Los cuidados de las Bromelias


Fuertes y coloridas, las Bromelias son una de las plantas perfectas para amoldarse al interior de nuestro hogar. En su ADN hay un pasado marcado por tener la capacidad de crecer incluso en las condiciones más inhóspitas y variadas: desde los Andes a las selvas de Brasil (donde viven, como las orquídeas, suspendidas de las cortezas de los árboles), las Bromelias han sabido adaptarse a casi cualquier clima y son capaces, incluso, de crecer sobre roca.

Por la facilidad de sus cuidados, las Bromelias son una planta perfecta no solo para quienes tienen poca mano con las plantas o poco tiempo sino, también, para quienes quieran decorar con plantas e incluir un toque exótico en el interiorismo de su hogar. Sobre todo, porque la amplia variedad de tipos de Bromelias hacen que exista, casi seguro, una perfecta para la estética de tu casa.

Descubramos qué cuidados necesita la Bromelia no solo para crecer sana sino, sobre todo, para que su aparente floración (en realidad, se trata de brácteas) nos acompañe incluso durante 6 meses al año.

CUIDADOS BÁSICOS DE LAS BROMELIAS: LUZ Y HUMEDAD

Como buena planta tropical, la Bromelia (también llamada Piña con Flor) necesita un grado de humedad constante. No confundamos esto con mantenerla encharcada, porque ese gesto es precisamente el más nocivo para su bienestar: el exceso de agua constante en sus raíces las pudrirá y, de hecho, el exceso de agua es precisamente uno de los motivos más habituales de la muerte de la Bromelia.

A pesar de ser una familia botánica muy amplia, las Bromelias cuentan con dos cuidados comunes: luz y humedad. Imagen: Commons Wikipedia
Aunque son una familia botánica muy amplia, todas las Bromelias comparten estos cuidados 
Imagen: Commons Wikipedia

Si mantenemos una pauta de un riego por semana será más que suficiente durante los meses de invierno. En caso de que nuestra casa tenga la calefacción fuerte, es recomendable ayudarla a no perder su humedad de dos maneras. Por un lado, colocándole un plato bajo la maceta con agua separado siempre de sus raíces (podemos hacerlo con unas simples piedras, como las que utilizamos para el drenaje de los tiestos). O, si lo preferimos, podemos pulverizar agua sobre sus hojas para ayudarla a hidratarse.

Esta necesidad de humedad ambiente, lógica dada su procedencia tropical, convierte a la Bromelia en una planta genial para tener en el baño siempre y cuando éste tenga la luz necesaria. Porque es la luz la otra clave de su bienestar: necesitan luminosidad abundante aunque nunca directa, ya que podría quemar sus hojas.

LA FLOR DE LA BROMELIA

Aunque puede llamar a error, su habitual coloración de las hojas no es su floración sino, como sucede con el Spatiphyllum o el Anturio, las brácteas en las que nacerán posteriormente las flores. Un momento que sucederá entre abril y junio y que, según la variedad de Bromelia, será de una forma espigada o bien más abierta. Una flor que no solo tenemos que disfrutar por su belleza sino porque, además, será la única que nos ofrezca la planta.

Las flores de las Bromelias crecen dentro de sus brácteas de color
Las flores de las Bromelias crecen dentro de sus brácteas de color

Sin embargo, esta exclusividad viene acompañada de la posibilidad de perpetuarla. Cuando la flor de la Bromelia comienza a marchitarse, podremos ver en la base de la planta sus denominados hijuelos: plantas pequeñitas que crecen pegadas a la planta original y que detienen su crecimiento hacia la mitad del tamaño de la planta madre. Si queremos tener nuevas Bromelias, estos hijuelos son la mejor opción. Separándolos (siempre que tengan raíz) y trasplantándolos en una nueva maceta con mantillo fresco crecerán hasta convertirse en una nueva Bromelia que, bien cuidada, florecerá de nuevo.

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