La biodiversidad en
Estudio de Estado
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Primera edición, 2017
isbn versión digital 978-607-8328-97-0
Coordinación y seguimiento general:
Andrea Cruz Angón1
Erika Castaños Rochell2
Jessica Valero Padilla
Erika Daniela Melgarejo1
Corrección de estilo:
Valentina Gatti
Diseño y formación:
Prudencia Hernández y Javier Sánchez Galván/Genio+Figura
Cuidado de la edición:
Prudencia Hernández
Javier Sánchez Galván
Jessica Valero Padilla
Erika Daniela Melgarejo1
Karla Carolina Nájera Cordero1
Jorge Cruz Medina1
Diana López Higareda1
Cartografía:
José Elías Chacón de la Cruz3
Jessica Valero Padilla
D.R. © 2017 Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad Liga Periférico – Insurgentes Sur 4903
Parques del Pedregal, Tlalpan, C.P. 14010 México, http://www.conabio.gob.mx
D.R. © 2017 Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Gobierno del Estado de Durango. Av. Ferrocarril No. 109, Anexo Vivero Sahuatoba,
C.P. 34070, Durango, Dgo.
1conabio, Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, 2Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente del Estado de
Durango, 3semarnat-Delegación Durango.
Salvo en aquellas contribuciones que reflejan el trabajo y quehacer de las instituciones y organizaciones participantes,
el contenido de las contribuciones es de exclusiva responsabilidad de los autores.
Impreso en México/Printed in Mexico
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Mensaje
La biodiversidad está compuesta por el conjunto de todos los seres vivos del planeta, así como el ambiente
que habitan y las relaciones que guardan con otras especies; es decir, ningún organismo vive en aislamiento,
pues la interacción entre ellos es la que contribuye al
equilibrio global de los ecosistemas.
Nuestro país alberga entre 10 y 12% de todas las especies conocidas en el planeta; muchas de éstas son
endémicas, ya que sólo se encuentran en territorio nacional, por lo que la eventual desaparición de cualquiera de ellas implicaría su extinción de la tierra.
Durango presenta condiciones fisiográficas y ecológicas muy diversas, que le confieren su variedad de
paisajes, riqueza biológica y abundancia de recursos
naturales. Cuenta con selvas tropicales en la región de
las Cañadas, bosques templados y fríos en la Sierra
Madre Occidental, pastizales en los Valles y vegetación
xerófila en las zonas desérticas; las interacciones en estos
ecosistemas permiten contar con una variedad importante de diversidad biológica.
La biodiversidad es el sustento de varios servicios
ecosistémicos que generan un beneficio a la sociedad,
como la calidad del aire y la permanencia del suelo,
donde se generan los alimentos, y la garantía en la
provisión de agua; lamentablemente, nosotros mismos
hemos ido transformado el entorno donde vivimos.
Por lo mismo, es muy valioso contar con La biodiver
sidad en Durango. Estudio de Estado, documento que
contribuye al compromiso adquirido por México al
suscribir el Convenio sobre la Diversidad Biológica,
derivado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, conocida también con el nombre de Cumbre para la Tierra.
Resulta claro que existe la necesidad de innovar
políticas y estrategias para hacer frente a los efectos
negativos provocados por el cambio climático, como
principal amenaza que enfrenta el hombre para su permanencia sobre la tierra. Por ello es importante cono-
cer y valorar nuestros recursos naturales, así como
caracterizar y entender sus interacciones para trabajar
en beneficio de la biodiversidad, a favor de nosotros los
humanos.
En esta administración gubernamental trabajamos
en la mitigación de los efectos del cambio climático, a
través de estudios como el presente y con herramientas de planeación y gestión ambiental como el Programa
Estatal de Acciones Ante el Cambio Climático, la implementación de ordenamientos ecológicos y el establecimiento de áreas naturales protegidas, entre otros.
Mi reconocimiento a los expertos locales y nacionales
de distintas disciplinas biológicas y sociales, e instituciones gubernamentales y académicas. Su investigación
se plasma en acciones donde se caracteriza la biodiversidad con distintos enfoques; por lo tanto, este estudio
deberá ser considerado como una referencia de consulta
básica para definir y tomar decisiones de sustentabilidad de los ecosistemas, así como fomentar la investigación.
Tengo confianza en que este valioso documento, elaborado bajo la coordinación de la Secretaría de Recursos
Naturales y Medio Ambiente, como un instrumento de
planeación de acciones de conservación de los ecosistemas enmarcado en el Plan Estatal de Desarrollo 20162022, servirá para despertar el interés y las acciones
de la sociedad en su conjunto, con el conocimiento de
la variedad de formas de vida que existen en nuestra
entidad.
Exhorto a todos a impulsar los esfuerzos por conservar la biodiversidad para que las presentes y futuras
generaciones asuman el compromiso de lograr las condiciones para que Durango sea el mejor lugar.
Dr. José Rosas Aispuro Torres
Gobernador del Estado de Durango
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Presentación
El libro La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado,
representa un avance significativo para la difusión del
conocimiento sobre la diversidad biológica y su importancia para Durango.
Esta contribución es una valiosa fuente de información, confiable y actualizada acerca de la situación de
la biodiversidad en Durango, que las autoridades gubernamentales, los académicos, las comunidades locales, los grupos indígenas y la sociedad en general
podrán consultar y utilizar como elemento base para
la toma de decisiones, diseñar estrategias de planeación y realizar nuevas investigaciones en beneficio del
desarrollo sustentable de esta entidad.
Este Estudio de Estado es una puesta al día del conocimiento y estado de conservación de la biodiversidad en Durango. Provee una línea base para conocer el
proceso de cambio y modificación de los ecosistemas
del estado.
Tengo la seguridad de que las instituciones locales
darán continuidad a los esfuerzos para incrementar el
conocimiento sobre la biodiversidad, registrar los cambios e identificar las causas de tales cambios para poder regularlas, y apoyarán la difusión de esta obra; sólo
de esta manera se aplicará y será de utilidad para las
instituciones gubernamentales y para los habitantes de
la entidad.
Agradecemos al Gobierno del Estado de Durango,
especialmente a la Secretaría de Recursos Naturales y
Medio Ambiente de Durango (srnyma) y a los 83 autores pertenecientes a 21 instituciones y organizaciones
estatales, nacionales e internacionales, por su compromiso y dedicación; sin ellos no hubiera sido posible la
elaboración de este libro. Los felicitamos por la consumación de este gran esfuerzo.
Esta obra contribuye al cumplimiento de las actividades de instrumentación de la Estrategia Nacional sobre
Biodiversidad de México y Plan de Acción 2016-2030, la cual
es parte de los compromisos adquiridos por México ante
el Convenio sobre Diversidad Biológica (cdb), y es un
valioso legado para el conocimiento de la biodiversidad, fundamental para la valoración y conservación del
capital natural de Durango.
Dr. José Sarukhán Kermez
Coordinador Nacional de la conabio
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Índice
9
Introducción
Contexto físico
17
19
23
31
47
53
59
Resumen ejecutivo
Contexto geográfico
Fisiografía
Clima
Edafología
Hidrología superficial
Ecorregiones
Contexto
socioeconómico
65
67
Resumen ejecutivo
Marco socioeconómico
Contexto jurídico
ambiental
Instrumentos y
políticas públicas
para la gestión,
protección
y conservación
Resumen ejecutivo
Ordenamiento ecológico
del territorio
120 EC Modelo de aptitud
para la conservación del
municipio de Lerdo
125 Caracterización de las
unidades de manejo para
la conservación de la vida
silvestre
129 Áreas naturales
protegidas
173 Identificación de los
vacíos y omisiones en
conservación de la
biodiversidad
113
115
Resumen ejecutivo
Marco jurídico ambiental
federal
105 Marco jurídico ambiental
estatal y municipal
93
95
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Diversidad de ecosistemas
185 Resumen ejecutivo
187 Ecosistemas y vegetación
193 Comunidades xerófilas, halófilas y
gipsófilas de la región Árida y
Semiárida
205 Pastizal y matorral de clima semiseco
templado de la región de los Valles
Bosques templados y otras comunidades vegetales de la región de la Sierra
233 Bosques tropicales de la región de las
Quebradas
249 Humedales: vegetación acuática y
subacuática
259 Vegetación de cimas
217
Diversidad de especies
271 Resumen ejecutivo
275 Hongos
290 EC Hongos degradadores de la
294
301
319
327
331
339
343
357
265
370
379
385
394
399
madera
EC Hongos fitopatógenos
Flora vascular
Los pastos o zacates (familia Poaceae
o Gramineae)
Las ciperáceas (familia Cyperaceae)
Los girasoles, dalias y margaritas
(familia Asteraceae o Compositae)
Las orquídeas (familia Orchidaceae)
Los cactus (familia Cactaceae)
Las leguminosas (familia Fabaceae)
Ahuehuete, viejo del agua o sabino
(Taxodium distichum var. mexicanum)
EC Distribución y edades de los
sabinos en las cuencas de los ríos
Nazas
y San Pedro Mezquital
Moscas (Insecta: Diptera)
Mariposas y palomillas
(Insecta: Lepidoptera)
EC Polillas avispa (Lepidoptera:
Ctenuchina y Euchromiina)
Abejas y avispas
(orden Hymenoptera)
406 EC Las hormigas (Hymenoptera:
411
422
424
431
438
443
450
456
459
475
492
Formicidae) de una comunidad de
matorral xerófilo del municipio
de Nombre de Dios
Peces
EC Diversidad genética de peces
EC Comunidad de peces de la parte
media y baja del Nazas
Anfibios
EC La rana toro (Lithobates
catesbeianus), especie exótica e invasora
introducida en el Parque Estatal
Cañón de Fernández (pecf)
Reptiles
EC Extinción de lagartijas del género
Sceloporus por el calentamiento global,
proyección de un modelo de extinción
mundial
EC Herpetofauna bajo protección
oficial, ¿atención incipiente o especies
bien representadas en la Norma Oficial
Mexicana?
Aves
Mamíferos
EC Las ardillas y sus necesidades
de conservación
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Usos tradicionales
y convencionales
501 Resumen ejecutivo
503 Uso de hongos, flora y fauna silvestre
509 El cultivo del hongo seta
(Pleurotus spp.)
Importancia económica y usos
tradicionales de la flora
529 Conocimiento, uso y manejo
tradicional de los nopales (Opuntia
spp.) en Santiago Bayacora
513
Conservación
539 Resumen ejecutivo
541 Caudales ecológicos en la cuenca
del río San Pedro Mezquital
555 La salud de la parte media y baja
del río Nazas, tomando como
referencia los peces
561 Bancos de germoplasma y estrategias
germinativas en ambientes
semiáridos, aliados en la conservación
de especies
567 Importancia del nodrizaje de la
lechuguilla (Agave lechuguilla) como
estrategia de conservación para
la cactácea Astrophytum myriostigma
571
Autores
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
A
F
B
H
I
E
G
C
D
Figura 1. Niveles de organización de la biodiversidad. Ecosistemas: a) matorral xerófilo, región Árida y Semiárida; b) bosque
xerófilo espinoso, región de los Valles; c) bosque templado, región Sierra; d) bosque tropical caducifolio, región de las Quebradas.
Especies: e) hongo (Marasmius rotula); f) orquídea (Habenaria sp.); g) mosquero cardenal (Pyrocephalus rubinus). Genes: peces
h) Micropterus salmoides; i) Astyanax mexicanus.
Fotos: M. Socorro González Elizondo (a,b,c,d), Tania Raymundo (e), Mark Fishbein (f), Alfredo Garza Herrera† (g), Iván Montes de Oca
Cacheux/conabio (h), Isaí Domínguez Guerrero/conabio (i).
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9
Introducción
Andrea Cruz Angón • Jessica Valero Padilla
EL CONCEPTO DE BIODIVERSIDAD
El Convenio sobre la Diversidad Biológica (cdb) define
a la biodiversidad como la variabilidad de organismos
vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otros, los
ecosistemas terrestres y acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los
ecosistemas (cdb 1992, figura 1). La palabra biodiversi
dad es una contracción de diversidad biológica y fue
acuñada por el biólogo E.O. Wilson, quien publicó el
libro titulado Biodiversidad en 1988, que contenía los
resultados de un foro sobre el tema realizado en Estados Unidos tres años antes (Wilson 1988).
Este concepto también puede incluir a la variedad de
plantas domesticadas por el ser humano y sus parientes
silvestres (agrobiodiversidad), a la diversidad de grupos funcionales en el ecosistema (herbívoros, carnívoros,
parásitos, saprófitos, entre otros), y a la diversidad cultural humana (costumbres, lenguas y cosmovisiones).
Servicios de provisión
o abastecimiento
• Alimentos
• Agua dulce
• Madera y fibras
• Combustibles
EL VALOR DE LA BIODIVERSIDAD Y LOS
SERVICIOS ECOSISTÉMICOS
La biodiversidad, a través de los ecosistemas, brinda a
la sociedad servicios de provisión, de regulación, culturales y de soporte ecológico (figura 2).
Se han propuesto tres enfoques mediante los cuales
la gente da un valor a la biodiversidad: biológico, económico y cultural. El primero tiene que ver con la
importancia que cada uno de los componentes de la
biodiversidad tiene como reservorio de la información
evolutiva irremplazable; el segundo con el valor que le
damos al recibir servicios esenciales (p.e. de provisión)
para el desarrollo de la vida diaria, como materias primas para la construcción o el vestido, compuestos activos para la fabricación de medicinas, entre otros; y
el último tiene que ver con lo que la naturaleza inspira a los seres humanos a creer (mitos y cosmovisiones) y crear (poesía, canciones, entre otros) (Toledo
1997).
Servicios de regulación
• Del clima (protección contra eventos
extremos como inundaciones)
• Control de la erosión
• Regulación de polinizadores
• Regulación de enfermedades
Servicios de provisión
o abastecimiento
• Estéticos
• Espirituales
• Recreativos
• Educativos
Servicios de soporte ecológico
• Reciclaje de nutrientes
• Formación del suelo
• Productividad primaria
Figura 2. Servicios y beneficios que presta la biodiversidad a través de los ecosistemas.
Fuente: modificado de conAbio 2006.
Cruz-Angón, A. y J. Valero-Padilla. 2017. Introducción. En: La biodiversidad de Durango. Estudio de Estado. conabio, México,
pp. 9-15.
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10
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Desafortunadamente, México comparte una realidad
ambiental con factores de presión y tendencias similares a las identificadas en el ámbito global. Esto se debe
en gran medida a factores relacionados con los modos
de producción y obtención de bienes y servicios, que
han resultado no sustentables. La pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas también conllevan una degradación cualitativa y cuantitativa de los
servicios ambientales que se prestan y de los cuales depende directamente el bienestar de todas las personas
(conabio 2006).
RIQUEZA NATURAL DE MÉXICO
Se reconoce que 17 países tienen una diversidad biológica excepcional; es decir, que son megadiversos. Australia, Brasil, China, Colombia, Congo, Ecuador, Estados
Unidos, Filipinas, India, Indonesia, Malasia, Madagascar,
México, Perú, Papúa-Nueva Guinea, Sudáfrica y Venezuela cuentan con 70% de las especies conocidas en el
planeta (Mittermeier et al. 1997).
En el caso particular de México, es sorprendente que
a pesar de que su superficie representa tan sólo 1.5%
del área terrestre del mundo, contiene entre 10 y 12% de
las especies conocidas (conabio 2006, Sarukhán et al.
2009). Dependiendo del grupo que se trate, entre 9 y
60% de las especies registradas se localizan únicamente en territorio mexicano, es decir, son endémicas (Sarukhán et al. 2009).
ACCIONES GLOBALES PARA DETENER
LA PÉRDIDA DE LA BIODIVERSIDAD
El Convenio sobre la Diversidad Biológica (cdb), adoptado
en 1992 durante la Cumbre de Río, en la ciudad de Río
de Janeiro, Brasil, es un tratado mundial jurídicamente
vinculante que persigue tres objetivos:
1. La conservación de la diversidad biológica.
2. El uso sostenible de sus componentes.
3. La distribución justa y equitativa de los beneficios
provenientes de la utilización de los recursos genéticos.
La participación prácticamente global en dicho Convenio refleja la preocupación de las naciones sobre el
deterioro ambiental y la pérdida de biodiversidad, y la
necesidad de realizar acciones conjuntas que aseguren
su conservación en el largo plazo. En este marco, los países adoptaron en 2010 el Plan Estratégico para la Diver
sidad Biológica 2011-2020 del cdb, que contiene cinco
objetivos estratégicos y 20 metas, conocidas como las
Metas de Aichi; todas ellas situadas dentro de un marco
flexible con el fin de que los países puedan definir sus
propias metas de acuerdo con sus capacidades y prioridades.
MÉXICO Y EL CONVENIO
DE DIVERSIDAD BIOLÓGICA
México es Parte contratante del cdb desde 1993 y ha
cumplido con los principales compromisos adquiridos;
por ejemplo, en 1998 publicó La diversidad biológica de
México: Estudio de País, el primer diagnóstico de la situación general de la biodiversidad en el país, mediante
el cual se identificaron sus principales usos, amenazas,
necesidades y oportunidades para su conservación (conabio 1998).
Posterior a la publicación del Estudio de País, se formuló la Estrategia Nacional de Biodiversidad de México
(enbm, conabio 2000).
Además, en 2009 se publicaron los tres primeros volúmenes de la obra Capital Natural de México: i. Conocimiento actual de la biodiversidad; ii. Estado de conservación
y tendencias de cambio; iii. Políticas públicas y perspectivas de sustentabilidad. Este esfuerzo sin precedentes representa una versión actualizada del Estudio de
País y en él han participado más de 700 autores y revisores de 227 instituciones (Sarukhán et al. 2009). El
volumen iv. Capacidades humanas e institucionales de
esta obra fue publicado en 2016 (Sarukhán 2016).
Por otro lado, México también ha cumplido con la
obligación de realizar los informes nacionales, que son
documentos que evalúan el avance de cada país en el
cumplimiento de los compromisos ante el cdb. El Quinto Informe Nacional de México al Convenio de Diversidad Biológica (conabio 2014), presentó una evaluación
del cumplimiento de las Metas de Aichi y los retos a
futuro.
En 2016, México fue sede de la Decimotercera Conferencia de las Partes (cop 13) de este Convenio y presentó
su Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México
(enbiomex) y su Plan de Acción 2016-2030 (conabio
2016). Este documento identifica seis ejes estratégicos
(1. Conocimiento; 2. Conservación y restauración; 3. Manejo y uso sustentable; 4. Atención a los factores de
presión; 5. Educación, comunicación y cultura ambiental, y 6. Integración y Gobernanza), 24 líneas de acción y
160 acciones para conocer, conservar y usar sustentablemente el enorme capital de México.
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Introducción
LAS ESTRATEGIAS ESTATALES
DE BIODIVERSIDAD
Desde 2002, la conabio, en colaboración con gobiernos
estatales y representantes de diversos sectores de la
sociedad, promueve la iniciativa de las Estrategias Estatales sobre Biodiversidad (eeb), un proceso que toma
en cuenta la diversidad cultural, geográfica, social y
biológica de México, con el objetivo de implementar el
cdb en el ámbito local. Las eeb buscan que los estados:
1. Cuenten con herramientas de planificación a escala
adecuada (estatal) para la toma de decisiones con
respecto a la gestión de los recursos biológicos.
2. Integren elementos de conservación y uso sustentable de la biodiversidad en las políticas públicas.
3. Incrementen la valoración de la biodiversidad por
parte de la sociedad mediante el establecimiento de
programas permanentes de educación ambiental y
difusión sobre la importancia de la biodiversidad.
El proceso de las eeb busca completar dos documentos de planificación estratégica importantes:
1. Estudio de Estado, un diagnóstico de línea base
sobre la biodiversidad del estado en sus diferentes
niveles.
2. Estrategia Estatal sobre Biodiversidad, un documento de planificación estratégica que establece ejes,
objetivos y acciones para conservar y aprovechar sustentablemente su diversidad biológica.
La formulación de estos dos documentos requiere
de la amplia participación de diversos sectores de la sociedad, que permita la identificación de prioridades y
la implementación de la Estrategia.
LA BIODIVERSIDAD EN DURANGO.
ESTUDIO DE ESTADO
Durango posee una extensión territorial de 123 451.29
km2 (inegi 2005) que representa 6.3% de la superficie
nacional, por lo que es el cuarto estado más grande del
país (inegi 2014).
La interacción entre las características fisiográficas
y climáticas, aunada a la ubicación de la entidad en el
límite biogeográfico Holártico y Neotropical, y a una
larga historia de migración de flora y fauna, han determinado la presencia de diferentes ecosistemas dentro
de cada ecorregión. Esto permite que casi todos los tipos de vegetación de México estén representados en la
entidad: matorrales xerófilos y vegetación halófita en
11
la región Árida y Semiárida, pastizales y mezquitales
en la región de los Valles, bosques templados de pino-encino y pequeños enclaves de bosque mesófilo en
la región de la Sierra, y bosques tropicales caducifolios
y subcaducifolios en las Quebradas al oeste de la entidad (González-Elizondo et al. 2007).
Durango es pionero por establecer las primeras
reservas de la biosfera en 1977: Mapimí y Michilía
(unesco 2016), y posee una superficie de 876 036 ha de
áreas naturales protegidas oficialmente decretadas
(equivalente a 7.1% del total de su territorio), de las cuales cuatro son de jurisdicción federal y tres de jurisdicción estatal.
En julio de 2011 la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente (srnyma) y la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
(conabio) acordaron los mecanismos y estrategias
para elaborar el Estudio de Estado sobre la biodiversidad de Durango. El 14 de octubre del mismo año, ambas instituciones celebraron la firma del Convenio
Marco de Coordinación, iniciando formalmente la compilación de los textos que conforman la presente obra
a finales del 2012.
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado cuenta
con ocho secciones conformadas por 57 contribuciones
y 27 apéndices, los cuales no hubiera sido posible compilar sin el apoyo de los investigadores que fungieron
como coordinadores de sección (cuadro 1), y de la participación de 83 autores pertenecientes a 21 instituciones, quienes brindaron información actualizada para
esta obra.
A diferencia de otros Estudios de Estado, en el de
Durango no fue posible compilar una sección específica sobre las amenazas a la biodiversidad del estado. Sin
embargo, en los capítulos sobre áreas naturales protegidas (anp), diversidad de ecosistemas y de especies se
abordan las principales amenazas presentes en la entidad (cuadro 2).
Los apéndices consisten en listas de especies en formato de Excel, que podrán ser utilizados por estudiantes, investigadores, consultores y público en general,
para realizar conteos e informes de las especies reportadas en la entidad.
Para la elaboración de esta obra, la principal fuente
de información fue el conjunto de datos recabados por
los investigadores de las diferentes instituciones que
participaron en este estudio. A pesar de que el Estudio
de Estado no contiene información de musgos (briofi-
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
12
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Coordinadores y número de contribuciones por sección
No.
Sección
Contribuciones
Coordinadores
1
Contexto físico
7
2
Contexto socioeconómico
2
3
Marco jurídico e institucional
3
José Elías Chacón de la Cruz y
Brenda Fabiola Chávez Bermúdez
4
Instrumentos y políticas públicas
para la gestión, protección y conservación
6
Laura Rentería Arrieta
5
Diversidad de ecosistemas
8
Socorro González Elizondo
Diversidad de especies - Hongos
6
Diversidad de especies - Flora
Raúl Díaz Moreno
29
Diversidad de especies - Fauna
Usos tradicionales y convencionales
5
8
Conservación
5
tas), crustáceos y otros invertebrados, se contabilizaron
6 833 especies (cuadro 3); en cuanto al total nacional,
Durango posee aproximadamente 15% de las especies
reportadas y si comparamos la información de esta obra
contra la información compilada para la obra Capital natu
ral de México (conabio 2008), sobrepasa en número de
especies de forma importante (cuadro 4).
La obra La biodiversidad en Durango. Estudio de Esta
Martha González Elizondo
Raúl Muñiz Martínez
7
Total
Marco Antonio Márquez Linares
65
Jessica Valero Padilla
9
do presenta por primera vez un diagnóstico completo
y actualizado del patrimonio biológico del estado, el
cual sentará las bases para el diseño de las acciones y
estrategias que aseguren la conservación y el uso racional y sostenido de la diversidad biológica a través
del desarrollo de una segunda fase, denominada Estrategia Estatal para la Conservación y Uso Sustentable de la Biodiversidad del estado de Durango.
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13
Introducción
Cuadro 2. Principales amenazas a la biodiversidad presentes en las áreas naturales protegidas del estado
Amenazas
Extracción de recursos (mármol
u otras rocas, arcilla u otros
suelos, sal, resina, leña)
Erosión del suelo
pe
El Tecuán
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Incendios forestales
•
•
•
Sobrepastoreo y
ganadería extensiva
•
Deforestación
Plagas forestales
•
•
•
Baja productividad agrícola
•
Presencia de especies
exóticas/parásitas
•
•
Contaminación del suelo
•
•
•
Disminución del agua
(circulación, régimen)
Mal manejo de la basura
•
Falta de proyectos de desarrollo
y de educación ambiental
•
Turismo desorganizado
y sin planificación
Pocas alternativas de desarrollo
en los ejidos (desempleo)
•
Presión demográfica
(actividades humanas cerca
de zonas de amortiguamiento)
•
Número total de amenazas
15
•
•
•
•
6
9
Cañón de
Fernández
cadnr 075
Río Fuerte
•
Intensificación de la agricultura
Contaminación del agua
cadnr 043
Estado de
Nayarit
rb Mapimí
Saqueo de flora y fauna
Cacería ilegal o furtiva
aprn
Quebrada
de Santa
Bárbara
rb
La Michilía
•
•
•
•
•
•
•
•
•
6
7
9
•
Fuente: información del capítulo Áreas naturales protegidas presentado en esta obra.
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ND
14
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Número de especies por grupo taxonómico reportados en esta obra
Reino
Grupo
Protista
Amebozoos
Fungi
Plantae
Especies
Especies nom
3
0
-
Hongos
757
9
8
Helechos y afines
177
22
-
43
17
4
4 413
603
75
631
3
1
Peces
65
0
29
Anfibios
34
0
10
Reptiles
123
0
47
Aves
430
0
49
Mamíferos
157
0
17
6 833
654
240
Gimnospermas
Angiospermas
Artrópodos
Animalia
Infraespecies
Total
Fuente: información recopilada de los apéndices y contenidos del libro La biodiversidad en Durango.
Estudio de Estado.
Cuadro 4. Comparativo de la diversidad en Durango con respecto al total nacional y la obra Capital natural de México
Reino
Grupo
México1
Durango1
Durango2
Porcentaje en Durango
con respecto al nacional
Fungi
Hongos
7 000
ND
757
10.80
Plantae
Helechos y afines
1 067
143
177
16.60
Gimnospermas
150
29
43
28.70
23 791
1118
4 413
18.50
2 091
53
71
3.40
14 277
220
277
1.90
Himenópteros
6 313
532
283
4.50
Peces
2 692
21
65
2.40
Anfibios
361
31
34
9.40
Reptiles
804
95
123
15.30
1 096
301
430
39.20
535
141
157
29.30
60 177
2 684
6 830*
15.00
Angiospermas
Animalia
Dípteros
Lepidópteros
Aves
Mamíferos
Total
ND: no disponible. *No se consideran protistas.
Nota: para el caso de lepidópteros e himenópteros reportados en conAbio 2008, comprende todas las familias, mientras que en
esta obra sólo se reportan algunas.
Fuente: conAbio 2008,1 esta obra.2
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15
Introducción
REFERENCIAS
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México.
—. 2006. Capital natural y bienestar social. conabio, México.
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mayo de 2016.
Wilson, E.O. (ed.). 1988. Biodiversity. National Academy of Sciences/
Smithsonian Institution, Washington.
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físico
Contexto
1 Contexto geográfico
2 Fisiografía
3 Clima
4 Edafología
5 Hidrología superficial
6 Ecorregiones
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17
Resumen ejecutivo
Marco Antonio Márquez Linares
CONTEXTO GEOGRÁFICO Y FISIOGRAFÍA
Durango se ubica al noreste de la república mexicana.
Posee una superficie de 123 451.29 km² y colinda con
los estados de Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Nayarit
y Sinaloa. Las altitudes varían entre los 150 a 3 440
msnm. En su territorio se encuentran cuatro provincias
fisiográficas: Sierra Madre Occidental que ocupa 71.3%
del territorio estatal; Sierras y Llanuras del Norte
(15.09%); Sierra Madre Oriental (5.28%) y la Mesa del
Centro con 8.33% de la superficie estatal.
CLIMA
La compleja fisiografía, aunada a la latitud, la altitud y
la distancia al mar, determinan la gran variedad de cli
mas que se encuentran en la entidad. Debido a la Sierra
Madre Occidental, una importante porción de la hume
dad proveniente del océano Pacífico se precipita en su
flanco occidental, provocando con ello que el altiplano
cuente con cada vez menos lluvia conforme está más
alejado del mar, por lo que ésta varia de 1 100 mm en
las zonas más altas de la sierra hasta 300 mm anuales
en el Bolsón de Mapimí. Por su parte, la temperatura
es regulada principalmente por la latitud y la altitud,
donde a mayor altitud y latitud la temperatura es me
nor, de modo que la temperatura media anual varía de
9 oC en las partes más altas, a 25 oC en las más bajas.
Las variaciones estacionales son determinadas princi
palmente por la latitud; al norte del trópico de Cáncer
las variaciones estacionales son más marcadas: la es
tación seca y cálida se da en los meses de marzo a ju
nio, la cálida húmeda de mediados de junio a octubre,
y la fría seca de octubre a marzo. Debido a estos facto
res, los climas presentes en la entidad son cálidos, semi
cálidos, secos, muy secos, templados y semifríos. Los
de mayor extensión son el semiseco y el templado subhúmedo, los cuales, en conjunto, ocupan 50% de la su
perficie estatal.
EDAFOLOGÍA
Durango se encuentra zonificado naturalmente en tres
grandes regiones, cuyas diferencias responden principalmente a variaciones en relieve, clima y litología,
factores que determinan la presencia de características
particulares en los suelos.
La Sierra Madre Occidental, al oeste, corresponde a
la zona más elevada y abrupta del estado; se caracteri
za por estar conformada por rocas ígneas ácidas y cli
mas templados subhúmedos. En esta parte los suelos
son jóvenes, someros, poco desarrollados y de color
claro; con pH ligeramente ácido y limitados en su fer
tilidad por bajos contenidos de bases intercambiables
y arcilla.
La parte central, dominada por climas semisecos,
relieve ondulado y litología de conglomerado, presenta
abundantes zonas de pastizales que aportan cantidades
importantes de materia orgánica; en consecuencia, los
suelos son más o menos profundos, obscuros y son los más
fértiles dentro del territorio estatal. Hacia el oriente del
estado abundan las planicies aluviales, interrumpidas
frecuentemente por sierras de origen sedimentario; el
clima varía de seco a muy seco, lo que condiciona el desarrollo de la vegetación a matorrales. Los suelos son
generalmente profundos, claros, con bajo contenido de
materia orgánica y altas concentraciones de carbonatos
Márquez-Linares, M.A. 2017. Resumen ejecutivo. Contexto físico. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio,
México, pp. 17-18.
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18
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
de calcio; en depresiones existe acumulación de sales
solubles y sodio. En las sierras son evidentes los aflo
ramientos rocosos. Como resultado de la variabilidad
ecológica, en la entidad se presentan la mayoría de las
unidades y subunidades establecidas por el sistema de
clasificación de suelos fao-unesco 1968; el Litosol, Re
gosol y Feozem son las unidades con mayor extensión
geográfica, seguidos por Xerosol, Cambisol, Rendzina,
Yermosol, Castañozem y Vertisol.
HIDROLOGÍA SUPERFICIAL
La hidrología superficial está determinada por las formaciones montañosas y las diferencias altimétricas. El
parteaguas de la Sierra Madre Occidental forma hacia
el occidente, y en dirección al océano Pacífico, nueve
grandes cuencas que en total abarcan 46.2% de la su
perficie estatal; y de norte a sur son los ríos Fuerte,
Culiacán-Humaya, San Lorenzo, Piaxtla, Presidio, Ba
luarte, Acaponeta, San Pedro-Mezquital y Huaynamota.
De especial importancia para la entidad es la cuenca
del río San Pedro Mezquital, que se origina en el cen
tro de la entidad, ya que sus aguas abastecen a la ciu
dad de Durango e importantes zonas agrícolas de esta
región, y abarca 18.26% de la superficie estatal.
En el flanco oriental de la Sierra Madre Occidental se
origina el sistema fluvial Nazas-Aguanaval, que reúne el
agua de cinco cuencas: presa Lázaro Cárdenas, río Na
zas-Rodeo, Nazas-Torreón, Aguanaval y laguna de Ma
yrán y Viesca. Este sistema fluvial es de gran importancia
para la región lagunera, ya que de él dependen tres gran
des ciudades: Gómez Palacio, Lerdo y Torreón (esta últi
ma en el vecino estado de Coahuila), así como extensas
áreas agrícolas. En esta región central, la cuenca de la
presa Lázaro Cárdenas es de especial importancia ya que
en ella se origina el mayor aporte de agua a la zona,
abarcando 14.86% de la superficie estatal.
Finalmente, al norte de la entidad se originan tres
cuencas que vierten sus aguas al río Bravo, que a su vez
desemboca en el golfo de México: las de los ríos Florido,
Conchos y Camacho, cuyos caudales, por estar ubicados
en la parte desértica de la entidad, son intermitentes.
ECORREGIONES
La variedad de regiones fisiográficas, climas y suelos
en la entidad origina cuatro ecorregiones con carac
terísticas particulares que determinan tanto la flora
como la fauna existente, las cuales se resumen a con
tinuación.
La región Árida y Semiárida se encuentra al noreste de la entidad, está formada por las llanuras y serranías
del Bolsón de Mapimí y forman parte del Desierto Chi
huahuense. La vegetación se compone de matorrales
xerófilos y algunas comunidades halófitas y gipsófilas.
Sin embargo, gracias a que tienen suelos aptos para la
agricultura y al aporte de agua de los ríos Nazas y
Aguanaval, grandes extensiones de matorral han sido
sustituidos por campos agrícolas, incluyendo áreas de
la Comarca Lagunera.
La región de los Valles comprende grandes llanuras
y lomeríos que corren de sureste a noroeste en la par
te central de la entidad, y forma parte del Altiplano
mexicano. Su vegetación corresponde a pastizales en
la parte norte y a matorrales de mezquite y huizache
en el centro y sur de la región; por su buen clima y
disponibilidad de agua alberga importantes distritos
agrícolas.
La región de la Sierra incluye al macizo de la Sierra
Madre Occidental, tanto en el pie de monte al oriente
de la sierra, como el macizo en sí, en lo alto de la sierra.
La vegetación incluye bosques de pino, pino-encino y
encinares, dependiendo de la precipitación y la altitud.
También se encuentran bosques de Abies y Pseudotsuga
en las cañadas más húmedas. La mayoría de estos bos
ques se encuentra con explotación forestal con fines de
producción de madera.
La región de las Quebradas se ubica en el declive occidental de la Sierra Madre Occidental, una región muy
escarpada con barrancas o quebradas. La vegetación está
formada por bosques tropicales bajos y manchones de
matorral espinoso en las partes más bajas. Desafortu
nadamente, muchas de estas áreas han sido deforesta
das para uso agrícola, la cual genera erosión del suelo
por las altas pendientes del terreno.
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19
Contexto físico
geográfico
Contexto
Marco Antonio Márquez Linares
UBICACIÓN
Durango se localiza al noroeste de la república mexicana
a la altura del trópico de Cáncer, el cual lo atraviesa en
su extremo sur. Sus coordenadas geográficas extremas
son: al norte 26° 53' 13" y al sur 22° 16' 53" de latitud N;
al este 102° 27' 55" y al oeste 107° 16' 03" de longitud O
(inegi 2014). Posee una extensión territorial de 123 451.29
km² (inegi 2005) que representa 6.3% de la superficie
nacional, siendo el cuarto más grande del país (inegi
2014). Colinda al norte con Chihuahua y Coahuila; al este
con Coahuila y Zacatecas; al sur con Zacatecas, Nayarit
y Sinaloa; al oeste con Sinaloa y Chihuahua.
GEOMORFOLOFÍA
El estado es atravesado de noroeste a sureste en el extremo occidental por la Sierra Madre Occidental (figura 1),
la cual ocupa prácticamente la mitad de su territorio (fi
gura 2, inegi 2013); al oriente de esta sierra se encuentra
el Altiplano mexicano, una región que cuenta con valles,
lomeríos y pequeñas serranías; en el extremo oriental
alcanzan a penetrar algunas formaciones pertenecientes
a la Sierra Madre Oriental que son denominadas sierras
transversales; en el extremo noroeste se encuentra el Bol
són de Mapimí (figura 3, inegi 2014), una región árida de
pendientes suaves con vegetación xerófila (figura 4).
Figura 1. Paisaje de la Sierra Madre Occidental hacia el oeste de San Dimas.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Márquez-Linares, M.A. 2017. Contexto geográfico. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 19-22.
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20
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 2. Ubicación y altitud.
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Contexto físico
Figura 3. Elevaciones principales.
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21
22
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 4. Paisaje del Bolsón de Mapimí.
Foto: Marco Antonio Márquez Linares.
Las altitudes van de 150 a 3 340 msnm, con un pro
medio de 2 200 msnm aproximadamente; sin embargo,
este rango varía según la fuente de información. Por
ejemplo, el continuo de elevaciones mexicano de reso
lución de 60 m muestra un rango de 107 a 3 328 msnm
(figura 2, inegi 2013).
Cuadro 1. Principales elevaciones
Nombre
Altitud (msnm)
Las zonas más bajas se encuentran en el extremo
occidental del estado en el declive de la Sierra Madre
Occidental hacia el océano Pacífico; mientras que las
zonas más altas corresponden a 11 elevaciones, siendo
la más alta el cerro Gordo en la Sierra Madre Occidental
con 3 328 msnm (cuadro 1 y figura 3, inegi 2014). Por su
compleja fisiografía se encuentra una gran variedad de
paisajes que van desde grandes y profundos cañones,
hasta serranías, lomeríos, valles, lagunas y grandes
ríos.
Cerro Gordo
3 328
Cerro Barajas
3 280
Sierra El Epazote
3 221
Cerro Pánfilo
3 160
tiva y municipios. En: <http://www3.inegi.org.mx/sistemas/mexicoci
Cerro El Táscate
3 111
fras/default.aspx?e=10>, última consulta: 20 de mayo de 2016.
Cerro El Oso
3 049
—. 2013. Continuo de elevaciones mexicano 3.0 (cem 3.0). Resolución
Cerro Los Altares
3 017
Sierra El Rosario
2 819
del Estado de Durango/inegi. En: <http://www.datatur.sectur.gob.
Cerro El Alto de Dolores
2 800
mx/ITxEF_Docs/DGO_ANUARIO_PDF.pdf>, última consulta: 23 de
Cerro San Javier
2 318
Sierra San Pedro
2 255
REFERENCIAS
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mayo de 2015.
Fuente: ineGi 2014.
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23
Contexto físico
�siografí�
Marco Antonio Márquez Linares
INTRODUCCIÓN
Las diferentes regiones fisiográficas de Durango son
producto de las fuerzas geológicas que originaron la
Sierra Madre Occidental, la Sierra Madre Oriental y el
Altiplano mexicano. Una de estas fuerzas fue la sub
ducción (hundimiento de una placa oceánica bajo una
continental) de la placa Farallón debajo de la placa de
Norteamérica ocurrida durante el Cretácico, la cual plegó
la placa de Norteamérica para formar la Sierra Madre
Occidental (Ferrari et al. 2005). Durante este periodo
también ocurrieron episodios magmáticos en tres fases
sucesivas: la andesítica, la riolítica y la basáltica, que
cubrieron las rocas sedimentarias con materiales vol
cánicos, principalmente ácidos con alto contenido de
sílice.
Como resultado de lo anterior, la entidad presenta
cuatro de las 15 provincias fisiográficas existentes en
México: la Sierra Madre Occidental, las Sierras y Lla
nuras del Norte, la Sierra Madre Oriental y la Mesa del
Centro (figura 1, inegi 2001), las cuales contienen nueve
subprovincias (figura 2, inegi 2001) y diferentes siste
mas de topoformas (figura 3, inegi 2001). Como se ob
serva en el cuadro 1 y figura 2, las subprovincias de
mayor extensión son la Gran Meseta y Cañones Duran
guenses, y la Sierras y Llanuras de Durango que atra
viesan el estado de noroeste a sureste; en la primera se
establecen bosques de pino encino que permiten reali
zar actividades forestales, mientras que en la segunda
se desarrollan principalmente actividades agrícolas y
ganaderas (Gobierno del Estado 2011).
A continuación se describen brevemente las diferen
tes provincias y subprovincias existentes en la entidad.
Provincia Sierra Madre Occidental
Es la provincia que ocupa mayor superficie en el estado
(71.3%), abarcando desde la región noroeste hasta el su
reste del territorio. Es un terreno muy accidentado for
mado principalmente por mesetas, cañones y cañadas
(figura 4). El sustrato geológico es principalmente de
origen ígneo extrusivo ácido del cenozoico. En esta pro
vincia se localizan tanto los sitios de mayor elevación
como los más bajos, y presenta cuatro subprovincias.
Subprovincia Gran Meseta y Cañones Chihuahuenses
Es la de menor extensión de la provincia Sierra Madre
Occidental (4.2%) y se encuentra en la parte norte de la
entidad. Está formada por rocas ígneas extrusivas áci
das, y se caracteriza por un relieve dominado casi to
talmente por mesetas de gran superficie con cañadas.
Subprovincia Sierras y Llanuras de Durango
Presenta la mayor diversidad en cuanto al sustrato li
tológico, siendo más frecuentes las rocas de tipo ígneo
extrusivo ácido y los conglomerados de origen sedi
mentario. Los sistemas de topoforma más comunes en
esta subprovincia son: lomeríos con mesetas, llanura
aluvial, lomerío con cañada y valle intermontano con
lomerío.
Subprovincia Gran Meseta y Cañones Duranguenses
Presenta la mayor extensión (47.6% de la superficie de la
provincia y 33.9% de la superficie estatal); está formada
por rocas ígneas extrusivas ácidas y por mesetas de gran
superficie con cañadas y sierras altas con cañones.
Subprovincia Mesetas y Cañadas del Sur
Es una zona de relieve abrupto dominado por rocas de
origen ígneo extrusivo ácido, formando mesetas de gran
superficie asociadas principalmente con cañadas y sie
rras altas con cañones.
Provincia Sierras y Llanuras del Norte
Esta provincia abarca 15.09% de la superficie del estado
(cuadro 1), y se localiza en la parte noreste. Las áreas
de llanuras están cubiertas de suelo profundo del Cua
ternario (53%), mientras que el terreno de sierras está
formado principalmente por rocas de origen sedimen
tario, como conglomerados (17%) y caliza-lutita (12%).
Márquez-Linares, M.A. 2017. Fisiografía. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 23-30.
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24
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Provincias fisiográficas.
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Contexto físico
Figura 2. Subprovincias fisiográficas.
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25
26
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 3. Sistema de topoformas.
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27
Contexto físico
Cuadro 1. Provincias y subprovincias fisiográficas
Provincia
Superficie
estatal (%)
Subprovincia
Gran Meseta y Cañones Chihuahuenses
Sierra Madre
Occidental
Sierras y Llanuras
del Norte
Sierra Madre Oriental
Mesa del Centro
Superfice de
la provincia (%)
2.99
4.20
Sierras y Llanuras de Durango
24.18
33.90
Gran Meseta y Cañones Duranguenses
33.94
47.60
Mesetas y Cañadas del Sur
10.19
14.30
Subtotal
71.30
Bolsón de Mapimí
15.09
Subtotal
15.09
100.00
Sierra de la Paila
1.25
23.70
Sierras Transversales
4.03
76.30
Subtotal
5.28
Sierras y Lomeríos de Aldama y Río Grande
3.78
45.40
Sierras y Llanuras del Norte
4.55
54.60
Subtotal
8.33
Fuente: ineGi 2008.
Su topografía es menos abrupta que en la provincia
de la Sierra Madre Occidental; la altitud más baja es
cercana a 1 100 msnm y la más alta apenas llega a re
basar los 2 400 msnm. La única subprovincia en Duran
go es el Bolsón de Mapimí (figura 5).
Subprovincia del Bolsón de Mapimí
Presenta un relieve poco abrupto, caracterizado principalmente por llanuras aluviales que forman suelos
profundos y lomeríos ramificados con cañadas de roca
sedimentaria de caliza-lutita y conglomerado.
Provincia Sierra Madre Oriental
La provincia Sierra Madre Oriental cubre 5.28% de la
superficie estatal; esta zona es de origen sedimentario,
principalmente de caliza (49%) y conglomerado (4%), lo
que da un relieve relativamente accidentado (figura 6).
También presenta áreas menos abruptas donde domina
el suelo profundo (38%). El rango altitudinal va de 1 100
a 2 700 msnm. En Durango está representada por dos
subprovincias: Sierra de la Paila y Sierras Transversa
les, siendo la segunda de mayor extensión.
Subprovincia Sierra de la Paila
Las topoformas existentes dentro de esta subprovincia
son: llanura aluvial de suelo profundo, bajada con lo
meríos, sierras complejas y mesetas principalmente de
roca sedimentaria de caliza.
Subprovincia Sierras Transversales
Presenta una diversidad de tipos de sistemas de topofor
mas que hace que el relieve sea irregular. Los sistemas
de topoformas más frecuentes son las sierras plegadas y
las sierras complejas, pero también existen llanuras, ba
jadas, valles, etc. La litología superficial está dominada
por rocas sedimentarias de calizas del Jurásico.
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 4. Vista de la cañada del río El Tecolote, municipio San Dimas; al fondo, la quebrada del río San Lorenzo.
Foto: Marco Antonio Márquez Linares.
Figura 5. Vista del Bolsón de Mapimí, municipio Mapimí.
Foto: Marco Antonio Márquez Linares.
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Contexto físico
Figura 6. Sierra del Rosario, municipio Mapimí.
Foto: Marco Antonio Márquez Linares.
Figura 7. Cerro El Castillo, municipio San Juan del Río.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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30
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Provincia Mesa del Centro
REFERENCIAS
Una parte de esta provincia se extiende hacia la región
oriental del estado y cubre 8.33% de su superficie. Geo
lógicamente está constituida principalmente por suelo
acumulado en partes poco accidentadas y por rocas de
diversos tipos, como rocas ígneas extrusivas ácidas y
rocas sedimentarias de conglomerado, además de rocas
calizas. La menor altitud es de cerca de 1 100 msnm, y la
mayor altura sobre el nivel del mar llega a ser un poco
más de 2 400 msnm (figura 7). Las subprovincias de la
Mesa del Centro representadas en Durango son: Sierras
y Lomeríos de Aldama y Río Grande, y Sierras y Llanu
ras del Norte.
Ferrari, L., M. Valencia-Moreno y S. Bryan. 2005. Magmatismo y tec
tónica en la Sierra Madre Occidental y su relación con la evolu
ción de la margen occidental de Norteamérica. Boletín de la
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Estado de Durango. Publicado el 21 de julio de 2011 en el Periódico
Oficial del Estado. Texto vigente. En: <http://www.semarnat.gob.mx/
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2001. Conjunto de datos vectoriales fisiográficos. Continuo Nacio
nal. Escala: 1:100 000. Serie i. inegi, México.
Subprovincia Sierras y Lomeríos
de Aldama y Río Grande
Se localiza en el extremo este del estado, está formada
geológicamente por rocas sedimentarias de conglome
rado y caliza, suelos profundos y otros tipos de roca en
menor proporción; su relieve está constituido por aso
ciaciones de bajadas, sierras y lomeríos.
—. 2008. Anuario estadístico de Durango. inegi/Gobierno del Estado
de Durango, Aguascalientes.
Subprovincia Sierras y Llanuras del Norte
Presenta un relieve relativamente accidentado debido
a la frecuencia de bajadas, mesetas y sierras bajas con
lomeríos con variedad de roca, como roca sedimentaria
de conglomerado, rocas ígneas extrusivas ácidas y áreas
cubiertas de suelo profundo.
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31
Contexto físico
Clim�
Armando Cortés Ortiz
FACTORES QUE DETERMINAN EL CLIMA
El clima es el conjunto de fenómenos meteorológicos
que caracterizan el estado medio de la atmósfera en un
punto de la superficie terrestre. Es el estado más frecuente en un lugar determinado y comprende los extremos
y todas las variaciones (García 1986). La distribución
de los climas está condicionada por una serie de facto
res que influyen en las temperaturas y las precipitaciones de cada zona. Estos factores son: la latitud, la
altitud, el relieve, la proximidad o lejanía del mar, las
corrientes marinas y la vegetación, los cuales se des
criben a continuación.
Latitud
La entidad se encuentra en la zona Subtropical Norte
y en la zona Tropical Norte, como se muestra en la figu
ra 1 (García 1986). La parte sur del estado, que corres
ponde a un área pequeña, se ubica en la zona Tropical
Norte y se extiende entre la latitud de 10° N y el trópico
de Cáncer. Esta zona tiene dos épocas de máximo ca
lentamiento, porque recibe los rayos solares verticales
dos veces al año. La mayor parte del estado queda dentro
de la zona Templada Norte, la cual se encuentra entre
el trópico de Cáncer y el Círculo Polar Ártico del he
misferio norte. Esta zona nunca recibe los rayos del sol
verticales (García 1986).
Altitud
La altitud de Durango es muy variable. El estado tiene
altitudes de 200 a 3 340 msnm; sin embargo, las que
ocupan la mayor parte del terreno están entre los 1 500 y
2 500 msnm, siendo las que se encuentran entre 1 750
y 2 000 msnm la moda de la distribución altimétrica,
como se aprecia en la figura 2.
la figura 3. Dicha línea va del sureste al noreste del estado con una longitud de aproximadamente 402 736 m.
El perfil topográfico de esta línea muestra la altitud del
terreno desde el punto A al punto B en la figura 4; la
distancia del perfil es de 400 km y la altitud va de 200
a más de 2 500 msnm. En el tramo de 0 a 160 km de
distancia está representada la Sierra Madre Occidental
con mayor altitud; la zona de la Altiplanicie se nota del
lado derecho con menor altitud.
Proximidad o lejanía del mar
La Sierra Madre Occidental es una barrera montañosa
y como tal, ocasiona el efecto de sombra pluviométri
ca (Hernández-Cerda y García 2005), presentándose
como obstáculo a la penetración de los vientos húme
dos del mar. Durango es un estado interior, sin contac
to directo con el mar, en donde la mayor parte del
límite noroeste a suroeste es lo más cercano a éste.
Dicho límite se encuentra entre 50 y 100 km de distan
cia a la línea costera. El punto más cercano a la costa
está a 50.2 km y el más lejano a 462.7 km al noreste
del estado (figura 5). Puesto que el mar se calienta y
enfría más lentamente que la tierra, las regiones más
cercanas al mar son más frescas en el verano y menos
frías en invierno. Lejos del mar las temperaturas son
más extremas. Además, los mares son la fuente primordial de humedad de la atmósfera (Hernández-Cerda y
García 2005).
Corrientes marinas
Las corrientes marinas influyen en el clima de las
zonas costeras: si las corrientes son cálidas, elevan
las temperaturas; si son frías, hacen que éstas des
ciendan.
Relieve
Vegetación
La compleja topografía del terreno se puede observar
mediante un perfil topográfico elaborado a lo largo de la
línea trazada entre dos puntos, tal como se muestra en
La vegetación interactúa con el clima y el microclima
de una zona. Cuando la vegetación es abundante dis
minuye el calor y hace que se produzcan más lluvias.
Cortés-Ortiz, A. 2017. Clima. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 31-45.
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32
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Zonas térmicas.
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33
Contexto físico
3251 - 3500
3001 - 3250
2751 - 3000
Altitud (msnm)
2501 - 2750
2251 - 2500
2001 - 2250
1751 - 2000
1501 - 1750
1251 - 1500
1001 - 1250
751 - 1000
501 - 750
251 - 500
1 - 250
0
500 000
1 000 000
1 500 000
2 000 000 2 500 000
3 000 000
Superficie (ha)
Figura 2. Superficie del terreno según su altitud.
Fuente: elaboración propia.
El estado presenta diferentes tipos de cobertura ve
getal y lo que ocupa mayor superficie son los diferen
tes tipos de bosque; después los matorrales, pastizales
y áreas dedicadas a la agricultura (inegi 1998).
TEMPERATURA
Con la altitud existe una relación negativa; es decir, a
medida que aumenta la altitud disminuye la tempera
tura, como se puede observar en los datos de las esta
ciones que se incluyen en cuadro 1.
La temperatura presenta una variación estacional:
en el mes de octubre (otoño) inicia una época fría que
termina en marzo al finalizar el invierno, mientras que en
primavera y verano hay una época caliente que termi
na en octubre con la estación de otoño. Este régimen
de temperatura se puede observar en la figura 6, con
los datos de las estaciones El Salto, Durango y Ciudad
Lerdo. Estas tres estaciones se localizan a diferente al
titud y distancia desde el mar. La estación El Salto se
encuentra a mayor altitud (en la Sierra Madre Oriental)
y más cerca del mar, por lo que tiene mayor precipita
ción total. Por otro lado, la estación Ciudad Lerdo se
encuentra a una altitud media, pero está más retirada
del mar, por lo que la precipitación total es baja, de
212.7 mm anuales. La estación Durango se localiza a
una altitud de 1 900 msnm y aproximadamente a la
mitad del estado, por lo cual tanto los datos de preci
pitación como de temperatura están entre los valores
de las otras dos estaciones.
La distribución geográfica de la temperatura media
anual la podemos observar más fácilmente mediante
un mapa (figura 7, dggtn 1981a). En Durango existen
lugares en donde la temperatura media anual es muy
baja (semifría) por tener una gran altitud. Los sitios
con baja altitud presentan una temperatura media anual
relativamente alta (cálida). En dicho mapa se observan
las zonas oeste y suroeste del estado, en donde se pre
sentan las menores altitudes y la temperatura es alta
(cálida y semicálida), mientras que en las partes más
elevadas de la Sierra Madre Occidental las temperatu
ras son bajas, de 8 a 10 °C. La parte este y noreste del
estado es una gran zona que corresponde al 56.4%, con
temperaturas de 16 a 22 °C (cuadro 2).
PRECIPITACIÓN
Otro elemento importante del clima es la precipitación;
los aspectos considerados en esta descripción corres
ponden a su periodicidad estacional (régimen de lluvias
o régimen pluviométrico), a la cantidad total anual y
su distribución en el territorio.
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34
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 3. Ubicación de la línea (A-B) para el trazo del perfil topográfico.
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35
Contexto físico
Altitud (msnm)
2 500
2 000
1 500
1 000
500
0
50 000
A
100 000
150 000
200 000
250 000
300 000
350 000
Distancia (m)
400 000
B
Precipitación (mm)
1 100
1 000
900
800
700
600
500
400
300
0
A
50 000
100 000
150 000
200 000
250 000
300 000
350 000
Distancia (m)
400 000
B
Figura 4. Perfil altitudinal y precipitación media anual a lo largo del perfil (A-B).
Fuente: elaboración propia.
Hay una variación estacional de la precipitación en
el estado, ya que existen meses del año en que ésta es
más notable y corresponde a la estación de verano, por
lo que es común llamar a los tipos de clima con el
complemento “con lluvias de verano”. Esto se puede
apreciar en los diagramas ombrotérmicos de las tres
estaciones consideradas (figura 6), en las cuales se
observa que los meses con mayor precipitación son
junio, julio y agosto, y que comienza a ser menor en
septiembre y octubre. También se aprecia que la can
tidad de lluvia total anual es distinta dentro del esta
do, como se observa en los datos de las estaciones del
cuadro 3.
La precipitación presenta una variación espacial de
bida, entre otros factores, al efecto de sombra orográ
fica de la Sierra Madre Occidental y a la distancia al
mar. El efecto de la sombra orográfica se puede apre
ciar en el perfil de precipitación total anual y el perfil
topográfico de la línea de A-B de la figura 4. En éste se
observa que el terreno alcanza mayor altitud cerca de
los 100 000 m de distancia del punto A, mientras que
en el perfil de la precipitación se aprecian los valores
más altos de precipitación de 0 a 100 000 m del punto
A, correspondiente al flanco occidental de la sierra. A
más de 100 000 m de distancia, baja la precipitación por
ser la zona más alejada del mar.
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36
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 5. Distancia en kilómetros desde el litoral del Pacífico.
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Contexto físico
Cuadro 1. Datos de estaciones meteorológicas
Clave
Longitud
Latitud
Altitud
(msnm)
Temperatura media anual (°C)
El Salto
00010025
105° 21’ 32”
23° 46’ 51”
2 000
11.00
Durango
00010017
104° 36’ 26”
24° 03’ 30”
1 900
17.30
Ciudad Lerdo
00010009
103° 31’ 19”
25° 32’ 46”
1 142
20.80
Estación
Fuente: ineGi 2008.
a)
30
500
25
400
350
20
300
15
250
200
10
150
100
Temperatura (°C)
Precipitación (mm)
450
5
50
0
F
M
A
M
J
J
Mes
A
S
O
N
D
0
30
500
450
25
400
350
Temperatura (°C)
Precipitación (mm)
b)
E
20
300
Temperatura
Precipitación
15
250
200
10
150
100
5
50
0
c)
E
F
M
A
M
J
J
Mes
A
S
O
N
D
500
0
30
25
400
350
20
300
250
15
200
10
150
100
5
Temperatura (°C)
Precipitación (mm)
450
50
0
E
F
M
A
M
J
J
Mes
A
S
O
N
D
0
Figura 6. Régimen anual de precipitación y de temperatura mensual en las estaciones a) El Salto, b) Durango y c) Ciudad Lerdo.
Fuente: ineGi 2008.
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38
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 7. Distribución geográfica de la temperatura media anual.
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39
Contexto físico
Cuadro 2. Intervalos de temperatura media anual y
porcentaje de superficie
Temperatura
(°C)
Piso
térmico*
Superficie
(%)
Cuadro 3. Porcentaje de superficie según la precipitación
total anual
Precipitación total
anual (mm)
Superficie (%)
8 - 10
Semifría
1.50
100 - 200
0.40
10 - 12
Semifría
9.90
200 - 300
11.46
12 - 14
Templada
10.20
300 - 400
14.59
14 - 16
Templada
17.90
400 - 500
18.14
16 - 18
Templada
26.00
500 - 600
11.74
18 - 20
Semicálida
15.80
600 - 700
8.60
20 - 22
Semicálida
14.60
700 - 800
8.16
22 - 24
Cálida
3.10
800 - 100
11.51
24 - 26
Cálida
1.00
1 000 - 1 200
9.42
100.00
1 200 - 1 500
5.97
1 500 - 1 800
0.01
Total
Fuente: dGGtn 1981a y * García 1986.
Total
100.00
Fuente: dGGtn 1981b.
Dentro del estado hay zonas en que la precipitación
es baja, cerca de 200 mm anuales, y otras zonas donde es
mayor de 1 500 mm anuales (cuadro 3 y figura 8, dggtn
1981b).
Casi la mitad del estado (56.3%) presenta una preci
pitación total menor de 600 mm anuales; esta zona se
localiza en las áreas más retiradas del mar y con el
efecto de sombra orográfica causada por la Sierra Ma
dre Occidental. Así, la vertiente al Pacífico es donde se
presenta mayor precipitación.
Para este elemento, García (1986) menciona que para
definir el límite entre el clima seco y el clima húmedo
es necesario considerar conjuntamente la cantidad de
precipitación anual, la temperatura y la época de lluvia.
climas cálidos, semicálidos, secos, muy secos, templa
dos y semifríos (figura 9). Los tipos de clima con mayor
extensión en el estado son el semiseco y el templado
subhúmedo; entre los dos tipos ocupan 50% de la su
perficie estatal (cuadro 4).
La identificación de los climas de Durango fue rea
lizada según el Sistema de Clasificación Climática de
Köppen modificado por García (García 1973) y usado en
la Carta de Climas (dggtn 1981c). Los climas se esta
blecen de acuerdo con el régimen de temperatura, tem
peratura media anual, régimen de lluvia y precipitación
total anual. Así, el estado presenta climas de los grupos
climáticos A, B y C, con diferentes tipos de climas y
subtipos, los cuales se resumen en el cuadro 5.
TIPOS DE CLIMAS
Según la Dirección General de Geografía del Territorio
Nacional (dggtn 1981c), en el estado existen áreas con
Grupo de climas A
Es un clima caliente, con temperatura del mes más frío
superior a 18 °C.
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40
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 8. Distribución espacial de la precipitación total anual.
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Contexto físico
Figura 9. Tipos de clima.
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41
42
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 4. Tipos de clima y porcentaje de extensión
Superficie (%)
Tipo de clima
Semiseco
28.30
Templado subhúmedo con lluvias en verano
22.60
Muy seco
14.20
Seco
12.20
Semifrío subhúmedo con lluvias en verano
11.20
Semicálido subhúmedo con lluvias en verano
7.80
Cálido subhúmedo con lluvias en verano
3.60
Semifrío húmedo con abundantes lluvias en verano
0.10
Total
100.00
Fuente: dGGtn 1981c.
Cuadro 5. Clasificación de los climas en el estado
Grupo
Subgrupo
A
Cálido (temperatura
media anual mayor
de 22 °C)
Tipo
Aw
Subhúmedo con
lluvias en verano
y con lluvia en
invierno entre 5
y 10.20%
Aw(w)
Con lluvia invernal
menor de 5%
A
Cálido húmedo
(A)C
Semicálido
(temperatura media
anual mayor de 18 °C)
(A)C(w)
Subhúmedo con
lluvias en verano
y con lluvia en
invierno entre 5
y 10.20%
(A)C(w)(w)
Subhúmedo con
lluvias en verano y
con lluvia invernal
menor de 5%
Subtipo
Aw0
Los más secos de los subhúmedos, con un cociente P/T
menor de 43.20
Aw₁
Los intermedios en cuanto al grado de humedad,
con un cociente P/T entre 43.20 y 55.30
Aw₂
Los más húmedos de los subhúmedos, con un cociente
P/T mayor de 55.30
Aw₁(w)
Intermedio, con grado de humedad P/T entre 43.20 y
55.30
Aw₂(w)
Los más húmedos de los subhúmedos, con un cociente
P/T mayor de 55.30
(A)C(w0)
Los más secos de los subhúmedos, con un cociente P/T
menor de 43.20
(A)C(w₁)
Los intermedios en cuanto al grado de humedad,
con un cociente P/T entre 43.20 y 55.30
(A)C(w₂)
Los más húmedos de los subhúmedos, con un cociente
P/T mayor de 55.30
(A)C(w0)(w)
Los más secos de los subhúmedos, con P/T menor
de 43.20
(A)C(w₁)(w)
Intermedio, con grado de humedad P/T entre 43.20
y 55.30
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43
Contexto físico
Cuadro 5. Continuación
Grupo
Subgrupo
Tipo
C(w)
Subhúmedo con
lluvias de verano y
con lluvia invernal
entre 5 y 10.20%
C
Templado
(temperatura media
anual entre 12
y 18 °C)
C(w)(w)
Subhúmedo con
lluvias en verano y
con lluvia invernal
menor de 5%
C
Templado
húmedo
C(E)
Semifrío
(temperatura media
anual entre 5 y 12 °C)
Subtipo
C(w0)
Los más secos de los subhúmedos, con un cociente P/T
menor de 43.20
C(w₁)
Intermedio de los subhúmedos, con un P/T entre 43.20
y 55.30
C(w₂)
Los más húmedos de los subhúmedos, con un P/T
mayor de 55.30
C(w0)(w)
Los más secos de los subhúmedos, con un cociente P/T
menor de 43.20
C(w₁)(w)
Intermedio de los subhúmedos, con un P/T entre 43.20
y 55.30
C(w₂)(w)
Los más húmedos de los subhúmedos, con un P/T
mayor de 55.30
C(E)(m)
Húmedos con lluvias
intensas de verano.
Porcentaje de lluvia
invernal entre 5 y
10.20%
C(E)(m)
Con precipitación del mes más seco inferior a
los 60 mm
C(E)(w)(x’)
Subhúmedo con
lluvias de verano.
Con lluvia invernal
mayor de 10.20%
C(E)(w₂)(x’)
Los más húmedos de los subhúmedos, con un P/T
mayor de 55.30
C(E)(w)
Subhúmedo con
lluvias de verano y
con lluvia invernal
entre 5 y 10.20%
C(E)(w)(w)
Subhúmedo con
lluvias de verano
y lluvia invernal
menor de 5%
C(E)(w₁)
Los intermedios de los subhúmedos en cuanto grado
de humedad, con un P/T entre 43.20 y 55.30
C(E)(w₂)
Los más subhúmedos de los subhúmedos, con un P/T
mayor de 55.30
C(E)(w₁)(w)
Los intermedios de los subhúmedos en cuanto grado
de humedad, con un P/T entre 43.20 y 55.30
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44
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 5. Continuación
Grupo
Subgrupo
Tipo
Subtipo
BW(h’)w(w)
Muy cálido, con temperatura media anual mayor
de 22 °C
Con lluvias de verano y con lluvias de invierno menor
de 5%
BW
Muy seco
o desértico
BWhw
Semicálido con invierno fresco. Temperatura media
anual mayor de 18 °C
Lluvias de verano y con lluvias invernales entre
5 y 10.20%
BWhw(w)
Semicálido con invierno fresco. Temperatura media
anual mayor de 18 °C
Con lluvias de verano y con lluvias de invierno menor de 5%
BS0hw
Seco semicálido con invierno fresco, temperatura
media anual mayor de 18 °C y con lluvias en verano
y con 5 a 10.20% de lluvias invernales
BS0hw(w)
Seco semicálido con invierno fresco, temperatura media
anual mayor de 18 °C y con lluvias de invierno menor
de 5%
BS0kw
Seco templado con verano cálido, con temperatura
media anual entre 12 y 18 °C, con lluvias de verano
y con 5 a 10.20% de lluvia invernal
B
Secos
BS0kw(w)
Seco templado con verano cálido, con temperatura
media anual entre 12 y 18 °C, con lluvias de verano
y con menos de 5% de lluvia invernal
BS
Menos seco
o de estepa
BS₁(h’)w(w)
Semiseco muy cálido con temperatura media anual
mayor de 22 °C, con lluvias de verano y con menos
de 5% de lluvia invernal
BS₁hw
Semiseco semicálido con invierno fresco, temperatura
media anual mayor de 18 °C, con lluvias de verano y
con lluvia invernal entre 5 y 10.20%
BS₁hw(w)
Semiseco semicálido con invierno fresco, temperatura
media anual mayor de 18 °C, con lluvias de verano y
con lluvia invernal menor de 5%
BS₁kw
Semiseco templado con verano cálido, con temperatura
media anual entre 12 y 18 °C, con lluvias de verano y
lluvia invernal entre 5 y 10.20%
BS₁kw(w)
Semiseco templado con verano cálido, con temperatura
media anual entre 12 y 18 °C, con lluvias de verano y
lluvia invernal menor de 5%
Cociente P/T: Precipitación total anual/Temperatura media anual.
El porcentaje de lluvia invernal corresponde al porcentaje de la precipitación total anual.
Fuente: García 1973, dGGtn 1981c e ineGi 2001.
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Contexto físico
Grupo de climas B
Son climas secos, en los que la evaporación excede a la
precipitación, por lo que ésta no es suficiente para ali
mentar corrientes de agua permanentes. Para definir
estos climas se consideran tanto la temperatura media
anual como el régimen de lluvias.
45
—. 1981b. Carta de precipitación total anuales. En: Atlas del medio físi
co. Secretaría de Programación y Presupuesto, México, pp. 116-133.
—. 1981c. Carta de climas. En: Atlas del medio físico. Secretaría de Pro
gramación y Presupuesto, México, pp. 80-97.
García, E. 1973. Modificaciones al sistema de clasificación climática de
Köppen. Instituto de Geografía-unam, México.
—. 1986. Apuntes de climatología. Offset Larios S.A., México.
Grupo de climas C
La temperatura media del mes más frío es inferior a
18 °C, pero superior a -3 °C. La temperatura del mes
más caliente es superior a 10 °C. La temperatura del
mes más frío, de -3 °C, coincide con el límite de las zonas
cubiertas de nieve por un mes o más.
Hernández-Cerda, M.E., y E. García. 2005. Condiciones climáticas de las
zonas áridas en México. En: Enriqueta García, Antología. R. OrellanaLanza y R. Vidal-Zepeda (eds.). Centro de Investigación Científica
de Yucatán A.C./Instituto de Geografía-unam, México, pp. 9-25.
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
1998. Diccionario de datos de uso del suelo y vegetación, escala
1:1 000 000 (vectorial). inegi, Aguascalientes.
REFERENCIAS
dggtn. Dirección General de Geografía del Territorio Nacional. 1981a.
Carta de temperaturas medias anuales. En: Atlas del medio físico.
Secretaría de Programación y Presupuesto, México, pp. 98-115.
—. 2001. Diccionario de datos climáticos, escala 1:250 000 y 1:1 000 000
(vectorial). inegi, Aguascalientes.
—. 2008. Anuario estadístico de Durango. inegi/Gobierno del Estado
de Durango, Aguascalientes.
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47
Contexto físico
Edafolo�í�
Jesús Noel Herrera Pedroza
INTRODUCCIÓN
Durango presenta una gran heterogeneidad de los fac
tores formadores del suelo, como son la litología su
perficial, el clima, la cobertura vegetal, el relieve y las
actividades humanas, originando una gran variación
en los tipos de suelos que se encuentran en la entidad;
esta variación se presenta tanto en forma horizontal
como vertical en los diferentes horizontes.
Existen diferentes sistemas de clasificación de suelo.
El sistema empleado en el presente trabajo es el del anteriormente conocido como Instituto Nacional de Es
tadística, Geografía e Informática (inegi 2004a), que a su
vez está basado en el Sistema de Clasificación de la faounesco 1968, modificado por detenal (inegi 2004b).
Este sistema clasifica el suelo en unidades y subunida
des edafológicas tomando en cuenta las propiedades
morfológicas, físicas y químicas del suelo, que son
directamente traducibles a ventajas o desventajas para
su utilización en determinadas actividades humanas
(inegi 1998).
En la entidad se presentan la mayoría de las unida
des y subunidades establecidas por dicho sistema. Los
suelos dominantes se indican en el cuadro 1, siendo
Litosol, Regosol y Feozem las unidades con mayor
extensión geográfica, seguidos por Xerosol, Cambisol,
Rendzina, Yermosol, Castañozem y Vertisol, además de
otras nueve unidades de menor proporción (figura 1,
inegi 2004b).
Desde el punto de vista edafológico, Durango se en
cuentra zonificado de manera natural en tres grandes
regiones que se orientan aproximadamente de noroes
te a sureste. La región occidental corresponde al gran
sistema montañoso denominado Sierra Madre Occidental, la parte central corresponde a la región de los Va
lles y la nororiental a la zona Árida y Semiárida. Estas
tres regiones comprenden diferentes orígenes geológicos
(véase el capítulo titulado Fisiografía, en esta obra) además de climas contrastantes (véase el capítulo titulado
Clima, en esta obra) que dan origen a diferentes tipos
de suelos que se describen a continuación (cuadro 2).
SUELOS DE LA REGIÓN DE LA SIERRA
Los suelos en la Sierra Madre Occidental son jóvenes,
someros y poco desarrollados, generalmente de color cla
ro derivado de la presencia de minerales como el cuarzo
y feldespatos, heredados de las rocas ácidas que los ori
ginan. El cuarzo, en particular, es uno de los minerales
más estables y en consecuencia más difíciles de degra
dar o intemperizar como consecuencia de su exposición
al clima, la vegetación o actividad microbiana, manifes
tándose en abundantes cristales que provocan una tex
tura de tendencia arenosa. Cuando se originan de rocas
ígneas intrusivas ácidas como el granito —donde los
cristales son de tamaño grande— la textura es arenosa;
el perfil presenta abundantes fragmentos de la roca que
los origina. Son suelos poco estructurados, con bloques
subangulares de tamaño fino o medio, y desarrollo débil
o moderado, susceptibles a la erosión (Buol et al. 1981).
Al desarrollarse en un ambiente fresco y relativa
mente húmedo, los suelos de la Sierra Madre Occiden
tal presentan concentraciones de bases intercambiables
(Ca, Mg, Na y K) de bajas a moderadas, provocando un
pH ácido o ligeramente ácido que limita la disponibi
lidad de nutrientes para las plantas. Esta situación se
acentúa por una baja capacidad de intercambio catió
nico, derivada de una reducida proporción de arcilla
donde predomina la caolinita, la cual se forma a partir
de la descomposición de los feldespatos derivados del
intemperismo de las rocas ígneas ácidas. La caolinita
se caracteriza por ser eléctricamente neutra y no ad
sorber los cationes en cantidades suficientes; de ahí la
baja fertilidad de los suelos. Normalmente están libres
de acumulaciones excesivas de sales solubles (cloru
ros, bicarbonatos, etc.) y sodio intercambiable que li
miten el desarrollo de las plantas (Buol et al. 1981).
En esta parte del estado se presentan diversos tipos
de suelos, predominando los denominados Litosoles y
Regosoles, frecuentemente asociados, los cuales cu
bren amplias zonas. Los primeros se caracterizan por
ser muy someros con menos de 10 cm de profundidad,
con características heredadas de la roca original.
Herrera-Pedroza, J.N. 2017. Edafología. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 47-52.
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48
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Distribución general de las unidades dominantes de suelo.
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Contexto físico
49
Cuadro 1. Unidades de suelo dominantes y porcentaje de la superficie estatal
Unidad de suelo
dominante
Superficie estatal (%)
Litosol
30.03
Regosol
24.73
Feozem
11.72
Xerosol
7.89
Cambisol
6.32
Rendzina
5.29
Yermosol
4.28
Castañozem
2.48
Vertisol
2.29
Solonchak
0.93
Luvisol
0.79
Acrisol
0.77
Ranker
0.64
Fluvisol
0.57
Solonetz
0.43
Planosol
0.20
Chernozem
0.17
Gleysol
0.02
Fuente: ineGi 2004b.
Se presentan como una delgada capa de suelo de
color claro que cubre a la roca subyacente o como afloramientos columnares de riolitas formados por el en
friamiento de magmas viscosos ricos en sílice, que
dan lugar a una topografía abrupta con frecuentes
acantilados (Duque-Escobar 2013).
Los Regosoles son suelos poco desarrollados de tex
tura variable y poco estructurados, muy parecidos a la
roca madre; son suelos de dunas, playas o cenizas volcánicas, no presentan capas (horizontes) muy diferenciadas
y son muy permeables. En la Sierra Madre Occidental
son muy semejantes a los Litosoles pero con mayor espesor; pueden tener uno o varios horizontes, diferen
ciándose el superior por una ligera tonalidad más obs
cura como resultado de una pobre humificación de la
materia orgánica. Se presentan en zonas más o menos
conservadas y topografía relativamente suave; en geo
formas inclinadas están en la ladera media y baja donde
existe una mayor acumulación de suelo (Fadda 2013).
Otro suelo con presencia significativa dentro de la
Sierra Madre Occidental es el Cambisol: se encuentra
generalmente en la parte media y baja de las laderas,
en topoformas con pendiente media (entre 20 y 40%,
aproximadamente), muy asociado con otros tipos de
suelo como Litosoles, Regosoles y Luvisoles. Los Cam
bisoles se caracterizan por ser suelos jóvenes, poco desarrollados (todavía conservan muchas características
del material que les dio origen). A primera vista son
semejantes a los Regosoles, pero en el subsuelo se em
pieza a evidenciar algunas características que denotan
mayor desarrollo, como la formación de pequeñas es
tructuras, acumulaciones de arcilla, carbonatos de cal
cio, fierro o manganeso; es decir, están evolucionando
hacia otros suelos más maduros.
En menor proporción, se manifiestan en unidades
pequeñas y aisladas otros tipos de suelos. El Ranker, al
igual que los Litosoles y Regosoles, se presenta en to
poformas con pendiente fuerte; se caracteriza por ser
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50
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Tipos de suelo presentes por región
Región
Suelo
Litosol
Regosol
Feozem
Sierra Madre
Occidental
Valles
Árida y
Semiárida
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Xerosol
Cambisol
•
Rendzina
•
•
•
Yermosol
•
•
Castañozem
Vertisol
•
Solonchak
•
Luvisol
Acrisol
Ranker
•
•
Fluvisol
•
•
Solonetz
Planosol
Chernozem
Gleysol
•
•
•
Fuente: ineGi 2000.
somero y tener un horizonte oscuro, bien estructurado,
rico en materia orgánica pero ácido y pobre en bases
intercambiables, removidas por el clima húmedo que prevalece en áreas más o menos bien conservadas que
sostienen bosques densos de coníferas.
En condiciones similares pero con pendiente más
suave se encuentra el Acrisol; este suelo está bien de
sarrollado con dos o más horizontes bien definidos,
formados por efecto de procesos que paulatinamente
han ido modificando los materiales heredados por la
roca madre y ha adquirido propiedades particulares. Se
identifica por presentar bajo contenido de bases inter
cambiables y una notable acumulación de arcilla en el
subsuelo. Son poco fértiles y muy susceptibles a la ero
sión. En la zona se encuentra sobre las partes bajas con
un menor grado de pendiente (entre 8 y 25%), muy aso
ciado a Cambisoles crómicos.
En ambientes menos húmedos dentro de la Sierra
Madre Occidental se desarrollan suelos denominados
Feozem, los cuales se caracterizan por tener un hori
zonte superficial físicamente similar al del Ranker, es
decir obscuro, grueso, suave, rico en materia orgánica
y bien estructurado, pero con una saturación de bases
notablemente más elevada que le dan una fertilidad
considerable. Puede ser somero o más o menos profundo,
con uno o más horizontes, dependiendo del lugar donde se encuentre.
Existen también en esta región pequeñas geoformas casi planas formadas por derrames basálticos so
bre las que se desarrollan suelos arcillosos conocidos
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Contexto físico
como Vertisoles, que se identifican por contener canti
dades elevadas de esmectitas, un tipo de arcilla que se
forma por la meteorización de rocas ígneas básicas
como el basalto (ricas en minerales ferromagnesianos)
y que tienen la particularidad de expandirse o contraer
se con la presencia o ausencia de humedad. En conse
cuencia, los Vertisoles presentan grietas en épocas
secas, las cuales se cierran durante la temporada hú
meda; por lo general en esta parte son rojizos debido a
la oxidación del fierro que contiene.
La erosión hídrica es el principal factor de degrada
ción en los suelos de la Sierra Madre Occidental, debido
a prácticas forestales —como la explotación de los bos
ques— que exponen al suelo sin ninguna protección
contra la lluvia (Cotler 2013). Actualmente se atiende
este aspecto aunque el riesgo sigue estando presente.
SUELOS DE LA REGIÓN DE LOS VALLES
El paisaje en la región central del estado se compone
principalmente por extensos lomeríos de conglomera
do, estrechos valles formados por las principales co
rrientes que bajan de la Sierra Madre Occidental y por
sierras pequeñas y aisladas de origen ígneo que destacan
de las tierras aledañas por su prominencia y topografía
más abrupta. Prosperan diversos tipos de vegetación,
desde bosques en las partes más elevadas, matorrales
en las más bajas y secas, y pastizal natural en la mayor
parte de la región.
En este ambiente menos húmedo y menos fresco es
normal que la evaporación sea mayor que la precipi
tación, propiciando una destacada concentración de
bases intercambiables en el perfil de los suelos presen
tes; por otro lado la vegetación de pastizal proporciona
cantidades elevadas de materia orgánica a los suelos
(Corbella y Fernández de Ulivarri, s/f). Estos factores
permiten que se formen suelos obscuros y fértiles principalmente en lomeríos de pendiente suave. En esta
parte el Feozem se encuentra ampliamente distribuido
en lugares que mantienen una mayor tasa de hume
dad, mientras que en zonas con más déficit se presen
tan Castañozems y Chernozems, ambos más o menos
profundos y con características muy similares al
Feozem ya referido, pero con una visible presencia de
carbonatos de calcio secundario en forma de concre
ciones que se aprecian principalmente en el subsuelo.
La diferencia entre ellos radica en su color: como su
nombre lo indica, el Castañozem es de color castaño o
café, mientras que el Chernozem es negro o café muy
obscuro.
51
En algunos lomeríos y planicies poco más cálidos,
se presenta de manera importante el suelo denominado
Rendzina, que se caracteriza por tener un único horizonte menor a los 50 cm de espesor, similar a los horizontes
superficiales de los Chernozems y Castañozems (obs
curo, suave y rico en materia orgánica), pero se encuentra limitado por una capa cementada de carbonatos de
calcio, conocida como horizonte petrocálcico.
En las sierras existentes dentro de la región de los
Valles, los suelos dominantes son Litosoles, Regosoles
y Cambisoles con características y patrón de distribución similar que en la Sierra Madre Occidental. Al ser
formaciones con mayor temperatura y menos humedad,
están normalmente basificados, es decir, que contienen
cantidades importantes de cationes intercambiables.
Sobre geoformas relativamente planas, que periódi
camente están anegadas, existe el Planosol. Se distin
gue por un horizonte superficial que muestra signos de
estancamiento periódico de agua, y sobreyace abruptamente a un subsuelo denso y lentamente permeable
significativamente con más arcilla que el horizonte superficial. Esta situación provoca la aparición de una capa
intermedia decolorada producto de un lavado lateral
que remueve las partículas finas y que modifica su tex
tura en la que predomina la arena; en consecuencia, el
color también se altera hacia tonalidades claras por la
abundancia de cristales de sílice.
En depósitos aluviales o zonas influenciadas por sedimentos provenientes de basaltos se forman suelos
arcillosos como los Vertisoles, ya descritos, y Luvisoles;
estos últimos son muy semejantes físicamente a los
Acrisoles, es decir, profundos con una marcada diferen
cia textural entre la superficie y el subsuelo, ya que la
arcilla se acumula en los horizontes inferiores, pero
difieren en su mayor contenido de bases intercambia
bles, que los hace menos ácidos. En los valles situados
en las partes bajas —donde las corrientes provenientes
de la Sierra Madre Occidental que escurren por vertiente
oriental pierden fuerza— se han depositado sedimen
tos a través del tiempo en donde se encuentran suelos
denominados Fluvisoles, que son suelos jóvenes identificados por estar conformados por estratos de sedimentos
que se alternan en el perfil. La granulometría es más
gruesa (arenosa) cerca del cauce de los escurrimientos, y
más fina (arcillosa) en las terrazas más alejadas. La de
gradación de los suelos en esta parte del estado se debe
principalmente al sobrepastoreo, el cual compacta y destruye la capa superficial, reduciendo el espacio poroso
y su permeabilidad, acelerando la erosión (ird 2007).
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52
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
SUELOS DE LA REGIÓN ÁRIDA
Y SEMIÁRIDA
La parte oriental del estado conocida como Árida y Semiárida es la región más seca y cálida dentro del territorio
estatal. Se configura por extensas llanuras y planicies
aluviales, que a veces se ven interrumpidas por abruptas
sierras de origen sedimentario conformadas por cali
zas, principalmente. Predominan los climas cálidos secos
y muy secos en los que se desarrollan diversos matorrales: micrófilo en suelos profundos de llanuras y plani
cies, y rosetófilo en sierras y lomeríos. En las primeras
predominan los Xerosoles y Yermosoles, morfológica
mente muy similares entre sí; son suelos claros, profundos y pobres en materia orgánica, con concentraciones
muy elevadas de bases intercambiables, principalmen
te de calcio, el cual es frecuente que forme concrecio
nes de carbonatos de calcio secundario. La diferencia
entre ellos está en el contenido de materia orgánica,
siendo los Yermosoles los más pobres y con un poco
más los Xerosoles. Cabe destacar que en estos suelos
se desarrolla la importante zona agrícola de la Comar
ca Lagunera, una de las principales causas de la degra
dación del suelo en la región, la cual se manifiesta a
través del incremento de sales en el suelo, provenientes
del uso de agua de baja calidad y a la adición de agroquímicos (semarnat 2003), aunado a la intensa labranza a
que están sometidas las tierras en esta región, lo que
afecta principalmente la porosidad del suelo, con las
consecuencias que ello conlleva.
En las sierras de origen sedimentario el Litosol es
el suelo con mayor presencia; abundan los afloramien
tos de roca debido a que el clima no permite una tasa
elevada de formación de suelo, así como a las lluvias
escasas pero torrenciales y a la escasa vegetación pre
sente; los pocos sedimentos que se forman son remo
vidos hacia las partes bajas, dejando al descubierto la
roca en las laderas alta y media de las sierras. En las
partes bajas de éstas existe una acumulación importante
de materiales, principalmente de origen coluvial que no
presentan desarrollo alguno, por lo que han sido clasi
ficados como Regosoles.
En terrenos deprimidos que favorecen la acumula
ción de diversas sales se forman los suelos denominados
Solonchaks y Solonetz; la acumulación excesiva de estas
sustancias impide o limita fuertemente el desarrollo de
la mayoría de las plantas (Ortega-Torres 1981). El Solon
chak se caracteriza por presentar cantidades elevadas de
sales solubles (calcio, potasio, sodio, magnesio, cloruros,
sulfatos, carbonatos, etc.), generalmente tienen un pH
menor de 8.5 y se encuentran bien estructurados, lo que
les permite un intercambio gaseoso y drenaje eficientes,
facilitando su recuperación (Fassbender y Bornemisza
1987). El Solonetz, en cambio, tiene una concentración
excesiva de sodio: este catión tiende a disgregar la es
tructura del suelo, impidiendo la libre circulación del
aire y el agua dentro del perfil, haciéndolo impermeable
y más difícil de recuperar; además, provoca una eleva
ción notable del pH, el cual se ubica en valores entre 8.5
a 10, limitando la disponibilidad de algunos nutrientes.
El subsuelo de los Solonetz está enriquecido con arcilla
y tiene una estructura columnar o prismática.
REFERENCIAS
Buol, S.W, F.D. Holey y R.J. McCracken. 1981. Génesis y clasificación de
suelos. Primera edición en español. Editorial Trillas, México.
Corbella, R. y J. Fernández de Ulivarri. s/f. Materia orgánica del suelo.
En:<http://www.edafologia.com.ar/Descargas/Cartillas/Materia%20Orga
nica%20del%20Suelo.pdf>, última consulta: 4 de mayo de 2016.
Cotler, H. 2013. Características y manejo de suelos en ecosistemas
templados de montaña. En: <http://www2.inecc.gob.mx/publicacio
nes/libros/395/cotler.html>, última consulta: 13 de julio de 2013.
Duque–Escobar, G. 2013. Manual de geología para ingenieros. En:
<http://www.bdigital.unal.edu.co/1572/281/rocasigneas.pdf>, última
consulta: 4 de mayo de 2016.
Fadda, G.S. 2013. El suelo y el ambiente. En: <http://www.edafologia.com.
ar/Descargas/Cartillas/Genesis%205%20-%20El%20suelo%20y%20
el%20ambiente%20X.pdf>, última consulta: 4 de mayo de 2016.
Fassbender, W.H. y E. Bornemisza. 1987. Química de suelos con énfasis en
suelos de América Latina. Segunda edición. iica, San José de Costa Rica.
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
1998. Diccionario de datos edafológicos escala 1:250000 (Vecto
rial). inegi, Aguascalientes.
—. 2000. Información vectorial de suelos Serie i. Esc. 1:250 000. inegi,
Aguascalientes.
—. 2004a. Guía para la interpretación de cartografía de edafología. Pri
mera edición. inegi, Aguascalientes.
—. 2004b. Cartografía digital de suelos escala 1:250 000. inegi, Aguas
calientes.
ird. Institut de Recherce pour le Développement. 2007. El sobrepastoreo
acelera la erosión de los suelos en el norte de México. En: <http://es.ird.
fr/la-mediateca/fichas-cientificas/el-sobrepastoreo-acelera-la-erosion-de-lossuelos-en-el-norte-de-mexico>, última consulta: 20 de julio de 2013.
Ortega-Torres, E. 1981. Química de suelos. Departamento de SuelosUniversidad Autónoma Chapingo, México.
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. 2003.
Suelos. Informe de la situación del medio ambiente en México
2002. En:<http://www2.inecc.gob.mx/publicaciones/libros/411/cap3.
pdf>, última consulta: 2 de abril de 2016.
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53
Contexto físico
Hidrología
superficial
Marco Antonio Márquez Linares
INTRODUCCIÓN
La hidrología superficial describe los destinos del agua
una vez que se precipita en el territorio. El agua que
escurre dentro de una región y que tiene una salida
común es denominada cuenca y dependiendo de la escala espacial a la cual se observen, se forman desde mi
crocuencas hasta grandes regiones hidrológicas. En el
presente capítulo se describen las regiones hidrológicas
y cuencas de las cuales forma parte Durango, de acuer
do con la clasificación que de ellas hace la Comisión
Nacional del Agua (conagua 2006); en una segunda
parte, se describe el origen y destino de las corrientes
principales que surcan el territorio estatal.
REGIONES HIDROLÓGICAS
La Comisión Nacional del Agua ha dividido al país en
13 regiones hidrológicas administrativas (rha), que corresponden a las grandes vertientes existentes en Mé
xico (figura 1, conagua 2006). Durango forma parte de
tres regiones: la región Pacífico Norte (iii), que ocupa
46.2% del territorio estatal; la región Cuencas Centrales
del Norte (vii), que representa 49.1% de la entidad, y la
región Río Bravo (vi), que ocupa 4.7% (figura 1, cuadro 1).
A su vez, cada rha se encuentra dividida en regio
nes hidrológicas; de este modo, la vertiente Pacífico
Norte tiene tres regiones: Sinaloa (rh10), Presidio-San
Pedro (rh11) y Lerma Santiago (rh12). La vertiente
Cuencas Centrales del Norte tiene dos regiones: Na
zas-Aguanaval (rh36) y Mapimí (rh35). Finalmente, la
vertiente administrativa Río Bravo tiene dos regiones:
Bravo-Conchos (rh24) y El Salado (rh37). El cuadro 1
presenta la división de cada región en cuencas hidro
lógicas con los respectivos nombres de los ríos que las
componen, así como el porcentaje de la superficie es
tatal que ocupan.
CORRIENTES PRINCIPALES
Durango está drenado por una multitud de corrientes
de agua de muy diversos órdenes. El origen de la ma
yoría de estos afluentes se encuentra en las partes al
tas de la Sierra Madre Occidental (smocc) a partir de
las cuales, como se mencionó anteriormente, tienen
tres destinos principales: el océano Pacifico, el interior
de la Mesa del Norte y el golfo de México. El partea
guas que divide el destino de los ríos sigue una direc
ción noroeste-sureste en las partes más altas de la
smocc (figura 2, inegi 2001).
En la vertiente del Pacífico Norte los ríos principales
drenan sus aguas al mar por lo que forman cuencas
exorreicas; ordenandos de norte a sur, son nueve:
1. Río Fuerte
Se forma en lo alto de la Sierra Tarahumara, por la con
fluencia de los ríos Verde y Hurique; únicamente una
pequeña porción del río Verde y uno de sus afluentes, el
río Mohinora, corresponde al estado. El río Fuerte des
emboca al norte de la ciudad de Los Mochis, Sinaloa. El
porcentaje de superficie que abarca la cuenca de este río
en la entidad es de 0.29%.
2. Río Culiacán-Humaya
Formado por la confluencia de los ríos Colorado y Las
Vueltas, los cuales confluyen en la presa Adolfo López
Mateos en Sinaloa; después de la presa atraviesa la
ciudad de Culiacán, Sinaloa, a partir de la cual se de
nomina río Culiacán; desemboca en el mar alrededor
de los 24º 30’ N y 107º 43’ O. El porcentaje de superfi
cie que abarca la cuenca de este río en Durango es de
7.59%.
3. Río San Lorenzo
Se forma por la confluencia de los ríos San Juan de Camarones, San Gregorio y Los Remedios; los tres se unen
en la presa José López Portillo, a partir de la cual se
forma el río San Lorenzo, que desemboca 40 km al sur
de Culiacán a los 24º 15’ N y 107º 20’ O. El porcentaje de
superficie que abarca la cuenca de este río en la entidad
es de 6.27%.
Márquez-Linares, M.A. 2017. Hidrología superficial. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 53-58.
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54
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Regiones hidrológicas de México.
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55
Contexto físico
Cuadro 1. Regiones hidrológicas, cuencas y superficie relativa que ocupan en el estado
rha
Vertiente
Región
hidrológica
Sinaloa
(Rh10)
Pacífico Norte
(iii)
Pacífico
Presidio-San
Pedro
(Rh11)
Cuenca
1. Río Fuerte
0.29
2. Río Culiacán-Humaya
7.59
3. Río San Lorenzo
6.27
4. Río Piaxtla-R. Elota-R. Quelite
3.13
5. Río Presidio
2.72
6. Río Baluarte
1.82
7. Río Acaponeta
2.91
8. Río San Pedro-Mezquital
Lerma Santiago
(Rh12)
9. Río Huaynamota
Subtotal
Cuencas
Centrales del
Norte
(vii)
Centro
Mapimí
(Rh35)
Río Bravo
(vi)
Golfo
El Salado
(Rh37)
Subtotal
3.21
14.86
2. Río Nazas-Rodeo
9.60
3. Río Nazas-Torreón
12.05
4. Río Aguanaval
5.31
5. Laguna de Mayrán y Viesca
0.20
6. Laguna del Rey
0.21
7. Arroyo La India-Laguna Palomas
6.91
Subtotal
Bravo-Conchos
(Rh24)
18.26
46.20
1. Presa Lázaro Cárdenas
NazasAguanaval
(Rh36)
Superficie
estatal (%)
49.10
1. Río Florido
2.65
2. Río Conchos-P. de la Colina
1.16
3. Camacho-Gruñidora
0.85
4.70
Fuente: ineGi 2008.
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56
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 2. Cuencas hidrológicas.
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Contexto físico
4. Río Piaxtla
Desciende por grandes cañones atravesando el poblado de Tayoltita, se forma por la confluencia de los ríos
Las Paridas, Miravalles y Piedra Parada, y desemboca
en el Pacífico a los 23º 45’ N y los 106º 50’ O. El por
centaje de superficie que abarca la cuenca de este río
en la entidad es de 3.13%.
5. Río Presidio
Se origina al norte de El Salto, Pueblo Nuevo, por la
unión de los ríos El Jaral y Los Altares; a lo largo de su
curso se van uniendo múltiples corrientes que lo ali
mentan; desemboca al sur de Mazatlán, Sinaloa, a los
23º 05’ N y 106º 18’ O. El porcentaje de superficie que
abarca la cuenca de este río en la entidad es de 2.72%.
57
ecorregiones costeras con las del Altiplano (GonzálezElizondo et al. 2007). Desemboca en Marismas Nacio
nales en la Laguna Grande de Mezcaltitlan, Nayarit,
alrededor de los 21º 50’ N y 105º 30’ O. El porcentaje
de superficie que abarca la cuenca de este río en la entidad es de 18.26%.
9. Río Huaynamota
Uno de sus afluentes nace en el sureste del estado de
Durango en el municipio de Súchil, donde se le conoce
como río Chalchihuites; después se une a otras corrien
tes de Zacatecas y Jalisco para verter sus aguas en el
río Lerma-Santiago, que a su vez desemboca en la la
guna de Chapala, Jalisco. El porcentaje de superficie
que abarca la cuenca de este río en la entidad es de
3.21%.
6. Río Baluarte
Nace aproximadamente a 10 km al suroeste de El Salto,
Durango, por la convergencia de los ríos Santa Bárbara y
Arroyo Verde; sigue un curso rumbo al sur hasta El Rosario, Sinaloa, y desemboca 20 km al oeste de Escuinapa,
Nayarit, aproximadamente a los 22º 50’ N y 106º 02’ O.
El porcentaje de superficie que abarca la cuenca de este
río en la entidad es de 1.82%.
7. Río Acaponeta
Inicia al este de la ciudad de Pueblo Nuevo, Durango,
donde se le conoce como río La Escondida; sigue su
curso con rumbo sur, después cambia de nombre a río
San Diego, hasta cambiar a río Acaponeta (figura 3).
Desemboca en las Marismas Nacionales al sur de Aca
poneta, Nayarit, a los 22º 15´ N y 105º 30´ O. El por
centaje de superficie que abarca la cuenca de este río
en la entidad es de 2.91%.
8. Río San Pedro-Mezquital
Está formado en una cuenca de gran importancia para
la entidad y para Nayarit; se forma en los alrededores
del Valle del Guadiana con la confluencia de los ríos
Tunal, La Sauceda y Santiago Bayacora, los cuales se
unen para formar el río Durango; luego se une con otras
corrientes como el río Graseros para formar el río Mez
quital, el cual atraviesa la Sierra Madre Occidental en
un cañón profundo. En la parte alta de la cuenca exis
ten tres presas de importancia agropecuaria regional:
Guadalupe Victoria, Peña del Águila y Santiago Baya
cora. Es importante mencionar que el río Mezquital y
su cuenca representan un corredor biológico de gran
importancia para la flora y la fauna, ya que une las
OTRAS CORRIENTES
La vertiente del centro, denominada Nazas-Aguanaval
(rh36), es una cuenca endorreica (sin salida al mar) y
tiene su origen al oriente de la Sierra Madre Occidental
con tres afluentes que se unen en la presa Lázaro Cárde
nas (El Palmito); estos afluentes son: el río Sixtin que
viene del norte, el río Tepehuanes que viene del oeste y
el río Santiago que viene del sur, todos ellos en el cora
zón de la entidad. En conjunto, el porcentaje de superfi
cie que abarca la cuenca de estos tres ríos es de 14.86%.
A partir de la presa El Palmito se forma el río Nazas,
que atraviesa una región semiárida que desemboca en la
presa Francisco Zarco (Nazas-Rodeo); en este tramo de
aproximadamente 120 km se le unen otras corrientes
como el río Peñón Blanco. Posterior a la presa Francis
co Zarco, el río Nazas poco a poco desaparece cuando
sus aguas son utilizadas para la agricultura de la re
gión lagunera (Nazas-Torreón); sólo en escasas ocasio
nes, en años muy lluviosos, el agua llega a su destino
natural en las lagunas del Mayrán, en el estado de Coahuila. El porcentaje de superficie que abarca la cuenca
de este tramo del río Nazas en la entidad es de 21.65%.
Otras corrientes intermitentes que desembocan en
la laguna de Mayrán que viene del extremo noreste de la
entidad es el río Aguanaval, localizado en el extremo
oriente de la entidad, que drena sus aguas hacia Zaca
tecas y cuya cuenca abarca una superficie de 5.31% del
territorio estatal, y el río La Gruñidora.
El sistema fluvial del río Nazas es de gran importan
cia para las actividades agropecuarias, así como para
el desarrollo industrial y urbano de la entidad, ya que en
esta gran cuenca se concentra prácticamente la mitad
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58
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 3. La localidad Salto del Agua
Llovida es afluente del río Acaponeta
y se encuentra en el municipio de
Durango.
Foto: Marco Antonio Márquez Linares.
de sus habitantes y alberga a dos de las ciudades de
mayor tamaño: Gómez Palacio y Lerdo; además de ser
de gran importancia para la ciudad de Torreón, en el
vecino estado de Coahuila. Asimismo, el río Nazas es
también importante para la biodiversidad de aves, pe
ces y mamíferos por la disponibilidad de agua en tem
poradas secas, sobre todo en el tramo comprendido
entre las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco.
En la vertiente interior existe una pequeña cuenca
endorreica (sin salida al mar) que vierte sus aguas en
la laguna de Santiaguillo; esta cuenca tiene una super
ficie de 2 499 km² y es alimentada por varias corrientes
intermitentes que tienen su origen en la sierra del Epa
zote y en la sierra del Promontorio. La laguna de San
tiaguillo tiene importancia como un refugio invernal
para miles de aves migratorias como el ganso nevado
(Chen caerulescens) y diversas especies de patos, garzas,
grullas y pelícanos.
Al norte de la entidad existen corrientes que drenan
sus aguas hacia el estado de Chihuahua, todas afluen
tes del río Bravo que a su vez desemboca en el golfo de
México: el río Florido, el río Conchos y el río Camacho.
El primero se origina en la vertiente oriental de la Sie
rra Madre Occidental con tres corrientes: el río Barajas,
El Corral y La Ciénega, cuya cuenca abarca 2.65% de la
superficie estatal y es afluente de la presa San Gabriel
en el municipio de Villa Ocampo. El río Conchos se origina en la parte semidesértica de la entidad y su cuen
ca ocupa 1.16% de la superficie estatal. En el extremo
nororiental de la entidad, en el semidesierto, se encuen
tra el río Camacho, también intermitente, que abarca
0.85% de la superficie estatal (cuadro 1).
EMBALSES
La entidad cuenta con siete presas de importancia
para la agricultura y el control de avenidas; por orden
de tamaño son: presa Lázaro Cárdenas (El Palmito),
con un volumen máximo de almacenamiento (vma) de
3 336 Mm3; Francisco Zarco, con 3 200 Mm³; San Ga
briel, con 2 100 Mm3; Peña del Águila, con 740 Mm³;
Santiago Bayacora, con 640 Mm³; Guadalupe Victoria,
con 460 Mm3; y Caboraca también con 460 Mm³; lo cual
da un volumen total de almacenamiento de 23 600 Mm3
(Gobierno del Estado 2011). Muchas de estas presas y
algunas más pequeñas, como San Bartolo, son impor
tantes como refugio de aves migratorias.
REFERENCIAS
conagua. Comisión Nacional del Agua. 2006. Estadísticas del agua en
México. 4ª ed. conagua, México.
Gobierno del Estado. 2011. Programa de Ordenamiento Ecológico del
Estado de Durango. Publicado el 21 de julio de 2011 en el Periódi
co Oficial del Estado. Texto vigente. En: <http://www.semarnat.gob.
mx/archivosanteriores/temas/ordenamientoecologico/Documents/docu
mentos%20decretados/ordenamiento_durango.pdf>, última consulta:
4 de mayo 2015.
González-Elizondo M.S., M. González-Elizondo y M.A. MárquezLinares. 2007. Vegetación y ecorregiones de Durango. Plaza y Valdés,
México.
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.
2001. Diccionario de datos de Hidrología Superficial (Vectorial Esc
1:250 000 y 1:1 000 000. inegi, Aguascalientes.
—. 2008. Anuario estadístico de Durango. inegi/Gobierno del Estado
de Durango, Aguascalientes.
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59
Contexto físico
Ecorregione�
María del Socorro González Elizondo • Martha González Elizondo • Marco Antonio Márquez Linares
INTRODUCCIÓN
Las ecorregiones son unidades de paisaje con cierta
homogeneidad fisonómica debido a sus características
físicas y biológicas, que resultan de la interacción de
diversos factores como el clima y su posición geográ
fica relativa a las barreras geográficas; pueden estar bien
delimitadas o tener zonas de transición difusa (GonzálezElizondo et al. 2007).
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de
la Biodiversidad reconoce cuatro ecorregiones en Du
rango: Altiplano Norte (Chihuahuense), Altiplano Sur
(Zacatecano-Potosino), Sierra Madre Occidental y Cos
ta del Pacífico (figura 1, conabio 1999). Éstas también
fueron reconocidas desde 1927 por P. Rouaix (1929)
como región Árida y Semiárida, región de los Valles,
región de la Sierra y región de las Quebradas; esta última nomenclatura es la que se utiliza en la presente
contribución.
La interacción entre las características fisiográficas
y climáticas, aunada a la ubicación de Durango en el
límite biogeográfico Holártico y Neotropical y a una
larga historia de migración de flora y fauna, han determinado la presencia de diferentes ecosistemas dentro
de cada ecorregión; esto permite que casi todos los
tipos de vegetación de México estén representados en
la entidad: matorrales xerófilos y vegetación halófita
en la región Árida y Semiárida; pastizales y mezquitales en la región de los Valles; bosques templados de
pino-encino y pequeños enclaves de bosque mesófilo en
la región de la Sierra; y bosques tropicales caducifolios y
subcaducifolios en las Quebradas al oeste de la entidad
(González-Elizondo et al. 2007).
Como ya se ha mencionado, en Durango las exposiciones al poniente favorecen a la vegetación por el
efecto de la sombra orográfica de la Sierra Madre, por lo
que buena parte de la humedad proveniente del Pacífico se precipita sobre la vertiente occidental la región
de las Quebradas (véase Clima, en esta obra). Adicional-
mente al efecto de la sombra orográfica, la exposición
sur de las laderas tiene una notoria influencia sobre la
vegetación debido a la dirección de los rayos solares;
dicha exposición provoca que la vegetación sea más
seca debido a que en esta latitud está expuesta a mayor
tiempo de iluminación y calentamiento que aquellas
zonas expuestas al norte, las cuales presentan mayor
cubierta vegetal (González-Medrano 2003). A continuación se describe brevemente cada ecorregión.
REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA
Está formada por las llanuras y serranías del Bolsón de
Mapimí y otras partes bajas al norte y oriente del estado
que forman parte del Desierto Chihuahuense. Las elevaciones van desde los 1 076 a los 2 200 msnm. Los afloramientos de roca son de tipo sedimentario, principalmente
calizas, aunque también hay algunas elevaciones de
tipo volcánico. En fondos de valles y a lo largo de los
cauces de arroyos hay depósitos aluviales y residuales.
Los climas predominantes son, por orden de importancia: muy seco y semicálido (BWh), seco semicálido (BSh)
y muy seco muy cálido (BWh’), todos muy extremosos;
los vientos dominantes son los alisios, del noroeste.
La vegetación se compone principalmente de matorrales xerófilos (con adaptaciones a la escasa humedad) y
algo de comunidades halófilas y gipsófilas (con adaptaciones a suelos salinos o yesosos). En la vegetación
natural es notoria la ausencia de un estrato arbóreo a
excepción de las zonas riparias.
La topografía y los suelos son aptos para la agricultura, pero ésta se ve limitada por la falta de agua (véase
Edafología, en esta obra). La región alberga, sin embargo, importantes zonas agrícolas, incluyendo la de la
Comarca Lagunera, gracias a los ríos Nazas y Aguanaval, procedentes de la Sierra Madre Occidental en
Durango y Zacatecas (González-Elizondo et al. 2007),
por lo que grandes áreas de vegetación xerófila han desaparecido.
González-Elizondo, M.S., M. González-Elizondo y M.A. Márquez-Linares. 2017. Ecorregiones. En: La biodiversidad en Durango. Estudio
de Estado. conabio, México, pp. 59-62.
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60
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Ecorregiones.
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Contexto físico
REGIÓN DE LOS VALLES
Es una amplia franja intermedia ubicada entre la Sierra
Madre Occidental y la zona árida, con dirección NNOSSE. Comprende grandes llanuras, incluyendo al Valle
del Guadiana, donde se ubica la capital del estado, así
como mesas y pequeñas serranías; al sureste incluye la
región de los Llanos, la cual forma parte del Altiplano
mexicano. Algunas elevaciones aisladas dentro de la
zona Árida y Semiárida presentan también características correspondientes a la región de los Valles.
Con una altura media de 1 900 msnm, las elevaciones
mayores dentro del área representan islas de la región
de la Sierra. El sustrato es principalmente de origen
ígneo, con muy escasos afloramientos de sedimentos
marinos (caliza) en Nombre de Dios y Poanas. Las partes bajas están cubiertas por depósitos aluviales, coluviales o residuales.
El clima es semiseco templado (BS₁k) en la mayor
parte del área, con una pequeña zona de clima seco
templado (BSk) cerca de Rodeo, y muy escasamente
representado también el semiseco semicálido (BS₁h)
(González-Elizondo et al. 2007).
La vegetación es de pastizales hacia la parte norte
de la región, y de matorrales altos con cubierta herbá
cea usualmente densa, hacia el centro y el sur. Gracias
a su clima benigno, a sus suelos profundos y fértiles, y a
las corrientes de agua que llegan o pasan por la zona, la
región de los Valles alberga importantes distritos agrícolas. Es aquí donde se concentra también la mayor
densidad de población del estado (González-Elizondo
et al. 2007).
REGIÓN DE LA SIERRA
Incluye el macizo de la Sierra Madre Occidental y sus
ramales y contrafuertes, así como las serranías aisladas
al oriente. Se divide en dos subregiones:
Subregión Piedemonte
y Sierras al Oriente
Está constituida por el piedemonte oriental de la Sierra
Madre Occidental, así como por serranías aisladas al
oriente de dicha sierra, por lo que no forma una zona
continua sino “islotes” dentro de la región de los Valles
y de la zona Árida; también algunas zonas bajas de la
sierra forman parte de esta subregión. Sus elevaciones
van de los 1 900 a los 2 400 msnm (hasta 2 800 en la
sierra del Rosario). Los afloramientos son de origen
ígneo y las zonas bajas y de piedemonte están cubier
tas por depósitos aluviales y coluviales (González-
61
Elizondo et al. 2007). Presenta clima semiseco templado
(BS₁k), así como la variante más seca del templado subhúmedo (C(w)), con precipitaciones anuales que no su
peran los 800 mm. La vegetación está representada por
chaparrales y por bosques bajos abiertos. Su topografía
y suelos no son aptos para la agricultura. Difiere de la
subregión de la Sierra Madre Occidental por presentar
un clima más seco y carecer de bosques altos y densos
(González-Elizondo et al. 2007).
Subregión Macizo de la Sierra
Comprende el macizo montañoso de la Sierra Madre
Occidental desde los 2 400 msnm hacia arriba en el declive oriental y desde los 2 000 msnm en el occidental.
Presenta elevaciones hasta 3 340 msnm. En su mayor
parte, la roca de origen ígneo y los valles intermontanos
presentan depósitos aluviales o coluviales (GonzálezElizondo et al. 2007). Sus principales climas, en orden de
importancia por la superficie cubierta, son templados
subhúmedo (C(w)) de baja humedad en la vertiente
oriental de la sierra, y de humedad media y alta en la
vertiente occidental; semifrío subhúmedo (C(E)(w)) en
partes elevadas, y una pequeña zona de clima semifrío
húmedo (C(E)(m)) (González-Elizondo et al. 2007).
Son característicos de esta región los bosques de pino
y/o encino, así como bosques de Abies o de Pseudotsuga
(abetos). Se presentan también chaparrales, tanto pri
mario como de origen secundario y pequeñas áreas de
bosque mesófilo de montaña. La topografía y los suelos
someros de la sierra no favorecen actividades agrícolas
ni pecuarias. Los bosques de pino-encino de la Sierra
Madre Occidental están entre las regiones de mayor
prioridad en México debido a su biodiversidad y estado
de conservación (conabio 2008). La gran mayoría de
los bosques de esta región han sido explotados desde la
época colonial para la producción de madera; sin em
bargo, en las últimas décadas la intensidad de los apro
vechamientos ha sido muy importante, por lo que es
uno de los pilares del sector primario en la economía
de la entidad.
REGIÓN DE LAS QUEBRADAS
Localizada en la parte baja del declive occidental de la
Sierra Madre Occidental, sus elevaciones van desde
el límite inferior de Durango (130 msnm) hasta los
200 msnm. La región es sumamente escarpada, con pendientes pronunciadas y con impresionantes barrancas
o quebradas por donde corren los ríos que desembocan
en las costas de Sinaloa y Nayarit (González-Elizondo
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62
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
et al. 2007). El sustrato es de origen ígneo y solamente
las partes bajas están cubiertas por depósitos aluviales
y coluviales. Los climas que las caracterizan, libres de
heladas y con una larga estación seca, son templado
subhúmedo (C(w)) y cálido subhúmedo (A(w)), y solamente una pequeña porción en el límite con Nayarit, a
más de 1 800 msnm de elevación, presenta clima templado húmedo (C(m)(w)) (González-Elizondo et al. 2007).
La vegetación está conformada por elementos de afinidad tropical, principalmente bosques tropicales bajos
en comunidades secundarias derivadas de éstos (mato
rrales subtropicales), así como por pequeños manchones
de bosque espinoso en las partes más bajas y planas
(González-Elizondo et al. 2007). Debido a sus pendien
tes pronunciadas, esta región no es apta para actividades
agrícolas o pecuarias, a excepción de las partes planas
y con suelo más profundo.
REFERENCIAS
conabio. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodi
versidad. 1999. Ecorregiones de México. Mapa digital escala
1:1 000 000. conabio, México.
—. 2008. Regiones terrestres prioritarias de México. En: <http://www.
conabio.gob.mx/conocimiento/regionalizacion/doctos/terrestres.html>,
última consulta: octubre 2013.
González-Elizondo, M.S., M. González-Elizondo y M.A. MárquezLinares. 2007. Vegetación y ecorregiones de Durango. Plaza y Valdés,
México.
González-Medrano, F. 2003. Las comunidades vegetales de México. ine/
semarnat, México.
Rouaix, P. 1929. Geografía del estado de Durango. Secretaría de Agricultura y Fomento, Dirección de Estadística, Geografía y Clima.
Publ. No. 21, Tacubaya.
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Contexto
socioeconómico
1 Marco socioeconómico
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65
Resumen ejecutivo
José Antonio Esparza Rocha
En la presente sección se caracterizan y analizan las
condiciones sociales y económicas que prevalecen
en la entidad. Para el caso del subsistema social, el
lector encontrará información sobre la situación
poblacional (densidad, distribución y migración),
índice y grado del desarrollo humano, empleo,
educación, salud e infraestructura; mientras que
para el subsistema económico, se incluye infor
mación sobre la estructura económica estatal,
municipal y de los tres sectores productivos que
prevalecen actualmente en la entidad. A conti
nuación se presenta un breve resumen de la in
formación que podrá encontrar en esta sección.
SUBSISTEMA SOCIAL
Crecimiento poblacional
La revisión del crecimiento demográfico señala que a
partir de 1930 (404 364 habitantes) y hasta 1980 (1 182
320 habitantes), en Durango existió una tasa de creci
miento media anual de 2.1 en promedio. Para el año
2000, esta tasa descendió a 0.7, y aumentó a 1.2 en
el 2010, año en el que la población total en la
entidad fue de 1 632 934 habitantes:
829 044 mujeres y 803 890 hombres.
Distribución de la población
El estado ocupa el cuarto lugar nacional por
su extensión territorial de 123 451.29 km2,
equivalente a 6.3% de la superficie total
del país; su densidad poblacional es de
13.2 hab/km2 y ocupa el segundo lugar de las entidades
menos pobladas del país. La distribución espacial de la
población se caracteriza por dos zonas que forman las
mayores concentraciones poblacionales, urbanas y eco
nómicas: el municipio de Durango, capital de la entidad
(582 267 habitantes y una densidad poblacional de
62.88 hab/km2), y la zona de La Laguna, en la que los
municipios de Gómez Palacio (327 985 habitantes con
una densidad de 389.03 hab/km2) y Lerdo (141 043 ha
bitantes y una densidad de 66.95 hab/km2) se integran
a la zona metropolitana. En estos tres municipios radi
can 1 051 295 habitantes, que representan 64.38% del
total de la población.
Empleo
En el año 2013, la población económicamente activa
(pea) se ubicó en 729 768 personas, que representan
58.1% de la población de 14 años y más. Por sector de
actividad, la cantidad de población ocupada en el sector
primario era de 97 812 personas (14.1% del total); en el
sector secundario trabajaban 189 273 (23.7%) y en el
sector terciario o de servicios, 403 474 (58.2%). La tasa
de desocupación fue de 5.1%. El porcentaje de pobla
ción ocupada con ingresos de hasta dos salarios míni
mos señala que los municipios de Gómez Palacio,
Lerdo y Durango presentan porcentajes de población
de 31.8, 32.6 y 33.2% respectivamente. Los 36 munici
pios restantes tienen proporciones de poblaciones con
ingresos de hasta dos salarios mínimos, superiores al
promedio nacional de 38.7%.
Educación
En el 2013, la tasa de analfabetismo en el estado fue de
3.1%, lo que lo posiciona en el octavo lugar nacional
Esparza-Rocha, J.A. 2017. Resumen ejecutivo. Contexto socioeconómico. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de
Estado. conabio, México, pp. 65-66.
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66
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
entre las entidades con menores tasas; el grado promedio
de escolaridad de su población fue de 8.8 años, ligera
mente inferior a la media nacional de 8.9 años.
Salud
En el 2010, 68.2% de la población (1 113 493 habitantes)
era derechohabiente de los servicios médicos en insti
tuciones de salud públicas y privadas; la distribución de
derechohabientes según la institución era la siguiente:
51.3% pertenecía al imss, 14.6% al issste y 32.3% al Seguro Popular; 1.3% tenía derecho a servicios médicos
en otras instituciones.
Índice y grado de desarrollo humano
La población rural presenta menores niveles de desa
rrollo y de bienestar social debido principalmente a
que su localización geográfica, sumamente dispersa,
dificulta dotarla de infraestructura y servicios. Los mu
nicipios de Durango, Gómez Palacio y Lerdo concentran
los mayores equipamientos en materia de salud, educa
ción e ingreso, lo que les permite alcanzar los índices
de desarrollo humano (idh) más altos. La entidad tiene
un idh de 0.719, mientras que el municipio con mayor
grado de desarrollo humano es Durango, con un idh de
0.777; los resultados más negativos en estos rubros co
rresponden a los municipios de Mezquital, Canelas,
Otáez, Tamazula, Topia y Pueblo Nuevo.
SUBSISTEMA ECONÓMICO
Estructura económica estatal
En el 2012 la entidad participó con 1.2% del pib nacio
nal, colocándose en la posición 25 del total de las enti
dades federativas. Las actividades terciarias (comercio
y servicios) predominaron con 54.7%, seguidas por el
sector secundario (industrial) con una contribución
porcentual a la economía de 36.5%, mientras que el
sector primario aportó 8.8% del pib de la entidad.
Estructura económica por sectores
La dinámica del desarrollo sectorial de la economía
muestra que el sector más dinámico es el terciario, con
una mayor participación de sus grupos de actividad
económica, entre los que destacan el comercio, los trans
portes y los servicios educativos, seguido por el sector
secundario, con grupos de actividades como la minería,
la construcción y las industrias manufactureras, y la
industria alimentaria como un sector con una ligera
tendencia de crecimiento. A pesar de que el sector pri
mario muestra un deslizamiento suave de crecimiento
negativo en su línea de tendencia, durante 2012 contri
buyó con 3.4% (17 100 millones de pesos corrientes) al pib
nacional de las actividades primarias, colocando al esta
do como el décimo segundo productor primario a nivel
nacional. Lo anterior se debe a sus niveles de produc
ción: segundo productor nacional forestal maderable en
2011 con 1 642 millones de pesos, tercer lugar nacional
en 2012 por leche de bovino con 1 038 millones de litros,
y segunda posición nacional en volumen de producción
de frijol con 110 285 toneladas.
Estructura económica por municipios
El municipio de Durango, capital de la entidad, y la región lagunera muestran el predominio de las concen
traciones urbanas y económicas. La primera participa
en la economía del estado con 34.2% de la producción
bruta total con 58 991.8 millones de pesos. Posee el mayor
número de unidades económicas con 19 674 (43.5%)
y un total de personal ocupado de 104 075 personas.
La región de La Laguna, constituida por los municipios
de Gómez Palacio y Lerdo, y el municipio colindante de
Mapimí, producen 95 388.5 millones de pesos que co
rresponden a 55.3% de la producción bruta estatal. En
el 2011 Gómez Palacio presentó una producción bruta
total de 79 334.9 millones de pesos, 46.0% del total estatal, ubicándose en el primer lugar entre los municipios
de la entidad. Las 35 economías municipales restantes
son pequeñas, en conjunto representan 10.5% de la pro
ducción bruta, y se caracterizan por una distribución
muy heterogénea en su productividad económica y
en sus niveles de ingresos. Presentan diversidad de re
cursos naturales y desigualdades en los grados de su
productividad tecnológica.
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67
Contexto socioeconómico
Marco
socioeconómico
José Antonio Esparza Rocha
INTRODUCCIÓN
Este capítulo describe los subsistemas social y econó
mico de la entidad, donde se destacan las diferencias
en densidad poblacional y actividades económicas. El
primer grupo está representado por tres municipios:
Durango, Gómez Palacio y Lerdo, los cuales se carac
terizan por una alta concentración de la población y de
actividades económicas; ocho municipios más repre
sentan un segundo grupo de concentración, mientras
que los 28 restantes permanecen con escasa población
y actividades económicas. Lo anterior refleja un alto
grado de dispersión de la población rural en contraste
con la concentración de la población en dos ciudades
de escala estatal y una ciudad intermedia.
SUBSISTEMA SOCIAL
Población
El crecimiento poblacional de la entidad se ha visto afec
tado por el fenómeno emigratorio con destino a Estados
Unidos de América, situación que la ha convertido
en una de las entidades con menor densidad de pobla
ción en el territorio nacional. En el año de 1930 la población estatal estaba constituida por 404 364 habitantes.
Hasta la década de los ochenta la tasa de crecimiento
media anual tuvo una tendencia exponencial de 2.1. En
1980 había 1 182 320 habitantes; a partir de ese momen
to, la tasa descendió considerablemente. En 1990 fue
de 1.4 y en el año 2000 cayó hasta 0.7; en consecuencia,
la población del estado, que en 1995 era de 1 431 748
(inegi 1995), para el 2000 fue de 1 448 661: el creci
miento total de la población en un lapso de cinco años
fue solamente de 16 913 personas (inegi 2000). En el
2005 aumentó en 60 456 para alcanzar los 1 509 117 ha
bitantes (inegi 2005). En el año 2010, con una tasa de
crecimiento medio anual de 1.2, alcanzó los 1 632 934
habitantes (el equivalente a 1.5% del total de la pobla
ción nacional), de los cuales 829 044 y 803 890 corres
ponden a mujeres y hombres, respectivamente (figura 1,
inegi 2014a). De la población total, 68.9% es conside
rada urbana debido a que residen en localidades de
2 500 o más habitantes (inegi 2010a), mientras que
31.1% en 5 826 poblaciones rurales altamente dispersas
en la entidad (cuadro 1, inegi 2010c).
Durante el proceso de transición demográfica (es decir, tasas muy bajas de mortalidad y natalidad) que
actualmente presenta la población de México, la estructura por edad de la población estatal ha experimentado
cambios estructurales, sobre todo en el transcurso de
las últimas décadas. En la década de los noventa, el
grupo de población de 0-14 años de edad constituía
40.9% del total de la población; en el 2000 fue 36.2% y
en el 2010 de 30.9%. Esta variación porcentual señala
un decrecimiento a un ritmo superior al del crecimiento
de los grupos de edades de 15-64 años, cuya transición
en los mismos años pasó de 54.8 a 58.5 y 62.6%; en
tanto que el porcentaje del grupo de 65 años y más
creció de 4.3% en 1990 a 5.3% en el 2000, hasta 6.5% en
el 2010 (figura 2, inegi 2010a).
De acuerdo con el modelo tendencial del crecimien
to poblacional elaborado por el Consejo Nacional de
Población (conapo 2012), esta tendencia en la compo
sición estructural por edades de los habitantes de la
entidad se mantendrá por lo menos hasta la década de
los treinta del presente siglo, modificando un amplio
espectro de las necesidades sociales.
Uno de los cambios más notorios lo constituye el
envejecimiento demográfico: el Censo 2010 señala que
la población en edad avanzada (mayores de 65 años) es
de 104 988 habitantes, 6.5% del total de la población
estatal. En concordancia a las proyecciones tenden
ciales hacia el 2030, la población mayor de 65 años irá
en aumento. Este incremento obligará a adaptar las
políticas institucionales en materia de seguridad so
cial y salud, para dar respuesta a una creciente pobla
ción en edades avanzadas.
Esparza-Rocha, J.A. 2017. Marco socioeconómico. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 67-90.
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68
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Clasificación de las localidades en función de sus rangos de población
Clasificación
Rango de población
Ciudad estatal
100 mil a
500 mil habitantes
2
Ciudad intermedia
50 mil a menos
de 100 mil habitantes
1
Ciudades medias
Nombre
de las
localidades
Población
Población
(%)
Victoria de Durango
518 709
31.77
Gómez Palacio
257 352
15.76
Lerdo
79 669
4.88
Santiago
Papasquiaro
26 121
1.60
El Salto
24 241
1.48
Guadalupe Victoria
16 506
1.01
Vicente Guerrero
15 982
0.98
Canatlán
11 495
0.70
Nuevo Ideal
10 876
0.67
Villa Unión
10 753
0.66
Número
10 mil a menos
de 50 mil habitantes
7
Ciudades básicas
5 mil a menos
de 10 mil habitantes
10
-
70 292
4.30
Concentración rural
2 500 a menos
de 5 mil habitantes
24
-
82 435
5.05
Asentamientos
rurales
1 a menos
de 2 500 habitantes
5 826
-
508 503
31.14
Fuente: ineGi 2010c.
No obstante, el mayor de los retos del proceso de
transición demográfica estará representado por el cre
cimiento de la población en edad de trabajar. En los
próximos 20 años la cantidad de habitantes de la enti
dad en edad laboral de 15 a 64 años continuará crecien
do de manera constante. Esta tendencia podría alcanzar
la cifra de 1 307 220 (65.9%) habitantes en 2030, a partir
de una población inicial en el año de 2010 de 1 003 805
habitantes, que representa 62.6% de la población.
Como se observa, la composición estructural por
edad de la población estatal se ha transformado. La pi
rámide de población del Censo 2010 se amplifica en el
centro y se reduce en la base, si se le compara con las
pirámides poblacionales correspondientes a los años de
1990 y 2000 (figura 3).
La proporción de niños y adolescentes ha disminui
do, a diferencia de la proporción de adultos, la cual se
ha incrementado. La tendencia al decrecimiento por
centual del grupo de edad menor de 14 años implicaría
que a futuro se reducirá la demanda de equipamientos
y servicios propios del grupo, principalmente los edu
cativos y de salud, debido a que no se trata sólo de una
disminución en la contribución porcentual a la estruc
tura de edades, si no a que también se observa una
disminución real de la cantidad de habitantes de esas
edades.
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69
Contexto socioeconómico
1 800 000
1 600 000
Número de habitantes
1 400 000
1 200 000
1 000 000
800 000
600 000
400 000
200 000
0
Año
1985
Habitantes 296 979
1900
1910
1921
1930
1940
1950
1960
370 294
483 175
336 766
404 364
483 829
629 874
760 836
4.5
2.7
3.2
2.2
2.2
2.6
1.9
Tasa de crecimiento
1970
1980
1990
2000
939 208 1 182 320 1 349 378 1 448 661 1 632 934
2.2
2.3
1.4
1.4
Figura 1. Población total 1895-2010.
Fuente: ineGi 2010a.
70
Grupo de edad (%)
60
50
40
30
20
10
0
1997
2000
2010
0-14 años
40.9
36.2
30.9
15-64 años
54.8
58.5
62.6
65 años y más
4.3
5.3
6.5
Año
2010
Figura 2 Estructura de la población por grupos de edades en 1990, 2000 y 2010.
Fuente: ineGi 2010a.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
1.4
70
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
En el 2000 la población menor de 14 años era de
518 324 e integraba 36.2% de la población. En el año
2010 la población de esas mismas edades fue de 495 733
habitantes, que representa 30.9% de la población.1
De los 39 municipios que integran la entidad, únicamente Durango, Gómez Palacio, Lerdo, Pueblo Nuevo,
Santiago Papasquiaro, Guadalupe Victoria, Cuencamé, El
Mezquital, Poanas, Tlahualilo, Vicente Guerrero, Nombre de Dios, Rodeo, Mapimí y Otáez presentan creci
miento poblacional. Los 24 municipios restantes tienen
tasas de crecimiento negativas (cuadro 2).
Distribución espacial
Por su extensión territorial de 123 451.29 km2, la enti
dad ocupa el cuarto lugar a nivel nacional, equivalente a
6.3% de la superficie total del país (inegi 2014a). Durango tiene una densidad de población de 13.2 hab/km2, y
ocupa el segundo lugar entre los estados menos densa
mente poblados del país, sólo superado por Baja California Sur, con una densidad de población de 8.6 hab/km2.
Para tener una mejor idea de la escasa densidad de
población en el estado, se puede comparar con la den
sidad promedio del país, de 57.3 hab/km2 (inegi 2014b).
En la entidad se localizan dos zonas que representan
las mayores concentraciones poblacionales, urbanas
y económicas. En el municipio de Durango radican
582 267 habitantes (inegi 2010b), su extensión territo
rial es de 9 259.71 km2 y su densidad es de 62.8 hab/km2,
aunque 88% de la población municipal se concentra en
la ciudad de Durango y la zona de La Laguna (Comarca
Lagunera), en la que los municipios de Gómez Palacio
y Lerdo se integran a esta zona metropolitana, conurba
dos con Torreón y Matamoros, del estado de Coahuila.
La población del municipio de Gómez Palacio es de
327 985 habitantes, con una densidad de población
de 389.03 hab/km2, mientras que el municipio de Lerdo
tiene una población de 141 043 habitantes y una densi
dad de 66.95 hab/km2 (cuadro 2). De manera conjunta,
estos tres municipios agrupan a 1 051 295 habitantes,
1 En los porcentajes y las cantidades de población por grupo de edades
citadas y en la figura 3 no se incluyen las cifras de población no
especificadas: año 1900 (total de población no especificada: 2 797;
hombres: 1 369; mujeres: 1 428); año 2000 (total de población no especificada: 15 753; hombres: 8 026; mujeres: 7 727), y año 2010 (total de
población no especificada: 28 408; hombres: 14 203; mujeres: 14 205)
estimadas por inegi con base en el número de viviendas sin informa
ción de ocupantes en los Censos de Población y Vivienda de 1990, 2000
y 2110. Cuando se citan las cifras de población total del estado, se
incluye a las cantidades de población no especificada.
que representan 64.38% del total de la población de la
entidad.
La distribución espacial de las localidades ocurre a
lo largo y ancho del territorio; en función de sus rangos
de población, en el estado se ubican dos localidades cla
sificadas como ciudades estatales: Victoria de Durango
y Gómez Palacio, que en conjunto albergan 47.5% de la
población (cuadro 1).
La ciudad de Lerdo clasifica como la única ciudad intermedia: en ella radica 4.9% de los habitantes; la población restante se ubica en siete ciudades medias (7.1%),
10 ciudades básicas (4.3%), 24 concentraciones rurales
(5.0%) y 5 826 asentamientos rurales, en los que, de manera muy dispersa, habita 31.1% de la población (cuadro 1).
Migración
Durango se encuentra entre las principales entidades
federativas con alto grado de intensidad migratoria a
Estados Unidos de América. Esta experiencia se remonta
a principios del siglo xix y desde entonces ha sido de
carácter masivo; en el 2010, con un índice de intensidad
migratoria de 0.6248, ocupó el octavo lugar a nivel
nacional (conapo 2010). De los 39 municipios, 24 pre
sentan tasas medias de crecimiento anual negativas
que varían de -0.30 hasta -3.37, manifestándose como
expulsores de población (cuadro 2). Básicamente, el
decrecimiento de la población de estos municipios se
ha debido a la migración y las condiciones de insegu
ridad en la última década; en el periodo de 1992-1997
el estado de Durango presentó una migración a Esta
dos Unidos de 103 481 habitantes. En esos cinco años,
siete de cada 100 habitantes del estado migraron hacia
ese destino. El mayor porcentaje de los migrantes se
hallaba constituido por personas que en ese entonces
contaban con edades de entre 15 y 29 años de edad; en
ese lapso migraron 41 395 hombres y 19 980 mujeres
(conapo 2006).
En el lapso de 1992-1997 el estado ocupó el primer
lugar nacional en el número de migrantes en edades de
los 15 a los 30 años de edad. En 2005, 24.7% de la pobla
ción duranguense (384 192 habitantes) se hallaba radi
cando en Estados Unidos de América. La intensidad de
los flujos migratorios en la entidad se debe principal
mente a las causas siguientes:
• El aparato productivo estatal ha sido insuficiente para
absorber el aumento sostenido de la fuerza de trabajo,
el aumento en el nivel educativo y a la inclusión cre
ciente de la población femenina en el mercado laboral.
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71
Contexto socioeconómico
Año 1990
100 y más
Rango de edad (años)
90-94
Hombres
80-84
Mujeres
70-74
60-64
50-54
40-44
30-34
20-24
10-14
0-4
100 000 80 000 60 000 40 000 20 000
0
20 000 40 000 60 000 80 000 100 000
Año 2000
100 y más
Rango de edad (años)
90-94
80-84
70-74
60-64
50-54
40-44
30-34
20-24
10-14
0-4
100 000 80 000 60 000 40 000 20 000
0
20 000 40 000 60 000 80 000 100 000
Año 2010
100 y más
Rango de edad (años)
90-94
80-84
70-74
60-64
50-54
40-44
30-34
20-24
10-14
0-4
100 000 80 000 60 000 40 000 20 000
0
20 000 40 000 60 000 80 000 100 000
Figura 3. Estructura de la población 1990, 2000 y 2010.
Fuente: ineGi 1992, 2000, 2012.
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72
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Grado de marginación, densidad de población y tasa de crecimiento promedio anual por municipios, 2010
Municipio
Durango
Gómez Palacio
Lerdo
Guadalupe Victoria
Cuencamé
Canatlán
Nuevo Ideal
Poanas
Tlahualilo
Vicente Guerrero
El Oro
Pueblo Nuevo
Santiago Papasquiaro
Mapimí
San Dimas
Nombre de Dios
Rodeo
Nazas
Pánuco de Coronado
San Juan del Río
Tepehuanes
General Simón Bolívar
Peñón Blanco
Guanaceví
Ocampo
Santa Clara
Súchil
San Juan de Guadalupe
Indé
Coneto de Comonfort
Hidalgo
San Bernardo
San Luis del Cordero
San Pedro del Gallo
Topia
Otáez
Canelas
Mezquital
Tamazula
Total
Densidad
de población
(hab/km2)
Tasa de
crecimiento promedio
anual 2000-2010
Grado de
marginación
9 259.71
843.09
2 106.62
1 313.74
5 187.95
3 510.36
1 882.38
1 124.94
4 738.36
363.93
3 559.04
6 943.21
6 296.91
7 765.02
5 516.07
1 195.57
1 389.30
2 427.74
1 001.11
1 411.60
6 190.79
2 354.73
1 691.05
5 484.67
3 627.25
988.83
1 472.20
2 400.79
2 509.37
1 049.15
4 696.76
2 318.01
587.41
1 793.67
1 642.53
1 708.26
895.78
8 430.12
5 773.25
62.88
389.03
66.95
25.92
6.49
8.95
13.86
22.15
4.69
58.02
3.18
7.08
7.14
3.24
3.57
15.46
9.20
5.11
11.91
8.40
1.74
4.51
6.19
1.85
2.65
7.08
4.59
2.48
2.10
4.32
0.91
1.48
3.71
0.95
5.22
3.05
4.60
3.96
4.57
1.70
1.80
2.20
0.60
0.30
-1.06
-1.44
0.20
1.10
0.60
-1.90
0.80
0.30
1.10
-10.00
0.20
0.20
-1.34
-0.70
-1.58
-1.44
-1.79
-0.46
-1.00
-2.55
-1.25
-0.48
-1.76
-3.37
-1.95
-1.93
-3.03
-2.13
-3.35
-1.85
1.73
-0.59
1.90
-0.30
Muy bajo
Muy bajo
Muy bajo
Bajo
Bajo
Bajo
Bajo
Bajo
Bajo
Bajo
Bajo
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Medio
Muy alto
Muy alto
Muy alto
Muy alto
Muy alto
123 451.27
13.23
Población
Superficie
(km2)
582 267
327 985
141 043
34 052
33 664
31 401
26 092
24 918
22 244
21 117
11 320
49 162
44 966
25 137
19 691
18 488
12 788
12 411
11 927
11 855
10 745
10 629
10 473
10 149
9 626
7 003
6 761
5 947
5 280
4 530
4 265
3 433
2 181
1 709
8 581
5 208
4 122
33 396
26 368
1 632 934
Fuente: ineGi 2010b, conApo 2011b, ineGi 2013a.
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Contexto socioeconómico
• El deterioro que ha provocado el ritmo de desarrollo
derivado por las condiciones de producción local en
el ámbito rural.
• Las mayores expectativas de alcanzar un mejor nivel
de vida, a través de mejores ingresos en el contexto de
una sociedad con un mayor desarrollo.
Este decrecimiento demográfico en la entidad (debido
a la emigración) tiene algunas repercusiones positivas
en el grado de bienestar y en el desarrollo económico y
social de la población, sobre todo las derivadas de las re
mesas provenientes de la población radicada en los Es
tados Unidos de América: en el 2011 se estimaron en
417 millones de dólares, que representan 1.8% de las
remesas que ingresaron al país, y corresponden apro
ximadamente a 3.5% del producto interno bruto (pib)
de la entidad (conapo 2011a)
Como se ha mencionado, no en todos los casos el
decrecimiento demográfico tiene repercusiones nega
tivas en el grado de bienestar y desarrollo económico
y social de los municipios; sus condiciones socioeco
nómicas, con tasas de crecimiento promedio anual ma
yores de -3.0 (Indé, San Pedro del Gallo y San Bernardo),
revelan que la población que permanece dentro de su
territorio municipal mejora sus condiciones de bienes
tar, e incluso en algunos privan condiciones de pleno
empleo.
Índice y grado de desarrollo humano
El índice de desarrollo humano (idh) indica el grado en
que los individuos disponen de una serie de capacida
des y oportunidades básicas como gozar de una vida
larga y saludable, adquirir conocimientos, comunicarse
y participar en la vida de la comunidad y disponer de
recursos suficientes. Este índice utiliza la metodología
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarro
llo (pnud); es el resultado de una media aritmética de
los índices de sobrevivencia (esperanza de vida o mor
talidad infantil en el caso de municipios); de educación
(analfabetismo y asistencia escolar) y del ingreso (pib
per cápita ajustado al poder adquisitivo del dólar ame
ricano) (conapo 2000).
En el Informe Mundial sobre el Desarrollo Humano
2010, el pnud aplicó a nivel mundial un conjunto de
cambios metodológicos al procedimiento tradicional con
el que calculaba el idh. En el Informe Mundial sobre el
Desarrollo Humano 2014 aparece México entre los paí
ses con idh alto, en la posición internacional 71, con un
índice de 0.756 —ligeramente superior al 0.755 que
73
presentó en el 2012— (pnud 2014a). Los nuevos cálcu
los de los idh para las entidades federativas aparecen en
el boletín de información relativo al tema (pnud 2012);
en ellos, el estado de Durango se señala con idh de
0.7193, ocupando la posición 21 en el ámbito nacional.
Si se compara el valor del índice del país en el mismo
año, se observa que el idh estatal está a cuatro lugares
por debajo del idh nacional (cuadro 3).
El cálculo de los idh para el 2010 a nivel de desa
gregación municipal fue realizado por la Oficina de
Desarrollo Humano del pnud de México, adaptando la
nueva metodología para la estimación municipal
(pnud 2014b), así como a las nuevas fuentes de datos
utilizadas. El resultado global para el estado es un idh
de 0.732 en 2010, diferente del idh de 0.793 establecido
por el pnud internacional. Los resultados de la estima
ción del idh para el 2010 a nivel de desagregación mu
nicipal indican que, en la entidad, el municipio con
mayor grado de desarrollo humano es Durango, con un
idh de 0.777, en tanto que el municipio del Mezquital
registró el valor más bajo con un idh de 0.536, por lo
que la brecha en desarrollo entre ambos municipios es
de 31.0%.
Si se realiza una comparación internacional, el gra
do de desarrollo humano del estado de Durango es
equiparable al país de San Vicente y las Granadinas;
mientras que el municipio de Durango corresponde a
Bulgaria. Los municipios de Gómez Palacio y Lerdo
alcanzan los mejores resultados en materia de salud,
educación e ingreso, en tanto que los resultados más
negativos en estos rubros son para los de Mezquital,
Canelas, Otáez, Tamazula, Topia y Pueblo Nuevo.
La población que reside en las áreas rurales del es
tado presenta menores niveles de desarrollo y de bien
estar social debido principalmente a que su localización
geográfica es sumamente dispersa, lo que dificulta do
tarlos de infraestructura, servicios y comunicación,
además de su estrecha relación con las actividades
agropecuarias, que constituyen todavía su principal
sustento económico. Esos factores han conformado un
panorama de carencias en la población rural y provo
cado un mayor deterioro de sus condiciones de desa
rrollo, cuya consecuencia son las elevadas tasas de
emigración a las ciudades estatales y Estados Unidos.
No obstante, si se comparan los valores de los in
dicadores del desarrollo social alcanzados por la po
blación del municipio de la capital con los del resto del
estado, se verá que las diferencias no son notables; esto
se debe a que el envío de remesas procedentes de
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74
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Índice de desarrollo humano (idh) nacional y estatal, 2008 y 2010
Índices
2008
2010
Nacional
Durango
Lugar
Nacional
Durango
Lugar
Índice de salud (is)
0.869
0.860
28
0.874
0.864
28
Índice de educación (ie)
0.659
0.645
20
0.678
0.668
19
Índice de ingreso (ii)
0.696
0.667
21
0.681
0.645
24
Índice de desarrollo humano (idh)
0.736
0.718
21
0.739
0.719
21
Fuente: pnud 2012.
Estados Unidos beneficia a una gran cantidad de fami
lias en las zonas rurales. Otro de los elementos que con
tribuyen a mejorar las condiciones del bienestar rural
consiste en el desahogo de la presión en la demanda de
empleo conseguida a través de la población que emigra
a Estados Unidos.
Índice y grado de marginación
El índice de marginación es una medidaresumen que
permite diferenciar los municipios del estado o del país
según el impacto global de las carencias que padece la
población como resultado de la falta de acceso a la edu
cación, la residencia en viviendas inadecuadas, la per
cepción de ingresos monetarios insuficientes y las
relacionadas con la residencia en localidades peque
ñas (conapo 2011b).
El concepto de grado de marginación como indicador
resumen puede emplearse para evaluar la fragilidad
social a nivel municipal, lo que lo hace útil en la ela
boración del diagnóstico del subsistema social del es
tado. La vulnerabilidad social2 en la entidad puede
verse acentuada por la presencia de desigualdades so
ciales regionales debidas a la gran dispersión de los
asentamientos humanos y a la dimensión y variedad
de fenómenos derivados del cambio climático en su
territorio.
2 La fragilidad social incluye la visualización del grado de vulnerabi
lidad de las comunidades no sólo a eventos de carácter económico
y social, sino también a los desastres naturales. Los riesgos de co
munidades y familias ante fenómenos naturales catastróficos resultan altamente significativos ya que pueden generar cambios
importantes en las condiciones de vida de las comunidades rurales
pobres; basta mencionar la presencia de ciclos de sequía en el campo
duranguense o los intensos flujos migratorios hacia Estados Unidos
como vía de escape a los efectos de los periodos de crisis económica.
A nivel estatal, el grado de marginación es medio
(conapo 2011b). Las mejores condiciones de vida las
presenta el municipio de Durango y en especial la ciudad
Victoria de Durango (cuadro 4); en el resto de la entidad,
el nivel de marginación de los municipios se encuentra
asociado a su localización geográfica, el volumen de
población, la escala de sus actividades económicas y la
capacidad de prestación de servicios. Los municipios
con índice de marginación muy bajo son aquellos en
los que se localizan los mayores núcleos urbanos,
como en el caso de la capital del estado y los munici
pios de Gómez Palacio y Lerdo que, conurbados con
Torreón y Matamoros del estado de Coahuila, integran
la zona metropolitana de La Laguna.
La cantidad de población que vive en condición de
grado de marginación muy bajo en los municipios
de Durango, Gómez Palacio y Lerdo, es mayoritaria con
1 051 609 habitantes. Lo anterior significa que 64.4% de
la población estatal presenta condiciones sociales y
económicas aceptables y habita en 12 901 km2 (10.4%)
del territorio de la entidad, con una densidad de pobla
ción promedio de 81.5 hab/km2.
Ocho municipios tienen grados de marginación bajo;
de estos, cinco colindan con los dos principales lugares
centrales de mayor jerarquía y servicios, con grados de
marginación muy bajos. En la parte que corresponde a
la entidad en la zona metropolitana La Laguna, los lin
deros del municipio de Tlahualilo están en contacto con
los de Gómez Palacio, en tanto que al suroeste de Lerdo
se ubica Cuencamé; a partir de estos municipios se ex
tiende el principal corredor demográfico y de desarrollo
económico del estado, en dirección al municipio de Du
rango, primer lugar central del estado. En el intermedio
se ubican los municipios de Guadalupe Victoria y Poa
nas, en colindancia con el municipio de la capital.
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75
Contexto socioeconómico
Cuadro 4. Indicadores socioeconómicos del estado y municipio de Durango, 2010
Valor del indicador para
el estado de Durango
Valor del indicador para
el municipio de Durango
1 632 934.00
582 267.00
Porcentaje de población analfabeta
de 15 años o más
3.84
2.17
Porcentaje de población sin primaria
completa de 15 años o más
18.76
12.48
Porcentaje de ocupantes en viviendas
sin drenaje ni servicio sanitario
4.19
1.63
Porcentaje de ocupantes en viviendas
sin energía eléctrica
4.19
0.61
Porcentaje de ocupantes en viviendas
sin agua entubada
5.73
1.39
Porcentaje de viviendas con algún nivel
de hacinamiento
32.60
27.22
Porcentaje de ocupantes en viviendas
con piso de tierra
7.01
4.37
Porcentaje de población en localidades
con menos de 5 000 habitantes
36.19
10.92
Porcentaje de población ocupada
con ingreso de hasta 2 salarios mínimos
40.61
33.18
Índice de marginación
0.05
-1.64
Grado de marginación
Medio
Muy bajo
Lugar que ocupa en el contexto nacional
15.00
2 359.00
Descripción del indicador
Población total
Fuente: conApo 2011b.
Al norte de Durango se ubican Canatlán, Nuevo Ideal
y El Oro. Hacia el sureste se localiza el municipio de
Vicente Guerrero, en contacto con Poanas.
En conjunto con los dos principales lugares cen
trales de la entidad, Durango y Gómez Palacio, los
ocho municipios con grado de marginación bajo con
forman un agregado de municipios que reúnen a la
población con mejores condiciones socioeconómicas,
demográficas, de infraestructura y servicios. Estos
además integran una zona en el territorio estatal en
donde la dinámica de la vinculación en forma de flu
jos de personas, bienes, información, comunicación y
otros indicadores es más intensa. La población en la
entidad con grado de mar ginación bajo en el 2010
asciende a los 204 808 habitantes, que representan
12.5% de la población, el cual habita en una superficie
territorial conjunta de 21 680.70 km2 (17.56%) con una
densidad de población promedio de 9.45 hab/km2
(cuadro 2).
El conjunto de municipios con grado de margina
ción medio lo integran 23 de los 39 de la entidad; en
2010 la población total (18.3%) incluida en esta catego
ría es de 299 156 habitantes (conapo 2011b). Sus terri
torios suman 71 111.21 km2 y comprenden más de la
mitad de la superficie del estado (57.6%), con una den
sidad de población promedio de 4.2 hab/km².
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76
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 4. Grado de marginación por municipio, 2010.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Contexto socioeconómico
La extensión geográfica ocupada por el grupo de marginación media incluye a todas las provincias fisiográ
ficas de la entidad, originando una gran diversidad de
sus medios naturales como orografía, topografía, clima,
niveles de precipitación pluvial y temperatura. Los te
rritorios municipales presentan diferentes aptitudes de
los suelos, variando los potenciales de aprovechamiento
de los recursos naturales. En su totalidad, las economías
municipales con grado de marginación medio dependen
principalmente de la productividad del sector primario,
y se diferencian por su nivel de especialización en los
subsectores forestal, agrícola o pecuario.
La población del estado de Durango con grado de
marginación muy alto es de 77 675 habitantes, los cuales
representan 4.76% de la población de la entidad; inclui
dos en este segmento se encuentran en su mayoría los
pobladores rurales pertenecientes a los cinco munici
pios con muy alto nivel de marginación: El Mezquital,
Canelas, Otáez, Tamazula y Topia (figura 4, conapo
2011b). En general, estos municipios son los más alejados de las vías de comunicación principales y por tanto
de los corredores económicos de la entidad.
La población indígena, uno de los grupos con mayo
res rezagos del ámbito nacional, tiene una presencia en
la entidad de 43 395 habitantes (inegi 2010d), radican
principalmente en los municipios de Mezquital (27 229),
Durango (5 632), Pueblo Nuevo (5 013) y Gómez Palacio
(1 339 habitantes indígenas). La población de cinco años
o más que hablaba alguna lengua indígena en 2010 era
de 30 894 personas, en tanto que los que hablaban len
gua indígena (principalmente tepehuano) y español era
de 23 546; en el mismo intervalo de edad, los que ha
blaban lengua indígena y no hablaban español eran
4 825 personas. En el municipio de Durango no existen
localidades indígenas, sólo se observa su presencia
debido a que emigran de sus lugares de origen a la
capital de la entidad.
Los municipios con grado de marginación muy alto
no coinciden con los de mayor proporción de población
indígena, a excepción del municipio de Mezquital, que
posee predominantemente población indígena: de
33 396 habitantes, 22 102 (66%) hablan alguna lengua
indígena. El Mezquital está incluido entre los 125 mu
nicipios de menor índice de desarrollo humano del país
(idh 0.555); su índice de marginación es de 3.39 con un
grado de marginación muy alto, lo que lo posiciona en
el quinto lugar del país (conapo 2011b).
El análisis de los municipios agrupados conforme a
sus diferentes grados de marginación permite concluir
77
que 77% de la población vive en condiciones de margi
nación baja o muy baja. Esta población radica en los
tres municipios en los que se localizan los principales
núcleos urbanos y en ocho más que se caracterizan por
su ubicación asociada a las principales vías de comu
nicación que cruzan el territorio estatal.
Empleo
En el segundo trimestre de 2013, la población econó
micamente activa (pea) del estado se ubicó en 729 768
personas, que representan 58.1% de la población de 14
años y más. En este periodo, un total de 692 690 perso
nas se encontraban ocupadas, cifra superior en 48 798
personas a la del trimestre comparable de 2012. La po
blación sub-ocupada alcanzó 63 317 personas, para una
tasa de 9.1% respecto a la población ocupada, propor
ción menor a la del mismo trimestre de 2012, de 9.7%
(inegi 2013c).
Por actividad, la cantidad de población ocupada en
el sector primario era de 97 812 personas (14.1% del
total); en el sector secundario trabajaban 189 273 (23.7%)
y en el sector terciario o de servicios 403 474 (58.2%). El
restante 0.3% estaba formado por la población ocupada
que no especificó su actividad económica. En el trimes
tre abril-junio de 2013, del total de población ocupada
de 692 690 personas, 453 679 correspondió a hombres y
239 011 a mujeres, las cuales se desempeñaban mayo
ritariamente en el sector terciario, es decir en los ser
vicios. La tasa de desocupación en la entidad (td) fue
de 5.1% (población desocupada, la cual no trabajó si
quiera una hora durante la semana de referencia de la
encuesta del segundo trimestre de 2013, pero manifestó
su disposición a hacerlo e hizo alguna actividad por
obtenerlo). Estos valores varían poco con respecto a la
información reportada para el tercer trimestre del 2014
(cuadro 5).
Uno de los indicadores fundamentales del bienestar
de las personas lo constituye el ingreso monetario de
la población ocupada. La pobreza de la población es en
buena medida consecuencia de los bajos ingresos de
sus trabajadores, que se traducen en la imposibilidad
de adquirir los bienes de consumo indispensables para
cubrir las necesidades básicas de sus familias. Con el
objeto de describir las condiciones del ingreso de las
personas ocupadas de la entidad se observan los muni
cipios que alcanzan los valores máximos en el compo
nente relativo al ingreso del idh establecido por la
Oficina de Desarrollo Humano del pnud de México
(pnud 2014b): Durango, Gómez Palacio y Lerdo; en tanto,
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
78
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 5. Población económicamente activa (peA), ocupada y desocupada 2013
Indicador
Segundo trimestre
Estructura (%)
Tercer trimestre
Estructura (%)
Población total
1 726 142
Población de
14 años y más
1 257 015
100.00
1 276 017
100.00
Población
económicamente activa
(peA)
729 768
58.10
735 292
57.60
Ocupada
692 690
94.90
689 753
93.80
37 078
5.10
45 539
6.20
Población no
económicamente activa
(pneA)
527 247
41.90
540 725
42.40
Disponible
136 449
25.90
ND
ND
No disponible
390 798
74.10
ND
ND
Desocupada
1 632 934
ND: no disponible.
Fuente: ineGi 2013a y 2013c.
los municipios con mayores rezagos en el ingreso son
Canelas, Otáez y Mezquital, en ese orden. Los niveles de
ingreso de la población ocupada también pueden des
cribirse basándose en la cantidad de población ocupada
con ingresos inferiores a los dos salarios mínimos.
El porcentaje de población ocupada con ingresos de
hasta dos salarios mínimos señala que los municipios
de Gómez Palacio, Lerdo y Durango presentan porcen
tajes de población de 31.8, 32.6 y 33.1% . Los 36 municipios restantes tienen proporciones de poblaciones con
ingresos de hasta dos salarios mínimos superiores al
promedio nacional, de 38.7%. Los municipios con ma
yor población con ingresos menores a dos salarios mí
nimos son Topia, con 45.57%, y Otáez con 83.8%
(conapo 2011b).
Educación
De acuerdo con las cifras publicadas por la Secretaría
de Educación Pública (sep) en 2013, la tasa de analfa
betismo en el estado era de 3.1%, lo que lo posiciona en
el octavo lugar nacional entre las entidades con meno
res tasas de analfabetismo. El grado promedio de esco
laridad de su población era de 8.8 años, ligeramente
inferior a la media nacional de 8.9 años, por lo que el
nivel de escolaridad de la población de la entidad la
coloca en la posición 20 a nivel nacional (sep 2014). En
educación preescolar se atendía a 61.8% de la población
en edades de 3, 4 y 5 años; en educación primaria pre
sentaba un grado de cobertura del total de la población
demandante, mientras que el nivel de educación secun
daria estaba cubierto en 91.7%; en educación media su
perior, con una cobertura de 72.6%, se ubicaba en la
quinta posición nacional (con un nivel de eficiencia
terminal de 58%).
Los indicadores educativos en la mayoría de los mu
nicipios de Durango son acordes a las características
sociales y económicas. La educación desde el nivel bá
sico a universitario está presente en los municipios de
Durango, Gómez Palacio y Lerdo; la oferta educativa
de nivel superior y de posgrado se concentra en los de
Durango y Gómez Palacio, mientras que otros cuatro
municipios cuentan con programas de educación supe
rior. Con referencia a los municipios que alcanzan los
valores máximos en el componente relativo a educa
ción en el idh que establece la Oficina de Desarrollo
Humano del pnud de México, los municipios de Du
rango, Lerdo y Gómez Palacio reúnen las mejores con
diciones educativas en la entidad; en tanto que los
municipios con mayores rezagos educativos son Ta
mazula, Canelas y Mezquital.
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Contexto socioeconómico
79
Salud
Infraestructura
En el 2010, 68.2% de la población (1 113 493 habitantes)
era derechohabiente a los servicios médicos en insti
tuciones de salud públicas y privadas; la distribución
según la institución era la siguiente: 51.3% pertenecía
al imss, 14.6% al issste y 32.3% al Seguro Popular; 1.3%
tenía derecho a servicios médicos en otras institucio
nes (inegi 2010a). Los municipios con porcentajes de
habitantes derechohabientes a los servicios médicos
mayores a 68.2% de la entidad son Rodeo, San Bernar
do, Hidalgo, San Pedro del Gallo, San Juan del Río,
Tlahualilo, Gómez Palacio, Simón Bolívar, San Dimas y
Ocampo. Estos se caracterizan por sus bajos volúmenes
de población, a excepción del municipio de Gómez Pa
lacio que, con una población de 327 985 habitantes, pre
sentaba 241 537 derechohabientes. El municipio de
Durango presentaba 68.1% de derechohabientes a los
servicios médicos y concentraba el mayor equipamien
to en materia de salud en la entidad. En la ciudad de
Victoria de Durango, donde se localizan los tres hospi
tales de especialidades del estado, se disponía de per
sonal médico en las instituciones públicas de salud con
984, superando notablemente a los 572 que consignaba
el municipio de Gómez Palacio; les seguía Pueblo Nue
vo con un personal médico de 65, mientras que el
municipio de Lerdo, con mucho mayor población que
el anterior, sólo disponía de 57 médicos (inegi 2012).
Las acciones emprendidos por la Secretaría de Desa
rrollo Social (sedesol) a través del Programa para el
Desarrollo de Zonas Prioritarias (pdzp), tendientes a
crear o mejorar la infraestructura social básica y de
servicios en los 125 municipios más marginados del
país, han motivado el crecimiento de la infraestructura
en salud de los municipios con marginación muy alta en
la entidad, como son los de Mezquital, Canelas, Otáez,
Tamazula y Topia (sedesol 2013).
La infraestructura en el estado constituye una de las
debilidades de la entidad en materia del desarrollo eco
nómico y social. Las estadísticas del sector transporte
y comunicaciones en la entidad señalan que Durango
ocupa la posición 26 a nivel nacional en el concepto de
densidad de carreteras (126 km/1 000 km2); del total de
caminos, únicamente 32.57% están pavimentados
(inegi 2011), en tanto que en el concepto de vías fé
rreas ocupa la posición 24 (9.3 km/1 000 km2). Este bajo
nivel en materia de infraestructura afecta sus posibilida
des de desarrollo económico. Las mayores densidades
de caminos se encuentran más relacionadas con las extensiones de los territorios municipales que con su
grado de desarrollo económico; los municipios con
desarrollo económico aceptable presentan mayores
densidades de caminos (ged y semarnat 2008).
Calidad de vivienda
La calidad de la vivienda en los distintos municipios no
presenta una correlación directa con su grado de desa
rrollo económico; así, municipios como El Oro, Ocampo,
San Bernardo, Indé, San Luis del Cordero y Canatlán
presentan los menores índices de hacinamiento, en tanto
que otros como Lerdo, Pueblo Nuevo, San Dimas y Cuencamé, con relativamente mejor desarrollo económico,
presentan problemas respecto al hacinamiento habitacio
nal; incluso municipios con el mayor grado de desarrollo
económico, como es el caso de Gómez Palacio, se en
listan en posición media (ged y semarnat 2008).
SUBSISTEMA ECONÓMICO
En el 2012 Durango participó con 1.21% del pib nacio
nal (inegi 2014a), colocándose en la posición 25 del total
de las entidades federativas (situación en la que se ha
mantenido aproximadamente constante en los últimos
20 años). El crecimiento anual del pib de la entidad fue
de 2.44% a precios constantes, inferior a la variación
porcentual nacional de 4.1%. Su aportación al crecimiento nacional fue de 0.03% (inegi 2014a).
El nivel de participación económica de la entidad en el
contexto nacional manifiesta un grado de desarrollo
económico medio, inmerso en un contexto de rezago tecnológico, modernización industrial e infraestructura.
La evolución del pib y el pib per cápita estatal, durante
los últimos años, se ha dado de forma desigual. La clasificación nacional del grado de desarrollo económico de
Durango con base en su pib es medio-bajo, en tanto
que esta misma clasificación nacional aplicada al pib
per cápita es de un desarrollo económico de grado me
dio. Esta tendencia disímil en el crecimiento del pib
estatal y su pib per cápita debe asociarse al descenso
de la contribución poblacional porcentual de la entidad
a la población total nacional, y a la disminución de la
tasa de crecimiento poblacional del estado.
Actualmente, algunos indicadores económicos re
velan cierta tendencia hacia la consecución de una
estructura coyuntural más positiva del subsistema eco
nómico de la entidad, respecto a las condiciones preva
lecientes en los últimos 20 años. El Instituto Mexicano
para la competitividad (imco) en el 2012, califica a la
entidad en una escala de 0 a 100 con un índice de com
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80
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
petitividad estatal de 41.0, lo que le permite ocupar la
posición 20 en el ámbito nacional (imco 2012). Lo anterior significa que ha aumentado su capacidad para
atraer y retener inversión y talento. La inversión extranjera directa en 2011 fue de 1 830.3 millones de dólares
(inegi 2011); en este aspecto se posiciona en el lugar
17 del ámbito nacional. La entidad ha mejorado sus
condiciones de relación con el exterior a través del turismo, la inversión extranjera y el comercio internacional.
La dinámica económica del estado en el periodo de
2003-2012 muestra una tendencia de expansión econó
mica, interrumpida en el 2008 y 2009 debido al impac
to en la economía local de las condiciones de recesión
mundial, la desaceleración económica de Estados Uni
dos y la reducción de remesas. En el 2011 en el territo
rio nacional se presentó una fuerte sequía clasificada
según el Monitor de Sequía de América del Norte
(nadm, por sus siglas en inglés); la entidad fue de las
más afectadas, situación que se reflejó en el descenso del nivel de productividad de sus actividades prima
rias de ese año (cuadro 6).
La representación gráfica de los valores del pib de la
entidad (a precios constantes) en esos años (figura 5),
permite apreciar el periodo de recesión económica del
2008 y 2009, y cómo la economía se recupera en 2010
para reiniciar la etapa de expansión en los años de 2011
y 2012. El crecimiento económico en el estado se sus
tenta en el incremento del pib de sus sectores indus
trial y de servicios, que contrastan con el pib del sector
primario, inestable debido a su dependencia de la inten
sidad de los eventos climáticos como los ciclos pluviales
y las sequías. No obstante que las actividades prima
rias muestran un deslizamiento suave de disminución
en su línea de tendencia (figura 6), durante 2012 Duran
go contribuyó con 3.4% (17 100 millones de pesos co
rrientes) al pib nacional de las actividades primarias
integradas por la agricultura, cría y explotación de animales, aprovechamiento forestal, pesca y caza, ubicándose
como el décimo segundo productor primario nacional,
en tanto que las contribuciones porcentuales de las
actividades secundarias y terciarias al pib nacional son
escasamente significativas (inegi 2013b).
Estructura económica actual
La economía del estado en el 2012 exhibe una estruc
tura porcentual por grupo de actividad con un claro pre
dominio de las actividades terciarias (comercio y
servicios) con 54.7% del pib; el sector secundario (in
dustrial) presentaba una contribución porcentual a la
economía del estado de 36.5%, en tanto que el sector
primario aportaba 8.8% del pib de la entidad (cuadro 6,
inegi 2013a). La dinámica del desarrollo sectorial mues
tra ciertas tendencias de deslizamiento suave hacia la
modificación de la composición estructural de la eco
nomía; la participación porcentual del sector primario
se mantiene prácticamente constante, aunque presenta
una serie de altibajos, con una línea de tendencia muy
suavizada hacia el decrecimiento. Los otros dos secto
res muestran mayores ritmos de crecimiento constante:
el sector secundario, con grupos de actividades como
la minería, la construcción, las industrias manufactu
reras y la industria alimentaria como un sector con una
152 000
pib en millones de pesos
150 000
148 000
146 000
144 000
142 000
140 000
138 000
136 000
134 000
132 000
Año
2006
2007
2008
2009
2010
2011
pib
138 464
143 138
142 855
138 433
143 300
149 343
Figura 5. pib a precios constantes del 2008 (millones de pesos).
Fuente: ineGi 2013a.
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81
Contexto socioeconómico
Cuadro 6. Producto interno bruto (pib) por grupo de actividad económica del estado
Participación
Actividades
de la
primarias
entidad a nivel
(AP)
nacional (%)
Participación Actividades Participación
de AP en la secundarias de AS en la
entidad (%)
(AS)
entidad (%)
Actividades
terciarias
(AT)
Participación
de AT en la
entidad (%)
37.88
65 816.72
51.17
49 188.32
37.14
68 996.39
52.09
9.45
48 456.11
36.52
71 684.82
54.03
14 241.08
10.29
49 730.66
35.92
74 492.55
53.80
1.22
14 704.89
10.27
51 328.31
35.86
77 115.20
53.87
142 855.37
1.20
13 700.51
9.59
50 342.86
35.24
78 812.01
55.17
11 374 629.55
138 472.60
1.22
13 356.23
9.65
49 213.73
35.54
75 902.63
54.81
2010
11 965 979.01
143 555.89
1.20
13 475.24
9.39
50 129.79
34.92
79 950.86
55.69
2011
12 435 057.58
149 458.45
1.20
12 002.13
8.03
55 136.94
36.89
82 319.38
55.08
2012
12 933 676.51
153 111.64
1.18
13 496.97
8.82
55 907.15
36.51
83 707.52
54.67
Periodo
Total
nacional
Durango
2003
10 119 898.13
128 611.20
1.27
14 080.69
10.95
48 713.78
2004
10 545 909.79
132 458.05
1.26
14 273.34
10.78
2005
10 870 105.27
132 674.98
1.22
12 534.05
2006
11 410 946.02
138 464.29
1.21
2007
11 778 877.72
143 148.40
2008
11 941 199.48
2009
*Millones de pesos a precios constantes de 2008.
Fuente: ineGi 2013a.
ligera tendencia de crecimiento, mientras que el sector
más dinámico es el terciario, con una mayor participa
ción de sus grupos de actividad económica, entre los
que destacan el comercio, los transportes y los servi
cios educativos (cuadro 6, figura 6).
Estructura económica por municipios
En el estado de Durango existen dos concentraciones
urbanas y económicas: la primera está constituida por
el municipio de Durango, y la segunda por la región
lagunera. La primera participa en la economía del es
tado con 34.2% de la producción bruta total con 58 991.8
millones de pesos. Posee el mayor número de unidades
económicas del estado con 19 674 (43.5%) y un total de
personal ocupado de 104 075 personas (inegi 2013b).
La región de La Laguna, constituida por los municipios
de Gómez Palacio y Lerdo, y el municipio colindante de
Mapimí, producen 95 388.5 millones de pesos que co
rresponden a 55.3% de la producción bruta estatal. En el
2011 Gómez Palacio presentó una producción bruta to
tal de 79 334.9 millones de pesos, 46.0% del total estatal,
ubicándose en el primer lugar entre los municipios de
la entidad. Las 35 economías municipales restantes son
pequeñas, en conjunto representan 10.46% de la pro
ducción bruta, y se caracterizan por una distribución
muy heterogénea en su productividad económica y en
sus niveles de ingresos (cuadro 7). Presentan diversidad de recursos naturales y desigualdades en los gra
dos de su productividad tecnológica.
Estructura económica por sectores
A partir de la fundación de la capital de Nueva Vizcaya,
realizada por el capitán español Francisco de Ibarra el
8 de julio de 1563 (Sarabia 1978), el actual estado de
Durango (creado en 1824 como uno de los estados ori
ginales de la federación) presenta una economía fun
damentalmente extractiva, especialmente la minería y
la forestal, complementada con las actividades gana
deras y agrícolas.
En la ciudad de Durango —sede de gobierno— comenzaron a despuntar las actividades terciarias a partir
de su tradicional actividad comercial. En los primeros
años del siglo xx, las actividades secundarias eran ini
cialmente de tipo artesanal, a pesar de que en el te
rritorio municipal se tenía la presencia de algunas
empresas de tipo industrial: el incipiente ramo de las
industrias textil y siderúrgica, así como compañía du
rangueña de tabacos.
Durante el Porfiriato, Durango se integró a la red
del ferrocarril y de telégrafos que se tendió en el país,
surgiendo nuevas zonas; en la región lagunera nacen
las poblaciones de Lerdo y Gómez Palacio, actualmente
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
82
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
100 000
90 000
Millones de pesos
80 000
70 000
60 000
50 000
40 000
30 000
20 000
10 000
0
2003
2004
2005
Actividades primarias
2006
2007
Año
2008
Actividades secundarias
2009
2010
2011
2012
Actividades terciarias
Figura 6. Producto interno bruto sectorial.
Fuente: ineGi 2013a.
la primera y cuarta de las economías municipales en la
entidad. El ferrocarril conectó también a la capital del
estado con la Ciudad de México y las poblaciones fronterizas, permitiendo la comercialización de los artículos
producidos en la región, y el transporte de los recur
sos minerales y forestales para su exportación.
Este contexto histórico denota la relevancia inicial
de las actividades primarias en la composición porcen
tual por grupos de actividades de la entidad. En el año
de 1970 el sector constituía 25.4% del total de la eco
nomía, para descender en 1980 a 21.4%; en 2003 es de
11.5%, y posteriormente en el 2012 aparece con una
participación de 8.8% (cuadro 6).
La disminución gradual de la contribución porcen
tual de las actividades primarias al pib de la entidad se
explica por las mayores tasas de crecimiento económico
que han presentado en el estado las actividades secun
darias y terciarias. Además, el sector se caracteriza por
fluctuaciones en sus variaciones porcentuales anuales
dependientes de la intensidad de los eventos climáti
cos, como los ciclos pluviales y las sequías. Como se ha
señalado, a pesar de que las actividades primarias muestran un deslizamiento suave de disminución en su línea
de tendencia (figura 6), durante 2012 Durango contri
buyó con 3.4% (17 100 millones de pesos corrientes) al
pib nacional de las actividades primarias, colocándose
como el décimo segundo productor primario a nivel
nacional (inegi 2014c).
La importancia del sector primario en el ámbito na
cional se debe, entre otros, a sus niveles de producción:
segundo productor nacional forestal maderable en 2011
con 1 642 millones de pesos (la entidad alterna los dos
primeros lugares nacionales con el estado de Chihua
hua); leche de bovino, 1 038 millones de litros, tercer
lugar nacional en 2012, sólo por debajo de los estados
de Jalisco y Coahuila; en volumen de producción de
frijol se ubicaba en la segunda posición nacional con
110 285 toneladas (inegi 2013a).
El principal problema estructural de la economía
está representado por las características sociales y eco
nómicas y el alto grado de dispersión territorial de su
sector primario. Si se analiza la productividad per cá
pita por sector en el 2010, empleando como indicador
el cociente del pib sectorial dividido entre la pea ocu
pada en cada sector, se observa el grado de disparidad
que presentan comparativamente, entre ellos: produc
tividad per cápita del sector primario, 124 991 pesos;
productividad per cápita del sector secundario, 325 317
pesos, y productividad per cápita del sector terciario,
239 098 pesos (inegi 2013b).
La población ocupada en el sector primario produce
menos con respecto a los sectores secundario y ter
ciario; la situación se agrava si se considera que del
sector primario dependen las economías de 35 de los
municipios del estado, y habría que considerar que las
cuatro principales economías municipales —Durango,
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
83
Contexto socioeconómico
Cuadro 7. Valor agregado bruto total y por sector económico en 2011, de los municipios del estado
Sector Primario
Municipio
Sector Secundario
%
%
5 030.29
36.26
41 266.72
63.28
33 037.87
35.4
79 334.88
46.02
685.27
4.94
17 787.04
27.28
40 519.47
43.42
58 991.78
34.22
Mapimí
2 682.86
19.34
200.51
0.31
6 739.10
7.22
9 622.47
5.58
Lerdo
1 191.66
8.59
3 125.08
4.79
2 114.37
2.27
6 431.11
3.73
Guadalupe Victoria
121.61
0.88
63.58
0.10
2 015.37
2.16
2 200.56
1.28
Santiago Papasquiaro
240.04
1.73
386.36
0.59
1 499.15
1.61
2 125.55
1.23
Pueblo Nuevo
407.48
2.94
562.42
0.86
1 074.86
1.15
2 044.76
1.19
Durango
%
Valor
agregado
bruto*
Total
de valor
agregado
bruto*
Valor
agregado
bruto*
Gómez Palacio
Valor
agregado
bruto*
Sector Terciario
%
Nuevo Ideal
300.64
2.17
371.68
0.57
834.43
0.89
1 506.75
0.87
Canatlán
277.36
2.00
146.72
0.22
1 025.36
1.10
1 449.44
0.84
Vicente Guerrero
18.01
0.13
78.25
0.12
891
0.95
987.26
0.57
Tlahualilo
138.22
1.00
660.23
1.01
120.21
0.13
918.66
0.53
Tepehuanes
453.72
3.27
53.8
0.08
226.29
0.24
733.81
0.43
Cuencamé
109.97
0.79
166.28
0.25
424.29
0.45
700.54
0.41
0.40
Poanas
San Dimas
El Oro
Tamazula
213.3
1.54
29.34
0.04
445.5
0.48
688.14
376.05
2.71
4.89
0.01
289.93
0.31
670.87
0.39
67.32
0.49
ND
ND
431.36
0.46
498.68
0.29
279.14
2.01
39.12
0.06
113.14
0.12
431.40
0.25
60.1
0.43
102.7
0.16
226.29
0.24
389.09
0.23
35.75
0.26
29.34
0.04
297
0.32
362.09
0.21
Ocampo
132.25
0.95
29.34
0.04
127.29
0.14
288.88
0.17
Nombre de Dios
118.51
0.85
14.67
0.02
120.21
0.13
253.39
0.15
San Juan del Río
70.35
0.51
4.89
0.01
162.64
0.17
237.88
0.14
Pánuco de Coronado
Rodeo
Mezquital
120.05
0.87
4.89
0.01
84.86
0.09
209.80
0.12
Guanaceví
114.77
0.83
4.89
0.01
56.57
0.06
176.23
0.10
Peñón Blanco
46.05
0.33
29.34
0.04
84.86
0.09
160.25
0.09
Nazas
36.58
0.26
9.78
0.01
106.07
0.11
152.43
0.09
Canelas
43.43
0.31
19.56
0.03
49.5
0.05
112.49
0.07
Topia
66.27
0.48
4.89
0.01
21.21
0.02
92.37
0.05
Indé
60.94
0.44
ND
ND
28.29
0.03
89.23
0.05
48.3
0.35
4.89
0.01
21.21
0.02
74.40
0.04
San Juan de Guadalupe
42.83
0.31
ND
ND
28.29
0.03
71.12
0.04
Súchil
26.31
0.19
4.89
0.01
35.36
0.04
66.56
0.04
General Simón Bolívar
Otáez
Santa Clara
50.8
0.37
ND
ND
7.07
0.01
57.87
0.03
24.08
0.17
4.89
0.01
28.29
0.03
57.26
0.03
Hidalgo
50.11
0.36
ND
ND
ND
ND
50.11
0.03
Coneto de Comonfort
30.15
0.22
ND
ND
14.14
0.02
44.29
0.03
San Bernardo
36.19
0.26
ND
ND
7.07
0.01
43.26
0.03
San Pedro del Gallo
44.85
0.32
ND
ND
-7.07
-0.01
37.78
0.02
San Luis del Cordero
Total
22.41
0.16
ND
ND
14.14
0.02
36.55
0.02
13 874.00
100.00
65 211.00
100.00
93 315.00
100.00
172 400.00
100.00
*Millones de pesos a precios corrientes. ND: no disponible.
Fuente: ineGi 2013a, sAGARpA 2013.
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84
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Gómez Palacio, Mapimí y Lerdo— se encuentran entre
los principales productores del sector primario.
El análisis del sector primario en la entidad, a través
de los valores de producción de los grupos de actividades
económicas de los municipios, indica que los principa
les productores son Gómez Palacio, con 10 265 millones
de pesos; Mapimí, con 5 668, y Lerdo con 2 433; el grupo
aporta 64.9% de la producción total del sector primario
de la entidad. Este elevado nivel se basa en la producción
avícola, ganadera y de leche de bovino. El municipio
de Mapimí, colindante con la región lagunera, presenta
valores de producción avícola similares a Gómez Pala
cio (cuadro 8).
Considerando las economías del sector primario con
valores de la producción superiores a los 500 millones
de pesos, en la cuarta posición se ubica el municipio de
Durango con un valor de 1 398.6 millones de pesos, con
la principal producción agrícola de la entidad; en el quin
to lugar está Tepehuanes, con 926 030.8 y un volumen de
producción avícola que ha superado a la forestal; en las
posiciones seis y siete están los municipios de Pueblo
Nuevo y San Dimas, principales productores forestales
del estado; las posiciones siguientes las ocupan Nuevo
Ideal, Tamazula y Canatlán, basados en sus niveles de
producción agrícolas y ganaderas (inegi 2012).
Los 29 municipios restantes presentan valores de
producción primaria inferiores a los 500 millones de pesos, a pesar de que participan de manera diversificada
en los grupos de actividades económicas. Los munici
pios con valores de producción más reducidos se ubi
can en la región árida y semiárida.
El sector secundario de la entidad se compone de
actividades económicas en desarrollo, como la minería,
la industria de la construcción, las industrias manufac
tureras y la industria alimentaria, que permiten consi
derarlo con una clara tendencia de crecimiento. Su
evolución histórica como componente estructural de la
economía del estado muestra que en el año de 1970 el
sector constituía 27.8% del total de la economía, para
ascender en 1980 a 28.8% (inegi 1986). Las tendencias
económicas de los últimos nueve años presentan una
tendencia progresiva, si se observan los valores pib de
las actividades secundarias (cuadro 6). En el año 2003
alcanzó 37.8% de la producción bruta total, para des
cender en su contribución porcentual al pib (a precios
constantes de 2008) con 36.5% en el 2012 (inegi 2013b).
En el ámbito de las economías municipales, en el 2011
el sector manufacturero exhibió el mayor grado de con-
centración en el municipio de Gómez Palacio, con una
producción bruta total de 41 266.7 millones de pesos
(63.3%). En la producción manufacturera sobresale la
fabricación industrial de los productos derivados de
la leche de bovino, sustentada en un sector de media
nos y grandes empresarios que han creado un sistema
privado y altamente específico de generación y trans
ferencia de tecnologías agropecuarias.
En la segunda posición se ubica el municipio de
Durango con una producción de 17 787 millones de pe
sos (27.3%); en el tercer lugar está el municipio de Lerdo,
con 3 125.1 millones de pesos (4.8%), y de los 36 municipios restantes sólo Tlahualilo supera 1.0% del total de
la producción manufacturera de la entidad (cuadro 7).
La producción bruta total del sector manufacturero,
de los 35 municipios estatales restantes, se restringe a
3.6%; en 18 de ellos su contribución porcentual es tan
reducida que puede considerárseles como economías
municipales con el sector manufacturero inexistente
(cuadro 7).
El sector terciario se ha constituido como el grupo
de actividades económicas más dinámico del estado. La
variación porcentual estructural histórica del sector,
muestra que ha mantenido un crecimiento sostenido:
a partir de 1970, en que representaba 46.7% del total de
la economía, hasta alcanzar en el 2003, 51.1% de la
composición del sistema económico de la entidad. En
el 2012 la estructura sectorial de la economía del esta
do presentó un claro predominio del sector terciario
con 54.13% del pib (cuadro 7, inegi 2013b).
El valor agregado bruto por sector económico de los
municipios del estado indica que el liderazgo en la pro
ductividad del sector terciario se alterna entre los mu
nicipios de Durango y Gómez Palacio. En 2011, en el
sector del comercio y los servicios, el municipio de Durango obtuvo una producción bruta total de 40 519.5 millones de pesos y lidera la tabla con 43.4%. En la segunda
posición aparece Gómez Palacio, con una producción
de 33 037.9 millones de pesos (35.4%); en el tercer lugar
el municipio de Mapimí, con 6 739.1 millones de pesos
que representan 7.2%. Con contribuciones porcentuales
superiores a 1.0% se ubican los municipios de Lerdo,
Guadalupe Victoria, Santiago Papasquiaro, Pueblo
Nuevo y Canatlán (cuadro 7).
La producción del sector comercio y servicios de los
31 municipios estatales restantes se restringe a 6.65%;
en general sus contribuciones porcentuales superan a
las del sector manufacturero.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
85
Contexto socioeconómico
Cuadro 8. Valor de la producción municipal en 2011, por grupo de actividad económica del sector primario en el estado
Municipio
Estado de Durango
Agricultura Ganadería
Avícola
Leche
Otros
Forestal
Total
Total (%)
2 827
5 084
13 357
5 173
25
1 847
28 313
100.00
Gómez Palacio
ND
779
6 689
2 795
2
ND
10 265
36.30
Mapimí
ND
116
5 309
48
1
194
5 668
20.00
Lerdo
ND
387
595
1 448
3
ND
2 433
8.60
673
398
9
135
5
176
1 396
4.90
Tepehuanes
31
65
655
8
ND
165
924
3.30
Pueblo Nuevo
10
275
6
20
ND
518
829
2.90
San Dimas
24
291
4
19
156
427
921
3.30
Nuevo Ideal
213
163
7
224
987
3
1 597
5.60
Tamazula
45
432
4
36
ND
49
566
2.00
Canatlán
338
173
5
17
5
26
564
2.00
1 490
2 002
68
417
9
479
4 465
15.80
Durango
Resto de municipios
*Millones de pesos a precios corrientes. ND: no disponible.
Fuente: ineGi 2012, sAGARpA 2013.
Condiciones de fragilidad
económica
Las condiciones de fragilidad económica en los muni
cipios se describen basándose en la diversidad de su
producción económica sectorial, empleando sus valo
res agregados brutos por sector económico, el total del
valor agregado bruto y la contribución porcentual a la
economía de la entidad de cada uno de los municipios
(figura 7) (inegi 2013b, sagarpa 2013). El nivel de des
agregación por sector económico al nivel municipal
(cuadro 7) y el énfasis otorgado a la descripción de la
productividad del sector primario de los municipios del
estado (cuadro 8), proporcionan una visión de conjunto
de la economía de la entidad.
Para 2011 los municipios de Gómez Palacio, Lerdo y
Mapimí integraban la región más estable económicamen
te en el estado, con grados de fragilidad económica muy
bajos, acumulando en conjunto 55.3% (95 388.46 millones de pesos) de la producción bruta total.
La capital de la entidad presentaba también condi
ciones de fragilidad económica muy baja. Participaba
en la economía con 34.2% de la producción bruta total
(58 991.8 millones de pesos). Un dato relevante es que
con este nivel menor de producción, proporcionaba
empleo a un mayor número de personas, superando en
este rubro a la economía lagunera (inegi 2013a).
Las 35 economías municipales restantes son peque
ñas, y en conjunto representan 10.4% de la producción
bruta total; presentan diversidad en la disposición de
recursos naturales y desigualdades en sus grados de su
productividad tecnológica, en su productividad econó
mica y en sus niveles de ingresos.
Con grado de fragilidad económica baja se encuen
tra un grupo de 11 municipios cuyas productividades
económicas se encuentran en el rango de 500 a 2 200
millones de pesos: Guadalupe Victoria, Santiago Papas
quiaro, Pueblo Nuevo, Nuevo Ideal, Canatlán, Vicente
Guerrero, Tlahualilo, Tepehuanes, Cuencamé, Poanas
y San Dimas. Se trata de municipios con economías diversificadas, caracterizadas por producciones crecientes
en los sectores secundario y terciario, lo que les per
mite reducir cada vez más la tradicional dependencia
de la producción primaria.
Con grado de fragilidad económica media se ubican
12 municipios: El Oro, Tamazula, Pánuco de Coronado,
Rodeo, Ocampo, Nombre de Dios, San Juan del Río,
Mezquital, Guanaceví, Peñón Blanco, Nazas y Canelas.
Estas economías, que poseen valores agregados brutos
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
86
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
totales que van de 100 a 500 millones de pesos anuales,
presentan un menor grado de diversificación económi
ca, ya que sus productividades en los sectores primario
y terciarios están aproximadamente equilibradas, en
tanto que la productividad manufacturera es mucho
más reducida.
En la parte baja están 12 municipios: Topia, Indé,
Simón Bolívar, San Juan de Guadalupe, Súchil, Otáez,
Santa Clara, Hidalgo, Coneto de Comonfort, San Ber
nardo, San Pedro del Gallo y San Luis del Cordero. Son
economías municipales pequeñas, con valores agregados brutos totales inferiores a los 100 millones de pe
sos anuales, dependientes de la producción de su sector
primario, que presentan productividades terciarias
reducidas y en las que la producción manufacturera es
prácticamente inexistente. La notable disminución en
la diversificación económica y sus volúmenes de producción, implican una reducción de las capacidades de
sus habitantes para absorber perturbaciones naturales,
culturales, sociales, políticas y económicas, por lo que
deben calificarse con grados altos de fragilidad económica.
El grupo de 12 municipios que posee grados de fragilidad altos, se caracteriza por ubicarse geográfica
mente en posiciones aisladas de los dos principales
corredores económicos del estado. El primero se origina
a partir del municipio de Durango, que corre hacia los
municipios mineros y forestales de Pueblo Nuevo, San
Dimas y Santiago Papasquiaro, localizados en la Sierra
Madre Occidental, y el corredor económico dirigido a
la región lagunera, representada por los municipios de
Gómez Palacio y Lerdo, en cuyo intermedio se locali
zan los municipios de Cuencamé y Guadalupe Victoria.
En el segundo, llamado corredor Durango-México, se
localizan los municipios de Nombre de Dios y Vicente
Guerrero.
Comparando las condiciones de fragilidad económi
ca con los grados de marginación de los municipios del
estado, establecidos por el conapo, se observa que, en
su mayoría, los niveles de marginación social son me
nores que los niveles de fragilidad económica. De los
cinco municipios con muy alto nivel de marginación
—Mezquital, Canelas, Otáez, Tamazula y Topia (conapo
2011b)— sólo Otáez y Topia se incluyen en el grupo de
economías con valores agregados brutos totales infe
riores a los 100 millones de pesos anuales, con grados
altos de fragilidad económica. Los municipios de Mez
quital, Canelas y Tamazula califican con grados medios
de fragilidad económica, debido a que sus economías
presentan valores agregados brutos totales que van de
100 a 500 millones de pesos anuales.
conapo ha determinado que diez de los municipios
con grados altos de fragilidad económica —Indé, Simón
Bolívar, San Juan de Guadalupe, Súchil, Santa Clara,
Hidalgo, Coneto de Comonfort, San Bernardo, San Pe
dro del Gallo y San Luis del Cordero— poseen grados
de marginación medios (figura 4). Se trata de munici
pios con economías muy pequeñas, dependientes de sus
producciones primarias con niveles muy bajos de di
versificación productiva sectorial, en los que no obstante
su población vive en condiciones sociales aceptables.
Todos presentan tasas de crecimiento demográfico negativas (inegi 2010b). El decrecimiento de la población
tiene impactos positivos en el grado de bienestar de la
población debido a los derivados de las remesas de la po
blación emigrada a Estados Unidos de América (conapo
2011a).
RECOMENDACIONES
La participación económica de la entidad en el ámbito
nacional, a la que contribuye con 1.21% del pib nacional
a precios básicos en 2012, lo ubica en la posición 25 del
total de las entidades federativas. Este nivel del desa
rrollo económico contrasta con el hecho de que es el
cuarto estado con mayor extensión territorial del país,
con 123 451.29 km2. Durango presenta la segunda me
nor densidad de población de las entidades con 13.2
hab/km²; con este grado bajo de apropiación territorial
y poblacional enfrenta la responsabilidad del resguar
do de los ecosistemas presentes en 6.3% de la superficie
total del país.
La economía exhibe una estructura porcentual por
grupos de actividades, con predominio de las activida
des terciarias (comercio y servicios) con 54.7% del pib,
el sector secundario (industrial) con 36.5%, y el sector
primario con 8.8%. No obstante el tamaño del sector primario, es éste el de mayor trascendencia en la eco
nomía nacional, al ubicarse entre los tres primeros
lugares nacionales como productor forestal, de frijol y
leche de bovino.
El escenario en el que ocurren las principales inte
racciones de los sistemas biofísicos con las actividades
productivas primarias, está constituido por la mayor
parte del territorio de la entidad, a excepción de las
áreas urbanas. Los habitantes rurales son quienes usan
el suelo, básicamente en actividades forestales, agro
pecuarias y de aprovechamiento y transformación de
los minerales metálicos y no metálicos. La población
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Contexto socioeconómico
Figura 7. Grado de fragilidad económica jerarquizado de los municipios.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
87
88
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
del campo mantiene la posesión social de más de 90% de
los suelos territoriales; de esta condición surge la ne
cesidad fundamental de considerar sus intereses y
necesidades para establecer en forma concertada las
modificaciones estructurales sociales y económicas,
que permitan alcanzar el mejor desarrollo posible. Lo
anterior puede suceder mediante el aprovechamiento
sustentable de los recursos naturales, el mantenimien
to de los bienes y servicios ambientales y la conserva
ción de los ecosistemas y la biodiversidad.
Las poblaciones rurales se encuentran altamente
dispersas, lo que constituye un gran impedimento a la
consecución de un modelo de ocupación del territorio
estatal ordenado y sustentable. La población campesina
del estado muestra una actitud productiva tradicio
nalista, de tendencia muy limitada hacia la diversificación; las actividades no agropecuarias y forestales
apenas se presentan en el sector. Por otro lado, en la
porción lagunera y del Valle del Guadiana, la produc
ción agrícola es de subsistencia y escasamente meca
nizada, a excepción de algunas áreas. Los cultivos de
mayor productividad, como el maíz, el frijol y la avena
forrajera, se ven afectados por la escasa disponibilidad del agua, la erosión y salinización del suelo, y la
pérdida de fertilidad.
Las interacciones entre los subsistemas biofísicos del
territorio estatal y la aplicación operativa de las polí
ticas del desarrollo socioeconómico deben darse en
condiciones de sustentabilidad. Para esto, la relación
entre las capacidades de los ecosistemas locales para
generar los servicios de aprovisionamiento, de regu
lación, culturales y de apoyo, con las actividades de
aprovechamiento económico, habrán de realizarse en
función de las tasas de renovación de los recursos natu
rales renovables, los ritmos de consumo e intensidad
de uso de los recursos naturales no renovables, y la ca
pacidad de asimilación de los vectores ambientales:
aire, agua y suelo. Esto debe suceder en un contexto en
el que las actividades productivas y sociales posean la
mayor coherencia posible con las características del
entorno natural.
La construcción de escenarios sustentables para el
desarrollo socioeconómico de Durango debe basarse
fundamentalmente en una planificación biofísica rigurosa. Metodológicamente sólo se puede alcanzar a
través de la aplicación de las tres modalidades de la
planificación: territorial, sectorial y urbana. El Plan Es
tatal de Desarrollo 2011-2016 (ged 2011) y el Programa
del Ordenamiento Ecológico del Estado de Durango
(ged y semarnat 2008) deben estar claramente
vinculados, con el propósito de establecer de manera
conjunta acciones efectivas en la consecución del bien
estar humano, en interacción con el bienestar ecológico.
Las políticas de la planificación territorial estableci
das en el poed tienen como propósito alcanzar una
imagen-objeto para el desarrollo regional estatal, en la
que esté presente una ocupación poblacional ordenada
del territorio, vinculado a la localización geográfica y
el aprovechamiento sostenible de los recursos natu
rales, principalmente aquellos de mayor potencial
productivo. En la imagen-objeto para el desarrollo re
gional, deben establecerse estrategias tendientes a la
consecución de la sinergia productiva de los diferentes
factores de la unidad territorial: físico-bióticos, ecoló
gicos, social-demográficos, económico-productivos y
urbanoregionales.
La inclusión reciente del producto interno neto eco
lógico al Sistema de Cuentas Nacionales, constituye un
incentivo metodológico de aplicación en la evaluación
de las externalidades derivadas del desarrollo econó
mico y social del estado, con el propósito de identificar
el impacto ambiental del quehacer económico y cuan
tificar el agotamiento de los recursos naturales y la
degradación del medio ambiente, así como el gasto que
la sociedad efectúa para resarcir los daños ambientales
como consecuencia del proceso productivo de bienes y
servicios. En la entidad se registran avances importan
tes en la atención de la agenda ambiental, en materia
de servicios de agua potable y saneamiento, y de resi
duos sólidos urbanos.
El alcance de las condiciones de sostenibilidad del
proceso del desarrollo de las actividades económicas
muestra una serie de pendientes, entre los que se men
cionan:
• El incremento al rubro del gasto en protección am
biental que permita proteger/restaurar el ambiente.
• La optimización y el control de la extracción anual
de agua subterránea y superficial y los niveles de
intensidad de aplicación en usos agrícola, público
industrial y doméstico.
• La prevención que permita salvaguardar la produc
ción agrícola de las condiciones de la sequía.
• Revertir los cambios en el uso del suelo, fundamentalmente el suelo de vocación forestal habilitado para
los usos agrícolas y ganaderos. Medir los cambios
en la capacidad productiva, la calidad ambiental y la
sustentabilidad de las tierras.
• Controlar en las medidas posibles las degradaciones
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Contexto socioeconómico
del suelo: degradación hídrica, eólica, física y química y tierras afectadas por la desertificación, adecuar
la intensidad de la producción de madera y prote
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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Contexto
jurídico
ambiental
1 Marco jurídico ambiental
federal
2 Marco jurídico ambiental
estatal y municipal
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93
Resumen ejecutivo
José Elías Chacón de la Cruz
y Brenda Fabiola Chávez Bermúdez
La sección está integrada por dos capí
tulos en donde se presenta una revisión de
las principales disposiciones jurídicas de los
órdenes federal, estatal y municipal que tienen
aplicación en la gestión de la biodiversidad1 para
Durango.
MARCO JURÍDICO AMBIENTAL FEDERAL
El capítulo inicia con un análisis sobre la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, refiriendo
los artículos que tienen relevancia en el tema de protec
ción de la biodiversidad, entre ellos el artículo 4, que
refiere el derecho a un medio ambiente sano, y
el 27, que trata sobre la propiedad de la tierra
y de las aguas, donde se establecen elementos
para la conservación de los recursos natura
les, así como para la preservación y restau
ración del equilibrio ecológico.
En cuanto a la legislación federal, de apli
cación en todo el territorio nacional en mate
1 La biodiversidad se define jurídicamente en la Ley
General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente (lgeepa) como la variabilidad de organis
mos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otros,
los ecosistemas terrestres, marinos y otros ecosiste
mas acuáticos y los complejos ecológicos de los que
forman parte; comprende la diversidad dentro de cada
especie, entre las especies y de los ecosistemas.
ria ambiental, se abordan siete leyes por considerarse las
más importantes debido a que regulan el aprovecha
miento de diferentes recursos naturales: la Ley General
del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente,
Ley General de Vida Silvestre, Ley General de Desarro
llo Forestal Sustentable, Ley de Aguas Nacionales, Ley
de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables
y Ley General de Cambio Climático.
Se presenta un conjunto de 29 normas oficiales mexicanas que establecen límites y criterios para el aprove
chamiento de especies y sus derivados, la prevención del
impacto ambiental, la prevención de contaminación de
ecosistemas, el control fitosanitario forestal y la identi
ficación de especies prioritarias para la conservación.
Finalmente, se identifican 28 instrumentos aplicables
en el estado para la gestión de la biodiversidad en mate
ria de protección, conservación, contingencias y restau
ración de ecosistemas. Estas incluyen desde disposiciones
marcadamente restrictivas, como la delimitación de zo
nas libres de organismos genéticamente modificados,
hasta los esquemas más abiertos a los usos consuntivos,
como las uma o los programas de manejo forestal.
MARCO JURÍDICO AMBIENTAL
ESTATAL Y MUNICIPAL
Se muestra la legislación con la que cuenta el estado y
el municipio de Durango para la protección de la biodi
versidad y regulación de las actividades que pudieran
afectarlos. En el estado, la Constitución estatal contem
pla diversos artículos relacionados con el cuidado del
medio ambiente; entre ellos, el 26 trata específicamen
te el derecho a un medio ambiente, utilizando el calificativo de “adecuado” (que anteriormente establecía la
Chacón de la Cruz, J.E. y B.F. Chávez Bermúdez. 2017. Resumen ejecutivo. Contexto jurídico ambiental. En: La biodiversidad en
Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 93-94.
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94
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Constitución), y estableciendo también la obligación de
conservarlo, el deber de las autoridades estatales y mu
nicipales de promover el uso de tecnologías limpias y
energías alternativas, la conservación de los ecosiste
mas, la biodiversidad y la recuperación de los espacios
naturales degradados, así como la obligación de quien
cause daño al ambiente de restaurar el ecosistema daña
do e indemnizar a las personas y comunidades afectadas.
En cuanto a la legislación estatal, se aborda la Ley
de Gestión Ambiental Sustentable, Ley de Desarrollo
Forestal Sustentable y Ley de Agua. El estado cuenta
con 39 municipios, en este ámbito tienen aplicación
tanto las leyes federales como estatales. En este sentido,
los municipios pueden incluir la protección al ambiente
en el bando de policía y buen gobierno, o establecer
alguna ley o reglamento que específicamente trate de
cuestiones ambientales.
En el estado, los municipios que cuentan con algún
reglamento específico en materia ambiental son: Canatlán, con el Reglamento de Protección Ambiental y
Ecología; Durango, con el Reglamento de Protección
Ambiental; Gómez Palacio, con el Reglamento de Desa
rrollo Sustentable y Protección al Ambiente; Lerdo, con
su Reglamento de Protección al Medio Ambiente; y
Ocampo, con el Reglamento de Protección a los Ani
males.
Cabe mencionar la próxima publicación de un regla
mento regional para los municipios de Santiago Papas
quiaro, Nuevo Ideal, Coneto de Comonfort, San Juan
del Río y El Oro, cuyo objetivo será regular la pro
tección de la laguna de Santiaguillo (sitio Ramsar). En
este punto, lo deseable es que cada municipio cuente
con un reglamento sobre protección ambiental, en vir
tud de que es el ámbito de gobierno inmediato y más
cercano con la población. Por otro lado, la legislación
ambiental federal contiene una amplia variedad de ins
trumentos para el manejo de la biodiversidad; sin em
bargo, su aplicación no es aún común en el estado, ya
sea por desconocimiento, o bien porque los procesos
para su gestión no están claramente establecidos.
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95
Contexto jurídico ambiental
Marco jurídico ambiental
federa�
José Elías Chacón de la Cruz
INTRODUCCIÓN
En el orden federal, la protección de la biodiversidad
se aborda desde la visión de distintos sectores. Su le
gislación incluye aspectos tan variados que van desde
la protección de la variabilidad genética, hasta la rela
ción de la biodiversidad con las actividades producti
vas potencialmente nocivas para el ambiente. En esta
sección se presenta una revisión de las principales le
yes que inciden directamente sobre la gestión para la
protección, y transversalmente, en la ejecución de las
actividades para el aprovechamiento de sus recursos
por parte de los sectores forestal, ganadero, agrícola,
acuícola y cinegético, entre otros. Debe recalcarse que
las leyes relativas a temas como la educación ambien
tal, el desarrollo rural, entre otras, si bien no se abor
dan por no tener un efecto directo, sí pueden contribuir
a la gestión integral de la biodiversidad.
LEY GENERAL DEL EQUILIBRIO
ECOLÓGICO Y LA PROTECCIÓN
AL AMBIENTE (lgeepa)
La biodiversidad se define jurídicamente en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente
(lgeepa) como “la variabilidad de organismos vivos de
cualquier fuente, incluidos, entre otros, los ecosistemas
terrestres, marinos y otros ecosistemas acuáticos y los
complejos ecológicos de los que forman parte; com
prende la diversidad dentro de cada especie, entre las es
pecies y de los ecosistemas” (sedue 1988). Su protección
se fundamenta en primera instancia en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos (cpeum), me
diante el artículo 4, el cual instituye el derecho de las
personas a tener un medio ambiente adecuado para su
desarrollo. De la misma forma, en su artículo 27, se
establece que los recursos naturales y el equilibrio
ecológico son bienes del dominio público que pueden
ser transferidos a los particulares mediante el régimen de
propiedad privada (Congreso de la Unión 1917).
En el marco normativo nacional, la lgeepa ocupa el
nivel jerárquico más alto en la gestión y protección de
la biodiversidad. En su carácter de ley marco, distribu
ye las competencias en materia de gestión y vigilancia
hacia los estados y municipios, reservando a la federa
ción la regulación de aspectos estratégicos, como la
expedición de normas oficiales mexicanas (nom), las
actividades riesgosas para los ecosistemas, el decreto
y administración de áreas naturales protegidas (anp)
federales, la aplicación del ordenamiento ecológico ge
neral del territorio, el ordenamiento ecológico en re
giones interestatales o en aquellas que incluyan anp
federales, la evaluación del impacto ambiental (eia) de
actividades reservadas, así como el uso sustentable y
la preservación de la biodiversidad, entre otros. Así, las
bases para la actuación del gobierno federal en materia
de biodiversidad, de acuerdo con las disposiciones de
la lgeepa, aparecen en sus reglamentos de áreas natu
rales protegidas, de ordenamiento ecológico y de im
pacto ambiental, principalmente.
Subordinadas a la lgeepa, existen las leyes sectoria
les y sus reglamentos, que regulan el aprovechamiento
de diferentes recursos naturales. En este sentido, las
más importantes son la Ley General de Vida Silvestre
(lgvs), la Ley General de Desarrollo Forestal Sustenta
ble (lgdfs), la Ley de Aguas Nacionales (lan), la Ley de
Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados
(lbogm) y la Ley de Pesca y Acuacultura Sustentables
(lpas). Todas ellas permiten la propuesta y emisión de
las nom que particularizan sobre protocolos a seguir en
cada materia, de acuerdo con los términos de la Ley Fe
deral de Metrología y Normalización (cuadro 1).
LEY GENERAL DE VIDA SILVESTRE (lgvs)
Entre las disposiciones de la lgvs, es relevante el de
recho de los particulares a aprovechar la fauna silves
tre, siempre que cumplan con objetivos de protección,
mantenimiento, restauración y sustentabilidad bajo el
Chacón de la Cruz, J.E. 2017. Marco jurídico ambiental federal. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México,
pp. 95-104.
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96
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
esquema de unidades de manejo para la conservación
de la vida silvestre (uma). Igualmente crea las figuras de
hábitat crítico y áreas de refugio para proteger especies
acuáticas, las cuales son casi equivalentes a las anp.
Otra función importante es el control de las poblacio
nes ferales que comprometan la viabilidad de las espe
cies nativas (semarnat 2000).
LEY GENERAL DE DESARROLLO
FORESTAL SUSTENTABLE (lgdfs)
Por su parte, la lgdfs regula el aprovechamiento y
conservación de los recursos forestales, ya sea median
te la autorización de planes de manejo forestal (pmf)
en el caso de especies maderables, o bien, de avisos
cuando se trata de especies no maderables. En los pmf
destaca la segregación de zonas para el desarrollo de
la fauna, los márgenes de las corrientes y las áreas que
por su pendiente se consideran frágiles. Asimismo, re
gula los cambios de uso del suelo en ambientes fores
tales, establece las bases para el ordenamiento forestal,
la prevención y el combate de incendios y el pago por
servicios ambientales (psa) (semarnat 2003).
LEY DE AGUAS NACIONALES (lan)
No obstante que la lan se enfoca a la administración
del agua, se reconoce a este recurso como un elemento
importante para la conservación y prevención de daños
a los ecosistemas. En la lan se instituye el manejo
de cuencas hidrológicas, así como las figuras de zonas de
veda, zonas de reserva y rescate de concesiones. De es
pecial importancia por su estrecha relación con la con
servación de ecosistemas acuáticos, son la delimitación
e inventario de humedales, la propuesta de nom para
su protección y especialmente la introducción del con
cepto “uso ambiental o de conservación ecológica del
agua” en la planeación hídrica para asegurar un flujo
de agua adecuado en los cuerpos y corrientes naciona
les (sarh 1992).
LEY DE BIOSEGURIDAD
Y ORGANISMOS GENÉTICAMENTE
MODIFICADOS (lbogm)
La protección de la diversidad genética es el objeto de
la lbogm. En ella se asientan las bases para regular la
liberación comercial, experimental y piloto de organis
mos genéticamente modificados (ogm). Adicionalmente,
crea las figuras de zonas libres de ogm, centros de ori
gen y centros de diversidad genética, en las cuales no
deben realizarse liberaciones de éstos. Por otra parte,
si estas figuras se encuentran dentro de un anp, se
requiere la adecuación de su plan de manejo (ss 2005).
LEY GENERAL DE PESCA
Y ACUACULTURA SUSTENTABLES (lpas)
En la lpas, las atribuciones con repercusión sobre la bio
diversidad son el establecimiento de volúmenes y tallas
de pesca, la delimitación de zonas y épocas de veda, la
regulación de zonas de refugio, la delimitación de zonas
de captura y el ordenamiento pesquero. De acuerdo con
esta ley, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos
Naturales (semarnat), en coordinación con la Secretaría
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (sagarpa), deben emitir recomendacio
nes sobre los volúmenes y permisos en anp, promover
áreas de protección en áreas interiores y dictar medi
das para la protección de quelonios y especies acuáticas
con prioridad de conservación (sagarpa 2007a).
LEY GENERAL DE CAMBIO
CLIMÁTICO (lgcc)
De reciente creación, la lgcc tiene como objeto definir la
política nacional de mitigación y adaptación al cambio
climático; considera los efectos del calentamiento global
sobre la conservación, manejo y aprovechamiento de
los ecosistemas. Igualmente, busca reducir la vulnera
bilidad de los ecosistemas ante el cambio climático, en
especial en regiones de alta montaña, semiáridas y de
sérticas, con énfasis en la protección de sus recursos
forestales y suelos (semarnat 2012).
ORDENAMIENTOS CON FUNCIONES
COMPLEMENTARIAS
La Ley Minera faculta al Servicio Geológico Mexicano
(sgm) a formar parte del Consejo Nacional de Áreas
Naturales Protegidas, y además señala que las obras mi
neras dentro de las anp sólo pueden ser ejecutadas con
la autorización de la institución que tenga a su cargo
el manejo del área (semip 1992). La Ley Federal de Sa
nidad Animal (lfsa) instituye la coordinación entre la
semarnat y la sagarpa para la aplicación de medidas
zoosanitarias en la fauna silvestre (sagarpa 2007b),
mientras que la Ley General de Asentamientos Huma
nos (lgah) se remite a los criterios de regulación am
biental de los asentamientos, señalados en el artículo
23 de la lgeepa, siendo los más importantes la obser
vancia del ordenamiento ecológico, la restricción de la
suburbanización extensiva y la preservación de áreas
con valor ambiental (sedesol 1993).
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97
Contexto jurídico ambiental
Cuadro 1. Lista de normas oficiales mexicanas (nom) aplicables en la conservación, protección y uso de la biodiversidad
Ámbito de aplicación
Clave de la norma
nom-027-semARnAt-1996
nom-028-semARnAt-1996
nom-005-semARnAt-1997
Criterios de
aprovechamiento,
transporte y
almacenamiento
de especies y sus
productos
nom-007-semARnAt-1997
nom-008-semARnAt-1997
nom-010-semARnAt-1996
nom-011-semARnAt-1996
nom-012-semARnAt-1996
nom-018-semARnAt-1999
nom-026-semARnAt-2005
nom-126-semARnAt-2000
nom-152-semARnAt-2006
nom-015-semARnAt/sAGARpA-2007
nom-020-semARnAt-2001
Mitigación del
impacto ambiental
nom-060-semARnAt-1994
nom-061-semARnAt-1994
nom-062-semARnAt-1994
nom-120-semARnAt-2011
nom-001-semARnAt-1996
nom-055-semARnAt-2003
Prevención de la
contaminación
de los ecosistemas
nom-083-semARnAt-2003
nom-141-semARnAt-2003
nom-155-semARnAt-2007
nom-159-semARnAt-2011
nom-013-semARnAt-2010
nom-019-semARnAt-2006
Control fitosanitario
de especies forestales
nom-142-semARnAt-2003
nom-144-semARnAt-2004
Identificación de
especies con prioridad
de conservación
nom-059-semARnAt-2010
Objeto de la norma
Extracción de tierra de monte
Aprovechamiento de raíces y rizomas
de vegetación forestal
Aprovechamiento de corteza, tallos y plantas
completas de vegetación forestal
Aprovechamiento de ramas, hojas, pencas,
flores, frutos y semillas
Aprovechamiento de cogollos
Aprovechamiento de hongos
Aprovechamiento de musgo, heno y doradilla
Extracción de leña para uso doméstico
Aprovechamiento de candelilla y cerote
Aprovechamiento comercial de resina de pino
Colecta científica
Contenido de los planes de manejo forestal
Especificaciones técnicas para el uso
del fuego en terrenos forestales
Restauración de terrenos forestales
de pastoreo
Efectos en suelos y cuerpos de agua
por aprovechamiento forestal
Efectos sobre flora y fauna
por aprovechamiento forestal
Efectos adversos sobre la biodiversidad por
cambio de uso del suelo forestal a pecuario
Protección de vegetación contra actividades
mineras en climas secos y templados
Descarga de aguas residuales en aguas
nacionales
Confinamiento de residuos peligrosos
Disposición de residuos sólidos urbanos
y de manejo especial
Construcción y operación de presas de jales
Protección ambiental contra lixiviación
de minerales de oro y plata
Protección ambiental de los sistemas
de lixiviación de cobre
Importación de Pinus, Abies y Pseudotsuga
Combate y control descortezadores
Control del psílido Glycaspis brimblecombei
del eucalipto
Medidas fitosanitarias para embalaje
de madera
Lista de especies en riesgo y criterios para
su incorporación en la lista
Fuente: elaboración propia.
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98
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
La distribución de competencias en materia de bio
diversidad se aplica tanto en las leyes ambientales
generales como en las sectoriales (cuadro 2). Se faculta
al gobierno estatal en la declaración y administración
de anp que no pertenezcan a las categorías de jurisdic
ción federal, la prevención y control de la contaminación
de aguas de jurisdicción estatal y de las aguas nacio
nales asignadas, la formulación y seguimiento del
ordenamiento ecológico regional y local, la vigilancia
de ciertas nom y la eia para las actividades no reserva
das a la federación. Asimismo, los municipios tienen la
facultad de vigilar la contaminación de las aguas na
cionales asignadas, de formular, expedir y vigilar el
ordenamiento ecológico local (oel), vigilar ciertas
nom, así como formular y ejecutar acciones de mitiga
ción y adaptación al cambio climático.
Otras leyes cuya vigilancia no es competencia de las
instituciones del sector medioambiental, consideran tam
bién la preservación de los recursos naturales. De esta
forma, en el orden federal, las disposiciones legales para
la producción orgánica, el turismo y el desarrollo rural,
establecen condiciones al desarrollo de estos sectores,
en beneficio de la conservación de la biodiversidad.
Mediante convenios o acuerdos, la federación puede
transferir al estado y a sus municipios facultades como
la administración de anp federales, la eia de algunas
actividades reservadas a la federación, la protección de
la flora, la fauna y los recursos forestales, así como la
preservación de la zona federal en los cuerpos de agua
nacionales. Otras atribuciones de competencia federal
que pueden ser asumidas por el estado y sus munici
pios por esta vía se listan en el cuadro 3.
CONCLUSIÓN
En términos generales, el marcado carácter sectorial
de la legislación ambiental federal señalado por Gutié
rrez-Nájera (1998), por sí mismo puede representar un
obstáculo para enfrentar problemas complejos, como
la pérdida de especies y su hábitat.
Las distintas leyes ambientales contienen elementos
que esbozan el concepto de “medio ambiente adecuado”,
pero en su artículo 4, la cpeum presenta una definición
considerada ya sea como ambigua por Carmona (2000),
al tratarse de una cualidad difícil de evaluar, o bien como
insuficiente y antropocéntrica al estar centrada en los intereses puramente humanos (Cifuentes y CifuentesLópez 2012). Por otra parte, la definición de biodiversi
dad plasmada en la lgeepa incluye correctamente la
diversidad de genes, especies y ecosistemas; sin em
bargo, es el nivel de especies el que ha sido abordado
conceptualmente de forma más amplia y explícita en
leyes como la lgeepa, la lgvs, la lgdfs o la lpas, segui
do por el nivel de genes en la lbogm y los ecosistemas
en leyes como la lan. Por otro lado, existen incon
sistencias como el reconocimiento de las poblaciones
ferales y especies exóticas en vida libre en la lgeepa,
la lgvs y la lgas como parte de la fauna silvestre y, por
lo tanto, de la biodiversidad (semarnat 2000, Congreso
del Estado 2010), aun cuando se sabe que representan
una amenaza para los ecosistemas nativos, como se
documenta en ÁlvarezRomero et al. (2008).
La legislación actual ha creado una variedad de ins
trumentos para la gestión de la biodiversidad. La nor
matividad federal es especialmente abundante en ellas
y tanto el estado como sus municipios disponen tam
bién de algunas figuras equivalentes en el ámbito de
su competencia (cuadro 4).
La mayor parte de ellas no han sido implementadas
aún, siendo las anp, las áreas con psa y las uma, los ins
trumentos con mayor cobertura en la entidad. Sin em
bargo, su aplicación tiene aún debilidades; por ejemplo,
las áreas decretadas como zonas protectoras forestales
(saga 1949), no se consideraban anp de acuerdo con la
lgeepa desde 1988, pero fueron reclasificadas como
tales bajo la categoría de áreas de protección de los re
cursos naturales (semarnat 2002). Esto plantea un
problema potencial, ya que siguen vigentes las fuertes
restricciones para el uso de los recursos indicadas en
el decreto original, las cuales fueron formuladas antes
de la aparición de la normatividad ambiental actual, en
un contexto social diferente. La efectividad de las uma
en el estado no ha sido probada aún y la mayor parte
de sus planes de manejo tienen objetivos y evaluacio
nes poblacionales imprecisas (Schroeder et al. 2009).
Otras figuras instituidas en la legislación carecen de
una descripción apropiada, lo que dificulta su aplicación;
por ejemplo, en la lpas no se explica el régimen de pro
tección para las zonas de refugio de especies pesqueras.
La Ley General de Asentamientos Humanos (lgah)
y la Ley General de Desarrollo Urbano para el estado
de Durango disponen que los planes de desarrollo ur
bano (pdu) deben considerar los criterios generales de
regulación establecidos en el artículo 23 de la lgeepa.
No obstante, estos instrumentos pueden entrar en
disputa con el ordenamiento ecológico (oe) al ocupar
territorios con aptitud diferente al uso urbano, debido
a que se desarrollan desde conceptos, normatividad y
autoridades diferentes.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
99
Contexto jurídico ambiental
Cuadro 2. Distribución de competencias en materia de conservación, protección y uso de la biodiversidad
Materia
Áreas naturales
protegidas
Bienes y servicios
ambientales
Ordenamiento
ecológico
Federación
Estado
Decreto y administración de
Anp de categorías reservadas
a la federación
Decreto y administración de
Anp de categorías reservadas a
los estados
Formulación de métodos para
la valoración de los sA
Promoción de mercados locales
de sA
Establece instrumentos para
promover los mercados de sA
Inventario de bienes y sA
Decreto y seguimiento del
ordenamiento ecológico
general del territorio
Decreto y seguimiento del oe
estatal
Decreto y seguimiento de
ordenamientos ecológicos
regionales interestatales
Decreto y seguimiento de oe
intermunicipales
Municipios
Decreto y administración de
zonas de preservación de los
centros de población
Decreto y seguimiento del oe
municipal
Decreto y seguimiento de
ordenamientos ecológicos
regionales y locales cuando
se involucra un Anp federal
Vida silvestre
Decretos de hábitat crítico
para la fauna silvestre
Definición de la política estatal
en materia de vida silvestre
Decretos de zonas de refugio
para especies silvestres
acuáticas
Manejo de poblaciones ferales
Dictaminación y autorización
de planes de manejo de
fauna y regulación de la caza
en umA
Asesoría y capacitación de
usuarios y productores
Declaración de vedas en
fauna silvestre
Control de especies de fauna
perjudicial
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
100
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Continuación
Materia
Federación
Estado
Municipios
Dictaminación y autorización
de programas de manejo
forestal
Definición de la política forestal
estatal
Definición de la política
forestal municipal
Zonificación de unidades de
manejo forestal
Asesoría y capacitación a
productores
Participación en la zonificación
forestal estatal
Prevención y combate de
incendios
Participación en la prevención
y combate de incendios
Participación en la elaboración
de programas forestales
regionales
Participación en la planeación
y ejecución de la restauración
de bienes y servicios
ambientales
Dictaminación de cambios de
uso de suelo en ambientes
forestales
Recursos forestales
Prevención y combate de
incendios
Inventario nacional forestal y
de suelos
Elaboración del inventario
estatal forestal y de suelos
Elaboración de
recomendaciones a la
federación para el
establecimiento de vedas
forestales
Ecosistemas
acuáticos
Delimitación e inventario de
humedales
Establecimiento y suspensión
de vedas
Delimitación de zonas de
reserva en cuencas o
acuíferos
Prevención y control de la
contaminación de aguas de
jurisdicción estatal
Aprovechamiento sustentable
y control de la contaminación
de aguas de jurisdicción
municipal y aguas federales
asignadas
Decretos de uso ambiental
del agua o gasto ecológico
Títulos de concesión de
aguas
Títulos de descarga en aguas
federales
Declaración de zonas de veda
hídrica
Rescate de concesiones
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
101
Contexto jurídico ambiental
Cuadro 2. Continuación
Materia
Federación
Estado
Municipios
Delimitación de centros de
origen y de diversidad
genética
Delimitación de zonas libres
de organismos
genéticamente modificados
Organismos
genéticamente
modificados
Permisos de liberación
experimental de oGm
Permisos de liberación piloto
de oGm
Permisos de liberación
comercial de oGm
Evaluación del riesgo por
oGm
Manejo de
pastizales
Impacto ambiental
Establecimiento de criterios
para asignar la carga animal
Estudios para el manejo
sustentable de agostaderos
Evaluación de actividades y
proyectos reservados a la
federación
Evaluación de proyectos
reservados al estado
Evaluación de proyectos que
implican cambios de uso del
suelo
Solicitudes de revocación de
autorización para cambios
de uso del suelo
Sanidad vegetal
Instrumentación del
dispositivo nacional de
emergencia de sanidad
vegetal en contingencias
sanitarias que afecten a los
ecosistemas forestales
Sanidad animal
Aplicación de medidas
zoosanitarias para
enfermedades que afecten
a poblaciones silvestres
Cambio climático
Formulación de la estrategia
nacional de cambio climático
Formulación del programa
estatal de acción ante el
cambio climático
Instrumentación de acciones
de adaptación y mitigación
ante el cambio climático en
materia de preservación y
aprovechamiento de recursos
naturales
Instrumentación de acciones
de adaptación y mitigación
ante el cambio climático en
materia de preservación y
aprovechamiento de
ecosistemas, recursos
naturales y ordenamiento
territorial de asentamientos
Instrumentación de acciones
de adaptación y mitigación
ante el cambio climático en
materia de ordenamiento
ecológico local y recursos
naturales de su competencia
Fuente: elaboración propia.
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102
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Atribuciones de competencia federal que pueden ser transferidas al estado y municipios mediante convenios o acuerdos
Ley
Artículo
Facultades
Prevención y combate de incendios forestales
Inspección y vigilancia forestal
Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable
(lGdFs)
24
Control de plagas y enfermedades forestales
Cambio de uso del suelo en terrenos forestales
Dictamen y autorización de planes de manejo forestal
Evaluación del impacto ambiental de actividades forestales
Ley de Gestión de Residuos (lGR)
Ley de Aguas Nacionales (lAn)
12 y 13
15 bis
Ley de Pesca y Acuacultura Sustentables (lpAs)
11
Ley de Bioseguridad de Organismos
Genéticamente Modificados (lboGm)
25
Control de residuos peligrosos sujetos a un plan de manejo
Autorización de microgeneradores de residuos peligrosos
Formulación de programas hídricos en coordinación con
organismos de cuenca
Permisos de pesca deportiva y recreativa
Ordenamiento territorial y sanidad de los desarrollos
acuícolas
Monitoreo de riesgos por liberación de oGm
Vigilancia del cumplimiento de la lboGm
Autorización y supervisión de unidades de manejo para
la conservación de la vida silvestre
Control de poblaciones silvestres perjudiciales
Aplicación de medidas sanitarias a la vida silvestre
Ley General de Vida Silvestre (lGvs)
11
Aplicación de medidas relativas a hábitat críticos y áreas
de refugio de especies acuáticas
Promoción del trato digno a la vida silvestre
Liberación de ejemplares silvestres, regulación de la caza
y servicios relacionados
Promover el desarrollo de mercados estatales de vida
silvestre
Promoción de proyectos de educación, capacitación e
investigación sobre la vida silvestre
Administración de Anp federales
Ley General del Equilibrio Ecológico
y la Protección al Ambiente (lGeepA)
Evaluación del impacto ambiental de actividades no
reservadas a la federación
11
Preservación de flora, fauna, suelo y recursos forestales
Preservación de la zona federal en cuerpos de agua
nacionales
Inspección y vigilancia del cumplimiento de la lGeepA
Fuente: elaboración propia.
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103
Contexto jurídico ambiental
Cuadro 4. Instrumentos para la gestión de la biodiversidad aplicables en la entidad
Objetivo
principal
Instrumento
Protección
Conservación
Manejo de
contingencias
Restauración
Ley
Artículos
Decretos de áreas naturales protegidas federales
lGeepA
44 a 77 bis
Decretos de áreas naturales protegidas estatales
lGAs
41 a 53
Decretos de áreas de protección de competencia municipal
Reglamentos
municipales
38 a 45 en Canatlán, 27 a 40 en Durango, 31
a 44 en Gómez Palacio, 111 a 116 en Lerdo
Zonificación de unidades de manejo forestal
lGdFs
112
Identificación de áreas aptas para protección en oe
lGeepA/lGAs
19 a 20 bis 7/11 a 13
Decretos de hábitat crítico para la fauna silvestre
lGvs
63 y 64
Decretos de zonas de refugio para especies silvestres
acuáticas
lGvs
65 a 69
Delimitación de centros de origen y de diversidad genética
lboGm
86 a 88
Delimitación de zonas libres de organismos genéticamente
modificados
lboGm
90
Delimitación de humedales
lAn
86 bis 1
Delimitación de zonas de reserva en cuencas o acuíferos
lAn/lA
38 a 43/216 a 224
Decretos de uso ambiental del agua o gasto ecológico
lAn
15
Retribución y compensación por servicios ambientales
lGdFs/ledFs/lGvs
138, 141/63/20
Planes de manejo de fauna y regulación de la caza en umA
lGvs
9, 18 y 39 a 47
Programas de manejo forestal
lGdFs/ledFs
73 a 100/
Estudios de manejo de
agostaderos
lGAn/lpAz/ledFs
149 a 16/8/62
Dictaminación del impacto ambiental
lGeepA/lGAs
28 a 35 bis 3/17 a 23
Títulos de concesión de aguas
lAn/lA
20 a 25
Títulos de descarga de aguas residuales
lAn/lA
20 a 25/234
Permisos de liberación
experimental de oGm
lboGm
42 a 49, 66
Permisos de liberación piloto de oGm
lboGm
50 a 54, 66
Permisos de liberación comercial de oGm
lboGm
55 a 59, 66
Evaluación del riesgo por oGm
lboGm
60 a 65
Declaración de zonas de veda hídrica
lAn/lA
38 a 43/216 a 219
Rescate de concesiones
lAn/lA
29 bis 3
Declaración de vedas en poblaciones de fauna silvestre
lGvs
71
Control de especies de fauna perjudicial
lGvs
72
Declaratoria de zonas de restauración ecológica
lGeepA/lGAs
78 a 78 bis 1/54
Acrónimos de leyes estatales: lA: Ley de Agua para el Estado de Durango; lGAs: Ley de Gestión Ambiental Sustentable para el
Estado de Durango; lpAz: Ley que Regula el Aprovechamiento Técnico de Pastizales.
Fuente: elaboración propia.
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104
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Los pdu son implementados por el estado y los mu
nicipios con base en la lgah y la lgdu, mientras que el
oe se fundamenta en la lgeepa y su reglamento en la
materia. Por otra parte, el proceso de formulación del
oe apela al rigor científico, a la participación pública y
la transparencia, mientras que los pdu pueden elabo
rarse sin soporte científico.
—. 2007b. Ley Federal de Sanidad Animal. Publicada el 25 de julio de
2007 en el Diario Oficial de la Federación. Última reforma publi
cada el 7 de junio de 2012.
sarh. Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos. 1992. Ley de
Aguas Nacionales. Publicada el 1 de diciembre de 1992 en el Dia
rio Oficial de la Federación. Última reforma publicada el 24 de
marzo de 2016.
Schroeder, R.L., R.A. Medellín, O. Ramírez Flores y A. Rojo Curiel.
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de la Federación. Última reforma publicada el 24 de enero de 2014.
Oficial de la Federación. Última reforma publicada el 10 de julio
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del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente. Publicada
Congreso del Estado. 2010. Ley de Gestión Ambiental Sustentable
para el Estado de Durango. Publicada el 24 de junio de 2010 en el
Periódico Oficial del Estado. Última reforma publicada el 16 de
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Carmona, M.C. 2000. Derechos en relación con el medio ambiente. Cáma
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derecho ambiental Número 3. En: <http://huespedes.cica.es/aliens/
creto Presidencial de fecha 8 de junio de 1949, publicado el 3 de
gimadus/04/MEDIO_AMBIENTE_M%c9XICO.htm>, última consul
agosto del mismo año. Publicado el 7 de noviembre de 2002 en el
ta: 25 de septiembre de 2012.
Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.
Gutiérrez-Nájera, R. 1998. Introducción al estudio del derecho ambiental.
Editorial Porrúa, México.
saga. Secretaría de Agricultura y Ganadería. 1949. Decreto que declara
—. 2003. Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable. Publicada
el 25 de febrero de 2003 en el Diario Oficial de la Federación. Úl
tima reforma publicada el 10 de mayo de 2016.
zonas protectoras forestales y de repoblación las cuencas de ali
—. 2012. Ley General de Cambio Climático. Publicada el 6 de junio de
mentación de las obras de irrigación de los distritos nacionales de
2012 en el Diario Oficial de la Federación. Última reforma publi
riego, y se establece una veda total e indefinida en los montes
ubicados dentro de dichas cuencas. Publicado el 3 de agosto de
1949 en el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.
sagarpa. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
cada el 1 de junio de 2016.
semip. Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal. 1992. Ley
Minera. Publicada el 26 de junio de 1992 en el Diario Oficial de la
Federación. Última reforma publicada el 11 de agosto de 2014.
y Alimentación. 2007a. Ley General de Pesca y Acuacultura Sus
ss. Secretaría de Salud. 2005. Ley de Bioseguridad de Organismos
tentables. Publicada el 24 de julio de 2007 en el Diario Oficial de
Genéticamente Modificados. Publicada el 18 de marzo de 2005 en
la Federación. Última reforma publicada el 4 de junio de 2015.
el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.
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105
Contexto jurídico ambiental
Marco jurídico ambiental
estatal y municipal
Brenda Fabiola Chávez Bermúdez
INTRODUCCIÓN
El presente capítulo tiene como propósito mostrar al
lector las diversas leyes con que cuenta Durango para
la protección de su diversidad biológica. Dentro del
mismo, se realiza un análisis de este conjunto de nor
mas específicas sobre biodiversidad, donde se identifican
las bondades y áreas de oportunidad para mejorarlas,
todo con el fin de lograr un marco jurídico adecuado
que permita la protección oportuna de la riqueza natu
ral de la entidad.
La entidad posee cifras importantes de diversidad
biológica, por lo que se requiere de una protección es
pecial y empatarla con un desarrollo económico soste
nible, a través de la legislación adecuada y políticas
públicas eficientes. Asimismo, requiere de un banco de
datos sobre la biodiversidad existente en el territorio
que permita conocer y ubicar las especies, sus posibles
riesgos y peligros, no sólo para actuar en la reparación
de los daños, sino para prevenirlos.
Para ello, se realiza un análisis que va de lo general
a lo particular, refiriendo en primer lugar los artículos
de la Constitución federal que establecen un medio
ambiente sano como un derecho fundamental, para
luego seguir con la legislación federal, es decir, la que
se aplica para todo el territorio nacional, para saber de
qué trata cada una de ellas. Posteriormente, se desarro
llan comentarios específicos de las leyes que se aplican
en esta entidad y se finaliza con una exposición general
de las normas que le corresponden al municipio de
Durango.
EL DERECHO A UN MEDIO AMBIENTE SANO
Y LEGISLACIÓN FEDERAL Y ESTATAL
El derecho al medio ambiente es un derecho humano
establecido en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos (Congreso de la Unión 1917). La Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Durango
ubica dentro del capítulo “De los derechos económicos,
sociales y culturales”, en el artículo 26, el derecho al
medio ambiente, y establece que “las personas tienen
derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado
para su desarrollo, así como la obligación de conser
varlo”. Asimismo enumera una serie de compromisos de
las autoridades sobre la preservación de recursos na
turales y el uso de tecnologías limpias, comprometien
do también al sector privado, a la vez que impone la
importante obligación de restaurar el ecosistema da
ñado (Congreso del Estado 1917). Esto se estableció con
motivo de una reforma integral a la Constitución. No
obstante, nada se expresa respecto a las acciones pro
cesales para defender este derecho.
La Constitución federal establece en el artículo 17
las acciones colectivas y faculta a los jueces federales
para conocer sobre los procedimientos y mecanismos
respectivos, las cuales son muy importantes para deman
dar un daño ambiental; explica Gidi (2004): “se trata de
la acción promovida por un representante (legitimación
colectiva), para proteger el derecho que pertenece a un
grupo de personas (objeto del litigio), y cuya sentencia
obligará al grupo como un todo (cosa juzgada)”.
Estas acciones permiten la defensa de derechos de per
tenencia colectiva, como el derecho al medio ambiente,
donde hay una gran cantidad de personas afectadas, o
bien, el afectado es un elemento del medio ambiente. El
hecho de que se regulen las acciones colectivas permitirá,
por ejemplo, que un grupo de vecinos o una organiza
ción no gubernamental (ong) en defensa del medio
ambiente, inicie un juicio de responsabilidad por la con
taminación de un río, por la tala ilegal de un bosque, por
pérdida de especies, etc., para que se obligue a quien cau
só el daño a repararlo o a otorgar una indemnización.
De este modo, se ve la importancia que para la de
fensa del medio ambiente tienen estas acciones que
sólo están a nivel federal, por lo que sería muy benéfi
co que el estado también contara con estos medios de
defensa de acuerdo con sus facultades.
Chávez Bermúdez, B.F. 2017. Marco jurídico ambiental estatal y municipal. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado.
conabio, México, pp. 105-110.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
106
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
La legislación del estado en materia de biodiversi
dad debe ser acorde a lo que disponga la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos (cpeum) y las
leyes federales; asimismo, se debe tomar en cuenta lo
que establezcan los tratados internacionales de los que
México es parte. De este modo, tanto la Constitución
federal como la Ley General del Equilibrio Ecológico y
la Protección al Ambiente (lgeepa) establecen las fa
cultades que le corresponden al estado y a los munici
pios, esto es, en qué puede o no intervenir, tratándose
de la preservación y restauración del equilibrio ecoló
gico y la protección al ambiente (sedue 1988).
Por su parte, la ley que se encarga del aprovecha
miento de los bosques y en general de los recursos fores
tales y el suelo, es la Ley General de Desarrollo Forestal
Sustentable, y en ella se dice qué le corresponde hacer
a los estados y municipios en esta materia.
Ahora bien, de acuerdo a las facultades establecidas
en la lgeepa, y en el artículo 73, fracción xxix inciso G
de la Constitución, los estados pueden hacer las leyes
que estimen convenientes para atender la problemática
ambiental y de sustentabilidad que ocurra en su área.
De este modo, se han elaborado una diversidad de leyes
en torno a la protección del medio ambiente, entre ellas,
la Ley de Agua; de Cambio Climático; de Desarrollo Fo
restal Sustentable; de Bienestar Animal para la Susten
tabilidad; el Código Penal para el Estado de Durango,
que contempla los delitos contra la gestión ambiental;
así como la Ley para la Prevención y Gestión Integral
de los Residuos. Cabe mencionar con respecto a esta
última, que sólo contempla los residuos no peligrosos
en virtud de que los peligrosos son de exclusiva facul
tad de la federación.
A continuación se exponen las leyes estatales que tie
nen relación directa con la protección de la biodiversidad.
LEY DE GESTIÓN AMBIENTAL
SUSTENTABLE PARA EL ESTADO
DE DURANGO
Durango cuenta con esta ley que trata directamente y
de manera general sobre el medio ambiente. Fue ex
pedida en el año 2010 dejando sin efecto la Ley Estatal
del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente del
Estado de Durango. En ella se establecen las facultades
del estado y sus municipios.
El objeto de esta ley es propiciar el desarrollo sus
tentable, entendido como “el proceso evaluable mediante
criterios ambientales, económicos y sociales, cuyo pro
pósito es optimizar la productividad de las personas y
mejorar su calidad de vida, sin comprometer la satis
facción de las necesidades futuras”, como la misma ley
lo define en la fracción xiv del artículo 2. Sin embargo,
esta definición muestra una visión antropocéntrica, que
no se refleja en la totalidad de la ley, esto es que sólo se
centra en el ser humano, lo que es incorrecto porque no
sólo se tiene que preservar el medio ambiente para su
beneficio, sino también para el de los elementos naturales en su conjunto. Un desarrollo sustentable también
incluye la preservación y restauración del equilibrio
ecológico y la protección al ambiente en su totalidad,
que por fortuna sí se incluyen en el contenido de la ley
(Congreso del Estado 2010a).
El título central de esta ley es la gestión ambiental; sin
embargo, en el artículo 2 no incluye qué se entiende por
este concepto, aunque sí le dedica el título sexto, deno
minándolo “Gestión Ambiental y Participación Social”.
Para comprender mejor esta ley, se considera ade
cuada la definición que manifiesta Raúl Brañes: “la ges
tión ambiental es el conjunto de actividades humanas
que tiene por objeto el ordenamiento del ambiente. Sus
componentes principales son la política, el derecho y
la administración ambientales” (Brañes 2000).
Para la protección de la biodiversidad, esta ley estable
ce una serie de lineamientos para declarar áreas natura
les protegidas y zonas de restauración; las primeras son
aquellas porciones de territorio cuyas condiciones am
bientales no han sido alteradas de manera importante
por el ser humano o aquellas que requieran ser preservadas; las segundas son áreas con graves daños que deben
ser restauradas para recuperar sus procesos naturales.
Con el fin proteger la biodiversidad de estas zonas,
la autoridad ambiental establece prohibiciones como:
“verter o descargar contaminantes en el suelo, subsuelo
y cualquier clase de cauce o acuífero, así como desa
rrollar cualquier actividad contaminante; interrumpir,
rellenar, desecar o desviar los flujos hidráulicos; realizar
actividades cinegéticas o de explotación y aprovecha
miento de especies de flora y fauna silvestres” (GómezSánchez 2004).
Así también, con el propósito de preservar y aprove
char de manera sustentable la flora y fauna silvestre, se
pueden establecer zonas de veda, las cuales tienen como
finalidad la preservación, repoblación, propagación, distribución, aclimatación o refugio de especies amenazadas,
en peligro de extinción o sujetas a protección especial.
Dentro del título séptimo se incluye en el capítulo iii
la responsabilidad por daño ambiental, lo cual es muy
importante para la protección del medio ambiente, por
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Contexto jurídico ambiental
que de este modo se obliga a la persona o industria que
ocasiona un daño a que lo repare y, cuando no sea posible,
otorgue una indemnización; así, la empresa que vierte
químicos a un río y lo contamina estará obligada a em
plear las medidas adecuadas para dejarlo en las condi
ciones que tenía antes de que lo dañara con su actividad.
También se establece que la responsabilidad por
daño ambiental es independiente de las multas y de la
responsabilidad penal, y para hacerla efectiva se debe
rá recurrir al Código de Justicia Administrativa vigen
te para el estado; sin embargo, aquí se percibe un error
porque no existe este código, lo correcto debe ser la
Ley de Justicia Fiscal y Administrativa del estado de
Durango (Congreso del Estado 2010b).
De igual manera, se establece que la Secretaría de
Recursos Naturales y Medio Ambiente (srnyma) y los
ayuntamientos tendrán la facultad para exigir la repa
ración del daño ambiental; sin embargo, es preferible
que cualquier persona que pertenezca a la comunidad
afectada o una asociación que actúe en defensa del me
dio ambiente pueda exigir esa reparación. Asimismo,
se dice que la acción para demandar la responsabilidad
prescribe, es decir, se termina, en un plazo de cinco años,
pero establece la condición de que empezará a correr
ese plazo después de que hayan cesado los efectos del
daño en cuestión, y hay casos en que los efectos son
permanentes, no cesan nunca; por ejemplo, piénsese en
una zona boscosa que alojaba a los últimos ejemplares
de una especie de mamífero y es incendiada, extinguién
dose la especie, pues los efectos del daño será la extin
ción del ejemplar y no cesarán.
Por otra parte, aquí existe un problema ya que “los
daños ocasionados al medio ambiente no siempre son
consecuencia de una acción localizada en un único
punto temporal, sino que muchas veces se trata de
consecuencias derivadas de todo un proceso dilatado
en el tiempo, presentando así las características de
continuidad, permanencia y progresividad” (GonzálezMárquez 2003), por lo que no es viable establecer un
plazo a partir de que cesen los efectos del daño, sino
“partiendo del principio de que en todo caso que la prescripción no puede contabilizarse sino a partir de que el
daño se ha manifestado en forma evidente” (GonzálezMárquez 2003).
Asimismo, la autoridad no debe esperar a que los da
ños se produzcan, porque para el cuidado del medio am
biente es mejor la prevención, por ello debe actuar en
defensa del ambiente antes de que los daños sean con
sumados, siempre que se conozca que exista un riesgo.
107
El tema de la responsabilidad por daño ambiental es
complejo, requiere de ciertas precisiones no contem
pladas aún en la ley ambiental estatal. Tampoco se
cuenta con un reglamento o una ley propiamente de
responsabilidad ambiental que precise sus caracterís
ticas especiales, como el alcance de un daño ambiental,
los efectos de la sentencia, la manera como se van a
valorar los elementos naturales dañados para determi
nar el monto de la indemnización, entre otras.
En general, esta ley tiende hacia un desarrollo sus
tentable, que permite aprovechar los recursos naturales
necesarios para la subsistencia humana, pero también
les otorga protección de manera que se permita su rege
neración y continuidad, además de establecer la función
del estado en la ordenación del ambiente, al mismo tiem
po que genera compromisos para la sociedad civil.
La ley que se acaba de analizar es la que se encarga
de la protección del medio ambiente como un todo, pero
existen otras de carácter sectorial, esto es, leyes que se
encargan de un elemento del medio ambiente en parti
cular, como ley de aguas, de recurso forestal, de sanidad
animal y otras. El problema que existe con este tipo de
leyes es que “regulan cada uno de estos elementos ambientales, sin considerar, por lo general, las relaciones que
existen entre ellos y con otros elementos ambientales;
este enfoque no sólo es insuficiente para una apropiada
protección del ambiente, sino que propicia la existencia
de contradicciones dentro del mismo sistema” (Brañes
2000); por tanto, deben ser atendidos de manera integral
para que sea mayor el beneficio, tomando en cuenta los
procesos de interacción que pueden existir con los demás
elementos. Enseguida se analizarán algunas de esas le
yes sectoriales referentes a la biodiversidad en la entidad.
LEY DE DESARROLLO FORESTAL
SUSTENTABLE DEL ESTADO DE DURANGO
Durango es uno de los estados con mayor superficie
forestal en el país; sin embargo, presenta altas tasas de
deforestación y de destrucción por incendios y plagas,
por lo que es indispensable contar con una normativa
adecuada que además de permitir el aprovechamiento
correcto de los recursos, les brinde la protección nece
saria para su preservación y regeneración, por la can
tidad de bienes y servicios ambientales que se obtienen
de ellos, además de contemplar medidas efectivas para el
combate a incendios forestales. Para ello, el estado cuen
ta con la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable, que
considera de utilidad pública la conservación, protección
y restauración de los ecosistemas forestales (art. 3).
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
108
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Enuncia las atribuciones que corresponden al estado
por conducto de la Secretaría de Recursos Naturales y
Medio Ambiente, entre las que se encuentran: proteger
las cuencas, cauces de los ríos y los sistemas de drena
je natural, así como prevenir y controlar la erosión de
los suelos procurando su restauración; llevar a cabo ac
ciones de prevención y combate de incendios foresta
les; integrar un registro estatal forestal y un sistema
estatal de información forestal, que es muy importante
para conocer la superficie forestal con la que se cuenta y el
grado de deterioro a efectos de establecer zonas de veda
y programas de restauración (Congreso del Estado 2004).
Enseguida se establece la política que deberá desa
rrollar el estado en materia forestal, la cual tiene que
ver con planeación del desarrollo forestal, integrar un
sistema estatal de información forestal, el inventario
forestal y de suelos, la zonificación forestal y el regis
tro estatal forestal. Dentro de ellos, es muy importante
que continuamente se actualice el sistema estatal de
información forestal y que participen los municipios
en su elaboración, para conocer la cantidad de superfi
cie forestal, los posibles daños, etc., para facilitar su
administración y cuidado.
En el título cuarto: “del manejo y aprovechamiento
sustentable de los recursos forestales”, se establecen
los requisitos que deben cumplir los prestadores de
servicios técnicos forestales, quienes son responsables
de elaborar los programas de manejo forestal para que
se haga un aprovechamiento adecuado de los recursos
y no se afecten (Congreso del Estado 2004). En este
título es de resaltar lo referente a la certificación fores
tal, que es preciso fomentar con organismos serios e
imparciales de modo que obliguen a los titulares de un
aprovechamiento y a los prestadores de servicios técnicos forestales a que efectúen una labor de aprove
chamiento con la técnica adecuada, permitiendo la
preservación del recurso forestal, de tal manera que
la materia prima obtenida tenga el sello de certifica
ción para ser puesta a la venta.
Para mejorar el contenido de esta ley se precisa legis
lar en torno a las atribuciones que tiene el estado, porque
no está elaborada de acuerdo con las facultades que la
lgeepa le otorga, sino que resulta una copia de la Ley
General de Desarrollo Forestal Sustentable (semarnat
2003). Sus artículos sólo son efectivos cuando exista
convenio con la Federación, por lo que hace falta ma
yor descentralización para obtener la total administra
ción de sus recursos naturales forestales dentro de su
territorio, ya que las sanciones ante las infracciones
que se cometan las aplica la Secretaría Federal y no
existe un organismo estatal que se encargue de ello
(Encinas-Elizarrarás 2012).
LEY DE AGUA PARA
EL ESTADO DE DURANGO
Esta ley tiene por objeto, entre otros, la administración
y conservación de las aguas de jurisdicción estatal. La
autoridad y administración corresponden al Ejecutivo
del estado a través de la Comisión del Agua del estado,
que tiene, entre otras facultades, la importante tarea de
“promover y fomentar el uso eficiente y preservación
del agua, y la creación de una cultura del agua como
recurso escaso y vital” (Congreso del Estado 2005): para
ello, dedica todo un capítulo donde se promueve la co
participación del estado, los municipios, las instituciones
de educación superior y las organizaciones no guber
namentales, además de prever programas para imple
mentar la materia de cultura y uso eficiente del agua
en la educación básica.
Asimismo, se señala una serie de infracciones entre
las cuales cabe destacar: arrojar o depositar basura, sus
tancias tóxicas peligrosas y lodos provenientes de los
procesos de tratamiento de aguas residuales en cauces
y vasos estatales; desperdiciar el agua ostensiblemente
o no cumplir con los requisitos, las normas y condiciones
de uso eficiente del agua. Esas infracciones se sancio
nan con multas desde 100 hasta 10 000 días de salario
mínimo vigente en la entidad, dependiendo de la in
fracción cometida, además de la suspensión total del
servicio de agua potable, cancelación de tomas clandes
tinas, clausura o suspensión del permiso de descarga
de aguas residuales.
LEGISLACIÓN MUNICIPAL
Durango, en su distribución territorial, cuenta con 39 municipios, los cuales tienen facultades para elaborar sus
propias leyes de acuerdo con lo establecido en el artícu
lo 73 de la Constitución dentro del sistema de distribu
ción de competencias (Congreso de la Unión 1917). Las
leyes en materia de protección al medio ambiente, de
preservación y restauración del equilibrio ecológico,
las pueden hacer constituyendo algunas normas, en su
bando de policía y buen gobierno, o estableciéndolas
en alguna ley o reglamento específico.
El municipio es el ámbito de gobierno más cercano a
la población, por lo que es deseable que cada uno cuente
con un reglamento de protección ambiental; sin embargo,
sólo cinco municipios poseen un reglamento de este tipo:
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Contexto jurídico ambiental
1. Canatlán: Reglamento de Protección Ambiental y Ecología.
2. Durango: Reglamento de Protección Ambiental (Ayuntamiento del municipio de Durango 2014).
3. Gómez Palacio: Reglamento de Desarrollo Sustenta
ble y Protección al Ambiente.
4. Lerdo: Reglamento de Protección al Medio Ambiente.
5. Ocampo: Reglamento de Protección a los Animales.
Cabe mencionar que los municipios de Santiago Pa
pasquiaro, Nuevo Ideal, Coneto de Comonfort, San Juan
del Río y El Oro publicarán próximamente un reglamen
to regional cuyo objetivo será regular la protección del
sitio Ramsar laguna de Santiaguillo.
Compete aplicar el reglamento al Ayuntamiento, al
presidente municipal y a la Dirección Municipal de Sa
lud Pública y Medio Ambiente. Entre sus facultades se
encuentran: preservar, conservar y restaurar el ambien
te en áreas o zonas de jurisdicción municipal; la pre
vención y control de la contaminación del suelo en
áreas o zonas de su territorio; integrar y mantener actua
lizado un inventario de fuentes fijas de contaminación;
implementar y operar sistemas de tratamiento de aguas
residuales y de monitoreo ambiental, y la regulación
del manejo y disposición final de los residuos sólidos.
El título iii de este reglamento está dedicado a la biodi
versidad del municipio, en el que se establecen medidas
de protección de las áreas naturales protegidas a su
cargo como parques ecológicos, monumentos natura
les o áreas de protección hidrológica.
109
ocurre con lo establecido en la ley estatal ambiental
acerca de los sistemas de información sobre biodiversi
dad y sobre información ambiental y forestal, que ape
nas están en construcción, así como un Consejo Estatal
para el Desarrollo Sustentable y la Comisión Estatal de
Ecología, que no se han creado.
Es necesario revisar cuidadosamente lo referente a la
responsabilidad por daño ambiental a efecto de contar
con procedimientos más eficaces que el procedimiento
administrativo, que no cuenta con medios suficientes
para hacer cumplir las sentencias, ni se precisan las particularidades de los daños ambientales. Asimismo, con
viene a Durango la creación de un fondo ambiental que
reúna los recursos provenientes de las multas por infrac
ciones a la ley ambiental, por los ingresos producto de
otorgamiento de permisos, autorizaciones y licencias en
materia de flora y fauna, indemnizaciones por respon
sabilidad ambiental, donaciones de particulares, entre
otros, con el fin de contar con el patrimonio adecuado
para preservar y restaurar los elementos naturales, así
como realizar investigación y difundir la cultura y educa
ción ambientales, ya que generalmente las secretarías
de medio ambiente tienen un presupuesto pequeño
que limita la posibilidad de hacer frente a la problemá
tica ambiental. Instituir este fondo daría mayor segu
ridad ante el tratamiento de los daños ambientales.
REFERENCIAS
Ayuntamiento del municipio de Durango. 2014. Reglamento de Pro
tección Ambiental del municipio de Durango. Gaceta municipal.
Tomo xxxviii. No. 328. 19 de diciembre de 2014.
CONCLUSIONES
Del análisis de la normativa encargada de regular la bio
diversidad en el estado, se concluye que se precisa mayor
vigilancia para que las leyes se cumplan, e incentivar
a través de campañas de información y sensibilización
al ciudadano sobre el cuidado de la biodiversidad y que
se cumplan puntualmente las sanciones que marca la
ley. Los apercibimientos, las multas, los juicios o pro
cedimientos de responsabilidad por daño ambiental, la
determinación de responsabilidad penal, son elemen
tos persuasivos, esto es, al ser aplicados a todas las
personas que dañan el ambiente, los demás habitantes
tendrán más cuidado al realizar sus actividades, toman
do conciencia para evitar producir un daño.
Durango debe seguir construyendo su marco jurídi
co estatal y municipal, así como su estricta aplicación,
ya que hay diversas cuestiones trascendentales para el
medio ambiente que aún no existen en la práctica, como
Brañes, R. 2000. Manual de derecho ambiental mexicano. Fondo de Cul
tura Económica, México.
Congreso de la Unión. 1917. Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. Publicada el 5 de febrero de 1917 en el Diario Oficial de
la Federación. Última reforma publicada el 10 de julio de 2015.
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Soberano de Durango. Publicada el 1 de noviembre de 1917 en el
Periódico Oficial del Estado. Última reforma publicada el 20 de
agosto de 2015.
—. 2004. Ley de Desarrollo Forestal Sustentable del Estado de Duran
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publicada el 5 de marzo de 2015.
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Durango. Publicada el 24 de junio de 2010 en el Periódico Oficial
del Estado. Última reforma publicada el 16 de noviembre de 2014.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
110
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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reforma publicada el 10 de mayo de 2016.
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Instrumentos y políticas públicas para
la gestión, protección
y conservación
1 Ordenamiento ecológico
del territorio
2 Modelo de aptitud para
la conservación del
municipio de Lerdo
3 Caracterización de las
unidades de manejo
para la conservación de
la vida silvestre
4 Áreas naturales
protegidas
5 Identificación de los vacíos
y omisiones en conservación
de la biodiversidad
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
113
Resumen ejecutivo
Laura Isabel Rentería Arrieta y César Cantú Ayala
Los instrumentos de la política pública en Durango tie
nen como meta la conservación y aprovechamiento de
la biodiversidad para asegurar la provisión de servicios
ambientales para la sociedad, considerando en su ges
tión los aspectos ambientales, sociales y económicos.
En esta sección se analizan los siguientes instrumentos
de la entidad: el ordenamiento ecológico (oe), un estu
dio de caso sobre el modelo de aptitud para la conser
vación del municipio de Lerdo (macl), las unidades de
manejo para la conservación de la vida silvestre (uma),
las áreas naturales protegidas (anp) y la identificación
de los vacíos y omisiones de conservación de la biodi
versidad (vocb).
ORDENAMIENTO ECOLÓGICO (oe)
En el oe se busca optimizar el uso sos
tenible del territorio y tiene entre sus
objetivos inducir la distribución óptima
de las actividades de los principales sec
tores productivos reconocidos en la enti
dad (agricultura de temporal y de riego,
ganadería extensiva, forestal maderable
y no maderable, y servicios ambientales)
con base en la aptitud óptima del suelo.
La ganadería es la principal actividad
que se identifica como problema en el oe
y se realiza prácticamente en todo el te
rritorio estatal, representando el principal
ejemplo de las consecuencias negativas previsibles por
realizar y fomentar actividades en sitios no aptos para
tal actividad. Las políticas de gestión ambiental del
estado comprenden la incorporación gradual de todos
los municipios al esquema del oe, con el fin de conservar
la biodiversidad estatal y contribuir a la disminución del
impacto ambiental generado por las actividades pro
ductivas. Actualmente, se cuenta con los programas
locales de oe para los municipios de Durango, Gómez
Palacio, Lerdo y Santiago Papasquiaro. El oe significa, sin
duda, la gran oportunidad de articular los diversos pro
gramas de los órdenes de gobierno en un sentido de trans
versalidad hacia el anhelado desarrollo sustentable.
UNIDADES DE MANEJO
PARA LA CONSERVACIÓN
DE LA VIDA SILVESTRE (uma)
Las uma constituyen un importante instrumento de
gestión ambiental para dar certidumbre legal a la apro
piación de la fauna silvestre del estado. Los predios
registrados como uma se concentran en la región de la
Sierra Madre Occidental y específicamente en el mu
nicipio de Durango. Los grupos y especies principales
de fauna son el venado cola blanca y bura (Odocoileus
virginianus y O. hemionus), el guajolote silvestre (Me
leagris gallopavo), las aves acuáticas (Anser spp., Anas
spp., Aythya spp., Oxyura spp., Bucephala spp. y Grus
canadensis) y las palomas huilota y alas blancas (Zenaida
macroura y Z. asiatica). Después de 15 años de aplica
ción en el estado, su efectividad como instrumento de
conservación no ha sido evaluada objetivamente, y su
crecimiento y distribución no es uniforme, sino que
parecen estar determinados por el tipo de ecosistema,
por el acceso desde zonas urbanas e incluso por la dis
ponibilidad de subsidios gubernamentales otorgados.
De esta forma, 70% de las uma se ubican en zonas con
Rentería-Arrieta, L.I. y C. Cantú-Ayala. 2017. Resumen ejecutivo. Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y
conservación. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 113-114.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
114
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
actividades forestales maderables de los municipios de
Durango, Canatlán, San Dimas, Santiago Papasquiaro y
Mezquital. Las uma se han convertido en la entidad en
una figura exitosa por el número de predios y superfi
cie incorporados, y se pueden caracterizar como un
sector en crecimiento, complementario a las activida
des forestales tradicionales; a pesar de lo anterior, la
conservación de biodiversidad en el estado mediante
este instrumento aún es cuestionable.
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS (anp)
Las anp son reconocidas globalmente como uno de los
instrumentos legales de conservación de la biodiversidad
más importantes. Durango destaca internacionalmente
por haber decretado en la década de 1970 las primeras
dos reservas de la biosfera (rb) de Latinoamérica: Ma
pimí y Michilía. En el 2016, Durango cuenta con siete
anp decretadas con un total de 876 036 ha, equivalen
tes a 7.1% de su territorio. Entre ellas, tres áreas de
protección de recursos naturales: la Cuenca Alimenta
dora de Distrito Nacional de Riego 043 Estado de Na
yarit, Cuenca Alimentadora de Distrito Nacional de
Riego 075 Río Fuerte y la Quebrada de Santa Bárbara;
así como dos parques estatales: El Tecuán y el Cañón
de Fernández. Las actuales anp de Durango son insu
ficientes para proteger su patrimonio biológico natural,
por lo que es necesario considerar que en la entidad
falta aún mucho para lograr alcanzar la meta estable
cida a nivel global; específicamente las Metas de Aichi,
donde en la meta 11 se establece proteger al menos 17%
de los ecosistemas representativos del planeta para
conservar adecuadamente su biodiversidad.
No obstante que en los últimos años se han realizado
importantes esfuerzos de conservación en México y Du
rango, a través del decreto de un significativo número de
anp, estos resultan insuficientes ante el gran reto de proteger su compleja biodiversidad.
Menos de 10% del territorio duranguense se protege
con las anp; debido a ello, en esta sección se realizan
propuestas para cubrir vacíos y omisiones de conserva
ción en el estado. Estas propuestas contribuirían a pro
teger al menos 17% de la superficie estatal, y de esta
forma alcanzar lo previsto en la meta 11 de Aichi.
No obstante, se requiere realizar más estudios para
identificar los sitios que deben incorporarse como anp
para asegurar la conservación del patrimonio natural del
estado. Por otra parte, se debe revisar la actual capacidad
de gestión de las autoridades de los tres órdenes de go
bierno para el manejo de la red de anp, analizando la
infraestructura disponible, presupuesto y recursos huma
nos asignados a cada una, respecto a sus necesidades
reales para lograr la conservación de su biodiversidad.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
115
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Ordenamiento
ecológico del territorio
Adán Alvarez Haros
INTRODUCCIÓN
El ordenamiento ecológico (oe) es un instrumento de
planeación y uso del territorio; su importancia radica
en que, junto con las características sociales, ambien
tales y económicas del estado, delinea las principales
políticas de uso de suelo que regulan el territorio es
tatal bajo un sentido sustentable (Gobierno del Estado
de Durango 2008a).
La metodología general del oe consiste en caracteri
zar los componentes ambientales físicos, biológicos y
sociales, y diagnosticar su condición con base en los
diferentes tipos de uso antrópico a los que están someti
dos, para posteriormente desarrollar modelos de inte
gración y evaluación que den como resultado una
visión de la interacción de dichos componentes, y per
mitan una valoración de la aptitud del terreno para los
diferentes usos. La interacción mencionada se mani
fiesta en la ocupación y transformación del territorio,
y es allí en donde se produce el impacto de las activi
dades humanas (semarnat 2006).
El oe se fundamenta en los artículos 1 al 10; capítulo ii, artículo 11 de la Ley de Gestión Ambiental
Sustentable para el Estado de Durango (Congreso del
Estado 2010), y en las leyes y reglamentos federales respectivos.
Constituido como una de las principales políticas
nacionales de regulación ambiental y de uso del suelo,
el oe se formalizó en la entidad con la realización del
estudio técnico para el ordenamiento ecológico del esta
do de Durango, y su posterior decreto publicado el 21
de diciembre de 2008 en el Periódico Oficial del Estado
(poe) (Gobierno de Estado de Durango 2008b). El pro
grama respectivo se dio a conocer un año después (Go
bierno del Estado de Durango 2009). Como resultado
de la revisión en su implementación, se desarrolló al
interior del Comité para el oe estatal la propuesta para
la modificación del decreto correspondiente, con el ob
jeto central de acotarla en su alcance correcto y obliga
do a su observancia (Gobierno del Estado de Durango
2010). El programa de ordenamiento modificado se
publicó en el 2011 (Gobierno del Estado de Durango
2011).
IMPORTANCIA DEL
ORDENAMIENTO ECOLÓGICO
El oe tiene entre sus objetivos inducir o regular de una
manera óptima el uso del suelo y las actividades produc
tivas de los diversos sectores de la entidad (agricultura
de temporal y de riego, ganadería extensiva, forestal
maderable, no maderable y servicios ambientales), en
los sitios de mayor aptitud para realizar dichas activi
dades. De tal forma, se maximiza el consenso de distri
bución de actividades entre los representantes de estos
sectores y se minimiza el conflicto entre sectores por
el mismo territorio para el desarrollo de las activida
des, incluidas las dedicadas a las conservación.
Las políticas de gestión ambiental del estado com
prenden la incorporación gradual de todos los muni
cipios al esquema del oe, con el fin de conservar la
biodiversidad estatal y contribuir a la disminución del
impacto ambiental generado por las actividades pro
ductivas. En el estado, se han decretado programas de
ordenamiento ecológico territoriales locales, los que
por su importancia económica y ambiental se centran
en los municipios de Durango, Gómez Palacio, Lerdo y
Santiago Papasquiaro (cuadro 1).
POLÍTICAS DEL
ORDENAMIENTO ECOLÓGICO
Las políticas del oe estatal, en consideración a su esca
la 1:250 000 (figura 1), se consideran indicativas, y están
dirigidas fundamentalmente a las entidades de gobierno.
Su propósito es generar y promover políticas de uso del
territorio bajo los principios del desarrollo sustentable,
Alvarez-Haros, A. 2017. Ordenamiento ecológico del territorio. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México,
pp. 115-118.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
116
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Municipios con programas de ordenamientos ecológicos locales
Municipio
Durango
Superficie (ha)
Población
(habitantes)
925 970.80
Gómez Palacio
Lerdo
108 276.00
210 545.80
Santiago Papasquiaro
639 876.89
Problemática principal a resolver
582 267
• Deterioro del recurso forestal
• Descenso en la productividad de los suelos
• Acuíferos en una condición de alta vulnerabilidad
• Sobrepastoreo
327 985
• Concentración de actividades económicas y de
infraestructura de servicios de la entidad
• Demanda de agua en aumento por los sectores
agrícola, pecuario e industrial
• Deterioro de la calidad del aire en los centros
urbanos
• Deficiente manejo de residuos sólidos
141 043
• Disminución en cantidad y calidad de agua
• Aumento en la densidad de población
• Incremento en la generación de residuos de manejo
especial (agropecuario y de la construcción)
• Abatimiento de acuíferos
44 966
• Presión de la minería sobre la conservación de
áreas naturales
• Cambios de uso de suelo que implican pérdida de
superficie de bosque
Fuente: Gobierno del Estado de Durango 2013a, b, c, d.
esto es, que generen desarrollo económico, equidad so
cial y equilibrio ambiental. Estas políticas ambientales
generales se clasifican en aprovechamiento, conserva
ción, protección y restauración, y deberán orientar el uso
del territorio mediante la formulación de leyes, regla
mentos, programas y proyectos acordes con la voca
ción natural del suelo, a fin de revertir los procesos de
deterioro del ambiente. A continuación la definición y
objetivo de cada una:
• Aprovechamiento: se asigna a aquellas áreas que por
sus características son apropiadas para el uso y el
manejo de los recursos naturales, en forma tal que
resulte eficiente, socialmente útil y no impacte ne
gativamente sobre el ambiente.
• Protección: corresponde a aquellas áreas naturales
susceptibles de integrarse al sistema nacional de
áreas protegidas (sinap) o a los sistemas equivalen
tes en el ámbito estatal y municipal.
• Conservación: está dirigida a aquellas áreas o ele
mentos naturales cuyos usos actuales o propuestos
no interfieren con su función ecológica relevante,
y su inclusión en los sistemas de áreas naturales
en el ámbito estatal y municipal es opcional. Esta
política tiene como objetivo mantener la continuidad
de las estructuras, los procesos y los servicios am
bientales, relacionados con la protección de elemen
tos ecológicos y de usos productivos estratégicos.
• Restauración: se aplica en áreas con procesos de de
terioro ambiental acelerado, en las cuales es nece
saria la realización de un conjunto de actividades
tendientes a la recuperación y restablecimiento de
las condiciones que propician la evolución y conti
nuidad de los procesos naturales (semarnat 2006).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La ganadería, actividad identificada como el principal
problema en el oe, y realizada prácticamente en todo
el territorio del estado, representa el principal ejemplo
de las consecuencias negativas previsibles de realizar
y fomentar actividades en sitios no aptos para tal acti
vidad. El Sistema Nacional de Protección Civil, en su
reporte de características e impacto socioeconómico de
los principales desastres ocurridos en la república
mexicana en el año 2011, reporta los daños para Durango
en 85 319 productores afectados; 231 302 ha de cultivos
o pastizales dañados; 620 157 unidades de animales
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Figura 1. Políticas territoriales del oe estatal.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
117
118
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
afectadas y un total de daños en millones de pesos de
1 783 (cenapred 2012). Otro ejemplo es el referido a la
agricultura de temporal, en donde, según el oe estatal,
existen 2 408 470 ha clasificadas como aptas para esta
actividad, y de las cuales sólo se usa 37.7% (907 993 ha).
Debido a que muchas áreas de tierra tienen limitacio
nes de índole económica y social, y aunado a los con
flictos ambientales, se encuentran 153 189 ha no aptas
para la actividad, provocando en éstas el deterioro del
suelo por erosión (sagarpa 2009).
El oe significa, sin duda, la gran oportunidad de articular los diversos programas de los órdenes de gobier
no en un sentido de transversalidad hacia el anhelado
desarrollo sustentable.
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—. 2008b. Decreto por el cual se aprueba el programa estatal de ordenamiento ecológico. Publicado el 21 de diciembre de 2008 en el
Periódico Oficial del Estado.
última consulta: 14 de marzo de 2016.
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. 2006.
Manual del proceso de ordenamiento ecológico. semarnat, México.
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
120120La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
la conservación
Modelo de aptituddelpara
municipio de Lerdo
Jaime Simental Ávila
INTRODUCCIÓN
El municipio de Lerdo se localiza en la región noreste
del estado de Durango, entre los paralelos 25° 10’ y 25°
47’ de latitud N; los meridianos 103° 20’ y 103° 59’ de
longitud O; a una altitud entre 1 100 y 2 900 msnm. La
superficie aproximada del municipio es de 210 545.8 ha,
lo cual representa 1.7% de la superficie estatal. Está ubi
cado en la región hidrológica Nazas-Aguanaval (RH36),
dentro de dos cuencas: la del río NazasTorreón, que
abarca 80% de su superficie, y la del río Aguanaval (20%)
(Ayuntamiento del municipio de Lerdo 2013).
Forma parte de la región del Semidesierto del esta
do, que es privilegiada por una serie de atributos y
vocaciones naturales que pueden utilizarse para el de
sarrollo económico y cultural de sus pobladores, con
siderando el aprovechamiento de sus recursos bajo un
esquema sustentable. Un factor a destacar es la presen
cia de una gran diversidad de nichos ecológicos, así
como de especies animales y vegetales (Ayuntamiento
del municipio de Lerdo 2013).
Cuenta con numerosas actividades productivas, en
tre ellas la agricultura, que se ha caracterizado por una
producción importante de forrajes; también se ha imple
mentado una agricultura continua y mecanizada donde
es posible establecer dos ciclos anuales. Otra actividad
importante es la ganadería, por lo que la Comarca Lagu
nera es reconocida como la cuenca lechera más impor
tante a nivel nacional. Destacan además las actividades
industriales y mineras; la primera con antecedentes de
más de 40 años, donde el mármol ha contado con gran
aceptación en el mercado extranjero; la segunda con
una amplia variedad de minerales metálicos y no me
tálicos. El importante desarrollo económico, producto
de estas actividades, ha provocado su expansión y, en
consecuencia, la pérdida y modificación del hábitat,
haciendo evidente la necesidad de revertir las tenden
cias de degradación ambiental, a efecto de instrumen
tar acciones y conjuntar esfuerzos tendientes a la
planificación del territorio en función del patrimonio
natural, de los medios de transformación de los recur
sos naturales y de los costos y beneficios que éstos
aportan a la sociedad en su conjunto (Ayuntamiento del
municipio de Lerdo 2013). Uno de los instrumentos de
planificación que puede ayudar a revertir o aminorar es
tas tendencias de degradación, así como a identificar
las zonas de importancia ecológica mediante modelos
de aptitud, es el ordenamiento ecológico (oe). Por lo an
terior, el objetivo de este estudio es dar a conocer los
criterios utilizados para elaborar el mapa de aptitud
para la conservación del municipio de Lerdo.
ELABORACIÓN DEL MODELO DE APTITUD
El ordenamiento ecológico (oe) es un instrumento com
plejo para la toma de decisión espacial, en tanto que
involucra varios sectores económicos con intereses
diferentes sobre la ocupación de un mismo territorio y
el aprovechamiento de sus recursos naturales, con acti
vidades a veces incompatibles entre sí. El análisis de
aptitud es una estrategia útil para afrontar este tipo
de problemas, ya que permite evaluar las característi
cas del terreno para orientar el desarrollo de los secto
res hacia las zonas con mayor potencial y diseñar, a
partir de esto, un patrón de ocupación del territorio,
que permita resolver o prevenir los conflictos ambien
tales entre los grupos involucrados (semarnat 2006).
En el municipio de Lerdo existen zonas con caracte
rísticas naturales que les confieren importancia para
la conservación y brindan servicios ambientales para la
región. Para identificar las zonas más aptas a conservar
se utilizaron cuatro atributos ambientales1 definidos
dentro de un taller sectorial en la etapa de caracteriza
ción del estudio, que en orden de importancia y criterios,
también definidos dentro de este taller, se muestran en
el cuadro 1.
1 Atributo ambiental: aquella variable cualitativa o cuantitativa que
influye en el desarrollo de las actividades humanas y de los demás
organismos vivos (semarnat 2006).
Simental-Ávila, J. 2017. Modelo de aptitud para la conservación del municipio de Lerdo. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de
Estado. conabio, México, pp. 120-123.
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Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Estudio de caso
121
121
Cuadro 1. Definición de los atributos con su criterio para la aptitud de conservación
Componente
Atributo
Criterio
Vegetación
Tipo de vegetación
Densidad o cobertura
Suelo
Tipo de suelo
Tipo de suelo
Pendiente
Pendiente
Porcentaje de pendiente
Geomorfología
Topoformas
Relieve
Fuente: Ayuntamiento del municipio de Lerdo 2013.
Para la vegetación se tomaron en cuenta aquellas zo
nas con ecosistemas representativos, que en orden de
importancia son: chaparral, vegetación de galería, ma
torral desértico micrófilo, matorral desértico rosetófilo,
pastizal halófilo y pastizal natural. La vegetación de
galería es de gran importancia ecológica ya que, si se
encuentra en buenas condiciones, filtra el flujo de in
sumos y desechos agrícolas y pecuarios al torrente del
río, y amortigua algunos de los procesos de sedimen
tación (GonzálezElizondo et al. 2007); las zonas urba
nas y agrícolas contiguas limitan este atributo.
Los siguientes tipos de suelo identificados en el área
de estudio fueron utilizados en el análisis de aptitud, y
en orden de importancia para la conservación son: Lito
sol, Regosol, Yermosol, Castañozem, Fluvisol, Phaeozem,
Vertisol y Xerosol. El Litosol se caracteriza por una
profundidad menor a los 10 cm y está limitado por la
presencia de roca, tepetate o caliche endurecido. Su
fertilidad natural y susceptibilidad a la erosión son va
riables dependiendo de otros factores ambientales. El
uso de estos suelos depende principalmente de la ve
getación que los cubre. En bosques y selvas su uso es
forestal; cuando hay matorrales o pastizales se puede
llevar a cabo un pastoreo más o menos limitado, y en
algunos casos se destinan a la agricultura, en especial al
cultivo del maíz o el nopal, condicionado a la presencia
de suficiente agua (inegi 2004).
Para el caso de las pendientes, se determinó que
aquellas mayores a 20% eran más susceptibles al dete
rioro, y por lo tanto elegibles para la conservación.
Estas pendientes provocan que la cubierta vegetal tenga
una menor disponibilidad hídrica, mayor riesgo de es
correntía y, por tanto, de erosión (Serrada 2008).
Con base en el mapa de topoformas desarrollado para
la elaboración del mapa de aptitud para la conserva
ción y clasificado con 10 tipos, las cúpulas montañosas
y las sierras de cima alta y media entre los 1 540 y los
2 800 msnm son las que poseen mayor aptitud para la
conservación.
El resultado de las interacciones de los atributos
antes mencionados permitió que se generara el mapa
de aptitud para la conservación (figura 1), en el cual se
observa que 9.7% (20 437.27 ha) de la superficie tiene
aptitud alta para la conservación , localizada principal
mente a norponiente. La aptitud media representa 35%
(74 364.37 ha), mientras que la aptitud baja representa
38.5% (81 101.53 ha); ambas comprenden pequeñas y
medianas franjas al poniente, sur y oriente del territo
rio. Como resultado de estas interacciones, se identifi
caron las zonas sin aptitud que cubren 16.4% de la
superficie (34 612.31 ha), son aquellas donde ninguno
de los atributos ambientales considerados coincide con
otros (Ayuntamiento del municipio de Lerdo 2013).
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en Durango. Estudio de Estado
122122La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Figura 1. Mapa de aptitud para la conservación.
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Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
CONCLUSIONES
Con la identificación y ubicación de las áreas con ma
yor aptitud para el sector conservación, el objetivo final
es orientar estas actividades de conservación hacia las
zonas con mayor potencial, proporcionando las bases
técnicas y legales que sustentarán la gestión de recur
sos. Además, se fortalecerán las políticas vinculadas al
manejo de los recursos naturales, como la definición de
los usos de suelo compatibles en cada unidad de gestión
ambiental (uga), donde la aptitud sectorial es la base.
De forma adicional, se suman a este instrumento de
planeación criterios de regulación ecológica, normas,
reglas o recomendaciones que orientan de manera sus
tentable las diferentes actividades o usos permitidos.
Estudio de caso
123
123
REFERENCIAS
Ayuntamiento del municipio de Lerdo. 2013. Programa de ordena
miento ecológico territorial (poet) del municipio de Lerdo, Du
rango. Publicado el 4 de julio de 2013 en el Periódico Oficial del
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Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Forestal, Madrid.
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125
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Caracterización de las unidades de manejo para la
conservación de la vida silvestre
José Elías Chacón de la Cruz
INTRODUCCIÓN
En 1997 la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (semarnap) dio inicio al Programa de
Conservación de la Vida Silvestre y Diversificación Productiva en el Sector Rural 1997-2000 (pcvs) (semarnap
1997), mediante el cual creó un instrumento de gestión
denominado unidad de manejo para la conservación de
la vida silvestre (uma). De acuerdo con la Ley General
del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente
(lgeepa) y la Ley General de Vida Silvestre (lgvs), las
uma permitirían dar legitimidad a la apropiación de la
fauna a través de usos consuntivos, es decir, que impli
can el sacrificio o la extracción de animales (cacería de
subsistencia, la elaboración de artesanías, trofeos, ritua
les religiosos, colecciones científicas), y no consuntivos
(como la observación, fotografía, ecoturismo). No obs
tante, la actividad que resultó más popular a largo pla
zo fue la cacería deportiva. Casos como los estados de
Nuevo León, Sonora y Tamaulipas con más de 4 200 uma
(semarnat 2013a), han sido tomados como un ejemplo
a seguir; incluso en estados como Baja California, con
sólo 233 predios dedicados exitosamente a esta actividad,
se prevé un crecimiento de este sector, con expectativas
de mayores beneficios económicos (ContrerasGil et al. 2010).
SITUACIÓN DE LAS UMA EN DURANGO
A pesar de su expansión, tras 15 años de aplicación en
el estado, la efectividad de las uma como instrumento
de conservación no ha sido evaluada objetivamente.
Hasta el año 2013, el inventario de las uma en la enti
dad estaba integrado por 420 predios (figura 1), una
cifra 37 veces mayor a la registrada en 1998, aunque
existe una tendencia a la baja en la tasa de registro
después de 2008 (semarnat 2013a); esto constituye un
crecimiento superior a 380% nacional para el mismo
periodo (semarnat 2013b).
Los predios registrados como uma se concentran en
la región de la Sierra Madre Occidental y específica
mente en el municipio de Durango. Los grupos y es
pecies principales de fauna son el venado cola blanca
y bura (Odocoileus virginianus y O. hemionus), el guajo
lote silvestre (Meleagris gallopavo), las aves acuáticas
(Anser spp., Anas spp., Aythya spp., Oxyura spp., Bucephala
spp. y Grus canadensis) y las palomas huilota y alas blan
cas (Zenaida macroura y Z. asiatica).
El crecimiento y la distribución de este sector no es
uniforme dentro del estado, sino que parece estar deter
minado por el tipo de ecosistemas, por el acceso desde
zonas urbanas e incluso por la disponibilidad de subsi
dios gubernamentales otorgados principalmente por la
Comisión Nacional Forestal (conafor) y la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat),
los cuales ascienden a 47 millones de pesos desde el
año 2006 (conafor 2013) para el fomento del manejo
de fauna como una actividad productiva alterna al ma
nejo forestal. De esta forma, 70% de las uma se ubican
en zonas con actividades forestales maderables de los
municipios de Durango, Canatlán, San Dimas, Santiago
Papasquiaro y Mezquital.
Según el tipo de ecosistema, 300 uma se ubican en
los bosques templados de pino, bosques de encino y bos
ques mixtos de la Sierra Madre Occidental; 93 se en
cuentran en las zonas semiáridas y 27 en los pastizales
de pie de monte y llanuras. La capital del estado parece
ser un foco de atracción, ya que el municipio de Durango
concentra 21% del total de predios registrados, mien
tras que ninguno de los municipios restantes alcanza
individualmente 10% (semarnat 2013a).
Una obligación de los responsables de las uma es
llevar a cabo evaluaciones periódicas de las poblacio
nes bajo manejo y de su hábitat. El parámetro de mayor
peso es la abundancia de la población, siendo los conteos
totales, los conteos de distancia, los conteos en banda
o en cuadrante, y los métodos indirectos basados en el
conteo de rastros, las técnicas más frecuentes para su
evaluación. Estas técnicas se aplican bajo condiciones
Chacón de la Cruz, J.E. 2017. Caracterización de las unidades de manejo para la conservación de la vida silvestre. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 125-128.
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126
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Distribución de umA por municipio y grupos de especies bajo manejo.
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Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
ambientales variadas y en épocas distintas, por lo que
no es viable comparar sus resultados o analizarlos en
forma conjunta. Por otro lado, los criterios seguidos por
la semarnat para decidir la tasa de aprovechamiento
por predio (es decir, el número máximo permitido de
animales por extraer) no son claros, o bien, no han sido
expuestos de forma suficiente ante los manejadores de
fauna. Una consecuencia de estas omisiones es la inca
pacidad para establecer una relación de causaefecto
entre la presión de extracción y el tamaño de las pobla
ciones, necesaria para determinar el riesgo de sobreex
plotación.
El manejo del hábitat no se ha constituido aún como
un elemento clave del manejo de fauna; de esta for
ma, una práctica común entre los responsables de las
uma es programar acciones de manejo que no están
orientadas al cumplimiento de metas. Adicionalmente,
la manipulación de los componentes del hábitat (modificación de la vegetación, el suelo o las fuentes de agua)
tiene restricciones establecidas en la lgeepa, la Ley
General de Desarrollo Forestal Sustentable y en algunas
normas oficiales mexicanas. En estos casos, los propie
tarios pueden estar obligados a realizar estudios com
plementarios y a cubrir pagos de derechos por trámites
en materia de impacto ambiental o de cambio de uso de
suelo, causando gastos extras a la inversión original.
POSIBLES RIESGOS A CAUSA DE
FALTA DE INFORMACIÓN
Y UN MANEJO INADECUADO
El desempeño de las uma como instrumento de conser
vación a nivel nacional ha sido cuestionado en cuanto
a su validez técnica, sustento científico y cumplimien
to de las metas del pcvs; asimismo, la especialización,
la sobreexplotación de poblaciones y la conversión del
hábitat han sido señaladas como riesgos típicos de los
instrumentos de conservación basados en estrategias
de mercado (Freese y Trauger 2000). En este sentido,
Sisk y colaboradores (2007) y Gallina-Tessaro y cola
boradores (2009), advierten del riesgo de conversión
del hábitat por especialización en la cacería deportiva
y la posibilidad de afectar la viabilidad de las especies
poco atractivas; asimismo, reportan el abandono de las
prácticas de manejo extensivo con una tendencia hacia
el manejo intensivo, la suplementación y el control no
justificado de depredadores. Diferentes valoraciones de
las uma realizadas en distintas regiones del país, re
portan un bajo grado de sustentabilidad, así como de
ficiencias en las estrategias de manejo, monitoreo del
127
hábitat y conocimiento de las leyes relativas al manejo
de la fauna (GarcíaMarmolejo et al. 2008). La ambigüedad en los objetivos de manejo, la falta de evaluaciones
poblacionales y la omisión de informes por parte de los
responsables técnicos, se reconocen también como ca
rencias importantes (Schroeder et al. 2009; conabio
2012).
A nivel estatal, se advierten algunas de las señales
mencionadas anteriormente; destaca la escasa diversi
ficación en cuanto a usos y especies de interés. Gran
parte de las uma ofrecen servicios orientados a la ca
cería deportiva, o al menos han formulado planes de
manejo con este perfil. El uso extractivo de especies como
el venado cola blanca (Odocoileus virginianus) y el guajo
lote silvestre (Meleagris gallopavo) se practica en 71%
de los predios, mientras que 29% está orientado a la extracción de aves acuáticas (Anser, Chen, Anas, Aythya, Grus),
de palomas (Zenaida), de pecarí de collar (Dicotyles
tajacu) o venado bura (Odocoileus hemionus), principal
mente. Una proporción menor a 1% practica la observación de fauna silvestre, la captura de aves canoras y la
colecta de alacranes (Centruroides suffusus) (semarnat
2013a) como una variante local de aprovechamiento
para la elaboración de souvenirs.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las uma se han convertido en una figura exitosa en
cuanto al número de predios y superficie incorporadas
en la entidad; éstas pueden caracterizarse como un sec
tor en crecimiento, complementario a la actividad fo
restal y orientadas al uso cinegético, pero con ciertas
deficiencias en su ejecución y seguimiento que deben
remediarse y las cuales se enlistan a continuación:
• Los usos de la fauna son predominantemente consun
tivos. Los usos no extractivos son aún incipientes.
• El sector se ha especializado en la producción de ve
nado cola blanca y guajolote silvestre en la Sierra
Madre Occidental.
• Las acciones de manejo de hábitat son ambiguas y
difíciles de evaluar.
• Las evaluaciones poblacionales no son equiparables
y no pueden analizarse de forma conjunta.
• Se desconoce la relación entre la tasa de extracción
y el tamaño de las poblaciones.
• Hay restricciones legales para la manipulación del
hábitat, no reguladas directamente por la Ley General
de Vida Silvestre. Las uma han sido valoradas sólo
en términos administrativos, tomando como base el
número de proyectos y la superficie incorporada.
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128
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Sin embargo, la evaluación de los efectos sobre el
hábitat y las poblaciones, así como sus implicaciones
para la conservación de la biodiversidad, continúa
siendo una asignatura pendiente.
cación productiva para el municipio de Ensenada, Baja California.
Investigación Ambiental 2(1):65-74.
Freese, C.H. y D.L. Trauger. 2000. Wildlife markets and biodiversity
conservation in North America. Wildlife Society Bulletin 28(1):42-51.
Gallina-Tessaro, S.A., A. Hernández-Huerta C.A. Delfin-Alfonso et al.
Es necesario corregir las deficiencias anteriores para
lograr un instrumento de gestión integral y sostenible,
que se ajuste a los objetivos del pcvs. Los beneficios
económicos y sociales generados por el uso de la fauna
son variables y dependen en gran parte de la habilidad
de los propietarios y técnicos de la uma para posicionar
sus servicios en el mercado local y nacional. Contraria
mente, los beneficios para la fauna son cuestionables,
pues no se cuenta con evidencias de que la calidad de
los hábitats silvestres haya mejorado sustancialmen
te en los últimos años, lo cual agrega un mayor grado
de incertidumbre a la viabilidad de las actividades eco
nómicas basadas en la vida silvestre.
2009. Unidades para la conservación, manejo y aprovechamiento
sustentable de la vida silvestre en México (uma). Retos para su
correcto funcionamiento. Investigación Ambiental 1(2):143-152.
García-Marmolejo, G., G. Escalona-Segura y H. Van der Wal. 2008.
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Schroeder, R.L., R.A. Medellín, O. Ramírez y A. Rojo 2009. La impor
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semarnap. Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pes
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Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
129
Áreas naturales
protegidas
Laura Isabel Rentería Arrieta • Eusebio Montiel Antuna
INTRODUCCIÓN
Las áreas naturales protegidas (anp) son reconocidas
como uno de los instrumentos legales de conservación
de la diversidad biológica más importantes (Cantú et al.
2004). Se trata de regiones silvestres con escaso dis
turbio, que protegen especies y ecosistemas (unep y
wcmc 2008); guardan valores culturales, brindan bienes
y servicios esenciales para el bienestar humano, así
como también espacios para la investigación ecológica
y la educación, dado que pueden contribuir de manera
significativa a las economías locales si se desarrollan
modalidades de turismo sostenibles y compatibles con
el medio ambiente.
Las anp en México son zonas del territorio nacional,
donde la nación ejerce soberanía y jurisdicción, en las
que los ambientes originales no han sido significativa
mente alterados por la actividad del ser humano, o que
requieren ser preservadas y restauradas (sedue 1988).
La necesidad de crear un movimiento internacional
para proteger estos sitios surgió después de la primera
guerra mundial, al plantearse inquietudes en el mundo
entero respecto de la protección a largo plazo de deter
minadas áreas de gran valor cultural y natural. Desde
la década de 1970, las organizaciones y convenios in
ternacionales han fomentado el establecimiento de
sitios internacionales y han alentado a los gobiernos
nacionales a fijar diversos objetivos que atañen a la
protección. En junio de 1992 se celebró en Río de Ja
neiro (Brasil) la Cumbre para la Tierra, con la finalidad
de reunir a las naciones para alcanzar un acuerdo mun
dial sobre el desarrollo sostenible. El Convenio sobre
la Diversidad Biológica (cdb) fue uno de los acuerdos
más importantes que surgió de la Cumbre para la Tie
rra, el cual firmaron 150 jefes de gobierno y entró en
vigor en diciembre de 1993. Los objetivos del Convenio
son los siguientes: “[...] la conservación de la diversidad
biológica, la utilización sostenible de sus componentes
y la participación justa y equitativa en los beneficios
que se deriven de la utilización de los recursos genéti
cos, mediante, entre otras cosas, un acceso adecuado a
esos recursos y una transferencia apropiada de las tec
nologías pertinentes, teniendo en cuenta todos los dere
chos sobre esos recursos y a esas tecnologías, así como
mediante una financiación adecuada” (unep y wcmc
2008).
Al ser las áreas protegidas un componente esencial
de las estrategias de conservación nacionales y mundia
les, su creación y administración son un aspecto central
del artículo 8 del cdb, sobre “Conservación in situ” (scdb
2004). El gobierno mexicano firmó y ratificó el 11 de
marzo de 1993 el cdb, en el que ha tomado parte activa
para su consolidación. Los objetivos del Convenio em
piezan a integrarse a la legislación nacional y a orien
tar las políticas de algunos sectores del país, creando
así oportunidades para que México reexamine su relación
con la naturaleza, impulse nuevas asociaciones a esca
la mundial, armonice sus actividades nacionales y fo
mente nuevas actividades económicas (conabio y
uaem 2004).
CREACIÓN Y ADMINISTRACIÓN
DE anp EN MÉXICO1
En México, la política de anp se inicia en 1876 con la
expropiación del Desierto de los Leones, en función,
sobre todo, de la importancia de sus manantiales. En
1919, esta misma zona se transformaría en el primer
parque nacional del país. Durante el periodo 1934-1940
en la administración del presidente Lázaro Cárdenas,
se decretaron 36 parques nacionales con una extensión
de 800 000 ha. La adscripción sectorial de los parques
nacionales como anp fue cambiante y azarosa, pasando
de la Secretaría de Agricultura a la Secretaría de Asen
tamientos Humanos y Obras Públicas (sahop) en los
1 La información de este apartado fue tomado de RenteríaArrieta
2010.
Rentería-Arrieta, L.I. y E. Montiel-Antuna. 2017. Áreas naturales protegidas. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado.
conabio, México, pp. 129-171.
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130
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
setenta, y después a la Secretaría de Desarrollo Urbano
y Ecología (sedue) a principios de los ochenta, para vol
ver a la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráuli
cos (sarh) en 1992, y ubicarse finalmente en 1995 en
la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales
y Pesca (semarnap), a cargo del Instituto Nacional de
Ecología (ine).
A fines de la década de los setenta se introducen nue
vos elementos conceptuales y de manejo para las anp,
destacando la fórmula de reserva de la biosfera. Este con
cepto aparece en el marco del Programa El Hombre y La
Biosfera (mab, por sus siglas en inglés) de la Organiza
ción de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura (unesco, por sus siglas en inglés). A partir
de 1983, con la creación de la sedue, empieza un proceso
vigoroso de creación de reservas de la biosfera y de otras
categorías de anp (ine y semarnap 1996). De igual for
ma, en 1983 se crea el Sistema Nacional de Áreas Natu
rales Protegidas (sinap) para ordenar y clasificar a las
anp, de modo que se cumplieran los propósitos de con
servar la biodiversidad; pero no fue hasta 1988, con la
promulgación de la Ley General del Equilibrio Ecológico
y la Protección al Ambiente (lgeepa), cuando a través del
título segundo capítulo i y ii se establecen jurídicamen
te las categorías declaratorias y ordenamientos de las
anp (semarnap et al. 1995). A nivel mundial, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (uicn)
ha establecido seis categorías, y en México, la Comisión
Nacional de Áreas Naturales Protegidas (conanp) ha
establecido el mismo número (cuadro 1).
En 1996, el ine y la semarnap presentan el diagnós
tico y las propuestas principales del Programa de Áreas
Naturales Protegidas 1995-2000 con lo que se preten
de, entre otras cosas, una eficaz administración y un
aumento en número de las mismas.
En el año 2000 se crea la conanp como órgano des
concentrado de la semarnat para manejar y administrar
las anp federales del país (conanp 2014). El 20 de julio
de 2007 en el Diario Oficial de la Federación se publica
el acuerdo por el que se establecen nueve direcciones
regionales que funcionarán en coadministración con las
direcciones de las anp. Las atribuciones de ambas están
establecidas en el artículo 150 del Reglamento Interior
de la semarnat y en el artículo 150 bis:
• Dirección del anp: La unidad administrativa encar
gada de la administración, manejo y conservación
del anp de competencia de la Federación, estableci
da en la circunscripción territorial determinada por
la declaratoria respectiva, adscrita a la conanp.
• Dirección Regional: La unidad administrativa de la
conanp, encargada de coordinar y supervisar, dentro
de la circunscripción territorial de su competencia, las
acciones de administración, manejo y conservación.
La Dirección Regional para la Reserva de la Biosfera
La Michilía y Área de Protección de Recursos Naturales
Cuenca Alimentadora de Distrito Nacional de Riego 043
Estado de Nayarit, es la región Norte y Sierra Madre
Occidental; para la Reserva de la Biosfera Mapimí es la
región Noreste y Sierra Madre Oriental; y para el Área
de Protección de Recursos Naturales Cuenca Alimenta
dora de Distrito Nacional de Riego 075 Río Fuerte es la
región Península de Baja California y Pacífico Norte.
En México se han creado anp federales, estatales, mu
nicipales, privadas y sociales (Bezaury-Creel et al. 2009).
En el 2016, se cuenta con 177 anp federales que cubren
un total de 25 628 239 ha, es decir, 13% del territorio na
cional (conanp 2016a). Se tenía registro hasta el año
2009 de 279 anp estatales (incluida la Ciudad de México)
con decreto vigente, que no se encontraban sobrepuestas
a anp federales, ocupaban 3 309 417 ha, y su cobertura
representaba 1.56% de la superficie terrestre e insular;
esta cobertura comprendía casi 14% del total de la super
ficie de las anp decretadas en México en esa fecha. De
igual forma, un total de 85 anp municipales con decreto
vigente habían sido establecidas en 10 de las 32 entida
des federativas del país. Las 84 anp municipales que no
se encontraban sobrepuestas a anp federales o estatales,
abarcaban 124 065 ha y representaban apenas 0.063% de
la superficie terrestre e insular, y 0.052% de la superficie
de las anp decretadas en México. El desarrollo de anp
privadas y sociales en el país es el resultado de múltiples
esfuerzos individuales, aislados y dispersos efectuados
por una gran diversidad de actores sociales. Es indispen
sable reconocer que buena parte de la biodiversidad te
rrestre mexicana se ubica en terrenos que pertenecen a
comunidades, ejidos y pequeños propietarios y que, en
muchos de los casos, no se deben incluir en un régimen
de protección gubernamental (Bezaury-Creel et al. 2009).
A partir del 2010, a iniciativa de los estados, se formó
la Red Nacional de Sistemas Estatales de Áreas Natu
rales Protegidas de México, con la finalidad de fortalecer
los Sistemas Estatales de Áreas Naturales Protegidas
en el país, y en el 2013 se construyó un portal en donde
se puede encontrar información referente a las anp es
tatales decretadas por cada estado. Para el 2016 existen
368 anp pertenecientes a 32 entidades federativas (ranp
2016); 156 han publicado sus programas de manejo, de
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
131
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Cuadro 1. Categorías de manejo de las Anp
conanp
Cantidad
41
Categoría
Reservas de
la biosfera
uicn
Descripción
Son áreas representativas
de uno o más ecosistemas
no alterados por la acción
del ser humano o que
requieran ser preservados
y restaurados, en las cuales
habitan especies
representativas de la
biodiversidad nacional,
incluyendo a las
consideradas endémicas,
amenazadas o en peligro de
extinción.
Categoría
ia
ib
66
Parques
nacionales
Áreas con uno o más
ecosistemas que se
signifiquen por su belleza
escénica, su valor científico,
educativo, de recreo, su
valor histórico, por la
existencia de flora y fauna,
por su aptitud para el
desarrollo del turismo, o por
otras razones análogas de
interés general.
ii
Título
Descripción
Reserva
natural
estricta
Son áreas estrictamente
protegidas, reservadas para
proteger la biodiversidad,
así como los rasgos
geográficos/
geomorfológicos en las que
las visitas, el uso y los
impactos están
estrictamente controlados y
limitados para asegurar la
protección de los valores de
conservación. Estas áreas
pueden servir como
referencia indispensable
para la investigación
científica y el monitoreo.
Área silvestre
Áreas no modificadas o
ligeramente modificadas de
gran tamaño, que retienen
su carácter e influencia
natural, sin asentamientos
humanos significativos o
permanentes, que están
protegidas y gestionadas
para preservar su condición
natural.
Parque
nacional
Son extensas áreas
naturales o casi naturales
establecidas para proteger
procesos ecológicos a gran
escala, junto con el
complemento de especies y
ecosistemas característicos
del área, que también
proporcionan la base para
oportunidades espirituales,
científicas, educativas,
recreativas y de visita que
sean ambiental y
culturalmente compatibles.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
132
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Continuación
conanp
Cantidad
5
8
39
uicn
Categoría
Descripción
Monumentos
naturales
Áreas que contienen uno o
varios elementos naturales,
consistentes en lugares u
objetos naturales, que por
su carácter único o
excepcional, interés
estético, valor histórico o
científico, se resuelva
incorporar a un régimen de
protección absoluta. Tales
monumentos no tienen la
variedad de ecosistemas ni
la superficie necesaria para
ser incluidos en otras
categorías de manejo.
Áreas de
protección de
recursos
naturales
Son áreas destinadas a la
preservación y protección
del suelo, las cuencas
hidrográficas, las aguas y en
general los recursos
naturales localizados en
terrenos forestales de
aptitud preferentemente
forestal, siempre que dichas
áreas no queden
comprendidas en otra de las
categorías previstas en el
artículo 46 de la lGeepA.
Áreas de
protección de
flora y fauna
Son áreas establecidas de
conformidad con las
disposiciones generales de
la lGeepA y otras leyes
aplicables en lugares que
contienen los hábitats de
cuya preservación dependen
la existencia,
transformación y desarrollo
de especies de flora y fauna
silvestres.
Categoría
iii
iv
v
Título
Descripción
Monumento o
característica
natural
Son áreas que se
establecen para proteger un
monumento natural
concreto, que puede ser una
formación terrestre, una
montaña submarina, una
caverna submarina, un
rasgo geológico como una
cueva o incluso un elemento
vivo como una arboleda
antigua. Normalmente son
áreas bastante pequeñas y
a menudo tienen un gran
valor para los visitantes.
Área de
gestión de
hábitats/
especies
El objetivo de estas áreas
es la protección de hábitats
o especies concretas y su
gestión refleja dicha
prioridad. Muchas de estas
áreas van a necesitar
intervenciones activas
habituales para abordar las
necesidades de especies
concretas o para mantener
hábitats, pero esto no es un
requisito de la categoría.
Paisaje
terrestre/
marino
protegido
Es un área en la que la
interacción entre los seres
humanos y la naturaleza
han producido un área de
carácter distintivo con
valores ecológicos,
biológicos, culturales y
estéticos significativos; y en
la que salvaguardar la
integridad de dicha
interacción es vital para
proteger y mantener el área,
la conservación de su
naturaleza y otros valores.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
133
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Cuadro 1. Continuación
conanp
Cantidad
18
Categoría
Santuarios
uicn
Descripción
Áreas establecidas en zonas
caracterizadas por una
considerable riqueza de
flora o fauna o por la
presencia de especies,
subespecies o hábitat de
distribución restringida.
Abarcan cañadas, vegas,
relictos, grutas, cavernas,
cenotes, caletas u otras
unidades topográficas o
geográficas que requieran
ser preservadas o
protegidas.
Categoría
vi
Título
Descripción
Área protegida
con uso
sostenible de
los recursos
naturales
Son áreas que conservan
ecosistemas y hábitats,
junto con los valores
culturales y los sistemas
tradicionales de gestión de
recursos naturales
asociados a ellos.
Normalmente son extensas,
con una mayoría del área en
condiciones naturales, en
las que una parte cuenta
con una gestión sostenible
de los recursos naturales, y
en las que se considera que
uno de los objetivos
principales del área es el
uso no industrial y de bajo
nivel de los recursos
naturales, compatible con la
conservación de la
naturaleza.
Fuente: sedue 1988, uicn 2012.
los cuales 12 no tienen fecha de publicación, y conside
rando que el periodo de validez de estos programas es
de cinco años, únicamente 18 están vigentes. De las 177
anp federales, 96 han publicado su programa de manejo,
y sólo 43 tienen su programa vigente (conanp 2016a).
Es importante mencionar que un compromiso ini
cial de la administración de la conanp fue que todas
las anp del país contaran con un programa de manejo;
se fundamenta en lo establecido en los artículos 23, 24
y 25, y en el apartado ii del artículo 47 bis de la lgeepa,
así como en los lineamientos de su reglamento en ma
teria de anp, ya que este programa permite delimitar
áreas definidas de acuerdo con necesidades particula
res de protección, en función de la vocación natural del
suelo, y de su uso actual y potencial. De esta manera,
se garantiza la compatibilidad entre el uso de recursos
y la conservación.
Esta delimitación puede ejercer de manera efectiva
las actividades de manejo y conservación de las anp,
definiendo regímenes diferenciados en cuanto al ma
nejo y a las actividades permisibles en cada una de ellas
(sedue 1988).
El manejo de un área protegida envuelve un sinnú
mero de elementos interconectados entre sí, para ase
gurar el sostenimiento a largo plazo de sus valores
naturales, culturales y sociales. La interrelación de estos
elementos (de carácter legal, administrativo, social,
institucional, científico, financiero y de planificación, en
tre otros) requiere una estrategia de planificación flexi
ble y dinámica que guíe el manejo apropiado de un
área protegida. Por otra parte, igualmente importante
es realizar evaluaciones periódicas de la efectividad del
manejo de las mismas como parte de su gestión. Cono
ciendo la situación en la que se encuentran las acciones
y componentes del manejo, será más fácil para el ad
ministrador tomar decisiones, con conocimiento claro
de los problemas y de sus causas. La evaluación del
manejo permite mejorar las estrategias de planifica
ción, hacer más eficientes las acciones y programas de
manejo, y se convierte en un elemento muy valioso
para la consecución de financiamiento (Cifuentes et al.
2000).
¿CUÁNTO PROTEGER?
El Congreso Mundial de Parques es un evento que se
celebra cada 10 años y que constituye el principal foro
mundial para definir el programa para las áreas prote
gidas. Estos congresos han sentado las bases de las
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
134
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
principales tendencias en la conservación. El primero
de estos se llevó a cabo en Seattle, Estados Unidos, en
1962 (uicn y cmap 2000). En el Cuarto Congreso Mun
dial de Parques celebrado en Caracas, Venezuela, en
1992, se recomendó que para el año 2000 cada bioma
debería tener al menos 10% de su superficie protegida
(uicn 2003); sin embargo, los pocos estudios disponi
bles para determinar las áreas requeridas para sostener
los procesos ecológicos o mantener poblaciones via
bles de especies nativas son con frecuencia de dos a
seis veces mayores (Odum 1970, Cox et al. 1994, Noss
1996, Soulé y Sanjayan 1998).
La extensión de la red mundial de áreas protegidas
seguirá creciendo, toda vez que los gobiernos, comuni
dades, organizaciones e individuos, promuevan otras
áreas silvestres para su protección oficial, en respues
ta a la crisis de biodiversidad actual (Bertzky et al.
2012). En términos de superficie terrestre, las áreas
protegidas son ahora una de las más importantes asig
naciones de uso de la tierra en el planeta (Chape et al.
2008).
Entre las metas establecidas para el año 2020 en cuestión de protección de la biodiversidad (acordadas en el
marco del cdb en la cop 10 de Nagoya, Japón, conoci
das como las Metas de Aichi), se encuentra el compro
miso de proteger al menos 17% de los ecosistemas
representativos del planeta (cdb y pnuma 2011).
Desde 2010, la cobertura de áreas protegidas terres
tres se ha incrementado cerca de un millón de km2 y
126 000 km2 desde el 2012. En total, 20.6 millones de
km2 (15.4%) de zonas terrestres y aguas continentales
están ahora cubiertas por áreas protegidas. Para cubrir
la superficie que se propone en las Metas de Aichi
(meta 11), sería necesario adicionar 2.2 millones de km2
(Bignoli et al. 2014).
En México, para el año 2016, se cuenta con una superficie protegida terrestre de 13.8% que incluye además de
las anp federales, las áreas destinadas voluntariamente
a la conservación, superficies de manejo forestal certifi
cado y áreas protegidas estatales y municipales; mien
tras que la superficie marítima protegida cubre tan solo
1.8% del 10% establecido en la meta 11 (cuadro 2).
Para el caso de los tipos de vegetación en las anp pre
sentes en el país, cubren principalmente a la vegetación
de tipo matorral xerófilo, manteniendo un déficit en la
superficie protegida para el bosque mesófilo de montaña, selva espinosa y selva subcaducifolia, entre otros
(figura 1).
OTRAS ÁREAS PRIORITARIAS
PARA CONSERVACIÓN
La conabio propone proteger una mayor cantidad de
áreas naturales (Arriaga et al. 2000), para lo cual define 70 regiones terrestres prioritarias (rtp) para el país,
que consideran criterios ambientales (integridad ecológi
ca, endemismo, riqueza, procesos oceánicos, etc.), económi
cos (especies de importancia comercial, zonas pesqueras
y turísticas importantes, recursos estratégicos, etc.) y de
amenazas (contaminación, modificación del entorno,
efectos a distancia, especies introducidas, etc.). Para Du
rango corresponden 12 rtp y zonas aledañas (figura 2);
en el Ordenamiento Ecológico del Estado de Durango
(semarnat 2008) se mencionan 14 rtp. La conabio tam
bién reconoce para México, en una segunda fase en 1998,
230 áreas de importancia para la conservación de las
aves (aica), de las cuales 12 son para Durango (figura 3),
y coinciden parcialmente con las rtp. Cada área o aica
contiene una descripción técnica que incluye descripción
biótica y abiótica, un listado avifaunístico que incluye
las especies registradas en la zona, su abundancia (en
forma de categorías) y su estacionalidad en el área.
El programa de las regiones hidrológicas priorita
rias (rhp) inició en 1998 con el objetivo de obtener un
diagnóstico de las principales subcuencas y sistemas
acuáticos del país considerando las características de
biodiversidad y los patrones sociales y económicos de las
áreas identificadas, para establecer un marco de referencia
que pudiera ser considerado por los diferentes sectores
en el desarrollo de planes de investigación, conserva
ción, uso y manejo sostenido. Se identificaron 110 rhp,
de las cuales nueve son para Durango (figura 4).
Además de las rtp, las aica, las rhp y las anp fede
rales y estatales, se han definido algunas otras áreas con
prioridades de conservación para Durango: Lammertink
y colaboradores (1995, citado en semarnat 2008) pro
ponen para protección el predio Las Bufas; Gonzá
lez-Elizondo (1997, citada en semarnat 2008) plantea
el área de la cuenca alta del río Mezquital en el sur del
estado; González-Elizondo y colaboradores (1999) su
gieren a la cañada del arroyo El infierno en el ejido El
Brillante; y la Secretaría de Recursos Naturales y Medio
Ambiente del Estado (srnyma) ha encargado la elabo
ración del estudio técnico justificativo para decretar la
región de las Grutas del Rosario en el municipio de Ler
do como anp (semarnat 2008). A la fecha, sólo se ha
consolidado la creación de la cañada del arroyo El In
fierno, que lleva como nombre “Área de Protección de
Recursos Naturales Quebrada de Santa Bárbara”.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
135
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Cuadro 2. Superficie protegida en México bajo diversos esquemas.
Superficie
terrestre (ha)
Concepto
Áreas naturales protegidas
federales*
Superficie
terrestre (%)
Superficie
marítima (ha)
Superficie
marítima (%)
20 575 612.64
10.50
4 855 983.91
1.50
3 928 020.74
2.00
-
0.00
Superficie manejo forestal
certificado**
198 288.29
0.10
-
0.00
Áreas protegidas estatales**
325 769.25
0.20
-
0.00
2 041 895.92
1.00
-
0.00
754 033.97
0.20
Áreas destinadas
voluntariamente a la
conservación (ADVC)*
Áreas protegidas municipales**
Refugios pesqueros**
-
Superficie no protegida**
169 367 913.16
86.20
309 381 982.12
98.20
Total
27 069 586.84
13.80
5 610 017.88
1.80
9 000 000
8 000 000
7 000 000
6 000 000
5 000 000
4 000 000
3 000 000
2 000 000
Otros
Agroecosistema
Vegetación inducida
Vegetación hidrófila
Sin vegetación aparente
Selva subcaducifolia
Selva perennifolia
Selva espinosa
Selva caducifolia
Pastizal
Otros tipos de vegetación
Matorral xerófilo
Bosque mesófilo de montaña
0
Bosque de encinos
1 000 000
Bosque de coníferas
Superficie total en ANP (ha)
*Información oficial de la conAnp.
**Información estimada a partir de semARnAt y conAnp 2016.
Figura 1. Distribución de la superficie protegida en Anp según los principales tipos de vegetación y uso del suelo del ineGi (serie v)
Fuente: semARnAt y conAnp 2016.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
136
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 2. Regiones terrestres prioritarias (Rtp).
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Figura 3. Áreas de importancia para la conservación de las aves (AicA).
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
137
138
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 4. Regiones hidrológicas prioritarias (Rhp).
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS
EN DURANGO
El estado tiene a la fecha siete anp oficialmente decre
tadas que suman un total de 876 036 ha, equivalentes a
7.1% de su territorio; cuatro son de jurisdicción federal
y tres de jurisdicción estatal, estas últimas administra
das por la srnyma, a través de la Subsecretaría de Me
dio Ambiente (cuadro 3, figura 5).
Este estado fue uno de los pioneros en el estableci
miento de reservas de la biosfera a nivel mundial. La
creación de las primeras reservas (Mapimí y Michilía)
no requirió en un principio de ningún decreto oficial; la
unesco aceptó esta singularidad como una contribución
novedosa al naciente Programa El Hombre y La Bios
fera (mab).
La creación de las reservas inicia en 1974, cuando el
Comité Mexicano del programa mab y el Instituto de
Ecología A.C. (inecol) proponen al Gobierno del Esta
do establecer una reserva en La Michilía. Entre 1976 y
1977, este Comité, con el apoyo del Consejo Nacional
de Ciencia y Tecnología (conacyt) y el Gobierno del
Estado, propuso como reserva de la biosfera al área de
La Michilía ante la unesco, la cual fue aceptada por esa
organización como área protegida bajo la categoría de
reserva en 1977. En 1979 se publica el decreto que es
tablece dicha área como zona de protección forestal, así
como reserva integral de la biosfera, y finalmente en el
2000 se publicó el acuerdo mediante el cual se le otor
ga la categoría de reserva de la biosfera (srh 1979).
La creación de la Reserva de la Biosfera Mapimí se da
bajo la dirección del inecol al igual que La Michilía,
también en 1974, con la participación activa del Gobierno
del Estado, conacyt, Instituto Nacional de Investiga
ciones sobre Recursos Bióticos (inireb), Instituto Poli
técnico Nacional (ipn), Secretaría de Educación Pública
(sep), Comités mabMéxico y mabEstados Unidos,
École Nórmale Supérieure de París, Universidad de
Arizona, Musée National d’Histoire Naturelle de París,
Universidad Nacional Autónoma de México (unam) y
otras organizaciones. En 1977 se designó a Mapimí re
serva de la biosfera por el programa mab, y junto con
La Michilía son las primeras reservas de la biosfera en
México y de las primeras en el mundo. En 1979 fue
decretada como zona de protección forestal, reserva
integral de la biosfera y refugio faunístico. Mediante
decreto emitido en el 2000, se declara área protegida con
el carácter de reserva de la biosfera, abarcando los esta
dos de Chihuahua, Coahuila y Durango (conanp 2006).
139
Mapimí y La Michilía fueron de las primeras reser
vas en las que a partir de 1975 se puso en práctica y se
fue perfeccionando lo que se ha llamado “modalidad me
xicana” de las reservas de la biosfera (Halffter 1984). De
acuerdo con esta modalidad, es de vital importancia la
incorporación de la población local a la actividad y pro
grama de cada reserva. Estos primeros antecedentes se
dieron con la información y discusión con las autori
dades y población regional y local, de los primeros pa
sos a dar en estas anp (Halffter 1988).
RESERVA DE LA BIOSFERA
LA MICHILÍA
Características generales
Esta anp se ubica al sureste del estado, y es un área
representada por mesetas y pequeños cerros separados
por valles y cañadas de diferente profundidad. La ve
getación predominante es el bosque mixto seco en un
gradiente altitudinal que va desde los 1 734 a los 2 950
msnm (ine 1996). Fisiográficamente, la reserva perte
nece a la provincia de la Sierra Madre Occidental y a
la subprovincia fisiográfica Gran Meseta y Cañones
Duranguenses (inegi 1997). Forma parte de dos cuen
cas hidrográficas, San Juan de Michis (rh11Ac601-i) y
ToribiaNana Juana (rh11Ac601-ii) (Gadsden y Reyes
Castillo 1991).
El clima es templado subhúmedo en gran parte del
área y templado semiseco en la zona de amortiguación.
Presenta un régimen de lluvias estivales, con una pre
cipitación que fluctúa entre los 600 y 860 mm; la épo
ca de lluvias inicia a finales de mayo y continúa hasta
septiembre. Las lluvias de menor intensidad son en
invierno y la temporada seca comprende de febrero a
mayo. Las temperaturas medias anuales varían entre
11 y 12 °C (junio con 15.2 °C y enero con 5.8 °C) (Garza
et al. 2004).
De acuerdo con la carta de cetenal de 1970 (citado en
semarnap et al. 1995), en el norte de la zona de amor
tiguamiento el clima es templadosemiseco y en el
resto de la reserva predomina un clima templadosub
húmedo. La precipitación fluctúa entre 600 y 850 mm;
el periodo húmedo se presenta desde fines de mayo a
septiembre; de octubre a enero las lluvias son ocasio
nales y de menor intensidad, y el periodo seco se pre
senta de febrero a mayo. La temperatura media anual
varía entre 11 y 12 °C, siendo junio el mes más caliente
(citado en semarnap et al. 1995).
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
140
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Áreas naturales protegidas
No.
Área natural
protegida
1
Categoría
Fecha de
decreto
La Michilía
Reserva de la
biosfera
18 de julio
de 19792
Durango
Súchil y El
Mezquital4
Federal
––––––––
9 421
2
Mapimí
Reserva de la
biosfera
27 de
noviembre
de 20002
Chihuahua,
Coahuila y
Durango
Mapimí y
Tlahualilo4
Federal
––––––––
195
4531
3
El Tecuán
Parque Estatal
30 de
marzo de
2008
Durango
Durango
Estatal
––––––––
902
4
Quebrada de
Santa
Bárbara
Área de
Protección de
Recursos
Naturales
22 de junio
de 2008
Durango
Pueblo Nuevo
Estatal
––––––––
66
5
Cuenca
Alimentadora
de Distrito
Nacional de
Riego 043
Estado de
Nayarit
Área de
Protección de
Recursos
Naturales
3 de
agosto de
19493
Aguascalientes,
Durango,
Jalisco, Nayarit
y Zacatecas
Súchil, Pueblo
Nuevo,
Nombre de
Dios, El
Mezquital y
Durango
Federal
Incluida
616
5901
6
Cañón de
Fernández
Parque Estatal
25 de abril
de 2004
Durango
Lerdo
Estatal
––––––––
17 018
7
Cuenca
Alimentadora
de Distrito
Nacional de
Riego 075
Río Fuerte
Área de
Protección de
Recursos
Naturales
3 de
agosto de
19493
Chihuahua,
Durango,
Sinaloa y
Sonora
Federal
Incluida
36 5861
Estados
Municipios
––––––––
Injerencia
sinap
Superficie
(ha)
876 036
Total
NOTAS:
¹ Superficie correspondiente al estado de Durango.
² Acuerdo 7 de junio de 2000.
³ Acuerdo 7 de noviembre de 2002.
⁴ semARnAp et al. 1995.
Fuente: Congreso de la Unión 1917a-c; semARnAt et al. 1995, Congreso del Estado 2008.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Figura 5. Áreas naturales protegidas.
Nota: no existe suficiente información para la cAdnR 075 Río Fuerte, por lo que no se representa en el mapa.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
141
142
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
El Plan Rector de esta reserva (drblm 2004) men
ciona que en la región de las cuatro microcuencas existe
una población total de 978 personas, de acuerdo con da
tos del inegi. Las localidades presentes en la zona son:
San Juan de Michis, El Alemán Viejo, Nuevo Centro
Poblacional Ejidal (ncpe), El Alemán, Luis Echeverría,
ncpe Cerro Blanco, ncpe Mesa de Los Azules; los ran
chos: Las Margaritas, El Temascal, Sorruedo, Mesa del
Burro y Piedra Herrada (esta localidad corresponde a una
estación de investigación a cargo del Instituto de Eco
logía, A.C.); y las comunidades indígenas de Mesa de
El Tabaco y Paraíso de Los Santos (antes Rancho La
Peña). Ninguna de las poblaciones consideradas supe
ra los 500 habitantes.
Patrimonio biológico
La reserva contiene muestras representativas del bos
que mixto seco de la Sierra Madre Occidental, sin em
bargo, se reconocen en su interior cinco tipos de
vegetación con elementos dominantes florística y fisio
gráficamente de acuerdo a la clasificación hecha por
Rzedowski (1978): bosque de coníferas, bosque de en
cino, pastizal, matorral xerófilo y vegetación acuática y
subacuática. Estos tipos de vegetación están subdivididos
en varios subtipos (bosques de Pinus, PinusQuercus,
Pseudotsuga, Cupressus, comunidades de Juniperus,
Quercus, QuercusPinus, matorral de Arctostaphylos, ma
torral de Quercus, pastizal natural, matorral de Acacia,
vegetación acuática o subacuática y vegetación de
áreas de disturbio) que abarcan más de 75% de la superficie decretada como reserva (González et al. 1993).
La fauna silvestre que se distribuye en el área es la
característica de los bosques mixtos secos de pino
encino de la región Neártica (figura 6, cuadro 4).
Gestión y administración
El inecol se hizo cargo de esta anp desde 1974. Duran
te estos años, se construyó una estación de investiga
ción llamada Piedra Herrada (dos casas) que hospedaba
al personal de este instituto y a diferentes autoridades.
El personal del inecol realizó diversos proyectos de in
vestigación, a través de los cuales se conocen los re
cursos naturales que integran a esta reserva. En el año
2000, con la creación de la conanp, el inecol deja de
hacerse cargo de esta reserva.
No hay en la actualidad un programa de manejo para
esta anp; no obstante, en el 2004 la dirección a cargo
publicó el Plan Rector de las Microcuencas de la Reser
va de la Biosfera La Michilía con el objetivo de que las
cuatro microcuencas presentes en esta anp (San Juan de
Figura 6. Bosque mixto seco de encino-pino.
Foto: Jorge Nocedal.
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143
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Cuadro 4. Grupos taxonómicos presentes en la Reserva de la Biosfera La Michilía
Grupos
taxonómicos
Anfibios
Órdenes
Familias
Géneros
Especies
Estatus de
conservación
(semarnat
2010)
Fuente
Álvarez y Polaco 1983
2
4
4
4
2
17
51
152
220
22
Mamíferos
7
13
26
34
-
Álvarez y Polaco 1984
Plantas vasculares
-
89
355
919
4
González-Elizondo et al. 1993
Reptiles
2
5
8
16
9
Álvarez y Polaco 1983
28
162
545
1 193
37
Aves
Total
Michis (rh11Ac601-i), ToribiaNana Juana (rh11Ac601-ii),
El Alemán (rh12La1274-iii) y Río Verde (rh12La1274-iv))
conservaran su integridad ecológica y que sus habitan
tes mantuvieran una buena calidad de vida por medio
de proyectos de desarrollo sustentable. Este Plan Rector
dirigía todas las acciones, en él se definían las líneas
de acciones prioritarias y daban alternativas viables de
solución.
Los resultados obtenidos del estudio previo justifi
cativo realizado para la modificación del área protegi
da, se sometieron a la fase de consulta pública en el
2015. En el 2016, se encuentra en proceso de evalua
ción, por lo cual hasta que se dé el nuevo decreto no es
posible iniciar con el programa de manejo (Hernández
y Aragón com. pers.).
Amenazas para la conservación
y problemática general
En el Plan Rector se presentó un diagnóstico de las
condiciones sociales, económicas, culturales y ecológi
cas que prevalecían en estas zonas, y también proponía
posibles soluciones. De manera general, este Plan
enunció que el problema del desempleo se hacía paten
te en las cuatro cuencas, así como la cacería furtiva y
la erosión del suelo; sólo en tres de éstas se detectó la
presencia de plagas forestales, el sobrepastoreo y la ex
tracción desordenada de arcilla para la elaboración de
adobe; finalmente la deforestación, la presencia de es
pecies exóticas, el mal manejo de la basura, los incen
dios, una baja productividad agrícola, la contaminación
del suelo por descarga de aguas negras, la infraestruc
Garza et al. 2004
tura inadecuada para la ganadería, la falta de servicios
básicos y la migración eran problemas en dos de estas
cuatro cuencas. Sin embargo, según Maury, ya en 1993
se hacía patente la amenaza de los desmontes, la cace
ría, los incendios, la escasez de sistemas de uso racio
nal de los recursos naturales de la región, la falta de
proyectos de desarrollo y de educación ambiental, las
pocas alternativas de desarrollo en los ejidos, la dismi
nución de la cooperación de las poblaciones locales en
las políticas de conservación y en la consolidación de
un plan de manejo, la presión demográfica y la tenden
cia a urbanizar una parte de las zonas de amortigua
miento y de influencia.
La fauna silvestre enfrenta el problema de la cacería
ilegal en donde las especies como el venado cola blanca
(Odocoileus virginianus), el pecarí de collar (Dicotyles
tajacu), el guajolote silvestre (Meleagris gallopavo), la
codorniz (Cyrtonyx montezumae), el coyote (Canis latrans),
el puma (Puma concolor) y el gato montés (Lynx rufus)
ven afectadas sus densidades y su distribución. Asimis
mo, la presencia de la especie exótica del jabalí europeo
(Sus scrofa) representa una seria amenaza para las espe
cies nativas (Duarte-Moreno y González-Hernández 2013).
Por otra parte, el desarrollo de ranchos cinegéticos
que rodean la reserva y que mantienen fauna exótica, son
también un problema. En particular, se da el caso del vena
do cola blanca texano (Odocoileus virginianus texanus),
que se ha cruzado con el nativo (Odocoileus virginianus)
trayendo como consecuencia una modificación genética
en la población original y problemas de parto en las
hembras nativas (semarnat et al. 1995, ine 1996).
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
144
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
La mayoría de los problemas mencionados requie
ren de un trabajo multidisciplinario para su solución,
incluyendo a los propios habitantes de las comunidades,
por lo que es necesario fortalecer el componente de
organización social y educación ambiental para asegurar
el éxito de los proyectos y lograr un impacto positivo
en la conservación de las microcuencas de atención
(drblm 2004).
Servicios ambientales
Los servicios ambientales que brindan los ecosistemas
son determinantes para la sociedad. Según la clasifica
ción de la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio
(ma 2005) existen 17 servicios ambientales agrupados
en cuatro categorías:
1) Apoyo (ciclo de nutrientes, producción primaria, for
mación de suelo, etc.).
2) Aprovisionamiento (alimento, materias primas, agua
limpia y medicinas).
3) Regulación (tratamientos de aguas residuales, pre
vención de la erosión del suelo, control biológico de
plagas y polinización).
4) Culturales (recreación y salud mental y física, turis
mo, apreciación estética y experiencia espiritual).
Aunque el programa por servicios ambientales no
está dirigido exclusivamente a anp (se toman en cuenta
otros elementos como combate a la pobreza), constitu
ye una acción muy importante para reforzar la conser
vación en términos de desarrollo sustentable dentro de
las áreas (Halffter 2011).
Los bosques que se desarrollan en las montañas de
La Michilía aportan agua a los afluentes de dos cuen
cas hidrográficas, que son parte relevante de la cuenca
alta del río San Pedro (figura 7), además de ser un ban
co importante de madera para el futuro (figura 8) (Ca
rrera com. pers.).
Existen diferentes tipos de valores o servicios ambien
tales dentro de esta zona, tales como los de uso directo
(leña, forraje) sin un valor comercial, los de uso indirecto (producción primaria mediante fotosíntesis, forma
ción de suelo, fijación de nitrógeno), éticos (se refiere
al aprecio que el ser humano puede sentir hacia la bio
diversidad fuera de su potencial como artículo de con
sumo) y estéticos (asociado a un sentimiento de aprecio
por la biodiversidad) (Halffter et al. 2001).
RESERVA DE LA BIOSFERA MAPIMÍ
Características generales
Esta anp se localiza en la parte sur del Bolsón de Mapimí, y constituye un área representativa de los eco
sistemas desérticos de la parte central del Desierto
Chihuahuense, en el norte de México.
De acuerdo con Breimer (1988), forma parte de dos
cuencas endorreicas en el Desierto Chihuahuense: el
Bolsón de Mapimí y la laguna de Palomas. Estas cuencas
forman parte de la provincia fisiográfica Mesa Central
del Norte; esta última, junto con la Sierra Madre Orien
tal, continúa al norte en la sección de la Gran Cuenca de
la provincia Cuenca y Cordillera en Arizona, Nuevo
México y Texas (Kellum 1944, citado en Breimer 1988).
La región hidrológica No. 35 (rh35) se extiende en par
tes de los estados de Durango, Coahuila y Chihuahua,
y dentro de ésta se localiza la reserva.
Esta área presenta un clima muy seco y extremoso
semicálido con lluvias de verano (clasificación de Köppen
modificada por García). Las precipitaciones suelen dar
se en forma de violentos chubascos de corta duración.
La precipitación tiene un promedio anual de 264.2 mm
con una máxima de 512.5 y una mínima de 80.8 mm.
La mayor parte de las precipitaciones se producen en
verano. La temperatura anual es de 20.8 °C, con una
mínima promedio en el invierno de 3.9 °C y una máxi
ma promedio en el verano de 36.1 °C (Cornet 1988).
Barral (1988) menciona que, de acuerdo con los re
sultados obtenidos en un primer estudio socioeconó
mico de la población de la reserva realizado en 1981,
hay un claro despoblamiento paulatino. En 1995, la población dentro del área de amortiguamiento registraba
un total de 150 personas dispersas entre los ejidos y
ranchos; para el año 2005 vivían alrededor de 60 per
sonas en esta misma área. El poblado de Estación Carri
llo, en Chihuahua; con 475 habitantes en 1995, para el
2005 tuvo una disminución de 255 individuos (conanp
2006). La población que vivía en la reserva de forma
permanente en el 2012 sumaba 411 habitantes, de los
cuales cuatro eran de la zona núcleo y 407 de la zona
de amortiguamiento (mab y unesco 2012).
Las localidades ubicadas dentro del área son Mapi
mí y Tlahualillo, en el estado de Durango; Jiménez, en
el estado de Chihuahua, y Francisco I. Madero y Sierra
Mojada, en el estado de Coahuila.
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Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
145
Figura 7. Afluentes de agua de las partes altas de la reserva.
Foto: archivo de la conanp, Reserva de la Biosfera La Michilía.
Figura 8. Producción de madera de un bosque de pino-encino.
Foto: archivo de la conanp, Reserva de la Biosfera La Michilía.
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146
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Patrimonio biológico
La vegetación corresponde a matorrales xerófilos y
micrófilos, así como a chaparrales de distintas compo
siciones a manera de mosaicos con vegetación halófita
en las partes más bajas (planicies). Su composición
y fisonomía varía con la topografía y tipo de suelo
(conanp 2006). Los principales elementos florísticos,
según García-Arévalo (2002) forman parte de dos tipos
de vegetación ampliamente distribuidos en México, el
matorral xerófilo y el pastizal (figuras 9 y 10). Las principales asociaciones vegetales son matorral desértico
rosetófilo, vegetación halófita, vegetación de desiertos
arenosos, pastizal natural, matorral desértico micrófilo,
matorral subinerme y matorral espinoso.
Montaña (1988) cartografió la vegetación de una superficie de 172 000 ha que comprendía la reserva y su
área de influencia, y encontró que aproximadamente la
mitad del área cartografiada estaba ocupada por formaciones dominadas por herbáceas y leñosas bajas (25.95%), y
por formaciones dominadas por leñosas altas y leñosas
bajas (25.16%). Agregando las formaciones dominadas
por herbáceas, leñosas altas y leñosas bajas (16.58%), por
leñosas bajas exclusivamente (10.0%) y por herbáceas
y leñosas altas (5.5%), llegó a determinar más de 80%
del área que estudió.
Esta anp preserva fauna típica (figura 11) de las re
giones semiáridas del Altiplano mexicano, incluyendo
especies de aves amenazadas como el aguililla cola roja
(Buteo jamaicensis), el aguililla rojinegra (Parabuteo
unicinctus), el halcón pálido (Falco mexicanus), la lechu
za de madriguera (Athene cunicularia) y el águila real
(Aquila chrysaetos) (cuadro 5; Cantú 2003).
Gestión y administración
De igual forma que en La Michilía, el inecol se hizo
cargo de esta reserva desde 1974, construyendo para
tal efecto el Laboratorio del Desierto (figura 12), situa
do a 40 km del poblado más cercano. Durante años
funcionó con luz eléctrica, pistas para avión y helicóp
tero, sueros antiofídicos, comunicación por radio, un
administrador y auxiliares, y personal científico per
manente en estancias (Halffter 1988).
En el año 2000, con la creación de la conanp, el
inecol dejó de hacerse cargo de esta anp. El primer y
único programa de manejo que ha tenido Mapimí fue
publicado en el 2006; sin embargo, este documento
integra la definición de los componentes y acciones de
manejo 2007-2011. En el año 2012, la dirección actual de
la reserva presentó informes en la segunda revisión rea
lizada por el programa “mabunesco Revisión Periódica
para Reserva de Biosfera”, sobre los cambios significa
tivos en la reserva de 1997 al 2012, en el que destaca la
ejecución que han venido realizando del Programa de
Conservación para el Desarrollo Sostenible (procodes),
en el cual se apoyan los proyectos productivos alterna
tivos, además de que constituye un instrumento de la
política pública que promueve la conservación de los
ecosistemas y su biodiversidad. De igual forma, el pro
grama de empleo temporal (pet) es un instrumento
complementario con el cual la conanp propició lo que
se denominó una “economía de la conservación”; esta
consiste en que los jornales, utilizados en actividades
intensivas de mano de obra no calificada y en sinergia
con el Programa de Desarrollo Regional Sustentable
(proders) y otros programas de diversos sectores, re
dunden en beneficios directos y de largo plazo para las
comunidades mediante el mantenimiento y restauración
de los servicios ambientales y el desarrollo de infraes
tructura permanente para la mitigación de riesgos,
capacitación productiva, incubación de microempresas,
reconversión productiva y acceso a satisfactores bási
cos. En este informe se menciona también que de
acuerdo a la extensión territorial, zonificación e instru
mentos de manejo y gestión, existen las condiciones en
la reserva para desarrollar la conservación de espacios
clave y de importancia biológica (zonas núcleo), el de
sarrollo integral y uso adecuado de los recursos natu
rales (zona de amortiguamiento) y el impulso al
desarrollo sostenible en la zona de transición. En todas
las acciones se promueve la participación de los habi
tantes, usuarios y propietarios de los terrenos que con
forman el área protegida y su zona de influencia (mab
y unesco 2012).
Amenazas para la conservación
y problemática general
Ya en 1988 Barral mencionaba que la ganadería exten
siva de cría de vacunos era la actividad económica más
importante en la zona de influencia del anp. En conse
cuencia, la regulación de la cantidad de ganado y de las
variaciones estacionales de las cargas animales sopor
tadas por los agostaderos era uno de los problemas más
cruciales a resolver para realizar un manejo adecuado
de los recursos. La semarnap et al. (1996) menciona
esta actividad con miras a expandirse o intensificarse; el
programa de manejo (conanp 2006) de igual forma
señala dentro de las actividades antropogénicas de ma
yor impacto a la ganadería extensiva, así como a la
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147
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Figura 9. Vegetación de desiertos arenosos.
Foto: apdm s/f.
Figura 10. Matorral xerófilo.
Foto: Jorge Nocedal.
Cuadro 5. Grupos taxonómicos presentes en la Reserva de la Biosfera Mapimí
Grupos taxonómicos
Anfibios
Órdenes
Familias
Géneros
Especies
Estatus
de conservación
(semarnat 2010)
Fuente
conAnp 2006
1
3
3
5
2
16
47
142
201
11
Mamíferos
7
16
42
63
5
conAnp 2006
Plantas vasculares
-
70
241
393
-
García-Arévalo 2002
Reptiles
2
12
32
39
17
26
148
460
701
35
Aves
Total
Garza et al. 2007
conAnp 2006
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
148
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
cacería furtiva, que implica fuertes problemas en ma
teria de conservación. Otro factor indirecto que se in
dica es el turismo desorganizado y sin planificación
que acude a la llamada “Zona del Silencio”, ya que trae
consigo problemas de saqueo, dispersión de basura, y los
beneficios económicos quedan en manos de personas
ajenas a las comunidades de la reserva. Algunos com
ponentes de los recursos naturales, tanto de flora como
de fauna presentes en el área, satisfacen las necesida
des de los pobladores locales, por lo que se ven some
tidos a este tipo de aprovechamiento; diversos géneros
de la familia Cactaceae registran ventas en el mercado
negro; a una baja escala se lleva a cabo la extracción de
sal en una de las lagunas del anp (laguna de Palomas)
y es de tipo artesanal.
Una problemática general en esta reserva, como ya
se ha mencionado, es la tendencia a la disminución de
la población; de acuerdo al mab y unesco (2012), los
principales factores responsables son la falta de man
tenimiento y destrucción de algunas de las principa
les obras para captación de agua, así como la falta de
diversificación en las actividades productivas, ya que
la población se dedica principalmente a la cría de bo
vinos, aunque en el poblado de Estación Carrillo la
mayoría de los habitantes se dedica a la producción
de sal. Asimismo, señalan que la ganadería extensiva
para la producción de carne sigue siendo una activi
dad preponderante en la economía de las familias de
la región en la zona de amortiguamiento. Mencionan
también que la evaluación de la condición del agos
tadero realizada por la Comisión Técnico Consultiva
de Coeficientes de Agostadero de la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Ali
mentación (sagarpa) en 1979, indica como un prome
dio de 35-40 ha por unidad animal en dicho año; sin
embargo, el estudio realizado por personal de la re
serva y la participación de los productores en 2010
marca un promedio de 112 ha por unidad animal, lo
cual representa una presión permanente de la activi
dad ganadera sobre el recurso forrajero del área. De
igual forma, resumen los principales impactos huma
nos por tipo de vegetación (cuadro 6).
Figura 11. Coyotes en las faldas del cerro de San Ignacio.
Foto: Jorge Nocedal.
Figura 12. Laboratorio del desierto.
Foto: Jorge Nocedal.
Servicios ambientales
Los servicios ambientales en esta anp, son aquellos
que brindan los ecosistemas forestales de manera natu
ral o por medio del manejo sustentable de sus recursos,
tales como la provisión de agua en calidad y cantidad;
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
la captura de carbono, de contaminantes y componentes
naturales; la generación de oxígeno; el amortiguamiento
del impacto de los fenómenos naturales; la modulación
o regulación climática; la protección de la biodiversi
dad, de los ecosistemas y formas de vida; la protección y
recuperación de suelos; el paisaje y la recreación, entre
otros (Bezaury-Creel et al. 2011).
PARQUE ECOLÓGICO EL TECUÁN
Antecedentes
La superficie que ocupa actualmente esta anp fue dona
da en 1981 por la Sociedad Mercantil Compañía Gana
dera del Carmen, S. de R. L. de C. V. al Gobierno del
Estado para la formación de un parque nacional, y que
dó bajo la responsabilidad del Sistema Estatal para el
Desarrollo Integral de la Familia (dif). En 1984 el Go
bierno del Estado realizó el contrato de donación del
terreno de esta zona al Gobierno Federal a través de la
sedue. El gobierno de Durango solicitó en 1994 su de
volución con el fin de manejarlo como un parque re
creativo; en abril de 2000 se celebró un convenio en el
cual el dif entrega su administración a la Dirección de
Turismo y Cinematografía, y en marzo de 2003, por
iniciativa del Ejecutivo Estatal, se delega a la srnyma.
Cabe mencionar que durante el periodo 1994-2000 se
registraron severos impactos ambientales dentro del
parque, por personas ajenas al inmueble. En febrero de
2006 la Secretaría de la Función Pública (sfp) acordó
la desincorporación del régimen de dominio público de
la federación del parque ecológico El Tecuán a favor
del Gobierno del Estado de Durango con el fin de esta
149
blecer un anp, y fue decretada como parque estatal el
30 de marzo de 2008 (conanp 2010a).
Características generales
Durango cuenta con la Reserva de la Biosfera La
Michilía como representativa del flanco oriental de la
Sierra Madre Occidental; sin embargo, dentro del ma
cizo de la sierra, base de la economía estatal, no existe
ninguna zona de protección de ecosistemas, es por esa
razón que se considera de gran importancia un anp
con bosques de coníferas y encino que cuente con las
características necesarias para manejarse como áreas
de conservación en el estado (GónzalezElizondo et al.
1999).
El Tecuán se encuentra en la provincia fisiográfica
Sierra Madre Occidental, subprovincia Gran Meseta y
Cañones Duranguenses, con tipos de sistemas de topo
formas constituidos por sierras altas. Pertenece a la
región hidrológica 11 Presidio-Río Baluarte, que se ori
gina en las estribaciones occidentales de la Sierra Ma
dre Occidental, esencialmente porque contiene las
cuencas de los ríos Presidio y Baluarte. El clima pre
dominante es de C(E)(W2) correspondiente al grupo de
los templados, semihúmedos, semifríos con lluvias en
verano, y precipitación invernal entre 5 y 10 mm. La
precipitación media anual es de aproximadamente 700
mm, y la temperatura media anual oscila entre los 10
y 12 °C. Se localiza dentro del municipio de Durango
(capital del estado), pero es una zona sin comunidades
al interior y debido a que es propiedad del Gobierno
del Estado (figura 13) no hay conflictos sociales, ni
existe ningún tipo de aprovechamiento. La comunidad
Cuadro 6. Principales impactos humanos en la Reserva de la Biosfera Mapimí
Tipo de vegetación
Problemática
Mezquital
Corte de arbolado para leña
Pastizal halófito
Sobrecarga animal
Matorral micrófilo
Sobrecarga animal y extracción de leña
Matorral rosetófilo
Cacería de venado, extracción de cactáceas y candelilla, extracción de
mármol, piedra y material para carreteras
Vegetación halófita y gipsófita
Sobrecarga animal
Fuente: mAb y unesco 2012.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
150
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 13. Entrada al parque ecológico El Tecuán.
Foto: Erika Castaños Rochell.
Figura 14. Vegetación de bosque templado.
Foto: Erika Castaños Rochell.
más cercana es Navíos, que cuenta con 63 habitantes
que se dedican a actividades forestales y ganaderas; la
comunidad cercana, a 17 km del parque, con mayor po
blación es Llano Grande, con 1 822 habitantes que tra
bajan en el sector forestal, agrícola, ganadero y de
servicios (conanp 2010a).
Los bosques de pinoencino albergan la más alta
diversidad florística en México (Rzedowski, 1978 citado
en GonzálezElizondo et al. 2012) y la Sierra Madre Oc
cidental es particularmente rica por tener la mayor
superficie con bosques templados en el país, así como
por la confluencia en su territorio de floras de diversos
orígenes y por su gran variedad de hábitats. En esta
región se presenta además la mayor diversidad de aso
ciaciones de pinos, encinos y madroños a nivel mundial
(GonzálezElizondo et al. 2012).
En relación con las especies de fauna que se distri
buyen en El Tecuán (cuadro 7), solo se tienen los regis
tros en campo y los resultados de las consultas hechas
a bancos de datos de diferentes instituciones para el
programa de conservación y manejo (conanp 2010a),
lo cual hace patente la necesidad de que se realicen
más estudios en esta zona, que se localiza a solo 57 km
de la ciudad de Durango, por lo que estos estudios son
más factibles en cuestiones de logística.
Patrimonio biológico
González-Elizondo y colaboradores (1999) señalan que
la vegetación de El Tecuán (figuras 14 y 15), al igual
que la de la Reserva de la Biosfera La Michilía, es re
presentativa de la que se extiende a través de millones
de hectáreas de la Sierra Madre Occidental en México
entre los 2 000 y los 3 000 m de altitud, por lo que el conocimiento y conservación de la flora de ambas áreas es
de vital importancia para el óptimo manejo y preserva
ción de los bosques templados del noroeste de México.
Según estos mismos autores, el criterio de dominantes
fisonómicos, aunque subjetivo, permite distinguir en
esta área siete asociaciones de especies arbóreas con
algunos subgrupos (bosque de Pinus cooperi, Pinus
teocote, Pinus spp., Quercus spp., Arbutus spp., Pinus
leiophylla, PinusQuercus, Quercus sideroxyla), además
de dos comunidades de herbáceas (vegetación de cié
naga y claros con cubierta herbácea).
Gestión y administración
Actualmente, este parque es manejado y administrado
por personal de la srnyma. Al interior viven cuatro per
sonas que se encargan de la vigilancia y del manteni
miento. Se ofrecen servicios de educación ambiental y
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Figura 15. Bosque de pino.
Foto: Laura Rentería Arrieta.
Figura 16. Cabañas en el interior de El Tecuán.
Foto: Erika Castaños Rochell.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
151
152
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
recreativa, para los cuales la Secretaría posee 10 caba
ñas equipadas con todos los servicios (figura 16). Ade
más, cuenta con un centro de educación y capacitación
ambiental con capacidad para 40 personas y servicios
de comedor, dormitorios, regaderas y cocina.
A la fecha, se tiene registrada una unidad de mane
jo para la conservación de la vida silvestre (uma) de
tipo intensivo (manejo de ejemplares en confinamiento
con condiciones controladas e intervención directa del
ser humano, principalmente para especies exóticas)
para la especie introducida de wapití (Cervus elaphus)
(Castaños com. pers.).
Es importante mencionar que, a la fecha, la categoría
como anp que tiene este parque no pertenece a ningu
na de las manejadas por el sinap (véase categorías y
descripción en el cuadro 1), a pesar de haber sido citado
según GonzálezElizondo et al. (1999) como parque na
cional. Solamente los servicios de educación ambiental
y recreativos que brinda personal de la Secretaría cum
plirían con dos de los varios requisitos que debe tener
un anp para ser manejada como parque nacional.
Amenazas para la conservación
y problemática general
De acuerdo con el Programa de Manejo y Conservación
(conanp 2010a), uno de los problemas más graves que
enfrenta el anp es la frecuencia de los incendios fores
tales, sobre todo en las zonas cercanas a la carretera y
zonas de acampar, donde es evidente que las causas
son básicamente antropogénicas. También menciona
como asuntos que se deben atender, la cantidad de ba
sura que se genera por las actividades de educación
ambiental y recreativas, así como la contaminación del
agua como consecuencia de estas actividades y de que
ni el parque ni la zona de influencia cuentan con drenaje;
además, señala que este parque recibe aproximadamente 10 mil visitantes al año, sin que a la fecha se haya
estimado la capacidad de carga.
Asimismo, el aprovechamiento de los recursos na
turales que las poblaciones cercanas realizan tradi
cionalmente ha impactado de manera negativa en los
ecosistemas del parque, tales como el uso de árboles
sanos y bien conformados para el ocoteo (extracción de
resina), recolección de leña y elaboración de carbón vegetal. Por su parte, la caza furtiva, si bien no es muy
frecuente, tiene efectos destructivos para la composi
ción del bosque y las poblaciones animales, al cazar
indiscriminadamente a machos, hembras y crías, enfo
cándose principalmente en el venado cola blanca, co
nejos, ardillas y guajolotes; igual resulta la extracción
de biota para comercialización y sin ningún tipo de ma
nejo. Se pensó originalmente en exhibir en esta anp a
especies exóticas como el wapití (Cervus elaphus) (figu
ra 17); sin embargo, su reproducción se salió de control
y tanto el suelo como la vegetación de las áreas en que
se han confinado han sufrido severos daños.
Desde 1999, González-Elizondo y colaboradores mencionaban que parte de la vegetación de esta anp se
encontraba en avanzado estado de deterioro, con alto
grado de perturbación antropogénica, principalmente
Cuadro 7. Grupos taxonómicos presentes en el Parque Ecológico El Tecuán
Grupos taxonómicos
Familias
Géneros
Anfibios
2
5
5
9
5
conAnp 2010a
Aves
-
-
55
63
12
conAnp 2010a
Mamíferos
7
-
-
46
4
conAnp 2010a
Plantas
vasculares
-
-
-
23
-
González-Elizondo et al.
1999
Reptiles
2
6
5
17
8
conAnp 2010a
11
11
65
158
29
Total
Especies
Estatus de
conservación
(semarnat 2010)
Órdenes
Fuente
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
por efecto de incendios recurrentes fuera de la zona
abierta al público. Sin embargo, consideraban que a pe
sar del disturbio del área, había condiciones potencia
les para promover la educación ambiental.
ÁREA DE PROTECCIÓN DE
RECURSOS NATURALES
QUEBRADA DE SANTA BÁRBARA
Antecedentes
153
de endemismo distribuidos por todo el país, sugiriendo
que esta área ha sido durante mucho tiempo un activo
centro de evolución (conanp 2010b).
En esta reserva se distribuyen las especies Picea
chihuahuana, Abies durangensis y Pseudotsuga menziesii,
las cuales ocurren dentro de un área limitada de cerca
de 20 ha y son raras en México y en Durango, ocurrien
do como relictos protegidos con un alto estado de la
conservación (AguirreCalderón et al. 2009).
Esta área de protección de recursos naturales (aprn) se
localiza dentro del ejido El Brillante, el cual está encla
vado en el macizo montañoso denominado Sierra Ma
dre Occidental dentro del municipio de Pueblo Nuevo.
Este ejido recibió su dotación mediante Resolución Pre
sidencial el 11 de abril de 1962, y el 22 de septiembre
de 1995 se hizo una reinscripción en el ransra (Regis
tro Agrario NacionalSecretaría de la Reforma Agraria)
(conanp 2010b); cuenta con una superficie legal de 66 ha
que pertenece a 100 ejidatarios (Romero et al. 2007).
A iniciativa del Gobierno del Estado de Durango, se
decretó a esta región como área de protección de recursos
naturales en el año 2008. Los argumentos para hacerlo
fueron la conservación de un ecosistema característico
de la Sierra Madre Occidental, las especies presentes de
flora y fauna con estatus de conservación, la riqueza
hidrológica con que cuenta, y el prístino ecosistema que
existe en este bosque. En el contexto nacional, esta zona
ha sido reconocida como única por la presencia de una
alta proporción de elementos endémicos. Hay centros
Características generales
Figura 17. Poblaciones de wapití (Cervus elaphus).
Foto: Erika Castaños Rochell.
Figura 18. Porción representativa de la Sierra Madre Occidental.
Foto: Laura Rentería Arrieta.
El área presenta una topografía típica de la Sierra Ma
dre Occidental. Es característico un relieve muy acciden
tado, con presencia de pendientes muy pronunciadas
(figura 18).
Las planicies denominadas mesetas se localizan en
las partes más altas, ubicadas a 2 810 msnm. Es en es
tas zonas donde se localiza el parteaguas que da origen
al sistema hídrico de la cuenca en que se localiza la
quebrada. El arroyo principal, conocido como Santa Bárbara (figura 19), es de régimen perenne por su tempo
ralidad y se une aguas abajo con otras corrientes de
régimen semiperenne para formar el arroyo El Infier
nillo, que drena sus aguas en dirección suroeste hacia
el río Baluarte. La quebrada pertenece a la región hi
drológica 11 Presidio-Río Baluarte, que se origina en
las estribaciones occidentales de la Sierra Madre Occi
dental siguiendo patrones estructuralmente determi
nados y al llegar a las planicies costeras desarrolla
meandros, zonas pantanosas, lagunas y otras formas,
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
154
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 19. Arroyo de Santa Bárbara.
Foto: Laura Rentería Arrieta.
Figura 20. Bosque de coníferas (área de amortiguamiento).
Foto: Laura Rentería Arrieta.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
155
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
para finalmente desembocar en el océano Pacífico
(conanp 2010b).
El tipo de clima es semifrío subhúmedo con lluvias
en verano y temperatura media anual entre 5 y 12 °C;
la temperatura del mes más frío oscila entre 3 y 18 °C,
y presenta un porcentaje de precipitación invernal en
tre 5 y 10.2 mm (Instituto Tecnológico El Salto 2003).
Se estima que el ejido alberga a 1 376 habitantes; su
centro de población se localiza en los terrenos del pro
pio ejido que colindan con el fundo legal de la ciudad
de El Salto, Pueblo Nuevo, por lo cual constituye una
colonia de esta ciudad que actualmente cuenta con
más de 30 mil habitantes. La principal actividad económica del ejido es el cultivo y aprovechamiento de
sus recursos forestales. Esta actividad es administrada
por los propios ejidatarios, y en el abastecimiento y la
industria laboran ejidatarios, hijos de ejidatarios y ave
cindados (conanp 2010b).
Patrimonio biológico
A nivel de vegetación se ha registrado para la zona de
estudio el bosque de coníferas (figura 20), constituido
por diversas asociaciones de los géneros Abies, Picea,
Pinus y Pseudotsuga de la familia Pinaceae, y Cupressus
y Juniperus de la familia Cupressaceae. Como unidades
de vegetación se identificaron, según Rzedowski (1978),
bosques de coníferas y bosques mixtos en 14 asociacio
nes vegetales: CupressusPseudotsuga; CupressusPseu
dotsugaPinus ayacahuite; PseudotsugaCupressus;
Quercus sideroxylaPinus durangensis; Juniperus deppeana
var. robustaPinus cooperiCupressus; CupressusAbies;
CupressusGarrya; Pinus durangensisQuercus sideroxyla;
Quercus sideroxylaPseudotsuga; PseudotsugaQuercus
sideroxylaCupressus; Quercus sideroxylaCupressus
Pseudotsuga; Quercus sideroxylaCupressus; CupressusQuercus
sideroxylaPseudotsuga; y Cupressus PiceaPseudotsuga
(García-Arévalo 2008). Cabe mencionar que la conabio
(1998) menciona a los bosques de pino y encino de la
Sierra Madre Occidental como una de las ecorregiones
de mayor prioridad en México, debido a su grado de
conservación y a la biodiversidad presente.
Como se mencionó anteriormente, la especie Picea
chihuahuana se localiza en esta reserva, y la nom-059semarnat-2010 la identifica en peligro de extinción
(figura 21). De acuerdo con González-Elizondo et al.
(2007) y Gordon (1968), es de distribución geográfica
muy restringida, de tipo relictual, endémica a la Sierra
Madre Occidental. Tuvo una distribución más amplia en
el pasado cuando las condiciones ambientales de alta
humedad y temperaturas relativamente bajas prevale
cían en buena parte de México. García-Arévalo (2008)
afirma que aunque P. chihuahuana participa de manera
discreta en la estructura del bosque de esta reserva,
existen otras especies que dan forma de manera predo
minante a esta comunidad vegetal; por otra parte, en
fatiza de manera rotunda la importancia de establecer
políticas de conservación para esta especie y su hábi
tat. La vegetación de esta quebrada alberga una gran
riqueza (cuadro 8).
Gestión y administración
El proyecto de conservación y decreto del anp, a nivel
estatal y regional, fue percibido como un medio que
permitiría un cambio en las prácticas de manejo de los
recursos naturales de la región y que atraería una ma
yor atención hacia los problemas y demandas de la
Cuadro 8. Grupos taxonómicos presentes en el ApRn Quebrada de Santa Bárbara
Grupos
taxonómicos
Anfibios
Órdenes
Familias
Géneros
Especies
Estatus de
conservación
(semarnat 2010)
Fuente
2
5
5
8
3
conAnp 2010b
10
24
48
55
6
conAnp 2010b
Mamíferos
7
12
25
38
1
conAnp 2010b
Plantas vasculares
-
53
141
199
4
García-Arévalo 2008
Reptiles
2
6
7
12
4
conAnp 2010b
21
100
226
312
18
Aves
Total
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
156
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
comunidad local (conanp 2010b), y fue promovido por
los propios ejidatarios, quienes son los encargados de
manejar y administrar esta área.
Amenazas para la conservación
y problemática general
El área del arroyo Santa Bárbara, de acuerdo con sus
condiciones geográficas y ecológicas, puede conside
rarse relativamente en buen estado de conservación
tomando en cuenta la composición y distribución de
los elementos florísticos tanto arbóreos, como arbusti
vos y herbáceos (figura 22) (García-Arévalo 2008).
Las actividades de aprovechamiento forestal que se
han llevado a cabo en los bosques de pino y pinoenci
no que se encuentran en las márgenes del área de in
terés no han afectado de manera severa las condiciones
originales del bosque. Sin embargo, cabe resaltar que
algunas personas ya han identificado el área por su belleza escénica y ahora es visitada más frecuentemente
con planes de recreación y/o de tipo científico, y ya es
palpable un leve deterioro en el sotobosque (García
Figura 21. Picea chihuahuana Mtz.
Foto: Laura Rentería Arrieta.
Arévalo 2008). De igual forma, en el proyecto técnico:
ejido El Brillante (Instituto Tecnológico El Salto 2003)
mencionan que los bosques del arroyo del Infierno o
arroyo El Infiernillo están en una condición relativa
mente tranquila o virgen; aunque el área de alrededor
ha sido sujeta de aprovechamientos forestales, no se ha
generado ningún disturbio que afecte el estatus natu
ral del área y es considerada en la región de El Salto
como una reserva forestal.
En el programa de conservación y manejo (conanp
2010b) se detalla la problemática ambiental del área,
destacando el servicio de ecoturismo que ofrece el eji
do a través del paraje conocido como Puentecillas, el
cual se encuentra cerca del área de amortiguamiento
del anp. El ejido inició en el año 2002 este proyecto de
servicios ecoturísticos que ofrece servicio de cabañas,
un lago artificial, asadores y palapas, áreas de esparci
miento como un kiosco central, asadores frente al lago,
juegos infantiles, cancha de volibol sobre arena y pa
lapas (figuras 23 y 24). Este centro turístico se conectó
a través de senderos interpretativos con la zona núcleo
para que los visitantes conocieran y admiraran su diver
sidad biológica; cabe mencionar que 90% de la gente
que renta las cabañas utiliza estos senderos (J. Bretado
com. pers. 2014), sin que a la fecha se hayan determi
nado los impactos que generan, ni la capacidad de carga,
la cual es una herramienta de planificación que susten
ta y requiere decisiones de manejo.
Por otra parte, según el programa de conservación y
manejo (conanp 2010b), el ejido basa su economía principalmente en actividades derivadas de la silvicultura
y, en menor escala, en la agricultura y la ganadería; sin
embargo, estas dos últimas provocan una degradación
paulatina en las zonas cercanas al área de amortigua
miento; la aplicación de tratamientos silvícolas en las
cercanías de la reserva influyen sobre las condiciones de
hábitat, la dinámica ecológica de largo plazo (produc
tividad, procesos biogeoquímicos, sucesión) y dismi
nuyen las posibilidades de conservación de los recursos
naturales presentes.
Debido a lo anterior, este programa señala una se
dimentación de cauces y disminución de la calidad del
agua por el aporte de la erosión de suelos en terrenos
agrícolas y forestales cercanos al anp. También, men
ciona que los incendios forestales son frecuentes en
toda la región, y debido a que estos afectan principal
mente las laderas, su efecto podría ser particularmente
crítico en las partes altas que rodean a la zona núcleo;
otro problema ecológico importante en esta misma
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Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Figura 22. Área del arroyo Santa Bárbara.
Foto: Santiago Solís González.
157
Figura 23. Cabañas del paraje conocido como Puentecillas.
Foto: Laura Rentería Arrieta.
Figura 24. Áreas de esparcimiento del paraje conocido como Puentecillas.
Foto: Laura Rentería Arrieta.
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158
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
zona es la reducción de la calidad y existencias de los
recursos maderables de las especies presentes, parti
cularmente Picea chihuahuana.
La edad de los árboles de esta especie, aunado a las
condiciones ambientales tan específicas que requiere
para su desarrollo, han originado que su distribución
espacial presente patrones poco comunes, desplazán
dose paulatinamente fuera de las restringidas condi
ciones ambientales donde generalmente ocurre. La
misma situación se presenta, aunque en menor medi
da, para las especies Abies durangensis y Psedoutsuga
menziesii (conanp 2010b).
De igual forma, la cantidad de especies tanto de flo
ra como de fauna que esta reserva tiene enlistadas en
la nom-059-semarnat-2010, hace necesario que se
establezcan sistemas de monitoreo y estrategias de con
servación (cuadro 9).
Servicios ambientales
Los ecosistemas del área proporcionan servicios am
bientales esenciales para la vida diaria de sus pobla
dores, como la captura y el almacenamiento de agua
en acuíferos y ríos, la posibilidad de extraer del medio
silvestre otros productos útiles, la captura del bióxido
de carbono, la estabilidad climática por la regulación del
ciclo hídrico y la regulación de la humedad y tempe
ratura del aire, el mantenimiento de suelos fértiles, y
el control de deslaves y arrastres masivos de suelo
por el efecto de lluvias torrenciales (conanp 2010b).
Dentro de los objetivos en este tópico que se plasma
ron en este mismo programa, está el de incrementar
las acciones para el pago de servicios ambientales
mediante la concertación con instancias del gobier
no federal, local y organizaciones no gubernamenta
les (ong); cuantificar el potencial de los servicios
ambientales mediante estudios específicos sobre cap
tura de carbono, servicios hidrológicos y biodiversi
dad; e incrementar el interés de la población en la
conservación de sus recursos, mediante el pago por
servicios ambientales.
Es en relación con estos dos últimos objetivos que
el ejido buscó la forma de obtener ingresos a través de
un proyecto en el que se aprovechó el potencial natural
del anp como fuente productora de agua, pero a la vez,
mediante acciones de manejo, generó beneficios ecológicos, económicos y sociales a partir del aprovechamien
to de los valores ambientales presentes, permitiendo
también la conservación del patrimonio ejidal (Institu
to Tecnológico El Salto 2003).
CUENCA ALIMENTADORA DE
DISTRITO NACIONAL DE RIEGO
043 ESTADO DE NAYARIT
Antecedentes
La información aquí presentada se obtuvo de la memoria
técnica de cálculo del Área de Protección de Recursos
Naturales Cuenca Alimentadora del Distrito Nacional
de Riego 043 Estado de Nayarit, respecto a la subcuen
ca de los ríos Saucedo, San Pedro y Mezquital, Duran
go y Nayarit (conanp 2009), a excepción de cuando se
indica la fuente consultada. Lo anterior se debe a que
para esta área se tiene muy poca información generada.
El 3 de agosto de 1949 se publicó el decreto que declara zonas protectoras forestales y de repoblación a las
cuencas de alimentación de las obras de irrigación de
los distritos nacionales de riego, y se establece una veda
total e indefinida en los montes ubicados en dichas cuencas (sag 1949). El 7 de noviembre de 2002 se anuncia
el acuerdo por el que se recategorizan como áreas de
protección de recursos naturales los territorios a que
se refiere el decreto como zonas protectoras forestales
y de repoblación. En cumplimiento al artículo segundo
del mencionado decreto, la conanp solicitó oficialmen
te a la conagua (Comisión Nacional del Agua), en sep
tiembre de 2003, la ubicación y cartografía respectiva.
La conagua proporcionó los archivos magnéticos con
la delimitación de las cuencas y su ubicación.
El objetivo práctico del decreto consiste en garantizar
la permanencia de los servicios ambientales estratégi
cos, precipitación y abundancia de agua en los sistemas
hidrológicos que brindan las cuencas hidrográficas para
abastecer de agua a los distritos de riego, para lo cual se
requiere necesariamente la protección y conservación
de su cobertura de vegetación natural, suelos y relieve
que facilitan el aprovechamiento de la irrigación, evi
tando además el azolve de los vasos y canales.
En el contexto de la importancia del agua como un
elemento estratégico y de seguridad nacional, se plan
tearon los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo
(pnd) 2007-2012 en materia de medio ambiente, el Pro
grama Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Natu
rales (pmarn) 2007-2012 y la vinculación del Programa
Nacional Hidráulico (pnh) 2007-2012 en relación a es
tos. El primero, el pnd, propone tres líneas de acción:
• Aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.
• Protección del medio ambiente.
• Educación y conocimiento para la sustentabilidad
ambiental.
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Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
El pmarn plantea en sus objetivos la gestión integral
de los recursos hídricos por medio del manejo sustenta
ble de cuencas y acuíferos y mejorar la productividad del
agua en el sector agrícola con la corresponsabilidad de
los tres niveles de gobierno y la sociedad.
Debido a que en México el principal uso del agua es
en el sector agrícola, el pnh establece entre sus objeti
vos mejorar la productividad del agua en el sector agrí
cola y promover el manejo integrado y sustentable del
agua en cuencas y acuíferos.
De acuerdo a los antecedentes mencionados, y en
cumplimiento a los objetivos del pnd, el pmarn y el
pnh, la conanp puso en operación anp dentro de las
Cuencas Alimentadoras de los Distritos Nacionales de
Riego (cadnr). De esta forma, se presentó la memoria
técnica a la que pertenece esta información.
Características generales
La cadnr pertenece a la región hidrológico adminis
trativa viii Lerma-Santiago-Pacífico que tiene una ex
tensión total de 190 366 ha. Esta región está integrada
por los estados de Aguascalientes, Colima, Estado de
159
México, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Que
rétaro y Zacatecas. Las subcuencas de los ríos Saucedo,
San Pedro y Mezquital pertenecen a la región hidroló
gico administrativa iii Pacífico-Norte. Esta región comprende la totalidad del estado de Sinaloa y parte de los
estados de Chihuahua, Durango, Zacatecas y Nayarit;
políticamente está integrada por 51 municipios. Se lo
calizan en ella dos regiones hidrológicas: la rh 10, con
una extensión de 104 790 km2, y la rh 11 con una ex
tensión de 5 837 km2, abarcando una extensión total de
156 627 km2, que corresponden a 8% del territorio na
cional. En lo que respecta a Durango y Nayarit, como
parte de esta anp, está la subcuenca de los ríos Sauce
do, San Pedro y Mezquital (figuras 25 y 26).
La memoria técnica menciona que la población total
para el anp es de 14 639 habitantes, y para la subcuen
ca alimentadora es de 71 966 habitantes.
Gestión y administración
Esta región está integrada por los estados de Aguasca
lientes, Colima, Estado de México, Guanajuato, Jalisco,
Michoacán, Nayarit, Querétaro y Zacatecas; genera 14%
Figura 25. Panorámica de una porción de la cuenca.
Foto: archivo de la conanp, Reserva de la Biosfera La Michilía.
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160
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
del pib nacional y habitan en ella 20 millones de per
sonas. En este contexto, es de suma importancia admi
nistrar y asegurar la disponibilidad, cantidad y calidad
del recurso agua.
Tanto la semarnat como sus órganos desconcentrados
(conanp y conagua) tienen diferentes atribuciones en
relación con el manejo y la administración de esta anp. El
decreto de creación de las zonas protectoras forestales
ordena diversas disposiciones en materia de cuencas
hidrográficas y en materia de anp:
• El artículo segundo indica que la entonces sarh rea
lizará el señalamiento del perímetro de alimenta
ción de las cuencas hidrográficas. En la actualidad,
la conagua tiene las atribuciones que se establecen
en la Ley de Aguas Nacionales, y su reglamento, con
forme lo establece el reglamento interior vigente de
la semarnat (conanp 2009).
• El mismo artículo segundo señala que la sarh deter
minará la superficie de las zonas vedadas, o “montes”
(artículo primero), o regiones que deban proteger
se (artículo noveno). La conanp tiene las atribuciones
que en materia de anp, competencia de la Federa
ción, se establecen en la lgeepa y su Reglamento en
materia de anp, conforme el reglamento interior
vigente de la semarnat.
Sin embargo, para delimitar la cadnr se requiere
ubicar las zonas de interés para su conservación (pro
tección, restauración y uso sustentable), y es evidente
que actualmente la cobertura vegetal herbácea, arbus
tiva o arbórea, no corresponde a la vegetación original
que predominaba en el año de 1949 (fecha de la decla
ratoria del anp). Muchas de las cuencas alimentadoras
han sufrido intensos procesos de cambio en el uso del
suelo, para ser destinados a diversos usos (urbano, agrope
cuario, industrial, minero, etc.). En consecuencia, la pues
ta en marcha del anp requiere la identificación de las
áreas con ecosistemas originales en buen estado de con
servación, que no han sido significativamente alterados
o transformados por las actividades humanas, y que re
quieren ser preservados y restaurados para quedar bajo
el régimen de anp, conforme lo previsto en la lgeepa
y los demás ordenamientos aplicables. Es por ello que
no se ha tomado la cadnr completa, dado que ha sufri
do modificaciones considerables que no se ajustan a los
objetivos de conservación del anp. Esto obedece a que
sería irreal contabilizar la superficie completa de la cuen
ca cuando gran parte de ella presenta modificaciones o
alteraciones de las condiciones naturales, quedando su
perficies menores con características apropiadas para
ser conservadas como anp.
Hasta 2016, esta cuenca no cuenta con un programa
de manejo, y tampoco con una zonificación, ya que
hay desacuerdos en sus límites por parte de la conanp
y conagua (Ma. Elena Rodarte com. pers. 2012).
Patrimonio biológico
La conanp identificó los ecosistemas naturales relevantes que en la actualidad mantienen integridad ecológica
“aparente”, diversidad biológica, servicios ambientales y
procesos evolutivos; con esto, obtuvieron las asociacio
nes vegetales presentes en la cuenca: bosque de Pinus;
PinusQuercus; Quercus; QuercusPinus; Ayarin; selva me
diana subperenifolia; selva baja caducifolia; selva media
na subcaducifolia; pastizal natural y pastizal inducido.
Es importante mencionar que dentro de la subcuen
ca se localiza la Reserva de la Biosfera La Michilía
(figura 1), las rtp Guacamayita y la Cuenca del río Je
sús María, así como la rhp Río Baluarte-Marismas
Nacionales, y las aica Guacamayita.
Servicios ambientales
Las cuencas hidrográficas ofrecen numerosos servicios
a la sociedad. Captan más de 110 000 km3 de lluvia que
caen a la tierra todos los años. Gracias a su forma cóncava, además, almacenan la mayor parte de las reservas
de agua dulce renovable en las aguas subterráneas y la
humedad del suelo. Las cuencas regulan los caudales
de agua y así previenen las inundaciones y la sequía en
las zonas cercanas de río abajo.
Sus laderas controlan la fuerza y rapidez del caudal
de la escorrentía. El suelo rico de agua de estas laderas
muchas veces propicia el crecimiento de vegetación
que frena la erosión de la escorrentía. Por otra parte,
es importante también la función de los recursos na
turales de la cuenca en la agricultura, la ganadería y
la electricidad. Asimismo, contribuyen al bienestar de la
sociedad mediante el suministro de cultivos y alimen
tos, productos de madera, minerales y una fuente de
diversidad biológica y cultural de las tierras altas. Con
frecuencia también se asigna un valor recreativo sim
bólico al paisaje natural y cultural de las cuencas (fao
2009) (figuras 27 y 28).
Amenazas para la conservación
y problemática general
El objetivo de decretar como anp a esta cuenca era pro
teger y conservar sus recursos para abastecer de agua
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
161
Figura 26. Asentamientos humanos.
Foto: Archivo de la conanp, Reserva de la Biosfera La Michilía.
al distrito de riego. Esta situación se expresaba clara
mente en los “considerandos” primero y segundo del
decreto:
• El primero señalaba que era necesario tomar las medidas de protección indispensables para que los dis
tritos de riego se vieran libres de las amenazas que
constituían para sus obras, los acarreos de detritus
por las aguas, ocasionados por la erosión de los sue
los de las cuencas hidrográficas respectivas que venían a azolvar los vasos, disminuyendo su capacidad
de almacenamiento.
• El segundo indicaba que para lograr los fines men
cionados era necesario conservar la cubierta vegetal
de las cuencas, reconstituirla allí donde ha sido des
truida o establecerla en donde no ha existido.
Sin embargo, en la actualidad muchas de las cuen
cas alimentadoras de los distritos de riego han sido
objeto de prácticas inadecuadas de uso del suelo, des
monte y destrucción de la cubierta vegetal original,
así como de contaminación de los afluentes, lo que
aunado al aumento geométrico de la demanda de
agua, potable y agrícola, constituye una causa de in
terés público para regular las actividades humanas y
revertir los procesos de degradación de las mismas,
que pueden representar una emergencia para el futuro
de México como nación. Todo esto ha llevado a que los
asuntos del agua y el bosque se consideren como de
“seguridad nacional”.
A partir del siglo xx, el desarrollo insostenible a me
nudo ha puesto en peligro la ecología de las cuencas
hidrográficas de muchas partes del mundo. En muchos
casos, el crecimiento demográfico ha desempeñado una
importante función en este fenómeno.
Para sostener a una población en constante creci
miento se han talado bosques en las tierras altas, a fin
de destinar los terrenos a la agricultura o el pastoreo;
el aprovechamiento maderable y de leña ha contribuido
a la degradación de las cuencas; la pérdida de la cubier
ta forestal ha incrementado la erosión río arriba y la
sedimentación río abajo. En consecuencia, el suelo se
ha vuelto más árido en las tierras altas, y cerca de las
zonas bajas está expuesto a inundaciones estacionales.
También ha aumentado el peligro de que se produzcan
deslizamientos de tierra. Para el equilibrio ecológico de
las cuencas hidrográficas son esenciales las actividades
humanas sostenibles (fao 2009).
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
162
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 27. Manto acuífero.
Foto: Archivo de la conanp, Reserva de la Biosfera La Michilía.
HUMEDAL DE IMPORTANCIA
INTERNACIONAL Y PARQUE
ESTATAL CAÑÓN DE FERNÁNDEZ
Antecedentes
Los esfuerzos para la creación de un anp en el Cañón
de Fernández inician en 1999 con la creación de la Aso
ciación para la Conservación de la Biodiversidad del
Desierto (Biodesert, A.C.) y el Programa Interinstitu
cional de Educación Ambiental para la Conservación
del río Nazas, en el que participaron ong como el Fon
do Mundial para la Naturaleza (wwf) y Biodesert A.C.;
así como también depndencias de gobierno entre las
que se encontraban la Dirección de Ecología y Recur
sos Naturales del estado de Durango, la Dirección de
Ecología del municipio de Lerdo, la Secretaría de Edu
cación, Cultura y Deporte del estado de Durango y la
conagua. De igual forma, colaboraron instituciones
educativas encabezadas por la Universidad Juárez del
Estado de Durango (ujed) y el Centro Bachillerato Tec
nológico Agropecuario No. 47. En ese mismo año, se
crea la asociación Prodenazas (actualmente denomina
da Prodefensa del Nazas, A.C.) formada por represen
tantes de las Direcciones de Ecología de los municipios
de Durango, Lerdo y Gómez Palacio, de la semarnat y
la profepa, así como de ong, de universidades y cen
tros de investigación. La srnyma lleva a cabo el estu
dio técnico justificativo (Garza-Herrera et al. 2001) en
el área para decretarla como anp con el carácter de
parque estatal en el año 2004 (Valencia-Castro et al.
2003).
Cuatro años después (2 de febrero de 2008), también
es reconocido como sitio de importancia internacional
ante la Convención Ramsar (tratado intergubernamen
tal para la acción nacional y la cooperación internacio
nal en pro de la conservación y el uso racional de los
humedales y sus recursos) (sitio Ramsar no. 1 747;
Ramsar 2008), por la existencia de un gran humedal
formado por la zona riparia y el vaso de la presa Fran
cisco Zarco, en medio del Desierto Chihuahuense (figu
ra 29) (Valencia-Castro et al. 2003).
Los humedales se caracterizan por ser zonas de tran
siciones, tanto terrestres como marinascosteras, situa
das en las partes bajas de los terrenos que se inundan
temporal, recurrente o permanentemente, por aguas
superficiales o subterráneas (conabio 2015).
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Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
163
Figura 28. Cubierta vegetal.
Foto: Archivo de la conanp, Reserva de la Biosfera La Michilía.
Ramsar es el más antiguo de los modernos acuer
dos intergubernamentales sobre el medio ambiente. El
tratado se negoció en el decenio de 1960 entre países
y organizaciones no gubernamentales preocupados por
la creciente pérdida y degradación de los hábitats de
humedales para las aves acuáticas migratorias. Se
adoptó en la ciudad Iraní de Ramsar en 1971 y entró en
vigor en 1975 (Ramsar 2014a).
Los sitios Ramsar se designan de acuerdo con nueve
criterios, ocho de los cuales son de biodiversidad, lo
que pone de relieve la importancia de la preservación
de esta diversidad mediante la designación y la restau
ración de humedales (Ramsar 2014b).
México tiene 142 sitios de importancia Ramsar (co
nanp 2016b), y es parte de la Convención desde el 4 de
noviembre de 1986 (Ramsar 2014c).
Ante 141 Partes Contratantes de la Convención Ram
sar, se aprobó por consenso el Proyecto de Resolución
dr12, el cual busca garantizar las necesidades hídricas
de los humedales a nivel mundial. Este proyecto fue pre
sentado por el gobierno mexicano a través de la conanp
y la conagua, y con el apoyo de la Alianza wwf - Fun
dación Gonzalo Río Arronte (fgra), en el marco de la
12ª Reunión de la Conferencia de las Partes (cop12) que
se celebró del 1 al 9 de junio de 2015 en Punta del Este,
Uruguay. Con su aprobación, los países trabajarán en
la determinación de caudales ecológicos con el fin de
asegurar un volumen de agua, con la cantidad, calidad
y el régimen adecuado, para conservar los humedales,
en particular aquéllos de importancia internacional
inscritos ante la Convención Ramsar. La resolución
reconoce al Programa Nacional de Reservas de Agua
desarrollado en México como un ejemplo para el resto de
los países. Este programa es único por sus alcances, ya
que en una primera etapa tiene como meta establecer
189 reservas de agua para la protección de 55 sitios
Ramsar y 97 anp en México, y por integrar la conser
vación del agua y el territorio para proteger los hume
dales y el agua del futuro (wwf 2015).
Características
generales
El Parque Estatal Cañón de Fernández (pecf) se ubica
en la parte noroeste de Durango, en el extremo sur del
municipio de Lerdo, y es atravesado por el río Nazas
(figura 30) (conacyt y conagua 2012).
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164
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 29. Humedal del Cañón de Fernández.
Foto: Francisco Valdés Perezgasga.
Este río drena una buena parte de la región hidroló
gica 36 Nazas-Aguanaval, la cual es endorreica porque
el río desemboca dentro del continente y no en el mar,
y tiene una superficie de 100 000 km2 aproximadamen
te. El Nazas es una bella línea verde que se inicia en la
confluencia de los ríos Sextín y Ramos y termina desde
hace algunos años en la represa San Fernando. Su ex
tensión original era de 350 km y desembocaba en la
extinta laguna de Mayrán (Valencia-Castro s/f). Tam
bién, cabe mencionar que el área es considerada por la
conabio como parte de una región hidrológica priori
taria (rh40) (Ramsar 2007).
El clima registrado en la estación de la presa marca
un clima muy seco, con una temperatura promedio anual
de 20 ºC. La temperatura mínima promedio es de 15 ºC
y la máxima de 30 ºC; reportándose las más altas entre
los meses de mayo a septiembre.
Para esta anp, se registran pocos días con heladas
al año, presentándose principalmente entre diciembre
y febrero. La precipitación media anual es de 260 mm, y
se concentra entre los meses de junio y septiembre (ré
gimen estival) y la evaporación corresponde a 10 veces
la precipitación anual, siendo mayor en mayo y junio
(GarzaHerrera et al. 2001).
De acuerdo a lo que menciona el plan de manejo
(ValenciaCastro et al. 2003) las principales localidades
y centros de población en el área son los ejidos Nuevo
Graseros, La Loma y El Refugio; asimismo, son dueños
de la mayor parte de la superficie del polígono del anp.
Con base también en lo que menciona el plan de mane
jo y sus diversas fuentes consultadas, la tenencia del
suelo es de tipo comunal, ejidal, privada, federal y na
cional, siendo las dos primeras, las más importantes en
cuanto a extensión y corresponden a los núcleos agra
rios de La Loma y El Refugio.
Patrimonio biológico
El pecf es un humedal ripario (figura 31) y alberga un
gran número de especies vulnerables y en peligro de ex
tinción, así como comunidades ecológicas amenazadas, y
es un polo de alta biodiversidad de flora y fauna. El sitio
también alberga una gran variedad de especies importan
tes para sustentar la diversidad biológica de la región
biogeográfica, constituyendo un banco de germoplasma
y un importante refugio para la vida silvestre durante
sequías y temperaturas extremas. Este humedal contri
buye a recargar los mantos acuíferos y moderar el clima
local. El pecf realiza las funciones de un corredor bioló
gico, uniendo dos de los ecosistemas regionales de mayor
importancia: el Desierto Chihuahuense y los bosques
templados de la Sierra Madre Occidental (Ramsar 2008).
El tipo de vegetación predominante es el matorral
xerófilo (figura 32) con los subtipos matorral rosetófilo
y micrófilo. Asimismo, un componente importante de
la vegetación presente en esta área es el bosque de ga
lería (figura 31) (Valencia-Castro et al. 2003).
López-Ferrari y Espejo-Serna (2013) describen a
Hechtia mapimiana (figura 33) como una nueva especie
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Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
165
Figura 30. Río Nazas.
Foto: Gladys Aguirre Balza.
Figura 31. Los géneros Prosopis, Salix y Populus en el río Nazas.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
endémica del Cañón de Fernández en la sierra de Ma
pimí, y señalan que el nuevo taxón se compara con
H. zamudioi, con la cual presenta similitudes a nivel ve
getativo y floral, siendo este último un taxón endémico
de la cuenca del río Estórax, en el estado de Querétaro
(EspejoSerna et al. 2008 citados en López-Ferrari y
Espejo-Serna 2013).
El pecf es un importante refugio biológico debido a
su estructura y localización propia, presenta innume
rables cañones en las laderas de las elevaciones de los
cerros adyacentes al río Nazas, y esto le confiere carac
terísticas únicas que favorecen la existencia de espe
cies de flora y fauna tanto endémicas como migratorias y
con algún estatus de conservación (cuadro 9) (ValenciaCastro et al 2003).
Amenazas para la conservación
y problemática general
Gestión y administración
El Gobierno del Estado a través de la srnyma tiene las
facultades legales sobre esta anp. La asociación Pro
defensa del Nazas A.C. es quien la administra y dirige por
convenio firmado con Gobierno del Estado (Ramsar 2007).
La Facultad de Agricultura y Zootecnia, y la Escuela
Superior de Biología (actualmente Facultad) de la ujed,
elaboraron el plan de manejo del área, finalizándolo en el
2003; sin embargo, al no ser socializado en reuniones
sectoriales con los grupos involucrados para tener su
aprobación, no tuvo validez oficial. Para el 2016, la Facultad de Ciencias Biológicas está elaborando un nuevo plan
de manejo que deberá estar finalizado para el año 2016.
A pesar de la importancia económica, ecológica y cultu
ral de los humedales, estos siguen siendo afectados por
los procesos de cambio, inducidos por el cambio climá
tico global y por la presión del hombre al permitir el
cambio en el uso del suelo, principalmente a través de
la intensificación de la agricultura y el crecimiento ur
bano. Los humedales tienen un alto grado de comple
jidad biológica, que los hace realmente vulnerables al
cambio. La mayoría de las transformaciones de los hu
medales interiores se deben a cambios en el hábitat
que tuvieron un mayor impacto sobre la biodiversidad
en el siglo pasado (conanp 2016b).
El principal uso de la tierra en el pecf es la agri
cultura, el ganado, la pesca, la industria y la recreación.
Para las especies arbóreas, representa una fuerte ame
naza la dispersión del muérdago (Phoradendron spp.),
ya que disminuye la viabilidad de las poblaciones de
sabinos (Taxodium mucronatum) y de álamos (Populus
spp.). Otras amenazas están relacionadas con la dis
minución de la circulación del agua, el cambio en el
régimen de la dirección (funcionamiento) de aguas estan
cadas, y, en general, los cambios en el paisaje creados
por la presa Francisco Zarco. Estas son amenazas per
manentes mientras esté el parque en funcionamiento
(Ramsar 2016).
De igual forma, este cañón presenta un deterioro severo del bosque de galería como indicador de malas
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166
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 32. Matorral xerófilo.
Foto: Gladys Aguirre Balza.
Figura 33. Hechtia mapimiana en el Cañón de Fernández y Agave victoriae subsp. swobodae (subespecie endémica a la región).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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167
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Cuadro 9. Grupos taxonómicos presentes en el humedal de importancia internacional y Parque Estatal Cañón de Fernández
Grupos
taxonómicos
Anfibios
Órdenes
Familias
Géneros
Especies
Estatus de
conservación
(semarnat
2010)
Fuente
Castañeda-Gaytán y
García de la Peña 2003
1
4
5
7
3
Aves
16
42
138
219
14
Ramos-Robles y
Ángeles-Rebolloso
2003
Hongos
11
21
34
40
−
Medrano-Valtierra
2011
7
17
40
55
6
Salas-Westphal y
Varela-Gómez 2003
20
35
103
240
3
Garza et al. 2001
Peces
6
9
22
27
11
Contreras-Balderas
et al. 2003
Reptiles
3
13
30
48
18
Castañeda-Gaytán y
García de la Peña 2003
64
141
372
636
55
Mamíferos
Plantas vasculares
Total
prácticas de manejo, y cacería ilegal y pérdida de eco
sistemas (Gobierno Municipal de Lerdo 2013).
El parque se enfrenta de igual forma al pastoreo exce
sivo y a la extracción de material edáfico y geológico,
que ocasionan severos procesos erosivos (MuroPérez
et al. 2012).
Servicios ambientales
Los humedales son ecosistemas de gran importancia
para la conservación de la biodiversidad y el bienestar
humano, ya que son un importante recurso en el abas
tecimiento de agua, y para la recarga de los acuíferos
subterráneos (figura 34). Estos sitios son áreas críticas
de biodiversidad, albergando un gran número de espe
cies amenazadas de plantas y animales, y ofrecen una
serie de importantes servicios de regulación del clima
y de la erosión, purificación de agua y la polinización.
Asimismo, los humedales son, importantes lugares de
almacenamiento de material genético vegetal, por lo
que es necesario llevar a cabo acciones que aseguren
el mantenimiento de sus características ecológicas
(conanp 2016b).
Además, ayudan a la retención y exportación de se
dimentos y nutrientes, y la proporción de especies en
démicas es una de las características más importantes
de los humedales. Por otra parte, su diversidad bioló
gica y su valor paisajístico son atractivos para el desa
rrollo de diversos usos recreativos (como el ecoturismo
o turismo de naturaleza) que pueden generar ingresos
a comunidades locales y a nivel nacional (semarnat
2014). También, pueden actuar como esponjas natura
les ante inundaciones y sequías (conabio 2015).
CUENCA ALIMENTADORA
DEL DISTRITO NACIONAL
DE RIEGO 075 RÍO FUERTE
Antecedentes
El decreto de 1949 que declara como zonas protectoras
forestales y de repoblación las cuencas de alimentación
de las obras de irrigación de los distritos nacionales de
riego, así como el acuerdo de recategorización como
áreas de protección de recursos naturales de 2002, apli
ca para esta cuenca también (véase Antecedentes de la
cadnr 043 y sag 1949).
La búsqueda de información relacionada con esta anp
resultó prácticamente infructuosa, y sólo se contó con
una publicación por parte del dof (srh 1948) en el que
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168
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 34. Parque estatal Cañón de
Fernández.
Foto: Francisco Valdés Perezgasga.
se publica un acuerdo que declara vedado por tiempo
indefinido el otorgamiento de concesiones para apro
vechar aguas del río Fuerte, Sinaloa, y la de todos sus
afluentes y subafluentes que constituyen su cuenca tributaria, desde sus orígenes en el estado de Chihuahua
hasta su desembocadura en el océano Pacífico, en el estado de Sinaloa (srh 1948). Asimismo, se publicó el decreto que declara de utilidad pública la construcción por
cooperación del canal de Cahuinahua y su correspon
diente presa de derivación en el Distrito de Riego del
río Fuerte, Sinaloa, así como el programa de financia
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CONCLUSIONES
Las actuales anp de Durango resultan insuficientes para
proteger su patrimonio biológico natural. De las siete
anp existentes, tres carecen de programa de manejo, por
lo que se les puede considerar omisiones administrati
vas de conservación.
Aunado a lo anterior, si bien estas cuatro anp cuen
tan con programas, carecen, al igual que el resto, de los
recursos necesarios para operar adecuadamente, ya
que no cuentan con el personal ni la infraestructura
suficiente para cumplir con su importante cometido de
proteger la biodiversidad del estado.
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173
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Identificación
de los
vacíos y omisiones de la
en conservación biodiversidad
Laura Isabel Rentería Arrieta • César Cantú Ayala
INTRODUCCIÓN
En el iii Congreso Mundial de Parques Nacionales rea
lizado en Bali, Indonesia en 1982, se propuso que las
áreas naturales protegidas (anp) cubrieran al menos 10%
de cada bioma para el año 2000 (Miller 1984), objetivo
basado en políticas para el porcentaje mínimo de la su
perficie comprometida con la conservación biológica.
Este compromiso fue ratificado en el año 2005 (Dudley
y Parish 2006), razón por la cual México ha decretado
oficialmente a la fecha 177 anp, que representan 13%
(25 628 239 ha) de la superficie nacional (conanp 2016).
Para el caso del estado de Durango, se han decretado
oficialmente tres anp de carácter federal,1 dos reservas de
la biosfera (rb) y un área de protección de recursos na
1 En total son cuatro anp federales para este estado; sin embargo, no
existe suficiente información para una de estas, la Cuenca Alimen
tadora de Distrito Nacional de Riego 075 Río Fuerte, por lo que no
se incluyó en este trabajo (véase mayor información en el capítulo
Áreas naturales protegidas, en esta obra).
turales (aprn): rb La Michilía, rb Mapimí y aprn Cuen
ca Alimentadora de Distrito Nacional 043 Estado de
Nayarit; así como tres anp de carácter estatal: los parques
estatales El Tecuán y Cañón de Fernández y el aprn
Quebrada de Santa Bárbara. La superficie total de las
anp utilizada en este trabajo es de 839 450 ha que re
presenta 6.8% del territorio estatal protegido (figura 1). La
diferencia entre la superficie decretada y la contenida
en el Sistema de Información Geográfica (sig) oficial de
las anp de Durango, es menos de 26 000 ha, por lo cual
no se considera significativa dado que representa 0.21%
de las 12 345 100 ha de la superficie estatal (cuadro 1).
En Durango existen diferentes niveles de represen
tatividad de la biodiversidad en su actual red de anp.
Por ello, el objetivo de este trabajo fue determinar ese
nivel de representatividad de las variables físicas y bio
lógicas, tanto en las anp como en los hexágonos priori
tarios para la conservación (véase explicación de los
hexágonos en el apartado Análisis de vacíos y omisio
nes de conservación).
Cuadro 1. Áreas naturales protegidas
No.
anp
Decreto (ha)
sig (ha)
Diferencia
Decreto-sig (ha)
1
La Michilía
35 000
9 421
25 579
2
Cañón de Fernández
17 001
17 018
-17
3
Cuenca Alimentadora de Distrito
Nacional de Riego 043 Estado de
Nayarit
*616 590
616 590
0
4
Mapimí
** 195 453
195 453
0
5
El Tecuán
894
902
-7
6
Quebrada de Santa Bárbara
Total
65
66
1
865 003
353 229
25 553
* Sin datos. Superficie calculada por la conAnp 2010.
** Superficie de la parte correspondiente al estado de Durango.
Rentería-Arrieta, L. I. y C. Cantú-Ayala. 2016. Identificación de los vacíos y omisiones en conservación de la biodiversidad. En: La
biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 173-182.
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174
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Áreas naturales protegidas.
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175
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Aunque en los últimos años se han realizado impor
tantes esfuerzos de conservación en México y Durango
a través del decreto de un significativo número de anp,
éstos resultan insuficientes ante el imponente reto de
proteger su compleja biodiversidad, por lo que es fun
damental priorizar la aplicación de los escasos recur
sos disponibles en los sitios más relevantes en lo que
a diversidad biológica se refiere. Por lo anterior, la Co
misión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Bio
diversidad (conabio) y la Comisión Nacional de Áreas
Naturales Protegidas (conanp), en colaboración con
otras instituciones, conformaron un grupo de trabajo
para elaborar el análisis de vacíos y omisiones de con
servación, con la finalidad de identificar aquellos sitios
más relevantes en cuanto a su diversidad biológica.
Mediante este análisis, México también da cumpli
miento a los acuerdos del Programa de Áreas Protegi
das aprobado en la Séptima Conferencia de las Partes
del Convenio sobre la Diversidad Biológica (conabio
et al. 2007) (véase en qué consiste este Convenio en el
capítulo Áreas naturales protegidas, en esta obra).
ANÁLISIS DE VACÍOS
Y OMISIONES DE CONSERVACIÓN
Con la metodología desarrollada por el programa de
análisis de vacíos y omisiones de conservación (en inglés
conocido como Gap analysis) de los ee.uu, que consiste
en identificar los niveles de representatividad de la bio
diversidad (especies, ecosistemas, ecorregiones, tipos de
vegetación, etc.) en áreas destinadas a la conservación.
Se consideró para los propósitos de este trabajo como
vacíos de conservación, las variables analizadas (cua
dro 2 y 3) que no estuvieran representadas en las anp,
y aquellas representadas por encima de 12% (superficie
media nacional protegida en el año 2009) como varia
bles protegidas (Cantú et al. 2003, Cantú 2007, Koleff et
al. 2009, conanp 2015). Sin embargo, se debe conside
rar que la meta de Aichi para el año 2020, es que se
proteja al menos 17% de cada tipo de ecosistema para
conservar su biodiversidad (cdb y pnuma 2011), por lo
que para Durango es necesario un gran esfuerzo de
todas las organizaciones de gobierno y sociedad civil
para alcanzar esa meta.
Cuadro 2. Proporción de las variables físicas y biológicas en el estado y su cobertura en las Anp
Variables
Categorías
Cantidad de
categorías
por variable
Cobertura
por encima
de la media
nacional en
anp (12%)
Superficie
estatal (ha)
Superficie
estatal (%)
Elevación*
Intervalo
16
1
817 997
7.40
Clima
Subtipo
22
0
0
0.00
Cuencas
hidrológicas
Número
19
2
393 960
3.60
Ecorregiones
nivel iv
Número
8
1
1 135 181
10.30
Suelos
Subtipo
30
4
795 040
7.20
Uso del suelo y
vegetación**
Tipo
38
2
208 341
2.20
* Los rangos de elevación para el estado van de los 137 a los 3 278 msnm y se ordenaron a intervalos de 200 m
cada uno.
**La cubierta digital de uso del suelo y vegetación serie iii (ineGi 2005) presenta 41 categorías de uso del suelo y
tipos de vegetación, 38 de los cuales son tipos de vegetación natural y el resto corresponde a usos antrópicos.
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176
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Proporción de las variables físicas y biológicas en las Anp y los hexágonos extremos
Variables
Categoría
Elevación*
Intervalo
Clima
Cuencas
hidrológicas
Ecorregiones
nivel iv
Suelos
Uso del suelo y
vegetación**
Cantidad
de
categorías
por anp
Superficie
de las
categorías
en anp
(ha)
Superficie
estatal
(%)
anp +
hexágonos
alta y
extremos
anp +
hexágonos
alta
extremos
(ha)
Superficie
estatal
(%)
5
522 379
3
3
46 840
0.40
Subtipo
12
2 450 585
8
8
667 601
6.00
Número
11
5 468 965
9
9
1 088 868
9.90
Número
3
3 326 073
2
2
2 716 077
24.60
Subtipo
17
2 145 196
5
5
1 737 552
15.60
Tipo
19
1 330 685
7
7
1 259 357
13.10
* Los rangos de elevación para el estado van de los 137 a los 3 278 msnm y se ordenaron a intervalos de 200 m cada uno.
**La cubierta digital de uso del suelo y vegetación serie iii (ineGi 2005) presenta 41 categorías de uso del suelo y tipos de
vegetación, 38 de los cuales son tipos de vegetación natural y el resto corresponde a usos antrópicos.
En los años 2005 y 2006 se llevaron a cabo cinco talleres en la conabio con especialistas en biodiversidad,
en los que se identificaron sitios prioritarios en unida
des regulares de análisis (88 045 hexágonos de 256 km²)
para el país, clasificados según su importancia en sitios
de extrema, alta y mediana prioridad (conabio et al.
2007). En la figura 2 se observa la distribución que pre
sentan los sitios prioritarios terrestres para la conserva
ción de la biodiversidad de Durango respecto a sus anp.
Debido a la superficie que abarca el total de los hexá
gonos prioritarios y a la importancia de cada uno en la
conservación de la biodiversidad, se consideraron sólo
los hexágonos de alta y extrema importancia en los
análisis, además de las siguientes variables: elevación,
clima, cuencas hidrológicas, ecorregiones (nivel iv),
tipo de suelo, vegetación y uso del suelo serie iii (inegi
2005). Esta información cartográfica digital fue obteni
da de la conabio, conanp, ine y semarnat y de la
semarnatDurango.
ANÁLISIS DE VARIABLES FÍSICAS
Y BIOLÓGICAS
En el cuadro 2 se presentan las variables utilizadas en
los análisis, indicando cuántas categorías se distribu
yen en el estado, cuántas están protegidas por encima de
la media nacional (12%), y a cuánto equivalen en extensión y porcentaje en relación con el total de la superfi
cie de Durango (figura 3).
Asimismo, en el cuadro 3 se puede observar cuántas
categorías de las variables analizadas son vacíos de con
servación en las anp, y la superficie y equivalencia porcentual que ocupan en el estado; de igual forma, se
muestra la disminución que tendrían estos vacíos de con
servación en número, extensión y porcentaje en el terri
torio estatal si se adicionara la superficie de los hexágonos
de alta y extrema prioridad a la de las anp (figura 4).
La suma del total de la superficie de los hexágonos
prioritarios (2 952 521 ha) a la de las anp (353 299 ha)
representaría necesidades financieras, técnicas y logís
ticas muy altas. No obstante, si se considera sólo la
superficie de los hexágonos con alta y extrema impor
tancia (1 759 583 ha), se cubren desde uno a 12 interva
los, subtipos número y tipos de las variables analizadas,
con lo que se estaría contribuyendo parcialmente a la
protección de la biodiversidad.
ANÁLISIS DE VACÍOS Y OMISIONES DE
CONSERVACIÓN EN LOS TIPOS DE
VEGETACIÓN NATURAL
De acuerdo con la cubierta digital de uso del suelo y
vegetación serie iii (inegi 2005), los 38 tipos de vege
tación natural que se distribuyen en el estado abarcan
una extensión de 9 629 553 ha, que representan 78% del
territorio, siendo los bosques templados, pastizales y
matorrales los que cuentan con mayor cobertura; sin
embargo, estos son actualmente vacíos y omisiones de
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Figura 2. Hexágonos prioritarios y Anp.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
177
178
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 3. Superficie protegida en función de la cobertura de las actuales Anp y la media nacional protegida.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
conservación; sólo el pastizal halófilo primario y la vegetación halófila primaria están protegidos por encima
del 12% en la reserva de la biosfera Mapimí, que es la
segunda anp de mayor extensión territorial (figura 1).
La figura 5 muestra la relación de los tipos de vege
tación natural según su nivel de protección en las anp
y su distribución altitudinal, donde destacan los 19 ti
pos de vegetación (columnas rojas) como vacíos de con
servación, los cuales son principalmente propios de
zonas áridas y semiáridas.
La conabio, en colaboración con otras instituciones
(2007), evaluaron los pisos altitudinales definidos cada
200 m para determinar qué tan bien estaban represen
tados los distintos ambientes del país dentro de las anp.
Señalaron que 19 pisos altitudinales tenían una cober
tura de al menos 12% de su extensión bajo decreto de
protección. Sin embargo, 10 pisos altitudinales entre
intervalos de -49 a 0 m, 400 a 600 m y 1 000 a 2 600 m
eran omisiones de conservación. Lo anterior indica la
existencia de sesgos al proteger en mayor proporción las
tierras altas (a más de 2 800 msnm) en comparación
con el resto del país.
De acuerdo con el Ordenamiento Ecológico del Es
tado de Durango (Gobierno del Estado 2011), los crite
rios para generar el sistema estatal de áreas naturales
protegidas fueron resguardar al menos una porción de
todos los tipos de vegetación existentes, bajo las siguien
tes reglas:
a) 100% de los ecosistemas con superficie menor a 15
mil hectáreas
b) 10% de los ecosistemas con superficie entre 15 y 100
mil hectáreas
c) 5% de los tipos de vegetación con superficie mayor
a 100 mil hectáreas
d) 100% de las áreas aledañas a ríos permanentes
e) Las áreas con una altitud mayor a 3 000 msnm
f) Las áreas con pendientes mayores a 100%
Dichos criterios no se cumplen en la actual red de anp,
ya que a pesar de que su número aumentó al doble en
menos de 10 años, su ubicación y escasa superficie han
sido determinantes para que la mitad de sus tipos de
vegetación natural (19 de 38) continúen siendo vacíos
de conservación. Lo anterior coincide con lo señalado
por Rodrigues y colaboradores (2004), quienes aseve
ran que las estrategias mundiales empleadas para el
crecimiento de áreas protegidas no han sido orientadas
a maximizar la cobertura de la biodiversidad. De igual
forma, Pressey y colaboradores (2003) señalan que el
porcentaje a conservar de una región o país debe pla
179
nearse con base en los requerimientos particulares de
la biodiversidad (tipos de vegetación, especies, ecosis
temas, etc.) que requieran protección, y no estar limi
tados por objetivos arbitrarios.
Actualmente se protege 2.9% de la superficie de Du
rango en anp; de incluirse los hexágonos de alta y ex
trema prioridad cuya superficie es de 1 759 583 ha, que
representan 14% del territorio, sumaría junto con las
actuales anp, un total de 2 112 812 ha, es decir, 17% del
territorio del estado.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Gracias a diversos estudios enfocados a determinar el
nivel de cobertura que los sistemas de anp confieren a
los variados ecosistemas y grupos de especies de flora y
fauna, se ha demostrado que las actuales redes de anp
son insuficientes para proteger la biodiversidad, ya que
están sesgadas hacia ciertos tipos de ecosistema, fre
cuentemente hacia aquellos con menor valor económi
co, dejando a otros desprotegidos o subrepresentados
(Cantú et al. 2001, Rodrigues et al. 2004).
Debido a que la cantidad de anp en México está
cambiando continuamente, es necesario que los análi
sis de vacíos y omisiones de conservación se realicen
periódicamente para redefinir prioridades, en el caso
de que estos cambios involucren de manera directa a
este estado. Por otra parte, es importante resaltar que
la identificación de sitios prioritarios correspondió a
compromisos de escala nacional, las cuales difieren de
las prioridades estatales, por lo que es necesario que
en Durango se lleven a cabo estudios que contemplen
aquellos tipos de vegetación con cobertura marginal,
además de la distribución de las especies, sobre todo
de las endémicas y con riesgo de extinción, para deter
minar las necesidades de protección.
Se debe revisar la actual capacidad de gestión de las
autoridades de los tres órdenes de gobierno para el
manejo de la red de anp, analizando la infraestructura
disponible, presupuesto y recursos humanos asignados
a cada una, respecto a sus necesidades reales para lo
grar la conservación de su biodiversidad.
Los resultados obtenidos de estos análisis de vacíos
y omisiones de conservación pueden culminar en la
definición de una serie de estrategias que contribuyan
a la conservación de una porción representativa y via
ble de la biodiversidad en el largo plazo, por lo que su
adopción podría reflejarse en programas de conserva
ción que involucren a todos los sectores que contribu
yen con este fin.
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180
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 4. Superficie con vacíos de conservación en función de la cobertura de las actuales Anp, la media nacional protegida y los
hexágonos de alta y extrema prioridad.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
181
Instrumentos y políticas públicas para la gestión, protección y conservación
Cuenca alimentadora de Distrito Nacional de Riego 043 Edo. de Nayarit
Quebrada de Santa Bárbara
Mapimí
El Tecuán
Cañón de Fernández
La Michilía
Pastizal Halófilo Prim
Vegetación Halófila Prim
Matorral Desértico Micrófilo Prim
Matorral Desértico Rosetófilo Prim
Bosque de Encino-Pino Prim
Bosque de Encino Sec
Bosque de Pino Sec
Selva Baja Caducifolia Sec
Bosque de Encino-Pino Sec
Bosque de Pino-Encino Sec
Matorral Desértico Micrófilo Sec
Patizal Halófilo Sec
Bosque de Encino Prim
Selva Baja Caducifolia Prim
Mezquital Prim
Bosque de Pino Prim
Pastizal Natural Prim
Chaparral ND
Vegetación Halófila Sec
Vegetación Gipsófila Prim
Vegetación de Desiertos Arenosos Sec
Vegetación de Desiertos Arenosos Prim
Tulari ND
Tipos de vegetación serie iii (inegi 2005)
Bosque de Pino-Encino Prim
Selva Mediana Subcaducifolia Sec
Selva Mediana Subcaducifolia Prim
Pastizal Natural Sec
Mezquital Sec
Matorral Submontado Prim
Matorral Desértico Rosetófilo Sec
Matorral Crasicaule Sec
Matorral Crasicaule Prim
Bosque Mesófilo de Montaña Prim
Bosque de Táscate Sec
Bosque de Táscate Prim
Bosque de Oyamel Prim
Bosque de Ayarín Sec
0
200
400
600
800
1 000
1 200
1 400
1 600
1 800
2 000
2 200
2 400
2 600
3 000
2 800
3 200
3 400
Bosque de Ayarín Prim
Elevación (m)
Figura 5. Relación de los rangos de elevación en que se distribuyen los tipos de vegetación natural serie iii (ineGi 2005) y las Anp
(color azul). El color rojo representa los tipos de vegetación que son vacíos de conservación; el amarillo son omisiones de conservación, y el verde, los tipos protegidos en las Anp.
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182
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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ecosistemas
Diversidad de
1 Ecosistemas y vegetación
2 Comunidades xerófilas,
halófilas y gipsófilas de la
región Árida y Semiárida
3 Pastizal y matorral de clima
semiseco templado de la
región de los Valles
4 Bosques templados y otras
comunidades vegetales de la
región de la Sierra
5 Bosques tropicales de la
región de las Quebradas
6 Humedales: vegetación
acuática y subacuática
7 Vegetación de cimas
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
185
Resumen ejecutivo
M. Socorro González Elizondo
El óptimo manejo de cualquier sistema depende
en gran medida del grado de conocimiento que se
tenga sobre él. El conocimiento de los ecosiste
mas y de la vegetación es básico para la elabora
ción de diagnósticos y de inventarios así como para
la planeación del uso, manejo y conservación de
los recursos. En esta sección se describen, en sie
te capítulos, los ecosistemas de Durango y los tipos de
vegetación que los caracterizan.
LOS ECOSISTEMAS Y LA VEGETACIÓN
Un ecosistema incluye a los organismos vivos de
un área dada, al ambiente físico donde éstos se
desarrollan y a las interacciones entre ellos.
La clasificación de los ecosistemas se aborda
desde distintos criterios, uno de los cuales
se basa en la vegetación que los caracteriza.
La vegetación es el conjunto de especies de
plantas de un lugar, y un tipo de vegeta
ción es un conjunto de plantas que com
par te características de composición,
fisonomía y afinidades ecológicas a nivel
regional.
La gran diversidad de ecosistemas de
Durango se deriva de factores similares a
los que hacen de México un país megadiver
so: Durango está ubicado en la zona de tran
sición entre la región tropical y la templada,
tiene una compleja fisiografía con elevaciones
que van desde los 130 a los 3 340 msnm, una variada
geología y una amplia diversidad de climas, desde cá
lidos a semifríos y desde secos a semihúmedos. Los
ecosistemas y las comunidades vegetales del estado
son representativos de buena parte del país. Casi todos
los tipos de vegetación de México se encuentran en
Durango: matorrales xerófilos, pastizales, bosques tem
plados y bosques tropicales, además de vegetación
acuática en toda la entidad.
Los ecosistemas naturales y la vegetación generan
los bienes y los servicios ambientales de los que de
pende la calidad de vida de la sociedad. Representan un
capital que hay que cuidar, manejar e incrementar para
asegurar la provisión de esos bienes y servicios.
ECOSISTEMAS DE LAS ZONAS
ÁRIDAS Y SEMIÁRIDAS
La región oriental del estado o región del Semidesier
to, con climas secos y cálidos y elevaciones entre los
1 050 y 2 300 msnm, cubre casi 22% de la superficie del
estado. Su vegetación son matorrales xerófilos y comu
nidades de sitios salinos o alcalinos (halófilas) o yeso
sos (gipsófilas). Esta vegetación es de gran valor por
retener y enriquecer el suelo y por facilitar la infiltra
ción del agua. Alberga gran diversidad de especies y de
formas biológicas y muchos endemismos.
Estas comunidades están siendo afectadas por pasto
reo no planificado, los cuales ocasionan la degradación
de la vegetación y la compactación y erosión de los
suelos. Es importante que se determine la capacidad de
carga actual de los predios bajo aprovechamiento ga
nadero y que cada sitio sostenga únicamente la carga
que permita la renovación de los recursos.
González-Elizondo, M.S. 2017. Resumen ejecutivo. Diversidad de ecosistemas. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado.
conabio, México, pp. 185-186.
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186
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
PASTIZALES Y MATORRALES
DE CLIMA SEMISECO TEMPLADO DE
LA REGIÓN DE LOS VALLES
La región de los Valles es la franja intermedia entre la
zona oriental del estado y la Sierra Madre Occidental,
entre los 1 600 y 2 200 msnm. Su clima es semiseco
templado y su vegetación son matorrales y algo de pasti
zales en el nortecentro del estado o mezclas entre ambos.
El clima, la topografía relativamente plana y la dis
ponibilidad de agua de esta región, logran que sea una
zona que concentre la mayor densidad de población del
estado. Aunque muchas áreas están ahora ocupadas
como tierra para cultivos, debido a la larga temporada
seca, los rendimientos son bajos en la agricultura de
temporal. La principal causa de deterioro de estos eco
sistemas es el sobrepastoreo, que impacta gravemente
a la vegetación, erosionando el suelo y dificultando la
infiltración de agua a las corrientes subterráneas. Esto
a su vez afecta económicamente tanto a los poseedores
de la tierra como al resto de la sociedad. Resolver y
prevenir esos problemas mediante la implementación
de prácticas de manejo responsable acarrearía benefi
cios tanto al ecosistema como a las comunidades hu
manas que ahí habitan.
BOSQUES Y OTRAS COMUNIDADES
DE CLIMA TEMPLADO Y SEMIFRÍO DE
LA REGIÓN DE LA SIERRA
La Sierra Madre Occidental es el complejo montaño
so más grande de México. Con elevaciones hasta de
3 340 msnm y climas templados y semifríos su vegeta
ción es de bosques de pino y otras coníferas, bosques
de encino y bosques mixtos de enorme importancia
biológica y económica.
La región de la Sierra alberga una excepcional di
versidad biológica así como a una importante reserva
forestal y es la fuente de valiosos servicios ambienta
les para buena parte del nortecentro de México.
En algunas áreas de la sierra las prácticas de mane
jo son sustentables. En otras no, lo cual ocasiona acele
rada fragmentación y aun deforestación. La topografía
y los suelos someros de la sierra no favorecen las acti
vidades agrícolas ni pecuarias. La ganadería extensiva
causa enormes daños al bosque ya que compacta los
suelos e interfiere con la regeneración natural. Su pro
ductividad no compensa el daño causado al ecosistema
y menos aún los costos de su eventual restauración.
BOSQUES TROPICALES DE
LA REGIÓN DE LAS QUEBRADAS
Las quebradas son profundos cañones de la vertiente
occidental de la Sierra Madre Occidental, tienen climas
cálidos o muy cálidos, subhúmedos o semisecos. Sus ele
vaciones fluctúan entre 130 y 2 150 msnm y su vegetación
son bosques tropicales (selvas) bajas o medianas y matorrales subtropicales, con una rica diversidad biológica.
A excepción de las partes planas y con suelo más pro
fundo, la región de las Quebradas no es apta para ac
tividades ganaderas ni agrícolas. Por su fisiografía
escarpada, su cubierta vegetal es vital para conservar
el suelo, captar agua y mantener el equilibrio de los eco
sistemas. La cobertura vegetal y el suelo protegido
favorecen la infiltración del agua que alimenta los mantos freáticos, corrientes y depósitos, y permite su apro
vechamiento para usos humanos.
VEGETACIÓN ACUÁTICA Y SUBACUÁTICA
Los humedales son zonas de transición entre los siste
mas acuáticos y terrestres. Proveen importantes servi
cios en la recarga de acuíferos, la purificación de agua
y el control de inundaciones, influyendo en el bienestar
de todos los seres vivos. Su buen funcionamiento de
pende en gran medida de la vegetación acuática y su
bacuática, la cual favorece los procesos de captación,
almacenamiento y calidad del agua, proporciona hábi
tat y alimento para la fauna y reduce la vulnerabilidad
ante desastres naturales.
Con el fin de proteger en lo posible a los ecosiste
mas acuáticos y los servicios que de ellos se derivan,
es muy importante evitar cambios de uso de suelo en
humedales. En caso de que se lleven a cabo obras o ac
tividades es fundamental cumplir a cabalidad las reco
mendaciones derivadas de los ordenamientos y de las
manifestaciones de impacto ambiental, asegurando que
se mantenga el libre flujo del agua mediante puentes
y alcantarillas en número y dimensiones suficientes.
VEGETACIÓN DE CIMAS
Las partes altas de las montañas representan islas bio
geográficas y son de las primeras zonas terrestres en
donde pueden detectarse los efectos del cambio climá
tico. Como el resto de las comunidades vegetales aquí
descritas, su conservación y buen manejo es funda
mental para mantener la calidad de vida de la pobla
ción humana.
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Diversidad de ecosistemas
187
Ecosistemas y vegetación
M. Socorro González Elizondo • Martha González Elizondo
INTRODUCCIÓN
A pesar de los avances en el conocimiento de los eco
sistemas y la vegetación de México, existen todavía
grandes huecos en la comprensión de la biodiversidad
en sus diferentes niveles (desde genes hasta ecosiste
mas). El problema se agudiza por la continua modifica
ción a la que están expuestos los ecosistemas debido a
cambios de uso del suelo, entrada de especies invasoras
y efectos del cambio climático, entre otras causas. Du
rango no se queda al margen de esta problemática.
Conocer los ecosistemas y la vegetación de una re
gión permite una mejor planificación para el aprovechamiento sustentable de los recursos, ya que el óptimo
manejo de cualquier sistema depende en gran medida
del grado de conocimiento que se tenga sobre él. Los
ecosistemas pueden clasificarse mediante diversos cri
terios, siendo el principal el de tipos de vegetación
(Neyra-González y Durand-Smith 1998).
Durango presenta una amplia diversidad de ecosiste
mas, resultado de una interacción de varios factores:
a) Convergencia de elementos de diferentes orígenes,
tanto del norte (holárticos) como del sur (neotropicales) y presencia de endemismos (organismos de
distribución restringida).
b) Relieve muy accidentado, con elevaciones que van
de los 130 a los 3 340 msnm; su fisiografía incluye
partes de la Altiplanicie y de la Sierra Madre Occi
dental e incluso pequeñas áreas de la Costa Pacífica
(parte más baja de Tamazula) y de la Sierra Madre
Oriental (en Lerdo, Mapimí y Tlahualilo).
c) Gran diversidad de climas, incluyendo desde los más
secos hasta semihúmedos, y desde cálidos a semi
fríos. La barrera de la Sierra Madre Occidental es la
principal determinante de la distribución de los cli
mas, al detener sobre la vertiente occidental buena
parte de la humedad proveniente del Pacífico.
d) Diversidad de orígenes geológicos. La mayor parte
del centro y el occidente del estado es de origen vol
cánico, principalmente riolitas y tobas (64%), parte
de la zona oriental es roca sedimentaria de origen
marino, en su mayoría caliza (16%), menos de 1% es
metamórfico y 20% es suelo (inegi 2003).
e) Una compleja historia de migración de biotas y de
evolución local. La Sierra Madre Occidental es un
corredor biológico y al mismo tiempo una barrera bio
geográfica. El Desierto Chihuahuense, por su parte,
también separa a las biotas de las sierras del norte
de México.
Lo anterior refleja en una menor escala la misma
situación que hace de México uno de los países con
mayor diversidad biológica del mundo. En el cuadro 1
se presenta un resumen de los principales ecosistemas
del estado con los tipos de vegetación y de clima que
los caracterizan y las ecorregiones donde se ubican. La
información se adapta de la obra Vegetación y ecorregio
nes de Durango (GonzálezElizondo et al. 2007a). Los
principales ecosistemas son: a) comunidades de zonas
áridas y semiáridas, b) pastizal y matorral de clima
semiseco templado, c) bosques y otras comunidades de
clima templado y semifrío, d) bosques y otras comuni
dades de clima cálido, e) otros (figuras 1-4). En los si
guientes capítulos se comentan sus características,
distribución, tipos de vegetación que los representan y
estado de conservación.
A excepción del bosque tropical perennifolio o selva
alta, casi todos los tipos de vegetación de México se
encuentran en Durango: matorrales xerófilos y vegeta
ción halófila en el semidesierto (zona árida al oriente
del estado); pastizales en la zona de los Valles; bosques
templados de pino y encino y bosque mesófilo en la
Sierra Madre Occidental; bosques tropicales caducifolios
y subcaducifolios en la región de las Quebradas al occi
dente de la sierra, y vegetación acuática y subacuática
dispersa en todas las ecorregiones (cuadro 1, figura 5;
GonzálezElizondo et al. 2007a,b, 2012).
González-Elizondo, M.S. y M. González-Elizondo. 2017. Ecosistemas y vegetación. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de
Estado. conabio, México, pp. 187-192.
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188
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Principales ecosistemas con los tipos de vegetación y de clima que los caracterizan y ecorregiones donde se ubican
Ecosistema
Comunidades de zonas
áridas y semiáridas
Pastizal y matorral de clima
semiseco templado
Bosques y otras
comunidades de clima
templado y semifrío
Bosques y otras
comunidades de clima
cálido
Otros
Tipos de vegetación
Climas
Ecorregión
Matorral xerófilo
Secos y semisecos
A
Vegetación halófila y gipsófila
Secos y semisecos
A, V
Pastizal
Semisecos
V
Pastizal halófilo
Semisecos
V
Matorral de clima semiseco templado
Semisecos
V
Bosque bajo abierto
Templados y semisecos
So
Chaparral
Templados y semisecos
S, So
Bosque de coníferas
Templados
S
Bosque de encino
Templados y semicálidos
S, Q
Bosque mixto
Templados
S
Bosque mesófilo de montaña
Templados y semicálidos
S
Bosque tropical subcaducifolio
Cálidos
Q
Bosque tropical caducifolio
Cálidos y semisecos
Q
Bosque espinoso
Cálidos
Q
Matorral subtropical
Cálidos y semisecos
Q
Bosques de encino de afinidad tropical
Cálidos y semisecos
Q
Claros y pastizal inducido
Templados, semicálidos y
cálidos
S, Q
Vegetación acuática y subacuática
Todos
Todas
A: región Árida y Semiárida; V: región de los Valles; S: región de la Sierra, subregión Sierra Madre Occidental; So: región de la Sierra,
subregión Piedemonte y Sierras al Oriente; Q: región de las Quebradas.
Fuente: González-Elizondo et al. 2007a.
La clasificación de la vegetación se adapta del sis
tema de Rzedowski (1978), el cual combina criterios
fisonómicos, florísticos y ecológicos. En el cuadro 2 se
sintetiza la vegetación y uso del suelo en Durango, con
los intervalos altitudinales donde se presentan y la su
perficie que ocupan.
CONCLUSIÓN
Los ecosistemas y las comunidades vegetales del esta
do son representativos de los de buena parte del país,
situación derivada de la ubicación geográfica y la
complejidad fisiográfica de la entidad. Su conocimien
to constituye un marco de referencia y puede ser una
herramienta de primera mano para la elaboración de
diagnósticos, inventarios y descripción de comunida
des, así como para la planeación del uso, manejo y con
servación de los recursos.
La prevención de problemas y el manejo de los eco
sistemas de acuerdo a principios de sustentabilidad es
vital para que continúen generando los bienes y servi
cios ambientales de los que depende el bienestar de la
sociedad.
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Diversidad de ecosistemas
Figura 1. Matorral xerófilo de zonas áridas. Mapimí.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 2. Pastizal de Bouteloua gracilis. La Zarca, Hidalgo.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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189
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 3. Bosques de clima templado.
Arroyo Santa Bárbara, Durango.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 4. Bosques de clima cálido. Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
Figura 5. Vegetación y uso del suelo.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Vegetación y uso del suelo, intervalos altitudinales donde se presentan y superficie que ocupan
Elevación
mínima
(msnm)
Elevación
máxima
(msnm)
Matorral xerófilo
1 050
2 300
23 912.51
19.37
Vegetación halófila y gipsófila
1 050
2 000
2 864.07
2.32
Pastizal
1 600
2 200
5 407.17
4.38
Matorral de clima semiseco templado
1 500
2 250
12 863.62
10.42
Chaparral [incluye chaparral secundario]
2 000
3 100
2 938.14
2.38
Bosque bajo abierto
1 900
2 800
6 962.65
5.64
Bosque de coníferas
2 400
3 310
6 135.53
4.97
Bosque de encino
900
2 900
7 468.80
6.05
Bosque mixto
600
3 200
32 381.27
26.23
1 160
2 500
24.69
0.02
Claros y pastizal inducido
400
3 100
3 419.60
2.77
Bosque tropical subcaducifolio
400
1 200
61.73
0.05
Bosque tropical caducifolio
190
2 150
4 975.09
4.03
Bosque espinoso
130
400
24.69
0.02
1 200
2 000
530.84
0.43
Otros
130
3 340
753.05
0.61
Cuerpo de agua
130
2 700
271.59
0.22
Agricultura
130
3 000
11 555.04
9.36
Centros de población, infraestructura vial, etc.
130
3 100
888.85
0.72
123 451.29
100.00
Vegetación y uso de suelo
Bosque mesófilo de montaña
Matorral subtropical
Total
Superficie
(km2)
Superficie
estatal (%)
Fuente: adaptado de González-Elizondo et al. 2007a.
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Diversidad de ecosistemas
193
Comunidades xerófilas, halófilas
Árida
y gipsófilas de la región
y Semiárida
Martha González Elizondo • Jorge Alberto Tena Flores • Irma Lorena López Enríquez
INTRODUCCIÓN
Los ecosistemas de las zonas áridas y semiáridas del
oriente de Durango (región del Semidesierto) están re
presentados por matorrales xerófilos y por vegetación
halófila y gipsófila. Se desarrollan entre los 1 050 y
2 300 msnm, en climas muy secos cálidos [BWh] y secos
cálidos [BSh], con una pequeña parte al norte con clima
semiseco templado [BS1k]. Cubren más de 2 677 658 ha
(21.7% de la superficie del estado). Estas comunidades
en su mayoría forman parte del Desierto Chihuahuense,
aunque en el extremo noreste del estado (sierras de El
Rosario, El Sarnoso y Tlahualilo) existen elementos de la
Sierra Madre Oriental, como: Gochnatia hypoleuca, gua
jillo, huajillo (Acacia berlandieri) y la noa (Agave gentryi).
Presentan el más alto porcentaje de endemismos a nivel
de género en México (44%) (Rzedowski 1993) y varias especies endémicas para Durango se encuentran en esos
tipos de vegetación.
Entre los productos que se explotan económica
mente en los matorrales xerófilos están la candelilla
(Euphorbia antisyphilitica), lechuguilla (Agave lechuguilla),
maguey (Agave spp.), sotol (Dasilyrion spp.) y orégano
(Lippia graveolens), mientras que muchas otras plantas
de la región se aprovechan a nivel local para autocon
sumo. Los matorrales xerófilos son aprovechados
también para ganadería extensiva. HerreraArrieta y
Pámanes-García (2007) puntualizan la enorme impor
tancia de evitar la sobrecarga de ganado con el fin de
prevenir los daños en la vegetación y el suelo.
MATORRALES XERÓFILOS
Xerófilo (del griego xeros, seco, y philos, amigo) se refiere
a organismos que pueden desarrollarse en ambientes
secos. Son comunidades de arbustos que se desarrollan
en sitios con escasa precipitación (media anual entre
150 y 400 mm) y temperaturas medias entre 18 y 23 °C,
con variaciones muy extremas, tanto diurnas como du
rante el año, con época seca de siete a nueve meses.
Cubren en conjunto casi una quinta parte de la super
ficie del estado (figura 1). Otros matorrales que ocurren
en la zona de los Valles, en clima semiseco templado
(BS1k) y seco templado (BSk) presentan una estructura
y composición diferentes (véase Pastizal y matorral de
clima semiseco templado de la región de los Valles), en
esta obra).
Los matorrales xerófilos de Durango se desarrollan
principalmente sobre sedimentos continentales (como
aluviones) y sobre sedimentos marinos (por lo general
roca caliza). Rzedowski (1978) hace notar que este tipo
de matorrales usualmente no se dan en suelos de dre
naje deficiente ni en los muy salinos, alcalinos o yeso
sos, donde son sustituidos por la vegetación halófila o
gipsófila.
La composición, estructura y formas dominantes de
los matorrales xerófilos varían dependiendo de la topo
grafía y la pedregosidad del suelo. Predominan arbus
tos de hoja chica y arbustos espinosos, así como las
plantas de hojas en roseta (como magueyes, sotoles y
soyates) (figuras 2 y 3). En partes bajas y planas, sobre
depósitos aluviales, es común encontrar arbustos de hoja
chica (el más típico es la gobernadora, Larrea tridentata),
mientras que sobre laderas rocosas y suelos pedregosos
destacan el matorral rosetófilo y el matorral espinoso.
Los géneros típicos de matorral xerófilo son Larrea,
Flourensia y Koeberlinia. Henricksonia es un género endé
mico a una pequeña zona de matorral xerófilo en Duran
go y Coahuila. Entre las asociaciones más comunes están
las de Larrea y/o Flourensia sobre depósitos aluviales; las
de lechuguilla (Agave lechuguilla), guapilla (Hechtia spp.)
y ocotillo (Fouquieria splendens) sobre lomeríos con suelo somero o con pedregosidad, donde la lechuguilla y
el ocotillo llegan a ser dominantes.
González-Elizondo, M., J.A. Tena-Flores e I.L. López-Enríquez. 2017. Comunidades xerófilas, halófilas y gipsófilas de la región Árida y
Semiárida. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 193-204.
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Distribución de matorrales xerófilos.
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Diversidad de ecosistemas
195
Figura 2. Matorral xerófilo de Opuntia engelmannii, Hechtia mapimiana., Yucca rigida, Euphorbia antisyphilitica, Agave asperrima,
Sidneya tenuifolia y Acacia neovernicosa. Cañón Fernández.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 3. Matorral xerófilo de Agave asperrima, Thelocactus bicolor, Fouquieria splendens, Yucca spp. Sierra El Sarnoso.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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196
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Los llamados matorrales micrófilos o parvifolios (de
hoja chica), rosetifolios (con hojas en roseta), espinosos
(con espinas) y crasicaules (de tallos carnosos, engrosados) son variantes del matorral xerófilo y con frecuencia
forman mosaicos complejos que reflejan la topografía
y los suelos de un área. En el cuadro 1 se presentan las
especies más comunes de arbustos de estos ecosiste
mas en la entidad.
preferencia en laderas de lomeríos y cerros con fuerte
afloramiento rocoso, entre 1 100 y los 1 600 msnm. Los
matorrales de nopal (Opuntia) están compuestos por
el nopalillo cegador (O. rufida) el cual se asocia princi
palmente con lechuguilla (A. lechuguilla), ocotillo (F.
splendens) y diversas leguminosas. El nopal rastrero (O.
engelmannii) es otro de los componentes notables de
estos matorrales (figuras 7 y 8).
Matorral parvifolio
Matorral espinoso
Es el que cubre las mayores superficies. Puede estar
formado por especies sin espinas (inermes), con espi
nas o mixtas, y con frecuencia hay también cactáceas,
plantas con hojas en roseta o gramíneas. La especie
más característica de estos matorrales es la goberna
dora (Larrea tridentata), que a veces es monodominante
o está asociada con hojasén (Flourensia cernua); ocotillo
(Fouquieria splendens), lechuguilla (Agave lechuguilla),
largoncillo (Acacia neovernicosa), mezquite (Prosopis
laevigata o P. odorata) o nopal (Opuntia spp.). Depen
diendo de la topografía y la profundidad del suelo, cual
quiera de esas especies se vuelve dominante (figura 4).
Son comunidades dominadas por arbustos espinosos,
en su mayoría leguminosas: huizaches (Acacia constricta,
A. neovernicosa, Acacia spp.), mezquite (Prosopis sp.),
gatuños (Mimosa biuncifera, Mimosa spp.), Parkinsonia
aculeata. Estos arbustos pierden las hojas durante gran
parte del año. Se desarrollan en áreas bajas o en laderas
por encima del matorral parvifolio.
El matorral de mezquite (Prosopis sp.) se presenta en
planicies aluviales, principalmente cerca de arroyos. Se
acompaña por granjeno (Celtis pallida), junco (Koeberlinia
spinosa), nopales (Opuntia), huizaches (Acacia), palmas
(Yucca), Berberis, Flourensia, Larrea y otras (figura 9).
El matorral de largoncillo (Acacia neovernicosa) se
asocia con Larrea, Agave asperrima, Agave striata, Agave
lechuguilla, Flourensia cernua, verbesina, Buddleja, Tiquilia
canescens, Jatropha dioica y escasos Opuntia, Cylindropuntia,
Euphorbia antisyphilitica, Yucca sp. y Yucca rigida con na
vajita (Bouteloua gracilis), esta última con frecuencia
sustituida por zacate buffel (Cenchrus ciliaris), un inva
sor proveniente de África que está ocupando amplias
áreas del norte de México.
Matorral rosetifolio
Dominan las especies con hojas alargadas y puntiagu
das, agrupadas en forma de roseta, con o sin tallo. Pre
fiere lomeríos y laderas de cerros con poco suelo y con
afloramiento rocoso. Son comunes los matorrales de
lechuguilla (Agave lechuguilla) y/o guapilla (Hechtia
glomerata, Hechtia sp.). Se acompañan de ocotillo
(Fouquieria splendens), nopal (Opuntia), maguey cenizo
(Agave asperrima), noa (Agave victoriaereginae), cande
lilla (Euphorbia antisyphilitica), palma (Yucca rigida), sotol
(Dasylirion), gobernadora (Larrea tridentata), largoncillo
(Acacia neovernicosa) y sangre de drago (Jatropha dioica),
además de Parthenium, Coldenia, Acacia y gatuños
(Mimosa) (figuras 5 y 6).
El maguey cenizo llega a ser dominante en algunas
áreas del oriente del estado, en sitios planos u ondula
dos entre 1 300 y 1 500 m de elevación. Los elementos
acompañantes son los mismos que en los matorrales
de lechuguilla y guapilla, así como Agave striata. El
sotol (Dasylirion) destaca en lomeríos con fuerte aflo
ramiento de roca caliza, combinado con palma (Yucca
rigida) y maguey (Agave asperrima).
Matorral crasicaule
Son comunidades arbustivas dominadas por cactáceas,
plantas de tallos carnosos, gruesos. Se desarrollan de
Otros matorrales xerófilos
En la franja de dunas o arenas móviles del extremo no
reste de Durango destacan Dalea scoparia, Ephedra sp.
y Yucca elata. Otras plantas de distribución más amplia
que también se adaptan a las condiciones de dunas en sus
áreas marginales son la gobernadora (Larrea tridentata),
coyonoxtle (Cylindropuntia kleiniae), huizaches (Acacia
greggii, A. constricta), mezquite (Prosopis sp.), sangre de
drago (Jatropha dioica), Lycium berlandieri, Nicolletia
edwarsii, Tidestromia lanuginosa y Lantana achyranthifolia
(figura 10).
Muchos de los matorrales xerófilos de Durango
parecen corresponder a la fase final o clímax de una
sucesión, pero otros son resultado de perturbación en
pastizales, principalmente a causa de sobrepastoreo, lo
que propicia la invasión de arbustos.
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Diversidad de ecosistemas
Cuadro 1. Especies características de los matorrales xerófilos
Tipo
Arbustos sin espinas
Arbustos con espinas
Crasicaules
Rosetifolias
Otras
Nombre común
Nombre científico
Jasmín, vara dulce, varaduz
Chaparro prieto
Granjel, granjeno
Engordacabra
Hojasén, hojasé
Tatalencho
Aloysia gratissima
Cordia parvifolia
Celtis pallida
Eysenhardtia schizocalyx
Flourensia cernua
Gymnosperma glutinosum
Gobernadora
Larrea tridentata
Cenizo, príncipe del desierto
Orégano
Guayule
Mariola
Agrillo, agritos
Leucophyllum spp.
Lippia graveolens
Parthenium argentatum
Parthenium incanum
Rhus microphylla
Tatalencho
Sidneya tenuifolia
Huajillo, guajillo
Huizache
Huizachillo
Uña de gato
Largoncillo
Ocotillo
Junco
Garambullo
Gatuño
Gatuño
Acacia berlandieri
Acacia constricta
Acacia glandulifera
Acacia greggii
Acacia neovernicosa
Condalia spp.
Fouquieria splendens
Koeberlinia spinosa
Lycium spp.
Mimosa biuncifera
Mimosa emoryana
Mezquite
Prosopis laevigata
Mezquite
Cardenche
Cardenche
Tasajillo
Nopal
Duraznillo
Nopal coyotillo
Nopal rastrero
Nopal cegador
Maguey, maguey cenizo
Lechuguilla
Guapilla
Sotol
Soyate
Palma, palma china
Candelilla
Prosopis odorata
Cylindropuntia imbricata
Cylindropuntia kleiniae
Cylindropuntia leptocaulis
Opuntia engelmannii
Opuntia leucotricha
Opuntia macrocentra
Opuntia rastrera
Opuntia rufida
Agave asperrima
Agave lechuguilla
Hechtia spp.
Dasylirion spp.
Nolina spp.
Yucca spp.
Euphorbia antisyphilitica
Sangre de drago,
sangregrado
Jatropha dioica
Autores
(Gillies & Hook.) Tronc.
A. DC.
Torr.
Pennell
DC.
(Spreng.) Less.
(Moc. & Sessé ex DC.)
Coville
Kunth in H.B.K. s.l.
A. Gray
Kunth in H.B.K.
Engelm.
(A. Gray) E.E. Schill. &
Panero
Benth.
Benth.
S. Watson
A. Gray
Isely
Engelm.
Zucc.
Benth.
Benth.
(Humb. & Bonpl. ex Willd.)
M.C. Johnst.
Torr. & Frém.
(Haw.) F.M. Knuth
(DC.) F.M. Knuth
(DC.) F.M. Knuth
Salm-Dyck
DC.
Engelm.
F.A.C. Weber
Engelm.
Jacobi
Torr.
Zucc.
Cerv.
Fuente: González-Elizondo et al. 2007.
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198
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 4. Matorral xerófilo de Larrea tridentata y Fouquieria
splendens. Mapimí.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 5. Matorral xerófilo de Agave lechugilla, Yucca rigida y
Euphorbia antisyphilitica. Cañón Fernández.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 6. Matorral xerófilo de Dasylirion sp., Yucca rigida y
Acacia berlandieri. Ojuela, Mapimí.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 7. Matorral xerófilo de Opuntia engelmannii, Mapimí.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
Figura 8. Matorral xerófilo de Opuntia rufida. Mapimí.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 9. Matorral xerófilo de Prosopis laevigata, Acacia schaffneri y Condalia sp. San Fermín.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 10. Matorral de dunas. Jatropha dioica, Ephedra sp., Dalea scoparia y Acacia sp.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
IZOTAL
Son comunidades de plantas arborescentes del género
Yucca (palma, palma china), con hojas agrupadas en
roseta. Destacan los de Yucca rigida en Lerdo, Mapimí
e Hidalgo, Yucca carnerosana en la parte alta de la sie
rra del Rosario y Yucca filifera en San Juan de Guadalu
pe (figura 11).
VEGETACIÓN HALÓFILA Y GIPSÓFILA
Son comunidades arbustivas y herbáceas cuya composi
ción está determinada por las condiciones del suelo. Las
halófilas (del griego halos, sal, y philos, amigo) se desa
rrollan en suelos con altas concentraciones de sales,
mientras que las gipsófilas lo hacen en suelos yesosos
(del griego gýpsos). Ocurren en climas muy secos (menos de 300 mm de lluvia al año), con temperaturas medias entre 20 y 23 °C y época seca de ocho a nueve meses.
Cubren cerca de 2.3% de la superficie del estado, en par
tes bajas de cuencas cerradas, ya sea con alta alcalinidad
o con alto nivel de sales solubles (figura 12). Algunas de
las hierbas y arbustos tienen hojas por lo general algo
carnosas y los zacates son rígidos y con hojas punzantes.
En sitios perturbados es abundante la rodadora (Salsola
tragus), un elemento procedente de Eurasia.
Matorral halófilo
Estos matorrales bajos se caracterizan por ser de Atriplex
canescens (saladillo, chamizo) con Suaeda nigrescens, S.
suffrutescens y otras especies, las cuales se presentan
en el Bolsón de Mapimí (figura 13).
En las zonas más salobres las plantas están más espa
ciadas y a veces la comunidad está dominada por queli
tillo (Atriplex acanthocarpa) y por Allenrolfea occidentalis.
Con frecuencia, los matorrales presentan también
gramíneas como el zacate sabaneta o toboso (Hilaria
mutica) y el zacatón o zacate pajón (Sporobolus airoides).
También son comunes las asociaciones con mezquite
(Prosopis sp.).
El matorral de mezquite (Prosopis sp.) se localiza al
noreste del estado. A veces los arbustos están muy es
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Diversidad de ecosistemas
201
Figura 11. Izotal de Yucca carnerosana. Sierra del Rosario.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
paciados y el matorral pasa a ser un pastizal de Hilaria
mutica o de Sporobolus airoides. Los elementos do
minantes en estos matorrales pueden mezclarse en
diferentes proporciones. Montaña y Breimer (1988) des
criben asociaciones de mezquite con Atriplex canescens
y/o Suaeda nigrescens con estrato bajo de zacates (Hilaria
mutica, excepcionalmente Sporobolus airoides) y Atriplex
acanthocarpa.
Pastizal halófilo
Se presenta en el fondo de cuencas cerradas en las par
tes más secas, por lo general con suelos de textura ar
cillosa y drenaje deficiente, salinos, a veces también
alcalinos, con frecuencia inundables.Se distribuye al
noreste del estado, entre 1 050 y 1 700 m de altitud,
ocupando una extensión relativamente pequeña. Las
gramíneas en estas comunidades son con frecuencia
rizomatosas, con tallos y hojas fibrosas y duras, por lo
que son poco apetecidas por el ganado excepto cuando
están muy tiernas. Es común el zacate sabaneta o tobo
so (figura 14), así como el zacatón (Sporobolus airoides).
También hay Distichlis spicata, Eragrostis obtusiflora,
Buchloë dactyloides, Panicum obtusum y algunas espe
cies de Bouteloua y Aristida.
De manera espaciada se presentan a veces algunos
arbustos bajos, principalmente mezquite (Prosopis sp.),
Atriplex canescens y especies de Koeberlinia, Acacia,
Condalia y Opuntia. Entre las herbáceas no gramíneas,
las más comunes son las del género Atriplex.
Vegetación gipsófila
La vegetación gipsófila se restringe a suelos yesosos,
los cuales ocurren solamente en zonas áridas y semi
áridas. Las comunidades gipsófilas están formadas por
herbáceas y arbustos achaparrados.
Para Durango no se registran comunidades gipsófi
las estrictas, pero sí se conocen algunas especies gip
sófilas como: Fouquieria shrevei, Euphorbia astyla,
Dicranocarpus parviflorus y Nerisyrenia linearifolia.
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202
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 12. Distribución de la vegetación halófila y gipsófila.
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Figura 13. Matorral halófilo de Suaeda nigrescens. Mapimí.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 14. Pastizal halófilo de zacate sabaneta o toboso (Hilaria mutica). Ceballos.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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204
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
La vegetación xerófila es de gran valor por retener y
enriquecer el suelo y por albergar una gran diversidad
de especies y de formas biológicas. Junto con las comu
nidades halófilas y gipsófilas alberga una alta cantidad
de endemismos.
Es frecuente que el potencial ambiental y económico
de las comunidades de zonas áridas y semiáridas sea su
bestimado debido a su aspecto abierto y bajo, y que su
manejo se lleve a cabo sin seguir un ordenamiento
territorial. Los impactos que causa el pastoreo no pla
nificado son particularmente nocivos, al ir degradando
a la vegetación y compactando y erosionando el suelo.
Es muy importante que se determine la capacidad
de carga actual de los predios bajo aprovechamiento
con ganadería y que cada sitio sostenga únicamente la
carga que permita la renovación de los recursos. Par
ticularmente, es urgente prevenir y controlar los daños
causados por el ganado caprino, el cual interfiere fuer
temente con la regeneración de las plantas, pero es
también muy importante reducir la carga de pastoreo
de cualquier tipo de ganado. Asimismo, es conveniente
explorar otras alternativas de aprovechamiento de estos
ecosistemas, que por su belleza escénica y por los va
lores culturales que albergan pudieran aprovecharse
bajo esquemas de turismo alternativo.
REFERENCIAS
GonzálezElizondo, M.S, M. GonzálezElizondo y M.A. MárquezLinares.
2007. Vegetación y ecorregiones de Durango. Plaza y Valdés Editores/
ipn. México.
Herrera-Arrieta, Y. y D.S. Pámanes-García. 2007. La región de los pas
tizales, sustento para una ganadería sostenida. En: Vegetación y
ecorregiones de Durango. M.S. GonzálezElizondo, M. González
Elizondo y M.A. Márquez-Linares (eds.). Plaza y Valdés Editores/ipn.
México, pp. 183-192.
Montaña, C. y R.F. Breimer. 1988. Major vegetation and environment
units. En: Estudio integrado de los recursos vegetación, suelo y agua
en la Reserva de la Biosfera de Mapimí. I. Ambiente natural y huma
no. C. Montaña (ed.). Publ. 23. Instituto de Ecología. México, pp.
99-114.
Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Editorial Limusa. México.
—. 1993. Diversity and origins of the fanerogamic flora of Mexico. En:
Biological diversity of Mexico: origins and distribution. T.P. Rama
moorthy, R. Bye, A. Lot y J. Fa (eds.). Oxford University Press,
Nueva York, pp. 139-144.
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205
Diversidad de ecosistemas
Pastizal ydematorral
clima semiseco templado de
la región de los Valles
M. Socorro González Elizondo • Jorge Alberto Tena Flores • Yolanda Herrera Arrieta • Flor Isela Retana Rentería
INTRODUCCIÓN
La región de los Valles es la zona de Durango interme
dia entre la región Árida y Semiárida (Semidesierto) y
la Sierra Madre Occidental. Atraviesa el estado desde
los límites con Chihuahua (al sur de Parral) hasta Sú
chil (límite con Zacatecas). Comprende llanuras como
la del valle del Guadiana, donde se ubica la capital del
estado, así como mesas y pequeñas serranías. La región
de los Valles se subdivide en dos porciones: a) la parte
norte, cuya flora presenta mayor afinidad con los ma
torrales y pastizales de Chihuahua y del sur de los Es
tados Unidos, y b) la región de los Llanos al sureste del
estado, con afinidades hacia el sur de la Altiplanicie.
Las elevaciones van desde los 1 600 a los 2 200 msnm.
El substrato es principalmente de origen volcánico (a ex
cepción de pequeños afloramientos de caliza en Nombre de Dios y Poanas) con las partes bajas cubiertas por
depósitos aluviales, coluviales o residuales. El clima es
semiseco templado (BS1k) y en menor proporción seco
templado (BSk), con temperaturas medias entre 13 y
22 °C, precipitación anual de 350 a 500 mm y época seca
de seis a nueve meses. Gracias a su buen clima, sus sue
los profundos y fértiles y la disponibilidad de agua, la
región de los Valles alberga varios distritos agrícolas y
concentra a la mayor densidad de población del estado.
La vegetación predominante es de pastizales en el
nortecentro del estado y de matorrales con cubierta
herbácea densa hacia el centro y el sur. Ambos tipos de
vegetación comparten muchos de sus elementos florís
ticos y en algunos sitios se mezclan formando comu
nidades mixtas o ecotonos, a los que es difícil clasificar
como pastizal o como matorral. Los dominantes fiso
nómicos se presentan en el cuadro 1.
PASTIZAL
Cubre unas 540 000 ha (4.4% de la superficie) al norte
centro del estado, en zonas planas o de topografía
ligeramente ondulada (figura 1). Anteriormente los pastizales presentaban una distribución más amplia y exis
ten aún pequeños manchones al sureste de Durango.
Los pastizales son comunidades con estrato herbá
ceo denso en el que predominan las gramíneas (pastos
o zacates). Su estructura es sencilla, con un estrato her
báceo y a veces con otro de plantas rastreras; las compuestas (plantas de la familia del girasol) son abundantes y
pueden sobrepasar a las gramíneas en número de es
pecies; otras plantas comunes son las ciperáceas, con
volvuláceas, euforbiáceas, leguminosas y rubiáceas. A
veces hay arbustos de talla muy baja como Acaciella
angustissima var. texensis y Calliandra eriophylla, o sub
arbustos como la cola de zorra (Brickellia spinulosa). De
haber árboles, están sólo a lo largo de corrientes de agua
y los arbustos están muy espaciados (Rzedowski 1978).
En pastizales en buena condición el zacate navajita
(Bouteloua gracilis) y el banderilla (B. curtipendula) son
abundantes (Herrera-Arrieta 2001) (véase figura 2).
Dado que los pastizales y algunos matorrales de clima
semiseco templado requieren condiciones ambientales
similares, es común encontrar elementos mezclados de
ambas comunidades. La presencia de plantas leñosas
en el pastizal puede deberse a lo siguiente: a) ser parte
natural de la comunidad en las zonas de transición ha
cia el matorral o hacia bosque bajo abierto; b) ser parte
natural de la comunidad en áreas que no representan
ecotono; c) ser el resultado de disturbio, generalmente
por sobrepastoreo, ya que éste favorece a las plantas no
palatables (que no son gratas al paladar de los herbívo
ros) y los pastizales se van sustituyendo por matorrales.
Gentry (1957) hizo notar que algunas asociaciones de
pastizal con arbustos parecen ser comunidades de transi
ción estables, por ejemplo la de Larrea y zacates, mientras
que AcaciaMimosa y otros arbustos espinosos parecen
ser comunidades secundarias por sobrepastoreo (figu
ras 3-5).
González-Elizondo, M.S., J.A. Tena-Flores, Y. Herrera-Arrieta y F.I. Retana-Rentería. 2017. Pastizal y matorral de clima semiseco
templado de la región de los Valles. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 205-216.
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206
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Especies características de pastizal y matorral xerófilo de clima semiseco templado
Tipo
Nombre común
-
Arbustos y
subarbustos
sin espinas
Arbustos con
espinas
Crasicaules
Gramíneas
Rosetifolias
Otras
Jasmín, vara dulce, varaduz
Hierba del pasmo, hierba
de San Nicolás
Huizachillo
Granjel, granjeno
Engordacabra
Palo blanco
Nombre científico
Acaciella angustissima var.
texensis
Aloysia gratissima
Autores
(Nutt. ex Torr. & A. Gray) L. Rico
(Gillies & Hook.) Tronc.
Brickellia spinulosa
(A. Gray) A. Gray
Calliandra eriophylla
Celtis pallida
Dalea bicolor
Forestiera spp.
Benth.
Torr.
Humb. & Bonpl. ex Willd.
(Martínez) Gaussen ex R.P.
Adams
Engelm.
A. Gray
Benth.
Isely
(S. Watson) F.J. Herm.
Ortega
Benth.
Benth.
(Humb. & Bonpl. ex Willd.) M.C.
Johnst.
(Haw.) F.M. Knuth
Britton & Rose
F.A.C. Weber
DC.
Salm-Dyck
Engelm.
Lem.
Cedro, táscate
Juniperus coahuilensis
Agrillo, agritos
Huizache
Largoncillo
Huizache, huizache chino
Gatuño
Gatuño
Gatuño
Rhus microphylla
Rhus virens
Acacia constricta
Acacia neovernicosa
Acacia schaffneri
Mimosa aculeaticarpa
Mimosa biuncifera
Mimosa dysocarpa
Mezquite
Prosopis laevigata
Cardenche
Duraznillo, nopal duraznillo
Chaveño
Duraznillo, nopal duraznillo
Coyote (chaveño, cardón)
Tapón, tapón cuervero
Cardón, nopal cardón
Zacates tres barbas
Banderilla
Navajita
Pasto flechilla
Zacate rosa (INVASOR)
Zacate liendrilla
Maguey, maguey cenizo
Maguey
Sotol
Palma
Cylindropuntia imbricata
Opuntia durangensis
Opuntia hyptiacantha
Opuntia leucotricha
Opuntia megacantha
Opuntia phaeacantha
Opuntia streptacantha
Aristida spp.
Botriochloa barbinodis
Bouteloua chondrosioides
Bouteloua curtipendula
Bouteloua gracilis
Elionurus barbiculmis
Heteropogon contortus
Melinis repens
Muhlenbergia rigida
Agave durangensis
Agave flexispina
Dasylirion durangense
Yucca decipiens s.l.
(Lag.) Herter
(Kunth) Benth.
(Michx.) Torr.
(Kunth) Lag. ex Griffiths
Hack.
(L.) P. Beauv.
(Willd.) Zizka
(Kunth) Trin.
Gentry
Trel.
Trel.
Trel.
Sangre de drago
Jatropha dioica
Cerv.
Fuente: González-Elizondo et al. 2007.
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Diversidad de ecosistemas
Figura 1. Distribución de los pastizales.
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207
208
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 2. Pastizal de Bouteloua gracilis. La Zarca, Ocampo.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 3. Comunidad transicional: pastizal de Bouteloua y matorral de Mimosa, Acacia, Opuntia y Tecoma. Nombre de Dios.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
209
Figura 4. Comunidad secundaria, pastizal con Opuntia durangensis y Acacia schaffneri. Municipio de Durango.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 5. Efecto de manejo: abundancia de Opuntia durangensis y Acacia schaffneri en zona sobrepastoreada (izquierda y abajo).
Municipio de Durango.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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210
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A más de cuatro siglos de la introducción del ganado
doméstico en Durango, persisten áreas con excelente
potencial para la ganadería; sin embargo, en otras, el
aprovechamiento ganadero no es sustentable (Herrera
Arrieta y Pámanes-García 2006, 2007).
Entre los arbustos puede haber huizaches (Acacia),
gatuños (Mimosa), mezquites (Prosopis), soyates (Nolina),
nopales (Opuntia), Condalia, Forestiera, palmas (Yucca)
y sotol (Dasylirion). Hacia las estribaciones de la sierra
el pastizal se mezcla con agritos (Rhus virens), cedros o
táscates (Juniperus), e incluso con encinos y con pino
piñonero.
La abundancia de táscate puede ser natural o resul
tado del sobrepastoreo (GonzálezElizondo et al. 2007).
Las comunidades que antes eran pastizales y ahora se
encuentran dominadas por arbustos se describen en el
apartado de matorrales, mostrado más adelante en este
capítulo.
Algunas asociaciones son las siguientes:
a) Pastizal de navajita (Bouteloua gracilis). Esta especie
es abundante en pastizales en buena condición, don
de también son comunes el zacate banderita (B.
curtipendula) y otras boutelouas. Otros géneros de zacates son las tres barbas (Aristida), loberos (Lycurus),
Botriochloa, Setaria, Muhlenbergia y Trachypogon, con
Aristida incrementando abundancia donde hay más
disturbio.
b) BoutelouaHeteropogon en terrenos pedregosos, sobre
todo en los terrenos basálticos de “La Breña”.
c) BoutelouaMuhlenbergia en sitios de mayor elevación
y en los pastizales con encino-cedro; con frecuencia
también con Achnatherum eminens. Esta combinación
de BoutelouaMuhlenbergiaAchnatherum es lo que la
cotecoca (1979) llamó pastizal amacollado abierto,
de lomeríos y laderas.
d) En sitios más altos (por arriba de 2 000 msnm) dominan zacates amacollados como Muhlenbergia (M. rigida,
M. pubescens, M. emersleyi y otras), zacates colorados
(Elyonurus barbiculmis, Schizachyrium spp., Trachypogon
secundus y Heteropogon contortus), navajita velluda
(Bouteloua hirsuta) y tres barbas (Aristida spp.).
Los pastizales sobrepastoreados son invadidos por
arbustos y por gramíneas de mala calidad forrajera
como Aristida. En el centrosur del estado los pastizales
y matorrales están notoriamente invadidos por zacate
rosa (Melinis repens), una agresiva gramínea proceden
te de África (figura 6).
Figura 6. Zacate rosa (Melinis repens), agresiva invasora procedente de África.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
Figura 7. Distribución de los matorrales de clima semiseco templado.
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211
212
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Otros indicadores de perturbación son Botriochloa
barbinodis, Chloris virgata y Cenchrus ciliaris (los dos úl
timos también invasores procedentes de África) (Gonzá
lezElizondo et al. 2009). La abundancia de arbustivas
como gatuños (Mimosa biuncifera o M. dysocarpa) o de
herbáceas tóxicas para el ganado, como la alfombrilla
(Drymaria arenarioides) y la hierba loca (Astragalus mo
llissimus), también indican disturbio.
MATORRAL
Cubre unas 1 286 362 ha (10.4% de la superficie del es
tado), en zonas planas, lomeríos y laderas entre los 1 500
y 2 200 msnm, principalmente sobre suelos de origen
volcánico (figura 7). Los matorrales de clima semiseco
templado difieren de los matorrales xerófilos de la zona
Árida y Semiárida, tanto en su fisonomía y composi
ción florística como en sus afinidades ecológicas. Esto se
debe a que se desarrollan en zonas de clima seco o se
miseco templado (k), a diferencia de los matorrales
xerófilos de climas secos o semisecos cálidos (h), por
lo que su flora presenta mayor afinidad con la de los
pastizales y los bosques bajos abiertos. Los arbustos son
más altos que en el matorral xerófilo y predominan las
herbáceas perennes. Hay muchas gramíneas y compues
tas, y no existe una línea divisoria clara entre los pas
tizales y los matorrales.
Los arbustos más comunes son el huizache chino
(Acacia schaffneri) y el mezquite (Prosopis laevigata) (fi
gura 8), así como los nopales duraznillos (Opuntia
durangensis y O. leucotricha), el primero llega a medir
más de 7 m de altura y el segundo es arbustivo más
bajo (figuras 9 y 10). Las nopaleras son comunes sobre
suelos someros en laderas de cerros y en el área de La
Breña entre 1 900 y 2 300 m. La abundancia de nopal
parece estar favorecida por factores edáficos, pero tam
bién por disturbio causado por pastoreo no controlado,
como se muestra en la figura 5. En el centro y sur de
Durango predomina Opuntia durangensis. Los nopales
comparten con frecuencia la dominancia con Acacia
schaffneri, dando lugar al pastizal con cactusAcacia des
crito por Gentry (1957). Los nopales dominan en áreas
rocosas o en lomeríos de suelo somero mientras que
Acacia crece en suelos aluviales en bajíos o en llanos.
Hacia el centronorte del estado, el huizache chino (A.
schaffneri) llega a formar matorrales densos pero más al
norte el huizache dominante es otra Acacia, el largon
cillo (A. constricta).
El mezquite es dominante en suelos profundos so
bre depósitos aluviales y coluviales. En sitios con ma
yor disponibilidad de humedad el huizache chino y el
mezquite crecen como árboles y forman manchones de
bosque xerófilo espinoso (figura 11).
Entre las herbáceas destacan Borreria verticillata,
Bou vardia ternifolia, Karinia mexicana, Sprekelia
formosissima, Stevia ovata, S. serrata y Xanthocephalum
benthamianum, especies comunes en la Altiplanicie
pero que están ausentes en la zona Árida y Semiárida.
El matorral de clima semiseco templado forma una
zona de transición (ecotono) entre los matorrales xeró
filos y los pastizales por lo que los zacates dominantes
son los mismos que en el pastizal (figuras 12 y 13).
En el sur de la región de los Valles, una agresiva
especie leñosa, la jarilla (Dodonaea viscosa) está toman
do la dominancia sobre los demás arbustos y afectando
incluso la cubierta de pastizal. Con frecuencia se asocia
con sotol (Dasylirion durangense). El sotol y la jarilla
son favorecidos por incendios y desplazan a bosques
de encino que han sido eliminados por fuego o por tala
(figura 14). En los municipios de Durango, Poanas y El
Mezquital hay comunidades donde Dasylirion es el do
minante fisonómico, acompañado solamente por hier
bas y zacates.
Otro tipo de matorrales de la región son los de tás
cate (Juniperus) y agrillo (Rhus), de hoja perennifolia
(mantienen las hojas durante todo el año). En lomeríos
pedregosos hay matorrales de Juniperus coahuilensis,
que son comunidades primarias adaptadas a sitios con
escasa humedad. En las partes bajas de la sierra hay
otros matorrales de táscate que son de origen secun
dario, derivados de bosque de pino piñonero o de en
cino. Se ha observado repoblación por J. deppeana var.
zacatecensis en áreas abiertas cercanas a bosque de
encino y en sitios en donde el bosque de pino ha sido
eliminado por fuego.
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Diversidad de ecosistemas
213
Figura 8. Matorral de Acacia schaffneri, Prosopis laevigata y
Opuntia. Peñón Blanco.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 9. Opuntia durangensis y Prosopis laevigata. Durango.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 10. Matorral de Opuntia leucotricha, Acacia y Prosopis
en la parte baja, bosque bajo abierto en la parte alta. Peñón
Blanco.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 11. Bosque xerófilo espinoso de Acacia schaffneri y
Prosopis laevigata.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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214
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 12. Matorral de Acacia schaffneri con densa cubierta de gramíneas (abajo), bosque bajo abierto (arriba). Súchil.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 13. Matorral de Acacia schaffneri (abajo), Opuntia durangensis (parte media), bosque bajo abierto (arriba). Peñón Blanco.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
Figura 14. Matorral de jarilla (Dodonaea viscosa) y sotol (Dasylirion durangense). El Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 15. Mosaico de cultivos en matorral de Acacia schaffneri y bosque bajo abierto de Quercus. Santiaguillo, Nuevo Ideal.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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215
216
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
Debido a que la topografía donde se desarrollan los
pastizales y los matorrales de clima semiseco templa
do es más adecuada para fines agrícolas que la de otros
tipos de vegetación, muchas áreas que antes estaban cu
biertas por esa vegetación están ahora ocupadas por
cultivos. Sin embargo, por las características del clima
(principalmente la distribución de la precipitación, con
varios meses de sequía), los rendimientos son bajos en
agricultura de temporal.
Los pastizales pueden ser aprovechados para la ga
nadería e incluso podrían verse favorecidos por un
pastoreo moderado; sin embargo, actualmente el sobrepastoreo es la causa principal de deterioro de estos
ecosistemas. Como ha sido puntualizado por Herrera
Arrieta y Pámanes-García (2007), el efecto de la sobre
carga animal, los periodos prolongados de sequía y la
insuficiente infraestructura están ocasionando un grave
deterioro de la cubierta vegetal, erosionando el suelo y
dificultando la infiltración de agua a las corrientes subterráneas. Muchas plantas nativas forrajeras están sien
do sustituidas por especies indeseables, como el zacate
navajita (Bouteloua gracilis), el banderilla (B. curtipendula)
y Aristida; por especies invasoras como el zacate rosa
(Melinis repens) Chloris virgata y Cenchrus ciliaris; y/o especies tóxicas, como la alfombrilla (Drymaria arenarioides)
y la hierba loca (Astragalus mollissimus), situación que
se agrava por la abundancia de caprinos y equinos.
Entre los graves daños ambientales causados por el
sobrepastoreo están la pérdida de suelo fértil, reducción
en la infiltración de agua y magnificación de los efectos
de las sequías, entre otros. Esto a su vez afecta econó
micamente a los poseedores de la tierra y al resto de la
sociedad. Resolver esos problemas y prevenir que sigan
ocurriendo, mediante la implementación de prácticas
de manejo responsable, debería ocupar mayormente la
atención de los productores y de las instancias guber
namentales.
REFERENCIAS
cotecoca. Comisión Técnico Consultiva para la Determinación de los
Coeficientes de Agostadero. Varios autores. 1979. Memoria. Coeficien
tes de agostadero para el estado de Durango. cotecoca/sarh, México.
Gentry, H.S. 1957. Los pastizales de Durango. Edic. Inst. Mex. Rec. Nat.
Renov. México.
GonzálezElizondo, M.S, M. GonzálezElizondo y M.A. Márquez
Linares. 2007. Vegetación y ecorregiones de Durango. Plaza y Valdés
Editores/ipn. México.
GonzálezElizondo, M.S., M. GonzálezElizondo, J.A. TenaFlores et al.
2009. Durango: Detection of invasive alien plants (chapter 12). En:
Invasive plants on the move: montrolling them in North America. Based
on presentations at weeds accross borders 2006 Conference. T.R.
Van Devender, F.J. Espinosa-García, B.L. Harper-Lore, y T. Hubbard
(eds). Arizona-Sonora Desert Museum, Tucson, pp. 137-155.
Herrera-Arrieta, Y. 2001. Las gramíneas de Durango. ipn/conabio.
Herrera-Arrieta, Y. y D.S. Pámanes-García. 2006. Guía de pastos
para el ganadero del estado de Durango. ipn-cocyted/Fundación
Produce.
—. 2007. La región de los pastizales, sustento para una ganadería
sostenida. En: Vegetación y ecorregiones de Durango. M.S. González
Elizondo, M. González-Elizondo y M.A. Márquez Linares (ed.).
Plaza y Valdés Editores/ipn. México, pp. 183-192.
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Diversidad de ecosistemas
217
Bosques templados
y otras comunidades
vegetales de la región de la Sierra
M. Socorro González Elizondo • Martha González Elizondo • Lizeth Ruacho González
INTRODUCCIÓN
La región de la Sierra incluye a la Sierra Madre Occi
dental (smo) y a otras sierras de origen volcánico al oriente de ésta, como las de Promontorio y Gamón. La smo
presenta una fisiografía accidentada de mesetas y pro
fundos cañones (quebradas) con elevaciones hasta de
3 340 msnm; en algunos sitios alcanza los 200 km de anchura. La smo incluye una excepcional diversidad bio
lógica, alberga a la segunda reserva forestal del país y
es la fuente de valiosos servicios ambientales para buena
parte del nortecentro de México. La región de la cuenca
alta del río Mezquital ha sido reconocida como mega
centro de diversidad vegetal por la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza (uicn) (GonzálezElizondo 1997). Su gran diversidad se aprecia en los tres
géneros de árboles dominantes fisonómicamente: los
pinos (Pinus), con 22 especies en la smo en Durango
(casi 20% del total mundial), encinos (Quercus) con 44 y
madroños (Arbutus) con siete especies (todas las conocidas para México) (González-Elizondo et al. 2012a, 2013a).
Muchas plantas de la smo han sido descritas en años
recientes, entre ellas un género (GonzálezElizondo et al.
2002) y más de 25 especies, incluyendo árboles grandes
y abundantes como Arbutus bicolor (GonzálezElizondo
et al. 2012a); lo anterior sugiere que otros organismos
desconocidos para la ciencia están todavía pendientes de
encontrar. El descubrimiento reciente de la segunda po
blación silvestre de pino azul (Pinus maximartinezii) por
González Elizondo et al. (2011) a casi cinco décadas de
su descripción por Rzedowski (1964), es otro indicador
de los grandes huecos en el conocimiento de la biodi
versidad de la smo.
Una regionalización de la Sierra Madre Occidental
basada en criterios fisiográficos, climáticos y florísticos
(GonzálezElizondo et al., 2012b, 2013b) reconoce tres
ecosistemas principales: zona templada fría (Madren
se, con dos subregiones), zona semiárida templada
(Madrense-xerófila) y zona cálida seca (Madrense-tropical) (cuadro 1). La región Tropical entra a la smo a tra
vés de la zona de quebradas y su vegetación se discute
en el siguiente capítulo. Adicionalmente, a nivel latitu
dinal se reconocen tres secciones de la smo: norte, cen
tro y sur. En Durango están representadas la centro y
una parte de la región sur, divididas por la gran cañada
del río Mezquital. Los tipos de vegetación se describen
con base en GonzálezElizondo et al. (2007, 2012b), modificados a su vez de Rzedowski (1978). Las especies más
características de la región de la Sierra se enlistan en
los apéndices de la sección de Diversidad de especies.
REGIÓN MADRENSE
Comprende las partes altas de la Sierra Madre Occiden
tal así como de sus ramales y sierras aisladas al oriente,
con climas templados y semifríos. Se subdivide en la
subregión Madrense propiamente dicha y en una fran
ja entre ésta y la zona Tropical, denominada subregión
Madrensetropical.
Subregión Madrense
Sus climas son templado subhúmedo (C(w1)) y semifrío
subhúmedo (C(E)(w)) con pequeñas áreas de clima se
mifrío húmedo (C(E)(m)). Temperaturas medias entre
8 y 16 °C y precipitación anual entre 600 y 1 400 mm.
Su vegetación predominante son bosques de coníferas,
bosques de pinoencino y bosques de encino.
Bosques de coníferas
Entre los 2 400 y 3 320 m de elevación, cubren unos
6 135 km2 (4.97% de la superficie de Durango) (figura 1).
Las coníferas cambian las hojas de manera gradual, por
lo que estos bosques permanecen verdes todo el año.
Incluyen a los dominados por especies de pino, así como
a los de pinabete (Pseudotsuga, Abies o Picea) y a los de
cedros (Cupressus y Juniperus).
González-Elizondo, M.S., M. González-Elizondo y L. Ruacho-González. 2017. Bosques templados y otras comunidades vegetales de la
región de la Sierra. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 217-232.
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218
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Regiones y tipos de vegetación de la Sierra Madre Occidental
Tipos de vegetación
Elevación
(msnm)
Tipos de clima
Región Madrense
Subregión Madrense
1 600-3 340
Bosque de coníferas
2 400-3 320
Bosque de pino-encino
2 000-3 200
Bosque de encino
2 000-2 900
Chaparral
2 300-3 000
Vegetación de claros en bosque
2 300-3 340
Comunidades de cimas de montañas
3 200-3 340
Subregión Madrense-tropical
1 000-2 400
Bosque de coníferas
1 000-2 400
Bosque de pino-encino
1 000 -2 400
Bosque de encino
1 000-2 300
Bosque mesófilo de montaña
1 160-2 350
Región Madrense-xerófila
1 800-2 500
Bosque bajo abierto
1 900-2 500
Chaparral
1 900-2 500
Matorral perennifolio
1 800-2 300
Región Tropical
130- 2 150
C(w₁), (C(E)(w), C(E)(m)
C(w2), (A)Cw
BS1k, C(w0)
A(w), (A)C(w), BS1(h’)
Fuente: González-Elizondo et al. 2012b.
a) Bosques de pino
Son los que ocupan mayor superficie y se adaptan a
mayor amplitud de condiciones ecológicas, desde los
2 400 a los 3 320 m (figuras 2 y 3). Un elemento acom
pañante común en estos bosques es el táscate o cedro
(Juniperus deppeana), así como la manzanita o pingüica
(Arctostaphylos pungens). Entre las principales comunidades de bosque de pino están las siguientes:
• Pino albacarrote, balcarrote, pino amarillo (Pinus
cooperi), se localiza sobre bajíos con suelo profundo
y partes bajas de laderas y es endémico a la smo.
• Pino prieto (Pinus leiophylla), también en bajíos y en
laderas de escasa pendiente.
• Pino blanco (Pinus arizonica), forma amplias masas
puras o se presenta asociado con P. teocote, P.
durangensis, P. engelmannii, Q. sideroxyla y Arbutus spp.
• Ocote, pino prieto (Pinus teocote), sobre laderas pedregosas con suelo pobre.
• Pino real, pino real de seis hojas (Pinus durangensis),
forma masas puras sobre laderas con escasa pen
diente y clima relativamente húmedo al iniciarse el
declive de la Sierra hacia el occidente.
• Bosques abiertos de pino real (P. engelmannii) o de
pino chino (P. chihuahuana), este último sobre todo
en laderas secas y rocosas, en los límites con bos
ques bajos abiertos en la vertiente oriental.
b) Bosques de pinabete
Destacan árboles de copa cónica de los géneros Abies,
Pseudotsuga y Picea. Estas son coníferas con mayores re
querimientos de humedad que los pinos. Pueden formar
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Diversidad de ecosistemas
Figura 1. Distribución de bosques de coníferas.
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220
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
masas puras o mezclarse con pinos y encinos. Se en
cuentran en manchones aislados, preferentemente en
cañadas y en laderas con exposición al norte entre
2 200 y 3 320 m de elevación, con temperaturas relati
vamente bajas y en ambientes protegidos de los vien
tos secos y de la insolación (figura 4).
Hay cahuites o tejamaniles (Abies durangensis) y/o
pinabetes o cahuites (Pseudotsuga menziesii y Picea
chihuahuana). Usualmente se combinan con pino cahuite
(Pinus strobiformis) y con Pinus durangensis, así como
con encinos, madroños (Arbutus bicolor, A. madrensis),
y otros árboles como Alnus y Cornus. En el estrato arbus
tivo hay madroño enano (Arbutus occidentalis), Ceanothus,
Ribes, Rubus y Vaccinium. Picea chihuahuana es una coní
fera de distribución geográfica muy restringida, endé
mica a la Sierra Madre Occidental; se conocen alrededor
de 25 poblaciones en cañadas húmedas en Chihuahua
y Durango entre 2 300 y 2 850 m.
Bosques de pino-encino
Los bosques de pinoencino (PinusQuercus) se presentan en ambientes muy diversos y por lo tanto están
representados por muy diversas asociaciones. La com
posición de árboles varía desde dos hasta nueve es
pecies (Márquez-Linares y González-Elizondo 1998;
MárquezLinares et al. 1999). Se encuentran desde los
2 000 a los 3 200 m de elevación y cubren unos 32 381
km2 (26.23% de la superficie del estado, incluyendo a
los de la subregión Madrense-tropical) (véase figura 5).
Algunos ejemplos de este tipo de comunidades son los
siguientes:
En climas semifríos sus componentes más comunes
son Pinus arizonica (figura 6), P. cooperi, P. durangensis,
P. engelmannii, P. leiophylla, P. strobiformis y/o P. teocote
con Quercus rugosa, Q. sideroxyla y/o Q. crassifolia. Como
elementos acompañantes están los cedros (Juniperus
deppeana) y los madroños (Arbutus arizonica, A. bicolor, A.
madrensis y A. tessellata). En condiciones de mayor humedad ambiental se presentan ailes o alisos (Alnus jorullensis
y A. acuminata), capulín (Prunus serotina), alamillo (Populus
tremuloides) y cahuites (Pseudotsuga y Abies).
En alrededores de bajíos y partes bajas de laderas
son comunes Pinus cooperi y/o Pinus leiophylla y/o Q.
sideroxyla con J. deppeana.
En sitios con suelo somero y fuerte afloramiento rocoso, intemperizado (llamados localmente “calichales”,
aunque su pH es ácido), son comunes las asociaciones
de pino triste (Pinus lumholtzii) con cucharillo o encino
roble (frecuentemente Quercus radiata, a veces Q. urbanii
y/o Q. rugosa) o con Q. jonesii. Entre los elementos arbus
tivos destacan la manzanita (A. pungens), el cedro chino
(Juniperus durangensis) y el madroñito (Comarostaphylis
polifolia).
Bosques de encino
Se caracterizan por la dominancia de encinos (Quercus)
y son sumamente variables dependiendo del tipo de
clima en que se desarrollan (figura 7). Crecen entre los
2 100 y los 2 900 m y cubren 7 468 km2 (6.05% de la
superficie, incluyendo a los de la subregión Madrensetropical), de preferencia sobre suelo profundo en bajíos,
cañadas y laderas con escasa pendiente. Predominan
el palo blanco (Quercus sideroxyla), el encino blanco
(Quercus laeta), y el palo colorado (Quercus durifolia),
este último en la vertiente oriental de la sierra, en áreas
con suelo profundo.
Chaparral
Son matorrales usualmente muy densos de arbustos de
hoja dura, como la manzanita o pingüica (Arctostaphylos
pungens) y el charrasquillo (Quercus depressipes), con
Garrya wrightii y otros arbustos que resisten vientos de
secantes e incendios de baja intensidad. Los chaparra
les pueden ser primarios o secundarios. Los primarios
ocurren sobre afloramientos rocosos intemperizados o
en laderas y collados con alta insolación. Los chaparrales
secundarios se desarrollan en sitios donde el bosque
ha sido eliminado o reducido, siendo con frecuencia
favorecidos por fuego o por desmontes.
Vegetación de claros en bosque
En valles intermontanos con suelo de drenaje deficien
te se presentan claros en el bosque, debido a que la alta
humedad edáfica impide el desarrollo de árboles. Estos
claros, en medio de bosques de pino o de pinoencino,
están cubiertos por comunidades de herbáceas. En sitios
que se encharcan durante varios meses del año se desa
rrolla vegetación de ciénega, donde son comunes espe
cies de Carex, Cyperus, Eleocharis, Eryngium, Equisetum,
Juncus, Luzula, Agrostis, Mimulus e Hydrocotyle, inclu
yendo endémicas de la smo.
Comunidades de cimas de montañas
En la smo no existen comunidades de vegetación alpina;
sin embargo, en las cimas de los picos más altos (cerro
Gordo, Barajas, Huehuento y otros), entre los 3 200 y
3 340 m de elevación ocurren comunidades herbáceas
bajas (plantas enanas de Sedum, Draba, Senecio, Poa,
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Diversidad de ecosistemas
Figura 2. Bosque de albacarrote (Pinus cooperi) con cedro
(Cupressus lusitanica) en cañada. Puentecillas.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Figura 3. Bosque de pino real de seis hojas (Pinus durangensis)
con cahuite o tejamanil (Abies durangensis) y aile (Alnus). Topia.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 4. Bosque de pinabete (Picea chihuahuana), cedro
(Cupressus lusitanica), cahuite o pinabete (Pseudotsuga menziesii)
y pino cahuite (Pinus strobiformis). Santa Bárbara.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 5. Distribución de bosques de pino-encino.
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Diversidad de ecosistemas
223
Bouteloua, Muhlenbergia) con líquenes y musgos, características de vegetación subalpina (GonzálezElizondo
et al. 2007; Ruacho-González et al. 2013). Un arbusto postrado (Juniperus blancoi var. huehuentensis) es endémico
de este tipo de comunidades de la smo. Protegidas entre
los arbustos hay herbáceas como Heuchera, Primula y
Saxifraga. Algunos árboles de pino llegan a alcanzar la
parte alta, pero en general estas cimas carecen de árbo
les debido al efecto de los vientos desecantes (figura 8).
Tanto los claros de bosque como los encontrados en
las cimas de las montañas más altas albergan una alta
proporción de endemismos.
Subregión Madrense-tropical
Se ubica en la parte alta del declive occidental de la smo,
en una amplia franja de transición con los bosques tro
picales. Tiene un clima templado subhúmedo (C(w2)),
el más húmedo de ese grupo, menos frío que en el
interior de la sierra y clima semicálido subhúmedo ((A)
C(w)), con temperaturas medias desde 12 a más de 18 °C
y precipitación anual entre 800 y 1 500 mm. Presenta
bosques de coníferas, bosques de pinoencino y bosque
mesófilo de montaña.
Bosques de coníferas
Los bosques de pino de la vertiente occidental pueden
encontrarse desde 1 000 hasta 2 400 msnm. Son comunes
Pinus oocarpa, P. devoniana, P. douglasiana, P. luzmariae,
P. lumholtzii, P. herrerae y P. maximinoi, con madroños
como Arbutus tessellata, A. madrensis y A. xalapensis. Hacia
sus límites inferiores estas comunidades se sustituyen
por bosques mixtos.
Bosques de pino-encino
Destacan Pinus devoniana (figura 9), P. douglasiana, P.
durangensis, P. herrerae, P. maximinoi y/o Pinus oocarpa
con Quercus candicans, Q. crassifolia, Q. obtusata, Q.
scytophylla, Q. splendens, Q. subspathulata y el encino
duraznillo (Q. viminea) (figuras 9 y 10). Pinus maximinoi
es abundante en laderas y cañadas, mientras que P.
herrerae es abundante en partes altas de las laderas y
en mesas. Hacia sitios más cálidos se presentan tam
bién Quercus gentryi y Q. viminea. Otros elementos comu
nes son el capulín (Prunus serotina), táscate (Juniperus
Figura 6. Bosque de Pinus arizonica-Quercus sideroxyla. San
Luis Villacorona.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
flaccida) y madroños (Arbutus tessellata y A. xalapensis).
Otras asociaciones incluyen a P. lumholtzii y P. luzmariae
con Q. jonesii o Q. resinosa y la rara comunidad de Pinus
maximartinezii con P. lumholtzii, Quercus resinosa y Q.
chihuahuana (figura 11).
Bosques de encino
En condiciones similares a donde se desarrollan los bos
ques de pinoencino, ocasionalmente Quercus candicans
o Q. splendens forman bosques altos de tipo mesófilo,
con epífitas. Hacia sitios más cálidos el encino duraz
nillo (Q. viminea) puede también comportarse como
dominante, mientras que en sitios secos y abiertos el
roble (Q. resinosa) forma comunidades bajas.
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224
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 7. Distribución de bosques de encino.
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Diversidad de ecosistemas
225
Figura 8. Vegetación subalpina: Sedum, Jaegeria, musgos y
líquenes en la cima del cerro El Huehuento.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 9. Bosque de Pinus-Quercus. Espinazo del Diablo.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 10. Bosque de Pinus devoniana con Quercus spp.,
Arbutus arizonica y A. tessellata. Cuesta Blanca, Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 11. Pinus maximartinezii con P. lumholtzii, Quercus
resinosa y Q. chihuahuana. La Muralla.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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226
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Bosque mesófilo de montaña
Se desarrolla entre los 1 160 y 2 350 m de elevación,
principalmente en cañadas y en laderas protegidas, en
sitios con alta humedad ambiental. Cubre unos 25 km2,
apenas 0.02% de la superficie del estado. Son comuni
dades muy ricas en diversidad y estructura, con varios
estratos, incluyendo trepadoras y epífitas (figura 12). Entre sus elementos característicos están Magnolia pacifica
subsp. tarahumara, Ostrya virginiana, Tilia americana var.
mexicana, Cedrela odorata, Styrax ramirezii, Lauráceas
(Persea liebmannii, P. podadenia, Nectandra, Litsea), en
cinos (Q. candicans, Quercus crassifolia, Q. castanea, Q.
rugosa, Q. scytophylla, Q. splendens), madroños (Arbutus
xalapensis), Garrya laurifolia, Cornus disciflora, C. excelsa,
Clethra, Prunus, Ilex, Cleyera integrifolia y a veces coníferas
como Pinus maximinoi, P. devoniana, P. douglasiana, P.
herrerae, P. strobiformis, P. durangensis y Abies guatemalensis.
REGIÓN MADRENSE-XERÓFILA
Ocupa el piedemonte oriental y ramales de la sierra al
oriente (en el mapa de ecorregiones equivale a la sub
región de piedemonte y sierras al oriente). Presenta
clima semiseco templado (BS1k) y el más seco de los
templados subhúmedos (C(w0)), con temperaturas me
dias entre 12 y 18 °C y precipitación anual entre 500 y
800 mm. La vegetación es de bosque bajo abierto, cha
parral y matorral perennifolio así como zonas de eco
tonía hacia los pastizales y matorrales xerófilos del
Altiplano. Algunos elementos de la región Madren
se-xerófila llegan también a la vertiente occidental de
la smo, a las partes semisecas justo encima del límite
superior del bosque tropical caducifolio.
Bosque bajo abierto
Son comunidades de árboles bajos y espaciados que no
corresponden a bosques en sentido estricto. Se encuen
tran entre los 1 900 y 2 500 m de elevación en la smo y
hasta los 2 800 m en sierras al oriente (como Promontorio
y Gamón). Cubre unos 6 963 km2 (5.64% de la superficie
del estado) (véase figura 13). Puede ser de pino-encino o
estar dominado por encinos.
Los árboles dominantes son pino piñonero (Pinus
cembroides) y diversas especies de Quercus: encinos
blancos como Q. chihuahuensis y Q. grisea y encinos colo
rados como Q. eduardii y Q. emoryi y el madroño Arbutus
arizonica. A veces también ocurre Pinus chihuahuana
y/o P. engelmannii. Entre los arbustos destacan la man
zanita (Arctostaphylos pungens) y el táscate (J. deppeana)
(véase figura 14).
Chaparral
Presenta la estructura y elementos del chaparral de la
región Madrense, a excepción de que en la región Ma
drense-xerófila los chaparrales son de tipo primario, determinados por la menor humedad ambiental (figuras 15 y 16).
Matorral perennifolio
Figura 12. Bosque mesófilo de montaña con Ostrya, Tilia,
Persea, Quercus, Pinus. El Indio.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Se desarrolla entre los 1 800 y 2 300 m, en transición
con bosque bajo abierto hacia zonas altas y con la franja
de pastizales y matorrales hacia zonas bajas. Son comu
nidades dominadas por táscates (Juniperus coahuilensis)
con frecuencia asociados con agritos (Rhus virens, R.
aromatica) así como con rosáceas arbustivas (Lindleya,
Malacomeles, Cercocarpus, Purshia y Vauquelinia).
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Diversidad de ecosistemas
Figura 13. Distribución del bosque bajo abierto.
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227
228
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 14. Bosque bajo abierto con Quercus eduardii, Q. grisea, Pinus chihuahuana y Arbutus arizonica; en primer plano Pinus
engelmannii. Río Tunal a la presa Guadalupe Victoria.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
En las zonas de transición hacia el matorral xerófilo,
Juniperus se asocia con Yucca, Mimosa, Acacia y Berberis
y con las herbáceas típicas del matorral y el pastizal
(González Elizondo et al. 2007, 2012b). Hacia la transi
ción con el bosque bajo abierto, el matorral perennifo
lio puede estar dominado por Juniperus deppeana var.
zacatecensis (figura 17).
SITUACIÓN ACTUAL DE
LOS ECOSISTEMAS DE LA SIERRA
Aunque en muchas áreas las prácticas de manejo son
sustentables, en otras no favorecen la persistencia del
bosque y sigue ocurriendo una acelerada fragmentación,
reducción en la densidad y aun deforestación (figura 18). En
sus partes bajas el bosque se está volviendo más abierto
y se va reemplazando por arbustos como Arctostaphylos
pungens en áreas templadas y Dodonaea viscosa en si
tios más cálidos (GonzálezElizondo et al. 1993; Casas
et al. 1995; Márquez-Linares y González-Elizondo 1998;
MárquezLinares et al. 2006; González-Elizondo et al.
2007, 2012b). Este deterioro está ligado a cambios de
uso del suelo, particularmente para ganadería o para
agricultura en sitios en donde ésta no es sustentable
(figura 19). La recomendación indirecta del uso del so
tobosque para actividades de ganadería extensiva, al
otorgarse autorizaciones para realizar dicha actividad,
causa enormes daños al bosque. Esto se debe a que el
pastoreo causa deterioro e interfiere con la recuperación
natural (el ganado muerde, pisotea y deteriora los renue
vos de árboles retardando o anulando su crecimiento)
y compacta el suelo impidiendo la regeneración de la
vegetación en general (HerreraArrieta y Pámanes
García 2007). Los efectos por el cambio de uso del suelo
se ven exacerbados por los del cambio climático, par
ticularmente la sequía (GonzálezElizondo et al. 2005,
2007). El estrés por menor disponibilidad de agua en
suelos erosionados o compactados a su vez favorece el
ataque de enfermedades y plagas como los insectos des
cortezadores (principalmente Dendroctonus spp.) que
causan mortalidad de arbolado.
Estudios en sitios permanentes (Wehenkel et al. 2011,
CorralRivas et al. 2012) buscan aportar información para
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Diversidad de ecosistemas
229
Figura 15. Chaparral de manzanita (Arctostaphylos pungens)
con Garrya wrightii. Sierra de Gamón.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 16. Chaparral de charrasquillo (Quercus depressipes) con
Megacorax gracielanus, género endémico a la Sierra de Coneto.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
mejorar los planes de manejo. Los apoyos de la Comi
sión Nacional Forestal (conafor) para pago de servi
cios ambientales (hidrológicos, captura de carbono y
conservación de la biodiversidad) y actividades alter
nativas como el ecoturismo, representan una alternati
va que busca facilitar la recuperación de los bosques
(figura 20).
compensa el daño causado al ecosistema y menos aún
los costos de su eventual restauración (HerreraArrieta
y Pámanes-García 2007). Es necesario mejorar y adaptar los métodos de manejo para mantener la riqueza y
el equilibrio de estos ecosistemas. Muchos ecosistemas
de la sierra están modificándose rápidamente debido a
cambios de uso del suelo y por efecto del cambio cli
mático. El conocimiento de los componentes y de la
dinámica de los ecosistemas es fundamental para pre
decir, prevenir y mitigar los impactos de tales cambios.
La ecorregionalización de la smo es una herramienta
para estudios y monitoreos, así como la mejor plani
ficación del manejo de los recursos naturales.
A pesar de su importancia, los ecosistemas de la
smo son todavía deficientemente conocidos desde el
punto de vista biológico y ecológico. Se siguen des
cubriendo nuevos registros, nuevas especies y aun
nuevos géneros de plantas en la región. Muchos de sus
tesoros biológicos están todavía por ser descubiertos
y se requieren estudios y exploraciones para encon
trarlos.
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
Los bosques templados y otras comunidades vegetales
de la sierra tienen una enorme importancia biológica
y económica, así como un gran valor ambiental, al ser
generadores de los servicios ecosistémicos de los que
dependen las poblaciones humanas de una amplia re
gión en Durango y estados aledaños. Es importante
explorar alternativas de aprovechamiento de estos bos
ques. La topografía y los suelos someros de la sierra no
favorecen las actividades agrícolas ni pecuarias. Urge
regular la actividad ganadera. El recurso boscoso de
Durango, tan importante ecológica y económicamente,
se ve afectado por el pastoreo, cuya productividad no
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230
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 17. Matorral de Juniperus deppeana var. zacatecensis; al fondo bosque bajo abierto de Pinus cembroides
y Quercus grisea. Súchil.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 18. Fragmentación y deforestación. Vista desde Espinazo del Diablo.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
Figura 19. Pastoreo. Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 20. Bosque de Quercus y Juniperus en la vertiente norte del cerro Papantón, Súchil.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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231
232
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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233
Diversidad de ecosistemas
Bosques tropicale�
de la región de
las Quebradas
Irma Lorena López Enríquez • Lizeth Ruacho González, Jorge Alberto Tena Flores • David Ramírez Noya
INTRODUCCIÓN
La región de las Quebradas se localiza en el extremo
occidental y sur del estado, sobre la vertiente occidental
de la Sierra Madre Occidental (smo), donde las corrien
tes que descienden al océano Pacífico han cavado pro
fundas cañadas o quebradas que en algunos sitios tienen
más de 1 800 m de profundidad. Destacan las de los ríos
Humaya, Tamazula, San Lorenzo, Piaxtla, Presidio y Baluarte (en Durango y Sinaloa); Acaponeta y Mezquital
(Durango y Nayarit); y Jesús María o Santiago, Bolaños,
Huaynamota y Juchipila (Durango, Zacatecas, Jalisco y
Nayarit). El río Mezquital es el único que nace del lado
oriental de la sierra y desemboca hacia el Pacífico,
atravesando por completo la sierra entre el sur de Du
rango y el norte de Nayarit, lo que permite la entrada de
elementos de origen tropical hacia el oriente (figura 1).
Las elevaciones fluctúan entre 130 y 2 150 msnm. El
substrato es de origen volcánico y los climas son cáli
do subhúmedo (A(w)), semicálido subhúmedo ((A)C(w))
y semiseco cálido y muy cálido (BS1(h’)), con régimen de
lluvias de verano, temperaturas medias de 22 a 26 °C
y precipitación de 600 a 1 300 mm. La vegetación está
compuesta por elementos de afinidad tropical (cuadro 1),
muchos de los cuales se distribuyen hasta el sur de
México y Centroamérica, y algunos llegan hasta las
partes cálidas de Sudamérica. Destacan los bosques tro
picales de clima seco, matorrales subtropicales y co
munidades secundarias derivadas del bosque tropical,
así como manchones de bosque espinoso en las partes
más bajas, ya en la planicie costera. Para Durango, la
vegetación de origen tropical se conoce de Tamazula,
Topia, Canelas, Otáez, Tepehuanes, Santiago Papasquia
ro, San Dimas, Pueblo Nuevo y Mezquital, así como de
pequeñas zonas de Durango, Nombre de Dios y Súchil.
La descripción de los tipos de vegetación se adapta de
GonzálezElizondo y colaboradores (2007, 2012).
BOSQUE TROPICAL SUBCADUCIFOLIO
Se desarrolla entre los 400 y los 1 200 m de elevación, en
clima cálido subhúmedo A(w) con temperaturas entre 23
y 26 ºC y precipitación pluvial anual de 900 a 1 300 mm,
con cinco a seis meses secos, libre de heladas. Forma
manchones aislados en medio de bosque tropical ca
ducifolio pero en sitios más húmedos y sombreados que
éste, como cañadas y laderas húmedas, orilla de arro
yos permanentes y en lugares casi planos en las már
genes de ríos. Su superficie es difícil de cuantificar
debido a su distribución discontinua, pero se estima en
unos 62 km² (apenas 0.05% de la superficie del estado).
La cotecoca (1979) había estimado su cobertura en cuatro veces más. Dado que este tipo de comunidades se
desarrolla también en terrenos planos con suelos pro
fundos a lo largo de corrientes de agua, un tipo de hábi
tat propicio para la agricultura, es probable que buena
parte del área que anteriormente ocupaba el bosque
tropical subcaducifolio se encuentre en la actualidad
desmontada o muy alterada (GonzálezElizondo et al.
2007).
Son bosques densos en los que la mitad o más de los
árboles tienen hojas durante todo el año. Generalmente
presenta dos estratos de entre 15 y 30 m de alto. Hay
chalates, salates o tescalames (Ficus spp.), chupote, cóngora o pochote (Ceiba aesculifolia), palo mulato (Bursera
gpo. simaruba), cedro (Cedrela odorata), cocha o tapaco
(Stemmadenia tomentosa), guamúchil (Pithecellobium dulce)
y ramón (Brosimum alicastrum). En el estrato bajo destacan la romaría, rosa amarilla o tecomasochi (Cochlospermum
vitifolium), tapa la iguana (Agonandra racemosa), arrayancillo (Eugenia sp.), cepillo (Combretum farinosum),
Cupania dentata, arrayán (Psidium sartorianum), haba
(Hura polyandra), chapote, jovin, zapote (Casimiroa edulis),
los arbustos urticantes tachinol o tachinole (Urera spp.),
garabato o vainoro (Celtis iguanaea), Tournefortia sp. y
Thouinidium decandrum. Otros elementos son el chirimo
yo (Annona sp.), Guarea glabra, amapa morada, amapa
rosa (Tabebuia palmeri), Enterolobium cyclocarpum y
Lonchocarpus sp. (figura 2). El estrato herbáceo es pobre
debido a la densa cubierta del dosel, pero hay lianas y
bejucos como Smilax moranensis, Chiococca alba, Pisonia
aculeata, Serjania sp. e Iresine spp.
López-Enríquez, I.L., L. Ruacho-González, J.A. Tena-Flores y D. Ramírez-Noya. 2017. Bosques tropicales de la región de las
Quebradas. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 233-248.
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234
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Distribución de los bosques tropicales.
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235
Diversidad de ecosistemas
Cuadro 1. Especies características de bosques tropicales y matorral subtropical
Tipo
Árboles
Nombre común
Nombre científico
Autores
Camichin, chalate, tecombalate
Baklya, chalate, chalate va’vc hilya,
salate
Higuera
Higuera
Camichin
Higuera, tescalama, tescalame,
texcalame
Chupote, cóngora, pochote
Ficus cotinifolia
Kunth in H.B.K.
Ficus crocata
(Miq.) Miq.
Ficus insipida
Ficus maxima
Ficus membranacea
Ficus pertusa
Willd.
Mill.
C. Wright
L. f.
Ficus petiolaris
Kunth in H.B.K.
Ceiba aesculifolia
Copal
Bursera copallifera
Copal chino
Palo mulato
Palo blanco, palo mulato, jauica,
papelillo
Jauica, chutama
Palo mulato
Palo mulato, papelillo
Copalillo, agrito
Paguai (Tepehuano)
Copal
Cedro
Berraco o tapaco, cocha, tapaco
Guamúchil
Ramón
Romaría, rosa amarilla, tecomasochi,
higuerilla, rosa marcía
Tapa la iguana
Arrayancillo
Arrayán
Haba
Zapote, chapote, jovin
Bursera excelsa
Bursera excelsa var. favonialis
(Kunth) Britten & Baker
(Sessé & Moc. ex DC.)
Bullock
(Kunth in H.B.K.) Engl.
McVaugh & Rzed.
Bursera fagaroides
(Kunth in H.B.K.) Engl.
Bursera fagaroides var. elongata
Bursera fragilis
Bursera grandifolia
Bursera multijuga
Bursera palmeri
Bursera penicillata
Bursera roseana
Bursera schlechtendalii
Bursera stenophylla
Cedrela dicolor
Cedrela odorata
Stemmadenia tomentosa
Pithecellobium dulce
Brosimum alicastrum
McVaugh & Rzed.
S. Watson
(Schltdl.) Engl.
Engl.
S. Watson
(Sessé & Moc.) Engl.
Rzed., Calderón et Medina
Engl.
Sprague & L. Riley
S.F. Blake
L.
Greenm.
(Roxb.) Benth.
Sw.
Cochlospermum vitifolium
(Willd.) Spreng.
Agonandra racemosa
Eugenia fragrans
Cupania dentata
Psidium sartorianum
Hura polyandra
Casimiroa edulis
(DC.) Standl.
(Sw.) Willd.
DC.
(Berg) Nied.
Baill.
La Llave & Lex.
-
Thouinidium decandrum
(Humb. & Bonpl.) Radlk.
Chirimoc, chirimoyo
Amapa amarilla, amapa, tamarindo
Amapa, amapa morada, amapa rosa
-
Annona cherimola
Guarea glabra
Tabebuia chrysantha
Tabebuia palmeri
Enterolobium cyclocarpum
Mill.
Vahl
(Jacq.) G. Nicholson
Rose
(Jacq.) Griseb.
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236
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Continuación
Tipo
Nombre común
Palo mosca
Beco
Vara blanca
Huizache, binorama
Espino, huizache tepame
Árboles
Palo blanco
Palo bobo
Palo bobo
Tepehuaje
Mauto, tepemezquite
Palo del diablo, palo de judas
Sacalasúchil
Clavellina, cuajilote, clavellín
Palo malo, hechicero
Palo amargo
Palo lechoso, palo malo, tempisque
Ayal, guaje cirial, bule cirial
Navío
Cuahalala
Caidizo, sarcillo
Tachinole
Guaisillo
Caobilla
Zorrillo
Güencho
Copalchile, palo copache, copalquín,
palo amargo
Cuero de indio, tanibo
Vara blanca
Encino prieto, bellota, encino chino o
encino beyota
Encino blanco
Encino roble
Encino blanco, palo blanco
Encino
Encino blanco
Encino
Guácima
Chinchilla, pirulillo
Palo santo
Nombre científico
Lonchocarpus hermannii
Lonchocarpus lanceolatus
Lonchocarpus sinaloensis
Lonchocarpus sp.
Acacia farnesiana
Acacia pennatula subsp.
pennatula
Ipomoea arborescens
Ipomoea chilopsidis
Ipomoea murucoides
Lysiloma acapulcense
Lysiloma divaricatum
Bocconia arborea
Plumeria rubra
Pseudobombax palmeri
Sapium appendiculatum
Sapium pedicellatum
Sebastiania cornuta
Crescentia alata
Conzattia sericea
Amphipterygium adstringens
Thouinidium decandrum
Alvaradoa amorphoides
Myriocarpa longipes
Leucaena lanceolata
Swietenia humilis
Senna atomaria
Sideroxylon persimile subsp.
persimile
Autores
M. Sousa
Benth.
(Gentry) F.J. Herm.
(L.) Willd.
(Schltdl. & Cham.) Benth.
(Kunth in H.B.K.) G. Don
Standl.
Roem. & Schult.
(Kunth) Benth.
(Jacq.) J.F. Macbr.
S. Watson
L.
(S. Watson) Dugand
(Müll. Arg.) Pax & Hoffm.
Huber
McVaugh
Kunth in H.B.K.
Standl.
(Schltdl.) Standl.
(Humb. & Bonpl.) Radlk.
Liebm.
Liebm.
S. Watson
Zucc.
(L.) H.S. Irwin & Barneby
(Hemsl.) T.D. Penn.
Aralia humilis
Wimmeria confusa
Heliocarpus terebinthinaceus
(Sessé & Moc. ex DC.)
Bullock
Cav.
Hemsl.
(DC.) Hochr.
Quercus albocincta
Trel.
Quercus chihuahuensis
Quercus jonesii
Quercus laeta
Quercus magnoliifolia
Quercus subspathulata
Quercus resinosa
Guazuma ulmifolia
Zanthoxylum fagara
Caesalpinia cacalaco
Gyrocarpus jatrophifolius
Trel.
Trel.
Liebm.
Née
Trel.
Liebm.
Lam.
(L.) Sarg.
Humb. & Bonpl.
Domin
Hintonia latiflora
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237
Diversidad de ecosistemas
Cuadro 1. Continuación
Tipo
Arbustos
Nombre común
Tachinole
Tachinol
Mala mujer, quemadora
Mantecoso
Vainoro, garabato
Manitas o dedos
Guais, rayadillo negro, guisillo
Confeti negro , confite prieto, confite
Confeti, pegajosa
Papache
Bocuoso
Hierba del zorrillo
Hierba de la chuparrosa, chuparrosa
Candelilla
Hierba de la trucha
Ocotillo, chicharroncillo
Sangregrado, sangre de drago
Varaduz, pie de venado, varadulce
Víbora
Negrito
Negrito, margarita
Orégano, hierba de la mula
Orégano
Chile quipín
Hierba de la punzada, flor de la pulga,
lucernilla
Ocholillo
Vara blanca
Colcho, chinchillo
Nombre científico
Autores
Urera baccifera
Urera corallina
Urera aff. verrucosa
Celtis caudata
Celtis iguanaea
Tournefortia hartwegiana
Tournefortia volubilis
Sapindus saponaria
Ardisia revoluta
Acaciella angustissima
Lantana camara
Lantana hirta
Randia echinocarpa
Randia tetracantha
Petiveria alliacea
Justicia candicans
Bernardia mexicana
Euphorbia ariensis
Euphorbia colletioides
Euphorbia cymosa
Croton ciliatoglandulifer
Croton flavescens
Ditaxis guatemalensis
Jatropha cordata
Jatropha dioica
Manihot rhomboidea subsp.
microcarpa
Eysenhardtia polystachya
Marina crenulata var. crenulata
Mimosa candollei
Colubrina greggii
Colubrina triflora
Karwinskia humboldtiana
Karwinskia rzedowskii
Lippia cardiostegia
Lippia graveolens
Capsicum annuum
(L.) Gaudich.
(Liebm.) Wedd.
(Liebm.) V.W. Steinm.
Planch.
(Jacq.) Sarg.
Steud.
L.
L.
Kunth in H.B.K.
(Mill.) Britton & Rose
L.
Graham
Moc. & Sessé
(Cav.) DC.
L.
(Nees) L.D. Benson
(Hook. & Arn.) Müll. Arg.
Kunth in H.B.K.
Benth.
Poir.
Ortega
Greenm.
(Müll. Arg.) Pax & Hoffm.
(Ortega) Müll. Arg.
Cerv.
(Muell. Arg.) D.J. Rogers &
Appan
(Ortega) Sarg.
(Hook. & Arn.) Barneby
R. Grether
S. Watson
Brongn. ex Swet
(Schult.) Zucc.
Fernández
Benth.
Kunth in H.B.K.
L.
Galphimia glauca
Cav.
Galphimia floribunda
Montanoa leucantha
Coursetia glandulosa
Coursetia mollis
Diphysa racemosa
Diphysa suberosa
C.E. Anderson
(Lag. & Segura) S.F. Blake
A. Gray
B.L. Rob. & Greenm.
Rose
S. Watson
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238
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Continuación
Tipo
Nombre común
Sacamanteca
Colorín
Vinolo, huizache
Huizachillo
Ocotillo
-
Arbustos
Rosetifolias
Otras
Autores
B.L. Rob.
(Jacq.) Kunth in H.B.K.
Fernald
Kearney
Humb. & Bonpl. ex Willd.
L.D. Benson
L.
I.M. Johnst.
Engelm.
I.M. Johnst.
L.
Jarilla, matagusano
Garambullo
Cardón, pitayo
Pitayo barbón, pitajaya
Pilosocereus alensis
Pitayo
Nopal
Chacaleño, espadín, tepemete
Maguey, maguey cenizo
Amole, lechuguilla
Sotol
Cepillo
Stenocereus montanus
Stenocereus queretaroensis
Stenocereus thurberi
Opuntia sp.
Agave angustifolia
Agave durangensis
Agave vilmoriniana
Dasylirion durangense
Bromelia pinguin
Smilax moranensis
Chiococca alba
Pisonia aculeata
Serjania mexicana
Serjania schiedeana
Combretum farinosum
-
Iresine diffusa
Humb. & Bonpl. ex Willd.
Gallitos
Tillandsia recurvata
(L.) L.
-
Turbina corymbosa
(L.) Rafinesque
-
Hippocratea celastroides
Kunth in H.B.K.
Bulito del Santo Niño
Lagenaria siceraria
(Molina) Standl.
Barbas de chivo
Clematis drummondii
Torr. & A. Gray
-
Cocculus diversifolius
DC.
-
Marsdenia coulteri
Hemsl.
-
Nissolia microptera
Ipomoea bracteata
Poir.
Cav.
San Juan
Crasicaules
Nombre científico
Buddleja wrightii
Cordia globosa
Solanum madrense
Erythrina flabelliformis
Acacia cochliacantha
Acacia constricta var. vernicosa
Melochia tomentosa
Cercidium macrum
Fouquieria splendens
Cercidium macrum
Trichilia hirta
Jacquinia macrocarpa subsp.
pungens
Dodonaea viscosa
Myrtillocactus geometrizans
Nopalea karwinskiana
Pachycereus pecten-aboriginum
(A. Gray) Stahl
Jacq.
(Mart. ex Pfeiff.) Console
(Salm-Dyck) K. Schum
(Engelm.) Britton & Rose
(F.A.C. Weber) Byles & G.D.
Rowley
(Britton & Rose) Buxb.
(F.A.C. Weber) Buxb.
(Engelm.) Buxb.
Haw.
Gentry
A. Berger
Trel.
L.
M. Martens & Galeotti
(L.) Hitchc.
L.
(L.) Willd.
Schltdl.
Kunth in H.B.K.
Fuente: González-Elizondo et al. 2007.
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Diversidad de ecosistemas
Este tipo de comunidades son también llamadas sel
vas. El bosque tropical subcaducifolio fue registrado
para Durango como selva mediana subcaducifolia por
cotecoca (1979) y detenal (1978-1979). Anteriormente,
en algunas clasificaciones se llamaba bosques a las co
munidades de árboles de origen boreal (del norte, de
regiones templadas y frías) y selvas a las de origen meridional (del sur, de la parte tropical); sin embargo, ambos
representan bosques.
BOSQUE TROPICAL CADUCIFOLIO (btc)
Se desarrolla entre los 190 y los 2 150 m de elevación,
en clima cálido semiseco A(w) y semiseco cálido y muy
cálido (BS1(h’)), con temperatura media mayor de 23 ºC
y precipitación pluvial anual de 700 a 1 200 mm, con
seis a nueve meses secos. Se desarrolla sobre lomeríos
y laderas escarpadas con suelos someros, por lo general
pedregosos y de drenaje rápido. Cubre unos 4 975 km²
(4% de la superficie del estado).
Son comunidades bajas o medianas (4 a 15 m), por
lo general abiertas. Su estructura es irregular, con uno
o dos estratos de árboles además de un estrato arbus
tivo y otro herbáceo que en algunos sitios están poco
desarrollados (figuras 3 y 4). Las trepadoras son esca
sas, lo mismo que las epífitas vasculares, exceptuando
algunas especies de Tillandsia, aunque en sitios con ma
yor humedad ambiental se da la presencia de lianas o
bejucos. La flora general de este tipo de vegetación en
México está dominada por leguminosas, seguidas por
compuestas, gramíneas y malváceas (Rzedowski y Cal
derón de Rzedowski 2013).
Son bosques caducifolios, es decir, pierden las hojas
durante una parte del año y en la época seca presentan
un aspecto en el que no se reconoce su afinidad tropi
cal (figura 5). Este es el tipo de vegetación en que es
más drástica la diferencia entre la faceta verde y exu
berante de la temporada de lluvias y la gris y desolada
de la época seca (Rzedowski y Calderón de Rzedowski
2013) (figuras 6 y 7). Varían mucho en su composición
florística, fisonomía y afinidades ecológicas, dependiendo
de su ubicación. Las que se desarrollan a menor eleva
ción (en Tamazula) son llamadas “monte mojino” y en
ellas destacan elementos secundarios.
La distribución de la lluvia a lo largo del año tiene
más importancia para la vegetación que la cantidad de
lluvia que se recibe al año (Rzedowski 1978). En el caso
del bosque tropical caducifolio, los bosques que están
en áreas con temporada seca muy larga están domina
dos por árboles espinosos (principalmente leguminosas)
239
que permanecen sin hojas por varios meses, además de
presentar cactáceas columnares.
Entre los principales árboles en este tipo de bosques
están los mautos y tepehuajes (Lysiloma spp.), copales y
copalillos (Bursera excelsa, B. collina, B. palmeri y otras),
papelillos (Bursera multijuga, B. fagaroides y otras), saca
lasúchil (Plumeria rubra), chupote o pochote (Ceiba aescu
lifolia), Nopalea karwinskiana, cactáceas columnares como
Stenocereus thurberi, cardón o pitayo (Pachycereus pecten
aboriginum), Pilosocereus sp. y pitayos (Stenocereus spp.),
huizache tepame (Acacia pennatula), huizache (Acacia
farnesiana), amapas (Tabebuia spp.), Pithecellobium spp.,
cuajilote o claveyina (Pseudobombax palmeri), hechicero o
palo malo (Sapium spp.), palo lechoso, palo malo o tem
pisque (Sebastiania cornuta), ayal o guaje cirial (Crescentia
alata), Sapindus saponaria, Enterolobium cyclocarpum,
haba (Hura polyandra), navío (Conzattia sericea), cepillo
(Combretum farinosum), Amphipterygium adstringens,
Thouinidium decandrum, Alvaradoa amorphoides, tachinole
(Myriocarpa longipes) y Leucaena lanceolata. En los límites
del btc con los bosques de pino y encino se presenta
también la higuerilla o palo de judas (Bocconia arborea).
Hacia sus límites inferiores de elevación son abundan
tes la amapa amarilla (Tabebuia chrysantha), amapa rosa
(T. palmeri), caobilla (Swietenia humilis), Enterolobium
cyclocarpum y Senna atomaria (figura 8).
A orilla de arroyos y en cañadas el bosque es más
alto y denso, e incluye algunos elementos del bosque
tropical subcaducifolio como chalates o tescalames (Ficus
spp.), Brosimum alicastrum, palo mulato (Bursera grupo
simaruba), guamúchil (Pithecellobium dulce), guayabos o
arrayanes (Psidium sartorianum), güencho (Sideroxylon
persimile), cedro (Cedrela odorata), Ardisia revoluta, vara
blanca (Lonchocarpus), Annona sp., Stemmadenia sp. y
Hura polyandra.
Entre los arbustos y subarbustos se cuentan el guais
(Acaciella angustissima), confeti negro, confite (Lantana
camara), confeti (L. hirta), papache (Randia echinocarpa
y R. tetracantha), Petiveria alliacea, Justicia candicans,
Bernardia mexicana, Euphorbia ariensis, E. colletioides, E.
cymosa, Croton ciliato-glandulifer, C. flavescens, Dytaxis
guatemalensis, Jatropha cordata, Manhiot spp., Eysenhardtia
sp., Marina crenulata, Mimosa candollei, Colubrina spp.,
Karwinskia humboldtiana, K. rzedowskii (éste puede de
sarrollarse también como árbol), Lippia cardiostegia,
orégano (L. graveolens), chile piquín (Capsicum annuum),
Galphimia glauca, Montanoa leucantha, Coursetia spp.,
Diphysa (hay especies arbustivas y arbóreas), Buddleja
spp., Cordia globosa y Solanum madrense.
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240
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 2. Bosque tropical subcaducifolio en Tamazula.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 3. Bosque tropical caducifolio con espino o huizache tepame (Acacia pennatula), papelillo (Bursera multijuga, tallo rojo),
higuera o tescalama (Ficus petiolaris, tallo amarillo), palo bobo (Ipomoea chilopsidis), garambullo (Myrtillocactus geometrizans).
Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
241
Figura 4. Bosque tropical caducifolio con mauto y tepehuaje (Lysiloma spp.), copales (Bursera spp.) y palo del diablo (Bocconia
arborea). Arroyo La Escalera, Topia.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 5. Bosque tropical caducifolio en la época seca. El Barco, Tamazula.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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242
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 6. Bosque tropical caducifolio en época seca (abril). La Joya, Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 7. Bosque tropical caducifolio en época de lluvias (septiembre). La Joya, Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
Una comunidad con palo blanco (Ipomoea arborescens),
tapaco (Stemmadenia tomentosa) y chirimoyo (Annona
cherimola), con enredaderas como Iresine y Turbina, se
conoce en las quebradas de Topia, entre 1 200 y 1 300 m
de elevación. En partes bajas de San Dimas se combinan
el palo bobo (Ipomoea murucoides), palo malo (Sapium
appendiculatum), pitayo (Stenocereus sp.), vainoro (Celtis
iguanea) y colorín (Erythrina flabelliformis). Otra asocia
ción en la misma región es la de mautos o tepehuajes
(Lysiloma spp.), Acacia cochliacantha, Ceiba aesculifolia,
Ipomoea murucoides y copalquín (Hintonia latiflora).
Hacia su límite superior de elevación, hasta 2 160
msnm (entre Mezquital y Temoaya), destacan Bursera
multijuga, B. palmeri e Ipomoea murucoides, acompañados
por Erythrina flabelliformis, Aralia humilis y Melochia
tomentosa. En Otáez y al sur de Mezquital se presentan
asociaciones de vara blanca (Wimmeria confusa) con
Acacia cochliacantha, Bursera excelsa, Lysiloma divaricatum,
Ficus cotinifolia y cactáceas columnares en el primer
caso, y con Acacia, Bursera y Heliocarpus en el segundo.
En sitios más secos, hacia la parte sur del estado, el
palo bobo (Ipomoea murucoides) se asocia con huizache
tepame (Acacia pennatula), huizache (Acacia farnesiana),
Acaciella angustissima, Eysenhardtia polystachya y cac
táceas arborescentes como el garambullo (Myrtillocactus
geometrizans), pitayos (Stenocereus) y Pachycereus, así
como lechuguilla (Agave vilmoriniana) y espadín o te
pemete (Agave angustifolia). También en Mezquital se
asocian Acacia pennatula, Ipomoea murucoides y Bursera,
acompañados de orégano (Lippia graveolens), Agave,
Opuntia, Dasylirion y gramíneas, formando comunida
des que se asemejan más al matorral subtropical.
MATORRAL SUBTROPICAL
Este tipo de vegetación se presenta en ambientes de tipo
intermedio entre el bosque tropical caducifolio y los
matorrales xerófilos. Crece entre los 1 200 y 2 000 msnm,
sobre lomeríos y laderas con suelo intemperizado en
clima semiseco cálido y muy cálido (BS1(h’)) con tem
porada seca de seis a nueve meses. Cubre poco más de
530 km2 (0.43%). Puede ser de tipo primario, aunque históricamente derivado del bosque tropical caducifolio,
o secundario y derivado de disturbio antropogénico a
partir de ese mismo tipo de vegetación.
Son matorrales caducifolios con algunos árboles ba
jos y muy espaciados. Los árboles pueden ser inermes
(sin espinas) como los palos bobos (Ipomoea chilopsidis
e I. murucoides), los papelillos (Bursera) y la vara dulce
(Eysenhardtia polystachya), o espinosos como el huizache
243
tepame (Acacia pennatula) y el palo verde (Cercidium).
Algunas asociaciones de Matorral subtropical en
Mezquital son: a) Ipomoea murucoides con orégano
(Lippia graveolens), Fouquieria, vara dulce (Eysenhardtia
polystachya) y Agave durangensis; b) Acacia pennatula,
Ipomoea murucoides y Bursera con orégano, Agave,
Opuntia, Dasylirion y gramíneas; c) Acacia farnesiana y
Cercidium con elementos de matorral xerófilo como
Fouquieria splendens, Jatropha dioica y Myrtillocactus
geometrizans (figuras 9 y 10). De esta última asociación
se conoce Agave pintilla, una especie endémica al ma
torral subtropical de Mezquital (GonzálezElizondo et
al. 2011). En Canelas, entre 1 500 y 1 600 msnm se presenta un matorral subtropical con elementos del bos
que de encino adyacente, con escasos Quercus magnolifolia
y Q. subspathulata.
Hacia el interior del estado, sobre las partes bajas
adyacentes al río Mezquital, los componentes del bos
que tropical caducifolio se van diluyendo entre los ele
mentos del matorral xerófilo, formando asociaciones
intermedias entre ambos tipos de vegetación, donde el
palo bobo (Ipomoea spp.), el huizache tepame (Acacia
pennatula), colorín (Erythrina) y especies de Bursera
(principalmente B. fagaroides, B. excelsa, B. multijuga o
B. palmeri), se presentan como elementos aislados
junto con Acacia neovernicosa, Opuntia sp., Fouquieria
splendens y otras (figura 11).
BOSQUE ESPINOSO
Es el tipo de vegetación que cubre las partes más bajas
del estado. Se desarrolla en la planicie costera del Pa
cífico entre los 130 y 410 msnm, donde la región de las
Quebradas se abre en terrenos planos aluviales, así como
en lomeríos con escasa pendiente, sobre suelos profun
dos. El clima es cálido subhúmedo (A(w)), con tempe
ratura media anual entre 22 y 26 °C y precipitación
pluvial entre 1 100 y 1 200 mm, con temporada seca de
seis a ocho meses. Se conoce para el municipio de Ta
mazula, en alrededor de 25 km², solamente 0.02% de la
superficie del estado.
Son bosques bajos, de menos de 10 m de alto, rara
mente hasta 15 m, constituidos por árboles y arbustos
espinosos y caducifolios. Destacan el huizache o vino
rama (Acacia farnesiana), vinolo (Acacia cochliacantha),
Acacia pennatula, los mautos o tepehuajes (Lysiloma spp.),
Hippocratea sp., guamúchil (Pithecellobium dulce), guá
cima (Guazuma ulmifolia), Cochlospermum vitifolium,
Enterolobium cyclocarpum, Zanthoxylum spp., Senna
atomaria, Caesalpinia cacalaco, Cercidium spp., Lonchocarpus
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244
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 8. Bosque tropical caducifolio en sus límites inferiores de distribución. Tamazula. Destacan las flores de la amapa rosa
(Tabebuia palmeri).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 9. Matorral subtropical con Ipomoea murucoides, Fouquieria splendens y Agave durangensis. Acatita, Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
245
Figura 10. Matorral subtropical con Acacia farnesiana, A. pennatula, Prosopis laevigata, Agave vilmoriniana y Myrtillocactus
geometrizans. Acatita, Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 11. Comunidad intermedia entre Matorral subtropical y Matorral xerófilo, con Acacia neovernicosa, Fouquieria splendens,
Prosopis laevigata, Ipomoea murucoides, Agave durangensis y A. vilmoriniana. Acatita, Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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246
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
lanceolatus, así como amapa amarilla (Tabebuia chrysantha),
amapa rosa (T. palmeri), sacalasúchil (Plumeria rubra),
Sapium sp., cedro (Cedrela odorata), escasos Gyrocarpus
jatrophifolius y cactáceas como Nopalea karwinskiana y
Stenocereus sp.
Algunos arbustos son: Galphimia floribunda, de flores
amarillas, Trichilia sp., San Juan (Jacquinia macrocarpa
subsp. pungens), Senna spp. Buddleja wrightii, Lantana
camara, Colubrina sp., Cordia spp. y Karwinskia sp. Entre
las trepadoras y bejucos están el bulito del Santo Niño
(Lagenaria siceraria), Pisonia aculeata, cepillo (Combretum
farinosum), Iresine spp., Clematis drumondii, Cocculus
diversifolius, Marsdenia coulteri y Nissolia sp. En sitios
húmedos se desarrolla la trepadora Ipomoea bracteata
y en sitios abiertos la rosetifolia Bromelia pinguin, que
forma colonias.
Los elementos de bosque espinoso se mezclan muy
gradualmente con los del bosque tropical caducifolio,
lo que hace difícil delimitar la frontera entre ambos
tipos de vegetación. Comunidades secundarias deriva
das de bosque espinoso se conocen como monte vinolo.
En ellas es dominante Acacia cochliacantha. Son comu
nes en partes bajas y planas en Tamazula (figuras 12 y
13). Debido a que este tipo de vegetación ocupa áreas
planas o con escasa pendiente y suelos profundos más
o menos ricos en materia orgánica, mucha de la super
ficie que ocupaba originalmente ha sido convertida a
terrenos agrícolas.
BOSQUE DE ENCINO Y DE ENCINO-PINO
Los encinares y bosques de pinoencino de las partes ba
jas de la región de las quebradas (340 a 1 400 msnm) for
man pequeñas poblaciones, localizadas por lo general
sobre partes altas adyacentes al bosque tropical caducifo
lio. Su composición de especies herbáceas presenta afi
nidades con las de este último. Difieren de los bosques
de encino y de pinoencino de clima templado y semi
frío, en muchos aspectos de su composición y estructura.
Los de las quebradas son encinares de talla baja y
hoja decidua. Entre las especies de encinos y robles
(Quercus) que los componen destacan Quercus albocincta,
Q. magnoliifolia y Q. resinosa. Varios de los elementos del
bosque tropical caducifolio pueden estar presentes, en
tre los cuales están: Tabebuia palmeri, Acacia pennatula,
Lysiloma spp., Ipomoea arborescens, Bursera spp. y
Bocconia spp. Quercus albocincta es el encino que se de
sarrolla a menores elevaciones en Durango, alcanzando
sitios tan bajos como los 340 m en Tamazula, formando manchones en cimas de cerritos y laderas hacia el
norte, con frecuencia acompañado por árboles tropica
les como la amapa (Tabebuia palmeri) (figura 14). A par
tir de los 1 150 msnm se encuentran también Q. jonesii
y Q. laeta, ya sea en encinares puros o en bosques mix
tos con pino y encino. En sitios abiertos y secos se lo
caliza un encino blanco (Quercus chihuahuensis). Estas
comunidades se encuentran en sitios de suelos ricos en
materia orgánica y con mucha hojarasca, usados por lo
general para ganadería así como para extracción de
leña.
MATORRAL DE Dodonaea
La jarilla (Dodonaea viscosa) es un arbusto agresivo que
está invadiendo sitios perturbados por sobrepastoreo o
por incendios (figura 15). Forma comunidades que pue
den considerarse como una variante de matorral subtro
pical secundario (GonzálezElizondo et al. 2007, 2012).
Se presenta en áreas de ecotono entre los bosques bajos
de encino y los matorrales subtropicales o los matorra
les xerófilos, entre los 1 500 y 2 100 msnm. Los encinares bajos están siendo reemplazados por matorrales
de Dodonaea, a veces acompañada de sotol (Dasylirion
duranguense), otra especie que también es favorecida
por fuego. Aunque se ha cuestionado si Dodonaea es o no
una especie invasora, argumentándose que es nativa,
se han observado múltiples formas. Las plantas nativas
son arbolitos mientras que en su forma invasora ocurre
usualmente como arbusto, además de que las poblacio
nes difieren en caracteres foliares sugiriendo que pue
de adaptarse rápidamente a diferentes condiciones.
PASTIZAL INDUCIDO
Se presenta en áreas en donde el bosque tropical cadu
cifolio o el bosque espinoso han sido desmontados o
quemados para promover el crecimiento de pastos para
ganadería. Son comunidades secundarias (pastizales in
ducidos) que se componen por gramíneas de los géneros Andropogon, Aristida, Cathestecum, Melinis, Panicum,
entre otros, a veces asociados con arbustos o árboles
que persisten o rebrotan del bosque original. La per
sistencia de las comunidades herbáceas está determi
nada por la intervención del hombre o de sus animales
domésticos.
Se cultivan para forraje el zacate buffel (Pennisetum
ciliare), zacate Rhodes (Chloris gayana) y el pasto Guinea
(Megathyrsus maximus). Varias especies de gramíneas
son indicadoras de disturbio, entre ellas los zacates tres
barbas (Aristida spp.), pata de gallo (Cynodon dactylon),
zacate Natal/rosado (Melinis repens) y Sorghum halepense.
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Diversidad de ecosistemas
247
Figura 12. Bosque espinoso con Acacia cochliacantha y Celtis
iguanaea. Tamazula.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 13. Monte vinolo con Acacia cochliacantha. Comunidad
secundaria derivada de bosque espinoso. Tamazula.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura. 14. Bosque tropical de encino bellota o encino prieto
(Quercus albocincta) con amapa rosa (Tabebuia palmeri).
Tamazula.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 15. Jarilla (Dodonaea viscosa). Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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248
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Algunas de estas invasivas representan una amena
za para la diversidad, como Melinis repens y Pennisetum
ciliare (Van Devender et al. 2005, González-Elizondo et
al. 2009).
REFERENCIAS
cotecoca. Comisión Técnico Consultiva para la Determinación de los
Coeficientes de Agostadero. 1979. Memoria. Coeficientes de agostadero para el estado de Durango. cotecoca/sarh. México.
detenal. Dirección de Estudios del Territorio Nacional. 1978-1979.
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
Los bosques y demás comunidades de afinidad tropical
en Durango están representados en su mayor parte por
elementos del sur que llegan a la región a través de la
planicie costera pacífica y las barrancas occidentales
de la smo.
Estas zonas son explotadas para actividad ganadera
y agrícola. Sin embargo, a excepción de las partes pla
nas y con suelo más profundo, la región no es apta para
esas actividades.
Por ser la región de fisiografía más escarpada, la co
bertura de la vegetación de las quebradas es vital para
conservar el suelo, captar agua y mantener el equilibrio
de los ecosistemas en general. En la entidad caen anual
mente alrededor de 11 400 millones de m3 de precipi
tación pluvial. La cobertura vegetal y el suelo protegido
favorecen la infiltración del agua, que a su vez alimenta
los mantos freáticos, corrientes y depósitos, permitien
do su aprovechamiento para usos humanos. Esto, ade
más, ayuda a prevenir inundaciones y problemas de
azolve de los cuerpos de agua en las partes pajas y
mantiene el hábitat para la rica diversidad biológica
que habita en estas zonas.
Cartas de uso del suelo, escala 1:50 000. Secretaría de Programación y Presupuesto. México.
GonzálezElizondo, M.S, M. GonzálezElizondo y Marco A. Márquez
Linares. 2007. Vegetación y ecorregiones de Durango. Plaza y Valdés
Editores/ipn. México
GonzálezElizondo, M.S., M. GonzálezElizondo, J.A. TenaFlores et al.
2009. Durango: Detection of invasive alien plants. En: Invasive
plants on the move: controlling them in North America. T.R. Van De
vender, F.J. Espinosa-García, B.L. Harper-Lore y T. Hubbard (eds).
Based on presentations at Weeds accross borders 2006 Conferen
ce. Arizona-Sonora Desert Museum, Tucson, pp. 137-155.
GonzálezElizondo, M.S., M. GonzálezElizondo, I.L. LópezEnríquez
et al. 2011. El Complejo Agave victoriaereginae (Agavaceae). Acta
Bot. Mex. 95:65-94.
GonzálezElizondo, M.S., M. GonzálezElizondo, J.A. TenaFlores et al.
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Diversidad de ecosistemas
Humedales:
vegetación acuática y subacuática
Sergio Alonso Heynes Silerio • M. Socorro González Elizondo • Martha González Elizondo
Lizeth Ruacho González • Irma Lorena López Enríquez
INTRODUCCIÓN
Los humedales son zonas de transición entre los siste
mas acuáticos y terrestres que constituyen áreas de
inundación temporal o permanente, como pantanos, cié
nagas y marismas; las áreas en donde el suelo es predominantemente hídrico; y las áreas lacustres o de suelos
permanentemente húmedos por la descarga natural de
acuíferos (sarh 1992).
El desarrollo histórico de la humanidad, en especial de
las grandes civilizaciones, ha guardado estrecha depen
dencia con los humedales, los cuales sustentan directa e
indirectamente a millones de seres humanos. Los hume
dales y áreas con vegetación acuática proveen importan
tes servicios en la recarga de acuíferos, la purificación
de agua y el control de inundaciones, por lo que el rom
pimiento de su equilibrio puede ser devastador (Daily
2001). Proveen de áreas de cultivo, peces, madera, leña
y materiales de uso doméstico y para construcción; y
sustentan actividades recreativas. La superficie que ocu
pan los humedales, en comparación con otros ecosiste
mas, es relativamente pequeña, pero muchos de ellos
son ricos en diversidad biológica y resultan indispen
sables para la existencia de algunas plantas y animales
(Secretaría de la Convención Ramsar 2012).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Su importancia ecológica radica principalmente en ser
vir para el equilibrio de los ecosistemas y en el control
de la contaminación (prácticas de fitorremediación). Por
otra parte, los componentes de la vegetación son exce
lentes indicadores biológicos para conocer la calidad
del agua (Thiébaut 2009). Los humedales constituyen
el hábitat de muchos organismos, juegan un importante
papel en la restauración de ecosistemas, y su vegetación
representa un recurso importante además de que inter
viene en muchos de los servicios que proporcionan. En
cuanto a su importancia económica y cultural, muchas
de las funciones que los humedales realizan y que be
nefician al ser humano en forma directa o indirecta
dependen de la vegetación, la cual contribuye de forma
importante en el desarrollo y el equilibrio de la vida
(Lot y Novelo 2004, Secretaría de la Convención Ram
sar 2012). Las plantas de humedales son fuente de ali
mento para aves y otra fauna silvestre y algunas tienen
importancia como forrajeras para ganado, como orna
mentales e incluso como comestibles. Por estas razo
nes, el conocimiento de los ecosistemas acuáticos es
fundamental para la planeación del uso y conservación
de los recursos agua, suelo, flora y fauna.
CLASIFICACIÓN DE LOS HUMEDALES
En la clasificación de tipos de vegetación de México de
Miranda y Hernández X. (1963) y de Rzedowski (1978)
se incluyen diversos tipos de humedales. La propuesta
de Lot y Novelo (1990) también se basó en la vegetación.
Olmsted (1993) clasificó los humedales de México basada parcialmente en el sistema de Cowardin et al. (1979)
para Estados Unidos, el cual toma en cuenta tanto el
régimen hidrológico como el tipo de vegetación, como
se ha hecho en clasificaciones más recientes. En el es
quema de clasificación de humedales en México, de las
tierras altas asociadas propuesto por dumac (2003) y
en la clasificación para el noroeste del país (Carrera
González y de la Fuente de León 2003) se reconocen seis
sistemas principales: marino, estuarino, lacustre, palus
tre, riberino y tierras altas. Un esquema propuesto por
Berlanga-Robles et al. (2008) se basa en el análisis de
varios sistemas de clasificación e incluye tres ámbitos
(marino-costero, continental y artificial) con cinco sistemas (marino, estuarino, fluvial, lacustre y palustre),
ocho subsistemas (p.e. permanente y estacional en el
ámbito continental) y 26 clases, básicamente geomor
fológicas (17 naturales y nueve artificiales).
Heynes, S.A., M.S. González-Elizondo, M. González-Elizondo, L. Ruacho-González e I.L. López-Enríquez. 2017. Humedales: vegetación
acuática y subacuática. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 249-257.
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250
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
En el año 2008 se inició el Inventario Nacional de
Humedales (inh-Mex), diseñado para llevarse a cabo
en 36 meses (conagua 2012), pero aún se requiere completar la información sobre sus componentes y su
ecología. Actualmente se encuentra en consulta un
documento sobre la Política Nacional de Humedales
(Ramsar y conanp 2014), en donde se acepta la clasificación de humedales de la Secretaría de la Convención
Ramsar (2013), la cual que se adopta también en el presente trabajo.
El sistema Ramsar de clasificación de tipos de hu
medales incluye 42 tipos, agrupados en tres categorías:
a) humedales marinos, costeros y estuarinos; b) humedales continentales, y c) humedales artificiales. Los
humedales continentales pueden ser: lacustres (asocia
dos con lagos), ribereños (adyacentes a ríos y arroyos),
y palustres (“pantanosos”, como marismas, pantanos y
ciénagas). Los humedales artificiales incluyen estanques,
tierras agrícolas de regadío, bordos, embalses, piletas
de aguas residuales y canales. Adicionalmente, los am
bientes pueden clasificarse, de acuerdo a si el agua
fluye o no, en lótico (corrientes de agua como ríos y
arroyos) o léntico (de agua en un mismo sitio, como en
lagunas, lagos y estanques).
LAS PLANTAS DE HUMEDALES
Las plantas de ambientes acuáticos se denominan hidró
fitas, hidrófilas, o macrófitas (plantas macroscópicas de
hábito acuático). En relación con el grado de dependencia que tienen con el agua, Lot et al. (1993, 2013) las clasifican como sigue:
a) Acuáticas estrictas: las que realizan su ciclo de vida
completo en el agua, ya sea sumergidas parcial o com
pletamente, o flotando sobre la superficie.
b) Subacuáticas: las que llevan a cabo la mayor parte
de su ciclo de vida en hábitats acuáticos, preferen
temente en las partes someras y limítrofes, pero que
soportan temporalmente el suelo seco, periodo duran
te el cual frecuentemente se reproducen.
c) Tolerantes: plantas de ambientes secos pero que son
capaces de soportar suelos temporalmente inundados
o estar parcialmente sumergidas en agua durante cier
tos periodos del año. Estas últimas no se incluyen
en el presente trabajo.
Las plantas acuáticas y subacuáticas pueden ser her
báceas o leñosas; las herbáceas pueden ser emergentes,
flotantes o sumergidas, mientras que las leñosas son
básicamente especies riparias.
VEGETACIÓN DE HUMEDALES
EN DURANGO
Todas las ecorregiones de Durango presentan humeda
les, los cuales se desarrollan donde existan suelos y
condiciones hidrológicas apropiadas. La vegetación es
una de las características más sobresalientes de los
humedales y ha sido utilizada para identificarlos, delimitarlos y elaborar sistemas de clasificación (epa 2002).
La gran variedad de especies y de individuos con me
canismos de adaptación estructurales y de comporta
miento inducidas por las condiciones ambientales, y la
gran cantidad de tipos de humedales, hacen de estos
ambientes una formidable fuente de biodiversidad
(Moore 2006). La vegetación acuática y subacuática incluye en Durango comunidades muy diversas, que se
desarrollan en donde haya depósitos o corrientes de
agua, en todos los climas, altitudes y substratos geoló
gicos (GonzálezElizondo et al. 2007).
Los humedales de Durango son continentales, tanto
naturales como artificiales. Entre los naturales, los hay
lacustres, ribereños y palustres (los palustres incluyen
pantanos, ciénagas, manantiales y escurrimientos). Dado
que muchas especies de plantas acuáticas y subacuáti
cas crecen indistintamente en diversos tipos de hume
dales, la descripción de las comunidades vegetales se
hace aquí con base en el tipo de plantas y en su distri
bución por regiones. Aunque en la región de la Sierra
existen en mayor número, particularmente en ciénegas
de valles intermontanos y en escurrimientos, los hu
medales de mayor superficie se localizan en la región
de los Valles.
Algunas de las principales formas en que se manifiesta la vegetación de humedales (adaptado de González
Elizondo et al. 2007) son las siguientes:
Comunidades herbáceas
Las especies acuáticas o subacuáticas herbáceas pue
den ser emergentes, flotantes o sumergidas. Los hume
dales del estado son predominantemente herbáceos y
con frecuencia presentan dominancia de especies de una
misma forma biológica, aunque usualmente las comu
nidades de acuáticas presentan los tres tipos de plantas:
Acuáticas y subacuáticas emergentes
Los tules (Typha latifolia y T. domingensis; Schoenoplectus
americanus, S. californicus y S. tabernaemontanii) forman
poblaciones densas (denominadas tulares), arraigadas
en el fondo de cuerpos de agua poco profundos o a la
orilla de depósitos y corrientes (figura 1). A menudo
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Diversidad de ecosistemas
251
Figura 1. Tular de Schoenoplectus californicus en el humedal de Málaga.
Foto: Sergio Alonso Heynes Silerio.
están dominadas por una sola especie y con frecuencia
sobrepasan los dos metros de altura. Los tulillos (va
rias especies de Eleocharis) crecen también en sitios
encharcados de escasa profundidad o en los márgenes
de cuerpos y corrientes de agua, donde son abundantes.
En la región de los Valles destacan Eleocharis densa, E.
reznicekii y E. yecorensis. En la zona árida se presenta
Bolboschoenus maritimus subsp. paludosus. Los tules y
tulillos son buenos purificadores del agua y tienen po
tencial para ser usados en fitorremediación.
Otras acuáticas emergentes son las colas de caballo
(Equisetum spp.), los berros (Rorippa nasturtiumaquaticum),
Berula erecta, Lilaeopsis schaffneriana, la gramínea Leersia
hexandra y varias especies de Sagittaria, Ludwigia,
Persicaria, Heteranthera y Ranunculus. En áreas cenago
sas en medio de bosques templados es común Lilaea
scilloides. Sparganium americanum es muy abundante
en arroyos en bosque templado semihúmedo en la zona
templadofría.
Las plantas subacuáticas emergentes son comunes
en ciénegas, charcas, zonas pantanosas, a la orilla de
corrientes o de manantiales o en suelo mal drenado. Las
familias mejor representadas en este tipo de hábitats
son las ciperáceas (Eleocharis acicularis, E. macrostachya,
E. parishii, E. xyridiformis y varias especies de Cyperus
y de Carex), juncáceas (Juncus), gramíneas (Echinochloa,
Eriochloa, Leptochloa, Paspalum y Panicum), poligoná
ceas (Polygonum spp., Persicaria spp.) e incluso orquídeas
(Epipactis gigantea, Spiranthes graminea, Platanthera spp.,
Schiedella sp.). En lugares templados y fríos, en claros
de bosques que se encharcan durante parte del año, se
presentan Chromolepis heterophylla, Coreopsis paludosa y
especies de Agrostis, Erythranthe, Eryngium y Veronica.
Estos humedales (ciénegas) de bosques templados al
bergan un buen número de especies acuáticas o suba
cuáticas endémicas a la Sierra Madre Occidental, como:
Carex durangensis, Commelina socorrogonzaleziae, Jaegeria
spp., Olivaea leptocarpa, Senecio billieturneri, Sisyrinchium
cholewae y Trichocoryne connata.
Otro tipo de plantas emergentes son los carrizos
(Arundo donax), una invasora africana que a diferencia
de los tules causa daño al ecosistema ya que desplaza
a las especies nativas. Llegan a formar colonias densas a
la orilla de ríos y estanques entre los 1 050 y 1 900 m
de elevación en el oriente y centro de Durango, y hasta
a menos de 300 m en la parte baja de las quebradas.
Acuáticas flotantes
Las acuáticas libres flotantes (sin órganos de fijación al
sustrato) se desarrollan mejor en sistemas lénticos (sin
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
corriente o donde la corriente es lenta). Destaca el lirio
acuático (Eichhornia crassipes), libre flotadora que se ve
favorecida por la perturbación del medio; se reproduce
rápidamente y cubre grandes extensiones en algunas
presas y estanques cercanos a la ciudad de Durango.
En la región de las Quebradas en algunos años se pre
senta pato (Pistia stratiotes).
Las lentejillas de agua (Lemna spp.) y Azolla micro
phylla; son plantas flotantes muy pequeñas pero que
llegan a cubrir por completo la superficie, a veces fa
vorecidas por el disturbio. Esta última forma una cu
bierta roja sobre la superficie del agua y pertenece al
grupo de los helechos.
Entre las acuáticas con hojas flotantes pero con raíz
arraigada al fondo están las ninfas (Nymphaea gracilis
y N. odorata) (figura 2), Nymphoides fallax en la Sierra, en
lugares poco contaminados, y el trébol de agua (Marsilea
spp.), esta última del grupo de los helechos.
Acuáticas sumergidas
Entre las plantas que normalmente se mantienen por
debajo de la superficie del agua, enraizadas, están va
rias especies de Myriophyllum y de Potamogeton, así como
Najas guadalupensis, N. marina, Elatine brachysperma,
Ranunculus trichophyllus, Sagittaria demersa y Zannichellia
palustris. Dos especies de Ceratophyllum se comportan
como sumergidas libres. Un alga de agua dulce (Chara
spp.) es común en sitios con algún grado de perturbación.
Vegetación riparia leñosa
La vegetación riparia o de ribera es la que se desarrolla
en la zona de contacto entre el sistema acuático y el te
rrestre, a la orilla de corrientes y cuerpos de agua. Son
comunes las subacuáticas emergentes, ya sea herbá
ceas o leñosas. Entre las leñosas destacan los siguien
tes árboles y arbustos.
El mezquite (Prosopis laevigata y P. odorata) es el elemento ripario más importante a lo largo de las corrien
tes temporales de las partes más secas al este y noreste
del estado, acompañado a veces por mimbre (Chilopsis
linearis) y por retama (Tecoma stans). Sobre las dos únicas corrientes permanentes del oriente del estado, los
ríos Nazas y Aguanaval, al igual que a lo largo de las
corrientes permanentes y semipermanentes del centro,
destaca el sabino (Taxodium mucronatum), también llamado ahuehuete, que es el árbol nacional de México,
así como los sauces (principalmente Salix bonplandiana)
y los álamos (Populus fremontii subsp. mesetae) (figura 3).
En sitios abiertos inundables del valle del Guadiana los
sauces forman un bosque abierto (ahora casi desapa
recido debido a desecación del área y a cultivos al sures
te de la ciudad de Durango). Sobre corrientes temporales
en el centro y norte del estado predomina el mezquite
(Prosopis laevigata). El elemento arbustivo más abundante a lo largo de ríos y arroyos es la jarilla (Baccharis
salicifolia).
En la región de la Sierra (clima templado), los árbo
les riparios dominantes son cedros (Cupressus lusitanica),
fresnos (Fraxinus), sauces (Salix) y álamo temblón
(Populus tremuloides), así como elementos del bosque circundante: especies de pinos (Pinus) y encinos (Quercus).
En cañadas o laderas muy húmedas se presentan tam
bién pinabetes (Abies durangensis, Pseudotsuga menziesii
y Picea chihuahuana). En arroyos de las áreas más bajas y
secas de la sierra se desarrollan varias especies de en
cinos (Quercus emoryi, Q. eduardii, Q. chihuahuensis, Q.
oblongifolia) y pino real (P. engelmannii). Los arbustos
riparios más comunes en la sierra son especies de sau
ces (Salix).
En la región de las Quebradas, al occidente del esta
do, con clima tropical, destacan los tescalames (Ficus
spp.), pochote (Ceiba aesculifolia) y arrayanes o guaya
bos (Psidium spp.). El ramón (Brosimum alicastrum) y
Cupania dentata son escasos y se restringen a sitios con
mayor humedad ambiental. A orillas del río Tamazula,
en bosque espinoso, los arbustos más comunes son
Ambrosia monogyra y Tamarix pentandra (planta intro
ducida naturalizada). Morella cerifera es un arbusto que
crece a orilla de ciénegas en bosque tropical caducifo
lio. Un álamo escaso, muy grande, es Populus mexicana
subsp. dimorpha. En áreas perturbadas, Dodonaea viscosa
se comporta como riparia.
PRINCIPALES AMENAZAS
Las plantas que habitan ambientes acuáticos son parti
cularmente sensibles a las alteraciones causadas por el
ser humano a su entorno (GonzálezElizondo et al.
2007). La desecación intencional de lagos, ciénegas y
manantiales, la manipulación de corrientes, el entuba
miento de cauces de ríos y arroyos, el uso de grandes
volúmenes de agua, la contaminación y otras activida
des humanas están deteriorando los hábitats de las
plantas asociadas a la presencia de agua, reduciéndolos
o eliminándolos (Rzedowski 1978). Esto trae consigo la
desaparición de algunos organismos, en ocasiones el
incremento de otros como ocurre con las plantas inva
soras, o en el peor de los casos la pérdida completa del
ecosistema.
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Diversidad de ecosistemas
Figura 2. Ninfas, tulillos y lentejilla (Nymphaea gracilis, Eleocharis, Lemna). Humedal de Málaga.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 3. Vegetación riparia (sabinos) a la orilla del río Tunal.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 4. Lirio acuático, especie invasora cubriendo la superficie del río.
Foto: Martha González Elizondo.
La degradación de los ecosistemas acuáticos altera
los procesos ecológicos locales y afecta la dinámica
poblacional de aves migratorias. La eutroficación de los
cuerpos y corrientes de agua, debido a la contamina
ción por fertilizantes o por desechos agrícolas o huma
nos, altera el equilibrio de los ecosistemas y da lugar
al desarrollo incontrolado de malezas acuáticas, algas y
bacterias. En algunos casos, la falta de oxigenación lleva
a la desaparición de los organismos que originalmente
se desarrollaban en ese ecosistema, y ocasionalmente las
algas y bacterias producen toxinas que afectan a plan
tas y animales. La disminución de peces y crustáceos
repercute en disminución de las poblaciones de aves.
Los cambios en ecosistemas acuáticos son particu
larmente notables en el humedal de Málaga, un com
plejo de humedales ubicado al norte y oriente de la ciudad
de Durango. Éste es de gran importancia en el valle del
Guadiana como regulador de los regímenes hidrológi
cos, así como en la laguna de Santiaguillo, cuyos niveles
de agua se han reducido más allá de las fluctuacio
nes cíclicas a las que están sometidos esos ecosiste
mas. Ambos sitios son importantes también por ser
lugar de anidación de aves acuáticas nativas y migra
torias. En la laguna de Santiaguillo, cuyo vaso inferior
ha permanecido seco por largos periodos debido a las
sequías y al uso intensivo que se ha dado al agua en la
región, la zona que anteriormente estaba ocupada por
vegetación acuática está cubierta en la actualidad por
pastizales halófilos sobrepastoreados. En época de se
cas la zona es origen de tolvaneras, debido a la escasa
cubierta vegetal.
Malezas acuáticas y subacuáticas
En humedales con disturbio, contaminación o dese
quilibrios en su dinámica, puede propiciarse la proli
feración de algunas plantas que afectan a su vez el
equilibrio del sistema. Algunas de estas plantas reducen
la capacidad de conducción de canales y drenes, incre
mentan las pérdidas de agua por evapotranspiración,
favorecen la proliferación de mosquitos y obstruyen la
entrada de luz y de oxígeno, impidiendo el desarrollo de
peces y de otras plantas. González Elizondo et al. (2009)
registran a las siguientes plantas como invasoras:
Flotantes
El lirio acuático o jacinto de agua (Eichhornia crassipes)
es la especie más agresiva; cubre la superficie de algu
nos cuerpos y corrientes de agua en varios sitios en la
región de los Valles, ocasionando obstrucción de co
rrientes de agua e impidiendo el paso de luz y oxígeno
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Diversidad de ecosistemas
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Figura 5. Carrizo (Arundo donax) detrás de tular (Typha domingensis) en la presa Santiago Bayacora.
Foto: Sergio Alonso Heynes Silerio.
hacia el interior (figura 4). Las lentejillas de agua (Lemna
spp.) ocasionalmente llegan a cubrir la superficie de espejos de agua estancada, reduciendo la entrada de luz.
Sumergidas
Tanto en la región de la Sierra como en los Valles y la
zona semiárida algunos cuerpos de agua presentan
infestación de Myriophyllum spp. Para el municipio de
Vicente Guerrero, Ramírez-Noya (1999) registra 11 especies de angiospermas acuáticas y menciona a Zannichella
palustris, como planta abundante en canales que abas
tecen las áreas agrícolas de riego. Esta especie se com
porta como maleza que obstruye la fluidez del agua, por
lo que anualmente se suspende el riego por algunas
semanas para hacer limpieza manual o mecánica.
Emergentes
El carrizo (Arundo donax) es una gramínea invasora muy
agresiva, procedente de África. Forma colonias densas a
lo largo de ríos y a orilla de estanques, desplazando
a las especies nativas (figura 5).
Leñosas riparias
El pino salado (Tamarix ramosissima) se está convirtiendo
en el arbusto dominante a lo largo de algunas corrien
tes en el extremo occidental del estado, por ejemplo la
parte baja del río Tamazula.
SITIOS RAMSAR Y OTROS HUMEDALES
DE INTERÉS PARA LA CONSERVACIÓN
Ramsar, la Convención sobre los Humedales de Importan
cia Internacional, reconoce como humedales a panta
nos, turberas, llanuras inundables, ríos, lagos, arrecifes
de coral y algunas áreas marinas, así como a humeda
les artificiales incluyendo estanques de aguas residuales
y embalses (Secretaría de la Convención Ramsar 2013).
Su lista incluye 2 187 humedales de importancia inter
nacional, de los cuales 142 se localizan en México, con
aproximadamente 8 833 752 ha (Secretaría de la Convención Ramsar 2014). De los 142, únicamente dos se
localizan en Durango: la laguna de Santiaguillo (sitio
Ramsar 2046), considerada como uno de los 30 hume
dales más importantes en Norteamérica y ubicada en
la región de los Valles; y el Parque Estatal «Cañón de
Fernández» (sitio Ramsar 1 747), en la zona semiárida.
Adicionalmente, se promueve la inclusión del humedal
de Málaga, de gran importancia ambiental, para ser de
cretado como sitio Ramsar.
De la Fuente y Carrera (2003) registran 28 834.9 ha
de humedales para el estado, de los cuales 12 se consi
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
deran como prioritarios para el ganso del ártico (Chen
caerulescens): laguna de Santiaguillo, presa Villa Hidal
go, presa San Gabriel, presa San Bartolo, laguna Refu
gio Salcido, laguna El Pilar de Zaragoza, presa Peña del
Águila, laguna Padre Peyro, bordo Paco Peña, presa
Lázaro Cárdenas, presa Francisco Villa y ciénegas de
Málaga. Entre éstos destacan dos humedales naturales:
la laguna de Santiaguillo, con una extensión de 10 981 ha,
y las ciénegas de Málaga, de unas 106 ha.
En la región de la Sierra también es posible encon
trar humedales de tamaño considerablemente menor a
los antes mencionados, que contribuyen de manera im
portante en el mantenimiento de la biodiversidad de la
región. En un estudio realizado en diversos humedales
de la Sierra Madre Occidental se registraron 117 espe
cies de plantas acuáticas y subacuáticas, 11 de ellas con
una distribución muy restringida, que representan a cer
ca de 50% de las especies conocidas en el estado (Hey
nes 2014).
caso de que se lleven a cabo obras o actividades, se
requiere cumplir a cabalidad las recomendaciones de
rivadas de los ordenamientos y de las manifestaciones
de impacto ambiental correspondientes, permitiendo
que se mantenga el libre flujo del agua mediante puentes
y alcantarillas en número y dimensiones suficientes.
De igual manera, debido al efecto que tienen las plan
tas invasoras en los sistemas de abastecimiento de
agua y en la biodiversidad, se recomienda tomar medi
das de precaución en los sitios en los que se ha detec
tado la presencia de especies invasoras para evitar su
dispersión y la pérdida de especies nativas.
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
Los humedales son ecosistemas que influyen de mane
ra importante en el bienestar de todos los seres vivos.
Su buen funcionamiento está influenciado en gran me
dida por la vegetación acuática y subacuática que in
terviene en muchos de los procesos químicos, físicos y
biológicos que en ellos ocurren. La vegetación favore
ce los procesos de captación, almacenamiento y calidad
del agua, proporciona hábitat y alimento para la fauna
y reduce la vulnerabilidad ante desastres naturales. A
pesar de esto, este grupo de plantas representa una
de las comunidades vegetales menos conocidas. Se
requiere contar con inventarios actualizados y sólidos
de los componentes de la vegetación y la flora acuática
y subacuática, debido a que el conocimiento de éstas
es fundamental para establecer programas de manejo
adecuado de los cuerpos y corrientes de agua.
Los humedales se encuentran severamente amena
zados por el uso inadecuado de los recursos naturales,
y las comunidades acuáticas y subacuáticas son parti
cularmente susceptibles a los desequilibrios ecológicos
causados por el hombre, tanto de forma directa como
indirecta.
Con el fin de proteger en lo posible los ecosistemas
acuáticos y, los servicios derivados de éstos, además de
evitar al mismo tiempo los altos costos de restauración
de ecosistemas y los de restauración a infraestructura
en caso de inundaciones, es de primordial importancia
evitar los cambios de uso de suelo en humedales. En
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Diversidad de ecosistemas
259
Vegetación de cima�
M. Socorro González Elizondo • Lizeth Ruacho González • Martha González Elizondo • Irma Lorena López Enríquez
INTRODUCCIÓN
Las partes altas de las montañas representan con fre
cuencia islas biogeográficas que albergan a especies
endémicas, por lo que es importante conocer su flora y
su vegetación (McDonald 1993, Giménez et al. 2003, Pau
li et al. 2003, Villar y Benito-Alonso 2003). Su riqueza
y diversidad florística están determinadas por factores
climáticos y edáficos y varían dependiendo de los factores que determinan su microclima, por ejemplo su ubi
cación geográfica y la conformación de la cima (Nagy
y Grabherr 2009). Su conocimiento es importante ya
que este tipo de sitios son de las primeras zonas terres
tres donde pueden detectarse los efectos del cambio
climático (Villar y Benito-Alonso 2003).
Las cimas de mayor elevación en Durango son el ce
rro Gordo (3 347 msnm, Pueblo Nuevo), cerro Barajas
(3 310 msnm, Guanaceví), cerro Huehuento (3 262 msnm,
San Dimas) y cerro de Las Antenas en la sierra El Epa
zote (3 224 msnm, Canatlán), todas dentro de la Sierra
Madre Occidental (smo), cadena montañosa donde va
rios otros picos superan los 3 000 msnm (González-Eli
zondo et al. 2012). En la región de los Valles, al oriente
de la smo, el pico más alto es la sierra de Gamón, isla
ecológica que alcanza los 3 010 msnm, mientras que en
la zona oriental o zona árida la mayor prominencia
(2 809 msnm) se localiza en la sierra El Rosario.
VEGETACIÓN DE CIMAS EN DURANGO
Se describe la vegetación de cinco áreas cimeras, inclu
yendo los tres picos más elevados de la Sierra Madre
Occidental en Durango, la cima más alta de la región
de los Valles y la más alta de la zona árida (cuadro 1).
Cada una de esta cimas es una isla biogeográfica, ya
que son muy pocas las especies que se comparten entre
ellas. RuachoGonzález et al. (2013) encontraron que de
un total de 175 especies de plantas registradas para tres
de los picos más altos de la smo (cerro Gordo, Hue
huento y las Antenas), únicamente dos se comparten
entre los tres. También McDonald et al. (2011) reportan
un bajo índice de similitud entre la flora de la cima del
cerro Mohinora y otros picos de México y el sur de Es
tados Unidos, lo que revela el largo aislamiento de esas
comunidades vegetales. Las principales especies de plan
tas en estas cimas se enlistan en el cuadro 2.
SIERRA EL ROSARIO (ZONA ÁRIDA)
Esta isla montañosa rodeada de matorrral xerófilo en
el extremo oriental de Durango representa, junto con
la sierra El Sarnoso, el extremo de una larga rama de la
Sierra Madre Oriental que atraviesa hacia el occidente el
Desierto Chihuahuense. A diferencia de las otras eleva
ciones de Durango, que son de origen ígneo, El Rosario
es de roca sedimentaria, principalmente caliza. Aunque
en cañadas y laderas protegidas alberga manchones de
bosque de Quercus, su cima está dominada por matorral
xerófilo de palma samandoca (Yucca carnerosana) y noa
(Agave gentryi) combinados con chaparral de Quercus y de
rosáceas (figuras 1 y 2), sotol (Dasylirion sp.) y Nolina
micrantha. Estos son elementos de la Sierra Madre Orien
tal y de sierras aisladas del Altiplano norte. Una parte
de la cima de El Rosario presenta fuerte disturbio de
bido a remoción de suelo y a materiales y baterías aban
donadas de las antenas instaladas en el sitio (figura 3).
SIERRA DE GAMÓN
(REGIÓN DE LOS VALLES)
La sierra de Gamón presenta en la parte alta y media
chaparrales de Arctostaphylos pungens, Garrya wrightii y
Quercus, con bosques bajos abiertos de Pinus cembroides,
P. discolor y Quercus en áreas con menor insolación (fi
guras 4-6). Una cañada cerca de la cima, en la vertiente
oriental, alberga bosque de coníferas (Pinus y Cupresus)
con Quercus (figura 7). Al igual que en El Rosario, la
cima de Gamón está afectada por remanentes metálicos
y baterías de las instalaciones de telecomunicaciones
ubicadas ahí.
González-Elizondo, M.S., L. Ruacho-González, M. González-Elizondo e I.L. López-Enríquez. 2017. Vegetación de cimas. En: La
biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 259-268.
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260
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Localización, elevación y tipo de vegetación de las cimas más altas de las regiones Árida y Semiárida,
los Valles y la Sierra
Localización
Ecorregión
Sierra El Rosario
Árida y Semiárida
Sierra de Gamón
Valles
Cerro Huehuento
Cerro Barajas
Sierra
Cerro Gordo
Coordenadas
Elevación
(msnm)
Tipo de
vegetación
Lerdo y Mapimí
25°38’44” N
103°54’30” O
2 809
Matorral xerófilo
Pánuco de Coronado
24°35’15” N
104°16’20” O
3 010
Chaparral
San Dimas
24°04’31” N
105°44’24” O
3 262
Herbáceas y
arbustos
Guanaceví
26°23’30” N
106°05’00” O
3 310
Bosque de pino
Pueblo Nuevo
23°12’22” N
104°56’39” O
3 347
Herbáceas y
arbustos
Municipio
Fuente: González-Elizondo et al. 2007, Ruacho-González et al. 2013.
Cuadro 2. Principales especies de plantas en las cimas montañosas de Durango
Cima
Nombre común
Noa, noah
Sierra El Rosario
Sierra de Gamón
Chaparrillo
Nombre científico
Autores
Agave gentryi
B. Ullrich
Nolina micrantha
I.M. Johnst.
Quercus spp.
Randia pringlei
A. Gray
Palma samandoca
Yucca carnerosana
(Trel.) McKelvey
Maguey
Agave sp.
Madroño
Arbutus arizonica
(A. Gray) Sarg.
Madroño
Arbutus bicolor
S. González, M. González et P. D.
Sørensen
Manzanita
Arctostaphylos pungens
Kunth in H.B.K.
Ceanothus coeruleus
Lag.
Cahuite, cedro
Cupressus aff. lusitanica
Mill.
Táscate
Juniperus sp.
Biznaga
Mammillaria heyderi
Soyate
Nolina sp.
Piñonero
Pinus cembroides
Zucc.
Piñonero
Pinus discolor
Bailey & Hawksw.
Encino
Quercus crassifolia
Humb. & Bonpl.
Encino
Quercus rugosa
Née
Muehlenpf.
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261
Diversidad de ecosistemas
Cuadro 2. Continuación
Cima
Nombre común
Zacate
Cerro Huehuento
Nombre científico
Autores
Arracacia tolucensis
Hemsl.
Bromus carinatus
Hook. & Arn.
Claytonia perfoliata
Donn ex Willd.
Draba implexa
Rollins
Galinsoga parviflora
Cav.
Galinsoga semicalva
(A. Gray) H.St. John & D. White
Galinsoga subdiscoidea
Cronquist
Heuchera orizabensis
Hemsl.
Holodiscus dumosus
(Nutt.) A. Heller
Jaegeria hirta
(Lag.) Less.
Juniperus blancoi
Martínez
Micranthes mexicana
(Engl. & Irmsch.) Brouillet & Gornall
Muhlenbergia filiculmis
Vasey
Muhlenbergia ramulosa
(Kunth in H.B.K.) Swallen
Oxalis alpina
(Rose) Knuth
Packera toluccana
(DC.) W.A. Weber & Á. Löve
Paspalum prostratum
Scribn. & Merr.
Phacelia sp.
Maguey
Madroño
Primula rusbyi
Greene
Sedum stelliforme
S. Watson
Tradescantia maysillesii
Matuda
Vulpia microstachys
(Nutt.) Munro ex Benth.
Agave parryi
Engelm.
Allium glandulosum
Link & Otto
Arbutus bicolor
S. González, M. González et P.D.
Sørensen
Ceanothus sp.
Cerro Barajas
Táscate
Juniperus durangensis
Martínez
Balcarrote
Pinus cooperi
C.E. Blanco
Cahuite
Pseudotsuga menziesii
(Mirb.) Franco
Sedum sp.
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262
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Continuación
Cima
Nombre común
Nombre científico
Autores
Alchemilla sibbaldiaefolia
Kunth in H.B.K.
Arracacia atropurpurea
(Lehm.) Benth.
Astragalus ervoides
Hook. & Arn.
Zacate
Blepharoneuron tricholepis
(Torr.) Nash
Zacate
Brachypodium mexicanum
(Roem. & Schult.) Link
Zacate
Bromus carinatus
Hook. & Arn.
Zacate
Bromus richardsonii
Link
Cerastium madrense
S. Watson
Claytonia perfoliata
Donn ex Willd.
Dalea thouinii
Schrank
Erigeron neomexicanus
A. Gray
Festuca rosei
Piper
Galinsoga quadriradiata
Ruiz & Pav.
Galinsoga subdiscoidea
Cronquist
Heuchera mexicana
Rydb.
Hieracium dysonymum
S.F. Blake
Holodiscus dumosus
(Nutt.) A. Heller
Juniperus blancoi
Martínez
Malaxis porphyrea
(Ridl.) Kuntze
Muhlenbergia crispiseta
Hitchc.
Oxalis alpina
(Rose) Knuth
Peperomia campylotropa
A.W. Hill.
Pinus rudis
Endl.
Primula rusbyi
Greene
Sedum vinicolor
S. Watson
Sisyrinchium arizonicum
Rothr.
Symphoricarpos microphyllus
Kunth in H.B.K.
Trisetum viride
(Kunth in H.B.K.) Kunth
Zacate
Cerro Gordo
Pino
Fuente: González-Elizondo et al. 2007, Ruacho-González 2011 y Ruacho-González et al. 2013.
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Diversidad de ecosistemas
263
Figura 1. Cima de la sierra El Rosario.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 2. Noa (Agave gentryi) y palma samandoca (Yucca
carnerosana) en la cima de El Rosario.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 3. Disturbio en la cima de la sierra El Rosario.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 4. Cima de la sierra de Gamón. En primer plano,
chaparral de manzanita (Arctostaphylos pungens).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 5. Cerro Los Altares, cima de la sierra de Gamón.
En primer plano, chaparral de encino (Quercus spp.).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 6. Sierra de Gamón. Bosque bajo abierto de piñonero (Pinus
cembroides y P. discolor) y chaparral de Arctostaphylos y Garrya.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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264
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 7. Bosque de coníferas (Cupressus y Pinus) en cañada
protegida, cerca de la cima de Gamón.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 8. Prominencia rocosa sin árboles en la cima del cerro
Huehuento.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 9. Comunidad de herbáceas y del arbusto postrado
Juniperus blancoi var. huehuentensis.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 10. Cahuites (Pseudotsuga menziesii) y pinos (Pinus)
creciendo muy cerca de la cima del cerro Huehuento.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 11. Bosque de pino (Pinus cooperi) en la parte alta del
cerro Barajas.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 12. Chaparral secundario de manzanita (Arctostaphylos
pungens) en laderas altas del cerro Barajas que han sido
afectadas por incendios.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
CERRO HUEHUENTO
La cumbre del Huehuento es una prominencia rocosa
expuesta a vientos desecantes (figura 8), por lo que su
vegetación está reducida a plantas herbáceas enanas
(Draba implexa, Micranthes mexicana y varias especies
de Sedum, Galinsoga y Muhlenbergia); hay además líquenes, musgos y un arbusto postrado (Juniperus blancoi
var. huehuentensis), característicos de comunidades
subalpinas (figura 9). Juniperus blancoi var. huehuentensis
fue descrito (Adams et al. 2006) para el Huehuento y
posteriormente registrado para el cerro Gordo y para
el Mohinora en Chihuahua. Otros arbustos de las cimas
de la smo son Holodiscus dumosus y Ribes sp.
Aunque en Durango no existen comunidades de ve
getación alpina, tanto en la cima del Huehuento como
en la del cerro Gordo, hay comunidades de herbáceas
y arbustos postrados de tipo subalpino. Protegidas en
tre los arbustos hay otras herbáceas de afinidades bo
reales (hacia el norte) como Heuchera, Packera, Primula y
Saxifraga. Tanto en el caso del Huehuento como en el
cerro Gordo, la falta de árboles está determinada por la
falta de suelo y por el efecto de los vientos desecantes
más que por las bajas temperaturas (GonzálezElizondo
et al. 2007, Ruacho-González et al. 2013), pero muy cer
ca de la cima, en sitios protegidos del viento, se desarro
llan algunos árboles como el cahuite (Pseudotsuga
menziesii), cedro (Juniperus deppeana var. robusta) y pi
nos (Pinus) (figura 10).
CERRO BARAJAS
Aunque Barajas se encuentra más al norte que el cerro
Huehuento y es ligeramente más alto que éste (3 310
vs. 3 262 msnm), en su parte más alta se localiza un bosque bien desarrollado de pino (Pinus cooperi) (figura 11).
Esto se explica por la topografía de Barajas, con un área
plana en la cumbre que ha permitido la formación y
retención de suelo, además de que la localización ais
265
lada del Huehuento hace que su cima se vea afectada
por vientos desecantes de gran velocidad (González
Elizondo et al. 2007). Otros elementos del bosque de pino
en la cumbre de Barajas son el madroño (Arbutus bicolor)
y los táscates (Juniperus deppeana y J. durangensis). En
sitios rocosos hay maguey (Agave parryi) y en la cañadita cerca de la cima hay cahuite (Pseudotsuga menziezii)
y álamo temblón (Populus tremuloides). Los sitios afec
tados por incendios con frecuencia presentan chaparral
secundario de manzanita (figura 12).
CERRO GORDO
El cerro Gordo es la mayor elevación en Durango y en
toda la Sierra Madre Occidental. Por presentar fuerte
afloramiento rocoso, prevalece una comunidad de her
báceas y de arbustos, incluyendo a Holodiscus dumosus
y al táscate (Juniperus blancoi var. huehuentensis). Sin embargo, el bosque de pino (Pinus rudis) llega hasta muy
cerca de la cima y unos pocos árboles alcanzan ésta (figuras 13, 14 y 15). Varias de las herbáceas son similares
a las encontradas en el cerro Huehuento (cuadro 2), y
Bromus richardsonii se ha hallado sólo en el cerro Gordo
(RuachoGonzález et al. 2013). El cerro Gordo es uno de
los sitios sagrados de la cultura huichola, y en su cum
bre se localiza un altar (figura 16).
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
Las comunidades vegetales de las partes altas de los
cerros son de importancia estratégica para la generación
y conservación de los suelos, y para la filtración y cap
tación de agua. Además, estos sitios son ecológica
mente importantes por ser sensibles en particular al
disturbio y al cambio climático, de manera que son de
las primeras zonas terrestres donde pueden detectarse
los efectos de dicho cambio. El inventario de sus com
ponentes es una base de información que puede servir
para futuros monitoreos de la flora de cimas.
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266
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 13. Panorámica del cerro Gordo, la mayor elevación de la Sierra Madre Occidental.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 14. Afloramientos rocosos en la cima del cerro Gordo.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de ecosistemas
267
Figura 15. Vista desde el cerro Gordo hacia la quebrada del río San Pedro-Mezquital, profundo corte de la smo que representa el
límite norte o sur para muchas especies.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 16. Altar huichol en la cima del cerro Gordo.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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268
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Diversidad de
especie�
1 Hongos
2 Plantas vasculares
3 Fauna silvestre
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271
Resumen ejecutivo
Raúl Díaz Moreno, Martha González Elizondo, Raúl Muñíz Martínez
HONGOS
Los hongos en Durango se distribuyen mayormente en
bosques templados de la Sierra Madre Occidental con
675 especies, siguiéndole las zonas agrícolas con 68 y,
finalmente, las zonas desérticas con 15.
Con respecto a la importancia de los hongos, se
observa la abundancia de dos grupos ecológicos de es
tos organismos: los micorrizógenos, con 254 especies y
los xilófagos, con 271, de estos últimos, 78 son consideradas como patógenos de importancia fores
tal (Heterobasidion annosum, Fomitopsis pinicola,
F. cajanderi, Armillaria mellea).
Los hongos micorrizógenos, son de im
portancia ecológica por su relación sim
biótica con plantas de interés forestal y
por el papel que tienen en la reforesta
ción (Gomphus floccosus, Clavariadelphus
pistillaris, Albatrellus ellisii, Ramaria sp,
entre otros).
En cuanto a la importancia económi
ca, tenemos a los hongos comestibles
con 300 especies conocidas en México,
de las cuales en Durango se tienen 133,
lo que representa 44.3% de las especies
conocidas en el país (Amanita caesarea,
Tricholoma magnivelare, Lactarius deliciosus,
Boletus pinophilus, Morchella esculenta,
Cantharellus cibarius, Hericium erinaceus, en
tre otros).
En relación con las especies amenazadas en la re
gión y que se encuentran en la nom-059, encontramos
a: Amanita muscaria, Hygrophorus russula, Boletus edulis,
Leccinum aurantiacum, Morchella elata y M. esculenta, to
das ellas amenazadas además de Tricholoma magnivelare
y Cantharellus cibarius en protección especial; sin em
bargo. Amanita caesarea es la especie más consumida
en el estado y no aparece en la nom.
Finalmente, en el estado se registran 23 especies de
hongos que se utilizan como medicinales en países
orientales principalmente, y de las que actualmente se
están tratando de aprovechar sus propiedades inmu
noestimuladoras, antitumorales y para bajar el coles
terol en la sangre, entre otras, (p.e. Ganoderma lucidum,
Pycnoporus sanguineus, Schizophyllum commune, Trametes
versicolor).
Del total de especies de Durango tenemos representa
dos a los phylla Ascomycota con 101 especies y Basidiomycota con 656, siendo este último grupo taxonómico
el más abundante para la región; adicionalmente, se
registran tres especies de la clase Myxogastrea, que no
corresponden al reino Fungi pero han sido tradicional
mente estudiados como hongos (cuadro 1). De las 757
especies conocidas para Durango en el presente trabajo,
228 se registran por primera vez para la región, cifra
equivalente a 30%, lo que nos muestra la gran diversidad
que tiene esta región y a su vez lo mucho que falta por
estudiarse.
PLANTAS VASCULARES
Por sus relaciones evolutivas las plantas vasculares se
clasifican en varios grupos y subgrupos naturales; sin
Díaz-Moreno, R., M. González-Elizondo y R. Muñíz-Martínez. 2016. Resumen ejecutivo. Diversidad de especies. En: La biodiversidad
en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 271-274.
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272
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
embargo, con fines prácticos en esta sección se dividen
en: Pteridophyta y plantas afines (helechos, equisetos,
licopodios, hepáticas) y Espermatofitas (plantas con semilla); éstas a su vez se han diferenciado en gimnos
permas (Pinophyta y otras) y angiospermas (Liliopsida
y Magnoliopsida). En Durango, al igual que en la flora
mundial, las angiospermas son las más abundantes
(89% de las familias y 95% de géneros y de especies),
las Pteridophytas y plantas afines representan menos
de 9% de las familias y menos de 4% de los géneros y
las gimnospermas son el grupo menos diverso.
Una sinopsis general del conocimiento sobre las plan
tas vasculares de Durango indica la presencia de 4 633
especies agrupadas en 196 familias y 1 167 géneros
(cuadro 1), lo que representa casi 20% de las especies y
42% de los géneros estimados para la flora de México.
La Sierra Madre Occidental alberga 51% de las espe
cies; la región Árida y Semiárida 24%, las Quebradas
(vegetación tropical), 13%; aproximadamente 11% se distribuyen en ecosistemas intermedios o en más de un
ecosistema; y 1% son plantas escapadas de cultivo y naturalizadas. En contraste con la alta diversidad, el porcen
taje de endemismo estricto en la flora de Durango es
bajo (2.7%) debido a su situación biogeográfica inter
media; este porcentaje se incrementa hasta alrededor
de 10% si en lugar de considerar los límites políticos
se consideran los límites ecológicos incluyendo las es
pecies cuya distribución se restringe al territorio del
estado y áreas aledañas.
En esta sección se abordan aspectos sobre la impor
tancia ecológica, económica y cultural de las plantas; su
estado de conservación según la nom-059-semarnat2010 (81 especies) y la Lista Roja de Especies Amena
zadas de la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza (271 especies).
Se destaca la importancia de las Pinophytas y plan
tas afines, las cuales, aunque en términos de cantidad
de especies (43) representan poco menos de 1% de la
flora estatal, incluyen casi dos terceras partes de los
géneros y una tercera parte de las especies registradas
para México y constituyen los elementos dominantes
de los bosques templados de la entidad, los cuales
son de gran importancia ecológica y económica por
constituir la base de importantes servicios ambientales
y por ser el sustento de la industria forestal de la enti
dad. Otra Pinophyta, el sabino (Taxodium distichum var.
mexicanum) está presente en Durango en gran parte de
los ecosistemas riparios de los ríos Nazas y San Pedro
Mezquital formando bosques de galería que cumplen
importantes funciones ecológicas y, por su longevidad,
constituyen una fuente muy valiosa de información
paleoclimática. Se presenta un análisis de la situación
actual, amenazas y acciones de conservación de estos
bosques de galería y un estudio de caso sobre su dis
tribución en el estado y la estructura de edades de sus
poblaciones.
Por otra parte, se analizan de manera particular seis
de las nueve familias de la flora de Durango represen
tadas por 100 o más especies: Asteraceae, Fabaceae, Poaceae, Cactaceae, Orchidaceae y Cyperaceae. En cada caso
se abordan aspectos de diversidad, distribución, ende
mismo, estado de conservación, importancia ecológica
y económica, amenazas, oportunidades o acciones de
conservación; y se incluyen apéndices electrónicos en
los que se enlistan las especies reconocidas, las cuales
en conjunto representan 43% de la flora estatal.
Las tres familias más diversas en la flora de México
también lo son en Durango. Asteraceae, con 828 espe
cies y 185 géneros, es la más diversificada en la entidad
y representa 17.9% de las especies y 15.8 de los géne
ros; según estos datos, Durango presenta mayor rique
za de Asteraceae que el resto de los estados de México
con excepción de Oaxaca. La familia Fabaceae (831 especies y 68 géneros) representa 8.8% de las especies y
5.8 de los géneros de la flora estatal. Poaceae, con 407
especies y 91 géneros constituyen 7.9% y 7.8% respec
tivamente y representan cerca de 50% de los géneros y
30% de las especies reconocidas para México.
Los cactus (Cactaceae) y orquídeas (Orchidaceae)
comparten el cuarto sitio en importancia en la flora estatal, 3 y 2.9% de las especies respectivamente. Las
cactáceas (139 especies y 32 géneros) representan casi
la quinta parte de las especies reconocidas para México.
En contraste, las orquídeas (136 especies) representan
poco más de 11% de las del país. Por último, Cyperaceae,
tercera familia más grande de monocotiledóneas, des
pués de Poaceae y Orchidiaceae, está representada en
Durango por al menos 122 especies y 16 géneros, lo que
representa 61.5% de los géneros y 27.8% de las especies
conocidas para el país.
Este inventario florístico muestra la presencia en la
entidad de casi 20% de las especies estimadas para Mé
xico en un área que representa apenas 6.3% del terri
torio nacional. Se estima que la diversidad florística de
Durango es mayor ya que aún existen muchas áreas
poco exploradas, así como grupos taxonómicos y co
munidades vegetales cuyo conocimiento es todavía
muy pobre, por lo que se requiere realizar estudios
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Diversidad de especies
taxonómicos que permitan tener un inventario más
completo de sus componentes, conocimiento funda
mental para sustentar planes de conservación y mane
jo sostenible de la biodiversidad y de los bienes y
servicios asociados a la misma.
FAUNA SILVESTRE
La biodiversidad de la fauna silvestre que presenta Du
rango aún es desconocida en su totalidad. Entre las razones se encuentran la falta de trabajos de campo, los
cuales se complican por la orografía, sobre todo en la
Sierra Madre Occidental que es muy accidentada, mientras que el centro y este del estado son planicies y
áreas semidesérticas. Otro factor importante es la falta
de caminos para llegar a dichas zonas.
En esta sección se mencionan algunos grupos taxo
nómicos que hasta hace unos años no se conocía el número real de especies, pero gracias a la participación
de varios grupos de investigadores nacionales como
extranjeros que se abocaron en estudiar a los animales
silvestres, han contribuido a mencionar cuántas espe
cies existen en el estado.
Entre las instituciones nacionales que participaron
se encuentran el Instituto de Ecología, el Instituto Po
litécnico Nacional, la Universidad Nacional Autónoma
de México y organizaciones independientes; por parte de
instituciones extranjeras están las universidades de Kan
sas, Michigan, Tecnológico de Texas, Texas A&M y el
museo Smithsoniano. Sin embargo, aún falta mucho
por estudiar para conocer el número de especies que
conforman a este estado.
273
La información sobre la clase Insecta está representada por tres órdenes y un total de 657 especies, los cuales
son: Diptera con 78, Lepidoptera con 270* e Hymenopte
ra con 283* especies. La investigación que se presenta
en esta sección sobre invertebrados, es un claro indi
cador de que su estudio no está completo ya que faltan
varias clases como gusanos redondos, planos, caraco
les, crustáceos, arañas, alacranes y otros órdenes de
insectos, por mencionar algunos. También hay que
considerar aquellas especies que son parásitos para
animales silvestres y domésticos donde su importancia
es económica. Aunque los invertebrados son organis
mos poco “notorios” o pequeños, esto sólo es en tama
ño, ya que su riqueza de especies es probablemente la
mayor de las existentes. Por lo tanto, es necesario que
los investigadores refuercen sus estudios para generar
el conocimiento del número de especies de invertebra
dos que no ha sido bien estudiado en la entidad.
Por otro lado, la biodiversidad de los cordados está
representada por cinco clases y 809 especies, las cuales
son: peces con 65 especies, anfibios con 34, reptiles con
123, aves con 430 y mamíferos con 157 especies. Hasta
el momento, los cordados es el grupo más estudiado en
Durango. La relación de las especies en Durango con el
total de especies conocidas para México es la siguiente:
anfibios 9.5%, reptiles 15%, aves 39% y mamíferos 29%.
En total, las especies de insectos y cordados presen
tadas en este estudio corresponden a 631 especies (cua
dro 1), la cual no representa el número total real de la
biodiversidad de fauna silvestre del estado, por estar
aún en estudio.
*Especies identificadas.
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274
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Número de especies por grupo taxonómico
Reino
Grupo
Protista
Amoebozoa
1
2
2
3
3
0
ND
Ascomycota
7
14
26
50
101
0
ND
Basidiomycota
6
21
82
247
656
9
8
Helechos y afines
ND
ND
17
44
177
22
ND
Gimnospermas
ND
ND
4
9
43
17
4
Angiospermas
ND
ND
175
1114
4413
757
75
Subtotal
0
0
196
1167
4633
796
79
Arthropoda
1
3
60
326
631
3
1
Peces
1
9
15
40
65
0
29
Anfibios
1
2
8
14
34
0
10
Reptiles
1
2
18
58
123
0
47
Aves
1
20
63
234
430
0
49
Mamíferos
1
8
22
76
157
0
17
6
44
186
748
1440
3
153
20
81
492
2215
6833
808
240
Fungi
Plantae
Animalia
Subtotal
Total
Clase
Orden
Familia
Género
Especie
Infraespecie
NOM-059
* En el apéndice 4 sólo se presenta información detallada para familias; por lo tanto, el conteo para esta categoría taxonómica en
Helechos y afines, gimnospermas y angiospermas, es mayor al que correspondería para los géneros y especies que se muestran.
Notas para conteos totales:
Los conteos no incluyen la categoría Incertae sedis.
El epíteto específico sp./spp. no se contabiliza como especie; de ser el caso se indica el número de especies identificadas.
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275
Diversidad de especies
Hongos
Ricardo Valenzuela • Tania Raymundo • Elvira Aguirre-Acosta • Silvia Bautista-Hernández • Raúl Díaz-Moreno • Jesús García-Jiménez
INTRODUCCIÓN
Los hongos constituyen un grupo de organismos de los
más diversos entre los seres vivos; los hay microscópi
cos y macroscópicos, de formas y colores muy varia
dos. Eran considerados dentro del reino vegetal, pero
por su forma de nutrición, la ausencia de clorofila y las
estructuras fundamentales que presentan fueron con
siderados como un reino aparte, el Fungi o reino de los
hongos (Herrera y Ulloa 1990). Se definen como orga
nismos filamentosos, eucarióticos, aclorófilos, heteró
trofos, que se reproducen asexual y sexualmente por
medio de esporas, poseen una pared celular compuesta
principalmente por quitina o celulosa, presentan crecimiento apical y se nutren por absorción. Sin embargo,
esta definición incluye a seres que se parecen morfoló
gicamente entre sí, pero que no están estrechamente
relacionados, por lo tanto, lo que conocemos como
“hongos” forman un grupo heterogéneo de individuos
que se originan de distintos ancestros, esto es, son po
lifiléticos.
Actualmente, los biólogos han encontrado difícil delimitar a los seres vivos en cinco reinos, como tradicionalmente eran clasificados, y han buscado en las técnicas
modernas de biología molecular, bioquímica, fisiología,
ecología y morfología, herramientas que les ayuden a
entender las relaciones filogenéticas entre ellos para
poder hacer una clasificación natural. Cavalier-Smith
(1981) propuso que los reinos de organismos deberían
tener un ancestro común, esto es ser de origen monofi
lético. Con base en esta propuesta, las investigaciones
han llevado a los científicos estudiosos de la biología
a encontrar algo de luz en los sistemas de clasificación
de los organismos; en algunos grupos se resolvió su
origen monofilético y por lo tanto su verdadero “esta
tus” taxonómico y se ha encontrado su orden natural
en la vida, pero en otros grupos de seres su sistemati
zación aún es incierta. Los hongos no han escapado a
este ordenamiento y los micólogos los han distribuido
en tres reinos: el reino Fungi, el reino Chromista y el
reino Protozoa (Cavalier-Smith 1998).
En el reino Fungi se incluyen a los verdaderos hon
gos que se caracterizan por presentar un talo quitridial,
micelial o levaduriforme con la pared celular compuesta
de quitina y glucanos; se nutren por absorción, tienen
crestas mitocondriales laminares, sintetizan la lisina
por la ruta metabólica del ácido aminoadípico, la sín
tesis de esteroles la realizan por la vía del ergosterol,
los grupos que tienen células flageladas presentan un
flagelo de tipo látigo y de posición posterior, y almace
nan sus nutrientes en forma de glucógeno. Este reino se
ha subdividido en seis phyla, que son: Chytridiomycota,
Blastocladiomycota, Zygomycota, Glomeromycota, As
comycota y Basidiomycota, aunque recientemente fue
ron agregados dos grupos de seres más parecidos a los
Protozoa que a los hongos; sin embargo, según las téc
nicas modernas son hongos verdaderos, y son los Mi
crosporidia y los Cryptomycota (Cavalier-Smith 1998,
Kirk et al. 2008, Jones et al. 2011).
En el reino Chromista se incluyen a los hongos he
terocontos, que se caracterizan por presentar un talo
micelial cenocítico con pared celular compuesta por
celulosa, se nutren por absorción, tienen crestas mito
condriales tubulares, sintetizan la lisina por la vía del
ácido diaminopimélico, la síntesis de esteroles la reali
zan por la vía del fucosterol, las células flageladas son
heterocontas, con uno o dos flagelos, uno de tipo mas
tigonemado y el otro de tipo látigo, ambos de posición
anterior o ventral; almacenan sus nutrientes en forma
de micolaminarinas, y considera a dos phyla: Oomyco
ta y Labyrinthulomycota (Cavalier-Smith 1998, Kirk et
al. 2008).
En el reino Protozoa se incluyen a los hongos mu
cilaginosos, que se caracterizan por presentar un talo
plasmodial o ameboidal, carentes de pared celular, se
nutren por fagocitosis, sus crestas mitocondriales son
vesiculosas o tubulares, presentan células flageladas
Valenzuela, R., T. Raymundo, E. Aguirre-Acosta, S. Bautista-Hernández, R. Díaz-Moreno y J. García-Jiménez. 2017. Hongos. En: La
biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 275-288.
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276
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
con dos o más flagelos todos de tipo látigo y de posi
ción posterior, no sintetizan lisina y considera a tres
phyla: Amoebae, Cercozoa y Percolozoa, este último se
nutre por absorción (Cavalier-Smith 1998, Kirk et al.
2008).
DIVERSIDAD
Con respecto al número de especies que tiene el reino
Fungi, Kirk et al. (2008) señalan que se conocen 97 861
especies en el mundo, y si se considera a los Microsporidia, con 1 300 especies descritas, la suma se elevaría
a 99 161 especies. Hawksworth (1991, 2001), quien menciona que se describen en promedio 1 200 especies por
año, hasta 2016 se tendrían 108 761 especies de hongos
descritas en el mundo.
La gran diversidad biológica que se presenta en Mé
xico se debe principalmente a la situación geográfica,
así como a su accidentada topografía con variedad de
altitudes y climas, lo cual contribuye a formar un mo
saico de condiciones ambientales y microambientales
que promueven una gran variedad de hábitats y formas
de vida (Sarukhán et al. 1996 y Sarukhán y García 2003).
Guzmán (1998) señaló que se han descrito 7 000 espe
cies de hongos de México, y estimó que sólo conocemos
3.5% de lo que hay en el país, mientras que Cifuentes
(2008) enlista 2 135 especies de hongos para México,
agrupados en Basidiomycota (1 486 especies en 353 gé
neros y 87 familias), Ascomycota (646 especies en 275
géneros y 86 familias, incluyendo líquenes), Zygomy
cota (dos especies) y Oomycota (una especie), basándo
se principalmente en los registros de la conabio.
Durango ha sido objeto de estudio por diversos
autores debido a la gran riqueza forestal que presenta
(cuadro 1). Cabe destacar los estudios como el de Rodríguez- Scherzer y Guzmán-Dávalos (1984), quienes
mencionaron a 109 especies de macrohongos para las
reservas de la biósfera de la Michilía y de Mapimí,
mientras que Quintos et al. (1984) citaron 100 especies
de macromicetos, principalmente ectomicorrícicos; Pé
rez-Silva y Aguirre-Acosta (1985) reportaron 132 espe
cies de hongos; Díaz-Moreno et al. (2005) registraron
123 especies de los bosques de pino y pino-encino del
estado; Raymundo et al. (2012 a-c) estudiaron 45 especies de ascomicetes, 14 de hongos tremeloides y 25
Hymenochaetaceae del bosque Las Bayas, municipio
de Pueblo Nuevo; mientras que Amalfi et al. (2012) des
criben a Fomitiporia cupressicola como especie nueva,
Raymundo et al. (2012d) a Geopyxis majalis, Peziza
limnaeay Plectania nannfeldtii como nuevos registros
para México de la misma localidad y Raymundo et al.
(2012e) a Fomitiporia texana para el estado.
En el apéndice 1 se presenta una lista de 754 espe
cies de hongos, y se basa en las publicaciones que han
mencionado especies (cuadro 1) o realizado estudios en
dicha entidad, así como en los especímenes recolectados
en los últimos 10 años por los autores y que se encuen
tran depositados en las colecciones de hongos de los
herbarios encb, itcv, mexu y de la Universidad Juárez
del Estado de Durango. El sistema de clasificación que
se utilizó fue el de Kirk et al. (2008), excepto para los
géneros de Hymenochaetales, en donde se siguieron
los criterios de Wagner y Fischer (2002), Decock et al.
(2007) y Groposo et al. (2007).
Del total de especies de Durango se tienen repre
sentados a los phyla Ascomycota con 101 especies y a
los phylum Basidiomycota con 656, siendo este último
el más abundante para la región; adicionalmente, se
registran tres especies de la clase Myxogastrea, que no
corresponden al reino Fungi pero han sido tradicional
mente estudiados como hongos. De las 706 especies
conocidas para Durango en el presente trabajo, 228 se
registran por primera vez para la región, cifra equiva
lente a 30%, lo que muestra la gran diversidad que tiene
esta región y a su vez lo mucho que falta por estudiar
se (cuadro 2). A nivel de géneros, el más abundante fue
Amanita con 33 especies, después Puccinia con 29,
Boletus y Lactarius con 17, Hygrocybe y Russula con 13,
Cortinarius, Sporormiella y Uromyces con 12 y Helvella
con 11 especies.
DISTRIBUCIÓN
Los hongos en el estado se distribuyen mayormente
en los bosques templados de la Sierra Madre Occiden
tal con 665 especies, siguiéndole las zonas agrícolas
con 68 y las zonas desérticas con 15. En cuanto al há
bitat donde se desarrollan estos organismos, se regis
tran principalmente hongos folícolas (aquellos que
crecen sobre hojarasca), lignícolas (sobre madera, aun
que no necesariamente se nutren de ella), fimícolas (en
estiércol), suculentícolas (sobre plantas suculentas,
principalmente cactáceas), humícolas (en humus) (fi
gura 1), terrícolas (en suelo con baja cantidad de ma
teria orgánica), micófagos (aquellos que se alimentan
de hongos), xilófagos (los que se nutren de los compo
nentes de la madera; figura 2), micorrizógenos (los
hongos que forman asociación mutualista con las raí
ces de las plantas; figura 3) y los fitopatógenos (que
parasitan plantas vivas).
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277
Diversidad de especies
Cuadro 1. Referencias bibliográficas donde se han citado especies
Referencia
Aportaciones
Mirza y Cain 1969
Se describen 56 especies de Podospora y algunas se ilustran. Hay material de México,
incluyendo de Durango
Guzmán y Herrera 1969
Es una contribución al conocimiento de los gasteromicetos de las zonas áridas de
México, en el que se incluyen descripciones de 46 especies pertenecientes a 25
géneros; varias especies se registran por primera vez para México. Se citan Podaxis
pistillaris y Gyrophragmium dunalii de Durango
Ahmed y Cain 1972
Es una revisión taxonómica sobre los géneros coprófilos Sporormia y Sporormiella; se
describen 66 especies y la mayoría se ilustra, proporcionando una clave para su
determinación. Se cita a Sporomia mirabilis y varias especies de Sporormiella de
Durango
Guzmán 1972
Se presenta una lista de 340 especies de asco y basidiomicetos mexicanos
depositados en el herbario The National Fungus Collection, procedentes de diversas
entidades federativas. Algunas especies son de Durango
Guzmán y Pérez-Patraca 1972
Realizan un estudio del género Panaeolus que han sido consideradas como tóxicas o
alucinógenas según diversos autores, ya que se han encontrado especies que
contienen psilicibina
Hennen et al. 1972
Se presentan 123 especies y 15 variedades registradas en 10 géneros de royas, se
incluyen sus hospederos, colectores y especies en que fueron colectadas
Guzmán y Herrera 1973
Se hace una recopilación de las referencias bibliográficas que registran especies de
macromicetos mexicanos, sobre todo del grupo de los gasteromicetos
Hennen y Cummins 1973
Incluyen sólo especies que producen estadio telial sobre angiospermas; reportan 131
especies (incluidas 32 que no habían sido reportadas para México)
Mendiola y Guzmán 1973
Se enlistan 47 especies de tremellales de México y se describen dos nuevas especies
de los géneros Calocera y Mylittopsis
Pérez-Silva 1973
Es un trabajo sobre el género Daldinia, basado en el estudio de materiales
depositados en herbarios (encb, mexu) y las colectas de la autora
García-Álvarez 1976
Es una obra en la que se da una lista de enfermedades de las plantas de la república
mexicana por familias y géneros de plantas y de hongos que las producen
Pérez-Silva 1977
Se realiza un estudio sobre el género Cordyceps, ya que algunas de sus especies son
parásitas de pupas, larvas o adultos de insectos de los órdenes lepidóptera,
coleóptera, homóptera e himenóptera
León-Gallegos y Cummins 1981
Se trata de una obra en la cual se incluyen algunas royas de México, descripción,
hospederos y distribución de cada una de ellas. Además de incluyen claves para su
identificación
Marmolejo et al. 1981
Describe 31 especies de teleforáceos, adscritos a 12 géneros de cuatro familias, de
diversas partes de México. Se discute su distribución ecológica y geográfica
Polaco et al. 1982
Presenta los resultados de las observaciones de los hongos y líquenes encontrados en
tres nidos de la rata montera Neotoma mexicana en la sierra de Michis, en la Reserva
de Biosfera La Michilía
Chacón y Guzmán 1983
Es un trabajo donde se reportan algunos hongos de México en una consulta
bibliográfica donde se citan 195 taxa
Pérez-Silva et al. 1983
Se estudian algunos hongos micoparásitos, que resultan ser nuevos registros para
México; se incluye su distribución, hospederos y claves para su identificación
Herrera y Pérez-Silva 1984
Se describen y discuten por primera vez en la micoflora mexicana cinco especies del
género Amanita, subgénero Lepidella
Quintos et al. 1984
Se hace un estudio sobre los macromicetos, principalmente los ectomicorrizicos,
determinándose un total de 100 especies, de las cuales 29 tienen esta característica
Rodríguez-Scherzer y
Guzmán-Dávalos 1984
Se presenta una lista de 109 especies de hongos superiores de las reservas de la
biosfera de la Michilía y de Mapimí
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278
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Continuación
Referencia
Aportaciones
Cifuentes et al. 1985
Se registran: Ramaria fumigata, Cantharellus infundibuliformis, C. tubaeformis,
Leucopaxilus tricolor y Amanita tephrea, de los cuales únicamente C. tubaeformis se
conocía de México
Guevara et al. 1985
Se hace una descripción de 35 especies de agaricales, basadas en 96 colectas, y se
citan 17 especies por primera vez para México
Pérez-Silva y Aguirre-Acosta
1985
Se identifican 132 especies de hongos de Durango, 81 se citan por primera vez para
el estado y dos de ellas por primera vez para México
Urista et al. 1985
Se describen e ilustran 45 especies de gasteromicetos adscritos a 24 géneros de los
órdenes Phallales, Lycoperdales, Sclerodermatales, Podaxales y Nidulariales
Santillán y Valenzuela 1986
Se describen por primera vez para México cinco especies de la familia
Hygrophoraceae, dos del género Hygrophorus y tres de Hygrocybe
Guevara et al. 1987
Diez especies de Lactarius son descritas, nueve de ellas nuevos registros para México.
Se cita a L. lignyotellus cf. texensis de Pueblo Nuevo
Guzmán 1988
Se describen dos nuevas especies de Macowanites para México, citándose
Macowanites durangensis de la Michilía
León-Gómez y Pérez-Silva 1988
Se describen 24 especies de nidulariales para México, ocho de ellas citadas por
primera vez para la micobiota mexicana. Se citan Crucibulum laeve y Cyathus
stercoreus
Cazares et al. 1992
Se describen 24 especies de hongos hipogeos por primera vez para México. De
Pueblo Nuevo se cita: Elaphomyces muricatus, Leucogaster rubescens y tres especies de
Rhizopogon
Chio 1992
Incluye tres nuevos registros de especies de Pholiota para México. Se cita Pholiota
iterata de La Michilía
Nava y Valenzuela 1993
Se describen seis especies de hongos poliporoides, de los cuales tenemos a Phellinus
tremulae descrito para Durango y Coahuila. Las otras seis cinco especies Albatrellus
ellisi, Meripilus sumstinei, Microporellus obovatus, Perenniporia medullapanis y
Polyporoletus sublividus se mencionan para el Estado de México
Valenzuela et al. 1994
Se reportan los datos de las familias Albatrellaceae y Polyporaceae sensu stricto
teniendo un total de 5 229 especímenes capturados correspondientes a 178 especies
en 59 géneros
Guzmán-Dávalos 1995
Se propone la nueva sección Macrospori para el subgénero Gymnopilus dentro de
Gymnopilus. Se describe a G. subfulgens como especie nueva, la cual es citada
de Pueblo Nuevo
Bandala et al. 1996
Se describen cuatro nuevas especies de Phaeocollybia para México. Se cita a
P. amygdalospora de Pueblo Nuevo
Rodríguez-Alcantar et al. 1996
Se describe y amplía la distribución para México de Coltricia montagnei, ya que sólo se
conocía de Canadá y Estados Unidos
Valenzuela et al. 1996
Se describen tres especies del género Hydnochaete, basados en 50 especímenes que
proceden de 13 estados de la república mexicana
San Martín et al. 1998
Se estudian nueve especies del género Xylaria que crecen en hojas secas de árboles
de México. Seis especies fueron recolectadas en bosques tropicales, dos en un bosque
mesófilo de montaña y la restante en un bosque de pino-encino
García 1999
Tesis de maestría en ciencias, donde aborda el grupo de los boletáceos de México,
donde se presentan algunas descripciones de nuevos registros para México
Pérez-Silva et al. 1999
Estudian los gasteromicetos de México con algunas descripciones de ellos y claves de
identificación
Naranjo-Jiménez et al. 2002
Se presenta un catálogo de los hongos silvestres y comestibles del Salto, Durango,
presentándose un total de 30 especies
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279
Diversidad de especies
Cuadro 1. Continuación
Referencia
Aportaciones
Calonge et al. 2004
Se describen cerca de 135 especies de gasteromicetos mexicanos provenientes de
26 entidades federativas. Se registran varias especies nuevas para el continente
americano y para México
Díaz-Moreno et al. 2005
Se determinaron un total de 123 especies adscritas a 70 géneros, incluidas en 27
familias, 19 de Basidiomycota y ocho de Ascomycota, todas ellas de Durango.
Destacándose 27 comestibles, 25 micorrizógenas y 20 patógenas forestales
Valenzuela et al. 2006
En este trabajo se describen 11 especies de hongos poliporoides poco conocidas para
México, de las cuales 10 ya habían sido citadas para el país, pero no se describieron
morfológicamente
Cibrián et al. 2007
Presentan un libro sobre las enfermedades forestales en México, causadas por
agentes bióticos y abióticos
Ramírez-López y Villegas-Ríos
2007
Se hace un estudio de diferentes ejemplares provenientes de herbarios nacionales
que permitieron un mejor conocimiento de los hongos geoglosoides y se reportan
varios nuevos registros
Bautista-Hernández et al. 2011
Presentan 15 taxa identificados y su clave taxonómica, nueve representan al
subgénero Globaria, y seis al subgénero Bovista; cinco de éstos son nuevos registros
para la micobiota mexicana
Amalfi et al. 2012
Describen a Fomitiporia cupressicola como especie nueva
Raymundo et al. 2012a
Se estudiaron 14 especies de hongos tremeloides precedentes del bosque Las Bayas
en el municipio de Pueblo Nuevo, Durango
Raymundo et al. 2012b
Se presenta un listado de ascomicetos macroscópicos derivado de cuatro
exploraciones micológicas al bosque Las Bayas en el municipio de Pueblo Nuevo,
Durango
Raymundo et al. 2012c
Se estudian 25 especies de Hymenochaetaceae que fructifican en el bosque Las
Bayas, municipio de Pueblo Nuevo, Durango
Raymundo et al. 2012d
Describen a Geopyxis majalis (Fr.) Sacc., Peziza limnaea Maas Geest.y Plectania
nannfeldtii Korf como nuevos registros para México de Las Bayas, municipio de
Pueblo Nuevo, Durango
Raymundo et al. 2012e
Describen a F. texana (Murrill) Nuss como nuevo registro para el estado
Cuadro 2. Resumen taxonómico y número total de especies de hongos presentes en la entidad.
Phyla
Orden
Familias
Géneros
Especies
Ascomycota
14
26
50
101
Basidiomycota
21
82
247
650
Myxogastrea*
2
2
3
3
37
110
300
754
Total
Nuevos registros
para el estado
228
228
* La clase Myxogastrea no corresponde al reino Fungi, pero ha sido tradicionalmente estudiada como hongo.
Fuente: Díaz-Moreno et al. 2005 y Cibrián et al. 2007.
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Figura 1. Hongos folícolas, lignícolas y fimícolas: a) Bovista fusca, b) Clitocybe vibecina, c) Coprinus atramentarius, d) Coprinus
micaceus, e) Geoglossum glabrum var. americanum, f) Humaria hemisphaerica, g) Hygrocybe conica, h) H. virgineus, i) Leotia viscosa,
j) Lepiota mastoidea, k) Protostropharia semiglobata, l) Marasmius rotula, m) Rhodocollybia butyracea.
Fotos: Tania Raymundo (a-c, g-h, l-m) y Ricardo Valenzuela (d-f, i-k).
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Con respecto a su importancia, se observa la abundancia
de dos grupos ecológicos de hongos: los xilófagos, con
271 especies, y los micorrizógenos, con 254 (para este
último grupo se consideró el trabajo de Rinaldi et al.
2008). Los xilófagos o habitantes de la madera, juegan
un papel fundamental en el reciclaje de la materia orgá
nica de los ecosistemas forestales. Una cantidad enorme
de carbono de estos ecosistemas es secuestrado en la
madera, la cual consiste principalmente de celulosa, he
micelulosas y lignina. La lignina es un polímero amorfo,
aromático y altamente refractivo que solidifica las pare
des celulares vegetales, proporcionando fuerza, rigidez
y protección a la madera de los ataques microbianos
(Kim y Jung 2000, Morgenstern et al. 2008).
Los hongos xilófagos son los agentes primarios en
la degradación de lignocelulosa en los ecosistemas tro
picales y templados y se distinguen comúnmente tres
tipos de pudrición que ocasionan en la madera: 1) los
que causan podredumbre blanca, 2) los de podredum
bre marrón, y 3) los de podredumbre blanda, de acuer
do a la capacidad de remover la lignina durante su
descomposición. Los hongos de podredumbre blanca
utilizan todos los componentes mayores de la madera,
como la celulosa, hemicelulosas y lignina, casi de ma
nera simultánea, y ocasionan la pudrición de la madera.
La madera afectada por la pudrición blanca se percibe
húmeda, esponjosa y blanda o fibrosa y de apariencia
blanqueada, y normalmente no se agrieta, sólo se en
coge y colapsa cuando es severamente degradada. La
resistencia de la madera infestada decrece gradualmente
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Figura 2. Hongos xilófagos: a) Abortiporus biennis, b) Dacryomyces capitatus, c) Dacryopinax spathularia, d) Hericium erinaceus,
e) Hypholoma fasciculare, f) Lycoperdon pyriforme, g) Plectania melastoma, h) Pleurotus ostreatus, i) Pluteus cervinus, j) P. leoninus,
k) Postia sericeomollis, l) Sparassis crispa, m) Xeromphalina campanella, n) Stereum sanguinolentum.
Fotos: Tania Raymundo (b, d-j, l) y Ricardo Valenzuela (a, c, k, m-n).
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Diversidad de especies
hasta llegar a ser esponjosa al tacto y fibrosa cuando
se rompe. Los hongos de podredumbre marrón utilizan
hemicelulosas y celulosa de la pared celular de la ma
dera, la oscurecen, encogen y rompen en cubos que se
desmoronan en un polvo marrón, dejando un residuo
amorfo, la lignina. La pudrición ocasionada por estos
hongos es la más grave, causando un daño severo, por
que produce una falla estructural en la madera infec
tada, la cual es seca y frágil, se debilita rápidamente,
decreciendo su resistencia por la despolimerización de
la celulosa antes de que se pueda ver cualquier evidencia
externa de degradación.
Finalmente, los ascomicetos ocasionan la llamada
podredumbre blanda, degradando únicamente la celu
losa de la madera; secretan celulasa de sus hifas, la
cual descompone la celulosa y provoca la formación de
cavidades microscópicas dentro de la madera, y algu
nas veces una decoloración y agrietamiento en un pa
trón similar al de la podredumbre marrón; los hongos
de la pudrición blanda necesitan fijar el nitrógeno para
sintetizar enzimas, que obtienen ya sea de la madera o
del medio ambiente (Illma 1991, Cullen y Kersten 1996,
Highley y Dashek 1998, Rayner y Boddy 1988, Schwar
ze et al. 2000, Morgenstern et al. 2008).
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Figura 3. Hongos micorrícicos: a) Albatrellus ellisii, b) Amanita basii, c) A. muscaria, d) Bondarzewia berkeleyii, e) Clavariadelphus
truncatus, f) Coltricia perennis, g) Gyromitra ínfula, h) Gomphus floccosus, i) Helvella crispa, j) Hygrophorus russula, k) Laccaria laccata,
l) Lactarius salmonicolor, m) Leccinum aurantiacum, n) Rozites caperata, ñ) Scutiger pes-caprae.
Fotos: Ricardo Valenzuela (a,d-f, h-i, m, ñ), Elvira Aguirre-Acosta (b-c, k) y Tania Raymundo (g, j, l, n).
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
De las 271 especies xilófagas, 78 son consideradas
como patógenos de importancia forestal por Cibrián et
al. (2007) (véase el estudio de caso Hongos fitopatóge
nos, en esta obra).
El segundo grupo son los hongos micorrizógenos,
que presentan especial importancia ecológica por su
relación simbiótica con plantas de interés forestal y por
el papel que tienen en la reforestación. Estos organismos
ocurren en la mayoría de los ecosistemas templados y
boreales y en grandes áreas de los bosques tropicales
y subtropicales del mundo.
En cuanto a su importancia económica están los
hongos comestibles, de los cuales según Guzmán (1998)
se conocen en México más de 300 especies, y 133 en
Durango, lo que representa 44.3% de las especies cono
cidas en el país. De ellas, 83 son ectomicorrizógenas,
lo que puede aprovecharse para un manejo sustentable
de los recursos forestales no maderables y utilizar primordialmente estas especies útiles en las reforestaciones
de ecosistemas principalmente de bosques de encino,
pino-encino y coníferas.
Entre las especies comestibles, se encuentran 38
especies saprótrofas, que se alimentan de residuos
como hojarasca, organismos muertos o desechos de
organismos vivos, lo cual también ofrece potencial
para manejo, dada la facilidad de estas especies para
crecer en medios de cultivo artificiales y poder ser cul
tivadas en pequeña, mediana o gran escala. Para los
bosques de la región se registran 60 especies tóxicas,
de las cuales Amanita bisporigera, A. peckiana, A. verna,
A. virosa, Hygrocybe conica, Omphalotus mexicanus y O.
olearius pueden ocasionar la muerte si se consumen.
Finalmente, en el estado se registran 23 especies de
hongos que se utilizan como medicinales en países orientales, principalmente, y de las que actualmente se están
tratando de aprovechar sus propiedades inmunoesti
muladoras, antitumorales y para bajar el colesterol en la
sangre, entre otras, como Ganoderma lucidum, Pycnoporus
sanguineus, Schizophyllum commune, Trametes versicolor.
PRINCIPALES AMENAZAS
La abundancia de los hongos depende en gran medida
de la conservación de los bosques y zonas donde estos
se desarrollan. En el estado y principalmente en las
zonas boscosas de la entidad, se realizan prácticas que
amenazan a este grupo, como la eliminación de gran
des extensiones de bosques para establecer zonas agrí
colas y la sobreexplotación de los recursos maderables.
En ambos casos, se cortan árboles y muchas especies
de plantas sobre los cuales crecen o con los que se aso
cian los hongos, por lo que estas prácticas son una gran
amenaza principalmente por la eliminación de los ni
chos ecológicos de otras especies.
RECOMENDACIONES
Para la conservación de los bosques y por ende de los
hongos, se debe implementar un plan de manejo para
realizar una explotación racional de los productos fores
tales, acompañada de prácticas de reforestación de las
zonas afectadas, utilizando plantas nativas de la región
y que a su vez sean inoculadas en las raíces con los hon
gos micorrizógenos originarios de las zonas afectadas
para garantizar la supervivencia de la planta y del hongo.
AGRADECIMIENTOS
Valenzuela, Raymundo y Bautista agradecen al ipn el
apoyo financiero otorgado mediante los proyectos sip20161164 y sip-20161166. García-Jiménez agradece a la
Red Internacional sobre Sistemática y Ecología de Comunidades Forestales y Cultivos de sep, anuies-promep,
dgest-itcv, uat el apoyo financiero a sus investigacio
nes. Valenzuela agradece a la cofaa el apoyo económico
a sus investigaciones.
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SITUACIÓN Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
Las especies amenazadas en la región y que se encuentran
en la nom-059-semarnat-2010, son Amanita muscaria,
Hygrophorus russula, Boletus edulis, Leccinum aurantiacum,
Morchela elata y M. esculenta; por otro lado, Tricholoma
magnivelare y Cantharellus cibarius están en protección
especial; sin embargo, Amanita caesarea es la especie
más consumida en el estado y no aparece en la norma
(semarnat 2010).
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
290290
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Hongos degradadores
de la madera
Raúl Díaz Moreno • Elvira Aguirre Acosta • Ricardo Valenzuela • Tania Raymundo
INTRODUCCIÓN
Se refiere a un grupo de hongos capaz de utilizar la
madera como nutrimento, al digerir con enzimas la lignina y la celulosa de las paredes celulares vegetales
(Gilbertson 1980). La mayoría de las especies de estos
hongos se alimentan de árboles muertos (saprobios),
por lo que son importantes recicladores de materia
orgánica en el suelo de los bosques. Otros causan
enfermedades en los árboles que pueden llegar a ser
tan importantes como las ocasionadas por insectos u
otros organismos (figura 1).
Por lo general, los hongos causantes de la pudrición
no atacan a un árbol sano, ya que para esto requieren
de una entrada al tejido leñoso central maduro de las
raíces, tallos o ramas (duramen). Las heridas causadas
por animales como los roedores, aves e insectos; facto
res ambientales como los rayos, el viento, la nieve y el
exceso de calor, frío o el fuego, así como actividades
humanas pueden dañar al árbol, permitiendo la entrada
de los hongos al duramen (Scharpf 1993). Los árboles
viejos son particularmente propensos al ataque de hongos, y los árboles más jóvenes pueden sufrir pérdida de
biomasa en algún momento.
Las aberturas naturales en el árbol —como los hidátodos, estomas, etc.—, pueden ser el medio de entrada
de estos hongos. La invasión al duramen en árboles en
pie usualmente tiene poco efecto sobre el vigor del árbol,
o sobre su capacidad para sobrevivir en un bosque na
tural competitivo (Gibson y Salinas-Quinard 1985). Sin
embargo, cuando una situación de pudrición del duramen presenta un avanzado estado y las raíces han sido
debilitadas, el árbol puede ser fácilmente derribado por
el viento, lo cual representa un riesgo en las áreas urbanas y recreacionales.
Una vez que se corta el árbol, los hongos atacan la
madera externa (albura), en caso de que la humedad y
algunas otras condiciones como la temperatura y pH sean
favorables para su desarrollo. La pudrición y las manchas producidas en el tejido leñoso externo provoca
que, especialmente los de madera dura, sean de muy
poco valor económico. Su importancia radica en que
son los principales descomponedores de compuestos
lignocelulósicos de la madera, reciclan nutrientes y
aportan materia orgánica al suelo, son generadores de
hábitat y alimento para otros organismos y disminuyen
el riesgo de incendios forestales. Debido al impacto negativo en materia económica, el objetivo del presente
estudio es señalar cómo se pueden identificar estas pudriciones en campo, las cuales están basadas en: a) tipo
de pudrición que produce, b) especies de hongos que las
causan, y c) de acuerdo a la zona del hospedero atacado
(Scharpf 1993).
a) Tipos de pudriciones
En términos generales, hay dos tipos de pudriciones y
deterioros que se encuentran en árboles en pie:
Pudrición blanca
Indica el efecto de la actividad de los hongos que pueden consumir la lignina tan rápidamente como otros
azúcares; la madera se descompone en forma fibrosa,
tomando una coloración más clara con respecto a la
normal. Esta pudrición es causada por un amplio número de hongos, muchos de los cuales forman grandes y
prominentes cuerpos fructíferos1 que liberan muchas
esporas, dentro de los que destacan Phellinus, Cryptoporus,
Trichaptum y los mencionados en el cuadro 1.
Pudrición café u oscura (o cúbica)
Es causada por hongos que tienden a descomponer rápida o preferentemente la celulosa, hemicelulosa, pentosas
1 Los cuerpos fructíferos o esporóforos de los basidiomicetes descom
ponedores de la madera, se forman cerca del punto de entrada del
hongo, cerca de la base del árbol, en cancros (lesiones necróticas que
se producen en tallos y ramas). Estos esporóforos pueden ser anuales
o perennes, en ellos se producen basidiosporas durante una parte o
casi toda la estación de crecimiento, las cuales son llevadas por el
viento, la lluvia o los animales hasta los árboles vecinos (Agrios 2005).
Díaz-Moreno, R., E. Aguirre-Acosta, R. Valenzuela y T. Raymundo. 2017. Hongos degradadores de la madera. En: La biodiversidad en
Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 290-293.
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Diversidad de especies
A
B
D
F
Diversidad de especies
C
E
G
Figura 1. Hongos degradadores de madera: a) Serpula himantioides, b) Spongipellis pachyodon, c) Stereum ostrea,
d) S. subtomentosum, e) Trametes versicolor, f) Trichaptum abietinum, g) Xylobolus illudens.
Fotos: Tania Raymundo (a, d, e, f, g), Ricardo Valenzuela (b), Elvira Aguirre-Acosta (c).
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291
291
en Durango. Estudio de Estado
292292
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Cuadro 1. Hongos que causan pudrición blanca
Nombre científico
Afecta
Forma
Especies afectadas
Phellinus spp.
Postes de cercas o
maderas almacenadas y
húmedas
En forma de repisa,
resupinados o efuso
reflejado
En coníferas, en maderas
duras y numerosas
especies de otros géneros
Cryptoporus volvatus
Reduce el precio de venta
de la trocería derivada de
saneamientos
Presenta basidiomas
globosos de tamaño variable
Ataca abetos y pinos
Trametes versicolor
Es de los hongos que
pudren madera más
comunes en México
Basidioma anual,
resupinado, pileado-sésil,
o efuso reflejado
Encinos y árboles de
madera dura, ya sea vivos
o como madera en uso
Trichaptum abietinum,
T. biforme y T. fusco-violaceum
Afecta árboles que fueron
dañados por el fuego,
viento, etc., o bien por
insectos descortezadores
Basidioma anual,
resupinado, pileado-sésil,
o efuso reflejado
Se presentan
comúnmente en abetos
y pinos
Pycnoporus sanguineus
Son causantes de pudrición
en postes y construcciones
rurales de madera no
tratada
Basidioma anual, pileadosésil, adherido al sustrato,
de color rojo
Se encuentra sobre
encino, salix, durazno,
huizache, etc.
Schizophyllum spp.
Se presenta en ramas y
troncos en descomposición
Basidioma sésil, en forma
de abanico
Especies comunes en
madera de angiospermas
Stereum ostrea,
S. complicatum,
S. gausapatum,
S. ochraceoflavum
y S. subtomentosum
Afectan postes y madera
estructural que no esté
preservada
Basidiomas pileado sésiles
de consistencia coriácea
Principalmente de encinos
Spongipellis pachyodon
Afecta ramas y troncos de
árboles vivos de encino
Basidioma efuso-reflejado,
simple o sobrepuesto
Principalmente en encinos
como saprófito o parásito
Xylobolus illudens
Sobre ramas de eucalipto y
encino
Basidiomas efuso-reflejado
Sobre eucaliptos
Fuente: Díaz-Moreno et al. 2005, Cibrián et al. 2007.
y carbohidratos; la lignina queda como residuo de la
madera podrida (Gibson y Salinas-Quinard 1985). La madera adquiere una coloración de color café y una con
sistencia suave con fracturas que forman cubos. Como
ejemplo de esto tenemos a Gloeophyllum mexicanus (que
ataca pinos), G. sepiarium (ataca abetos), G. striatum
(afecta maderas tropicales en uso); sus basidiomas apa
recen en la superficie de la madera de vigas, tablas,
postes, etc.; son anuales o perennes, sésiles a ancha
mente adheridos, en forma de repisa y elongados a lo
largo del sustrato, corchosos, aplanados. Píleo finamen
te tomentoso, el himenóforo con poros irregulares a
dedaloides y ocasionalmente con algunas láminas.
b) Especies de hongos que la causan
Además de los mencionados anteriormente, hay otros
hongos superficiales, y dentro de estos se pueden men
cionar mohos superficiales. Dentro del gran número de
especies de estos hongos se pueden mencionar los gé
neros Alternaria, Cladosporium, Epicoccum, Gliocladium,
Fusarium, Penicillium, Rhizopus y Trichoderma. Entre los
hongos manchadores de albura de árboles recién cortados destacan Ceratocystis y Ophiostoma, y dentro de los
hongos manchadores internos están Diplodia, Cladosporium y Torula.
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Diversidad de especies
c) De acuerdo a la zona del hospedero
atacado
De acuerdo con las partes del hospedero atacado, afec
tan principalmente el follaje, inflorescencia, la raíz y el
tallo.
Diversidad de especies
293
293
REFERENCIAS
Agrios, J.N. 2005. Plant Phatology. Fifth Edition. Elsevier Academic
Press.
Cibrián, D., D. Alvarado y S.E. García. 2007. Enfermedades forestales en
México/Forest diseases in Mexico. Universidad Autónoma Chapingo/
conafor/semarnat, México; Forest Service usda, eua/nrcan Fo
CONTROL DE LAS PUDRICIONES
Es imposible controlar las pudriciones y descomposicio
nes de la madera en el bosque, pero las pérdidas pue
den reducirse de la siguiente forma:
1. Mediante prácticas de manejo que disminuyan o eliminen la posibilidad de que se introduzca el hongo
en los árboles.
2. Llevando a cabo la tala y el entresacado de los árboles.
3. Cosechar árboles antes de que lleguen a la edad de
susceptibilidad extrema a los hongos que pudren la
madera (turno fitopatológico).
rest Service, Canadá/Comisión Forestal de América del Norte/
cofan/fao. Chapingo.
Díaz-Moreno, R., R. Valenzuela y J. Marmolejo. 2005. Flora micológi
ca de bosques de pino y pino-encino en Durango, México. Ciencia
uanl 8: 262-269.
Gibson, I.A.S. y R. Salinas-Quinard. 1985. Notas sobre enfermedades
forestales y su manejo. sarh. Boletín técnico 106.
Gilbertson, R.L., 1980. Wood rotting fungi of North America. Mycologia 72: 1-49.
Scharpf, R.F. 1993. Diseases of Pacific coast conifers. usda Forest Service.
Agriculture Handbook.
La mayoría de los poliporáceos están restringidos a
madera dura no viva en hospederos vivos y no invaden
ni matan tejido vivo, por lo que se les considera hon
gos pudridores del duramen. Un pequeño número de
estos son verdaderos patógenos y son capaces de inva
dir y matar el floema causando la muerte de los hospe
deros vivos.
La actividad que tienen estos hongos en la natura
leza es considerada de gran importancia por el aporte
de nutrimentos que brindan a los bosques. Por otro lado,
las pérdidas económicas que ocasionan en el país y
particularmente en Durango son significativas, por lo
que se recomienda un manejo integrado de estas áreas
boscosas.
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
294294
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Hongos fitopatógenos
Raúl Díaz Moreno • Elvira Aguirre Acosta • Ricardo Valenzuela • Tania Raymundo
INTRODUCCIÓN
Los hongos fitopatógenos son aquellos que viven a ex
pensas de las plantas, ya sea fuera o dentro de ellas, a
veces como parásitos primarios y en otras ocasiones
como secundarios u oportunistas, causando diversas enfermedades (Agrios 2005). Algunos ejemplos de ellas
se mencionan en los cuadros 1-4 (Díaz-Moreno et al.
2005, Cibrián et al. 2007).
La importancia de los hongos que causan enfermeda
des en el follaje se acentúa en los árboles desarrollados
en plantaciones y áreas urbanas. En los bosques natu
rales son pocas las especies de hongos que causan en
fermedades de importancia económica. Los efectos
negativos que ocasionan son la muerte del follaje, la
pérdida de vigor y, por consecuencia, la predisposición
al ataque de otros agentes.
El término cancro1 se refiere a una enfermedad cau
sada por hongos que se desarrolla en el floema, el cam
bium y las primeras capas de xilema de árboles vivos,
es decir, en troncos y ramas. Los hongos que causan
cancros, en su mayoría, son parásitos débiles, y requie
ren que el hospedero se encuentre debilitado por fac
tores externos.
Las enfermedades causadas por hongos que afectan
a la raíz de los árboles son de gran importancia en ambientes templados y tropicales, aunque en bosques naturales su relevancia es menor. La detección de este tipo
de patógenos es difícil y, a menudo, cuando se detecta
la enfermedad es demasiado tarde para impedir la muer
te del árbol.
En México se reconocen 571 especies de royas, ubi
cadas dentro de 48 géneros (apéndice 2). Todas son
patógenos obligados de plantas vivas; algunas tienen
gran importancia económica en la agricultura y la da
sonomía (Cibrián et al. 2007). Los ciclos de las royas son
complejos; muchas especies requieren de dos hospede
1 El cancro es una lesión necrótica en la corteza del tronco o raíz, a
veces extendiéndose al xilema.
ros no relacionados para completar un ciclo, aunque
otras pueden hacerlo en un solo hospedero. Algunas
afectan monocotiledóneas, otras coníferas y la mayoría
angiospermas. La importancia de las royas como cau
santes de enfermedades forestales es grande. Entre las
especies de mayor importancia en el estado se encuen
tra a la roya agalladora de conos de pino (Cronartium
conigenum), la roya esférica del pino-encino (C. quercuum
quercuum), la roya estalactiforme (C. coleosporioides), la
roya de las ramas de pino (C. arizonicum), la roya de las
acículas de pino (Coleosporium sp.), la roya de la picea
(Chrysomyxasp.), la roya de las hojas del sauce y álamo
(Melampsora epitea) y la roya del cedro y junípero
(Gymnosporangium spp.).
También se tienen enfermedades de marchitamien
to y pudrición como la ocasionada por Verticillium
albo-atrum en eucalipto, encino y olmo. Existen pocos
reportes en especies forestales, pero se ha detectado en
vid, árboles frutales de manzano, durazno, nogal y
aguacate, ocasionando los síntomas de marchitez en el
follaje. En bosques naturales, principalmente con árbo
les viejos o después de severos problemas de incendios
o falta de un manejo silvícola adecuado, existe una in
cidencia de pudrición de corazón.
De las 271 especies xilófagas (apéndice 1), 78 son consideradas como patógenos de importancia forestal por
Cibrián et al. (2007). Destacan, entre otras, Heterobasidion
annosum, Fomitopsis pinicola, F. cajanderi, Armillaria
mellea, A. ostoyae, Pseudoinonotus dryadeus, Ganoderma
curtisii, Laetiporus sulphureus y Phaeolus schweinitzii
como causantes de muerte de árboles de los bosques
de encino, pino y coníferas de Durango, y tienen im
portancia forestal en las zonas templadas de México,
Estados Unidos y Canadá.
PÉRDIDAS ECONÓMICAS
Para Durango no se tienen registros específicos acerca
de las pérdidas económicas que ocasionan las diversas
enfermedades en las plantas.
Díaz-Moreno, R., E. Aguirre-Acosta, R. Valenzuela y T. Raymundo. 2017. Hongos fitopatógenos. En: La biodiversidad en Durango.
Estudio de Estado. conabio, México, pp. 294-299.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
Cuadro 1. Enfermedades del follaje
Nombre científico
Afecta
Forma
Especies afectadas
Phaeocryptopus
gaeumannii
Causa daños severos en
árboles de navidad
Cuerpos fructíferos
(seudotecios) en acículas
verdes
Tizón suizo
en Pseudotsuga
Elytroderma deformans
Reduce el crecimiento y
vigor y propicia la
entrada de
descortezadores
Pueden formar el
llamado síntoma de
escoba de brujas
Caída de acículas
en pino
Afectan la calidad
estética de las plantas
Presenta hifas oscuras
que están inmersas en el
líquido azucarado
excretado por los
insectos
Fumagina de
latifoliadas y coníferas
Capnodium spp.
Fuente: Díaz-Moreno et al. 2005, Cibrián et al. 2007.
Cuadro 2. Enfermedades en ramas y troncos
Nombre científico
Afecta
Forma
Especies afectadas
Atropellis pinicola
En árboles susceptibles se
presentan gran número de
cancros y existe muerte de
ramas, las cuales muestran
follaje café rojizo al morir
En la parte media del cancro
se forman apotecios de
color oscuro, casi negros
Cancro en pino
Botryosphaeria
dothideae
Provoca muerte de puntas y
ramillas; los árboles grandes
con infecciones en las ramas
muertas son de color rojo en
toda la copa
Produce conidios en
picnidios y en los cánceres
se forman los seudotecios
Cancro en arctostafilo,
ciprés, fresno, eucalipto
y encino
Cryptosphaeria
lignyota
Causa la muerte de puntas
y ramas de árboles
establecidos en sitios con
sequías prolongadas
La superficie de la corteza
es grisácea oscura; con una
gran cantidad de peritecios
individuales y con un poro
evidente
Cancro en álamo
Fusarium circinatum
Los árboles infectados
muestran exudación de
resina, en troncos, ramas
o puntas
Presenta microconidios
típicos de forma oval,
unicelulares y macroconidos
alargados y curvos (forma
típica de canoa o de hoz), de
una a cuatro células
Cancro resinoso en
pino
Provoca agrietamientos en la
corteza y formación de
cancros en tronco y ramas
Forma cirros de color
rojo-naranja, naranja o
amarillos, que parecen
cabellos delgados, rizados,
frágiles cuando secos y
viscosos cuando húmedos
Cancro en sauce
y álamo
Cytospora
chrysosperma
Fuente: Díaz-Moreno et al. 2005, Cibrián et al. 2007.
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en Durango. Estudio de Estado
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La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
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F
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Diversidad de especies
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K
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297
N
Figura 1. Hongos patógenos forestales: a-b) Armillaria ostoyae, c-d) Cronartium conigenum fase espermogonial1 y ecial,2
e) C. conigenum fase uredial,3 f-g) Fomitopsis pinicola, h) Heterobasidion annosum, i-j) Inonotus fulvomelleus, k) Phaeolus schweinitzii,
l-n) Phellinus laevigatus.
Fotos: Tania Raymundo (a, b, f, g, h), Ricardo Valenzuela (c, d, e, i, j, k, l, m, n).
1 Cuerpo fructífero de las royas en las que se forman los gametos.
2 Fase que lleva las eciosporas, las cuales son uno de los diferentes tipos de esporas que forman las royas.
3 Estructura fructífera de las royas en las que se forman las urediosporas, la cual es una espora binucleada.
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en Durango. Estudio de Estado
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La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Cuadro 3. Enfermedades de la raíz
Nombre científico
Afecta
Forma
Los basidiomas se identifican
por sus píleos de color miel a
amarillento
Especies afectadas
Pudrición de raíz en
pino, encino, abeto y
Pseudotsuga
Armillaria mellea
Hospederos vivos y muertos o
en el suelo, cerca de madera
o raíces enterradas
Heterobasidion annosum
En árboles jóvenes es capaz de
ocasionar muerte rápida y en
adultos reduce el crecimiento
en diámetro y altura
En la base de los árboles
infectados se forman los
basidiomas, los cuales son
perennes, resupinados a
efuso-reflejados
Pudrición de raíz en
pino, abeto y
Pseudotsuga
Ganoderma applanatum,
G. curtisii
G. lobatum
Los árboles infectados tienen
muerte descendente de la copa,
la punta del árbol y de las
ramas principales; el follaje es
reducido, clorótico y caedizo
Los basidiomas son estipitados
lateralmente, en forma de riñón
o flabeliformes, corchosos,
cubiertos por una costra lisa,
delgada, brillante, de color
marrón amarillento, marrón
anaranjado o marrón rojizo
Pudrición de cuello de
raíz de casuarina,
cedro, olmo, pirul
Phaeolus
schweinitzii
Causa pudrición del cuello de
raíz en árboles vivos y crece
sobre maderas muertas
Los basidiomas pueden ser
solitarios o gregarios, de forma
circular, aterciopelados y
hundidos en el centro, de color
marrón rojizo
Pudrición café del
cuello de raíz de
coníferas
Inonotus dryadeus
Pseudoinonotus dryadeus
Causa con frecuencia la muerte
de encinos rojos y blancos en
bosques naturales
Basidiomas anuales, pileadosésiles, dimidiados en forma de
repisa semicircular, solitarios a
imbricados
Pudrición de la raíz de
encinos
Phymatotrichum
omnivorum
Phymatotrichopsis
omnivora
Presenta un declinamiento
descendente y marchitamiento
de las ramas más altas. En la
raíz se observa pudrición, la
corteza se separa fácilmente y
se presenta una necrosis
vascular de color marrón rojizo
A simple vista se puede
observar sobre la corteza los
cordones miceliares de color
marrón claro a oscuro de
apariencia afelpada
Pudrición texana de la
raíz con más de 2 300
especies de
hospederos
dicotiledóneas
Fuente: Díaz-Moreno et al. 2005, Cibrián et al. 2007.
Actualmente se han identificado más de 200 especies
de plagas y enfermedades, de las cuales 50% pertene
cen a los insectos, 30% a enfermedades que causan ro
yas y pudriciones, y 20% causadas por plantas parásitas
(semarnap y uach 1999).
REFERENCIAS
Agrios, J.N. 2005. Plant Pathology. Fifth Edition. Elsevier Academic Press.
Cibrián, D., D. Alvarado y S.E. García. 2007. Enfermedades forestales en
México/Forest diseases in México. Universidad Autónoma Chapingo/
conafor/semarnat, México; Forest Service usda, eua/nrcan Fo
rest Service, Canadá/Comisión Forestal de América del Norte/
CONCLUSIONES
El estado no cuenta con un documento en el que se tra
ten específicamente las enfermedades ocasionadas por
hongos patógenos, por lo que es indispensable hacer
un trabajo de este tipo, ya que el estado presenta una
vocación eminentemente forestal y, en la parte suroes
te, agrícola.
cofan/fao. Chapingo.
Díaz-Moreno, R., R. Valenzuela y J. Marmolejo. 2005. Flora micológi
ca de bosques de pino y pino-encino en Durango, México. Ciencia
uanl 8: 262-269.
semarnap y uach. Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Natura
les y Pesca y Universidad Autónoma Chapingo. 1999. Atlas forestal
de México. semarnap/uach. México.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
299
299
Cuadro 4. Pudrición en árboles vivos
Nombre científico
Afecta
Forma
Especies afectadas
Phellinus pini
Es el hongo de mayor
importancia como
degradador del duramen de
la madera de árboles vivos
Los basidiomas en forma de
repisa a ungulados, de hasta
15 cm de diámetro; son sésiles
y perennes
Pudrición del duramen
en pino
Phellinus tremulae
Causa la pudrición del
corazón de árboles jóvenes
a maduros, reduciendo el
crecimiento y causando su
muerte
El basidioma es perenne,
pileado-sésil, semiungulado a
semiefuso a efuso-reflejado, de
consistencia leñosa
Pudrición de la madera
de chopo
Phellinus badius
Ph. everhartii,
Ph. gilvus,
Ph. hartigii,
Ph. laevigatus
y Ph. robustus
Pudrición de corazón
Basidiomas por lo general
duros, leñosos, fibrosos, de
colores canela a pardo
Leguminosas, eucalipto,
encino y abeto
Inonotus circinatus
I. dryophilus
I. rheades,
I. farlowii,
I. munzii
Todas las especies causan
pudrición blanca en árboles
vivos o madera muerta de
coníferas y angiospermas
Este género presenta
basidiomas anuales,
resupinados, efuso reflejados,
sésiles o estipitados, solitarios
o imbricados, de color amarillo
a marrón rojizo
Pino, encino, álamo,
sauce y pirul
Fomitopsis pinicola
Se encuentra en la base de
árboles vivos que tuvieron
grandes lesiones en ésta;
también es frecuente en
tocones y troncos de árboles
derribados
El basidioma es de gran
tamaño, perenne, pileado-sésil,
aplanado a ungulado y de
consistencia leñosa
Pudrición de albura en
abeto y pino
Fomitopsis cajanderi
La pudrición que causa en el
centro de árboles vivos
reduce el valor comercial de
la madera
Los basidiomas son sésiles a
efuso reflejados, solitarios o
imbricados. Margen entero,
ondulado o lobulado, con líneas
concéntricas de color oscuro,
borde rosáceo cuando frescos
Pudrición de cuello en
seudotsuga y pino
Coriolopsis gallica
La madera con pudrición
pierde su resistencia
mecánica y ofrece alto
grado de peligro para
personas y bienes
El basidioma es anual, pileadosésil, semicircular o alargado,
imbricado, de consistencia
corchosa. Píleo densamente
hirsuto, blanquecino a grisáceo
Pudrición de sauce y
chopo
Fuente: Díaz-Moreno et al. 2005, Cibrián et al. 2007.
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301
Diversidad de especies
Flora vascular
Martha González Elizondo • M. Socorro González Elizondo • Irma Lorena López Enríquez • Jorge Alberto Tena Flores
INTRODUCCIÓN
Las plantas vasculares, también conocidas como traqueofitas o plantas superiores, son los organismos más evolucionados del reino Plantae. La mayoría de las plantas
terrestres son plantas vasculares. Las hierbas, arbustos
y árboles que vemos por la ventanilla de un vehículo
cuando hacemos recorridos por tierra a través de los
diversos ecosistemas de nuestro país —desde los de
sérticos hasta los selváticos— son plantas vasculares,
así como las que plantamos en parques y jardines, de
las que obtenemos madera y fibra, y la mayoría de las
que comemos.
El reino Plantae incluye, además de las plantas su
periores, a un diverso conjunto de organismos que se
conoce tradicionalmente como plantas inferiores y que
incluye a todas las algas (unicelulares y pluricelulares;
verdes, rojas, pardas, etc.; de agua dulce o marinas) y a
las briofitas (musgos y otros organismos). Las plantas
vasculares se diferencian de dichos organismos por po
seer tejidos conductores de nutrientes, agua y sales, los
cuales además constituyen el origen de los tejidos de
soporte de los que evolucionaron las raíces y los tallos
característicos de las plantas superiores. En la figura 1
se esquematiza la posición de las plantas vasculares dentro del reino Plantae, así como su clasificación general
utilizando tanto los nombres tradicionales como los consignados en las clasificaciones más recientes.
Estas clasificaciones, basadas en relaciones evoluti
vas, indican la existencia de varios grupos y subgrupos
naturales. Sin embargo, por fines prácticos en este ca
pítulo se dividen en dos grupos principales:
1. Pteridofitas y plantas afines (helechos, equisetos, licopodios, hepáticas); son las más primitivas, se reproducen por medio de esporas y en conjunto no pasan
de 14 000 especies conocidas.
2. Espermatofitas o plantas con semilla; son el grupo
más evolucionado y el más numeroso (270 000 es
pecies conocidas). Se han diferenciado en gimnos
permas (semilla desnuda, no contenida en un fruto)
y angiospermas (con flores y semillas contenidas en
un fruto).
El total de especies de gimnospermas que viven en
la actualidad apenas sobrepasa las 800, entre las que
destacan las Pinophytas (600 especies), también cono
cidas como coníferas, ya que las semillas están conte
nidas en una estructura protectora llamada cono. Así,
la inmensa mayoría de las plantas vasculares son an
giospermas, y de estas, la mayor parte corresponde a
dos grupos principales: monocotiledóneas (con un solo
cotiledón) y verdaderas dicotiledóneas (con dos cotile
dones).
El resto, una pequeña parte de las angiospermas, no
pertenece a ninguno de estos grupos; sin embargo, se
han agrupado dentro de las dicotiledóneas. En esta si
tuación se encuentran las ninfas (Nymphaceae) (figura
2), las magnolias (Magnoliaceae), y las de la familia del
aguacate y el laurel (Lauraceae), entre otras.
En este trabajo se considera la clasificación de an
giospermas según Cronquist (1981), quien las llama en
conjunto Magnoliophyta y las subdivide en dos clases:
Liliopsida y Magnoliopsida, que se corresponden de manera parcial con los grupos que tradicionalmente se han
conocido como monocotiledóneas y dicotiledóneas, respectivamente (figura 1).
DIVERSIDAD
La flora de Durango conocida hasta la fecha incluye 4 633
especies de plantas vasculares agrupadas en 196 fami
lias y 1 167 géneros (cuadro 1). Coincidiendo con la diversidad de los diferentes grupos en la flora mundial, en
el estado las angiospermas (Magnoliopsida y Liliopsida)
son el grupo de plantas vasculares mejor representados
(89% de las familias y 95% de los géneros y las espe
cies), los helechos y plantas similares (Pteridophyta y
afines) representan menos de 9% de las familias y menos
González-Elizondo, M., M.S. González-Elizondo, I.L. López-Enríquez y J.A. Tena-Flores. 2017. Flora vascular. En: La biodiversidad en
Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 301-317.
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302
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
REINO
PLANTAE
(PLANTAS INFERIORES)
VASCULARES
CRIPTÓGAMAS
(PLANTAS SUPERIORES)
FANERÓGAMAS
ALGAS
BRIOFITAS
(MUSGOS Y SIMILARES)
PTERIDOPHYTA
ESPERMATOFITAS
Y PLANTAS AFINES
(PLANTAS CON SEMILLA)
GIMNOSPERMAS
ANGIOSPERMAS
(PINOPHYTA Y OTRAS)
(PINOPHYTA Y OTRAS)
LILIOPSIDA
MAGNOLIOPSIDA
(MONOCOTILEDÓNEAS)
(DICOTILEDÓNEAS Y OTRAS)
Figura 1. Clasificación general del reino Plantae, destacando los cuatro grupos de plantas vasculares considerados en este trabajo.
Fuente: elaboración propia.
Figura 2. Ninfa (Nymphaea gracilis, familia Nymphaeaceae). Planta tradicionalmente clasificada dentro de las dicotiledóneas;
estudios recientes indican que en realidad pertenece a una línea evolutiva antigua, antes del surgimiento de las verdaderas
dicotiledóneas.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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303
Diversidad de especies
Cuadro 1. Sinopsis de la flora del estado
Grupo
Familias
Pteridophyta y afines
44
177
22
4
9
43
17
142
890
3 532
603
33
224
881
154
196
1 167
4 633
796
Liliopsida
Total
Taxa
infraespecífica
Especies
17
Pinophyta
Magnoliopsida
Géneros
Fuente: González-Elizondo et al. 2012a.
Cuadro 2. Representatividad de la flora de Durango en la flora de México
Familias
(%)
Géneros
(%)
Especies
(%)
Pteridophyta y afines
34.70
34.60
17.20
Pinophyta
57.10
64.30
30.40
Magnoliopsida
71.40
42.00
19.90
Liliopsida
67.30
41.00
19.50
Total
64.50
41.60
19.80
Grupo
Fuente: elaboración propia con base en González-Elizondo et al. 2012a y
considerando 23 424 especies para México según Villaseñor (2004).
de 4% de los géneros y especies de la flora estatal; mien
tras que las gimnospermas (Pinophyta y afines) son el
grupo con menor cantidad de especies (GonzálezElizondo et al. 2012a). A reserva de los recientes cambios
nomenclaturales1 que modifican el número de taxa2 y
con base en la última estimación de Villaseñor (2004)
del número de plantas vasculares para el país (23 424
especies), se encontró que la flora de Durango conocida
hasta la actualidad incluye casi 20% de las especies y
casi 42% de los géneros estimados para la flora de Mé
xico (cuadro 2). Estos porcentajes resultan bastante altos
si se considera que el territorio del estado representa tan
sólo 6.3% del total del territorio nacional (ciidir 2005).
1 Nomenclatura en biología, se refiere al conjunto de reglas que rigen
la asignación de los nombres científicos a los organismos.
2 El término taxa se refiere a cualquier categoría usada en taxonomía
(ciencia de la clasificación biológica), desde Reino hasta especie y
subespecie.
Cabe destacar el grupo de las Pinophytas y plantas
afines, las cuales, aunque en términos de cantidad de especies representan poco menos de 1% de la flora de Durango, incluyen casi dos terceras partes de los géneros
y una tercera parte de las especies registradas para
México, por lo que podría considerarse como el grupo
mejor estudiado en la entidad (apéndice 3).
Poco más de la tercera parte de la flora estatal
(34.7%) corresponde a las tres familias botánicas que
también han mostrado ser las más diversas de la flora
del país. La familia de las compuestas (Asteraceae) in
cluye 17.9% del total de las especies (831) y es la que
contiene mayor riqueza (185 géneros), como ocurre en
general para México. Le siguen en importancia las le
guminosas (Fabaceae) y las gramíneas (Poaceae). De las
193 familias restantes destacan Orchidaceae, con 39 géneros y 136 especies, y Cactaceae, con 32 géneros y
139 especies. Cactaceae y Orchidaceae, junto con otras
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304
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Familias con 100 o más especies en la flora del estado
Géneros
(%)
Especies
(%)
182
15.70
17.90
407
105
5.80
8.80
91
366
73
7.80
7.90
Cactaceae
32
139
42
2.70
3.00
Orchidaceae
39
136
3
3.30
2.90
Euphorbiaceae
16
130
17
1.40
2.80
Cyperaceae
16
122
17
1.40
2.60
Lamiaceae
(Labiatae)
20
107
9
1.70
2.30
Solanaceae
16
100
17
1.40
Familia
Géneros
Especies
185
831
Fabaceae
(Leguminosae)
68
Poaceae
(Gramineae)
Asteraceae
(Compositae)
Taxa
infraespecífica
2.20
Fuente: González Elizondo et al. 2014.
cuatro familias (Cyperaceae, Euphorbiaceae, Lamiaceae
y Solanaceae) en conjunto representan casi 16% de la
flora de la entidad. Así, nueve familias, cada una con
100 o más especies, conforman poco más de 50% de la
flora de la entidad (cuadro 3). En contraste, 121 familias
(de 196) están representadas por 10 o menos especies; de
estas, 39 se componen de una sola especie (apéndice 4).
En los siguientes capítulos se hace una breve reseña
del conocimiento actual sobre cada una de las cinco fa
milias principales de la flora de Durango Poaceae, Cyperaceae, Asteraceae, Orchidaceae, Cactaceae y Fabaceae.
pecies y 9% de los géneros son típicos del ecosistema
intermedio entre el desierto y la sierra, como Ipomoea
stans o Karinia mexicana; la región de las Quebradas
(vertiente occidental de la smocc, con vegetación de
tipo tropical), incluye 13% de las especies y 18% de los
géneros, como Ficus spp. Guazuma ulmifolia, Plumeria
rubra, Ceiba acuminata, Amphipterygium adstringens;
9.3% de los géneros y 5.4% de las especies presentan
una distribución general o en dos o más ecosistemas;
y 2% de los géneros y 1% de las especies son plantas
escapadas de cultivo y naturalizadas.
DISTRIBUCIÓN
Las áreas de mayor diversidad vegetal en Durango se
localizan en la Sierra Madre Occidental (smocc), de
donde se registran 51% de las especies y 37% de los
géneros. La smocc es un importante corredor biológico
y al mismo tiempo una barrera (Bye y Soltis 1979, Bye
1995). Alberga a una gran cantidad de especies periféri
cas, que alcanzan su límite norte o sur de distribución
en el estado. Otras son endémicas de la smocc, como
Pinus cooperi (figura 3), Hydrangea seemannii (figura 4)
y Parnassia townsendii, entre muchas más.
En la zona árida y semiárida se distribuye 24%, tan
to de las especies como de los géneros; 5.5% de las es
ENDEMISMO
La situación biogeográfica intermedia de Durango re
sulta en un bajo porcentaje de endemismos estrictos
(especies restringidas a los límites políticos de la enti
dad). Solamente 2.7% de la flora (126 especies) corresponde a endemismos estrictos (apéndice 5). Sin embargo,
el porcentaje de endemismos se incrementa (alrededor
de 10%) si en lugar de considerar los límites políticos del
estado se consideran los límites ecológicos y se incluyen
las especies cuya distribución se restringe al territorio del
estado y áreas aledañas en otras entidades federativas.
La mayor concentración de endemismos se encuen
tra en la smocc, especialmente al sur de la entidad. Se
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Diversidad de especies
305
A
B
Figura 3. Pino chino u ocote (Pinus cooperi). a) Bosque conformado por individuos de esta especie endémica de la Sierra Madre
Occidental. Cuevecillas, San Dimas. b) Acercamiento a una de las ramillas.
Fotos: M. Socorro González Elizondo.
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306
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
Figura 4. Hiedra o flor de mariposa (Hydrangea seemanni).
a) Especie de enredadera endémica de la Sierra Madre
Occidental. Cascada de Mexiquillo, Pueblo Nuevo.
b) Acercamiento de esta especie.
Fotos: M. Socorro González Elizondo (a) y Jorge Noriega Villa (b).
pueden identificar tres áreas de concentración de ende
mismos en la smocc del estado: a) al oeste del estado
y este de Sinaloa de donde se conocen, entre otras es
pecies, las microendémicas como Gentiana chazaroi
(figura 5) y Tradescantia pygmaea; b) extremo sur del es
tado y áreas adyacentes de Nayarit, Zacatecas y/o Jalis
co, de donde recientemente se descubrió una segunda
población de Pinus maximartinezii (figura 6), (GonzálezElizondo et al. 2011a); y c) noroeste de Durango, suroes
te de Chihuahua y sureste de Sonora.
Para la zona árida el nivel de endemismo es algo
más bajo (si se consideran únicamente las especies res
tringidas a los límites del estado). El principal centro
de endemismos de la parte seca son los lomeríos y
cerros sobre la cuenca del río Nazas en donde destacan
compuestas y cactáceas como Mammillaria guelzowiana
(figura 7) y M. pennispinosa (figura 8). Otras áreas de
interés son la sierra del Rosario y otras serranías del
oriente de Durango, las cuales representan islas ecológicas en el Desierto Chihuahuense. Es importante
mencionar a la sierra de Coneto, de donde se conoce la
microendémica Mammillaria theresae (López-Enríquez
et al. 2003), y en donde recientemente se ha descubierto
un género nuevo para la ciencia: Megacorax (GonzálezElizondo et al. 2002; figura 9) y una especie de Dalea
(EstradaCastillón et al. 2011).
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Diversidad de especies
307
Figura 5. Gentiana chazaroi (Gentianaceae), especie
microendémica conocida sólo de la región de Mexiquillo,
Pueblo Nuevo.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 6. Pino azul (Pinus maximartinezii, Pinaceae) en La
Muralla, municipio de Mezquital. Especie con solamente dos
poblaciones conocidas; una en Zacatecas y otra en Durango.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 7. Biznaga (Mammillaria guelzowiana). Especie
endémica a la cuenca del río Nazas, Indé.
Foto: Joanna Valenzuela Valadez.
Figura 8. Biznaga (Mammillaria pennispinosa ssp. nazasensis)
en floración. Cuenca del río Nazas, Rodeo.
Foto: Joanna Valenzuela Valadez.
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308
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 9. Megacorax gracielanus en floración. Especie
endémica de la sierra de Coneto.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 10. Flores de Asclepias sp. con diversos insectos
asociados.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
A manera de ejemplo de la importancia ecológica que
tiene la biodiversidad vegetal en la entidad se puede
mencionar que muchas especies abundantes y/o domi
nantes en las diferentes asociaciones vegetales a través
del estado son de alto valor ecológico por los servicios
ambientales que prestan.
Las especies de pinos (Pinus spp.), encinos (Quercus
spp.), madroños (Arbutus spp.) y otras especies arbó
reas que conforman los bosques templados de la enti
dad juegan un papel muy importante para la captación
de agua, captura de carbono, como retenedoras de suelo,
como integrantes importantes del hábitat de la fauna
y de otras especies vegetales (servicios de resguardo);
otras especies dominantes en otros tipos de vegetación
juegan el mismo papel en la conformación del hábitat
de especies vegetales de menor talla o menor abundancia.
Así, los huizaches, chaparros y gatuños (Acacia spp.),
los mezquites (Prosopis spp.), nopales (Opuntia spp.) e
infinidad de otras especies arbustivas y arbóreas en el
matorral xerófilo desempeñan un importante papel en
el mantenimiento de la biodiversidad del área. Las relaciones entre los organismos son complejas y no siem
pre evidentes —un ejemplo de ello es la importancia
de la asclepia (Asclepia sp.) debido a que es una fuente
importante de néctar para colibríes e insectos como abejas, mariposas, escarabajos y otros (figura 10)—, pero
lo cierto es que cuando una especie disminuye su nú
mero o desaparece, también los organismos asociados
se ven afectados, y ocurren los que se denominan efec
tos en cascada, ya que se desajusta la intrincada red del
ecosistema.
Los bosques de galería conformados en la entidad por especies tan familiares como los sabinos
(Taxodium), los álamos (Populus spp.), fresnos (Fraxinus
spp.) y sauces (Salix spp.), además de su importante
papel en la protección de riberas y con ello en el man
tenimiento de los caudales ecológicos, también juegan
un significativo papel en la estructura vegetal de estos
corredores biológicos; muchas especies de cyperáceas,
que en algunos sitios dominan el paisaje en áreas más
o menos extensas (humedales), y que a pesar de ello
generalmente pasan desapercibidas a la vista incluso
de observadores experimentados, juegan un importante
papel en fitorremediación de suelos y de agua. Incluso
especies que no son abundantes ni dominantes pueden
jugar importantes papeles en los procesos ecosistémi
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Diversidad de especies
309
Figura 11. Noa (Agave victoriae-reginae) sobre escarpe en el
cañón de Fernández. Especie catalogada en la nom-059 como
en peligro de extinción (P) e incluida en el Apéndice ii de la cites.
Foto: Lorenzo Reséndiz Rojas.
Figura 12. Maguey pintillo (Agave pintilla) especie endémica
a una región con matorral xerófilo en el municipio Mezquital.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
cos (especies clave3) y aunque durante algunos años
prevaleció la hipótesis de la existencia de especies re
dundantes,4 lo cierto es que se desconoce el papel que
juegan la mayoría de las especies en los ecosistemas.
Este desconocimiento proviene, en última instancia, de
una falta de información sobre los aspectos más bási
cos de las mismas: su identidad precisa. Por lo tanto,
resultaría irresponsable etiquetar a unas cuantas de las
miles de especies conocidas para la entidad como de
importancia ecológica y asumir que el resto, algunas
que aún ni siquiera conocemos, no la tiene.
En contraste, relativamente pocas especies tienen
importancia económica. Ejemplo de ello son las espe
cies maderables sobre las que se sustenta la industria
forestal, las forrajeras sobre las que descansa la gana
dería, y las etiquetadas como recursos forestales no
maderables. Son muchas más las que tienen uso poten
cial a escala doméstica, como son las plantas utilizadas
para autoconsumo; estas representan un enorme acer
vo de recursos genéticos poco conocidos y que están
indisolublemente ligados con la cultura popular e in
dígena de cada región.
3 Especies clave son aquellas que, independientemente de su tamaño
y de su abundancia, afectan de manera directa o indirecta a las pobla
ciones de muchos otros organismos; y por ende, su desaparición pro
voca cambios drásticos en los ecosistemas de los que forman parte.
4 Especies redundantes: son especies secundarias que no desempeñan
un papel exclusivo en los ecosistemas.
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
De la flora de Durango, solamente 79 taxa (81 especies, una con dos subespecies) están incluidas en la
nom-059-semarnat-2010 (apéndice 6). Esta cifra re
presenta aproximadamente 1.7% de la flora total; ade
más, 40% (32 taxa) de las plantas de la entidad listadas
en dicha norma, son cactáceas: Mammillaria theresae y
Echinocereus palmeri están catalogados como en peligro
de extinción (semarnat 2010). En la Lista Roja de Es
pecies Amenazadas de la Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (uicn 2014) se incluyen
270 taxa (apéndice 7). En los Apéndices i y ii de la cites
(Convención sobre el Comercio Internacional de Espe
cies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) se inclu
yen todas las especies de las familias Orchidaceae y
Cactaceae (las del género Ariocarpus se incluyen en el
Apéndice i), así como Agave victoriae-reginae (Agavaceae,
figura 11), la caobilla (Swietenia humilis, Meliaceae) y
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310
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 13. Bonete de obispo (Astrophytum coahuilense) en
segundo plano y Opuntia rufida (nopal cegador) en primer
plano. Sierra El Sarnoso, Lerdo.
Foto: Martha González Elizondo.
Figura 14. Zacate buffel (Pennisetum ciliare). Planta invasiva
en los matorrales.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
la palma de la virgen (Dioon tomasellii, Zamiaceae)
(cites 2014).
Es mucho lo que falta por conocer acerca del estado
de conservación de las especies de la flora del estado.
Por ejemplo, Mammillaria guelzowiana (figura 7), especie
de distribución restringida y cuyas poblaciones parecen
ser muy reducidas, estuvo catalogada en el Libro Rojo
de datos de la uicn, en 2002, como en peligro crítico
(ce); en 2014, a pesar de la falta de información de cam
po se cataloga como de preocupación menor (lc) y con
poblaciones crecientes. Por otra parte, otras especies
que no deberían estar incluidas lo están. En este segun
do caso se encuentran Quercus depressipes y Juniperus
deppeana var. zacatecensis, la primera con la categoría
dd (información no disponible) y la segunda como en
peligro (en). Ambas son especies ampliamente distribuidas, conocidas de Texas, Chihuahua, Durango, Zacatecas
y Jalisco. Por lo menos en Durango y Chihuahua, estas
especies son muy abundantes y responden favorable
mente a disturbio del bosque, por lo que es convenien
te que se remuevan de la Lista Roja de la uicn. Por otra
parte, existen especies que probablemente ameriten ser
catalogadas con algún estatus de conservación que aún
no han sido estudiadas. Entre ellas están especies de
muy reciente descubrimiento como Agave pintilla (fi
gura 12) que restringe su área de distribución a una
pequeña zona con matorral xerófilo con elementos tro
picales en el municipio de Mezquital en el sureste de
Durango (González-Elizondo et al. 2011b); Astrophytum
coahuilense (figura 13), del suroeste de Coahuila y noreste de Durango; y Eleocharis tenarum, cuyo único hábitat
conocido está sujeto a degradación por sobrepastoreo
(González-Elizondo et al. 2009a).
PRINCIPALES AMENAZAS
Como en muchas otras regiones del planeta, en el es
tado la principal amenaza para las especies vegetales
es el deterioro, fragmentación o desaparición de sus
hábitats. El origen de estos procesos se encuentra prin
cipalmente en actividades humanas como el cambio de
uso de suelo (para agricultura, ganadería, minería, construcción de infraestructura) la deforestación y el pasto
reo extensivo sin control. Otras causas del deterioro y
desaparición de hábitat, también relacionadas de manera directa o indirecta con actividades humanas son los
incendios, el cambio climático y las especies invasoras.
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Diversidad de especies
311
Figura 15. Zacate rosado (Melinis repens) al frente y jarilla (Dodonaea viscosa) detrás. Dos especies cuyas poblaciones están
aumentando en áreas anteriormente ocupadas por pastizales y bosques bajos abiertos en la entidad.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Entre estas últimas cabe mencionar la presencia de 16
especies invasivas entre las que destacan gramíneas
africanas como el zacate buffel (Pennisetum ciliare) (fi
gura 14) en los matorrales xerófilos y el zacate rosado
(Melinis repens) (figura 15) en los pastizales, los cuales
han modificado profundamente el paisaje (GonzálezElizondo et al. 2007a, González-Elizondo et al. 2009b).
Las especies endémicas y con requerimientos ambien
tales muy específicos son las más vulnerables a desa
parecer por estos procesos.
En Durango los ecosistemas con mayor riqueza y
mayor concentración de endemismos —y por ende, los
más vulnerables— son los bosques templados y semi
fríos de la smocc en donde los factores de disturbio se
relacionan mayormente con las actividades forestales,
los incendios y el pastoreo extensivo. También, los bos
ques bajos abiertos en la vertiente oriental de la smocc
así como en los parteaguas entre cañadas más o menos
profundas, particularmente en el sur de la entidad, tienden a desaparecer como resultado del sobrepastoreo
(figura 16) y por los incendios que acaban con el arbo
lado y favorecen el establecimiento de chaparrales se
cundarios de jarilla (Dodonaea viscosa, figuras 15 y 17)
y manzanita (Arctostaphylos pungens). Las especies de
otra área de concentración de endemismos, la cuenca
del río Nazas en la región Árida y Semiárida, están
amenazadas también por el pastoreo extensivo, por las
actividades mineras y por los cambios ambientales
provocados por la construcción de presas.
OPORTUNIDADES O ACCIONES
DE CONSERVACIÓN
En el presente capítulo se hace una breve sinopsis del
conocimiento actual sobre la flora vascular del estado.
La información aquí documentada proviene principal
mente de una revisión de la base de datos florísticos
anexa al herbario del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (ciidir)
(González-Elizondo et al. 2012a), el cual alberga una colección de plantas vasculares, principalmente de la smocc
y del Desierto Chihuahuense, que a la fecha suma más de
55 mil especímenes. Dicha base de datos se actualiza
continuamente con diversas fuentes: ingreso de nuevos
especímenes al herbario ciidir (colectas en campo o inter
cambio), revisión de especímenes de grupos taxonómicos particulares en otros herbarios, actualizaciones de
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312
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
C
Figura 16. Áreas degradadas por sobrepastoreo, anteriormente bosque bajo abierto de encino. a) Xoconoxtle, b) La Muralla,
c) La Candelaria; municipio de Mezquital.
Fotos: Martha González Elizondo.
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Diversidad de especies
313
Figura 17. Matorral secundario de jarilla, hierba de la cucaracha (Dodonaea viscosa) en donde anteriormente existía bosque bajo
abierto de encino. Mesas de Xoconoxtle, municipio de Mezquital.
Foto: Martha González Elizondo.
nomenclaturales publicadas y registros de especies de
plantas vasculares citados para la entidad en literatura
científica.
El inventario general aquí resumido dista mucho de
ser completo. A pesar de los avances de las últimas tres
décadas, en cada esfuerzo por estudiar grupos taxonó
micos particulares o la flora de áreas o de ambientes
particulares en el estado, son descubiertas especies nuevas para la ciencia o nuevos registros para la entidad.
Varias especies arbóreas y arbustivas, comunes en la
smocc, han sido descritas recientemente. Tan sólo en
el caso de los madroños (Arbutus, Ericaceae) tres de las
seis especies arbóreas conocidas para la smocc se han
descrito en las últimas tres décadas: A. tessellata (Søren
sen 1987); A. madrensis (figura 18; González-Elizondo y
González-Elizondo 1992), y A. bicolor (figura 19; GonzálezElizondo et al. 2012b), además de la especie arbustiva
A. occidentalis (figura 20; McVaugh y Rosatti 1978).
En el caso de las coníferas (Pinaceae y Cupressa
ceae), grupo vegetal de gran importancia ecológica y
económica en la entidad, y que por lo mismo podría
pensarse que ya se conoce con precisión, también se
siguen describiendo nuevos taxa, como dos varieda
des de Juniperus que fueron descritas recientemente:
J. blancoi var. huehuentensis (Adams et al. 2006) y J.
durangensis var. topiensis (Adams et al. 2012). Además
de los descubrimientos de nuevos taxa, la localización
de poblaciones de especies arbóreas en la entidad
también es frecuente: Pinus maximartinezii (figura 6),
especie que desde su descripción (Rzedowski 1964)
había sido conocida solamente de una localidad en el
estado de Zacatecas, fue descubierta y registrada re
cientemente para Durango (González-Elizondo et al.
2011a). Otro pino piñonero, Pinus pinceana, especie
conocida previamente de unas pocas poblaciones en
Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Querétaro e Hi
dalgo (Villarreal-Quintanilla et al. 2009), recientemen
te fue localizada en Durango en un área ubi cada
alrededor de 300 km al poniente de las poblaciones
previamente conocidas (González-Elizondo et al. 2012a).
En un estudio florístico sobre los árboles y arbustos
de una pequeña zona en el extremo sur del estado se
registraron por primera vez seis especies leñosas para
la entidad: palo mosca (Lonchocarpus hermanii), uña de
gato (Mimosa acantholoba), sangre de toro (Pterocarpus
hayesii), manzanita (Phyllanthus nobilis), margarita
(Karwinskia latifolia) y cola de iguana (Byttneria
aculeata) (Macías-Carrillo 2011).
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314
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 18. Madroño, madroño roñoso (Arbutus madrensis). Especie arbórea común en la smocc; se distingue por su corteza
rugosa persistente hasta las últimas ramillas y sus hojas grandes.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
También en el caso de plantas herbáceas, y en oca
siones muy pequeñas, se siguen haciendo nuevos ha
llazgos. En un estudio florístico de los humedales del
municipio de Durango se encontraron tres nuevos re
gistros para el estado y se descubrieron dos especies
potencialmente nuevas para la ciencia (Heynes-Silerio
2012). En la familia de las gramíneas (Poaceae), cuyo
estudio taxonómico ha sido abordado ampliamente por
diversos autores, se siguen reportando especies nuevas
para la ciencia. Para la entidad se pueden mencionar
Muhlenbergia durangensis (Herrera-Arrieta 1987), M.
michisensis (Herrera-Arrieta y Peterson 1992), Calamagrostis
divaricata (Peterson et al. 2004), Trisetum durangense, T.
martha- gonzaleziae (Finot-Saldías et al. 2004) y
Poa matri-occidentalis subsp. matri-occidentalis (Peter
son et al. 2006). En un estudio sobre la flora de las áreas
más altas de la smocc (Ruacho-González 2011) se registraron por primera vez para el área varias especies,
entre ellas Galinsoga cf. semicalva, Micranthes mexicana
y Muhlenbergia filiculmis; esta última es un nuevo re
gistro para México (Herrera-Arrieta et al. 2012).
El estudio de la familia Cyperaceae ha llevado en los
últimos años al descubrimiento o redescubrimiento de
varias especies: Scirpus microcarpus, conocida previa
mente sólo para Baja California, recientemente fue encontrado en la entidad (González-Elizondo et al. 2007b);
Eleocharis reznicekii (González-Elizondo et al. 2007c),
una planta localmente dominante pero presente en
muy pocos sitios de Durango y en Zacatecas; E. tenarum,
restringida a áreas inundables al sur del estado y en
Zacatecas (González-Elizondo et al. 2009a); E. cryptica,
una especie abundante localmente en bosque templado
cerca de la capital (Saarela et al. 2010); Fuirena repens, que
por más de un siglo se conoció únicamente de San Luis
Potosí, y en 2008 Rosen et al. reportaron su redescubri
miento en Querétaro y Durango.
Cabe destacar el descubrimiento reciente de un nuevo
género, Megacorax, por González-Elizondo et al. (2002),
en un grupo de plantas particularmente bien estudiado
(familia Onagraceae), del cual no se había descrito un
género en más de 100 años.
La publicación de taxa nuevos para la ciencia con
frecuencia se ha hecho años después de que se realizan
las colectas. Por ejemplo, Agave pintilla (figura 12), es
pecie endémica de un área del sur del estado, se des
cribió en el año 2011 (González-Elizondo et al. 2011b),
a pesar de que las primeras observaciones y colectas de
esa especie se realizaron por lo menos dos décadas
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Diversidad de especies
315
Figura 19. Características flores rosas de madroño, madroño rojo (Arbutus bicolor). Especie arbórea ampliamente distribuida en
la smocc y en el Eje Volcánico Transversal.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
antes. Arbutus bicolor, especie arbórea importante en
los bosques templados de la smocc, se describió muy
recientemente (González-Elizondo et al. 2012b), aunque
había sido detectada como especie diferente desde hace
casi dos décadas. Dalea rupertii y D. conetensis (Estrada
Castillón et al. 2004, 2011) fueron descritas en años recientes con base en especímenes colectados años atrás.
La demora en la publicación de nuevos taxa obede
ce, en última instancia, a la insuficiencia de recursos
humanos y materiales dedicados a la taxonomía vege
tal en Durango.
Los ejemplos anteriores dan cuenta de que se requiere continuar los estudios florísticos y taxonómicos de
los diferentes grupos que componen la flora del estado.
De acuerdo a la representatividad de la flora del estado
respecto a la de México (cuadro 2), el inventario del
grupo de los helechos (Pteridofita y afines) parece ser
el menos completo y el de las coníferas (Pinophyta y
afines) el más completo; sin embargo, como se mencio
nó en los ejemplos anteriores, aún en este último gru
po se siguen haciendo nuevos descubrimientos.
De igual manera se pueden señalar algunos de los
grandes ecosistemas del territorio de Durango como
los menos explorados: los bosques templados y tropi
cales de la vertiente occidental de la smocc, particular
mente la parte sur de la región de las Quebradas; los
matorrales y bosques de la cuenca del río San PedroMezquital y los matorrales de la cuenca del río Nazas.
Sin embargo, existen muchos otros ambientes, inmer
sos en las áreas relativamente mejor exploradas, que
al ser estudiadas con mayor detalle revelan la presen
cia de una gran diversidad vegetal, como los humeda
les, la vegetación de cimas y la que se presenta sobre
sustratos particulares.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
En la entidad se alberga más de 4 600 especies de plan
tas vasculares (González-Elizondo et al. 2012a), casi
una de cada cinco de las que se estiman para la flora de
México. Esta riqueza vegetal se explica, en parte, por
la gran diversidad ambiental de la entidad. Sin embargo,
el conocimiento que se tiene acerca de la diversidad
florística de Durango es aún muy fragmentario. Exis
ten muchas áreas poco exploradas, así como grupos
taxonómicos y comunidades vegetales cuyo conoci
miento es aún muy pobre. El descubrimiento reciente
de numerosas especies nuevas para la ciencia y la do
cumentación de nuevos registros en casi cualquier
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316
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
estudio florístico que se realiza en la entidad dan cuen
ta de ello. La mayor importancia de la biodiversidad ra
dica en que esta es la base de los servicios ecológicos
de los que depende nuestra existencia; adicionalmente,
la biodiversidad es la fuente de múltiples bienes: me
dicina, alimento y materias primas diversas.
Una situación que obliga a definir estrategias para acelerar el estudio de la flora es que en el estado —como
en gran parte del país— la vegetación está sufriendo
cambios acelerados. Las mayores amenazas apuntan
hacia el pastoreo no regulado, el cambio de uso de sue
lo, las especies invasoras, los incendios, las obras de
infraestructura relacionadas con el agua y la minería y
el cambio climático. Para fundamentar planes de con
servación y manejo sostenible de la biodiversidad se
requiere redoblar esfuerzos para realizar estudios taxo
nómicos que permitan tener un inventario más comple
to de sus componentes; sin embargo, para poder llevar
a la práctica dichos planes son necesarios la educación
ambiental, el combate a la pobreza y la conciliación de
intereses entre los diferentes sectores de la población.
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Diversidad de especies
317
Figura 20. Madroño, madroño chaparro (Arbutus occidentalis). Especie de porte arbustivo que se presenta en bosques templados
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Foto: M. Socorro González Elizondo.
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319
Diversidad de especies
pastos o zacates
Los
(familia Poaceae o Gramineae)
Yolanda Herrera Arrieta • Sergio Alonso Heynes Silerio
DESCRIPCIÓN
Las gramíneas, también llamadas pastos o zacates, se
agrupan en una de las familias de plantas más conoci
das debido a su gran importancia para la humanidad.
Incluye a los cereales como el arroz, maíz, trigo, centeno y avena, entre otros, así como a muchas especies que
han sido utilizadas en gran medida para alimentar al
ganado. Una de las características más importantes y
distintivas en la familia Poaceae es su fruto, formado
por una semilla fusionada con el ovario y conocido como
grano (figura 1). El endospermo del grano, además de
ser rico en almidones, proteínas y cantidades significa
tivas de lípidos, contiene al embrión que se localiza en
su porción basal. El embrión contiene altos niveles de
proteínas, grasas y vitaminas (Peterson y Soreng 2007).
DIVERSIDAD
Las gramíneas constituyen a una de las familias de plantas más grandes del planeta. A nivel mundial, se calcu
la que está compuesta por alrededor de 700 géneros y
10 000 especies (Clayton y Renvoize 1986), y ocupa el
cuarto lugar después de las compuestas, las legumino
sas y las orquídeas (Lawrence 1951). Estados Unidos
cuenta con una diversidad de 885 especies (Barkworth
y Capels 2000), Guatemala con 505 (Swallen y McClu
re 1955), Costa Rica con 487 (Pohl 1980) y Canadá con
287 (Barkworth y Capels 2000).
Para el caso de México, su posición geográfica loca
lizada en el área de contacto de las regiones Holártica
y Neotropical, con una topografía rugosa, un clima va
riable y una geología diversa, forman un buen número
de microhábitats y le confieren al país la posibilidad de
tener una riqueza florística grande comparada con su
extensión geográfica (Rzedowski 1978). Esta riqueza florística se refleja perfectamente en la familia de las gra
míneas, que en México presenta cerca de 204 géneros
y 1 182 especies (Dávila et al. 2006), cifras que la sitúan
en el tercer lugar a nivel nacional, al superar en número
a las orquídeas (Rzedowski 1978) y, a nivel mundial, colocan a México por encima de los países mencionados.
En el estado, aproximadamente 4.5% del territorio se
encuentra cubierto por pastizales naturales (GonzálezElizondo et al. 2007). Cerca de 50% de los géneros y 30%
de las especies de gramíneas distribuidas en México se
han registrado en Durango, el equivalente a 97 géneros
y 338 especies (Herrera-Arrieta 2001), cantidades que lo
ubican dentro de los estados con mayor riqueza de pas
tos en el país (Herrera-Arrieta y Cortés-Ortiz 2009). Sin
embargo, en estudios recientes se reporta un recuento
actualizado de 91 géneros y 366 especies (Herrera-Arrie
ta 2014); la diferencia en el número de géneros reporta
dos en esta actualización obedece a cambios en los
nombres hechos con base en estudios moleculares
(apéndice 8).
Durango también cuenta con una topografía rugosa,
un clima y una geología variables y por lo tanto con un
buen número de microhábitats, lo que le confiere una
riqueza florística relativamente alta en comparación
con otras entidades del país (cuadro 1).
La diversidad florística de gramíneas en el estado
sólo es superada por la de Veracruz, Jalisco, Puebla,
Oaxaca y Chihuahua. Sin embargo, al considerar estu
dios florísticos que se desarrollan actualmente en otras
entidades de riqueza florística reconocida, como Mi
choacán y Baja California, seguramente superarán en
número de géneros y especies a Durango.
DISTRIBUCIÓN
De las plantas vasculares, la familia de las gramíneas
es una de las más ampliamente distribuidas en el mun
do: desde los círculos polares hasta el ecuador, en las
cumbres de las montañas y al nivel del mar (Hitchcock
y Chase 1951). En México se les encuentra en casi todos
los tipos de vegetación (excepto en los manglares). Hay
Herrera Arrieta, Y. y S.A. Heynes S. 2017. Los pastos o zacates (familia Poaceae o Gramineae). En: La biodiversidad en Durango.
Estudio de Estado. conabio, México, pp. 319-326.
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320
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Acercamiento a espiga de pasto mijillo (Echinochloa
crusgalli) mostrando los característicos granos, frutos de las
gramíneas.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
gramíneas desde las selvas o bosques tropicales de cli
mas húmedos y calientes en bajas altitudes, hasta en
los pastizales alpinos, pasando por bosques de conífe
ras y mixtos de climas templados y fríos; desde áreas
desérticas con diversos tipos de matorral de climas muy
secos hasta ambientes acuáticos. En general, puede
decirse que en los ambientes extremos mencionados,
tanto el número de taxa como la producción de bioma
sa de las gramíneas no son los más abundantes o sig
nificativos. La mayor concentración de especies de
pastos se encuentra en condiciones de altitud, temperatura y humedad moderada, es decir, ni tan cerca al nivel del mar, ni tan alto como está la vegetación alpina;
ni en las áreas semidesérticas, ni en las selvas o bosques
tropicales o en los ambientes acuáticos. Los pastizales
mexicanos se caracterizan por ser comunidades deter
minadas esencialmente por la altitud, es decir, son de
clímax climático, excepto por aquellos muy específicos de suelos salinos (calcáreos, sódicos o gipsófilos)
(Rzedowski 1978).
De los principales tipos de vegetación en el estado,
la mayor diversidad de especies de pastos se concentra
precisamente en los pastizales y también en los bos
ques templados, ya que en estas áreas se presentan
Cuadro 1. Géneros y especies de gramíneas en varios estados de México
Número de géneros
Número de
especies
Veracruz
138
573
Mejía-Saulés y Valdés-Reyna 1994
Jalisco
118
470
Dávila et al. 1998
Puebla
118
427
Dávila et al. 1990
Oaxaca
113
367
Pacheco-Rivera y Dávila-Aranda 2004
Chihuahua
99
376
Herrera-Arrieta et al. en prep.
Durango
91
366
Herrera-Arrieta 2014
Coahuila
96
312
López-Reséndiz 2012
Zacatecas
91
284
Herrera-Arrieta et al. 2010
Estado o región
Fuente
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Diversidad de especies
A
321
B
Figura 2. Pelillo o liendrilla (Muhlenbergia flaviseta). Especie de pasto perenne, endémica de la Sierra Madre Occidental en
Durango y Chihuahua. a) Vista general de la planta, b) Acercamiento a una espiga.
Fotos: M. Socorro González Elizondo.
condiciones medias de altitud, temperatura y humedad.
El menor número de especies se encuentra en la región
de las Quebradas, situada a lo largo de los límites entre
Durango y Sinaloa, donde domina el bosque tropical
caducifolio; y en la región comprendida por matorrales
áridos del noreste de la entidad que son parte (continuo)
del Desierto Chihuahuense en el altiplano mexicano.
Los pastizales, comunidades que se distribuyen en
la región de los Valles, en la vertiente este o interior
de la Sierra Madre Occidental (smocc), son zonas con
precipitaciones entre 300 y 400 mm anuales, en altitu
des de 1 800 a 2 000 m aproximadamente. Es en este
tipo de vegetación donde se encuentra la mayor varia
ción de pastos naturales, es decir de origen primario;
aquí podemos encontrar la mayoría de las especies de
Aristida, Bouteloua, Dactyloctenium, Digitaria, Elionurus,
Hopia, y algunas especies de los géneros Muhlenbergia,
Paspalum, Setaria, Urochloa y Zuloagaea.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Las gramíneas componen una de las familias de plantas
con mayor importancia ecológica por su diversidad, por
su característica capacidad de formar suelos y porque
la mayoría de sus especies son elementos naturales de
vegetaciones primarias, aunque también un pequeño
porcentaje (de 5 a 8% estimado) ha desarrollado la ca
pacidad de dispersarse por el mundo y establecerse
como adventicias en diversos hábitats (Herrera-Arrieta
y Cortés-Ortiz 2009). Los pastizales de Durango revis
ten una gran importancia ecológica por formar parte
del continuo de pastizales del suroeste de Estados Uni
dos y el noroeste de México, tratándose de comunidades vegetales cuyo origen y formación se remontan
a cerca de 20 millones de años atrás (Bailey 2000).
Los pastos ocupan el primer lugar en cuanto a im
portancia económica ya que pertenecen a esta familia
cereales como el arroz, el trigo, el maíz y la caña de
azúcar, que han sido base de la alimentación humana
a lo largo de la historia. La avena, el centeno, el sorgo
y el bambú proveen de materia prima para forraje en
la producción de ganado. Además, el bambú fue utilizado ampliamente por las antiguas civilizaciones orientales para la construcción de casas y muebles. Asimismo,
un número variado de especies es utilizado regionalmente en la elaboración de enseres domésticos y artesanías
como canastos, escobas y adornos, así como especies
ornamentales en jardines.
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322
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
El área natural de pastizales más importante de la
república mexicana se extiende a lo largo de la vertien
te oriental de la smo, a través de Durango. Es en esta
región donde durante el siglo pasado fue posible llevar
a cabo la cría de ganado vacuno al libre pastoreo para
carne de calidad de exportación.
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
Si bien los pastos integran una de las familias más numerosas y de mayor distribución, algunos de ellos sólo
se encuentran en zonas muy restringidas, por ejemplo
Distichlis eludens, Muhlenbergia michisensis y M. subbiflora
son especies endémicas del estado; Muhlenbergia
durangensis, M. annua y M. flaviseta (figura 2) son en
démicas del bosque de pino en la smocc en Durango y
Chihuahua, y Muhlenbergia reederorum es endémica del
bosque tropical caducifolio de Durango y Jalisco (He
rrera-Arrieta y Cortés-Ortiz 2009).
Existen gramíneas que son francamente escasas en
la entidad, a menudo conocidas de una a pocas pobla
ciones, por lo que su permanencia parece estar amena
zada a causa del deterioro de sus hábitats (cuadro 2).
Otras especies de pastos fueron colectadas en los alre
dedores del estado a finales del siglo xix y principios del
xx, pero no se les ha encontrado en colectas recientes: Echinochloa crus-pavonis, Eragrostis viscosa, Koleria
pyramidata, Muhlenbergia richardsonis, Panicum plenum,
Tripsacum pilosum.
Estos grupos de plantas endémicas, raras o escasas
ameritan atención especial por su vulnerabilidad a la
extinción; aunque no se mencionan en la nom-059semarnat-2010 ni en la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación
de la Naturaleza (uicn 2014), se les podría calificar como
“muy frágiles o en peligro de extinción”. De las especies
registradas en Durango, Tripsacum zopilotense es la única dentro de alguna de las categorías de riesgo en la
nom-059-semarnat-2010 al ser considerada como “Sujeta a protección especial”, y otras 16 especies se encuentran
reportadas con categoría de preocupación menor (LC)
dentro de la Lista Roja de especies amenazadas (cuadro 3).
Otras gramíneas que no se encontraban distribuidas de manera natural en Durango (especies exóticas)
y que son de probable introducción reciente son:
Anthoxanthum odoratum, Cenchrus echinatus, C. longisetus,
Hyparrhenia rufa, Melinis repens (figura 3), y Mnesithea
granularis. Estas plantas son generalmente originarias
de África y Eurasia, y probablemente llegaron al país
mezcladas con semillas de praderas cultivadas.
PRINCIPALES AMENAZAS
A pesar de que las especies de zacates “nativos” de los
pastizales naturales de la entidad proporcionan susten
to a sistemas de explotación ganadera, en el estado las
gramíneas son un grupo sometido a presiones excesi
vas. La sobreexplotación del recurso unido a factores
ambientales como sequías prolongadas e incendios, la
mano del hombre en la apertura de agostaderos para
prácticas agrícolas y la introducción de zacates de menor
calidad forrajera han afectado severamente a los pastos.
Esto ha ocasionado que, a la vuelta de los años, de aque
llas grandes extensiones de pastizales naturales queden
solamente pequeños montículos aislados con dominan
cia de pastos introducidos cuya calidad para el aprovecha
miento del ganado es inferior y que la presencia de
plantas tóxicas que afecta los parámetros reproductivos
en el ganado se incremente. La situación anterior de
manda una atención especial de protección, con el fin de
preservar este recurso para generaciones futuras.
OPORTUNIDADES O ACCIONES
DE CONSERVACIÓN
Se tienen diversos enfoques en el estudio de las gra
míneas de Durango, entre los que se encuentran las
siguientes obras: una aportación florístico-ecológica
relevante al conocimiento de los pastizales, realizada
por Gentry (1957); un listado florístico de González et al.
(1991); un estudio de la flora de gramíneas de HerreraArrieta (2001), actualizado en Herrera-Arrieta (2014); y
una guía de pastos de importancia ganadera de HerreraArrieta y Pámanes-García (2006).
El estudio botánico más reciente de los pastos fue
presentado en el libro de gramíneas, cuya contribución
es histórico-florística. No obstante, hace falta puntua
lizar, de todas aquellas especies que se han reportado
para el estado, cuáles todavía se encuentran en la región,
rescatar su nombre común, cuál es su calidad forrajera reconocida/estimada, en qué época del año se les
encuentra disponibles y su frecuencia y patrones de
distribución.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las especies de gramíneas distribuidas en los pastiza
les son diferentes y de mayor calidad forrajera que
aquellas que se encuentran en los bosques y matorra
les, lo que explica el motivo por el cual la actividad
ganadera se ha venido desarrollando durante el último
siglo sobre terrenos de pastizal. En el afán de conservar
nuestros ecosistemas, existen tres grandes recomendaciones que considerar:
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323
Diversidad de especies
Cuadro 2. Especies de gramíneas escasas o raras presentes en la entidad
Vegetación
Nombre científico
Localización
Bouteloua hirsuta var. glandulosa
Elymus trachycaulus
Glyceria fluitans
Muhlenbergia eludens
M. filiformis
M. fragilis
Bosque de
pino-encino
Región oeste de la ciudad de
Durango, parque El Tecuán o
en áreas aledañas a El Salto,
Pueblo Nuevo
M. longiligula
M. pauciflora
M. scoparia
M. subaristata
Trisetum filifolium var. aristatum
T. virletii
Tristachya laxa
Torreyochloa pallida var. pauciflora
Vulpia microstachys
Bouteloua parryi
Deschampsia flexuosa
Dichanthelium sphaerocarpon
Elymus elymoides
Muhlenbergia brevivaginata
Bosques de encino o
coníferas
Región de Súchil, Reserva de
la Biosfera La Michilía y
Mezquital
M. eriophylla
M. virletii
Nassella tenuissima
Panicum decolorans
P. vaseyanum
Paspalum crinitum
Trisetum irazuense
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324
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Continuación
Vegetación
Nombre científico
Localización
Agrostis exarata
Bosque mixto de
coníferas
Región de Canelas,
Tepehuanes y Santiago
Papasquiaro
Festuca breviglumis
Oplismenus compositus
Poa strictiramea
Setaria liebmannii
Aristida gibbosa
Muhlenbergia brevifolia
Bosque tropical
caducifolio
Región de las Quebradas,
entre Tamazula y Canelas
Panicum stramineum
Paspalum conjugatum
Rhipidocladum racemiflorum
Schizachyrium scoparium var. neomexicanum
Matorral
subtropical
Región de Mezquital
Otatea fimbriata
Setaria scheelei
Bouteloua curtipendula var.
curtipendula
Matorral
desértico
Región al noreste de Durango
B. ramosa
Muhlenbergia microsperma
Sporobolus macrospermus
Muhlenbergia arenicola
M. asperifolia
Panicum alatum
Pastizales y
matorrales
Zonas aledañas a
poblaciones humanas
Scleropogon brevifolius
Sporobolus palmeri
Tripogon spicatus
Urochloa discifera
Total
53
Fuente: Herrera-Arrieta y Cortés-Ortiz 2009.
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Diversidad de especies
325
Cuadro 3. Especies de gramíneas presentes en la entidad
reportadas bajo alguna categoría de conservación
Nombre científico
Tripsacum zopilotense
Aristida appressa
Aristida purpurea
Arundo donax
Cottea pappophoroides
Echinochloa colona
E. crusgalli
Eleusine indica
Glyceria fluitans
Muhlenbergia arenicola
Phragmites australis
Poa annua
Polypogon monspeliensis
Polypogon viridis
Setaria parviflora
Sporobolus coahuilensis
Vulpia octoflora
Categoría de
conservación*
Pr
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
LC
* Pr: Protección especial (nom-059); LC: Preocupación menor (uicn).
Fuente: semARnAt 2010 y uicn 2014.
B
A
Figura 3. Rosado (Melinis repens), especie exótica proveniente de África, muy común en los ecosistemas de Durango. a) Vista
general de varias plantas, b) Acercamiento a una espiga.
Fotos: M. Socorro González Elizondo.
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326
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
1) Evitar en lo posible la subutilización que conlleva
el uso de una comunidad en actividades primarias
diferentes a las que le son apropiadas de forma na
tural. Tal es el caso en el que un bosque abierto (o
clareado) para uso maderable se subutilice como
área de pastoreo, propiciando el pisoteo y ramoneo
de renuevos arbóreos y afectando directamente la
reforestación natural del bosque. Otro ejemplo es el
cambio del uso de terrenos con pastizales naturales
para ser subutilizados en agricultura de temporal,
terrenos cuya producción de cultivos se verá mer
mada en un plazo corto.
2) Evitar tangiblemente la introducción de praderas
cultivadas, es decir, evitar introducir pastos africanos
(u otros) que son comúnmente cultivados como forrajes en los Estados Unidos (por ejemplo pasto rosado,
zacate Johnson, buffel, rhodes, rye grass o ballico,
entre otros) y que por recomendación de los ganade
ros norteamericanos se han comenzado a introducir
en México. De praderas ya cultivadas en el sur de los
Estados Unidos se han escapado las especies mencio
nadas (entre otras más) y han invadido los pastizales
naturales del estado, lo que causa desplazamiento y
pérdida de biodiversidad.
3) Evitar la sobrepoblación de ganado en el pastizal
efectuando evaluaciones periódicas de la condición
del mismo.
González, M., S. González e Y. Herrera. 1991. Listados florísticos de
México ix. Flora de Durango. unam/ib, México.
González-Elizondo, M.S., M. González-Elizondo y M.A. Márquez. 2007.
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327
Diversidad de especies
Las
ciperáceas
(familia Cyperaceae)
Martha González Elizondo • Jorge Alberto Tena Flores
DESCRIPCIÓN
Las ciperáceas son plantas con aspecto de gramíneas.
A simple vista, las especies de esta familia pasarían por
zacates o pastos; sin embargo, a diferencia de estos que
presentan tallos huecos con nodos manifiestos, por lo
general las ciperáceas presentan tallos macizos o sóli
dos, sin nodos manifiestos; los tallos de las ciperáceas
con frecuencia son triangulares en sección transversal,
a veces prismáticos o comprimidos (aunque también
las hay con tallo circular en sección transversal como las
gramíneas); tienen hojas trísticas, es decir, se distribu
yen de forma espiralada sobre los tallos (a diferencia
de las gramíneas que son dísticas, se distribuyen por
pares sobre los tallos). Al igual que en la mayoría de
las gramíneas, las ciperáceas son herbáceas (perennes
o algunas veces anuales) y tienen flores muy pequeñitas que carecen de perianto, es decir, la parte vistosa
de las flores típicas (figura 1).
DIVERSIDAD
A nivel mundial Cyperaceae es la tercera familia más
grande de monocotiledóneas, después de las familias
Poaceae y Orchidiaceae, y se compone de cerca de 5 500
especies organizadas en 109 géneros (Muasya et al. 2009).
Para la flora de México se conocen 27 géneros y más
de 450 especies (poco más de 8% de las especies cono
cidas a nivel mundial) (Diego-Pérez y González-Elizondo
2013). Sin embargo, estas cifras son preliminares pues
se trata de un grupo de plantas que pocos botánicos
mexicanos abordan dada la gran complejidad taxonó
mica, la escasez de especímenes botánicos depositados
en colecciones y la aparente falta de importancia eco
nómica de sus especies.
Para la flora de Durango se conocen 16 géneros y
122 especies (61.5% de los géneros y 27.8% de las es
pecies conocidas para México). Los géneros Cyperus,
Eleocharis y Carex representan más de dos terceras
partes del total de ciperáceas en la entidad (cuadro 1;
apéndice 9).
DISTRIBUCIÓN Y ENDEMISMOS
Es cosmopolita, y sus especies ocupan una gran diver
sidad de hábitats aunque son más comunes en ambien
tes húmedos como marismas, pantanos, ríos, estanques
y bancos de arena (Tena-Flores 2012). Hasta la fecha se
conocen cuatro especies endémicas para la entidad:
Carex durangensis, Eleocharis cryptica, E. gonzaleziae y
Rhynchospora durangensis. Adicionalmente, dos espe
cies de reciente descubrimiento: Eleocharis reznicekii y
E. tenarum, se conocen en pocos sitios de Durango y Zacatecas (González-Elizondo et al. 2007, 2009).
IMPORTANCIA
ECOLÓGICA Y ECONÓMICA
En la entidad, varias especies (principalmente de Scirpus,
Eleocharis, Bulbostylis, Fimbristylis, Cyperus, Scleria,
Schoenoplectus, Bolboschoenus y Karinia) constituyen el
elemento dominante de la vegetación acuática emer
gente y de otros sitios húmedos, ayudan a estabilizar y
conservar el suelo y proveen hábitat y alimento a la fauna silvestre, además de que presentan un alto potencial
para procesos de fitorremediación (González-Elizondo
et al. 2007, 2008, Tena-Flores 2012).
La fitorremediación es un campo emergente con
gran potencial para la remoción de metales pesados de
suelos y aguas contaminadas; se basa en el uso de plan
tas, preferentemente nativas, que presentan alta capa
cidad para acumular esos metales y removerlos de los
suelos y aguas. Entre los géneros de ciperáceas con
potencial para fitorremediación destacan Eleocharis (fi
gura 2; Flores-Tavizón et al. 2003, González-Elizondo y
Reznicek 2005) y Schoenoplectus (figura 3; Tena-Flores
2012). Ambos son géneros cosmopolitas que se en
cuentran bien representados en México.
González-Elizondo, M. y J.A. Tena-Flores. 2017. Las ciperáceas (familia Cyperaceae). En: La biodiversidad en Durango. Estudio de
Estado. conabio, México, pp. 327-330.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
328
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
Figura 1. Tulillo (Cyperus seslerioides s.l.), mostrando las flores dispuestas en espiguillas formando una cabezuela.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Cuadro 1. Número de especies por género de la familia Cyperaceae
Géneros
Especies
Infraespecies
Taxa
Cyperus
37
7
41
Eleocharis
25
0
25
Carex
23
3
23
Rhynchospora
7
1
7
Fimbristylis
4
0
4
Bulbostylis
4
0
4
Pycreus
4
1
4
Schoenoplectus
4
1
4
Scleria
4
0
4
Fuirena
3
3
4
Lipocarpha
2
0
2
Abildgaardia
1
0
1
Bolboschoenus
1
1
1
Karinia
1
0
1
Kyllinga
1
0
1
Scirpus
Total
1
122
0
17
1
127
Fuente: González-Elizondo et al. 2014.
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Diversidad de especies
329
Figura 2. Vegetación acuática en donde domina el tulillo
(Eleocharis yecorensis).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 3. Vegetación acuática en donde domina el tule
(Schoenoplectus californicus).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Las ciperáceas han sido aprovechadas por el ser humano desde tiempos remotos con diversos fines. LudlowWiechers y Diego-Pérez (2002) hacen una reseña de la
importancia económica y cultural de estas plantas y
señalan que en México su uso fue extensivo en la épo
ca prehispánica. Los usos múltiples mencionados por
dichos autores van desde la elaboración de papel por los
egipcios utilizando el papiro (Cyperus papyrus); el con
sumo de los tubérculos de la chufa (C. esculentus) y
algunas otras especies; el uso forrajero de diversas especies de los géneros Eleocharis, Cyperus, Rhynchospora
y Carex, que son bastante resistentes al pisoteo; la uti
lización de algunas especies en medicina tradicional y
para elaboración de artesanías. Este último uso es el
más conocido actualmente.
González-Elizondo et al. 2007, señalan que diversas
especies, conocidas popularmente como “tule”, se utilizan
para la elaboración de artesanías y para la fabricación
de cestas, petates y asientos de sillas. Particularmente
en Durango, se tienen registros del uso de C. esculentus,
planta conocida con los nombres vernáculos de coqui
llo y tirik sai (lengua tepehuana), como comestible, y
junto con C. manimae como medicinal (para prevenir la
caída de cabello); con las hojas de Scleria bourgeaui se
prepara una infusión que se toma como agua de uso;
Cyperus sp. y C. odoratus son mencionadas como forra
jeras (González-Elizondo et al. 2014).
En cuanto a su situación y estado de conservación,
ninguna ciperácea de Durango ha sido catalogada en
las listas oficiales de especies con estatus de conserva
ción, a pesar de su riqueza de especies, y de que algu
nas de ellas parecen ser bastante raras.
PRINCIPALES AMENAZAS
Dada su relación con ambientes húmedos, la principal
amenaza para muchas poblaciones de estas plantas es
la desaparición o modificación de sus hábitats como re
sultado de procesos naturales y por actividades humanas
relacionadas con el manejo del agua que alteran el régimen hídrico, particularmente la duración y frecuencia
de las inundaciones en los sitios en donde estas plantas
crecen. La falta de conciencia acerca del valor ambiental
de los humedales, aunada a conflictos de interés, resulta
en la destrucción o drástica modificación de los mismos
por prácticas de drenado, relleno, construcción de bor
dos, presas y otro tipo de infraestructura. Las áreas
inundables al sur de Durango y en Zacatecas están su
jetas a degradación por efecto del sobrepastoreo, lo que
amenaza la biodiversidad aún desconocida de dichos
humedales, hábitat de Eleocharis tenarum, una especie
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
330
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
de reciente descubrimiento que tiene una distribución
restringida a manchones en sitios abiertos y arenosos
en esta área (González-Elizondo et al. 2009).
REFERENCIAS
OPORTUNIDADES O ACCIONES
DE CONSERVACIÓN
La conservación de la biodiversidad depende en gran
medida de la conservación de los hábitats naturales. El
área de los humedales del Valle del Guadiana fue identificada como la principal área prioritaria para la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad en el
municipio de Durango (semarnat 2013); dos áreas
del estado se cuentan entre los humedales mexicanos de
importancia internacional (sitios Ramsar): laguna de Santiaguillo y Parque Estatal Cañón de Fernández. Asimis
mo se tiene conocimiento de que algunos propietarios
de áreas inundables han optado por el establecimiento de
uma (unidades de manejo para la conservación de la
vida silvestre).
Estos factores favorecen de manera indirecta la con
servación de las ciperáceas en el estado. Sin embargo, se
requieren acciones directas para la conservación de los
hábitats de estas plantas a través de los diversos eco
sistemas del estado, por ejemplo, la regulación del pas
toreo, manejo sustentable del agua y la aplicación de
la normatividad para cambios de uso del suelo.
Flores-Tavizón, E., M.T. Alarcón-Herrera y S. González-Elizondo. 2003.
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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las ciperáceas constituyen uno de los grupos de plantas
más diversos de Durango. Son también un valioso capi
tal natural por los servicios ambientales que prestan en
fitorremediación, control de erosión, regulación del flu
jo hídrico y por ser importantes elementos del hábitat
de muchas especies de fauna silvestre. Sin embargo, su
conocimiento es aún fragmentario, por lo que se requie
ren estudios taxonómicos y ecológicos, particularmente
de las áreas de humedales temporales y permanentes a
través de los diferentes ecosistemas del estado.
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ciencias en biotecnología. ipn/ciidir Durango.
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Diversidad de especies
331
Los
girasoles, dalias y margaritas
(familia Asteraceae o Compositae)
M. Socorro González Elizondo • Martha González Elizondo • Irma Lorena López Enríquez • David Ramírez Noya • José Luis Villaseñor Ríos
DESCRIPCIÓN
Entre las plantas más conocidas en México, muchas pertenecen a la familia Asteraceae, también conocida
como Compositae o, más coloquialmente, como familia
de las compuestas. ¿Quién no conoce los girasoles, las
margaritas, las dalias o la flor de manzanilla? Estas plan
tas se caracterizan por tener las flores organizadas en un
conjunto o inflorescencia compuesta, a la cual se le denomina capítulo, rodeada de una o más filas de hojas llamadas brácteas (involucro) que protegen la inflorescencia.
Estos capítulos dan la apariencia de ser una flor indi
vidual. Por ejemplo, una “flor” de margarita o de mirasol,
en realidad es un grupo de flores en el que las estructu
ras que parecen pétalos son más bien flores con lígulas
(estructura en forma de lengüeta), mientras que el centro
amarillo está formado por muchas pequeñas flores tubu
lares (en forma de tubito, figura 1). También hay inflores
cencias compuestas únicamente por flores tubulares,
como las de los borreguitos (Stevia spp., figura 2) y los
gordolobos (Pseudognaphalium spp.), o únicamente por
flores liguladas, como la del diente de león (Taraxacum
oficinale). Dado que las verdaderas flores de las compues
tas son tan pequeñas, los frutos también son muy peque
ños. Los frutitos son secos y se conocen con el nombre
técnico de aquenios o cipselas; usualmente presentan un
vilano el cual representa una reducción de los sépalos de
la flor y que puede ser de cerdas, aristas o escamas.
La mayoría de las especies de Asteraceae son herbá
ceas (anuales, bianuales o perennes), aunque también
hay muchas subarbustivas o arbustivas e incluso algu
nas que son árboles. Sus hojas varían mucho en forma,
tamaño y disposición (alternas, opuestas o en roseta
basal) y pueden ser simples, lobadas o divididas.
DIVERSIDAD
Asteraceae es la familia de plantas más grande del mundo
en cuanto a número de especies, de las que se conocen
unas 24 000 y se estima que existen alrededor de
30 000, distribuidas en a 1 600 a 1 700 géneros. Estas cifras representan aproximadamente 10% de la flora vas
cular que se estima para el planeta (Funk et al. 2009).
En México, es la familia de plantas con mayor riqueza
de géneros y de especies (Rzedowski 1972, 1991, Villaseñor 2003, Villaseñor et al. 2007), representando alre
dedor de 13.5% de su flora (Villaseñor 2003, Suárez-Mota
y Villaseñor 2011). Se reconocen 423 géneros y entre
3 297 (Panero y Villaseñor 2008) y 3 354 especies (Vi
llaseñor et al. 2004) de compuestas para el país.
La tendencia de alta representatividad de compues
tas en la flora es particularmente acentuada para Du
rango, donde Asteraceae es la familia de plantas más
diversificada (González-Elizondo et al. 1991, 2014), y su
proporción en la flora del estado supera 13.5% del total
de la flora de México estimado por Villaseñor (2003).
Con 831 especies pertenecientes a 185 géneros (apén
dice 10, figura 3), las compuestas representan 17.9% de
las especies y 15.8% de los géneros de fanerógamas de la
entidad. Y si se consideran solamente las dicotiledó
neas, la proporción de compuestas se eleva hasta casi
la cuarta parte (23.5%).
El total de especies y taxa infraespecíficos de compuestas registradas para Durango se eleva a 892, superando así a Jalisco (831 taxa) y siendo apenas superado
por Oaxaca (897 taxa) (Villaseñor et al. 2004). En un
estudio para Zacatecas y estados colindantes, Balleza y
Villaseñor (2002) calcularon la diversidad relativa (relación número de especies/logaritmo de la superficie) de
Asteraceae y reportaron una alta diversidad para Du
rango. De acuerdo con los datos del presente trabajo, la
entidad presenta mayor riqueza de taxa de Asteraceae
que el resto de los estados con excepción de Oaxaca.
El listado de las especies de Asteraceae presentes en
forma silvestre o naturalizada en el estado (apéndice
10) es el resultado de una revisión de la base de datos
González-Elizondo, M.S., M. González-Elizondo, I.L. López-Enríquez, D. Ramírez-Noya y J.L. Villaseñor. 2017. Los girasoles, dalias y
margaritas (familia Asteraceae o Compositae). En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 331-338.
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332
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
Figura 1. Flor de mirasol (Cosmos bipinnatus).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 2. Borreguitos (Stevia serrata).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
anexa al Herbario ciidir (González-Elizondo et al. 2014),
en la cual se incluyen registros de colectas botánicas
ahí depositadas, registros de especímenes depositados
en otros herbarios, y registros basados en literatura
florístico-taxonómica (McVaugh 1984, Ramírez-Noya
2001, González-Elizondo et al. 1991, 2007). Para la cla
sificación en subfamilias y tribus se sigue a Funk et al.
(2009).
En las clasificaciones propuestas por Panero y Funk
(2002, 2008) y por Funk y colaboradores (2009) para la
familia, se reconocen 12 subfamilias y 40 a 43 tribus
cuya delimitación es aún tentativa. De éstas, en Duran
go están representadas cinco subfamilias y 21 tribus. La
subfamilia Asteroideae es, con mucho, la más amplia
mente representada, con 14 tribus. Entre las tribus des
tacan Heliantheae, Eupatorieae y Astereae (cuadro 1),
en un patrón similar al reportado para las compuestas de
Zacatecas por Balleza y Villaseñor (2002), mientras que
entre los géneros más ricos en especies están Ageratina
(46), Stevia (39), Verbesina (34), Erigeron (34) y Brickellia
(31); por otra parte, 72 géneros están representados por
una sola especie.
DISTRIBUCIÓN
La familia es casi cosmopolita, ya que existen especies
en todo el mundo, con excepción de la Antártida. Se distribuyen en casi todos los tipos de hábitat, desde el nivel
del mar hasta el límite altitudinal de la vegetación, aunque son más comunes en ecosistemas de montaña y en
regiones áridas y semiáridas (Funk et al. 2009).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
La mayor importancia de las especies de compuestas ra
dica en su amplia representatividad como componentes
de prácticamente todos los tipos de vegetación. En Durango, las compuestas son, junto con las gramíneas o zaca
tes, las herbáceas más abundantes en los pastizales, los
matorrales xerófilos y los bosques de pino y encino (González-Elizondo et al. 2007, 2012, 2014). Incluso en los si
tios con las mayores altitudes en el estado, las compuestas
representan casi la cuarta parte de la diversidad de plan
tas vasculares (Ruacho-González et al. 2013). En todos
esos sitios, las compuestas cubren y retienen el suelo y
favorecen el ciclo de nutrientes y la captación de agua.
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333
Diversidad de especies
Muchas compuestas resultan favorecidas por efecto
de la perturbación en las comunidades vegetales y llegan
a ser abundantes en áreas de disturbio. Un número considerable presenta un marcado comportamiento arven
se, esto es, como malezas de cultivos y jardines o como
ruderales en los caminos (Medina-Lemos y VillaseñorRíos 2010). Algunas especies arvenses y ruderales son
las aceitillas (Bidens spp.), las amargosas o artemisas
(Parthenium spp.) y los girasoles (Helianthus spp., Tithonia
tubiformis); otras son malezas o plantas tóxicas para el
hombre y el ganado como la escobilla (Gutierrezia
microcephala) y la tostona (Baileya multiradiata); y al
gunas causan alergias (Del Vitto y Petenatti 2009) pero,
en general, la familia incluye plantas de gran valor etnobotánico y ambiental.
En cuanto a sus usos, destacan las plantas medicinales, comestibles, ornamentales e industriales. Muchas
son fuente de aceites (como el girasol y el cártamo),
forraje, miel y polen, edulcorantes (como la Stevia), es
pecias, colorantes, insecticidas, caucho, madera, leña o
celulosa (Del Vitto y Petenatti 2009); la flor de muerto
o cempasúchil (Tagetes erecta) se usa en México en adornos de celebraciones fúnebres desde hace mucho tiempo.
De los usos que la población da a las compuestas en
Durango, destaca el medicinal: de las cerca de 800 es
pecies de plantas en el estado para las que se reporta
algún uso medicinal, 161 son compuestas (GonzálezElizondo et al. 2004), entre las cuales se incluyen árnicas,
estafiates y gordolobos.1
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
Muchas especies de compuestas son ruderales y abun
dantes en áreas de disturbio. Sin embargo, en su ma
yoría son de distribución muy restringida (endémicas),
especialmente en regiones montañosas, y algunas se
encuentran en peligro de extinción debido a la intensa
transformación de sus hábitats (Villaseñor et al. 1998,
Panero y Crozier 2012). En México, además de ser la familia más diversificada, destaca también por su alta proporción de endemismos, ya que poco más de la mitad
de sus especies son endémicas del país (Turner y Nesom
1993, Villaseñor 1993, 2003). Para Coahuila, VillarrealQuintanilla et al. (1996) calculan en 12% el endemismo
de especies de compuestas, incluyendo áreas de esta
dos adyacentes.
1 Para mayor información, consultar la sección Usos tradicionales y
convencionales, incluida en esta obra.
Cuadro 1. Tribus de la subfamilia Asteroideae con más de
40 especies en el estado
Número de
géneros
Número de
especies
Heliantheae
57
201
Eupatorieae
21
162
Astereae
29
128
Tageteae
11
60
8
52
13
51
8
50
Tribu
Senecioneae
Millerieae
Coreopsideae
Fuente: González-Elizondo et al. 2014.
En Durango se conocen dos géneros de compuestas
endémicos: Trichocoryne y Urbinella, y uno casi endémico, Henricksonia. Los tres son monotípicos (constan solamente de una especie). En cuanto a especies, 29 son
endémicas a la entidad y otras 48 comparten la distribución con pequeñas áreas de estados adyacentes (cuadro 2)
(Villarreal-Quintanilla et al. 1996, Villarreal-Quintanilla
y Encina-Domínguez 2005, González-Elizondo et al.
2000, 2010, 2014). Rzedowski (1972) ha hecho notar la
alta concentración de endemismos de compuestas en
el Desierto Chihuahuense; aún más notoria es la repre
sentación de endemismos de compuestas en la Sierra
Madre Occidental (smocc), de donde se conocen 25
especies de distribución restringida a Durango (cuadro
2). A pesar de la amplia diversidad de la familia y del
gran número de endemismos que incluye, únicamente
dos especies se enlistan en la nom-059-semarnat-2010:
Dahlia scapigera, sujeta a protección especial (Pr), y Zinnia
violacea, amenazada (A) (cuadro 2).
PRINCIPALES AMENAZAS
Al igual que ocurre con otros grupos botánicos, muchas
especies de compuestas se encuentran amenazadas por
la desaparición o fragmentación de sus hábitats. Las
especies endémicas a ecosistemas templados y semi
fríos en la smo (cuadro 2) son las que presentan mayor
vulnerabilidad, particularmente debido a deforestación,
cambio de uso del suelo y cambio climático.
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334
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
C
D
E
F
Figura 3. Diversidad de asteráceas: a) Tostonas (Baileya multirradiata), tóxica para el ganado, b) Palomitas (Zinnia acerosa),
c) Dyssodia pinnata, d) Hierba del venado (Nicolletia edwarsii), e) Ojo de chanate, ojo de tordo (Sanvitalia procumbens), f) Cirsium
durangense, g) Cempoalillo (Tagetes lunulata), h) Yerbanís (Tagetes lucida), i) Borreguitos (Stevia serrata), j) Jícama (Dahlia sp.),
k) Pippenalia delphinifolia, l) Ocholillo (Montanoa sp.).
Fotos: M. Socorro González Elizondo.
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Diversidad de especies
G
H
I
J
K
L
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335
336
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Especies de compuestas endémicas en el estado y su categoría de acuerdo con la nom-059
Nombre científico
Acourtia wislizenii
Tipo de
endemismo
smocc
Nombre científico
Tipo de
endemismo
Flourensia ilicifolia
zA
zA
Ageratina bobjansenii
Dgo smocc
Flourensia pulcherrima
Ageratina cronquistii
Dgo smocc
Flyriella parryi
Ageratina gonzalezorum
Dgo smocc
Galinsoga crozierae
smocc
Dgo smocc
Ageratina grashoffii
smocc
Galinsoga durangensis
smocc
Ageratina hederifolia
smocc
Guardiola arguta
smocc
Ageratina henzium
smocc
Gutierrezia alamanii
smocc
Ageratina ramonensis
Dgo smocc
Helianthella durangensis
Dgo smocc
Ageratina salicifolia
Dgo smocc
Henricksonia mexicana
zA
smocc
Hofmeisteria gayleana
smocc
Ageratina sundbergii
Dgo smocc
Hydropectis aquatica
smocc
Alloispermum gonzalezae
Dgo smocc
Hymenostephium superaxillare
smocc
Alloispermum tridacoides
smocc
Hymenothrix palmeri
smocc
Axiniphyllum durangense
smocc
Leibnitzia occimadrensis
smocc
Dgo
Oritrophium durangense
Dgo smo
Ageratina stricta
Brickellia gentryi
Brickellia worthingtonii
smocc
Calanticaria brevifolia
zA
Packera umbraculifera
Dgo zA
Perymenium pringlei
Calanticaria oligantha
Dgo zA
Psacalium cronquistiorum
Dgo smo
zA
Pectis incisifolia
Calanticaria inegii
Carphochaete durangensis
smocc
smocc
Dgo smocc
Psacalium globosum
smocc
Carphochaete pringlei
smocc
Ratibida mexicana
smocc
Coreopsis paludosa
smocc
Roldana pennellii
smocc
Cosmos pringlei
smocc
Senecio billieturneri
Dgo smocc
Critoniopsis ovata
smocc
Senecio durangensis
smocc
Damnxanthodium calvum
smocc
Senecio lasiocaulon
Dgo smocc
Dahlia scapigera*
México
Senecio sandersiana
Dgo smocc
Erigeron eruptens
smocc
Stevia anadenotricha
smocc
Erigeron fraternus
smocc
Stevia palmeri
smocc
Erigeron lepidopodus
smocc
Stevia pelophila
Dgo smocc
Dgo smocc
Stevia scabrella
smocc
Stevia scabrelloides
smocc
Erigeron mimus
Erigeron seemani
smocc
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337
Diversidad de especies
Cuadro 2. Continuación
Nombre científico
Tagetes epapposa
Tagetes palmeri
Tipo de
endemismo
Dgo smocc
smocc
Nombre científico
Verbesina papasquiara
Tipo de
endemismo
Dgo smocc
Verbesina parviflora
smocc
smocc
Trichocoryne connata
Dgo smocc
Vernonia bolleana
Urbinella palmeri
Dgo smocc
Wedelia gonzaleziarum
Dgo smocc
zA
Xanthocephalum durangense
Dgo zA
Verbesina corral-diazii
Dgo smocc
Xylothamia pseudobaccharis
zA
Verbesina durangensis
Dgo smocc
Zinnia violacea**
Verbesina jacksonii
Dgo smocc
Varilla mexicana var. mexicana
México
Tipo de endemismo: Dgo smocc: Durango en Sierra Madre Occidental; Dgo zA: Zona árida en Durango; Dgo: Durango;
México: México (aunque Zinnia violacea se encuentra escapada de cultivo en otras partes del mundo); smocc: Sierra Madre
Occidental; zA: Zona árida en Durango y estados aledaños.
NOM-059: Sujeta a protección especial*; Amenazada**
Fuente: González-Elizondo et al. 2000, 2004, 2014 (datos sobre endemismo); semARnAt 2010.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Durango representa una importante zona de diversifi
cación de Asteraceae. Con 892 taxa (828 especies más
taxa infraespecíficas), solamente superado por Oaxaca,
en su territorio concentra 26% de las especies de la familia conocidas para el país. El grupo contiene especies
con una gran variedad de usos, pero aún más impor
tante es su papel como componentes de prácticamente
todos los tipos de vegetación en la entidad.
A pesar de ser una de las familias con mayor riqueza
de especies, existen amenazas para su mantenimiento, y
su conservación es clave para mantener el equilibrio de
los ecosistemas de los que forman parte. Las compuestas
destacan también por sus endemismos, con tres géneros
y 77 especies de distribución restringida, de los cuales
dos géneros y 29 especies son exclusivos de la entidad.
Se recomienda realizar inventarios en aquellas re
giones que no han sido exploradas, particularmente en
la vertiente occidental de la smo, en los municipios de
Mezquital, Pueblo Nuevo, San Dimas, Santiago Papas
quiaro, Tamazula y Tepehuanes, así como la cuenca del
río San Pedro-Mezquital y la parte sur de la región de
las Quebradas. Es necesario continuar con las explora
ciones en todas las regiones y particularmente en la
Sierra y las Quebradas, con lo que seguramente el pre
sente inventario se verá enriquecido con nuevos regis
tros y nuevas especies en la medida que el territorio de
la entidad sea mejor conocido.
AGRADECIMIENTOS
Damos las gracias a don Ignacio Solís Cumplido y don
Saturnino Acevedo Santoyo por las colectas de muchos
especímenes, al señor Jorge Noriega Villa por su ayuda
en campo y en gabinete y al Dr. José Luis Panero por
su apoyo con identificaciones.
REFERENCIAS
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338
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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41-50.
13: 871-876.
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339
Diversidad de especies
Las
orquídeas
(familia Orchidaceae)
Cecilia Pulido Díaz • Lizeth Ruacho González • Flor Isela Retana Rentería • David Alfredo Delgado Zamora
DESCRIPCIÓN
Las orquídeas son una familia de monocotiledóneas
que constituyen un grupo de plantas muy diverso. Son
consideradas las más evolucionadas del reino vegetal,
ya que presentan una gran complejidad y especializa
ción en la forma de sus flores, así como en sus tipos de
polinización (Espejo-Serna et al. 2002). A lo largo de la
evolución han tenido que adaptarse a distintos hábitats
a través de diversas formas de vida: hay orquídeas
terrestres, epífitas, rupícolas, saprófitas y también semiacuáticas y trepadoras (González-Tamayo y HernándezHernández 2010).
A pesar de tanta diversidad, se agrupan dentro de la
misma familia gracias a la estructura de sus flores, siem
pre idéntica, con tres sépalos y tres pétalos, uno de ellos
modificado, denominado labelo (figura 1e); esta estructu
ra distintiva les ha permitido atraer a los insectos poli
nizadores con señales visuales y olfativas, creando una
relación coevolutiva que garantice su supervivencia.
DIVERSIDAD
En el mundo existen aproximadamente 25 000 especies de orquídeas, esta cifra hace posible contemplar la
idea de que existen plantas de diversos tamaños, colo
raciones y formas extrañas. En México se conocen cer
ca de 1 200 especies y 164 géneros, de las cuales hasta
el momento se estima que 444 son endémicas (Hágsa
ter et al. 2005).
En Durango se reportan 39 géneros y 136 especies
(apéndice 11), lo que la coloca en el cuarto sitio respecto al número de especies, lugar que comparte con la
familia Cactaceae. Los géneros con mayor número de
especies son Malaxis, Habenaria, Bletia, Encyclia,
Schiedeella y Oncidium (cuadro 1). Del total de especies
registradas sólo Bletia greenwoodiana y Malaxis nelsonii
son reconocidas como endémicas al estado. Ambas espe-
cies se registran para la región serrana, la primera para
una localidad del municipio Mezquital y la segunda en
los municipios de Guanaceví y Santiago Papasquiaro.
DISTRIBUCIÓN
Aunque los bosques de neblina y las selvas tropicales
húmedas del sur del país son los ecosistemas más favorables para la existencia de orquídeas, estas se distribuyen en gran parte del territorio nacional, con excepción
de las zonas de aridez extrema (Hágsater et al. 2005).
En Durango, la mayor parte de las especies registradas se concentra en la región de la Sierra Madre Occi
dental, tanto en la parte alta y templada como hacia la
vertiente occidental, que es más cálida. Este complejo
montañoso juega un papel importante en la distribución de las orquídeas en el estado, pues cuenta con los
tipos de vegetación idóneos para el desarrollo de estas
plantas: bosque mesófilo de montaña, bosque de pino,
bosque de encino y pastizales, entre otros. Dentro de
este marco, las especies terrestres habitan principalmente las zonas templadas con estaciones de sequía
marcadas, mientras que en los ambientes más cálidos y
húmedos predominan las epífitas, las cuales, en general, presentan flores más grandes y vistosas.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Desde el punto de vista ecológico, las orquídeas son elementos muy importantes debido a su estrecha relación
con los organismos polinizadores y con los hongos, con
los que forman micorrizas. Las flores de muchas espe
cies ofrecen néctar a diferentes tipos de insectos y aves
a cambio del servicio de polinización que estos orga
nismos ofrecen. De ese modo se mantiene una diversi
dad de organismos que conviven en las áreas donde se
encuentran las especies de la familia Orchidaceae.
Pulido-Díaz, C., L. Ruacho-González, F.I. Retana-Rentería y D.A. Delgado-Zamora. 2017. Las orquídeas (familia Orchidaceae). En: La
biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 339-342.
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340
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Número de especies por género de orquídeas reportadas para el estado
Subfamilia
Cypripedioideae
Epidendroideae
Orchidoideae
% de cada
género
Cypripedium
1
0.70
Alamania, Barkeria, Epipactis, Euchile, Guarianthe, Maxillariella,
Rhynchostele y Trichosalpinx
1
0.70
Cyrtopodium, Isochilus, Liparis, Meiracyllium, Mormodes,
Pleurothallis, Prosthechea y Stanhopea
2
1.50
Corallorhiza y Tamayorkis
3
2.20
Epidendrum, Govenia y Stelis
4
2.90
Laelia
6
4.40
Oncidium
7
5.10
Encyclia
9
6.60
Bletia
12
8.80
Malaxis
22
16.20
Aulosepalus, Galeoglossum, Galeottiella, Goodyera, Kionophyton y
Spiranthes
1
0.70
Ponthieva y Sarcoglottis
2
1.50
Platanthera
3
2.20
Dichromanthus
4
2.90
Schiedeella
Habenaria
39
Total
No. de especies
por género
Géneros
9
6.60
11
136
8.10
100.00
Fuente: González-Elizondo et al. 2012.
Cuadro 2. Especies de orquídeas presentes en el estado
listadas en la nom-059
Especie
Categoría
Cypripedium irapeanum
A
Euchile citrina*
Pr
Galeottiella sarcoglossa
Pr
Laelia speciosa*
Pr
Sarcoglottis cerina
Pr
nom-059: Amenazada (A); Sujeta a protección especial (Pr);
*Endémica a México.
Fuente: semARnAt 2010, González-Elizondo et al. 2012.
Algunas especies pueden ser consideradas como in
dicadores del estado de salud del ambiente en el que
habitan, pues son tan complejas las relaciones que establecen con su entorno, que su presencia es indicadora
de una relativamente buena condición de las comunida
des bióticas de las que forman parte (WilliamsLinera
et al. 1995, Espejo-Serna et al. 2005).
En cuanto al aspecto cultural, tradicionalmente las
orquídeas han sido utilizadas por distintos pueblos desde
la época prehispánica con fines ornamentales, medicina
les, alimenticios, y como parte de festividades religiosas.
La floración anual de algunas especies de orquídeas coin
cide con fechas de celebraciones religiosas en diferentes
comunidades en Durango, por ejemplo, la utilización
de Laelia autumnalis en el festejo del día de muertos, y de
Laelia speciosa (figura 1e) en el día de corpus durante el
mes de junio. En varias comunidades del municipio Mez
quital, los pseudobulbos de al menos seis especies de
Bletia se emplean en la fabricación de pegamento; también
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Diversidad de especies
A
B
C
D
Sépalo
341
Pétalo
Pétalo
Sépalo
Sépalo
Labelo
E
F
Figura 1. Algunas especies de orquídeas: a) Dichromanthus aurantiacus, b) Liparis madrensis, c y d) Habenaria sp., e) Laelia speciosa
y f) Malaxis ehrenbergii.
Fotos: Lizeth Ruacho (a, b), Mark Fishbein (c, d), Cecilia Pulido (e), Manuel Ramirez (f).
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342
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
se registra el consumo de esta estructura, de la especie
Oncidium graminifolium, conocida como kaisuk en lengua
tepehuana (González-Elizondo et al. 2012).
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
La familia de las orquídeas es una de las que cuenta con
un mayor número de especies en peligro de extinción.
De las 188 especies que se encuentran bajo algún esta
tus de conservación en la nom-059-semarnat-2010,
cinco se registran para la flora de Durango (cuadro 2).
Cuatro de ellas solamente se enlistan en la flora de la
entidad con base en literatura florístico-taxonómica
(McVaugh 1985, Soto Arenas 1988). Es decir, por lo me
nos en los herbarios nacionales no se cuenta con ejem
plares de estas especies colectados en la entidad, por lo
que se estima que sus poblaciones, de seguir existiendo
en el territorio estatal, son muy reducidas.
número de especies en la entidad. Por otra parte, es necesario realizar más trabajo de campo en diversas áreas
del estado, sobre todo en la vertiente occidental de la
Sierra Madre Occidental, la cual es más húmeda; asi
mismo, es necesario determinar claramente el material
que se encuentra en las diversas colecciones del país y
del extranjero. Ahondar en el estudio de las orquídeas
permitirá tener un conocimiento más preciso sobre el
manejo y conservación de este grupo de plantas.
REFERENCIAS
Espejo-Serna, A., A.R. López Ferrari, R. Jiménez Machorro y L. Sánchez
Saldaña. 2005. Las orquídeas de los cafetales en México: una
opción para el uso sostenible de ecosistemas tropicales. Revista de
Biología Tropical 53(1-2): 73-84.
Espejo-Serna, A., J. García Cruz, A.R. López Ferrari et al. 2002.
Orquídeas del estado de Morelos. Herbario amo y Universidad
Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, México.
González-Elizondo, M.S., M. González Elizondo e I.L. López Enríquez.
PRINCIPALES AMENAZAS
Su principal amenaza es la explotación para uso orna
mental y comercial, así como la demanda de algunos
coleccionistas aficionados a estas plantas. Otro factor
que afecta a las poblaciones naturales de orquídeas es
la fragmentación de su hábitat debido al cambio del
uso del suelo.
2012. Base de datos florísticos del estado de Durango. MS Access
- Herbario ciidir-ipn, Durango.
González-Tamayo, J.R. y L. Hernández-Hernández. 2010. Las orquídeas
del occidente de México. coecyt-jal, Guadalajara.
Hágsater, E., M.A. Soto Arenas, G.A. Salazar Chávez et al. 2005. Las
orquídeas de México. Instituto Chinoin, A.C., México.
McVaugh, R. 1985. Orchidaceae. Flora Novo-Galiciana Vol. 16. University
of Michigan Press, Ann Arbor.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
En Durango aún no se realizan acciones de conserva
ción en beneficio de estas especies, a pesar de que las
orquídeas representan una de las familias con mayor
Soto Arenas, M.A. 1988. Listado actualizado de las orquídeas de Mé
xico. Orquídea (México) 11: 233 - 277.
Williams-Linera, G., V. Sosa y T. Platas. 1995. The fate of epiphytic orchids
after fragmentation of a mexican cloud forest. Selbyana 16:36-40.
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343
Diversidad de especies
Los
cactus
(familia Cactaceae)
Martha González Elizondo • Flor Isela Retana Rentería • Lizeth Ruacho González • Inocencia Ávalos Huerta • Joanna Valenzuela Valadez
DESCRIPCIÓN
La familia Cactaceae es una de las más representativas
y quizá la más emblemática de México. A esta familia
pertenecen los nopales (Opuntia spp.), así como una
gran variedad de plantas conocidas comúnmente con
diversos nombres vernáculos como cactus, biznagas,
pitayos, pitahayos, órganos y cardones, entre otros.
Las cactáceas presentan una amplia diversidad de
formas y tamaños. Las hay globosas o cortamente ci
líndricas (cactus, biznagas), que pueden medir desde
unos cuantos centímetros, como Mammillaria saboae
(figura 1), hasta más de un metro como la biznaga colorada (Ferocactus pilosus, figura 2); las columnares, ar
bustivas o arborescentes, que llegan a alcanzar varios
metros de altura, como algunos nopales (Opuntia spp.)
y pitayos (Stenocereus spp., figura 3); otras presentan
tallos muy largos y delgados que requieren de un so
porte externo y se comportan como trepadoras, epífitas
o rastreras (pitahayos, juncos, tasajos, reinas de la no
che), como Hylocereus sp. (figura 4); y aún otras que
presentan forma única, como Leuchtenbergia principis,
conocida comercialmente como cactusagave por su
peculiar apariencia (figura 5).
La mayoría de las cactáceas presentan espinas y tie
nen un tejido capaz de almacenar agua, por lo cual se
les denominan crasas o suculentas; sin embargo, tam
bién las hay que son poco crasas como el xoconoxtle
(Pereskiopsis sp., figura 6) o sin espinas, como el peyote
(Lophophora spp.) y el falso peyote (Ariocarpus fissuratus,
figura 7). Además, contra una arraigada creencia popu
lar, no todas las plantas crasas o con espinas pertenecen
a la familia de los cactus; por ejemplo, las especies de
Agave (magueyes, noas, lechuguillas) corresponden a
la familia Agavaceae y muchas plantas crasas corres
ponden a la familia Crassulaceae.
Lo que distingue a las especies de la familia Cactaceae
es la presencia de aréolas, pequeñas áreas de crecimiento
equivalentes a las yemas de otras plantas y de las cuales,
en el caso de las cactáceas, se originan hojas reducidas,
flores, nuevos tallos, espinas, glóquidas,1 cerdas, pelos y
en algunos casos raíces adventicias (Bravo-Hollis 1978).
Otra estructura característica de la familia de las cac
táceas es la peculiar forma de sus flores, compuesta de
dos partes: un pericarpelo (tejido que se origina del tallo
y que cubre el ovario que a la postre se convertirá en
el fruto) y un perianto que rodea a los órganos sexuales,
y que a diferencia de la flor típica no está formado por
cáliz y corola, sino por una serie de hojas modificadas
—segmentos del perianto—, que de afuera hacia aden
tro van transformándose de estructuras similares a los
sépalos a estructuras vistosas similares a los pétalos.
DIVERSIDAD
Existen diversas opiniones en cuanto a la cantidad de
géneros y de especies que componen a esta familia a
nivel mundial. Los dos tratamientos sinópticos más recientes de la familia reconocen un total de 1 896 especies
y 127 géneros (Anderson 2001, 2005) o 1 438 especies y
124 géneros (Hunt et al. 2006) (citados por Nyffeler y Eggli
2010). México es el país con mayor riqueza de especies
con 63 géneros y 669 especies (Guzmán et al. 2003) y con
un alto porcentaje de endemismos (Bravo-Hollis y
Sánchez-Mejorada 1991, Hernández y Godínez 1994).
Las 669 especies de cactáceas mexicanas representan
2.85% de la flora nacional estimada en 23 424 especies
(Villaseñor 2004). En las clasificaciones más recientes se
reconocen cuatro subfamilias: Cactoideae, Opuntioideae,
Pereskiodeae y Maihuenioideae (Wallace 1995), siendo
las dos primeras las más diversificadas. Cactoideae in
cluye una gran variedad de plantas con diversas formas
y tamaños (globosas, cilíndricas, columnares, entre
1 Conocidas popularmente como “aguates”, son las minúsculas espi
nas de los nopales
González-Elizondo, M., F.I. Retana-Rentería, L. Ruacho-González, I. Ávalos-Huerta y J. Valenzuela-Valadéz. 2017. Los cactus (familia
Cactaceae). En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 343-355.
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344
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
otras); Opuntioideae agrupa a todas las especies de no
pales, choyas y plantas similares. En contraste, las subfamilias Pereskiodeae y Maihuenioideae se componen
de un solo género cada una; en México Pereskiodeae
está representada por una sola especie cuyo hábitat es
el bosque tropical en los estados de Guerrero y Oaxaca
(Guzmán et al. 2003); y Maihuenioideae, cuyas únicas
dos especies habitan en la Patagonia (Anderson 2001,
Hunt et al. 2006).
Para actualizar la información sobre la riqueza de la
familia Cactaceae en Durango se revisó la base de da
tos de la flora estatal (González-Elizondo et al. 2012) y
los especímenes depositados en el Herbario ciidir. Esta
información se complementó con datos de las colecciones
de cactáceas de los herbarios mexu y encb y una ex
haustiva revisión de literatura taxonómica especializada.
Para la nomenclatura de géneros y especies se siguió
principalmente la propuesta de Guzmán et al. (2003).
Adicionalmente, con el fin de detectar posibles discre
pancias en la nomenclatura (a nivel de género) adoptada
por dichos autores, se revisaron las sinopsis recientes
de la familia de Anderson (2001) y Hunt et al. (2006).
El listado florístico actualizado para el estado quedó
integrado por 158 taxa pertenecientes a 32 géneros2 y
139 especies, algunas de las cuales están representadas
por más de una subespecie (apéndice 12). La subfamilia
Cactoideae está representada en la entidad por 97 espe
cies (70%) y 27 géneros (84%), mientras que Opuntioideae
está representada por 42 especies (30%) agrupadas en
cinco géneros (16%). Se añadieron nuevos registros (in
cluyendo varios géneros) y se excluyeron de la flora
cactológica regional varios taxa (incluyendo un género)
previamente mencionados en la escasa literatura sobre
cactáceas de Durango. Los criterios para excluir taxa
previamente registrados o mencionados para la entidad
fueron varios: por corresponder a sinónimos de especies
válidas; por constituir errores de identificación; por no
contar con ejemplar de herbario que avale su presencia
y considerarse dudosa su existencia en el área de estudio;
o por corresponder a especies cultivadas en la región.3
2 Se acepta el género Corynopuntia además de Grusonia, y Nyctocereus
además de Peniocereus. Por otra parte, las especies de Nopalea se
circunscriben dentro del género Opuntia.
3 Algunos de los taxa citados previamente para la entidad y excluidos
en esta contribución son: Marginatocereus marginatus (citado por
Guzmán et al. 2003), ya que solamente existe cultivada en Durango);
Echinocereus topiensis, E. triglochidiatus, Opuntia pyriformis (también
citadas por Guzmán et al. 2003, se excluyen por corresponder a sinónimos); Echinocereus longisetus y Peniocereus greggii var. transmontanus
(citadas por Sánchez-Salas et al. 2004 con base en identificaciones
A pesar de dichas exclusiones, el balance de las cifras
significa un aumento de poco más de 30% de especies
de cactáceas conocidas previamente para Durango de
acuerdo al registro para esta entidad de 97 especies y
22 géneros en el “Catálogo de cactáceas mexicanas”
(Guzmán et al. 2003, cuadro 1). De acuerdo con los gé
neros y especies de cactáceas reconocidas para México
por estos autores (63 y 669 respectivamente), la flora
cactológica del estado (139 especies y 32 géneros), representa la mitad de los géneros y alrededor de una quinta
parte de las especies conocidas para el país.
De acuerdo a Godínez-Álvarez y Ortega-Baes (2007)
con base en los datos registrados por Guzmán et al. (2003)
para cada entidad, Durango ocupa el octavo lugar en
número de especies y el undécimo lugar en número de
géneros. Sin embargo, de acuerdo a los datos de esta actualización, la riqueza genérica de las cactáceas de Du
rango se acerca a las máximas estatales reportada por
Guzmán et al. (2003) para San Luis Potosí (33), Oaxaca,
Tamaulipas (31 cada uno) y Nuevo León (30); y supera a
la reportada por Villarreal-Quintanilla (2001) para Coahuila (25). Asimismo, Durango ocupa uno de los primeros
lugares en número de especies, solamente superado por
San Luis Potosí (151 especies) y por Coahuila (126 especies
según Guzmán et al. 2003; o 148 según Villarreal-Quin
tanilla 2001), equiparándose con Nuevo León, Oaxaca,
Tamaulipas y Querétaro, estados reconocidos por sus
ricas floras cactológicas. Esto coloca a Durango entre
los estados con mayor diversidad de cactáceas, lo que
no había sido reconocido con anterioridad.
Al igual que en otras regiones del norte del país, entre
los 32 géneros registrados para la flora cactológica del
estado, destacan por su riqueza de especies: Mammillaria
(33 especies), Opuntia (30), Echinocereus (14) y Coryphantha
(13); los otros 28 géneros están representados por una
a cinco especies cada uno. Los géneros no registrados
para Durango en el catálogo de cactáceas mexicanas
(Guzmán et al. 2003) son: Hylocereus, Astrophytum,
Leuchtenbergia, Lophophora, Mammilloydia, Nyctocereus,
Pachycereus, Pilosocereus, Stenocereus y Selenicereus4 (fi
guras 3, 4, 5, 7 y 8; cuadro 1). Con excepción del último,
erróneas); Coryphantha vaupeliana, Echinocereus mapimensis, Ferocactus
latispinus, Pachycereus pringlei, Stenocereus thurberi y Astrophytum
capricorne (citadas por González-Elizondo et al. 1991 con base en
referencias bibliográficas anteriores; de la última especie no se des
carta su presencia en la entidad).
4 Además de Grusonia, en sentido estricto, cuya única especie es G.
bradtiana, no registrada previamente para la entidad y que se inclu
ye en este trabajo con base en Cornet (1985).
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345
Diversidad de especies
Figura 1. Mammillaria saboae en la sierra El Epazote, es una
de las especies más pequeñas de Durango.
Foto: Lizeth Ruacho González.
Figura 3. Pitayo (Stenocereus montanus)
en el municipio del Mezquital, es la
especie de cactus de mayor talla en la
entidad.
Foto: Martha González Elizondo.
Figura 2. Biznaga colorada o biznaga de la sierra (Ferocactus
pilosus) en el municipio de Cuencamé; Ing. Rodolfo G. Corrales
Drawert como referencia.
Foto: Martha González Elizondo.
Figura 4. Pitahaya, sasparak i’bai
(Hylocereus sp.) creciendo sobre un
árbol, es una de las pocas especies de
Cactaceae epífitas del estado.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 5. Cactus-agave (Leuchtenbergia
principis), cactus de forma muy peculiar,
en el municipio de Cuencamé.
Foto: Martha González Elizondo.
Figura 6. Xoconoxtle (Pereskiopsis sp.), es uno de los pocos
cactus con hojas.
Foto: Martha González Elizondo.
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346
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 7. Falso peyote (Ariocarpus fissuratus) con flor. Al igual que el verdadero peyote (Lophophora spp.), las especies de
Ariocarpus carecen de espinas.
Foto: Martha González Elizondo.
se ha comprobado la presencia en la entidad de por lo
menos una especie representativa de cada uno de ellos.
La pitayita (Selenicereus vagans) fue citada para la enti
dad por Gold (1967), se mantiene en la lista florística
de Durango por considerarse muy probable su presen
cia, con base en su amplia distribución desde el sur de
Sonora hasta Chiapas, en bosque tropical caducifolio y
subcaducifolio (Terrazas et al. 2013).
DISTRIBUCIÓN
Los cactus son plantas originarias del continente ameri
cano que se distribuyen ampliamente de manera natural
desde Canadá hasta Argentina. Aunque a las cactáceas
comúnmente se les relaciona con los ambientes áridos
y semiáridos, en donde habitan una gran cantidad de
especies, lo cierto es que ocupan una gran diversidad
de hábitats: desde el nivel del mar hasta grandes ele
vaciones; en matorrales xerófilos, pastizales, bosques
templados, bosques mesófilos y bosques tropicales.
Algunas especies, principalmente arbustivas o arbores
centes, se presentan como dominantes en las comuni
dades vegetales de las que forman parte, mientras que
otras son extremadamente raras (González-Elizondo et
al. en preparación).
En la entidad, solamente 12 de los 32 géneros reco
nocidos (37%) se restringen a los matorrales xerófilos
de las zonas áridas, otros ocho (25%) se presentan ex
clusivamente en bosque tropical de la región de las
Quebradas y otro en bosque templado de la región de
la Sierra; los 11 géneros restantes (34%) se distribuyen
en más de una ecorregión (cuadro 2). Mammillaria,
Opuntia y Echinocereus se distribuyen en una gran di
versidad de ambientes y presentan especies en todas
las ecorregiones de Durango; Coryphantha, junto con
Cylindropuntia y Ferocactus, también presentan distri
bución amplia pero no en todas las ecorregiones.
En términos generales, en las zonas áridas con matorrales xerófilos predominan las especies de cactáceas
de talla pequeña, generalmente globosas o cilíndricas
(cactus o biznagas) de los géneros Coryphantha, Escobaria,
Mammillaria, Echinomastus y Glandulicactus; mientras que
en las quebradas, con bosques tropicales, predominan las
especies columnares de los géneros Stenocereus (pita
yos), Pachycereus (cardón) y Pilosocereus (pitayo barbón);
además de los géneros de las plantas trepadoras o decumbentes: Hylocereus (pitahaya) y Acanthocereus (tasajo).
Las nopaleras arborescentes de México alcanzan su
límite norte en Durango, conformadas principalmente
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347
Diversidad de especies
Cuadro 1. Comparación entre la riqueza de especies registradas en el estado
Número de especies
Género
Guzmán et al.
2003
Este estudio
Mammillaria
27
33
Opuntia
14
30
Echinocereus
13
14
Coryphantha
13
13
Cylindropuntia
5
5
Ferocactus
3
4
Corynopuntia (Grusonia s.l.)
2
4
Escobaria
2
3
Thelocactus
2
3
Ariocarpus
2
2
Pereskiopsis
2
2
Stenocactus
2
2
Echinocactus
1
2
Peniocereus
1
1
Hylocereus
0
2
Acanthocereus
1
1
Echinomastus (Sclerocactus)
1
1
Epithelantha
1
1
Glandulicactus (Sclerocactus)
1
1
Heliocereus (Disocactus)
1
1
Myrtillocactus
1
1
Neolloydia
1
1
Astrophytum
0
1
Grusonia s.s
0
1
Leuchtenbergia
0
1
Lophophora
0
1
Mammilloydia
0
1
Nyctocereus
0
1
Pachycereus
0
1
Pilosocereus
0
2
Selenicereus
0
1
Stenocereus
0
2
Marginatocereus
1
0
Total géneros
22
32
Total especies
97
139
Los nombres entre paréntesis son los reconocidos por Hunt et al. 2006.
Fuente: Guzmán et al. 2003.
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348
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 8. Dos especies creciendo juntas en bosque tropical caducifolio: pitayo barbón (Pilosocereus alensis) con mechones densos
de pelos blancos cerca de los extremos de las ramas; y cardón (Pachycereus pecten-aboriginum), con ramas más gruesas, de color
verde más intenso.
Foto: José Juan Mendoza.
por Opuntia leucotricha y O. durangensis; y en menor
proporción se presentan O. streptacantha, O. megacantha,
O. hyptiacantha; e incluso O. ficus indica, naturalizado o
escapado de cultivo, que forma parte del piedemonte de
la sierra.
Solamente cinco de las especies registradas (menos
de 4%) son de distribución restringida a la entidad:
Coryphantha kracikii (figura 9), C. longicornis (figura 10),
Echinocereus schereri, Mammillaria guelzowiana, y M.
theresae (figura 11a). La cantidad de endemismos se duplica al considerar los taxa infraespecíficos: Coryphantha
durangensis subsp. cuencamensis, Echinocereus adustus
subsp. schwarzii (figura 12), Echinomastus unguispinus
subsp. minimus, Mammillaria pennispinosa subsp.
brachytrichion, M. pennispinosa subsp. nazasensis y
Mammillaria saboae subsp. roczekii (figura 11b).
Adicionalmente, un análisis preliminar de la distri
bución general de las especies registradas indica que
más de 25% de las mismas se restringen al estado de
Durango y los estados aledaños de Coahuila, Chi
huahua, Sinaloa y Zacatecas (González-Elizondo et al.
en preparación).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Varias especies del género Opuntia (nopales) constituyen
los elementos dominantes en la fisonomía y estructura
de algunas comunidades vegetales en las diferentes eco
rregiones de la entidad, y contribuyen a la estabilidad
del suelo y al equilibrio ecológico de dichas comuni
dades, ya que constituyen fuentes de agua, alimento y
refugio para diversos animales (mamíferos, aves, rep
tiles, insectos, entre otros), algunos de los cuales, en
reciprocidad, actúan como polinizadores o dispersores.
En la región Árida y Semiárida son comunes las nopa
leras compuestas con una o varias especies: Opuntia
engelmannii, O. rastrera, O. phaeacantha y O. rufida. En la
región de los Valles las nopaleras están dominadas por
duraznillo (O. leucotricha), localizadas al oriente en las zo
nas más bajas y más secas, y por O. durangensis (también
conocido como duraznillo) en las zonas al poniente en
su transición con la sierra; en algunos sitios con suelo
somero en la sierra se presentan nopaleras compuestas
por nopal tapón (O. cf. robusta). Otras especies de cactá
ceas que se comportan como dominantes fisonómicos
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349
Diversidad de especies
Cuadro 2. Distribución de los géneros de Cactaceae en las ecorregiones de
Durango
Ecorregión¹
Género
Acanthocereus
Ariocarpus
Astrophytum
Corynopuntia2
Coryphantha
Cylindropuntia
Echinocactus
Echinocereus
Echinomastus (Sclerocactus)3
Epithelantha
Escobaria
Ferocactus
Glandulicactus (Sclerocactus)
Grusonia s.s.
Heliocereus (Disocactus)
Hylocereus
Leuchtenbergia
Lophophora
Mammillaria
Mammylloidia
Marginatocereus4 (Pachycereus)
Myrtillocactus
Neolloydia
Nyctocereus2
Opuntia
Pachycereus
Peniocereus
Pereskiopsis
Pilosocereus
Selenicereus
Stenocactus
Stenocereus
Thelocactus
Total
Restringidos
A
V
S
Q
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
22
12
•
9
0
•
11
1
•
14
8
1 Ecorregiones de Durango según González et al. 2007: A, región Árida y Semiárida;
V, región de los Valles; S, región de la Sierra; Q, región de las Quebradas.
2 Se acepta el género Corynopuntia (parte de Grusonia s.l.) y Nyctocereus (parte de
Peniocereus s.l.).
3 En este cuadro, los nombres entre paréntesis (Sclerocactus, Disocactus y
Pachycereus) corresponden a los reconocidos por Hunt et al. 2006.
4 El género Marginatocereus solamente existe cultivado. No se considera entre los
32 géneros reconocidos para la flora regional.
Fuente: González et al. en preparación.
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350
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 9. Coryphantha kracikii, especie conocida solamente
de una pequeña área en el extremo norte del estado.
Foto: Joanna Valenzuela Valadez.
Figura 10. Biznaga de piña (Coryphantha longicornis),
endémica a un área en el valle del río Nazas en los municipios
de Indé y Rodeo.
Foto: Martha González Elizondo.
en ciertas áreas de matorral subtropical y de bosque
tropical caducifolio son: garambullo (Myrtillocactus
geometrizans) y pitayo (Stenocereus spp.), desempeñan
do un papel importante en la conformación del hábitat
para la fauna residente y migratoria en dichos ambien
tes. No obstante que la mayoría de las especies de Cac
taceae en Durango no se comportan como dominantes o
codominantes, como las mencionadas en las líneas an
teriores, sino como especies acompañantes o especies
ocasionales (raras), todas juegan papeles ambientales
relevantes ya que forman parte de la biodiversidad y
mantienen relaciones (directas o indirectas) de diversa
índole con otras especies vegetales o animales.
En cuanto a la importancia cultural, la población
rural utiliza los cladodios tiernos (nopalitos) y los frutos
(tunas) de especies como duraznillo (Opuntia leucotricha,
O. durangensis), cardón (O. streptacantha), cardón de la
sierra, coyote (O. megacantha), chaveño (O. hyptiacantha)
y nopal de castilla (Opuntia ficus-indica) para auto
abasto y en algunas comunidades, como en Santiago
Bayacora, parte del ingreso familiar proviene de la re
colecta de estos productos para la venta a pequeña es
cala (Ávalos-Huerta 2012). Además de los nopales, se
utiliza como alimento el pitayo (Stenocereus montanus
y S. queretaroensis), cuyos frutos maduran en mayo y
son muy apreciados; asimismo, diversas especies de
Mammillaria (biznagas de chilitos) tienen frutos comestibles llamados coloquialmente chilitos. En la comunidad
La Parrilla, municipio de Nombre de Dios, se utilizan
estos frutos mezclados con la masa para elaborar tor
tillas; otros frutos comestibles utilizados de manera
casual son los garambullos (Myrtillocactus geometrizans),
los de las biznagas ganchudas (Ferocactus hamatacanthus)
y varias especies de alicoches (Echinocereus spp.).
Al igual que en otras regiones del país, los nopales
silvestres (Opuntia spp.) son utilizados como forraje,
cercos vivos, y en medicina tradicional para el trata
miento de algunas enfermedades (Ávalos-Huerta 2012).
Otras especies de cactáceas que se usan en medicina
tradicional son: peyote (Lophophora williamsii), falso peyote (Ariocarpus fissuratus), pitayo (Stenocereus montanus),
cardón (Pachycereus pecten-aboriginum), reina de la no
che (Peniocereus greggii) (figura 13), biznagas de chilitos
(Mammillaria spp.), cardenche (Cylindropuntia imbricata,
figura 14) y tasajillo (C. leptocaulis) (González-Elizondo
et al. 2004).
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Diversidad de especies
A
351
B
Figura 11 a) Peyotillo (Mammillaria theresae), se conoce solamente de la sierra de Coneto, b) Mammillaria saboae subsp. roczekii,
se conoce solamente de su localidad tipo en la sierra El Epazote.
Fotos: Flor Isela Retana Rentería (a), Lizeth Ruacho González (b).
Figura 12. Echinocereus adustus subsp. schwarzii en floración en la sierra El Epazote.
Foto: Lizeth Ruacho González.
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352
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 13. Reina de la noche, huevo de venado (Peniocereus
greggii) creciendo entre las ramas de granjeno (Celtis pallida).
Foto: Martha González Elizondo.
Por sus formas peculiares y la belleza de sus flores,
las cactáceas tienen un valor ornamental y son muy
apreciadas por coleccionistas nacionales y extranjeros.
En Durango se ha observado el uso de Mammillaria
lasiacantha, M. senilis, Coryphantha durangensis (figura
15), Echinocereus pectinatus (figura 16), para adornar los
“nacimientos” durante los festejos navideños (García
Galarza 2014).
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
Una alta proporción de especies de cactáceas están in
cluidas en las listas nacionales e internacionales rela
cionadas con la protección de la biodiversidad (Álvarez
et al. 2004) como la nom-059-semarnat-2010, Conven
ción sobre el Comercio Internacional de especies ame
nazadas de fauna y flora silvestres (cites), y la Lista Roja
de especies amenazadas de la Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza (uicn). Su vulnerabi
lidad obedece a sus características biológicas y ecoló
gicas: muchas son plantas de lento crecimiento, con
largos ciclos de vida, escaso reclutamiento de nuevos
individuos y patrones de distribución restringida, ya
que habitan sitios con condiciones ambientales muy
particulares (Hernández y Godínez 1994). En contraste,
algunas especies (particularmente de Opuntia y
Cylindropuntia) invaden áreas degradadas por sobrepastoreo, llegando a formar matorrales muy densos debido
a su capacidad para propagarse vegetativamente.
De las 139 especies registradas hasta la fecha para
Durango, 24% (34 especies, una con dos subespecies)
se incluyen en la nom-059-semarnat-2010; 83% (115
especies) están registradas en la Lista Roja de especies
amenazadas de la uicn (2014); sin embargo, solamente
15% (21 especies) se consideran con algún grado de
riesgo, el resto se enlistan bajo la categoría de preocupación menor (apéndices 6 y 7). Algunas de las especies
mencionadas en estas listas (Echinocereus chisosensis,
E. poselgeri, Mammillaria lindsayi, M. moelleriana, M.
sinistrohamata y M. uncinata) se incluyen en la flora
regional con base en referencias bibliográficas (Guz
mán 2003), aunque hasta la fecha no se ha logrado veri
ficar la presencia de poblaciones silvestres en la entidad;
Mammillaria theresae, M. guelzowiana, M. pennispinnosa
subsp. nazasensis y subsp. brachytrichion constituyen
microendemismos ya que se conocen de áreas muy lo
calizadas; otras, en contraste, tienen distribución geográfica más amplia pero se conocen de muy pocos sitios
en donde suelen ser muy escasas, como Echinocereus
palmeri, distribuida en unos cuantos sitios en Chihuahua,
Durango y Zacatecas, y M. guillauminiana, que se ha
considerado extinta en estado silvestre (Arias et al.
2005) por su extremada rareza.
Por otra parte, algunas especies no están incluidas
en la nom-059 no obstante sus bajas densidades y dis
tribución restringida, tales como Echinocereus schereri
y M. saboae subsp. roczekii, que se conocen solamente
de la localidad en donde se descubrieron (localidad
tipo). De las 34 especies de cactáceas incluidas en la
nom-059 (semarnat 2010), la mayor parte (26) se dis
tribuyen en matorrales xerófilos de la región árida y se
miárida, seis en bosques templados en la Sierra Madre
Occidental y sierras al oriente (Echinocereus adustus,
Mammillaria senilis, M. lindsayi, M. saboae, M. theresae y
M. longiflora) y dos en la región de las Quebradas (M.
marksiana y Echinocereus subinermis).
PRINCIPALES AMENAZAS
Las cactáceas son sujetas a extracción de su hábitat por
parte de paseantes y coleccionistas; sin embargo, no se
cuenta con evidencias que indiquen que el saqueo siga
siendo un factor importante que amenace el estado de
conservación de las cactáceas en Durango, con excep
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Diversidad de especies
353
Figura 14. Cardenche (Cylindropuntia imbricata) en floración.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
ción quizás de las poblaciones de bonete de obispo
(Astrophytum coahuilense) y reina de la noche (Peniocereus
greggii), localizadas muy cerca del área urbana de la región de La Laguna.
La amenaza más seria para las especies de cactáceas
en la entidad parece ser la destrucción o deterioro de sus
hábitats naturales. Algunos de los mayores peligros para
el mantenimiento de sus poblaciones son la apertura de
vías de comunicación y líneas de conducción de energía
eléctrica y el cambio de uso de suelo (para agricultura y
diversas actividades relacionadas con la minería). Otro
factor que parece estar afectando los hábitats de algunas
especies es la construcción de presas. En el territorio que
actualmente ocupa la presa Santiago Bayacora, al sur del
estado, se reporta que existían poblaciones de blanco
(Opuntia ficus indica) naturalizados, así como pachón
(O. aff. streptacantha) y mantequillo (Opuntia sp.), tres
tipos de nopales muy apreciados por los campesinos de
la región (Ávalos-Huerta 2012). La construcción y fun
cionamiento de las presas Lázaro Cárdenas (El Palmito)
y Francisco Zarco para almacenar el agua del río Nazas
en el norte de la entidad ha afectado el ambiente de esa
región rica en endemismos y microendemismos.
Posiblemente el disturbio más pernicioso que afec
ta a estas plantas en la entidad es la degradación del
hábitat por sobrepastoreo, incluso el consumo directo
de las plantas por el ganado y la consecuente extinción
local de algunas especies inermes (sin espinas), como
Astrophytum.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La flora cactológica de Durango es muy rica. Con 139 especies distribuidas en 32 géneros, se coloca entre los
estados con mayor diversidad de cactáceas en el país.
Tal diversidad está determinada por la confluencia en
su territorio de dos ecosistemas en donde este grupo
de plantas es importante: el Desierto Chihuahuense en
el extremo nororiental y la región de las Quebradas
con bosque tropical caducifolio en la vertiente occiden
tal de la Sierra Madre Occidental. Aún existe incerti
dumbre acerca de la presencia (o la permanencia) en la
entidad de algunas de las especies registradas, por lo
que se requiere continuar las exploraciones botánicas.
La información taxonómica y ecológica de las especies es
la base para los planes de manejo y acciones de conser
vación y uso sustentable de las mismas, por lo que también se requieren estudios taxonómicos y ecológicos
de géneros o complejos de especies, que permitan dis
tinguir las diferentes entidades presentes y el tamaño y
distribución geográfica y ecológica de sus poblaciones.
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354
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 15. Borreguitos (Coryphantha durangensis) en floración, al pie de sangre de grado (Jatropha dioica).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Los cactus son plantas carismáticas y muy aprecia
das como ornamentales. Con el fin de aprovechar este
potencial, sin detrimento de las poblaciones naturales,
se recomienda la creación de unidades de manejo para
la conservación de la vida silvestre (uma), en donde se
haga aprovechamiento no extractivo (ecoturismo, foto
grafía y educación ambiental) y predios e instalaciones
que manejan vida silvestre ex situ (pimvs), en donde se
establezcan viveros para propagar las especies nativas
para la venta tanto a los visitantes como para su distri
bución nacional e internacional.
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100-125.
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Diversidad de especies
355
Figura 16. Huevo de toro (Echinocereus pectinatus) en floración en la cima de la sierra El Rosario.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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357
Diversidad de especies
Las
leguminosas
(familia Fabaceae)
Lizeth Ruacho González • Irma Lorena López Enríquez • Andrea Cecilia Acosta Hernández • Flor Isela Retana Rentería
DESCRIPCIÓN
La familia Fabaceae también es conocida como
Leguminosae y es una de las más grandes y diversifi
cadas a nivel mundial. Incluye plantas de uso cotidia
no como el chícharo y el frijol. Sus especies presentan
una amplia variedad de formas de crecimiento, pueden
ser árboles, arbustos o hierbas. Muchas tienen hojas
compuestas, es decir, divididas en segmentos o peque
ñas hojitas conocidas como folíolos, pero también
existen especies con hojas simples (de un solo folíolo).
Algunas, sobre todo las arbóreas y arbustivas, tienen
espinas, pero la mayoría de las especies herbáceas no
las presentan. Sus flores pueden ser grandes y vistosas
como las del tabachín y las del colorín, o muy peque
ñas como las de los huizaches y los mezquites. De
acuerdo a su tipo de flor las leguminosas se clasifican
en tres subfamilias: Caesalpinioideae, Mimosoideae
y Papilionoideae (figura 1). La característica que dis
tingue a las leguminosas de las especies de otras fa
milias es su fruto en forma de vaina o legumbre
(Polhill 1997).
DIVERSIDAD
Leguminosae se encuentra dentro de las tres familias
de plantas vasculares con mayor número de especies a
nivel mundial (Rzedowski y Calderón 1997, Polhill 1997,
Lewis et al. 2005). En México es el segundo grupo de
plantas más diverso, después de la familia de los gira
soles, los gordolobos y las dalias (Asteraceae) (Sousa y
Delgado 1993, Estrada y Martínez 2004).
Para la flora de Durango, al momento se registra
una riqueza de 68 géneros y 404 especies identificadas
(apéndice 13), de las cuales, alrededor de 50 incluyen
subespecies o variedades. En la entidad, la familia Fa
baceae ocupa el segundo lugar en diversidad de espe
cies y el tercero por su riqueza de géneros, después de
Asteraceae (Compositae) y Poaceae (Gramineae) (Gon
zález-Elizondo et al. 2012).
La subfamilia Papilionoideae incluye 81.5% del total
de las leguminosas de la entidad (279 especies) entre
las que se cuentan diversas especies de frijoles y frijo
lillos (Phaseolus spp., Canavalia villosa, Galactia spp.,
Rhynchosia spp.) así como las conocidas como tronadoras
(Crotalaria spp.) y las hierbas locas (Astragalus spp.). La
subfamilia Mimosoideae, a la que pertenecen los gatu
ños (Mimosa spp.), huizaches (Acacia spp.) y mezquites
(Prosopis spp.), incluye 20% del total de especies (81);
mientras que Caesalpinioideae, con 46 especies como el
tabachín (Caesalpinia spp.) y los palos verdes (Cercidium
spp.), representa 11% (cuadro 1).
Más de la mitad de los géneros (37) están representados
por una a tres especies, mientras que solamente cuatro géneros —Dalea, Desmodium, Phaseolus y Astragalus, todos
de la subfamilia Papilionoideae— representan casi la ter
cera parte de las leguminosas de la entidad (cuadro 1).
DISTRIBUCIÓN
La familia Fabaceae se encuentra en todos los tipos de
vegetación de la entidad, sin embargo, son la Sierra y
las Quebradas las ecorregiones donde se registra una
mayor riqueza (cuadro 2). La región de las Quebradas
y la Sierra en su parte occidental tienen mayor hume
dad y un gradiente de temperatura que favorece la di
versidad de plantas.
La mayoría de las leguminosas que se distribuyen
en el macizo de la Sierra Madre Occidental son herbá
ceas, anuales o perennes, carentes de espinas; por ejemplo, Phaseolus spp., Lupinus spp. y Lotus spp., que forman
parte del estrato herbáceo de los bosques templados.
En contraste, en la región de las Quebradas es común
encontrarlas en forma de arbustos o árboles, generalmente espinosos, y que se cuentan entre los elementos
predominantes en bosques tropicales, como los mautos
y tepehuajes (Lysiloma spp.), huizaches y vinolos (Acacia
spp.), navío (Conzattia sericea), entre otros (GonzálezElizondo et al. 2007).
Ruacho-González, L., I.L. López-Enríquez, A.C. Acosta-Hernández y F.I. Retana-Rentería. 2017. Las leguminosas (familia Fabaceae).
En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 357-364.
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358
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
Figura 1. Flores de las distintas subfamilias de leguminosas:
a) Caesalpiniodeae (Caesalpinia pulcherrima), b) Mimosoideae
(Acacia schaffneri) y c) Papilionoideae (Lupinus sp.).
Fotos: M. Socorro González (a, b), Lizeth Ruacho (c).
C
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359
Diversidad de especies
Cuadro 1. Número de especies por género de leguminosas
Géneros
No. de
especies
% de
cada
género
Senna
Caesalpinia
Chamaecrista
Hoffmannseggia
Pomaria
Bauhinia
Cercidium
Cassia
Conzattia
Haematoxylum
Parkinsonia
11
Mimosa
Acacia
Acaciella
Calliandra
Desmanthus
Leucaena
Lysiloma
Havardia
Inga
Zapoteca
Albizia
Pithecellobium
Prosopis
Calliandropsis
Chloroleucon
Enterolobium
Painteria
15
8
7
5
3
2
2
1
1
1
1
46
18
16
7
7
6
4
4
3
3
3
2
2
2
1
1
1
1
17
81
3.70
2.00
1.70
1.20
0.70
0.50
0.50
0.20
0.20
0.20
0.20
11.30
4.40
3.90
1.70
1.70
1.50
1.00
1.00
0.70
0.70
0.70
0.50
0.50
0.50
0.20
0.20
0.20
0.20
20.00
Subfamilia
Caesalpiniodeae
Subtotal
Mimosoideae
Subtotal
* Una especie dentro de este género sólo está identificada
hasta el nivel taxonómico género.
Fuente: González-Elizondo et al. 2012.
Subfamilia
Papilionoideae
Géneros
Dalea
Desmodium
Phaseolus
Astragalus
Lupinus
Crotalaria
Tephrosia
Cologania
Rhynchosia
Aeschynomene
Lotus
Marina
Nissolia
Trifolium
Lonchocarpus*
Coursetia
Eriosema
Eysenhardtia
Indigofera
Lathyrus
Brongniartia
Diphysa
Erythrina
Galactia
Medicago
Vicia
Zornia
Clitoria
Macroptilium
Melilotus
Abrus
Amicia
Calopogonium
Canavalia
Pediomelum
Platymiscium
Psorothamnus
Pterocarpus
Ramirezella*
Robinia
No. de
especies
% de
cada
género
59
29
23
20
14
11
10
9
9
7
7
7
6
6
5
4
4
4
4
4
3
3
3
3
3
3
3
2
2
2
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
14.50
7.10
5.70
4.90
3.40
2.70
2.50
2.20
2.20
1.70
1.70
1.70
1.50
1.50
1.20
1.00
1.00
1.00
1.00
1.00
0.70
0.70
0.70
0.70
0.70
0.70
0.70
0.50
0.50
0.50
0.20
0.20
0.20
0.20
0.20
0.20
0.20
0.20
0.20
0.20
Subtotal
40
279
68.70
Total
68
406
100.00
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360
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Riqueza de leguminosas registradas en las ecorregiones del estado
Ecorregión
Número de especies
%
145
35.60
Sierra Madre Occidental
162
39.80
Piedemonte y serranías orientales
102
25.10
Los Valles
127
31.20
59
14.50
Las Quebradas
La Sierra
Árida y Semárida
Fuente: González-Elizondo et al. 2012.
Aunque en la zona Árida es donde se encuentra la
menor riqueza de especies de esta familia (14.5% del
total), frecuentemente algunas de estas se comportan
como dominantes en las asociaciones vegetales leñosas
de la región; por ejemplo los gatuños (Mimosa spp.), hui
zaches o chaparros (Acacia spp.) y mezquites (Prosopis
odorata y ocasionalmente Prosopis laevigata).
En la región de los Valles es común encontrar ma
torrales y bosques espinosos de talla baja en los que la
especie más característica es P. laevigata, en ocasiones
acompañado de huizache chino (Acacia schaffneri). Es
tos mezquitales son comunidades vegetales más o me
nos abiertas que se desarrollan sobre suelos profundos
y se extienden hasta los límites del piedemonte y la
zona árida (González-Elizondo et al. 2007; figura 2).
En cuanto a las leguminosas endémicas al territorio
del estado, se reportan 11 especies, lo que representa
2.7% del total (cuadro 3). Entre estas destacan las espe
cies de los géneros Dalea (6) y Astragalus (3); la mayoría
se conocen de bosque templado, con excepción de
Brongniartia riesebergii, que limita su distribución a la
zona árida del estado; Clitoria humilis, que se ha regis
trado únicamente de las cercanías de Huazamota (mu
nicipio Mezquital) a 700 msnm; Dalea urceolata var.
lucida, que se conoce solamente de los pastizales de la
región de los Valles, y Dalea pseudocorymbosa, de bos
que tropical caducifolio.
En contraste con las especies endémicas, cuya distribución se restringe a algunas áreas del estado, se re
gistra la presencia en la flora estatal de 11 especies de
leguminosas introducidas, la mayoría del Viejo Mundo
(Villaseñor y Espinosa-García 2004, Sánchez-Blanco et
al. 2012; cuadro 4); algunas, aunque tienen tendencia
invasiva, han sido catalogadas como especies de aten
ción no prioritaria para México, ya que en los últimos
dos siglos no han representado un problema grave en
las regiones donde se encuentran (Sánchez-Blanco et
al. 2012).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Las leguminosas cumplen una función importante en
los ecosistemas, ya que fijan el nitrógeno de la atmós
fera al suelo a través de las rizobacterias que forman
nódulos en sus raíces, haciendo disponible este elemento para las plantas (Polhill 1997). Esta ventaja ecológica
no solo favorece a la agricultura, sino al medio ambiente en general.
Algunas de las especies de esta familia son de gran
importancia económica: las hay alimenticias, forrajeras,
medicinales, ornamentales, maderables; otras, en cam
bio, son consideradas tóxicas o malezas invasoras (Rze
dowski y Calderón 1997). Entre las pocas especies de
leguminosas que pueden llegar a representar serios pro
blemas, en la flora del estado se registran: hierbas locas
(Astragalus mollissimus y otras especies del mismo géne
ro), que son tóxicas para el ganado; barbasco (Tephrosia
palmeri) de los pastizales de la entidad, como otra posible
planta tóxica al ganado (González-Elizondo et al. 2012);
gatuño (Mimosa biuncifera), una planta muy espinosa que
se considera indicadora de disturbio (González-Elizondo
et al. 2007); y también están las que son invasoras y que
tienen un impacto ecológico más severo, como Medicago
polymorpha (Villaseñor y Espinoza-García 2004).
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Diversidad de especies
A
B
C
D
E
F
361
Figura 2. Algunas especies leñosas. Región de las Quebradas: a) Acacia farnesiana, b) A. interior; región de los Valles: c) A. shaffneri,
d) Prosopis laevigata; región de zona Árida: e) A. constricta, f) A. berlandieri.
Fotos: M. Socorro González Elizondo (a, e, f), Martha González Elizondo (b), Lizeth Ruacho González (c, d).
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362
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Especies endémicas
Nombre científico
Nombre común
Canelas, Santiago Papasquiaro, Pueblo Nuevo
Astragalus daleae
Astragalus ervoides var.
maysillesi
Vakpanik yooxi’
(tepehuano)
Durango, El Mezquital, Pueblo Nuevo, San
Dimas
El Mezquital, Pueblo Nuevo, San Dimas
Astragalus pennellianus
Brongniartia riesebergii
Municipios
Vaina tamarindo,
huizachillo,
engordacabras
Indé, Rodeo, San Pedro del Gallo
Clitoria humilis
El Mezquital
Dalea conetensis
Nuevo Ideal
Dalea pseudocorymbosa
San Dimas
Dalea rupertii
El Mezquital
Dalea transiens
Durango, Canatlán, Nuevo Ideal
Dalea urceolata var. lucida
Durango, Guadalupe Victoria
Dalea wigginsii
Durango, El Mezquital, Súchil
Fuente: González-Elizondo et al. 2012.
En contraste, son muchas más las especies de legu
minosas silvestres en Durango que se aprovechan con
diversos fines. Entre las comestibles se cuentan varias
especies de frijolillos (Phaseolus), de las que se consu
men tanto las semillas como las flores; algunas espe
cies de mo'ta'cch (Eriosema), guais, tepeguaje (Leucaena),
guamúchil (Pithecellobium dulce), mezquites (Prosopis
spp.) y cuarquina (Macroptilium gibbosifolium), de la
cual se consume la raíz. Algunas especies arbóreas son
apreciadas por su madera, la cual se usa en construcción
en el área rural del estado, como mezquites (Prosopis
spp.), huizaches y vinolos (Acacia spp.) y tepeguajes
(Lysiloma spp.). El colorín (Erythrina spp.) se utiliza como
cerco vivo, además de su potencial como ornamental.
Varias especies silvestres se encuentran en las áreas
verdes urbanas como ornamentales, algunas fueron
plantadas mientras que otras se establecieron de manera
natural y se les da mantenimiento como a las cultiva
das: el tabachín (Caesalpinia pulcherrima), el tepeguaje
(Leucaena leucocephala), la retama (Parkinsonia aculeata),
los mezquites (Prosopis spp.), los huizaches (Acacia
farnesiana y A. schaffneri), el guamúchil (Pithecellobium
dulce) y duerme de noche (Senna septemtrionalis) (Gon
zález-Elizondo et al. 2008).
Las leguminosas forman parte de la importante ri
queza cultural de nuestro país, pues existen reportes
históricos del siglo xvi donde se menciona que algunas
de estas plantas eran utilizadas con fines medicinales
y ceremoniales (Rudd 1968). En la herbolaria tradicio
nal de Durango, utilizada principalmente por la pobla
ción rural e indígena, se incluyen una gran cantidad
de leguminosas silvestres, entre otras: el huizache
(Acacia farnesiana), huizache chino (A. schaffneri), hui
zache tepame (A. pennatula), vinolo (A. cochliacantha),
chaparro prieto (A. constricta), tepehuaje (A. coulteri),
tumiñ jagam (Aeschynomene petraea), tabachín o uaak’up
(Caesalpinia pulcherrima), mo’takch (Cologania obovata),
tronadoras o xixkilh yooxi (Crotalaria spp.), engordaca
bra (Dalea bicolor), colorín o bhabui yooxi´ (Erythrina
montana), guanacaste (Enterolobium cyclocarpum),
varadulce (Eysenhardtia polystachya), brasil, hu’pas
(Haematoxylum brasiletto), calcomeca (Phaseolus maculatus),
hierba del indio (P. pedicellatus), y hierba de la víbora
o kau (Zornia thymifolia) (González-Elizondo y GonzálezElizondo 1994, González-Elizondo et al. 2004).
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
Aunque esta familia está representada en la flora estatal por un alto número de especies, solo Trifolium
wormskioldii se encuentra en la categoría de “amenaza
da” según la nom-059 (semarnat 2010). No obstante,
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363
Diversidad de especies
Cuadro 4. Especies introducidas
Origen
Nombre científico
Nombre común
África, Asia, Europa
Abrus precatorius
América del Sur
Caesalpinia gilliesii
Islas del Caribe
Caesalpinia pulcherrima
África, Asia, Europa
Medicago lopulina
África, Asia, Europa
Medicago polymorpha
África, Asia, Europa
Medicago polymorpha var. vulgaris
África, Asia, Europa
Medicago sativa
África, Asia, Europa
Melilotus albus
África, Asia, Europa
Melilotus indicus
Trébol
América del Norte
Robinia pseudoacacia
Acacia
África, Asia, Europa
Trifolium repens
Tabachín
Fuente: Villaseñor y Espinosa-García 2004, Sánchez-Blanco et al. 2012.
existen varias especies que se conocen de áreas muy
restringidas, lo que podría indicar que tienen requeri
mientos ecológicos muy particulares; en este caso se
encuentran por lo menos las microendémicas Clitoria
humilis, Dalea conetensis y D. pseudocorymbosa, cuyos
hábitats actualmente están expuestos a perturbaciones
causadas por el cambio de uso del suelo (González-Eli
zondo et al. 2012).
PRINCIPALES AMENAZAS
En Durango, las principales causas del deterioro de los
ecosistemas son la conversión de suelos con vegetación
natural a áreas destinadas a la agricultura, y la gana
dería y el pastoreo extensivo sin control. Debido a que
una gran parte de las leguminosas que componen la
flora de la entidad son plantas herbáceas que habitan
en los bosques templados, los disturbios (extracción
forestal, incendios, sobrepastoreo) en los mismos po
drían provocar su extinción aun antes de que se logre
registrar su presencia. Gran parte de la superficie ocu
pada originalmente por bosques espinosos en las par
tes más bajas de Durango, sobre la planicie costera del
Pacífico, en donde muchas de las especies dominantes
eran leguminosas, actualmente está ocupada por agri
cultura. No obstante, estos patrones de deterioro afec
tan de diferente manera a las distintas especies, pues
mientras que para aquellas de distribución muy pun
tual, como las mencionadas en el apartado anterior,
una alteración en el medio natural podría causar su
extinción; existen otros casos donde la deforestación, el
pastoreo y el abandono de las tierras favorece la aparición
de plantas como los huizaches y los gatuños (GonzálezElizondo et al. 2007).
OPORTUNIDADES Y ACCIONES
DE CONSERVACIÓN
Aún faltan muchas áreas del territorio estatal por ex
plorar, particularmente en la región de la Sierra, en
donde se presenta la mayor riqueza de esta familia, y
en las Quebradas, donde se dificulta el acceso y son
pocos los colectores que se adentran en su vegetación.
Entre las especies de leguminosas cuyas colectas son es
casas para estas áreas están: Acacia russelliana, Acaciella
barrancana, A. painteri, A. rosei, A. villosa, Aeschynomene
americana, A. hispida, Albizia occidentalis, Caesalpinia
cacalaco y C. eriostachys, entre otras.
Además de realizar exploraciones botánicas en cam
po para registrar especies adicionales para la flora del
estado y para conocer mejor su distribución, fenología1 y
1 Fenología: Los fenómenos estacionales de las plantas, como por ejemplo
el periodo de floración, de fructificación, de pérdida del follaje, etcétera.
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364
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
otros aspectos sobre su biología y ecología, se requie
ren estudios taxonómicos de grupos particulares como
el género Dalea, del cual, tan solo en los últimos 10 años
se han descrito tres especies de Durango. Asimismo, se
requiere dirigir estudios para monitorear y evaluar las
poblaciones de las distintas especies.
Entre las acciones de conservación de algunas espe
cies de leguminosas, se encuentra el caso del uso de
mezquite (Prosopis laevigata) en viveros comunitarios
y plantaciones forestales en algunas localidades de la
entidad (Ríos-Saucedo et al. 2012, Pronatura 2013); el
uso de este tipo de especies, que son nativas, contribu
ye a la estabilidad ecológica de los ecosistemas además
de restaurar el paisaje y la dinámica de los servicios
ambientales que la cubierta vegetal otorga.
González-Elizondo, M. y S. González-Elizondo. 1994. Flórula medici
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Durango es un estado con gran diversidad de legumino
sas. Aunque se ha trabajado mucho en realizar un in
ventario sobre la diversidad de la familia Fabaceae, es
necesario que se lleven a cabo más exploraciones y
colectas en algunas zonas del estado; tomar nota de los
factores físicos y ambientales de los sitios en los que
se desarrollan las especies es de gran ayuda a la hora de
tomar decisiones e implementar acciones de manejo.
Para mantener el buen estado de los ecosistemas o
evitar que se deterioren aún más es necesario, en pri
mer lugar, regular el pastoreo y otras actividades agrí
colas y forestales. Para restaurar áreas y proteger el
suelo mediante reforestación, las leguminosas repre
sentan una alternativa con futuro prometedor.
El propagar especies nativas ayuda a mantener el ger
moplasma de esta familia botánica tan diversa. Utilizar
especies de leguminosas en parques y jardines como
árboles de sombra, además de regular la temperatura,
contribuye a la belleza del paisaje. Aunque las especies
de leguminosas introducidas en Durango actualmente no
parecen representar un problema, es necesario aumen
tar los esfuerzos por conocer la flora de nuestro entorno
y de este modo identificar a tiempo posibles amenazas
a las plantas nativas y a sus ecosistemas.
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365
Diversidad de especies
Ahuehuete, viejo del agua o
�abino
(Taxodium distichum var. mexicanum)
José Villanueva Díaz • Hilda Esther Escobedo Quiñones
DESCRIPCIÓN
El sabino es un árbol de apariencia majestuosa que
alcanza hasta 40 m de altura; de tallo grueso y diáme
tros que en muchos ejemplares sobrepasan los 200 cm
(figura 1), corteza de color café claro, ramillas colgan
tes; hojas dísticas, sésiles, lineares, casi rectas de 8 a
20 mm de largo por 1 mm o menos de ancho; ápice
agudo, cristalino, base abrazando la ramilla, la vena
central sobresaliente en el envés y grabada en forma de
surco en el haz; inflorescencia masculina de 15 a 30 cm
de largo; conos globosos a ovales subsésiles, de 1.3 a
2.5 cm de largo por 1 a 2 cm de ancho, de color verde,
con escamas arrugadas y dotadas de bolsas resiníferas
(Martínez 1963; figura 2).
Se le conoce con diferentes nombres vernáculos,
siendo el más común el de ahuehuete, que procede del
náhuatl y que alude a su gusto por el agua (atl) y a su
longevidad (huehuetl); es decir, “el viejo del agua”.
El sabino se adapta a diversas condiciones ambien
tales y tipos de suelo, pero su principal limitante es la
disponibilidad de agua superficial o la presencia de un
manto freático muy somero (Carranza 1992, VillanuevaDíaz et al. 2003).
DIVERSIDAD
El sabino pertenece a la familia Taxodiaceae, la cual incluye un total de 15 especies y nueve géneros: Anthrotaxis,
Cryptomeria, Cumminghamia, Glyptostrobus, Metasequoia,
Sequoia, Sequoiadendron, Taiwanül, y Taxodium. La es
pecie que se reconoce en Durango es la única presente
en México: Taxodium distichum var. mexicanum (Carr)
Gordon (González-Elizondo et al. 2014).
DISTRIBUCIÓN
En la república mexicana, Taxodium distichum var.
mexicanum (sinonimia Taxodium mucronatum) se distri
buye en gran parte del territorio, excepto en las penínsu
las de Yucatán y de Baja California; su rango altitudinal
fluctúa de 300 a 2 300 m, aunque algunos individuos
prosperan en mayores elevaciones.
En Durango los bosques de galería en donde se pre
senta el sabino son los de la zona Árida y Semiárida y
los de la región de los Valles (González-Elizondo et al.
2007); las mayores poblaciones de sabino se concen
tran particularmente en dos importantes sistemas hi
drológicos conocidos como río Nazas y río San Pedro
Mezquital, donde la especie está presente en gran par
te del ecosistema ripario.
El sabino también es de gran importancia en parques
y jardines urbanos en la ciudad de Durango y otras
localidades, donde se encuentran pequeñas poblaciones
de esta especie, o bien, se ubica aislado en sitios públi
cos o en pequeñas propiedades. Un ejemplo es el caso del
Parque Guadiana en la ciudad de Durango, los sabinos
existentes constituyen relictos de vegetación nativa
establecida en un humedal, ya que al empantanarse el
sitio y al existir un manantial (ojo de agua del Obispo),
el arbolado dispone de agua durante varios meses.
Esta situación cambió drásticamente con el abatimiento de los mantos acuíferos y con ello la desaparición de
gran parte del arbolado, como se constata con la edad
de los sabinos existentes, que difícilmente sobrepasan
los 280 años de edad, con dominancia de árboles con
menos de 100 años (véase el estudio de caso: “Distribución y edades de los sabinos en las cuencas de los ríos
Nazas y San Pedro Mezquital”, publicado en esta obra).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Los bosques de galería o vegetación riparia son masas
arbóreas que se desarrollan a orillas de arroyos o ríos,
ocupan franjas angostas a lo largo de corrientes fluvia
les. Son considerados como uno de los ecosistemas más
diversos, dinámicos y complejos (Naiman et al. 1993).
Villanueva-Díaz, J. e H.E. Escobedo-Quiñones. 2017. Ahuehuete, viejo del agua o sabino (Taxodium distichum var. mexicanum). En:
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 365-369.
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366
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
Figura 1. Ahuehuetes en a) El Saltito y b) Laguna Saltillos.
Fotos: Alianza wwf-fgra (a) e inifap cenid raspa (b).
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Diversidad de especies
En forma general, se podría decir que el porcentaje de
ecosistemas riparios en México es mínimo, representa
1.31% con 2.58 millones de hectáreas, con relación a 196.4
millones de hectáreas del territorio nacional. Esta cifra
puede resultar insignificante si se compara con la super
ficie ocupada por otros tipos de vegetación dominantes
en México (Rzedowski 1986, Velázquez et al. 2002).
No obstante, su valor ecológico es alto si considera
mos su función como corredores biológicos, los cuales
constituyen ecosistemas de transición entre los siste
mas acuáticos y los terrestres. Estos corredores a lo
largo del río permiten restaurar la calidad del agua, a la
vez que favorecen la formación de un mosaico de alta
biodiversidad, que se ve reflejada en las diferentes comunidades de vegetación, las cuales albergan una gran
cantidad de especie de fauna (Nilsson y Berggren 2000).
La vegetación riparia se distingue de aquella loca
lizada en áreas aledañas por sus atributos, que son ma
yores en términos de biodiversidad, densidad, biomasa,
complejidad ecológica, número de especies siempre
verdes y un microclima más estable. Además, los ecosistemas riparios en ambientes áridos y semiáridos representan una fuente de acogimiento de una numerosa
diversidad de plantas y animales, también proveen de
hábitat a invertebrados que son fuente importante de alimento para la fauna acuática y terrestre, además de
constituir la única fuente de agua para todos estos organismos, muchos de los cuales son migratorios, especialmente aves (Valencia Castro 2002, Treviño et al. 2001).
Este tipo de vegetación ofrece un hábitat permanen
te para especies residentes, y temporal para especies
migratorias que año con año visitan el territorio nacio
nal; además recargan el acuífero, función vital desde el
punto de vista social y económico para la prosperidad
de una región (Naiman et al. 1993). Los sabinos dan una
estabilidad física a los taludes de los cauces donde se
ubican; su remoción, por lo tanto, deja expuestos estos
sitios a una acelerada degradación hídrica, situación
que desafortunadamente ocurre en los ríos Nazas y
San Pedro Mezquital.
Los bosques de galería constituyen una fuente in
comparable de información paleoclimática (Villanue
va-Díaz et al. 2007 y 2014, Stahle et al. 2011), ya que el
sabino, por su longevidad, alcanza edades milenarias
con las cuales es factible determinar las variaciones
hidroclimáticas de alta (interanual) y baja (multianual)
frecuencia registradas en sus anillos de crecimiento
anual; información relevante en análisis históricos de
frecuencias de sequías, calentamiento global y tendencias
367
e impacto de fenómenos de circulación general (Stahle
et al. 2011, Villanueva-Díaz et al. 2007 y 2014). En térmi
nos culturales, los ecosistemas riparios con sabino son
de gran aprecio, ya que la especie se cataloga como el
árbol nacional de México por estar íntimamente ligado
a la historia y cultura mexicana (Luque 1921).
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
El sabino o ahuehuete es una especie con amplia dis
tribución en el territorio mexicano y a pesar de que
gran parte de su hábitat ha sufrido modificaciones sig
nificativas en términos de disponibilidad de agua, dis
tribución y calidad, así como cambios en su estructura
provocada por acciones antropogénicas, la nom-059
(semarnat-2010) no la considera una especie amena
zada. Además en la Lista Roja de especies amenazadas
de la Unión Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (uicn) sólo se clasifica como con “preocu
pación menor” (Farjon 2013). Esta situación, sin embar
go, no limita los esfuerzos que se puedan desarrollar
para restaurar su condición original y favorecer su di
námica poblacional.
PRINCIPALES AMENAZAS
Los factores que producen gran daño en el arbolado de
sabino, al acelerar su pudrición, favorecer la entrada
de patógeneos y producir su muerte prematura son: la
construcción de presas con fines agrícolas, la desviación
de agua directamente del río hacia parcelas agrícolas de
riego, la descarga de aguas residuales sin tratamiento
al lecho del río, así como el daño provocado al arbolado
por vandalismo, incendios intencionales o por descuido,
el corte de ramas para cercado de potreros y la crecien
te demanda de parcelas agrícolas anexas a los márge
nes del río.
Además el uso indiscriminado de los recursos hídricos,
desviación del flujo en corrientes perennes, abatimien
to de mantos acuíferos y problemas de contaminación,
han provocado la desaparición de diversas poblaciones
de esta especie en diversos sitios del territorio nacio
nal, por lo que resulta prioritario generar conocimien
to que contribuya a establecer estrategias de manejo
para su restauración.
Para el caso de Durango se ha detectado, en la cuenca
del río San Pedro Mezquital, que cuando no se realiza
reforestación con plantas cultivadas, algunas especies
nativas con menores requerimientos hídricos como el
sauz (Salix sp.), álamo (Populus fremontii), fresno (Fraxinus
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368
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
Figura 2. Ahuehuetes a) hojas y b) conos globosos.
Fotos: Jaime Rojo-Alianza wwf-fgra (a) y José Villanueva-inifap cenid raspa (b).
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Diversidad de especies
sp.), mezquite (Prosopis sp.), huizache (Acacia schafneri)
y otras leguminosas, e incluso nopales (Opuntia sp.),
tienden a ocupar los espacios dejados por el sabino.
369
Investigación para el Desarrollo Integral Regional, Unidad Duran
go. Durango.
González Elizondo, M., M.S. González Elizondo, I.L. López Enriquez et al.
2014. Base de datos florísticos del estado de Durango. MS Access-
ACCIONES DE CONSERVACIÓN
En el Cañón de Fernández, sitio Ramsar de protección
de flora y fauna, ubicado en la cuenca del río Nazas, se
han emprendido acciones de protección y restauración
mediante la reforestación con sabino. La longitud re
forestada no es continua y solo llena tramos o espacios
donde se perdió o removió la vegetación original; la
especie se hizo evidente en el mes de agosto de 2014,
con el establecimiento de más de 5 mil plántulas de sabino a lo largo del río.
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Rzedowski, J. 1986. Vegetación de México. Limusa, México.
RECOMENDACIONES
Se recomienda el desarrollo de proyectos ecoturísticos,
pero se deberá enmarcar en un ámbito donde se real
cen los atributos visuales del entorno como belleza
escénica del paisaje, la presencia de árboles longevos,
la biodiversidad y la importancia ecológica del bosque
de galería. La integración de estos elementos, apareja
do a la participación decidida de los poseedores del re
curso, podrá tener un impacto en la promoción de la
especie como fuente sustentable de ingresos económi
cos, recursos que a la vez podrán invertirse en cierta
proporción para fomentar su conservación.
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370370La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Distribución y edades de los sabinos
en las cuencas de los ríos Nazas y San Pedro Mezquital
José Villanueva Díaz • Hilda Esther Escobedo Quiñones • Aldo Rafael Martínez Sifuentes
INTRODUCCIÓN
La edad que alcanza un sabino, también conocido como
ahuehuete o viejo de agua, (Taxodium distichum var.
mexicanum) puede fluctuar dependiendo de las condi
ciones ecológicas donde se encuentren sus poblacio
nes, con edades dominantes inferiores a 300 años, pero
en algunos sitios se han detectado individuos milena
rios (Villanueva-Díaz et al. 2007, Stahle et al. 2011).
Estos árboles, de gran importancia en el ecosistema,
generalmente sufren de pudriciones en la parte central
del tronco, debido a golpes de rocas durante las grandes
avenidas, daños por incendios intencionales, corte de
ramas y daños a las raíces por pisoteo de ganado, pa
seantes y problemas de oxigenación interna. Estos dis
turbios limitan la determinación con mayor precisión
de la edad de estos organismos longevos, ya que difí
cilmente se puede obtener una muestra que contenga
los anillos de crecimiento del centro del árbol (Villa
nueva-Díaz et al. 2010). A pesar de lo anterior, se han
identificado ejemplares milenarios en parajes muy lo
calizados de los ríos Nazas y San Pedro Mezquital.
METODOLOGÍA
Para el análisis de la distribución del sabino se recurrió
al rodalizado de pixel. Por medio de imágenes obtenidas
de Google Earth se identificaron imágenes fuente para
diversos puntos de control a lo largo del río y la geo
rreferenciación de las imágenes para digitalizar la distribución de la especie y estimar la superficie ocupada
a lo largo del río.
Para el análisis sobre la composición estructural en
términos de edad, se extrajo una muestra parcial para
el conteo de anillos de crecimiento y se identificaron
a los individuos de sabino longevos, por su caracterís
tica apariencia física: fuste espiralado; ramas principa
les colgantes y en escaso número; copa aplanada y
algunas veces con una corteza relativamente delgada
y con desprendimiento.
En el río Nazas, se realizó un estudio intensivo del
Cañón de Fernández. Además, se realizón un transecto
corriente abajo de la Presa Lázaro Cárdenas y se esta
blecieron 38 sitios de muestreo.
En el río San Pedro Mezquital (en adelante rspm),
se establecieron parcelas rectangulares de 10 x 20 m,
distribuidas sistemáticamente cada 2 km en una longi
tud total de 260 km en ambos márgenes del río, así como
en sitios emblemáticos de la ciudad de Durango.
La longitud del rspm estudiada fue de 19 km para la
“Barranca de San Quintín”, 67 km para el sector de “El
Saltito”, 75 km para “El Mezquital” y al menos 10 km
aguas abajo de las cortinas de cada una de las presas
Guadalupe Victoria, Presa del Águila y Santiago Baya
cora, lo que hace un total de 191 km. El número de si
tios de muestreo en el área con sabino fue de 69, más
14 bajo las cortinas de las presas, lo que hace un total
de 83 puntos de muestreo (figura 1).
CUENCA DEL RÍO NAZAS
La cuenca del río Nazas es el área de captación de agua
que constituye la fuente principal de agua superficial
para la Comarca Lagunera. El agua producida en la parte
alta de la cuenca se concentra mediante sus tributarios
en el río Nazas, que aguas abajo de la presa Lázaro
Cárdenas o Palmito forma un bosque de galería casi
continuo que termina en el poblado de Sapiorís, en la
parte baja de esta cuenca.
Los resultados del análisis señalan que el sabino se
distribuye en una longitud total de 281.4 km en ambos
márgenes del cauce (figura 2). La mayor población de
la especie se ubica entre las presas Lázaro Cárdenas y
Francisco Zarco, aunque antes de descargar en la presa
Lázaro Cárdenas, diversos afluentes poseen pequeñas
poblaciones de la especie. Aguas abajo de la presa
Francisco Zarco se encuentra el Cañón de Fernández,
un parque estatal y sitio Ramsar de protección de flora
y fauna donde el sabino se distribuye en una longitud
Villanueva-Díaz, J., H.E. Escobedo-Quiñones y A.R. Martínez-Sifuentes. 2017. Distribución y edades de los sabinos en las cuencas de
los ríos Nazas y San Pedro Mezquital. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 370-378.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
Figura 1. Sitios de muestreo cuenca del río San Pedro Mezquital.
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371
371
en Durango. Estudio de Estado
372372La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Figura 2. Distribución del sabino en la cuenca del río Nazas, Durango.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
373
373
Cuadro 1. Frecuencia de edades de árboles de sabino muestreados en ambos márgenes del río
Nazas
Margen izquierda
Margen derecha
Número de
árboles
%
0-100
79
25.60
1-100
125
31.60
100-200
114
36.90
100-200
138
34.80
200-300
31
10.00
200-300
49
12.40
300-400
40
12.90
300-400
29
7.30
400-500
19
6.10
400-500
22
5.60
500-600
14
4.50
500-600
9
2.30
600-700
7
2.30
600-700
7
1.80
700-800
1
0.30
700-800
5
1.30
> 800
4
1.30
800-900
2
0.50
900-1 000
5
1.30
>1 000
5
1.30
Clase (años)
Clase (años)
Número de
árboles
%
Fuente: Alianza WWF-FGRA/iniFAp cenid RAspA 2011.
aproximada de 18 km y en el que se han emprendido
acciones de protección y de restauración mediante la
reforestación en transectos específicos.
La presencia de individuos menores a 300 años de
edad constituye 78% de la población, y los árboles con
más de 700 años representan menos de 5% de la pobla
ción total (cuadro 1). Se ha detectado la presencia de in
dividuos milenarios en parajes protegidos y dispersos a
lo largo del río (figura 3), generalmente protegidos por
un talud de rocas, con lento movimiento del agua y gran
profundidad, situación que los protege de afectaciones
en grandes avenidas. Para algunos sabinos del río Nazas
se estimó una edad de 1 200 años, pudiendo existir indi
viduos en la región con una edad mayor.
CUENCA DEL RÍO
SAN PEDRO MEZQUITAL
El estudio de la dinámica del bosque de galería en la
cuenca del rspm constituye una de las investigaciones
realizadas con más detalle en un sistema ripario de
México, ya que de 540 km de longitud aproximada del
río, se estudió cerca de 200 km, es decir 37% de su longitud total (figura 4 y 5, Alianza wwf-fgra/inifap cenid
raspa 2011). El bosque de galería con sabino en el rspm,
presenta una composición florística diversa y en ciertos
sitios se encuentra disperso y mezclado con otras espe
cies; en otros forma un continuo de vegetación con do
minancia de un bosque casi puro de sabino. Uno de los
tributarios del rspm, denominado Barranca de San
Quintín, por su aislamiento y poco disturbio humano,
mostró una distribución en “J” invertida o coetánea de
sus poblaciones en términos de clases diamétricas y
edades; también mostró una adecuada regeneración y
presencia de renuevo. Para el mismo afluente, esta con
dición fue diferente; sin embargo, para poblaciones cer
canas a asentamientos humanos, el disturbio humano
y la remoción de arbolado adulto originó que las pobla
ciones de sabino mostraran una distribución diferente;
es decir, presencia de árboles en varias clases de edades
y una mínima o nula regeneración.
Las edades encontradas en este estudio para los sa
binos en el rspm concuerdan en gran medida con las
del río Nazas; no obstante ciertos sectores del río, par
ticularmente el paraje El Saltito, mostró la presencia de
individuos longevos, algunos de los cuales superan el
milenio (figuras 6 y 7).
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en Durango. Estudio de Estado
374374La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Figura 3. Especimen longevo de sabino a las orillas del río
Nazas.
Foto: Alianza wwf-fgra/inifap cenid raspa.
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
Las poblaciones del sabino tienen alta influencia antropogénica, particularmente en rodales cercanos a poblaciones rurales y urbanas, con efectos en el reclutamiento
de nuevos individuos de la especie y en la dominancia de
clases diamétricas (intervalo de diámetros que se tratan como una sola clase) y de edades.
La situación de la dinámica actual del bosque de galería afecta los procesos sucesionales del ecosistema e
impacta el ciclo hidrológico, la calidad de agua, la biodiversidad y las condiciones microclimáticas dominantes.
La distribución de edades es muy heterogénea a lo
largo de los tramos estudiados, presentándose sitios
dominados por arbolado joven (menos de 100 años) o
bien parajes con dominancia de árboles maduros (100
a 600 años), longevos (más de 800 años) y algunos otros
con una combinación de ambos (figura 8).
La variación de la edad que caracteriza a los parajes
estudiados, da pauta para sugerir acciones a implemen
tar de manera específica para cada sitio. Se debe consi
derar la conservación de sitios con mínimo disturbio y
la restauración de aquellos degradados o donde la
vegetación fue eliminada en su totalidad, para favore
cer el flujo del agua y evitar inundaciones en poblacio
nes rurales establecidas aledañas al cauce principal.
Los tramos abajo de las presas necesariamente re
quieren de acciones de restauración debido a la remo
ción del arbolado, modificación física del cauce por la
extracción de material para construcción y dominancia
de especies con menos requerimientos hídricos como
es el caso de sauz, álamo, mezquite, huizache y pirul,
entre otros.
Los parajes como El Saltito, Saltillos, Barranca de San
Quintín y Cañón de Fernández, por su belleza escénica
y la presencia de árboles longevos —algunos de los cuales sobrepasan el milenio de edad— requieren de labores
urgentes de protección, situación que también pudiera
dar la pauta para la implementación de proyectos eco
turísticos que contribuyan a su conservación.
En el Cañón de Fernández, ubicado en la cuenca del río
Nazas, la conservación de especímenes longevos debe
considerar de manera integral a todo el ecosistema; des
de el manejo forestal sustentable de las partes altas de las
cuencas donde se generan los recursos hídricos, que
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
Figura 4. Distribución de sabino en el cauce del río San Pedro Mezquital.
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375
375
en Durango. Estudio de Estado
376376La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Figura 5. Edad del arbolado por sitios en la cuenca del río San Pedro Mezquital.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
377
377
No. de árboles/km lineales
90
80
70
60
50
40
30
20
10
Clases de edad (años)
Figura 6. Distribución de edades de los individuos de sabino presentes en un transecto aproximado de 10 km en el paraje
denominado El Saltito
Fuente: Alianza WWF-FGRA/iniFAp cenid RAspA 2011.
Figura 7. Árbol milenario localizado entre los parajes Saltito y Saltillos en el río San Pedro Mezquital. El fuste
principal en espiral es una característica inconfundible de árboles longevos.
Foto: Alianza wwf-fgra/inifap cenid raspa.
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881-1000
761-780
641-660
601-620
561-580
521-540
441-460
381-400
361-380
341-360
321-340
301-320
281-300
261-280
241-260
221-240
201-220
181-200
161-180
141-160
121-140
101-120
81-100
61-80
41-60
21-40
1-20
0
378
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 8. Sección transversal de madera de sabino mostrando la formación de anillos de crecimiento anual y su alta
sensibilidad a variables climáticas, determinada por la formación de anillos anchos y angostos; los primeros influenciados
por una mayor precipitación y los segundos por una limitada cantidad de lluvia.
Foto: inifap cenid raspa.
luego son descargados de manera natural en las corrien
tes fluviales, donde se ubica el ecosistema ripario, hasta
las partes bajas donde se realiza el mayor aprovecha
miento del agua tanto superficial como subterránea.
Esta acción, sin embargo, demanda de un gran esfuer
zo de la parte social involucrada en el aprovechamien
to de los recursos forestales, hídricos y de todo el uso
que se realiza de la vegetación para actividades agrí
colas, pecuarias, urbanas, industriales y de otra índole.
Algunas acciones que se pueden realizar para proteger los sabinos longevos son: hacer del conocimiento
de la ubicación de estos ejemplares a la población rural
y urbana, con miras a evitar su destrucción; promover
una cultura ambiental de la sociedad en su conjunto,
particularmente de aquella que habita cerca de ecosiste
mas riparios; hacer partícipes a los usuarios establecidos
en las zonas aledañas al cauce del río, de la importan
cia que reviste el conservar los individuos longevos;
propagar información sobre las funciones que desem
peñan estos especímenes en la estabilidad de los ban
cales, cómo favorecen la calidad de agua y fomentan la
presencia de fauna acuática. Estas acciones deben ir
asociadas a la difusión y participación directa de los
usuarios del agua y comunidades aledañas.
REFERENCIAS
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del sabino o ahuehuete (Taxodium mucronatum Ten.) en la cuenca
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379
Diversidad de especies
Moscas
(Insecta: Diptera)
Gerardo Pérez Santiago • Isaías Chaírez Hernández • María Pioquinta González Castillo • Alejandro Leal Sáenz
DESCRIPCIÓN
El orden Diptera agrupa a aquellos insectos que se co
nocen bajo los epítetos comunes de “moscas”, “mosqui
tos”, “jejenes” y “chaquistes” (Ibáñez-Bernal et al. 2006).
Se caracterizan por presentar las alas mesotorácicas
generalmente bien desarrolladas, de tipo membranoso,
mientras que las alas metatorácicas son reducidas en
forma de órganos sensoriales especializados; presentan
ojos compuestos grandes. Etimológicamente la palabra
díptera proviene de dis o di (dos) y pteron (alas), hacien
do referencia a que sólo tienen dos alas funcionales y
a la presencia de un par de halterios o alas reducidas en
lugar de alas anteriores (Borror et al. 1989). Las piezas
bucales son de tipo succionadorpicador o succionador
cortador, con los palpos maxilares bien desarrollados y
los palpos labiales ausentes.
Algunas larvas presentan hábitos fitófagos (es decir,
se alimentan de plantas), como los cecidómidos y
tephritidos; otras son saprófagas (se alimentan de re
siduos de otros organismos), como los múscidos; otras
son parásitas externas o internas; algunas son depredadoras como los sírfidos. Los adultos pueden alimentar
se con néctar, sangre, sustancias con azúcares, grasas
y proteínas en suspensión. Desde el punto de vista es
tructural constituyen uno de los grupos más evolucio
nados entre los insectos.
Los adultos son normalmente diurnos, con colora
ciones en general poco vistosos, y muchas veces ma
nifiestan mimetismo con el entorno (Morón y Terrón
1988). Aunque suelen ser de costumbres diurnas, las
especies hematófagas son normalmente crepusculares
o nocturnas. El tamaño de estos insectos se puede considerar de pequeño a mediano con cuerpo suave, de me
nos de 1 mm hasta 30-60 mm.
DIVERSIDAD
Los dípteros constituyen uno de los órdenes con mayor
riqueza de especies, varios de ellos muy abundantes.
Llorente-Bousquets y Ocegueda (2008) consideran que
a nivel mundial se han descrito 72 052 especies de insectos dentro de este orden, y que México cuenta con
2 091 especies, de las cuales 277 especies son endémi
cas para el país. Morón y Terrón (1988) propusieron que
en México debían existir más de 30 000 especies de este
orden, distribuidas en aproximadamente 110 familias.
Para Durango, Llorente-Bousquets y Ocegueda (2008)
consideran la existencia de 53 especies de dípteros.
En el presente trabajo se revisaron nueve publica
ciones que estuvieron disponibles para consulta, y se
documentó la presencia de 20 familias con 78 especies
de dípteros en la entidad (cuadro 1 y apéndice 14), donde
la familia Tachinidae presentó el mayor número de es
pecies, lo que coincide con Ibáñez-Bernal et al. (2006).
DISTRIBUCIÓN
Los dípteros están presentes en prácticamente todas
las áreas terrestres del planeta. Son insectos especiali
zados a una gran diversidad de microambientes y re
cursos que emplean para la crianza y su alimentación;
tal especialización se refleja en la gran riqueza de es
pecies, con estilos de vida muy particulares, por lo que
ha sido considerado como uno de los grupos de orga
nismos más importantes y diversificados en el contex
to mundial.
Por ejemplo, las larvas de Anopheles se encuentran
principalmente en piscinas, pantanos y lugares donde
la vegetación es considerable; Aedes y Psorophora cre
cen en estanques de bosques y pantanos salados; Culex
en contenedores artificiales y todos aquellos cacharros
que puedan servir como contenedores de agua, por lo
cual continuamente se mantienen campañas de desca
charrización en ciudades del estado, para evitar la pro
liferación de mosquitos. Se han colectado insectos de
las familias Chloropidae (figura 1), Lauxanidae (figura 2)
y Tabanidae (figura 3) en regiones agrícolas y huertos
de manzano de la región de Canatlán, mientras que la
Pérez-Santiago, G., I. Chaírez-Hernández, M.P. González-Castillo y A. Leal-Sáenz. 2017. Moscas (Insecta: Diptera). En: La
biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 379-383.
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380
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Relación de familias, géneros y número de especies de Diptera presentes en el estado
Familias
Géneros
Especies
Familias
Géneros
Especies
Anopheles
1
Neacreotrichus
1
Aedes
3
Euryphthiria
1
Culex
5
Poecilognathus
2
Culiseta
1
Geron
3
Chilosia
1
Bombylius
3
Eristalis
1
Parabombylius
2
Hermetia
1
Exoprosopa
2
Adoxomyia
1
Phthiria
2
Saundersia
1
Eclimus
1
Jurinia
2
Mydas
1
Echinomyia
1
Messiasia
1
Gymnomma
1
Mitrodetus
1
Gonia
1
Nemomydas
1
Nemoraea
1
Phyllomydas
1
Mochlosoma
2
Chrysops
1
Rhynchodexia
8
Holcopsis
1
Myocera
1
Pangonia
1
Megaparia
1
Tabanus
1
Eucelatoria
1
Empididae
Lamprempis
2
Muscidae
Pogonomyia
1
Sarcophagidae
Sarcophaga
1
Anthomyiidae
Phorbia
1
Xylophagidae
Xylophagus
1
Scathopagidae
Cordylura
1
Agromyzidae
Melanagromyza
1
Sciomyzidae
Tetanocera
1
Asilidae
Diogmites
1
Spilographa
1
Chloropidae
Thaumatomya
1
Tephritis
2
Lauxaniidae
Paracantha
1
Rhagoletis
1
Total: 20
54
Epiphragma
1
Tipula
1
Pachyrrhina
1
Culicidae
Syrphidae
Stratiomyidae
Tachinidae
Tephritidae
Tipulidae
Bombyliidae
Mydidae
Tabanidae
78
Fuente: James y McFadden 1969, Wilcox y Papavero 1971,
Evenhuis 1991, Woodley 1994, Papavero e Ibáñez 2003, Muñoz
et al. 2006, Rull et al. 2006, Palacios et al. 2008, Colección
Entomológica del ciidiR Unidad Durango 2012, Gelhaus y
Ruggeri 2012. Tomado de Ibáñez-Bernal et al. 2006.
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Diversidad de especies
381
Figura 1. Mosca de la familia Chloropidae colectada en
cultivos agrícolas en Vicente Guerrero y depositada en la
Colección de Entomología del ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: Gerardo Hinojosa Ontiveros.
Figura 2. Mosca de la familia Lauxanidae, colectada en
Canatlán, Durango, depositado en la Colección de
Entomología del ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: Gerardo Hinojosa Ontiveros.
familia Tachinidae (figura 4) se colectó en vegetación
xerófila en El Mezquital.
Hasta el momento no se tiene conocimiento de la
presencia de especies endémicas para el estado.
Tipulidae, se consideran como bioindicadores de aguas
de baja calidad (De la Lanza et al. 2007, Gamboa et al.
2008).
Sin embargo, los dípteros también causan impactos
negativos en la economía. La familia Tabanidae, específicamente el gusano barrenador del ganado (Cochliomyia
sp.), es considerado como plaga del ganado; mientras que
las familias Agromyzidae y Chloropidae son plagas
agrícolas o de gramíneas.
En la fruticultura, por ejemplo, se realiza desde 1992
la Campaña Nacional contra Moscas de la Fruta (cncmf),
con el objetivo de controlar, suprimir y erradicar a las
moscas de la fruta: Anastrepha ludens, A. obliqua, A. striata
y A. serpentina de la familia Tephritidae, debido a que
estas especies utilizan a las frutas como sustrato para
que se desarrollen sus larvas (sagarpa 2013a y 2013b).
Desde el punto de vista médico y veterinario, los mosquitos transmiten enfermedades a humanos y animales
Las enfermedades que son transmitidas por dípteros a
humanos son: el paludismo o malaria, que es causado
por el protista del género Plasmodium sp., y transmiti
da por Anopheles sp.; la fiebre amarilla, causada por un
virus y transmitida por Aedes aegypti y otras especies del
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Según la familia, las moscas pueden ser depredadores,
descomponedores, parasitoides (cuando matan a su hospedero) o parásitas (cuando no matan a su hospedero)
(Ibáñez-Bernal et al. 2006); por ejemplo, algunas mos
cas de la familia Tachinidae actúan como parásitos de
larvas de mariposas, moscas sierras y escarabajos, y
también parasitan internamente a otros insectos (Clau
sen 1940), por lo que además de tener una función eco
lógica al controlar las poblaciones de otros insectos, se
les consideran de importancia económica por su activi
dad como agentes de control para las plagas agrícolas.
Especies de insectos acuáticos del orden Diptera de las
familias Athericidae, Blephariceridae, Ceratopogonidae,
Chaoboridae, Chironomidae, Culicidae, Dixidae,
Dolichopodidae, Empididae, Ephydridae, Muscidae,
Psychodidae, Syrphidae, Stratiomidae, Simuliidae y
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382
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 3. Mosca de la familia Tabanidae, colectada en
Vicente Guerrero, Durango, depositado en la Colección de
Entomología del ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: Gerardo Hinojosa Ontiveros.
Figura 4. Mosca de la familia Tachinidae, colectada en
Mezquital, Durango, en vegetación xerófila, espécimen depositado
en la Colección de Entomología del ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: Gerardo Hinojosa Ontiveros.
género Aedes; filariasis, causada por el gusano filarial y
transmitida principalmente por especies de Culex; cierto
tipo de encefalitis, causada por un virus y transmitida
por varias especies de mosquitos (Culex sp. y Aedes sp.); y
el dengue, transmitido por Aedes aegypti (RodríguezDomínguez 2002). En Durango se tienen registrados
casos de dengue, pero se considera como uno de los es
tados con menor incidencia de dicha enfermedad (Cor
tés 2010).
En cuanto al impacto negativo en actividades pecua
rias, hay especies de moscas de las familias Tabanidae,
Asilidae, Oestridae, Muscidae, Calliphoridae y
Sarcophagidae cuyas larvas degradadoras o endopará
sitos de mamíferos, afectan al ganado en el estado (Mo
rón y Terrón 1988). Otras especies de moscas (Spalangia
sp. y Muscidifurax sp) son parásitos de las moscas de
los establos (Stomoxys calcitrans) en los establos lecheros
en la región de la Laguna (NavaCamberos et al. 2000).
en los ecosistemas de bosque tropical seco y matorral
xerófilo, entre otros, se desconocen las especies de díp
teros presentes. Se requiere hacer más trabajo de in
vestigación y apoyar a los especialistas taxónomos que
participan en las tareas de inventario de invertebrados
y en particular de este grupo de insectos.
REFERENCIAS
Borror, D.J., C.A. Triplehorn, y N.F. Johnson. 1989. An introduction to the
study of insects. 6 ed. Saunders College Publishing, Philadelphia.
Clausen, C.P. 1940. Entomophagous Insects. McGraw-Hill. Nueva York.
Colección Entomológica del ciidir Unidad Durango (Centro Interdisci
plinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional) del
Instituto Politécnico Nacional. Última actualización: febrero de 2012.
De la Lanza, E.G., S. Hernández y J.L. Carbajal. 2007. Organismos indicadores de la calidad del agua y de la contaminación. 1ª ed. Plaza &
Valdés. México.
Evenhuis, N.L. 1991. World catalog of genus-group names of bee flies
(Diptera: Bombyliidae). Bishop Museum Press (ed.). Universidad de
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Se registraron 20 familias, 54 géneros y 78 especies en
la revisión realizada. Sin embargo, por los ecosistemas
que existen en el estado y por su extensión en superficie,
aún falta mucho trabajo de campo por realizar, ya que
Wisconsin- Madison. En: <http://hbs.bishopmuseum.org/bombcat/
worldcat1-new.pdf>, última consulta: 10 de abril de 2014.
Gamboa, M., R. Reyes y J. Arrivillaga. 2008. Macroinvertebrados ben
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385
Diversidad de especies
Mariposas y palomillas
(Insecta: Lepidoptera)
María Pioquinta González Castillo • Gerardo Pérez Santiago • Gerardo Antonio Hinojosa Ontiveros
DESCRIPCIÓN
Las mariposas y palomillas o polillas se encuentran
dentro del orden Lepidoptera. El nombre lepidóptera
proviene del griego lepidos, que significa escamas, y
pteron, que quiere decir alas; es decir, presentan alas
cubiertas por escamas, que dan forma a los maravillosos
colores que muestran estos insectos. El adulto presenta
cabeza, tórax y abdomen como cualquier otro insecto.
Las mandíbulas están atrofiadas en el adulto y las maxilas transformadas en probóscide o espiritrompa, que es
una estructura destacada en las mariposas y tiene la
función para alimentación. Exhibe dos pares de alas
membranosas con nerviaciones y tres pares de patas en
el tórax. En el interior del abdomen se encuentran los
órganos digestivos, parte del sistema nervioso y circulatorio; en la parte terminal se encuentra el órgano
sexual y el ano. Son insectos holometábolos, es decir
que poseen una metamorfosis completa: huevo, larva,
crisálida y adulto.
Los lepidópteros son de hábitos diurnos, nocturnos
y crepusculares; son de los más estudiados no sólo por
la belleza de sus atractivos colores, sino por su impor
tancia ecológica y económica, abundancia y diversidad
(Andrade 1998). Existen ciertas diferencias entre mari
posas diurnas y nocturnas; por ejemplo, las mariposas
diurnas presentan antenas en forma de clava y, por lo
general, las alas exhiben colores más brillantes; cuan
do se posan cierran las alas y muestran colores y dise
ños que se confunden con su entorno.
Las mariposas nocturnas reposan con las alas abier
tas y sus antenas son plumosas, los colores son menos
brillantes y exhiben diseños intrincados de manchas y
líneas; algunas tienen el cuerpo cubierto de escamas
modificadas como cerdas o pelos.
Existen ciertas especies que se alimentan de follaje
en estado de larva y algunas otras se alimentan de fru
tos como los noctuidos (Noctuidae), donde se ubican
las polillas, que en su mayoría son de hábitos noctur
nos. Otra familia de interés son los hespéridos, ya que
presentan larvas suaves y se alimentan por lo general
dentro de una hoja como refugio y la pupación ocurre
en un capullo que elaboran de hojas sujetas con seda.
Muchas de las orugas secretan mielecilla, la cual atrae
a las hormigas, y algunas viven en sus nidos, como
diversas especies de la familia Lycaenidae. Otro grupo
bastante grande en cuanto a número de especies son
los ninfálidos y piéridos (Nymphalidae, Pieridae), que
incluyen mariposas comunes, los cuales se llegan a ob
servar en grupos cuando migran (Borror et al. 1989).
DIVERSIDAD
Se conocen más de 950 000 especies de insectos en el
mundo, de los cuales 157 424 son lepidópteros, agrupa
dos en 45 superfamilias y 139 familias; de acuerdo con
varios autores, se estima que pueden existir otras
100 000 especies por describir (Heppner 2000, LlorenteBousquets y Ocegueda 2008, Llorente-Bousquets et al.
2013). En cuanto a las mariposas diurnas, a nivel mun
dial se han descrito 20 400 (Heppner 2002).
En México, se menciona que existen 25 superfami
lias, y para el 2002 se conocían 14 507 especies; de
acuerdo a un cálculo moderado la cifra alcanzó 23 750
especies de lepidópteros, de los cuales 1 672 especies
pertenecen a mariposas diurnas (Llorente-Bousquets
et al. 2013).
En Durango se han registrado 220 especies (LlorenteBousquets y Ocegueda 2008). La presente información
se basó en la revisión de 48 artículos publicados y de las
especies de lepidópteros depositados en la Colección
Entomológica del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional del Instituto
Politécnico Nacional (ciidir-ipn), Unidad Durango.
En este trabajo se encontraron 18 familias, 182 gé
neros y 279 especies (cuadro 1 y apéndice 15), donde la
González-Castillo, M.P., G. Pérez-Santiago y G.A. Hinojosa-Ontiveros. 2017. Mariposas y palomillas (Insecta: Lepidoptera). En: La
biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 385-393.
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386
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Relación de familias, géneros y número de especies de los lepidópteros del estado
Familia
Arctiidae
Bombycidae
Geometridae
Hesperiidae
Géneros
Especies
Familia
Géneros
Especies
Aemilia
1
Yvretta
1
Grammia
1
Stinga
1
Arachnis
1
Atalopedes
1
Estigmene
1
Atrytonopsis
1
Hemihyalea
1
Timochares
1
Holomelina
1
Pholisora
1
Lophocampa
1
Agathymus
1
Pseudohemihyalea
1
Turnerina
1
Utetheisa
1
Eutachyptera
1
Bombyx
1
Malacosoma
1
Amphidasis
1
Ancyluris
1
Chiricahua
2
Atlides
1
Eupithecia
1
Callophrys
3
Sabulodes
1
Calycopis
1
Tracheops
1
Celastrina
1
Amblyscirtes
3
Cyanophrys
2
Autochton
2
Erora
1
Erynnis
1
Everes
1
Lerodea
1
Hemiargus
3
Librita
1
Hypaurotis
1
Pyrgus
2
Icaricia
1
Piruna
6
Leptotes
1
Poanes
1
Lycaena
1
Polites
1
Michaelus
1
Thorybes
1
Ministrymon
1
Urbanus
2
Ocaria
1
Zestusa
1
Parrhasius
2
Oarisma
1
Rekoa
1
Lerema
1
Satyrium
1
Copaeodes
1
Strymon
5
Hesperiidae
Lasiocampidae
Lycaenidae
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387
Diversidad de especies
Cuadro 1. Continuación
Familia
Lycaenidae
Noctuidae
Nymphalidae
Géneros
Especies
Familia
Géneros
Especies
Thecla
2
Cyllopsis
1
Timolus
1
Cynthia
3
Zizula
1
Danaus
2
Catocala
1
Dione
1
Chalcopasta
1
Doxocopa
1
Charadra
1
Eunica
1
Cirrhophanus
1
Euptoieta
2
Copitarsia
1
Gyrocheilus
1
Dargida
1
Hamadryas
2
Euxoa
1
Heliconius
1
Heliotis
2
Junonia
3
Hypotrix
5
Libytheana
2
Leucania
1
Limenitis
2
Melipotis
3
Marpesia
1
Panthea
1
Megisto
2
Peridroma
1
Microtia
1
Pseudaletia
1
Nymphalis
1
Mythimna
1
Paramacera
1
Spodoptera
3
Phyciodes
4
Stibadium
2
Pindis
1
Stiria
1
Poladryas
2
Trichoplusia
1
Polygonia
1
Adelpha
2
Smyrna
1
Aglais
1
Speyeria
1
Agraulis
1
Texola
1
Anaea
2
Thessalia
2
Anartia
1
Vanessa
1
Anthanassa
2
Battus
1
Archaeoprepona
1
Calaides
2
Asterocampa
2
Heraclides
2
Basilarchia
2
Papilio
5
Chlosyne
5
Parides
1
Nymphalidae
Papilionidae
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388
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Continuación
Familia
Pieridae
Prodoxidae
Pyralidae
Riodinidae
Saturniidae
Sesiidae
Géneros
Especies
Familia
Géneros
Especies
Abaeis
1
Hyles
1
Anteos
2
Eumorpha
2
Ascia
1
Manduca
3
Catasticta
1
Monarda
1
Colias
2
Pachysphinx
2
Eucheira
1
Xylophanes
2
Eurema
4
Perigonia
1
Galleria
1
Smerinthus
1
Glutophrissa
1
Sphinx
2
Gonepteriyx
1
Aethes
2
Kricogonia
1
Anopina
1
Nathalis
1
Argyrotaenia
1
Neophasia
1
Carolella
4
Phoebis
4
Clepsis
3
Pieris
1
Cochylis
1
Pontia
1
Cydia
2
Pyrisitia
2
Eugnosta
1
Zerene
1
Henricus
2
Parategeticula
1
Mielkeana
1
Palpita
1
Mimcochylis
1
Plodia
1
Odonthalitus
1
Anteros
1
Phtheochroa
6
Apodemia
2
Quasieulia
1
Calephelis
4
Saphenista
1
Caria
1
Zygaenidae
Harrisina
1
Emesis
2
Total:18
182
Melanis
1
Agapema
2
Automeris
1
Coloradia
1
Hemileuca
1
Aegeria
2
Melittia
1
Sphingidae
Tortricidae
279
Fuente: Forbes 1928, 1963; Freeman 1973; Duckworth y
Eichlin 1978, Becerra y Escurra 1986, Beutelspacher 1991,
Burns 1992, 1994; Llorente-Bousquets et al. 1995, Fitzgerald
y Underwood 1998, Brown 1991, Brown 1999, Heppner 2002,
Andrés et al. 2003, Ferris 2004, Underwood et al. 2005, Prudic
et al. 2008, Przybos y Razowska 2008, Espinoza–Martínez et
al. 2008, Anweile 2009, Austin y Warren 2009, Ferris 2010,
Lafontaine et al. 2010, Oñate-Ocaña y Llorente-Bousquets
2010, Schmidt y Anweiler 2010, Giner et al. 2011, Pogue 2011.
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Diversidad de especies
389
Figura 1. Pontia protodice colectada en Durango; espécimen
depositado en la Colección de Entomología del ciidiR-ipn,
Unidad Durango.
Foto: María Pioquinta González Castillo.
Figura 2. Eucheira socialis colectada en El Salto Pueblo
Nuevo, Durango; espécimen depositado en la Colección de
Entomología del ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: María Pioquinta González Castillo.
familia Nymphalidae es la que presenta la mayor abun
dancia relativa de especies (22%); le sigue en orden de
importancia Lycaenidae y Hesperidae (12%), Noctuidae
(11%) y Pieridae (10%), valores semejantes a los que
mencionan Luis-Martínez et al. (2000, 2004), donde las
mismas familias concentran el mayor porcentaje de especies. Los géneros más abundantes fueron Piruna y
Phtheochroa con seis especies cada uno, Chlosine,
Hypotrix, Papilio y Strymon con cinco especies, Calephelis,
Carolella, Eurema Phoebis y Phyciodes con cuatro espe
cies cada uno.
de pino-encino-madroño; Danaus plexipus plexipus en
cultivo agrícola (Díaz-Batres et al. 2001), lo mismo que
Spodoptera frugiperda (Villa-Castorena y Catalán-Valencia
2004), entre otras.
Además, algunas especies son de amplia distribu
ción, ya que se han encontrado en otros estados del país
como Parides alopius, Calaiides ornythion, Heraclides
cresphontes (figura 3), Colias eurytheme, Cynthia annabella,
Atlides halesus en Jalisco (Llorente-Bousquets et al.
1995); Pontia protodice en Aguascalientes, Baja Califor
nia, Chihuahua, Campeche, Colima, Estado de México
e Hidalgo; Catasticta nimbice nimbice en Aguascalientes,
Guerrero e Hidalgo (Llorente-Bousquets et al. 1997); H.
cresphontes, Anteos clorinde, Abaeis nicippe, Eurema daira,
Leptotes marina en Guerrero (Luna-León et al. 2004);
Heraclides thoas autocles, Zerene cesonia (figura 4), Battus
philenor en Veracruz, Guerrero y Tabasco (Oñate-Ocaña
y Llorente-Bousquets 2010); Battus philenor philenor,
Anteos clorinde, Catasticta nimbice nimbice, Urbanus proteus
proteus, Pterourus multicaudata multicaudata (figura 5)
en la Ciudad de México (Díaz y Llorente-Bousquets 2011);
y Junonia coenia en Morelos (Luna-Reyes et al. 2012),
entre otros.
DISTRIBUCIÓN
En el estado existen diversos tipos de vegetación como
bosque de pino-encino, bosque de pino-encino-madroño, matorral xerófilo, pastizal, bosques tropicales secos
y cultivos agrícolas (Rzedowski 1978, González et al.
2007), características que hacen que se presente una
gran cantidad de insectos, entre ellos los lepidópteros.
Se observó a Battus philenor philenor en bosque de pi
noencino; Pontia protodice (figura 1) en bosque de pinoencino-madroño, bosque de pino-encino, pastizal y
cultivos; Eucheira socialis westwoodi (figura 2) en bosque
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390
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 3. Heraclides cresphontes colectada en Vicente
Guerrero; espécimen depositado en la Colección de
Entomología del ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: María Pioquinta González Castillo.
Figura 4. Zerene cesonia colectada en El Palmito; espécimen
depositado en la Colección de Entomología del ciidiR-ipn,
Unidad Durango.
Foto: María Pioquinta González Castillo.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA
Y ECONÓMICA
Los lepidópteros contribuyen a la polinización de las
flores, a la alimentación de otros animales, intervienen
en el ciclo de nutrientes y mantienen el balance dentro
de los ecosistemas.
Algunas especies de esta familia son plagas de va
rios cultivos agrícolas de importancia económica en el
estado, como el falso medidor del brócoli y coliflor
(Trichoplusia ni), mariposita blanca de la col (Artogei
rapae, sino nimia Pieris rapae), gusano soldado
(Spodoptera exigua) y gusano del corazón de la col
(Copitarsia consueta, sinonimia C. incommoda); las lar
vas mastican las hojas centrales de la col impidiendo
la formación del repollo e incluso pueden llegar a com
portarse como barrenadores penetrando al interior
(García-Gutiérrez et al. 2009).
Asimismo, se han realizado diversas investigacio
nes sobre insectos comestibles, dentro de los cuales
se encuentran larvas de mariposas; aunque en el es
tado no se realice esta actividad, se presenta el gusa
no del madroño (Eucheira socialis socialis y Eucheira
socialis westwoodi) (Ramos-Elorduy et al. 2011), el cual
podría ser aprovechado en las comunidades donde se
ha observado.
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
A pesar de que las especies observadas no se encontraron
en el Libro rojo de la uicn (2002) y nom-059 (semarnat
2010), no hay datos cuantitativos acerca de las pobla
ciones de lepidópteros y se desconoce su abundancia,
diversidad y distribución, por lo que se tienen que rea
lizar inventarios, estudios sobre su biología y ecología
para evaluar de una manera más precisa la situación
actual de este grupo de insectos para posteriormente
hablar de las necesidades de protección y conservación
de las especies existentes de mariposas y palomillas en
la entidad, sin olvidarse de la protección de los ecosis
temas y agroecosistemas en que habitan.
PRINCIPALES AMENAZAS
Se menciona que de 1976 a 2000 se redujo la extensión
de los bosques, selvas, matorrales y pastizales del es
tado. En el caso de los bosques, la disminución anual
es de 0.29%, equivalente a 14 855 ha, debido al avance
de la superficie agrícola y asentamientos humanos, lo
que podría poner el peligro la diversidad biológica
(semarnat 2011), aunado a otros fenómenos como la
deforestación, incendios forestales, sobreexplotación de
recursos e introducción de especies exóticas que pueden
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Diversidad de especies
391
Figura 5. Pterourus multicaudata multicaudata colectada en El Palmito; espécimen
depositado en la Colección de Entomología del ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: María Pioquinta González Castillo.
convertirse en amenazas para diferentes organismos,
entre ellos los lepidópteros.
OPORTUNIDADES O ACCIONES
DE CONSERVACIÓN
A pesar de que falta información sobre las especies de
lepidópteros en el estado, se estima que podría existir
pérdida de estos organismos por la degradación de eco
sistemas, ya que hay un cambio rápido y destructivo de
estos por la fuerte influencia humana, lo que ha oca
sionado la pérdida progresiva de hábitats que ponen en
peligro a ciertas especies que son endémicas de Méxi
co como Eucheira socialis westwoodi, la cual se presenta
también en el estado (Díaz-Batres 1991), por lo que se
deben implementar programas de manejo.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Se registraron 18 familias, 182 géneros y 279 especies
en la revisión que se llevó a cabo, y se considera que
por los ecosistemas que existen en el estado y por su
extensión en superficie, aún falta mucho trabajo de campo por realizar, ya que en algunos ecosistemas como
el bosque tropical seco y matorral xerófilo, entre otras,
se desconocen las especies presentes. Se requiere hacer
investigación en las áreas naturales protegidas del es
tado como las reservas de Mapimí y La Michilía, para
determinar las especies que existen en esos ambientes
silvestres y salvaguardar los ejemplares representati
vos de esas comunidades.
Asimismo, se requiere promover el diseño de espa
cios verdes con la finalidad de mantener o elevar el
número de especies de lepidópteros en la entidad. Se
considera que los lepidópteros son piezas fundamenta
les para los programas de conservación y monitoreo
ambiental.
AGRADECIMIENTOS
A la cofaa-ipn por su apoyo en becas. Al Sistema sappiipn por el apoyo financiero para la elaboración de los
proyectos 20113567, 20120473 y 20131840. Al M.C. Ale
jandro Leal Saenz por su apoyo en parte de la búsqueda
de información.
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Diversidad de especies
393
species and a new genus (Lepidoptera, Noctuidae, Noctuinae,
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
394394La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Polillas avispa
(Lepidoptera: Ctenuchina y Euchromiina)
Fernando Hernández Baz
DESCRIPCIÓN
Las mariposas y polillas se ubican en el orden Lepidoptera
(insectos de alas escamosas). Son invertebrados artró
podos cuyo origen se ubica en el periodo Cretácico hace
70 a 80 millones de años. La familia Erebidae incluye
a las subtribus Ctenuchina y Euchromiina (figura 1).
Estas se caracterizan por tener un par de tímpanos sobre
los orificios respiratorios (espiráculos) del tercer seg
mento torácico (metatórax), protegidos por un opércu
lo. Sus antenas son simples (como un hilo), ciliadas o
bipectinadas (similares a un peine). Su coloración es
muy variada, va de colores oscuros hasta metálicos y
policromáticos. En ocasiones, sus alas son transparentes
(hialinas). Algunas especies de estos grupos presentan
similitudes (mimetismos) sorprendentes con avispas
(orden Hymenoptera), por lo que reciben el sobrenom
bre de “polillas avispa”.
DIVERSIDAD
En la actualidad, los lepidópteros abarcan alrededor de
250 mil especies en el mundo (Scoble 1992), agrupadas
en 120 familias (Heppner 1991). Las polillas avispa constan aproximadamente de 2 482 especies, de las cuales
2 453 se ubican en el neotrópico y 29 en la zona neár
tica (Heppner 1991). En el caso de México hay 719 es
pecies de “polillas tigre” (para la subfamilia Arctiinae)
(Hernández-Baz 2008, 2012), de las cuales 240 corres
ponden a polillas avispa (Hernández-Baz 1992, 2009,
2010, 2011a, 2011b).
Para Durango hay registradas cuatro especies de la
subtribu Ctenuchina: Cyanopepla griseldis, Dinia eagrus,
Horama panthalon texana y Sciopsyche tropica; así como
tres especies de Euchromiina: Apeplopoda mecrida,
Psilopleura polia minax, Syntomeida melanthus albifasciata
(apéndice 16). Entre ambas subtribus suman siete es
Orden Lepidoptera
Suborden Glossata
División Ditrysia
Superfamilia
Noctuoidea
Familia Erebidae
Subfamilia Arctiinae
Tribu Arctiini
Subtribu Ctenuchina
Subtribu Euchromiina
Figura 1. Diagrama de clasificación de las polillas avispa Ctenuchina y Euchromiina.
Fuente: Lafontaine y Fibinger 2006.
Hernández-Baz, F. 2017. Polillas avispa (Lepidoptera: Ctenuchina y Euchromiina). En: La biodiversidad en Durango. Estudio de
Estado. conabio, México, pp. 394-398.
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Diversidad de especies
pecies a nivel estatal (figuras 2 a 8), las cuales repre
sentan 2.9% de las especies de estos grupos registradas
a nivel nacional. Por su similitud geográfica, la fauna de
polillas avispa del estado se asemeja a las de los esta
dos de Chihuahua, Sonora y Sinaloa.
DISTRIBUCIÓN
Las polillas avispa se distribuyen principalmente en la
región neotropical y en menor proporción en la región
neártica. Se pueden encontrar en todos los ecosistemas
de las cuatro provincias biogeográficas de Durango:
Sierra Madre Oriental, Altiplano Norte, Altiplano Sur
(zacatecano y potosino) y Costa del Pacífico. Se distri
buyen desde el nivel del mar hasta los 2 500 msnm.
Dentro del territorio duranguense se tienen regis
tradas un total de cuatro localidades en las que ha sido
reportada la presencia de este grupo (Chilpancingo, Milpas, Rodeo y Victoria de Durango). Sin embargo, el hecho
de que solamente existan 11 registros da una visión
poco alentadora sobre la distribución de estas polillas
(figura 9).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Los lepidópteros constituyen una parte fundamental de
los ecosistemas naturales y tienen un papel muy activo
en estado adulto al polinizar las flores (figura 10). Al
gunas polillas son consideradas plagas en zonas agrí
colas; sin embargo, para el caso de las polillas avispa
Ctenuchina y Euchromiina no se cuenta a la fecha con
registros precisos sobre sus poblaciones que nos indi
quen los daños ocasionados a las áreas boscosas o agrí
colas de Durango.
Diversidad de especies
395
395
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
La información de la que se dispone no es suficiente
para mostrar un resumen de la situación actual de la
fauna de polillas avispa en Durango. Tomando en cuen
ta lo anterior, no se puede precisar a detalle el total de
la fauna. Aunque ninguna de las especies de polillas
avispa Ctenuchina y Euchromiina se incluye en la
nom-059-semarnat-2010, esto no significa que no se
encuentren en riesgo.
PRINCIPALES AMENAZAS
La principal amenaza para este tipo de polillas, así como
para otros lepidópteros, es la constante presión que ejerce
la actividad humana en los ecosistemas, que se traducen
básicamente en contaminación, deforestación para gana
dería y destrucción para edificar sistemas urbanos.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Los lepidópteros son considerados excelentes indica
dores biológicos por su alta sensibilidad ante los cam
bios ambientales, por lo cual, para poder establecer
alguna medida de protección y conservación, se debe en
primera instancia: a) inventariar la fauna de este grupo,
asociado a los diferentes ecosistemas presentes en Du
rango, y b) monitorear en forma sostenida la fauna
para detectar los cambios en su composición.
No se debe perder de vista que de nada sirve estable
cer medidas de conservación si no se conoce lo que tene
mos, ya que no podemos proteger lo que ignoramos.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
en Durango. Estudio de Estado
396396La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Figura 2. Cyanopepla griseldis
(Ctenuchina), ejemplar depositado en la Colección,
Clave: semARnAt/cites/cp-0026-veR/05.
Foto: Fernando Hernández Baz.
Figura 3. Dinia eagrus (Ctenuchina), ejemplar depositado
en la Colección, Clave: semARnAt/cites/cp-0026-veR/05.
Foto: Fernando Hernández Baz.
Figura 4. Horama panthalon texana (Ctenuchina), ejemplar
depositado en la Colección, Clave: semARnAt/cites/
cp-0026-veR/05.
Foto: Fernando Hernández Baz.
Figura 5. Sciopsyche tropica
(Ctenuchina), ejemplar depositado en la Colección,
Clave: semARnAt/cites/cp-0026-veR/05.
Foto: Fernando Hernández Baz.
Figura 6. Apeplopoda mecrida
(Euchromiina), ejemplar depositado en
la Colección, Clave: semARnAt/cites/
cp-0026-veR/05.
Foto: Fernando Hernández-Baz.
Figura 7. Psilopleura polia minax
(Euchromiina), ejemplar depositado en
la Colección, Clave: semARnAt/cites/
cp-0026-veR/05.
Foto: Fernando Hernández Baz.
Figura 8. Syntomeida melanthus
albifasciata (Euchromiina), ejemplar
depositado en la Colección, Clave:
semARnAt/cites/cp-0026-veR/05.
Foto: Fernando Hernández Baz.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
Figura 9. Localidades de colecta de polillas avispa.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
397
397
398
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 10. Saurita nigripalpia libando el néctar de una inflorescencia.
Foto: Fernando Hernández Baz.
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399
Diversidad de especies
Abejas y avispas
(orden Hymenoptera)
Gerardo Pérez Santiago • Isaías Chaírez Hernández • Alejandro Leal Sáenz
DESCRIPCIÓN
Los insectos del orden Hymenoptera son las abejas,
avispas, abejorros, hormigas, “jicotes, cuatalatas, arrie
ras, pipioles, guitarrones, huachichilas”; se caracterizan
por presentar un aparato bucal de tipo masticador, fre
cuentemente modificado como masticador-lamedor.
Poseen antenas alargadas, formadas por 10 o más artejos,
así como cuatro alas membranosas, las mesotorácicas
más grandes que las metatorácicas, con un número
moderado o reducido de venas. Las hembras presentan
normalmente un aparato ovipositor bien desarrollado,
en ocasiones modificado como aguijón (Morrón y Te
rrón 1988). Las larvas, de aspecto similar a orugas, se
alimentan de hojas, semillas, néctar, polen, hongos y
tejido acumulado en agallas, o pueden depredar hue
vos, larvas, pupas y adultos de otros insectos. Los adultos
se alimentan principalmente de néctar; algunos pueden
ingerir tejidos vegetales, fluidos de hospederos o pre
sas, secreciones azucaradas de otros insectos, saliva de
las larvas y material regurgitado por individuos de la
misma especie. El tamaño de estos organismos es va
riable, para el caso de la familia Braconidae varía des
de 1 a 30 mm, aunque la mayoría de las especies son más
bien pequeñas, generalmente miden menos de 10 mm
(Wharton et al. 1997).
Algunas especies son solitarias; otras destacan por
su actividad social como las abejas y hormigas; tam
bién se incluyen en este orden muchas especies que
viven como parásitos internos de otros insectos, por lo
que constituyen controles biológicos de plagas. Dentro
de los tipos de vida social se pueden agrupar en dife
rentes categorías: eusocial o social, presocial, subso
cial, semisocial, parasocial y cuasisocial (Wilson 1971).
Eusocial o social. En esta categoría hay tres tipos de individuos o castas diferenciadas morfológicamente y
por comportamiento: los zánganos (machos), las
obreras y las reinas (hembras). Los miembros de la
sociedad cooperan en el cuidado de la cría, general
mente tienen castas estériles, existe solapamiento
de generaciones con longevidad elevada de la casta
reproductora y por lo regular las hembras obreras
estériles son hijas, no hermanas de la reina.
Presocial. Los miembros presentan cualquier grado de
comportamiento social más allá del sexual, pero que
no llega a la verdadera sociabilidad.
Subsocial. Los adultos cuidan de sus larvas durante al
gún periodo de tiempo, no tienen hábitos sociales
tan fuertemente desarrollados y están representados
por más clases de insectos.
Semisocial. El nido comunal contiene miembros de la mis
ma generación, colaborando en el cuidado de la cría,
pero existe división de tareas reproductoras con al
gunas hembras (reinas) que ponen huevos mientras
que sus hermanas actúan de obreras y raramente
ponen huevos.
Parasocial. Se les denomina a los estados presociales,
en los que los miembros de la misma generación
interactúan entre sí.
Cuasisocial, donde los miembros de la misma genera
ción usan el mismo nido y la prole es atendida de
forma cooperativa, pero cada hembra aún pone hue
vos en algún momento de su vida.
DIVERSIDAD
El orden Hymenoptera es uno de los cuatro grupos de
mayor diversidad en el mundo, puesto que incluye alrededor de 300 000 especies. La fauna mundial de Apocrita
(suborden de himenópteros, que incluye avispas, abejas
y hormigas, se considera que son las formas más avan
zadas de los himenópteros, caracterizados por la pre
sencia de una estrecha cintura que separa los dos
primeros segmentos del abdomen, el primero de los cuales está fusionado al tórax) se estima en 109 833 especies
(LaSalle y Gauld 1993). En Norteamérica, se conocen
Pérez-Santiago, G., I. Chaírez Hernández y A. Leal-Sáenz. 2017. Abejas y avispas (orden Hymenoptera). En: La biodiversidad en
Durango. Estudio de Estado. conabio,. México, pp. 399-405.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
400
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
poco más de 18 000 especies (Goulet y Huber 1993). De
acuerdo a la revisión efectuada en el presente capítulo,
de 32 publicaciones, se señala la presencia de 21 fami
lias, 83 géneros y 293 especies en Durango (cuadro 1 y
apéndice 17). Sin embargo, se estima que el número de
familias en el estado puede incrementarse a 30, con el
consecuente aumento en número de géneros y especies
(Pérez-Santiago et al. 2012a y 2012b).
A diferencia de otros grupos de organismos, la diversidad de abejas es mayor en zonas áridas o semiáridas
del mundo que en zonas tropicales húmedas (Michener
1979), sitios que son frecuentes en Durango y de donde
se han realizado pocas colectas, por lo que el número
de especies puede incrementarse considerablemente.
La familia Cynipidae presenta el mayor número de es
pecies (103), estos insectos se caracterizan por ser for
madores de agallas sobre especies de encinos; el
segundo lugar en importancia corresponde a la familia
Formicidae con 58 especies de hormigas; en tercer lu
gar se ubica la familia Sphecidae con la presencia de
39 especies. Es de llamar la atención que tan solo el
género Cerceris incluye la presencia de 36 especies de
insectos; los hábitos de estos insectos son no sociales,
se describen como solitarias o depredadoras y se carac
terizan por cazar individualmente insectos o arañas
para el aprovisionamiento de sus nidos (O´Neill 2001);
el cuarto lugar corresponde a la familia Braconidae,
con la presencia de 29 especies. Es importante mencio
nar que el último conteo de diversidad mundial de esta
familia arrojó un total de 19 434 especies válidas, aun
que este número representa por lo menos una cuarta
parte de su riqueza de especies (Jones et al. 2009).
DISTRIBUCIÓN
Es posible encontrar insectos himenópteros en una am
plia gama de hábitats terrestres y en todas las latitu
des, excepto en la Antártida. En Durango los podemos
encontrar en las diversas regiones fisiográficas, en di
ferentes hábitats y tipos de vegetación propuestos por
Rzedowski (1978). Como ejemplo se pueden mencionar
algunas especies que parasitan de manera natural es
pecies plagas en agricultura (figura 1), o son insectos
polinizadores de frutales de las familias Apidae y
Anthophoridae, en la región de Canatlán, o también se
pueden encontrar en vegetación natural en la región
de los llanos, sobre matorrales xerófilos (figuras 2, 3 y 4).
Los miembros de la familia Braconidae habitan en
diversos ecosistemas terrestres, aunque son particular
mente diversos en los trópicos, siendo casi todas sus
especies parasitoides (que matan invariablemente a su
hospedador) de larvas de otros insectos, principalmen
te herbívoros (Quicke 1997); para Durango representan
el cuarto lugar en diversidad. No obstante, en las últi
mas décadas se ha descubierto que existen algunas especies fitófagas, varias de ellas formadoras de agallas
(Wharton y Hanson 2005).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Los insectos himenópteros, además de polinizadores
de cultivos agrícolas y de la vegetación natural, actúan
como reguladores naturales de ciertas especies plaga
de cultivos agrícolas, de modo que forman parte de una
línea estratégica de insectos entomófagos. Esta disci
plina se encarga de la generación, adopción y valida
ción de tecnología en el uso y reproducción de insectos
entomófagos, así como la implementación, capacitación,
divulgación y transferencia de tecnología de progra
mas de parasitoides y depredadores como agentes de
control biológico de plagas agrícolas de prioridad para
la Dirección General de Sanidad Vegetal (sagarpa 2013).
Actualmente, se llevan a cabo trabajos de generación y
validación de tecnología con especies de insectos en
tomófagos de diversas especies plaga en ciertos lugares
específicos del país o en el Centro Nacional de Referen
cia Fitosanitaria de la Dirección General de Sanidad
Vegetal de la sagarpa. Los insectos parasitoides, como
la familia Braconidae, son los enemigos naturales más
utilizados en el control biológico aplicado y juegan un
papel fundamental como reguladores naturales. De
acuerdo a trabajos de revisión bibliográfica, se ha do
cumentado que en proyectos de control biológico, en
tre parasitoides y depredadores las especies del orden
Hymenoptera representan 84% (Clausen 1940).
En gran medida, el uso preferencial de parasitoides
sobre depredadores se debe a un mayor nivel de espe
cialización de los primeros, es decir, mientras los insectos depredadores se alimentan generalmente de muchas
especies de presas, los parasitoides sólo son capaces de
consumir a uno, o establecerse en unos cuantos hospe
deros. En este sentido, la dinámica poblacional de los
insectos, en particular las plagas, generalmente está
más ligada a la de los insectos parasitoides. En conse
cuencia, los parasitoides son identificados con mayor
frecuencia como los principales responsables de la re
gulación de poblaciones de insectos (Badii et al. 2000).
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401
Diversidad de especies
Cuadro 1. Relación de familias, géneros y número de especies de Hymenoptera del estado
Familia
Aphelinidae
Apidae
Braconidae
Chalcididae
Colletidae
Crabronidae
Cynipidae
Género
Número de
especies
Aphytis
2
Coccophagus
1
Apis
1
Bombus
Familia
Género
Número de
especies
Acerophagus
1
Anagyrus
1
Copidosomopsis
1
7
Psyllaephagus
1
Xylocopa
1
Acromyrmex
1
Agathirsia
2
Aphaenogaster
2
Blacus
7
Atta
1
Chelonus
6
Brachymyrmex
1
Cotesia
1
Camponotus
5
Cremnops
7
Crematogaster
1
Homolobus
4
Cyphomyrmex
1
Vipio
2
Dorymyrmex
1
Chalcis
2
Forelius
3
Haltichella
2
Formica
1
Caupolicana
1
Liometopum
1
Colletes
2
Monomorium
1
Hylaeus
2
Myrmecocystus
5
Astata
1
Neivamyrmex
8
Clitemnestra
1
Nylanderia
1
Acraspis
4
Pheidole
9
Amphibolips
8
Pogonomyrmex
8
Andricus
21
Pseudomyrmex
2
Antron
18
Solenopsis
3
Atrusca
28
Temnothorax
1
Biorhiza
9
Tetramorium
1
Callirhytis
2
Trachymyrmex
1
Cynipis
3
Augochloropsis
1
Disholcaspis
6
Lasioglossum
7
Neuroterus
4
Encyrtidae
Formicidae
Halictidae
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
402
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Continuación
Familia
Género
Número de
especies
Familia
Género
Número de
especies
Cerceris
36
Oxybelus
3
Ametastegia
1
Empria
1
Eriocampidea
1
Megastigmus
1
2
Paracentrobia
1
Osmia
1
Trichogramma
2
Mutillidae
Acanthophotopsis
2
Tumidiclava
1
Oxaeidae
Protoxaea
1
Ufens
1
Anoplius
1
Zagella
1
Poecilopompilus
1
Pachodynerus
1
Telenomus
1
Vespula
1
Campoletis
1
Compsocryptus
1
Cryptus
1
Exetastes
3
Hyposoter
1
Netelia
1
Ophion
Megachilidae
Ichneumonidae
PompiIidae
Scelionidae
Sphecidae
Tenthredinidae
Torymidae
Trichogrammatidae
Vespidae
Total: 21
83
293
Fuente: Michelbacher 1962, Scullen 1972, Hurd, y Gorton-Linsley 1976, Burks 1977, Smith 1979, Smith y Lawton 1980, Wasbauer
y Kimsey 1985, McGinley 1986, Bohart 1992, Cibrián-Tovar et al. 1995, González Hernández 1998, Abrahamovich et al. 2004, Ayala y
Griswold 2005, García et al. 2005, Genaro 2006, Trjapitzin et al. 2008, ibunAm 2009a, 2009b, 2009c, 2009d y 2009e, López-Martínez
et al. 2009, Pujade-Villar et al. 2009, Tanner et al. 2009, Ávila-Rodríguez et al. 2010, Avila-Rodriguez 2010, Myartseva et al. 2010,
Ruíz et al. 2010, Myartseva y Ruíz-Cancino 2011, Vásquez-Bolaños 2011, Colección Entomológica del ciidiR Unidad Durango 2012,
Khalaim y Ruiz-Cancino 2012.
LOS HIMENÓPTEROS
COMO INSECTOS POLINIZADORES
Entre los polinizadores más importantes están las abejas
melíferas, que son una especie introducida de Europa,
en particular Apis mellifera. Las abejas son de gran importancia como polinizadores de plantas cultivadas y algu
nos cultivos presentes en el estado, en particular para la
región productora de manzana en la zona de Canatlán.
De acuerdo con Pérez-Santiago (1992), existe una super
ficie de 13 000 ha dedicadas al cultivo de este frutal, las
cuales dependen de las abejas para producir frutos de
buena calidad, y se detectó un déficit de colmenas para
atender la demanda requerida por el cultivo. Recientemente, la producción de tomate en invernadero en Durango ha requerido del servicio de polinización utilizando
abejorros importados de Canadá y Estados Unidos. Esto
puede ser una oportunidad, mediante el empleo de abe
jorros nativos en los invernaderos de la entidad.
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
Las especies reportadas para el estado no se encuen
tran en alguna categoría de riesgo de acuerdo con la
nom-059 (semarnat 2010) y el Libro rojo de la uicn
(2013). Sin embargo, es importante resaltar que no hay
suficientes estudios acerca de poblaciones de insectos
himenópteros en peligro de extinción o información de
sus abundancias y diversidad para su conservación; por
el contrario, hay carencia de información. Como ejem
plo se cita que desde 1900 hasta 1936, los cinipinos
(familia Cynipidae) registrados en México escasamente
superaban la veintena de especies. Estudios posteriores
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Diversidad de especies
403
Figura 1. Insecto de la familia Ichneumonidae. Espécimen
colectado en cultivos agrícolas en Vicente Guerrero y
depositado en la Colección de Entomología del ciidiR-ipn,
Unidad Durango.
Foto: Gerardo Hinojosa Ontiveros.
Figura 2 Insecto polinizador Apis mellifera colectado en
Canatlán, Durango, y depositado en la Colección de
Entomología del ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: Gerardo Hinojosa Ontiveros.
Figura 3. Insecto de la familia Anthophoridae colectado en
Vicente Guerrero, Durango, y depositado en la Colección de
Entomología del ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: Gerardo Hinojosa Ontiveros.
Figura 4. Insecto polinizador Augochloropsis metallica
colectado en Mezquital, Durango, en vegetación xerófila;
espécimen depositado en la Colección de Entomología del
ciidiR-ipn, Unidad Durango.
Foto: Gerardo Hinojosa Ontiveros.
de Kinsey (1936, 1937a, 1937b, 1938) muestran que a
partir de diversas expediciones biológicas a este país y
América Central (1931-1932 y 1935-1936) aumentó con
siderablemente el conocimiento de las especies mexi
canas. Kinsey, el autor que más ha trabajado en los
cinipinos de México, describió en pocos años más de
130 especies, de las 160 reportadas para el país. Sin
embargo, su último estudio fue publicado en 1938, por
lo que se carece de estudios posteriores.
OPORTUNIDADES O ACCIONES
DE CONSERVACIÓN
Como se mencionó en los apartados anteriores, el uso de
especies nativas como insectos polinizadores (abejo
rros para la producción de tomate en invernaderos), así
como de insectos parasitoides (para el control biológico
de plagas agrícolas) es una oportunidad en cuanto a
líneas de investigación que traerá beneficios económi
cos los cuales no debe desaprovechar la entidad.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
404
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Se registraron 21 familias, con la presencia de 83 géneros y 293 especies en la presente revisión. Al igual que
con los lepidópteros, aún falta mucho trabajo por hacer
debido a que se desconocen las especies presentes en
los ecosistemas bosque tropical seco y matorral xeró
filo. Se requiere promover e incluir en el diseño de las
políticas públicas en el estado y en los programas de
manejo de los recursos naturales, la tarea de la investigación para el conocimiento de la biodiversidad tanto
en las áreas naturales protegidas como en los diferentes
tipos de vegetación presentes en la entidad.
Este grupo de insectos, representan un potencial
como agentes de control biológico para plagas de re
cursos de importancia para las sociedades humanas.
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
406406
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Las hormigas
(Hymenoptera: Formicidae) de una comunidad
de matorral xerófilo del municipio de Nombre de Dios
María Pioquinta González Castillo • Gerardo Antonio Hinojosa Ontiveros
INTRODUCCIÓN
Las hormigas o formícidos son un componente impor
tante en las zonas áridas y semiáridas por su alta riqueza de especies (Polis 1991), por las interacciones
biológicas que establecen con otros organismos y la
remoción y consumo de semillas (Hölldobler y Wilson
1990). Con la finalidad de conocer las hormigas de una
comunidad de matorral xerófilo del municipio de Nom
bre de Dios, Durango, se realizaron diversas colectas
de estos insectos a través de trampas amarillas y mé
todo directo durante los años 2009 y 2010. El matorral
xerófilo es una comunidad vegetal que se encuentra a
elevaciones de 1 800 y 1 930 msnm, con precipitaciones
pluviales entre 200 y 400 mm anuales y una tempera
tura promedio anual de 16.9 °C; las especies vegetales
que predominan son: huizache (Acacia spp.), mezquite
(Prosopis spp.), sotol (Dasylirium spp.), palma (Yucca spp.),
maguey mezcalero (Agave durangensis), garambullo
(Condalia spp.) y nopal (Opuntia spp.), principalmente.
y el de Vásquez-Bolaños (2011), quien en su lista de
hormigas de México menciona 23 géneros y 58 espe
cies para la entidad.
Sin embargo, para este trabajo fueron identificadas 18
especies, pertenecientes a 10 tribus, 14 géneros y cuatro
subfamilias (cuadro 1), en donde la subfamilia Myrmicinae
fue la más diversa en cuanto a especies, seguida de
Dolichoderinae; le siguen Formicinae, mientras que
Pseudomyrmicinae fue la subfamilia con la menor
diversidad de especies. La especie Liometopum spp. fue
la más abundante (58%); le sigue en orden de importancia Pheidole spp. (15%), Dorymyrmex spp. (13%), Forelius
spp. (5%), y el resto de especies fueron las menos abun
dantes por debajo de 5%. Cabe hacer mención de que la
mayoría de las especies aún se encuentran en proceso
de determinación taxonómica, y a pesar de que presen
tan ciertas características morfológicas (tamaño, color),
en el estado sólo se conocen como hormigas rojas y
arrieras.
DIVERSIDAD
Todas las especies de hormigas se agrupan en el orden
Hymenoptera, en la familia Formicidae, ubicada dentro
de la superfamilia Vespoidea (Rojas 2001). En el mundo
la familia consta de 21 subfamilias, más de 300 géne
ros y 12 762 especies, a excepción de Cerapachynae.
Casi todas son monofiléticas, es decir, todas las subfa
milias provienen de un ancestro común, por lo que se
excluyen mutuamente (Agosti y Johnson 2005, Ward
2007, Rabeling et al. 2008).
Recientemente, a nivel nacional se describen 11 subfamilias, 86 géneros y 884 especies (Vásquez-Bolaños
2011). En Durango existe poca información sobre la
diversidad de hormigas, sólo se tiene conocimiento del
trabajo realizado por Rojas y Fragoso (2000) en la Re
serva de Mapimí; el de Alatorre-Bracamontes y VásquezBolaños (2010), quienes mencionan a las especies de
varios estados del norte del país, incluyendo Durango,
DISTRIBUCIÓN
Las hormigas son uno de los grupos más ricos en especies y más ampliamente distribuidos en el mundo. Se
encuentran desde el nivel del mar hasta los 4 000 msnm,
siendo más abundantes entre los 800 y 1 400 msnm. Se
han adaptado a los ambientes áridos, templados y tropicales (Hölldobler y Wilson 1990, Vásquez-Bolaños 1998).
México se encuentra entre la confluencia de las re
giones Neártica y Neotropical, por lo que presenta una
gran diversidad de hormigas (Mackay y Mackay 1989,
Vásquez-Bolaños 1998). En Durango se les ha observa
do en los diversos tipos de vegetación como pastizal,
bosque de coníferas, matorral xerófilo, bosque tropical
caducifolio y en agroecosistemas.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA Y ECONÓMICA
Las hormigas son organismos importantes en los ecosis
temas terrestres por las diversas funciones que realizan,
González-Castillo, M.P. y G.A. Hinojosa-Ontiveros. 2017. Las hormigas (Hymenoptera: Formicidae) de una comunidad de matorral
xerófilo del municipio de Nombre de Dios. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 406-409.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Diversidad de especies
Diversidad de especies
407
407
Cuadro 1. Subfamilias, géneros y especies de las hormigas observadas en una comunidad de matorral xerófilo del municipio de
Nombre de Dios
Subfamilia
Tribu*
Género
Especie
Autoridad
Pheidole
spp.
Eguchi 2001
Carebara
spp.
Westwood 1840
Monomorium
spp.
Mayr 1855
Attini
Atta
aff. texana
Burckley 1860
Crematogastrini
Crematogaster
spp.
Lund 1831
Myrmecinini
Pogonomyrmex
spp.
Mayr 1868
Camponotus
sp. 1
Mayr 1861
Camponotus
sp. 2
Mayr 1861
Lasini
Myrmecocystus
aff. mendax
Wheeler W.M. 1908
Plagiolepidini
Brachymyrmex
depilis
Emery 1893
Liometopum
spp.
Mayr 1861
Forelius
sp. 1
Emery 1888
Forelius
sp. 2
Emery 1888
Forelius
sp. 3
Emery 1888
Linepithema
spp.
Mayr 1866
Dorymyrmex
spp.
Mayr 1866
Pseudomyrmex
pallidus
Smith 1855
Pseudomyrmex
sp. 2
Lund 1831
Pheidolini
Solenopsidini
Myrmecinae
Camponotini
Formicinae
Dolichoderinae
Pseudomyrmecinae
Total: 4
Dolichoderini
Pseudomyrmecini
10
14
18
*De acuerdo a la clasificación de Vasquez-Bolaños 2011.
Fuente: elaboración propia mediante trabajo de campo.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
en Durango. Estudio de Estado
408408
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Figura 1. Liometopum spp. con pseudococcidos sobre Agave durangensis.
Foto: Gerardo Hinojosa Ontiveros.
como modificar el ambiente a través de la fijación de
elementos como el nitrógeno (N) y el fosforo (P), que
obtienen de animales muertos y que son escasos para
las plantas del desierto, por lo que la actividad detrití
vora y carroñera, junto con la construcción de nidos,
pueden modificar las condiciones del suelo promoviendo
el crecimiento de las plantas (Bestelmeyer y Wiens 2003).
Son consumidoras y dispersoras de semillas, herbívoras, fungívoras y depredadoras incluso de otras hor
migas (Schultz y Mcglynn 2000), características que
aunadas a la variación temporal que exhiben sus espe
cies, las señala como elementos clave en la mayoría de
los ecosistemas terrestres (Alonso y Agosti 2000, Kas
pari et al. 2000). En este estudio de caso se percibió una
relación de Liometopum spp. con los pseudococcidos1
del Agave durangensis, ya que se observó a la hormiga
alimentándose de las excreciones azucaradas de los
pseudococcidos (figura 1).
1 Los pseudococcidos son insectos con escamas, conocidos como co
chinillas de la harina, que secretan una capa de cera polvorienta y
se alimentan de diversos tipos de plantas como agave y nopal, entre
otras.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Los resultados muestran una mínima parte de la diver
sidad de hormigas que existen en Durango, que corres
ponden al 31% de lo que menciona Vásquez-Bolaños
(2011). Las especies Myrmecocystus aff. mendax y Atta
aff. texana no se mencionan en el trabajo de VásquezBolaños (2011), por lo que el listado de hormigas del
estado que se presenta en dicha investigación aumen
ta de 58 a 60 especies.
A pesar de su importancia, el conocimiento de estos
insectos se encuentra aún incompleto en la entidad, ya
que en ciertos cultivos agrícolas como el frijol, maíz y
huertos de manzano existen nidos de hormigas y se ca
rece de información sobre la densidad de nidos; en pas
tizales se requiere de información sobre la distribución
y abundancia, ya que al modificarse los ambientes se
puede alterar la abundancia y composición de especies,
lo que podría ser una amenaza para ciertas especies na
tivas. Se requiere hacer investigación en las áreas natu
rales protegidas del estado como la reserva de Mapimí
y la Michilía, por lo tanto, hay necesidad de realizar tra
bajos en donde se combinen distintos métodos de colec
ta como trampas de sebos, trampas Pitfall, tamizado de
suelo y hojarasca, entre otros, en ciclos anuales con la
finalidad de aumentar el número de especies y determi
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Diversidad de especies
nar especies endémicas y los requerimientos de protec
ción de especies nativas de la región.
Diversidad de especies
409
409
Mackay, W.P. y E. Mackay. 1989. Clave de los géneros de hormigas en
México (Hymenoptera: Formicidae). En: Memoria del ii Simposio
Nacional de Insectos Sociales. Sociedad Mexicana de Entomolo
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A la cofaa-ipn por su apoyo en becas. Al Sistema sappiipn por el apoyo financiero para la elaboración de los
proyectos 20113567, 20120473 y 20131840. A la Dra. Ga
briela Castaño Meneses de la Facultad de Ciencias de
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563.
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411
Diversidad de especies
Peces
Héctor Salvador Espinosa Pérez • Christian Lambarri Martínez • Leticia Huidobro Campos
INTRODUCCIÓN
El término “peces” suele referirse a los peces óseos
(Actinopterigios), con aletas lobuladas (Sarcopterigios)
y pulmonados (Dipnoi); aunque también suelen in
cluirse los peces sin mandíbula (Agnatos) y los tiburo
nes, rayas y quimeras (Condrictios). A pesar de que el
término no tiene validez taxonómica, su uso resulta
conveniente para describir a los vertebrados estudia
dos por la ictiología.
DIVERSIDAD
Los peces constituyen más de la mitad de las 57 711
especies descritas de vertebrados vivos en el planeta.
De las 515 familias de peces que existen en el mundo,
las cinco mayores son Cyprinidae, Gobiidae, Cichlidae,
Characidae y Loricariidae, con especies mayoritaria
mente dulceacuícolas (Nelson et al. 2004). La fauna
íctica de México es el grupo más numeroso de verte
brados en el país, con más de 2 700 especies, de las
cuales poco más de 500 son dulceacuícolas, tanto de
origen sudamericano (neotropical) como norteameri
cano (neártico). Las familias con el mayor número de
especies endémicas en el país son Petromyzontidae,
Clupeidae, Cyprinidae, Cichlidae, Cyprinodontidae,
Goodeidae, Atherinopsidae y Poeciliidae (EspinosaPérez et al. 2009).
Existen pocas publicaciones acerca de la ictiofauna
de Durango, entre ellas se encuentran algunas revisiones
particulares de especies (Garman 1881, Jordan y Ever
man 1896, Contreras-Balderas 1975), dos listas faunís
ticas que reportan un total de 21 especies (Meek 1904)
y 42 especies válidas (Macías-Chávez 1983), y revisio
nes generales que reportan colectas de peces en cuen
cas de Durango (Espinosa-Pérez et al. 1998, Hendrickson
et al. 2002, Miller et al. 2005, Huidobro-Campos et al.
2009) (cuadro 1).
La lista que se presenta en este trabajo (apéndice
18) documenta los antecedentes mencionados y mues
treos recientes de la ictiofauna de la región (figura 1,
Maderey-R. y Torres-Ruata 1990), de manera que sea
posible reconocer su diversidad íctica actual que se
distribuye en 15 familias, 36 géneros y 69 especies.
Además se determinó la distribución geográfica local
y se distinguen las especies por su naturaleza neártica,
neotropical, nativa y exótica. Gran parte de los registros tomados en cuenta corresponden a ejemplares
físicos depositados en la Colección Nacional de Peces
(cnpe) del Instituto de Biología de la Universidad Na
cional Autónoma de México (ibunam), provenientes
de muestreos en la mayoría de las cuencas de la re
gión entre los años 1981 y 2009.
DISTRIBUCIÓN
Los peces manifiestan numerosas adaptaciones bioló
gicas, conductuales, biogeográficas y morfológicas que
les han permitido adaptarse a diversos ambientes, de
modo que es posible encontrarlos en lagos, arroyos, estuarios y océanos en altitudes de 5 200 msnm y profun
didades de 7 000 m, así como en ambientes subterráneos
o de cavernas, e incluso en lugares con temperatura y
salinidad extremas. En el cuadro 2 se muestra la distri
bución por cuenca hidrográfica de cada una de las 69
especies enlistadas previamente, agrupadas por fami
lias y en orden filogenético.
Se incluye además nomenclatura correspondiente a
sus características de origen y de distribución; se muestran especies de distribución amplia o no especificada
(•), nativas del norte del país (N), endémicas del estado y
de cuencas particulares (E) o extintas dentro del estado
(Ex); además se precisan su identidad alóctona o introducida desde otros países o estados (I) y su inclusión bajo
cualquier estatus de riesgo en la nom-059-semarnat-
Espinosa-Pérez, H., C. Lambarri-Martínez y L. Huidobro-Campos. 2017. Peces. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado.
conabio, México, pp. 411-420.
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412
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Estudios realizados sobre ictiofauna en el estado
Autor
Año
Contribución
Garman
1881
Realizó la primera descripción de una especie dentro de Durango: el matalote
(Catostomus nebuliferus) en la cuenca del río Nazas.
Jordan y Everman
1896
Incluyeron a Pantosteus plebius, actualmente Catostomus plebeius, en la cuenca
del río Bravo.
Meek
1904
Publicó los resultados de diversos muestreos realizados entre 1901 y 1904 en
el norte del país. Reportó un total de 21 especies para Durango.
Contreras-Balderas
1975
Recopiló la información existente hasta 1964 de los peces de varias cuencas
del norte de México, y expuso cambios en su composición íctica, incluyendo tres
cuencas de Durango.
Macías-Chávez
1983
Dirigió sus estudios directamente a la composición de la ictiofauna de este estado,
compilando datos y colectando nuevos ejemplares entre 1964 y 1982; de manera
que en 1983 se estableció que la diversidad íctica de Durango se componía de
42 especies y 14 familias.
Espinosa-Pérez
y colaboradores
1998
Mencionan el origen nativo o exótico de varias especies colectadas en Durango.
Hendrickson y
colaboradores
2002
Estudiaron las truchas nativas de México (familia Salmonidae), incluyendo la sierra
del noroeste de Durango, como área de distribución de dos truchas nativas
(Oncorhynchus chrysogaster y Onchorhynchus sp.).
Miller y
colaboradores
2005
Publicó el libro Peces dulceacuícolas de México, el cual representó la culminación
de 50 años de estudios minuciosos y reunión de información de la ictiofauna
dulceacuícola de México, estableciendo al mismo tiempo una ampliación y
actualización de la biología, taxonomía, distribución y ecología de los peces del
norte del país.
Huidobro-Campos y
colaboradores
2009
Realizaron un informe preliminar para la evaluación del caudal ecológico
del río Mezquital, registrando 21 especies y siete familias distribuidas en él.
2010, en la American Fisheries Society y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (uicn).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
En los cuerpos de agua de Durango, los peces tienen
gran importancia ecológica porque son un indicador
del estado de salud, tanto del cuerpo de agua, como de
los ambientes aledaños a este (Huidobro-Campos et al.
2009). De acuerdo a la Unión Ganadera de Durango, esta
entidad cuenta con 4 000 cuerpos de agua, entre arro
yos, manantiales, ríos, bordos y presas (Mar Tovar
2002); en estos afluentes se llevan a cabo actividades
pesqueras que representan una fuente alimenticia para
las poblaciones aledañas a los ríos, presas y centros
acuícolas, sobre todo en la parte serrana. La pesca en el
estado se divide en artesanal, deportiva y piscicultura;
cuyo producto está destinado únicamente para su con
sumo interno. Por ejemplo, en la comunidad 18 de
Agosto (Poanas) se practica la pesca a pequeña escala
gracias a los manantiales y a un estanque, lo que pro
porciona una fuente de ingresos a los pobladores. Del
río San Pedro se extraen especies como mojarra, bagre,
trucha y matalote (figura 2), y en este lugar la pesca es
una actividad exclusiva de hombres y niños del grupo
étnico mexicanero (infdm 2005).
En años recientes, en las partes serranas del estado,
como los municipios de Pueblo Nuevo y San Dimas, se
da un aprovechamiento de los recursos naturales hídri
cos por parte de los ejidatarios, lo que les permite adop
tar una actividad productiva complementaria a partir del
cultivo de la trucha Oncorhynchus chrysogaster (figura
3), actividad que se adecua al clima y a la buena calidad
de agua prevaleciente en la región (Castañeda-Venegas
2011). En sus inicios, la actividad trutícola (cultivo de
trucha) se realizaba de forma rústica o artesanal en los
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Diversidad de especies
Figura 1. Registros de peces.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
413
414
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Carassius auratus
I
Cyprinella alvarezdelvillari 1,2,3
E
Cyprinella garmani 1
N
1
N
Cyprinella lutrensis
Codoma ornata
N
1
Cyprinella panarcys
N
N
N
N
N
N
I
I
•
•
Dionda sp.
Gila
conspersa 1
•
•
•
•
•
•
Gila pulchra
Cypriniformes
Gila sp.
Gila sp.
2
Notropis aulidion
•
•
•
•
•
Ex
1,3
N
Notropis braytoni 1
Notropis chihuahua 1
•
Notropis nazas
E
Notropis sp.
•
Pimephales promelas
•
•
•
•
•
•
Rhinichthys cataractae
Ex
Stypodon signifer 1,2,3
•
Catostomus bernardini 1
Catostomus nebuliferus
1
E
•
•
Catostomus sp.
•
•
Ictiobus niger 1
•
Ictiobus sp.
•
Catostomus plebeius
Catostomidae
N
N
Dionda episcopa 1,2
1
1
Moxostoma austrinum
•
•
•
•
•
•
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Río Santiago
Río Baluarte
Río Fuerte
Río San Lorenzo
I
1,3
Cyprinus carpio
Cyprinidae
•
I
N
Río Culiacán
•
Río Presidio
•
Río Acaponeta
Lago de
Santiaguillo
Río Bravo
•
Río Piaxtla
Campostoma ornatum
Bolsón de Mapimí
Nombre
científico
Familia
Río Nazas
Orden
Río San Pedro
Cuadro 2. Ictiofauna y cuencas hidrográficas en las que se distribuye
415
Diversidad de especies
Characiformes
Characidae
Ictaluridae
•
Ictalurus sp.
2
•
•
•
•
Salmonidae
Mugilidae
N
I
Oncorhynchus mykiss
N
I
I
Atherinopsidae
N
3
Chirostoma mezquital
I
E
E
I
I
Cyprinodontiformes
Goodeidae
I
•
•
I
I
Characodon audax 1,3
E
E
Ex
Characodon garmani 3
E
1,3
E
•
1,3
Cyprinodon latifasciatus
•
N
Xiphophorus helleri
3
Ex
E
Cyprinodon meeki 1,3
E
•
N
•
1,3
Poeciliopsis latidens
Cyprinodon nazas 1
I
•
Characodon lateralis
Cyprinodontidae
N
N
1
Cyprinodon eximius
N
•
N
Gambusia senilis 3
Poecilia butleri
•
•
Agonostomus monticola
Chirostoma sphyraena
Poecliidae
I
•
Atherinella crystallina
Atheriniformes
Río Santiago
•
Oncorhynchus sp.
Mugiliformes
Río Baluarte
•
Oncorhynchus chrysogaster 1,3
Salmoniformes
Río Fuerte
•
I
Ictalurus punctatus
Ictalurus sp.
Río San Lorenzo
•
Ictalurus pricei 1,3
1
Río Culiacán
•
Ictalurus furcatus
Siluriformes
Río Presidio
I
Río Acaponeta
Ameiurus melas
Río Bravo
•
Río Piaxtla
•
Lago de
Santiaguillo
Astyanax mexicanus
Nombre
científico
Bolsón de Mapimí
Familia
Río San Pedro
Orden
Río Nazas
Cuadro 2. Continuación
E
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
N
416
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Lepomis cyanellus
I
Lepomis gulosus
I
I
Lepomis macrochirus
Percidae
Cichlidae
Micropterus salmoides
I
I
Pomoxis annularis
I
I
Gobiesociformes
Río Santiago
Río Baluarte
Río Fuerte
Río San Lorenzo
Río Culiacán
Río Presidio
Río Acaponeta
I
I
E
Etheostoma pottsii 1,2,3
E
Cichlasoma beani
N
Oreochromis aureus
I
Oreochromis mossambicus
I
E
N
I
I
Gobiesox fluviatilis 1
N
Awaous banana
•
Sicydium multipunctatum
•
Gobiidae
Río Bravo
Río Piaxtla
I
Etheostoma australe 1,3
Oreochromis niloticus
Gobiesocidae
I
I
Lepomis microlophus
Perciformes
I
Lago de
Santiaguillo
Centrarchidae
Nombre
científico
Bolsón de Mapimí
Familia
Río Nazas
Orden
Río San Pedro
Cuadro 2. Continuación
Especies de distribución amplia o no especificada (•); nativas del norte del país (N); endémicas del estado y de cuencas particulares (E); extintas dentro del estado (Ex). Identidad alóctona o introducida desde otros países o estados (I). Bajo cualquier estatus de
riesgo en la nom-059 (1); en la American Fisheries Society (2); en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (3).
Fuente: Nelson et al. 2004, Jelks et al. 2008, semARnAt 2010 y uicn 2015.
bordos para abrevadero o bien en pequeños embalses
de agua formados por los manantiales, aunque actual
mente existen centros trutícolas importantes como La
Victoria, en el municipio Pueblo Nuevo, y Vencedores
en San Dimas. Finalmente, las 10 principales presas del
estado representan una fuente de ingresos económicos
importante, ya que de ellas se extraen especies como
bagres, lobinas, carpas y mojarras. La pesca deportiva se
practica en la mayoría de estas presas, y en lugares turísticos como El Saltito, en el municipio Nombre de Dios,
donde se pesca lobina, bagre y carpa (conaculta 2012).
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
Contreras-Balderas et al. (2003) mencionan que la mayoría de las especies en peligro en México correspon
den a los desiertos del norte; Durango ocupa el quinto
lugar con especies en riesgo, pues acumula 18 regis
tros de especies en riesgo y 25 extintas, de 506 espe
cies mexicanas conocidas y 169 especies en riesgo.
La situación y estado de conservación de los peces de
Durango se refleja en el cuadro 3, donde se observa que
de las 69 especies documentadas, 40 (57.9%) se encuen
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Diversidad de especies
417
Figura 2. Matalote del Bravo (Catostomus plebeius).
Foto: Christian Lambarri.
Figura 3. Trucha dorada mexicana (Oncorhynchus chrysogaster).
Foto: Christian Lambarri.
tran con algún estatus de protección de acuerdo a la
nom-059 (semarnat 2010), a la American Fisheries
Society (Jelks et al. 2008) o a la uicn (2015). De las 40
especies, 40% se consideran amenazadas, 20% en peli
gro y 10% bajo protección especial (semarnat 2010), lo
que representa un porcentaje importante en el total de
especies.
de agua llamado el Ojo de Agua de las Mujeres, alimentado por un pequeño manantial (Contreras-Balderas y
Almada-Villela 1996), tanto la especie como el cuerpo
de agua están en peligro de extinción (semarnat 2010).
PRINCIPALES AMENAZAS
En estudios realizados en el río Mezquital, se encontró
que la ausencia de peces nativos es resultado, entre
otros factores, de la alta contaminación en el río, la
presencia de especies exóticas y la disminución del
caudal del afluente; por lo que la ausencia de los peces
en cualquier nivel trófico de la red alimenticia en el río
tiene repercusiones negativas en toda la comunidad.
En cuanto a las especies en peligro de extinción y
amenazadas, estas son un reflejo del deterioro de las
condiciones en que se encuentran los cuerpos de agua
del estado, por la desecación de los mismos, la defores
tación e incendios de los bosques, la contaminación
derivada de los productos industriales, agrícolas y mu
nicipales, la construcción de presas, la canalización de
algunos manantiales y el sobrepastoreo, así como a las
descargas urbanas (Arriaga et al. 2000).
Por otra parte, las numerosas especies exóticas in
troducidas que se han establecido en los afluentes de
esta entidad parecen estar provocando efectos negati
vos; esta situación se agrava para las especies de dis
tribución muy restringida como Characodon audax, C.
lateralis, Stypodon signifer, Catostomus nebuliferus,
Cyprinodon nazas, Gila conspersa y Notropis chihuahua.
Cabe mencionar que las especies endémicas son más
susceptibles a las alteraciones de hábitat; por ejemplo,
en el caso de C. audax, que vive únicamente en un cuerpo
OPORTUNIDADES Y ACCIONES
DE CONSERVACIÓN
A pesar de estar en una situación tan delicada, la pre
servación de la ictiofauna es crítica, ya que solamente
la especie Cyprinodon nazas es objeto de un programa
de conservación implementado por el gobierno federal
(semarnat 2010); de manera indirecta, Codoma ornata
y Campostoma ornatum reciben atención al estar distri
buidas en regiones hidrológicas prioritarias y amenazadas (regiones 21 y 22) tanto para la conservación como
para el manejo (Arriaga et al. 2000).
En Estados Unidos, desde 1994, Catostomus plebeius
ha sido objeto de conservación y reintroducción en la
cuenca del río Bravo por parte de la Comisión de Vida
Silvestre de Colorado (Rees y Miller 2001), y Gambusia
senilis se encuentra dentro de los planes de recupera
ción de Texas (Meffe y Snelson 1985).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
De manera general, se requiere analizar la dinámica
poblacional de las especies sensibles a las alteraciones
del hábitat, así como detener los planes gubernamen
tales y privados de desecación de los cuerpos de agua,
establecer límites de almacenamiento de agua en pre
sas y extracción de pozos, e incluir a los organismos en
los monitoreos de calidad del agua (Arriaga et al. 2000).
Las especies se verán beneficiadas mediante la re
glamentación del uso desmedido de los recursos bióti
cos y la creación de áreas de reserva para proteger a las
especies nativas.
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418
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Lista de especies con algún estado de protección
Nombre común
Especie
Distribución
nom-059
uicn
afs
LC
V
CR
E
Rodapiedras mexicano
Campostoma ornatum
No endémica
Carpita adornada
Codoma ornata
Endémica
A
Carpita tepehuana,
sardinita bronce del Nazas
Cyprinella alvarezdelvillari
Endémica
P
Carpita jorobada
Cyprinella garmani
Endémica
A
Carpita roja
Cyprinella lutrensis
No endémica
A
LC
X
Carpita del Conchos
Cyprinella panarcys
Endémica
P
EN
E
Carpa obispa
Dionda episcopa
Endémica
P
LC
E
Carpa Mayrán
Gila conspersa
Endémica
A
Carpita de Durango
Notropis aulidion
Endémica
Pr
Carpita tamaulipeca
Notropis braytoni
Endémica
A
T
Carpita chihuahuense
Notropis chihuahua
Endémica
A
T
Carpita cabezona
Pimephales promelas
No endémica
LC
Carpita rinconera
Rhinichthys cataractae
No endémica
LC
X
Carpa de Parras
Stypodon signifer
Endémica
P
EX
X
Matalote yaqui
Catostomus bernardini
No endémica
Pr
DD
V
Matalote del Nazas
Catostomus nebuliferus
No endémica
A
Matalote del Bravo
Catostomus plebeius
No endémica
A
DD
Matalote negro
Ictiobus niger
No endémica
A
LC
Matalote chuime
Moxostoma austrinum
No endémica
Sardinita mexicana
Astyanax mexicanus
No endémica
LC
Bagre azul
Ictalurus furcatus
No endémica
LC
Bagre yaqui
Ictalurus pricei
Endémica
A
EN
Trucha dorada mexicana
Oncorhynchus
chrysogaster
Endémica
A
VU
Trucha arcoíris
Oncorhynchus mykiss
No endémica
Pr
Trucha de tierra caliente,
lisa de río
Agonostomus monticola
No endémica
LC
Plateadito del Presidio
Atherinella crystallina
Endémica
NT
Cachorrito del Conchos
Cyprinodon eximius
No endémica
Cachorrito de Parras
Cyprinodon latifasciatus
Endémica
Cachorrito del Mezquital
Cyprinodon meeki
Endémica
T
T
EX
Xp
T
V
V
A
P
E
T
T
NT
T
EX
X
CR
E
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
419
Diversidad de especies
Cuadro 3. Continuación
Nombre común
Especie
Distribución
nom-059
uicn
afs
Cachorrito del Nazas
Cyprinodon nazas
Endémica
A
LC
T
Mexcalpique del Toboso
Characodon audax
Endémica
P
VU
E
Mexcalpique de Parras
Characodon garmani
Endémica
EX
X
Mexcalpique arcoíris
Characodon lateralis
Endémica
EN
E
Guayacón del Bravo
Gambusia senilis
No endémica
NT
T
Topote del Pacífico
Poecilia butleri
No endémica
Pr
Guatopote del Fuerte
Poeciliopsis latidens
Endémica
A
NT
T
Perca del Conchos
Etheostoma australe
Endémica
P
VU
E
Perca mexicana
Etheostoma pottsii
Endémica
A
VU
T
Cucharita de río
Gobiesox fluviatilis
Endémica
A
Dormilón pecoso
Sicydium multipunctatum
No endémica
Total
40
Endémica: 23
No endémica: 17
P
V
LC
A: 16
P: 8
Pr: 4
CR: 2
EN: 3
EX: 4
LC: 11
NT: 4
VU: 4
DD: 2
E: 8
T: 12
V: 5
X: 5
Xp: 1
nom-059: A: amenazada; P: en peligro de extinción; Pr: sujeta a protección especial.
uicn: CR: en peligro crítico; EN: en peligro; EX: extinta; LC: de menos preocupación; NT: casi amenazada; VU: vulnerable;
DD: deficiencia de datos.
American Fisheries Society: E: en peligro; T: amenazada; V: vulnerable; X: extinta; Xp: posiblemente extinta.
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
422422
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Diversidad genética
de peces
Héctor Salvador Espinosa Pérez • Christian Lambarri Martínez
INTRODUCCIÓN
En respuesta a la dificultad de identificar algunos or
ganismos por su morfología, se creó un proyecto inter
nacional de codificación genética llamado Consorcio
para el Código de Barras de la Vida (cbol), el cual reconoce especies mediante el gen de la citocromo oxidasa
I (COI-5P) del genoma mitocondrial. Este proyecto fue
lanzado en el 2004 con el objetivo de avalar las alian
zas de investigación internacional necesarias para
construir (en los próximos 20 años) una biblioteca de
adn para toda la vida eucariótica (Ratnasingham y He
bert 2007). El proyecto se ideó inicialmente de manera
que los museos de historia natural de mayor talla to
maran la iniciativa para conectar las secuencias de adn
a los ejemplares depositados en las colecciones y al
sistema taxonómico linneano existente (Savolainen et
al. 2005).
Derivado del cbol, posteriormente se desarrolló la
iniciativa Código de Barras de la Vida de la conabio y
el conacyt, la cual se integra al Sistema de Datos de
Códigos de Barras de la Vida (bold), e incluye toda la
flora y fauna conocidas en el país. La Colección Nacional
de Peces del Instituto de Biología de la unam (cnpeibunam) participa en dicha iniciativa con el proyecto
Código de Barras de Peces Mexicanos (cbpm), involu
crando todo el material depositado en su acervo que
cumpla con los requisitos del cbol.
CASO DURANGO
La secuenciación del gen COI-5P de las especies de Durango es un proyecto en curso, y hasta el momento se
han logrado obtener 27 secuencias válidas, correspon
dientes a 14 especies incluidas en el listado previo. En
la figura 1 se muestran las especies secuenciadas y su
agrupación en un cladograma de máxima verosimilitud, así como su clave dentro del proyecto cbpm y
del subproyecto Peces de Durango (ib-dur). Se incluyó
la secuencia COI-5P de la raya Narcine vermiculatus,
correspondiente al subproyecto Batoideos de México
(ib-bat) para colocar un grupo externo a las secuencias
de peces dulceacuícolas. A continuación se discute el
cladograma en orden ascendente, es decir, a partir de
los grupos basales y hasta los más derivados.
Dentro de los grupos basales se observa la agrupación
del género Gambusia, descartando diferencias significativas en esta región del adn mitocondrial entre los
morfotipos considerados como Gambusia sp., G. longispinis
y G. senilis, lo que apoya la exclusión de las dos prime
ras del listado. Desafortunadamente no se cuenta con
más muestras de bagres (Ictalurus sp.) de Durango, ya
que el estudio morfológico y la secuenciación de estos
probablemente esclarecería la situación incierta de muchos de los ejemplares muestreados, permitiría un me
jor manejo de las especies y delimitaría claramente la
distribución y la introducción de Ictalurus punctatus.
Finalmente se nota gran ambigüedad en la ramifi
cación de la familia Cyprinidae, porque a pesar de agrupar juntos a casi todos los morfotipos no descritos del
género Gila, colocando a Gila sp.1 como un grupo lige
ramente más derivado que el grupo Gila sp.1 - Gila sp.2,
separa radicalmente a Dionda y a Notropis, agrupándo
los con Gila y con Campostoma respectivamente. Cabe
señalar que la familia Cyprinidae es una de las más
diversas en el norte del país, y se desconocen muchos
morfotipos de la misma, por lo que existe controversia
en cuanto a su naturalidad, al grado de que las claves
de identificación existentes se consideran claves artifi
ciales que permiten una determinación superficial, pero
no establecen las relaciones evolutivas y las diferen
cias claras entre las especies e incluso entre géneros.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Se considera de gran importancia incluir mayor número
de secuencias por especie, desarrollar más el proyecto
cbpm para lograr la secuenciación de más especies y
ampliar las regiones geográficas de estudio, de manera
Espinosa-Pérez, H. y C. Lambarri-Martínez. 2017. Diversidad genética de peces. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado.
conabio, México, pp. 422-423.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
423
423
Gila sp. 1
Gila sp. 1
Gila sp. 1
Gila sp. 2
Dionda episcopa
Campostoma anomalum
Notropis chihuahua
Dionda episcopa
Gila sp. 2
Notropis chihuahua
Catostomus plebeius
Moxostoma austrinum
Ictalurus punctatus
Ictalurus punctatus
Oreochromis aureus
Micropterus salmoides
Lepomis gulosus
Lepomis microlophus
Astyanax mexicanus
Astyanax mexicanus
Xiphophorus hellerii
Xiphophorus hellerii
Poeciliopsis occidentalis
Gambusia longispinis
Gambusia senilis
Gambusia senilis
Gambusia sp.
0.05
Narcine vermiculatus
Figura 1. Cladograma de máxima verosimilitud de las secuencias COI-5P de las especies de Durango depositadas en la cnpe-ibunAm.
Fuente: Lambarri-Martínez 2012.
que sea posible afinar y aprovechar el software y los
algoritmos que permitan elaborar no solo cladogramas
locales, sino filogenias que reúnan a toda la fauna ícti
ca de la región.
Además, se hace énfasis en mejorar el tratamiento de
los ejemplares, ya que existe mayor dificultad y error
en la secuenciación de muestras tratadas previamente
con ciertos métodos, lo que obliga a perfeccionar el método de curación, de manera que las muestras se con
serven de la mejor forma y se optimice la obtención de
su adn mitocondrial.
REFERENCIAS
Lambarri-Martínez, C. 2012. Listado y caracterización molecular de la
ictiofauna de Durango. Tesis de licenciatura en Biología. Facultad
de Ciencias, unam, México.
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
424424
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Comunidad de peces
de la parte media
y baja del Nazas
Fernando Alonzo Rojo • Gabriel Fernando Cardoza Martínez • Ignacio López Apodaca • Irma Haydé Martínez Balderas
INTRODUCCIÓN
La cuenca endorreica de Nazas-Aguanaval es la más importante de la Mesa del Norte de México (Miller et al.
2009). La parte media y baja del río Nazas corresponden
a Durango y abarcan los municipios de Indé, Rodeo,
Nazas, Cuencamé, Lerdo y Gómez Palacio. Esta área es
importante para la población local en el aspecto eco
nómico, pues además de que el río representa un sitio
de recreación, existe una pesca importante para obte
ner alimento y especies de ornato.
Con el propósito de conocer la riqueza de la ictio
fauna que habita en la parte media y baja del río Nazas
se realizaron muestreos periódicos en 11 sitios durante
tres años (2009 a 2011) (figura 1 y cuadro 1). Se utiliza
ron redes tipo chinchorro, trampas tipo nasa y atarra
yas de diferentes medidas a fin de obtener la muestra
más representativa en cada lugar. Con estos métodos se
capturó 88% de las especies reportadas en el presente
trabajo. Sólo 12% de las especies restantes fueron re
gistradas por observación directa con los pescadores
de los diferentes embalses (presas y represas) que se
encuentran a lo largo de la parte media y baja del río
Nazas.
DIVERSIDAD
A la fecha, el número de especies presentes en el río
Nazas es incierto. Sin embargo, en el presente estudio
se reportan 24 especies pertenecientes a ocho familias y
19 géneros (apéndice 19 y cuadro 2). Destacan los peces
de la familia Cyprinidae (carpas) con 10 géneros y 12
especies, que representan 50% del total. El resto de las
familias, a excepción de la familia Centrarchidae, está
representada por una o dos especies (cuadro 2 y figura
2). Otros estudios recientes (Pérez-Ponce de León et al.
2010) reportan un total de 23 especies, muy similar a
lo registrado por Valencia Castro (2003), con 27 espe
cies en el plan de manejo del Parque Estatal Cañón de
Fernández; sin embargo, existe variación en cuanto al
número de especies reportado en los trabajos realiza
dos por Soto-Calderón en 1996 y el de Palacios-Villa en
2008, con relación al presente estudio.
DISTRIBUCIÓN
En cuanto a su distribución, destaca que 54% de las especies registradas están ubicadas como introducidas (I),
25% como endémicas regionales (ER), 17% como endé
micas para el río Nazas (EN) y 4% restante pertenece a
una especie del género Ictalurus (conocidos como bagre)
(figura 3). Existen especies con ubicación muy locali
zada o restringida como los organismos de la familia
Poeciliidae: guapote jarocho (Poeciliopsis gracilis), los
cuales únicamente se capturaron en gran abundancia
en las estaciones de Rodeo y Nazas, a diferencia de los
peces pertenecientes al género Astyanax (sardina), que
se pueden considerar generalistas ya que fueron re
gistrados en la mayoría de las estaciones. Esto se debe
probablemente a que ocupan el nivel de media agua a
superficie en la columna de agua (Contreras-Balderas
et al. 2005), y a que nadan generalmente a favor de la
corriente, por lo que están predispuestos a desplazarse
a mayores distancias, sobre todo cuando las compuer
tas de las presas se encuentran abiertas.
Las especies introducidas (carpas, lobinas, tilapias,
mojarras y bagres), sobre todo las que constituyen la
base de las pesquerías en los grandes embalses, se en
cuentran dispersas a todo lo largo del río y en algunas
estaciones de muestreo, como el caso de canal de Sa
cramento y Puentes Cuates, donde representaron más
de 75% de las capturas.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Para los habitantes de las comunidades cercanas al río, la
lobina negra (Micropterus salmoides), la carpa (Cyprinus
carpio), la tilapia (Sarotherodon aureus), el crappie blanco
(Pomoxis annularis), el charal (Menidia sp.) y los bagres
(Ictalurus sp. e I. punctatus) son especies muy impor
tantes ya que constituyen una fuente alternativa de
Alonzo-Rojo, F., G.F. Cardoza Martínez, I. López-Apodaca e I.H. Martínez-Balderas. 2017. Comunidad de peces de la parte media y
baja del Nazas. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 424-430.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
Figura 1. Localización del área de estudio.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
425
425
en Durango. Estudio de Estado
426426
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Cuadro 1. Localización de los sitios de muestreo
No. de
estación
Municipio
Sitio
Latitud
Longitud
1
Indé
Palmito
25° 35’ 32’’
105° 00’ 08’’
2
Indé
San Francisco de Asís
25° 29’ 44’’
104° 52’ 44’’
3
Indé
El Paraíso
25° 25’ 49’’
104° 52’ 06’’
4
Indé
San Rafael Jicorica
25° 22’ 97’’
104° 46’ 05’’
5
Rodeo
Rodeo
25° 07’ 47’’
104° 29’ 57’’
6
Nazas
Amoles
25° 08’ 14’’
104° 26’ 26’’
7
Nazas
Nazas
25° 09’ 40’’
104° 15’ 30’’
8
Lerdo
Presa Francisco Zarco
25° 22’ 24’’
103° 44’ 45’’
9
Lerdo
Cañón de Fernández
25° 22’ 05’’
103° 44’ 46’’
10
Lerdo
Puentes Cuates
25° 27’ 44’’
103° 42’ 28’’
11
Gómez Palacio
Canal de Sacramento
25° 32’ 13’’
103° 28’ 51’’
Fuente: elaboración propia a partir de los datos obtenidos en campo.
alimento. Por otra parte, existen asociaciones de pes
cadores organizados que se dedican a explotar estas
especies a nivel comercial en los embalses que se en
cuentran a lo largo del río (presa Lázaro Cárdenas y
presa Francisco Zarco).
El resto de las especies pudieran tener importancia
ecológica y de conservación, por no ser peces que se
utilizan con fines alimenticios; sin embargo, existen
pocos estudios que determinen el papel ecológico o la
función que cumplen cada uno de ellos dentro del eco
sistema.
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
Del total de especies, seis de ellas se encuentran en alguna categoría de riesgo, de acuerdo con la nom-059semarnat-2010: carpita jorobada (Cyprinella garmani,
figura 4), carpita chihuahuense (Notropis chihuahua, fi
gura 5), carpa Mayrán (Gila conspersa, figura 6) y mata
lote del Nazas (Catostomus nebuliferus, figura 7), las
cuales están clasificadas como especies amenazadas,
que son aquellas que podrían encontrarse en peligro de
desaparecer a corto o mediano plazo si siguen operan
do factores que inciden negativamente en su viabili
dad por modificación de su hábitat o disminución de su
población. La carpita pinta (Rhinichthys osculus, figura
8) está catalogada como extinta (Miller et al. 2009)
(cuadro 2).
PRINCIPALES AMENAZAS
Entre las amenazas que se detectan para la comunidad
de peces del río Nazas están las actividades humanas,
principalmente la destrucción y modificación de la vegetación terrestre, las obras de irrigación, la contaminación
de agua por las actividades minera y agricultura, así
como la introducción de especies exóticas, que por lo
general tienen pocos requerimientos de vida, son agre
sivas y de rápida reproducción, lo que ayuda a que se
distribuyan amplia y rápidamente (Lozano-Vilano et al.
2014), además de que las especies de peces del río Na
zas y en general de las zonas desérticas de México se
encuentran en los llamados grupos primarios o secun
darios (intolerantes o poco tolerantes a la salinidad,
respectivamente).
Por otra parte, Cardoza-Martínez y colaboradores
(2011), al hacer una comparación histórica de las espe
cies de peces registradas para el Nazas, señalan una
disminución en la distribución y abundancia de las es
pecies endémicas, y mencionan que las comunidades
vegetales aledañas al río, que albergan algunos grupos
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
427
427
Cuadro 2. Relación de especies de peces de la parte media y baja del río Nazas
Orden
Familia
Atheriniformes
Atherinopsidae
Characiformes
Characidae
Catostomidae
Cypriniformes
Cyprinidae
Poecillidae
Perciformes
Centrarchidae
Cichlidae
Siluriformes
Total
Ictaluridae
8
Nombre científico
Autoridad
nom-059
Menidia sp.
Distribución
I
Astyanax mexicanus
De Fillipi 1853
I
Astyanax sp.
ER
Catostomus nebuliferus
Garman 1881
Campostoma ornatum
Girard 1856
Carassius auratus
Linnaeus 1758
Codoma ornata
Girard 1856
Ctenopharyngodon idellus
Valenciennes 1844
Cyprinella garmani
Jordan 1885
Cyprinus carpio
Linnaeus 1758
Gila conspersa
Garman 1881
A
EN
Notropis chihuahua
Woolman 1892
A
I
Notropis nazas
Meek 1904
EN
Pimephales promelas
Rafinesque 1820
ER
Rhinichthys cataractae
Valenciennes 1842
ER
Rhinichthys osculus
Girard 1856
Poeciliopsis gracilis
Heckel 1848
I
Lepomis macrochirus
Rafinesque 1819
I
Lepomis megalotis
Rafinesque 1820
I
Micropterus salmoides
Lacépède 1802
I
Pomoxis annularis
Rafinesque 1818
I
Sarotherodon aureus
Steindachner 1864
I
Ictalurus punctatus
Rafinesque 1818
I
A
EN
ER
I
ER
I
A
EN
I
E
Ictalurus sp.
ER
ND
24
A: 4
E: 1
I: 13
ER: 6
EN: 4
ND: 1
Categorías de riesgo: A: amenazada; E: probablemente extinta.
Distribución: ER: endémica regional; EN: endémica del río Nazas; I: introducida.
ND: no determinada.
Fuente: semARnAt 2010 y elaboración propia a partir de los datos obtenidos en campo.
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en Durango. Estudio de Estado
428428
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
14
12
Número de especies
25+17+544R
4%
25%
10
8
6
54%
4
2
Ictaluridae
Centrarchidae
Cichlidae
Characidae
Poecilidae
Catosomidae
Atherinopsidae
Cyprinidae
0
Endémica regional (er)
Endémica del Nazas (en)
Introducida (i)
No determinada (nd)
17%
Figura 2. Número de especies por familia.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos obtenidos en
campo.
Figura 3. Clasificación porcentual de las especies de peces
del río Nazas por su distribución.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos obtenidos en
campo.
de invertebrados como Odonata (libélulas), Himenoptera
(hormigas, abejas, avispas), Orthoptera (saltamontes,
grillos) entre otros; así como las semillas de algunas
acacias (huizaches), fabales (mezquites) y charales (al
gas verdes), forman parte de la alimentación de algu
nos peces, por lo que la destrucción y/o modificación
del bosque de galería y sotobosque de las riberas del
río afecta directamente a la comunidad íctica.
que se muestrearon se encontró que la proporción de
éstas es elevada, por lo que se deberán implementar estrategias que permitan la permanencia de las especies
nativas, tales como preservación de algunos sitios donde existe una mayor variabilidad de especies y baja
dominancia de otras; reproducción en cautiverio de
especies con bajas poblaciones y/o en alguna categoría
de riesgo, para su posterior liberación al ambiente na
tural; y por último, llevar a cabo monitoreos periódi
cos con la finalidad de detectar alteraciones en las
poblaciones. También se debe evitar, en lo posible, que
se sigan introduciendo especies, no sólo de peces sino
de plantas, cangrejos, reptiles, tortugas y anfibios.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
De acuerdo con la distribución y abundancia de los pe
ces, es notorio que las especies invasoras están ganan
do terreno a las nativas; incluso, en algunas estaciones
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
Figura 4. Carpita jorobada
(Cyprinella garmani).
Foto: Fernando Alonzo-Rojo.
Figura 5. Carpita chihuahuense
(Notropis chihuahua).
Foto: Fernando Alonzo-Rojo.
Figura 6. Carpa Mayrán
(Gila conspersa).
Foto: Fernando Alonzo-Rojo.
Figura 7. Matalote del Nazas
(Catostomus nebuliferus).
Foto: Fernando Alonzo-Rojo.
Figura 8. Carpita pinta
(Rhinichthys osculus).
Foto: Fernando Alonzo-Rojo.
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429
429
en Durango: Estudio de Estado
430430La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
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431
Diversidad de especies
Anfibios
Rosaura Valdez Lares • Raúl Muñiz Martínez • Héctor Gadsden Esparza
Gustavo Aguirre León • Rolando González Trápaga • José Gamaliel Castañeda Gaytán
DESCRIPCIÓN
Los anfibios son un grupo de vertebrados representa
dos principalmente por las ranas y sapos (Anura) y que
incluye a otros dos grupos menos conocidos, las sala
mandras (Caudata), a las que muchas personas conocen
únicamente como ajolotes, que es el nombre que se les
da a sus larvas acuáticas, y las cecilias (Gymnophiona),
organismos excavadores que pasan prácticamente toda
su vida bajo tierra y de las que no hay representantes
en Durango.
Los anfibios tienen un ciclo de vida que consta de
dos fases, una larvaria en la que se desarrollan sus
primeras estadios y una terrestre o semiacuática en la
que la mayoría pasa su vida como adulto. El desarrollo
de las larvas puede presentar muchas variantes (Duell
man y Trueb 1986, Duellman 1992); el más común es
mediante larvas acuáticas que sufren una transformación para convertirse en adultos, aunque también
hay algunos organismos que presentan desarrollo di
recto (por ejemplo algunas ranas y cecilias) en los que
las larvas se desarrollan en el interior de las madres y
emergen completamente desarrollados. Otro caso es el
de algunas especies de salamandras, que pasan toda su
vida como ajolotes.
Otra característica que reúne a todos los anfibios es
su piel lisa, altamente glandular y desprovista de esca
mas, por la que ocurre parte de su respiración y absor
ción de agua. Al igual que los reptiles, los anfibios son
animales ectotermos o de sangre fría, que regulan su
temperatura dependiendo de la del medio ambiente
(Pough et al. 2001).
DIVERSIDAD
En México, la riqueza de anfibios es de aproximadamente
361 especies descritas (Flores-Villela y Canseco-Márquez
2004). En Durango se conocen hasta el momento 34
especies de anfibios (Valdez-Lares et al. 2013a, b), de las
cuales tres son salamandras y 31 son ranas y sapos,
pertenecientes a ocho familias (apéndice 20) y que co
rresponden a 9.1% de las especies de México. Las tres
especies de salamandras que habitan en Durango son
similares en su fase adulta: su cuerpo es de color negro
o café oscuro con machas de color amarillo, negras o
rosas, dispersas en el cuerpo y cola (figura 1). Las larvas
o ajolotes, en cambio, tienen un patrón de coloración
diferente que va desde numerosas rayas de color amari
llo intenso en Ambystoma rosaceum a pequeñas man
chas oscuras o ausencia de manchas en Ambystoma
silvensis (Webb 2004).
Las ranas y sapos son más fáciles de observar que
las salamandras, aunque la mayoría son más activos
durante la noche. Estos comprenden la mayor parte de
las especies que se distribuyen en Durango, entre los que
se encuentran ranas arborícolas de la familia Hylidae
como Hyla arenicolor (figura 2) e Hyla eximia, que son
las más comunes en el estado; ranitas terrestres como
Craugastor augusti y Eleutherodactylus saxatilis, y las
ranas semiacuáticas del género Lithobates.
DISTRIBUCIÓN
Los anfibios ocupan una gran diversidad de hábitats y
se distribuyen desde zonas tropicales hasta semidesér
ticas. En el territorio de Durango confluyen dos grandes
provincias biogeográficas, la provincia del Altiplano mexicano de la región Neártica y la provincia de la Sierra
Madre Occidental de la región Neotropical (Morrone
2001), por lo que Durango posee una gran variedad de
ecosistemas (cañadas tropicales, sierras, árido, semiárido,
entre otros), en donde la diversidad de anfibios conforma
un ensamble muy variado debido a que presentan di
ferentes formas y adaptaciones al medio ambiente.
De los anfibios que se encuentran en el estado, los
menos conocidos por la gente son las salamandras o
ajolotes (género Ambystoma), que muy raras veces pue
den ser observados ya que se encuentran asociadas a
Valdez-Lares, R., R. Muñiz-Martínez, H. Gadsden, G. Aguirre-León, R. González-Trápaga y G. Castañeda-Gaytán. 2017. Anfibios. En: La
biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 431-436.
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432
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Salamandra (Ambystoma sp.). Localidad: Agua Llovida.
Foto: Jorge Nocedal.
arroyos de montaña, lagos y otros cuerpos de agua en
hábitats que no han sido fuertemente perturbados.
Algunos sapos, como Incilius occidentalis y Anaxyrus
cognatus (figura 3), son más observados que los llamados
sapos de espuelas Scaphiopus couchii y Spea multiplicata,
ya que éstos, al igual que la ranita Gastrophryne
olivacea, son de hábitos fosoriales, es decir, pasan la
mayor parte del tiempo escondidos bajo tierra, debido
a que se distribuyen sobre todo en la parte semidesér
tica del estado en donde la disponibilidad de agua es
escasa, así que están adaptados a vivir enterrados para
conservar la humedad de sus cuerpos y evitar la deshi
dratación.
La porción del estado en la que se ha reportado un
mayor número de especies es la centro-occidental,
correspondiente a los municipios de San Dimas, Pue
blo Nuevo y Durango (figura 4). Tan sólo en el municipio de Pueblo Nuevo se han registrado 20 de las 34
especies que se enlistan para el estado, incluyendo
las siete especies de ranitas terrestres de la familia
Brachycephalidae, la mayoría de ellas conocidas hasta
el momento sólo para este municipio.
Figura 2. Rana arborícola (Hyla arenicolor). Localidad: Tres
molinos.
Foto: Gerardo Martín.
SITUACIÓN Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
En el estado se distribuyen 19 anfibios endémicos de México, 14 no endémicos y una especie introducida (apéndice 20). De acuerdo con la nom-059 (semarnat 2010),
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Diversidad de especies
433
Figura 3. Sapo (Anaxyrus cognatus). Localidad: Mapimí.
Foto: Alberto González.
nueve especies se encuentran en la categoría de pro
tección especial (Pr) y únicamente una en la categoría
de amenazada (A). Del total de especies, 33 han sido
evaluadas por la Unión Internacional para la Conserva
ción de la Naturaleza (uicn) para su inclusión en algu
na categoría del estatus de conservación (uicn 2015),
26 de las cuales se consideran de preocupación menor
(LC), tres con datos insuficientes para incluirlos en al
guna categoría (DD) y una como casi amenazada (NT);
sólo tres especies están consideradas en las categorías
de riesgo: dos vulnerables (VU) y una en peligro de
extinción (EN).
De las especies enlistadas para Durango que figuran
en la nom-059, hasta el momento ninguna ha sido eva
luada por medio del método de evaluación de riesgo de
las especies (MER) para corroborar su estatus y justificar su inclusión en el listado de esta norma (semarnat
2010). Del resto, Spea multiplicata ya ha sido evaluada,
pero no se consideró necesario incluirla en alguna ca
tegoría de riesgo (Sánchez et al. 2007). Un ejemplo de
una especie cuya necesidad de ser evaluada sobresale,
es la ranita terrestre Eleutherodactylus saxatilis, especie
endémica de México que está considerada por la uicn
como en peligro de extinción (EN), debido a que su
área de distribución se restringe a menos de 5 000 m2
y su hábitat continúa deteriorándose (Santos-Barrera y
Canseco-Márquez 2004).
Otro caso notable es el de la especie de rana Lithobates
chiricahuensis (figura 5), considerada como amenazada
(A) por la nom-059 y como vulnerable (VU) por la uicn,
en esta última debido a que se ha documentado que
algunas poblaciones, principalmente de Estados Unidos,
han disminuido drásticamente en los últimos años
(Santos-Barrera et al. 2004). Esta especie fue reciente
mente estudiada en algunas localidades del centro de
Durango y se observó que, en esta porción de la enti
dad, las poblaciones son grandes en número y aparen
temente estables (Streicher et al. 2012). Lo anterior
resalta la necesidad de tener un enfoque local en el
estudio de las especies para determinar su situación
actual y tener un panorama claro a nivel estatal y na
cional de sus necesidades de conservación.
PRINCIPALES AMENAZAS
En los últimos años, los anfibios han sido objeto de numerosos estudios debido al declive a nivel mundial de
sus poblaciones, causado por una gran cantidad de factores, entre ellos enfermedades, contaminación, destrucción
del hábitat y cambio climático (Young et al. 2001). Ade
más, las especies exóticas invasoras son reconocidas
como una de las principales amenazas a la diversidad
biológica, ya que afectan la integridad y función de los
ecosistemas (cdb 2009). Sin embargo, los estudios que
abordan la ecología y el estado de conservación de las
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434
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 4. Número de especies de anfibios registradas por municipio en el estado.
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Diversidad de especies
435
Figura 5. Rana (Lithobates chiricahuensis). Localidad: Rancho El Durangueño, Canatlán.
Foto: Rolando González.
poblaciones de anfibios en Durango son escasos (p.e.
Anderson y Webb 1978, Streicher et al. 2012), lo que dificulta llevar a cabo acciones de conservación apropiadas.
Muchos son los factores que pueden afectar actual
mente las poblaciones de anfibios de Durango y de los
que no se tiene conocimiento. Cambios drásticos en las
temperaturas y patrones de precipitación, como la pro
longada sequía que ha sufrido el estado en los últimos
años, pueden ocasionar serias disminuciones a las po
blaciones, e incluso llegar a causar la extinción de es
pecies con requerimientos particulares o distribución
restringida. Este fenómeno ya ha sido documentado
en algunos países, como la extinción del sapo dorado
(Incilius periglenes) de Costa Rica (Pounds y Crump 1994).
Incluso especies abundantes pueden verse afectadas en
un corto periodo de tiempo cuando los eventos climá
ticos extremos se combinan con enfermedades, como
la quitridiomicosis, causada por el hongo quítrido de
los anfibios (Batrachochytrium dendrobatidis), que ya ha
sido encontrado en varias especies de anfibios en Mé
xico (Frías-Álvarez et al. 2008).
La especie conocida comúnmente como rana toro
(Lithobates catesbeianus) ha sido señalada como una posible dispersora de esta enfermedad (Daszak et al.
2004). Esta especie fue introducida hace ya mucho tiempo en Coahuila y ahora se encuentra en Chihuahua
(Lemos-Espinal y Smith 2007), Durango (Estrada-
Rodríguez et al. 2004, Gadsden et al. 2006), Sinaloa,
Veracruz y otros estados del país, llegándose a considerar
una peste en algunos lugares (Santos-Barrera et al. 2009).
Especies introducidas de peces también pueden repre
sentar una seria amenaza para el desarrollo y supervi
vencia de las larvas de anfibios (Blaustein y Wake 1995).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Como se puede constatar, el estudio de los anfibios en
Durango tiene aún muchas interrogantes por contes
tar. El inventario de especies puede verse modificado
conforme se genere más información de este grupo,
sobre todo a nivel municipal, ya que la mayoría cuenta
actualmente con cinco o menos especies registradas (figura 4, apéndice 20). El listado que aquí se proporciona,
pretende servir de punto de partida para lograr un ma
yor entendimiento de este grupo de vertebrados. Como
se mencionó anteriormente, es difícil, si no imposible,
hacer recomendaciones y tomar medidas de conserva
ción o manejo para un grupo del que se tiene muy poco
conocimiento a nivel local. Por esto, se resalta la nece
sidad de impulsar la investigación en áreas ligadas a
la ecología de anfibios en Durango para poder contar
con bases para desarrollar e implementar las medidas
necesarias para asegurar, no sólo la permanencia o recuperación de las poblaciones de anfibios, sino para salvaguardar la salud de los ecosistemas en general.
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436
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
438438La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
La rana toro
(Lithobates catesbeianus), especie exótica e invasora
introducida en el Parque Estatal Cañón de Fernández (pecf)
Omag Cano Villegas • José Gamaliel Castañeda Gaytán • Amorita Ivonne Salas Westphal
INTRODUCCIÓN
Una de las principales amenazas para el equilibrio de
los ecosistemas es la presencia de especies exóticas,1
invasoras2 y altamente dañinas como la rana toro
(Lithobates catesbeianus) y otras especies de agua dulce.
Su introducción puede ser accidental, generalmente en
transportes, comercio o por actividades humanas diversas como mascota, ornato, alimento, etc. (canei 2010).
La magnitud del impacto de estas invasiones biológi
cas puede llegar a ser enorme en términos ecológicos,
sobre todo en ecosistemas que se consideran aislados
por barreras geográficas, que dificultan la dispersión
de las especies (como montañas, ríos y desiertos), por lo
que el riesgo es mucho mayor que en regiones abiertas
(Aguirre-Muñoz et al. 2009).
En las áreas naturales protegidas (anp), como el Parque Estatal Cañón de Fernández (decretado sitio Ram
sar No. 1747 por sus beneficios como refugio, corredor
biológico y riqueza en biodiversidad), se debe tener especial precaución para evitar la introducción de espe
cies exóticas e invasoras, o bien, establecer programas
para manejar las especies nativas, pues estos sitios juegan un papel muy importante como refugios, donde se
debe promover y garantizar el mantenimiento de la salud
integral de los ecosistemas (Flores-Aldana 2007). Des
graciadamente para el anp ya se tiene registro de la
introducción de algunas especies consideradas como in
vasoras, por ejemplo, la rana toro (L. catesbeianus), el acocil rojo (Procambarus clarkii) y la carpa común (Cyprinus
carpio), entre otras, principalmente con fines de auto
consumo o comercio a nivel regional (Valencia 2003,
Gadsden et al. 2006, Hernández et al. 2008).
1 No son nativas o “pioneras” del lugar.
2 Se adaptan a las condiciones locales y sus poblaciones crecen de
manera desmedida, utilizan el nicho espacial y los recursos que
antes aprovechaban las especies nativas, inclusive es muy común
que se conviertan en depredadoras voraces.
LA RANA TORO
(Lithobates catesbeianus)
Esta especie es una rana norteamericana de gran tama
ño (hasta 50 cm de longitud) y posee una gran capaci
dad colonizadora por su habilidad de adaptación a
prácticamente cualquier cuerpo de agua (ÁlvarezRomero et al. 2005). Son depredadores altamente vora
ces y oportunistas que pueden competir con especies
nativas de anfibios por espacio y recursos (Wang y Li
2009). Los machos se caracterizan por una coloración
amarillenta en la garganta y un tamaño del tímpano
mayor que el del globo ocular (figura 1), emiten un
llamado (similar a un burro o vaca) que sirve para atraer
hembras y defender su territorio de otros machos. Las
hembras no poseen una coloración distintiva (figura 2)
ni son territoriales, generalmente recorren grandes
distancias en busca de sitios de ovoposición, los cuales
son defendidos y custodiados por el macho (Bee y
Gerhardt 2001).
LA RANA TORO COMO DEPREDADOR
EXÓTICO EN EL PECF
En 2012 se realizó un estudio acerca del papel como
depredador exótico de la rana toro en el anp Cañón de
Fernández para dar a conocer la magnitud del daño que
causa esta especie y proponer estrategias para su con
trol y erradicación (figura 3). En dicho estudio se colec
taron 30 individuos en estado silvestre y se extrajeron
los contenidos estomacales parcialmente digeridos.
Las muestras más frecuentemente recuperadas fueron
escarabajos (orden Coleoptera), abejas y avispas (orden
Hymenoptera), mariposas (orden Lepidoptera), arañas
(orden Aranae), cochinillas (orden Isopoda), caballitos
del diablo y libélulas (orden Odonata), entre otros in
vertebrados como el acocil rojo (P. clarkii).
En el pecf la rana toro (R. catesbeianus) cohabita con
anfibios nativos como la rana leopardo (L. berlandieri), el
Cano-Villegas, O., G. Castañeda-Gaytán y A.I. Salas-Westphal. 2017. La rana toro (Lithobates catesbeianus), especie exótica e invasora
introducida en el Parque Estatal Cañón de Fernández (pecf). En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México,
pp. 438-441.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
Figura 1. Macho de rana toro (L. catesbeianus).
Foto: Carlos Galindo Leal/Banco de imágenes conabio.
Figura 2. Hembra de rana toro.
Foto: Víctor Hugo Luja/Banco de imágenes conabio.
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en Durango. Estudio de Estado
440440
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Figura 3. Sitios de presencia de rana toro en el Parque Estatal Cañón de Fernández (pecF), 2012.
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Diversidad de especies
sapo verde (Anaxyrus debilis) y la rana olivo (Gastrophryne
olivacea), los cuales se encuentran sujetos a protección
especial (Pr) por la norma mexicana 059 (semarnat
2010), pero se conoce poco sobre los efectos de depre
dación de la rana toro sobre las poblaciones de los an
fibios nativos (Gadsden et al. 2006, Cano-Villegas 2013).
Diversidad de especies
441
441
Álvarez-Romero, J., R.A. Medellín, H. Gómez de Silva y A. Oliveras de
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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Es necesario dar continuidad a las investigaciones, pues
aunque no se encontró evidencia de que la rana toro
consuma a las especies de anfibios en estatus especial
de conservación, aún no se puede estimar el grado de
impacto que genera.
En conclusión, la amenaza de la rana toro está laten
te; de acuerdo con las evidencias y la información dispo
nible, la rana toro es una especie muy grande, voraz y
bien adaptada a las condiciones del Cañón de Fernández,
se considera altamente competitiva por su éxito reproductivo, por su facilidad para acaparar espacios y recursos alimenticios, además de contar con pocos enemigos
naturales. Este es un claro ejemplo de la desatención e
ignorancia sobre las consecuencias que tiene la mani
pulación de animales exóticos y su liberación en hábi
tats de vida silvestre.
Se necesitan estudios específicos sobre el tamaño de
sus poblaciones y de las poblaciones de sus presas, preferencia de hábitat, la dieta de los adultos, aspectos
reproductivos, así como proponer estrategias de con
trol y erradicación.
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Diversidad de especies
Reptiles
Rosaura Valdez Lares • Héctor Gadsden Esparza • Raúl Muñiz Martínez • José Gamaliel Castañeda Gaytán • Gustavo Aguirre León
DESCRIPCIÓN
Los reptiles son animales de formas y comportamien
tos muy variados que, sin embargo, poseen ciertos atri
butos en común. Dentro de este grupo se encuentran
las tortugas (Testudines), las serpientes, lagartos y lagartijas (Squamata), los cocodrilos (Crocodylia) y el tuatara (Rhyncocephalia). Todos ellos se caracterizan por
tener una piel recubierta de escamas o escudos que los
protegen contra la desecación, y por ser animales ec
totermos, lo que significa que regulan su temperatura
en respuesta a la temperatura del medio ambiente
(Young 1977). Es por esto que algunos reptiles tienen
largos periodos de hibernación durante el invierno o
permanecen inactivos durante las horas más frías del
día hasta que la temperatura es adecuada para poder
realizar sus actividades, como conseguir alimento y
reproducirse. Por lo tanto, si la capacidad de regular la
temperatura de cualquier organismo ectotermo se ve
comprometida, la reproducción, el crecimiento y la persistencia de sus poblaciones pueden disminuir crítica
mente (Gadsden y Castañeda 2012).
a diferentes hábitats y hábitos. Las hay semiacuáticas,
como las culebras del género Thamnophis; especies sa
xícolas, que viven en grietas entre rocas, como algunas
lagartijas de los géneros Xantusia y Sceloporus; espe
cies arborícolas, como la culebra Oxybelis aeneus, y al
gunas otras lagartijas del género Sceloporus; algunas
con dietas particulares, como las lagartijas del género
Phrynosoma, que se alimentan principalmente de hormigas (Montanucci 1989); y algunas especies que viven
prácticamente toda su vida bajo tierra, como la culebra
ciega Leptotyphlops segregus.
Sin embargo, una característica hace que un grupo de
reptiles sobresalga: las especies venenosas, entre las que
se encuentran las víboras de cascabel (género Crotalus),
reconocidas por la mayoría de las personas, y el lagar
to conocido como escorpión mexicano (Heloderma
horridum), una de las dos únicas especies de lagartos
venenosos en México. Probablemente este último sea
menos conocido en Durango ya que es una especie poco
común y su presencia en el estado no fue registrada
hasta hace poco (Muñiz-Martínez y Rojas Pérez 2009).
DIVERSIDAD
México cuenta con una gran riqueza herpetofaunística
(anfibios y reptiles). De las 1 165 especies que se conocen
actualmente, alrededor de 800 son reptiles (FloresVillela y Canseco-Márquez 2004). En Durango se han
registrado un total de 123 especies de reptiles (Muñiz
Martínez et al. 2014; Valdez-Lares et al. 2013, 2015), entre
ellas cinco tortugas, 58 lagartijas y 60 serpientes (apén
dice 21), correspondientes a 58 géneros y 18 familias.
Las tortugas de los géneros Kinosternon y Trachemys
son de agua dulce y habitan en los ríos, presas, lagunas y
otros cuerpos de agua. A diferencia de éstas, las tortugas
del género Gopherus son animales terrestres que habi
tan la zona del semidesierto y que pasan la mayor parte
del tiempo en madrigueras que excavan bajo tierra.
Dentro del variado grupo de serpientes, lagartos y
lagartijas en el estado, se encuentran especies adaptadas
DISTRIBUCIÓN
Existen zonas en la entidad que han recibido más aten
ción que otras en cuanto a estudios de herpetofauna y
en donde se tiene un mayor conocimiento de las espe
cies de reptiles que están presentes. En el noreste del
estado destacan dos regiones que forman parte del De
sierto Chihuahuense, la Reserva de la Biosfera de Mapimí y la Comarca Lagunera, compartidas con los estados
colindantes de Chihuahua y Coahuila. En los últimos
años se han realizado varios estudios sobre la herpeto
fauna de esta zona (p.e. Castañeda-Gaytán et al. 2005,
Gadsden et al. 2006, Estrada-Rodríguez et al. 2006, 2008).
También la porción centro-occidental del estado cuenta
con diversos estudios que hacen referencia a su herpe
tofauna (p.e. Webb y Baker 1962, Webb 1984).
Los municipios en los que se han reportado un ma
yor número de especies son Lerdo, Durango, Pueblo
Valdez-Lares, R., H. Gadsden, R. Muñiz-Martínez, G. Castañeda-Gaytán y G. Aguirre León. 2017. Reptiles. En: La biodiversidad en
Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 443-449.
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444
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Número de especies de reptiles endémicos e incluidos en alguna categoría de riesgo
Grupo
Especies
en Durango
Endémicas
de México
No.
Endémicas
de Durango
nom-059
uicn
%
No.
%
No.
%
No.
%
Tortugas
5
3
60.00
0
0.00
3
60.00
2
40.00
Lagartijas
58
27
46.50
1
1.70
18
31.00
1
1.70
Serpientes
60
21
35.00
2
3.30
26
43.30
2
3.30
123
51
41.40
3
2.40
47
38.20
5
4.00
Total
Nuevo, Tlahualilo, Gómez Palacio y San Dimas (entre 33
y 54 especies), correspondientes a las zonas menciona
das (figura 1). En los municipios restantes se ha registrado un menor número de especies e, incluso, de algunos
aún no se tiene registro de las especies presentes.
SITUACIÓN Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
Del total de especies de reptiles registradas en Durango,
47 se encuentran listadas por la Norma Oficial Mexi
cana nom-059 (semarnat 2010) (cuadro 1 y apéndice
21): 23 están consideradas en la categoría de protección
especial (Pr), 21 en la categoría de amenazadas (A) y
tres en peligro de extinción (P).
Las tres especies de reptiles consideradas en peligro
de extinción por la nom-059 (semarnat 2010), son las
lagartijas Xantusia bolsonae (figura 2), Uma paraphygas
(figura 3) y la tortuga terrestre Gopherus flavomarginatus
(figura 4), que se distribuyen únicamente en una parte
de la zona semiárida del estado (Bolsón de Mapimí),
por lo que su supervivencia está directamente relacio
nada a la conservación de este hábitat.
Por su parte, 108 de las especies de reptiles enlista
das para Durango han sido evaluadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (uicn),
y a excepción de seis especies que son consideradas
con datos insuficientes (DD), el resto se incluyeron en
alguna categoría del estatus de conservación de las es
pecies (uicn 2013). Únicamente cinco especies están
consideradas dentro de alguna categoría de amenaza:
cuatro vulnerables (VU) y una en peligro de extinción
(EN); se trata de la culebra de hábitos semiacuáticos
Thamnophis melanogaster, que se incluyó en esta cate
goría debido a que se ha registrado una reducción drás
tica de sus poblaciones asociado a la destrucción de su
hábitat, principalmente por la contaminación de los
cuerpos de agua (Vázquez-Díaz y Quintero-Díaz 2007). El
resto se encuentran listadas como de preocupación me
nor (LC) o casi amenazadas (NT) (apéndice 21).
De las 123 especies enlistadas para Durango, 41.4%
son endémicas de México, lo que significa que su dis
tribución se restringe a zonas dentro del territorio na
cional, y de éstas, sólo tres son consideradas endémicas
de Durango ya que hasta el momento no han sido regis
tradas en ningún otro estado de la república (cuadro 1).
La lagartija Xantusia bolsonae es una de las tres es
pecies endémicas de Durango. Es de hábitos nocturnos
y crepusculares, está adecuada a vivir en grietas entre
rocas y abajo de ellas y se encuentra únicamente en
algunas zonas de los municipios de Cuencamé, Lerdo
y Tlahualilo (Webb 1970, Flores-Villela et al. 1990, He
dges et al. 1991).
Las otras dos especies endémicas de Durango son
dos culebras, muy parecidas en forma y que se distri
buyen en la parte central de la Sierra Madre Occidental.
Adelophis foxi se describió en 1968 (Rossman y Blaney
1968) con ejemplares colectados en el municipio de
Pueblo Nuevo y desde hace más de 30 años no se ha
vuelto a registrar. Tamnophis nigronuchalis es conocida
en varias localidades de los municipios de Durango, Pueblo Nuevo y San Dimas (Thompson 1957, Wood et al.
2011). Sin embargo, muchos aspectos de la ecología y
distribución actual de estas dos especies son aún des
conocidos, razón por la cual la uicn (2013) las enlista
en la categoría de DD.
PRINCIPALES AMENAZAS
La pérdida y degradación de los hábitats, las enferme
dades, la contaminación, las especies invasoras intro
ducidas, la extracción de reptiles de su hábitat para
su uso y comercio, así como el cambio climático, son
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Diversidad de especies
Figura 1. Número de especies de reptiles registradas por municipio en la entidad.
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445
446
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 2. Lagartija nocturna del Bolsón (Xantusia bolsonae), considerada en peligro de extinción por la nom-059.
Foto: Héctor Gadsden.
algunas de las causas que se han detectado a nivel
mundial como causantes del declive y la pérdida de las
poblaciones de reptiles (Todd et al. 2010).
En México, desde el año 2001 se comenzó a imple
mentar el método de evaluación de riesgo de las especies
(mer) como instrumento para que una especie pueda
ser incluida en la nom-059 o cambiar la categoría de
riesgo actual (Sánchez et al. 2007). En la versión actual
de esta norma se señalan como evaluadas únicamente
dos de las especies de lagartijas presentes en Durango,
X. bolsonae y Uta stansburiana (semarnat 2010).
En su evaluación, X. bolsonae fue considerada en la ca
tegoría de amenazada mencionando que se desconocen
datos históricos sobre el estado de sus poblaciones, así
como la situación actual del hábitat con respecto de las
necesidades de esta especie (Flores-Villela y RubioPérez 2008a). Actualmente se señala como en peligro
de extinción. Se ha considerado que el mayor riesgo que
enfrenta esta especie es su extracción del medio natural
para el comercio en el mercado de mascotas en México y
en el extranjero (Fitzgerald et al. 2004). Por su parte, la
uicn considera que esta especie se categriza como DD
debido a la incertidumbre en cuanto a su rango preciso de
distribución, el estatus de sus poblaciones y de sus re-
querimientos ecológicos, mencionando que las mayores
amenazas que enfrenta se relacionan con su rango de
distribución restringida (Gadsden y Santos-Barrera 2007).
De igual manera U. stansburiana fue evaluada y co
locada en la categoría de protección especial, identifi
cándose como factores de riesgo para esta especie los
depredadores introducidos en las islas donde habita, así
como la alteración de su hábitat por actividades huma
nas (Flores-Villela y Rubio-Pérez 2008b). Esta especie
se encuentra actualmente en la categoría de amenaza
da (semarnat 2010) y al igual que la lagartija de arena,
U. paraphygas, recientemente se ha señalado que sus
poblaciones pueden llegar a verse seriamente afectadas
en los próximos años debido al calentamiento global y
a la reducción de su hábitat natural (Ballesteros-Barrera
et al. 2007, Gadsden y Castañeda 2012).
Las amenazas particulares que sufren el resto de las
especies en la entidad no son conocidas o no han sido
documentadas. Tampoco se ha estudiado el efecto de
las dos especies de reptiles introducidas que se han
registrado en Durango, la cuija Hemidactylus turcicus
(LemosEspinal et al. 2001) y la culebra ciega de maceta Rhamphotyphlops bramminus (Guzmán y MuñizMartínez 1999).
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Diversidad de especies
Figura 3. Lagartija de arena (Uma paraphygas), considerada en peligro de extinción por la nom-059.
Foto: Gerardo Martín.
Figura 4. Tortuga del Bolsón (Gopherus flavomarginatus), considerada en peligro de extinción por la nom-059.
Foto: Gerardo Martín.
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447
448
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
CONCLUSIONES
Y RECOMENDACIONES
En general el estudio de la herpetofauna en el estado
se ha desarrollado a un ritmo pausado y esporádico. El
conocimiento del grupo de reptiles en Durango presen
ta muchas oportunidades de estudio ya que por ahora
únicamente se tiene un panorama general de la biodi
versidad de este grupo y, por lo tanto, será necesario
llegar a profundizar en su distribución, diversidad, ta
xonomía y ecología, para determinar integralmente las
necesidades para su preservación, conservación y su
posible uso sustentable.
Determinar con certidumbre cuáles fueron los pro
cesos para producir esta biodiversidad de reptiles en el
estado debe ser motivo de constante estudio. También
se requiere conocer con precisión las áreas de mayor
biodiversidad y endemismos de reptiles y su relación
en la conservación de áreas naturales del estado, para
lo cual es de gran apoyo el campo de la biogeografía,
por lo que es muy importante incrementar la investi
gación dentro de esta temática.
Dada la enorme destrucción de ecosistemas y recur
sos naturales en los diferentes biomas del estado, un
reto importante será el generar conciencia social sobre
la necesidad e importancia ecológica de conservar la
biodiversidad de los reptiles, a la par de impulsar la investigación sobre especies de importancia económica y
especies de importancia para la salud pública, como el
caso de serpientes y saurios venenosos, que permita un
mayor conocimiento y un mejor aprovechamiento, sin
el espectro de la declinación de poblaciones y su even
tual extinción.
El fenómeno conocido como cambio climático glo
bal representa un desafío sobre cómo afrontar las nue
vas condiciones climáticas que se están dando y que
continuarán en las próximas décadas en el planeta, y la
forma de mitigarlas para intentar la conservación de
las especies. Se tendrá que contribuir al conocimiento
de los efectos de este factor en el mayor número posi
ble de especies de reptiles.
Finalmente, un aspecto que ha sido crítico en las últimas décadas, dada la riqueza de reptiles en el país y
la necesidad de su investigación dentro de los diferen
tes campos, es la formación de recursos humanos en el
estado, que aun cuando en el presente se ha incremen
tado, las problemáticas mencionadas requerirán de la
participación de un mayor número de herpetólogos
dispuestos a afrontar los retos que representan el es
tudio de los reptiles y su conservación.
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
450450La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Extinción de lagartijas
del género Sceloporus por
el calentamiento global, proyección de un modelo de extinción mundial
Héctor Gadsden Esparza • Rosaura Valdez Lares • José Gamaliel Castañeda Gaytán • Raúl Muñiz Martínez
INTRODUCCIÓN
La expresión generalizada de calentamiento global es
una manera común de referirse al fenómeno del incre
mento de la temperatura media del planeta y se asocia a
un cambio climático que puede manifestarse por causas
antropogénicas o de otra índole. El cambio climático lo
han demostrado las observaciones científicas del incre
mento de la temperatura media de la atmosfera y del
océano, de la fusión extensa de nieves y hielos, del incre
mento del promedio mundial del nivel del mar, pérdida
del permafrost (capa de hielo permanentemente conge
lada en los niveles superficiales del suelo de las regiones
muy frías), y efectos diversos en los ecosistemas y su
biodiversidad. De acuerdo a los informes del Panel Inter
gubernamental de Cambio Climático (ipcc) de la onu,
el principal efecto que causa el calentamiento global es el
efecto invernadero, término que se refiere a la absorción
por ciertos gases atmosféricos (fundamentalmente H2O,
seguido por CO2 y O3) de una fracción de la energía que
refleja el suelo, como consecuencia de haber sido calen
tado por la radiación solar (Kiehl y Trenberth 1997). De
acuerdo con la evaluación de los ecosistemas del último
milenio, es posible que antes del fin de este siglo el cam
bio climático se convierta en la fuerza directriz dominan
te de la pérdida de la diversidad biológica (ipcc 2007).
EFECTO DEL CALENTAMIENTO
GLOBAL SOBRE LA BIODIVERSIDAD
El cambio climático ha afectado y continuará afectando
la diversidad biológica. Debido al rápido ritmo con el
que está ocurriendo este fenómeno climático, plantas y
animales presentan problemas de adaptación, resultando en cambios en la distribución de especies, aumento de
las tasas de extinción, cambios en los tiempos de reproducción y en los patrones de migración de aves, así
como modificaciones en los patrones de crecimiento de
las plantas, entre otros (cdb 2003).
Como ejemplo paradigmático de lo anterior, el objeti
vo de este trabajo es difundir cómo las extinciones de
lagartijas en el planeta se están extendiendo actualmen
te con celeridad en diversas regiones del mundo, inclu
yendo México y sus estados del norte, como Durango.
Esto demanda estudios integrales y pluridisciplinarios
de este fenómeno ambiental el cual está abatiendo la
biodiversidad de las lagartijas al cambiar sus hábitos
conductuales para poder sobrellevar, al menos temporal
mente, los efectos del cambio climático global. También
se requiere analizar su nexo con una diversidad de pará
metros incluyentes que apenas se empiezan a correlacio
nar para comprender cómo opera este evento ambiental
multidimensional y llegar a mitigar en la medida de lo
posible sus efectos (Gadsden y Castañeda 2012).
El calentamiento global está llevando a la extinción
a poblaciones locales y especies de lagartijas en el
mundo (Sinervo et al. 2010a). De hecho, el Convenio
sobre la Diversidad Biológica (cdb) firmado en 1992 en
el marco de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro,
Brasil, enfatiza al cambio climático global como una
de las cinco principales causas de la pérdida de biodi
versidad. Durango no es la excepción y las lagartijas
que se encuentran distribuidas en él también están
subordinadas a esta amenaza general. Las repercusio
nes del calentamiento global sobre las especies se re
flejan por cambios en su distribución geográfica, ya sea
por medio de desplazamientos latitudinales o altitudi
nales. Otro efecto ecológico de este fenómeno climáti
co sobre las especies son los cambios en los ritmos y
épocas de sus ciclos vitales como la reproducción o en
el comportamiento. Sin embargo, las especies incapaces
de adaptarse, están destinadas a extinguirse. Este es el
caso de un número considerable de lagartijas de los
cinco continentes y en específico del norte de México,
cuyas limitaciones intrínsecas de la fisiología y com
portamiento les impiden responder con prontitud al
Gadsden, H., R. Valdez-Lares, G. Castañeda-Gaytán y R. Muñiz-Martínez. 2017. Extinción de lagartijas del género Sceloporus por el
calentamiento global, proyección de un modelo de extinción mundial. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado, conabio.
México, pp. 450-454.
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Diversidad de especies
ritmo actual del incremento de la temperatura global
(Etterson y Shaw 2001, Huey et al. 2003, Harte et al. 2004).
En el mundo se han descrito 5 100 especies de lagar
tijas, de las cuales 51 se reportan en el estado (ValdezLares et al. 2013). El estudio de Sinervo et al. (2010a)
predice que si no se disminuye la tasa actual de emisio
nes de CO2, para 2080 se habrá extinguido 20% de las
especies de lagartijas del planeta, esto significa que
para el caso de Durango, alrededor de 10 especies po
drían estar extintas para ese año.
Del total de 22 géneros de lagartijas presentes en
Durango, Sceloporus es el más representativo con un
total de 22 especies (Valdez-Lares et al. 2013), razón por
la cual la presente contribución se centra en la amenaza
potencial de extinción de varias especies de este géne
ro a causa de un aumento continuo en las emisiones de
CO2. Se hace hincapié en este género debido que Siner
vo y colaboradores (2010a, 2010b) desarrollaron una
algoritmo matemático de riesgo de extinción por el calentamiento global basado inicialmente en el estudio
de varias poblaciones de la especie vivípara Sceloporus
serrifer que nos manifiesta las horas de restricción de
sus actividades ecológicas diarias, que la conducen a
la extinción o persistencia, y que en realidad resulta ser
un modelo general para predecir extinción de lagarti
jas, ya sean del género Sceloporus o de cualquier otro.
Este algoritmo incluyó variables climáticas y variables
fisiológicas relacionadas con los requerimientos de temperatura de estos reptiles.
GÉNERO Sceloporus
Es un género de lagartijas muy diverso, con más de 90
especies descritas a nivel mundial, y un buen número
son endémicas de México (Leaché 2010, Valdez-Lares et
al. 2013). Algunas especies habitan diversos ecosistemas
insulares en el Desierto Chihuahuense y en el noreste
de Durango; varias de ellas son vivíparas (Sceloporus
lineolateralis, Sceloporus grammicus, Sceloporus poinsettii,
Sceloporus jarrovii (figura 1), y Sceloporus torquatus), ca
racterística reproductora que se originó evolutivamente como una adaptación a los ambientes fríos
(Guillette Jr. 1993).
Al estudiar 48 especies de lagartijas mexicanas del
género Sceloporus con las que varios científicos habían
trabajado anteriormente en distintas zonas de México
(Sinervo et al. 2010b), se descubrió que muchas de ellas
habían desaparecido localmente, no obstante que su
hábitat seguía aparentemente prístino.
Diversidad de especies
451
451
Entre los años 2006-2009 se comprobó que en 200
localidades estudiadas entre 1975-1995, 12% de las po
blaciones de Sceloporus había desaparecido, y en algunas
zonas este valor se incrementaba mucho más (Sinervo
et al. 2010b).
MODELO PREDICTIVO
Con el fin de explorar si el calentamiento global era la
causa de estas extinciones, se elaboraron modelos físicos
de lagartijas con sensores de temperatura acoplados a
aparatos que registraran las temperaturas de distintos
microambientes, con la finalidad de medir la tempera
tura operativa. Dzialowski (2005) midió las temperatu
ras en distintas condiciones naturales durante varios
meses, tanto en localidades donde las poblaciones de
Sceloporus serrifer habían sobrevivido (norte de Yucatán)
como donde habían desaparecido (sur de Yucatán), ob
teniendo resultados innegables. En los sitios donde se
habían producido extinciones, las lagartijas no habían
tenido tiempo de alimentarse ni reproducirse adecua
damente, debido a que las altas temperaturas les deben
haber exigido permanecer la mayor parte del tiempo
en sus refugios. El siguiente paso fue desarrollar el
algoritmo matemático de riesgo de extinción para cal
cular las horas de restricción de la actividad de esta
lagartija [hr = 6.12 + 0.74 × (Tmax Tb)], en las cuales la
temperatura máxima (Tmax) de su ambiente se mantenía
por arriba de la temperatura media de su cuerpo (Tb). En
este caso de S. serrifer se sugiere que la extinción ocurre
cuando hr excede las cuatro horas. Asimismo, Sinervo et
al. (2010a, 2010b) calibraron este valor de hr en diversos
sitios de extinción/persistencia para Sceloporus y el me
jor valor para predecir extinción de especies es cuando
las horas de restricción (hr) exceden las 3.8 horas de actividad.
VALIDACIÓN DEL MODELO
Posteriormente, los resultados fueron validados ampliamente con trabajo de campo en distintas zonas de Mé
xico en donde se detectaron extinciones poblacionales.
Por ejemplo, Sceloporus mucronatus en Chapa de Mota en
el Estado de México, Sceloporus anahuacus en el alber
gue del cerro del Ajusco a los 3 200 msnm en la Ciudad
de México, y Sceloporus grammicus en la sierra Tolman
en el Estado de México (Sinervo et al. 2010b). De esta
forma se observó que el modelo predecía significativa
mente lo que ya era posible comprobar en la naturaleza.
En algunos casos, la extinción era más rápida de lo
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en Durango. Estudio de Estado
452452La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Figura 1. Lagartija espinosa (Sceloporus jarrovii).
Fotos: Héctor Gadsden.
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Diversidad de especies
esperado debido a que una especie capaz de adaptarse
eliminaba por competencia a la que no lo era. Por últi
mo, para poder hacer predicciones globales, quedaba
recopilar datos de temperaturas y de fisiología térmica
de lagartijas, abarcando el mayor número posible de
sitios y de especies. Se utilizaron mapas de distribución
de las especies y de temperaturas máximas del aire presentes y pasadas, así como proyecciones futuras basa
das en modelos climáticos disponibles, asumiendo que
la tasa actual de emisiones de CO2 por actividades hu
manas continuará. Las predicciones se validaron con
observaciones de extinción local de poblaciones para
biotas de otros cuatro continentes, con datos para 1 216
poblaciones de 587 especies distribuidas en 34 familias
de lacertilios (Sinervo et al. 2010b).
EXTINCIONES EN DURANGO
No obstante que aún no existen registros formales en la
literatura que hayan detectado extinción poblacional o
de especies de lagartijas en Durango debido al calentamiento global, Gadsden, quien participó en el estudio de
Sinervo et al. (2010a, 2010b) y Castañeda-Gaytán (coau
tor del presente trabajo), han detectado en hábitats prís
tinos del noreste de Durango que ciertas poblaciones de
varias especies de lagartijas estudiadas con anterioridad
(Gadsden y Estrada-Rodríguez 2007, Ballesteros-Barrera
et al. 2007, Estrada-Rodríguez et al. 2006) están actual
mente desaparecidas, entre ellas: Sceloporus jarrovii y
Sceloporus poinsettii en el centro del cañón de Las Pie
dras Encimadas a 1 425 msnm en el municipio de Gómez
Palacio, Durango; Uma paraphygas en ciertas áreas de
los médanos de la Reserva de la Biosfera de Mapimí, y
Xantusia bolsonae en la Sierra El Sarnoso, municipio de
Gómez Palacio, Durango. Asimismo, las observaciones
de extinción poblacional de lagartijas en otras zonas de
México y de otras regiones del planeta ponen en alerta
roja con respecto a lo que está sucediendo en las extin
ciones detectadas (o aún sin detectar) en Durango, las
cuales incluyen a diversas especies de Sceloporus.
Por otro lado, se ha propuesto que la temperatura
del cuerpo tiende a conservarse entre las especies filo
genéticamente cercanas, a pesar de presentar diferen
cias morfológicas como el tamaño y la coloración (Díaz
de la Vega-Pérez et al. 2013, Grigg y Buckley 2013). De
manera que la temperatura del cuerpo de especies em
parentadas e incluidas dentro del género Sceloporus son
similares (Gadsden y Estrada-Rodríguez 2007, Sinervo et
al. 2010a, Sinervo et al. 2011). Por lo tanto, las preferencias
térmicas podrían estar determinadas filogenéticamen
Diversidad de especies
453
453
te y en menor grado por factores ecológicos presentes
en cada población. Considerando esto, el calentamiento
global puede estar afectando de manera similar a espe
cies filogenéticamente emparentadas de diversos gru
pos de lagartijas del estado como S. poinsettii, S. jarrovii,
S. bulleri, S. lineolateralis, S. torquatus y S. spinosus, las
cuales pertenecen al grupo Torquatus del género Sceloporus (Martínez-Méndez y Méndez de la Cruz 2007,
Sinervo et al. 2011).
Sumado a lo anterior, el modelo predice el doble de
riesgo de extinción para las especies de lagartijas viví
paras contra las ovíparas (en Durango, Sceloporus está
representado por cinco especies vivíparas y 13 ovíparas),
debido a que las primeras requieren una temperatura
corporal relativamente baja para un desarrollo apropia
do de sus embriones (Beuchat 1986).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIÓN
Se sugiere que las especies microendémicas de lagar
tijas (del género Sceloporus o de otro género) con dis
tribución reducida e insular en el noreste de Durango,
pueden experimentar pérdida de poblaciones locales
por efecto del calentamiento global, como por ejemplo
Sceloporus lineolateralis, Sceloporus maculosus, Uma
paraphygas, Xantusia bolsonae, y Xantusia extorris, que
son más propensas a extinguirse de manera acelerada.
Estas especies se ven impedidas de emigrar hacia otras
latitudes o hacia mayores altitudes en donde el clima
podría ser más benigno (Ballesteros-Barrera et al. 2007,
Gadsden et al. 2012).
El modelo predictivo obtenido por Sinervo et al.
(2010a, 2010b) se ha validado en numerosas poblacio
nes de lagartijas en el mundo, dando como resultado
que muchas de ellas, al rebasar el tope de horas de
restricción de actividad diaria debido a los efectos del
calentamiento global, se han extinguido o se están ex
tinguiendo con rapidez. Las especies pertenecientes al
género Sceloporus en Durango y las incluidas en otros
géneros de lagartijas en este estado, no pueden ser la
excepción a una tendencia mundial de extinción que
ha sido detectada y validada extensamente.
Naturalmente, los modelos predictivos como en el
que se basa este estudio de extinción tienen sus limita
ciones y están sujetos a una serie de supuestos iniciales
pero no son especulativos, debido a que se fundamentan
en datos empíricos reales, con predicciones significati
vamente validadas.
La opción más relevante para aminorar el efecto del
calentamiento global y frenar en la medida de lo posi
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454
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
ble la extinción de muchas poblaciones de lagartijas y
a mediano plazo de las especies a las que pertenecen
(no solamente en Durango sino en todo el planeta), es
reducir considerablemente, a corto y mediano plazo,
las emisiones atmosféricas de gases que promueven el
calentamiento acelerado de la atmósfera terrestre. Sin
embargo, a pesar de que los esfuerzos globales para
reducir el CO2 pueden evitar los escenarios de extin
ción para 2080, es improbable que las proyecciones para
2050 sean evitadas; la desaceleración en la temperatura máxima se retrasaría debido a que el CO2 atmosférico
ha sido almacenado por décadas (Hare y Meinshausen
2006). Por lo tanto, el presente hallazgo indica que las
lagartijas ya han cruzado un umbral que está precipi
tando su extinción.
Esto manifiesta una vez más que en realidad el pla
neta opera como una unidad estructural y funcional. De
manera que lo que afecta a un componente determina
do de la biosfera está vinculado a una red integral de
relaciones que opera de manera holística y no de forma
fragmentaria y separada de otros eventos naturales.
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
456456La biodiversidad en Durango. EstudioLadebiodiversidad
Estado
Herpetofauna bajo
protección oficial,
¿atención incipiente o especies bien
representadas en la Norma Oficial Mexicana?
Miriam Alejandra Cueto Mares • José Gamaliel Castañeda Gaytán • Sara Isabel Valenzuela Ceballos
Rosaura Valdez Lares • Omag Cano Villegas
INTRODUCCIÓN
El deterioro del hábitat causado por factores tanto na
turales como antrópicos en todo el mundo generan
alta presión en las especies silvestres, incluidos los
anfibios y reptiles de Durango. Aunado a lo anterior,
se ha puesto en evidencia la susceptibilidad de la her
petofauna regional a fenómenos como los que se
prevén debido al cambio climático antropogénico
(Gadsden et al. 2012). A pesar de reconocer que la ma
yoría de las especies silvestres se encuentran ecológi
camente presionadas, los esfuerzos por conservarlas
en áreas protegidas resultan insuficientes al no contar
con medios oficiales que sustenten su vulnerabilidad.
Uno de los documentos que avala el estado actual de
vulnerabilidad de una especie es la Norma Oficial
Mexicana nom-059-semarnat-2010 emitida por la Se
cretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(semarnat 2010).
La nom-059 enlista a aquellas especies silvestres
para las que se ha confirmado su fragilidad ecológica,
lo que puede poner en riesgo su existencia. La norma
tiene como objetivo proteger dichas especies conforme
a la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al
Ambiente (sedue 1988) y se le puede considerar como
una herramienta para establecer áreas protegidas de
bido a la presencia de especies en riesgo en la zona.
La inclusión o bien la modificación del estatus de una
especie debe realizarse mediante el Método de Evalua
ción de Riesgo (mer), un mecanismo eficiente y con
creto (la metodología se explica en el anexo normativo
ii en la nom-059-semarnat-2010), aunque su aplica
ción en general parece ser poco atendida en el caso de
los anfibios y reptiles en México, con sólo 4.67% de la
herpetofauna del país; mientras que para el caso de
Durango, se cuenta sólo con dos especies de reptiles in-
cluidas en la nom-059 con dicho método, la lagartija de
manchas laterales (Uta stansburiana) y la lagartija noc
turna del Bolsón (Xantusia bolsonae).
ACTUALIZACIONES EN LA NOM-059
La primera lista de especies vulnerables en México se
publicó en 1994 y consideraba cuatro categorías: espe
cies en peligro de extinción (P), amenazadas (A), raras
(R) y sujetas a protección especial (Pr). Posteriormente
se publicó nuevamente en el 2001 y se encuentra en
vigor la correspondiente al 2010. En estas últimas se
eliminó la categoría de rara y se consideraron única
mente las categorías de probablemente extinta en el
medio silvestre (E), en peligro de extinción (P), amena
zadas (A) y sujetas a protección especial (Pr).
Bajo la consideración de las tres normas oficiales
publicadas y de acuerdo con los datos publicados por
Liner (2007) sobre la cantidad de anfibios y reptiles
presentes en México, se puede apreciar el siguiente
panorama global. Liner enlistó un total de 1 627 espe
cies (393 anfibios y 1 234 reptiles) para México. En
1994, aparecían en la nom sólo 672 especies (41.3%) en
alguna categoría de vulnerabilidad, mientras que para
el 2001 aparecían 663 (40.7%) y para 2010 se reportan
637 especies en riesgo (194 anfibios y 443 reptiles), es
decir, 39.2% de la herpetofauna de México (cuadro 1).
Con estos datos, se aprecia una ligera tendencia a la
baja en el número de especies enlistadas en la Norma
Oficial Mexicana. Lo anterior no es atribuible a algún
factor en específico, sin embargo, se puede mencionar
que la disminución pudo ser causada por cambios recien
tes en la taxonomía del grupo y no a una justificación
técnica obtenida mediante el mer, que sustente que las
poblaciones están siendo favorecidas por acciones ac
tuales de conservación.
Cueto-Mares, M., G. Castañeda-Gaytán, S.I. Valenzuela-Ceballos, R. Valdez-Lares y O. Cano-Villegas. 2017. Herpetofauna bajo
protección oficial, ¿atención incipiente o especies bien representadas en la Norma Oficial Mexicana? En: La biodiversidad en
Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 456-458.
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
457
457
Cuadro 1. Número de especies y sus porcentajes presentes en la nom-059 y sus actualizaciones
Año
México
Herpetofauna1
Anfibios2
Durango
1994
672 (41.30%)
10 (29.40%)
46 (37.40%)
2001
663 (40.70%)
10 (29.40%)
47 (38.20%)
2010
637 (39.20%)
10 (29.40%)
47 (38.20%)
Reptiles3
1 México cuenta con un total de 1 627 especies de anfibios y reptiles; 2 Durango cuenta con un total de 34 anfibios;
3 Durango cuenta con un total de 123 reptiles.
Fuente: semARnAt 1994, 2001, 2010; Liner 2007;1 Valdez-Lares et al. 2013a,2,3 2013b,2 2015.3
Durango cuenta con 157 especies (9.65% del total
nacional), específicamente 34 anfibios y 123 reptiles
(Valdez-Lares et al. 2013a, 2013b, 2015). En 1994, Du
rango tenía sólo 10 especies de anfibios en la nom (una
amenazada, seis raras y tres sujetas a protección espe
cial). En el 2001 y 2010, la lista de la nom mantuvo el
mismo número de anfibios (10), considerando única
mente el cambio de aquellas especies inicialmente
consideradas como raras a la categoría de sujetas a protección especial. De esta manera, el porcentaje de anfi
bios representados en la legislación es de 29.4% del
total de especies de anfibios presentes para Durango
bajo alguna categoría de riesgo.
En el caso de los reptiles, en 1994 la nom-059 enlis
taba únicamente a 46 especies (39%), mientras que para
el 2001 la lista aumentó a 47 (38.2%) y para el 2010 se
mantuvo el mismo número de especies (cuadro 1), con
siderando únicamente la eliminación del falso cama
león cornudo (Phrynosoma cornutum) pero añadiendo
al huico alpino (Aspidoscelis costata). El cambio más significativo que se presenta en los reptiles de Durango se
destaca para la lagartija escofina de Mapimí (Xantusia
bolsonae), en donde se promovió el cambio de su estado
de amenazada en el 2001 a especie en peligro de extin
ción en el 2010, debido a su distribución restringida y
aparente declive poblacional.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Estos datos muestran que Durango posee menos del
10% de la diversidad herpetológica de México. La representación estatal en la nom-059 también es baja
(57 especies), con sólo dos especies evaluadas bajo el
método mer. Por ello, se debe de atender a las especies
que han sido excluidas de la normativa por cambios
taxonómicos, así como a aquellas especies enlistadas pero que no cuentan con el mer (98.6% de las especies enlistadas para Durango). Con esto es concluyente
la idea principal de este manuscrito, en donde se hace
evidente el hecho de que la información sobre la her
petofauna de Durango es considerablemente limitada
y, además, ha tenido una incipiente atención que se ha
reflejado en los últimos 20 años en una reducida con
sideración de especies en la Norma Oficial Mexicana
y en un amplio desconocimiento sobre la vulnerabi
lidad ecológica de este importante grupo de verte
brados.
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458
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
REFERENCIAS
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459
Diversidad de especies
Aves
Alfredo Garza Herrera (†) • Bryan Sharp • Elizabeth Esperanza Aragón Piña • Francisco Ríos Ruiz
DESCRIPCIÓN
Las aves tienen las extremidades superiores modifica
das como alas y aunque no todas pueden volar, es una de
las principales características del grupo de vertebra
dos, además de tener plumas, pico córneo y poner hue
vos para generar nuevos individuos. Este grupo se
originó a partir de los dinosaurios bípedos del jurásico,
hace aproximadamente 150 y 200 millones de años
(Turner et al. 2007).
DIVERSIDAD
Se estima que existen más de 10 000 especies en el
planeta (Clements et al. 2011). A nivel nacional se reco
nocen 1 096 especies de aves, y es sorprendente que en
los últimos 20 años se hayan descubierto nuevas espe
cies en el país (Navarro-Sigüenza et al. 1992). Las es
pecies de aves reconocidas para México corresponden
al 10% de las existentes a nivel mundial, esto coloca al
país en un sitio altamente diverso en cuanto al recurso
avifaunístico. Para Durango se han registrado 430 es
pecies de aves en total (casi 40% de las aves de Méxi
co), pertenecientes a 234 géneros, 36 subfamilias, 63
familias y 20 órdenes (apéndice 22). Los estudios rea
lizados sobre las aves en la entidad se resumen en los
cuadros 1, 2 y 3.
DISTRIBUCIÓN
En el estado se encuentran dos de las tres principales
rutas migratorias de aves acuáticas y terrestres, las cuales han sido identificadas a través de observaciones de
radar (Pacífico, Centro y Golfo). La última en menor
medida, pero influyente en la avifauna presente en
Durango, principalmente en la ruta central en la que
ocasionalmente vemos especies del este. De las 430
especies, 238 especies son residentes (55.3%), como el
caso del gorrión mexicano (Haemorhous mexicanus),
mosquero cardenal (Pyrocephalus rubinus), perlita azul
gris (Polioptila caerulea) y el carpintero mexicano
(Picoides scalaris, figura 1); 148 son migratorias de invierno (34.4%), como el tordo cabeza amarilla (Xanthocephalus
xanthocephalus, figura 2); 29 migratorias de verano
(6.7%); 68 son ocasionales (15.8%), es decir transitorias
o de registro casual o fortuito, como el caso de la agui
lilla gris (Buteo plagiatus, figura 3); una exótica y una
introducida.
Si se considera que además, a través de imágenes
del sistema de radares doppler meteorológicos más
modernos, también llamados nexrad (Next Generation
Weather Radar), se puede estimar la migración de
primavera de paseriformes, podemos intuir que por la
entidad pasan entre 90 y 120 mil millones de aves du
rante la migración (otoño-primavera), basándonos en
la información estimada para la región del Istmo de Tehuantepec, donde confluyen las rutas migratorias de
aves neárticas-neotropicales, región en la que se ha
calculado que más de 200 mil millones de aves migra
torias pasan dos veces al año (Ramsar 2011).
El endemismo de las aves de Durango incluye 12
especies, lo que significa 2.8% del total de las especies
del estado y 1% de las especies del mundo. La chara
pinta (Cyanocorax dickeyi, figura 4) al oeste del estado,
se reporta en una franja amplia que va desde las Bufas
de San Rafael hasta el río Baluarte, se considera una
especie emblemática y bien valorada por el estado de
Sinaloa, entidad que ha invertido fuertemente en su
conservación, el ecoturismo, la educación ambiental y
la difusión. Debido a la presencia de la chara pinta en
El Palmito, se ha favorecido a otras especies y al cui
dado del bosque mesófilo de montaña. En el ejido El
Maguey en Durango (Bufas de San Rafael) y sus alre
dedores podrían realizarse acciones encaminadas a la
conservación del hábitat de esta especie y otras asocia
das. Otras endémicas son el gorrión serrano (Xenospiza
baileyi), el mirlo pinto (Ridgwayia pinicola), el vencejo
nuca blanca (Streptoprocne semicollaris), el loro corona lila (Amazona finschi), el perico catarina (Forpus
Garza-Herrera, A., B. Sharp, E.E. Aragón-Piña, y F. Ríos-Ruiz. 2017. Aves. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio,
México, pp. 459-474.
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460
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Referencias de los estudios realizados sobre aves en las reservas de la biosfera (Rb)
y áreas de importancia para la conservación de las aves (AicAs) del estado
Nombre rb
Número aica
Referencias
Hutto 1980
Nocedal 1988
Garza y Nocedal 1991
Hiraldo et al. 1991a
Hiraldo et al. 1991b
Ficken y Nocedal 1992
Garza y Servín 1993
Nocedal 1994
Nocedal 1995
Nocedal y Garza 1995
Martínez 1996
La Michilía
79
Garza et al. 1997a
Garza et al. 1997b
Lowther y Nocedal 1997
Morales et al. 1997
Garza et al. 1998
Nocedal y Ficken 1998
Arizmendi y Márquez 2000
Garza et al. 2000b
Garza et al. 2004
Garza 2005
Amancio 2007
Roldán et al. 2008
Garza et al. 2009
Thiollay 1979
Thiollay 1981a
Thiollay 1981b
Thiollay 1984
Thiollay 1985
Garza 1988
Hermosillo 1989
Mapimí
135
Hermosillo et al. 1991
Rodríguez-Estrella y Ortega-Rubio 1993
Garza et al. 1997b
Castillo-Elías 1998
Arizmendi y Márquez 2000
Garza et al. 2000b
Aragón et al. 2002
Garza et al. 2007b
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461
Diversidad de especies
Cuadro 2. Referencias de los estudios realizados sobre aves en áreas naturales protegidas (Anp) y
áreas de importancia para la conservación de las aves (AicAs)
Nombre anp
Número aica
Referencias
Crossin 1967
Santuario de la Chara Pinta
Garza et al. 2008b
Valdés-Perezgasga 1999
Parques Estatales
Cañón de Fernández
y Grutas del Rosario
Garza et al. 2001a
Garza et al. 2001b
Valencia 2003
Cuchillas de la Zarca
73
San Juan de Camarones
74
Santiaguillo
75
Las Bufas
76
Guacamayita
78
Parque Nacional Sierra
de Órganos
cyanopygius), el tapacamino prío (Nyctiphrynus mcleodii)
y la golondrina sinaloense (Progne sinaloae), que es
considerada semiendémica (Gómez de Silva 1996).
Varios registros como accidentales o eventuales
han sido resultado de fenómenos meteorológicos sig
nificativos o por la influencia humana a través de es
capes accidentales o provocados, como del flamenco
(Phoenicopterus ruber), pero algunos reportes quizás
han sido erróneos, como el de la cigüeña jabirú (Jabiru
mycteria), el de la codorniz cotuí (Colinus virginianus)
y el de la codorniz cresta dorada (Callipepla douglasii),
o algunos observadores de aves sólo han potencializa
do su presencia pero no se ha verificado, tal como el
zambullidor menor (Tachybaptus dominicus) (Bishop
1998).
137
Panjabi et al. 2006
Panjabi et al. 2007
Muñiz 2001
Garza et al. 1997b
Garza et al. 2008a
Lammertink et al. 1997
Garza et al. 1997b
Garza et al. 1997b
Muñiz en proceso
Rodríguez-Maturino et al. 2013
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Las aves son importantes ecológicamente, pues contribuyen al control de plagas de artrópodos, como algunas
especies insectívoras (paseriformes, carpinteros, mar
tines pescadores, etc.) y controladoras de murciélagos
(falconiformes) que en altas densidades pueden ser per
judiciales para el humano. También son polinizadores
de diversas especies de plantas (colibríes) y ayudan a
la dispersión de semillas (especies granívoras) y con
sumidores de materia orgánica (carroñeros de la fami
lia Cathartidae y algunas rapaces). Son un claro grupo
indicador de la salud del ambiente y la biodiversidad
de una región, así como un eslabón imprescindible en
la cadena alimentaria de otras especies.
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462
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Otros sitios en que se han monitoreado las aves y se han identificado como de importancia por la iniciativa pública,
privada y gubernamental, incluyendo zonas urbanas y suburbanas
Localidad
Referencias
Fleming y Baker 1963
Alden 1969
Waeuer y Riskind 1977
Nocedal y Garza 1991
Nocedal 1993
En gran parte del estado
Lammertink et al. 1997
Bishop 1998
Nocedal y Zúñiga 1999
Bishop y Grace-Santiesteban 2008
sRnymA 2008
Garza y Aragón 2011
conAbio 2012
Nocedal y Garza 1988
Valle del Guadiana
Grajales 2009
Sharp 2014
Ejido Salvador Allende, municipio de Durango
Garza et al. 2000a
Garza et al. 2001c
Rancho El Durangueño, municipio Canatlán
Garza et al. 2005
De León 2007
Ejido Las Playas, municipio de Durango
Garza et al. 2002
Garza et al. 2012
Ejido El Saltito y Anexos, municipio de Durango
Cabral et al. 2012
Ejido Salto de Camellones, municipio Santiago Papasquiaro
Garza et al. 2006
Ejido Miguel Negrete, municipio Nuevo Ideal
Ejido 22 de Mayo, municipio Canatlán
Gutiérrez et al. 2006
Sánchez 2008
Garza et al. 2008c
Webb y Baker 1962
inecol 2001a
inecol 2001b
inecol 2001c
inecol 2001d
Área de Conservación Comunitaria “El Rillito”, San José de Causas,
comunidad Duraznitos y Picachos, ejido San Pablo,
Venustiano Carranza, municipio San Dimas; municipio Pueblo Nuevo
inecol 2001e
inecol 2001f
inecol 2001g
inecol 2001h
Sánchez et al. 2005
Garza et al. 2007a
Garza et al. 2010a
La Pitarrilla, municipio El Oro
Garza et al. 2010b
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Diversidad de especies
A
B
C
D
Figura 1. Especies residentes: a) gorrión mexicano (Haemorhous mexicanus), b) mosquero cardenal
(Pyrocephalus rubinus), c) perlita azulgris (Polioptila caerulea) y d) carpintero mexicano (Picoides scalaris).
Fotos: Alfredo Garza Herrera.
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463
464
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 2. El tordo cabeza amarilla (Xanthocephalus
xanthocephalus) es una especie migratoria de invierno.
Foto: Alfredo Garza Herrera.
Figura 3. La aguililla gris (Buteo plagiatus) es una especie
transitoria en el estado.
Foto: Alfredo Garza Herrera.
Figura 4. Chara pinta (Cyanocorax dickeyi), especie en peligro
de extinción y endémica de México.
Foto: Alfredo Garza Herrera.
Figura 5. Dos individuos de cotorra serrana (Rhynchopsitta
pachyrhyncha), en peligro de extinción y endémica a México.
Foto: Alfredo Garza Herrera.
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Diversidad de especies
Además, al ser parte integral de los ecosistemas, las
aves aportan diversos beneficios económicos indirec
tamente a las actividades productivas (agrícolas y fo
restales). Algunas especies son consumidas o utilizadas
para recreación y otras son comercializadas como aves
canoras y de ornato (familias Bombycillidae, Ptilogo
natidae, Cardinalidae, Corvidae, Emberizidae, Fringilli
dae, Icteridae, Mimidae, Passeridae, Turidae) (semarnat
2009) y por otra parte, por su belleza natural son de
gran interés para la observación de aves en actividades
ecoturísticas, industria que va incrementándose año
con año en el estado.
En particular las especies de importancia científica
por su rareza, belleza o grado de riesgo que se encuen
tran en los bosques y selvas de Durango, tales como la
cotorra serrana (Rhynchopsitta pachyrhyncha, figura 5), la
guacamaya (Ara militaris) y el quetzal norteño (Euptilotis
neoxenus, cuasiendémica), son difíciles de observar en
ambientes perturbados o modificados por las activida
des humanas, pero que pudieran brindar beneficios
económicos a los poseedores de las tierras si se reali
zaran programas de conservación de estas especies.
La importancia cultural es diversa, ya que son la
fuente de inspiración y adoración para muchas cultu
465
ras, pues las plumas de diferentes especies (rapaces) se
utilizan en prácticas religiosas y de sanaciones, princi
palmente por la población indígena (municipio El Mez
quital), y en festivales, y son parte de emblemas o
escudos diversos del estado (Universidad España, Ins
tituto Tecnológico de Durango, entre otros).
SITUACIÓN Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
En la entidad 49 especies están consideradas en riesgo
por la Norma Oficial Mexicana 059 (semarnat 2010),
es decir, 11.4% de las especies registradas están en al
guna categoría de riesgo. De éstas, 27 se consideran
que requieren protección especial, 16 están amenaza
das y seis están en peligro de extinción. Del total de
especies en riesgo, 31 son residentes (figuras 6, 7 y 8),
el resto son migratorias de invierno, migratorias de
verano o sólo de paso (transicionales) (cuadro 4).
El carpintero imperial (Campephilus imperialis) se ex
tinguió en la década de los cincuenta del siglo pasado,
lo que representó una pérdida importante para la biodiversidad mundial. Quizás el último registro de la espe
cie se remonta a los años sesenta del siglo pasado, de
acuerdo a un ejemplar que fue cazado por el Sr. Juan
Estrada en la localidad de Guacamayitas (com. pers.).
Figura 6. Gavilán de Cooper (Accipiter cooperii).
Foto: Alfredo Garza Herrera.
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466
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 4. Especies consideradas en riesgo por la Norma Oficial Mexicana 059
Nombre científico
nom-059
Distribución
Estatus de permanencia
Amazona finschi
P
Endémica
Residente
Ara militaris
P
Endémica
Residente
Cyanocorax dickeyi
P
Endémica
Residente
Rhynchopsitta pachyrhyncha
P
Endémica
Residente
Vireo atricapilla
P
No endémica
Migratoria de invierno
Xenospiza baileyi
P
Endémica
Residente
Accipiter gentilis
A
No endémica
Residente
Anas platyrhynchos
A
No endémica
Residente
Anas fulvigula
A
No endémica
Residente
Aquila chrysaetos
A
No endémica
Residente
Botaurus lentiginosus
A
No endémica
Migratoria de invierno
Charadrius montanus
A
No endémica
Migratoria de invierno
Charadrius nivosus
A
No endémica
Transitoria
Euptilotis neoxenus
A
Endémica
Residente
Falco mexicanus
A
No endémica
Migratoria de invierno
Geothlypis tolmiei
A
No endémica
Transitoria y/o migratoria
de invierno
Glaucidium palmarum
A
No endémica
Residente
Penelope purpurascens
A
No endémica
Residente
Phoenicopterus ruber
A
No endémica
Transitoria
Picoides stricklandi
A
No endémica
Transitoria
Spizella wortheni
A
Endémica
Residente
Strix occidentalis
A
No endémica
Residente
Accipiter cooperii
Pr
No endémica
Residente
Accipiter striatus
Pr
No endémica
Residente
Aratinga canicularis
Pr
No endémica
Residente
Asio flammeus
Pr
No endémica
Migratoria de invierno
Athene cunicularia
Pr
No endémica
Residente y/o migratoria
de invierno
Buteo albicaudatus
Pr
No endémica
Residente
Buteo albonotatus
Pr
No endémica
Migratoria de verano
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467
Diversidad de especies
Cuadro 4. Continuación
Nombre científico
nom-059
Distribución
Estatus de permanencia
Buteo lineatus
Pr
No endémica
Migratoria de invierno
Buteo regalis
Pr
No endémica
Migratoria de invierno
Buteo swainsoni
Pr
No endémica
Transitoria
Buteogallus anthracinus
Pr
No endémica
Residente
Cinclus mexicanus
Pr
No endémica
Residente
Cyrtonyx montezumae
Pr
No endémica
Residente
Falco peregrinus
Pr
No endémica
Residente
Forpus cyanopygius
Pr
Endémica
Residente
Grus canadensis
Pr
No endémica
Migratoria de invierno
Ixobrychus exilis
Pr
No endémica
Migratoria de invierno
Myadestes occidentalis
Pr
No endémica
Residente
Myadestes townsendi
Pr
No endémica
Residente
Nyctiphrynus mcleodii
Pr
Endémica
Residente
Oreothlypis crissalis
Pr
No endémica
Migratoria de invierno
Parabuteo unicinctus
Pr
No endémica
Residente
Passerina ciris
Pr
No endémica
Migratoria de verano
Progne sinaloae
Pr
Endémica
Migratoria de verano
Ridgwayia pinicola
Pr
Endémica
Residente
Streptoprocne semicollaris
Pr
Endémica
Residente
Strix varia
Pr
No endémica
Residente
Total: 49
Pr: 27
A: 16
P: 6
E: 12
NE: 37
R: 31
I: 12
V: 3
T: 5
nom-059: P: en peligro de extinción; A: amenazada; Pr: sujetas a protección especial.
Estatus de permanencia: R: residente; I: migratoria de invierno; V: migratoria de verano; T: transitoria
Fuente: semARnAt 2010.
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468
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 7. Gavilán coliblanco (Buteo albicaudatus).
Foto: Alfredo Garza Herrera.
Figura 8. Aguililla de Harris (Parabuteo unicinctus).
Foto: Alfredo Garza Herrera.
PRINCIPALES AMENAZAS
La fragmentación del hábitat ha generado obligadamente la pérdida de especies a nivel local, a pesar de que
las aves tienen la ventaja de volar, salvando en cierta
medida ese fuerte impacto. Sin embargo, la fragmen
tación incide paulatinamente en el desplazamiento de
las aves que requieren de un continuo ambiental para
realizar sus diferentes actividades y por lo tanto sobre
vivir y propiciar la continuidad de cualquier especie en
particular (Andrén 1994). En contraste, muchas espe
cies simplemente evitan a toda costa cualquier nivel
de fragmentación, lo que implica la pérdida de diversi
dad en el corto y mediano plazo (Fahrig 2003).
Otras especies son altamente sensibles a perturba
ciones antropogénicas, que involucran otros niveles de
fragmentación como la provocada por la contaminación,
la invasión de especies exóticas y/o reintroducidas, la
competencia por recursos escasos y la modificación de
los hábitos de algunas especies, que les otorgan ventajas
sobre las nativas por adaptarse fácilmente a las modi
ficaciones antropogénicas o de hábitat (Fahrig 2003).
Las aves introducidas o exóticas al estado son va
rias, las más importantes y notorias son la garza garra
patera o ganadera (Bubulcus ibis), la paloma o pichón
(Columba livia), el gorrión inglés (Passer domesticus) y
la paloma euroasiática (Streptopelia decaocto, figura 9).
Esta última especie ha invadido reciente, amplia y es
trepitosamente al estado. Los primeros reportes para
Durango datan de finales del siglo pasado, cuando fue
detectada con mayor regularidad en zonas urbanas y
suburbanas, pero a partir de 2001 se ha registrado en
asentamientos humanos, bosques y desiertos. Esto úl
timo está bien documentado en las dos reservas de la
biosfera desde el 2004, ya se ha registrado a esta espe
cie invasora en otras áreas, donde se deben iniciar ac
ciones drásticas e inmediatas de erradicación, de tal
manera que se garantice en el mediano plazo la con
servación de la diversidad de aves, principalmente de
las especies nativas de palomas.
La erradicación deberá considerarse como una ac
ción contra la hibridación, la disminución de compe
tencia por alimento, por sitios de anidación y por otros
hábitats, que inciden directa e indirectamente en la
biodiversidad local (Ehrenfeld 2010). Esta medida de contingencia debe vislumbrarse como una acción de sanidad,
puesto que la especie ha sido reportada como reservorio
del virus del Nilo (Komar y Clark 2006) y del circovirus
(Taras 2005). Se ha documentado que la rápida disper
sión de S. decaocto obedece a la emigración no relacio
nada con la densidad poblacional, a su fuerte tolerancia
a la presencia humana, a su amplia dieta y a su gran
potencial reproductivo (Romagosa y Labisky 2000,
Chablé-Santos et al. 2012). Además, su comportamiento
altamente territorial y agresivo contra la paloma de ala
blanca (Zenaida asiatica) y otras especies de aves, es de
considerarse como amenaza a la biodiversidad.
OPORTUNIDADES O ACCIONES
DE CONSERVACIÓN
En Durango existen varios humedales de importancia
para las aves migratorias acuáticas (Carrera y De la
Fuente 2003), incluyendo hasta 41 018 ha de superficie
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Diversidad de especies
469
Figura 9. La paloma eruoasiática (Streptopelia decaocto) es una especie invasora con comportamiento agresivo hacia otras aves,
especialmente con la paloma ala blanca (Zenaida asiatica), especie nativa del estado.
Foto: Alfredo Garza Herrera.
certificadas como sitios Ramsar, que corresponden a me
nos de 1% del total de la superficie de los 138 humedales
mexicanos de importancia internacional, que en conjun
to suman una superficie de 8 959 543 ha (los sitios Ram
sar se denominan y certifican sobre las bases establecidas
en la Convención Relativa a los Humedales de Importan
cia Internacional, conocida como Convención Ramsar,
por la ciudad en la que fue suscrita). Sin embargo, el porcentaje estatal no desmerece la función de estos sitios en
cuanto a la utilidad para las acuáticas migratorias, otras
especies asociadas y la biodiversidad en general.
La importancia de los humedales es que fungen como
bardas ante el embate de huracanes o inundaciones y
albergan una gran diversidad de flora y fauna, pero sobre
todo por almacenar, liberar agua y significar un proce
so natural de filtración.
En Durango existen otros humedales que deberían
integrarse al sistema Ramsar, realizando el estudio técnico que sustente su incorporación, como los humedales
de Málaga, varias presas de importancia que favorecen
la creación de humedales en sus orillas y quizás los
ríos más importantes del estado, como El Mezquital y
El Nazas. Los humedales incorporados actualmente a
la Convención Ramsar son el Parque Estatal Cañón de
Fernández, con 17 002 ha e incorporado el 2 de febrero
de 2008 (Ramsar 2007) y, la Laguna de Santiaguillo,
con 24 016 ha e incorporada el 2 de febrero de 2012
(Ramsar 2011).
La avifauna estatal ha sido estudiada desde hace
mucho tiempo, pero es en las últimas cuatro décadas
que se han realizado estudios más finos, registrando y
analizando la información relativa de los procesos eco
lógicos en las aves sobre los ensambles o comunidades
y de las poblaciones de las aves de sitios de interés particular, como en las dos reservas de la biosfera (cuadro 1),
en áreas de importancia para la conservación de las aves
(aica), otras anp (cuadro 2), y en zonas que han sido
identificadas y monitoreadas a través del tiempo gracias
al interés público, privado y gubernamental, incluyen
do zonas urbanas y suburbanas (cuadro 3).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Es importante realizar inventarios y monitoreos de
aves que garanticen la conservación de la fauna con el
propósito de proteger el hábitat de los sitios. De hecho,
la incorporación de nuevas áreas a un sistema nacional
o estatal de áreas protegidas, deberá ser prioridad
como estrategia inmediata. Entre ellas podemos men
cionar al ejido El Maguey-Bufas de San Rafael, el Hue
huento, Guarisamey, Tayoltita y el área de conservación
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
470
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
comunitaria “El Rillito”, en el ejido La Florida, todas en
el municipio San Dimas (Lammertink et al. 1997, Garza
et al. 1997b, 2010b), Las Chalelas en el Bolsón de Ma
pimí (Garza et al. 2012), El Salto de Camellones (Garza
et al. 2006), El Salto del Agua Llovida (Arroyo 2010),
San Juan de Camarones (Muñiz 2001), Guacamayita
(Nocedal com. pers., Muñiz en evaluación) y la sierra
de Cacaria (Garza et al. 2005, Aragón et al. 2009, 2010).
La incorporación de humedales como Málaga será
una estrategia efectiva y proactiva, coadyuvando en la
participación de los habitantes en las acciones de con
servación, manejo y monitoreo en todos los casos men
cionados.
El control del “turismo ecológico” deberá ser priori
dad, ya que en ese tenor los ecoturistas realizan actividades que perturban o dañan los hábitats, ya que se tiene
una mala conceptualización de la actividad en sí, que
va desde deportes extremos y caminatas sin un con
cebido sentido ecológico, hasta recorridos con enfoque
de colecta de recursos para preservar supuestamente o
simplemente guardar lo colectado.
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475
Diversidad de especies
Mamíferos
Elizabeth Esperanza Aragón Piña • Fernando Alfredo Cervantes Reza • Alfredo Garza Herrera (†) • Julieta Vargas Cuenca
DESCRIPCIÓN
Los mamíferos se caracterizan por presentar glándulas
mamarias que producen leche, pelo en alguna parte del
cuerpo, son homeotermos (conservan el calor corporal),
tienen un solo hueso mandibular y dientes heterodontos
(incisivos, caninos y molares), respiración pulmonar;
su corazón está dividido en cuatro cavidades, cuentan
con un sistema nervioso complejo (caja cerebral muy
desarrollada) y tienen reproducción vivípara y fecundación interna. En cuanto a su apariencia física, los mamíferos son muy diferentes; los hay grandes, pequeños, con
pelo, sin pelo, con adaptaciones para el medio terrestre,
acuático e incluso aéreo, por lo que existe una gran
diversidad. A continuación se describen los ocho órde
nes de mamíferos presentes en la entidad:
1. Didelphimorphia: representado por el tlacuache (fi
gura 1a), su cuerpo es gris y el vientre crema, con
cola prensil y poco pelo, semejante a un ratón de
campo, pero tiene dientes molariformes tritubercu
lares (con tres cúspides).
2. Cingulata: su nombre común es armadillo (figura
1b), se reconoce por su caparazón con nueve bandas,
cabeza puntiaguda y orejas muy pequeñas.
3. Soricomorpha: se les conoce como musarañas, se
distinguen por su talla pequeña, hocico alargado y
cinco dedos con garras en la pata, pelo denso y lus
troso.
4. Chiroptera: conocidos coloquialmente como murcié
lagos (figura 2), son mamíferos voladores con el sen
tido de la ecolocación muy desarrollado.
5. Carnivora: como su nombre lo indica, presentan ca
ninos bien desarrollados, molares y premolares adap
tados para triturar y cortar. Algunos carnívoros son
el lobo, coyote solitario, oso, nutria, mapache, zorrillo
(figura 3), zorras, jaguarundi, tigrillo, margay, gato
montés, puma, tejón, cacomixtle y otros.
6. Artiodactyla: los más comunes en la entidad son el
venado y pecarí de collar (figura 4), que presentan
un par de dedos. Otras especies de artiodáctilos con
sideradas como extintas en la entidad son el berren
do y el bisonte.
7. Rodentia: son las ardillas, ratones, ratas y tuzas (fi
gura 5), se caracterizan por presentar incisivos de
crecimiento continuo y carecen de caninos.
8. Lagomorpha: conocidos como conejos y liebres (fi
gura 6), tienen un labio superior dividido en forma
de “y” con dos pares de incisivos en la premaxila.
INVESTIGACIONES SOBRE
LA MASTOFAUNA EN EL ESTADO
La mastofauna de Durango se ha estudiado desde poco
antes del siglo xx; las primeras listas de especies fueron
realizadas principalmente por científicos extranjeros
(Allen 1903 y 1904, Hooper 1954 y 1955, Drake 1958,
Baker 1960, destacan en particular las de Baker y Geer
1962, Webb y Baker 1962, Jones 1964, Crossin et al. 1973,
Baker 1974, Davis y Baker 1974, Petersen 1976 y 1978,
Webster y Jones 1982). Posteriormente, científicos mexicanos y algunos asociados con extranjeros publicaron
numerosos artículos y documentos sobre inventarios,
distribución, biología y ecología de la mastofauna de
dos áreas naturales protegidas, en las reservas de la
biosfera La Michilía y Mapimí y áreas circunvecinas
(Gallina et al. 1978, Gallina 1981, Grenot y Serrano
1981, Gallina y Folliot 1983, Álvarez y Polaco 1984, Se
rrano 1987, Servín y Huxley 1991a y 1991b, Gallina y
Ezcurra 1992, Rogovin et al. 1992, López-Vidal y Álvarez
1993, Servín y Huxley 1993, Hernández 1996, Servín et
al. 1996, Servín et al.1997, Muñiz-Martínez y ArroyoCabrales 1996, Muñiz-Martínez y Polaco 1996, MuñizMartínez 1997, Peppers et al. 1997, Arita 1998, Aragón
y Garza 1999, Aragón et al. 2002, Muñiz-Martínez 2002,
Muñiz-Martínez et al. 2003, Servín et al. 2003, Baudoin
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476
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
Figura 1. a) Tlacuache (Didelphis virginianus), municipio de Súchil. b) Armadillo (Dasypus novemcinctus).
Fotos: Elizabeth Aragón (a) y Robert Shallenberger/U.S. Fish and Wildlife Service (b).
chez 2005, conanp 2006, Gómez-Ruiz et al. 2006, Aragón
et al. 2009, López-González et al. 2010, Torres-Morales et
al. 2010, Aragón et al. 2012, García-Mendoza y LópezGonzález 2013, entre otros).
Asimismo, se desarrollaron diversos estudios técni
cos sobre ordenamiento ecológico y en sitios de alta
biodiversidad para su conservación, en donde algunos
tienen aprovechamientos forestales o son impactados por
otras actividades humanas: San Dimas y Pueblo Nuevo
(García et al. 2001a-h), Guanaceví (inecol 2003a), Gua
dalupe Victoria (inecol 2003b), Santiaguillo (inecol
2004), Quebrada de Santa Bárbara (inecol 2006a), Málaga (inecol 2006b), Salto del Agua Llovida (inecol
2007a), El Tecuán (inecol 2007b), Indé (Garza et al.
2010a), por mencionar algunos. Márquez-Linares,
en 2008, hace un esfuerzo para ordenar la información
global de la fauna del estado, en donde incluye una lista
somera de los mamíferos. Posteriormente se hacen es
tudios para decretar áreas de conservación comunitaria,
para el margay en el Nuevo Centro de Población (ncpe)
San Francisco Javier (Aragón et al. 2011), para tres es
pecies de coníferas en riesgo en el Ejido La Florida
(Garza et al. 2010b), para la tortuga del desierto en el
ncpe Vicente Guerrero (Garza et al. 2011a) y para aves
trogoniformes en el ncpe Las Playas (Garza et al. 2011b),
entre otros.
Se incorporaron datos de algunas compilaciones de
renombrados mastozoólogos de México, que contienen
información de localidades de las especies presentes
en el estado (Hall 1981, Ramírez-Pulido et al. 1982, 1983,
1986, 1996, 2005 y 2008, Ramírez-Pulido y CastroCampillo 1990, Flores-Villela y Gerez 1994, López-Wilchis
y López-Jardines 1999, Villa y Cervantes 2003, Ceballos y
Oliva 2005). Así como de algunos datos de colecciones
científicas nacionales y extranjeras: Colección Científica
de Fauna Silvestre del Instituto Politécnico Nacional
(cncb); Colección de Mamíferos de la Universidad Au
tónoma Metropolitana (Unidad Iztapalapa, uami); Co
lección Nacional de Mamíferos, Instituto de Biología
de la unam (cnma); Colección Regional de Mamíferos
del ciidir, Unidad Durango del ipn (crd); y las extran
jeras reportadas por López-Wilchis y López Jardines
1999.
DIVERSIDAD
México cuenta con gran diversidad de mamíferos y ocupa el tercer lugar a nivel mundial con 489 a 535 especies
(Villa y Cervantes 2003, Ceballos et al. 2005, Ceballos y
Oliva 2005, Ramírez-Pulido et al. 2005 y 2008). A partir
de la revisión exhaustiva de los trabajos antes mencio
nados sobre la mastofauna del estado se generó una
lista, en la cual son particularmente importantes los
trabajos de Baker y Greer 1962, Servín et al. 1997, Sosa
et al. 1998, Aragón et al. 2012, García y López 2013. En
Durango se registran 157 especies de mamíferos silves
tres actuales, que representan de 29.35% a 32.11% del
total del país, las cuales se agrupan en ocho órdenes,
22 familias y 76 géneros (apéndice 23 y cuadro 1).
Durango es una de las entidades con alta riqueza de
mamíferos en el país, después de Chihuahua, Oaxaca,
Veracruz, Chiapas y Nayarit (Álvarez y De la Chica 1974,
Mittermeier y Mittermeier 1992, Flores-Villela y Gerez
1994, Sánchez-Cordero 2001, Retana y Lorenzo 2002,
Briones-Salas y Sánchez-Cordero 2004, Sánchez 2005).
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477
Diversidad de especies
B1
A
B2
C
Figura 2. Quirópteros, a) Murciélago orejón (Corynorhinus
townsendii), Súchil, b) Miotis cara negra (Myotis ciliolabrum),
Mapimí, c) Miotis mexicano (Myotis velifer), Súchil,
d) Murciélago hocicudo (Leptonycteris nivalis), Mapimí.
Fotos: Elizabeth Aragón (a, b, c), © Merlin D. Tuttle, Bat
Conservation International (d).
D
DISTRIBUCIÓN
Esta diversidad se debe a la variedad de ecosistemas que
confluyen con las zonas montañosas y las semidesérti
cas, en la llamada Zona de Transición Mexicana, en
donde hay ambientes complejos desde el punto de vis
ta ecológico y topográfico (Fa y Morales 1991). La en
tidad funciona como barrera para la dispersión de la
fauna neotropical y como corredor de penetración para
la fauna neártica (Halffter 1978, Briones 1988, Ceballos
y Oliva 2005). Además, la alta heterogeneidad ambien
tal (climas, suelos, pendientes y altitudes) en los siste
mas montañosos (Challenger 1998, Baker y Greer
1962), permite albergar gran diversidad de especies y
ecorregiones (González et al. 2007). La provincia con
mayor riqueza de especies de mamíferos es la Sierra
Madre Occidental (con 134 especies, 85.4%), seguida de
las Sierras y Llanuras del Norte (54.1%), la Sierra Ma
dre Oriental (39.5%) y la Mesa Central (39.5%) (apéndice 23) y los municipios con más riqueza fueron
Santiago Papasquiaro, Pueblo Nuevo Durango y Sú
chil, pero aún existen 12 municipios casi inexplorados
(figura 7).
La distribución de especies en Durango también se
debe a los eventos ocurridos en el pasado (durante el
pleistoceno), ya que algunas especies quedaron restringidas a ciertas áreas por barreras y corredores biogeográ
ficos (Challenger 1988, Ferrusquía-Villafranca 1998, Fa y
Morales 1998, Ceballos et al. 2010). Por tanto, existen 11
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478
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
C
D
Figura 3. Carnívoros. a) Lobo
mexicano (Canis lupus), Súchil, b) Zorra
gris (Urocyon cinereoargenteus), Súchil,
c) Solitario (Nasua narica), Pueblo
Nuevo, d) Cacomixtle (Bassariscus
astutus), Súchil, e) Oso gris (Ursus
americanus), Súchil, f) Nutria (Lontra
longicaudis), Durango, g) Mapache
(Procyon lotor), Canatlán, h) Zorrillo
(Mephitis macroura), i) Puma (Puma
concolor), Canatlán.
Fotos: Elizabeth Aragón (a, c, f, g, h).
Alfredo Garza (b, d, e, i).
E
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Diversidad de especies
F
G
H
I
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479
480
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
Figura 4. Artiodáctilos. a) Venado cola
blanca (Odocoileus virginianus),
b) Venado bura (Odocoileus hemionus),
Mapimí, c) Pecarí de collar (Pecari
tajacu), Mezquital.
Fotos: Alfredo Garza.
C1
especies con distribución disyunta o relicta, las ardillas
Xerospermophilus spilosoma, Callospermophilus madrensis,
Sciurus aberti, Sciurus nayaritensis y Tamias dorsalis, las
ratas canguro Dipodomys ordii y Dipodomys spectabilis,
el ratón de campo Peromyscus difficilis; la rata algodo
nera Sigmodon fulviventer; y la rata Neotoma mexicana.
Son sobresalientes los endemismos para México
(16.98% del estado, cuadro 2), registrando 28 especies
(Wilson y Reeder 2005), localizadas principalmente en
las partes altas de la Sierra Madre Occidental (smocc),
por lo que se deben promover acciones de conservación
y realizar más estudios de estas especies y sus hábitats.
Entre ellos las musarañas (Sorex emarginatus y S.
oreopolus), algunos murciélagos (Natalus lanatus, Artibeus
hirsutus, Myotis carteri, Corynorhinus mexicanus, Rhogeessa
parvula); ardillas (Callospermophilus madrensis, Tamias
bulleri. T. durangae, T. dorsalis, Sciurus aberti, S. alleni y S.
colliaei); ratones (Chaetodipus artus, C. goldmani, C. pernix,
Peromyscus difficilis, P. melanophrys, P. schmidlyi, P. spicelegus,
Reithrodontomys zacatecae) y ratas (Dipodomys nelsoni,
C2
D. phillipsii, Nelsonia neotomodon, Neotoma goldmani,
Sigmodon alleni, S. leucotis).
Para el caso del armadillo (Dasypus novemcinctus) su
distribución no es muy conocida y sólo se tienen repor
tes en la smocc (municipio Nombre de Dios), por lo
que se requiere hacer más estudios para esta especie.
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Es sabido que los murciélagos son controladores de plagas de insectos (Vespertilionidae) y polinizadores de
plantas (Phyllostomidae). Los carnívoros regulan poblaciones de animales que podrían ser plagas en cultivos. Los roedores y algunos carnívoros son dispersores
de semillas y removedores de suelo, lo que favorece el
establecimiento de plantas, y a su vez sirven de alimento a otros vertebrados. En cuanto al aspecto económico,
algunas especies con altas poblaciones llegan a afectar
cultivos, como es el caso de las ratas algodoneras
(Sigmodon), las tuzas (Cratogeomys y Thomomys) y los
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481
Diversidad de especies
Cuadro 1. Composición taxonómica de la mastofauna nativa actual
Orden
Familias
Géneros
Especies
Didelphimorphia
Didelphidae
3
3
Cingulata
Dasypodidae
1
1
Soricomorpha
Soricidae
2
5
Emballonuridae
1
1
Molossidae
5
9
Mormoopidae
2
2
Natalidae
1
2
Phyllostomidae
11
19
Vespertilionidae
9
23
Canidae
3
4
Felidae
3
5
Mephitidae
3
5
Mustelidae
3
3
Procyonidae
3
3
Ursidae
1
1
Tayassuidae
1
1
Cervidae
1
2
Sciuridae
7
13
Geomyidae
2
3
Heteromyidae
4
17
Muridae
8
31
Leporidae
2
4
76
157
Chiroptera
Carnivora
Artiodactyla*
Rodentia**
Lagomorpha
Total
22
*Se reporta la especie exótica cerdo europeo (Sus scrofa), la cual no se incluye en el conteo.
**Se reportan las especies exóticas rata y ratón doméstico (Rattus rattus y Mus musculus
respectivamente), las cuales no se incluyen en el conteo.
Fuente: Baker y Greer 1962, Servín et al. 1997, Sosa et al. 1998, Aragón et al. 2012, García-Mendoza y
López-González 2013.
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482
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
99
100
80
70
68
70
62
60
25
20
19
Topias
Tlahualilo
Súchil
Nuevo Ideal
0
Tamazula
Santa Clara
San Juan del Río
9
0
Santiago Papasquiaro
0
San Pedro del Gallo
0
San Luis del Codero
San Dimas
0
San Juan de Gpe.
Rodeo
Poanas
Pueblo Nuevo
Peñón Blanco
Pánuco de Coronado
Oro
Otaez
Ocampo
Nazas
Nombre de Dios
Mapimí
Mezquital
Lerdo
Indé
10
5
0 0
Vicente Guerrero
11
0
Hidalgo
0
Guanaceví
2
Gómez Palacio
Durango
Cuencamé
Canelas
Canatlán
28
9
0
0
Guadalupe Victoria
10
19
11
Gral. Simón Bolívar
16
34
33
29
26
44
40
San Bernardo
30
0
39 42
40
40
Tepehuanes
50
20
54
52
Coneto de Comonfort
Número de especies
90
Municipios
Figura 7. Riqueza de especies de mamíferos por municipios.
roedores exóticos (Rattus rattus y Mus musculus) (por
ejemplo en los municipios de Canatlán y Gómez Palacio);
se ha observado que los venados (Odocoileus virginianus)
frecuentan cultivos de frijol y los mapaches y ardillo
nes consumen cultivos de maíz (municipios de Súchil,
Vicente Guerrero, El Mezquital). En la actualidad los
venados cola blanca y bura (O. hemionus) y el jabalí de
collar (Pecari tajacu) son aprovechados cinegéticamen
te mediante la autorización de la Dirección General de
Vida Silvestre (dgvs) en unidades de manejo para la
conservación de la vida silvestre (uma). En el aspecto
cultural, algunas poblaciones tepehuanas de El Mez
quital usan al venado para realizar rituales durante sus
ceremonias religiosas.
SITUACIÓN Y ESTADO DE CONSERVACIÓN
Son cinco las especies que se encuentran catalogadas
como extintas y que se distribuían en la entidad: el
lobo mexicano (Canis lupus) y el oso pardo (Ursus arctos),
que habitaban en la smocc, además del berrendo
(Antilocapra americana), el bisonte americano (Bison bison)
y el borrego cimarrón (Ovis canadensis), que habitaban
en las Sierras y Llanuras del Norte. Actualmente, de las
157 especies de mamíferos reportadas para el estado,
49 enfrentan problemas de conservación: 20 se enlis
tan en la nom-059-semarnat-2010, 28 son consideradas endémicas por Wilson y Reeder (2005), 13 es
tán reportadas en alguna categoría de la uicn y ocho
en cites (cuadro 2).
PRINCIPALES AMENAZAS
Las amenazas para la mastofauna han sido la altera
ción y pérdida de hábitat de las especies principalmen
te por deforestación, pues Durango es de los primeros
estados productores forestales del país, como ha ocu
rrido para el caso de algunos carnívoros (ocelote, mar
gay, puma, jaguarundi, tejón, oso gris, oso pardo y lobo
mexicano), como también por uso no controlado gana
dero o agrícola (zorrita del desierto), y la contamina
ción de acuíferos ha disminuido las poblaciones de la
nutria o perro de agua. En cambio, para los murciéla
gos nectarívoros o frugívoros las principales amenazas
son las sequías prolongadas, ya que son especies mi
gratorias que dependen de la floración y fructificación
de algunas plantas, aunado a la acción del ser humano
que por falta de una cultura ecológica los extermina o
extrae especies de plantas de las que se alimentan. En
el caso de las musarañas, sus poblaciones naturales son
muy bajas y se encuentra en sitios muy localizados tan
to en el desierto como el bosque, al igual que las ratas
(canguro y cambalachera), y para varias especies de
ardillas de bosque los aprovechamientos forestales del
pasado han mermado sus poblaciones y restringido sus
hábitat de permanencia.
Es importante mencionar que la introducción de es
pecies exóticas como el jabalí europeo (municipio de
Súchil) llega a desplazar a la especie nativa (jabalí de collar). Además, el turismo que está en inminente crecimiento y la cacería furtiva son factores que amenazan
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Diversidad de especies
A
B
C1
C2
483
D1
D2
E
Figura 5. Roedores. a) Ratón de abazones (Perognathus flavus),
Mapimí, b) Ratón espinoso (Liomys irroratus), Mezquital,
c) Rata canguro de Phillipsi (Dipodomys phillipsii), Súchil,
d) Ratón cuatroalvo (Peromyscus maniculatus), Canatlán,
e) Rata algodonera (Sigmodon fulviventer), Canatlán.
Fotos Elizabeth Aragón.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
484
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A2
A1
B1
C2
B2
C1
D
Figura 6. Lagomorfos. a) Liebre torda (Lepus callotis), Súchil, b) Liebre (Lepus californicus), Mapimí, c) Conejo (Silvilagus floridanus),
Mapimí, d) Conejo (Silvilagus auduboni), Mapimí.
Foto. Elizabeth Aragón (a, d), Alfredo Garza (b, c).
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Diversidad de especies
la biodiversidad, por lo que es necesario crear una conciencia ambiental sobre el cuidado de la fauna silves
tre, mediante la educación ambiental, ecoturismo
regulado y vigilancia.
OPORTUNIDADES O ACCIONES
DE CONSERVACIÓN
Las instancias gubernamentales promueven crear una
conciencia ambiental y un uso y manejo regulado de
algunas especies de mastofauna, en lugar de acciones
prohibitivas que no han funcionado en el pasado. Este
es el caso de las uma, que regulan aprovechamientos
cinegéticos sustentables de varias especies de mamíferos (venado cola blanca, venado bura, jabalí de collar,
jabalí europeo, puma, gato montés, coyotes y liebres),
mediante apoyos a proyectos que integran las temáticas
de educación ambiental, ecoturismo controlado y vigilancia, como son la Comisión Nacional de Áreas Naturales
Protegidas (conanp), Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (semarnat), Comisión Nacional
Forestal (conafor), Comisión Nacional para el Conoci
miento y Uso de la Biodiversidad (conabio), Instituto
Nacional de Desarrollo Social (indesol), entre otras.
Sin embargo, estos esfuerzos son insuficientes y requie
ren de una continuidad de acciones, principalmente en
las zonas rurales y marginales de alta diversidad bioló
gica, como algunas zonas de la Sierra Madre Occidental
que funcionan como corredores biológicos para algunas
especies y las zonas de las Quebradas y hábitats de es
pecies que requieren conservarse y que aún no están
consideradas como zonas de protección.
485
CONCLUSIONES
Y RECOMENDACIONES
Los estudios realizados sobre los mamíferos en Duran
go muestran que es una de las entidades de mayor ri
queza en el país, que responde a la gran variedad de
ecosistemas y a la alta heterogeneidad ambiental por
encontrarse en una zona transicional. Las característi
cas físicas de la entidad y su historia evolutiva han
determinado la distribución de las especies, por lo que
es posible encontrar especies relictas, en riesgo y en
démicas, principalmente en la Sierra Madre Occidental,
y es prioritario realizar acciones de conservación y pro
tección de las especies y sus hábitats.
Aun cuando se reporta una gran riqueza específica
para Durango, se espera incrementar los registros en
los lugares no explorados (Sierra Madre Occidental,
Mesa Central y Sierra Madre Oriental). También es
necesario tener un mayor conocimiento biológico y
ecológico de las especies en riesgo y las endémicas,
así como evaluar el impacto de las actividades antro
pogénicas en sus hábitats y la problemática social. Es
prioritario que el conocimiento generado sobre los
mamíferos de Durango sea difundido y sirva de sus
tento para la toma de decisiones de las instituciones u
organismos gubernamentales municipales, estatales y
federales, con la finalidad de que se tome en cuenta
para la elaboración y desarrollo de programas y de
proyectos que incorporen la mastofauna y los recursos
relacionados.
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486
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Especies de mamíferos que requieren conservarse o protegerse
Orden
Didelphimorphia
Soricomorpha
Familia
Didelphidae
Soricidae
Molossidae
Natalidae
Phyllostomidae
Chiroptera
Vespertilionidae
nom-059
uicn
Tlacuachin
A
Notiosorex
crawfordi
Musaraña
desértica norteña
A
Sorex
emarginatus
Musaraña coluda
de Zacatecas
E
Sorex oreopolus
Musaraña
coluda mexicana
E
Sorex monticolus
Musaraña obscura
A
Cynomops
mexicanus
Murciélago
cara de perro
Pr
Tadarida
brasiliensis
Murciélago
guanero mexicano
Natalus lanatus
Natalus
E
Artibeus hirsutus
Murciélago
frugívoro peludo
E
Choeronycteris
mexicana
Murciélago
trompudo
A
NT
Leptonycteris
nivalis
Murciélago
hocicudo mayor
A
EN
Leptonycteris
yerbabuenae
Murciélago
hocicudo de curazao
A
VU
Corynorhinus
mexicanus
Murciélago orejón
Euderma
maculatum
Murciélago pinto
cites
NT
NT
E
Pr
Pr, End
Miotis negro
Murciélago
amarillo menor
Leopardus pardalis
Tigrillo, ocelote
P
Leopardus wiedii
Margay
P
Lynx rufus
Lince, gato montés
Puma
yagouaroundi
Jaguarundi
A
Vulpes macrotis
Zorrita norteña
A
Lontra longicaudis
Nutria, perro de agua
A
Taxidae taxus
Tejón o tlalcoyote
A
Procyonidae
Nasua narica
Solitario, coatí
Ursidae
Ursus americanus
Oso negro
Tayassuidae
Pecari tajacu
Jabalí de collar
Mustelidae
wyr 2005
Tlacuatzin
canescens
Myotis carteri
Canidae
Artiodactyla
Nombre común
Rhogeessa
parvula
Felidae
Carnivora
Nombre
científico
E
E
i
NT
i
ii
i
DD
i
iii
P
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
ii
ii
487
Diversidad de especies
Cuadro 2. Continuación
Orden
Familia
Sciuridae
Nombre
científico
Total
Leporidae
16
NT
E
Sciurus aberti
Ardilla de Albert
Pr, End
E
Sciurus alleni
Ardilla de Allen
E
Sciurus colliaei
Ardilla de Collie
E
Tamias bulleri
Chichimoco de buller
Chichimoco
de barranca
Chichimoco de
Durango
Ratón de abazones
cabeza angosta
Ratón de abazones
de Goldman
Ratón de abazones
sinaloense
Rata canguro
Nelson
Rata canguro
de Phillipsi
Rata canguro
cola de bandera
Rata cambalachera
diminuta
Rata cambalachera
de Goldman
E
Chaetodipus
goldmani
Chaetodipus
pernix
Dipodomys
nelsoni
Dipodomys
phillipsii
Dipodomys
spectabilis
Nelsonia
neotomodon
Neotoma
goldmani
Peromyscus
difficilis
Peromyscus
melanophrys
Peromyscus
schmidlyi
Peromyscus
spicelegus
Reithrodontomys
zacatecae
E
NT
E
E
Pr, End
E
NT
Pr, End
E
NT
E
E
Ratón de campo
E
Liebre torda
49
E
Ratón de campo
obscuro
Lepus callotis
VU
E
E
Sigmodon
leucotis
cites
E
Ratón de roca
Ratón de Sierra
Madre
Ratón cosechero
de Sierra Madre
Rata algodonera
de Allen
Rata algodonera
oreja blanca
Sigmodon alleni
Lagomorpha
uicn
Pr, End
Chaetodipus artus
Muridae
wyr 2005
Ardilla de sierra
madre, chalote
Tamias durangae
Rodentia
nom-059
Callospermophilus
madrensis
Tamias dorsalis
Heteromyidae
Nombre común
E
E
E
E
NT
20
28
13
nom-059: Pr: Protección especial; A: Amenazadas; P: En peligro de extinción; E: Extintas; End: Endémicas.
WyR 2005: E: Endémicas.
uicn: EX: Extinta; EW: Extinta en vida silvestre; CR: En peligro crítico, EN: En peligro; VU: Vulnerable;
NT: Casi amenazada; LC: Preocupación menor.
cites: Se indican los Apéndices i a iii, mayor a menor grado de amenaza y necesidad de protección.
Fuente: Wilson y Reeder 2005, semARnAt 2010, uicn 2014 y cites 2015.
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8
488
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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Estudio de caso
en Durango. Estudio de Estado
492492
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Las ardillas
y sus necesidades de conservación
Elizabeth Esperanza Aragón Piña
DESCRIPCIÓN
Las ardillas son mamíferos roedores de la familia de
los esciúridos, que se distinguen por su boca con dien
tes frontales muy desarrollados y salientes que nunca
dejan de crecer. Hay de tallas pequeñas y grandes. Son
animales de colores y tamaños variados, muy atracti
vos, graciosos, con gran belleza natural, muy rápidos y
ágiles. Tienen hábitos diurnos y en su mayoría son
gregarios, terrestres y arborícolas; aunque algunas es
pecies construyen sus madrigueras en la tierra, pasan
gran parte de su actividad en los árboles (chichimocos).
Las ardillas de desierto tienen ciclos diarios de acti
vidad y llegan a presentar hibernación, que son periodos
de letargo (invierno) en donde disminuyen su metabo
lismo al mínimo para reducir el gasto energético durante
periodos adversos (Aragón et al. 1993). La hibernación depende de las condiciones climáticas, la disponibilidad de
alimento y del tamaño corporal principalmente (Murie
y Michener 1984, Baudoin et al. 1991). Hay especies so
ciales (principalmente las arborícolas como el género
Sciurus) y otras que viven separadas (Xerospermophilus
spilosoma e Ictidomys mexicanus, Millán-Peña 1998).
Algunas especies de desierto presentan estrategias para
hacer eficiente su reproducción, como la ardilla motea
da (Xerospermophilus spilosoma, figura 1a) (Aragón y
Baudoin 1990, Aragón 2005b).
INVESTIGACIONES SOBRE
LAS ARDILLAS EN EL ESTADO
En la entidad existen estudios de inventarios (Baker y
Greer 1962, Webb y Baker 1962, Álvarez y Polaco 1984,
Serrano 1987, Servín et al. 1996, Aragón y Garza 1999,
García et al. 2001a-h, Garza et al. 2010) sobre la biología,
ecología y comportamiento de ciertas especies (Baker
y Greer 1962, Grenot y Serrano 1981, Murie y Michener
1984, Aragón y Baudoin 1990, Aragón et al. 1993, Livo
reil et al. 1993, Aragón 2001, Baudoin et al. 2004, Ara
gón 2005 a y b, Hernández et al. 2005, Aragón et al.
2009, Aragón et al. 2012) que han aportado información
valiosa sobre estrategias reproductivas, comportamiento y patrones ecológicos, los cuales han fortalecido la
teoría ecológica.
DIVERSIDAD
De las 35 especies de ardillas en México (Ceballos et al.
2002, Ceballos y Oliva 2005), en Durango existen 13 especies (cuadro 1 y apéndice 24), que representan 37.14%
del total del país y corresponden a los siete géneros, que
incluyen a las ardillas terrestres (Ammospermohilus,
Callospermophilus, Ictidomys, Otospermophilus y
Xerospermophilus) y las ardillas arborícolas (Sciurus y
Tamias). La mayor diversidad de especies se encuentra
en la smocc. Es importante mencionar que los últimos
años se han realizado estudios genéticos que han cam
biado el nombre científico de algunas especies, como son
Spermophilus spilosoma por Xerospermophilus spilosoma,
S. mexicanus por Ictidomys mexicanus, S. madrensis
por Callospermophilus madrensis, S. variegatus por
Otospermophilus variegatus y las Neotamias por Tamias.
DISTRIBUCIÓN
Las ardillas se encuentran en diferentes ecosistemas
de Durango, desde las zonas subtropicales, los bosques
templados, los chaparrales, hasta las zonas semidesér
ticas o áridas. La mayoría de las especies se distribuye
en las partes altas de los bosques de la Sierra Madre
Occidental (ocho especies) en gran diversidad de am
bientes; Sciurus aberti, S. alleni y S. colliaei son exclu
sivas de la zonas de las Quebradas tropicales y
subtropicales (García et al. 2001 a-h, Webb y Baker
1962); Ammospermophilus interpres, Ictidomys mexicanus
y Xerospermophilus spilosoma habitan la zona del Semi
desierto y los Valles (Aragón et al. 1993, Aragón y Gar
za 1999, Aragón 2005b) y muy pocas, como el caso de
Otospermophilus variegatus, son de amplia distribución
tolerando diferentes ambientes (Valdez y Ceballos
Aragón-Piña, E.E. 2017. Las ardillas y sus necesidades de conservación. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio,
México, pp. 492-498.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
Diversidad de especies
Diversidad de especies
493
493
2005). La distribución restringida o aislamiento de al
gunas especies es resultado de algunos eventos ocurri
dos en la última glaciación (Pleistoceno, Ceballos et al.
2010), ya que durante los movimientos de las cordilleras
quedaron aisladas y con una distribución de sus pobla
ciones relicta en Durango, como en Callospermophilus
madrensis, Sciurus nayaritensis y S. niger (Aragón et al.
2012). De ahí que la smocc ha funcionado como barre
ra biogeográfica natural para restringir la distribución
de Sciurus aberti, S. nayaritensis, Callospermophilus
madrensis y T. dorsalis (figura 1b) hacia las partes altas
de la sierra (Ceballos et al. 2002).
En cambio, la cuenca del valle del río Nazas, por
su aridez, ha limitado los movimientos de las especies de norte a sur, como ocurre para las especies
Ammospermophilus interpres e Ictidomys mexicanus,
mientras que la cuenca del río El Mezquital (PresidioSan Pedro), por los cañones, ha aislado a las especies de
las montañas del sur de Durango, este es el caso para
la especie Tamias bulleri (figura 1c) (Aragón et al. 2012).
Algunas especies habitan en sitios muy particulares
para cubrir sus requerimientos ecológicos (García et
al. 2001a-h, inecol 2003a, b, Aragón 2005a; b, inecol
2006, Aragón et al. 2009). Este es el caso de la ardilla
amarilla (Sciurus niger), especie principalmente asocia
da a los árboles de gran tamaño (Pinus leiophylla y
encinares), la ardilla techalote (Sciurus nayaritensis),
Callospermophilus madrensis, S. aberti, S. alleni y S. colliaei,
pues habitan sólo en bosques con un cierto grado de
humedad y temperatura o en árboles maduros de gran
altura y con cobertura densa, mientras que el ardillón
(Otospermophilus variegatus, figura 1d) está ampliamente
distribuido y habita principalmente en zonas rocosas.
En algunos sitios llegan a ser perjudiciales para los
cultivos como ocurre en el centro de México (Ceballos y
Galindo 1984), aunque no se reporta significativamen
te en Durango y no está documentado.
Por otro lado, algunas especies son capturadas ilegal
mente para su comercio en mercados o tianguis y luego
son utilizadas como mascotas; este es el caso de los
chichimocos (género Tamias). Otras están sujetas para
aprovechamientos cinegéticos conforme a la Ley Ge
neral de Vida Silvestre (semarnat 2000), dentro de la
categoría de pequeños mamíferos; sin embargo, no exis
ten cuantificaciones para evaluar si esta caza es signi
ficativa para este grupo en el estado y es muy probable
que se desconozcan las especies a conservar. En cuan
to a la importancia cultural, algunas especies (principalmente el ardillón) son utilizadas para su consumo
en ceremonia religiosas como ofrenda, como en el caso
del “mitote” en comunidades indígenas tepehuanas del
municipio El Mezquital (com. pers.).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA,
ECONÓMICA Y CULTURAL
Las ardillas tienen un papel ecológico importante como
dispersores de semillas y estructuradores de la vege
tación, así como controladoras de insectos que podrían
llegar a ser plagas. Son importantes dentro de las ca
denas tróficas, pues sirven de alimento a algunas aves
rapaces (águilas, aguilillas, halcones y gavilanes), así
como a carnívoros menores (coyote, zorras, etc.) y a
reptiles (serpientes y víboras de cascabel). Ciertas es
pecies son indicadoras del estado de conservación del
ecosistema por la estrecha relación que tienen con al
gunas asociaciones vegetales. También sirven de ali
mento para subsistencia en las zonas rurales, como el
ardillón y el techalote (Sciurus nayaritensis, figura 1e).
PRINCIPALES AMENAZAS
Las amenazas que ponen en peligro su conservación
son principalmente la destrucción de sus hábitats, sobre
todo a causa de la tala no controlada de los bosques, o
a que no se contemplan medidas preventivas para la
afectación a las especies de ardillas que requieren con
servarse. La destrucción de los sitios de refugio o re
producción ha traído como consecuencia la reducción, e
incluso desaparición de sus poblaciones y una distri
bución restringida a ciertas áreas.
Otras amenazas son la reducción de cobertura vege
tal, la contaminación, los malos hábitos de matarlos
sin sentido o cazarlos de manera furtiva, el comercio
ilegal y el desconocimiento de su importancia como
dispersoras de semillas.
SITUACIÓN Y ESTADO
DE CONSERVACIÓN
Este grupo es muy importante a nivel de conservación,
ya que siete especies son endémicas de México; habi
tan en las zonas montañosas, en los bosques altos o en
las zonas de las Quebradas (Sciurus aberti, S. alleni, S.
colliaei, Callospermophilus madrensis) (figura 1f), (Tamias
bulleri, T. dorsalis y T. durangae) (figura 1g), y dos requieren de protección especial: S. aberti y Callospermophilus
madrensis (semarnat 2010). Estas áreas son de impor
tancia por su alto grado de endemismos, ocasionado
por la topografía y los tipos de vegetación presentes
que limitan la dispersión de muchas especies de fauna.
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en Durango. Estudio de Estado
494494
La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
Cuadro 1. Especies de ardillas, características y distribución en el estado
Nombre científico
Ammospermophilus
interpes
Tamias bulleri
Tamias dorsalis
Tamias durangae
Sciurus aberti
Sciurus alleni
Sciurus colliaei
Sciurus nayaritensis
Nombre común
Descripción
Hábitat
Juancito
El dorso es gris y los costados café
canela, con una línea blanca delgada
de cada lado del dorso (hombro a la
cadera) y las orejas son cortas
Ardilla terrestre que habita en las
zonas desérticas y semidesérticas,
principalmente en áreas rocosas
de cerros o lomas
Chichimoco
El dorso es café grisáceo con cinco
líneas oscuras con canelo alternadas
con cuatro blancas. Cabeza con tres
líneas café oscuras con canela
alternadas con dos blancas
Habita en las partes más bajas de
los bosques mixtos de pino-encino
y encino de la Sierra Madre
Occidental (smocc), al contrario
de los otros chichimocos
Chichimoco
El dorso es gris con una banda negra
central y un par de líneas café oscuras
alternadas con una blanca en cada
costado; el rostro tiene dos líneas
blancas con tres oscuras a los lados
de los ojos. Los costados son rojizos
Habita en las partes altas
de la sierra (bosques de coníferas)
Chichimoco
Es distintivo el dorso gris con cinco
líneas negras alternadas con cuatro
blancas y canela pálido; los costados
y hombros son canelos. Tiene tres
líneas faciales con dos blancas
Habita en las zonas boscosas
húmedas (pino-encino), en áreas
intermedias de altitud de los otros
chichimocos
Ardilla orejas de
borla o ardilla de
Albert
El dorso es gris oscuro y la parte ventral
blanca; la cola es gris, larga y
exuberante. Se distingue por sus orejas
largas que terminan en mechones de
pelo y tiene un anillo blanco alrededor
de los ojos
Ardilla arbórea que habita
en los pinares de las partes altas
de la smocc
Ardilla Alleni
Es gris más oscuro en la parte media
salpicado con café amarillento en los
costados y rosto; cola y vientre claro
a blanco. Tiene líneas blancas oculares
y sus orejas son medianas
Ardilla arborícola que habita
en bosques de pino, pino-encino,
y encino con cobertura densa en
la smocc
Ardilla de Collie
El dorso es gris y el vientre blanco, tiene
cuerpo esbelto con cola muy larga y
esponjada; el cuello, las orejas y el
hocico es corto y las patas posteriores
son más grandes que las anteriores
Ardilla grande que habita sólo
en las zonas de las quebradas
(bosques tropicales y
subtropicales)
Techalote
Presenta dos variantes de coloración
(subespecies): en las partes más altas
es café salpicado con gris en el dorso,
vientre y costados ocres, y en las partes
bajas de la sierra el dorso es gris
salpicados con blanco, de aspecto
canoso
Ardilla arborícola grande que
habita en los bosques mixtos
(pino-encino) de la smocc
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
495
495
Cuadro 1. Continuación
Nombre científico
Sciurus niger
Callospermophilus
madrensis
Ictidomys mexicanus
Xerospermophilus
spilosoma
Otospermophilus
variegatus
Nombre común
Descripción
Hábitat
Ardilla zorra
Ardilla arborícola de tamaño grande
y cuerpo robusto. El dorso es gris
salpicado con naranja y el vientre es
canela rojizo incluyendo la cola, la cual
es muy larga y esponjada. El rostro es
corto y ancho, sus orejas son medianas
Habita los bosques de coníferas,
prefiriendo árboles de gran altura
Motocle o ardilla
de Sierra Madre
Habita en los bosques de coníferas.
El dorso es gris con una línea lateral
blanca alternada y con dos negras
en cada costado y el vientre es blanco.
El rostro es café
Ardilla arborícola pequeña que
se restringe a las partes más
altas de la sierra (Guanaceví,
Durango, Servín et al. 1996)
Ardilla mexicana
Es de color café verdoso, con nueve
líneas en el dorso y de cola esponjada
Es terrestre, habita en sitios
con mayor diversidad vegetal
en zonas semiáridas (municipios
de Tlahualilo y Mapimí, Baudoin
et al. 2004), donde cohabita con
la ardilla moteada
Ardilla moteada
Es de color café canela a amarillento o
gris con manchas cremas no alineadas
en el dorso; el vientre es blanquecino,
con cola corta y de punta oscura
Ardilla terrestre que habita
en las zonas semiáridas
Ardillón
El color varía de café claro a negro con
manchas blancas en el dorso; la cola es
larga y esponjada. Tiene un anillo ocular
blanco, con orejas reducidas
Habita generalmente en zonas
abiertas y/o pedregosas
Fuente: elaboración propia.
ACCIONES DE CONSERVACIÓN
Y RECOMENDACIONES
En Durango se desconocen las acciones específicas de
conservación para este grupo y sólo existen lineamien
tos para la formulación de proyectos que se sustentan en
la conservación de las especies en la Ley General de Vida
Silvestre (semarnat 2000) para el desarrollo de proyectos de aprovechamientos productivos.
En particular, el sector forestal no tiene conocimiento
de la importancia de conservar las especies de ardillas
en riesgo, endémicas o relictas. Por otro lado, existe la
creencia, por la comunidad forestal, de que las ardillas
pueden afectar la producción del arbolado de los bos
ques de una manera significativa por sus hábitos de
alimentación. Por ello es urgente difundir el conoci
miento que se tiene sobre el papel ecológico de estos
organismos y la afectación a estas especies de ardillas
por las diferentes actividades antropogénicas y creen
cias en la entidad. Esto puede hacerse promoviendo
capacitaciones y educación ambiental a la población en
general, que involucren estas temáticas, sobre todo en
sus hábitats, los cuales coinciden con sitios de impor
tancia para la conservación de la biodiversidad de otras
especies, como son las zonas altas de las Sierra Madre
Occidental, con importantes coberturas del arbolado.
En el caso de las localidades que presenten ardillas que
requieren conservarse o protegerse y que ya tienen
aprovechamientos autorizados con el esquema uma, es
importante incluir medidas de protección para resguar
dar las ardillas en cuestión. También es importante
realizar un mayor número de inventarios biológicos
para identificar localidades con presencia de las espe
cies de ardillas a conservar, así como estudios biológi
cos y ecológicos detallados de estos animales.
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en Durango. Estudio de Estado
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La biodiversidad en Durango. EstudioLa
debiodiversidad
Estado
A
B
C
D1
Figura 1. a) Ardilla terrestre moteada (Xerospermophilus
spilosoma), b) Chichimoco (Tamias dorsalis), c) Chichimoco
(Tamias bulleri), d) Ardillón (Otospermophilus variegatus), e)
Techalote (Sciurus nayaritensis), f) Callospermophilus madrensis,
g) Chichimoco (Tamias durangae).
Fotos: Elizabeth Aragón (a, b, c, d, f, g), Francisco Ríos (e).
D2
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Diversidad de especies
E1
E2
F
G
Diversidad de especies
497
497
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Diversidad de especies
Diversidad de especies
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499
499
Usos tradicionales
y convencionales
1 Uso de hongos, flora y fauna
silvestre
2 El cultivo del hongo seta
(Pleurotus spp.)
3 Importancia económica y
usos tradicionales de la flora
4 Conocimiento, uso y manejo
tradicional de los nopales
(Opuntia spp.) en Santiago
Bayacora
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501
Resumen ejecutivo
Jessica Valero Padilla
Durango cuenta con una importante diversidad
de hongos, plantas y animales silvestres los cua
les son aprovechados por la población de dife
rentes formas. Con un buen manejo, algunas de
estas especies podrían comercializarse en el mer
cado regional, nacional e incluso internacional; sin
embargo, antes de pensar en la comercialización, es
necesario evaluar la factibilidad del aprovechamien
to por medio del estado de sus poblaciones y otras
variables que permitan realizarlo de manera sostenible
a través del tiempo. Lo anterior representa una opor
tunidad de investigación en etnobiología, reproduc
ción, mejoramiento genético, conservación, factibilidad
de la comercialización y otros temas.
En esta sección el lector encontrará ejemplos de algu
nas especies y sus respectivos usos, así como otras posi
bles alternativas de aprovechamiento que pudieran
representar una oportunidad económica para la población,
ligada a la conservación de la biodiversidad en la entidad.
HONGOS
Se conocen por lo menos ocho especies de hongos que
son consumidos por la población a causa de su carne y
buen sabor: hongo amarillo (Amanita caesarea), oreja de
cochino (Hypomyces lactifluorum), arrocitos (Ramaria
flava), pancita (Boletus edulis), níscalo (Lactarius deliciosus),
cabeza de chango (Hericium erinaceus), barba de chivo
(Sparassis crispa) y setas (Pleurotus sp.).
Para el caso del hongo seta (Pleurotus spp.) se han
realizado en el estado por lo menos nueve investiga
ciones relacionadas con su cultivo. Entre dichos estu
dios se demostró la viabilidad técnica y financiera del
establecimiento de módulos de producción en la loca
lidad de El Salto, Pueblo Nuevo, con una producción de
500 kg/año; también se investigó la adopción y consu
mo por parte de la población menonita de Pueblo Ideal,
así como la elaboración de productos por parte de un
grupo de mujeres de comunidades ejidales de la sierra
de El Salto, Pueblo Nuevo. Además del cultivo del hongo
para consumo directo, es posible obtener otros produc
tos como licor, crema cosmética, champú, mermelada
y chorizo de hongo seta. Hasta el momento, se cuenta
con ocho módulos de producción de setas, distribuidos
en los municipios de Pueblo Nuevo (4), Durango (2),
Tepehuanes (1) y Súchil (1) cuya producción estimada
es de una tonelada, la cual se comercializa en fresco y en
producto elaborado en cada una de las localidades.
FLORA
El estado cuenta con especies maderables, no madera
bles y forrajeras de importancia comercial. Se conocen
14 especies maderables, de las cuales los pinos Pinus
durangensis, P. arizonica, P. engelmannii y P. cooperi son
las más preciadas por la calidad de su madera. En cuan
to a su excelente valor forrajero, destacan ocho espe
cies de gramíneas: Bouteloua gracilis, B. curtipendula, B.
hirsuta, B. dactyloides, B. reederorum, Digitaria californica,
Setaria leucopila y Tripsacum dactyloides, pero se cuen
ta con otras 81 especies nativas con valores buenos y
regulares.
Para el caso de las especies no maderables, desta
can el maguey cenizo (Agave durangensis), tepemete
(A. angustifolia) y maguey cenizo de la sierra (A. shrevei)
con los cuales se elabora el mezcal. Otras especies son el
Valero-Padilla, J. 2017. Resumen ejecutivo. Usos tradicionales y convencionales. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado.
conabio, México, pp. 501-502.
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502
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
orégano (Lippia graveolens), sotol (Dasylirion durangense,
Dasylirion sp.) y nopal verdura (Opuntia spp.); para este
último se incluye un estudio de caso en la comunidad
de Santiago Bayacora.
En los patios y solares de las casas es común que las
mujeres mantengan pequeños huertos en donde se cultivan plantas para uso comestible y medicinal como la
verdolaga (Portulaca oleracea), nopal verdura, estafiate
(Artemisia mexicana), yerbanís (Tagetes lucida) y otras.
Entre las especies de autoabasto se conocen mil (22% de
la flora reportada en el estado) las cuales se utilizan con
fin medicinal (809), comestible (200), ornamental (300)
y uso doméstico (más de 100 especies), utilizadas para
construcción, elaboración de artesanías, combustible y
otros objetos útiles.
FAUNA
El aprovechamiento de la herpetofauna es mínimo; al
gunas especies de cascabel (Crotalus spp.) y tortugas
son utilizadas con fines medicinales y ocasionalmente
para consumo. En cuanto a las aves de ornato, su cap
tura y comercialización ocupa un lugar importante en la
economía de muchas familias rurales, por esta situa
ción, las autoridades han elaborado una guía de identi
ficación que indica las especies cuyo aprovechamiento
es permitido. En cuanto a las especies de aves que son
utilizadas como alimento están la gallina de monte
(Dendrortyx macroura) y la codorniz (Cyrtonyx
montezumae), la cual ha sido reproducida exitosamente
en cautiverio. Las especies de mamíferos que destacan
por su importancia cinegética por el aprovechamiento
de carne y piel son el conejo castellano (Sylvilagus
foridanus), el conejo de monte (S. cunicularius) y el
venado cola blanca (Odocoileus virginianus).
Es importante mencionar que en el caso de los hon
gos y plantas, el conocimiento empírico y aprovecha
miento de las especies nativas por parte de la población
indígena y mestiza está cayendo en desuso, por lo que
es prioritario documentar estos conocimientos tradicio
nales para conservarlos y recuperar las buenas prác
ticas en la medida de lo posible.
Por otro lado, en el caso de la fauna silvestre, se tie
nen actividades que están muy arraigadas y amenazan
a estas especies, como la cacería de subsistencia, la cap
tura ilegal de aves de ornato y la matanza de algunos
reptiles a causa de mitos. En estos casos, es necesario
asesorar técnicamente a la población para que puedan
realizar un aprovechamiento diversificado y sustenta
ble de sus recursos naturales y evitar con ello la pér
dida de la biodiversidad en la entidad.
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Usos tradicionales y convencionales
503
Uso
de
hongos, flora y fauna silvestre
Luis Manuel Valenzuela Núñez • Edwin Amir Briceño Contreras
INTRODUCCIÓN
Los habitantes de las zonas rurales utilizan un gran nú
mero de especies silvestres de flora y fauna para satisfacer sus necesidades materiales y culturales, mediante
la obtención de alimento, medicinas, herramientas, abri
go, combustible, fibras (usos directos), materiales para
ofrendas religiosas, fiestas tradicionales, etc.
Los recursos derivados de la vida silvestre constitu
yen un aporte económico sustancial y pueden ser vitales
para la sobrevivencia de muchas comunidades rurales,
(uicn et al. 1991). Además, las especies silvestres forman
parte esencial de la identidad cultural de una región y
representan múltiples valores ecológicos, culturales,
científicos, recreativos, educativos y estéticos (Pérez-Gil
et al. 1996).
APROVECHAMIENTO
DE HONGOS SILVESTRES
Existen alrededor de 200 especies de hongos comesti
bles en el país (Guzmán 1977) que cumplen funciones
importantes para el desarrollo de la economía en las
comunidades rurales (Díaz-Barriga 1992). La recolección de hongos es una práctica muy antigua y co
mún en la Sierra Madre Occidental (Reygadas et al.
1995), donde el conocimiento empírico de las propiedades de los hongos silvestres es parte de la cultura de
los pobladores rurales y representa la base de su
aprovechamiento (cuadro 1). Una parte de la cosecha de
hongos silvestres se utiliza para consumo local, pero
también se comercializan principalmente en los mer
cados de diversas poblaciones de la zona serrana. Re
gularmente se consumen frescos o preparados de
diversas maneras, pero cuando hay una buena cosecha
se pueden conservar para su posterior consumo. Una
forma común de conservación es el secado, que consis
te en ensartar los hongos en un hilo y dejarlos secar al
aire.
APROVECHAMIENTO
DE PLANTAS SILVESTRES
México y los países de América Central han sido fuente
originaria de muchas de las plantas cultivadas que se
consumen en el mundo como el tomate (Lycopersicum
esculentum), la calabaza (Cucurbita spp.), el chile (Capsicum
annuum), el frijol (Phaseolus vulgaris), el maíz (Zea mays),
el aguacate (Persea americana), la guanábana (Annona
muricata) y la chirimoya (Annona cherimola). Dada la
permanencia de los sistemas tradicionales en las po
blaciones rurales de Durango, aún en la actualidad se
aprovechan diversas plantas silvestres como alimento
y varias especies de magueyes (Agave spp.), nopales
(Opuntia spp.) y herbáceas anuales se preparan y
consumen en diversas formas. En los patios y solares
de las casas es común que las señoras mantengan pequeños huertos en donde se cultivan plantas para
diferentes usos (cuadro 2).
El conocimiento y uso de las propiedades medicinales
de las plantas es muy extenso en el medio rural. Este
comprende la identificación de las especies, partes utilizadas, época de cosecha, preparación y dosificación (Martínez 1944). Muchas de las plantas medicinales son
utilizadas localmente, pero también se comercializan
y envían a los abundantes expendios herbolarios de los
centros urbanos, como son el caso del árnica (Arnica
montana), el yerbaníz (Tagetes lucida), el tatalencho
(Gymnosperma glutinosum), el orégano (Lippia graveolens),
el estafiate (Artemisia mexicana), etc.
El aprovechamiento de las propiedades medicinales
de las plantas es de gran relevancia para la población
rural, y puede llegar a ser vital en comunidades apar
tadas donde no existe la atención médica o no es sufi
ciente para cubrir las necesidades de los pobladores. Es
aquí donde el conocimiento tradicional de la medicina
es de vital importancia y con costos accesibles para los
campesinos.
Valenzuela-Núñez, L.M. y E.A. Briceño-Contreras. 2017. Uso de hongos, flora y fauna silvestre. En: La biodiversidad en Durango.
Estudio de Estado. conabio, México, pp. 503-507.
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504
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Principales especies de hongos consumidas
Nombre científico
Nombre común
Descripción y periodo de colecta
Amanita caesarea
Hongo amarillo
La carne es blanca con sabor y olor agradable.
Aparece a partir del mes de julio hasta mediados de
septiembre
Hypomyces lactifluorum
Orejas de cochino
Es de color anaranjado o rojo-anaranjado. Aparece
desde el mes de julio hasta octubre
Ramaria flava
Fideos, arrocitos,
patitas de pájaro
La carne es blanca, con olor a moho y de buen sabor.
Aparece desde mediados del mes de agosto hasta
octubre
Boletus edulis
Maqueta, pancita
La carne es blanquecina. Aparece desde fines de julio
hasta agosto
Pleurotus sp.
Setas
Carne blanca, carnosa-correosa, con olor y sabor
agradables
Lactarius deliciosus
Níscalo, robellón
Hericium erinaceus
Cabeza de chango
Sparassis crispa
Barba de chivo
Fuente: Delgadillo-Cisneros et al. 2005, Naranjo-Jiménez et al. 2011.
Cuadro 2. Principales especies de plantas silvestres consumidas
Nombre científico
Nombre común
Usos
Portulaca oleracea
Verdolaga
Comestible
Opuntia spp.
Nopal
Comestible
Prosopis spp.
Mezquite
Comestible, medicinal
Artemisia mexicana
Estafiate
Medicinal
Cucurbita foetidissima
Calabacilla loca
Lavado de ropa y repelente
Jaltomata procumbens
Jaltomate
Comestible
Solanum cardiophyllum
Papita güera
Comestible
Tagetes lucida
Yerbanís
Medicinal
Fuente: Gómez 2008, Martínez-Saldaña y Sales-Colin 2014.
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Usos tradicionales y convencionales
Un número considerable de especies como mimbre
(Chilopsis linensis), costilla de vaca (Atriplex canescens),
pino piñonero (Pinus cembroides), sotol (Dasylirion spp.),
pitayo (Stenocereus griseus) y muchos magueyes (Agave
spp.) son utilizadas como decoración en casas, escuelas
y jardines (especies de ornato); sin embargo, es común
que algunas de ellas tengan varios usos que incluyen
los medicinales y los alimenticios.
El principal combustible en las zonas rurales es la
leña. Numerosas especies son utilizadas, entre las que
destacan el mezquite (Prosopis spp.), el huizache (Acacia
spp.), el pino (Pinus spp.), el oyamel (Abies spp.), el en
cino (Quercus spp.) y el aile (Alnus spp.). Ocasionalmen
te se cortan árboles de mezquite y encino secos para
utilizarlos como leña o en la fabricación de carbón ve
getal, pero lo más común es que se usen los restos de
los árboles que habían sido cortados para la obtención
de madera para construcción.
Existe una intensa explotación forestal, mucha de
tipo clandestino y sin programas de aprovechamiento.
La madera es un componente fundamental en las cons
trucciones rurales y puede observarse desde una viga
para el techo, hasta una casa hecha totalmente de ma
dera. Por otra parte, la comercialización de madera para
construcción es una práctica muy antigua y representa
un importante complemento para la economía de mu
chas familias. Hasta la década de los ochenta, el oyamel
(Abies spp.) era la especie más utilizada por su madera
suave. En los últimos años la construcción de nuevos
caminos y el uso generalizado de motosierras han per
mitido el aprovechamiento de otras especies arbóreas.
Esto ha motivado una mayor presión para las zonas bos
cosas ocasionando con ello afectaciones a la biodiver
sidad que se han traducido en amenaza para las plantas
útiles.
APROVECHAMIENTO
DE FAUNA SILVESTRE
La ganadería es una actividad económica de gran rele
vancia en las zonas rurales del estado siendo los gana
dos ovino y vacuno los más importantes, además de los
equinos y ganado de traspatio (gallinas, guajolotes,
palomas y ocasionalmente conejos). Durante la época
de estío se recurre al suministro de forraje para la ali
mentación del ganado. En algunas parcelas se han
sembrado pastizales, pero lo más común es que los
animales se alimenten de las plantas silvestres. Las
praderas son fundamentales para los borregos, mien
tras que las vacas consumen importantes cantidades
505
de gramíneas amacolladas silvestres de los géneros
Festuca y Mulhenbergia.
La actividad ganadera se encuentra ligada a la pro
vocación de incendios para promover el crecimiento de
pasto nuevo o retoño (pelillo). Ésta ha tenido un fuerte
impacto en la estructura de las comunidades vegetales,
y en las poblaciones de fauna silvestre (LiraTorres y
Briones-Salas 2011), donde algunas especies de gramí
neas amacolladas se han visto favorecidas, mientras
que los renuevos de especies arbóreas y arbustivas han
sido perjudicados.
La fauna silvestre ha jugado un importante papel en
la cultura del ser humano, a la vez que representa una
fuente de importantes recursos económicos, alimenta
rios y medicinales. Existe una gran riqueza de mitos e
historias sobre la fauna, que forman parte de las tradi
ciones y la cultura de los habitantes del campo (Leopold
1965). Además, es común que los pobladores rurales de
Durango posean un extenso conocimiento sobre la bio
logía de muchos animales, aunque se puede observar
un sesgo hacia las especies de interés cinegético (cona
for y semarnat 2009; cuadro 3).
En Durango, la herpetofauna está representada prin
cipalmente por serpientes y su aprovechamiento es
mínimo. Las diferentes especies de serpientes de cas
cabel (Crotalus spp.) se utilizan con fines medicinales,
y ocasionalmente para consumo. Existe una lagartija
(Barisia imbricata) conocida localmente como escor
pión, sobre la cual existe la falsa creencia de que es
venenosa y esta situación ha motivado la creación de
historias alarmantes, así como la matanza innecesaria
de estos organismos.
El mantenimiento de aves de ornato es una costum
bre muy arraigada en la población y son muchas las
especies utilizadas para este fin. Su captura y comer
cialización ocupa un lugar relevante en la economía de
muchas familias de campesinos. Esta situación ha lle
vado a las autoridades a su reglamentación y a la edi
ción de una guía para identificar las especies permitidas
(sarh 1982). Pocas especies son utilizadas como alimen
to, sólo la gallina de monte (Dendrortyx macroura) y la
codorniz (Cyrtonyx montezumae) se cazan para este pro
pósito. Esta última ha sido exitosamente reproducida
en cautiverio.
El gusto por la caza de mamíferos está muy arraiga
do en la población, por lo que la mastofauna se encuen
tra bajo una fuerte presión. Los mamíferos silvestres
representan una importante fuente de alimento para
la población rural, pero también de esparcimiento y
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506
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Principales especies de fauna silvestres utilizadas
Nombre científico
Nombre común
Usos
Crotalus spp.
Víbora de cascabel
Control de diabetes, tumores malignos (cáncer), cólicos,
elaboración de antídotos, erupciones y granos en la piel, acné
Diferentes géneros
y especies
Tortugas
Tratamiento de dolores en articulaciones, alimento, mascotas
Mimus polyglottos
Cenzontle
Canora y de ornato
Passer domesticus
Gorrión
Canora y de ornato
Cardinalis cardinalis
Cardenal
Canora y de ornato
Mephitis mephitis
Zorrillo
Tratamiento de bronquitis y reumatismo
Canis latrans
Coyote
Dolores musculares, alimento
Odocoileus virginianus
Venado
Alimento, tratamiento de enfermedades cardiovasculares
Rattus rattus
Rata de campo
Alimento, tratamiento de anemia
Sus scrofa
Jabalí
Alimento
Lepus europaeus
Liebre
Alimento
Sylvilagus cunicularius
Conejo
Alimento
Fuente: Salas-Westphal et al. 2014.
remedios tradicionales. Tres especies destacan por su
importancia cinegética: el conejo castellano (Sylvilagus
foridanus), el conejo de monte (S. cunicularius) y el ve
nado cola blanca (Odocoileus virginianus). Los conejos
se cazan todo el año y en cualquier oportunidad que se
presente; ocasionalmente se aprovecha su piel, pero la
obtención de carne es el objetivo principal. Por su abun
dancia y amplia distribución, los conejos son especies
importantes en la economía de los pobladores rurales.
El venado cola blanca es la especie cinegética por ex
celencia (Leopold 1965) y se le caza durante todo el año,
sin discriminar sexo o edad. El método de caza más co
mún es el conocido como de «arreada», que consiste en
acorralar a los animales con ayuda de perros, por lo que
los animales tienen pocas posibilidades de escapar.
No es de extrañar, entonces, que el venado sea un animal muy raro en las regiones semidesérticas de Duran
go, excepto en pocos sitios inaccesibles o que cuentan
con protección.
mas a enfrentar si se desean implementar estrategias de
desarrollo y conservación de estos recursos naturales.
1. La insuficiencia de recursos económicos para la
realización de estudios y la creación de infraestruc
tura necesaria para implementar diferentes técnicas
de producción alternativa como lo son las unidades de
manejo para la conservación de la vida silvestre (uma).
2. La generación de planes de manejo requiere cambios
en los sistemas actuales de aprovechamiento, además
de fomentar una forma diferente de conservación.
3. La calidad y enfoque de los estudios realizados en
biodiversidad y manejo de recursos se dirigen prin
cipalmente a la elaboración de listas; falta profundi
zar en el estudio de las poblaciones silvestres, sus
propiedades reales y potenciales, posibles estrategias
para la propagación, además de estudios de mercado
y problemática local, todo esto con el fin de tener
una perspectiva real y mayores posibilidades de so
lucionar problemas urgentes.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Respecto al uso de las diversas especies que se consi
deran aquí, se pueden distinguir tres líneas de proble
Se sugiere realizar un diagnóstico sobre el estado
actual de los recursos, identificando las especies de in
terés para su producción y de esta manera contar con
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Usos tradicionales y convencionales
objetivos claros para proponer un programa de manejo
y conservación regional. Actualmente ya existen pro
gramas de manejo de recursos muy exitosos a nivel
comunitario que pueden servir como referencia y apo
yo para la región (Bocco et al. 1998).
Los pobladores rurales de Durango cuentan con los
conocimientos básicos sobre los usos alternativos acer
ca de sus recursos naturales. Es necesario, no obstante,
brindar una asesoría y organización suficientes para realizar un aprovechamiento diversificado y sustentable
de los mismos. En Durango se tiene un gran potencial
para sostener poblaciones importantes de venado, co
nejo y guajolote silvestre, donde sólo se necesita una
protección adecuada para aumentar su número y pos
teriormente un correcto programa de manejo para su
aprovechamiento, en vez de cazarlos para consumo local
y obtener un pequeño beneficio. Esto puede ser sopor
tado con la creación de uma atractivas para los cazado
res de los grandes centros urbanos, como las ciudades
de Durango, Torreón, Monterrey y Chihuahua.
Los modelos actuales de producción de alimentos
han desdeñado las tecnologías autóctonas generadas
en condiciones geográficas, ecológicas, agrarias y cul
turales. Con la ayuda de la ciencia y la tecnología es
posible dar otra perspectiva a estos sistemas de alto po
tencial productivo en donde la agricultura, la horticul
tura, la piscicultura y la ganadería de tipo intensivo
logran integrarse a partir de la experiencia y conoci
miento ecológico de la cultura local.
Es urgente fomentar la investigación que lleve a
entender la estructura y funcionamiento de los siste
mas naturales, así como estudios que analicen desde
una perspectiva unitaria el comportamiento de los sis
temas de manejo de recursos existentes; esto permitirá
evaluar qué tanto se acerca a la sustentabilidad ecoló
gica contando así con elementos para generar alterna
tivas de manejo adecuado (Maass 1995).
507
Delgadillo-Cisneros, R.V., J.N. Naranjo, C.J. Herrera y A.N. Almaraz.
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509
Usos tradicionales y convencionales
El cultivo
del hongo seta
(Pleurotus spp.)
Néstor Naranjo Jiménez • Raúl Díaz Moreno • Jesús Herrera Corral • José Natividad Uribe Soto • Margarita Araceli Ortega Chávez
INTRODUCCIÓN
Durango ocupa el cuarto lugar del país en extensión, y
presenta una importante cobertura forestal. El aprove
chamiento forestal ha sido la principal alternativa de
desarrollo para los pobladores que dependen de sus
áreas boscosas, por lo que hasta ahora se ha dado poca
importancia al aprovechamiento sustentable de recur
sos forestales no maderables, tales como los hongos
comestibles.
Debido a la gran variedad de climas, suelos y vege
tación presentes en el estado, es de esperarse que exista
una gran diversidad de hongos silvestres comestibles
que pueden aprovecharse para su consumo, y algunos
para el cultivo y comercialización en el mercado regional,
nacional e internacional. Sin embargo, estas posibili
dades han sido poco estudiadas en la entidad.
Los hongos silvestres comestibles son recolectados
y consumidos principalmente por los lugareños indígenas, quienes conocen más de 14 especies; y los
mestizos, que reconocen entre seis a ocho especies co
mestibles en los bosques de pinoencino de la Sierra
Madre del estado. Su aparición es estacional corres
pondiente al periodo de lluvias; el resto del año no los
hay, lo que crea en los consumidores de hongos un
desencanto en su deseo de consumirlos.
Algunas especies de hongos silvestres comestibles
existentes en los bosques pueden ser cultivados, pri
mordialmente aquellos denominados “hongos de la
pudrición café y blanca” (comúnmente llamados ligní
colas, es decir aquellos que crecen en trocos de árboles
dañados o secos). Las especies presentes en los bos
ques de Durango susceptibles de ser cultivadas son
Sparassis crispa, Hericium erinaceus y Pleurotus spp.,
este último es el hongo del que mayormente se ha in
tentado su cultivo en el estado (figura 1).
Hoy en día el interés por el cultivo comercial de
hongos comestibles está en casi todos los estados de Mé
xico y lo mismo sucede en países de Centro y Sudamé
rica, porque han visto en este cultivo no solamente una
opción de inversión sino también una excelente alter
nativa alimenticia por su valor nutricional (Martínez
Carrera 2002). A continuación se describen los diversos
trabajos de investigación realizados sobre el cultivo de
la seta (Pleurotus spp.) en la entidad.
INVESTIGACIONES SOBRE EL CULTIVO
DE SETAS (Pleurotus spp.)
En 1990, Medrano y colaboradores realizaron los primeros trabajos del cultivo de setas para su producción ma
siva, logrado 10 kg de hongo fresco por 60 kg de paja
seca (com. pers. del Dr. Hiram Medrano Roldán, 2013). En
1993, en el Programa de Biotecnología del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Inte
gral Regional unidad Durango del Instituto Politécnico
Nacional (ciidir-dgo-ipn), se iniciaron los primeros
trabajos sobre el cultivo de setas. Se eligieron estos hon
gos por la facilidad de su cultivo y la experiencia sobre el
mismo, además de las propiedades organolépticas1 para
su inclusión en la dieta de los habitantes de las zonas
forestales de Durango (Naranjo-Jiménez et al. 1995a).
Sáenz-Soto (1995) evaluó el uso de la corteza de pino
mezclada con paja de pino y su efecto sobre el creci
miento del hongo Pleurotus sp. y su contenido de proteí
na. Los resultados obtenidos indican que el contenido
de corteza no debe exceder 40% en su mezcla con paja de
frijol para lograr buenas producciones con buen conte
nido de proteína. Aguirre-Villareal (2000) realizó el estudio para evaluar el efecto del tamaño de partícula de
las mezclas de bagazo mezcalero con esquilmos de frijol
para la producción del hongo seta (Pleurotus sp.) y su
efecto en el contenido de proteína cruda y verdadera,
1 Son aquellas características que pueden percibirse de manera direc
ta por los sentidos, sin utilizar aparatos o instrumentos de análisis.
Naranjo-Jiménez, N., R. Díaz-Moreno, J. Herrera C., J.N. Uribe-Soto y M.A. Ortega Chávez. 2017. El cultivo del hongo seta (Pleurotus
spp.). En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 509-512.
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510
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Especies silvestres de Pleurotus sp. en El Salto, Pueblo Nuevo.
Foto: Néstor Naranjo Jiménez.
obteniéndose que el tamaño de partícula no influyó en
el contenido de proteína (Naranjo-Jiménez et al. 1995b).
En otros trabajos relativos con el cultivo de Pleurotus
sp., Romo-Nevares (2000) valoró medios de cultivo ela
borados con extracto acuoso de paja de frijol, trigo,
maíz, bagazo de agave mezcalero, aserrín de pino y su
adición al medio malta agar levadura (mal), los cuales
se confrontaron contra un testigo de mal. Obtuvieron
que el medio con mal adicionado con extracto de paja
de maíz es superior al testigo, por lo que su uso ayuda
a reducir los tiempos de crecimiento del micelio hacia
el micelio activado, para la producción comercial del
hongo.
Ramírez-Estrada (1999) colectó individuos silvestres
de Pleurotus sp. y logró aislar más de 210 micelios homocarióticos (micelios con la mitad de información gené
tica, resultantes de germinar las esporas sexuales) para
su posible uso en la mejora genética de este hongo, y
desarrollar cepas mas adaptables a la región de El Sal
to, Pueblo Nuevo, Durango.
Para darle continuidad al trabajo anterior se estu
diaron seis cruzas de cepas de Pleurotus sp., las cuales
se cultivaron en sustratos de paja de frijol; se determinó
que la cepa A23M3 presentó la mayor eficiencia bioló
gica o producción del hongo y el periodo de desarrollo
más corto de 64.2 días, por lo que esta cepa es prometedora para el cultivo de setas en Durango (Ordaz
2000).
Villanueva-Ramírez (2003) analizó la factibilidad técnico financiera para el establecimiento de un módulo
de producción del hongo Pleurotus spp. Los indicadores
mostraron la viabilidad del establecimiento de este mó
dulo como una alternativa productiva para Durango;
dichos resultados han apoyado la factibilidad del cultivo
de setas en El Salto, Pueblo Nuevo, con una producción
de 500 kg/año.
Para contribuir y ampliar las expectativas en el consu
mo y cultivo de hongos comestibles, se trabajó en el
desarrollo de tres métodos para la elaboración de licor de
champiñón (ebullición, extracción y concentración de alcohol) y se realizaron pruebas organolépticas, donde se
observó que 85% de los degustantes mostraron disposición para probar el licor de champiñón (figura 2a) y 81%
indicaron que lo consumirían de existir en el mercado
(Domínguez-Marrufo 2003, Naranjo-Jiménez et al. 2008).
Con el propósito de difundir el cultivo de hongos co
mestibles setas, Naranjo-Jiménez y colaboradores (2009b)
incursionaron en la comunidad menonita de Nuevo
Ideal, Durango, para informar sobre el cultivo y consu
mo de estos hongos logrando que este grupo étnico los
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511
Usos tradicionales y convencionales
B
A
C
Figura 2. a) Licor de Pleurotus spp. b) Sensibilización para el consumo y cultivo del hongo seta en las colonias menonitas de
Durango. c) Productos elaborados con el hongo seta, por parte de mujeres de la sierra de Durango.
Fotos: Néstor Naranjo Jiménez.
consumiera, así como el establecimiento de un micro
módulo de cultivo de hongos (figura 2b).
Naranjo-Jiménez y colaboradores (2009a) realizaron
el estudio para evaluar la apropiación del conocimiento
sobre el cultivo de hongos comestibles (Pleurotus sp.)
y su impacto económico en un grupo de mujeres en la
sierra de Durango, a partir de un proyecto de autoges
tión y diversidad productiva para elaborar productos
de mayor valor agregado, como licor de hongo, crema
cosmética de extracto de hongo, champú, mermelada y
chorizo de hongo, los cuales mejoraron (figura 2c). Se
observó una mejora en los ingresos y en la producción
del hongo, así como la apropiación del conocimiento
sobre el cultivo por parte del grupo de mujeres, el cual
las habilitó para transferir de su experiencia a otros
grupos de mujeres de comunidades ejidales de la sierra
de El Salto, Pueblo Nuevo, (Naranjo-Jiménez et al. 2010).
En el estado se tienen ocho módulos de producción de
setas, cuya producción estimada es de una tonelada, la
cual es comercializada en fresco y en producto elaborado,
en cada localidad y en la ciudad de Durango (cuadro 1).
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El conocimiento y consumo de setas (Pleurotus spp.) se
ha incrementado en el estado, tanto en fresco como en
productos elaborados, lo cual ha incentivado el consu
mo y, como consecuencia, su cultivo.
Es importante continuar los estudios y colectas cien
tíficas para ampliar el conocimiento de la biodiversidad
del recurso fúngico para su manejo sustentable en los
bosques de Durango, así como conocer el papel que
tienen los hongos en los ecosistemas forestales, como
simbiontes mutualistas con especies arbóreas y reci
cladores de la materia orgánica.
Varias especies silvestres de Pleurotus pueden culti
varse. Existen algunas especies silvestres de este gé
nero que se deberán colectar e identificar y evaluar sus
posibilidades de cultivo, reduciendo con ello la presión
sobre el recurso fúngico y propiciando nuevas opcio
nes productivas en los bosques, para las personas que
viven y dependen de este recurso.
Es necesario realizar un manejo adecuado de este re
curso y que estas especies sean consideradas en los pla
nes de uso sustentable de los ecosistemas particulares
para favorecer su conservación.
Finalmente, para incrementar la cultura micófaga
en el estado, se deben realizar foros, talleres, reuniones
y congresos que pongan de manifiesto la importancia
de estos organismos en la vida del ser humano.
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Principales módulos de producción de hongos seta (Pleurotus spp.)
Módulo
Municipio
Tecnología
Producción
kg/año
El Salto
Pueblo Nuevo
Semitecnificado
Las Hongueras de San
Antonio y Anexos
Pueblo Nuevo
Rústico
Ejido La Campana
Pueblo Nuevo
Semitecnificado
150
Ejido La Ciudad
Pueblo Nuevo
Rústico
40
Módulo Tepehuanes
Tepehuanes
Rústico
50
Hongueras de Súchil
Súchil
Semitecnificado
100
Hongueras Parque ladrillero
Durango
Semitecnificado
125
Módulo La Muralla, Ejido
Presidente Salvador Allende.
Es de reciente creación,
abril del 2014
Durango
Semitecnificado
Producción estimada
150
Más de 500
50 a 60
Fuente: datos no publicados, Naranjo-Jiménez 2014.
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Naranjo-Jiménez, N., J. Herrera-Corral, N. Almaraz-Abarca et al. 2008.
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Villanueva-Ramírez, M. 2003. Estudio de factibilidad financiera de una
planta de cultivo de setas. Tesis de licenciatura en Agronomía, Ins
tituto Tecnológico Agropecuario Nº 33.
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Usos tradicionales y convencionales
513
Importancia económica y
usos tradicionales de la flora
Martha González Elizondo • M. Socorro González Elizondo • Irma Lorena López Enríquez • Yolanda Herrera Arrieta
INTRODUCCIÓN
Además de su valor ecológico y de los servicios ambien
tales que los humanos obtienen de los ecosistemas y
de muchas especies en particular, algunos componen
tes de la biodiversidad juegan importantes papeles en
la economía del ser humano.
Dos de las actividades de mayor importancia econó
mica en Durango se sustentan en el aprovechamiento
de las plantas silvestres: la industria forestal depende de
las especies maderables y la ganadería de las forraje
ras. Otras plantas silvestres constituyen productos
forestales no maderables que son, o han sido en el pa
sado, objeto de comercialización a diferentes escalas.
Adicionalmente, los resultados de diversos estudios
revelan que alrededor de 1 000 especies de plantas sil
vestres de Durango (22% del total registradas para la
entidad) tienen potencial de uso directo con diversos
fines (González-Elizondo y González-Elizondo 1990,
LópezEnríquez et al. 2000, González-Elizondo et al.
2004). La mayoría de éstas se usan de manera empírica
solamente para autoabasto por parte de la población
rural de su área de distribución natural, en Durango o
en otras regiones.
Al igual que en muchas otras partes del país y del
mundo, en Durango el aprovechamiento tradicional de
estas plantas se realiza cada vez menos, lo que resulta
en una pérdida de los saberes regionales acerca de las
mismas. Este acervo de conocimientos constituye una
importante parte de las culturas indígenas y populares
del país, que merecen ser rescatados y documentados
por su propia naturaleza; pero además porque, aunque
en la actualidad muchas de estas plantas no sean apro
vechadas, constituyen un enorme potencial para obten
ción de medicamentos, alimentos y materias primas
diversas.
En este capítulo se presenta información general so
bre el conocimiento actual de las especies vegetales de
Durango que juegan un papel directo en la economía
del estado (maderables, no maderables y forrajeras), así
como aquellas que son usadas de forma empírica por
la población rural e indígena, generalmente para auto
abasto, como medicinales, comestibles, ornamentales,
artesanales, entre otros usos. El principal grupo indígena
que habita en el territorio estatal es el de los tepehua
nes del sur, y aquí se comenta brevemente acerca de
las plantas silvestres utilizadas por este grupo; asimis
mo, de manera muy breve se mencionan algunos as
pectos de su agricultura tradicional.
PLANTAS DE
IMPORTANCIA ECONÓMICA
Especies maderables
Durango es la entidad con mayor producción forestal
en México. No obstante que la flora estatal incluye casi
30 especies de pinaceas, la industria forestal maderable
se sustenta sobre unas cuantas especies de Pinus. Las
más apreciadas por la calidad de su madera en el esta
do son: Pinus durangensis, P. arizonica, P. engelmannii
(figura 1) y P. cooperi; otras especies aprovechadas co
mercialmente a menor escala son: P. leiophylla, P. teocote
y P. chihuahuana. Cabe mencionar la presencia de otras
especies cuya madera es de excelente calidad pero que
no se utilizan comercialmente debido a que son esca
sas (p.e. Pinus pseudostrobus) y/o a que se distribuyen
en sitios de difícil acceso o en zonas de protección (p.e.
Abies durangensis, Picea chihuahuana, Pseudotsuga
menziesii) (cuadro 1). En mucha menor escala se apro
vechan con fines maderables algunas especies de enci
no como Quercus sideroxyla, Q. durifolia y Q. eduardii.
Adicionalmente, la flora estatal contiene muchas otras
especies maderables que solamente se usan para au
toabasto; algunas de estas se mencionan en el apartado
de usos tradicionales.
González-Elizondo, M., M.S. González-Elizondo, I.L. López-Enríquez e Y. Herrera-Arrieta. 2017. Importancia económica y usos
tradicionales de la flora. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 513-528.
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514
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Pino real (Pinus engelmannii), una de las especies de mayor valor forestal en la entidad.
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Cuadro 1. Principales especies maderables de importancia económica presentes en la entidad
Nombre científico
Nombre común
Madera
Conservación
Ligera
Se restringe a sitios
húmedos y sombreados en
cañadas y laderas;
poblaciones pequeñas,
requiere protección
Picea chihuahuana
Picea, pinabete,
cahuite
Dura
Distribución restringida,
poca regeneración,
catalogada en la nom059-semARnAt-2010 como
en peligro de extinción (P)
Pinus arizonica
Pino blanco, pino
alimonado
Muy buena, pocos nudos
por su copa alta
Abundante, pero dado que
es muy explotada es
necesario considerar áreas
de protección
P. chihuahuana
Pino chino, pino
prieto
Resinosa, raramente
utilizada por su fuste corto
y ramificado
Abundante, sin problemas
P. cooperi var. cooperi
Ocote, pino
amarillo, pino chino
Ligera, fuerte, de buena
calidad pero
frecuentemente nudosa
por su copa baja
Abundante, sin problemas
Abies durangensis
Cahuite, pinabete,
pino azul
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515
Usos tradicionales y convencionales
Cuadro 1. Continuación
Nombre científico
Nombre común
Madera
Conservación
Ocote, pino alazán,
pino blanco, pino
real, pino real de
seis hojas
Ligera, suave, color
amarillento, excelente
calidad, la más apreciada
en Durango
Abundante, actualmente
sin problemas de
conservación pero lo
intensivo de su explotación
podría poner en riesgo su
persistencia
P. engelmannii
Pino real, pino
barbudo
Suave, color amarillo
pálido, de muy buena
calidad
Abundante, actualmente
sin problemas de
conservación, pero podría
tenerlos a futuro por lo
intensivo de su explotación
P. herrerae
Ocote, pino chino
Color amarillento pálido,
de buena calidad
Sin problemas de
conservación
P. leiophylla
Pino chino, pino
prieto, ocote
Densa, dura, pesada,
resinosa, poco
aprovechada
Abundante, sin problemas
de conservación
Pino real
Suave y ligera pero
resistente
Especie escasa pero
ampliamente distribuida
en condiciones
semitropicales; con
potencial para
plantaciones forestales;
sin problemas de
conservación
Pino blanco, ocote
Color amarillo pálido,
medianamente suave
pero resistente,
ligeramente resinosa
Escasa, pocas poblaciones
pequeñas
P. strobiformis
Cahuite, ocote,
pinabete
Suave, color cremoso,
frágil y algo vidriosa; no
obstante se utiliza por su
fuste alto, regular, poco
ramificado
Escasa pero
aparentemente sin
problemas de
conservación
P. teocote
Ocote, pino chino,
pino colorado, pino
prieto, pino rosillo,
teocote
Fuerte, dura, muy resinosa,
ampliamente explotada
pero no muy apreciada
Abundante y con amplia
distribución, sin problemas
de conservación
Cahuite, pinabete
Color blanquizco,
ligeramente amarillenta,
más o menos resistente;
especie muy apreciada por
su fuste limpio y recto;
explotación muy limitada
Se restringe a áreas de
protección, en cañadas y
orillas de arroyos,
catalogada en la nom059-semARnAt-2010 como
sujeta a protección
especial (Pr)
P. durangensis
P. maximinoi
P. pseudostrobus var.
pseudostrobus
Pseudotsuga menziesii
var. glauca
Fuente: García-Arévalo y González-Elizondo 2003, semARnAt 2010.
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516
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Especies forrajeras
Muchas especies de gramíneas nativas son de importan
cia primordial para la ganadería en el estado. Por su ex
celente valor forrajero destacan ocho: Bouteloua gracilis
(figura 2), B. curtipendula, B. hirsuta, B. dactyloides, B.
reederorum, Digitaria californica, Setaria leucopila y
Tripsacum dactyloides. En el apéndice 25 se relacionan
otras 94 especies de gramíneas nativas de Durango con
valor forrajero bueno (40), regular (41) y malo (13).
Otras especies forrajeras de importancia económica
son los nopales (Opuntia spp.), el chamizo (Atriplex
canescens), así como otras hierbas y arbustos palatables
y de buen valor forrajero que son consumidas por el
ganado en libre pastoreo como la engordacabra (Dalea
bicolor).
Recursos forestales no maderables
Además de las especies en las que se sustentan las ac
tividades forestal y pecuaria, la flora de Durango incluye
una considerable cantidad de especies vegetales de im
portancia económica que en conjunto se conocen como
recursos forestales no maderables: en este rubro destacan
las especies de Agave utilizadas en la elaboración de
mezcal, principalmente el maguey cenizo (A. durangensis,
figura 3), tepemete, chacaleño (A. angustifolia), y ma
guey cenizo de la sierra, ji’ja (A. shrevei); el orégano
(Lippia graveolens, figura 4) y sotol (Dasylirion durangense,
Dasylirion sp.). Entre algunas especies que en años pa
sados se utilizaban a escala comercial y cuyo aprove
chamiento parece haber disminuido en la actualidad se
cuentan la lechuguilla (Agave lechuguilla) y la candeli
lla (Euphorbia antisiphylitica). Algunas comunidades
del sur de Durango extraen para comercialización a
pequeña escala nopal verdura (Opuntia spp.).
Varias especies de plantas medicinales que crecen
silvestres en territorio duranguense se extraen a escala
comercial. Durante los últimos años parece haber au
mentado la colecta y extracción de flor de peña o siem
previva (Selaginella spp.). En el mercado Gómez Palacio
y en otros establecimientos comerciales de la ciudad
de Durango se encuentran a la venta varias especies de
plantas nativas de la entidad, como gobernadora (Larrea
Figura 2. Navajita azul (Bouteloua gracilis).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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Usos tradicionales y convencionales
tridentata), matarique (Psacalium sinuatum), peyotillo
(Roldana sessilifolia), gordolobo (Gnaphalium spp.), peonía
(Lasianthaea aurea), té milagro (Packera candidissima), co
palquín (Hintonia latiflora), cuachalalate (Amphipteryngium
adstringens), entre otras (figura 5).
517
Medicinales
USOS TRADICIONALES
Cerca de mil especies de la flora vascular de Durango
(aproximadamente 22% de la flora registrada hasta la
fecha) se han utilizado para autoabasto con diversos fines. Aquí se clasifican en cuatro categorías de uso: medicinales, comestibles, ornamentales y usos domésticos;
en esta última se cuentan aquellas especies utilizadas
para la construcción, como materias primas para la ela
boración de artesanías, herramientas y otros objetos úti
les, como sustitutos de jabón, postes para cercas o cercas
vivas, entre otros. En el apéndice 26 se presenta una re
lación de una parte representativa de las especies de uso
tradicional actual o potencial en Durango. Algunas otras
especies se mencionan en los capítulos de la sección so
bre Diversidad de especies en esta obra.
La categoría de uso tradicional más importante en cuan
to al número de especies es el de las plantas medicina
les. Existe una extraordinaria cantidad de plantas de la
flora de Durango a las que se les atribuyen propiedades
curativas.
González-Elizondo et al. (2004), con base en estudios
etnobotánicos de campo y una exhaustiva revisión de
literatura, reportan 809 especies (17% de la flora conocida), aunque se estima que solo unas 250 se utilizan
actualmente en menor o mayor grado en la entidad.
La medicina tradicional de los tepehuanes del sur,
principal grupo étnico del estado, se basa primordial
mente en aspectos mágicoreligiosos en donde los cha
manes curan a través de sueños y con la ayuda del bib o
tabaco macuchi (Nicotiana rustica, figura 6) (GonzálezElizondo y Ávila-Reyes 2000, González-Elizondo 2000a
y 2000b). Sin embargo, la herbolaria constituye otra
parte de la medicina tradicional que en el caso de este
grupo étnico comúnmente se practica sin la interven
ción de un chamán.
Figura 3. Maguey cenizo (Agave durangensis).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 4. Orégano (Lippia graveolens).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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Figura 5. Algunas plantas medicinales comercializadas en Durango: a) peonía (Lasianthaea aurea), b) té milagro o chucaca
(Packera candidissima), c) copalquín (Hintonia latiflora), d) cuachalalate (Amphipteryngium adstringens).
Fotos: Jorge Tena.
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Usos tradicionales y convencionales
519
Figura 6. Bib o tabaco macuchi (Nicotiana rustica).
Foto: Martha González Elizondo.
La herbolaria tepehuana documentada hasta la fe
cha incluye más de 70 especies (González-Elizondo y
González-Elizondo 1994, González-Elizondo et al. 2002).
Los padecimientos atendidos con mayor frecuencia
mediante el uso de plantas medicinales son, en orden
de importancia: gastrointestinales, respiratorios y dér
micos; otros usos frecuentes son los relacionados con
dolores (musculares, de cabeza, de muelas), heridas,
golpes y picaduras de animal. Algunos ejemplos de las
plantas medicinales más ampliamente conocidas y uti
lizadas por la población indígena en Durango, además
de las mencionadas en el apartado de productos fores
tales no maderables, son: hierba del manso (Anemopsis
californica), yerbanís (Tagetes lucida), hierba del pastor
(Plantago nivea), candelilla (Euphorbia colorata, figura
7a), encinilla (Chimaphila maculata), flor de San Juan
(Telosiphonia hypoleuca), hierba del cochino (Ligusticum
porteri), hierba del coyote (Euphorbia furcillata, figura
7b), y huachichile (Loeselia mexicana).
Entre las plantas medicinales de uso empírico en
Durango se cuentan algunas para medicina veterinaria
como jarilla, hierba de la cucaracha (Dodonaea viscosa,
fi gura 8); chicharroncillo (Croton sp.), clavellino
(Pseudobombax palmeri), higuera (Ficus mexicana) y ta
paco (Stemmadenia aff. tomentosa, figura 9).
Comestibles
Una estimación preliminar de plantas silvestres de Du
rango registradas como comestibles en la literatura y
en reportes de investigación inéditos incluye cerca de
200 especies (González-Elizondo y González-Elizondo
1990, López-Enríquez et al. 2000). La mayoría de estas
se consume sólo de manera esporádica; de otras, hasta
la fecha no se tienen registros de su aprovechamiento
en la entidad. Entre las plantas silvestres comestibles se
incluyen aquellas con las que se preparan cocimientos o
infusiones de uso diario (comúnmente conocidos como
tés) como salvilla o escobilla (Buddleia scordioides), con
cuyas hojas y/o raíz se prepara un té muy apreciado
como complemento alimenticio para lactantes. Otras
plantas comestibles son aquellas de las que se pueden
consumir, por orden de importancia: sus frutos, hojas,
semillas, flores, tallos, raíces, y las que se utilizan como
condimento.
Un análisis preliminar indica que alrededor de 45%
de las plantas silvestres comestibles de Durango tienen
frutos comestibles. Algunos son medianos a grandes y
carnosos como los de varias especies de la familia Cac
taceae (Opuntia spp., Stenocereus spp., Hylocereus sp.,
Echinocereus spp.) y los de otras plantas como talayote
(Matelea pedunculata), toritos (Proboscidea louisianica,
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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Figura 7. Plantas medicinales utilizadas por la población indígena: a) candelilla (Euphorbia colorata), b) hierba del coyote
(Euphorbia furcillata).
Fotos: Jorge Tena.
figura 10), arayan, guayabo silvestre (Psidium spp.), zarza
moras (Rubus spp.), tomatillos (Physalis spp.) y capulín
(Prunus serotina, figura 11). Otros frutos son pequeños,
se comen frescos, deshidratados o en conserva, como los
agritos (Rhus spp.), manzanita, pingüica (Arctostaphylos
pungens, figura 12), garambullo (Condalia spp.), uvas ci
marronas (Vitis spp.) y granjeno (Celtis pallida). Los fru
tos tiernos y los retoños de huaje, guaje, guais, guaisillo
(Leucaena spp.) son muy apreciados por la población
indígena y mestiza de algunas comunidades del sur del
estado. De esta última especie se consumen también
los retoños o partes tiernas a manera de verduras.
La dieta de la población indígena del sur de Duran
go incluye varios platillos preparados con base en di
versas partes de Agave spp. Los escapos florales tiernos
(sab) se cuecen, posteriormente se muelen y se guisan;
las flores tiernas (juhlik) también se comen una vez co
cidas (con varios cambios de agua) y posteriormente se
guisan los escapos grandes pero antes de madurar
completamente; los tallos y bases de las pencas (cabezas)
se comen asados. El ximat es una bebida que se prepa
ra mediante el cocimiento prolongado de las cabezas
de maguey agregando algunas hierbas conocidas con
el nombre genérico de j+’dam, aludiendo a su sabor
ligeramente ácido, como Oxalis spp. y Begonia spp.
(González-Elizondo y Galván-Villanueva 1992). Algunas
plantas de las que los tepehuanes del sur recolectan su
raíz con fines alimenticios son: mo´tak+x (Eriosema
pulchellum), cuarquina (Macroptilium gibbosifolium),
Allium spp., Valeriana deltoidea, bar mo’, jícama (Dahlia
spp.) y kutan yooxi’ (Sinclaria palmeri) (González-Eli
zondo y González-Elizondo 1990).
Ornamentales
Según Rzedowski (1995), una gran cantidad de especies
de plantas mexicanas se utilizan como ornamentales
en otros países; sin embargo, el potencial ornamental
de la flora del país es muy poco aprovechado al interior
de sus fronteras, en donde existe una evidente prefe
rencia por el uso de especies exóticas para uso or
namental. La flora con potencial ornamental de México
se ha estimado entre 3 434 y 4 220 especies, lo que representa alrededor de 10% de la flora vascular del país
(Pérez-Nicolás y Fernández-Nava 2007).
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Usos tradicionales y convencionales
Figura 8. Jarilla, hierba de la cucaracha (Dodonaea viscosa).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 9. Tapaco (Stemmadenia aff. tomentosa).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 10. Toritos (Proboscidea louisianica).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Figura 11. Capulín (Prunus serotina).
Foto: Martha González Elizondo.
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 12. Manzanita, pingüica (Arctostaphylos pungens).
Foto: M. Socorro González Elizondo.
Los patrones en Durango parecen coincidir con di
chas tendencias nacionales. Por ejemplo, en la ciudad
de Durango, 70% de las especies leñosas presentes en
las áreas verdes urbanas corresponden a especies in
troducidas (González-Elizondo 1999) y 30% son nativas
de México; sin embargo, menos de 15% son nativas a la
región y por lo tanto sin problemas de adaptación a las
condiciones del medio natural (González-Elizondo 1998).
Un inventario preliminar (González-Elizondo 1999) re
gistra más de 300 especies silvestres de Durango con
uso actual o potencial como ornamentales; de éstas, al
menos 71 se utilizan en menor o mayor grado en los
parques y jardines públicos del norte de México (apén
dice 27). En la figura 13 se muestran algunos ejemplos
de plantas silvestres ornamentales de uso actual y en la
figura 14 de uso potencial. Mención aparte merecen las
plantas suculentas (Agavaceae, Cactaceae, Crassulaceae),
muy apreciadas en jardinería, especialmente en el
extranjero, y que cada vez son más demandadas, sobre
todo en áreas con poca disposición de agua.
Otras ornamentales silvestres de uso actual en el
área con población indígena se destinan a adornar alta
res y se extraen de sus hábitats naturales. Destacan en
este rubro la extracción de hojas de kurui (Dasylirion)
para elaborar coronas (figura 15), las ramas de ku krus
juk (Pseudotsuga), ramas y flores de ok’yam, madroños
(Arbutus) y muchas otras plantas con flores vistosas.
Uso doméstico
Existen registros de más de un centenar de especies que
se aprovechan a nivel doméstico para construcción (vi
viendas, graneros, corrales, cercas); elaboración de arte
sanías y otros objetos útiles (escobas, cepillos, mangos
de herramientas, etc.), como combustible (leña, carbón),
para obtener pegamento, tintes, etc. (González-Elizondo
et al. 2012). Como materiales de construcción se usan las
especies maderables de cada región. En los bosques tem
plados se aprovechan en mayor o menor grado práctica
mente todas las especies de pinos (Pinus spp.), la mayoría
de los encinos (Quercus spp.), los ailes (Alnus spp.), los
cedros (Cupressus spp.) y los táscates (Juniperus spp.). En
los bosques tropicales la diversidad arbórea es muy am
plia; entre las especies que se utilizan para la construcción
están los tepeguajes (Lysiloma spp.), los tepemezquites y
los huizaches (Acacia spp.), el guamúchil (Pithecellobium
dulce), el frijolillo o palo mosca (Lonchocarpus spp.), la
sangre de toro (Pterocarpus hayesii). Para construir los
techos se usan gramíneas (Setaria geniculata, Andropogon
glomeratus, entre otras), ramillas de pino (Pinus sp., figu
ra 16) y hojas de palma (Brahea sp.).
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Usos tradicionales y convencionales
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Figura 13. Algunas plantas ornamentales de uso actual que crecen silvestres en Durango: a) glorias, trompeta amarilla (Tecoma
stans), b) cuamecate (Antigonon leptopus), c) mimbre (Chilopsis linearis) y d) ramo de novia (Plumeria rubra).
Fotos: Martha González Elizondo (a, b), Abraham Torres (c), Irma L. López (d).
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La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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Figura 14. Algunas plantas ornamentales de uso potencial
que crecen silvestres en Durango: a) pintillo (Agave pintilla),
b) palma (Brahea aculeata), c) poleo (Cunila sp.), d) huachichile
(Loeselia mexicana) y e) tascate (Juniperus coahuilensis).
Fotos: M. Socorro González Elizondo.
E
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Figura 15. Corona rústica para adornar altares y fachadas de casas durante los días de fiestas religiosas en el área tepehuana
del sur de Durango.
Foto: Martha González Elizondo.
Los escapos secos de maguey (Agave spp.) se utilizan
como material de construcción de cercos para proteger
hortalizas u otros cultivos. Algunas plantas usadas como
cercos vivos (o postes vivos) son el papelillo (Bursera
multijuga), el colorín (Erythrina flabelliformis, figura 17)
y el ocotillo (Fouquieria splendens).
Como combustible (leña y carbón) se aprovechan muchas especies leñosas, pero se prefieren las de madera
dura como los encinos (Quercus spp.), los huizaches
(Acacia spp.) y los mezquites (Prosopis spp.). Para elabo
ración de artesanías, como bateas, cucharas y máscaras
(figura 17), se usan especies maderables de colores
atractivos como algunos encinos (Quercus spp.), madro
ños (Arbutus spp.), cedros (Cupressus spp.), aile (Alnus
sp.), tapaco (Stemmadenia palmeri), amapa (Tabebuia
chrysantha) y copal (Bursera palmeri y Bursera sp.). Un
segundo grupo de plantas utilizadas para elaboración
de artesanías son las textiles, de las que se obtiene fibra
para elaboración de morrales (arpus) y redes (asak) (fi
gura 18), así como sogas, cordones, suaderos y artícu
los similares; destacan en este rubro varias especies de
lechuguilla, lachugui, mai, o’r (género Agave) y de pal
ma, sok (género Yucca).
Otra categoría de uso artesanal es el de las plantas
de las que se obtiene materia prima para la elabora
ción de cestería, sombreros y otros productos, entre las
que se cuentan: soyate, umu (Nolina spp.), sotol, kurui
(Dasylirion), carrizo, baapak (Arundo donax) otate, totkom
(Otatea spp.) y otras gramíneas. De otras plantas se ob
tienen tintes (Escobedia, Phytolacca icosandra, Alnus sp.),
de otras pegamentos (Bletia spp., Lobelia cardinalis). Un
ejemplo de la diversidad de especies artesanales utili
zadas por los tepehuanes del sur es el típico banco te
pehuano, atoxcar, en cuya elaboración se utilizan por
lo menos seis especies de plantas (figura 19).
Cultivos tradicionales
de origen prehispánico
entre los tepehuanes del sur
Entre las plantas con uso tradicional en Durango, cabe
mencionar algunas que los tepehuanes del sur cultivan
desde tiempos prehispánicos como algunas variedades
nativas de maíz, frijol y calabaza. Otros cultivos tradi
cionales de importancia cultural para este grupo étnico
son varias especies de maguey (Agave spp.), entre las
que destaca el conocido como ki’mai (maguey de casti
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526
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
lla), probable variante de A. angustifolia de gran tamaño,
de hojas glauco azulosas, que se cultiva en pequeñas
cantidades y se encuentra aparentemente escapado en
algunos sitios.
Los tepehuanes siguen cultivando, a muy pequeña
escala y en áreas muy remotas, huahutle (Amaranthus
sp.), algodón (Gossypium sp.) y tabaco macuche (Nicotiana
rustica, figura 20). La rápida deculturación de este grupo
étnico está provocando la pérdida de dichos cultivos, y
consecuentemente, la pérdida también de los recursos
genéticos que los mismos representan.
COMENTARIOS FINALES
Cabe hacer mención de que el aprovechamiento empíri
co de estas especies en la entidad parece estar perdién
dose, con lo que también se está perdiendo parte del
acervo cultural en el estado.
Ya desde principios de 1990 se documentó que la
población indígena poseía conocimientos más amplios
y profundos acerca de las plantas silvestres que los
que tenía la población mestiza del área rural de Du
rango, y que los conocimientos de la población mesti
za parecía restringirse a las especies cultivadas en
huertos familiares y las especies ruderales (GonzálezElizondo y González-Elizondo 1990); sin embargo, se
ha detectado que aun entre la población indígena está
cayendo en desuso el aprovechamiento de algunas
plantas. Por ejemplo, el uso de la fibra de Agave para
elaboración de artesanías se ha visto sustituido por la
introducción de materiales sintéticos como el plástico
con el que están hechos los costales para transportar
frutas y verduras.
Es importante seguir documentando los conocimien
tos regionales que aún perduran entre la población. Para
Durango, el inventario de las plantas con potencial me
dicinal y comestible parece estar más o menos completo;
aunque falta profundizar en los conocimientos tradi
cionales sobre las mismas y conocer diversos aspectos de
su biología, ecología y fitoquímica. En contraste, los
inventarios de plantas ornamentales y plantas de uso
doméstico, entre las que se cuentan las artesanales,
distan mucho de ser completos.
Figura 16. Techo de casa tepehuana en Santa María de
Ocotán, municipio Mezquital, construido con ramitas de pino
real o juk (Pinus devoniana), otate, totkom (Otatea sp.),
amarrado con cordones hechos con sok (Yucca sp.).
Foto: Martha González Elizondo.
Figura 17. Poste vivo de colorín (Erythrina flabelliformis) en el
municipio de Topia.
Foto: Martha González Elizondo.
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Usos tradicionales y convencionales
A
527
B
Figura 18. a) Morral (arpus) y b) red (asak) tepehuanos elaborados tradicionalmente con fibra de Agave spp.
Fotos: Martha González Elizondo.
Figura 19. Banco tepehuano (atoxcar); en su elaboración se
utilizan seis especies de plantas.
Foto: Martha González Elizondo.
Figura 20. Tabaco macuche (Nicotiana rustica) cultivado por
los tepehuanes del sur.
Foto: Martha González Elizondo.
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528
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
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Texto vigente.
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Usos tradicionales y convencionales
Conocimiento, uso y
manejo tradicional de
529
los nopales
(Opuntia spp.) en Santiago Bayacora
Inocencia Ávalos Huerta • Martha González Elizondo
INTRODUCCIÓN
Los nopales, nombre común con el que se conoce en
México a las plantas pertenecientes al género Opuntia
(Cactaceae), constituyen un grupo exitoso que ocupa
ambientes diversos (Rebman y Pinkava 2001). Es el gé
nero de cactus más común y ampliamente distribuido
(Anderson 2001). Para México se reconocen entre 83 y
93 especies (Guzmán et al. 2003 y Scheinvar et al. 2011,
respectivamente), lo que representa alrededor de 50%
del total del mundo (Scheinvar et al. 2011). Para Duran
go se conocen 30 especies, de las cuales nueve forman
parte de las nopaleras de la región de los Valles y el pie
de monte de la región de la Sierra en el centro y sur de la
entidad, en donde constituyen el límite norte de este
peculiar tipo de comunidad vegetal (González-Elizondo
et al. 2012). El estudio de las nopaleras de México se ha
concentrado en donde éstas ocupan mayores áreas (en
los estados de Hidalgo, Estado de México, San Luis Po
tosí y Zacatecas), mientras que las nopaleras más nor
teñas (en Durango) son muy poco conocidas.
En este capítulo se presentan los resultados de un
estudio etnobotánico descriptivo sobre los nopales en
Santiago Bayacora, comunidad campesina del munici
pio de Durango ubicada aproximadamente a 17 km al
sur de la capital del estado y cuyos habitantes han utili
zado los nopales durante muchas generaciones, lo que
ha propiciado, por un lado, conocimiento empírico acer
ca de dicho recurso, y por otro, la sobreexplotación del
mismo (Ávalos-Huerta 2012). Se documentó informa
ción sobre la clasificación y nomenclatura vernácula,
así como sobre los usos y las incipientes prácticas de
manejo tradicional de los nopales en esta comunidad.
METODOLOGÍA
Mediante una prospección preliminar se definieron las
cuatro localidades (de las 11 que componen la comuni
dad) en donde los campesinos aprovechan más los no
pales: Río Escondido, San Miguel de las Maravillas de
Abajo, San Miguel de las Maravillas de Arriba y Santia
go Bayacora. Mediante la técnica bola de nieve (Good
man 1961) se seleccionaron un total de 25 informantes
clave. El levantamiento de la información se realizó du
rante el año 2011 e implicó la realización de recorridos
de campo y observación participativa durante la reco
lecta de nopalito (pencas tiernas) y tuna por parte de los
campesinos, así como visitas a domicilio para entablar
pláticas dirigidas con los informantes y documentar co
nocimientos empíricos adicionales sobre los nopales.
Para identificar las especies, se realizaron colectas
de ejemplares botánicos en 10 nopaleras silvestres (pa
ninos1). La identificación taxonómica se llevó a cabo en
el herbario ciidir mediante el uso de claves taxonómi
cas diversas (Bravo-Hollins 1978, González-Durán et al.
2001, Reyes-Agüero et al. 2009).
CLASIFICACIÓN Y NOMENCLATURA
VERNÁCULA
Según la clasificación científica, los nopales encontra
dos en Santiago Bayacora durante este trabajo corres
ponden a nueve especies de un género (Opuntia). En
contraste, en la clasificación tradicional manejada por
los informantes, los nopales se dividen en dos categorías
generales: nopales finos y nopales del campo. Los primeros, de acuerdo a la definición local, son aquellos
que “necesitan los cuidados y el calor de la gente para
producir”; mientras que los nopales de campo, “aun sin
cuidados producen”.2
1 Nombre con el que los campesinos de Santiago Bayacora conocen a los
sitios en donde la cobertura vegetal está constituida principalmente
por nopales.
2 Comentario común por parte de los informantes; nótese el vocablo
de “producción” en ambas conceptualizaciones, lo que indica que
los nopales, a diferencia de muchas otras plantas silvestres, son apro
vechadas ampliamente por los campesinos de esta comunidad.
Ávalos-Huerta, I. y M. González-Elizondo. 2016. Conocimiento, uso y manejo tradicional de los nopales (Opuntia spp.) en Santiago
Bayacora. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 529-537.
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530
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Estas dos categorías pueden subdividirse, de acuer
do a los 20 nombres comunes que reciben, en seis gru
pos generales con un total de 14 variantes reconocidas
(cuadro 1).
La nomenclatura vernácula de las plantas refleja una
clasificación empírica que permite la comunicación en
tre las personas y evidencia el nivel de conocimiento
que la población posee sobre ellas; la riqueza de nom
bres comunes y variantes de nopal reconocidas por los
informantes en Santiago Bayacora, en contraste con la
cantidad de especies delimitadas por la ciencia, son in
dicadoras de un amplio conocimiento empírico sobre
este grupo de plantas en dicha comunidad.
USOS TRADICIONALES
Los nopales son plantas muy utilizadas en Santiago Ba
yacora. Las 14 variantes reconocidas por los campesinos
son aprovechadas de alguna manera. Los usos tradicio
nales de los nopales en el área de estudio se pueden
clasificar en seis categorías: alimento (autoconsumo y
venta), medicina, forraje, cerco vivo, combustible y or
nato (cuadro 2). Algunas especies, como O. ficus-indica
(figura 1), se utilizan con diversos propósitos; otras, por
el contrario, se usan con propósitos muy particulares,
como los tapones (O. robusta y O. phaeacantha), que se
aprovechan solamente con fines medicinales y para
consumo de los frutos.
Para los campesinos de Santiago Bayacora el uso más
importante y diversificado del nopal es como alimento.
Para autoconsumo y venta en el mercado local se apro
vechan las pencas tiernas (nopalitos), las maduras (co
razón) y los frutos (tunas). Las variantes más apreciadas
para autoconsumo y venta de verdura son las del grupo
de los duraznillos (O. leucotricha y/o O. durangensis, fi
guras 2 y 3). Cabe mencionar que O. leucotricha forma
parte de un grupo que la Comisión Nacional de Zonas
Áridas (conaza) denominó “nopal verdura”, precisamen
te por la importante utilización de sus cladodios (pen
cas) en México (De la Cruz Campa 1994).
Para autoconsumo y venta de fruta destacan las va
riantes del grupo de los nopales de castilla (O. ficusindica), cardones (O. streptacantha, figura 4), coyotes (O.
megacantha, figura 5) y chaveños (O. hyptiacantha, figu
ra 6), especies también consumidas como fruta en otras
partes de México (Colunga et al. 1986, Cardona 2007).
La tuna del nopal mantequillo (O. aff. lasiacantha, figu
ra 7) también es muy apreciada para autoconsumo; no
se vende por ser muy rara en el área de estudio.
Además de servir como alimento, los nopales también
se usan para tratar algunas enfermedades. En Santiago
Bayacora se utilizan cuatro especies con fines medicinales. A los llamados tapones —O. robusta (figura 8) y
O. phaeacantha (figura 9)— se les atribuyen propieda
des curativas contra enfermedades respiratorias (como
asma y pulmonía), y se utilizan para tratar la migraña,
quemaduras, como desinflamatorio y cicatrizante; a los
cardones (O. streptacanthas) se les atribuyen propiedades
contra la diabetes, y el nopal de castilla (O. ficus-indica)
es usado para tratar enfermedades gástricas. En el cua
dro 3 se señalan las partes de la planta que se utilizan,
así como la forma de preparación de los remedios.
Como fuente de forraje los campesinos aprovechan
especies con pocas espinas. Las más usadas son el nopal
de castilla (O. ficus-indica), los duraznillos (O. durangensis
y O. leucotricha) y los coyotes (O. megacantha). Dichos
nopales se cortan con hacha o machete y se chamuscan
en la misma nopalera para ser consumidos allí mismo
por el ganado, o son trasladados a las rancherías.
Para construir cercos vivos se prefieren especies de
porte arborescente como nopales de castilla (O. ficusindica y O. aff. lasiacantha), cardones (O. streptacantha)
y coyotes (O. megacantha). Las cercas no siempre se
conforman de una sola especie y casi siempre se com
binan con postes de madera y alambres. Este acomodo
constituye una barrera contra animales y previene la
erosión. Las especies utilizadas como cerco vivo son
ocasionalmente podadas y, según la temporada, se con
sume su verdura y fruta.
Para combustible se prefieren especies de tronco
de fi ni do, destacando para este uso duraznillos (O.
leucotricha y O. durangensis), coyotes (O. megacantha y
O. streptacantha), chaveños (O. hyptiacantha) y nopales
de castilla (O. ficus-indica). Se seleccionan troncos y
pencas secas o viejas, las cuales se utilizan, general
mente, junto con leña de encino (Quercus spp.), manza
nilla (Arctostaphylos pungens) y pino (Pinus spp.).
En Santiago Bayacora se utilizan como ornato las va
riedades introducidas y naturalizadas de nopales de cas
tilla (O. ficus indica), así como cardones (O. streptacantha)
y chaveños (O. hyptiacantha).
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531
Usos tradicionales y convencionales
Cuadro 1. Clasificación y nomenclatura vernácula del género Opuntia en Santiago Bayacora y su correspondencia científica
Categorías
Finos
Grupos
generales
Variantes
Nombres comunes
Castilla blanco
Castilla blanco
Castilla baboso
Castilla baboso
Castillas
Nombres científicos
O. ficus-indica
Asandillado
Mantequillo
O. aff. lasiacantha
Delgadito
Mantequillo
Cardones
Cardones
Cardón de castilla
Cardón de castilla
Cardón
Cardón
Pachón
Pachón
O. streptacantha
O. aff. streptacantha*
Coyote
Coyotes
Coyote
Cardón de la sierra
O. megacantha
Sanjuanero
Chaveños
De campo
Duraznillos
Tapones
Total
6
Chaveño
Chaveño
O. hyptiacantha
Cascarón
Duraznillo blanco
Duraznillo blanco
Duraznillo de cáscara
Duraznillo de cáscara
Duraznillo rojo
Duraznillo rojo
Duraznillo zarco
Duraznillo zarco
Tapón ocho carreras
Tapón ocho carreras
Tapón cuervero
14
Tapón colorado
O. durangensis
O. leucotricha
O. phaeacantha
O. robusta
Tapón cuervero
20
9
*No se consideró en el conteo.
Fuente: Ávalos-Huerta 2012.
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532
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 2. Usos tradicionales de Opuntia en Santiago Bayacora
Alimento humano
Especies
O. durangensis
O. ficus-indica
O. hyptiacantha
O. leucotricha
O. megacantha
O. aff. lasiacantha
VV
CV
•
•
•
•
•
•
•
•
•
VF
•
•
•
O. phaeacantha
O. robusta
O. streptacantha
•
•
Forraje
Medicina
Ornato
Combustible
CF
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Cercos
vivos
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
VV: Venta de verdura; CV: Autoabasto de verdura; VF: Venta de fruta y CF: Autoabasto de fruta.
Fuente: Ávalos-Huerta 2012.
B
A
Figura 1. Nopal de castilla blanco (O. ficus-indica): a) vista
general de una planta en campo; Sr. Jorge Noriega como
referencia; b) pencas superiores con flores, c) frutos.
Fotos: Inocencia Ávalos Huerta (a y c); Martha González
Elizondo (b).
C
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
•
•
•
•
Usos tradicionales y convencionales
Figura 2. Duraznillo (O. leucotricha). Penca con frutos rojos.
Foto: David Ramírez Noya.
A
B
Figura 3. Duraznillo (O. durangensis): a) vista general de planta; b) penca redonda con frutos inmaduros.
Fotos: Martha González Elizondo.
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533
534
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
Figura 4. Cardón (O. streptacantha): a) vista general de planta con tallo recto, Sr. Abundio Ávalos como referencia; b) acercamiento
a penca con espinas replegadas sobre la superficie.
Fotos: Inocencia Ávalos Huerta.
MANEJO
Aunque los campesinos de Santiago Bayacora no reco
nocen realizar acciones de manejo encaminadas a la
conservación de las nopaleras silvestres, durante la obser
vación participativa en este estudio se pudo documentar
que sí se realizan algunas prácticas, aunque de manera
incipiente y sin planeación, como son: el corte modera
do de frutos y pencas evitando dañar a las plantas com
pletas; la resiembra de pencas tiradas (reforestación);
evitar el daño mecánico que algunos animales domés
ticos (como vacas, burros y cabras) producen al roer a
los nopales. Otra práctica favorable que se realiza en la
comunidad es la poda, pues se retiran de los nopales las
pencas plagadas, deterioradas, quemadas, secas o viejas.
Adicionalmente, algunos campesinos realizan acti
vidades que favorecen la conservación de recursos
fitogenéticos al trasladar pencas de algunos nopales silvestres o naturalizados a los traspatios de sus casas
(propagación vegetativa) y protegerlos mediante cer
cados. Destacan en este aspecto los nopales de castilla
(O. ficus-indica), cardones —especialmente la variante de
castilla (O. streptacantha)—, chaveños (O. hyptiacantha)
y coyotes (O. megacantha).
Figura 5. Coyote (O. megacantha). Acercamiento a pencas
con superficie lustrosa.
Foto: Martha González Elizondo.
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Usos tradicionales y convencionales
A
535
B
Figura 6. Chaveño (O. hyptiacantha): a) vista general de planta con frutos; b) acercamiento a penca con frutos.
Fotos: Inocencia Ávalos Huerta.
A
B
Figura 7. Nopal mantequillo, delgadito, asandillado (O. aff. lasiacantha): a) acercamiento a ramas con pencas alargadas; b) flores
anaranjadas.
Fotos: Inocencia Ávalos Huerta.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
536
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 8. Tapón colorado (O. robusta). Planta con frutos
maduros.
Fotos: Inocencia Ávalos Huerta.
Figura 9. Tapón ocho carreras (O. phaeacantha). Planta con
pencas sobremaduras.
Fotos: Inocencia Ávalos Huerta.
Cuadro 3. Usos medicinales atribuidos a Opuntia en Santiago Bayacora
Variantes
Castillas
Blanco
Baboso
Especies
Partes que
se utilizan
O. ficus-indica
Pencas tiernas
Se toma en licuados junto
con otras frutas
Aporte de fibra, ayuda en la
digestión
Pencas maduras
Soasadas1 aplicadas en
cataplasma
Cicatrización de quemaduras
y otras heridas
Frutos
Se comen hervidos con
azúcar (mermelada)
Problemas respiratorios
como tos o asma
Pencas maduras
El corazón (parte interna),
crudo y picado, se usa
aplicándolo como
chiquiadores2
Dolores de cabeza
Frutos
Guisados en aceite y puestos
sobre el pecho
Problemas de neumonía
Raíz
Se toma el cocimiento
Diabetes
Pencas maduras
Se comen frescos o picados
Diabetes
O. phaeacantha
Tapones
Ocho carreras
Cuervero
O. robusta
Cardones
O. streptacantha
Cómo se utiliza
Para qué sirve
1 Asadas ligeramente, ya sea directamente sobre el fuego o sobre un comal.
² Cataplasmas muy pequeñas aplicadas sobre las sienes.
Fuente: Ávalos-Huerta 2012.
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Usos tradicionales y convencionales
TEMPORADAS DE RECOLECTA
DE NOPALITO Y TUNA
Las temporadas en que los nopales producen verdura y
fruta en Santiago Bayacora concuerdan de manera
aproximada con las temporadas reportadas por Colunga
(1986) para el Bajío guanajuatense. La mayor producción
de verdura se presenta de febrero a mayo, extendién
dose hasta agosto en el caso de los nopales duraznillos.
Por otra parte, la producción de fruta se presenta a partir
de mayo (castilla, cardón y duraznillos) y se extiende
hasta noviembre y diciembre (tapones y chaveños).
Las temporadas de producción de renuevos (verdura)
y maduración de frutos pueden ser influenciadas por la
disponibilidad de agua. Por ejemplo, los campesinos
observan que las lluvias invernales pueden adelantar
la producción de verdura de los nopales duraznillos
(blanco, zarco, de cáscara y rojo). También consideran
que las lluvias temporales, que en esta región se presen
tan en los meses de julio a septiembre, influyen para
que los nopales duraznillos produzcan verdura y para que
otros nopales (coyotes, chaveños y tapones) den fruto
de buena calidad para fines comerciales (buen tamaño, de
agradable color, dulces). Adicionalmente, los campesi
nos consideran que los nopales que se encuentran cer
ca de los cuerpos de agua (presa, río o arroyo), tienen
mayor producción de renuevos (nopalitos), que los que
se encuentran en la sierra.
537
No obstante, las prácticas de manejo y conservación
observadas son incipientes, lo que podría estar provo
cando una merma en el recurso. El aprovechamiento
sustentable de este recurso implica conservar los cono
cimientos tradicionales paralelamente con la adopción
de técnicas y prácticas de propagación y de manejo de
poblaciones silvestres.
REFERENCIAS
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Ávalos-Huerta, I. 2012. Contribución al conocimiento del género Opuntia
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2012. Taxonomía y florística del género Opuntia (Cactaceae) de Du-
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La nomenclatura y clasificación vernácula sobre los nopales utilizada por los informantes en Santiago Baya
cora contiene más unidades (14) que la nomenclatura
y clasificación científica (9); lo que indica que el nopal
es un recurso de uso común para los campesinos de la
comunidad, quienes tienen un profundo conocimiento
sobre el mismo. Los nopales juegan un importante pa
pel en la economía doméstica de muchas familias en
Santiago Bayacora, en donde se aprovechan tradicional
mente como alimento humano, forraje, medicina, ornato,
combustible y cercos vivos. Además del uso para au
toabasto, algunas familias de la comunidad obtienen
ingresos económicos de la recolecta y venta de frutos
(tunas) y de verdura (nopalitos) de varias especies.
rango y regiones limítrofes. cidiir/ipn Unidad Durango. Informe
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tituto de Biología, unam, México.
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Conservación
1 Caudales ecológicos en la
cuenca del río San Pedro
Mezquital
2 La salud de la parte media y
baja del río Nazas, tomando
como referencia los peces
3 Bancos de germoplasma y
estrategias germinativas en
ambientes semiáridos,
aliados en la conservación
de especies
4 Importancia del nodrizaje de
la lechuguilla (Agave
lechuguilla) como estrategia
de conservación para la
cactácea Astrophytum
myriostigma
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539
Resumen ejecutivo
Jessica Valero Padilla
La conservación de la biodiversidad garantiza la
continuidad de las funciones ecológicas y el
equilibrio en el planeta. Estas funciones brin
dan a la población el acceso a diversos servicios
ecosistémicos como aire puro, agua limpia,
suelos fértiles, protección contra eventos me
teorológicos, abasto de alimentos, sitios es
pirituales y de recreación, entre otros. En
Durango se han llevado a cabo acciones de
conservación para garantizar dichos servicios
ecosistémicos y para proteger los recursos natura
les de la entidad, los cuales se resumen a continua
ción y se abordan de forma extensa en la presente
sección.
CAUDALES ECOLÓGICOS EN LA
CUENCA DEL RÍO SAN PEDRO
MEZQUITAL
Las obras hidráulicas, como las presas, mo
difican las características hidrológicas
naturales de ríos y humedales. Estas mo
dificaciones constituyen una de las principales amenazas para la conservación de
los bienes y servicios asociados al régimen
hidrológico, del cual los ecosistemas, las
especies y el ser humano dependen. Du
rango tiene importantes redes hidrológi
cas, como el río San Pedro Mezquital, que
recorre 1 204 km: es el séptimo más caudaloso
de México con un escurrimiento medio anual
de 2 700 hm³ y uno de los últimos ríos que fluye
libremente en 72% de su recorrido a través de la Sierra
Madre Occidental.
Gracias a la alianza entre el Fondo Mundial para la
Naturaleza (wwf) y la Fundación Gonzalo Río Arronte
(fgra) se diseñó un modelo de manejo del agua en las
cuencas hidrográficas del país para determinar el caudal
ecológico, cuya definición implica la calidad, cantidad
y régimen del flujo o variación de los niveles de agua
requeridos para mantener los componentes, funciones y
procesos de los ecosistemas acuáticos. Este modelo ha
sido incluido en la normatividad mexicana (nmxaa
159-scfi-2012) con la finalidad de gestionar el agua para
recuperar o conservar el régimen natural del caudal,
asegurar la provisión de agua y servicios ambientales,
así como mantener las comunidades biológicas que vi
ven gracias a dicho caudal. En el río San Pedro Mezqui
tal, se realizó una propuesta de caudal ecológico que
sirvió como base para implementar la primera reserva
de agua para la conservación ecológica (decreto del 15 de
septiembre de 2014, publicado en el Diario Oficial de la
Federación). Gracias a esta experiencia interdisciplinaria,
se crearon sinergias entre los tres órdenes de gobierno,
las instituciones académicas, las organizaciones de la
sociedad civil y los habitantes de la cuenca para discu
tir, proponer y acordar las necesidades hídricas de los
sitios de muestreo con la finalidad de implementar ac
ciones para conservar y recuperar la fauna y flora de
estos sitios.
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD
AMBIENTAL DEL RÍO NAZAS, TOMANDO
COMO REFERENCIA A LOS PECES
El cauce del río Nazas es interrumpido artificialmente
por la cortina de las presas Lázaro Cárdenas y Francisco
Zarco, lo que afecta la diversidad de los peces que son
Valero-Padilla, J. 2017. Resumen ejecutivo. Conservación. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp.
539-540.
DISTRIBUCUIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA
540
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
una fuente económica y de alimento para la población
local. La diversidad de peces en este río está representa
da por 18 especies, de las cuales, cinco son endémicas y
10 son sensibles. Para evaluar la salud y calidad ambiental en el río Nazas se utilizó el índice biológico de in
tegridad (iib) en nueve estaciones de muestreo y se
utilizó a los peces como indicadores. Se encontró que
los sitios declinan en calidad a medida que el porcen
taje de peces omnívoros se incrementa, debido a que
éstos son especies tolerantes que desplazan a las espe
cies sensibles reduciendo con ello la diversidad de peces.
El estudio demostró que sólo una estación posee una
calidad aceptable (Rodeo), mientras que el resto presenta condiciones pobres. Este resultado indica que el
río Nazas está degradado por varios factores antropo
génicos y por lo tanto los autores recomiendan realizar
monitoreos continuos de la diversidad de peces, im
plementar estrategias de manejo en la pesca, elaborar
un ordenamiento y llevar a cabo una propuesta, así
como implementar el caudal ecológico para preservar
las funciones ecológicas del río Nazas y proteger con
ello los grupos de organismos que dependen de él.
BANCOS DE GERMOPLASMA
Y ESTRATEGIAS GERMINATIVAS
EN AMBIENTES SEMIÁRIDOS
Las estrategias de las plantas para sobrevivir en am
bientes áridos y semiáridos son: almacenamiento y
disminución del requerimiento de agua; adaptaciones
morfológicas y fisiológicas de las semillas como su ta
maño, reserva de nutrientes, germinación precoz, ra
pidez de germinación y dormancia o disminución de la
actividad metabólica para germinar cuando las condi
ciones sean favorables; así como los bancos de germo
plasma. Los bancos de semilla o germoplasma son una
estrategia para repoblar comunidades vegetales de am
bientes áridos y semiáridos que tienen problemas para
reproducirse en su hábitat natural. Hay dos tipos de ban
cos de semillas: el transitorio (semillas con durabilidad
menor a un año que se encuentran en la superficie del
suelo o sobre la vegetación y sólo proporcionan un evento
de germinación) y el persistente (semillas con viabilidad de muchos años, las cuales se encuentran ente
rradas y proporcionan varios eventos de germinación).
El más importante desde el punto de vista ecológico es
el banco persistente debido a que es capaz de regenerar
la vegetación después de varios disturbios como incen
dios, cambio de uso de suelo, inundaciones y otros. Los
sitios en donde éstos se encuentran se conocen como
micrositios, por lo que es importante localizarlos y va
lorarlos para futuros programas de recuperación y
restauración.
Son varias las especies formadoras de bancos de se
milla, por ejemplo el mezquite (Prosopis glandulosa), importante para la producción de leña y carbón, que a su
vez es nodriza de cactáceas como Peniocereus greggii,
Coryphanta durangensis y Echinocereus longisetus; otro
ejemplo es la lágrima de San Pedro (Tecoma stans), que
tiene usos antimicrobianos en el ser humano.
Existen bancos de semillas artificiales formados por
centros de investigación. Durango, sólo cuenta con el
de la Comisión Nacional Forestal, cuyo objetivo es man
tener la calidad genética y fisiológica de las semillas
para uso silvícola; así como el banco de semillas de cac
táceas y otras especies mexicanas de la Facultad de
Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez del Estado
de Durango (ujed), cuyo objetivo es el conocimiento y
conservación. Sin embargo, no existe en el estado un
banco que almacene semillas de especies en riesgo, de
interés ecológico, económico, alimenticio e incluso
medicinal, por lo que debería ser considerado como
una prioridad.
IMPORTANCIA DEL NODRIZAJE
COMO ESTRATEGIA DE CONSERVACIÓN
DE CACTÁCEAS
El nodrizaje es una estrategia de conservación in situ
(es decir, en su hábitat natural) donde una planta llamada “nodriza” genera un microambiente favorable que
protege y permite el crecimiento de otras especies.
Para el caso del birrete o bonete de obispo (Astrophytum
myriostigma), una cactácea endémica y amenazada en la
sierra El Sarnoso, municipio de Lerdo se encontró que
utiliza un total de 11 especies como nodrizas, pero la de
mayor porcentaje de resguardo fue la lechuguilla
(Agave lechuguilla), con un 52%, seguido de sangregrado
(Jatropha dioica) con 13% y el resto de las especies con
menos del 3%. Para evitar la desaparición de esta cactácea endémica, es necesario formular una estrategia
de conservación integral que incluya la evaluación del
estado actual de ambas especies (cactácea y lechu
guilla) y evaluar las técnicas de aprovechamiento de la
lechuguilla para garantizar la sustentabilidad del re
curso, de lo contrario, al desaparecer las comunidades
de lechuguilla, el birrete de obispo se extinguirá junto
con ella.
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Conservación
541
Caudales ecológicos
en la cuenca del río San Pedro Mezquital
Hilda Esther Escobedo Quiñones • Sergio Alberto Salinas Rodríguez • Jorge Eugenio Barrios Ordóñez • Anuar Iram Martínez Pacheco
INTRODUCCIÓN
El Fondo Mundial para la Naturaleza (wwf, por sus si
glas en inglés, World Wildlife Fund) y la Fundación Gonzalo Río Arronte I.A.P. (fgra), establecieron una alianza
con el objetivo de desarrollar nuevos modelos de ma
nejo del agua en cuencas hidrográficas en el país. Para
ello se seleccionaron tres cuencas en las ecorregiones
de trabajo de wwf: río Conchos, en el programa Desier
to Chihuahuense; ríos CopalitaZimatánHuatulco, en
la sierra costera de Oaxaca y como parte del Programa
Bosques Mexicanos, y el río San Pedro Mezquital, en
el Programa Golfo de California.
Para la Alianza wwf-fgra, el manejo integrado de
cuencas es el proceso que coordina las acciones de con
servación, manejo y desarrollo del agua, territorio y re
cursos relacionados de los diferentes sectores presentes
en una cuenca, para maximizar los beneficios económi
cos y sociales derivados de los recursos hídricos, de
manera equitativa, preservando y, en su caso, restau
rando los ecosistemas acuáticos (wwf 2006, Alianza
wwf-fgra 2011).
Al igual que en otros países del mundo, la prolifera
ción de obras hidráulicas en México ha modificado las
características hidrológicas de ríos y humedales, cons
tituyendo en la actualidad una de las principales ame
nazas para la conservación de los bienes y servicios
asociados a los mismos, así como de sus hábitat y es
pecies.
Afortunadamente la forma de entender los ríos y ad
ministrar el agua está cambiando, los nuevos escenarios
normativos en México orientan la política de aguas hacia
la mejora y uso sostenible de los ecosistemas acuáticos,
lo cual implica, en términos de gestión del agua, reser
var una parte de los recursos para fines ambientales.
La recuperación o conservación de determinados as
pectos del régimen natural de caudales encargados de
generar los procesos ecológicos, hidrológicos y geomor
fológicos necesarios para mantener a largo plazo las
comunidades biológicas es lo que se conoce como régi
men de caudales ecológicos.
El nuevo paradigma en la gestión del agua y de las
cuencas reconoce que unos ecosistemas sanos y fun
cionales son la forma sustentable de asegurar la provi
sión de agua y servicios ambientales para el desarrollo
de las sociedades que dependen de ellos; el objetivo del
presente capítulo es presentar los resultados del traba
jo interdisciplinario realizado en la cuenca del río San
Pedro Mezquital para integrar una propuesta de cau
dales ecológicos que sirva como base para la imple
mentación de una reserva de agua para la conservación
ecológica.
DESCRIPCIÓN DE LA CUENCA
El río San Pedro Mezquital nace en la vertiente oriental
de la Sierra Madre Occidental con el nombre de río la
Sauceda, en el municipio de Canatlán, Durango; vierte
sus aguas hacia el altiplano, en el valle del Guadiana,
pasando por los municipios de Durango, Nombre de Dios,
Poanas, Vicente Guerrero y Súchil, del mismo estado,
y recibe las aguas de los ríos que nacen en los munici
pios de Chalchihuites y Sombrerete del estado de Za
catecas; después gira hacia el suroeste, atravesando la
sierra con el nombre de Mezquital, aún en el estado de
Durango, y llega a la planicie costera del estado de Na
yarit, bautizado como San Pedro; aquí se extiende y des
parrama en Marismas Nacionales, humedal Ramsar
desde 1995 y reserva de la biosfera desde 2010, apor
tando aproximadamente 60% del agua que este recibe
(figura 1) (semarnat 2008, Alianza wwf-fgra 2011).
La diversidad de paisajes y ecosistemas que el río
atraviesa en sus 650 km de recorrido del cauce princi
pal, hacen que la cuenca sea única, con una superficie
aproximada de 2.8 millones de hectáreas y 800 mil ha
bitantes, incluyendo grupos indígenas como tepehua
nos, huicholes, coras y mexicaneros (figura 2) (Alianza
wwf-fgra 2011).
Escobedo Quiñones, H.E., S.A. Salinas-Rodríguez, E. Barrios y A.I. Martínez Pacheco. 2017. Caudales ecológicos en la cuenca del río
San Pedro Mezquital. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 541-553.
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542
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Cuenca del río San Pedro Mezquital.
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Conservación
543
Figura 2. Mujer huichola habitante de la cuenca del río San Pedro Mezquital.
Foto: wwf México. Gibert.
El río San Pedro Mezquital es el séptimo río más cau
daloso de México, teniendo un escurrimiento medio
anual de 2 700 hm3 y uno de los últimos ríos del país que
fluye libre en 72% de su recorrido, a pesar de que, en la
parte alta de la cuenca en el estado, existen ocho presas
y numerosas derivadoras que permiten la regulación y
disponibilidad de los recursos hídricos para los diversos
usos: agrícola, ganadero, industrial, publico urbano y
acuícola (volúmenes comprometidos superiores a 50% de
las aportaciones naturales). En la parte media y baja de la
cuenca, donde las demandas son menores a 10% de sus
aportaciones naturales, la recuperación del régimen hi
drológico permite la conservación de uno de los ecosis
temas costeros más importantes para el país: Marismas
Nacionales (Alianza wwf-fgra, 2011, semarnat 2014a).
La cuenca se encuentra vedada para el otorgamiento
de nuevas concesiones de aprovechamiento de aguas
superficiales desde mediados del siglo pasado, en que se
construyó la presa Guadalupe Victoria en el río Tunal.
DEFINICIÓN DE CAUDALES ECOLÓGICOS
El caudal ecológico se define como la cantidad de agua
necesaria que debe fluir en cada temporada para man
tener el río vivo con sus funciones y procesos físico
químicos y ecológicos activos y saludables, de forma que
pueda proveer de agua limpia y todos los recursos y
servicios asociados. Con el caudal ecológico, además
del agua, el río conserva o recupera su flora y fauna y
las funciones sociales y culturales propias de un río sano
(Postel y Richter 2003).
En el panorama internacional se cuenta actualmen
te con numerosas metodologías para calcular los
cauda les ecológicos que han sido clasificadas en
los siguientes grandes tipos: hidrológicos, hidráulicos,
hidrobiológicos y holísticos (Dunbar et al. 1998, Tharme
2003).
En la cuenca del río San Pedro Mezquital, a princi
pios de 2008 se realizó una primera aproximación “rápida” con un método hidrológico, basado únicamente en
las reglas de Tennant1 (figura 3), a partir de las cuales
se intenta separar a priori un rango de porcentajes del
caudal medio natural interanual en sus correspondien
tes clases de estado ecológico.
1 El de Tenant es uno de los métodos hidrológicos más utilizados
mundialmente en la estimación de caudal ecológico.
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544
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
ALTO
Integridad
hidrológica
(>60%)
60% 30%
Importancia ecológica
o interés de conservación MEDIO
60% 30% 10%
BAJO
Máximo
potencial
hidrológico
(<10%)
30% 10%
BAJO
MEDIO
ALTO
Nivel de demandas
para satisfacción de usos
Figura 3. Requerimientos anuales de caudales ecológicos en función de los requerimientos de conservación y el grado
de utilización de los recursos hídricos en un punto de interés.
Fuente: Alianza WWF-FGRA.
En la aplicación llevada a cabo en la cuenca del San
Pedro Mezquital se han considerado, por una parte, los
requerimientos de caudales ecológicos para mantener
o restaurar un determinado estado de conservación eco
lógica o interés de conservación, y por otra, el grado de
utilización de los recursos hídricos para la satisfacción
de las demandas de los diferentes usos.
Se definieron 11 sitios (figura 4), con base en los si
guientes criterios:
• Puntos de importancia ambiental que representaran
condiciones naturales de referencia y espacios con
gran interés de conservación por su diversidad bio
lógica (descargas naturales de acuíferos, sitios de
anidación, etcétera).
• Tramos ubicados aguas abajo de las presas de regu
lación o derivadoras con gran afectación del régi
men hidrológico.
• Límites de cuencas definidas en el estudio de dispo
nibilidad de aguas superficiales de la cuenca del San
Pedro Mezquital.
• Representatividad de los ecotipos y las distintas re
giones hidroclimáticas dentro de la cuenca del San
Pedro Mezquital.
• Conocimiento de la zona por los especialistas y dis
ponibilidad de información hidrológica (precipita
ción, escurrimiento) de detalle.
Posteriormente siguiendo el método holístico Buil
ding Blocks Methodology,2 se constituyó un grupo de 53
especialistas (academia, gobierno, empresas y comuni
dades; figura 5) que generaron información científica de
peces, insectos acuáticos, calidad de agua, vegetación,
hidráulica, hidrología, geomorfología y sociología. Esta
información fue la base para integrar el conocimiento
multidisciplinario, en dos talleres participativos, lle
gando a un entendimiento compartido de los procesos
ecológicos, hidrológicos y geomorfológicos de los 11 puntos que se estudiaron en los ríos que integran la cuenca.
De esta forma, y con la ayuda de un facilitador espe
cialista en la materia, se revisó el estado de conservación
actual de cada uno de los puntos de estudio y se estu
diaron las series hidrológicas disponibles, tomando
2 La Building Blocks Methodology o bbm es una metodología holística
originaria de Sudáfrica que considera la estructura y funcionamien
to de todos los componentes del ecosistema ripario.
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Conservación
Figura 4. Ubicación de los sitios de estudio de caudal ecológico en la cuenca del río San Pedro Mezquital.
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545
546
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 5. Grupo de especialistas que participaron en la determinación del caudal ecológico en la cuenca del río San Pedro Mezquital.
Foto: wwf México.
como situaciones de referencia las de aguas arriba de
las presas, donde las condiciones de los ríos no están
modificadas por infraestructuras y el patrón de caudales
es casi el natural —son los mejor conservados o menos
modificados.
Considerando las condiciones actuales y las defini
das como de referencia, se establecieron relaciones
entre parámetros biológicos e hidrológicos que permi
tieron hacer propuestas de objetivos de manejo del río
y la cuenca. Es decir, se acordó una propuesta de caudal
ecológico para lograr una mejora discreta pero progre
siva de cada uno de los tramos estudiados con base en
las demandas de agua existentes y el interés de conser
vación de cada zona (figura 6).
Complementariamente, para hacer coincidir esta eva
luación con los estudios de disponibilidad conforme a
la nom-011-cna-2000 (semarnat 2002), en donde se
establece el cálculo en la salida del cauce principal de
cada subcuenca (nueve sitios), fue necesario ajustar los
valores de caudal ecológico por tramo y considerar tres
sitios adicionales: aguas arriba de la presa Peña del
Águila, Súchil y Graceros, en los cuales solamente se
aplicó el método hidrológico.
El estudio se ha realizado en puntos estratégicos
dentro del sistema de la cuenca y claramente orientado
hacia la gestión, incluyendo propuestas de caudal eco
lógico para cada temporada —estiaje y lluvia— para
años húmedos, medios y secos, diseño de crecidas con
troladas y paquete de medidas para la recuperación
ambiental de los tramos (figura 7).
En general, el estado de conservación ambiental de
la cuenca San Pedro Mezquital se califica de mediana
a altamente degradado. Sin embargo, se lograron iden
tificar algunas zonas aguas arriba de las presas en las
que se encontraron especies de peces con algún estado de
conservación, incluidas en la nom-059-semarnat-2010
(semarnat 2010), algunas no descritas aún por la cien
cia, e insectos acuáticos indicadores de buena calidad,
así como zonas con vegetación de ribera en buenas
condiciones. En estas zonas mejor conservadas, con
menor grado de presión por el uso del agua y que ade
más implica un interés de conservación alto, los valo
res de caudal ecológico fueron mayores al 50% respecto
al caudal natural. Por el contrario, en zonas con un gra
do de deterioro ambiental muy alto y con una fuer
te presión por el uso del agua, los valores de caudal
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Conservación
547
Figura 6. Estado ecológico actual en la cuenca San Pedro Mezquital por tramo y propuesta con la implementación de caudal
ecológico.
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Situación actual
Estado ecológico
Caudal ecológico
100
10
1
0
ene
feb
mar
abr may
jun
jul
ago
sep
oct
nov
4
2
feb
mar
abr may
jun
jul
ago
sep
oct
nov
548
may
jun
jul
ago
sep
oct
nov
dic
2
feb
mar
abr may
jun
feb
mar
abr
may
jun
jul
ago
sep
oct
nov
dic
oct
nov
dic
aportación (Hm3)
caudal (m3/seg)
4
ene
abr
Rango natural de caudales (tonos de
azulaños húmedos a secos
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
desaparición casi completa
de eventos en el tramo bajo
6
0
ene
dic
10
8
mar
aportación (Hm3)
6
ene
feb
Rango natural de caudales (tonos de
azulaños húmedos a secos
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
8
0
ene
dic
10
caudal (m3/seg)
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
aportación (Hm3)
caudal (m3/seg)
1 000
jul
ago
sep
oct
nov
dic
Figura 7. Propuesta de caudal ecológico para el río Tunal, en sus diferentes tramos según el estado ecológico.
Fuente: datos hidrológicos: bAndAs 2012-conAGuA. Gráficas y fotografías: Alianza WWF-FGRA.
ene
feb
mar
abr
may
jun
jul
ago
sep
Rango natural de caudales (tonos de
azulaños húmedos a secos
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Caudal ecológico años húmedos
Caudal ecológico años secos
549
Conservación
ecológico propuestos fueron menores al 10% del caudal
natural, con la finalidad de restaurar paulatinamente
los ecosistemas dañados (figura 8).
Para aplicar los estudios de caudal ecológico promo
vidos por la Alianza wwf-fgra en la cuenca del río San
Pedro Mezquital en el estudio de disponibilidad, fue
necesario realizar ajustes a los valores de la propuesta
a través de reglas de cálculo básicas, para definir un
solo volumen promedio anual por subcuenca, aseguran
do de esta forma que fueran considerados los caudales
ecológicos definidos en cada circunstancia y tratados de
forma coherente en el conjunto de la cuenca (cuadro 1).
La Ferrería
El Saltito
Aab Presa Caboraca
Aab Presa Santiago Bayacora
Mezquital
Súchil
Aab Presa Francisco Villa
El Pueblito
Aarr Presa Caboraca
Marismas Nacionales
Aarr Presa Guadalupe Victoria
Aarr Presa Francisco Villa
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
Graceros
Caudal ecológico respecto
al caudal natural (%)
EL CAUDAL ECOLÓGICO
Y SU IMPLEMENTACIÓN
El caudal ecológico en ríos y humedales es un instru
mento de gestión que, además de establecer la calidad,
cantidad y régimen del flujo de agua requerido para mantener los componentes, funciones, procesos y la resi
liencia de los ecosistemas acuáticos que proporcionan
bienes y servicios a la sociedad, permite acordar un
manejo integrado y sostenible de los recursos hídricos
(wwf 2010). Los resultados del trabajo interdisciplina
Aarr Presa Peña del Aguila
rio realizado para la obtención de la propuesta de caudal
ecológico se ve reflejado en el decreto del 15 de septiembre de 2014, publicado en el Diario Oficial de la Federación
(semarnat 2014b), en donde se establece la primera
reserva de agua para uso ambiental o de conservación
ecológica en México para la cuenca del río San Pedro
Mezquital, además de considerar las reservas de uso
público urbano y para la generación de energía eléctri
ca, claros ejemplos de acuerdos de manejo integrado y
gobernanza en la cuenca (cuadro 2).
En el cuadro 3 se hace un comparativo de la propuesta de caudal ecológico obtenida en este estudio y la pu
blicada por la semarnat (2014b) como reserva de agua
para uso ambiental o de conservación ecológica, resul
tando que en su mayoría los valores propuestos fueron
considerados y que inclusive se incrementaron en al
gunas cuencas por la importancia ecológica y social.
No obstante, en ningún caso se ha hablado del im
pacto o costo de la implementación del caudal ecológi
co en términos de recursos hídricos, un concepto clave
de cara a su futura puesta en práctica.
En la mayoría de los casos la aplicación del caudal
ecológico no implica ningún esfuerzo, solamente dejar
Figura 8. Porcentaje de caudal ecológico en relación con el volumen medio anual de escurrimiento en cada sitio de estudio.
Aarr: Aguas arriba; Aab: Aguas abajo
Fuente: WWF 2009.
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550
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 1. Propuesta de caudal ecológico para la cuenca del río San Pedro Mezquital ajustada a hm3/año
Propuesta de caudal ecológico
Río
Cuenca
Interés de Demanda
conservación de agua
Año seco
Caudal
(hm3)
Año húmedo
%
Caudal
(hm3)
%
Alto
Baja
9.3 16
Medio
Media
1.8
3
9.3 16
Medio
Media
4.0
3
37.6 29
Tunal
Alto
Baja
36.7 26
133.8 96
Durango
Medio
Media
23.3 17
53.9 39
Durango
Bajo
Alta
8.5
Santiago
Bayacora
Santiago
Bayacora
Medio
Media
8.7 10
Durango
Durango
Medio
Media
22.3
Alto
Poanas
Poanas
Graceros
m3/s
Duración/
frecuencia
58
5.56
10
20.80
15
85.24
61
70.0 2 a1 3día/
años
38.60
28
6
70.0 2 a1 3día/
años
8.51
6
8.7 10
62.8 2 a1 3día/
años
8.73
10
5
49.6 11
148.0 2 a1 3día/
años
35.97
8
Baja
32.9 57
42.6 73
Régimen natural
37.71
65
Medio
Alta
12.7 22
12.7 22
12.67
22
Graceros
Medio
Alta
1.4 12
17.6 150
9.50
81
Súchil
Súchil
Medio
Media
1.0
3
9.8 28
5.36
15
Mezquital
San Pedro
Mezquital
Medio
Baja
69.3 12
94.7 17
81.96
15
San Pedro
San Pedro
Desembocadura
Alto
Media
1 678.20
53
El Tunal
6
8.5
1 106.5 35 2 249.9 71
Régimen natural
Caudal
Caudal
medio
ecológico
(hm3/año)
(%)
33.25
La Sauceda La Sauceda
57.2 100
Crecidas
76.2 2 a1 3día/
años
Régimen natural
31.5 3 a1 4día/
años
148.0 2 a1 3día/
años
Fuente: WWF 2010.
correr la misma cantidad de agua que actualmente flu
ye de forma natural o que se libera para cumplir con
los volúmenes concesionados, como es el caso de las
cuencas Tunal, Poanas, Graceros, Súchil, San Pedro Mez
quital y San Pedro Desembocadura. En otros casos,
sería una cantidad de agua adicional que tendría que
liberarse anualmente de las presas que ahora la regulan
(cuadro 4).
Algunos de los principales beneficios que se obten
drían con la aplicación del caudal ecológico en los ríos
de la cuenca San Pedro Mezquital son:
• A corto plazo: recuperación de paisajes y parajes na
turales y zonas de esparcimiento y disfrute de los
pobladores, así como mantenimiento y recuperación
de hábitat y especies de flora y fauna.
• Mantener la capacidad hidráulica de los cauces, así
como mantenerlos limpios de vegetación invasora;
esto se consigue de forma natural mediante la apli
cación de las crecidas controladas y manteniendo
los caudales que propone el caudal ecológico.
• A medio y largo plazo: recarga de acuíferos, recupe
ración del caudal base en ríos permanentes que
ahora son intermitentes, recuperación de bosques
de galería en las riberas de los ríos y amortigua
ción de los eventos extremos climatológicos e hidro
lógicos.
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551
Conservación
Cuadro 2. Reservas de agua superficial para la cuenca río San Pedro Mezquital
Cuenca hidrológica
Disponibilidad
(hm3)
Laguna
de Santiaguillo
Uso doméstico
y público urbano
(hm3)
Uso ambiental o
para conservación
ecológica
(hm3)
Generación de
energía eléctrica
(hm3)
Volumen
disponible
(hm3)
3.19
0.32
2.87
132.89
13.29
119.60
Río La Sauceda
54.46
16.34
38.12
Río El Tunal
85.24
52.27
32.97
0.00
Río Santiago Bayacora
34.60
26.38
8.22
0.00
La Tapona
Río Durango
229.63
34.67
194.96
Río Poanas
16.84
14.65
2.19
Río Súchil
18.17
1.82
16.35
Río Graseros
24.94
2.49
22.45
Río San Pedro Mezquital
2 364.96
Río San Pedro
Desembocadura
2 613.48
50.00
354.74
1 960.22
0.00
2 296.66
316.82
Fuente: semARnAt 2014b.
Cuadro 3. Comparación de la reserva de agua para uso ambiental publicado por semARnAt y Alianza WWF-FGRA
Cuenca hidrológica
Disponibilidad
(hm3)
Laguna de Santiaguillo
Uso ambiental o para
conservación ecológica**
(hm3)
Uso ambiental* (hm3)
3.19
0.32
0.00
132.89
13.29
0.00
Río La Sauceda
54.46
16.34
33.30
Río El Tunal
85.24
32.97
85.20
Río Santiago Bayacora
34.60
8.22
8.73
Río Durango
229.63
34.67
38.00
Río Poanas
16.84
14.65
14.52
Río Súchil
18.17
1.82
5.36
Río Graseros
24.94
2.49
9.50
Río San Pedro Mezquital
2 364.96
354.74
82.00
Río San Pedro Desembocadura
2 613.48
2 296.66
1 678.00
La Tapona
Fuente: Alianza WWF-FGRA 2011*, semARnAt 2014b**
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552
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 4. Propuesta de caudal ecológico/costo en volumen que implicaría su implementación
Subcuenca
Disponibilidad
Caudal ecológico
(hm3/año)
Costo por su implementación
(hm3/año)
La Sauceda
54.46
16.34
0.00
El Tunal
85.24
32.97
0.00
Santiago Bayacora
34.60
8.22
0.00
Durango
229.63
34.67
13.40
Poanas
16.84
14.65
13.09
Súchil
18.17
1.82
0.14
Graceros
24.94
2.49
0.18
San Pedro Mezquital
2 364.96
354.74
0.00
San Pedro Desembocadura
2 613.48
2 296.66
0.00
Fuente: Alianza WWF-FGRA 2011.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Es momento de asumir que un río es y vale mucho más
que el agua que lleva.
Desde el punto de vista técnico, a pesar de la sim
plicidad del concepto de los caudales ecológicos, exis
te una gran dificultad en la estimación de sus valores,
principalmente debido a la insuficiente comprensión
entre los diferentes aspectos del régimen hidrológico
(estiajes naturales, crecidas, etcétera) y los diversos
componentes del ecosistema fluvial. El uso intensivo
del agua produce una alteración hidrológica de los ríos
y humedales que afectan en primera instancia a su es
tructura y funcionamiento, y en última a los bienes y
servicios asociados a ellos. En la parte alta de la cuenca
del río San Pedro Mezquital existen tramos significa
tivamente alterados por esta causa, como son las zonas
de riego de las presas Caboraca, Guadalupe Victoria,
Peña del Águila, Santiago Bayacora y Francisco Villa.
El estado de conservación ambiental de la cuenca
San Pedro Mezquital se califica de mediana a altamen
te degradado. Sin embargo, existen zonas en las que
vale la pena implementar acciones para conservar o
recuperar la fauna y flora presentes en el ecosistema,
por lo que su aplicación en el caudal ecológico es muy
conveniente.
La participación coordinada de los tres niveles de
gobierno en el desarrollo de obras de infraestructura
hidráulica para el saneamiento de los ríos, el Proyec
to Agua Futura para Durango y las reservas de agua
para la cuenca publicadas por semarnat (2014b), re
presentan una oportunidad única para la implemen
tación de los caudales ecológicos, que significarán la
restauración de la cuenca y una verdadera sostenibi
lidad en el uso del agua. Los caudales ecológicos no
obstaculizan el desarrollo de la sociedad, por el con
trario, lo garantizan.
Por el papel que desempeñan en el funcionamien
to de ríos y humedales, los caudales ecológicos deben
ser incorporados en el proceso de planeación hídrica,
como parte del plan de manejo integral de la cuenca
y reglamento, que incluya agua superficial y subte
rránea, a la vez que establecen, en coordinación con
los usuarios, las acciones necesarias para su imple
mentación, manejo y evaluación periódica de los re
sultados.
Es muy importante continuar e incrementar el mo
nitoreo de flora, fauna, calidad y cantidad del agua en
la cuenca, que permita evaluar los resultados de la im
plementación del caudal ecológico y realizar acciones
de mejora, además de establecer un sistema de infor
mación para que los habitantes de la cuenca reconoz
can la importancia de sus ecosistemas y se involucren
en la realización de acciones para su restauración y
mantenimiento.
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Conservación
La situación observada actualmente en la cuenca del
río San Pedro Mezquital es la consecuencia de una serie
de acciones y prácticas de manejo del agua y el terri
torio. Si se mejoran ambos mejorará también la situa
ción de los ecosistemas, y por tanto la salud del río, de
la cuenca y de sus habitantes. Esto representa un esce
nario de menor vulnerabilidad ante las variaciones del
ciclo hidrológico que se esperan asociadas al cambio
climático.
553
—. 2010. Norma Oficial Mexicana nom-059-semarnat-2010. Publica
da el 30 de diciembre de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.
Texto vigente.
—. 2014a. Acuerdo por el que se da a conocer el resultado de los es
tudios técnicos de aguas superficiales en las cuencas hidrológicas
Laguna de Santiaguillo, La Tapona, río La Sauceda, río El Tunal,
Río Santiago Bayacora, río Durango, río Poanas, río Súchil, río
Graseros, río San Pedro Mezquital y río San Pedro Desembocadu
ra de la subregión hidrológica río San Pedro de la región hidroló
gica número 11 Presidio-San Pedro. Publicado el 9 de julio de 2014
REFERENCIAS
en el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.
Alianza wwf-fgra. 2011. Fondo Mundial para la Naturaleza-Fundación
—. 2014b. Decreto por el que se abrogan los acuerdos que se indican
Gonzalo Río Arronte. Folleto El río San Pedro Mezquital. El gran
y se establece la reserva de aguas en las cuencas hidrológicas que
desconocido. México.
se señalan. Publicado el 15 de septiembre de 2014 en el Diario
Dunbar, M.J., A. Gustard, M.C. Acreman y C.R.N. Elliot. 1998. Over
Oficial de la Federación. Texto vigente.
seas approaches to setting river flow objectives. Institute of Hy
Tharme, R. 2003. A global perspective on environmental flow assess
drology, Wallingford, Oxon, United Kingdom. R&D Technical
ment: emerging trends in the development and application of
Report W6-161.
environmental flow methodologies for rivers. River Research and
Postel, S. y B. Richter. 2003. Rivers for life. managing water for people
and nature. Island Press. Washington.
Applications 19: 397-441.
wwf. Fondo Mundial para la Naturaleza. 2006. Applying the princi
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. 2002.
ples of integrated water resources and river basin management
Norma Oficial Mexicana nom-011-cna-2000. Publicada el 17 de abril
– an introduction. 2006. A Report to wwf-uk prepared by Tim
de 2002 en el Diario Oficial de la Federación. Texto no vigente.
Jones, Meter Newborne and Bill Phillips.
—. 2008. Acuerdo por el que se da a conocer el resultado de los estu
—. 2009. Informe de resultados de los talleres realizados con especia
dios de disponibilidad media anual de las aguas superficiales en
listas para la determinación de la propuesta de caudales ecológi
las cuencas hidrológicas laguna de Santiaguillo, La Tapona, río La
cos en la cuenca del río San Pedro Mezquital.
Sauceda, río El Tunal, río Santiago Bayacora, río Durango, río
—. 2010. Propuesta de caudales ecológicos en la cuenca del río San
Poanas, río Súchil, río Graseros, río San Pedro Mezquital y río San
PedroMezquital y su consideración en el estudio de disponibili
Pedro Desembocadura, mismos que forman parte de la porción de
dad de aguas superficiales. México.
la región hidrológica denominada Río San Pedro. Publicado el 10
de enero de 2008 en el Diario Oficial de la Federación.
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Conservación
555
La salud de la
parte media y baja del río Nazas,
tomando como referencia los peces
Irma Haydé Martínez Balderas • Fernando Alonzo Rojo • Gabriel Fernando Cardoza Martínez • José Luis González Barrios
INTRODUCCIÓN
El río Nazas nace en la parte alta de la Sierra Madre
Occidental; antes de la construcción de las presas desem
bocaba en la laguna de Mayrán, en Coahuila, después
de haber recorrido casi 600 km. Actualmente, el cauce de
este río es interrumpido artificialmente por la cortina
de las presas Lázaro Cárdenas (El Palmito), presa cap
tadora, y por la Francisco Zarco (Las Tórtolas), presa
derivadora y reguladora (snieg 2004). Este tipo de obras
hidráulicas afectan considerablemente la riqueza bio
lógica en los ríos y otros medios dulceacuícolas. El
objetivo de este capítulo es la evaluación de las condi
ciones del río Nazas, dada su importancia por la gran
diversidad de peces que posee. Los peces son un factor
económico relevante: son fuente de alimento para los
habitantes de la región y a su vez forman parte de la
cadena alimenticia y mantienen el ecosistema en equi
librio, por lo cual se trata de buscar su conservación y
permanencia ya que existen especies únicas que for
man parte de la cadena alimenticia y mantienen el eco
sistema en equilibrio.
METODOLOGÍA
Una forma de evaluar la calidad ambiental en un sitio
determinado son los índices de integridad biótica, pro
puestos como herramientas metodológicas auxiliares en
el planteamiento de estrategias de conservación o re
cuperación de un ecosistema que ha sido previamente
impactado (Mercado y Lyons, 2001). En 1981, J.R. Karr
introdujo el concepto de índice biológico de integridad
(iib, por sus siglas en inglés). Se trata de una herramien
ta que, mediante el registro de múltiples medidas, eva
lúa la salud biológica de los ecosistemas acuáticos y
cuerpos receptores de agua (como las presas), en fun
ción de la comunidad de peces que se encuentran ahí.
Entre otros aspectos que se consideran para calcular
los iib están: la riqueza y composición de especies (de
cuáles hay y cuántas de cada una), la presencia de espe
cies indicadoras (las que definen un rasgo o caracterís
tica del medio ambiente), el tipo de alimentación
(invertívoros, carnívoros, macrófagos y omnívoros), el
origen de las especies (si son nativas o introducidas),
la tolerancia (a cambios en su entorno, como tempera
tura y nivel del agua, oxígeno disuelto, sobrepesca,
disponibilidad de alimento), entre otros aspectos. Con
forme el iib calculado se acerca a 100, significa que la
calidad del sitio es muy buena; por el contrario, conforme
se acerca a cero es muy mala.
Dada la importancia ecológica y económica del río
Nazas, se propuso determinar su salud, para lo que se
realizaron muestreos en nueve sitios (figura 1) de la
parte media y baja durante el 2011, utilizando equipo
de pesca como redes tipo chinchorro, trampas tipo nasa
y atarrayas de diferentes medidas, a fin de obtener la
muestra de peces más representativa en cada lugar.
SALUD DEL RÍO NAZAS
La diversidad de peces en la parte media —Palmito,
San Francisco, Paraíso (figura 2), San Rafael y Rodeo—
y baja —Amoles, Nazas, Cañón de Fernández (figura 3) y
Puentes Cuates— del río Nazas estuvo representada
por siete familias, 14 géneros y 18 especies, con una
abundancia total de 1 783 organismos (cuadro 1); de és
tos, 57.8% (752 peces) correspondieron a la parte media
del río y 42.2% (1 031 peces) a la parte baja.
El río Nazas cuenta con un gran número de peces
únicos de la región; de las 18 especies registradas en
este estudio, cinco son endémicas y más de la mitad
resultaron únicas de ese sitio (cuadro 2). Curiosamente,
los sitios declinan en calidad a medida que el porcentaje
de omnívoros se incrementa, ya que estos organismos
son tolerantes a cualquier tipo de alimento y llegan a
desplazar a los peces que no lo son, provocando que la
estación vaya en decadencia en diversidad de especies.
Martínez-Balderas, I.H., F. Alonzo-Rojo, G.F. Cardoza-Martínez y J.L. González-Barrios. 2017. La salud de la parte media y baja del río
Nazas, tomando como referencia los peces. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México, pp. 555-560.
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556
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Figura 1. Localización del área de estudio.
Autor: Luis Ángel Hernández.
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Conservación
Figura 2. Estación Paraíso, parte media del río Nazas.
Foto: Irma Haydé Martínez Balderas.
Figura 3. Estación Cañón de Fernández, parte baja del río Nazas.
Foto: Irma Haydé Martínez Balderas.
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557
558
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro1. Especies y número de organismos por cada estación
Estación y fecha
Nombre
científico
Notropis nazas
Notropis
chihuahua*
Gila conspersa*
Cyprinella
garmani*
Rhinichthys
osculus*
Rhinichthys
cataractae
Pimephales
promelas
Codoma
ornatum
Campostoma
ornatum
Catostomus
nebuliferus*
Astyanax
mexicanus
Astyanax sp.
Poeciliopsis
gracilis
Lepomis
macrochirus
Lepomis
megalotis
Micropterus
salmoides
Sharotherodon
aureus
Ictalurus
punctatus
Abundancia
No. de
especies
Palmito
San
Francisco
Paraíso
San
Rafael
Rodeo
Amoles
Nazas
04-ago-11
05-ago-11
05-ago-11
06-ago-11
02-nov-11
02-nov-11
08-nov-11
4
10
Cañón
Puentes
Fernández Cuates
26-nov-11
Totales
09-sep-11
9
38
186
59
306
5
38
15
126
192
7
1
1
21
3
13
21
27
1
87
1
10
3
17
13
1
30
75
3
10
1
6
1
1
6
28
9
5
14
1
1
4
1
1
2
15
5
46
3
1
1
5
2
11
8
1
3
2
26
1
183
10
1
1
1
1
1
1
3
305
341
13
15
2
1
3
249
293
340
8
4
3
22
2
14
24
2
31
44
8
3
40
1
5
47
72
75
21
62
522
258
236
192
345
1 783
11
10
8
8
16
8
12
3
5
18
Parte media: 752 organismos (42.2%)
Parte baja: 1 031 organismos (57.80%)
*Especies endémicas.
Fuente: elaboración mediante trabajo de campo.
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559
Conservación
Cuadro 2. Especies y criterios base, por sus características biológicas
Especie
Nivel
de nado
Alimen- Origen
tación evolutivo
Origen
evolutivo
nom-059Evolución Biogeografía Sensibilidad semarnat
2010
Nativo
Primaria
Neártico
Medianamente
sensible
Medianamente
Amenazada
sensible
Distribución
Notropis nazas
Media agua
I
Nativo
Notropis chihuahua
Media agua
I
Introducido Introducido
Primaria
Neártico
Gila conspersa
Media agua
C
Nativo
Primaria
Neártico
Sensible
Amenazada
Endémica
Primaria
Neártico
Medianamente
Amenazada
sensible
Endémica
Primaria
Neártico
Sensible
Extinta*
Endémica
Primaria
Neártico
Tolerante
Amenazada
Endémica
Cyprinella garmani
Media agua
I
Rhinichthys osculus
Béntico
I
Rhinichthys cataractae
Béntico
I
Pimephales promelas
Media agua
Codoma ornatum
Campostoma ornatum
Nativo
Nativo
Nativo
Endémica
regional
Endémica
regional
Endémica
regional
Endémica
regional
M
Nativo
Nativo
Primaria
Neártico
Tolerante
Béntico
I
Nativo
Nativo
Primaria
Neártico
Tolerante
Béntico
M
Nativo
Nativo
Primaria
Neártico
Medianamente
sensible
Catostomus nebuliferus Béntico
M
Endémica
regional
Endémica
regional
Primaria
Neártico
Sensible
Tolerante
Astyanax mexicanus
Media agua
O
Nativo
Nativo
Primaria
Neotropical
Astyanax sp.
Media agua
O
Nativo
Nativo
Primaria
Neotropical
Poeciliopsis gracilis
Media agua
I
Introducido Introducido
Primaria
Neotropical
Lepomis macrochirus
Media agua
C
Introducido Introducido
Primaria
Neártico
Tolerante
Lepomis megalotis
Media agua
O
Introducido Introducido
Primaria
Neártico
Tolerante
Micropterus salmoides
Media agua
C
Introducido Introducido
Primaria
Neártico
Medianamente
sensible
Sharotherodon aureus
Media agua
O
Introducido Introducido
Secundaria
Neotropical
Tolerante
Ictalurus punctatus
Béntico
C
Introducido Introducido
Primaria
Neártico
Tolerante
Endémica
Medianamente
sensible
Medianamente
sensible
*Se observa que Rhinichtys osculus está reportada como extinta (nom-059-semARnAt-2010, Miller 2009).
Invertívoros (I): peces que consumen insectos, plancton. Carnívoros (C): consumo de carne, ya sea mediante la depredación
o consumo de carroña. Macrófagos (M): ingieren presas de gran tamaño porque poseen mandíbulas extensibles. Omnívoros (O):
son aquellos que se alimentan tanto de animales como de plantas.
Fuente: elaboración mediante trabajo de campo.
En total se encontraron cuatro omnívoros de las 18 especies, en donde Rodeo fue la estación con más presencia
de omnívoros (4). La presencia de especies intolerantes
es importante por ser las primeras en desaparecer con
un aumento en la contaminación, ocasionada por insec
ticidas, desechos domésticos, industriales e inclusive
por la concentración de arcillas coloidales en suspen
sión, y la continua erosión de campos. En el presente
trabajo dominaron las tolerantes con ocho especies, las
medianamente tolerantes con siete y las sensibles con
tres. La estación con una calidad aceptable fue Rodeo
(cuadro 3), el resto de las estaciones presentan condi
ciones de pobre y muy pobre, lo cual se atribuye a la
actividad antropogénica que se realiza en los márgenes
del río, principalmente la agricultura y el uso de ferti
lizantes y pesticidas.
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIONES
Los índices de integridad biótica demostraron que las
condiciones del río Nazas no son favorables; la mayoría
de las estaciones registraron un iib pobre, lo que indica
que el río está muy degradado y dañado en su mayoría
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560
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cuadro 3. Evaluación de las métricas en porcentaje de la parte media y baja del río Nazas
Parte media
Variables
(especies)
Palmito
(%)
San
Francisco
(%)
Nativas
63.60
Introducidas
42.90
Primarias
Parte baja
Paraíso
(%)
San
Rafael
(%)
Rodeo
(%)
Amoles
(%)
Nazas
(%)
81.80
36.40
54.60
81.80
45.50
72.700
9.10
9.10
85.70
71.40
71.40
0.00
57.10
42.900
71.40
42.90
64.70
58.80
35.30
41.20
88.20
41.20
64.70
11.80
23.50
0.00
0.00
0.00
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
100.00
Neárticas
64.30
57.10
42.90
42.90
85.70
50.00
64.30
7.10
21.40
Neotropicales
50.00
50.00
0.00
50.00
100.00
25.00
75.00
50.00
50.00
Micrófagas
66.70
66.70
0.00
0.00
66.70
33.30
66.70
0.00
0.00
Herbívoras
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
0.00
Omnívoras
75.00
50.00
0.00
50.00
100.00
25.00
50.00
50.00
50.00
Insectívoras
42.90
71.40
42.90
71.40
85.70
57.10
71.40
0.00
0.00
Carnívoras
75.00
25.00
75.00
25.00
100.00
50.00
50.00
25.00
75.00
Bénticas
33.30
66.70
33.30
33.30
83.30
50.00
66.70
16.70
16.70
De media agua
75.00
50.00
33.30
50.00
91.70
41.70
66.70
16.70
33.30
Sensibles
100.00
100.00
66.70
66.70
100.00
100.00
100.00
0.00
0.00
Tolerantes
50.00
25.00
12.50
37.50
75.00
25.00
37.50
37.50
25.00
Medianamente
tolerantes
57.10
71.40
42.90
42.90
100.00
42.90
85.70
0.00
28.60
Secundarias
Cañón
Fernández
(%)
Puentes
Cuates
(%)
En la nom-059
63.60
50.00
50.00
50.00
68.80
37.50
58.30
100.00
100.00
iib
54.40
53.50
31.90
46.30
78.10
46.00
63.10
29.10
33.90
Calidad
P
P
MP
MP
R
MP
P
MP
MP0
Número
de especies
11
10
8
8
16
8
12
3
5
R: regular; P: pobre; MP: muy pobre.
Fuente: elaboración propia mediante trabajo de campo.
por múltiples factores que poco a poco irán terminando
con la diversidad de especies con que cuenta. Se reco
mienda realizar monitoreos constantes para poder asig
nar atributos y categorías a los peces únicos de esta
región y mantener el río en buenas condiciones, imple
mentar estrategias de manejo en la pesca, conservar
las zonas del río, elaborar un ordenamiento ecológico,
pero sobre todo, es necesario realizar una propuesta e
implementación de caudales ecológicos para reducir la
alteración de régimen hidrológico y con ello mejorar
los componentes del ecosistema degradado y la condi
ción de la comunidad biótica del sistema, como la ic
tiofauna y otros grupos de organismos, preservando
con ello las funciones ecológicas del río Nazas, según
lo estipulado en la nmx-aa-159-scfi-2012 (se 2012).
REFERENCIAS
Karr, R.J. 1981. Assessment of biotic integrity using fish communities.
Fisheries 6(6): 21-27.
Mercado, S.N. y J. Lyons. 2001. Índices de integridad biótica en los ríos
Lerma y Pánuco: una aproximación a su desarrollo. En: Diversidad
biológica de ríos y arroyos del centro de México: bases para su conoci
miento y conservación. R. Pineda-López y P.E. Díaz (comps.). Facultad
de Ciencias Naturales, Universidad Autónoma de Querétaro.
se. Secretaría de Economía. 2012. Norma Mexicana nmx-aa-159scfi-2012. Publicada el 20 de septiembre de 2012 en el Diario
Oficial de la Federación. Texto vigente.
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- nacional. En: <http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/espanol/rutinas/
ept.asp?t=mamb95&s=est&c=8486>, última consulta: 6 de mayo de 2014.
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Conservación
561
Bancos de germoplasma
y estrategias germinativas
en ambientes semiáridos, aliados en
la conservación de especies
Jaime Sánchez Salas • Gisela Muro Pérez • Enrique Jurado Ybarra • Marisela Pando Moreno • Joel David Flores Rivas • Jorge Arturo Alba Ávila (†)
INTRODUCCIÓN
Los bancos de germoplasma están formados por cúmulos
de semillas potencialmente viables (Simpson et al. 1989),
particularmente en ambientes áridos y semiáridos; es
tos corresponden en su mayoría a plantas anuales y
efímeras (Brown et al. 1979, Inouye 1991). Los bancos
de semillas son la vía principal por la cual se regene
ran las comunidades vegetales de especies que difícil
mente se reproducen vegetativamente en su hábitat
natural (Montenegro et al. 2006).
El tipo de banco de semilla (figura 1) depende de la
composición de las especies y puede ser transitorio o
persistente (Montenegro et al. 2006). El primero se ca
racteriza por tener semillas con durabilidad menor a un
año (Thompson y Grime 1979), con un solo evento de
germinación (Walck et al. 1996, Baskin y Baskin 2001) y
las semillas se encuentran depositadas en la superficie
del suelo y/o sobre la vegetación (Thompson et al. 1997).
El banco de germoplasma del tipo persistente o banco
de semilla terrestre tiene semillas viables por muchos
años e incluso siglos (Thompson y Grime 1979), con
potencial para varios eventos germinativos (Walck et al.
1996, Baskin y Baskin 2001) y las semillas se encuen
tran enterradas (Pons 1992, Thompson et al. 1997). Este
último es el más importante desde el punto de vista
ecológico, ya que mantiene la regeneración de las co
munidades vegetales sujetas a disturbios por cultivos,
incendios y fluctuaciones del nivel de agua (Grime
1974, 1979; Pickett y McDonnell 1989, Fenner 1995).
Los bancos semilleros naturales del suelo no han sido
evaluados en la región Árida y Semiárida de Durango,
por lo que se desconoce la dinámica, la composición
estacional del aporte de semillas y las zonas denomina
das “micrositios”, los cuales proveen de semillas para
la regeneración. Es imperante iniciar por la localiza
ción de estos sitios, ya que proveen cantidad suficiente
de semillas para la regeneración o almacenamiento de
germoplasma (Marañon 2001).
Desafortunadamente, las continuas amenazas impre
decibles —como la apertura de áreas para cultivos o
simplemente las fluctuaciones en la disponibilidad del
agua— (Grime 1979, Pickett y McDonnell 1989, Fenner
1995) a las que está sujeta la vegetación, ponen en riesgo
constante el potencial de regeneración del germoplas
ma. Además, los disturbios pudieran estar modificando
los bancos de semilla a tal grado que la reserva sea en su
mayoría del tipo ruderal (Garwood 1989, Louda 1989,
Pickett y McDonnell 1989), lo cual es otra amenaza para
la vegetación nativa. La aplicación directa de los bancos
de semilla es la provisión de germoplasma para pro
gramas de conservación de especies amenazadas, restau
ración potencial de sitios postconstrucción o abandono
de áreas de cultivo, y reserva representativa en semi
llas de la vegetación nativa.
En este capítulo se presenta información sobre la re
levancia que juegan los bancos de semillas dentro de las
dinámicas de repoblación de la vegetación, particular
mente en la región Árida y Semiárida de Durango, la cual
posee una superficie aproximada de 5 088 620.55 ha
(Sánchez et al. 2015), por lo cual resulta necesario conocer
las estrategias germinativas de las semillas, la impor
tancia ecológica y para la conservación de especies, las
especies formadoras de bancos de semillas y las prin
cipales amenazas de estos reservorios en la entidad.
Sánchez, J., G. Muro P., E. Jurado, M. Pando M., J. Flores y J. Alba-Ávila. 2017. Bancos de germoplasma y estrategias germinativas en
ambientes semiáridos y semiáridos, aliados en la conservación de especies. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado.
conabio, México, pp. 561-566.
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562
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
GERMINACIÓN
CRECIMIENTO
SEMILLA
FASES DE
LA SEMILLA
PLANTA
MURIENDO
PLANTA
ADULTA
PROCESOS REGULATORIOS
DEL BANCO DE SEMILLAS
Daño físico por
instrumentos
Germinación fallida
Diversos mecanismos
de dispersión
Depredación
Muerte fisiológica
de semillas
Figura 1. Ciclo de vida de las semillas y sus procesos regulatorios.
Fuente: modificado de Masiunas 2006.
ESTRATEGIA GERMINATIVA
DE LAS SEMILLAS
En ecología, una estrategia incluye un conjunto de ca
racterísticas agregadas o independientes, que al estar
presentes dan ventaja adaptativa en el ambiente donde
se distribuyen los organismos. Referente a las semillas,
significa que estas presentarán una serie de modificacio
nes tanto estructurales como fisiológicas para soportar
las condiciones de estrés y restricción de agua (Bowers
2000, Sánchez et al. 2011) y promover el establecimien
to exitoso de una nueva plántula a partir de la germina
ción oportuna. Como respuesta a estas condiciones, las
semillas tienen la capacidad de adaptarse (Bowers 2000,
McCarty 2001, Reynoso 2006) al registrar un escenario
adverso del ecosistema. Genéticamente esta información
se trasmite a nuevas generaciones, cuyos bancos de semi
llas serán resistentes al ambiente extremo (Bowers 2000,
Sánchez et al. 2010), lo cual genera diversas características de las semillas que les proporciona una mayor eficacia biológica para soportar las fluctuaciones climáticas.
La estrategia de adaptación más común en las plantas
de ambientes áridos y semiáridos consiste en el alma
cenamiento y disminución del requerimiento de agua.
Algunas de las especies características de estas zonas
son lechuguilla (Agave lechuguilla), gobernadora (Larrea
tridentata), siempreviva (Sedum sp.), birrete de obispo
(Astrophytum myriostigma), mezquite (Prosopis sp.) y oco
tillo (Fouquieria splendens). Como segunda estrategia se
considera a las propias semillas, que son el medio prin
cipal para la regeneración de los ecosistemas (Sánchez
et al. 2010) y muestran adaptaciones morfológicas y fisiológicas consideradas como estrategias reproducti
vas; en este trabajo se habla de las más comunes. Entre
éstas, se consideran las siguientes:
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Conservación
Tamaño de las semillas
Como adaptación a periodos discontinuos de humedad
algunas especies, como el birrete de obispo (Astrophytum
myriostigma) y biznaga algodoncillo de estropajo (A.
capricorne), forman semillas de diferentes tamaños (Har
per et al. 1970) que germinarán de acuerdo a los periodos
de humedad. Se considera que las semillas pequeñas
germinarán más rápido que las de mayor tamaño (Har
per et al. 1970) y que la formación de diferentes tama
ños de semilla en los frutos producirá porcentajes de
germinación distintos (Barbour et al. 1999).
Reserva de nutrientes
En especies con mínima movilización de su germoplas
ma la mayoría de los frutos poseen gran cantidad de
semillas, principalmente aquellas que carecen de algún
tipo de mucílago, como Agave lechuguilla. Estratégica
mente forman estructuras que facilitan su dispersión
y funcionan como almacenes de sustancias nutritivas
que les ayudarán a sobrepasar el proceso germinativo
(Niembro 1982).
Germinación precoz (viviparidad)
La estrategia más común es la germinación de la semilla
dentro del fruto, antes de que estas sean liberadas, for
mando plántulas capaces de adaptarse con mayor rapidez
al ambiente árido (Cota-Sánchez 2007). Este fenómeno es
un mecanismo poco estudiado y se presenta mayormen
te en cactáceas (Aragón-Castelum 2011, Pérez-González
2013) como en la biznaga (Echinocereus longisetus); este
fenómeno se desconocía en cactáceas de ambientes se
miáridos en Durango, por lo que es necesario ampliar
la investigación en estos temas, pues afecta directamen
te la germinación y supervivencia de las plantas.
Rapidez de germinación
Existen dos tipos de respuestas de las semillas ante los
periodos intermitentes de humedad. La primera corres
ponde a donde se agrupan las semillas de especies que
germinan en una pequeña cantidad después de las llu
vias, y la segunda a donde los bancos de semillas res
ponden posterior a la acumulación de la humedad de
varios días en el suelo (Jurado y Westoby 1999), como
en el mezquite (Prosopis glandulosa) (Pérez-Domínguez
et al. 2013).
Dormancia
Es una de las estrategias de mayor importancia en am
bientes áridos: consiste en disminuir la actividad me
563
tabólica de la semilla para reactivarla una vez que se
reúnen las condiciones favorables para que se lleve a
cabo la germinación (Rolston 1978), como la cactácea
Echinocereus longisetus (MuroPérez et al. 2014)
IMPORTANCIA ECOLÓGICA
Ecológica y evolutivamente el banco de semillas es im
portante en la dinámica poblacional de las especies
vegetales (Kalisz 1991), ya que propicia la regeneración
natural en el ecosistema. Por tanto, es imprescindible
valorar los bancos de semilla presente en el sitio antes
de cualquier programa de restauración (Garza et al. 2010);
incluyendo la evaluación de la diversidad de semillas
y su densidad para determinar la posible composición de
la estructura vegetal con la que se regenerará el sitio.
LOS BANCOS DE SEMILLA COMO
UNA ESTRATEGIA PARA
LA CONSERVACIÓN DE ESPECIES
La evaluación de un banco de semilla contribuye a la
proposición de alternativas exitosas para el manejo y
recuperación de un sitio erosionado (Castillo 2000),
siempre y cuando la regeneración del sitio se realice
con especies nativas. Con esto se pretende disminuir el
riesgo de que especies exóticas invasoras modifiquen la
estructura de la vegetación a través del desplazamien
to de especies nativas, logrando la conservación inte
gral de los ecosistemas.
ESPECIES FORMADORAS
DE BANCOS DE SEMILLA
Los desiertos se caracterizan por precipitaciones escasas
que fluctúan ampliamente en espacio y tiempo. Ante
estas dificultades, especies anuales y efímeras que for
man bancos de semilla persistentes suelen sobrevivir
con éxito porque distribuyen el riesgo del fracaso repro
ductivo en varios años (Rolhauser 2012). Esto lo logran
mediante la germinación por etapas a través de su ban
co de semilla del tipo persistente. La persistencia de
pende de la dormición y de la germinación de semillas
en los periodos y microambientes favorables (Rolhau
ser 2012), por ejemplo bajo el dosel de plantas leñosas
que proveen buena sombra y/o nutrientes (MuroPérez
et al. 2012).
En la zona árida y semiárida de Durango existen es
pecies formadoras de bancos de semilla. Un ejemplo es
el mezquite (Prosopis glandulosa, figura 2a), que forma su
banco como resultado de la fructificación de febreroabril. Las semillas maduran entre siete y nueve semanas
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564
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
A
B
Figura 2. Semillas de dos especies principales formadoras de banco de semilla en la zona semiárida de Durango: a) mezquite
(Prosopis glandulosa) y b) lágrima de San Pedro (Tecoma stans).
Fotos: Jaime Sánchez y Gisela Muro Pérez.
después de la fructificación. La especie es de importan
cia ecológica porque es nodriza de cactáceas como Pe
niocereus greggii, Coryphanta durangensis y Echinocereus
longisetus (MuroPérez et al. 2012), y económica por la
producción de leña y carbón. Otra especie es la lágrima
de San Pedro (Tecoma stans, figura 2b), planta perene
que forma su banco con la fructificación de julio-agos
to y presenta eventos paulatinos de germinación en
verano (Salazar y Sohiet 2001). Esta especie tiene usos
antimicrobianos en el ser humano que han sido poco
estudiados. Así como estas especies, una gran variedad
son formadoras de bancos de germoplasma, por lo cual
la cobertura vegetal en las zonas áridas y semiáridas
suele cambiar drásticamente entre estaciones, encon
trando en invierno poca cobertura y en verano total
mente lo opuesto (Rolhauser 2012).
BANCOS DE SEMILLA NATURALES
Y ARTIFICIALES: IMPORTANCIA
PARA LA CONSERVACIÓN DE ESPECIES
PRIORITARIAS
Las semillas del suelo forman los bancos de germoplas
ma natural, donde su subsistencia depende de las con
diciones del suelo donde se encuentre, por ejemplo sobre
o debajo de hojarasca (Van Der Valk 1992). Un banco de
semilla artificial lo forman instituciones escolares o centros de investigación como Millennium Seed Bank
Project del Royal Botanical Garden, que se encargan de
la conservación ex situ de semillas con importancia
ecológica, económica, restauración y alimenticia para
evitar su extinción (kew Royal Botanical Garden 2014).
En Durango existe un banco de germoplasma fores
tal de la Comisión Nacional Forestal (conafor 2015),
el cual tiene como objetivo principal mantener la cali
dad genética y fisiológica de las semillas para uso sil
vícola. Sin embargo, para las especies de ambientes
semiáridos no existe un banco como tal que almacene
las semillas de las especies en riesgo. Actualmente, la
Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Juárez
del Estado de Durango (ujed) inició el almacenamien
to de semillas de cactáceas y otras especies mexicanas
para su conocimiento y conservación.
PRINCIPALES AMENAZAS
Cada día, cuatro especies de plantas se enfrentan al
riesgo de extinción, de acuerdo con cifras de la organi
zación de Banco de Semillas Milenarias (HernándezVi
llanueva 2009); al igual que los bancos de semilla
producidos. Las semillas pueden sufrir depredación
antes de la dispersión aun sobre la planta (en proceso de
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Conservación
desarrollo o maduras), aunque también pueden ser depredadas posteriormente a la dispersión (pero antes de
que germinen).
Los principales depredadores son organismos en eta
pa larvaria de moscas, avispas, escarabajos, polillas y
hormigas, ya que se desarrollan dentro de frutos y/o
semillas en proceso de maduración (Levey y Byrne 1993,
Johnson et al. 1995). Existen riesgos ocasionados por el
ser humano como el cambio de uso de suelo (áreas con
vegetación nativa transformados a cultivares), que paralelamente ocasionan erosión en áreas contiguas y una
pérdida inminente de los bancos de semilla resguarda
dos sobre el suelo, debido al sobrepastoreo, remoción
y prácticas agrícolas inadecuadas (PandoMoreno y Ju
rado 2009).
565
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CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Los bancos de germoplasma son una opción para man
tener la diversidad de especies vegetales nativas; sin
embargo, es necesario que antes de llevar a cabo un pro
grama de restauración se tomen en cuenta los aspectos
morfológicos y fisiológicos en las semillas de cada es
pecie, para obtener resultados óptimos al momento de
la germinación y restauración de algún sitio. Por ello,
es imprescindible la recolecta de semillas para la for
mación de bancos de germoplasma de aquellas especies
de interés ecológico, económico, alimenticio e incluso
medicinal. Cabe mencionar que a nivel institucional se
pueden elaborar programas o proyectos de investigación
permanentes, orientados a la conservación ex situ del
germoplasma; así como evaluar continuamente métodos
de germinación mediante la simulación de las condicio
nes ambientales a las que están expuestas las semillas.
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Conservación
567
Importancia
del nodrizaje
de la lechuguilla (Agave lechuguilla) como estrategia
de conservación para la cactácea Astrophytum myriostigma
Gisela Muro Pérez • Jaime Sánchez Salas • Joel David Flores Rivas • Jorge Arturo Alba Ávila (†)
INTRODUCCIÓN
La conservación es la disciplina encargada de la pre
servación, rescate, estudio y utilización sustentable de
la diversidad. Puede realizarse en dos modalidades: in
situ y ex situ; ambas garantizan la conservación de las
especies.
La conservación in situ se define como la conserva
ción de poblaciones viables en el hábitat original. Por
otra parte, la conservación ex situ consiste en la preser
vación de muestras representativas de las especies
fuera de sus hábitats en ambientes controlados por
tecnología adecuada (Frankel y Soulé 1992).
La presente contribución aborda la conservación in
situ de la cactácea Astrophytum myriostigma por medio
del nodrizaje de diferentes plantas, entre ellas la lechu
guilla (Agave lechuguilla).
IMPORTANCIA ECOLÓGICA DE
Astrophytum myriostigma
El birrete o bonete de obispo (A. myriostigma, figura 1)
es una cactácea endémica y amenazada (semarnat
2010). Ecológicamente se le considera como indicadora
de sitios con alto impacto antrópico. Evolutivamente
es una especie altamente adaptada a las condiciones
climáticas extremas de las zonas áridas y medicinal
mente se le considera como un antiséptico por exce
lencia (Sánchez et al. 2005).
El saqueo es una de las principales causas de la dis
minución acelerada o extinción de las poblaciones de
A. myriostigma, provocado por los traficantes extranje
ros, quienes pagan cantidades ridículas por ejemplares
que tardan hasta 50 años en alcanzar una talla de 50 cm
de longitud (Reza-Carrillo 2008).
Figura 1. El Birrete de obispo (Astrophytum myriostigma) bajo
el dosel de lechuguilla (Agave lechuguilla).
Foto: Jaime Sánchez.
Muro P., G., J. Sánchez, J. Flores y J. Alba-Ávila. 2017. Importancia del nodrizaje de la lechuguilla (Agave lechuguilla) como estrategia
de conservación para la cactácea Astrophytum myriostigma. En: La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México,
pp. 567-569.
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568
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
IMPORTANCIA DEL NODRIZAJE
El nodrizaje es una estrategia comúnmente utilizada
por cactáceas de ambientes áridos y semiáridos. Ésta
consiste en la interacción entre plantas denominadas
“nodrizas” y plántulas de otras especies. Las plantas no
drizas generan un microambiente favorable que permi
te la protección y crecimiento de algunas cactáceas.
Para el caso de la cactácea Astrophytum myriostigma
se evaluó el nodrizaje en la Sierra El Sarnoso, munici
pio de Lerdo, donde se censó una población de 102 in
dividuos junto con las diferentes plantas asociadas. Así
se determinó que esta cactácea utiliza 11 especies ve
getales como nodrizas, y que más de 50% de los ejem
plares de A. myriostigma crece bajo el resguardo de la
lechuguilla (Agave lechuguilla) (MuroPérez et al. 2009)
(cuadro 1).
Entre las plantas nodrizas se identificaron especies
no maderables de importancia económica para Duran
go como la lechuguilla (A. lechuguilla), sangre de drago
(Jatropha dioica) y candelilla (Euphorbia antisyphilitica)
(MuroPérez et al. 2009), distribuidas ampliamente en el
matorral xerófilo de la zona árida y semiárida del esta
do y norte del país (Marroquín et al. 1981, GonzálezElizondo et al. 2004).
El uso de estas especies es una tradición para los
pobladores por ser la fuente principal de ingresos para
miles de familias que habitan en esas áreas (Velázquez
et al. 1981). Sin embargo, aun cuando estas especies
han sido un componente significativo cultural y eco
nómico por miles de años, la dinámica poblacional y
las prácticas de aprovechamiento de las mismas han
sido poco evaluadas.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Se determinó que la cactácea A. myriostigma requie
re forzosamente de la planta nodriza lechuguilla (A.
lechuguilla) para su óptimo desarrollo y mantenimiento
poblacional, pues aunque demográficamente la especie
tolera altos niveles de perturbación antrópica, necesita
de esta nodriza para mantener su bajo nivel de recluta
miento (Reza-Carrillo 2008). Esto es, que al desaparecer
las comunidades de lechuguilla, el birrete de obispo se
extinguirá junto con ella.
Para evitar la desaparición de estas especies, se re
comienda formular una estrategia de conservación
integral que incluya una evaluación del estatus actual
de las poblaciones de A. myriostigma y A. lechuguilla
distribuidas en las sierras calizas de las zonas áridas y
semiáridas de Durango, sitios explotados para la acti
vidad minera (Sánchez et al. 2006). Es recomendable
evaluar las técnicas de aprovechamiento actuales de la
lechuguilla con el objetivo de hacer uso sustentable
Cuadro 1. Especies utilizadas como nodriza por el birrete de obispo y su porcentaje de resguardo
Nombre común
Nombre científico
% de resguardo
Lechuguilla
Agave lechuguilla
52 .00
Sangregrado
Jatropha dioica
13.00
Nopal rastrero
Opuntia rastrera
3.10
Biznaga
Equinocereus longisetus
2.30
Candelilla
Euphorbia antisyphilitica
0.90
Nopal cegador
Opuntia rufida
7.00
Biznaga
Thelocactus bicolor
5.00
Orégano
Lippia berlandieri
3.10
Ocotillo
Fouquieria splendens
1.50
Ejemplares de la familia Fabaceae
0.80
Ejemplares de la familia Poaceae
0.70
Fuente: Muro-Pérez et al. 2009.
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Conservación
del recurso y a la par mantener las poblaciones distri
buidas en el matorral xerófilo, así como implementar
programas de rescate y resguardo para las poblaciones
de la cactácea A. myriostigma.
569
Lem. (1839) (Cactae: Cactaceae), en la sierra el Sarnoso, Durango,
México. Bol. Nakari 20(3): 43-48.
Reza-Carrillo, M. 2008. Aspectos demográficos de una población de
Astrophytum myriostigma Lem (1839) Cactaceae en la sierra el Sarno
so, Durango, México. Tesis de licenciatura. Escuela Superior de
Dedicatoria:
A la memoria del maestro, compañero
y amigo Jorge A. Alba.
Biología, Universidad Juárez del Estado de Durango.
Sánchez, J., E.G. Martínez y R.J. Flores. 2006. Efecto del tamaño de
semillas en la germinación de Astrophytum myriostigma Lem.
(Cactaceae), especie amenazada de extinción. Interciencia 31(5): 371.
REFERENCIAS
Frankel, O.H. y M.E. Soulé. 1992. Conservation and evolution. Cambri
dge University Press, Cambridge.
Sánchez, J., G. Muro Pérez, U. Romero y J.A. Alba. 2005. Bonete de
obispo, identidad y símbolo. Especies. Revista sobre conservación y
biodiversidad, sep.-oct. 2005: 16-18.
GonzálezElizondo, M., L.I LópezEnríquez, S.M. GonzálezElizondo y
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. 2010.
A.J. Tena-Flores. 2004. Plantas medicinales del estado de Durango y
Norma Oficial Mexicana nom-059-semarnat-2010. Publicada el
zonas aledañas. Centro Interdisciplinario de Investigación para el
30 de diciembre de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.
Desarrollo Integral Regional, Unidad Durango (ciidir-ipn).
Marroquín, J., G. Borja, R. Velázquez y A. De la Cruz. 1981. Estudio
taxonómico de las zonas áridas del norte de México. sarh/inif.
Muro-Pérez, G., U. Romero-Méndez, J.D. Flores-Rivas y J. Sánchez. 2009.
Algunos aspectos sobre el nodrizaje en Astrophytum myriostigma
Texto vigente.
Velázquez, M.A., O. Martínez y J. Aguirre. 1981. Revisión histórica de la
producción de hule de guayule en México de 1903 a 1951. Guayule:
Reencuentro en el desierto. conacyt-ciqa/conaza. 3a edición, pp.
27-71.
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571
Autores
Acosta Hernández, Andrea Cecilia
Instituto Politécnico Nacional
Ávalos Huerta, Inocencia
Instituto Politécnico Nacional
Aguirre Acosta, Celia Elvira
Instituto de Biología, Universidad
Nacional Autónoma de México
(unam)
caguirre@ib.unam.mx
Barrios Ordóñez, Jorge Eugenio
Programa Agua, Fondo Mundial
para la Naturaleza (wwf México)
ebarrios@wwfmex.org
Aguirre León, Gustavo
Instituto de Ecología A.C. (inecol)
gustavo.aguirre@inecol.mx
Alba Ávila, Jorge Arturo (†)
Facultad de Ciencias Biológicas,
Universidad Juárez del Estado
de Durango (ujed)
Alonzo Rojo, Fernando
Facultad de Ciencias Biológicas, ujed
falonzor@gmail.com
Álvarez Haros, Adán
Gobierno del Estado de Durango
adan.alvarez@durango.gob.mx
Aragón Piña, Elizabeth Esperanza
Centro de Ecología Regional, A.C.
ceracdgomx@yahoo.com.mx
Bautista Hernández, Silvia
Instituto Politécnico Nacional
sbautistah@ipn.mx
Briceño Contreras, Edwin Amir
Universidad Autónoma Agraria
Antonio Narro
amir_320@hotmail.com
Cano Villegas, Omag
Facultad de Ciencias Biológicas,
ujed
omag830@gmail.com
Cantú Ayala, César
Facultad de Ciencias Forestales,
Universidad Autónoma de Nuevo
León (uanl)
cantu.ayala.cesar@gmail.com
Cardoza Martínez, Gabriel
Fernando
Facultad de Ciencias Biológicas, ujed
biologo_gabriel@hotmail.com
Castañeda Gaytán, José Gamaliel
Facultad de Ciencias Biológicas,
ujed
gamaliel.cg@gmail.com
Cervantes Reza, Fernando Alfredo
Instituto de Biología, unam
fac@ib.unam.mx
Cortés Ortiz, Armando
Instituto Politécnico Nacional
c_armando25@hotmail.com
Chacón de la Cruz, José Elías
Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (semarnat),
Delegación Durango
elias.chacon@durango.semarnat.
gob.mx
Chaírez Hernández, Isaías
Instituto Politécnico Nacionali
chairez @hotmail.com
Chávez Bermúdez, Brenda
Fabiola
Instituto de Investigaciones
Jurídicas, ujed
brendachbz@hotmail.com
Cueto Mares, Miriam Alejandra
Facultad de Ciencias Biológicas, ujed
miriam.a.cueto@gmailcom
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572
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado
Cruz Angón, Andrea
Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la
Biodiversidad (conabio)
acruz@conabio.gob.mx
Delgado Zamora, David Alfredo
Instituto Politécnico Nacional
botanica.son@gmail.com
Díaz Moreno, Raúl
Instituto de Silvicultura e Industria
de la Madera, ujed
r_diaz54@hotmail.com
Escobedo Quiñones, Hilda Esther
Programa Agua, wwf México
adlih_escobedo@hotmail.com
Esparza Rocha, José Antonio
Instituto Politécnico Nacional
esparoc11@hotmail.com
Espinosa Pérez, Héctor Salvador
Colección Nacional de Peces,
Instituto de Biología, unam
hector@unam.mx
Flores Rivas, Joel David
Instituto Potosino de Investigación
Científica y Tecnológica, A.C.
(ipicyt)
joel@ipicyt.edu.mx
Gadsden Esparza, Héctor
inecol
hector.gadsden@inecol.mx
García Jiménez, Jesús
Instituto Tecnológico de Ciudad
Victoria (itcv)
jgarjim@yahoo.com.mx
Garza Herrera, Alfredo (†)
Centro de Ecología Regional, A.C.
González Barrios, José Luis
Centro Nacional de Investigación
Disciplinaria en Relación Agua,
Suelo, Planta, Atmósfera (cenid
raspa), Instituto Nacional de
Investigaciones Forestales,
Agrícolas y Pecuarias (inifap)
gonzalez.barrios@inifap.gob.mx
González Castillo, María Pioquinta
Instituto Politécnico Nacional
gcmary01@hotmail.com
González Elizondo, M. Socorro
Instituto Politécnico Nacional
herbario_ciidir@yahoo.com.mx
González Elizondo, Martha
Instituto Politécnico Nacional
martha_gonzel@yahoo.com.mx
González Trápaga, Rolando
inecol
rolando.gonzalez@inecol.mx
Hernández Baz, Fernando
Universidad Veracruzana (uv)
fhernandez@uv.mx
Herrera Arrieta, Yolanda
Instituto Politécnico Nacional
yherrera@ipn.mx
Herrera Corral, Jesús
Instituto Politécnico Nacional
jherrera@ipn.mx
Hinojosa Ontiveros, Gerardo
Antonio
Gestiones Ambientales del Centro
S.A. de C.V.
lacrimae_mosd@hotmail.com
Huidobro Campos, Leticia
Instituto Nacional de Pesca (ina
pesca), Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca
y Alimentación (sagarpa)
leticia.huidobro@inapesca.gob.mx
Jurado Ybarra, Enrique
Facultad de Ciencias Forestales,
uanl
enrique_jurado@hotmail.com
Lambarri Martínez, Christian
Instituto de Biología, unam
lambarri@st.ib.unam.mx
Leal Sáenz, Alejandro
Facultad de Ciencias Forestales, ujed
coordinación_dicaf@ujed.mx
López Apodaca, Ignacio
Instituto Tecnológico de Sonora
ilopeza22@hotmail.com
López Enríquez, Irma Lorena
Instituto Politécnico Nacional
lorena_lopez05@yahoo.com.mx
Márquez Linares, Marco Antonio
Instituto Politécnico Nacional
marco_dgo@yahoo.com
Herrera Pedroza, Jesús Noel
Instituto Nacional de Estadística
y Geografía (inegi)
jesusnoel.herrera@inegi.org.mx
Martínez Balderas, Irma Haydé
Facultad de Ciencias Biológicas, ujed
haydemtzb@gmail.com
Heynes Silerio, Sergio Alonso
inegi
sergio.heynes@gmail.com
Martínez Pacheco, Anuar Iram
wwf México
amartinez@wwfmex.org
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573
Autores
Martínez Sifuentes, Aldo Rafael
cenid raspa, inifap
im_aldo09@hotmail.com
Montiel Antuna, Eusebio
ujed
montiel_eu@hotmail.com
Rentería Arrieta, Laura Isabel
Facultad de Ciencias Forestales,
ujed
lrenteria@ujed.mx
Retana Rentería, Flor Isela
Instituto Politécnico Nacional
flretana@yahoo.com.mx
Muñiz Martínez, Raúl
Instituto Politécnico Nacional
(profesor jubilado)
raulmm1@yahoo.com
Ríos Ruiz, Francisco
Centro de Ecología Regional, A.C.
ceracdgomx@yahoo.com.mx
Muro Pérez, Gisela
Facultad de Ciencias Biológicas, ujed
giselamuro@ujed.mx
Ruacho González, Lizeth
Instituto Politécnico Nacional
liz_3626@hotmail.com
Naranjo Jiménez, Néstor
Instituto Politécnico Nacional
nnestor@hotmail.com
Salas Westphal, Amorita Ivonne
Facultad de Ciencias Biológicas,
ujed
aisalasw@gmail.com
Ortega Chávez, Margarita Araceli
Instituto Politécnico Nacional
mortegac@ipn.mx
Pando Moreno, Marisela
Facultad de Ciencias Forestales,
uanl
mpando55@hotmail.com
Pérez Santiago, Gerardo
Instituto Politécnico Nacional
gperezs@colpos.mx
Salinas Rodríguez, Sergio Alberto
Programa Agua, wwf México
ssalinas@wwfmex.org
Sánchez Salas, Jaime
Facultad de Ciencias Biológicas,
ujed
j.sanchez@ujed.mx
Sharp, Bryan
Colegio Americano de Durango, A.C.
sharpbry@gmail.com
Pulido Díaz, Cecilia
Instituto de Silvicultura e Industria
de la Madera, ujed
ceccy_ndd@hotmail.com
Simental Ávila, Jaime
semarnat, Delegación Durango
jaime.simental@durango.gob.mx
Ramírez Noya, David
Instituto Politécnico Nacional
davidrnoya@yahoo.com.mx
Tena Flores, Jorge Alberto
Instituto Politécnico Nacional
jorge@tena-flores.com
Raymundo Ojeda, Tania
Instituto Politécnico Nacional
traymundoo@ipn.mx
Uribe Soto, José Natividad
Instituto Politécnico Nacional
jnus200@yahoo.com.mx
Valdez Lares, Rosaura
Instituto Politécnico Nacional
Valenzuela Ceballos, Sara Isabel
Facultad de Ciencias Biológicas,
ujed
valenzuela.c.sara@gmail.com
Valenzuela Garza, Ricardo
Instituto Politécnico Nacional
rvalenzg@ipn.mx
Valenzuela Nuñez, Luis Manuel
Facultad de Ciencias Biológicas,
ujed
luisvn70@hotmail.com
Valenzuela Valadez, Joanna
Comisión Federal de Electricidad
(cfe)
valenzuela.joanna@gmail.com
Valero Padilla, Jessica
jessicaval13@gmail.com
Vargas Cuenca, Julieta
Instituto de Biología, unam
jvargas@ib.unam.mx
Villanueva Díaz, José
cenid raspa, inifap
villanueva.jose@inifap.gob.mx
Villaseñor Ríos, José Luis
Instituto de Biología, unam
vrios@ib.unam.mx
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575
COMPILACIÓN DE LAS SECCIONES
Contexto físico y Contexto socioeconómico
Marco Antonio Márquez Linares1
Marco jurídico e institucional
José Elías Chacón de la Cruz2 y Brenda Fabiola Chávez Bermúdez3
Instrumentos y políticas públicas para la gestión,
protección y conservación
Laura Rentería Arrieta3
Diversidad de ecosistemas
M. Socorro González Elizondo1
Diversidad de especies
Hongos: Raúl Díaz Moreno3
Plantas vasculares: Martha González Elizondo1
Fauna silvestre: Raúl Muñiz Martínez1
Usos tradicionales y convencionales y Conservación
Jessica Valero Padilla
REVISIÓN TÉCNICA DE TEXTOS
Oscar Báez, Esteban Benítez Inzunza, Gonzalo Pino, Rafael Eduardo
Pompa Vargas, Jessica Valero Padilla y Liliana Ramírez
AGRADECIMIENTOS
El Gobierno del Estado de Durango a través de la Secretaría de Recursos
Naturales y Medio Ambiente de Durango y la Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, expresan su reconocimiento a
todas aquellas instituciones y personas que colaboraron en la elaboración
del presente Estudio de Estado.
1 Instituto Politécnico Nacional.
2 semarnatDelegación Durango.
3 Universidad Juárez del Estado de Durango.
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Forma de citar
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio) y
Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Durango (srnyma). 2017.
La biodiversidad en Durango. Estudio de Estado. conabio, México.
Los apéndices de esta obra se encuentran en forma digital en:
http://www.biodiversidad.gob.mx/region/EEB/estudios.html
La biodiversidad en
Estudio de Estado
Versión digital
Prohibida su reproducción total o parcial
Para su formación se utilizaron las familias tipográficas
PF Agora para textos
y Semilla para títulos
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