador, AbigaílInstitución: Consultor independienteCorreo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: estudios de Impacto Ambiental, rescate de Flora, educación Ambiental, seguimiento Ambiental de proyectos.

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trayectoria profesional: egresada de la Carrera de Biología, universidad Autónoma de Aguascalientes. estudios de Maestría en Conservación y Protección Ambiental, univer-sidad Iberoamericana, Plantel León. Con experiencia en educación ambiental al participar dentro de la Dirección de educación Ambiental del Instituto de ecología. Del 2004 a la fecha es profesionista independiente en el área de consul-toría ambiental teniendo experiencia en el rescate de cactá-ceas, asesoría y gestión ambiental en proyectos carreteros, fraccionamientos, campos de golf y bancos de material.Mendoza Elos, MarianoInstitución: Instituto tecnológico de roque (itr), Direc-ción General de educación superior tecnológica (dgest).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Fitomejoramiento.trayectoria profesional: egresado de la universidad Au-tónoma Agraria Antonio Narro como Doctor en Ciencias en Fitomejoramiento. Profesor investigador de licenciatu-ra y posgrado, nombramiento de profesor de tiempo con perfil deseable Programa de Mejoramiento del Profesora-do (Promep), líder del cuerpo académico denominado tec-nología de semillas ANuIes, nivel I del sistema nacional de investigadores. Línea de investigación en fitomejora-miento, producción de semilla, uso y manejo de recursos filogenéticos. Miembro de la red de monitoreo de organis-mos genéticamente modificados y de la red de biotecno-logía para la agricultura y alimentación (Conacyt). Direc-ción de al menos diez proyectos de investigación, asesor de más de 30 tesis a nivel de licenciatura, maestría y doctorado, publicación de más de 30 artículos y presen-tación de alrededor de 100 trabajos en eventos científicos. Mercado Silva, NormanInstitución: universidad de Guadalajara (udg), Centro universitario de la Costa sur.Correo electrónico: [email protected] profesional: Profesor en el Departamento de ecología y recursos Naturales del Centro universitario de la Costa sur, universidad de Guadalajara e investigador en la AZ. Coop. Fish & Wildlife unit (universidad de Ari-zona). Fue asociado posdoctoral en el Instituto de ecolo-gía, A.C. Biólogo por la Facultad de Ciencias, unAm, con estudios de posgrado en la universidad de Wisconsin, euA. Ha impartido clases en diversas instituciones. In-vestigación: ecología y conservación de especies de peces de agua dulce, con especial interés en ecosistemas mexi-canos; ecología de especies invasoras; biomonitoreo. es autor de 27 artículos científicos y capítulos de libros. Ha participado en congresos y simposios tanto nacionales

como extranjeros y publicado diversos artículos y capí-tulos de libros. Participa activamente diversas sociedades científicas. Ha participado en comités académicos para estudiantes de licenciatura y posgrado. Molina Torres, JorgeInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav unidad Irapuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Fitobioquímica de compuestos bioacti-vos en plantas endémicas de Mesoamérica.trayectoria profesional: egresado de la Facultad de Quími-ca, universidad Nacional Autónoma de México. estudios de Doctorado en la universidad del norte de Gales, Gran Bretaña. Fundador de la unidad Irapuato del Centro de Investigación y de estudios Avanzados. Biotecnología e Ingeniería Genética de Plantas. Laboratorio de Fitobioquí-mica. Pertenece al sNI nivel II. 55 publicaciones, 220 citas en publicaciones, 35 tesis dirigidas, cuatro de maestría y cuatro de doctorado. responsable del proyecto Apoyo al estudio Biotecnológico de la Flora del Altiplano Mexicano. Montaldo Valdenegro, Hugo H.Institución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Diseño de programas de selección y eva-luación de sistemas de cruzamientos; aplicación de la ge-nética molecular en programas de mejoramiento genético en animales.trayectoria profesional: egresado de la universidad Na-cional Autónoma de México de Licenciatura y Maestría en 1989. realizó estudios de Doctorado en la universidad de Nebraska-Lincoln y una estancia Posdoctoral en la universidad de Nueva Inglaterra, en Australia. Los estu-dios de Posgrado se orientaron hacia el mejoramiento animal. Actualmente es Profesor-Investigador del Depar-tamento de Genética y Bioestadística de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la universidad Na-cional Autónoma de México. Participa en diversos pro-gramas de Posgrado en México. es investigador Nacional nivel II del sistema Nacional de Investigadores del Cona-cyt. Autor o coautor de al menos 45 publicaciones en re-vistas nacionales e internacionales indizadas y ha sido director de múltiples proyectos. Montenegro Calderón, José GuadalupeInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de

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Ciencias Naturales y exactas, Campus Guanajuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Hongos fitopatógenos con interés en el proceso de interacción Patógeno-Huésped y el control bio-lógico de malezas.trayectoria profesional: egresado de la escuela de Biolo-gía de la universidad Autónoma de sinaloa. Maestría en Ciencias (Biología) de la universidad de Guanajuato. Ac-tualmente es estudiante del programa de Doctorado en Ciencias (Biología) de la universidad de Guanajuato. Ha presentado cuatro ponencias en congresos internacionales y seis nacionales. Montes Hernández, SalvadorInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: recursos Genéticos y evolucióntrayectoria profesional:Ingeniero Agrónomo, con Maestría en Botánica Agrícola y doctorado en Biología por la uni-versidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es investigador de las redes de recursos Genéticos y Bioener-gía. Las áreas de estudio son Conservación de recursos genéticos vegetales, etnobotánica, evolución de plantas y Biología de polinización de plantas. La experiencia profe-sional es de 27 años de participación en diversos proyectos relativos a la utilización y conservación de recursos gené-ticos, en diferentes cultivos y regiones de México. Cuenta con diversos artículos científicos sobre utilización y estu-dio de recursos genéticos en México. Ha participado en 21 congresos nacionales e internacionales con temas relativos al estudio de los recursos genéticos vegetales de México.

Mora Hernández, Luis DemetrioInstitución:universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Campus Juriquilla.Áreas de Interés:Algas y plantas vasculares acuáticastrayectoria profesional:Pasante de Biología de la Facultad de Ciencias Naturales de la universidad Autónoma de Queréta-ro. Interés de estudio en algas y plantas vasculares acuáti-cas. Ha asistido a un curso sobre ecología de fitoplancton y realizó un semestre de estudio en Biología en Costa rica.

Morales Hernández, Claudia ErikaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias Naturales y exactas, Campus Guanajuato.Áreas de Interés: Patogenicidad y mejoramiento genético de entomopatógenos

trayectoria profesional: QFB egresada de la universidad de Guanajuato. realizó una Maestría en ciencias en la universidad de Guanajuato y ha realizado una estancia de investigación en la universidad de salamanca, españa. Actualmente es estudiante del programa de Doctorado en Biología experimental de universidad de Guanajuato. Ha presentado tres ponencias en congresos nacionales e in-ternacionales. Ha contribuido a la formación de varios estudiantes de licenciatura y posgrado.

Morón Ríos, Miguel ÁngelInstitución: Instituto de ecología, A.C. (ine). Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés: sistemática y biología de Coleópteros scarabaeoidea.trayectoria profesional: Profesor-Investigador titular “C” del Instituto de ecología, A.C. Xalapa. Investigador sni nivel 3. Biólogo, Maestro y Doctor en Ciencias por la uni-versidad Nacional Autónoma de México. Ha impartido cátedra en varias instituciones nacionales y latinoameri-canas. Línea de investigación: sistemática y biología de Coleópteros scarabaeoidea. Autor o coautor de 280 publi-caciones científicas y de divulgación. Premio de Investi-gación Científica 1992 AMC. Navarrete Cruz, Victoria E.Institución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias Naturales y exactas, Campus Guanajuato.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés: Bioética.trayectoria profesional: QFB y Magister en Bioética, uni-versidad Nacional de Cuyo/ops-oms. Miembro fundador en 1993 del Centro de Investigaciones en Bioética, actual-mente en reorganización. Ha publicado varios artículos y capítulos de libro sobre temas de bioética. Ha impartido cátedra de bioética en la universidad de Guanajuato y otras instituciones. Miembro de la Academia Nacional Mexicana de Bioética y de la Comisión estatal de Bioética del estado de Guanajuato. Miembro del Consejo Directivo de la Federación Latinoamericana de Instituciones de Bioética (Felaibe). Olalde Portugal, VíctorInstitución: Instituto Politécnico Nacional (ipn), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav unidad Irapuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés:Microbiología del suelo, Biotecnología Microbiana.

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trayectoria profesional: Químico Bacteriólogo y Parasitó-logo, Maestría y Doctorado en Microbiología con especia-lidad en suelos, escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN. Investigador 3 C del Cinvestav unidad Irapuato, nivel III del sNI y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias. responsable del Laboratorio de Bioquímica eco-lógica. 76 artículos en revistas arbitradas, 11 artículos de divulgación, 43 memorias en extenso en congresos inter-nacionales y nacionales, 170 presentaciones en congresos. ocho capítulos de libros, dos libros editados. tesis dirigi-das: 21 Doctorado, 18 maestría, 45 licenciatura. Cuatro desarrollos tecnológicos y 50 conferencias. Orozco Uribe, Landy CarolinaInstitución: Comisión Nacional de Áreas Naturales Prote-gidas (Conanp), reserva de la Biosfera sierra Gorda de Guanajuato.Correo electrónico: [email protected] profesional: originaria de Zapopan, Jalisco. egresada de la universidad de Guadalajara. Como espe-cialista en fauna, ha trabajado en este rubro para Comi-sión Federal de electricidad (cfe), instituciones educativas y consultorías privadas. en el periodo 2005-2008 se de-sarrolló como promotora y verificadora del Programa de servicios Ambientales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor). Actualmente se desempeña en la Comisión Na-cional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) en la ad-ministración de la reserva de la Biosfera sierra Gorda de Guanajuato.

Pacheco Aguilar, Juan RamiroInstitución:universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Facultad de Ciencias.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Biotecnología de Plantas.trayectoria profesional: Doctor en Biotecnología Vegetal, Centro de Investigaciones y de estudios Avanzados del ipn; Maestro en Biotecnología Vegetal Cinvestav-Irapua-to. Candidato al sistema Nacional de Investigación (sni). Desde 2006 se incorpora como docente y en el 2008 como investigador y coordinador de la carrera de Químico Agrí-cola en la facultad de Química de la uAq. Ha participado en congresos nacionales e internacionales y es responsa-ble de tres proyectos relacionados a la producción de bio-fertilizantes, conservación de especies endémicas y el tratamiento de efluentes industriales.

Padilla Vaca, FelipeInstitución:universidad de Guanajuato (ug), División de

Ciencias Naturales y exactas, Campus Guanajuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Bioquímica y biología molecular de pa-rásitos.trayectoria profesional: Químico Farmaco Biólogo, M. en C. y Doctor en Ciencias en Biología. Ha publicado artícu-los, capítulos de libro y libros como autor o coautor sobre sus áreas de estudio. es miembro de la sociedad Mexica-na de Parasitología, sociedad Mexicana de Bioquímica y la American society of Parasitologists. Actualmente se desempeña como Profesor del Departamento de Biología, División de Ciencias Naturales y exactas de la universi-dad de Guanajuato. Palafox Solís, Patricia GracielaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), Campus Guanajuato.Áreas de Interés: remediación ambiental.trayectoria profesional: Licenciada en Biología egresada de la universidad Autónoma de Nuevo León. el título de su tesis de licenciatura es “Determinación de Zn, Fe, Cr y Cd en plantas que crecen en jales mineros del Monte de san Nicolás en Guanajuato, Guanajuato” bajo la asesoría del doctor Gilberto tijerina Medina y del doctor Gustavo Cruz Jiménez. Actualmente es profesor de tiempo parcial en el Departamento de Minas y Metalurgia, Geología y Ambien-tal de la División de Ingenierías del Campus Guanajuato.

Pantoja Hernández, YolandaInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq).Áreas de Interés: Flora y vegetación.trayectoria profesional: Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias Naturales de la universidad Autónoma de Querétaro, con maestría en ciencias en la misma Facultad. Actualmente participa en la creación de la base de datos del Herbario Jerzy rzedowski (QMeX), patrocinado por conAbio. recientemente colaboró en el proyecto “estado Actual de la Flora y Vegetación nativa del municipio de Querétaro y zona conurbada”, en la parte de Flora y en la elaboración de mapas. He participado en los últimos dos congresos mexicanos de botánica. Paredes Melesio, RobertoInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Conservación de suelostrayectoria profesional: egresado de la universidad Au-

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tónoma Agraria Antonio Narro, en la especialidad de fi-totecnia, en el Colegio de Postgraduados obtuvo el titulo de Maestro en Ciencias en edafología. Investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agríco-las y Pecuarias (inifAp) desde 1986 a la fecha, coordinador regional del nodo Agua-suelo del Cir-Centro del inifAp; del 2003 a la fecha representante de inifAp en la Comisión estatal de Información Geográfica (ceig) en Guanajuato; Gestor de imágenes spot del inifAp ante la secretaría de Marina de México a través de la estación de recepción México, de la constelación spot (ermex). Desde 2007 res-ponsable y colaborador de diversos proyectos apoyados con Fondos Mixtos de Conacyt . Parra Negrete, Luis A.Institución: universidad de Guanajuato (ug), Campus Irapuato-salamanca.Áreas de Interés: Genética Vegetal.trayectoria profesional: Ingeniero Agrónomo de la uni-versidad de Guanajuato, obtuvo una Maestría en Genéti-ca vegetal en el CP, Montecillos, México y el Doctorado (PhD) sobre Ciencia de las Plantas en la universidad de reading, Inglaterra. es profesor de la universidad de Gua-najuato, donde imparte las materias de Genética, sistemas Agropecuarios, Practicas Agropecuarias. su área de in-vestigación es recursos Genéticos con énfasis en Agavá-ceas e interacción de especies hortícola, aromáticas y medicinales en traspatio. Ha presentado más de 20 ponen-cias en foros nacionales, dirigido 12 tesis de licenciatura y dos de Maestría. es responsable del Centro de Agave de la universidad de Guanajuato

Partida Pizzini Flores, Vittoria EugeniaInstitución: Consultora ArBoCetA MeXICANA s.C.Correo electrónico: [email protected]; [email protected].Áreas de Interés: Diseño Gráfico, Arquitectura del Paisa-jes, Vegetación Nativa y Medio Ambiente.trayectoria profesional: egresada como Diseñador de la Comunicación Grafica, uAm–Xochimilco en 1980. Ha com-pletado cursos relacionados con Artes Graficas Digitales en Cornell university y Publicidad y Mercadotecnia en thompkins College, NY., 2003-2007. Fundadora y Geren-te de Producción de las empresas: agencia de publicidad sintesis sistemas de Comunicación Integral, s.A. de C.V., 1980-1990 y estudio Jeroglífico, 1991-2008 y cofundado-ra de Arboceta Mexicana, s.C., 2008. Ha desarrollado campañas de publicidad, diseño corporativo y de imagen, pagina web y actualmente en Diseño de Paisajes; colabo-

rando con diversas empresas gubernamentales como iee Guanajuato, inifAp, y privadas como Productos Dolche del Bajío s.A. de C.V., entre otras. Peña Cabriales, Juan JoséInstitución: Instituto Politécnico Nacional (inifAp), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav uni-dad Irapuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Microorganismos del suelo de importan-cia agrícola, las transformaciones microbianas de N y P en agrosistemas; ecofisiología de interacciones planta-microorganismo; y bio-remediación de suelos.trayectoria profesional:Químico Bacteriólogo Parasitólogo de encb-ipn en la Ciudad de México, una especialización en microbiología en empraba, Brasil y sus estudios de Maes-tría y Doctorado de la universidad de Cornell, N.Y., espe-cializándose en ecología de Microorganismos del suelo. obtuvo la Maestría en Administración Pública, universi-dad de Harvard, Cambridge, MA (Ciencia y tecnología). Ha graduado 40 estudiantes de licenciatura, 19 maestros en Ciencias y 19 doctores, quienes en su mayoría forman par-te del sIN. Pertenece a la Academia Mexicana de Ciencias, Academia Nacional de Ciencias Agrícolas de México, sis-tema Nacional de Investigadores, Nivel III, y participa como experto del organismo Internacional de energía Ató-mica en el uso de las técnicas nucleares en la investigación agrícola. es Doctor Honoris Causa por la universidad Au-tónoma de Nuevo León. en el 2007 es Premio como tamau-lipeco Distinguido (investigación) por parte de la univer-sidad México Americana del Norte, A.C. Ha realizado estancias de investigación en ex Yugoslavia, Brasil, Austria e Italia, con más de 100 publicaciones científicas y de di-vulgación. Ha editado cuatro libros y publicado 19 capítu-los en diferentes obras de su especialidad.

Pineda López, Raúl Institución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Gestión Integrada de Cuencas.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Parasitología de animales, la conserva-ción de ambientes acuáticos de agua dulce y el manejo de cuencas.trayectoria profesional: Ha colaborado en la publicación de 35 artículos científicos en revistas nacionales e inter-nacionales, seis libros y la dirección de dos tesis de doc-torado, ocho de maestría y 12 de licenciatura. Los proyec-tos que ha desarrollado recientemente incluyen los ordenamientos ecológicos del municipio de León, Gua-

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najuato y de la cuenca de la laguna de Zapotlán, Jalisco; el análisis de la fauna de la zona metropolitana de Que-rétaro; la evaluación de las acciones de manejo de cuatro microcuencas en Querétaro y la línea de base científica para el manejo integrado de la subcuenca específica tám-bula Picachos en san Miguel de Allende en Guanajuato. Polaco, Óscar J.Institución: Instituto Nacional de Antropología e Historia (inAh), subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico.Áreas de Interés: Arquezoología y paleontología de ver-tebradostrayectoria profesional: Biólogo egresado de la escuela Nacional de Ciencias Biológicas, ipn. Profesor-Investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia y profe-sor de asignatura de la carrera de Biología de la escuela Nacional de Ciencias Biológicas. Impartió 12 cursos a ni-vel licenciatura y dos de especialidad en paleontología. en su producción académica cuenta con 205 publicaciones y participó con 165 trabajos en congresos nacionales e internacionales. A nivel de divulgación impartió 135 con-ferencias y desarrolló 10 guiones museográficos para mu-seos de historia natural y paleontología. Pons Hernández, José LuisInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío. Quezada Guzmán, EsperanzaInstitución:Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Campo experimental Pabellón, Aguascalientes.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: sistemática, Florística y ecología vege-tal; Florística de especies silvestres del norte-centro, con énfasis en especies de importancia económica.trayectoria profesional:estudió la carrera de Biología en la escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional y la maestría en Ciencias sobre Ma-nejo de Agroecosistemas y recursos Naturales en la uni-versidad Autónoma de Aguascalientes. De 1974 a 1981 se desempeñó como Investigadora del Herbario Nacional de Maleza del Instituto Nacional de Investigaciones Agríco-las (INIA). De 1981 a la fecha es responsable del Herbario regional CIAN, en el Campo experimental de Pabellón, Aguascalientes, como Investigadora titular del inifAp. Principales líneas de investigación: sistemática, Florísti-ca y ecología de arvenses; Florística de especies silvestres

del norte-centro, con énfasis en especies de importancia económica. Coordinó el proyecto recuperación y Conser-vación de Cactáceas en la Altiplanicie Central, México. Quijano Carranza, Juan ÁngelInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Agronomía, Agroclimatología, Produc-ción ecológica de Cultivos.trayectoria profesional: egresado de la Facultad de Agro-nomía de la universidad Autónoma de Nuevo León, Maes-tría en Producción Agrícola. Investigador titular del inifAp en el Campo experimental Bajío. Coordinador regional de la red de Modelaje y responsable del Laboratorio de Mode-laje Dinámico del ce Bajío, donde se desarrollan modelos de crecimiento de plantas y organismos dañinos para la agri-cultura. responsable de proyectos para la estimación del Potencial de Cultivos en función de las características del Clima y el suelo, Desarrollo de coberturas de seguro Agrí-cola en función de índices agroclimáticos y Diseño de sis-temas de Alerta Fitosanitaria basados en el manejo de mo-delos agrometeorológicos. Quintanar Olguín, JuanInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental san Martinito, Puebla.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: tecnología de productos forestales.trayectoria profesional: egresado de la División de Cien-cias Forestales de la universidad Autónoma Chapingo. realizó una Maestría en tecnología de la madera. Actual-mente es Investigador en el Campo experimental san Martinito del Cirgoc-inifAp. es coordinador regional del nodo de Productos forestales en la red de Manejo Forestal sustentable, donde estudia aspectos relacionados con el secado de la madera y su impacto en la industrialización. Ha publicado dos artículos en revistas internacionales y presentado 15 ponencias en congresos nacionales. Ha sido responsable de tres proyectos de investigación apoyado por fondos sectoriales del Conacyt.

Quintero Díaz, Gustavo ErnestoInstitución: universidad Autónoma de Aguascalientes (uAA), Departamento de Biología.Correo electrónico: [email protected] / [email protected].

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Áreas de Interés: Zoología y conservación.trayectoria profesional:Biólogo de la universidad Autónoma de Aguascalientes. Maestro en Ciencias en recursos Natu-rales y Desarrollo rural en el Colegio de la Frontera sur (ecosur). técnico académico, Profesor de la universidad Au-tónoma de Aguascalientes; Jefe del Departamento de Zoolo-gía del imAe. Coautor de dos libros sobre Anfibios y reptiles de Aguascalientes (1997 y 2005). Ha publicado 16 artículos internacionales y dos nacionales. Ha presentado 26 ponen-cias en congresos nacionales y tres internacionales. Dirige dos tesis de licenciatura y cinco talleres de investigación. responsable de dos proyectos de investigación apoyados por conAbio, uicn y red de Análisis para Anfibios Neotropicales Amenazados. evaluador de la uicn en el taller de reptiles de México, y evaluador del taller Pronatura/the Nature Con-servancy sobre Anfibios y reptiles del centro y occidente de México. Presidente del Grupo “Conservación de la Biodiver-sidad del Centro de México” A.C. Ramírez Esquivel, María GuadalupeInstitución: Comunidad el Platanal, Municipio de XichúCorreo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Conservación de los recursos naturales.trayectoria profesional:es conservacionista e instructora comunitaria de primaria y secundaria desde hace seis años. su interés por la naturaleza comenzó cuando llegó a vivir al Platanal y conoció el río santa María. Participa activa-mente en la educación formal y ambiental en su comuni-dad, así como en el proyecto ecoturístico del Platanal. Ramírez Malagón, RafaelInstitución: universidad de Guanajuato (ug), Campus Irapuato-salamancaCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Biotecnología de plantas, mejoramiento genéticotrayectoria profesional: egresado de la universidad de Guanajuato, como Ingeniero Agrónomo. realizó una Maestría en Biología de Plantas y un Doctorado en Bio-tecnología de Plantas. Actualmente es Profesor de la uni-versidad de Guanajuato e imparte las asignaturas de Fí-sica II, Fisiología Vegetal y Cultivo de Plantas de ornato a nivel Licenciatura y de Problemas Fisiológicos en Maes-tría. es el coordinador del Laboratorio de Cultivo de teji-dos Vegetales, donde desarrolla investigación sobre Pro-pagación y Mejoramiento Genético de Plantas. Ha presentado 50 ponencias en congresos y dirigido 26 tesis de licenciatura y es responsable de un proyecto de inves-tigación apoyado por sagarpa.

Ramírez Pimentel, Juan GabrielInstitución: Instituto tecnológico de roque (itr), División de estudios de Posgrado e Investigación.Correo electrónico: [email protected] profesional: Ingeniero Bioquímico egresado del Instituto tecnológico de Celaya, realizó estudios de doctorado en biotecnología de plantas en el Cinvestav unidad Irapuato. Actualmente es Profesor-Investigador en el itr, es encargado del laboratorio de sanidad de se-millas y biología molecular, donde estudia aspectos rela-cionados con estrés hídrico en plantas, es responsable de un proyecto de investigación apoyado por Concyteg. Di-visión de estudios de Posgrado e Investigación, Instituto tecnológico de roque. km 8 Carretera Celaya-Juventino rosas, C.P. 38110, Celaya, Gto. Ramírez Sánchez, MartínInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Investigación pecuaria.trayectoria profesional: egresado como médico veterina-rio, de la universidad Autónoma Metropolitana -Xochi-milco. realizó una maestría en el área de nutrición de rumiantes en la universidad Nacional Autónoma de Mé-xico. en la actualidad se desempeña como investigador titular del inifAp, en el área de transferencia de tecnología pecuaria y es colaborador de la unidad técnica especia-lizada Pecuaria del estado de Guanajuato. Raya Pérez, Juan CarlosInstitución: Instituto tecnológico de roque (itr)División de estudios de Posgrado e Investigación-itr

Correo electrónico: [email protected] profesional: Biólogo egresado de la Fes-Izta-cala, unAm. realizó una maestría en el Centro de Botánica del Colegio de Posgraduados y doctorado en biotecnología de plantas en Cinvestav unidad Irapuato. Actualmente es Profesor-Investigador del itr donde estudia aspectos rela-cionados en la domesticación de plantas y purificación de proteínas.

Reyes Ríos, Dora MaríaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), Campus Irapuato-salamanca.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Conservación y restauración de suelos.trayectoria profesional: egresada de la universidad Autó-

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noma Agraria Antonio Narro, en Buena Vista saltillo Coahuila. realizó una Maestría en suelos. Cuenta con cin-co Diplomados de Formación Docente. Actualmente apoya al Departamento de Ciencias Ambientales en Docencia y es Coordinadora del sistema de Manejo Ambiental en la Di-visión Ciencias de la vida, universidad de Guanajuato. Ha realizado trabajos en campo sobre rehabilitación de suelos con problemas físico-químicos y aplicación de agricultura orgánica. Publicaciones: un capítulo en libro, uno a nivel internacional, ocho artículos de difusión nacional. 33 par-ticipaciones en eventos científicos estatales nacionales e internacionales y foros.

Reynoso, Víctor HugoInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología. Correo electrónico:[email protected]Áreas de Interés: Herpetología, sistemática, Paleontolo-gía, Biogeografía, ecología y evolución.trayectoria profesional: Doctorado por la Facultad de es-tudios de Posgrado y el Museo redpath de la universidad McGill en Canadá, donde también fue profesor. Licencia-tura y Maestría en Ciencias por la Facultad de Ciencias de la unAm. Actualmente labora como Investigador titular “A” y curador de la Colección Nacional de Anfibios y rep-tiles en el Instituto de Biología de la unAm y reconocido como Investigador Nacional sni Nivel 1. Ha recibido la Medalla Gabino Barreda, el Brian Patterson Award, el Premio Anual IMP y el Premio al Mérito ecológico 2004. es autor de 33 artículos en científicos y nueve capítulos de libro de investigación, siete artículos de divulgación, dos en formato digital, la edición de un libro y cinco memorias. es profesor de la Facultad de Ciencias donde ha impartido las cátedras de Biología evolutiva, Paleobiolo-gía, evolución y taller de ecología y evolución de Anfi-bios y reptiles y ha impartido 11 cursos especializados y 21 conferencias de divulgación nacionales y extranjeras. Ha recibido apoyo para proyectos de investigación por Conacyt, conAbio, pApiit, Pemex, fmcn, National Geographic y Concyteg. Ha dirigido 17 servicios sociales, 27 tesis de licenciatura y ocho tesis de posgrado.

Rincón Rodríguez, RicardoInstitución: ecogrup ConsultoriaCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Aprovechamiento sustentable de recur-sos Naturalestrayectoria profesional: Ingeniero Forestal egresado de la universidad Distrital de Bogotá, con Maestría en Desarro-

llo sustentable de la universidad Industrial de santander y Doctorado en curso en tecnología Ambiental por el sistema Ciatec-Conacyt. Como consultor en el área ambiental ha desarrollado estudios y proyectos en 11 de las 22 áreas naturales del estado, además de haber realizado más de 70 estudios relacionados con el manejo de recursos naturales. Director y lector de cuatro tesis de licenciatura y maestría sobre medio ambiente y recursos naturales del estado y responsable técnico de proyectos como investigador de Concyteg. Ríos Ruíz, Santa AnaInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Campo experimental BajíoCorreo electrónico: [email protected] profesional: egresada de la Facultad de Agro-nomía “Facultad Lázaro Cárdenas”, de la universidad Au-tónoma de tamaulipas. estudios de Maestría en Desarrollo rural en el Colegio de Postgraduados. Actualmente Inves-tigadora-editora en el inifAp, Campo experimental Bajío. Colabora en proyectos de transferencia de tecnología en el Cebaj y es responsable de la edición de libros, artículos científicos, memorias, folletos técnicos y para productores en la región Circe del inifAp. en los últimos tres años ha impartido talleres de redacción científica y técnica a per-sonal investigador del inifAp de varios centros del país. Rocha Rodríguez, RamiroInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés:Agronomía, Agroclimatología, Produc-ción de Hortalizas.trayectoria profesional: egresado de la universidad Au-tónoma Chapingo. Investigador titular del inifAp en el Campo experimental Bajío. responsable del Programa de Papa del ce Bajío, donde se desarrollan tecnologías para optimizar el rendimiento haciendo uso racional de los recursos agua y suelo. Colaborador en el Proyecto de De-sarrollo de Variedades de papa, para consumo directo y uso industrial y en el sistema de Alerta Fitosanitaria del estado de Guanajuato Rodríguez Betancourt, DanielInstitución: Instituto de ecología del estado de Guanajua-to, Dirección de Mejoramiento Ambiental.Correo electrónico: [email protected].

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Áreas de Interés: Impacto ambiental.trayectoria profesional: egresado de la universidad de Guanajuato en la Licenciatura en Ingeniería de Minas, de la facultad de Minas Metalurgia y Geología. en el área ambiental participó en la modificación de la Norma técni-ca Ambiental ntA-iee-002/2007, que establece las especifi-caciones de localización y parámetros de diseño para sitios de explotación de materiales pétreos (2007).Participó en la realización del estudio de censo de bancos de materiales pétreos en el estado, (2008-2009). Actualmente se está re-visando y modificando la Norma técnica Ambiental ntA-ieg-006/2002 que establece los lineamientos para la elabo-ración de los estudios de impacto ambiental y estudios de riesgo en el estado, así como el reglamento de evaluación en Materia de Impacto Ambiental de la Ley para la Protec-ción y Preservación del Ambiente del estado.

Rodríguez Chávez, Héctor EnriqueInstitución: Consultor independiente.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Impacto ambiental.trayectoria profesional: egresado de la universidad Autóno-ma de Aguascalientes en la Licenciatura en Biología, realizó un estudio de especialización en la Cooperativa Cesaflor (Centro per lo sviluppo orto-Floro Vivaistico e selvicoltu-rale en Pistoia, Italia). Desde 1996 Consultor Ambiental, y actualmente Asesor independiente en la evaluación de Ma-nifestaciones de Impacto Ambiental perteneciente a la Di-rección de Impacto Ambiental y Manejo de residuos del Instituto de ecología del estado de Guanajuato. Participó en el Proyecto conAbio V002 “Colección Científica del Museo de Historia Natural Alfredo Dugès” y en el de Conacyt “Iden-tificación de las especies vegetales con usos potenciales en tres áreas naturales protegidas del estado de Guanajuato para su posible explotación y uso sustentable”. Rodríguez Guerra, RaúlInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental General terán. Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Fitopatología, Biotecnología.trayectoria profesional: egresado de la Facultad de Cien-cias Biológicas de la universidad Autónoma de Nuevo León, con maestría en Parasitología Agrícola y doctora-do en Biotecnología de Plantas. Actualmente es investi-gador titular en el inifAp. sus líneas de investigación incluyen diversidad genética y patogénica de fitopatóge-

nos, agentes de biocontrol y fuentes de resistencia en plantas contra fitopatógenos. Ha dirigido seis proyectos de investigación, formado 40 recursos humanos a nivel de licenciatura, maestría y doctorado, publicado 17 ar-tículos y presentado más de 150 trabajos en congresos. recibió el Premio Nacional por tesis de Investigación de Doctorado en Biotecnología 2002-2003, otorgado por AgroBIo México.

Rodríguez Vázquez, Flor A.Institución: el Charco del Ingenio, A.C.Correo electrónico: [email protected].

Romo García, Martha ElenaInstitución: Consultor independiente.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés: estudios de Diagnósticos y Programas de Manejo para Áreas Naturales Protegidas, Impacto Am-biental y Docencia.trayectoria profesional: egresada de la enep Iztacala, unAm, en la Licenciatura de Biología. Con diplomado en Gestión y Administración de Instituciones educativas. Diplomado en educación Abierta y a Distancia. Diploma-do en Gestión Ambiental. se ha desempeñado como do-cente en la unAm y en la utl. Participación en el Congreso Nacional de Zoología. Ha asumido la Jefatura de la sec-ción de Moluscos Marinos en la Dirección de oceanogra-fía de la secretaría de Marina. Jefatura de los talleres de Capacitación para el trabajo en el sistema educativo sA-Bes del estado de Guanajuato. empleado de tiempo par-cial en el Instituto Politécnico Nacional en la separación e identificación de plancton marino. Consultor ambiental, en las especialidades de: Diagnósticos Ambientales, Pro-gramas de Manejo de Áreas Naturales, estudios de flora y fauna, estudios de ruido e impacto ambiental en diver-sos giros. Rosas Barajas, José AlfredoInstitución:Centro de Investigación Aplicada en tecnolo-gías Competitivas, A.C. (Ciatec). Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Ingeniería aplicada en estadística y aná-lisis de mercado.trayectoria profesional: egresado del Instituto tecnológico de Celaya, de la carrera de Ingeniería Industrial Química, cuenta con una maestría en Administración por parte de la universidad de Guanajuato, ha participado en estudios de mercado y sectoriales de la industria del cuero y del calza-do desde 1989, actualmente se desempeña como tecnólogo

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titular B en el área de Inteligencia competitiva en el Ciatec y participado en la elaboración de los estudios como VI-sIoN 20-20, prospección en estudios estadísticos y de mer-cado para diferentes empresas del calzado, la proveeduría así como la elaboración de estudios sectoriales para dife-rentes instituciones públicas y privadas del país. Rosas Cárdenas, Flor de FátimaInstitución:Instituto Politécnico Nacional (ipn), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav unidad Irapuato.Áreas de Interés: Biotecnología de Plantas.trayectoria profesional: egresada del Instituto tecnológi-co de Celaya. realizó una maestría en Biotecnología de Plantas. Actualmente es estudiante de doctorado del Cin-vestav Irapuato donde estudia aspectos relacionados con el desarrollo de frutos. Ha presentado cinco ponencias en congresos nacionales. Ha publicado un artículo, un capí-tulo de un libro y una revisión relacionados con el tema. Rzedowski Rotter, JerzyInstitución: Instituto de ecología A.C. (Inecol), Centro regional del Bajío-Inecol.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: sistemática de plantas vasculares, fito-geografía de México.trayectoria profesional: egresado de la escuela Nacional de Ciencias Biológicas (encb) del Instituto Politécnico Na-cional (ipn); doctorado de la Facultad de Ciencias de la universidad Nacional Autónoma de México. Laboró en la universidad Autónoma de san Luis Potosí, en el Colegio de Postgraduados, en la encb del ipn y desde 1984 trabaja en el Instituto de ecología, A.C. sus principales activida-des actuales son la elaboración, coordinación y edición de la obra Flora del Bajío y de regiones Adyacentes, los es-tudios de la sistemática del género Bursera, así como la edición de la revista Acta Botánica Mexicana. Ha publi-cado 30 fascículos de la Flora del Bajío y de regiones Adyacentes, 125 artículos en revistas, siete libros y 47 capítulos de libros.

Sáenz Villa, LuisInstitución: Grupo ecoturístico el Platanal, Xichú, sierra Gorda, Guanajuato.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés: Conservación.trayectoria profesional:es conservacionista y naturalista aficionado. Ha vivido toda su vida en la sierra Gorda, posee desde edad temprana una gran sensibilidad por la

naturaleza y cree firmemente en el desarrollo sustentable. Ha contribuido en varios proyectos científicos como guía, técnico de campo, asesor y conocedor de la sierra. Salas Araiza, Manuel DaríoInstitución:universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias de la Vida, Campus Irapuato.Correo electrónico:[email protected]Áreas de Interés:entomología, taxonomía, Biologíatrayectoria profesional:egresado de la escuela de Agro-nomía y Zootécnica de la universidad de Guanajuato. estudios de Maestría y Doctorado en el Colegio de Post-graduados en Ciencias Agrícolas. Profesor de tiempo com-pleto en el Departamento de Agronomía de la universidad de Guanajuato donde imparte las materias de entomología general, entomología Aplicada y Comunicación oral y escrita. Ha publicado 24 artículos en revistas científicas arbitradas e indexadas, seis libros y dos capítulos de libro, 37 artículos en memorias en extenso y 57 ponencias en Congresos de la especialidad. Miembro de entomological society of American desde hace 20 años, de la sociedad Mexicana de entomología y de la sociedad Mexicana de Control Biológico. Cofundador del Laboratorio de repro-ducción de organismos Benéficos Ceasveg-ug. Miembro del sistema Nacional de Investigadores Nivel I.

Salazar Olivo, Luis A.Institución: Instituto Potosino de Investigación Científica y tecnológica, División de Biología Molecular.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: tejidos Vegetales.trayectoria profesional:Biólogo por la universidad Autó-noma de Nuevo León y Doctor en Ciencias por el Cinves-tav-ipn. Actualmente es Profesor-Investigador titular en la División de Biología Molecular del Instituto Potosino de Investigación Científica y tecnológica, en donde estu-dia la diferenciación del tejido adiposo y sus patologías, así como el efecto de compuestos naturales sobre la obe-sidad y la diabetes. Ha sido responsable de diversos pro-yectos financiados por el Conacyt, ha publicado una do-cena de artículos en revistas internacionales indizadas, ha dirigido dos tesis doctorales, 14 tesis de maestría en ciencias y cinco de licenciatura.

Salazar Solís, EduardoInstitución:universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias de la Vida, Campus Irapuato, salamanca. Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés:entomología, Manejo Integrado de Pla-

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gas, Control Biológico, Producción Masiva de organismos Benéficos.trayectoria profesional: Agrónomo egresado de la universi-dad de Guanajuato, realizó estudios de maestría y doctorado en el Colegio de Postgraduados, así como cursos de Agri-cultura sustentable. Actualmente es Profesor titular de la universidad de Guanajuato. Profesor de asignaturas de Ma-nejo Integrado de Plagas (en licenciatura y maestría), Botá-nica y Agricultura sustentable. Fundador y director duran-te ocho años del Laboratorio de reproducción de organismos Benéficos de Cesaveg-icA (ug). Desarrolló el programa de manejo integrado de la chinche del sorgo que se aplica en Guanajuato desde hace 20 años, y programas de control biológico de la Palomilla Dorso de Diamante, para la araña roja en fresa, permitiendo la obtención de fresa libre de plaguicidas. Actualmente trabaja en el control de cucarachas con hongos y en el control de araña roja en macrotúneles (Proyecto apoyado por Concyteg). Ha participado en la so-ciedad Mexicana de entomología, sociedad Mexicana de Control Biológico y en la entomological society of America

Sanabria Ordoñez, Fermín ThonathiuInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología. Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés:ecología, conservación y estudios mole-culares.trayectoria profesional:Pasante de Biólogo de la Facultad de Ciencias de la unAm y tesista en el Instituto de Biología. Actualmente colabora en el apoyo técnico en la Colección Nacional de Aves (Cnav) y en colectas de ejemplares para los proyectos de investigación, principalmente el de Bar-co de of Life como voluntario.

Sanaphre Villanueva, LucíaInstitución:universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Maestría en Gestión Integrada de Cuencas.Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: restauración ecológica, comunidades de plantas, ecología funcional, sIG.trayectoria profesional: egresada de licenciatura y maes-tría de la Facultad de Ciencias Naturales de la universidad Autónoma de Querétaro; actualmente estudiante de docto-rado en el Centro de Investigación Científica de Yucatán. Ha colaborado en ordenamientos ecológicos de municipios y del estado de Querétaro tanto desde el gobierno como de la academia, y en la elaboración de planes de manejo y cartografía de microcuencas.

Sánchez Cordero, VíctorInstitución:universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología. Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés:Biogeografía, ecología y Conservación de mamíferos.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la unAm, con estudios de maestría y doctorado en la universidad de Michigan, Ann Arbor, MI, euA. Cuen-ta con 121 artículos en revistas con arbitraje de circulación internacional y cuatro libros, las publicaciones más rele-vantes se incluyen en science (1; 1999), Nature (1; 2002), Proceedings of the National Academy of sciences usA (1; 2000) y PLos oNe (1; 2009). Cuenta también con más de 40 proyectos aprobados del Conacyt, conAbio, fmcn, National science Foundation, MacArthur Foundation y forma parte de diversos comités evaluadores y editoriales. Actualmen-te es Investigador titular C de tiempo completo del Depar-tamento de Zoología del Instituto de Biología de la unAm e integrante del sistema Nacional de Investigadores Nivel 3. Sánchez Herrera, ÓscarInstitución: Consultor independienteCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Mastozoología, herpetología, biogeogra-fía, conservación de vida silvestre.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la universidad Nacional Autónoma de México; en tres décadas ha producido 46 contribuciones científicas, 10 libros y 16 artículos de divulgación. Ha desempeñado cargos públicos y en institutciones academicas, así como en sociedades científicas nacionales e internacionales. Sánchez Luna, MarinaInstitución:universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Instituto de Biología.

Sánchez Sánchez, Claudia KarinaInstitución:universidad de Guanajuato (ug), Campus Gua-najuato.Áreas de Interés:Ciencias Ambientales (fitorremediación)trayectoria profesional:Químico Farmacéutico Biólogo por la universidad de Guanajuato. trabajó el proyecto de tesis “efecto del selenio en la toxicidad del Cd y As en frijol (Phaseolus vulgaris L.)”, bajo la asesoría del doctor Gusta-vo Cruz Jiménez y la doctora Ma. Guadalupe de la rosa Álvarez. Actualmente estudia la maestría de Biociencias en el Campus Irapuato-salamanca de la universidad de Guanajuato.

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Segovia Estrada, Juan GabrielInstitución: Comisión estatal del Agua de Guanajuato (ceAg).Correo electrónico:[email protected]Áreas de Interés:Gestión del agua y manejo de cuencas, participación social.trayectoria profesional: Licenciado en Derecho, con espe-cialidad de Notario Público. tiene Diplomados en Gestión Integral del Agua y Manejo de Cuencas Hidrográficas en la universidad Iberoamericana, así como artículos publicados sobre el tema. Ha laborado desde 1999 a la fecha en insti-tuciones relacionadas con el agua y el medio ambiente; en la Comisión estatal del Agua de Guanajuato, formó parte de la Dirección General de Gestión social, en el Consejo estatal Hidráulico del estado de Guanajuato como Asesor Jurídico, en la misma ceAg, en el área de Concursos, Con-tratos y Convenios de la Dirección Jurídica y actualmente desempeña el cargo de Director de Fomento a la Participa-ción social de la misma institución.

Segura Nieto, MagdalenaInstitución:Instituto Politécnico Nacional (ipn), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav unidad Irapuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés:Filogenética, Biología Molecular de Plan-tas, epigenética.trayectoria profesional:egresada de la Facultad de Química de la universidad de Guanajuato como Químico Farmacéu-tico Biólogo. obtuvo grados de Maestro en Ciencias y Doc-torado, en el Departamento de Biología Celular en el Cinves-tav, México. en europa realizó dos estancias posdoctorales, en el Grupo de Movilidad Celular, en la universidad de es-tocolmo, en suecia y en el Laboratorio de Química de Pro-teínas de Plantas, en la universidad estatal de Gante, Bélgi-ca. Desde 1985 es Profesor titular en Cinvestav, unidad Irapuato, responsable de varios proyectos relacionados con estudios moleculares y bioquímicos de proteínas de varios tipos de semillas: amaranto, trigo, cebada, frijol y maíz. Ha participado en proyectos internacionales en estudios proteí-nicos durante la embriogénesis somática del café (Coffea arabica cv Catimor) y sobre embriogénesis somática de la caña de azúcar (Saccharum sp. var CP-5243). responsable del proyecto “Biodiversidad proteómica y calidad nutricional de las principales razas de maíces criollos de “el Bajío” de Guanajuato, en colaboración con investigadores de inifAp. Y actualmente responsable del proyecto “estrategias bioquí-micas y moleculares para identificar biomarcadores de cali-dad nutrimental de granos y semillas”.

Silva Rosales, LauraInstitución:Instituto Politécnico Nacional (ipn), Centro de Investigación y de estudios Avanzados, Cinvestav unidad Irapuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Virología vegetal.trayectoria profesional:egresada de la uAm Iztapalapa en Biología experimental. Maestría en Fisiología vegetal de la universidad de Cambridge, Inglaterra. Doctorado en Biotecnología de Plantas del Cinvestav Irapuato con tra-bajo experimental de la universidad estatal de oregon, euA. Miembro del sNI desde 1996. Ha publicado 27 artí-culos científicos, participado con 72 trabajos en congresos nacionales e internacionales, dirigido seis tesis de licen-ciatura, tres de maestría y cuatro de doctorado. Ha sido responsable de diez proyectos de investigación apoyados por agencias varias. Dirige el laboratorio de Interacciones Planta-Virus en Cinvestav Irapuato. Colabora con inves-tigadores de la unAm, Cibnor, y universidad de Laval.

Siqueiros Delgado, Ma. ElenaInstitución:universidad Autónoma de Aguascalientes (uAA).Correo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: sistemática vegetal y florísticatrayectoria profesional: egresada de Biología de la uni-versidad Autónoma de Aguascalientes. realizó su doc-torado en Botánica en la universidad de Graduados de Claremont, CA, usA. Desde 1982 es Profesor-Investiga-dor de tiempo completo del Departamento de Biología de la universidad Autónoma de Aguascalientes con las cá-tedras de Botánica, sistemática y taxonomía vegetal. su trabajo de investigación ha versado principalmente en la flora del estado de Aguascalientes y sistemática de gramíneas, especificamente Chloridoideae. Actualmente está incursionando en la sistemática de encinos mexica-nos. Los resultados de sus proyectos han sido publicados en libros y en revistas nacionales e internacionales.

Solano Camacho, EloyInstitución:universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Facultad de estudios superiores Zaragoza (fes-Zaragoza).Correo electrónico:[email protected] profesional: Doctor en Ciencias, Facultad de Ciencias, unAm. Maestro en Ciencias, Colegio de Postgra-duados. Biólogo, fes-Zaragoza, unAm. Profesor de Carre-ra titular “A”, fes-Zaragoza. especialista en géneros herbáceos de Agavaceae. Ha dirigido 30 tesis de licen-ciatura, tres de maestría, una de doctorado. responsable

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de proyectos de investigación. Ha dictado 23 conferen-cias sobre biodiversidad y biogeografía de angiosper-mas. Ponente en 47 Congresos. Ha revisado y dictami-nado 13 proyectos de investigación, nueve artículos para su publicación en revistas especializadas. Publicado 11 artículos en revistas nacionales y extranjeras, destacan cinco nuevas especies de la familia Agavaceae. Ha es-crito dos capítulos de libros.

Solís González, SalvadorInstitución:universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo.Áreas de Interés:Ciencias Ambientales (fitorremediación).trayectoria profesional:Pasante de la licenciatura de Bio-logía de la universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo, actualmente realiza su tesis “Listado florístico en jales mineros del Distrito Minero de Guanajuato” bajo la asesoría del doctor Gustavo Cruz Jiménez y la M.C. Marlene Gómez Peralta de la universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo, actualmente profesor de Biología del propedéutico de la universidad de Guanajuato de la División de Ciencias exactas y Naturales. Soto Ávila, AbrahamInstitución:Comisión estatal del Agua de Guanajuato (ceAg).Correo electrónico:[email protected] profesional: Ingeniero Civil por la universi-dad Autónoma de Coahuila y estudios de Maestría en In-geniería Hidráulica por la universidad Nacional Autóno-ma de México. se ha desempeñado como auxiliar de proyectos en el Instituto Mexicano de tecnología del Agua en proyectos de optimización de redes de agua po-table. Desde el año 2002 labora como jefe de departamen-to de Planeación Hidráulica en la Comisión estatal del Agua de Guanajuato, desempeñándose principalmente en los trabajos de planeación hidráulica y para el desarrollo en conjunto con los estados de la Cuenca Lerma Chapala de políticas de distribución de aguas superficiales. Suárez Carrasco, Claudia A.Institución: sociedad de Arquitectos Paisajistas de MéxicoCorreo electrónico:[email protected].Áreas de Interés: Arquitectura de paisaje.trayectoria profesional:egresada de la Facultad de Arquitec-tura de la unAm. realizó estudios de ecología del Paisaje en la universidad Central de Chile. obtuvo el premio “ricardo Arancón García” otorgado a la mejor tesis teórica de licen-ciatura por el trabajo titulado espacios Abiertos Patrimonia-

les. Ha participado como ponente en mesas de debate y congresos con temas sobre la conservación del patrimonio paisajístico. Ha colaborado en diversos proyectos de inves-tigación con temas sobre paisaje urbano y sustentabilidad. Actualmente es miembro de la sociedad de Arquitectos Pai-sajistas de México y tiene a su cargo la secretaría General.

Suárez Paniagua, SusanaInstitución:universidad de Guanajuato (ug).División de Ciencias sociales y Humanidades campus León.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: sociología.trayectoria profesional: Doctora en Ciencias Políticas y sociales con orientación en sociología, de la universidad Nacional Autónoma de México, Maestra en estudios re-gionales del Instituto José María Luis Mora. Miembro del sistema Nacional de Investigadores Nivel I. Actualmente Directora de la División de Ciencias sociales y Humani-dades del Campus León, de la universidad de Guanajuato. responsable del proyecto de investigación “el estudio de la transformación socioespacial de la zona silao romita de la región del corredor industrial del Bajío”. Ha impar-tido diversos cursos en las licenciaturas de sociología, Antropología social y Administración Pública. Ha publi-cado varios artículos y libros. Suzan Azpiri, HumbertoInstitución: universidad Autónoma de Querétaro (uAq), Facultad de Ciencias Naturales.Áreas de Interés: ecología.trayectoria profesional:egresado de la División de Ciencias Biológicas y de la salud de la uAm, especialidad en estadís-tica aplicada y doctorado en Botánica. Profesor de la Facul-tad de Ciencias Naturales de la universidad Autónoma de Querétaro desde 1997. Miembro del sni desde 1997, ha pu-blicado 15 artículos científicos y capítulos de libro, parti-cipado en más de 10 congresos, dirigido cuatro tesis de licenciatura y cuatro de posgrado, ha sido responsable de ocho proyectos de investigación apoyados por Conacyt. Téllez Girón, GuadalupeInstitución: Consultor independienteCorreo electrónico: [email protected]Áreas de Interés: Mastozoología y museología.trayectoria profesional: Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias de la universidad Nacional Autónoma de Mé-xico. Laboró por varios años como personal académico de la Colección Mastozoológica del Instituto de Biología y

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también en el antiguo Centro de ecología, ambos de la unAm. Ha publicado distintas contribuciones científicas, sobre todo en temas relacionados con murciélagos y ha colaborado en sociedades científicas.

Terrones Rincón, Teresita del Rosario LucíaInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés:Árboles Nativos, sistemas Agroforestales y Medio Ambiente.trayectoria profesional:Doctora en Agricultura sustenta-ble, Cornell university, euA; Maestra en Ciencias Ambien-tales, Fundation universitaire Luxemburgoise, Bélgica; e Ingeniera Agrónoma, uAm Xochimilco. Desde 1982 a 2007 se desempeña como investigadora del inifAp; coordinando más de 20 proyectos regionales y estatales relacionados con agroforesteria y arbustivas nativas; manejo integrado de plagas y agroclimatología. Ha participado en congresos nacionales e internacionales y ha generado diversas publi-caciones. Actualmente es consultora colaborando con el iee y otras empresas, mantiene proyectos de investigación con Concyteg e inifAp y participa en Maestrías y Diplomados de las universidades Iberoamericana de León, Guanajuato y en la Autónoma de Querétaro. Toledo Hernández, Víctor HugoInstitución:universidad Autónoma del estado de Morelos (uAem), Centro de educación Ambiental e Investigación sierra de Huautla (Ceamish).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: taxonomía, Filogenia, Biogeografía, His-toria Natural y Faunística de Cerambycidae y Cleridae (In-secta: Coleoptera); ecología y Biodiversidad de Insectos.trayectoria profesional:egresado de la Facultad de Biología de la universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Maestría en recursos Naturales y Desarrollo rural, con orientación en entomología tropical en el Colegio de la Frontera sur. Doctorado en el Posgrado de Ciencias Biológicas de la unAm. Actualmente es Profesor e Investigador, e imparte la cáte-dra de Invertebrados y taxonomía de Insectos en la Facul-tad de Ciencias, uAem. es curador de la colección de insectos Cibyc-uAem y desarrolla proyectos sobre diversidad alfa, beta y gama de Cerambycidae y Cleridae en la reserva de la Biosfera sierra de Huautla, Morelos. Forma parte del Cuerpo Académico Biología del Dosel del Cibyc-uAem, y el curador de la Colección de Insectos de la universidad de Morelos (cium), resguardada en el Cibyc-uAem.

Torres Guzmán, Juan CarlosInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias Naturales y exactas, Campus Guanajuato.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Genética molecular de hongos entomo-patógenos empleados en el control biológico de plagas y genética molecular de levaduras de interés industrial. trayectoria profesional: Doctorado en la universidad de salamanca, españa y estancia postdoctoral en la univer-sidad de Alberta, Canadá. Actualmente Profesor titular de universidad de Guanajuato, imparte cursos en Licencia-tura y Posgrado. es co-responsable del Laboratorio de Genética Molecular de Hongos donde realiza estudios so-bre diferenciación en levaduras y hongos filamentosos, y metabolismo del etanol. Miembro del sni y reconocimien-to de profesor con Perfil Deseable otorgado por la sep. Ha publicado 16 artículos científicos en revistas con arbitra-je internacional, publicaciones en revistas indizadas, un libro y una patente nacional. Ha titulado un Doctor en ciencias, 15 Maestros en ciencias y 19 Licenciados. es responsable de proyectos apoyados por sep, Conacyt y la universidad de Guanajuato.

Uriarte Garzón, PedroInstitución: Parque ecológico de Irapuato, A.C. (pei).Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Manejo y monitoreo de fauna silvestre; educación ambiental.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la universi-dad Autónoma de sinaloa. Ha impartido cursos sobre ma-nejo de reptiles, anfibios y arácnidos. Desarrolló el pro-yecto de inventario faunístico dentro del Área Natural Protegida “Cerro de Arandas”, en Irapuato, Guanajuato, con apoyo de Conacyt-Concyteg; colaboró en el proyecto sobre la diversidad de anfibios, reptiles y aves del Área de Protección de Flora y Fauna “sierra de Quila”, Jalisco, junto con el Centro universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la universidad de Guadalajara. Colabo-ró en proyectos de educación ambiental junto con el Cen-tro de Ciencias de sinaloa y el Museo de Historia Natural “Alfredo Dugès” de la universidad de Guanajuato. Valencia Posadas, MauricioInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias de la Vida, Campus Irapuato-salamanca.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Diseño de programas de selección en caprinos y bovinos lecheros; estimación de parámetros genéticos y predicción de valores genéticos.

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trayectoria profesional: egresado de la universidad Autó-noma Metropolitana-Xochimilco en 1983. realizó estudios de Maestría y Doctorado en Ciencias Veterinarias en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la unAm, área mejoramiento genético animal. Actualmente es Pro-fesor-Investigador y Coordinador de Investigación y Pos-grado de la División de Ciencias de la Vida, Campus Ira-puato-salamanca, de la universidad de Guanajuato. es investigador Nacional nivel I del sistema Nacional de In-vestigadores del Conacyt. Autor y coautor de al menos 20 publicaciones en revistas nacionales e internacionales in-dizadas y director del proyecto de mejoramiento genético de caprinos lecheros en Guanajuato desde el año 2000. Participa en diversos programas de Posgrado en México.

Valtierra Suárez, JoséInstitución: Consultor independiente.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés:Aprovechamiento sustentable de recur-sos naturales.trayectoria profesional: Ingeniero Agrónomo por la uni-versidad de Guanajuato, ha trabajado como prestador de servicios profesionales en el Instituto de ecología de es-tado de Guanajuato como asesor de áreas naturales pro-tegidas en proyectos de aprovechamiento sustentable de los recursos naturales. Programa nacional de microcuen-cas, elaboración y ejecución de proyectos relacionados con las ecotecnologías. tiene cursos y diplomados en Pro-gramas de manejo sustentable de los recursos naturales, conservación de humedales, diagnósticos y elaboración de planes rectores de producción y conservación de recur-so naturales, diseño y ejecución de acciones de conserva-ción de suelo y agua y rehabilitación de microcuencas.

Vargas Colmenero, EmilioInstitución: Instituto de ecología del estado de Guanajua-to (iee)Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: ordenamiento ecológico, Áreas Natura-les Protegidas, restauración ecológica.trayectoria profesional: Biólogo egresado de la universi-dad de Guadalajara. Ha participado en proyectos de con-servación de tortuga Marina en las Costa de los estados de Jalisco y Chiapas, desarrollo de proyectos ecoturísticos en el estado de Guanajuato, monitoreo de fauna interma-real en Islas Cocinas (Chamela, Jalisco). Colaboró en el Inventario estatal de Gases de efecto Invernadero en la sección del sector uso de suelo, Cambio de uso de suelo y silvicultura. Actualmente es supervisor de proyectos de

ordenamiento ecológico, proyectos de conservación de suelo, agua, aprovechamiento sustentable de los recursos naturales en el estado de Guanajuato y monitoreo a par-tir de herramientas sIG.

Vázquez Marrufo, GerardoInstitución: universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Centro Multidisciplinario de estudios en Biotecnología.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: ecología Molecular Microbiana, Biotec-nología Microbiana.trayectoria profesional: Químico Farmacobiólogo univer-sidad de Guanajuato. Maestría en Ciencias en el Instituto de Investigación en Biología experimental, de la misma universidad. Doctor en Ciencias con especialidad en Bio-tecnología de Plantas, Cinvestav ipn, unidad Irapuato. Profesor-Investigador titular C, Centro Multidisciplinario de estudios en Biotecnología, Facultad de Medicina Vete-rinaria y Zootecnia, umsnh Perfil Promep, sni candidato. 13 artículos en revistas, cinco de divulgación en nacionales, 12 capítulos de libro, 18 publicaciones in extenso en con-gresos, 111 presentaciones en congresos y 23 tesis de licen-ciatura, cuatro de maestría y una de doctorado. Vela Santoyo, CarolinaInstitución: Instituto tecnológico superior de Irapuato.trayectoria profesional: estudiante de la licenciatura en Bioquímica en el Instituto tecnológico superior de Ira-puato (itesi), en laespecialidad de análisis de aguas. tiene interés en el estudio químico y biológico de cuerpos de aguas interiores y en el análisis de la biodiversidad de las especie. Ha participado en jornadas de divulgación cien-tífica, cursos talleres y un verano estatal de la investiga-ción. su meta a corto plazo es terminar satisfactoriamen-te la carrera y continuar con un posgrado.

Vieyra Hernández, Ma. TeresaInstitución: universidad de Guanajuato (ug), División de Ciencias Naturales y exactas.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés:Manejo y conservación de recursos na-turales.trayectoria profesional: egresada de la Facultad de Bio-logía, universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo. realizó su Maestría en Ciencias (Manejo y Conservación de recursos Naturales), Facultad de Biología, universidad Autónoma de Querétaro. Actualmente está concluyendo sus estudios de Doctorado en Ciencias (Manejo y Conser-

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vación de recursos Naturales) en la umsnh. Ha trabajado en el laboratorio de bioquímica y biología de hongos del Departamento de Biología, División de Ciencias Naturales exactas, campus Guanajuato, universidad de Guanajuato. Ha participado en proyectos de investigación de bioquí-mica y fisiología de hongos. Cuenta con una publicación internacional, seis presentaciones en congresos naciona-les y seis en internacionales.

Villagómez Loza, Mario AlbertoInstitución: Centro de Innovación Aplicada en tecnolo-gías Competitivas A.C.Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés: Medio Ambiente y recursos Naturalestrayectoria profesional:Ingeniero Agrónomo especialista en Bosques egresado de la universidad Autónoma de Cha-pingo, con estudios de Maestría en Administración por la universidad Autónoma de Guadalajara, participó en el tercer Curso fAo/Austria sobre las técnicas de Construc-ción de Caminos y de Aprovechamiento Forestal, fue In-vestigador titular y experto Nacional de la red de Inves-tigación de Productos Forestales del inifAp; ha publicado dos artículos en Ciencia Forestal. Colaboró en diversas empresas privadas y, recientemente, fue Delegado Federal de la semarnat en el estado de Guanajuato. Actualmente se desempeña como Asesor del Ciatec. Villanueva Díaz, JoséInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Cenid rAspA

Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Dendroclimatología, Dendroecología, Manejo de Cuencas Hidrológicas.trayectoria profesional: egresado de la Facultad de Agro-nomía de la universidad Autónoma de san Luis Potosí. realizó una maestría en Aprovechamiento y Conservación de los recursos Agua, suelo en el itesm, Nuevo León, y un doctorado en Manejo de Cuencas Hidrológicas en la uni-versidad de Arizona. Actualmente es investigador en Den-drocronología con aplicaciones paleoclimáticas y ecológi-cas. Ha presentado más de 100 ponencias en congresos nacionales e internacionales, publicado más de 50 artículos científicos y dirigido siete tesis, entre ellas de licenciatura, maestría y doctorado. es Coordinador Nacional de la red en servicios ambientales del inifAp y responsable de proyectos con financiamiento nacional e internacional.

Villordo, EmilianoInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Fores-

tales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp), Campo experimental Bajío.

Vizcaíno González, LuisaInstitución: Instituto de ecología del estado de Guanajua-to, Dirección de recursos Naturales.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: Áreas Naturales Protegidas, Manejo Fo-restal e Impacto Ambiental.trayectoria profesional:Ingeniera Forestal Industrial egre-sada de la universidad Autónoma Chapingo. Ha participa-do en proyectos de Programas de Manejo Forestal en Gua-najuato, y elaboración de estudios técnicos justificativos y manifestaciones de impacto ambiental en Guanajuato. Actualmente es responsable de proyectos relacionados con la conservación, restauración y aprovechamiento susten-table de los recursos naturales en Áreas Naturales Protegi-da en el estado de Guanajuato y participación en el comité técnico forestal del estado de Guanajuato. Zamora Martínez, Marisela CristinaInstitución: Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (inifAp) Centro Nacional de Investiga-ción Disciplinaria en Microbiología Animal (Cenid).Correo electrónico:[email protected].Áreas de Interés:recursos forestales no maderables, Ma-cromicetos.trayectoria profesional: egresada de la escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ipn). Investigadora titular del Centro Nacional en Investigación Disciplinaria en Con-servación y Mejoramiento de ecosistemas Forestales (inifAp). responsable del Herbario Nacional Forestal (inif). Línea de investigación sobre recursos forestales no ma-derables, principalmente, monitoreo de macromicetos comestibles. Ha presentado 50 ponencias en congresos nacionales e internacionales, publicado 40 trabajos cien-tíficos, divulgativos y técnicos. Dirigido nueve tesis de licenciatura. responsable de un proyecto de investiga-ción apoyado por el fondo sectorial Conafor-Conacyt, uno de conAbio, colaboradora de uno financiado por se-marnat-Conacyt-conAbio. Consultora de la fAo. editora de la revista Ciencia Forestal en México. Zamudio Ruíz, SergioInstitución: Instituto de ecología A.C. (Inecol), Centro regional del Bajío.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: taxonomía vegetal, florística y estudios de vegetación.

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trayectoria profesional: Biólogo y Doctorado en Biología Vegetal, ambos en la Facultad de Ciencias de la universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es Investiga-dor titular A del Instituto de ecología, A.C. y Curador Ge-neral del Herbario del Centro regional del Bajío (ieb). Ha sido Director del Centro regional del Bajío y Jefe del De-partamento de Flora del Bajío del Instituto de ecología A.C. Ha publicado 32 artículos en revistas arbitradas, dos libros y 14 capítulos de libro. Ha impartido 15 conferencias por invitación y presentado 25 ponencias en congresos y sim-posia. Ha dirigido cuatro tesis de licenciatura.

Zorrilla Ramos, MaríaInstitución: Consultora independiente.Correo electrónico: [email protected].Áreas de Interés: territorio, sociedad, estudios regionales.trayectoria profesional: Maestra en estudios regionales por el Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora, y Licenciada en Ciencia Política por el Instituto tecnológico Autónomo de México. entre 1995 y 2003 tra-bajó en el área de la Política Ambiental en diversos cargos en el Gobierno Federal, tanto en la semarnap como en el Instituto Nacional de ecología. Desde 2003 a la actualidad

se ha dedicado a la investigación y consultoría en temas que vinculan territorio, medio ambiente y sociedad, con un enfoque en el análisis de políticas públicas y ordena-miento del territorio.

Zúñiga Tovar, BertaInstitución: universidad Nacional Autónoma de México (unAm), Facultad de Ciencias Campus Juriquilla.trayectoria profesional: sus áreas de estudio son la eco-logía vegetal, ecología y conservación de zonas áridas, y proyectos de manejo de cuencas, particularmente pro-yectos desarrollados por la universidad Autónoma de Querétaro. Ha colaborado en la publicación de cuatro artículos científicos en revistas nacionales e internacio-nales. Asimismo, ha sido titular de los cursos de enolo-gía y ecología de Zonas Áridas de la licenciatura en Biología de la universidad Autónoma de Querétaro. Los proyectos en que ha participado recientemente incluyen la línea de base científica para el manejo integrado de la subcuenca específica támbula Picachos en san Miguel de Allende en Guanajuato, y estado de Conservación del Palo Fierro (Olneya tesota) y especies asociadas en el Desierto sonorense.

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La Biodiversidad en Guanajuato: Estudio de Estado vol. II

se terminó de imprimir en diciembre de 2012 en editorial Impresora Apolo, s. A. de C. V.

Centeno 162, Col. Granjas esmeralda 09810, México D.F.se imprimieron 2000 ejemplares.