SERIE RECURSOS HIDROBIOLÓGICOS
Y PESQUEROS CONTINENTALES
DE COLOMBIA
XI. HUMEDALES DE LA
ORINOQUIA
(COLOMBIA - VENEZUELA)
Carlos A. Lasso, Anabel Rial, Giuseppe Colonnello,
Antonio Machado-Allison y Fernando Trujillo
(Editores)
F. Mijares
Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt. 2014
Impresión: JAVEGRAF-Fundación Cultural
Javeriana de Artes Gráficas.
Los textos pueden ser citados total o parcialmente
citando la fuente.
1.000 ejemplares.
CITACIÓN SUGERIDA:
SERIE EDITORIAL RECURSOS
HIDROBIOLÓGICOS Y PESQUEROS
CONTINENTALES DE COLOMBIA
Instituto de Investigación de Recursos
Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH)
Editor: Carlos A. Lasso
Revisión científica: Josefa C. Señaris y Donald
Taphorn
Revisión de textos: Carlos A. Lasso
Fotos portada: Ivan Mikolji y Fernando Chan
Foto contraportada: Carlos A. Lasso
Foto portada interior: Ivan Mikolji
Diseño y diagramación: zOOm diseño S.A.S.
Obra completa: Lasso, C. A., A. Rial, G.
Colonnello, A. Machado-Allison y F. Trujillo
(Editores). 2014. XI. Humedales de la Orinoquia
(Colombia- Venezuela). Serie Editorial Recursos
Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de
Colombia. Instituto de Investigación de Recursos
Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH).
Bogotá, D. C., Colombia. 303 pp.
Capítulos o fichas: Lasso, C. A. 2014. Tipología
de aguas (blancas, claras y negras) y su relación
con la identificación y caracterización de los
humedales de la Orinoquia. Pp. 50-61. En: Lasso, C.
A., A. Rial, G. Colonnello, A. Machado-Allison y F.
Trujillo (Editores). XI. Humedales de la Orinoquia
(Colombia- Venezuela). Serie Editorial Recursos
Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de
Colombia. Instituto de Investigación de Recursos
Biológicos Alexander von Humboldt (IAvH).
Bogotá, D. C., Colombia.
Humedales de la Orinoquía (Colombia-Venezuela) / editado por Carlos A. Lasso, Anabel Rial, Giuseppe
Colonnello, Antonio Machado-Allison y Fernando Trujillo; Serie Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros
Continentales de Colombia, XI -- Bogotá: Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von
Humboldt, 2014.
303 p.: il., col.; 16.5 x 24 cm.
Incluye bibliografía, tablas, mapas
ISBN DIGITAL: 978-958-8889-24-5
1. Humedales -- Colombia -- Venezuela 2. Humedales -- caracterización
3. Vegetación acuática 4. Cuencas hidrográficas 5. Orinoquia I. Lasso, Carlos A. (Ed) II.
Rial, Anabel (Ed) III. Colonnello, Giuseppe (Ed) IV. Allison-Machado, Antonio (Ed) V. Trujillo,
Fernando (Ed) VI. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
CDD: 333.918 Ed. 23
Número de contribución: 503
Registro en el catálogo Humboldt: 14942
Catalogación en la publicación – Biblioteca Instituto Humboldt – Nohora Alvarado
Responsabilidad. Las denominaciones empleadas y la presentación del material en esta publicación no implican la expresión de opinión o juicio alguno por parte del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos
Alexander von Humboldt. Así mismo, las opiniones expresadas no representan necesariamente las decisiones
o políticas del Instituto, ni la citación de nombres, estadísticas pesqueras o procesos comerciales. Todos los
aportes y opiniones expresadas son de la entera responsabilidad de los autores correspondientes.
COMITÉ CIENTÍFICO
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Anabel Rial Bouzas (BioHábitat A. C., Venezuela y consultora independiente)
Aniello Barbarino (Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias – INIA,
Venezuela)
Antonio Machado-Allison (Universidad Central de Venezuela)
Carlos Barreto-Reyes (Fundación Humedales, Colombia)
Carlos A. Rodríguez Fernández (Fundación Tropenbos, Colombia)
Célio Magalhães (Instituto Nacional de Pesquisas da Amazonia INPA/CPBA, Brasil)
Donald Taphorn (Universidad Experimental de los Llanos – Unellez, Venezuela)
Edwin Agudelo-Córdoba (Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi, Colombia)
Fernando Trujillo (Fundación Omacha, Colombia)
Francisco de Paula Gutiérrez (Universidad Jorge Tadeo Lozano, Colombia)
Germán Galvis Vergara (Universidad Nacional de Colombia)
Hernando Ramírez-Gil (Universidad de los Llanos - Unillanos, Colombia)
Hernán Ortega (Universidad Nacional Mayor de San Marcos – UNMSM, Perú)
Jaime De La Ossa (Universidad de Sucre, Colombia)
John Valbo Jørgensen (Departamento de Pesca y Acuicultura, FAO)
Josefa C. Señaris (Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Venezuela)
Luz F. Jiménez-Segura (Universidad de Antioquia, Colombia)
Mauricio Valderrama Barco (Fundación Humedales, Colombia)
Myriam Lugo Rugeles (Universidad Nacional de Colombia)
Ramiro Barriga (Instituto Politécnico de Quito, Ecuador)
Ricardo Restrepo M. (Universidad Santo Tomas de Aquino – USTA, Colombia)
Rosa E. Ajiaco-Martínez (Universidad de los Llanos – Unillanos, Colombia)
F. Mijares
3.
PLANTAS ACUÁTICAS: UTILIDAD PARA LA
IDENTIFICACIÓN Y DEFINICIÓN DE LÍMITES
EN HUMEDALES DE LA ORINOQUIA
Anabel Rial B.
Las mayores planicies inundables neotropicales (Amazonas, Paraguay-Paraná y
Orinoco) mantienen gran parte de la biodiversidad del continente, a su vez la flora
acuática es el soporte de otros organismos
y de las funciones de estos sistemas (Junk
1986, Neiff 1986, Colonnello 1996, Pott
y Pott 2000, Murphy et al. 2003, Santos y
Thomaz 2007, Thomaz et al. 2009, Ferreira
et al. 2011, Agostinho et al. 2007, Theel et
al. 2008, Thomaz et al. 2008, Fernández et
al. 2009, Rial 2009, Lasso et al. 2010, 2011,
Mormul et al. 2010).
El criterio botánico para la tipificación, caracterización y delimitación de humedales,
se basa en tipos de vegetación acuática,
claramente visibles y directamente relacionados el agua del ecosistema y es útil incluso en condiciones de afectación antrópica.
El consenso internacional ha situado a las
plantas acuáticas como organismos clave
en la caracterización, clasificación y delimitación de humedales (Beal 1977, Rzedowski 1981, Best 1988, Reed 1988, Lavania et
al. 1990, Tiner 1993, Gopal y Sah 1995, Gopal et al. 2001, Mitsch y Gosselink 1993,
Suárez et al. 2005, Drechsler et al. 2009,
Marrero 2011, Aponte y Cano 2013, Junk
Bora o buchón, caños Acobia y Toro. Foto: F. Trujillo
et al. 2013, Rial y Lasso 2014). Su presencia indica ciertos atributos del hábitat y
por ello se emplean para definirlo. Pero
además, muchos aspectos que pasan desapercibidos para observadores eventuales,
pueden advertirse por la presencia de estos
vegetales capaces de reflejar condiciones de
mediano y largo plazo en el humedal, como
por ejemplo intensidad y duración de los ciclos de inundación y sequía, alteración del
flujo hídrico o composición fisicoquímica
del agua.
En Colombia son el elemento clave en el
proceso de identificación, caracterización
y establecimiento de límites de humedales
que adelanta el país (Lasso et al. 2014). En
la Orinoquia si cabe son de mayor utilidad,
dado que la flora y vegetación acuática de
esta región es mejor conocida que la de
otras cuencas en el país como el Amazonas, Magdalena-Cauca, Caribe y Pacífico.
Así pues, siguiendo el criterio propuesto
y discutido para la Orinoquia (Rial y Lasso
2014), se considerará planta acuática aquel
organismo vegetal que habita en ecosistemas acuáticos permanentes o temporales,
inundables (por desborde) o anegables
(por lluvia), que completa su ciclo vital
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XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
en condiciones alternantes de lluvia y
sequía, con las siguientes precisiones: 1)
indistintamente en agua o en suelos casi
secos y sobreviviendo al siguiente ciclo;
2) mediante modificaciones morfológicas (ecofenos) visibles en ambos períodos
(ecofases) (lluvia y sequía) y con floración
durante la ecofase acuática; 3) con o sin
variaciones morfológicas y con floración
durante la ecofase terrestre.
También la riqueza (diversidad a) de plantas acuáticas sirve para la identificación caracterización y establecimiento de límites
en humedales, pero la diversidad b es más
útil aun. En un gradiente dado, las singularidades en la composición de especies de
los humedales sirve para detectar diferencias y especies indicadoras. Con el conjunto
de datos es posible caracterizar ambientes,
analizar sistemas, ver respuestas al pulso
de inundación, a las variaciones interanuales y a otras dinámicas ecológicas que implican integridad ecosistémica, conjuntos
de atributos susceptibles de degradación o
preservación.
Características de los ambientes
Hay humedales en los cuatro grandes paisajes de la Orinoquia: Andes, Llanos, Guayana y Delta. Por su naturaleza pueden ser
naturales o artificiales. Su origen geológico
y condiciones climáticas se asocian a otras
características que definen su biota: a) altitud; b) tipo de agua y suelo; c) modo de
circulación del agua; d) hidroperíodo-pulso
de inundación; e) conectividad con otros
sistemas acuáticos y f) dimensión y profundidad. Estos atributos influyen en la
composición de las comunidades vegetales,
y algunas de ellas determinan la presencia
de ciertas especies, que se convierten entonces en indicadoras de hábitat.
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Altitud
En el gradiente Andes-Delta, las diferencias
geológicas y bioclimáticas permiten separar a los humedales de altura de aquellos de
tierras bajas. Por una parte los humedales
de los tepuyes de la Guayana, el segundo
sistema montañoso más alto de Suramérica, cuyas cimas alcanzan elevaciones entre
1.500 y 3.015 m s.n.m. y cuyos suelos suelen estar saturados de agua debido a alta
pluviosidad, tienen quebradas, charcos,
turberas, ciénagas o grietas y canales en
las que habitan plantas acuáticas propias
de estos ambientes antiguos y aislados.
Algunos cursos de agua se precipitan al
vacío formando saltos de agua de mayor o
menor magnitud, como el Salto Ángel (970
m) el mayor del mundo, en cuya base, la
recepción del agua da lugar a un humedal
con plantas, curiosamente delicadas (p. e.
Genlisea sp), adaptadas no solo a la saturación hídrica del sustrato, sino del aire, por
el efecto espray de la caída y el microclima
que se genera en las paredes rocosas.
Del lado occidental hay más humedales
de altura, en la cordillera de los Andes. En
Colombia, Flórez et al. (1997) diferencian
tres franjas altitudinales: a) 3.000 y 3.500
m s.n.m., con lagos, pantanos o turberas;
b) 2.600 y 3.000 m s.n.m. con lagunas y
pantanos; c) 2.000 y 3.300 m s.n.m. con
los mayores complejos de lagos y humedales en el denominado altiplano. Franco et
al. (2013) cuentan al menos 1.629 sitios
de humedales altoandinos en Colombia.
En Venezuela estos ambientes se distribuyen desde los 3.800 - 4.500 m s.n.m hasta
los 3.000 – 3.800 m s.n.m. a partír de los
cuales, Hernández (2005) propone clasificarlos en: a) lagunas de origen glacial; b)
afloramientos de agua permanentes y/o
estacionales (nacientes y ojos de agua); c)
sistemas fluviales permanentes y/o estacionales (quebradas, afluentes y cauces de
río); d) pantanos permanentes y/o estacionales; e) ciénagas bajo la influencia de congelamiento diario; f) turberas y g) céspedes
andinos sobre fondos de valle, a partir de
la clasificación de humedales continentales propuesta por la Convención Ramsar
y adaptada por Rodríguez-Altamiranda
(1999) y Molinillo y Monasterio (2002),
para los humedales de Venezuela.
Suelo y agua
Los humedales de suelo rocoso y arenoso,
son propios de los Andes y la Guayana. Pero
dado su origen reciente el primero, y muy
antiguo el segundo, también sus aguas son
distintas (Figuras 1 a,b): turbias, ricas en
minerales y neutras, las andinas (blancas)
y transparentes, oligotróficas y ácidas, las
guayanesas (negras) (sensu Sioli 1984). En
los llanos las aguas son claras o blancas porque discurren sobre suelos arenoso-arcillosos (Figuras 2 a,b,c). Las arenas forman los
bancos o zonas más altas de las llanuras
inundables, altiplanicies y planicies eólicas,
y las arcillas se depositan en las zonas más
bajas del microrelieve, en las depresiones,
a las que le otorgan- con su impermeabi-
a.
lidad- la cualidad de retener agua por más
tiempo. En el Delta, destino final del Orinoco, confluyen todas. En el largo tramo
antes de la desembocadura, la carga de sedimentos y materia orgánica es alta. Esta
planicie en tres partes (alta, media y baja)
conformada por marismas, terrenos anegadizos y aguas de diversa tipología (claras,
blancas, negras y salobres), representa un
cambio notable de fisonomía, que en la flora acuática se hace visible por ejemplo, en
las comunidades de manglares, indicadoras
de estos ambientes con influencia marina.
Circulación del agua
La velocidad de la corriente limita la presencia de muchas especies. La riqueza es
mayor en los ambientes lénticos que en los
lóticos, pues el caudal del curso intermedio
(rithron) de los ríos, impide la colonización
de las riberas por plantas arraigadas (Ramírez y San Martín 2006) y la permanencia de otras bioformas en el canal o cauce
principal. La excepción es el caso de las
agrupaciones densas de Podostemaceae en
raudales o rápidos, o algunas especies de
Eriocaulaceae y Xyridaceae en afloramien-
b.
Figura 1. a) Río aguas blancas piedemonte andino venezolano; b) río aguas negras de la
Guayana venezolana. Fotos: A. Rial.
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XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
Hidroperiodo y conectividad
a.
b.
Figura 2. a) Aguas blancas y turbias, Llanos inundables de Venezuela; b) aguas negras transparentes del río Atabapo. Fotos: A. Rial (a), F. Trujillo (b).
tos rocosos de algunos ríos de la Guayana
tanto en Colombia como Venezuela. Así,
los ríos albergan menos plantas acuáticas
que los ambientes de aguas tranquilas, a
menos que su circulación haya sido impedida (diques, carreteras) pasando a comportarse en dichos tramos como sistemas lénticos, en cuyo caso la abundancia de ciertas
especies dominantes aumenta casi siempre
en detrimento de otras. Sin embargo, es
preciso considerar las sinuosidades del curso en cuyos hábitats marginales, la menor
incidencia de la corriente puede favorecer
-especialmente en aguas bajas- la presencia
de vegetación acuática y el asentamiento de
islas flotantes.
En los ríos en los que la fluctuación del nivel del agua en época de lluvias y sequía es
mayor a uno o dos metros, la vegetación
acuática suele ser marginal y estar compuesta por especies de amplia distribución
en la cuenca, p. e. Heliotropium procumbens
Mill., Mimosa pigra L. y varias especies
de Ludwigia. En las orillas de los ríos son
comunes las colonias de ciperáceas y/o
poáceas. También en los caños, cursos de
menor magnitud y profundidad con márgenes frecuentemente menos abruptos, es
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común el género Paspalum en todos los tipos de aguas (blancas, claras y negras). Sin
embargo, las Xyridaceae no habitan o son
poco comunes en márgenes de ríos llaneros
y son frecuentes en márgenes de ríos guayaneses.
En aguas bajas, las orillas de ríos, usualmente con restos de troncos derribados y/o
arrastrados por las crecidas, y los remansos,
son el hábitat eventual de especies flotantes como Pistia stratiotes L., Paspalum repens
P. J. Bergius. Eichhornia crassipes (Mart.)
Solms. Las islas flotantes de bora, denominadas camalotes en Argentina (Neiff y Neiff
1980), embalsados en Paraguay (Mereles
1998-2000) y buchones en Colombia, son
agrupaciones de esta y/u otras especies que
provienen de derivas y divagan río abajo
hasta quedar retenidas entre estos obstáculos que detiene la corriente. Tal como se
verá a continuación, el flujo y la conectividad provista por estos corredores fluviales
favorecen la dispersión y amplía la distribución geográfica de las especies capaces
de tolerar los cambios en el recorrido a lo
largo de ríos de aguas blancas y negras (Rial
2013), como por ejemplo a través del Inírida-Guaviare-Orinoco-Atabapo.
El pulso de inundación es la fuerza principal que determina la existencia, productividad e interacción de la biota en los grandes sistemas fluviales inundables (Junk et
al. 1989). Este evento vital ha sido documentado por diversos autores llamando la
atención sobre la importancia de atender
las características del ciclo hidrológico en
las grandes planicies de Suramérica (Junk
1986, Neiff 1986, Junk et al. 1989, Neiff
1999, Rial 2009, Rial et al. 2010, Junk et
al. 2013, Varandas et al. 2013). En las planicies del Orinoco esta función determina la aparición y renovación continua de
ambientes espacio-temporales y favorece
la diversidad β. Gracias a las adaptaciones
de las plantas acuáticas a las fases del ciclo
anual, tanto el pulso de inundación como
la conectividad entre ambientes y/o con
sistemas fluviales, contribuyen a la riqueza
y a la dispersión de estos organismos entre
humedales de la región. En aguas altas, los
ambientes acuáticos de las planicies (lagunas, esteros, bajíos, bajos, zurales, charcos,
caños de sabana), pierden su identidad en
un plano inundable que provee flujos continuos de energía y materia, tales como la
dispersión de bioformas, ecosafes flotantes, estolones y semillas.
Cuando el agua de lluvia y/o de desborde
llena todas las depresiones y aumenta el
caudal de caños y ríos, se favorece la propagación de algunas especies y la colonización de otros hábitats con conexiones
permanentes o temporales en la cuenca.
Cuando las cualidades adaptativas de estas
especies son altas, pueden convertirse en
invasoras o en malezas (Fridley 2011). Si
el hábitat está alterado (eutroficación, aumento de CO2 en el agua, disminución de
O2 disuelto, salinización, aumento de Tº,
sedimentación), el grado de susceptibilidad
a una invasión o la dominancia (maleza)
será previsiblemente mayor; igual que si
las especies nativas han sido erradicadas,
por ejemplo, sustituidas por pastos introducidos o arroz. La conectividad y el ciclo
de lluvia-sequía propician la renovación y
enriquecimiento del agua, el transporte
y asentamiento de semillas, propágulos e
individuos. Son el movimiento (flujo) y el
corredor (conectividad) para la dispersión
de muchas plantas acuáticas nativas de estos sistemas interconectados de la cuenca,
las mas conocidas, usualmente consideradas malezas acuáticas: Salvinia auriculata,
Eichhornia crassipes, Limnobium laevigatum
y Azolla filiculoides.
Dimensión y profundidad
La dimensión y profundidad del cuerpo de
agua son tal vez, los factores menos determinantes de la riqueza de especies, si consideramos que son usualmente las aguas
someras, los márgenes y las orillas móviles,
los hábitats con mas recambio y riqueza de
especies (Rial 2014).
Formas de vida y ecofases
Los términos forma de vida, forma de crecimiento, bioforma y hábito de crecimiento, suelen emplearse como sinónimo -no
siempre apropiadamente- pero siempre de
modo práctico, para describir el aspecto externo de las plantas. Así lo definieron Font
Quer (1977) o más recientemente Judd et
al. (2002), manteniendo la clasificación de
Teofrasto (300 A. C.), al separar árboles
de arbustos y hierbas. Esta arquitectura
propia de las angiospermas, no aplica a las
divisiones de briofitos y helechos, para todas las cuales, la clasificación de Sculthorpe (1967) es útil al diferenciar las formas
enraizadas de las libres; las que emergen
de las que flotan o están sumergidas, en
las siguientes categorías comunes en toda
la Orinoquia: arraigadas emergente (ae),
arraigada flotante (af), flotante libre (f) y
sumergida o pleustófito (s).
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XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
Estas cuatro bioformas ampliamente reconocidas, están presentes y sirven para comparar comunidades de esta macrocuenca.
Tal vez una singularidad se presenta en los
páramos andinos (Venezuela, Colombia),
cuya vegetación ha sido clasificada en general, según las formas de vida de Cuatrecasas (1968), Vareschi (1970), Monasterio
(1980) y Hofstede (1995). En tales altitudes, son comunes las formas singulares de
roseta y cojín. Así, Rangel-Ch. et al. (2000)
se refieren a turberas, cojines y vegetación
de pantano o acuática, como tipos de vegetación o comunidades. Según el caso, las
tres pueden ser comunidades o tipos de vegetación acuática, diferenciables a la vez en
arraigadas, emergentes y sumergidas.
Las bioformas sumergidas (p. e. Najas
arguta Kunth, Elodea spp, Mayaca longipes
Mart. ex Seub, Mayaca fluviatilis Aubl.
Mayaca sellowiana Kunth, Callitriche
nubigera Fasset.), se distribuyen en toda la
cuenca y todo el gradiente de profundidad,
en aguas con suficiente transparencia
para permitir la fotosíntesis. Su presencia
puede ser temporal o permanente.
Temporal incluso efímera, en orillas de
esteros y lagunas durante las primeras
lluvias del llano; en quebradas o riachuelos
de las sabanas de arenas blancas de la
Guayana. Su estabilidad es mayor en aguas
eutroficadas de embalses y represas cuando
ocurren, pero surgen temporalmente
en madreviejas de la Guayana y lagunas
de inundación de los llanos inundables
cuando las lluvias aportan nutrientes a
estos ambientes oligotróficos (Guayana) o
desecados por el verano (Llanos) (Cabomba
furcata Schult. y Schult.f.).
Las arraigadas flotantes también habitan a
lo largo del gradiente de profundidad, desde
las orillas someras hasta el espejo de agua,
a profundidades variables, usualmente me-
68
nores de un metro. Casi siempre en aguas
con un cierto grado de transparencia. Las
especies con esta arquitectura, suelen considerarse acuáticas estrictas. No obstante, muchas tienen ecofase terrestre sobre
suelo húmedo, en ambientes temporales
sometidos al pulso de inundación; es el
caso por ejemplo de Sagittaria guayanensis
Kunth, Ludwigia helmintorrhiza (Mart.) H.
Hara, Ludwigia sedoides (Humb. y Bonpl.)
H.Hara o Marsilea policarpa Hook. y Grev.,
entre otras.
Los pleustófitos o flotantes libres habitan
en todo el gradiente, desde la orilla
movible hasta el espejo de agua. En los
cuerpos de agua de gran magnitud, una
vez presentes pueden colonizar desde la
orilla hasta el centro, avanzando tanto
como los nutrientes en el agua, el viento
y la corriente lo permitan (Figura 3).
También pueden quedar en el cinturón
externo que limita con el espejo de agua
(Figura 4) o desplazarse a otras orillas de
un ambiente léntico, o a otros ambientes o
tramos del mismo, si viajan por cursos de
agua corriente. En caños y ríos de planicies
inundables son frecuentes las islas flotantes
de especies libres solitarias; pequeñas
poblaciones o incluso comunidades mas o
menos complejas formadas por especies
que se desarraigan y constituyen sustratos
que sirven de balsa o remanso a otras
especies por ejemplo: Eichhornia azurea,
Paspalum repens con Salvinia auriculata,
Pistia stratiotes y Eichhornia crassipes.
Las bioformas arraigadas emergentes
son abundantes y caracterizan las orillas
móviles “moveable shoreline” (Rial
2014) de los cuerpos de agua sometidos
a variaciones en el nivel hidrométrico. Su
presencia requiere de una cierta morfología
de las orillas para colonizar, pendientes
suaves o playas en lugar de paredes
Figura 3. Distribución de las plantas acuáticas flotantes (Azolla) en el gradiente de profundidad de un embalse andino, Colombia. Foto: A. Rial.
Figura 4. Cinturón externo de plantas
acuaticas en el límite del espejo de agua en
los llanos inundables. Foto: A. Rial.
verticales o cauces abruptos y ausencia de
corrientes. La lista de especies arraigadas
emergentes es la más larga de las cuatro
bioformas y si bien son estimadas en su
mayoría como especies helofitas, anfibias o
facultativas, su presencia en los humedales
es indicadora de una de las características
mas relevantes de los humedales tropicales:
la fluctuación. Hydrolea spinosa L., Thalia
geniculata L., Pacourina edulis Aubl., Ipomoea
carnea Jacq, Caperonia palustris (L.) A.St.
Hill, Eleocharis instersticta (Vahl) Roem. Ex
Schult., E. tiarata Gomez-Laur, E. mutata
(L.) Roem. y Schult, Cyperus luzulae (L.)
Retz., Oxycaryum cubense (Poepp. y Kunth)
Palla y Sesbania sp, son algunos ejemplos.
Además de las bioformas, en los sistemas
de alta fluctuación, surgen adaptaciones
para persistir en ambas fases (Neiff 1996,
Casco 2003), estas son las ecofases, imprescindibles en la comprensión de dichos
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XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
sistemas y en el concepto de planta acuática (Rial 2003). Los organismos que están
condicionados preponderantemente por la
fase de inundación o por la fase de sequía,
son denominados estrategas de fase, mientras que los que se adecuan a una gama
amplia de condiciones del régimen pulsátil,
son conocidos como euritípicos (plásticos)
o anfitolerantes (Neiff 1996).
Riqueza de especies y aspectos de
su distribución
Se estima entre 350-400 especies la riqueza
de plantas acuáticas de la Orinoquia, una
cifra alta en relación a otros inventarios en
el Neotrópico (Tabla 1). En sus principales
regiones: Andes, Llanos, Guayana y Delta,
las listas incluyen 171 especies en el delta
del Orinoco (Colonnello 2004), 198 en los
llanos inundables (Rial 2009) y más de 200
en las planicies inundables del OrinocoGuayana (Sanoja et al. 2010). En las porciones llanera (excepto Arauca) y guayanesa
de esta cuenca en Colombia, el listado preliminar incluye 211 especies (Rial 2013),
en tanto que en los Andes, los inventarios
recientes dan cuenta de 89 especies en el
área específica del Páramo de Chingaza
Tabla 1. Algunos inventarios de plantas acuáticas en el Neotrópico.
PAÍS
Ecuador
RIQUEZA
ESTIMADA
19
AUTOR
Suriname
Chile
Lagunas de páramo
Embalse Represa hidroeléctrica de Guri- Guayana
Reserva Prod. Fauna.
Cuyabeno. Sistema lacustreriberino Amazonia
Lagunas Pumar y SecaPáramo Guaramacal
Chaco húmedo
Planicie de inundacion del
alto río Paraná
Surinám
Patagonia occidental
Colombia
Páramo de Chingaza
89
México
Región de Tamaulipas
Altiplano del oriente
antioqueño
Humedales México
Delta del Paraná, isla Martìn
Garcìa y ribera Platense
Humedales Paraguay
93
Werkhoven y Peeters (1993)
San Martín et al. (2011)
Schmidt-Mumm y Vargas-Ríos
(2012)
Mora-Olivo et al. (2008)
94
Posada y López (2011)
111
Lot et al. (1986)
112
Lahitte y Hurrel 1999
114
Mereles (2004)
Venezuela
Ecuador
Venezuela
Paraguay
Brasil
Colombia
México
Argentina
Paraguay
70
HUMEDAL
Terneus (2002)
PAÍS
HUMEDAL
RIQUEZA
ESTIMADA
AUTOR
Perú
Humedales de la costa de
Lima
123
Aponte y Cano (2013)
Argentina
Esteros del Iberá
127
Neiff y Poi de Neiff (2006)
Colombia
Humedales Bogotá
(Fúquene-Cucunuba y
Palacio)
134
Guzmán (2012)
Brasil
Planicies inundables alto
Paraná
153
Alves-Ferreira et al. (2011)
Venezuela
Delta del Orinoco
171
Colonnello (2004)
Venezuela
Llanos inundables del
Orinoco- Venezuela
198
Rial (2009)
Venezuela
Planicies inundables
Orinoco-Guayana
> 200
Sanoja et al. (2010)
Colombia
Región llanera (sin Arauca)
y guayanesa del Orinoco Colombia
> 211
Rial (2013)
Brasil
Pantanal
247
Pott y Pott (2000)
Brasil
Río Grande do Sul
(naturales y manejados)
250
Rolon et al. (2010)
27
Vegas-Vilarrubia y Cova (1993)
Costa Rica
Palo Verde y valle del río
Tempisque
320
Crow (2002)
28
Terneus (2007)
Brasil
Delta do Jacui
(incluyendo leñosas)
331
Longhi-Wagner y Feijó (1981)
30
Cuello y Cleef (2009)
Brasil
Planicie inundable
Amazonas
338
Junk y Piedade (1993)
32
Mereles et al. (1992)
Chile
Chile
455
Hauenstein (2006)
483
Beck (1984)
509
Velásquez (1994)
55
Thomaz et al. (2009)
Bolivia
Llanos de Moxos
(incluyendo leñosas)
68
86
Venezuela
Venezuela
Río Grande do Sul
Brasil
(planicie costera)
ORINOQUIA COLOMBIA-VENEZUELA
(Schmidt-Mumm y Vargas-Ríos 2012) y
134 especies en los humedales de Bogotá
y lagunas de Fúquene, Cucunubá y Palacio,
en una recopilación de Guzmán (2012). De
400-500
Irgang y Gastal (1996)
350-400
Estimaciones de la autora
esta riqueza, una parte está restringida a
determinados ambientes e incluso hábitats
y otra es compartida, es decir especies de
amplia distribucion en la cuenca.
71
XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
Andes
Ciertas comunidades de plantas acuáticas
presentes en los páramos de Colombia
(Cleef 1981, Franco et al. 1986, RangelCh. et al. 2000, Madriñán 2010), también
habitan del lado venezolano entre los 2.900
y 3.100 m s.n.m (Cuello y Cleef 2009). En
los humedales paramunos y altotepuyanos,
las plantas inferiores (líquenes, musgos y
hepáticas) son más abundantes que en los
llanos, Guayana y el Delta. Las cumbres
andinas son hábitats muy específicos para
especies formadora de turberas como
Sphagnum cuspidatum Ehrh. ex Hoffm y en
general para comunidades de briófitos con
una función determinante en los procesos
de colmatación autóctona de lagunas
someras, charcas o pantanos (Sánchez et al.
1989).
En los Andes, se distinguen así, los
ambientes altos de páramo y subpáramo
con quebradas, turberas, esfangales,
pantanos, charcos, lagunas y zonas mas
bajas del altiplano (entre 2.500 y 2.700 m
s.n.m), con lagunas, quebradas, jagüeyes
o préstamos y embalses. Diversos autores
han registrado la vegetación acuática
(Cuatrecasas 1958, Wink y Wijninga 1987,
Wijninga et al. 1989, Velásquez 1994,
Schmidt-Mumm 1998, Cortés y RangelCh. 1999, Rangel-Ch. et al. 2000, Guzmán
2002, 2012, Romero 2002, Chaparro
2003, Granés 2004, Cuello y Cleef 2009,
Vásquez y Serrano 2009, Schmidt-Mumm
y Vargas-Ríos 2012, entre otros), lo que
permite una aproximación preliminar a la
riqueza de plantas acuáticas en la región
andina de la cuenca. La tabla 2 muestra
FAMILIA
Asteraceae
Crassulaceae
Cyperaceae
Tabla 2. Especies de plantas acuáticas en ambientes andinos de la cuenca del Orinoco.
FAMILIA
Apiaceae
Araceae
Araliaceae
Azollaceea
Balantiopsaceae
Begoniaceae
Brassicaceae
Cabombaceae
Calceolariaceae
Compositae
72
ESPECIE
Eryngium humile Cav.
Lilaeopsis chinensis (L.) Kuntze
Pistia stratiotes L.
Wolffiella lingulata (Hegelm.) Hegelm.
Wolffiella oblonga (Phil.) Hegelm
Zantedeschia aethiopica (L.) Spreng.
Hydrocotyle bondplandii A. Rich.
Hydrocotyle ranunculoides L. f.
Hydrocotyle umbellata L.
Azolla filiculoides Lam.
Isotachis serrulata (Sw.) Gottsche
Begonia fischeri Schrank
Nasturtium officinale R.Br
Rorippa nasturium-aquaticum (L.) HayeK
Rorippa pinnata (Sessé & Moc.) Rollins
Brasenia schreberi J. F. Gmel
Calceolaria mexicana Benth
Ambrosia peruviana Willd.
Ditrichaceae
Elatinaceae
Equisetaceae
Halogaraceae
Hydrocharitaceae
Hypericaceae
Isoëtaceae
Juncaceae
ESPECIE
Acmella oppositifolia (Lam.) R. K. Jansen
Baccharis breviseta DC
Bidens laevis (L.) “Britton, Sterns & Poggenb.”
Cotula coronopifolia L.
Erechtites valerianifolius (Wolf) DC
Gnaphalium americanum Mill
Senecio carbonelli S. Díaz
Senecio madagascariensis Poir.
Vazquezia anemonifolia (Kunth) S.F. Blake
Crassula venezuelensis (Steyermark) Bywater & Wickens
Carex lurida Wahlenb.
Carex teres Boott
Cyperus alternifolius L
Cyperus compactus Retz
Cyperus papirus
Eleocharis acicularis (L.) Roem. & Schult.
Eleocharis dombeyana Kunth
Eleocharis macrostachya Britton
Eleocharis palustris (L.) Roem. & Schult.
Eleocharis stenocarpa Svenson
Eleocharis sellowiana Kunth
Isolepis inundata R.Br.
Schoenoplectus californicus (C.A.Mey) Soják
Ditrichum submersum Cardot & Herzog
Elatine paramoana Schmidt-M. & Bernal
Elatine triandra Schkuhr
Equisetum bogotense HBK
Myriophyllum aquaticum (Vell.) Verdc
Myriophyllum quitense Kunth
Egeria densa Planch
Limnobium laevigatum (Humb. & Bonpl. ex Willd.) Heine
Hypericum brathys Sm.
Isoetes karstenii A. Braun
Isoetes lechleri Mett
Isoetes novo-granadensis H.P. Fuchs
Isoëtes palmeri H.P. Fuchs
Isoetes triqueta A. Br.
Juncus densiflorus Kunth
Juncus effusus L.
Juncus involucratus Steud.
Juncus microcephalus Kunth
73
XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
FAMILIA
Juncaceae
Jungermanniaceae
Lamiaceae
Leguminosae
Lemnaceae
Lentibulariaceae
Limnocharitaceae
Lithraceae
Marsileaceae
Najadaceae
Onagraceae
Ophioglossaceae
Orchidaceae
Phytolaccaceae
Plantaginaceae
Poaceae
Podostemaceae
Polygonaceae
74
ESPECIE
Juncus sellowianus Kunth
Distichia muscoides Nees & Meyen
Cryptochila grandiflora (Lindenb. & Gottsche) Grolle
Scutellaria racemosa Pers.
Trifolium repens L.
Lemna gibba L.
Lemna minor L.
Lemna valdiviana Phil.
Wolffia columbiana H.Karst
Utricularia gibba L.
Hydrocleys nymphoides (Willd.) Buchenau
Cuphea racemosa (L.f.) Spreng
Marsilea mollis B.L. Rob. & Fernald
Marsilea sp.
Pilularia mandoni A. Br
Najas guadalupensis (Spreng.) Magnus
Epilobium denticulatum Ruiz & Pav.
Ludwigia hexapetala (Hook. & Arn.) Zardini, H.Y. Gu & P.H. Raven
Ludwigia peploides (Kunth) P.H. Raven
Ludwigia peruviana (L.) H. Hara
Ophioglossum crotalophoroides Walt.
Ophioglossum ellipticum Hook & Grew
Habenaria repens Nutt
Phytolacca bogotensis
Callitriche deflexa
Callitriche heterophylla Pursh
Callitriche nubigera Fasset
Gratiola bogotensis Cortés
Plantago rígida Kunth
Anthoxanthum odoratum L.
Calamagrostis efussa (Kunth) Steud
Chusquea tesselata Munro
Cortaderia nitida (Kunth) Pilg.
Glyceria fluitans (L.) R.Br.
Phalaris angusta Nees ex Trin
Apinagia sp
Marathrum sp
Rhyncholacis sp
Tristicha trifaria (Bory ex Willd.) Spreng
Persicaria hydropiperoides (Michx.) Small
Persicaria punctata (Elliott) Small
Persicaria sagittata (L.) H. Gross.
FAMILIA
Polygonaceae
Polypodiaceae
Pontederiaceae
Portulaceae
Potamogetonaceae
Ranunculaceae
Ricciaceae
Rubiaceae
Seligeriaceae
Solanaceae
Sphagnaceae
Typhaceae
Verbenaceae
ESPECIE
Persicaria segetum (Kunth) Small.
Rumex conglomeratus Murray
Rumex obtusifolius L.
Pityrogramma trifoliata (L.) Tryon
Eichhornia crassipes (Mart.) Solms
Mona meridensis (Fierdrich) Ö. Nilsson
Potamogeton berteroanus Phil.
Potamogeton illinoensis Morong
Potamogeton pusillus L.
Ranunculus flagelliformis Smith
Ranunculus limoselloides Turcz.
Ranunculus praemorsus Kunth ex DC
Ricciocarpus natans L. (Corda)
Arcytophyllum muticum (Wedd.) Standl.
Arcytophyllum nitidum (Kunth) Schltdl.
Galium ascendens Willd. ex Spreng
Blindia magellanica Schimp
Solanum americanum Mill.
Solanum marginatum L. f.
Solanum pseudocapsicum L.
Sphagnum cuspidatum Ehrh. ex Hoffm
Sphagnum cyclophyllum Sull. & Lesq.
Sphagnum magellanicum Brid.
Typha angustifolia L.
Typha dominguensis Pers.
Typha latifolia L.
Verbena litoralis Kunth
130 especies en 80 géneros y 47 familias,
de las cuales Cyperaceae y Compositae
con 13 y 10 especies, Polygonaceae (7),
Poaceae y Juncaceae (6) e Isoëtaceae y
Plantaginaceae (5), pueden considerarse
las más representativas.
medales de la cuenca, especialmente en el
Llano:
Las poblaciones de Plantago rigida Kunth
con apariencia de cojín verde, indican
acumulación de agua en estos páramos
andinos. Otras especies de la lista andina,
al menos 20, están presentes en otros hu-
•
•
•
•
•
•
•
Ambrosia peruviana Willd.
Azolla caroliniana Willd.
Bidens laevis (L.) Britton, Sterns &
Poggenb.
Eichhornia crassipes (Mart.) Solms
Eleocharis acicularis (L.) Roem. &
Schult.
Habenaria repens Nutt
Hydrocleys nymphoides (Willd.)
75
XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Hydrocotyle ranunculoides L. f.
Hydrocotyle umbellata L.
Lemna gibba L.
Lemna minor L.
Limnobium laevigatum (Humb. &
Bonpl. ex Willd.) Heine
Ludwigia hexapetala (Hook. & Arn.)
Zardini, H.Y. Gu & P.H. Raven
Ludwigia peploides (Kunth) P.H.
Raven
Ludwigia peruviana (L.) H. Hara
Marsilea sp.
Najas guadalupensis (Spreng.) Magnus
Persicaria hydropiperoides (Michx.)
Small
Persicaria punctata (Elliott) Small
Pistia stratiotes L.
Ricciocarpus natans L. (Corda)
Utricularia gibba L.
El resto habita solo en esta región montañosa de la cuenca. Crassula venezuelensis
(Steyerm.) M. Bywater y Wickens, Carex
bonplandii Kunth, Callitriche nubigena Fasset, Calamagrostis effusa (Kunth) Steud,
Sphagnum cuspidatum Ehrh. ex Hoffm,
Eleocharis macrostachya Britton, Ranunculus flagelliformis Sm. y R. nubigenus Kunth
ex DC, caracterizan los humedales de páramo (Schmidt-Mumm y Vargas-Ríos 2012).
También son propias de esta región andina ciertas comunidades de herbazales de
Phytolacca bogotensis Kunth que junto a Solanum americanum Mill y algunas especies
de Ludwigia, crecen en lagunas y antiguos
meandros del río Bogotá y sus áreas de
inundación (Wijninga et al. 1989). Especies
como Mona meridensis (Fierdrich) Ö. Nilsson y Crassula venezuelensis (Steyermark)
Bywater y Wickens se restringen también
a los Andes.
A menor altitud, determinadas especies
como Schoenoplectus californicus (C. A.
Mey.) Soják o Thypa angustifolia L. son dominantes en lagunas del valle del río Ubaté
76
(Guzmán 2012), en donde mas del 80% de
la vegetación acuática corresponde a bioformas arraigadas emergentes. En los humedales de la sabana de Bogotá también
predominan (mas del 50%) estas bioformas, junto a algunas especies sumergidas
como Myriophyllum sp. (Chaparro 2003) y
flotantes libres como Azolla filiculoides, E.
crassipes o Lemna gibba L.
Algunas de las especies registradas en
estos ambientes según Chaparro (2003),
Cuatrecasas 1958, Wink y Wijninga (1987),
Wijninga et al. (1989) y Cortés y RangelCh. (1999), los siguientes:
•
•
•
•
•
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•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Azolla filiculoides Lam
Bidens laevis “Britton, Sterns &
Poggenb.”
Cotula coronopifolia L.
Cuphea racemosa (L. f.) Spreng.
Cyperus papyrus L.
Eichhornia crassipes Mart. Solms.
Epilobium denticulatum Ruiz & Pavón
Hydrocotyle bondplandii A. Rich.
Hydrocotyle ranunculoides L. f.
Juncus effusus L.
Lemna gibba L.
Lemna sp
Lilaeopsis sp
Limnobium laevigatum (Humb. &
Bonpl. ex Willd) Heine
Ludwigia peploides (Kunth) P.H. Raven
Ludwigia peruviana (L.) H. Hara
Myriophyllum sp
Pennisetum clandestinum Hochst. ex
Chiov
Persicaria punctata (Elliott) Small
Phytolacca bogotensis Kunth
Rorippa pinnata (Sessé & Moc.) Rollins
Rumex obtusifolius L.
Schoenoplectus californicus (C. A. Mey.)
Soják
Scutellaria racemosa Pers.
Typha angustifolia L.
•
Vazquezia anemonifolia (Kunth) S. F.
Blake
Algunas de estas especies son de amplia
distribución en la Orinoquia (Persicaria
punctata (Elliott) Small, Limnobium
laevigatum (Humb. y Bonpl. ex) Heine,
E. crassipes) o restringida a esta franja
altitudinal andina como Phytolaca
bogotensis Kunth.
En los humedales artificiales andinos,
abundantes y de gran extensión que
sirven como reservorio de agua y/o para
generación de electricidad, la flora acuática
está particularmente condicionada por los
niveles de nitrógeno y fósforo disponibles,
usualmente variables a lo largo del año, y
por la acidificación de los suelos que quedan
expuestos en las orillas en tiempos de bajo
caudal. La riqueza y abundancia pueden
ser similares entre embalses a la misma
altura y tipo de agua y sustrato, pero en
el caso de dos de ellos, meso-oligotróficos
y ubicados uno en los Andes de Colombia
(Neusa) y otro en la Guayana de Venezuela
(Guri), hay diferencias significativas. En
el primero la riqueza y composición de
especies es baja y la cobertura de las pocas
especies alta. En este embalse habitan
Egeria densa Planch y Azolla filiculoides,
sumergida y flotante libre respectivamente
(Figura 5), mientras que las arraigadas
emergentes son escasas (Polygonum sp,
Eleocharis sp). En Guri (Figura 6), un
embalse que puede alcanzar los 4.200 km2
que surte a la séptima hidroléctrica del
mundo, la riqueza es mayor. Según VegasVilarrubia y Cova (1993) 27 especies,
con predominio de flotantes y arraigadas
Figura 5. Egeria densa y Azolla filiculoides, embalse andino. Foto: A. Rial.
77
XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
Figura 6. Represa del Guri, Guayana venezolana. Foto: A. Rial.
emergentes y ausencia de sumergidas.
Este embalse ha albergado especies
provenientes de la cuenca del Caroní,
de todas las bioformas conocidas en la
Orinoquia, incluyendo sumergidas (Elodea
granatensis Humb. y Bonpl, Utricularia
spp), flotantes libres (Lemna minor L.,
Salvinia auriculata, E. crassipes), arraigadas
flotantes (Nymphoides indica L. (Kuntze),
Heteranthera reniformis Ruiz y Pav.),
arraigadas emergentes (Habenaria repens
Nutt., Eleocharis interstincta (Vahl) Roem.
y Schult.) e incluso una podostemacea:
Mourera fluviatilis Aubl. (Velásquez 1994).
Llanos
En las planicies de Colombia y Venezuela
habitan entre 200-250 especies de plantas
acuáticas de unas 60 familias, de las cuales
Cyperaceae y Poaceae son siempre las mas
abundantes -con más de 30 especies cada
una- definiendo el extenso ecosistema
de sabana de esta cuenca. En general,
es muy frecuente el género Ludwigia
78
(Onagraceae) con unas 15 especies, así
como las compuestas (Asteraceae) y los
jacintos de agua, boras, buchones, nombres
locales para las especies de la familia
Pontederiaceae (Eichhornia crassipes, E.
azurea (Sw.) Kunth, Pontederia subovata
(Seub.) Lowden, Heteranthera reniformis y H.
limosa (Sw.) Willd.) así como las Rubiaceae,
Alismataceae, Araceae y Euphorbiaceae que
aunque con menos especies, suelen estar
presentes en todos los ambientes de la
cuenca (Rial 2009, 2013). Algunas especies
son indicadoras de suelos enriquecidos con
urea, comunidades nitrófilas de Heterantera
limosa, H. reniformis, Murdannia nudiflora
(L.) Brennan, presentes en charcos y zanjas
temporales cercanas a poblados o potreros.
Otras especies son dominantes en ciertos
humedales y los definen, por ejemplo
el palmar llanero de Copernicia tectorum
(Kunth) Mart., los corozales de Acrocomia
aculeata (Jacq.) Lodd. ex Mart. y los
maporales o chagüaramales de Roystonea
oleracea (Jacq.) O. F. Cook; pero el caso más
representativo y extenso es el del Mauritia
flexuosa L .f. El morichal es un sistema
diferenciable y complejo (Gonzáles-Boscán
y Rial 2010, Lasso et al. 2013), mixto, con
corrientes profundas y calma superficial,
dominado por esta palma acuática, en
comunidades de variada composición y
estructura (Fernández 2007), según la
variante fisionómica de este ecosistema en
Colombia y Venezuela. Se dsitribuyen en
la sabana (Llanos y Guayana) y en el Delta
y pueden ser incluso transiciones entre
morichal y herbazal de pantano. Al menos
104 especies de 77 géneros y 43 familias han
sido registrados en diversas comunidades
de estos ambientes (Tabla 3). En general,
son frecuentes las ciperáceas (Rhynchospora
spp, Cyperus haspan L., C. luzulae (L.) Rottb.
Ex Retz., Eleocharis spp) y onagráceas
(Ludwigia spp). Cuando en los morichales
de sabana el caño es de menor dimensión
y predominan un pantano o una laguna
de aguas transparentes, las utricularias
(Lentibulariaceae) Utricularia breviscapa
Wr. Ex Griseb, U. foliosa L. , U. hispida
Lam., U. hydrocarpa Vahl y U. myrioscista
A. St. Hill y Girard, son abundantes y se
acompañan de especies de familias menos
comunes en el resto de la sabana como
Eriocaulaceae, Xyridaceae y Droseraceae,
típicas de suelos arenosos, junto a otras de
amplia distribución como por ejemplo las
Pontederiaceae, Araceae, Nyphaeaceae y
Alismataceae. Velásquez (1994) comenta
que el pH ácido determina la presencia de
algunas de estas especies mencionadas y de
otras como Tonina fluviatilis Aubl, Mayaca
fluviatilis Aubl. o Syngonanthus spp.
En la sabana inundable, con gran variedad
de hábitats, la riqueza de plantas acuáticas
es mayor en sistemas lénticos en lluvias y
aguas altas, respecto a los lóticos, sequía
y aguas bajas. Son mayoritariamente de
hábito arraigado emergente y escasamente sumergidas, dada la turbidez del agua.
Este hábito de crecimiento o bioforma,
aparece solo temporalmente en aquellas
lagunas y márgenes de esteros que se llenan con agua de lluvia o en morichales de
suelo arenoso.
En el gran humedal llanero Poaceae y Cyperaceae son dominantes, pero a la vez parte de comunidades dinámicas en su composición y estructura durante el ciclo anual.
Debe tenerse en cuenta, que si bien algunas comunidades de plantas acuáticas definen ciertos humedales llaneros, las fluctuaciones que produce el pulso de inundación,
determinan el reemplazo de especies en
ensamblajes sucesivos o comunidades clímax dinámicos (Rial 2004, 2006). De modo
que algunas especies que caracterizan un
hábitat durante uno o varios periodos o ciclos, pueden desaparecer y ser sustituidas
por otras que ocupan el rol dominante de
la comunidad. Por esta razón, en los llanos
inundables el carácter predictivo del método fitosociológico no resulta en todos
los casos tan útil como en otros sistemas
más estables. Aquellas asociaciones fitosociológicas que definen un hábitat pueden
cambiar si se alteran natural o antrópicamente los parámetros funcionales. Para
analizar cuantitativamente las relaciones
entre recurrencia, intensidad, duración y
estacionalidad de los eventos hidrológicos,
y la organización de las comunidades bióticas se creó la herramienta PULSO (Neiff y
Neiff 2003).
La riqueza de estos sistemas está determinada por la estabilidad del cambio (Rial
2004, 2006) que implica la ocurrencia natural y alternante de la inundación y la
sequía. Por ejemplo, una especies como
Pacourina edulis Aubl. habita en los llanos
79
XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
Tabla 3. Especies de plantas acuáticas registradas en diversos morichales de la cuenca del
Orinoco.
Familia
Acanthaceae
Alismataceae
Amaranthaceae
Apocynaceae
Araceae
Asteraceae
Aristolochiaceae
Cabombaceace
Commelinaceae
Asteraceae
Costaceae
Cyperaceae
Cyperaceae
Droseraceae
Dryopteridaceae
Eriocaulaceae
Eriocaulcaul
Erythroxylaceae
80
ESPECIE
Aphelandra scabra (Vahl) Sm.
Echinodorus sp.
Sagittaria guayanensis Kunth
Sagittaria rhombifolia Cham.
Gomphrena globosa L.
Mandevilla hirsuta (Rich.) K.Schum.
Marsdenia sprucei Rothe
Montrichardia arborescens (L.) Schott
Anthurium sp.
Philodendron cf krauseanum Steyerm.
Philodendron acutatum Schott Picatón
Philodendron brevispathum Shott
Urospatha sagittifolia (Rudge) Schott
Micania micrantha H.B.K.
Aristolochia maxima Jacq.
Cabomba furcata Schult. & Schult. f.
Murdannia nudiflora (L.) Brenan
Synedrella nodiflora (L.) Gaertn.
Costus spiralis (Jacq.) Roscoe
Costus arabicus L.
Cyperus haspan L.
Cyperus luzulae (L.) Retz.
Eleocharis filiculmis Kunth
Eleocharis interstincta (Vahl) Roem. & Schult.
Fimbristylis complanata (Retz.) Vahl
Fuirena unbellata Rottb.
Rhynchospora cephalotes (L.) Vahl
Rhynchospora corymbosa (L.) Britton
Scleria melaleuca Rchb. Ex Schltdl. & Cham.
Drosera capillaris Poir.
Cyclodium meniscioides (Willd.) C. Presl
Eriocaulon humboldtii Kunth
Philodice hoffmannseggii Mart
Tonina fluviatilis Aubl.
Syngonanthus caulescens (Poir.) Ruhland
Erythroxylum cataractarum Spruce ex Peyr.
Familia
Euphorbiaceae
Fabaceae
Gentianaceae
Heliconiaceae
Lamiaceae
Lentibulariaceae
Lythraceae
Malvaceae
Maranthaceae
Mayacaceae
Melastomataceae
Menyanthaceae
Mimosaceae
Mimosaceae
Nymphaea
Ochnaceae
Onagraceae
Orchidaceae
ESPECIE
Caperonia palustris (L.) A. St. -Hil.
Croton trinitatis Millsp.
Calopogonium mucunoides Desv.
Chelonanthus alatus (Aubl.) Pull
Heliconia psittacorum L.f.
Marsypianthes chamaedrys (Vahl.) Kuntze
Genlisea sp.
Utricularia breviscapa C. Wright ex Griseb.
Utricularia foliosa L.
Utricularia hispida Lam.
Utricularia hydrocarpa Vahl
Utricularia myrioscista A. St.-Hil. & Girard
Rotala ramosior (L.) Koehne
Cuphea antisyphilitica Kunth
Cuphea odonelli Lourteig
Byttneria sp.
Thalia geniculata L.
Mayaca fluviatilis Aubl.
Mayaca madida (Vell.) Stellfeld
Miconia racemosa (Aubl.) C.
Acisanthera crassipes (Naudin) Wurdack
Acisanthera uniflora (Vahl) Gleason
Nepsera aquatica (Aubl.) Naudin
Pterolepis trichotoma (Rottb.) Cogn.
Rhynchantera bracteata Triana
Rhynchanthera grandiflora (Kunth) DC.
Nymphoides indica (L.) Kuntze
Mimosa orthocarpa Spruce ex Benth.
Mimosa pigra L.
Mimosa sensitiva L.
Mimosa velloziana Mart.
Nymphaea novogranatensis Wiersema
Sauvagesia erecta L.
Ludwigia nervosa (Poir.) H. Hara
Ludwigia sediodes (Humb. & Bonpl.) H.Hara
Ludwigia inclinata (L.f.) M. Gómez
Ludwigia hyssopifolia (G. Don) Exell
Ludwigia lithospermifolia (Mitch..) Mars
Habenaria repens Nutt.
81
XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
Familia
Plantaginaceae
Poaceae
Pontederiace
Pteridaceae
Rubiaceae
Salviniaceae
Schophulariaceae
Selaginellaceae
Sterculiaceae
Xyridaceae
ESPECIE
Bacopa myriophylloides (Benth.) Wettst.
Bacopa salzmanii (Benth) Wettst. Ex Edwall
Benjaminia reflexa (Benth.) D’Arcy
Conobea aquatica Aubl.
Panicum parvifolium Lam.
Peltaea trinervis C. Presl
Andropogon bicornis L.
Eriochrysis cayenensis Beauv.
Leptocoryphium lanatum (Kunth) Nees
Setaria parviflora (Poir.) M. Kerguelen
Heteranthera zosterifolia Mart.
Pontederia parviflora Alexander
Pontederia subovata (Seub.) Lowden
Pityrogramma calomelanos (L). Link
Borreria verticillata (L.) G.Mey
Coccocypselum hirsutum Bartl. Ex DC.
Diodella sarmentosa (Sw.) Bacigalupo & E.L.
Cabral
Diodella teres (Walter) Small
Perama galioides (Kunth) Poir.
Sabicea venezuelensis Steyerm.
Sipanea veris S. Moore
Salvinia auriculata Aubl.
Lindernia microcalyx Pennell & Stehlé
Agalinis hispidula (Mart.) D’Arcy
Selaginella sp.
Melochia spicata (L.) Fryxell
Melochia villosa (Mill.) Fawc. & Rendle
Xyris fallax Malme
Xyris laxifolia Mart.
inundables (Apure y Arauca) pero suele ser
rara en los inventarios; Aristiguieta (1964)
incluso la consideró rara en Venezuela.
Fue ocasional-escasa durante varios años
(1999-2003) en un gran humedal llanero
en el estado de Apure en Venezuela (Rial
2009). Sin embargo, coincidiendo con un
82
ciclo de precipitaciones abundantes, se convirtió en la especie dominante y abundante en las aguas someras de algunos bajíos
y esteros, mostrando un cambio visible en
la fisonomía (composición y estructura) de
estos ambientes. Esto recuerda, entre otros
aspectos que aún se desconocen, uno al
Figura 7. Morichal llanero de aguas claras. Foto: K. González.
que no se ha prestado suficiente atención:
el banco de semillas viables en el suelo. Un
alto porcentaje de la flora potencial de un
humedal puede estar en el banco de semillas (Gordon 2000) a partir del cual, muchas especies de plantas emergentes y efímeras se regeneran y sobreviven (der Valk
y Davis 1978, Ungar y Riehl 1980, van der
VaIk 1981), con lo cual el banco de semillas
sería un indicador potencial de la apariencia de un humedal que aún no germina.
Guayana
Los ambientes acuáticos de esta región también incluyen morichales y sabanas inundables de arenas blancas, así como raudales,
saltos, zonas torrentosas y charcos sobre
lajas marginales a los ríos de aguas negras,
típicos de esta región. Estos humedales de
aguas negras, conforman el hábitat de plan-
tas acuáticas menos frecuentes o ausentes
del resto de la cuenca.
Las familias Eriocaulaceae, Podostemaceae
y Xyridaceae son típicas de las aguas negras
de la Guayana de Venezuela (edo. Bolívar)
y Colombia (dpto. Guainía y porciones
del Vichada y Meta). Algunas Xyridacea
y Eriocaulaceae (Figura 8) caracterizan
fisionómicamente
ciertos
ambientes
guayaneses. Si bien hay especies endémicas
de los llanos como Eriocaulon rubescens
Moldenke y al menos unas 14 especies
compartidas de ambas regiones (Aymard
2007), al menos una docena de especies
de Xyridaceae parecen ser exclusivas de la
Guayana, entre ellas: Xyris garcía-barrigae
Idrobo y L. B. Sm., X. filiscapa Malme,
X. stenostachya Steyerm., X. juncifolia
Maguire L.B.Sm, X. bicephala Gleason, X.
83
XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
Así pues, en los ambientes guayaneses de
suelos arenosos y rocosos y aguas ácidas se
encuentran especies, algunas de las cuales
se muestran en la tabla 4, poco frecuentes
o usualmente ausentes de la región llanera. En los suelos arenosos y rocosos de los
tepuyes se encuentran endemismos también entre las Lentibulariaceae como en el
caso de Genlisea glabra P. Taylor (Aprada
tepuy 2.100-2.500 m s.n.m.) o G. pygmaea
A. St-Hil. (Ilú tepuy, Kukenán-tepuy, Ptaritepuy, Murisipán-tepuy 1.300-2.700 m
s.n.m.) (Taylor 1999). También son especies de ambientes rocosos y aguas corrientes de Colombia y Venezuela Utricularia
neottioides A. St. Hil y Girard y Utricularia
oliveriana Steyerm.
Figura 8. Abolboda pulchella en suelo rocoso-arenoso. Foto: A. Rial.
aquatica Idrobo y L.B.Sm, X. involucrata
Nees, X. longiceps Malme, Abolboda grandis
Griseb., A. macrostachya Spruce ex Malme,
A. americana (Aubl.) Lanj. En el caso de
las Eriocaulaceae algunas son incluso
endémicas de la región como Paepalenthus
kunhardtii Mold. o de las cimas de los
tepuyes Paepalanthus chimantensis Hensold
del Macizo de Chimantá (Hensold 1999).
Las especies de la familia Podostemaceae,
habitan adheridas a las rocas en rápidos y
saltos de agua. Generalmente tienen dos
ecofases; una acuática (vegetativa) como
arraigada sumergida y una terrestre (reproductiva) como arraigada emergente,
en la que quedan estacionalmente expuestas al aire en sequía. Si bien la familia está
presente en toda la cuenca (Phillbrick com.
pers.) puede considerarse indicadora de
84
ambientes torrentosos, aguas oxigenadas,
transparentes y ácidas; incluye 26 especies
sólo en la Guayana de Venezuela (Berry
2004) (Apinagia Tul., Jenmaniella Engl.,
Maranthrum Bonpl. Mourera Aubl. Osarya
Tul y Wedd., Rhyncholacis Tul) además del
nuevo género Autana C. T. Philbrick y la especie A. andersonii descritos recientemente
por Phillbrick et al. (2011), provenientes de
cuatro ríos afluentes del Orinoco en Venezuela. En la Orinoquia de Colombia esta familia no ha sido estudiada aun y la especie
mas conspícua y emblemática es Macarenia
clavigera P. Royen, endémica de ambientes
de influencia guayanesa en Colombia (Figuras 9a, b). Es probable, que algunas especies de Apinagia, Maranthrum, Mourera,
Rhyncholacis y Weddellina que habitan en
la Amazonia también estén presentes en la
Orinoquia.
En la desembocadura de este gran río al
mar, en el delta del Orinoco, la flora acuática y los procesos hidrológicos han sido ampliamente descritos por Colonnello (1995,
2004). Unas 80 especies presentes en estos
humedales se encuentran también en los
Llanos. Las especies mas frecuentes en el
Delta (Colonnello 1995), corresponden
también a las de mayor valor de importancia en los llanos inundables de Venezuela y
son E. crassipes y P. stratiotes.
a.
Las especies indicadoras más conspicuas del
Delta, son los manglares y están presentes
en aguas salobres en ambientes con influencia marina. Son abundantes y de las familias
Combretaceae (Laguncularia racemosa (L.)
C. F. Gaertn.), Acanthaceae (Avicennia germinans (L.) y Rhizophoraceae (Rhizophora
racemosa G. Mey. y Rhizophora mangle L.),
que forman comunidades extensas junto
a especies también indicadoras pero de
menor porte como Crenea maritima Aubl.
(Lythraceae) o Spartina alterniflora Loisel
(Poaceae).
También hay que tener en cuenta que algunas especies de plantas acuáticas aparecen
rara vez en los inventarios. Por ejemplo
Phyllanthus fluitans Benth. Ex Müll. Arg.
En Venezuela Colonnello (1995) colectó un
solo ejemplar en el delta del Orinoco, en
una pequeña laguna de aguas claras. En los
llanos se colectó una sola muestra durante un año en un tramo de caño represado
también de aguas claras (Rial 2009). Esta
especie no está incluida en el libro de la flora
vascular de los llanos de Venezuela (Duno et
al. 2007) y en Colombia hay un solo registro de herbario proveniente de un caño en
el Arauca (FMB-51842) probablemente con
b.
Figura 9. Macarenia clavigera: a) especie; b) hábitat (fondo rocoso), caño Cristales, serranía
de La Macarena. Fotos: C. A. Lasso.
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XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
Tabla 4. Algunas plantas acuáticas características de suelos arenosos, rocosos y aguas
negras en la región guayanesa de la cuenca del Orinoco.
Sabanas inundables de aguas negras y arenas blancas
Droseraceae
Drosera biflora (Willd. ex Roem. Schult.)
Droseraceae
Drosera cayennensis Sagot ex Diels
Eriocaulaceae
Tonina fluviatitlis Aubl.
Gentianaceae
Chelonanthus alatus (Aubl. ) Pulle
Lentibulariaceae
Utricularia simulans Pilg.
Melastomataceae
Siphanthera foliosa (Naudin) Wurdack
Cyperaceae
Scleria mitis P. J. Bergius
Poaceae
Andropogon leucostrachyus Kunth
Poaceae
Paspalum conjugatum P. J. Bergius
Lajas rocosas en rios de aguas negras
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Xyridaceae
Abolboda pulchella Bonpl.
Commelinaceae
Callisia filiformis (M. Martens & Galeotti)
Gentianaceae
Coutoubea minor Kunth
Gentianaceae
Coutoubea reflexa Benth
Solanaceae
Melananthus ulei Carvalho
Melastomataceae
Pachyloma huberoides (Naudin) Triana
Rubiaceae
Perama galioides (Kuth) Poir.
Eriocaulaceae
Eriocaulon humboldtii Kunth
Portulacaceae
Podostemaceae
Portulaca pusilla Kunth
Saltos y rápidos (raudales) rocosos de aguas
torrentosas
Apinagia longifolia (Tul.) P. Royen
Podostemaceae
Apinagia richardiana (Tul.) P. Royen
Podostemaceae
Apinagia ruppioides (Kunth) Tul.
Podostemaceae
Apinagia multibranchiata (Kunth) Tul.
Podostemaceae
Macarenia clavigera P. Royen
Podostemaceae
Marathrum aeruginosum Royen
Podostemaceae
Marathrum squamosum Wedd.
Podostemaceae
Mourera fluriatilis Aubl.
Podostemaceae
Rhyncholacis divaricata Matth.
Podostemaceae
Rhyncholacis penicillata Matth.
Podostemaceae
Weddellina squamulosa Tul.
las mismas características fisicoquímicas.
A pesar de su amplia distribución (México,
Antillas, Venezuela, Colombia y Guyana
hasta Paraguay), Ludwigia torulosa (Arn.) H.
Hara es una especie menos común que otras
de la familia, que puede hallarse tanto en
aguas blancas como negras. Helianthus tenellus (Mart. ex Schult.f.) J. G. Sm. también
es poco frecuente, tal vez vale decir también
inconspícua. En Venezuela los pocos ejemplares colectados provienen de la Guayana
(Duno et al. 2007), de los Llanos (Duno et
al. 2007, Rial 2009) y del Delta (Colonnello
1995). En Colombia los cinco registros de
la especie (COL) en la Orinoquia provienen
del departamento del Meta.
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Conclusiones
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Las plantas acuáticas sirven para identificar, clasificar y delimitar humedales
a partir de sus relaciones espacio-temporales con la calidad y cantidad de
agua en estos ambientes.
Las ecofases que amplian el concepto
de planta acuática, reflejan la variación morfológica y estratégica de las
plantas acuáticas de la Orinoquia.
La riqueza de plantas acuática de las
cuatro regiones de la cuenca binacional del Orinoco se estima entre 350400 especies. Los llanos y el Delta
comparten gran parte de sus inventarios, y las especies de hábitat restringido se encuentran principalmente en
los Andes y la Guayana.
La altitud es determinante para algunas plantas acuáticas. Los ambientes
de páramo y las cimas de los tepuyes
son hábitat únicos para especies que
no están presentes en las tierras bajas
de la cuenca.
La corriente del agua impide el asentamiento de las plantas acuáticas. Por
eso su riqueza es mayor en ambientes
de aguas tranquilas. Sin embargo, la
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familia Podostemaceae es indicadora
de este factor en su extremo: las aguas
torrentosas y sus especies constituyen
grandes poblaciones en aguas muy
oxigenadas y ácidas de la Guayana.
Las familias Sphagnaceae y Plantaginaceae se asocian con los páramos
andinos y las Eriocaulaceae, Podostemaceae y Xyridaceae a las aguas negras
de la Guayana.
Las plantas acuáticas pueden ser indicadores del tipo de ambiente o de sus
alteraciones. Las especies de distribución restringida en la cuenca sirven en
el primer caso. Para indicar condiciones del ambiente, incluso las especies
de amplia distribución pueden señalar
alteraciones en la calidad y cantidad de
agua.
Las listas de especies de gran parte de
los humedales a lo largo de los ciclos
hidrológicos anuales, es una tarea pendiente. Se necesita este conocimiento
para entender el funcionamiento de
estos ecosistemas tan dinámicos para
decidir su conservación o su grado de
transformación.
La extensión y funcionalidad de los
humedales debe determinarse en términos físicos, teniendo en cuenta todas las escalas: la zona de transición
acuático-terrestre (ATTZ), el concepto
de litoral movible (Junk et al. 1989) y
el de orilla móvil (Rial 2014) y en términos bióticos, mediante la riqueza,
composición, estructura y dinámica de
las biocenosis acuáticas.
Los bancos de semillas son el reservorio de gran parte de la flora de un
humedal. Pero puede ser además muy
útil como indicador de la composición
potencial de ese ambiente. Hay que
prestarle mayor atención y estudio.
A diferencia de los animales, la plasticidad genética de las plantas les confie-
87
XI. HUMEDALES DE LA ORINOQUIA (COLOMBIA-VENEZUELA)
PLANTAS ACUÁTICAS
M. A. Morales-B.
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re, especialmente a las acuáticas, grados de tolerancia a patrones variables
de temperatura, oxígeno y nutrientes.
Las más tolerantes, lo son mediante
estrategias fisiológicas, reproductivas,
ecológicas para la eficiente productividad y adaptación al medio. Esta es la
condición de las plantas más ampliamente distribuidas en la cuenca; algunas de ellas consideradas maleza. Las
menos tolerantes se restringen a ciertas aguas y definen estos ambientes.
Las invasoras o malezas en un humedal, causa de pérdida de especies nativas, un indicador de previa perturbación humana. Las malezas e invasoras
pueden indicar un estado alterado,
pueden señalar que somos la causa al
menos temporalmente, de dicha disfuncionalidad del sistema.
En algunos países, las comunidades vegetales de los humedales están protegidas bajo figuras como comunidades
ecológicas amenazadas, y amparadas
por leyes vinculadas a la conservación
de especies.
Por último, las plantas acuáticas son
los productores primarios de los humedales, son de enorme y subestimada utilidad, e indican nada menos que
el inicio del ciclo vital de estos sistemas acuáticos que recién empezamos
a conocer.
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