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Biodiversidad_Colima_2016

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Primera edición, 2016<br />

D.R. © 2016 <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. Liga Periférico – Insurgentes Sur 4903 Parques del <strong>Pedregal</strong>,<br />

Tlalpan, 14010 México, D. F. http://www.conabio.gob.mx<br />

ISBN WEB: 978-607-8328-40-6<br />

Forma de citar:<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). 2016. La Biodiversidad en Colima: Estudio de Estado. <strong>Comisión</strong><br />

Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México.<br />

Coordinación y seguimiento general:<br />

Andrea Cruz Angón<br />

Miguel A. Ortega Huerta<br />

Erika Daniela Melgarejo<br />

Héctor Perdomo Velázquez<br />

Ana Victoria Contreras<br />

Compilación y edición técnica y científica:<br />

Miguel A. Ortega Huerta, Manuel Balcázar Lara. MEDIO FÍSICO: Juan José Ramírez Ruiz, MEDIO SOCIOECONÓMICO: Juan González García,<br />

DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS: Gloria Alicia Jiménez, DIVERSIDAD DE ESPECIES HONGOS Y PLANTAS: Emily Lott, DIVERSIDAD DE ESPECIES<br />

INVERTEBRADOS: Manuel Balcázar Lara y Felipe Noguera Martínez, DIVERSIDAD DE ESPECIES VERTEBRADOS: Jorge Vega Rivera, DIVERSIDAD<br />

GENÉTICA: Sebastián Lemus Juárez, USOS DE LA BIODIVERSIDAD: Irma Xóchitl Amador Ramírez, AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD: Tania <strong>Román</strong><br />

Guzmán, MARCO JURÍDICO VIGENTE: José Ángel Méndez Rivera y Raquel Gutiérrez Nájera, GESTIÓN AMBIENTAL: Patricia Ruiz Montero.<br />

Corrección de estilo:<br />

Aída Pozos Villanueva, Héctor Perdomo Velázquez, Karla Carolina Nájera Cordero, Diana López Higareda y Erika Daniela Melgarejo<br />

Diseño y formación:<br />

Aída Pozos Villanueva<br />

Cuidado de la edición:<br />

Aída Pozos Villanueva, Héctor Perdomo Velázquez y Erika Daniela Melgarejo<br />

Cartografía:<br />

Jessica Valero Padilla<br />

Revisión técnica de textos 1 y listados de especies 2 :<br />

Esteban Benítez Inzunza 1 , Oscar Báez Montes 1 , Ana Victoria Contreras Ruiz Esparza 1 , Héctor Perdomo Velázquez 1,2 , Raúl González Salas 2 ,<br />

Ana Laura García López 1 , María Alejandra González Gutiérrez 1 , Susana Ocegueda Cruz 2 , Martha Alicia Reséndiz López 2 , Dulce Parra<br />

Toris 2 , Alberto Romo Galicia 2 , Margarita Hermoso Salazar 2 , Claudia Sarita Frontana Uribe 2 , Diana Hernández Robles 2 y Adriana Iraní<br />

Hernández Abundis 2 .<br />

Agradecimientos:<br />

El Gobierno del Estado de Colima a través del Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable y la <strong>Comisión</strong> Nacional para<br />

el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, expresan su reconocimiento a todas aquellas instituciones y personas que colaboraron en la<br />

elaboración del presente Estudio de Estado, en particular a Fernando Camacho Rico, quienes estuvieron involucrados en el proceso de<br />

formulación de este documento.<br />

Salvo en aquellas <strong>contribuciones</strong> que reflejan el trabajo y quehacer de las instituciones y organizaciones participantes, el contenido de las <strong>contribuciones</strong><br />

es de exclusiva responsabilidad de los autores.<br />

Fotografías de la portada:<br />

Detalles de: polilla de seda Rothschildia cincta guerreronis (Manuel A. Balcázar Lara), frutos de Hylocereus spp. (Adalberto Ríos <strong>Szalay</strong>/<strong>Banco</strong><br />

de imágenes conabio), lagarto cornudo Phrynosoma asio (Enrique Ramírez García) y estrella de mar Acanthaster planci (Valeria Mas).<br />

Impreso y hecho en México<br />

Printed and made in Mexico


Presentación<br />

El libro La Biodiversidad en Colima: Estudio de Estado, representa una<br />

contribución significativa a la difusión del conocimiento sobre la diversidad<br />

biológica y su importancia en el estado.<br />

La obra contiene la información más confiable y actualizada hasta el<br />

momento sobre la situación actual del patrimonio biológico de la entidad.<br />

Los servidores públicos, académicos, comunidades locales y la<br />

sociedad en general, podrán consultarla y utilizarla como elemento base<br />

para tomar decisiones, diseñar estrategias de planeación y realizar nuevas<br />

investigaciones en beneficio del desarrollo sustentable del estado de<br />

Colima.<br />

El Estudio de Estado es una “fotografía instantánea” del conocimiento y<br />

estado de conservación de la biodiversidad en la entidad, por lo que será<br />

necesario realizar esfuerzos que permitan incrementar el conocimiento<br />

del capital natural de la entidad, así como implementar acciones que<br />

ayuden a su conservación y utilización sustentable para beneficio no<br />

sólo de los dueños de ese capital natural, sino de toda la sociedad.<br />

Tengo la seguridad de que las instituciones locales darán continuidad a<br />

los esfuerzos para incrementar el conocimiento sobre la biodiversidad,<br />

la identificación y el registro de los cambios, y apoyarán la difusión de<br />

esta obra; sólo de esta manera se aplicará y será de utilidad para las instituciones<br />

gubernamentales y para los habitantes del estado.<br />

5


Esta obra es un eslabón fundamental para la elaboración e instrumentación<br />

de la Estrategia Estatal para la Conservación y Uso Sustentable<br />

sobre Biodiversidad de Colima, la cual tiene como objetivo fundamental<br />

establecer las prioridades para conservar y hacer uso racional del capital<br />

natural, incluidos los servicios ambientales que ese capital provee en<br />

beneficio de la sociedad de esta entidad.<br />

Agradecemos el compromiso y dedicación de cerca de 200 autores pertenecientes<br />

a 49 instituciones y organizaciones estatales, nacionales e<br />

internacionales, sin los cuales no hubiera sido posible la elaboración de<br />

este libro, los felicitamos por la consumación de este gran esfuerzo.<br />

Dr. José Sarukhán Kermez<br />

Coordinador Nacional de la conabio<br />

6 PRESENTACIÓN


Índice<br />

5<br />

11<br />

23<br />

25<br />

32<br />

44<br />

51<br />

59<br />

63<br />

73<br />

74<br />

78<br />

86<br />

90<br />

95<br />

101<br />

109<br />

111<br />

116<br />

132<br />

139<br />

PRESENTACIÓN<br />

INTRODUCCIÓN<br />

S1<br />

MEDIO FÍSICO<br />

Resumen ejecutivo<br />

Fisiografía y geología<br />

Descripción de los suelos<br />

Hidrología y clima<br />

Descripción general de la circulación hidrodinámica en el litoral<br />

Archipiélago de las Revillagigedo<br />

Riesgos de origen natural y antropogénico<br />

S2<br />

MEDIO SOCIOECONÓMICO<br />

Resumen ejecutivo<br />

Organización política<br />

Población<br />

Salud<br />

Educación<br />

Economía<br />

Infraestructura<br />

S3<br />

DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS<br />

Resumen ejecutivo<br />

Regionalización ecológica<br />

Descripción de los principales tipos de vegetación<br />

Deterioro de la vegetación y los impactos de las actividades antropogénicas<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera


S4<br />

DIVERSIDAD DE ESPECIES<br />

175<br />

177<br />

182<br />

187<br />

194<br />

199<br />

209<br />

214<br />

219<br />

229<br />

238<br />

244<br />

252<br />

258<br />

263<br />

271<br />

277<br />

279<br />

288<br />

295<br />

305<br />

309<br />

320<br />

325<br />

331<br />

346<br />

353<br />

361<br />

366<br />

376<br />

382<br />

389<br />

396<br />

403<br />

405<br />

413<br />

HONGOS Y PLANTAS<br />

Resumen ejecutivo<br />

Hongos (Fungi)<br />

Helechos, colas de caballo y licopodios (Pteridophyta)<br />

Gramíneas (Gramineae)<br />

Orquídeas (Orchidaceae)<br />

Asteráceas (Asteraceae)<br />

Cactáceas (Cactaceae)<br />

Leguminosas (Leguminosae)<br />

Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima (Quercus)<br />

Acantáceas (Acanthaceae)<br />

Euforbiáceas (Euphorbiaceae)<br />

Rubiáceas (Rubiaceae)<br />

Sapindales<br />

Copales y cuajilotes (Burseraceae)<br />

Moráceas (Moraceae)<br />

Estudio florístico del rancho El Jabalí<br />

ANIMALES INVERTEBRADOS<br />

Resumen ejecutivo<br />

Moluscos marinos (Mollusca)<br />

Moluscos continentales (Mollusca)<br />

Estrellas, erizos y pepinos de mar (Echinodermata)<br />

Ofiuros (Ophiuroidea)<br />

Crustáceos marinos (Crustaceae)<br />

Fauna cavernícola y edáfica (Acarida y Collembola)<br />

Libélulas y caballitos del diablo (Odonata)<br />

Abejas (Apoidea)<br />

Escarabajos con cuernos largos (Cerambycidae)<br />

Escarabajos de Ixtlahuacán (Elateroidea)<br />

Coleopteros de Cerro Grande, Minatitlán (Passalidae, Scarabaeidae,<br />

Melolonthidae, Trogidae y Silphidae)<br />

Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />

Polillas esfinge (Sphingidae)<br />

Polillas de seda (Saturniidae)<br />

Mariposas nocturnas (Arctiidae)<br />

Moscas nectarívoras de Ixtlahuacán (Syrphidae)<br />

ANIMALES VERTEBRADOS<br />

Resumen ejecutivo<br />

Peces marinos y estuarino-lagunares (Chondrichthyes y Actinopterygii)<br />

Peces arrecifales (Actinopterygii)


420<br />

431<br />

442<br />

445<br />

462<br />

467<br />

478<br />

482<br />

485<br />

489<br />

493<br />

496<br />

499<br />

505<br />

511<br />

513<br />

516<br />

519<br />

522<br />

527<br />

529<br />

542<br />

555<br />

564<br />

576<br />

585<br />

587<br />

598<br />

606<br />

610<br />

615<br />

621<br />

Peces continentales (Actinopterygii)<br />

Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />

Las islas mexicanas y sus tesoros: la culebra nocturna de Isla Clarión<br />

Aves<br />

Aves de Nogueras, Comala<br />

Mamíferos (Mammalia)<br />

Riesgo de extinción de los pumas por una potencial explosión del Volcán de<br />

Colima<br />

Mapaches (Procyon)<br />

Ratones (Peromyscus)<br />

Un pequeño gran problema: ratones caseros en Isla Socorro<br />

Murciélagos de orejas largas (Macrotus)<br />

Ardillas terrestres (Notocitellus y Otospermophilus)<br />

Ardillas arborícolas (Sciurus)<br />

S5<br />

DIVERSIDAD GENÉTICA<br />

Resumen ejecutivo<br />

Diversidad y usos del camote del cerro (Dioscorea remotiflora)<br />

Chan (Hyptis suaveolens): de Colima para el mundo<br />

Diversidad de la pitahaya silvestre (Hylocereus spp.)<br />

El pitayo (Stenocereus queretaroensis), una planta de importancia socioeconómica<br />

Las gallinas mestizas cuello desnudo<br />

S6<br />

USOS DE LA BIODIVERSIDAD<br />

Resumen ejecutivo<br />

Actividad acuícola y pesquera<br />

Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande, Reserva de la Biosfera de<br />

Manantlán<br />

Plantas de importancia apícola<br />

Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />

Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación<br />

S7<br />

AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD<br />

Resumen ejecutivo<br />

Acuicultura y normatividad ambiental<br />

Cambios en la cobertura vegetal<br />

Efectos de los aportes de agua residual en la abundancia de especies<br />

fitoplanctónicas de las bahías de Santiago y Manzanillo<br />

Actividades antropogénicas que amenazan a las comunidades coralinas<br />

continentales: situación actual<br />

Protección y conservación de la tortuga marina en las costas<br />

Tráfico de flora y fauna silvestres


630<br />

632<br />

637<br />

639<br />

647<br />

652<br />

662<br />

668<br />

675<br />

683<br />

685<br />

703<br />

705<br />

710<br />

717<br />

721<br />

727<br />

729<br />

737<br />

Combate al tráfico ilegal de psitácidos<br />

Deforestación y fragmentación de los hábitats de las parotas en las ciudades de<br />

Villa de Álvarez y Colima<br />

S8<br />

PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD<br />

Resumen ejecutivo<br />

Áreas naturales protegidas y prioridades de conservación<br />

Protección y conservación de la tortuga marina<br />

Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio: conservación y<br />

aprovechamiento de los recursos naturales<br />

Escenarios de cambios de usos del suelo<br />

Unidades de gestión ambiental<br />

Aprovechamiento, protección y conservación de los sistemas coralinos de la costa<br />

S9<br />

MARCO JURÍDICO VIGENTE<br />

Resumen ejecutivo<br />

Protección jurídica de la biodiversidad<br />

S10<br />

GESTIÓN AMBIENTAL<br />

Resumen ejecutivo<br />

Auditoría ambiental como instrumento de gestión para la conservación de la<br />

biodiversidad<br />

Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para la<br />

conservación de la biodiversidad en el sector público<br />

La Dirección de Ecología del municipio de Colima en la gestión ambiental para la<br />

conservación de la biodiversidad<br />

Ordenamiento ecológico como estrategia de gestión del territorio<br />

Programa regional de ordenamiento ecológico y territorial de la subcuenca<br />

Laguna de Cuyutlán<br />

Gestión ambiental en la Universidad de Colima<br />

NUESTROS AUTORES


Introducción<br />

Andrea Cruz-Angón<br />

Héctor Perdomo-Velázquez<br />

La biodiversidad y su importancia<br />

para el bienestar humano<br />

La diversidad biológica, o biodiversidad, es un concepto que normalmente<br />

asociamos con la variedad de especies de animales y plantas observables<br />

a simple vista. No obstante, para el Convenio de Diversidad<br />

Biológica de las Naciones Unidas (cdb), su definición es más amplia y<br />

abarca la variedad de las especies vivientes, no sólo las plantas (Plantae) y<br />

los animales (Animalia), sino también los hongos (Fungi), los protozoarios<br />

(Protista) y las bacterias (Monera). Además, la biodiversidad incluye<br />

a los ecosistemas en los que las especies habitan e interactúan, y la variabilidad<br />

genética que éstas poseen (cdb 1992, conabio 2000) (figura 1). El<br />

concepto de biodiversidad también puede incluir a la variedad de plantas<br />

domesticadas por el hombre y sus parientes silvestres (agro-biodiversidad),<br />

a la diversidad de grupos funcionales en el ecosistema (herbívoros,<br />

carnívoros, parásitos, saprófitos, entre otros), y a la diversidad cultural<br />

humana (costumbres, lenguas y cosmovisiones).<br />

Los seres humanos valoramos la diversidad desde tres puntos de vista: biológico,<br />

económico y cultural. Biológico, dado que cada uno de sus componentes<br />

constituye un reservorio de información evolutiva irremplazable,<br />

como los conocimientos científicos; económico, porque de ella recibimos<br />

bienes esenciales para el desarrollo de nuestra vida diaria, como materias<br />

primas para la construcción o el vestido y compuestos activos para la fabricación<br />

de medicinas, entre otros; y cultural, como fuente de inspiración<br />

intelectual, literaria, creencias, mitos y cosmovisiones (Toledo 1997).<br />

Cruz-Angón, A. y H. Perdomo-Velázquez. 2016. Introducción. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 11-19. 11


GENÉTICA<br />

ESPECIES<br />

ECOSISTEMAS<br />

FIGURA 1. Niveles de organización de la biodiversidad considerados por el Convenio de Diversidad Biológica<br />

(CDB). Genes: en Colima se han domesticado tres especies de pitahaya silvestre (Hylocereus spp.) en huertos<br />

familiares por sus características alimenticias y medicinales. Foto: Adalberto Ríos <strong>Szalay</strong>/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />

CONABIO. Especies: recientemente se redescubrió la culebra nocturna de Clarión (Hypsiglena unaocularus) en<br />

la isla Clarión. Foto: Juan E. Martínez Gómez. Ecosistemas: el estero El Chupadero, uno de los ecosistemas<br />

que caracterizan la zona costera de Colima. Foto: Patricia Ramírez Bastida/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

Además, la biodiversidad, específicamente los<br />

ecosistemas, otorgan servicios (ecosistémicos o<br />

ambientales) a la sociedad, por lo que se han clasificado<br />

como: 1) de provisión, a través de todas<br />

las materias primas como fibras, madera, agua y<br />

alimentos; 2) de regulación, como la regulación<br />

del clima, de enfermedades y control de la erosión;<br />

3) de soporte, como la formación de suelos<br />

y reciclado de nutrientes; 4) culturales, como<br />

fuente de inspiración artística o espiritual y<br />

sitios recreativos, entre otras (conabio 2006,<br />

figura 2).<br />

Riqueza natural de México<br />

Se reconoce que 17 países tienen una diversidad<br />

biológica excepcional, es decir, que son megadiversos.<br />

Australia, Brasil, China, Colombia,<br />

Congo, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas,<br />

India, Indonesia, Malasia, Madagascar, México,<br />

Perú, Papua-Nueva Guinea, Sudáfrica y Venezuela,<br />

cuentan con alrededor de 70% de las especies<br />

conocidas en el planeta (Mittermeier et al.<br />

1997).<br />

12 INTRODUCCIÓN


Servicios de provisión<br />

y abastecimiento<br />

Alimentos<br />

Agua dulce<br />

Madera y fibras<br />

Combustibles<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

Servicios de regulación<br />

Del clima (protección contra<br />

eventos extremos como<br />

inundaciones)<br />

Control de la erosión<br />

Regulación de polinizadores<br />

Regulación de enfermedades<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

Servicios culturales<br />

Estticos<br />

Espirituales<br />

Recreativos<br />

Educativos<br />

Servicios de soporte ecológico<br />

Reciclaje de nutrientes Formación de suelo Productividad primaria<br />

FIGURA . ervicios y beneficios que presta la biodiversidad a travs de los ecosistemas. Fuente: modificado<br />

de CONABIO 2006.<br />

En el caso particular de México, es sorprendente<br />

que a pesar de que su superficie representa tan<br />

sólo 1.5% del área terrestre del mundo, contiene<br />

entre 10% y 12% de las especies conocidas<br />

(conabio 2006, Sarukhán et al. 2009). Dependiendo<br />

del grupo que se trate, entre nueve y 60%<br />

de las especies registradas en nuestro país se<br />

localizan únicamente en su territorio, es decir,<br />

que son endémicas (Sarukhán et al. 2009).<br />

La pérdida de la biodiversidad<br />

y acciones globales para detenerla<br />

Desafortunadamente, nuestro país comparte<br />

una realidad ambiental con amenazas y tendencias<br />

similares a las identificadas a nivel mundial<br />

(conabio 2006), esto se debe en gran medida a<br />

factores relacionados con los modos de producción<br />

y obtención de bienes y servicios que han<br />

resultado no sustentables.<br />

La pérdida de biodiversidad y la degradación de<br />

los ecosistemas, también conllevan una degradación<br />

cualitativa y cuantitativa de los servicios<br />

ambientales que nos prestan, y de los cuales<br />

depende directamente el bienestar de todas las<br />

personas (conabio 2006).<br />

El Convenio sobre la Diversidad Biológica (cdb),<br />

adoptado en 1992 durante la Cumbre, en la ciudad<br />

de Río de Janeiro, Brasil, es un tratado mundial<br />

jurídicamente vinculante que persigue tres<br />

objetivos: 1) la conservación de la diversidad biológica,<br />

2) el uso sostenible de sus componentes y<br />

3) la distribución justa y equitativa de los beneficios<br />

provenientes de la utilización de los recursos<br />

genéticos. La participación en dicho Convenio es<br />

prácticamente global, lo cual es reflejo de la<br />

preocupación mundial sobre el deterioro<br />

ambiental y la pérdida de biodiversidad, y la<br />

necesidad de realizar acciones conjuntas que<br />

aseguren su conservación en el largo plazo. El<br />

Plan Estratégico para la Diversidad Biológica<br />

2011-2020, del CDB, ha establecido cinco objetivos<br />

estratégicos y 20 metas, conocidas como las<br />

Metas de Aichi, todas ellas situadas dentro de un<br />

marco flexible con el fin de que los países puedan<br />

definir sus propias metas de acuerdo con sus<br />

capacidades y prioridades.<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado<br />

13


México y el Convenio<br />

de Diversidad Biológica<br />

México es parte contratante del cdb desde 1993<br />

y ha cumplido con los principales compromisos<br />

adquiridos, por ejemplo: en 1998 publicó La<br />

diversidad biológica de México: Estudio de país,<br />

el primer diagnóstico de la situación general de<br />

la biodiversidad en el país, mediante el cual se<br />

identificaron sus principales usos, amenazas,<br />

necesidades y oportunidades para su conservación<br />

(conabio 1998).<br />

Posterior a la publicación de dicho estudio, se<br />

formuló la Estrategia Nacional de Biodiversidad<br />

de México (ENBM) (conabio 2000), y recientemente<br />

se trabaja en la actualización de este<br />

documento estratégico con la finalidad de alinearlo<br />

al Plan Estratégico del cdb y a las prioridades<br />

nacionales actuales.<br />

Instrumentación de la Estrategia<br />

Nacional de Biodiversidad<br />

de México: las Estrategias<br />

Estatales de Biodiversidad<br />

Desde 2002 la conabio, en colaboración con los<br />

gobiernos estatales y representantes de los diversos<br />

sectores de la sociedad, promueve la iniciativa<br />

de las Estrategias Estatales de Biodiversidad<br />

(eeb), un proceso que toma en cuenta la diversidad<br />

cultural, geográfica, social y biológica de<br />

México, con el objetivo de implementar el cdb<br />

en el ámbito local. Este proceso busca que las<br />

entidades federativas del país:<br />

1. Cuenten con herramientas de planificación<br />

a escala adecuada (estatal) para la toma de<br />

decisiones con respecto a la gestión de los<br />

recursos biológicos.<br />

Asimismo, en 2009 se publicaron los tres primeros<br />

volúmenes de la obra Capital natural de México:<br />

I. Conocimiento actual de la biodiversidad;<br />

II. Estado de conservación y tendencias de cambio;<br />

III. Políticas públicas y perspectivas de sustentabilidad.<br />

Este esfuerzo sin precedentes representa una<br />

versión actualizada del Estudio de País y en él han<br />

participado más de 700 autores y revisores de 227<br />

instituciones (Sarukhán et al. 2009).<br />

Por otro lado, nuestro país también ha cumplido<br />

con la obligación de realizar sus informes nacionales,<br />

documentos que evalúan el avance de cada<br />

país en el cumplimiento de sus compromisos ante<br />

el cdb. El Quinto Informe Nacional de México al<br />

Convenio de Diversidad Biológica (conabio<br />

2014), presentó una evaluación del cumplimiento<br />

de las Metas de Aichi y los retos a futuro.<br />

2. Integren elementos de conservación y uso<br />

sustentable de la biodiversidad en las políticas<br />

públicas.<br />

a) Incrementen la valoración de la biodiversidad,<br />

por parte de la sociedad, mediante<br />

el establecimiento de programas permanentes<br />

de educación ambiental y difusión<br />

sobre la importancia de la biodiversidad.<br />

De forma análoga a la enbm, el proceso de las<br />

eeb busca completar dos documentos de planificación<br />

estratégica importantes (figura 4): 1) el<br />

Estudio de Estado, que es un diagnóstico de<br />

línea base sobre la biodiversidad del estado en<br />

sus diferentes niveles; y 2) la Estrategia Estatal<br />

sobre Biodiversidad, que es un documento de<br />

planificación estratégica que establece ejes,<br />

objetivos y acciones para conservar y aprove-<br />

14 INTRODUCCIÓN


FASE I<br />

Acercamiento<br />

FASE II<br />

Planeación<br />

FASE III<br />

Implementación<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

<br />

Sector<br />

Gubernamental estatal<br />

Gubernamental federal<br />

cadmico<br />

Organizaciones de la<br />

sociedad civil<br />

Privado<br />

{<br />

Estudio de Estado<br />

(Compilación y análisis)<br />

Determinanción de objetivos<br />

y metas<br />

(Síntesis, difusión, talleres de<br />

consulta, validación)<br />

Seguimiento y control<br />

estratégicos<br />

Estrategia Estatal de<br />

Biodiversidad<br />

Normatividad, planes y<br />

programas estatales para<br />

la conservación y uso de la<br />

biodiversidad<br />

FIGURA . El proceso de elaboración de documentos de planeación estratgica e instrumentación de<br />

acciones, en el marco del programa de Estrategias Estatales de Biodiversidad coordinado por la CONABIO.<br />

char sustentablemente su diversidad biológica.<br />

La formulación de estos dos documentos<br />

requiere de la amplia participación de diversos<br />

sectores de la sociedad que permitan la identificación<br />

de prioridades y la implementación de la<br />

estrategia.<br />

La Biodiversidad en Colima:<br />

Estudio de Estado<br />

El estado de Colima se caracteriza por ser uno<br />

de los más pequeños del país, con una extensión<br />

aproximada de 5 543 km 2 (inegi 2010). A<br />

pesar de comprender 0.3% de la superficie de<br />

México, su fisiografía y climas facilitan la presencia<br />

de una importante diversidad de ecosistemas<br />

en los que habitan gran variedad de<br />

organismos. Colima se caracteriza por su<br />

importante exposición a fenómenos naturales,<br />

como sismos, erupciones volcánicas y huracanes,<br />

que pueden tener un impacto sobre la biodiversidad<br />

estatal.<br />

Sin embargo, las principales amenazas al capital<br />

natural de Colima son aquellas relacionadas<br />

con las actividades humanas, como el cambio<br />

de uso de suelo. Se sabe que en 25 años se deforestó<br />

o alteró 25% de la cobertura vegetal del<br />

estado para convertirla en áreas agrícolas o de<br />

pastoreo; este valor está por encima del promedio<br />

nacional y equivale a perder anualmente<br />

0.58% de algún tipo de vegetación (Álvarez-<br />

Castillo et al. 2004).<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado<br />

15


Ante esa situación, conscientes de la problemática<br />

ambiental que enfrenta el estado y de los<br />

retos que suponen mantener un balance entre el<br />

desarrollo económico y social de la entidad y la<br />

conservación y aprovechamiento sustentable de<br />

su biodiversidad, el Instituto para el Medio<br />

Ambiente y Desarrollo Sustentable del estado de<br />

Colima (imades), contactó a la conabio para elaborar<br />

un diagnóstico de la biodiversidad del<br />

estado y, posteriormente, la respectiva Estrategia<br />

Estatal de Conservación y Uso Sustentable de la<br />

Biodiversidad. El cuadro 1 agrupa a los investigadores<br />

que coordinaron las diversas secciones<br />

que integran el Estudio de Estado.<br />

Finalmente, tras un esfuerzo de colaboración sin<br />

precedentes para el estado, en el que participaron<br />

49 instituciones estatales, nacionales y<br />

extranjeras, y cerca de 200 autores (cuadro 2),<br />

Colima ha cumplido con la primer meta de este<br />

proceso mediante la publicación de La Biodiversidad<br />

en Colima: Estudio de Estado, obra que<br />

constituye el compendio más completo y actualizado<br />

de información sobre la diversidad biológica<br />

de Colima.<br />

El Estudio está conformado por una sección<br />

introductoria y 12 secciones con sus respectivos<br />

capítulos, referencias bibliográficas y anexos.<br />

Además, se ha incluido una sección con los<br />

resúmenes curriculares de los autores participantes.<br />

CUADRO 1. Coordinadores de cada una de las secciones del Estudio de Estado.<br />

Sección<br />

Medio físico<br />

Medio socioeconómico<br />

Diversidad de ecosistemas<br />

Diversidad de especies<br />

Hongos y plantas<br />

Animales invertebrados<br />

Animales vertebrados<br />

Diversidad genética<br />

Usos de la biodiversidad<br />

Amenazas a la biodiversidad<br />

Marco jurídico vigente<br />

Gestión ambiental<br />

Coordinación y edición general<br />

Nombre del coordinador<br />

Dr. Juan José Ramírez Ruiz<br />

Dr. Juan González García<br />

M. en C. Gloria Alicia Jiménez<br />

Emily Lott<br />

Dr. Manuel Balcázar Lara<br />

Dr. Felipe Noguera Martínez<br />

Dr. Jorge Vega Rivera<br />

Dr. Sebastián Lemus Juárez<br />

M. en C. Irma Xóchitl Amador Ramírez<br />

Biól. Tania <strong>Román</strong> Guzmán<br />

Dr. José Ángel Méndez Rivera<br />

Dra. Raquel Gutiérrez Nájera<br />

M. en C. Patricia Ruiz Montero<br />

Dr. Miguel A. Ortega Huerta<br />

Dr. Manuel Balcázar Lara<br />

16 INTRODUCCIÓN


CUADRO 2. Instituciones participantes en la elaboración del Estudio de Estado*.<br />

Instituciones académicas y de investigación<br />

Auburn University<br />

California Academy of Sciences<br />

Centro de Investigación Científica y de Educación<br />

Superior de Ensenada<br />

Centro Regional de Investigación Pesquera<br />

Centro Regional del Bajío<br />

Colegio de Posgraduados<br />

Escuela de Salud Pública de México, Instituto<br />

Politécnico Nacional<br />

Fundación Manantlán para la Biodiversidad de<br />

Occidente, A.C.<br />

Herbario Asociación Mexicana de<br />

Orquideología, A.C.<br />

Instituto de Ecología, A.C.<br />

Instituto Oceanográfico del Pacífico<br />

Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla<br />

National Museum of Natural History<br />

Universidad de Colima<br />

Universidad de Guadalajara<br />

Universidad Autónoma de Baja California<br />

Universidad Autónoma de Chapingo<br />

Universidad Autónoma de Sinaloa<br />

Universidad Autónoma del Estado de México<br />

Universidad Complutense de Madrid<br />

Universidad Juárez Autónoma de Tabasco<br />

Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo<br />

Universidad Nacional Autónoma de México<br />

Universidad Veracruzana<br />

University of California at Riverside<br />

University of Florida<br />

University of Memphis<br />

University of Texas at Austin<br />

Organizaciones no gubernamentales<br />

Centro Ecológico de Cuyutlán El Tortugario<br />

Centro para la Conservación de las Tortugas<br />

Marinas El Chupadero<br />

Cultura Ecológica, A.C.<br />

Operadora cicsa, S.A. de C.V.<br />

Dependencias gubernamentales estatales y<br />

municipales<br />

Consejo Estatal de Población<br />

Dirección de Ecología<br />

Gerencia Operativa de la <strong>Comisión</strong> de Cuencas del<br />

río Ayuquila-Armería<br />

Instituto Nacional de Pesca<br />

Procuraduría Federal de Protección al Ambiente<br />

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />

Rural, Pesca y Alimentación<br />

Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional<br />

Secretaría de Turismo<br />

Secretaría del Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales<br />

Dependencias gubernamentales federales<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional Forestal<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso<br />

de la Biodiversidad<br />

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,<br />

Agrícolas y Pecuarias<br />

Secretaría de la Reforma Agraria<br />

Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales<br />

En la parte final del libro se encuentra la inormación completa de los autores y sus instituciones de<br />

adscripción.<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado<br />

17


CUADRO 3. Comparativo de la diversidad de animales vertebrados y plantas vasculares en Colima, respecto al<br />

total nacional. Fuente: Sarukhán 2009, distintos textos en esta obra.<br />

Grupo México Colima<br />

(Sarukhán, 2009)<br />

Colima<br />

(esta obra)<br />

Porcentaje en Colima<br />

respecto al total nacional (%)<br />

Pteridofitas 1009 91 110 10.9<br />

Gramíneas 1182 141 264 22.3<br />

Cactáceas 669 23 36 5.3<br />

Orquídeas 1200 58 103 8.5<br />

Libélulas 349 55 91 26<br />

Anfibios 361 28 35 9.6<br />

Reptiles 804 89 117 14.5<br />

Mamíferos 535 122 131 24.4<br />

Aves 1 096 317 508 40<br />

Cada capítulo incluye cuadros, figuras y estudios<br />

de caso que ayudan al lector a tener una<br />

comprensión integral e ilustrada del contenido<br />

de la obra. Los anexos incorporados en el cd<br />

que acompaña al Estudio permiten complementar<br />

el conocimiento, proporcionando información<br />

técnica y científica a detalle.<br />

Para la elaboración de esta obra se utilizaron<br />

9 612 533 registros del Sistema Nacional de<br />

Información sobre Biodiversidad de México<br />

(snib) de la conabio. Sin embargo, la principal<br />

fuente de información fue el conjunto de datos<br />

recabados por los investigadores de las diferentes<br />

instituciones que colaboraron en la presente<br />

obra. Se contabilizan 6 084 especies pertenecientes<br />

a diversos grupos biológicos (cuadros 3 y 4).<br />

Todos los registros aportados fueron revisados<br />

por la Subcoordinación de Catálogos de Autoridades<br />

Taxonómicas de la conabio, con la finalidad<br />

de validar o actualizar las nomenclaturas<br />

utilizadas y confirmar la presencia de las especies<br />

en la entidad.<br />

CUADRO 4. Número de especies para los grupos de<br />

organismos registrados en Colima. Fuente: diversas,<br />

señaladas en los textos correspondientes a esta obra.<br />

Grupo<br />

Especies<br />

Hongos 77<br />

Pteridofitas 110<br />

Gimnospermas y<br />

Angiospermas 2 236<br />

Otros invertebrados 1 077<br />

Arácnidos 52<br />

Insectos 1 237<br />

Peces 504<br />

Anfibios 35<br />

Reptiles 117<br />

Aves 508<br />

Mamíferos 131<br />

Total 6 084<br />

Por último, es importante señalar que La Biodiversidad<br />

en Colima: Estudio de Estado, presenta<br />

por primera vez un diagnóstico completo y<br />

actualizado del patrimonio biológico del estado.<br />

Se trata de un documento que sentará las bases<br />

18 INTRODUCCIÓN


para el diseño de las acciones y estrategias que<br />

aseguren la conservación y el uso racional y sostenido<br />

de la diversidad biológica, ello a través<br />

del desarrollo de una segunda fase: la Estrategia<br />

Estatal para la Conservación y el Uso Sustentable<br />

de la Biodiversidad del Estado de Colima<br />

(ecube-col).<br />

Referencias<br />

Álvarez-Castillo, M., T. <strong>Román</strong>-Guzmán, et al. 2004.<br />

Diagnóstico de los bosques en el estado de Colima.<br />

Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />

(semarnat). Colima.<br />

cdb. Convenio sobre la Diversidad Biológica. 1992.<br />

En: ,<br />

última consulta: 4 de septiembre de 2015.<br />

conabio. <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y<br />

Uso de la Biodiversidad. 1998. La Diversidad Biológica<br />

de México: Estudio de País. conabio. México.<br />

——— . 2000. Estrategia Nacional sobre Biodiversidad<br />

de México. conabio. México.<br />

——— . 2006. Capital natural y bienestar social. conabio.<br />

México.<br />

conabio y semarnat. 2009. Cuarto Informe Nacional<br />

de México al Convenio sobre Diversidad Biológica<br />

(cdb), conabio/semarnat. México.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />

2010. xiv Censo General de Población y Vivienda<br />

2010. Resumen Colima. En: , última consulta: 4 de septiembre<br />

de 2015.<br />

mea. Millennium Ecosystem Assessment. 2005. Ecosystems<br />

and Human Well-being: Synthesis. Island<br />

Press, Washington, DC.<br />

Mittermeier, R., C. Goettsch y P. Robles Gil. 1997. Megadiversidad.<br />

Los países biológicamente más ricos<br />

del Mundo. cemex. México.<br />

scdb. Secretaría del Convenio sobre la Diversidad<br />

Biológica. 2010. Perspectiva Mundial sobre la Diversidad<br />

Biológica 3. Montreal.<br />

semarnat-ine. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales e Instituto Nacional de Ecología.<br />

2009. México Cuarta Comunicación Nacional ante<br />

la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre<br />

el Cambio Climático. México.<br />

Sarukhán, J., et al. 2009. Capital natural de México.<br />

Síntesis: conocimiento actual, evaluación y perspectivas<br />

de sustentabilidad. conabio. México.<br />

Toledo, V.M. 1997. La diversidad ecológica de México.<br />

En: El patrimonio nacional de México. Vol. 1.<br />

Florescano, E. (ed.). Fondo de Cultura Económica,<br />

México, pp. 111-138.<br />

Toledo, V.M. y M.J. Ordóñez 1998. El panorama de la<br />

biodiversidad de México: una revisión de los hábitats<br />

terrestres. En: Diversidad biológica de México;<br />

orígenes y distribución. T. Ramamoorthy, R. Bye, A.<br />

Lot y J. Fa (eds.). Instituto de Biología, Universidad<br />

Nacional Autónoma de México (unam). México,<br />

pp. 739-757.<br />

unep/cbd/cop/7/20/Add.3. 4 December 2003. Implementation<br />

of the strategic plan: evaluation of<br />

progress. Towards the 2010 biodiversity target:<br />

development of specific Targets, indicators and a<br />

reporting framework. En: , última consulta: 4 de septiembre de 2015.<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado<br />

19


S1<br />

MEDIO FÍSICO


Vista aérea del volcán de Colima. Autor: MattiPaavola,<br />

bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported, 2008.<br />

22


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

Los procesos geológicos e históricos recientes han moldeado el territorio<br />

del estado generado las condiciones para sus componentes biológicos<br />

actuales. Colima significa “lugar donde domina el dios del fuego”, en<br />

alusión a los volcanes que circundan el paisaje. En esta sección se describen<br />

los elementos físicos que conforman ese paisaje.<br />

Ocupa una extensión territorial aproximada de 5 542.74 km 2 , que corresponde<br />

a 0.3% del territorio nacional; cuenta con un litoral de aproximadamente<br />

140 km de longitud en el océano Pacífico; forma parte de las<br />

provincias fisiográficas Faja Volcánica Transmexicana y la Sierra Madre<br />

del Sur.<br />

Derivado de la conjunción de elementos físicos se diferencian dos sectores<br />

principales: el oriental y el occidental. El primero presenta condiciones<br />

topográficas suaves, ya que en mayor proporción se conforma por<br />

llanuras y valles, mientras que en su porción occidental dos terceras partes<br />

las constituyen lomeríos y sierras.<br />

Por su posición colindante con el océano Pacífico el clima predominante<br />

es cálido subhúmedo, presente en la zona costera y en el valle de Tecomán;<br />

sin embargo, éste cambia a un clima semiseco, eso en la transición<br />

de la llanura costera hacia la sierra, donde disminuye la temperatura al<br />

alcanzar mayores altitudes en el volcán de Colima, generando un clima<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Medio físico. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 23-24.<br />

23


templado. La precipitación media anual es cercana<br />

a los 1 000 mm, con temperaturas promedio<br />

de 26 °C.<br />

Se presentan siete órdenes de suelos, de los cuales<br />

los inceptisoles, molisoles, vertisoles y entisoles<br />

resultan de mayor importancia, social y<br />

económica, por ubicarse en zonas de uso agrícola,<br />

así como en regiones relevantes por su<br />

cobertura vegetal y topografía. Además, existen<br />

gran variedad de yacimientos minerales, tanto<br />

metálicos como no metálicos, por lo que Colima<br />

es el segundo productor de hierro en México;<br />

otros minerales no metálicos como calizas,<br />

yesos, sales y dolomitas son también atractivos.<br />

En esta entidad confluyen dos regiones hidrológicas:<br />

Costa de Jalisco y Armería-Coahuayana.<br />

A nivel de cuenca se presentan tres cuencas: río<br />

Armería, la más grande en extensión; la cuenca<br />

del río Coahuayana y la del río Chacala-Purificación.<br />

Los principales cuerpos de agua están<br />

formados por las lagunas de Cuyutlán, Alcuzahue<br />

y Amela, y de los esteros Potrero Grande,<br />

Tecuanillo y Boca de Pascuales.<br />

Así mismo, diversos manantiales localizados en<br />

la sierra del volcán de Colima dan origen a los<br />

escurrimientos de los ríos Armería y Coahuayana,<br />

y varios de sus afluentes.<br />

La dinámica hidrológica de los sistemas costeros<br />

es determinada por corrientes, marea y<br />

vientos, lo que influye en factores esenciales<br />

como la disponibilidad de nutrimentos; aquí se<br />

presenta información de bahía de Manzanillo y<br />

laguna de Cuyutlán, dos de los principales cuerpos<br />

de agua de la zona costera. La explotación<br />

de acuíferos para actividades antropogénicas ha<br />

modificado esa dinámica, derivado de actividades<br />

agrícolas en zonas de llanura; en la costa los<br />

acuíferos aportaban escurrimientos freáticos al<br />

mar, a lo largo del litoral, formando una barrera<br />

hidráulica que mantenía a la masa de agua<br />

marina en equilibrio.<br />

Aquí se describen los rasgos físicos del estado,<br />

así como la ubicación e historia del archipiélago<br />

de Revillagigedo, un grupo de islas con importancia<br />

biológica por su diversidad marina y<br />

terrestre. Además, se incluye una revisión de los<br />

riesgos naturales dentro del contexto del medio<br />

físico que circunscribe a Colima, revisando<br />

fenómenos geológicos como la actividad sísmica<br />

y el vulcanismo; meteorológicos como ciclones,<br />

inundaciones, y los derivados de actividades<br />

antropogénicas.<br />

24 MEDIO FÍSICO


Fisiografía<br />

y geología<br />

Juan J. Ramírez-Ruiz<br />

Mauricio Bretón-González<br />

Colima se localiza en la parte media de la costa sur del océano Pacífico, en<br />

el occidente de la república mexicana, entre los meridianos<br />

103° 29´ 20” y 104° 41’ 42” de longitud O y entre los paralelos 18° 41’ 12”<br />

y 19° 31’ 00” de latitud N, siendo su forma semejante a un triángulo escaleno.<br />

Su nombre es de origen náhuatl y significa “lugar donde domina el<br />

dios del fuego”.<br />

Ocupa una extensión territorial de 5 542.74 km 2 , con un litoral de<br />

aproximadamente 140 km de longitud (inegi 2010). El área estatal<br />

corresponde aproximadamente a 0.3% del territorio nacional. Sus límites<br />

son el estado de Jalisco al oeste y noreste, el estado de Michoacán al<br />

este y el océano Pacífico al sur. Cuenta con una población de 650 555<br />

habitantes (inegi 2010), distribuidos en 1 273 localidades y concentrados<br />

en 10 municipios: Colima, Manzanillo, Tecomán, Villa de Álvarez,<br />

Armería, Cuauhtémoc, Comala, Coquimatlán, Minatitlán e Ixtlahuacán<br />

(figura 1).<br />

La fisiografía del estado está comprendida por dos provincias: la del Eje<br />

Neovolcánico, actualmente Faja Volcánica Transmexicana, y la de la Sierra<br />

Madre del Sur (cuadro 1) (spp 1981, cna 1991, Velasco-Herrera 2005).<br />

Estas grandes sierras están constituidas principalmente por un enorme<br />

cuerpo de granito intrusivo (batolito) acompañado de rocas metamórficas<br />

de esquistos y calizas que se sitúan en la parte montañosa occidental<br />

de la región (Arriaga et al. 2000, Celis-Ortega 2004).<br />

Ramírez-Ruiz, J.J. y M. Bretón-González. 2016. Fisiografía y geología. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 25-31.<br />

25


FIGURA 1. ocaliación y sus municipios. Fuente: modificado de Velascoerrera .<br />

26 MEDIO FÍSICO


Los litorales colimenses presentan llanuras con<br />

influencia tanto continental como marina, lo<br />

que propicia la formación de llanuras con lagunas<br />

de litoral, como en el caso de Tecomán y<br />

Cuyutlán. La línea de la costa es bastante recta,<br />

se extiende al oeste en la delgada barra que<br />

encierra a la laguna de Cuyutlán y que limita en<br />

su extremo oriental a la amplia bahía de Manzanillo.<br />

Al occidente de dicha bahía hay otra<br />

pequeña llanura con rasgos deltaicos del río<br />

Marabasco (llanura del río Marabasco). Las<br />

cinco estructuras fisiográficas más importantes<br />

del estado son: sierras, llanuras, valles, lomeríos<br />

y mesetas (figura 2).<br />

Aproximadamente 90% de la población del<br />

estado se asienta sobre llanuras y valles que<br />

constituyen 38% de la extensión territorial,<br />

mientras que 10% restante se encuentra<br />

distribuida en 72% del territorio, el cual está<br />

constituido por sierras, lomeríos y mesetas<br />

(sedesol 2003, Velasco-Herrera 2005).<br />

La estructura orográfica del estado permite diferenciar<br />

dos sectores principales: el oriental y el<br />

occidental. El sector oriental presenta condiciones<br />

topográficas relativamente más suaves, ya<br />

que casi 46.7% de su territorio se conforma por<br />

llanuras y valles, 16.8% por lomeríos con pendientes<br />

suaves y 30% por pendientes abruptas<br />

que caracterizan a las sierras. Por otra parte, el<br />

sector poniente del estado está constituido por<br />

aproximadamente 76% de lomeríos y sierras y,<br />

sólo 24% corresponde a llanuras, valles y mesetas<br />

(Campos-Chávez 2009).<br />

Geológicamente el estado presenta un mosaico<br />

litológico de rocas vulcano-sedimentarias pertenecientes<br />

al cretácico inferior y medio (Rodrí guez-<br />

Elizarraraz 1995), así como rocas sedimentarias<br />

del cretácico medio y superior (Pantoja-Alor y<br />

Caballero 2003). Afloran también en diferentes<br />

entidades rocas volcánicas del terciario y cuaternario,<br />

así como rocas plutónicas del mesozoico y<br />

paleozoico (Vélez 1990).<br />

CUADRO 1. rovincias y subprovincias. Fuente: CNA 1991, SPP , rriaga et al. y CelisOrtega .<br />

Provincia Subprovincia Superficie estatal<br />

(%)<br />

Municipios<br />

Faja Volcánica<br />

Transmexicana<br />

Volcanes de Colima 16.03 Comala, Villa de Álvarez,<br />

Colima, una pequeña parte<br />

de Coquimatlán y parte de<br />

Cuauhtémoc, en las estribaciones<br />

del volcán de Colima.<br />

Sierra Madre del<br />

Sur<br />

Sierras de las costas<br />

de Jalisco y Colima<br />

62.51 Armería, Manzanillo, Minatitlán<br />

y parte de Comala, Coquimatlán,<br />

Tecomán y Villa de Álvarez.<br />

Fisiografía y geología 27


FIGURA 2. Fisiograía. Fuente: CamposChve .<br />

28 MEDIO FÍSICO


FIGURA 3. floramiento de los dierentes tipos de rocas. Fuente: modificado de CamposChve .<br />

Fisiografía y geología 29


Las rocas más antiguas que se encuentran en el<br />

estado son del tipo metamórficas del paleozoico,<br />

identificadas como gneises de biotita y moscovita,<br />

las cuales afloran en la región occidental<br />

(figura 3). En la misma región oeste se encuentran<br />

rocas plutónicas provenientes del batolito<br />

Manzanillo-Puerto Vallarta, predominando en<br />

sierras y superficies irregulares.<br />

La región norte del estado está cubierta principalmente<br />

por rocas piroclásticas emitidas por<br />

el complejo volcánico, mientras que la región<br />

oriental presenta una litología de calizas y<br />

depósitos terciarios y cuaternarios provenientes<br />

de basaltos (Mooser 1961, Guerrero 1984,<br />

Stoopes y Sheridan 1992). Tectónicamente el<br />

estado está determinado por el proceso de subducción<br />

de la Placa de Cocos, debajo de la Placa<br />

de Norteamérica, generando zonas de extensión<br />

como el graben de Colima, y zonas de<br />

compresión como la región costera paralela a la<br />

trinchera oceánica, lo cual origina regiones de<br />

alta sismicidad (Vélez 1990, Robin et al. 1991).<br />

El complejo volcánico de Colima contiene al<br />

volcán de Colima, que se caracteriza por ser el<br />

más activo del país y se localiza al norte de la<br />

entidad marcando la morfología que prevalece<br />

actualmente.<br />

depósitos de hierro formados por fenómenos<br />

vulcanogénicos, metasomatismo de contacto,<br />

segregación o inyección magmática y vetas.<br />

Colima es el segundo productor de hierro en<br />

México y tiene importantes reservas aún por<br />

explotar. Los minerales no metálicos son de<br />

gran importancia, en ocasiones con más rentabilidad<br />

que los metálicos, siendo los más atractivos<br />

las calizas, yesos, sales y dolomitas<br />

(Cárdenas y Rodríguez 1994).<br />

Conclusiones<br />

La gran variedad de paisajes formados entre las<br />

provincias fisiográficas de la Faja Volcánica<br />

Transmexicana y la Sierra Madre del Sur generan<br />

condiciones propicias para el establecimiento<br />

de diferentes ecosistemas y con ello una<br />

mayor biodiversidad, es por ello que la relación<br />

entre la fisiografía y los recursos minerales del<br />

estado están estrechamente relacionados con la<br />

conservación de las distintas especies de la entidad.<br />

Referencias<br />

En el estado existen gran variedad de yacimientos<br />

minerales, tanto metálicos como no metálicos,<br />

producto de estos procesos geológicos<br />

(Sergio 1988, Munguía 1989). Dichos yacimientos<br />

se encuentran diseminados en todo el estado,<br />

encajonados en una gran variedad de rocas y<br />

edades que van del cretácico al terciario; aunque<br />

90% de la mineralización se encuentra en rocas<br />

de edad cretácica. Las variedades principales de<br />

yacimientos minerales metálicos consisten en<br />

Arriaga, L., J.M. Espinoza, C. Aguilar, et al. 2000. Regiones<br />

terrestres prioritarias de México. <strong>Comisión</strong><br />

Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad<br />

(conabio). México. En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

Campos-Chávez, A. 2009. Identificación y zonificación<br />

de peligros y riesgos naturales y antropogénicos en<br />

los municipios de Manzanillo, Armería y Tecomán.<br />

Tesis de maestría. Universidad de Colima (ucol),<br />

México.<br />

30 MEDIO FÍSICO


Cárdenas Vargas, J. y E. Rodríguez Medina. 1994. Monografía<br />

geológico-minera del estado de Colima. Secretaría<br />

de Energía, Minas e Industria Paraestatal,<br />

Subsecretaría de Minas (semip). México.<br />

Celis-Ortega, M. 2004. Evaluación del riesgo volcánico<br />

y del medio geográfico en la zona del Volcán de<br />

Fuego de Colima y su aplicación al turismo alternativo.<br />

Tesis de maestría en ciencias de la tierra.<br />

ucol. México.<br />

cna. <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 1991. Geohidrología<br />

y zonas áridas. Gerencia en el estado de Colima.<br />

Guerrero, C.A. 1984. Estudio geológico del cuadrángulo<br />

de Colima, México. Tesis de licenciatura en ingeniería<br />

geólogica. Facultad de Ingeniería. unam.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />

2010. XIV Censo General de Población y Vivienda<br />

2010. En: , última consulta:<br />

20 de marzo de 2013.<br />

Mooser, F. 1961. Los Volcanes de Colima. Boletín del Instituto<br />

Geológico de México 61:49-71.<br />

Munguía, R. 1989. Informe geológico potencial de los<br />

recursos minerales del estado de Colima. Consejo de<br />

Recursos Minerales. Zona Centro.<br />

Pantoja-Alor, J. y J.A. Gómez-Caballero. 2003. Geologic<br />

features and biostratigraphy of the Cretaceous<br />

of southwestern México (Guerrero Terrane). En:<br />

Geologic transects across Cordilleran Mexico. M. Alcayde<br />

y A. Gómez-Caballero (eds.). Gudebook for<br />

the field trips of te 99th Geological Society of America<br />

Cordilleran Section Annual Meeting, Puerto<br />

Vallarta, Jalisco, México, April 4-7, 2003, Universidad<br />

Nacional Autónoma de México (unam), Instituto<br />

de Geología, Special Paper, 1:229-260.<br />

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(México). Journal of Volcanology and Geothermal.<br />

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Geografía e Informática. México.<br />

Stoopes, G.R. y M.F. Sheridan. 1992. Giant debris avalanches<br />

from the Colima volcanic complex, Mexico:<br />

implications for long-ronout landslides (


Descripción<br />

de los suelos<br />

Octavio Pérez-Zamora<br />

Isaac Vizcaíno-Vargas<br />

La formación del suelo es resultado de la interacción de cinco factores:<br />

el material parental (roca), el clima, los seres vivos, la topografía y el<br />

tiempo (Jenny et al. 1948); sin embargo, aunado a estos factores en los<br />

últimos 60 años la actividad humana ha promovido la transformación<br />

(degradación) de los suelos, con la consecuente destrucción de los ecosistemas.<br />

Cabe hacer mención que las pérdidas de suelo contribuyen al<br />

calentamiento global, debido a que el carbono atrapado en el suelo<br />

escapa a la atmósfera (Pérez 2004).<br />

El material parental, como factor de formación, contribuye de manera<br />

significativa en la génesis de los suelos debido a la confluencia de diferentes<br />

sistemas montañosos, así como al efecto de la interacción con la<br />

biota. Por su parte, el clima contrastante en las diversas regiones de<br />

Colima contribuye a que existan gran diversidad de suelos.<br />

Los órdenes del suelo ponen de manifiesto el proceso dominante que<br />

determina su génesis y desarrollo; por ejemplo, la acumulación de arcilla<br />

o la pérdida o lixiviación de bases (Kamp y Schwertmann 1983, Soil Survey<br />

Staff 1999); por otra parte, los regímenes de humedad y la variación o<br />

continuidad de la temperatura del suelo, durante la mayor parte del año,<br />

determinan los efectos sobre sus características internas e influyen en el<br />

proceso de mayor control de la génesis del suelo (Papadakis 1963). Por<br />

ejemplo, la humedad incluye a los regímenes údico, ústico, arídico, entre<br />

32<br />

Pérez-Zamora, O. e I. Vizcaíno-Vargas. 2016. Descripción de los suelos. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 32-43.


otros; mientras que la temperatura ambiental<br />

puede ser tropical, tórrica, térmica, etcétera (Soil<br />

Survey Staff 1999).<br />

En Colima podemos encontrar siete de los<br />

12 órdenes existentes a nivel mundial: inceptisoles,<br />

molisoles, vertisoles, entisoles, alfisoles,<br />

andisoles y ultisoles, según el sistema de clasificación<br />

taxonómico de los Estados Unidos (Soil<br />

Survey Staff 1999). No obstante esta diversidad,<br />

la mayoría de las características de los suelos<br />

son similares o iguales a las observadas en otros<br />

estados de la república y pueden predecirse e<br />

interpretarse por la génesis y teorías ya conocidas<br />

en la ciencia del suelo (Porter 1972, Rey<br />

1985).<br />

Las propiedades del suelo son combinaciones o<br />

“ensamblajes” de sus características, las cuales<br />

se consideran indicativas de sus procesos de formación,<br />

tanto presentes como pasados. Con<br />

base en ese arreglo de componentes y propiedades<br />

es posible obtener clasificaciones científicas<br />

e integrales (Soil Survey Staff 1999).<br />

En Colima los órdenes de suelos de mayor<br />

importancia social y económica son: inceptisoles<br />

(regosoles y leptosoles), molisoles (feozem<br />

y rendzina), vertisoles y entisoles (fluvents y<br />

psamments). La importancia de algunos radica<br />

en los procesos que les dan origen, ya que algunas<br />

veces implican riesgos para la población,<br />

siendo la formación de andisoles (andosol) uno<br />

de los más importantes en esta categoría por<br />

derivarse de cenizas volcánicas (Martini 1970,<br />

Pastrana 1983, Pérez 1987).<br />

Entre los principales riesgos derivados en la<br />

zona de andisoles están los daños a la salud<br />

visual y pulmonar, contaminación de aguas<br />

superficiales, así como estrés postraumático<br />

ante la erupción volcánica; también existe la<br />

posibilidad de daños a obras hidráulicas, urbanas,<br />

carreteras, daño mecánico a cultivos, bosques,<br />

pastizales y, de manera eventual, deslaves y<br />

potenciales lahares. Finalmente, en menor superficie<br />

pero de valor por su potencial agrícola se<br />

encuentran los alfisoles (luvisoles y alisoles) y<br />

los ultisoles (acrisoles).<br />

Debe reconocerse, sin embargo, que la clasificación<br />

e inventario de suelos en la entidad están<br />

fragmentados e incompletos, por lo que es necesario<br />

hacer extrapolaciones y establecer la relación<br />

entre las propiedades del suelo y los<br />

sistemas de producción. Esto se puede realizar<br />

mediante el empleo del sistema de clasificación<br />

taxonómico de los Estados Unidos, relacionándolos<br />

al mismo tiempo con su equivalente<br />

aproximado de la Organización para la Alimentación<br />

y Agricultura de las Naciones Unidas<br />

(fao, por sus siglas en inglés) y la provincia<br />

fisiográfica donde se ubican.<br />

Con fines de ubicación de las unidades terrestres,<br />

la figura 1 muestra las unidades de suelo,<br />

según la fao. Afortunadamente en Colima los<br />

suelos están caracterizados a un nivel de clasificación<br />

más detallada (Pérez 2004), lo cual permite<br />

hacer inferencias para la transferencia de<br />

tecnología relacionada con usos agrícola, pecuario,<br />

forestal, industrial, de vivienda, disposición<br />

de materiales tóxicos, construcción de carreteras<br />

y otros fines de planeación.<br />

Descripción de los suelos 33


FIGURA 1. Unidades de suelo FAO/UNESCO. Fuente: elaboración propia con inormación de Vicaíno et al. .<br />

34 MEDIO FÍSICO


1. Inceptisoles<br />

Son suelos minerales en los cuales los horizontes<br />

han comenzado a desarrollarse, se ubican en<br />

superficies jóvenes pero no tan recientes. Los<br />

inceptisoles observados en la entidad corresponden<br />

a los subórdenes ochrepts y umbrept;<br />

sin embargo, existen áreas localizadas con suelos<br />

aquepts (gleysoles dístricos) en las cercanías<br />

a la costa del océano Pacífico.<br />

1.1. Eutrochrepts. Este es el suborden más<br />

extendido de los inceptisoles en el estado y se<br />

rela cionan con cambisoles ócricos, según la<br />

clasificación de la fao/unesco. Son suelos bien<br />

drenados con acumulación de materia orgánica,<br />

tienen un horizonte superficial duro y<br />

masivo cuando el suelo se seca, particularmente<br />

después de cultivarse. Los eutrochrepts se localizan<br />

en la gran sierra compleja de los Volcanes<br />

de Colima, la sierra de cumbres tendidas, valles<br />

intermontanos, valles intermontanos con lomeríos,<br />

valles ramificados, llanura costera con<br />

laguna costera de la subprovincia de las Sierras<br />

de Jalisco y Colima; así como en la sierra de<br />

cumbres tendidas de la subprovincia de la Cordillera<br />

del Sur (cuadro 1).<br />

CUADRO 1. Ubicación geogrfica y municipal de los principales tipos de suelos. Fuente: elaboración propia con<br />

inormación de Vicaíno et al. .<br />

Provincia<br />

geográfica<br />

Eje<br />

Neovolcánico<br />

Sierra Madre<br />

del Sur<br />

Subprovincia<br />

Volcanes de<br />

Colima<br />

Sierras de<br />

la Costa de<br />

Jalisco y<br />

Colima<br />

Orden<br />

Unidad<br />

Municipio<br />

Taxonomía EU fao/unesco<br />

Andisoles Andosoles Cuauhtémoc, Comala<br />

Inceptisoles<br />

Regosoles<br />

Leptosoles<br />

Cambisoles<br />

Cuauhtémoc, Comala,<br />

Coquimatlán, Villa de<br />

Álvarez<br />

Vertisoles Vertisoles Colima, Cuauhtémoc,<br />

Coquimatlán<br />

Entisoles Fluvents Colima, Cuauhtémoc,<br />

Comala<br />

Alfisoles<br />

Luvisoles<br />

Cambisoles<br />

ferrálicos<br />

Coquimatlán, Villa de<br />

Álvarez, Colima<br />

Ultisoles Ultisoles Minatitlán, Manzanillo<br />

Inceptisoles<br />

Regosoles<br />

Leptosoles<br />

Solonetz<br />

Manzanillo, Colima,<br />

Coquimatlán, Minatitlán,<br />

Tecomán, Armería<br />

Descripción de los suelos 35


Cuadro , contina<br />

Provincia<br />

geográfica<br />

Subprovincia<br />

Cordillera<br />

Costera del Sur<br />

Orden<br />

Taxonomía EU<br />

Unidad<br />

fao/unesco<br />

Municipio<br />

Vertisoles Vertisoles Manzanillo, Colima,<br />

Coquimatlán<br />

Molisoles<br />

Feozems<br />

Rendzina<br />

Chernozem<br />

Manzanillo, Minatitlán,<br />

Colima, Coquimatlán,<br />

Minatitlán, Armería, Villa<br />

de Álvarez, Tecomán<br />

Entisoles Fluvents Manzanillo, Armería,<br />

Colima, Coquimatlán, Villa<br />

de Álvarez<br />

Alfisoles<br />

Molisoles<br />

Luvisoles<br />

Cambisoles<br />

ferrálicos<br />

Feozem<br />

Rendzina<br />

Kastañozems<br />

Chernozemes<br />

Manzanillo, Minatitlán,<br />

Coquimatlán, Colima<br />

Tecomán, Coquimatlán,<br />

Ixtlahuacán, Colima,<br />

Colima<br />

Alfisoles<br />

Inceptisoles<br />

Luvisoles,<br />

Cambisoles<br />

ferrálicos y<br />

lúvicos<br />

Arenosoles<br />

Leptosoles<br />

Regosoles<br />

Gleysoles<br />

Cambisoles<br />

Tecomán, Coquimatlán,<br />

Colima<br />

Tecomán, Colima,<br />

Coquimatlán<br />

Vertisoles Vertisoles Tecomán, Colima,<br />

Ixtlahuacán<br />

Entisoles Fluvents Tecomán, Colima,<br />

Coquimatlán, Ixtlahuacán<br />

1.2. Umbrepts. Este suborden comprende inceptisoles<br />

con horizonte superficial oscuro (cambisoles<br />

dístricos), con saturación de bases menor<br />

de 50%, característica esencial que los separa de<br />

los molisoles que tienen una saturación de bases<br />

mayor del 50%.<br />

En general esta clase de suelos se localiza en la<br />

subprovincia de las Sierras de Jalisco y Colima,<br />

ocupando posiciones geomórficas de laderas,<br />

cerril y con alto riesgo de erosión si es desprovisto<br />

de la vegetación natural.<br />

36 MEDIO FÍSICO


2. Molisoles<br />

Los molisoles son suelos formados principalmente<br />

bajo vegetación de pastos. Poseen un<br />

horizonte superficial grueso y un porcentaje de<br />

saturación de bases mayor de 50%. En este<br />

grupo se encuentran tres subórdenes: udolls,<br />

aquolls y ustolls (cuadro 1).<br />

2.1. Udolls. Este suborden se encuentra representado<br />

por tres grandes grupos: rendolls, vermudolls<br />

y hapludolls. En virtud de que esta clase<br />

de suelos tiene gran valor para la agricultura en<br />

la entidad, se tratará en detalle cada uno de los<br />

grandes grupos.<br />

2.1.1. Rendolls. Se relacionan con las rendzinas<br />

de la clasificación fao/unesco, palabra que proviene<br />

del polaco rzedic (ruido), connotativa al<br />

ruido producido por el arado al labrar suelos<br />

poco profundos. Tienen un horizonte superficial<br />

rico en materia orgánica que descansa sobre<br />

material calcáreo. Las limitantes se relacionan<br />

con la abundancia de carbonatos de calcio libre<br />

en equilibrio con el ambiente y un pH aproximadamente<br />

de 8.2. En este nivel de pH varios<br />

elementos menores se encuentran ligados en<br />

formas no disponibles, principalmente el zinc<br />

(Zn), el manganeso (Mn) y el hierro (Fe). La baja<br />

disponibilidad de fósforo (P) es el resultado de<br />

un exceso de calcio (Ca). Estos suelos se localizan<br />

en la sierra de laderas tendidas y el gran<br />

llano de las subprovincias de los Volcanes de<br />

Colima; también se encuentran en la gran sierra<br />

compleja, sierra de cumbres tendidas, sierra<br />

baja compleja, sierra baja, valle ramificado y llanura<br />

costera con laguna costera de la subprovincia<br />

de las Sierras de Jalisco y Colima y, dentro<br />

de la subprovincia de la Cordillera del sur, en la<br />

sierra de cumbres tendidas, valle ramificado y<br />

llanura de piso rocoso (Rey 1985, 1987, 1988).<br />

2.1.2. Vermudolls y hapludolls. Únicamente los<br />

vermudolls calcáreos se correlacionan con<br />

los feozem calcáricos. Son suelos que han sido<br />

intensamente mezclados por lombrices de tierra<br />

y sus depredadores. Se localizan en lomeríos<br />

suaves con cañada, meseta lávica y el gran llano,<br />

dentro de la subprovincia de los Volcanes de<br />

Colima; también se encuentran en la gran sierra<br />

compleja, valle intermontano, valle ramificado,<br />

llanura costera con laguna costera, dentro de la<br />

subprovincia de las Sierras de Jalisco y Colima,<br />

y finalmente en la sierra de cumbres tendidas<br />

dentro de la subprovincia Cordillera del Sur.<br />

Por su parte, los hapludolls se relacionan con los<br />

feozem háplicos de la clasificación fao/unesco,<br />

los cuales son suelos que no tienen horizonte<br />

argílico (Martini 1969). El término feozem proviene<br />

del griego phaios: polvoso, y del ruso<br />

zemlja: terroso. Son suelos de las regiones<br />

húmedas y de las praderas, tienen una fuerte<br />

acumulación de materia orgánica en el horizonte<br />

superficial, un estatus de medio a alto en<br />

lo que a bases se refiere y muestran lixiviación<br />

del carbonato de calcio (Soil Survey Staff 1999).<br />

Estos suelos son los más fértiles del mundo y no<br />

muestran limitaciones para la producción de los<br />

cultivos; sin embargo, en grupos con drenaje<br />

pobre puede presentarse toxicidad por molibdeno<br />

(Mo) (Pérez 1981). A los hapludolls se les<br />

encuentra en sierra de laderas tendidas, lomerío<br />

suave con cañada, valle de laderas escarpadas,<br />

meseta lávica y en el gran llano dentro de la subprovincia<br />

de los Volcanes de Colima (Rey 1987);<br />

también se observan en la gran sierra compleja,<br />

sierra de cumbres tendidas, sierra baja compleja,<br />

sierra baja, valle intermontano, valle intermon-<br />

Descripción de los suelos 37


tano con lomeríos, valle ramificado, llanura<br />

costera con delta y llanura costera con laguna<br />

costera, dentro de la subprovincia de las Sierras<br />

de Jalisco y Colima, así como en la sierra de<br />

cumbres tendidas, lomerío y valle ramificado<br />

dentro de la subprovincia de la Cordillera del<br />

Sur. Una superficie considerable de argiudolls<br />

(feozem lúvico) se encuentran en el valle ramificado<br />

de la Cordillera del Sur (Pérez 2004, Vizcaíno<br />

et al. 2006).<br />

2.3. Ustolls. Los argiustolls son el gran grupo de<br />

suelos predominantes en el estado, los cuales se<br />

relacionan con los castañozem lúvicos de fao/<br />

unesco; la palabra castañozem proviene del<br />

latín castaneo: café y del ruso zemlja: terroso<br />

(Soil Survey Staff 1999). Son suelos de estepa<br />

semiárida que muestran la acumulación de<br />

materia orgánica en el horizonte superficial, con<br />

alto estatus de bases y frecuentemente son<br />

calcáreos en todo el perfil. Los castañozem<br />

muestran baja disponibilidad de fósforo (P)<br />

aprovechable debido al alto contenido de carbonato<br />

de calcio. Son comunes las deficiencias de<br />

manganeso (Mn) y la inmovilización de cobre<br />

(Cu) y zinc (Zn). Una gran parte de los castañozem<br />

lúvicos son alcalinos y muestran altos<br />

contenidos de sodio (Na) en el subsuelo, lo que<br />

puede conducir a toxicidad por este elemento y<br />

deficiencia de calcio (Ca). Se encuentran en la<br />

llanura costera y laguna costera dentro de la<br />

subprovincia de las Sierras de Jalisco y Colima;<br />

también se les encuentra en el valle ramificado y<br />

en la llanura de piso rocoso dentro de la subprovincia<br />

de la Cordillera del Sur (spp 1981, Rey<br />

1985, Pérez 2004).<br />

2.2. Aquolls. Este suborden agrupa suelos con<br />

drenaje pobre, ya que presentan moteados en el<br />

horizonte superficial y un horizonte argílico,<br />

argiaquolls. Se relacionan con los chernozem<br />

cálcicos de fao/unesco. Se localizan en la llanura<br />

costera con laguna costera de la subprovincia<br />

de las Sierras de Jalisco y Colima. Estos<br />

argiaquolls (gleysol mólico, feozem gleyco y<br />

chernozem cálcico) se encuentran en el valle<br />

ramificado y llanura de piso rocoso dentro de la<br />

Cordillera del Sur (spp 1981, Pérez 2004, Vizcaíno<br />

et al. 2006).<br />

3. Vertisoles<br />

El origen de la palabra vertisol proviene del latín<br />

verto, que significa voltear, invertir. Son suelos<br />

derivados de arcillas expandibles que muestran<br />

grietas profundas y revierten los materiales<br />

superficiales a dicha grietas. Las limitantes<br />

principales de esta clase de suelo se relacionan<br />

con su régimen hídrico caracterizado por un<br />

rango muy estrecho entre el exceso y déficit de<br />

humedad. La saturación de bases de los vertisoles<br />

es alta. Los cationes prevalecientes en el<br />

complejo de adsorción son el calcio (Ca) y el<br />

magnesio (Mg). En los vertisoles con pH alto la<br />

disponibilidad de fósforo (P) es generalmente<br />

baja; también la escasez de nitrógeno (N) puede<br />

ocurrir como resultado de un drenaje superficial<br />

pobre y bajo contenido de materia orgánica<br />

(Pérez 1985).<br />

Estos suelos se localizan en las partes bajas del<br />

paisaje, en lomerío suave con cañada, valles de<br />

laderas escarpadas, meseta lávica y el gran llano,<br />

dentro de la subprovincia de los Volcanes de<br />

Colima; también se les encuentra en el valle<br />

intermontano con lomeríos, valle ramificado y<br />

llanura costera con laguna costera, dentro de las<br />

38 MEDIO FÍSICO


sierras de Jalisco y Colima, así como en la sierra<br />

de cumbres tendidas y lomeríos (parte baja), en<br />

valles ramificados y llanuras de piso rocoso,<br />

dentro de la subprovincia de la Cordillera del<br />

Sur (cuadro 1).<br />

4. Andisoles<br />

muchos minerales vítricos. Estos fueron clasificados<br />

originalmente como suelos de ando. Por<br />

su parte, los eutrovitrands tienen mayores cantidades<br />

de ceniza vítrica y los suelos son de textura<br />

franco-arenosa, o bien de arenas francas.<br />

Comúnmente aparentan ser gravosos, pero la<br />

retención de humedad es mayor que la esperada<br />

para dicha clase de textura (cuadro 1).<br />

Los andisoles presentes en la entidad son suelos<br />

derivados de cenizas volcánicas del volcán de<br />

Colima, y ocupan 1% de la superficie de la entidad.<br />

Vitrands y ustrands son los subórdenes de<br />

suelo encontrados en el estado (Kamp y Schwertmann<br />

1983, Pastrana 1983, Pérez 1987).<br />

Los suelos vitrands y ustrands se localizan en<br />

la cercanía de volcanes activos, como el de<br />

Colima, y son andisoles más o menos bien drenados<br />

que tienen baja densidad aparente, con<br />

cantidades apreciables de alófano y con una<br />

alta capacidad de intercambio catiónico (cic).<br />

Los vitrands de Colima se han derivado principalmente<br />

de cenizas volcánicas que contienen<br />

materiales vítricos, los cuales se intemperizan<br />

rápidamente bajo las condiciones húmedas que<br />

prevalecen en el norte del estado. Algunos de<br />

estos vitrands son de la edad del pleistoceno o<br />

del holoceno reciente (Pastrana 1983, Pérez<br />

1987), por lo que contienen sólo trazas de vidrio.<br />

Los principales grandes grupos de andisoles<br />

son los dysustrands y los eutrovitrands. Los<br />

primeros tienen alto contenido de carbono y se<br />

desarrollan en clima húmedo con estación seca<br />

que impide que la fracción amorfa cambie, irreversiblemente,<br />

al secarse los agregados del<br />

tamaño de las gravas; los minerales se han<br />

intemperizado a tal grado que no existen<br />

5. Entisoles<br />

Los entisoles son suelos minerales jóvenes que<br />

no poseen horizontes de diagnóstico. En el<br />

estado existen tres subórdenes: psaments, fluvents<br />

y aquents (cuadro 1).<br />

5.1. Psaments. Estos suelos se relacionan con los<br />

arenosoles y con los regosoles de fao/unesco.<br />

Los suelos muestran una diferenciación de<br />

horizontes muy débil y se originan de arena, en<br />

su mayor proporción cuarzo. Las limitaciones<br />

para la producción se relacionan con la pobreza<br />

de elementos nutritivos y con una insatisfactoria<br />

capacidad de retención de humedad y de<br />

intercambio catiónico, así como por la deficiencia<br />

de elementos menores (Zn, Mn, Cu, Fe) ligados<br />

a la arcilla o a la materia orgánica.<br />

Esta clase de suelos se localiza en todas las subprovincias<br />

del estado: en la subprovincia de los<br />

Volcanes de Colima, en las topoformas de gran<br />

sierra compleja, sierra de laderas tendidas,<br />

lomerío suave con cañada y en el gran llano. En<br />

la subprovincia de las Sierras de Jalisco y<br />

Colima se localizan en la sierra de cumbres tendidas,<br />

la gran sierra compleja, sierra baja con<br />

lomeríos y sierras bajas. En la Cordillera del Sur<br />

se localizan en sierras bajas complejas, valles<br />

Descripción de los suelos 39


intermontanos con lomeríos, valle ramificado y<br />

llanura costera; así como en sierra de cumbres<br />

tendidas de la Cordillera del Sur. Los grandes<br />

grupos de suelos presentes son tropopsaments<br />

(regosoles éutricos) y udipsaments (regosoles<br />

dístricos) (Pérez 2004).<br />

5.2. Fluvents. Se relacionan con los fluvisoles<br />

éutricos, dístricos y calcáricos, y provienen del<br />

latín fluvius, que significa río. Los fluvents son<br />

suelos desarrollados en depósitos aluviales en<br />

llanuras de inundación. La gran variación de<br />

estos suelos se debe a la amplia diversidad de los<br />

materiales de los cuales se derivan, en consecuencia<br />

no es fácil hacer generalizaciones sobre<br />

las limitantes para la producción de estos suelos.<br />

Se localizan en todas las subprovincias<br />

fisiográficas del estado: dentro de las subprovincias<br />

de los Volcanes de Colima y de las<br />

Sierras de Jalisco y Colima, en sistemas topomórficos<br />

de la gran sierra compleja, en lomeríos<br />

suaves con cañada y en el gran llano; en<br />

valle intermontano, valle intermontano con<br />

lomeríos, valle ramificado, llanura costera con<br />

delta y llanura costera con laguna costera, y en<br />

la sierra de cumbres tendidas, dentro de la Cordillera<br />

del Sur. Los principales grandes grupos<br />

de suelos que se encuentran en Colima son<br />

torrifluvents, udifluvents y ustifluvents (Rey<br />

1985, 1987, 1988, Pérez 2004).<br />

5.3. Aquents. Son suelos jóvenes localizados en<br />

los deltas de los ríos y llanuras costeras, desarrolladas<br />

a partir de material arenoso en aluviones<br />

recientes. Estos suelos tienen drenaje pobre,<br />

un manto freático cercano a 1.5 m de la superficie<br />

y se relacionan con solanchaks gleycos y fluvisoles<br />

gleycos de fao/unesco. Debido a que<br />

son suelos recientes que han acumulado poca<br />

materia orgánica. Los principales grandes grupos<br />

son psammaquents, hydraquents (gleysoles)<br />

y tropoaquents. Dentro de la subprovincia de las<br />

Sierras de Jalisco y Colima se les localiza en llanura<br />

costera con delta y llanura costera con<br />

laguna costera (Pérez 2004, Vizcaíno et al.<br />

2006).<br />

fisoes<br />

Son suelos con un horizonte B enriquecido de<br />

arcilla que tiene un porcentaje de saturación<br />

de bases de medio a alto (> 35%). Se relacionan<br />

con los luvisoles de fao/unesco. Estos suelos se<br />

localizan en todas las subprovincias fisiográficas<br />

del estado y ocupan posiciones topomórficas<br />

correspondientes al gran llano en la subprovincia<br />

de los Volcanes de Colima; en la Cordillera<br />

del Sur se les encuentra en la sierra de cumbres<br />

tendidas, lomeríos, valle ramificado y llanura de<br />

piso rocoso, la gran sierra compleja, sierra de<br />

cumbres tendidas, valle intermontano, valle<br />

intermontano con lomeríos, así como en los<br />

valles ramificados; en menor superficie se observan<br />

en la llanura costera con laguna costera de<br />

la subprovincia de las Sierras de Jalisco y Colima<br />

(Pérez 1981, 1987, 2004).<br />

Los alfisoles derivados de rocas ígneas tienen<br />

menor potencial de sitio (limitantes físicas,<br />

químicas y biológicas que afectan la capacidad<br />

de producción y calidad del suelo) y mayores<br />

limitaciones para el desarrollo de cultivos, ya<br />

que en adición a la característica del material<br />

parental, la insuficiencia hídrica puede agravar<br />

la situación (Rey 1988, Pérez 2004) (cuadro<br />

1).<br />

40 MEDIO FÍSICO


7. Ultisoles<br />

Los ultisoles se relacionan con los acrisoles de la<br />

fao/unesco; son suelos minerales que tienen<br />

un horizonte argílico con saturación de bases en<br />

el subsuelo (medida a pH = 8.2) menor de 35%;<br />

estos suelos tienen una temperatura media de<br />

8 °C o mayor, son ácidos, poseen baja CIC y bajo<br />

contenido de materiales intemperizables. Los<br />

problemas de estos suelos se relacionan con una<br />

fuerte lixiviación de nutrimentos, fuerte acidez,<br />

carencia de bases y posible toxicidad de aluminio<br />

(Al), manganeso (Mn) y hierro (Fe) (Martini<br />

1969, Pérez 1987). La deficiencia de nitrógeno<br />

(N) es una característica general para cultivos<br />

creciendo en esta clase de suelos. Por otra parte,<br />

un obstáculo para la fertilización eficiente lo<br />

constituye la alta capacidad de fijación de fósforo<br />

(P), especialmente en el horizonte superficial.<br />

En el estado los ultisoles ocupan poca<br />

superficie y se localizan en la subprovincia de<br />

las Sierras de Jalisco y Colima, específicamente<br />

en los municipios de Minatitlán y Cuauhtémoc,<br />

en un sistema de topoforma de valle intermontano;<br />

el gran grupo existente es el rhodudults<br />

(acrisol crómico) (cuadro 1).<br />

Conclusiones<br />

El estado tiene una importante variabilidad de<br />

los suelos que debe ser tomada en consideración<br />

si se pretenden estructurar programas de planeación,<br />

operación, conservación y utilización<br />

de dichos recursos. La variación observada<br />

entre los diferentes suelos de Colima tiene relación<br />

con tres de los cinco factores de formación<br />

del suelo: el material parental (geología), la posición<br />

topográfica (relieve) y la precipitación pluvial<br />

(clima), e indirectamente con la diversidad<br />

de plantas (vegetación).<br />

La combinación de estos factores de formación<br />

del suelo determina la conexión espacial en el<br />

paisaje de Colima; llanuras aluviales (inundables)<br />

y coluviales (ríos, llanuras costeras marinas,<br />

lomeríos, laderas y montañas). Los problemas<br />

de los suelos en el estado son diversos, siendo los<br />

más importantes la erosión y el escurrimiento<br />

de agua en exceso, con la consecuente deposición<br />

y contaminación de áreas bajas del relieve,<br />

así como la pedregosidad de la mayoría de los<br />

suelos.<br />

Otros problemas físicos relevantes son: la cantidad<br />

de suelos someros en laderas y serranías;<br />

suelos con alto contenido de arena y consecuentemente<br />

pobre retención de humedad en la<br />

costa; problemas de suelos ácidos en la subprovincia<br />

de las Sierras de Jalisco y Colima, y de<br />

salinidad y presencia de sodio en la costa, así<br />

como bajos contenidos de materia orgánica.<br />

Lo anterior afecta la biodiversidad del estado,<br />

sin embargo, las posibles soluciones son: i) la<br />

caracterización morfológica para determinar la<br />

capacidad productiva y la calidad de los suelos,<br />

obteniéndose información que pueda ayudar a<br />

prevenir y corregir problemas físicos, químicos<br />

y de nutrición, así como de adaptación de plantas;<br />

ii) clasificación taxonómica de suelos al<br />

nivel de familia, que contribuya a planear y<br />

efectuar transferencia de tecnología apropiada<br />

para diversos objetivos: agrícola, ganadero,<br />

forestal, de recreación, de conservación, para<br />

construcción de caminos y obras de captación<br />

de agua, de uso y manejo de los suelos;<br />

iii) implementación de prácticas mecánicas de<br />

Descripción de los suelos 41


conservación para el control de erosión y escurrimiento;<br />

iv) plantación de especies forestales<br />

en franjas en zonas de amortiguamiento; v) aplicación<br />

de normas de inocuidad para el mejoramiento<br />

de la calidad del agua, aire y suelo;<br />

vi) evitar la salinización y contaminación de los<br />

mantos acuíferos subterráneos, canales, lagunas<br />

y presas.<br />

En el futuro deberá apoyarse el estudio y la normatividad<br />

para hacer un uso racional, ambiental,<br />

económico, responsable y socialmente sustentable<br />

del recurso suelo de Colima.<br />

Referencias<br />

Jenny, H., F. Bringham y B. Padilla-Saravia. 1948.<br />

Nitrogen and organic matter contents of equatorial<br />

soil of Colombia, South America. Soil Science<br />

66:173-186.<br />

Kamp, N. y U. Schwertmann. 1983. Goethite and hematite<br />

in a climosequence in southern Brasil and<br />

their application in classification of kaolinitic soils.<br />

Geoderma 29:27-39.<br />

Martini, J.A. 1969. Mineralogía de las arcillas, limos y<br />

arenas en seis suelos de Panamá. Turrialba 19:199-<br />

207.<br />

Martini, J.A. 1970. Characterization of the nutritional<br />

status of the major andosols of Costa Rica, using<br />

the missing element technique in the greenhouse.<br />

Turrialba 20:72-84.<br />

Papadakis, J. 1963. Climatic tables of the world. Soil<br />

Science 95:356-366.<br />

Pastrana, A.L. 1983. Propiedades físicas y químicas de<br />

la ceniza volcánica de “El Chichonal”. Departamento<br />

de Suelos del Colegio Superior de Agricultura<br />

Tropical.<br />

Pérez, O. 1981. The “milpa”, an ancient agricultural<br />

system of Yucatán, Mexico. En: International<br />

agronomy and field research management<br />

divisions, 73 rd. Annual Meetting ASA. Atlanta,<br />

Georgia.<br />

————— . 1987. Características morfológicas y clasificación<br />

de los suelos ácidos en México. En: Simposio<br />

sobre suelos ácidos. XX Congreso Nacional de la<br />

Ciencia del Suelo. Zacatecas, Zacatecas.<br />

————— . 2004. Descripción de los suelos referencia<br />

para planeación de la investigación y transferencia<br />

de tecnología en la llanura costera de Colima.<br />

Libro científico núm. 1. Centro de Investigación<br />

Regional del Pacífico Centro/Instituto Nacional<br />

de Investigaciones Forestales y Agropecuarias.<br />

México.<br />

Porter, S.C. 1972. Pleistocene geology of the coastcentral<br />

cascade range, Washington. Guide book for<br />

third pacific coast friends of pleistocene field conference.<br />

Washington, Estados Unidos de América.<br />

Rey, B. 1985. Farming systems within the ejidal structure:<br />

two case studies in the Tecomán region Mexico.<br />

International Course for Development Oriented<br />

Research in Agriculture. Bulletin 20. Wageningen<br />

the Netherlands.<br />

————— . 1987. Farming systems in the north of<br />

Comala municipality, Colima Mexico. Seminar<br />

on Development Oriented Research in Agriculture.<br />

Wye College. England.<br />

————— . 1988. Farming systems of the Colima<br />

plains, Colima, Mexico. International Course for<br />

Development Oriented Research in Agriculture.<br />

Bulletin 26. Wageningen the Netherlands.<br />

spp. Secretaría de Programación y Presupuesto. 1981.<br />

Síntesis geográfica de Colima. Coordinación General<br />

de los Servicios Nacionales de Estadística,<br />

Geografía e Informática. México, D.F.<br />

Soil Survey Staff. 1999. Soil taxonomy: a basic system<br />

of soil classification for making and interpreting soil<br />

42 MEDIO FÍSICO


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United States Department of Agriculture (usda).<br />

Handbook.<br />

Vizcaíno, I., J.A. Corral, J. Anguiano et al. 2006. Recursos<br />

edafo-climáticos para la planeación del sector<br />

productivo en el estado de Colima. Libro técnico<br />

núm. 1. Centro de Investigación Regional del Pacífico<br />

Centro. Instituto Nacional de Investigaciones<br />

Forestales y Agropecuarias. México.<br />

Descripción de los suelos 43


Hidrología<br />

y clima<br />

Eleazar Castro-Caro<br />

Caracersicas eorficas<br />

La superficie que conforma al estado está incluida en tres cuencas pertenecientes<br />

a dos regiones hidrológicas (RH): RH15 (ríos Chacala-Purificación<br />

y Cihuatlán o Marabasco) y RH16 (ríos Armería y Coahuayana)<br />

(inegi 1997) (figura 1). La cuenca del río Armería tiene una superficie de<br />

9 866 km 2 , de los cuales 1 984 km 2 (20%) se encuentran dentro de Colima,<br />

la del río Coahuayana tiene un área de 7 738 km 2 con 1 861 km 2 (24%) en<br />

el estado, y la del río Chacala-Purificación abarca 5 218 km 2 , de los cuales<br />

1 745 km 2 (33%) pertenecen a Colima.<br />

Clima<br />

Debido a su posición geográfica, principalmente a su colindancia con el<br />

océano Pacífico y a la influencia de corrientes de aire marítimo, el clima<br />

predominante en la entidad es cálido subhúmedo con lluvias en verano<br />

A(W), aunque existe una diversidad climatológica que a continuación se<br />

describe en el cuadro 1.<br />

Se determinó el clima en cada uno de los municipios de acuerdo al<br />

2° Sistema de Thornthwaite (Thornthwaite y Mather 1955), tomando<br />

el promedio de los valores de precipitación, temperatura y evaporación<br />

de las estaciones climatológicas que se encuentran en el estado<br />

(cuadro 2).<br />

44<br />

Castro-Caro, E. 2016. Hidrología y clima. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />

pp. 44-50.


FIGURA 1. Cuencas hidrológicas. Fuente: Carta idrológica de guas uperficiales, INEGI 1997.<br />

Hidrología y clima 45


CUADRO 1. Climatología. Fuente: INEGI 1997.<br />

Clima Símbolo Superficie del estado (%)<br />

Cálido subhúmedo con lluvias en verano A(W) 78.8<br />

Semicálido subhúmedo con lluvias en verano AC(W) 7.8<br />

Templado subhúmedo con lluvias en verano C(W) 2.0<br />

Semifrío subhúmedo con lluvias en verano C(E) (W) 0.6<br />

Semiseco muy cálido y cálido BS(h) 10.8<br />

De acuerdo con el promedio de los últimos<br />

25 años, la temperatura media anual varía<br />

dentro de la RH15, desde una temperatura<br />

mínima que oscila de 5.5 a 8 °C a una máxima<br />

que oscila de 39 a 40 °C, con una temperatura<br />

media de 26.6 °C. Dentro de la RH16, los valores<br />

medios de temperatura son de 26.6 °C en la<br />

cuenca del río Armería y de 26.4 °C en el río<br />

Coahuayana. La temperatura mínima anual<br />

en esta región oscila entre 7 y 10 °C, habiéndose<br />

presentado una máxima de 44.5 °C, en la<br />

población de Callejones (año 1947), dentro de<br />

la cuenca del río Coahuayana, así como una<br />

mínima de 1 °C en las comunidades de El<br />

Terrero y Minatitlán, pertenecientes a las<br />

cuencas del río Armería y Cihuatlán, respectivamente.<br />

La temperatura máxima en la RH16<br />

oscila entre 37 y 44.5 °C.<br />

de Tecomán localizada dentro de la cuenca del<br />

río Coahuayana.<br />

La temporada de lluvias ocurre de junio a octubre,<br />

periodo que presenta 90% de la precipitación,<br />

5.9% se presenta de enero a mayo y 4.1%<br />

restante de noviembre a diciembre, con periodos<br />

de transición de lluvias irregulares y dispersas<br />

(figura 2). Su distribución espacial en el<br />

estado es de 42% del volumen precipitado en la<br />

cuenca del río Armería, 38% en la cuenca del río<br />

Marabasco y el 20% restante en la cuenca del río<br />

Coahuayana. Por lo que respecta a la cuenca del<br />

río Armería, la precipitación media es de 897.0<br />

mm, la mínima de 580.4 mm y la máxima de<br />

1 411.1 mm de lámina, con un volumen medio<br />

anual de 1 652 Mm 3 , máximo de 2 598 Mm 3 y<br />

mínimo de 1 068 Mm 3 .<br />

La precipitación media anual en el estado es de<br />

994.9 mm (periodo 1966-2006), equivalente a<br />

5 427.18 Mm 3 anuales (Mm = mega metros cúbicos,<br />

lo que equivale a un millón de metros<br />

cúbicos). La lámina máxima corresponde a<br />

1 395 mm (1992) (7 609.72 Mm 3 anuales) y la<br />

mínima de 603 mm (1991) (3 289.36 Mm 3 anuales).<br />

La precipitación máxima en 24 horas se<br />

presentó en 1959 y fue en el área de la población<br />

En la cuenca del río Coahuayana la lámina<br />

media es de 1 098.1 mm, la mínima de 582.3 mm<br />

y la máxima de 2 094.2 mm, generando volúmenes<br />

anuales, máximo, medio y mínimo de 3 999<br />

Mm 3 , 2 098 Mm 3 y 1 112 Mm 3 , respectivamente.<br />

La evaporación media anual oscila entre 1 317.5<br />

Mm 3 en la cuenca del río Cihuatlán, 1 951.3 Mm 3<br />

en la del río Armería y 1 807.9 Mm 3 en la del río<br />

46 MEDIO FÍSICO


CUADRO 2. Clima para los municipios. Fuente: Dirección ocal Colima-CONAGUA , segn istema de<br />

hornthaite y Mather .<br />

Municipio<br />

Armería<br />

Colima<br />

Comala<br />

Coquimatlán<br />

Cuauhtémoc<br />

Ixtlahuacán<br />

Manzanillo<br />

Minatitlán<br />

Tecomán<br />

Villa de Álvarez<br />

Clave<br />

PH<br />

SA<br />

TA<br />

VA<br />

PH<br />

SA<br />

TA<br />

VA<br />

PG<br />

SB<br />

TA<br />

VA<br />

PH<br />

SA<br />

TA<br />

VA<br />

PE<br />

HE<br />

TA<br />

VA<br />

PH<br />

SA<br />

TA<br />

VA<br />

PG<br />

SA<br />

TA<br />

VA<br />

PE<br />

HD<br />

TA<br />

VA<br />

PH<br />

SA<br />

TA<br />

VA<br />

PH<br />

SA<br />

TA<br />

VA<br />

Clima<br />

Descripción<br />

Seco<br />

Pequeña o nula demasía de agua<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Seco<br />

Pequeña o nula demasía de agua<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Semiseco<br />

Moderada demasía de agua estival<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Seco<br />

Pequeña o nula demasía de agua<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Ligeramente húmedo<br />

Gran deficiencia de agua invernal<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Seco<br />

Pequeña o nula demasía de agua<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Semiseco<br />

Pequeña o nula demasía de agua<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Moderadamente húmedo<br />

Gran deficiencia de agua estival<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Seco<br />

Pequeña o nula demasía de agua<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Seco<br />

Pequeña o nula demasía de agua<br />

Cálido<br />

Concentración normal de calor en verano<br />

Hidrología y clima 47


Coahuayana, mientras que la evapotranspiración<br />

oscila entre 700 a 1200 mm al año.<br />

Hidrografía<br />

El estado tiene como principales cuerpos de<br />

agua las lagunas de Cuyutlán, Alcuzahue y<br />

Amela; los esteros Potrero Grande, Tecuanillo,<br />

Boca de Pascuales, entre otros; así como una<br />

gran cantidad de pequeños “bordos” o represas<br />

dedicados al riego y como abrevaderos.<br />

En la entidad existe una capacidad de regulación<br />

de 1 870 Mm 3 en presas derivadoras y una<br />

laguna cuya capacidad de almacenamiento es<br />

de 36 Mm 3 . Además, se cuenta con las presas de<br />

almacenamiento Basilio Vadillo y Trojes, ubicadas<br />

en los estados de Jalisco y Michoacán, las<br />

cuales tienen capacidades de 145 y 220 Mm 3 ,<br />

respectivamente.<br />

Las aguas subterráneas en el estado se delimitan<br />

principalmente en dos zonas, la del valle de<br />

Colima y la de la zona costera. La primera tiene<br />

una superficie aproximada de 1 280 km² y está<br />

constituida por depósitos aluviales como gravas,<br />

boleos, arenas, limos, arcillas y cenizas,<br />

detectándose dos niveles piezométricos (profundidad<br />

del agua en un pozo): uno somero,<br />

correspondiente a norias y otro profundo. Los<br />

niveles estáticos varían entre 2 y 7 m para las<br />

norias y de 10 a 25 m para los pozos profundos,<br />

siendo la profundidad media de estos entre 80 y<br />

200 m. En lo que respecta a la zona costera los<br />

acuíferos están constituidos por una mezcla de<br />

arenas, boleos, gravas y, en menor proporción,<br />

por limos y arcillas; los niveles estáticos varían<br />

de 1 a 4 m en las norias y de 8 a 30 m en los<br />

pozos profundos, cuyas profundidades varían<br />

de 40 a 80 metros.<br />

FIGURA 2. recipitación media mensual de a nivel estatal. Fuente: CONAGUA .<br />

48 MEDIO FÍSICO


Antes de que se iniciara la explotación intensiva<br />

del agua subterránea, la descarga de los<br />

acuíferos de la entidad tenía lugar por medio de<br />

diferentes procesos naturales. En las partes<br />

bajas de las cuencas, donde la superficie freática<br />

se hallaba a poca profundidad, la vegetación<br />

nativa captaba cantidades importantes de agua<br />

subterránea por transpiración; este proceso<br />

predominaba especialmente en la porción baja<br />

de las planicies costeras y en las fajas fluviales,<br />

en las cuales abundaba la vegetación freatofita<br />

(plantas cuyas raíces les permiten absorber<br />

agua de fuentes hídricas subterráneas).<br />

Los acuíferos expulsaban a la atmósfera volúmenes<br />

considerables de agua por evaporación,<br />

en las áreas en que los niveles freáticos se<br />

encontraban aflorando a menos de dos metros<br />

de la superficie del terreno; específicamente<br />

esta forma de descarga se manifestaba en las<br />

inmediaciones de la costa y en el área lacustre<br />

de la planicie del río Armería.<br />

Otra parte de la descarga natural de los acuíferos<br />

ocurría a lo largo de las corrientes principales.<br />

En la planicie costera, los ríos Cihuatlán,<br />

Armería y Coahuayana funcionaban como drenes<br />

del subsuelo, recibiendo de los acuíferos<br />

cantidades importantes de agua durante los<br />

periodos de estiaje, en aquellas áreas donde la<br />

superficie freática o la superficie piezométrica<br />

(superficie virtual formada por los puntos que<br />

alcanzaría el agua si se hicieran perforaciones<br />

infinitas en el acuífero) se hallaba arriba de sus<br />

cauces; los arroyos Chandiablo y Punta de Agua<br />

también recibían aportaciones del subsuelo en<br />

su tramo superior, aunque el escurrimiento base<br />

ahí generado se infiltraba nuevamente aguas<br />

abajo, al transitar por la planicie costera.<br />

Además, los acuíferos descargaban gran cantidad<br />

de agua a través de numerosos manantiales.<br />

Los más caudalosos se localizaban en los flancos<br />

de la sierra del volcán de Colima: el Nahualapa<br />

(3 m 3 /s), Los Amiales (2.5 m 3 /s), el Zacualpan<br />

(1.6 m 3 /s) y el Hervidero (0.45 m 3 /s), todos ellos<br />

de régimen permanente y cuya descarga daba<br />

origen al escurrimiento de los ríos Armería,<br />

Coahuayana y de varios de sus afluentes principales.<br />

Sostenido por la descarga de acuíferos<br />

colgados (tipo de acuífero donde el nivel freático<br />

asciende por efecto de una fuerte recarga), independientes<br />

del acuífero regional, este caudal<br />

brotante no ha sido afectado por la explotación<br />

intensiva que se lleva a cabo en la zona de Armería.<br />

Por último, un caudal importante de agua<br />

escapaba de manera subterránea de los acuíferos<br />

costeros al mar a lo largo del litoral, formando<br />

una barrera hidráulica que mantenía a<br />

la masa de agua marina en una posición de<br />

equilibrio.<br />

Los anteriores procesos de descarga permanecieron<br />

casi inalterados hasta que se inició la<br />

explotación de los acuíferos a gran escala a<br />

mediados de la década de los años cincuenta.<br />

A partir de entonces la extracción de agua subterránea<br />

provocó el abatimiento de los niveles<br />

freáticos en las áreas de bombeo, en consecuencia,<br />

la disminución de las descargas naturales;<br />

los cambios más sustanciales en este sentido se<br />

produjeron en las zonas donde se desarrolló la<br />

agricultura. De esta manera, en la planicie del<br />

río Armería se agotó el caudal base de esa<br />

corriente, se redujo la evapotranspiración de<br />

agua subterránea, tanto en el área de riego como<br />

en el área lacustre y se interceptó parte del caudal<br />

que escapaba subterráneamente al mar.<br />

Efectos semejantes tuvo la explotación en las<br />

Hidrología y clima 49


zonas costeras, donde la descarga subterránea<br />

fue interceptada en mayor medida. No obstante,<br />

a nivel estatal cuantiosos volúmenes de agua<br />

siguen escapando de los acuíferos a la atmósfera,<br />

a las corrientes superficiales y al mar, a través<br />

de sus vertedores naturales.<br />

Los problemas de escasez no solamente pueden<br />

atribuirse a su distribución natural, ya que también<br />

contribuyen el uso inadecuado, vicios en la<br />

construcción de la infraestructura hidráulica<br />

que limitan su uso pleno, la operación deficiente<br />

y la falta de mantenimiento que propicia el deterioro<br />

de las obras y pérdidas de la capacidad de<br />

servicio. A lo anterior se añade el problema de la<br />

contaminación de los cuerpos de agua, lo que<br />

limita el uso y aprovechamiento del recurso. El<br />

agua superficial se encuentra seriamente afectada<br />

en su calidad y, por lo tanto, su disponibilidad<br />

real es notablemente inferior a la expresada<br />

en términos de las cantidades estimadas. Es<br />

muy importante atender y dar solución al problema<br />

del agua, así como conocer con mayor<br />

precisión el clima de Colima, ya que estos factores<br />

inciden directamente en la biodiversidad y el<br />

uso que hace la población de los recursos naturales.<br />

Referencias<br />

conagua. <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 1991. Geohidrología<br />

y zonas áridas. Secretaría de Agricultura y<br />

Recursos Hidráulicos (sarh).<br />

————— . 2015. Dirección Local Colima. En:<br />

, última<br />

consulta: 7 de julio de 2007.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />

1997. Carta hidrológica de aguas superficiales.<br />

1:1 000 000. Coordinación General de los Servicios<br />

Nacionales de Estadística, Geografía e Informática.<br />

México.<br />

Thornthwaite, C.W. y J.R. Mather. 1955. The water<br />

balance. En: Climatology. C.W. Thornthwaite & Associates.<br />

Centerton, Nueva Jersey.<br />

50 MEDIO FÍSICO


Descripción general<br />

de la circulación<br />

hidrodinámica<br />

en el litoral<br />

Marco Antonio Galicia-Pérez<br />

Juan Gaviño-Rodríguez<br />

Ernesto Torres-Orozco<br />

Sonia I. Quijano-Scheggia<br />

El estado cuenta con varios cuerpos de agua, siendo los dos más importantes<br />

los que se encuentran en la zona costera: bahía de Manzanillo y<br />

laguna de Cuyutlán, los cuales favorecen la existencia de una gran diversidad<br />

de flora y fauna marina. Con la finalidad de contribuir a la valoración<br />

ambiental de tales sistemas costeros, así como al diseño de estrategias<br />

para la conservación de su biodiversidad, es necesario describir la circulación<br />

hidrodinámica.<br />

Bahía de Manzanillo<br />

Localización geográfica<br />

La bahía se localiza entre los paralelos 19° 01’ y 19° 07’ de latitud N y los<br />

meridianos 104° 18’ y 104° 26’ de longitud O (figura 1). Su comunicación<br />

con mar abierto ocurre a través de una boca que se extiende sobre una<br />

línea imaginaria de 15 km de longitud, entre punta Carrizal y punta<br />

Ventanas. Tiene un ancho promedio de 6.5 km en dirección perpendicular<br />

noreste-suroeste y una superficie de 120 km 2 , aproximadamente.<br />

Tiene una profundidad media de 43 m, profundidades máximas de 86 m<br />

y menores a los 10 m cerca de la línea de la costa (Secretaría de Marina<br />

1973, Galicia-Pérez 1987, 1994).<br />

Galicia-Pérez, M.A., J. Gaviño-Rodríguez, E. Torres-Orozco y S.I. Quijano-Scheggia. 2016. Descripción general de la<br />

circulación hidrodinámica en el litoral. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 51-58.<br />

51


Se sabe que la circulación hidrodinámica afecta<br />

e incide directamente en la distribución de la<br />

temperatura, salinidad, densidad y nutrimentos<br />

(Olivos Ortiz et al. 2005), siendo estos últimos<br />

los que regulan directamente la red alimenticia<br />

dentro del océano (desde el fitoplancton hasta<br />

los grandes mamíferos). El conocimiento de la<br />

circulación sirve de base para realizar estudios<br />

de dispersión, tanto de organismos marinos<br />

como de sustancias vertidas al mar, y también<br />

en estudios sobre hábitats marinos como los<br />

arrecifes, ya que, por ejemplo, los organismos<br />

filtradores dependen considerablemente de las<br />

condiciones dinámicas del lugar. Además, las<br />

corrientes marinas transportan sedimentos del<br />

fondo marino y de la zona costera, lo que origina<br />

la creación de diferentes ambientes marinos y<br />

variadas configuraciones costeras.<br />

Circulación en la bahía<br />

La bahía de Manzanillo es uno de los cuerpos<br />

de agua costeros que ha sido poco estudiado<br />

desde el punto de vista de la oceanografía física.<br />

Sin embargo, existen estudios que sugieren que<br />

la circulación dentro de la bahía sigue los contornos<br />

topográficos en asociación con el sistema<br />

de vientos dominantes y a la rotación de la tierra,<br />

y en menor medida por la influencia de la<br />

marea (Carbajal y Galicia 2002).<br />

Los principales factores que estarían determinando<br />

la circulación en esta bahía se enlistan a<br />

continuación:<br />

Corrientes. El sistema de circulación de gran<br />

escala frente a la plataforma continental de<br />

Manzanillo está conformado por dos flujos provenientes<br />

del norte: la corriente de California<br />

(agua fría: < 23 °C) y la del golfo de California<br />

(agua caliente: > 25 °C) y por un flujo proveniente<br />

del sur, la corriente mexicana o corriente<br />

costera de Costa Rica (aguas cálidas: > 27 °C)<br />

(Torres-Orozco 1993). De febrero a junio las<br />

corrientes de California y del Golfo de California<br />

son intensas; su flujo suele extenderse hasta<br />

el sur cerca de las costas de Michoacán, por lo<br />

tanto la presencia de la corriente mexicana<br />

frente a las costas de Colima es nula en este<br />

periodo.<br />

Marea. En el océano Pacífico la componente de<br />

marea predominante es la semidiurna M 2<br />

(lunar<br />

principal con periodo de 12.4 horas). Las variaciones<br />

del nivel del mar en la bahía de Manzanillo,<br />

en esta zona, son menores a 0.7 m y, por lo<br />

tanto, la corriente marina ocasionada por marea<br />

no es mayor a 2 cm/s (Clemente-Ramírez 1991).<br />

Viento. Después de aplicar un modelo hidrodinámico<br />

numérico para conocer la circulación<br />

originada por viento estacionario dentro<br />

de la bahía de Manzanillo, Galicia-Pérez (1987,<br />

1994) y Gaviño y Galicia (1993) determinaron<br />

que ésta cambia de dirección de manera estacional.<br />

En el periodo de febrero a junio la circulación<br />

podría ser anticiclónica (en el sentido de las<br />

manecillas del reloj), ya que los vientos dominantes<br />

son del sector oeste-noroeste con velocidad<br />

media anual de 5 m/s (figura 1a). En este<br />

caso el agua se introduce por la ensenada Higueras<br />

y se sigue bordeando por punta Juluapan, las<br />

playas del área de Santiago, la punta Santiago y<br />

las playas de Manzanillo, para salir a la altura<br />

de punta Ventanas, donde se crea una pequeña<br />

contracorriente.<br />

52 MEDIO FÍSICO


a)<br />

b)<br />

FIGURA 1. atrón de circulación en la bahía de Mananillo: a) de ebrero a junio y b) de julio a enero. Fuente: elaborado por el autor segn clculos<br />

numricos basados en el modelo hidrodinmico numrico de aliciare , y avio y alicia .<br />

Descripción general de la circulación hidrodinámica en el litoral<br />

53


Por otra parte, de julio a enero la corriente<br />

mexicana suele predominar sobre las corrientes<br />

del norte y, por lo tanto, en este periodo la circulación<br />

dentro de la bahía podría ser en el sentido<br />

contrario a las manecillas del reloj (figura 1b).<br />

Los vientos dominantes son del sector sureste y<br />

se tiene la presencia de huracanes, siendo más<br />

frecuentes entre los meses de junio y octubre,<br />

alcanzando velocidades hasta de 15 m/s. En este<br />

caso se puede decir que el patrón de circulación<br />

se invierte respecto al anterior, es decir, el agua<br />

penetra por punta Ventanas, sigue la configuración<br />

de la costa bordeando el área de Manzanillo,<br />

la península de Santiago, el área de Santiago<br />

y finalmente la punta Juluapan, por donde sale<br />

de la bahía.<br />

Laguna de Cuyutlán<br />

Se localiza en el litoral del Pacífico mexicano, en<br />

la vertiente occidental de la costa de Colima<br />

entre las coordenadas 18° 55’ 00’’ y 19° 03’ 00’’<br />

de latitud N y 104° 02’ 00’’ y 104° 20’ 00’’ de longitud<br />

O. Tiene una longitud aproximada de<br />

375 km y una superficie de 7 200 ha. Está conformada<br />

por cuatro vasos (I, II, III y IV) y representa<br />

92% de los sistemas lagunares del estado.<br />

Los vasos permiten una transferencia limitada<br />

de agua, aportada principalmente por el flujo y<br />

reflujo de la marea y separados del área costera<br />

del Pacífico mexicano por una barra de arena,<br />

con extensión de 37 km y una anchura media de<br />

1 132 km, similar a la laguna (coremi 2001)<br />

(figura 2).<br />

Desde el siglo XVIII se tienen registros de problemas<br />

de materia orgánica en descomposición,<br />

mal olor, insalubridad y drástica disminución<br />

en la captura de peces, debido a que era un<br />

cuerpo de agua que no tenía comunicación con<br />

el mar, además de presentar nula circulación<br />

(Núñez-Fernández 1983).<br />

Para resolver tales problemas, a lo largo de los<br />

años se han realizado obras de mitigación para<br />

favorecer el intercambio de agua entre la laguna<br />

y el mar. Los resultados de dichas obras y su<br />

efecto en el grado de rehabilitación de la laguna<br />

propiciaron un impacto positivo en la circulación.<br />

El sistema lagunar, en su totalidad, es abastecido<br />

de agua marina por medio de tres comunicaciones<br />

artificiales que lo conectan con el<br />

Pacífico mexicano, el primero es El Túnel, que<br />

comunica la laguna con la bahía de Manzanillo<br />

desde 1937, el canal Ventanas, construido en<br />

1978 y el canal Tepalcates, del año 2000, establecido<br />

en un área con influencia de marea de tipo<br />

mixto semidiurno (cfe 2006).<br />

Las interacciones más importantes son a través<br />

de los canales de Tepalcates y Ventanas; la<br />

hidrodinámica lagunar depende totalmente de<br />

estos intercambios con el mar, ya que el aporte<br />

de agua dulce es casi inexistente.<br />

La característica de la corriente costera generada<br />

por el oleaje, que proviene –la mayor parte<br />

del año– principalmente del sector suroeste,<br />

genera un proceso de transporte de sedimentos<br />

que produce un azolvamiento continuo del<br />

canal Tepalcates y que hace oscilar la profundidad<br />

entre -1.2 y -0.20 m; las características del<br />

sedimento limitan la distancia de recorrido<br />

dentro del canal, ya que, por ejemplo, a una distancia<br />

de 200 m de la boca la profundidad<br />

54 MEDIO FÍSICO


FIGURA 2. aguna de Cuyutln. e muestran tambin los principales poblados.<br />

Descripción general de la circulación hidrodinámica en el litoral<br />

55


alcanza -4 m con una conformación batimétrica<br />

estable. Las velocidades de ingreso y egreso a<br />

través del canal Tepalcates son comparativamente<br />

menores a las del canal Ventanas, aunque<br />

el volumen de aporte no es tan distinto en función<br />

del área total de apertura de la boca de<br />

ambos canales.<br />

El transporte de sedimentos es significativo,<br />

únicamente en el área del canal Tepalcates, y es<br />

predominantemente ocasionado por la corriente<br />

costera generada por el oleaje (con ángulo de<br />

20° con referencia al plano de costa en una<br />

dirección sur-suroeste). Esto indica que la<br />

mayor parte del año el principal aporte de<br />

sedimentos proviene del material depositado en<br />

el área comprendida entre el canal Ventanas<br />

y el Tepalcates. El arrastre de sedimentos<br />

continentales por lluvias al canal Tepalcates se<br />

considera mínimo y, en el caso de Ventanas es<br />

inexistente.<br />

En los angostamientos del interior de la laguna<br />

se producen, como es de esperarse, altas velocidades<br />

(hasta 1.8 m/s), sobre todo en sicigias<br />

o mareas vivas (producidas cuando el Sol y la<br />

Luna se hallan en línea recta con la Tierra),<br />

debido a los fuertes gradientes de presión que<br />

se generan por desniveles entre los cuatro<br />

vasos.<br />

Dentro del sistema lagunar la batimetría se ve<br />

principalmente influenciada por un proceso de<br />

azolve continuo, ocasionado por el arrastre y<br />

depósito de limos orgánicos provenientes de los<br />

escurrimientos en época de lluvias, y en menor<br />

grado por el arrastre de sedimentos provenientes<br />

de la zona marina que sólo se manifiesta en la<br />

vecindad inmediata a ésta. La circulación al interior<br />

de la laguna, ocasionada principalmente por<br />

la marea a través de sus comunicaciones marinas,<br />

muestra velocidades promedio menores a<br />

los 0.2 m/s y direcciones de flujo que se alinean<br />

al eje lagunar y a la configuración de sus márgenes.<br />

El principal aporte de agua marina hacia el<br />

vaso I, antes de que se azolve el canal Tepalcates,<br />

es a través del paso del terraplén del ferrocarril y<br />

proviene del canal Tepalcates, existiendo transferencia<br />

de agua del vaso II al I, a velocidades<br />

superiores a los 0.50 m/s, mientras que el paso de<br />

agua del vaso I al II no alcanza velocidades<br />

mayores a los 0.10 m/s.<br />

Para condiciones de pleamar, en general, las<br />

velocidades no rebasan 0.10 m/s en gran parte<br />

de la laguna, mientras que en el canal de Llamada<br />

se llegan a presentar velocidades hasta de<br />

0.80 m/s, y en el canal del terraplén del ferrocarril<br />

se observan velocidades que alcanzan hasta<br />

los 1.8 m/s, debido a la reducción brusca del área<br />

hidráulica. En la zona del canal Tepalcates se<br />

presentan velocidades de 0.20 m/s como condición<br />

más común, aunque llegan a un máximo<br />

de 0.60 m/s en el área de ingreso al sistema<br />

lagunar.<br />

En los vasos I, II y III las profundidades se reducen<br />

a -1.5 m en promedio, con algunos canales<br />

que llegan a -2.0 m, aunque también se encuentran<br />

áreas con profundidades menores a -1.0 m,<br />

mientras que en los puntos de comunicación de<br />

los vasos lagunares y en el canal del terraplén<br />

del ferrocarril se tienen profundidades hasta de<br />

-6.0 m, debido al arrastre por las fuertes corrientes<br />

que se generan durante las etapas de pleamar<br />

y bajamar.<br />

56 MEDIO FÍSICO


En pleamar ingresa agua a la laguna por el canal<br />

Tepalcates y se ramifica siguiendo la configuración<br />

lagunar; una parte en dirección hacia el<br />

vaso II y la otra parte a través de la garganta de<br />

Tepalcates hacia los vasos III y IV (figura 2). En<br />

bajamar sólo se invierten los sentidos de las<br />

velocidades y el agua fluye hacia el mar. Los<br />

vasos III y IV reciben agua, aunque de manera<br />

limitada, a través del estrechamiento lagunar<br />

denominado garganta de Tepalcates, representando<br />

barreras físicas que limitan la circulación<br />

y que ocasionan bajas velocidades en flujo y<br />

reflujo (≤ 0.10 m/s). De esta manera se promueve<br />

el establecimiento de condiciones hipersalinas<br />

en la parte interna del vaso III y la totalidad del<br />

vaso IV.<br />

La condición actual de la circulación no evita el<br />

continuo azolve por aporte continental a la<br />

laguna (sobre todo en época de lluvias), siendo<br />

éste más evidente en los vasos III y IV. Se observa<br />

una menor capacidad de transferencia de sedimento<br />

desde el área costera.<br />

vientos y temporales que pueden generar oleaje<br />

en el interior de la laguna y también afectar la<br />

magnitud y dirección de las corrientes, debido a<br />

la fricción aire-agua, así como a las tormentas y<br />

huracanes que pueden modificar el intercambio<br />

de agua por las comunicaciones marinas.<br />

Los antecedentes de la circulación de mar<br />

abierto indican cuál puede ser el forzamiento<br />

que genera la circulación dentro de la bahía de<br />

Manzanillo. Por lo tanto, se recomienda realizar<br />

mediciones oceanográficas para determinar<br />

si la circulación en la bahía es controlada<br />

por un solo componente de la velocidad de la<br />

corriente o bien es controlada por la interacción<br />

entre ellos, y si varían por el efecto de la<br />

topografía. Además, es necesario contar con<br />

información de varios años con el fin de<br />

aumentar la confiabilidad en los cálculos de<br />

los modelos numéricos y así determinar con<br />

mayor seguridad las características de los<br />

patrones de circulación dentro de la bahía de<br />

Manzanillo.<br />

Conclusiones<br />

De acuerdo con los datos disponibles, las principales<br />

causas de variación hidrodinámica al interior<br />

de la laguna de Cuyutlán son: 1) la marea<br />

que penetra por sus comunicaciones marinas al<br />

canal Ventanas y al canal Tepalcates, y que es el<br />

factor principal que rige el comportamiento de<br />

la circulación en el sistema lagunar; 2) el oleaje<br />

costero, que llega a penetrar por las comunicaciones<br />

marinas pero sólo se manifiesta en la<br />

vecindad inmediata y se disipa rápidamente por<br />

el ensanchamiento brusco de las bocas, y 3) los<br />

Las mediciones se pueden hacer con instrumentos<br />

anclados al fondo marino (mediciones eulerianas)<br />

y mediante el uso de boyas de deriva<br />

(mediciones lagrangeanas), las cuales se dejan<br />

libremente y se registra su posición a determinado<br />

intervalo de tiempo. En conjunto estas<br />

mediciones permitirán describir con más detalle<br />

el patrón de circulación en la bahía de Manzanillo.<br />

Una vez que hayan sido analizados los<br />

datos se estará en posibilidades de concluir y<br />

dar resultados.<br />

Descripción general de la circulación hidrodinámica en el litoral<br />

57


Referencias<br />

Carbajal, N. y M.A. Galicia. 2002. Earthquake-induced<br />

helmholtz resonance in Manzanillo lagoon,<br />

México. Revista Mexicana de Física 48:192-196.<br />

cfe. <strong>Comisión</strong> Federal de Electricidad. 2006. Manifestación<br />

de impacto ambiental, modalidad regional<br />

terminal de gas natural licuado de Manzanillo.<br />

Universidad de Colima (ucol).<br />

Clemente-Ramírez, R. 1991. Análisis de la corriente<br />

superficial de marea en dos puntos fijos de la bahía<br />

de Manzanillo, Colima. Tesis de licenciatura. ucol.<br />

Colima, México.<br />

coremi. Consejo de Recursos Mineros. 2001. Programa<br />

de ordenamiento ecológico territorial de la<br />

subcuenca laguna de Cuyutlán. Colima.<br />

Galicia-Pérez, M.A. 1987. Modelación hidrodinámica<br />

numérica de las bahías de Manzanillo y Santiago.<br />

Tesis de maestría. Universidad Nacional Autónoma<br />

de México. México.<br />

————— . 1994. Aspectos de modelación numérica<br />

tridimensional de la bahía de Manzanillo. Geos<br />

14(5):2.<br />

Gaviño-Rodríguez, J. y M.A. Galicia-Pérez. 1993.<br />

Modelación hidrodinámica numérica de algunos<br />

cuerpos de agua de la zona económica exclusiva de<br />

México. Centro Universitario de Investigaciones<br />

Oceanológicas. ucol.<br />

Olivos-Ortiz, A.H., S.I. Quijano-Scheggia, G. García-Uribe,<br />

et al. 2005. Influencia de los parámetros<br />

fisicoquímicos en la distribución de los principales<br />

grupos fitoplanctónicos en las costas del estado<br />

de Colima durante el 2002. Ciencia en la frontera<br />

3(1):13-28.<br />

semar. Secretaría de Marina. 1973. Estudio geográfico<br />

de la región de Manzanillo. Dirección General<br />

de Oceanografía. Colima.<br />

Núñez-Fernández, E. 1983. Estudio ictiológico de la laguna<br />

de Cuyutlán, Colima, México. Características<br />

ambientales y poblacionales. Tesis de maestría. Universidad<br />

Nacional Autónoma de México. México.<br />

Torres-Orozco, E. 1993. Análisis volumétrico de las<br />

masas de agua del Golfo de California. Tesis de<br />

maestría. Centro de Investigación Científica y<br />

Educación Superior de Ensenada. México.<br />

58 MEDIO FÍSICO


Archipiélago<br />

de las Revillagigedo<br />

Gustavo Calderon-Riveroll<br />

El archipiélago de las Revillagigedo está constituido por las islas San<br />

Benedicto, Socorro, Clarión y el islote de Roca Partida (cuadro 1, figura 1).<br />

El 4 de junio de 1994 el gobierno mexicano declaró a estas islas como<br />

reserva de la biosfera, debido a que este grupo de islas volcánicas atrae<br />

grandes concentraciones de peces, tiburones y a las mantarrayas más<br />

grandes que se conocen.<br />

De las cuatro islas, Socorro es la más diversa en cuanto a flora, fauna y<br />

topografía se refiere. Es conocida mundialmente como “Las Galápagos<br />

Mexicanas”, lo cual la convierte en un destino popular para buceo autónomo<br />

por la existencia y avistamiento de delfines, tiburones, mantarrayas<br />

gigantes y otras especies pelágicas. Su origen es volcánico y está<br />

situada aproximadamente a 750 km al oeste de Manzanillo, Colima, y a<br />

386 km al sur de Cabo San Lucas, frente a la costa oeste del país (18° 48’ N,<br />

110° 59’ O). Sus dimensiones son de 16.5 por 11.5 km, con un área de<br />

132 km², por lo que tiene una superficie mayor que el resto de las islas del<br />

archipiélago. La isla se levanta abruptamente desde el fondo marino<br />

hasta una elevación de 1 130 msnm en su parte más alta, en la cima del<br />

monte Evermann. La isla cuenta con un aeropuerto para uso exclusivo<br />

del gobierno y la Armada de México.<br />

El monte Evermann es un volcán de tipo escudo cuya erupción más<br />

reciente ocurrió en 1993. Otras erupciones documentadas ocurrieron en<br />

1848, 1896, 1905 y 1951. La superficie de la isla está fracturada y presenta<br />

Calderón-Riveroll, G. 2016. Archipiélago de las Revillagigedo. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 59-62.<br />

59


FIGURA 1. ocaliación de las islas evillagigedo. Fuente: elaboración propia.<br />

60 MEDIO FÍSICO


cuevas, surcos, pequeños cráteres y numerosos<br />

barrancos. La isla está cubierta por un denso<br />

crecimiento de cactus y vegetación arbustiva.<br />

Existen afloramientos de lava en varios lugares,<br />

delineando las paredes de la mayoría de las<br />

barrancas. En la isla se encuentran instalaciones<br />

del sector naval perteneciente a la VI Región<br />

Naval con sede en Manzanillo, localizadas en la<br />

planicie volcánica del cabo Regla, con 50 marinos<br />

militares custodiando la isla. Una iglesia se<br />

localiza en el lado oeste de la bahía Vargas<br />

Lozano, la cual es una pequeña bahía con playa<br />

rocosa en donde se encuentra localizado un<br />

muelle de atraque. Existe un manantial de agua<br />

dulce aproximadamente a 5 km al noroeste de la<br />

ensenada Grayson (caleta Grayson).<br />

Marco tectónico del archipiélago<br />

de las Revillagigedo<br />

El archipiélago de las islas Revillagigedo se<br />

puede considerar como un grupo de volcanes<br />

intraplacas en la Placa del Pacífico. Estudios<br />

recientes con telemetría láser y gps (sistemas de<br />

geoposicionamiento) indican que este archipiélago<br />

se desplaza hacia el noroeste a razón de<br />

6 cm por año. La teoría de tectónica de placas<br />

indica que la actividad volcánica reciente en el<br />

archipiélago se debe a puntos calientes remanentes<br />

del salto y cambio de orientación de la<br />

dorsal del Pacífico oriental (de una posición al<br />

oeste y orientación noroeste de lo que es ahora<br />

la península de Baja California, a su posición<br />

actual y orientación noreste). En algún momento,<br />

durante la transición, la dorsal formó lo que<br />

ahora se conoce como la Dorsal de Matemáticos,<br />

cuya actividad de dispersión oceánica<br />

formó el archipiélago.<br />

Recopilación histórica<br />

No existe evidencia de asentamientos humanos<br />

antes del descubrimiento de las islas por parte<br />

de los exploradores españoles. Hernando de<br />

Grijalva y su tripulación descubrieron una de<br />

las islas el 21 de diciembre de 1533, a la cual<br />

CUADRO 1. Características de las islas evillagigedo. Fuente: elaboración propia.<br />

Nombre<br />

de isla<br />

Largo / ancho<br />

(km)<br />

Área<br />

(km 2 )<br />

Elevación máxima<br />

(m)<br />

San Benedicto<br />

(Santo Tomás)<br />

4.31 / 2.49 5.94 Bárcena (310)<br />

Islas interiores<br />

Socorro 16.81 / 15.62 132.06<br />

Monte Evermann<br />

(1 130)<br />

Roca Partida 0.24 / 0.07 0.014 (34)<br />

Islas exteriores<br />

Clarión<br />

(Santa Rosa)<br />

8.54 / 3.68 19.80 Monte Gallegos (335)<br />

Islas Revillagigedo 420 / 115 157.81<br />

Monte Evermann<br />

(1 130)<br />

Archipiélago de las Revillagigedo<br />

61


llamaron Santo Tomás. Cuatro días después<br />

descubrieron otra, a la cual llamaron Inocentes.<br />

En 1542, mientras exploraba nuevas rutas en el<br />

Pacífico, Ruy López de Villalobos redescubrió la<br />

isla Inocentes, a la cual renombró como Anublada,<br />

y a la que actualmente se le conoce como<br />

San Benedicto. En 1608, Martín Yáñez de<br />

Armita, a cargo de otra expedición, visitó la isla<br />

de Santo Tomás y cambió su nombre por el de<br />

Socorro, en honor a su esposa.<br />

Las otras dos islas fueron descubiertas en 1779<br />

por José Camacho, quien nombró Roca Partida a<br />

la pequeña isleta rocosa localizada en medio del<br />

archipiélago y Santa Rosa a la más occidental, la<br />

cual fue después renombrada como Clarión.<br />

Las islas de Revillagigedo fueron después visitadas<br />

por un gran número de exploradores:<br />

Domingo del Castillo (1541), Miguel Pinto<br />

(1772), Alexander von Humboldt (1811), Benjamín<br />

Norell (1825), Sir Edward Belcher (1839)<br />

–quien hizo la primera colección botánica de las<br />

islas– y Reeve (1848) –quien fue testigo de la<br />

erupción del volcán Evermann–. En 1865 la isla<br />

fue explorada por el ornitólogo Andrew Jackson<br />

Grayson, quien describió a la paloma de Socorro<br />

y al búho enano de Socorro. A principios del<br />

siglo XX, el doctor Barton Warren Evermann,<br />

director de la Academia de Ciencias de California,<br />

en San Francisco, promovió la exploración<br />

científica de la isla, obteniendo las colecciones<br />

biológicas más integrales de su tiempo. El volcán<br />

en la isla fue renombrado en su honor.<br />

El 25 de julio de 1861 el presidente de México,<br />

Benito Juárez, firmó un decreto que otorgaba el<br />

control territorial del archipiélago a Colima. Su<br />

plan era construir una colonia penal en la isla<br />

Socorro, lo cual nunca ocurrió. En 1957 la<br />

Armada de México estableció una base naval en<br />

esta isla y ha tenido presencia permanente desde<br />

entonces.<br />

El 21 de marzo de 1972, Pablo Silva García se<br />

convirtió en el primer gobernador de Colima en<br />

visitar las islas. Una placa fue develada para<br />

conmemorar el evento y reafirmar la soberanía<br />

de Colima sobre las islas. Las islas Revillagigedo<br />

siguen siendo propiedad de la federación mexicana,<br />

debido a que el decreto firmado por Benito<br />

Juárez sólo concedía tres años para edificar los<br />

penales. En caso de que no se construyera el<br />

penal o que con el tiempo se destruyera, las islas<br />

volverían a estar bajo la administración de la<br />

federación.<br />

La isla Socorro es un destino popular para buceo<br />

autónomo, conocido por la existencia y avistamiento<br />

de delfines, tiburones, mantarrayas<br />

gigantes y otras especies pelágicas. De las cuatro<br />

islas, Socorro es la más diversa en cuanto a flora,<br />

fauna y topografía se refiere. La isla Socorro es<br />

conocida mundialmente como “las galápagos<br />

mexicanas”. El 4 de junio de 1994 el gobierno<br />

mexicano las declaró como reserva de la biosfera.<br />

62 MEDIO FÍSICO


Riesgos de origen<br />

natural<br />

y antropogénico<br />

Mauricio Bretón González<br />

Juan José Ramírez-Ruiz<br />

El estado se caracteriza por la importante exposición a peligros de tipo<br />

sísmico, volcánico, hidrometeorológico y antropogénico, lo que genera<br />

importantes riesgos en sectores de la población y en la infraestructura,<br />

dentro de determinadas áreas.<br />

Los riesgos están siempre ligados a las actividades humanas. La existencia<br />

de un riesgo implica la presencia de un agente perturbador<br />

(fenómeno natural o generado por el hombre) que tenga la probabilidad<br />

de ocasionar daños a un sistema afectable (asentamientos humanos,<br />

infraestructura, planta productiva, etc.), en un grado tal que<br />

constituye un desastre. En términos cualitativos se entiende por<br />

riesgo a la probabilidad de ocurrencia de daños, pérdidas o efectos<br />

indeseables sobre sistemas constituidos por personas, comunidades o<br />

sus bienes, como consecuencia del impacto de eventos o fenómenos<br />

perturbadores. La probabilidad de ocurrencia de tales eventos, en un<br />

cierto sitio o región, constituye una amenaza, entendida como una<br />

condición latente de posible generación de eventos perturbadores. En<br />

forma cuantitativa el riesgo puede definirse como la función de tres<br />

factores: el peligro –o la probabilidad de que ocurra un fenómeno<br />

potencialmente dañino–, la vulnerabilidad y el valor de los bienes<br />

expuestos (Guevara 2006).<br />

La incidencia y frecuencia con la que los fenómenos naturales se presentan<br />

en Colima obliga a realizar una evaluación del riesgo desde distintas<br />

Bretón, G.M. y J.J. Ramírez-Ruiz. 2016. Riesgos de origen natural y antropogénico. En: La Biodiversidad en Colima.<br />

Estudio de Estado. conabio. México, pp. 63-70.<br />

63


áreas. Los riesgos que afectan al estado están<br />

contenidos en tres vertientes: riesgos geológicos,<br />

riesgos hidrometeorológicos y riesgos antropogénicos.<br />

Los riesgos de origen geológico básicamente<br />

incluyen a los fenómenos sísmicos, volcánicos,<br />

de inestabilidad de laderas, y algunas de las consecuencias<br />

de los sismos y erupciones volcánicas<br />

importantes, tales como tsunamis y lahares,<br />

estos últimos en combinación con lluvias abundantes.<br />

De todos ellos la sismicidad y el vulcanismo<br />

adquieren, en el estado, particular<br />

importancia, ya que su área de influencia abarca<br />

casi la totalidad del territorio estatal.<br />

Por su parte, los riesgos hidrometeorológicos<br />

incluyen a los ciclones en todas sus vertientes<br />

(depresión tropical, tormenta tropical y huracán,<br />

en sus cinco categorías); mientras que los<br />

riesgos antropogénicos contienen a los riesgos<br />

químicos y sanitarios. Todos estos fenómenos<br />

no sólo afectan a las poblaciones humanas e<br />

infraestructuras, sino que también tienen serias<br />

repercusiones en la biodiversidad.<br />

Sismos<br />

Desde el punto de vista tectónico, Colima está<br />

condicionado a los fenómenos generados por el<br />

proceso de subducción de las placas Rivera y<br />

Cocos, bajo la placa de Norteamérica. Esto<br />

genera zonas de extensión como el graben de<br />

Colima y zonas de compresión como la región<br />

costera paralela a la Trinchera Oceánica, las<br />

cuales originan regiones de alta sismicidad que<br />

han provocado sismos de alta magnitud durante<br />

el último siglo, como aquellos ocurridos en<br />

1900, 1932, 1941, 1973, 1995 y 2003 (Bretón<br />

2004).<br />

El sismo del 21 de enero del 2003 tuvo una magnitud<br />

de 7.6 grados en la escala Richter y su epicentro<br />

se situó frente a las costas de Colima.<br />

Este sismo fue sentido en todo el estado, así<br />

como en los estados vecinos, incluso sus efectos<br />

fueron percibidos en la Ciudad de México. La<br />

ciudades más afectadas fueron Colima, Villa de<br />

Álvarez, Coquimatlán, Armería, Tecomán y<br />

Manzanillo. Asimismo, se reportaron daños en<br />

25 municipalidades de los estados de Jalisco y<br />

Michoacán. El terremoto provocó en Colima la<br />

muerte de 21 personas y la afectación de aproximadamente<br />

12 mil viviendas, de las cuales cerca<br />

de tres mil se reportaron con daños severos y<br />

algunas tuvieron incluso que ser demolidas<br />

(Domínguez 2004).<br />

Tsunamis<br />

La posibilidad de ocurrencia de un tsunami en<br />

Colima es latente, ya que en la mayoría de los<br />

casos el tsunami se origina por los desplazamientos<br />

verticales extensos del fondo marino en<br />

las zonas de hundimiento de los bordes de placas<br />

tectónicas; por lo tanto, ocurre de forma<br />

simultánea con sismos de tipo tectónico con<br />

magnitud cercana o mayor a los siete grados<br />

Richter y cuyo foco se localiza a poca profundidad<br />

del océano (no más de 60 km). Por esta<br />

razón, los tsunamis se originan casi exclusivamente<br />

en las zonas de bordes de placas tectónicas<br />

activas, de modo principal en las costas o<br />

contornos del océano Pacífico. Por lo tanto, la<br />

zona costera de Colima reúne todas las características<br />

necesarias para la generación de tsuna-<br />

64 MEDIO FÍSICO


mis, no obstante, éstos han sido poco frecuentes.<br />

Se han registrado dos tsunamis destructivos en<br />

la región costera: uno en 1818 en El Real y otro<br />

en 1932 en Cuyutlán. Este último tuvo su origen<br />

en un sismo de magnitud 6.9 en la escala de<br />

Richter que ocurrió la mañana del 22 de junio,<br />

causando severos daños a los estados de Colima<br />

y Jalisco, y afectando un área de 650 m al interior<br />

de dicha población (Bretón et al. 2003).<br />

La ocurrencia de por lo menos dos tsunamis<br />

destructivos en los últimos 200 años, y las<br />

características tectónicas existentes en la zona,<br />

hacen evidente la probabilidad de ocurrencia de<br />

un evento similar en un futuro cercano (Bretón<br />

et al. 2003).<br />

Vulcanismo<br />

El complejo volcánico de Colima es otra manifestación<br />

tectónica en el estado, ya que en la<br />

región norte se localiza uno de los volcanes más<br />

activos del país. El volcán de Fuego de Colima<br />

es un estratovolcán (tipo de volcán cónico, compuesto<br />

por múltiples capas de lava endurecida,<br />

piroclasto y cenizas), de composición andesítica,<br />

que alcanza una altura de 3 860 msnm y es<br />

considerado el volcán más activo de México<br />

gracias a los más de 40 eventos eruptivos de<br />

consideración, de tipo explosivo y efusivo, ocurridos<br />

a lo largo de los últimos 500 años, entre<br />

los que destacan los de 1585, 1606, 1622, 1690,<br />

1818, 1869, 1872, 1890, 1903, 1913, 1975-1976,<br />

1998-1999, 2001-2003, 2005, 2007-2012, 2013 así<br />

como el proceso efusivo-explosivo de 2015.<br />

La actividad que el volcán mantiene hasta nuestros<br />

días nos demuestra que su comportamiento<br />

sigue el mismo patrón que en los últimos años:<br />

el estilo de actividad puede evolucionar hacia<br />

un escenario más violento, el cual podría culminar<br />

en una gran erupción y la generación de una<br />

columna eruptiva mayor a 15 km, la cual podría<br />

sostenerse por más de 24 horas (Navarro et al.<br />

2003). De ocurrir esto se produciría una fuerte<br />

lluvia de ceniza en un radio mayor a 30 km,<br />

generando además flujos piroclásticos por las<br />

pendientes en un radio de 15 km, tal como ocurrió<br />

en 1818 y 1913.<br />

Existen 90 centros de población, tanto de<br />

Colima como de Jalisco, que se encuentran<br />

directamente involucrados en el área de afectación<br />

de los volcanes. El número de posibles afectados<br />

es de aproximadamente 275 mil en Colima<br />

y 140 mil en Jalisco (Bretón 2011). Además, el<br />

riesgo volcánico ha quedado de manifiesto en<br />

las últimas erupciones, lo que ha determinado la<br />

reubicación de la comunidad La Yerbabuena,<br />

población asentada sobre depósitos volcánicos<br />

de erupciones históricas como la de 1913. De la<br />

misma forma, el área de bosque podría quedar<br />

devastada con una erupción de esas características,<br />

afectando la biodiversidad de la zona.<br />

Lahares<br />

Lahar es una palabra de origen indonesio, que<br />

describe a un flujo de lodo o un flujo de escombros<br />

originados en las pendientes de los volcanes<br />

cuando capas inestables de cenizas volcánicas y<br />

escombros se saturan de agua y fluyen pendiente<br />

abajo por los barrancos y cauces de los ríos. En<br />

el caso del volcán de Colima, los lahares se forman<br />

a partir de la saturación con agua de lluvia<br />

de materiales sueltos preexistentes, muchas<br />

Riesgos de origen natural y antropogénico<br />

65


veces de flujos piroclásticos del tipo de bloques<br />

y cenizas, los cuales poseen una gran porosidad y<br />

permeabilidad. Una vez saturados de agua estos<br />

materiales inician su movimiento como densos<br />

flujos de escombros que al recorrer una distancia<br />

aproximada de entre 5 a 10 km se transforman<br />

en flujos hiperconcentrados. Los lahares<br />

pueden ser de cualquier volumen y algunos son<br />

tan pequeños que fluyen a menos de un metro<br />

por segundo, mientras que otros son mucho<br />

más grandes y pueden fluir a varias decenas de<br />

metros por segundo, viajando a distancias de<br />

más de 100 km del volcán (Navarro y Bretón<br />

2008).<br />

En el volcán de Fuego de Colima, un número<br />

significativo de poblaciones se encuentran<br />

amenazadas por la formación de lahares. Estos<br />

fenómenos pueden provocar grandes daños<br />

ambientales y económicos al cubrir campos fértiles,<br />

casas y edificios. Los árboles, peñascos y<br />

otros escombros que recogen estos flujos, a su<br />

paso pueden arrasar con cualquier objeto a nivel<br />

del suelo. Por esta razón los lahares representan<br />

uno de los peligros volcánicos más importantes<br />

y que más afectación causan a las poblaciones<br />

humanas y a la biodiversidad.<br />

Ciclones<br />

Por otro lado, en la región costera la incidencia<br />

de ciclones (depresión tropical, tormenta tropical<br />

y huracán, en sus cinco categorías) representa<br />

un riesgo potencial en temporada de<br />

lluvias (mayo a noviembre). En este periodo es<br />

frecuente la ocurrencia de inundaciones y deslizamientos<br />

de laderas en las regiones de pendientes<br />

escarpadas, tal como ocurrió en octubre<br />

de 1959, cuando un huracán afectó la costa del<br />

estado (principalmente el puerto de Manzanillo)<br />

y provocó la muerte de 200 habitantes pertenecientes<br />

al pueblo de Minatitlán, situado a<br />

50 km de la costa del estado.<br />

Otros huracanes históricos que han afectado al<br />

estado ocurrieron en los años 1865, 1881, 1935,<br />

1942, 1944, 1954, 1955, 1982, 1983, 1986, 1987<br />

(Padilla 2006), 2011 y 2013, algunos de los cuales<br />

ocasionaron víctimas mortales. Una alta<br />

exposición al riesgo queda de manifiesto debido<br />

a asentamientos existentes en la zona costera<br />

(tanto regulares como irregulares) que concentran<br />

un alto número de habitantes en áreas claramente<br />

susceptibles a estos peligros.<br />

Inundaciones<br />

La región norte del estado es una de las zonas de<br />

mayor precipitación pluvial, registrándose lluvias<br />

del orden de 900 a 1 300 mm anuales,<br />

dependiendo de elevaciones relativas. Se puede<br />

considerar que esta zona norte es de las principales<br />

zonas de recarga de los mantos freáticos<br />

que conforman el sistema hidrológico en gran<br />

parte de la entidad.<br />

Las diferencias topográficas donde se ubican los<br />

arroyos que nacen aproximadamente a 8 km al<br />

sur del volcán de Fuego de Colima, les confieren<br />

una gran capacidad erosiva y de arrastre de<br />

material, especialmente en época de lluvias.<br />

Estas condiciones propician la formación de<br />

lahares, así como la ocurrencia de inundaciones.<br />

Uno de los eventos que más ha afectado en<br />

los últimos años, a las ciudades de Colima y<br />

Villa de Álvarez, ocurrió la tarde-noche del<br />

66 MEDIO FÍSICO


31 de agosto de 2001, cuando una fuerte lluvia<br />

en la zona norte de la ciudad, a la altura de la<br />

localidad de Joyitas, municipio de Villa de Álvarez,<br />

provocó el crecimiento anómalo del río<br />

Colima y del arroyo Pereyra. Tres personas<br />

murieron a consecuencia de este fenómeno<br />

(Bretón et al. 2011). Otro evento de gran impacto<br />

para la población ocurrió el 11 y 12 de octubre<br />

de 2011, con el impacto del huracán Jova, que<br />

causó grandes y graves daños en la infraestructura<br />

del estado, afectando a los diez municipios<br />

y cuantificándose las pérdidas en varios millones<br />

de pesos.<br />

Deslizamiento en laderas<br />

El deslizamiento de ladera es un término que se<br />

emplea para designar los movimientos de talud<br />

de materiales térreos que resultan de un desplazamiento<br />

hacia abajo y hacia afuera de suelos,<br />

roca y vegetación, bajo la influencia de la gravedad.<br />

Los tres principales tipos de deslizamiento<br />

en laderas son: los caídos o derrumbes (que<br />

incluyen los desprendimientos y vuelcos), los<br />

deslizamientos (que incluyen los rotacionales y<br />

traslacionales) y los flujos (que incluyen los de<br />

lodo, de tierra o suelo, los de avalancha de detritos,<br />

los flujos lentos y los lahares) (Mendoza y<br />

Domínguez 2006).<br />

Los deslizamientos, producto de la topografía<br />

contrastante en el estado, producen impactos<br />

especialmente a infraestructura de vialidades y<br />

en zonas con pendientes altas. Aunque los grandes<br />

centros de población no están amenazados<br />

directamente, en épocas de lluvias se incrementa<br />

mucho la vulnerabilidad de viviendas<br />

construidas sobre laderas montañosas. La afectación<br />

por estos deslizamientos puede afectar<br />

principalmente viviendas, vialidades, tierras de<br />

cultivos, bosques y vidas humanas.<br />

Estos movimientos pueden presentar velocidades<br />

variables, con aceleraciones de hasta 320<br />

km/h (Bretón et al. 2011). Los impactos de los<br />

deslizamientos generan pérdidas económicas<br />

anualmente debido al bloqueo de vialidades.<br />

Los sitios que tienen más afectación son: la<br />

población de Minatitlán, el km 33.2 de la carretera<br />

Colima-Minatitlán, el trayecto de la población<br />

de Comala a San Antonio, y el paso de La<br />

Salada, entre la autopista Colima-Manzanillo,<br />

sin que hasta la fecha se haya realizado una estimación<br />

de costos económicos. En zonas de<br />

impacto de deslizamientos se afecta ambientalmente<br />

a la cobertura vegetal, especialmente el<br />

área de bosque.<br />

Peligros y riesgos químicos<br />

Los fenómenos antropogénicos son aquellos<br />

producidos por influencia humana y que pueden<br />

originar desastres. Entre ellos los fenómenos<br />

químicos se destacan por su potencial de<br />

afectación en la salud de la población, el<br />

ambiente, la infraestructura y la economía. Los<br />

agentes químicos perturbadores son las propias<br />

sustancias químicas que cambian de estado<br />

físico, se transfieren o transforman debido a los<br />

cambios de presión y temperatura a los que se<br />

someten los recipientes que los contienen o las<br />

tuberías que los conducen, y los sistemas afectados<br />

son los conjuntos sociales, el ambiente y las<br />

instalaciones industriales (Ribera Balboa et al.<br />

2006).<br />

Riesgos de origen natural y antropogénico<br />

67


En el estado, como en muchos otros del país,<br />

las materias primas se transportan por carretera,<br />

ferrocarril, barco y tubería, hacia donde<br />

se utilizan en distintos procesos de fabricación.<br />

El transporte de sustancias químicas<br />

implica un riesgo, ya que en caso de que ocurra<br />

un accidente que provoque eventos como fuga,<br />

incendio, explosión o derrame del material, se<br />

puede ocasionar daño físico al ser humano, al<br />

medio ambiente y a la propiedad. Por esta<br />

razón es importante conocer los sitios en<br />

donde se producen las sustancias químicas, las<br />

rutas utilizadas en su transporte y cuáles son<br />

los lugares en donde se emplean, así como los<br />

residuos que se generan en los procesos de<br />

transformación y las características de peligrosidad<br />

que presentan.<br />

afectación ante la ocurrencia de fenómenos<br />

naturales como sismos, tsunamis, huracanes,<br />

deslizamientos, etc., que además podrían causar<br />

severos daños a la biodiversidad.<br />

Riesgos sanitarios<br />

El riesgo sanitario se define como la probabilidad<br />

de ocurrencia de un evento exógeno adverso,<br />

conocido o potencial, que ponga en peligro la<br />

salud o la vida humana, derivada de la exposición<br />

involuntaria de la población a factores biológicos,<br />

químicos o físicos, presentes en los<br />

productos, servicios o publicidad, en el medio<br />

ambiente o en el medio de trabajo (cofepris<br />

2004).<br />

Durante los últimos años el puerto de Manzanillo<br />

se ha convertido en uno de los principales<br />

puntos de almacenamiento y distribución de<br />

materiales peligrosos. El transporte de dichos<br />

materiales, ya sea por vía terrestre o marítima,<br />

representa una amenaza potencial en las zonas<br />

aledañas a las rutas utilizadas. Asimismo, el<br />

almacenamiento y tránsito de sustancias peligrosas<br />

en el puerto constituye un riesgo para las<br />

zonas habitacionales y turísticas cercanas. La<br />

ampliación del puerto y la creación de una planta<br />

regasificadora de gas natural, dentro del vaso II<br />

de la laguna de Cuyutlán, las obras de construcción<br />

de la empresa Z Gas del Pacífico y del gasoducto<br />

que cruza el estado desde el puerto de<br />

Manzanillo hasta la ciudad de Guadalajara, así<br />

como el tránsito de sustancias químicas que<br />

transcurre en un recorrido paralelo al anterior,<br />

son sólo algunas de las amenazas químicas existentes<br />

en la zona. Esta infraestructura se encuentra<br />

en zonas de alto riesgo por su posible<br />

Por su ubicación geográfica, su clima y su vocación<br />

comercial, Colima se encuentra en una<br />

zona de riesgo sanitario, debido a los elevados<br />

niveles de exposición de la población a las llamadas<br />

“enfermedades emergentes”, que tienen<br />

su origen en otros sitios del mundo pero que<br />

regularmente llegan al estado a través de los<br />

barcos que atracan en el puerto de Manzanillo.<br />

A su vez, los avances tecnológicos derivados del<br />

desarrollo industrial representan un serio riesgo<br />

para los asentamientos humanos ubicados geográficamente<br />

a su alrededor, si no tienen en<br />

cuenta los elementos de seguridad necesarios.<br />

Las enfermedades transmisibles y las intoxicaciones<br />

por alimentos y sustancias químicas se<br />

conceptualizan como acontecimientos con<br />

capacidad potencial o real de generar daños a la<br />

salud de la población, la cual requiere respuesta<br />

inmediata para limitar su diseminación (Bretón<br />

et al. 2011).<br />

68 MEDIO FÍSICO


El crecimiento económico y productivo del<br />

estado propicia un aumento de riesgos a la salud<br />

de la población en general y del personal ocupacional<br />

expuesto, ocasionados por el uso y<br />

manejo de productos como plaguicidas, fertilizantes,<br />

sustancias tóxicas, radiaciones, así como<br />

disposición sanitaria de excretas y de residuos<br />

sólidos que pueden afectar la calidad sanitaria<br />

del agua para uso y consumo humano.<br />

Conclusiones<br />

Geográficamente Colima presenta vulnerabilidad<br />

a la ocurrencia de eventos, tanto naturales<br />

como provocados por el hombre, los cuales<br />

podrían alcanzar tal magnitud que se rebasara<br />

la capacidad de respuesta oportuna a la sociedad.<br />

Un fenómeno perturbador en cualquiera de sus<br />

vertientes (geológico, hidrometeorológico, químico<br />

o sanitario), podría ocasionar graves afectaciones<br />

en la población: pérdida de vidas<br />

humanas, de bienes muebles e inmuebles y de<br />

biodiversidad; además, puede tener una repercusión<br />

en los aspectos social, económico y político<br />

de una población.<br />

El conocimiento de las amenazas, la zonificación<br />

de sus peligros y la determinación de áreas<br />

de riesgo, deberá ser el paso a seguir con la idea<br />

de fortalecer un sistema preventivo ante estos<br />

fenómenos y sus consecuencias. Por esta razón,<br />

la elaboración de un Atlas de Peligros y Riesgos<br />

deberá ser el primer paso para realizar acciones<br />

orientadas a prevenir y reducir riesgos, mitigar<br />

las pérdidas y daños que se puedan derivar del<br />

impacto de los fenómenos naturales perturbadores,<br />

permitiendo a las autoridades identificar<br />

las amenazas y las zonas con mayor vulnerabilidad<br />

para poder delimitar áreas potenciales de<br />

riesgo que requieran de atención prioritaria.<br />

Referencias<br />

Bretón-González, M. 2004. Los terremotos en la cultura.<br />

En: Renacimiento y grandeza, el primer terremoto<br />

del siglo XXI. Colima, 21 de enero de 2003. B. F.<br />

(coord.). Universidad de Colima (ucol), pp. 15-23.<br />

————— . 2011. El Volcán de Fuego de Colima. Seis<br />

siglos de actividad eruptiva (1523-2011). Umbrales<br />

y Vestigios. ucol.<br />

Bretón-González, M., T. Domínguez y C. Navarro.<br />

2003. El tsunami de 1932 en Cuyutlán, Colima. Reporte<br />

del Sistema Estatal de Protección Civil. Observatorio<br />

Vulcanológico, ucol.<br />

Bretón-González, M., Z. León, A. Campos, et al. 2011.<br />

Catálogo de riesgos en el estado de Colima. Zonificación<br />

y análisis de las principales amenazas naturales<br />

y antropogénicas, y estudio de vulnerabilidad<br />

de las edificaciones esenciales. En: El impacto de<br />

los fondos mixtos en el desarrollo regional. Consejo<br />

Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt)/Foro<br />

Consultivo Científico y Tecnológico (fccyt)/Red<br />

Nacional de Consejos y Organismos Estatales de<br />

Ciencia y Tecnología (rednacecyt). México.<br />

Bretón-González, M., J.J. Ramírez y C. Navarro. 2002.<br />

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de Colima, Mexico: 1519-2000. Journal of volcanology<br />

and geothermal Research 117:21-46.<br />

cofepris. <strong>Comisión</strong> Federal para la Protección contra<br />

Riesgos Sanitarios. 2004. Publicado el 13 de<br />

abril de 2004. En: , última<br />

consulta: 26 de junio de 2015.<br />

Riesgos de origen natural y antropogénico<br />

69


Domínguez, T. 2004. El sismo del 21 de enero. En:<br />

Renacimiento y grandeza, el primer terremoto<br />

del siglo XXI. F. Blanco Figueroa (coord.). ucol,<br />

pp. 30-34.<br />

Guevara, E., R. Quaas-Weppen y G. Fernández-Villagómez.<br />

2004. Lineamientos generales para la elaboración<br />

de atlas de riesgos. En: Atlas Nacional de<br />

Riesgos. Centro Nacional de Prevención de Desastres<br />

(cenapred)/Sistema Nacional de Protección<br />

Civil. México.<br />

Mendoza-López, J.M. y L. Domínguez-Morales. 2004.<br />

Estimación de la amenaza y el riesgo de deslizamientos<br />

en laderas. En: Guía básica para la elaboración<br />

de atlas estatales y municipales de peligros y<br />

riesgos. V. Ramos (coord.). cenapred/Sistema Nacional<br />

de Protección Civil, pp. 135-178.<br />

Navarro, C., A. Cortés y A. Téllez. 2003. Mapa de peligros.<br />

Volcán de Fuego de Colima. ucol. Gobierno<br />

del Estado de Colima. México.<br />

Navarro, C. 2008. Lahares en el volcán de Colima. En:<br />

, última consulta:<br />

10 de marzo de 2004.<br />

Padilla, R. 2006. El huracán del 59. Historia del desastre<br />

y reconstrucción de Minatitlán, Colima. ucol,<br />

Ayuntamiento de Minatitlán. Colima. México.<br />

Padilla-Velarde, E., R. Cuevas, G. Ibarra, et al. 2006.<br />

Riqueza y biogeografía de la flora arbórea del estado<br />

de Colima, México. Revista Mexicana de Biodiversidad<br />

77:271-295.<br />

Ribera-Balboa, R.D., M.E. Arcos-Serrano, C. Izcapa-<br />

Treviño y E. Bravo Medina. 2004. Identificación de<br />

peligros y riesgos químicos. En: Guía básica para<br />

la elaboración de atlas estatales y municipales de<br />

peligros y riesgos. V. Ramos (coord.). cenapred/<br />

Sistema Nacional de Protección Civil, pp. 251-308.<br />

70 MEDIO FÍSICO


S2<br />

MEDIO SOCIOECONÓMICO


72<br />

Pelecanus occidentalis, Leucophaleus atricilla. Fotografía: Leopoldo Vázquez.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Juan González-García<br />

Víctor Hugo Torres-Preciado<br />

Colima es la cuarta entidad más pequeña del país, en cuanto a superficie<br />

territorial se refiere, con una extensión de 5 627 km 2 . En la entidad el<br />

gobierno y la población, organizadas económicamente, están haciendo<br />

esfuerzos para que el crecimiento socioeconómico pueda desarrollarse<br />

dentro de un esquema de crecimiento en equilibrio con el ambiente. La<br />

presente contribución presenta los principales indicadores poblacionales,<br />

tales como tasas de crecimiento, distribución en el territorio, tasas de<br />

natalidad, morbilidad y mortalidad, así como información sobre las actividades<br />

económicas y productivas que actualmente se desarrollan en el<br />

estado, que de manera intrínseca pudieran representar niveles moderados<br />

de perturbación a la biodiversidad. Las actividades económicas principales,<br />

y por ende donde labora la población económicamente activa, se<br />

han inclinado hacia el sector servicios, por lo que las actividades productivas<br />

primarias y secundarias (agricultura y ganadería, minería e industria,<br />

respectivamente), en donde se realiza un uso intensificado de los<br />

recursos naturales, se han visto reducidas en las últimas fechas.<br />

Los niveles crecientes de alfabetización y escolaridad de la población en<br />

el estado son otros factores que pueden contribuir a la promoción de<br />

prácticas sociales con orientación en la conservación de la biodiversidad.<br />

Incrementos en los niveles de educación de la población, redundan<br />

potencialmente en una mayor conciencia para aspirar a alcanzar el equilibrio<br />

entre los ambientes social y natural, todo dentro de un contexto de<br />

equidad social y medioambiental en este siglo xxi.<br />

González-García, J. y V.H. Torres-Preciado. 2016. Resumen ejecutivo a Medio socioeconómico. En: La Biodiversidad<br />

en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, p. 73.<br />

73


Organización<br />

política<br />

Víctor Hugo Torres-Preciado<br />

En este apartado se describe la organización política del estado, con base<br />

en la división territorial y la estructura de gobierno. Ambos elementos<br />

influyen en las condiciones de biodiversidad de la entidad, de manera<br />

directa, a través de las políticas públicas relacionadas con la protección<br />

al medio ambiente, e indirectamente a partir de su influencia en el sistema<br />

económico y social del estado.<br />

División geopolítica<br />

Colima colinda con Jalisco (al norte, este y oeste), con Michoacán (al<br />

este y sur) y con el océano Pacífico (al sur y oeste) (inegi 2008a). Está<br />

organizado geopolíticamente en diez municipios: Armería, Colima,<br />

Comala, Coquimatlán, Cuauhtémoc, Ixtlahuacán, Manzanillo, Minatitlán,<br />

Tecomán y Villa de Álvarez (figura 1). El municipio con mayor<br />

extensión territorial es Manzanillo, con 1 578 km 2 , y el menor es Minatitlán,<br />

con poco más de 215 km 2 (cuadro 1).<br />

La división política interna está fundamentada en el municipio libre y su<br />

administración recae en el ayuntamiento, las juntas municipales y los<br />

comisarios municipales. El ayuntamiento está conformado por un presidente<br />

municipal, un síndico y regidores elegidos popularmente de<br />

forma directa. Los municipios tienen la obligación de proveer los<br />

siguientes servicios públicos básicos: agua potable y alcantarillado,<br />

74<br />

Torres-Preciado, V.H. 2016. Organización política. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 74-77.


FIGURA 1. División geopolítica y principales localidades de los diez municipios que conforman el estado. Fuente: elaboración propia<br />

con información del INEGI 2010.<br />

Organización política<br />

75


CUADRO 1. uperficie territorial y principales localidades de los municipios del estado. Fuente: elaboración<br />

propia con datos del Censo de Población y Vivienda, INEGI 2010.<br />

Municipio Superficie km 2 Principales localidades<br />

Armería 341.6 Ciudad Armería, Cofradía de Juárez, Rincón de López,<br />

Cuyutlán.<br />

Colima 668.2 Colima, Lo de Villa, Tepames, Estapilla.<br />

Comala 254.0 Comala, Zacualpan, Suchitlán, Cofradía de Suchitlán.<br />

Coquimatlán 320.2 Pueblo Juárez, Jala, Agua Zarca, La Sidra, La Esperanza.<br />

Cuauhtémoc 373.2 Quesería, El Trapiche, Buenavista, Alcaraces.<br />

Ixtlahuacán 468.7 La Presa, Las Conchas, Aquiles Serdán.<br />

Manzanillo 1 578.4 Manzanillo, Santiago, Salahua, Miramar, El Colomo,<br />

Camotlán de Miraflores.<br />

Minatitlán 215.0 Minatitlán, El Poblado, San Antonio, La Loma, La Guásima,<br />

Potrero Grande.<br />

Tecomán 834.7 Tecomán, Cerro de Ortega, Madrid, Caleras, Cofradía de<br />

Morelos.<br />

Villa de Álvarez 428.4 Villa de Álvarez, Juluapan, Pueblo Nuevo, El Mixcoate,<br />

Picachos, Joyitas, Nuevo Naranjal, El Naranjal, La Lima,<br />

Pastores, El Chivato.<br />

alumbrado público, limpieza de espacios públicos,<br />

mercados y centrales de abasto, panteones,<br />

rastros, construcción y manutención de calles,<br />

parques y jardines, así como servicio de seguridad<br />

pública y de tránsito (Constitución Política<br />

del Gobierno del Estado Libre y Soberano de<br />

Colima 2007).<br />

Gobierno<br />

La Carta Magna del Estado de Colima (2007),<br />

establece que el gobierno es republicano, popular<br />

y representativo. Al igual que el poder federal,<br />

el poder supremo de la entidad se divide en<br />

tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El<br />

Ejecutivo está a cargo del gobernador, quien es<br />

elegido por la ciudadanía para un periodo de<br />

seis años; tiene como principales facultades y<br />

obligaciones las que determina la Constitución<br />

y las leyes federales: promulgar, ejecutar y hacer<br />

cumplir las leyes que provienen de la Constitución<br />

del Estado; nombrar a los magistrados del<br />

Supremo Tribunal de Justicia y someterlos al<br />

Congreso para su aprobación; así como enviar<br />

anualmente al congreso local la Ley de Ingresos<br />

y el Presupuesto de Egresos, para su aprobación.<br />

Las acciones del Ejecutivo se apoyan en una<br />

estructura orgánica conformada por las secretarías<br />

de Gobierno, Finanzas, Administración,<br />

Desarrollo Social, Urbano y Rural, Educación,<br />

76 MEDIO SOCIOECONÓMICO


Salud, Fomento Económico, Cultura, Turismo y<br />

de la Juventud, así como de la Procuraduría de<br />

Justicia del Estado (Gobierno del Estado de<br />

Colima 2010).<br />

Por su parte, las funciones del Poder Legislativo<br />

se ejercen en el Congreso del Estado de Colima.<br />

La legislatura se conforma por 19 diputados elegidos<br />

por mayoría relativa y ocho por representación<br />

proporcional, misma que se renueva cada<br />

tres años. Entre sus facultades se encuentran las<br />

que otorga la Constitución Política de los Estados<br />

Unidos Mexicanos, la Constitución del<br />

Estado, las reformas de la propia Carta Magna<br />

estatal, así como la aprobación anual de la Ley<br />

de Ingresos y el Presupuesto de Egresos que<br />

envía el gobernador en turno (Constitución<br />

Política del Gobierno del Estado Libre y Soberano<br />

de Colima 2007).<br />

El Poder Judicial recae en el Supremo Tribunal<br />

de Justicia, los juzgados de Primera Instancia y<br />

Mixtos de Paz. La Ley Orgánica del Supremo<br />

Tribunal y la propia Constitución del Estado<br />

garantizan la independencia de los magistrados<br />

y jueces en el desempeño de sus funciones. Los<br />

magistrados y jueces duran seis años en su cargo<br />

y pueden ser reelectos, cada año deberán elegir<br />

al magistrado presidente o en su caso reelegirlo.<br />

Entre sus principales funciones se encuentran:<br />

resolver los conflictos entre municipios y entre<br />

poderes, actuando como tribunal de apelación o<br />

de última instancia ante negocios civiles o penales<br />

de fuero común, e iniciar leyes ante el Congreso<br />

del Estado.<br />

Referencias<br />

Congreso del Estado. 2007. Constitución Política del<br />

Gobierno del Estado Libre y Soberano de Colima.<br />

En: , última consulta:<br />

26 de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Periódico Oficial del Gobierno del Estado<br />

de Colima. En: , última consulta: 9 de agosto del 2013.<br />

——— . 2010. Plan Estatal de Desarrollo 2009-2015.<br />

En: , última<br />

consulta: 26 de junio de 2015.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />

Informática. 2008a. Anuario Estadístico de Colima,<br />

edición 2006. Mapas. En: , última consulta: 2 de<br />

mayo de 2007.<br />

segob. Secretaría de Gobernación. 2007. Información<br />

del Estado de Colima. Enciclopedia de los Municipios<br />

de México. En: , última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

Organización política<br />

77


Población<br />

José Manuel Orozco-Plascencia<br />

Crecimieno emorfico<br />

Según el xii Censo de Población y Vivienda (inegi 2010), el estado tuvo<br />

una población estimada de 650 555 personas. En términos absolutos la<br />

población de la entidad se incrementó en 82 559 personas entre 2005 y<br />

2010, ya que contaba con 567 966 habitantes en aquel año. Dicho aumento<br />

es resultado de una tasa bruta de natalidad promedio de 19.85 (la tasa<br />

bruta de natalidad se refiere al total de nacimientos por cada mil personas),<br />

así como de una tasa global de fecundidad de 2.2, la cual redundó<br />

en el registro de 13 077 nacimientos en 2010 (cuadro 1).<br />

De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población<br />

(conapo 2010) se espera que en el año 2030 la población alcance la cifra<br />

de 891 050 habitantes, esto generará efectos graduales en el crecimiento<br />

demográfico, la distribución por edades y géneros, la proporción urbano-rural,<br />

la densidad poblacional, las comunidades indígenas y el nivel<br />

de bienestar de la sociedad colimense (conapo 2010).<br />

En el ámbito nacional Colima es la segunda entidad menos habitada,<br />

sólo está por debajo de Baja California Sur, con 0.3% de la superficie<br />

total del territorio nacional, lo que equivale a una extensión geográfica<br />

de 5 627 km 2 . Cabe recordar que Colima es la cuarta entidad más<br />

pequeña del país, superando solamente a Tlaxcala, Morelos y el Distrito<br />

Federal (inegi 2010).<br />

78<br />

Orozco-Plascencia, J.M. 2016. Población. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />

pp. 78-85.


CUADRO 1. Población absoluta y densidad de población, por municipios del estado, 2010.<br />

Fuente: elaboración propia con datos del Censo de Población y Vivienda, INEGI 2010.<br />

Municipio<br />

Población<br />

Extensión<br />

territorial<br />

(km 2 )<br />

Extensión<br />

territorial<br />

(% municipal)<br />

Densidad de<br />

población<br />

(personas/km 2 )<br />

Categoría de<br />

densidad<br />

municipal<br />

Armería 28 695 341.6 6.2 84 5<br />

Colima 146 904 668.2 12.2 220 2<br />

Comala 20 888 254.0 4.7 82 6<br />

Coquimatlán 19 385 320.2 5.9 61 8<br />

Cuauhtémoc 27 107 373.2 6.8 73 7<br />

Ixtlahuacán 5 300 468.7 8.6 11 10<br />

Manzanillo 161 420 1 578.4 28.9 102 4<br />

Minatitlán 8 174 215.0 3.9 38 9<br />

Tecomán 112 726 834.7 15.3 135 3<br />

Villa de Álvarez 119 956 428.4 7.9 280 1<br />

Total 650 555 5 455 100.0 119 —<br />

Conforme al Censo de Población y Vivienda<br />

(inegi 2010) en las últimas décadas la tasa de<br />

crecimiento poblacional del estado ha mostrado<br />

caídas discrecionales que permiten entender su<br />

dinamismo demográfico.<br />

que Comala y Cuauhtémoc tuvieron las tasas<br />

más bajas con 1.3 y 1.1, respectivamente.<br />

Distribución por edades<br />

De 1950 a 1980 tuvo un crecimiento promedio<br />

de 3.8, entre 1980 y 2000 bajó a 2.3, mientras<br />

que en el periodo 2000-2005 declinó hasta 0.9,<br />

por debajo del crecimiento nacional que fue de<br />

1.15, y para el periodo 2005-2010 la tasa de crecimiento<br />

fue de 2.7, superando la media nacional<br />

que también se incrementó a 1.69 (figura 1).<br />

Con respecto al crecimiento promedio anual de<br />

las poblaciones municipales, Villa de Álvarez,<br />

Manzanillo y Armería presentaron los mayores<br />

rangos de crecimiento entre 2005 y 2010, con<br />

tasas de 3.6, 3.2 y 2.8, respectivamente, mientras<br />

Colima ha sufrido transformaciones sustanciales<br />

en la estructura de edades de su población.<br />

En 2005 el grupo de edad de 25 a 49 años fue el<br />

más importante, al incluir 33.8% de la población<br />

colimense. Mientras tanto, las categorías de 0 a<br />

4 y de 5 a 14 años representaron 9.1% y 18.8%,<br />

respectivamente. Para el año 2010 el grupo de<br />

edad de 25 a 49 fue de nuevo el más importante<br />

al incluir a 35.3% de la población colimense.<br />

Mientras tanto, las categorías de 0 a 4 y de 5 a 14<br />

años presentaron una disminución, al representar<br />

8.9% y 18.3%, r espectivamente (figura 2).<br />

Los resultados anteriores permiten identificar<br />

Población<br />

79


FIGURA 1. Tasa de crecimiento media anual de la población del estado, 1950-2010. Fuente: INEGI, Censos de<br />

Población y Vivienda, 1950-2010.<br />

FIGURA 2. Pirámide poblacional por sexos. Fuente: INEGI, anorama ociodemogrfico de Colima .<br />

80 MEDIO SOCIOECONÓMICO


que los grupos de menor edad están reduciendo<br />

la estructura piramidal de edades.<br />

Estas modificaciones son producto de la disminución<br />

en la tasa global de fecundidad en la<br />

entidad, ya que entre los años 2000 y 2012, ésta<br />

pasó de 2.6 a 2.2 hijos por mujer. La caída significativa<br />

del índice de relaciones de dependencia<br />

de la población es un dato ilustrativo del impacto<br />

que ha generado la reducción de la población<br />

menor de 15 años; mientras que en 1990 tal<br />

índice tenía un valor de 79.6, en 2005 su valor<br />

decreció a 61.5, y en 2010 su valor se redujo a 55,<br />

es decir, se ha estado reduciendo el número de<br />

personas menores a 14 años y mayores a 65 años,<br />

quienes dependen de la población ocupada de<br />

15 a 64 años (inegi 2010).<br />

Distribución por géneros<br />

En términos de distribución de género la población<br />

femenil casi siempre ha sido mayor que la<br />

varonil. A nivel nacional las mujeres representaron<br />

51.2% del total de la población en 2010. El<br />

estado ha seguido muy de cerca este patrón, ya<br />

que el sexo femenino significó 50.4% en el año<br />

de referencia (inegi 2010).<br />

En el contexto municipal se observa que Manzanillo<br />

concentró 50.2% de población masculina,<br />

mientras que en Minatitlán, 51.3% de su<br />

población estaba conformada por hombres. En<br />

Colima y Villa de Álvarez la población femenil<br />

significó 51.3%, porcentaje ligeramente superior<br />

al promedio nacional (inegi 2011).<br />

FIGURA 3. Población urbana, 2005. Fuente: INEGI 2010.<br />

Población<br />

81


Población urbana y rural<br />

Se considera una población rural cuando una<br />

localidad cuenta con menos de 2 499 habitantes,<br />

y una urbana al ser mayor que tal cantidad<br />

(inegi 2010). La tasa de crecimiento de la población<br />

rural ha disminuido gradualmente hasta<br />

alcanzar valores negativos: pasó de 1.5 a -0.3,<br />

entre 1950 y 2005, dicha disminución continuó<br />

para el periodo de 2005-2010, donde la tasa fue<br />

de -1.9 (figura 3). En cambio, la población<br />

urbana ha seguido un proceso acelerado de crecimiento,<br />

permaneciendo alto entre 1950 y 1970<br />

(4.8%), para después disminuir gradualmente a<br />

3.6 en 1990, 1.5 en 2005 y 0.2 en 2010.<br />

En 1960 se rebasa por primera vez el umbral de<br />

la población mayoritariamente urbana, con<br />

50.7% de participación. Para el año 2010, el<br />

estado tenía una población urbana de 88.7%,<br />

misma que habitaba en 15 localidades mayores a<br />

los 2 500 habitantes. En el municipio de Villa de<br />

Álvarez la población urbana equivalía a 98% de<br />

su población total, las más alta de la entidad,<br />

seguido por Colima con 93.5%. Mientras que el<br />

municipio de Ixtlahuacán pasó de ser un municipio<br />

netamente rural a tener un 51.2 de población<br />

urbana en 2010, debido a que en 2005 su<br />

población total era menor a los 2 500 habitantes<br />

(inegi 2010).<br />

Distribución y densidad<br />

de población<br />

La población de Colima está compuesta por 10<br />

municipios que se encuentran distribuidos en<br />

5 455 km 2 . La mayor concentración (83.1%)<br />

se ubica en cuatro municipios (Manzanillo,<br />

Colima, Villa de Álvarez y Tecomán). A nivel<br />

municipal la distribución territorial es dispareja,<br />

ya que tres municipios se encuentran localizados<br />

FIGURA 4. Densidad de población, por municipio del estado, 2010. Fuente: INEGI 2010.<br />

82 MEDIO SOCIOECONÓMICO


en 56.4% de la superficie territorial estatal; Manzanillo<br />

ocupa la primera posición al contar con<br />

1578.4 km 2 , seguido por Tecomán con 834.7 km 2<br />

y Colima con 668.2 km 2 . En contraste, los municipios<br />

de Minatitlán y Comala son los más<br />

pequeños de la entidad, representando 3.9 y 4.7%<br />

de la superficie total.<br />

En el ámbito nacional, en 2010 Colima contó<br />

con una densidad de población de 116 habitantes<br />

por km 2 , ubicándose entre las 10 entidades<br />

más densamente pobladas del país (inegi 2010).<br />

Del total de sus municipios sólo dos de ellos se<br />

encuentran por debajo de la densidad promedio<br />

del país: Villa de Álvarez ocupa la primera posición<br />

en el estado al concentrar a 280 personas<br />

por km 2 (figura 4), seguido por Colima y Tecomán<br />

con 220 y 135 personas por km 2 , respectivamente.<br />

Los municipios con menor densidad<br />

en el estado son: Ixtlahuacán, que sólo presenta<br />

11 personas por km 2 , y Minatitlán, con 38 habitantes<br />

por km 2 .<br />

Población indígena<br />

De acuerdo con el documento Diversidad biológica<br />

de México: estudio de país (conabio 1998),<br />

México cuenta con un mosaico étnico y cultural<br />

muy rico y variado que está compuesto por más<br />

de 60 grupos indígenas, de los cuales 65% está<br />

concentrado en los estados de Oaxaca, Chiapas,<br />

Quintana Roo y Yucatán. En contraste con esos<br />

estados, en Colima sólo 4 089 personas mayores<br />

a cinco años hablaban alguna lengua indígena,<br />

lo que representa 0.6% del total de población y<br />

1% de la población de cinco años y más en la<br />

entidad (inegi 2010), de ellos, 34.8% lo hacían<br />

en náhuatl, 19.4% en mixteco, 9.9% en purépecha,<br />

7.0% en zapoteco, 2.5% en mazahua,<br />

1.3% en otomí, 1.3% en amuzgo y 1.2% en maya.<br />

La población de habla indígena se encuentra<br />

distribuida espacialmente en los 10 municipios<br />

del estado. Por ejemplo, Tecomán y Manzanillo<br />

son las localidades que concentran la mayor<br />

cantidad de indígenas, con 39.5 y 28.6% del total<br />

estatal. Por su parte, Ixtlahuacán, Coquimatlán<br />

y Armería presentaron un número reducido de<br />

población indígena; 0.2, 0.7 y 3%, respectivamente,<br />

con respecto al total estatal, siendo los<br />

municipios con menos indígenas.<br />

Con respecto a la estructura de edades, son personas<br />

de entre 30 y 64 años y 57% corresponden<br />

al sexo masculino. Cabe destacar que la población<br />

indígena en Colima disminuyó de<br />

3 971 a 2 889 entre 1980 y 2005, lo que representó<br />

una baja de casi 1 000 personas en un<br />

lapso de 25 años, no obstante, en el periodo de<br />

2005 a 2010 hubo un incremento a 4 089, es<br />

decir, 1 200 personas en un periodo de tiempo<br />

relativamente corto (inegi 2010).<br />

Nivel de bienestar<br />

de la población<br />

El bienestar social en México no ha sido igual<br />

para todos sus habitantes. En 2010, de acuerdo<br />

con cifras del Consejo Nacional de Evaluación<br />

de la Política de Desarrollo Social (coneval), a<br />

nivel nacional la población en condiciones de<br />

pobreza fue de 52.1 millones de personas, de los<br />

cuales 12.8 millones se encontraban en condiciones<br />

de pobreza extrema, lo que representó<br />

46.3 y 11.4 por ciento del total de la población.<br />

Colima, con respecto a las 32 entidades de la<br />

Población<br />

83


República Mexicana ocupó el lugar número 25,<br />

en porcentaje de población en pobreza, y el<br />

30 en porcentaje de población en pobreza<br />

extrema. Por lo tanto, se ubica dentro de las<br />

10 entidades con menor pobreza en el país.<br />

En Colima 32.3% de la población vive en condiciones<br />

de pobreza moderada, y sólo 2.5% en<br />

pobreza extrema. En lo referente a los indicadores<br />

de marginación (conapo 2010), en el año<br />

2010 el índice de marginación del estado fue de<br />

-1.10, contando con cuatro municipios (Colima,<br />

Cuauhtémoc, Manzanillo y Villa de Álvarez)<br />

con grados muy bajos de marginación, cuatro<br />

más (Comala, Coquimatlán, Minatitlán y Tecomán)<br />

con grados bajos de marginación, y sólo<br />

dos (Armería e Ixtlahuacán) con grados medios<br />

de marginación (conapo 2010), destacando que<br />

no existe en la entidad algún municipio considerado<br />

de alta o muy alta marginación.<br />

El grado de marginación está sustentado por los<br />

siguientes indicadores de bienestar social: en<br />

2010 existían en el estado 180 488 viviendas, de<br />

las cuales 95.7% eran consideradas como casas<br />

independientes, 98.4% tenía agua entubada,<br />

98.5% contaba con drenaje, 99.0% con energía<br />

eléctrica, 95.5% con piso diferente de tierra y<br />

98.7% con sanitario. Todos estos indicadores<br />

ubican a Colima entre los estados con mayor<br />

bienestar social.<br />

Con respecto a la disponibilidad de bienes, en<br />

2010, 95.3% de los hogares tenía una televisión,<br />

92.4% un refrigerador, 72.1% lavadora y 33%<br />

contaba con una computadora (inegi 2010). En<br />

2010, de acuerdo al coneval, se destinaron<br />

recursos para 50 programas o acciones encaminados<br />

a mejorar el desarrollo social en la entidad,<br />

de los cuales cuatro fueron destinados a<br />

mejorar la alimentación, 14 estuvieron enfocados<br />

al bienestar económico, 13 para educación,<br />

dos del ramo de la salud, cuatro para la mejora<br />

del medio ambiente, tres para el combate a la<br />

discriminación, uno para mejorar las condiciones<br />

laborales y cinco para la mejora de las condiciones<br />

de vivienda, ejerciendo para dicho año<br />

563.59 millones de pesos en este tipo de programas.<br />

Referencias<br />

conabio. <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y<br />

Uso de la Biodiversidad. 1998. La diversidad biológica<br />

de México: estudio de país. México.<br />

conapo. Consejo Nacional de Población. 2010. En:<br />

,<br />

última consulta:<br />

10 de agosto de 2013.<br />

——— . 2010. Índice de Marginación. En: ,<br />

última consulta: 20 de julio del 2015.<br />

——— . 2010. Índices de marginación a nivel localidad<br />

en 2005. En: , última consulta: 26<br />

de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Situación demográfica de México. En:<br />

,<br />

última consulta:<br />

26 de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Situación demográfica de México. En:<br />

,<br />

última consulta:<br />

20 de julio del 2015.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />

2010. En:


TabuladosBasicos/Default.aspx?c=27303&s=est>,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. En: ,<br />

última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. Censo de Población y Vivienda. En:<br />

,<br />

última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. Esperanza de Vida. En: , última consulta: 26 de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Panorama Sociodemográfico de Colima.<br />

En: ,<br />

última consulta: 26 de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Panorama sociodemografico de Colima.<br />

En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

Población<br />

85


Salud<br />

José Manuel Orozco-Plascencia<br />

La salud es un indicador que incide directamente en el bienestar social de<br />

la población, incluso es tomado, junto con la educación y el ingreso,<br />

como un componente para medir el índice de desarrollo humano. Según<br />

el inegi, en el 2010, 97.87% de la población del estado era derechohabiente<br />

de una instancia de salud, ocupando el lugar 20 entre los 32 estados<br />

de la República Mexicana (inegi 2010). Este espacio ofrece la<br />

oportunidad de analizar temáticas puntuales relacionadas con el progreso<br />

de la salud, como esperanza de vida, mortalidad y morbilidad.<br />

Esperanza de vida<br />

La esperanza de vida es un indicador que permite identificar la cantidad<br />

de años promedio que viven las personas de cierta población, ello en<br />

función de su contexto socioeconómico. En México la esperanza de vida<br />

en 1930 era de 35.9 años, en 1980 de 67.0; para el 2010, según el inegi,<br />

este indicador fue de 77 años para las mujeres y de 71 para los hombres;<br />

en 2013 permaneció casi igual para las mujeres pero se ubicó en 72 años<br />

para los hombres (inegi 2010) Este crecimiento gradual ha sido motivado<br />

principalmente por los avances y la mejora de las condiciones de la<br />

salud de la población mundial. La esperanza de vida en el estado, en<br />

2010, se encontraba por encima del promedio nacional de 75.4 años, ya<br />

que fue de 76.5 años (conapo 2010).<br />

86 Orozco-Plascencia, J.M. 2016. Salud. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 86-89.


Mortalidad<br />

La mortalidad es una variable que permite identificar<br />

el número de personas que fallecen en un<br />

periodo dado y en una localidad determinada.<br />

Por ejemplo, del 2000 al 2010 fallecieron en<br />

México un promedio anual de 510 667 personas,<br />

presentándose la incidencia más alta en el 2010,<br />

con 592 018 decesos, de los cuales 16.94% fueron<br />

causados por enfermedades del corazón, 15.02%<br />

por tumores malignos, 12.88% por diabetes y<br />

6.89% por accidentes (inegi 2010).<br />

A nivel nacional, en 2010 la primera causa de<br />

muerte fueron las enfermedades del corazón<br />

con 17.4%, la segunda causa fue la diabetes con<br />

13.8%; este último dato es diferente al de<br />

Colima, ya que la segunda causa de muerte en el<br />

estado han sido por los tumores malignos (inegi<br />

2010) (cuadro 1).<br />

De acuerdo con información de la conapo, la<br />

tasa bruta de mortalidad del estado, entre 2000<br />

y 2010, casi se mantuvo estable (5.0 y 5.35, respectivamente),<br />

con un registro aproximado de<br />

cinco defunciones por cada 1 000 habitantes.<br />

Dicha tasa es muy parecida al promedio nacional<br />

de 4.8, ubicando a la entidad en el lugar<br />

número 15. En 2010 la mortalidad infantil en el<br />

estado fue de 3 223 defunciones, 5.6% correspondieron<br />

a menores de 15 años. De éstos, siete<br />

de cada 10 fueron menores de un año de edad.<br />

CUADRO 1. Defunciones generales y sus principales causas, 2010. Fuente: INEGI 2010.<br />

Causa Colima Estructura %<br />

Enfermedades del corazón<br />

546 16.94<br />

Tumores malignos 484<br />

Diabetes mellitus 415<br />

Accidentes 222<br />

15.02<br />

12.88<br />

6.89<br />

Enfermedades del hígado<br />

Enfermedades cerebrovasculares<br />

Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas<br />

Ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal<br />

Influenza y neumonía<br />

Desnutrición y otras deficiencias nutricionales<br />

179 5.55<br />

139 4.31<br />

90 2.79<br />

64 1.99<br />

69 2.14<br />

59 1.83<br />

Otras causas<br />

Total<br />

525<br />

3 233<br />

16.29<br />

100.00<br />

Salud<br />

87


Por otra parte, se estima que la tasa de mortalidad<br />

infantil para 2010, en el estado, fue de 10.8<br />

muertes de menores de un año por cada mil<br />

nacidos vivos, tres veces menor a la registrada<br />

en 1990, que fue cerca de 35 defunciones por<br />

cada mil. La mortalidad infantil en el estado no<br />

observa diferencias significativas por sexo: la<br />

tasa de mortalidad de los niños es tan sólo 0.8%<br />

más alta que la de niñas, sin embargo, por municipio<br />

solamente es mayor en Cuauhtémoc<br />

(14.7%), Colima (8.8%) y Tecomán (0.7%,) ya<br />

que en la mayoría de los otros municipios fallecieron<br />

más niñas; además, no hubo fallecimientos<br />

del sexo masculino menores de un año en<br />

Ixtlahuacán ni del sexo femenino en Cuauhtémoc,<br />

en ese mismo periodo. Los municipios de<br />

Manzanillo, Armería y Minatitlán presentan<br />

los niveles más altos de mortalidad infantil<br />

CUADRO 2. Distribución porcentual de las principales causas de muerte por grupos de edad, 2010. Fuente:<br />

elaboración propia con datos del Anuario Estadístico del Estado de Colima 2010.<br />

Grupos de edad y causas de muerte Porcentaje %<br />

Menores de 1 año 100.00<br />

Ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal 50.00<br />

Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas 27.30<br />

Desnutrición y otras deficiencias nutricionales 3.10<br />

Influenza y neumonía 3.10<br />

Las demás causas 16.50<br />

1 a 4 años 100.00<br />

Accidentes 35.70<br />

Tumores malignos 7.10<br />

Influenza y neumonía 7.10<br />

Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas 7.10<br />

Las demás causas 43.00<br />

5 a 14 años 100.00<br />

Accidentes 15.40<br />

Tumores malignos 11.50<br />

Anemias 11.50<br />

Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas 11.50<br />

Las demás causas 50.10<br />

88 MEDIO SOCIOECONÓMICO


(11.1, 10.8 y 9.8 por ciento, respectivamente). En<br />

contraste, el municipio de Colima registra la<br />

tasa más baja, 6.8 por ciento. En Colima, durante<br />

2010, las causas principales de defunción entre<br />

recién nacidos y niños de 14 años fueron: afecciones<br />

originadas en el periodo perinatal,<br />

accidentes, malformaciones congénitas, deformidades<br />

y anomalías cromosómicas, el grupo<br />

de desnutrición y deficiencias nutricionales, y el<br />

grupo de influenza y neumonía (cuadro 2).<br />

Morbilidad<br />

La morbilidad es el estudio de los efectos de una<br />

enfermedad en una población, tomando en<br />

cuenta la proporción de personas que se enferman<br />

en un sitio y tiempo determinados, e indicando<br />

aquellas enfermedades más recurrentes<br />

por las que un paciente egresa de un hospital.<br />

Por ejemplo, en 2010 la tasa de morbilidad más<br />

alta del país fue causada por las infecciones respiratorias<br />

y agudas, ya que debido a estas afecciones<br />

egresaron del hospital 28 millones 366 695<br />

pacientes.<br />

La segunda causa de morbilidad fue originada<br />

por infecciones intestinales y las mal definidas<br />

por otros organismos, al presentarse 4 millones<br />

923 459 personas; por último, la tercera y cuarta<br />

razones fueron las infecciones de vías urinarias<br />

y las úlceras gástricas, con 3 millones 671 340 y<br />

1 millón 564 669 salidas, respectivamente. Las<br />

tasas de morbilidad menores a mil personas se<br />

presentaron en enfermedades como: amibiasis<br />

intestinal, otitis media aguda, hipertensión<br />

arterial, diabetes, varicela, gingivitis, asma,<br />

intoxicación por picadura de alacrán, faringitis<br />

y amigdalitis, entre otras (Salud 2010).<br />

En total, en el país se registraron 45 millones<br />

080 477 entradas al hospital en 2010. En Colima<br />

los porcentajes más altos de morbilidad hospitalaria<br />

se registraron de la siguiente forma: 47.3%<br />

por embarazo, parto y puerperio; 4.9% por<br />

traumatismo y envenenamiento; 5.2% por enfermedades<br />

del sistema circulatorio; 3.9% debidas<br />

a enfermedades del sistema urinario y 3.8% por<br />

diabetes mellitus (Salud 2010).<br />

Referencias<br />

Congreso del Estado. 2010. Periódico Oficial del Gobierno<br />

del Estado de Colima. En: , última consulta: 9 de<br />

agosto del2013.<br />

——— . Plan Estatal de Desarrollo 2009-2015. En:<br />

, última consulta:<br />

26 de junio de 2015.<br />

Salud<br />

89


Educación<br />

José Manuel Orozco-Plascencia<br />

La educación es un componente fundamental para el desarrollo armónico<br />

de las sociedades y es un instrumento que también ha sido utilizado para<br />

medir el índice de desarrollo humano de las naciones. México presentó<br />

un índice de educación de 0.8190 en 2005, mientras que Colima hizo lo<br />

propio con 0.8325, valor por arriba del nacional, situándose en el sitio 14<br />

en el país (pnud 2005). A continuación se presentan algunos datos sobre<br />

el alfabetismo, la escolaridad y escolarización, así como sobre la educación<br />

ambiental en el estado.<br />

Alfabetismo<br />

Se considera alfabeto a una persona mayor de 15 años que tiene la capacidad<br />

de leer y escribir. En 2010 la tasa de alfabetismo en México era de<br />

93.1% pero 6.9% era considerado como analfabeto porque no contaba con<br />

instrucción. Por su parte, el estado presentó un incremento en su nivel de<br />

alfabetismo al pasar de 93% en 2005, a 94.9% en 2010. Sin embargo, 14.3%<br />

de esa población tiene la primaria incompleta, 5.1% la secundaria y 19.5%<br />

no tiene el bachillerato concluido (inegi 2010). Cabe señalar que el analfabetismo<br />

tiene mayor incidencia en las mujeres, ello en el contexto nacional.<br />

En el año de 2010, 8.1% de las mujeres mayores de 15 años no tenían<br />

instrucción básica (primaria y secundaria), mientras que para los hombres<br />

el parámetro fue de 5.6%. En Colima el dato es similar, ya que la<br />

condición de analfabetismo se presenta más acentuada para las mujeres,<br />

90<br />

Orozco-Plascencia, J.M. 2016. Educación. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />

pp. 90-94.


con 5.53%, mientras que en los hombres es de<br />

5.34%.<br />

Con respecto a las condiciones de alfabetismo,<br />

según la estructura de edades en el estado, el<br />

grupo de edad entre 15 y 19 años es el más alfabetizado,<br />

con 98.08%, mientras que el menos<br />

alfabetizado es el de 65 y más años con 75.81%<br />

(inegi 2010) (cuadro 1).<br />

Escolaridad<br />

El grado de escolaridad de la población mexicana<br />

pasó de 8.1 años, en 2005, a 8.6 años. En<br />

Colima pasó de 8.4 a 9 años en promedio, en el<br />

mismo lapso (inegi 2005, 2010). Aunque las<br />

cifras para la entidad son ligeramente más<br />

altas que los valores nacionales, aún falta<br />

mucho para alcanzar los niveles que presentan<br />

otros estados de la república mexicana, como<br />

el Distrito Federal y Nuevo León (10.5 y 9.8<br />

grados de escolaridad, respectivamente). En<br />

cuanto a género, los hombres presentan un<br />

grado mayor de escolaridad que las mujeres en<br />

el ámbito nacional: en 2010 los primeros<br />

tenían 8.7 y las segundas 8.4 años, mientras<br />

que en Colima las cifras para los hombres y las<br />

mujeres tienden a emparejarse (8.9 y 8.7 años,<br />

respectivamente).<br />

CUADRO 1. Población de 15 años y más, por grupo quinquenal de edad, según condición de alfabetismo y<br />

sexo. Fuente: elaboración propia con datos del Anuario Estadístico del Estado de Colima 2010.<br />

Grupo<br />

de edad<br />

Total<br />

Alfabeta Analfabeta No especificado<br />

%<br />

Hombres Mujeres<br />

Total Hombres Mujeres Hombres Mujeres<br />

Alfabetas<br />

15 a 19 62 323 30 838 30 294 98.1 61 132 523 274 182 212<br />

20 a 24 60 070 28 757 29 962 97.8 58 719 569 409 161 212<br />

25 a 29 53 136 25 228 26 591 97.5 51 819 659 430 107 121<br />

30 a 34 50 521 23 693 25 200 96.8 48 893 792 587 105 144<br />

35 a 39 48 863 23 049 24 301 96.9 47 350 721 593 98 101<br />

40 a 44 41 432 19 284 20 480 96.0 39 764 727 782 90 69<br />

45 a 49 35 812 16 653 17 403 95.1 34 056 783 830 69 74<br />

50 a 54 30 917 14 362 14 625 93.8 28 987 815 974 70 71<br />

55 a 59 23 301 10 677 10 564 91.2 21 241 845 1 089 59 67<br />

60 a 64 18 355 7 967 8 119 87.6 16 086 914 1 238 58 59<br />

65<br />

y más<br />

40 373 14 918 15 689 75.8 30 607 4 161 5 141 205 259<br />

Total 465 103 215 426 223 228 94.3 438 654 11 509 12 347 1 204 1 389<br />

Educación<br />

91


Con respecto a la escolarización, en el ciclo<br />

escolar 2010-2011 estaban registrados como inscritos<br />

en el estado 133 614 alumnos en educación<br />

básica (preescolar primaria y secundaria),<br />

en media superior había 31 532 alumnos y en el<br />

nivel superior 18 259.<br />

En el año 2010 la matrícula escolar, en educación<br />

preescolar, era de 23 769, 77 035 en pri maria,<br />

32 810 en secundaria, 1 878 en profesional-técnico,<br />

23 654 en bachillerato, 1 437 en la normal<br />

de maestros, 16 822 en licenciatura y 815 en posgrado<br />

(inegi 2010).<br />

programas académicos, en la capacitación para el<br />

manejo ambiental y en la promoción de valores y<br />

aptitudes ambientales en la comunidad universitaria.<br />

El ceugea, además, realiza diplomados,<br />

cursos y talleres para la incorporación ambiental<br />

en programas de educación media superior y<br />

seminarios con perspectiva ambiental en la educación<br />

superior. Asimismo, cuenta con programas<br />

de liderazgo ambiental, seminarios de<br />

ecología y sobre el manejo de áreas verdes (ceugea<br />

2009). Este proyecto se aborda en el apartado<br />

Gestión ambiental en la Universidad de Colima,<br />

que se incluye en esta obra.<br />

Educación ambiental<br />

Según Castro y Balzaretti (2000):<br />

La educación ambiental es un enfoque en el que,<br />

mediante diversos procesos se aclaran conceptos<br />

y se reconocen valores para fomentar las destrezas<br />

y actitudes que conducen a una relación equilibrada<br />

con el entorno, para la toma de decisiones<br />

y ejecución de acciones. Es un instrumento privilegiado<br />

que instituye una nueva ética que<br />

puede ser abordada por la pedagogía desde tres<br />

ámbitos: la educación formal (impartida en las<br />

escuelas); la informal (se promueve en la cotidianidad)<br />

y la no informal (procesos educativos al<br />

margen de la escuela).<br />

En el estado existen esfuerzos por promover los<br />

tres ámbitos educativos ambientales anteriormente<br />

referidos. Por ejemplo, en el terreno formal<br />

la Universidad de Colima cuenta con un<br />

Centro Universitario de Gestión Ambiental<br />

(ceugea), el cual tiene como objetivos los siguientes:<br />

incidir en los contenidos transversales de los<br />

Desde el punto de vista de la educación no<br />

informal, instancias de gobierno como el Departamento<br />

de Educación y Capacitación Ambiental<br />

de la Secretaría de Medio Ambiente y<br />

Recursos Naturales (semarnat), delegación<br />

Colima, coordina y desarrolla proyectos de formación<br />

y capacitación para mejorar la calidad<br />

en la gestión pública que llevan a cabo funcionarios<br />

del sector ambiental, la formación de<br />

promotores ambientales, el uso de alternativas<br />

más amigables con el medio ambiente, etc. Además,<br />

impulsa toda iniciativa que provenga de<br />

los jóvenes, las organizaciones sociales y la ciudadanía,<br />

que en general promueva la participación<br />

ciudadana y el desarrollo de la cultura<br />

ambiental (semarnat 2008).<br />

De acuerdo con información del Plan de Educación<br />

Ambiental para el Estado de Colima<br />

(Dirección Estatal de Ecología 2007), el Comité<br />

Estatal de Educación Ambiental para el Desarrollo<br />

Sustentable, abre convocatorias para apoyar<br />

a diferentes instituciones y organizaciones<br />

no gubernamentales, en la realización de proyectos<br />

que promuevan acciones para impulsar<br />

92 MEDIO SOCIOECONÓMICO


una cultura de respeto y cuidado del ambiente<br />

en la sociedad colimense. Utiliza como herramientas<br />

fundamentales la educación ambiental,<br />

la capacitación para el desarrollo sustentable y la<br />

comunicación educativa.<br />

De igual forma, la Dirección Estatal de Ecología<br />

de la Secretaría de Desarrollo Urbano del<br />

Gobierno del Estado de Colima (2007) promueve<br />

la educación ambiental, a través de concursos<br />

como el Séptimo Premio Estatal de<br />

Ecología “Dr. Miguel Álvarez del Toro”, en reconocimiento<br />

a quienes realicen o hayan realizado<br />

acciones relevantes en materia de protección,<br />

conservación y mejoramiento del ambiente, así<br />

como el manejo sustentable de los recursos<br />

naturales. Además, su sitio electrónico contiene<br />

una bitácora ambiental sobre el Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico de la Subcuenca<br />

Laguna de Cuyutlán.<br />

En lo que respecta a la educación informal, existen<br />

grupos de la sociedad civil que buscan ampliar<br />

el conocimiento ambiental de la entidad, entre<br />

ellos Bios-Iguana, organización que busca difundir<br />

la legislación en materia de preservación y<br />

cuidado del medio ambiente. Bios-Iguana<br />

actualmente administra el Museo de la Iguana,<br />

trabaja en brigadas de apoyo para la conservación<br />

de las tortugas marinas y realiza semanas<br />

de apoyo a la biodiversidad en los municipios de<br />

Colima.<br />

Finalmente, se presentan ejemplos de proyectos<br />

de educación ambiental que han sido aprobados<br />

por el Congreso del Estado de Colima, aunque<br />

con asignaciones modestas de recursos (aproximadamente<br />

medio millón de pesos para estos<br />

proyectos):<br />

• Secretaría de Desarrollo Urbano: a) cursotaller<br />

Actualización en educación ambiental,<br />

dirigido a docentes de nivel preescolar;<br />

b) reunión para diseñar la campaña práctica<br />

Cómo mejorar el ambiente en nuestro<br />

hogar; c) cursos-talleres Formación de promotores<br />

ambientales e Introducción a la<br />

comunicación ambiental.<br />

• semarnat: aplicación del curso-taller<br />

Encaucemos el agua.<br />

• Talleres del Instituto Tecnológico de Colima:<br />

a) Capacitación para la gestión integral de<br />

los residuos sólidos (Comala); b) Formación<br />

de jóvenes promotores ambientales; c) Jóvenes<br />

por un consumo sustentable.<br />

• ceugea de la Universidad de Colima:<br />

a) campaña Promoción de la Carta de la<br />

Tierra en el estado de Colima y b) Encuentro<br />

juvenil proambiental.<br />

• Bios-Iguana, A.C: Formación de promotores<br />

ambientales comunitarios.<br />

• Delegación Federal de semarnat en<br />

Colima: eventos masivos de cultura ambiental<br />

y plantación de árboles, en el marco del<br />

programa Pro-Árbol.<br />

Referencias<br />

Castro, E. y K. Balzaretti. 2000. La educación ambiental<br />

no formal, posibilidades y alcances. Educar 13. En:<br />

,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

ceugea. Centro Universitario de Gestión Ambiental.<br />

2009. Universidad de Colima. En: , última<br />

consulta: 20 de julio de 2015.<br />

Educación<br />

93


inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />

Informática. 2005. En: , última<br />

consulta: 20 de julio de 2015.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />

2010. En: ,<br />

última consulta: 20<br />

de julio de 2015.<br />

——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. Censo de Población y Vivienda. En:<br />

,<br />

última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />

2010. Esperanza de Vida. En: ,<br />

última consulta: 26 de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Panorama Sociodemográfico de Colima.<br />

En: ,<br />

última consulta: 26 de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Panorama sociodemográfico de Colima.<br />

En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

pnud. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.<br />

2005. Informe sobre Desarrollo Humano<br />

México 2004: el reto del desarrollo local. Mundi-Prensa.<br />

México.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2008. Delegación Colima. En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

94 MEDIO SOCIOECONÓMICO


Economía<br />

Víctor Hugo Torres-Preciado<br />

En este apartado se describen las principales características económicas<br />

del estado, las cuales permiten contextualizar al sociosistema asociado a<br />

la biodiversidad de la entidad. Para tal efecto es necesario entender a la<br />

economía estatal como un sistema en el que interactúan empresas, consumidores<br />

y gobierno, para producir bienes y servicios que satisfacen las<br />

diferentes necesidades de la sociedad. Para caracterizar dicho sistema se<br />

utilizaron dos variables: la producción de bienes y servicios, y el nivel de<br />

empleo. Se parte de reconocer que la producción de bienes y servicios se<br />

lleva a cabo mediante la utilización de los factores de la producción, trabajo,<br />

capital y tierra. Este último factor, directamente relaciona la economía<br />

con la biodiversidad, a partir del aprovechamiento de los recursos<br />

naturales. Para este estudio se utilizaron datos del periodo 2006-2010.<br />

Distribución del producto interno bruto (PIB)<br />

y la población ocupada (PO) por sector<br />

Una forma de conocer si el sistema económico funciona adecuadamente<br />

es observando el comportamiento, a través del tiempo, del nivel de producción<br />

de bienes y servicios. Esto se puede evaluar mediante la utilización<br />

del producto interno bruto (pib); este indicador mide la producción<br />

total de bienes y servicios finales de las unidades económicas ubicadas al<br />

interior del estado, a precios de mercado.<br />

Torres-Preciado, V.H. 2016. Economía. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />

pp. 95-100.<br />

95


Al respecto, en la figura 1 se muestra que el pib<br />

de la entidad ha evolucionado favorablemente<br />

durante el periodo de 2006 a 2010 (el pib se ha<br />

calculado a precios del 2003), siendo entonces<br />

el pib real (producción de bienes y servicios<br />

finales producidos en un país) lo que se describe<br />

en esa gráfica. El cálculo del pib real consiste<br />

en dividir el pib nominal (valor total de los<br />

bienes y servicios a precios de cada año) entre<br />

un ipc (índice de precios); por ejemplo, el índice<br />

de precios al consumidor o el deflactor del pib<br />

(variaciones de los precios), entre otros, con lo<br />

cual se elimina el efecto de los precios en la producción.<br />

Con excepción de 2009, año en que se<br />

observa una disminución en la actividad económica<br />

general en Colima, se advierte un<br />

periodo de prosperidad en la producción económica.<br />

El sistema económico de Colima se clasifica en<br />

tres sectores productivos: primario, secundario<br />

y terciario. El sector primario incluye las actividades<br />

agrícolas, pecuarias, silvícolas y las de<br />

caza y pesca, las cuales dependen ampliamente<br />

de los recursos naturales y se caracterizan por<br />

contar, en términos generales, con tecnologías<br />

poco actualizadas. Por su parte, el sector secundario<br />

(también denominado industrial) está<br />

conformado por las actividades de transformación,<br />

tales como la manufactura de productos, e<br />

incluye la producción de electricidad, construcción<br />

y abastecimiento de agua, entre otras actividades.<br />

Finalmente, el sector terciario, o de<br />

servicios, incluye las actividades de servicios de<br />

hotelería, restaurantes, bancarios, de educación,<br />

transporte, turismo y comercio de bienes y servicios<br />

finales.<br />

De acuerdo con la figura 2, en 2006 el sector<br />

terciario contribuyó con 53.5% de la producción<br />

económica total del estado, seguida del<br />

sector secundario con 33.6% y el primario con<br />

FIGURA 1. Evolución del producto interno bruto (PIB) del estado (precios de 2003). Fuente: anuarios<br />

estadísticos del estado de Colima, 2006 a 2010, y consulta interactiva de datos.<br />

96 MEDIO SOCIOECONÓMICO


6.1%. En los siguientes años esta estructura ha<br />

prevalecido con un ligero aumento en la participación<br />

del sector secundario y una mínima<br />

disminución en la contribución del sector servicios.<br />

Esta situación significa que el sector terciario<br />

es de primordial importancia para la<br />

actividad económica estatal, en relación con los<br />

sectores primario y secundario. Este esquema<br />

puede ser interpretado desde varias perspectivas,<br />

una de las cuales establece que las actividades<br />

de servicios agregan más valor al bien y<br />

servicio final que el ofertado, en comparación<br />

con el resto de actividades en los otros sectores.<br />

vez, los agentes involucrados en el sector primario<br />

enfrentan serios problemas de intermediación<br />

en la comercialización de sus productos,<br />

evitando la venta directa y favoreciendo las ventas<br />

a precios bajos. Sin embargo, el sector primario<br />

es la fuente de alimento, vestido y<br />

medicina para la sociedad, lo cual le da una<br />

importancia cualitativa mayor respecto al resto<br />

de los sectores. De manera particular, la producción<br />

primaria no ha evolucionado favorablemente,<br />

en comparación con la producción total<br />

del estado. Se observa una pequeña disminución<br />

en los años de análisis (figura 3).<br />

Por su parte, el sector primario se sitúa como la<br />

parte productiva más débil de la economía colimense.<br />

La poca importancia, en términos de<br />

producción, se relaciona con la presencia de<br />

unidades de producción primaria que utilizan<br />

tecnología obsoleta, lo cual da lugar a bajos<br />

niveles de productividad y valor agregado. A su<br />

Desde el punto de vista económico, la actividad<br />

más importante al interior del sector primario es<br />

la agricultura, seguida de la pecuaria, la pesca y la<br />

silvicultura. Por ejemplo, en 2010, 66% corresponde<br />

a las actividades agrícolas (cultivos cíclicos<br />

y perennes), 26.8% a las pecuarias (producción<br />

de carne en canal, leche, pieles, lana, huevo, miel<br />

FIGURA 2. Distribución sectorial del producto interno bruto (PIB) del estado. Fuente: elaboración propia con<br />

información del INEGI, anuarios estadísticos del estado de Colima, 2006 a 2010, y consulta interactiva de<br />

datos.<br />

Economía<br />

97


FIGURA 3. Evolución del producto interno bruto (PIB) del sector primario del estado. Fuente: elaboración<br />

propia con información del INEGI, anuarios estadísticos del estado de Colima, 2006 a 2010, y consulta<br />

interactiva de datos.<br />

y cera), 7% a la pesca y solamente 0.2% a la producción<br />

silvícola maderable y no maderable.<br />

Respecto a la agricultura, los productos perennes<br />

representaron 78% del valor total de la producción<br />

agrícola en el estado, sobresaliendo los<br />

cultivos de limón y plátano, que en conjunto<br />

representan 33.2% del valor total de éstos. Un<br />

66.7% restante corresponde a los cultivos cíclicos,<br />

sobresaliendo el melón, el jitomate y el chile<br />

verde, que en conjunto reúnen 52% del valor<br />

total de este tipo de cultivos.<br />

En el caso de la actividad pecuaria, la producción<br />

de carne en canal representa 81.1% de su<br />

valor total, y al interior de esta última actividad<br />

la carne de aves representa 57.8% y la porcina<br />

32.5%. En cuanto a la actividad forestal maderable<br />

sobresale la explotación de las latifoliadas y<br />

las coníferas, con 23% y 7.1% del valor total producido,<br />

respectivamente, mientras que en la<br />

actividad pesquera el mayor valor producido<br />

proviene del atún, el barrilete y el camarón cultivado,<br />

con 63.3, 16.9 y 7.2% del valor total, respectivamente<br />

(sagarpa, 2010).<br />

Empleo<br />

Además del pib, otra alternativa para conocer el<br />

funcionamiento del sistema económico es a<br />

partir de la generación de empleo. Debido a que<br />

el pib y el nivel de empleo están estrechamente<br />

vinculados, es de esperar que cuanto mayor sea<br />

la actividad económica, como el aumento del<br />

crecimiento económico (pib), mayor será la ocupación;<br />

en otras palabras, mayor será el número<br />

de personas que obtengan un puesto de trabajo<br />

y menor la tasa de desempleo.<br />

98 MEDIO SOCIOECONÓMICO


FIGURA 4. Distribución sectorial de la población ocupada en el estado, 2010. Fuente: elaboración propia con<br />

datos del Anuario Estadístico de Colima 2010.<br />

En Colima la población ocupada en 2010 fue de<br />

128 913 personas (figura 4). Al revisar los sectores<br />

económicos se observa que el sector industrial<br />

(secundario) se ha consolidado como la<br />

principal actividad proveedora de empleo en el<br />

estado; lo sigue el sector servicios (terciario) con<br />

46.16% y, por último, el sector primario, con<br />

menos de 5% de aportación de empleo para la<br />

entidad (inegi 2010).<br />

Referencias<br />

conagua. <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 2011. Situación<br />

del subsector agua potable, alcantarillado<br />

y saneamiento. En: , última consulta: 26<br />

de junio de 2015.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />

2010. En: ,<br />

última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. Censo de Población y Vivienda. En:<br />

,<br />

última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. Esperanza de Vida. En: , última consulta: 26 de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Panorama Sociodemográfico de Colima.<br />

En: ,<br />

última consulta: 26 de junio de 2015.<br />

Economía<br />

99


——— . 2010. Panorama sociodemografico de Colima.<br />

En: ,<br />

última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

——— . 2012. Anuario Estadístico de Colima 2012.<br />

En: ,<br />

última<br />

consulta: 26 de junio de 2015.<br />

sagarpa. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />

Rural, Pesca y Alimentación. 2010. Programas<br />

procampo. En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

sedur. Secretaría de Desarrollo Urbano del Gobierno<br />

del Estado de Colima. 2007. Plan de Educación<br />

Ambiental para el Estado de Colima. Dirección Estatal<br />

de Ecología. México.<br />

100 MEDIO SOCIOECONÓMICO


Infraestructura<br />

Víctor Hugo Torres-Preciado<br />

En el presente apartado se describe el acervo de la infraestructura de<br />

transporte, energética y de abastecimiento de agua con que cuenta<br />

Colima. La infraestructura es un factor productivo importante para el<br />

desarrollo económico y social de la entidad, sin embargo, su construcción<br />

también significa ejercer diferentes niveles de intervención en los<br />

ecosistemas naturales del estado, por lo que en este apartado también se<br />

esbozarán los tipos de impactos potenciales que resultan de la infraestructura<br />

productiva.<br />

Transporte<br />

En este ámbito se considera que el estado cuenta con una red de carreteras<br />

adecuada y suficiente para promover la actividad económica al interior<br />

de la entidad. En 2005 Colima contaba con 2 135 km de carreteras;<br />

para 2011 habían aumentado a 2 275 km, es decir, un aumento promedio<br />

anual de 1.06% (inegi 2012).<br />

La red carretera en el estado se caracteriza porque la mayor longitud<br />

corresponde a los caminos rurales, seguidos de las vías secundarias<br />

(accesos a la red troncal) y las troncales (carreteras interestatales o con<br />

tránsito de larga distancia). Estas cifras parecen indicar que se está fortaleciendo<br />

la interconexión al interior del estado, principalmente en áreas<br />

geográficas próximas entre sí.<br />

Torres-Preciado, V.H. 2016. Infraestructura. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />

pp. 101-106.<br />

101


Por otro lado, en los últimos años parece evidente<br />

la disminución en la dotación (construcción)<br />

de carreteras troncales destinadas al tránsito de<br />

largas distancias (cuadro 1).<br />

cuales 53% correspondía a automóviles y 36% a<br />

vehículos de carga, y en menor proporción se<br />

encuentran los camiones de pasajeros y las<br />

motocicletas (cuadro 2).<br />

Contrario a lo que sucede en la red de caminos<br />

secundarios, la longitud de caminos rurales disminuyó<br />

durante el periodo 2005-2011, con una<br />

tasa promedio de 0.67% por año; no obstante, la<br />

mayor dotación de infraestructura carretera en<br />

el estado sigue perteneciendo a los caminos<br />

rurales. De esta forma la infraestructura carretera<br />

cumple con el objetivo de apoyar el progreso<br />

económico de la entidad, facilitando el<br />

tránsito vehicular entre las diferentes áreas geográficas<br />

del estado, incluso hacia el exterior.<br />

Esto es particularmente relevante si consideramos<br />

que en 2011 el número de vehículos automotores<br />

ascendió a 223 820 unidades, de los<br />

Si bien la infraestructura carretera ha tenido un<br />

avance importante, no es la única que contribuye<br />

al desarrollo de la entidad, también se<br />

cuenta con infraestructura ferroviaria, portuaria<br />

y aérea. Por ejemplo, en 2005 el estado contaba<br />

con 251 km de vías férreas, de las cuales la<br />

mayor proporción corresponde a la red troncal y<br />

en menor medida a la red auxiliar y de particulares<br />

(inegi 2012).<br />

Es importante destacar que la red ferroviaria<br />

cumple un papel esencial para el desarrollo del<br />

sector manufacturero del estado, particularmente<br />

de la industria de la transformación y la<br />

CUADRO 1. Longitud de la red carretera municipal (en km), por tipo de camino en el estado, 2010. Fuente:<br />

elaboración propia con información del Anuario Estadístico de Colima, INEGI 2012.<br />

Municipio Total<br />

Troncal Secundaria Caminos rurales y vecinales<br />

Pavimentadas Pavimentadas Revestidas Pavimentados Revestidos Empedrados<br />

Armería 121 34 38 0 18 23 4<br />

Colima 262 69 75 3 50 49 4<br />

Comala 140 0 32 5 12 40 18<br />

Coquimatlán 64 0 14 0 32 19 0<br />

Cuauhtémoc 159 38 80 2 0 5 16<br />

Ixtlahuacán 217 0 45 11 69 78 0<br />

Manzanillo 396 155 83 31 47 61 1<br />

Minatitlán 212 23 19 7 6 95 31<br />

Tecomán 291 97 101 11 45 21 8<br />

Villa de Álvarez 53 0 46 0 0 6 0<br />

Total 2 275 416 533 69 279 755 82<br />

102 MEDIO SOCIOECONÓMICO


CUADRO 2. Vehículos de motor en circulación, por municipio, 2010. Fuente: elaboración propia con datos del Anuario Estadístico del Estado de Colima 2010.<br />

Camiones<br />

Municipio Total Porcentaje Automóviles Porcentaje de Porcentaje<br />

pasajeros<br />

Camiones<br />

Porcentaje Motocicletas Porcentaje<br />

de carga<br />

Armería 8 028 3.6 2 547 2.1 11 1.5 4 677 5.8 793 3.3<br />

Colima 70 096 31.3 41 595 35.1 345 46.7 20 700 25.7 7 456 31.3<br />

Comala 5 274 2.4 2 159 1.8 7 0.9 2 891 3.6 217 0.9<br />

Coquimatlán 5 227 2.3 1 934 1.6 4 0.5 2 835 3.5 454 1.9<br />

Cuauhtémoc 8 891 4 3 891 3.3 7 0.9 4 767 5.9 226 0.9<br />

Ixtlahuacán 1 604 0.7 489 0.4 4 0.5 1 082 1.3 29 0.1<br />

Manzanillo 51 343 22.9 27 598 23.3 242 32.7 17 069 21.2 6 434 27<br />

Minatitlán 2 009 0.9 721 0.6 2 0.3 1 247 1.5 39 0.2<br />

Tecomán 30 693 13.7 12 202 10.3 99 13.4 14 395 17.9 3 997 16.8<br />

Villa de<br />

Álvarez<br />

40 655 18.2 25 515 21.5 18 2.4 10 919 13.6 4 203 17.6<br />

Total 223 820 100 118 651 100 739 100 80 582 100 23 848 100<br />

Infraestructura<br />

103


minería, ya que en 2011, 88% de la carga total<br />

transportada por este medio correspondió a<br />

productos minerales e industriales.<br />

Por otro lado, el estado cuenta con uno de los<br />

puertos más importantes del país en el manejo<br />

de carga marítima con destino nacional e internacional:<br />

el puerto de Manzanillo. De acuerdo a<br />

los datos estadísticos de inegi, en 2011 este<br />

puerto, a través de la Administración Portuaria<br />

Integral (api), manejó más de 25 millones de<br />

toneladas de carga marítima, lo que representó<br />

un aumento de 56% respecto a 2005. Para lograr<br />

lo anterior se dispone de una infraestructura<br />

moderna y adecuada; ya en 2011 había 7 555 m 2<br />

de infraestructura de atraque, de la cual 60%<br />

tiene fines comerciales, 11.4% atiende las actividades<br />

pesqueras y el resto se distribuye entre las<br />

actividades de Petróleos Mexicanos (pemex), las<br />

de la Armada de México y las turísticas, entre<br />

otras (inegi 2012).<br />

Con respecto a la infraestructura aérea, el<br />

estado tiene dos aeropuertos: uno de ellos es el<br />

aeropuerto nacional Miguel de la Madrid Hurtado,<br />

ubicado en el municipio de Cuauhtémoc,<br />

el cual cuenta con 2 300 m de pistas de aterrizaje<br />

y atiende únicamente vuelos nacionales. El<br />

otro es el aeropuerto internacional de Manzanillo,<br />

localizado en el municipio de Manzanillo,<br />

el cual cuenta con 2 200 m 2 de pistas de<br />

aterrizaje y atiende tanto vuelos nacionales<br />

como internacionales. Este último aeropuerto<br />

es el que mayor actividad presenta, con 58% de<br />

los vuelos atendidos en 2011; el resto de vuelos<br />

se efectuaron en el aeropuerto nacional Miguel<br />

de la Madrid Hurtado (inegi 2012).<br />

FIGURA 1. Distribución de la longitud de la red ferroviaria del estado, 2010. Fuente: elaboración propia con<br />

datos del Anuario Estadístico del Estado de Colima.<br />

104 MEDIO SOCIOECONÓMICO


Energía<br />

Colima cuenta con dos de las 27 plantas termoeléctricas<br />

que producen electricidad en el país,<br />

las cuales en 2011 produjeron 7 649 gigawatts<br />

por hora. En este sentido, los sectores con<br />

mayor demanda de electricidad al interior de la<br />

entidad son el residencial y el industrial, con 86<br />

y 11% del total estatal, respectivamente (cálculos<br />

propios con información del inegi 2010).<br />

Ambas plantas están ubicadas en Manzanillo.<br />

La denominada General Manuel Álvarez Moreno<br />

o Manzanillo I, inició operaciones en 1982 y<br />

tuvo una capacidad efectiva instalada de<br />

850 megawatts en 2011. La segunda planta se<br />

denomina Manzanillo II y empezó a operar<br />

siete años después que Manzanillo I; para 2011<br />

contaba con una capacidad efectiva instalada<br />

de 850 MW. La producción de energía eléctrica<br />

se realiza con tecnología a base de vapor y<br />

puede usarse combustóleo, gas natural o diesel<br />

como combustibles (inegi 2012).<br />

Agua<br />

El agua es uno de los recursos naturales más<br />

importantes e indispensables para la supervivencia<br />

del ser humano, la flora y la fauna terrestres,<br />

y en general para la reproducción de las<br />

sociedades humanas; por tal motivo la gestión<br />

del agua para su obtención y abastecimiento a la<br />

sociedad se convierte en un instrumento para el<br />

desarrollo cada vez más relevante. Lograr que la<br />

mayor parte de la población tenga acceso al agua<br />

potable es uno de los principales objetivos de los<br />

gobiernos. En el caso del estado, de acuerdo con<br />

la <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua (conagua), en<br />

1990, 93% de la población tenía acceso al agua<br />

potable (y alcantarillado) y para 2005 dicha proporción<br />

aumentó a 98.3% (conagua 2011). Para<br />

el año 2010 el porcentaje de población con acceso<br />

al agua potable y alcantarillado en el estado<br />

aumento a 98.6%. Aunque la mayoría de los estados<br />

también gozan de altos porcentajes de<br />

acceso, según estadísticas de 2010, los estados de<br />

Chiapas, Guerrero y Oaxaca tenían las coberturas<br />

más bajas, inferiores a 78% (conagua 2011).<br />

Al interior de la entidad el agua se obtiene de<br />

318 fuentes de abastecimiento, de las cuales 217<br />

son pozos profundos, 58 son manantiales y las<br />

restantes 43 son arroyos, hoyas de agua y norias,<br />

con una extracción promedio de 239 000 m 3 /día.<br />

También se cuenta con infraestructura para el<br />

almacenamiento del recurso, la cual consiste en<br />

dos presas (Trojes o Solidaridad y Basilio Vadillo)<br />

y una laguna (laguna de Amela) (las presas<br />

se encuentran ubicadas en municipios de los<br />

estados de Jalisco y Michoacán, sin embargo, la<br />

operación y uso del agua es exclusivamente de<br />

Colima). La capacidad de almacenamiento<br />

de ambas presas es casi 10 veces mayor que la<br />

capacidad de la laguna, la mayoría del agua<br />

almacenada en los tres recintos se destina a las<br />

actividades agrícolas (inegi 2012).<br />

Con la finalidad de cuidar la salud de la población<br />

colimense, en 2010 se contaba con 183 sistemas<br />

de agua potable y 33 plantas potabilizadoras,<br />

de tal manera que 98.6% del caudal suministrado<br />

para consumo humano era desinfectado.<br />

Además del agua para consumo humano se concesionaba<br />

su uso con fines industriales, agrícolas<br />

y para las plantas termoeléctricas.<br />

Una vez que el agua ha sido utilizada se convierte<br />

en agua residual o de desecho. En 2011 se identifi-<br />

Infraestructura<br />

105


caron 292 puntos de descarga de aguas residuales,<br />

de las cuales 211 se originaron en actividades del<br />

sector servicios. Dentro de las acciones para limpiar<br />

las aguas de desecho se encuentra la utilización<br />

de plantas de tratamiento. Según datos<br />

estadísticos, en 2011 Colima contaba con 102 unidades<br />

de tratamiento, de las cuales 83 eran de servicio<br />

primario (se refiere al ajuste del grado de<br />

alcalinidad y acidez del agua (pH) y a la remoción<br />

de materiales orgánicos o inorgánicos en suspensión<br />

con tamaño igual o mayor a 0.1 mm) y 19<br />

de servicio secundario (se refiere a la remoción de<br />

materiales orgánicos coloidales y disueltos) (inegi<br />

2012). Por su parte, en 2010 la <strong>Comisión</strong> Nacional<br />

del Agua registró 10 plantas en operación para el<br />

tratamiento de aguas residuales industriales y<br />

65 plantas de tratamiento para aguas municipales<br />

(conagua 2011).<br />

Referencias<br />

conagua. <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 2011. Situación<br />

del subsector agua potable, alcantarillado<br />

y saneamiento. En: , última consulta: 26<br />

de junio de 2015.<br />

conapo. Consejo Nacional de Población. 2010. Índices<br />

de marginación a nivel localidad en 2005. En: ,<br />

última consulta: 26 de junio de 2015.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />

2010. Censo de Población y Vivienda. En: , última consulta: 20 de<br />

julio de 2015.<br />

——— . 2010. En: ,<br />

última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. Esperanza de Vida. En: , última consulta: 26 de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Panorama Sociodemográfico de Colima.<br />

En: ,<br />

última consulta: 26 de junio de 2015.<br />

——— . 2010. Panorama sociodemográfico de Colima.<br />

En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 2012. Anuario Estadístico de Colima 2012.<br />

En: ,<br />

última<br />

con sulta: 26 de junio de 2015.<br />

——— . 2012. Anuario Estadístico de Colima 2012.<br />

En: ,<br />

última<br />

con sulta: 26 de junio de 2015.<br />

106 MEDIO SOCIOECONÓMICO


S3<br />

DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


Laguncularia racemosa. Foto: Gustavo Arévalo Galarza.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

Los ecosistemas constituyen uno de los niveles de organización de la biodiversidad.<br />

Conjuntan la presencia de organismos de diversas especies, que<br />

a través de interacciones dinámicas con las características ambientales<br />

conforman la expresión final de esa complejidad: la biodiversidad.<br />

Para describir y buscar la comprensión de esa complejidad, a nivel de ecosistemas<br />

se ha propuesto la división del territorio en zonas ecológicas,<br />

tomando como criterio para su zonificación el clima y el suelo, vinculados<br />

con la vegetación, siendo esta última una expresión de los procesos físicos,<br />

biológicos y antropogénicos que en un espacio se manifiestan.<br />

En el estado se presentan siete zonas ecológicas. Predominan las áreas<br />

cálidas subhúmedas asociadas a los elementos tropicales; también zonas<br />

templadas subhúmedas y frías, vinculadas con áreas de serranía y volcanes,<br />

que se elevan a gradientes de más de 2 800 msnm; asimismo, se presentan<br />

zonas de humedales y la zona de suelos halo-gipsófilos, que<br />

responden a ciertos factores limitantes del sustrato, como la presencia de<br />

agua, sales o minerales.<br />

Debido a esas intrincadas variaciones ambientales se presentan 14 tipos de<br />

vegetación, de acuerdo con la clasificación propuesta en el Inventario<br />

Nacional Forestal: selva baja caducifolia, selva alta o mediana subcaducifolia,<br />

selva baja espinosa perennifolia (vegetación de galería), pinar-encinar,<br />

pinar, encinar, bosque mesófilo de montaña, matorral espinoso,<br />

pastizal, sabana, palmar, manglar, carrizal-tular y vegetación flotante.<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo Diversidad de ecosistemas, en: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 109-110.<br />

109


Estos tipos de vegetación presentan una diversidad<br />

fisonómica relevante: la selva baja caducifolia,<br />

caracterizada por elementos arbóreos que pierden<br />

sus hojas en al menos seis meses del año; mientras<br />

que, cuando la humedad es constante los árboles<br />

pueden desarrollar mayores alturas, como en las<br />

selvas altas o medianas subcaducifolias.<br />

En regiones cálidas o templadas se puede encontrar<br />

pinar o encinar, y en sitios con mayor humedad<br />

se presenta bosque mesófilo, considerado<br />

uno de los ecosistemas de mayor riqueza de<br />

especies. Por otra parte, cuando los elementos<br />

dominantes son gramíneas, con pocos árboles,<br />

encontramos sabana o los denominados pastizales,<br />

presentes cuando la acción del hombre modifica<br />

la composición de especies hacia esa<br />

fisonomía. Cerca de la costa se reconocen palmares<br />

y manglares, éstos últimos cuyas características<br />

raíces aéreas pueden soportar altos<br />

niveles de inundación.<br />

Como evaluación preliminar, en un estudio<br />

de caso se identificaron algunas de las causas de<br />

deterioro de los ecosistemas: la modificación de la<br />

vegetación para acondicionar áreas para cultivos,<br />

huertas, cría de ganado y la ejecución de diversas<br />

obras de infraestructura que han fragmentado<br />

los ecosistemas y generado cambios en la estructura<br />

física y biológica.<br />

Los ecosistemas costeros son considerados los<br />

más productivos en el planeta y relevantes en el<br />

mantenimiento y provisión de múltiples servicios<br />

ecosistémicos como: regulación del clima y<br />

de los ciclos biogeoquímicos, provisión de alimento<br />

y de agua, reciclaje de nutrientes, producción<br />

de oxígeno, recreación y transporte, entre<br />

otros. Debido a la extensión de su litoral, en<br />

Colima se presenta una zona costera que incluye<br />

una zona de transición entre el ambiente terrestre<br />

y el marino, que incluye las aguas costeras, zona<br />

intermareal, playas, marismas, manglares, estuarios<br />

y lagunas costeras, entre los que se reconocen<br />

las lagunas de Cuyutlán y de Juluapan,<br />

estuarios como Boca de Apiza, Centinela, Chupadero,<br />

y esteros como San Rafael y Tecuanillo.<br />

Además, son importantes, en ámbitos ecológicos<br />

y económicos, las bahías de Manzanillo y Santiago.<br />

La vegetación en ambientes costeros marinos<br />

está representada por casi la mitad de los tipos de<br />

vegetación presentes en la entidad, siendo relevante<br />

mencionar aquella capaz de soportar la<br />

concentración alta de sal, como el manglar, vegetación<br />

halófita y de dunas. Asimismo, en el<br />

ambiente marino las comunidades de algas rojas<br />

dominan la composición de especies.<br />

Los problemas en los ecosistemas costeros se<br />

deben principalmente a la modificación de sus<br />

características físicas, entre las que destacan:<br />

1) modificación de la dinámica del ciclo del agua,<br />

que conlleva cambios en diversos parámetros<br />

fisicoquímicos; 2) pérdida y eliminación de la<br />

vegetación circundante; 3) cambio de uso de<br />

suelo para infraestructura y obras civiles; 4) contaminación<br />

por agroquímicos e industria. Esos<br />

cambios se encuentran ligados de tal manera que<br />

una causa puede desencadenar sinergias considerables<br />

en detrimento de los ecosistemas.<br />

Finalmente, si los ecosistemas costeros se encuentran<br />

ante una multiplicidad de valores de uso,<br />

será un reto trascendental equilibrar el desarrollo<br />

económico de la región con el mantenimiento<br />

y provisión de los servicios de sus ecosistemas,<br />

servicios de los cuales depende el bienestar de<br />

esta región.<br />

110 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


Regionalización<br />

ecológica<br />

Fernando Nieves-Ventura<br />

Introducción<br />

Con la finalidad de describir de manera concisa la regionalización ecológica<br />

del estado, así como las condiciones generales actuales de los<br />

ecosistemas, se utilizan los resultados obtenidos en el Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico Territorial del estado de Colima (poet 1993),<br />

el cual tiene como bases conceptuales la disciplina de la ecología del<br />

paisaje, es decir, los principios formulados para el análisis del paisaje<br />

geográfico, el cual comprende el estudio de las interacciones del medio<br />

físico con el biótico, así como con la actividad antropogénica.<br />

La identificación de las unidades que reúnen las características de<br />

homogeneidad y recurrencia de los principales factores biofísicos,<br />

puede basarse en la integración de información para proponer esquemas<br />

de zonificación. Por ejemplo, la zonificación ecológica agrupa los<br />

diversos tipos de vegetación y climas, mientras que la zonificación morfopedológica<br />

se basa en la agrupación de los principales tipos de suelos<br />

y su relación con la fisiografía (pendientes y elevaciones, por ejemplo) y<br />

los procesos geomorfológicos. En el presente documento se presenta el<br />

esquema de zonificación ecológica contenido en la memoria técnica del<br />

Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial del Estado de Colima<br />

(sedur 2007).<br />

Nieves-Ventura, F. 2016. Regionalización ecológica. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 111-115.<br />

111


onificacin ecoica<br />

Las experiencias existentes para este tipo de zonificación<br />

(ecológica) corresponden a la escala de<br />

país (Toledo y Ordónez 1998), en las que las zonas<br />

ecológicas se han definido tomando como base<br />

las áreas de distribución de los diferentes conjuntos<br />

de vegetación. El principal fundamento para<br />

utilizar esos tipos de vegetación radica en que<br />

éstos son siempre el resultado del conjunto de<br />

condiciones medioambientales y por ello revelan<br />

sus condiciones concretas. Así, la vegetación<br />

constituye la expresión sintética de diversos factores<br />

ambientales y los límites de su distribución<br />

marcan discontinuidades ecológicas objetivas.<br />

Las diferentes zonas ecológicas de Colima se<br />

constituyeron agrupando un tipo de vegetación o<br />

un conjunto de éstos, de acuerdo con sus afinidades<br />

climáticas y edáficas (fao 2000). Un solo tipo<br />

de vegetación puede corresponder a una zona<br />

única, así como una zona ecológica puede incluir<br />

varios conjuntos de vegetación. A escala del país,<br />

la <strong>Comisión</strong> para la Cooperación Ambiental<br />

(cca) ha definido siete zonas ecológicas (grandes<br />

planicies, desiertos de Norteamérica, California<br />

mediterránea, elevaciones semiáridas meridionales,<br />

sierras templadas, sierras cálido-secas y selvas<br />

cálido-húmedas), basados en los criterios de las<br />

características de los suelos, tipos de vegetación y<br />

formas del terreno (cca 2005).<br />

Predominan las áreas cálidas subhúmedas y,<br />

debido a la presencia del sistema volcánico que<br />

se eleva de forma abrupta más de 2 800 msnm,<br />

presenta también zonas templadas subhúmedas<br />

y frías en menor proporción. El resultado es un<br />

mosaico de tipos de vegetación asociados a siete<br />

áreas ecológicas, identificadas por la Secretaría<br />

de Desarrollo Urbano (sedur 2007) en la descripción<br />

del subsistema natural de la memoria<br />

técnica del Programa de Ordenamiento Ecológico<br />

Territorial del Estado de Colima (poetec),<br />

que se describen a continuación (figuras 1 y 2).<br />

FIGURA 1. uperficies (m 2 ) ocupadas por las onas ecológicas de Colima.<br />

112 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 2. onas ecológicas, de acuerdo con el rograma de Ordenamiento Ecológico erritorial del Estado de Colima (POETEC).<br />

Fuente: SEDUR 2007.<br />

Regionalización ecológica 113


Zona cálido-subhúmeda<br />

Selvas medianas y bajas, subcaducifolias y<br />

caducifolias<br />

Selva mediana subcaducifolia<br />

Selva mediana caducifolia<br />

Matorral subtropical<br />

Zona templada húmeda<br />

Bosque mesófilo de montaña<br />

Zona templada subhúmeda<br />

Bosques de pino y encino<br />

Bosque de pino<br />

Bosque de táscate<br />

Bosque de cedro<br />

Bosque de encino<br />

Bosque de encino-pino<br />

Bosque bajo abierto<br />

Matorral de coníferas<br />

Zona fría<br />

Pradera de alta montaña<br />

Áreas de exclusión<br />

Áreas sin vegetación natural aparente. En el<br />

estado se presentan como áreas agrícolas y<br />

ganaderas, principalmente<br />

Cuerpos de agua<br />

Vegetación de galería<br />

Bosque de galería<br />

Selva de galería<br />

Manglar<br />

Popal<br />

Tular<br />

Sabana<br />

Como puede apreciarse en las figuras 1 y 2, la<br />

zona predominante es la cálido-subhúmeda,<br />

la cual comprende vegetación de tipo selva baja<br />

caducifolia y subcaducifolia, selva mediana,<br />

caducifolia y matorral subtropical, seguida de<br />

la zona de exclusión que comprende zonas<br />

urbanas y agropecuarias.<br />

Concusiones<br />

Colima es uno de los estados del país donde<br />

existen contrastes climáticos en distancias muy<br />

cortas. El presente estudio propone la regionalización<br />

ecológica del estado, así como de las<br />

condiciones generales actuales de los ecosistemas,<br />

para poder estudiar bajo ese contexto la<br />

biodiversidad de la entidad.<br />

eerencias<br />

Zonas de suelos halo-gipsófilos<br />

Vegetación halo-gipsófila<br />

Vegetación de dunas costeras<br />

Pastizal halófilo<br />

Pastizal gipsófilo<br />

Vegetación halófila<br />

Zona de humedales<br />

Vegetación acuática y subacuática<br />

cca. <strong>Comisión</strong> para la Cooperación Ambiental. 1997.<br />

Regiones ecológicas de América del Norte: hacia una<br />

perspectiva común. Quebec, Canadá.<br />

fao. Food and Agriculture Organization of the United<br />

Nations. 2000. Land Cover Classification System<br />

(lccs): Classification Concepts and User Manual.<br />

Natural Resources Management and Environment<br />

Department.<br />

114 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


inegi, inecc y conabio. Instituto Nacional de Estadística<br />

y Geografía, Instituto Nacional de Ecología<br />

y Cambio Climático y <strong>Comisión</strong> Nacional para<br />

el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. 2008.<br />

Ecorregiones terrestres de México. En: <br />

, última consulta:<br />

25 de junio de 2015.<br />

sedur. Secretaría de Desarrollo Urbano. 2007. Memoria<br />

técnica de la actualización del Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />

de Colima. En: ,<br />

última consulta 29 de<br />

junio de 2015.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 1993. Decreto por el que se aprueba el<br />

Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio<br />

del Estado de Colima (poet). Publicado el 28<br />

de agosto de 1993 en el Periódico Oficial del Gobierno<br />

Constitucional. En: , última<br />

consulta 29 de junio de 2015.<br />

Toledo, V.M. y M.J. Ordónez. 1998. El panorama de la<br />

biodiversidad de México: una revisión de los hábitats<br />

terrestres. En: Diversidad biológica de México:<br />

orígenes y distribución. T.P. Ramamoorthy, R. Bye,<br />

A. Lot y J. Fa (eds.). Universidad Nacional Autónoma<br />

de México (unam), México, pp. 273-757.<br />

Regionalización ecológica 115


Descripción<br />

de los principales<br />

tipos de vegetación<br />

Gustavo Arévalo Galarza<br />

María Guadalupe Rodríguez-Camarillo<br />

Andrés Gelacio Miranda Moreno<br />

Introducción<br />

México es un país con una alta riqueza florística; se ha calculado que<br />

aproximadamente 10% de los géneros y 62% de las especies son endémicas<br />

(Rzedowski 1993). El mayor número de especies de plantas, en<br />

México, corresponde a las angiospermas y, dentro de ellas, las familias<br />

más diversas son: Compositae con 2 026 especies (Turner y Nesom<br />

1993), Leguminosae con 1 724 especies (Sousa y Delgado 1993), Orchidaceae<br />

con 1 200 especies (Hágsater y Salazar 1991), Gramineae con<br />

1 226 especies (Beetle et al. 1987), Cactaceae con 821 especies (Bravo-Hollis<br />

1978, Bravo-Hollis y Sánchez-Mejorada 1991a, b) y Rubiaceae<br />

con 510 especies (Rzedowski 1993).<br />

En el estado la presencia de variados elementos florísticos, tanto templados<br />

como tropicales, y las variaciones en el ambiente físico y químico,<br />

han dado como resultado un intrincado y complejo mosaico de<br />

asociaciones vegetales, con una flora extraordinariamente contrastante<br />

dentro de áreas sumamente reducidas. La transición entre asociaciones<br />

vegetales puede ser marcada por discontinuidades abruptas que se<br />

observan en gradientes altitudinales de montañas tropicales, o bien en<br />

forma gradual e imperceptible, a tal grado que cada asociación puede<br />

diferir de las demás en su composición florística o en su ambiente físico.<br />

La gran variación en clima y topografía, dentro de pequeñas áreas, hace<br />

difícil delimitar los tipos de vegetación y aún más las provincias florísticas.<br />

En el presente trabajo se describen fisonómica y florísticamente<br />

116<br />

Arévalo, G.G., M.G. Rodríguez-Camarillo y A.G. Miranda M. 2016. Descripción de los principales tipos de vegetación.<br />

En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 116-131.


las principales formaciones vegetales y su distribución<br />

aproximada, con base en la cartografía<br />

elaborada.<br />

Este trabajo identificó 14 principales tipos de<br />

vegetación (figura 1), los cuales se incluyen<br />

como parte de un mapa actualizado de usos del<br />

suelo y tipos de vegetación. Este mapa fue elaborado<br />

a partir de recorridos de campo llevados<br />

a cabo en las diferentes zonas del estado,<br />

identificando las unidades de tipos de vegetación<br />

correspondientes a la cartografía del<br />

Inventario Forestal Nacional Periódico (1994) y<br />

con el apoyo de imágenes de satélite LANDSAT<br />

del año 1999 (figura 1).<br />

ea baa caucioia<br />

Esta comunidad vegetal se caracteriza porque<br />

las especies tienen, de manera general, una<br />

altura menor a los 15 metros y pierden casi por<br />

completo las hojas en la época de sequía; no son<br />

espinosas por lo común y poseen ordinariamente<br />

gran cantidad de bejucos. Este tipo de<br />

vegetación constituye el límite térmico e hídrico<br />

de los tipos de vegetación de las zonas cálidohúmedas.<br />

Se presenta en zonas con promedios<br />

de temperatura anuales superior a los 20 °C y<br />

precipitaciones anuales de 700 a 1 200 mm,<br />

aunque lo común sea del orden de 800 mm, con<br />

una temporada seca que puede durar hasta siete<br />

u ocho meses, y que es muy severa. Estas selvas<br />

se presentan desde el nivel del mar hasta los<br />

1 700 msnm.<br />

Una característica de este tipo de vegetación es<br />

que muchas especies presentan exudados resinosos<br />

o laticíferos y sus hojas despiden olores<br />

fragantes o resinosos al estrujarlos. También<br />

dominan las hojas compuestas o cubiertas por<br />

abundante pubescencia. Los troncos de los<br />

árboles son cortos, robustos y torcidos o bien<br />

tortuosos y ramificados muy cerca de la base;<br />

muchas especies presentan cortezas escamosas<br />

papiráceas y con protuberancias espinosas o<br />

corchosas. Las copas son poco densas y muy<br />

abiertas, con una alta capacidad de retoño de<br />

los tocones y de producir chupones; gran parte<br />

de los individuos maduros poseen troncos huecos,<br />

cuyas oquedades contienen materia orgánica<br />

en descomposición.<br />

El estrato herbáceo es más bien reducido y sólo<br />

se aprecia en temporada de lluvias; los bejucos<br />

son abundantes y las plantas epífitas se reducen<br />

a pequeñas bromeliáceas, como Tillandsia spp.<br />

Tambien son frecuentes las formas de vida de<br />

especies suculentas, como Agave spp., Opuntia<br />

spp. y algunas cactáceas, entre otras (figuras 2 y<br />

3). Esta comunidad vegetal se desarrolla preferentemente<br />

en terrenos de ladera, pedregosos,<br />

con suelos bastante someros, arenosos o arcillosos,<br />

con buen drenaje superficial y sustratos<br />

geológicos variables. Para la vertiente del Pacífico<br />

esta vegetación ocupa grandes extensiones<br />

en la cuenca del río Balsas y en las laderas de la<br />

Sierra Madre Occidental y Sierra Madre del<br />

Sur, desde el sur de Sonora hasta Chiapas e<br />

incluso Centroamérica.<br />

Para el estado, la selva baja caducifolia se encuentra<br />

distribuida sobre sustratos geológicos de origen<br />

calizo del cretácico; andesitas del terciario,<br />

rocas ígneas intrusivas como granito-granodiorita,<br />

y en tipos de suelo principalmente como<br />

litosoles, regosoles, feozems y rendzinas, principalmente,<br />

con una textura media. La tempera-<br />

Descripción de los principales tipos de vegetación<br />

117


FIGURA 1. ipos de vegetación y usos del suelo, con base en el nventario Forestal Nacional eriódico, .<br />

118 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


tura media anual es superior a los 20 °C y la<br />

precipitación media anual es alrededor de 1200 mm<br />

anuales. La distribución de la selva baja caducifolia<br />

en los municipios de Colima muestra los<br />

siguientes patrones (figura 1): en Ixtlahuacán,<br />

excluyendo áreas localizadas al norte del municipio;<br />

Colima en sus porciones sur y oeste; centro<br />

y noroeste de Armería; la mayor parte del<br />

municipio de Manzanillo hasta el extremo<br />

poniente en las localidades de río Marabasco, El<br />

Huiscolote y Cedros, al norte; en relativamente<br />

pequeñas porciones del oeste y norte de Minatitlán<br />

(en los límites con Jalisco); porción oeste de<br />

Comala, con pequeños manchones al noroeste;<br />

fragmentos aislados al centro, sur y sureste en<br />

Cuauhtémoc.<br />

Senna atomaria, S. mollis, Acacia cochliacantha,<br />

Cochlospermum vitifolium, Ceiba aesculifolia,<br />

Cordia elaeagnoides, C. alliodora, Cyrtocarpa<br />

procera, Heliocarpus terebinthinaceus, Plumeria<br />

mollis, Amphipterygium adstringens, Caesalpinia<br />

platyloba y Lonchocarpus eriocarinalis.<br />

Las principales especies, entre otras, son: Lysiloma<br />

microphyllum, L. acapulcensis, Bursera penicillata,<br />

B. kerberi, B. grandifolia, B. denticulata, B.<br />

odorata, Bocconia spp., Trichilia colimana,<br />

Erioxylum palmeri, Piptadenia constricta, Albizia<br />

occidentalis, A. tomentosa, Gliricidia sepium,<br />

FIGURA 3. elva baja caduciolia en poca de secas,<br />

(poniente de Villa de lvare). Foto: ustavo rvalo<br />

Galarza.<br />

ea aa o meiana<br />

subcaucioia<br />

FIGURA 2. elva baja caduciolia. Foto: ustavo<br />

Arévalo Galarza.<br />

Este tipo de vegetación se presenta en zonas térmicamente<br />

semejantes a las selvas altas o medianas<br />

perennifolias y subperennifolias, pero con<br />

precipitaciones anuales del orden de los 1000 a los<br />

1200 mm; con una temporada seca muy bien<br />

definida y prolongada. En el Pacífico esta formación<br />

vegetal se distribuye desde el sur de Sinaloa<br />

hasta Chiapas, a lo largo de la planicie costera y de<br />

las estribaciones de la Sierra Madre Occidental y<br />

Sierra Madre del Sur, hasta los 1200 msnm. Es<br />

una zona libre de helechos y los climas en los que<br />

prospera son los cálido-húmedos (Am) más secos<br />

y preferentemente los cálido-subhúmedos (Aw).<br />

Descripción de los principales tipos de vegetación<br />

119


Esta selva presenta en su máximo desarrollo<br />

árboles con alturas máximas de 25 a 30 metros,<br />

y con densidades y coberturas menores que las<br />

selvas altas; sin embargo, en plena temporada<br />

de lluvias la cobertura puede ser tan densa que<br />

llega a disminuir significativamente la incidencia<br />

de la luz solar en el suelo. Debido a las condiciones<br />

de sequía ambiental, las formas de<br />

vida epífitas, trepadoras y los estratos arbustivo<br />

y herbáceo son reducidas y en ocasiones escasas.<br />

Una característica muy importante de esta<br />

vegetación es que entre 25% y más de la mitad<br />

de los árboles pierden por completo sus hojas<br />

en la temporada de secas, y el periodo caducifolio<br />

puede prolongarse hasta cuatro meses,<br />

variando de acuerdo a la precipitación presente<br />

en el transcurso del año (figuras 4 y 5).<br />

Para Colima este tipo de vegetación se encuentra<br />

sobre sustratos geológicos como andesitas<br />

del terciario, rocas ígneas intrusivas de granodiorita<br />

y calizas del cretácico de origen sedimentario;<br />

sobre suelos tipo regosol eútrico,<br />

regosol dístrico, feozem calcárico, rendzinas y<br />

litosoles de textura que va de media a fina.<br />

Entre las principales especies que caracterizan a la<br />

selva mediana subcaducifolia se encuentran:<br />

Brosimum alicastrum, Hura polyandra,<br />

Cnidoscolus sp., Syderoxylum cartilaginea,<br />

Enterolobium cyclocarpum, Ficus glabrata, F.<br />

padifolia, F. involuta, F. mexicana, Licania<br />

arborea, Sideroxyion capiri, Trichilia hirta,<br />

Bursera simaruba, B. arborea, Calaenodendron<br />

mexicanum, Tabebuia palmeri, Orbignia cohune,<br />

Hymenaea courbaril y Cordia elaegnoides.<br />

Los principales municipios en que se encuentra<br />

distribuida esta selva son (figura 1): parte centro-occidental<br />

de Coqui matlán; suroeste de<br />

Villa de Álvarez; noroeste de Minatitlán; pequeñas<br />

porciones en el suroeste de Comala; fragmentos<br />

a lo largo de los límites con Jalisco, en<br />

Colima y Cuauhtémoc; porciones norteñas en<br />

Ixtlahuacán, Tecomán y Armería; así como<br />

fragmentos en el centro y este de Manzanillo.<br />

FIGURA 4. Selva alta<br />

subcaduciolia en<br />

a itayita, carretera<br />

MinatitlnMananillo.<br />

Foto: Gustavo Arévalo<br />

Galarza.<br />

120 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 5. elva mediana subcaduciolia. Foto:<br />

Gustavo Arévalo Galarza.<br />

ea baa espinosa perennioia<br />

eeacin e aera<br />

Esta denominación se refiere a las agrupaciones<br />

arbóreas que se desarrollan a lo largo de<br />

corrientes de agua más o menos permanentes.<br />

Desde el punto de vista fisonómico y estructural<br />

se trata de un conjunto muy heterogéneo,<br />

pues su altura varía desde 4 a más de 20 m y<br />

comprende árboles de hojas perennes, deciduas<br />

o parcialmente deciduas. Pueden encontrarse<br />

numerosas especies trepadoras y epífitas o<br />

carecer por completo de ellas (figura 6).<br />

FIGURA 6. elva baja espinosa perenniolia o<br />

vegetación riparia de Salix sp. al norte de an<br />

ntonio, municipio de Comala. Foto: ustavo<br />

Arévalo Galarza.<br />

arbustivo se encuentra: Byttneria catalpifolia,<br />

Waltheria americana, Arundo donax, Chusquea<br />

sp., Buddleia parviflora, B. sessiliflora y Wigandia<br />

urens. En el estrato herbáceo: Senecio sp., Tithonia<br />

sp., Amaranthus hibridus, Selaginella lepidophylla<br />

y Polypodium sp. Destaca en este tipo de<br />

vegetación la presencia de abundantes epífitas<br />

como Tyllandsia spp., Polypodium sp. y algunas<br />

orquídeas.<br />

inaresencinares<br />

Este tipo de vegetación se presenta en altitudes<br />

que van desde el nivel del mar hasta cotas<br />

superiores a los 2 400 msnm (figura 1). En la<br />

mayor parte de los casos esta vegetación ha sufrido<br />

intensas modificaciones debido a la acción del<br />

hombre, incluyendo la introducción de plantas<br />

exóticas. Las especies más características en el<br />

estrato arbóreo son: Alnus jorullensis, Brosimum<br />

alicastrum, Pithecellobium lanceolatum, Guazuma<br />

ulmifolia, Lonchocarpus sp., Ficus cotinifolia, F.<br />

goldmanii, Salix humboldtiana, S. microphylla,<br />

Lysiloma divaricata, Heliocarpus terebinthinaceus,<br />

Fraxinus uhdei y Clusia salvinii. En el estrato<br />

Bajo esta denominación se incluye una mezcla<br />

de especies de Pinus spp. y Quercus spp., que se<br />

caracterizan principalmente por la presencia de<br />

individuos de entre 6-8 y 20-25 m de altura; de<br />

hojas coriáceas (consistencia como cuero),<br />

caducas (que pierde sus hojas) y aciculares (en<br />

forma de aguja); perennes, con ramificación<br />

abundante desde su parte media, generalmente<br />

carente de especies arbustivas y herbáceas o bien<br />

que aparecen sólo en la época de lluvias. Este<br />

tipo de vegetación se desarrolla en altitudes de<br />

entre 1 000 y 2 500 msnm, sobre suelos de<br />

profundidad variable, en clima templado<br />

Descripción de los principales tipos de vegetación<br />

121


subhúmedo con lluvias en verano (C(w)); la<br />

precipitación pluvial varía entre 1000 y 1500 mm<br />

anuales y presenta una temperatura media anual<br />

de entre 15 y 19 ºC. Entre las especies más<br />

importantes se tienen: Pinus oocarpa, P.<br />

maximinoi, P. douglasiana, P. pseudostrobus,<br />

P. herrerai, Quercus magnoliifolia, Q. castanea,<br />

Q. rugosa, etc. En Colima este tipo de vegetación<br />

se encuentra distribuido en la porción norte del<br />

estado, en las faldas del volcán, al noroeste de la<br />

población de Quesería, norte de Los Colomos,<br />

noroeste de Zacualpan y sureste de Minatitlán.<br />

Este tipo de vegetación se encuentra distribuida<br />

principalmente en laderas de cerros y serranías.<br />

La especie dominante es Pinus spp. y se encuentra<br />

en localidades un poco cálidas, pero casi<br />

siempre en lugares de clima templado o frío.<br />

Comúnmente se le conoce como bosques de<br />

clima templado y en el estado se ubican en la<br />

subprovincia Volcanes de Colima y Sierras de<br />

la costa de Jalisco y Colima, en la zona climática<br />

subhúmeda del volcán y del Nevado de Colima,<br />

en áreas cuyas altitudes van de 800 a 4000 msnm,<br />

con una temperatura media anual entre 12 y 18 ºC<br />

y una precipitación anual de entre 600 y 1 500 mm<br />

(figura 1). Las especies dominantes en el estrato<br />

arbóreo son entre otras: Pinus devoniana,<br />

P. montezumae, P. hartwegii, P. maximinoi,<br />

P. pseudostrobus, P. rudis y P. ayacahuite, especies<br />

cuyos individuos alcanzan alturas hasta de<br />

25 a 30 m. Como especies acompañantes se tienen<br />

algunos encinos como Quercus castanea,<br />

Q. crassipes y Q. peduncularis, los cuales forman<br />

asociaciones en función del tipo de suelo,<br />

la altitud y la exposición de la pendiente. Además,<br />

se tienen especies de menor tamaño como<br />

Clethra mexicana y Acacia angustissima, cuya<br />

altura es menor a los 8 m. El estrato arbustivo<br />

es escaso y está representado por algunas compuestas,<br />

como Senecio spp., mientras que el<br />

estrato herbáceo está más bien reducido a sólo<br />

algunas gramíneas (figura 7).<br />

inares<br />

FIGURA 7. osque de Pinus maximinoi al noroeste<br />

del poblado de uesería. Foto: ustavo rvalo<br />

Galarza.<br />

ncinares<br />

Son comunidades vegetales muy características<br />

de las zonas montañosas de México, que al igual<br />

que los pinares constituyen la mayor parte de la<br />

cubierta vegetal de áreas de clima templado y<br />

semicálido. Los encinares comparten afinidades<br />

ecológicas generales con los pinos y los bosques<br />

mixtos de Quercus y Pinus, siendo estas asociaciones<br />

muy frecuentes en el país. Este tipo de<br />

vegetación se ha observado sobre diversas clases<br />

de roca madre, tanto ígneas como sedimentarias,<br />

o bien sobre rocas metamórficas, así como en<br />

suelos profundos de terrenos aluviales planos.<br />

Aunque la mayoría de los encinares son formaciones<br />

bastantes densas, o al menos cerradas,<br />

no son raros los bosques de Quercus con árbo-<br />

122 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


les separados por amplios espacios, cubiertos<br />

sólo por plantas herbáceas y arbustivas. Los<br />

encinos se reconocen en general como buenos<br />

hospederos de epífitas que varían desde líquenes<br />

y musgos hasta fanerógamas de gran<br />

tamaño. La abundancia y la diversidad de epífitas<br />

está correlacionada principalmente con el<br />

clima, sobre todo con la humedad atmosférica y<br />

sus variaciones a lo largo del año (figura 8).<br />

En el estado, los encinares se encuentran sobre<br />

sustratos de rocas ígneas intrusivas de granitogranodiorita<br />

y suelos tipo litosoles y regosoles<br />

eútricos; se distribuyen mayormente en los<br />

municipios de Minatitlán, en su parte sur, y en el<br />

extremo oeste y norte-noreste; en las partes oeste<br />

y sureste de Villa de Álvarez; en la porción<br />

noreste de Manzanillo; porciones muy pequeñas<br />

al noreste de Comala y sureste de Colima (figura 1).<br />

Como especies características se citan: Quercus<br />

magnoliifolia, Q. castanea, Q. emory, Q. praeco,<br />

Q. crassifolia y Q. rugosa. Como especies acompañantes<br />

se encuentran, Clethra mexicana,<br />

Clusia salvinii, Gaudichaudia macvaughii y<br />

Bunchosia lanceolata, entre otras.<br />

osue mesfio e monaa<br />

Este bosque presenta mayores relaciones florísticas<br />

con ciertos bosques de la provincia fisiográfica<br />

Sierra del Sur. No son tan ricos en<br />

especies, comparados con los que se desarrollan<br />

en el estado de Chiapas, pero sí se ubican<br />

entre los más diversos de México. Este es un<br />

tipo de vegetación que se encuentra en los sitios<br />

más húmedos y menos fríos que los bosques de<br />

coníferas y encinares templados, y se confina<br />

principalmente a cañadas protegidas y laderas<br />

de pendientes pronunciadas (Rzedowski 1978).<br />

Se trata de una comunidad siempre verde,<br />

donde se mezclan elementos caducifolios y<br />

perennifolios; la altura de los árboles fluctúa<br />

entre 12 y 40 m con diámetros desde 30 hasta<br />

150 cm, encontrándose en altitudes que van de<br />

los 700 a los 2 600 msnm.<br />

Para el estado este tipo de vegetación se restringe<br />

exclusivamente a la parte alta de las cañadas,<br />

sobre sustratos geológicos de basaltos del cuaternario<br />

y conglomerado polimítico de areniscas<br />

del cretácico; los suelos son de tipo cambisoles,<br />

andosoles y luvisoles. Se distribuye en pequeñas<br />

porciones al noreste de Minatitlán, extremo<br />

noroeste de Comala, al noroeste de Zacualpan y<br />

noreste de Los Colomos (figura 1).<br />

FIGURA 8. osque de encino de Quercus<br />

magnoliifolia al noroeste de Minatitln.<br />

Foto: Gustavo Arévalo Galarza.<br />

Las especies reportadas, entre otras, son: Ilex<br />

brandegeana, Tilia mexicana, Dendropanax<br />

arboreus, Fraxinus uhdei, Styrax argenteus,<br />

Quercus crassifolia y Clusia salvinii. En este<br />

tipo de vegetación los helechos y las orquídeas<br />

alcanzan su mayor diversificación. Con frecuencia<br />

esta comunidad vegetal es sustituida<br />

por un bosque de Abies y las especies en algunos<br />

casos se mezclan con los bosques mesófilos,<br />

Descripción de los principales tipos de vegetación<br />

123


pero sin llegar a formar grandes poblaciones.<br />

Antes las masas puras de Abies eran más extensas,<br />

pero su estructura y composición fue<br />

modificada por la explotación forestal (Rzedowski<br />

1978).<br />

abana<br />

Las sabanas son praderas de gramíneas sin<br />

árboles o con árboles esparcidos, que en la vertiente<br />

del Pacífico se distribuyen desde la frontera<br />

con Guatemala hasta el sur de Sinaloa, en<br />

sistemas como la Depresión Central de Chiapas<br />

y en planicies y declives bajas del Pacífico. Los<br />

climas son cálidos húmedos y los suelos presentan<br />

drenaje deficiente, por lo que se vuelven<br />

fangosos en la época de lluvias, pero que se<br />

secan muy pronunciadamente en la temporada<br />

de estiaje.<br />

Crescentia alata es un ejemplo de especies comunes<br />

para la vertiente del Pacífico, junto con especies<br />

típicas de la selva baja subperennifolia o<br />

subcaducifolia, vegetación con la cual las sabanas<br />

están íntimamente relacionadas. En las<br />

sabanas las principales gramíneas son ásperas,<br />

amacolladas, resistentes a las quemas periódicas<br />

y consisten en especies de los géneros Andropogon,<br />

Paspalum y Digitaria, entre otros (figura 9).<br />

Rzedowski y McVaugh (1966) describen la<br />

vegetación cerca de Cerro de Ortega, al este de<br />

Colima (vegetación sabanoide), como agrupaciones<br />

de Crescentia alata sobre suelos negros<br />

arcillosos, con mal drenaje y fácilmente inundables.<br />

Otra variante de la sabana es aquella<br />

que se encuentra en laderas de cerros sobre suelos<br />

someros, derivados de rocas metamórficas,<br />

con elevaciones entre 400 y 800 msnm y extendiéndose<br />

desde Nayarit hasta Colima. En<br />

Colima este tipo de vegetación se observa sobre<br />

un sustrato geológico de andesitas del terciario<br />

y suelos tipo vertisoles y cambisoles, principalmente<br />

en la parte oriental del estado, al este y<br />

sur de Buenavista, en el municipio de Colima,<br />

y a manera de pequeñas islas a lo largo de la<br />

costa desde la laguna de Amela hasta Manzanillo<br />

(figura 9). Miranda y Hernández (1963) proponen<br />

que esta vegetación tiene origen primario,<br />

pero reconoce también que su extensión pudo<br />

ampliarse por influencia de actividades humanas,<br />

tales como la quema de pastizales, que se<br />

lleva a cabo año con año durante la temporada<br />

seca y con el objetivo de permitir el retoño del<br />

follaje para alimentar al ganado.<br />

Aunque el aprovechamiento actual de las sabanas<br />

es para la cría de ganado, las partes apetecibles<br />

de las gramíneas, durante su madurez,<br />

apenas alcanzan a mantener a los animales, obligando<br />

a los ganaderos a quemar la vegetación al<br />

finalizar la época de sequía, con el propósito de<br />

inducir el retoño de los zacates cuando más escasea<br />

el forraje.<br />

FIGURA 9. Vegetación de sabana.<br />

Foto: Gustavo Arévalo Galarza.<br />

124 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


amares<br />

Esta vegetación está formada por palmas altas<br />

de hojas pinnatífadas (hendido de traves en<br />

tiras largas), como el corozo, coquito de aceite<br />

o guacoyol (Attalea butyracea, A. cohune y<br />

Sabal mexicana) entre otras, que se encuentran<br />

en los declives y planicies del Pacífico,<br />

por lo común en zonas cercanas a la costa, en<br />

agrupaciones casi puras en las áreas inundables<br />

o con capa freática muy superficial, sobre<br />

todo en Colima, Jalisco y Nayarit (Miranda y<br />

Hernández 1963). En su mayoría los palmares<br />

están íntimamente ligados a zonas climáticas<br />

que coinciden con la distribución de las selvas<br />

altas perennifolias, medianas subperennifolias<br />

y subcaducifolias.<br />

Debido a que Attalea cohune se encuentra en<br />

sitios con las condiciones ideales para el desarrollo<br />

de la palma de coco (Cocus nucifera), que<br />

es económicamente preferida, estos palmares<br />

han sido desplazados para sembrar palma de<br />

coco, por lo que los palmares de Attalea han<br />

desaparecido en casi toda la costa de Guerrero y<br />

Michoacán. Colima no es la excepción, por lo<br />

que es común ver a lo largo de la costa grandes<br />

extensiones de palma de coco que se acompaña<br />

por cultivos de árboles frutales.<br />

A la mayoría de las especies de palmas les favorece<br />

la perturbación humana, principalmente<br />

las talas y el fuego, tal es el caso de Acrocomia<br />

aculeata, Sabal mexicana y Attalea butyracea.<br />

Rzedowski y McVaugh (1966) describen las<br />

poblaciones de Attalea cohune en las costas de<br />

Nayarit y Colima, como una comunidad de<br />

15 a 30 m de alto y algunas especies acompañantes<br />

en el estrato arbóreo entre las que destacan:<br />

Ficus padifolia, F. glabrata, F. glaucescens,<br />

F. lentiginosa, Brosimum alicastrum, Dendropanax<br />

arboreus, Enterolobium ciclocarpa y Bursera<br />

simaruba (figura 10).<br />

Actualmente este tipo de vegetación se distribuye<br />

sobre un sustrato geológico de origen<br />

ígneo, de basaltos del cuaternario y andesitas<br />

del terciario; suelos tipo feozem háplico, regosoles<br />

eútricos, fluvisoles eútricos y litosoles en<br />

pequeña porción, a lo largo de la costa michoacana<br />

hasta Jalisco.<br />

FIGURA 10. almar de Cocus nucifera al sur de<br />

ecomn. Foto: ustavo rvalo alara.<br />

anar<br />

El manglar es un tipo de selva uniforme que<br />

puede alcanzar hasta los 25 m de alto y se presenta<br />

en las orillas bajas y fangosas de las costas,<br />

alcanzando su mejor desarrollo en los<br />

esteros o penilagunas costeras y en los estuarios<br />

de los ríos bajo influencia de agua salobre.<br />

Soporta cambios fuertes de nivel de agua y salinidad,<br />

excepto en lugares rocosos, arenosos o<br />

sometidos a fuerte oleaje.<br />

El manglar es una asociación de especies<br />

leñosas, densa, arbustiva o arborescente, con<br />

Descripción de los principales tipos de vegetación<br />

125


ausencia de herbáceas y trepadoras, rara vez<br />

con epífitas o parásitas. Las especies que lo<br />

componen son principalmente Rhizophora<br />

mangle (mangle rojo) y Laguncularia racemosa<br />

(mangle blanco o de costilla), ambas con hojas<br />

perennes, ligeramente suculentas y de borde<br />

entero; el sistema radicular de estas especies<br />

les confiere una fisonomía muy característica<br />

que corresponde al de raíces zancudas con<br />

neumatóforos (tipos de raíces que crecen por<br />

arriba del nivel del suelo). Este sistema cumple<br />

la función de sostén y de respiración radical,<br />

debido a que el sustrato es muy pobre en oxígeno.<br />

Hacia la parte terrestre del manglar, en lugares<br />

fangosos predomina Avicennia germinans,<br />

que se caracteriza por sus raíces en forma de<br />

velas. En lugares arenosos o con aguas casi<br />

dulces el mangle predominante es Conocarpus<br />

erecta. Como especie acompañante del manglar<br />

se encuentra Bravaisia integerrima, cuyos<br />

árboles tienen aspecto de mangle por sus raíces<br />

aéreas, y que forma un tipo de selva frecuentemente<br />

mezclado con elementos de la<br />

selva alta perennifolia, en lugares pantanosos<br />

o inundables y con agua muy superficial<br />

durante los periodos secos (figura 11). En<br />

Colima se observan principalmente en los<br />

esteros El Chupadero, El Tecuanillo, Boca de<br />

Pascuales y Palo Verde, principalmente.<br />

Carrizal-tular<br />

Este tipo de vegetación está constituida por<br />

agrupaciones densas de plantas herbáceas<br />

enraizadas en el fondo de lugares más o menos<br />

pantanosos, pero cuyas hojas largas y angostas,<br />

incluso buena parte de los tallos, sobresalen de<br />

la superficie del agua (halófitas).<br />

Entre las especies que caracterizan este tipo de<br />

vegetación se identifican a Typha latifolia,<br />

Phragmites australis, Scirpus californicus, Cyperus<br />

giganteus, Eichornia crassipes, entre otras.<br />

FIGURA 11. Manglar<br />

de Laguncularia<br />

racemosa en el estero<br />

Boca de Pascuales.<br />

Foto: Gustavo Arévalo<br />

Galarza.<br />

126 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 12. ular de Tipha latifolia con Eichornia crassipes en las orillas de la laguna de mela. Foto: ustavo<br />

Arévalo Galarza.<br />

Son por lo tanto comunidades de plantas acuáticas<br />

cuya fisonomía está dada por un grupo de<br />

monocotiledóneas de 1 a 3 m de alto, de hojas<br />

angostas o bien carentes de órganos foliares.<br />

Sus integrantes están arraigados en el fondo<br />

poco profundo de cuerpos de agua con corriente<br />

lenta y estacionaria, tanto dulce como salobre.<br />

Llegan a formar masas uniformes que cubren<br />

grandes superficies de áreas pantanosas y lacustres,<br />

o bien en orillas de zanjas, canales y<br />

remansos de ríos, principalmente en lugares de<br />

clima caliente. Sin embargo, los tulares y carrizales<br />

son especies que tienen una amplia distribución<br />

(figura 12).<br />

eeacin oane<br />

Este tipo de vegetación agrupa a plantas acuáticas<br />

que flotan en la superficie del agua, las cuales<br />

pueden estar arraigadas al fondo o bien estar<br />

desprovistas por completo de órganos de fijación.<br />

Viven tanto en aguas dulces como moderadamente<br />

salobres, de sitios tranquilos, no<br />

afectados por corrientes de agua.<br />

En el grupo de las plantas flotantes de gran<br />

tamaño destaca Eichhornia crassipes, capaz de<br />

reproducirse con extraordinaria rapidez y de<br />

tapizar grandes extensiones, lo que redunda en<br />

consecuencias desfavorables para la pesca, la<br />

navegación y para la agricultura misma. Además,<br />

destaca la presencia de Nymphaea ampla,<br />

Descripción de los principales tipos de vegetación<br />

127


FIGURA 13. Vegetación flotante de Nymphaea ampla con Laguncularia racemosa, en el estero de alo Verde.<br />

Foto: Gustavo Arévalo Galarza.<br />

la cual posee flores de color blanco de gran<br />

belleza y que por la intervención humana tiende<br />

cada vez a ser más escasa (figura 13).<br />

asiaes<br />

Los pastizales o zacatales son comunidades vegetales<br />

donde las especies dominantes son las gramíneas.<br />

Mientras la presencia de algunas especies<br />

está determinada claramente por el clima, otras<br />

son favorecidas, al menos en parte, por las condiciones<br />

del suelo o bien por el disturbio ocasionado<br />

por humanos y sus animales domésticos<br />

(sobrepastoreo). Por esta razón algunos autores<br />

clasifican a este tipo de vegetación, ya sea como<br />

pastizal inducido o pastizal cultivado.<br />

El pastizal inducido es aquel que se establece<br />

después de deforestar un sitio. De las especies<br />

que se instalan la mayoría son anuales, cultivadas,<br />

nativas o naturalizadas. Entre las especies<br />

más conspicuas se encuentran: Cathaestecum<br />

breviflorum, Setariopsis auriculata, Aristida<br />

adscensionis, Aristida jorullensis, A. ternipes,<br />

Axonopus centralis, A. compressus, Brachiaria<br />

plantaginea, Diectomis fastigiata, Digitaria<br />

ciliaris, D. horizontalis, Hackelochloa granularis,<br />

Hilaria ciliata, Ixophorus unisetus, Heteropogon<br />

contortus, Panicum fasciculatum, Paspalum<br />

notatum, P. paniculatum y Setaria geniculata.<br />

El pastizal cultivado es aquel en el que deliberadamente<br />

se han abierto sitios (principalmente<br />

en la costa) para sembrar pastos, de<br />

128 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


especies tales como Panicum maximum,<br />

Cenchrus ciliaris, Hyparrhenia rufa, Cynodon<br />

dactylon y Chloris gayana. En Colima estos<br />

pastizales se encuentran sobre sustratos de<br />

origen ígneo de basaltos y suelos tipo cambisoles.<br />

Se distribuyen en la parte este de Villa<br />

de Álvarez y Colima, entremezclados con<br />

sabanas y a lo largo de la costa en pequeñas<br />

porciones (figura 14).<br />

aorra espinoso<br />

Este tipo de vegetación presenta características<br />

de comunidades vegetales un tanto heterogéneas<br />

que tienen en común la característica de<br />

ser bosques bajos, cuyos componentes, al menos<br />

en gran proporción, son árboles espinosos. Se<br />

desarrolla comúnmente en lugares con climas<br />

más secos que el correspondiente a la selva baja<br />

caducifolia, pero más húmedo que el del mato-<br />

rral xerófilo (BS1(h´)w), aunque a veces también<br />

se presenta en las mismas regiones pero ocupando<br />

suelos profundos. Es un hecho que esta<br />

comunidad vegetal no está bien definida, ya que<br />

tiende a transformarse de manera paulatina a<br />

otros tipos de vegetación, incluído el pastizal.<br />

Esta formación vegetal ocupa una extensión<br />

continua en la planicie costera noroccidental,<br />

hasta la parte meridional de Sinaloa; hacia el sur<br />

continúa a lo largo de las costas de Jalisco y<br />

Colima, donde se localizan en enclaves, en las<br />

llanuras costeras que se extienden desde cerca<br />

de Tomatlán a Tecomán (figura 1). Las especies<br />

de esta formación presentan una altura de entre<br />

cuatro y siete metros y además es muy densa. Se<br />

citan para esta zona las siguientes especies:<br />

Acacia cymbispina, Achatocarpus gracilis,<br />

Bursera instabilis, Caesalpinia coriaria, Croton<br />

alamosanus, Pachycereus sp., Pithecellobium<br />

dulce, Ruprechtia fusca y Ziziphus amole, entre<br />

otras (Rzedowski 1978).<br />

FIGURA 14. astiales<br />

en la parte este de los<br />

municipios de Villa de<br />

lvare y Colima. Foto:<br />

Gustavo Arévalo Galarza.<br />

Descripción de los principales tipos de vegetación<br />

129


FIGURA 15. Matorral<br />

espinoso con presencia<br />

de Opuntia spp.,<br />

al norte del poblado de<br />

La Yerbabuena, municipio<br />

de Comala. Foto:<br />

Gustavo Arévalo Galarza.<br />

Actualmente, este tipo de vegetación se encuentra<br />

sobre un sustrato geológico de origen ígneo<br />

de rocas andesíticas del terciario y conglomerados<br />

polimíctico-arenisca de origen sedimentario,<br />

con suelos tipo vertisoles y rendzinas de<br />

textura fina. Ejemplos de lugares donde encontramos<br />

esta formación vegetal son: al sur de<br />

Villa de Álvarez, sureste de Coquimatlán y la<br />

parte norte-suroeste de Cerro de Ortega. Además,<br />

en algunos lugares se distinguen manchones<br />

donde las especies dominantes suelen ser:<br />

Ziziphus mexicana, Zanthoxylum fagara, Recchia<br />

mexicana, Celtis caudata, Pereskiopsis diguetii,<br />

Guaiacum coulteri, Pachycereus pecten-aboriginum,<br />

Caesalpinia cacalaco, Lysiloma tergemina,<br />

Morisonia americana, Jacquinia macrocarpa y<br />

Tillandsia sp. En lugares más perturbados<br />

dominan matorrales espinosos de Opuntia,<br />

Mimosa y Acacia (figura 15). Cabe hacer mención<br />

sobre la dificultad de distinguir el matorral<br />

espinoso de una selva baja caducifolia<br />

típica; su distribución en manchones pequeños<br />

impide cartografiarla a escalas locales.<br />

Referencias<br />

Beetle, A., E. Manrique-Forceck, C.V. Jaramillo-Luque,<br />

et al. 1987. Las gramíneas de México. Vol. II.<br />

<strong>Comisión</strong> Técnico Consultiva para la Determinación<br />

de Coeficientes de Agostadero (cotecoca)/<br />

Secretaría de Agricultura Recursos Hidráulicos<br />

(sarh). México, D.F.<br />

Bravo-Hollis, H. 1978. Las cactáceas de México. Vol.<br />

I. Universidad Nacional Autónoma de México<br />

(unam). México.<br />

Bravo-Hollis, H. y H. Sánchez-Mejorada. 1991a. Las<br />

cactáceas de México. Vol. II. unam. México.<br />

——— . 1991b. Las cactáceas de México. Vol. III.<br />

unam. México.<br />

130 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


Hágsater, E. y G. Salazar. 1991. Icones Orchidacearum<br />

I. En: Orchids of Mexico. Part 1. Asociación Mexicana<br />

de Orquideología, A.C., México, D.F.<br />

Miranda, F. y E. Hernández-X. 1963. Los tipos de vegetación<br />

de México y su clasificación. Boletín de la<br />

Sociedad Botánica de México 29:1-179.<br />

Pennington, T.D. y J. Sarukhán. 2005. Árboles<br />

tropicales de México. unam/Fondo de Cultura Económica<br />

(fce). México.<br />

Rzedowski, J. 1978. La vegetación de México. Limusa,<br />

S.A. México.<br />

——— . 1993. Diversidad y orígenes de la flora fanerogámica<br />

de México. En: Diversidad biológica de<br />

México. Orígenes y distribución. T.P. Ramamoorthy,<br />

R. Bye, A. Lot y J. Fa. Instituto de Biología,<br />

unam (ibunam). México.<br />

Rzedowski, J. y R. Mcvaugh. 1966. La vegetación de<br />

Nueva Galicia. Contributions from the University of<br />

Michigan Herbarium 9:1-123.<br />

sarh. Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.<br />

1994. Inventario Nacional Forestal Periódico.<br />

Memoria nacional. Subsecretaría Forestal y de<br />

Fauna Silvestre- sarh. México.<br />

Sousa, M. y A. Delgado. 1993. Leguminosas mexicanas:<br />

fitogeografía, endemismo y orígenes. En:<br />

Diversidad biológica de México. Orígenes y distribución.<br />

T.P. Ramamoorthy, R. Bye, A. Lot y J. Fa.<br />

ibunam. México, pp. 449-500.<br />

Turner, B.L. y G.L. Nesom. 1993. Biogeography, diversity,<br />

and endangered or threatened status of Mexican<br />

Asteraceae. En: Biological diversity of Mexico.<br />

Origins and distribution. T.P. Ramamoorthy, R.<br />

Bye, A. Lot y J. Fa. Oxford University Press, Estados<br />

Unidos de America, pp. 559-575.<br />

Descripción de los principales tipos de vegetación<br />

131


ESTUDIO DE CASO<br />

DETERIORO DE LA VEGETACIÓN Y LOS IMPACTOS<br />

DE LAS ACTIVIDADES ANTROPOGÉNICAS<br />

Gustavo Arévalo Galarza<br />

María Guadalupe Rodríguez-Camarillo<br />

Andrés Gelacio Miranda Moreno<br />

Con el propósito de diagnosticar el estado de<br />

conservación que guardan los diferentes tipos<br />

de vegetación que se encuentran en el estado, a<br />

continuación se identifican las principales causas<br />

que han ocasionado el deterioro de los recursos<br />

naturales, particularmente en los bosques y<br />

las selvas:<br />

1. Remoción de la vegetación original para<br />

abrir nuevas áreas de cultivo.<br />

2. Extracción de especies maderables (para la<br />

construcción).<br />

3. Extracción de leña para combustible y carbón.<br />

4. Apertura de nuevas áreas de pastoreo de<br />

ganado doméstico (potreros).<br />

5. Remoción de especies nativas para introducción<br />

de especies de mayor importancia<br />

comercial (frutales y hortalizas).<br />

6. Mortalidad de individuos causada por el uso<br />

intensivo de agroquímicos.<br />

7. Fragmentación de la vegetación debido a la<br />

construcción de infraestructura, como la<br />

red de carreteras, brechas para electrificación,<br />

etcétera.<br />

8. Fragmentación y remoción de la vegetación<br />

por efectos de la explotación minera.<br />

9. Fragmentación y remoción de la vegetación<br />

en los esteros por actividades turísticas.<br />

10. Fragmentación de la vegetación por fenómenos<br />

naturales, como la incidencia de huracanes,<br />

deslaves e inundaciones.<br />

11. Fragmentación y deterioro de la vegetación<br />

debido a la creación de nuevos asentamientos<br />

humanos.<br />

Las causas señaladas traen consigo fuertes<br />

impactos en los ecosistemas. De esta manera la<br />

calidad ambiental de los recursos naturales se ve<br />

afectada por las actividades antropogénicas que<br />

se llevan a cabo en los diferentes hábitats del<br />

estado.<br />

Índices de diversidad<br />

Existe gran variedad de índices de diversidad, de<br />

los cuales la mayoría se basan en la riqueza y<br />

abundancia de las especies. Los más conocidos<br />

y más sencillos de interpretar, ecológicamente,<br />

son los índices de diversidad de Hill y el de Shannon<br />

y Simpson. Para conocer los índices de<br />

diversidad y de calidad ambiental de la vegetación<br />

de Colima se llevaron a cabo muestreos<br />

ecológicos dirigidos, en diferentes localidades,<br />

132<br />

Arévalo, G.G., M.G. Rodríguez-Camarillo y A.G. Miranda M. 2016. Deterioro de la vegetación y los impactos de las<br />

actividades antropogénicas. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 132-138.


que incluían tres condiciones de la vegetación:<br />

zona conservada (zc), zona semi-conservada<br />

(zsc) y zona abierta (za) (figura 1).<br />

Para la evaluación de las condiciones de la vegetación<br />

se aplicó lo planteado por Smith (2000),<br />

quien sostiene que para medir de manera general<br />

los impactos ambientales sobre los ecosistemas,<br />

se puede utilizar la abundancia y la diversidad de<br />

especies, como indicadores ambientales, incluso<br />

sin profundizar en ellos.<br />

En porciones significativas de su territorio, el<br />

estado contiene áreas de vegetación nativa que<br />

aún muestran aceptables niveles de conservación,<br />

a la vez que existen amplias zonas con evidentes<br />

disturbios de origen antropogénico. Esto<br />

queda claramente evidenciado en los muestreos<br />

realizados para la obtención de los índices de<br />

diversidad y calidad ambiental. Para la obtención<br />

de tales índices se muestrearon 16 localidades<br />

representativas de los distintos tipos de<br />

vegetación, los cuales presentan diferentes grados<br />

de conservación (cuadro 1).<br />

De acuerdo con los índices de diversidad obtenidos,<br />

los valores más altos corresponden a las<br />

áreas mejor conservadas, y viceversa; los valores<br />

más bajos se presentan en los lugares con mayor<br />

perturbación (figuras 2 y 3).<br />

a) b)<br />

c)<br />

FIGURA 1. itios con tres estados de conservación de la vegetación, a) ona conservada (C), b) ona semi<br />

conservada (C) y c) ona abierta (ZA). Fotos: Gustavo Arévalo Galarza.<br />

Deterioro de la vegetación y los impactos de las Regionalización actividades antropogénicas ecológica 133 133


FIGURA 2. Funciones de transformación para determinar y = índice de calidad ambiental, a partir de<br />

x = valores de diversidad de Hill. Fuente: elaboración propia.<br />

FIGURA 3. Índices de diversidad de Shannon y Simpson, correspondientes a 16 sitios representativos de<br />

diferentes estados de conservación de la vegetación; donde ZC = zona conservada, ZSC = zona semiconservada,<br />

y ZA = zona abierta. Fuente: elaboración propia.<br />

134 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


CUADRO 1. Cálculo del índice de calidad ambiental para el estado; donde ZC = zona conservada, ZSC = zona<br />

semi-conservada y ZA = zona abierta. Fuente: elaboración propia.<br />

Unidad de muestreo<br />

Condición de<br />

conservación<br />

Índice de calidad<br />

ambiental<br />

Índice<br />

Hill<br />

Índice<br />

Shannon<br />

Índice<br />

Simpson<br />

Laguna de Amela ZA 0.2034 8.5 0.536 3.0<br />

Canoas ZSC 0.2452 11.2 0.618 4.7<br />

La Playita ZA 0.2743 12.8 0.659 6.0<br />

Paticajo ZA 0.2825 13.3 0.669 5.0<br />

Los Tepames ZC 0.3370 15.8 0.721 7.3<br />

Zacualpan ZSC 0.3453 16.1 0.728 7.3<br />

Los Tepames ZA 0.3453 16.1 0.728 7.3<br />

La Becerrera ZC 0.3584 16.7 0.738 6.0<br />

Paticajo ZSC 0.3904 17.9 0.759 7.3<br />

Minatitlán ZA 0.3904 17.9 0.759 7.3<br />

Laguna de Alcuzahue ZC 0.3904 17.9 0.759 9.4<br />

Chandiablo ZC 0.4474 19.9 0.790 9.4<br />

Potrero Grande ZC 0.5747 23.5 0.841 11.0<br />

Zacualpan ZC 0.6390 25.0 0.860 13.2<br />

Ixtlahuacán ZC 0.8757 29.6 0.910 16.5<br />

M. Ávila Camacho ZC 1.0000 31.5 0.929 22.0<br />

De esta manera, la valoración de la calidad<br />

ambiental se realizó en función de los cálculos<br />

de diversidad, específicamente del índice de<br />

Hill. Esta valoración general se llevó a cabo a<br />

través de la relación de tipo exponencial<br />

y = 0.1124e 0.0893X , donde: y = índice de calidad<br />

ambiental y x= índice de diversidad de Hill. La<br />

figura 2 muestra que cuando la diversidad es<br />

mayor el índice de calidad ambiental toma<br />

valores de diversidad > 23, correspondientes a<br />

un índice de calidad ambiental aceptable<br />

(> 0.60), indicando que las comunidades conservadas<br />

muestran una calidad ambiental relativamente<br />

buena.<br />

La figura 5 muestra que las unidades correspondientes<br />

a seis zonas conservadas (Zacualpan,<br />

Ixtlahuacán, Miguel Ávila Camacho, Chandiablo,<br />

laguna de Alcuzahue y la parte norte de<br />

Potrero Grande) son las unidades de muestreo<br />

que presentan los valores de diversidad (Shannon<br />

y Simpson) más altos. Estos resultados confirman<br />

lo observado en la figura 2 y coincide con<br />

lo planteado por algunos autores como Vázquez<br />

et al. (1990), en el sentido de que las zonas conservadas<br />

son las más diversas y de que los valores<br />

de diversidad más bajos corresponden a las áreas<br />

perturbadas, como es el caso de la laguna de<br />

Amela.<br />

Deterioro de la vegetación y los impactos de las actividades antropogénicas<br />

135


Considerando la información histórica sobre la<br />

vegetación potencial para Colima (inegi 1981),<br />

la actualización del mapa de usos del suelo y<br />

vegetación (1990) y lo revelado por los índices de<br />

diversidad ecológica, existe una tendencia encaminada<br />

a una mayor perturbación de los diferentes<br />

ecosistemas ocasionada por los cambios<br />

de usos del suelo, cuya localización y orígenes se<br />

mencionan a continuación:<br />

• Aumento en la superficie de agricultura de<br />

temporal en los municipios de Comala<br />

(parte centro-este), Villa de Álvarez (este),<br />

Colima (norte y este), Cuauhtémoc (sureste<br />

y norte) y Armería (centro-norte).<br />

• Aumento o mejoramiento de las condiciones<br />

en la producción agrícola (este y centro del<br />

municipio de Villa de Álvarez).<br />

• Aumento en la superficie de agricultura de<br />

riego en Armería, Manzanillo (alrededor<br />

de la laguna de Cuyutlán), así como el cambio<br />

de agricultura de riego por agricultura<br />

de temporal en Manzanillo.<br />

• Aumento de selva baja espinosa y vegetación<br />

secundaria en la parte sur de Tecomán y<br />

oeste de Colima, como resultado de la perturbación<br />

de la selva baja caducifolia.<br />

• Aumento de la superficie de pastizal y<br />

sabana en partes de Colima, presumiblemente<br />

por la apertura de la selva baja caducifolia.<br />

FIGURA 4. Funciones de transormación para determinar y índice de calidad ambiental, a partir de<br />

valores de diversidad de ill. Fuente: elaboración propia.<br />

136 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 5. Índices de diversidad de Shannon y Simpson, correspondientes a 16 sitios representativos de<br />

diferentes estadios de conservación de la vegetación en el estado; donde ZC = zona conservada, ZSC = zona<br />

semi-conservada y ZA = zona abierta. Fuente: elaboración propia.<br />

Deterioro de la vegetación y los impactos de las actividades antropogénicas<br />

137


Concusiones<br />

Para evaluar la calidad ambiental de un ecosistema<br />

es necesario conocer los impactos que las<br />

actividades humanas causan en el mismo, ya sea<br />

de forma directa o indirecta.<br />

Se dice que hay un impacto ambiental cuando<br />

una acción o actividad humana produce una<br />

actividad favorable o adversa en el ambiente, o<br />

en algunos de sus componentes.<br />

El conocimiento de la abundancia y la diversidad<br />

de las especies se considera un paso fundamental<br />

en el entendimiento de los efectos que<br />

tales impactos ocasionan en los ecosistemas<br />

naturales.<br />

eerencias<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />

Informática. 1981. Síntesis geográfica de Colima.<br />

Coordinación General de los Servicios Nacionales<br />

y Estadística, Geografía e Informática. México, D.F.<br />

Moreno, A.B., M.V. González, E.G. Nolazco, et al.<br />

2010. Recursos naturales y sociedad sustentable.<br />

Universidad Autónoma Chapingo. México.<br />

Smith, R.L. y T.M. Smith. 2000. Ecología. Pearson.<br />

Addison Wesley. España.<br />

Smith, S.G. 2000. Flora of North of México, vol 22.<br />

En: Flora of North America. Editorial Committee.<br />

Oxford University Press, New York, pp. 278-285.<br />

Sol, A. 1996. Diversidad florística de la selva de canacoite:<br />

Bravaisia integerrima (Sprengel) Standl., en<br />

la región de La Chontalpa, H. Cárdenas, Tabasco,<br />

México. Tesis de maestría en ciencias. Escuela Nacional<br />

de Agricultura, Chapingo, México.<br />

Vázquez, G.J.A., R. Cuevas, T.S. Cochrane y H.H. Iltis.<br />

1990. Flora de la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />

Manantlán, Jalisco. Universidad de Guadalajara,<br />

Jalisco.


Descripción<br />

de los ecosistemas<br />

en la zona costera<br />

Gloria Alicia Jiménez-Ramón<br />

Alma Jocelyn Mendoza-Morales<br />

Juan Carlos Chávez-Comparán<br />

Rosa María Guzmán-Barrera<br />

Basilio Lara-Chávez<br />

Introducción<br />

Las zonas costeras son importantes como recursos naturales debido a<br />

que hacen posible la realización de una serie de actividades económicas,<br />

tales como la pesca y acuacultura, extracción de minerales y de hidrocarburos,<br />

actividades turísticas y recreativas, así como desarrollos portuarios<br />

y de transporte marítimo. Además, las costas pueden resultar<br />

sitios idóneos para el desarrollo industrial y urbano.<br />

Asimismo, en las zonas costeras se encuentran sistemas ecológicos<br />

importantes en cuanto a productividad y diversidad biológica, tales<br />

como: lagunas costeras, estuarios, dunas, playas, áreas rocosas, arrecifes<br />

de coral, bosques de manglar y pantanos.<br />

Debido al desarrollo de actividades humanas en los sistemas ecológicos<br />

originales, los impactos adversos en el ambiente han sido considerables,<br />

eso es debido a la combinación de una serie de factores y causas, tales<br />

como la mala planeación y la escasez de estudios básicos sobre los recursos<br />

naturales y la dinámica de la costas, circunstancias que ocasionan<br />

un aprovechamiento irracional y deficiente de la zona costera y sus<br />

recursos.<br />

Con la finalidad de entender el alcance y la importancia ecológica y económica<br />

de estas áreas, se define a la zona costera como las aguas costeras<br />

y sus costas adyacentes, ambas influenciadas de forma mutua,<br />

incluyendo islas, zona intermareal, marismas, manglares, estuarios,<br />

Jiménez-Ramón, G.A., A.J. Mendoza-Morales, J.C. Chávez-Comparán, R.M.Guzmán-Barrera y B. Lara-Chávez.<br />

2016. Descripción de los ecosistemas en la zona costera. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 139-170.<br />

139


lagunas costeras y playas. En el contexto de la<br />

realización de estudios científicos sobre el cambio<br />

global, Holligan y Boois (1993) consideran a<br />

las zonas costeras desde dos perspectivas:<br />

1) como parte integral del sistema terrestre que<br />

contribuye de manera significativa a los ciclos<br />

biogeoquímicos globales y su interacción con el<br />

clima y, 2) como un conjunto de recursos vitales,<br />

en términos de abastecimiento de alimentos<br />

y minerales, sitios de descargas de materiales<br />

de desechos, de vivienda, de espacios recreativos<br />

y de transporte. La frontera tierra-mar<br />

incluye algunos de los ecosistemas más productivos<br />

del planeta y provee más de 90% de la captura<br />

mundial pesquera y otros importantes<br />

recursos vivos asociados con comunidades,<br />

tales como arrecifes de coral, bosques de manglar,<br />

marismas y pantanos.<br />

Como resultado del incremento de la población<br />

humana y la tendencia de una gran parte de ella<br />

a vivir cerca del mar, los impactos antropogénicos<br />

sobre la zona costera han sido severos en las<br />

últimas décadas. Los ambientes costeros han<br />

sido alterados por actividades humanas en todas<br />

las partes del planeta, y México no es la excepción,<br />

debido a la combinación de efectos directos<br />

(uso del suelo, urbanización, industrialización,<br />

retención de agua, explotación de recursos vivos<br />

y no vivos y destrucción de hábitats), e indirectos<br />

(huracanes, ciclones, cambios en el nivel hídrico<br />

de humedales, incrementos en el nivel de mar e<br />

inundaciones, entre otros). Como resultado de<br />

las modificaciones ecológicas, la diversidad y<br />

estabilidad de los ecosistemas costeros han sido<br />

severamente impactadas, contribuyendo al cambio<br />

global y evidenciando los efectos sobre el<br />

clima y la geomorfología. Las implicaciones<br />

ambientales a largo plazo son inciertas.<br />

a cosa<br />

Se estima que el total del litoral en todos los<br />

continentes es del orden de 500 mil kilómetros,<br />

de éstos, más de 10 mil corresponden al litoral<br />

de México. El estado, ubicado en la parte occidental<br />

de la república mexicana sobre las costas<br />

del océano Pacífico, tiene alrededor de 157 km<br />

de costa, que comprenden los municipios de<br />

Manzanillo, Armería y Tecomán, desde el río<br />

Coahuayana en el límite con Michoacán hasta<br />

la península de La Culebra límite con Jalisco<br />

(spp 1981). Colima cuenta con una plataforma<br />

continental de 1 543 km 2 , un mar territorial de<br />

2 211 km 2 , una superficie de lagunas litorales<br />

de 8662 ha (Ruiz 1985) y 2153 ha de lagunas<br />

lacustres. El municipio de Manzanillo abarca la<br />

mayor amplitud del litoral, debido en gran<br />

parte a las bahías de Manzanillo y Santiago,<br />

laguna de Cuyutlán, San Pedrito, Juluapan y la<br />

ciénega de Potrero Grande. Por su ubicación y<br />

área de influencia económica, Manzanillo es<br />

considerado como un lugar estratégico para el<br />

desarrollo económico portuario.<br />

La costa de Colima se compone de manera<br />

general de playas, dunas, acantilados y humedales<br />

(sistemas lagunares y estuarinos, ciénegas,<br />

manglares y marismas). Las playas de arena<br />

están formadas de material de cuarzo y tienen<br />

una fuerte influencia en su formación los aportes<br />

sedimentarios de los ríos Marabasco, Armería<br />

y Coahuayana, así como los innumerables<br />

arroyos que desembocan al mar en las temporadas<br />

de lluvias. Aproximadamente 90% de la<br />

línea costera de Colima consiste de playas. Las<br />

dunas de arena se encuentran, en general, en un<br />

proceso de estabilización favorecido por la<br />

vegetación; la zona de la barra de Cuyutlán es la<br />

140 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


más importante en cuanto a dunas. Los acantilados<br />

donde las rocas se unen con el mar constituyen<br />

menos de 10% de la línea costera.<br />

De los ecosistemas de la costa del estado sobresalen<br />

los humedales de los sistemas lagunares y<br />

estuarinos, que en promedio se encuentran en<br />

uno de cada 20 km en la línea de costa. Entre<br />

los humedales más importantes se encuentran;<br />

las lagunas de Cuyutlán, de Juluapan, los estuarios<br />

Boca de Apiza y El Centinela, los esteros<br />

San Rafael y El Tecuanillo. Además, desde el<br />

punto de vista fisiográfico resaltan las bahías de<br />

Manzanillo y Santiago, y el sistema de dunas<br />

que separa la laguna de Cuyutlán con el océano<br />

(figura 1).<br />

corriente de importancia frente a las costas<br />

de Colima, Jalisco y Michoacán, es la<br />

corriente caliente que fluye hacia el norte,<br />

derivada de la Contracorriente Ecuatorial.<br />

Las dos corrientes descritas anteriormente<br />

confluyen frente a las costas mexicanas del<br />

Pacífico, hacia el sur de Michoacán en<br />

invierno y hacia el norte de dicho estado<br />

en el verano. En el invierno, la porción de la<br />

corriente de California que fluye hacia el sur<br />

hasta Acapulco se llama Corriente Mexicana.<br />

En el verano, la corriente Contracorriente<br />

Ecuatorial que cambia su dirección<br />

al norte o noroeste de Michoacán, fluye<br />

hacia el norte a lo largo de las costas mexicanas<br />

occidentales.<br />

Para entender las consecuencias del desarrollo<br />

regional y llevar a cabo una planeación adecuada<br />

y racional, es necesario comprender cuáles<br />

son los principales componentes que inciden<br />

en el deterioro de la zona costera, cómo funcionan<br />

los sistemas costeros y cuáles son las medidas<br />

pertinentes de administración costera.<br />

A continuación se proporciona una breve descripción<br />

de cuatro componentes que guían el<br />

funcionamiento de los sistemas costeros.<br />

1. Corrientes oceánicas. La corriente oceánica<br />

de mayor importancia frente a las costas de<br />

Colima es la de California. Esta es una<br />

corriente fría que fluye hacia el sur a lo largo<br />

de la península de California, siendo normalmente<br />

suave e influenciada por los vientos<br />

ocasionales. Después de fluir a lo largo de<br />

la península de California, esta corriente<br />

cambia su dirección hacia el suroeste y se<br />

transforma en lo que se conoce como la<br />

Corriente Ecuatorial del Norte. Otra<br />

2. Suelos. En la región de la costa el relieve del<br />

suelo es inclinado ligeramente hacia el mar,<br />

donde se forman lagunas y esteros; los suelos<br />

son en su mayoría de origen aluvial,<br />

presentando texturas variadas con abundancia<br />

en arena y limo (spp 1981).<br />

3. Humedales costeros. Son ecosistemas tanto<br />

naturales como artificiales que se caracterizan<br />

por estar permanente o temporalmente<br />

inundados, ya sea por aguas dulces, salobres<br />

o salinas, las cuales pueden estar estancadas<br />

o ser corrientes. Incluyen regiones ribereñas,<br />

costeras y marinas que no exceden los seis<br />

metros de profundidad con respecto al nivel<br />

medio de las mareas bajas (Convención<br />

sobre Humedales ramsar 1971) (figura 1).<br />

Entre los humedales costeros se tienen además<br />

a los sistemas lagunares y estuarinos,<br />

los cuales son cuerpos litorales semicerrados.<br />

Estos últimos sistemas se diferencian<br />

geomorfológicamente ya que en el sistema<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

141


lagunar su eje principal se encuentra paralelo<br />

a la costa (embahiamiento), mientras<br />

que en el estuario su eje principal es perpendicular<br />

a la costa y es considerado como la<br />

boca de un río. El sistema estuarino se puede<br />

dividir a su vez en estuario y estero. El estuario<br />

es la boca de un río, por lo general, de<br />

mayor dimensión, mientras que el estero es<br />

la boca de un arroyo que por lo general<br />

aporta agua sólo en época de lluvias y tiene<br />

una menor dimensión que el estuario. Desde<br />

el punto de vista ecológico, las lagunas costeras<br />

y estuarios constituyen un ecosistema<br />

de tipo similar y se puede hablar de un<br />

medio ambiente lagunar-estuarino (Yañez<br />

1978). Entre los principales sistemas lagunares<br />

en Colima están las lagunas de Cuyutlán,<br />

Juluapan, Chupadero y La Murcielaguera.<br />

Entre los principales estuarios están El Centinela<br />

y Boca de Apiza, y los esteros son El<br />

Real, Tecuanillo y San Rafael (figura 1)<br />

4. Recursos hídricos de la zona costera. Los<br />

recursos hídricos más importantes que tienen<br />

influencia en la zona costera del estado<br />

son, río Coahuayana, río Salado, río Armería,<br />

arroyo Salahua y río Cihuatlán o Marabasco<br />

(Figura 1).<br />

os sisemas coseros aunares<br />

esuarinos e a rein<br />

e acfico ropica eicano<br />

Los sistemas lagunares o estuarinos de la costa<br />

del Pacífico Tropical Mexicano tienen un comportamiento<br />

ambiental que consiste de un ciclo<br />

anual de dos fases: la primera en la temporada<br />

de sequía, que comprende los meses de diciembre<br />

a mayo, cuando el régimen de lluvia se ha<br />

detenido. El proceso de acumulación de arena<br />

en la boca inicia hasta cerrar por completo la<br />

comunicación entre los sistemas con el océano.<br />

La pérdida de biomasa verde de la vegetación<br />

litoral alcanza su máximo en julio, apreciándose<br />

una desnitrificación de sus aguas, es decir,<br />

aumentando los niveles de amonio y disminuyendo<br />

los niveles de nitrato y nitritos; los valores<br />

de temperatura se mantienen relativamente<br />

bajos y el nivel general del agua dentro del sistema<br />

alcanza sus valores más bajos.<br />

La segunda fase comprende el comportamiento<br />

inverso y ocurre en la temporada húmeda<br />

(cuando las lluvias inician su aporte), durante<br />

los meses de junio a noviembre, cuando la<br />

acción de las olas y la presión del agua de lluvia<br />

en las bocas abren la comunicación océano-laguna<br />

y la temperatura del agua alcanza sus<br />

valores máximos; el proceso de reverdecimiento<br />

de la vegetación estuarina alcanza sus<br />

niveles máximos, ocurriendo lo mismo con el<br />

nivel del agua dentro de los sistemas.<br />

Los cuerpos de agua sufren variaciones en la salinidad,<br />

de acuerdo a su tipo, por lo que resulta<br />

adecuado clasificarlos con respecto a este parámetro<br />

en: a) ribereños, con salinidad entre<br />

0 a 10 partes por mil; b) estuarinos, con salinidad<br />

entre 10 a 25 partes por mil y c) oceánicos, aquellos<br />

que tengan más de 25 partes por mil. Este<br />

comportamiento de la salinidad en un cuerpo de<br />

agua durante un ciclo anual puede variar de ser<br />

ribereño a ser estuarino, o de oceánico a estuarino<br />

y viceversa, ello dependiendo de la presencia<br />

o afluencia de lluvias, así como de la magnitud en<br />

la comunicación con el océano (figura 1).<br />

142 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 1. idrograía superficial () y humedales costeros (). Fuente: elaborado con inormación de autores.<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

143


En la vegetación litoral de estos sistemas, podemos<br />

identificar un límite muy marcado entre<br />

los sitios donde predomina la salinidad menor<br />

a 5 o/oo (gramos de sal por kilogramo de agua<br />

de mar) y aquellos con mayor salinidad. En los<br />

sistemas con una salinidad menor, la vegetación<br />

predominante se compone de tules, carrizalillos<br />

y huizaches, mientras que en los<br />

sistemas con niveles de alta salinidad la vegetación<br />

predominante consiste de manglares.<br />

La importancia paisajística de estos sistemas es<br />

considerable debido a su alto nivel de colorido<br />

visual y a la gran cantidad de formas de vida<br />

presentes en estos lugares, aunado al hecho de<br />

que estos sistemas se localizan sobre el litoral,<br />

adyacentes a espaciosas playas y dunas. Asimismo,<br />

la presencia de formaciones de acantilados<br />

hacen resaltar aún más su belleza<br />

paisajística, lo que les hace lugares de alto valor<br />

para actividades turísticas.<br />

En general las aves más características son<br />

aquellas especies de amplia distribución, como<br />

la garza blanca (Casmerodius albus), el cormorán<br />

(Phalacrocorax auritus) y el pato buzo<br />

(Aythya affinis). La fauna ictiológica, en casi<br />

todos los sistemas, es la que se menciona en el<br />

capítulo correspondiente de este libro.<br />

La importancia ecológica de estos sistemas,<br />

lagunares y estuarinos ha sido bien documentada<br />

en la bibliografía, pudiendo resumirse de la<br />

siguiente manera: 1) producen una alta cantidad<br />

de materia orgánica; 2) mantienen una alta remineralización<br />

de nutrientes importantes para la<br />

fotosíntesis; 3) funcionan como protección de<br />

especies de peces y crustáceos con importancia<br />

económica durante su etapa juvenil; 4) mantienen<br />

una alta diversidad de especies; 5) son zonas<br />

importantes de anidación y crianza de aves;<br />

6) funcionan como banco de conservación de la<br />

diversidad genética; 7) son considerados como<br />

exportadores de materia orgánica (energía en<br />

forma de detritus) y nutrientes al sistema oceánico;<br />

8) actúan como reguladores de ciclos<br />

hidrológicos que ayudan a recargar los mantos<br />

freáticos; 9) estabilizan los sedimentos y 10) funcionan<br />

como trampas de contaminantes, sobre<br />

todo en las marismas y los manglares.<br />

Estimaciones sobre el valor ecológico de los sistemas,<br />

de acuerdo al grado de deterioro ambiental,<br />

han sido realizadas a partir de los niveles de<br />

alteración antropogénica, tales como rellenos,<br />

basura, cobertura del manglar, contaminación<br />

del agua, así como la presencia o ausencia de<br />

aves y peces. Finalmente, se han establecido criterios<br />

de apreciación paisajística (estética<br />

visual), acceso, amplitud de los espacios abiertos,<br />

grado de deterioro terrestre y acuático,<br />

coloración del agua y presencia de basura. El<br />

apéndice 1 muestra algunas de esas características<br />

en los sistemas costeros de Colima.<br />

suario oca e pia<br />

esembocaura e ro<br />

Coauaana<br />

El estuario Boca de Apiza, en el municipio de<br />

Tecomán, es la desembocadura del río Coahuayana,<br />

el cual separa a las entidades de Michoacán<br />

y Colima (figura 2). Su anchura es variable,<br />

siendo más angosto durante la época de sequía<br />

y sobre todo en la porción de la desembocadura,<br />

donde alcanza aproximadamente 2 m, lo<br />

que permite la navegación de embarcaciones<br />

con motor fuera de borda, mientras que la parte<br />

144 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


más ancha puede medir hasta 320 m. Su comunicación<br />

con el océano es permanente, aunque<br />

en época de sequía ésta se da a través de un<br />

canal muy angosto. Su sedimento es predominantemente<br />

arenoso, aunque existen porciones<br />

de áreas lodosas.<br />

La vegetación más abundante es el manglar,<br />

pero también existen carrizales, tulares y marismas,<br />

áreas que en conjunto abarcan 2.6 km 2 ,<br />

sobre todo en la parte perteneciente a Colima.<br />

La fauna es relativamente abundante, sobre<br />

todo las aves acuáticas como patos, cormoranes,<br />

pelícanos y garzas. La pesca es aceptable,<br />

existiendo una Unión de Pescadores provenientes<br />

del poblado Cerro de Ortega y que son quienes<br />

practican la explotación durante todo el<br />

año.<br />

de lluvia la turbidez del agua se incrementa<br />

notablemente.<br />

Importancia, usos y problemas ambientales<br />

El estuario de Boca de Apiza es utilizado principalmente<br />

para la pesca, aunque también existen<br />

algunos restaurantes y asentamientos<br />

humanos de pescadores, sobre todo en el lado<br />

de la porción perteneciente al estado de Michoacán<br />

(figura 2). Existen algunas estructuras destruidas<br />

por la acción erosiva del oleaje ocurrido<br />

en 1991, cuando se perdió la comunicación<br />

asfáltica de aproximadamente 4 km de largo.<br />

En las inmediaciones existe una empresa de<br />

acuacultura, Langosta S.A., de 11 ha, y otra en<br />

proceso de construcción, Granjas Acuícolas<br />

S.A., de 10 ha, en donde se cultiva langostino<br />

(Macrobrachium rosembergii).<br />

Los parámetros ambientales muestran condiciones<br />

ribereñas de salinidad durante todo el<br />

año. Resalta la alta concentración de nutrientes<br />

(amonio, ortofosfatos, nitritos y nitratos), sobre<br />

todo en época de lluvias. El valor de nitratos de<br />

34.04 μg-at/l (microgramos-átomos por litro),<br />

tomado en época de humedad, fue el más alto<br />

registrado en todos los cuerpos de agua del litoral<br />

de Colima. Esto se debe, quizás, a la influencia<br />

de fertilizantes utilizados en las tierras<br />

agrícolas del valle de Tecomán, las cuales bordean<br />

tanto al río como al estuario. La temperatura<br />

del agua en febrero fue de 25.5 °C, mientras<br />

que en julio alcanzó 29.0 °C, una diferencia de<br />

3.5 °C, relativamente alta para un estuario. Sin<br />

embargo, el oxígeno disuelto aumentó de 2.87 a<br />

4.34 ml/l, durante el mismo periodo. El incremento<br />

similar del pH (de 7.0 a 7.8) puede ser<br />

indicativo de una producción biológica primaria,<br />

mayor en verano que en invierno. En época<br />

Este estuario puede considerarse con importancia<br />

ecológica, aunque su importancia paisajística<br />

es únicamente mediana. Su deterioro es<br />

cada vez mayor, principalmente por el aporte<br />

de nutrientes (fertilizantes) provenientes de sus<br />

alrededores, los cuales consisten de campos de<br />

cultivo con altas concentraciones de amonio y<br />

ortofosfatos.<br />

Existe comunicación acuática a través de canales<br />

artificiales de anchura variable, los cuales<br />

fluyen, en forma paralela a la costa, hacia el<br />

norte por más de 7 km donde adicionalmente<br />

existen una serie de cuerpos de agua litorales,<br />

tales como los esteros El Carrizal, El Pato, El<br />

Ahogado y El Caimán, hasta llegar a la laguna<br />

El Chupadero. Los canales antes mencionados<br />

permiten la intercomunicación entre los esteros<br />

y reciben los aportes de agua dulce y de organismos<br />

biológicos.<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

145


FIGURA 2. Estuario oca de pia (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />

auna Cupaero<br />

Esta laguna es uno de los cuerpos de agua más<br />

importantes del estado. Mide 5 km de largo y es<br />

de anchura variable, con 230 ha de superficie<br />

(figura 3). Su acceso se da a través del camino a<br />

Valle Nuevo, entre áreas de gran producción<br />

agrícola. La laguna recibe aportes de agua provenientes<br />

del río Coahuayana, a través de canales<br />

artificiales de más de 7 km de largo que se comunican<br />

al sur con otros esteros como El Carrizal,<br />

El Caimán, El Ahogado y El Pato. Sus condiciones<br />

de salinidad son ribereñas, sin cambios sustanciales<br />

durante el año. La influencia de agua<br />

de mar es mínima y ocurre durante el periodo de<br />

lluvias, cuando se abre ocasionalmente la boca<br />

de comunicación con el océano o bien los pescadores<br />

llevan a cabo trabajos de apertura de la<br />

boca. El hecho de que la boca no se abra en época<br />

de lluvias crea condiciones adversas por estancamiento<br />

del agua, lo que ocasiona serios problemas<br />

de eutrofización (aumento en la cantidad de<br />

nutrientes).<br />

La temperatura del agua, en febrero, fue de<br />

26.5 °C, mientras que en julio alcanzó 30.5 °C<br />

(4° más alta). La concentración de nitratos y<br />

nitritos durante invierno fue mayor que en<br />

146 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 3. aguna El Chupadero (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />

verano, mientras que la de amonio y ortofosfatos<br />

tuvieron comportamientos similares en ambas<br />

temporadas. El oxígeno disuelto, pH y turbidez,<br />

no tuvieron cambios significativos entre ambas<br />

épocas.<br />

Importancia, usos y problemas ambientales<br />

En la parte costera de esta zona existe un sistema<br />

de dunas de más de 10 km de largo,<br />

cubierto con vegetación espinosa de Acacia farnesiana<br />

(huizache o mezquite). La playa se<br />

localiza dentro de la zona de anidación de la<br />

tortuga marina, donde la Secretaría de Desarrollo<br />

Social (sedesol) ha instalado un campamento<br />

tortuguero permanente.<br />

La laguna El Chupadero tiene gran importancia<br />

ecológica debido a que probablemente es el<br />

ecosistema lagunar de Colima de mayor diversidad<br />

de flora y fauna. Se pueden encontrar<br />

gran variedad de peces y aves acuáticas, rodeadas<br />

de manglar, carrizal, tular y marismas. La<br />

superficie de manglar y de áreas pantanosas<br />

alcanza más de 20 km 2 , la mayor parte de esa<br />

extensión muestra condiciones de poca alteración,<br />

lo que hace a este sitio candidato para ser<br />

propuesto como área natural protegida. Sin<br />

embargo, hay que resaltar que durante la década<br />

de los ochenta se realizaron trabajos de dragado<br />

con el fin de recibir las aguas del río<br />

Coahuayana, alterando el patrón normal de<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

147


salinidad y por lo tanto haciendo que el sistema<br />

se comporte como un estuario, en lugar de una<br />

laguna.<br />

En la zona existe explotación pesquera organizada<br />

a través de una cooperativa denominada<br />

El Chupadero, quienes cuentan con unas ramadas<br />

(cobertizos) adyacentes a la laguna, así<br />

como incipientes asentamientos humanos en<br />

las riberas. Llama la atención que los agricultores<br />

se preocupen en mantener la comunicación<br />

de esta laguna con el océano, para de esta<br />

manera desfogar los afluentes de agua que<br />

suben el nivel de dicho estero, lo que perjudicaría<br />

a los agricultores debido a la inundación<br />

potencial de sus parcelas, por ello se contrata<br />

maquinaria, para que en época de lluvias se<br />

hagan los trabajos de apertura artificial de la<br />

boca del estuario. Existe una prohibición<br />

expresa de no introducir embarcaciones turísticas<br />

ni de recreo dentro de la laguna.<br />

sero an aae<br />

El estero de San Rafael se encuentra en el municipio<br />

de Tecomán, cuyo acceso principal es el<br />

camino a Valle Nuevo (figura 4). Tiene comuni-<br />

FIGURA 4. Estero an aael (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />

148 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


cación permanente con el océano a través de<br />

una boca de aproximadamente 40 m, lo cual lo<br />

hace el único estero con esta característica,<br />

mientras que los demás permanecen cerrados<br />

casi todo el año.<br />

El estero está completamente rodeado de campos<br />

agrícolas, lo que dificulta el acceso al<br />

mismo. Sus márgenes y la vegetación natural<br />

han sido completamente alterados para dar<br />

paso a cultivos de cocos. Las prácticas de pesca<br />

son incipientes y existen algunas construcciones<br />

de concreto cerca de la costa, las cuales se<br />

están derrumbando por la acción del oleaje.<br />

El estero muestra una alta turbidez y coloración<br />

verde, por lo que se asume que se encuentra<br />

parcialmente eutrofizado, muy probablemente<br />

debido al aporte de fertilizantes de los campos<br />

agrícolas de los alrededores. Los valores de los<br />

nutrientes son más altos en la época de lluvias<br />

que en sequía, con excepción de los nitratos,<br />

que son más altos en sequía, con 13.9 μg-at/l (el<br />

valor más alto detectado en todos los esteros de<br />

Jalisco y Colima durante 1994). La temperatura<br />

del agua en febrero fue de 28 °C, mientras que<br />

en julio alcanzó 32 °C. Los valores de oxígeno<br />

disuelto y pH son más altos en la época de<br />

lluvias. La salinidad del agua es ligeramente<br />

salobre, alcanzando los 4 o/oo (gramos por<br />

kilogramo de agua de mar) durante la época de<br />

lluvia.<br />

Importancia, usos y problemas ambientales<br />

Su importancia ecológica es considerada intermedia,<br />

por el hecho de que no cuenta con vegetación<br />

estuarina, ni se observa la presencia<br />

sustancial de aves acuáticas.<br />

auna e Cuun<br />

Esta laguna se encuentra en el municipio<br />

de Manzanillo, cuenta con una superficie de<br />

7 200 ha y tiene una longitud de aproximadamente<br />

37 km paralelos a la costa (figura 5),<br />

dividida en cuatro vasos, su profundidad promedio<br />

es de 1.5 m y su sedimento consiste de<br />

arena en la boca de ventanas y lodo arcilloso,<br />

dominando las áreas distales a las bocas de<br />

intercomunicación con el mar. Es sin duda el<br />

cuerpo de agua más importante del estado; es<br />

considerada como una laguna de alta producción<br />

primaria, siendo las comunidades de<br />

manglar y marismas su principal productor<br />

primario, esto hace que la pesca sea particularmente<br />

abundante a pesar de los efectos<br />

negativos de la contaminación. También habitan<br />

en ella gran cantidad de especies de peces,<br />

crustáceos y moluscos, lo que resalta su importancia<br />

ecológica para el estado.<br />

La temperatura del agua en febrero es de 27 °C<br />

y en julio alcanza los 29 °C. El oxígeno disuelto y<br />

el pH tienden a mantenerse, mientras que destacan<br />

los altos valores de nutrientes como el<br />

amonio. Se cree que las bajas concentraciones<br />

de fauna están asociadas a altas concentraciones<br />

de nitrógeno, resultado de las descargas de<br />

aguas negras provenientes de las áreas urbanas<br />

de la ciudad de Manzanillo.<br />

Importancia, usos y problemas ambientales<br />

La laguna de Cuyutlán fue un gran productor<br />

de sal durante la época de la Colonia. En el<br />

pasado más reciente fue también la fuente principal<br />

de producción pesquera del estado.<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

149


FIGURA 5. aguna de Cuyutln. os puntos representan las principales poblaciones, mientras que las líneas rojas son las carreteras<br />

principales. Fuente: elaboración propia.<br />

150 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


Actualmente, la producción de sal ha sufrido<br />

altibajos y la producción pesquera se mantiene<br />

en condiciones inestables debido al deterioro<br />

ecológico que sufrió durante muchos años la<br />

laguna y que al día de hoy, con la apertura del<br />

canal de Tepalcates, está pasando por un proceso<br />

de recuperación y reajuste en su hidrodinámica.<br />

Sin embargo, aún persiste un deterioro<br />

debido en parte a las descargas de aguas negras<br />

provenientes del casco urbano de Manzanillo,<br />

los diversos accidentes de derrames de hidrocarburos<br />

de la tubería que atraviesa la laguna<br />

en perpendicular, transportando combustóleo<br />

y abasteciendo a la termoeléctrica ubicada en la<br />

zona, así como también a la reducida comunicación<br />

que la laguna mantiene con el océano a<br />

través del denominado túnel (3 m de ancho) y<br />

del canal de Ventanas (aproximadamente<br />

80 m de ancho).<br />

Prácticamente toda el agua que entra a la laguna<br />

por este último canal es absorbida por la termoeléctrica<br />

Manuel Álvarez, para el enfriamiento<br />

de su sistema de turbinas. En realidad<br />

es poca la cantidad del agua que mantiene<br />

comunicación con la laguna, esto ha ocasionado<br />

estancamiento y eutrofización en ciertas<br />

partes de la laguna, creando zonas anóxicas<br />

(con falta de oxígeno) y contaminadas.<br />

Otro problema serio de la laguna es la constante<br />

pérdida de terrenos debido a la expansión<br />

de las áreas urbanas de la ciudad de Manzanillo,<br />

así como a la construcción de diferentes<br />

tipos de obras, tales como vías de comunicación<br />

(la vía férrea que parte en dos a la laguna),<br />

el terraplén que sirvió como sostén de la tubería<br />

de dragado de la laguna de San Pedrito y la<br />

construcción de decenas de torres de alta tensión<br />

de la <strong>Comisión</strong> Federal de Electricidad<br />

(cfe) que la atraviesan.<br />

Todas estas obras de relleno aceleran el azolve<br />

constante de la laguna debido a que atrapan los<br />

sedimentos arrastrados por los arroyos, afectando<br />

así su dinámica biológica y fisicoquímica,<br />

además de degradar el panorama<br />

paisajístico. En los últimos cinco años la laguna<br />

de Cuyutlán ha sufrido grandes transformaciones<br />

al restaurarse la hidrodinámica por la<br />

ampliación de la boca de intercomunicación del<br />

canal de Tepalcates, en el vaso II, como resultado<br />

de las obras de la Terminal de Gas Natural<br />

Licuado (tgnlm) en Manzanillo.<br />

Sin embargo, a pesar de haber llevado un programa<br />

de reforestación de aproximadamente<br />

40 hectáreas de manglar en la laguna, existe el<br />

proyecto de desarrollar el vaso II como puerto,<br />

quedando el vaso III de la laguna como área<br />

natural protegida.<br />

auna apeies<br />

Esta laguna era parte integral de la configuración<br />

morfológica de la laguna de San Pedrito,<br />

que se encuentra adyacente al poblado del<br />

mismo nombre (figura 6). La laguna de San<br />

Pedrito fue seccionada en los años setenta para<br />

dar paso a un tramo de carretera que unió el<br />

área urbana de Manzanillo con los poblados de<br />

Salahua y Santiago; de esta manera, la laguna<br />

Tapeixtles quedó reducida a su porción este,<br />

mientras que en la porción norte nació la laguna<br />

del Valle de las Garzas. La laguna tiene una<br />

superficie de alrededor de 80 ha, bordeada de<br />

manglar con algunas porciones dominadas por<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

151


FIGURA 6. aguna apeitles (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />

tule. Se comunica con el puerto interior<br />

mediante un par de compuertas y recibe escurrimientos<br />

de agua durante la época de lluvias.<br />

Actualmente es el sitio de desarrollo del puerto<br />

interior.<br />

Los valores de salinidad de la laguna muestran<br />

básicamente el mismo proceso que existe en la<br />

laguna del Valle de las Garzas, donde es casi<br />

nula la comunicación con la laguna de San<br />

Pedrito, por lo que prácticamente toda el agua<br />

que recibe proviene de la temporada de lluvias.<br />

Durante la temporada de sequía concentraciones<br />

de nutrientes son excesivamente altos, sobre<br />

todo en los compuestos nitrogenados, mientras<br />

que en la temporada de lluvia se incrementan<br />

los valores de los ortofosfatos. La temperatura<br />

del agua, de enero a julio, oscila de los 28 a los<br />

32 °C, y los valores de oxígeno disuelto y pH<br />

son altos en la época de sequía (9.10 y 8.9 ml/l,<br />

respectivamente), siendo moderados en la<br />

época de lluvias.<br />

Importancia, usos y problemas ambientales<br />

La laguna de Tapeixtles ha sido motivo de controversia<br />

social debido a que la opinión pública<br />

se manifiesta a favor de preservarla como área<br />

ecológica, aunque, lamentablemente, ésta ya ha<br />

sido destinada a ser rellenada y ser patio de<br />

contenedores del puerto interior desde 1993.<br />

152 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


auna e uuapan<br />

Esta laguna se localiza en la porción norte del<br />

municipio de Manzanillo, al oeste de la bahía<br />

de Santiago, cubriendo una superficie de 100 ha<br />

(figura 7). Su litoral se encuentra rodeado de<br />

manglares; tiene una profundidad promedio<br />

de 1.6 m, alcanzando mayores profundidades<br />

en la boca de la laguna. Su sedimento es arenoso<br />

en la boca y lodoso en la cabeza; su comunicación<br />

con el océano es permanente, existiendo<br />

un fuerte azolve de arena dentro de la laguna.<br />

La fauna de la laguna es rica en diversidad de<br />

peces y aves acuáticas. A principios de los años<br />

ochenta la laguna se encontraba plagada por<br />

una población de medusas bentónicas que no<br />

permitía actividad de pesca y que hoy han desaparecido.<br />

La salinidad de la laguna es mayor<br />

que la del océano durante todo el año, variando<br />

de 37 a 38 o/oo. El pH oscila entre 7.0 y 7.5, y el<br />

oxígeno disuelto en invierno fue de 5.46 ml/l,<br />

mientras que en verano, cuando la temperatura<br />

del agua rebasó los 30.5 °C, disminuyó a<br />

4.26 ml/l.<br />

Durante el invierno los valores de los compuestos<br />

nitrogenados de la laguna muestran desnitrificación,<br />

presentándose valores altos de<br />

amonio, resultado probable de la actividad<br />

FIGURA 7. aguna de uluapan (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

153


iológica y de descomposición de materia orgánica.<br />

Los ortofosfatos se mantuvieron en el<br />

mismo nivel.<br />

Importancia, usos y problemas ambientales<br />

La laguna de Juluapan ha sido el cuerpo de agua<br />

más alterado del estado, mostrando una total<br />

modificación en su morfología original. La<br />

laguna estaba rodeada totalmente de manglar y<br />

tenía una extensión de agua de alrededor de<br />

176 hectáreas.<br />

A partir de 1987 se iniciaron trabajos de dragado<br />

y relleno de sus márgenes, cortándose casi<br />

en su totalidad la vegetación de manglar y rellenándose<br />

casi 40% de su superficie original. Sin<br />

embargo, en 1992 el establecimiento de proyectos<br />

turísticos motivó la suspensión de tales trabajos<br />

de dragado y rellenos y, aunque la<br />

vegetación de manglar ha vuelto a regenerarse<br />

en casi todas las márgenes, su anchura es muy<br />

limitada.<br />

Los terrenos adyacentes a la laguna son propiedad<br />

privada y en los últimos años han estado<br />

sujetos a una serie de presiones y conflictos<br />

para su utilización por parte de pescadores, ejidatarios<br />

e inversionistas turísticos. Se pretende<br />

construir una marina para yates turísticos, la<br />

construcción de un complejo hotelero y la venta<br />

de terrenos para un desarrollo residencial.<br />

Así, se ha querido desplazar a los pescadores<br />

que estaban asentados en sus márgenes desde<br />

hace más de 20 años, y se ha buscado comprar<br />

los terrenos ejidales adyacentes a precios bajos.<br />

En la actualidad no se ha llegado a acuerdos en<br />

ninguna de estas situaciones.<br />

auna a urcieauera<br />

Esta laguna se encuentra en el municipio de<br />

Manzanillo, en el área de Playa de Oro (figura 8).<br />

Se accede a ella a través del camino de la Playa de<br />

Oro. La laguna tiene un ancho variable, con un<br />

máximo de 100 m y una longitud de aproximadamente<br />

1 km. Su profundidad es somera (apenas<br />

20 cm) y está cubierta casi en su totalidad<br />

por vegetación de mangle. No tiene comunicación<br />

con el océano, aunque se ha abierto de<br />

manera artificial por temporadas. El agua se<br />

encuentra estancada sobre sedimento lodoso.<br />

Los parámetros fisicoquímicos revelan valores<br />

altos de amonio y ortofosfatos. Los nitritos y<br />

nitratos tienen valores elevados durante la<br />

época de sequía y bajos durante la época de lluvia.<br />

Existen diferencias de salinidad en ambas<br />

temporadas, paradójicamente incrementándose<br />

en la época de lluvias. Por ejemplo, durante<br />

1994, debido a las escasas lluvias y las altas temperaturas<br />

del agua (34 °C), se secó el cuerpo de<br />

agua, reduciéndose a niveles críticos. El gradiente<br />

de la temperatura del agua entre una<br />

temporada y otra es de 5 °C. El oxígeno disuelto<br />

en época de lluvia detectado fue bajo<br />

(3.07 ml/l), con una alta turbidez del agua.<br />

Importancia, usos y problemas ambientales<br />

Aunque su valor ecológico es alto se considera<br />

que tiene un valor paisajístico mediano: existen<br />

aves acuáticas y seguramente algunos invertebrados<br />

como cangrejos, aunque debido a las condiciones<br />

someras del cuerpo de agua y su falta de<br />

comunicación con el océano, los peces son escasos.<br />

Este cuerpo de agua con el tiempo tiende a<br />

desaparecer debido al proceso de azolve. Además,<br />

debido a su proximidad a la playa el uso de<br />

154 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 8. aguna a Murcielaguera (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />

suelo de sus alrededores es básicamente recreativo.<br />

La zona de Playa de Oro, esta es una playa a<br />

mar abierto donde sobresale un sistema de dunas<br />

con vegetación predominantemente de Acacia<br />

farnesiana y Prosopis juliflora (huizache y mezquite).<br />

Cabe mencionar que la extensión del<br />

estero Potrero Grande tiene venas de comunicación<br />

hacia este lado de la playa.<br />

suario Ceninea esembo<br />

caura e ro arabasco<br />

El Centinela es la desembocadura del río Marabasco,<br />

que divide los estados de Jalisco y Colima<br />

en sus municipios de Cihua tlán y Manzanillo,<br />

respectivamente. Su acceso es difícil y se logra a<br />

través de un camino de terracería desde el<br />

poblado El Centinela, en el municipio de Manzanillo<br />

(figura 9).<br />

El estuario tiene un ancho de aproximadamente<br />

30 m y una profundidad de 3 a 4 m, con<br />

sedimentos arenosos. La vegetación de los bordes<br />

es característica de orillas de cuerpos de<br />

agua dulce, tales como el carrizal, el tular y la<br />

vegetación de marismas, aunque en los canales<br />

paralelos a la costa encontramos manglar. El<br />

estuario está comunicado, mediante canales, a<br />

las marismas de Potrero Grande, las cuales se<br />

encuentran a 4 km al sur y a 3 km hacia el norte.<br />

La comunicación con el océano sólo se presenta<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

155


FIGURA 9. Estuario El Centinela (desembocadura del río Marabasco, contorno amarillo). Foto: loria licia<br />

imne amón.<br />

durante la época de lluvias, sin embargo, en<br />

ocasiones los pescadores hacen esfuerzos por<br />

mantenerla abierta. El nivel del agua es variable,<br />

por lo que existen en sus alrededores áreas<br />

de terrenos agrícolas sujetas a inundaciones.<br />

El Centinela presenta condiciones netamente<br />

ribereñas en donde la salinidad sólo es ligeramente<br />

notable en la época de sequía. Las concentraciones<br />

de amonio y ortofosfatos son<br />

elevadas, no así en el caso de los nitratos y nitritos.<br />

El oxígeno disuelto y la temperatura del<br />

agua se mantienen estables tanto en época de<br />

lluvias como en sequía.<br />

Importancia, usos y problemas ambientales<br />

La fauna del estero es rica en peces, aves acuáticas,<br />

reptiles (cocodrilo) y algunos mamíferos<br />

terrestres como jabalí, tejón, mapache y armadillo.<br />

Además, las playas adyacentes suelen ser<br />

visitadas por la tortuga marina con fines reproductivos,<br />

constituyendo una zona importante<br />

para su anidación. Resalta también el cocodrilo,<br />

ya que es el único lugar del litoral de<br />

Colima donde todavía existen poblaciones silvestres<br />

de esta especie.<br />

Los terrenos adyacentes al estuario son de uso<br />

agrícola y ganadero. El estero es utilizado para<br />

156 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


actividades pesqueras de bajo nivel, existiendo<br />

una unión de pescadores llamada Las Guácimas.<br />

Dados sus bajos niveles de deterioro se le<br />

considera con un valor ecológico y paisajístico<br />

alto.<br />

auna ae e as aras<br />

Esta laguna mantiene su nombre debido a la<br />

presencia de la garza blanca, especie abundante<br />

en el pasado y que era un atractivo visual único.<br />

Lamentablemente en la actualidad sólo quedan<br />

algunas poblaciones de esta especie.<br />

Esta laguna originalmente fue parte de la<br />

laguna de San Pedrito, sin embargo, esta última<br />

fue seccionada por terraplenes de caminos para<br />

comunicar el casco urbano de Manzanillo con<br />

las poblaciones y colonias de sus alrededores.<br />

De esta manera, la laguna de San Pedrito quedó<br />

seccionada; la parte norte se denomina Valle de<br />

las Garzas, mientras que la parte oriental se<br />

conoce como laguna de Tapeixtles.<br />

La comunicación entre la laguna de San Pedrito<br />

y el Valle de las Garzas se produce a través de<br />

una compuerta de 2 m por donde pasa el agua<br />

de la marea. Como resultado se mantienen<br />

FIGURA 10. aguna Valle de las aras (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

157


características más parecidas a un sistema de<br />

agua dulce y sólo alrededor de esta compuerta<br />

se mantienen condiciones salobres. La laguna<br />

Valle de las Garzas también recibe agua dulce<br />

de varios arroyos. Los parámetros ambientales<br />

del agua indican valores altos de nutrientes<br />

(ortofosfatos, nitratos, nitritos y amonio) durante<br />

todo el año, estos son los valores más altos con<br />

respecto a cualquier otro cuerpo de agua del<br />

litoral del estado. En la época de sequía alcanzó<br />

niveles mínimos de oxígeno disuelto (1.68 ml/l),<br />

debido al aporte de desechos de aguas negras<br />

provenientes de las colonias urbanas que bordean<br />

la laguna. Actualmente, es el reservorio<br />

de las aguas grises derivadas de la planta de tratamiento<br />

y debido a obras recientes desembocan<br />

los arroyos procedentes de la microcuenca.<br />

Importancia, usos y problemas ambientales<br />

La cercanía de las colonias urbanas alrededor<br />

de la laguna provoca una presión constante<br />

para ganar terreno a la laguna, mediante rellenos,<br />

así como la invasión de vegetación dulceacuícola<br />

como el tule (Typha dominguensis) y el<br />

azolvamiento producido por el arrastre de sedimentos<br />

procedentes de la cuenca alta.<br />

el mayor desarrollo urbano-turístico, cuyas<br />

consecuencias han significado la destrucción<br />

de áreas de importancia ecológica y la contaminación<br />

de sus aguas costeras, como consecuencia<br />

de las descargas de aguas residuales.<br />

En el cuadro 1 se muestran los diferentes sistemas<br />

costeros del estado con respecto a su importancia<br />

ecológica y paisajística. Se aplica el principio de<br />

que todos estos sistemas tienen importancia ecológica,<br />

sin embargo, se reconocen sus diferencias<br />

significativas, tomando en cuenta tanto los criterios<br />

cualitativos como los visuales, las dimensiones<br />

de los cuerpos lagunares, las proporciones de<br />

cobertura vegetal halófita, la abundancia relativa<br />

de aves y otra fauna, y el grado de disturbio<br />

(acceso, tala de mangle, nivel y calidad del agua,<br />

uso del suelo), entre otros.<br />

CUADRO 1. Matri que muestra la importancia<br />

relativa, ecológica y paisajística, de los sistemas<br />

lagunares y estuarinos del litoral del estado. Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

Sistemas lagunares<br />

y estuarinos<br />

Paisajística<br />

Importancia<br />

Cuyutlán alto alto<br />

Ecológica<br />

Valle de las Garzas bajo mediano<br />

esruccin e reas ecoicas<br />

en as cosas<br />

Los cuerpos de aguas litorales de Colima han<br />

sufrido cambios significativos en su biodiversidad,<br />

debido a la gran cantidad de obras de<br />

infraestructura construidas, las cuales han<br />

influido en su estructura física y biológica,<br />

afectando negativamente a los ecosistemas costeros<br />

del lugar (Chávez y Ortiz 1987). Las bahías<br />

de Manzanillo y Santiago son las que soportan<br />

Tapeixtles bajo bajo<br />

Centinela alto mediano<br />

Juluapan mediano mediano<br />

Boca de Apiza alto alto<br />

Chupadero alto alto<br />

San Rafael mediano bajo<br />

Tecuanillo mediano mediano<br />

El Real mediano bajo<br />

La Murcielaguera alto bajo<br />

158 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


eeacin cosera<br />

El tipo de clima, cálido subseco y subhúmedo,<br />

que prevalece al interior de la costa de Colima<br />

sostiene comunidades de vegetación como la<br />

selva baja caducifolia, la selva baja subcaducifolia<br />

y los matorrales espinosos, mientras que en<br />

las proximidades de la costa encontramos la<br />

presencia de dunas, en forma de cordón litoral.<br />

Asociada a las lagunas costeras se presenta la<br />

vegetación hidrófita, cuando las condiciones de<br />

salinidad son dulces, sobresaliendo especies<br />

como el tule (Typha dominguensis) y el carrizo<br />

(Phragmites communis) entre otras, y diferentes<br />

especies de vegetación halófita cuando se presentan<br />

concentraciones salinas, formando en<br />

este último caso asociaciones de manglar y de<br />

marismas. Rzedowski (1986), clasifica la vegetación<br />

de la costa de Colima, en su parte norte,<br />

como selva tropical caducifolia y como bosque<br />

espinoso en la parte sur.<br />

Considerando que los tipos de vegetación para<br />

Colima se describen en otras secciones de este<br />

libro, aquí nos concentramos en la descripción<br />

de los tipos de vegetación más cercanamente<br />

asociados a los ambientes costeros acuáticos y<br />

semiacuáticos.<br />

eeacin acuica marina<br />

Existen en esta región especies de algas (principalmente<br />

rodofitas) que se encuentran asociadas<br />

con comunidades de manglar en la costa<br />

del Pacífico Tropical Mexicano y que, de acuerdo<br />

con Cordeiro et al. (1992), son los siguientes:<br />

Bostrychia binderi, B. calliptera, B. montagnei,<br />

B. radicans, B. tenella y Caloglossa leprieurii.<br />

Algas comunes en las costas de Colima son:<br />

Enteromorpha sp., Ulva sp., Caulerpa sertularioides,<br />

Halimeda discoidea, Hypnea pannosa, Grateloupia<br />

versicolor, Gymnogongrus johnstonii, Amphiroa<br />

sp., Jania sp., Hyldenbrandtia prototypus,<br />

Lithothamnium australe, L. fructiculosum,<br />

Lithophyllum imitans, Fosliella sp., Gracilaria<br />

sjoestedtii, Ceramium sp. y Polysiphonia sp.<br />

Asimismo, en la laguna de Cuyutlán se han<br />

registrado las siguientes especies de algas: Ulva<br />

lactuca, Caulerpa sertularioides, Enteromorpha<br />

sp., Cladophora sp., Polysiphonia sp., Ceramium sp.,<br />

Centroceras clavulatum, Gracilaria sp. y<br />

Anthitamniom sp.<br />

eeacin afia<br />

Se define como vegetación halófita aquella que<br />

normalmente se desarrolla en suelos salinos,<br />

como en los estuarios, lagunas costeras y costas<br />

lodosas; se incluyen marismas, manglares y<br />

vegetación de dunas y playas. Las marismas son<br />

uno de los componentes vegetales más importantes<br />

de los estuarios y lagunas costeras,<br />

debido a su aporte de materia orgánica (energía)<br />

al ecosistema. Una marisma es un ecosistema<br />

dinámico costero sujeto a inundaciones<br />

periódicas estacionales, ya sea directamente<br />

por agua de mar, o indirectamente por los cambios<br />

producidos en el nivel hídrico de estuarios,<br />

manglares o lagunas costeras, ambientes con<br />

los que se encuentran directamente relacionados.<br />

Se caracterizan, por lo tanto, por presentar<br />

fluctuaciones en los niveles de salinidad y de<br />

humedad, que originan cambios en las condiciones<br />

físicas y químicas de los suelos.<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

159


Estas características originarán que la vegetación<br />

que tipifica estos ambientes, vegetación<br />

halófila, se manifieste a través de la presencia<br />

de ciertas especies que sean capaces de resistir a<br />

tan drásticos cambios (flora manifiesta), o por<br />

la presencia de propágulos o estructuras de<br />

perennación que en espera de condiciones favorables<br />

para su germinación permanecerán en<br />

forma latente (flora potencial), generando un<br />

dinamismo en la vegetación a través de cambios<br />

cualitativos y cuantitativos en tiempo<br />

(estacionalidad) y en espacio (geográficos).<br />

Esta materia constituye una base importante de<br />

la cadena alimenticia del sistema, la cual hace<br />

posible el sostenimiento de una gran variedad<br />

de especies de peces, invertebrados y aves acuáticas.<br />

Otra importancia ecológica de las marismas<br />

es que sirven como protección física y<br />

fuentes de sustrato para una gran variedad de<br />

especies acuáticas, incluyendo especies de interés<br />

comercial como peces y camarón. La estabilización<br />

del sustrato y la formación de suelos<br />

orgánicos, así como su reconocida capacidad de<br />

absorber nutrientes de la columna de agua,<br />

hace a las marismas importantes sistemas eliminadores<br />

de desechos contaminantes. Este<br />

tipo de vegetación está sujeta al cambio de<br />

mareas, así como a fluctuaciones de salinidad.<br />

comunes en lagunas costeras, y en los sistemas<br />

estuarinos, y su presencia va a depender del<br />

transporte y acumulación de los sedimentos<br />

(Jiménez 1992).<br />

Las marismas son planicies inundables cubiertas<br />

de vegetación, su morfología y los procesos<br />

que actúan sobre ellas son muy distintos.<br />

En la laguna de Cuyutlán se observa vegetación<br />

halófita que se encuentra formando manchones,<br />

en los que la especie dominante es Batis<br />

maritima, que se encuentra colonizando los<br />

primeros estadíos de sucesión de una marisma,<br />

la cual llega a alcanzar alturas de hasta 50 cm.<br />

Esta especie se considera como pionera por crecer<br />

con éxito en sitios en los que han ocurrido<br />

eventos naturales (huracanes, azolvamientos,<br />

salinización) o antrópicos (apertura del dosel<br />

de manglar) que degradan el sistema natural.<br />

Aun cuando las marismas son encontradas en<br />

líneas de costa que son estables, ya sea sumergidas<br />

o elevadas, no obstante en costas sumergidas<br />

éstas se formarán si la sedimentación es<br />

más grande que el sustrato de subsidencia. Las<br />

marismas saladas representan el último estadío<br />

en el nivel de las planicies de los deltas marinos<br />

o el llenado de depresiones, embalses y otras<br />

irregularidades a lo largo de las costas. Son<br />

FIGURA 11. Marisma con vegetación halófila<br />

dominada por la especie Batis marítima. Foto: loria<br />

licia imne amón.<br />

La vegetación halófita se encuentra presente en<br />

el vaso II de la laguna de Cuyutlán, en salinidades<br />

por encima de los 36 ppm y en donde se ha<br />

160 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


alterado las zonas de manglar, principalmente<br />

en las islas donde la planicie intermareal<br />

empieza a cubrirse con esta vegetación; también<br />

es común en los vasos III y IV.<br />

En algunos casos se pueden encontrar individuos<br />

enanos o jóvenes de Laguncularia racemosa, que<br />

es una especie amenazada (nom-059-semarnat-<br />

2010), que se encuentra creciendo en el interior de<br />

estas comunidades bajo un estrés fisiológico que<br />

repercute en su morfología. También se encuentra<br />

Batis maritima y otras halófitas cubriendo grandes<br />

extensiones o bien pequeños espacios a<br />

manera de manchones (figura 11).<br />

Los suelos de marismas se caracterizan por contener<br />

una alta riqueza en cloruro de sodio, saturación<br />

permanente de agua, alta concentración de<br />

materia orgánica y bajo contenido en oxígeno.<br />

Estas características dependen de las condiciones<br />

químicas y biológicas dentro de las cuales estos<br />

suelos se han desarrollado. Independientemente<br />

del grupo de suelo al que pertenezcan poseen una<br />

característica en común, la presencia de horizontes<br />

“gley” que indican una saturación temporal o<br />

permanente de agua dentro del suelo, característica<br />

importante en la formación de una marisma,<br />

así como pH y conductividades eléctricas elevadas,<br />

que serán elementos indicadores del tipo de<br />

vegetación que se desarrollará (Jiménez 1992).<br />

Las marismas se han formado en todos los<br />

vasos como resultado de las velocidades de<br />

sedimentación, típicamente altas, formándose<br />

un sustrato por lo general de una mezcla de<br />

arena, cieno y fango.<br />

El sustrato contiene sales de mar e incluso cristales<br />

de cloruro de sodio, debido a la evaporación<br />

excesiva, formando planicies de sal en las<br />

zonas superiores de las marismas, vaso III y IV,<br />

razón por la cual sólo las plantas que puedan<br />

resistir estas concentraciones de sales podrán<br />

colonizar estos ambientes. Las altas concentraciones<br />

de sodio provocan una reducción de los<br />

espacios del suelo, disminuyendo los movimientos<br />

de aire y de agua a través del mismo, lo<br />

que origina anaerobiosis (falta de oxígeno)<br />

parcial (figura 12).<br />

FIGURA 12. ctividad salinera en el vaso de la<br />

laguna de Cuyutln. Foto: loria licia imne<br />

amón.<br />

Los suelos de marismas se caracterizan por<br />

presentar altos porcentajes de arcillas con valores<br />

de hasta 58%, limos que varían hasta en 62%<br />

y arenas hasta en 96%, dominando las texturas<br />

arcillo-arenosas. Las conductividades eléctricas<br />

alcanzan valores hasta de 150 mmhos/cm;<br />

los pH llegan a 9.4; los porcentajes de materia<br />

orgánica van de 0.1 a 11.2; el sodio soluble de<br />

0.8 a 100 meq/l y el porcentaje de saturación del<br />

sodio llega hasta 100%, caracterizando así a<br />

suelos salinos y sódicos.<br />

Las características físicoquímicas del suelo van<br />

a ser los principales factores que influyan en el<br />

establecimiento de la vegetación; entre ellos<br />

podemos citar la conductividad eléctrica (C.E.)<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

161


como una medida de la concentración de sales<br />

en el suelo, la textura y la concentración de<br />

sodio soluble, como factores que van a influir<br />

sobre la presencia o ausencia de las especies<br />

halófilas, así como sobre su comportamiento.<br />

FIGURA 13. uelos salinos de marismas. Foto: loria<br />

licia imne amón.<br />

La presencia de plantas como Salicornia bigelowii<br />

es un buen indicador de la existencia de altas<br />

concentraciones de sodio en los suelos del vaso<br />

III y vaso IV; esta especie es una halófita obligada<br />

que se seca cuando las sales se disuelven al<br />

iniciarse la época de lluvias (figura 14).<br />

Entre las especies de flora identificadas en las<br />

marismas de Colima se encuentran, entre otras:<br />

Batis maritima, Bravaisia integerrima, Coccolaba<br />

fliribunda, Hippomane mancinella, Pithecellobium<br />

lanceolatum, Sesuvium portulacastrum,<br />

S. maritimum, Amaranthus spinosus, A. palmeri,<br />

Alternanthers gracillis, Pystia stratiotes,<br />

Heliotropium curassavicum, Conyza lyrata,<br />

Pluchea symphytifolia, Senecio fupalorum,<br />

Cuscuta salina, Avicennia germinans, Opuntia<br />

fuliginosa, Stenocereus standley, Salicornia<br />

bigelowii, Cynodon dactylon, Sporobulus indicus,<br />

Acacia farnesiana, Prosopis juliflora, Eichornia<br />

crassipes, Laguncularia racemosa, Conocarpus<br />

erecta, Portulaca oleracea, Bacopa monieri,<br />

Triantema portulacastrum, Typha domingensis,<br />

Phyla nodiflora, Mimosa pigra, Ipomoea<br />

sagittata, Momordica charantia, Cyperus elegans,<br />

Cenchrus echinatus y Chloris virgata (Carranza<br />

y Espino 1990, Santana et al. 1992, Jiménez-Ramón<br />

2006).<br />

De la vegetación de las marismas, identificada en<br />

las costas de Jalisco y Colima, prevalece el desconocimiento<br />

de sus usos locales. Este tipo de<br />

vegetación se reconoce como importante desde<br />

el punto de vista ecológico. Algunas de las formas<br />

en las que los humanos utilizan especies<br />

propias de las marismas de Colima son las<br />

siguientes (Jiménez 1992):<br />

FIGURA 14. resencia de especies vegetales halófilas<br />

de Salicornia bigelowii. Foto: loria licia imne<br />

amón.<br />

• Como alimento humano: Portulaca oleracea,<br />

Trianthema portulacastrum, Batis maritima,<br />

Bacopa monnieri, Sesuvium portulacastrum<br />

y Heliotropium curassavicus.<br />

• Usos medicinales: Portulaca oleracea en<br />

el tratamiento de diabetes. Laguncularia<br />

racemosa y Prosopis juliflora para la disentería.<br />

Rhizophora mangle (corteza) para el<br />

162 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


mejoramiento de la circulación sanguínea<br />

Ipomea pes-caprae para tratar problemas<br />

renales.<br />

• Como forraje para ganado: Prosopis juliflora<br />

y Sporobulus indicus.<br />

• En la extracción de taninos (utilizado para<br />

curtir pieles): Rhizophora mangle y<br />

Conocarpus erecta.<br />

• Para la fabricación de tintas: Acacia<br />

farnesiana y Rhizophora mangle.<br />

anar<br />

Se conoce con este nombre a la comunidad vegetal<br />

ampliamente distribuida en los litorales tropicales<br />

que es bastante tolerante a la salinidad y que<br />

habita en zonas de baja energía de depositación<br />

(Chapman 1976). Su importancia ecológica radica<br />

en que los manglares constituyen los principales<br />

productores primarios de los ecosistemas costeros<br />

lagunares (Heald 1969, Odum 1970). Los manglares<br />

crecen principalmente en las lagunas costeras<br />

y estuarios o en cuerpos de agua semicerrados,<br />

como las bahías pequeñas. De manera típica se<br />

establecen en lugares de suelos limosos finos y<br />

donde la acción del oleaje es mínima.<br />

En México se cuenta con cuatro especies de<br />

manglar: Languncularia racemosa, Avicennia<br />

germinans, Rhizophora mangle y Conocarpus<br />

erecta. Todas estas especies se encuentran en<br />

ambos litorales, el Pacífico y el Atlántico, y a<br />

menudo se encuentran todas en un mismo<br />

lugar. R. mangle es la más común de las cuatro<br />

especies. En Manzanillo y Tecomán se concentra<br />

90% de los manglares del estado, y en el<br />

periodo de 1990 a 2003 fueron eliminadas<br />

145.40 ha de este ecosistema, disminuyendo de<br />

494.02 a 348.62 ha totales (figura 15).<br />

Todo parece indicar que la superficie de manglar<br />

se continuará perdiendo como producto de<br />

los procesos de azolve, así como por la reducción<br />

de la superficie de los cuerpos de agua, lo<br />

que se puede agravar si continúa el estrés que se<br />

FIGURA 15. Manglar del<br />

Valle de las aras en<br />

Mananillo. Foto: loria<br />

licia imne amón.<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

163


está presentando de manera cíclica, actuando<br />

de manera más severa sobre las comunidades de<br />

manglar.<br />

La deforestación no ha sido sistemática, sino<br />

que se ha perdido manglar en determinadas<br />

zonas y en otras ha habido ganancia. Sin<br />

embargo, el balance global de su cubierta total<br />

es negativo. La actividad salinera y la desecación<br />

de los últimos años han provocado también<br />

consecuencias en la vegetación: se han<br />

desarrollado grandes llanuras de inundación, o<br />

marismas, como resultado de las altas tasas de<br />

sedimentación y la poca hidrodinámica, originando<br />

ecosistemas tipo marismas. Es decir, se<br />

han ido sustituyendo las zonas de manglares y<br />

acrecentando las zonas de marismas; se han<br />

incrementado también los suelos salinos y sódicos<br />

que son utilizados para la explotación de la<br />

sal; los bordos artificiales han impedido el libre<br />

flujo hídrico, propiciando la acumulación de sal<br />

y modificando los esquemas tróficos (figura 16).<br />

eeacin e unas paas<br />

compuesta de las siguientes especies representativas:<br />

Canavalia maritima, Sporobolus virginicus,<br />

Ipomoea pes-caprae, Okenia hypogaea, Pectis<br />

arenaria, Eupatorium betonicifolium, Opizia<br />

stolonifera, Gomphrena decumbens, Neptunia<br />

plena y Sida ciliaris.<br />

FIGURA 16. aliniación de grandes reas de<br />

marismas por carencia de una hidrodinmica<br />

adecuada en onas de manglar, actuando como<br />

actores limitantes para la coloniación. Foto: loria<br />

licia imne amón.<br />

Este tipo de vegetación es característica de suelos<br />

salinos, principalmente arenosos, próximos<br />

a las playas. Entre las especies de flora predominantes<br />

encontramos a las siguientes: Canavalia<br />

maritima, Diodia crassifolia, Ipomoea pes-caprae,<br />

Jouvea pilosa, Okenia hypogaea y Pectis arenaria,<br />

entre las herbáceas: Acacia cymbispina,<br />

Acanthocereus pentagonus, Caesalpinia cirsta,<br />

Jacquinia macrocarpa, Prosopis juliflora y<br />

Stegnosperma cubense, entre las arbustivas.<br />

La vegetación, en las dunas de la barra de arena<br />

que separa la laguna de Cuyutlán del mar, está<br />

ora acuica<br />

Este tipo de vegetación está formada por comunidades<br />

de plantas acuáticas cuya fisonomía está determinada<br />

por especies monocotiledóneas de 1 a 3 m<br />

de alto, de hojas angostas o bien carentes de órganos<br />

foliares. Estas plantas viven en el agua dulce o<br />

salobre de los estuarios, formando densas colonias.<br />

En Colima las especies dominantes son Typha<br />

dominguensis (tule), Scirpus sp., Phragmites<br />

communis (carrizo), Cyrperus sp., Eichhornia crassipes,<br />

Pistia stratiotes y Nympha ampla (figuras 17 y 18).<br />

164 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


llan en la zona costera del estado. A pesar de<br />

que los manglares entran dentro de la categoría<br />

de protección especial, son actualmente las<br />

especies más amenazadas en el puerto de Manzanillo,<br />

por la expansión de los futuros desarrollos<br />

portuarios.<br />

ciiaes econmicas<br />

e a ona cosera<br />

FIGURA 17. ule (Typha dominguensis) en primer<br />

plano, y mangle, en segundo plano.<br />

Foto: loria licia imne amón.<br />

Las principales actividades económicas, en la<br />

zona costera del municipio de Manzanillo,<br />

corresponden a los sectores comercial, portuario,<br />

turístico y pesquero. La situación geográfica<br />

del puerto de Manzanillo lo hace uno de los<br />

puertos de mayor importancia en el Pacífico.<br />

FIGURA 18. Nina (Nympha ampla) en el estero alo<br />

Verde, en rmería. Foto: loria licia imne<br />

amón.<br />

ora suea a proeccin<br />

conseracin bioica<br />

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana que<br />

determina las especies de flora silvestre, terrestres<br />

y acuáticas, en peligro de extinción, amenazadas,<br />

raras y las sujetas a protección especial<br />

(semarnat 2010), el cuadro 2 muestra algunos<br />

ejemplos de especies que se encuentran en<br />

alguna de dichas categorías y que se desarro-<br />

El desarrollo turístico es muy significativo en la<br />

zona, ya que se cuenta con una importante<br />

infraestructura a lo largo de las bahías de Manzanillo<br />

y de Santiago. El municipio de Manzanillo<br />

también forma parte de la región productora<br />

de palma de coco, limón, ciruela, plátano y sal.<br />

Además, cuenta con la planta termoeléctrica<br />

más importante del país, la cual abastece de<br />

energía eléctrica a varios estados del centro del<br />

territorio. También existe una peletizadora<br />

(Consorcio Minero Benito Juárez-Peña Colorada),<br />

que produce mineral ferroso para proveer<br />

de materia prima a varias empresas ubicadas en<br />

la república mexicana, tales como Altos Hornos<br />

de Monterrey, Las Truchas, Hylsa, Cicartsa,<br />

etcétera.<br />

Como consecuencia de los desarrollos emprendidos<br />

en la zona costera de Colima, ésta presenta<br />

problemas diversos, tales como falta<br />

de servicios urbanos, escasez de vivienda,<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

165


CUADRO 2. Ejemplos de especies de flora silvestre incluidos en alguna categoría sobre su estado de<br />

conservación (NOMSEMARNAT). El apndice incluye especies de fitoplancton identificadas en las<br />

costas. Fuente: elaboración propia.<br />

Especie Tipo de vegetación Categoría NOM-059<br />

Bravaisia integerrima marisma amenazada<br />

Astronium graveolens subcaducifolia amenazada<br />

Tabebuia palmeri subcaducifolia amenazada<br />

Bursera arborea subcaducifolia amenazada*<br />

Conocarpus erecta marisma protección especial<br />

Laguncularia racemosa manglar protección especial<br />

Avicennia germinans manglar protección especial<br />

endmica<br />

contaminación, destrucción de áreas ecológicas,<br />

especulación con los terrenos ejidales y<br />

federales, falta de reservas territoriales y reducción<br />

de acceso público hacia las playas, derivado<br />

de las grandes instalaciones turísticas que<br />

se construyen. El cuadro 3 muestra una síntesis<br />

de los problemas ambientales de la zona costera de<br />

Colima y sus principales causas.<br />

uso e sueo en as cosas<br />

Los patrones de uso del suelo, a lo largo de la<br />

costa de Colima, evidencian falta de planeación<br />

adecuada y la ausencia de programas de desarrollo<br />

costero que den prioridad a las actividades<br />

compatibles con la preservación de las condiciones<br />

ecológicas de los ecosistemas costeros. Las<br />

formas de uso de los sistemas lagunares y estuarinos<br />

de Colima, y de sus inmediaciones, están<br />

representados básicamente por cuatro actividades<br />

generales: 1) pesca y acuacultura, 2) turismo<br />

y recreación, 3) desarrollo urbano e industrial y,<br />

4) agricultura y ganadería. El cuadro 4 muestra<br />

una síntesis de los niveles estimados de uso que<br />

se da en cada uno de los sistemas costeros.<br />

Conaminacin en as cosas<br />

El municipio de Manzanillo ha tenido un<br />

rápido desarrollo en los últimos años, como<br />

consecuencia se han originado aumentos de las<br />

diferentes fuentes de contaminación en la zona<br />

costera. Dentro del municipio de Manzanillo<br />

los problemas serios de contaminación están<br />

relacionados con las descargas de aguas residuales,<br />

tanto industriales como domésticas, así<br />

como la contaminación térmica causada por las<br />

descargas provenientes de la central termoeléctrica,<br />

la cual será subsanada por la construcción<br />

de la regasificadora, para sustituir el combustóleo<br />

por gas natural licuado.<br />

El aporte de las descargas contaminantes<br />

aumenta en los meses de abril, junio, julio y<br />

diciembre, los meses de mayor incidencia<br />

turística. Las concentraciones más altas de coliformes<br />

totales y fecales se han reportado en el<br />

Puerto Interior, la laguna de Cuyutlán, el muelle<br />

de Pemex, el estero de Salahua, en la zona<br />

frente al complejo turístico Las Hadas y el área<br />

que se encuentra junto a la termoeléctrica<br />

(Meyer et al. 1985).<br />

166 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


CUADRO 3. roblemas y asuntos a tomar en cuenta en un proceso de administración costera en el estado.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Problema<br />

general<br />

Calidad<br />

ambiental<br />

Explotación<br />

de recursos<br />

naturales<br />

Estructura<br />

legal<br />

institucional<br />

Problema específico<br />

Contaminación del agua<br />

Contaminación atmosférica<br />

Contaminación del suelo<br />

Destrucción de bosques<br />

Destrucción de hábitats<br />

Sobrexplotación pesquera e<br />

inadecuada evaluación de los<br />

recursos naturales<br />

Insuficiente monitoreo<br />

Inexistencia de un programa de<br />

administración costera<br />

Inadecuada integración<br />

administrativa<br />

Causas del problema<br />

Inadecuado tratamiento de desechos domésticos<br />

Descargas de aceites por parte de fugas de barcos y<br />

ductos de pemex.<br />

Deficiencias en el sistema de drenaje<br />

municipal.<br />

Descargas de humos y polvos por parte de la<br />

termoeléctrica y Peña Colorada.<br />

Inadecuado manejo de la basura y rellenos<br />

sanitarios.<br />

Conversión de bosques costeros como el mangle,<br />

en otros usos del suelo, tales como acuacultura o<br />

agricultura.<br />

Pérdidas de áreas de desove, crianza y alimentación<br />

de especies acuáticas debido a la conversión de<br />

bosques de manglar.<br />

Uso de métodos pesqueros que destruyen los<br />

hábitats.<br />

Dragados o rellenos de lagunas para zonas turísticas<br />

y marinas.<br />

Sobrexplotación de stocks disponibles,<br />

subestimación de los valores económicos y<br />

ambientales de los ecosistemas naturales, y los<br />

recursos que éstos sostienen.<br />

Insuficiente desarrollo de actividades de monitoreo<br />

debido a la falta de personal capacitado.<br />

Ninguna legislación relacionada con la<br />

administración costera.<br />

Ningún control o lineamientos para el desarrollo<br />

costero.<br />

Inadecuada integración de los planes de desarrollo<br />

sectoriales e insuficiente coordinación de la<br />

inversión privada de los desarrollos.<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

167


CUADRO 4. Matri de usos y actividades económicas, dentro y en las reas adyacentes, de los sistemas<br />

lagunares y estuarinos del litoral del estado, donde los niveles alto, mediano y bajo se refieren a los niveles<br />

estimados de actividad y uso. Fuente: elaboración propia.<br />

Sistemas lagunares<br />

y estuarinos<br />

Pesca<br />

y acuacultura<br />

Usos y actividades económicas<br />

Turístico<br />

y recreativas<br />

Urbano<br />

e industrial<br />

Agrícola<br />

y ganadero<br />

Cuyutlán alto bajo alto alto<br />

Valle de las Garzas bajo alto alto bajo<br />

Tapeixtles bajo alto alto bajo<br />

Centinela bajo bajo bajo alto<br />

Juluapan bajo alto alto bajo<br />

Boca de Apiza mediano bajo bajo alto<br />

Chupadero alto bajo bajo alto<br />

San Rafael bajo bajo bajo alto<br />

El Real bajo alto bajo alto<br />

La Murcielaguera bajo bajo bajo bajo<br />

Con la puesta en marcha de la industria pesquera,<br />

Pescado de Colima, dentro del parque<br />

industrial, se prevé un aumento en la contaminación<br />

industrial (al menos la experiencia de<br />

casos similares así lo indica). Existen emisiones<br />

volátiles contaminantes como humos, polvos<br />

generados por la planta peletizadora del consorcio<br />

minero Peña Colorada y las plantas termoeléctricas,<br />

siendo estos fenómenos visibles<br />

durante casi todo el día.<br />

De las acciones más recientes llevadas a cabo<br />

por parte de la administración pública, para<br />

reducir la contaminación en el municipio de<br />

Manzanillo, sobresale, por parte del Fondo de<br />

Inversión Financiero para el Agua Potable y<br />

Alcantarillado (fifapa), la construcción de una<br />

planta de tratamiento de aguas negras, la cual,<br />

sin embargo, sólo tendrá capacidad para manejar<br />

las aguas residuales domésticas y no las<br />

industriales. El cuadro 5 muestra la magnitud<br />

cualitativa, estimada, de cada uno de los problemas<br />

de contaminación y deterioro ecológico<br />

que presentan estos sistemas lagunares y estuarinos<br />

en el estado de Colima.<br />

La zona costera del estado representa uno de los<br />

recursos naturales más importantes para su<br />

desarrollo económico; sin embargo, el reto consiste<br />

en hacer el uso más adecuado de acuerdo<br />

con el conocimiento que se dispone sobre la<br />

dinámica de sus procesos físicos, geológicos y<br />

biológicos, y aplicando el concepto de administración<br />

costera que se adapta a los requerimientos<br />

sociales, económicos y ecológicos de la<br />

región.<br />

168 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


CUADRO 5. Matri de impactos ambientales relativos, en los sistemas lagunares y estuarinos del litoral del estado donde, alto grandes impactos <br />

concentraciones de contaminantes, medio medianos impactos concentraciones de contaminantes, bajo bajos impactos concentraciones de<br />

contaminantes y, () impactos no perceptibles no detectados. Fuente: elaboración propia.<br />

Sistemas<br />

lagunares<br />

Desechos o impacto ambiental<br />

conflictos aguas<br />

negras<br />

químicos eutrofización azolve aceite<br />

y grasa<br />

corte<br />

mangle<br />

rellenos basura<br />

Cuyutlán alto alto bajo bajo alto alto alto alto alto<br />

Valle de las Garzas medio alto bajo * alto * alto alto alto<br />

Tapeixtles alto alto • medio alto medio alto alto alto<br />

Centinela • • medio • • • bajo • •<br />

Juluapan alto medio • • alto • alto alto bajo<br />

Boca de Apiza • bajo bajo • • • • • •<br />

Chupadero • • bajo • • • • • •<br />

San Rafael • • bajo • • • med alto •<br />

El Real alto alto med bajo bajo bajo bajo • bajo<br />

La Murcielaguera • • • bajo alto • • bajo •<br />

Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />

169


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Yáñez, A. 1978. Taxonomía, ecología y estructura de<br />

las comunidades de peces en las lagunas costeras<br />

con bocas efímeras del Pacífico de México. Centro<br />

de Ciencias del Mar y Limnología. unam, México.<br />

170 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


S4<br />

DIVERSIDAD DE ESPECIES


Isla Socorro. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.


S4<br />

Hongos y plantas


Isla Socorro. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

Esta sección informa sobre el estado actual de la diversidad de hongos y<br />

plantas en Colima; sin embargo, el número de especies no refleja la diversidad<br />

potencial que equivale a más de 2 700 especies. Se han registrado 77<br />

especies de hongos, pero aún es escasa la información de sus ambientes.<br />

Las Pteridofitas y las 17 familias de plantas vasculares acumulan 2 236<br />

especies. La mayor riqueza se incluye en Leguminosae, Asteraceae y Poaceae.<br />

Las Pteridofitas incluyen plantas antiguas como los helechos que no<br />

presentan flores y poseen tejido vascular desarrollado; se citan 36 géneros y<br />

109 especies.<br />

La familia Acanthaceae incluye 41 especies nativas. Se conoce una especie<br />

endémica para Colima y dos del género Justicia en proceso de descripción;<br />

otras seis especies son endémicas regionales. Fabaceae o Leguminosae es<br />

una de las familias con mayor riqueza mundial y con más especies en<br />

Colima, donde se han registrado 291 especies (17% del total nacional). Las<br />

leguminosas favorecen la fertilidad del suelo por las asociaciones que realizan<br />

con bacterias. Dalbergia congestiflora, D. granadillo, Platymiscium<br />

lasiocarpum se cuentan en peligro de extinción y Erythrina coralloides es<br />

amenazada.<br />

Las plantas con flores compuestas (Asteraceae) son la segunda familia con<br />

mayor riqueza de especies y la primera en número de géneros. Se registran<br />

271 especies que presentan diversos grados de endemismos, dos restringidas<br />

a Colima, seis exclusivas del archipiélago Revillagigedo y seis se<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Diversidad de especies. Hongos y plantas. En: La Biodiversidad en<br />

Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 175-176.<br />

175


comparten con los estados vecinos. Zinnia violacea<br />

está catalogada como amenazada.<br />

Los zacates o pastos (Gramineae o Poaceae) son<br />

considerados de importancia económica por<br />

representar la principal fuente de alimento para<br />

humanos y otros animales. Se registran 78 géneros<br />

y 251 especies; 85% son nativas y el resto introducidas<br />

o cultivadas; 35 endémicas a México, una<br />

especie lo es a Colima y cuatro son exclusivas de<br />

islas Revillagigedo. Habitan casi todos los ecosistemas,<br />

pero son más diversas en el bosque de encino<br />

y el tropical caducifolio. Tres especies están en<br />

riesgo; Zea perennis en peligro de extinción.<br />

El orden Sapindales agrupa las familias Sapindaceae,<br />

Anacardiaceae, Meliaceae, Rutaceae, Simaroubaceae<br />

y Zygophyllaceae; alberga 46 especies.<br />

Los endemismos presentes incluyen seis de los<br />

estados del occidente de México y uno de Colima,<br />

Michoacán y Jalisco. Dos especies están en riesgo<br />

de extinción: Astronium graveolens y Guaiacum<br />

coulteri.<br />

Los copales y cuajilotes (Burseraceae) son árboles y<br />

arbustos del bosque tropical caducifolio. Se tienen<br />

23 especies (13 cuajilotes y 10 copales), que representan<br />

23% de la diversidad nacional. Bursera macvaughiana<br />

está restringida a Colima y Jalisco.<br />

La familia Cactaceae es oriunda de América; en<br />

Colima hay 36 especies; su riqueza contribuye con<br />

5% a la diversidad nacional; seis especies se<br />

encuentran en alguna categoría de riesgo.<br />

Los encinos o robles (Fagaceae), son elementos<br />

dominantes de diversos ecosistemas, especialmente<br />

los templados. En el noroeste del estado se<br />

han estudiado las comunidades de encinos, en<br />

Cerro Grande, en la sierra de Manantlán. De las<br />

37 especies registradas en la entidad, 24% corresponde<br />

a encinos (nueve especies).<br />

Euphorbiaceae es una familia de plantas con flores,<br />

la más grande a nivel mundial y la quinta con<br />

más especies en la entidad (98 especies). Más del<br />

50% son endémicas de México, ocho endémicas<br />

regionales (Jalisco y Colima) y Croton masonii y<br />

Euphorbia anthonyi restringidas a isla Socorro.<br />

En la familia Rubiaceae se cuenta el café (Coffea<br />

arabica), especie introducida a México. Hay 60<br />

especies (61 nativas). Arachnotryx manantlanensis<br />

tiene distribución restringida y está en riesgo.<br />

Orchidaceae ocupa el tercer lugar a nivel nacional.<br />

Se registraron 103 especies de 48 géneros.<br />

Tres endémicas y dos (Acianthera unguicallosa y<br />

Epidendrum aff. nitens) restringidas a isla Socorro.<br />

Once especies están incluidas en alguna categoría<br />

de riesgo.<br />

Finalmente se presenta un estudio de caso para la<br />

Reserva El Jabalí, se registraron 982 especies de<br />

plantas vasculares de las cuales Asteraceae,<br />

Fabaceae y Poaceae son las más ricas en especies.<br />

El conocimiento sobre la flora se encuentra en formación<br />

y requiere de impulso para documentar el<br />

territorio de Colima. Se cuenta con escasa información<br />

sobre las poblaciones en riesgo, sobre<br />

todo aquellas de distribución restringida. Los<br />

bosques tropicales caducifolios son importantes,<br />

pero la riqueza en el estado se complementa con la<br />

variedad de ecosistemas que se incluyen en un<br />

gradiente amplio. La pérdida del hábitat es una de<br />

las principales amenazas, así como la perturbación<br />

por actividades pecuarias y agrícolas.<br />

176 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Hongos<br />

(Fungi)<br />

Armando López-Ramírez<br />

Rosario Medel Ortiz<br />

Introducción<br />

Colima es uno de los estados más pequeños de la República Mexicana,<br />

cuenta con casi 5 500 km 2 y diversos tipos de vegetación. La diversidad<br />

documentada de hongos alcanza apenas 2.8% de lo que se calcula puede<br />

existir en la entidad. A la fecha 77 especies se han citado bibliográficamente<br />

en diversos trabajos, siendo las especies lignícolas las más abundantes;<br />

sin embargo, esta cifra no refleja la diversidad potencial de<br />

especies de hongos que existen en el estado.<br />

Descripción<br />

Lo que normalmente reconocemos como hongo es en realidad sólo el<br />

cuerpo fructífero del mismo, el cual se desarrolla en forma de filamentos<br />

o hilos, llamadas hifas, dentro del sustrato donde está creciendo, que<br />

puede ser madera (entonces se les llama lignícolas), tierra (terrícolas),<br />

humus (humícolas).<br />

Los hongos pueden ser unicelulares, es decir, que están formados por una<br />

sola célula, como la levadura de cerveza, o pueden ser filamentosos, en<br />

cuyo caso están constituidos por filamentos en grandes conjuntos.<br />

Dependiendo de su tamaño se reconocen dos tipos: microscópicos, también<br />

llamados mohos, y macroscópicos, conocidos como setas u hongos.<br />

Se han registrado para la ciencia más de 97 000 especies de hongos, de las<br />

cuales la mayoría (90%) son mohos y el resto son hongos macroscópicos.<br />

López-Ramírez, A. y R. Medel. 2016. Hongos (Fungi). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 177-181.<br />

177


Los hongos se alimentan de organismos vivos o<br />

muertos y toman directamente la materia orgánica<br />

de los tejidos. Como no poseen clorofila<br />

(pigmento verde de las plantas) no realizan la<br />

fotosíntesis, el proceso por el cual las plantas elaboran<br />

sus alimentos con independencia. Al no<br />

poder elaborar sus alimentos tienen que tomar<br />

lo que produce otro ser vivo, incluso otro hongo.<br />

Si se alimentan de materia orgánica muerta se<br />

llaman saprobios (como el champiñón); si es de<br />

materia orgánica viva se conocen como hongos<br />

parásitos (como la roya del café, Hemileia vastatrix).<br />

Algunos hongos interactúan con otros seres<br />

vivos formando simbiosis (asociación de dos<br />

especies diferentes, donde ambas se benefician),<br />

tales como los líquenes y las micorrizas (asociaciones<br />

de hongo-alga y planta-hongo, respectivamente).<br />

Todos los hongos realizan un papel importante<br />

en la naturaleza, pero mayor énfasis se ha dado a<br />

aquellos que se asocian con las raíces de plantas,<br />

los hongos micorrícicos, ya que esta asociación<br />

permite a las plantas aumentar la superficie de<br />

absorción de agua y nutrientes de la raíz.<br />

La diversidad de los hongos en general es de más<br />

de 97 000 especies, sin embargo, si se considera<br />

que la relación en la Tierra de número de especies<br />

hongo-planta es de 5:1, se puede pensar de<br />

manera conservadora que pudieran existir<br />

aproximadamente 1.5 millones de especies de<br />

hongos (Hawksworth 1991).<br />

Diversidad<br />

La primera cita publicada respecto a los hongos,<br />

en el estado, fue a inicios del siglo XIX y se refirió<br />

a Stereum papyrinum, un hongo que crece sobre<br />

madera (Burt 1920). A la fecha no existe una<br />

publicación que trate de manera exclusiva e integral<br />

el tema de los hongos del estado, aunque se<br />

han hecho varias <strong>contribuciones</strong> valiosas: García<br />

Romero et al. (1970), Guzmán y Herrera (1971,<br />

1973), Herrera y Guzmán (1972), Guzmán (1975),<br />

Medel et al. (1989) y Bandala et al. (1993), por<br />

mencionar algunos.<br />

De la revisión bibliográfica efectuada, en total se<br />

encontraron 22 citas referentes a hongos de esta<br />

entidad. El apéndice 1 enlista las 77 especies de<br />

hongos citados en estos trabajos, organizadas<br />

alfabéticamente en 15 órdenes, 26 familias, y<br />

53 géneros. Los Polyporales, hongos lignícolas<br />

destructores de la madera son el orden más<br />

diverso, con cuatro familias, 16 géneros y<br />

24 especies. Siguen en abundancia los Basidiomicetes,<br />

con cinco órdenes y 12 familias, y después<br />

los Ascomicetes con seis órdenes y 10 familias.<br />

Los líquenes están representados con un orden y<br />

una familia, al igual que los mixomicetes; aunque<br />

actualmente no son considerados como<br />

hongos fueron incluidos en este listado debido a<br />

que son de modo tradicional estudiados por los<br />

micólogos. De acuerdo con el sustrato que permite<br />

el desarrollo de las especies, se identificaron<br />

48 especies lignícolas, 13 marinas, 11 especies<br />

que crecían sobre hojas y cinco fueron terrícolas.<br />

Es muy escasa la información disponible acerca<br />

de los ambientes donde habitan los hongos de<br />

Colima, solamente se identificaron 13 especies<br />

que crecen en un hábitat marino, 10 especies en<br />

vegetación tropical y una especie en vegetación<br />

templada (bosque mesófilo de montaña). Cabe<br />

señalar que los hongos logran vivir prácticamente<br />

en todos los ambientes, por lo que su dis-<br />

178 DIVERSIDAD DE ESPECIES


tribución no está limitada a los tres hábitats que<br />

aquí se mencionan.<br />

Distribución<br />

Los hongos habitan desde los polos hasta el<br />

Ecuador, en las altas montañas, en los ríos y<br />

mares, en los bosques y aún en los desiertos. Los<br />

encontramos sobre y bajo el suelo, dentro y fuera<br />

de las plantas y animales, hasta en los humanos.<br />

Prácticamente logran vivir en todo aquello que<br />

puede proporcionarles espacio y alimento orgánico,<br />

por muy escaso que sea.<br />

Colima presenta diversos tipos de vegetación<br />

distribuidos en los diferentes ambientes de la<br />

entidad (inegi 2010), y los hongos están muy<br />

relacionados con ellos. Por ejemplo, en la subprovincia<br />

de los volcanes de Colima se pueden<br />

encontrar bosques de encino, selva baja caducifolia<br />

y matorral subtropical, mientras que en la<br />

subprovincia de las sierras de la costa de Jalisco y<br />

Colima predominan la selva baja caducifolia, los<br />

bosques de encino y de pino, la selva baja espinosa,<br />

además del manglar, el palmar y la vegetación<br />

halófita y de dunas costeras.<br />

De todos esos tipos de vegetación la selva baja<br />

caducifolia, los bosques de encino y de pino, y el<br />

matorral subtropical, potencialmente pueden contener<br />

una gran cantidad de especies de hongos, y<br />

sobre todo en los bosques de pino y encino se pueden<br />

encontrar especies de hongos comestibles.<br />

De acuerdo con lo anterior es evidente que hacen<br />

falta más exploraciones micológicas para recabar<br />

información sobre la diversidad y distribución<br />

de los hongos en el estado.<br />

Importancia<br />

La importancia de estos organismos es significativa.<br />

La levadura es un tipo de hongo microscópico<br />

utilizado en la fabricación de pan y cerveza,<br />

así como vino, pulque, tepache y prácticamente<br />

todas las bebidas fermentadas; por su parte, los<br />

antibióticos, que constituyen el arma más eficaz<br />

contra las infecciones, en su mayoría son extraídos<br />

de hongos que crecen en las naranjas (mohos<br />

verde-azules).<br />

Por otro lado, el papel ecológico que los hongos<br />

juegan en la naturaleza es muy importante, ya<br />

que son los degradadores por excelencia de grandes<br />

cantidades de materia orgánica y forman<br />

asociaciones simbióticas con los árboles de pino<br />

y plantas cultivadas, las cuales aceleran su crecimiento<br />

y favorecen la resistencia ante posibles<br />

patógenos, aunque también pueden ser parásitos<br />

de cultivos o de árboles de interés forestal. Además,<br />

los hongos forman parte de los productos<br />

forestales no maderables que son explotados<br />

para venta y autoconsumo en diferentes regiones<br />

del país.<br />

El nombre popular o vernáculo de los hongos<br />

varía según el lugar en el que crecen y los nombres<br />

que les dan los diferentes grupos étnicos<br />

que habitan las localidades donde existen tales<br />

organismos. Estudios etnomicológicos han mostrado<br />

que un mismo hongo tiene distintos nombres<br />

para diferentes grupos humanos y en lugares<br />

diferentes. Por ejemplo, al hongo Amanita<br />

caesarea, muy apreciado por su sabor, en la parte<br />

centro y sur de México, según la región se le<br />

conoce con los siguientes nombres populares:<br />

tecomate, amarillo, ahuevado o yemita.<br />

Hongos (Fungi)<br />

179


Estado de conservación<br />

y amenazas<br />

En relación con la conservación de especies de<br />

hongos citada para Colima, ninguna especie se<br />

encuentra bajo alguna categoría de la nom-059-<br />

semarnat-2010. Cabe anotar que el número de<br />

especies citadas en este documento no refleja la<br />

diversidad que puede existir en Colima.<br />

Tomando en cuenta la relación hongo-planta de<br />

5:1 (Hawksworth 1991) y con base en el estudio<br />

florístico de Colima, realizado por Padilla-<br />

Velarde et al. (2006), en el que se registraron<br />

alrededor de 550 especies arbóreas de la entidad,<br />

un ejercicio de extrapolación arrojaría una<br />

diversidad potencial de hongos en Colima equivalente<br />

a más de 2 700 especies que corresponderían<br />

apenas a 2.8% de la riqueza potencial<br />

estimada para el estado (77 especies han sido<br />

citadas en este documento). Por esta razón, la<br />

diversidad hasta ahora registrada en Colima,<br />

aunque demuestra el esfuerzo de varios investigadores,<br />

no refleja de manera significativa la<br />

riqueza e importancia de las especies de hongos<br />

en la entidad.<br />

Por lo anterior, es urgente continuar y mejorar<br />

los inventarios de hongos, sobre todo porque la<br />

tasa de deforestación en el estado es elevada:<br />

entre 1981 y 1992 Colima perdió 25% de su<br />

superficie boscosa (Padilla-Velarde et al. 2006).<br />

Como prioridad se deben concentrar los esfuerzos<br />

de identificación de especies en los fragmentos<br />

de bosque que son más susceptibles a<br />

desaparecer, o en aquellos ambientes que tengan<br />

distribución fragmentada, como la selva mediana<br />

caducifolia y el bosque mesófilo de montaña.<br />

Si se pierde la vegetación con ella se pierde también<br />

la diversidad de los hongos y otros organismos<br />

que ahí habitan.<br />

Referencias<br />

Bandala, V.M., G. Guzmán y L. Montoya. 1993. The<br />

polypores known from Mexico. Reporte Científico.<br />

Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)<br />

13:1-55.<br />

Burt, E.A. 1920. The Thelephoraceae of North America<br />

XII Stereum. Annals of the Missouri Botanical<br />

Garden 7:81-249.<br />

García Romero, L., G. Guzmán y T. Herrera. 1970. Especies<br />

de macromicetos citadas de México. I. Ascomycetes,<br />

Tremellales y Aphyllophorales. Boletín<br />

de la Sociedad Mexicana de Micología 4:54-76.<br />

Guzmán, G. 1975. Hongos mexicanos (macromicetos)<br />

en los herbarios extranjeros III. Boletín de la<br />

Sociedad Mexicana de Micología 9:85-102.<br />

Guzmán, G. y T. Herrera. 1971. Especies de macromicetos<br />

citadas de México. Boletín de la Sociedad<br />

Mexicana de Micología 5:57-77.<br />

——— . 1973. Especies de macromicetos citadas de<br />

México IV. Gasteromicetos. Boletín de la Sociedad<br />

Mexicana de Micología 7:105-119.<br />

Hawksworth, D.L. 1991. The fungal dimension of the<br />

biodiversity: magnitude, significance, and conservation.<br />

Mycological Research 95:641-655.<br />

Herrera, T. y G. Guzmán. 1972. Especies de macromicetos<br />

citadas de México III. Agaricales. Boletín de<br />

la Sociedad Mexicana de Micología 6:61-92.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />

2010. Agricultura y vegetación de Colima. En:<br />

, última<br />

consulta: 30 de junio de 2015.<br />

180 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Medel, R., S. Chacón y G. Guzmán. 1989. Especies conocidas<br />

y nuevos registros de Hypoxylon (Sphaeriales,<br />

Xylariaceae) en México. Revista Mexicana<br />

de Micología 5:149-168.<br />

Padilla-Velarde, E., R. Cuevas, G. Ibarra, et al. 2006.<br />

Riqueza y biogeografía de la flora arbórea del estado<br />

de Colima, México. Revista Mexicana de Biodiversidad<br />

77:271-295.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

Hongos (Fungi)<br />

181


Helechos, colas<br />

de caballo y licopodios<br />

(Pteridophyta)<br />

María de la Luz Arreguín-Sánchez<br />

Rafael Fernández-Nava<br />

David Leonor Quiroz-García<br />

Introducción<br />

Las pteridofitas son un grupo de vegetales que incluye a los helechos y a<br />

un grupo afín a éstos, como los equisetos o colas de caballo, las selaginelas,<br />

los licopodios y otros más. Este grupo se caracteriza por no presentar<br />

flores, aunque poseen tejido vascular, a veces muy desarrollado, por lo<br />

que se han considerado criptógamas superiores, a diferencia de otras<br />

criptógamas como los musgos y algas que carecen de ese tejido.<br />

Descripción<br />

En general, las pteridofitas son plantas terrestres y pueden vivir sobre<br />

árboles (epífitas) o sobre rocas (epipétricas), aunque algunas pueden ser<br />

acuáticas (agua dulce); todas son plantas cormófitas, es decir, presentan<br />

verdaderos órganos, a excepción de Psilotum que no presenta raíces sino<br />

rizoides y las hojas son expansiones laminares sin vascularización. Las<br />

hojas pueden ser de dos tipos: micrófilas, con una sola nervadura como las<br />

de Selaginella, Isoetes, Equisetum, Lycopodium; o bien hojas megáfilas, con<br />

varias nervaduras como las que presentan la mayoría de las pteridofitas.<br />

Estas plantas presentan tres ciclos de vida, con predominancia del esporofito<br />

(generación que produce esporas) sobre el gametofito (generación<br />

que produce células reproductoras o gametos) y son un grupo de plantas<br />

en donde el gametofito es totalmente independiente del esporofito, requiriendo<br />

siempre de agua externa para su reproducción. El ciclo más común<br />

182<br />

Arreguín-Sánchez, M. de la L., R. Fernández-Nava y D. L. Quiroz-García. 2016. Helechos, colas de caballo y licopodios<br />

(Pteridophyta). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 182-186.


es el isospórico (esporas iguales), le sigue el ciclo<br />

de vida heterospórico (esporas diferentes) y el<br />

tercer tipo de ciclo es el llamado tipo equisetum,<br />

que se considera un ciclo intermedio entre el<br />

isospórico y el heterospórico.<br />

Distribución<br />

Se considera que a nivel mundial existen alrededor<br />

de 10 mil especies, de las cuales 1 009 prosperan<br />

en México. Hasta el momento se han<br />

realizado diferentes estudios estatales y regionales<br />

sobre las pteridofitas de la República Mexicana,<br />

siendo el libro Las pteridofitas de México,<br />

de Mickel y Smith (2004), la obra más reciente y<br />

donde se reconocen 124 géneros y 1 009 taxones,<br />

de los cuales para Colima son citados 36 géneros<br />

y 97 especies. En comparación, La flora de Nueva<br />

Galicia (apéndice 1 y 2) (McVaugh 1983), que<br />

constituye el primer tratado de pteridofitas del<br />

oeste del país, registra un total de 281 especies, de<br />

las cuales 52 corresponden al estado. Trabajos<br />

anteriores, tales como los de Martens y Galeotti<br />

(1842), Liebmann (1849) y Fournier (1872),<br />

habían prácticamente ignorado a esta región.<br />

Conzatti (1939) citó para La flora de Nueva Galicia<br />

alrededor de 40 especies, aunque los ejemplares<br />

de herbario de esta zona, y en general las<br />

recolectas de Conzatti, no han estado disponibles<br />

para los botánicos. Las recolectas más importantes<br />

de la región han corrido a cargo del doctor<br />

Roger McVaugh, quien desde 1949 ha estado<br />

recolectando ejemplares en la zona de Nueva<br />

Galicia, los cuales se pueden consultar tanto en<br />

herbarios nacionales como del extranjero.<br />

Las pteridofitas son plantas que se encuentran en<br />

todos los tipos de vegetación, aunque se presenta<br />

mayor diversidad en los bosques mesófilos<br />

de montaña. Estas plantas son componentes de<br />

diferentes tipos de vegetación, por lo que su<br />

estado de conservación siempre está ligado a la<br />

protección y explotación de los mismos.<br />

Diversidad<br />

El apéndice 1 muestra una lista actualizada<br />

sobre los géneros y especies que crecen en la<br />

región, en él se hace la comparación de los taxones<br />

citados para La flora de Nueva Galicia (Mickel<br />

1992) y los de Las pteridofitas de México<br />

(Mickel y Smith 2004). El criterio de familia que<br />

se utilizó fue el de Crabbe et al. (1975) citado en<br />

Mickel y Smith (2004).<br />

Como se podrá apreciar en el apéndice 1, en La<br />

flora de Nueva Galicia se citan para Colima<br />

25 géneros y 52 especies, mientras que en Las pteridofitas<br />

de México se reconocen 36 géneros y<br />

97 especies, lo que representa un aumento de 30%<br />

respecto a los géneros y casi el doble de especies.<br />

En La flora de Nueva Galicia no son consideradas<br />

las entidades taxonómicas de Dryopteris,<br />

Nephrolepis, Polystichum, Botrychium,<br />

Ophioglossum, Psilotum, Notholaena, Pellaea,<br />

Pityrogramma, Pteris y Vittaria. Este incremento<br />

del doble de especies en 12 años –desde 1992,<br />

cuando se publicó La flora de Nueva Galicia,<br />

hasta 2004 cuando apareció Las pteridofitas de<br />

México–, refleja no solamente el incremento de<br />

las recolectas en el estado, sino también el<br />

aumento del número de herbarios, tanto nacionales<br />

como extranjeros, que se revisaron en esta<br />

última publicación.<br />

Helechos, colas de caballo y licopodios (Pteridophyta)<br />

183


Algunos nombres científicos citados en La flora<br />

de Nueva Galicia no se encuentran en Las pteridofitas<br />

de México, debido a que han caído en sinonimias,<br />

como: Adiantum princeps = A. amplum;<br />

Asplenium myapteron = A. blepharophorum;<br />

Phlebodium areneosum = P. areolatum y<br />

Polypodium fuscopetiolatum = P. colpodes. También<br />

existen especies citadas en La flora de Nueva<br />

Galicia, pero no en Las pteridofitas de México,<br />

tales como Blechnum glandulosum y B. occidentale<br />

= B. appendiculatum.<br />

Por último, hay un grupo de especies que se<br />

citan en La flora de Nueva Galicia y que en Las<br />

pteridofitas de México se incluyen, pero ya no se<br />

menciona su presencia para Colima, tal es el<br />

caso de: Campyloneurum angustifolium,<br />

Polypodium plesiosorum, Selaginella sertata y<br />

S. silvestre; es posible que estas plantas se determinaran<br />

erróneamente.<br />

Basado en investigaciones documentales, el cuadro<br />

1 muestra una comparación porcentual<br />

sobre la riqueza de pteridofitas a nivel regional/<br />

estatal. De estos datos se desprende que Colima<br />

es la entidad que hasta el momento presenta<br />

menor riqueza pteridoflorística (9.6%), seguida<br />

por Nuevo León (9.8%), los estados que comprenden<br />

el Valle de México (Estado de México y<br />

Distrito Federal) (11.2%), Chihuahua (12.5%),<br />

Morelos (15.6%) y Querétaro (18.9%), pero también<br />

hay que considerar que es de las entidades<br />

territoriales más pequeñas; aunque el estado de<br />

Morelos tiene menor superficie que Colima y<br />

presenta un porcentaje mayor de especies.<br />

Después de haber realizado la comparación de<br />

los estados y analizar la situación actual de los<br />

estudios pteridoflorísticos del estado, se considera<br />

que se debe realizar un esfuerzo y seguir<br />

implementando exploraciones de campo, debido<br />

CUADRO 1. Comparación porcentual de gneros y especies, segn los estudios regionales pteridoflorísticos<br />

en México. Fuente: elaboración propia.<br />

Estado Superficie (km 2 ) Especies % de especies<br />

Chihuahua 244 398 126 12.5<br />

Nuevo León 65 100 99 9.8<br />

Nueva Galicia 125 000 281 27.8<br />

Colima 5 222 109 10.78<br />

Querétaro 11 699 191 18.9<br />

Estado de México 15 800 248 24.6<br />

Valle de México 7 500 113 11.2<br />

Morelos 4 900 158 15.6<br />

Veracruz 71 699 572 56.7<br />

Oaxaca 93 136 640 63.4<br />

Guerrero 64 281 373 37<br />

Chiapas 74 211 609 60.3<br />

184 DIVERSIDAD DE ESPECIES


a que es evidente que podrían encontrarse mayor<br />

número de especies en la entidad. Por ejemplo,<br />

no se menciona a Pteridium, género común en<br />

los bosques de pinos; también llama la atención<br />

la ausencia del género Cystopteris, común en los<br />

bosques mesófilos, bosques de pino, pino-encino<br />

y encinares; situación similar aplica para las<br />

ausencias de Lycopodium y Lycopodiella, Pteris<br />

cretica y de los helechos acuáticos, entre otros.<br />

Importancia y usos<br />

En lo que respecta a su importancia económica,<br />

en general las especies son utilizadas como<br />

ornato, pero por desgracia son tomadas directamente<br />

del campo para ser comercializadas, o<br />

bien las personas se las llevan del campo a su<br />

casa. Varias pteridofitas que son utilizadas como<br />

medicinales se recolectan directamente en el<br />

campo, tale es el caso de Adiantum concinnum,<br />

Equisetum myriochaetum y Selaginella lepidophylla.<br />

La primera se ocupa como expectorante y las dos<br />

últimas para problemas renales. Además, las<br />

frondas de Adiantum concinnum se utilizan<br />

como artesanales y el follaje se usa para crear<br />

arreglos florales.<br />

Amenazas y acciones<br />

de conservación<br />

Se considera que el principal riesgo para este<br />

grupo de organismos es la destrucción de sus<br />

hábitats naturales, lo que de manera implícita<br />

lleva a la desaparición de especies. Esto es particularmente<br />

alarmante si consideramos, por<br />

ejemplo, los resultados obtenidos a partir de un<br />

ejercicio realizado en La pteridoflora del Valle de<br />

México: de las 113 especies citadas la mitad están<br />

extintas o en peligro de extinción. Sin embargo,<br />

con base en la información bibliográfica disponible,<br />

en Colima no existen especies de pteridofitas<br />

endémicas. Anemia colimensis fue considerada<br />

como endémica, sin embargo, esta especie se<br />

encontró recientemente también en los estados<br />

de Guerrero y Oaxaca.<br />

Dadas estas experiencias se ha implementado,<br />

dentro de la cuenca de México, un programa de<br />

estudios sobre la biología de pteridofitas, a partir<br />

del cual es posible desarrollar las técnicas de cultivo<br />

y manejo de estas plantas, con el objetivo<br />

general de no solamente conservar, sino además<br />

de tener la posibilidad de efectuar la comercialización<br />

a través de plantas cultivadas. Con acciones<br />

como éstas se evitaría tomar el recurso<br />

directamente del campo.<br />

Referencias<br />

Arreguín-Sánchez, M.L., R. Fernández-Nava y D.L.<br />

Quiroz-García. 2004. La Pteridoflora del Valle de<br />

México. Instituto Politécnico Nacional (ipn)/Secretaría<br />

de Educación Pública (sep), México.<br />

Conzatti, C. 1939. Flora taxonómica mexicana: recopilación<br />

de todos sus representantes vasculares<br />

herbaceos y leñosos. Vol. 1, partes 1-2. Editorial La<br />

Esfera. México.<br />

Crabbe, J.A., A.C. Jermy y J.T. Mickel. 1975. A new<br />

generic sequence for the pteridophyte herbarium.<br />

Fern Gaz 11:141-162.<br />

Fournier, E. 1872. Sur les Hyménophyllées recueillies<br />

dans l’Amérique centrale par MM. Ch. Wright,<br />

Fendler et Th. Husnot. Société Botanique de<br />

France, Bulletin de la Societé Botanique de France,<br />

Compte rendus des séances 19:239-241.<br />

Helechos, colas de caballo y licopodios (Pteridophyta)<br />

185


Liebmann, F.M. 1849. Mexikos Bregner. Danske Vidensk.<br />

Selskr. Forhandl 1:151-332.<br />

Martens, M. y H. Galeotti. 1842. Mémoire Sur Les<br />

Fougères Du Mexique: Et Considerations Sur la<br />

Géographie Botanique de Cette Contrée. Hayez.<br />

Mcvaugh, R. 1983. Gramineae. En: Flora Novo-Galiciana.<br />

Vol. 14. University of Michigan Press. Ann<br />

Arbor.<br />

——— . 1992. Gymnospems to Pteridophytes. En: Flora<br />

Novo-Galiciana. University of Michigan Press.<br />

Ann Arbor.<br />

Mickel, J.T. 1992. Pteridophytes. En: Flora Novo-Galiciana.<br />

R.E. Mcvaugh, pp. 120-431.<br />

Mickel, J.T. y A.R. Smith. 2004. The pteridophytes of<br />

Mexico. Memoirs of the New York Botanical Garden<br />

88:1-1054.<br />

186 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Gramíneas<br />

(Gramineae)<br />

Francisco J. Santana-Michel<br />

Ramón Cuevas-Guzmán<br />

Nora Minerva Núñez-López<br />

Introducción<br />

La familia Gramineae (o Poaceae) incluye lo que en México se conoce<br />

como zacates o pastos. Se trata de la cuarta familia más diversa de las<br />

plantas con flores (sólo después de Compositae, Orchidaceae y Leguminosae);<br />

se tienen estimaciones entre 650 y 670 géneros y de 9 700 a 10 000<br />

especies en todo el mundo (Heywood et al. 2007, Soltis et al. 2005). Se<br />

dice que posee una distribución cosmopolita, ya que se les encuentra<br />

desde los círculos polares hasta el Ecuador y son el principal componente<br />

de al menos 25% de la cubierta vegetal de la Tierra (Heywood et al. 2007).<br />

Las gramíneas se consideran la familia de mayor importancia económica<br />

en el mundo, debido a que constituye la principal fuente de alimento para<br />

los humanos y otros animales. Se estima que cerca de 70% de las tierras<br />

cultivadas del planeta presentan una gramínea, y más de 50% de las calorías<br />

que consumen los humanos tienen como fuente un cereal (Judd et al.<br />

2002). Algunas de estas especies han sido cultivadas por más de 10 mil<br />

años e hicieron posible la existencia de grandes civilizaciones en la antigüedad,<br />

como el trigo (Triticum aestivum), la cebada (Hordeum vulgare) y<br />

la avena (Avena sativa) en el cercano Oriente; el sorgo (Sorghum bicolor)<br />

y el mijo (Pennisetum americanum) en África; el arroz (Oriza sativa) en el<br />

sudeste de Asia; y el maíz (Zea mays) en Mesoamérica. Especies como<br />

el centeno (Scale cereale) y la cebada (Hordeum vulgare) son la base de la<br />

fermentación para bebidas como el whisky y la cerveza.<br />

Santana-Michel, F.J., R. Cuevas-Guzmán y N.M. Núñez-López. 2016. Gramíneas (Gramineae). En: La Biodiversidad<br />

en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 187-193.<br />

187


Descripción<br />

Según estudios de secuencias de adn, las gramíneas<br />

pertenecen al orden Poales, que incluye<br />

18 familias que comparten atributos, como la<br />

presencia de cuerpos de sílice en la epidermis y<br />

estilos separados o soldados, pero fuertemente<br />

ramosos, así como la carencia de cristales de<br />

rafidio y nectarios septales (Judd et al. 2002).<br />

Las gramíneas son hierbas comúnmente rizomatosas<br />

(con tallos subterráneos gruesos y<br />

horizontales que sirven como órganos de almacenamiento),<br />

estoloníferas o cespitosas, perennes<br />

o anuales, y en los trópicos algunas son leñosas y<br />

arborescentes (bambúes y otates). Los tallos son<br />

articulados, comúnmente cilíndricos, huecos,<br />

algunas veces sólidos, de modo usual monopódicos<br />

(con un tallo principal), y hojas por lo<br />

general dísticas (en un solo plano), constituidas<br />

por vaina, lígula y lámina. La vaina rodea al tallo<br />

y lo común es que sea abierta; la lámina es simple,<br />

usualmente linear y con venas paralelas, y la lígula<br />

se localiza en la unión entre la vaina y la lámina,<br />

siendo una pestaña membranosa o ciliada.<br />

Una de las características más distintivas de la<br />

familia son sus inflorescencias compuestas de<br />

espiguillas dispuestas en panículas, espigas o<br />

racimos. Las espiguillas constan de brácteas<br />

(estructuras foliáceas que rodean la flor) típicamente<br />

dísticas, dispuestas a lo largo de una<br />

raquilla (eje sobre el que se insertan las espiguillas);<br />

las dos brácteas inferiores están vacías pero<br />

las restantes forman parte de un flósculo (cada<br />

una de las flores que forma una inflorescencia),<br />

cuyas estructuras sexuales (estambres y pistilos)<br />

están encerradas entre la lema, bráctea más<br />

externa, y la pálea, en la parte más interna. Las<br />

flores son bisexuales o unisexuales, comúnmente<br />

con tres estambres y dos estigmas plumosos<br />

y el fruto es una cariópside (presenta la pared<br />

del fruto fusionada con la semilla) (Beetle et al.<br />

1983, Davidse y Pohl 1994, Judd et al. 2002,<br />

Heywood et al. 2007). Presentan por lo común<br />

floración anual que se repite varias ocasiones<br />

(iteróparos), pero no es raro que varias especies<br />

leñosas se reproduzcan sexualmente en periodos<br />

que oscilan entre 10 y 120 años, para que posteriormente<br />

las poblaciones completas mueran<br />

(monocárpicas).<br />

Un conjunto de datos morfológicos, bioquímicos,<br />

anatómicos y moleculares respaldan el origen<br />

monofilético de la familia (comparten un<br />

mismo ancestro), y permiten reconocer 12 subfamilias,<br />

de las cuales al menos 10 cuentan con<br />

representantes en México. Gramineae es una<br />

familia de fácil reconocimiento, pero complicada<br />

taxonómicamente en el nivel de géneros y<br />

especies. En México, la mayor cantidad de géneros<br />

y especies se registra en las subfamilias Chloroideae,<br />

Panicoideae y Pooideae.<br />

Distribución<br />

Las gramíneas tienen amplia distribución ecológica,<br />

desde el nivel del mar hasta las zonas alpinas,<br />

a más de 5000 msnm. Es el componente dominante<br />

de las praderas de Norteamérica, las pampas<br />

sudamericanas y las estepas africanas y euroasiáticas<br />

(Judd et al. 2002). Además, muchas áreas en las<br />

zonas tropicales y subtropicales en la actualidad se<br />

encuentran cubiertas por pastos cultivados para<br />

alimentar diferentes tipos de ganado. En México<br />

se les encuentra en todos los tipos de vegetación<br />

reconocidos para el país, incluyendo las dunas cos-<br />

188 DIVERSIDAD DE ESPECIES


teras y la vegetación acuática, e incluso algunas<br />

especies han conquistado el medio marino (Dávila<br />

et al. 1998). En las partes de mayor altitud, por<br />

arriba del límite de la distribución arbórea, las gramíneas<br />

amacolladas forman zacatonales que<br />

cubren una extensa superficie en el Altiplano<br />

mexicano. Por otra parte, cada vez son más<br />

amplias las superficies que se encuentran cultivadas<br />

con especies de pastos introducidos, principalmente<br />

de procedencia africana.<br />

Diversidad de gramíneas<br />

Gramineae es la cuarta familia más diversa en<br />

México. Se han registrado 204 géneros, 1 182<br />

especies y 207 categorías infraespecíficas, para<br />

hacer un total de 1 278 taxones, de los cuales<br />

1 119 son nativos y 159 cultivados o introducidos<br />

(Dávila et al. 2006). Los géneros con más especies<br />

en México corresponden a Muhlenbergia, Paspalum,<br />

Panicum, Bouteloua, Eragrostis y Aristida (Dávila<br />

et al. 2006). Otros géneros, como Tripsacum y<br />

Zea, sin ser muy diversos, sobresalen por tener su<br />

centro de diversidad en el país, con la mayoría de<br />

sus especies reconocidas como endémicas (que<br />

sólo se distribuyen en nuestro país). Seis géneros<br />

y alrededor de 22% de los taxones restringen su<br />

distribución al territorio nacional. Colima forma<br />

parte de una de las cuatro áreas de México con<br />

mayor diversidad de pastos; Beetle (1975) registró<br />

49 géneros y 119 especies, mientras que McVaugh<br />

(1983), en Las gramíneas de Nueva Galicia, registra<br />

53 géneros y 108 especies para esta entidad,<br />

cifra que se incrementó a 168 especies en Dávila<br />

et al. (2006).<br />

En el presente estudio se registran 78 géneros, 251<br />

especies, que incluyen 29 unidades infraespecíficas<br />

para el estado (apéndices 1 y 2). Estos números<br />

representan 39% de los géneros y 22% de las especies<br />

de México. La riqueza de géneros y especies<br />

para Colima es equiparable con la de los estados de<br />

Nayarit –82 géneros y 271 especies– (Téllez 1995),<br />

Zacatecas –82 géneros y 255 especies– (Balleza<br />

1992), entidades con mucho mayor superficie que<br />

Colima. Por otra parte, Colima tiene más especies<br />

que la sierra de Manantlán –77 géneros y 221 especies–<br />

(Vázquez et al. 1995), el estado de Tlaxcala<br />

–61 géneros y 182 especies– (Martínez 1998), Sinaloa<br />

–173 especies– (Dávila et al. 2006) y Tabasco<br />

–198 especies– (Dávila et al. 2006).<br />

La sobresaliente riqueza de gramíneas en Colima<br />

podría atribuirse a que forma parte de la zona de<br />

transición de los reinos biogeográficos Holártico<br />

y Neotropical, así como por su gran heterogeneidad<br />

ambiental, ya que en una pequeña distancia<br />

se registra un gradiente altitudinal que va desde<br />

el nivel del mar hasta los 3 500 msnm en las faldas<br />

del Volcán de Fuego. En este gradiente se<br />

registran tipos de vegetación que varían desde<br />

los pinares y encinares, en las partes de mayor<br />

altitud, hasta los bosques tropical caducifolio,<br />

tropical subcaducifolio y mesófilo de montaña,<br />

que se distribuyen a altitudes desde el nivel del<br />

mar a los 2 000 msnm, y los manglares en la<br />

línea costera. Otro aspecto importante para<br />

explicar la elevada riqueza de especies de esta<br />

familia es la adaptación que han tenido al<br />

mosaico de paisajes creado por el ser humano.<br />

Panicoideae y Chloridoideae son las subfamilias<br />

que presentan mayor número de taxones. Diez<br />

géneros concentran 119 especies (47%), de éstos,<br />

los que registran más especies son Paspalum<br />

(28), Panicum (14), Muhlenbergia (12), Eragrostis<br />

(12), Urochloa (10) y Bouteloua (13). Este patrón<br />

Gramíneas (Gramineae)<br />

189


egistrado para Colima es más o menos consistente<br />

con lo registrado para el país, con la excepción<br />

de que el género más rico para México<br />

corresponde a Muhlenbergia seguido por Paspalum<br />

y Panicum, mientras que Urochloa, a nivel<br />

nacional, no aparece entre los 15 géneros con<br />

más especies (Dávila et al. 2006). Urochloa tiene<br />

18 especies en México (Dávila et al. 2006), de las<br />

cuales 10 se encuentran en el estado, lo que pone<br />

en evidencia la diversidad extraordinaria del<br />

género en esta región del país. Esta condición<br />

también podría aplicarse a Tripsacum, ya que en<br />

Colima se tienen registradas cinco especies que<br />

representan 50% de las especies de México. De<br />

las 251 especies, 214 son nativas y 37 son introducidas<br />

o cultivadas en el estado.<br />

Fitogeografía de los pastos<br />

De las 251 especies que se registran para Colima,<br />

37 corresponden a especies de amplia distribución<br />

que han llegado a América procedentes<br />

principalmente de África y Asia, 76 están presentes<br />

desde Canadá hasta Sudamérica, 52 desde<br />

México hasta Sudamérica, a 12 se les encuentra en<br />

Estados Unidos de Norteamérica y México,<br />

cinco van desde Estados Unidos hasta Centroamérica,<br />

mientras que 35 especies son endémicas<br />

de México. De las especies endémicas de nuestro<br />

país, una se ha registrado para los estados de<br />

Colima, Jalisco y Guanajuato, mientras que a<br />

nueve especies sólo se les encuentra en los estados<br />

de Jalisco y Colima (apéndice 1). Hilaria<br />

annua es considerada endémica al estado, en<br />

tanto que Aegopogon solisii, Aristida tenuifolia,<br />

Paspalum longum y Sorghastrum pohlianum<br />

sólo son conocidas de las islas Revillagigedo.<br />

Andropogon gayanus es una especie de reciente<br />

introducción procedente de África, la cual se<br />

encuentra distribuida a lo largo país, sumándose<br />

a otras especies como Cenchrus ciliaris, Chloris<br />

gayana, Cynodon nlemfuensis, Hyparrhenia<br />

rufa, Melinis minutiflora, Pennisetum clandestinum,<br />

P. purpureum, Sorghum halepense,<br />

Urochloa maxima y U. mutica (apéndice 1).<br />

Las gramíneas son un grupo de plantas que se<br />

desarrollan en ambientes muy soleados, razón<br />

por la cual la mayoría se encuentra en áreas<br />

abiertas. Aquellas que se encuentran en bosques<br />

por lo general lo hacen donde la cobertura arbórea<br />

o arbustiva es escasa, y muy pocas especies<br />

han logrado adaptarse a condiciones de poca luz<br />

(afóticas); tal es el caso de Pharus mezii y algunas<br />

otras de hoja ancha como Zeugites americana,<br />

Z. capillaris, Z. smilacifolia y Olyra latifolia.<br />

La mayoría de las especies de gramíneas se<br />

encuentran en regiones o ambientes secos, aunque<br />

algunas también requieren de un manto<br />

freático muy elevado o de ambientes inundados,<br />

siendo el caso de Ixophorus unisetus, Hymenachne<br />

amplexicaulis, Echinochloa crus-pavonis, Paspalidium<br />

geminatum, Paspalum conjugatum, P. paucispicatum<br />

y Urochloa mutica. Entre las especies que<br />

han evolucionado y desarrollado mecanismos<br />

para soportar ambientes con altas concentraciones<br />

de sal se puede mencionar a Distichlis spicata,<br />

Jouvea pilosa, J. straminea, Sporobolus purpurascens,<br />

S. plendens, S. virginicus y Uniola pittieri.<br />

En el bosque de Quercus se han encontrado 21%<br />

de las especies, 20.9% en vegetación secundaria,<br />

20% en bosque tropical caducifolio, 12% en bosque<br />

tropical subcaducifolio, 13.75% en bosque de<br />

Pinus y bosque de Pinus-Quercus, 5.77% en<br />

vegetación riparia, 2.75% en dunas costeras y un<br />

190 DIVERSIDAD DE ESPECIES


porcentaje igual en el bosque mesófilo de montaña.<br />

Solamente dos especies se registran en<br />

vegetación sabanoide de Byrsonima y Curatella<br />

(apéndice 1). Sin embargo, seguramente los porcentajes<br />

de especies registradas en cada tipo de<br />

comunidad vegetal se verán modificados conforme<br />

se realicen más recolectas.<br />

Importancia económica<br />

de las gramíneas<br />

La importancia económica de las gramíneas en<br />

Colima no es diferente de la que presenta el<br />

grupo taxonómico para México y el mundo. El<br />

maíz sigue siendo uno de los cereales más utilizados<br />

como alimento por la población de la entidad,<br />

principalmente en forma de tortillas,<br />

tostadas, tamales, pozole y una amplia gama de<br />

presentaciones y productos. Algunos de los cultivos<br />

más importantes en el estado corresponden<br />

a miembros de esta familia, como la caña de azúcar<br />

(Saccharum officinarum), que se siembra en<br />

amplias extensiones para abastecer los ingenios<br />

cañeros que existen en Colima; así como sorgo,<br />

avena (Avena sativa), trigo y arroz.<br />

Asimismo, gran superficie se encuentra sembrada<br />

con especies forrajeras como la guinea<br />

(Urochloa maxima), jaragua (Hyparrhenia rufa),<br />

rodex (Chloris gayana), sorgo (Sorghum bicolor),<br />

maíz (Zea mays subsp. mays) y pará (Brachiaria<br />

mutica), todas se suman a la gran diversidad de<br />

especies silvestres utilizadas con este fin.<br />

Otras especies se utilizan con fines ornamentales<br />

en casas y jardines, como el carrizo (Arundo<br />

donax), bambú (Bambusa vulgaris), té de limón<br />

(Cymbopogon citratus), Chusquea circinata,<br />

C. liebmanii y lágrimas de Job (Coix lagrymajobi).<br />

Especies como el bambú, los carrizos, Chusquea<br />

circinata y el maíz, son además fuente de materiales<br />

para la elaboración de artesanías. El otate<br />

(Otatea acuminata) es la principal fuente de<br />

material para la cestería (Vázquez et al. 1995), y<br />

en ocasiones también se utiliza en la construcción<br />

de casas rurales, bien sea para el techado o<br />

para las bardas laterales (combinándose con<br />

lodo o con otras maderas).<br />

El zacate soromuta (Muhlenbergia macroura) es<br />

una especie de alta montaña que ejemplifica la<br />

utilización diversificada de las gramíneas y<br />

representa un recurso económico importante<br />

para las comunidades rurales, debido a que se<br />

cosecha y vende para la fabricación de escobetas,<br />

escobas, sudaderos para caballos y para el<br />

techado de casas.<br />

Por su parte, Pharus mezii se utiliza esporádicamente<br />

como ornamental, pero muestra un<br />

importante potencial de uso debido a su capacidad<br />

para crecer en ambientes sombríos y debido<br />

también a la destacada belleza de su follaje. El té<br />

de limón cada día gana más adeptos para consumirse<br />

como bebida o té caliente.<br />

De acuerdo con la Agenda de Innovación Tecnológica<br />

Agropecuaria y Forestal del Estado de<br />

Colima 2010, las superficies cultivadas con<br />

especies de gramíneas ocurre así: pastos 61 211 ha,<br />

caña de azúcar 9 633 ha, maíz (incluyendo maíz<br />

para grano, elote y maíz forrajero) 17 707 ha,<br />

arroz palay 2 199 ha y sorgo para grano 1 783 ha;<br />

en conjunto la superficie estimada que se cultiva<br />

con gramíneas es de 92 533 ha (semarnat<br />

2010).<br />

Gramíneas (Gramineae)<br />

191


Estado de conservación<br />

En la lista roja de la Unión Internacional para la<br />

Conservación de la Naturaleza (uicn) no se consigna<br />

ninguna de las especies de gramíneas del<br />

estado. Sin embargo, se señalan en la Norma<br />

nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010):<br />

Tripsacum maizar como amenazada, T.<br />

zopilotense bajo la categoría de protección especial<br />

y Zea perennis como especie en peligro de<br />

extinción. Las dos especies de Tripsacum presentan<br />

una distribución que va desde México hasta<br />

Centroamérica, por lo que a pesar de encontrarse<br />

en alguna categoría de riesgo se espera que su<br />

amplia distribución contribuya a su conservación,<br />

por otro lado, ambas especies se encuentran protegidas<br />

en la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />

Manantlán, lo cual también favorece su conservación.<br />

El caso de Zea perennis es mucho más crítico,<br />

pues no se encuentra en ninguna área natural<br />

protegida y sus poblaciones naturales parecen ir<br />

en disminución al cambiar el uso de suelo de áreas<br />

agrícolas a plantaciones de frutales en las faldas<br />

del Nevado de Colima, cuya cara da hacia Ciudad<br />

Guzmán y en donde la especie fue originalmente<br />

descrita.<br />

Nuevas poblaciones han sido registradas para<br />

Colima (en este trabajo) y el estado de Michoacán<br />

(Sánchez et al. 2011), a pesar de ello se<br />

requiere evaluar las poblaciones naturales y conservar<br />

el hábitat natural donde la especie se<br />

desarrolla, además de preservar su germoplasma<br />

en reservorios artificiales. Consideramos que las<br />

especies endémicas al estado, tales como Aegopogon<br />

solisii, Hilaria annua, Aristida tenuifolia, Paspalum<br />

longum y Sorghastrum pohlianum, a pesar de no<br />

contar con estudios poblacionales, debieran ser<br />

incorporadas a la nom-059-semarnat-2010,<br />

como especies bajo la categoría de protección<br />

especial, debido a la reducida extensión superficial<br />

en la que se distribuyen. El grupo de gramíneas<br />

introducidas (apéndice 1), podría<br />

representar un problema para la biodiversidad<br />

de los diferentes ecosistemas en que se establecen,<br />

por lo que es recomendable estudiar las<br />

áreas de establecimiento y la dinámica poblacional<br />

de estos taxones, pero sobre todo evaluar el<br />

efecto que están teniendo sobre las poblaciones<br />

de otras especies de pastos naturales y otras<br />

plantas nativas, principalmente sobre aquellas<br />

que presentan distribución restringida. Además,<br />

se debe fomentar el uso de especies de gramíneas<br />

nativas con propósitos forrajeros y disminuir el<br />

uso de especies exóticas.<br />

Referencias<br />

Balleza, J.J. 1992. Gramíneas del estado de Zacatecas.<br />

Catálogo de especies y clave para géneros. Tesis de<br />

maestría en ciencias. Colegio de Postgraduados,<br />

México.<br />

Beetle, A.A. 1975. Contribución al estudio de las<br />

gramíneas de México. En: Gramíneas de Colima,<br />

México. A.A. Beetle, E. Manrique, V. Jaramillo,<br />

et al. (eds.). Universidad de Wyoming. Laramie,<br />

Wyoming, Estados Unidos de América.<br />

Beetle, A.A., E. Manrique, V. Jaramillo, et al. 1983. Las<br />

gramíneas de México. Vol. I. Secretaría de Agricultura<br />

y Recursos Hidráulicos (sagarpa)/<strong>Comisión</strong><br />

Técnico Consultiva de Coeficientes de Agostadero<br />

(cotecoca). México.<br />

Davidse, G. y R.W. Pohl. 1994. Poaceae. En: Flora<br />

mesoamericana: Alismataceae a Cyperaceae. Vol.<br />

6. G. Davidse, S. Sousa y O. Chater (eds.). Instituto<br />

de Biología (ibunam)/Universidad Nacional<br />

Autónoma de México (unam)/Missouri Botani-<br />

192 DIVERSIDAD DE ESPECIES


cal Gardens/The Natural History Museum, pp.<br />

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Dávila, P., R. Lira y J. Sánchez Ken. 1998. La familia<br />

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2007. Flowering plants of the world. Firefly Books.<br />

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Judd, S.W., C.S. Campbell, E.A. Kellogg, et al. 2002.<br />

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Acuícola y Forestal del Estado de Colima 2010. En:<br />

,<br />

última consulta: 2 de julio de 2015.<br />

Sánchez, G. J., L.L. De la Cruz, M.V.A. Vidal, et al.<br />

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semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

Soltis, D.E., P.S. Soltis, P.K. Endress y M.W. Chase.<br />

2005. Phylogeny and evolution of angiosperms. Sinauer<br />

Associates. Sunderland. Reino Unido.<br />

Téllez, V.O. 1995. Flora, vegetación y fitogeografía<br />

de Nayarit, México. Tesis de maestría. Facultad de<br />

Ciencias, unam, México.<br />

Vázquez, J.A., R. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995. Flora<br />

de Manantlán. Plantas vasculares de la Reserva<br />

de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jalisco-Colima,<br />

México. sida, Botanical Mycellany 13:1-312.<br />

Gramíneas (Gramineae)<br />

193


Orquídeas<br />

(Orchidaceae)<br />

Gerardo A. Salazar<br />

Rolando Jiménez-Machorro<br />

Diversidad<br />

La familia Orchidaceae es una de las más diversas del reino vegetal, con<br />

un número de especies estimado en 25 mil, en todo el mundo (Dressler<br />

2005). En México las orquídeas ocupan el tercer lugar en cuanto a riqueza<br />

taxonómica, con más de 1 200 especies, siendo superada únicamente por<br />

las familias Asteraceae y Fabaceae. La mayor parte de esa diversidad se<br />

concentra en las porciones sur y sureste del territorio nacional, particularmente<br />

en los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Guerrero. Sin<br />

embargo, las orquídeas se encuentran en todos los biomas habitables del<br />

país (Hágsater et al. 2005).<br />

No existen estudios encaminados específicamente a documentar la diversidad<br />

de orquídeas de Colima, aunque la orquideoflora del estado fue<br />

cubierta de manera parcial en el tratamiento de Orchidaceae en la Flora<br />

novo-galiciana, en donde se registraron 28 géneros y 46 especies (Mcvaugh<br />

1985). Un estudio reciente de la flora de la porción noroeste de Colima<br />

registró varias especies adicionales. Hasta el momento han sido registradas<br />

103 especies de 48 géneros de Orchidaceae (apéndice 1). Estas cifras<br />

representan aproximadamente 8% y 29%, respectivamente, de las especies<br />

y géneros de esta familia conocidos en el país (Soto-Arenas et al.<br />

2007).<br />

194<br />

Salazar, G.A. y R. Jiménez-Machorro. 2016. Orquídeas (Orchidaceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 194-198.


Distribución<br />

La flora de orquídeas de Colima está constituida<br />

en su mayoría por elementos de distribución<br />

relativamente amplia en México, ya sea en los<br />

bosques tropicales caducifolios y subcaducifolios<br />

de la planicie costera del Pacífico, como<br />

Barkeria palmeri, Catasetum pendulum, Encyclia<br />

trachycarpa, Erycina echinata, Mormodes badia<br />

(figura 1) y Myrmecophila galeottiana (figura 2)<br />

o en los bosques mixtos de pino-encino de la<br />

Faja Volcánica Transmexicana y la Sierra Madre<br />

del Sur (Stanhopea maculosa, figura 3), con una<br />

minoría de especies cuya distribución se extiende<br />

hasta Centroamérica, tales como Dichromanthus<br />

aurantiacus, Clowesia dodsoniana y Guarianthe<br />

aurantiaca (figura 4). Sólo tres de las especies<br />

son endémicas del estado y es notable que dos de<br />

éstas, Acianthera unguicallosa y Epidendrum aff.<br />

nitens, están restringidas a la isla Socorro en el<br />

archipiélago de las Revillagigedo. La tercera<br />

especie endémica, Physogyne garayana, sólo se<br />

conoce en una localidad en tierra firme, sin<br />

embargo, las plantas y flores de esta última son<br />

pequeñas y fácilmente pasan desapercibidas, por<br />

lo que no puede descartarse que eventualmente<br />

sea localizada en otras áreas.<br />

FIGURA 2. Myrmecophila galeottiana. Jalisco.<br />

Foto: Gerardo A. Salazar.<br />

FIGURA 1. Mormodes badia. Jalisco. Foto: Gerardo A.<br />

Salazar.<br />

FIGURA 3. Stanhopea maculosa. México.<br />

Foto: Rolando Jiménez-Machorro.<br />

Orquídeas (Orchidaceae)<br />

195


FIGURA 4. Guarianthe<br />

aurantiaca. Jalisco. Foto:<br />

Gerardo A. Salazar.<br />

Estatus de riesgo y posibles<br />

amenazas a la conservación<br />

Once especies de orquídeas de Colima están<br />

incluidas en alguna categoría de riesgo en la normatividad<br />

ambiental mexicana (SEMARNAT 2010).<br />

Cinco de ellas se encuentran en la categoría de<br />

amenazadas (A): Barkeria dorotheae, Cypripedium<br />

irapeanum, Encyclia adenocaula (figura 5),<br />

Oncidium tigrinum y Rhynchostele cervantesii; y<br />

seis están en la categoría de sujetas a protección<br />

especial (Pr): Acianthera unguicallosa, Encyclia<br />

pollardiana, Physogyne gonzalezii (figura 6),<br />

Prosthechea citrina, Rodriguesia dressleriana y<br />

Trichocentrum flavovirens (figura 7). Una especie<br />

adicional, Galeandra greenwoodiana (figura<br />

8), no se encuentra listada entre las especies<br />

mexicanas en riesgo, pero el pequeño número de<br />

poblaciones conocidas, su alta especificidad de<br />

hábitat (Warford 1994), la destrucción de algunas<br />

de las pocas localidades conocidas debido al<br />

cambio de uso del suelo por actividades humanas<br />

(N. Warford, citada en Light y MacConnaill<br />

2003) y la extracción de plantas silvestres para el<br />

comercio (Salazar, observación personal) son<br />

factores que sugieren que debe considerársele<br />

como una especie amenazada.<br />

Existen pocos estudios que evalúen de manera<br />

objetiva el estatus de conservación y factores de<br />

riesgo de especies de orquídeas nativas de Colima.<br />

Por ejemplo, Soto-Arenas y Solano-Gómez (2007a)<br />

sugirieron que, pese a estar restringidas a una<br />

franja altitudinal que va de 800 a 1000 msnm en<br />

el volcán Everman, en la isla Socorro la conservación<br />

in situ de Acianthera unguicallosa está garantizada<br />

siempre que se mantenga su hábitat. La<br />

situación parece ser diferente para Barkeria dorotheae,<br />

pues aunque existen considerables extensiones<br />

de hábitat potencialmente apropiado<br />

(bosque tropical caducifolio) en la región colindante<br />

entre Jalisco y Colima (incluyendo la<br />

Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala), no ha<br />

sido posible localizar poblaciones adicionales y la<br />

196 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 5. Orquídea<br />

Encyclia adenocaula,<br />

considerada en<br />

la categoría de<br />

amenazada. Ocurre en<br />

Michoacán.<br />

Foto: Gerardo A.<br />

Salazar.<br />

única población conocida parecía estar a punto de<br />

extinguirse en 2007, cuando se hizo la evaluación<br />

(Soto-Arenas y Solano-Gómez 2007b). En el caso<br />

de Physogyne gonzalezii, Soto-Arenas y Solano-<br />

Gómez (2007c) notaron que, aunque algunas<br />

poblaciones parecen haber sido destruidas por<br />

cambios en el uso del suelo (como la localidad original<br />

de donde fue descrita la especie en el estado<br />

de Nayarit), parecen persistir hábitats apropiados<br />

en la zona limítrofe entre Jalisco y Colima (volcán<br />

de Colima).<br />

La información disponible sobre otras especies en<br />

Colima es muy limitada o inexistente, pero un<br />

factor de amenaza, potencialmente significativo<br />

para muchas especies en el estado, es la destrucción<br />

o alteración de los hábitats naturales debido<br />

a la relativa elevada tasa de deforestación y otros<br />

cambios en el uso del suelo (<strong>Román</strong>-Guzmán et al.<br />

en este volumen). Estudios de campo enfocados a<br />

documentar la situación actual de las poblaciones<br />

de orquídeas y posibles factores de riesgo son<br />

requeridos de manera urgente.<br />

FIGURA 6. Physogyne gonzalezii. Jalisco.<br />

Foto: Rolando Jiménez-Machorro.<br />

Orquídeas (Orchidaceae)<br />

197


FIGURA 7. Trichocentrum<br />

flavovirens. Jalisco.<br />

Foto: Gerardo A. Salazar.<br />

FIGURA 8. Galeandra<br />

greenwoodiana.<br />

Foto: Rolando Jiménez-<br />

Machorro.<br />

Referencias<br />

Dressler, R.L. 2005. How many orchid species? Selbyana<br />

26:155-158.<br />

Hágsater, E, M.A. Soto-Arenas, G.A. Salazar, et al.<br />

2005. Las orquídeas de México. Instituto Chinoin,<br />

A.C., México, D.F.<br />

Light, M.H.S. y M. MacConaill. 2003. Seed characteristics<br />

and asymbiotic germination of Galeandra<br />

batemanii Rolfe and G. greenwoodiana Warford.<br />

Lankesteriana 7:141-144.<br />

Mcvaugh, R. 1985. Orchidaceae. En: Flora novo-galiciana:<br />

a descriptive account of the vascular plants of<br />

western Mexico. Vol. 16. W.R. Anderson (ed.). The<br />

University of Michigan Press, Ann Arbor, Michigan,<br />

pp. 1-363.<br />

Padilla, E., R. Cuevas y S.D. Koch. 2008. Plantas<br />

vasculares y vegetación de la parte alta del arroyo<br />

Agua Fría, municipio de Minatitlán, Colima,<br />

México. Acta Botánica Mexicana 84: 25-72.<br />

semarnat. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

Soto-Arenas, M.A., E. Hágsater, R. Jiménez, et al.<br />

2007. Las orquídeas de México: catálogo digital.<br />

Instituto Chinoin, A.C., México, D.F.<br />

Soto-Arenas, M.A. y R. Solano-Gómez. 2007a. Ficha<br />

técnica de Acianthera unguicallosa. Información<br />

actualizada sobre las especies de orquídeas del<br />

proy-nom-059-semarnat-2000. Bases de datos<br />

snib-conabio. En: ,<br />

última<br />

consulta: 6 de julio de 2015.<br />

——— . 2007b. Ficha técnica de Barkeria dorotheae. Información<br />

actualizada sobre las especies de orquídeas<br />

del proy-nom-059-semarnat-2000. Bases de<br />

datos snib-conabio. En: ,<br />

última consulta: 6 de julio de 2015.<br />

——— . 2007c. Ficha técnica de Physogyne gonzalesii<br />

[sic]. Información actualizada sobre las especies de<br />

orquídeas del proy-nom-059-semarnat-2000. Bases<br />

de datos snib-conabio. En: , última consulta: 6 de julio de 2015.<br />

Warford, N. 1994. The Mexican galeandras (Orchidaceae).<br />

Lindleyana 9:39-49.<br />

198 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Asteráceas<br />

(Asteraceae)<br />

José Luis Villaseñor<br />

Enrique Ortiz<br />

Mollie Harker<br />

Introducción<br />

Como en la mayoría de los estados del país, Asteraceae (o Compositae) se<br />

ubica entre las familias con la mayor riqueza de especies en el estado (cuadro<br />

1). Ocupa el segundo lugar en la flora estatal colimense en relación a<br />

número de especies (superada por la familia Fabaceae), y aunque es la<br />

familia con el mayor número de géneros, ninguno de ellos tiene una notable<br />

diversidad de especies.<br />

Este estudio documenta las especies y taxa subespecíficos de la familia<br />

Asteraceae que existen en Colima, a partir de información obtenida<br />

mediante una revisión intensa (aunque no exhaustiva) de la literatura florístico-taxonómica<br />

de México, así como del estudio de los ejemplares de<br />

herbario depositados en las colecciones más importantes, como la del<br />

Herbario Nacional de México (mexu) del Instituto de Biología de la Universidad<br />

Nacional Autónoma de México, así como de los herbarios del<br />

Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (ibug) de la<br />

Universidad de Guadalajara y del Centro Universitario de la Costa Sur<br />

(zea), en Guadalajara y Autlán, Jalisco; respectivamente. La información<br />

se complementó con la revisión de los herbarios de la Escuela Nacional de<br />

Ciencias Biológicas (encb), del Instituto Politécnico Nacional, en la Ciudad<br />

de México y del Instituto de Ecologia, A. C. (ieb) en su Centro Regional<br />

del Bajío, en Pátzcuaro, Michoacán.<br />

Algunas especies reportadas en el estado que no tuvieron ejemplares<br />

depositados en las colecciones estudiadas se incluyeron con base en las<br />

Villaseñor, J.L., E. Ortiz y M. Harker. 2016. Asteráceas (Asteraceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 199-208.<br />

199


CUADRO 1. Familias y géneros de plantas vasculares con mayor número de especies. Fuente: elaboración<br />

propia.<br />

Familia Géneros/especies Género Especies<br />

Fabaceae 86/335 Euphorbia 45<br />

Asteraceae 102/272 Ipomoea 38<br />

Poaceae 70/230 Solanum 32<br />

Euphorbiaceae 22/123 Cyperus 31<br />

Malvaceae 43/116 Tillandsia 30<br />

Orchidaceae 47/108 Quercus 28<br />

Solanaceae 12/69 Bursera 28<br />

Rubiaceae 27/65 Desmodium 27<br />

Cyperaceae 13/63 Paspalum 24<br />

Convolvulaceae 10/56 Senna 23<br />

Apocynaceae 24/44 Mimosa 22<br />

Pteridaceae 17/43 Acalypha 19<br />

Bromeliaceae 8/43 Piper 19<br />

Acanthaceae 18/43 Salvia 18<br />

Boraginaceae 12/41 Ficus 18<br />

fuentes bibliográficas que los citan. Se considera<br />

que otras especies pueden existir en el estado,<br />

debido a que su presencia ha sido registrada en<br />

municipios de Jalisco.<br />

Descripción<br />

Los miembros de la familia Asteraceae se<br />

encuentran entre los más fáciles de identificar a<br />

nivel de familia, debido a que sus miembros presentan<br />

una serie de atributos característicos y<br />

distintivos, como la agrupación primaria de las<br />

flores en una inflorescencia compacta, conocida<br />

como capítulo o cabezuela, la cual consiste en un<br />

conjunto de brácteas, por lo general verdes, que<br />

conforman una estructura calicinal llamada<br />

invólucro, donde se asientan las flores. En<br />

muchas especies existen flores diferenciadas<br />

morfológicamente: las que se encuentran en la<br />

periferia de la cabezuela semejando pétalos<br />

(corolas loriformes), la mayoría de las veces son<br />

femeninas o sin sexo; las interiores poseen corolas<br />

tubulares y por lo general son hermafroditas<br />

y fértiles. Adicionalmente, todos los miembros<br />

de la familia presentan los estambres fusionados<br />

por un tejido conectivo a nivel de las anteras<br />

(estambres singenésios); su cáliz (cuando presente)<br />

está modificado en una estructura muy<br />

variable denominada vilano y un fruto seco,<br />

indehiscente con una sola semilla, conocido<br />

como aquenio (estrictamente una cipsela por<br />

derivar de un ovario ínfero). Una descripción<br />

completa de las características morfológicas de<br />

la familia, así como una clave para la determinación<br />

de las tribus en que se clasifican sus miem-<br />

200 DIVERSIDAD DE ESPECIES


os puede consultarse en Villaseñor-Ríos<br />

(2007) y Redonda-Martínez (2009).<br />

La familia Asteraceae ya era reconocida como<br />

un grupo de plantas similares desde tiempos de<br />

Aristóteles. Su pertenencia a un mismo grupo ha<br />

sido comprobada desde entonces y ahora se sabe<br />

que constituye un grupo monofilético (con un<br />

origen común), dentro del orden Asterales, que<br />

comprende 11 familias (Stevens 2008). Esta<br />

característica se manifiesta en las apomorfias<br />

(rasgos evolutivos derivados de otro rasgo, de un<br />

taxón ancestral filogenéticamente próximo), que<br />

manifiestan tanto a nivel morfológico como<br />

molecular. Funk et al. (2009) presentan un compendio<br />

actualizado de la clasificación y evolución<br />

de la familia, en el que se reconocen<br />

43 tribus, 24 de ellas con representantes nativos<br />

en México.<br />

Diversidad<br />

Colima registra 271 especies de Asteraceae, de las<br />

cuales 209 fueron confirmadas con ejemplares de<br />

herbario (apéndice 1). La lista incluye además<br />

45 especies que la literatura reporta como presentes<br />

en el estado, pero que desafortunadamente no<br />

se pudieron validar con el material de los herbarios<br />

revisados, aunque sí se menciona la fuente<br />

que las reporta (apéndice 1). Ese apéndice también<br />

incluye 18 especies que no cuentan con registros<br />

de herbario ni referencias bibliográficas, pero<br />

eventualmente podrían encontrarse en el estado.<br />

Si se compara la riqueza de especies conocida en<br />

Colima con la de otros estados vecinos (cuadro 2),<br />

resulta evidente que la entidad registra una relativa<br />

pobreza en miembros de la familia Asteraceae.<br />

La densidad de especies (número de especies<br />

por unidad de superficie) en el estado es significativamente<br />

menor que la de los estados vecinos, y<br />

una comparación similar con dos entidades del<br />

país con menos superficie (Distrito Federal y<br />

Tlaxcala) revela que la densidad de especies de<br />

Colima es más o menos equivalente a la de Tlaxcala,<br />

pero muy inferior a la del Distrito Federal.<br />

Estos resultados y la menor densidad de especies<br />

en Colima subrayan la necesidad de realizar<br />

más trabajo de campo para documentar<br />

mejor la riqueza florística del estado, pues no<br />

CUADRO 2. iquea de especies de steraceae en Colima y estados vecinos, o con superficie similar. Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

Estado Superficie (km 2 ) Especies Densidad (spp./log sup<br />

)<br />

Colima 5 455 271 72.8<br />

Guerrero 63 794 697 145.1<br />

Jalisco 80 137 816 166.4<br />

Michoacán 59 864 727 152.2<br />

Nayarit 27 621 463 104.2<br />

Distrito Federal 1 499 357 112.4<br />

Tlaxcala 3 914 270 75.2<br />

Asteráceas (Asteraceae)<br />

201


existen razones para pensar que las variables<br />

bióticas o abióticas que determinan los patrones<br />

de diversidad de esta familia difieran significativamente<br />

de las que se presentan en otros<br />

estados en el país. Colima presenta una amplia<br />

diversidad a nivel de géneros y especies para las<br />

familias descritas en este estudio, por lo que se<br />

esperaría una amplia variedad también para las<br />

compuestas.<br />

Aunque varias especies han sido reportadas<br />

como parte de la flora de Colima, lo cierto es que<br />

aún no se cuenta con registros, incluso de los<br />

municipios de Colima, colindantes con otros<br />

estados y mencionados en el apéndice 1. Tales<br />

especies solamente se conocen en la porción de<br />

Jalisco, del Nevado de Colima o en la sierra de<br />

Manantlán; es decir, muy cerca de Colima. Las<br />

especies incluidas en el apéndice 1, pese a que<br />

aún no se demuestra su presencia en el estado,<br />

por encontrarse en la fracción del Nevado de<br />

Colima que corresponde a Jalisco, son un ejemplo<br />

de la porción de la riqueza florística que aún<br />

faltaría incorporar al inventario botánico estatal.<br />

Por ejemplo, en el cuadro 3 se anotan 19<br />

especies que probablemente se registrarán en el<br />

estado en próximas fechas.<br />

Patrones de distribución<br />

Las especies de Asteraceae actualmente conocidas<br />

en Colima presentan un patrón de mayor<br />

riqueza en su porción norte, disminuyendo hacia<br />

su parte sur (figura 1). Al dividir el estado en 20<br />

cuadros de 15 x 15 minutos de latitud y longitud,<br />

para evaluar la riqueza que registra cada uno de<br />

ellos, resulta evidente que a menor altitud existe<br />

un menor número de especies (porción sur),<br />

CUADRO 3. Especies conocidas en el estado de<br />

Jalisco, del Nevado de Colima o de la Sierra de<br />

Manantlán, que probablemente formen parte de la<br />

flora del estado. Fuente: elaboración propia.<br />

Especies<br />

Ageratina cylindrica<br />

Alloispermum colimense<br />

Archibaccharis serratifolia<br />

Bidens colimana<br />

Brickellia cardiophylla<br />

Cirsium ehrenbergii<br />

Cirsium nivale<br />

Conyza bonariensis<br />

Conyza coronopifolia<br />

Cosmos intercedens<br />

Critoniopsis baadii<br />

Critoniopsis foliosa<br />

Gamochaeta americana<br />

Lasianthaea ceanothifolia var. verbenifolia<br />

Otopappus tequilanus<br />

Stevia aschenborniana<br />

Stevia macvaughii<br />

Taraxacum officinale<br />

Vernonanthura liatroides<br />

mientras que a mayor altitud se presenta un<br />

mayor número de especies (porción norte).<br />

Este patrón ha sido discutido previamente a nivel<br />

nacional, Rzedowski (1972) encontró que las<br />

especies de la familia Asteraceae son preponderantemente<br />

más diversas en regiones montañosas<br />

que en tierras bajas. En Colima la región con<br />

mayor número de especies corresponde a las porciones<br />

con mayor altitud que forman parte de los<br />

lomeríos de barlovento del Nevado de Colima<br />

(celdas 5 y 6 de la figura 1); sin embargo, es necesario<br />

evaluar si el fuerte sesgo en el esfuerzo de<br />

recolecta (figura 2), observado en esta porción no<br />

es responsable del patrón descrito.<br />

202 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 1. Riqueza de especies de Asteraceae. Los cuadros en que se ha subdividido al estado tienen un tamaño de 15 minutos de<br />

latitud y longitud. Fuente: elaboración propia.<br />

Asteráceas (Asteraceae)<br />

203


FIGURA 2. Distribución de los sitios de recolecta de Asteraceae en Colima y regiones vecinas de Jalisco y Michoacán. Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

204 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 3. iquea potencial de especies de steraceae. El mapa se obtuvo con la inormación de la figura , aplicando el mtodo de<br />

interpolación Kriging, utilizando ArcGis 9. Fuente: elaboración propia.<br />

Asteráceas (Asteraceae)<br />

205


Sin embargo, el hecho de que el modelo de estimación<br />

de la diversidad potencial a partir de la<br />

riqueza conocida (interpolación utilizando el<br />

método de Kriging, figura 3), evidencie la presencia<br />

de un gradiente de riqueza norte-sur,<br />

reduce el efecto atribuido al sesgo de la recolecta<br />

de datos.<br />

Colima incluye administrativamente al archipiélago<br />

de las Revillagigedo. En éste, la isla Socorro<br />

es la más grande y florísticamente mejor<br />

conocida (Levin y Moran 1989). Allí se tienen<br />

registradas 17 especies de Asteraceae, cuyo<br />

recuento de especies se muestra en el cuadro 3,<br />

indicándose aquellas que son endémicas al<br />

archipiélago (seis especies).<br />

A pesar de que Colima es relativamente pequeño<br />

(5 455 km 2 ), en su territorio se registran dos<br />

especies de Asteraceae conocidas solamente en<br />

ese territorio político (Lepidaploa koelzii y<br />

Verbesina mickelii), además de las seis especies<br />

endémicas del archipiélago de las Revillagigedo<br />

(cuadro 4).<br />

Por otra parte, considerando las especies endémicas<br />

compartidas con los estados colindantes,<br />

Jalisco y Michoacán, la cifra se incrementa en<br />

seis especies adicionales y una variedad: dos<br />

conocidas solamente en Colima y Jalisco<br />

(Montanoa laskowskii y Pectis exserta), número<br />

que puede ascender a cuatro especies si se comprueba<br />

la presencia en Colima de Bidens<br />

colimana y Stevia macvaughii, reportada en<br />

regiones cercanas a Colima, pero dentro del<br />

estado de Jalisco; las otras cuatro especies y una<br />

variedad que extienden su área de distribución a<br />

Colima, Jalisco y Michoacán son Flaveria<br />

robusta, Grindelia nelsonii, Otopappus koelzii,<br />

CUADRO 4. Especies de Asteraceae conocidas de las<br />

islas Revillagigedo (Levin y Moran 1989).<br />

Especies<br />

Ageratina pichinchensis<br />

Ambrosia confertiflora<br />

Bahiopsis chenopodina<br />

*Bidens socorrensis<br />

Blumea viscosa<br />

Brickellia peninsularis<br />

*Coreocarpus insularis<br />

*Critoniopsis littoralis<br />

*Erigeron crenatus<br />

*Erigeron socorrensis<br />

Gamochaeta sphacelata<br />

Laennecia confusa<br />

Perityle emoryi<br />

*Perityle socorrosensis<br />

Pseudognaphalium attenuatum<br />

Sonchus asper<br />

Sonchus tenerrimus<br />

* Especies endémicas del archipiélago.<br />

Verbesina furfuracea y Brickellia secundiflora<br />

var. monticola. De igual manera, esta cifra<br />

podría incrementarse en dos especies si en un<br />

futuro se comprueba la presencia en Colima de<br />

Alloispermum colimense y Critoniopsis baadii,<br />

conocidas ahora en los estados colindantes. De<br />

modo curioso no se ha encontrado una especie<br />

que restrinja su distribución a Colima y Michoacán,<br />

debido probablemente al trabajo de exploración<br />

muy escaso en las porciones colindantes<br />

entre ambos estados.<br />

El endemismo local en Colima (especies restringidas<br />

al estado y otros adyacentes) es realmente<br />

escaso, pues se registran sólo 46 especies de<br />

plantas vasculares. Sin embargo, un porcentaje<br />

importante de estos endemismos le corresponden<br />

a la familia Asteraceae, y la riqueza de espe-<br />

206 DIVERSIDAD DE ESPECIES


cies de esta familia concuerda con el patrón de<br />

endemismos observado, con más de la mitad<br />

de las especies presentes (apéndice 1).<br />

utilidad como sustituto de la diversidad total en la<br />

flora de México (Rzedowski 1991, Villaseñor et al.<br />

2007).<br />

En el estado se conoce un alto porcentaje de<br />

especies (124 o 45.6%) a partir de muy pocas<br />

recolectas, restringiendo su área de distribución<br />

conocida a uno o dos de los cuadros en que se<br />

dividió el estado para su estudio (figura 1). Estas<br />

especies deberían ser evaluadas en un futuro<br />

cercano para determinar con precisión su nivel<br />

de rareza y el grado de amenaza que pudieran<br />

tener sus poblaciones. Por otra parte, las especies<br />

que muestran la distribución conocida más<br />

amplia en el estado son Melampodium divaricatum<br />

y Pluchea carolinensis, presentes en nueve cuadros;<br />

el taxón endémico de México más ampliamente<br />

distribuido en Colima es Zinnia maritima<br />

var. palmeri, presente en cinco cuadros. La única<br />

especie presente en el estado que se encuentra en<br />

la nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010)<br />

es Zinnia violacea, en la categoría de amenazada.<br />

Conclusiones<br />

El análisis de la riqueza de Asteraceae en Colima,<br />

conocida en la actualidad, sugiere que es necesario<br />

realizar más trabajo exploratorio, pues existen<br />

evidencias de que la lista de especies puede incrementarse<br />

sustancialmente con especies conocidas<br />

en los estados colindantes. También es necesario<br />

evaluar con más detalle si el esfuerzo de recolecta<br />

realizado en su porción norte no está influenciando<br />

los patrones de diversidad observados en<br />

el estado, o si el gradiente de diversidad norte-sur<br />

(más especies-menos especies), es un patrón de<br />

diversidad consistente para toda la flora vascular,<br />

considerando que Asteraceae ha comprobado su<br />

No obstante su reducida extensión territorial, el<br />

estado todavía depara grandes sorpresas en su<br />

conocimiento florístico (no sólo para Asteraceae),<br />

por lo que se debe motivar y apoyar la continua<br />

exploración botánica de sus diferentes áreas.<br />

Dichas investigaciones permitirán conocer la<br />

verdadera riqueza florística que su territorio<br />

contiene y se podrán proponer eficientes estrategias<br />

para su conservación y aprovechamiento.<br />

Referencias<br />

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Heliantheae). Memoirs of the New York<br />

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Asteráceas (Asteraceae)<br />

207


Redonda-Martínez, R. y J.L. Villaseñor-Ríos. 2009.<br />

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Instituto de Biología (ibunam). Universidad<br />

Nacional Autónoma de México (unam). México.<br />

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florística e histórica de México III. Algunas tendencias<br />

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Turner, B.L. 1997. Eupatorieae. The comps of Mexico:<br />

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Vázquez, J.A., R. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995. Flora<br />

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Diversity and distributions 13:871-876.<br />

208 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Cactáceas<br />

(Cactaceae)<br />

Hilda Julieta Arreola-Nava<br />

Luis Guzmán-Hernández<br />

Descripción<br />

Las cactáceas son una familia de plantas adaptadas a condiciones áridas<br />

que pueden disminuir al máximo la pérdida de agua. Éstas poseen tallos<br />

suculentos, lo cual les permite almacenar gran cantidad de agua, así<br />

como hojas modificadas en forma de espinas que evitan la evapotranspiración<br />

y defienden a la planta de sus depredadores. Las cactáceas se caracterizan<br />

por la presencia de areolas que son yemas de donde salen grupos<br />

de espinas y lana algodonosa, las cuales se encuentran sobre tubérculos o<br />

sobre las costillas de la planta. Las flores de esta familia son solitarias,<br />

bisexuales y con simetría radial a bilateral. Los tépalos y brácteas (equivalentes<br />

al caliz y la corola) son numerosos y están arreglados en series<br />

ordenadas en espiral, sin límites claros entre ellos, tienen estambres<br />

numerosos y el ovario se encuentra debajo de los tépalos (ínfero). El fruto<br />

es una baya jugosa o semiseca, y las semillas tienen un embrión recto o<br />

curvo con o sin endospermo. Las cactáceas pueden tener diferentes formas<br />

de vida como: árboles, arbustos, trepadoras, epífitas (viven sobre<br />

otra planta), geofitas (viven bajo el suelo) y como arbustillos perennes<br />

xerófitos (Barthlott y Hunt 1993).<br />

Diversidad y distribución<br />

Las cactáceas se localizan principalmente en las regiones secas de América<br />

tropical, aunque se extienden desde la Columbia Británica y Alberta,<br />

en Canadá, hasta la Patagonia, en Argentina, en altitudes que van desde<br />

Arreola-Nava, H.J. y L. Guzmán-Hernández. 2016. Cactáceas (Cactaceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio<br />

de Estado. conabio. México, pp. 209-213.<br />

209


el nivel del mar hasta los 4500 metros (Anderson<br />

2001). Se considera que la familia Cactaceae<br />

tiene, a nivel mundial, un total de 100 géneros y<br />

cerca de 1 500 especies. En México existen<br />

669 especies agrupadas en 63 géneros (Guzmán<br />

et al. 2003) y es una de las seis familias mejor<br />

representadas de la flora fanerogámica de<br />

México, donde también constituye uno de los<br />

mayores endemismos registrados para América<br />

(Rzedowski 1991).<br />

Debido a su extensión geográfica, fisiografía,<br />

suelo y clima, Colima no posee gran diversidad<br />

de cactáceas. Actualmente, no existe un inventario<br />

completo que documente la riqueza taxonómica<br />

de este grupo en Colima. En la bibliografía<br />

especializada se encuentran citas dispersas de<br />

especies del grupo para Colima (Bravo-Hollis<br />

1978, Bravo-Hollis y Sánchez-Mejorada 1991), y<br />

más recientemente Guzmán et al. (2003) señalaron<br />

de manera general la presencia de las cactáceas<br />

mexicanas por entidad federativa.<br />

Desde hace varios años la Universidad de Guadalajara<br />

ha realizado colectas de ejemplares<br />

botánicos en Colima, por su colindancia con<br />

Jalisco y porque una parte de su territorio está en<br />

la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán.<br />

Dichos ejemplares están depositados en los herbarios<br />

del Instituto de Botánica (ibug) y del Instituto<br />

Manantlán de Ecología y Conservación de<br />

la Biodiversidad (zea), ambos de la misma Universidad<br />

de Guadalajara.<br />

En dicha reserva, Guzmán (1992) y Vázquez et<br />

al. (1995) registraron 24 especies de cactáceas,<br />

nueve de las cuales están presentes en localidades<br />

del estado.<br />

Colima cuenta con 36 especies de cactáceas<br />

agrupadas en 16 géneros (apéndice 1) y representa<br />

5.4% del total de taxa considerados por<br />

Guzmán et al. (2003) para México. Los géneros<br />

Opuntia (8 sp.), Mammillaria (5 sp.), Stenocereus<br />

(4 sp.) e Hylocereus (3 sp.), son los más diversificados.<br />

Se cuenta con cinco especies cultivadas,<br />

una que se distribuye hasta Honduras y 26 endémicas<br />

del país. Predominan las cactáceas neotropicales<br />

de tallos columnares, de portes<br />

arbustivos y arbóreos pertenecientes a las tribus<br />

Pachycereeae, Echinocereeae y Cereeae, así<br />

como a las especies epífitas de la tribu Hylocereeae.<br />

En menor proporción están presentes las<br />

cactáceas de tallos globosos pertenecientes a la<br />

tribu Cacteae, de la cual Mammillaria tiene<br />

varios taxa.<br />

La afinidad florística que tiene Colima se manifiesta<br />

a través de géneros y especies propias de la<br />

provincia florística de la costa pacífica, como:<br />

Pereskiopsis, Peniocereus, Acanthocereus, Stenocereus,<br />

y como Opuntia atropes, O. decumbens y Pachycereus<br />

pecten-aboriginum, frecuentes también a lo largo<br />

de la costa. El género Neobuxbaumia tiene su<br />

límite de distribución al noroeste en Colima con<br />

N. squamulosa (Scheinvar y Sánchez-Mejorada<br />

1990), la que anteriormente se confundió con<br />

N. mezcalaensis.<br />

Se han registrado 29 especies distribuidas en los<br />

bosques tropicales caducifolio y subcaducifolio,<br />

un número relativamente alto debido a la gran<br />

proporción de superficie boscosa que estos tipos<br />

de vegetación ocupan en Colima. Además, se<br />

han documentado cinco especies de cactáceas en<br />

bosque de Quercus y dos más en el bosque mesófilo<br />

de montaña.<br />

210 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Importancia<br />

En nuestro país, desde las épocas prehispánica y<br />

colonial las cactáceas han desempeñado un<br />

papel muy importante para sus habitantes, por<br />

su valor alimenticio, medicinal, ritual, ornamental<br />

e industrial (Sánchez-Mejorada 1982,<br />

Pimienta 1999). Lo anterior está descrito en los<br />

relatos de los primeros conquistadores, en la<br />

obra publicada en 1535, Historia general y natural<br />

de las Indias, de Gonzalo Fernández de<br />

Oviedo Valdés, en donde se describen y señalan<br />

las cactáceas que causaron admiración y asombro<br />

a los descubridores y conquistadores de<br />

América (Bravo 1978). Actualmente, las cactáceas<br />

todavía constituyen una destacada fuente<br />

de alimentación, forraje y medicina, sobre todo<br />

para los pobladores de las zonas áridas y semiáridas<br />

de México (Arreola-Nava 1996).<br />

Entre las especies que se utilizan en Colima destaca<br />

Stenocereus queretaroensis, cuyo fruto<br />

comestible es conocido como pitaya. De este cactus<br />

existen plantaciones comerciales a pequeña<br />

escala y también es frecuente encontrarlo en<br />

huertos familiares (Lemus-Juárez et al. 1993).<br />

Otra especie de pitaya cuyo fruto proviene de la<br />

recolección en poblaciones silvestres es Stenocereus<br />

fricci. Además, se encuentra Stenocereus standleyi,<br />

especie conocida como pitayita marismeña, que<br />

pese a ser una planta abundante y sus frutos<br />

comestibles no se recolecta con fines comerciales<br />

(Arreola-Nava 2006).<br />

De los pocos nopales que crecen en climas tropicales,<br />

la tuna pescuezona (Opuntia undulata) es<br />

cultivada por sus frutos, eso en las regiones más<br />

secas del estado. Opuntia ficus-indica se cultiva<br />

en huertos y solares. Nopalea cochenillifera y<br />

N. karwinskiana también se cultivan como productoras<br />

de pencas tiernas, las cuales se consumen<br />

como verduras y son apreciadas como<br />

ornamentales por sus flores llamativas. Otras<br />

cactáceas ornamentales son la pitahaya<br />

(Hylocereus undatus) y la reina de la noche<br />

(Epiphyllum oxypetallum), y es frecuente encontrarlas<br />

adornando jardines y huertos.<br />

La madera de Pachycereus pecten-aboriginum,<br />

conocido como cardón, tradicionalmente se ha<br />

utilizado para hacer tapancos, techos y puertas,<br />

por su durabilidad y resistencia debidas a la gran<br />

cantidad de fibras en su xilema (Arias y Terrazas<br />

2001); además, los tallos vivos de esta especie se<br />

utilizan como setos vivientes para delimitar los<br />

linderos de las propiedades.<br />

Amenazas y conservación<br />

La principal amenaza de las cactáceas, en Colima<br />

es la destrucción de su hábitat por el cambio en<br />

el uso del suelo. De acuerdo a Hernández y Godínez<br />

(1994), Colima es el estado de la República<br />

Mexicana con una sola especie amenazada, presumiblemente<br />

se trata de Melocactus curvispinus<br />

var. dawsonii, llamado cactus melón de Jalisco,<br />

cuyas poblaciones son muy escasas, al igual que<br />

el número de individuos por población. En la<br />

nom-059-semarnat-2010 a esta especie se le<br />

señala bajo la categoría de amenazada. Otras<br />

especies listadas en dicha norma son<br />

Ferocactus reppenhagenii, Mammillaria albilanata<br />

subsp. reppenhagenii, Opuntia excelsa, Peniocereus<br />

cuixmalensis y Selenicereus atropilosus, anotadas<br />

en la categoría de sujetas a protección especial.<br />

Aunque todas ellas se distribuyen también<br />

en Jalisco sus poblaciones en Colima se han visto<br />

Cactáceas (Cactaceae)<br />

211


educidas principalmente por obras de infraestructura<br />

turística, construcción de carreteras y<br />

crecimiento urbano.<br />

Por lo atractivo de sus tallos, la distribución de<br />

Mammillaria albilanata subsp. reppenhagenii y<br />

Melocactus curvispinus subsp. dawsonii, también<br />

ha disminuido por la sobrecolecta con fines<br />

comerciales o de afición; además, el tallo de esta<br />

última es colectado para consumirse confitado.<br />

Debido a las amenazas antes descritas hace falta<br />

determinar la distribución geográfica que tienen<br />

actualmente estas plantas y realizar estudios<br />

poblacionales para determinar su grado de amenaza<br />

y encaminar acciones locales para garantizar<br />

su conservación.<br />

A causa de la gran popularidad que han despertado<br />

las cactáceas como plantas ornamentales en<br />

los últimos años, al sur de la ciudad de Colima se<br />

estableció un vivero especializado en la producción,<br />

a gran escala, de varias especies de cactáceas.<br />

Aunque muchas de estas plantas son<br />

exóticas, destaca también la producción de especies<br />

nativas como Pereskiopsis aquosa (tuna de<br />

agua) y Melocactus curvispinus var. dawsonii. Al<br />

parecer la oferta de especies cultivadas ha coadyuvado<br />

a disminuir la presión de colecta en sus<br />

poblaciones naturales.<br />

La Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán<br />

contribuye como área natural protegida a la salvaguarda<br />

de varias especies propias de los bosques<br />

mesófilo de montaña y tropical caducifolio,<br />

como: Ferocactus reppenhagenii, Heliocereus<br />

schrankii var. luzmariae, Epiphyllum anguliger,<br />

Hylocereus purpusii, H. ocamponis, Mammillaria<br />

albilanata subsp. reppenhagenii, Neobuxbaumia<br />

squamulosa, Nopalea karwinskiana, O. atropes y<br />

Isolatocereus dumortieri. A pesar de lo anterior<br />

hace falta desarrollar estrategias para repoblar<br />

áreas que alguna vez fueron taladas, quemadas o<br />

saqueadas, y realizar campañas de educación<br />

ambiental que destaquen la importancia de las<br />

cacatáceas para el ecosistema y rescaten el conocimiento<br />

tradicional que se tiene de ellas.<br />

Referencias<br />

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cactáceas de México. Vol. II. Universidad Nacional<br />

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212 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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Vázquez J., A.R., G. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995.<br />

Flora de Manantlán. sida, Botanical Miscellany<br />

13:333.<br />

Cactáceas (Cactaceae)<br />

213


Leguminosas<br />

(Leguminosae)<br />

Jesús Jacqueline Reynoso-Dueñas<br />

Introducción<br />

De manera tradicional a las leguminosas se les ha tratado como una gran<br />

familia y está conformada por tres subfamilias: Caesalpinioideae, Mimosoideae<br />

y Faboideae (Lawrence 1951, McVaugh 1987, Heywood 1993,<br />

Zomlefer 1994, Takhtajan 2009). En varios trabajos taxonómicos las consideran<br />

como tres familias del orden Fabales: Fabaceae, Caesalpiniaceae<br />

y Mimosaceae (Hutchinson 1973, Cronquist 1981, Woodland 2000). Por<br />

su parte, el Código Internacional de Nomenclatura Botánica menciona<br />

que tanto el nombre de Fabaceae como el de Leguminosae son válidos y<br />

que ambos son aceptados (Lewis et al. 2005).<br />

Diversidad<br />

De las casi 280 mil especies de plantas con flores que hay en el mundo, las<br />

plantas de la familia Leguminosae o Fabaceae, junto con las orquídeas y<br />

asteráceas, representan los grupos vegetales de mayor diversidad. Se calcula<br />

que a nivel global existen de 17 mil a 18 mil especies de leguminosas<br />

comprendidas en 630 a 700 géneros (Lawrence 1951, Zomlefer 1994). En<br />

México crecen 1 724 especies de dicha familia (Rzedowski 1997, Sousa y<br />

Delgado 1993). En la región conocida como Nueva Galicia, donde se<br />

incluyen en su totalidad Jalisco y Colima y sólo parte de los estados de<br />

Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato y Michoacán, se registran<br />

91 géneros con alrededor de 573 especies (McVaugh 1987). De<br />

Colima se enlistan 291 especies (36 variedades y siete subespecies),<br />

214<br />

Reynoso-Dueñas, J.J. 2016. Leguminosas (Leguminosae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 214-218.


correspondientes a 79 géneros (apéndice 1), los<br />

cuales fueron obtenidos a partir de revisiones<br />

bibliográficas y de ejemplares de herbario de<br />

diferentes colecciones botánicas, entre ellas:<br />

ibug, guada y zea. Los géneros con mayor<br />

riqueza de especies se presentan en el cuadro 1.<br />

CUADRO 1. Géneros de Leguminosae con mayor<br />

riqueza. Fuente: revisión de herbarios y literatura<br />

(eynoso ).<br />

Géneros<br />

Número de especies<br />

Desmodium 23<br />

Senna 21<br />

Mimosa 18<br />

Acacia 12<br />

Lonchocarpus 12<br />

Crotalaria 12<br />

Caesalpinia 11<br />

De acuerdo con esta revisión, la riqueza de leguminosas<br />

es alta, ya que representa 52% de la que<br />

existe en Jalisco (578 especies), no obstante que<br />

la superficie de Colima (5 625 km²) equivale sólo<br />

a 7.1% de la del estado de Jalisco, que cuenta con<br />

78 599 km².<br />

Distribución y descripción<br />

Las leguminosas se consideran cosmopolitas, ya<br />

que se desarrollan en zonas tropicales, subtropicales<br />

y templadas, crecen en varios tipos de bosques<br />

y sus características varían de una especie<br />

a otra. Se presentan desde hierbas anuales o<br />

perennes, arbustos, plantas trepadoras o árboles<br />

de diferente tamaño. Pueden o no tener espinas<br />

o estípulas grandes y llamativas o ser muy<br />

pequeñas. Las hojas persisten o se caen, tienen,<br />

ya sea una sola hoja, tres o un número mayor y<br />

en ocasiones son en forma de resorte. Casi todas<br />

sus flores contienen a los dos sexos y en ocasiones<br />

son muy atractivas. Presentan colores como<br />

el blanco, rosa, rojo, púrpura, amarillo, anaranjado<br />

y azul. Pueden ser únicas o exhibirse en<br />

racimos, panículas, espigas, umbelas o cabezuelas<br />

y son de forma redonda o alargada; el cáliz y<br />

la corola están compuestos por cinco partes<br />

cada uno y tienen 10 estambres, con variaciones<br />

ocasionales. Lo característico de este grupo de<br />

plantas es su fruto: una vaina mejor conocida<br />

como legumbre, la cual puede o no abrirse; es<br />

plana, redonda, inflada o de una gran variedad<br />

de formas y puede contener de una a numerosas<br />

semillas aplanadas o en forma de riñón.<br />

Importancia ecológica,<br />

económica y cultural<br />

Algunas especies de leguminosas, aunque sean<br />

tratadas como malezas, aumentan la fertilidad<br />

del suelo, ya que las raíces de la mayoría de ellas<br />

se asocian con algunas bacterias y forman nódulos<br />

que fijan nitrógeno de la atmósfera al suelo.<br />

Por su parte, el tepame (Acacia pennatula) y el<br />

huizache (Acacia farnesiana), son especies que<br />

se ven favorecidas por la perturbación de la vegetación<br />

original y suelen crecer, como indicadores<br />

de disturbio, a las orillas de los caminos, en laderas<br />

o en terrenos llanos.<br />

Tienen gran importancia económica en la industria,<br />

ya que de ellas se obtienen aceites, gomas,<br />

resinas, copales, drogas, taninos, colorantes y<br />

esencias. Destacan por su uso maderable y orna-<br />

Leguminosas (Leguminosae)<br />

215


mental, como cercos vivos, y por sus frutos,<br />

hojas y raíces comestibles para el ser humano y<br />

los animales. Algunas plantas son de importancia<br />

nectarífera para la producción de miel, entre<br />

las que figuran el huizache, el mezquite y el palo<br />

dulce. En Colima se cultiva la especie Caesalpinia<br />

coriaria, cascalote, por sus compuestos activos<br />

empleados en la medicina naturista, además de<br />

ser de uso maderable. Del total de las especies<br />

sólo 16, entre silvestres e introducidas, se cultivan<br />

con fines diversos (apéndice 1).<br />

Entre los árboles de leguminosas cuyas atractivas<br />

flores adornan avenidas, parques urbanos y caminos<br />

vecinales, destacan dos especies introducidas:<br />

el tabachín o framboyán (Delonix regia) y la lluvia<br />

de oro o cañafístula (Cassia fistula). Entre las<br />

especies con tallas y copas más majestuosas y<br />

cuyas vainas son comestibles sobresalen: la parota<br />

(Enterolobium cyclocarpum) y el tamarindo<br />

(Tamarindus indica), el guamúchil (Pithecellobium<br />

dulce), el mezquite (Prosopis leavigata), el<br />

guaje (Leucaena esculenta) y el jinicuil (Inga vera).<br />

Situación y estado<br />

de conservación<br />

Algunas especies de Leguminosae se han colectado<br />

sólo de una localidad y en la mayoría de ellas<br />

su población cuenta con escasos individuos. Además,<br />

en las colecciones de herbario están representadas<br />

por pocos ejemplares. Debido a esos<br />

criterios se les ha definido con distribución restringida<br />

en el estado (cuadro 2). Algunas especies<br />

están resguardadas en áreas naturales protegidas,<br />

no obstante, en la mayor parte del estado se<br />

carece de reglamentos que procuren su conservación<br />

o regulen la extracción total del individuo<br />

o de los subproductos derivados de éstos.<br />

CUADRO 2. Especies de Leguminosae con distribución restringida. Fuente: revisión de herbarios y literatura, y<br />

eynoso .<br />

Nombre científico<br />

Acaciella chamelensis<br />

Acaciella igualensis<br />

Aeschynomene americana<br />

Bauhinia cookie<br />

Bauhinia gypsicola<br />

Calliandra laevis<br />

Desmodium affine<br />

Desmodium ambiguum<br />

Erythrina breviflora<br />

Inga colimana<br />

Mimosa arenosa<br />

Nombre común<br />

No se registra de la zona<br />

No se registra de la zona<br />

No se registra de la zona<br />

Pisada de res, pata de vaca<br />

Pisada de res, pata de vaca<br />

Pelos de ángel<br />

No se registra de la zona<br />

No se registra de la zona<br />

Colorín<br />

Jinicuil, jaquinicuil, juaquinicuil<br />

No se registra de la zona<br />

Tephrosia rhodanta No se registra de la zona<br />

216 DIVERSIDAD DE ESPECIES


En la lista roja de especies amenazadas, según la<br />

Unión Internacional para la Conservación de<br />

la Naturaleza (uicn) (Walter y Gillett 1998), sólo<br />

se encontró a Tephrosia major considerada en la<br />

categoría de rara.<br />

De acuerdo con la nom-059-semarnat-2010 se<br />

señalan cuatro especies con algún estatus de<br />

conservación y todas son anotadas como no<br />

endémicas (cuadro 3).<br />

Principales amenazas<br />

Para este grupo de plantas, así como para el resto<br />

de la flora, la principal amenaza es y ha sido<br />

siempre el cambio de uso del suelo; la construcción<br />

de caminos, expansión de la infraestructura<br />

urbana y hotelera, y el aprovechamiento<br />

agropecuario y forestal, entre otros.<br />

Si a lo anterior se le añaden los incendios, la tala<br />

clandestina y la infestación por muérdago, el<br />

impacto negativo al ambiente se vuelve más<br />

severo y en la mayoría de los casos irreversible.<br />

El resultado es la fragmentación del área con la<br />

consecuente reducción de hábitats, lo que contribuye<br />

a la disminución o pérdida de diversidad<br />

biológica.<br />

Conclusiones<br />

Con base en la revisión de ejemplares botánicos<br />

en diferentes colecciones de herbario, consulta<br />

de literatura especializada y trabajo de campo, se<br />

concluye que en Colima: a) a las leguminosas<br />

se les considera de irrefutable importancia ecológica,<br />

económica y cultural, b) constituyen una<br />

de las familias botánicas más representadas en<br />

las áreas naturales de Colima, c) es necesario<br />

encauzar más y mejores esfuerzos para lograr el<br />

estudio de estas plantas en todos los aspectos<br />

posibles, d) es urgente que el Estado implemente<br />

y ejecute acciones para lograr la conservación<br />

efectiva de las especies de esta familia y de la<br />

flora en general, e) en Colima sigue sin documentarse<br />

el uso de más de 90% de las especies de<br />

leguminosas registradas, además, un gran número<br />

de ellas sólo se conocen en la literatura o están<br />

depositadas en las colecciones de herbario, situación<br />

que de manera lamentable prevalece en la<br />

mayoría de los estados del país.<br />

Por otra parte, hay que considerar que es muy<br />

probable que el incremento de áreas naturales<br />

protegidas propicie la conservación de algunas<br />

especies de leguminosas amenazadas. Asimismo,<br />

la aplicación efectiva de un reglamento<br />

que regule el cambio de uso de suelo contribuiría<br />

a la conservación de leguminosas y, en general,<br />

CUADRO 3. Especies de Leguminosae señaladas en la NOM-SEMARNAT ( peligro de etinción<br />

amenaada). Fuente: SEMARNAT .<br />

Nombre científico Categoría Distribución<br />

Dalbergia congestiflora P no endémica<br />

Dalbergia granadillo P no endémica<br />

Erythrina coralloides A no endémica<br />

Platymiscium lasiocarpum P no endémica<br />

Leguminosas (Leguminosae)<br />

217


de todas las familias vegetales. Finalmente, la<br />

reforestación con especies nativas en áreas naturales<br />

y en espacios de uso público es otra acción<br />

fundamental para el conocimiento y la conservación<br />

de las plantas nativas.<br />

Referencias<br />

Cronquist, A. 1981. An integrated system of classification<br />

of flowering plants. Columbia University Press.<br />

Nueva York.<br />

Heywood, V.H. 1993. Flowering plants of the world.<br />

Universidad de Oxford. Nueva York.<br />

Hutchinson, J. 1973. The families of flowering plants.<br />

3a. ed. Oxford: Clarendon Press. Nueva York.<br />

Lawrence, G.H.M. 1951. Taxonomy of vascular plants.<br />

MacMillan. Nueva York.<br />

Lewis, G., B. Schrire, B. Mackinder, et al. 2005. Legumes<br />

of the world. Royal Botanic Gardens, Kew,<br />

Londres.<br />

Mcvaugh, R. 1987. Leguminosae. En: Flora Novogaliciana.<br />

Vol. 5. The University of Michigan Press.<br />

Ann Arbor, Michigan.<br />

Rzedowski, J. y G. Calderón. 1997. Flora del bajío y de<br />

regiones adyacentes: Familia Leguminosae, Subfamilia<br />

Caesalpinioideae. Instituto de Ecología A.C.<br />

México.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

Sousa, M. y A. Delgado S. 1993. Mexican Leguminosae:<br />

phytogeography, endemism, and origins. En:<br />

Biological diversity of Mexico: origins and aistribution.<br />

T.P. Ramamoorthy, R. Bye, A. Lot y J. Fa.<br />

(eds.). Oxford University Press, Nueva York, pp.<br />

459-513.<br />

Takhtajan, A. 2009. Flowering Plants. Springer Verlag.<br />

Berlin.<br />

Walter, S. y H. Gillett. 1998. uicn Red List of Threatened<br />

Plants. Compilado por The World Conservation<br />

Union, Gland, Switzerland y Cambridge.<br />

Reino Unido.<br />

Woodland, D.W. 2000. Contemporary plant systematics.<br />

Andrews Univ. Press, Berrian Springs, MI.<br />

Zomlefer, W. 1994. Guide to Flowering Plant Families.<br />

Universidad de North Carolina Press. Chapel Hill.<br />

218 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Estudio<br />

ecológico-silvícola<br />

de los encinos en el<br />

noroeste de Colima<br />

(Quercus)<br />

Miguel Olvera-Vargas<br />

Blanca Lorena Figueroa-Rangel<br />

Introducción<br />

Los árboles y arbustos del género Quercus (familia Fagaceae), son conocidos<br />

en el mundo con diferentes denominaciones, tales como encino,<br />

roble, oak (inglés), chêne (francés), etc. En México los encinos son elementos<br />

dominantes en un gran número de ecosistemas, incluyendo<br />

matorrales, selvas secas y bosques montanos (bosque de pino, pino-encino<br />

y bosque mesófilo de montaña). La riqueza biológica asociada a los<br />

encinares mexicanos es impresionante, tanto en animales como en plantas;<br />

desafortunadamente el inadecuado aprovechamiento de los encinos<br />

en México ha conducido a la degradación y fragmentación de estos ecosistemas,<br />

amenazando su biodiversidad (González-Espinosa et al. 2006,<br />

Luna-Vega et al. 2006, Meave et al. 2006).<br />

El noroeste del estado cuenta con una notable diversidad de encinos que<br />

es aprovechada por la población local para diferentes usos, principalmente<br />

el maderable. Debido a lo anterior, en 1991 el Instituto Manantlán<br />

de Ecología y Conservación de la Biodiversidad de la Universidad<br />

de Guadalajara inició el proyecto de investigación, Silvicultura y ecología<br />

de la regeneración de encinos, en la región de Cerro Grande, Colima.<br />

Los resultados de este proyecto han permitido caracterizar la dinámica<br />

ecológica de estos ecosistemas (Olvera-Vargas y Moreno Gómez 1992,<br />

Olvera-Vargas y Figueroa-Rangel 1998, Jiménez Carmona 2001, Olvera-<br />

Vargas 2007, Olvera-Vargas et al. 2010), con énfasis en el conocimiento<br />

de la variación espacio-temporal de su estructura (Figueroa-Rangel y<br />

Olvera-Vargas 2000b, Olvera-Vargas et al. 2006, Olvera-Vargas 2007), la<br />

Olvera-Vargas, M. y B.L. Figueroa-Rangel. 2016. Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima<br />

(Quercus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 219-228.<br />

219


identificación de los factores ambientales que<br />

determinan su regeneración y composición florística<br />

(Figueroa-Rangel 1995, Figueroa-Rangel<br />

y Olvera-Vargas 2000a, Olvera-Vargas et al.<br />

2010), y se han propuesto métodos de aprovechamiento<br />

bajo diferentes escenarios de manejo<br />

(Olvera-Vargas y Figueroa-Rangel 1999, Olvera-<br />

Vargas 2007).<br />

En esta contribución se dan a conocer algunos<br />

de esos resultados, así como las principales amenazas<br />

para la conservación de ese grupo botánico<br />

y recomendaciones para su manejo.<br />

El estudio se llevó a cabo en la región de Cerro<br />

Grande, en la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />

Manantlán, localizada al noroeste de la ciudad<br />

de Colima, aproximadamente a 25 km de Villa<br />

de Álvarez. Cerro Grande es un domo volcánico<br />

calcáreo que presenta gran variedad de ecosistemas,<br />

entre los que destacan el bosque mesófilo<br />

de montaña, el bosque de encino y el bosque tropical<br />

caducifolio (Vázquez-García et al. 1995).<br />

La zona se caracteriza por tener alta heterogeneidad<br />

de microhábitats, desde cañadas de extrema<br />

humedad hasta laderas secas, con pendientes<br />

que varían de 10 a 60% y altitudes de 430 a<br />

2 459 msnm.<br />

A lo largo de los últimos 21 años de estudios ecológico-silvícolas<br />

efectuados en esta región, se<br />

han establecido y censado 105 sitios permanentes<br />

de investigación ecológico-silvícola. De esta<br />

manera la zona de estudio cuenta con un detallado<br />

historial de muestreo y análisis de la información<br />

que incluye variables relacionadas con la<br />

vegetación, la fisiografía, el suelo y señales de<br />

perturbaciones antropogénicas (Olvera-Vargas<br />

et al. 1996).<br />

Descripción<br />

Los encinos presentan formas de vida muy variadas<br />

en función de la especie y las condiciones<br />

ambientales donde crecen. Se les puede observar<br />

creciendo en forma arbustiva con alturas de<br />

60 cm, hasta árboles de gran talla superando los<br />

35 m de altura y diámetros mayores a 150 cm. La<br />

característica morfológica que identifica a los<br />

encinos es su fruto, llamado bellota; sin embargo,<br />

existe una gran variabilidad en la forma, venación<br />

y tamaño de las hojas, presentando formas<br />

obovadas, orbiculares, elípticas, ovales y hasta<br />

lanceoladas, así como la disposición marginal de<br />

las hojas que también es variable. La mayoría de<br />

los encinos manifiestan gran plasticidad, de tal<br />

manera que una misma especie puede mostrar<br />

gran variación en su arquitectura foliar.<br />

Los encinos se encuentran extensamente distribuidos<br />

a lo largo de las zonas montañosas del<br />

hemisferio norte y llegan a constituir uno de los<br />

grupos botánicos más abundantes y diversos de<br />

la familia de las fagáceas (Rzedowski 1986). Se<br />

estima que existen alrededor de 450 especies<br />

del género Quercus en todo el mundo, y dada su<br />

amplia distribución geográfica, diversidad de<br />

especies y las asociaciones forestales que integran,<br />

son elementos que cumplen una función<br />

ecosistémica muy importante. En México se<br />

han reportado 179 especies (Valencia y Flores-<br />

Franco 2006).<br />

Diversidad<br />

Para el estado se tienen registradas 24 especies<br />

de encinos (Padilla-Velarde et al. 2006, 2008,<br />

apéndice 1). Esto representa una alta diversidad<br />

220 DIVERSIDAD DE ESPECIES


de especies para el género, considerando que<br />

Colima es uno de los estados más pequeños del<br />

país (0.3 % del total de la superficie nacional).<br />

Los bosques de encino en Colima ocupan el tercer<br />

lugar de los ecosistemas con mayor número<br />

de especies de árboles (104) y de especies exclusivas<br />

(24), es decir, especies cuya presencia está<br />

limitada a los hábitats con encinos y que no se<br />

les encuentra en ninguna otra región (Padilla-<br />

Velarde et al. 2006).<br />

Para el noroeste de Colima, de manera particular<br />

para la región de Cerro Grande, se han identificado<br />

nueve especies de encino (cuadro 1), de las<br />

cuales se ha descrito su fenología, patrones de<br />

regeneración, características estructurales, asociaciones<br />

con otras especies y entorno ambiental<br />

(cuadros 1, 2 y 3). Las especies de Quercus en la<br />

región de Cerro Grande de modo general coexisten<br />

con otras especies, como elementos dominantes<br />

del dosel, dentro de un gradiente de diferentes<br />

condiciones ambientales (cuadro 3), como ocurre<br />

en ecosistemas similares de otras regiones del<br />

mundo (Collins y Battaglia 2002, Hofer et al.<br />

2004, Norden et al. 2007, Wilson 2011).<br />

Fenología<br />

De acuerdo con los resultados obtenidos en<br />

estudios fenológicos, cuatro especies de encino<br />

(Quercus candicans, Q. crassipes, Q. castanea y<br />

Q. rugosa), de las nueve localizadas en Cerro<br />

Grande, son caducifolias (pierden sus hojas en<br />

la temporada seca) y su periodo de floración<br />

ocurre entre enero y mayo (cuadro 2). Q. candicans<br />

y Q. rugosa fructifican en la temporada de lluvias,<br />

mientras que Q. castanea lo hace en la<br />

época seca (cuadro 2). No todas las especies<br />

producen frutos anualmente y sin embargo<br />

presentan una sincronía en la fructificación<br />

(Olvera-Vargas et al. 1997). Este fenómeno de<br />

sincronía fenológica se ha observado también<br />

en otras latitudes, tanto para encinos como<br />

para otras especies forestales, sugiriendo que se<br />

da principalmente como respuesta a factores<br />

CUADRO 1. Características estructurales de las especies de encino en el noroeste de Colima. Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

Especie<br />

Abundancia<br />

Diámetro<br />

Altura<br />

Incremento diamétrico medio anual<br />

(árboles/ha)<br />

(cm)<br />

(m)<br />

(cm)<br />

Quercus excelsa* 20 15±3.3 13±1.3 0.67<br />

Q. candicans 20 32.3±3.7 20.5±2.3 0.53<br />

Q. castanea 43 23.6±2.1 14.3±1.7 0.41<br />

Q. crassipes 173 20.4±0.8 16.2±0.8 0.30<br />

Q. gentryi 3 15.4±7.4 12.7±4.1 0.34<br />

Q. laurina 64 19.8±1.4 16.2±0.9 0.66<br />

Q. obtusata 2 18.4±4.3 11.2±1.9 0.51<br />

Q. rugosa 16 32.9±4.5 21.9±2.3 0.39<br />

Q. scytophylla 9 21.5±4.5 17.3±2.3 0.35<br />

* Q. leiophylla, sinónimo válido para Catálogo de Autoridades Taxonómicas (cat).<br />

Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima (Quercus)<br />

221


CUADRO 2. Características fenológicas y de regeneración de las especies de encino en el noroeste de Colima.<br />

Juveniles corresponden a individuos < 5 cm DN y . m de altura. lntulas son individuos . m de<br />

altura. a apertura del dosel se estimó mediante otograías hemisricas. indica ausencia de inormación.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Especie Floración Foliación Fructificación Juveniles/<br />

ha<br />

Plántulas/<br />

ha<br />

Promedio<br />

de apertura<br />

del dosel<br />

(%)<br />

Quercus excelsa • • • 78 155 •<br />

Q. candicans enero-marzo marzo-enero abril-diciembre 4 1000 6.41<br />

Q. castanea marzo-mayo marzo-enero octubre-febrero 22 833 13.00<br />

Q. crassipes abril mayo-marzo • 30 3607 8.16<br />

Q. gentryi • • • • • •<br />

Q. laurina • • • 230 1142 2.90<br />

Q. obtusata • • • • • •<br />

Q. rugosa marzo-mayo abril-febrero abril-diciembre 4 83 6.20<br />

Q. scytophylla • • • 52 369 •<br />

climáticos, así como para aminorar el efecto de<br />

la depredación de semillas por aves y pequeños<br />

mamíferos, de tal manera que se asegure su<br />

establecimiento durante las etapas de regeneración<br />

(Liebhold et al. 2004, Fenner 2005, Lamontagne<br />

y Boutin 2007, Lusk et al. 2007).<br />

Dinámica del sotobosque<br />

El sotobosque de los encinares en el noroeste de<br />

Colima se compone de 72 especies de herbáceas<br />

y plántulas de especies arbóreas. Las familias de<br />

herbáceas con mayor número de géneros son<br />

Asteraceae, Fabaceae y Labiatae, mientras que<br />

las especies más frecuentes dentro de esta forma<br />

biológica son Festuca breviglumis, Solanum sp.,<br />

Celastrus pringlei, Penstemon roseus, Scutellaria<br />

caerulea y Symphoricarpos microphyllus (Jiménez<br />

Carmona 2001). Con respecto a las plántulas<br />

de especies arbóreas presentes en el sotobosque<br />

se han encontrado 26 especies, de las cuales el<br />

género Quercus presentó la mayor abundancia,<br />

aunque a nivel de especie las más frecuentes son<br />

Garrya laurifolia, Prunus serotina, Styrax argenteus<br />

y Ternstroemia lineata (Figueroa-Rangel y<br />

Olvera-Vargas 2000b).<br />

La transición de plántula al estadio juvenil es<br />

una de las etapas más críticas para el mantenimiento<br />

de las comunidades arbóreas, tanto en<br />

bosques templados como tropicales (Burslem et<br />

al. 2000, Nebel et al. 2001, Cuevas 2002, Harcombe<br />

et al. 2002). Con relación a los encinos,<br />

la regeneración natural ocurre en función de<br />

las condiciones físicas y ambientales del sitio,<br />

como la fisiografía, las características del suelo,<br />

la composición de especies del dosel, la calidad<br />

de la luz y el pastoreo (Danner y Knapp 2001,<br />

Gómez-Aparicio et al. 2008). Específicamente<br />

222 DIVERSIDAD DE ESPECIES


CUADRO 3. as onas de encino en el noroeste de Colima de acuerdo a la composición florística y algunas<br />

características ambientales. Fuente: elaboración propia.<br />

Zona Descripción Especies<br />

Zona xérica<br />

Sitios de menor humedad, altitudes<br />

mayores (2300 ± 12.8), pendientes<br />

moderadas (< 30%).<br />

Alnus jorullensis subsp. lutea, Pinus douglasiana, P.<br />

leiophylla, P. pseudostrobus, Prunus serotina subsp.<br />

capuli, Quercus crassipes, Xylosma flexuosum.<br />

Zona mésica<br />

Zona de<br />

transición<br />

Sitios de mayor humedad, altitudes<br />

intermedias (2235 ± 21.5), pendientes<br />

abruptas (> 30%).<br />

Sitios de humedad intermedia,<br />

altitudes menores (2164 ± 42.5),<br />

pendientes abruptas (> 30%).<br />

Arbutus xalapensis, Buddleja parviflora, Carpinus<br />

tropicalis, Clethra fragrans, Comarostaphylis<br />

discolor subsp. discolor, Cornus excelsa, Crataegus<br />

pubescens, Dendropanax arboreus, Fraxinus uhdei,<br />

Garrya laurifolia, Ilex tolucana, Lippia umbellata,<br />

Oreopanax xalapensis, Ostrya virginiana, Persea<br />

hintonii, Quercus excelsa, Q. candicans, Q. gentryi,<br />

Q. laurina, Q. scytophylla, Styrax ramirezii,<br />

Symplocos citrea, Tilia americana var. mexicana,<br />

Zinowewia concinna<br />

Acacia farnesiana, Crataegus pubescens, Quercus<br />

castanea, Q. obtusata, Q. rugosa, Ternstroemia<br />

lineata subsp. lineata, Viburnum hartwegii<br />

los estudios sobre regeneración de los encinos<br />

del noroeste de Colima (Figueroa-Rangel 1995,<br />

Figueroa-Rangel y Olvera-Vargas 2000a) indican<br />

que la coexistencia de diferentes especies<br />

de encino en el sotobosque es resultado de una<br />

distribución en parches con micrositios de<br />

aperturas de dosel donde la disponibilidad de luz<br />

es heterogénea (cuadro 2).<br />

esto, la disponibilidad de agua es un factor fundamental<br />

en el comportamiento de la regeneración,<br />

ya que durante la época de lluvias el ganado<br />

es muy selectivo y consume mayormente pasto,<br />

así como algunas especies herbáceas, mientras<br />

que durante el estiaje el ganado tiende a ser generalista,<br />

consumiendo incluso plántulas de encino<br />

que se encuentran a su alrededor.<br />

La intensidad del pastoreo afecta de manera<br />

negativa la regeneración de los encinos. Debido a<br />

que en las áreas de aprovechamiento forestal no<br />

se controla el pastoreo del ganado doméstico, el<br />

establecimiento de encinos es lento e irregular y<br />

puede verse afectado de forma severa. Aunado a<br />

Zonación de encinos y su relación<br />

con el ambiente<br />

Los encinos en la región de Cerro Grande se<br />

pueden encontrar en rodales densos de una sola<br />

Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima (Quercus)<br />

223


especie (monoespecíficos), como individuos aislados<br />

o entremezclados con otras especies latifoliadas.<br />

Considerando la composición de especies<br />

asociadas a los encinos se pueden diferenciar<br />

tres zonas (Olvera-Vargas y Figueroa-Rangel<br />

2000) con evidentes divergencias florísticas<br />

(cuadro 3): la primera está dominada por Quercus<br />

crassipes y se localiza en las regiones más<br />

xéricas (secas) del área de estudio, siendo generalmente<br />

pobre en especies; la segunda, localizada<br />

en zonas asociadas al bosque mesófilo de<br />

montaña es más rica en especies que la anterior y<br />

se localiza en regiones mésicas (húmedas); la tercera<br />

zona es una mezcla de las dos primeras y se<br />

denomina zona de transición. La diferencia florística<br />

entre estas zonas se encuentra asociada<br />

principalmente a la heterogeneidad del hábitat,<br />

en particular la altitud, madurez del dosel y<br />

posición fisiográfica del sitio (Olvera-Vargas et<br />

al. 2010).<br />

que, si no se presentan perturbaciones naturales<br />

o antropogénicas, las zonas xéricas podrían convertirse<br />

en zonas de transición y de manera<br />

eventual en zonas mésicas (figura 1).<br />

En relación a la mortalidad e incorporación de<br />

nuevos individuos de encinos, sólo Q. rugosa<br />

presentó un balance entre el número de individuos<br />

que mueren y los que se incorporan al<br />

dosel. El resto de las especies de encinos presentó<br />

mayor mortalidad (principalmente individuos<br />

con diámetros entre 5-10 cm) que incorporaciones,<br />

aunque no se encontró dependencia entre<br />

las especies y la categoría diamétrica. La alta<br />

correlación de los patrones de mortalidad con el<br />

tamaño diamétrico se ha reportado en otros<br />

estudios (Davies 2001, Lorimer et al. 2001, Chen<br />

et al. 2008) y se atribuye principalmente a la<br />

competencia asimétrica (desigual) entre los individuos.<br />

Cambios en el tiempo<br />

La dinámica temporal de los bosques dominados<br />

por encinos, en el noroeste de Colima, está<br />

dada principalmente por cambios estructurales<br />

(densidad, diámetro, altura, mortalidad e incorporación),<br />

mientras que los cambios en composición<br />

florística han sido mínimos a lo largo de<br />

21 años de estudio.<br />

El incremento diamétrico medio anual fue muy<br />

bajo para todas las especies de encinos de la<br />

región. El mayor incremento se dio en Q. excelsa<br />

y Q. laurina, que están presentes en zonas mésicas,<br />

mientras que Q. crassipes, asociado a zonas<br />

xéricas, presentó los valores más bajos (cuadro 1).<br />

Lecciones de conservación<br />

y manejo<br />

Como se mencionó antes, los cambios espaciales<br />

en la composición de especies están asociados a<br />

las condiciones fisiográficas y ambientales; las<br />

zonas xéricas, en contraste con la zonas mésicas,<br />

presentan una baja riqueza florística y su fisiografía<br />

es homogénea (figura 1); sin embargo, al<br />

agregar la escala temporal podemos encontrar<br />

La información generada durante los últimos 21<br />

años de estudios ecológico-silvícolas ha permitido<br />

conocer los patrones de distribución espacio-temporal.<br />

A partir de estos estudios se ha<br />

identificado que las principales amenazas para la<br />

conservación de los encinos en esta región son el<br />

pastoreo excesivo, los desmontes para establecer<br />

224 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 1. onas florísticas en bosques de encino, en el noroeste de Colima, a lo largo de escalas espacio<br />

temporales. as flechas indican transiciones entre las onas. Fuente: elaboración propia.<br />

cultivos agrícolas y la extracción maderable sin<br />

un esquema de manejo técnico.<br />

Dada la alta diversidad de encinos en esta región,<br />

y la gran heterogeneidad de hábitat, es necesario<br />

efectuar acciones particulares de conservación y<br />

manejo para estos ecosistemas forestales. En este<br />

sentido se proponen las siguientes acciones de<br />

manejo silvícola en función de dos de las tres<br />

zonas reportadas, ya que la zona de transición es<br />

una mezcla de ambas:<br />

Para la zona xérica se recomienda la aplicación<br />

de cortas de protección donde se eliminen los<br />

árboles dañados o muy maduros, con la finalidad<br />

de liberar espacios que permitan el desarro-<br />

Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima (Quercus)<br />

225


llo de árboles jóvenes y vigorosos; con esta acción<br />

se controla la apertura del dosel creándose condiciones<br />

favorables para la regeneración de los<br />

encinos. Después de efectuado el aprovechamiento<br />

forestal, la regeneración de los encinos<br />

dependerá del adecuado suministro de semilla<br />

que provean los árboles maduros con diámetros<br />

promedio de 30-35 cm (Moreno Gómez et al.<br />

1995), así como del potencial de rebrote de la raíz<br />

o del tocón de los árboles aprovechados. Para la<br />

zona mésica, debido a la escasa regeneración de<br />

encinos en el área, su lento crecimiento en diámetro<br />

y por estar localizada en la zona núcleo de<br />

la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, se<br />

recomienda que estos sitios queden bajo un<br />

estricto esquema de conservación, es decir, la<br />

completa exclusión de actividades agrícolas,<br />

ganaderas y forestales.<br />

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Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima (Quercus)<br />

227


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228 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Acantáceas<br />

(Acanthaceae)<br />

Thomas F. Daniel<br />

Emily J. Lott<br />

Introducción<br />

Acanthaceae es la undécima familia de plantas fanerógamas, por su<br />

diversidad. Actualmente, consta de 220 géneros y más de 4 mil especies,<br />

las cuales se encuentran principalmente en las regiones tropicales del<br />

mundo. Las formas de vida de Acanthaceae incluyen hierbas terrestres,<br />

arbustos y árboles; hierbas y arbustos subacuáticos y acuáticos (incluyendo<br />

mangles) y epífitas. La mayoría de las especies son perennes, con<br />

floración anual (raras veces con floración masiva cíclica) (Daniel 2006).<br />

Se encuentran en hábitats que van desde los desiertos, la selva alta perennifolia,<br />

el bosque nublado y los manglares, hasta lagos y áreas con agua<br />

dulce corriente.<br />

Colima se destaca por la riqueza de Acanthaceae, a pesar de su extensión<br />

territorial relativamente pequeña y el poco esfuerzo de muestreo de<br />

ejemplares botánicos de esta familia en el estado. Algunas de las especies<br />

tienen usos económicos ya conocidos o potenciales que se mostrarán<br />

más adelante, otras podrían jugar un papel ecológico importante en<br />

las comunidades costeras, por ejemplo, Avicennia germinans, un mangle<br />

que por sus raíces ayuda a estabilizar los pantanos costeros y aumentar<br />

la productividad de las pesquerías costeras, por los nutrientes y al refugio<br />

que ofrece; y en las selvas secas tropicales se localizan Carlowrightia<br />

arizonica, Henrya insularis y Tetramerium nervosum, especies que proporcionan<br />

polen y néctar para las abejas y las moscas que están activas<br />

cuando otras pocas plantas herbáceas están en flor en el sotobosque.<br />

Daniel, T.F. y E.J. Lott. 2016. Acantáceas (Acanthaceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 229-237.<br />

229


Descripción<br />

La familia se clasifica en el orden Lamiales, de<br />

las dicotiledóneas, y difiere de otras familias<br />

relacionadas (ver excepciones más adelante) al<br />

tener la siguiente combinación de características<br />

morfológicas: ausencia del endospermo en las<br />

semillas, cápsulas explosivo-dehiscentes y la presencia<br />

de un retináculo (estructura en forma de<br />

gancho derivada del funículo que retiene a la<br />

semilla hasta su madurez) dentro de la cápsula,<br />

sobre la cual cada semilla está sentada.<br />

Algunas características que ayudan a reconocer<br />

a la mayoría de los miembros de la familia son la<br />

presencia de hojas opuestas sobre nudos algo<br />

hinchados, corolas tubulares con dos o cuatro<br />

estambres, cristales alargados (cistolitos) en la<br />

epidermis de tallos y hojas, y brácteas conspicuas<br />

(cuando las hay) protegiendo a las flores.<br />

Las acantáceas son ampliamente reconocidas<br />

por que muchas especies y variedades que se cultivan<br />

como ornamentales.<br />

Estudios filogenéticos de las secuencias de adn<br />

indican consistentemente que la familia es de<br />

origen monofilético (Scotland et al. 1995, Mc-<br />

Dade et al. 2000). Basándose en diferencias morfológicas,<br />

Acanthaceae ha sido tratada como<br />

varios taxones bien definidos a nivel infrafamiliar<br />

(Lindau 1895, Scotland y Vollesen 2000).<br />

Las subfamilias que actualmente se reconocen<br />

son: Acanthoideae (es la más grande, con aproximadamente<br />

3 650 especies que presentan las tres<br />

características morfológicas diagnóstico arriba<br />

mencionadas; por ejemplo: Justicia, Ruellia,<br />

Aphelandra); Thunbergioideae (ca. 175 especies,<br />

la mayoría bejucos que carecen de retináculos y<br />

endospermo, a veces tienen frutos carnosos; por<br />

ejemplo: Thunbergia y Mendoncia), y Nelsonioideae<br />

(170 especies, sin retináculos, con un patrón<br />

de aestivación –disposición de las flores del<br />

perianto en la yema floral– coclear –prefloración<br />

en que una pieza mayor recubre otras dos menores<br />

y externas– descendiente en los lóbulos de la<br />

corola cuando están en botón, y usualmente con<br />

endospermo bien desarrollado, por ejemplo:<br />

Elytraria, Staurogyne). Recientemente datos de<br />

secuencias moleculares han demostrado que<br />

Avicennia (ocho especies de mangle, con cápsulas<br />

coriáceas –con textura de cuero– con una sola<br />

semilla, sin endospermo) también debe incluirse<br />

en Acanthaceae (Schwarzbach y McDade 2002).<br />

Hay especies representantes de cada subfamilia y<br />

también el género de Avicennia, que son nativas<br />

de México.<br />

Diversidad<br />

Una estimación conservadora del número de<br />

especies de Acanthaceae, nativas de México, es<br />

de alrededor de 375, distribuidas en 36 géneros,<br />

sin incluir a numerosos nombres de aplicación<br />

incierta y alrededor de 12 especies nuevas para la<br />

ciencia que están por describirse. Justicia es<br />

el género con mayor riqueza de especies en el<br />

mundo, con cerca de 700, de las cuales 104 (15%)<br />

se encuentran en México, lo que lo hace el género<br />

con más especies de la familia en el país. Debido<br />

a la diversidad que presenta Acanthaceae en<br />

México, su alto endemismo a nivel de géneros y<br />

especies, y la radiación de varios taxones dentro<br />

de y entre las zonas áridas de la República Mexicana,<br />

hacen de este país uno de los centros de<br />

diversificación y distribución de la familia<br />

(Daniel 1993, Daniel et al. 2008).<br />

230 DIVERSIDAD DE ESPECIES


En el estado se han encontrado 41 especies de<br />

acantáceas (apéndices 1 y 2), todas nativas, esta<br />

cantidad es igual, o casi igual, a las especies nativas<br />

de la familia registradas para países como<br />

Belice (41), El Salvador (44) (Daniel 2005), o los<br />

tres estados mexicanos que constituyen la Península<br />

de Yucatán (41) (Daniel 2005). La riqueza de<br />

especies de Acanthaceae en Colima también<br />

sobresale al compararla con otras entidades<br />

federativas de México. Por ejemplo, Colima tiene<br />

casi tantas especies nativas como los estados de<br />

Hidalgo (44), Nayarit (44), Sonora (42) y Tamaulipas<br />

(42), entidades con considerable mayor<br />

extensión superficial. Asimismo, Colima hospeda<br />

a más especies que los estados de Chihuahua<br />

(37), Campeche (27), Coahuila (34),<br />

Durango (35), México (38), Nuevo León (31),<br />

Quintana Roo (30), Sinaloa (36), Yucatán (35) y<br />

Zacatecas (28) (Daniel, datos no publicados),<br />

entidades políticas con mayor superficie. De los<br />

31 estados y el Distrito Federal, Colima es el<br />

cuarto estado más pequeño por su extensión<br />

superficial, pero es el decimosegundo en términos<br />

del número de especies nativas de Acanthaceae<br />

(Daniel, datos no publicados).<br />

La gran riqueza de especies en Colima probablemente<br />

se deba, en parte, a la adyacencia de dos<br />

estados que son ricos en especies (Jalisco y Michoacán,<br />

75 y 71 especies, respectivamente), a la diversidad<br />

de hábitats y comunidades vegetales que se<br />

encuentran en Colima (spp 1981, Rzedowski 1986),<br />

y a su ubicación en latitudes bajas (el número de<br />

especies de Acanthaceae por lo general se incrementa<br />

desde los polos hacia el ecuador).<br />

Con base en la presencia de especies de esta<br />

familia en los estados colindantes y considerando<br />

la variedad de condiciones ambientales en<br />

el estado, se considera que las siguientes especies<br />

podrían existir dentro de la entidad (o existieron<br />

en el pasado): Carlowrightia mcvaughii,<br />

Chileranthemum lottiae, Dicliptera thlaspioides,<br />

Dyschoriste saltuensis, Henrya tuberculosperma,<br />

Justicia breviflora, J. hilsenbeckii, J. ixtlania,<br />

J. novogaliciana, Justicia pringlei, J. spicigera,<br />

Odontonema callistachyum, Pseuderanthemum<br />

alatum, Ruellia hookeriana, Staurogyne agrestis,<br />

Stenandrium dulce y Tetramerium rzedowskii.<br />

También se podría esperar la presencia de las<br />

especies Hypoestes phyllostachya, Thunbergia<br />

alata y T. fragrans, las cuales se consideran exóticas<br />

naturalizadas o escapadas.<br />

Aunque se conoce solamente una especie de<br />

Acanthaceae que ocurre endémica a Colima<br />

(Tetramerium mcvaughii), es posible que dos<br />

especies de Justicia en proceso de descripción<br />

como especies nuevas, sean también endémicas<br />

en el estado.<br />

Existen seis especies endémicas regionales (se<br />

conocen solamente en Colima y regiones adyacentes<br />

de Jalisco o de Michoacán): Dicliptera<br />

novogaliciana, Holographis anisophylla,<br />

Poikilacanthus novogalicianus, Pseuderanthemum<br />

pihuamoense, Ruellia novogaliciana y Tetramerium<br />

diffusum. Las demás especies colimenses de<br />

Acanthaceae caen dentro de dos categorías: las<br />

que son endémicas a la zona centro-oeste de<br />

México (conocidas solamente en Colima y la<br />

vertiente del Pacífico/la región costera desde<br />

Sinaloa hasta Guerrero o el suroeste de Oaxaca)<br />

y las de amplia distribución (que se encuentren<br />

en diversas regiones de Norteamérica o en otras<br />

partes). En el apéndice 1 se señala la distribución<br />

para todas las Acanthaceae de Colima y en la<br />

figura 1 se presentan los clados filogenéticos<br />

Acantáceas (Acanthaceae)<br />

231


de la familia y los representantes de cada uno de<br />

ellos.<br />

Queda claro que los miembros de Acanthoideae<br />

son las que más prevalecen y que dentro de esta<br />

subfamilia, los géneros de la tribu Justicieae tienen<br />

más especies. Los géneros con más especies<br />

de Acanthaceae en la entidad son Ruellia y<br />

Justicia, con siete y seis, respectivamente; lo<br />

cual refleja el patrón encontrado en México. Las<br />

formas de vida de las especies presentes en<br />

Colima varían desde perennes herbáceas<br />

(Dicliptera resupinata), hasta arbustos (Mexacanthus<br />

mcvaughii) y árboles (Bravaisia integerrima).<br />

Las flores son notablemente variables (figura 2),<br />

lo cual se refleja en la diversidad de visitantes y<br />

polinizadores que atraen. Las recompensas florales<br />

para los polinizadores consisten en el néctar<br />

rico en azúcares y el polen abundante en<br />

proteínas. Los animales que visitan (incluyendo<br />

a polinizadores) las flores de los miembros de la<br />

familia Acanthaceae encontrados en Colima<br />

Justicieae<br />

[Carlowrightia<br />

Dicliptera<br />

Henrya<br />

Justicia<br />

Mexacanthus<br />

Odontonema<br />

Poikilacanthus<br />

Pseuderanthemum<br />

Tetramerium]<br />

Ruellieae<br />

[Blechum<br />

Bravaisia<br />

Dyschoriste<br />

Ruellia]<br />

Barlerieae<br />

[Barleria]<br />

Acanthoideae<br />

Andrographideae<br />

Whitfieldieae<br />

FIGURA 1. Relaciones<br />

filogenticas de<br />

Acanthaceae basadas en<br />

datos de las secuencias de<br />

ADN (a partir de McDade<br />

et al. , cotland y<br />

Vollesen , Mantelo<br />

et al. , charbach<br />

y McDade ). as<br />

tres subfamilias son<br />

indicadas en negritas.<br />

Los géneros presentes<br />

son mencionados bajo<br />

los clados en los cuales<br />

ocurren en Colima. Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

otros<br />

Lamiales<br />

Acantheae<br />

[Aphelandra<br />

Holographis<br />

Stenandrium]<br />

Mendoncia<br />

Thunbergia<br />

Avicennia<br />

[Avicennia]<br />

Nelsonioideae<br />

[Elytraria]<br />

Thunbergioideae<br />

232 DIVERSIDAD DE ESPECIES


incluyen: colibríes (Mexacanthus mcvaughii)<br />

(Holmqvist et al. 2005), moscas (Carlowrightia<br />

arizonica, Tetramerium nervosum, Henrya<br />

insulares) (Daniel 1983, 1986, 1990), abejas<br />

(Bravaisia integerrima, Tetramerium mcvaughii)<br />

(Daniel 1986, 1988) y mariposas (Dicliptera<br />

resupinata y Ruellia nudiflora) (Daniel, observaciones<br />

no publicadas). Sin duda otros visitantes<br />

son atraídos por la gran diversidad de variantes<br />

morfológicas florales presentes en la familia,<br />

pero todavía falta documentarlos. En general,<br />

las flores de éstas y de otras Acanthaceae son<br />

generalistas, por lo que pueden atraer y ser efectivamente<br />

polinizadas por más de un tipo de<br />

visitante floral.<br />

Distribución y hábitat<br />

Los patrones de distribución de Acanthaceae<br />

que ocurren en Colima se muestran en el apéndice<br />

1. Cabe anotar ahora que la mayoría de las<br />

41 especies se encuentran en elevaciones por<br />

debajo de los 500 msnm, y aunque algunas de<br />

ellas también ocurren arriba de los 500 m, sólo<br />

tres están restringidas a elevaciones por arriba<br />

a)<br />

b)<br />

d) e)<br />

h)<br />

g)<br />

j)<br />

)<br />

c)<br />

f)<br />

i)<br />

l)<br />

FIGURA 2. Diversidad<br />

floral dentro de<br />

Acanthaceae, que<br />

ocurren en Colima.<br />

a) Aphelandra<br />

madrensis, b) Blechum<br />

pyramidatum,<br />

c) Mexacanthus<br />

mcvauhii, d) ravaisia<br />

integerrima,<br />

e) Tetramerium<br />

mcvauhii, f) Henrya<br />

insularis, g) Barleria<br />

oenotheroides,<br />

h) Dicliptera inaequalis,<br />

i) uellia nudiflora,<br />

j) Carlwrightia pectinata,<br />

) Elytraria mexicana y<br />

l) Ruellia foetida. Fotos:<br />

Thomas F. Daniel.<br />

Acantáceas (Acanthaceae)<br />

233


de los 1 000 m: Dicliptera inaequalis, Dyschoriste<br />

angustifolia y Pseuderanthemum pihuamoense.<br />

Miembros de las acantáceas se encuentran en<br />

todos los tipos de vegetación reconocidos para el<br />

estado por Rzedowski y McVaugh (1966) y Rzedowski<br />

(1986). La mayor superficie del estado<br />

forma parte de la provincia fisiográfica Sierra<br />

Madre del Sur, donde dominan los bosques secos<br />

tropicales (sobre todo la selva baja caducifolia y<br />

subcaducifolia). La afinidad de esta familia con<br />

las selvas secas tropicales de México (Daniel 1993,<br />

Lott y Atkinson 2006) es muy evidente entre los<br />

representantes colimenses; por lo menos 30 especies<br />

se encuentran en las selvas bajas caducifolias<br />

y subcaducifolias. Tetramerium mcvaughii y<br />

Mexacanthus mcvaughii se restringen principalmente<br />

a selvas secas, mientras que Barleria oenotheroides<br />

y Henrya insularis, ocurren en el bosque<br />

mesófilo de montaña y otras comunidades vegetales,<br />

Aphelandra lineariloba tiene preferencia<br />

por el bosque de encino o encino-pino, Avicennia<br />

germinans se restringe a manglares y a<br />

Pseuderanthemum pihuamoense sólo se le ha<br />

encontrado en el bosque mesófilo de montaña.<br />

Importancia económica<br />

y ecológica<br />

La familia Acanthaceae en México ha sido, y<br />

sigue siendo, una rica fuente de plantas utilizadas<br />

en la horticultura ornamental. Por ejemplo,<br />

dos especies de Justicia del noreste y el centro de<br />

México, J. brandegeana y J. fulvicoma, se encuentran<br />

comúnmente en los jardines de las zonas<br />

tropicales y templadas del mundo. De hecho,<br />

J. brandegeana (nombre vulgar: camarón; shrimp<br />

plant) es posiblemente la especie de Acanthaceae<br />

más extensamente cultivada del Nuevo Mundo.<br />

Otras especies que se encuentran en el comercio<br />

de la horticultura incluyen: Barleria oenotheroides,<br />

Dicliptera resupinata, Justicia candicans,<br />

Aphelandra lineariloba, A. madrensis, Dicliptera<br />

novogaliciana, Dyschoriste angustifolia,<br />

Poikilacanthus novogalicianus, Ruellia amoena,<br />

R. foetida y R. novogaliciana. Las flores prominentes<br />

y atractivas, así como las formas de crecimiento<br />

de estas especies las hacen tener un valor<br />

potencial para la horticultura.<br />

En adición al uso como ornamentales, casi todas<br />

las Acanthaceae mexicanas terrestres son palatables,<br />

y todas las partes de las plantas frecuentemente<br />

son ramoneadas por animales silvestres y<br />

domesticados (Daniel 2004). Muchas Acanthaceae<br />

de México, incluyendo las de Colima, florecen<br />

durante el auge de la temporada de sequía,<br />

siendo de las pocas plantas con flores abundantes<br />

en el sotobosque. Debido a lo anterior estas especies<br />

son probablemente una fuente importante de<br />

nutrimentos (néctar y polen) para algunos insectos<br />

y pájaros (Baltosser y Scott 1996). Un ejemplo<br />

es la importancia de Justicia californica como alimento<br />

para el colibrí residente, Calypte costae, en<br />

porciones del desierto sonorense. Por lo tanto, las<br />

plantas de la familia Acanthaceae juegan un papel<br />

ecológico importante en el mantenimiento de la<br />

salud de las selvas secas tropicales de Colima y de<br />

otras regiones del occidente de México.<br />

Avicennia germinans (mangle negro) es una<br />

especie con importancia económica y ecológica.<br />

Aunque no de forma tan abundante en Colima,<br />

como los mangles que pertenecen a otras familias<br />

(Rhizophora mangle y Laguncularia racemosa)<br />

(sagarpa 2007); algunas plantas ocurren cerca<br />

de y sobre los bordes de lagunas costeras.<br />

234 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Como otras especies de mangles, Avicennia<br />

germinans juega un papel clave en las zonas de<br />

esteros por la captura de deshechos y detritus<br />

interpuestos por los arroyos y las mareas. Las<br />

porciones basales, periódicamente inmersas de<br />

las plantas, sirven como lugar para la alimentación,<br />

la reproducción y el crecimiento de muchas<br />

especies de moluscos, crustáceos, peces, pájaros<br />

y otras formas de vida silvestre (Tomlinson<br />

1986). Además de su importancia para la pesca,<br />

los mangles protegen la costa de las mareas y tormentas,<br />

y filtran aguas costeras. Balick et al.<br />

(2000) señalan que en los trópicos americanos<br />

los siguientes usos han sido atribuidos a Avicennia<br />

germinans: veneno, medicina, chicle, combustible,<br />

forraje, comida para humanos, tintura y<br />

materiales para la construcción.<br />

Numerosas especies mexicanas de Acanthaceae,<br />

entre ellas varias que ocurren en Colima, como<br />

Bravaisia integerrima, Carlowrightia arizonica,<br />

Elytraria imbricata, Justicia candicans, Ruellia<br />

intermedia, R. nudiflora y Tetramerium<br />

nervosum, han sido registradas con usos medicinales<br />

locales, tanto primitivos como modernos<br />

(Daniel 1986, 1988, 2004).<br />

Holographis anisophylla, Poikilacanthus<br />

novogalicianus, Pseu deranthemum pihuamoense<br />

y Tetramerium mcvaughii son conocidas en al<br />

menos cinco colecciones a lo largo de sus rangos<br />

y podrían estar en situación de riesgo.<br />

El tamaño de las poblaciones de estas especies<br />

raras no ha sido estimado y la ausencia de nuevas<br />

colecciones de ellas podría reflejar una baja<br />

intensidad de recolecta en lugar de un condición<br />

real de rareza.<br />

Por otra parte, Carlowrightia arizonica,<br />

Blechum pyramidatum, Elytraria imbricata,<br />

Henrya insularis, Justicia salviiflora, Ruellia<br />

inundata y Tetramerium nervosum son especies<br />

que abundan en Colima y en otras partes de<br />

México, y aunque ocurren en vegetación primaria<br />

son mucho más comunes en sitios creados<br />

por modificación antropogénica (ruderales,<br />

bordes de cultivos, etc.). Daniel (2004) propuso<br />

la hipótesis de que algunas de estas especies<br />

están preadaptadas a tales hábitats por su afinidad<br />

a los sitios perturbados, donde se encuentran<br />

naturalmente, por ejemplo, los corredores<br />

ribereños.<br />

Estado de conservación<br />

No ha sido evaluado el estado de conservación<br />

de ninguna especie de Acanthaceae colimense,<br />

considerando los criterios de la Lista Roja (uicn<br />

2007, apéndice 2). En Colima las únicas especies<br />

de la familia que pueden ser evaluadas como<br />

amenazadas serían las endémicas del estado y las<br />

regiones circundantes, por ejemplo: Tetramerium<br />

mcvaughii y las especies endémicas regionales<br />

registradas en el apéndice 1. Entre ellas,<br />

La importancia de las selvas secas de Colima se<br />

refleja en su riqueza y diversidad de flora y fauna;<br />

esta comunidad biótica cuenta con el mayor<br />

número de especies de Acanthaceae que cualquier<br />

otra comunidad del estado.<br />

Por lo menos cinco de las siete especies endémicas<br />

de la entidad y las regiones colindantes habitan<br />

solamente en la selva baja caducifolia. Debido<br />

a la conversión extensa de bosques tropicales<br />

secos para la agricultura y la ganadería, con la<br />

consiguiente destrucción de la estructura y el<br />

Acantáceas (Acanthaceae)<br />

235


funcionamiento del ecosistema (Maass 1995), es<br />

necesario un llamado a la conservación de porciones<br />

significantes de esta comunidad biótica,<br />

abarcando el occidente de México (incluyendo a<br />

Colima), con el objetivo común de conservar la<br />

diversidad biológica.<br />

La pérdida del hábitat por el desarrollo de proyectos<br />

turísticos mal planificados, a los cuales<br />

importa poco la conservación de las zonas costeras,<br />

es una de las causas principales del decremento<br />

notable en el número de individuos de<br />

Bravaisia integerrima, un elemento del sotobosque<br />

o del dosel de la vegetación de zonas<br />

riparias, marismas, palmares de coco de aceite<br />

(Attalea cohune), así como de manglares. En la<br />

actualidad esta especie se considera amenazada<br />

(semarnat 2010) y las pocas poblaciones que<br />

se localizan en la costa de Colima corresponden<br />

a remanentes dentro de los desarrollos<br />

turísticos.<br />

Conclusiones<br />

En relación con el estudio y estado de conservación,<br />

no solamente de este grupo de plantas sino<br />

de toda la flora de Colima, se requiere otorgar<br />

alta prioridad al establecimiento de un herbario<br />

permanente y activo en Colima, el cual cumpliría<br />

las siguientes funciones: 1) documentar los<br />

diversos recursos botánicos del estado, 2) llevar<br />

a cabo estudios florísticos adicionales y, 3) apoyar<br />

a agencias gubernamentales y a otros grupos<br />

con la información básica para tomar decisiones<br />

adecuadas en la implementación de proyectos de<br />

desarrollo.<br />

Referencias<br />

Balick, M.J., M.H. Nee y D.E. Atha. 2000. Checklist of<br />

the vascular plants of Belize. Memoirs of the New<br />

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y J. Fa (eds.). Oxford University Press, New York,<br />

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——— . 2004. Acanthaceae of Sonora: taxonomy and<br />

phytogeography. Proceedings of the California Academy<br />

of Sciences 55:690-805.<br />

——— . 2005. Synchronous flowering and monocarpy<br />

suggest plietesial life history for Neotropical Stenostephanus<br />

chiapensis (Acanthaceae). Proceedings<br />

of the California Academy of Sciences 57:1011-1018.<br />

Daniel, T.F., L.A. Mcdade, M. Manktelow, et al. 2008.<br />

The “Tetramerium Lineage” (Acanthaceae: Acanthoideae:<br />

Justicieae): delimitation and intra-lineage<br />

relationships based on cp and nrITS sequence<br />

data. Systematic Botany 33:416-436.<br />

236 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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Lott, E.J. y T.H. Atkinson. 2006. Mexican and Central<br />

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Cuixmala, Jalisco, as a focal point for comparison.<br />

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Pennington, G.P. Lewis y J.A. Ratter (eds.). CRC<br />

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forests. S.H. Bullock (eds.). Cambridge University<br />

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Mcdade, L.A., S.E. Masta, M.L. Moody, et al. 2000.<br />

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Rzedowski, J. 1986. La vegetación de México. Limusa,<br />

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En: ,<br />

última consulta: 25 de septiembre<br />

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Schwarzbach, A. y L.A. Mcdade. 2002. Phylogenetic<br />

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Scotland, R.W., J.A. Sweere, P.A. Reeves, et al. 1995.<br />

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Publicada en el Diario Oficial de la<br />

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Tomlinson, P.B. 1986. The botany of mangroves. Cambridge<br />

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Naturaleza. 2007. Red List of Threatened Species.<br />

En: , última consulta:<br />

29 de septiembre de 2008.<br />

Acantáceas (Acanthaceae)<br />

237


Euforbiáceas<br />

(Euphorbiaceae)<br />

Victor W. Steinmann<br />

Yocupitzia Ramírez-Amezcua<br />

Introducción<br />

Euphorbiaceae es una de las más grandes familias de plantas con flores en<br />

el mundo. Incluye 6 600 especies agrupadas en 229 géneros; está ampliamente<br />

distribuida, pero su mayor diversidad se encuentra en zonas tropicales<br />

y subtropicales. Actualmente, forma parte del orden Malpighiales<br />

(Angiosperm Phylogeny Group II, 2003) y según recientes estudios filogenéticos<br />

basados en adn (Savolainen et al. 2000, Wurdack et al. 2004,<br />

Davis et al. 2005, Wurdack et al. 2005) Euphorbiaceae no representa un<br />

grupo natural y por ello se han redefinido sus límites, siendo dividida en<br />

cinco familias independientes: Pandaceae, Phyllanthaceae, Picrodendraceae,<br />

Putranjivaceae y Euphorbiaceae (en el sentido estricto) (Angiosperm<br />

Phylogeny Group II 2003), todas menos Pandaceae se encuentran<br />

en el estado.<br />

Las euforbiáceas forman un grupo morfológicamente muy diverso, sus<br />

integrantes son principalmente hierbas perennes, anuales y arbustos,<br />

aunque también pueden ser bejucos y árboles. Con frecuencia presentan<br />

látex blanco o de otro color y hojas simples, alternas y con estípulas. A<br />

menudo tienen glándulas de varias formas en el peciolo o la lámina. Las<br />

flores son siempre unisexuales, generalmente pequeñas y con disco, además<br />

algunos grupos carecen de pétalos. En Euphorbia, el género más<br />

grande de la familia (con más de 2 mil especies), las flores están reducidas<br />

a un solo estambre u ovario y se agrupan en una estructura muy especializada<br />

llamada ciatio, un tipo de inflorescencia que aparenta una flor perfecta<br />

(que contiene ambos sexos), y puede engañar a cualquiera. Se<br />

238<br />

Steinmann, V.W. y Y. Ramírez-Amezcua. 2016. Euforbiáceas (Euphorbiaceae). En: La Biodiversidad en Colima.<br />

Estudio de Estado. conabio. México, pp. 238-243.


caracteriza por tener de una a cinco glándulas<br />

rodeando al involucro, donde los apéndices de<br />

las glándulas, frecuentemente coloreados, simulan<br />

los pétalos. Normalmente los frutos son cápsulas<br />

que se abren de manera natural y las<br />

semillas son variables en forma. La polinización<br />

es principalmente por insectos o entomófila<br />

(como en Dalechampia, Jatropha y Cnidoscolus)<br />

pero también puede ser por viento o anemófila<br />

(como en Acalypha), aunque en algunas especies<br />

de Euphorbia es por aves u ornitófila.<br />

Las clasificaciones tradicionales más aceptadas<br />

para las euforbiáceas han sido las de Webster<br />

(1975, 1994a, 1994b) y Radcliffe-Smith y Govaerts<br />

(2001), quienes reconocen cinco subfamilias,<br />

diferenciables entre otras características por el<br />

número de semillas. Actualmente la familia<br />

Euphorbiaceae se restringe a las plantas con una<br />

sola semilla en cada sección del fruto. En el presente<br />

trabajo se consideró conveniente incluir<br />

todas las especies que se han tratado como<br />

Euphorbiaceae, pero haciendo notar cuáles forman<br />

parte de la familia, en sentido estricto, y<br />

cuáles ahora se reconocen dentro de Phyllanthaceae,<br />

Picrodendraceae y Putranjivaceae (apéndices<br />

1 y 2).<br />

especies son endémicas (crecen exclusivamente<br />

en México). En Colima, Euphorbiaceae también<br />

es la quinta familia más diversa, después de<br />

Asteraceae, Fabaceae, Poaceae y Orchidaceae. Se<br />

registran 21 géneros y 98 especies de manera silvestre,<br />

de los cuales solamente un género<br />

(Ricinus) y dos especies (Euphorbia peplus y<br />

Ricinus communis) son originarias del Viejo<br />

Mundo, pero se han naturalizado en México, y<br />

por otro lado Ditaxis heterantha es una especie<br />

mexicana probablemente introducida en el<br />

estado. Una lista de los géneros y especies presentes<br />

en el estado se encuentra en los apéndices<br />

1 y 2<br />

A pesar de que Colima es la cuarta entidad federativa<br />

más pequeña del país tiene una relativa<br />

alta diversidad en euforbiáceas. En Sonora, por<br />

ejemplo, que es el segundo estado más grande<br />

del país, hay 16 géneros y 138 especies (Steinmann<br />

y Felger 1997), y en Aguascalientes, un<br />

estado ligeramente más grande que Colima, se<br />

encuentran 11 géneros y 58 especies (De la Cerda<br />

2010). Desafortunadamente no existen datos<br />

precisos para los estados vecinos a Colima, pero<br />

se estima que en Michoacán hay alrededor de 21<br />

géneros y 185 especies (Steinmann 2005).<br />

Diversidad<br />

México concentra gran diversidad para muchos<br />

grupos de plantas. Euphorbiaceae es la quinta<br />

familia más diversa del país, integrada por<br />

34 géneros y 724 especies que representan 3% de<br />

la flora vascular del país. Varios de sus géneros<br />

tienen un centro de diversificación en el país,<br />

incluyendo Cnidoscolus, Dalembertia, Euphorbia<br />

y Jatropha, y aproximadamente 58% de las<br />

Las euforbiáceas están ampliamente distribuidas<br />

en Colima, ocurren desde el nivel del mar hasta<br />

más de 2 000 msnm. Cabe mencionar que la ciudad<br />

de Manzanillo fue nombrada así en referencia<br />

a Hippomane mancinella, el manzanillo, un<br />

árbol común en la costa colimense. Los miembros<br />

de esta familia están presentes en todos los<br />

tipos de vegetación propuestos por Rzedowski<br />

(1978) que se encuentran en el estado, pero<br />

alcanzan la mayor diversidad y abundancia en el<br />

bosque tropical caducifolio.<br />

Euforbiáceas (Euphorbiaceae)<br />

239


Aunque no hay datos específicos para Colima,<br />

existen varios estudios que demuestran que<br />

Euphorbiaceae siempre es una de las familias<br />

más diversas en este tipo de vegetación (Gentry<br />

1995, Trejo 1998). En el bosque tropical caducifolio<br />

de la vecina región de Chamela, Jalisco, se<br />

hicieron transectos en los que Euphorbiaceae<br />

resultó ser la segunda familia más diversa después<br />

de Fabaceae (Lott et al. 1987, Lott y Atkinson<br />

2002). Por otro lado, en un estudio realizado<br />

en Minatitlán, Colima, donde la vegetación<br />

predominante es bosque mesófilo de montaña,<br />

las euforbiáceas resultaron el cuarto grupo más<br />

diverso (Padilla et al. 2008).<br />

Cabe resaltar que los géneros más diversos en<br />

Colima son justamente los que más especies tienen<br />

en el país. Según Steinmann (2002),<br />

en México hay 256 especies de Euphorbia<br />

(=Pedilanthus), 124 de Croton, 108 de Acalypha y<br />

48 de Jatropha. Por su parte, en el estado<br />

Euphorbia está representado por 34 especies,<br />

Croton por 16, Acalypha por 12, y en cuarto<br />

lugar tenemos a los géneros Jatropha y Manihot<br />

con cinco especies cada uno (apéndices 1 y 2). En<br />

cuanto al endemismo de especies, solamente dos<br />

crecen exclusivamente en Colima: Croton masonii<br />

y Euphorbia anthonyi; ambas restringidas a la<br />

isla Socorro, del archipiélago Revillagigedo.<br />

Sin embargo, cabe destacar que otras ocho especies<br />

son endémicas regionales (se conocen sólo<br />

en Colima y regiones adyacentes de Jalisco):<br />

Bernardia spongiosa, Cnidoscolus autlanensis,<br />

Croton cupulifer, C. tre mulifolius, Euphorbia<br />

macvaughii, Jatropha bartlettii, Manihot michaelis<br />

y Tragia pacifica. En cuanto a su distribución,<br />

sobresale que poco más de 50% de las especies<br />

presentes en el estado son endémicas de México.<br />

Además de los taxa registrados para Colima se<br />

espera que varios más estén presentes en el<br />

estado pero no han sido colectados aún; tal es el<br />

caso de Euphorbia campestris, que se ha colectado<br />

en la parte jalisciense del Nevado de Colima.<br />

Otras especies como Argythamnia lottiae, Mabea<br />

occidentalis, Alchornea latifolia, Chiropetalum<br />

schiedeanum, Euphorbia ariensis, E. mendezii,<br />

E. sphaerorhiza, E. tanquahuete y Tragia affinis,<br />

se encuentran en la vertiente pacífica de Jalisco,<br />

Michoacán o Guerrero, pero no se han documentado<br />

de Colima.<br />

Importancia<br />

Muchos miembros de Euphorbiaceae son económicamente<br />

importantes y algunas especies se<br />

cultivan de manera extensiva. La noche buena<br />

(Euphorbia pulcherrima), es una especie nativa<br />

de la vertiente pacífica de México (incluyendo<br />

Colima) y Guatemala, que se cultiva ampliamente<br />

en todo el mundo por sus llamativas brácteas.<br />

Otras especies no nativas de México que<br />

destacan por su valor ornamental son: Acalypha<br />

hispida, A. wilkesiana, Codiaeum variegatum,<br />

Jatropha multifida y varias especies suculentas<br />

del género Euphorbia, como E. tirucalli y<br />

E. neriifolia. Una de las plantas alimenticias más<br />

importantes a nivel mundial es la yuca o tapioca<br />

(Manihot esculenta); la chaya (Cnidoscolus<br />

chayamansa) se cultiva localmente y es apreciada<br />

por sus propiedades alimenticias y curativas;<br />

la higuerilla (Ricinus communis), se utiliza<br />

para extraer el aceite de ricino o aceite de castor<br />

para uso industrial y medicinal, y de la candelilla<br />

(Euphorbia antisyphilitica) se extrae cera.<br />

Algunas especies de Croton y Aleurites son fuentes<br />

de aceites y resinas, y el látex de algunas otras<br />

240 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Euphorbiaceae sirve como materia prima, por<br />

ejemplo el de Hevea brasiliensis es una fuente<br />

importante de caucho. De las especies no nativas<br />

más comunmente cultivadas en Colima destacan<br />

la cola de gato (Acalypha hispida), la chaya,<br />

el croto o croton (Codieum variegatum), y el<br />

árbol de dedos (Euphorbia tirucalli).<br />

Además, es una familia etnobotánicamente<br />

importante, ya que varias especies nativas de<br />

Colima se usan con diversos fines, tanto dentro<br />

del estado como en otras zonas. Pocas son comestibles,<br />

por ejemplo: las hojas de Euphorbia<br />

delicatula se usan como especia y las semillas del<br />

piñón (Jatropha curcas) y de Manihot crassisepala<br />

se comen como nueces. Otras euforbiáceas son<br />

medicinales, algunas especies de Acalypha (hierba<br />

del cáncer) se usan contra el cáncer, y el látex de la<br />

sangre de drago (Croton draco) se aplica para<br />

sanar heridas. El látex de varias Euphorbia se utiliza<br />

para eliminar mezquinos y calmar erupciones<br />

en la piel. Además, el látex de Cnidoscolus<br />

tepiquensis sirve para elaborar artesanías en<br />

Jalisco. Croton ciliatoglandulifer se usa para teñir<br />

lana y los tallos de algunas otras especies de este<br />

género (C. niveus y C. pseudoniveus) se aprovechan<br />

para hacer estacas. Por otro lado, existen<br />

especies venenosas como Hippomane mancinella<br />

y otras urticantes, como las de Cnidoscolus,<br />

Dalechampia y Tragia.<br />

Algunos géneros presentes en Colima cuentan<br />

con revisiones taxonómicas actualizadas: Adelia<br />

(De Nova et al. 2007), Cnidoscolus (Breckon<br />

1975), Croton (Webster 2001), Bernardia (Cervantes<br />

2002), Dalechampia (Webster y Armbruster<br />

1991), Argythamnia subgénero Ditaxis<br />

(Ramírez-Amezcua y Steinmann, 2013), algunos<br />

grupos de Euphorbia (Dressler 1957, Huft 1979,<br />

Ramírez 1997), Manihot (Rogers y Appan 1973)<br />

y Tragia (Utrecho 1996). Además hay tres trabajos<br />

preliminares para la familia en la región de<br />

Nueva Galicia (McVaugh 1961, 1993, 1995), dos<br />

artículos generales sobre las euforbiáceas mexicanas<br />

(Martínez-Gordillo et al. 2002, Steinmann<br />

2002) y un listado global (Govaerts et al. 2000).<br />

Sin embargo, todavía falta mucho por hacer y la<br />

mayoría de los grupos no se han tratado desde<br />

principios de 1900.<br />

Conclusiones<br />

Desafortunadamente, existe muy poca información<br />

sobre el estado de conservación de las<br />

euforbiáceas de Colima y de México en general;<br />

han sido muy ignoradas en este sentido. Por<br />

ejemplo, la norma nom-059-semarnat-2010<br />

(semarnat 2010) solamente contiene 13 especies<br />

de Euphorbiaceae. Una de ellas, Croton<br />

wilburii (sinónimo de Croton guatemalensis),<br />

está escasamente representada en Colima (sujeta<br />

a protección especial, Pr). Otra incluida en esta<br />

norma y presente en el estado es Cnidoscolus<br />

autlanensis (Pr). Es importante analizar el<br />

estado de conservación y determinar si requieren<br />

algún tipo de protección o manejo las<br />

siguientes especies: Acalypha umbrosa, Bernardia<br />

spongiosa, Cnidoscolus autlanensis, Croton<br />

cupulifer, C. masonii, C. tremulifolius, C. ynesae,<br />

Euphorbia anthonyi, E. macvaughii, Jatropha<br />

bartlettii, Manihot michaelis y Tragia pacifica.<br />

Por otra parte, aún hace falta realizar exploraciones<br />

en campo, especialmente en el bosque<br />

tropical caducifolio, que es el ecosistema donde<br />

las euforbiáceas alcanzan su mayor diversidad<br />

y es el tipo de vegetación dominante en Colima.<br />

Euforbiáceas (Euphorbiaceae)<br />

241


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Euforbiáceas (Euphorbiaceae)<br />

243


Rubiáceas<br />

(Rubiaceae)<br />

Ramón Cuevas-Guzmán<br />

Clotilde Rodríguez-Guerrero<br />

Nora Minerva Núñez-López<br />

Introducción<br />

Rubiaceae es la familia de plantas vasculares a la cual pertenecen el café,<br />

las gardenias y la quina. Se trata de una de las familias más grandes de<br />

plantas con flores; las estimaciones oscilan entre los 550 y 650 géneros y<br />

de 9 mil a 13 mil especies (Judd et al. 2002, Borhidi 2006, Heywood et al.<br />

2007), lo cual la ubica como la cuarta o quinta familia más grande a nivel<br />

mundial, comparable en importancia con las gramíneas. Aunque es posible<br />

encontrar miembros de esta familia casi en cualquier parte del mundo,<br />

la mayor diversidad y biomasa se concentra en las regiones tropicales y<br />

subtropicales (Judd et al. 2002, Heywood et al. 2007), con frecuencia es la<br />

familia con mayor riqueza de especies leñosas en los bosques tropicales<br />

húmedos (Wendt 1998, Heywood et al. 2007).<br />

Descripción<br />

Las rubiáceas, fundamentado en datos morfológicos, anatómicos y análisis<br />

filogenéticos moleculares, pertenecen al orden Gentianales, para el<br />

cual se registran cinco familias, cerca de mil géneros y unas 14 mil especies<br />

(Judd et al. 2002, Soltis et al. 2005). Las familias de este orden tienen<br />

en común la presencia de punteaduras revestidas, estípulas interpeciolares<br />

(entre los peciolos) con cabellos glandulares gruesos en su parte<br />

interna, corolas convolutas (enrolladas) en botón y la presencia de alcaloides<br />

(Soltis et al. 2005). Rubiaceae es hermana de las familias restantes del<br />

clado: Apocynaceae, Gelsemiaceae, Gentianaceae y Loganiaceae, las cua-<br />

244<br />

Cuevas-Guzmán, R., C. Rodríguez-Guerrero y N.M. Núñez-López. 2016. Rubiáceas (Rubiaceae) en: La Biodiversidad<br />

en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 244-251.


les comparten la presencia de floema intraxilar,<br />

mientras que Rubiaceae carece de floema interno<br />

(Judd et al. 2002, Soltis et al. 2005).<br />

Las rubiáceas son hierbas anuales o perennes, y<br />

cuando son leñosas existen como árboles, arbustos<br />

o bejucos. Algunas especies se comportan<br />

como epífitas o geófitas, rara vez son suculentas<br />

o acuáticas y pueden ser inermes o tener espinas;<br />

comúnmente presentan iridoides (agrupan una<br />

serie de monoterpenos bicíclicos (C 10<br />

) que se utilizan<br />

para actividades farmacológicas como<br />

antiinflamatorios, antimicrobianos, etc.) o alcaloides<br />

(metabolitos secundarios que tienen propiedades<br />

psicoativas) y rafidios (oxalato de<br />

calcio).<br />

Presentan hojas opuestas o verticiladas, simples<br />

y casi siempre enteras; estípulas generalmente<br />

interpeciolares, persistentes o caducas, frecuentemente<br />

soldadas, ocasionalmente foliáceas,<br />

comúnmente con pelos glandulares gruesos<br />

sobre la superficie adaxial; son flores bisexuales<br />

(con los dos sexos en la misma flor), rara vez unisexuales,<br />

heterostílicas (con estilos de tamaño<br />

diferente en las flores); sépalos y pétalos soldados,<br />

el cáliz está unido al ovario, formando el<br />

hipantio (fusión de las bases de los verticilios florales<br />

inferiores) o rara vez libre del ovario; corola<br />

gamopétala (cuando los pétalos están soldados<br />

total o parcialmente), actinomorfa (con simetría<br />

radial), rara vez zigomorfa (un solo plano de<br />

simetría), los pétalos valvados, imbricados o<br />

contortos (torcido o retorcido); estambres en el<br />

mismo número que los lóbulos de la corola y<br />

alternos con ellos, soldados con la corola, ya sea<br />

dentro de ellas o en su garganta; disco por arriba<br />

del ovario en la parte interna del cáliz, usualmente<br />

funcionando como nectario; ovario es<br />

ínfero, usualmente bicarpelar, algunas veces<br />

presenta cinco o más, soldados; placentación<br />

parietal o algunas veces axilar; uno a muchos<br />

óvulos por lóculo, estilo simple a 2-10 lobulado;<br />

fruto indehiscente (que no abre), bayas o drupas,<br />

o dehiscente (que abre), cápsulas o mericarpos;<br />

con frecuencia las semillas aladas (Judd et al.<br />

2002, Borhidi 2006, Heywood et al. 2007).<br />

Con base en la información molecular, hay coincidencia<br />

en señalar que Rubiaceae es una familia<br />

monofilética (los miembros de la familia tienen<br />

un origen común) (Judd et al. 2002, Borhidi<br />

2006, Heywood et al. 2007), reconociéndose tres<br />

subfamilias: Rubioideae con 15 tribus, Cinchonoideae<br />

con 11 e Ixoroideae con 12, aunque<br />

recientemente se ha separado la subfamilia Urophylloideae<br />

con dos tribus (Anderson y Rova<br />

1999, Borhidi 2006).<br />

Distribución<br />

Las rubiáceas son de distribución cosmopolita,<br />

aunque hay una marcada preferencia por las<br />

zonas tropicales y subtropicales, mientras que<br />

pocas especies herbáceas se encuentran en las<br />

regiones frías de ambos hemisferios (Heywood<br />

et al. 2007). Altitudinalmente se encuentran<br />

especies desde el nivel del mar hasta las altas<br />

montañas, a más de 4 000 msnm, aunque la<br />

mayor riqueza de géneros y especies ocurre por<br />

debajo de los 1 500 m de altitud. Se encuentran<br />

en todos los tipos de vegetación reconocidos en el<br />

país, incluyendo las dunas costeras y la vegetación<br />

acuática, aunque su mayor diversidad, sobre<br />

todo de especies leñosas, se presenta en los bosques<br />

tropicales húmedos y secos. Varias especies,<br />

sobre todo herbáceas, han evolucionado para<br />

Rubiáceas (Rubiaceae)<br />

245


desarrollarse en áreas que presentan perturbaciones<br />

por actividades humanas. Las rubiáceas,<br />

en su mayoría son consideradas especies iteróparas<br />

(se reproducen más de una vez a lo largo de su<br />

vida), aunque un buen contingente, sobre todo en<br />

áreas con fuertes perturbaciones, han evolucionado<br />

para comportarse como semélparas (que se<br />

reproducen varias veces a lo largo de su vida) y<br />

generalmente como estrategas r; es decir, son<br />

anuales o de periodos de vida cortos, se reproducen<br />

una sola vez y los individuos mueren, no sin<br />

antes dejar una gran cantidad de semillas para<br />

continuar con la perpetuidad de la especie.<br />

Diversidad de rubiáceas<br />

Recientemente se han reconocido 17 tribus, 103<br />

géneros, 585 especies y 31 unidades infraspecíficas<br />

de rubiáceas para México (Borhidi 2006), lo<br />

cual coloca a la familia como la cuarta más rica<br />

para el país, por su número de géneros (Borhidi<br />

2006), y la séptima con más especies (Rzedowski<br />

1991, Villaseñor 2003, Borhidi 2006). De los 103<br />

géneros, 99 son nativos y cuatro adventicios, y se<br />

considera que el porcentaje de especies exóticas<br />

no supera 1.5% del total de las especies del grupo<br />

(Borhidi 2006).<br />

Los géneros con más especies en México corresponden<br />

a Psychotria (68 especies), Arachnothryx<br />

(56), Galium (42), Randia (42) y Bouvardia (40) y<br />

varios de ellos se considera que tienen su centro<br />

de diversificación en este país (Borhidi 2006).<br />

Los estados con mayor riqueza de especies en la<br />

República Mexicana corresponden a Oaxaca (99<br />

especies), Guerrero (73), Veracruz (58), Chiapas<br />

(50), Jalisco (41), Hidalgo y Michoacán (28) y<br />

Sinaloa (25) (Borhidi 2006).<br />

Restringen su distribución a México 15 géneros<br />

y 278 especies, siendo los estados de Oaxaca<br />

(42 taxones), Chiapas (22), Baja California y<br />

Guerrero (18 cada uno), donde se presenta los<br />

mayores endemismos. Los géneros que presentan<br />

más especies endémicas en México son<br />

Arachnothryx, Bouvardia, Randia, Galium y<br />

Deppea (Borhidi 2006). En el estado de Jalisco se<br />

registran siete especies endémicas y ninguna<br />

para Colima (Borhidi 2006).<br />

Entre las investigaciones que han registrado<br />

especies de rubiáceas en Colima se encuentra la<br />

de Vázquez et al. (1995), quienes señalan la presencia<br />

de seis géneros y ocho especies en la parte<br />

de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán,<br />

dentro del estado. Padilla et al. (2006) en su tratado<br />

de la flora arbórea del estado de Colima,<br />

mencionan la presencia de 13 géneros y 23 especies<br />

de árboles, mientras que Padilla et al. (2008),<br />

en un estudio florístico de una de las zonas más<br />

diversas del estado, señalan la presencia de 14<br />

géneros y 25 especies (apéndices 1 y 2).<br />

En el tratado taxonómico Rubiáceas de México,<br />

Borhidi (2006) reporta 16 géneros y 32 especies,<br />

mientras que en la presente investigación se<br />

registran 29 géneros, 60 especies y cuatro unidades<br />

infraespecíficas para Colima (apéndice 1),<br />

estos guarismos representan 30% de los géneros<br />

y 11% de las especies de México.<br />

La riqueza de especies registradas en Colima, de<br />

acuerdo con la información proporcionada en<br />

Borhidi (2006), es más o menos de las mismas<br />

dimensiones que la de Veracruz y Chiapas;<br />

mayor a la de los estados de Hidalgo, Michoacán<br />

y Sinaloa, aunque inferior a la de Oaxaca y Guerrero.<br />

Sin duda estas relaciones se verán modifi-<br />

246 DIVERSIDAD DE ESPECIES


cadas conforme se intensifiquen los estudios del<br />

grupo taxonómico en las entidades señaladas,<br />

sobre todo en Veracruz, Chiapas y Michoacán.<br />

La riqueza de rubiáceas en el estado podría atribuirse<br />

a diferentes condiciones: a) su gran heterogeneidad<br />

ambiental; b) su amplio gradiente<br />

altitudinal en una distancia pequeña; c) la mayor<br />

parte de su superficie se encuentra en la Sierra<br />

Madre del Sur, considerada una de las zonas<br />

fisiográficas más diversas de México; d) la presencia<br />

de clima cálido subhúmedo en aproximadamente<br />

81% de su superficie (spp 1981); e) 78%<br />

de la superficie que actualmente tiene zonas boscosas<br />

se encuentra cubierta con bosque tropical<br />

caducifolio y subcaducifolio (Palacio-Prieto et<br />

al. 2000); y f) 48% de la superficie de la entidad<br />

presenta un mosaico creado por los humanos,<br />

compuesto por áreas de agricultura, ganadería y<br />

zonas urbanas (Palacio-Prieto et al. 2000).<br />

Ocho géneros concentran 40 especies (63%);<br />

aquellos que registran más especies son Randia<br />

(10 especies), Bouvardia (6), Crusea (7), Borreria<br />

(5), Arachnotryx (4) y Hamelia (3). Algunos de<br />

los géneros más ricos en especies dentro de<br />

Colima corresponden a los registrados en<br />

México, tales como Randia, Bouvardia y<br />

Arachnotryx.<br />

Existe una diferencia notable con Psychotria, el<br />

género más rico en México y que sólo presenta<br />

dos especies en Colima; esta notable diferencia<br />

podría atribuirse a la ausencia de bosque tropical<br />

lluvioso en Colima, tipo de vegetación en el<br />

cual Psychotria alcanza su mayor radiación. De<br />

las 60 especies registradas, 58 son nativas y dos<br />

introducidas, una de las cuales (Coffea arabica)<br />

es ampliamente cultivada.<br />

Fitogeografía de las rubiáceas<br />

De las 60 especies que se registran para Colima,<br />

24 restringen su distribución al territorio nacional,<br />

pero sólo Arachnotryx manantlanensis es de<br />

distribución muy restringida, ya que ha sido<br />

recolectada solamente en dos o tres municipios<br />

en el estado de Jalisco y en el municipio de Minatitlán<br />

en Colima. Ocho especies extienden su<br />

distribución desde Estados Unidos hasta Sudamérica,<br />

una va desde Estados Unidos a México<br />

sin traspasar la frontera meridional del último,<br />

18 van de México a Panamá o algún país entre<br />

ambos (por lo general incluyendo Las Antillas),<br />

y ocho van desde México hasta Sudamérica.<br />

Cuatro especies traspasan las fronteras del continente<br />

americano, de las cuales dos fueron traídas<br />

de África (Coffea arabica) y Australia<br />

(Dentella repens). Borreria verticillata parece<br />

haber sido llevada de América y se ha naturalizado<br />

en África y Asia, mientras que la distribución<br />

natural de Cephalanthus occidentalis parece<br />

incluir Norteamérica y el sur de Asia. De las<br />

especies endémicas a México la mayor proporción<br />

corresponde a Bouvardia, ya que de las siete<br />

especies registradas para Colima seis de ellas son<br />

endémicas al territorio nacional (apéndice 1) y<br />

cuatro se conocen sólo en la Sierra Madre del<br />

Sur. Borreria nesiotica es una especie endémica<br />

de Baja California y la isla Socorro.<br />

Importancia económica<br />

Los miembros de la familia rubiácea no son tan<br />

importantes económicamente como lo son las<br />

gramíneas, las leguminosas o los pinos, pero<br />

Coffea arabica y C. canephora, que son la fuente<br />

de la bebida denominada café, son el medio de<br />

Rubiáceas (Rubiaceae)<br />

247


subsistencia de alrededor de 100 millones de<br />

personas en el mundo (Heywood et al. 2007).<br />

Además del café se reportan usos para las<br />

siguientes especies de rubiáceas: la quinina<br />

(Cinchona spp.) fue un importante material<br />

profiláctico y curativo, principalmente en el tratamiento<br />

de la malaria; la ipecacuena, derivada<br />

de Carapichea ipecacuanha o algunas especies<br />

de Psychotria, se utiliza como amoebicida,<br />

vomitivo y expectorante, mientras que de<br />

Paucinystalia johimbe se extrae la yombina, la<br />

cual se emplea como afrodisíaco en humanos y<br />

en veterinaria. Hintonia latiflora se utiliza<br />

ampliamente con propósitos curativos, ya que a<br />

su corteza se le atribuyen propiedades anticancerígenas,<br />

cicatrizantes y se dice que en infusión<br />

es un buen estimulador para que salga y<br />

crezca el cabello.<br />

Extractos de especies de Gardenia son insumos<br />

para la industria de la perfumería, mientras que<br />

especies de Bouvardia, Gardenia, Randia,<br />

Serissa, Hedyotis, Crusea, Hamelia, Ixora,<br />

Manettia, Mussaenda, Rondeletia y Warszewicia<br />

son utilizadas con fines ornamentales (Judd<br />

et al. 2002, Heywood et al. 2007). Randia armata<br />

y R. tetracantha se utilizan algunas veces para<br />

cercos vivos, los tallos de Exostema caribaeum y<br />

Solenandra mexicana para postes y morillos,<br />

mientras que a Sommera grandis se le ha observado<br />

como árbol de sombra en casas y cafetales.<br />

El caso de Coffea arabica requiere una mención<br />

especial, pues es la principal especie de Rubiaceae<br />

que se cultiva, la cual, para desarrollarse<br />

adecuadamente y producir frutos, requiere altitudes<br />

entre 600 y 1 200 m y precipitaciones anuales<br />

promedio de 1 500 a 2 500 mm, sin heladas o<br />

sequías prolongadas (Moguel y Toledo 2004). La<br />

cafeticultura en nuestro país se considera como<br />

una actividad fundamental debido a que permite<br />

la integración de cadenas productivas,<br />

genera divisas y empleos, es el modo de subsistencia<br />

de pequeños productores (grupos indígenas),<br />

y tiene un impacto importante sobre la<br />

ecología de los bosques donde se cultiva (Escamilla<br />

et al. 2005).<br />

A nivel internacional, México aporta 5% del<br />

volumen de café, situándose dentro de los cinco<br />

primeros productores, por debajo de países<br />

como Brasil, Colombia, Indonesia y Vietnam,<br />

sin embargo, ocupa el primer lugar como exportador<br />

de café orgánico certificado (Mas et al.<br />

2007). Actualmente, el café se cultiva en 12 estados<br />

de la República Mexicana (Aguirre 1999,<br />

Bolaños et al. 2004, Sistema Producto Café 2006,<br />

Mas et al. 2007), dentro de una superficie aproximada<br />

de 684 000 ha, en 400 municipios e involucrando<br />

alrededor de 487 000 productores<br />

(Sistema Producto Café 2006). En los estados de<br />

Chiapas, Oaxaca y Veracruz se genera 72% de la<br />

producción, 24% en Puebla, Guerrero, Hidalgo y<br />

San Luis Potosí, y el restante 4% se produce en<br />

los estados de Nayarit, Colima, Jalisco, Querétaro<br />

y Tabasco (Mas et al. 2007).<br />

De acuerdo con el Padrón Nacional Cafetalero,<br />

en el 2006 la superficie con este cultivo en Colima<br />

ascendió a 1 279 ha (Sistema Producto Café<br />

2006), y el estado cuenta con dos regiones cafetaleras:<br />

la primera en los municipios de Comala,<br />

Cuauhtémoc y Villa de Álvarez, con 56% de la<br />

superficie; la segunda la constituyen los municipios<br />

de Minatitlán y Manzanillo, con 44% de la<br />

superficie restante. Los rendimientos por hectárea<br />

varían de cuatro a seis quintales (Gordillo<br />

2005, Sistema Producto Café 2006). En el estado<br />

248 DIVERSIDAD DE ESPECIES


se cuenta con 15 organizaciones legalmente<br />

constituidas, de las cuales 12 corresponden a<br />

sociedades de producción, dos a la Unión de Ejidos<br />

y la restante a una empresa integradora (Sistema<br />

Producto Café 2006).<br />

El cultivo del café tiene un impacto importante<br />

sobre los ecosistemas boscosos, ya que si bien es<br />

un cultivo de media sombra, éste se lleva a cabo<br />

en bosque tropical perennifolio, subcaducifolio y<br />

mesófilo de montaña. Sin embargo, a pesar de<br />

que el cultivo del café promueve la conservación<br />

de varias especies del estrato arbóreo superior,<br />

los bosques evidentemente se ven modificados<br />

en su estructura y composición florística (Villavicencio<br />

y Valdez 2003).<br />

Importancia ecológica<br />

Las rubiáceas han evolucionado ecológicamente<br />

con preferencia por las zonas tropicales y húmedas,<br />

donde presentan su mayor riqueza, aunque<br />

algunos géneros están bien diversificados en las<br />

zonas subtropicales o templadas dentro del cinturón<br />

intertropical.<br />

De las 60 especies registradas en el estado, 35 se<br />

han encontrado en un solo tipo de vegetación, 22<br />

en dos o tres, y cuatro se presentan en más de tres<br />

comunidades vegetales. De las especies 50% se<br />

consignan al bosque tropical caducifolio y subcaducifolio,<br />

16% al bosque mesófilo de montaña,<br />

13% a vegetación secundaria, 12% al bosque de<br />

Quercus y el resto al bosque de galería y bosque<br />

de Pinus-Quercus (apéndice 1).<br />

Hay especies que son exclusivas de un tipo de<br />

comunidad vegetal, como Augusta rivalis, la cual<br />

siempre se encuentra ligada a corrientes de agua<br />

en bosque de galería o vegetación riparia. Las<br />

especies de Borreria prefieren la vegetación<br />

secundaria, Exostema caribaeum tiene una marcada<br />

preferencia por el bosque tropical caducifolio,<br />

mientras que Gonzalagunia panamensis la<br />

tiene por el bosque tropical subcaducifolio y<br />

Psychotria horizontalis por el bosque mesófilo de<br />

montaña. Las especies que muestran gran amplitud<br />

ecológica, registrándose en más de tres tipos<br />

de vegetación, incluyen a Guettarda elliptica,<br />

Hamelia xorullensis, Randia aculeata y Richardia<br />

scabra (apéndice 1).<br />

Ecológicamente también debe resaltarse la<br />

importancia de las rubiáceas por sus síndromes<br />

de polinización: las flores han desarrollado<br />

estructuras florales y producción de néctar en<br />

formas muy variadas y especializadas, adecuadas<br />

para ser polinizadas por mariposas, polillas,<br />

moscas, aves y murciélagos (Judd et al. 2002).<br />

Estado de conservación<br />

En la lista roja de la Unión Internacional para la<br />

Conservación de la Naturaleza (uicn), no se<br />

consigna ninguna de las especies de rubiáceas de<br />

Colima. En la Norma Oficial Mexicana nom-<br />

059-semarnat-2010, se señalan Arachnotryx<br />

manantlanensis (Rondeletia manan tlanensis),<br />

Balmea stormae, Bouvardia capitata y B.<br />

loesneriana bajo la categoría de protección<br />

especial, de las cuales sólo B. stormae pasa las<br />

fronteras de México y llega hasta Guatemala, las<br />

tres restantes son endémicas a México y A.<br />

manantlanensis tiene una distribución muy<br />

restringida en Jalisco y Colima.<br />

Rubiáceas (Rubiaceae)<br />

249


La estrategia de conservación de rubiáceas del<br />

estado implica mantener el hábitat en que ellas<br />

se desarrollan. Conservar poblaciones de<br />

Arachnotryx manatlanensis, la especie de distribución<br />

más restringida de las rubiáceas de<br />

Colima, requiere de mantener los escasos bosques<br />

mesófilos que existen en esta entidad federativa<br />

y donde el taxón crece, acompañado de la<br />

estrategia de reproducción de la especie en viveros,<br />

ya que tiene potencial para emplearse como<br />

planta ornamental.<br />

Si consideramos que 50% de las especies de<br />

Rubiaceae de Colima se desarrollan en bosque<br />

tropical caducifolio y subcaducifolio, se requerirá<br />

establecer estrategias de conservación de<br />

estas comunidades vegetales, con lo cual se<br />

garantizará la conservación del hábitat para al<br />

menos la mitad de las especies de rubiáceas de la<br />

entidad.<br />

Teniendo en cuenta la importancia que reviste el<br />

cultivo del café en el estado y las divisas económicas<br />

que genera, es un agroecosistema que<br />

debiera mantenerse, ya que su sistema de cultivo<br />

permite la conservación de cuando menos el<br />

estrato arbóreo y arbustos altos de especies de<br />

varias familias, incluyendo especies de Rubiaceae<br />

de Randia, Arachnotryx y Sommera.<br />

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Rubiáceas (Rubiaceae)<br />

251


Raymundo Ramírez-Delgadillo (†)<br />

Sapindales<br />

Jesús Jacqueline Reynoso-Dueñas<br />

Hilda Julieta Arreola-Nava<br />

Introducción<br />

Las Sapindales son un orden de plantas dicotiledóneas, genéticamente<br />

próximo a las Rosales; en las clasificaciones actuales incluyen, entre otras,<br />

a las familias de cítricos y zapote blanco (Rutaceae), mango y ciruelo<br />

(Anacardiaceae), incienso, copales y papelillos (Burseraceae), caoba y<br />

cedro rojo (Meliaceae), lichis y bolitario (Sapindales), tamarindillo<br />

(Simaroubaceae) y guayacán (Zygophyllaceae).<br />

Este trabajo documenta el conocimiento actual sobre las Sapindales en el<br />

estado. La información presentada es el resultado de la revisión del Herbario<br />

Luz María Villarreal de Puga, del Instituto de Botánica de la Universidad<br />

de Guadalajara (ibug), así como de la consulta de artículos y<br />

monografías de las familias que integran este orden.<br />

Descripción<br />

El orden Sapindales incluye arbustos, algunas veces bejucos o herbáceas.<br />

En el caso de los arbustos presentan cortezas lisas, fisuradas o que<br />

se desprenden en placas, con canales resiníferos, algunos de ellos con<br />

aromas agradables; algunas especies se caracterizan por presentar hojas<br />

compuestas, rara vez simples, con o sin glándulas aromáticas; flores dispuestas<br />

en inflorescencias, ya sea en racimos o panículas, con cáliz y<br />

corola de cinco partes, de color variable pero principalmente blanco,<br />

blanco-amarillento a violeta; poseen dos hileras de estambres, un disco<br />

252<br />

Ramírez-Delgadillo, R., J.J. Reynoso-Dueñas y H.J. Arreola-Nava. 2016. Sapindales. En: La Biodiversidad en Colima.<br />

Estudio de Estado. conabio. México, 252-257.


nectarífero a veces reducido a glándulas internas;<br />

el ovario es súpero, poseen una variedad de<br />

frutos que pueden ser drupas (fruto carnoso<br />

con un solo hueso), cápsula (fruto sincárpico,<br />

seco y usualmente dehiscente), hesperidios<br />

(fruto de los cítricos, es una baya de epicarpio<br />

grueso y esponjoso, dividido en secciones<br />

envueltas en telillas membranosas) o sámaras<br />

(fruto seco indehiscente cuyo pericarpio se<br />

halla extendido a modo de ala a fin de facilitar<br />

su dispersión). Las familias que integran este<br />

orden son ampliamente reconocidas ya que de<br />

ellas se utilizan sus frutos comestibles, como<br />

los cítricos (en especial del limón que es un<br />

fruto muy importante para la región de Tecomán,<br />

Colima), el mango, la ciruela, el lichi, el<br />

zapote blanco o, por su importancia en la ebanistería,<br />

las maderas preciosas como el caso de<br />

la caoba, el cedro rojo, el culebro y el guayacán.<br />

En los sistemas de clasificación tradicionales<br />

más utilizados (Cronquist 1981, 1988), el orden<br />

Sapindales incluye a las familias Burseraceae,<br />

Sapindaceae, Meliaceae, Rutaceae, Simaroubaceae<br />

y Zygophyllaceae. La clasificación más reciente<br />

(APG II 2003), sólo difiere en la familia<br />

Zygophyllaceae que corresponde a Eurosidas I.<br />

Una de las diferencias más importantes es la<br />

inclusión de la familia Julianiaceae como parte<br />

de Anacardiaceae, mientras que en el sistema de<br />

Cronquist, ésta se mantiene separada como una<br />

familia (Cronquist 1981, 1988) (cuadro 1).<br />

Riqueza de especies, endemismos<br />

y estado de conservación<br />

En el mundo, las Sapindales se encuentran integradas<br />

por 15 familias y cerca de 5 400 especies.<br />

Para Colima se contabilizan 46 especies en 31<br />

géneros y seis familias (apéndice 1). No se incluye<br />

a la familia Burseraceae ya que es tratada de<br />

manera separada en este libro. Las familias más<br />

ricas en especies corresponden a las sapindáceas,<br />

CUADRO 1. osición taonómica de las apindales, segn dos dierentes esquemas de clasificación.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Cronquist (1981, 1988) APG 2003<br />

Magnoliophyta<br />

Magnoliopsida<br />

Rosidae<br />

Sapindales<br />

Anacardiaceae, Burseraceae, Meliaceae,<br />

Rutaceae, Julianaceae, Simaroubaceae,<br />

Sapindaceae y Zygophyllaceae<br />

Angiospermas<br />

Eudicotiledóneas<br />

“Core” eudicotiledóneas<br />

Rosidas<br />

Eurosidas II<br />

Sapindales: Anacardiaceae (con Julianaceae), Burseraceae,<br />

Meliaceae, Rutaceae, Simaroubaceae, Sapindaceae<br />

Eurosidas I: Zygophyllaceae<br />

Sapindales<br />

253


con 13 especies en ocho géneros, y las anacardiáceas<br />

con 11 especies en nueve géneros, el resto de<br />

las familias se muestran en el cuadro 2.<br />

CUADRO 2. Riqueza de especies de las Sapindales.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Familia Géneros Especies<br />

Sapindaceae 8 13<br />

Anacardiaceae 9 11<br />

Meliaceae 4 7<br />

Rutaceae 4 6<br />

Simaroubaceae 3 5<br />

Zygophyllaceae 3 4<br />

Respecto a endemismos, los miembros de estas<br />

familias se encuentran restringidos a diferentes<br />

extensiones; 31 especies (68%) de las que constituyen<br />

el orden presentan una distribución amplia<br />

(México, Centro y Sudamérica), 14 (30%) se restringen<br />

al occidente de México (desde Sinaloa<br />

hasta Guerrero) y sólo una especie (2%) se encuentra<br />

restringida a Colima, Jalisco y Michoacán.<br />

Las especies protegidas por la nom-059-semarnat-2010<br />

(semarnat 2010) y que se distribuyen<br />

en el estado incluyen al culebro (Astronium<br />

graveolens, Anacardiaceae) con la categoría amenazada<br />

(A) y al guayacán (Guaiacum coulteri,<br />

Zygophyllaceae) con categoría protección especial<br />

(Pr), ambas especies se distribuyen más allá<br />

de las fronteras de México. Por otra parte, dos<br />

especies se encuentran en el Apéndice II de la<br />

cites: el cóbano Swietenia humilis y el guayacán<br />

Guaiacum coulteri (cites 2008).<br />

Distribución y hábitats<br />

A continuación se describen los tipos de vegetación<br />

asociados a las diferentes familias de Sapindales,<br />

siguiendo los esquemas propuestos por<br />

Rzedowski (1986) y Rzedowski y McVaugh (1966):<br />

Anacardiaceae (incluyendo Julianaceae)<br />

Principalmente formando parte del bosque tropical<br />

caducifolio se encuentran las especies:<br />

Amphipterygium adstringens y A. glaucum (cuachalalates),<br />

Cyrtocarpa procera (copalcojote),<br />

Spondias purpurea (ciruela), S. mombin (jobo) y<br />

Comocladia engleriana (hincha huevos), especies<br />

que se desarrollan en suelos de origen<br />

volcánico, mientras que Pseudosmodigium<br />

perniciosum (hincha huevos) sólo se presenta en<br />

suelos calcáreos. En el bosque tropical subcaducifolio<br />

se presentan Astronium graveolens (culebro)<br />

y S. mombin (jobo). En lo que respecta a los<br />

bosques de Quercus, de coníferas y mesófilo de<br />

montaña, se registra a Rhus terebenthifolia (agritos)<br />

y Toxicodendron radicans subsp. barkleyi<br />

(hiedra venenosa).<br />

Meliaceae<br />

La especies de esta familia forman parte principalmente<br />

del bosque tropical caducifolio, incluyendo<br />

Cedrela salvadorensis, Swietenia humilis<br />

(cóbano) y Trichilia americana (periquillo). En el<br />

bosque tropical subcaducifolio se encuentra<br />

Guarea glabra (ambarito o periquillo), mientras<br />

que Trichilia trifolia subsp. palmeri se encuentra<br />

en sitios de transición (ecotonos) entre el bosque<br />

tropical subcaducifolio y el bosque espinoso.<br />

Cabe hacer notar que tanto Trichilia havanensis<br />

como T. hirta son parte del bosque tropical<br />

caducifolio, pero en ocasiones se localizan en<br />

áreas de ecotono con el bosque de Quercus.<br />

254 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Simaroubaceae<br />

Esta es una familia con especies distribuidas<br />

tanto en la región tropical como templada. En el<br />

bosque tropical caducifolio encontramos a<br />

Alvaradoa amorphoides (sarcillo o tamarindillo)<br />

y Picrasma mexicana, mientras que Recchia<br />

mexicana está presente en sitios cercanos a<br />

dunas costeras. En ecotonos entre el bosque tropical<br />

subcaducifolio y en bosque mesófilo de<br />

montaña, es frecuente encontrar a Picramnia<br />

guerrerensis (cafecillo) y P. antidesma (colorín).<br />

Esta familia en México está integrada por ocho a<br />

nueve géneros y cerca de 23 especies (Medina y<br />

Chiang 2001).<br />

Rutaceae<br />

Especies de esta familia se encuentran formando<br />

parte del bosque tropical caducifolio: Ptelea<br />

trifoliata (palo zorrillo), Casimiroa edulis (zapote<br />

blanco), Zanthoxylum fagara (pochotillo). Por su<br />

parte, Z. insulare y Z. mollissimum forman parte<br />

del bosque tropical subcaducifolio, mientras que<br />

Ptelea trifoliata (palo zorrillo) se encuentra presente<br />

en el ecotono entre el bosque de Quercus y<br />

el bosque tropical caducifolio.<br />

Sapindaceae<br />

Las especies dentro de esta familia se encuentran<br />

formando parte principalmente del bosque tropical<br />

caducifolio, destacan: Cardiospermum<br />

halicacabum, Sapindus saponaria (bolitario),<br />

Thouinia serrata (guayabillo) y varias especies<br />

del género Serjania. En el bosque tropical subcaducifolio<br />

se encuentran las especies Cupania<br />

dentata, C. macrophylla, Paullinia sessiliflora<br />

(guamuchilillo cimarrón), en tanto que<br />

Thouinidium decandrum crece en sitios cercanos<br />

a orillas de arroyos. Dodonaea viscosa (jarilla)<br />

ocupa áreas de ecotono entre el bosque de<br />

Quercus y el bosque tropical caducifolio, encontrándose<br />

de muy frecuete en áreas donde ha<br />

existido disturbio.<br />

Zygophyllaceae<br />

Las especies que integran esta familia son principalmente<br />

tropicales, aunque algunas herbáceas<br />

se localizan formando parte del bosque de Quercus.<br />

En el bosque tropical caducifolio y subcaducifolio<br />

se encuentra Guaiacum coulteri (guayacán),<br />

mientras que en áreas abiertas de estos<br />

tipos de vegetación crecen Kallstroemia maxima,<br />

K. rosei y Tribulus cistoides. Estas últimas especies<br />

pueden encontrarse también en sitios arenosos,<br />

ya sea en áreas perturbadas o como parte de<br />

dunas costeras.<br />

Importancia económica<br />

y ecológica<br />

Especies ponzoñosas<br />

Las especies conocidas como hincha huevos<br />

(Comocladia engleriana y Pseudosmodigium<br />

perniciosum) y la hiedra venenosa (Toxicodendron<br />

radicans), pertenecen a la familia Anacardiaceae<br />

y se conocen por producir reacciones cutáneas<br />

alérgicas al contacto con su corteza y sus hojas,<br />

debido a la presencia de compuestos fenólicos en<br />

las resinas, a eso se debe el nombre que reciben;<br />

causan daño en la forma de dermatitis e hinchazones<br />

que en ocasiones pueden derivar en la hospitalización<br />

del paciente.<br />

Especies comestibles<br />

La mayoría de las familias que integran el orden<br />

Sapindales presentan frutos comestibles que son<br />

de importancia económica local o regional, como<br />

es el caso de la ciruela (Spondias purpurea) cuyos<br />

Sapindales<br />

255


frutos amarillos o rojos son muy apetecidos.<br />

Entre las especies silvestres que son utilizadas<br />

con este fin se cuentan Cyrtocarpa procera (copalcojote),<br />

Spondias purpurea (ciruela) y S. mombin<br />

(jobo) de la familia Anacardiaceae; Casimiroa<br />

edulis (zapote blanco) de la familia Rutaceae, y<br />

menos aprovechada Paullinia sessiliflora (guamuchilillo<br />

cimarrón) de las sapindáceas.<br />

Otros usos<br />

Las especies que presentan un mercado más<br />

amplio por el uso de algunas de sus partes vegetales<br />

con fines medicinales son Amphipterygium<br />

adstringens (cuachalalate) y A. glaucum. Especies<br />

indicadoras de disturbio son Dodonaea viscosa<br />

(jarilla) de las sapindáceas y Ptelea trifoliata (palo<br />

zorrillo) de las rutáceas. Entre las especies que<br />

presentan un uso más industrial tenemos a<br />

Bursera spp. (copales y papelillos). Estos últimos son<br />

también ampliamente usados como cercos vivos.<br />

El resto de las especies que se citan en el apéndice<br />

1 son parte importante en la composición<br />

florística de diferentes tipos de vegetación y por<br />

tal motivo su valor radica en el mantenimiento<br />

del sistema, ya que su papel en la alimentación<br />

de aves y mamíferos es primordial, a su vez éstos<br />

son vectores importantes para su polinización y<br />

dispersión. Otros productos importantes derivados<br />

de miembros de este orden son el cóbano<br />

(Swietenia humilis), por su madera, aunque también<br />

a últimas fechas se está utilizando como<br />

árbol de reforestación en camellones y orillas de<br />

carreteras.<br />

Amenazas y conservación<br />

La importancia del bosque tropical caducifolio<br />

de Colima se refleja en su riqueza y diversidad de<br />

especies de Sapindales. Le sigue en prioridad el<br />

bosque tropical subcaducifolio, los ecotonos<br />

entre el bosque de Quercus y los bosques tropicales,<br />

y en menor medida el bosque mesófilo de<br />

montaña y las dunas costeras.<br />

Dentro de las actividades que ponen en riesgo las<br />

Sapindales de Colima se identifican los cambios<br />

de uso de suelo debidos a exploraciones mineras,<br />

ampliaciones de comunidades y ciudades, turismo<br />

y actividades agropecuarias. Se sugiere tener<br />

mayor rigurosidad en la evaluación de los impactos<br />

ambientales y particularmente en la vegetación,<br />

resultado de la ejecución de proyectos de<br />

muy diversa índole. Como ejemplo referimos a la<br />

industria de la cal: los sitios donde ésta es explotada<br />

frecuentemente presentan un gran número<br />

de endemismos, debido al tipo de suelo tan<br />

especial.<br />

Referencias<br />

cites. Convención sobre el Comercio Internacional<br />

de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.<br />

2015. Apéndices I, II y III. Secretaría de la cites.<br />

En: , última consulta: 10 de marzo de 2015.<br />

Cronquist, A. 1981. An integrated system of classification<br />

of flowering plants. Columbia University Press.<br />

Nueva York. Estados Unidos de América.<br />

——— . 1988. The evolution and classification of<br />

flowering plants. 2a ed. The New York Botanical<br />

Garden. Nueva York. Estados Unidos de América.<br />

256 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Medina L., R. y F. Chiang-Cabrera. 2001. Simaroubaceae.<br />

En: Flora del valle de Tehuacán-Cuicatlán.<br />

Instituto de Biología (ibunam). Universidad Nacional<br />

Autónoma de México (unam). México, D.F.<br />

Rzedowski, J. y R. Mcvaugh. 1966. La vegetación de<br />

Nueva Galicia. Contributions from the University of<br />

Michigan Herbarium 9:1-123.<br />

Rzedowski, J. 1986. La vegetación de México. Limusa.<br />

México, D.F.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

Sapindales<br />

257


Copales y cuajilotes<br />

(Burseraceae)<br />

Rosalinda Medina-Lemos<br />

Introducción<br />

La familia de las burseras comprende 19 géneros y aproximadamente<br />

600 especies en el mundo, de las cuales nueve géneros y 240 especies se<br />

encuentran en América. En México se conocen tres géneros y 110 especies.<br />

Colima tiene registrada la presencia del género Bursera con 23 especies<br />

(Rzedowski et al. 2005); este género se distribuye principalmente en<br />

América y México es el centro primario de diversidad del género.<br />

Descripción<br />

En Colima el género Bursera consiste principalmente de árboles y pocos<br />

arbustos deciduos (excepto B. simaruba) que miden entre cuatro y 12 m<br />

de altura. Los troncos son robustos, de corteza lisa y exfoliante (que se<br />

desprende o desgaja) o no exfoliante; los exfoliantes son muy vistosos<br />

por presentar cortezas de color amarillo, anaranjado o rojo, en cambio<br />

los no exfoliantes generalmente son grises; frecuentemente contienen<br />

resina o aceites aromáticos, o látex lechoso que al entrar en contacto<br />

con el aire se oxida y se vuelve negro, este látex puede ser tóxico. Las<br />

hojas son compuestas, es decir, una o varias veces divididas y de tamaño<br />

medio a grande; el eje al que se unen las partes de la hoja, o folíolos,<br />

puede presentar un crecimiento de tejido similar al de la hoja y formar<br />

un raquis alado. Si los folíolos están unidos directamente al eje se les<br />

dice sésiles, si se unen mediante otro eje a la hoja son peciolados; el<br />

borde de las hojas puede ser entero o presentar dientes y la superficie<br />

258<br />

Medina-Lemos, R. 2016. Copales y cuajilotes (Burseraceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 258-262.


puede ser lisa o tener pelos, son brillantes u opacas.<br />

Las flores por lo común crecen en la porción<br />

terminal de las ramas, son blancas, amarillas o<br />

rojizas, y en general son diminutas, menores de<br />

4 mm de largo, pueden o no presentar glándulas.<br />

Los frutos cuando inmaduros semejan una<br />

drupa, son ligeramente carnosos, verde-rojizos,<br />

al madurar se vuelven leñosos y abren en 2-3<br />

partes para exponer la semilla, la cual está<br />

cubierta por una capa carnosa o pseudoarilo de<br />

color amarillo, anaranjado, rosa o rojo, rara vez<br />

blanquecino, estos colores la hacen atractiva<br />

para las aves, quienes son los principales dispersores<br />

naturales.<br />

Dentro del género Bursera los taxónomos reconocen<br />

dos grandes grupos: la sección Bullockia<br />

(integrada por los árboles de corteza gris que no<br />

exfolia) y la sección Bursera (donde se agrupan<br />

las especies que presentan cortezas exfoliantes<br />

de color rojo, anaranjado o amarillo).<br />

Como estos árboles han estado ligados a la vida<br />

cotidiana de los pobladores de México, desde la<br />

época prehispánica, ya son conocidos bajo los<br />

nombres de copales y cuajiotes. Cuajiote es una<br />

palabra de origen náhuatl, que significa lepra, el<br />

nombre alude al carácter exfoliante de la corteza<br />

de estos árboles porque “se despellejan”. En términos<br />

generales los copales corresponden a los<br />

árboles de corteza lisa y gris (sección Bullockia) y<br />

los cuajiotes (sección Bursera) a los árboles que<br />

desprenden su corteza en colores.<br />

En Colima hay 13 cuajiotes y 10 copales (cuadro<br />

1). Entre los primeros hay tres que son cuajiotes<br />

amarillos y 10 son cuajiotes rojos. A estos últimos<br />

también les dan el nombre común de mulatos<br />

en diversas zonas del país.<br />

CUADRO 1. Especies del género Bursera registradas para el estado. () Especies con uso potencial, en lo<br />

referente a la extracción de resinas y aceites esenciales. Fuente: elaboración propia.<br />

Cuajiotes<br />

Copales<br />

Bursera arborea<br />

Bursera bipinnata*<br />

Bursera confusa<br />

Bursera denticulada<br />

Bursera discolor<br />

Bursera fagaroides<br />

Bursera grandifolia<br />

Bursera instabilis<br />

Bursera kerberi<br />

Bursera multijuga<br />

Bursera ovalifolia<br />

Bursera roseana<br />

Bursera schlechtendalii<br />

Bursera citronella*<br />

Bursera copallifera*<br />

Bursera epinnata<br />

Bursera excelsa<br />

Bursera heteresthes<br />

Bursera macvaughiana<br />

Bursera penicillata<br />

Bursera sarcopoda<br />

Bursera trifoliolata<br />

Bursera simaruba<br />

Copales y cuajilotes (Burseraceae)<br />

259


Diversidad<br />

México es el centro primario de diversidad de este<br />

género; de las casi 100 especies que se conocen<br />

hasta ahora en México 23 se han registrado en<br />

Colima (Rzedowski et al. 2005, apéndice 1). Este es<br />

un porcentaje alto, considerando el tamaño relativamente<br />

pequeño del territorio estatal (5 455 km 2 ),<br />

sobre todo si se compara el número de especies de<br />

Colima con la riqueza que presentan los estados<br />

que son varias veces más grandes en superficie,<br />

por ejemplo Nayarit sólo registra 13 especies, Sinaloa<br />

11 y Sonora nueve especies. Sin embargo, es<br />

importante mencionar que el estado está pobremente<br />

explorado, lo cual es evidente al revisar las<br />

colecciones botánicas más grandes del país<br />

(Escuela Nacional de Ciencias Biológicas – encb–,<br />

Instituto Politécnico Nacional –ipn– y Herbario<br />

Nacional –mexu-unam–) donde el material botánico<br />

de la entidad es muy escaso. Por lo tanto, es<br />

probable que otras especies del género, tales como<br />

Bursera ariensis, B. infernidialis, B. palaciosii, B.<br />

ribana y B. vazquezyanesii, estén presentes en el<br />

territorio estatal y aparezcan en futuras exploraciones.<br />

De las 23 especies del estado ninguna es<br />

endémica, sólo B. macvaughiana está restringida<br />

al estado y a áreas adyacentes a Jalisco.<br />

Distribución<br />

La mayor parte de las especies que pertenecen al<br />

género Bursera habitan en el bosque tropical<br />

caducifolio, donde representan a las especies<br />

dominantes del estrato arbóreo, junto con algunas<br />

especies de leguminosas. También se presentan<br />

en el bosque tropical subcaducifolio y en las<br />

zonas de transición de estas comunidades con el<br />

bosque de Quercus.<br />

Las condiciones ambientales donde crecen estas<br />

comunidades son particularmente secas (como<br />

en las llanuras de Tecomán), con lluvias en<br />

verano. Es decir, los lugares donde se encuentran<br />

estas especies cuentan con precipitación solamente<br />

por un periodo de tres meses (precipitación<br />

anual 860 mm), con el resto del año<br />

prácticamente sin lluvias. Ante esta situación la<br />

respuesta de los árboles es mostrar una fenología<br />

decidua, con la cual se economiza eficientemente<br />

el agua almacenada en sus troncos; la ausencia<br />

de follaje baja al mínimo la transpiración y la<br />

fotosíntesis se realiza a través de los troncos. Las<br />

burseras crecen sobre diversos sustratos geológicos<br />

(basálticos, calizos, riolíticos, etc.) y no tienen<br />

preferencia por algún tipo de suelo. Su<br />

distribución no rebasa los 1 900 m de altitud, en<br />

Colima la mayor concentración de especies ocurre<br />

entre 0 y 1 500 msnm (Rzedowski 1986).<br />

Importancia<br />

Estos árboles son usados desde épocas remotas<br />

por los pobladores locales. La mayor parte de los<br />

cuajiotes son utilizados para construir cercas<br />

vivas, ya que tienen la capacidad de propagarse<br />

vegetativamente a partir de estacas. De los copales,<br />

al menos dos especies (Bursera bipinnata y<br />

B. copallifera), se explotan a nivel local para la<br />

extracción de resinas conocidas como incienso o<br />

mirra usadas en ceremonias religiosas. Otro<br />

copal, B. citronella, produce un aceite esencial<br />

muy apreciado por su aroma, que se extrae localmente<br />

a baja escala.<br />

Tanto copales como cuajiotes de la región tienen<br />

gran valor potencial a nivel estatal. Los cuajiotes<br />

pueden ser una muy buena opción para reforestar<br />

260 DIVERSIDAD DE ESPECIES


las áreas donde la vegetación natural del bosque<br />

tropical caducifolio ha desaparecido y donde se<br />

está dando también la pérdida de suelo. Actualmente<br />

los campesinos sólo los utilizan en sus<br />

espacios inmediatos, para formar cercos alrededor<br />

de sus casas o de los corrales para ganado. No<br />

obstante, a nivel estatal son los árboles ideales<br />

para programas de reforestación, dada su facilidad<br />

de propagación por estacas, crecen relativamente<br />

rápido y sus requerimientos de riego son<br />

mínimos. Por otro lado, las resinas y aceites que se<br />

obtienen de los copales tienen un gran valor<br />

comercial a nivel nacional e internacional. En<br />

otras entidades del país son recursos explotados a<br />

gran escala por los pobladores del campo. Los<br />

antecedentes sobre la extracción de aceites de<br />

algunas especies del género Bursera sugieren que<br />

es posible explorar y desarrollar una industria de<br />

productos a partir de ellos, con buen mercado<br />

sobre todo en la industria de la perfumería o en<br />

las novedades de tratamientos de aromaterapia<br />

(Hersch-Martínez y Glass 2006). En otras regiones<br />

del país los habitantes han usado la madera de<br />

varias especies de copal para crear una industria<br />

de artesanías (Hernández-Apolinar et al. 2005).<br />

Situación actual y amenazas<br />

para su conservación<br />

fines ganaderos y establecimiento de monocultivos.<br />

La remoción y quema de la vegetación natural<br />

también se realiza para favorecer a las grandes<br />

constructoras de fraccionamientos residenciales y<br />

zonas hoteleras quienes desarrollan proyectos<br />

turísticos. Al respecto, los estudios de impacto<br />

que requieren las autoridades ambientales para<br />

aprobar proyectos de infraestructura, por ejemplo,<br />

se han convertido en simples trámites que<br />

adquieren la forma de largas listas de nombres de<br />

plantas o animales, cuya afectación será su eventual<br />

destrucción.<br />

Acciones de conservación<br />

Los siguientes aspectos se consideran prioritarios<br />

para promover la conservación de las comunidades<br />

a las que pertenecen las especies de<br />

burseras:<br />

Diseñar e implementar programas de educación<br />

ambiental orientados a apreciar lo que se tiene<br />

en la región. Se propone relacionar las esferas<br />

académicas y de investigación con las instituciones<br />

encargadas de llevar a cabo los programas de<br />

educación ambiental, así como incrementar significativamente<br />

los recursos económicos para su<br />

desarrollo eficaz.<br />

En la actualidad, en todo el país existe la tendencia<br />

de talar los árboles del bosque tropical caducifolio<br />

para dar paso a zonas ganaderas, y Colima<br />

no es la excepción. Lamentablemente el trabajo<br />

conjunto entre las diversas secretarías de Estado<br />

para contrarrestar ese hecho es nulo o muy escaso,<br />

reflejo de ello son las contradicciones entre los<br />

objetivos de los programas oficiales de conservación<br />

y las políticas y programas de desmontes con<br />

Probablemente el aspecto más importante es<br />

conocer los recursos que se tienen para poder<br />

valorarlos. Es necesario que las instancias gubernamentales<br />

locales, u otras instituciones federales<br />

y de investigación, brinden los apoyos<br />

necesarios para dar continuidad a los inventarios<br />

de la flora y la fauna. Esto es particularmente<br />

importante ante la escasez de recursos económicos<br />

para llevar a cabo trabajos de inventarios flo-<br />

Copales y cuajilotes (Burseraceae)<br />

261


ístico o faunístico, los cuales han dejado de<br />

considerarse prioritarios para la ciencia. La atención<br />

que se brinda a otros enfoques, como la elaboración<br />

y utilización de bases de datos, no debe<br />

utilizarse como argumento para no destinar<br />

recursos a los estudios de inventarios florísticos<br />

y faunísticos.<br />

Conclusiones<br />

Debe protegerse a todas las especies del género<br />

Bursera, por ser un grupo principalmente mexicano,<br />

es decir, “patrimonio de la humanidad”;<br />

que corresponde cuidar a todos los ciudadanos.<br />

Son los árboles dominantes del bosque tropical<br />

caducifolio y su tala por intereses ganaderos<br />

“temporales” fomenta la pérdida de biodiversidad<br />

y suelo. Es relevante la elaboración de planes<br />

de manejo bien planteados para la explotación<br />

de las especies que ofrecen diversos productos y<br />

reditúen así en beneficios económicos a las<br />

poblaciones locales, ello si se hace una explotación<br />

racional (madera, resina y aceites). A nivel<br />

local la población rural reconoce propiedades<br />

medicinales en la corteza o frutos de varios<br />

árboles, pero esta información se está perdiendo<br />

por la la falta de transmisión oral, de padres a<br />

hijos.<br />

Referencias<br />

Hernández-Apolinar, M., T. Valverde y S. Purata.<br />

2005. Demography of Bursera glabrifolia, a tropical<br />

tree used Norfolk woodcrafting in southern Mexico:<br />

an evaluation of its management plan. Forest<br />

Ecology and Management 223:139-151.<br />

Hersch-Martínez, P. y R. Glass. 2006. Linaloe: un reto<br />

aromático. Diversas dimensiones de una especie<br />

mexicana Bursera linanoe. Instituto Nacional de<br />

Antropología e Historia (inah). México.<br />

Rzedowski, J. 1986. La vegetación de México. Limusa.<br />

México, D.F.<br />

Rzedowski, J., R. Medina-Lemos y G. Calderón de<br />

Rzedowski. 2005. Inventario del conocimiento<br />

taxonómico, así como de la diversidad y del endemismo<br />

regionales de las especies mexicanas de<br />

Bursera (Burseraceae). Acta Botánica Mexicana<br />

70:85-111.<br />

262 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Moráceas<br />

(Moraceae)<br />

Guillermo Ibarra-Manríquez<br />

Guadalupe Cornejo-Tenorio<br />

Introducción<br />

Moraceae es una de las familias de angiospermas más características de<br />

las zonas tropicales de la Tierra. A pesar de que la delimitación taxonómica<br />

de la familia ha sido considerada tradicionalmente compleja, se<br />

estima que contiene 37 géneros, de 1 050 a 1 100 especies, con 19 géneros<br />

y cerca de 270 especies en el Neotrópico (Berg 2001, Datwyler y Weiblen<br />

2004). Si bien las moráceas se localizan en diversos tipos de vegetación,<br />

por ejemplo en manglares, bosques templados y selvas tropicales, es en<br />

estas últimas donde se les considera de mayor importancia, ya que destaca<br />

por su número de géneros o especies, así como por su abundancia o<br />

el aporte de biomasa de sus miembros, particularmente los pertenecientes<br />

al género Ficus. La familia se distribuye en los cinco reinos fitogeográficos<br />

reconocidos para nuestro planeta: Australiano, Cabo, Holártico,<br />

Neotropical y Paleotropical. Berg (1977) discute que considerando las<br />

formas primitivas y avanzadas de las flores e inflorescencias y la evolución<br />

de las formas de crecimiento, el orden Urticales, al cual pertenecen<br />

las moráceas, se originó en los bosques tropicales húmedos de baja altitud.<br />

Las especies de Moraceae presentan diferentes tipos de usos para los<br />

humanos. Varios géneros nativos a México, por ejemplo Poulsenia o<br />

Pseudolmedia, poseen especies con frutos comestibles. Algunas especies<br />

originarias del continente asiático poseen también frutos comestibles,<br />

como el árbol del pan (Artocarpus spp.), el higo (Ficus carica) o la mora<br />

(Morus alba), esta última es más conocida porque sus hojas alimentan al<br />

Ibarra-Manríquez, G. y G. Cornejo-Tenorio. 2016. Moráceas (Moraceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 263-270.<br />

263


gusano de seda. En México se ha documentado<br />

que varias especies son maderables (Poulsenia<br />

armata y el tomatillo, Pseudolmedia glabrata),<br />

forrajeras o medicinales (Ficus spp. o Brosimum<br />

alicastrum). En México no puede dejar de mencionarse<br />

la extracción tradicional de látex (hule<br />

cimarrón), obtenido de Castilla elastica. Finalmente,<br />

Brosimum alicastrum presenta usos<br />

ornamentales, así como varias especies asiáticas<br />

del género Ficus, entre las que pueden citarse el<br />

laurel (F. benjamina o F. microcarpa) y el hule<br />

(F. elastica).<br />

La mayoría de las especies de esta familia<br />

son arbóreas, aunque también se encuentran<br />

hemiepífitas, arbustos, trepadoras y hierbas. La<br />

propuesta más aceptada para delimitar taxonómicamente<br />

a Moraceae fue basada en los tipos<br />

de inflorescencia (Corner 1962). A la luz de múltiples<br />

atributos morfológicos, biogeográficos y<br />

de adn, Sytsma et al. (2002) coinciden en delimitar<br />

cinco tribus, aunque recientemente Datwyler<br />

y Weiblen (2004) modificaron la ubicación de<br />

ciertos géneros: a) Artocarpae con siete géneros<br />

(en México se encuentran Artocarpus y Clarisia)<br />

y 69 especies; b) Castilleae con 11 géneros<br />

(Castilla, Poulsenia y Pseudolmedia) y 58 especies;<br />

c) Dorstenieae con ocho géneros (Brosimum<br />

y Dorstenia) y 128 especies; d) Ficeae, conformada<br />

únicamente por el género Ficus, con 750<br />

especies y e) Moreae con 10 géneros (Maclura,<br />

Morus, Sorocea y Trophis) y 87 especies.<br />

Si bien la mayoría de las especies de Moraceae<br />

son leñosas (solamente 10% son hierbas, en su<br />

mayoría pertenecientes al género Dorstenia), es<br />

necesario destacar que es posible observar<br />

variantes de crecimiento muy interesantes en los<br />

árboles. Para empezar las especies pueden reproducirse<br />

una vez que alcanzan 2 m de altura, aunque<br />

el tamaño máximo de éstas puede alcanzar<br />

hasta 12 m (por ejemplo, miembros del género<br />

Trophis). Sin embargo, la mayoría de las moráceas<br />

son características de los estratos medios y<br />

superiores de las comunidades dominadas fisonómicamente<br />

por árboles, donde pueden alcanzar<br />

hasta 40 m, como las especies emergentes<br />

Brosimum alicastrum, Poulsenia armata o varias<br />

especies del género Ficus.<br />

Berg (2001) indica que cerca de 30% de las especies<br />

de Moraceae (subgénero Urostigma y una<br />

sección del subgénero Sycidium) son hemiepífitas,<br />

es decir, las plantas germinan sobre ramas o<br />

troncos de árboles, desarrollando raíces que una<br />

vez que alcanzan el suelo permiten el crecimiento<br />

de la planta y eventualmente su madurez<br />

sexual (Berg 1990). En esta etapa las especies<br />

pueden coexistir con la planta hospedera o<br />

matarla si el crecimiento es vigoroso, principalmente<br />

por la sombra que produce su copa o bien<br />

porque la proliferación de las raíces presiona<br />

mecánicamente el tronco del hospedero, lo que<br />

impide el transporte de agua y savia a través del<br />

tronco, produciendo su muerte, por lo que<br />

comúnmente estos árboles son llamados matapalos.<br />

Una alternativa más sobre cómo crecen las<br />

hemiepífitas es que germinen y se establezcan<br />

sobre rocas (especies rupícolas). En Moraceae<br />

también se pueden encontrar, aunque en menor<br />

proporción, especies arbustivas y trepadoras<br />

(Berg 2001).<br />

Las estructuras florales sugieren que en la familia<br />

prevalece la polinización por viento y por<br />

insectos (Berg 2001). Entre los casos conocidos<br />

de polinización entomófila destaca indudablemente<br />

la del género Ficus, la cual es realizada por<br />

264 DIVERSIDAD DE ESPECIES


avispas de la familia Agaonidae, una interacción<br />

obligada y beneficiosa para ambos interactuantes,<br />

ya que las avispas dependen exclusivamente<br />

del higo para su desarrollo y reproducción, en<br />

tanto que las flores de los ficus no pueden producir<br />

frutos sin la cooperación de los insectos<br />

(Wiebes 1979, Berg 1990, 2001, Weiblen 2002,<br />

Cook y Rasplus 2003).<br />

Por otro lado, es posible encontrar cinco tipos de<br />

dispersión para las infrutescencias o frutos de las<br />

moráceas (Berg 2001): a) por agua (hidrocoria, en<br />

varias especies de Ficus); b) en las plumas de aves<br />

o el pelo de los mamíferos (epizoocoria en<br />

Trymatococcus amazonicus o Ficus spp.); c) por<br />

hormigas (mirmecocoria, en varios miembros de<br />

Ficus); d) por expulsión del endocarpo en las drupas<br />

que se abren para dejar expuestas “las semillas”<br />

(autocoria, en plantas de los géneros<br />

Antiaropsis, Dorstenia o Streblus) y e) por ingestión<br />

de vertebrados (endozoocoria, en Brosimum,<br />

Clarisia, Ficus o Pseudolmedia). Los tres primeros<br />

vectores son raros y el grueso de la familia puede<br />

ser incluida dentro de las categorías de autocoria y<br />

endozoocoria. Existe amplia literatura que documenta<br />

la gran importancia de este último fenómeno<br />

en la diversidad y estructura en las<br />

comunidades vegetales, particularmente de las localizadas<br />

en los trópicos (Andresen 1999, Shanahan<br />

et al. 2001, Harrison 2005).<br />

Diversidad en México<br />

En México se han registrado 43 especies de<br />

moráceas, distribuidas en 11 géneros. Dentro del<br />

continente americano, el número de géneros en<br />

México es intermedio, ya que los valores mínimos<br />

se han registrado en Argentina y en los países<br />

del Caribe, en tanto que el valor máximo se<br />

presenta en Ecuador y Costa Rica. Sin duda<br />

alguna la mayor diversidad de especies de Moraceae<br />

se localiza en Sudamérica, destacando Brasil<br />

con 208 especies, una cifra que sobrepasa<br />

ampliamente a las obtenidas en el resto de los<br />

países americanos (cuadro 1). Considerando la<br />

tendencia natural a la diversificación que se presenta<br />

en la familia, el género Ficus es el que más<br />

especies contiene (68.7%). En el cuadro 1 se<br />

observa que, independientemente del país que se<br />

compare, este género es el de mayor relevancia,<br />

con proporciones que van desde 28.8% en Brasil,<br />

hasta 71.4% en Honduras. Para el Neotrópico,<br />

Berg (2001) reconoce ocho subdivisiones fitogeográficas<br />

para Moraceae, incluyendo el sureste<br />

de México, noroeste de Centroamérica (Guatemala)<br />

y las Grandes Antillas, con 41 especies<br />

endémicas.<br />

En México, el género más diverso de la familia es<br />

Ficus, con 22 especies (Ibarra-Manríquez et al.<br />

2012), seguido por Dorstenia y Trophis, con cinco<br />

y cuatro especies, respectivamente. Al igual que<br />

la familia, las especies de Ficus han sido registradas<br />

en los cinco reinos biogeográficos reconocidos<br />

para las plantas en el mundo (Australiano,<br />

Cabo, Holártico, Neotropical y Paleotropical).<br />

Con excepción de Dorstenia y Trophis, presentes<br />

en el reino Neotropical y Paleotropical, el resto<br />

de los géneros nativos de Moraceae mexicanos<br />

tienen una distribución restringida al reino Neotropical<br />

(Brosimum, Castilla, Clarisia, Maclura,<br />

Morus, Poulsenia, Pseudolmedia y Sorocea). El<br />

número de especies de Moraceae restringidas a<br />

México es de mediana cuantía (11.6%), con cinco<br />

especies: Dorstenia excentrica, D. uxpanapana,<br />

Ficus lapathifolia, F. petiolaris, F. pringlei y<br />

Trophis noraminervae.<br />

Moráceas (Moraceae)<br />

265


A nivel de los estados de México, si se compara la<br />

riqueza florística de Moraceae entre los estados<br />

que se consideran más diversos y los vecinos con<br />

Colima, se reportan de seis a 11 géneros, esta<br />

última cifra registrada en Veracruz (cuadro 1).<br />

CUADRO 1. Número de géneros y especies de Moraceae, indicando las especies pertenecientes al género<br />

Ficus para dierentes países del continente americano (tandley y teyermar , dams , Molina ,<br />

urger , Drcy , rao y arucchi , Carauta et al. , iogier , rgensen y eónne<br />

, uloaga y Morrone , alic et al. , ool y tevens ) y algunos estados de Mico.<br />

País o estado (km 2 ) Géneros Especies Especies de Ficus / (%)<br />

Sudamérica<br />

Argentina 6 17 7 (41.2)<br />

Brasil 17 208 60 (28.8)<br />

Ecuador 18 120 54 (45.0)<br />

Perú 17 112 44 (39.3)<br />

Centro y Norteamérica<br />

Belice 8 36 22 (61.1)<br />

Guatemala 13 53 27 (50.9)<br />

Costa Rica 18 75 39 (51.3)<br />

Honduras 9 35 25 (71.4)<br />

México 11 45 22 (48.8)<br />

Nicaragua 13 58 33 (56.9)<br />

Panamá 16 41 22 (53.6)<br />

El Caribe<br />

República Dominicana 6 17 7 (41.2)<br />

Jamaica 7 11 7 (63.6)<br />

México<br />

Colima (5 607) 6 20 13 (65.0)<br />

Chiapas (73 023) 9 34 18 (52.9)<br />

Jalisco (78 628) 7 22 13 (59.1)<br />

Michoacán (58 994) 7 18 12 (66.6)<br />

Oaxaca (92 294) 10 31 15 (48.3)<br />

Veracruz (68 237) 11 32 17 (53.1)<br />

266 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Diversidad<br />

Las moráceas se encuentran representadas en el<br />

territorio colimeño por seis géneros nativos que<br />

incluyen 20 especies, 13 de las cuales pertenecen<br />

a Ficus (apéndice 1). Con base en la distribución<br />

potencial de Castilla elastica, sugerida por Pe -<br />

nnington y Sarukhán (2005), Padilla et al. (2006)<br />

incluyeron esta especie en su inventario de los<br />

árboles de Colima. Sin embargo, a pesar de que<br />

los tipos de vegetación y altitudes donde se ha<br />

registrado esta especie en México se presentan<br />

también en Colima, su presencia en este estado<br />

es poco probable; su distribución conocida en la<br />

vertiente del Pacífico alcanza con certeza solamente<br />

a Chiapas y Oaxaca. Si bien el conocimiento<br />

florístico de Colima empieza a mejorar<br />

en los últimos años (McVaugh 1987, Santana-<br />

Michel et al. 1998, Padilla-Velarde et al. 2006), si<br />

se le compara con otros sitios de México puede<br />

afirmarse que existen escasas recolectas botánicas<br />

de su flora y las moráceas no son la excepción.<br />

Por esta razón se espera que la información<br />

presentada en esta contribución cambie una vez<br />

que se incremente la exploración botánica en la<br />

entidad, sobre todo en lugares con baja perturbación<br />

o alejados de las vías principales de<br />

comunicación.<br />

La riqueza de especies de las moráceas de Colima<br />

equivale a un poco más de la mitad de la que se<br />

encuentra en los estados de Chiapas, Oaxaca o<br />

Veracruz, no obstante las grandes diferencias<br />

que presentan estas entidades respecto a su territorio<br />

(cuadro 1). El número de géneros y especies<br />

en Colima es similar a las de los estados vecinos<br />

de Jalisco y Michoacán, a pesar que estos últimos<br />

también son considerablemente más grandes<br />

en superficie. El patrón de dominancia<br />

florística ejercido por Ficus en los estados mexicanos<br />

es análogo al encontrado a una escala continental<br />

y en general en toda la familia Moraceae,<br />

con la mayor dominancia registrada en Michoacán<br />

y Colima (cuadro 1). No es de extrañar<br />

entonces que este género haya ocupado la tercera<br />

posición entre los registrados para la flora arbórea<br />

de Colima (Padilla-Velarde et al. 2006).<br />

Las moráceas colimeñas han sido registradas en<br />

ocho tipos de vegetación. Debido probablemente<br />

a su mayor superficie con respecto a otros tipos<br />

de coberturas vegetales, en el bosque tropical<br />

caducifolio se presentan 12 especies, siguiendo<br />

en relevancia el bosque tropical subcaducifolio<br />

con 10 especies. Ficus pertusa y F. velutina son<br />

las que se presentan en más tipos de vegetación,<br />

mientras que siete especies sólo han sido recolectadas<br />

en una sola categoría de vegetación (apéndice<br />

1).<br />

Aunque prácticamente no se dispone de datos<br />

cuantitativos publicados sobre la dominancia de<br />

especies por tipos de vegetación, Padilla et al.<br />

(2008) mencionan tres especies dominantes de<br />

las comunidades vegetales de la localidad Arroyo<br />

Agua Fría (apéndice 1). A nivel fisonómico puede<br />

mencionarse que en el bosque de galería y en los<br />

arroyos de otro tipo de comunidades, como el<br />

bosque mesófilo de montaña o el bosque tropical<br />

subcaducifolio, son frecuentes los individuos de<br />

gran porte pertenecientes a Brosimum alicastrum,<br />

Ficus insipida y F. crocata. En vegetación secundaria<br />

y especialmente en pasturas antropogénicas<br />

para la crianza de ganado, no es raro observar<br />

miembros de Moraceae, particularmente del<br />

género Ficus. Finalmente, en el apéndice 1 se<br />

observa que debido a su sensibilidad a heladas, el<br />

intervalo altitudinal que ocupan las moráceas en<br />

Moráceas (Moraceae)<br />

267


Colima está restringido a altitudes menores de<br />

1 650 msnm (apéndice 1).<br />

Importancia y usos<br />

La importancia económica de las especies nativas<br />

de Moraceae se considera de mediano nivel.<br />

Por ejemplo, si bien es cierto que varias especies<br />

poseen frutos comestibles: Brosimum alicastrum<br />

(ramón), Maclura tinctoria (mora) o varios<br />

miembros de Ficus (amates, matapalos o higueras),<br />

éstos no trascienden a una escala comercial<br />

amplia. Una situación análoga se documenta<br />

para el látex antihelmíntico de algunas especies<br />

de Ficus (por ejemplo F. insipida o F. petiolaris) o<br />

de Brosimum alicastrum. Lo que sí tiene un<br />

manejo más extendido en México son los frutos<br />

y hojas de B. alicastrum y de varias especies de<br />

Ficus, considerados un forraje excelente, especialmente<br />

durante la época de sequía (Pennington<br />

y Sarukhán 2005). A esto obedece su<br />

difundida presencia como árboles de sombra<br />

para el ganado en las praderas que sustituyen a<br />

los bosques tropicales.<br />

Una utilización paralela a lo anterior es el uso de<br />

las especies de Ficus como cercas vivas, ya que<br />

son propagadas por medio de ramas gruesas o<br />

troncos para delimitar las pasturas de ganado.<br />

Algunas moráceas de Colima son consideradas<br />

como maderables, entre las más conocidas están<br />

Brosimum alicastrum, Ficus insipida y Maclura<br />

tinctoria. Finalmente, no es posible obviar la<br />

importancia que Ficus petiolaris (tescalame)<br />

tuvo para la elaboración del famoso papel amate.<br />

Contrario a lo anterior, en ambientes citadinos<br />

como plazas o calles es preocupante la proliferación<br />

excesiva de especies ornamentales tales<br />

como el laurel (Ficus benjamina o F. microcarpa)<br />

o el árbol del hule (F. elastica). Esta práctica tiene<br />

varios inconvenientes, ya que además de tratarse<br />

de especies introducidas (todas originarias de<br />

Asia), su establecimiento afecta severamente las<br />

banquetas o bardas de casas, las cuales son deterioradas<br />

o destruidas por el masivo crecimiento<br />

de raíces de los árboles. La altura que pueden<br />

alcanzar y la masiva copa que desarrollan estas<br />

especies causan problemas sobre instalaciones<br />

eléctricas y las fachadas de las casas, sin olvidar<br />

que estas características dificultan su poda.<br />

Un asunto adicional es que estos individuos son<br />

propagados generalmente por medio de ramas,<br />

lo que sugiere que la diversidad genética de estas<br />

poblaciones es baja y en algún momento podrían<br />

ser atacadas masivamente por alguna plaga, acarreando<br />

un problema sobre las áreas verdes,<br />

como sucedió no hace mucho con las especies de<br />

eucaliptos, las cuales también son exóticas en<br />

México (provienen del continente australiano).<br />

Por lo anterior, una alternativa importante para<br />

disponer de plantas adecuadas para sembrar en<br />

las ciudades del estado sería dirigir la mirada<br />

hacia la flora arbórea nativa, la cual alcanza un<br />

total de 580 especies (Padilla-Velarde et al. 2006,<br />

2008), que representan un gran potencial para<br />

seleccionar plantas con diferentes tamaños, flores<br />

vistosas o con frutos comestibles. En este<br />

sentido, varias especies de moráceas podrían ser<br />

excelentes candidatos para adornar diferentes<br />

ambientes urbanos de las distintas ciudades de<br />

Colima, como por ejemplo, Ficus petiolaris, un<br />

árbol con hermosas hojas con forma de corazón<br />

y un llamativo tronco de color amarillo.<br />

268 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Conservación<br />

Referencias<br />

Hasta el momento no ha sido evaluado el estado<br />

de conservación de ninguna especie de Moraceae<br />

colimense bajo los criterios de la Lista Roja<br />

(uicn 2007). Una revisión de los trabajos de Sanders<br />

(1992), Vázquez et al. (1995) y Cuevas et al.<br />

(2004) indican la presencia de 11 especies de<br />

Moraceae en dos reservas de Colima: Reserva<br />

de la Biosfera Sierra de Manantlán y la de El<br />

Jabalí (apéndice 1).<br />

A pesar de que la presencia de una especie en un<br />

área protegida no necesariamente es una garantía<br />

de su persistencia a largo plazo, sí sugiere que<br />

el grado de amenaza a la conservación de estas<br />

especies es comparativamente menor a las que se<br />

encuentran fuera de algún marco de protección.<br />

Es alentador que dos especies conocidas sólo<br />

para México (Ficus pringlei y Trophis noraminervae)<br />

cuenten con registros para la Reserva de la Biosfera<br />

Sierra de Manantlán, aunque queda pendiente<br />

la protección a nivel estatal de otra especie<br />

endémica, Ficus petiolaris. La importancia de<br />

esta reserva en la conservación de la flora de<br />

Colima también fue destacada por Martínez-<br />

Cruz e Ibarra-Manríquez (2012) para los árboles<br />

y lianas del estado.<br />

Finalmente, no puede obviarse que los datos del<br />

apéndice 1 resaltan la importancia biológica del<br />

bosque tropical caducifolio, ya que es el que<br />

mayor cantidad de especies de Moraceae presenta<br />

en Colima, lo cual es un argumento adicional<br />

que justifica su prioridad como un ecosistema<br />

clave para la conservación de la biodiversidad<br />

mundial (Olson y Dinerstein 1998).<br />

Andresen, E. 1999. Seed dispersal by monkeys and<br />

the fate of dispersed seeds in a Peruvian rain forest.<br />

Biotropica 31:145-158.<br />

Berg, C.C. 1977. Urticales, their differentiation and<br />

systematic position. Plant Systematics and Evolution<br />

1:349-374.<br />

——— . 1990. Reproduction and evolution in Ficus<br />

(Moraceae): traits connected with the adequate<br />

rearing of pollinators. Memoirs of the New York Botanical<br />

Garden 55:169-185.<br />

——— . 2001. Moreae, Artocarpeae, and Dorstenia<br />

(Moraceae) with introductions to the family and<br />

Ficus and with additions and corrections to Flora<br />

Neotropica Monograph 7. Flora Neotropica Monograph<br />

83:1-346.<br />

Cook, J.M. y J.Y. Rasplus. 2003. Mutualists with attitude:<br />

coevolving fig wasps and figs. Trends in Ecology<br />

& Evolution 18:241-248.<br />

Corner, E.J.H. 1962. The classification of Moraceae.<br />

Garden Bulletin of Singapore 19:187-252.<br />

Cuevas G., R., S. Koch, E. García M., et al. 2004. Especies<br />

nuevas y descritas de plantas de la Estación<br />

Científica Las Joyas y áreas aledañas. En: Flora y<br />

vegetación de la Estación Científica Las Joyas. R.<br />

Cuevas G. y E. Jardel (eds.). Universidad de Guadalajara<br />

(udg), México, pp. 256-257.<br />

Datwyler, S.L. y G.D. Weiblen. 2004. On the origin<br />

of the fig: phylogenetic relationships of Moraceae<br />

from ndhF sequences. American Journal of Botany<br />

91:767-777.<br />

Harrison, R.D. 2005. Figs and the diversity of tropical<br />

rainforests. BioScience 55:1053-1064.<br />

Ibarra-Manríquez, G., G. Cornejo-Tenorio, N. González-Castañeda,<br />

et al. 2012. El género Ficus L. (Moraceae)<br />

en México. Botanical Sciences 90:389-452.<br />

Martínez-Cruz, J. y G. Ibarra-Manríquez. 2012. Áreas<br />

prioritarias de conservación para la flora leñosa del<br />

Moráceas (Moraceae)<br />

269


estado de Colima, México. Acta Botánica Mexicana<br />

99:31-53.<br />

Mcvaugh, R. 1987. Leguminosae. En: Flora Novo-Galiciana.<br />

Vol. 5. University of Michigan Press. Ann<br />

Arbor, Michigan.<br />

Olson, D.M. y E. Dinerstein. 1998. The global 200: a<br />

representation approach to conserving the Earth’s<br />

most biologically valuable ecoregions. Conservation<br />

Biology 12:502-515.<br />

Padilla-Velarde, E., R. Cuevas, G. Ibarra, et al. 2006.<br />

Riqueza y biogeografía de la flora arbórea del estado<br />

de Colima, México. Revista Mexicana de Biodiversidad<br />

77:271-295.<br />

Padilla-Velarde, E., R. Cuevas-Guzmán y S.D. Koch.<br />

2008. Plantas vasculares y vegetación de la parte<br />

alta del arroyo de Agua Fría, municipio de Minatitlán,<br />

Colima, México. Acta Botánica Mexicana<br />

84:24-72.<br />

Pennington, T.D. y J. Sarukhán. 2005. Árboles tropicales<br />

de México. Universidad Nacional Autónoma<br />

de México (unam)/Fondo de Cultura Económica<br />

(fce). México.<br />

Sanders, A. 1992. A report to the Fundación Ecológica<br />

de Cuixmala on the floristic surveys of 1990-91<br />

of the Cuixmala-Cumbres and El Jabalí reserves in<br />

México. The World Conservation Union.<br />

Santana-Michel, F.J., N. Cervantes y N. Jiménez R.<br />

1998. Flora melífera del estado de Colima, México.<br />

Boletín del Instituto de Botánica de la Universidad<br />

de Guadalajara 6:252-277.<br />

Shanahan, M., S. So, S.G. Compton, et al. 2001. Fig-eating<br />

by vertebrate frugivores: a global review.<br />

Biological Review 76:529-572.<br />

Sytsma, K.J., J. Morawetz, J.C. Pires, et al. 2002. Urticalean<br />

Rosids: circumscription, Rosid ancestry,<br />

and phylogenetics based on Rbcl, Trnl-F, and Ndhf<br />

sequences. American Journal of Botany 89:1531-<br />

1546.<br />

uicn. International Union for Conservation of Nature.<br />

2009. Red List of Threatened Species. En: , última consulta: 29 de septiembre<br />

de 2008.<br />

Vázquez, J.A., R. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995. Flora<br />

de Manantlán. Plantas vasculares de la Reserva<br />

de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jalisco-Colima,<br />

México. sida, Botanical Mycellany 13:1-312.<br />

Weiblen, G.D. 2002. How to be a fig wasp. Annual Review<br />

of Entomology 47:299-330.<br />

Wiebes, J.T. 1979. Co-evolution of figs and their insect<br />

pollinators. Annual Review of Entomology 10:1-12.<br />

270 DIVERSIDAD DE ESPECIES


ESTUDIO DE CASO<br />

ESTUDIO FLORÍSTICO DEL RANCHO EL JABALÍ<br />

Andrew C. Sanders<br />

Mitchell Provance<br />

Introducción<br />

El rancho El Jabalí es una reserva forestal y faunística<br />

privada establecida en 1981; se encuentra<br />

aproximadamente a 22 km (por aire) al norte de<br />

la ciudad de Colima, en las estribaciones suroeste<br />

del volcán de Colima y con altitudes que van de<br />

los 1 000 a los 1 500 msnm. Las coordenadas en<br />

las que se localiza la principal infraestructura<br />

del rancho son 19° 27’ 00” latitud N y 103° 42’ 40”<br />

longitud O. El lindero estatal entre Colima y<br />

Jalisco pasa por la propiedad, estimándose que<br />

menos de dos tercios del rancho pertenecen a<br />

Colima. El área de estudio cuenta con una superficie<br />

aproximada de 5 000 ha, incluyendo al propio<br />

rancho y las áreas circunvecinas. El sitio se<br />

ubica cerca de 10 km al este de la esquina sureste<br />

de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán,<br />

cuya flora está bien documentada (Vázquez et al.<br />

1995).<br />

El volcán de Colima, con su penacho constante de<br />

humo, domina tanto el horizonte hacia el noreste<br />

como las características físicas de los hábitats de la<br />

zona. Pendientes fuertes de material piroclástico<br />

inestable (ceniza volcánica en su mayoría) ocupan<br />

al rancho y la vecindad, todos los suelos locales se<br />

derivan de este sustrato. Debido a la actividad<br />

periódica del volcán, el área está sujeta a lluvias de<br />

ceniza volcánica y a veces a incidencias de erupción<br />

más destructivas. Dos lagos profundos dentro<br />

de calderas antiguas son elementos del paisaje<br />

que han resultado directamente del vulcanismo<br />

en la zona y que tienen una destacada importancia<br />

ecológica. Varias corrientes de agua y arroyos<br />

cruzan el rancho y todos son tributarios del río<br />

Armería. De éstos, los más grandes son el arroyo<br />

El Epazote y el río Cordobán (arroyo Santa Cruz),<br />

ambos tributarios del Arroyo de Lumbre, el cual<br />

pasa cerca del rancho en la vecindad de la ex-hacienda<br />

San Antonio.<br />

En el trabajo de campo se trataron de visitar<br />

todas las localidades del sitio durante varias<br />

temporadas. Durante los tres años que duró este<br />

inventario se recolectaron aproximadamente<br />

3 230 números de plantas vasculares y se hicieron<br />

recorridos en todos los meses, excepto en<br />

abril y diciembre.<br />

Tipos de vegetación<br />

La zona El Jabalí es un área de transición entre la<br />

selva baja caducifolia de las elevaciones más<br />

bajas y los bosques más templados de pino-encino<br />

y bosques mesófilos que se encuentren a mayores<br />

elevaciones. Estas condiciones determinan una<br />

composición florística distinta respecto a lo que<br />

se espera generalmente en una selva tropical o<br />

un bosque templado típicos.<br />

Sanders, A.C. y M. Provance. 2016. Estudio florístico del rancho El Jabalí. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 271-274.<br />

271


Selva de transición<br />

La vegetación dominante de las laderas y algunas<br />

áreas planas es principalmente arborescente.<br />

Las selvas de El Jabalí no coinciden netamente<br />

con ninguna de las clasificaciones reconocidas<br />

de la vegetación, y su composición varía mucho<br />

según las diferencias en el sustrato y en la exposición<br />

al Sol, aún en cortas distancias. La diversidad<br />

de especies arborescentes es moderada (102<br />

registradas) y muchas de ellas se encuentran<br />

como individuos esparcidos. Los árboles incluyen<br />

una mezcla de elementos de bosques caducifolios<br />

de zonas templadas, como Fraxinus sp. y<br />

Juglans sp., y de selva tropical perennifolia, como<br />

Ficus sp. Los dominantes en sitios más planos, o<br />

sitios relativamente húmedos, incluyen a<br />

Fraxinus sp., Salix bonplandiana y Ficus sp.,<br />

algunas veces acompañados por árboles de los<br />

géneros Juglans, Sapindus, Perrottetia o Saurauia.<br />

Algunos arbustos comunes del sotobosque en<br />

sitios húmedos son Ardisia mexicana, Cestrum<br />

glanduliferum y Hedyosmum, los dos últimos<br />

algunas veces llegan a ser árboles. En las laderas,<br />

la composición de la selva tiende a ser dominada<br />

por Ficus, Prunus cortapico, Aphananthe<br />

monoica, Coussapoa, Inga, Clusia pringlei,<br />

Sideroxylon y Sommera. El arbusto dominante<br />

del sotobosque parece ser Urera corallina, aunque<br />

esta especie es más común en claros y sobre<br />

pendientes pronunciadas y poco estables. Otros<br />

arbustos del sotobosque, sobre las laderas, son<br />

Neohintonia monantha, Chiococca y Nectandra.<br />

Lianas y bejucos son comunes en todas partes y<br />

son especialmente conspicuos durante la época<br />

de lluvias. Aunque algunos árboles alcanzan<br />

hasta 30 m; en promedio la altura de la selva<br />

parece ser más cercana a los 10 m. En general los<br />

árboles están colonizados por una gran variedad<br />

de epífitas, incluyendo orquídeas, bromeliáceas,<br />

helechos, cactus del género Epiphyllum, plantas<br />

del género Peperomia y musgos. Dentro de las<br />

áreas arboladas las pendientes más pronunciadas<br />

y por lo tanto más inestables, así como las de<br />

orientación al sur, incluyen más especies caducifolias<br />

arbustivas, junto con bambúes. La vegetación<br />

más arbustiva es semejante a una selva baja<br />

caducifolia. Lysiloma acapulcensis es la especie<br />

arborescente que parece ser dominante sobre las<br />

laderas expuestas, y Clethra lanata, Eysenhardtia<br />

platycarpa y otras especies son menos comunes<br />

o conspicuas.<br />

Áreas perturbadas y pastizales<br />

Estas comunidades son inducidas por la actividad<br />

agrícola y ganadera en El Jabalí y se caracterizan<br />

por la dominancia de especies herbáceas.<br />

Son extensivas en las planicies y los lomeríos<br />

suaves. Tienen relativamente alta frecuencia de<br />

malezas y plantas exóticas, como Cynodon<br />

nlemfuensis, Elephantopus mollis, Conyza<br />

canadensis y Heterotheca inuloides. Las hierbas<br />

nativas más conspicuas en las comunidades<br />

secundarias son Cyperus, Paspalum, Bidens<br />

aequisquama, Erigeron longipes y Lupinus<br />

exaltatus. Los arbustos incluyen a Baccharis<br />

salicifolia, Mimosa albida, Psidium guajava,<br />

Heimia salicifolia y Pluchea salicifolia, en sitios<br />

más húmedos. Los árboles principales son individuos<br />

esparcidos de los géneros dominantes del<br />

bosque de transición del cafetal, especialmente<br />

varias especies de Ficus.<br />

Matorral o sabana de Acacia-Opuntia<br />

En la sección del rancho llamada La Joya, las planicies<br />

y las pendientes ligeras hospedan a una<br />

sabana abierta, dominada por Acacia pennatula,<br />

Bursera bipinnata, Opuntia, Hyptis albida y<br />

272 DIVERSIDAD DE ESPECIES


numerosas gramíneas y hierbas. Aparentemente<br />

este tipo de vegetación resulta, por lo menos en<br />

parte, de la eliminación del bosque para establecer<br />

pastizales.<br />

Matorral de arroyo<br />

En las márgenes de los arroyos mayores, como el<br />

río Cordobán y Arroyo de Lumbre, sólo se<br />

encuentran parches de matorrales efímeros.<br />

Gran parte de las especies en los arroyos son<br />

hierbas o arbustos y árboles de crecimiento<br />

rápido que son capaces de recuperarse rápidamente<br />

de la perturbación ocasionada por los flujos<br />

temporales de agua. Algunos arbustos<br />

característicos de este tipo de vegetación son<br />

Baccharis salicifolia, Dalea leucostachya, Acacia<br />

farnesiana y Crotalaria micans. Las especies de<br />

hierbas presentes incluyen a Porophyllum<br />

punctatum, Cirsium mexicanum, Cyperus odoratus,<br />

Tridax mexicanus y Arenaria lanuginosa.<br />

Cafetal<br />

La producción del café es un componente importante<br />

de la actividad económica en El Jabalí y se<br />

ha practicado en la zona por más de 100 años<br />

(Goldman 1951). El café se cultiva a la sombra de<br />

grandes árboles, una mezcla de especies nativas<br />

e introducidas, principalmente nogal (Juglans<br />

olanchana) y fresno (Fraxinus uhdei), pero también<br />

incluyendo la nuez (Carya illinoensis),<br />

higueras silvestres (Ficus spp.), Inga eriocarpa,<br />

Sideroxylon portoricense, aguacate (Persea<br />

americana) y morera (Morus alba). Hay numerosas<br />

orquídeas epífitas, bromeliáceas y helechos.<br />

El sotobosque es escaso y leñoso pero con<br />

un estrato herbáceo bien desarrollado, dominado<br />

en todas partes por Oplismenus burmannii,<br />

junto con varias especies de la familia Commelinaceae,<br />

Melampodium tepicense, Kalanchoe<br />

pinnata y Sicyos barbatus. Algunos individuos<br />

de los árboles de nuez son muy grandes y cargados<br />

con muchas epífitas, y el hecho de que no<br />

fueron encontrados fuera de los cafetales indica<br />

que el árbol de nuez no es nativo en El Jabalí,<br />

aunque lo es en zonas montañosas mexicanas,<br />

donde su distribución se extiende hacia el sur,<br />

por lo menos hasta la latitud de Colima. Por otra<br />

parte, frecuentemente se encuentra a Fraxinus<br />

uhdei en el bosque natural, retirado de las zonas<br />

cultivadas, razón por la que el fresno es probablemente<br />

nativo de El Jabalí.<br />

Diversidad de especies<br />

El estudio de campo se llevó a cabo entre 1988 y<br />

1991, y resultó en la recolección de 986 especies<br />

de plantas vasculares (apéndice 1). Desafortunadamente,<br />

el conocimiento de la flora de El Jabalí<br />

aún no está completo; en el último día de recolecta<br />

del proyecto todavía se encontraron especies<br />

nuevas para la lista. Todo el material<br />

recolectado en el estudio se ha identificado, por<br />

lo que en este caso no se espera encontrar taxones<br />

adicionales dentro del material existente.<br />

De las 130 familias registradas las que presentan<br />

mayor riqueza de especies fueron Asteraceae<br />

(125 especies), Fabaceae y Poaceae (74 especies<br />

cada una), Orchidaceae (36), Solanaceae (34),<br />

Cyperaceae (33), Euphorbiaceae (22), Rubiaceae<br />

(27), Commelinaceae (28) y Convolvulaceae (19).<br />

Un resumen de las formas de crecimiento de las<br />

plantas encontradas en El Jabalí proporciona los<br />

siguientes resultados: 630 especies (63.9% de la<br />

flora) son hierbas (anuales o perennes, incluyendo<br />

a sufrútices); 108 (11%) son bejucos (anuales<br />

o perennes, incluyendo a lianas); 146 especies<br />

Estudio florístico del Rancho El Jabalí 273


(14.8%) fueron arbustos y 102 son árboles (10.3%).<br />

El predominio evidente de las hierbas se debe a<br />

dos factores: las áreas extensas de pastizal y la<br />

abundancia de epífitas herbáceas. Un solo árbol<br />

comúnmente hospeda alrededor de 20 especies<br />

de helechos herbáceos y otras epífitas. Aún dentro<br />

de la selva, la riqueza de especies de árboles es<br />

menor que la riqueza de especies que cubren sus<br />

ramas y crecen en el suelo debajo de ellos.<br />

En el transcurso de la identificación de los especímenes<br />

recolectados en este estudio se notó con<br />

cierta frecuencia que varias especies, según la<br />

Flora novo-galiciana (McVaugh 1983, 1984, 1985,<br />

1987, 1989, 1993, 2001), no habían sido registradas<br />

para Colima. También varios especialistas notificaron<br />

que algunas de las recolectas realizadas<br />

representaron el primer registro para Colima o<br />

una extensión considerable en la distribución de<br />

varias especies. Aunque no se han revisado los<br />

herbarios nacionales pertinentes, lo anterior<br />

sugiere que el conocimiento colectivo de la flora<br />

de Colima es todavía muy incompleto y que hacen<br />

falta más recolectas, aunado al hecho de que la<br />

flora de El Jabalí es más rica y distintiva de lo<br />

esperado. Otro indicio del carácter distintivo de<br />

la flora de El Jabalí es el hecho de que alrededor de<br />

280 de las especies encontradas (28% de la flora en<br />

total) no se habían registrado en la Reserva de la<br />

Biosfera Sierra de Manantlán (Vázquez et al.<br />

1995), a pesar de la proximidad relativa de los dos<br />

sitios, así como la mayor extensión y diversidad<br />

ecológica y topográfica de la última.<br />

Referencias<br />

Goldman, E.A. 1951. Biological investigations in Mexico.<br />

Smithsonian Miscelaneous Collections 115:1-475.<br />

McVaugh, R. 1983. Gramineae. En: Flora novo-galiciana:<br />

a descriptive account of the vascular plants<br />

of western México. Vol. 14. W.R.E. Anderson (ed.).<br />

The University of Michigan Press. Ann Arbor.<br />

Michigan.<br />

——— . 1984. Compositae. En: Flora novo-galiciana: a<br />

descriptive account of the vascular plants of western<br />

México. Vol. 12. W.R.E. Anderson (ed.). The University<br />

of Michigan Press. Ann Arbor. Michigan.<br />

——— . 1985. Orchidaceae. En: Flora novo-galiciana: a<br />

descriptive account of the vascular plants of western<br />

México. Vol. 16. W.R.E. Anderson (ed.). The University<br />

of Michigan Press. Ann Arbor. Michigan.<br />

——— . 1987. Leguminosae. En: Flora novo-galiciana:<br />

a descriptive account of the vascular plants of western<br />

México. Vol. 5. W.R.E. Anderson (ed.). The<br />

University of Michigan Press. Ann Arbor. Michigan.<br />

——— . 1989. Bromeliaceae to Dioscoreaceae. En:<br />

Flora novo-galiciana: a descriptive account of the<br />

vascular plants of western México. W.R.E. Anderson<br />

(ed.). The University of Michigan Press. Ann<br />

Arbor. Michigan.<br />

——— . 1993. Euphorbiae novo-galiciane revisae.<br />

Contributions from the University of Michigan Herbarium<br />

19:207-239.<br />

——— . 2001. Ochnaceae to Loasaceae. En: Flora novo-galiciana:<br />

a descriptive account of the vascular<br />

plants of western México. Vol. 17. W.R.E. Anderson<br />

(ed.). The University of Michigan Press. Ann Arbor.<br />

Michigan.<br />

Vázquez, J.A., R. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995. Flora<br />

de Manantlán. Plantas vasculares de la Reserva<br />

de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jalisco-Colima,<br />

México. sida, Botanical Mycellany 13:1-312.


S4<br />

Animales invertebrados


Gerarcinus platanus. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

En el grupo de los invertebrados se encuentran aquellas especies que carecen<br />

de un esqueleto óseo; constituyen uno de los grupos biológicos más<br />

diversos en la tierra. En esta sección se aborda el conocimiento de estos<br />

grupos en Colima en cuanto a especies presentes, importancia y amenazas;<br />

además se incluyen los datos más recientes de la abundancia y distribución<br />

de los invertebrados de la entidad.<br />

Los moluscos tienen un cuerpo blando, pueden tener una concha, en<br />

ellos se incluyen almejas, pulpos, caracoles y mejillones, entre otros.<br />

Colima es uno de los estados menos explorados para moluscos, aquí se<br />

reportan 48 taxones terrestres y 451 marinas, riqueza similar a la de<br />

Michoacán. Para crustáceos se han registrado 511 taxones. Otro grupo<br />

de invertebrados de ambientes acuáticos son los equinodermos, incluyen<br />

estrellas, erizos, lirios y pepinos de mar; se han registrado 55 taxones que<br />

representan 10% de esta fauna en los mares mexicanos. El archipiélago<br />

Revillagigedo posee 75% de la diversidad del estado. Isostichopus fuscus<br />

es una especie de pepino de mar que se encuentra en peligro de extinción.<br />

Se han estudiado invertebrados en cavernas, también han sido reportadas<br />

52 taxones de ácaros y 37 de colémbolos, la riqueza de éstos últimos<br />

resulta mayor que la de entidades como Durango y Nuevo León. En el<br />

orden Odonata se incluyen libélulas, con 91 especies, ubicando a Colima<br />

con una proporción alta de especies de este tipo por superficie. Las libé-<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Diversidad de especies. Animales invertebrados. En: La Biodiversidad<br />

en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 277-278.<br />

277


lulas son indicadoras de la calidad del agua y son<br />

depredadoras de otros organismos.<br />

Para la región de Ixtlahuacán se documentan<br />

65 especies de escarabajos, pertenecientes a<br />

cinco familias. Dos especies son únicas de<br />

Colima (Walterius caballeroae y Pseudotelegeusis<br />

jiliotupensis). Otro grupo de escarabajos<br />

Cerambycidae, una de las familias con mayor<br />

riqueza a nivel mundial presenta 8.5% (136 taxones),<br />

poco más de la mitad son endémicas y siete<br />

lo son para las islas Revillagigedo.<br />

De las seis especies endémicas de esfíngidos presentes<br />

en México, dos de ellas son exclusivas de<br />

las islas Revillagigedo.<br />

La última familia de mariposas nocturnas que se<br />

describe es Saturniidae, caracterizada por algunos<br />

de sus especímenes que presentan manchas<br />

en sus alas que despliegan en forma de ojos<br />

para distraer a sus depredadores (subfamilia<br />

Hemileucinae). De las 194 especies que existen<br />

en México, 44 taxones se presentan en Colima,<br />

de ellas 55% son endémicas de México.<br />

Se reportan 85 especies de escarabajos de las familias<br />

Melolonthidae, Scarabaeidae, Trogidae,<br />

Passalidae y Silphidae; 72 taxones en Cerro Grande<br />

en la sierra de Manantlán, ahí se han encontrado<br />

nuevos registros de estas familias para la entidad.<br />

Las abejas pertenecen a la superfamilia Apoidea,<br />

la gran mayoría están presentes en Colima; se<br />

reporta la presencia de cinco familias, 62 géneros<br />

y 101 taxones; la familia Apidae, presenta la<br />

mayor riqueza.<br />

Las “mariposas diurnas” (suborden Rhopalocera)<br />

son un grupo indicador y modelo para el<br />

estudio de fenómenos ecológicos y evolutivos; se<br />

incluyen en ellas seis familias. Se registran 544<br />

taxones que corresponden a 31% de la riqueza<br />

nacional y 3% de la mundial; su riqueza es similar<br />

a la de Nayarit, pero menor a Michoacán y<br />

Jalisco. 17% de las especies presentes en la entidad<br />

son endémicas de México.<br />

Se incluyen tres familias de mariposas nocturnas<br />

(Arctiidae, Sphingiidae y Saturniidae). La<br />

primera tiene una representación de 50 taxones<br />

(8% del nacional), que participan en la polinización<br />

de plantas y algunas son perjudiciales para<br />

plantaciones forestales o agrícolas. La familia<br />

Sphingiidae, es una de las más conocidas en sus<br />

aspectos taxonómicos y ecológicos. Se presentan<br />

56 taxones (29% nacional), y utilizando modelos<br />

de distribución se cree que podrían llegar a 89.<br />

También se incluye un estudio de caso sobre<br />

moscas de la familia Syrphidae en la región<br />

de Ixtlahuacán en el que se encontraron 73 taxones.<br />

Este grupo participa también en importantes<br />

procesos de polinización.<br />

Las amenazas al grupo de invertebrados se<br />

encuentran vinculadas con las sinergias provocadas<br />

por la pérdida o degradación de su hábitat,<br />

derivado del cambio de uso de suelo. La participación<br />

que tienen los invertebrados dentro de las<br />

redes tróficas y sus interacciones es relevante<br />

para el mantenimiento de la diversidad en otras<br />

escalas biológicas. La mayor parte de los estudios<br />

sobre invertebrados se han enfocado en<br />

ambientes templados; se resalta la falta de estudios<br />

en bosques tropicales, los que resultan relevantes<br />

para varios grupos, así como estudios en<br />

los ambientes acuáticos y marinos.<br />

278 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Moluscos marinos<br />

(Mollusca)<br />

Eduardo Ríos-Jara<br />

Alicia Hermosillo-González<br />

Cristian Moisés Galván-Villa<br />

Introducción<br />

Los moluscos son invertebrados protostomados celomados (animales<br />

con celoma cuya boca se forma durante la gastrulación), triblásticos<br />

(poseen tres hojas embrionarias en el desarrollo embrionario temprano),<br />

con simetría bilateral (aunque algunos pueden tener una asimetría secundaria)<br />

y no segmentados. Su cuerpo es blando, pueden o no presentar una<br />

concha y están divididos en cabeza, masa visceral y pie muscular. Además<br />

presentan un órgano de alimentación llamado rádula (formado por<br />

hileras de dientes quitinosos curvos) (figura 1).<br />

FIGURA 1. Imagen microscópica de la rádula de un molusco marino. Foto: Alicia<br />

Hermosillo.<br />

Muchos moluscos fueron utilizados desde tiempos prehistóricos como<br />

alimento, según lo demuestran los restos de conchas encontrados en las<br />

cavernas y albergues en que se guarecieron los hombres primitivos del<br />

Ríos-Jara, E., A. Hermosillo-González y C. M. Galván-Villa. 2016. Moluscos marinos (Mollusca). En: La Biodiversidad<br />

en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 279-287.<br />

279


paleolítico. Los pueblos prehispánicos de México<br />

usaron conchas de moluscos, principalmente de<br />

especies marinas, como ofrendas ceremoniales u<br />

ornamentos en sus enterramientos, para la fabricación<br />

de joyería en forma de tocados, collares,<br />

cinturones, brazaletes y pulseras, de ahí su gran<br />

importancia arqueológica en nuestro país (Gómez-Gastélum<br />

2007). En la actualidad, debido a<br />

su alto valor alimentario los moluscos tienen<br />

relevancia en la acuicultura y en la pesca, además<br />

de que las conchas continúan utilizándose<br />

como piezas decorativas y en la manufactura de<br />

artesanías.<br />

Diversidad y distribución<br />

La biodiversidad marina corresponde a 15% de<br />

la biodiversidad mundial descrita (Reaka-Kudla<br />

1997), es decir, cerca de 280 200 especies. Los<br />

miembros del phylum Mollusca son el grupo de<br />

invertebrados más diversificado, después de los<br />

insectos. Algunas estimaciones del número total<br />

de moluscos actuales indican que existen entre<br />

52 mil y 100 mil especies a nivel mundial<br />

(Purchon 1977, Groombridge y Jenkins 2000,<br />

Bouchet 2006). Su gran variación adaptativa se<br />

manifiesta en el enorme número de hábitats en<br />

los que se pueden encontrar, los cuales incluyen<br />

ambientes terrestres, dulceacuícolas y marinos.<br />

Sin embargo, la mayoría habitan en las zonas<br />

costeras de los mares tropicales.<br />

Los moluscos tienen la mayor diversidad de<br />

todos los filos presentes en los océanos, además,<br />

la malacofauna de zonas tropicales es significativamente<br />

mayor en el Pacífico tropical, principalmente<br />

en el Indo-Pacífico (Bouchet et al.<br />

2002). Gosliner et al. (1996) estimaron que<br />

aproximadamente 60% de todos los invertebrados<br />

marinos de esta región son moluscos.<br />

México presenta gran diversidad de moluscos<br />

ya que su línea de costa es muy extensa, con<br />

aproximadamente 10 000 km; sin embargo, no<br />

existe un inventario completo y actualizado de<br />

las especies de moluscos marinos de México,<br />

aunque muchos trabajos enlistan los grupos<br />

taxonómicos principales y destacan su abundancia<br />

en localidades o regiones específicas. Si<br />

bien es cierto que el número de estudios sobre<br />

su biología y ecología ha aumentado en los últimos<br />

años, la información es aún insuficiente. La<br />

mayor cantidad de datos disponibles se refieren<br />

a las especies encontradas en las playas y en<br />

aguas poco profundas debido a que estos son los<br />

ambientes más accesibles.<br />

Para la costa del Pacífico tropical, norte y centroamericano,<br />

que incluye a México, se han registrado<br />

cerca de 3340 especies de moluscos, la<br />

mayoría son bivalvos y gasterópodos. A pesar de la<br />

reducida longitud de costa, la diversidad conocida<br />

de Colima es considerable y actualmente se tienen<br />

registros de al menos 451 taxones (apéndice 1) distribuidas<br />

en cinco clases y 114 familias (cuadro 1).<br />

Estos números son sólo aproximaciones y hacen<br />

evidente la falta de estudios dirigidos al conocimiento<br />

de la malacofauna de la región, sobre todo<br />

en el caso de los micromoluscos (< 1 cm), de las<br />

especies poco conspicuas (poco visibles o imperceptibles)<br />

y las que habitan a mayores profundidades,<br />

las cuales pueden representar un número<br />

significativo. Como ejemplo de lo anterior podemos<br />

mencionar que para Colima no existen registros<br />

de tres clases de moluscos: Caudofoveata,<br />

Solenogastres y Monoplacophora. Los Caudofoveata<br />

y Solenogastres son poco conspicuos porque<br />

280 DIVERSIDAD DE ESPECIES


sus habitos de vida y forma de gusano los hace<br />

poco visibles durante muestreos convencionales<br />

mientras que los monoplacoforos son de aguas<br />

profundas. Las especies registradas en la costa de<br />

Colima incluyen principalmente formas macrobénticas<br />

(especies grandes que viven sobre el fondo<br />

marino) (figura 2). Estos moluscos se encuentran<br />

en playas rocosas, arenosas, en sistemas estuarinos<br />

y en aguas someras (poco profundas) en sustratos<br />

rocosos y coralinos. En la plataforma continental<br />

se han registrado hasta profundidades cercanas a<br />

los 100 m, y representan aproximadamente 14.5%<br />

del total de especies de moluscos del Pacífico tropical<br />

americano (Keen 1971, Skoglund 1991, 1992) y<br />

1% del total mundial.<br />

Doce géneros constituyen 26.4% de todas las<br />

especies de gasterópodos con cinco o mas especies<br />

cada uno: Crucibulum (9), Lottia (9), Conus (9),<br />

Natica (7), Cantharus (7), Nassarius (6), Hexaplex<br />

(5), Fissurella (5), Turritella (5), Epitonium (5),<br />

Mitrella (5), Olivella (5), Crepidula (5).<br />

En el caso de los bivalvos, tres géneros representan<br />

20.3% de todas las especies registradas:<br />

Anadara (9), Tellina (8), Strigilla (5), Saccella (4)<br />

y Chama (4).<br />

Las playas rocosas y arenosas son el hábitat de la<br />

mayoría de las especies en Colima, aunque un<br />

número importante de moluscos se encuentran<br />

en la zona somera de la plataforma continental<br />

del estado. De manera particular, la laguna de<br />

Cuyutlán tiene una riqueza importante de moluscos<br />

representativos de ambientes estuarinos;<br />

donde se han registrado 66 especies (21 bivalvos,<br />

43 gasterópodos y dos escafópodos).<br />

FIGURA 2. Concha de un molusco marino de la familia<br />

Muricidae (Hexaplex princeps). Foto: Arturo Santos<br />

Crespo.<br />

Aunque algunas especies se encuentran en más<br />

de un tipo de sustrato, la mayoría son exclusivas<br />

de fondos rocosos, aunque algunas habitan en<br />

los fondos suaves de tipo arenoso, arcilloso o<br />

limoso, en fondos coralinos, sobre macroalgas y<br />

otros invertebrados sésiles como corales, hidroideos,<br />

gorgonáceos y esponjas. Las raíces del<br />

mangle rojo (Rhizophora mangle) son el hábitat<br />

principal de algunos bivalvos en la laguna de<br />

Cuyutlán; entre estos destacan los mejillones<br />

Choromytilus palliopunctatus y Mytella strigata,<br />

los cuales viven adheridos a las raíces mediante<br />

unos filamentos proteicos llamados bisos, producidos<br />

por una glándula situada en el pie.<br />

FIGURA 3. Concha de un molusco marino de la familia<br />

Conidae (Conus purpurascens). Foto: Arturo Santos<br />

Crespo.<br />

Mediante los registros de moluscos de la costa de<br />

Colima se puede estimar que aproximadamente<br />

Moluscos marinos (Mollusca)<br />

281


30% de las especies habita en sustratos duros<br />

(rocas, conchas y corales) y 64% en sustratos<br />

suaves (arena, arcilla, limo y fango), mientras<br />

que los sustratos mixtos, las raíces de mangle y<br />

las macroalgas contienen solamente 6% (Hermosillo<br />

et al. 2006).<br />

En las playas rocosas y arenosas, los periodos de<br />

exposición e inmersión debidos al ciclo de<br />

mareas determinan patrones de zonación de las<br />

especies de invertebrados bénticos a través del<br />

intermareal. Estos patrones han sido descritos<br />

para el caso de los moluscos de la costa de<br />

Colima; por ejemplo, Sánchez-González (1989)<br />

registró 83 especies de gasterópodos en cinco<br />

playas rocosas y arenosas de las bahías de Santiago<br />

y Manzanillo.<br />

En general, la abundancia de moluscos disminuye<br />

de la zona intermareal superior hacia la<br />

inferior, mientras que el número de especies<br />

aumenta en esa misma dirección. Además,<br />

muchas de estas especies son exclusivas de un<br />

solo nivel o se encuentran preferentemente en un<br />

solo tipo de microhábitat, como las charcas o las<br />

oquedades y grietas de las rocas. En la zona<br />

supralitoral de las playas rocosas de La Boquita,<br />

Santiago y La Audiencia, se encontraron principalmente<br />

dos especies Nodilittorina aspera y<br />

N. modesta, las cuales fueron muy abundantes;<br />

ambas especies son características de este nivel<br />

litoral en las playas rocosas del Pacífico tropical<br />

mexicano y pertenecen a una de las familias de<br />

gasterópodos más comunes en todo el mundo<br />

(Littorinidae).<br />

En el mesolitoral superior de estas playas las<br />

especies Nerita funiculata y N. scabricosta son<br />

frecuentes y muy abundantes, mientras que en la<br />

zona mesolitoral media aumenta la riqueza de<br />

especies de gasterópodos, aunque con menores<br />

abundancias. Son típicas de este nivel intermareal<br />

las lapas de la familia Fissurellidae, además<br />

de las lapas pulmonadas (orden Pulmonata)<br />

Siphonaria maura y S. palmata y los caracoles<br />

Columbella fuscata, Tegula globulus y Cerithium<br />

maculosum. El mesolitoral inferior presentó<br />

29 especies típicas de este nivel, aunque únicamente<br />

tres fueron abundantes: Thais biserialis,<br />

Opeatostoma pseudodon y Leucozonia cerata.<br />

Finalmente, en la zona infralitoral se recolectaron<br />

12 especies, de las cuales Conus princeps y<br />

nuevamente Thais biserialis tuvieron la mayor<br />

abundancia relativa. Por otro lado, en las playas<br />

arenosas de Miramar y Olas Altas, la riqueza de<br />

especies de gasterópodos es mucho menor,<br />

debido a la homogeneidad del sustrato arenoso<br />

que ofrece un menor número de microhábitats,<br />

además de que el disturbio causado por el hombre<br />

es mayor, sobre todo en estas playas de recreo.<br />

Importancia<br />

La importancia simbólica que los moluscos<br />

marinos tuvieron para los pueblos prehispánicos<br />

se manifiesta por su presencia en las diferentes<br />

ofrendas que se hicieron para honrar los templos<br />

y edificaciones (Velázquez 1999). La gran diversidad<br />

de especies de bivalvos y gasterópodos, en<br />

el fondo de muchas de las ofrendas, junto con<br />

otros organismos marinos como corales, esponjas<br />

y erizos, constituyen recreaciones de los niveles<br />

del cosmos mesoamericano (López-Luján<br />

1993).<br />

Los moluscos se utilizan extensivamente en programas<br />

de supervisión del ambiente marino,<br />

282 DIVERSIDAD DE ESPECIES


La mayoría de los invertebrados marinos de<br />

importancia comercial de Colima son especies<br />

que habitan en la zona litoral, principalmente en<br />

las playas rocosas y arenosas, los esteros y las<br />

lagunas costeras, así como en el sublitoral<br />

somero. La pesca en la región es de tipo artesanal<br />

y en la mayoría de los casos multiespecífica.<br />

Los pescadores dedicados a la captura de invertebrados<br />

realizan esta actividad mediante buceo<br />

semiautónomo, en embarcaciones tipo panga<br />

con motor fuera de borda. Por ejemplo, la pesca<br />

de pulpo está asociada a la de caracoles y langostas,<br />

de manera que esta pesquería multiespecífica<br />

ofrece mayores rendimientos y posibilidades<br />

de mejorar las capturas en diferentes épocas del<br />

año (Ríos-Jara et al. 2004).<br />

FIGURA 4. Concha del molusco marino de la familia<br />

Architectonicidae (Architectonica nobilis).<br />

Foto: Arturo Santos Crespo.<br />

debido a su capacidad de concentrar los agentes<br />

contaminantes a varias profundidades marinas.<br />

Debido a lo anterior es importante determinar<br />

las cantidades de metales en moluscos de uso<br />

común entre la población, con la finalidad de<br />

determinar la presencia y grado de peligrosidad<br />

de los mismos en el ser humano. En Colima, de<br />

manera particular, el ostión de roca (Crassostrea<br />

iridiscens) ha sido usado para evaluar la concentración<br />

de cuatro metales pesados: Plomo (Pb),<br />

Cadmio (Cd), Mercurio (Hg) y Arsénico (As)<br />

(Madrigal et al. 2008).<br />

Muchas especies presentes en los esteros y playas<br />

son aprovechadas por los habitantes ribereños,<br />

debido a que son de fácil extracción, además de<br />

ser muy apreciados por su agradable sabor. La<br />

carne de las lapas, caracoles, almejas, ostiones,<br />

mejillones, quitones y pulpos de esta región, es<br />

usada como alimento y las conchas como piezas<br />

de ornato o artesanías (figura 4). El aprovechamiento<br />

de estas especies para autoconsumo, o su<br />

venta local y regional, forma parte importante de<br />

la economía de los pobladores costeños, aunque<br />

su magnitud no ha sido aun evaluada. Esta actividad<br />

es en ocasiones considerada de subsistencia<br />

entre las temporadas de captura de otros recursos<br />

pesqueros más rentables, incluso se combina con<br />

la agricultura en pequeñas parcelas. Sin embargo,<br />

la mayoría de los pescadores se dedican exclusivamente<br />

a la captura de peces e invertebrados<br />

durante todo el año (Ríos-Jara et al. 2004).<br />

Las principales especies de moluscos capturadas<br />

son los llamados caracoles chinos (géneros Murex,<br />

Hexaplex, Homalocantha, Muricanthus y<br />

Muricopsis), el caracol panocha (Astrea spp.), el<br />

caracol burro (Strombus spp.), el caracol gorrito<br />

(Calyptraea spirata), el caracol calavera (Malea<br />

rigens), el caracol tornillo (Pleuroploca princeps) y<br />

el cambute (Cantharus sp.). Entre los bivalvos destacan<br />

la pata de mula (Anadara spp.), el callo margarita<br />

(Spondylus princeps), la madreperla<br />

(Pinctada mazatlanica), la concha nácar (Pteria<br />

sterna) y el ostión (Crassostrea sp.). Los quitones o<br />

cucarachas de mar (Polyplacophora) son utilizados<br />

para autoconsumo y como carnada por los<br />

pobladores de la región; principalmente las<br />

Moluscos marinos (Mollusca)<br />

283


e species del género Chiton, encontradas en el<br />

intermareal rocoso de playas accesibles (Ríos-Jara<br />

et al. 2001, 2006, Holguín-Quiñones 2006).<br />

Algunas especies son muy escasas, como la lapa<br />

gigante (Scutellastra mexicana), debido a que sus<br />

poblaciones fueron sobreexplotadas en la década<br />

de los setenta y no existen reportes recientes de<br />

su presencia en la costa de Colima. El caracol<br />

púrpura (Plicopurpura pansa), valorado por su<br />

tinte, es otro recurso que fue explotado en algunos<br />

estados del Pacífico central mexicano, en el<br />

pasado (Ríos-Jara et al. 1994, Michel-Morfin et<br />

al. 2002), aunque no existen evidencias de su utilización<br />

en Colima.<br />

Los moluscos pueden ser eventualmente usados<br />

como bioindicadores de contaminación o de<br />

procesos ambientales, también en la selección de<br />

áreas para el establecimiento de reservas marinas<br />

o como agentes en la biorremediación de los<br />

efluentes de tanques acuícolas. Además, son<br />

fuente importante en la industria de productos<br />

cosméticos y farmacéuticos. Este es el caso de los<br />

moluscos opistobranquios, los cuales actualmente<br />

son usados en la investigación de productos<br />

naturales para aislar y producir compuestos<br />

químicos activos que pueden servir como antibióticos<br />

y agentes quimioterapeúticos. Algunas<br />

especies registradas en Colima, como Dolabella<br />

auricularia, son invaluables en investigaciones<br />

biomédicas (Hermosillo et al. 2006).<br />

Amenazas y conservación<br />

Los principales esfuerzos para la conservación<br />

de los invertebrados marinos de Colima deben<br />

ser encaminados hacia la investigación de sus<br />

ecosistemas, hacia la educación ambiental, así<br />

como a la actualización y adecuación de los<br />

mecanismos de regulación y vigilancia en la<br />

extracción y consumo de estos organismos. Al<br />

igual que en otras regiones de México, la principal<br />

preocupación es el deterioro de los ecosistemas<br />

costeros y la consecuente pérdida de la<br />

biodiversidad en todo el litoral colimense.<br />

Para el caso de las especies de importancia<br />

comercial se requieren datos precisos de la actividad<br />

pesquera para conocer las biomasas que<br />

son explotadas. Es necesario actualizar la reglamentación<br />

y evaluar la eficiencia de las artes de<br />

pesca utilizadas en Colima, debido a que la normatividad<br />

para muchas de las especies fue establecida<br />

con base en poblaciones de otras regiones<br />

del Pacífico mexicano. Se requieren mayores<br />

esfuerzos para vigilar que se cumpla con la talla<br />

mínima de captura y las vedas. La acuicultura es<br />

una alternativa que deberá ser considerada para<br />

muchas especies de invertebrados de la costa de<br />

Colima. Es recomendable evaluar los recursos<br />

potenciales y aplicar la tecnología y experiencias<br />

de otras regiones del país.<br />

En la nom-059-semarnat-2010 se incluyen<br />

solamente tres especies de moluscos marinos de<br />

Colima, las cuales se encuentran bajo la categoría<br />

de sujetas a protección especial: Crucibulum<br />

scutellatum (caracol gorrito), Pinctada mazatlanica<br />

(madreperla) y Plicopurpura pansa (caracol de<br />

tinta), esta última endémica de México. Cabe<br />

mencionar, sin embargo, que se han propuesto<br />

correcciones y adiciones a esta norma. En todo el<br />

Pacífico central mexicano, incluyendo la costa<br />

de Colima, hace falta revisar algunas especies para<br />

su posible inclusión en la nom-059-semarnat-2010,<br />

como es el caso del caracol gorrito Calyptraea<br />

284 DIVERSIDAD DE ESPECIES


spirata (Ríos-Jara et al. 2003), los caracoles chinos<br />

de la familia Muricidae y diferentes especies<br />

de cucarachas de mar Chiton spp., entre otras,<br />

las que, junto con otras especies son extraídas<br />

del medio natural sin control alguno.<br />

Existen algunas áreas del litoral colimense que<br />

deben ser objeto de atención especial. La acción<br />

de conservación más obvia sería el manejo adecuado<br />

de las actuales áreas marinas protegidas<br />

de la región, como el archipiélago de Revillagigedo<br />

(recuadro 1), sin cerrarse al turismo o a la<br />

pesca, sino apegándose a planes de manejo específicos<br />

para cada área.<br />

Los manglares de Colima contienen un número<br />

importante de especies de invertebrados que son<br />

característicos de ambientes estuarinos. El deterioro<br />

de estos ecosistemas es evidente; es recomendable<br />

cumplir y hacer cumplir la ley que<br />

protege los manglares y dar seguimiento también<br />

a la contaminación por plaguicidas y materia<br />

orgánica en los ríos y otros cuerpos de agua<br />

estuarinos, sólo así aseguraremos, al mismo<br />

tiempo, la conservación de la biodiversidad y en<br />

consecuencia el bienestar de los seres humanos.<br />

Conclusiones<br />

Es importante conocer, estudiar y conservar a<br />

los moluscos marinos de Colima, debido a su<br />

importancia para el consumo humano, así como<br />

su uso tradicional y artesanal. Además de los<br />

anteriores cabe subrayar los potenciales usos<br />

como bioindicadores y para la industria farmacéutica.<br />

Es además necesario conocer y regular<br />

la explotación pesquera que se hace de estos<br />

organismos, la cual para algunos casos se hace<br />

sin control. A pesar de su evidente diversidad, es<br />

necesario hacer más estudios sistemáticos de la<br />

malacofauna de la entidad en los diferentes sustratos<br />

donde habita, para tomar decisiones que<br />

permitan aprovechar estos organismos de una<br />

manera sustentable que permita su conservación.<br />

CUADRO 1. Número de especies, géneros y familias<br />

por cada clase de moluscos marinos.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Clase Especies Géneros Familias<br />

Bivalvia 148 89 32<br />

Gastropoda 292 175 76<br />

Polyplacophora 2 1 1<br />

Scaphopoda 6 5 3<br />

Cephalopoda 3 2 2<br />

Total 451 272 114<br />

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Moluscos marinos (Mollusca)<br />

285


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286 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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Colección Científica. Vol. 392. inah. México.<br />

RECUADRO 1<br />

Moluscos marinos en el archipiélago de Revillagigedo<br />

Colima cuenta con uno de los sistemas insulares<br />

más importantes de nuestro país, el archipiélago<br />

de Revillagigedo, que representa las únicas islas<br />

oceánicas tropicales en el Pacífico mexicano. De<br />

origen volcánico, este grupo de cuatro islas<br />

(Socorro, Clarión, San Benedicto y Roca Partida)<br />

se encuentra a 720 km de Manzanillo.<br />

Solamente las dos primeras se encuentran habitadas<br />

por personal de la Armada de México<br />

quienes resguardan la soberanía.<br />

gasterópodos y 10 quitones. Una especie de<br />

molusco endémica del archipiélago fue descrita<br />

recientemente y nombrada en honor a la<br />

mayor de las islas: Socorro, es una babosa<br />

marina (nudibranquio), diminuta, de un llamativo<br />

color rojo, que se alimenta de esponjas,<br />

llamada Chromodoris socorroensis (figura 1).<br />

La riqueza biológica de estas islas ha sido objeto<br />

de interés y estudio, con numerosas expediciones<br />

para conocer aspectos biológicos, geológicos<br />

y ecológicos, tanto en tierra como en las<br />

aguas que las rodean. En 1994 fue declarada<br />

área natural protegida por la conanp. Al<br />

hablar de los moluscos marinos de las Revillagigedo,<br />

sorprende que a pesar de su lejanía al<br />

continente no se presente un número mayor de<br />

especies endémicas, mostrando afinidad con la<br />

fauna panámica. En la actualidad se han reportado<br />

222 especies de moluscos: 48 bivalvos, 164<br />

Figura 1. Recientemente se describió la babosa<br />

marina Chromodoris socorroensis, molusco marino<br />

endémico del archipiélago Revillagigedo.<br />

Foto: Alicia Hermosillo González<br />

Moluscos marinos (Mollusca)<br />

287


Moluscos<br />

continentales<br />

(Mollusca)<br />

Edna Naranjo-García<br />

Descripción<br />

Mollusca proviene del latín mollis, que significa blando, y como su nombre<br />

lo indica, estos animales invertebrados tienen como principales características:<br />

un cuerpo blando que puede estar cubierto o no de una concha,<br />

un manto (el tejido que secreta la concha) y una lengua raspadora por<br />

medio de la cual se alimentan (rádula). Viven en el mar, en aguas estuarinas,<br />

sobre la tierra y en aguas salobres o aguas dulces (Boss 1982). Están<br />

representados por las almejas, ostiones, veneras, lapas, pulpos, calamares,<br />

caracoles, babosas, liebres de mar, mejillones, entre muchos otros de formas<br />

muy diversas. Solamente los artrópodos les aventajan en cuanto a su<br />

gran diversidad.<br />

Antecedentes<br />

Los moluscos se conocen desde épocas muy tempranas; se cree que aparecieron<br />

en el precámbrico, ya que existen fósiles con 500 millones de<br />

años de antigüedad. Están emparentados con los gusanos planos<br />

(Platyhelminthes), otros gusanos marinos (Nemertea, Sipuncula,<br />

Echiura), gusanos segmentados (Annelida), otros animales cercanamente<br />

relacionados a los artrópodos (Onychophora y Tardigrada) y con los<br />

artrópodos propiamente (Brusca y Brusca 2003).<br />

Se conocen alrededor de 17 mil especies fósiles de cefalópodos con concha<br />

nautiloide (con la forma del muy conocido molusco Nautilus spp).<br />

288<br />

Naranjo-García, E. 2016. Moluscos continentales (Mollusca). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 288-294.


Los primeros indicios de bivalvos aparecen en el<br />

cámbrico medio temprano, mientras que los<br />

cefalópodos y placas de quitones se localizaron<br />

en el cámbrico superior (Solem 1974).<br />

Existen aproximadamente 100 mil especies de<br />

moluscos vivientes (Solem 1974, Brusca y Brusca<br />

2003). Los moluscos han sido agrupados en siete<br />

clases: Aplacophora (carecen de concha),<br />

Polyplacophora (con ocho placas, quitones),<br />

Monoplacophora (con una concha y lapas segmentadas),<br />

Gastropoda (con las vísceras sobre el<br />

pie, caracoles y babosas) (figura 1), Cephalopoda<br />

(la cabeza sobre el pie, calamares, jibias, pulpos y<br />

nautilos), Bivalvia (con dos valvas, ostiones,<br />

almejas, mejillones) y Scaphopoda (conocidos<br />

como colmillos de elefante marinos) (Solem<br />

1974, Brusca y Brusca 2003).<br />

El inventario de moluscos terrestres de México<br />

es incompleto (Naranjo-García 2003) y Colima<br />

se considera como uno de los estados de la vertiente<br />

del Pacífico menos conocido (Naranjo-<br />

García 1993), a pesar de que existen otros estados<br />

con muy poca información, por ejemplo Tlaxcala<br />

carece de registros. En el presente estudio se<br />

analizó la información actualizada sobre los<br />

moluscos continentales de Colima, con base en<br />

la integración de los datos registrados en la literatura<br />

y la información obtenida de la Colección<br />

Nacional de Moluscos del Instituto de Biología<br />

de la unam. Han sido muy escasos los estudios<br />

sobre moluscos terrestres en Colima, a pesar de<br />

ser una de las entidades con menor superficie<br />

(5 455 km 2 ), la cuarta más pequeña, después del<br />

Distrito Federal, Tlaxcala y Morelos.<br />

Entre 1861 y 1862 el militar y coleccionista húngaro,<br />

John Xantus, fue comisionado a México,<br />

donde colectó varios ejemplares de moluscos en<br />

Colima, entre ellos especies de Opeas colimense,<br />

los cuales fueron descritos posteriormente por<br />

Crosse y Fischer (Fisher y Crosse 1870-1902).<br />

Hacia mediados del siglo xix, a partir de las<br />

colectas de Rolle en Colima, fueron identificadas<br />

varias especies y subespecies de moluscos (Martens<br />

1890-1901, Rolle 1895). Posteriormente,<br />

Pils bry (1896) describió la especie Polygyra<br />

matermontana, aunque no se conoce la identidad<br />

del recolector ni la fecha de colecta.<br />

FIGURA 1. Molusco<br />

subadulto de la familia<br />

Orthalicidae (Orthalichus<br />

sp.). La Huaracha,<br />

Madrid, Colima.<br />

Foto: Manuel Balcázar.<br />

Moluscos continentales (Mollusca)<br />

289


Por su parte, Dall (1926) refiere al científico norteamericano<br />

G. Dallas Hanna como responsable de<br />

la recolecta de moluscos en las islas Revillagigedo<br />

en 1925, al que acompañó personal de la <strong>Comisión</strong><br />

de Pesquerías de los Estados Unidos. De esta<br />

manera, Dall (1926) hace un recuento de nueve<br />

especies de moluscos descubiertas en las islas<br />

hasta ese año, a pesar de las diversas expediciones.<br />

El cuadro 1 muestra un resumen de tales<br />

expediciones, así como de otros viajes relacionados<br />

con la recolecta de moluscos en esas islas.<br />

Biología de la unam exploraron los alrededores<br />

del poblado de Madrid, en Colima, en búsqueda<br />

de moluscos acuáticos, hospederos intermediarios<br />

del tremátodo Paragonimus mexicanus,<br />

parásito de tlacuaches (Didelphys virginiana<br />

californica); registrando el caracol hidróbido<br />

Aroapyrgus allei (Lamothe-Argumedo et al.<br />

1983). En esta exploración se colectaron ejemplares<br />

de moluscos terrestres y dulceacuícolas, ahora<br />

depositados en la Colección Nacional de Moluscos<br />

del Instituto de Biología de la unam.<br />

En 1966, Fred G. Thompson hizo una incursión<br />

en el estado, en la cual describe varias especies,<br />

como Ceochasma phrixina, Dissotropis amplaxis,<br />

Dicrista rugosa, Xenocyclus patulus y Coelostemma<br />

anaclasta (Thompson 1968a, 1968b, 1969, 1971).<br />

Entre 1976 y 1984, parasitólogos del Instituto de<br />

Diversidad y distribución<br />

El total de moluscos continentales registrados<br />

hasta la fecha para Colima es de 44 especies y<br />

nueve subespecies, pertenecientes a 29 géneros<br />

CUADRO 1. Año y persona que exploró alguna región de las islas Revillagigedo. Fuente: Dall 1926, Medina<br />

1957, Adem 1960.<br />

Año Explorador Fuente<br />

1541 Domingo del Castillo Dall (1926)<br />

1772 Miguel Pinto Dall (1926)<br />

1811 Alejando von Humboldt Dall (1926)<br />

1825 Benjamín Novell Dall (1926)<br />

1848 Reeve, quien avistó la erupción del volcán Evermann Dall (1926)<br />

1903 Expedición de la Californian Academy of Science isla Socorro Medina (1957)<br />

1905 Expedición de la Californian Academy of Science isla Socorro Medina (1957)<br />

1925 Expedición de la Californian Academy of Science Dall (1926)<br />

1932 Templeton Crocker expedición de la Californian Academy of Science Dall (1926);<br />

Medina (1957)<br />

1933 Escuela Nacional de Agricultura Medina (1957)<br />

1948 Club Cinegético Colimán Medina (1957)<br />

1954 Universidad de Guadalajara (abril) Medina (1957)<br />

1958 Universidad Nacional Autónoma de México (2 expediciones: enero y abril) Adem (1960)<br />

290 DIVERSIDAD DE ESPECIES


y 23 familias (apéndice 1). Para la región<br />

continental de Colima se han registrado 28<br />

especies de moluscos terrestres (dos de ellas con<br />

dos subespecies) y cuatro especies de moluscos<br />

dulce acuícolas. Las especies terrestres<br />

pertenecen a 17 géneros y las siguientes 13<br />

familias: Eucalodiidae, Heliridae, Holospiridae,<br />

Neocyclotidae, Orthalicidae, Oleacinidae,<br />

Subulinidae, Polygyridae, Xanthonychidae,<br />

Scolodontidae, Succinidae y Vertiginidae. La<br />

mayoría son macromoluscos (mayores a 0.5 mm).<br />

Los micromoluscos están representados por<br />

los géneros: Miradiscops, Thysanophora y<br />

Gastrocopta. Las familias con mayor número de<br />

especies son Orthalicidae (siete especies de los<br />

géneros Drymaeus y Orthalicus).<br />

Las especies de moluscos dulceacuícolas pertenecen<br />

a tres familias: Hydrobiidae, Physidae y<br />

Planorbidae. La primera es del orden Prosobranchia<br />

y las otras dos del orden Pulmonata; se trata de<br />

moluscos muy pequeños (micromoluscos).<br />

En las islas Socorro y Clarión se han registrado<br />

16 especies de moluscos terrestres, pertenecientes<br />

a 14 géneros y 14 familias. Seis de estas<br />

familias no están representadas en la región continental<br />

(Ferussaciidae, Punctidae y Strobilopsidae),<br />

el resto sí (Spiraxidae, Succineidae y Thysanophoridae).<br />

La mayoría de éstos son micromoluscos<br />

(menores a 0.5 mm), excepto por Succinea<br />

(9.0 mm) que es la especie de mayor tamaño.<br />

Sólo el caracol Gastrocopta pellucida (Pfeiffer<br />

1841) es compartido entre Colima continental y<br />

las islas Socorro y Clarión (Dall 1926). Además,<br />

resulta interesante mencionar que cuatro especies<br />

se comparten entre la isla Socorro y las islas<br />

Tres Marías (Caecilioides consobrina prima y<br />

Gastrocopta pellucida con la isla María Madre<br />

y Pseudosubulina evermanni y Guppya<br />

socorroana con la isla María Magdalena) y que<br />

Tornatellides clarionensis, de acuerdo a Pilsbry,<br />

está relacionada con el grupo de Tornatellides<br />

simplex de las islas polinesias, mostrando ligeras<br />

variaciones con especies de Hawai y la Polinesia<br />

(Dall 1926).<br />

Al comparar la información documental obtenida<br />

sobre los moluscos terrestres del estado, con<br />

los datos proporcionados por Naranjo-García<br />

(1993), sobre la fauna de moluscos conocida en<br />

los estados de la vertiente del Pacífico mexicano,<br />

se observa que la fauna malacológica de esta entidad<br />

(contando a las islas Revillagigedo), posee el<br />

mismo número de especies (45) que el estado de<br />

Michoacán. Colima presenta 22 géneros y<br />

18 familias, mientras que Michoacán presenta 32<br />

y 13, respectivamente. Colima forma parte del<br />

núcleo central de los estados de la vertiente del<br />

Pacífico, constituido por Jalisco, Michoacán,<br />

Sinaloa, Nayarit, Colima, Guerrero y Oaxaca; el<br />

estado de Sonora (al norte) y el de Chiapas (al sur)<br />

comparten algunos elementos con ellos; sin<br />

embargo, se separan por tener una fauna asociada<br />

más fuertemente con otras regiones vecinas<br />

(Naranjo-García 1993).<br />

Importancia<br />

La función biológica que tienen los moluscos<br />

terrestres se relaciona con las cadenas alimenticias<br />

y energéticas de las cuales forman parte, además<br />

son formadores de suelo (Wilhelm 1976,<br />

Jones y Shachak 1990) y reducen los compuestos<br />

a componentes más sencillos (Schaefer 1990).<br />

Moluscos continentales (Mollusca)<br />

291


Amenazas y conservación<br />

FIGURA 2. Molusco adulto de la familia Orthalicidae<br />

(Drymaeus sp.). Gruta de San Gabriel, Colima.<br />

Foto: Manuel Balcázar.<br />

Los remanentes de los cuerpos y conchas de los<br />

moluscos integran y reciclan la materia orgánica<br />

como el nitrógeno y el fósforo (Schaefer 1990),<br />

además actúan de forma directa e indirecta sobre<br />

las actividades microbianas del suelo, acelerando<br />

la velocidad de descomposición de la hojarasca<br />

(Jennings y Barkham 1976). Los productos de la<br />

digestión de estos organismos devuelven la materia<br />

orgánica al suelo y promueven la formación<br />

de humus (Szlavecs 1986, Huhta et al. 1988)<br />

(figura 2). Estos productos también son empleados<br />

en la reconstrucción paleoambiental basada<br />

en elementos de morfología, taxonomía, ecología<br />

y distribución de especies vivas (actuales) y bajo<br />

el supuesto de que las especies fósiles tuvieron los<br />

mismos requerimientos, o parecidos, a los de<br />

especies actuales (Limondin 1995, Moine y Rousseau<br />

2002).<br />

A pesar de tener una idea de cuáles y cuántos<br />

moluscos se localizan en Colima, conocemos<br />

muy poco acerca de su distribución. Considerando<br />

ello es de particular importancia conocer la<br />

situación general que guarda el bosque tropical<br />

caducifolio (btc), señalada por Trejo y Dirzo<br />

(2000). Este tipo de vegetación observa una tasa<br />

de deforestación de 2.2% y está sujeta a múltiples<br />

amenazas: el sobrepastoreo, cambio de uso del<br />

suelo, la tala clandestina, los incendios forestales y<br />

la expansión de los centros de población. Estas<br />

perturbaciones a los ecosistemas de Colima afectan<br />

a la fauna que albergan, incluidos los moluscos.<br />

La importancia del btc queda de manifiesto,<br />

tanto por su elevada riqueza biótica como por sus<br />

elevados índices de endemismos.<br />

Por ejemplo, García (2006) en su estudio de la<br />

herpetofauna de las tierras bajas en la vertiente del<br />

Pacífico mexicano localizó focos importantes de<br />

altos niveles de endemismo y riqueza de especies,<br />

destacando, entre otras, gran parte de Colima. Se<br />

considera que otros grupos de vertebrados asociados<br />

con el btc también observan altos niveles de<br />

riqueza de especies y endemismos. Se cree que<br />

esta región tiene especial importancia para inventarios<br />

y estudios sobre la fauna de moluscos<br />

terrestres. Existe la posibilidad de encontrar nuevas<br />

especies de moluscos terrestres para la ciencia,<br />

por lo que es recomendable dar prioridad a la conservación<br />

de los sitios que aún están cubiertos con<br />

vegetación original.<br />

Otras amenazas que han señalado diversos autores<br />

y que afectan también a los moluscos incluyen<br />

a las termoeléctricas (Mellink Bijtel y De la Riva<br />

Hernández 2005) y a los desarrollos costeros<br />

292 DIVERSIDAD DE ESPECIES


(Chávez-Comparan y Macías-Zamora 2006). En<br />

las islas, además de las anteriores se han observado<br />

diferentes amenazas para la fauna nativa;<br />

por ejemplo, los cochinos y conejos introducidos<br />

en la isla Clarión y San Benedicto (Martínez-<br />

Gómez y Jacobsen 2004), así como los gatos y<br />

borregos también introducidos en la isla Socorro<br />

(Martínez-Gómez y Curry 1996). Se sabe que la<br />

fauna introducida en las islas daña la vegetación y<br />

directa e indirectamente a los animales y sus refugios,<br />

como pueden ser los moluscos terrestres.<br />

Conclusiones<br />

Es importante conocer, estudiar y conservar a<br />

los moluscos terrestres debido a su función biológica<br />

en las cadenas tróficas de las cuales forman<br />

parte, así como de los importantes procesos<br />

de descomposición orgánica y formación de<br />

suelo. Es necesario realizar colectas y estudios<br />

sistemáticos para conocer mejor la diversidad y<br />

distribución de especies de este grupo de organismos.<br />

Cabe subrayar que dada esta falta de<br />

conocimiento del grupo, ninguna especie de las<br />

que se han registrado en Colima se enlista en la<br />

nom-059-semarnat-2010.<br />

Referencias<br />

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Moluscos continentales (Mollusca)<br />

293


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Londres.<br />

294 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Estrellas, erizos<br />

y pepinos de mar<br />

(Echinodermata)<br />

Francisco A. Solís-Marín<br />

Alfredo Laguarda-Figueras<br />

Alicia Durán-González<br />

Descripción<br />

Los equinodermos (del griego echinos, espinoso; dermatos, piel) son invertebrados<br />

estrictamente marinos representados por las estrellas de mar<br />

(figuras 1 y 2) y organismos similares como: lirios de mar, estrellas quebradizas<br />

u ofiuros, erizos y pepinos de mar (figura 3). Este grupo de organismos<br />

es un linaje muy antiguo (phylum Echinodermata) no muy distante al<br />

de los cordados (phylum Chordata). Aparentemente el grupo se originó en<br />

el precámbrico y fueron bastante comunes y diversos en el cámbrico temprano,<br />

hace 600 millones de años. Existen aproximadamente 16 clases<br />

extintas de equinodermos, con más de 13 mil especies fósiles descritas que<br />

se agrupan en cinco subphyla, 23 clases y más de 3 100 géneros; muchas de<br />

ellas bastante distintas en su forma con respecto a las actuales; sin embargo,<br />

hasta aquellas formas más primitivas poseían un esqueleto bien desarrollado<br />

y diversos patrones corporales (Pawson 2007).<br />

FIGURA 1 Estrella de mar Mithrodia bradleyi,<br />

habitante de las zonas rocosas.<br />

Foto: Valeria Mas.<br />

Solís-Marín, F.A., A. Laguarda-Figueras y A. Durán-González 2016. Estrellas, erizos y pepinos de mar (Echinodermata).<br />

En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 295-304.<br />

295


presente inventario, el cual representa una fuente<br />

de información fundamental.<br />

FIGURA 2. Estrella de mar Acanthaster planci,<br />

habitante de las zonas coralinas. Foto: Valeria Mas.<br />

Los estudios sobre los equinodermos en Colima,<br />

y en general del Pacífico mexicano, comenzaron<br />

en el siglo XIX con las revisiones de distintas<br />

colecciones zoológicas provenientes de diversas<br />

expediciones en las costas del Pacífico del continente<br />

americano. Destacan los estudios realizados<br />

por el zoólogo norteamericano Alpheus<br />

Hyatt Verrill (1871a, b) sobre material colectado<br />

desde Baja California hasta Panamá, depositado<br />

en el Museum of Comparative Zoology de la<br />

Universidad de Harvard, EUA. Poco después, las<br />

expediciones realizadas por el crucero H.M.S.<br />

Challenger generaron diversas publicaciones<br />

sobre las diferentes clases de equinodermos para<br />

esa zona (Lyman 1879, 1882, Agassiz 1881, Théel<br />

1886, Sladen 1889). Durante 1910 el estadounidense<br />

W.L. Klawe realizó algunas colectas de<br />

ejemplares en las costas de Colima, conformando<br />

así los primeros registros de equinodermos<br />

de aguas someras para el área de estudio.<br />

Más tarde, en 1939, el barco norteamericano<br />

Stranger también realizó algunas colectas de<br />

equinodermos en la zona.<br />

FIGURA 3. Pepino de mar ucumaria flamma,<br />

habitante de las zonas rocosas someras. Foto:<br />

Francisco A. Solís-Marín.<br />

El conocimiento sobre la diversidad de equinodermos<br />

en Colima es limitado (Solís-Marín et al.<br />

1993, Honey-Escandón et al. 2008); sin embargo,<br />

gracias a las exploraciones y a los estudios realizados<br />

en diversas áreas y hábitats de la costa<br />

colimense y lugares aledaños, se ha generado el<br />

Las publicaciones de Ludwig (1905) y H.L. Clark<br />

(1920a, 1920b) se basaron en el material biológico<br />

recogido en las distintas exploraciones realizadas<br />

entre 1899 y 1905 por el buque<br />

oceanográfico Albatros, en el Pacífico central<br />

americano, con algunos registros de las aguas<br />

profundas frente al estado. En ese mismo siglo<br />

varios autores realizaron numerosas revisiones<br />

morfológicas y sistemáticas, entre los que destacan:<br />

Fisher (1906); Caso (1941, 1943, 1944, 1945,<br />

1946, 1948, 1949, 1951, 1954, 1957, 1961, 1962a,<br />

1962b, 1963, 1964, 1965, 1966, 1970a, 1970b,<br />

296 DIVERSIDAD DE ESPECIES


1974, 1975, 1977, 1978, 1980a, 1980b, 1983a,<br />

1983b); H.L. Clark (1940, 1948); Deichmann<br />

(1938, 1941, 1958); Ziesenhenne (1940, 1942);<br />

Domantay (1953); Fell (1962); Maluf (1988);<br />

Hendler (1996); Solís-Marín y Laguarda-Figueras<br />

(1999); y ya en este siglo el estudio de Solís-<br />

Marín et al. (2005).<br />

Existen por lo menos 6 500 especies de equinodermos<br />

que habitan el planeta hoy día. Estas se<br />

agrupan en cinco clases: los crinoideos o lirios<br />

de mar (Crinoidea, aproximadamente 700 especies),<br />

las estrellas de mar (Asteroidea, aproximadamente<br />

1 800), los ofiuroideos (Ophiuroidea,<br />

aproximadamente 2 000), los erizos de mar<br />

(Echinoidea, aproximadamente 900) y los pepinos<br />

de mar (Holothuroidea, aproximadamente<br />

1 200). México alberga una significativa diversidad<br />

de equinodermos. Hasta el momento se han<br />

registrado 643 especies que habitan nuestro mar<br />

territorial, es decir, aproximadamente 10% de las<br />

especies de equinodermos existentes en el planeta<br />

(Solís-Marín et al. 2013).<br />

Es importante recalcar que por su importancia<br />

biogeográfica y faunística, el archipiélago Revillagigedo<br />

ha sido objeto de distintos trabajos y<br />

expediciones de los que se han desprendido<br />

varias listas de equinodermos, tal es el caso de<br />

los trabajos de Caso (1962b), Reyes-Bonilla<br />

(1995) y Frontana-Uribe et al. (2000), entre otros.<br />

Diversidad y distribución<br />

En Colima se han registrado hasta la fecha<br />

59 especies (14 Asteroidea, 14 Ophiuroidea,<br />

13 Echinoidea y 18 Holothuroidea) (apéndice 1),<br />

distribuidas en 39 géneros, 28 familias, 12 órdenes<br />

y cuatro clases (cuadro 1). Los registros de<br />

los equinodermos de Colima varían en un intervalo<br />

que va de los 0 a los 898 m de profundidad,<br />

aunque la mayoría se encuentran en un intervalo<br />

de 0 a 60 m.<br />

Colima posee 10% de la fauna de equinodermos<br />

de los mares mexicanos, que corresponde a 1% de<br />

los equinodermos del planeta. La fauna de equinodermos<br />

del estado es semejante a la de Nayarit,<br />

Guerrero y Michoacán, con las cuales comparte<br />

aproximadamente 90% de sus especies. Más de<br />

90% de los registros de equinodermos en Colima<br />

se encuentran depositados en la colección nacional<br />

de equinodermos Dra. Ma. E. Caso Muñoz, del<br />

CUADRO 1. Número de órdenes, familias, géneros y especies de equinodermos registrados para el estado.<br />

Fuente: elaboración propia, basada en la colección nacional de equinodermos Dra. Ma. E. Caso Muñoz,<br />

del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM y la colección de equinodermos del Museo<br />

Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, Washington, D.C., EUA.<br />

Asteroidea Ophiuroidea Echinoidea Holothuroidea Total<br />

Órdenes 4 1 5 2 12<br />

Familias 9 7 8 4 28<br />

Géneros 10 10 11 8 39<br />

Especies 14 14 13 18 59<br />

Estrellas, erizos y pepinos de mar (Echinodermata)<br />

297


Instituto de Ciencias del Mar y Limnología<br />

(icml) de la unam, y el resto en la colección de<br />

equinodermos del Museo Nacional de Historia<br />

Natural del Instituto Smithsoniano, en Washington<br />

D.C. Las especies que se encuentran con<br />

mayor frecuencia en los litorales de Colima son:<br />

Luidia superba, Astropecten armatus, Pentaceraster<br />

cumingi (figura 4), Pharia pyramidatus (figura<br />

5), Phataria unifascialis, Ophiocoma aethiops,<br />

Ophiocoma alexandri, Eucidaris thouarsii, Diadema<br />

mexicanum, Echinometra vanbrunti, Toxopneustes<br />

roseus (figura 6), Mellita longifissa, Isostichopus<br />

fuscus (figura 7), Holothuria Halodeima<br />

kefersteini, Holothuria Selenkothuria lubrica,<br />

Holothuria Thymiosycia arenicola y H. impatiens,<br />

estas últimas dos especies también se encuentran<br />

distribuidas en el golfo de California y el<br />

caribe mexicano.<br />

El archipiélago Revillagigedo posee 45 especies<br />

registradas de equinodermos, esto es 75% de la<br />

diversidad de Colima. Algunas especies de equinodermos<br />

como el erizo Echinometra oblonga<br />

son de distribución restringida al archipiélago.<br />

Los equinodermos se distribuyen en todos los<br />

mares del planeta. Son especialmente abundantes<br />

en las zonas tropicales y subtropicales, aunque<br />

algunos grupos, como las estrellas de mar y<br />

holoturoideos, alcanzan una gran diversidad<br />

cerca de los polos. Habitan todas las profundidades,<br />

aunque la mayor diversidad se registra entre<br />

los 0 y los 300 m. En las zonas profundas de los<br />

océanos llegan a constituir 90% de la biomasa.<br />

Existe una especialización corporal de estos<br />

organismos de acuerdo con el hábitat que ocupan.<br />

Aunque la mayoría de los holoturoideos<br />

viven en el fondo marino (bentónicos), un buen<br />

número de especies de este grupo son nadadoras<br />

y su corona tentacular se ha transformado<br />

en un velum que usan a manera de paracaídas<br />

para desplazarse en la columna de agua; además,<br />

se conoce una especie que vive entre las bran-<br />

FIGURA 4. Un grupo<br />

de estrellas de mar<br />

Pentaceraster cumingi,<br />

habitante de las zonas<br />

rocosas.<br />

Foto: Valeria Mas.<br />

298 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 5. Estrella de<br />

mar, Pharia pyramidatus,<br />

habitante de las zonas<br />

rocosas. Foto: Francisco<br />

A. Solís-Marín.<br />

quias de un pez óseo (Rynkatropa pawsoni),<br />

beneficiándose de esta condición sin afectar al<br />

pez (comensalismo). Los erizos que viven en la<br />

zona de rompientes están sujetos a las rocas con<br />

ayuda de unas estructuras llamadas pies ambulacrales<br />

suctores, y la forma y disposición de sus<br />

espinas amortigua el golpe de las olas. Los erizos<br />

que habitan a grandes profundidades tienen<br />

la testa más suave y soportan las altas<br />

presiones hidrostáticas que podrían aplastar a<br />

cualquier otro erizo. Las especies que habitan<br />

en las trincheras oceánicas son muy delgadas y<br />

largas, lo que disminuye considerablemente su<br />

peso corporal y les permite vivir sobre fondos<br />

blandos.<br />

FIGURA 6. Erizo de mar, Toxopneustes roseus,<br />

habitante de las zonas rocoso-arenosas.<br />

Foto: Carlos Sánchez Ortiz.<br />

FIGURA 7. Pepino de mar, Isostichopus fuscus,<br />

habitante de las zonas rocosas y someras.<br />

Foto: Valeria Mas.<br />

Estrellas, erizos y pepinos de mar (Echinodermata)<br />

299


Importancia<br />

La importancia ecológica de los equinodermos<br />

radica en el papel que desempeñan en la red trófica<br />

(nicho ecológico), así como en su capacidad<br />

para modificar las condiciones del sustrato en el<br />

que viven (bioturbación). Respecto a su importancia<br />

económica, sobresale el pepino de mar<br />

como uno de los recursos pesqueros de México<br />

poco conocidos, con un mercado importante en<br />

los países asiáticos, en donde se comercializa<br />

deshidratado y se consume principalmente en<br />

sopas y ensaladas. Los pepinos de mar contienen<br />

compuestos químicos utilizados para elaborar<br />

productos farmacéuticos, y otros que poseen<br />

principios activos (holoturinas) capaces de inhibir<br />

el crecimiento de células cancerosas y actuar<br />

directamente sobre las células de la sangre y el<br />

sistema nervioso central de muchos animales<br />

vertebrados. Estas sustancias se están investigando<br />

en diversos laboratorios del mundo, especialmente<br />

de Europa y Asia. En México se han<br />

desarrollado investigaciones sobre los procesos<br />

para la extracción de esas sustancias.<br />

Amenazas y conservación<br />

El Instituto Nacional de Ecología (ine) declaró a<br />

la especie de pepino de mar, habitante de las costas<br />

de Colima, Isostichopus fuscus, según la<br />

nom-059-semarnat-2010, como especie en<br />

peligro de extinción (Herrero-Pérezrul y Chávez<br />

2005, SEMARNAT 2010). Esta especie está incluida<br />

en el catálogo de la Convención sobre el Comercio<br />

Internacional de Especies Amenazadas de<br />

Fauna y Flora Silvestres (cites); sin embargo, no<br />

existen estudios científicos sobre sus poblaciones<br />

que permitan de una manera certera conocer<br />

la situación de esta especie. I. fuscus ha sido<br />

pescada intensivamente por su valor comercial,<br />

por lo que se requiere regular su pesquería.<br />

Se sabe que anualmente se exportan aproximadamente<br />

1 200 toneladas métricas (en peso<br />

húmedo) de pepinos de mar, a diferentes países<br />

de Asia, principalmente a China, donde son utilizadas<br />

para el consumo humano (Purcell et al.<br />

2010). Otras especies de pepinos de mar mexicanos<br />

que acompañan a I. fuscus en su hábitat,<br />

como las del género Holothuria, son utilizadas<br />

en otros países como materia prima para el desarrollo<br />

de productos químicos que alcanzan altos<br />

precios en el mercado.<br />

Conclusiones<br />

Es necesario hacer estudios de los equinodermos<br />

de México y Colima, dada su importancia biológica<br />

y su potencial económico. Se deben realizar<br />

estudios de diversidad y abundancia de estos<br />

organismos para regular el aprovechamiento<br />

que puede estar sufriendo por parte de los pescadores<br />

y que podría amenazar la conservación de<br />

este grupo de organismos de origen ancestral.<br />

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302 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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303


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304 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Ofiuros<br />

(Ophiuroidea)<br />

Francisco A. Solís-Marín<br />

Alicia Durán-González<br />

Lucía Alejandra Hernández-Herrerón<br />

Descripción<br />

El conocimiento sobre la gran biodiversidad de equinodermos del Pacífico<br />

mexicano es considerable gracias a los estudios realizados en sus<br />

diversos hábitats, lo que ha dado lugar a inventarios y otro tipo de trabajos<br />

que representan una invaluable fuente de información para diversos tipos<br />

de estudios (Honey-Escandón et al. 2008).<br />

La clase Ophiuroidea está conformada por equinodermos de vida libre,<br />

que como principal característica presentan un cuerpo de forma circular<br />

aplanada y brazos (generalmente cinco) que salen del mismo. Los ofiuroi-<br />

FIGURA 1. Equinodermo<br />

de la clase Ophiuroidea<br />

(Ophiothrix suensonii).<br />

Foto: Octavio Aburto<br />

Oropeza/<strong>Banco</strong> de<br />

imágenes CONABIO.<br />

Solís-Marín, F.A., A. Durán-González y L.A. Hernández-Herrerón. 2016. Ofiuros (Ophiuroidea). En: La Biodiversidad<br />

en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 305-308.<br />

305


deos se desplazan sobre el fondo marino utilizando<br />

los brazos para reptar por encima de<br />

rocas, arena, coral, algas y otros sustratos (Bejarano-Chavarro<br />

et al. 2004). Existen ofiuros<br />

carroñeros, filtradores, consumidores de partículas<br />

sedimentadas y carnívoros; estos últimos<br />

poseen técnicas de engaño que incluyen la detección,<br />

persuasión y captura, para poder cazar<br />

diferentes tipos de presas (Hendler et al. 1995).<br />

Diversidad<br />

Existen aproximadamente 2 mil especies de ofiuroideos<br />

descritos en el mundo (Pawson 2007) y<br />

México alberga a 193 de ellas (10%) (Solís-Marín<br />

et al. 2013). El estado cuenta con 14 especies<br />

de ofiuros, agrupados en 10 géneros y siete familias<br />

(Solis-Marín et al. 2013 , apéndice 1).<br />

El litoral marino de Colima crea una importante<br />

diversidad de hábitats para la fauna<br />

marina, debido a que es mayormente arenoso,<br />

seguido por un sustrato rocoso y algunos manchones<br />

de coral, mientras que en el archipiélago<br />

Revillagigedo existe una topografía accidentada<br />

intercalada con fondos planos, lo que provee<br />

nuevas condiciones para el desarrollo de<br />

este grupo. La mayoría de las especies de ofiúridos<br />

en Colima han sido recolectadas en fondos<br />

CUADRO 1. Especies de ofiuros. Fuente: elaboración propia basada en la colección nacional de<br />

equinodermos Dra. Ma. E. Caso Muñoz, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMYL-UNAM), y<br />

en la colección de equinodermos del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano,<br />

Washington, D.C., EUA.<br />

Especie<br />

Ophiolepis variegata<br />

Ophiomusium variabile<br />

Ophiocoma aethiops<br />

Ophiocoma alexandri<br />

Ophiocomella ophiactoides<br />

Ophiocomella schimitti<br />

Ophionereis annulata<br />

Ophionereis dictyota<br />

Ophioderma panamense<br />

Ophioderma variegata<br />

Ophiuroconis bispinosa<br />

Ophiacantha moniliformis<br />

Ophiactis savingyi<br />

Ophiothrix spiculata<br />

Hábitat (tipo de sustrato) y profundidad<br />

Sustratos arenosos, entre 13 y 106 m<br />

Entre 267 y 902 m<br />

Sustratos rocosos, arenosos y sobre algas, entre 2 y 12 m<br />

Mismos sustratos que O. aethiops, incluyendo los manchones de coral<br />

a profundidades de 1 a 33 m<br />

Sustratos rocosos y coralinos a profundidades entre 0 y 2 m<br />

Sustratos rocosos y coralinos a profundidades no mayores a 30 m<br />

Entre rocas, arena y algas a una profundidad no mayor a 15 m<br />

Sobre arena, rocas, coral y esponjas a profundidades de 5 a 30 m<br />

Entre rocas, arenas y coral a una profundidad de 2 a 25 m<br />

Mismos sustratos que O. panamense, además de algas a una<br />

profundidad no mayor a 68 m<br />

Solamente en rocas a una profundidad de 7 m<br />

Se encuentra entre los 519 y 1 244 m<br />

En arena, rocas, algas y corales a profundidades no mayores a los 30 m<br />

En arena, rocas, algas y corales, a profundidades de 2 a 96 m<br />

306 DIVERSIDAD DE ESPECIES


someros y sustratos rocosos (33%), arena (29%),<br />

algas (19%), corales (16%) y esponjas (3%). El<br />

cuadro 1 y apéndice 1 muestra una breve descripción<br />

del hábitat de las especies de Colima.<br />

Importancia<br />

A pesar de que los ofiúridos no presentan una<br />

importancia comercial directa, ya sea alimenticia,<br />

como los erizos y pepinos de mar, u ornamental<br />

(souvenir) como las estrellas de mar (pues<br />

pierden su coloración atractiva casi al momento<br />

de ser preparados y secados), son parte fundamental<br />

de la dieta de organismos que sí presentan<br />

una importancia comercial directa, como<br />

cangrejos, estrellas de mar y peces (Hendler et<br />

al. 1995). Los ofiúridos son muy importantes<br />

ecológicamente, ya que además de ser parte primordial<br />

en las redes alimenticias del mar, su presencia<br />

o ausencia en el ambiente marino da<br />

información sobre la calidad ecológica del<br />

mismo; es decir, son organismos indicadores del<br />

sistema (Laguarda-Figueras et al. 2009). En<br />

cuanto a su relevancia económica se sabe que<br />

son vendidos en acuarios como especies de<br />

ornato y su hueva puede ser consumida, como<br />

ocurría desde el siglo xviii en Indonesia (Lunn<br />

et al. 2008).<br />

Amenazas y conservación<br />

La principal amenaza para la conservación de los<br />

ofiuros es la contaminación y el crecimiento de la<br />

industria marítima en el Pacífico mexicano, ya<br />

que modifican las condiciones físicas y químicas<br />

del hábitat, en lapsos generalmente muy cortos.<br />

Actualmente no se conoce la situación real de las<br />

especies de ofiuroideos de Colima, por lo que ninguna<br />

especie se considera amenazada o en peligro<br />

de extinción; sin embargo, es importante recalcar<br />

que a medida que se protejan los ecosistemas<br />

marinos del estado se protegerá asimismo la fauna<br />

de invertebrados de la región. Para mantener a<br />

estos organismos es prioridad conservar su hábitat<br />

y mantener inalteradas, en la medida de lo<br />

posible, las condiciones físicas y químicas, en<br />

áreas con alta diversidad biológica, como los<br />

manglares, la plataforma continental y la zona<br />

marina profunda del estado. La coordinación<br />

entre el gobierno, académicos, sector privado y<br />

público en general hará posible el fortalecimiento<br />

de la investigación y conocimiento sobre esta<br />

fauna tan importante de invertebrados marinos.<br />

Conclusiones<br />

La costa de Colima ha sufrido el impacto de las<br />

actividades humanas vinculadas con los núcleos<br />

de población y los centros de turismo, como<br />

desagües de zonas industriales, contaminación<br />

por hidrocarburos derivados del petróleo, hidrocarburos<br />

aromáticos y clorados, metales pesados,<br />

entre otros, que han afectado directamente<br />

su biodiversidad marina (Lau Cham 1985). Para<br />

enfrentar este tipo de problemas ecológicos es<br />

necesario conocer a detalle los listados faunísticos<br />

en áreas afectadas, a fin de comparar, a corto,<br />

mediano y largo plazo, el grado de deterioro de<br />

sus comunidades.<br />

A pesar de que la diversidad de ofiuroideos en<br />

Colima es baja en comparación con los estados<br />

aledaños (Michoacán y Jalisco), es posible que<br />

estudios posteriores revelen especies endémicas,<br />

dada la peculiaridad de los hábitats marinos<br />

Ofiuros (Ophiuroidea)<br />

307


(profundos y someros) y lagunares del estado. El<br />

poco interés en el estudio de estos organismos<br />

probablemente se debe a que no presentan una<br />

importancia comercial directa. La implementación<br />

de medidas para la conservación de hábitats<br />

únicos en el estado, requiere la unión de esfuerzos<br />

por parte del sector académico y gubernamental.<br />

Estas acciones son de gran importancia<br />

ya que no sólo beneficiarán al grupo zoológico<br />

aquí discutido, sino que indirectamente ayudarán<br />

al restablecimiento de los diversos ecosistemas<br />

marinos del estado.<br />

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Oceanography, Universidad del Estado de Oregón.<br />

Estados Unidos de América.<br />

Pawson, D.L. 2007. Phylum Echinodermata. Zootaxa<br />

1668:749-764.<br />

Solís-Marín, F.A., M.B.I. Honey-Escandón, Ma.D.<br />

Herrero-Pérezrul, et al. 2013. Echinoderms from<br />

Mexico: biodiversity, distribution and current state<br />

of knowledge. En: Echinoderm research and diversity<br />

in Latin America. J.J. Alvarado-Barrientos y<br />

F.A. Solís-Marín (eds.), pp. 11-65.<br />

308 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Crustáceos<br />

marinos<br />

(Crustaceae)<br />

Jesús Emilio Michel-Morfín<br />

Víctor Landa-Jaime<br />

Judith Arciniega-Flores<br />

Descripción<br />

Los crustáceos son un grupo de organismos invertebrados, fundamentalmente<br />

acuáticos, que presentan una gran diversidad de especies, así<br />

como también una amplia variedad de formas y tamaños. Este grupo se<br />

caracteriza, entre otras cosas, por tener un esqueleto formado de quitina<br />

y un estado larvario con un ojo, llamado nauplio. Además, los crustáceos<br />

tienen dos pares de antenas, tres pares de maxilas y mudan periódicamente<br />

para crecer (conabio 2015) (figura 1). Existen desde cangrejos<br />

gigantes, como la Araña del Mar del Japón, que mide con sus patas<br />

extendidas más de tres metros, hasta organismos planctónicos, como los<br />

copépodos que apenas alcanzan unos cuantos milímetros.<br />

FIGURA 1. Cangrejo portúnido de la especie Euphylax dovii. Foto: Jonathan<br />

Soto y Víctor Landa.<br />

Michel-Morfín, J.E., V. Landa-Jaime y J. Arciniega-Flores. 2016. Crustáceos marinos (Crustaceae). En: La<br />

Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 309-319.<br />

309


La gran mayoría de los estudios ecológicos y listas<br />

faunísticas de crustáceos de México, se han<br />

enfocado en el golfo de California (Brusca 1980,<br />

Hendrickx 1985, 1992, Villalobos-Hiriart et al.<br />

1989), siendo una de las zonas más estudiadas.<br />

En contraste, son pocos los ambientes que han<br />

sido estudiados de una manera integral al sur de<br />

la desembocadura del golfo de California y particularmente<br />

en la región de Jalisco, Colima y<br />

Michoacán (Hendrickx y Salgado-Barragán<br />

1991, Illescas-Monterroso et al. 1991, Ríos-Jara<br />

et al. 2001b), al igual que en el golfo de Tehuantepec<br />

(Hendrickx et al. 1997, Hendrickx y Vázquez-Cureño<br />

1998).<br />

Para la costa de Colima se cuenta con algunos<br />

trabajos sobre especies de crustáceos bentónicos,<br />

entre los que destacan las listas taxonómicas<br />

(Hendrickx 1988, Landa-Jaime et al. 1997,<br />

conanp 2004), registros sobre nuevas especies y<br />

ampliaciones de ámbito (García de Quevedo-<br />

Machaín et al. 1997, Hendrickx y Landa-Jaime<br />

1997, Landa-Jaime y Arciniega-Flores 1997,<br />

Poupin y Bouchard 2006), así como trabajos<br />

sobre la ecología de comunidades y poblaciones<br />

(González-Sansón et al. 1997, Arciniega-Flores<br />

et al. 1998, Godínez-Domínguez y González-<br />

Sansón 1998, 1999, Godínez-Domínguez et al.<br />

2009). También se tiene registro de algunos trabajos<br />

de sistemática y ecología sobre crustáceos<br />

en general (Álvarez del Castillo et al. 1992, Hernández-Aguilera<br />

y Martínez-Guzmán 1992,<br />

Holguín-Quiñones et al. 1992, Estrada-Valencia<br />

1999, Arciniega-Flores y Landa-Jaime 2001,<br />

2002, Landa-Jaime et al. 2001, Hernández-Aguilera<br />

2002, Mille-Pagaza et al. 2003, Hendrickx et<br />

al. 2006, Michel-Morfín et al. 2006, Arciniega-<br />

Flores et al. 2008) o pesquerías (Ascencio et al.<br />

1987, Andrade-Tinoco 1998, Salgado et al. 1990).<br />

El presente trabajo es una contribución al conocimiento<br />

de los invertebrados marinos de la<br />

costa de Colima, región del Pacífico Este Tropical<br />

(pet) que algunos autores han considerado<br />

como poco estudiada (Hendrickx 1994) y representa<br />

un complemento y actualización a las listas<br />

de especies generadas previamente para la<br />

misma área de estudio.<br />

Diversidad y distribución<br />

La investigación se realizó con base en una revisión<br />

extensiva de artículos, relacionados con<br />

crustáceos, publicados recientemente para la zona<br />

de estudio, entre los que destacan los de Hernández-Aguilera<br />

y Martínez-Guzmán (1992), Holguín-Quiñones<br />

et al. (1992), Llimas-Gutiérrez<br />

et al. (1993), Landa-Jaime et al. (1997), Hernández-Aguilera<br />

(2002), Mille-Pagaza et al. (2003) y<br />

conanp (2004), tomando como punto de partida<br />

la integración realizada por Hendrickx (1993).<br />

La metodología utilizada en cada uno de los trabajos<br />

citados es variable, incluyendo: colectas<br />

directas en ambientes accesibles en el litoral costero,<br />

uso de embarcaciones oceanográficas, técnicas<br />

de buceo autónomo y el uso de sofisticados<br />

instrumentos de colecta. A los datos compilados<br />

de dichos trabajos se le agregaron nuevos resultados<br />

encontrados en muestreos realizados durante<br />

1997-1999, en las costa de Colima, por parte de la<br />

Universidad de Guadalajara. Estas colectas se realizaron<br />

mediante arrastres camaroneros entre 20<br />

y 80 m de profundidad.<br />

Como una primera estimación de la diversidad<br />

de las especies de crustáceos de Colima, el apéndice<br />

1 presenta una actualización de las especies<br />

310 DIVERSIDAD DE ESPECIES


para la región sureste del Pacífico tropical mexicano,<br />

que comprende las costas de Jalisco,<br />

Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y el<br />

archipiélago Revillagigedo (región III, denominada<br />

así por Hendrickx 1993).<br />

De un listado inicial de 457 especies de crustáceos<br />

citadas en 1993 para esta región, este apéndice<br />

muestra una actualización de 512, de las cuales<br />

230 han sido recolectadas en el estado, incluyendo<br />

el archipiélago Revillagigedo, siendo consideradas<br />

55 de éstas como nuevos registros para la<br />

región III (cuadro 1). La presencia del archipiélago<br />

Revillagigedo es importante para la biodiversidad<br />

de esta entidad, ya que de 143 especies<br />

registradas como insulares, existen cinco especies<br />

endémicas: Tyche clarionensis, Mithrax clarionensis,<br />

Trapezia tigrina, Pachygrapsus minutus y Percnon<br />

abbreviatum.<br />

Se considera que al menos 45% de la carcinofauna<br />

marina registrada para la región sureste<br />

del Pacífico tropical mexicano ha sido recolectada<br />

en una o más ocasiones en el estado. Asimismo,<br />

se estima que existe una alta probabilidad<br />

de que cualquiera de las otras 284 especies, aún<br />

sin registrar para Colima, se presenten también<br />

en el estado, por lo que es necesario realizar<br />

inventarios más exhaustivos.<br />

El grupo de los crustáceos ha desarrollado adaptaciones<br />

evolutivas para colonizar diferentes<br />

hábitats, por lo que se les puede encontrar en<br />

ambientes marinos, dulceacuícolas, salobres e<br />

incluso terrestres. Considerando lo anterior, la<br />

lista de especies que se registran en este estudio<br />

incluye especies presentes en diversos ambientes,<br />

desde el intermareal rocoso hasta plataforma y<br />

talud continentales, algunas asociadas a sustratos<br />

coralinos, además de lagunas costeras, zona<br />

insular y zonas de manglar, y contempla a su vez<br />

tanto especies de crustáceos bentónicos como<br />

pelágicos. Por considerar que excede a los alcances<br />

de este trabajo, no se consideraron a las especies<br />

planctónicas, terrestres o de aguas interiores.<br />

Cabe aclarar que en el apéndice se hacen dos<br />

señalamientos: se resaltan con negritas todas<br />

CUADRO 1. Número de especies de crustáceos reportadas. Fuente: elaboración propia.<br />

Núm. de<br />

especies<br />

Comentario<br />

Cita<br />

457 Especies citadas para la región III del<br />

Pacífico este tropical (pet)<br />

Hendrickx (1993)<br />

230 Especies identificadas para Colima Hendrickx (1993); Landa-Jaime et al. (1997)<br />

143 Especies citadas para el archipiélago<br />

Revillagigedo<br />

55 Especies adicionales a la lista de Hendrickx<br />

(1993) “Nuevos registros”<br />

512 Actualización del total de especies citadas<br />

para la región III<br />

Hernández-Aguilera y Martínez-Guzmán<br />

(1992); Hernández-Aguilera (2002)<br />

Hernández-Aguilera (2002); Mille-Pegaza<br />

et al. (2003); Poupin y Bouchard (2006)<br />

este trabajo<br />

Crustáceos marinos (Crustaceae)<br />

311


aquellas especies cuya recolecta está confirmada<br />

en estudios recientes para el estado (1980-2009),<br />

tanto en su porción continental como insular y<br />

se indican con un asterisco las especies exclusivamente<br />

endémicas insulares. La lista se presenta<br />

siguiendo la secuencia taxonómica<br />

propuesta por Hendrickx (1993) e incluye, en la<br />

medida de lo posible, actualizaciones sistemáticas<br />

que se reflejan en los cambios de nombres<br />

científicos de algunas especies y de familias.<br />

FIGURA 2. Esquila de la especie Squilla mantoidea.<br />

Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />

Importancia<br />

interacciones con otras especies (Yáñez-Arancibia<br />

y Sánchez-Gil 1988).<br />

Los crustáceos representan un grupo importante<br />

de invertebrados debido a las diversas funciones<br />

que desempeñan en el ecosistema, a su<br />

abundancia y a su situación en las redes tróficas;<br />

son un elemento clave en la transferencia de<br />

energía hacia otros organismos (debido a sus<br />

niveles tróficos) (Pedersen y Riget 1993). Además<br />

de su función biológica, los crustáceos son<br />

importantes para el hombre ya que constituyen<br />

un recurso pesquero muy valioso desde el punto<br />

de vista económico, tanto a nivel artesanal como<br />

industrial, en virtud de que se aprovecha una<br />

gran variedad de especies (Escamilla-Montes<br />

1998). Los crustáceos son organismos importantes<br />

para la alimentación humana al constituir<br />

una fuente importante de proteínas, por lo tanto<br />

en torno a su explotación conforman industrias<br />

altamente rentables en lo comercial, como son<br />

las pesquerías de camarón (figura 2), langosta y<br />

cangrejo rey.<br />

La diversidad, distribución, abundancia y permanencia<br />

de los recursos pesqueros demersales<br />

(del fondo marino), es resultado tanto de las condiciones<br />

ambientales del ecosistema como de las<br />

Para llevar a cabo un adecuado aprovechamiento<br />

y manejo sustentable de los crustáceos de<br />

Colima, es imprescindible conocer mejor la<br />

fauna con que cuenta esta entidad, así como sus<br />

formas de aprovechamiento y los niveles de utilización<br />

(tipos de pesca).<br />

A continuación se describe el tipo de aprovechamiento<br />

de crustáceos del que se tiene conocimiento<br />

para Colima:<br />

Pesca de autoconsumo. Es aquella en donde<br />

sólo intervienen personas aisladas, no organizadas<br />

en cooperativas; utilizan herramientas rudimentarias<br />

o recolecta directa y su actividad se<br />

considera de bajo impacto. Las especies extraídas<br />

son consumidas por las familias involucradas.<br />

Algunos crustáceos aprovechados de esta<br />

manera son: las jaibas Euphylax robustus y<br />

Callinectes arcuatus; las langostas, Panulirus<br />

gracilis y P. inflatus y el cangrejo topo, Hippa<br />

marmorata (tiquiliches o chocolopas).<br />

Pesca artesanal. Se encuentra restringida a la<br />

zona litoral somera en donde las personas que<br />

312 DIVERSIDAD DE ESPECIES


la realizan pueden estar organizadas en cooperativas<br />

pesqueras. Se pueden o no utilizar embarcaciones<br />

pequeñas y algunas artes de captura<br />

medianamente elaboradas. Algunos crustáceos<br />

aprovechados de esta manera son: las jaibas<br />

Euphylax robustus, Arenaeus mexicanus (figura<br />

3), Callinectes arcuatus y Portunus spp.; las langostas,<br />

Panulirus gracilis, P. inflatus y Evibacus<br />

princeps; y los camarones, Farfantepenaeus<br />

brevirostris, F. californiensis, Litopenaeus stylirostris<br />

y L. vannamei (figura 4).<br />

FIGURA 3. Jaiba aprovechada por la pesca artesanal,<br />

de la especie Arenaeus mexicanus. Foto: Jonathan<br />

Soto y Víctor Landa.<br />

embargo es necesario implementar programas<br />

debidamente reglamentados y sancionados<br />

durante temporadas cortas. Algunos crustáceos<br />

aprovechados de esta manera son: las langostas,<br />

Panulirus gracilis y P. inflatus.<br />

Pesca recreativa. Es una actividad que se realiza<br />

en los bancos naturales de crustáceos y representa<br />

baja presión. Las personas que la practican<br />

por lo general no están constituidas en organizaciones<br />

establecidas y extraen especímenes como<br />

entretenimiento; el cebo vivo o pesca auxiliar<br />

son limitados en cuanto a número, peso, vedas,<br />

etc. Se practica mediante atarrayas, trampas,<br />

líneas, etc., o se aprovecha de la pesca de arrastre<br />

camaronero, restringiéndose a sólo pocas especies.<br />

Algunos ejemplos incluyen a las jaibas,<br />

Euphylax robustus, Arenaeus mexicanus,<br />

Callinectes arcuatus (figura 5) y Portunus spp.;<br />

los camarones, Sicyonia aliaffinis, S. disdorsalis<br />

(figura 6), S. disedwardsi, S. martini, S. mixta<br />

(figura 7), Solenocera florea y S. mutator.<br />

FIGURA 4. Camarón aprovechado por la pesca<br />

artesanal, de la especie Litopenaeus vannamei.<br />

Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />

FIGURA 5. Jaiba aprovechada por la pesca recreativa,<br />

de la especie Callinectes arcuatus. Foto: Jonathan<br />

Soto y Víctor Landa.<br />

Pesca deportiva. Es una actividad bien organizada<br />

que requiere el pago de una cuota económica<br />

para extraer especímenes. Aunque esta<br />

modalidad es poco común en la región, sin<br />

Pesca de ornato. Esta actividad se desarrolla la<br />

mayoría de las veces de forma clandestina, pues<br />

sólo unas cuantas personas bien organizadas<br />

cuentan con las licencias necesarias para la extrac-<br />

Crustáceos marinos (Crustaceae)<br />

313


ción y el manejo de especies las cuales se utilizan<br />

para bioterios y acuarios, muy probablemente para<br />

satisfacer aficiones particulares, especialmente la<br />

acuariofilia. No se tiene registro exacto de las<br />

especies sujetas a esta explotación, sin embargo,<br />

aquellas con atractivo visual son naturalmente<br />

más susceptibles. Algunos ejemplos incluyen: las<br />

esquilas Hemisquilla californiensis; los camarones<br />

Sicyonia aliaffinis, S. disdorsalis, S. disedwardsi<br />

y S. martini; las langostas Panulirus gracilis y<br />

P. inflatus; los cangrejos ermitaños Aniculus<br />

elegans, Trizopagurus magnificus y Coenobita<br />

compressus y los cangrejos braquiuros Calappa<br />

convexa (figura 8) y Stenorhynchius debilis.<br />

FIGURA 6. Camarón aprovechado por la pesca<br />

recreativa, de la especie Sicyonia disdorsalis. Foto:<br />

Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />

FIGURA 8. Cangrejo aprovechado por la pesca de<br />

ornato, de la especie Calappa convexa. Foto:<br />

Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />

marino es muy evidente y a veces con consecuencias<br />

catastróficas en los fondos marinos, sin<br />

embargo, los intereses económicos son tan grandes<br />

que no es tarea fácil regularla o detenerla.<br />

Esta actividad es fomentada por el mercado<br />

internacional y aunque existen vedas, éstas no<br />

siempre son respetadas. Ejemplos incluyen a los<br />

camarones comerciales: Farfantepenaeus brevirostris,<br />

F. californiensis, Litopenaeus vannamei,<br />

Trachysalambria brevisuturae y Rimapenaeus<br />

pacificus.<br />

FIGURA 7. Camarón aprovechado por la pesca<br />

recreativa, de la especie Sicyonia mixta. Foto:<br />

Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />

Pesca industrial. En este tipo de aprovechamiento<br />

intervienen grandes flotas pesqueras<br />

compuestas por muchas embarcaciones y tecnología<br />

para la captura. Su impacto en el medio<br />

Pesca incidental. En este tipo de pesca el objetivo<br />

económicamente atractivo es una especie en<br />

particular, pero para extraerla se hace uso de<br />

artes de pesca multiespecíficas. Nuevamente, el<br />

mejor ejemplo lo constituye la fauna de acompañamiento<br />

en la pesca del camarón, en especial en<br />

los casos en que se utilizan de arrastre en las<br />

regiones tropicales; ya que ocurre una elevada<br />

cantidad de capturas incidentales que pueden<br />

ser descartadas o conservadas en los barcos. Ésta<br />

puede constituir un problema grave debido al<br />

desperdicio de los recursos que representa, la<br />

amenaza para especies escasas o en peligro, así<br />

como el impacto sobre poblaciones de peces que<br />

ya están sometidas a una intensa explotación.<br />

314 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Estas capturas incidentales incluyen una gran<br />

cantidad de especies de crustáceos y otros invertebrados.<br />

Algunos ejemplos de crustáceos extraídos<br />

de esta manera incluyen: las esquilas<br />

Eurysquilla veleronis, Squila hancocki, S. mantoidea,<br />

S. panamensis y S. parva; los camarones no comerciales<br />

Metapenaeopsis beebei, Trachysalambria<br />

brevisuturae, Rimapenaeus pacificus, Sicyonia<br />

aliaffinis, S. disdorsalis, S. disedwardsi, S. martini,<br />

S. mixta, Solenocera florea y S. mutator; las langostas<br />

Panulirus gracilis, P. inflatus y Evibacus<br />

princeps; los cangrejos ermitaños Dardanus<br />

sinistripes y Paguristes bakeri; las langostillas<br />

Munida refulgens y P. planipes; los cangrejos porcelánidos<br />

Porcellana cancrisocialis y P. hancocki y<br />

los cangrejos braquiuros Hypoconcha panamensis<br />

(figura 9), Calappa convexa, Cryptosoma bairdii<br />

(figura 10), Hepatus kossmanni, Platymera<br />

gaudichaudi, Osachila acuta, Arenaeus mexicanus,<br />

Callinectes arcuatus, Euphylax robustus, Portunus<br />

asper y P. xantusii affinis.<br />

FIGURA 9. Cangrejo braquiuro aprovechado por<br />

la pesca incidental, de la especie Hypoconcha<br />

panamensis. Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />

FIGURA 10. Cangrejo braquiuro aprovechado por la<br />

pesca incidental, de la especie Cryptosoma bairdii.<br />

Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />

Además de todas las especies antes mencionadas,<br />

de acuerdo con la literatura publicada por<br />

la fao y algunos otros autores, existen especies<br />

que si bien aún no han sido aprovechadas,<br />

pudieran tener cierta potencialidad de explotación,<br />

ya sea como consumo directo o indirecto.<br />

Como ejemplos podemos referir a la fauna de<br />

acompañamiento del camarón como: Calappa<br />

convexa, Calappula saussurei, Hepatus kossmani,<br />

Evibacus princeps, Panulirus gracilis, Euphylax<br />

robustus, Arenaues mexicanus, Portunus asper,<br />

P. xantussi (figura 11 a y b), Pleuroncodes planipes,<br />

entre otras especies.<br />

a)<br />

b)<br />

FIGURA 11. Jaibas con potencial de explotación: a)<br />

Portunus asper y b) Portunus xantussi.<br />

Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />

Crustáceos marinos (Crustaceae)<br />

315


Amenazas y conservación<br />

Conclusiones<br />

Además de las consecuencias que puede tener el<br />

aprovechamiento de la pesquería de crustáceos<br />

en Colima, otra actividad que deja secuelas<br />

negativas sobre este grupo de organismos es el<br />

tráfico de especies. Uno de los elementos determinantes<br />

para facilitar el ingreso y establecimiento<br />

de especies invasoras es, sin lugar a<br />

dudas, el tráfico marítimo que actúa como un<br />

medio de transporte para especies provenientes<br />

de regiones distantes al venir incrustadas en los<br />

cascos de los barcos o bien en sus aguas de lastre.<br />

El arribo accidental de este tipo de especies<br />

trae como consecuencia el rompimiento del<br />

equilibrio ecológico al competir por espacio y<br />

alimento con especies locales. Aunque es difícil<br />

establecer sus lugares de origen o rutas de dispersión,<br />

se pueden mencionar como ejemplo<br />

especies de crustáceos decápodos que provienen<br />

del Indopacífico. Nueve de ellas, presentes en el<br />

área continental del Pacífico tropical son:<br />

Panulirus penicillatus, Hippa marmorata,<br />

Platymera gaudichaudii, Domecia hispida,<br />

Liomera cinctimana, Trapezia bidentata, Planes<br />

major, Hapalocarcinus marsupiales, mientras<br />

que el caso de Trapezia tigrina es particular, ya<br />

que solamente un ejemplar de esta especie exótica<br />

ha sido recolectado en la isla Socorro (Hernández-Aguilera<br />

2002).<br />

Se ha estudiado que el fenómeno de las especies<br />

invasoras o exóticas en Colima se presenta<br />

específicamente en el puerto de Manzanillo y<br />

las zonas aledañas, sin embargo, no existe un<br />

inventario completo de estas especies, ni tampoco<br />

se ha estimado el efecto que pudieran<br />

estar ocasionando a las poblaciones naturales<br />

de la región.<br />

En años recientes se ha incrementado el conocimiento<br />

de la fauna marina presente en diversas<br />

regiones de las costas de México, particularmente<br />

los crustáceos. Sin embargo, el Pacífico<br />

este tropical ha sido comparativamente menos<br />

estudiado que regiones al norte de Cabo Corrientes,<br />

Jalisco (Hendrickx 1993).<br />

Es importante reiterar la necesidad de contar<br />

con inventarios científicos confiables para la<br />

región y el estado, lo cual es un requisito fundamental<br />

y punto de partida para diseñar y llevar a<br />

cabo aprovechamientos sustentables de los<br />

recursos faunísticos marinos de Colima. Al<br />

mismo tiempo, y de manera obligada, es necesaria<br />

la realización de monitoreos continuos capaces<br />

de detectar cambios en las poblaciones de<br />

crustáceos, lo que permita proponer oportunamente<br />

medidas preventivas para su manejo sustentable<br />

y su conservación.<br />

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316 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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318 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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319


Fauna cavernícola<br />

y edáfica<br />

(Acarida y Collembola)<br />

José G. Palacios-Vargas<br />

Leopoldo Q. Cutz-Pool<br />

Ricardo Iglesias Mendoza<br />

Introducción<br />

México es famoso en el mundo por poseer más de siete mil cuevas, grutas<br />

y cavernas. Algunas de las cuevas que existen en nuestro país son de una<br />

belleza extraordinaria, razón por la cual son visitadas frecuentemente<br />

por gran cantidad de turistas, tanto nacionales como extranjeros. Estos<br />

ambientes contienen gran diversidad de fauna que incluye desde animales<br />

invertebrados como protozoarios, nemátodos, anélidos, moluscos,<br />

artrópodos y vertebrados, hasta peces, salamandras y murciélagos. De los<br />

primeros se destacan, por su alta diversidad, el grupo de los artrópodos,<br />

el cual está representado por arácnidos, ácaros, crustáceos, milpiés, ciempiés<br />

e insectos.<br />

Diversidad y distribución<br />

Los ácaros y colémbolos son representantes muy importantes de la<br />

fauna del suelo y la hojarasca que se encuentran en medios cavernícolas<br />

(Palacios-Vargas 1982) e incluyen algunas especies consideradas endémicas.<br />

De las poco más de 700 especies de colémbolos que se conocen<br />

en México (Castaño-Meneses 2005), alrededor de 125 han sido encontradas<br />

en cuevas, lo que representa 17%; sin embargo, muchas de ellas<br />

están más vinculadas al suelo y los detritos que ingresan al mismo<br />

(Palacios-Vargas 2000).<br />

320<br />

Palacios-Vargas, J.G., L.Q. Cutz-Pool y R. Iglesias Mendoza. 2016. Fauna cavernícola y edáfica (Acarida y Collembola).<br />

En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 320-324.


a) b)<br />

c) d)<br />

FIGURA 1. a) Mesaphorura krausbaueri, b) Sphaeridia plumilis (macho), c) Sphaeridia sp. (hembra), d) Seira sp.<br />

Fotos: José G. Palacios-Vargas, Leopoldo Q. Cutz-Pool y Ricardo Iglesias.<br />

El estudio de ambientes cavernosos es de suma<br />

importancia desde el punto de vista evolutivo, ya<br />

que los organismos que los habitan han sufrido<br />

modificaciones y transformaciones estructurales<br />

y fisiológicas a través del tiempo, adaptándose<br />

a condiciones de aislamiento y oscuridad.<br />

En la actualidad, a nivel nacional existen cantidades<br />

significativas de información, que la bioespeleología<br />

(estudio de la vida en las cuevas) ha<br />

generado principalmente en los últimos 45 años.<br />

En 1977 un grupo de investigadores de la Facultad<br />

de Ciencias de la unam encabezaron los<br />

Fauna cavernícola y edáfica (Acarida y Collembola)<br />

321


primeros estudios bioespeleológicos en México,<br />

logrando producir numerosos trabajos taxonómicos<br />

y un manual de bioespeleología (Hoffmann<br />

et al. 1986, Palacios-Vargas 1994a).<br />

Actualmente, se ha estudiado la fauna que habita<br />

en casi 1 200 cuevas, pozos, cenotes, sótanos,<br />

minas y otros ambientes semejantes, encontrando<br />

más de 2 mil especies animales, además<br />

de unas pocas plantas. Algunas cuevas de<br />

México llegan a contener comunidades de más<br />

de 100 especies diferentes de artrópodos, con<br />

poblaciones restringidas en su distribución a<br />

ciertas regiones cársticas o sistemas de cuevas.<br />

En Colima, como en casi todos los estados de la<br />

república mexicana, existen cuevas de diferente<br />

tamaño, origen y constitución, con comunidades<br />

animales resultado de su historia geológica.<br />

La región, que corresponde al borde costero del<br />

oeste de la Faja Volcánica Transmexicana, incluyendo<br />

parte de los estados de Nayarit, Jalisco,<br />

todo Colima y parte de Michoacán, al parecer ha<br />

funcionado como una gran barrera intracontinental<br />

de la placa posterior norteamericana, que<br />

data del periodo jurásico (Ross y Scotese 1988).<br />

En el presente trabajo se reunió un listado de<br />

especies de ácaros y colémbolos que forman parte<br />

de la fauna edáfica y cavernícola que se conoce<br />

actualmente para Colima, y que incluye a las<br />

especies provenientes de la isla Socorro y del<br />

archipiélago Revillagigedo (Palacios-Vargas et al.<br />

1982) (figura 1).<br />

Para la elaboración de la lista que se presenta en<br />

el apéndice 1 se consultaron distintos trabajos<br />

que incluyen algunas tesis profesionales (Ojeda<br />

Carrasco 1983, Mejía Recamier 1986), trabajos<br />

de recopilación y catálogos (Palacios-Vargas<br />

1994b, 1997, Hoffmann y López-Campos 2000),<br />

así como diversos artículos (Palacios-Vargas y<br />

Granados 1990, Palacios-Vargas e Iglesias<br />

2004).<br />

A la fecha se han citado 52 especies de ácaros de<br />

Colima, comprendidas en 28 familias y 42 géneros,<br />

de las cuales varias habitan en la isla Socorro<br />

y una en particular en grutas. Para los colémbolos<br />

sólo se conocen 11 familias en Colima, distribuidas<br />

en 21 géneros y 37 especies; entre las cuales<br />

ocho están citadas como asociadas a cuevas y<br />

consideradas troglófilas (que se introducen en<br />

ellas ocasionalmente); el resto se considera relacionado<br />

con el suelo y hojarasca (edáficas) (Palacios-Vargas<br />

1997, Palacios-Vargas et al. 2000). De<br />

las 11 familias que se registran en este trabajo,<br />

Neanuridae es la que tiene mayor número de<br />

especies.<br />

El total de colémbolos registrados en Colima<br />

(37), permite ubicar a este estado por encima de<br />

Durango y Nuevo León, donde se han registrado<br />

26 y 22 especies, respectivamente (Cutz-Pool<br />

et al. 2007). Por otra parte, Colima queda por<br />

debajo de San Luis Potosí en el número de colémbolos<br />

registrados (48) (Cutz-Pool et al. 2007).<br />

La distribución restringida de algunas especies<br />

cavernícolas de Colima, como Proterorhagia<br />

oztotloica, que sólo se ha registrado en una cueva<br />

(Lindquist y Palacios-Vargas 1991) y cuyo género<br />

y familia son endémicos, indica que pueden tratarse<br />

de especies relictuales, posiblemente confinadas<br />

a una región del estado. Ejemplo de ello es<br />

P. oztotloica especie que presenta numerosos<br />

troglomorfismos (alto grado de convergencia de<br />

caracteres anatómicos, fisiológicos y comporta-<br />

322 DIVERSIDAD DE ESPECIES


mientos que muestra la fauna que se desarrolla<br />

en cuevas, o troglobia) que demuestran su endemismo<br />

y rareza.<br />

ciencia. La contaminación y los cambios de uso<br />

del suelo son las amenazas más relevantes para<br />

las especies que viven en estas cuevas.<br />

Conclusiones<br />

Aún falta mucho por conocer de estos dos grupos<br />

de artrópodos. Los estados de Colima y<br />

Jalisco comparten la región conocida como<br />

Cerro Grande, que es la región oriental de la sierra<br />

de Manantlán, declarada Reserva Federal de<br />

la Biosfera en 1987. En esta región se conoce una<br />

zona de casi 40 km de largo que contiene: resumideros,<br />

grutas, simas, dolinas, lapiaces, torres<br />

kársticas y numerosas cuevas. De estas formaciones,<br />

Lazcano Sahagún (1988) cita 94 sitios; sin<br />

embargo, solamente logró inventariar y hacer<br />

levantamientos topográficos de 33. El estudio de<br />

la fauna de estas formaciones es realmente incipiente,<br />

y aunque se conocen pocas especies, éstas<br />

muestran formas realmente extraordinarias,<br />

relacionadas con su posición taxonómica y sus<br />

adaptaciones a la vida cavernícola.<br />

La información relacionada con la colembofauna<br />

de Colima parece ser incipiente, ya que se conocen<br />

pocas especies. Sin embargo, de acuerdo con<br />

los resultados obtenidos en esta recopilación, el<br />

estado es idóneo para efectuar estudios futuros<br />

sobre la biología, taxonomía, ecología y biodiversidad<br />

de los colémbolos. Se espera que al estudiar<br />

las cuevas de estos sitios inexplorados<br />

aumente la biodiversidad de la fauna cavernícola<br />

conocida para el estado.<br />

Por otra parte, es importante conservar los<br />

ambientes cavernícolas de Colima, ya que albergan<br />

fauna endémica muy importante para la<br />

Con la finalidad de preservar este tipo de ambientes,<br />

y por ende la fauna que en ellos se encuentra,<br />

se propone la protección legal de las cuevas de la<br />

región, a través de la junta de ejidatarios y<br />

mediante la participación de las autoridades<br />

municipales o estatales (Palacios-Vargas, 1997).<br />

Asimismo, algunas de esas medidas que se han<br />

propuesto para conservar esas cuevas incluyen<br />

regular el acceso, como establecer un horario de<br />

entrada y salida, la colocación de un reglamento<br />

en la entrada y el enrejado de las cuevas.<br />

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Fauna cavernícola y edáfica (Acarida y Collembola)<br />

323


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324 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Libélulas y caballitos<br />

del diablo<br />

(Odonata)<br />

Enrique González-Soriano<br />

Felipe A. Noguera-Martínez<br />

Helga C.P. Barba-Medina<br />

Santiago Zaragoza<br />

Enrique Ramírez<br />

Descripción<br />

Los Odonata (del griego odontos = diente y gnathos = mandíbula) conforman<br />

un primitivo orden de insectos acuáticos de taxonomía bien conocida<br />

y de distribución mundial amplia. Estos insectos son paleópteros<br />

(que no pueden plegar sus alas sobre su abdomen) y hemimetábolos (que<br />

presentan una metamorfosis incompleta con la falta de pupa). Las larvas<br />

son acuáticas y, al igual que los adultos, son de hábitos depredadores. Los<br />

adultos son fácilmente reconocibles por tener un cuerpo estilizado, dividido<br />

en: cabeza, tórax y abdomen. Los ojos compuestos son grandes,<br />

multifacetados (con muchas caras) y a menudo ocupan la mayor parte de<br />

la cabeza. El tórax consiste de un protórax pequeño y móvil, y un pterotórax<br />

de mayor tamaño en donde se encuentran insertas las alas. Las cuatro<br />

alas son alargadas, membranosas y cubiertas por múltiples venas. Las<br />

patas son relativamente largas y están adaptadas para posarse y capturar<br />

a sus presas. El abdomen es largo y delgado y posee 10 segmentos visibles<br />

(conabio 2015).<br />

Diversidad<br />

México es un país megadiverso (Ramamoorthy et al. 1993) y alberga<br />

varios grupos de artrópodos relativamente bien conocidos: entre 3%<br />

(Trichoptera) y 14% (Decapoda) de la diversidad en el mundo (Llorente-<br />

Bousquets et al. 1996).<br />

González-Soriano, E., F.A. Noguera-Martínez, H.C.P. Barba-Medina, S. Zaragoza y E. Ramírez. 2016. Libélulas y<br />

caballitos del diablo (Odonata). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 325-330.<br />

325


Colima, desde hace casi dos décadas, había sido<br />

señalado como poco conocido desde el punto de<br />

vista de su odonatofauna (fauna de libélulas)<br />

(González Soriano y Novelo-Gutiérrez 1996). El<br />

primer registro histórico para alguna libélula en<br />

la entidad corresponde a la especie Erythrodiplax<br />

funerea, citada por el entomólogo norteamericano<br />

Philip Powell Calvert para la ciudad de<br />

Colima, en su capítulo Odonata, de la Biología<br />

Centrali americana (Calvert 1901). Otros registros<br />

posteriores para el estado corresponden a<br />

las especies Aphylla protracta (Garrison 1986),<br />

Phyllogomphoides pacificus (Cook y González<br />

Soriano 1990), Hetaerina titia (Garrison 1990) y<br />

Coryphaeschna diapyra (Paulson 1994). En un<br />

estudio más reciente, Barba-Medina (2009)<br />

registró un total de 68 especies para el municipio<br />

de Ixtlahuacán, en el cual se incluyen 28 nuevos<br />

registros para el estado.<br />

El presente trabajo tiene como objetivo actualizar<br />

el conocimiento de la fauna de Odonata de<br />

Colima, con base en colectas intensivas llevadas<br />

a cabo en la región de Ixtlahuacán durante<br />

2006 y colectas esporádicas llevadas a cabo en<br />

diferentes localidades del estado, en diferentes<br />

años. Asimismo, el doctor Dennis R. Paulson<br />

(University of Puget Sound, Tacoma, WA) facilitó<br />

amablemente los resultados de sus recolectas<br />

llevadas a cabo en diferentes localidades<br />

(apéndice 1). Los resultados del presente estudio<br />

muestran un incremento de 41% en el<br />

número de especies reconocido para Colima, es<br />

decir, ahora se documenta la existencia de 91<br />

especies en lugar de 53.<br />

En el mundo se han registrado alrededor de<br />

5 767 especies (Schorr et al. 2007), de las cuales<br />

349 (6.05% del total mundial) se presentan en<br />

México (González-Soriano y Novelo-Gutiérrez<br />

2007). La diversidad de odonatos se incrementa<br />

conforme disminuye la latitud, cerca de los trópicos<br />

(Kalkman et al. 2008). Específicamente, la<br />

diversidad de odonatos es mayor en bosques tropicales<br />

lluviosos que en bosques tropicales secos.<br />

CUADRO 1. Odonata: familias, número de especies<br />

por familia y porcentaje del total de especies del<br />

estado. Fuente: elaboración propia.<br />

Familias<br />

Núm. de<br />

especies<br />

%<br />

del total<br />

Libellulidae 43 47.8<br />

Coenagrionidae 23 22.2<br />

Gomphidae 9 10<br />

Aeshnidae 10 10<br />

Calopterygidae 3 3.3<br />

Lestidae 2 2.2<br />

Platystictidae 1 1.1<br />

Total 91 100.0<br />

La lista que aquí se presenta está basada en la<br />

revisión de 1 008 individuos pertenecientes a 91<br />

especies, 40 géneros y siete familias. La familia<br />

con mayor número de especies fue Libellulidae<br />

con 43, seguida de Coenagrionidae con 20,<br />

Aeshnidae con 10, Gomphidae con nueve,<br />

Calopterygidae con tres, Lestidae con dos y,<br />

finalmente, Platystictidae con sólo una especie<br />

(cuadro 1). El género más diverso fue Argia con<br />

nueve especies (figuras 1 y 4), seguido de<br />

Micrathyria con siete especies (figura 2) y<br />

Erythemis con cinco especies (figura 3);<br />

Coryphaeschna, Erythrodiplax y Macrothemis<br />

con cuatro especies cada uno; Hetaerina<br />

326 DIVERSIDAD DE ESPECIES


(figura 4), Telebasis, Phyllogomphoides, Orthemis<br />

(figura 5) Ischnura y Tauriphila, con tres especies<br />

cada uno; Protoneura, Enallagma,<br />

Neoerythromma, Gynacantha, Remartinia,<br />

Erpetogomphus, Progomphus, Dythemis,<br />

Miathyria, Pantala, Perithemis y Tramea con dos<br />

especies cada uno, y los géneros Archilestes,<br />

Lestes, Palaemnema, Neoneura, Leptobasis,<br />

Anax, Rhionaeschna, Aphylla, Phyllocycla,<br />

Brachymesia, Brechmorhoga, Cannaphila,<br />

Libellula, Planiplax, Pseudoleon y Tholymis con<br />

una especie (apéndice 1).<br />

FIGURA 3. Libélula de la especie Erythemis<br />

haematogastra. Foto: Enrique González-Soriano.<br />

FIGURA 1. Libélula de la especie Argia oculata.<br />

Foto: Enrique González-Soriano.<br />

FIGURA 4. Libélula de la especie Hataerina americana<br />

y Argia tezpi. Foto: Enrique González-Soriano.<br />

FIGURA 2. Libélula de la especie Micrathyria aequalis.<br />

Foto: Enrique González-Soriano.<br />

FIGURA 5. Libélula de la especie Orthemis discolor.<br />

Foto: Enrique González-Soriano.<br />

Libélulas y caballitos del diablo (Odonata)<br />

327


Las 91 especies reportadas para Colima hacen que<br />

esta entidad federativa tenga uno de los índices<br />

más elevados en el número de especies de Odonata<br />

por km 2 , con un total de 1.65 especies/km 2 . De<br />

acuerdo con esta información, Colima se colocaría<br />

por el momento en el primer lugar de los seis<br />

estados más diversos de México (Paulson 2002;<br />

cuadro 2). Sin embargo, cabe resaltar que con<br />

recolectas más intensivas y de más largo plazo<br />

esta tendencia podría cambiar en el futuro, ya que<br />

estados típicamente muy diversos como Oaxaca,<br />

San Luis Potosí y Chiapas, entre otros, aún no han<br />

sido apropiadamente estudiados.<br />

Cuarenta especies son citadas por vez primera<br />

para el estado (apéndice 1), incluyendo una<br />

especie aparentemente no descrita, Micrathyria sp.<br />

Se incluye asimismo un registro visual de<br />

Gynacantha helenga para la localidad de Nogueras<br />

que representa una nueva adición para el<br />

estado. Finalmente, cabe anotar que no existen<br />

especies endémicas para Colima, sin embargo,<br />

Remartinia secreta y Coryphaeschna apeora<br />

(Aeshnidae) y Planiplax sanguiniventris y<br />

Tauriphila argo (Libellulidae), se registran por<br />

primera vez para la vertiente del Pacífico mexicano<br />

(González-Soriano y Novelo-Gutiérrez<br />

2007). Otros registros interesantes son: Protoneura<br />

rojiza, una especie que hasta hoy sólo se había<br />

registrado en los estados de Guerrero y Oaxaca,<br />

y Phyllogomphoides luisi, cuya descripción original<br />

se hizo con material del estado de Morelos y<br />

por lo tanto es su segundo registro estatal.<br />

Las siguientes especies han sido previamente<br />

registradas para Colima por trabajos anteriores<br />

(González Soriano y Novelo-Gutiérrez 1996),<br />

pero no fueron confirmadas durante este estudio:<br />

Telebasis digiticollis, Paltothemis lineatipes y<br />

Sympetrum illotum.<br />

Distribución<br />

Las libélulas tienen una distribución cosmopolita,<br />

aunque están ausentes en las regiones polares.<br />

Generalmente se les encuentra desde el nivel<br />

del mar hasta altitudes de alrededor de 3 500 m.<br />

Habitan en prácticamente cualquier cuerpo de<br />

agua dulce del mundo y algunas incluso se<br />

reproducen en aguas sulfurosas o salobres. Hay<br />

especies que viven exclusivamente en el agua que<br />

se acumula en ciertas clases de plantas, como<br />

bromelias, bambúes o huecos que se forman en<br />

contrafuertes de árboles tropicales.<br />

CUADRO 2. Nmero de especies de Odonata en seis estados de Mico. Fuente: modificado de aulson<br />

(2002) de acuerdo con la información de este trabajo y de González y Novelo (2007).<br />

Estado Área (km 2 ) Núm. de especies Esp./Área x 100<br />

Colima 5 455 91 1.65<br />

Nayarit 27 620 120 0.43<br />

Veracruz 72 815 220 0.30<br />

Chiapas 73 888 170 0.23<br />

San Luis Potosí 62 849 131 0.21<br />

Oaxaca 95 364 142 0.14<br />

328 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Importancia<br />

Las libélulas interactúan con los seres humanos<br />

desde varios puntos de vista: desde el ecológico<br />

tienen impacto porque consumen algunos organismos<br />

que los humanos cultivan, tales como<br />

abejas y larvas de peces o, por el contrario, que<br />

transmiten enfermedades riesgosas, que actúan<br />

como mosquitos transmisores; desde el punto de<br />

vista cultural, debido a su atractivo visual y estético<br />

han servido como modelos en la elaboración<br />

de piezas de arte y poemas, en algunos países de<br />

Asia, Europa, así como en Estados Unidos.<br />

Por su tamaño y su gran actividad diurna los odonatos<br />

son un grupo de insectos de estudio relativamente<br />

fácil. Por lo anterior son útiles para el<br />

monitoreo de la biodiversidad total de hábitats<br />

acuáticos y han sido reconocidos como buenos<br />

indicadores de la salud de los ambientes de agua<br />

dulce (Corbet 2004, Clausnitzer et al. 2009).<br />

Amenazas para su conservación<br />

Algunas predicciones señalan que en las siguientes<br />

décadas casi una cuarta parte de las especies<br />

de insectos del mundo estarán extintas (Samways<br />

2007). No es de sorprender que al ser insectos<br />

acuáticos, las libélulas se vean afectadas por<br />

cambios drásticos en sus ambientes naturales, en<br />

especial aquellas especies de distribución restringida.<br />

Por el contrario, otras especies, particularmente<br />

de distribución más amplia, son<br />

marcadamente tolerantes a estos cambios e<br />

incluso varias de ellas se pueden ver beneficiadas.<br />

Existen ejemplos de especies que se han<br />

visto favorecidas por fenómenos asociados a<br />

incrementos en la temperatura (calentamiento<br />

global) al expandir sus rangos de distribución,<br />

sin embargo, otro grupo de especies, en especial<br />

aquellas que viven adaptadas a las condiciones<br />

forestales o habitan cuerpos de agua muy particulares,<br />

como los fitotelmata, se encuentran en<br />

evidente peligro de desaparición a causa de la<br />

pérdida de sus hábitats originales.<br />

A diferencia de otros invertebrados acuáticos, las<br />

libélulas parecen reaccionar positivamente a procesos<br />

de restauración ecológica de sus hábitats<br />

naturales. En Sudáfrica, por ejemplo, algunas<br />

especies endémicas de odonatos que estaban en<br />

riesgo de extinción pudieron recuperarse, hasta<br />

cierto punto, una vez que se eliminaron los árboles<br />

invasivos no nativos que sombreaban con sus<br />

copas las orillas de pequeños ríos en donde se<br />

encontraban y la iluminación original fue restablecida<br />

(Samways et al. 2005). Debido a lo anterior<br />

es importante continuar realizando estudios de<br />

los odonatos en Colima para conocer y conservar<br />

la diversidad de este grupo en la entidad.<br />

Referencias<br />

Barba-Medina, H.C.P. 2009. Diversidad de Odonata<br />

en la región de Ixtlahuacán, Colima. Tesis de licenciatura.<br />

Facultad de Ciencias, Universidad Nacional<br />

Autónoma de México (unam), México.<br />

Calvert, P.P. 1901. Neuroptera: Odonata. En: Biologia<br />

Centrali Americana. Vol. 50. F.D. Godman y O. Salvin<br />

(eds.). Porter & Dulau, Londres, pp. 17-420.<br />

Clausnitzer, V., V.J. Kalkman, M. Ram, et al. 2009.<br />

Odonata enter the biodiversity crisis debate: the<br />

first global assessment of an insect group. Biological<br />

Conservation 142:1864-1869.<br />

conabio. <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y<br />

Uso de la Biodiversidad. 2015. Naturalista.<br />

Libélulas y caballitos del diablo (Odonata)<br />

329


Cook, C. y E. González-Soriano. 1990. Phyllogomphoides<br />

apiculatus spec. nov., a new Mexican dragonfly,<br />

and a description of the female of P. pacificus (Selys<br />

1873) (Anisoptera:Gomphidae). Odonatologica<br />

19:263-273.<br />

Corbet, P.S. 2004. Dragonflies: ecology and behaviour of<br />

Odonata. Harley Books. Colchester, Reino Unido.<br />

Garrison, R.W. 1986. The genus Aphylla in México<br />

and Central America, with a description of a new<br />

species, Aphylla angustifolia (Odonata: Gomphidae).<br />

Annals of the Entomological Society of America<br />

79:938-944.<br />

——— . 1990. A synopsis of the genus Hetaerina with<br />

descriptions of four new species (Odonata: Calopterygidae).<br />

Transactions of the American Entomological<br />

Society 116:175-259.<br />

González-Soriano, E. y R. Novelo-Gutiérrez. 1996.<br />

Odonata. En: Biodiversidad, taxonomía y biogeografía<br />

de artrópodos de México: hacia una síntesis<br />

de su conocimiento. J. Llorente-Bousquets, A.N.<br />

García-Aldrete y E. González-Soriano (eds.). Instituto<br />

de Biología (ibunam)/<strong>Comisión</strong> Nacional<br />

para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad<br />

(conabio)/Facultad de Ciencias, unam, México,<br />

pp. 147-167.<br />

——— . 2007. Odonata of Mexico revisited. En: Odonata:<br />

biology of dragonflies. B.K. Tyagi (ed.). Scientific<br />

Publishers, India, pp. 105-136.<br />

Kalkman, V.J., V. Clausnitzer, K.D.B. Dijkstra, et al.<br />

2008. Global diversity of dragonflies (Odonata) in<br />

freshwater. Hydrobiologia 595:351-363.<br />

Llorente-Bousquets, J., E. González-Soriano, A.N.<br />

García-Aldrete, et al. 1996. Breve panorama de la<br />

taxonomía de artrópodos en México. En: Biodiversidad,<br />

taxonomía y biogeografía de artrópodos<br />

de México: hacia una síntesis de su conocimiento.<br />

J. Llorente-Bousquets, A.N. García-Aldrete y E.<br />

González-Soriano (eds.). ibunam/conabio/Facultad<br />

de Ciencias, unam, México, pp. 3-14.<br />

Paulson, D.R. 1994. Two new species of Coryphaeschna<br />

from middle America, and a discussion of the<br />

red species of the genus (Anisoptera: Aeshnidae).<br />

Odonatologica 23:379-398.<br />

——— . 2002. Odonata records from Nayarit and Sinaloa,<br />

México, with comments on natural history and<br />

biogeography. Odonatologica 31:359-370.<br />

Ramamoorthy, T.P., R. Bye, A. Lot, et al. 1993. Biological<br />

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tolerance and ready colonization may be a buffer<br />

against climate change in a South African dragonfly<br />

assemblage. En: Monitoring climate change with<br />

dragonflies. J. Ott (ed.). Pensoft, Sofia, Bulgaria.<br />

Samways, M.J., S. Taylor y W. Tarboton. 2005. Extinction<br />

reprieve following alien removal. Conservation<br />

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Schorr, M., M. Lindeboom y D. Paulson. 2007. World<br />

Odonata List. Slater Museum of Natural History.<br />

Tacoma. En: ,<br />

última consulta: 8 de julio de 2015.<br />

330 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Abejas<br />

(Apoidea)<br />

Ricardo Ayala<br />

Descripción<br />

Las abejas son insectos que pertenecen a los superfamilia Apoidea<br />

(Anthophila) en el orden Hymenoptera. Este grupo de organismos se<br />

pueden reconocer por su cuerpo que es en general robusto, con pelos<br />

plumosos o ramificados. Su boca tiene estructuras especializadas para<br />

colectar néctar y para el acarreo de polen en las patas posteriores o el<br />

abdomen de las hembras. La gran mayoría de las abejas, incluyendo las<br />

presentes en Colima, son de vida solitarias o cleptoparásitas. Solo una<br />

pequeña parte de las especies conocidas son sociales o altamente sociales<br />

(eusociales), como la abeja melífera (Apis mellifera) o las abejas sin aguijón<br />

(Meliponini). Dentro de las pequeñas abejas de la familia Halictidae<br />

se pueden encontrar desde especies sociales primitivas hasta altamente<br />

sociales, pero éstas han sido poco estudiadas en México (Michener 1974,<br />

Ayala et al. 1993, 1996).<br />

Entre las abejas importantes, ya sea por sus características biológicas o<br />

como grupos funcionales, encontramos a las siguientes:<br />

Género Bombus. También llamados abejorros (tribu Bombini). Tienen<br />

una especie en Colima que ocurre en las tierras bajas y dos para las zonas<br />

elevadas, asociadas a los bosques de pinos o encinos.<br />

Géneros Centris, Epicharis, Monoeca, Tetrapedia y Paratetrapedia. Incluyen<br />

especies que colectan aceites y resinas y, por lo tanto, visitan muchas<br />

Ayala, R. 2016. Abejas (Apoidea). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 331-345.<br />

331


plantas que producen estas sustancias en lugar<br />

de néctar, como ocurre con Byrsonima (el nance<br />

o nanche).<br />

Abejas carpinteras (tribu Xylocopini). Este grupo<br />

tiene dos géneros, el primero Xylocopa, que tiene<br />

especies muy conspicuas por su gran tamaño,<br />

con hembras negras y machos pardos (llamadas<br />

comúnmente xicotes, nombre usado también<br />

para los abejorros); así como Ceratina, género<br />

que incluye a las abejas carpinteras pequeñas.<br />

Meliponinos (tribu Meliponini). A este grupo<br />

pertenecen las abejas sin aguijón, en éstas los<br />

géneros más comunes en Colima son:<br />

Frieseomelitta, Partamona y Trigona (cuadro 1).<br />

Euglosinos (tribu Euglossini). Incluye a las abejas<br />

de los géneros Euglossa, Eulaema, Eufriesea y<br />

Exaerete, éstas son importantes polinizadoras de<br />

un gran número de plantas, pero como característica<br />

principal los machos son polinizadores<br />

especialistas de muchas orquídeas. Como rasgo<br />

biológico éstas son abejas de colores vivos o<br />

metálicos con especies verdes o azules y con<br />

patrones de negro y anaranjado, que usualmente<br />

presentan partes bucales muy largas y los machos<br />

recolectan aceites esenciales que acarrean en las<br />

patas posteriores.<br />

El objetivo de este trabajo es reunir información<br />

sobre la biodiversidad para el estado, con lo cual<br />

se espera difundir su conocimiento y sentar las<br />

CUADRO 1. Especies de abejas sin aguijón presentes en el estado. Fuente: elaboración propia.<br />

Especie Vegetación Nidos Importancia<br />

Cephalotrigona eburneiventer BSC S MC., C, MEL<br />

Friesiomelitta nigra BTC, BSC A MNC, C<br />

Lestrimelitta chamelensis BTC A, U MNC<br />

Melipona beecheii BTC y BSC A MC, C, MEL; P<br />

Melipona colimana BP y PE A MC, C, MEL, P<br />

Nannotrigona perilampoides BP y PE A, MC, MEL, P,<br />

Partamona bilineata BTC y BSC A, U MNC<br />

Plebeia frontalis PTC S, U MNU<br />

Plebeia manantlensis BP, PE y BM A MNU<br />

Plabeia moureana BTS A, U MNU<br />

Scaptotrigona hellwegeri BTC A, U MC, C, MEL, P<br />

Trigona fulviventris BTC, BSC S MNC<br />

Trigonisca pipioli BTC, BSC R, U MNU<br />

Vegetación: BTC: bosque tropical caducifolio, BSC: bosque tropical subcaducifolio, BP: bosque de pinos,<br />

PE: bosque de pino-encino, BM: bosque mesófilo. Nidos: : rboles huecos, : el suelo, U: comn en onas<br />

urbanas en todo tipo de oquedades de casa y edificios pblicos. mportancia: MC: miel comestible, MNC:<br />

miel no comestible, puede ser tóxica (Lestrimelitta), MNU: miel no utilizada, C: cerumen utilizable (cera de<br />

Campeche), MEL: potencial para uso en meliponicultura, P: potencial como polinizador.<br />

332 DIVERSIDAD DE ESPECIES


ases para la realización de investigaciones,<br />

tanto enfocadas a conocer mejor su diversidad y<br />

su conservación, como su uso aplicado en la<br />

polinización agrícola.<br />

La información que aquí se presenta procede de<br />

la literatura taxonómica y faunística, con reportes<br />

de especies de abejas registradas para<br />

Colima. De forma adicional se incluyen registros<br />

de ejemplares de abejas capturadas en distintas<br />

localidades dentro del estado, en los años<br />

2007 y 2009, y que se encuentran depositadas<br />

en la colección de abejas del ibunam. La determinación<br />

de algunas especies de abejas fue realizada<br />

por los doctores Terry Griswold y<br />

Laurence Packer.<br />

1996); sin embargo, algunos de los géneros más<br />

diversos no han sido estudiados. La información<br />

general sobre la sistemática y biogeografía del<br />

grupo ha sido tratada por Michener (1979, 2007)<br />

y Michener et al. (1994). En esas dos últimas<br />

publicaciones incluyen claves taxonómicas que<br />

permiten reconocer, a nivel de género, a las abejas<br />

presentes en Colima, asimismo ofrecen información<br />

general sobre su diversidad y biología.<br />

Recientemente, Moure et al. (2007) publicaron<br />

un importante estudio que incluye las especies<br />

de abejas conocidas para la región Neotropical,<br />

en él hay registros de especies presentes en esta<br />

parte del continente, lo que permite actualizar la<br />

situación taxonómica de especies citadas por<br />

otros autores para Colima.<br />

Diversidad y distribución<br />

Las abejas han sido clasificadas en siete familias<br />

(Michener 2007), de las cuales Andrenidae,<br />

Apidae (figura 1), Colletidae, Halictidae,<br />

Megachilidae y Melittidae, están presentes en<br />

México (Ayala et al. 1996). Se conocen para todo<br />

el mundo alrededor de 425 géneros y un poco<br />

más de 19 mil especies (Michener 2007, Ascher<br />

et al. 2008, Ascher 2009); se cree que este número<br />

podría superar las 25 mil especies, conforme se<br />

utilicen nuevas técnicas moleculares para reconocer<br />

especies y se realicen nuevas revisiones<br />

taxonómicas con base en la morfología.<br />

La mayor riqueza de especies de abejas en América<br />

ocurre en áreas xéricas y subtropicales,<br />

siendo los desiertos al norte de México y al sur<br />

de los Estados Unidos, las áreas más ricas en<br />

especies (Michener 1979, Ayala et al. 1993, 1996).<br />

De acuerdo con Michener (1979), lo anterior es<br />

Para México se conocen 1 840 especies y 144<br />

géneros de abejas nativas, de acuerdo con la<br />

actualización de lo presentado por Ayala et al.<br />

(1996). El estudio fue resultado de revisiones<br />

taxonómicas a cerca de 60% de los géneros presentes<br />

en nuestro territorio (Ayala et al. 1993,<br />

FIGURA 1. Melipona colimana, especie endémica del<br />

volcán de Colima, sierra de Manantlán y del Tigre,<br />

en los estados de Colima y Jalisco. Foto: Ricardo<br />

Ayala.<br />

Abejas (Apoideae)<br />

333


esultado de la biogeografía histórica, en combinación<br />

con los hábitos de anidación de las abejas<br />

y la cantidad de plantas que tienen a éstas como<br />

sus polinizadores especialistas. Los sitios con<br />

vegetación templada son los pinares, encinares y<br />

los bosques mesófilos, que presentan una fauna<br />

de abejas menos diversa pero con mayor número<br />

de especies endémicas; esta fauna está relacionada<br />

con la biota de origen neártica.<br />

Por otro lado, las regiones con clima y vegetación<br />

tropical, como ocurre en las tierras bajas de<br />

Colima, se caracterizan por la presencia de<br />

mayor diversidad de abejas corbiculadas (con<br />

estructuras para acarreo de polen), sociales y<br />

grupos de abejas pequeñas como los halíctidos<br />

(Ayala et al. 1993, 1998; Michener 2007). La presencia<br />

de una diversa fauna de abejas que contiene<br />

además elementos endémicos, tanto de las<br />

montañas como de las tierras bajas, restringidos<br />

a la región y compartidos con los estados vecinos,<br />

es consecuencia de la característica geográfica<br />

de la zona de transición de las biotas neártica<br />

y neotropical, al presentar gran diversidad de<br />

comunidades vegetales, así como una compleja<br />

topografía.<br />

Sabemos que las abejas tienen un papel preponderante<br />

por los servicios ecosistémicos que prestan<br />

como polinizadores y a pesar de esto en el estado<br />

han sido poco estudiadas. La fauna de abejas nativas<br />

de Colima no ha sido estudiada de forma sistemática,<br />

así que se conocen hasta el momento<br />

sólo son cinco familias, con 62 géneros y un total<br />

de 101 especies (apéndices 1 y 2). Número que es<br />

incipiente en un estado que tiene áreas tanto con<br />

vegetación tropical como de montaña, las cuales<br />

tienen faunas con diferentes composiciones, así<br />

como especies propias de las transiciones entre los<br />

tipos de vegetación (ecotonos), además de las<br />

adaptadas a las áreas perturbadas.<br />

Entre las familias registradas en Colima la más<br />

diversa es Apidae, con 30 géneros y 54 especies,<br />

seguida de Halictidae, con 12 géneros y 20 especies,<br />

y Megachilidae, con 10 géneros y 13 especies.<br />

Las familias menos diversas son Andrenidae y<br />

Collectidae, las dos con cinco géneros y nueve<br />

y cinco especies, respectivamente. La familia<br />

Apidae reúne un poco más de 50% de la fauna de<br />

abejas en el estado (apéndices 1 y 2).<br />

De la fauna conocida el género más diverso es<br />

Xylocopa, con 11 especies, el cual incluye a toda<br />

la riqueza presente en el estado. Le siguen tres<br />

géneros más, cada uno con cuatro especies:<br />

Augochlora, Centris y Peponapis, el primero de la<br />

familia Halictidae y los dos siguientes de Apidae.<br />

Considerando que los datos son preliminares, es<br />

de resaltar que hay otros grupos de abejas que<br />

son bien conocidos y de ellos se tienen todas, o<br />

casi todas, las especies presentes en el estado, tal<br />

es el caso de las abejas sin aguijón, de las cuales<br />

se conocen 10 géneros y 13 especies (cuadro 1).<br />

Otro grupo es el de la tribu Euglossini, abejas<br />

con machos que visitan flores de orquídeas, en<br />

este caso se conocen cuatro géneros y cinco<br />

especies. Otros géneros relevantes por sus características<br />

biológicas y de los cuales se conocen<br />

todas, o casi todas las especies, son las abejas<br />

carpinteras ya mencionadas (género Xylocopa),<br />

los abejorros (Bombus, figura 5) y Peponapis, las<br />

abejas de las calabazas (apéndice 1 y 2, cuadro 1).<br />

La abejas presentan diferentes formas de vida.<br />

Contrario a la creencia general, la mayoría de las<br />

especies son de vida solitaria; además hay un<br />

número importante de abejas parásitas (clepto-<br />

334 DIVERSIDAD DE ESPECIES


parásitas) y sólo un número pequeño de especies<br />

son altamente sociales, como la abeja melífera<br />

(A. mellifera). A continuación se describe, para<br />

cada una de estos grupos, la diversidad de<br />

Colima:<br />

Solitarias. Gran parte de las abejas conocidas<br />

para Colima son solitarias (59 especies de la<br />

fauna conocida). En este grupo las hembras<br />

construyen los nidos y aprovisionan las celdas<br />

con el alimento que requieren sus crías. Entre<br />

estas abejas están todas las especies de las familias<br />

Colletidae, Andrenidae y Megachilidae; en<br />

esta última familia el género Megachile es el más<br />

diverso y uno de los más comunes en Colima.<br />

Este tipo de abejas anida en agujeros en la<br />

madera o en oquedades y cortan círculos de<br />

hojas y pétalos con los cuales cubren el interior<br />

de los nidos, para construir las celdas. En la<br />

familia Apidae, dentro de las abejas más comunes<br />

se encuentra a Melisodes tepaneca y a las<br />

especies de los géneros Ceratina, Exomalopsis,<br />

Tetraloniella (figura 2) y Xylocopa. Algunos<br />

Apidae que no son sociales tienen comportamiento<br />

de anidación gregario, como ocurre con las<br />

especies de Ancyloscelis, Diadasia y Melitoma.<br />

FIGURA 2. Macho de Tetraloniella en espera de<br />

hembras, especie común durante el verano en la<br />

cañada entre la ciudad de Colima y Minatitlán.<br />

Foto: Ricardo Ayala.<br />

Sociales. El comportamiento social se presenta<br />

en distintos grupos de abejas, pero es común en<br />

las familias Halictidae y Apidae. Entre las abejas<br />

se observan distintos niveles de comportamiento<br />

social, desde los estados más simples, subsociales,<br />

hasta las abejas altamente sociales o eusociales<br />

(Michener 1974). Entre las abejas de la familia<br />

Halictidae, es muy probable que gran parte de<br />

las especies presentes en Colima tengan algún<br />

nivel de comportamiento social, incluso que<br />

algunas especies sean altamente sociales (Michener<br />

1974, 2007). Dentro de la familia Apidae se<br />

dan comportamientos eusociales (altamente sociales),<br />

como en la abeja de la miel (A. mellifera), así<br />

como también entre las abejas sin aguijón (tribu<br />

Meliponini, figura 1, cuadro 1) y las del género<br />

Bombus. Esto es, 16% de la fauna conocida de<br />

abejas de Colima son altamente sociales (apéndice<br />

1).<br />

Cleptoparásitas. Estas abejas usan los nidos y el<br />

alimento reunido para las crías de otras especies.<br />

También está representado este grupo en Colima<br />

y se conocen especies de los géneros Sphecodes y<br />

Temnosoma, de las familias Halictidae; Stelis y<br />

Coelioxys para la familia Megachlidae y<br />

Coelioxoides, Exaerete, Lestrimelitta, Mesocheira<br />

y Mesoplia; en la familia Apidae se encuentran<br />

los géneros cleptoparásitos Ctenioschelus,<br />

Epeolus, Nomada, Rathymodes y Odyneropsis.<br />

Las familias Osiris y Triepeolus aún no han sido<br />

registradas en el estado pero es muy probable<br />

que estén presentes. De las abejas sin aguijón se<br />

tiene en Colima a Lestimelitta chamelensis, que<br />

es una abeja cleptoparásita social; este es un caso<br />

especial en el cual las abejas de una colonia no<br />

colectan recursos de las flores, sino que los obtienen<br />

de las colonias de otras especies de abejas sin<br />

aguijón.<br />

Abejas (Apoideae)<br />

335


Considerando que existe poca información<br />

sobre la diversidad de abejas de Colima, se recurrió<br />

a un análisis para estimar la fauna que posiblemente<br />

está presente en el estado, basado en<br />

los estudios faunísticos realizados en localidades<br />

relativamente cercanas a esta región y considerando<br />

las comunidades vegetales, así como la<br />

experiencia del autor. Con esto se encontró que<br />

es muy probable que en Colima existan alrededor<br />

de 95 géneros y alrededor de 299 especies de<br />

abejas. Para esta estimación se consideró, además<br />

de la vegetación, la elevación en la cual las<br />

especies de abejas han sido registradas. Los estudios<br />

incluidos en la estimación son de Ayala<br />

(1989) para Chamela, de Fierros (1994) para el<br />

volcán de Tequila, Estrada (1992) y Estrada de<br />

León y Ayala (1995) para la sierra de El Tigre, y<br />

de Ayala (no publicado) para San Buena Ventura,<br />

Jalisco.<br />

En el apéndice 2 se presenta la lista de estos géneros<br />

así como el número probable de especies<br />

para cada uno de ellos y la comunidad vegetal a<br />

la cual están o estarían asociadas. De acuerdo a<br />

lo anterior se conocen en este momento, para<br />

Colima, sólo 64.2% de los géneros y 32.5% de la<br />

diversidad a nivel de especie que probablemente<br />

esté presente en el estado.<br />

Utilizando una modificación de la carta de vegetación<br />

y uso del suelo de Colima (ine 2000), en la<br />

que se reúnen los tipos de vegetación tropicales<br />

(en rojo), de la montaña (en verde) y las áreas en<br />

las cuales hay pastizales, ganadería y zonas<br />

agrícola (amarillo), se puede ver que gran parte<br />

del estado está cubierto por el bosque tropical<br />

caducifolio y subcaducifolio (bt) y alrededor de<br />

40% está bajo manejo agrícola o ganadero. La<br />

figura 3 muestra una fauna diezmada en cuanto<br />

a riqueza, dependiendo de varios factores como<br />

son: la cercanía con áreas naturales, la presencia<br />

de mayor diversidad de especies de herbáceas y<br />

la disponibilidad de áreas para anidar; en este<br />

caso el número de especies de abejas es muy<br />

variable y puede ir de unas pocas especies hasta<br />

alrededor de 40. Lo anterior contrasta con lo que<br />

ocurre en los bosques tropicales (bt), en los cuales<br />

la diversidad puede estar en el orden de los<br />

190 a 240 especies, siendo las áreas más diversas<br />

en abejas en la región. Hay que señalar que hay<br />

un cambio en la composición de la fauna de abejas<br />

presente en los bt que están por arriba de los<br />

500 msnm, en los que se observa la presencia de<br />

especies como Dianthidium macrurum y una<br />

mayor cantidad de especies de la familia<br />

Andrenidae.<br />

Los bosques de coníferas, encinos y mesófilos<br />

son menos diversos en abejas, pero presentan<br />

especies endémicas, en este caso encontramos<br />

por ejemplo a Melipona colimana (figura 1) o<br />

Plebeia manantlensis, así como a especies de<br />

Bombus y Deltoptila. En Colima estos bosque<br />

requieren más estudio y es muy posible que aún<br />

se reserven sorpresas con nuevas especies, algunas<br />

de esas posiblemente endémicas.<br />

Utilizando los valores estimados se encontró que<br />

las familias más diversas son: Apidae con 49 géneros<br />

y 135 especies, seguida de Megachilidae con<br />

17 y 60, Halictidae con 15 y 58, Andrenidae con<br />

siete y 28, y finalmente la menos diversa, Colletidae<br />

con seis géneros y sólo 18 especies (apéndice 2).<br />

A partir de los datos estimados, a nivel de género<br />

los grupos más diversos son: Megachile con 24<br />

especies, seguido de Lasioglossum con 17, Centris<br />

con 15, Augochlora con 12, Xylocopa con 11,<br />

336 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Colletes, Euglossa y Ceratina cada uno con ocho<br />

especies, y los géneros Tetraoniella y Exomalopsis<br />

con siete especies; en conjunto estos 10 géneros<br />

contienen 117 especies que representan 39% de<br />

la fauna estimada para Colima (cuadro 1).<br />

Es sabido que Colima tiene una rica fauna de<br />

abejas, pero no se tienen datos suficientes sobre<br />

la situación en que se encuentran las faunas de<br />

las distintas regiones del estado, tanto de áreas<br />

naturales como de los agroecosistemas. Las<br />

observaciones preliminares indican que se mantiene<br />

una considerable diversidad de abejas, si<br />

bien las serranías que aparentemente tienen<br />

vegetación natural son muchas veces áreas que<br />

fueron perturbadas y que están en distintas etapas<br />

de recuperación. Como se observa en la<br />

figura 3, las áreas que son dedicadas a la agricultura<br />

y ganadería cubren más de 40% del territorio<br />

(Padilla-Velarde et al. 2006), si se suma a eso<br />

FIGURA 3. Riqueza faunística de abejas asociadas y su distribución respecto al tipo de vegetación y uso del<br />

suelo. En amarillo las áreas con pastizal natural o inducido, ganadería y cultivos de temporal o riego;<br />

en rojo distribución del bosque tropical caducifolio y subcaducifolio; y el verde representa bosque de pino,<br />

pinoencino y mesófilos de montaa. Fuente: elaboración propia.<br />

Abejas (Apoideae)<br />

337


que las áreas con bosques tropicales o montanos<br />

han sufrido fuertes perturbaciones, se tiene que<br />

la fauna de abejas de esas áreas puede estar diezmada<br />

respecto a lo que se indica en el mapa.<br />

Colima, al ser un estado con un territorio relativamente<br />

pequeño, no alberga una fauna endémica<br />

exclusiva; sin embargo, es importante<br />

señalar que un porcentaje importante de las<br />

especies de abejas asociadas a los bosques tropicales<br />

son endémicas de un área que sigue al bosque<br />

tropical en la costa de Pacífico, entre el sur<br />

de Sinaloa y Oaxaca. Así, la fauna de abejas es en<br />

gran parte endémica de esta parte de México y<br />

Colima ocupa un lugar importante contribuyendo<br />

a mantener esa diversidad. En el caso de<br />

los bosques de pino, encino y mesófilos, Colima<br />

presenta una fauna de abejas que es endémica y<br />

se comparte sólo con la presente en las serranías<br />

cercanas (sierra de Manantlán, sierra del Tigre,<br />

volcán de Colima, sierra del Tuito y volcán<br />

Tequila) en los estados de Jalisco y Michoacán,<br />

un ejemplo son Melipona colimana (figura 1) y<br />

Plebeia manantlensis.<br />

Importancia<br />

Son importantes los servicios que las abejas<br />

brindan al ecosistema donde habitan, eso a través<br />

de la polinización, ya que permiten preservar<br />

la integridad del mismo. Sin las abejas como<br />

polinizadores no se podría tener una parte<br />

importante de los alimentos que requiere la<br />

población de México: jitomate, tomate, frijol,<br />

chile, calabacitas, calabazas, ciruelas, mangos,<br />

manzanas, café, vainilla, arándano, almendro;<br />

además, cultivos como alfalfa, del que depende<br />

indirectamente mucha de la producción de<br />

carne, requiere ser polinizada por abejas para<br />

producir semillas (Arizmendi 2009).<br />

Actualmente, la polinización se enfrenta a las<br />

prácticas modernas de la agricultura, lo cual<br />

causa que las poblaciones de polinizadores<br />

decrezcan a un ritmo alarmante (Sihag y Singh<br />

1999). En contraste, diversos estudios (McGregor<br />

1976, Guzmán et al. 2002, Quezada-Euán<br />

2005) han demostrado que con la polinización<br />

entomófila el tamaño y peso de los frutos<br />

aumenta, en comparación con aquellos otros<br />

frutos producidos sin la visita de polinizadores.<br />

En el apéndice 3 se presenta una lista de abejas<br />

que han sido registradas en localidades dentro<br />

del estado y que son importantes como polinizadores<br />

de cultivos y flora nativa de importancia<br />

económica. Ese refleja la importancia que tienen<br />

las abejas para los habitantes del estado, principalmente<br />

los que se dedican a la agricultura, y<br />

respalda la necesidad que hay de trabajar más a<br />

favor de la conservación de las abejas nativas.<br />

La abeja melífera (A. mellifera) es sin duda la<br />

especie más común y también la más utilizada<br />

en Colima como agente polinizador de cultivos,<br />

tema que será tratado de forma particular en<br />

otro capítulo de este libro. Así, la fauna de abejas<br />

nativas representa una importe contribución a la<br />

polinización agrícola. Si bien no existen datos<br />

cuantificables, cabe señalar que cultivos como el<br />

de las cucurbitáceas (sandias, pepino, melón y<br />

calabazas) se benefician por el trabajo de estas<br />

abejas, lo que representa una importante<br />

derrama económica para los agricultores. En el<br />

estado, por las características de su vegetación<br />

tropical (bt) y de los bosques templados (bpe),<br />

además de los cultivos como el limón y el café,<br />

338 DIVERSIDAD DE ESPECIES


también son de importancia económica la producción<br />

de miel y de cera.<br />

Las abejas sin aguijón son un grupo importante<br />

e interesante con un rico pasado histórico en<br />

México (Ayala 1999), que actualmente siguen<br />

siendo cultivadas por los campesinos en el sur de<br />

México y en varios países americanos (Posey<br />

1980, Sommeijer et al. 1990, Buchmann y<br />

Nabhan 1996, Quezada-Euán et al. 2001). En el<br />

caso de Colima los productos de estas abejas,<br />

como la miel o la cera, son usados por la gente de<br />

poblados y rancherías, y los obtienen por la<br />

explotación o extracción directa de los nidos de<br />

los árboles, por personas que han realizado esta<br />

práctica de forma tradicional, heredada de los<br />

padres y abuelos. Esta práctica se realiza en tierras<br />

bajas con vegetación tropical, pero es cada<br />

vez menos frecuente: las abejas más utilizadas<br />

con este fin son de la especie Scaptotrigona<br />

hellwegeri (figura 4).<br />

Una especie endémica de la región, Plabeia<br />

manantlansis, de las más grandes dentro del<br />

género en México, tiene posibilidades de ser cultivada<br />

para explotar su miel o ser usada como polinizador.<br />

En áreas tropicales se ha utilizado<br />

también Nannotrigona perilampoides, la cual está<br />

presente en las montañas al norte del estado; esa<br />

abeja es pequeña pero ha sido utilizada para la<br />

polinización de fresa. De las abejas sin aguijón en<br />

Colima se conocen 12 especies (cuadro 1, apéndice<br />

1), de las cuales son comunes: Partamona<br />

bilineata, Frieseomelitta nigra y Trigona fulviventris.<br />

Es frecuente encontrar nidos de las dos primeras<br />

en zonas urbanas, los cuales se establecen en edificios<br />

públicos o casas; por ejemplo, la catedral de<br />

Colima tiene en sus torres nidos de P. bilineata<br />

que tienen apariencia de plastas de lodo oscuro.<br />

Del género Melipona (figura 1) se tienen dos especies,<br />

Melipona beecheii de tierras bajas, que aparentemente<br />

está casi extinta y Melipona colimana<br />

(figura 1), que es endémica de la región y está presente<br />

en el volcán de Colima, algunas localidades<br />

de la sierra de Manantlán y la sierra del Tigre.<br />

Estas son dos especies con muchas posibilidades<br />

de ser usadas como polinizadores o para la producción<br />

de miel y cerumen. En el estado se presenta<br />

también Cephalotrigona eburneiventer,<br />

considerada endémica de la cuenca del río Balsas,<br />

pero que tiene una distribución discontinua y ha<br />

sido registrada por el camino hacia Minatitlán;<br />

ésta también es una especie con potencial para ser<br />

usada en la polinización de cultivos y producción<br />

de miel (cuadro 1).<br />

FIGURA 4. Scaptotrigona hellwegeri, especie de las<br />

que se extrae miel (miel de árbol) y ceras (cera de<br />

Campeche) de los nidos que construyen dentro de<br />

troncos huecos de árboles. Se trata de una práctica<br />

que aún perdura en algunas comunidades en el<br />

estado. Foto: Ricardo Ayala.<br />

El cerumen producido por estas abejas es usado<br />

tanto con fines medicinales como para elaboración<br />

de velas para ceremonias religiosas y para<br />

realizar injertos de plantas frutales. En el pasado,<br />

además, fue importante en el arte plumario.<br />

Abejas (Apoideae)<br />

339


Los abejorros en Colima son importantes en la<br />

polinización de plantas cultivadas (especies del<br />

género Bombus, apéndice 1), éstos son reproducidos<br />

y comercializados para polinizar tomates en<br />

invernaderos, debido a que tienen la capacidad de<br />

la polinización vibratoria que se requiere para<br />

polinizar plantas como el jitomate (Velthius y van<br />

Doom 2004). Actualmente se importa Bombus<br />

impatiens para polinizar este cultivo, pero en<br />

Colima existen tres especies de abejas que también<br />

pueden ser usadas con este fin, entre las cuales<br />

está Bombus ephippiatus (figura 5), que es<br />

cercano filogenéticamente a B. impatiens y tiene<br />

un comportamiento con poca agresividad. La<br />

especies B. steindachneri, presente en tierras bajas<br />

con clima tropical en el estado, puede también ser<br />

una alternativa y sin embargo nunca se ha intentado<br />

su manejo como polinizador.<br />

alfalfa, girasol y muchas leguminosas. Las abejas<br />

carpinteras (especies del género Xylocopa) son<br />

conocidas por ser buenos polinizadores de las flores<br />

de maracuyá (Freitas et al. 2006), así como<br />

también de las flores del guayabo (Psidium). Las<br />

especies de abejas carpinteras pequeñas (género<br />

Ceratina), que anidan en ramas secas de herbáceas,<br />

así como las especies de los géneros Ancyloscelis,<br />

Exomalopsis, Tetraloniella (figura 2), Melissodes,<br />

Augochlora y Augochlorella, son polinizadores<br />

generalistas que visitan las flores de muchos de los<br />

cultivos; de ellas depende la polinización como<br />

servicio ambiental de una buena parte de las plantas<br />

que se cultivan en el estado, sin que esto sea<br />

fácil de percibir aun por los agricultores.<br />

En el cuadro 2 se reúne una lista de especies de<br />

abejas presentes en Colima y las plantas que<br />

polinizan; ello muestra la importancia de las<br />

abejas en la producción de muchos de los frutos<br />

que se producen en el estado y que son de importancia<br />

económica o consumidos por la población<br />

local, algunos de ellos regionales.<br />

Amenazas y conservación<br />

FIGURA 5. Bombus ephippiatus, abejorro común en<br />

el volcán de Colima, que puede ser utilizado como<br />

polinizador manejado en el cultivo de tomates en<br />

invernadero. Foto: Ricardo Ayala.<br />

Las abejas cortadoras de hojas (especies de<br />

Megachile) son importantes en la polinización de<br />

Existen evidencias que muestran una rápida tendencia<br />

a la pérdida de la diversidad de abejas a<br />

nivel mundial, causando la pérdida dramática<br />

del servicio de polinización. Este fenómeno de<br />

extinción de abejas se suma a la pérdida de especies<br />

de la flora silvestre (Buchman y Nabhan<br />

1996, Oldroyd 2007), lo que representa un riesgo,<br />

tanto para los ecosistemas como para la producción<br />

agrícola. Se sabe que el rendimiento de 87<br />

de los 115 cultivos más importantes para la alimentación<br />

mundial se incrementa con los servicios<br />

ecológicos de la polinización, y entre el<br />

amplio espectro de animales polinizadores las<br />

abejas están entre los más efectivos (Klein et al.<br />

2007).<br />

340 DIVERSIDAD DE ESPECIES


CUADRO 2. Especies de abejas registradas para el estado y plantas de importancia agrícola que polinizan.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Especie de abeja<br />

Augochlora spp.<br />

Bombus ephippiatus<br />

Bombus weisi<br />

Centris spp.<br />

Ceratina sp.<br />

Colletes sp.<br />

Epicharis elegans<br />

Exomalopsis spp.<br />

Friseomelitta nigra<br />

Halictus ligatus<br />

Lasioglossum (Dialictus) spp.<br />

Megachile sp.<br />

Melipona beecheii<br />

Melipona colimana<br />

Melissodes tepaneca<br />

Melitoma marginella<br />

Nannotrigona perilampoides<br />

Partamona bilineata<br />

Peponapis azteca<br />

Peponapis crassidentata<br />

Peponapis utahensis<br />

Plabeia manantlensis<br />

Plebeia frontalis<br />

Plebeia moureana<br />

Especie de planta<br />

Capsicum annuum, Citrullus lanatus, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*,<br />

Cucumis melo, Cucumis sativus, Mangifera indica, Physalis ixocarpa.<br />

Lycoperiscum sculentum, Persea americana, Phaseolus vulgaris, Prunus<br />

persica, Rubus occidentalis.<br />

Lycoperiscum sculentum, Malus spp., Persea americana, Phaseolus<br />

vulgaris, Prunus persica, Rubus occidentalis.<br />

Byrsonima crassifolia.<br />

Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Sechium edule, Spondias spp.<br />

Capsicum annuum, Lycoperiscum sculentum, Physalis ixocarpa,<br />

Sechium edule.<br />

Byrsonima crassifolia, Pachyrhizus erosus.<br />

Citrullus lanatus, Cucumis melo, Cucumis sativus, Persea americana.<br />

Byrsonima crassifolia, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Cocos nucifera,<br />

Cucumis melo.<br />

Cucumis melo, Medicago sativa, Persea americana.<br />

Citrullus lanatus, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Cucumis melo,<br />

Mangifera indica.<br />

Medicago sativa, Phaseolus vulgaris.<br />

Bixa orellana, Coffea arabica, Lycoperiscum sculentum.<br />

Persea americana.<br />

Citrus aurantifolia, Citrus spp.*<br />

Ipomoea batatas, Gossypium spp.<br />

Bixa orellana, Capsicum annuum, Citrullus lanatus, Cocos nucifera,<br />

Coffea arabica, Lycoperiscum sculentum, Persea americana, Sechium<br />

edule.<br />

Bixa orellana, Cocos nucifera, Coffea arabica, Cucumis melo, Cucumis<br />

sativus, Persea americana, Sechium edule.<br />

Cucurbita pepo.<br />

Cucurbita pepo.<br />

Cucurbita pepo, Ipomoea batatas.<br />

Bixa orellana, Coffea arabica, Persea americana.<br />

Bixa orellana, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*<br />

Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Coffea arabica.<br />

Abejas (Apoideae)<br />

341


Cuadro 2, continúa<br />

Especie de abeja<br />

Protandrena spp.<br />

Pseudaugochlora graminea<br />

Scaptotrigona hellwegeri<br />

Trigona fulviventris<br />

Xenoglossa gabbii<br />

Xylocopa fimbriata<br />

Physalis ixocarpa, Sechium edule.<br />

Citrullus lanatus, Cucurbita pepo.<br />

Especie de planta<br />

Bixa orellana, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Cocos nucifera, Mangifera<br />

indica, Muntingia calabura, Nephellium lapaceum, Persea americana,<br />

Sechium edule, Spondias purpurea.<br />

Bixa orellana, Byrsonima crassifolia, Citrus aurantifolia, Citrus sinensis,<br />

Cocos nucifera, Coffea arabica, Crotalaria longirostrata, Cucumis melo,<br />

Cucurbita pepo, Eryobotria japonica, Mangifera indica, Muntingia<br />

calabura, Persea americana, Sechium edule.<br />

Cucurbita pepo.<br />

Coffea arabica, Pasiflora edulis, Psidium guajava.<br />

Xylocopa mexicanorum<br />

Bixa orellana, Coffea arabica, Pasiflora edulis, Psidium guajava.<br />

No se incluye Apis mellifera. Cuando se usa “spp.” se considera que distintas especies de la fauna de la<br />

región visitan las flores. En el caso de “spp.” se refiere a las distintos especies o variedades de cítricos que<br />

ocurren en Colima.<br />

En muchos países es patente la disminución de la<br />

abundancia de las abejas melíferas (A. mellifera)<br />

y la causa aparente es una combinación de amenazas,<br />

entre las que se encuentran: el uso de nuevos<br />

insecticidas (nicotinoides), la pérdida de la<br />

calidad del alimento (polen) disponible para las<br />

crías y el efecto de los parásitos, que va desde los<br />

virus hasta los ácaros. Respecto a esto último, en<br />

Colima no hay evidencia de que las abejas se<br />

enfrenten a este problema.<br />

La biodiversidad de abejas en Colima se ve afectada<br />

por la presión que representa el incremento<br />

del uso del área para la ganadería, la agricultura<br />

y en particular para el cultivo de la caña de azúcar;<br />

este último ocupa un extensión considerable<br />

dentro del estado, junto con el uso del suelo para<br />

el cultivo de la palma de coco, limón, papaya,<br />

plátano y melón, principalmente en los municipios<br />

de Tecomán y Armería. Recientemente se<br />

ha promovido el cultivo del aguacate, con lo cual<br />

se tiene el riesgo de pérdida de las áreas boscosas<br />

por sustitución de este monocultivo y con eso la<br />

disminución de la vegetación nativa de las montañas.<br />

Algo similar pasa con el cultivo de zarzamora<br />

que día a día gana terreno en el estado.<br />

El rápido crecimiento de los proyectos inmobiliarios,<br />

turísticos, portuarios e industriales,<br />

representa una grave amenaza a la conservación<br />

de las abejas, al propiciar el rápido crecimiento<br />

de la mancha urbana y el consecuente deterioro<br />

ambiental al ocupar áreas que son importantes<br />

para la fauna de abejas, principalmente para su<br />

anidación.<br />

Además de lo anterior está el incremento en el<br />

uso de insecticidas y la producción de desechos<br />

tóxicos que se vierten al ambiente. Con el creciente<br />

interés por el uso de invernaderos para el<br />

342 DIVERSIDAD DE ESPECIES


cultivo de jitomate es necesario el uso de polinizadores<br />

especializados, como es el caso del abejorro<br />

de la especie Bombus impatiens, la cual es<br />

comercializada y fue introducida del noroeste de<br />

Estados Unidos y Canadá, que si bien es eficiente<br />

para incrementar la producción de tomates,<br />

existe el riesgo de que sea portadora de algunas<br />

enfermedades que podrían afectar a la fauna<br />

nativa. Es por ello que se requiere un estricto<br />

seguimiento y monitoreo sanitario de estas abejas,<br />

con el objeto de asegurarse que no son un<br />

problema futuro para nuestra fauna. También es<br />

importante que estas abejas no se establezcan<br />

como fauna feral, pues al ser especies generalistas,<br />

respecto a las flores que visitan, pueden competir<br />

con la fauna nativa y afectar el tamaño de<br />

sus poblaciones o propiciar la extinción de especies<br />

nativas o endémicas.<br />

Si bien una buena parte del territorio de Colima<br />

ha sido usado en la ganadería o agricultura, es de<br />

destacar que en este estado se tienen dos reservas<br />

de la biosfera como son el volcán de Colima y la<br />

sierra de Manantlán, además de áreas que se<br />

dedican a la conservación, como son las huertas<br />

de Comala y el rancho El Jabalí. Las reservas<br />

representan un esfuerzo considerable en la conservación<br />

de las abejas, al mantener áreas extensas<br />

de refugio para esta fauna.<br />

Por otra parte, el complejo sistema montañoso<br />

en el estado, con vegetación tropical, incluye un<br />

número considerable de áreas con vegetación<br />

natural o acahuales viejos, en los cuales la diversidad<br />

vegetal es considerable y reúne condiciones<br />

para albergar una rica fauna de abejas. No<br />

obstante, se requiere trabajar más en la recuperación<br />

de la vegetación en áreas que fueron ganaderas,<br />

al norte del estado, reforestándolas y<br />

facilitando el establecimiento de una mayor<br />

riqueza de hierbas y árboles, así como cuidar los<br />

espacios propicios para la anidación de abejas<br />

sociales y solitarias.<br />

Ante la necesidad que se tiene del uso de pesticidas<br />

en las áreas agrícolas en Colima, principalmente<br />

en las partes bajas y planas dedicadas al<br />

cultivo de limón, papaya, mango, coco, aguacate y<br />

FIGURA 6. Abeja de<br />

la familia Halictidae<br />

(Augochloropsis ignita).<br />

Foto: Ricardo Ayala.<br />

Abejas (Apoideae)<br />

343


café, es necesario promover campañas de orientación<br />

y seguimiento sobre el uso correcto de insecticidas,<br />

lo cual permitiría disminuir, en lo posible,<br />

el efecto nocivo sobre la fauna de abejas, tanto<br />

melíferas como nativas. Con estas medidas se aseguraría<br />

una polinización adecuada de los cultivos<br />

que requieren abejas y también se propiciaría un<br />

ambiente sano para el hombre.<br />

Es conveniente mantener áreas con vegetación<br />

natural, aledañas a cultivos como melón, sandía,<br />

pepino, chiles y tomates, en las cuales puedan anidar<br />

las abejas nativas y obtener recursos alimenticios<br />

adicionales. Lo anterior crearía pequeños<br />

refugios para la fauna de abejas, lo que asegurarían<br />

una adecuada polinización y producción de<br />

frutos, sin tener que depender del manejo de las<br />

abejas melíferas y garantizaría la polinización de<br />

cultivos con flores, que son poco visitadas por las<br />

abejas exóticas. Para el caso de áreas con cultivos<br />

de maracuyá (pasifloras), es conveniente asegurar<br />

espacios con ramas secas, formando cercados<br />

alrededor de los cultivos y permitiendo que las<br />

abejas carpinteras que requieren estos cultivos<br />

tengan lugar donde anidar.<br />

Conclusiones<br />

Considerando la importancia de los cultivos frutales<br />

en el estado, es claro que se requiere de polinizadores<br />

como las abejas para mantener una<br />

buena producción agrícola, por esto, es importante<br />

considerar acciones que permitan preservar<br />

a las abejas, para que puedan cumplir con el servicio<br />

ecológico de polinización y al mismo tiempo<br />

se apoye su conservación con prácticas de uso del<br />

suelo que permitan un manejo sustentable de los<br />

recursos naturales. Se requieren estudios que permitan<br />

conocer y conservar a las abejas nativas de<br />

Colima y de esta manera conservar el importante<br />

servicio ambiental que proveen a través de la polinización<br />

de los alimentos que consumimos.<br />

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Abejas (Apoideae)<br />

345


Escarabajos<br />

con cuernos largos<br />

(Cerambycidae)<br />

Felipe A. Noguera Martínez<br />

Descripción<br />

La mayoría de las especies de la familia Cerambycidae (del griego<br />

kerambyx, escarabajo con cuernos) son alargadas y subcilíndricas, aunque<br />

también hay especies aplanadas como en Smodicum, extremadamente<br />

delgadas como en Spalacopsis o modificadas crípticamente como<br />

en Rhinotragini. Los coleópteros de esta familia tienen los ojos fuertemente<br />

emarginados o incluso completamente divididos; generalmente<br />

presentan antenas largas que surgen de la emarginación de los ojos y los<br />

tarsos tienen cinco artejos, siendo el tercero bilobulado y el cuarto muy<br />

pequeño y cubierto por los lóbulos del tercero.<br />

FIGURA 1. Odontocera<br />

clara Bates, 1873. Especie<br />

endémica de México,<br />

que pertenece a la tribu<br />

Rhinotragini, cuyas<br />

especies mimetizan a<br />

grupos como avispas y<br />

abejas, principalmente.<br />

Foto: Enrique Ramírez<br />

García.<br />

346<br />

Noguera, F.A. 2016. Escarabajos con cuernos largos (Cerambycidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 346-352.


En este grupo se encuentran especies que miden<br />

desde 2 mm de largo, como Cyrtinus pygmaeus,<br />

hasta 170 mm, como Titanus giganteus. Muchas<br />

especies presentan espinas en el pronoto, élitros<br />

y patas. Presentan dimorfismo sexual, comúnmente<br />

los machos poseen antenas más largas, la<br />

cabeza más grande, los élitros más estrechos y el<br />

abdomen ligeramente más pequeño, más recto y<br />

menos convexo. Este dimorfismo alcanza su<br />

mayor expresión en la subfamilia Prioninae, en<br />

donde las mandíbulas pueden ser mucho más<br />

grandes o excesivamente alargadas y falcadas<br />

(curvatura en forma de hoz), y las antenas pueden<br />

ser serradas, pectinadas, imbricadas o flabeladas.<br />

Su coloración es variable, comúnmente<br />

reflejando sus hábitos. Las especies nocturnas<br />

son de colores opacos; de éstas, las que permanecen<br />

inactivas pero expuestas durante el día son<br />

de colores crípticos, frecuentemente confundiéndose<br />

muy bien con su entorno, en cambio,<br />

las especies nocturnas que permanecen ocultas<br />

durante el día son de colores pardo o negro<br />

opaco. En contraste, las formas diurnas son brillantemente<br />

coloreadas, incluyendo especies con<br />

colores metálicos (Linsley 1961).<br />

FIGURA 2. Cirrhicera basalis Gahan, 1892. Especie<br />

endémica de México. Los individuos de las especies<br />

de este género se caracterizan por presentar en los<br />

artejos antenales cinco y seis, un fleco denso de<br />

sedas. Foto: Enrique Ramírez García.<br />

2015) y con un continuo incremento en el<br />

número de especies conocidas a escala mundial.<br />

En América se han registrado cerca de<br />

9 mil especies de siete subfamilias (Bezark<br />

2015, Monné 2015a, b, c) y en México se conocen<br />

1 621 especies de 454 géneros, 80 tribus y<br />

siete subfamilias (Noguera 2014). En Colima, a<br />

la fecha se han registrado 136 especies de<br />

83 géneros, 30 tribus y cinco subfamilias<br />

Los registros fósiles más antiguos y mejor preservados<br />

que se tienen de este grupo datan del<br />

eoceno, pero se cree que este grupo ya estaba<br />

presente en el cretácico medio, hace 138 millones<br />

de años, asociado a los bosques de angiospermas<br />

existentes de esa era (Linsley 1961).<br />

Diversidad y distribución<br />

La familia Cerambycidae constituye una de las<br />

más diversas del orden Coleoptera, con más de<br />

30 mil especies descritas hasta la fecha (Nearns et al.<br />

FIGURA 3. Phaea marthae Chemsak, 1977. Especie<br />

endémica de México. Sus individuos se alimentan<br />

de plantas de las familias Apocynaceae y<br />

Asclepiadaceae y secuestran los compuestos tóxicos<br />

que éstas contienen, como un mecanismo de<br />

defensa contra depredadores. El color rojo es una<br />

señal de advertencia. Foto: Enrique Ramírez García.<br />

Escarabajos con cuernos largos (Cerambycidae)<br />

347


(apéndice 1). La subfamilia con mayor número<br />

de especies es Cerambycinae con 86, seguida de<br />

Lamiinae con 43, Lepturinae con cinco, Prioninae<br />

con dos y Parandrinae con una. Las tribus con<br />

mayor riqueza son Elaphidiini con 26, Trachyderini<br />

con 13 y Eburiini, Rhinotragini y Tetraopini<br />

con 10, respectivamente. Los géneros Eburia,<br />

Phaea y Psyrassa son los más diversos en especies,<br />

con ocho los dos primeros y siete el último<br />

(Monné, 2015a, b, c, Noguera 2015a).<br />

Del total de especies, 130 son continentales y<br />

siete han sido registradas sólo en las islas Revillagigedo<br />

(apéndice 1). Estas últimas fueron<br />

descritas para ese archipiélago y hasta el<br />

momento se consideran endémicas del mismo.<br />

Del resto de las especies, 70 se han registrado<br />

solamente en México, lo que junto con las especies<br />

insulares haría que la fauna hasta ahora<br />

registrada de Colima, representara 56% de<br />

especies endémicas para el país.<br />

La familia Cerambycidae tiene una distribución<br />

cosmopolita y es posible encontrar sus especies<br />

desde el nivel del mar hasta más de los 4 000 msnm.<br />

Su distribución actual ha sido explicada por cambios<br />

en el clima y la disponibilidad de las especies<br />

de plantas de que se alimentan; la evolución y distribución<br />

de las floras pasadas han tenido gran<br />

influencia en la historia evolutiva del grupo (Linsley<br />

1961). En la actualidad, su mayor diversidad se<br />

encuentra en los trópicos y las relaciones de las<br />

faunas a escala mundial han sido explicadas por<br />

Linsley (1961).<br />

La fauna en México está conformada principalmente<br />

por elementos neotropicales, holárticos y<br />

sonorenses; la de Colima se caracteriza por elementos<br />

neotropicales. Para esta entidad la mayoría<br />

de las especies de cerambícidos registradas<br />

han sido localizadas en regiones con bosque<br />

tropical caducifolio como vegetación dominante<br />

(Noguera 2015b), lo que parece indicar que tienen<br />

una relación estrecha. Este tipo de vegetación,<br />

junto con el bosque tropical subcaducifolio,<br />

cubren 55% del territorio del estado (inegi 2010)<br />

y es probable que ahí se concentre la mayor<br />

diversidad de este grupo.<br />

Importancia<br />

La importancia de Cerambycidae está relacionada<br />

con sus hábitos alimenticios. Sus especies<br />

son exclusivamente fitófagas, tanto en estado<br />

larval como de adultos. Como larvas la mayoría<br />

se alimenta de árboles o ramas recién muertos,<br />

algunas de árboles o arbustos vivos y otras<br />

pocas de madera podrida. Además, prácticamente<br />

todas las estructuras de una planta son<br />

utilizadas como alimento por sus larvas, encontrándose<br />

especies que consumen raíces, troncos,<br />

ramas, semillas, frutos o tallos herbáceos<br />

de plantas anuales o porciones vegetativas frescas<br />

de algunas cactáceas.<br />

En la mayoría de las especies los adultos se alimentan<br />

de plantas diferentes a las de sus larvas.<br />

Éstos, al igual que las larvas, presentan una amplia<br />

gama de hábitos alimenticios (aunque también<br />

existen especies que no se alimentan como adultos),<br />

encontrándose especies que consumen flores,<br />

corteza, hojas, agujas y conos de pinos, savia,<br />

frutos, raíces y hongos. Las especies que se alimentan<br />

de flores usualmente son generalistas y<br />

son considerados como el grupo de coleópteros<br />

más importante desde el punto de vista de la polinización.<br />

Los individuos de este grupo habitan<br />

348 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 4. Mecas (Dylobolus) rotundicollis Thomson, 1868. Esta especie se distribuye desde Estados Unidos<br />

de América hasta Costa Rica. Los individuos de esta especie presentan un patrón de coloración similar<br />

a especies de la familia Lampyridae (luciérnagas), incluyendo los últimos segmentos del abdomen con<br />

coloración blanquecina-amarillenta, semejando el órgano luminiscente de las luciérnagas.<br />

Foto: Enrique Ramírez García.<br />

principalmente en bosques y selvas, y su función<br />

ecológica dentro de los mismos es degradar la<br />

madera muerta, reintegrándola al suelo como<br />

humus (Linsley 1961).<br />

En el aspecto económico la importancia de este<br />

grupo está más relacionada con el daño que le<br />

provocan a la madera que con la muerte que<br />

estas especies pueden causarle a los árboles. En<br />

este sentido, ese daño está más documentado<br />

en madera de árboles templados y el efecto más<br />

común es que la madera sea infestada antes de<br />

ser usada y que el daño suceda cuando los adultos<br />

emergen (dañando pisos de madera, muebles,<br />

postes, etcétera.).<br />

Amenazas y conservación<br />

No existe información que permita determinar la<br />

situación y estado de conservación de las especies<br />

de este grupo en el país, ni en Colima, y hasta la<br />

fecha ninguna de sus especies está registrada en la<br />

nom-059-semarnat-2010. No obstante, y debido a<br />

la estrecha relación que tienen con sus plantas<br />

hospederas, es posible afirmar que el estado de<br />

conservación de bosques y selvas en el país incide<br />

directamente en la diversidad de este grupo de<br />

insectos.<br />

Se ha demostrado que para algunas especies de<br />

cerambícidos, en otras regiones del planeta, la<br />

Escarabajos con cuernos largos (Cerambycidae)<br />

349


FIGURA 5. Plagiohammus imperator (Thomson, 1868). Especie endémica de México. Sus individuos son de<br />

hábitos nocturnos y son muy llamativos por presentar una coloración blanquecina en la mayor parte de su<br />

cuerpo. Foto: Enrique Ramírez García.<br />

degradación y destrucción del hábitat son las causas<br />

principales de la declinación de sus poblaciones<br />

(Twinh y Harding 1999, Baur et al. 2002,<br />

Holland 2009). En este sentido, se ha estimado<br />

que 58% del territorio estatal presenta un deterioro<br />

considerable de su calidad ecológica y que<br />

muy pocos sitios permanecen en un buen estado<br />

de conservación. Esto ha sido provocado principalmente<br />

por el cambio de uso del suelo, aumentando<br />

las coberturas agropecuarias y urbanas a<br />

expensas de las zonas forestales, de manera especial<br />

selvas (Gobierno del Estado de Colima 2010).<br />

Considerando esto último y el hecho de que aparentemente<br />

la mayor diversidad de este grupo se<br />

localiza en el bosque tropical caducifolio (btc) y<br />

subcaducifolio (bts) de la entidad, la situación y<br />

estado de conservación de este grupo podría ser<br />

alarmante. Estos tipos de vegetación se distribuyen<br />

principalmente a lo largo de la vertiente del<br />

Pacífico en México y ambos presentan grados de<br />

alteración y tasas de deforestación muy altas.<br />

El btc cubre 8% del territorio nacional, y hasta<br />

1990 sólo 27% permanecía como bosque intacto,<br />

mientras que el resto había sido alterado, de<br />

modo especial para desarrollar la agricultura y<br />

el pastoreo (Trejo y Dirzo 2000). El bts cubre 4%<br />

del país y su grado de alteración es variable de<br />

acuerdo a la región, aunque en sitios en donde<br />

crece en suelos profundos quedan pocos lugares<br />

sin desmontar (Rzedowski 2006). Este escenario<br />

parece señalar que la situación y el estado de<br />

conservación de los cerambícidos en Colima está<br />

350 DIVERSIDAD DE ESPECIES


lejos de ser óptima y que de continuar el deterioro<br />

de sus hábitats sus poblaciones declinarían<br />

hasta desaparecer en el estado.<br />

Además, lo llamativo de muchas de las especies<br />

de este grupo de coleópteros ha hecho que sean<br />

muy estimadas por coleccionistas en todo el<br />

mundo, lo que ha creado un mercado de compra-venta<br />

de especímenes en el cual las especies<br />

más llamativas y raras son las más cotizadas.<br />

No hay datos que permitan estimar el efecto<br />

que este comercio podría tener sobre la diversidad<br />

del grupo, pero parece probable que la<br />

extracción selectiva de individuos de una especie<br />

podría tener efectos negativos en sus poblaciones<br />

a largo plazo.<br />

Conclusiones<br />

La falta de conocimiento real de la situación y<br />

estado de conservación de este grupo en el estado<br />

hacen difícil el establecimiento de medidas adecuadas<br />

para su conservación. No obstante, y<br />

considerando su estrecha relación con bosques y<br />

selvas, la preservación de este tipo de ecosistemas<br />

aparentemente también aseguraría la de<br />

este grupo de organismos. Hay dos factores que<br />

podrían ayudar en este sentido: la elaboración y<br />

aplicación de un nuevo programa de ordenamiento<br />

ecológico territorial del estado (poet)<br />

(sedesol 2003) y el establecimiento de más áreas<br />

naturales protegidas en el mismo.<br />

Respecto al nuevo programa, el poet vigente en el<br />

estado data de 1993, y aunque se han realizado<br />

adecuaciones al mismo, no es un instrumento que<br />

permita una adecuada regulación ambiental en la<br />

entidad. Además, y como se menciona en el Plan<br />

Estatal de Desarrollo de Colima 2009-2015, es<br />

necesaria la consolidación de una estructura sólida<br />

para proteger el medio ambiente, que se integre<br />

por un cuerpo técnico-administrativo capaz de<br />

afrontar con éxito el problema actual. De no ser<br />

así, el deterioro ecológico continuará y las presiones,<br />

no sólo sobre este grupo, sino sobre todos los<br />

ecosistemas del estado, serán cada vez mayores.<br />

De todas las áreas naturales protegidas de Colima<br />

sólo en una parte de Cerro Grande, incluida en la<br />

Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, se<br />

protegen ecosistemas tropicales y, como ya fue<br />

mencionado, son los que mayor diversidad albergan<br />

en este grupo de insectos. Considerando lo<br />

anterior sería importante la creación de al menos<br />

una reserva que protegiera estos ecosistemas. En<br />

este sentido dos podrían ser regiones importantes<br />

a considerar: la región de Ixtlahuacán, localizada<br />

en el extremo oeste de la sierra de Coalcomán y el<br />

corredor Minati tlán-Manzanillo. El estudio de<br />

este grupo de organismos, así como los esfuerzos<br />

que se hagan para proteger su hábitat permitirá<br />

conocer y conservar su diversidad.<br />

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consulta: 27 de junio de 2015.<br />

——— . 2015b. LINBOS. Los insectos del bosque seco.<br />

En: ,<br />

última consulta: 27 de junio de 2015.<br />

Rzedowski, J. 2006. Vegetación de México. <strong>Comisión</strong><br />

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(conabio). México.<br />

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México.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

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de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

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Mexico. Biological Conservation 94:133-142.<br />

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Hutingdon: Biological Records Centre. Gran<br />

Bretaña.<br />

352 DIVERSIDAD DE ESPECIES


ESTUDIO DE CASO<br />

ESCARABAJOS DE IXTLAHUACÁN (ELATEROIDEA)<br />

Santiago Zaragoza-Caballero I Felipe A. Noguera<br />

Enrique González-Soriano I Enrique Ramírez-García I M. L. Zurita-García<br />

Descripción<br />

La superfamilia Elateroidea está integrada por<br />

14 familias de escarabajos (Lawrence y Newton<br />

1995) que poseen las siguientes características<br />

morfológicas, según Eisner et al. (1962):<br />

Cuerpo: alargado y aplanado en sentido dorsoventral,<br />

cubierto por pequeños pelos o sedas,<br />

tamaño de entre 1.2 a 43 mm de largo, tegumento<br />

blando, coloración roja o amarilla con<br />

negro (considerados como colores aposemáticos<br />

o de advertencia).<br />

Cabeza: en general más ancha que larga, parcial<br />

o totalmente cubierta por el pronoto (en lícidos y<br />

cantáridos florícolas alargada en un rostro),<br />

antenas separadas (en lampíridos cercanas en su<br />

inserción), filiformes, serradas o pectinadas (en<br />

fengódidos plumosas), con ojos reducidos o muy<br />

desarrollados, mandíbulas falcadas (en forma de<br />

hoz, en lícidos florícolas reducidas a dentículos),<br />

palpos maxilares y labiales con el último artejo<br />

en forma de hacha (en telegeúsidos muy largos).<br />

Tórax: con pronoto semicircular semicuadrado<br />

o trapezoidal, más o tan ancho como los élitros,<br />

convexo, con o sin expansiones laterales, liso o<br />

carinado; escutelo de ordinario triangular, élitros<br />

largos o cortos (en Phengodes dehiscentes,<br />

en lícidos reticulados).<br />

Patas: comprimidas; coxas anteriores y medias<br />

cónicas, las posteriores transversas, fórmula tarsal<br />

5-5-5, uñas simples o dentadas.<br />

Abdomen: generalmente con ocho segmentos<br />

en los machos, siete en las hembras (en los lampíridos<br />

nocturnos hay órganos luminosos en los<br />

segmentos 5-6); aparato reproductor masculino<br />

formado por tres lóbulos.<br />

Los coleópteros elateroideos viven en bosques,<br />

sabanas y pastizales, entre los 100 a 2 500 msnm,<br />

no habitan las zonas polares ni altas montañas.<br />

Como adultos se les encuentra sobre el follaje o<br />

en las flores, donde algunos aprovechan las<br />

hojas, sépalos, pétalos o el polen para su alimentación,<br />

otros ya no se alimentan. Los adultos de<br />

este grupo sobreviven tres semanas en promedio,<br />

con excepción de lampíridos y fengódidos<br />

quienes duran activos pocos días e incluso los<br />

lícidos solamente algunas horas. Las hembras de<br />

fengódidos y telegeúsidos son neoténicas, es<br />

decir, alcanzan la etapa reproductiva con apariencia<br />

de larva. En general, como larvas, son<br />

activos depredadores de anélidos, moluscos o<br />

Zaragoza-Caballero, S., F.A. Noguera, E. González-Soriano, E. Ramírez-García y M.L. Zurita-García. 2016. Escarabajos de<br />

Ixtlahuacán (Elateroidea). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 353-360.<br />

353


larvas y adultos de pequeños insectos que viven<br />

en la hojarasca o bajo cortezas. En condiciones<br />

extremas se les encuentran hasta 20 cm de profundidad.<br />

Los cantáridos y lícidos de hábitos<br />

diurnos inician su actividad durante las primeras<br />

horas del día. La mayoría de lampíridos son<br />

nocturnos y su vuelo nupcial lo inician al atardecer.<br />

Los fengódidos y telegeúsidos son también<br />

de hábitos nocturnos y son atraídos a la luz. El<br />

amarillo, rojo y negro son colores aposemáticos<br />

o de advertencia que se combinan en una coloración<br />

mimética en el tegumento de cantáridos,<br />

lampíridos y lícidos; éstos adoptan esa coloración<br />

como medida defensiva al ataque de sus<br />

posibles depredadores.<br />

Además de la anterior defensa, los elateroideos<br />

liberan sustancias tóxicas, repelentes, con olores<br />

desagradables que corresponden a ácidos acetilénicos,<br />

licídicos, glicéridos y alcaloides, o esteroides<br />

del tipo de las lucibufaginas liberadas junto<br />

con la hemolinfa a través de membranas o poros<br />

glandulares (Eisner et al. 1962, Moore y Brown<br />

1981, Dettner 1987). En Michoacán, Jalisco y<br />

Colima, a las larvas de algunas especies de<br />

Photuris y Bicellonycha (lampíridos) se les conoce<br />

como “arlomos” o “ardores”, y se comenta “si te<br />

pica este animalito, la carne se te pudre y se cae”.<br />

Estas sustancias tienen efectos eméticos (que provocan<br />

vómito), en anfibios reptiles y aves, considerados<br />

los depredadores naturales de los<br />

coleópteros. Los fengódidos y lampíridos emiten<br />

señales luminosas con carácter defensivo, y de<br />

naturaleza sexual en el caso de los últimos.<br />

Coleoptera (Insecta), entre ellas se encuentran la<br />

Cantharidae (figura 1) (kantharis, vesicante, que<br />

produce ampollas); Lampyridae (figura 2) (lampyris,<br />

encendido, luminoso); Lycidae (figura 3)<br />

(lycus, lobo); Phengodidae (figura 4) (phengos,<br />

luz brillante) y Telegeusidae (figura 5) (tele, lejos<br />

y guesis, sensación de gustar), que integran los<br />

malacodermos de Latreille (1829) (malacos = blando<br />

y derma = piel), y los Cantharoidea de Crowson<br />

(1972).<br />

La información de este grupo es escasa, por lo<br />

que, para el estado, se generó a partir de los trabajos<br />

de campo realizados en la región de Ixtlahuacán,<br />

entre abril de 2006 y febrero de 2007. Esta<br />

región se ubica en el sureste del estado, donde la<br />

comunidad vegetal dominante es el bosque tropical<br />

caducifolio (btc). Los métodos de recolecta<br />

utilizados estuvieron basados en colectas directas,<br />

trampas de luz y trampas Malaise.<br />

Diversidad y distribución<br />

Según Lawrence y Newton (1995) la superfamilia<br />

Elateroidea está integrada por 14 familias de<br />

FIGURA 1. Coleóptero de la familia Cantharidae<br />

(Chauliognathus forreri). Foto: Santiago Zaragoza-<br />

Caballero.<br />

354 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 2. Coleóptero de la familia Lampyiridae<br />

(Photinus sp.). Foto: Santiago Zaragoza-Caballero.<br />

FIGURA 3. Coleóptero de la familia Lycidae (Lycus<br />

loripes). Foto: Santiago Zaragoza-Caballero.<br />

FIGURA 4. Coleóptero de la familia Phengodidae<br />

(Walterius caballeroae). Foto: Santiago Zaragoza-<br />

Caballero.<br />

FIGURA 5. Coleóptero de la familia Telegeusidae<br />

(Telegeusis glessum). Foto: Santiago Zaragoza-<br />

Caballero.<br />

Las cinco familias de elateroideos aquí consideradas<br />

se distribuyen a nivel mundial en la franja<br />

comprendida entre los paralelos 48º norte y 38º sur.<br />

Hasta ahora se han descrito 416 géneros y 11 061<br />

especies en el mundo, en América 171 géneros y<br />

3 884 especies, y 79 géneros y 629 especies en<br />

México. Cantharidae, Lampyridae y Lycidae<br />

alcanzan una distribución mundial, en tanto<br />

Phengodidae y Telegeusidae sólo se encuentran<br />

en el continente americano. En los registros de<br />

Ixtlahuacán para Colima, la fauna de elateroideos<br />

era de dos géneros y tres especies (Zaragoza<br />

y endoza 1996), se tienen hasta ahora 23 géneros<br />

y 49 taxones (cuadro 1, apéndice 1), incluyendo<br />

un género y una especie nueva de Phengodidae,<br />

y una especie nueva de Telegeusidae. Otras 24<br />

Escarabajos de Ixtlahuacán (Elateroidea)<br />

355


CUADRO 1. Diversidad de géneros y especies de coleópteros elateroideos del mundo, América, México y<br />

Colima. Fuente: elaboración propia.<br />

Familia<br />

Géneros/<br />

especies en<br />

el Mundo<br />

Géneros/<br />

especies en<br />

América<br />

Géneros/<br />

especies en<br />

México<br />

Géneros/<br />

especies en<br />

Colima<br />

Especies endémicas<br />

de México/<br />

Colima<br />

Cantharidae 138/5083 34/1634 19/223 6/30 153/0<br />

Lampyridae 83/2000 58/1203 22/164 4/16 84/0<br />

Lycidae 160/4600 48/820 23/168 4/9 101/0<br />

Phengodidae 34/263 29/212 13/63 7/8 37/1<br />

Telegeusidae 2/15 2/15 2/11 2/2 2/1<br />

Total 416/11061 171/3884 79/629 23/65 377/2<br />

especies que no han sido ubicadas entre las especies<br />

conocidas, posiblemente resulten nuevas.<br />

El cuadro 1 compila información de: Kleine<br />

1933, Blackwelder 1945, McDermott 1966, Delkeskamp<br />

1977, Brancucci 1980, Zaragoza-Caballero<br />

1984, 1986, 1989, 1993, 1995a, 1995b, 1996a,<br />

1996b, 1996c, 1998, 1999a, 1999b, 2000a, 2000b,<br />

2001, 2002, 2003a, 2003b, 2005, 2007, 2008a,<br />

2008b, 2008c, Zaragoza-Caballero y Mendoza-Ramírez<br />

1996 y Zaragoza-Caballero y Rodríguez-Vélez<br />

2011.<br />

FIGURA 6. Distribución temporal<br />

de elateroideos, con datos de<br />

las colectas (2006-2007).<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

356 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 7. Riqueza de<br />

elateroideos, con datos de<br />

las colectas (2006-2007).<br />

Fuente: elaboración<br />

propia.<br />

Se tienen antecedentes de la presencia de 17 especies<br />

de cantaroideos, sin embargo, de la región de<br />

Ixtlahuacán no se tenía ningún registro.<br />

Los datos de 859 ejemplares recolectados corresponden<br />

a 49 especies en 23 géneros (apéndice 1).<br />

La presencia de estos escarabajos sigue el patrón<br />

temporal en abundancia y riqueza de muchos<br />

grupos de insectos; de los 859 ejemplares recolectados<br />

748 corresponden a los meses lluviosos<br />

(figura 6). Cantáridos, lampíridos, lícidos y telegeúsidos<br />

son más abundantes y diversos en la<br />

temporada de lluvias. En general resultaron particularmente<br />

más numerosos los lampíridos<br />

(419) y cantáridos (317), le siguen fengódidos<br />

(99), lícidos (13) y telegeúsidos (11). Las especies<br />

más abundantes fueron: Chauliognathus forreri<br />

(Cantharidae) de julio a agosto, con 221 ejemplares;<br />

y Bicelonycha amoena (Lampyridae) de julio<br />

a octubre, con 155 (figuras 7 y 8).<br />

La representación de 13 lícidos y 11 telegeúsidos<br />

no es suficiente como para marcar una presencia<br />

bien definida, aunque Plateros rocioae (Lycidae)<br />

fue más frecuente en julio y agosto, y de Telegeusis<br />

glessum (Telegeusidae) se recolectaron siete<br />

ejemplares entre junio-octubre (temporada lluviosa)<br />

y dos en meses secos. Por otro lado,<br />

durante la época de secas se recolectaron en total<br />

111 ejemplares. Destaca Paraptorthodius sp.<br />

(Phengodidae) presente mayoritariamente con<br />

58 individuos en abril (figuras 7 y 8).<br />

Conclusiones<br />

Varios son los estados del centro y norte del país<br />

que no han sido estudiados de manera formal,<br />

los registros que se tienen han sido ocasionales.<br />

Para Colima se tenía conocimiento de 1, 3 y 13 registros<br />

de lícidos, lampíridos y cantáridos, respectivamente;<br />

de fengódidos y telegeúsidos no se<br />

sabía nada hasta el presente estudio.<br />

Escarabajos de Ixtlahuacán (Elateroidea)<br />

357


FIGURA 8. Abundancia<br />

de elateroideos, con<br />

datos de las colectas<br />

(2006-2007). Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

Los registros de 22 géneros y 49 especies, en<br />

una pequeña parte de Colima, son un estímulo<br />

para llevar a cabo más estudios que incrementen<br />

el conocimiento de este grupo de organismos;<br />

además, se debe considerar que Walterius<br />

caballeroae y Pseudotelegeusis jiliotupensis son<br />

especies únicas de Colima y las morfoespecies<br />

enlistadas en el apéndice 1 problablemente sean<br />

también únicas para el estado, por lo que los<br />

estudios de la diversidad de esta superfamilia<br />

en Colima son necesarios para su conocimiento<br />

y conservación.<br />

Referencias<br />

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Latreille, P.A. 1829. Les crustacés, les arachnides et les<br />

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les tomes 4 et 5 celui de M. le Baron Cuvier sur<br />

le Règne animal (deuxième edition), vol. 1. París.<br />

Lawrence, J.F. y A.F. Newton Jr. 1995. Families and subfamilies<br />

of Coleoptera (with selected genera, notes,<br />

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358 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


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Biología unam, Serie Zoología 64(2):139-151.<br />

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Lampyridae, Photinini) de México. Anales<br />

del Instituto de Biología unam, Serie Zoología<br />

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unam, Serie Zoología 67(1):123-149.<br />

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nuevo género y una nueva especie de Lampyridae<br />

del estado de Morelos. Dugesiana 7:19-22.<br />

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tthonyx (Coleóptera: Cantharidae: Tytthonyxini)<br />

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del Instituto de Biología unam, Serie Zoología<br />

74(2):153-162.<br />

Escarabajos de Ixtlahuacán (Elateroidea)<br />

359


——— . 2005. Nuevas especies de Photinus (Coleóptera:<br />

Lampyridae: Photinini) de Jalisco,<br />

México. Folia Entomológica Mexicana 44<br />

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Lampyridae: Photinini) from Jalisco, México, with<br />

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353-368.


ESTUDIO DE CASO<br />

COLEÓPTEROS DE CERRO GRANDE, MINATITLÁN<br />

(PASSALIDAE, SCARABAEIDAE, MELOLONTHIDAE,<br />

TROGIDAE Y SILPHIDAE)<br />

Edith García-Real I Luis Eugenio Rivera-Cervantes<br />

Juan Carlos García-Montiel I Miguel Ángel Morón<br />

Descripción<br />

Las familias Melolonthidae, Scarabaeidae, Trogidae,<br />

Passalidae y Silphidae, pertenecen al orden<br />

Coleoptera de la clase Insecta. Las especies de las<br />

familias Melolonthidae, Scarabaeidae y Trogidae<br />

son conocidos como mayates, gallinas ciegas y<br />

escarabajos estercoleros o toritos. Estos coleópteros<br />

se alimentan de follaje, flores y raíces de<br />

numerosas plantas, o con excrementos y restos<br />

animales o vegetales en descomposición (Morón<br />

1984). Las especies de Passalidae son llamados<br />

brocas o ticocos; consumen madera podrida y<br />

aceleran la degradación de los troncos hasta reintegrarlos<br />

al suelo en forma de humus, rico en fósforo,<br />

nitrógeno, potasio y sodio (Reyes-Castillo<br />

2002). Los coleópteros de la familia Silphidae son<br />

también llamados escarabajos enterradores y se<br />

alimentan principalmente de carroña (Navarrete-Heredia<br />

y Fierros-López 2000).<br />

Diversidad y distribución<br />

Los estudios ecológicos, taxonómicos, biogeográficos,<br />

etológicos, y sobre biodiversidad de<br />

estas especies en México, han ido en aumento<br />

durante las últimas tres décadas (Morón et al.<br />

1997). La intrincada orografía y la variedad de<br />

ambientes naturales en una amplia zona de transición,<br />

han favorecido la presencia de numerosos<br />

escarabajos con distribución restringida o exclusiva<br />

(endemismos). Entre los datos más recientes<br />

destaca la riqueza de pasálidos, al ser México el<br />

país con el mayor número de géneros, 21 a nivel<br />

mundial, y el segundo en especies con 83 (Reyes-<br />

Castillo et al. 2006). Morón (2006a, b) señala la<br />

presencia de dos géneros y 204 especies endémicas<br />

de Scarabaeidae, y de 25 géneros y 671 especies<br />

endémicas de Melolonthidae. La familia<br />

Silphidae está representada en México por 11<br />

especies de cuatro géneros (Navarrete-Heredia y<br />

Fierros-López 2000) y los Trogidae reúnen dos<br />

géneros con 27 especies (Deloya 2003) (cuadro 1).<br />

La revisión bibliográfica realizada en Colima<br />

señala la presencia de tres especies de pasálidos,<br />

con la posibilidad de que existan otras dos (Reyes-<br />

Castillo 2002), por la cercanía de dichas especies<br />

en el límite con Jalisco (Rivera-Cervantes com.<br />

pers.); 26 especies de Scarabaeidae; 54 especies de<br />

Melolonthidae (Morón, 2003 y García-Montiel et<br />

al. 2003); dos especies de Trogidae (Deloya 2003);<br />

y ningún registro de Silphidae (cuadro 2).<br />

García-Real, E., L.E. Rivera-Cervantes, J.C. García-Montiel y M.A. Morón. 2016. Coleópteros de Cerro Grande, Minatitlán<br />

(Passalidae, Scarabaeidae, Melolonthidae, Trogidae y Silphidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 361-365.<br />

361


CUADRO 1. Riqueza de escarabajos lamelicornios y<br />

sílfidos en Mico. Fuente: elaboración propia.<br />

Familia Géneros Especies<br />

Scarabaeidae 64 462<br />

Melolonthidae 1 19 1 147<br />

Passalidae 21 83<br />

Trogidae 2 27<br />

Silphidae 4 11<br />

Total 210 1730<br />

A partir de la creación de la Reserva de la Biosfera<br />

Sierra de Manantlán en 1987, investigadores de la<br />

Universidad de Guadalajara, con el apoyo de<br />

investigadores del Instituto de Ecología, A.C. y<br />

del Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla,<br />

Puebla, iniciaron el inventario de escarabajos<br />

en el área de Cerro Grande, dentro de los municipios<br />

de Minatitlán y Comala, en Colima.<br />

Los muestreos sistemáticos mensuales se complementaron<br />

con algunas colectas esporádicas,<br />

empleando: necrotrampas cebadas con calamar o<br />

pescado en descomposición, coprotrampas con<br />

excremento humano, trampas de luz fluorescente<br />

y ultravioleta, y colecta manual directa en los sustratos<br />

preferidos por estos escarabajos. Los sitios<br />

de colecta incluyeron desde el bosque tropical<br />

subcaducifolio de las comunidades de Ranchitos<br />

y Platanarillo, hasta los bosques de pino-oyamel,<br />

mesófilo de montaña y encino subperennifolio<br />

del ejido El Terrero, lo que comprende una altura<br />

entre los 700 y 2 300 msnm.<br />

En el presente estudio se capturaron más de<br />

2 500 especímenes, los que fueron ubicados en<br />

37 géneros y 72 morfoespecies (apéndice 1). Las<br />

familias mejor representadas son Melolonthidae<br />

y Scarabaeidae, con 20 y 14 géneros, respectivamente,<br />

mientras que sólo se encontró un género<br />

de Passalidae y uno de Trogidae. Se registraron<br />

por primera vez para Colima dos géneros y tres<br />

especies de Silphidae (cuadro 2), una de ellas<br />

Nicrophorus olidus (figura 1).<br />

Debido a que la región reúne comunidades de tipo<br />

tropical en los sitios con menor altitud y asociaciones<br />

propias de las montañas en las partes más elevadas,<br />

se propician los fenómenos de transición<br />

ecológica y biogeográfica, lo cual se refleja en varios<br />

grupos animales y vegetales. Un primer análisis de<br />

CUADRO 2. Escarabajos lamelicornios y sílfidos registrados en el estado. Fuente: elaboración propia.<br />

Familias<br />

Colima<br />

Cerro Grande<br />

Géneros Especies Géneros Especies<br />

Scarabaeidae 14 26 14 33<br />

Melolonthidae 18 54 19 34<br />

Passalidae 2 3 1 1<br />

Trogidae 1 2 1 1<br />

Silphidae 0 0 2 3<br />

Totales 35 85 37 72<br />

362 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


las muestras indica que 55% de los géneros de escarabajos<br />

presentes en Cerro Grande tienen orígenes<br />

neotropicales y 20% tiene relaciones con la fauna<br />

neártica, mientras que 25% puede considerarse<br />

como diversificado en la Zona de Transición Mexicana.<br />

Nueve de las 72 especies estudiadas pueden<br />

considerarse como endemismos de montañas y<br />

valles situados entre Colima y Jalisco, como lo es<br />

Phyllophaga mesophila (figura 2) y 12 géneros citados<br />

por primera ocasión para Colima (apéndice 1).<br />

Amenazas y conservación<br />

Es importante señalar que gracias a la protección<br />

y manejo que se está realizando en el área<br />

de Cerro Grande, dentro de la Reserva de la<br />

Biosfera Sierra de Manantlan, aún es posible<br />

encontrar especies xilófagas (que se alimentan<br />

de madera) cuando están en etapa de larva,<br />

desempeñando un papel relevante en la degradación<br />

de la madera de árboles muertos o tocones y<br />

reincorporando los nutrientes al ecosistema. Tal<br />

es el caso de Parabyrsopolis chihuahuae (figura<br />

3) y Paraheterosternus ludeckei (figura 4), aspecto<br />

que no es tan común en otras áreas de México<br />

donde la sobreexplotación forestal y los incendios<br />

forestales, principalmente, los hacen muy<br />

vulnerables y cada vez más escasos.<br />

En las áreas con presencia de ganado vacuno los<br />

escarabajos coprófagos son abundantes y diversos,<br />

como Dichotomius amplicollis (figura 5), lo<br />

que permite la rápida eliminación del excremento<br />

sobre la superficie; esto favorece la fertilización<br />

del suelo forestal, la aireación del mismo<br />

y evita la proliferación de moscas que pueden ser<br />

transmisoras de graves enfermedades, tanto al<br />

ganado como al hombre. Sin embargo, algunas<br />

especies de la familia Melolonthidae son señaladas<br />

como dañinas por algunos pobladores, principalmente<br />

quienes tienen huertos de durazno,<br />

ya que indican que Golofa imperialis causa daños<br />

a los frutos debido a sus hábitos alimenticios<br />

(figura 6).<br />

FIGURA 1. Primer registro<br />

del coléoptero de la familia<br />

Silphidae: Nicrophorus olidus,<br />

para Colima. Foto: Miguel<br />

Ángel Morón.<br />

FIGURA 2. Coléoptero endémico<br />

de las montañas y valles<br />

situados entre Colima y Jalisco<br />

(Phyllophaga mesophila).<br />

Foto: Miguel Ángel Morón.<br />

FIGURA 3. Coléopteros xilófagos<br />

como Parabyrsopolis chihuahuae<br />

se alimentan de madera,<br />

degradándola de árboles muertos.<br />

Foto: Miguel Ángel Morón.<br />

Coleópteros de Cerro Grande, Minatitlán<br />

363


FIGURA 4. Coléoptero xilófagos<br />

presente en la sierra de Manantlán<br />

(Paraheterosternus ludeckei).<br />

Foto: Miguel Ángel Morón.<br />

FIGURA 5. Los coléopteros coprófagos como<br />

Dichotomius amplicollis favorecen la fertilización y<br />

aireación de los suelos forestales de Colima.<br />

Foto: Miguel Ángel Morón.<br />

Conclusiones<br />

Los resultados del presente estudio justifican la<br />

necesidad de nuevos estudios faunísticos en la<br />

región para lograr un inventario completo y preciso<br />

de los coleópteros lamelicornios y sílfidos de<br />

Colima, así como la necesidad de crear nuevas<br />

áreas protegidas en las regiones fuera de Cerro<br />

FIGURA 6. El coléoptero Golofa imperialis ha sido<br />

reportado como causante de daños a huertos de<br />

durazno en Colima. Foto: José Rodríguez García.<br />

Grande y que aún conservan parte de su vegetación<br />

original en buen estado. Los estudios permitirán<br />

un mayor conocimiento y conservación<br />

de la diversidad de estas importantes especies de<br />

insectos.<br />

Referencias<br />

Deloya, C. 2003. Familia Trogidae. En: Atlas de los<br />

escarabajos de México. Coleóptera. Llamellicornia.<br />

Vol. II Familias Scarabaeidae, Trogidae, Passalidae<br />

y Lucanidae. M.A. Morón (ed.). Argania Editio,<br />

Barcelona, pp. 125-133.<br />

García-Montiel, J.C., L.E. Rivera-Cervantes y M.A.<br />

Morón. 2003. Composición y abundancia estacional<br />

de los Melolonthidae nocturnos (Insecta:<br />

Coleoptera), asociados a un bosque mesófilo de<br />

montaña en el municipio de Minatitlán, Colima,<br />

México. En: Estudios sobre coleópteros del suelo en<br />

América. G.A. Aragón, M.A. Morón y A. Marín J.<br />

(eds.). Publicación especial de la Benemérita Uni-<br />

364 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


versidad Autónoma de Puebla (buap), México,<br />

pp. 115-127.<br />

Morón, M.A. 1984. Escarabajos. 200 millones de años<br />

de evolución. Publicación 14. Instituto de Ecología.<br />

——— . 2003. Atlas de los escarabajos de México. Coleóptera:<br />

Lamellicornia. Vol. II Familias Scarabaeidae,<br />

Trogidae, Passalidae y Lucanidae. Argania<br />

Edition, Barcelona.<br />

——— . 2006a. Patrones de distribución de la familia<br />

Scarabaeidae (Coleóptera). En: Componentes bióticos<br />

principales de la entomofauna mexicana. J.J.<br />

Morrone y J. Llorente Bousquets (eds.). Las Prensas<br />

de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de<br />

México (unam), México, pp. 271-293.<br />

——— . 2006b. Patrones de distribución de la familia<br />

Melolonthidae (Coleóptera). En: Componentes bióticos<br />

principales de la entomofauna mexicana. J.J.<br />

Morrone y J. Llorente Bousquets (eds.). Las Prensas<br />

de Ciencias, unam. México, pp. 295-331<br />

Morón, M.A., B.C. Ratcliffe y C. Deloya. 1997. Atlas<br />

de los escarabajos de México. Coleóptera: Llamellicornia.<br />

Vol. I Familia Melolonthidae. <strong>Comisión</strong><br />

Nacional para el Conocimiento y Uso de la biodiversidad<br />

(conabio)/Sociedad Mexicana de Entomología,<br />

A.C.<br />

Navarrete-Heredia, J.L. y H.E. Fierros-López. 2000.<br />

Silphidae (Coleóptera). En: Biodiversidad, taxonomía<br />

y biogeografía de artrópodos de México: hacia<br />

una síntesis de su conocimiento. Vol. II. J. Llorente<br />

Bousquets, E. González-Soriano y N. Papavero<br />

(eds.). unam/conabio/bayer, pp. 401-412.<br />

Reyes-Castillo, P. 2002. Passalidae. En: Biodiversidad,<br />

taxonomía y biogeografía de artrópodos de México:<br />

hacia una síntesis de su conocimiento. Vol. II. J.<br />

Llorente Bousquets, E. González-Soriano y N. Papavero<br />

(eds.). unam/conabio/bayer, pp. 467-483<br />

Reyes-Castillo, P., C.V. Rojas-Gómez y H. Vázquez.<br />

2006. Patrones de distribución de la familia Passalidae<br />

(Coleóptera). En: Componentes bióticos principales<br />

de la entomofauna mexicana. J.J. Morrone y<br />

J. Llorente Bousquets (eds.). Las Prensas de Ciencias,<br />

unam. México, pp. 237-270.


Mariposas diurnas<br />

(Rhopalocera)<br />

Isabel Vargas-Fernández<br />

Andrew D. Warren<br />

Armando Luis-Martínez<br />

Jorge E. Llorente-Bousquets<br />

Descripción<br />

El orden Lepidoptera comprende a las mariposas diurnas y nocturnas,<br />

cuya característica principal es tener las alas cubiertas de escamas y presentar<br />

las partes bucales modificadas en una espiritrompa que le sirve<br />

para succionar líquidos. Son insectos que presentan metamorfosis completa.<br />

Después del apareamiento las hembras depositan sus huevos, de los<br />

cuales emergen larvas que se alimentan y pasan por varios estadios en los<br />

que crecen por medio de mudas, hasta transformarse en un estado de<br />

“descanso”. Esta fase, en la que ocurren cambios que dan lugar a la reorganización<br />

celular y de tejidos y del que emerge finalmente al adulto,<br />

ocurre en la pupa o crisálida (conabio 2015).<br />

El suborden Rhopalocera incluye aquellas mariposas que presentan antenas<br />

con extremidad en forma de maza o clava (figura 1A), esto es, ensanchado<br />

en la punta. Se les llama también mariposas diurnas por volar<br />

durante el día, aunque esta última característica no es exclusiva del grupo<br />

(Robert et al. 1983). Este suborden está integrado por las superfamilias<br />

Hesperioidea y Papilionoidea; la segunda de ellas presenta la maza antenal<br />

recta y el cuerpo es delgado en proporción a las alas, mientras que en<br />

Hesperioidea la maza es curvada, a menudo formando un pequeño gancho<br />

distal, además el tórax siempre es ancho en proporción con las alas<br />

(Ehrlich y Ehrlich 1961).<br />

366<br />

Vargas-Fernández, I., A.D. Warren, A. Luis-Martínez y J.E. Llorente-Bousquets. 2016. Mariposas diurnas<br />

(Rhopalocera). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 366-375.


Superfamilia Hesperioidea<br />

Este grupo está representado por la familia<br />

(única) Hesperiidae. Presentan la maza de la<br />

antena de forma curvada (figura 1Aa) y las venas<br />

radiales de las alas anteriores sin ramificaciones<br />

(figura 1B). El tórax generalmente es robusto y<br />

musculoso, a menudo su coloración es poco llamativa<br />

y predominan los colores oscuros como<br />

el café y el negro. Los adultos presentan un vuelo<br />

muy poderoso, rápido y con saltos, cerca del piso;<br />

por lo general trazan círculos amplios a partir<br />

del lugar donde se encuentran posadas y regresan<br />

al mismo sitio (Maza 1987). Las larvas se alimentan<br />

de muchas familias de plantas, son lisas<br />

o a veces están adornadas con pelos finos, algunas<br />

tienen ‘cuernos’ y cola. Las pupas son simples<br />

en cuanto a forma, pueden presentar ‘cuernos’ en<br />

la cabeza y otras una gran proboscis.<br />

Superfamilia Papilionoidea<br />

Este grupo a veces es llamado “verdaderas mariposas”<br />

y con frecuencia presenta un vuelo menos<br />

poderoso que el de las hesperioideas. Esta superfamilia<br />

está representada por cinco familias:<br />

Papilionidae, Pieridae, Nymphalidae, Riodinidae<br />

y Lycaenidae, cuyas características se mencionan<br />

a continuación, con base en Ehrlich y Ehrlich<br />

1961 y Scott 1986.<br />

Familia Papilionidae<br />

En general son grandes; en los adultos las seis<br />

patas son del mismo tamaño y presentan una<br />

epífisis tibial en el primer par de patas o protorácicas,<br />

los segmentos cervicales están unidos<br />

debajo del cuello (figura 1Ca). En las alas posteriores<br />

presentan una vena anal bien desarrollada<br />

y en las anteriores la vena A 2<br />

corre<br />

libremente hacia el margen posterior (figura<br />

1B). Las larvas se alimentan de varias familias<br />

de dicotiledóneas, carecen de espinas o cuernos<br />

pero detrás de la cabeza presentan un osmaterium<br />

u órgano carnoso que es eversible, en<br />

forma de Y o V, con una glándula que emite un<br />

olor repugnante que se utiliza como defensa<br />

(figura 1D). Las pupas varían en forma y en<br />

muchos casos hibernan.<br />

Familia Pieridae<br />

Es una familia de mariposas de tamaño mediano;<br />

el primer par de patas está completamente desarrollado<br />

en ambos sexos; las uñas tarsales son<br />

bífidas (figura 1Cb), esto es, que presentan un<br />

diente interior. Es la única familia en la que está<br />

ausente la barra preespicular presente en otros<br />

grupos en la base del abdomen (figura 1E). Los<br />

colores predominantes en las alas son blanco,<br />

amarillo o naranja. Las larvas se alimentan de<br />

muchas dicotiledóneas, especialmente Cruciferae<br />

y Leguminosae. Son cilíndricas y cubiertas con<br />

‘pelo’ corto. Las pupas son verticales, sostenidas<br />

por el cremaster (elemento que une la pupa con<br />

el techo del que cuelga) y por un cordón de seda<br />

alrededor de la mitad de su cuerpo.<br />

Familia Nymphalidae<br />

Son mariposas de diversos tamaños, el primer<br />

par de patas en ambos sexos es reducido y en su<br />

mayoría está cubierto con pelos o escamas<br />

modificadas (figura 1Cc). Las larvas varían en<br />

forma y se alimentan de diferentes familias de<br />

plantas; las pupas nunca presentan un cordón<br />

de seda, se sujetan por medio de un cremaster o<br />

proceso como espina o gancho al final del abdomen,<br />

por medio del cual se sostienen a un sustrato<br />

(figura 1F).<br />

Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />

367


FIGURA 1. A. Mazas antenales y antenas de adultos. a) La mazas en la parte superior corresponden a las<br />

hespridas b) las antenas son completas en el resto de amilias, en diurnas. Fuente: esquemas modificados<br />

de Scott 1986. B. Ala generalizada de una mariposa ilustrando la venación: la nomenclatura utilizada es:<br />

Sc = subcostal, Sc + R1 = subcostal + radial 1; R1, 2,…n corresponden a las radiales; M1, 2,…n a las<br />

medianas, Cu1 y Cu2 a las cubitales y A1 y A2 a las anales. La vena humeral está indicada en el ala posterior.<br />

Fuente: esquema modificado de oe . C. atas y sus segmentos. Fuente: modificado de cott ,<br />

excepto en b) que se tomó de Ackery et al. . a) Esquema generaliado de la pata la epífisis indicada<br />

est presente en papiliónidas b) ua bífida, presente en piridas c) primer par de patas en ninlidas,<br />

indicando las diferencias en los dos sexos ♂ (machos) y ♀ (hembras); d) primer par de patas en riodínidas,<br />

enfatizando el apéndice en la coxa. D. Osmaterium presente en larvas de papiliónidas. Fuente: Ehrlich y<br />

Ehrlich . E. arra preespiracular (ausente en piridas). Fuente: modificado de cott . F. Cremaster,<br />

en dos especies de ninlidas. Fuente: esquema tomado de oe . . Ojo emarginado a la antena, en<br />

una vista de rente de la cabea de una licnida. Fuente: modificado de Ehrlich y Ehrlich .<br />

368 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Familia Riodinidae<br />

Son de tamaño pequeño a mediano y se identifican<br />

por la longitud de las patas anteriores en los<br />

machos, que es menor a la mitad de la longitud<br />

de los otros dos pares. El primer segmento de la<br />

pata llamado coxa (figura 1Cd), que es el segmento<br />

basal que va articulado al tórax y presenta<br />

poco movimiento, se extiende como una espina<br />

más allá de la unión con el resto de la pata. Las<br />

alas posteriores generalmente presentan la vena<br />

humeral y la costal (Sc) evidentes (figura 1B). Las<br />

larvas se alimentan de muchas dicotiledóneas y<br />

presentan cabezas amplias y ‘pelos’ no muy cortos<br />

en el cuerpo. A veces las especies de zonas<br />

templadas hibernan. Las pupas son menos<br />

redondeadas que en Lycaenidae.<br />

Familia Lycaenidae<br />

Son de tamaño pequeño a mediano. Muchas<br />

especies presentan colores metálicos o iridiscentes;<br />

su cara es una superficie plana entre los ojos<br />

y éstos son emarginados en las antenas (figura<br />

1G). El primer par de patas en machos por lo<br />

general son reducidas en tamaño, mientras que<br />

en las hembras están más largas. Las larvas se<br />

alimentan de dicotiledóneas, frecuentemente de<br />

las flores y frutos jóvenes. Las larvas más viejas<br />

tienen apariencia de ‘babosas’ y están cubiertas<br />

con una capa fina de ‘pelo’.<br />

Las estrategias de la historia de vida en cada<br />

especie de mariposa tienden a representar un<br />

uso óptimo de los recursos y sus características<br />

particulares muestran cómo influyen en su<br />

medio ambiente y demuestran que sus necesidades<br />

de recursos y tendencias están dirigidas<br />

hacia la especialización. Un ejemplo de lo anterior<br />

es que muchas larvas son herbívoras y pueden<br />

alimentarse de diferentes tipos de plantas,<br />

pero muchas otras se alimentan sólo de un tipo<br />

de planta (New 1991).<br />

Las llamadas mariposas diurnas o ropalóceros<br />

(Hesperioidea y Papilionoidea), representan 13%<br />

del total a nivel mundial del orden Lepidoptera.<br />

En México se estima que existen 1 749 taxones<br />

específicos monotípicos (más 245 subespecies),<br />

10 de los cuales aún no han sido descritos, ni<br />

reciben un nombre. México contiene 9.1% de las<br />

especies descritas de las Papilionoidea y<br />

Hesperioidea de todo el mundo, en comparación<br />

con la síntesis de Shields (1989).<br />

Warren et al. (1998), hicieron una recopilación<br />

sobre el conocimiento que se tenía de la distribución<br />

geográfica de los ropalóceros del estado,<br />

basándose en los registros tanto de la megabase<br />

mariposa (Luis et al. 2005) como de la literatura.<br />

En este trabajo se citaron 544 especies y se<br />

mencionó que en la literatura existen pocos trabajos<br />

referentes a la fauna de mariposas del<br />

estado. De acuerdo con los registros de la megabase<br />

de datos mariposa, las principales colecciones<br />

mexicanas que alojan material del estado<br />

son las custodiadas por la unam, el Museo de<br />

Zoología Alfonso L. Herrera de la Facultad de<br />

Ciencias y la Colección del Instituto de Biología;<br />

así como varias colecciones de los Estados Unidos<br />

de América: McGuire Center for Lepidoptera<br />

and Biodiversity (Gainesville, Florida),<br />

Museo Americano de Historia Natural (Nueva<br />

York), Museo Carnegie de Historia Natural<br />

(Pittsburgh, PA), Museo del Condado de Los<br />

Ángeles y Museo de Historia Natural de San<br />

Diego. Este último contiene alrededor de mil<br />

ejemplares de aproximadamente unas 120 especies<br />

de papilionoideos de más de 20 localidades<br />

de Colima.<br />

Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />

369


Diversidad y distribución<br />

Los ropalóceros en México están representados<br />

por seis familias y 1 749 especies, presentándose<br />

en Hesperiidae la mayor diversidad, con 790<br />

taxones específicos, siguiendo en orden de<br />

importancia: Nymphalidae, Lycaenidae, Riodinidae<br />

y, por último, Pieridae y Papilionidae (cuadro 1).<br />

De acuerdo con Luis et al. (2003), esta diversidad<br />

se debe a dos factores principales: el primero es<br />

la posición de México en un área de convergencia<br />

tectónica denominada Zona de Transición<br />

Mexicana (Halffter 1976), donde confluyen las<br />

regiones Neártica y Neotropical; y el segundo<br />

factor es que México tiene una situación extratropical-intertropical<br />

con varias cadenas montañosas<br />

que generan amplia variedad de climas,<br />

así como muchos tipos de vegetación (Morrone<br />

et al. 1999).<br />

Con base en los estudios previos de Warren et al.<br />

(1998) y Llorente et al. (2006), la riqueza de<br />

Rhopalocera registrada en Colima es de 544 especies<br />

(apéndice 1), lo que corresponde a 31.1% del<br />

A<br />

B<br />

C C E<br />

F G H<br />

FIGURA 2. Algunas especies endémicas de México presentes en Colima. A. Protographium agesilaus fortis<br />

(Rothschild y Jordan 1906); B. Pterourus garamas garamas (Geyer 1829); C. Battus philenor insularis (Vázquez<br />

1957); D. Catonephele cortesi (R.G. Maza 1982); E. Hypna clytemnestra mexicana (A. Hall 1917);<br />

F. Fountainea eurypyle glanzi (Rotger, Escalante y Coronado 1965); G. Archaeoprepona demophoon<br />

mexicana (Llorente, Descimon y K. Johnson 1993); H. Anartia fatima colima (Lamas 1995). Fotografías: A y B<br />

tomadas por Paul Spade; C, D, E, F, G y H tomadas por Omar Ávalos Hernández en el Museo de Zoología de<br />

la Facultad de Ciencias de la UNAM (MZFC).<br />

370 DIVERSIDAD DE ESPECIES


total nacional y a 2.8% del total mundial. Si se<br />

comparan los porcentajes con los de otros estados<br />

de la vertiente del Pacífico: Nayarit (30.7% y 2.8%),<br />

Jalisco (37.5% y 3.4%) y Michoacán (39.8% y 3.6%),<br />

respectivamente, podemos decir que Colima es<br />

un estado rico, tomando en cuenta que la superficie<br />

de estos tres es de: 5, 14 y 10 veces, respectivamente,<br />

la superficie de Colima (figura 2).<br />

CUADRO 1. Riqueza de subfamilias, géneros y<br />

especies en el mundo, en México y en Colima.<br />

Fuente: elaboración propia con información de<br />

Shields 1989, Ackery et al. 1999, Llorente et al.<br />

2006 y Warren et al. 2008.<br />

Subfamilias Géneros Especies<br />

Mundo 1<br />

Papilionidae 3 26 572<br />

Pieridae 4 75 1 222<br />

Lycaenidae 4 500 6 564<br />

Riodinidae 4 213 *<br />

Nymphalidae 10 350 7 222<br />

Hesperiidae 7 567 3 658<br />

Total 32 1 731 19 238<br />

México 2<br />

Papilionidae 2 10 48<br />

Pieridae 3 35 77<br />

Lycaenidae 3 81 244<br />

Riodinidae 2 55 178<br />

Nymphalidae 10 130 412<br />

Hesperiidae 4 238 790<br />

Total 24 549 1 749<br />

Colima 3<br />

Papilionidae 2 9 29<br />

Pieridae 3 22 37<br />

Lycaenidae 2 39 66<br />

Riodinidae 2 21 48<br />

Nymphalidae 10 67 138<br />

Hesperiidae 3 116 226<br />

Total 22 274 544<br />

ncluido en ycaenidae<br />

1. Ackery et al. (1999) y Shields (1989)<br />

2. Llorente et al. (2006)<br />

3. Warren et al. (2008)<br />

A pesar de ser un estado pequeño, en Colima<br />

existen áreas sin registro alguno o poco<br />

exploradas, como el centro y sureste. Hasta donde<br />

se sabe hay tres sitios principales de mayor riqueza<br />

de especies que se localizan al noreste del estado.<br />

La ciudad de Colima es el sitio con mayor riqueza<br />

de especies, con 270 registradas, el segundo y<br />

tercero son Platanarillos y Agua Dulce, con 241<br />

y 216, respectivamente, estudiados por Warren<br />

et al. 1998 y Vargas et al. 1999 (cuadro 2).<br />

Sólo existen dos especies de la familia Hesperiidae<br />

endémicas a Colima: Zobera albopunctata y<br />

Urbanus sp.; sin embargo, el estado geográficamente<br />

está dentro del área que Llorente (1984)<br />

definió como una isla, circunscrita al área de la<br />

Nueva Galicia, la cual se encuentra delimitada al<br />

sur por la depresión del Balsas, al norte por el<br />

desierto de Sonora, al poniente por la Sierra<br />

Madre Occidental y al oriente por el océano<br />

Pacífico. Este aislamiento ha propiciado en esta<br />

región la presencia de especies endémicas, principalmente<br />

asociadas a los bosques mesófilos de<br />

media montaña (1200-1800 msnm).<br />

Con base en los datos de Llorente et al. (2006), se<br />

elaboró el cuadro 3 en el que están listados los<br />

taxones endémicos a la región (de Sinaloa a<br />

Michoacán), y en el cual se aprecian tres grupos<br />

principales de taxones, uno cuya distribución<br />

más austral es Colima (grupo 1), el segundo<br />

(grupo 2) cuya distribución alcanza el estado de<br />

Michoacán y un tercero que se distribuye desde<br />

Nayarit hasta Guerrero. En Colima se presenta<br />

17% de las especies endémicas a México, un porcentaje<br />

importante si se considera que es el cuarto<br />

estado de menor superficie del país, pero que se<br />

halla en una zona biogeográfica importante.<br />

Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />

371


CUADRO 2. Localidades de mayor riqueza. Fuente: Luis et al. 2005, con datos basados en la megabase<br />

MARIPOSA.<br />

Localidad<br />

Especies<br />

1 Ciudad de Colima, 500 msnm 270<br />

2 Platanarillos, 900 msnm 241<br />

3 Agua Dulce, 600 msnm 216<br />

4 Comala, 600 msnm 147<br />

5 La Salada, 400 msnm 144<br />

6 Manzanillo, 0-30 msnm 128<br />

7 El Salto, 200 msnm 121<br />

8 Punta de Agua de Camotlán, 100 msnm 117<br />

9 Paso Ancho, 100 msnm 116<br />

10 2 km al oeste de Chandiablo, 150 msnm 113<br />

CUADRO 3. aones, a nivel específico, restringidos a la ranja latitudinal de inaloa a Michoacn. Fuente:<br />

elaboración propia con datos de Llorente et al. 2016, Luis et al. 2005 y datos de la megabase MARIPOSA.<br />

Distribución<br />

Grupo<br />

Taxón<br />

Sonora<br />

Sinaloa<br />

Nayarit<br />

Jalisco<br />

Colima<br />

Michoacán<br />

Guerrero<br />

1 Battus philenor insularis •<br />

— Calephelis sacapulas • •<br />

— Chlosyne e. endeis • • •<br />

— Pereute charops leonilae • • • •<br />

— Adelotypa eudocia • • • •<br />

2 E•oplisia azuleja • • •<br />

— Texola a. anomalus • • •<br />

— Diaethria asteria • • • •<br />

— Protographium epidaus tepicus • • • • •<br />

— Dismorphia amphione lupita • • • • •<br />

3 Symbiopsis n. sp. • • • •<br />

— Anastrus luctuosus • • • • •<br />

372 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Importancia<br />

Las mariposas han sido utilizadas como un<br />

taxón ejemplar para explicar fenómenos ecológico-evolutivos<br />

tales como migración, mimetismo<br />

y coevolución, entre otros. Las características de<br />

las mariposas que facilitan ese tipo de estudios,<br />

de acuerdo con Watt y Boggs (2003) son: ser<br />

diurnas, conspicuas, fitófagas obligadas, que su<br />

demografía puede ser analizada en los contextos<br />

funcional y ecológico y, en general, el amplio<br />

conocimiento que se tiene sobre su historia<br />

natural.<br />

Desde el punto de vista taxonómico cobra igual<br />

importancia este grupo, como se observa en el<br />

caso particular de Baronia brevicornis (presente<br />

en Colima), cuya distribución se encuentra restringida<br />

a los bosques tropicales caducifolios de<br />

los estados de la Vertiente Pacífica de México, de<br />

Jalisco hasta Chiapas. Este es un taxón muy<br />

importante, pues de acuerdo con Watt y Boggs<br />

(2003), es un grupo clave para efectuar un análisis<br />

comprensible de la sistemática de las mariposas,<br />

por tratarse de un taxón basal y necesario<br />

para efectuar reconstrucciones filogenéticas. Sin<br />

embargo, su rareza lo hace vulnerable a la extinción<br />

e incrementa su valor y la urgencia de un<br />

estudio sistemático como un candidato primario<br />

para acciones de conservación.<br />

Las mariposas han adquirido además el estatus<br />

de grupo indicador en el tema de biología de la<br />

conservación y en biodiversidad, esto es debido a<br />

su susceptibilidad a las alteraciones en su nicho<br />

físico y biótico, por consiguiente, muchas especies<br />

han sido usadas en decisiones prácticas de<br />

manejo del suelo y para entender los factores<br />

generales que controlan la riqueza de especies y<br />

el endemismo (Watt y Boggs 2003).<br />

Conclusiones<br />

Se han mencionado la reducción y la pérdida del<br />

hábitat como las causas principales de las extinciones<br />

locales en las mariposas. La conservación<br />

de la vegetación o su deterioro constituye el problema<br />

principal que afecta directamente a las<br />

poblaciones de estos insectos y a su distribución.<br />

La mayoría de las especies en su etapa larvaria<br />

son fitófagas y, de acuerdo con New (1991),<br />

muchas de ellas tienen requerimientos ecológicos<br />

precisos que responden a cambios particulares<br />

en los parámetros de su hábitat. Debido a que<br />

se desarrollan en ambientes con cierto grado de<br />

conservación, la primera acción urgente para<br />

conservar este grupo de insectos es evitar la<br />

destrucción de sus habitats, preservando la vegetación<br />

original, aunque esto constituye un problema<br />

mayor si se toma en cuenta que existen<br />

una serie de problemas de tipo social y económico.<br />

Asimismo, los problemas más importantes con<br />

las políticas de conservación de las mariposas en<br />

el estado podrían ser los relacionados con la<br />

urbanización, además de otros determinados<br />

por la influencia humana y quizá, en algunos<br />

casos, por los fenómenos naturales que afectan<br />

las zonas costeras.<br />

Las leyes ambientales federales y estatales contemplan<br />

ciertas acciones para la conservación de<br />

los recursos naturales, enfocándose a menudo<br />

más en la flora que en la fauna local. Aunque en<br />

Colima no existe un programa de protección<br />

Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />

373


específico que incluya a las mariposas, es importante<br />

mencionar que las leyes ambientales del<br />

estado (semarnat 2008a), contemplan acciones<br />

como la elaboración de programas de manejo<br />

técnico de forestación, reforestación y restauración<br />

con especies nativas. A niveles municipales,<br />

en Colima se realizaron, en 2007, jornadas de<br />

reforestación de espacios comunitarios (semarnat<br />

2008b). Indirectamente, acciones como esa<br />

coadyuvan a la conservación de la fauna asociada<br />

a tales zonas urbanas, como es el caso de<br />

las mariposas. Por otra parte, también contribuye<br />

a la conservación de este grupo la legislación<br />

en materia de impacto ambiental que regula<br />

los cambios de uso del suelo en terrenos forestales<br />

y exige que se realicen estudios técnicos justificativos<br />

que demuestren que no se compromete<br />

la biodiversidad, entre otras acciones de protección<br />

ambiental (semarnat 2008c).<br />

Es claro que existe una legislación y algunos programas<br />

de protección para Colima, aunque también<br />

existen problemas para su ejecución, pero lo<br />

importante es que en la medida que éstos se<br />

desarrollen de manera adecuada, habrá mejores<br />

oportunidades de conservación para las poblaciones<br />

de mariposas.<br />

Agradecimientos<br />

Al proyecto de dgapa papiit in 202415. Al biólogo<br />

Francisco López González de la semarnat<br />

por proporcionar la información sobre temas<br />

ambientales de Colima. Al M. en C. Omar<br />

Ávalos Hernández quien amablemente accedió<br />

a tomar las fotografías necesarias de los ejemplares.<br />

Referencias<br />

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374 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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, última consulta: 6 de agosto de 2015.<br />

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(eds.). The University of Chicago Press. Chicago.<br />

Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />

375


Polillas esfinge<br />

(Sphingidae)<br />

Manuel A. Balcázar-Lara<br />

Descripción<br />

La familia Sphingidae es un grupo de lepidópteros cuya característica<br />

sobresaliente es el tamaño de su probóscide (espiritrompa), la que usan<br />

para libar (chupar néctar) en flores con forma de trompeta. Estos organismos<br />

tienen tamaños de medianos a muy grandes, con cuerpos robustos,<br />

alas anteriores subtriangulares grandes y alas posteriores comparativamente<br />

pequeñas (Lemaire y Minet 1999; figura 1).<br />

FIGURA 1. Lepidóptero de la familia Sphingidae (Manduca r. rustica). Foto:<br />

Manuel A. Balcázar Lara.<br />

376<br />

Balcázar-Lara, M.A. 2016. Polillas esfinge (Sphingidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 376-381.


En el caso de las especies del género Cocytius<br />

de Colima, los individuos llegan a medir más de<br />

20 cm de largo. La gran mayoría son de hábitos<br />

nocturnos pero algunas son crepusculares y<br />

otras son exclusivamente diurnas. Las esfíngidas<br />

se encuentran entre los insectos con vuelo más<br />

rápido y muchas revolotean como colibríes,<br />

varias especies son migratorias.<br />

En las alas posteriores, las venas Rs y Sc se conectan<br />

mediante una vena transversal (R1) a la mitad<br />

de la celda discal (Hodges 1971, León-Cortés<br />

2000); para sincronizar el movimiento de las alas<br />

generalmente presentan frénulo y retináculo<br />

(estructuras que soportan las alas). Las antenas<br />

son anchas, pero en muchos géneros se adelgazan<br />

gradualmente hasta terminar en punta.<br />

Los huevos son de tipo aplanado, ovoides o elipsoidales,<br />

y sin ornamentaciones. Las larvas generalmente<br />

tienen una espina o botón (scolus) en la<br />

mitad dorsal del octavo segmento, de donde<br />

toman el nombre común de “gusanos de cuerno”.<br />

Las larvas pueden ser muy grandes y alcanzan<br />

los 14 cm de largo. Muchas tienen una coloración<br />

críptica (imita al medio), pero otras tienen<br />

el abdomen ornamentado con bandas laterales<br />

oblicuas o manchas ocelares laterodorsales.<br />

Algunas, como Hemeroplanes triptolemus imitan<br />

serpientes. Las larvas suelen erguir la parte<br />

anterior al ser molestadas, debido a esta posición<br />

se les dio el nombre de “esfinges”.<br />

Numerosas especies se alimentan de plantas que<br />

contienen alcaloides (como la familia del café,<br />

Rubiaceae), o látex (familia de la noche buena,<br />

Euphorbiaceae), o cristales de oxalato de calcio<br />

(como la vid, Vitaceae). Las esfíngidas pupan en<br />

el suelo desnudas (Rothschild y Jordan 1903,<br />

Hodges 1971, Lemaire y Minet 1999, León-Cortés<br />

2000). Los machos suelen ser más pequeños y<br />

con abdómenes más delgados que las hembras.<br />

Las antenas de los machos se ven más anchas que<br />

las de las hembras por la presencia de filas de<br />

sedas (Holloway 1987, León-Cortés 2000).<br />

Entre los lepidópteros, la familia Sphingidae es<br />

de los grupos mejor conocidos desde el punto de<br />

vista de su taxonomía y ecología, ya que ha sido<br />

ampliamente recolectado por aficionados y está<br />

bien representado en las colecciones científicas.<br />

La cantidad de información acumulada sobre las<br />

esfíngidas las convierte en un excelente candidato<br />

para realizar estudios de biodiversidad; sin<br />

embargo, como es el caso de la mayoría de los<br />

insectos, la información está dispersa en un gran<br />

número de revistas y obras especializadas.<br />

Actualmente no existe un catálogo específico<br />

para el estado. Algunos antecedentes históricos<br />

en la descripción de las esfíngidas en Colima<br />

incluyen las realizadas para dos taxones de las<br />

islas Revillagigedo, así como la descripción de<br />

Clark en 1926 de Erinnyis obscura socorroensis y<br />

aquella realizada en 1959 por Vázquez para<br />

Perigonia lusca continua.<br />

Diversidad y distribución<br />

Existen alrededor de 1 200 especies de esfíngidas<br />

en el mundo, distribuidas en aproximadamente<br />

200 géneros y tres subfamilias. La fauna de esfíngidas<br />

en México está constituida por 195 especies,<br />

en 50 géneros, lo cual representa 18% del<br />

total mundial (León-Cortés 2000).<br />

Hasta la fecha se han registrado 54 especies de<br />

20 géneros en Colima, lo cual representa 29% del<br />

Polillas esfinge (Sphingidae)<br />

377


total de especies para México (apéndice 1).<br />

Mediante el modelado de la distribución de<br />

especies de esfíngidas se ha predicho que la<br />

fauna en Colima puede estar constituida por<br />

89 especies (46% del total para México) (Urueta<br />

y Balcázar 2003). Esto sólo se podrá comprobar<br />

al colectar sistemáticamente en las áreas menos<br />

conocidas del estado. Los datos disponibles ubican<br />

a Colima entre las entidades más ricas, al<br />

considerar la relación especie por área.<br />

Esta familia tiene una distribución mundial,<br />

pero es especialmente diversa en las regiones<br />

tropicales. Varias especies tienen una distribución<br />

muy amplia, por ejemplo Agrius cingulatus<br />

es prácticamente cosmopolita (León-Cortés<br />

2000). En Colima pueden encontrarse esfíngidas<br />

en cualquier parte de su territorio, siendo varias<br />

especies comunes a ambientes urbanos, donde<br />

son atraídas por las luces. Sin embargo, existe un<br />

patrón claro en cuanto al número de especies<br />

presentes en el estado, en la zona norte, los lugares<br />

con elevaciones medias y medias-altas y con<br />

alta diversidad de formaciones vegetales muestran<br />

los índices de riqueza más altos. En contraparte,<br />

las zonas costeras cuentan con un menor<br />

número de especies (Urueta y Balcázar 2003).<br />

Aunque la mayor parte de las esfíngidas de<br />

Colima tienen una amplia distribución, siete<br />

taxones son endémicos de México: Eumorpha<br />

elisa (figura 2), Dolbogene igualana, Manduca<br />

lefeburii bossardi, Nannoparce balsa,<br />

Nannoparce poeyi haterius (figura 3), Erinnyis<br />

obscura socorroensis y Perigonia lusca continua.<br />

Las últimas dos se encuentran entre las esfíngidas<br />

con la distribución más restringida del país,<br />

ya que su área de distribución sólo abarca las<br />

islas Revillagigedo.<br />

FIGURA 2. Lepidóptero de la familia Sphingidae<br />

endémico de México y presente en Colima<br />

(Eumorpha elisa). Foto: Manuel A. Balcázar Lara.<br />

FIGURA 3. Lepidóptero de la familia Sphingidae<br />

endémico de México y presente en Colima<br />

(Nannoparce poeyi haterius). Foto: Manuel A.<br />

Balcázar Lara.<br />

Importancia<br />

Las esfíngidas en su estado larvario consumen<br />

gran cantidad de materia vegetal, por lo que contribuyen<br />

a regular el tamaño de las poblaciones<br />

de plantas, también son el alimento de numerosos<br />

grupos de organismos insectívoros. En su<br />

estado adulto se alimentan de néctar y son<br />

importantes polinizadores de plantas que florecen<br />

de noche, entre ellas: orquídeas, cactus,<br />

leguminosas y miembros de la familia del café.<br />

378 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Cinco especies de esfíngidas reconocidas como<br />

plagas agrícolas en México están presentes en<br />

Colima: la mariposita chupamirto de la yuca<br />

(Erinnyis ello), el gusano de cuerno del maíz<br />

(Hyles lineata), el gusano de cuerno del jitomate<br />

(Manduca quinquemaculata) y el gusano de<br />

cuerno del tabaco (M. sexta) (Beutelspacher y<br />

Balcázar 1999).<br />

Este grupo ha sido la base de numerosos estudios<br />

ecológicos, zoogeográficos y de biología<br />

evolutiva. Debido a su importancia económica<br />

se ha investigado el control de sus poblaciones<br />

(León-Cortés 2000).<br />

Su gran tamaño, ciclo de vida relativamente<br />

corto y el hecho de que varias especies se pueden<br />

mantener en cautiverio, hacen que este grupo de<br />

mariposas nocturnas sea utilizado en estudios<br />

de anatomía, fisiología, embriología, toxicología,<br />

etcétera.<br />

Amenazas y conservación<br />

Como es el caso para la mayor parte de los insectos,<br />

la principal amenaza para la conservación<br />

de las esfíngidas es la destrucción de la vegetación<br />

nativa, la tala y la fragmentación de selvas y<br />

bosques; esto puede llevar a la extinción local o<br />

regional a los taxones más susceptibles o especializados<br />

(New y Collins 1991).<br />

Además, es bien sabido que las poblaciones insulares<br />

suelen ser especialmente sensibles a cambios<br />

del hábitat (Howarth y Ramsay 1991). Al<br />

respecto se conoce la presencia de especies invasoras<br />

en las islas Revillagigedo, las cuales amenazan<br />

la sobrevivencia de Erinnyis obscura<br />

socorroensis y Perigonia lusca continua, directamente<br />

por depredación (por ejemplo gatos ferales,<br />

ratas, etc.) o indirectamente al eliminar sus<br />

plantas de alimentación y microambientes necesarios<br />

para completar su ciclo de vida (efecto de<br />

los borregos introducidos).<br />

FIGURA 4. Lepidóptero<br />

de la familia Sphingidae<br />

(Protambulyx strigilis).<br />

Foto: Manuel A.<br />

Balcázar Lara.<br />

Polillas esfinge (Sphingidae)<br />

379


Otra amenaza para las poblaciones de insectos,<br />

en general, es la contaminación, sin embargo su<br />

efecto es difícil de medir y se considera una amenaza<br />

menor para la mayoría de las especies de<br />

lepidópteros (New y Collins 1991). Por otra<br />

parte, la explotación comercial de esfíngidos<br />

parece ser inexistente en el estado.<br />

Actualmente, se desconoce el estado de conservación<br />

y la situación de las poblaciones de las<br />

esfíngidas mexicanas y ninguna de las especies<br />

registradas en Colima se encuentra en las categorías<br />

de riesgo de la nom-059-semarnat-2010<br />

(semarnat 2010). Aunque se debe estudiar y<br />

precisar el estado de las esfíngidas en general, las<br />

poblaciones de Erinnyis obscura socorroensis y<br />

Perigonia lusca continua deben ser de especial<br />

preocupación, debido a lo restringido de su distribución.<br />

Conclusiones<br />

La mejor forma de conservación de la riqueza de<br />

especies de esfíngidos en las regiones tropicales,<br />

como es el caso de Colima, descansa en el mantenimiento<br />

de los mosaicos de hábitats (los cuales<br />

son usados por un insecto dado, en diferentes<br />

estaciones), la preservación de la diversidad de<br />

hábitats y de la riqueza de plantas, así como el<br />

reconocimiento de la amenaza causada por las<br />

asociaciones de insectos de los cultivos en las tierras<br />

agrícolas cercanas (Janzen 1987). Solamente<br />

el apoyo y promoción de estudios de campo que<br />

permitan explorar las áreas menos conocidas del<br />

estado, aunado al análisis de las poblaciones y<br />

precisar las áreas de distribución de las esfíngidas<br />

favorecerá la generación de información<br />

básica para establecer políticas bien sustentadas,<br />

para la conservación de éste y otros grupos biológicos.<br />

El buen manejo y desarrollo de las áreas<br />

naturales protegidas actuales debe asegurar la<br />

conservación de un buen número de taxones de<br />

esfíngidas en el estado (Brown 1991). Asimismo,<br />

el control de las especies invasoras en las islas<br />

Revillagigedo es indispensable para mantener<br />

poblaciones viables de sus taxones endémicos.<br />

Un mayor número de taxones pueden ser conservados<br />

estableciendo nuevas áreas protegidas.<br />

La elección bien fundamentada de dichas áreas<br />

es vital, para lo cual se recomienda considerar,<br />

entre otros programas, la implementación de<br />

estudios de complementariedad (Csuti et al.<br />

1997, Pogue 1999).<br />

Referencias<br />

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380 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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de la riqueza de Sphingidae (Insecta: Lepidoptera)<br />

en el estado de Colima, mediante garp.<br />

Entomología Mexicana 2:900-903.<br />

Polillas esfinge (Sphingidae)<br />

381


Polillas de seda<br />

(Saturniidae)<br />

Manuel A. Balcázar-Lara<br />

Descripción<br />

La familia Saturniidae es un grupo de mariposas nocturnas, polillas o<br />

palomillas, de tamaño que varía de 30 a 280 mm. El abdomen es relativamente<br />

pequeño con respecto al tamaño de las alas, con la excepción del<br />

grupo más aerodinámico (Ceratocampinae), quienes tienen cuerpos<br />

robustos. Las antenas de los machos son plumosas (cuadripectinadas) en<br />

su gran mayoría y pueden ser muy grandes; las de las hembras pueden ser<br />

plumosas o en forma de filamento, pero nunca tan grandes como las de<br />

los machos (Michener 1952, Balcázar-Lara y Wolfe 1994). Las estructuras<br />

bucales están reducidas y en general se considera que no son funcionales<br />

para alimentarse durante el estado adulto. Las alas pueden ser redondeadas,<br />

falcadas o alargadas.<br />

FIGURA 1. Lepidóptero<br />

de la familia Saturniidae<br />

(Automeris oaxacensis).<br />

Foto: Manuel A.<br />

Balcázar Lara.<br />

382<br />

Balcázar-Lara, M.A. 2016. Polillas de seda (Saturniidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 382-388.


En una de las subfamilias (Hemileucinae) las<br />

especies suelen presentar manchas parecidas a<br />

ojos en las alas posteriores. Cuando estas especies<br />

se encuentran en reposo durante el día, tales<br />

manchas suelen estar cubiertas por las alas anteriores,<br />

pero si se les molesta las muestran rápidamente<br />

con la intención de asustar, sorprender o<br />

distraer a potenciales depredadores diurnos,<br />

debido a su semejanza con los ojos de un animal<br />

más grande (figura 1). Estas manchas generalmente<br />

están rodeadas por anillos (de ahí toma el<br />

nombre la familia, de los anillos de Saturno)<br />

(Blest 1957, Oberprieler y Nässig 1994).<br />

Otra subfamilia (Saturniinae) suele presentar<br />

ventanas transparentes en las alas y al menos dos<br />

grupos en México (Arsenurinae y Saturniinae)<br />

cuentan con prolongaciones en las alas posteriores,<br />

las cuales han sido consideradas como<br />

defensas ante el ataque de murciélagos, al hacerlas<br />

parecer más grandes en su ecolocalización, o<br />

al desviar el ataque a zonas no vitales.<br />

Técnicamente el grupo es natural (monofilético)<br />

por el dimorfismo sexual del tarsómero IV de las<br />

patas delanteras de los adultos; la hembra presenta<br />

un par de espinas terminales y el macho<br />

carece de ellas. La epífisis tibial puede estar presente<br />

o ausente y la fórmula de los espolones<br />

tibiales puede ser 0-0-0, 0-2-2 o 0-2-4. La celda<br />

discal es abierta o cerrada; la sincronización de<br />

las alas es amplexiforme. Carecen de retináculo<br />

y frénulo, ocelos y quetosemas, y de órganos<br />

timpánicos torácicos y abdominales (Holloway<br />

et al. 1987, Scoble 1992, Lemaire y Minet 1999).<br />

Los huevos son ovoides, ligeramente lisos y sin<br />

ornamentaciones. Dependiendo del grupo pueden<br />

ser depositados en masas, en pequeños grupos<br />

o individualmente sobre la planta de<br />

alimentación. Las hembras del género Hylesia<br />

suelen depositar los huevos juntos, en una pelotita<br />

que recubren con espinas urticantes de su abdomen<br />

(Beutelspacher 1986, Wolfe 1988, Fernández<br />

et al. 1992). Las larvas pueden ser peludas, espinosas<br />

o lisas. Estas espinas y sedas funcionan de<br />

defensa mecánica ante sus depredadores, pero los<br />

individuos de la subfamilia Hemileucinae pueden<br />

tener sustancias urticantes.<br />

La mayoría de las larvas tienen más de una<br />

planta de alimentación. Muchas se alimentan de<br />

manera solitaria pero algunas (Hemileucinae)<br />

descansan durante el día en grupos, en la base<br />

del tronco de la planta de alimentación o en una<br />

tienda comunal de seda, y durante la noche<br />

suben a comer en grupo a la copa del árbol. En<br />

muchos casos la pupa se encuentra en un capullo<br />

de seda, adherido o suspendido de la planta de<br />

alimentación. Las demás especies pupan en el<br />

suelo y no se cubren de seda (Lemaire y Minet<br />

1999, Balcázar-Lara y Beutelspacher 2000). En la<br />

etapa adulta las satúrnidas generalmente sólo<br />

viven un par de semanas.<br />

Aunque la mayoría de las especies son nocturnas<br />

existen pocas especies diurnas o crepusculares e<br />

incluso algunas tienen hembras nocturnas, en<br />

tanto que los machos son crepusculares (Ferguson<br />

1971-1972, Riotte y Peigler 1981, Janzen 1984).<br />

Distribución y diversidad<br />

La familia Saturniidae tiene aproximadamente<br />

1480 especies en 165 géneros en el mundo<br />

(Lemaire y Minet 1999), es sin duda uno de los<br />

grupos mejor conocidos de lepidópteros. En<br />

Polillas de seda (Saturniidae)<br />

383


México se conocen 194 especies en 38 géneros<br />

(Beutelspacher y Balcázar-Lara 1994, Balcázar-Lara<br />

y Beutelspacher 2000). Este nivel de<br />

conocimiento se debe, en buena medida, a su gran<br />

tamaño y patrones de coloración, condiciones que<br />

han atraído a un gran número de aficionados y a<br />

quienes han recolectado ejemplares por todo el<br />

mundo. Otros factores que han hecho popular a<br />

este grupo incluyen el tamaño y ornamentación<br />

de las larvas y su relativa facilidad de crianza. Así,<br />

los especialistas han contado con una buena<br />

representación de ejemplares para su estudio. Sin<br />

embargo, aunque la literatura es suficiente, ésta se<br />

encuentra básicamente dispersa en publicaciones<br />

especializadas, y a la fecha no existe un catálogo<br />

de la familia para el estado.<br />

Históricamente, Colima ha sido una región<br />

importante para el estudio de las mariposas<br />

satúrnidas. Los taxones inicialmente descritos<br />

fueron: Citheronia lobesis jordani, Citheronia<br />

beledonon f. colimae (figura 2), Syssphinx<br />

colloida, Ptiloscola surrotunda, Automeris io<br />

draudtiana e Hylesia colimatifex. Con la excepción<br />

de A. io draudtiana, descrita en 1973, los<br />

demás taxones fueron descritos entre 1925 y<br />

1930, por lo que se puede decir que el estudio de<br />

las satúrnidas de Colima comenzó con las descripciones<br />

de los taxones de Dyar en 1925, con<br />

base en material recolectado por Roberto Müller.<br />

Con casi 200 especies, México es un país especialmente<br />

rico en este grupo y posee casi 14% de esta<br />

fauna en el mundo (Balcázar-Lara y Beutelspacher<br />

2000). Cinco de las nueve subfamilias reconocidas<br />

de Saturniidae se encuentran en México, de éstas<br />

cuatro se han encontrado en Colima (Arsenurinae,<br />

Ceratocampinae, Hemileucinae, Saturniinae), con<br />

44 especies y 18 géneros registrados en el estado<br />

FIGURA 2. Lepidóptero de la familia Saturniidae<br />

(Citheronia beledonon f. colimae). Foto: Manuel A.<br />

Balcázar Lara.<br />

(apéndice 1), lo que representa casi 23% de la<br />

riqueza total del país. Colima es uno de los estados<br />

más ricos en satúrnidas, al considerar la relación<br />

especies por área. Un aspecto sobresaliente de este<br />

grupo es que, si bien no existen taxones endémicos<br />

para el estado, 24 son endémicos del país. Es decir,<br />

que 55% de los taxones registrados hasta la fecha<br />

para la entidad no se encuentran fuera de las fronteras<br />

nacionales.<br />

Las palomillas satúrnidas se encuentran distribuidas<br />

en todo el planeta con excepción de las regiones<br />

polares (como Eacles imperialis; figura 3), pero<br />

muestran su mayor diversidad en las regiones tropicales<br />

de América (Neotrópico) (como Copaxa<br />

copaxoides; figura 4) (Lemaire 1978, Lemaire 1988,<br />

Scoble 1992, Lemaire y Minet 1999).<br />

El excelente estado de la taxonomía de la familia<br />

Saturniidae y la sistematización de la información<br />

de ejemplares de museos en bases de datos han<br />

permitido el inicio de estudios para analizar patrones<br />

biogeográficos, en el complejo mosaico de<br />

ambientes fisiográficos y bióticos del país. Los primeros<br />

resultados señalan que las zonas más ricas<br />

en especies son aquellas altamente heterogéneas<br />

en condiciones orográficas y climáticas, las cuales<br />

384 DIVERSIDAD DE ESPECIES


generalmente están asociadas con las grandes<br />

cadenas montañosas en nuestro país: los Altos de<br />

Chiapas, la Sierra Norte de Oaxaca, la Sierra<br />

Madre Oriental, la Faja Volcánica Transmexicana<br />

y la Sierra Madre del Sur. Estas dos últimas áreas<br />

son las más importantes desde el punto de vista de<br />

taxones endémicos para México (Balcázar-Lara y<br />

Beutelspacher 2000) y Colima se encuentra precisamente<br />

en el área de confluencia de tales provincias<br />

fisiográficas. Por otra parte, las áreas bajas de<br />

Colima ocupadas por selvas secas son sumamente<br />

importantes en relación a endemismos de las subfamilias<br />

(Arsenurinae y Ceratocampinae).<br />

Los lepidópteros, en general, y las satúrnidas, en<br />

particular, poseen atributos importantes para<br />

realizar estudios de biodiversidad: se encuentran<br />

en casi todos los hábitats y nichos, muestran<br />

numerosas formas de comportamiento especializado,<br />

son buenos indicadores de áreas de<br />

endemismo, muestran respuestas rápidas a perturbaciones<br />

ambientales, pueden muestrearse<br />

fácilmente con métodos cuantitativos y tienen<br />

muchos taxones que son fácilmente identificados<br />

(Miller y Holloway 1991, Solis y Pogue 1999).<br />

Como consecuencia de lo anterior es posible<br />

encontrar satúrnidas en casi cualquier parte del<br />

estado. Varias especies son comunes, incluso dentro<br />

de las zonas urbanas; sin embargo, amplias<br />

zonas del estado permanecen inexploradas y es<br />

necesario precisar las áreas de distribución de las<br />

diferentes especies de satúrnidas en el estado.<br />

FIGURA 4. Lepidóptero de la familia Saturniidae<br />

(Copaxa copaxoides). Foto: Manuel A. Balcázar Lara.<br />

FIGURA 3. Lepidóptero de la familia Saturniidae (Eacles<br />

imperialis decoris). Foto: Manuel A. Balcázar Lara.<br />

Importancia<br />

Algunas especies de la subfamilia Hemileucinae<br />

tienen larvas con espinas urticantes que pueden<br />

causar un importante daño al tocarlas. Aunque<br />

en la mayoría de los casos el daño consiste en un<br />

fuerte ardor y dolor, las larvas de algunas especies<br />

de los géneros Lonomia e Hylesia pueden<br />

incluso convertirse en problemas de salud<br />

pública de importancia, sobre todo cuando se<br />

reproducen de manera incontrolada.<br />

Lo anterior ha sucedido principalmente después<br />

de fenómenos naturales como huracanes o erupciones<br />

volcánicas, cuando se han eliminado a<br />

sus enemigos naturales (Fernández et al. 1992).<br />

En Ecuador y Brasil se sabe de muertes causadas<br />

por larvas de Lonomia (Heppner 1996). Afortunadamente<br />

en México no existen especies res-<br />

Polillas de seda (Saturniidae)<br />

385


ponsables de muertes en humanos; sin embargo,<br />

ambos géneros están presentes en Colima, y bajo<br />

condiciones extraordinarias podrían llegar a<br />

convertirse en un problema de salud.<br />

Amenazas y conservación<br />

Si bien ninguna especie de Saturniidae se<br />

encuentra enlistada bajo alguna de las categorías<br />

de riesgo en la Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010),<br />

prácticamente no se sabe nada sobre el estado de<br />

sus poblaciones en Colima, por lo que es necesario<br />

realizar trabajo de campo que permita identificar<br />

objetivamente si existen especies bajo<br />

amenaza o riesgo (como podría ser el caso de<br />

Rothschildia cincta; figura 5). Las especies endémicas<br />

son de especial interés desde el punto de<br />

vista de su conservación; estos taxones deben ser<br />

considerados de manera primordial al tomar<br />

decisiones sobre conservación.<br />

Se han identificado cuatro procesos que amenazan<br />

la supervivencia de los lepidópteros: destrucción<br />

y cambio del hábitat, contaminación,<br />

especies invasoras y explotación comercial (New<br />

y Collins 1991). La primera es la más importante y<br />

las más difícil de contrarrestar; las siguientes<br />

son difíciles de medir y probablemente representan<br />

amenazas menores para la mayoría de las<br />

especies de satúrnidas. Finalmente, la explotación<br />

comercial parece no existir actualmente en<br />

el estado.<br />

Así, la principal amenaza para la conservación<br />

de las satúrnidas en Colima es la pérdida de<br />

hábitats naturales, principalmente debido a la<br />

deforestación y al cambio de uso del suelo con<br />

fines agrícolas y pecuarios. Además, la fragmentación<br />

del hábitat lleva a la pérdida local de<br />

diversidad genética y a la exposición frecuente<br />

con agroquímicos, lo que puede provocar extinciones<br />

locales o regionales.<br />

FIGURA 5. Lepidóptero<br />

de la familia Saturniidae<br />

(Rothschildia cincta<br />

guerreronis).<br />

Foto: Manuel A.<br />

Balcázar Lara.<br />

386 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Conclusiones<br />

Referencias<br />

La conservación de la riqueza de especies en el<br />

trópico dependerá de la preservación de la<br />

riqueza de plantas, de los mosaicos de hábitats<br />

(los cuales pueden ser explotados por un mismo<br />

insecto en diferentes estaciones o etapas de desarrollo),<br />

de la preservación de la mayor diversidad<br />

de hábitats y del reconocimiento de la amenaza<br />

causada por las asociaciones de insectos de los<br />

cultivos en las tierras agrícolas circundantes<br />

(Janzen 1987).<br />

En Colima existen cinco áreas naturales protegidas<br />

(Sierra de Manantlán, Volcanes de Colima,<br />

El Jabalí, Las Huertas y el archipiélago de Revillagigedo;<br />

semarnat 2008a); de su buen manejo<br />

y desarrollo dependerá en gran medida la conservación<br />

de especies de satúrnidas. Sin embargo,<br />

la conservación de un mayor número de especies,<br />

e idealmente todas ellas, sólo será posible<br />

estableciendo nuevas áreas protegidas en sitios<br />

con gran diversidad como la sierra Perote, que ya<br />

ha sido sugerida para su protección con anterioridad.<br />

Para la elección de nuevas áreas protegidas es<br />

necesario promover estudios que permitan<br />

conocer el estado de las poblaciones de satúrnidas,<br />

en especial de las especies endémicas, precisar<br />

las áreas de distribución y realizar estudios<br />

de complementariedad (Csuti et al. 1997, Pogue<br />

1999). Sólo de esta manera será posible establecer<br />

un conjunto de áreas que permitan la conservación<br />

de las satúrnidas de Colima de una<br />

manera eficiente y viable.<br />

Balcázar-Lara, M.A. y C.R. Beutelspacher. 2000. Saturniidae.<br />

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388 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Mariposas nocturnas<br />

(Arctiidae)<br />

Fernando Hernández-Baz<br />

Descripción<br />

Los miembros de esta familia se caracterizan por ser mariposas de cuerpo<br />

robusto y con frecuencia cubierto de pilosidad (pelos), por lo que también<br />

son llamados osos lanudos (del griego arctos, oso). Tienen una expansión<br />

alar aproximada de 12 a 70 mm. La forma de sus alas es de tipo avispado<br />

(anchas), con coloraciones brillantes de tonos blancos, amarillos o anaranjados,<br />

pero también pueden ser negras o hialinas. En ocasiones su<br />

coloración es aposemática (de advertencia), o críptica (para mimetizarse<br />

perfectamente con algunos otros insectos o entre la vegetación). Sus antenas<br />

generalmente son bipectinadas (parecidas a un peine doble) o filiformes<br />

(semejante a un hilo) (conabio 2015).<br />

La clasificación taxonómica de la familia Arctiidae es realmente controversial,<br />

pero esta contribución se basa en el criterio de Heppner (1991,<br />

1998), quien la divide para México en cuatro subfamilias: Arctiinae,<br />

Ctenuchinae, Lithosinae y Pericopinae (figura 1). La característica principal<br />

de esta familia es la presencia de un órgano estridulatorio (que produce<br />

sonidos estridentes) en el metepisternum (placa lateral del tórax<br />

medio) del adulto (excepto en Ctenuchinae), así como por la presencia de<br />

dos sedas subventrales en el meso y metatórax de la larva (Kitching 1984,<br />

Kitching y Rawlins 1999). Otras especializaciones incluyen la presencia<br />

de un engrosamiento en la base de la vena subcostal del ala posterior y la<br />

presencia de un par de glándulas situadas anterodorsalmente entre los<br />

lóbulos del ovipositor (Holloway 1988).<br />

Hernández-Baz, F. 2016. Mariposas nocturnas (Arctiidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 389-395.<br />

389


Orden<br />

Lepidoptera<br />

Suborden<br />

Zeugloptera<br />

Suborden<br />

Aglossata<br />

Suborden<br />

Glossata<br />

División<br />

Monothrysia<br />

División<br />

Ditrysia<br />

Superfamilia<br />

Noctuoidea<br />

Familia<br />

FIGURA 1. Clasificación de<br />

las mariposas de la familia<br />

Arctiidae para México.<br />

Fuente: Heppner<br />

1991, 1998.<br />

Subfamilia<br />

Ctenuchinae<br />

Subfamilia<br />

Lithosinae<br />

Arctiidae<br />

Subfamilia<br />

Pericopinae<br />

Subfamilia<br />

Arctiinae<br />

La literatura entomológica enfocada a tópicos<br />

agrícolas o forestales contiene información relacionada<br />

únicamente con los estados inmaduros<br />

(larvas) de las especies que causan algún daño<br />

agrícola o forestal, en tanto que para la mayoría<br />

de las especies de Arctiidae se desconocen aspectos<br />

básicos como sus ciclos de vida.<br />

son tan atractivas para los coleccionistas (Hernández-Baz<br />

y Bailey 2006). De esta familia solamente<br />

han sido estudiadas las especies que<br />

tienen alguna importancia agrícola o forestal.<br />

Diversidad y distribución<br />

Las especies de importancia agrícola (plagas y<br />

polinizadores) son multivoltinas (dos o más<br />

generaciones anuales) y polífagas, es decir, que<br />

se alimentan de varias especies de plantas. Las<br />

hembras ponen sus huevecillos generalmente en<br />

el haz de las hojas y estos pueden ser dispuestos<br />

en pequeños grupos, en fila o aislados.<br />

Son muy pocos los grupos de lepidópteros que<br />

están bien estudiados, como es el caso de aquellos<br />

con valor estético, debido a que algunas<br />

especies muestran colores muy vistosos o tamaños<br />

grandes. Otras familias de hábitos nocturnos<br />

como la Arctiidae, conocidas como polillas<br />

tigre o avispa, aunque poseen colores bellos no<br />

La familia de mariposas Arctiidae incluye cerca<br />

de 11 mil especies en el mundo (Watson y Goodger<br />

1986), de las cuales 658 están presentes en<br />

México (Beutelspacher 1995a, 1995b, 1996, Hernández-Baz<br />

1992, 2012, Hernández-Baz y Bailey<br />

2006). De las 658 especies mexicanas tan sólo 50<br />

(apéndice 1, figura 2) fueron encontradas en un<br />

recuento preliminar de Colima; es decir, 8.0%<br />

del total nacional (cuadro 1).<br />

Es importante mencionar que del análisis histórico<br />

de las publicaciones y arreglos taxonómicos<br />

de los Arctiidae para México, no se consideraba<br />

a la subfamilia Ctenuchinae dentro de este grupo<br />

(apéndice 1).<br />

390 DIVERSIDAD DE ESPECIES


CUADRO 1. Número de especies de mariposas de la familia Arctiidae, conocidas para México y Colima.<br />

Fuente: elaboración propia, con información de Beutelspacher 1995a, 1995b, 1996; Hernández-Baz 1992,<br />

2012.<br />

Arctiidae de México<br />

Arctiidae de Colima<br />

(presente estudio)<br />

Diferencia %<br />

Subfamilia Núm. especies Núm. especies<br />

Lithosiinae 104 4 100 3.8<br />

Arctiinae 272 14 258 5.2<br />

Pericopinae 42 4 38 9.5<br />

Ctenuchinae 240 16 209 12.9<br />

Total 658 50 605 8.0<br />

En la actualidad, es difícil conocer a detalle la<br />

distribución de las especies de Arctiidae dentro<br />

de Colima, debido principalmente a que no se<br />

han realizado colectas sistematizadas en todo el<br />

territorio estatal; además, las escasas colectas se<br />

han realizado en zonas urbanas y en los bosques<br />

de pino-encino de las zonas montañosas del volcán<br />

de Colima.<br />

Importancia<br />

a ser consideradas plagas de las coníferas. Uno<br />

de estos casos es la polilla Halisidota alternata,<br />

que ataca a la especie de pino Pinus patula; de<br />

manera similar, Lophocamba cibriani ataca a<br />

Pinus ayacahuite y P. cembroides, en tanto que<br />

Lophocampa alternata afecta a diversas especies<br />

de coníferas (Abies religiosa, P. ayacahuite,<br />

P. hartwegii, P. montezumae, P. rudis y P. teocote),<br />

en bosques por encima de las cotas de los<br />

1 600 msnm (Cibrián et al. 1994, Hernández-Baz<br />

1999).<br />

Los lepidópteros constituyen una parte fundamental<br />

de los ecosistemas naturales y tienen una<br />

función muy activa en estado adulto al polinizar<br />

las flores. A diferencia de los otros estados biológicos<br />

por los que atraviesan en su metamorfosis<br />

completa, en el segundo estado, cuando son larvas<br />

u orugas, pueden ser perjudiciales para las<br />

plantaciones agrícolas y forestales.<br />

En los bosques templados algunos miembros de<br />

la familia Arctiidae constituyen serios problemas<br />

fitosanitarios cuando sus poblaciones<br />

aumentan en forma desproporcionada, llegando<br />

En las plantaciones agrícolas destaca de manera<br />

importante el gusano peludo Estigmene acrea,<br />

ya que es un defoliador muy voraz que se alimenta<br />

de alfalfa, algodón, tabaco y otros cultivos<br />

de importancia comercial (Sifuentes y Young<br />

1964, Hernández-Baz 1993, Roman D. et al.<br />

1997).<br />

Es importante señalar que a la fecha no se tienen<br />

analizadas con precisión las pérdidas económicas<br />

ocasionadas por estas palomillas de hábitos<br />

nocturnos en el estado. Falta mucho por conocer<br />

sobre este grupo y en especial determinar cabal-<br />

Mariposas nocturnas (Arctiidae)<br />

391


1) 2)<br />

3a) 3b)<br />

4) 5)<br />

6) 7)<br />

FIGURA 2. Árctidos de Colima: los taxones se enlistan en orden alfabético. 1. Aclytia heber; 2. Ctenucha<br />

venosa; 3. a) macho de Dysschema leucophaea, b) hembra de Dysschema leucophaea; 4. Hyalurga<br />

chthonophyle; 5. Phaloesia saucia; 6. Sphecosoma felderi; 7. Utetheisa ornatrix. Todos especímenes<br />

depositados en la colección clave: SEMARNAT/CITES/CP-0026-VER/05, en Xalapa, Veracruz.<br />

Fotos: Fernando Hernández-Baz.<br />

392 DIVERSIDAD DE ESPECIES


mente la totalidad de las especies de Arctiidae<br />

(Lithosinae, Arctiinae, Pericopinae, Euchromiina y<br />

Ctenuchinae) para el estado. La información presentada<br />

aquí es preliminar y está sustentada con<br />

los especímenes depositados en la colección de<br />

vida silvestre (clave: semarnat/cites/cp-0026-<br />

ver/05).<br />

Amenazas y conservación<br />

Las principales amenazas para las mariposas de<br />

esta familia, y para todas las mariposas, es la<br />

fuerte y constante presión antropogénica, así<br />

como la contaminación, la inminente alteración<br />

y pérdida de hábitat por deforestación para usos<br />

agrícolas, pecuarios y desarrollos habitacionales.<br />

Desafortunadamente, no se puede decir de modo<br />

específico qué áreas necesitan ser atendidas con<br />

prontitud, ya que hace falta un inventario completo<br />

de los lepidópteros nocturnos de la<br />

entidad. Sin embargo, se sugiere conservar prioritariamente<br />

todos los tipos de vegetación dominante<br />

en las áreas naturales protegidas (anp),<br />

como la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />

Manantlán y el Parque Nacional Nevado de<br />

Colima, los cuales son considerados áreas terrestres<br />

prioritarias a la conservación, por la conabio<br />

(Arriaga et al. 2000).<br />

A la fecha ninguna de las especies de mariposas<br />

Arctiidae figura en la nom-059-semarnat-2010<br />

(semarnat 2010), esto no significa que las especies<br />

de este grupo no estén amenazadas, por lo<br />

que en un futuro cercano deben realizarse los<br />

estudios correspondientes para proponer la<br />

inclusión de algunas de ellas dentro de la norma<br />

citada. De manera paralela hacen falta estudios<br />

específicos, pues Colima no cuenta con estudios<br />

científicos que avalen el estado de conservación<br />

de las poblaciones de mariposas nocturnas.<br />

Se estima que el listado de 53 especies de<br />

Arctiidae, presentado en este estudio, puede<br />

incrementarse en los años venideros hasta alcanzar<br />

el número promedio de 200 especies. Finalmente,<br />

se considera que para poder indicar las<br />

acciones de conservación primero deben realizarse<br />

los inventarios lepidopterofaunísticos en<br />

todo el estado.<br />

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393


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394 DIVERSIDAD DE ESPECIES


ciembre de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

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Estigmene acraea (Drury): biología, hospederas,<br />

enemigos naturales y efectividad de algunos insecticidas<br />

para su combate en el valle del Yaqui. Centro<br />

Regional de Ayuda Técnica. A.I.P. México.<br />

Watson, A. y D.T. Goodger. 1986. Catalogue of the<br />

neotropical tiger moths. Occasional Papers on Systematic<br />

Entomology 1:1-71.<br />

Mariposas nocturnas (Arctiidae)<br />

395


ESTUDIO DE CASO<br />

MOSCAS NECTARÍVORAS DE IXTLAHUACÁN<br />

(SYRPHIDAE)<br />

Enrique Ramírez-García I Enrique González-Soriano<br />

Felipe Noguera I Santiago Zaragoza-Caballero<br />

Descripción<br />

La familia Syrphidae comprende un grupo de<br />

moscas cuya longitud varía desde cuatro hasta<br />

25 mm. Estos insectos se caracterizan por tener<br />

colores llamativos que van del amarillo o anaranjado<br />

brillante, hasta el negro o gris oscuro y<br />

opaco, incluso hay algunas especies de colores<br />

iridiscentes. Muchas de estas moscas tienen una<br />

morfología similar a la de abejas y avispas, por lo<br />

que es común que las confundan. Como adultos<br />

son abundantes visitando flores, las cuales usan<br />

como sitios de apareamiento y fuentes de néctar<br />

y polen para alimentarse.<br />

Se distribuyen en casi todo el mundo y están<br />

agrupadas en tres subfamilias: Microdontinae,<br />

Syrphinae y Eristalinae (Vockeroth y Thompson<br />

1987). De éstas, sólo los miembros de la subfamilia<br />

Microdontinae no están asociados a flores,<br />

sino a sus hormigas hospederas (Thompson 1981).<br />

Diversidad y distribución<br />

En el mundo se conocen cerca de 6 mil especies<br />

de Syrphidae, con un total de 180 géneros (Vockeroth<br />

y Thompson 1987). En México se tienen<br />

registradas 331 especies pertenecientes a 58 géneros.<br />

Sorprendentemente no existía ninguna<br />

especie registrada en Colima (Thompson et al.<br />

1976, Ramírez-García 1997).<br />

El objetivo del presente estudio consistió en<br />

conocer la fauna de la familia Syrphidae en la<br />

región de Ixtlahuacán, lo que representa el primer<br />

esfuerzo por conocer la composición de<br />

especies de esta familia en Colima.<br />

La región de Ixtlahuacán se ubica al sureste del<br />

estado, dentro de la provincia fisiográfica Sierra<br />

Madre del Sur y la subprovincia Cordillera Costera<br />

del Sur (inegi 2009). El tipo de vegetación<br />

dominante es el bosque tropical caducifolio<br />

(btc) y aunque no existen estudios florísticos<br />

para la región, en el btc del estado se han registrado<br />

369 especies de árboles. De éstos, las familias<br />

con mayor riqueza de especies son Fabaceae,<br />

Euphorbiaceae, Rubiaceae y Burseraceae, siendo<br />

Bursera (Burseraceae) y Lonchocarphus (Fabaceae)<br />

los géneros con mayor número de especies (Padilla-Velarde<br />

et al. 2006).<br />

Para conocer la fauna de sírfidos se realizaron<br />

colectas entre abril de 2006 y febrero de 2007, en<br />

sitios localizados dentro de un radio de 3 a 7 km<br />

de Ixtlahuacán, aplicando los métodos de colecta<br />

directa y con trampas Malaise.<br />

396<br />

Ramírez-García, E., E. González-Soriano, F. Noguera y S. Zaragoza-Caballero. 2016. Moscas nectarívoras de Ixtlahuacán<br />

(Syrphidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 396-400.


FIGURA 1. Ocyptamus lineatus. Foto: Enrique<br />

Ramírez-García.<br />

FIGURA 3. Toxomerus teligera. Foto: Enrique Ramírez-<br />

García.<br />

FIGURA 2. Ocyptamus gastrocactus. Foto: Enrique<br />

Ramírez-García.<br />

En este estudio se capturaron 921 individuos de<br />

73 especies, de las cuales sólo 42 fueron determinadas<br />

hasta especie (apéndice 1); el resto pertenecen<br />

a grupos con problemas taxonómicos o bien<br />

pueden ser especies nuevas para la ciencia. Las<br />

especies pertenecen a 14 géneros, siete tribus y<br />

tres subfamilias (apéndice 1).<br />

La subfamilia con mayor número de especies fue<br />

Syrphinae con 41, seguida de Eristalinae con 29<br />

y Microdontinae con tres. Las tribus Syrphini y<br />

Toxomerini fueron las más diversas con 23 y 19<br />

especies, respectivamente. Los géneros con mayor<br />

número de especies fueron Ocyptamus con 19<br />

FIGURA 4. Toxomerus watsoni. Foto: Enrique<br />

Ramírez-García.<br />

(figuras 1 y 2), Toxomerus con 16 (figuras 3 y 4),<br />

Palpada con 13 (figura 5) y Copestylum con 10<br />

(figuras 6 y 7), que en conjunto abarcan 79% del<br />

total de especies registradas.<br />

Moscas nectarívoras de Ixtlahuacán (Syrphidae)<br />

397


FIGURA 5. Palpada<br />

mexicana. Foto: Enrique<br />

Ramírez-García.<br />

FIGURA 6. Copestylum<br />

tricinctum. Foto: Enrique<br />

Ramírez-García.<br />

La abundancia y riqueza varió en el tiempo,<br />

alcanzando los valores más altos en la época de<br />

lluvias y los más bajos en la época de secas (figura<br />

8). La mayor abundancia se registró en octubre<br />

y agosto (273 y 271 individuos, respectivamente) y<br />

la mayor riqueza en noviembre y agosto (39 y 33<br />

especies, respectivamente). Los valores más bajos<br />

en abundancia y riqueza se registraron en junio y<br />

abril para la primera (44 y 47 individuos, respectivamente),<br />

y en febrero y abril para la segunda (15<br />

especies en ambos casos) (figura 8). Este patrón es<br />

similar al registrado en el btc de la región de<br />

Chamela, Jalisco (Ramírez-García y Sarmiento<br />

2004) y aparentemente es explicado por una<br />

mayor cantidad de recursos alimenticios disponibles<br />

(Ra-mírez-García y Sarmiento 2004).<br />

398 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS


FIGURA 7. Copestylum<br />

tricinctum. Foto: Enrique<br />

Ramírez-García.<br />

FIGURA 8. Riqueza y<br />

abundancia de la familia<br />

Syrphidae en Ixtlahuacán.<br />

Fuente: Ramírez-García<br />

2004<br />

Conclusiones<br />

La polinización por insectos y otros artrópodos<br />

es un requisito fundamental para 90% de las<br />

plantas con flores (Angiospermas) (Linder 1998).<br />

Sin los artrópodos muchas plantas no podrían<br />

reproducirse ni producir semillas. La dependencia<br />

humana hacia los artrópodos como polinizadores<br />

de plantas cultivadas ha conducido a una<br />

estimación de los servicios ambientales prestados<br />

por los polinizadores y éstos suman miles de<br />

millones de dólares anuales en todo el mundo<br />

Moscas nectarívoras de Ixtlahuacán (Syrphidae)<br />

399


(Constanza et al. 1997). Esa sencilla razón ha<br />

motivado un interés creciente por la conservación<br />

de los polinizadores a nivel mundial en los<br />

últimos 10 años (Buchmann y Nabhan 1996).<br />

Algunas especies de la familia Syrphidae han<br />

sido reconocidas como importantes polinizadoras<br />

dada su alimentación floral especializada, ya<br />

que algunas de ellas presentan “constancia floral”<br />

(Goulson y Wright 1998), es decir, fidelidad<br />

hacia una especie o grupo de plantas hospederas.<br />

Desafortunadamente existe gran desconocimiento<br />

sobre esta familia en nuestro país, y por consiguiente<br />

a nivel estatal, siendo ésta la primera contribución<br />

al conocimiento de las especies de la<br />

familia Syrphidae para Colima. Por esta razón es<br />

imposible definir actualmente el estatus de conservación,<br />

distribución, endemismos y especies<br />

amenazadas. Sin embargo, es posible afirmar que<br />

con la pérdida de vegetación nativa y el deterioro<br />

de los ecosistemas, esta familia de moscas se ve<br />

afectada. Es necesario estudiar este grupo de<br />

organismos para conocer sus funciones biológicas<br />

y conservar su diversidad.<br />

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S4<br />

Animales vertebrados


Megaptera novaeangliae. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C.<br />

/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

Los<br />

vertebrados se caracterizan por la presencia de una estructura ósea que<br />

les otorga sostén. En esta sección se incluye información sobre la diversidad<br />

de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, así como sus estados de conservación<br />

y amenazas actuales.<br />

Las poblaciones de peces, en la porción marino-costera, se componen de<br />

414 especies que pueden habitar en ambientes rocosos (46%) como islas<br />

Revillagigedo, en fondos suaves (50%) o en aguas océanicas. Los teleósteos<br />

(peces óseos) comprenden 88% de las especies registradas para el litoral. La<br />

mayor diversidad se encuentra en los arrecifes coralinos sirviendo de refugio<br />

para 106 especies de 39 familias, de las cuales dos se encuentran en<br />

riesgo de extinción.<br />

En Colima habitan 66 especies de peces en aguas continentales, pertenecientes<br />

a 13 órdenes. La familia más diversa es Goodeidae, con ocho especies<br />

que son importantes por la cantidad de endemismos. La mayor<br />

diversidad de especies (20) y endemismos (seis) de los ríos se hallan en el<br />

Armería. La laguna de Cuyutlán presenta mayor riqueza (43 especies) con<br />

predominancia de peces marino-estuarinos. 15% de los peces continentales<br />

se encuentra en alguna categoría de riesgo.<br />

En la transición de ambientes acuáticos a terrestres habitan los anfibios; se<br />

tiene registro de 35 especies, que representan 10% a nivel nacional. Hylidae<br />

y Bufonidae son las familias con más especies, 63% de ellas endémicas de<br />

México y dos de distribución restringida. En los bosques tropicales secos se<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Diversidad de especies. Animales vertebrados. En: La Biodiversidad en<br />

Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 403-404.<br />

403


ha registrado más riqueza de anfibios (70%). Doce<br />

especies están en alguna categoría de riesgo.<br />

La riqueza de reptiles de México es relevante a<br />

nivel mundial (804 especies le califican como el<br />

segundo país con mayor diversidad). Colima tiene<br />

representación de 15% de los reptiles del país, 117<br />

especies incluidas en 25 familias. El género de<br />

lagartijas Sceloporus es uno de los más diversos.<br />

De las 58 especies endémicas, 13 son de distribución<br />

restringida, de ellas la lagartija Urosaurus<br />

auricularis es exclusiva de isla Socorro y U.<br />

clarionensis y la serpiente Masticophis anthony,<br />

habitan exclusivamente en isla Clarión. Aunque<br />

48% se encuentran en riesgo, para la mayoría no<br />

se tienen datos sobre el estado de sus poblaciones.<br />

El grupo de tortugas marinas y Crocodylus acutus<br />

son los más estudiados.<br />

Las aves es el grupo más conocido a nivel mundial.<br />

En Colima se han registrado 441 especies<br />

(sin incluir las de islas Revillagigedo), representan<br />

41% de la riqueza nacional. Las familias con<br />

más especies son la de los chipes (Parulidae, 37)<br />

y mosqueros (Tyrannidae, 31). En la entidad<br />

se encuentran 43 especies endémicas, 15% se<br />

encuentran en una categoría de riesgo. En el<br />

archipiélago de Revillagigedo se han registrado<br />

135 especies de aves terrestres y marinas, tres se<br />

encuentran en peligro de extinción: Puffinus<br />

auricularis auricularis, Aratinga holochlora<br />

brevipes y Mimodes graysoni.<br />

El territorio colimense se ubica en una de las<br />

regiones con mayor diversidad y mayor número<br />

de especies endémicas de mamíferos, 129 especies<br />

(27% del nacional), de las cuales 31 son endémicas<br />

para México. El orden Chiroptera (murciélagos)<br />

es el más diverso, posteriormente está Rodentia<br />

(roedores). En el bosque tropical se encuentra la<br />

mayor diversidad. Su conocimiento en la entidad<br />

es limitado. 15% de sus especies de mamíferos se<br />

encuentran en alguna categoría de riesgo. Destacan<br />

cinco especies en peligro de extinción:<br />

Tamandua mexicana, Musonycteris harrisoni,<br />

Leopardus pardalis, L. wiedii y Panthera onca.<br />

En esta sección se abunda también sobre las<br />

características de cinco géneros de relevancia:<br />

Macrotus, murciélagos de orejas largas, relevante<br />

en el control de insectos; Procyon lotor (mapache);<br />

ardillas arborícolas del género Sciurus; y Spermophilus,<br />

ardillas terrestres. Se incluye también<br />

información sobre Peromyscus, uno de los géneros<br />

más diversos en México, con cuatro especies<br />

para la entidad.<br />

Un estudio de caso es incluido para tratar al ratón<br />

casero Mus musculus. Y en otro se trata al Puma<br />

concolor, con importante presencia en el complejo<br />

volcánico de Colima.<br />

A pesar que el conocimiento sobre los vertebrados<br />

es mucho mayor que en otros grupo biológicos,<br />

aún resulta básico e incluso insuficiente, especialmente<br />

en lo relativo a su presencia en las diferentes<br />

regiones del estado. Si bien destaca el complejo<br />

Revillagigedo por su presencia de especies endémicas,<br />

Colima incluye una de las porciones del<br />

país con alta diversidad para vertebrados terrestres,<br />

donde la conservación de los bosques tropicales<br />

es crucial para su mantenimiento y para su<br />

diversidad, mientras que para los peces el nivel de<br />

atención derivará en acciones de diversa índole<br />

que permitan atender las particularidades para<br />

las especies dulceacuícolas, arrecifales y marino-estuarinas.<br />

404 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Peces marinos<br />

y estuarino-lagunares<br />

(Chondrichthyes<br />

y Actinopterygii)<br />

Adrián F. González-Acosta<br />

Nicolás Álvarez-Pliego<br />

José Luis Castro-Aguirre (†)<br />

Descripción<br />

La fauna de peces (ictiofauna) costeros del estado podría dividirse en tres<br />

grupos, de acuerdo con sus preferencias de hábitat:<br />

1. Las especies propias de ambientes rocosos (fondos duros de tipo<br />

coralino, grava gruesa y tobas volcánicas), que tienen un estrecho<br />

rango de adaptación a las condiciones del medio ambiente (estenotópicas).<br />

En esta categoría se encuentran la mayoría de los peces que se<br />

localizan en las islas Revillagigedo.<br />

2. Los habitantes de fondos suaves, sean de arena, lodo, fango o limo;<br />

que pueden permanecer en cualquier tipo de fondo durante ciertos<br />

lapsos (euritópicas). Algunas de estas especies llegan a incursionar<br />

hacia ambientes con salinidad variable (lagunas costeras mixohalinas<br />

o hipersalinas y estuarios).<br />

3. Las especies que habitan en aguas oceánicas (pelágicas), costeras o<br />

demersales (que viven asociadas o cerca del fondo), conformado por<br />

peces cartilaginosos (condrictios) y óseos (teleósteos), y cuya distribución<br />

cosmopolita les confiere escaso o nulo valor como indicadores<br />

biogeográficos (Briggs 1960, 1974, Parin 1970). Castro-Aguirre<br />

et al. (1999) hacen una descripción más detallada sobre aspectos ecológicos<br />

y biogeográficos de estos grupos de peces.<br />

Los peces marinos de Colima han sido objeto de diferentes estudios con<br />

diferentes enfoques: a) relacionados con las pesquerías de la entidad<br />

(Espino-Barr et al. 2002, 2003); b) de índole ecológico, analizando patrones<br />

González-Acosta, A.F., N. Álvarez-Pliego y J.L. Castro-Aguirre. 2016. Peces marinos y estuarino-lagunares<br />

(Chondrichthyes y Actinopterygii). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 405-412.<br />

405


de distribución y abundancia (Mariscal Romero<br />

et al. 1998, Cabral-Solís y Espino-Barr 2004, Chávez-Comparan<br />

y Macías-Zamora 2006); y c) estudios<br />

biológicos para la determinación de edad,<br />

crecimiento, maduración sexual, alimentación,<br />

etc. (Espino-Barr et al. 2004, Lucano-Ramírez et<br />

al. 2008). Sin embargo, la mayoría de estos estudios<br />

carecen de una base taxonómica adecuada y<br />

podrían basarse en identificaciones incorrectas o<br />

poco confiables (censos visuales), debido al poco o<br />

nulo conocimiento de bibliografía ictiológica<br />

apropiada.<br />

A pesar de la escasez o ausencia de ejemplares testigo<br />

(voucher) depositados en colecciones de referencia<br />

con reconocimiento académico, existen<br />

algunas <strong>contribuciones</strong> que contienen información<br />

sobre la ictiofauna de Colima (que incluyen<br />

el archipiélago de Revillagigedo) derivadas del<br />

análisis crítico del material depositado en colecciones<br />

de referencia y de una adecuada revisión<br />

bibliográfica (Castro-Aguirre y Balart 2002, Castro-Aguirre<br />

et al. 2006, Mariscal-Romero y van<br />

der Heiden 2006, Moncayo-Estrada et al. 2006).<br />

Este estudio documenta la diversidad de la ictiofauna<br />

marina, estuarina y lagunar de Colima, a<br />

partir del material biológico localizado en dos<br />

instituciones: 1) la colección de peces del Departamento<br />

de Zoología de la Escuela Nacional de<br />

Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico<br />

Nacional (ipn), que preserva muestras de varias<br />

expediciones a las islas Revillagigedo y litorales<br />

de Colima y, 2) la colección nacional de peces en<br />

el Instituto de Biología de la unam (Universidad<br />

Nacional Autónoma de México), que contiene<br />

importantes especímenes recolectados en diversas<br />

campañas de exploración en tales localidades.<br />

Asimismo, se revisó material no catalogado<br />

de la incipiente colección de referencia del<br />

crip-Manzanillo y se consultó literatura especializada.<br />

Las siguientes son publicaciones de particular<br />

importancia que permitieron elaborar, con<br />

mayor exactitud y fidelidad, la lista sistemática<br />

incluida en el presente estudio: Jordan y McGregor<br />

(1899), Snodgrass y Heller (1905), Fowler<br />

(1944), Ricker (1959a, 1959b), Castañeda-Beltrán<br />

(1988), McCosker y Rosenblatt (1993), Castro-Aguirre<br />

y Espinosa-Pérez (1996), Castro-Aguirre<br />

y Balart (2002), Espino-Barr et al. (2002, 2003),<br />

Espinosa-Pérez et al. (2004), Castro-Aguirre et<br />

al. (2006) y Mariscal-Romero y van der Heiden<br />

(2006). El elenco sistemático se estructuró con el<br />

criterio de Nelson (2006) y los peces cartilaginosos<br />

se ordenaron de acuerdo con el sistema de<br />

Compagno (1999).<br />

Diversidad y distribución<br />

La ictiofauna marino-costera del estado se compone<br />

de 414 especies agrupadas en 252 géneros,<br />

96 familias, 26 órdenes y dos clases de peces<br />

(apéndice 1). La clase Chondrichthyes está representada<br />

por dos subclases: Elasmobranchii (14<br />

familias, 27 géneros y 48 especies) y Holocephali<br />

(dos familias, dos géneros y dos especies). Dentro<br />

de los elasmobranquios, la familia con mayor<br />

diversidad es Carcharhinidae (siete géneros y 17<br />

especies) y el género Carcharhinus es el más<br />

diverso, ya que tiene 11 especies (22% de toda la<br />

clase).<br />

Los teleósteos (Clase Actinopterygii: División<br />

Teleostei) comprenden 88% de las especies registradas<br />

para el litoral de Colima. Dentro de éstos<br />

406 DIVERSIDAD DE ESPECIES


se incluyen 24 órdenes, 86 familias, 222 géneros<br />

y 364 especies. El orden que contiene la mayor<br />

diversidad es el de los Perciformes (43 familias,<br />

133 géneros y 216 especies); las familias que tienen<br />

la mayor riqueza específica son: Carangidae<br />

(14 géneros y 28 especies), Haemulidae (nueve<br />

géneros y 17 especies), Labridae y Serranidae<br />

(seis géneros y 13 especies cada una) y Sciaenidae<br />

con seis géneros y 12 especies, las cuales en su conjunto<br />

contienen 39% de las especies de este<br />

orden, 23% de la clase y 20.2% del total de especies<br />

aquí registradas.<br />

Otros órdenes de teleósteos que destacan por su<br />

riqueza son los Pleuronectiformes (cuatro familias,<br />

13 géneros y 25 especies), en donde la familia<br />

Paralichthydae es la de mayor riqueza con siete<br />

géneros y 14 especies. Por su parte, los<br />

Tetraodontiformes tienen seis familias, 17 géneros<br />

y 25 especies, en donde destaca la familia<br />

Balistidae con seis géneros y siete especies.<br />

Entre los Anguilliformes (dos familias, nueve géneros<br />

y 20 especies), sobresale la familia Muraenidae<br />

con cinco géneros y 15 especies, y dentro de ésta, el<br />

género Gymnothorax con siete especies. En los<br />

Beloniformes (cuatro familias, 14 géneros y 22<br />

especies), destaca la familia Exocoetidae que contiene<br />

siete géneros y 15 especies, y dentro de ella<br />

sobresale el género Cheilopogon con cinco especies.<br />

Desde el punto de vista ecológico, un gran porcentaje<br />

de las especies marino-estuarinas del litoral<br />

colimense corresponden a la categoría de<br />

especies neríticas o litorales, de las cuales 82.7%<br />

corresponden a la zona intermareal seguidas por<br />

las bénticas (del fondo, 75.6%) y pelágicas (nado<br />

libre, 27.5%) y en menor proporción las estuarinas<br />

y abisales (cuadro 1). En términos de su hábitat,<br />

42.1% (173 especies) de la ictiofauna colimense se<br />

encuentra sobre sustratos duros o rocosos, mientras<br />

que alrededor de 56.4% (232 especies) habita<br />

sobre sustratos de fango y arena (fondos blandos).<br />

CUADRO 1. Número de especies por categoría<br />

ecológica o afinidad biogeogrfica. Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

Categoría ecológica:<br />

Núm. especies<br />

Especies pelágicas 106<br />

Especies neríticas 359<br />

Especies bénticas 332<br />

Especies arquibénticas/abisales 12<br />

Especies estuarino lagunares 38<br />

Afinidad biogeográfica:<br />

Circuntropical 57<br />

Anfipacífica 64<br />

Endémica del Pacífico oriental 291<br />

Anfiamericana 14<br />

Isla Revillagigedo 244<br />

Litoral continental de Colima 291<br />

Las afinidades biogeográficas que muestra la<br />

ictiofauna marino estuarina de Colima corresponden<br />

en mayor proporción a formas endémicas<br />

del Pacífico oriental tropical (68%), que se localizan<br />

en el litoral del estado (68.8%) y un gran<br />

número a especies que se localizan en las inmediaciones<br />

del archipiélago Revillagigedo (56.7%).<br />

En menor proporción están las que muestran distribución<br />

circuntropical, en ambas costas del<br />

océano Pacífico (anfipacífica) y en ambas costas<br />

del continente Americano (anfiamericanas) (cuadro<br />

1). En el apéndice 1 se presenta el elenco sistemático,<br />

ecológico y biogeográfico de la ictiofauna<br />

marina y estuarino-lagunar del estado.<br />

Peces marinos y estuarino-lagunares (Chondrichthyes y Actinopterygii)<br />

407


El número de especies que componen la ictiofauna<br />

colimense contrasta de manera notable con<br />

los mencionados para Jalisco y Michoacán (cuadro<br />

2), ya que los inventarios en las costas de<br />

Colima indican un número menor de especies<br />

(Aguilar-Palomino et al. 1996). Tales diferencias<br />

se han adjudicado a la escasa exploración y recolecta<br />

ictiológica desarrollada en la región, la selectividad<br />

de los métodos de recolecta utilizados<br />

(Castro-Aguirre et al. 2006) y el mayor esfuerzo<br />

de investigación dirigido a especies de interés pesquero<br />

(Espino-Barr et al. 2002, 2003, 2004).<br />

A pesar de lo anterior, Colima muestra similitud<br />

en términos de composición específica con los<br />

estados antes referidos y otros localizados al<br />

norte (Nayarit y Sinaloa) y sur del país (Guerrero<br />

y Oaxaca); este hecho sugiere la posibilidad de<br />

considerarlos como un continuo, tanto en lo<br />

referente a los componentes de la parte litoral,<br />

como a la oceánica e insular (Castro-Aguirre et<br />

al. 1999, 2006, Mariscal Romero y van der Heiden<br />

2006, Moncayo-Estrada et al. 2006). Este<br />

fenómeno podría explicarse debido a la ubicación<br />

geográfica de estas entidades políticas, que<br />

coincide con la provincia mexicana de Briggs<br />

(1974), la cual está delimitada con base en la distribución<br />

de grupos de peces asociados a fondos<br />

rocosos y coralinos (sustratos duros), que no<br />

corresponde con exactitud a las formas que habitan<br />

sobre sustratos blandos (fango-arenosos).<br />

Es importante destacar, de modo particular, en<br />

la ictiofauna colimense la presencia de algunos<br />

holocéfalos (quimeras), particularmente dos<br />

especies: Harriota raleighiana (Rhinochimaeridae),<br />

primer registro en aguas mexicanas y segundo<br />

en el Pacífico oriental tropical (Castro-Aguirre<br />

et al. 2007) e Hydrolagus macrophtalmus<br />

(Chimaeridae), cuya distribución sólo era conocida<br />

en Chile y Perú (González-Acosta et al.<br />

2010). En cuanto a los teleósteos, también se han<br />

dado nuevos registros en la zona, como la presencia<br />

del pez granadero Coryphaenoides oreinos<br />

(Macrouridae) (Castro-Aguirre et al. 2007).<br />

Estos hallazgos, en su conjunto, representan<br />

nuevas adiciones para la ictiofauna de México<br />

(figura 1).<br />

CUADRO 2. Estudios ícticos realizados en Colima y áreas circunvecinas. Localidades: LC = laguna Cuyutlán,<br />

LCC = litoral costero de Colima, JC = Jalisco-Colima, JCM = Jalisco, Colima y Michoacán, IR = islas<br />

Revillagigedo. Taxones: C = clases, O = órdenes, F = familias, G = géneros y S = especies.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Fuente<br />

Localidad<br />

Taxones<br />

C O F G S<br />

Aguilar-Palomino et al. (1996) JC 2 17 54 98 140<br />

Cabral-Solís y Espino-Barr (2004) LC 1 10 19 25 28<br />

Castro-Aguirre y Balart (2002) IR 2 17 95 151 228<br />

Castro-Aguirre et al. (2006) JCM 2 15 93 213 373<br />

Chávez-Comparan y Macías-Zamora (2006) LCC 2 8 29 54 72<br />

Este trabajo LCC-IR 2 26 99 256 411<br />

408 DIVERSIDAD DE ESPECIES


a) b)<br />

c) d)<br />

e) f)<br />

g) h)<br />

FIGURA 1. Ictiofauna marino-estuarina, representativa de Colima, México: a) Harriota raleighiana<br />

(hinochimaeridae), b) Hydrolagus macrophthalmus (Chimaeridae), c) Coryphaenoides oreinos (Macrouridae),<br />

d) Zanclus cornutus (Zanclidae), e) Microspathodon dorsalis (Pomacentridae), f) Johnrandallia nigrirostris<br />

(Chaetodontidae), g) Epinephelus labriformis (Epinephelidae) y h) Scarus rubroviolaceus (Scaridae).<br />

Fotos: Adrián F. González-Acosta, Nicolás Álvarez-Pliego y José Luis Castro-Aguirre (†).<br />

Peces marinos y estuarino-lagunares (Chondrichthyes y Actinopterygii)<br />

409


Conclusiones<br />

Es necesario e impostergable tomar medidas<br />

tendientes a un mejor aprovechamiento de los<br />

recursos costeros del estado, así como prevenir<br />

los efectos negativos provocados por el acelerado<br />

desarrollo que han tenido las áreas localizadas a<br />

lo largo de sus costas. Ejemplos de este desarrollo<br />

son las diversas obras de ingeniería: marinas,<br />

canales, puertos turísticos e industriales; cuyos<br />

impactos están teniendo consecuencias irreversibles<br />

sobre las comunidades marinas, y eso es<br />

reflejado en el detrimento de algunas pesquerías<br />

locales (Cabral-Solís y Espino-Barr 2004, Chávez-Comparan<br />

y Macías-Zamora 2006).<br />

El inventario que se incluye en este estudio pretende<br />

contribuir a un mayor conocimiento de la<br />

ictiodiversidad de Colima y ser la base de futuros<br />

estudios, que junto con otras <strong>contribuciones</strong><br />

contenidas en esta obra podrán permitir conocer<br />

más sobre las relaciones entre las comunidades<br />

de peces y sus ambientes. El estudio y<br />

conocimiento de la ictiofauna del estado proveerá<br />

las condiciones para diseñar e implementar<br />

estrategias y programas para su conservación.<br />

Referencias<br />

NOTA. Durante la edición final de este manuscrito<br />

se realizó la actualización taxonómica de la ictiofauna<br />

según lo establecido en: Page, L.M., H.<br />

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et al. 2004. Análisis del crecimiento y la<br />

mortalidad de Anisotremus interruptus (Gill),<br />

(Perciformes: Haemulidae) en la costa de Colima,<br />

México. Boletín de Investigaciones Marinas y Costeras<br />

33:69-77.<br />

Espinosa-Pérez, H., J.L. Castro-Aguirre y L. Huidobro-Campos.<br />

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Fowler, H.W. 1944. The fishes. Results of the fifth<br />

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Peces marinos y estuarino-lagunares (Chondrichthyes y Actinopterygii)<br />

411


Moncayo-Estrada, R., J.L. Castro-Aguirre y J. de la<br />

Cruz-Agüero. 2006. Lista sistemática de la ictiofauna<br />

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British Columbia 3:1-18.<br />

Ricker, K.E. 1959b. Fishes collected from the Revillagigedo<br />

islands during the 1954-1958 cruises of the<br />

“Marijean”. Museum Contributions of the Institute<br />

of Fisheries, University of British Columbia 4:1-10.<br />

Snodgrass, R.E. y E. Heller. 1905. Shore fishes of the<br />

Revillagigedo, Clipperton, Cocos and Galapagos<br />

Islands. Proceedings of the Washington Academy of<br />

Sciences 6:333-427.<br />

412 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Peces<br />

arrecifales<br />

(Actinopterygii)<br />

Juan Carlos Chávez-Comparan<br />

G. Ruiz-Campos<br />

O. Cervantes-Rosas<br />

G. A. Jiménez-Ramón<br />

B. Lara-Chávez<br />

Descripción<br />

Los arrecifes coralinos cuentan con la mayor diversidad de especies de<br />

peces en el océano. Los peces juegan un papel clave en la estructura trófica<br />

del sistema coralino y están íntimamente asociados con el sustrato<br />

rocoso o de coral, pues representan importantes fuentes de alimentación,<br />

refugio y reproducción (Villarreal-Cavazos 1988). Las especies presentes<br />

en los arrecifes coralinos exhiben patrones de coloración exclusivos que<br />

permiten diferenciarlas (Jiménez-Gutiérrez y Elorduy-Garay 1999,<br />

Thomson et al. 2000) (figura 1 y 2).<br />

FIGURA 1. Ídolo moro (Zanclus cornutus). Foto: J.C. Chávez Comparan.<br />

Chávez-Comparán, J.C., G. Ruiz-Campos, O. Cervantes-Rosas, G.A. Jiménez-Ramón y B. Lara-Chávez 2016. Peces<br />

arrecifales (Actinopterygii). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 413-419.<br />

413


entidades federativas. Sin embargo, su clima<br />

subtropical y la configuración de la costa, con<br />

sus múltiples esteros y lagunas, promontorios<br />

rocosos, acantilados y arrecifes coralinos lo<br />

hacen rico en diversidad de especies marinas,<br />

sobre todo de fauna ictiológica.<br />

FIGURA 2. Soldado (Myripristis leiognathus).<br />

Foto: J.C. Chávez Comparan.<br />

La diversidad de especies de peces asociada a los<br />

arrecifes de las costas de Colima está relacionada<br />

con la resistencia del ecosistema ante efectos<br />

ambientales adversos (Naeem 1998), de ahí la<br />

relevancia de realizar estudios que documenten<br />

dicha diversidad. El presente estudio tuvo como<br />

objetivo caracterizar la diversidad de la fauna<br />

ictiológica (peces) arrecifal de Colima, esto se realizó<br />

mediante la técnica de observación visual con<br />

buceo autónomo (Brohnsak y Bannerot 1986),<br />

entre 2003 y 2012. Las especies se identificaron y<br />

cuantificaron in situ, además de ser fotografiadas<br />

para integrar un catálogo digital y confirmar sus<br />

características morfológicas. La identificación de<br />

las especies se realizó mediante el uso de guías<br />

taxonómicas para especies de la región (Goodson<br />

1988, Gotshall 1989, Allen y Robertson 1994,<br />

Thomson et al. 2000). La lista sistemática de los<br />

taxones sigue el orden de Nelson (1994).<br />

Diversidad y distribución<br />

El litoral del estado se caracteriza por una estrecha<br />

plataforma continental, lo cual reduce su<br />

potencial pesquero en comparación con otras<br />

El litoral, con aproximadamente 160 km de longitud,<br />

consta en su mayor parte de playas arenosas,<br />

aunque existen promontorios de tipo rocoso<br />

como las puntas Carrizales, Juluapan, Campos y<br />

Salahua. Debido a que el sustrato duro en el cual<br />

se fija el pólipo de coral es producto de las rocas de<br />

basalto oscuro, procedentes de los derrumbes de<br />

los cerros adyacentes, la configuración del arrecife<br />

colimense es en forma de parches. Las bahías<br />

de Manzanillo y Santiago poseen la mayor parte<br />

de la costa rocosa y los arrecifes coralinos que<br />

existen en el litoral colimense.<br />

Para el estado se han reportado 28 (80%) de las<br />

35 especies de coral conocidas para el Pacífico<br />

mexicano, ubicándolo como uno de los de mayor<br />

diversidad de especies (Reyes-Bonilla et al.<br />

2005). Por esa razón la conabio considera a un<br />

fragmento del litoral colimense como área<br />

marina prioritaria para su conservación, sujeta a<br />

recibir apoyos en la realización de trabajos de<br />

investigación. De acuerdo con Reyes-Bonilla et<br />

al. (2005), las especies de coral más comunes en<br />

Colima son: Pocillopora capitata, P. damicornis,<br />

P. elegans, P. eydoux, P. meandrina, P. verrucosa,<br />

P. woodjonesi, Porites arnaudi, P. australiensis,<br />

P. lichen, P. lobata, P. lutea, P. panamensis, P.<br />

profundacella, P. stellata, P superficialis, Pavona<br />

clavus, P. duerdeni, P. gigantea, P. maldivensis,<br />

P. minuta, P. varians, Fungia curvata, F. distorta,<br />

F. vaughani y Paracyathus humilis (figura 3).<br />

414 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 3. Halcón de coral (Cirrhichthys oxycephalus).<br />

Foto: J.C. Chávez Comparan.<br />

El total de especies de peces registradas en este<br />

trabajo es de 106 (apéndice 1), las cuales están<br />

ubicadas en 39 familias. Las familias con mayor<br />

número de especies fueron: Labridae con 10,<br />

seguida por Serranidae con ocho y Pomacentridae<br />

y Lutjanidae con siete.<br />

La localización geográfica del litoral de Colima,<br />

en la parte central del Pacífico mexicano, permite<br />

analizar las afinidades zoogeográficas de<br />

las especies ícticas que ahí concurren para conocer<br />

los aspectos evolutivos de la distribución de<br />

las especies. La documentación de los patrones<br />

de distribución geográfica de las especies (apéndice<br />

1) utilizó el criterio de regionalización zoogeográfica<br />

propuesto por Briggs (1974) y aplicado<br />

por Castro-Aguirre et al. (2006), mismo que<br />

incluye los siguientes patrones de distribución:<br />

distribución Anfiamericana (aa), distribución<br />

Anfipacífica (ap), provincia Sandieguina (ps),<br />

provincia Sinuscaliforniana (psc), provincia<br />

Mexicana (pm), provincia Panámica (pp) y Circuntropical<br />

(ct).<br />

Del total de especies registradas, 76 (72%) se distribuyen<br />

de manera muy amplia desde la psc a la<br />

pp, otras 35 (33%) desde la ps a la pp, 11 especies<br />

(10%) con distribución ap, tres especies con aa<br />

(2.8%) y, por último, la ct con siete especies<br />

(6.6%) (figura 4).<br />

FIGURA 4.<br />

Jaqueta gigante<br />

(Microspathodon<br />

dorsalis). Foto: J.C.<br />

Chávez Comparan.<br />

Peces arrecifales (Actinopterygii)<br />

415


El cuadro 1 compara el número de especies presentes<br />

en el litoral del estado con el de otras<br />

regiones del Pacífico mexicano. Es importante<br />

resaltar que el número de especies varía de<br />

acuerdo con el tamaño de la región. Por ejemplo,<br />

en el golfo de California se tienen registradas<br />

271 especies en un perímetro litoral de más de<br />

2 000 km (Thomson et al. 2000).<br />

En el trabajo realizado por Castro-Aguirre<br />

et al. (2006) sobre la ictiofauna marina y costera<br />

de Jalisco, Colima y Michoacán, se documenta<br />

CUADRO 1. Nmero de especies de peces de arrecies registrados en otros estudios del acífico meicano.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Localidad Especies Referencias<br />

Golfo de California 271 Thomson et al. 2000<br />

Sureste del golfo de California 86 Trujillo-Millan et al. 2006<br />

Huatulco, Oaxaca 51 Barrientos-Villalobos et al. 2000<br />

Bahía de Tenacatita, Jalisco 49 Pérez-España y Saucedo-Lozano 2000<br />

Bahía Banderas, Jalisco 71 Solís-Gil y Jiménez-Quiroz 2006<br />

Isla Cerralvo, Baja California Sur 90 Jiménez-Gutiérrez 1999<br />

Bahía de Acapulco 114 Palacios-Salgado 2005<br />

Bahía de Manzanillo y Santiago, Colima 72 Chávez-Comparan et al. 2006<br />

Ensenada Carrizales, Colima 89 Chávez-Comparan 2009<br />

Litoral rocoso-arrecifal de Colima 106 Este libro<br />

CUADRO 2. Nmero de especies de peces (N total) registradas en dierentes sitios del acífico meicano y en<br />

comn con el litoral rocoso y coralino de Colima (N comn y porcentual). Fuente: elaboración propia.<br />

Sitios arrecifales<br />

Pacífico mexicano<br />

N total<br />

N común con litoral<br />

de Colima<br />

% Referencia<br />

Isla Cerralvo, BCS 89 70 79 Jiménez-Gutiérrez 1999<br />

Bahía de La Paz, BCS 80 65 81 Arreola-Robles 1998<br />

Cabo Pulmo, BCS 63 51 81 Álvarez-Filip 2004<br />

Bahía Banderas, Jalisco 71 48 67 Solís y Jiménez 2006<br />

Bahía Tenacatita, Jalisco 64 58 90 Galván-Villa et al. 2011<br />

Isla Socorro, Colima 83 51 61 Chávez et al. 2010<br />

Acapulco, Guerrero 114 76 67 Palacios-Salgado 2005.<br />

Huatulco, Oaxaca 63 49 77 Barco-Servín 2004<br />

416 DIVERSIDAD DE ESPECIES


una lista de 373 especies agrupadas en 93 familias<br />

asociadas a una variedad de hábitats.<br />

Haciendo una comparación porcentual con<br />

otros sitios rocosos arrecifales del Pacífico<br />

mexicano, la presente lista incorpora entre 67 y<br />

90% del total de las especies encontradas en<br />

otros sitios (cuadro 2).<br />

naturales protegidas marinas, entre ellas Alto<br />

golfo de California, Archipiélago Revillagigedo<br />

y Cabo Pulmo, en Baja California Sur. Por su<br />

parte, la conabio reconoce solamente a la zona<br />

de Punta Carrizales como área marítima prioritaria<br />

en el estado, la cual se caracteriza por su<br />

ecosistema rocoso coralino.<br />

Importancia<br />

La gran diversidad de especies presentes en los<br />

ecosistemas rocosos y coralinos, y los servicios<br />

ambientales que prestan, han llevado a que sean<br />

valorados y protegidos en casi todo el mundo. En<br />

el caso de Pacífico mexicano existen pocas áreas<br />

El valor de los peces del litoral rocoso del estado<br />

no debe estimarse solamente aplicando criterios<br />

comerciales, existen otros atributos que<br />

ofrece la fauna ictiológica relacionados con su<br />

uso, tanto activo, directo como indirecto. El<br />

valor de uso activo se deriva del aprovechamiento<br />

directo para consumo alimenticio,<br />

acuarios y pesca deportiva, además de usos<br />

FIGURA 5. Especie protegida, ángel de Cortez (Pomacanthus zonipectus). Foto: J.C. Chávez Comparan.<br />

Peces arrecifales (Actinopterygii)<br />

417


activos indirectos como el ecoturismo de buceo<br />

libre o autónomo. Es importante resaltar que el<br />

litoral del estado tiene dos áreas de alta concentración<br />

de arrecifes de coral, Punta Carrizales y<br />

La Boquita, en la playa Miramar. Este último se<br />

ha ido deteriorando paulatinamente debido a la<br />

facilidad de acceso y las prácticas de ecoturismo<br />

mal aplicadas.<br />

Para la ictiofauna arrecifal, las especies protegidas<br />

por la nom-059-semarnat-2010 (semarnat<br />

2010) sólo incluye dos especies: Pomacanthus<br />

zonipectus y Holocanthus passer, en la categoría<br />

de “bajo protección especial”.<br />

Amenazas y conservación<br />

Las actividades humanas relacionadas con el<br />

acelerado desarrollo costero del litoral de Colima<br />

pueden ocasionar severos cambios ambientales<br />

que afecten a los arrecifes. Por ejemplo: el crecimiento<br />

urbano de la ciudad de Manzanillo, los<br />

proyectos turísticos como marinas (laguna<br />

Juluapan), los proyectos industriales como la<br />

planta regasificadora (laguna de Cuyutlán) y las<br />

ampliaciones portuarias (laguna San Pedrito y<br />

laguna de Cuyutlán) parecen ser factores que<br />

están afectando a estos ecosistemas.<br />

Existen áreas de la costa donde el desarrollo<br />

urbano sin planificación ha destruido los manglares<br />

y con esto ha afectado a los arrecifes coralinos,<br />

pues existen estudios que demuestran que<br />

ambos ecosistemas están más estrechamente<br />

conectados de lo que se pensaba. Por ejemplo, el<br />

aporte de material orgánico de los manglares<br />

hacia el litoral resulta en un incremento en la<br />

biomasa de los peces que habitan los arrecifes de<br />

coral (Mumby et al. 2004), de ahí la importancia<br />

de conservarlos de manera conjunta. Otra amenaza<br />

para algunas especies coralinas es la pesca<br />

furtiva con fines de ornato.<br />

Conclusiones<br />

La ictiofauna arrecifal es uno de los componentes<br />

biológicos más ricos de Colima. Las áreas de<br />

concentración de esta fauna están bien identificadas,<br />

resaltando la de punta Carrizales, donde<br />

se encuentra el sitio arrecifal más importante del<br />

estado. Debido a su nivel de conservación y a la<br />

gran diversidad y biomasa del sitio se recomienda<br />

declararlo anp. Cabe indicar que esta<br />

medida de conservación daría lugar al primer<br />

sitio marino que el estado tendría dentro de esta<br />

categoría.<br />

Referencias<br />

Allen, G.R. y D.R. Robertson. 1994. Peces del Pacífico<br />

oriental tropical. <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />

y Uso de la Biodiversidad (conabio)/<br />

Agrupación Sierra Madre/Cementos Mexicanos<br />

(cemex). México.<br />

Briggs, J.C. 1974. Marine zoogeography. McGraw-Hill.<br />

Nueva York.<br />

Brohnsak, J.A. y S.P. Bannerot. 1986. A stationary visual<br />

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community structure of coral reef fishes. noaa Technical<br />

Report nmfs 41:1-15.<br />

Castro-Aguirre, J.L., A.F. González-Acosta, J. Cruz<br />

Agüero, et al. 2006. Ictiofauna marina-costera del<br />

Pacífico central mexicano: análisis preliminar de<br />

su riqueza y relaciones biogeográficas. En: Recursos<br />

marinos y acuícolas de la región de Jalisco, Colima y<br />

418 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Michoacán. M.C. Jiménez-Quiroz y E. Espino-Barr<br />

(eds.). Centro Regional de Investigación Pesquera<br />

de Manzanillo (crip-Manzanillo)/Instituto Nacional<br />

de la Pesca (inapesca). México, pp. 149-165.<br />

Chávez-Comparan, J.C. 2009. Caracterización y estructura<br />

de la ictiofauna de arrecifes rocosos y coralinos<br />

en Punta Carrizal, Colima, México para fines<br />

de inventario y conservación de la diversidad animal.<br />

Universidad de Colima. Informe final snibconabio<br />

proyecto núm. DJ020. México D.F.<br />

Chávez-Comparan, J.C., E. Espino- Barr y B. Lara-<br />

Chávez. 2006. Peces de arrecifes rocosos de las<br />

bahías de Manzanillo y Santiago, Colima, México.<br />

En: Los recursos pesqueros y acuícola de Jalisco,<br />

Colima y Michoacán. M.C. Jiménez- Quiroz y E.<br />

Espino Barr (eds.). inapesca, sagarpa. México,<br />

pp 174-179.<br />

Goodson, G. 1988. Fishes of Pacific coast. Stanford<br />

University Press. Standford, California.<br />

Gotshall, D.W. 1989. Pacific coast inshore fishes. Sea<br />

Challenger. Monterrey Bay, California.<br />

Jiménez-Gutiérrez, S. y J.F. Elorduy-Garay. 1999.<br />

Abundancia y estructura de las asociaciones de peces<br />

de arrecife rocoso en la zona de isla Cerralvo,<br />

B.C.S., México. En: I Simposio Internacional sobre<br />

el Mar de Cortés. Hermosillo, Sonora.<br />

Mumby, P.J., A.J. Edwars, J.E. Arias-González, et al.<br />

2004. Mangroves enhance the biomass of coral<br />

reef fish communities in the Caribbean. Nature<br />

427:533-536.<br />

Naeem, S. 1998. Species redundancy and ecosystem<br />

reliability. Conservation Biology 12:39-45.<br />

Nelson, J.S. 1994. Fishes of the world. 3 a edition. John<br />

Wiley. Nueva York.<br />

Reyes-Bonilla, H., L. Calderón Aguilera, G. Cruz- Piñón,<br />

et al. 2005. Atlas de corales pétreos (Anthozoa:<br />

Scleractinia) del Pacífico mexicano. Centro de Investigación<br />

Científica y de Educación Superior de<br />

Ensenada (cicese)/conabio/Consejo Nacional de<br />

Ciencia y Tecnología (conacyt)/uabcs/Universidad<br />

de Guadalajara (udg)/Universidad del Mar<br />

(umar). México.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

Thomson, D.A., L.T. Findley y A.M. Kerstich. 2000.<br />

Reef fishes of the sea of Cortés: the rocky-shore fishes<br />

of the gulf of California. The University of Texas<br />

Press. Austin, Texas.<br />

Villarreal-Cavazos, A. 1988. Distribución y diversidad<br />

de peces en el arrecife coralino de Cabo Pulmo a Los<br />

Frailes, B.C.S. Tesis de licenciatura. Universidad<br />

Autónoma de Baja California Sur (uabcs). La Paz,<br />

Baja California Sur, México.<br />

Peces arrecifales (Actinopterygii)<br />

419


Peces<br />

continentales<br />

(Actinopterygii)<br />

Héctor Espinosa-Pérez<br />

Leticia Huidobro-Campos<br />

Descripción<br />

Los peces son el grupo de animales vertebrados con el mayor número de<br />

especies en el mundo y en México. Su variedad morfológica, fisiológica y<br />

de comportamiento, evidencian su alto grado de adaptación a los diferentes<br />

hábitats que ocupan. Los peces pueden encontrarse en agua marina<br />

como dulce, incluyendo ríos, lagos, arroyos, mares, cuevas y cenotes;<br />

desde grandes profundidades hasta charcos, lagunas hipersalinas o en<br />

temperaturas y altitudes extremas.<br />

A pesar de ser el vigésimo noveno estado en cuanto a extensión territorial<br />

en el país, Colima posee una ictiofauna continental considerable debido a<br />

su ubicación geográfica. Su posición en el extremo occidental del Eje Volcánico<br />

Transversal le ha otorgado una orografía e hidrografía complejas,<br />

mientras que su asociación con el océano Pacífico en la costa occidental<br />

permite la presencia de ambientes estuarinos y lagunares. Esa ubicación<br />

le brinda la oportunidad de contar con una variedad de especies con<br />

características sumamente interesantes, desde el punto de vista biológico.<br />

Para conocer la ictiofauna de Colima es necesario conocer la hidrología<br />

general del estado, lo cual nos muestra la existencia de tres ríos importantes,<br />

conocidos como: Armería, Coahuayana y Maravasco, que nacen en el<br />

estado contiguo de Jalisco (figura 1). Los dos primeros ríos tienen importancia<br />

geopolítica, pues marcan los límites políticos de la entidad.<br />

420<br />

Espinosa-Pérez, H. y L. Huidobro-Campos. 2016. Peces continentales (Actinopterygii). En: La Biodiversidad en<br />

Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 420-430.


FIGURA. 1. Mapa de Colima mostrando a la izquierda el río Maravasco, al centro el Armería y a la derecha el Coahuayana. Los diferentes puntos marcados<br />

indican cmulos de especies tomados de las bases de datos mencionadas. Fuente: elaboración propia.<br />

Peces continentales (Actinopterygii)<br />

421


Hidrología<br />

Río Cihuatlán. Nace en Autlán, Jalisco y en su<br />

curso se le conoce en Colima como el río Mamey,<br />

toma dirección este y por el oeste recibe al río<br />

Maravasco hasta desembocar en Barra de Navidad.<br />

Forma desde su nacimiento el límite de los<br />

dos estados, siendo por eso que el nombre del<br />

Maravasco domina en la parte del cauce cuya<br />

corriente es más importante. El río Cihuatlán es<br />

considerado como de cauce pequeño por sus<br />

3 667 km 2 (Tamayo 1949).<br />

Río Armería. Nace en las inmediaciones de<br />

Chapala y Sayula, en su curso se le unen pequeños<br />

ríos tributarios, al este, en Tolimán, toma el<br />

nombre de Armería, mismo que sigue al sur cruzando<br />

en todo su largo el estado. 70 km antes de<br />

su salida al mar recibe la carga de los ríos Tuxcacuesco,<br />

Jiquilpán, Ayuquilla y Colima. Dada la<br />

extensión del cauce del río (9 490 km 2 ), en el que<br />

se incluye tanto a Jalisco como Colima, Tamayo<br />

(1949) lo considera como de mediana extensión.<br />

Río Coahuayana. Nace en el cerro del Tigre en<br />

Jalisco, al oriente de la laguna de Sayula. Con el<br />

nombre de río Tuxpan sirve de límite entre los<br />

estados de Colima y Jalisco. En su curso se le<br />

unen los ríos Ahuijayo y Barreras, tomando el<br />

nombre de Naranjo, que conserva hasta la confluencia<br />

con el Salado. Es hasta la confluencia<br />

con los escurrimientos del volcán de Colima que<br />

recibe el nombre de Coahuayana, mismo que conserva<br />

hasta su salida al mar.<br />

Laguna de Cuyutlán. Es la única laguna costera<br />

importante en Colima, la cual recibe aportes<br />

escasos de agua dulce que provienen de escurrimientos<br />

que deberían llegar a la costa pero forman<br />

un sistema lagunar en el perímetro sur<br />

central del estado. Existe un canal que comunica<br />

con el mar y se cierra en la parte noroeste hacia<br />

Manzanillo, éste se ha abierto en numerosas<br />

ocasiones de forma artificial, ya que el aporte de<br />

agua dulce sólo en contadas ocasiones llega a<br />

abrir la barra. Es una laguna de aguas hipersalinas<br />

con una concentración promedio de 40.7%0<br />

de salinidad (Lankford 1977).<br />

Para la elaboración del presente estudio se consultaron<br />

las bases de datos de la conabio, neodat,<br />

unibio y se revisaron los registros en la<br />

Colección Nacional de Peces del Instituto de<br />

Biología de la unam. La información recogida de<br />

estas fuentes se muestra en forma de cúmulos<br />

de puntos en el mapa (figura 1). Esta información se<br />

complementó con referencias bibliográficas para<br />

el estado (Núñez 1984, Espino et al. 1998).<br />

Diversidad y distribución<br />

En el país se tiene registrada la presencia de poco<br />

más de 2 700 especies ícticas, de éstas, para<br />

Colima se han documentado aproximadamente<br />

750 especies. Las que viven en aguas continentales<br />

se pueden considerar marinas, que penetran<br />

a las aguas continentales donde se encuentran<br />

los estuarios, lagunas costeras y los ríos y lagos,<br />

en donde se incluyen los cuerpos de agua lóticos<br />

y lénticos.<br />

En el apéndice 1 se presentan 13 órdenes de<br />

peces, 29 familias, 53 géneros y 66 especies que<br />

habitan las aguas continentales de Colima. La<br />

lista está arreglada sistemáticamente de acuerdo<br />

con Nelson (2006).<br />

422 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Espinosa et al. (1993) y Miller et al. (2005), reportan<br />

para el país aproximadamente 500 especies<br />

de peces continentales y para el estado 60, lo que<br />

equivale a 13.4% del total nacional. Dentro de la<br />

diversidad encontrada la familia más diversa es<br />

la Goodeidae (con ocho especies), seguida por la<br />

Carangidae (seis), Gobiidae (cinco), Gerreidae,<br />

Eleotridae y Poeciliidae (cuatro), mientras que<br />

las restantes 29 familias tienen de tres a una<br />

especie. Los géneros con mayor diversidad son<br />

Poeciliopsis, Allodontichthys y Lutjanus (tres<br />

especies), mientras que los restantes 45 géneros<br />

cuentan con dos y una especie.<br />

En el cuadro 1 se presenta el listado de especies<br />

de peces continentales. Es importante mencionar<br />

que de todas las especies cinco son primarias,<br />

13 secundarias y una vicaria (de origen<br />

marino pero que actualmente habita en aguas<br />

dulceacuícolas). Las 48 restantes son representantes<br />

del componente marino, que penetran o<br />

pasan gran parte de su ciclo de vida en ambientes<br />

dulceacuícolas y estuarino-lagunares. Se<br />

incluyen dos especies que están documentadas<br />

como introducidas (cuadro 1).<br />

CUADRO 1. Sistemas hídricos donde se encuentran los peces dulceacuícolas. ME: marino estuarino, V: vicario,<br />

P: primario, S: secundario. (*): Importancia económica. Especies endémicas: E: para el estado, I: Introducido<br />

y categoría de riesgo de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010.<br />

Especie<br />

Armería<br />

Marabasco<br />

Coahuayana<br />

Lag. Cuyutlán<br />

C.Ecol.,IE<br />

Endemismo<br />

NOM-059-<br />

semarnat-2010<br />

1 Acanthurus xanthopterus • ME<br />

2 Achirus mazatlanus • ME*<br />

3 Trinectes fonsecensis • ME*<br />

4 Albula nemoptera • ME*<br />

5 Ariopsis guatemalensis • ME*<br />

6 Ariopsis seemanni • ME*<br />

7 Oligoplites altus • ME*<br />

8 Caranx vinctus • ME*<br />

9 Caranx hippos • ME*<br />

10 Caran caballus • ME*<br />

11 Selene peruviana • ME<br />

12 Oligoplites saurus • ME*<br />

13 Scartomyzon austrinum • P<br />

14 Centropomus nigresces • ME*<br />

Peces continentales (Actinopterygii)<br />

423


Cuadro 1, continúa<br />

Especie<br />

Armería<br />

Marabasco<br />

Coahuayana<br />

Lag. Cuyutlán<br />

C.Ecol.,IE<br />

Endemismo<br />

NOM-059-<br />

semarnat-2010<br />

15 Centropomus robalito • ME*<br />

16 Chanos chanos • E-I<br />

17 Astyanax aeneus • • P<br />

18 Cichlasoma istlanum • S<br />

19 Oreochromis aureus • S-I*<br />

20 Opisthonema libertate • ME*<br />

21 Algansea aphanea • P E A<br />

22 Notropis boucardi • P E A<br />

23 Dormitator latifrons • E<br />

24 Eleotris picta • E<br />

25 Gobiomorus maculatus • E<br />

26 Gobiomorus polylepis • E<br />

27 Elops affinis • ME<br />

28 Anchoa mundeola • ME<br />

29 Anchovia macrolepidota • ME<br />

30 Gerres cinereus • ME*<br />

31 Diapterus peruvianus • ME*<br />

32 Eucinostomus currani • ME*<br />

33 Eucinostomus argenteus • ME*<br />

34 Evorthodus minutus • • E<br />

35 Sicydium multipunctatum • • E<br />

36 Microgobius miraflorensis • ME<br />

37 Gobionellus microdon • ME<br />

38 Ctenogobius sagittula • ME<br />

39 Illyodon furcidens • • • S* e A<br />

40 Xenotoca eiseni • S* Pr<br />

41 Xenotoca melanosoma • S* P<br />

424 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Cuadro 1, continúa<br />

Especie<br />

Armería<br />

Marabasco<br />

Coahuayana<br />

Lag. Cuyutlán<br />

C.Ecol.,IE<br />

Endemismo<br />

NOM-059-<br />

semarnat-2010<br />

42 Xenotaenia resolanae • S*<br />

43 Zoogonecticus quitzeoensis • S* A<br />

44 Allodontichthys hubbsi • S* E P<br />

45 Allodontichthys tamazulae • S* E P<br />

46 Allodontichthys zonistius • • S* E<br />

47 Haemulopsis leuciscus • ME*<br />

48 Hyporhamphus naos • ME*<br />

49 Ictalurus dugesii • P* A<br />

50 Lutjanus novemfasciatus • ME*<br />

51 Lutjanus argentiventris • ME*<br />

52 Lutjanus colorado • ME*<br />

53 Agonostomus monticola • • V*<br />

54 Mugil cephalus • ME*<br />

55 Mugil curema • ME*<br />

56 Citharichthys gilberti • ME*<br />

57 Etropus peruvianus • ME<br />

58 Poecilia butleri • S* Pr<br />

59 Poeciliopsis baenschi • S*<br />

60 Poeciliopsis infans • S*<br />

61 Poeciliopsis turrubarensis • S*<br />

62 Abudefduf troschelii • ME<br />

63 Pliosteostoma lutipinnis • ME<br />

64 Cynoscion xanthulus • ME*<br />

65 Umbrina xanti • ME*<br />

66 Sphoeroides annulatus • ME*<br />

Peces continentales (Actinopterygii)<br />

425


Por la ubicación geográfica del país, localizado<br />

en el hemisferio norte del continente americano,<br />

hace que se conjuguen una variedad de condiciones<br />

que proveen las características en la distribución<br />

de los peces continentales. Se localiza<br />

entre una zona tropical al sur y una templada al<br />

norte, donde se ha documentado la presencia de<br />

dos zonas biogeográficas: la Neártica y la Neotropical.<br />

El estado se encuentra localizado casi por<br />

completo en la franja Neotropical, sin embargo<br />

la región norte del estado queda embebida en la<br />

región Neártica. La ictiofauna se comporta de<br />

acuerdo con la distribución biogeográfica antes<br />

mencionada, ya que se presentan elementos distintivos<br />

de la fauna Neártica, como las especies<br />

de las familias Cyprinidae, Catostomidae e Ictaluridae.<br />

Dentro de la ictiofauna Neotropical las familias<br />

Poeciliidae, Characidae y Cichlidae tienen representantes<br />

en la parte sur y centro del estado. Sin<br />

embargo, los peces de mayor importancia, por<br />

su endemismo y por ser exclusivos del Eje Volcánico<br />

Transversal, son los de la familia<br />

Goodeidae, considerados como una familia de<br />

transición entre los neárticos y los neotropicales.<br />

Además, sobresale la distribución de un<br />

grupo de especies vicarias y una gran cantidad<br />

de especies de origen marino que pasan casi por<br />

completo su ciclo de vida en ambientes continentales,<br />

como las especies de las familias<br />

Eleotridae, Gobiidae y Ariidae, así como otras<br />

marinas que pasan sólo parte de su ciclo de vida<br />

en las lagunas costeras y esteros mencionadas<br />

en el cuadro 1.<br />

En Colima se reconocen 66 especies de peces<br />

continentales, en las cuales predominan especies<br />

marino-estuarinas con 28.6% (Castro-Aguirre<br />

et al. 1999), de las cuales Miller (2005) incluye<br />

varias denominadas periféricas (peces marinos<br />

que toleran agua salobre), seguidas por las<br />

secundarias (S) 6.9% que toleran ciertos cambios<br />

en cuanto a la salinidad, y por último las primarias<br />

(P) 4.2% o estrictas dulceacuícolas (Espinosa<br />

et al. 1993). Sobre las marino-estuarinas se<br />

ha documentado la ictiofauna que habita la<br />

laguna de Cuyutlán y otros estuarios pequeños<br />

del estado, además de peces que penetran varios<br />

kilómetros tierra adentro y llevan a cabo alguna<br />

parte de su ciclo biológico. Respecto a los peces<br />

primarios y secundarios es importante señalar<br />

que la gran mayoría se encuentran compartidos<br />

con Jalisco.<br />

Al realizar un comparativo de diversidad, endemismos<br />

y especies en riesgo, de los ríos con<br />

registros documentados (cuadro 1), se observó<br />

que la mayor diversidad (20 especies), endemismos<br />

(seis especies) y las especies en riesgo (cuatro<br />

especies), se encuentran en el río Armería,<br />

contra una diversidad de cinco especies en el<br />

Maravasco y seis en el Coahuayana. No hay<br />

endemismos en el Maravasco y sólo una especie<br />

endémica en el Coahuayana es compartida con<br />

el Armería. Las cuatro especies en riesgo para el<br />

estado se localizan en el Armería.<br />

La diversidad es alta en la laguna de Cuyutlán<br />

(43 especies), comparada con el Armería (20<br />

especies), pero cabe mencionar que son dos<br />

cuerpos de agua diferentes en cuanto a condiciones<br />

físicoquímicas y geomorfológicas, ya que<br />

mientras la primera laguna es de tipo estuarino<br />

con predominancia de peces pertenecientes al<br />

componente marino-estuarino, la segunda es<br />

dulceacuícola con peces del componente dulceacuícola.<br />

426 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Importancia<br />

Los peces continentales son un componente<br />

importante de la biodiversidad del estado, su<br />

importancia ecológica radica en que representan<br />

un eslabón crucial en las cadenas tróficas de los<br />

ambientes acuáticos, alimentándose de invertebrados<br />

acuáticos y pequeños vertebrados y<br />

siendo consumidos por aves, algunos anfibios,<br />

reptiles y pequeños mamíferos, así como por<br />

otros peces. Ambas funciones ecológicas son de<br />

suma importancia en la regulación de la energía<br />

en los sistemas acuáticos. Además, debido a su<br />

vulnerabilidad algunas especies de peces pueden<br />

ser indicadores de la condición de un<br />

determinado cuerpo de agua que puede estar afectado<br />

por: contaminación, introducción de especies<br />

exóticas o la extracción de grandes<br />

cantidades de peces con fines alimenticios y<br />

comerciales, rompiendo el equilibrio de los ecosistemas.<br />

La principal importancia económica de los peces<br />

continentales, particularmente de los marino-estuarinos,<br />

es la pesca de subsistencia en las<br />

bocas de los esteros y ríos, como la laguna de<br />

Cuyutlán (cuadro 1). Especies como las mojarras<br />

(familia Gerreidae), los pargos y huachinangos<br />

(familia Lutjanidae), entre otras, son pescadas de<br />

forma comercial. En el caso de los peces secundarios<br />

de las familias Poeciliidae y Goodeidae,<br />

estos son apreciados de forma amplia por acuaristas<br />

y alcanzan precios altos en el mercado.<br />

La importancia cultural de los peces en el estado<br />

se manifiesta principalmente en las zonas costeras,<br />

donde el consumo de pescado es parte de la<br />

dieta y forma de vida de las diferentes comunidades<br />

ribereñas. En las partes media y alta de los<br />

ríos, la diversidad y abundancia de los peces es<br />

baja, así como baja la talla de los ejemplares, por<br />

lo que los pobladores no prestan mayor atención<br />

a este recurso poco visible.<br />

Amenazas y conservación<br />

Las amenazas a la pérdida de diversidad íctica se<br />

deben principalmente al deterioro del hábitat,<br />

por desviación de caudales con fines agrícolas y<br />

domésticos y la incorporación de aguas negras<br />

y residuales a los lechos de los ríos. Otra amenaza<br />

es la introducción de especies exóticas a los cuerpos<br />

de agua del estado, ya que dichas especies<br />

desplazan a las especies nativas. Al realizar este<br />

trabajo aún se pone en duda la presencia de otras<br />

dos especies exóticas invasivas, pero se consignan<br />

esperando que no se puedan establecer.<br />

Estas especies son: Pterygoplichthys disjunctivus,<br />

el plecóstoma rayado y el plecóstoma del Orinoco,<br />

Pterygoplichthys multiradiatus, de la familia<br />

Loricariidae, originaria de América del Sur.<br />

La ictiofauna colimense cuenta con elementos<br />

del componente marino-estuarino, con peces de<br />

origen Neártico y Neotropical, además de peces<br />

exclusivos de la familia Goodeidae, que habitan<br />

en la región del Eje Volcánico Transversal y son<br />

únicos en el mundo. Es importante señalar que<br />

de las 66 especies mencionadas, 10 se encuentran<br />

en la lista de la Norma Oficial Mexicana<br />

sobre especies en categorías de riesgo (semarnat,<br />

2010).<br />

Sólo se conocen seis especies que se distribuyen<br />

de forma exclusiva en Colima. Sin embargo,<br />

como se mencionó con anterioridad, el estado<br />

no ha sido explorado de forma exhaustiva, exis-<br />

Peces continentales (Actinopterygii)<br />

427


tiendo gran probabilidad de encontrar otras<br />

especies aún no descritas o no registradas para la<br />

región. De las especies endémicas dos son primarias<br />

o exclusivas de agua dulce, éstas son<br />

Algansea aphanea y Notropis boucardi, del componente<br />

Neártico. La primera se encuentra en la<br />

nom-059-semarnat-2010 con la categoría amenazada,<br />

pero de acuerdo con Lyons et al. (1998),<br />

ya no se distribuye en el estado; la segunda, también<br />

amenazada, se encontraba mal identificada<br />

ya que fue descrita para el río Balsas y posiblemente<br />

constituya otra especie conocida como<br />

N. nigrotaeniatus, además de que se le ha cambiando<br />

de género en cada revisión del grupo. Las<br />

demás especies endémicas son Illyodon xantusi,<br />

Allodontichthys hubbsi (en peligro), Allodontichthys<br />

tamazulae (en peligro) y A. zonistius, las cuales<br />

pertenecen a la única familia endémica de<br />

México (Goodeidae), misma que se encuentra<br />

distribuida a lo largo y ancho del Eje Volcánico<br />

Transversal, de la cual forma parte del estado.<br />

FIGURA 3. Ejemplar de Xenotoca melanosoma<br />

(Goodeidae), en peligro según la NOM-059-SEMARNAT-2010,<br />

en la CNPE. Foto: Héctor Espinosa Pérez.<br />

embargo, probablemente estas características<br />

han contribuido a que de las 20 especies completamente<br />

dulceacuícolas continentales, del<br />

país seis de ellas sean endémicas al estado.<br />

Aunque la poca representatividad de peces continentales<br />

podría deberse, en parte, a lo reducido<br />

del territorio y sus cuerpos de agua, es necesario<br />

hacer énfasis en la necesidad de exploración de<br />

los cuerpos de agua dulce del estado, hasta ahora<br />

limitada por la falta de apoyo a la comunidad<br />

científica.<br />

FIGURA 2. Ilyodon xantusi (Goodeidae), amenazada<br />

según la NOM-059-SEMARNAT-2010. Foto: Héctor<br />

Espinosa Pérez.<br />

La poca representatividad de las especies completamente<br />

dulceacuícolas resulta extraña si se<br />

considera que su posición geográfica incluye al<br />

Eje Volcánico Transversal y la zona de intersección<br />

de la fauna Neártica y Neotropical; sin<br />

El deterioro del hábitat es la principal causa del<br />

estatus de riesgo al que han sido asignadas las<br />

10 especies de peces continentales, en la<br />

nom-059-semarnat-2010 (figura 2, 3 y 4). Este<br />

es resultado de la pérdida de los cuerpos de agua<br />

por desviación de su curso con fines agrícolas y<br />

domésticos, y la incorporación de aguas negras y<br />

residuales a los lechos de los ríos. Otra amenaza<br />

es la introducción de especies exóticas a los cuerpos<br />

de agua de la entidad, ya que dichas especies<br />

desplazan a las especies nativas. Aunque sólo se<br />

ha registrado una especie introducida en agua<br />

dulce, ésta se ha diseminado a lo largo y ancho<br />

428 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Purificación, Cihuatlán, Armería-Ayuquila,<br />

Coahuayana, Ameca, Manantlán y San Pedro,<br />

más algunos arroyos. Finalmente, la región<br />

terrestre prioritaria conocida como Manantlán-<br />

Volcán de Colima comprende el norte del estado.<br />

También por otro lado se encuentra el Parque<br />

Nacional del Nevado de Colima.<br />

FIGURA 4. Ejemplar de Zoogoneticus quitzeoensis,<br />

amenazada de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010,<br />

en la CNPE. Foto: Héctor Espinosa Pérez.<br />

del estado y podría estar afectando a la fauna<br />

nativa. Es posible también que existan otras<br />

introducciones no detectadas en éste y otros<br />

estudios.<br />

Aunque no se tienen acciones específicas para<br />

la protección del grupo de los peces continentales,<br />

debe mencionarse que existen los mecanismos<br />

en la legislación mexicana para su<br />

protección. La nom-059-semarnat-2010 es<br />

una medida, la cual protege a las especies nativas<br />

en riesgo. En el apéndice 2 se presentan las<br />

especies del estado que se encuentran en dicha<br />

lista de especies en riesgo.<br />

La conabio ha desarrollado la clasificación de<br />

áreas terrestres, marinas e hidrológicas continentales,<br />

prioritarias para el estudio y conservación,<br />

de las cuales para el estado se pueden<br />

mencionar entre las marinas la región de Cuyutlán-Chupadero,<br />

que incluye la laguna de Cuyutlán,<br />

y la región de Punta Graham-El Carrizal, incluyendo<br />

la zona de humedales del noroeste del<br />

estado. La región hidrológica prioritaria de los<br />

ríos Purificación-Armería incluye las presas San<br />

Agustín y del Mojo, laguna de Cuyutlán, los ríos<br />

Conclusiones<br />

Colima, siendo la tercera entidad con la menor<br />

extensión territorial, posee una ictiofauna continental<br />

considerable, debido a su distribución<br />

geográfica. Su posición, orografía e hidrografía<br />

accidentada, así como su influencia de la costa<br />

oriental al océano Pacífico, permite la presencia<br />

de una importante diversidad de especies que<br />

pueden aumentar en futuros estudios. Aunque<br />

parece que la ictiofauna de la entidad está bien<br />

conocida, se considera pertinente realizar estudios<br />

con enfoques y técnicas modernas para<br />

determinar la existencia de nuevas especies, particularmente<br />

en los afluentes que nutren a los<br />

principales ríos de la entidad. Además, el estado<br />

no ha sido explorado en todo su potencial, en<br />

cuanto a peces se refiere, ya que grandes extensiones<br />

de su territorio son poco conocidas, entre<br />

estos lugares se encuentra toda la región sur<br />

oriental, donde existe un vacío de información.<br />

Los estudios de peces continentales son importantes<br />

para conocer y conservar la diversidad de<br />

ictiofauna de Colima.<br />

Agradecimientos<br />

A Miguel Ortega y a los editores del libro por la<br />

invitación a colaborar en el presente estudio, por<br />

Peces continentales (Actinopterygii)<br />

429


este medio se otorgan los créditos a la base de<br />

datos neodat, a la Red Mundial de Información<br />

sobre Biodiversidad (remib) y a la Unidad de<br />

Informática para la Biodiversidad (unibio) por<br />

la información para la elaboración del mapa de<br />

referencia. A Ch. Lambarri Martínez y E. Villalobos<br />

Segura por su ayuda en el procesamiento<br />

de las imágenes.<br />

Referencias<br />

Castro-Aguirre, J.L., H. Espinosa P. y J.J. Schmitter-<br />

Soto. 1999. Ictiofauna estuarina, lagunar y vicaria<br />

de México. Editorial Limusa-Noriega. México.<br />

Espino, B.E., M. Cruz-Romero, A. García-Boa et al.<br />

1998. Catálogo de especies de menor valor comercial<br />

capturadas en la costa de Colima. Secretaría de Medio<br />

Ambiente y Recursos Naturales (semarnat-inp)/<br />

Centro Regional de Investigación Pesquera de<br />

Manzanillo (crip-Manzanillo). México.<br />

Espinosa, P.H., P. Fuentes y M.T. Gaspar-Dillanes.<br />

1993. Peces dulceacuícolas mexicanos. En: Listado<br />

faunístico III. Instituto de Biología (ibunam)/Universidad<br />

Nacional Autónoma México (unam).<br />

Lannkford, R.R. 1977. Coastal lagoons of Mexico<br />

their origin and classification. En: Estuarine process.<br />

M. Wiley (ed.). Academic Press, Nueva York,<br />

pp. 182-215.<br />

Lyons, J., G. González, E. Soto-Galera y M. Guzmán-Arroyo.<br />

1998. Decline of freshwater fish and fisheries<br />

in selected drainages of west-central México.<br />

Management, American Fisheries Society 23:10-18.<br />

Miller, R.R., W.L. Minckley y S.T. Norris. 2005. Freshwater<br />

fishes of México. The University of Chicago<br />

Press. Chicago.<br />

Nelson, J.S. 2006. Fishes of the World. 4 a ed. John Wiley<br />

and Sons. Nueva York.<br />

neodat. neo Database for health topics. En: , última consulta: 14 de julio de<br />

2015.<br />

Núñez, M.C.E. 1984. Estudio ictiológico de la laguna<br />

de Cuyutlán, Colima, México. Características ambientales<br />

y poblacionales. Tesis de maestría en ciencias<br />

del mar, unam, México.<br />

remib. Red Mundial de Información sobre Biodiversidad.<br />

2009. conabio. En: , última consulta: 14 de julio de 2015.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

Tamayo, J.L. 1949. Atlas geográfico de México. México,<br />

D.F.<br />

unibio. Unidad de Informática para la Biodiversidad.<br />

ibunam/unam. En: , última consulta: 14 de juliio de 2015.<br />

430 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Anfibios<br />

y reptiles<br />

(Amphibia y Reptilia)<br />

Andrés García<br />

Gustavo Casas-Andreu<br />

R. Martínez-Ortega<br />

Óscar Ávila-López<br />

Descripción<br />

Los anfibios y reptiles son vertebrados que constituyen el objeto de estudio<br />

de la rama de la zoología conocida como herpetología (del griego<br />

herpeton: reptar, y logos: estudio), o “el estudio de los animales que reptan”<br />

(Pough et al. 2003, Vitt y Caldwell, 2008). Los anfibios se pueden<br />

identificar por las siguientes características: poseer una piel lisa y por lo<br />

general húmeda, tener tres tipos de respiración (pulmonar, cutánea y<br />

faríngea), reproducción por medio de huevos sin cáscara limitada por la<br />

disponibilidad del agua (Pough et al. 2003, 2004). En este grupo se incluyen<br />

a los sapos, ranas, salamandras y las cecilias. Los reptiles poseen las<br />

siguientes características: un cuerpo cubierto de escamas, fecundación<br />

interna y reproducción por medio de huevos; este grupo incluye a los<br />

cocodrilos, tortugas y lagartijas.<br />

Estos dos grupos de animales habitan medios terrestres, acuáticos y<br />

marinos, por sus diversas formas, tamaños y formas de vida; son más<br />

diversos incluso que aves y mamíferos. Se estima que en el mundo existen<br />

por lo menos 8 734 especies de reptiles (Uetz 2015) y 7 391 de anfibios<br />

(gaa 2015), por lo que en conjunto suman más de 14 158 especies, muy<br />

por arriba de las 10 000 de aves (LePage 2015) y las 5 418 de mamíferos<br />

(Wilson y Reeder 2005).<br />

Si bien los reptiles y anfibios están agrupados dentro de la herpetología, las<br />

características morfológicas, funcionales, ciclos de vida y comportamiento<br />

difieren entre ambos grupos (Pough et al. 2003, 2004, Vitt y<br />

García, A., G. Casas-Andreu, R. Martínez-Ortega y O. Ávila-López. 2016. Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia).<br />

En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 431-441.<br />

431


Caldwell 2008). A diferencia de las aves y los<br />

mamíferos, que pueden mantener de manera<br />

constante sus cuerpos calientes a través de procesos<br />

químicos derivados de la ingesta de alimentos,<br />

los reptiles y anfibios requieren del sol o de<br />

cierta temperatura ambiental para realizar sus<br />

actividades. Otra diferencia importante con respecto<br />

a las aves y mamíferos es el tamaño relativamente<br />

pequeño de las especies de herpetofauna,<br />

por ejemplo, la gran mayoría de las lagartijas,<br />

ranas y salamandras no pesan más de 20 gramos<br />

(Pough et al. 2003, Vitt y Caldwell 2008).<br />

Diversidad y distribución<br />

México es considerado un país megadiverso, ya<br />

que contiene casi 10% del total de las especies de<br />

plantas y animales que existen en el mundo. El<br />

país registra 804 especies de reptiles, por lo que<br />

ocupa el segundo lugar a nivel mundial entre los<br />

países con mayor riqueza, sólo está después<br />

de Australia. Por otra parte, las 361 especies de<br />

anfibios lo ubican en el cuarto lugar mundial en<br />

riqueza de este grupo (Flores-Villela y Canseco-<br />

Márquez 2004, Ochoa-Ochoa y Flores-Villela<br />

2006).<br />

A pesar de que la herpetofauna del estado ha sido<br />

inventariada desde hace casi un siglo (Oliver 1937,<br />

Duellman 1958, Painter 1976), se le considera una<br />

de las menos estudiadas en México (Flores-Villela<br />

y Gerez 1994). Un análisis reciente del número de<br />

especímenes de reptiles y anfibios recolectados en<br />

Colima, e incluidos en los museos nacionales e<br />

internacionales, ubica a esta entidad como una de<br />

las que tienen la menor cantidad de recolectas del<br />

país, pero como uno de los estados con el mayor<br />

número de registros por unidad de área (debido a<br />

su pequeña superficie) (Ochoa-Ochoa y Flores-<br />

Villela 2006). Muchas de estas recolectas o registros<br />

se localizan en áreas cercanas a los principales<br />

poblados y ciudades del estado, especialmente a lo<br />

largo de los caminos, carreteras principales y vías<br />

férreas (García 2005, Martínez-Ortega 2005,<br />

Reyes-Velasco et al. 2009), lo que hace evidente la<br />

falta de inventarios adecuados en muchas regiones<br />

del estado. Las compilaciones más recientes<br />

de la herpetofauna colimense registraban entre<br />

124 y 129 especies de reptiles y anfibios (García<br />

2005, Martínez-Ortega 2005, Ochoa-Ochoa y<br />

Flores-Villela 2006).<br />

Con base en los resultados de recolectas de campo,<br />

revisión de la literatura y registros de varias<br />

colecciones nacionales e internacionales, este<br />

estudio estima que en la actualidad la herpetofauna<br />

colimense comprende por lo menos 152<br />

especies, 117 de reptiles y 35 de anfibios (cuadro<br />

1), incluyendo varias especies de nuevo registro<br />

para el estado (Reyes-Velasco et al. 2009, 2010).<br />

Sin embargo, con el continuo crecimiento de los<br />

inventarios se espera que los números de registros<br />

y especies aumenten significativamente.<br />

Las 152 especies que conforman la herpetofauna<br />

colimense representan 13% del total nacional<br />

(1 165), que corresponden a 15% de los reptiles y 10%<br />

de los anfibios (Flores-Villela y Canseco-Márquez<br />

2004, Ochoa-Ochoa y Flores-Villela 2006). Estos<br />

porcentajes cobran especial relevancia si tomamos<br />

en cuenta que Colima representa sólo 0.3%<br />

de la superficie total nacional (inegi 2003).<br />

La herpetofauna de Colima incluye tres órdenes,<br />

25 familias y 72 géneros de reptiles; y tres órdenes,<br />

11 familias y 22 géneros de anfibios (cuadro<br />

1 y apéndice 1).<br />

432 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 1. Lagarto<br />

cornudo gigante<br />

(Phrynosoma asio). Foto:<br />

Enrique Ramírez García.<br />

Las familias más diversas de reptiles en el estado<br />

son: Colubridae (26 especies), Dipsadidae (19),<br />

Phrynosomatidae (14) (figura 1), Viperidae (8) y<br />

Teiidae (6), mientras que los géneros más diversos<br />

son Sceloporus (10 especies) (figura 2),<br />

Aspidoscelis (5) y Crotalus (6). En los anfibios, las<br />

familias más diversas del estado son Hylidae (11<br />

especies) (figura 3a, b y c), Eleutherodactylus (8),<br />

Bufonidae (5) y Ranidae (4), mientras que los<br />

géneros más diversos son Craugastor, Lithobates<br />

y Syrrhophus (todos con cuatro especies) y<br />

Ollotis (3).<br />

FIGURA 2. Lagartija<br />

escamosa de hocico<br />

negro (Sceloporus<br />

melanorhinus). Foto:<br />

Enrique Ramírez García.<br />

Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />

433


a)<br />

FIGURA 3. a) rana de rbol de tierras bajas (Smilisca<br />

fodiens) b), rana de rbol meicana (Smilisca baudinii);<br />

c), rana de rbol cabea de pala (Diaglena spatulata).<br />

Fotos: Enrique Ramírez García.<br />

b)<br />

c)<br />

En Colima se registran 80 especies de herpetofauna<br />

endémica de México que equivalen a 12%<br />

del total nacional (Ochoa-Ochoa y Flores-Villela<br />

2006). La herpetofauna endémica registrada en<br />

Colima incluye 58 especies de reptiles y 22 de<br />

anfibios, de las cuales 13 son de distribución geográfica<br />

restringida o microendémica (menor a los<br />

5 000 km 2 ) e incluyen 11 especies de reptiles y dos<br />

de anfibios (cuadro 1) (Ceballos et al. 2009). Cabe<br />

mencionar a tres especies insulares que son<br />

exclusivas de Colima, dos lagartijas (Urosaurus<br />

auricularis y U. clarionensis) y una serpiente<br />

(Masticophis anthony), la primera de la isla Socorro<br />

y las dos restantes de la isla Clarión. Este estudio<br />

registra un número significativamente mayor<br />

de especies endémicas de reptiles y anfibios, respecto<br />

a las 50 especies anteriormente registradas<br />

para el estado (Flores-Villela y Gerez 1994).<br />

La gran diversidad de especies de reptiles y anfibios<br />

en México no se encuentra homogéneamente<br />

distribuida; existen dos regiones que<br />

sobresalen por albergar a más de un tercio del<br />

número total de especies y endemismos, éstas<br />

son: a) la región de las tierras altas frías, que<br />

incluye la Meseta Central, el sur de la Sierra<br />

Madre Oriental y la Faja Volcánica Transmexicana,<br />

y b) la región de las tierras bajas tropicales<br />

de la costa del Pacífico mexicano, que incluye la<br />

costa del Pacífico, la cuenca del Balsas y la Depresión<br />

Central de Chiapas (Flores-Villela 1993, Flores-Villela<br />

y Goyenechea 2003, García 2006,<br />

Ochoa-Ochoa y Flores-Villela 2006). Por otra<br />

parte, las regiones de menor riqueza de especies<br />

son las tierras altas y subhúmedas extratropicales,<br />

la Sierra Madre Occidental, las partes más<br />

altas de la Sierra Madre Oriental, el centro y este<br />

de Nuevo León y Tamaulipas (Flores-Villela<br />

1993).<br />

434 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 4. Distribución potencial de la diversidad de especies de reptiles y anfibios. Fuente: elaboración propia.<br />

Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />

435


La distribución de la herpetofauna colimense<br />

muestra una marcada regionalización con respecto<br />

a los principales tipos de vegetación presentes<br />

en el estado, los cuales incluyen: bosques<br />

de coníferas, bosques de encino, bosque mesófilo<br />

de montaña, bosque tropical subcaducifolio,<br />

bosque tropical seco y vegetación acuática (Flores-Villela<br />

y Gerez 1994, García 2005, Martínez-Ortega<br />

2005). Los bosques tropicales secos<br />

de Colima registran más de 70% de las especies<br />

de anfibios y reptiles de la entidad (García 2005,<br />

Martínez-Ortega 2005). Sin embargo, varias<br />

especies tienen amplia distribución altitudinal y<br />

9% del total se registran dentro de un solo tipo<br />

de vegetación. Entre estas especies se pueden<br />

citar como ejemplos a: Plestiodon brevirostris,<br />

Scelioporus grammicus y Storeira storeroides<br />

(García 2005, Martínez-Ortega 2005).<br />

Dos estudios recientes en los que se emplea el<br />

modelado ecológico para determinar los patrones<br />

de distribución potencial de los reptiles y<br />

anfibios de Colima, sugieren que las áreas de<br />

mayor riqueza y endemismos son aquellas localizadas<br />

en la regiones norte y oeste del estado, a<br />

lo largo de la frontera con Jalisco, desde las partes<br />

altas hasta la costa (figura 4) (García 2005,<br />

Vázquez-Campos 2006).<br />

Como ya se mencionó, en Colima se registran 80<br />

especies endémicas de México, lo que indica que<br />

el endemismo de la herpetofauna en el estado es<br />

de 54%; 51% para reptiles y 64% para anfibios<br />

(cuadro 1 y apéndice 1). Con respecto a las especies<br />

de la herpetofauna colimense incluidas dentro<br />

de alguna categoría de riesgo de acuerdo a la<br />

nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010), se<br />

registran 69 especies (43% del total del estado), las<br />

cuales incluyen 12 anfibios y 57 reptiles (47 y 32%,<br />

respectivamente (apéndice 1). No existen datos<br />

históricos sobre tendencias poblacionales de las<br />

especies en el estado, con excepción probable-<br />

CUADRO 1. iquea y estado de conservación de la herpetoauna. Fuente: elaboración propia.<br />

Clase Orden /<br />

Familias Especies End. Riesgo Micro<br />

%<br />

%<br />

% Micro<br />

Suborden<br />

End.<br />

End.<br />

Riesgo<br />

End.<br />

Amphibia Anura 8 32 20 8 2 63 25 6<br />

Caudata 2 2 2 2 0 100 100 0<br />

Gymnophiona 1 1 0 1 0 0 100 0<br />

Subtotal<br />

Amphibia<br />

11 35 22 11 2 63 31 6<br />

Reptilia Crocodylia 1 2 0 2 0 0 100 0<br />

Sauria 11 42 24 16 4 57 38 10<br />

Serpentes 7 65 32 29 7 49 45 11<br />

Testudines 4 8 3 8 0 38 100 0<br />

Subtotal Reptilia 23 117 59 55 11 50 47 9<br />

Total herpetofauna 34 152 81 66 13 53 43 9<br />

436 DIVERSIDAD DE ESPECIES


mente de las tres especies de tortugas marinas que<br />

anidan en las costas de Colima. Para el caso de la<br />

tortuga golfina (Lepidochelys olivacea), se observa<br />

una recuperación de su población reproductora,<br />

debido principalmente a los esfuerzos de conservación<br />

realizados en varios años por los programas<br />

de protección del Centro de Conservación de<br />

Tortuga Marina y Desarrollo Costero El Chupadero<br />

y del Centro Ecológico de Cuyutlán, El Tortugario.<br />

Lamentablemente no puede decirse lo<br />

mismo de la tortuga prieta (Chelonia agassizi) y<br />

de la laúd (Dermochelys coriacea), para las cuales<br />

ha disminuido el registro de hembras anidadoras,<br />

sobre todo en la laúd (ine 1999, semarnat-<br />

Colima 2004). Si bien no existen inventarios<br />

actuales publicados sobre las poblaciones de Crocodylus<br />

acutus en el estado, se conocen algunos<br />

censos poblacionales recientes en las lagunas de<br />

Cuyutlán, Amela y Alcozahue, donde se ha comprobado<br />

que existen poblaciones viables de esta<br />

especie.<br />

Importancia<br />

La importancia ecológica de los reptiles y anfibios<br />

de Colima incluye el control de plagas de insectos,<br />

ya que todos los anfibios y casi todas las lagartijas<br />

son insectívoras. Los reptiles y anfibios son una<br />

fuente muy importante de alimento para otras<br />

especies de vertebrados, en particular las larvas<br />

de los anfibios tienen un impacto sustancial en el<br />

ciclo de nutrientes y las cadenas tróficas (Pough et<br />

al. 2003, Vitt y Caldwell 2008). En el caso específico<br />

de los humedales presentes en el estado, los<br />

reptiles y anfibios tienen gran importancia en el<br />

transporte de nutrientes entre el medio acuático y<br />

terrestre, como en el caso de las especies de cocodrilos<br />

que consumen presas y viven en ambos<br />

ambientes. Por otro lado, debido a la sensibilidad<br />

de los anfibios a los cambios en el ambiente, estas<br />

especies pueden ser utilizadas como bioindicadores<br />

(importancia ecológica y económica) del<br />

estado de los ecosistemas (Blaustein y Kiesecker<br />

2002, Stuart et al. 2004).<br />

En el aspecto económico la herpetofauna ha<br />

tenido impacto en el estado como fuente de alimento,<br />

materia prima para la industria peletera<br />

y como un factor de salud pública (Sanchez et al.<br />

2011). Como fuentes de alimento podríamos<br />

mencionar a la iguana verde (Iguana iguana) y el<br />

garrobo (Ctenosaura pectinata), así como a las<br />

tres especies de tortuga marina que anidan en el<br />

estado. Todas estas especies, junto con el cocodrilo<br />

de río (Crocodylus acutus) tuvieron en el<br />

pasado una fuerte participación dentro de la<br />

industria peletera (Jiménez-Quiroz y Barr 2006).<br />

Un caso especial son las tortugas marinas y el<br />

cocodrilo, que se han utilizado como atracción<br />

dentro de programas de ecoturismo y educación<br />

ambiental, como es el caso del Centro Ecológico<br />

de Cuyutlán. Potencialmente, varias especies de<br />

lagartijas, sapos, ranas, tortugas y serpientes,<br />

pueden tener importancia económica como<br />

mascotas dentro del estado y la región. El interés<br />

por estos organismos va en aumento a nivel<br />

nacional e internacional.<br />

En el estado hay nueve especies de reptiles venenosos<br />

que incluyen la serpiente marina (Pelamis<br />

platurus), el escorpión (Heloderma horridum)<br />

(figura 5), dos coralillos (Micrurus spp.) y cinco<br />

especies de víbora (de los géneros Agkistrodon<br />

y Crotalus). Estas especies, a excepción de la<br />

marina, pueden ser un problema de salud<br />

pública, especialmente en zonas rurales, donde<br />

la posibilidad de que un humano sea mordido es<br />

Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />

437


alta y probablemente los servicios médicos no<br />

son los adecuados para atender este tipo de<br />

emergencias. Desafortunadamente no se cuenta<br />

con información acerca de la incidencia de mordeduras<br />

de estas especies en el estado.<br />

Amenazas y conservación<br />

Al igual que otros grupos de vertebrados, los<br />

reptiles y anfibios son vulnerables a las perturbaciones<br />

naturales y a las generadas por los<br />

humanos, como actividades agrícolas, urbanas,<br />

forestales, turísticas y de servicios e infraestructura,<br />

además de la contaminación y del tráfico<br />

ilegal de fauna (Flores-Villela y Gerez 1994, García<br />

2005, 2006).<br />

Sin embargo, estos grupos de organismos se<br />

consideran particularmente susceptibles a los<br />

cambios ambientales, debido a su tamaño corporal,<br />

tipo de reproducción, capacidad relativamente<br />

reducida de desplazarse largas distancias,<br />

limitado rango de distribución geográfica de<br />

muchas de sus especies y distribución concentrada<br />

hacia las zonas tropicales del mundo. En el<br />

caso particular de los anfibios, cabe señalar que<br />

actualmente se ha registrado la reducción e<br />

incluso la desaparición (en algunas especies) de<br />

varias poblaciones en diversos lugares en el<br />

mundo, entre los que se incluyen lugares en buen<br />

estado de conservación, sin existir razones aparentes<br />

para que dicha extinción o reducción ocurran<br />

(Blaustein y Kiesecker 2002, Gardner 2001,<br />

Stuart et al. 2004).<br />

FIGURA 5. Lagarto de chaquira (Heloderma horridum). Foto: Enrique Ramírez García.<br />

438 DIVERSIDAD DE ESPECIES


En Colima las actividades productivas que más<br />

se han expandido durante los últimos 35 años<br />

son la agricultura de temporal, los cultivos permanentes<br />

y los pastizales inducidos, lo cual ha<br />

provocado la rápida reducción de la cobertura<br />

vegetal natural del estado (Flores-Villela y Gerez<br />

1994, Cuevas-Arellano 2002). Sin lugar a dudas<br />

el rápido crecimiento de la ciudad de Colima, y<br />

de otros centros de población, están ejerciendo<br />

una creciente presión sobre las áreas naturales y<br />

las especies de reptiles y anfibios que habitan el<br />

estado.<br />

Cabe destacar que un estudio reciente sobre<br />

las percepciones del público en Colima hacia las<br />

especies de reptiles y anfibios, reveló que aún<br />

existen falsas creencias acerca de la peligrosidad<br />

de estos organismos. Se les considera un tanto<br />

repugnantes, casi todos venenosos y no se consideran<br />

candidatos aptos para desarrollar campañas<br />

para su conservación, con la excepción de las<br />

tortugas marinas, los cocodrilos y las iguanas<br />

(Hernández-Ortiz 2006).<br />

Conclusiones<br />

Se requiere llevar a cabo esfuerzos serios para<br />

informar al público en general sobre la importancia<br />

ecológica y económica de los reptiles y<br />

anfibios de la región, y de esta manera dimensionar<br />

su importancia. Desafortunadamente las<br />

creencias erróneas y el desconocimiento de los<br />

anfibios y reptiles constituyen un obstáculo a<br />

vencer para lograr la participación social en su<br />

conservación, a largo plazo.<br />

También es necesario estimular la implementación<br />

de proyectos productivos que incluyan<br />

especies de la herpetofauna, ya sea a través del<br />

ecoturismo o del manejo sostenible de sus poblaciones,<br />

como es el caso de las Unidades de<br />

Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre<br />

propuestas por la semarnat.<br />

La creación de nuevas áreas naturales protegidas<br />

(anp) es otra de las acciones necesarias para la<br />

protección de la herpetofauna. Si bien en Colima<br />

existen algunas anp (Parque Nacional Nevado<br />

de Colima, las áreas de protección forestal y<br />

refugio de la fauna silvestre El Jabalí y Las Huertas,<br />

la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán,<br />

y las áreas de protección de flora y fauna,<br />

playas Volantín-Tepalcates y Chupadero-Boca de<br />

Apiza), éstas no son suficientes, ya que sólo protegen<br />

áreas boscosas y de playa y muy poco bosque<br />

tropical seco.<br />

Se considera que existen áreas a lo largo de la<br />

frontera Colima-Jalisco, y otras al norte del<br />

estado (figura 4), que deben ser protegidas. El<br />

alto grado de endemismo (54%) y de riesgo<br />

(43%), registrados entre las especies de la herpetofauna<br />

colimense, obliga a dar prioridad a la<br />

conservación de este grupo y de los ambientes<br />

que habitan.<br />

Las consecuencias del cambio global en la protección<br />

de las poblaciones y especies de la herpetofauna<br />

de Colima deben ser estudiadas. Las<br />

actuales tendencias de la transformación del<br />

hábitat, así como las predicciones del cambio climático,<br />

tendrán un efecto negativo en la calidad<br />

de los servicios naturales, la integridad y la<br />

conectividad de los corredores biológicos, interrumpiendo<br />

el flujo genético de las poblaciones<br />

cuya viabilidad podría reducirse en el corto<br />

plazo.<br />

Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />

439


Es necesario continuar el inventario y exploración<br />

de diversas áreas en la entidad, aprovechando<br />

la mayor accesibilidad a zonas a través<br />

de la accidentada topografía de Colima y el buen<br />

estado de conservación de gran parte de los<br />

ambientes en la región.<br />

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440 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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441


ESTUDIO DE CASO<br />

LAS ISLAS MEXICANAS Y SUS TESOROS:<br />

LA CULEBRA NOCTURNA DE ISLA CLARIÓN<br />

Juan E. Martínez-Gómez I Gustavo Aguirre-León<br />

Juan A. Cervantes-Pasqualli I Daniel Mulcahy I George Zug<br />

Antecedentes<br />

El archipiélago de Revillagigedo es un grupo<br />

remoto de islas –Socorro, San Benedicto, Clarión<br />

e islote Roca Partida–, ubicadas a una distancia<br />

entre 700 y 1 100 km de la costa de Colima.<br />

Estas islas son el hábitat de un importante<br />

número de fauna y flora endémica; es decir, que<br />

sólo se encuentran en estas islas. De las islas que<br />

forman este archipiélago, Clarión es la más<br />

lejana de Colima, localizada a unos 1 100 km de<br />

la costa (Brattstrom 1990).<br />

El naturalista estadounidense William Beebe<br />

visitó isla Clarión en 1936, y una noche colectó<br />

un ejemplar de una culebra muy distinta a las<br />

que había observado durante sus caminatas<br />

diurnas. A su regreso a Nueva York depositó el<br />

especimen en el Museo Americano de Historia<br />

Natural sin que se le asignara en ese momento<br />

una clasificación taxonómica (Beebe 1938);<br />

posteriormente, la culebra fue descrita y clasificada<br />

por Wilmer Tanner, en 1944, como<br />

Hypsiglena ochrorhyncha unaocularus, una<br />

subespecie endémica de isla Clarión (Tanner<br />

1946).<br />

Desde que fue descubierta, en 1936, esta culebra<br />

no fue observada por ningún visitante de la<br />

isla, incluso en 1953 el científico Bayard Brattstrom<br />

realizó una expedición a Clarión, la buscó<br />

durante tres noches sin encontrarla. A partir de<br />

este resultado negativo se asumió que el registro<br />

de Beebe había sido un error al etiquetar las<br />

colectas y así, la especie fue borrada y olvidada<br />

por la ciencia (Brattstrom 1955).<br />

Redescubrimiento<br />

Desde la década de los setentas, isla Clarión es<br />

habitada de forma permanente por grupos de<br />

marinos mexicanos y visitada frecuentemente<br />

por académicos e investigadores, como Méndez-<br />

Guardado, quien la exploró en 2001; sin embargo,<br />

la única especie observada en la isla ha sido la<br />

culebra diurna-chirriadora de Clarión, Masticophys<br />

anthonyi (Zug 2013).<br />

A pesar de que la existencia de Hypsiglena<br />

ochrorhyncha unaocularus fue descartada por<br />

completo, Daniel Mulcahy, herpetólogo evolutivo<br />

del Museo Nacional de Historia Natural del<br />

Instituto Smithsoniano y especialista en culebras<br />

nocturnas del género Hypsiglena, no estaba<br />

conforme con la decisión tomada por Brattstrom.<br />

Con el fin de eliminar toda duda, Mulcahy<br />

se puso en contacto con Juan Martínez, investi-<br />

442<br />

Martínez-Gómez, J.E., G. Aguirre-León, J.A. Cervantes-Pasqualli, D. G. Mulcahy y G.R. Zug. 2016. Las islas mexicanas y sus<br />

tesoros: la culebra nocturna de isla Clarión. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 442-444.


gador del Instituto de Ecología, A.C., experto en<br />

especies endémicas en peligro de extinción y en<br />

el archipiélago de Revillagigedo.<br />

Ambos hicieron un estudio minucioso de las<br />

notas y publicaciones de Beebe (1936), que daban<br />

detalle del momento en que encontró a la culebra<br />

nocturna y su descripción aparentemente<br />

inequívoca. Además, se observó que el único<br />

espécimen colectado tenía características que las<br />

diferentes subespecies de culebras nocturnas del<br />

género no poseen. Esto motivó a los investigadores<br />

a hacer un nuevo esfuerzo para buscar a esta<br />

serpiente. Se reunió un grupo científico conformado<br />

por herpetólogos especialistas, expertos<br />

observadores en especies endémicas en peligro<br />

de extinción y un observador de la Secretaría de<br />

Marina. Durante una exploración científica realizada<br />

de mayo a junio de 2013, el grupo científico<br />

logró observar y registrar a esta culebra<br />

nocturna. Los análisis genéticos realizados confirmaron,<br />

que en realidad es una nueva especie de<br />

culebra nocturna Hypsiglena unaocularus (Mulcahy<br />

et al. 2014).<br />

Amenazas<br />

Las amenazas potenciales para esta especie de<br />

serpiente son: la perturbación del hábitat, específicamente<br />

si los lechos rocosos donde habita<br />

fuesen alterados; el calentamiento global, si ocurren<br />

tormentas más severas que afecten su fenología<br />

poblacional; las enfermedades infecciosas,<br />

que pudieran transmitir los reptiles introducidos<br />

y la presencia de otras especies exóticas<br />

introducidas por los humanos que consiguieran<br />

FIGURA 1. ndividuo de la nueva especie de culebra nocturna, Hypsiglena unaocularus, descubierta en isla<br />

Clarión. Foto: Juan E. Martínez Gómez.<br />

Ramírez-Ruiz, J.J. y M. Bretón González. 2015. Fisiografía y geología. En: La biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 10-15. Las islas mexicanas y sus tesoros: la culebra nocturna de Isla Clarión 443


alterar su hábitat o depredarlas, entre otras causas.<br />

Los ecosistemas insulares son sumamente<br />

vulnerables a las perturbaciones del ambiente y<br />

se debe promover la cooperación interinstitucional<br />

para salvar los tesoros biológicos que albergan<br />

las islas mexicanas.<br />

protección que recibe actualmente bajo las figuras<br />

de reserva de la biosfera, sitio ramsar y área<br />

de importancia para la conservación de las aves.<br />

Actualmente, un grupo amplio de instituciones<br />

y especialistas ha propuesto esta región para ser<br />

considerada como patrimonio natural por la<br />

unesco.<br />

Distribución original<br />

Utilizando una técnica de reloj molecular se<br />

puede inferir que la culebra nocturna de Clarión<br />

colonizó la isla hace un millón de años, aproximadamente.<br />

Los análisis del ADN de la culebra insular,<br />

y el de las culebras nocturnas del noroeste de<br />

México (Mulcahy 2008), permiten sugerir que<br />

está relacionada con culebras nocturnas que habitan<br />

en Sonora y en la isla Santa Catalina, a más de<br />

800 kilómetros de distancia de Clarión (Mulcahy<br />

et al. 2014). Considerando la distribución del<br />

género Hypsiglena y la información genética, es<br />

muy probable que las primeras culebras nocturnas<br />

llegaran a isla Clarión viajando en un tronco a<br />

la deriva (Mulcahy et al. 2014).<br />

Conclusiones<br />

Referencias<br />

Beebe, W. 1938. Zaca Venture. Harcourt Brace and<br />

Company, New York.<br />

Brattstrom, B.H. 1955. Notes on the herpetology<br />

of the Revillagigedo islands, Mexico. American<br />

Midland Naturalist 54:219-229.<br />

——— . 1990. Biogeography of the islas Revillagigedo,<br />

Mexico. Journal of Biogeography 17:177-183<br />

Méndez-Guardado, P. 2001. Analysis of the environmental<br />

impact caused by introduced animals in<br />

the Clarión Island, archipelago of Revillagigedo,<br />

Colima, Mexico. En: Global change and protected<br />

areas. G. Visconti, M. Beniston, E.D. Lannorelli y<br />

D. Barba (eds.). New York: Springer, pp. 323-329.<br />

Mulcahy, D.G. 2008. Phylogeography and species<br />

boundaries of the western North American nightsnake<br />

(Hypsiglena torquata): revisiting the subspe-<br />

El redescubrimiento de esta especie de culebra cies concept. Mol. Phylogenet. Evol. 46:1095-1115.<br />

marca un acontecimiento extraordinario que Mulcahy, D.G., J.E. Martínez-Gómez, G. Aguirre-León,<br />

debe contribuir a reforzar las estrategias de conservación<br />

et al. 2014. Rediscovery of an endemic<br />

y la restauración de los ecosistemas vertebrate from the remote islas Revillagigedo in<br />

insulares, e ilustra la importancia de conocer, the eastern Pacific Ocean: the Clarión nightsnake<br />

estudiar y conservar esta región insular federal lost and found. PLos ONE 9(5):1-8.<br />

que históricamente ha estado asociada con el Tanner, W.W. 1946. A taxonomic study of the genus<br />

patrimonio natural y cultural de Colima.<br />

Hypsiglena. Great Basin Naturalist 5:25-92.<br />

Martínez Gómez, J.E., G. Aguirre León, J.A. Cervantes Pasqualli, Zug, D. G.R. Mulcahy 2013. y G. Reptiles Zug. 2015. and Las amphibians islas mexicanas of the y sus Pacific tesoros:<br />

la culebra nocturna de Isla Clarión. En: La biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 436-438.<br />

Se recomiendan realizar esfuerzos encaminados islands: a comprehensive Guide. Berkeley, Univ. of<br />

a conservar la gran riqueza biológica y los procesos<br />

Calif. Press.<br />

ecológicos de este archipiélago, además de<br />

la


Jorge H. Vega-Rivera<br />

Eduardo Santana<br />

Aves<br />

Salvador Hernández-Vázquez<br />

Heriberto Verdugo Munguía<br />

Descripción<br />

Se trata de organismos que pertenecen a la clase Aves y se caracterizan<br />

por tener extremidades anteriores modificadas como alas y otras adaptaciones<br />

para volar, aunque no todas vuelan. Tienen el cuerpo cubierto con<br />

plumas y para reproducirse ponen huevos que incuban hasta eclosionar.<br />

Este grupo de organismos habita en todos los biomas terrestres, incluso<br />

en los océanos. Su tamaño puede variar desde seis centímetros hasta<br />

2.7 m. Las aves son el grupo de vertebrados mejor estudiado y conocido<br />

en el mundo debido a que el humano ha tenido una estrecha relación con<br />

ellas para usarlas como alimento o como mascotas, entre otros usos<br />

(Howell 1999, conabio 2015).<br />

A la fecha no ha habido una descripción extensiva y completa de la avifauna<br />

del estado. Los primeros trabajos que analizaron la presencia y distribución<br />

de aves de México, incluyendo Colima, fueron los de Friedmann<br />

et al. (1950), Griscom (1950), Blake (1953) y Miller et al. (1957). Sin<br />

embargo, a finales de la década de 1950 y en los años sesenta (1963, 1969),<br />

las recolectas de Schaldach, en varias localidades en Colima y regiones<br />

adyacentes de Jalisco, constituyeron la primera y más completa exploración<br />

de las aves del estado. El resultado de estos trabajos fue el registro de<br />

346 especies de aves.<br />

A continuación se proporciona una breve reseña de los trabajos con<br />

importancia histórica y científica, a partir de los cuales se ha conocido la<br />

avifauna de Colima.<br />

Vega-Rivera, J.H., E. Santana, S. Hernández-Vázquez y H. Verdugo-Munguía. 2016. Aves. En: La Biodiversidad en<br />

Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 445-461.<br />

445


Davis (1960) visitó la costa del estado (Manzanillo,<br />

Cuyutlán y Tecomán) y la ciudad de Colima y<br />

recolectó especímenes de 76 especies con algunas<br />

anotaciones sobre su taxonomía, abundancia y<br />

estacionalidad; Hutto (1985, 1987) visitó varias<br />

localidades en Colima y en el occidente de México<br />

y generó listas relacionando la comunidad de<br />

aves con los tipos de vegetación; DesGranges y<br />

Grant (1980) describieron la comunidad de colibríes<br />

en el macizo montañoso del Nevado de<br />

Colima y el volcán de Fuego en Colima y Jalisco;<br />

Villaseñor y Hutto (1995) analizaron la avifauna<br />

de zonas agrícolas del Occidente de tres sitios en<br />

Colima; Contreras-Martínez (1999) realizó un<br />

análisis de discrepancia de las especies endémicas<br />

y amenazadas del sur de Jalisco, que cubrió<br />

casi todo el estado; Mellink y de la Riva (2005)<br />

realizaron un estudio de las aves acuáticas de la<br />

laguna de Cuyutlán; Howell (2004) publicó información<br />

adicional sobre la avifauna de Colima;<br />

Sayago-Lorenzana (2005) realizó un estudio en<br />

Colima para seleccionar sitios prioritarios para la<br />

conservación de las aves con base en sus atributos<br />

de riqueza, grado de endemismo y valor de<br />

rareza; y Santana et al. (2006) documentaron el<br />

registro reproductivo más sureño a nivel continental<br />

y el primero en Colima de Falco peregrinus.<br />

Existen numerosos estudios técnicos que incluyen<br />

inventarios de aves. Dichos estudios han<br />

sido generados para realizar proyectos de aprovechamiento<br />

de recursos naturales como: las<br />

uma, programas comunitarios de manejo de<br />

recursos naturales, proyectos de conservación y<br />

evaluaciones del impacto ambiental para proyectos<br />

de desarrollo que se llevan a cabo en<br />

Colima (Jardel y Santana 1991, Moreno et al.<br />

1991, imecbio 2000a, 2000b, Santana et al.<br />

2004, Verdugo y Rodríguez 2007, Verdugo et al.<br />

2009).<br />

Otras fuentes de información general son las listas<br />

de aficionados a la observación de aves<br />

(Morris y Buffa 1996, Howell 1999, Wings 2009),<br />

así como el sistema de información Avibase,<br />

donde se registraron 487 especies para Colima<br />

(LePage 2009). A pesar de que estos registros no<br />

hacen referencia a fuentes específicas de información,<br />

se asume que están basados en los<br />

mapas de distribución del sistema NatureServe<br />

(NatureServe 2011).<br />

La gran diversidad de aves que se encuentran en<br />

Colima se debe a tres factores principales: a) su<br />

localización en una latitud tropical con clima<br />

húmedo, b) su localización en la costa del Pacífico,<br />

que permite albergar especies de aves costeras,<br />

marinas y de islas, y c) su impresionante amplitud<br />

altitudinal, cubriendo desde el nivel del mar hasta<br />

los 3 820 msnm. Su diversidad de climas, suelos y<br />

paisajes crea un intrincado y complejo mosaico<br />

de asociaciones vegetales en diferentes estados de<br />

perturbación por actividades antropogénicas. El<br />

presente estudio resume la información de especies<br />

de aves registradas para Colima y está basado<br />

en los estudios y registros mencionados, así como<br />

en las observaciones y la experiencia del trabajo<br />

de campo de los autores, tanto en Colima como<br />

en estados adyacentes (Jalisco y Michoacán).<br />

Diversidad<br />

A nivel mundial las aves tienen una población de<br />

entre 200 y 300 billones de individuos, a la fecha<br />

se han descrito cerca de 9 400 especies, entre<br />

ellas algunas fósiles o extintas (Gaston y Black-<br />

446 DIVERSIDAD DE ESPECIES


urn 1997). En México se han registrado aproximadamente<br />

1 070 especies de aves (Escalante<br />

et al. 1998, Navarro y Sánchez-González 2003),<br />

de las cuales aproximadamente 72% se reproducen<br />

en el país y el resto son migratorias, visitantes<br />

de invierno o accidentales (cuya distribución<br />

conocida es cercana al país), mientras que poco<br />

más de 11% de las especies son endémicas (especies<br />

que sólo ocurren en el país). En Colima (sin<br />

incluir las islas Revillagigedo) se han registrado<br />

439 especies que representan 41% de la diversidad<br />

de aves de México, lo cual es muy significativo<br />

si consideramos que se trata de la tercera<br />

entidad más pequeña del país (sin incluir el Distrito<br />

Federal), ocupando menos de 0.3% del<br />

territorio nacional (apéndice 1).<br />

De las 441 especies de aves de Colima, 74% tienen<br />

hábitos terrestres y 26% están asociadas a<br />

cuerpos de agua. Del total, 60% son residentes<br />

permanentes (que ocurren todo el año en el<br />

territorio de Colima); 30% se encuentran sólo en<br />

la época de secas (conocidas también como aves<br />

residentes invernales, generalmente estas especies<br />

se reproducen al norte de México, en los<br />

Estados Unidos de Norteamérica y Canadá);<br />

1.8% se encuentran sólo en la época de lluvias<br />

(conocidas también como residentes de verano,<br />

algunas de las cuales se reproducen en Colima y<br />

migran a Sudamérica); 3.9% son especies de paso<br />

(generalmente en su migración hacia localidades<br />

más al sur); y 3.9% son especies accidentales<br />

(especies cuya distribución conocida es cercana<br />

al estado) (cuadro 1).<br />

Es importante señalar que por su distribución<br />

muy cercana a Colima, al menos otras 67 especies<br />

probablemente también ocurren en el<br />

estado, pero necesitan confirmación. Estas especies<br />

se mencionan en el apéndice 2.<br />

CUADRO 1. Estacionalidad de las especies de aves registradas en el estado. Fuente: elaboración propia.<br />

Estacionalidad Número especies %<br />

Residentes permanentes (anual) 1 265 60.3<br />

Residentes secas (invernales) 2 132 30.1<br />

Residentes lluvias (verano) 3 8 1.8<br />

De paso (transitorias) 4 17 3.9<br />

Accidentales 5 17 3.9<br />

1<br />

especies que se reproducen en Colima y cuyas poblaciones, total o parcialmente, permanecen en el estado<br />

todo el año.<br />

2<br />

especies cuyas poblaciones permanecen en el estado nicamente durante la estación seca (verano de reas<br />

templadas) cuando se reproducen, siendo dos de ellas especies migratorias que invernan en Sudamérica<br />

(Vireo flavoviridis y Myidinastes lutreivetis).<br />

3<br />

especies cuyas poblaciones permanecen en el estado nicamente durante la estación lluviosa (invierno en<br />

áreas templadas), conocidas comúnmente como migratorias de larga distancia.<br />

4<br />

especies que visitan Colima durante sus viajes migratorios de las zonas reproductoras en Norteamérica,<br />

hacia las sitios de invernación en centro y Sudamérica.<br />

5<br />

especies que se han registrado en Colima en pocas ocasiones.<br />

Aves<br />

447


El total de las especies registradas se puede agrupar<br />

en 24 órdenes, 69 familias y 260 géneros.<br />

Algunos de los grupos más representativos son<br />

los playeros, zarapitos y gaviotas (Scolopacidae y<br />

Laridae, 33 especies), garzas (Ardeidae, 14 especies),<br />

patos y cercetas (Anatidae, 19 especies),<br />

gavilanes, aguilillas y halcones (Accipitridae y<br />

Falconidae, 27 especies), búhos y tecolotes<br />

(Strigidae, 13 especies), pericos y loros (Psitacidae,<br />

cinco especies), carpinteros (Picidae, 12 especies),<br />

colibríes (Trochilidae, 22 especies), mosqueros y<br />

papamoscas (Tyrannidae, 34 especies), vireos<br />

(Virionidae, 11 especies), chipes (Parulidae, 37<br />

especies), gorriones (Emberizidae, 21 especies),<br />

cardenales (Cardinalidae, 20 especies) y bolseros<br />

y tordos (Icteridae, 15 especies) (cuadro 2).<br />

CUADRO 2. Familias de aves registradas en el estado. Fuente: elaboración propia.<br />

Familia Nombres comunes Núm. especies<br />

Tinamidae tinamú 1<br />

Anatidae patos, cercetas, pijijes, ganso y mergo 19<br />

Cracidae chachalaca y pava 2<br />

Odontophoridae codornices 4<br />

Gaviidae colimbo 1<br />

Podicipedidae zambullidores 3<br />

Hydrobatidae paíño 1<br />

Phaethontidae rabijuncos 1<br />

Ciconiidae cigüeña 1<br />

Fregatidae fragatas 1<br />

Sulidae sulas o bobos 2<br />

Phalacrocoracidae cormorán 2<br />

Anhingidae anhinga 1<br />

Pelecanidae pelícanos 2<br />

Ardeidae garzas, garcetas, avetoros y pedretes 14<br />

Threskiornithidae ibis 3<br />

Plataleinae espátula rosada 1<br />

Cathartidae zopilotes 2<br />

Accipitridae gavilanes y aguilillas 21<br />

Falconidae halcones, caracara y cernícalo 6<br />

Rallidae polluelas, rascones, gallinetas y gallaretas 5<br />

Aramidae carao 1<br />

Gruidae grulla 1<br />

448 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Cuadro 2, continúa<br />

Familia Nombres comunes Núm. especies<br />

Charadriidae chorlos 7<br />

Haematopodidae ostrero 1<br />

Recurvirostridae candelero y avoceta 2<br />

Jacanidae jacana 1<br />

Scolopacidae<br />

playeros, zarapitos, patamarilla, costureros, agachona y<br />

falaropos<br />

Laridae gaviotas, charranes y rayador 15<br />

Columbidae palomas y tórtolas 9<br />

Psittacidae pericos y loros 5<br />

Cuculidae cuclillos, garrapatero y correcaminos 5<br />

Tytonidae lechuza 1<br />

Strigidae búhos y tecolotes 13<br />

Caprimulgidae chotacabras y tapacaminos 6<br />

Nyctibiidae bienparado 1<br />

Apodidae vencejos 8<br />

Trochilidae colibríes, ermitaño y zumbadores 22<br />

Trogonidae trogones o coas 4<br />

Momotidae momoto o pájaro reloj 1<br />

Alcedinidae martín pescadores 4<br />

Picidae carpinteros 12<br />

Furnaridae trepatroncos y horneros 3<br />

Grallariidae hormigueros 1<br />

Tyrannidae<br />

mosqueros, elenia, pibís, papamoscas, atila, luises, tiranos y<br />

titira<br />

Laniidae verdugo 1<br />

Vireonidae vireos y vireón 11<br />

Corvidae charas, urraca y cuervo 8<br />

Hirundinidae golondrinas 9<br />

Paridae carboneros 2<br />

Aegithalidae sastrecillo 1<br />

Sittidae sitas o brujitas 2<br />

Certhiidae trepador 1<br />

18<br />

34<br />

Aves<br />

449


Cuadro 2, continúa<br />

Familia Nombres comunes Núm. especies<br />

Troglodytidae matracas, chivirines y saltaparedes 9<br />

Regulidae reyezuelos 2<br />

Polioptilidae perlitas 2<br />

Turdidae azulejos, clarín, zorzales y mirlos o primaveras 11<br />

Mimidae cenzontles, cuitlacoche y mulato 3<br />

Motacillidae bisbitas 3<br />

Bombycillidae amplelis 1<br />

Ptilogonatidae capulinero 1<br />

Peucedramidae ocotero 1<br />

Parulidae chipes, parulas, mascaritas, buscabreña y gránatelo 37<br />

Thraupidae tángaras 2<br />

Emberizidae<br />

semilleros, picaflor, atlapetes, rascadorers, toquís,<br />

zacatoneros, gorriones y junco<br />

21<br />

Cardinalidae picurero, cardenal, picogordos, colorines y arrocerro 20<br />

Icteridae tordos, bolseros, zanate y cacique 15<br />

Fringillidae eufonia, pinzón y jilgueros 6<br />

Passeridae gorrión 1<br />

Aunque no existen especies restringidas únicamente<br />

al estado, es importante señalar que en la<br />

entidad se encuentran 43 especies endémicas de<br />

México que representan casi la mitad de las<br />

especies endémicas del país. Se encuentran además<br />

16 especies cuasiendémicas (cuya distribución<br />

se restringe mayormente al país, pero que<br />

también se extiende ligeramente fuera de sus<br />

límites, en los países vecinos) y 26 semiendémicas<br />

(cuyas poblaciones reproductoras o invernantes<br />

se encuentran casi enteramente en el país<br />

(cuadro 3). Los bosques tropicales caducifolios y<br />

los bosques templados son los tipos de vegetación<br />

que albergan el mayor número de especies<br />

endémicas (13 y 14 especies, respectivamente).<br />

Este patrón se repite en el caso de especies cuasiendémicas<br />

y semiendémicas.<br />

Distribución<br />

Las aves han colonizado prácticamente todos los<br />

ecosistemas terrestres, con excepción del corazón<br />

de la Antártida. La distribución de aves en<br />

Colima se puede describir en forma general con<br />

base en los pisos altitudinales donde se encuentran<br />

y los tipos de vegetación donde habitan.<br />

Esta es similar a la descrita en el estado vecino de<br />

Jalisco (Palomera-García et al. 2007), donde la<br />

mayor diversidad de especies se encuentra en cli-<br />

450 DIVERSIDAD DE ESPECIES


CUADRO 3. Especies de aves registradas con algn grado de endemismo. Fuente: elaboración propia.<br />

Núm. especies<br />

en México<br />

Núm. especies en<br />

Colima<br />

Porcentaje de especies<br />

en Colima<br />

Endémicas 1 104 43 41.3%<br />

Cuasi-endémicas 2 46 16 34.7%<br />

Semi-endémicas 3 47 26 55.3%<br />

Total 197 85 43.1%<br />

1<br />

especies restringidas a México (e.g. Granatellus venustus).<br />

2<br />

especies cuya distribución se restringe mayormente al país, pero cuya distribución se etiende ligeramente<br />

fuera de sus límites, en los países vecinos (e.g. Euptilotis neoxenus).<br />

3<br />

especies cuyas poblaciones reproductoras (e.g. Cynanthus latirostris) o invernates (e.g. Vireo atricapilla) se<br />

encuentran casi enteramente en el país.<br />

mas tropicales, en altitudes menores a los<br />

1 500 msnm, y disminuye notablemente arriba<br />

de los 2 000 msnm.<br />

Al igual que el patrón observado en Jalisco (Palomera-García<br />

et al. 2007), los bosques tropicales<br />

caducifolios, subcaducifolios y matorrales espinosos,<br />

además de los manglares y humedales de las<br />

zonas bajas, sostienen una mayor riqueza de especies<br />

de aves que los bosques de altitudes medias y<br />

altas (bosques caducifolios de encino y de encinopino,<br />

mixtos y puros de oyamel). Los bosques<br />

mesófilos de montaña son los que mayor riqueza<br />

de aves albergan en altitudes intermedias. La<br />

vegetación secundaria, que incluye los cultivos,<br />

pastizales inducidos y bordes de bosque, alberga<br />

al mayor número de especies de aves que los bosques<br />

circundantes, en parte por ubicarse en la<br />

transición entre estos ambientes (ecotono), de<br />

modo que incluye al mismo tiempo especies propias<br />

de las comunidades circundantes, así como<br />

especies adaptadas a ambientes perturbados con<br />

vegetación secundaria (figura 1).<br />

El bosque tropical caducifolio es uno de los tipos<br />

de vegetación con mayor número de especies y el<br />

que tiene la distribución más amplia en el estado<br />

(poco más de 30%) extendiéndose desde el nivel<br />

del mar, en donde entra en contacto directo con<br />

el litoral, hasta los 1 600 msnm (Palacio-Prieto et<br />

al. 2000). Asociados a este sistema se encuentran<br />

por lo menos 141 especies de aves, de las que destacan<br />

especies endémicas como: chachalaca<br />

pálida (Ortalis poliocephala) (figura 2), loro<br />

corona lila (Amazona finschi) (figura 3), tecolote<br />

colimense (Glaucidium palmarum), esmeralda<br />

mexicana (Chlorostilbon auriceps), trogón<br />

citrino (Trogon citreolus), carpintero enmascarado<br />

(Melanerpes chrysogenys), papamoscas jaspeado<br />

(Deltarhynchus flammulatus) (figura 4),<br />

vireo dorado (Vireo hypochryseus), chara de San<br />

Blas (Cyanocorax sanblasianus) (figura 5), chivirín<br />

sinaloense (Thryothorus sinaloa), chivirín<br />

feliz (T. felix), perlita sinaloense (Polioptila nigriceps),<br />

mirlo dorso rufo (Turdus rufopalliatus) y gránatelo<br />

mexicano (Granatellus venustus).<br />

En Colima los bosques templados cubren una<br />

superficie relativamente pequeña (50 000 ha<br />

aproximadamente), sin embargo, albergan una<br />

diversidad importante de aves particularmente<br />

migratorias. Por lo menos 18 especies de<br />

Aves<br />

451


FIGURA 1. Porcentaje de la riqueza de aves en los diferentes tipos de vegetación del estado. Los tipos de<br />

vegetación en que se ha observado a la especie, se indican de acuerdo a edosi (): bosques de<br />

coníferas (BC), bosque tropical hmedo (BH), bosque deciduo de Quercus (BQ), litoral costero (CO), lagos,<br />

presas, ríos (LH), matorral erófilo (MT), pelágicas (PEL), humedales y manglares (PN), bosque de pinoencino<br />

(PQ), pastizales (PZ), áreas rocosas (RC), tierras de cultivo (TC), bosque tropical caduciolio y matorral espinoso<br />

(TR), varios hbitats (VH) (en particular para especies areas), vegetación secundaria arbustiva y bordes (VS), y<br />

onas urbanas (ZU). Fuente: elaboración propia.<br />

FIGURA 3. Loro corona lila (Amazona finschi).<br />

Foto: Leopolo Vázquez.<br />

FIGURA 2. Chachalaca pálida (Ortalis poliocephala).<br />

Foto: Leopolo Vázquez.<br />

452 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 4. Papamoscas<br />

jaspeado (Deltarhynchus<br />

flammulatus). Foto:<br />

Mamfred Miiners.<br />

migrantes latitudinales de larga distancia<br />

(especies que se reproducen en los bosques templados<br />

del norte de América y pasan la temporada<br />

no reproductiva, de hasta ocho meses, en<br />

los neotrópicos). De manera similar, los cuerpos<br />

de agua y humedales del estado sólo ocupan<br />

un área muy pequeña, pero alojan gran<br />

diversidad de aves acuáticas residentes y migratorias.<br />

Los cuerpos de agua más sobresalientes<br />

por sus dimensiones son la laguna de Cuyutlán,<br />

el estero Palo Verde, el río Armería y el Coahuayana,<br />

mientras que en menor escala, pero también<br />

importantes, son las lagunas, como la de<br />

Amela.<br />

Las islas del archipiélago de Revillagigedo representan<br />

otro hábitat importante del estado. En<br />

ellas se han registrado al menos 135 especies<br />

terrestres o marinas, algunas de las cuales no se<br />

observan en la parte continental del estado por<br />

ser especies y subespecies endémicas a esas islas.<br />

Una de estas especies se considera extinta, tres<br />

en peligro de extinción, tres amenazadas y una<br />

bajo protección especial (ine 2004, Pitman y<br />

Balance 2002) (cuadro 4).<br />

FIGURA 5. Urraca de San Blas (Cyanocorax<br />

sanblasianus). Foto: Leopolo Vázquez.<br />

Aves<br />

453


CUADRO 4. Aves endémicas del archipiélago de las islas de Revillagigedo. Fuente: adaptado por los autores<br />

de Ortega et al. 1992, de CIBBCS 1992, de estatus de protección (Pr: sujeta a protección especial;<br />

Pr: protegida; A: amenazada y P: en peligro extinción) y NOM-059-SEMARNAT-2010.<br />

Nombre científico Nombre común Nivel<br />

endemismo<br />

Isla<br />

Nivel<br />

protección<br />

Puffinus auricularis auricularis pardela de Revillagigedo subespecie Archipiélago P<br />

Nyctanassa violacea gravirostris<br />

Buteo jamaicensis socorrensis<br />

púdrete corona-clara del<br />

Socorro<br />

aguililla cola-roja de<br />

Socorro<br />

subespecie Socorro A<br />

subespecie Socorro Pr<br />

Zenaida macroura clarionensis<br />

paloma huilota de<br />

Clarión<br />

subespecie<br />

Clarión<br />

Zenaida graysoni paloma de Socorro especie Socorro Extinta<br />

Columbina passerina socorrensis tortolita de Socorro subespecie Socorro A<br />

Aratinga holochlora brevipes perico de Socorro subespecie Socorro P<br />

Micrathene whitneyi graysoni tecolote enano de Socorro subespecie Socorro Extinta<br />

Athene cunicularia rostrata<br />

tecolote llanero de<br />

Clarión<br />

subespecie Clarión A<br />

Corvus corax clarionensis cuervo de Clarión subespecie Clarión<br />

Troglodytes sissonii saltapared de Socorro especie Socorro<br />

Troglodytes tanneri saltapared de Clarión especie San Benedicto<br />

Mimodes graysoni cenzontle de Socorro género Socorro P<br />

Pipilo erythrophthalmus socorrensis toquí de Socorro subespecie Socorro<br />

Parula pitiayumi graysoni verdín de Socorro subespecie Socorro Pr<br />

Además, existen otras especies que aunque no<br />

son endémicas al archipiélago están amenazadas<br />

globalmente, por lo tanto, han sido categorizadas<br />

como sometidas a protección (Pr);<br />

éstas incluyen: el gavilán de Cooper (Accipiter<br />

cooperii), el gavilán pecho rufo (Accipiter<br />

striatus), el búho cuerno corto (Asio flammeus),<br />

el halcón peregrino (Falco peregrinus), la<br />

gaviota ploma (Larus heermanni) (figura 6) y<br />

el paíño mínimo (Oceanodroma microsoma)<br />

(ine 2004).<br />

La laguna de Cuyutlán merece atención especial<br />

por ser el único humedal costero grande (con<br />

aproximadamente 7 200 ha), en una distancia<br />

aproximada de 1 150 km, desde las marismas<br />

nacionales en Nayarit hasta el centro de Guerrero.<br />

Esta laguna constituye un sitio estratégico<br />

en la ruta migratoria de aves acuáticas y playeras,<br />

así como un importante sitio de anidación<br />

de numerosas especies de aves marinas (Mellink<br />

y Riojas-López 2006, Mellink et al. 2007) y otras<br />

de hábitos acuáticos (Mellink y Riojas-López 2008).<br />

454 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 6. Gaviota ploma (Larus heermanni).<br />

Foto: Leopolo Vázquez.<br />

cerca de la planta termoeléctrica. Por otro lado,<br />

Morrison et al. (2009) señalaron que la laguna de<br />

Cuyutlán es un sitio prioritario de conservación<br />

que debe ser integrado a la Red Mundial de<br />

Humedales de importancia internacional (Convención<br />

ramsar) debido a que alberga poblaciones<br />

importantes de especies como el candelero<br />

americano (H. mexicanus) con 12 100 individuos,<br />

que representó 25% del conteo total de<br />

individuos registrados para la costa del Pacífico<br />

mexicano); avoceta americana (R. americana),<br />

10 400 individuos o 6.6%; costureros pico corto<br />

y largo (Limnodromus griseus y L. scolopaceus),<br />

2 600 individuos o 5.9%; y playeras (Calidris sp.),<br />

15 400 individuos o 2%.<br />

En uno de los pocos estudios publicados sobre la<br />

avifauna de la laguna, Mellink y de la Riva (2005)<br />

realizaron un censo de septiembre de 1996 a<br />

marzo de 1997 (temporada no reproductiva),<br />

registrando 54 370 individuos (abundancia acumulada)<br />

incluidos en 57 especies de aves acuáticas,<br />

de las cuales 11 son las más comunes (90%<br />

de todos los individuos) e incluyen al pelícano<br />

blanco (Pelecanus erythrorhynchos), gaviota reidora<br />

(Larus atricilla), cormorán oliváceo<br />

(Phalacrocorax brasilianus), patos y cercetas como<br />

el pato tepalcate (Oxyura jamaicensis), cerceta<br />

alazul (Anas discors), cerceta alaverde (A. crecca),<br />

pato cucharón norteño (A. clypeata), gallareta<br />

americana (Fulica americana) y playeros como el<br />

candelero americano (Himantopus mexicanus),<br />

avoceta americana (Recurvirostra americana) y<br />

el playero occidental (Calidris mauri).<br />

Estos autores señalaron que los sitios con más<br />

especies tenían una combinación de planicies<br />

costeras y agua somera y profunda, en cambio,<br />

los sitios más pobres fueron aquellos situados<br />

Importancia<br />

Desde la antigüedad las aves han atraído la atención<br />

del hombre por su plumaje colorido, por su<br />

canto y, especialmente, por su extraordinaria<br />

capacidad de vuelo. Además de ser utilizadas<br />

como mascotas y alimento, las aves han jugado un<br />

papel muy importante en la cultura mexicana.<br />

Como ejemplos podemos citar su valor simbólico<br />

como representación de deidades, símbolo patrio,<br />

así como su presencia en todas las formas de arte:<br />

música, pintura, artesanía, literatura, decoración<br />

y vestido (Navarro y Benítez 1995).<br />

Las aves cumplen con una serie de funciones de<br />

vital importancia para la regulación y continuidad<br />

de los ecosistemas naturales: polinización,<br />

dispersión de semillas, control de poblaciones<br />

de insectos y roedores, y aceleración de procesos de<br />

degradación (de cadáveres y desperdicios, entre<br />

otros).<br />

Aves<br />

455


Su diversidad de formas y conductas, y sobre todo<br />

la facilidad con que son observadas, las han hecho<br />

un grupo clave en el desarrollo de las ciencias biológicas.<br />

Numerosos estudios sobre ecología, fisiología,<br />

biogeografía y evolución las han utilizado<br />

como modelo, contribuyendo de forma muy<br />

importante en la formulación de teorías y en la<br />

implementación de metodologías en el estudio de<br />

la fauna silvestre (Perrins y Birkhead 1983).<br />

Muchas especies de aves son sensibles a los cambios<br />

en la condición del hábitat, por lo que su<br />

presencia o ausencia es indicadora de perturbación<br />

(Furness y Greenwood 1993, Bryce et al.<br />

2002). Ante la magnitud de los cambios antropogénicos<br />

en los hábitats naturales, la identificación,<br />

estudio y monitoreo de especies (o grupos<br />

de especies) indicadoras, son herramientas muy<br />

importantes en la conservación.<br />

Desde la perspectiva económica las aves han<br />

constituido un elemento muy importante de la<br />

dieta humana, que aún se conserva a través de la<br />

cría de aves domésticas como pollos, pavos, faisanes,<br />

e incluso avestruces. Esto sin mencionar<br />

la producción de huevo, que ha sido un producto<br />

sumamente apreciado como recurso alimenticio.<br />

Además, la cacería deportiva y observación<br />

de aves son actividades recreativas y culturales<br />

que representan ingresos económicos importantes.<br />

En Colima la actividad cinegética es antigua,<br />

sin embargo, en términos generales se puede<br />

decir que estos recursos no se han aprovechado<br />

adecuadamente. Aun cuando existen poblaciones<br />

importantes de aves de caza, como las palomas<br />

de alas blancas y la paloma arroyera, o de<br />

aves acuáticas como patos y cercetas; es necesario<br />

fomentar la realización de estudios biológicos<br />

y de monitoreo de poblaciones que nos<br />

permitan justificar y garantizar el uso sustentable<br />

de las aves con fines cinegéticos. Por otro<br />

lado, el estado ofrece ventajas para el observador<br />

de aves, ya que en distancias relativamente cortas<br />

existe un gradiente altitudinal que empieza<br />

en las costas y termina en las estribaciones del<br />

volcán de Colima, lo anterior permite encontrar<br />

una gran variedad de aves que habitan ambientes<br />

acuáticos, selvas tropicales y de montaña.<br />

Actualmente, se ofrecen por internet varios<br />

paseos para la observación de aves a precios que<br />

oscilan entre los 8 y 20 mil pesos por persona,<br />

por periodos de 3 a 7 días. Aun cuando el beneficio<br />

económico directo que recibe el estado es<br />

mínimo, éste podría potenciarse con la creación<br />

de albergues en zonas naturales con locación<br />

estratégica.<br />

Amenazas y conservación<br />

Las causas principales que amenazan la sobrevivencia<br />

de las aves de Colima son las mismas que<br />

afectan a la avifauna y los vertebrados del país y<br />

estados adyacentes como Jalisco (Iñigo-Elías y<br />

Enkerlin-Hoeflich 2003, Santana 2005, Palomera-García<br />

et al. 2007, Challenger y Dirzo<br />

2009). Indudablemente el factor de deterioro<br />

más importante para las poblaciones de aves en<br />

Colima ha sido la erradicación y alteración de los<br />

hábitats naturales debido a los cambios de uso<br />

del suelo, los incendios forestales, el sobrepastoreo<br />

y la tala clandestina. Por ejemplo, en un estudio<br />

sobre los cambios en la cobertura y usos del<br />

suelo, Cuevas-Arellano (2002) registró que los<br />

bosques tropical caducifolio y subcaducifolio se<br />

redujeron 23% en 25 años (de 2 252 km 2 en 1976<br />

a 1 725 km 2 en el 2001), mientras que la vegetación<br />

de galería, de dunas costeras y los bosques<br />

456 DIVERSIDAD DE ESPECIES


de encino y pino-encino, presentaron la mayor<br />

tasa de cambio negativo, mostrando elevados<br />

niveles de perturbación, tanto en calidad como<br />

en superficie. Durante este periodo la agricultura<br />

de temporal y pastizales cultivados fueron<br />

los usos de suelo que experimentaron la expansión<br />

más importante.<br />

La cacería con fines cinegéticos o de autoconsumo<br />

doméstico parece ser un problema menor.<br />

Sin embargo, la captura de especies para el<br />

comercio de mascotas es un problema importante<br />

para algunas especies como pericos y loros,<br />

así como especies canoras que son atrapadas<br />

para satisfacer un mercado nacional e internacional<br />

escasamente controlado.<br />

La contaminación de ríos, lagunas y manglares<br />

sigue siendo un problema vigente. Está ampliamente<br />

documentado que las perturbaciones causadas<br />

por las actividades humanas tienen un<br />

efecto negativo en la distribución, reproducción<br />

y alimentación de aves acuáticas (Hernández-López<br />

1991, Hernández-Vázquez et al. 2010).<br />

En este sentido, Colima no es la excepción. Por<br />

ejemplo, la propuesta de la instalación de la Terminal<br />

de Gas Natural Licuado de Manzanillo,<br />

del complejo de Cuyutlán, definitivamente acarreará<br />

cambios importantes sobre la avifauna.<br />

La viabilidad de este proyecto y sus repercusiones<br />

en la avifauna dependerá del buen manejo<br />

que se realice del mismo.<br />

Desafortunadamente no se ha generado la información<br />

que permita conocer la situación de conservación<br />

de las poblaciones de aves de Colima,<br />

sin embargo, la lista de especies en riesgo incluidas<br />

en la nom-059-semarnat-2010 (semarnat<br />

2010), indica que 69 especies de aves que se<br />

encuentra en Colima están bajo alguna categoría<br />

de riesgo; de éstas, 12 son especies endémicas al<br />

país. En la lista roja de especies amenazadas de<br />

aves (uicn 2009), se encuentran 17 de las especies<br />

registradas en Colima y 48 especies se<br />

encuentran incluidas en los apéndices 1 (cinco<br />

especies) y 2 (43 especies), de la lista de especies<br />

protegidas por la Convención sobre el Comercio<br />

Internacional de Especies Amenazadas de Fauna<br />

y Flora Silvestres (cites 2010).<br />

Una de las estrategias más importantes en la<br />

protección de la biodiversidad es el establecimiento<br />

de áreas naturales protegidas (anp), las<br />

cuales son porciones terrestres o acuáticas representativas<br />

de los diferentes ecosistemas y su biodiversidad,<br />

en donde el ambiente original no ha<br />

sido esencialmente alterado por los humanos, y<br />

actúan como unidades productivas estratégicas<br />

generadoras de una corriente vital de beneficios<br />

sociales y patrimoniales.<br />

En Colima existen cinco anp que en conjunto<br />

protegen 650 962 ha, de las cuales 98% pertenece<br />

a la Reserva de la Biosfera del Archipiélago<br />

de Revillagigedo. En suelos continentales sólo<br />

pertenece al estado 10% de la Reserva de la Biosfera<br />

Sierra de Manantlán (aproximadamente<br />

14 000 ha, en los municipios de Comala y Minatitlán)<br />

y 17% del Parque Nacional Volcán Nevado<br />

de Colima (aproximadamente 1 600 ha en los<br />

municipios de Comala y Cuauhtémoc). Fuera de<br />

estas dos ANP, en Colima sólo existen dos áreas<br />

protegidas adicionales: el Área de Protección de<br />

Recursos Naturales Las Huertas (167 ha) y la<br />

Zona de Protección Forestal y Refugio de Fauna<br />

Silvestre El Jabalí (5 178 ha). Ambas áreas son<br />

biológicamente importantes, sin embargo, debido<br />

a su tamaño (especialmente Las Huertas) requieren<br />

Aves<br />

457


de un manejo tal que garantice la permanencia a<br />

largo plazo de los elementos y procesos biológicos<br />

que se quieren conservar. En conclusión, sin<br />

contar el archipiélago de Revillagigedo, la superficie<br />

total protegida en Colima es de 20 945 ha,<br />

esto es sólo 3.7% de su territorio (Aid et al. 1997),<br />

por lo que definitivamente se necesita incrementar<br />

esta área.<br />

Conclusiones<br />

Una de las acciones prioritarias de conservación<br />

debe ser la identificación e implementación de<br />

anp. Varios de estos sitios ya han sido sugeridos,<br />

por ejemplo, sierra del Perote, laguna de Cuyutlán,<br />

esteros Potrero Grande y Palo Verde, entre otros.<br />

Es importante resaltar la necesidad de realizar<br />

más estudios sobre la avifauna estatal, pues<br />

como se menciona al inicio de este apartado, el<br />

conocimiento de la avifauna es mínimo, particularmente<br />

sobre su biología básica y sobre el<br />

efecto de las alteraciones de sus ecosistemas.<br />

Para resolver esto deben establecerse estaciones<br />

de monitoreo que permitan conocer e identificar<br />

los patrones de las variaciones anuales en el<br />

tamaño y estructura de las poblaciones. Ante las<br />

alarmantes tasas de deforestación y modificación<br />

del bosque tropical caducifolio surge la<br />

apremiante necesidad de generar estudios que<br />

permitan entender mejor la dinámica y función<br />

de este ecosistema y su avifauna asociada, así<br />

como fomentar el desarrollo de estrategias de<br />

conservación hacia los grupos de especies más<br />

vulnerables a la deforestación. Se espera que este<br />

libro promueva el interés de biólogos y ecólogos<br />

en el estudio, conservación y monitoreo de la<br />

avifauna, así como de organizaciones e instituciones<br />

estatales y nacionales capaces de financiar<br />

estos estudios.<br />

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460 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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Aves<br />

461


ESTUDIO DE CASO<br />

AVES DE NOGUERAS, COMALA<br />

Héctor Arturo González-Alonso<br />

Introducción<br />

El estado posee una gran diversidad biológica,<br />

con alto valor cultural y científico debido a su<br />

localización geográfica y características fisiográficas.<br />

Estudios biogeográficos recientes ubican a<br />

Colima, y a todo el occidente del país, en la<br />

denominada Provincia de la Costa Pacífica<br />

Mexicana (Espinosa et al. 2000, Morrone et al.<br />

2002), específicamente en lo que se ha denominado<br />

Provincia Biótica Nayarit-Guerrero (Goldman<br />

y Moore 1946, Goldman 1951, Stuart 1964,<br />

Álvarez y Lachica 1991). Esta provincia es una de<br />

las regiones con mayor riqueza específica de<br />

aves, así como con un número elevado de especies<br />

endémicas (Arizmendi et al. 1990) y constituye<br />

un corredor biológico muy importante que<br />

sirve de paso a muchas aves migratorias, conectando<br />

sus principales sitios de reproducción con<br />

los trópicos.<br />

Para este trabajo se realizó un inventario preliminar<br />

de las aves observables en el área de<br />

Nogueras, Comala, a lo largo de un año (mayo<br />

2005-abril 2006). Nogueras se ubica a 600 msnm<br />

en el municipio de Comala, a ocho km al norte<br />

de la ciudad de Colima. En esta zona se encuentra<br />

el Eco-Parque Nogueras, administrado por<br />

el Centro Universitario de Gestión Ambiental<br />

de la Universidad de Colima. Adyacente al Ecoparque<br />

existe una zona de protección ecológica<br />

importante a nivel estatal, denominada Área de<br />

Protección de los Recursos Naturales Las Huertas<br />

(inegi 2004). El clima de la región es cálido<br />

subhúmedo (Aw) con temperatura media anual<br />

de 23 °C y régimen de lluvias de mayo a septiembre<br />

(García 1981, 1986). La vegetación original<br />

de la región era selva baja caducifolia,<br />

selva mediana subcaducifolia y transición entre<br />

éstas y la vegetación submontana (Morales<br />

1978, Rzedowski 1988, Flores-Villela 1993,<br />

Challenger 1998); sin embargo, debido a la<br />

fuerte presión antropogénica actualmente la<br />

vegetación es un mosaico de elementos introducidos<br />

y naturales.<br />

Los resultados de las observaciones realizadas en<br />

el Eco-Parque Nogueras, y sus alrededores, permitieron<br />

elaborar una lista preliminar de<br />

67 especies de aves, pertenecientes a 56 géneros y<br />

29 familias (apéndice 1). Estas especies se ilustran<br />

en la guía de campo producto de esta investigación<br />

(González 2009). Las familias de mayor<br />

importancia en cuanto a número especies fueron<br />

Tyrannidae (10), Parulidae (siete), Trochilidae<br />

(cinco), Emberizidae (cuatro) y Cardinalidae<br />

(seis). Cuatro especies se ubican en la categoría<br />

protección especial (Pr), establecida en la<br />

nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010):<br />

guaco (Micrastur semitorquatus), chipe colimense<br />

(Oreothlypis crissalis), perico frentina-<br />

462<br />

González-Alonso, H.A. 2016. Aves de Nogueras, Comala, En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 462-466.


anja (Eupsittula canicularis) y periquito<br />

mexicano (Forpus cyanopygius).<br />

De las 67 especies observadas, ocho son endémicas<br />

del occidente de México, es decir, endémicas<br />

de la provincia biótica Nayarit-Guerrero<br />

(Howell y Webb 1995): rascador coronirrufo<br />

(Melozone kieneri), carpintero cachetirrayado<br />

(Melanerpes chrysogenys (figura 1), periquito<br />

mexicano (Forpus cyanopygius), tecolotito colimense<br />

(Glaucidium palmarum (figura 2)), colibrí<br />

corona violeta (Amazilia violiceps),<br />

saltapared sinaloense (Thryophilus sinaloa),<br />

zorzal dorsirrufo (Turdus rufopaliatus) y vireo<br />

dorado (Vireo hypochryseus).<br />

FIGURA 1. Carpintero cachetirrayado (Melanerpes<br />

chrysogenys). Foto: Héctor Arturo González Alonso.<br />

El número de especies, tanto residentes como<br />

migratorias, varió con la temporada del año; la<br />

distribución temporal (acumulativa) de mayo<br />

2005 a abril de 2006 se muestra en la figura 3.<br />

Del total de aves registradas en este estudio se<br />

enlistaron 24% de especies migratorias, este porcentaje<br />

corresponde a las especies que vienen<br />

desde Canadá, Estados Unidos y norte de México<br />

a pasar el invierno a tierras tropicales en Colima,<br />

así como las que lo hacen más al sur del país y<br />

solamente se les observa de paso. La migración<br />

local, en la que algunas especies se trasladan a<br />

lugares más bajos y cálidos dentro de la misma<br />

región geográfica en invierno o en otra temporada<br />

del año, no fue considerada, por lo que este<br />

tipo de especies se integraron a las aves consideradas<br />

como residentes (figura 4).<br />

Con relación a la distribución vertical (estratificación)<br />

de las especies de aves observadas, se<br />

encontró que el sotobosque inferior y el sotobosque<br />

medio fueron las áreas más utilizadas por las<br />

FIGURA 2. Tecolotito colimense (Glaucidium<br />

palmarum). Foto: Héctor Arturo González Alonso.<br />

aves; en segundo lugar está el suelo y el sotobosque<br />

superior, seguidas del dosel.<br />

La estratificación vertical de las aves es provocada<br />

por una serie de interacciones de compe-<br />

Aves de Nogueras, Comala 463


FIGURA 3. Número<br />

acumulativo de<br />

especies de aves<br />

para Nogueras,<br />

Colima. Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

a) b)<br />

FIGURA 4. Especies de aves<br />

residentes registradas<br />

en Nogueras, Colima.<br />

a) Momoto corona café<br />

(Momotus mexicanus),<br />

b) uis bienteveo<br />

(Pitangus sulphuratus),<br />

c) Cacique mexicano<br />

(Cacicus melanicterus).<br />

Foto: Héctor Arturo<br />

González Alonso.<br />

c)<br />

464 DIVERSIDAD DE ESPECIES


tencia y repartición de recursos alimenticios y de<br />

otra índole (Arizmendi et al. 1990).<br />

Conclusiones<br />

El principal riesgo al que se enfrenta la avifauna<br />

de Nogueras es la pérdida de hábitat. Año tras<br />

año se desmontan nuevas áreas con vegetación<br />

natural que se utilizan para actividades agrícolas,<br />

construcción de caminos y nuevos asentamientos<br />

humanos. Además, para los casos específicos<br />

de los pericos frentinaranja (E. canicularis) y del<br />

mexicano (Forpus cyanopygius), existe el problema<br />

del saqueo de nidos, tráfico y comercialización<br />

ilegal. Es importante notar que esta<br />

última especie es endémica del occidente de<br />

México (Howell y Webb 1995, ine 2000). La<br />

heterogeneidad del hábitat es un factor muy<br />

importante asociado a la riqueza de especies de<br />

una región, y la complejidad biológica en general<br />

es un componente regulador de la función del<br />

ecosistema (Schulze y Mooney 1993).<br />

La conservación de las especies de aves migratorias<br />

y residentes depende en gran medida de la<br />

protección y mantenimiento de sus hábitats, del<br />

muestreo y seguimiento de sus poblaciones, así<br />

como del fortalecimiento y desarrollo de la cooperación<br />

internacional, como se establece en el<br />

artículo 76 de la Ley General de Vida Silvestre<br />

(cgeum 2002). La provincia biótica Nayarit-<br />

Guerrero constituye un sitio altamente diverso<br />

en especies de aves, así como un corredor biológico<br />

muy importante que sirve de paso a muchas<br />

aves migratorias, conectando estos sitios con los<br />

trópicos. Conocer con detalle los recursos avifaunísticos<br />

de esta región es un factor indispensable<br />

para planear estrategias de conservación,<br />

protección ambiental y uso sustentable, así como<br />

para ofrecer a las nuevas generaciones un mejor<br />

conocimiento de su región a través de programas<br />

de educación ambiental.<br />

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Aves de Nogueras, Comala<br />

465


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México, pp. 456-460.


Cornelio Sánchez-Hernández<br />

Gary D. Schnell<br />

Mamíferos<br />

(Mammalia)<br />

María de Lourdes Romero-Almaraz<br />

Sara Beatriz González-Pérez<br />

Michael L. Kennedy<br />

Troy L. Best<br />

Descripción<br />

Los mamíferos se distinguen de otros vertebrados por las siguientes<br />

características: tener glándulas mamarias que secretan leche para alimentar<br />

a sus crías, estar cubiertos de pelo, poseer tres huesecillos en el<br />

oído interno (yunque, martillo y estribo), dentición heterodonta (diferentes<br />

tipos de dientes), sistema respiratorio pulmonar, corazón dividido en<br />

cuatro cavidades y por ser homeotermos (mantienen una temperatura<br />

constante a través de procesos metabólicos), entre otras. Estas características<br />

les han permitido desarrollar una gran variedad de adaptaciones<br />

locomotoras, conductuales y fisiológicas que han hecho posible su presencia<br />

en prácticamente todos los ambientes sobre el planeta. Los organismos<br />

de la clase Mammalia han generado un gran interés en el hombre,<br />

posiblemente porque los humanos pertenecemos a ella y su estudio<br />

abarca prácticamente todas las disciplinas de la ciencia.<br />

Los ciclos de vida que presentan los mamíferos son muy diversos; algunos<br />

grupos como los roedores viven en promedio un año, mientras que<br />

hay especies como los elefantes que pueden alcanzar hasta 60 años de<br />

edad en vida silvestre. La mayoría de los mamíferos tienen varias camadas,<br />

con más de una cría al año, mientras que otras sólo se reproducen<br />

anualmente, incluso cada dos años o más y tienen una cría por parto. Las<br />

crías al nacer pueden ser precoces (cuando son capaces de moverse y alimentarse<br />

por sí mismas a las pocas horas de nacidas) o altricias (aquellas<br />

que dependen del cuidado de la madre o del padre por varios días, incluso<br />

meses).<br />

Sánchez-Hernández, C., G.D. Schnell, M. de L. Romero-Almaraz, S.B. González-Pérez, M.L. Kennedy y T. L. Best.<br />

2016. Mamíferos (Mammalia). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 467-477.<br />

467


Este grupo es uno de los más vulnerables debido<br />

a que desde tiempos inmemoriales han sido<br />

aprovechados como: animales domésticos, fuente<br />

de alimentación, vestido, protección, ornato,<br />

estudio y experimentación; además, su hábitat se<br />

ha ido reduciendo rápidamente y las poblaciones<br />

van quedando aisladas, lo que las hace más sensibles<br />

a la destrucción.<br />

Diversidad y distribución<br />

La taxonomía de los mamíferos se ha documentado<br />

en el mundo desde hace más de un siglo<br />

(Trouessart 1885) y el número más reciente que<br />

se tiene es de 5 416 especies (Wilson y Reeder<br />

2005), de las cuales 496 especies terrestres se<br />

encuentran en México (Ramírez-Pulido et al.<br />

2004), por lo que ocupa el tercer lugar (Ceballos<br />

y Oliva 2005). El área con mayor diversidad y<br />

especies endémicas de mamíferos en nuestro<br />

país comprende los estados de Nayarit, Jalisco,<br />

Colima y Michoacán (Ramírez-Pulido y Müdespacher<br />

1987, Fa y Morales 1993 y Ceballos y<br />

Oliva 2005). Esta región se ubica en la zona de<br />

transición entre las dos grandes regiones biogeográficas<br />

de América (Neártica y Neotropical),<br />

razón por la cual en ella confluyen especies tanto<br />

de origen templado como tropical, que sumado a<br />

la accidentada topografía, la gran variedad de<br />

climas y la influencia de las corrientes marítimas,<br />

favorecen la creación de una gran cantidad<br />

de nichos ecológicos que son ocupados por diferentes<br />

especies de organismos, varios de ellos<br />

mamíferos.<br />

considera que Michoacán en un territorio 10<br />

veces mayor (58 585 km 2 ), tiene 160 especies<br />

(Núñez 2005) y Jalisco 163 especies (Ceballos y<br />

Oliva 2005) en una superficie todavía mayor<br />

(80 386 km 2 ).<br />

Las 129 especies de mamíferos de Colima representan<br />

25.3% de los mamíferos terrestres conocidos<br />

para México y 2.3% en el mundo, de éstas,<br />

ocho géneros y 31 especies son endémicos. Los<br />

géneros endémicos son: Tlacuatzin (orden<br />

Didelphimorphia) (figura 1), Megasorex<br />

(Soricomorpha), Musonycteris (Chiroptera),<br />

Pappogeomys, Hodomys, Nelsonia, Osgoodomys y<br />

Xenomys (Rodentia). Las especies endémicas<br />

pertenecen a los órdenes: Didelphimorphia (1),<br />

Lagomorpha (1), Soricomorpha (1), Chiroptera<br />

(5), Lagomorpha (1), Carnivora (1) y Rodentia<br />

(19); mientras que Tamandua mexicana hesperia<br />

es una subespecie endémica.<br />

A pesar de que Colima es el tercer estado más<br />

pequeño de México (5 191 km 2 ), en él se distribuyen<br />

129 especies, un número muy alto si se<br />

FIGURA 1. Tlacuache ratón gris, especie endémica de<br />

Mico, habitante de Colima (Tlacuatzin canescens).<br />

Foto: María de Lourdes Almaraz.<br />

468 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 2. Murcilago bicolor, especie endmica de<br />

Mico, habitante de Colima (Natalus lanatus). Foto:<br />

Celia López González/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

No obstante esta riqueza, a la fecha no se tiene<br />

ningún inventario de los mamíferos de Colima,<br />

aunque hay varios reportes sobre la distribución<br />

de algunas especies, en su mayoría murciélagos.<br />

Entre los estudios más importantes se encuentra<br />

el de Villa-R. (1966), quien registró 37 especies<br />

de murciélagos para el estado, como parte de un<br />

inventario de murciélagos de México. Kennedy<br />

et al. (1984) publicaron un listado de los murciélagos,<br />

principalmente de la región de Playa de<br />

Oro y El Cóbano. Mientras que Sánchez-Hernández<br />

et al. (2002) reportaron 13 nuevos registros<br />

de murciélagos. Otros estudios recientes son<br />

el de González-Ruiz et al. (2004), que registraron<br />

tres especies de roedores; Cervantes et al. (2008)<br />

dan información sobre tres especies de musarañas<br />

y Burton y Ceballos (2006) citan el registro<br />

más norteño de Tamandua mexicana para la<br />

costa del Pacífico.<br />

Las 129 especies reportadas para Colima se agrupan<br />

sistemáticamente en nueve órdenes, 23 familias<br />

y 78 géneros. El orden Chiroptera presenta el<br />

mayor número de familias (7), seguido de Carnivora<br />

(5) y Rodentia (4). En cuanto al número de<br />

especies se refiere, el orden Chiroptera es el más<br />

FIGURA 3. El tamandua norteño (Tamandua<br />

mexicana), tiene en Colima su registro más norteño<br />

en la costa del acífico meicano. Foto: Víctor ugo<br />

Luja/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

diverso con 66, seguido de Rodentia con 32,<br />

mientras que Carnivora con 17 especies ocupa el<br />

tercer sitio. Dentro del orden Chiroptera, la familia<br />

Phyllostomidae es la más diversa, con 25 especies<br />

y 16 géneros, seguida por Vespertilionidae<br />

con 19 especies y cinco géneros. Del orden Rodentia<br />

la familia más diversa es Cricetidae, con<br />

23 especies y 13 géneros (apéndice 1).<br />

De los murciélagos, el género más diversos es<br />

Myotis con nueve especies, y de los roedores<br />

Peromyscus con cuatro. La mayoría de las especies<br />

tienen un patrón de reproducción monoes-<br />

Mamíferos (Mammalia)<br />

469


tro estacional (sin periodos definidos de mayor<br />

actividad, seguido de inactividad reproductiva;<br />

17 terrestres, 39 voladoras) o diferentes varian-<br />

tes de un patrón reproductor poliestro (con<br />

varios periodos de actividad reproductiva)<br />

(figura 4).<br />

a) mamíferos terrestres<br />

b) mamíeros voladores<br />

FIGURA 4. Patrón<br />

reproductivo de los<br />

mamíferos.<br />

ME = monoestro<br />

estacional,<br />

PC = poliestro continuo,<br />

PE = poliestro estacional,<br />

PB poliestro bimidal,<br />

MCA = monoestro<br />

continuo asincrónico,<br />

PCA = poliestro continuo<br />

asincrónico. Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

470 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Los mamíferos tienen una distribución casi cosmopolita;<br />

en México ocupan diferentes hábitats,<br />

desde regiones a nivel del mar hasta las altas montañas.<br />

Cubren todos los tipos de vegetación como<br />

bosque tropical perennifolio, subcaducifolio y<br />

caducifolio; bosque espinoso, de coníferas y encinos,<br />

y mesófilo de montaña, pastizal y matorral<br />

xerófilo excepto sitios con nieve perenne. La mayor<br />

diversidad de formas vive en las regiones tropicales<br />

y la riqueza disminuye conforme aumenta la<br />

altitud y latitud. Los grupos con mayor distribución<br />

son los roedores y los quirópteros.<br />

En Colima el bosque tropical caducifolio es el<br />

tipo de vegetación predominante y es ahí donde<br />

se encuentra el mayor número de especies, mientras<br />

que las poblaciones de carnívoros y especialmente<br />

los felinos se encuentran aisladas.<br />

Importancia<br />

Desde el punto de vista biológico los mamíferos<br />

forman parte de las redes tróficas y participan<br />

prácticamente en todos sus niveles. Sus hábitos<br />

alimenticios son muy variados, aunque la mayoría<br />

de las especies presentes en el estado son<br />

insectívoras (29 terrestres, 42 voladoras) (figura<br />

5), de manera que cumplen un papel importante<br />

en el control de poblaciones de insectos potencialmente<br />

perjudiciales.<br />

Su asociación con el ser humano es muy antigua,<br />

como lo confirman las representaciones del arte<br />

prehispánico de Colima, rico en figuras zoomorfas<br />

entre las que sobresalen los tlacuaches, tejones<br />

y armadillos; y de manera especial destacan<br />

los perritos de Colima, que representan al perro<br />

xoloizcuintli en diferentes posiciones.<br />

Desde el punto de vista económico cabe mencionar<br />

que en las zonas rurales la cacería se practica<br />

como deporte y complemento a la dieta de los<br />

pobladores, aunque cada vez con menos frecuencia,<br />

y ocasionalmente se conservan o venden<br />

como mascotas algunos especímenes de<br />

armadillos, felinos, coatíes, ardillas y venados.<br />

Por otra parte, los murciélagos de hábitos<br />

hematófagos, como Desmodus rotundus, también<br />

llamados vampiros, son muy abundantes y<br />

con una distribución muy amplia. Estos se alimentan<br />

exclusivamente de sangre de vertebrados,<br />

de forma especial del ganado vacuno, y son<br />

los hospederos naturales y transmisores más<br />

importantes del virus de la rabia. Como consecuencia,<br />

las pérdidas económicas que generan<br />

ascienden a varios millones de pesos cada año<br />

en nuestro país y el resto de Latinoamérica.<br />

Peor aún es la pérdida de vidas humanas que<br />

ocurren con cierta frecuencia y que obliga a que<br />

las campañas de control del vampiro se intensifiquen.<br />

Lamentablemente las campañas no son<br />

siempre estrictas y en ocasiones se realizan por<br />

personal no especializado que con frecuencia<br />

sacrifica a todos los murciélagos que se capturan,<br />

sin considerar que algunos de éstos pueden<br />

ser benéficos (como los insectívoros) y que difícilmente<br />

pueden portar el virus de la rabia y<br />

transmitirlo al ser humano. Este problema se<br />

incrementa cuando el control indiscriminado<br />

se realiza en los refugios donde coexisten con<br />

una gran cantidad de especies benéficas (Romero-Almaraz<br />

et al. 2006).<br />

Los estudios del aspecto ecológico están en<br />

proceso de desarrollo y son contados los trabajos<br />

que incluyen datos sobre el hábitat, hora de<br />

actividad o reproducción de los mamíferos<br />

Mamíferos (Mammalia)<br />

471


a) mamíferos terrestres<br />

b) mamíeros voladores<br />

FIGURA 5. ipos de alimentación de los mamíeros. herbívoros, O omnívoros, insectívoros,<br />

C = carnívoros, G = granívoros, PL = polinívoros, FO = frugívoro-omnívoros, F = frugívoros, P = piscívoros,<br />

e hematóagos. Fuente: elaboración propia.<br />

472 DIVERSIDAD DE ESPECIES


(Kennedy et al. 1984, Sánchez-Hernández et al.<br />

2002). Uno de los aspectos que mejor se ha<br />

estudiado en los murciélagos de Colima es el<br />

conocimiento de su velocidad de vuelo (Kennedy<br />

et al. 1977, Hopkins et al. 2003, Sánchez-Hernández<br />

et al. 2006, Akins et al. 2007),<br />

y se sabe que Glossophaga soricina es de las<br />

especies más rápidas, con una velocidad de<br />

17.46 y 17.28 km/h, en machos y hembras, respectivamente,<br />

mientras que los machos y las<br />

hembras de Natalus stramineus son de los más<br />

lentos, con una velocidad de 10.22 y 8.60 km/h,<br />

respectivamente. Otro de los aspectos que se<br />

han podido conocer con gran precisión para<br />

algunas especies de roedores, como Peromyscus<br />

perfulvus (figura 6) y Baiomys musculus, es la<br />

selección del microhábitat y su relación con<br />

algunas variables de la vegetación (Schnell et al.<br />

2008a, b). De los mamíferos de tamaño grande<br />

el mejor estudiado es el Puma concolor (figura<br />

7), se sabe que tiene preferencia por el bosque<br />

húmedo de pino-encino y se ha estimado una<br />

densidad de 0.9 adultos/100 km 2 (Burton 2006).<br />

FIGURA 6. El ratón pantanero (Peromyscus perfulvus)<br />

es un roedor endémico de México, el cual ha sido<br />

estudiado en Colima. Foto: Cornelio<br />

Sánchez-Hernández.<br />

Por otra parte, y aunque de manera limitada, se<br />

han realizado investigaciones de relevancia<br />

médica en aspectos epidemiológicos con<br />

impacto en el ser humano, tales como: la prevalencia<br />

de anticuerpos de rabia en murciélagos<br />

no hematófagos (Salas-Rojas et al. 2004) y la<br />

caracterización genética y filogenia de hantavirus<br />

presentes en roedores de Colima (Yong-Kyu<br />

et al. 2008).<br />

FIGURA 7. El puma (Puma<br />

concolor) es el segundo<br />

mamífero de mayor<br />

tamaño que se puede<br />

encontrar en Colima, el<br />

más grande es el jaguar.<br />

Foto: Juan Carlos Faller<br />

y Mederic Calleja/<strong>Banco</strong><br />

de imágenes CONABIO.<br />

Mamíferos (Mammalia)<br />

473


Amenazas y conservación<br />

La nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010),<br />

incluye bajo alguna categoría de riesgo a 20 especies<br />

de mamíferos de Colima, de las cuales nueve<br />

son endémicas. De éstas, cinco están en peligro:<br />

Tamandua mexicana (Pilosa), Musonycteris<br />

harrisoni (Chiroptera), Leopardus pardalis, L.<br />

wiedii y Panthera onca (orden Carnivora); seis<br />

están protegidas, cuatro murciélagos: Enchisthenes<br />

hartii, Cynomops mexicanus, Myotis albescens y<br />

M. carteri; y dos roedores: Heteromys spectabilis<br />

y Nelsonia goldmani; mientras que nueve están<br />

amenazadas: Megasorex gigas (musarañas),<br />

Choeronycteris mexicana, Leptonycteris nivalis,<br />

L. yerbabuenae, (murciélagos), Puma yagouaroundi,<br />

Lontra longicaudis, Spilogale pygmaea (carnívoros),<br />

Cratogeomys fumosus y Xenomys nelsoni<br />

(roedores). Cabe citar que no existen registros<br />

del jaguar desde la década de 1960 (Leopold<br />

1965), y posiblemente sólo podrían encontrarse<br />

algunos individuos en la Reserva de la Biosfera<br />

Sierra de Manantlán.<br />

En el estado se encuentran las siguientes áreas<br />

naturales protegidas (anp): Reserva de la Biosfera<br />

Archipiélago de Revillagigedo, Área de Protección<br />

de Flora y Fauna El Jabalí, Área de<br />

Protección de Recursos Naturales Las Huertas y<br />

estero Valle de las Garzas; mientras que la<br />

Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán y el<br />

Parque Nacional Nevado de Colima, incluyen<br />

dentro de sus límites una parte muy limitada del<br />

territorio de Colima. Debido a que estas áreas<br />

son insuficientes para la conservación de los<br />

mamíferos en el estado, sobre todo en cuanto a<br />

endemismos se refiere, es necesario establecer<br />

nuevas anp, así como determinar estrategias que<br />

garanticen la permanencia de las zonas mejor<br />

conservadas y la recuperación de las zonas más<br />

alteradas con flora y fauna nativas.<br />

Son varias las causas que amenazan la conservación<br />

de los mamíferos de Colima y la fragmentación<br />

es uno de los problemas más serios. En la<br />

actualidad, todos los tipos de vegetación se<br />

encuentran alterados por las actividades agrícolas<br />

y existen áreas muy grandes de matorral espinoso,<br />

bosque caducifolio y bosque deciduo, que<br />

son cortados y quemados cada año para formar<br />

nuevos campos de cultivo o milpas. La agricultura<br />

permanente está asociada generalmente<br />

con el ganado y el sobrepastoreo, y el establecimiento<br />

de potreros ha generado el aumento de<br />

poblaciones de animales que se comportan como<br />

plaga, tales como el vampiro común y roedores<br />

como Sigmodon mascotensis, Oryzomys couesi y<br />

Baiomys musculus.<br />

Como consecuencia, las poblaciones de un gran<br />

número de especies de mamíferos, y especialmente<br />

aquellos de hábitos muy específicos como<br />

los roedores arborícolas (Nyctomys sumichrasti,<br />

Peromyscus perfulvus, Xenomys nelsoni), especies<br />

de murciélagos endémicos (Musonycteris<br />

harrisoni, Corynorhinus mexicanus y varias<br />

especies de Myotis), y mamíferos de tamaño<br />

mediano o grande (todos los carnívoros y artiodáctilos)<br />

se han ido reduciendo y van quedando<br />

aisladas, lo que los pone en peligro de extinción.<br />

Otra amenaza para los mamíferos de esta entidad<br />

es la continua actividad del volcán de<br />

Colima, que en los últimos años ha favorecido<br />

incendios y una reducción muy marcada del<br />

bosque, debido a que una gran extensión de las<br />

laderas han sido cubiertas por cenizas, esto sin<br />

duda afecta las poblaciones de flora y fauna. Por<br />

otra parte, la ausencia de la cubierta vegetal del<br />

474 DIVERSIDAD DE ESPECIES


FIGURA 8. El coatí norteño (Nasua narica molaris) es uno de los mamíeros omnívoros que habitan Colima.<br />

Foto: María de Lourdes Romero-Almaraz.<br />

volcán traerá como consecuencia inmediata la<br />

pérdida de agua superficial y subterránea.<br />

Conclusiones<br />

Debido a que en general no se conocen datos<br />

sobre la historia natural y reproducción de los<br />

mamíferos de Colima, es necesario intensificar<br />

los estudios al respecto y así poder establecer<br />

estrategias de conservación. Otras acciones que<br />

recomendamos son: a) incrementar el número y<br />

superficie de las zonas protegidas y establecer<br />

corredores que permitan que las poblaciones no<br />

queden aisladas, b) realizar campañas intensivas<br />

de reforestación a fin de mejorar las condiciones<br />

del hábitat en el que viven las poblaciones de<br />

mamíferos y, c) establecer normas para el manejo<br />

de los recursos que resulten sustentables y a favor<br />

de su conservación.<br />

Lo anterior no tendrá ningún sentido si no se<br />

sensibiliza a la población, de todos los niveles y<br />

edades, sobre la importancia de los recursos<br />

naturales y particularmente de los mamíferos,<br />

en todos los aspectos de nuestra vida.<br />

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Glossophaga soricina, Natalus stramineus and Carollia<br />

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Mamíferos (Mammalia)<br />

475


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476 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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of a novel hantavirus from Western Mexico. Virus<br />

Research 131:180-188.<br />

Mamíferos (Mammalia)<br />

477


ESTUDIO DE CASO<br />

RIESGO DE EXTINCIÓN DE LOS PUMAS<br />

POR UNA POTENCIAL EXPLOSIÓN<br />

DEL VOLCÁN DE COLIMA<br />

Andrew M. Burton<br />

Los volcanes son conocidos por los efectos destructivos<br />

que provocan durante sus periodos<br />

activos (Kirianov 2009), sin embargo, son particularmente<br />

importantes en la generación de biodiversidad<br />

regional y endemismos, esto se debe a<br />

que tanto los volcanes como los arcos volcánicos<br />

(conjunto de volcanes) constituyen barreras que<br />

impiden el contacto entre las distintas poblaciones<br />

de la misma especie y generan cambios<br />

abruptos del paisaje que modifican la disponibilidad<br />

de recursos (Whittaker y Fernández-Palacios<br />

2007). Este fenómeno se presenta en la Faja<br />

Volcánica Transmexicana (fvtm) (Heil et al.<br />

2003), en cuyo extremo oeste se encuentra el<br />

complejo volcánico de Colima.<br />

FIGURA 1. Macho de Puma concolor registrado en<br />

la localidad del Floripondio, en el Parque Nacional<br />

Volcán Nevado de Colima. Foto: Secretaría de<br />

Medio mbiente y Desarrollo erritorial, obierno<br />

del Estado de Jalisco/Centro Universitario<br />

de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la<br />

Universidad de Guadalajara.<br />

Ese complejo volcánico es un refugio importante<br />

para los vertebrados de la región, especialmente<br />

de grandes mamíferos como el puma (Puma<br />

concolor). Aun cuando el puma está enlistado<br />

bajo la categoría (LC) o “preocupación menor”,<br />

por la Unión Internacional para la Conservación<br />

de la Naturaleza (Caso et al. 2008, uicn 2009), su<br />

hábitat se ha visto reducido de manera significativa<br />

y han sido perseguidos y cazados tanto por<br />

cazadores furtivos como por ganaderos (Caso<br />

et al. 2008).<br />

En este estudio se presenta un análisis para<br />

determinar el riesgo de extinción de los pumas<br />

que habitan el complejo volcánico de Colima, en<br />

el oeste de México. Este análisis se realizó<br />

mediante la aplicación del programa de cómputo<br />

puma (Beier 1993a), el cual estima el riesgo de<br />

extinción tomando en cuenta la demografía<br />

actual y la variabilidad ambiental (figura 1).<br />

Con este modelo de simulación es posible crear<br />

catástrofes (en este caso una erupción explosiva<br />

478<br />

Burton, A.M. 2016. Riesgo de extinción de los pumas por una potencial explosión del Volcán de Colima. En: La Biodiversidad<br />

en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 478-481.


mayor del volcán de Colima), que pudieran causar<br />

un colapso de las poblaciones de venado y<br />

jabalí, las principales fuentes de alimentación<br />

del puma. El usuario puede especificar la severidad<br />

de dichas catástrofes, indicando el porcentaje<br />

en que se reduciría la capacidad de carga<br />

para los pumas hembras adultos (el programa no<br />

considera a los machos debido a que tienen una<br />

densidad muy baja en relación con los recursos<br />

alimenticios), el intervalo de tiempo entre una<br />

catástrofe y otra (de 10 a 99 años) y la duración<br />

de la catástrofe (de 1 a 10 años).<br />

Con base en investigaciones actuales de los<br />

depósitos de la erupción pliniana (caracterizadas<br />

por la expulsión de magma) del volcán de<br />

Colima en 1913 (Saucedo-Girón 1997), simulaciones<br />

por computadora del descenso de materiales<br />

por los flancos del volcán (flujos piroclásticos)<br />

(Sheridan y Macías 1995, Gavilanes Ruiz 2004,<br />

Saucedo et al. 2005) y los trabajos publicados<br />

sobre riesgos volcánicos (Martin del Pozzo et al.<br />

1995), se predice que una explosión mayor del<br />

volcán de Colima podría reducir la capacidad de<br />

carga de las hembras adultas de puma hasta en<br />

un 30% y la cual pudiera llegar hasta 50%.<br />

número de pumas inmigrantes cada 10 años, ya<br />

que es probable que pumas provenientes de la<br />

cercana Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán<br />

se dispersen hacia los volcanes. Debido a<br />

que los machos se dispersan mejor que las hembras<br />

se utilizó un valor de inmigración de uno a<br />

dos machos en este periodo. Se consideró este<br />

valor tan bajo debido a los impactos negativos de<br />

las actividades humanas en la región agrícola<br />

entre las dos localidades, sin embargo, esta tasa<br />

de inmigración permite retrasar la extinción.<br />

La simulación de una erupción explosiva mayor<br />

del volcán de Colima, considerando los valores<br />

de las condiciones ambientales y poblacionales<br />

conocidas actualmente para los pumas, dos<br />

machos y dos hembras con 375 km 2 de hábitat<br />

adecuado (Burton 2006) (figuras 2 y 3) y sin<br />

inmigración de la sierra de Manantlán, dio como<br />

resultado extinciones en cada una de las 100<br />

simulaciones, con un tiempo mínimo de extinción<br />

de 11 años.<br />

Se corrieron 100 simulaciones del modelo (los<br />

resultados varían en cada una debido a la variación<br />

aleatoria del modelo) (Beier 1993b), con<br />

base en datos históricos de la frecuencia de erupciones<br />

explosivas mayores (aproximadamente<br />

cada 99 años) (De la Cruz-Reyna 1993, Martín<br />

del Pozzo et al. 1995, Bretón-González et al.<br />

2002) y una duración de los efectos de la erupción<br />

de 10 años (tomando como base la erupción<br />

del monte Santa Helena en mayo 1980) (Franklin<br />

et al. 1985, Adams et al. 1987, Hemstrom y<br />

Emmingham 1987). También se consideró el<br />

FIGURA 2. egistro de puma, obtenido el de mayo<br />

de 2009. Foto: Parque Nacional Volcán Nevado de<br />

Colima, ecretaría de Medio mbiente y Desarrollo<br />

erritorial, obierno del Estado de aliscoCentro<br />

Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />

de la Universidad de Guadalajara.<br />

Riesgo de extinción de los pumas por una potencial explosión del volcán de Colima<br />

479


FIGURA 3. Registro de<br />

puma obtenido el<br />

de diciembre de<br />

2011. Foto: Parque<br />

Nacional Volcán<br />

Nevado de Colima,<br />

Secretaría de Medio<br />

mbiente y Desarrollo<br />

erritorial, obierno<br />

del Estado de Jalisco/<br />

Centro Universitario<br />

de Ciencias Biológicas<br />

y Agropecuarias de<br />

la Universidad de<br />

Guadalajara.<br />

Considerando un solo macho migrante de la sierra<br />

de Manantlán, la ocurrencia de extinciones<br />

bajó a 96 de cada 100 simulaciones y se estimaron<br />

a los 25 años; mientras que la inmigración de<br />

una hembra y dos machos redujo a 69 el número<br />

de extinciones en 100 simulaciones. Esto quiere<br />

decir que la persistencia de la especie, a largo<br />

plazo, en el complejo volcánico de Colima, sólo<br />

será posible con la migración de al menos dos<br />

machos y una hembra cada 10 años. Al eliminar<br />

en el programa el efecto de una erupción explosiva<br />

sobre la capacidad de carga, la supervivencia<br />

de los pumas en los volcanes de Colima no se<br />

incrementó.<br />

Conclusiones<br />

El programa de simulación indica la frágil<br />

persistencia de los pumas en los volcanes y la<br />

importancia de mantener corredores biológicos<br />

silvestres (Whitakker y Fernández-Palacios 2007),<br />

entre los volcanes de Colima y la cercana Reserva<br />

de la Biosfera Sierra de Manantlán. Esto se debe<br />

a que la inmigración de nuevos machos (y hembras)<br />

es crucial para prevenir la extinción local<br />

de los pumas que habitan en el complejo volcánico<br />

de Colima. Debido a que el número de<br />

pumas que habitan dicho complejo es muy<br />

pequeño, deberán ser considerados como individuos<br />

y no como una población o subpoblación,<br />

ya que el número de individuos no es suficiente<br />

para mantener una población viable. Por ello la<br />

permanencia de la especie en la localidad<br />

depende completamente de la inmigración de<br />

nuevos organismos de las poblaciones adyacentes<br />

y esto sólo será posible si existen áreas naturales<br />

protegidas, conocidos como corredores<br />

biológicos, que conectan estas dos.<br />

Referencias<br />

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480 DIVERSIDAD DE ESPECIES


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Mapaches<br />

(Procyon)<br />

Michael L. Kennedy<br />

Los mapaches son mamíferos de talla mediana, cuerpo rechoncho, patas<br />

cortas, cabeza ancha, nariz afilada y cola esponjada, su longitud es la<br />

mitad del tamaño de la cabeza y el cuerpo juntos. Estos mamíferos pertenecen<br />

al género Procyon y a la familia Procyonidae. En Colima están<br />

representados por la especie Procyon lotor. Esta especie se distingue por<br />

tener un antifaz negro muy marcado sobre los ojos y de cuatro a siete<br />

anillos negros en la cola que terminan en la punta (Lotze y Anderson<br />

1979, Kaufmann 1982). El pelo del dorso tiene una apariencia entrecana<br />

que varía de grisáceo a negruzco, los lados son más pálidos y las partes<br />

ventrales son gris claro a gris amarillento (figura 1). El tamaño depende<br />

del área geográfica que se considere, pero en general los machos son más<br />

grandes que las hembras (Ritke y Kennedy 1988).<br />

Procyon lotor está ampliamente distribuido en diversos tipos de hábitats.<br />

Se conoce desde el sur de Canadá, a través de Estados Unidos (excepto en<br />

regiones de las montañas rocosas), México y Centroamérica (Hall 1981,<br />

Wilson y Reeder 2005). Si bien los lugares con cuerpos de agua permanentes,<br />

en tierras bajas (lagos, ríos, pantanos, lagunas y estuarios), pueden<br />

albergar un gran número de mapaches (Kaufmann 1982, Leberg y<br />

Kennedy 1988, Kissell y Kennedy 1992), también se presentan en áreas de<br />

agricultura y ambientes urbanos.<br />

Los mapaches se consideran omnívoros oportunistas que consumen una<br />

gran variedad de alimentos según la temporada y localidad (Johnson<br />

482<br />

Kennedy, M.L. 2016. Mapaches (Procyon). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />

pp. 482-484.


FIGURA 1. Mapache (Procyon lotor), nica especia distribuida en el estado. Foto: Michael . ennedy.<br />

1970, Kaufmann 1982). Entre los principales alimentos<br />

de origen vegetal que consumen están<br />

las semillas, frutos y brotes, mientras que de origen<br />

animal pueden llegar a consumir artrópodos,<br />

gusanos de tierra, peces, aves, ratones y<br />

huevos de aves o tortugas (Johnson 1970). En<br />

ambientes urbanos los mapaches llegan a alimentarse<br />

de basura, alimento para mascotas y<br />

otros asociados al ambiente humano, por lo que<br />

a menudo se consideran fauna nociva.<br />

Es una especie primodialmente nocturna, pero<br />

en ocasiones es activa durante el día. Existe una<br />

clara variación en el área de desplazamiento de<br />

los individuos (ámbitos hogareños), de alrededor<br />

de 5 a 5 000 ha (Kaufmann 1982) y presentan<br />

movimientos a grandes distancias (alrededor de<br />

265 km, de acuerdo con Lynch 1967). Sus madrigueras<br />

más comunes son huecos en los árboles,<br />

aunque pueden utilizar oquedades en la tierra,<br />

grietas entre rocas, cuevas, desagües, edificios y<br />

conjuntos de arbustos (Kaufmann 1982). La<br />

temporada de crianza comprende los meses de<br />

enero a agosto, pero su máxima actividad es en<br />

febrero y marzo, aunque las cópulas pueden<br />

extenderse en tiempo en latitudes más sureñas<br />

(Gehrt 2003). El periodo de gestación es de alrededor<br />

de 63 días (Kaufmann 1982, Sanderson<br />

1987). Las crías nacen en abril o mayo y el<br />

tamaño de camada puede variar de una a ocho<br />

crías, aunque se ha reportado que el promedio es<br />

de dos a cinco (Asdell 1964). Las hembras pueden<br />

copular con varios machos durante la temporada<br />

de reproducción (Nielsen y Nielsen<br />

2007). La unidad social más común entre las<br />

poblaciones de mapaches son unidades familiares<br />

de hembras y sus crías (Gehrt 2003).<br />

Mapaches (Procyon)<br />

483


Su inteligencia, vivacidad y curiosidad han favorecido<br />

el éxito de la especie a lo largo de su distribución.<br />

Los mapaches son una de las especies<br />

más reconocidas por su importancia ecológica y<br />

económica para los humanos. Debido a su<br />

amplia distribución y tolerancia a la fragmentación<br />

del hábitat no requiere medidas para su<br />

conservación.<br />

Referencias<br />

Asdell, S.A. 1964. Patterns of mammalian reproduction.<br />

Cornell University Press. Nueva York.<br />

Gehrt, S.D. 2003. Raccoons (Procyon lotor and allies).<br />

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ed. Johns Hopkins University Press. Baltimore.<br />

484 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Ratones<br />

(Peromyscus)<br />

Gary D. Schnell<br />

Descripción<br />

El género Peromyscus es bien conocido porque ha servido como modelo<br />

de gran cantidad de estudios científicos (Musser y Carleton 2005). Incluye<br />

56 especies de ratones que se distribuyen en norte y centroamérica (Mu-<br />

sser y Carleton 2005). Algunas especies se encuentran prácticamente en<br />

todos los hábitats, desde zonas rocosas alpinas de las montañas del norte<br />

hasta bosques tropicales de tierras bajas (Kirkland y Layne 1989).<br />

México tiene la mayor diversidad de especies de Peromyscus, con 48 especies<br />

(Ceballos y Oliva 2005), y cuatro de éstas –Peromyscus hylocetes,<br />

P. maniculatus, P. perfulvus y P. spicilegus– se distribuyen en Colima:<br />

Peromyscus hylocetes hasta hace poco tiempo era considerado coespecífico<br />

de P. aztecus. Este roedor se distribuye desde el centro y sur-oeste<br />

de Jalisco, hasta el este del Distrito Federal y norte de Morelos (Musser<br />

y Carleton 2005), a elevaciones medias a altas, generalmente mayores a<br />

2 300 msnm (Vázquez et al. 2000). Se alimenta de frutos, semillas y<br />

hojas (Ceballos y Oliva 2005). En Colima se localiza generalmente en la<br />

parte norte del estado, aunque se ha encontrado en algunas localidades<br />

hacia el sur y cerca de la costa del Pacífico. La coloración del dorso es<br />

ocre pálido mezclado con pelos negros. Los costados son marrón-rojizo<br />

y la parte ventral es blanca o color crema; tiene un anillo negro alrededor<br />

de los ojos (figura 1).<br />

Schnell, G.D. 2016. Ratones (Peromyscus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />

pp. 485-488.<br />

485


En el suroeste de Jalisco y el noreste de Colima<br />

su reproducción es mayor en la temporada de<br />

lluvias (septiembre). La densidad de individuos<br />

más baja se registra en la estación seca (junio) y<br />

la más alta presenta dos picos, uno al final de la<br />

temporada de lluvias (octubre) y otro al inicio de<br />

la estación fría (enero-febrero) (Vázquez et al.<br />

2000).<br />

Peromyscus maniculatus tiene la distribución<br />

más amplia, que abarca desde Alaska y el norte<br />

de Canadá hasta el sur de Baja California y centro-norte<br />

de Oaxaca (Musser y Carleton 2005).<br />

El dorso de P. maniculatus varía de gris a<br />

marrón-rojizo, con el vientre y las patas blancas<br />

(figura 2). Se reproducen todo el año y tienen un<br />

pico reproductivo en los meses de junio a agosto.<br />

En México ocupa gran variedad de hábitats que<br />

incluyen: bosque mixto, bosque de pino, pastizales,<br />

matorral xerófito, desiertos y las cercanías de<br />

cultivos (Ceballos y Oliva 2005). En Colima,<br />

P. maniculatus ha sido encontrado únicamente<br />

en el norte del estado.<br />

Peromyscus perfulvus tiene el cuerpo de color<br />

canela con pelos más oscuros en el dorso, la<br />

cabeza es gris, el vientre color crema y las patas<br />

blancas. Es una especie endémica de México<br />

cuya distribución ocupa un área muy pequeña<br />

que incluye la costa y tierras bajas de Jalisco,<br />

Colima, Michoacán, el norte de Guerrero y el<br />

extremo suroeste del Estado de México. Su<br />

reproducción se lleva a cabo todo el año (Sánchez-Hernández<br />

et al. 2009) y el promedio de<br />

tamaño de la camada en condiciones de laboratorio<br />

es de 2.6 crías (Helm et al. 1974). Peromyscus<br />

FIGURA 1. Ratón norteamericano (Peromyscus maniculatus). Foto: Aldo Antonio Guevara Carrizales/<strong>Banco</strong> de<br />

imágenes CONABIO.<br />

486 DIVERSIDAD DE ESPECIES


perfulvus es de hábitos principalmente arborícolas<br />

(Schnell et al. 2008a, b), por lo que su distribución<br />

se restringe a bosques tropicales<br />

caducifolios con un estrato superior denso de<br />

poca hojarasca y un estrato inferior escaso (Schnell<br />

et al. 2008a, b).<br />

Peromyscus spicilegus es un roedor de talla<br />

mediana para el género (Roberts et al. 1998), el<br />

pelo del dorso es café-amarillento mezclado con<br />

pelos oscuros, de apariencia leonada y el vientre<br />

es blanco. Se conoce poco sobre la ecología y<br />

conducta de esta especie; sin embargo, se sabe<br />

que se distribuye en elevaciones bajas a medias<br />

(1 980 msnm), desde el sureste de Sonora y el<br />

extremo suroeste de Chihuahua hasta el noreste<br />

de Colima y el centro-oeste de Michoacán (Musser<br />

y Carleton 2005). Esta especie es interesante<br />

porque puede distribuirse tanto en tierras bajas<br />

tropicales húmedas como en regiones montañosas,<br />

mientras que especies emparentadas no<br />

suelen distribuirse en ambas zonas. Puede<br />

encontrarse particularmente en bosque de<br />

pino-encino (Pinus-Quercus) y en los bordes de<br />

campos de cultivo. En Colima P. spicilegus tiene<br />

una distribución similar a P. maniculatus y se<br />

encuentra únicamente al norte del estado.<br />

Amenazas y conservación<br />

Debido a su amplia distribución, grandes tamaños<br />

poblacionales (en general) y tolerancia a la<br />

fragmentación del hábitat; Peromyscus hylocetes,<br />

P. maniculatus y P. spicilegus no requieren estrategias<br />

especiales de conservación. Sin embargo,<br />

FIGURA 2. Ratón transvolcánico (Peromyscus hylocetes). Foto: Cornelio Sánchez Hernández.<br />

Ratones (Peromyscus)<br />

487


Peromyscus perfulvus debería considerarse en<br />

riesgo debido a su restringida distribución geográfica,<br />

sus preferencias de microhábitat y a la<br />

pérdida (fragmentación y degradación) de su<br />

hábitat. Esto es más relevante si se considera que<br />

se han reportado densidades poblacionales bajas,<br />

probablemente relacionadas con una proporción<br />

de sexos sesgada hacia los machos, lo que reduce<br />

las probabilidades de encuentros reproductivos<br />

para la especie (Schnell et al. 2008a). Es necesario<br />

realizar estudios de ratones del género<br />

P eromyscus para conocer y conservar estos peculiares<br />

roedores.<br />

Referencias<br />

Ceballos, G. y G. Oliva. 2005. Los mamíferos silvestres<br />

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<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso<br />

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of Mammalogy 81:77-85.<br />

488 DIVERSIDAD DE ESPECIES


ESTUDIO DE CASO<br />

UN PEQUEÑO GRAN PROBLEMA: RATONES<br />

CASEROS EN ISLA SOCORRO<br />

Diana López-Higareda I César Antonio Ríos-Muñoz<br />

Livia Socorro León-Paniagua<br />

Descripción<br />

La isla Socorro pertenece al archipiélago de<br />

Revillagigedo en el estado de Colima; está localizada<br />

a 716 km al oeste de la costa del estado, en<br />

el océano Pacífico y tiene una extensión aproximada<br />

de 150 km 2 (Adem 1960). La vegetación de<br />

la isla se compone de asociaciones halófitas en el<br />

nivel del mar y de bosques dominados por arbustos<br />

y árboles tropicales a lo largo de un gradiente<br />

altitudinal que llega hasta los 1 040 m (Arnaud<br />

1993, Flores-Palacios et al. 2009).<br />

Debido al aislamiento en que se encuentra se trata<br />

de un ambiente especialmente susceptible al<br />

impacto de especies invasoras (Álvarez et al. 1994,<br />

Arnaud et al. 1994), asociadas principalmente a la<br />

presencia de seres humanos (Jehl y Parkes 1982),<br />

aunque en la actualidad el único asentamiento<br />

humano en isla Socorro es el sector naval, establecido<br />

desde 1957 y ubicado en el extremo sur de la<br />

isla (Adem 1960, Jehl y Parkes 1982).<br />

En marzo de 2007 se realizó una colecta en localidades<br />

del centro y norte de la isla Socorro:<br />

camino al volcán Evermann, Las Mandarinas,<br />

Playa Norte y en el extremo sur, en el sector<br />

naval; utilizando trampas Sherman (con un<br />

método de colecta descrito en López-Higareda<br />

et al. 2014). Todos los especímenes colectados<br />

fueron depositados en la colección mastozoológica<br />

del Museo de Zoología, Facultad de Ciencias,<br />

unam (números de catálogo mzfc<br />

9799-9813).<br />

Se colectaron un total de cinco machos y 10 hembras<br />

de ratón casero (Mus musculus) (figura 1),<br />

entre las que se incluían cinco hembras adultas<br />

que se encontraban lactando. La localidad con<br />

mayor número de individuos fue Las Mandarinas<br />

(11 especímenes, incluidas todas las hembras en<br />

lactancia y un juvenil), seguido de Playa Norte<br />

(tres individuos) y camino al volcán Evermann<br />

(un individuo). Dos individuos más fueron colectados<br />

en el sector naval, pero no se preservaron<br />

como ejemplares de colección científica.<br />

El ratón casero: un pequeño gran<br />

problema<br />

La información sobre poblaciones de ratón<br />

casero en islas es poca, además de que la información<br />

sobre su ámbito hogareño y capacidad<br />

de desplazamiento, en estos ambientes, permanece<br />

desconocida (Wanless et al. 2007). Se desconoce<br />

también cuándo fue introducida esta<br />

especie en la isla Socorro. El primer reporte lo<br />

López-Higareda, D., C.A. Ríos-Muñoz y L.S. León-Paniagua. 2016. Un pequeño gran problema: ratones caseros en Isla<br />

Socorro. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 489-492.<br />

489


ealizó Brattstrom en 1978 en la caleta de Grayson;<br />

sin embargo, en 1981 no se encontró evidencia<br />

de la presencia de la especie en la misma<br />

localidad (Brattstrom 1990). Posteriormente,<br />

para el periodo entre 1988-1990, Arnaud et al.<br />

(1994) reportaron una elevada abundancia en las<br />

inmediaciones del sector naval.<br />

Se sabe que los movimientos diarios de los ratones<br />

asociados a seres humanos, generalmente no<br />

rebasan los 10 m 2 (Bronson 1979), aunque, en<br />

individuos silvestres se han reportado desplazamientos<br />

de hasta dos km (Nowak 1999). López<br />

Higareda et al. (2014) reportan localidades, en la<br />

isla Socorro, en las que se desconocía la presencia<br />

de este roedor, la más alejada se encuentra<br />

ubicada en la zona norte, a 15.5 km del sector<br />

naval, donde previamente había sido reportado<br />

(Arnaud et al. 1994) y a siete km del registro de<br />

Bratsttrom (1990).<br />

Es por lo anterior que se considera existe la posibilidad<br />

de que los ratones hayan alcanzado estas<br />

localidades al norte de la isla Socorro, por su<br />

capacidad de dispersión, ya que los registros más<br />

antiguos son de al menos hace 35 años (Brattsrom<br />

1990). Pese a ello, debido a la densa vegetación<br />

no se tienen muestreos que permitan<br />

estimar la presencia de roedores en localidades<br />

intermedias; además, la gran abundancia de<br />

cangrejos (Gercarcinus planatus) en el norte<br />

de la isla podría dificultar la presencia de los<br />

ratones, ya que se ha reportado que éstos presentan<br />

hábitos carnívoros (Ortega-Rubio et al.<br />

1997).<br />

FIGURA 1. Ratón casero (Mus musculus) introducido en la isla Socorro del archipiélago de Revillagigedo,<br />

Colima. Foto: Csar . íosMuo .<br />

490 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Otra posibilidad es que el ratón casero haya sido<br />

introducido en el norte de la isla por vía marítima,<br />

aunque no es común que se hagan viajes a<br />

esa parte de la isla (Ocaña-García com. pers.).<br />

Estos registros de nuevos sitios y ambientes en<br />

los que se encuentra Mus musculus en la isla<br />

Socorro, abren la posibilidad de que la especie no<br />

se encuentre asociada únicamente a la actividad<br />

humana. El ratón casero fue más abundante en<br />

el bosque de guayabillo (Psidium socorrense), un<br />

tipo de comunidad vegetal perturbado debido a<br />

la presencia de borregos (Ovis aries) introducidos,<br />

que se extiende cubriendo aproximadamente<br />

24% del área total de la isla (Flores-Palacios<br />

et al. 2009).<br />

Conclusiones<br />

El ratón casero (Mus musculus), es posiblemente<br />

el roedor con la distribución más extendida en el<br />

planeta, por su asociación con los seres humanos<br />

y su plasticidad, que ha favorecido su rápida<br />

adaptación a nuevos ambientes (Álvarez-Romero<br />

et al. 2008). Los efectos de esta especie<br />

invasora sobre la fauna nativa de la isla Socorro,<br />

como la lagartija endémica Urosaurus auriculatus<br />

(Arnaud et al. 1993, Galina-Tessaro et al. 1999) y<br />

las poblaciones de aves que anidan en el suelo,<br />

no ha sido evaluada, aun cuando la especie se<br />

considera un factor de riesgo para las poblaciones<br />

de estas aves (Howald et al. 2007, Wanless et<br />

al. 2007), al ser un depredador de huevos y de<br />

individuos juveniles (Cuthbert y Hilton 2004,<br />

Álvarez-Romero et al. 2008). Por otro lado, los<br />

depredadores del ratón en la isla son los gatos<br />

(Rodríguez-Estrella et al. 1991, Arnaud et al.<br />

1993, 1994) y posiblemente el halcón cola roja<br />

(Buteo jamaicensis socorroensis) y la lechuza<br />

(Tyto alba) (Jehl y Parkes 1982).<br />

Los registros dan cuenta de la introducción y<br />

presencia actual del ratón casero en nuevos sitios<br />

de la isla Socorro, por lo que es recomendable<br />

desarrollar estudios a nivel local sobre la ecología<br />

de este ratón, para conocer su impacto sobre<br />

la fauna nativa de la isla; asimismo, realizar<br />

monitoreos permanentes en las islas del archipiélago<br />

de Revillagigedo, para conocer el estado<br />

de su biodiversidad e identificar situaciones<br />

similares de fauna invasora que representen<br />

amenazas importantes para su conservación.<br />

Agradecimientos<br />

A la Armada de México por las facilidades otorgadas<br />

durante nuestra visita al archipiélago<br />

Revillagigedo, a H. Vázquez-Miranda, R.<br />

Sosa-López, A.A. Mendoza-Hernández, M.N.<br />

Cortés-Rodríguez y B.E. Hernández-Baños por<br />

su asistencia en el trabajo de campo.<br />

Referencias<br />

Adem, J. 1960. Introducción. En: La isla Socorro, archipiélago<br />

de Revillagigedo. J. Adem, E. Cobo, L.<br />

Blásquez, et al. Monografía del Instituto de Geofísica,<br />

unam, pp. 7-12.<br />

Álvarez-Romero, J., R. Medellín, A. Oliveras de Ita, et<br />

al. 2008. Animales exóticos en México. Una amenaza<br />

para la biodiversidad. <strong>Comisión</strong> Nacional para<br />

el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio)/Instituto<br />

de Ecología (ie)/unam/Secretaría<br />

de Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat).<br />

México, D.F.<br />

Un pequeño gran problema: ratones caseros en Isla Socorro<br />

491


Álvarez, S., A. Castellanos, P. Galina, et al. 1994. Aspectos<br />

de la población y el hábitat del borrego doméstico<br />

(Ovis aries). En: La isla Socorro, Reserva<br />

de la Biosfera Archipiélago Revillagigedo, México. A.<br />

Ortega y A. Castellanos (eds.). Centro de Investigaciones<br />

Biológicas del Noroeste (cibnor). Publicación<br />

núm. 8. La Paz, BCS, pp. 301-317.<br />

Arnaud, G., A. Rodríguez, A. Ortega-Rubio y S. Álvarez-Cárdenas.<br />

1993. Predation by cats on the unique<br />

endemic lizard of Socorro Island (Urosaurus<br />

auriculatus), Revillagigedo, Mexico. Ohio Journal<br />

of Science 93:101-104.<br />

Arnaud, G., A. Rodríguez y S. Álvarez. 1994. El gato<br />

doméstico (Felis catus), implicaciones de su presencia<br />

y alternativas para su erradicación. En: La<br />

isla Socorro, Reserva de la Biosfera Archipiélago<br />

Revillagigedo, México. A. Ortega y A. Castellanos<br />

(eds.). cibnor. Publicación núm. 8. La Paz, BCS,<br />

pp. 319-328.<br />

Brattstrom, B.H. 1990. Biogeography of islas Revillagigedo,<br />

Mexico. Journal of Biogeography 17:177-183.<br />

Cuthbert, R. y G. Hilton. 2004. Introduced house mice<br />

Mus musculus: a significant predator of threatened<br />

and endemic birds on Gough Island, South Atlantic<br />

Ocean? Biological Conservation 117:483-489.<br />

Flores-Palacios, A., J.E., Martínez-Gómez y R.L. Curry.<br />

2009. La vegetación de isla Socorro, archipiélago<br />

de Revillagigedo, México. Boletín de la Sociedad<br />

Botánica de México 84: 13-23.<br />

Galina-Tessaro, P., A. Ortega-Rubio, S. Álvarez-Cárdenas<br />

y G. Arnaud. 1999. Colonization of Socorro<br />

Island (Mexico), by the tropical house gecko Hemidactylus<br />

frenatus (Squamata: Gekkonidae). Revista<br />

de Biología Tropical 47: 237-238.<br />

Howald G., C.J., J.P. Donlan, J.C. Galván, et al. 2007.<br />

Invasive rodent eradication on islands. Conservation<br />

Biology 21:1258-1268.<br />

Jehl, J.R. y K.C. Parkes Jr. 1982. The status of the avifauna<br />

of the Revillagigedo islands, Mexico. Wilson<br />

Bulletin 94:1-19.<br />

López-Higareda, D., C.A. Ríos-Muñoz y L.S. León-Paniagua.<br />

2014. Un pequeño gran problema: nuevos<br />

registros del ratón casero en isla Socorro, México.<br />

Acta Zoológica Mexicana (n.s.)30(3):711-715.<br />

Nowak, R.M. 1999. Walker’s mammals of the World.<br />

6a ed. The Johns Hopkins University Press. Baltimore.<br />

Ortega-Rubio, A., M.L. Jiménez, J. Llinas y G. Arnaud.<br />

1997. Some ecological aspects of the land<br />

crab, Gecarcinus planatus Stimpson, at Socorro<br />

Island, Colima, Mexico. Journal of the Arizona-Nevada<br />

Academy of Science 30:17-22.<br />

Ocaña-García, J.J. 2007. Contralmirante de la Marina-Armada<br />

de México. Comunicación personal,<br />

marzo.<br />

Rodríguez-Estrella, R., G. Arnaud, S. Álvarez-Cárdenas<br />

y A. Rodríguez. 1991. Predation by feral cats<br />

on birds at isla Socorro, Mexico. Western Birds<br />

22:141-143.<br />

Wanless, R.M., A. Ángel, R.J. Cuthbert, et al. 2007.<br />

Can predation by invasive mice drive seabird extinctions?<br />

Biology Letters 3:241-244.


Murciélagos<br />

de orejas largas<br />

(Macrotus)<br />

Cornelio Sánchez-Hernández<br />

El nombre del género Macrotus deriva de las raíces griegas: macros y otos,<br />

que significan “orejas largas” (Anderson 1969). Los murciélagos de orejas<br />

largas (Macrotus spp.) son de apariencia frágil, con una coloración del<br />

dorso que varía de gris moreno tabaco a moreno rojizo, el vientre color<br />

gamuza pálido y las alas y uropatagio (membrana que une las patas traseras)<br />

más oscuras. La longitud total varía de 80 a 100 mm y el antebrazo<br />

de 45 a 58 mm.<br />

Las orejas miden más de 25 mm desde la escotadura a la punta, son<br />

redondeadas y se unen en la base por una banda de piel. El rostro es largo,<br />

la hoja nasal simple, erecta y lanceolada; los ojos y la boca son grandes, las<br />

alas son largas y anchas; las patas traseras son delgadas y más largas que<br />

la cola. El uropatagio es truncado, ancho y corto e incluye hasta 80% de<br />

la longitud de la cola, dejando la punta libre.<br />

El género incluye dos especies, pero en Colima sólo se distribuye<br />

Macrotus waterhousii. Esta especie se encuentra a elevaciones de 1 300 msnm,<br />

desde California en los Estados Unidos de Norteamérica, hacia el sur<br />

por la península de Baja California, y de la vertiente del Pacífico y centro<br />

de México hasta Guatemala, Belice, Cuba, Trinidad, Tobago, Haití e<br />

islas cercanas (Anderson 1969, Hall 1981). Este grupo de murciélagos<br />

tiene una amplia distribución en Colima y se ha capturado en diferentes<br />

localidades de Comala, Villa de Álvarez, Pueblo Juárez, Cuauhtémoc,<br />

Coquimatlán, Armería y alrededores de la ciudad de Colima.<br />

Sánchez-Hernández, C. 2016. Murciélagos de orejas largas (Macrotus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 493-495.<br />

493


FIGURA 1. Murciélago (Macrotus waterhousii). Foto: Cornelio Sánchez.<br />

Los murciélagos del género Macrotus prefieren<br />

sitios con selva baja caducifolia y matorrales, con<br />

algunos órganos y leguminosas como las del<br />

género Prosopis (mezquites) y Acacia (acacias);<br />

habitan tanto en sitios naturales como fragmentados.<br />

Se capturan con frecuencia en redes colocadas<br />

sobre cuerpos de agua o a las orillas de<br />

éstos. Sus refugios son cuevas, minas, canales de<br />

riego, puentes y alcantarillas que permitan cierta<br />

penumbra, y con frecuencia en sitios con temperatura<br />

elevada y con un fuerte olor a amoniaco.<br />

Comúnmente realizan movimientos locales en<br />

busca de áreas con disponibilidad de alimento.<br />

Estos murciélagos son insectívoros, consumen<br />

coleópteros, ortópteros, lepidópteros y otros<br />

insectos que capturan sobre el suelo, hojas o<br />

ramas de la vegetación. Aunque pueden ser acti-<br />

494 DIVERSIDAD DE ESPECIES


vos durante la noche, normalmente salen del<br />

refugio al oscurecer y algunos individuos regresan<br />

en el lapso de una hora para consumir las<br />

partes blandas de los insectos capturados, por lo<br />

que es común encontrar restos de éstos debajo de<br />

los sitios de percha. Son muy activos dentro de<br />

los refugios y cuando se les perturba siempre<br />

vuelan de un sitio a otro y nunca caminan sobre<br />

las paredes. Dentro del mismo refugio, pero en<br />

grupos separados, pueden encontrarse especies<br />

como: Balantiopteryx plicata, Leptonycteris<br />

yerbabuenae, Artibeus intermedius, Desmodus<br />

rotundus, Glossophaga soricina, Natalus stramineus,<br />

Mormoops megalophylla y diferentes especies de<br />

Pteronotus.<br />

Los sexos habitan separados dentro de los refugios.<br />

Su patrón reproductivo es poliestro bimodal;<br />

después del nacimiento de la cría la hembra<br />

puede volver a preñarse de manera inmediata a<br />

través de un estro de postparto. Los periodos de<br />

nacimiento ocurren uno en junio y otro de<br />

noviembre a enero. Las crías son precoces, nacen<br />

con el cuerpo cubierto de pelo y con los ojos y<br />

orejas abiertos. La lactancia es de junio a agosto<br />

y de noviembre a febrero pero son destetadas<br />

hasta que tienen un mes de edad (Martínez Chapital<br />

2013). Las hembras forman colonias de<br />

maternidad de tamaño variable. La máxima<br />

esperanza de vida ha sido estimada en 10 años<br />

(Bradshaw 1961, Anderson 1969).<br />

La principal importancia de los murciélagos<br />

de orejas largas es el control de poblaciones de<br />

insectos potencialmente perjudiciales para la<br />

agricultura. Además, cuando forman colonias<br />

muy numerosas, el guano que se acumula puede<br />

emplearse por los pobladores como fertilizante.<br />

A pesar de que pueden estar infectados con el<br />

virus de la rabia (Málaga y Villa 1957), la posibilidad<br />

de transmitir la enfermedad es muy reducida<br />

debido a que no se asocian con el hombre,<br />

salvo cuando éste perturba sus refugios.<br />

Debido a que la especie se distribuye ampliamente<br />

en Colima y puede formar agregaciones<br />

de decenas a miles de individuos, incluso en<br />

sitios fragmentados, se asume que tolera la alteración,<br />

por lo que no requiere de esfuerzos especiales<br />

para su conservación. Sin embargo, debido<br />

a la importancia de los servicios ambientales que<br />

presta en el control de plagas de insectos, se<br />

recomienda el monitoreo y estudio de sus poblaciones<br />

para realizar acciones que permitan su<br />

conservación.<br />

Referencias<br />

Anderson, S. 1969. Macrotus waterhousii. Mammalian<br />

Species 1:1-4.<br />

Bradshaw, G.V.R. 1961. A life history study of the California<br />

leaf-nosed bat, Macrotus californicus. Tesis<br />

de doctorado. University of Arizona, Tucson. Arizona.<br />

Hall, E.R. 1981. The mammals of North America. 2a<br />

ed. John Wiley and Sons. Nueva York.<br />

Málaga, A.A. y B. Villa. 1957. Algunas notas acerca<br />

de la distribución de los murciélagos de América<br />

del Norte relacionados con el problema de la rabia.<br />

Anales del Instituto de Biología unam. Serie Zoología<br />

27:529-569.<br />

Martínez Chapital, S. T. 2013. Biología reproductiva<br />

y crecimiento postnatal de Macrotus waterhousii<br />

(Chiroptera: Phillostomidae) en la región de Mezcala,<br />

Guerrero. Tesis de Maestría en Ciencias Biológicas<br />

(Ecología), Instituto de Biología, unam,<br />

México.<br />

Murciélagos de orejas largas (Macrotus)<br />

495


Ardillas terrestres<br />

(Notocitellus y<br />

Otospermophilus)<br />

Troy L. Best<br />

Los géneros Noticellus y Otospermophilus incluyen a las ardillas terrestres<br />

de la familia Sciuridae. En Colima se distribuyen dos especies: la ardilla<br />

de cola anillada terrestre o tezmo (Notocitellus annulatus), y la ardilla de<br />

rocas (Otospermophilus variegatus). La principal diferencia entre ambas<br />

especies está en que N. annulatus tiene el foramen supraorbital (zona de<br />

hueso sobre las órbitas oculares) cerrado y los lados de la cabeza son leonados<br />

o de color ante. Debido a que O. variegatus es una especie rara en<br />

Colima, aquí sólo se presenta información de N. annulatus.<br />

Las partes anteriores de N. annulatus son casi uniformes en color, con<br />

una mezcla de negro-fusco y canela-ante o rosado-ante. La barbilla, garganta,<br />

lados de la nariz y cara son color ante ocre; mientras que los lados<br />

del cuello, hombros y patas delanteras son color castaño (Hall 1981). Esta<br />

especie lleva la cola curveada como las ardillas arborícolas (Sciurus) y sus<br />

movimientos son más ágiles que los de la mayoría de las otras especies de<br />

Spermophilus (Howell 1938, Best 1995).<br />

La ardilla de cola anillada es endémica de las tierras bajas tropicales del<br />

occidente de México y se encuentra en elevaciones que van desde el nivel<br />

del mar, hasta más de 1 200 msnm. Habita bosques tropicales caducifolios<br />

densos y es común en las planicies de Colima (Hooper 1955, Hall 1981,<br />

Best 1995). Aunque N. annulatus es principalmente terrestre, puede<br />

encontrarse en árboles grandes, con una alta densidad de enredaderas,<br />

bardas de roca y formaciones rocosas a lo largo de arroyos.<br />

496<br />

Best, T.L 2016. Ardillas terrestres (Notocitellus y Otospermophilus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 496-498.


FIGURA 1. rdillas terrestres de la amilia ciurudae, habitantes del estado, iquierda: ardilla de cola anillada<br />

(Notocitellus annulatus), derecha: ardilla de rocas (Otospermophilus variegatus). Fotos: Troy L. Best.<br />

Sus madrigueras se localizan en laderas, entre<br />

rocas, en terrenos arenosos a lo largo de paredes<br />

y cerca de cultivos (Howell 1938; Allen 1889,<br />

1890). Se alimentan de gran variedad de frutos y<br />

nueces, incluyendo principalmente semillas de<br />

mezquite y cactáceas, nueces de palma de aceite,<br />

nopales (Opuntia) e higos silvestres (Ficus)<br />

(Howell 1938). En Colima la crianza ocurre<br />

durante la temporada de sequía (diciembrejunio).<br />

Esta especie se encuentra asociada comúnmente<br />

a lugares sombríos de las áreas más densas de<br />

palmares (Arecaceae), espinas de mezquite<br />

(Prosopis) y acacias (Acacia). En este hábitat pueden<br />

verse deslizándose continuamente entre las<br />

ramas de árboles grandes o en el matorral, deteniéndose<br />

en ocasiones para desenterrar una<br />

semilla o sentarse sobre sus patas traseras y<br />

comer. Tienen conductas complejas que incluyen<br />

la vigilancia (parándose sobre sus patas traseras<br />

o usando la cola a manera de tripié),<br />

comunicación auditiva mediante chillidos o silbidos<br />

breves y agudos a intervalos cortos, así<br />

como estrategias de forrajeo en las que permanecen<br />

agazapadas muy quietas cerca del suelo,<br />

entre los arbustos y deslizándose de un hueco a<br />

otro, y cuando se alarman corren a esconderse al<br />

primer refugio disponible.<br />

Colima incluye una porción significativa de la<br />

distribución geográfica de la ardilla de cola anillada.<br />

Ésta se distribuye ampliamente en el<br />

estado y está bien adaptada a hábitats que han<br />

sido modificados por prácticas agrícolas. En la<br />

actualidad no se encuentra amenazada o en peligro<br />

(semarnat 2010), por lo que no hay necesidad<br />

de esfuerzos especiales para su conservación.<br />

Sin embargo, el cuidado de esta especie es altamente<br />

deseable porque contribuye a la biodiversidad<br />

del estado y del país, además de prestar<br />

servicios ambientales como la eliminación de<br />

hierbas malas y plantas indeseables. Se sugieren<br />

estudios para conocer la distribución y ecología<br />

de O. variegatus en Colima.<br />

Ardillas terrestres (Notocitellus y Otospermophilus)<br />

497


Referencias<br />

Allen, J.A. 1889. Notes a collection of mammals from<br />

southern Mexico, with descriptions of new species<br />

of the genera Sciurus, Tamias, and Sigmodon. Bulletin<br />

of the American Museum of Natural History<br />

2:165-181.<br />

——— . 1890. Notes on collections of mammals made<br />

in central and southern Mexico, by Dr. Audley<br />

C. Buller, with descriptions of new species of the<br />

genera Vespertilio, Sciurus, and Lepus. Bulletin<br />

of the American Museum of Natural History 3:<br />

175-194.<br />

Best, T.L. 1995. Spermophilus annulatus. Mammalian<br />

Species 508:1-4.<br />

Hall, E.R. 1981. The mammals of north America. John<br />

Wiley and Sons. Nueva York.<br />

Hooper, E.T. 1955. Notes on mammals of western<br />

Mexico. Occasional Papers of the Museum of Zoology,<br />

University of Michigan 565:1-26.<br />

Howell, A.H. 1938. Revision of the north American<br />

ground squirrels, with a classification of the north<br />

American Sciuridae. North American Fauna 56:<br />

1-256.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

498 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Ardillas arborícolas<br />

(Sciurus)<br />

Troy L. Best<br />

El género Sciurus incluye principalmente a las ardillas arborícolas de la<br />

familia Sciuridae que habitan diversos tipos de bosques. En Colima se<br />

encuentran dos especies de este género: la ardilla de Collie (Sciurus<br />

colliaei) y la ardilla de vientre rojo (S. aureogaster) (figura 1). Aunque en<br />

el estado las diferencias entre ambas especies no son muy notorias, una<br />

característica que permite diferenciarlas es el pelaje veteado o manchado,<br />

que en S. colliaei se extiende por el dorso desde la nuca hasta la cadera,<br />

mientras que en S. aureogaster se restringe a la nuca y la cadera. En esta<br />

última, las manchas usualmente son de color anaranjado brillante a<br />

rojo-anaranjado, de modo que contrastan marcadamente con la espalda,<br />

que es de color gris-blancuzco a gris-azulado (Musser 1968).<br />

FIGURA 1. Ardilla vientre<br />

rojo (Sciurus aureogaster)<br />

habitante de los bosques.<br />

Foto: María de Lourdes<br />

Romero-Almaraz.<br />

Best, T.L. 2016. Ardillas arborícolas (Sciurus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />

pp. 499-501.<br />

499


Ambas especies de ardillas son más activas en<br />

las primeras horas de la mañana y cerca del atardecer<br />

(Ceballos 1989). Aunque pueden estar<br />

activas a nivel del suelo, se observan con mayor<br />

frecuencia en las frondas de los árboles, donde<br />

también elaboran sus madrigueras con ramas y<br />

hojas, en huecos de los troncos o la punta de las<br />

ramas (Burt 1938, Caire 1978).<br />

La especie más común en Colima es la ardilla de<br />

Collie, la cual se alimenta de frutos o nueces<br />

de árboles como: Spondias purpurae, Orbygnia<br />

cohune y Cocos nucifera. Esta especie es común<br />

en bosques densos de las tierras bajas (desde el<br />

nivel del mar), a lo largo de la costa del Pacífico<br />

mexicano, y se extiende hacia las tierras altas del<br />

altiplano, por encima de elevaciones de alrededor<br />

de 900 msnm (Best 1995). Los hábitats que<br />

ocupa incluyen: bosques tropicales o subtropicales<br />

que rodean lagunas, laderas por debajo del<br />

cinturón de pino-encino (Pinus-Quercus), bosques<br />

de niebla de pinos, encinos y abetos (Abies,<br />

Pseudotsuga), bosques de madera dura como tilo<br />

americano (Tilia), nogales (Junglans) y alisos<br />

(Alnus), y matorrales xerófilos (Burt 1938, Musser<br />

1968, Caire 1978, Ceballos 1989, Best 1995).<br />

La ardilla de vientre rojo (Sciurus aureogaster)<br />

habita una amplia variedad de bosques a lo largo<br />

de su distribución geográfica en México y Guatemala.<br />

Estos incluyen formaciones de árboles<br />

bajos y de hoja ancha en los trópicos, hasta bosques<br />

templados de encino y coníferas, en las tierras<br />

altas. En el occidente y centro de México<br />

habita en gran variedad de tipos de vegetación<br />

que incluyen matorral xerófilo, selva baja caducifolia,<br />

bosques de galería, de pino-encino y bosques<br />

templados de encinos y coníferas. Su dieta<br />

incluye hongos, bellotas y moras, las cuales<br />

recoge del sotobosque del bosque, pero también<br />

forrajea en las copas de pinos y encinos, descorteza<br />

los conos de pino y come los retoños de las<br />

acículas de la punta de las ramas.<br />

En Colima hay hábitats donde coexisten ambas<br />

especies, tal es el caso de los bosques de laderas<br />

bajas en el volcán de Colima; así como del margen<br />

nororiental de la laguna de Cuyutlán, donde<br />

habitan en palmares de coquito (Arecaceae)<br />

mezclados con higueras (Ficus spp.) y otros<br />

árboles nativos de hoja ancha. Estos árboles les<br />

proveen de alimento (nueces e higos) y hojas<br />

para elaborar sus características madrigueras,<br />

grandes y globulares, ubicadas en las ramas más<br />

altas (Musser 1968).<br />

Las ardillas arborícolas no se encuentran incluidas<br />

en la lista de especies de la nom-059-semarnat-2010<br />

(semarnat 2010), pero dependen de<br />

los bosques para alimentarse, refugiarse y evitar<br />

depredadores, por lo que la protección de las<br />

áreas forestales debe ser de alta prioridad para<br />

garantizar la supervivencia de estas especies<br />

arbóreas. La transformación de los hábitats<br />

forestales para usos agrícolas, la extracción de<br />

madera y la caza excesiva pueden afectar negativamente<br />

a las ardillas arborícolas.<br />

Referencias<br />

Best, T.L. 1995. Sciurus colliaei. Mammalian Species<br />

497:1-4.<br />

Burt, W.H. 1938. Faunal relationships and geographic<br />

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University of Michigan 39:1-77.<br />

500 DIVERSIDAD DE ESPECIES


Caire, W. 1978. The distribution and zoogeography of<br />

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The University of New Mexico, Albuquerque.<br />

Ceballos, G. 1989. Population and community ecology<br />

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The University of Arizona, Tucson. Arizona.<br />

Musser, G.G. 1968. A systematic study of the Mexican<br />

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of the Museum of Zoology, University of<br />

Michigan 137:1-112.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

Ardillas arborícolas (Sciurus)<br />

501


Volcán de Colima en actividad, 2015. Foto: Hernando Rivera Cervantes.


S5<br />

DIVERSIDAD GENÉTICA


Hylocereus spp. Foto: Adalberto Ríos Lanz/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Sebastián Lemus-Juárez<br />

La diversidad genética es uno de los tres componentes de la biodiversidad,<br />

junto con la diversidad taxonómica y la diversidad ecológica. Para abordar<br />

el significado de la diversidad genética es necesario partir de la diferenciación<br />

de los términos variación alélica y variación genética, los<br />

cuales con frecuencia se emplean como sinónimos. La variación alélica<br />

consiste en la existencia de varias formas alternativas de alelos para el<br />

mismo gen en una población; la variación genética se refiere específicamente<br />

a las diferencias fenotípicas y genotípicas entre los individuos de<br />

una población (umls 2009). Existen poblaciones con determinados niveles<br />

de diversidad genética, natural y artificial, en las que se pueden encontrar<br />

algunos individuos parcialmente resistentes y hábiles para sobrevivir<br />

y perpetuar la especie en determinadas circunstancias. La variación<br />

genética entre los individuos de una misma especie asegura que el taxón<br />

o grupo, como un todo, pueda cambiar y adaptarse en respuesta a las<br />

presiones o fuerzas de la selección natural, asegurando la supervivencia y<br />

evolución (Lépiz y Rodríguez 2006). A mayor variación genética útil dentro<br />

de una especie, mayores probabilidades hay de seleccionar genotipos<br />

superiores, eso desde el punto de vista humano.<br />

¿Cómo se mantiene la diversidad genética?<br />

La diversidad genética tiene su origen en las mutaciones y la recombinación,<br />

sin embargo, es un conjunto de factores lo que puede mantener la<br />

Lemus-Juárez, S. 2016. Resumen ejecutivo de Diversidad genética. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 505-510.<br />

505


diversidad genética en las poblaciones y especies,<br />

entre ellos destacan la selección de individuos<br />

heterocigotos o la selección dependiente de la<br />

frecuencia. El mantenimiento de la variación<br />

genética, en general, es dependiente de la diversidad<br />

de las especies. Por ejemplo, la diversidad<br />

genética en poblaciones de plantas puede determinar<br />

la diversidad de especies de artrópodos y<br />

microorganismos asociados, es decir, la diversidad<br />

de un grupo taxonómico puede depender de<br />

otro. Asimismo, la diversidad en las estrategias<br />

competitivas de las especies es necesaria para<br />

mantener la variación genética; por ejemplo, la<br />

variación en la concentración de ciertos compuestos<br />

químicos es necesaria para la coexistencia<br />

de una especie y sus competidoras.<br />

y de organismos de diferentes grupos. No obstante,<br />

es probablemente una de las entidades<br />

más atrasadas en el registro, caracterización y<br />

conservación de la diversidad biológica. ¿Cuál es<br />

y cómo se distribuye la diversidad genética dentro<br />

de las poblaciones naturales? Esta es una<br />

pregunta central para el conocimiento de la biodiversidad<br />

del estado.<br />

Lankan y Strauss (2007), encontraron que la<br />

variación genética en la concentración de un<br />

componente alelopático secundario de la mostaza<br />

negra (Brassica nigra) (figura 1), era necesaria<br />

para la coexistencia entre ésta y sus especies<br />

competidoras. Adicionalmente, la competencia<br />

de especies ha sido requerida para el mantenimiento<br />

de la variación genética en dicho componente<br />

alelopático, por lo que la dinámica cíclica<br />

entre la presión de selección y la composición de<br />

la comunidad son factores que pueden conducir<br />

al mantenimiento, tanto de la diversidad genética<br />

de una especie como de la diversidad de las<br />

especies que conforman la comunidad.<br />

FIGURA 1. Flores de la mostaza negra (Brassica nigra).<br />

Foto: Pedro Tenorio Lezama/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />

CONABIO.<br />

Diversidad genética en especies<br />

silvestres<br />

La competencia entre especies es una competencia<br />

de genotipos, por ello es importante conservar<br />

la diversidad de los organismos en los<br />

diferentes niveles de organización funcional<br />

(ecosistemas, comunidades, poblaciones y genes)<br />

(Hawkes et al. 2000). Al respecto, Colima cuenta<br />

con gran diversidad de condiciones ambientales<br />

Son aún incipientes los estudios sobre la diversidad<br />

genética de poblaciones naturales en Colima.<br />

De manera general tales estudios se refieren a<br />

extensiones territoriales locales y es muy raro<br />

que hagan mención a ecosistemas particulares.<br />

Los estudios existentes básicamente consisten en<br />

inventarios de especies silvestres, tanto vegetales<br />

506 DIVERSIDAD GENÉTICA


como animales, con importancia económica y<br />

que son aprovechadas por recolectores y cazadores<br />

de las comunidades rurales y centros urbanos.<br />

En sentido estricto son prácticamente<br />

inexistentes los estudios sobre la diversidad<br />

genética de las poblaciones nativas, basados en la<br />

aplicación de técnicas modernas; sólo se han<br />

documentado algunos estudios de caso sobre la<br />

diversidad morfológica y citogenética de plantas<br />

y animales y aquí se citan.<br />

Camote del cerro (Dioscorea remotiflora). Se<br />

han identificado dos poblaciones diferentes, una<br />

que se distribuye por debajo de los 800 m de altitud<br />

(Dioscorea remotiflora tipo), y otra (D.<br />

remotiflora var. maculata) que se localiza a<br />

mayores elevaciones, en la parte norte de la entidad.<br />

Se ha concluido que el número haploide de<br />

la especie (número de cromosomas en polen y<br />

óvulos) es 10, las plantas de la especie nominal<br />

tienen 30 y la variedad 40 cromosomas (número<br />

diploide) (López 1999).<br />

Chan (Hyptis suaveolens). Se han descrito tres<br />

formas: la especie nominal, una forma intermedia<br />

y la forma domesticada, de ellas se han descrito<br />

los ciclos de vida, el color y los diferentes<br />

tamaños de grano y planta (Vergara 1999).<br />

Pitahaya (Hylocereus spp.). Poblaciones silvestres<br />

han servido de fuente para constituir un<br />

banco de germoplasma. Se han identificado tres<br />

especies, la diversidad fenotípica (al interior de<br />

cada especie), la poliploidía (presencia de tres o<br />

más juegos completos de cromosomas en una<br />

población), así como la diversidad química<br />

denotada por la presencia de cantidades distintas<br />

de betalainas y betaxantinas (determinadas a<br />

partir de muestras de extractos de frutas provenientes<br />

de poblaciones distintas) (Michel-Rosales<br />

et al. 2006, Michel 2009) (figura 2).<br />

FIGURA 2. Fruto de la planta de la pitahaya<br />

(Hylocereus spp.). Foto: Adalberto Ríos Lanz/<strong>Banco</strong><br />

de imágenes CONABIO.<br />

Pitayo (Stenocereus queretaroensis). Se ha descrito<br />

el proceso general de recolección y venta de<br />

sus frutos en el estado y se ha reportado la<br />

existencia de poblaciones con diferente estacionalidad<br />

de maduración, facilidad de corte, desprendimiento<br />

de pericarpio (parte del fruto que<br />

recubre la semilla), talla, sabor y color de frutos<br />

(Lemus et al. 1993) (figura 3).<br />

No obstante la escasez de estudios de diversidad<br />

genética, algunos trabajos de exploración etnobotánica<br />

en comunidades rurales, como los de<br />

Vergara (1984) y Flores (1993), han detectado<br />

diferentes parientes silvestres y criollos de cultivos<br />

básicos y plantas comestibles importantes en<br />

Colima, como: el maíz silvestre (Zea diploperennis,<br />

Zea mays var. parviglumes), el frijol (Phaseolus<br />

spp.), la calabaza (Cucurbita spp.), el tomate milpero<br />

(Physalis spp.), el jitomate de Comala<br />

(Licopersicum sp.), el chaltomate (Solanum<br />

lycopersicum var. cerasiforme), el chayote (Sechium<br />

edule), el maguey (Agave spp.), el camote dulce<br />

(Ipomoea batata), camote del cerro (D. remotiflora),<br />

la charahuesca (Dahlea spp.), la jícama silvestre<br />

Resumen ejecutivo<br />

507


FIGURA 3. Productos<br />

derivados de la planta<br />

del pitayo (Stenocereus).<br />

Foto: Adalberto Ríos<br />

Lanz/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />

CONABIO.<br />

(Pachyrrhizus sp.), la papa de guía (Dioscorea sp.),<br />

el quelite (Amaranthus spinosus y A. hibridus), la<br />

yuca (Manihot sp.), el guaje (Leucaena spp.), el<br />

chán o chía gorda (Hyptis suaveolens) y la chía<br />

(Salvia hispanica).<br />

Entre las especies frutales, silvestres, cultivadas o<br />

colectadas en la entidad, resaltan: el pitayo<br />

(Stenocereus queretaroensis), la pitahaya (Heliocereus<br />

spp.), la guayaba (Psidium guajava), el arrayán<br />

(Psidium sartorianum), el papayo silvestre o pajarero<br />

(Carica papaya), el bonete (Jacaratia mexicana),<br />

el nopal (Opuntia spp.), el guamúchil (Pithecellobium<br />

dulce), el zapote amarillo o huicumo (Pouteria<br />

campechiana), el mamey (Pouteria sapota), el<br />

zapote prieto (Diospyros digyna), el chicozapote<br />

(Manilkara zapota), el caimito (Pouteria caimito),<br />

el capiri (Sideroxylum capire), el zapote blanco<br />

(Casimiroa edulis), el nance (Byrsonima crassifolia),<br />

el chupalcojote (Cyrtocarpa procera), el cuil (Inga<br />

spp.), el camichin (Ficus padifolia), la guámara<br />

amarilla y morada (Bromelia pinguin y Bromelia<br />

sp.), el chocohuistle (Bromelia karatas), el cocoyul<br />

o coquito baboso (Acrocomia mexicana), el cayaco<br />

o coquito de aceite (Orbignya cohune), el ciruelo<br />

cimarrón (Spondias purpurea), la uva silvestre roja<br />

y morada (Ampelocissus acapulcensis, Vitis tiliifolia),<br />

el ahuilote (Vitex mollis), el capulín (Prunus serotina),<br />

el tejocote (Crataegus pube scens), la zarzamora<br />

(Rubus sp.), la fresa silvestre (Fragaria sp.), el cabezo<br />

o cabeza de negro (Annona purpurea), la anona<br />

(Annona sp.), la ilama (Annona diversifolia), la chirimoya<br />

(Annona cherimola), la guanábana<br />

(Annona muricata) y el castaño (Quercus spp.),<br />

entre otras.<br />

En cuanto a las especias, estimulantes o sustitutos,<br />

se incluye el achiote (Bixa orellana), el<br />

orégano silvestre (Lippia sp.), el epazote<br />

(Chenopodium ambrosioides), el anís (Tagetes sp.),<br />

el papaloquelite o hierba del venado (Porophyllum<br />

viridiflorum), el mojo o capomo (Brosimum<br />

alicastrum), el cacao (Theobroma cacao), la vainilla<br />

(Vanilla sp.), el laurel o laurelillo (Litsea glaucenscens)<br />

y la yerbabuena dulce (Lippia dulcis).<br />

Asimismo, se han detectado varias especies<br />

silvestres con uso ornamental como: la noche<br />

508 DIVERSIDAD GENÉTICA


uena silvestre (Euphorbia pulcherrima), las<br />

orquídeas, las bromelias, etc. También se ha<br />

registrado al acapán (Abutilon sp.), y el algodón<br />

de huesillo (Gossipium hirsutum) como fuente de<br />

fibras, además de una gran riqueza de plantas<br />

con uso medicinal y maderable.<br />

Diversidad genética en especies<br />

domesticadas<br />

A partir de la Conquista se introdujeron a México<br />

diferentes plantas y animales provenientes de<br />

Europa y otras partes del mundo, las cuales al aislarse<br />

de sus parientes, adaptarse a los diferentes<br />

ecosistemas y haber sido seleccionados empíricamente<br />

por los productores, desarrollaron ecotipos<br />

locales (subpoblaciones genéticamente diferenciadas,<br />

restringidas a un ambiente particular),<br />

generando en México un centro secundario de<br />

variación genética. Al respecto, Lépiz y Rodríguez<br />

(2006) mencionan que de 229 especies cultivadas<br />

en México, 179 son introducidas (108 anuales y<br />

71 perennes) y sólo 50 taxones son nativos, lo que<br />

significa que los mexicanos dependemos de 78%<br />

de las especies introducidas, las cuales aportan<br />

61.96% del valor de la producción. Colima, con<br />

sólo 0.3% de la superficie del país, es un centro<br />

importante de diversidad de especies introducidas:<br />

cocoteros, mangos, cítricos, tamarindos,<br />

duraznos, plátanos, caña de azúcar, café, arroz,<br />

sorgo, ajonjolí, así como la mayoría de las especies<br />

de animales domésticos. La caracterización de la<br />

variación genética de las especies introducidas en<br />

la entidad, al igual que la diversidad silvestre<br />

autóctona, es incipiente. Algunos trabajos en ese<br />

sentido son el estudio de la variación fenotípica de<br />

las gallinas de cuello desnudo y la variación fenotípica<br />

del cocotero y el tamarindo.<br />

Discusión<br />

Los estudios realizados sobre diversidad genética<br />

de poblaciones de especies presentes en Colima<br />

son escasos y están encaminados expresamente a<br />

evaluar la diversidad genética, ya sea de poblaciones<br />

nativas o introducidas. La escasez o ausencia<br />

de herbarios, jardines botánicos y colecciones<br />

taxonómicas son indicadores, no solamente del<br />

atraso y descuido en el estudio de la diversidad<br />

genética de las poblaciones autóctonas e introducidas,<br />

sino también de la falta de recursos necesarios<br />

para mejorar los sistemas de producción<br />

agropecuaria y forestal de la entidad. Al respecto<br />

se ha documentado que la diversidad de los cultivos<br />

puede jugar un papel importante en el soporte<br />

de la productividad de la granja, el manejo del<br />

riesgo ambiental y la reducción de la variabilidad<br />

del rendimiento (Di Falco y Chavas 2006).<br />

Actualmente varias poblaciones importantes de<br />

animales y vegetales, nativas de Colima, sufren<br />

disminución de sus números, están en situaciones<br />

críticas, o bien ya han desaparecido. Estos<br />

son los casos de los siguientes vegetales: el cacao,<br />

los maíces criollos, el chile silvestre, las calabazas,<br />

los magueyes, el pitayo, la palma verde, la<br />

palma de muerto, el cayaco, el cocoyul y el palo<br />

Brasil. En cuanto a la fauna se encuentran en<br />

esta situación: el perro colimote, el pavo silvestre<br />

o choncho, los monos, el chihuilín y felinos<br />

mayores y menores, entre otros.<br />

Por otra parte, varias especies de pastos introducidos<br />

se han convertido en fuertes competidoras<br />

de pastos nativos y maíces criollos. El pasto<br />

estrella, africano y zacatón, son ejemplos de<br />

especies introducidas que deberían ser consideradas<br />

especies invasoras. Quizá el maíz y la<br />

Resumen ejecutivo<br />

509


calabaza transgénicos deberían ser considerados<br />

en esta categoría.<br />

Conclusiones<br />

Con la pérdida y deterioro de los recursos genéticos,<br />

difícilmente seremos capaces de mejorar<br />

los sistemas de producción agropecuaria y forestal,<br />

en términos productivos y de sustentabilidad.<br />

Un área de oportunidad importante<br />

entonces es orientar las inversiones económicas<br />

y esfuerzos humanos para reconocer y preservar<br />

el territorio de Colima como un centro importante<br />

de diversidad genética de plantas y animales<br />

domesticados y como fuente originaria de la<br />

diversidad representada por especies como Zea<br />

diploperennis, Zea mays var. parviglumes, agaves,<br />

sapotáceas, anonáceas, rosáceas y otras.<br />

Referencias<br />

Di Falco, S. y J.P. Chavas. 2006. Crop genetic diversity,<br />

farm productivity and the management of environmental<br />

risk in rainfed agriculture. European<br />

Review of Agricultural Economics 33(3):289-314.<br />

Flores, R. 1993. Estudio etnobotánico del municipio<br />

de Comala, Colima, México. Tesis de licenciatura.<br />

Universidad Autónoma Chapingo, Chapingo,<br />

México.<br />

Hawkes, J.G., N. Maxted y B.V. Ford-Lloyd. 2000.<br />

The ex situ conservation of plant genetic resources.<br />

Kluwer Academic Publishers. Países Bajos.<br />

Lemus, S., M. Vergara, C. Bonilla, et al. 1993. Las pitayas<br />

de Colima. Universidad de Colima (ucol).<br />

Dirección General de Publicaciones. México.<br />

Lépiz, R. y E. Rodríguez. 2006. Los recursos fitogenéticos<br />

de México. En: Recursos fitogenéticos de<br />

México para la alimentación y la agricultura: informe<br />

nacional 2006. J.C. Molina y L. Córdoba (eds.).<br />

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />

Rural, Pesca y Alimentación (sagarpa)/Sociedad<br />

Mexicana de Fitogenética, A.C. (somefi), Chapingo,<br />

México, pp. 1-17.<br />

López, J. 1999. Tendencias evolutivas en la variación<br />

cromosómica y morfofisiológica de Dioscorea remotiflora<br />

Kunth y D. remotiflora var. maculata Unline<br />

(Dioscoraceae) bajo selección natural. Tesis de<br />

doctorado en ciencias agrícolas y forestales. ucol,<br />

México.<br />

Michel, C.J. 2009. Caracterización citogenética de<br />

plantas nativas de pitahaya (Hylocereus spp.) del estado<br />

de Colima. Tesis de licenciatura. Facultad de<br />

Ciencias Biológicas y Agropecuarias, ucol, México.<br />

Michel-Rosales, A., J. Farías-Larios y C.E.A. Domínguez.<br />

2006. Técnicas de producción y manejo del<br />

cultivo de la pitahaya. Manual práctico para productores.<br />

ucol/Fundación Produce Colima/H.<br />

Ayuntamiento de Armería.<br />

Lankau, R.A. y S.Y. Strauss. 2007. Mutual feedbacks<br />

maintain both genetic and species diversity in a<br />

plant community. Science 317(5844):1561-1564.<br />

umls. Unified Medical Language System. 2009. Genetic<br />

variation. En: , última consulta: 13 de agosto<br />

de 2009.<br />

Vergara, M. 1984. Contribución al estudio de los sistemas<br />

de producción del ejido Agua Zarca, Coquimatlán,<br />

Colima. (México). Tesis de licenciatura.<br />

Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo<br />

(umsnh), Morelia, Michoacán, México.<br />

——— . 1999. Evolución de Hyptis suaveolens (L.) Poit.<br />

(Labiatae) en hábitat preparados por el hombre. Tesis<br />

de doctorado. ucol, México.<br />

510 DIVERSIDAD GENÉTICA


Diversidad y usos<br />

del camote del cerro<br />

(Dioscorea remotiflora)<br />

Joel López-Pérez<br />

Sebastián Lemus-Juárez<br />

El camote del cerro es una liana trepadora de hojas anchas y flores hermafroditas<br />

(poseen estambres y pistilos) que se secan al terminar la estación<br />

de lluvias, permaneciendo vivo el rizoma o camote (tallo subterráneo)<br />

(Burkill 1960). El género Dioscorea es el principal representante de la<br />

familia Dioscoreaceae, con alrededor de 600 especies distribuidas en los<br />

trópicos (McVaugh 1989, Hahn 1995) y a la que pertenece el camote.<br />

Entre 50 y 100 especies se han utilizado como alimento y al menos<br />

24 especies fueron domesticadas para el mismo fin en África, Asia y<br />

América; 12 especies se usan como droga y siete son importantes como<br />

cultivos básicos en los trópicos.<br />

FIGURA 1. Camote de<br />

las plantas del género<br />

Dioscorea, el cual se<br />

consume en Colima. Foto:<br />

Efraín Hernández Xolocotzi/<br />

<strong>Banco</strong> de imágenes<br />

CONABIO.<br />

López-Pérez, J. y S. Lemus-Juárez. 2016. Diversidad y usos del camote del cerro (Dioscorea remotiflora). En: La<br />

Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 511-512.<br />

511


En México existen varias especies de camote: en<br />

el occidente de México se han registrado tres<br />

especies y tres variedades, mientras que en<br />

Colima se ha identificado a Dioscorea remotiflora<br />

(taxón nominal) y Dioscorea remotiflora var.<br />

maculata, con una variación cromosómica de 2n<br />

= 30 y 2n = 40, respectivamente, concluyendo<br />

que el número cromosómico básico es x = 10. De<br />

ambas poblaciones se extraen los tubérculos<br />

para autoconsumo y venta, los cuales se aprovechan<br />

como alimento y para preparar tratamientos<br />

terapéuticos (remedios caseros). Se cuenta<br />

con información sobre el proceso de recolección<br />

y venta de tubérculos, el manejo postcosecha, la<br />

distribución ecológica y la estructura de poblaciones<br />

(López 1999).<br />

Con base en esta información, el camote se ha<br />

propuesto como un cultivo promisorio en<br />

ambientes marginales del trópico seco (López y<br />

Lemus 1998). Sin embargo, aún se desconocen<br />

las características de fenotipos sobresalientes<br />

detectados, el impacto de la extracción por parte<br />

de recolectores aficionados y de la fragmentación<br />

de los ecosistemas sobre la conservación de<br />

este recurso y su variación genética.<br />

Referencias<br />

Burkill, I.H. 1960. The organography and the evolution<br />

of Dioscoreaceae, the family of the Yams. Botanical<br />

Journal of the Linnean Society 56(367):319-<br />

412.<br />

Hahn, S.K. 1995. Yams Dioscorea spp. (Dioscoreaceae).<br />

En: Evolution of Crop Plants. J. Smartt y N.W.<br />

Simmonds (eds.). Longman Scientific and Technical,<br />

Londres, pp. 112-120.<br />

López, J. 1999. Tendencias evolutivas en la variación<br />

cromosómica y morfofisiológica de Dioscorea remotiflora<br />

Kunth y D. remotiflora var. maculata Unline<br />

(Dioscoraceae) bajo selección natural. Tesis de doctorado<br />

en ciencias agrícolas y forestales. Universidad<br />

de Colima (ucol), México.<br />

López, J. y S. Lemus. 1998. El camote del cerro (Dioscorea<br />

remotiflora Kunth): alternativa agroforestal<br />

para el trópico seco. ucol/Alianza para el Campo<br />

(apc). Colima, México.<br />

512 DIVERSIDAD GENÉTICA


Chan (Hyptis suaveolens):<br />

de Colima<br />

para el mundo<br />

Martha I. Vergara-Santana<br />

Sebastián Lemus-Juárez<br />

Los mexicanos de la época prehispánica tenían una dieta de diversas plantas<br />

(Sahagún 1985). Consumían, entre otras especies, maíz, frijol, calabaza,<br />

chile, amaranto y chía. Se daba el nombre genérico de “chía” a<br />

plantas con características comunes, aunque fueran especies diferentes,<br />

como la chianpitzahoac y el chiantzotzolli (Hernández 1959).<br />

La semilla del chiantpitzahoac es descrita por Hernández (1959) como<br />

pequeña y redonda, comestible para aves y para humanos. En el Códice<br />

Florentino se presenta una figura de la planta, que por sus características<br />

podría tratarse de la actual Salvia hispanica, descrita por Bernardino de<br />

Sahagún (1950-1982). El chiantozotzolli se describe en el mismo códice y<br />

en la obra de Hernández (1959) como una semilla similar a la de chile o<br />

lenteja, aplanada, de color blanco, cuya harina es utilizada para elaborar<br />

la bebida llamada chiantzozolatolli. En los documentos antes mencionados<br />

se presentan dibujos representativos de la planta y de su semilla, la<br />

cual es similar a la actual Hyptis suaveolens, conocida en Colima como<br />

chan (figura 1).<br />

Investigadores de la cultura mexica señalan que la chía de mayor importancia<br />

en la dieta de los mexicanos, durante la época prehispánica, fue<br />

Salvia hispanica (Martínez 1959, Rojas 1988, Cahill 2005), de acuerdo<br />

con la nomenclatura botánica actual. Sin embargo, dado que el nombre<br />

genérico de chía se empleaba para ambas especies, la confusión fue un<br />

Vergara-Santana, M.L. y S. Lemus-Juárez. 2016. Chan (Hyptis suaveolens): de Colima para el mundo, En: La<br />

Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 513-515.<br />

513


a)<br />

c)<br />

b)<br />

d)<br />

FIGURA 1. Flor y semilla de la planta “chan” (Hyptis suaveolens); a) y b ) especie cultivada, c) y d) especie<br />

silvestre. Foto: Martha I. Vergara Santana.<br />

lugar común al referirse a cualquiera de las dos.<br />

Tal es el caso de la duda planteada por Carl Sauer<br />

en 1990, quien se preguntó si la chía que se consumía<br />

en Colima en el siglo XVI correspondía a<br />

Salvia o a Hyptis.<br />

En 1994, durante el desarrollo de estudios etnobotánicos<br />

sobre plantas útiles en el estado, los<br />

autores del presente trabajo localizaron una unidad<br />

de producción que cultivaba el chan, y cuya<br />

producción de semilla posteriormente se vendía<br />

para la elaboración de la bebida tradicional llamada<br />

“bate”. Hasta esa fecha no se contaba con<br />

reportes nacionales o internacionales sobre el<br />

cultivo de la planta, solamente se reportaba su<br />

presencia como parte de comunidades de vegetación<br />

natural. En la unidad de producción referida<br />

se localizó, además de la planta silvestre<br />

(con semilla de color negro), el cultivo de otro<br />

chan que producía semilla blanca, aplanada, en<br />

forma de lenteja y de semilla de chile. Una investigación<br />

documental posterior permitió inferir<br />

que se trataba del chiantzotzolli descrito en el<br />

Códice Florentino (Vergara-Santana 1994).<br />

En Colima, además de la especie silvestre y de su<br />

variedad cultivada, la diversidad biológica del<br />

chan se extiende a formas que aparecen en hábitats<br />

alterados por la acción del ser humano<br />

(ruderales), las cuales son probablemente híbridos<br />

entre las dos primeras, ya que presentan flores<br />

blancas (como la especie cultivada), con guías<br />

de néctar de color violeta y semilla de color café<br />

oscuro (propias de la especie silvestre). Se le<br />

514 DIVERSIDAD GENÉTICA


encuentra tanto en comunidades de vegetación<br />

natural como en cultivos exclusivos.<br />

Con la evidencia física de Hyptis suaveolens cultivada<br />

y su análisis comparativo con las ilustraciones<br />

de documentos históricos se obtuvieron<br />

elementos que permiten reivindicarla y considerarla<br />

como la chía de mayor importancia en la<br />

dieta alimenticia en el México prehispánico. Su<br />

presente importancia se manifiesta en un creciente<br />

interés internacional.<br />

En la actualidad H. suaveolens se encuentra distribuida<br />

en países tropicales, en donde se utiliza<br />

en la medicina tradicional. Presenta actividad<br />

antimicótica (Pandey y Dubey 1994), antibacteriana<br />

(Iwu et al. 1990), antiinflamatoria (Grassi<br />

et al. 2006), acaricida (Cervancia y Aspiras<br />

1987), larvicida y nematicida (Aguirre et al.<br />

2004). Por el alto contenido proteico de sus semillas<br />

puede considerarse con potencial en la<br />

industria de los alimentos, constituyendo así<br />

una alternativa agrícola para el occidente de<br />

México, en donde es frecuente encontrarla en la<br />

vegetación natural. La conservación y caracterización<br />

de la variabilidad genética de H. suaveolens<br />

presente en el estado, apoyará la realización<br />

de más estudios y aplicaciones futuras.<br />

Referencias<br />

Aguirre, C., S. Valdés-Rodríguez, G. Mendoza-Hernández,<br />

et al. 2004. A novel 8.7 kDa protease inhibitor<br />

from chan seeds (Hyptis suaveolens L.)<br />

inhibits proteases from the larger grain borer Prostephanus<br />

truncatus (Coleoptera: Bostrichidae).<br />

Comparative Biochemistry and Physiology Part B:<br />

Biochemistry and Molecular Biology 138(1):81-89.<br />

Cahill, J.P. 2005. Human selection and domestication<br />

of chia (Salvia hispanica L.). Journal of Ethnobiology<br />

25(2):155-174.<br />

Cervancia, C.R. y A.C. Aspiras. 1987. Life history and<br />

control of bee mite Varroa jacobsoni Oudemans.<br />

The Philippine Journal of Science 116(1):83-89.<br />

Grassi, P., T.S. Urías Reyes, S. Sosa, et al. 2006. Anti-inflammatory<br />

activity of two diterpernes of<br />

Hyptis suaveolens from El Salvador. Zeitschrift für<br />

Naturforschung C 61(3-4):165-170.<br />

Hernández, F. 1959. Historia de las plantas de la<br />

Nueva España. En: Obras completas. Vol. 2. Universidad<br />

Nacional Autónoma de México (unam).<br />

México.<br />

Iwu, M.M., C.O. Ezeugwu, C.O. Okunji, et al. 1990.<br />

Antimicrobial activity and terpenoid of the essential<br />

oil of Hyptis suaveolens. International Journal of<br />

Crude Drug Research 28(1):73-76.<br />

Martínez, M. 1959. Plantas útiles de la flora mexicana.<br />

Ediciones Botas. México, D.F.<br />

Pandey, V.N. y N.K. Dubey. 1994. Antifungal potential<br />

of leaves and essential oils from higher plants<br />

against soil phytopathogens. Soil Biology and Biochemistry<br />

26(10):1417-1421.<br />

Rojas, T. 1988. Las siembras de ayer: la agricultura indígena<br />

del siglo XVI. Centro de Investigaciones y<br />

Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas)/Secretaría<br />

de Educación Pública (sep). México,<br />

D.F.<br />

Sahagún, B. 1985. Historia general de las cosas de la<br />

Nueva España. 6a ed. Porrúa. México, D.F.<br />

Sauer, C. 1990. Colima de la Nueva España en el siglo<br />

XVI. Universidad de Colima (ucol)/H. Ayuntamiento<br />

de Colima. Colima. México.<br />

Vergara-Santana, M. 1994. El rescate de un cultivo<br />

prehispánico en el occidente de México: el<br />

chan (Hyptis suaveolens) (L.). Poit. Barro Nuevo<br />

15:53-56.<br />

Chan (Hyptis suaveolens): de Colima para el mundo<br />

515


Diversidad de<br />

la pitahaya silvestre<br />

(Hylocereus spp.)<br />

Claudia Yared Michel-López<br />

Arnoldo Michel-Rosales<br />

Javier Farías-Larios<br />

Dentro de la gran riqueza biótica de México, los cactus representan una de<br />

las familias botánicas más importantes de las comunidades desérticas y<br />

tropicales. La pitahaya (Hylocereus spp.) que pertenece a esta familia es<br />

una planta perenne, originaria de América y que crece en las regiones<br />

tropicales y subtropicales (Arias 1997), particularmente en el Pacífico de<br />

México, Guatemala, Costa Rica y El Salvador. Su hábito de crecimiento es<br />

trepador, como planta epífita o hemiepífita (figura 1), y se desarrolla sobre<br />

árboles vivos, troncos secos, piedras y muros (Nerd y Mizrahi 1999). El<br />

tallo es comúnmente triangular, verde y articulado, con diámetro de 5 a 6 cm<br />

y raíces adventicias (que utilizan para trepar); tiene la capacidad de crecer<br />

en condiciones marginales de suelo y de agua (Castillo et al. 2005).<br />

Para nuestros antepasados indígenas las cactáceas constituían una fuente<br />

de recolección de frutas dulces y jugosas, las cuales contribuían de manera<br />

muy importante a su subsistencia. Sin embargo, los procesos de domesticación<br />

de las cactáceas han sido lentos debido a la poca demanda que éstas<br />

han tenido, tanto en el mercado interno como internacional (Bravo-Hollis<br />

1978). En la actualidad las pitahayas se utilizan como fruta fresca, para<br />

preparar gelatina, helado, yogurt, jarabe, dulces, mermelada, jalea y<br />

refrescos. Además, se usan como colorantes de bebidas regionales, tales<br />

como el ponche de granada, para teñir telas finas y como medicinas para<br />

el tratamiento de enfermedades como la gastritis, problemas renales, del<br />

corazón, digestivos y para la eliminación de amibas, entre otras (Arias<br />

1997).<br />

516<br />

Michel-López, C.Y., A. Michel-Rosales y J. Farías-Larios. 2016. Diversidad de la pitahaya silvestre (Hylocereus spp.).<br />

En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 516-518.


FIGURA 1. Flor de la pitahaya (Hylocereus spp.). Foto:<br />

Oswaldo Tellez Valdés/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

estado. Resultados preliminares de estudios aún<br />

en desarrollo muestran que la pitahaya existe<br />

como planta silvestre en los 10 municipios del<br />

estado, principalmente en las riberas de los ríos,<br />

arroyos y lugares aledaños. Se ha identificado<br />

una amplia tradición de cultivo rudimentario de<br />

la pitahaya, en la forma de huertos familiares,<br />

tanto en comunidades rurales como asentamientos<br />

urbanos (figura 3), principalmente en<br />

los municipios de Colima, Coquimatlán, Minatitlán,<br />

Villa de Álvarez, Ixtlahuacán, Comala,<br />

Manzanillo y Cuauhtémoc.<br />

En México y Nicaragua se encuentra la mayor<br />

diversidad genética de la pitahaya, que se expresa<br />

en una gran variedad de formas, colores y tallas<br />

de los frutos, así como diversas características<br />

fenotípicas en los tallos o esquejes (figura 2). En<br />

México pueden encontrarse tres especies en<br />

poblaciones silvestres y en proceso de domesticación<br />

en los huertos familiares o de traspatio:<br />

Hylocereus undatus se encuentra en las zonas<br />

tropicales del golfo de México, en los estados de<br />

Tamaulipas, San Luis Potosí, Puebla, Hidalgo,<br />

Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Quintana<br />

Roo y Yucatán. Hylocereus purpusii se distribuye<br />

en zonas húmedas tropicales y subtropicales de<br />

los estados de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima,<br />

Michoacán, Guerrero y Oaxaca. Hylocereus<br />

ocamponis pertenece a las zonas húmedas tropicales,<br />

subtropicales y templadas de Nayarit,<br />

Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero (Arias<br />

1997, Bravo-Hollis 1978).<br />

En Colima la diversidad genética de la pitahaya<br />

roja ha sido escasamente estudiada e incluso se<br />

ha ignorado su existencia, ya que prácticamente<br />

no ha sido mencionada en documentos o estudios<br />

relacionados con los recursos vegetales del<br />

FIGURA 2. Frutos de pitahaya (Hylocereus spp.).<br />

Foto: Adalberto Ríos <strong>Szalay</strong>/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />

CONABIO.<br />

Asimismo, como resultado preliminar se han<br />

recolectado diferentes materiales con los que se<br />

constituyó un banco de germoplasma de poblaciones<br />

naturales de Hylocereus spp., dentro de la<br />

Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad<br />

de Colima. A partir de ese banco de germoplasma<br />

se pretende estimar la diversidad genética<br />

de la pitahaya con base en su morfología, obtener<br />

información para el desarrollo de estrategias de<br />

conservación y realizar posibles trabajos de mejoramiento<br />

genético. En el banco se incluyeron<br />

Diversidad de la pitahaya silvestre (Hylocereus spp.)<br />

517


esquejes de pitahaya en proceso de domesticación<br />

en los huertos familiares de traspatio de<br />

diversas comunidades rurales.<br />

El análisis del material recolectado ha permitido<br />

determinar la presencia de poblaciones de<br />

Hylocereus ocamponis, H. purpussi y la introducción<br />

de H. undatus (Michel-Rosales et al. 2006).<br />

En particular, para las poblaciones de H. ocamponis<br />

recolectadas en diferentes localidades del estado,<br />

se encontró que su número cromosómico<br />

diploide es 2n = 22 y el número haploide es n = 11,<br />

salvo en la población de una localidad en donde<br />

se encontró poliploidía con 2n = 44. Todos los<br />

cariotipos mostraron diferencias en los cromosomas<br />

1 y 11, y variaciones en la longitud de los<br />

cromosomas, aunque no significativas estadísticamente<br />

(Michel-López 2009).<br />

FIGURA 3. El cultivo y usos de la pitahaya (Hylocereus<br />

spp.) como parte de los huertos familiares. Foto:<br />

Arnoldo Michel-Rosales.<br />

La amplia distribución geográfica de la pitahaya,<br />

su adaptación a climas tropicales y subtropicales,<br />

así como a suelos pobres y someros con<br />

periodos breves de lluvia, y su gran aceptación<br />

en los mercados internacionales, hacen necesaria<br />

la conservación de su diversidad genética, ya<br />

que como planta útil representa una alternativa<br />

productiva viable para atenuar algunos problemas<br />

que enfrentan los productores rurales, principalmente<br />

los que viven en las zonas tropicales<br />

marginales del país. Se recomienda realizar<br />

estudios específicos de ecología y etnoecología<br />

para poder elaborar propuestas de aprovechamiento<br />

sustentable de la pitahaya y promover su<br />

conservación.<br />

Referencias<br />

Arias, M.S. 1997. Distribución, grupos taxonómicos<br />

y formas de vida. En: Suculentas mexicanas. Cactáceas.<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />

y Uso de la Biodiversidad (conabio)/Universidad<br />

Nacional Autónoma de México (unam)/Centro<br />

Universitario de Ciencias Computacionales (cucc).<br />

cvs Publicaciones, México, D.F., pp. 109-115.<br />

Bravo-Hollis, H. 1978. Las cactáceas de México. Vol. I.<br />

unam. México.<br />

Castillo, R., M. Livera y G.J. Márquez. 2005. Caracterización<br />

morfológica y compatibilidad sexual de<br />

cinco genotipos de pitahaya Hylocereous undatus.<br />

Agrociencia 39(2):183-194.<br />

Michel-López, C. J. 2009. Caracterización citogenética<br />

de plantas nativas de pitahaya (Hylocereus spp.)<br />

del estado de Colima. Tesis de licenciatura. Facultad<br />

de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, ucol,<br />

México.<br />

Michel-Rosales, A., J. Farías-Larios y C.E.A. Domínguez.<br />

2006. Técnicas de producción y manejo del<br />

cultivo de la pitahaya. Manual práctico para productores.<br />

ucol/Fundación Produce Colima/H. Ayuntamiento<br />

de Armería.<br />

Nerd, A. y Y. Mizrahi. 1999. The effect of ripening<br />

stage on fruit quality after storage in yellow pitaya.<br />

Postharvest Biology and Technology 15(2):99-105.<br />

518 DIVERSIDAD GENÉTICA


El pitayo<br />

(Stenocereus queretaroensis):<br />

una planta<br />

de importancia<br />

socioeconómica<br />

Sebastián Lemus-Juárez<br />

Martha I. Vergara-Santana<br />

El pitayo pertenece a la familia botánica Cactaceae. Son plantas adaptadas<br />

a ambientes secos (xerófitas) y capaces de resistir periodos de sequía al<br />

acumular agua en sus tallos y raíces (suculentas). Son plantas arborescentes,<br />

de 5 a 8 m de alto, con forma de candelabro, tronco leñoso de color<br />

verde, a veces con tintes rojizos y una copa amplia de hasta 4 m de diámetro<br />

(Bravo-Hollis 1978) (figura 1). El género Stenocereus es de origen<br />

americano y comprende 24 especies distribuidas desde el sur de Estados<br />

Unidos hasta Perú y Venezuela, incluyendo Las Antillas. En México<br />

Stenocereus está representado por 21 especies, de las cuales 80.9% son<br />

endémicas (Hunt 1992), distribuidas en casi todo el territorio, con altas<br />

densidades al sur y sureste de la Faja Volcánica Transmexicana (Sánchez-<br />

Mejorada 1984).<br />

En Colima las poblaciones silvestres de pitayo (Stenocereus queretaroensis)<br />

son componentes de la selva baja caducifolia, formación vegetal presente<br />

en las tierras bajas. En el valle de Colima las localidades más importantes<br />

con presencia de pitayo corresponden a las comunidades de: Las Guásimas,<br />

Acatitán, Los Ortices, Las Golondrinas y Piscila, en el municipio de<br />

Colima, donde la densidad varía de 10 a 40 árboles en producción por<br />

hectárea; aparentemente en el resto del estado sólo se encuentran árboles<br />

dispersos. La zona pitayera coincide con zonas de interés arqueológico y<br />

se encuentran asociadas de modo frecuente con distintas especies de<br />

nopal (Opuntia spp.), por lo que posiblemente sean plantas derivadas<br />

de antiguos huertos prehispánicos (Lemus et al. 1993).<br />

Lemus-Juárez, S. y M.I. Vergara-Santana. 2016. El pitayo (Stenocereus queretaroensis): una planta de importancia<br />

socioeconómica. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 519-521.<br />

519


Con base en la estacionalidad de maduración de<br />

los frutos, los pitayeros clasifican a los árboles en<br />

tempranillos (del 15 de abril al 15 de junio), intermedios<br />

(de mayo a junio) y tardíos (de julio a<br />

agosto); por la facilidad del corte de los frutos y el<br />

desprendimiento del pericarpio y las espinas, los<br />

agrupan en suaves y duros; por su sabor en dulces<br />

y ácidos; por su color en rojo-púrpura, rojo-amarillo,<br />

rojo-anaranjado y rojo-rosa (figura 2); por<br />

su talla en chicos (de 4 a 4.5 cm de diámetro),<br />

medianos (de 5.5 a 6.5 cm) y grandes (mayores de<br />

6.6 cm). Por otra parte, los pitayeros registran las<br />

pérdidas de pitayos, sobre todo aquellos con frutos<br />

grandes de color verde, morado y mamey,<br />

debido a que cada vez se destinan menos terrenos<br />

a su cultivo o cuidado. Se estima que en los últimos<br />

20 años la superficie pitayera en el estado<br />

decreció en aproximadamente 90% (Lemus et al.<br />

1993).<br />

FIGURA 1. Cactácea del género Stenocereus<br />

(Stenocereus sp.). Foto: Miguel Ángel Sicilia Manzo/<br />

<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

En la entidad el pitayo tiene diversos usos: planta<br />

medicinal, de ornato, cerco vivo y fruto comestible.<br />

La fruta se consume principalmente fresca y<br />

algunas personas la maceran para preparar agua<br />

fresca; en otros estados también tiene uso ritual<br />

y es utilizada en la preparación de vino (Chavero<br />

1967), harina (Clavijero 1975), mermelada, helados,<br />

cajeta y miel, obteniéndose también alcohol<br />

(Murguía 1989).<br />

La recolección de frutos frescos tiene gran<br />

importancia económica y social para las comunidades<br />

que la practican; para ello dividen el<br />

área pitayera en corrilleras o espacios de recolección<br />

personal, que coinciden o no con la propiedad<br />

de la tierra (situación que representa puntos<br />

de conflictos potenciales). La fruta recolectada es<br />

vendida en las mismas comunidades, en las<br />

calles y en los mercados de los municipios de<br />

Colima, Villa de Álvarez, Tecomán y Manzanillo.<br />

La producción estatal es insuficiente para<br />

cubrir la demanda interna, por lo cual ingresa<br />

fruta proveniente de Jalisco.<br />

Al carecer de reconocimiento explícito y de<br />

protección oficial como árbol de importancia<br />

forestal, es frecuente observar la disminución<br />

de pitayos en las comunidades pitayeras. Esta<br />

disminución se incrementa por la expansión de<br />

la frontera agrícola y los problemas derivados<br />

de la contradicción entre el derecho de recolección<br />

y el derecho de propiedad de la tierra. Los<br />

cambios de uso del suelo, el sobrepastoreo y los<br />

incendios forestales son otros factores que<br />

determinan la disminución de las poblaciones<br />

de pitayas; como ejemplo se reporta la desaparición<br />

de poblaciones de pitayo de las comuni-<br />

520 DIVERSIDAD GENÉTICA


FIGURA 2. Fruto del<br />

pitayo (Stenocereus<br />

pruinosus). Foto:<br />

Oswaldo Téllez Valdés/<br />

<strong>Banco</strong> de imágenes<br />

CONABIO.<br />

dades de Agua Dulce (municipio de Villa de<br />

Álvarez) e Ixtlahuacán (municipio de Ixtlahuacán).<br />

Considerando su importancia socioeconómica,<br />

derivada de la recolección y consumo<br />

de sus frutos, así como la existencia de condiciones<br />

ecológicas favorables para su reproducción<br />

en Colima, es urgente recuperar y caracterizar<br />

la diversidad genética de estas formas de pitayos,<br />

especialmente de los árboles con mejores<br />

frutas, durante los tres periodos de maduración.<br />

La selección de fenotipos sobresalientes<br />

ha servido para generar las actuales variedades<br />

cultivadas en otros estados (Pimienta 1999). Es<br />

necesario un programa de desarrollo frutícola<br />

coordinado entre autoridades, pitayeros y propietarios<br />

de la tierra.<br />

Referencias<br />

Bravo-Hollis, H. 1978. Las cactáceas de México. Vol.<br />

I. Universidad Nacional Autónoma de México<br />

(unam). México.<br />

Chavero, A. 1967. México a través de los siglos. Tomo I.<br />

6a ed. Editorial Cumbre. México, D.F.<br />

Clavijero, F.J. 1975. Historia de la Antigua o Baja California.<br />

2a ed. Porrúa. México, D.F.<br />

Hunt, D. 1992. Cactaceae checklist. Convención sobre<br />

el Comercio Internacional de Especies Amenazadas<br />

de Fauna y Flora Silvestres (cites). Royal Botanic<br />

Gardens. Kew. Londres.<br />

Lemus, S., M. Vergara, C. Bonilla, et al. 1993. Las pitayas<br />

de Colima. Universidad de Colima (ucol).<br />

Dirección General de Publicaciones. México.<br />

Murguía, F. 1989. La provincia de Ávalos. 2a ed. Gobierno<br />

del Estado de Jalisco. Guadalajara, México.<br />

Pimienta, E. 1999. El pitayo en Jalisco y especies afines<br />

en México. Universidad de Guadalajara (udg)/<br />

Fundación produce Jalisco. Guadalajara, México.<br />

Sánchez-Mejorada, H. 1984. Origen, distribución y<br />

taxonomía de las pitayas en México. En: Simposium.<br />

Aprovechamiento del pitayo. Oaxaca, México.<br />

México, pp. 6-21.<br />

El pitayo (Stenocereus queretaroensis): una planta de importancia socieconómica<br />

521


Las gallinas mestizas<br />

cuello desnudo<br />

Carlos Enrique Izquierdo Espinal<br />

La especie Gallus gallus, conocida como gallina doméstica, es originaria de<br />

Asia, de donde se propagó a todo el mundo. Los restos más antiguos<br />

encontrados datan del año 5 400 a. C. en China (Mason 1984, West y<br />

Chow 1989). La excepción es la gallina Araucana, de la cual existen dudas<br />

acerca de su existencia precolombina.<br />

Las gallinas domésticas arribaron a Latinoamérica procedentes de Europa<br />

durante los tres siglos de colonización ibérica (Crawford 1990). Sin<br />

embargo, se considera que durante dicho periodo colonial también llegaron<br />

a los estados de la costa del Pacífico centro y sur de México (Nayarit,<br />

Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero y Oaxaca) gallinas domésticas procedentes<br />

de China y Filipinas. Las gallinas de origen asiático se caracterizan<br />

por la presencia de algunos fenotipos, entre ellos el cuello desnudo<br />

que se muestra con mayor frecuencia en razas y poblaciones avícolas originarias<br />

de aquel continente. Este arribo debió ser facilitado por el comercio<br />

que los españoles tuvieron con dichas naciones, probablemente como<br />

sobrantes del abastecimiento de aves vivas que llevaba el galeón de Manila<br />

en su regreso a América (Izquierdo 1994).<br />

Entre las poblaciones avícolas mestizas del estado, generalmente asociadas<br />

a productores de bajos ingresos, se encuentra ampliamente difundido<br />

el fenotipo cuello desnudo, mejor conocido como buche pelón (Izquierdo<br />

1994) (figura 1).<br />

522<br />

Izquierdo, E.C. 2016. Las gallinas mestizas cuello desnudo. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 522-524.


a temperaturas ambientales elevadas. Ejemplos<br />

de tales razas incluyen a las gallinas “Kabir Chicks”<br />

de Israel y “Cou nu” de Francia (Izquierdo<br />

1994).<br />

FIGURA 1. Gallina mestiza de cuello desnudo, común<br />

en los traspatios de algunos pueblos. Foto: Carlos<br />

Enrique Izquierdo Espinal.<br />

El fenotipo del cuello desnudo se debe a la expresión<br />

del gen no sexual (autosómico), ni dominante<br />

ni recesivo (dominante incompleto), “Na”<br />

cuello desnudo o naked neck (Merat 1990). El<br />

gen cuello desnudo está distribuido en poblaciones<br />

locales de varios países, siendo un rasgo<br />

característico de muy pocas razas. Las gallinas<br />

naked neck, de Transilvania y Hungría, y la<br />

gallina francesa Cou nu du Forez, son las únicas<br />

poblaciones europeas reconocidas. Así mismo, el<br />

gen cuello desnudo se encuentra ampliamente<br />

difundido en poblaciones avícolas locales que no<br />

han sido mejoradas genéticamente, asociadas a<br />

productores de bajos recursos económicos en<br />

países tropicales como México, Brasil, Egipto,<br />

Togo, Costa de Marfil, Madagascar, Ghana,<br />

Somalia, Zaire, India, Bangladesh, Malasia,<br />

Indonesia, Filipinas y en las islas del Caribe<br />

(Crawford 1990, Bay-Patersen et al. 1991).<br />

Actualmente existen razas de gallinas mejoradas<br />

a las que se han introducido las características<br />

genéticas del gen cuello desnudo, con el fin de<br />

aprovechar los efectos productivos asociados a<br />

dicho gen, tal como los derivados de la tolerancia<br />

En la década de los noventa se realizaron una<br />

serie de trabajos de investigación encaminados a<br />

evidenciar si los efectos productivos asociados al<br />

gen cuello desnudo estaban presentes en las<br />

poblaciones mestizas de aves de Colima. Los<br />

resultados de estos trabajos fueron reportados a<br />

la fao para su incorporación en el sistema de<br />

recursos genéticos de animales domésticos dad–is<br />

(Sistema de Información sobre Diversidad de<br />

Animales Domésticos, por sus siglas en inglés).<br />

La descripción de la población, conforme a algunas<br />

características fenotípicas, es la siguiente:<br />

abundan con proporciones casi idénticas (30%)<br />

los individuos de plumajes rojizos, cafés y<br />

negros, 9% son de varios colores y sólo 1% son<br />

blancos. La piel es amarilla en 74% de los individuos<br />

y 26% la tienen blanca. 77% tiene la cresta<br />

sencilla y 23% roseta. Casi la mitad tienen cuello<br />

desnudo y el resto son completamente emplumados;<br />

además, 10% poseen plumaje rizado y<br />

7% tienen patas emplumadas. El cascarón es<br />

color marrón. El peso vivo al año de edad muestra<br />

gran variabilidad, con promedio de 2.6 kg en<br />

machos y 1.7 kg en hembras (Izquierdo et al.<br />

1994, Izquierdo et al. 1999, Scherf 2000).<br />

En todos los municipios del estado se encontraron<br />

parvadas con individuos cuello desnudo, sin<br />

embargo, abundan más en los traspatios de<br />

poblados y rancherías de los municipios costeros,<br />

tales como: Manzanillo, Tecomán y Armería,<br />

así como en los municipios de Coquimatlán<br />

e Ixtlahuacán.<br />

Las gallinas mestizas cuello desnudo<br />

523


Desafortunadamente, en muchas localidades de<br />

la región estas poblaciones avícolas están desapareciendo<br />

al ser sustituidas con parvadas<br />

de razas comerciales, al amparo de instancias de<br />

fomento pecuario, estatal y federal, porque se<br />

considera que son aves improductivas. Sin<br />

embargo, este recurso genético avícola regional<br />

debe ser conservado, porque sin duda es el<br />

recurso genético que más se adapta a los sistemas<br />

de producción de baja tecnología y escasos<br />

insumos con que las familias campesinas en<br />

comunidades rurales y suburbanas producen<br />

carne de ave y huevo, ya sea para autoconsumo o<br />

para comercializar en mercados locales. Lo anterior<br />

se debe a las características ventajosas en<br />

climas tropicales asociadas al gen cuello desnudo,<br />

reportadas por diferentes investigadores:<br />

mayor tolerancia al calor, resistencia a enfermedades<br />

y menores necesidades nutricionales de<br />

proteína.<br />

La mejor forma de conservar estas poblaciones<br />

avícolas es promover que se siga produciendo<br />

con ellas. Para ello es primordial que la academia<br />

veterinaria realice mayor difusión entre las<br />

instancias de fomento pecuario, así como entre<br />

los productores y las familias campesinas, acerca<br />

de las ventajas que aporta el gen cuello desnudo<br />

para la producción en clima tropical. Ello deberá<br />

ser secundado por un esfuerzo de mejoramiento<br />

genético que aproveche la amplia diversidad<br />

genética existente en las poblaciones mestizas.<br />

Referencias<br />

Bay-Patersen, J., M.C. Wu y M.R. de Guzmán. 1991.<br />

Catalogue of the native poultry of southeast Asia.<br />

Vol. 24. Food and Fertilizer Technology Centre<br />

(fftc) for the Asia and Pacific region (aspac)/Taiwan<br />

Livestock Research Institute (tlri). Taiwán.<br />

Crawford, R.D. 1990. Poultry genetic resources: evolution,<br />

diversity and conservation. En: Poultry Breeding<br />

and Genetics. R.D. Crawford (ed.). Elsevier.<br />

Ámsterdam. Países Bajos, pp. 43-60.<br />

Izquierdo, C. 1994. Crecimiento y posturas de gallinas<br />

criollas portadoras del gen cuello desnudo bajo condiciones<br />

de trópico seco. Tesis de doctorado. Universidad<br />

de Colima (ucol), Colima, México.<br />

Izquierdo, C., J. Segura y G.F. Sánchez. 1999. Genotype<br />

and birth season on age at first egg and productive<br />

indicators of Criollo hens of Colima state.<br />

Cuban Journal of Agricultural Sciences 33(1):63-68.<br />

Mason, L. 1984. The evolution of domesticated animals.<br />

Longman. Londres.<br />

Merat, P. 1990. Pleiotropic and associated effects of<br />

major genes. En: Poultry Breeding and Genetics.<br />

R.D. Crawford (ed.). Elsevier, Ámsterdam, Países<br />

Bajos, pp. 429-467.<br />

Scherf, B.D. 2000. World watch list for domestic animal<br />

diversity. Food and Agriculture Organization (fao).<br />

Roma.<br />

West, B. y B.S. Chow. 1989. Did chickens go north?<br />

New evidence for domestication. World’s Poultry<br />

Science Journal 45:205-218.<br />

524 DIVERSIDAD GENÉTICA


S6<br />

USOS DE LA BIODIVERSIDAD


Isla Clarión. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

Uno de los principales servicios que recibe el hombre del ambiente y su diversidad<br />

son los servicios de provisión; en ese contexto la posición estratégica<br />

de Colima, en el litoral, presenta gran potencial para el aprovechamiento<br />

de recursos naturales a través de actividades como la pesca, cacería, silvicultura,<br />

apicultura y, recientemente, la conservación de los bosques. En<br />

esta sección se documentan diversas experiencias sobre el uso de la biodiversidad<br />

en el estado.<br />

Para el caso de la pesca se incluyen datos que indican que en el estado contribuye<br />

con 1.7% de la producción nacional. Ocho grupos de peces representan<br />

80% de la captura: huachinangos, pargos, cabrillas, sierras, jureles,<br />

lisas, mojarras y roncos. La pesca del atún ocupa el tercer lugar a nivel<br />

nacional y el calamar el cuarto sitio. En la laguna de Cuyutlán se realizan<br />

actividades pesqueras en sociedades cooperativas y por permisionarios,<br />

organizaciones que han mostrado una tendencia a la baja en los últimos 30<br />

años, situación relacionada con la degradación paulatina que ha mostrado<br />

este importante ecosistema. Se discute entonces la necesidad de apuntalar<br />

acciones de regulación y aplicación de normatividad para controlar el<br />

esfuerzo pesquero, además de promover una mejor organización en la<br />

comercialización de la producción, lo que incrementaría los ingresos derivados<br />

de esta actividad.<br />

Otra práctica con gran potencial es la acuicultura, la cual se realiza tanto<br />

en los municipios costeros como en Cuauhtémoc y Coquimatlán. Habi-<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Usos de la Biodiversidad. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 527-528.<br />

527


tualmente se cultivan especies como camarón,<br />

tilapia (especie exótica), bagre y rana, sin embargo,<br />

se han identificado hasta 18 especies nativas<br />

potenciales que podrían diversificar la oferta<br />

comercial, en estos y otros sistemas lagunares de<br />

la entidad. Se menciona que una de las acciones<br />

necesarias para fortalecer la acuicultura es la<br />

capacitación, lo que llevaría a mejorar las técnicas<br />

de cultivo y el manejo de enfermedades.<br />

Por su parte, la cacería de subsistencia se realiza<br />

en poblaciones rurales en situación de pobreza y<br />

marginación. Aquí se documenta la que se realiza<br />

en Cerro Grande, ubicado en la Reserva de la<br />

Biosfera Sierra de Manantlán. Ese uso de la fauna<br />

silvestre se realiza principalmente como alimento,<br />

en poblaciones marginadas donde las opciones de<br />

aporte de proteínas son bajas y el núcleo familiar<br />

grande; otros usos incluyen el medicinal, como<br />

mascota y ornato. Además del autoconsumo, la<br />

cacería se emplea para generar lazos o vínculos<br />

sociales y se ha identificado que algunas especies<br />

utilizadas para cacería han disminuido sus poblaciones<br />

en las últimas décadas, aunque otras han<br />

incrementado. Se reconoce que los pobladores<br />

dedicados a esta actividad tienen un conocimiento<br />

de aspectos ecológicos y biología de la<br />

especie, sin embargo, hay que establecer acuerdos<br />

de uso y aprovechamiento de la fauna dentro de<br />

los ejidos, que sean complementarias y acordes a<br />

la conservación de la vida silvestre.<br />

Otra actividad importante, la apicultura, aprovecha<br />

la flora de Colima. En esta sección se documenta<br />

que en los 10 municipios del estado hay 311<br />

especies de plantas con potencial vinculado a la<br />

producción de miel; la mayoría son nectaríferas o<br />

nectaríferas-poliníferas; principalmente son árboles<br />

y arbustos de 11 familias, donde las leguminosas<br />

y compuestas tienen mayor proporción de<br />

especies melíferas. Se pueden distinguir regiones<br />

melíferas que concuerdan con los tipos de vegetación<br />

de la zona, de donde es obtenida miel de una<br />

gran calidad y considerada para exportación; ese<br />

potencial debe impulsarse con capacitación, tecnología,<br />

financiamiento y conocimiento de los<br />

tiempos de floración de las especies.<br />

La riqueza florística es la base de los recursos<br />

forestales no maderables que aprovechan los<br />

pobladores de más de 150 especies silvestres,<br />

como medicina, alimento y combustible en Cerro<br />

Grande. En esta sección se documenta el uso del<br />

heno, para su venta en la época navideña; el otate,<br />

que se utiliza como material de construcción,<br />

tutor de cultivos agrícolas o mango de escobas, y<br />

la tila o trompillo, que se usa como medicinal. Se<br />

reconoce que existen limitantes para estas actividades,<br />

como las derivadas de los riesgos de su<br />

extracción, así como de la comercialización, a<br />

pesar de ello es una fuente de ingresos para familias<br />

de escasos recursos.<br />

Finalmente, se presentan algunas de las experiencias<br />

sobre el novedoso mecanismo de pago de servicios<br />

ambientales (PSA) en Cerro Gordo, sistema<br />

que tiene como objetivo garantizar la provisión de<br />

agua para la capital del estado y de Villa de Álvarez,<br />

por medio de la conservación de los bosques.<br />

El PSA se realiza a través de un mecanismo participativo<br />

donde usuarios y representantes de las<br />

comunidades establecen acuerdos para la conservación<br />

de los recursos, experiencia que puede servir<br />

como ejemplo para replicarse en otras regiones<br />

del país.<br />

528 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


Actividad acuícola<br />

y pesquera<br />

Manuel Patiño-Barragán<br />

Elaine Espino-Barr<br />

Introducción<br />

El estado cuenta con 157 km de litoral, 641 km² de mar continental, 8 350 ha<br />

de lagunas litorales y 3 000 ha de suelos aptos para la acuicultura. Además,<br />

tiene una localización geográfica con un área de influencia que<br />

cubre 16 estados de la República Mexicana y una ubicación estratégica en<br />

comercio internacional hacia el Pacífico; sin embargo, la acuicultura y la<br />

pesca no se han aprovechado eficientemente. Si bien en el estado la acuicultura<br />

y la pesca han mostrado un incremento en los últimos 15 años,<br />

existe gran potencial de desarrollo que no ha sido aprovechado de modo<br />

eficiente, como ocurre con la captura de atún, calamar y el cultivo de<br />

camarón.<br />

Acuicultura<br />

Como resultado del incremento de la demanda mundial de productos<br />

acuáticos y el agotamiento progresivo de muchas pesquerías, la acuicultura<br />

ha tenido un rápido desarrollo en las últimas décadas. En México la<br />

acuicultura no ha logrado el desarrollo alcanzado en otros países, a pesar<br />

de contar con condiciones ambientales adecuadas para el cultivo de una<br />

amplia variedad de especies marinas y dulceacuícolas. Los problemas de<br />

organización, financiamiento e infraestructura son los principales factores<br />

que han dificultado el desarrollo óptimo de la acuicultura en México<br />

(fao 1984).<br />

Patiño-Barragán, M. y E. Espino-Barr. 2016. Actividad acuícola y pesquera. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio<br />

de Estado. conabio. México, pp. 529-541.<br />

529


ladas y en 2007 ascendió a 1 500 (Asociación<br />

de Acuacultores de Colima com. pers.); sin<br />

embargo, se considera que el desarrollo de la<br />

actividad aún se encuentra en una fase inicial.<br />

FIGURA 1. Tilapa (Oreochromis sp.) cultivada en las<br />

granjas acuícolas. Foto: Adalberto Ríos <strong>Szalay</strong>/<strong>Banco</strong><br />

de imágenes CONABIO.<br />

En la actualidad, la acuicultura se realiza principalmente<br />

en los municipios de Coquimatlán,<br />

Cuauhtémoc, Tecomán y Manzanillo. 90% de<br />

las granjas utilizan terrenos agrícolas y el resto<br />

se realiza en lagunas, cubriendo una superficie<br />

total de 170 ha, con un periodo de operación de<br />

dos a 16 años (Patiño et al. 2008). Generalmente<br />

se utilizan estanques rústicos de media, una y<br />

dos ha, con 1 m de profundidad. El agua se<br />

obtiene de diversas fuentes como pozos, manantiales,<br />

presas, ojos de agua y en menor medida se<br />

utiliza agua salobre o salada.<br />

FIGURA 2. Camarones de agua dulce (Litopenaeus<br />

vannamei) cultivados en las granjas acuícolas. Foto:<br />

Diana Kennedy/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

Desde 1973, los estudios básicos de los ecosistemas<br />

lagunares de Colima proporcionaron las<br />

bases científicas y técnicas para el inicio formal<br />

de la acuicultura. Así, en los últimos años se han<br />

desarrollado técnicas que han hecho posible el<br />

cultivo en agua dulce de: tilapia (Oreochromis<br />

mosambicus y O. niloticus variedad Stirling)<br />

(figura 1), y camarón de agua dulce (Litopenaeus<br />

vannamei) (figura 2), lo cual ha incrementado el<br />

número de granjas acuícolas con producciones<br />

cada vez más eficientes. La producción acuícola<br />

de Colima, en 2003, se calculó en 1 180.76 tone-<br />

Aproximadamente 41% de las granjas cultivan<br />

camarón, 37% alguna de las dos especies de tilapia<br />

y 18% produce ambas especies. En menor<br />

proporción se cultiva el bagre (Ictalurus punctatus)<br />

y sólo una granja produce rana (Rana catesbeiana)<br />

(Patiño et al. 2008) (apéndice 1).<br />

Cultivo de tilapia<br />

En el municipio de Coquimatlán se ubica la<br />

mayor cantidad de granjas dedicadas al cultivo<br />

de tilapia (Patiño et al. 2008). El promedio de<br />

salinidad es cercano a cero, debido a que todas<br />

las granjas operan con agua dulce, excepto una.<br />

La densidad de cultivo (individuos/m 2 ) tiene un<br />

intervalo de variación muy amplio, ya que en<br />

algunas granjas se siembran de tres a cuatro<br />

individuos/m 2 y en otras se practican siembras<br />

de 35 individuos/m 2 . El periodo normal<br />

para la cosecha de tilapia es de seis a ocho meses<br />

530 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


y los organismos alcanzan un peso promedio de<br />

500 gramos. La eficiencia de cultivo en la producción<br />

de tilapia presenta un amplio intervalo<br />

de valores que van de cuatro a 23 t/ha, con un<br />

promedio de 16.3 t/ha. El acuicultor que más<br />

produce alcanza 350 t anuales, mientras que la<br />

menor producción equivale a 6.5 t. El promedio<br />

de venta, en el 2008, era de 27 pesos/kg de tilapia,<br />

mientras que el costo de producción por kilo<br />

producido revela que la utilidad promedio es de<br />

56% (Patiño et al. 2008) (cuadro 1).<br />

Cultivo de camarón<br />

De acuerdo con Patiño et al. (2008), el mayor<br />

porcentaje de granjas donde se cultiva camarón<br />

se ubica en el valle de Tecomán. En la mayoría de<br />

las granjas el suministro de agua proviene de la<br />

laguna de Amela, localizada en la parte sur del<br />

municipio de Tecomán. El cultivo de camarón<br />

de agua dulce involucra un promedio de dos<br />

cosechas por año y el periodo de cultivo varía<br />

según la estación. Debido a que la variación de la<br />

temperatura entre invierno y verano es de 8 °C,<br />

en el verano se alcanza el peso comercial en tres<br />

meses, mientras que en el invierno se necesitan<br />

cinco meses para obtenerlo. El cultivo que se<br />

practica es semiintensivo, ya que la densidad de<br />

siembra varía de 30 a 60 individuos/m 2 , con un<br />

promedio de 37 individuos/m 2 y una supervivencia<br />

de 60%. Sin embargo, casi 40% de las<br />

granjas tienen problemas debido a las bajas concentraciones<br />

de oxígeno al final del cultivo o en<br />

periodos de lluvias. El peso promedio de cosecha<br />

del camarón es de 14 g y la eficiencia de cultivo<br />

varía de 2 a 5 t/ha, con un promedio de<br />

4.3 t/ha. La granja de camarón más grande del<br />

estado produce 303.68 t anuales, en tanto que la<br />

más pequeña produce 8.8 t. El promedio de venta<br />

es de 57 pesos/kg y los indicadores económicos<br />

muestran que la utilidad promedio es de 55%<br />

(cuadro 1).<br />

CUADRO 1. Indicadores económicos de las granjas de tilapia y camarón en el estado (promedios). Costos en<br />

pesos. Fuente: Patiño et al. (2008).<br />

Tilapia<br />

Camarón<br />

Producción (kg/hora/hombre) 22.8 22.8<br />

Costo de producción ($/hora/hombre) 614.5 1 297.3<br />

Producción por kg de alimento (kg) 0.76 0.75<br />

Valor de la producción por kg de alimento ($) 20.5 42.8<br />

Tiempo de trabajo por kg producido (hr) 0.04 0.04<br />

Alimento proporcionado por kg producido 1.31 1.33<br />

Costo del alimento por kg producido ($) 7.40 10.33<br />

Costo de producción por kg producido ($) 11.82 25.51<br />

Porcentaje de recuperación en los costos de operación (%) 77 70<br />

Producción en t/ha 16.3 4.3<br />

Dólar = $11.0 pesos<br />

Actividad acuícola y pesquera<br />

531


Especies potenciales<br />

Algunas especies que pueden utilizarse en prácticas<br />

de acuicultura en el estado son: huachinango<br />

(Lutjanus peru), erizo (Diadema<br />

mexicanum), lenguado (Paralichthys californicus<br />

e Hippoglossina stomata), dorado (Coryphaena<br />

hippurus), cocodrilo (Crocodylus acutus), ostión<br />

(Crassostrea iridiscens y C. gigas), mejillón<br />

(Mytilus sp.), callo de hacha (Atrina tuberculosa),<br />

langosta (Panulirus inflatus), langostino de río<br />

(Macrobrachium americanum y M. tenellum),<br />

jaiba (Callinectes arcuatus), jurel (Caranx<br />

caninus), robalo (Centropomus nigrescens), además<br />

de artemia (Artemia salina), rotíferos,<br />

microalgas marinas y de agua dulce, entre otras.<br />

El desarrollo de la acuicultura en el estado<br />

enfrenta varios problemas, entre los que se<br />

encuentran: el poco control de depredadores; la<br />

incorrecta aplicación de las técnicas de cultivo;<br />

la incidencia de parásitos y enfermedades; la<br />

escasez de apoyos de gobierno; la presión ejercida<br />

a causa de la normatividad referente al uso<br />

de suelo, permisos, licencias y tarifas industriales;<br />

así como elevados costos de servicios como<br />

la electricidad y el agua. Además, tanto la tilapia<br />

como el camarón se venden sin tener una garantía<br />

sanitaria.<br />

Debido a que se han detectado errores en la aplicación<br />

de las técnicas de cultivo, se piensa que la<br />

capacitación del personal incrementaría las<br />

cosechas de los productores.<br />

Problemática<br />

La actividad acuícola produce aproximadamente<br />

260 empleos en el estado, de los cuales 80%<br />

corresponde a personas de bajos recursos. Considerando<br />

un promedio de seis miembros por<br />

familia, se tendría que 1 560 personas dependen<br />

directamente de la acuicultura. Estas cifras son<br />

un indicativo de lo incipiente de la acuicultura<br />

en Colima, actividad que contribuye sólo con<br />

0.6% de la producción nacional (Patiño et al.<br />

2008).<br />

FIGURA 3. Cormorán o pato buzo (Phalacrocorax<br />

olivaceus), depredador que afecta la producción<br />

acuícola. Foto: Ortiz Lira H.<br />

FIGURA 4. Cocodrilo (Crocodylus acutus), depredador<br />

que afecta la producción acuícola. Foto: Isaí<br />

Domínguez Guerrero/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

Además de las enfermedades existen depredadores<br />

que afectan la producción de los acuicultores,<br />

como el cormorán o pato buzo (Phalacrocorax<br />

olivaceus) (figura 4), el cual está presente en casi<br />

532 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


todas las granjas. Otros depredadores incluyen<br />

ranas, gaviotas, zanates, garzas, halconcillos,<br />

serpientes y cocodrilos. El caso de los cocodrilos<br />

(Crocodylus acutus) (figura 4) es especialmente<br />

importante ya que no solamente son los principales<br />

depredadores en las lagunas de Cuyutlán y<br />

Amela, sino que también ocasionan daños significativos<br />

a la infraestructura al destruir las jaulas<br />

de producción.<br />

Perspectivas de la acuicultura<br />

Es importante resolver las dificultades que aquejan<br />

a la acuicultura en el estado para poder<br />

expandir y aprovechar las áreas con suelos aptos<br />

para esta actividad y en combinación con la<br />

agricultura. En las partes altas de la entidad<br />

(municipio de Minatitlán), existen condiciones<br />

climáticas óptimas para cultivar especies de<br />

elevado valor comercial, como la trucha<br />

(Oncorhynchus mykiss).<br />

Por otra parte, de los 12 sistemas acuáticos más<br />

importantes del estado, incluidas las bahías de<br />

Manzanillo y Santiago (figura 5), solamente se<br />

realizan actividades acuícolas en la laguna de<br />

Amela, donde se produce tilapia. En la laguna<br />

de Cuyutlán, únicamente se manejan “tapos” o<br />

barreras para impedir que el camarón salga al<br />

mar, aunque informalmente también se han realizado<br />

encierros y trampas para peces, lo que ha<br />

traído beneficios para los pescadores involucrados.<br />

En la bahía de Santiago se han realizado<br />

algunas pruebas de cultivo en jaulas de pargos<br />

(Lutjanus guttatus y L. peru) y botete (Sphoeroides<br />

annulatus).<br />

Pesca<br />

Para entender el contexto en el que se desarrolla<br />

la pesca en Colima es importante reconocer que<br />

esta actividad, en Latinoamérica, se divide en<br />

cuatro grandes grupos: 1) especies migratorias<br />

como los túnidos (atún); 2) pelágicos menores y<br />

asociados a surgencias como la sardina, macarela<br />

y anchoveta; 3) especies demersales o de<br />

fondo y 4) pesca costera o ribereña (apéndice 1).<br />

Nuestro país ocupa el tercer sitio en Latinoamérica<br />

en cuanto al volumen de captura, mientras<br />

que a nivel internacional ocupó el décimo sexto<br />

lugar en 1998. Sin embargo, en los últimos años<br />

se ha registrado un bajo consumo per cápita de<br />

alimentos marinos en el país, ocupando el lugar<br />

112 a nivel mundial (fao 2004).<br />

Las capturas en México están divididas en cuatro<br />

regiones pesqueras (cuadro 2). Destaca la<br />

pesca ribereña con 31.03% del volumen nacional<br />

(262 485 t), la cual en términos de valor económico<br />

representa 75.9% del total y alrededor de<br />

80% de los empleos o jornales de la pesca directos,<br />

por lo que esta actividad posee una elevada<br />

importancia desde el punto de vista socioeconómico<br />

(Guzmán-Amaya y Fuentes-Castellanos<br />

2006). Lo anterior se debe a que la pesca ribereña<br />

se caracteriza por capturar organismos acuáticos<br />

de un elevado valor en el mercado nacional y<br />

de exportación, como el abulón, la langosta y el<br />

camarón, entre otros.<br />

Colima contribuye con 1.7% de la captura nacional<br />

y ocupa el primer lugar de la Región III<br />

(Contreras 2002). De 1989 a 2002 las capturas<br />

totales fluctuaron entre 7.5 mil (en 1989) y<br />

41.3 mil t anuales (en 1997) (figura 6) con varia-<br />

Actividad acuícola y pesquera<br />

533


FIGURA 5. Cuerpos de agua más importantes. Fuente: INEGI 1995.<br />

534 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


ciones en su tendencia de incremento debido<br />

probablemente al desarrollo de la acuicultura y<br />

los procesos de producción pesquera en el estado<br />

(sagarpa 2003).<br />

La pesca ribereña en el estado ha mostrado<br />

variaciones de producción muy marcadas en los<br />

últimos 27 años. La producción promedio anual<br />

ha sido de 1 550 t, con un máximo de 3 688 t en<br />

1980 y un mínimo de 595 t en 1985 (figura 7).<br />

Las variaciones y cambios en la comunidad de<br />

peces que se capturan comercialmente en la<br />

costa de Colima se deben más a los cambios<br />

naturales ambientales que a la presión por pesca<br />

(Espino-Barr 2000). Las especies que componen<br />

hasta 80% de la captura son: huachinango,<br />

pargo, cabrilla, sierra, jurel, lisa, mojarra y ronco<br />

(apéndice 1), los cuales son capturados en<br />

CUADRO 2. Producción anual en las regiones pesqueras del México. Fuente: elaboración propia con<br />

información de Guzmán-Amaya y Fuentes-Castellanos 2006.<br />

Región<br />

t/ año<br />

promedio<br />

Estados<br />

I 156 450 Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa<br />

II 34 132 Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán<br />

III 6 486 Colima, Jalisco, Nayarit, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas<br />

IV 4 081 Quintana Roo<br />

FIGURA 6. Captura pesquera (toneladas) del estado, durante el periodo 1989-2002. Fuente: estadísticas<br />

pesqueras de la Subdelegación de Pesca.<br />

Actividad acuícola y pesquera<br />

535


FIGURA 7. Captura de pesca ribereña durante el periodo 1980-2004. Fuente: estadísticas pesqueras de la<br />

Subdelegación de Pesca.<br />

24 bajos o caladeros (sitios para calar las redes<br />

de pesca) de la plataforma continental de la costa<br />

de Colima (Macías-Zamora et al. 1985, Arriaga-<br />

Tapia et al. 1986). La plataforma continental<br />

tiene un área de 1 340 km 2 , en la cual la isobata<br />

(curva o línea con la misma profundidad) de<br />

200 brazas se encuentra al norte, a 9 km de la<br />

costa y a 24 km hacia el sur.<br />

En los últimos años la pesquería migratoria ha<br />

crecido 40% debido al aumento de la captura de<br />

atún y calamar, las cuales ocupan el tercer y<br />

cuarto sitio a nivel nacional, respectivamente.<br />

Por otro lado, la captura de tiburón tiene gran<br />

tradición y en ocasiones va asociada a la captura<br />

de los “picudos”; se estima que se pueden capturar<br />

hasta 6 000 t anuales de tiburones, aunque<br />

son especies reservadas para la pesca deportiva<br />

(Macías-Zamora 1992). En cambio, la pesca<br />

de langosta está frecuentemente limitada a los escasos<br />

sitios de zonas rocosas, cuyo potencial de<br />

explotación de las poblaciones está reservado al<br />

archipiélago de Revillagigedo.<br />

Cabe destacar que en los últimos años se ha<br />

fomentado, a nivel nacional, la industrialización<br />

de productos pesqueros como el enlatado de atún,<br />

calamar y pulpo, así como el empaque de filetes<br />

congelados y aglomerados. Esta industria que es<br />

fuente de divisas y de empleos directos ha experimentado<br />

un acelerado crecimiento en los últimos<br />

cinco años, alcanzando un incremento en<br />

su volumen de 91% (sagarpa 2003).<br />

Pesca en la laguna de Cuyutlán<br />

La pesquería ribereña, además de practicarse en<br />

el litoral costero de Colima, también se realiza<br />

en la laguna de Cuyutlán (Cabral-Solís y Espino-<br />

536 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


FIGURA 8. Mapa de la laguna de Cuyutlán. Fuente: Cabral-Solís et al. 2006.<br />

Actividad acuícola y pesquera<br />

537


Barr 2004). Esta laguna (figura 8) es uno de los<br />

cuerpos de agua salada más grandes de la costa del<br />

Pacífico y representa 92% de los sistemas lagunares<br />

del estado (Cabral-Solís y Espino-Barr 2004).<br />

Las capturas pesqueras importantes son efectuadas<br />

por 10 sociedades cooperativas, nueve permisionarios<br />

que agrupan a más de 300 socios y<br />

86 embarcaciones menores (Oficina de Pesca com.<br />

pers.). Además de Manzanillo, la actividad pesquera<br />

se practica en otras comunidades rurales<br />

vecinas como: El Paraíso, Venustiano Carranza, El<br />

Colomo, Santa Rita y San Buenaventura.<br />

Desafortunadamente la laguna de Cuyutlán ha<br />

sufrido una paulatina degradación, ocasionada<br />

por un aporte de agua limitado, contaminación<br />

por aguas negras y tasas de erosión y azolve elevadas,<br />

además de la disminución de la hidrodinámica<br />

de la laguna por diversas obras<br />

antropogénicas que han afectado el volumen de<br />

capturas pesqueras (figura 9).<br />

En los últimos 30 años las capturas pesqueras<br />

muestran una tendencia decreciente, excepto en<br />

el periodo 1985-1990, en el que las capturas se<br />

incrementaron debido a la apertura del canal de<br />

Ventanas ocurrida en 1978. Las actividades<br />

humanas afectan a las poblaciones marinas y costeras,<br />

no solamente por los impactos directos de la<br />

pesca, sino también por los daños a los ecosistemas.<br />

Estos efectos son en ocasiones irreversibles y<br />

afectan el equilibrio y la biodiversidad del entorno.<br />

La contaminación urbana, industrial y portuaria,<br />

así como los cambios en los usos del suelo y<br />

del paisaje, son los principales factores de cambio<br />

que afectan a los ecosistemas costeros (De<br />

Fontaubert et al. 1996).<br />

FIGURA 9. Captura pesquera en la laguna de Cuyutlán, periodo 1982-2010. Fuente: estadísticas pesqueras de<br />

la Subdelegación de Pesca.<br />

538 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


Género y trabajo pesquero<br />

Los estudios sobre pesca en México indican que<br />

la pesca en el mar, con embarcación, es eminentemente<br />

una actividad masculina (Alcalá 1992).<br />

La pesca comercial en lagunas también es un<br />

trabajo exclusivo de hombres, aunque existen<br />

tradiciones femeninas de pesca que se practican<br />

en algunas lagunas como la de Cuyutlán (Gatti<br />

1986).<br />

Si bien la mayoría de las investigaciones resaltan<br />

el papel preponderante de las mujeres en el<br />

tejido, limpieza de las redes, transformación y<br />

comercialización del producto pesquero (Ortiz<br />

2000); en las costas de Colima las actividades de<br />

las mujeres se refieren a la participación de las<br />

esposas e hijas de los pescadores, coadyuvando<br />

al mantenimiento de la unidad familiar y<br />

jugando un papel muy importante en situaciones<br />

conflictivas, tales como la ausencia de los<br />

hombres o el abuso que éstos hacen de las bebidas<br />

alcohólicas (Alcalá 1992).<br />

ificuaes e a pesca<br />

Uno de los problemas que afectan a la pesquería<br />

es el incremento del esfuerzo pesquero. Una<br />

posible solución a lo anterior es la aplicación de<br />

vedas, sin embargo, a pesar de que se ha demostrado<br />

que la veda es un método adecuado de<br />

ordenación que favorece a la pesquería y protege<br />

a los organismos durante su periodo de<br />

crecimiento y reproducción (Barrera-Huerta<br />

1976, Castro y Santiago 1976), éstas no se realizan<br />

en la entidad a causa de la falta de aplicación<br />

de la normatividad que regula la actividad<br />

pesquera. Sumado a lo anterior, la falta de organización<br />

orientada a la comercialización adecuada<br />

de la producción es uno de los puntos<br />

clave identificados como responsables de la<br />

falta de desarrollo, en las actividades de acuicultura<br />

y pesca en el estado (sagarpa 2003).<br />

Perspectivas de la pesca<br />

La actividad pesquera en el estado tiene un margen<br />

elevado de crecimiento, lo cual ha resuelto<br />

las dificultades que la aquejan, sin embargo, bien<br />

se podría expandir la actividad y aprovechar la<br />

extensión total del litoral, el mar continental y la<br />

superficie de las lagunas litorales. Además, es<br />

necesario implementar un programa de comercialización<br />

que beneficie a los pescadores, al proporcionar<br />

un valor agregado a los productos<br />

pesqueros mediante un procesamiento de calidad<br />

que permita colocarlos en mercados más<br />

competitivos, además de obtener diversos productos<br />

de alto valor comercial.<br />

Conclusiones<br />

Hoy en día la acuicultura está experimentando<br />

un desarrollo espectacular en todo el mundo,<br />

constituyendo el sector de más rápido crecimiento<br />

dentro de la producción. Por otra parte,<br />

la acuicultura es una herramienta de apoyo a la<br />

pesca para el reabastecimiento de los mares y se<br />

ha constituido en el desarrollo de tecnologías<br />

para la producción de peces, crustáceos y<br />

moluscos.<br />

Actualmente, todo hace pensar que dada la<br />

situación limitada de los recursos pesqueros y el<br />

incremento del consumo alimenticio de peces,<br />

Actividad acuícola y pesquera<br />

539


en todo el mundo será necesario un mayor desarrollo<br />

del sector de la acuicultura para satisfacer<br />

la demanda de productos marinos. Hasta ahora la<br />

acuicultura y la pesca no se han aprovechado eficientemente<br />

en el estado y su desarrollo contrasta<br />

con el potencial existente.<br />

Referencias<br />

Alcalá, G. 1992. La ayuda mutua en las comunidades<br />

artesanales de México. Anales de Antropología<br />

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Regional de Investigación de Pesca<br />

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para la determinación de vedas, apertura y cierre de<br />

tapos y reglamentación de la luz de malla de atarrayas<br />

de pesca de camarón en las lagunas y marismas del<br />

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Dinámica Poblacional de Camarones 1:124-130.<br />

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y abundancia espacio-temporal de los peces<br />

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y A.L. Ibáñez-Aguirre. 2006. Dinámica poblacional<br />

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1836), en la laguna de Cuyutlán, Colima. En: M.C.<br />

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Castro, M.R.G y V.R. Santiago. 1976. Veda experimental<br />

de camarón en las costas de Tamaulipas en<br />

1974. Guayanas, Sonora, México. Subsecretaría de<br />

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y Dinámica Poblacional de Camarones 2:393-<br />

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de la pesca multiespecífica artesanal<br />

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Gatti, L.M. 1986. Los pescadores de México: la vida en<br />

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deportiva y comercial del pez vela (Istiophorus pla-<br />

540 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


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en ciencias, Centro Interdisciplinario de Ciencias<br />

Marinas (cicimar), La Paz, Baja California Sur.<br />

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1985. Informe final del proyecto Prospección<br />

hidroacústica en el litoral del estado de<br />

Colima. Secretaría de Pesca y Acuacultura (sepesca)/inapesca/crip-Manzanillo,<br />

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Ortiz, C. 2000. Pesca y deterioro ecológico en el lago de<br />

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Tesis de maestría en antropología social. Colegio<br />

de Michoacán (colmich)/Centro de Estudios Antropológicos<br />

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Rural, Pesca y Alimentación. 2003. Anuario<br />

Estadístico de Pesca 2002. <strong>Comisión</strong> Nacional de<br />

Acuacultura y Pesca.<br />

Actividad acuícola y pesquera<br />

541


ESTUDIO DE CASO<br />

CACERÍA DE SUBSISTENCIA EN LA REGIÓN<br />

DE CERRO GRANDE, RESERVA DE LA BIOSFERA<br />

SIERRA DE MANANTLÁN<br />

Víctor M. Sánchez Bernal<br />

Blanca Lorena Figueroa-Rangel I Miguel Olvera-Vargas<br />

Introducción<br />

La sierra de Manantlán se localiza en el suroeste<br />

de Jalisco y al norte del de Colima. En esta sierra<br />

se encuentra la región de Cerro Grande, un<br />

domo kárstico resultado del movimiento tectónico<br />

que emergió del periodo cuaternario, con<br />

una extensión de aproximadamente 40 km de<br />

largo (Machuca 2011).<br />

En su parte superior se aprecia una meseta<br />

cubierta de bosque mesófilo de montaña, en<br />

donde predominan los pinos (Pinus spp.) y encinos<br />

(Quercus sp.), con una alta densidad de fauna<br />

silvestre. La flora vascular comprende más de<br />

2 900 especies, con 981 géneros y 181 familias;<br />

además de 110 especies de mamíferos, 336 especies<br />

de aves, 85 especies de reptiles y anfibios,<br />

16 especies de peces y 238 familias de insectos<br />

(imecbio 2000, semarnat 2000, Tetreault y<br />

Hernández 2011). Estas características ecológicas,<br />

sumadas a otras, culturales y sociales, fueron<br />

las que impulsaron el decreto de la Sierra de<br />

Manantlán como reserva (rbsm) en 1987; más<br />

tarde fue incorporada al programa El Hombre y<br />

la Biosfera de la Organización de las Naciones<br />

Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura<br />

(mab-unesco, por sus siglas en inglés).<br />

De acuerdo con un estudio realizado por<br />

Tetreault (2009), a partir de los años setentas, los<br />

sistemas agropecuarios en la sierra de Manantlán<br />

fueron afectados por la introducción de<br />

agroquímicos, la eliminación de policultivos y la<br />

reducción de periodos de barbecho. Dichos<br />

cambios coincidieron con el incremento en la<br />

presión demográfica, el incremento en la introducción<br />

de ganado, la comercialización de algunas<br />

actividades agrícolas, el acaparamiento de la<br />

tierra por parte de caciques internos y la usurpación<br />

de recursos naturales por actores externos.<br />

Uno de los sistemas agropecuarios más afectados<br />

fue el de coamil (método ancestral basado<br />

en la siembra en terrazas sobre sitios inclinados)<br />

(Torres y Trápaga 1997). De acuerdo con el Instituto<br />

Nacional de Ecología (ine 2000), la región<br />

de Cerro Grande estuvo sujeta a la explotación<br />

forestal por la empresa Colima Lumbre y Co., de<br />

1917 a 1933. Los resultados ecológicos de estas<br />

acciones fueron: deforestación, erosión y agotamiento<br />

de los suelos, contaminación química de<br />

suelos y agua, así como la desaparición de diversas<br />

especies de fauna y flora. En cuanto a las consecuencias<br />

sociales, inegi (2005) reportó que<br />

esta región tiene los más altos índices de marginación<br />

y pobreza de la entidad.<br />

542<br />

Sánchez, B.V.M., B.L. Figueroa-Rangel y M. Olvera-Vargas. 2016. Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande, Reserva<br />

de la Biosfera Sierra de Manantlán. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 542-554.


A pesar de que se han elaborado propuestas para<br />

integrar a la población rural en los objetivos de las<br />

áreas naturales protegidas (anp), se manifiestan<br />

problemas sociales que son ignorados. Asimismo,<br />

los pobladores locales tienen que responder a las<br />

políticas de estas áreas, dedicando tiempo, dinero<br />

y esfuerzo para organizarse (Chargoy 1985 y Sanvicente<br />

et al. 1996, Mackay 2002) y cumplir con la<br />

normatividad federal respecto a la cacería de subsistencia,<br />

no obstante que para las unidades<br />

domésticas es una actividad que complementa el<br />

sistema económico familiar y que constituye 85%<br />

de su alimentación, sobre todo la de aquellas familias<br />

que viven en extrema pobreza (Ajayi 1971,<br />

Nahmad et al. 1994, Álvarez-Icaza 1996, Weber<br />

2000, Monroy et al. 2008, Zamorano 2008).<br />

Se considera que si se resuelven los conflictos<br />

locales y regionales, con respecto a la cacería, se<br />

podría avanzar en gran medida hacia la conservación<br />

de los ecosistemas (Ezcurra y Gallina 1981,<br />

Gallina 1984, Galindo-Leal 1992, Halffter 1994,<br />

Gallina et al. 1998, Weber 2000, Cabarcas et al.<br />

2006, Cabrera et al. 2007, Arroyo-Quiroz et<br />

al. 2008, Gallina et al. 2008).<br />

El objetivo de esta investigación fue conocer y<br />

analizar las modalidades de aprovechamiento<br />

y uso de la fauna silvestre, a través de la cacería<br />

de subsistencia, de la población rural en la región<br />

de Cerro Grande, Reserva de Biosfera Sierra de<br />

Manantlán. Se implementó la metodología de<br />

Hernández (1970), Hernández Ramos (1977),<br />

Aguirre (1979) y Morán (2000), en la que se<br />

registra el uso de los recursos naturales con base<br />

en entrevistas acerca del conocimiento empírico<br />

de los campesinos, el cual nos permite comprender<br />

el funcionamiento en la organización social<br />

de los sistemas de producción.<br />

Usos de la fauna silvestre<br />

El principal uso que tiene la fauna silvestre en la<br />

región de Cerro Grande es para alimento. Los<br />

cazadores identifican 12 especies, sin embargo<br />

consumen y prefieren la carne de venado, ardilla,<br />

jabalí, gallinita, armadillo, conejo y choncho<br />

(cuadro 1 y 2). En cambio, utilizan como mascotas<br />

a la ardilla y a los cervatillos de venado,<br />

estos últimos se mantienen amarrados con una<br />

soga, enjaulados o sueltos; por su parte el armadillo<br />

es usado con fines medicinales. Algunas<br />

pieles de tigrillo (Leopardus wiedii) se utilizan<br />

como adorno, colgadas en las paredes de las<br />

casas, pero la mayoría de los cazadores las tiran<br />

a las cavernas o dolinas por temor a ser delatados.<br />

También es común encontrar crías de ardilla<br />

y tejón, los cuales los niños amarran del<br />

cuello para pasearlos y con frecuencia venderlos<br />

a soldados, a un precio de 70 pesos. Es común<br />

que estos animales mueran de alguna enfermedad,<br />

por maltrato y por desconocimiento de su<br />

biología. De acuerdo con Clavijero (1968) una<br />

costumbre en la región de Cerro Grande, que<br />

data de la época prehispánica, es el uso de mayates<br />

del orden Coleoptera, familia Melolonthidae<br />

(Cotinis mutabilis). Ese es un pasatiempo que<br />

los niños tienen, ya que durante la temporada de<br />

lluvias los agarran para pegárselos a la ropa;<br />

otros niños los amarran con un hilo al protórax<br />

para volarlos. Ciertas especies son cazadas por<br />

considerarse plaga, entre esas especies se<br />

encuentran: tlacuache, jabalí, ardilla, tejón,<br />

zorra, zorrillo, techalote y puma. Las especies<br />

que los cazadores consideran dañinas para la<br />

agricultura son: ardilla, jabalí, tejón, conejo,<br />

tuza y tlacuache. Otras especies de fauna, como<br />

tlacuache y zorrillo, se cazan porque atacan a<br />

las aves de corral, pero el puma y coyote se cazan<br />

porque causan daño al ganado.<br />

Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 543


ormas fines e a cacera<br />

En la región de Cerro Grande se observan diferentes<br />

formas de cacería, una para autoconsumo<br />

y la otra como vínculo sociopolítico al exterior<br />

del ejido; esta forma de cacería se presenta<br />

cuando algún personaje político acude a la<br />

región y se cazan venados para ofrecer la carne a<br />

través de diferentes platillos. Otra forma de<br />

cacería ocurre cuando alguno de los líderes consigue<br />

beneficios directos o indirectos para las<br />

comunidades. Se observa que otros factores que<br />

afectan la ocurrencia de la cacería, son los cambios<br />

estacionales, la situación socioeconómica de<br />

cada familia, el número de individuos por familia,<br />

la preferencia y gusto por la carne de las diferentes<br />

especies de fauna silvestre, el tiempo que<br />

se le pueda dedicar a la cacería, la edad, el género<br />

y el grado escolar, aspectos culturales y, finalmente,<br />

lo que el mercado determine.<br />

La especies más utilizadas son: armadillos<br />

(Dasy pus spp.), jabalíes (Pecari tajacu), venado<br />

cola blanca (Odocoileus virginianus) y varias especies<br />

de aves, particularmente el choncho (Penelope<br />

purpurascens) (cuadro 1). No obstante que el tlacuache<br />

y la ardilla no son tan apreciados, su abundancia<br />

los hace importantes en la dieta local. Por<br />

otro lado, los felinos son cazados por considerarse<br />

los principales depredadores del ganado mayor y<br />

del doméstico, pero en esta región observamos<br />

que algunas familias consumen la carne de puma<br />

al igual que la carne de gavilán.<br />

cazadores de 40 y 50 años de edad, la mayoría ejidatarios,<br />

no saben leer o sólo cursaron el primer o<br />

segundo grado de primaria, y en promedio cada<br />

familia cuenta con ocho o nueve hijos y se emplean<br />

como albañiles, jornaleros o maquiladores de trabajos<br />

agrícolas, situación que genera mayor<br />

dependencia del recurso faunístico. En contraste,<br />

los cazadores avecindados tienen en promedio<br />

entre 25 años, tres hijos por familia y en su mayoría<br />

tienen nivel educativo de secundaria. Esta<br />

situación representa una menor dependencia del<br />

recurso fauna, tan sólo por el menor número de<br />

individuos por familia. Además, los cazadores se<br />

han familiarizado y vinculado con las instituciones<br />

que trabajan en la región y a pesar de las reglamentaciones<br />

y prohibiciones mencionan que no<br />

respetan vedas ni especies en peligro de extinción.<br />

Al contrario, prohibir sólo ha originado que los<br />

pobladores subutilicen algunos productos de las<br />

especies de fauna que cazan.<br />

Un ejemplo de lo anterior se observó en una<br />

comunidad de Cerro Grande, donde al cazar un<br />

venado los cazadores evaden los caminos comunes<br />

y usan veredas o atajos para no ser encontrados<br />

ni por los mismos pobladores. Posiblemente<br />

esto sea un comportamiento para no ser señalados<br />

por no respetar vedas o corridas. Existen<br />

vacíos en la legislación sobre la cacería de subsistencia<br />

e información de las especies que son<br />

objeto de consumo a nivel local y regional, eso se<br />

muestra en los altos volúmenes de captura.<br />

Cacera amiiar<br />

El número de especies de fauna silvestre cazadas o<br />

capturadas por familia es un dato aproximado, ya<br />

que muy pocos de los entrevistados tuvieron disposición<br />

para informar sobre esta situación. Los<br />

Instrumentos utilizados<br />

para a cacera<br />

En la región de Cerro Grande la cacería de subsistencia<br />

se realiza principalmente con arma de<br />

fuego y de forma esporádica se usan trampas o<br />

544 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


CUADRO 1. Uso de las especies de fauna silvestre cazadas en la región de Cerro Grande, Reserva de la<br />

Biosfera Sierra de Manantlán. Fuente: elaboración propia según entrevistas descritas en el texto.<br />

Nombre<br />

común<br />

AVES<br />

Especie Categoría Alimento Mascota Ornato Fines<br />

medicinales<br />

Codorniz Lophortyx douglasii •<br />

Choncho Penelope purpurascens A •<br />

Gallinita de<br />

monte<br />

Dendrortyx macroura A •<br />

Gavilán Accipiter sp. A •<br />

Paloma Columba fasciata Pr •<br />

Plaga<br />

MAMÍFEROS<br />

Ardilla Sciurus colliaei • • S<br />

Armadillo Dasypus novemcinctus • •<br />

Conejo Sylvilagus brasiliensis • S<br />

Coyote Canis latrans G<br />

Leoncillo<br />

Herpailurus<br />

yagouaroundi<br />

A<br />

Pecarí Pecari tajacu • S<br />

Puma Puma concolor • • G<br />

Tejón Nasua narica • • S<br />

Tigrillo Leopardus wiedii P •<br />

Tlacuache Didelphis virginiana • S, A<br />

Tuza Pappogeomys bulleri Pr S<br />

Venado Odocoileus virginianus • •<br />

Zorra<br />

Urocyon<br />

cinereoargenteus<br />

•<br />

• • NE<br />

Zorrillo Conepatus mesoleucus A<br />

Fuente: elaboración propia a partir de entrevistas.<br />

Nota: Las especies que están en la NOM-059-SEMARNAT-2010 bajo la categoría de peligro están señaladas de la<br />

siguiente forma: P = en peligro de extinción; A = amenazada; Pr = sujetas a protección especial.<br />

La • seala el uso identificado. as especies que se consideran plagas son sealadas con: cuando daan<br />

a la siembra daan o consumen aves de corral daan o consumen ganado NE no se especifica<br />

el tipo de daño.<br />

Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 545


esorteras. La mayoría de los cazadores obtienen<br />

presas con rifle y pistola española de calibre 22.<br />

Algunos cazadores de 45 y 50 años utilizan<br />

resortera para capturar gallinita de monte<br />

(Dendrortyx macroura) y la tindorinda o codorniz<br />

de Douglas (Lophortyx douglasii). Sólo se observó<br />

a un ejidatario del rancho El Borrado con una<br />

trampa para tuzas instalada en su parcela.<br />

Los métodos de cacería en Cerro Grande son<br />

similares a los utilizados en comunidades indígenas,<br />

como el rastreo por huellas, el uso de llamadas<br />

o reclamos para atraer a los animales, la<br />

cacería con perros y la quema de la vegetación.<br />

El mayor porcentaje de las especies de fauna silvestre<br />

cazadas con arma de fuego son: venado cola<br />

blanca, 16.7%; armadillo, 14.5%; jabalí, 13.8%;<br />

ardilla y codorniz, 10.1%. Los porcentajes más<br />

bajos fueron para las especies capturadas con<br />

trampa: ardilla, jabalí y venado; mientras que las<br />

especies capturadas con resortera fueron: codorniz<br />

y gallinita de monte, que en conjunto no alcanzaron<br />

5% de la caza. Particularmente las aves son<br />

capturadas por los niños con resorteras; sin<br />

embargo, hasta el momento no le dan ningún uso.<br />

Al respecto Parra-Lara (1986) cita que este comportamiento<br />

constituye una forma de iniciación en<br />

las prácticas de cacería, a manera de entrenamiento<br />

y afinación de la puntería, pero la eficiencia de la<br />

cacería depende, en mayor proporción, de la organización<br />

social y del conocimiento empírico que el<br />

cazador tiene sobre cuándo y dónde buscar fauna<br />

silvestre que de los instrumentos utilizados.<br />

iios o paraes e cacera<br />

Los cazadores identifican 27 parajes de cacería,<br />

de los cuales prefieren cazar en cinco de ellos:<br />

Pozo Blanco, La Antena, Rancho de Erasmo,<br />

Pozo Hondo y La Escondida (figura 1). Los cazadores<br />

manifiestan que prefieren estos sitios o<br />

parajes lejanos, porque los lugares cercanos a la<br />

población, de donde obtenían fauna silvestre,<br />

están alterados, por lo que deben caminar mayor<br />

distancia para encontrar la fauna. Otra razón es<br />

que entre los cazadores existe una especialización<br />

y gusto por cazar especies de fauna silvestre<br />

como jabalí, ardilla, gallinita, codorniz, paloma<br />

y venado cola blanca.<br />

Es relevante mencionar que tres parajes de cacería<br />

se encuentran dentro del ejido Toxin, en áreas<br />

donde existen conflictos agrarios entre ejidos;<br />

esta situación ha ocasionado serios conflictos<br />

con la cacería ya que los comuneros mencionan<br />

que no se respetan los límites entre las mojoneras<br />

que delimitan a cada ejido.<br />

Disminución de especies<br />

de fauna silvestre<br />

Los cazadores reportan que 11 de 18 especies de<br />

aves y mamíferos han disminuido en un periodo<br />

de dos décadas (cuadro 1). Consideran que las<br />

especies que han reducido son: ardilla (Sciurus<br />

sp.), armadillo (Dasypus novemcinctus), conejo<br />

(Sylvilagus brasiliensis), gallinita (Dendrortyx<br />

macroura), tigrillo (Leopardus wiedii) y paloma<br />

(Columba fasciata).<br />

En tanto las especies que se han incrementado<br />

son: zorra (Urocyon cinereoargenteus), zorrillo<br />

(Conepatus mesoleucus), leoncillo (Felis<br />

yagouaroundi), coyote (Canis latrans), jabalí<br />

(Pecari tajacu), tejón (Nasua narica) y venado<br />

(Odocoileus virginianus).<br />

546 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 547<br />

FIGURA 1. Sitios de cacería en Cerro Grande. Fuente: elaboración propia.


Especies de fauna silvestre<br />

consideradas estacionales<br />

por los cazadores<br />

Para determinar si existe un patrón estacional<br />

de cacería en la región de Cerro Grande se apoyó<br />

en reportes de avistamientos de los cazadores y<br />

en un climograma realizado por Olvera (1997),<br />

quien considera dos periodos estacionales para<br />

la región: un periodo de secas o estiaje que comprende<br />

los meses de diciembre a mayo, y un<br />

periodo de lluvias que incluye los meses de junio<br />

a noviembre (cuadro 2).<br />

Un 73% de los cazadores observaron al venado<br />

cola blanca (O. virginianus) durante todo el año,<br />

mientras que 15.4% solamente lo observó en la<br />

temporada de lluvias. 34.6% de los cazadores<br />

observaron armadillo (D. novemcinctus) durante<br />

todo el año y 26.9% solamente en el periodo de<br />

secas. En el caso del jabalí (Pecari tajacu), 46.2%<br />

de los cazadores lo observaron solamente en la<br />

temporada de lluvias y 26.9% durante todo el<br />

año; en cambio, 57% de los cazadores observó a<br />

la ardilla (Sciurus sp.) durante todo el año.<br />

En un estudio fenológico sobre encinos de la<br />

región de Cerro Grande, Olvera (2006) encontró<br />

que el periodo máximo de producción de bellotas<br />

de cuatro especies de encino ocurre durante<br />

la estación de estiaje. Este fenómeno coincide<br />

con una de las estrategias que los cazadores de<br />

Cerro Grande aplican durante la temporada de<br />

secas para cazar venado cola blanca (Odocoileus<br />

virginianus), cuando la carencia de agua en la<br />

CUADRO 2. Frecuencia de los periodos en los cuales los cazadores consideran que la fauna silvestre ha<br />

disminuido. Fuente: datos de trabajo de campo obtenidos en Cerro Grande.<br />

Especie<br />

Periodos en años<br />

0 a 10 11 a 20 21 a 30 31 a 40<br />

Ardilla 2.9 3.6 0 0<br />

Armadillo 5.1 2.2 0 0<br />

Conejo 0 0 0.7 0<br />

Coyote 0.7 0.7 2.2 1.4<br />

Jabalí 3.6 0.7 0.7 1.4<br />

Leoncillo 0.7 0 0 0<br />

Techalote 1.4 0 0 0<br />

Tejón 1.4 3.6 1.4 0<br />

Tigrillo 4.3 0.7 0 0.7<br />

Venado 1.4 2.9 1.4 2.2<br />

Zorra 0.7 1.4 1.4 0<br />

Zorrillo 0.7 0.7 1.4 0<br />

Gallinita 2.9 2.2 0 0<br />

Paloma 1.4 1.2 0 0<br />

548 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


egión no permite retener el líquido infiltrándose<br />

en las partes bajas. Dicha técnica consiste<br />

en espiar a los venados en sitios donde llegan a<br />

comer bellotas de encino.<br />

Los cazadores mencionan que tienen preferencia<br />

por la carne de ardilla (Sciurus sp.) que se alimenta<br />

de bellotas de encino, no así por las que se<br />

alimentan de conos de pino, ya que el sabor de la<br />

carne es a trementina (resina de los pinos). La<br />

cacería es mayor durante el periodo de secas<br />

debido a que en esa época no hay que dedicarse a<br />

la agricultura, además de que el clima es favorable<br />

para dormir en el cerro. El periodo de estiaje<br />

(corriente baja de los ríos) permite a los cazadores<br />

localizar a su presa más fácilmente, pudiendo<br />

escuchar el ruido que emite un venado al caminar;<br />

también facilita identificar a las aves que por<br />

su estado reproductivo emiten cantos que permiten<br />

atraer a las hembras. Por otro lado, los<br />

cazadores consideran que las características<br />

ambientales de la temporada seca facilitan la<br />

localización de las presas al concentrarlas en<br />

remanentes de agua y árboles fructificando.<br />

CUADRO 3. Porcentaje de observaciones de fauna silvestre, de acuerdo con la estación de lluvias y de secas,<br />

por los cazadores en Cerro Grande. Fuente: trabajo de campo realizado en Cerro Grande.<br />

Especie Secas Lluvias Todo el año No informó<br />

Ardilla 3.8 7.7 57.7 30.8<br />

Armadillo 26.9 23.1 34.6 15.4<br />

Conejo 0 23.1 26.9 50<br />

Coyote 19.2 3.8 11.5 65.4<br />

Choncho 7.7 7.7 15.4 69.2<br />

Jabalí 3.8 46.2 26.9 23.1<br />

Leoncillo 7.7 0 7.7 84.6<br />

Puma 26.9 7.7 15.4 50<br />

Techalote 3.8 11.5 23.1 61.5<br />

Tejón 0 11.5 50 38.5<br />

Tigrillo 3.8 3.8 7.7 84.6<br />

Tlacuache 0 30.8 11.5 57.7<br />

Tuza 0 3.8 15.4 80.8<br />

Venado 3.8 15.4 73 7.7<br />

Zorra 3.8 15.4 34.6 46.2<br />

Zorrillo 0 15.4 30.8 53.8<br />

Codorniz 26.9 3.8 23.1 46.2<br />

Gallinita 34.6 7.7 19.2 38.5<br />

Paloma 38.5 0 0 61.5<br />

Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 549


Asimismo, los jagüeyes, ollas naturales o artificiales<br />

donde se almacena el agua de lluvia, han<br />

facilitado la obtención de fauna silvestre.<br />

CUADRO 4. Especies de fauna silvestre que los<br />

pobladores consideran plaga en Cerro Grande.<br />

Fuente: trabajo de campo en Cerro Grande.<br />

Fauna Sí (%) No (%) No<br />

informó<br />

Ardilla 10.1 4.3 85.5<br />

Armadillo 0 18.8 81.2<br />

Conejo 6.5 1.4 92<br />

Coyote 8.7 1.4 89.9<br />

Jabalí 10.9 0 89.1<br />

Puma 9.4 0 90.6<br />

Techalote 7.2 2.2 90.6<br />

Tejón 10.1 0 89.9<br />

Tlacuache 11.6 0 88.4<br />

Tuza 5.8 0 94.2<br />

Venado 5.8 8 86.2<br />

Zorra 9.4 0.7 89.9<br />

Zorrillo 9.4 0 90.6<br />

Gallinita 0.7 8.7 90.6<br />

Choncho 0 18.8 81.2<br />

Gavilán 5.1 0 94.9<br />

Paloma 0 4.3 95.7<br />

Codorniz 0.7 8 91.3<br />

Formas de manejo social de la<br />

fauna silvestre en Cerro Grande<br />

Además de la cacería se realizan otras prácticas<br />

de control de fauna. Son formas de manejo que<br />

la población de Cerro Grande realiza sobre la<br />

fauna silvestre cuando ésta ocasiona algún daño<br />

en los sistemas agropecuarios y consiste en:<br />

espiarlos, ahuyentarlos con perros, matarlos con<br />

arma de fuego o envenenarlos. Otra práctica de<br />

manejo que los cazadores aplican para ahuyentar<br />

a los jabalíes, tejones y zorras, de los cultivos<br />

agrícolas, es atar a uno o varios perros dentro de<br />

la parcela. La tuza es considerada plaga porque<br />

ocasiona daño a la reforestación y a la agricultura,<br />

pero las alternativas de solución a este problema<br />

han carecido de fundamentos técnicos y<br />

metodológicos adecuados.<br />

Además, en la región de Cerro Grande las decisiones<br />

sobre este problema se han tomado de<br />

manera aislada y cada institución busca sus propios<br />

beneficios. Esto se observa en las formas de<br />

controlar a las poblaciones de tuzas; por ejemplo,<br />

algunos técnicos recomiendan a los pobladores<br />

aplicar Agro-Fum 57, ese producto está<br />

hecho a base de fósforo de aluminio y se encuentra<br />

legalmente fuera del mercado desde hace<br />

algunos años; además, al utilizarlo no se toman<br />

en cuenta las recomendaciones para su aplicación.<br />

Conclusiones<br />

La cacería de subsistencia en Colima tiene una<br />

relación directa con las condiciones de pobreza y<br />

marginación en las que vive la población de<br />

Cerro Grande. La explotación y saqueo clandestino<br />

de madera en la región han determinado<br />

que la cacería de subsistencia se enfoque en<br />

aquellas especies de fauna silvestre que se han<br />

adaptado a ecosistemas deteriorados, como es el<br />

caso de los roedores. De acuerdo con narraciones<br />

de los pobladores, antes cazaban entre 10 y<br />

15 ardillas dentro de las parcelas agrícolas o coamiles,<br />

pero no las consumían porque había otras<br />

especies disponibles con más carne y de mejor<br />

550 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


CUADRO 5. Formas de manejo social que los cazadores aplican para controlar a las especies de fauna silvestre<br />

consideradas plaga. Fuente: datos obtenidos durante el trabajo de campo en Cerro Grande.<br />

Fauna<br />

Formas de manejo<br />

Matarlo (%) Enyerbarlo (%) Ahuyentarlo (%)<br />

Ardilla 9.4 0 1.4<br />

Conejo 5.8 0 0.7<br />

Coyote 6.5 0.7 0.7<br />

Jabalí 8 0 1.4<br />

Puma 9.4 0 0<br />

Techalote 6.5 0.7 0<br />

Tejón 8.7 0 0<br />

Tlacuache 10.1 0 2.2<br />

Tuza 5.8 0 0<br />

Venado 5.1 0 0.7<br />

Zorra 8.7 0.7 0.7<br />

Zorrillo 10.1 0 0<br />

Gallinita 0.7 0 0<br />

Gavilán 5.1 0 0<br />

calidad, como: venados, armadillos, jabalíes,<br />

gallinitas de monte y palomas.<br />

Actualmente, los habitantes de Cerro Grande<br />

dependen en gran medida de la cacería de subsistencia<br />

para sustentar su dieta diaria, debido al<br />

alto índice de pobreza y marginación que presenta<br />

la zona. La destrucción del hábitat de las<br />

presas de caza debido a la tala clandestina ha llevado<br />

a la pérdida de estas especies, obligando a<br />

los cazadores a recorrer una mayor distancia<br />

para conseguir alimentos. Además, entre las<br />

especies de fauna silvestre que identifican como<br />

presas hay varias que están protegidas actualmente<br />

por la ley. No obstante, la familia Felidae,<br />

cuyas especies se encuentran protegidas, en la<br />

categoría de amenazadas o en peligro de extinción,<br />

es el grupo que más cazan, después de las<br />

aves.<br />

Es relevante mencionar que la creación de las<br />

áreas naturales protegidas (anp), los ordenamientos<br />

ecológicos del territorio (oet), y las<br />

unidades para la conservación, manejo y aprovechamiento<br />

sustentable de la vida silvestre (uma),<br />

constituyen uno de los principales instrumentos<br />

para la conservación de la fauna silvestre del país<br />

(Gallina, 2008). Sin embargo, estas políticas han<br />

enfatizado una ideologización, una simplificación,<br />

un reduccionismo respecto a la cacería de<br />

subsistencia; situación que ha generado una disyuntiva<br />

entre la población rural y las instituciones<br />

que administran este recurso natural. Las<br />

reglamentaciones, como los listados oficiales de<br />

Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 551


En la región de estudio existe una rezago agrario<br />

en la tenencia de la tierra, esto es evidente al<br />

observar el traslape entre los diferentes ejidos de<br />

donde los cazadores obtienen fauna silvestre,<br />

pues muchas veces se sobreponen con otros,<br />

situación que genera conflictos entre comuneros<br />

y ejidatarios. Esta problemática refleja la necesidad<br />

de adecuar la normatividad general a la realidad<br />

socioeconómica de cada región.<br />

FIGURA 2. Niños de Cerro Grande con algunas<br />

especies de fauna. Foto: Óscar Sánchez Jiménez.<br />

especies amenazadas no necesariamente reflejan<br />

las especies que en realidad son vulnerables en la<br />

localidad, o que están en peligro de extinción, y<br />

solamente muestran una tendencia para proteger<br />

aquellas especies que se comercializan legal o<br />

ilegalmente en todo el país. Se recomienda<br />

incluir en los listados, las especies de fauna silvestre<br />

que tienen importancia en la dieta y otros<br />

usos para las familias rurales, a nivel local y<br />

regional, esta medida permitiría asegurar la provisión<br />

de alimentos hacia las comunidades más<br />

pobres y a la vez garantizar la protección de las<br />

especies de interés local.<br />

Existen pocos estudios sobre cacería de subsistencia<br />

y la información disponible en esta temática<br />

es técnica y escasa, por lo que los efectos de<br />

ese tipo de cacería sobre las poblaciones de fauna<br />

silvestre aún siguen siendo especulativos.<br />

Las políticas de protección y conservación del<br />

recurso fauna silvestre se han implementado de<br />

manera vertical, sin considerar el conocimiento<br />

que la población campesina e indígena posee dentro<br />

de cada contexto ecológico. Es importante<br />

integrar el manejo social que los cazadores campesinos<br />

e indígenas tienen sobre las estrategias de<br />

conservación, uso y aprovechamiento, e incluir<br />

este conocimiento en un proceso de políticas<br />

públicas ambientales, complementando las propuestas<br />

de conservación del recurso faunístico.<br />

Los criterios para determinar las vedas de un<br />

gran número de especies de fauna silvestre, principalmente<br />

las de más alta distribución, se han<br />

cimentado en suposiciones y no en investigación<br />

científica. Esta situación se ha tratado de resolver<br />

prohibiendo la cacería, sin embargo se ha demostrado<br />

que éste no es el mecanismo para revertir<br />

la dinámica del deterioro faunístico, pues se<br />

inhibe el interés de los pobladores locales para<br />

conservar la fauna, fomentando el desarrollo de<br />

actividades como la agricultura y la ganadería.<br />

Referencias<br />

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conocimiento empírico de los campesinos en relación<br />

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552 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


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Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 553


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Plantas de<br />

importancia apícola<br />

Francisco J. Santana-Michel (†)<br />

Natalia Cervantes-Aceves<br />

Noemí Jiménez-Reyes<br />

Descripción<br />

La producción de miel de abeja (Apis mellifera L.) representa una fuente<br />

importante de divisas para los apicultores mexicanos y es ejemplo de uno<br />

de los múltiples usos de la flora nativa y cultivada. Debido al gran potencial<br />

apícola, íntimamente asociado a la riqueza florística con que cuenta el país,<br />

México se ha mantenido en los primeros lugares, a nivel mundial, como<br />

exportador de miel de abeja de excelente calidad (Labougle y Zozaya 1986,<br />

Echazarreta et al. 1997). Para lograr buenos resultados en la producción de<br />

miel, a escala comercial, es necesario contar con conocimientos diversos<br />

sobre la flora, tales como: las especies útiles para la apicultura en las diferentes<br />

regiones del país, la época y duración de su floración (fenología), el<br />

valor relativo de la floración como fuente de néctar, polen o ambas sustancias,<br />

así como la abundancia de sus poblaciones (Ordetx 1978).<br />

A pesar de que la mayor parte de las plantas con flores son visitadas por<br />

las abejas, en la práctica sólo un número limitado llega a tener verdadera<br />

importancia para la apicultura comercial. Las plantas fanerógamas (plantas<br />

con flor) y las abejas guardan una relación ecológica de cooperación<br />

muy estrecha, ya que las plantas aportan el néctar y polen necesario para<br />

la alimentación de las abejas; a su vez éstas realizan las labores de polinización<br />

que requieren las plantas para su reproducción, llevando polen de<br />

una planta a otra planta de la misma especie, este proceso se conoce como<br />

polinización cruzada (Ordetx 1978). El néctar es la principal fuente de<br />

carbohidratos que suministra a las abejas la energía necesaria para<br />

Santana-Michel, F.J., N. Cervantes-Aceves y N. Jiménez-Reyes. 2016. Plantas de importancia apícola. En: La<br />

Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 555-563.<br />

555


desarrollar las actividades propias de la colonia<br />

(Ordetx 1978). El polen (que contiene las células<br />

sexuales masculinas de las plantas y se encuentra<br />

en las anteras de las flores), es una fuente de<br />

proteínas que las abejas llevan a la colmena para<br />

elaborar la jalea real destinada a la cría de larvas<br />

y reinas (Ordetx 1978). En sus visitas constantes<br />

a las flores las abejas ayudan a la polinización de<br />

muchas especies, asegurando la fecundación y el<br />

incremento de los frutos y semillas necesarios<br />

para la reproducción de las especies (Ordetx<br />

1978).<br />

Considerando la actividad que las abejas tienen<br />

sobre las flores, las plantas de interés apícola se<br />

clasifican en las siguientes tres categorías, de<br />

acuerdo con Ordetx (1978) y observaciones propias:<br />

a) nectaríferas: especies visitadas por las<br />

abejas con el fin de obtener néctar, solamente,<br />

b) poliníferas: especies visitadas por las abejas<br />

para llevar polen en las corbículas (canasta de<br />

polen en las patas), c) nectaríferas-poliníferas:<br />

especies visitadas por las abejas para libar el néctar<br />

y recoger polen en la misma visita.<br />

Colima se localiza en la región apícola del Pacífico<br />

(Labougle y Zozaya 1986), donde existen<br />

grandes extensiones de bosques tropicales e<br />

importantes áreas de cultivos diversos. En los<br />

últimos años la entidad ha incrementado su actividad<br />

apícola, colocándose entre los principales<br />

estados productores de miel de alta calidad,<br />

tanto para exportación como para consumo<br />

nacional. Colima, al igual que la mayor parte del<br />

territorio nacional, posee un gran número de<br />

especies de plantas útiles a la apicultura, sin<br />

embargo, existe poca información sobre su<br />

nomenclatura, distribución, abundancia, fenología<br />

y contenido de néctar o polen, circunstancias<br />

que impiden lograr un uso óptimo y planificado<br />

de este recurso. También es importante considerar<br />

la aptitud apícola de las diferentes regiones<br />

del estado y la distribución adecuada de los apiarios,<br />

tomando en cuenta la flora existente y aprovechable<br />

por las abejas para obtener suficiente<br />

alimento de subsistencia y a la vez lograr un<br />

excedente de miel para la cosecha, pero sin ocasionar<br />

daño a las abejas (Ordetx 1978). Una<br />

característica particular de la forma de realizar<br />

la apicultura en el estado es que ésta es una actividad<br />

transhumante o migratoria, es decir, el<br />

apicultor moviliza sus colmenas a distintas<br />

zonas geográficas con mayor floración.<br />

La práctica de la apicultura constituye una de las<br />

fuentes de ingreso más importantes para mejorar<br />

la economía de un amplio sector de la población<br />

colimense. Considerando lo anterior, el<br />

objetivo de este estudio es inventariar las especies<br />

útiles para la apicultura, tanto de la flora silvestre<br />

como la cultivada, además de describir sus<br />

periodos de floración para conocer la disponibilidad<br />

del recurso y así sugerir acciones de manejo<br />

apícola en el estado.<br />

Los principales estudios realizados en México<br />

sobre la flora útil para la apicultura son escasos y<br />

se encuentran restringidos a las siguientes localidades:<br />

San Luis Potosí, Morelos, Yucatán, Veracruz,<br />

Tamaulipas (Reserva de la Biosfera El<br />

Cielo), Colima (islas Revillagigedo y otras áreas<br />

del estado), Jalisco (Reserva de la Biosfera Sierra<br />

de Manantlán) y Chiapas (región del Tacaná)<br />

(Cabrera 1966, Carmona 1980, Sousa-Novelo<br />

et al. 1981, Cházaro 1982, Roldán 1984, Villanueva<br />

1984, Alvarado y Delgado 1985, Campa<br />

1989, Lara 1989, Lorente-Adame 1992, Martínez-Hernández<br />

et al. 1993, Santana-Michel et al.<br />

556 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


2000). Por su parte, la <strong>Comisión</strong> Técnico-Consultiva<br />

de Coeficientes de Agostadero de la Secretaría<br />

de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,<br />

Pesca y Alimentación (sagarpa), ha publicado<br />

catálogos sobre la flora nectarífera y polinífera de<br />

los estados de: Yucatán, Michoacán, Tamaulipas,<br />

Guerrero, Chiapas y Veracruz (Villegas et al.<br />

1998, 1999, 2000, 2002a, 2002b, 2003).<br />

Para conocer las especies de flora útiles a la apicultura<br />

se realizó un muestreo de la vegetación<br />

mediante la recolección de plantas en floración,<br />

en los 10 municipios de Colima, identificando las<br />

especies y registrando sus periodos de floración.<br />

Mediante observación directa se identificaron las<br />

plantas visitadas por la abeja Apis mellifera y se<br />

recabó información proporcionada por los apicultores<br />

locales. En cada municipio se localizaron<br />

10 sitios con muestras representativas de la vegetación,<br />

se tomaron muestras mensuales de polen<br />

en las abejas y miel de los apiarios, durante el año<br />

2000. Se calendarizaron los periodos de floración<br />

de las especies apícolas, siguiendo un orden alfabético<br />

por familia, género y especie, durante los<br />

12 meses del año (apéndice 1).<br />

El trabajo de laboratorio consistió en un análisis<br />

melitopalinológico (estudio del origen botánico<br />

de las mieles) y palinológico (estudio del polen),<br />

según la técnica de Ertman (1943), que consiste<br />

en la preparación y montaje de los granos de<br />

polen para su observación al microscopio óptico.<br />

Los ejemplares de plantas recolectadas fueron<br />

procesados e identificados taxonómicamente,<br />

utilizando monografías taxonómicas y la Flora<br />

Novogaliciana (Standley 1920-1926; Standley y<br />

Steyermark 1946-1976; McVaugh 1961, 1984,<br />

1987; Bravo-Hollis 1978; Fryxell 1988; Pennington<br />

y Sarukhán 1998). Los especímenes botánicos<br />

de referencia se encuentran depositados en el<br />

herbario del Instituto de Botánica de la Universidad<br />

de Guadalajara (ibug), mientras que las<br />

preparaciones polínicas de las muestras y la<br />

colección de referencia se encuentran en la palinoteca<br />

del ibug.<br />

Diversidad<br />

De acuerdo con Rzedowski y McVaugh (1966) y<br />

Rzedowski (1978), la vegetación de Colima está<br />

representada principalmente por bosques tropicales<br />

caducifolios y subcaducifolios, bosque<br />

espinoso, encinares, vegetación sabanoide y<br />

vegetación halófita (que crece en ambientes salinos).<br />

Todos estos tipos de vegetación han sido<br />

descritos a detalle en el capítulo del presente<br />

libro correspondiente a la descripción de los<br />

principales tipos de vegetación de Colima.<br />

Los resultados del inventario florístico de las<br />

plantas útiles a la apicultura del estado reportan<br />

un total de 311 especies, correspondientes a las<br />

tres categorías que describen la acción de las<br />

abejas sobre sus flores: 51% nectaríferas, 9% poliníferas<br />

y 40% nectaríferas-poliníferas (apéndice<br />

1). Las formas biológicas de las especies de plantas<br />

fueron representadas en primer lugar por los<br />

árboles (160 especies), seguido por los arbustos<br />

(61), los bejucos y enredaderas (51) y las hierbas<br />

(39). Las familias con mayor número de especies<br />

melíferas fueron: Leguminosae (56), Compositae<br />

(43), Cactaceae (14), Cucurbitaceae (12), Burseraceae<br />

(11), Boraginaceae (11), ocho para cada<br />

una de las familias Malvaceae, Polygonaceae y<br />

Sapindaceae, y seis para cada una de las familias<br />

Malpighiaceae y Bignoniaceae (Santana-Michel<br />

et al. 2000, figura 1).<br />

Plantas de importancia apícola<br />

557


FIGURA 1. Número de especies melíferas por familia de plantas. Fuente: Santana-Michel et al. 2000.<br />

eiones meeras<br />

Con base en la vegetación y las características de<br />

explotación apícola se dividió al estado en dos<br />

regiones melíferas (figura 2). La región melífera<br />

1 está representada por los bosques tropicales<br />

caducifolio y subcaducifolio (vegetación predominante<br />

en la entidad), el bosque espinoso, la<br />

vegetación secundaria, la agricultura de temporal<br />

y el encinar. Los componentes florísticos de<br />

estos tipos de vegetación corresponden a la<br />

región melífera más importante, debido a que<br />

produce miel de color claro a ámbar de excelente<br />

calidad, durante los meses de octubre, noviembre<br />

y diciembre. La región melífera 2 está representada<br />

por las zonas costeras bajas con<br />

agricultura de riego, vegetación halófita y palmar;<br />

donde las principales plantas melíferas son<br />

los cultivos de cocotero, cítricos, plátano, mango,<br />

aguacate, maíz, papayo y hortalizas. Esta región<br />

produce miel de color oscuro de buena calidad<br />

durante todo el año. Los análisis melitopalinológicos<br />

nos indican que las mieles producidas en<br />

ambas regiones son poliflorales, es decir, provienen<br />

del néctar de diversas especies (Tellería<br />

2001).<br />

Disponibilidad<br />

El comportamiento de la floración de las especies<br />

útiles a la apicultura presenta un número<br />

máximo de especies en floración durante los<br />

meses de septiembre a abril, disminuyendo de<br />

mayo a agosto (figura 3). En los meses de octubre,<br />

noviembre y diciembre se presenta el mayor<br />

558 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


FIGURA 2. Regiones melíferas. Fuente: elaborado con datos de Secretaría de Programación y Presupuesto 1981 y Santana-Michel et al. 2000.<br />

Plantas de importancia apícola<br />

559


FIGURA 3. Distribución anual de la floración de las especies melíeras. Fuente: antanaMichel et al. 2000.<br />

número de especies en floración, coincidiendo<br />

con la época que los apicultores denominan<br />

como “floración fuerte”. Algunas especies florecen<br />

durante todo el año, como el cocotero (Cocos<br />

nucifera), el zazamil (Cordia dentata), el volantín<br />

(Cleome spinosa) y el cuastecomate (Crescentia<br />

alata). Otras especies tienen periodos largos de<br />

floración, de siete a 10 meses, como Ageratum<br />

corymbosum, Acacia farnesiana, Antigonon<br />

leptopus, Baccharis salicifolia, Brahea dulcis,<br />

Combretum farinosum, Conostegia xalapensis,<br />

Croton suberosus, Eugenia jambos, Flaveria<br />

robusta, Gossypium hirsutum, Momordica<br />

charantia, Muntigia calabura, Ocimum basilicum,<br />

Sabal mexicana, Salix taxifolia, Tecoma stans,<br />

Tribulus cistoides y Trichilia trifolia.<br />

En los árboles el incremento del número de especies<br />

en floración inicia en octubre, alcanzando el<br />

valor máximo en marzo y manteniéndose un<br />

número más o menos alto de abril a junio, para<br />

después descender de julio a septiembre. En los<br />

arbustos el comportamiento de la floración es<br />

diferente: se incrementa a partir de octubre,<br />

alcanza su máximo en noviembre y diciembre, y<br />

empieza a disminuir hasta julio. Las hierbas, los<br />

bejucos y enredaderas presentan su máximo<br />

número de especies en floración de septiembre a<br />

diciembre, declinando casi por completo de<br />

mayo a julio.<br />

Recomendaciones<br />

Para lograr un buen manejo de la apicultura es<br />

necesario considerar la aptitud apícola de las<br />

diferentes regiones del estado, determinada por<br />

la flora existente y utilizada por las abejas. En<br />

Colima se practica mucho la apicultura trashumante,<br />

donde el apicultor traslada sus apiarios a<br />

las zonas cerriles durante los meses de septiembre<br />

a abril (figura 2, región melífera 1). En este<br />

periodo los apicultores obtienen dos o hasta tres<br />

cosechas de miel (cada cosecha de miel es de<br />

560 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


25-26 kg por colmena), cuando hay buena distribución<br />

de los apiarios, buen equipo para la cosecha<br />

de miel y material del apiario en buenas<br />

condiciones. En el periodo de junio a agosto el<br />

apicultor cambia los apiarios a las zonas costeras<br />

bajas para tener producción de miel durante esos<br />

meses (figura 2, región melífera 2).<br />

La reproducción de las abejas debe llevarse a<br />

cabo durante los meses de abril y mayo, para la<br />

región melífera 1. Se recomienda no cosechar<br />

para fines comerciales durante estos meses, ya<br />

que la miel almacenada servirá de alimento<br />

durante el periodo de estío (junio a agosto). Para<br />

la región melífera 2 la reproducción se puede<br />

hacer en cualquier época, puesto que existe floración<br />

durante todo el año. Esta región es más<br />

recomendable para la reproducción y cría de la<br />

abeja reina, lo que redundará tanto en el mejoramiento<br />

genético como en el control de la abeja<br />

africana.<br />

Conclusiones<br />

El inventario florístico de las plantas útiles a la<br />

apicultura del estado registra 311 especies, de las<br />

cuales los árboles aportan más de 51%, los arbustos<br />

cerca de 20%, los bejucos y enredaderas 16%<br />

y las hierbas cerca de 13%. La vegetación y flora<br />

de Colima representa un potencial apícola que<br />

no ha sido aprovechado adecuadamente. Los<br />

bosques tropical caducifolio y subcaducifolio<br />

(vegetación predominante en la entidad), el bosque<br />

espinoso, la vegetación secundaria, la agricultura<br />

de temporal y el encinar, proporcionan<br />

especies melíferas para producción de miel de<br />

alta calidad para exportación. Para aprovechar<br />

todo el potencial disponible de la apicultura,<br />

hace falta la resolución de muchos factores,<br />

como los financieros, los tecnológicos y de capacitación,<br />

entre otros; pero sin duda resulta fundamental<br />

que el apicultor conozca los periodos<br />

de floración de las especies de importancia<br />

apícola, para establecer una mejor distribución<br />

de los apiarios en las dos regiones melíferas del<br />

estado.<br />

Referencias<br />

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licenciatura. Universidad Autónoma del Estado de<br />

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Plantas de importancia apícola<br />

561


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University of Michigan Press, Ann Arbor, Michigan.<br />

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Flora nectarífera y polinífera del estado de Michoa-<br />

562 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


cán. sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico Consultiva de<br />

Coeficientes de Agostadero. México.<br />

Villegas, D.G., M.A. Bolaños, S.J.A. Miranda y Q.U.<br />

González. 2002a. Flora nectarífera y polinífera del<br />

estado de Guerrero. sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico<br />

Consultiva de Coeficientes de Agostadero. México.<br />

Villegas, D.G., M.A. Bolaños, S.J.A. Miranda, et al.<br />

2000. Flora nectarífera y polinífera del estado de Tamaulipas.<br />

sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico Consultiva<br />

de Coeficientes de Agostadero. México.<br />

Villegas, D.G., M.A. Bolaños, S.J.A. Miranda y A.J.A.<br />

Zenón. 2002b. Flora nectarífera y polinífera del<br />

estado de Chiapas. sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico<br />

Consultiva de Coeficientes de Agostadero. México.<br />

Villegas, D.G., M.A. Bolaños, S.J.A. Miranda y H.R.<br />

Sandoval. 2003. Flora nectarífera y polinífera del<br />

estado de Veracruz. sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico<br />

Consultiva de Coeficientes de Agostadero. México.<br />

Villegas, D.G., A.S. Cajero, M.A. Bolaños, et al. 1998.<br />

Flora nectarífera y polinífera de la península de Yucatán.<br />

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />

Rural, Pesca y Alimentación (sagarpa).<br />

<strong>Comisión</strong> Técnico Consultiva de Coeficientes de<br />

Agostadero. México.<br />

Plantas de importancia apícola<br />

563


Recursos forestales<br />

no maderables<br />

de Cerro Grande<br />

Judith Cevallos Espinosa<br />

Jesús Juan Rosales Adame<br />

José Martín Vázquez-López<br />

Introducción<br />

Aunque Colima es una de las entidades federativas con menor superficie<br />

del país, muestra una gran complejidad topográfica y variedad de condiciones<br />

ambientales que permiten la presencia de una gran riqueza florística<br />

(Rzedowski 1978, Vázquez et al. 1995, Cuevas et al. 1997, 1998a,<br />

1998b, 2006, Santana-Michel et al. 1998). Esta alta diversidad florística,<br />

además de tener un gran valor biológico per se, ha sido fuente de recursos<br />

para el establecimiento y desarrollo de los asentamientos humanos en<br />

esta entidad.<br />

En la actualidad los bosques y selvas colimenses siguen proveyendo bienes<br />

básicos e ingresos económicos a las poblaciones campesinas locales,<br />

contribuyendo así al mejoramiento de las condiciones de vida y bienestar<br />

de sus habitantes (Benz et al. 1996). Entre estos bienes se encuentran los<br />

recursos forestales no maderables (rfnm), definidos como el amplio<br />

rango de recursos naturales y servicios provenientes de los bosques,<br />

excluyendo la madera. Bajo ese concepto se incluyen: plantas completas y<br />

sus partes, como: frutos, nueces, semillas, aceites, resinas, gomas, fibras,<br />

etc.; así como productos derivados de la fauna silvestre y diferentes servicios<br />

ambientales proporcionados por los ecosistemas forestales (De Beer<br />

y McDermot 1989, fao 1995).<br />

En la región de Cerro Grande el aprovechamiento de este tipo de recursos<br />

es una actividad que los pobladores locales desarrollan de manera tradicional,<br />

empleando poco más de 150 especies de plantas silvestres, princi-<br />

564<br />

Cevallos, E.J., J.J. Rosales A. y J.M. Vázquez-López. 2016. Recursos forestales no maderables de Cerro Grande. En: La<br />

Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 564-575.


CUADRO 1. Recursos forestales no maderables comercializados en Cerro Grande, Colima. Fuente: elaboración<br />

propia con información de Benz et al. 1996, Marshall y Newton 2003, Cevallos et al. 2005, Villafaña 2006,<br />

Cuevas et al. 2006.<br />

Nombre científico Nombre común Parte usada Usos o productos generados<br />

Crataegus pubescens<br />

Muhlenbergia macroura<br />

Otatea acuminata subsp.<br />

aztecorum<br />

Tejocote,<br />

manzanillo<br />

Soromuta,<br />

zacatón<br />

Fruto<br />

Macollos<br />

Quercus laurina Encino chilillo Ramas<br />

Frutos<br />

Comestible: el fruto fresco para la<br />

elaboración de ponches y mermeladas<br />

Construcción: techos de casas<br />

Otate Tallo Cestería: canastas pizcadoras y<br />

chiquihuites<br />

Agricultura: espalderas de cultivos<br />

Construcción: techos y paneles, cercos<br />

Instrumentos: mangos de escobas<br />

Carbón, comestible, medicinal, forraje,<br />

combustible<br />

Quercus obtusata Roble Ramas<br />

Fruto<br />

Carbón, comestible, forrajero,<br />

combustible<br />

Quercus rugosa Avellano Ramas<br />

Fruto<br />

Carbón, leña, construcción,<br />

comestible, forrajero<br />

Quercus scytophylla Roble negro Ramas<br />

Fruto<br />

Corteza<br />

Carbón, forrajero (alimento de cerdos),<br />

medicinal, infusión como remedio para<br />

problemas de la sangre<br />

Rubus adenotrichos Zarzamora Fruto Comestible: ponches, agua fresca y<br />

mermeladas<br />

Rubus pringlei Zarzamora Fruto Comestible: ponches, agua fresca y<br />

mermeladas<br />

Smilax moranensis Asierrilla Cogollo Comestible: como verdura (quelite)<br />

Ternstroemia lineata<br />

subsp. lineata<br />

Flor de tila,<br />

jazmincillo,<br />

trompillo<br />

Fruto<br />

Medicinal: infusión relajante<br />

Tillandsia usneoides Paiste, heno Toda la planta Mágico-religioso: adornos en los<br />

nacimientos.<br />

Medicinal: como infusión para problemas<br />

estomacales<br />

Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />

565


palmente como medicina, alimento y<br />

combustible (Benz et al. 1994, 1996). La mayoría<br />

de estos recursos se extraen para autoconsumo;<br />

sin embargo, existe un grupo de productos que<br />

también comercializan los habitantes (cuadro 1),<br />

han logrado posicionar de manera importante<br />

en el mercado regional, contribuyendo significativamente<br />

a la economía familiar (Cevallos 1992,<br />

2005, Benz et al. 1993, 1994, 1996, Vázquez-López<br />

1995, Villafaña 2006, Cuevas et al. 2006).<br />

Cerro Grande<br />

Ubicado entre los estados de Jalisco y Colima,<br />

Cerro Grande es un domo calcáreo de cerca de<br />

18 000 ha que conforma la porción oriental de la<br />

Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán<br />

(rbsm), en el occidente de México (figura 1). La<br />

diversidad de ambientes que prevalecen en esta<br />

zona es producto de las variadas condiciones<br />

altitudinales (intervalos de los 600 a 2 500 msnm)<br />

y geomorfológicas, originando un complejo<br />

mosaico de ecosistemas vegetales que incluye<br />

cerca de 970 especies vasculares principalmente<br />

en bosques de encino, bosques de coníferas y el<br />

bosque tropical caducifolio (Vázquez et al. 1995,<br />

Vázquez-López 1995, Cuevas et al. 1997, 1998a,<br />

1998b, imecbio 2000, Olvera-Vargas et al. 2000).<br />

En Cerro Grande habitan cerca de 3 mil personas,<br />

distribuidas en siete localidades (inesemarnat<br />

2000). Las condiciones de vida son<br />

variables, sin embargo, se ha reportado como<br />

una de las zonas en la rbsm con grado de marginación<br />

alta y muy alta (Jardel 1992, Rosales et al.<br />

1996). Las comunidades ejidales en las que se<br />

desarrollan las actividades de extracción de<br />

heno, otate y tila son: La Laguna, municipio<br />

de Tolimán, en el estado de Jalisco; Platanarillo y<br />

El Terrero, del municipio de Minatitlán, en el<br />

estado, todos ellos ubicados en la meseta de<br />

Cerro Grande.<br />

La meseta de Cerro Grande es una importante<br />

zona de captación de agua para algunas de las<br />

ciudades con mayor población del estado, como<br />

Villa de Álvarez y Colima (capital). Sin<br />

embargo, debido a sus características topográficas<br />

y edáficas, en toda la parte alta de Cerro<br />

Grande faltan cuerpos de agua superficiales, lo<br />

que ha limitado las actividades productivas<br />

(semarnat 2001). La población en estas comunidades<br />

basa su economía en actividades<br />

agrícolas y ganaderas de subsistencia y en actividades<br />

forestales, a pequeña escala, complementadas<br />

con el trabajo asalariado eventual.<br />

Las actividades de recolección son importantes<br />

como complemento del ingreso familiar, aunque<br />

para aquellas con mayor rezago económico<br />

en ocasiones son la única fuente de ingreso<br />

(Graf y Bedoy 1989, Vázquez-López 1995, Cevallos<br />

et al. 2005, Villafaña 2006).<br />

Recursos y su aprovechamiento<br />

El paiste, el otate y la tila son recursos con una<br />

larga historia de uso, tanto en esta región como<br />

en diferentes zonas del país, cuya demanda ha<br />

generado un nicho especializado de mercado,<br />

casi siempre enfocado al comercio local y regional<br />

(semarnat 2001). Estos recursos forman<br />

parte de los ecosistemas boscosos más representativos<br />

en Cerro Grande, son además especies<br />

con poblaciones densas. Esta característica<br />

ha favorecido un aprovechamiento y comercialización<br />

continuo (Vázquez–López 1995,<br />

566 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


FIGURA 1. ocaliación geogrfica de Cerro rande, dentro de la eserva de la iosera ierra de Manantln. Fuente: elaboración propia.<br />

Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />

567


Marshall y Newton 2003, Cevallos et al. 2005,<br />

Villafaña 2006).<br />

El paiste<br />

FIGURA 2. Tillandsia usneoides sobre árbol de encino<br />

en Cerro Grande. Recuadro: recolector de paiste.<br />

Foto: J. Cevallos-Espinosa.<br />

Es una planta epífita de la familia Bromeliaceae<br />

que crece en sitios húmedos en regiones templadas<br />

y tropicales. En Cerro Grande casi siempre<br />

se le puede encontrar sobre los robles y<br />

encinos (Quercus magnolifolia, Q. obtusata y<br />

Q. castanea), en laderas y cañadas, presentando<br />

una mayor densidad en la porción noroeste del<br />

cerro.<br />

A pesar de que el paiste o heno es un recurso que<br />

está disponible todo el año, los recolectores del<br />

ejido La Laguna cosechan la planta sólo durante<br />

la temporada navideña, cuando existe una fuerte<br />

demanda por el producto (inicia en los primeros<br />

días de noviembre y termina en la primera quincena<br />

de diciembre), por lo que su extracción es<br />

netamente estacional.<br />

La extracción del recurso se realiza de manera<br />

manual, empleando ganchos o auxiliándose<br />

de sogas para trepar a los árboles y recogerlo<br />

(figura 2). Los recolectores bajan el paiste más<br />

accesible y que muestra una apariencia fresca,<br />

con colores que van del verde al grisáceo. Una<br />

vez recolectado, se deposita en costales para<br />

ser transportado hasta el centro de acopio del<br />

ejido, ya sea en animales de carga o por los<br />

mismos recolectores. En cada costal se empacan<br />

entre 20 y 40 kg; cada recolector o grupo<br />

familiar invierte entre cinco y nueve horas<br />

diarias, durante las que obtienen de 40 a 130<br />

kg; el rendimiento en el ejido, por temporada,<br />

puede llegar hasta las dos toneladas. El producto<br />

no requiere de procesamiento para su<br />

venta final.<br />

Esta actividad deja ingresos económicos a hombres,<br />

mujeres y niños, que complementan otras<br />

actividades básicas. Sin embargo, para las mujeres<br />

y los niños a menudo es la única fuente de<br />

ingreso. La comercialización del producto está a<br />

cargo del propio ejido; de cada kilogramo de<br />

paiste vendido éste paga 90% al recolector y<br />

retiene 10% para utilizarse en obras de beneficio<br />

común dentro de la localidad. El ejido vende el<br />

producto a un solo comprador, quien lo transporta<br />

y revende en mercados y tiendas de las<br />

ciudades de Villa de Álvarez y Colima, principalmente<br />

(Cevallos et al. 2005, Villafaña 2006).<br />

El otate<br />

Es un bambú de la familia Poaceae que se distribuye<br />

principalmente sobre las barrancas y lade-<br />

568 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


as de pendientes pronunciadas en la vertiente<br />

suroeste de Cerro Grande. Puede formar grandes<br />

manchones de “otatales” puros o se entremezcla<br />

con el bosque tropical caducifolio<br />

(Vázquez-López 1995).<br />

Al igual que la mayoría de los bambúes, el otate<br />

se puede propagar de forma vegetativa a partir<br />

de un rizoma (tallo subterráneo), el cual produce<br />

un gran número de tallos anualmente. También<br />

tiene reproducción sexual, aunque la floración se<br />

presenta después de largos periodos que pueden<br />

durar hasta décadas. Cuando el otate florece el<br />

rizoma muere y la recuperación de la población<br />

depende entonces de que las semillas germinen y<br />

las nuevas plántulas logren llegar a un estado<br />

adulto, este proceso puede durar de siete a diez<br />

años. Debido a las características biológicas de la<br />

especie, su aprovechamiento puede verse limitado<br />

durante estos eventos reproductivos, pues<br />

el recurso disminuye drásticamente y en consecuencia<br />

la producción de artesanías y demás<br />

productos puede verse interrumpida (Vázquez-López<br />

1995).<br />

El otate se emplea para diferentes fines; los<br />

pobladores del ejido Platanarillo utilizan los<br />

tallos más viejos como material de construcción,<br />

tutores de cultivos agrícolas y mangos de escobas<br />

de palma. La extracción del recurso consiste<br />

en cortar fragmentos del tallo con las dimensiones<br />

requeridas para cada fin. Los tallos más jóvenes<br />

son utilizados para la manufactura de la<br />

cestería, por ser flexibles, lo cual requiere de un<br />

proceso de transformación de la materia prima.<br />

El recolector selecciona y extrae los tallos jóvenes<br />

con apariencia sana. El artesano utiliza las<br />

“costillas”, “urdideras” e “hilos”, que son segmentos<br />

longitudinales de otate, con diferentes<br />

FIGURA 3. Tallos de otate, en la selva baja caducifolia.<br />

Recuadro: artesano del ejido Platanarillo elaborando<br />

una canasta pizcadora. Foto: J.M. Vázquez-López.<br />

anchos y longitudes con los que se estructuran y<br />

tejen artesanías regionales como: canastas pizcadoras,<br />

chiquihuites, sombreros, cestos pequeños,<br />

etc. La recolección de tallos es realizada<br />

durante todo el año, sobre todo por las familias<br />

cuyo único ingreso es esta actividad extractiva<br />

(figura 3).<br />

Para el caso de la cestería el mayor pico de recolección<br />

se presenta en los meses de octubre a<br />

noviembre, por la alta demanda de canastas<br />

pizcadoras en el mercado agrícola previo a la<br />

cosecha del maíz. La recolección de otate y elaboración<br />

de cestería es una actividad riesgosa y<br />

difícil, por lo cual está a cargo de los hombres<br />

de la comunidad; la participación de las mujeres<br />

se limita a la preparación del material o a la<br />

elaboración de algunas artesanías como chiquihuites<br />

o cestos pequeños (Vázquez-López<br />

1995).<br />

Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />

569


La tila<br />

La tila es un árbol de la familia Theaceae, muy<br />

común en el bosque mesófilo de montaña y en<br />

los encinares que se localizan en las partes más<br />

altas de Cerro Grande. Sus frutos y flores son<br />

empleados para la elaboración de una infusión<br />

con fines relajantes (figura 4). La tila puede ser<br />

colectada durante todo el año, pero se extrae con<br />

mayor intensidad durante la estación seca (Benz<br />

et al. 1996).<br />

Las mujeres, junto con sus hijos, son quienes<br />

más se dedican a la recolecta de tila, ellas caminan<br />

hasta dos horas para llegar a los sitios de<br />

colecta donde recogen los frutos y flores del suelo<br />

o bien lo colectan cortándolo de las ramas del<br />

árbol, trepando los niños a los árboles e incluso<br />

desramándolos en bajas intensidades para obtener<br />

un mayor volumen del producto (Van der<br />

Pijl 1996). Cuando los sitios de colecta quedan<br />

cerca de la comunidad las señoras utilizan escaleras<br />

para colectar las ramas más altas.<br />

El producto pasa después por un proceso de<br />

secado al sol que puede durar hasta ocho días,<br />

luego de esto el producto se almacena hasta juntar<br />

suficiente material para su venta (Van der Pijl<br />

1996). Cada familia recolecta entre 60 y 100 kg<br />

por temporada, dependiendo si es una sola persona<br />

o si participan más miembros de la familia<br />

(Marshall y Newton 2003). La comercialización<br />

del producto es realizada por las mujeres, algunas<br />

veces apoyadas por los esposos. No hay organización<br />

para la venta, así que cada quien lleva y<br />

vende su producto en los mercados regionales o<br />

en tiendas de plantas medicinales de las ciudades<br />

de Colima, Minatitlán y Villa de Álvarez<br />

(Van der Pijl 1996).<br />

La tenencia de la tierra<br />

y el acceso a los recursos<br />

Una característica común de las actividades de<br />

extracción de los rfnm en Cerro Grande es que<br />

son explotados con mayor intensidad por las<br />

familias de escasos recursos, sobre todo aquellas<br />

que no tienen acceso a la tierra; muchos de ellos<br />

son hombres, mujeres y niños quienes se ven en<br />

la necesidad de supeditarse a normas comunitarias<br />

que regulan el acceso.<br />

FIGURA 4. Flor de tila o trompillo (Ternstroemia<br />

lineata). Foto: J.J. Rosales-Adame.<br />

Los regímenes de tenencia de la tierra influyen<br />

sobre cómo son manejados y aprovechados los<br />

recursos naturales. Las áreas de extracción que<br />

se encuentran a libre acceso son más susceptibles<br />

a una falta de regulación y por lo tanto a una<br />

mayor degradación de los recursos (Marshall et<br />

al. 2006). Los tres recursos aquí descritos son<br />

aprovechados en terrenos dentro de un área<br />

natural protegida, como lo es la Reserva de la<br />

Biosfera Sierra de Manantlán, lo que implica ya<br />

570 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


una regulación bajo las normas mexicanas para<br />

su aprovechamiento. La nom-011-recnat<br />

(semarnat 1996), regula los procedimientos,<br />

criterios y especificaciones para realizar el aprovechamiento,<br />

transporte y almacenamiento para<br />

el paiste, la nom-005-recnat para el otate y la<br />

nom-007-recnat para la tila (semarnat 2001).<br />

Aunque los recursos bajo explotación se ubican<br />

en tierras comunales de los ejidos La Laguna, El<br />

Terrero y Platanarillo, el acceso a ellos es en cierta<br />

forma libre para los miembros pertenecientes a las<br />

comunidades ejidales, ya que cada ejido ha establecido<br />

acuerdos internos que regulan el acceso.<br />

Cuando los recolectores no son quienes tienen los<br />

derechos ejidales, como es el caso de los recolectores<br />

de paiste y algunos de otate, se llega a acuerdos<br />

con la comunidad ejidal y se paga un porcentaje<br />

simbólico por la extracción del recurso (Vázquez-López<br />

1995, Cevallos 2005, Villafaña 2006).<br />

En el caso de la tila, recolectada por mujeres y<br />

niños que no cuentan con derechos de propiedad<br />

de la tierra, el acceso al recurso es libre, sin<br />

embargo, para recursos como la madera o la tierra<br />

de monte el acceso sólo lo tienen los miembros de<br />

la comunidad ejidal (Van der Pijl 1996).<br />

Trabajo pesado, poco mercado<br />

y bajos precios<br />

La actividad de extracción de rfnm es muchas<br />

veces limitada por los riesgos implícitos en esta<br />

actividad, por la poca facilidad para su transportación<br />

y por la falta de estrategias para la comercialización<br />

de los productos. Los campesinos<br />

recolectores de tila, paiste y otate que tienen<br />

otras opciones productivas, generalmente abandonan<br />

las actividades extractivas por los riesgos<br />

a los que se exponen durante las largas jornadas<br />

de cosecha, como caerse de un árbol, herirse con<br />

las herramientas de trabajo o ser mordido por<br />

algún animal ponzoñoso. Debido a lo anterior<br />

los campesinos frecuentemente optan por realizar<br />

otras actividades productivas que implican<br />

menos esfuerzo y riesgo, como el emplearse de<br />

jornaleros en el caso de los hombres o la elaboración<br />

de artesanías (bordados) en el caso de las<br />

mujeres (Villafaña 2006, Marshall et al. 2006).<br />

Además de los riesgos de extracción, la comercialización<br />

ha sido una de las principales limitantes<br />

en el aprovechamiento de estos recursos.<br />

Esto en parte se debe a la falta de experiencia y<br />

organización para la negociación de precios,<br />

aunado a la carencia de infraestructura y la baja<br />

capacidad de suministro a la demanda de productos.<br />

Estos factores también han frenado la<br />

búsqueda de nuevos mercados, sobre todo nacionales<br />

e internacionales. La situación económica<br />

marginal de los recolectores y la falta de organización<br />

interna los coloca a expensas de acaparadores<br />

e intermediarios, lo que impide mejorar<br />

las condiciones de venta y precio de los productos<br />

(Vázquez-López 1995, Marshall et al. 2006,<br />

Villafaña 2006).<br />

Aunque en Cerro Grande ha habido experiencias<br />

en la formación de cooperativas para la<br />

comercialización de productos, éstas no se han<br />

mantenido debido a la falta de apropiación del<br />

proyecto por parte de la comunidad y por la<br />

dependencia a la asesoría y recursos gubernamentales.<br />

En el caso del otate se creó una cooperativa<br />

para la venta de artesanías y cestería, a<br />

través de la cual se lograron mejorar los precios<br />

de los productos por la venta directa; sin<br />

embargo, esta organización se desintegró debido<br />

Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />

571


a las características biológicas del otate que limitaron<br />

el suministro de materia prima y a la<br />

finalización de la asesoría institucional (Vázquez-López<br />

1995).<br />

La comercialización del paiste a través del ejido ha<br />

funcionado, pero por la falta de medios para<br />

transportarlo, la comunidad se ve en la necesidad<br />

de vender la producción a un intermediario, quien<br />

determina las condiciones de precio y volúmenes<br />

de venta. Los propios pobladores conciben al<br />

intermediario como la única forma de comercialización,<br />

sin visualizar otras alternativas con los<br />

usuarios directos del producto (Villafaña, 2006).<br />

El género también está dentro de los factores que<br />

limitan el mercadeo de este tipo de recursos. Las<br />

mujeres que comercializan tila son víctimas del<br />

abuso de los intermediarios y comerciantes,<br />

quienes les pagan menores precios por sus productos,<br />

incluso no las consideran competentes<br />

en las negociaciones de venta. Ellas tampoco<br />

cuentan con acceso a los medios de transporte<br />

para salir de la comunidad, por lo tanto tienen<br />

que invertir parte de las ganancias por la venta<br />

del producto, o esperar a que sus esposos, cuando<br />

cuentan con vehículo, tengan alguna diligencia<br />

hacia los puntos de venta. Las mujeres tienen<br />

poco tiempo para la venta del producto por las<br />

actividades propias del hogar, incluso pueden no<br />

contar con la aprobación del marido para dedicarse<br />

a esto (Van der Pijl 1996).<br />

Los efectos de la cosecha<br />

y el aprovechamiento sustentable<br />

La susceptibilidad de las especies a los efectos de<br />

la cosecha depende de factores tales como: las<br />

características biológicas de cada una, el tipo de<br />

recurso que se extrae, o la forma e intensidad de<br />

extracción a la que son sujetas las poblaciones de<br />

plantas (Peters 1996). Por ejemplo, una de las<br />

características biológicas que limitan el aprovechamiento<br />

del otate y a la vez determina la disponibilidad<br />

de recurso son los periodos de<br />

reproducción sexual. Los artesanos y recolectores<br />

saben que después de un periodo de floración<br />

sobreviene la muerte masiva de las poblaciones<br />

de esta especie y en consecuencia una disminución<br />

drástica de la materia prima. Sin embargo,<br />

las características biológicas del otate también<br />

pueden favorecer su aprovechamiento. Se ha<br />

observado que la producción de tallos nuevos<br />

depende de la densidad de los tallos maduros, es<br />

decir, a mayor densidad de tallos maduros menor<br />

es la producción de nuevos tallos, por lo tanto la<br />

extracción tradicional que se desarrolla en Platanarillo<br />

puede, de alguna forma, estar influyendo<br />

positivamente en la dinámica de crecimiento de<br />

las poblaciones de otate (Vázquez-López et al.<br />

2000, Vázquez-López et al. 2004).<br />

Existen diferencias en los efectos de la extracción<br />

dependiendo de cuál es la parte de la planta que se<br />

extrae. Por ejemplo: las consecuencias de extraer<br />

propágulos reproductivos como flores o frutos,<br />

como en el caso de la tila, serán diferentes a lo que<br />

se observa si se extrae toda la planta, como el caso<br />

del paiste, o bien al de la extracción de sólo hojas<br />

o de corteza. En el caso del paiste, donde se extrae<br />

toda la planta, el efecto en el corto plazo ha sido la<br />

disminución de los volúmenes del producto en las<br />

zonas con mayor intensidad de extracción; aunque<br />

estos efectos no han sido tan drásticos debido<br />

a su buena plasticidad reproductiva (vegetativa y<br />

sexual), esto le permite sobreponerse relativamente<br />

rápido a los niveles de extracción actuales.<br />

572 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


Las estrategias para mitigar los daños causados<br />

por la extracción de paiste deben considerar la<br />

rotación de los sitios de cosecha para dar tiempo a<br />

que las poblaciones se recuperen, o bien asegurar<br />

que se establezcan estrategias que permitan la<br />

sobrevivencia de los recursos aprovechados<br />

(Cevallos et al. 2005).<br />

En el caso de la tila los efectos generados por<br />

algunas de las prácticas del aprovechamiento<br />

(desrame de los árboles), aún no han sido realmente<br />

determinados. Sin embargo, podrían<br />

derivarse en el corto plazo en posibles daños en<br />

el vigor de la planta (árbol), o bien en un posible<br />

beneficio por el efecto de la poda. Debido a la<br />

extracción de frutos podría manifestarse disminución<br />

en la capacidad de regeneración de la<br />

especie. Aunque, como se ha mencionado, no se<br />

ha estudiado cuál es la respuesta de los árboles a<br />

los daños causados por esta actividad. Se ha<br />

observado que la tila es un vigoroso “rebrotador”,<br />

lo que le permite recuperarse a la poda de<br />

ramas que se ejerce durante el aprovechamiento;<br />

además, ha demostrado ser una especie con una<br />

gran capacidad de germinación y de rápido crecimiento<br />

(Figueroa-Rangel y Olvera-Vargas<br />

1999, 2000, Olvera-Vargas et al. 2006), por lo que<br />

los efectos sobre la regeneración al parecer no<br />

han sido significativos (Marshall y Newton<br />

2003).<br />

Si bien factores como la ganadería extensiva y los<br />

incendios forestales, en las áreas donde se encuentran<br />

estos recursos, no están relacionados directamente<br />

con su aprovechamiento, se ha encontrado<br />

que influyen de manera importante en la estabilidad<br />

de las poblaciones de las especies, principalmente<br />

por la modificación del hábitat en los sitios<br />

de distribución de las especies y en la destrucción<br />

de semillas y renuevos, poniendo en riesgo el<br />

mantenimiento de las poblaciones. La disminución<br />

en cantidad y calidad del recurso son daños<br />

que finalmente se traducen en una baja en el<br />

ingreso económico de la gente local.<br />

El manejo sustentable de los recursos forestales<br />

no maderables requiere de protocolos que evalúen<br />

la capacidad de respuesta de cada especie en<br />

particular, tomando en cuenta la parte de la<br />

planta o el recurso que está siendo utilizado y la<br />

tasas de extracción a las que esté siendo sujeta la<br />

especie, para que se determinen los niveles óptimos<br />

de cosecha que permitan de forma suficiente<br />

asegurar la regeneración continua de las<br />

poblaciones bajo explotación (Vázquez-López et<br />

al. 2002). A la par, se deben buscar nuevas alternativas<br />

de comercialización que generen un<br />

óptimo retorno económico para la mejora de las<br />

condiciones de vida de las familias, que dependen<br />

de este tipo de recursos silvestres, quienes<br />

actualmente viven en condiciones de alta marginación,<br />

pobreza y vulnerabilidad.<br />

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Manantlán biosphere reserve, México: is their use<br />

sustainable? Economic Botany 57(2):262-278.<br />

Marshall, E., K. Schreckenberg y A.C. Newton (eds.).<br />

2006. Comercialización de productos forestales no<br />

574 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


maderables: factores que influyen en el éxito. Conclusiones<br />

del estudio de México y Bolivia e implicaciones<br />

políticas para los tomadores de decisión.<br />

Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación<br />

de pnuma, Cambridge, Reino Unido.<br />

Olvera-Vargas, M., B.L. Figueroa-Rangel y F. Borges.<br />

2000. Zonation and management of mountain forest<br />

en the sierra de Manantlán, México. En: Zonation<br />

and management of mountain forest particularly<br />

on volcanoes. Van der Maarel E. (ed.). Opulus<br />

Press, Uppsala, Suecia, pp.17-22.<br />

Olvera-Vargas, M., B.L. Figueroa-Rangel, J.M. Vázquez-López<br />

y N. Brown. 2006. Dynamics and silviculture<br />

of montane mixed oak forest in western<br />

México. Ecological Studies Vol. 185:363-374.<br />

Peters, C.M. 1996. The ecology and management of<br />

non-timber forest resources. World Bank. Estados<br />

Unidos de América.<br />

Rosales, A.M.P., J.J. Rosales-Adame y M.H. Graf. 1996.<br />

Obtención de un índice de marginación social por<br />

localidades en la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />

Manantlán utilizando métodos multivariados. Informe<br />

Técnico. imecbio/udg.<br />

Rzedowski, J. 1978. La vegetación de México. Limusa,<br />

México, D.F.<br />

Santana-Michel, F.J., N. Cervantes y R.N. Jiménez.<br />

1998. Flora melífera del estado de Colima, México.<br />

Boletín del Instituto de Botánica de la Universidad<br />

de Guadalajara 6:251-277.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 1996. Norma Oficial Mexicana nom-<br />

011-recnat. Publicada el 17 de enero de 1995 en<br />

el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

——— . 1997. Norma Oficial Mexicana nom-005-recnat.<br />

Publicada el 12 de enero de 1995 en el Diario<br />

Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

——— . 1997. Norma Oficial Mexicana nom-007-recnat.<br />

Publicada el 13 de enero de 1995 en el Diario<br />

Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

——— . 2001. Especies con Usos No Maderables en<br />

Bosques de Encino, Pino y Pino-Encino. En:<br />

, última consulta:<br />

25 de agosto de 2015.<br />

Van der Pijl, Y.H. 1996. Women’s roles and gender<br />

differences: the case of the ejido El Terrero. Dept.<br />

of Sociology of Rural Development. Wageningen<br />

Agricultural University (NTU), Países Bajos.<br />

Vázquez-López, J.M., J.J. Rosales-Adame y E.J. Cevallos.<br />

2002. Problemática actual en el uso y manejo<br />

de dos recursos forestales no maderables en la Reserva<br />

de la Biosfera Sierra de Manantlán. Ponencia<br />

presentada en: V Congreso Nacional de Áreas Naturales<br />

Protegidas de México. Guadalajara, Jalisco,<br />

México.<br />

Vázquez-López, J.M. 1995. Estudio etnoecológico<br />

del aprovechamiento del otate (Otatea acuminata<br />

(Munro) Cald. & Sod. subsp. astecorum Guzmán,<br />

Anaya & Santana) en el ejido Platanarillo, municipio<br />

de Minatitlán, Colima. Tesis de licenciatura.<br />

udg. Jalisco.<br />

——— . 2004. Effects of harvesting on the structure of<br />

a neotropical woody bamboo (Otatea: Guaduinae)<br />

populations. Interciencia 29(4):207-211.<br />

Vázquez-López, J.M., B.F. Benz, M. Olvera-Vargas y<br />

M.S.H. Graf. 2000. Structure of populations of otate<br />

(Otatea acuminata subsp. astecorum: Poaceae)<br />

in harvested stands. sida 19(2):301-310.<br />

Vázquez, G.J.A. 1995. Gradient analysis of neotropical<br />

montane forest. Tesis de doctorado. University of<br />

Wisconsin (uw). Wisconsin.<br />

Villafaña, C.M.S. 2006. Evaluación del aprovechamiento<br />

de las poblaciones naturales de Tillandsia<br />

usneoides L. en el ejido La Laguna, municipio de<br />

Tolimán, Jalisco. Tesis de licenciatura en ingeniería<br />

en recursos naturales y agropecuarios. Centro<br />

Universitario de la Costa Sur (cucsur)/udg.<br />

Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />

575


Pago por servicios<br />

ambientales como<br />

instrumento<br />

de conservación<br />

Sergio Graf Montero<br />

Paola Bauche Petersen<br />

Angélica Lizeth Jiménez Hernández<br />

Introducción<br />

Los servicios ambientales son aquellos procesos naturales que otorgan<br />

algún beneficio a la sociedad y de los cuales dependemos para la vida diaria<br />

(Daily 1997). Estos incluyen la formación de suelo, necesaria para la<br />

agricultura; la regulación del sistema hidrológico, para el abastecimiento<br />

de agua; la captura de carbono, que ayuda a reducir los efectos del desarrollo<br />

industrial; entre otros. Tradicionalmente estos servicios se consideraban<br />

una “externalidad del mercado” (Torres y Guevara 2002), es decir,<br />

un beneficio que nadie pagaba o un costo por el que no existía compensación;<br />

sin embargo, a medida que existe mayor evidencia sobre las consecuencias<br />

del deterioro de los ecosistemas, la cuantificación y valoración de<br />

sus servicios empiezan a ser considerados para la realización de políticas<br />

de manejo de los recursos naturales (Echavarría 2003).<br />

Con el objetivo de cuantificar los servicios ambientales, y en un esfuerzo<br />

de incluirlos en los mercados, han surgido iniciativas basadas en compensaciones<br />

económicas o monetarias llamadas, pago por servicios ambientales<br />

(psa). En gran medida, el psa surge del propósito por reconocer el<br />

esfuerzo de los dueños de las tierras en donde se generan estos servicios y<br />

quienes se enfrentan a pérdidas económicas al ingresar a esquemas de<br />

conservación y desarrollo sustentable. En la actualidad, el pago o compensación<br />

incluye subsidios del estado e iniciativas de la sociedad civil<br />

para que los dueños de los terrenos forestales adopten usos de suelo que<br />

permitan conservar las funciones de los ecosistemas.<br />

576<br />

Graf, M.S., P. Bauche P. y A.L. Jiménez H. 2016. Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación.<br />

En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 576-582.


Programa de Pago por Servicios<br />

Ambientales de la CONAFOR<br />

región de Cerro Grande, como se explica a continuación.<br />

Con la finalidad de conservar los ecosistemas en<br />

los que se generan estos servicios, el Gobierno<br />

Federal, a través de la <strong>Comisión</strong> Nacional Forestal<br />

(conafor), emprendió dos iniciativas a partir<br />

de 2003: el programa de pago por servicios<br />

ambientales hidrológicos (psah); y desde el 2004<br />

el programa para desarrollar el mercado de servicios<br />

ambientales por captura de carbono, los<br />

derivados de la biodiversidad y para fomento del<br />

establecimiento y mejoramiento de sistemas<br />

agroforestales (psa-cabsa).<br />

En Colima existen actualmente 6 603.6 ha incorporadas<br />

a los programas de pago por servicios<br />

ambientales, correspondiendo 5 151.6 ha a psah<br />

y 1 452 ha a psa-cabsa. Estos programas benefician<br />

a 22 predios que corresponden a seis ejidos,<br />

una comunidad indígena y 15 pequeños propietarios.<br />

Las áreas beneficiadas por el psah y el<br />

psa-cabsa se encuentran localizadas en el volcán<br />

de Colima, Cerro Grande y los alrededores<br />

de Minatitlán, mientras que los apoyos específicos<br />

para sistemas agroforestales se localizan en<br />

el municipio de Manzanillo (figura 1). Los ecosistemas<br />

mejor representados en las áreas bajo<br />

conservación, por medio del pago por servicios<br />

ambientales, corresponden a bosques templados<br />

y selvas secas subcaducifolias.<br />

Actualmente, el Gobierno Federal, principalmente<br />

a través de la conafor, ha fungido como<br />

el “comprador” de los servicios ambientales en el<br />

estado; sin embargo, existe una iniciativa para<br />

impulsar la creación de un esquema local de<br />

pago por servicios ambientales entre los usuarios<br />

del agua y los dueños de las tierras en la<br />

Mecanismo local<br />

de compensación por servicios<br />

ambientales hidrológicos<br />

en Cerro Grande<br />

La zona de Cerro Grande es uno de los sitios más<br />

importantes para la conservación de la biodiversidad<br />

en Colima. Se encuentra dentro de la<br />

Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán<br />

(rbsm), en la cuenca del río Ayuquila-Armería, y<br />

se destaca por la ausencia de corrientes de agua<br />

superficiales y permanentes, así como por la presencia<br />

de un sistema de cavernas y resumideros<br />

por los cuales el agua de lluvia se infiltra para<br />

posteriormente emerger en varios puntos llamados<br />

resurgencias. Entre las resurgencias más<br />

importantes se encuentra el manantial El<br />

Cóbano en Zacualpan, el cual arroja en promedio<br />

2 300 lt de agua por segundo, de los cuales<br />

1 000 lt se derivan por un acueducto para abastecer<br />

a 90% de los más de 200 mil habitantes de<br />

la zona conurbada de Colima-Villa de Álvarez<br />

(zccva), que corresponde a más de 40% de la<br />

población total del estado.<br />

En Cerro Grande se encuentran siete comunidades<br />

agrarias donde habitan tres mil personas en<br />

condiciones de alta y muy alta marginación.<br />

Algunas de estas comunidades se vieron afectadas<br />

con el decreto de creación de la rbsm, ya que<br />

el establecimiento de zonas núcleo o de protección<br />

estricta limitó la posibilidad de aprovechamiento<br />

de un amplio espectro de recursos<br />

naturales. Por esta razón, dentro de la agenda de<br />

desarrollo forestal del consejo asesor de la<br />

Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación<br />

577


FIGURA 1. Ubicación de los polígonos de las propiedades inscritas en los programas de pago por servicios ambientales.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

578 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, se<br />

impulsó la generación de condiciones para la<br />

creación de un mecanismo compensatorio a<br />

largo plazo. Dicho mecanismo se basa en los servicios<br />

ambientales que esta montaña genera,<br />

principalmente el abastecimiento de agua potable<br />

para la población de la zccva.<br />

El mecanismo compensatorio pretende incidir<br />

sobre las amenazas de deterioro de las fuentes de<br />

aprovisionamiento de agua potable. La conservación<br />

de los bosques y el desarrollo sustentable de<br />

las comunidades que viven en Cerro Grande, se<br />

consideran primordiales para mantener la cantidad<br />

y calidad del agua que aprovecha la zccva;<br />

sin embargo, los costos que esto implica no pueden<br />

ser asumidos exclusivamente por los dueños y<br />

poseedores de esas tierras, por esta razón se pretende<br />

que este programa reduzca la marginación<br />

y pobreza imperante en las comunidades; es decir,<br />

que se generen oportunidades para incrementar<br />

el nivel de ingresos de la población y se consoliden<br />

sus capacidades de desarrollo.<br />

Mecanismo local propuesto<br />

Con base en la revisión de diversas experiencias,<br />

se propuso el establecimiento de un fondo o<br />

fideicomiso privado irrevocable, integrado con<br />

recursos mixtos, como mecanismo para la compensación<br />

del servicio ambiental de la zccva a<br />

Cerro Grande (áreas de captación hidrológica;<br />

figura 2). El fideicomiso Cerro Grande, constituido<br />

en el 2010 por el Consejo Civil Mexicano<br />

para la Silvicultura Sostenible y el <strong>Banco</strong> del<br />

Bajío, cuenta con un Comité Técnico integrado<br />

por actores de diversas instituciones, entre ellos<br />

la <strong>Comisión</strong> Nacional Forestal, la <strong>Comisión</strong> de<br />

Áreas Naturales Protegidas, la Secretaría de<br />

Desarrollo Rural, la <strong>Comisión</strong> Estatal de Agua<br />

de Colima, la <strong>Comisión</strong> Intermunicipal de Agua<br />

Potable y Alcantarillado de Colima y Villa de<br />

Álvarez (ciapacov), la Universidad de Colima,<br />

la Universidad de Guadalajara, el Subconsejo de<br />

Cerro Grande y la Fundación Manantlán para la<br />

Biodiversidad de Occidente, A.C.<br />

Los beneficios del mecanismo local de compensación<br />

por servicios ambientales hidrológicos en<br />

Cerro Grande serán destinados a las 3 mil personas<br />

que viven en las comunidades y ejidos de la<br />

zona. Asimismo, el agua captada en Cerro<br />

Grande proporcionará el vital líquido a la zona<br />

conurbada de Colima-Villa de Álvarez. La figura<br />

2 representa el esquema del mecanismo de compensación<br />

por servicios ambientales hidrológicos<br />

de Cerro Grande, éste funciona con la<br />

recaudación monetaria de los habitantes o beneficiarios<br />

del servicio ambiental a través de su<br />

recibo de agua de la ciapacov. El recurso es<br />

ingresado al Fideicomiso Cerro Grande, junto<br />

con los donativos de otras fuentes como de la<br />

iniciativa privada, gobierno estatal y federal. El<br />

Comité Técnico evalúa la viabilidad de aplicación<br />

de los recursos con base en la dictaminación<br />

de la <strong>Comisión</strong> de Evaluación y hacia las<br />

líneas de acción establecidas.<br />

Cabe mencionar que estas líneas de acción son<br />

enunciativas, más no limitativas, ya que existirá<br />

una relación contractual con los beneficiarios y a<br />

su término se entregarán al Comité Técnico informes,<br />

tanto de seguimiento como de finalización.<br />

Los proyectos apoyados estarán regidos por los<br />

instrumentos de gestión del área natural protegida,<br />

tales como el programa de manejo de la<br />

reserva y ordenamientos territoriales, entre otros.<br />

Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación<br />

579


FIGURA 2. Modelo<br />

conceptual del<br />

mecanismo local de<br />

compensación por<br />

servicios ambientales.<br />

Fuente: elaboración<br />

propia.<br />

Tomas<br />

domiciliarias/<br />

comerciales e<br />

industriales<br />

Comité Técnico<br />

• Gobierno del estado<br />

• Municipios (Comala, Minatitlán,<br />

Colima, Villa de Álvarez)<br />

• Subconsejo de Cerro Grande<br />

• Gobierno Federal (conanp,<br />

conafor<br />

• ciapacov<br />

• Universidades (Colima/<br />

Guadalajara)<br />

Monitoreo<br />

Certificación<br />

Instrumentos<br />

• <br />

• <br />

• <br />

• <br />

• <br />

urbanos<br />

CIAPACOV<br />

FIDEICOMISO<br />

Destinatarios<br />

Relación contractual<br />

Aportaciones:<br />

• Gobierno federal conafor,<br />

fondos recurrentes<br />

• Gobierno estatal<br />

• Gobierno municipal<br />

• Sector privado/fmcn, hsbc<br />

• Recaudación voluntaria<br />

Líneas de acción<br />

• Conservación de bosques (zonas núcleo/<br />

manejo de fuego/manejo forestal<br />

comunitario<br />

• Mejoramiento del hábitat familiar<br />

• Mantenimiento del paisaje y la vida rural<br />

(agricultura sustentable)<br />

• Proyectos alternativos (ecoturismo)<br />

• Fortalecimiento de capacidades<br />

institucionales<br />

• Soporte público y conciencia ciudadana<br />

neas e accin e insrumenos<br />

regulatorios<br />

En el cuadro 1 se describen los componentes e<br />

interacciones mostrados en el modelo propuesto<br />

para aplicar los mecanismos de compensación<br />

de servicios ambientales. Como punto de partida<br />

se consideran las amenazas o presiones<br />

detectadas en Cerro Grande, como fundamentos<br />

para desarrollar cinco líneas generales de<br />

acción, las cuales se considera tendrán incluso<br />

un impacto positivo en la mitigación de los efectos<br />

potenciales de cambios climáticos.<br />

Espacios de coordinación<br />

El buen funcionamiento de un esquema de compensación<br />

por servicios ambientales depende de<br />

la participación de todos los actores involucrados.<br />

Por esta razón es muy importante que las<br />

comunidades donde se genera el servicio<br />

ambiental cuenten con un espacio de deliberación<br />

y coordinación que les permita una mejor<br />

interacción con los usuarios del servicio ambiental<br />

y que sus intereses sean tomados en cuenta.<br />

En los esquemas de compensación por servicios<br />

ambientales hidrológicos, es común que los<br />

beneficiarios del servicio ambiental demanden<br />

una disminución o suspensión de las actividades<br />

económicas realizadas en la cuenca, lo que afecta<br />

la calidad del servicio tanto como la extracción<br />

de madera, mientras que los propietarios de los<br />

terrenos donde se capta el agua buscan mejorar<br />

sus condiciones de vida y mantener sus actividades<br />

económicas. La adecuada comunicación<br />

entre proveedores y demandantes de un servicio<br />

ambiental, constituyen un aspecto crucial para<br />

evitar conflictos en la implementación de un<br />

580 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


CUADRO 1. Líneas de acción e instrumentos regulatorios propuestos para aplicar los mecanismos de<br />

compensación de servicios ambientales en Cerro Grande, Colima. Fuente: elaboración propia.<br />

Líneas generales de acción Acciones específicas Instrumentos regulatorios<br />

Manejo y conservación de<br />

bosques<br />

Diseño de alternativas<br />

productivas sustentables<br />

Mejoramiento del hábitat familiar<br />

o de los centros de población<br />

Fortalecimiento institucional<br />

Protección y vigilancia<br />

Prevención, control y manejo del<br />

fuego<br />

Sanidad forestal<br />

Restauración de áreas degradadas<br />

Manejo de recursos maderables y<br />

no maderables<br />

Conservación y manejo especial<br />

en zonas núcleo<br />

Buenas prácticas agrícolas<br />

(conservación de suelos,<br />

incorporación de residuos,<br />

reemplazo de agroquímicos, etc.)<br />

Sistemas agroforestales<br />

Manejo de la visita pública<br />

y desarrollo de la actividad<br />

turística (naturaleza y rural)<br />

Manejo multipropósito del<br />

agua en el centro de población<br />

(captación, uso, tratamiento y<br />

reuso)<br />

Gestión integral de los residuos<br />

sólidos<br />

Desarrollo de espacios<br />

sustentables (construcciones<br />

con métodos tradicionales,<br />

enriquecidos con sistemas de<br />

captación y almacenamiento de<br />

agua, tratamiento de desechos<br />

humanos, fuentes alternativas<br />

de energía) y su integración al<br />

paisaje<br />

Organización, gestión y<br />

aplicación de recursos<br />

Capacitación<br />

Formación de capital humano<br />

Programa de manejo de la rbsm<br />

Programas de ordenamiento<br />

ecológico territorial (estatal,<br />

regional, local)<br />

Programas de desarrollo de los<br />

centros de población<br />

Acuerdos de asamblea de ejidos y<br />

comunidades<br />

Planes de manejo de recursos<br />

naturales aprobados por<br />

las autoridades normativas<br />

correspondientes<br />

Plan rector de visita pública de<br />

Cerro Grande<br />

Programa operativo anual que<br />

sea aprobado por el subconsejo<br />

de Cerro Grande y por el comité<br />

técnico del fideicomiso<br />

Soporte público y conciencia<br />

ciudadana<br />

Educación ambiental<br />

Difusión<br />

Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación<br />

581


mecanismo de compensación. Es por lo anterior<br />

que para la consolidación de un mecanismo de<br />

esa naturaleza, además del propio Comité Técnico<br />

del Fideicomiso, se visualiza la creación de<br />

dos plataformas de participación:<br />

Subconsejo de Cerro Grande. Integrado por los<br />

representantes de las siete comunidades de Cerro<br />

Grande. En éste se proponen las necesidades y<br />

las acciones para el adecuado manejo y conservación<br />

de Cerro Grande, las cuales serán analizadas<br />

en el seno del Comité Técnico del<br />

Fideicomiso y su respectiva <strong>Comisión</strong> de Evaluación<br />

y Dictaminación, para la aprobación de<br />

los recursos financieros para las acciones enmarcadas<br />

en el Programa Operativo Anual.<br />

Consejo Cívico del Agua. En él se encuentren<br />

representados los principales sectores usuarios<br />

del servicio ambiental, que en este caso son los<br />

ubicados en la zona conurbada de Colima-Villa<br />

de Álvarez, que se abastecen del agua proveniente<br />

del acueducto de Zacualpan (manantial<br />

El Cóbano). Este Consejo puede estar conformado<br />

por representantes de: cámaras empresariales<br />

(industria, construcción, restauranteros,<br />

comerciantes), institutos, representantes de<br />

comités de barrio, ciudadanos con liderazgo<br />

reconocido socialmente, medios de comunicación,<br />

ong, entre otros. Éste tendrá la función de<br />

validar y difundir, hacia el resto de la sociedad,<br />

el uso de los recursos otorgados por el fideicomiso<br />

y los resultados obtenidos en torno a la<br />

conservación y manejo de los bosques de Cerro<br />

Grande, como medio para seguir teniendo agua<br />

en la zccva. Dentro de las actividades de este<br />

Consejo estará dar a conocer, anualmente, al<br />

resto de la población (en sus distintos sectores),<br />

las acciones, avances y resultados.<br />

Conclusiones<br />

Este proyecto es una iniciativa plural e incluyente<br />

que plantea la oportunidad de generar un<br />

proceso de solidaridad en la conservación de los<br />

recursos naturales del estado, demostrando un<br />

esfuerzo compartido por alcanzar la sostenibilidad<br />

de los bosques y ciudades, y el bienestar de<br />

toda su gente. Esta iniciativa posiciona a la entidad<br />

como un ejemplo a nivel nacional en la concertación<br />

de mecanismos de compensación local<br />

por servicios ambientales, resaltando la capacidad<br />

institucional de los actores y la sociedad de<br />

Colima.<br />

Referencias<br />

conafor. <strong>Comisión</strong> Nacional Forestal. 2004. Programa<br />

de Servicios Ambientales e Hidrológicos. En:<br />

, última consulta:<br />

17 de julio de 2015.<br />

Daily, G. 1997. Nature’s services: societal dependence<br />

on natural ecosystems. Island Press. Washington,<br />

D.C. eua.<br />

Echavarría, M. 2003. Algunas lecciones sobre la aplicación<br />

de pago por la protección del agua con base<br />

en experiencias en Colombia y Ecuador. En: III<br />

Congreso Latinoamericano de Manejo de Cuencas<br />

Hidrográficas. Desarrollo Sostenible en Cuencas<br />

Hidrográficas. Foro Regional sobre Sistemas de<br />

Pago por Servicios Ambientales. Arequipa, Perú,<br />

del 9 al 12 junio de 2003. Arequipa, Perú.<br />

Torres, J.M. y A. Guevara. 2002. El potencial de México<br />

para la producción de servicios ambientales:<br />

captura de carbono y desempeño hidráulico. Instituto<br />

Nacional de Ecología y Cambio Climatico<br />

(inecc). Gaceta Ecológica 63:40-59.<br />

582 USOS DE LA BIODIVERSIDAD


S7<br />

AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


Masticophis anthonyi. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C./<br />

<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

En la presente sección se identifican diferentes amenazas que afectan a la<br />

diversidad biológica en Colima, las cuales se asocian principalmente a<br />

actividades en ambientes acuáticos y terrestres.<br />

La acuacultura se visualiza como una actividad con potencial para proporcionar<br />

aporte proteico y generar ingreso económico a las comunidades;<br />

sin embargo, una constante en este tipo de actividad es carecer de las<br />

concesiones del uso del agua, lo que contribuye a la sobreexplotación de<br />

las aguas superficiales y subterráneas y la generación de aguas residuales,<br />

orgánicas e inorgánicas, que causan enriquecimiento de nutrientes y alteraciones<br />

físicoquímicas en los ecosistemas acuáticos.<br />

La descarga de aguas residuales sin tratamiento, derivadas de fuentes<br />

domésticas, turísticas o industriales, ha ocasionado eventos de incremento<br />

de compuestos químicos que afectan los ciclos biológicos. En esta<br />

sección se presenta un estudio de caso donde se documentó el efecto del<br />

aumento de nutrientes y su vinculación con el cambio de especies de<br />

microorganismos nocivos o tóxicos en los ambientes, lo que puede generar<br />

la mortandad de peces y daños a la salud humana por el consumo de<br />

especies con presencia de estos microorganismos.<br />

Los arrecifes coralinos presentes en la entidad sufren amenazas directas<br />

e indirectas que inciden en su salud. El cambio de uso de suelo realizado<br />

en la parte continental genera una deposición excesiva de sedimentos que<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo a Amenazas a la biodiversidad. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio<br />

de Estado. conabio. México, pp. 585-586.<br />

585


inciden en los mecanismos de defensa de los<br />

corales e incrementos en su gasto energético. En<br />

los sistemas coralinos de La Boquita y Carrizales<br />

se han documentado afectaciones, que se manifiestan<br />

en decoloración debida a la desaparición<br />

de organismos asociados al coral. El turismo es<br />

otra actividad que ha mostrado efectos diferenciados<br />

en estos dos sistemas; en La Boquita el<br />

aporte de sedimentos es el principal factor de<br />

amenaza y es derivado de la infraestructura<br />

turística; mientras que en Carrizales las afectaciones<br />

son causadas principalmente por embarcaciones.<br />

En Colima se presentan poblaciones de tres de<br />

las cinco especies de tortugas marinas que habitan<br />

en México, cuya abundancia ha disminuido<br />

desde hace varias décadas; si bien en parte<br />

debido a su historia de vida que las hace vulnerables,<br />

pero principalmente ocasionadas por la<br />

pesca y el comercio ilegal, el saqueo de hembras<br />

y sus nidos, y la modificación y degradación de<br />

su hábitat, tanto en su ambiente terrestre como<br />

acuático.<br />

En ambientes terrestres el principal factor que<br />

amenaza la permanencia de la biodiversidad es<br />

el cambio de uso de suelo. Casi una cuarta parte<br />

de la superficie estatal ha tenido cambios en 24<br />

años. En este periodo la cobertura forestal se<br />

redujo en 20%; 62% de la deforestación estatal se<br />

vinculó con cambios de terrenos forestales a<br />

agrícolas, 34% con actividades pecuarias y 1.4%<br />

con urbanización. Los tipos de vegetación con<br />

mayor afectación han sido las selvas bajas y<br />

medianas; mientras que por su extensión, la<br />

vegetación de galería, dunas costeras, la vegetación<br />

de suelos salinos y yesosos, y los cuerpos de<br />

agua, han visto disminuida considerablemente<br />

su extensión respecto a su superficie total; el<br />

fuego, las plagas y el pastoreo intensivo también<br />

son causas de degradación de la vegetación.<br />

En otro estudio de caso se presenta la situación<br />

actual de la parota (Enterolobyum cyclocarpum),<br />

árbol emblemático y protegido en el estado que<br />

presenta ejemplares notables en los municipios<br />

de Colima y Villa de Álvarez, pero cuya conservación<br />

y los múltiples servicios ecosistémicos<br />

que provee se han visto disminuidos por su paulatina<br />

eliminación en las áreas urbanas; también<br />

ha disminuido su crecimiento por los efectos del<br />

aislamiento al que son sometidos.<br />

Por último, se ha identificado al comercio ilegal<br />

como una actividad que pone en riesgo la vida<br />

silvestre en el estado. Desde el año 2000 se han<br />

asegurado ejemplares de flora y fauna. De las<br />

plantas, los ejemplares de la familia Cactaceae<br />

han sido los más afectados, mientras que para la<br />

fauna fueron las aves y los reptiles. Especial atención<br />

requiere el grupo de los Psitácidos (pericos<br />

y guacamayas), los cuales son extraídos de sus<br />

nidos para su comercio ilícito, por lo que estas<br />

especies se encuentran en riesgo. Los efectos del<br />

comercio ilegal y la caza podrían ser más acentuados<br />

sin una vigilancia y coordinación interinstitucional<br />

en la materia.<br />

586 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


Acuicultura<br />

y normatividad<br />

ambiental<br />

Elisa Andrade-Tinoco<br />

Introducción<br />

La información que a continuación se presenta es un recuento de la situación<br />

de la acuicultura en el estado hasta el año 2007. Actualmente las<br />

condiciones han cambiado, sin embargo es importante conocer la problemática<br />

suscitada en esos años para retomar las lecciones aprendidas.<br />

Hasta el 2007 el marco regulatorio principal de la acuicultura en México,<br />

en materia ambiental, estaba suscrito a lo estipulado en la Ley General del<br />

Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (lgeepa) (sedue 1988),<br />

incluidas sus modificaciones y reglamentos asociados, así como las Normas<br />

Oficiales Mexicanas. También forman parte relevante de esta regulación<br />

la Ley de Aguas Nacionales (sarh 1992, con sus modificaciones y<br />

su reglamento, sarh 1994).<br />

Las instituciones vinculadas a este marco regulatorio son: la Secretaría<br />

del Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat), la Procuraduría<br />

Federal de Protección al Medio Ambiente (profepa), la <strong>Comisión</strong> Nacional<br />

del Agua (conagua), la <strong>Comisión</strong> Nacional de Acuacultura y Pesca<br />

(conapesca) y los gobiernos de los estados (en Colima a través de la<br />

Secretaría de Desarrollo Rural), debido a la federalización de los recursos<br />

de los diversos programas de apoyo a la actividad. De esta manera, los<br />

proyectos acuícolas que se llevaban a cabo en el estado debían cumplir<br />

con la normatividad correspondiente, que en general consistía en: contar<br />

con la autorización en materia de impacto ambiental, la concesión de uso<br />

acuícola del recurso agua y el permiso de descarga de aguas residuales,<br />

Andrade-Tinoco, E. 2016. Acuicultura y normatividad ambiental. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 587-597.<br />

587


además de dar cabal cumplimiento a las normas<br />

oficiales mexicanas (nom) inherentes al sector.<br />

La construcción de estanquería para actividades<br />

acuícolas (engorda de tilapia) en Colima inició<br />

en los años ochenta como parte de los programas<br />

del gobierno federal a través de la sagarpa.<br />

Su orientación consistió en brindar ayuda a las<br />

poblaciones rurales para obtener alimentos con<br />

alto contenido proteínico que mejoraran el bienestar<br />

físico y a la vez generar algún beneficio económico<br />

a los habitantes de las comunidades.<br />

actividad creció de manera no planificada, cumpliendo<br />

precariamente con la normatividad<br />

ambiental y en materia de aguas que rige a este<br />

sector. En su momento se hizo el señalamiento<br />

de que al continuar esa situación, en poco tiempo<br />

se presentarían serios problemas ambientales en<br />

la entidad, tales como la destrucción de vegetación<br />

natural, incluido el manglar, la reducción<br />

de zonas de refugio para la fauna silvestre, pérdida<br />

de suelo por erosión y, el desperdicio y contaminación<br />

del agua (con las consecuentes<br />

afectaciones a la vida acuática), entre otros.<br />

Parte de esa infraestructura (estanques rústicos<br />

construidos principalmente en terrenos agropecuarios),<br />

se encuentra actualmente en abandono;<br />

otra parte, después de varios años sin uso, fue<br />

rehabilitada y hasta el 2007 estaba operando.<br />

Para la realización de esta infraestructura, que<br />

data de aproximadamente 30 años, no se realizaron<br />

estudios de impacto ambiental, dado que la<br />

lgeepa se publicó hasta 1988. Sin embargo, de<br />

1995 a 2007, en Colima se proyectó desarrollar la<br />

acuicultura como una actividad más del sector<br />

primario, señalándola en los planes estatales de<br />

desarrollo del estado y SAGARPA como una actividad<br />

con un potencial de desarrollo elevado y<br />

una línea de acción a seguir para el crecimiento<br />

económico de la entidad. Lo anterior resultó en<br />

la construcción de nueva infraestructura acuícola,<br />

no sólo para la producción de tilapia, sino también<br />

de camarón.<br />

A pesar de los señalamientos del gobierno, respecto<br />

a que la acuicultura (al igual que el resto de<br />

las actividades económicas del estado), debía<br />

desarrollarse o encaminarse hacia un desarrollo<br />

sustentable (Congreso del Estado de Colima<br />

1999; Congreso del Estado de Colima 2004), esta<br />

El presente trabajo tuvo como objetivo elaborar<br />

un diagnóstico de la situación en el 2007, establecer<br />

tendencias y riesgos ambientales de la<br />

acuicultura en el estado con la intención de que<br />

este análisis sea de utilidad a los tomadores de<br />

decisiones en el sector. La información se obtuvo<br />

parcialmente de las diferentes instituciones y<br />

organizaciones involucradas. Los datos fueron<br />

corroborados en campo y posteriormente se realizó<br />

un análisis de la situación prevaleciente en el<br />

sector.<br />

Situación de la acuicultura<br />

en el 2007<br />

Hasta el año 2007 se cultivaban principalmente<br />

dos tipos de organismos acuícolas, camarón<br />

blanco (Litopennaeus vannamei), que se cultiva en<br />

agua dulce y salobre, y tilapia (Oreochromis spp.).<br />

A escala mucho menor se cultivaba bagre (Ictalurus<br />

punctatus), carpa herbívora (Ctenopharyngodon<br />

idella) y peces de ornato. Considerando las<br />

diferencias en extensión y manejo entre los cultivos<br />

de camarón o camaronicultura (incluye un<br />

laboratorio de postlarva) y el cultivo de tilapia<br />

588 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


(producción de crías y engorda), a continuación se<br />

describe esta información.<br />

Cabe mencionar que en años posteriores al 2007<br />

las características y condiciones de la acuicultura<br />

en Colima han cambiado, principalmente<br />

por los diferentes programas de apoyo gubernamental<br />

al sector o por abandono de la actividad<br />

de los pequeños productores.<br />

Cultivo de camarón<br />

en agua dulce<br />

El cultivo de camarón en agua dulce comenzó en<br />

el año 1996, en tres granjas que inicialmente<br />

estaban diseñadas para langostino malayo y que<br />

se habilitaron para realizar cultivos piloto con<br />

camarón en agua dulce. Los resultados fueron<br />

muy alentadores (Ávila 1998), y a partir de 1998<br />

la camaronicultura empezó a desarrollarse,<br />

principalmente en el municipio de Tecomán<br />

(figura 1), en donde las condiciones ambientales<br />

son más favorables para el cultivo (calidad del<br />

agua, temperatura, tipo de suelo, etcétera).<br />

En el 2007 la superficie de cultivo comprendía<br />

aproximadamente 220 ha, en un total de<br />

19 granjas (cuadro 1), de las cuales cinco no estaban<br />

operando, lo que significa que 87% del<br />

espejo de agua disponible en la entidad estaba<br />

produciendo camarón. Existían otras dos granjas<br />

que podían denominarse mixtas (cuadro 1),<br />

ya que además de camarón una de ellas cultivaba<br />

bagre, tilapia, carpa y peces de ornato, y la otra<br />

camarón, tilapia y cocodrilo (esta última registrada<br />

como UMA); el espejo de agua de estas dos<br />

granjas era de 15 ha, pero no fue posible determinar<br />

la superficie de cultivo de cada una de las<br />

especies, ya que ésta cambia de un ciclo a otro.<br />

También existía un laboratorio de producción de<br />

postlarva de camarón.<br />

FIGURA 1. Distribución del número de granjas de camarón por municipio. Fuente: SAGARPA con correcciones de la<br />

autora.<br />

Acuicultura y normatividad ambiental<br />

589


CUADRO 1. ranjas de camarón, superficie de cultivo y cumplimiento de normatividad vigente. Fuente:<br />

SAGARPA con correcciones de la autora.<br />

Categorías Camarón Mixtas*<br />

Número de granjas 19 2<br />

Superficie total espejo de agua (ha) 220 15<br />

Superficie en operación (%) 87 100<br />

Autorización en materia de impacto ambiental o regularización (%) 50 nd<br />

Concesión de agua para uso acuícola (%) 35 0<br />

*Mixtas: camarón, bagre, carpa, tilapia, peces ornato o cocodrilo; en el estado existe además un laboratorio<br />

de postlarva de camarón; nd = no determinado.<br />

El cultivo de camarón se realizaba en estanquería<br />

rústica, bajo sistemas de cultivo semi-intensivo<br />

e intensivo; el tamaño de los estanques<br />

varíaba desde 0.3 hasta 3 ha, con densidades de<br />

siembra de entre 25 y más de 100 postlarvas/m 2 ;<br />

casi todas las granjas utilizaban tanques de precría.<br />

La mayoría de estas granjas camaronícolas<br />

se construyeron en terrenos agrícolas que los<br />

propietarios decidieron reconvertir a uso acuícola<br />

debido a la baja rentabilidad de las actividades<br />

agropecuarias. Aproximadamente 50% de esas<br />

granjas contaban con autorización en materia de<br />

impacto ambiental o regularización en la materia<br />

ante la profepa (cuadro 1).<br />

Cabe señalar que la presentación de los estudios<br />

de impacto ambiental o regularización de las<br />

granjas, en el 2007, fueron motivados principalmente<br />

por el interés de obtener recursos del<br />

gobierno federal para mejorar o tecnificar las<br />

granjas, o bien porque la profepa inició un proceso<br />

administrativo en contra de las granjas por<br />

falta de autorización en materia de impacto<br />

ambiental. De origen son pocos los propietarios<br />

de granjas que en esas fechas se habían preocu-<br />

pado por cumplir con la legislación correspondiente,<br />

debido a dos causas fundamentales: el<br />

costo de los estudios ambientales y la falta de<br />

conciencia ecológica que impide visualizar la<br />

importancia de este tipo de estudios.<br />

En cuanto al uso del agua, en el 2007 sólo 35% de<br />

las granjas contaba con concesión para uso acuícola,<br />

el resto empleaba concesiones agrícolas para<br />

desarrollar la actividad. Las fuentes de agua eran<br />

diversas: se aprovechaba agua de la laguna de<br />

Cuyutlán, de canales de riego, de pozos profundos,<br />

agua salobre proveniente del manto freático<br />

e incluso agua de drenes agrícolas. Ninguna de<br />

las granjas contaba con permiso de descarga de<br />

aguas residuales (cuadro 1) (conagua 2007).<br />

En el cultivo de camarón aparentemente se han<br />

obtenido mejores resultados cuando se utiliza<br />

agua subterránea, en lugar de agua superficial<br />

(productores com. pers.). Los organismos parecen<br />

desarrollarse mejor y generalmente la mortalidad<br />

es más baja, lo que redunda en una mayor<br />

rentabilidad del cultivo. Se desconocen las causas<br />

de estos resultados pero es de suponer que se<br />

590 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


deben en gran medida a la calidad del agua.<br />

Obtener resultados científicos sobre calidad del<br />

agua, parámetros de crecimiento, estudios de<br />

sanidad y análisis bromatológicos ayudaría a<br />

mejorar el desarrollo de los cultivos, así como<br />

a implementar buenas prácticas ambientales y<br />

de manejo.<br />

Cultivo de tilapia<br />

En el estado, hasta el 2007 se contó con un<br />

número elevado de unidades acuícolas o granjas<br />

para el cultivo de tilapia, las cuales iban desde<br />

un solo estanque (en su mayoría rústicos y algunos<br />

de concreto), hasta aquellas con ocho o 10<br />

estanques; además, en años anteriores al 2007 se<br />

construyeron granjas con tanques de concreto y<br />

se instalaron tanques de geomembrana para la<br />

engorda de tilapia. Se tenían registradas 35 granjas<br />

con estanquería rústica que cubrían una<br />

superficie aproximada de 43 ha; seis granjas con<br />

tanques de geomembrana o concreto (1 130 m 3<br />

de agua para cultivo); cinco unidades de engorda de<br />

tilapia en jaulas (545 jaulas); y siete centros productores<br />

de crías (tres pertenecientes a una<br />

dependencia oficial: sagarpa), con una capacidad<br />

total de producción anual de 20 millones de<br />

crías (cuadro 2). Actualmente se espera que se<br />

hayan incrementado el número de granjas según<br />

los proyectos que se han autorizado en los diferentes<br />

programas de apoyo a la actividad.<br />

De las 35 granjas de tilapia con estanquería rústica<br />

registradas en el estado, en el 2007, 69% estaban<br />

en operación, en una superficie de cultivo de<br />

24 hectáreas. Esto significa que sólo 56% del<br />

espejo de agua disponible para este cultivo estaba<br />

produciendo y el 44% restante se encontraba<br />

improductivo por diversas causas (figura 2). Las<br />

granjas se localizaron en siete de los 10 municipios<br />

del estado, y al igual que las granjas de camarón,<br />

la mayoría se encuentró en el municipio de<br />

Tecomán (figura 3); sin embargo, de las 11 granjas<br />

que hay en este municipio sólo operan cuatro, lo<br />

que representa 36% del espejo de agua disponible.<br />

CUADRO 2. Granjas de tilapia según el tipo de infraestructura. Fuente: SAGARPA con correcciones de la autora.<br />

Categorías<br />

Estanquería<br />

rústica<br />

Tanques de<br />

geomembrana o<br />

concreto<br />

Jaulas<br />

Producción<br />

de crías<br />

Número de granjas 35 6 5 **7<br />

Superficie total espejo de agua (ha) 43 *25 - -<br />

Autorización en materia de impacto ambiental o<br />

regularización (%)<br />

nd nd nd nd<br />

Concesión de agua para uso acuícola (%) 0 0 - 57<br />

Permiso descarga de aguas residuales (%) 0 0 - -<br />

* = 25 tanques con diámetros de 6 y 9 m, volumen disponible para producción: aproximadamente 1 130 m 3 ;<br />

** = dos granjas además de producción de crías se dedican a engorda; nd = no determinado.<br />

Acuicultura y normatividad ambiental<br />

591


FIGURA 2. Espejo de agua disponible y superficie en operación de las granjas de tilapia con estanquería<br />

rústica. Fuente: SAGARPA con correcciones de la autora.<br />

FIGURA 3. Distribución de las granjas de tilapia con estanquería rústica por municipio. Fuente: SAGARPA con<br />

correcciones de la autora.<br />

592 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


En el 2007 se encontraban funcionando las seis<br />

granjas que contaban con tanques de concreto o<br />

geomembrana para el cultivo de tilapia (localizados<br />

en Coquimatlán, Villa de Álvarez, Tecomán<br />

y Minatitlán), los centros productores de<br />

crías (en Manzanillo, Tecomán y Coquimatlán)<br />

y los grupos productores en jaulas (en Manzanillo,<br />

Tecomán y Comala).<br />

Muchas de las granjas de tilapia están exentas<br />

del trámite de autorización en materia de<br />

impacto ambiental debido a su año de construcción;<br />

es muy probable que varias de las granjas<br />

que se construyeron después de que la lgeepa<br />

entró en vigencia no requieran evaluación en la<br />

materia, debido al lugar en donde se construyeron<br />

(terrenos agropecuarios), su tamaño y tipo<br />

de cultivo. Sin embargo, la semarnat deberá<br />

determinar cuáles granjas quedarían exentas de<br />

autorización en materia de impacto ambiental y<br />

cuáles deberán someterse a un proceso de regularización<br />

ante la profepa. Cabe señalar que, en<br />

las fechas en las que se realizó este estudio, algunas<br />

granjas contaban con autorización en la materia<br />

y otras más se regularizaron mediante la<br />

presentación de sus respectivos programas de<br />

mitigación de daños.<br />

En cuanto al uso del recurso agua, las granjas de<br />

tilapia se abastecen de líquido proveniente de<br />

diversas fuentes: canales de riego, pozos profundos,<br />

norias, bordos, manantiales, ríos e incluso<br />

de la laguna de Alcuzahue. En su mayoría las<br />

granjas poseen concesiones para uso agrícola. Al<br />

igual que las granjas de camarón, estas granjas<br />

tampoco contaban con permiso de descarga de<br />

aguas residuales, eso en las fechas referidas en<br />

este estudio.<br />

Análisis de las tendencias<br />

y riesgos ambientales<br />

La producción de camarón de cultivo en el<br />

estado fue de 471 toneladas en el año 2005 y<br />

1 015 en 2006, mientras que para tilapia se produjeron<br />

77 toneladas en 2005 y 106 en 2006<br />

(sagarpa Delegación Colima). A nivel estatal<br />

la acuicultura mostraba una tendencia de crecimiento;<br />

sin embargo, en ocasiones las instituciones<br />

apoyaron proyectos que carecían de<br />

estudios de factibilidad técnica, ambiental y<br />

financiera, que mostraran proyecciones positivas.<br />

Lo anterior puede corroborarse mediante<br />

la comparación entre la superficie disponible<br />

para cultivo de tilapia y la superficie que estaba<br />

en esas fechas en producción (sólo 56%). Además,<br />

como se comentó con anterioridad, la falta<br />

de cumplimiento de la normatividad vigente<br />

que rige este sector productivo (principalmente<br />

autorización en materia de impacto ambiental,<br />

concesión de agua para uso acuícola y permiso<br />

de descarga de aguas residuales), pone en riesgo<br />

la acuicultura y el equilibrio ecológico en la<br />

entidad.<br />

Los impactos que tiene la acuicultura en el<br />

ambiente son variados y algunos de ellos pueden<br />

llegar a ser significativos y permanentes,<br />

desde el momento de preparación del sitio y<br />

construcción de un proyecto acuícola, hasta su<br />

operación y mantenimiento. Afortunadamente<br />

hasta la fecha en la que se realizó este estudio<br />

casi todas las granjas se habían construido en<br />

terrenos agropecuarios, lo que quiere decir que<br />

no se habían hecho cambios drásticos o incompatibles<br />

de uso del suelo y por lo tanto no se<br />

había impactado la vegetación natural. Esta<br />

situación explica por qué no se consideraban<br />

Acuicultura y normatividad ambiental<br />

593


elevantes las afectaciones a la fauna silvestre<br />

debido al establecimiento de estos proyectos<br />

productivos.<br />

La importancia de contar con autorización en<br />

materia de impacto ambiental y cumplir además<br />

con las normas oficiales mexicanas de observancia<br />

obligatoria del sector, refleja el interés del<br />

gobierno y de la sociedad de encaminarse hacia<br />

un desarrollo sustentable; sin embargo, este<br />

objetivo se ve obstaculizado al no considerar los<br />

estudios de impacto ambiental, como requisito<br />

para otorgar los apoyos que se conceden a través<br />

de diversos programas de los tres niveles de<br />

gobierno, diseñados para reactivar la acuicultura<br />

en Colima. La acuicultura será sustentable<br />

solamente si se planifica con rigor y se gestiona<br />

integralmente de acuerdo con la normatividad<br />

ambiental vigente.<br />

Las omisiones a las regulaciones ambientales no<br />

sólo son responsabilidad de las instituciones que<br />

otorgan los apoyos económicos, sino que también<br />

son resultado de la falta de asesoría de los<br />

prestadores de servicios profesionales para el<br />

desarrollo de proyectos acuícolas. Es necesario<br />

contar con asesoría clara y puntual para determinar<br />

cuáles proyectos realmente requieren<br />

autorización en materia de impacto ambiental,<br />

en cualquiera de sus modalidades (informe preventivo<br />

o manifestación de impacto ambiental,<br />

mia), y cuáles quedan exentos de tales procedimientos.<br />

En cuanto al recurso agua, es indispensable que<br />

se empiecen a verificar las autorizaciones de uso<br />

correspondientes, ya que muchas granjas<br />

emplean concesiones agrícolas para actividades<br />

acuícolas, lo que origina un consumo de agua<br />

mayor al registrado ante las autoridades correspondientes.<br />

Esta situación puede afectar seriamente<br />

la disponibilidad y la planeación en la<br />

distribución del recurso.<br />

También debe exigirse que las granjas cuenten<br />

con el permiso de descarga de aguas residuales<br />

correspondiente, debido a que algunas de ellas<br />

pueden estar contaminando de manera preocupante<br />

los cuerpos de agua superficiales o los<br />

mantos freáticos, con el consecuente deterioro<br />

de su calidad y la afectación negativa a la vida<br />

silvestre, tanto acuática como terrestre.<br />

Los desechos orgánicos (restos de alimento,<br />

heces y amonio, entre otros) e inorgánicos (fertilizantes,<br />

cal, antibióticos y otros agentes químicos)<br />

que se generan por la operación y<br />

mantenimiento de una granja, pueden causar<br />

enriquecimiento de nutrientes y alteraciones<br />

físicoquímicas del agua. Esos factores promueven<br />

la eutrofización de los cuerpos receptores,<br />

causando incrementos en la demanda de oxígeno,<br />

producción de sedimentos anóxicos y<br />

gases tóxicos, cambios en las comunidades, disminución<br />

de la diversidad del bentos, alteraciones<br />

en la biodiversidad, desarrollo de especies<br />

resistentes a la contaminación y florecimiento de<br />

fitoplancton. Por lo tanto, es muy importante<br />

cumplir la regulación ambiental vigente, incluyendo<br />

las normas oficiales sobre descargas de<br />

aguas residuales.<br />

Es bien sabido que la acuicultura ha sufrido<br />

graves problemas cuando existen deficiencias<br />

en la prevención, control y vigilancia de las<br />

condiciones sanitarias de la actividad (tal es el<br />

caso de la camaronicultura en Sinaloa y<br />

Sonora), propiciándose una rápida disemina-<br />

594 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


ción y establecimiento de enfermedades, tanto<br />

en las poblaciones cultivadas como en las silvestres<br />

(wwf Chile 2006). Los principales efectos<br />

de estas patologías son el incremento<br />

significativo de la mortalidad, el incremento en<br />

los costos de producción (por aplicación de<br />

antibióticos) y la disminución de la calidad del<br />

producto (wwf Chile 2006).<br />

una de estas instituciones (presentación de programas,<br />

reportes, etc., por parte de cada uno de<br />

los productores que cuenta con sus respectivas<br />

autorizaciones, concesiones o permisos), con el<br />

consecuente vacío de información sobre las afectaciones<br />

ambientales que el desarrollo de la acuicultura<br />

provocó en el estado en ese periodo de<br />

tiempo.<br />

Estos problemas en los procesos productivos no<br />

sólo afectan a la acuicultura, sino que también<br />

impactan de manera importante al ambiente<br />

(acumulación de antibióticos en la columna de<br />

agua y en los sedimentos, así como en organismos<br />

cultivados y silvestres, y mayor resistencia<br />

de organismos patógenos) y ponen en riesgo la<br />

salud pública. Por esta razón es necesario que en<br />

la entidad se realicen acciones que puedan prevenir<br />

problemas futuros de enfermedades humanas,<br />

ocasionadas de manera directa o indirecta<br />

por la actividad acuícola. En el caso del camarón<br />

ya existe el Comité Estatal de Sanidad Acuícola<br />

del Estado de Colima, A.C.<br />

Por último, es importante señalar que las instituciones<br />

que participan en el cuidado del medio<br />

ambiente (semarnat, profepa y conagua),<br />

desafortunadamente en las fechas de este estudio,<br />

no contaban con los recursos necesarios para:<br />

atender de forma inmediata, dar seguimiento y<br />

verificación a los dictámenes de evaluación en<br />

materia de impacto ambiental (competencia de<br />

semarnat), a los programas de mitigación de<br />

daños ambientales (competencia de profepa), y<br />

a las autorizaciones para uso acuícola del recurso<br />

agua y los permisos de descarga de aguas residuales<br />

(competencia de conagua). Por esta<br />

razón no se realizaron con eficacia los programas<br />

de vigilancia ambiental que debe tener cada<br />

Conclusiones<br />

Es urgente que las instituciones y funcionarios<br />

responsables de los distintos programas que<br />

apoyan y regulan el desarrollo de la acuicultura<br />

en la entidad, asuman las medidas necesarias<br />

para que, en primer lugar, aprueben<br />

sólo aquellos proyectos con factibilidad técnica,<br />

económica y ambiental positiva y que,<br />

además, dejen de omitirse requisitos de elegibilidad,<br />

como son la autorización en materia<br />

de impacto ambiental, la concesión de agua<br />

para uso acuícola y el permiso de descarga de<br />

aguas residuales. Sólo de esta manera será<br />

posible tener éxito y permanencia en la acuicultura<br />

del estado y, a la vez, encaminarse<br />

hacia un desarrollo sustentable.<br />

Referencias<br />

Ávila, M. 1998. Camarón blanco en agua dulce: una<br />

nueva opción. Mazatlán, Sinaloa. II Simposium Internacional<br />

de Acuacultura, pp. 206-212.<br />

Borja, A. 2002. Los impactos ambientales de la acuicultura<br />

y la sostenibilidad de esta actividad. Bol.<br />

Inst. Esp. Oceanog. 18(1-4):41-49.<br />

sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología<br />

1988. Ley General del Equilibrio Ecológico y la<br />

Acuicultura y normatividad ambiental<br />

595


Protección al Ambiente. Publicada el 28 de enero<br />

de 1988 en el Diario Oficial de la Federación. Última<br />

reforma publicada el 9 de enero de 2015.<br />

sarh. Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 1994. Reglamento<br />

de la Ley de Aguas Nacionales. Publicada<br />

el 12 de enero de 1994 en el Diario Oficial de la<br />

Federación. Última reforma publicada el 20 de julio<br />

de 2015.<br />

Congreso del Estado. 2002. Ley Ambiental para el Desarrollo<br />

Sustentable del Estado de Colima. Colima.<br />

Publicada el 15 de junio de 2002 en el Periódico Oficial<br />

del Estado de Colima. Última reforma publicada<br />

mediante el decreto 333 del 31 de marzo de 2006.<br />

Texto vigente. En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 1991. Plan Estatal de Desarrollo 1998-2003.<br />

Publicado el 29 de abril de 1998 en el Periódico<br />

Oficial del Estado de Colima. En: , última consulta: 20 de julio<br />

de 2015.<br />

——— . 1993. Programa de Ordenamiento Ecológico<br />

del Territorio del Estado de Colima. Dirección de<br />

Ecología del Gobierno del Estado. Texto vigente.<br />

En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de<br />

2015.<br />

——— . 2004. Plan Estatal de Desarrollo 2004-2009.<br />

Texto vigente. En: , última<br />

consulta: 20 de julio de 2015.<br />

sagarpa y conapesca. Secretaría de Agricultura, Ganadería,<br />

Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación y <strong>Comisión</strong><br />

Nacional de Acuacultura y Pesca. 1994. nom-<br />

010-pesc-1993. Publicada el 23 de noviembre de 1993<br />

en el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

En: , última<br />

consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 1994. nom-011-pesc-1993. Publicada el 23 de<br />

noviembre de 1993 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente. En: , última<br />

consulta: 20 de julio de 2015.<br />

——— . 2001. nom-030-pesc-2000. Publicada el 2000<br />

en el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

En: ,<br />

última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

——— . 2002. nom-em-05-pesc-2002. Publicada el 19<br />

de julio de 2002 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente. En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

sarh. Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.<br />

1992. Ley de Aguas Nacionales. Publicada el<br />

1 de diciembre de 1992 en el Diario Oficial de la<br />

Federación. Texto vigente.<br />

semarnap. Secretaría de Medio Ambiente, Recursos<br />

Naturales y Pesca. 1997. nom-001-ecol-1996. Publicada<br />

el 24 de junio de 1996 en el Diario Oficial<br />

de la Federación. Texto vigente. En: ,<br />

última consulta: 20 de julio de 2015..<br />

——— . 1999. nom-em-001-pesc-1999. Publicada el<br />

24 de septiembre de 1999 en el Diario Oficial de<br />

la Federación. Texto vigente. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

596 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


semarnat. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. nom-059-semarnat-2010.<br />

Publicada el 30 de diciembre de 2010 en el Diario<br />

Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

wwf Chile. World Wild Fund Chile. 2006. Sinopsis de<br />

los impactos y la gestión ambiental en la salmonicultura<br />

chilena. Valdivia, Chile.<br />

Acuicultura y normatividad ambiental<br />

597


Cambios<br />

en la cobertura<br />

vegetal<br />

Tania <strong>Román</strong>-Guzmán<br />

Jorge Alemán Campos<br />

J. Santos Bracamontes Pérez<br />

Rafael Villegas-García<br />

La cobertura vegetal en Colima ha sufrido importantes cambios en los últimos<br />

24 años, según un estudio a nivel nacional realizado con información<br />

de 1976, 1993 y 2000 (Velásquez et al. 2002, Cuevas Arellano 2003). La delegación<br />

de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat)<br />

en la entidad, adoptó estos resultados como la base para elaborar el<br />

diagnóstico preliminar de los bosques del estado (Álvarez-Castillo et al.<br />

2004). Este último estudio mostró que para el periodo de 1976 a 2000 existieron<br />

cambios en las coberturas del terreno en 24.79% de la superficie estatal,<br />

lo que representa casi una cuarta parte del territorio.<br />

Cabe aclarar que no todos los cambios significaron deforestación, o la<br />

pérdida permanente de vegetación natural y el cambio a otro tipo de uso<br />

como la agricultura, los pastizales, la construcción de infraestructura o<br />

de áreas urbanas (fra 2005); los cambios de uso del suelo también incluyeron<br />

modificaciones en el uso de coberturas de agricultura a pastizales,<br />

o de pastizales a suelo urbano o a infraestructura.<br />

Se calcula que en 1976 la superficie forestal en el estado era de 3 633.26 km 2 ,<br />

cantidad que para el 2000 quedó reducida a aproximadamente 2 916.12 km 2<br />

(cuadro 1), lo que representa una pérdida de 717.13 km 2 de bosques (considerando<br />

manglares, palmares, selvas bajas y medianas, bosques de galería,<br />

mesófilo de montaña, encino, pino y pino-encino) y 95.71 km 2 de otros<br />

tipos de vegetación natural, para este periodo de tiempo. Esos 812.84 km 2<br />

totales corresponden a una tasa promedio de deforestación anual de 0.58%<br />

de la superficie total del estado, valor por encima del promedio nacional<br />

598<br />

<strong>Román</strong>-Guzmán, T., J.L. Alemán C., J.S. Bracamontes P. y R.Villegas-García. 2016. Cambios en la cobertura vegetal.<br />

En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 598-605.


(0.43%) y que equivale a perder 3 269 ha de algún<br />

tipo de vegetación natural cada año (Álvarez-<br />

Castillo et al. 2004).<br />

Aproximadamente 62% de la deforestación estatal<br />

se debió a procesos de cambio de uso de terrenos<br />

forestales a agricultura, 34% estuvieron asociados<br />

a las actividades pecuarias, 1.4% a urbanización y<br />

el resto a otras actividades como la minería. Las<br />

coberturas que se incrementaron en superficie<br />

fueron principalmente la agricultura de temporal<br />

con cultivos permanentes y semipermanentes, la<br />

agricultura de riego, los pastizales inducidos y<br />

cultivados y los asentamientos humanos, mientras<br />

que las coberturas que disminuyeron en<br />

mayor medida fueron las que corresponden a selvas<br />

bajas y medianas. Sin embargo, si se considera<br />

la tasa de cambio anual (el porcentaje de pérdida<br />

de área con respecto a su área total), la pérdida fue<br />

mayor en la vegetación de galería, las dunas costeras<br />

y la vegetación de suelos salinos (halófila) y<br />

yesosos (gipsófila) (cuadro 2). Cabe mencionar<br />

CUADRO 1. uperficie, tipo de cobertura vegetal y uso del suelo en y . Fuente: Cuevasrellano .<br />

Tipos de cobertura 1976<br />

Superficie (km 2 )<br />

2000<br />

Superficie (km 2 )<br />

Praderas naturales de alta montaña (sabana) 7.54 8.78<br />

Bosques de pino 19.60 17.65<br />

Mezclas distintas de bosques de pino-encino 132.31 120.03<br />

Bosques de encino 397.42 365.29<br />

Bosque mesófilo de montaña 24.43 23.34<br />

Selva mediana subcaducifolia y caducifolia 665.11 596.15<br />

Selva baja caducifolia y subcaducifolia 2 252.13 1 724.11<br />

Vegetación de galería 91.62 33.00<br />

Vegetación hipsófila y gipsófila 57.77 39.66<br />

Popal-tular 2.23 12.63<br />

Palmares nativos 2.18 1.89<br />

Dunas costeras 27.16 14.74<br />

Manglares 48.46 34.67<br />

Pastizal cultivado e inducido 245.83 519.00<br />

Área sin vegetación aparente 4.04 9.56<br />

Cuerpo de agua continental 80.73 76.09<br />

Asentamiento humano 13.79 92.66<br />

Agricultura de riego, temporal con cultivos anuales,<br />

permanentes y semipermanentes<br />

1 557.05 1 937.19<br />

Total superficie con cobertura vegetal natural 3 727.96 2 991.94<br />

Cambios en la cobertura vegetal<br />

599


que también los cuerpos de agua naturales se han<br />

visto disminuidos paulatinamente, favoreciendo<br />

en algunos casos el incremento de vegetación<br />

hidrófila (adaptada a medios muy húmedos), por<br />

ejemplo el popal-tular.<br />

Se prevé que de continuar las condiciones de<br />

asolve, relleno para uso urbano, contaminación,<br />

disminución de los aportes de agua y la sobreexplotación<br />

para riego, este tipo de vegetación gradualmente<br />

ganará terreno al espejo de agua<br />

(Álvarez-Castillo et al. 2004).<br />

Se observaron cambios en el uso del suelo en las<br />

cuencas Coahuyana y Armería. Debido a que en<br />

estas cuencas se localizan los principales valles<br />

agrícolas del estado; esta actividad ha sido la<br />

principal causa de deforestación.<br />

CUADRO 2. orcentaje de superficie estatal, por tipo de cobertura vegetal y del terreno, y su tasa de cambio<br />

anual estimada para el periodo de . Fuente: Cuevasrellano .<br />

Tipo de cobertura 1969 (%) 2000 (%) Tasa de cambio<br />

anual (%)<br />

Mezclas distintas de bosques de pinoencino<br />

2.35 2.13 -0.38<br />

Bosques de encino 7.06 6.49 -0.33<br />

Selva mediana subcaducifolia y<br />

caducifolia<br />

11.81 10.60 -0.43<br />

Selva baja caducifolia y subcaducifolia 40.01 30.64 -1.06<br />

Asentamiento humano 0.24 1.65 7.89<br />

Cuerpo de agua continental 1.43 1.35 -0.24<br />

Pastizal cultivado e inducido 4.37 9.22 6.68; -0.52<br />

Área sin vegetación aparente 0.07 0.17 3.62<br />

Agricultura de riego, temporal con<br />

cultivos anuales, permanentes y<br />

semipermanentes<br />

27.66 34.43 1.33; -0.12; 20.89<br />

Bosque mesófilo de montaña 4.99 3.31 -0.15<br />

Manglares -1.45<br />

Bosques de pino -0.40<br />

Palmares nativos -0.58<br />

Vegetación de galería -3.99<br />

Vegetación hipsófila y gipsófila -1.50<br />

Dunas costeras -2.39<br />

Praderas naturales de alta montaña<br />

(sabana)<br />

0.67<br />

600 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


Aunque en la cuenca Chacala-Purificación la contribución<br />

de la agricultura y la ganadería a la deforestación<br />

tiene valores similares (cuadro 3), se<br />

tienen los mayores porcentajes de deforestación<br />

debido a la urbanización y la minería, circunstancias<br />

asociadas al crecimiento de la ciudad de<br />

Manzanillo y a la presencia de importantes consorcios<br />

mineros (Álvarez-Castillo et al. 2004).<br />

En el tiempo estudiado, 66% de la deforestación<br />

ocurrió principalmente en los municipios de<br />

Manzanillo, Colima, Ixtlahuacán y Tecomán<br />

(figura 1); sin embargo, es importante considerar<br />

que municipios como Cuauhtémoc y Tecomán<br />

en la actualidad cuentan con bajo porcentaje de<br />

bosques en su territorio, debido a que las pérdidas<br />

de sus áreas boscosas ocurrieron hace más<br />

de 25 años. La ampliación del periodo de análisis<br />

permitiría identificar con certeza las causas de<br />

deforestación (cuadro 4).<br />

CUADRO 3. orcentaje de las superficies deorestadas por cada subcuenca y los principales procesos que<br />

intervinieron durante el periodo . Fuente: lvareCastillo et al. 2004.<br />

Subcuenca<br />

Superficie total<br />

deforestada (%)<br />

Actividades<br />

agrícolas (%)<br />

Actividades<br />

pecuarias (%)<br />

Urbanización<br />

(%)<br />

Otros (%)<br />

Armería 22 76.24 22.82 0.93 0.00<br />

Coahuayana 45 67.93 31.81 0.21 0.05<br />

Chacala-Purificación 33 44.22 44.74 3.40 7.63<br />

FIGURA 1. Porcentaje que corresponde a cada municipio del total de área deforestada en un periodo de 25<br />

aos (). Fuente: lvareCastillo et al. 2004.<br />

Cambios en la cobertura vegetal<br />

601


CUADRO 4. uperficie orestal, al , por municipio. Fuente: lvareCastillo et al. 2004.<br />

Municipio<br />

Superficie forestal<br />

(km 2 )<br />

Superficie forestal estatal<br />

(%)<br />

Superficie forestal municipal<br />

(%)<br />

Armería 192.43 6.60 47.19<br />

Colima 345.32 11.84 46.94<br />

Comala 199.40 6.84 63.84<br />

Coquimatlán 374.14 12.83 70.21<br />

Cuauhtémoc 58.59 2.01 14.41<br />

Ixtlahuacán 258.08 8.85 62.65<br />

Manzanillo 857.55 29.41 64.15<br />

Minatitlán 266.22 9.23 65.25<br />

Tecomán 218.55 7.49 27.73<br />

Villa de Álvarez 142.83 4.90 48.91<br />

Principales causas del cambio<br />

en la cobertura vegetal<br />

Los sistemas naturales han sufrido una serie de<br />

perturbaciones que han ocasionado la transformación<br />

de los ecosistemas primarios (poco modificados,<br />

donde el uso del suelo está determinado<br />

por la vegetación natural) a secundarios (que han<br />

sido explotados parcialmente o se están recuperando<br />

después de su perturbación), lo cual tiene<br />

repercusiones importantes en términos de biodiversidad.<br />

En este momento no es posible cuantificar<br />

tales impactos debido a que se desconocen los<br />

inventarios de especies por tipo de condición de<br />

ecosistemas particulares, sin embargo, según la<br />

información proporcionada por los datos del<br />

estudio de Vegetación y Usos de Suelo Serie III<br />

(inegi 2000), para el 2002 las superficies de bosques<br />

(no se consideraron los palmares nativos, los<br />

manglares, ni los bosques de galería) y selvas primarias,<br />

correspondía a 53.24% y 13.85%, respectivamente.<br />

Esto indica la vulnerabilidad de los<br />

sistemas tropicales a la disminución de sus superficies<br />

como consecuencia de los cambios de uso<br />

del suelo. Las perturbaciones de las áreas boscosas<br />

del estado han sido ocasionadas principalmente<br />

por el pastoreo intensivo, los cambios en<br />

los patrones naturales de incidencia del fuego y<br />

por prácticas de aprovechamiento extractivo inapropiadas,<br />

que junto con los cambios climáticos a<br />

menudo provocan un debilitamiento de las masas<br />

forestales y favorecen condiciones para la aparición<br />

de plagas o enfermedades.<br />

Fuego. En el periodo 2000-2005 se registraron<br />

un promedio anual de 52 incendios con una<br />

afectación de 1 084 ha, situación que se vio disminuida<br />

en los años 2006 (50 incendios en 812.5 ha<br />

afectadas) y en 2007 (49 incendios con 503 ha<br />

afectadas). El estrato más afectado es el matorral<br />

(cuadro 5) (semarnat 2007).<br />

Plagas. Las plagas y enfermedades forestales en<br />

años recientes han afectado de manera impor-<br />

602 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


CUADRO 5. Nmero de incendios orestales y superficie aectada en el periodo . Fuente: datos no<br />

publicados, SEMARNAT .<br />

Año<br />

Número<br />

de<br />

incendios<br />

Pastizal<br />

(ha)<br />

Arbolado<br />

(ha)<br />

Renuevo<br />

(ha)<br />

Arbustos<br />

y matorrales<br />

(ha)<br />

Total<br />

(ha)<br />

2000 31 16.0 4 0 369.0 389.0<br />

2001 48 95.0 45 0 803.0 943.0<br />

2002 49 414.0 158 0 1 300.0 1 872.0<br />

2003 29 12.0 0 2 342.0 356.0<br />

2004 45 82.0 0 4 589.0 675.0<br />

tante los recursos forestales del estado. Las plagas<br />

forestales más importantes son: la termita exótica<br />

(Coptotermes gestroi), considerada plaga de interés<br />

cuarentenario, y el hongo de la tinta del castaño<br />

(Phythopthora cinnamomi) que causa la<br />

declinación del encino.<br />

Los trabajos para el combate y erradicación de la<br />

termita se concentran en la elaboración de diagnósticos<br />

y monitoreos de la plaga y su combate en<br />

sitios donde se tiene confirmada su presencia.<br />

Asimismo, se está elaborando la Norma Oficial<br />

Mexicana para establecer las medidas fitosanitarias<br />

de control, erradicación y prevención de la<br />

diseminación de esta termita. Por su parte, la presencia<br />

del hongo de la tinta del castaño se ha<br />

incrementado en la entidad en los últimos<br />

10 años, afectando actualmente 1 500 ha (cuadro 6).<br />

Otras plagas ocurren por insectos descortezadores<br />

y defoliadores. Sin embargo, se consideran de<br />

baja importancia ya que la superficie afectada por<br />

estos organismos no es significativa, debido en<br />

parte a las actividades de control y saneamiento.<br />

Hasta el momento se desconoce el efecto que cada<br />

uno de estos factores ha tenido sobre la diversidad<br />

biológica local, aspecto que habrá que considerar<br />

como línea de investigación importante.<br />

CUADRO 6. rincipales plagas presentes y superficie aectada y tratada en el periodo .<br />

Fuente: datos no publicados, SEMARNAT .<br />

Plaga o enfermedad<br />

Superficie<br />

afectada (ha)<br />

Superficie<br />

tratada (ha)<br />

Principales métodos<br />

de combate utilizados<br />

Phythopthora cinnamomi 1 500 1 200 Manual-mecánico y biológico (composta<br />

inoculada con Trichoderma)<br />

Descortezadores 50 50 Manual-mecánico<br />

Defoliadores 10 10 Manual-mecánico<br />

Cambios en la cobertura vegetal<br />

603


Conclusiones<br />

Los principales factores que influyeron en el<br />

cambio de uso del suelo en Colima, en el periodo<br />

de 1976 al 2000, fueron el avance de la frontera<br />

agrícola y de las áreas de pastoreo. Los incendios,<br />

las prácticas de aprovechamiento extractivo<br />

inapropiadas, las plagas y las enfermedades<br />

forestales, se han sumado a los procesos de degradación<br />

de los bosques y selvas de la entidad.<br />

ganadería, minería, desarrollo de infraestructura<br />

o avance de las zonas urbanas, entre otros.<br />

4. Identificar aquellas zonas, preferentemente<br />

forestales, estratégicas para recuperar los servicios<br />

y bienes ambientales que prestaban (captación<br />

de agua, hábitat para alguna especie clave,<br />

prioritaria o con cierto nivel de protección) y<br />

definir un plan para rehabilitarlas o restaurarlas,<br />

según sea el caso.<br />

Si bien en el estado aún existen extensiones importantes<br />

de bosques, selvas y otros tipos de vegetación,<br />

estos sistemas están respondiendo de diferente<br />

manera a las presiones derivadas de las actividades<br />

humanas, dado que presentan capacidades distintas<br />

para resistir y recuperarse de los cambios.<br />

Para atender a los problemas inherentes a los<br />

cambios de cobertura que se presentan en la<br />

entidad, se señala la necesidad de desarrollar<br />

algunas líneas estratégicas de trabajo:<br />

1. Definir los límites de las fronteras agropecuarias<br />

en la entidad, tomando en cuenta aspectos<br />

ambientales, económicos y sociales.<br />

5. Conocer los sitios prioritarios para la protección<br />

y conservación del patrimonio natural de la<br />

entidad, las especies clave más vulnerables y su<br />

distribución en el territorio estatal (hot spots), de<br />

tal forma que las autoridades de los tres niveles<br />

de gobierno cuenten con información útil, confiable<br />

y pertinente, de qué sitios son sensibles o<br />

vulnerables, así como la forma en que algunas<br />

actividades favorecen la presencia de ciertas<br />

especies o de procesos ecológicos de interés.<br />

6. Dar seguimiento a la respuesta de las zonas<br />

forestales al manejo del fuego, control de plagas<br />

y enfermedades, para mejorar las acciones que se<br />

implementan.<br />

2. Crear y dar a conocer criterios ecológicos para<br />

establecer diferentes prácticas agrícolas y pecuarias,<br />

o de cualquier otra índole (extracción<br />

minera, desarrollo urbano); vincular los factores<br />

que se deben considerar en la actividad humana<br />

para minimizar los impactos negativos que ésta<br />

genere en el ambiente (fragilidad ecológica, calidad<br />

ambiental); además, tener mecanismos de<br />

ley claros para que se respeten estos criterios.<br />

3. Eficientar el uso del espacio territorial que ha<br />

sufrido deforestación, ya sea por agricultura,<br />

Se sugiere que las diferentes masas forestales en<br />

la entidad tengan un plan maestro de conservación,<br />

manejo y restauración, el cual proporcione<br />

las directrices para el aprovechamiento de recursos,<br />

tanto maderables como no maderables. Éste<br />

deberá buscar el desarrollo de actividades humanas<br />

compatibles con la conservación de los bosques<br />

y selvas (turismo, cacería, sistemas agroforestales),<br />

la protección de bancos de germoplasma,<br />

manejo de áreas de regeneración natural o reforestaciones,<br />

conservación de suelos y protección<br />

de áreas de captación de agua, y definir áreas y<br />

604 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


medidas para restaurar sitios, entre otras acciones.<br />

Se propone que sea un plan que integre los<br />

diferentes objetivos o intereses de las comunidades<br />

dueñas de los terrenos forestales, para hacer<br />

un uso sustentable de ese territorio. Es necesario<br />

que se definan una serie de indicadores prácticos<br />

para dar seguimiento en el corto, mediano y<br />

largo plazo, al estado de conservación o recuperación<br />

de las zonas forestales en la entidad; una<br />

acción específica ha de ser el monitoreo de la<br />

biodiversidad.<br />

Como en el resto del país, los hábitats naturales en<br />

la entidad se contraen, fragmentan y deterioran<br />

paulatinamente, afectando de manera directa o<br />

indirecta a la biodiversidad existente en su territorio.<br />

La pérdida de la diversidad de genes, especies<br />

o ecosistemas, limita las opciones para el desarrollo<br />

actual y futuro. Es por esta razón que los habitantes<br />

de Colima debemos ser más creativos en la<br />

búsqueda de opciones a corto, mediano y largo<br />

plazo, para conciliar los intereses de desarrollo<br />

económico con la conservación ambiental. Para<br />

ello se requiere generar información y dar seguimiento<br />

a la relación hombre-naturaleza que se da<br />

en el estado y corregir el rumbo de nuestros actos,<br />

en los casos necesarios.<br />

Referencias<br />

Álvarez-Castillo, M., T. <strong>Román</strong>-Guzmán, et al. 2004.<br />

Diagnóstico de los bosques en el estado de Colima.<br />

Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />

(semarnat). Colima.<br />

Cuevas-Arellano, H. 2003. Cambio de la cobertura y<br />

del uso del suelo en el estado de Colima (1976-1993-<br />

2001). Tesis de licenciatura. Universidad Michoacana<br />

de San Nicolás de Hidalgo (umsnh). Morelia,<br />

Michoacán.<br />

fao. Food and Agriculture Organization. 2005. Evaluación<br />

de los recursos forestales mundiales. Resumen<br />

en español. Federal Railroad Administration<br />

(fra), Roma, Italia.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />

Informática. 2000. Carta de Uso Actual del Suelo<br />

y Vegetación Serie III. México. En: , última consulta: 21 de julio de<br />

2015.<br />

semarnat/sagarpa. Secretaría de Medio Ambiente y<br />

Recursos Naturales/Secretaría de Agricultura, Ganadería,<br />

Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.<br />

2007. nom-015-semarnat/sagarpa-2007. Publicada<br />

el 16 de enero de 20097 en el Diario Oficial<br />

de la Federación. Texto vigente. En: ,<br />

última consulta: 21 de julio de<br />

2015.<br />

Velásquez, A., J.F. Mass, et al. 2002. Patrones y tasas de<br />

cambio de uso del suelo en México. Instituto Nacional<br />

de Ecología y Cambio Climático (inecc)/<br />

Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />

(semarnat). Gaceta inecc 62:21-37.<br />

Cambios en la cobertura vegetal<br />

605


Efectos de los aportes<br />

de agua residual<br />

en la abundancia<br />

de especies<br />

fitoplanctónicas<br />

de las bahías de<br />

Santiago y Manzanillo<br />

Aramis Olivos-Ortiz<br />

Ramón Sosa-Ávalos<br />

Lidia Silva-Íñiguez<br />

Verónica Acosta-Chamorro<br />

Introducción<br />

La ciudad de Manzanillo destaca por su constante desarrollo y expansión<br />

demográfica, tiene la tasa media de crecimiento anual (1990-2000) más<br />

alta del estado (3.05%) (inegi 2001), sin embargo, la falta de planes de<br />

ordenamiento y urbanización se ha traducido en una pobre infraestructura<br />

urbana, originando el vertimiento de las aguas residuales domésticas,<br />

turísticas e industriales, sobre caudales donde se mezclan con las<br />

aguas de lluvia que corren por la superficie (escorrentías pluviales).<br />

Debido a la carencia o ineficiencia en la operación de las plantas de tratamiento,<br />

así como una inadecuada red de alcantarillado y drenaje, es<br />

común observar descargas de agua residual que se practican a cielo<br />

abierto en los principales arroyos, cuerpos internos costeros y al interior<br />

del recinto portuario.<br />

Este tipo de vertidos aportan organismos patógenos y sustancias contaminantes<br />

y hasta 60% de material orgánico, dependiendo del tipo de vertido<br />

y tratamiento previo al que hayan sido sometidos (Metcalf y Eddy<br />

1991). Así, al descomponerse las descargas se liberan elementos como:<br />

carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O), nitrógeno (N) y fósforo (P) presente<br />

en los detergentes, además de sílice (Si) proveniente del lavado continental.<br />

606<br />

Olivos-Ortiz, A., R. Sosa-Ávalos, L. Silva-Iñiguez y V. Acosta-Chamorro. 2016. Efectos de los aportes de agua residual<br />

en la abundancia de especies fitoplanctónicas de las bahías de Santiago y Manzanillo. En: La Biodiversidad en Colima.<br />

Estudio de Estado. conabio. México, pp. 606-609.


urienes fiopancon marino<br />

Los elementos antes mencionados existen en<br />

forma natural disueltos en el agua marina y son<br />

considerados nutrientes esenciales del fitoplancton<br />

marino, es decir, de los organismos microscópicos<br />

que son la base de la cadena trófica<br />

marina (productores primarios). El fitoplancton<br />

asimila estos elementos y el CO 2<br />

atmosférico,<br />

por medio del proceso de fotosíntesis. Por otro<br />

lado, la incorporación de aguas residuales en las<br />

zonas costeras puede dar lugar al fenómeno de<br />

eutrofización, esto es, la fertilización de las aguas<br />

costeras debido a la descarga de nutrientes presentes<br />

en el agua residual, lo que puede generar<br />

la proliferación de organismos fitoplanctónicos.<br />

Este evento generalizado es un Florecimiento<br />

Algal Nocivo (fan) conocido como “marea roja”,<br />

debido a la coloración pardo-rojiza (pueden presentarse<br />

otros colores dependiendo de los pigmentos<br />

primarios) en la columna de agua,<br />

producida por la abundancia de ciertas especies<br />

fitoplanctónicas, como ciertos dinoflagelados.<br />

de grupos taxonómicos presentes en las zonas<br />

litorales, cuando este enriquecimiento se mantiene<br />

de forma prolongada, o en forma de pulsos<br />

con altas concentraciones, se generan cambios<br />

en el agua de mar entre las proporciones de los<br />

elementos (Si:N; N:P y Si:P). Lo anterior genera a<br />

su vez cambios en la composición de especies<br />

fitoplanctónicas locales, interrumpiendo la<br />

cadena alimenticia original y alterando los niveles<br />

tróficos superiores. De esa manera se produce<br />

un efecto directo y negativo en la diversidad de<br />

organismos marinos y en la dominancia de una<br />

sola o algunas especies. Lo anterior puede generar<br />

repercusiones en especies económicamente<br />

rentables de la región, como lo ocurrido en zonas<br />

aledañas de ríos que desembocan en el golfo de<br />

México y el mar Mediterráneo (Justic et al. 1995,<br />

Spatharis et al. 2007). Además de lo anterior, se<br />

suman los problemas de salud, el deterioro del<br />

paisaje y la emisión de malos olores.<br />

El caso de las bahías de Colima<br />

Algunas de estas especies proliferantes son capaces<br />

de producir sustancias tóxicas, las cuales al<br />

entrar a la cadena alimenticia se acumulan en<br />

organismos como moluscos y peces, presentes<br />

en zonas aledañas al sitio de la descarga. De esta<br />

manera, los humanos como consumidores finales<br />

pueden absorber tales sustancias y correr el<br />

riesgo de experimentar intoxicaciones e incluso<br />

la muerte. Cabe aclarar que no todos los eventos<br />

de marea roja resultan nocivos para los humanos.<br />

Si bien la entrada natural de nutrientes de origen<br />

continental estimula la diversidad de especies<br />

fitoplanctónicas y en consecuencia la variedad<br />

Entre septiembre de 2001 y agosto de 2002, Olivos-Ortiz<br />

et al. (2008) realizaron un estudio<br />

sobre la calidad del agua en las bahías de Santiago<br />

y Manzanillo, con la finalidad de identificar<br />

vertidos de agua residual que se practican<br />

sobre las lagunas de Juluapan y del Valle de las<br />

Garzas, al interior de puerto y sobre las cuencas<br />

de los arroyos Santiago y Salahua. Para este estudio<br />

se utilizó una estación de referencia situada a<br />

más de 7 km de la costa y se encontró que las<br />

concentraciones de N, P y Si fueron hasta 3.5<br />

veces más altas en la desembocadura del arroyo<br />

Salahua y hasta cinco veces mayores hacia dentro<br />

del Puerto Interior. Asimismo, se evidenció<br />

que durante la época de lluvias (junio-octubre)<br />

Efectos de los aportes de agua residual en la abundancia de especies fitoplanctónicas<br />

607


los escurrimientos continentales pueden presentar<br />

concentraciones hasta 1.2 veces más elevadas<br />

en la desembocadura del arroyo Santiago y en la<br />

boca de la laguna de Juluapan, como resultado<br />

del incremento de flujos derivados del acarreo<br />

continental. Además, se encontró que en las<br />

cuencas donde se localizan estos cuerpos de<br />

agua existen vertidos de aguas residuales que<br />

incrementan la concentración de nutrientes. Lo<br />

anterior ha generado cambios en las relaciones<br />

estequiométricas de los nutrientes disueltos,<br />

causando la proliferación de especies fitoplanctónicas<br />

nocivas.<br />

Durante 2005 se registró que 42.5% del total de<br />

las especies identificadas en estas bahías fueron<br />

nocivas o tóxicas, según la clasificación de la<br />

<strong>Comisión</strong> Oceanográfica Intergubernamental<br />

de la unesco (Moestrup et al. 2009). Por ejemplo,<br />

en la primavera y el invierno varias especies<br />

de diatomeas (algas dependientes de Si) dominaron<br />

ampliamente, mientras que en verano y<br />

otoño prevalecieron especies de dinoflagelados<br />

(dependientes de N y P). Esta alternancia de<br />

especies se relacionó con los aportes continentales<br />

a través de los arroyos Santiago y Salahua,<br />

durante la época de lluvias, lo que además puede<br />

derivar en una disponibilidad de nutrientes para<br />

que especies oportunistas desplacen a las locales,<br />

lo cual puede generar una alternancia de especies<br />

definitiva en un corto periodo, con importantes<br />

repercusiones ecológicas.<br />

Asimismo, tres eventos de florecimientos algales<br />

fueron identificados: el primero sucedió en abril<br />

y estuvo dominado por el silicoflagelado Dyctiocha<br />

californica, en el área del Puerto Interior, y el<br />

segundo ocurrió en agosto y estuvo dominado<br />

por el dinoflagelado Prorocentrum balticum, en<br />

la misma área. En ambos casos se generaron<br />

altas biomasas que al aglutinarse en las branquias<br />

de los peces causaron su asfixia, pero<br />

además la degradación de esta biomasa fitoplanctónica<br />

provocó el decaimiento de la concentración<br />

de oxígeno disuelto en aguas<br />

superficiales, lo cual agudizó la aparición de<br />

peces muertos. El último caso de florecimiento<br />

se presentó en la misma zona en los meses de<br />

noviembre y diciembre con una dominancia del<br />

ciliado Mesodinium rubrum y varias especies de<br />

dinoflagelados como Ceratium divaricatum,<br />

Cochlodinium polykrykoides y Prorocentrum<br />

micans. En esta ocasión el fan alcanzó la bahía<br />

de Manzanillo, debido al intercambio mareal, y<br />

aunque no se detectó mortandad de peces, al<br />

degradarse el exceso de material orgánico se<br />

generó una espuma y un olor característico que<br />

fue posible percibir en toda el área urbana de la<br />

colonia Las Brisas, y en particular sobre la playa<br />

de la zona.<br />

Estos resultados evidencian la urgente necesidad<br />

de priorizar el ordenamiento urbano y promover<br />

la implementación de infraestructura urbana<br />

(drenaje, alcantarillado y plantas de tratamiento),<br />

que haga posible controlar las descargas<br />

de agua residual. La información, sustentada<br />

con bases científicas, debe ser utilizada para<br />

alertar a las autoridades competentes sobre las<br />

medidas correctivas de los problemas ambientales<br />

derivados del aporte de aguas residuales dentro<br />

de los ecosistemas costeros.<br />

Conclusiones<br />

Durante la época de lluvias las escorrentías continentales<br />

acarrean material orgánico y agua<br />

608 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


esidual, provocando cambios en la concentración<br />

de nutrientes, lo que favorece la presencia<br />

de especies fitoplanctónicas nocivas que generan<br />

mortalidad en peces y otros organismos de<br />

importancia comercial, daños a la salud de quienes<br />

los consumen, y un deterioro estético por<br />

malos olores y alteración del paisaje. Es urgente<br />

que las autoridades competentes asuman las<br />

medidas correspondientes para el correcto<br />

manejo y tratamiento de las aguas residuales,<br />

para evitar que este fenómeno se agudice y que la<br />

población se pueda ver expuesta a intoxicaciones<br />

por ingesta de pescados y mariscos durante los<br />

periodos de florecimiento fitoplanctónico tóxico.<br />

Agradecimientos<br />

Los autores agradecen a la Red Temática sobre<br />

Florecimientos Algales Nocivos de conacyt<br />

(Red fan) por la base de datos facilitada para la<br />

identificación de las especies fitoplanctónicas.<br />

Justic, D., N. Rabalais, et al. 1995. Changes in nutrient<br />

structure of river-dominated coastal waters: stoichiometric<br />

nutrient balance and its consequences.<br />

Estuarine, Coastal and Shelf Science 40:339-356.<br />

Moestrup, Ø., R. Akselman, et al. 2009. ioc-unesco<br />

Taxonomic Reference List of Harmful Micro Algae.<br />

En: , última<br />

consulta: 30 de junio de 2015.<br />

Olivos-Ortiz, A., R. Sosa-Ávalos, et al. 2008. Influencia<br />

de las descargas de agua continental en la concentración<br />

de nutrientes (N, P y Si) en las bahías<br />

de Santiago y Manzanillo, Colima. Iridia 6:47-57.<br />

Spatharis, S., G. Tsirtsis, et al. 2007. Effects of pulse<br />

nutrients inputs on phytoplankton assemblage<br />

structure and blooms in an enclosed coastal area.<br />

Estuarine Coastal and Shelf Science 73:807-815.<br />

Tchobanoglous, G., F.L. Burton y H. David-Stensel.<br />

1991. Wastewater engineering: treatment, disposal<br />

and reuse. McGraw-Hill. Nueva York, Estados<br />

Unidos de América.<br />

Referencias<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía<br />

e Informática. 2001. Anuario Estadístico Colima<br />

2001. Aguascalientes, México. En: , última consulta: 21 de<br />

julio de 2015.<br />

Efectos de los aportes de agua residual en la abundancia de especies fitoplanctónicas<br />

609


Actividades<br />

antropogénicas<br />

que amenazan<br />

a las comunidades<br />

coralinas<br />

continentales:<br />

situación actual<br />

Marco A. Liñán-Cabello<br />

Laura A. Flores-Ramírez<br />

Juan S. Zacarías-Salinas<br />

José F. Cobo-Díaz<br />

Silvia P. Florián-Álvarez<br />

Introducción<br />

A pesar de su gran importancia ecológica en los sistemas oceánicos, los<br />

arrecifes coralinos se encuentran amenazados tanto por causas naturales<br />

como antropogénicas. Dentro de estas últimas la contaminación, sobrepesca,<br />

extracción indiscriminada y la deforestación de los ecosistemas<br />

terrestres asociados, son algunos de los factores que pueden desestabilizar<br />

un ecosistema coralino. Lo anterior provoca fragmentación, blanqueamiento<br />

y bioerosión, interfiriendo en los procesos naturales de<br />

crecimiento y reproducción (Bryant et al. 1997).<br />

En las costas de Colima, en el Pacífico oriental (incluyendo las islas Revillagigedo),<br />

se han registrado 28 especies de corales entre las cuales Pocillopora,<br />

Porites y Pavona figuran como los géneros con mayor número de especies<br />

(riqueza específica) (Reyes-Bonilla et al. 2005). El principal problema que<br />

sufren los arrecifes de coral en la parte continental del estado es el exceso<br />

de sedimento que llega a sus aguas. Ese material proviene de tierras que<br />

han sufrido deforestación y malas prácticas agrícolas, actividades que provocan<br />

el acarreo de pesticidas y nutrientes, produciendo la eutrofización de<br />

la zona costera (Reyes-Bonilla et al. 2002). Con el aumento de los sedimentos<br />

los corales incrementan la producción de mucus, como un mecanismo<br />

de remoción de partículas que también impide la agregación de agentes<br />

patógenos o competidores; sin embargo, dicha defensa implica un incremento<br />

del gasto de energía y con ello un aumento en la respiración del<br />

coral, incrementos que pueden no ser sostenibles por periodos prolongados<br />

de tiempo (Stambler y Dubinsky 2004).<br />

610<br />

Liñán-Cabello, M.A., L.A. Flores-Ramírez, J.S. Zacarías-Salinas, J.F. Cobo-Díaz y S.P. Florián-Álvarez. 2016.<br />

Actividades antropogénicas que amenazan a las comunidades coralinas continentales: situación actual. En: La<br />

Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 610-614.


Estado de salud<br />

de las comunidades de coral<br />

Los sistemas coralinos más representativos del<br />

litoral colimense son La Boquita (19° 06’ 11.97’’ N<br />

y 104° 23’ 41.25’’ O) y Carrizales (19° 05’ 50.90’’ N<br />

y 104° 26’ 15.68’’ O) (figura 1). Entre los estudios<br />

más recientes realizados en esta zona cabe destacar<br />

el de Liñán-Cabello et al. (2006), quienes<br />

durante el verano del 2004 registraron un acomodo<br />

en capas (estratificación) en las poblaciones<br />

del género Pocillopora, respecto al nivel de<br />

afectación por blanqueamiento (pérdida de coloración<br />

por reducción o desaparición de sus algas<br />

simbiontes).<br />

En la población de Carrizales se reconocieron<br />

dos niveles de pigmentación denominados corales<br />

sanos y corales semipálidos, mientras que en<br />

La Boquita se encontró además un tercer morfotipo,<br />

representado por corales totalmente decolorados.<br />

En este estudio se utilizaron diferentes<br />

indicadores moleculares como clorofila a (Cl-a)<br />

y pigmentos carotenoides (PC) asociados a cada<br />

morfotipo, los cuales permiten estimar la presencia<br />

de algas (cuadro 1). Los resultados mostraron<br />

mayores concentraciones, tanto de Cl-a y<br />

PC en los morfotipos asociados a la localidad de<br />

La Boquita, posiblemente porque los corales se<br />

encuentran a una profundidad de 2.5 m y están<br />

expuestos a una mayor exposición lumínica.<br />

Florián-Álvarez evaluó en el 2006 la presión que<br />

el turismo ejerce sobre el arrecife La Boquita, así<br />

como el estado de salud del mismo, comparando<br />

un periodo normal respecto a uno vacacional<br />

(enero-abril del 2005). Los resultados mostraron<br />

que el número de visitantes durante el periodo<br />

vacacional se incrementa casi 400% respecto al<br />

periodo normal (de 36 a 140). De continuar con<br />

esta tendencia el arrecife habrá recibido una presión<br />

turística representada por 25 270 visitas/<br />

año. Los daños al arrecife fueron tipificados en<br />

varias categorías (figura 2) de acuerdo con el<br />

comportamiento asociado a los visitantes, como:<br />

daños al coral ocasionados por las pisadas de las<br />

personas, el anclaje de las embarcaciones, la<br />

remoción de sedimentos por practicantes de<br />

buceo inexpertos y el desprendimiento del coral,<br />

por contacto o remoción, por turistas y prestadores<br />

de servicios (cuadro 2).<br />

CUADRO 1. ndicadores moleculares del blanqueamiento, segn el umbral de decoloración. Cla clorofila a<br />

PC pigmentos carotenoides. Fuente: inCabello et al. 2006.<br />

Sistema coralino<br />

La Boquita<br />

Carrizales<br />

Morfotipo Cl-a PC Cl-a PC<br />

Coral sano (µg cm -2 ) 3.18 0.92 1.02 1.53<br />

Coral semipálido (µg cm -2 ) 3.16 0.71 1.76 2.00<br />

Totalmente decolorado (µg cm -2 ) 1.23 0.30 No encontrado No encontrado<br />

Actividades antropogénicas que amenazan a las comunidades coralinas continentales<br />

611


FIGURA 1. ocaliación de las comunidades arreciales a oquita y Carriales. Fuente: elaboración propia.<br />

612 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


CUADRO 2. Principales signos de afectación de las<br />

comunidades arreciales a oquita y Carriales.<br />

Fuente: inCabello et al. 2006.<br />

Categorías Carrizales La Boquita<br />

Buceo • •<br />

Snorquel<br />

Pesca • •<br />

Daño por anclaje • •<br />

Extracción/<br />

fragmentación<br />

Aporte de sedimentos<br />

• •<br />

Visitantes • •<br />

•<br />

•<br />

Las investigaciones, basadas en técnicas de videotransectos<br />

y análisis de fotografía submarina<br />

(Liñán-Cabello et al. 2006, 2007), revelan que el<br />

mayor deterioro asociado a la salud del arrecife<br />

La Boquita se debe a la inadecuada ubicación<br />

de la infraestructura que comunica a la laguna de<br />

Juluapan con el mar. En la parte cercana a la<br />

desembocadura de la laguna, 7% del arrecife está<br />

sepultado por sedimento, dando origen a una<br />

condición de estrés en los corales asociada a las<br />

relaciones competitivas de macroalgas, disminución<br />

de luz y abatimiento de nutrientes que afectan<br />

la capacidad fotosintética de los dinoflagelados<br />

simbióticos del coral (zooxantelas).<br />

La acción individual o sinérgica de los factores<br />

antropogénicos ha generado la degradación del<br />

hábitat y eventos locales de blanqueamiento,<br />

parcial o total, de los corales durante los meses<br />

de mayor influencia térmica. Las anomalías en la<br />

temperatura, superiores a la media, han sido<br />

registradas durante los meses de junio a octubre,<br />

aunque también se han presentado en los meses<br />

de menor temperatura de la superficie oceánica,<br />

lo cual se asocia con la influencia de la corriente<br />

de california (febrero a mayo). Además, el estado<br />

de vulnerabilidad de las poblaciones afectadas<br />

puede modificar la capacidad de regeneración de<br />

los corales y favorecer la aparición de diversos<br />

tipos de enfermedades.<br />

A pesar de la enorme capacidad de crecimiento<br />

polimórfico y las estrategias de defensa moleculares,<br />

llevadas a cabo para atenuar los eventos de<br />

estrés provocados por la temperatura, los corales<br />

de La Boquita se encuentran bajo un estado de<br />

estrés agudo que puede ocasionar efectos irreversibles<br />

sobre su productividad, adaptabilidad y<br />

capacidad de regeneración. Por otra parte, el<br />

arrecife Carrizales no presenta un problema de<br />

sedimentación debido a su mayor distancia a los<br />

centros de influencia turística y la dificultad de<br />

su acceso, solamente posible mediante embarcaciones.<br />

En este sitio se han identificado ciertos<br />

signos de deterioro asociados a la pesca, como<br />

daños por el anclaje de las embarcaciones y fragmentación<br />

por contacto. Aunque estos factores<br />

no son predominantes en la actualidad sí son<br />

evidentes y representan un factor de deterioro a<br />

la salud de este ecosistema (Flores-Ramírez y<br />

Liñán-Cabello 2007).<br />

Conclusiones<br />

Los arrecifes coralinos de La Boquita y Carrizales<br />

se encuentran bajo diferentes condiciones de<br />

estrés debido al aporte de sedimentos, al impacto<br />

del exceso de turismo y a la sobrepesca. Una<br />

parte del problema actual, prevaleciente en cada<br />

localidad, se origina en la falta de conocimiento<br />

y conciencia por parte de los visitantes y los prestadores<br />

de servicios, además de una insuficiente<br />

Actividades antropogénicas que amenazan a las comunidades coralinas continentales<br />

613


labor por parte de las autoridades para realizar<br />

actividades eficientes de vigilancia, control y<br />

aprovechamiento sostenido de estas comunidades<br />

de arrecifes. Por lo anterior, es urgente aplicar<br />

regulaciones sobre las diversas actividades<br />

antropogénicas que se desarrollan en ambas<br />

localidades; así como en los ecosistemas terrestres<br />

cuyos usos de suelo afectan a los arrecifes de<br />

coral por el acarreo de sedimentos.<br />

Referencias<br />

Bryant, D., L. Burke, et al. 1997. Reefs at risk: a mapbased<br />

indicator of potential threats to the world´s coral<br />

reefs. World Resource Institute (wri). Washington.<br />

Estados Unidos de América.<br />

Flores-Ramírez, L. y M.A. Liñán-Cabello. 2007. Relationships<br />

among thermal stress, bleaching and oxidative<br />

damage in the hermatypic coral, Pocillopora<br />

capitata. Comparative Biochemistry and Physiology<br />

146:194-202.<br />

Florián-Álvarez, P. 2006. Diversos indicadores de<br />

presión antropogénica sobre el arrecife coralino La<br />

Boquita, Manzanillo, Colima, México. Tesis de licenciatura<br />

en administración de recursos marinos.<br />

Universidad de Colima (ucol), México.<br />

Liñán-Cabello, M.A., L. Flores-Ramírez, et al. 2006.<br />

Correlation of chlorophylla and total carotenoid<br />

concentrations with coral bleaching from locations<br />

on the Pacific coast of México. Marine and Freshwater<br />

Behaviour and Physiology 39(4):279-291.<br />

Liñán-Cabello, M.A., D. Hernández-Medina, et al.<br />

2007. Estado actual del arrecife coralino La Boquita,<br />

Colima. IRIDIA 5:10-23.<br />

Reyes-Bonilla, H., L. Calderón Aguilera, et al. 2005.<br />

Atlas de corales pétreos (Anthozoa: Scleractinia) del<br />

Pacífico mexicano. México. Centro de Investigación<br />

Científica y de Educación Superior de Ensenada<br />

(cicese)/<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />

y Uso de la Biodiversidad (conabio)/<br />

Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt)/Universidad<br />

Autónoma de Baja California<br />

Sur (uabcs)/Universidad de Guadalajara (udg)/<br />

Universidad del Mar (umar).<br />

Reyes-Bonilla, H., R.A. López-Pérez, et al. 2002. El estado<br />

actual de los arrecifes coralinos en el mundo.<br />

Ciencia y Desarrollo 166:12-21.<br />

Stambler, N. y Z. Dubinsky. 2004. Stress effects on<br />

metabolism and photosynthesis of hermatypic corals.<br />

En: Coral Health and Disease. E.A.L. Rosenberg<br />

and Y. Loya (eds.). Springer-Verlag, Berlin,<br />

pp. 195-215.<br />

Zacarías-Salinas, J.S. 2007. Caracterización del fenómeno<br />

de blanqueamiento en las comunidades coralinas<br />

de La Boquita y bahía Carrizales en el verano<br />

de 2004. Tesis de licenciatura en oceanología,<br />

ucol. México.<br />

614 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


Protección<br />

y conservación<br />

de la tortuga marina<br />

en las costas<br />

Antonio Estrada Valencia<br />

Rebeca Serrano Barquín<br />

Juan Andrés Espíndola-Villarón<br />

Descripción<br />

Las tortugas marinas han sobrevivido a fenómenos naturales que han<br />

provocado la extinción de otras especies que fueron sus contemporáneas<br />

en diferentes etapas de la historia del planeta. Estos reptiles se han adaptado<br />

con gran éxito y son miembros importantes de los ecosistemas<br />

marinos de todo el mundo, debido a su capacidad de proliferación, sus<br />

adaptaciones evolutivas y su resistencia para sobrevivir a dificultades y<br />

enemigos naturales (Márquez 1990, Sarty y García 1999). A pesar de lo<br />

anterior, estos atributos les han sido poco útiles para soportar las presiones<br />

ejercidas por los humanos, particularmente durante el siglo XX.<br />

Conforme se ha adquirido mayor conocimiento sobre los hábitos, comportamiento,<br />

distribución y ambientes en que estos organismos se desarrollan,<br />

resulta evidente su alta vulnerabilidad en prácticamente todas las<br />

etapas de su ciclo de vida. La explotación irracional y factores como la<br />

pesca ilegal y la degradación de los hábitats, marinos y costeros, han provocado<br />

la disminución de las poblaciones de tortugas marinas, así como<br />

el potencial reproductivo de varias de sus especies, por lo que ahora son<br />

consideradas amenazadas o en peligro de extinción. En México se presentan<br />

siete de las ocho especies que existen en el mundo, siendo la excepción<br />

la tortuga australiana kikila (Chelonia depressa); de éstas, las<br />

poblaciones con mayor agrupación reproductora en nuestro país son la<br />

golfina (Lepidochelys olivacea), laúd (Dermochelys coriacea) y negra<br />

(Chelonia agassizi). En la actualidad existe una veda total y permanente<br />

Estrada, V.A., R.A. Serrano B. y J.A. Espíndola-Villarón. 2016. Protección y conservación de la tortuga marina en las<br />

costas. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 615-620.<br />

615


hacia la explotación de todas las especies de tortugas<br />

marinas en México (Congreso del Estado<br />

1992, semarnat 2010).<br />

México llegó a contar con uno de los contingentes<br />

más abundantes y diversos de tortugas marinas<br />

en el mundo. En los años sesenta todavía<br />

podían contarse millones de estos reptiles en las<br />

costas mexicanas del Atlántico y del Pacífico.<br />

Amenazas<br />

Los principales factores que afectan a las poblaciones<br />

de tortugas marinas son: 1) pesca ilegal e<br />

incidental, ribereña y de altamar; 2) comercio<br />

ilícito; 3) saqueo de nidos; 4) depredación de<br />

nidos por animales silvestres e introducidos;<br />

5) captura y sacrificio de hembras en las playas<br />

de anidación para la obtención de carne, huevos<br />

y aceite; 6) modificación y degradación del hábitat,<br />

particularmente de las áreas de anidación,<br />

por la tala de manglar, el relleno de áreas, la<br />

construcción de obras en humedales, el dragado<br />

y la deforestación; 7) captura incidental y 8) destrucción<br />

o contaminación de sus hábitats<br />

marinos, producidas por aguas residuales y fertilizantes<br />

(escurrimiento de agroquímicos)<br />

(Márquez 1990, Sarty y García 1999).<br />

Conservación<br />

A continuación se proponen medidas de conservación<br />

que apoyarían las acciones para la protección<br />

de las tortugas marinas que anidan en<br />

Colima:<br />

1. Establecer santuarios para la protección de<br />

las tortugas marinas.<br />

2. Conservar al Potrero Grande (significativa<br />

extensión de tulares y ecosistemas no perturbados)<br />

y Chupadero (bosque de manglar<br />

poco alterado) como áreas naturales protegidas.<br />

3. Restaurar la laguna de Cuyutlán, la cual ha<br />

sido muy explotada por la industria.<br />

4. Reducir los niveles de contaminación por<br />

sedimentos en suspensión y descargas de<br />

drenaje a los cuerpos de agua.<br />

FIGURA 1. rribaón<br />

de tortugas golfinas<br />

(Lepidochelys olivacea).<br />

Foto: Jorge Douglas<br />

Brandon Pliego/<strong>Banco</strong> de<br />

imágenes CONABIO.<br />

616 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


5. Mitigar los impactos negativos generados<br />

por especies introducidas, como la tilapia;<br />

reducir el uso inadecuado de redes de pesca,<br />

cacería furtiva y cultivo de estupefacientes,<br />

así como disminuir la explotación forestal<br />

comercial no controlada.<br />

6. Involucrar a organizaciones sociales e instituciones,<br />

como el Centro Universitario de<br />

Investigaciones Oceanológicas (ceunivo)<br />

de la Universidad de Colima, el Instituto<br />

Nacional de Pesca (crip-Manzanillo), el Instituto<br />

Oceanográfico del Pacífico, así como<br />

otras instituciones, tanto de investigación<br />

(Universidad de Colima, Centro de Investigación<br />

y Educación Superior de Ensenada,<br />

Instituto Manantlán de Ecología y Conservación<br />

de la Biodiversidad, Centro Universitario<br />

de la Costa Sur, Instituto de Ecología,<br />

A.C.) como de gobierno federal (conanp,<br />

semarnat, profepa).<br />

extinta Secretaría de Pesca y sus centros regionales<br />

de investigación pesquera, pertenecientes<br />

al Instituto Nacional de la Pesca. En el año 1987<br />

se realizó la construcción y operación de tres<br />

campamentos tortugueros, para la protección,<br />

conservación, investigación y manejo de las tortugas<br />

marinas, que fueron ubicados en el estero<br />

El Chupadero, municipio de Tecomán, y en las<br />

playas de Oro y El Volantín-Tepalcates, en el<br />

municipio de Manzanillo (Estrada 1987, 1988,<br />

1990).<br />

Actualmente existen en Colima dos campamentos<br />

en funcionamiento: el Centro de Conservación<br />

de Tortuga Marina y Desarrollo Costero El<br />

Chupadero (cctm), en el municipio de Tecomán,<br />

operado por la Secretaría de Medio Ambiente y<br />

Recursos Naturales, y el tortugario de Cuyutlán,<br />

en el municipio de Armería, manejado por el<br />

H. Ayuntamiento de Armería.<br />

Como medida para abatir la merma en las poblaciones<br />

de tortugas, en nuestro país, en 1986 fueron<br />

declaradas como zonas de reserva natural<br />

un total de 17 playas de anidación de tortuga<br />

marina (dof 1986). Asimismo, dada la necesidad<br />

de proteger y conservar a las tortugas marinas<br />

que se reproducen en las costas de México, el<br />

gobierno federal ha establecido campamentos<br />

tortugueros, tanto en el Pacífico como en el<br />

Golfo de México.<br />

En Colima la protección de las tortugas marinas,<br />

golfina (Lepidochelys olivacea), laúd (Dermochelys<br />

coriacea) y prieta (Chelonia agassizi), inició en el<br />

año de 1966 con el establecimiento del primer<br />

campamento móvil en la playa Boca de Pascuales,<br />

a cargo del Departamento de Pesca. Posteriormente,<br />

dicha labor fue realizada por la<br />

Debido a la reducción del presupuesto asignado<br />

a la semarnat, el cctm se vio en la necesidad de<br />

buscar financiamiento en diversas empresas. En<br />

1998 seis de las principales empresas del estado<br />

conformaron el Patronato Vida Silvestre, A.C.,<br />

primero en su tipo en la costa del Pacífico. El<br />

patronato ha apoyado al cctm en sus objetivos<br />

de conservar y proteger las especies en peligro de<br />

extinción que se encuentran en Colima, siendo la<br />

tortuga marina una prioridad. De esta manera,<br />

la delegación federal de la semarnat en el estado<br />

y el Patronato Vida Silvestre, A.C., elaboraron la<br />

propuesta para crear santuarios en las playas<br />

más importantes, para el desove de las tortugas<br />

marinas dentro del estado, entre las que se<br />

encuentra el Santuario Boca de Apiza-Estero El<br />

Tecuanillo.<br />

Protección y conservación de la tortuga marina en las costas<br />

617


antuario oca de piaEstero<br />

El Tecuanillo<br />

Se localiza en el municipio costero de Tecomán y<br />

abarca una longitud aproximada de 25 km, con<br />

una anchura de playa que varía (incluyendo zona<br />

federal y terrenos ganados al mar) entre 24 y 60 m,<br />

arrojando una superficie total estimada de 60 ha.<br />

En esta zona se ha registrado el desove de tres de<br />

las siete especies de tortugas marinas que existen<br />

en México: golfina (Lepidochelys olivacea), laúd<br />

(Dermochelys coriacea) y prieta (Chelonia agassizi).<br />

Dichas especies están protegidas por la legislación<br />

y normatividad ambiental mexicana (dof<br />

2002b) y por la legislación ambiental internacional<br />

(dof 1992b). Durante el lapso de 15 años se<br />

han liberado en total 710 817 crías de tortuga<br />

(2 289 laúd, 408 prieta y 708 120 golfina), registrándose<br />

con un porcentaje promedio de emergencia<br />

de 66.72%, valor que en los últimos siete<br />

años se ha incrementado a 79.25%.<br />

Los sitios propuestos cuentan, en su zona colindante,<br />

con infraestructura mínima necesaria<br />

para apoyar en la protección y conservación de<br />

la tortuga marina. En el campamento tortuguero<br />

El Chupadero, el número promedio de sitios<br />

protegidos varía en cada temporada. Los principales<br />

cuerpos de agua colindantes a los sitios<br />

propuestos son los esteros El Chupadero, Boca<br />

de Apiza, Estero del Ahogado, El Caimán y El<br />

Tecuanillo. La vegetación predominante es<br />

matorral espinoso y selva baja caducifolia.<br />

Los objetivos propuestos para el santuario en<br />

cuestión son: 1) asegurar la protección y conservación<br />

de la tortuga golfina (L. olivacea), laúd<br />

(D. coriacea) y prieta (C. agassizi), tanto de hembras<br />

anidadoras como de huevos y crías; 2) proteger<br />

el hábitat donde se lleva a cabo la fase<br />

reproductiva de estas especies, asegurando que<br />

ésta transcurra sin perturbaciones; 3) garantizar el<br />

adecuado manejo de nidos, huevos y crías para<br />

dar continuidad a un reclutamiento sostenido de<br />

nuevos individuos a la población.<br />

En la propuesta del Santuario Boca de Apiza-El<br />

Tecuanillo se incluye un programa de manejo y<br />

protección sobre tortugas marinas que está a<br />

cargo de la conanp y la delegación semarnat<br />

FIGURA 2. Eclosión<br />

de tortugas golfinas<br />

(Lepidochelys olivacea).<br />

Foto: Pablo Casacuevas<br />

Casamitjana/<strong>Banco</strong> de<br />

imágenes CONABIO.<br />

618 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


Colima. Desde 1987 se han monitoreado de<br />

manera permanente estas playas, con el objetivo<br />

de proteger las nidadas y tortugas de las diferentes<br />

especies que salen a desovar. En el programa<br />

de manejo se plantea realizar investigación<br />

básica sobre algunos datos físicos y biológicos<br />

que tienen estrecha relación con las condiciones<br />

poblacionales y reproductivas de las tortugas,<br />

tales como: temperatura ambiental, dirección y<br />

velocidad del viento, marcaje, número de crías<br />

liberadas, número de hembras anidadoras y<br />

nidadas encontradas, porcentaje de sobrevivencia,<br />

porcentaje de avivamiento, precipitación<br />

pluvial, fases lunares, número de huevos por<br />

nido y porcentaje de mortalidad. Es necesario<br />

fomentar la estandarización para colecta y análisis<br />

de datos en relación con los monitoreos<br />

poblacionales realizados en los demás campos<br />

tortugueros en el estado, incluyendo la toma de<br />

datos biométricos y parámetros ambientales,<br />

dietas y tallas de crecimiento en cautiverio. En<br />

cuanto a los ecosistemas colindantes, se cuenta<br />

con estudios elaborados conjuntamente con el<br />

Gobierno del Estado de Colima, orientados a la<br />

formulación del decreto mediante el cual se establece<br />

el área natural protegida propuesta.<br />

La situación legal del sitio propuesto corresponde<br />

a la zona intermareal (playa), y la zona<br />

federal marítimo-terrestre y terrenos ganados al<br />

mar; por lo que necesariamente convergen los<br />

esfuerzos de los diferentes niveles de gobierno y<br />

múltiples organizaciones sociales: 1) por parte<br />

de la Federación participan dependencias como<br />

la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales, a través de la <strong>Comisión</strong> Nacional de<br />

Áreas Naturales Protegidas, la Procuraduría<br />

Federal de Protección al Ambiente, la Dirección<br />

General de Vida Silvestre, la Procuraduría General<br />

de la República, las secretarías de la Defensa<br />

Nacional y de Marina; 2) autoridades municipales<br />

como la policía preventiva y 3) grupos sociales<br />

organizados, como los comités de vigilancia<br />

ambiental participativa en materia de recursos<br />

marinos, el Patronato de Vida Silvestre, A.C. y<br />

organizaciones no gubernamentales (ong) como<br />

Bios-Iguana y Arquelón. El financiamiento que<br />

tiene el actual campamento (cctm) se seguirá<br />

respetando, con la salvedad que se redoblarán<br />

esfuerzos para encontrar nuevos esquemas que<br />

apoyen y fortalezcan los objetivos principales del<br />

área propuesta. Actualmente el sitio cuenta con<br />

infraestructura mínima necesaria para llevar a<br />

cabo la protección y conservación de la tortuga<br />

marina: caminos, carreteras, agua y luz. El cctm<br />

cuenta con oficinas, área de incubación, estanquería,<br />

pozo para bombeo de agua marina, cuatrimotos<br />

y personal contratado.<br />

Conclusiones<br />

Si bien los resultados obtenidos por los campamentos<br />

en Colima han sido alentadores, existe<br />

aún la necesidad de proteger un mayor número<br />

de playas y otorgarles un estatus jurídico que<br />

proporcione un marco legal más definido para<br />

las acciones de protección y conservación que en<br />

ellas se llevan a cabo.<br />

En 1986, diferentes playas de Michoacán y<br />

Jalisco fueron declaradas por la Federación<br />

como santuarios para la protección de las áreas<br />

de anidación de tortugas marinas (inecc y<br />

semarnat 1986). Considerando que dichas entidades<br />

federativas son colindantes a los límites<br />

sur y norte de Colima, así como a la naturaleza<br />

migratoria de estas especies, la declaración de<br />

Protección y conservación de la tortuga marina en las costas<br />

619


santuarios en las playas de anidación de Colima<br />

debe ser una prioridad, ya que es muy probable<br />

que las tortugas que anidan en estas regiones<br />

(Colima, Jalisco y Michoacán) pertenezcan a las<br />

mismas poblaciones. Con el establecimiento de<br />

santuarios en la entidad se reforzaría la aplicación<br />

de estrategias de protección y conservación<br />

de las tortugas marinas, a lo largo de la región<br />

central de la costa del Pacífico.<br />

Por otra parte, la figura de santuario, enmarcada<br />

en lo tipificado en la Ley General del Equilibrio<br />

Ecológico y la Protección al Ambiente (lgeepa)<br />

(dof 1988), se adecua administrativa, operativa<br />

y conceptualmente a los resultados obtenidos,<br />

tales como la educación lograda en la población<br />

civil del estado, como lo refleja la existencia de<br />

grupos voluntarios que desarrollan actividades<br />

de protección y manejo de tortugas marinas. La<br />

necesidad de coordinación institucional de los<br />

esfuerzos federales y ciudadanos es otro aspecto<br />

importante que justifica las acciones propuestas<br />

para la protección de tortugas marinas en<br />

Colima.<br />

Referencias<br />

Congreso del Estado. 1992. Decreto promulgatorio de<br />

la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies<br />

Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (cites).<br />

Publicado el 6 de marzo de 1992 en el Diario<br />

Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

Estrada, V.A. 1987. Elaboración del programa técnico:<br />

Protección y conservación de la tortuga marina en<br />

las costas del estado de Colima (playa de Oro y playa<br />

Boca de Apiza-Chupadero), temporada 1987-1988.<br />

Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (sedue).<br />

Colima, Colima.<br />

Estrada, V.A. 1988. Elaboración del programa técnico:<br />

Protección y conservación de la tortuga marina en<br />

las costas del estado de Colima, temporada 1988-<br />

1989. sedue. Colima, Colima.<br />

——— . 1990. Informe final de las actividades desarrolladas<br />

en el Programa de conservación de las tortugas marinas<br />

en el estado de Colima, temporada 1989-1990,<br />

campamentos tortugueros Boca de Apiza-Chupadero<br />

y Volantin-Tepalcates. sedue. Colima, Colima.<br />

inecc y semarnat. Instituto Nacional de Ecología y<br />

Cambio Climático y Secretaría de Medio Ambiente<br />

y Recursos Naturales. 1986. decreto 2479 “por el<br />

que se determinan como zonas de reserva y sitios<br />

de refugio para la protección, conservación, repoblación,<br />

desarrollo y control, de las diversas especies<br />

de tortuga marina, los lugares en que anida y<br />

desova dicha especie”. Publicado el 29 de octubre<br />

de 1986 en la Gaceta Ecológica, Secretaría de Desarrollo<br />

Social (sedesol).<br />

Márquez, M.R. 1990. Sea turtles of the world. Food<br />

and Agriculture Organization (fao). Fisheries Synopsis.<br />

Rome.<br />

Sarty, L. y N. García. 1999. Estimación del tamaño<br />

de la población anidadora de tortuga laúd Dermochelys<br />

coriacea y su distribución en el Pacifico<br />

mexicano. En: Manual para la toma de datos y organización<br />

de la información en los campamentos<br />

tortugueros del proyecto. Instituto Nacional de Pesca<br />

(inapesca). México.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

620 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


Tráfico de flora<br />

y fauna silvestres<br />

Julia Alejandra Maldonado-Orozco<br />

Introducción<br />

En las últimas décadas, la diversidad de flora y de fauna silvestres se ha<br />

visto afectada como resultado de la combinación de factores económicos,<br />

políticos, jurídicos y sociales. En este contexto es una gran responsabilidad<br />

compartida –entre autoridades ambientales, sociedad civil, instituciones<br />

educativas y de investigación–, proteger, conservar y aprovechar<br />

sustentablemente la riqueza natural de México. Ello implica reducir los<br />

impactos nocivos que provocan la deforestación, la pérdida de la biodiversidad,<br />

la erosión de los suelos, la desertificación creciente y la contaminación<br />

del aire, suelo y agua, entre otros.<br />

Uno de los aspectos importantes de la gestión ambiental es la procuración<br />

de justicia ambiental, entendida como el estricto cumplimiento de la<br />

legislación ambiental, de manera íntegra y transparente. En ella se busca<br />

hacer partícipe a la sociedad de instrumentos y procedimientos jurídicos<br />

que permitan la defensa y protección de los recursos naturales, mediante<br />

la atención a las organizaciones civiles, comunidades y poblaciones, quienes<br />

señalan actos que impactan negativamente el medio ambiente, en<br />

particular a la flora y a la fauna silvestres.<br />

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (profepa), tiene<br />

como objetivo frenar, contener y revertir el deterioro del entorno,<br />

mediante acciones transversales con los tres niveles de gobierno (federal,<br />

estatal y municipal). Esto implica el desarrollo de actividades coordinadas<br />

con otras dependencias de justicia de la administración pública federal<br />

Maldonado-Orozco, J.A. 2016. Tráfico de flora y fauna silvestres. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 621-631.<br />

621


y con amplios sectores de la sociedad, siempre en<br />

defensa de nuestro patrimonio, creando con ello<br />

nuevos y mayores alcances en el cuidado y protección<br />

del medio ambiente y los recursos naturales<br />

(figura 1).<br />

última categoría, así como 143 que solamente<br />

existen en la República Mexicana (endémicas)<br />

(semarnat 2000). Según esta normativa, la posesión<br />

de ejemplares de fauna y flora silvestres<br />

incluidos en alguna categoría de protección, sin la<br />

autorización por parte de la autoridad competente,<br />

constituye un delito federal, de acuerdo con<br />

el artículo 420 del Código Penal Federal, que conlleva<br />

una pena de hasta nueve años de cárcel y tres<br />

mil días de multa.<br />

Problemática<br />

FIGURA 1. Tucán real (Ramphastos sulfuratus)<br />

ejemplar decomisado por la PROFEPA en Colima.<br />

Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />

Legislación<br />

Los principales factores que amenazan a la biodiversidad<br />

son: la expansión de la frontera<br />

agropecuaria, las explotaciones forestales, la<br />

introducción de especies exóticas, la presencia<br />

de plagas y enfermedades, la cacería, el tráfico y<br />

el comercio ilegal de especies, productos y subproductos<br />

de vida silvestre.<br />

El aprovechamiento, protección y conservación<br />

de la flora y fauna silvestres son actividades que<br />

se encuentran reguladas a nivel nacional por la<br />

Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección<br />

al Ambiente (lgeepa), así como por la Ley<br />

General de Vida Silvestre (lgvs) y su Reglamento<br />

(sedue 1988, dof 2000).<br />

La nom-59-semarnat-2010 (semarnat 2010)<br />

asigna categorías de riesgo o estatus de conservación<br />

a algunas especies de flora y fauna silvestres<br />

de nuestro país, y define su inclusión en las listas<br />

de la Convención Sobre el Comercio Internacional<br />

de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres<br />

(cites). En el país existen 2 405 especies<br />

bajo protección especial, raras, amenazadas o en<br />

peligro de extinción, sobresaliendo 277 en esta<br />

Las principales rutas de tráfico ilegal de vida silvestre<br />

en México se originan en los estados del sur<br />

y sureste y se dirigen hacia el centro del país, utilizando<br />

las vías de comunicación terrestre del<br />

golfo de México, principalmente las ubicadas en<br />

los estados de Veracruz (vertiente del golfo, norte<br />

y centro), Sinaloa, Durango, Nayarit y Michoacán.<br />

La movilización de ejemplares, productos y<br />

subproductos de vida silvestre tiene como principales<br />

objetivos las ciudades de Guadalajara,<br />

Jalisco, León, Guanajuato y México, D.F.<br />

Acciones<br />

La protección de las especies de fauna y flora silvestres<br />

constituye uno de los retos más impor-<br />

622 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


FIGURA 3. Cotorras cuchas (Amazona autumnalis) que<br />

se comercialiaban sin autoriación en las calles de<br />

la ciudad. Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />

FIGURA 2. aulas con aves que se comercialiaban<br />

en las calles de la ciudad. Foto: Julia Alejandra<br />

Maldonado Oroco.<br />

tantes de la gestión ambiental. En este sentido, la<br />

conservación de estas especies se ha orientado<br />

con base en los siguientes objetivos:<br />

FIGURA 4. Iguanas verdes (Iguana iguana) atadas para<br />

su venta. Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />

• Combatir el tráfico ilegal de ejemplares, productos<br />

y subproductos de vida silvestre en<br />

mercados y tianguis del país (figura 2).<br />

• Combatir la captura, acopio y comercialización<br />

ilícita de ejemplares, productos y subproductos<br />

de vida silvestre (figuras 3 y 4).<br />

• Verificar el cumplimiento de la normatividad<br />

aplicable en las unidades de manejo<br />

para la conservación de la vida silvestre<br />

(uma), extensivas e intensivas, y en las<br />

comercializadoras (acuarios, tiendas de<br />

mascotas, veterinarias y tianguis) (figura 5).<br />

FIGURA 5. Ciervo rojo (Cervus elaphus) en la UMA El<br />

eregrino. Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />

Tráfico de flora y fauna silvestres<br />

623


• Verificar el cumplimiento de la normatividad<br />

en circos, parques recreativos y otros<br />

espectáculos ambulantes (figura 6).<br />

• Incrementar la participación social en el<br />

cumplimiento de la legislación ambiental,<br />

en materia de vida silvestre, mediante la<br />

instalación de comités de vigilancia<br />

ambiental participativa (figura 7).<br />

FIGURA 7. Liberación de crías de tortugas marinas<br />

de la especie golfina (Lepidochelys olivacea) en el<br />

campamento El Chupadero, en Tecomán. Foto: Julia<br />

lejandra Maldonado Oroco.<br />

FIGURA 6. Tigres (Panthera tigris) en ehibición para<br />

circo. Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />

En Colima, durante los últimos años se han realizado<br />

acciones permanentes para combatir el tráfico<br />

ilegal de especies silvestres. Como ejemplo de<br />

esto, durante el periodo 2000-2007 se iniciaron<br />

un total de 528 inspecciones a uma, viveros, circos,<br />

comercializadoras y colecciones particulares.<br />

Se llevaron a cabo 163 operativos, se atendieron<br />

127 denuncias populares y se elaboraron 60 peritajes<br />

en identificación de ejemplares, partes y<br />

derivados de vida silvestre (cuadro 1).<br />

CUADRO 1. cciones de inspección realiadas en materia de vida silvestre durante el periodo .<br />

() os datos del corresponden solamente al primer semestre () se desconoce la cantidad eacta.<br />

Fuente: datos no publicados, PROFEPA <br />

Inspecciones 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />

Tortuga marina 1 4 28 10 10 6 9 4 72<br />

uma 0 2 4 1 9 0 13 12 41<br />

Viveros 0 17 26 4 18 13 13 9 100<br />

Circos 2 2 1 1 1 2 6 1 16<br />

Colecciones<br />

particulares<br />

0 0 0 0 2 3 0 4 9<br />

Otros 29 26 5 33 38 30 20 13 194<br />

624 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


Cuadro 1, continúa<br />

Operativos 12 15 18 23 28 32 22 13 163<br />

Denuncias ** ** 9 21 27 34 18 18 127<br />

Peritajes 3 4 5 4 8 15 16 5 60<br />

Total 44 68 88 57 83 67 69 52 528<br />

CUADRO 2. seguramiento de ejemplares de flora silvestre durante el periodo . () os datos del<br />

corresponden solamente al primer semestre () se desconoce la cantidad eacta. Fuente: datos no<br />

publicados, PROFEPA .<br />

Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />

Flora en general 0 3 049 274 0 5 141 0 0 0 8 464<br />

Cactáceas 0 7 828 ** 0 0 0 0 0 7 828<br />

Patas de elefante 0 145 100 0 3 225 60 082 21 41 63 614<br />

Cycas 0 22 48 21 3 416 896 0 248 4 651<br />

Zamias 0 29 50 0 ** 3 030 0 3 3 112<br />

Palmas triangulares 0 3 2 0 16 1 4 2 28<br />

Helechos<br />

arborescentes<br />

0 42 6 0 0 2 0 0 50<br />

Agaves 0 19 0 0 0 0 0 0 19<br />

Bromelias 0 0 7** 1 000 0 0 0 0 1 007<br />

Total 0 11 137 487 1 021 11 798 64 011 21 294 88 769<br />

CUADRO 3. seguramiento de ejemplares de auna silvestre durante el periodo . () os datos del<br />

corresponden solamente al primer semestre. Fuente: datos no publicados, PROFEPA .<br />

Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />

Fauna en general 10 25 61 0 43 0 0 0 139<br />

Mamíferos 24 8 3 4 121 19 16 13 208<br />

Caballitos de mar 0 0 0 0 0 1 0 0 1<br />

Aves 83 405 15 16 9 153 11 18 710<br />

Reptiles 182 99 25 70 20 32 34 0 462<br />

Total 299 537 104 90 190 205 61 31 1 517<br />

Tráfico de flora y fauna silvestres<br />

625


CUADRO 4. seguramiento de ejemplares disecados de auna silvestre durante el periodo . () os<br />

datos del corresponden solamente al primer semestre. Fuente: datos no publicados, PROFEPA .<br />

Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />

Mamíferos 0 0 0 0 0 0 4 2 6<br />

Caballitos de mar 0 0 0 0 0 0 99 0 99<br />

Aves 0 0 0 0 0 0 1 0 1<br />

Reptiles 0 0 0 0 0 0 30 1 31<br />

Total 0 0 0 0 0 0 134 3 137<br />

CUADRO 5. seguramiento de artículos elaborados con piel de auna silvestre durante el periodo .<br />

() os datos del corresponden solamente al primer semestre. Fuente: datos no publicados, PROFEPA<br />

.<br />

Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />

Pares de zapatos 0 0 0 0 0 0 0 1 1<br />

Pares de botas 70 98 238 0 0 0 0 4 410<br />

Cinturones 16 11 51 0 0 0 0 4 82<br />

Billeteras 0 0 12 0 0 0 0 0 12<br />

Toquillas 0 10 0 0 0 0 0 0 10<br />

Total 86 119 301 0 0 0 0 9 515<br />

CUADRO 6. seguramiento de pieas cobradas de auna silvestre en actividades cinegticas durante el<br />

periodo . () os datos del corresponden solamente al primer semestre. Fuente: datos no<br />

publicados, PROFEPA .<br />

Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />

Mamíferos 0 1 0 0 0 0 1 0 2<br />

Aves 38 72 0 0 15 0 0 0 125<br />

Reptiles 1 14 0 0 0 0 0 0 15<br />

Total 39 206 0 0 15 0 1 0 261<br />

Durante este periodo (2000-2007), se aseguraron<br />

precautoriamente 88 769 ejemplares de flora<br />

silvestre, 1 517 ejemplares de fauna silvestre,<br />

913 piezas de productos y subproductos de fauna<br />

silvestre y 30 kg de carne (cuadros 2, 3, 4, 5 y 6).<br />

De 2006 a 2007, la profepa en Colima recibió<br />

147 ejemplares de fauna silvestre (120 reptiles),<br />

entregados de manera voluntaria. Algunos fueron<br />

encontrados heridos o enfermos, rescatados del<br />

maltrato, o fueron colectados por personas que no<br />

626 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


CUADRO 7. Ejemplares de fauna silvestre entregados voluntariamente a la PROFEPA durante el periodo<br />

. () os datos del corresponden al primer semestre () se desconoce la cantidad eacta.<br />

Datos no publicados, PROFEPA .<br />

Ejemplares entregados 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />

Mamíferos 4 1 — — — — 6 3 14<br />

Aves 0 0 — — — — 16 0 16<br />

Reptiles 2 13 — — — — 120 0 135<br />

Invertebrados 0 1 — — — — 2 0 3<br />

Total 6 15 ** ** ** ** 144 3 168<br />

El corresponde al primer semestre, se desconoce la cantidad eacta<br />

.<br />

saben qué hacer con ellos y los entregan a las autoridades.<br />

Durante el periodo completo, 2000-2007,<br />

se entregaron más de 168 ejemplares de fauna silvestre,<br />

con la consideración de que no existen<br />

datos para el periodo 2002-2005 (cuadro 7).<br />

Entre los ejemplares de fauna silvestre entregados<br />

de manera voluntaria resaltan los siguientes<br />

grupos: felinos: tigrillo (Leopardus wiedii, figura 8)<br />

y onza o jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi,<br />

figura 9); iguanas: verde (Iguana iguana) y negra<br />

(Ctenosaura pectinata); aves rapaces: aguilillas y<br />

queleles (figura 10); y serpientes: boas (Boa<br />

constrictor), entre otros.<br />

esino e a ora auna<br />

silvestres incautados<br />

Según los procedimientos administrativos<br />

implementados por la profepa Colima, los<br />

ejemplares, partes y derivados, productos y<br />

subproductos de flora y fauna silvestres son<br />

decomisados a favor de la nación. De acuerdo<br />

con el artículo 174 bis de la lgeepa y al artículo<br />

129 de la lgvs, estos pueden venderse, rema-<br />

FIGURA 8. Tigrillo joven (Leopardus wiedii).<br />

Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />

tarse en subasta pública, donarse a organismos<br />

públicos, instituciones científicas públicas o<br />

privadas y unidades que realicen actividades de<br />

conservación de la vida silvestre, enseñanza<br />

Tráfico de flora y fauna silvestres<br />

627


superior o la beneficencia. Se puede conceder el<br />

internamiento temporal en un centro de conservación<br />

o institución análoga, con el objetivo<br />

de rehabilitar al ejemplar decomisado, hasta<br />

dar paso a la liberación en su hábitat natural, o<br />

bien se puede determinar su destrucción, imposibilitando<br />

su aprovechamiento cuando se trate<br />

de productos o subproductos de flora y fauna<br />

silvestres que pudieran transmitir alguna<br />

enfermedad.<br />

Acciones por realizar<br />

FIGURA 9. Cachorro de jaguarundi (Herpailurus<br />

yagouaroundi). Foto: ulia lejandra Maldonado<br />

Oroco.<br />

Es muy importante continuar con las acciones<br />

de prevención, principalmente en las escuelas,<br />

mediante la información a los ciudadanos de la<br />

importancia que tiene la protección y conservación<br />

de los recursos naturales. También es necesario<br />

dar a conocer aquellos actos que infringen<br />

la legislación ambiental en materia de vida silvestre<br />

y sus consecuencias legales y ambientales,<br />

dado que muchas personas actúan por desconocimiento.<br />

Es necesario continuar con las actividades de<br />

inspección y vigilancia, así como la concientización<br />

y capacitación a los cuerpos de seguridad de<br />

los tres niveles de gobierno, para frenar y evitar<br />

el tráfico ilegal de flora y fauna silvestre, y buscar<br />

acciones alternativas para aquellas personas o<br />

lugares que lo solicitan.<br />

FIGURA 10. Quelele o quebrantahuesos (Polyborus sp.).<br />

Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />

Las comercializadoras de flora y fauna silvestres<br />

requieren contar con un adecuado sistema de<br />

marcaje para invertebrados (tarántulas), anfibios<br />

(ranas o salamandras) y reptiles (serpientes), así<br />

como para los artículos elaborados con piel de<br />

fauna silvestre.<br />

628 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


Los vendedores ambulantes requieren mayor<br />

información y alternativas de ingresos económicos<br />

para evitar la reincidencia en el tráfico de<br />

fauna y flora silvestres.<br />

En el tráfico de productos de tortuga marina es<br />

necesario ofrecer alternativas productivas a los<br />

grupos marginales que se dedican a esta actividad.<br />

Los viveros, al igual que las comercializadoras,<br />

deben mejorar la técnica de marcaje de ejemplares.<br />

Las uma extensivas, dedicadas a la actividad<br />

cinegética, deben mejorar el control de la cacería<br />

furtiva, en especial por personas ajenas a los ejidos<br />

o predios, así como ejercer un mayor control<br />

sobre los animales cazados.<br />

Conclusiones<br />

En Colima se han logrado establecer buenos<br />

niveles de control sobre aquellos establecimientos<br />

dedicados a la comercialización de ejemplares,<br />

partes y derivados de vida silvestre. De<br />

manera general, los establecimientos existentes<br />

acreditan su legal procedencia y posesión al<br />

momento de las visitas de inspección. Como<br />

ejemplo de esto los comerciantes de piel para calzado<br />

y las zapaterías han cambiado su giro hacia<br />

el uso de piel sintética; el comercio que realizan<br />

actualmente no incluye productos elaborados<br />

con pieles de fauna silvestre regional.<br />

En la actualidad es más difícil ver el comercio<br />

ambulante de fauna silvestre en las calles y tianguis<br />

del estado, por lo que es evidente que han<br />

funcionado los operativos realizados para remitir<br />

al Ministerio Público Federal a aquellas personas<br />

que se encuentran comercializando aves<br />

silvestres (principalmente pericos), imponiéndoles<br />

penas que incluyen la privación de la libertad.<br />

La coordinación estrecha que existe entre los diferentes<br />

cuerpos de seguridad de los tres niveles de<br />

gobierno, así como la participación ciudadana,<br />

han permitido que disminuya el saqueo y la<br />

comercialización de huevos de tortuga marina,<br />

así como el sacrificio de sus ejemplares. Prueba de<br />

esto es la disminución en el costo de los huevos de<br />

tortuga en el mercado negro, el cual en el 2007 no<br />

sobrepasaba los 6 pesos, precio menor (de 2 a 4<br />

pesos) al que se ofrecía ocho años antes; según<br />

información proporcionada por los habitantes de<br />

los lugares donde se vendían estos productos. Se<br />

sabe que los cargamentos más importantes que se<br />

han detectado, del 2001 al 2007, provenían de las<br />

costas de Jalisco y Michoacán.<br />

En general, durante las visitas practicadas a los<br />

viveros, en los últimos años, no se han detectado<br />

ejemplares de flora silvestre con procedencia ilegal.<br />

Las irregularidades que normalmente se<br />

encuentran son de tipo administrativo; además,<br />

de acuerdo con lo señalado por los mismos viveristas,<br />

los transportistas que traen ejemplares<br />

extraídos del medio natural, sin autorización<br />

alguna, han dejado de acudir a ofrecer plantas<br />

nativas.<br />

El desarrollo de proyectos, tales como el establecimiento<br />

de uma extensivas, cuya finalidad es la<br />

actividad cinegética o cacería, así como el ecoturismo,<br />

ha permitido una mayor concientización<br />

entre los ejidatarios y pequeños propietarios<br />

para proteger la flora y fauna silvestres nativas.<br />

Estos grupos sociales están entendiendo que<br />

tales recursos representan un mercado que atrae<br />

Tráfico de flora y fauna silvestres<br />

629


a turistas, quienes potencialmente pueden generar<br />

derramas económicas locales y regionales.<br />

También es frecuente que los ciudadanos se<br />

acerquen al personal de la profepa Colima para<br />

entregar flora y fauna silvestre, lo que representa<br />

un avance significativo, ya que anteriormente los<br />

animales eran revendidos o abandonados a su<br />

suerte. El tráfico ilegal de fauna y flora es un problema<br />

que requiere estudios permanentes que<br />

permitan tomar decisiones para conservar la<br />

biodiversidad de Colima.<br />

Referencias<br />

sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />

1988. Ley General del Equilibrio Ecológico y la<br />

Protección al Ambiente. México. Publicada el 28<br />

de enero de 1988 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Última reforma publicada el 9 de enero de<br />

2015. DOF 05-11-2013. Texto vigente. En: , última<br />

consulta: 20 de julio de 2015.<br />

Congreso del Estado, semarnat. 2002. Secretaría de<br />

Medio Ambiente y Recursos Naturales. Ley General<br />

de Vida Silvestre. Publicada el 3 de julio de<br />

2000 en el Diario Oficial de la Federación. México.<br />

Última reforma publicada el 26 de enero de 2015.<br />

DOF 26-01-2015. Texto vigente. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />

nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

RECUADRO<br />

COME FCO E DE CDO<br />

Julia Alejandra Maldonado-Orozco<br />

Maldonado-Orozco, J.A. 2016. Combate al tráfico ilegal de psitácidos. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 632-633.<br />

En Colima, el tráfico ilegal de psitácidos incluye<br />

a miembros de la familia Psittacidae, como pericos,<br />

loros, cotorros y guacamayas. Este problema<br />

se ha combatido a través de la realización de operativos<br />

en los que participa personal de la Procuraduría<br />

Federal de Protección al Ambiente<br />

(profepa), en coordinación con la Agencia Federal<br />

de Investigación (afi), el Ministerio Público<br />

Federal (mpf), así como la policía estatal y municipal.<br />

Estos operativos se llevan a cabo en mercados,<br />

tianguis y comercios establecidos, donde se<br />

ha detectado la posesión y comercialización de<br />

ejemplares de éste y otros grupos de fauna silvestre.<br />

Habitualmente en los operativos se encuentran<br />

ejemplares jóvenes sin plumas (polluelos),<br />

pertenecientes a la especie conocida comúnmente<br />

como cotorrita atolera (Aratinga canicularis),<br />

los que son capturados en el interior del estado<br />

(figura 1).<br />

Hace aproximadamente dos años, los vendedores<br />

ambulantes que se encontraban en las dife-<br />

630 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD


entes calles y tianguis de los municipios de<br />

Colima, Tecomán y Manzanillo eran principalmente<br />

personas originarias de los estados de<br />

Michoacán y Puebla, quienes venían a realizar<br />

la comercialización de aves canoras y de ornato.<br />

Las especies de psitácidos que estas personas<br />

comercializaban tenían su distribución natural<br />

fuera del estado, como es el caso del loro cabeza<br />

amarilla (Amazona oratrix) enlistado en la<br />

nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010),<br />

como especie sujeta a protección especial, y la<br />

cotorra cucha (Amazona autumnalis), así como<br />

ejemplares sin emplumar conocidos comúnmente<br />

como viejitos (Pionus senilis) y que también<br />

están enlistados como especies amenazadas.<br />

Cabe destacar que a partir del año 2002 la coordinación<br />

con las diferentes autoridades, municipales,<br />

estatales y federales, ha permitido que<br />

además de los procedimientos administrativos<br />

correspondientes a la profepa, se remita ante el<br />

mpf a las personas que realizan la venta ambulante<br />

de aves canoras y de ornato, cuando no<br />

cuentan con las autorizaciones correspondientes.<br />

Igualmente, ha tenido resultados positivos<br />

en la disuasión de la venta ilegal de aves la impartición<br />

de pláticas a elementos de la Dirección de<br />

Seguridad Pública y Vialidad, de algunos municipios,<br />

quienes han tenido una mejor participación<br />

en los operativos.<br />

FIGURA 1. Polluelos de cotorrita atolera (Aratinga<br />

canicularis) decomisados por la rocuraduría<br />

eneral de la epblica en Mananillo.<br />

Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />

sumado al combate directo contra el tráfico ilegal<br />

se generen alternativas económicas en las<br />

zonas rurales y se concientice a los consumidores,<br />

entre otras acciones, para que promuevan la<br />

valoración y conservación de las especies de esta<br />

familia de aves.<br />

Si bien la vigilancia ambiental ha ayudado a disminuir<br />

la comercialización ambulante de ejemplares<br />

de fauna silvestre, factores como la<br />

demanda nacional e internacional, así como la<br />

falta de información y conciencia ambiental por<br />

parte de la ciudadanía, permite que el comercio<br />

ilegal (mercado negro) de psitácidos continúe en<br />

el estado. Por esta razón, es recomendable que<br />

Referencias<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana nom-<br />

059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />

de 2010 en el Diario Oficial de la Federación. Texto<br />

vigente.<br />

Tráfico de flora y fauna silvestres<br />

631


ESTUDIO DE CASO<br />

DEFORESTACIÓN Y FRAGMENTACIÓN<br />

DE LOS HÁBITATS DE LAS PAROTAS EN<br />

LAS CIUDADES DE VILLA DE ÁLVAREZ Y COLIMA<br />

Ma. de Lourdes Gutiérrez-González<br />

Óscar Rebolledo-Domínguez<br />

Descripción<br />

Las parotas (Enterolobium cyclocarpum) son<br />

árboles muy apreciados por los habitantes de<br />

Colima debido a sus múltiples usos, además<br />

de su aspecto ornamental. Desde la época prehispánica<br />

los árboles de parota (también llamados<br />

guanacastes), se plantaban en los campos<br />

como cerco vivo para proporcionar sombra y<br />

semillas eran fuente de proteína para el ganado.<br />

Con el paso del tiempo, el crecimiento de las ciudades<br />

ha invadido lo que anteriormente fueron<br />

campos arbolados, dejando árboles de parota<br />

(muchos de ellos centenarios y de gran envergadura)<br />

aislados dentro de las áreas urbanas (figura<br />

1). Esta situación es considerada por los desarrolladores<br />

como una amenaza, ya que la protección<br />

de estos árboles dentro de sus predios<br />

significa sacrificar terreno vendible o modificar<br />

los trazos en las vialidades.<br />

Entre quienes construyen infraestructura urbana<br />

en Colima se ha hecho una práctica común que al<br />

encontrarse con árboles de parota propongan<br />

compensar los daños de eliminación de éstos,<br />

plantando 100, 200 o más plantas. Lamentablemente,<br />

la mayor parte de las veces tales acciones<br />

no se cumplen, y en los pocos casos en que se realizan<br />

las plantaciones no se les proporciona ningún<br />

tipo de seguimiento o mantenimiento. En la<br />

mayoría de los casos, los programas de reforestación<br />

se limitan casi exclusivamente a la producción<br />

de plántulas de esta especie, ignorado los<br />

cuidados posteriores a su plantación. Los cambios<br />

de administraciones de gobierno en esta entidad<br />

contribuyen significativamente a la falta de continuidad<br />

y seguimiento de las medidas de restitución<br />

del arbolado urbano.<br />

Problemática<br />

Se calcula que en las ciudades de Villa de Álvarez<br />

y Colima existen 120 y 170 ejemplares de<br />

parota, respectivamente, con un diámetro de<br />

90 cm a 1 metro. Estos ejemplares se encuentran<br />

en riesgo de ser derribados debido a las necesidades<br />

de urbanización y crecimiento de las ciudades<br />

y por la aparición de enfermedades (fitopatologías)<br />

derivadas del poco cuidado que se les concede.<br />

Por otra parte, en estas ciudades se presentan<br />

otros factores ambientales y sociales que perjudican<br />

a los árboles de parotas, sometiéndolos a<br />

632<br />

Gutiérrez-González, M. de L. y Ó. Rebolledo-Domínguez 2016. Deforestación y fragmentación de los hábitats de las parotas en<br />

las ciudades de Villa de Álvarez y Colima. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 632-634.


FIGURA 1. rbol de<br />

parota (Enterolobium<br />

cyclocarpum) en reas<br />

urbanas. Foto: María<br />

de ourdes utirre<br />

onle.<br />

varias circunstancias adversas para su supervivencia,<br />

tanto en entornos urbanos como en<br />

ambientes rurales. Además, en las áreas urbanas<br />

se agregan otros factores limitantes como: la tala<br />

generada por actividades de urbanización, el aire<br />

citadino caliente y cargado con gases emanados<br />

de los automotores, los derrames en la vía pública<br />

de combustibles u otras sustancias tóxicas, la<br />

compactación de suelo por construcciones de edificios<br />

y calles, así como la presencia de sales por<br />

escurrimientos provenientes del concreto, asfalto<br />

y escombros (cascajo) que contienen piedra caliza.<br />

Estos factores disminuyen la aireación, la captación<br />

de agua y nutrimentos por las raíces, incluso<br />

provocan cambios en el pH del suelo, contribuyendo<br />

a intensificar el estrés en los árboles.<br />

Otras prácticas como las podas severas, el tratamiento<br />

inadecuado de las heridas realizadas por<br />

la poda, y los daños por colgar anuncios, provocan<br />

el debilitamiento del estado de salud de los<br />

árboles y favorecen su susceptibilidad a ataques<br />

de insectos plaga que amenazan seriamente la<br />

salud e integridad de las parotas, tales como:<br />

cochinillas (Pseudoccocus spp.), termita (Coptotermes<br />

gestroi), fitopatógenos (Lasiodiplodia spp.,<br />

Nectria spp., y Ganoderma spp.) y de plantas<br />

parásitas como muérdagos (Arceuthobium spp.).<br />

Todos estos organismos amenazan seriamente la<br />

salud e integridad de las parotas, en las áreas<br />

urbanas de Colima.<br />

En lo que respecta a los elementos adversos en<br />

zonas rurales se podrían mencionar los siguientes:<br />

la tala clandestina para comercializar la<br />

madera, la expansión de la frontera agropecuaria<br />

y los desarrollos de fraccionamientos “campestres”,<br />

el incremento de las actividades mineras en<br />

áreas forestales, los incendios provocados por las<br />

quemas agrícolas, la intoxicación por exposición a<br />

agroquímicos, especialmente herbicidas, y las<br />

variaciones en el régimen climático, manifestadas<br />

como lluvias escasas y de errática distribución, así<br />

como sequías. Se piensa que en Colima todos<br />

Deforestación y fragmentación de los hábitats de las parotas 633


estos factores impactan el estado de salud de las<br />

parotas, provocando su debilitamiento y promoviendo<br />

el incremento en el número y variedad de<br />

patógenos y parásitos, especialmente hongos,<br />

insectos y muérdagos, cuyas afectaciones pueden<br />

poner en riesgo la existencia de las parotas dentro<br />

del territorio estatal.<br />

Conservación<br />

Son múltiples las razones para fomentar la protección<br />

de los árboles de parota: su edad y tamaño<br />

son particularmente extraordinarios, existiendo<br />

ejemplares de más de 70 años y con tallos que<br />

miden más de cinco metros de circunferencia, un<br />

ejemplar se ubica cerca a Chiapa y Ocotillo, al<br />

norte de Colima. Es un árbol tradicional y nativo<br />

que embellece patios, calles y avenidas de ciudades<br />

y comunidades rurales, debido a sus enormes<br />

copas y elegante follaje. Las parotas son árboles<br />

ideales para parques y áreas de recreación ya que<br />

proporcionan sombra y refrescan los lugares, así<br />

como bordes de caminos y barreras rompevientos.<br />

Asimismo, estos árboles tienen una madera<br />

que puede ser utilizada comercialmente como<br />

madera aserrada, lambrín, chapa y triplay, en carpinterías<br />

y ebanisterías, así como para usos artesanales.<br />

También se utiliza para leña, en la<br />

construcción, en la fabricación de utensilios de<br />

cocina, labranza y artesanías. Los frutos se usan<br />

como alimento para el ganado, alimentación<br />

humana, fabricación de jabón y medicina tradicional;<br />

el exudado se utiliza como goma adhesiva<br />

y medicinal; la corteza sirve como curtiente y<br />

también presenta uso medicinal.<br />

Las parotas son una especie de fácil adaptación,<br />

es un buen conservador y restaurador de suelos y<br />

mantiene simbiosis con especies fijadoras de<br />

nitrógeno; produce una cobertura de hojarasca<br />

que sirve como abono orgánico y proporciona<br />

refugio y alimento para la fauna silvestre. A<br />

pesar de estos beneficios y servicios ambientales,<br />

su tala para diversos fines así como las patologías<br />

descritas están contribuyendo a la rápida disminución<br />

de sus poblaciones a escala local; por<br />

estas razones es imperativo contar con un programa<br />

de control sanitario para combatir las<br />

patologías que amenazan y merman la salud de<br />

estos árboles.<br />

Un hecho reciente e importante para la conservación<br />

de esta especie fue el decreto estatal en el que<br />

la parota fue declarada una especie protegida y<br />

emblemática de Colima (Congreso del Estado<br />

2011). Esta declaratoria tiene como objetivo el<br />

manejo sustentable, la protección, la conservación,<br />

el aprovechamiento y la reproducción de<br />

esta especie, para emprender acciones que mejoren<br />

y aumenten su población en el estado, así<br />

como su aprovechamiento (Congreso del Estado<br />

2011). Esta norma es muy importante, sin embargo<br />

son necesarios estudios que permitan conocer y<br />

conservar las poblaciones de este importante<br />

recurso de flora para la entidad.<br />

Referencias<br />

Congreso del Estado. 2011. Decreto de protección de<br />

la especie arbórea comúnmente conocida en la región<br />

como “Parota” y cuyo nombre científico corresponde,<br />

de acuerdo a la nomenclatura de su clasificación<br />

taxonómica de género y especie, como<br />

Enterolobium cyclocarpum (Jacq). Griseb. Tomo<br />

96, Número 36. Publicado el 11 de agosto de 2011.<br />

Colima, Colima. Texto vigente.


S8<br />

PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN<br />

A LA BIODIVERSIDAD


Manzanillo, Colima. Foto: Joanna Acosta Velázquez


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

Los esquemas para la conservación que se han planteado en el estado tienen<br />

como objetivo proteger especies, ecosistemas y recursos genéticos de<br />

relevancia local, nacional e internacional, en ambientes terrestres continentales<br />

y marinos. Aproximadamente 4% de su superficie continental se<br />

ha decretado como área natural protegida (anp) en alguna categoría<br />

federal, además de cuatro islas que conforman el Archipiélago de Revillagigedo.<br />

Además de la declaratoria de anp, la Sierra de Manantlán es considerada<br />

una región terrestre prioritaria, así como área de importancia<br />

para la conservación de las aves; en esta última se incluyen además al<br />

Volcán de Colima e Islas Revillagigedo.<br />

La representación de ecosistemas en las anp en la entidad se ha enfocado<br />

principalmente a ambientes templados; en esta sección se presenta una<br />

propuesta para incluir diferentes sitios con bosques tropicales, con base<br />

en una planeación sistemática que considera los grupos de plantas y aves<br />

de estos ecosistemas, como un complemento de los esquemas actuales de<br />

anp. Una porción de la sierra de Manantlán se encuentra en Colima, su<br />

manejo se realiza en colaboración interestatal y el componente humano<br />

es esencial para la conservación de los recursos biológicos que de ésta se<br />

obtienen y las actividades de subsistencia para las comunidades (agricultura,<br />

ganadería, aprovechamiento forestal maderable y no maderable).<br />

Las actividades de gestión para la atención de problemáticas y conflictos<br />

ha sido la base para el mantenimiento de los servicios ecosistémicos.<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Protección y conservación a la biodiversidad. En: La Biodiversidad en<br />

Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 637-638.<br />

637


El ordenamiento ecológico del territorio (oet)<br />

de esta entidad tiene como objetivo la planeación<br />

en el uso del suelo y de los recursos naturales.<br />

Uno de sus principios es hacer compatibles el<br />

desarrollo con la conservación de la biodiversidad.<br />

En el territorio confluyen múltiples actividades<br />

y actores que realizan diversas actividades,<br />

lo que busca el oet es hacerlas compatibles con<br />

las características físicas, biológicas y sociales.<br />

Las unidades de gestión ambiental (uga) son<br />

porciones del territorio en las cuales se establece<br />

una política de manejo, con base en las aptitudes<br />

y diversas estrategias para asegurar el cumplimiento<br />

de sus objetivos. Los escenarios de tendencia<br />

generados durante la elaboración del oet<br />

en Colima indican una disminución en las selvas<br />

y aumento de las áreas agrícolas. La presente sección<br />

también se refiere a las acciones de conservación<br />

en ambientes costeros y marinos.<br />

En una de las <strong>contribuciones</strong> se describe que a<br />

mediados del siglo pasado las poblaciones<br />

de tortugas marinas disminuyeron, derivado de<br />

ello se implementaron acciones de regulación<br />

pesquera y de protección de áreas de anidación<br />

en la costa.<br />

Los arrecifes de La Boquita y Carrizales son<br />

representativos en el litoral colimense, el último<br />

forma parte de una de las regiones marinas prioritarias.<br />

En este capítulo se presenta una propuesta<br />

de acciones para su conservación con<br />

base en análisis de las causas y efectos de problemáticas<br />

identificadas.<br />

638 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


Áreas naturales<br />

protegidas<br />

y prioridades<br />

de conservación<br />

Roberto Sáyago-Lorenzana<br />

Juan Martínez-Cruz<br />

Guillermo Ibarra-Manríquez<br />

Introducción<br />

El objetivo central de las áreas naturales protegidas (anp) es mantener, a<br />

largo plazo, porciones representativas de la biodiversidad y disminuir las<br />

actuales tasas de desaparición, que son las más altas en la historia de la<br />

vida en nuestro planeta.<br />

Debido a la carencia de inventarios biológicos detallados, un porcentaje<br />

relevante de anp se han elegido considerando su bajo interés económico,<br />

lo que no necesariamente implica que se trate de sitios con una alta biodiversidad,<br />

o bien se ha utilizado el criterio de especies “bandera” (especies<br />

generalmente carismáticas que son usadas para promover acciones<br />

de conservación), bajo la idea de que la conservación de éstas permitirá la<br />

de otros elementos de la biota (Pressey 1994, Lambeck 1997, Caro y<br />

O´Doherty 1998, Margules y Pressey 2000). Sin embargo, la aplicación de<br />

estos criterios ha despertado dudas acerca de su validez para seleccionar<br />

áreas representativas que permitan la conservación de la biota, dado que<br />

muchas anp no garantizan la permanencia, a largo plazo, de ciertas especies,<br />

sobre todo a causa de su tamaño reducido y las presiones sociales<br />

sobre los recursos naturales que albergan (Cabeza y Moilanen 2001,<br />

Reyers et al. 2002). Adicionalmente, debido a que el financiamiento económico<br />

destinado a la conservación es limitado, existe la necesidad de<br />

localizar y priorizar sitios clave para establecer anp, además de considerar<br />

aspectos políticos y sociales que aseguren la viabilidad de una propuesta<br />

de conservación (Bibby et al. 1992, Sarkar y Margules 2002, Bray<br />

et al. 2003, Hayes 2006).<br />

Sáyago-Lorenzana, R., J. Martínez-Cruz y G. Ibarra-Manríquez. 2016. Áreas naturales protegidas y prioridades de<br />

conservación. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 639-646.<br />

639


Representatividad de las ANP<br />

A pesar de su pequeño territorio (554 300 ha), en<br />

Colima se observa un amplio gradiente altitudinal<br />

que va de los 0 a los 3 820 msnm, en donde se<br />

manifiestan diversos tipos de climas y de vegetación,<br />

tanto de orígenes templados como tropicales<br />

(Rzedowski 1986, inegi 1999a, 1999b, 1999c,<br />

Palacio-Prieto et al. 2000), que mantienen una<br />

gran diversidad biológica. En la parte continental<br />

del estado se ubican seis áreas naturales protegidas<br />

que engloban diferentes esquemas de<br />

conservación (cuadro 1), que en conjunto abarcan<br />

4.1% de su área (22 483 ha). Estas anp albergan<br />

en su mayoría a bosques templados, ya que<br />

están ampliamente distribuidos; incluyen entre<br />

50 y 100% de la superficie de cada una de ellas.<br />

Es necesario conservar estos bosques ya que a<br />

pesar de sólo ocupar 3.2% de la superficie estatal<br />

(Palacio-Prieto et al. 2000), albergan aproximadamente<br />

5% de las especies de pinos y encinos de<br />

México. Es importante recordar que nuestro<br />

país es considerado como el centro principal de<br />

diversificación de estos grupos (Farjon et al.<br />

1997, Valencia 2004).<br />

Por otro lado, es pertinente considerar que estas<br />

anp no cubren toda la diversidad de tipos de<br />

vegetación del territorio colimense y que su elección<br />

fue establecida sin realizar un ejercicio<br />

comparativo global, lo cual redunda en que no<br />

protejan de manera representativa la biodiversidad<br />

estatal. Una manera de reforzar este argumento<br />

ha sido señalada por Padilla-Velarde et al.<br />

(2006): únicamente 14.9% de las 550 especies de<br />

árboles que se reportan para Colima, han sido<br />

colectadas en el territorio adscrito a la Reserva<br />

de la Biosfera Sierra de Manantlán. Un porcentaje<br />

similar es encontrado en la reserva de El<br />

Jabalí, con cerca de 50% de las especies compartidas<br />

entre ambas ANP. Adicionalmente, al igual<br />

que en Mesoamérica, el panorama de conserva-<br />

CUADRO 1. ANP reportadas dentro del estado. BCO = bosque de coníferas, BEN = bosque de encino,<br />

BMM bosque mesófilo de montaa, BTC = bosque tropical caducifolio, BTS = bosque tropical subcaducifolio,<br />

MAN = manglar, PAS = pastizal y VHA vegetación halófila. Fuente: Flores Villela y ere .<br />

anp Categoría Tipos<br />

de vegetación<br />

Área (ha)<br />

Las Huertas de Comala<br />

Área de Protección de Recursos<br />

Naturales<br />

bts 167<br />

El Jabalí<br />

Área de Protección Forestal y<br />

Refugio de la Fauna Silvestre<br />

bco, ben, bmm,<br />

btc<br />

5 179<br />

Playa Volantín-Tepalcates<br />

y Chupadero-Boca de<br />

Apiza<br />

Área de Protección de Flora y Fauna man, vha 15<br />

Volcán Nevado de Colima Parque Nacional bco, ben 6 525<br />

Manantlán Reserva de la Biosfera ben, btc 10 597<br />

Archipiélago de<br />

Revillagigedo<br />

Reserva de la Biosfera btc, pas, vha 653 007<br />

640 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


ción para los bosques tropicales caducifolios y<br />

subcaducifolios en Colima es deficiente (Flores-<br />

Villela y Gerez 1994, Ceballos y García 1995,<br />

Miles et al. 2006), a pesar de que estas comunidades<br />

vegetales se caracterizan por una amplia<br />

diversidad de grupos biológicos, que se agrupan<br />

e intercambian a lo largo de sus regiones de distribución,<br />

pero que también se encuentran entre<br />

las más ame nazadas por actividades humanas,<br />

como la agricultura y la ganadería (Rzedowski<br />

1991, Flores-Villela y Gerez 1994, Ceballos y<br />

García 1995, Gentry 1995b, Trejo y Dirzo 2000,<br />

2002, Miles et al. 2006).<br />

Si se desea incrementar la representatividad biológica<br />

de las ANP en Colima, existen propuestas<br />

para considerar zonas específicas con alta diversidad,<br />

por ejemplo, Arriaga et al. (2000) ubican a<br />

la región de Manantlán-Volcán de Colima, con<br />

286 100 ha, dentro de las regiones terrestres prioritarias<br />

(rtp) de México, la cual queda incluida<br />

principalmente en el estado de Jalisco.<br />

Por su parte, Benítez et al. (1999), coinciden con<br />

los autores anteriores en resaltar a la sierra de<br />

Manantlán (138 875 ha) como un área de importancia<br />

para la conservación de las aves (aicas), a<br />

la que añaden el volcán de Colima (13 666 ha),<br />

aunque nuevamente la primera de ellas tiene<br />

más superficie en Jalisco que en Colima. Finalmente,<br />

Martínez-Cruz e Ibarra-Manríquez<br />

(2012) indican las prioridades de conservación<br />

de los árboles y lianas en el estado, usando postulados<br />

de los métodos sistemáticos de la planeación<br />

de la conservación, específicamente cuatro<br />

métodos iterativos para ponderar la riqueza<br />

total, el valor de rareza de las especies, así como<br />

el número y abundancia de las especies endémicas<br />

de México.<br />

Considerando el escenario anterior se elabora<br />

una propuesta más detallada para priorizar sitios<br />

de conservación del bosque tropical caducifolio<br />

en el estado, que de acuerdo con Palacio-Prieto<br />

et al. (2000), es el tipo de vegetación con mayor<br />

cobertura estatal (168 701 ha), y el cual fue clasificado<br />

en categorías que difirieron en geomorfología<br />

y altitud, utilizando un sistema de<br />

información geográfica (ilwis 1992). Existe evidencia<br />

de que estas variables, especialmente la<br />

altitud, se asocian de manera estrecha con cambios<br />

en la composición, la estructura y la diversidad<br />

de comunidades vegetales (Durán et al.<br />

2006, Reich et al. 2010). El presente ejercicio considera,<br />

simultáneamente, las plantas y aves en el<br />

tipo de vegetación estudiado, debido a que existe<br />

un amplio consenso sobre la pertinencia de<br />

usarlos como grupos indicadores en los ejercicios<br />

de priorización de áreas de conservación.<br />

Propuestas de sitios prioritarios<br />

para la conservación<br />

Para elaborar una propuesta en la cual se prioricen<br />

sitios de conservación, se seleccionaron<br />

13 sitios, en donde se censó la flora leñosa y las<br />

aves (figura 1). El muestreo del primer grupo fue<br />

realizado con el método propuesto por Gentry<br />

(1995a), en tanto que y las aves fueron censadas<br />

por el método de conteo de puntos, según el<br />

método de Hutto et al. (1986). Para ponderar la<br />

importancia de los sitios muestreados se emplearon<br />

los algoritmos iterativos de riqueza, que consideran<br />

el número total de especies por sitio y de<br />

endemismos de aquellas especies restringidas a<br />

México. Estos métodos tienen la ventaja de que<br />

toman en cuenta la composición de las especies<br />

en todos los sitios y el grado en que difieren entre<br />

Áreas naturales protegidas y prioridades de conservación<br />

641


FIGURA 1. Distribución de las reas naturales protegidas y los sitios de muestreo. Fuente: Flores Villela y ere .<br />

642 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


CUADRO 2. Priorización de sitios para la conservación, con base en la riqueza y endemismo de las especies de<br />

aves y flora leosa del bosque tropical caduciolio. os porcentajes indican la riquea acumulada de especies<br />

a medida que se adicionan sitios (indicados con letras). Con negritas se marcan las primeras opciones que<br />

son similares con ambos algoritmos. Fuente: elaboración propia.<br />

Prioridad<br />

Riqueza (n = 429) Endemismo (n = 82)<br />

Sitio Especies % Sitio Especies %<br />

1 H 136 31 I 36 43<br />

2 L 74 48 L 15 62<br />

3 I 49 60 M 10 74<br />

4 M 39 69 D 6 81<br />

5 F 31 76 A 5 87<br />

6 K 24 82 H 4 92<br />

7 G 18 86 F 2 95<br />

8 D 18 90 C 1 96<br />

9 C 14 93 B 1 97<br />

10 B 10 96 E 1 98<br />

11 A 8 98 J 1 100<br />

12 J 6 99 — — —<br />

13 E 2 100 — — —<br />

sí, para minimizar la redundancia de especies<br />

entre ellos. Detalles de estos métodos pueden ser<br />

consultados en Margules et al. (1988), Kerr<br />

(1997), Martínez-Cruz (2004) y Sáyago (2005).<br />

En el presente estudio se registraron 429 especies,<br />

de las cuales 70% corresponden a plantas.<br />

De la riqueza total, 82 especies son endémicas a<br />

México (Martínez-Cruz 2004, Sáyago 2005);<br />

30% fueron aves. De manera independiente al<br />

algoritmo utilizado, los sitios I, L y M (figura 1),<br />

destacan por su riqueza en los dos grupos censados,<br />

abarcando 60.3% de todas las especies registradas<br />

y 74% de las endémicas, aunque es<br />

interesante notar que la primera prioridad de<br />

conservación entre ambos algoritmos no señala<br />

el mismo sitio (cuadro 2). Cuando se agrega el<br />

sitio H como prioritario, la conjunción de estos<br />

cuatro sitios tendría el potencial de proteger 69%<br />

(298 taxones) del total de especies y 79%<br />

(65 taxones) de las especies endémicas. Únicamente<br />

el sitio M se encuentra dentro de un área<br />

de protección, específicamente en la Reserva de<br />

la Biosfera Sierra de Manantlán (figura 1). Otro<br />

aspecto a considerar sobre estos resultados es<br />

que si hubiera que seleccionar un único sitio, el<br />

candidato principal sería el H, ya que permitiría<br />

ampliar la extensión de la reserva de Manantlán,<br />

con la ventaja de tener una continuidad espacial<br />

con ésta, atributo importante para disminuir los<br />

Áreas naturales protegidas y prioridades de conservación<br />

643


efectos de borde que cualquier área de protección<br />

presenta. La selección del sitio H también<br />

permitiría expandir el hábitat que requieren<br />

especies con áreas de distribución extensas. Un<br />

ejemplo claro son los mamíferos carnívoros<br />

como el puma (Puma concolor) o el jaguar<br />

(Panthera onca), o especies de pericos pertenecientes<br />

a la familia Psittacidae.<br />

Conclusiones<br />

Un aspecto importante a considerar en el diseño<br />

de anp regionales, como las que aquí se plantean,<br />

es que aún no se cuenta con información<br />

para determinar la viabilidad de las poblaciones<br />

de las diferentes especies que albergaría y que<br />

garanticen su permanencia a largo plazo. Es<br />

necesario, por lo tanto, implementar estudios a<br />

futuro donde se explore, por ejemplo, la diversidad<br />

genética o aspectos demográficos de especies<br />

particulares (Margules et al. 1994, Margules<br />

y Pressey 2000). Adicionalmente, se debe tener<br />

en cuenta que la protección de grupos de especies<br />

no necesariamente garantiza el mantenimiento<br />

de procesos ecosistémicos, tales como la<br />

polinización de ciertas especies o la fertilidad del<br />

suelo, procesos que pueden verse afectados sin<br />

necesariamente llegar a tener extinciones locales<br />

de algunos grupos de la biota (Lambeck 1997,<br />

Maddock y Du Plessis 1999, Reyers et al. 2002,<br />

Sarkar y Margules 2002).<br />

En la práctica, para ubicar eficazmente sitios<br />

prioritarios de conservación del bosque tropical<br />

caducifolio se requiere contar con información<br />

confiable sobre la extensión y el grado de<br />

fragmentación y de conservación de la cobertura<br />

vegetal a nivel estatal, además de considerar<br />

diversos aspectos económicos, entre los que<br />

pueden citarse los costos de adquisición de<br />

terrenos. Un asunto más complejo tendría que<br />

resolver posibles conflictos sociopolíticos, ya<br />

que se deben concertar los intereses académicos,<br />

políticos y de los poseedores de los recursos<br />

(Margules y Pressey 2000, Bray et al. 2003,<br />

Luck et al. 2004, Hayes 2006, Velázquez et al.<br />

2009). Encontrar un equilibrio entre todos<br />

estos elementos incrementaría la viabilidad de<br />

establecer a largo plazo una red de anp eficiente<br />

en Colima, como parte de un plan de manejo<br />

integral. Se espera que la presente contribución<br />

sea un promotor de este relevante objetivo para<br />

los habitantes del estado.<br />

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644 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


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646 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


ESTUDIO DE CASO<br />

PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN<br />

DE LA TORTUGA MARINA<br />

Sergio Aguilar-Olguín I Armando Hernández-Corona<br />

Laura Y. Hernández-Jiménez I María del Carmen Jiménez-Quiroz I René Márquez Millán<br />

Zitlalli Pérez Contreras I María de la Cruz Rivera Rodríguez<br />

Sonia I. Quijano-Scheggia I Heriberto Santana-Hernández I Juan Javier-Valdez-Flores*<br />

Descripción<br />

En Colima, como en el resto del país, hasta antes<br />

de los años sesenta, las tortugas marinas fueron<br />

explotadas en las playas casi sin restricciones,<br />

mientras que en el mar eran capturadas en pequeñas<br />

cantidades. Entonces la captura experimentó<br />

un incremento sustancial (Márquez et al. 1976,<br />

1996). Así, mientras la producción registrada de<br />

carne de tortuga tuvo un promedio anual menor<br />

a 50 toneladas, en los dos decenios previos, entre<br />

1960 y 1967, ésta fue cuatro veces mayor, alcanzando<br />

un máximo de 482 t en 1968. De manera<br />

similar, en 1964 la cantidad reportada de aceite de<br />

tortuga fue de 900 kg, después de que entre 1946<br />

y 1958 había sido menor a 100 kg (Montoya 1967,<br />

Márquez 1976). La especie más abundante y con<br />

mayor demanda para su explotación fue la tortuga<br />

golfina (Lepidochelys olivacea) (más del 90%)<br />

y en menor cantidad lo fueron la negra (Chelonia<br />

mydas) y la carey (Eretmochelys imbricata) (Márquez<br />

1965, Márquez et al. 1976). En Colima la pesquería<br />

no tuvo la relevancia que alcanzó en otros<br />

estados; sin embargo, también se aplicaron las<br />

medidas de regulación decretadas por el gobierno<br />

federal (Márquez 1996) incluyendo la veda total a<br />

la explotación de tortugas marinas (sedue 1990).<br />

En los años sesenta el Instituto Nacional de Investigaciones<br />

Biológico-Pesqueras (hoy Instituto<br />

Nacional de Pesca), inició la prospección de las<br />

playas mexicanas para identificar las áreas de anidación<br />

y captura (Solórzano 1963, Montoya 1966).<br />

De esta manera se reconoció la importancia de las<br />

playas de Boca de Pascuales, Boca de Apiza y El<br />

Paraíso, en el municipio de Tecomán, así como las<br />

playas de Campos y Playa de Oro en el municipio<br />

de Manzanillo (Márquez 1965). En las dos primeras<br />

playas se instalaron campamentos que operaron<br />

intermitentemente (Márquez et al. 1990),<br />

hasta que en 1987 se estableció el campamento<br />

Chupadero (playa Boca de Apiza-Tecuanillo),<br />

dependiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano<br />

y Ecología (sedue), actualmente Secretaría de<br />

Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat),<br />

campamento que desde entonces ha trabajado<br />

de forma ininterrumpida.<br />

Durante los años ochenta y noventa, personal<br />

del Instituto Nacional de Ecología (ine) protegió<br />

las playas de Tepalcates, Campos, Puerta del<br />

* El orden de presentación de los autores es alfabético.<br />

Aguilar-Olguín, S., A. Hernández-Corona, L.Y. Hernández-Jiménez, et al. 2016. Protección y conservación de la tortuga<br />

marina. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 647-651.<br />

647


a)<br />

b)<br />

FIGURA 1. Tendencia de anidación en los campamentos para la protección de tortugas marinas en el estado,<br />

donde: a) las variaciones de Cuyutlán y Chupadero son similares (r = 0.7; p < 0.05), lo que indica que la<br />

abundancia de la tortuga golfina se est incrementando b) CPUE es la cantidad de tortugas capturadas en<br />

cada mil anuelos por la flota palangrera c) y d) variaciones de la anidación de la tortuga negra y lad.<br />

648 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


c)<br />

d)<br />

Protección y conservación de la tortuga marina<br />

649


Mar y Playa de Oro (municipio de Manzanillo)<br />

durante algunas temporadas (INE y semarnat<br />

1999). En 1992 se instaló el Centro Ecológico de<br />

Cuyutlán, El Tortugario, en el municipio de<br />

Armería, constituido como un organismo<br />

público descentralizado que además de resguardar<br />

la playa del mismo nombre cuenta con áreas<br />

de exhibición y esparcimiento. Entre 2002 y<br />

2006 el campamento de Manzanillo, dependiente<br />

de la Universidad de Colima, operó en la<br />

playa de Salahua; mientras que desde 2005 la<br />

empresa Z-Gas del Pacífico cuida la playa de<br />

Tepalcates. En años recientes se integraron cinco<br />

comités de vigilancia ambiental participativa<br />

(cvap) conformados por voluntarios coordinados<br />

por la Procuraduría Federal de Protección al<br />

Ambiente (profepa). En 2007 se instalaron seis<br />

campamentos auspiciados por los cvap (en las<br />

playas de Tecuanillo, El Real y Cuyutlán), Z-Gas,<br />

el Centro Ecológico de Cuyutlán, El Tortugario,<br />

y el gobierno federal (Centro para la Conservación<br />

de la Tortuga Marina El Chupadero,<br />

conanp-semarnat).<br />

Condición actual<br />

de las poblaciones<br />

Con respecto a las poblaciones de tortugas marinas<br />

en las costas de Colima se puede afirmar que<br />

la abundancia de la tortuga golfina se ha incrementado,<br />

aunque con amplias variaciones en las<br />

playas protegidas por los cam pamentos de Chupadero,<br />

el Centro Ecológico, Manzanillo y Campos<br />

(figura 1), en los cuales el porcentaje promedio<br />

de eclosión ha superado 60%. Las oscilaciones en<br />

la anidación y la eclosión de estas colonias reflejan<br />

principalmente el esfuerzo invertido en la protección<br />

y la influencia de las condiciones ambientales;<br />

así, por ejemplo, Cuyutlán y Manzanillo el<br />

número de motocicletas utilizadas y la duración<br />

del periodo trabajado se correlacionaron con la<br />

anidación (Aguilar et al. 2006, Quijano et al.<br />

2006). En 1997-1998, los efectos de El Niño fueron<br />

evidentes en Cuyutlán y Chupadero (Jiménez et<br />

al. 1999). Por otra parte, los datos indican que las<br />

tortugas negra y laúd anidan solo esporádicamente<br />

en la costa del estado (figuras 1c y 1d), aunque<br />

destacan los 80 nidos de tortuga laúd que<br />

fueron incubados en Chupadero en 2003.<br />

Entre 2003 y 2007 la distribución de las tortugas<br />

en el mar ha sido descrita a partir de la captura<br />

incidental (figura 1b) de ejemplares de tortuga<br />

golfina (91.5%), negra (8%) y laúd (0.5%), llevada<br />

a cabo por observadores a bordo de flota de<br />

mediana altura* (Santana et al. 2008), aunque<br />

casi todos los ejemplares se liberaron vivos. En<br />

los lances más próximos a la costa, las tortugas<br />

golfinas (en su mayoría hembras adultas) fueron<br />

las más abundantes durante 2006. La captura<br />

por unidad de esfuerzo (cpue) fue más grande al<br />

principio de la primavera, y en particular<br />

durante el verano, cuando las tortugas y los pescadores<br />

se aproximan a las playas de Jalisco y<br />

Colima, las primeras para reproducirse y los<br />

segundos para protegerse de las tormentas. Se<br />

piensa que la tendencia de la cpue refleja la de la<br />

anidación, aunque los datos aún son insuficientes<br />

para evaluar con detalle esta relación (figura<br />

1b). En contraste, las tortugas negras fueron más<br />

numerosas durante 2003, lejos de la costa y una<br />

elevada proporción eran juveniles y subadultos.<br />

Sólo esporádicamente se han observado ejemplares<br />

de tortuga carey (2) y laúd (1).<br />

* La flota palangrera de mediana altura con sede en el puerto de Manzanillo<br />

en 2007 estaba compuesta por alrededor de 20 embarcaciones, cada una<br />

de ellas con tres tripulantes, en promedio. Todo el año opera fuera de las<br />

50 mn a partir de la línea de costa, y su especie objetivo es el tiburón.<br />

650 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


Conclusiones<br />

Las tortugas marinas son un recurso natural cuyo<br />

uso ha cambiado en las décadas recientes. Después<br />

de que ocurrió la mayor explotación para<br />

consumo humano, en la década de los sesentas,<br />

ahora es explotada con fines recreativos que promueven<br />

la conservación de las diferentes especies.<br />

Durante los últimos veinte años los campamentos<br />

tortugueros han sido importantes para la protección<br />

de nidos en las playas de la costa de la entidad.<br />

Se requiere de estudios continuos para<br />

conocer el estado permanente de este grupo de<br />

organismos y mantener la tendencia positiva,<br />

para conservar así este capital natural de Colima.<br />

Referencias<br />

Aguilar O., S., E. Carretero M., A. Hernández C.,<br />

et al. 2006. Actividades de protección, investigación<br />

y manejo de tortugas marinas en Colima y Jalisco.<br />

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y Michoacán. M.C. Jiménez Q. y E. Espino B. (eds.).<br />

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INE y SEMARNAP. Instituto Nacional de Ecología y Secretaría<br />

de Medio Ambiente Recursos Naturales<br />

y Pesca. 1999. Resultados del Programa Nacional<br />

de Protección y Conservación de Tortugas Marinas<br />

(1992-1997). México.<br />

Jiménez Q., M.C., D. Ríos O., C. Delgado T., et al. 1999.<br />

Relación entre El Niño-La Niña y la anidación de<br />

las tortuga golfina y negra. En: Resúmenes 16º Encuentro<br />

Interuniversitario para la Conservación de<br />

las Tortugas Marinas. Acapulco, Guerrero.<br />

Márquez M., R. 1965. Algunas observaciones sobre<br />

las tortugas marinas de importancia comercial en<br />

México. SIC. DGP. INIBP. En: II Congreso Nacional de<br />

Oceanografía. Ensenada, Baja California.<br />

——— . 1976. Estado actual de la pesquería de tortugas<br />

marinas en México, 1974. Instituto Nacional de la<br />

Pesca (inp)/SI:i46:1-27.<br />

——— . 1996. Las tortugas marinas y nuestro tiempo.<br />

Fondo de Cultura Económica (fce), México.<br />

Márquez M., R., J. Vasconcelos P. y C. Peñaflores S.<br />

1990. XXV Años de investigación, conservación y protección<br />

de la Tortuga Marina. inp/Secretaría de Pesca,<br />

México.<br />

Márquez M., R., A. Villanueva O. y C. Peñaflores S.<br />

1976. Sinopsis de datos biológicos sobre la tortuga golfina,<br />

Lepidochelys olivacea (Eschscholtz, 1829). INP<br />

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inp/S2, 5,31 (07), 016,01.<br />

Montoya C., A.E. 1966. Programa nacional de marcado<br />

de tortugas marinas. Instituto Nacional de Investigaciones<br />

Biológico-Pesqueras/Dirección General de<br />

Pesca e Industrias Conexas/Secretaría de Industria y<br />

Comercio, México.<br />

——— . 1967. Recopilación de los datos del valor y la<br />

captura anual de tortugas marinas en el periodo<br />

1940-1965. Instituto Nacional de Investigaciones<br />

Biológico-Pesqueras/Dirección General de Pesca e<br />

Industrias Conexas/Secretaría de Industria y Comercio.<br />

1(8):38.<br />

Quijano S., I.S., A. Olivos O., J. Gaviño, et al. 2006. Protección<br />

de tortugas marinas en Manzanillo, Colima<br />

durante las temporadas 2002-2006. En: Los recursos<br />

pesqueros y acuícolas de Jalisco, Colima y Michoacán.<br />

M.C. Jiménez Q. y E. Espino B. INP/SAGARPA. Manzanillo,<br />

México, pp. 390-397.<br />

Santana H., H., M.C. Jiménez Q., J.J. Valdés F. y E.<br />

Márquez G. 2008. Bycatch of marine turtles in the<br />

longline fleet of Manzanillo, Mexico. En: 28th International<br />

Sea Turtle Symposium. Loreto, México. En:<br />

<br />

SEDUE (Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología).<br />

1990. Acuerdo por el que se establece veda total para<br />

todas las especies y subespecies de tortugas marinas<br />

en aguas de jurisdicción nacional de los litorales del<br />

Océano Pacífico, Golfo de México y Mar Caribe.<br />

Publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31<br />

de mayo de 1990.<br />

Solórzano P., A. 1963. Prospección acerca de las tortugas<br />

marinas de México. En: I Congreso Nacional de<br />

Oceanografía. Serie Trab. Div. VI(54):13.


Elaboración<br />

del ordenamiento<br />

ecológico<br />

del territorio:<br />

conservación<br />

y aprovechamiento de<br />

los recursos naturales<br />

Fernando Nieves-Ventura<br />

Introducción<br />

La pérdida de hábitats, la fragmentación de los ecosistemas, la presión<br />

del dinamismo económico, la constante demanda de suelo urbano, la<br />

necesidad de servicios públicos y la infraestructura de vías de comunicación<br />

se han convertido en una amenaza real para los recursos naturales<br />

y la biodiversidad de Colima (Herrerías y Benítez-Malvido 2005).<br />

Derivado de lo anterior, dentro del marco legislativo del Estado se han<br />

establecido instrumentos de política ambiental que promueven la preservación,<br />

restauración y protección del ambiente.<br />

El Ordenamiento Ecológico Territorial (oet) es uno de estos instrumentos,<br />

el cual se concibe como el proceso de planeación dirigido a<br />

evaluar y programar el uso del suelo y el manejo de los recursos naturales<br />

(Congreso del Estado 2002).<br />

Este documento presenta un bosquejo general acerca del origen de esta<br />

herramienta, sus principios, estructuración y proceso de confección, la<br />

asignación de las políticas ecológicas, la función de los lineamientos,<br />

estrategias y criterios de regulación ecológica, así como su instrumentación.<br />

Es decir, este trabajo documenta la aplicación y ejecución del<br />

ordenamiento ecológico de Colima, en beneficio de la preservación,<br />

conservación y restauración de su biodiversidad.<br />

652<br />

Nieves-Ventura, .F. 2016. Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio: conservación y aprovechamiento de<br />

los recursos naturales. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 652-661.


Antecedentes<br />

En la declaración de la Conferencia de las Naciones<br />

Unidas de Estocolmo, Suecia, en junio de<br />

1972, se establece que “para lograr una ordenación<br />

de los recursos naturales más racional y un<br />

mejoramiento de las condiciones ambientales,<br />

los Estados deberían adoptar un enfoque integrado<br />

y coordinado de la planificación de su<br />

desarrollo, de modo que quede asegurada la<br />

compatibilidad del desarrollo con la necesidad<br />

de proteger y mejorar el medio ambiente<br />

humano, en beneficio de su población” (pnuma<br />

2005). A partir de entonces, el ordenamiento del<br />

territorio ha sido adoptado por diversos países<br />

como un instrumento para la planificación y<br />

regulación de las actividades productivas, así<br />

como para conservar sus recursos naturales, al<br />

mismo tiempo de mejorar la calidad de vida de<br />

la poblaciones humanas (semarnat 2006).<br />

En el manual de oet de la semarnat (2006), se<br />

identifican los orígenes en la elaboración de los<br />

planes de ordenamiento ecológico territorial<br />

en México: la Ley General de Asentamientos<br />

Humanos, publicada en 1976, puede considerarse<br />

como una de las primeras experiencias que<br />

sirvió de base para la elaboración de planes de<br />

ordenamiento territorial, bajo una perspectiva<br />

ambiental orientada a la planeación de los usos<br />

del suelo del territorio. De esta manera, las políticas<br />

ambientales de planeación desarrolladas<br />

dieron pauta a la elaboración de los llamados<br />

ecoplanes y los planes de desarrollo ecológico de<br />

asentamientos humanos, instrumentos que<br />

comprendían, entre otras cosas, la descripción<br />

del medio físico y biótico, su diagnóstico, la ubicación<br />

espacial de los problemas ambientales y<br />

las recomendaciones para su atención.<br />

En la Ley Federal de Protección al Ambiente,<br />

publicada en 1982, se utilizó por primera vez el<br />

concepto de ordenamiento ecológico, como instrumento<br />

básico de la planeación ambiental, fortalecido<br />

posteriormente con la Ley General del<br />

Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente<br />

(lgeepa) (sedue 1988). A partir de entonces se<br />

establece un marco básico de gestión integral del<br />

territorio y sus recursos, fungiendo como un instrumento<br />

de política estratégica para la convergencia<br />

entre Estado y sociedad. Bajo ese esquema<br />

se da lugar a la elaboración y publicación de los<br />

primeros ordenamientos ecológicos del país<br />

(semarnat 2006), apareciendo dentro de éstos el<br />

Programa de Ordenamiento Ecológico (poe)<br />

Territorial del Estado de Colima (Dirección Estatal<br />

de Ecología 1993). En 2012 se modificó el poe<br />

de Colima (semarnat 2012), dando lugar a la<br />

versión actual; de esa manera se incorporan en su<br />

metodología conceptos de la teoría de sistemas<br />

para realizar los análisis relativos a las tendencias<br />

de deterioro, la aptitud territorial, las potencialidades<br />

de aprovechamiento de los recursos naturales<br />

y el uso de sistemas de información<br />

geográfica (sig) (semarnat 2006).<br />

Bases y principios<br />

En primera instancia el ordenamiento ecológico<br />

tiene fundamento en los siguientes ordenamientos<br />

legales: Constitución Política de los Estados<br />

Unidos Mexicanos (Congreso de la Unión 1917),<br />

Ley de Planeación (spp 1983), Ley General del<br />

Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente<br />

(sedue 1988), Ley de Asentamientos Humanos<br />

(sedesol 1993), así como legislaciones locales<br />

como la Ley Orgánica de la Administración<br />

Pública (Congreso del Estado 1985), Ley<br />

Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />

653


Ambiental para el Desarrollo Sustentable del<br />

Estado de Colima (Congreso del Estado 2002) y<br />

el Reglamento Interior de la Secretaría de Desarrollo<br />

Urbano (Congreso del Estado 2009).<br />

En el artículo 27 de la Ley Ambiental para el<br />

Desarrollo Sustentable del Estado de Colima<br />

(Congreso del Estado 2002) se enlistan los principios<br />

de política ambiental que deberán observar<br />

las instituciones, públicas y privadas, para<br />

alcanzar el desarrollo sustentable en la entidad:<br />

1. El ambiente y la función que desempeñan<br />

los elementos que integran a un ecosistema<br />

determinado son patrimonio común de la<br />

sociedad.<br />

2. Los recursos naturales, los ecosistemas y sus<br />

elementos, deben ser aprovechados de<br />

manera que se asegure una productividad<br />

óptima y sostenida, compatible con su equilibrio<br />

e integridad ecológica.<br />

3. Las autoridades y la sociedad deben asumir<br />

corresponsablemente la protección del<br />

ambiente y la conservación, restauración y<br />

manejo de los ecosistemas y el mejoramiento<br />

de la calidad del aire, del agua y del suelo en<br />

el estado, con el fin de proteger la salud<br />

humana y elevar la calidad de vida de la<br />

población.<br />

4. Quien realice obras o actividades que afecten<br />

o puedan afectar el ambiente o la función de<br />

los elementos que lo integran, está obligado a<br />

prevenir, minimizar o reparar los daños que<br />

cause, en los términos de la presente ley. Asimismo,<br />

debe estimularse a quien proteja el<br />

ambiente y aproveche de manera sustentable<br />

los recursos naturales.<br />

5. La responsabilidad respecto al equilibrio<br />

ecológico, comprende tanto las condiciones<br />

presentes como las que determinarán la calidad<br />

de vida de las futuras generaciones.<br />

6. La prevención de las causas que los generan<br />

es el medio más eficaz para evitar los desequilibrios<br />

ecológicos.<br />

7. El aprovechamiento de los recursos naturales<br />

debe realizarse de manera que se asegure<br />

el mantenimiento de su diversidad y<br />

restauración. Los recursos deben utilizarse<br />

de modo que se evite el peligro de su agotamiento<br />

y la generación de efectos ecológicos<br />

adversos.<br />

8. La coordinación entre los distintos órdenes<br />

de gobierno y entre las dependencias estatales,<br />

y la concertación con la sociedad, son<br />

indispensables para la eficacia de las acciones<br />

ecológicas.<br />

9. En el ejercicio de las atribuciones que las<br />

leyes confieren a las autoridades ambientales<br />

para regular, promover, restringir,<br />

prohibir, orientar y, en general, inducir las<br />

acciones de los particulares en los campos<br />

económico y social, se considerarán los criterios<br />

de preservación, protección y restauración<br />

del equilibrio ecológico.<br />

10. La reducción y erradicación de la pobreza<br />

son necesarias para lograr el desarrollo sustentable.<br />

11. Las mujeres cumplen una importante función<br />

en la protección, preservación y aprovechamiento<br />

sustentable de los recursos<br />

naturales y en el desarrollo. Su completa<br />

participación es esencial para lograr el<br />

desarrollo sustentable.<br />

12. El control y la prevención de la contaminación<br />

ambiental, el adecuado aprovechamiento<br />

de los elementos naturales y el<br />

mejoramiento del entorno natural en los<br />

asentamientos humanos, son elementos<br />

654 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


fundamentales para elevar la calidad de vida<br />

de la población.<br />

13. Es interés del Estado que las actividades que<br />

se lleven a cabo dentro del territorio estatal y<br />

en aquellas zonas donde ejerce su soberanía<br />

y jurisdicción, no afecten el equilibrio ecológico<br />

de otros estados o de zonas de jurisdicción<br />

federal.<br />

14. Las comunidades rurales y los pueblos indígenas<br />

tienen derechos preferenciales para el<br />

uso y el aprovechamiento sustentable de los<br />

recursos naturales de sus tierras y territorios,<br />

así como para el uso del conocimiento<br />

tradicional, su propiedad intelectual y comercial<br />

sobre la biodiversidad.<br />

La ejecución y seguimiento de los principios de<br />

política ambiental se llevarán a cabo a través de los<br />

instrumentos de política ambiental que se muestran<br />

a continuación, de acuerdo con el artículo<br />

28 de dicha ley:<br />

• La planeación<br />

• El ordenamiento ecológico y territorial<br />

• La evaluación del impacto ambiental<br />

• Las normas técnicas ambientales estatales<br />

• La licencia ambiental única<br />

• La autorregulación y auditoría ambientales<br />

• El Fideicomiso Ambiental<br />

• Los incentivos y estímulos fiscales<br />

• La educación e investigación ambientales<br />

• La participación social<br />

• La información ambiental.<br />

En lo que corresponde al capítulo III, en su<br />

artículo 33 señala: “El ordenamiento ecológico<br />

y territorial es el instrumento de política<br />

ambiental y de desarrollo urbano de carácter<br />

obligatorio que tiene por objeto definir y regular<br />

los usos del suelo, el aprovechamiento de los<br />

recursos naturales y las actividades productivas<br />

para hacer compatible la conservación de la<br />

biodiversidad con el desarrollo urbano y rural,<br />

así como las actividades económicas que se realicen,<br />

sirviendo de base para la elaboración de<br />

los programas y proyectos de desarrollo, así<br />

como para la autorización de obras y actividades<br />

que se pretendan ejecutar” (Congreso del<br />

Estado 2002).<br />

Estructura y proceso<br />

Reconocimiento<br />

La estructuración del poet inicia con el reconocimiento<br />

del territorio que se va a someter a la aplicación<br />

e instrumentación de dicha política. Una<br />

vez consensuado lo anterior se determina la<br />

modalidad de ejecución, la cual puede incluirse<br />

dentro de ordenamientos que corresponden a los<br />

diferentes niveles de gobierno: el ordenamiento<br />

general del territorio, cuya competencia es del<br />

orden federal (semarnat); ordenamientos regionales<br />

que comprenden la totalidad o una parte del<br />

territorio de una entidad federativa (nivel estatal<br />

de gobierno); ordenamientos locales dentro de<br />

territorio municipal, cuya expedición, ejecución y<br />

evaluación compete al municipio y, por último,<br />

los ordenamientos marinos que comprenden<br />

áreas o superficies específicas ubicadas en zonas<br />

marinas del territorio nacional (sedue 1988).<br />

Caracterización<br />

Después de la delimitación territorial y determinación<br />

del tipo de ordenamiento a realizar, se<br />

lleva a cabo una caracterización del territorio<br />

por subsistemas (natural, social y económico),<br />

con objeto de reconocer el estado actual de los<br />

Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />

655


ecursos naturales, la estructura y calidad de<br />

vida de la sociedad civil, así como de la satisfacción<br />

de las necesidades más apremiantes de ésta.<br />

Las evaluaciones sobre el desarrollo y dinamismo<br />

de la economía servirán como insumo<br />

para la realización de diagnósticos por subsistema,<br />

para finalmente dar paso al diagnóstico<br />

integrado, que será uno de los principales insumos<br />

para la proyección de los escenarios de la<br />

etapa III denominada pronóstico.<br />

Un aspecto importante que se analiza en la<br />

etapa de diagnóstico es la aptitud del uso de<br />

suelo, con base en sus atributos y condiciones<br />

naturales, así como de las actividades sectoriales<br />

relacionadas. Por ejemplo, cuando dos o<br />

más sectores concurren en una misma área y<br />

dichas actividades son incompatibles entre sí,<br />

se identifica como área de conflicto ambiental<br />

(semarnat 2006), entonces se generan los<br />

mapas de aptitud de uso de suelo, por sector, y<br />

de conflictos ambientales. Este último mapa,<br />

obtenido de la combinación de los mapas de<br />

aptitud de cada sector, refleja el gradiente de<br />

intensidad de los conflictos ambientales en el<br />

área (sin conflicto, conflicto muy bajo, conflicto<br />

bajo, conflicto moderado, conflicto alto y conflicto<br />

muy alto).<br />

Una vez obtenidos los mapas de aptitud y de<br />

conflictos ambientales, se llevan a cabo talleres<br />

para la validación de los mapas obtenidos, propiciando<br />

la participación de la sociedad civil y<br />

de los representantes de los diferentes sectores<br />

con la finalidad de corroborar, complementar y<br />

validar la información contenida en dichos<br />

mapas. Es importante conocer si lo que los<br />

mapas muestran realmente refleja lo que sucede<br />

en la región.<br />

Pronóstico<br />

Contando con los insumos obtenidos de los procesos<br />

de caracterización y diagnóstico (mapas de<br />

aptitud de uso de suelo y conflictos ambientales),<br />

se procede a realizar la fase de pronóstico, la cual<br />

consiste en la construcción de escenarios a partir<br />

de la predicción a corto, mediano y largo plazo, de<br />

las variables ambientales, económicas y sociales.<br />

Estos escenarios forman parte del escenario tendencial<br />

que consiste en la evaluación del deterioro<br />

de los atributos ambientales, de las variables<br />

económico-sociales y de la evolución de los<br />

conflictos ambientales. Un segundo tipo de escenario<br />

corresponde al contextual, donde se incluyen<br />

en el análisis las variables externas, como<br />

aquellos proyectos estratégicos o gubernamentales.<br />

El tercer escenario es el estratégico, el cual<br />

tomando como referencia y punto de partida el<br />

escenario tendencial trata de reducir el deterioro<br />

sectorial y los conflictos ambientales a partir de<br />

la aplicación de medidas estratégicas (programas,<br />

acciones, etcétera).<br />

Propuesta del modelo<br />

Como última fase se plantea la propuesta de<br />

modelo de ordenamiento ecológico, el cual debe<br />

resumir los siguientes aspectos: “(1) La definición<br />

del estado actual de los ecosistemas del área<br />

a ordenar; (2) la incorporación de los intereses de<br />

los actores, en la determinación de la aptitud del<br />

territorio para el desarrollo sustentable de las<br />

actividades sectoriales; (3) la estimación de tendencias<br />

del deterioro; y (4) la generación de la<br />

estrategia de gestión para maximizar el consenso<br />

y minimizar los conflictos ambientales”<br />

(semarnat 2006).<br />

El propósito del ordenamiento ecológico es<br />

lograr la protección del medio ambiente, así<br />

656 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


como la preservación y aprovechamiento sustentable<br />

de los recursos naturales. La propuesta<br />

final se integra de cinco componentes básicos<br />

para su manejo y ejecución; las unidades de<br />

gestión ambiental (uga), las políticas ambientales<br />

(aprovechamiento, preservación, conservación<br />

y protección), los lineamientos ecológicos,<br />

estrategias ecológicas y criterios de regulación<br />

ecológica.<br />

Asignación de políticas<br />

ecológicas<br />

En el mapa de políticas ecológicas propuesto<br />

para el modelo de ordenamiento ecológico de<br />

Colima (cuadro 1, figura 1), las políticas de<br />

aprovechamiento y conservación incluyen las<br />

combinaciones, aprovechamiento sustentable,<br />

preservación, conservación y restauración.<br />

CUADRO 1. Asignación de las políticas ecológicas a las UGA en el programa de ordenamiento ecológico.<br />

Fuente: elaboración propia.<br />

Políticas<br />

Aprovechamiento<br />

(sustentable)<br />

Preservación<br />

Conservación<br />

Restauración<br />

Descripción de asignación<br />

Se asigna a aquellas áreas que por sus características son apropiadas para el uso y<br />

el manejo de los recursos naturales, en forma tal que resulte eficiente, socialmente<br />

útil y no impacte negativamente al ambiente.<br />

Incluye las áreas con uso de suelo actual o potencial, siempre que éstas no sean<br />

contrarias o incompatibles con la aptitud del territorio. Se tiene que especificar el<br />

tipo de intensidad del aprovechamiento, ya que de ello dependen las necesidades<br />

de infraestructura, servicios y áreas de crecimiento.<br />

La preservación se usa como sinónimo de protección en el oet, y corresponde a<br />

aquellas áreas naturales susceptibles de integrarse al Sistema Nacional de Áreas<br />

Naturales Protegidas o a los sistemas equivalentes en el ámbito estatal o municipal.<br />

En estas áreas se busca el mantenimiento de los ambientes naturales con<br />

características relevantes, con el fin de asegurar el equilibrio y la continuidad de<br />

los procesos evolutivos y ecológicos. La política de preservación de áreas naturales<br />

implica un uso con fines recreativos, científicos o ecológicos. Quedan prohibidas<br />

las actividades productivas o asentamientos humanos no controlados.<br />

Está dirigida hacia aquellas áreas o elementos naturales cuyos usos actuales o<br />

propuestos no interfieren con su función ecológica relevante y su inclusión en los<br />

sistemas de áreas naturales, en el ámbito estatal o municipal. Esta política tiene<br />

como objetivo mantener la continuidad de las estructuras, los procesos y los<br />

servicios ambientales relacionados con la protección de elementos ecológicos y de<br />

usos productivos estratégicos.<br />

Se aplica en áreas con procesos de deterioro ambiental acelerado, en las cuales es<br />

necesaria la realización de un conjunto de actividades tendientes a la recuperación<br />

y restablecimiento de las condiciones que propician la evolución y continuidad de<br />

los procesos naturales. La restauración puede ser dirigida a la recuperación de<br />

tierras que dejan de ser productivas por su deterioro, o al restablecimiento de la<br />

funcionalidad para un aprovechamiento sustentable futuro.<br />

Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />

657


FIGURA 1. Mapa de unidades de gestión ambiental contenidas en el Programa de Ordenamiento Ecológico. Fuente: SEMARNAT<br />

.<br />

658 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


El objetivo de lo anterior fue inducir a los diferentes<br />

tipos de aprovechamientos hacia la<br />

segunda política o política combinada, a la cual<br />

se asignan lineamientos y estrategias ecológicas,<br />

así como criterios de regulación ecológica, además<br />

de señalarse los usos predominantes, compatibles,<br />

condicionados e incompatibles.<br />

Respecto a las propuestas de políticas únicas de<br />

conservación, protección y restauración, éstas se<br />

definieron de acuerdo a sus condiciones ambientales,<br />

así como a los mapas de aptitud y de conflictos<br />

de uso de suelo.<br />

Lineamientos, estrategias<br />

y criterios de regulación<br />

Los lineamientos ecológicos se refieren a las metas<br />

para cada unidad de gestión ambiental (uga) y<br />

tienen como función la inducción de los usos del<br />

suelo que aseguren el cumplimiento de la política<br />

ambiental designada. Para la instrumentación del<br />

ordenamiento ecológico es necesario diseñar<br />

estrategias que permitan el cumplimiento de los<br />

lineamientos de cada uga y que atiendan sus conflictos<br />

ambientales identificados. Una estrategia<br />

para lograr lo anterior consiste en la integración<br />

de los objetivos específicos, las acciones, los proyectos,<br />

los programas y los responsables de su realización<br />

(semarnat 2006).<br />

Los criterios de regulación ecológica consisten<br />

en una serie de normas, reglas o recomendaciones<br />

para poder realizar las diferentes actividades<br />

o usos compatibles y establecen las condiciones y<br />

limitaciones que ciertos usos del suelo necesitan<br />

tener para no generar conflictos ambientales.<br />

Para facilitar su manejo estos criterios se agrupan<br />

por tipo de actividad, lo cual se refleja en la<br />

reconocimiento de sus usos potenciales (Congreso<br />

del Estado 2002).<br />

Instrumentación del programa<br />

La instrumentación del poet (Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico Territorial) se refiere<br />

básicamente a poner en práctica la ejecución del<br />

programa decretado, relacionándolo con las<br />

tomas de decisiones. De acuerdo con la semarnat<br />

(2006), las principales acciones a desarrollar<br />

en esta fase consisten en: 1) la instrumentación<br />

de las estrategias ecológicas, a través del desarrollo<br />

de acciones, proyectos o programas concretos;<br />

2) la coordinación de acciones sectoriales<br />

entre las diferentes instancias e instrumentos de<br />

planeación territorial, mediante la promoción de<br />

acuerdos y convenios entre los diferentes niveles<br />

de gobierno para atender asuntos relacionados<br />

con las evaluaciones de impacto ambiental, las<br />

áreas naturales protegidas, la regulación de la<br />

vida silvestre, el ordenamiento pesquero y acuacultura<br />

ordenada, la protección de zonas costeras,<br />

el desarrollo urbano, la inspección y<br />

vigilancia y; 3) promover la difusión y acceso a la<br />

información mediante diversos mecanismos, a<br />

través de los medios de comunicación, poniendo<br />

a disposición de la sociedad civil la información<br />

sistematizada, utilizando medios electrónicos<br />

como es el caso del internet.<br />

Conclusiones<br />

El papel que juega el Programa de Ordenamiento<br />

Ecológico del Territorio (poet), con respecto a la<br />

conservación de los recursos naturales en el<br />

Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />

659


estado, radica en que la finalidad de este tipo de<br />

instrumentos de política ambiental es el aprovechamiento<br />

racional de los recursos naturales,<br />

con base en el equilibrio armónico entre el desarrollo<br />

económico, el bienestar social (salud y<br />

calidad de vida), y del medio ambiente. Para su<br />

construcción es necesario compilar y generar<br />

información técnico-científica del territorio a<br />

ordenar, y debe estar organizada y sistematizada<br />

dentro de un sistema de información geográfica.<br />

Dicha información se clasifica en tres subsistemas:<br />

natural, social y económico, y de ello se<br />

derivan los análisis de diagnóstico (generación<br />

de mapas de aptitud de uso de suelo por sector y<br />

mapas de conflictos ambientales), para obtener<br />

los escenarios tendencial, estratégico y contextual,<br />

así como la propuesta del Modelo de Ordenamiento<br />

Ecológico del Territorio.<br />

En función de sus políticas, lineamientos y estrategias<br />

ambientales, se plantea el estado deseable<br />

del territorio y la regulación específica sobre<br />

cómo se deben desarrollar algunas actividades<br />

productivas dentro de las uga, aplicando los criterios<br />

de regulación ecológica.<br />

El papel del poet en los centros de población<br />

urbana debe ser homólogo al Programa de Desarrollo<br />

Urbano, o viceversa en algunos aspectos,<br />

sobre todo en aquellas áreas que aún cuenten<br />

con vegetación natural representativa en zonas<br />

cerriles, cañadas, lomeríos, dunas costeras,<br />

humedales, manglares, etcétera.<br />

El principal medio de difusión del poet es la<br />

bitácora ambiental, que es construida y diseñada<br />

con base en los lineamientos que señala el reglamento<br />

de la lgeepa, en materia de ordenamiento<br />

ecológico, y que tiene por objeto: describir de<br />

manera transparente los avances del proceso de<br />

ordenamiento ecológico, proporcionar e integrar<br />

información actualizada y servir como instrumento<br />

para la evaluación y cumplimiento de<br />

acuerdos, cumplimiento y efectividad de los<br />

lineamientos y estrategias ecológicas, fomento<br />

de acceso a la información y promoción de la<br />

participación social corresponsable en el proceso<br />

de ordenamiento ecológico (dof 2003b).<br />

Finalmente, las actividades productivas y los<br />

proyectos de desarrollo económico, público y<br />

privado, dentro del territorio estatal, tienen la<br />

obligatoriedad de observar lo que señala el poet,<br />

por unidad de gestión ambiental, su política,<br />

lineamientos y estrategias ecológicas señalados<br />

con anterioridad, así como los criterios de restricción,<br />

todo lo que en conjunto forma la base<br />

para la conservación, restauración y el aprovechamiento<br />

sustentable de los recursos naturales<br />

de Colima.<br />

Referencias<br />

Congreso del Estado. 1982. Ley Federal de Protección<br />

al Ambiente. Publicada el 11 de enero de 1982 en<br />

el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

En: , última consulta: 24<br />

de julio de 2015.<br />

——— . 1985. Ley Orgánica de la Administración Pública.<br />

Publicada el 16 de noviembre de 1985 en el<br />

periódico oficial El Estado de Colima. Última reforma<br />

publicada el 27 de abril de 2013. Texto vigente.<br />

En: , última consulta: 24 de julio de 2015.<br />

——— . 1993. Programa de Ordenamiento Ecológico<br />

del Territorio del Estado de Colima. Publicado<br />

660 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


el 28 de agosto de 1993 en el periódico oficial El<br />

Estado de Colima. Texto vigente. Última reforma<br />

el 21 de septiembre de 2013. En: , última consulta: 24 de julio de 2015.<br />

——— . 2002. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />

del Estado de Colima. Publicada el 15 de junio<br />

de 2002 en el periódico oficial El Estado de Colima.<br />

Última reforma publicada el 31 de marzo de 2006.<br />

Texto vigente. En: ,<br />

última consulta: 24 de julio de 2015.<br />

——— . 2009. Reglamento Interior de la Secretaría de<br />

Desarrollo Urbano. Publicado el 7 de marzo de<br />

2009 en el periódico oficial El Estado de Colima.<br />

Texto vigente. En: , última consulta:<br />

24 de julio de 2015.<br />

Congreso de la Unión. 1917. Constitución Política de<br />

los Estados Unidos Mexicanos. Publicada el 5 de febrero<br />

de 1917 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Última reforma publicada el 10 de julio de 2015.<br />

En: , última consulta: 24 de julio de 2015.<br />

Herrerías-Diego, Y. y J. Benítez-Malvido. 2005. Consecuencias<br />

de la fragmentación de ecosistemas.<br />

Diplomado en Restauración Ecológica. En: Temas<br />

sobre restauración ecológica. O. Sánchez, E. Peters,<br />

R. Márquez-Huitzil, et al. (eds.). Secretaría de Medio<br />

Ambiente y Recursos Naturales (semarnat)/<br />

Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático<br />

(inecc)/United States Fish and Wildlife Service,<br />

Unidos para la Conservación A.C., pp. 113-126.<br />

pnuma. Programa de las Naciones Unidas para el<br />

Medio Ambiente. 2005. Informe Anual del pnuma-2005.<br />

United Nations Environment Programme<br />

(unep)/Earthprint.<br />

sedesol. Secretaría de Desarrollo Social. 1993. Ley de<br />

Asentamientos Humanos. Publicada el 21 de julio<br />

de 1993 en el Diario Oficial de la Federación. Última<br />

reforma publicada el 24 de enero de-01-2014.<br />

Texto vigente. En: , última consulta: 24 de<br />

julio de 2015.<br />

sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />

1988. Ley General del Equilibrio Ecológico y<br />

Protección al Ambiente. México. Publicada el 28<br />

de enero de 1988 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Última reforma publicada el 5 de noviembre<br />

del 2013. Texto vigente. En: ,<br />

última consulta:<br />

20 de julio de 2015.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2006. Manual del Proceso de Ordenamiento<br />

Ecológico. Serie Planeación Territorial.<br />

ine–semarnat, México.<br />

——— . 2012. Decreto que aprueba el Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />

de Colima. Tomo 97. Núm. 2. 39 pp. Colima,<br />

Colima. Publicado el 11 de agosto de 2012. Texto<br />

vigente. En: ,<br />

última consulta:<br />

24 de julio de 2015..<br />

spp. Sistema de Planeación y Presupuestos. 1983. Ley<br />

de Planeación. Publicada el 5 de enero de 1983 en<br />

el Diario Oficial de la Federación. Última reforma<br />

publicada el 6 de mayo de 2015. Texto vigente.<br />

En: , última consulta: 24 de julio<br />

de 2015.<br />

Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />

661


Escenarios<br />

de cambios de usos<br />

del suelo<br />

Valentino Sorani<br />

Introducción<br />

Los estudios sobre el cambio de uso del suelo y la cobertura vegetal se han<br />

constituido en una herramienta importante que puede ser utilizada para<br />

conocer las tendencias de los procesos de deforestación, degradación,<br />

desertificación y pérdida de la biodiversidad de una región determinada<br />

(Lambin et al. 2001). Estos estudios permiten entender y analizar, no<br />

solamente la relación que existe entre los procesos socioeconómicos y el<br />

desarrollo de diversas actividades que implican el uso de los recursos<br />

naturales, sino también la manera en que los cambios afectan la estructura<br />

y función de los ecosistemas (Turner y Meyer 1991).<br />

Los modelos de cambio de uso de suelo y vegetación han sido desarrollados<br />

para determinar dónde, cómo y por qué ocurren estos cambios (Brown<br />

et al. 2000). Dichos modelos toman en cuenta patrones de cambios históricos,<br />

comparándolos con los esquemas de cambio actual y haciendo extrapolaciones<br />

para predecir los cambios futuros (Lambin 1997).<br />

El presente análisis sobre los cambios de uso de suelo en el estado forma<br />

una parte importante del estudio del ordenamiento ecológico territorial,<br />

ya que permite visualizar los impactos pasados y presentes de las<br />

distintas actividades humanas en los usos del suelo, así como realizar<br />

una prospección tendencial que permita orientar la búsqueda de estrategias<br />

para regular dichos impactos. Esto es particularmente importante<br />

para el estudio y conservación de la biodiversidad, sobre todo si<br />

662<br />

Sorani, V. 2016. Escenarios de cambios de usos del suelo. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 662-667.


consideramos la necesidad de proteger y conservar<br />

los hábitats y los ecosistemas naturales<br />

que la contienen.<br />

El objetivo de este estudio es contribuir al diagnóstico<br />

sobre la biodiversidad de Colima y sus<br />

ritmos de transformación, a partir de un análisis<br />

sobre los cambios de uso del suelo y cubierta<br />

vegetal de los años 1993 y 2004, realizando una<br />

prospección al año 2030 para determinar las<br />

tasas de cambio de algunos usos de suelo.<br />

Usos del suelo y tipos<br />

de vegetación (1993)<br />

Para componer este escenario tendencial se generó<br />

un mapa de usos de suelo y tipos de vegetación,<br />

correspondiente a 1993. Se utilizaron ortofotos<br />

digitales (fotografías aéreas rectificadas mediante<br />

el uso de datos topográficos), tomadas por inegi en<br />

ese año, para llevar a cabo la interpretación visual<br />

de cada uso, definiendo 23 categorías generales de<br />

uso de suelo y cobertura vegetal (figura 1).<br />

FIGURA 1. Usos de suelo y cobertura vegetal correspondiente al ao . Fuente: elaboración propia.<br />

Escenarios de cambios de usos del suelo<br />

663


Usos del suelo y tipos<br />

de vegetación actual (2004)<br />

Escenarios futuros de los<br />

cambios de usos del suelo (2030)<br />

Se realizó una reclasificación de la cartografía<br />

del uso de suelo y la vegetación en el estado para<br />

el año 2004, basado en inegi (2000), definiéndose<br />

28 categorías generales (figura 2).<br />

Se generó un escenario tendencial a partir del<br />

cambio del uso del suelo, entre 1993 y 2004, aplicando<br />

el algoritmo CA_Markov incluido en el<br />

programa de cómputo idrisi (Eastman 2002).<br />

Este algoritmo utiliza cadenas de Markov<br />

(modelos probabilísticos que se usan para predecir<br />

la evolución y el comportamiento, a corto y a<br />

largo plazo, de determinados sistemas) que per-<br />

FIGURA 2. Usos de suelo y cobertura vegetal correspondiente al ao . Fuente: elaboración propia.<br />

664 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


miten calcular la probabilidad de cambio de una<br />

clase a otra, con base en la matriz de cambios<br />

correspondiente a un periodo de tiempo determinado.<br />

La idea subyacente es que los cambios<br />

observados en un periodo de tiempo tienen tendencia<br />

a repetirse en un periodo posterior (Paegelow<br />

et al. 2003). De esta manera se generó una<br />

matriz de transición, la cual toma en cuenta la<br />

matriz de un momento inicial (año 1993) y la de<br />

uno posterior (año 2004). La matriz de transición<br />

permitió calcular cuáles serán las superficies<br />

de cada clase de usos del suelo en el año<br />

2030, si las tendencias lineales del periodo<br />

1993-2004 prosiguieran.<br />

El programa de idrisi utiliza también un subprograma<br />

de decisiones multicriterio y multiobjetivos,<br />

el cual fue utilizado para definir las áreas<br />

más aptas para cada clase de uso del suelo. De<br />

esta forma se establecieron cuáles son las mejores<br />

áreas para ubicar o eliminar superficies de las<br />

clases que se calcularon con las cadenas de<br />

FIGURA 3. Modelo predicho de los usos de suelo y cubierta vegetal correspondiente al ao . Fuente:<br />

elaboración propia.<br />

Escenarios de cambios de usos del suelo<br />

665


Markov. Finalmente, se aplicó un modelo de<br />

autómatas celulares, el cual evalúa su entorno<br />

inmediato a partir de una celda, e incrementa los<br />

valores de aptitud de una clase si alrededor existen<br />

otras celdas con el mismo tipo de uso del<br />

suelo.<br />

Resumiendo, mediante la aplicación de los programas<br />

contenidos en idrisi se estableció información<br />

base correspondiente a un periodo de<br />

tiempo determinado (1993-2004) para predecir<br />

las cantidades de superficies que a futuro (2030)<br />

cambiarán. Así, tomando en cuenta la vocación<br />

del suelo y el entorno inmediato de cada celda se<br />

elaboró un modelo de mapa a futuro. Debido a<br />

los requerimientos de espacio y tiempo del proceso<br />

se generalizaron las clases, reduciendo su<br />

número a 25 y definiendo un tamaño de celda de<br />

50 x 50 m. La figura 3 muestra los resultados de la<br />

configuración espacial correspondiente a la predicción<br />

del escenario de cambios de usos del<br />

suelo esperados al año 2030.<br />

Cambios en superficies<br />

(1993-2004-2030)<br />

La figura 4 presenta los porcentajes de cambio en<br />

cada categoría de uso de suelo y vegetación para<br />

el estado, de acuerdo con los modelos de mapas<br />

creados para los años 1993, 2004 y 2030. Estos<br />

resultados corresponden a las principales nueve<br />

clases de usos del suelo y tipos de vegetación,<br />

obtenidas de la reclasificación de las 25 categorías<br />

originales: 1) mancha urbana, 2) zonas agrícolas<br />

y plantaciones, 3) pastizales introducidos,<br />

4) vegetación secundaria, 5) selvas conservadas,<br />

6) selvas perturbadas, 7) bosques templados<br />

conservados, 8) bosques templados perturbados,<br />

9) vegetación riparia o de galería y 10) manglar.<br />

FIGURA 4. orcentajes de rea de las categorías de uso de suelo y vegetación, correspondientes a los<br />

escenarios , y . Fuente: elaboración propia.<br />

666 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


Conclusiones<br />

De acuerdo con el escenario obtenido, las selvas<br />

conservadas disminuirán casi a la mitad de su<br />

superficie, respecto del 2004. De forma contraria,<br />

las zonas agrícolas y plantaciones, así como<br />

los pastizales inducidos, aumentarán 4.1 y 2.8%,<br />

respectivamente, continuando con la tendencia<br />

negativa procedente desde el año 1993. Otro<br />

resultado importante es el aumento de la superficie<br />

de la mancha urbana en la entidad, que<br />

aumentará a más del doble en el año 2030, respecto<br />

de 1993.<br />

Estos estudios predictivos, basados en el estado<br />

real de la situación de la vegetación a través del<br />

tiempo, permiten tomar decisiones a tiempo<br />

para detener tendencias negativas y así conservar<br />

la mayor superficie con la vegetación y diversidad<br />

deseada. Se recomienda la elaboración de<br />

más estudios, a escala más detallada y con datos<br />

más recientes para aumentar la exactitud y precisión<br />

de las predicciones del modelo.<br />

Referencias<br />

Brown, D.G., B.C. Pijanowski y J.D. Duh. 2000. Modeling<br />

the relationships between land use and<br />

land cover on private lands in the upper midwest,<br />

usa. Journal of Environmental Management,<br />

59:247-263.<br />

Eastman, J.R. y R. Laney. 2002. Bayesian soft classification<br />

for sub-pixel analysis: a critical evaluation.<br />

Photogrammetric Engineering and Remote Sensing,<br />

68(11):1149-1154.<br />

Eastman, J. 2003. idrisi Kilimanjaro. Guide to gis and<br />

Image Processing. Clark Labs, Clark University.<br />

Worcester, Massachusetts.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía<br />

e Informática. 1993. Ortofotos. En: ,<br />

última consulta: 24 de julio de 2015.<br />

——— . 2000. Carta de Uso Actual del Suelo y Vegetación,<br />

Serie III. México.<br />

Lambin, E.F., B.L. Turner, J.G. Helmut, et al. 2001. The<br />

causes of land-use and land-cover change: moving<br />

beyond the myths. Global Environmental Change<br />

11:261-269.<br />

Lambin, E.F. 1997. Modelling and monitoring landcover<br />

change process in tropical regions. Progress<br />

in Physical Geography 21(3):375-393.<br />

Paegelow, M., M. Camacho Olmedo T., et al. 2002.<br />

Modelización prospectiva del paisaje mediante sistemas<br />

de información geográfica. En: X Congreso<br />

de Métodos Cuantitativos, Sistemas de Información<br />

Geográfica y Teledetección. Universidad de Valladolid,<br />

Valladolid, España.<br />

Turner, B.L. y W.B. Meyer. 1991. Land use and land<br />

cover in global environmental change: considerations<br />

for study. International Social Science Journal<br />

130:669-679.<br />

Escenarios de cambios de usos del suelo<br />

667


Unidades<br />

de gestión ambiental<br />

Valentino Sorani<br />

Gustavo Rodríguez Gallegos<br />

Introducción<br />

La presente contribución es un extracto de la última parte del Programa<br />

Estatal del Ordenamiento Ecológico (semarnat 2012), que se incluye en<br />

el presente estudio dada su relevancia para la protección, conservación y<br />

uso de la biodiversidad del estado.<br />

Las unidades de gestión ambiental (uga) para el modelo de ordenamiento<br />

ecológico de Colima se definieron con base en diferentes criterios. Como<br />

primer paso se utilizó la regionalización ecológica del estado, basada en<br />

su geomorfología, edafología, uso del suelo y vegetación actual. Se sobrepusieron<br />

los límites administrativos de las áreas naturales protegidas y de<br />

sus diferentes zonificaciones. Por lo que respecta a las uga de la subcuenca<br />

de Cuyutlán, se tomaron directamente del decreto de ordenamiento<br />

ecológico y territorial correspondiente, como subunidades de la<br />

uga 88 y se les asignó una numeración secuencial, también basada en la<br />

numeración prevista en el mencionado decreto. En total se definieron<br />

132 uga cuya numeración sigue un orden general de norte a sur (figura 1).<br />

Políticas<br />

La definición de las políticas ambientales no se encuentra en la Ley General<br />

del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (lgeepa) (sedue<br />

1988), ni en el reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la<br />

Protección al Ambiente en Materia de Ordenamiento Ecológico<br />

668<br />

Sorani, V. y G. Rodríguez G. 2016. Unidades de gestión ambiental. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 668-674.


FIGURA 1. Unidades de gestión ambiental (UGA) identificadas mediante el procedimiento de ordenamiento ecológico (). e muestran las principales<br />

ciudades del estado ) Colima, ) Mananillo, ) Villa de lvare y ) ecomn.<br />

Unidades de gestión ambiental<br />

669


(rlgeepa) (semarnat 2003), ni tampoco en la<br />

Ley de Preservación Ambiental del Estado de<br />

Colima (lpaec) (Congreso del Estado 1994).<br />

Según el resumen ejecutivo del proceso de ordenamiento<br />

ecológico publicado por la semarnat<br />

(2012), la política de preservación se usa como<br />

sinónimo de protección en el ordenamiento ecológico<br />

territorial (oet). Sin embargo, el artículo<br />

20 de la lgeepa habla de protección y de preservación<br />

como dos conceptos diferentes, y por lo<br />

tanto para el presente estudio se decidió utilizar<br />

el término de protección y conservación con las<br />

definiciones que se indican a continuación:<br />

Protección. Con esta política se busca el mantenimiento<br />

de los ambientes naturales con características<br />

relevantes, con el fin de asegurar el<br />

equilibrio y la continuidad de los procesos evolutivos<br />

y ecológicos. Se trata de proteger áreas de<br />

flora y fauna importantes dadas sus características,<br />

biodiversidad, bienes y servicios ambientales,<br />

tipo de vegetación o presencia de especies de<br />

la nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010)<br />

con algún estatus definido. Para lograr este objetivo<br />

se requiere que el aprovechamiento sea prohibido,<br />

para evitar así su deterioro y asegurar la<br />

permanencia de los ecosistemas. Sin embargo,<br />

con la finalidad de garantizar beneficios a los<br />

dueños o poseedores de los terrenos, en estas<br />

áreas se permite, con ciertas condiciones, el uso<br />

con fines recreativos, científicos o ecológicos.<br />

Quedan prohibidas actividades productivas o<br />

asentamientos humanos no controlados.<br />

Preservación. Esta política se aplica a aquellas<br />

áreas o elementos naturales cuyos usos actuales<br />

o propuestos no interfieren con su función ecológica<br />

relevante y donde el nivel de degradación<br />

ambiental no ha alcanzado valores significativos.<br />

Esta política tiene como objetivo mantener<br />

la continuidad de las estructuras, los procesos y<br />

los servicios ambientales, relacionados con la<br />

protección de elementos ecológicos y de usos<br />

productivos estratégicos. Se propone esta política,<br />

cuando al igual que en la política de protección<br />

un área contiene valores importantes de<br />

biodiversidad, bienes y servicios ambientales,<br />

tipos de vegetación, etc., pero que se encuentra<br />

actualmente bajo algún tipo de aprovechamiento.<br />

De esta forma se intenta reorientar la<br />

actividad productiva a fin de hacer más eficiente<br />

el aprovechamiento de los recursos naturales,<br />

pero de una manera sustentable, garantizando la<br />

continuidad de los ecosistemas y reduciendo o<br />

anulando la presión sobre estos.<br />

Metodología para la asignación<br />

de las políticas ambientales<br />

Con la finalidad de tener un esquema transparente<br />

de atribución de las políticas para cada<br />

uga, se utilizó un método que puede considerarse<br />

una variante de la técnica propuesta en el<br />

manual del proceso de ordenamiento ecológico<br />

(semarnat 2006). A partir de los mapas de aptitud<br />

de manejo para las políticas territoriales<br />

potenciales de aprovechamiento sustentable,<br />

restauración y preservación, obtenidos en la<br />

etapa de diagnóstico multicriterio, se realizó una<br />

clasificación no supervisada. Cabe mencionar<br />

que cada mapa de aptitud de manejo consiste de<br />

celdas regulares de 50 x 50 m, cada una con un<br />

valor de aptitud para cada política ambiental,<br />

con una escala de cero hasta diez.<br />

El algoritmo utilizado para la clasificación, denominado<br />

isodata, del inglés Iterative Self-Organi-<br />

670 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


zing Data Analysis Technique (técnica analítica<br />

iterativa de auto-organización de datos) (Ball y<br />

Hall 1965), asigna cada celda a una categoría<br />

definida por los valores de las variables utilizadas<br />

en el proceso, en este caso las tres aptitudes<br />

de política. Al principio del proceso iterativo los<br />

valores que definen cada categoría o clase son a<br />

su vez definidos de manera aleatoria por el programa.<br />

Luego, a cada iteración estos valores se<br />

van ajustando a los valores promedio de las celdas,<br />

hasta que se alcance el número máximo de<br />

iteraciones o el máximo porcentaje de celdas que<br />

no pasan de un grupo a otro durante las iteraciones<br />

(tales valores máximos son definidos por el<br />

usuario al inicio del proceso). A partir de los<br />

valores que caracterizan cada categoría se etiquetan,<br />

resultando algunas categorías como una<br />

mezcla de dos políticas (aprovechamiento-restauración).<br />

Una vez asignadas las políticas a cada<br />

celda de los mapas se evalúa la frecuencia de<br />

cada categoría de política en cada uga y se le<br />

asigna la política con mayor porcentaje de celdas.<br />

La política de protección se asigna posteriormente,<br />

únicamente a las uga que presenten<br />

valores superiores a ocho, en promedio.<br />

Posteriormente, se realiza una verificación a cada<br />

uga, para integrar otros criterios que no se tomaron<br />

en cuenta en los mapas de aptitud de manejo,<br />

debido a su menor importancia a nivel de cada<br />

celda, pero que asumen un papel muy importante<br />

a nivel regional. Algunos ejemplos de tales criterios<br />

incluyen la cercanía a áreas naturales protegidas<br />

y la necesidad de áreas de amortiguamiento,<br />

la presión de las actividades agropecuarias y<br />

urbanas, la inclusión del corredor biológico<br />

Manantlán-Cuyutlán (permitiendo el flujo de<br />

especies entre ecosistemas fragmentados), la<br />

necesidad de preservar los cuerpos de agua del<br />

azolve causado por la erosión de los suelos, o usos<br />

de suelo que no se pueden observar en la imagen<br />

debido a la cobertura forestal.<br />

Estrategias ambientales<br />

Para la instrumentación del ordenamiento ecológico<br />

del estado, es necesario diseñar estrategias<br />

que permitan el cumplimiento de los<br />

lineamientos de cada uga y que atiendan sus<br />

conflictos ambientales identificados. Corresponde<br />

a la integración de objetivos y acciones<br />

específicas, mitigar o disminuir los impactos al<br />

ambiente, para evitar posibles conflictos por el<br />

territorio o para proponer actividades alternativas<br />

o cambios a las actividades existentes, las<br />

cuales redunden en mayores beneficios a la<br />

población, al mismo tiempo que disminuyan los<br />

impactos ambientales negativo.<br />

Asignación de estrategias<br />

Se define en el Reglamento de la lgeepa en materia<br />

de ordenamiento ecológico, que una estrategia ecológica<br />

es la integración de los objetivos específicos,<br />

las acciones, los proyectos, los programas y los responsables<br />

de su realización, dirigida al logro de los<br />

lineamientos ecológicos aplicables en el área de<br />

ordenamiento ecológico (semarnat 2006). Las<br />

estrategias se asignan con base en valores obtenidos<br />

a partir de las etapas de caracterización y diagnóstico,<br />

así como de las políticas ecológicas<br />

asignadas. El apéndice 1 contiene información<br />

fundamental del ordenamiento ecológico propuesto<br />

para Colima; contiene también las estrategias<br />

ecológicas, las condiciones para su asignación,<br />

así como las UGA a las cuales se asignaron.<br />

Unidades de gestión ambiental<br />

671


CUADRO 1. Estrategias ecológicas. Fuente: SEMARNAT .<br />

• Buscar financiamientos para la protección de los ecosistemas de la uga.<br />

• Buscar alternativas para los poseedores de las áreas de protección.<br />

• Fomentar la creación de un área natural protegida.<br />

• Fomentar la elaboración de un plan de manejo del área natural protegida.<br />

• Buscar financiamientos para la restauración de los ecosistemas de la uga.<br />

• Fomentar la conversión de la ganadería extensiva.<br />

• Restaurar las áreas de vegetación natural perturbada.<br />

• Buscar alternativas para los poseedores de terrenos en las áreas de restauración.<br />

• Restaurar las áreas frágiles.<br />

• Conservar los ecosistemas.<br />

• Buscar financiamientos para la conservación de los ecosistemas de la uga.<br />

• Buscar alternativas para los poseedores de las áreas de conservación.<br />

• Conservar los ecosistemas acuáticos.<br />

• Controlar la contaminación.<br />

• Prevenir y controlar incendios.<br />

• Restaurar los sitios de explotación de recursos mineros, al final del proceso de aprovechamiento.<br />

• Intensificar las actividades productivas de las áreas agropecuarias.<br />

• Intensificar el cultivo del café.<br />

• Promover el cultivo del café orgánico.<br />

• Intensificar la fruticultura.<br />

• Conservar la biodiversidad endémica.<br />

• Fomentar el pago de servicios ambientales para la biodiversidad.<br />

• Fomentar el pago de servicios ambientales para la recarga de acuíferos.<br />

• Intensificar las acciones de protección de la erosión hídrica o eólica.<br />

• Tomar medidas de prevención del riesgo volcánico.<br />

• Establecer medidas de mitigación de riesgos por tsunamis.<br />

• Establecer medidas de mitigación de riesgos por ciclones.<br />

• Planeación ecológica territorial.<br />

• Desarrollar el turismo ecológico y de aventura.<br />

• Desarrollar el turismo convencional.<br />

• Reducir el impacto de las actividades agropecuarias.<br />

• Reforestar con especies nativas.<br />

• Fomentar la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales, duplicando la capacidad de<br />

tratamiento.<br />

• Elevar los niveles de vida de la población, con empleo, mejor ingreso y aprovechamiento óptimo de<br />

los recursos humanos y naturales en un contexto de conservación ambiental e impulso de una cultura<br />

urbana compatibles con un desarrollo económico moderno, conservando la identidad local.<br />

672 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


Cuadro , contina<br />

• Garantizar un crecimiento urbano ordenado y funcional del territorio, manteniendo un sistema<br />

equilibrado de ciudades que faciliten la integración intrarregional de la entidad y de ésta con el resto del<br />

país, compatible con la conservación del medio ambiente.<br />

• Fomentar la protección del corredor biótico Manantlán-Cuyutlán.<br />

• Protección de huertas.<br />

• Fomentar la agroforestería.<br />

• Capacitar a las comunidades para proteger, preservar y aprovechar los recursos. naturales, especialmente<br />

en las áreas naturales protegidas.<br />

• Fomentar la creación de corredores industriales, cerro de Ortega-Armería.<br />

• Fomentar el proyecto del corredor industrial Jalipa-Camotlán de Miraflores-Peña Colorada.<br />

• Consolidar el corredor tecnológico industrial Buena Vista-Piscila.<br />

• Impulso al aprovechamiento pecuario y recuperación de pastizales.<br />

• Fomentar la explotación forestal a través de programas de manejo forestal autorizados por la autoridad<br />

competente, que garanticen la conservación de los ecosistemas.<br />

• Permitir el crecimiento de los asentamientos humanos.<br />

• Fomentar el pago de servicios ambientales para la fijación de carbono.<br />

• Fomentar un desarrollo regulado de los asentamientos humanos rurales.<br />

• Desarrollar las actividades portuarias.<br />

• Amortiguar el efecto de las actividades productivas de la uga sobre las uga de protección colindantes.<br />

Referencias<br />

Ball, G.H. y D.J. Hall. 1965. A novel method of data<br />

analysis and pattern classification. Reporte Técnico.<br />

Stanford Research Institute, Menlo Park, California.<br />

Congreso de la Unión. 2003. Reglamento de la Ley<br />

General del Equilibrio Ecológico y la Protección al<br />

Ambiente en Materia de Ordenamiento Ecológico<br />

(rlgeepa). Publicada el 8 de sgosto de 2003 en el<br />

Diario Oficial de la Federación. Última reforma<br />

publicada: el 31 de octubre de 2014. Texto vigente.<br />

En: , última<br />

consulta: 27 de julio de 2015.<br />

Gobierno Congreso del Estado. 1994. Ley de Preservación<br />

Ambiental del Estado de Colima (lpaec).<br />

Publicada el 12 de marzo de 1994 en el periódico<br />

oficial El Estado de Colima. Texto vigente. En:<br />

, última consulta: 27 de julio de 2015.<br />

sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />

1988. Ley General del Equilibrio Ecológico<br />

y la Protección al Ambiente (lgeepa). Publicada<br />

el 28 de enero de 1988 en el Diario Oficial de la<br />

Federación. Última reforma publicada el 9 de enero<br />

de 2015. Texto vigente. En ,<br />

última consulta:<br />

27 de julio de 2015.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2003. Reglamento de la Ley General del<br />

Unidades de gestión ambiental<br />

673


Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente<br />

en Materia de Ordenamiento Ecológico (rlgeepa).<br />

Publicado el 8 de agosto de 2003 en el Diario Oficial<br />

de la Federación. Última reforma el 31 de octubre<br />

de 2014. En: , última consulta: 27 de julio de 2015.<br />

——— . 2006. Manual de Proceso de Ordenamiento<br />

Ecológico. México.<br />

——— . 2010. nom-059-semarnat-2010. Publicada el<br />

30 de diciembre de 2010 en el Diario Oficial de la<br />

Federación. Texto vigente.<br />

——— . 2012a. Resumen Ejecutivo del Programa de<br />

Ordenamiento Territorial del Estado de Colima. En:<br />

,<br />

última consulta: 2 de julio de 2015.<br />

——— . 2012b. Decreto que aprueba el Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />

de Colima. Publicado el 11 de agosto de 2012 en<br />

el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

En: , última consulta: 28 de julio<br />

de 2015.<br />

674 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


Aprovechamiento,<br />

protección<br />

y conservación<br />

de los sistemas<br />

coralinos de la costa<br />

Marco A. Liñán-Cabello<br />

Laura A. Flores-Ramírez<br />

José F. Cobo-Díaz<br />

Olinda S. Soriana-Santiago<br />

Descripción<br />

Los arrecifes de coral son ecosistemas marinos altamente diversos que<br />

proporcionan numerosos beneficios ambientales, ya que protegen a las<br />

costas contra tormentas y huracanes. Muchos países dependen de ellos<br />

para sostener parte de su industria pesquera y su alimentación, ya que<br />

sirven de hábitat para muchas especies marinas de consumo humano con<br />

gran importancia económica. Además, son fuente de recreación y estimulan<br />

el turismo, atrayendo millones de buceadores y visitantes por su<br />

diversidad y belleza (figura 1). De manera natural los arrecifes son modificados<br />

por la acción de corrientes, huracanes y tormentas; sin embargo,<br />

la contaminación, la destrucción de los manglares, la erosión del suelo, la<br />

sobrepesca, los excesos en el turismo marino y el cambio climático global<br />

pueden afectar a los pólipos del coral y con ello alterar la compleja cadena<br />

alimenticia que se desarrolla alrededor de un arrecife.<br />

Protección y conservación<br />

Los ecosistemas coralinos de Colima no son la excepción ante este problema;<br />

los más representativos del litoral colimense son el arrecife coralino<br />

La Boquita, ubicado dentro de la bahía de Santiago y Carrizales, en<br />

la bahía del mismo nombre. Según la clasificación de las Regiones Marinas<br />

Prioritarias de México (rmp) (Arriaga-Cabrera et al. 1998), Carrizales<br />

forma parte de este listado, sin embargo, la información sobre su<br />

biodiversidad, incluida en su designación, excluye a los arrecifes encon-<br />

Liñán-Cabello, M.A., L.A. Flores-Ramírez, J.F. Cobo-Díaz y O.S. Soriana-Santiago. 2016. Aprovechamiento,<br />

protección y conservación de los sistemas coralinos de la costa. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 675-680.<br />

675


cambios bruscos de salinidad y exceso de sedimentos<br />

derivados de la inadecuada obra de<br />

intercomunicación artificial con la laguna Juluapan.<br />

Asimismo, su cercanía con las áreas de<br />

mayor recreación incrementa su vulnerabilidad<br />

respecto a factores relacionados con la presión<br />

turística, como anclaje, extracción y contacto del<br />

coral y pesca. Esto mismo sucede con la condición<br />

de salud del arrecife Carrizales (Zacarías-<br />

Salinas 2007, Liñán-Cabello et al. 2008).<br />

FIGURA 1. os arrecies coralinos son muy diversos<br />

y proporcionan numerosos beneficios ambientales.<br />

Foto: Baruch Figueroa Zavala/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />

CONABIO.<br />

trados en esta región y por ende no aborda la<br />

situación imperante en el mismo. Por su parte,<br />

La Boquita no se encuentra enlistada como rmp<br />

u otra clasificación que gestione su conservación.<br />

Independientemente de las rmp, tanto<br />

Carrizales como La Boquita se encuentran<br />

actualmente bajo ciertas amenazas de origen<br />

antropogénico, lo que deriva en la falta de un<br />

verdadero control en el uso y manejo de los<br />

recursos de estos ecosistemas.<br />

El problema imperante en La Boquita se relaciona<br />

con la exposición a temperaturas altas, con<br />

Por lo anterior, en el presente trabajo se hace<br />

referencia al problema imperante para cada<br />

localidad y se proponen iniciativas compatibles<br />

con el desarrollo de un turismo sostenible, las<br />

cuales son sugeridas por organismos y alianzas<br />

internacionales (celb 2003). Adicionalmente, se<br />

recomiendan estudios de capacidad de carga<br />

turística (número de visitantes, embarcaciones o<br />

buzos) y medidas de restauración que permitan<br />

mitigar y evaluar los efectos negativos del<br />

anclaje, encallamiento y la fragmentación.<br />

El análisis causa-efecto de las ocho diferentes<br />

variables identificadas previamente por estas<br />

investigaciones, y las de otros autores, en las<br />

áreas de interés (Florián-Álvarez 2006, Flores-Ramírez<br />

y Liñán Cabello 2007, Zacarías-<br />

Salinas 2007), es presentado en el cuadro 1. Es<br />

posible reconocer las consecuencias inmediatas<br />

que sobre el hábitat coralino pueden ocasionar<br />

actividades como la fragmentación y el blanqueamiento<br />

del coral. A un plazo mayor, algunos<br />

otros agentes causales originan degradación<br />

progresiva que puede afectar irreversiblemente<br />

al ecosistema coralino. Estas causas convergen a<br />

partir de la inadecuada obra de intercomunicación<br />

de la laguna, en la falta de medidas que<br />

regulen la industria del turismo marino.<br />

676 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


CUADRO 1. elaciones causaeecto, relativas al problema imperante en los arrecies coralinos a oquita () y<br />

Carrizales (C). Fuente: elaboración propia.<br />

Causas Localidad Efectos<br />

1. Pesca excesiva de poblaciones<br />

de peces herbívoros asociados<br />

al arrecife<br />

B, C Aumento en la población de macroalgas,<br />

competencia por sustrato, disminución de especies<br />

de peces<br />

2. Recolección de coral para fines<br />

comerciales<br />

3. Fluctuaciones espaciotemporales<br />

de temperatura y<br />

salinidad<br />

B<br />

B<br />

Pérdida de especies coralinas y hábitat,<br />

disminución en la capacidad de regeneración y<br />

producción<br />

A corto plazo, susceptibilidad al blanqueamiento,<br />

modificación en la capacidad de regeneración y<br />

predisposición a enfermedades<br />

4. Fragmentación coralina<br />

asociada a maniobras de<br />

anclaje<br />

B, C Merma de corales vivos, reducción en la cantidad<br />

de organismos, desarrollo de algas, enturbiamiento<br />

del agua<br />

5. Contacto por visitantes debido<br />

a su escasa profundidad<br />

B<br />

Fragmentación, disminución en su capacidad de<br />

regeneración, crecimiento y reproducción<br />

6. Prácticas inadecuadas de<br />

snorkel y buceo<br />

B, C Deterioro del fondo, aumento de sedimentos,<br />

perturbación de la vida natural marina, pérdida de<br />

la mucosidad<br />

7. Aporte de sedimentos<br />

asociados a la descarga de la<br />

laguna Juluapan<br />

B<br />

Turbidez, disminución en la capacidad<br />

fotosintética, pérdida de sustrato asociado a<br />

la proliferación de tapetes microbianos, estrés<br />

fisiológico asociado a la sobreproducción de mucus<br />

protector<br />

8. Contaminación por deshechos<br />

del tránsito vehicular, turismo<br />

y artes de pesca<br />

B, C Contaminación visual por deshechos sólidos,<br />

líquidos y artes de pesca que quedan atrapadas en<br />

los arrecifes causando fragmentación.<br />

Conclusiones<br />

Las iniciativas de uso, manejo y gestión en los<br />

arrecifes del estado, respecto al tiempo y a la responsabilidad<br />

de los distintos participantes son<br />

presentadas en el cuadro 2. Debido a la condición<br />

actual de deterioro es imperativo realizar<br />

esfuerzos a corto plazo, basados en los siguientes<br />

tres ejes de acción: 1) reubicación de la zona de<br />

intercomunicación del arrecife con la laguna<br />

Juluapan, específicamente en La Boquita; 2) realizar<br />

un marco normativo que contribuya a la<br />

protección y conservación de los arrecifes y 3) el<br />

desarrollo de actividades turísticas sostenible.<br />

Lo anterior demanda la aplicación de estrategias<br />

de restauración y regeneración, principalmente<br />

en el arrecife La Boquita. Asimismo, destaca<br />

como una acción de gran necesidad instalar<br />

boyas de amarre permanente, sobre todo en los<br />

lugares más frecuentados por buzos y portadores<br />

Aprovechamiento, protección y conservación de los sistemas coralinos de la costa<br />

677


CUADRO 2. Iniciativas de turismo sostenible propuestas a corto, mediano y largo plazo, por organismos<br />

y diversas alianas, respecto a los agentes causales identificados en los sistemas coralinos a oquita y<br />

Carriales. a columna Causas se anota en relación a su equivalente en el cuadro . Fuente: elaboración<br />

propia con base en CEBL .<br />

Causas<br />

Corto plazo<br />

Iniciativas<br />

1 Incrementar la vigilancia, cumplir las<br />

leyes vigentes, prohibición de la pesca<br />

con arpón<br />

2 Incrementar la vigilancia, cumplir las<br />

leyes vigentes<br />

3, 7 Reubicación de la obra de<br />

intercomunicación de la laguna<br />

Juluapan y el extremo norte de la<br />

bahía de Santiago<br />

4 Ejecutar un programa de restauración<br />

de coral a partir de fragmentos<br />

existentes<br />

Implementar un sistema de boyas<br />

de amarre para evitar los daños por<br />

anclaje de fondo<br />

5 Realizar un estudio de capacidad de<br />

carga para determinar el número<br />

de visitantes por día que pueden<br />

soportar los arrecifes<br />

6 Promover, entre los practicantes<br />

de estas actividades, abstenerse del<br />

contacto; implementar el uso de<br />

chalecos salvavidas<br />

8 Informar a los turistas sobre la acción<br />

nociva de la eliminación incorrecta<br />

de los desperdicios e implementar un<br />

programa de recolección a bordo<br />

Mediano/largo plazo<br />

Designación de un programa<br />

de aprovechamiento para<br />

ecoturismo, monitoreo de<br />

investigación, difusión y<br />

educación ambiental<br />

Implementar un plan de cultura<br />

ecológica para la población y<br />

visitantes<br />

Implementar un programa de<br />

mantenimiento<br />

Monitoreo continuo del<br />

programa de restauración y<br />

mantenimiento de sistema de<br />

boyas<br />

Implementar un plan de<br />

vigilancia en el que participen<br />

prestadores de servicios<br />

turísticos, autoridades y<br />

sociedades cooperativas<br />

Implementar cursos de<br />

conciencia ambiental.<br />

Estructurar un programa de<br />

vigilancia respecto al ejercicio de<br />

las actividades acuáticas<br />

Implementar una campaña<br />

bimestral de limpieza de<br />

arrecifes<br />

Participantes<br />

semarnat, UCOL,<br />

profepa, semar,<br />

conanp<br />

semarnat,<br />

profepa<br />

H. Ayuntamiento<br />

de Manzanillo<br />

facimar (UCOL),<br />

H. Ayuntamiento<br />

de Manzanillo<br />

facimar (UCOL),<br />

iom sectur,<br />

prestadores de<br />

servicio de la<br />

región<br />

Agencias padi,<br />

proveedores<br />

de turismo,<br />

facimar<br />

sectur, facimar,<br />

iom, prestadores de<br />

servicio turístico,<br />

profepa<br />

SEMARNAT ecretaría del Medioambiente y ecursos Naturales UCO = Universidad de Colima;<br />

PROFEPA= Procuraduría Federal de Protección al Ambiente; SEMAR ecretaría de Marina CONN = <strong>Comisión</strong><br />

Nacional de reas Naturales rotegidas FACIMAR = Facultad de Ciencias Marinas (UCO); IOM = Instituto<br />

Oceanogrfico de Mananillo (UCO); SECTUR ecretaría de urismo PADI = Asociación Profesional de<br />

Instructores de Buceo.<br />

678 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD


de snorkel, y con esto evitar perturbaciones que<br />

puedan provocar graves daños a los arrecifes<br />

coralinos. Se considera que en la bahía Carrizales,<br />

dada su mayor superficie, podrían ser instaladas<br />

dos boyas en el extremo noreste y dos en el<br />

noroeste; asimismo, en La Boquita se recomienda<br />

instalar al menos dos boyas cercanas a<br />

los parches más visitados.<br />

Es necesario realizar investigaciones y acciones<br />

de gestión que permitan la implementación de<br />

un programa de aprovechamiento, con usos en<br />

ecoturismo, monitoreo de investigación, difusión<br />

y educación ambiental, en el que participen<br />

diferentes instituciones y con ello lograr el buen<br />

aprovechamiento de estos ecosistemas en el<br />

estado. El estudio y conocimiento de los sistemas<br />

de arrecifes coralinos permitirá la conservación de<br />

la gran biodiversidad que de ellos depende.<br />

Referencias<br />

Arriaga-Cabrera, L., E. Vázquez-Domínguez, J. González-Cano,<br />

et al. 1998. Regiones marinas prioritarias<br />

de México. <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />

y Uso de la Biodiversidad (conabio).<br />

México.<br />

celb. Center for Environmental Leadership in Business.<br />

2003. Guía práctica de buenas prácticas:<br />

gestión de cuestiones ambientales en el sector de la<br />

recreación marina. The Center for Environmental<br />

Leadership in Business (celb)/Centro de Recursos<br />

Ambientales de Navarra (cran)/Programa de<br />

Naciones Unidas para el Medio Ambiente (pnuma).<br />

Florián-Álvarez, P. 2006 Diversos indicadores de presión<br />

antropogénica sobre el arrecife coralino La Boquita,<br />

Manzanillo, Colima, México. Tesis de licenciatura<br />

en administración de recursos naturales.<br />

Universidad de Colima (ucol), México.<br />

Flores-Ramírez, L. y M.A. Liñán-Cabello. 2007. Relationships<br />

among thermal stress, bleaching and oxidative<br />

damage in the hermatypic coral, Pocillopora<br />

capitata. Comparative Biochemistry and Physiology146:194-202.<br />

Zacarías-Salinas, J.S. 2007. Caracterización del fenómeno<br />

de blanqueamiento en las comunidades coralinas<br />

de La Boquita y bahía Carrizales en el verano<br />

2004. Tesis en oceanología. ucol, México.<br />

Liñán-Cabello, M.A., D. Hernández-Medina, P. Florián-Álvarez<br />

y A. Mena-Herrera. 2008. Estado<br />

actual del arrecife coralino La Boquita, Colima.<br />

iridia 5:10-23.<br />

Aprovechamiento, protección y conservación de los sistemas coralinos de la costa<br />

679


Sula sula. Foto: rupo de<br />

Ecología y Conservación de<br />

Islas, A.C./<strong>Banco</strong> de imágenes<br />

CONABIO.


S9<br />

MARCO JURÍDICO VIGENTE


Zenaida macroura clarionensis. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C.<br />

/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

Conocer las bases jurídicas y normativas sobre la regulación de los recursos<br />

biológicos y su adecuado cumplimiento puede traducirse en la conservación<br />

y uso sustentable, así como en el bienestar de la sociedad.<br />

Existen diversos instrumentos y mecanismos a los cuales los países se<br />

comprometen a cumplir. A nivel internacional se cuenta con el Convenio<br />

sobre Diversidad Biológica, la Convención sobre el Comercio Internacional<br />

de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, la Convención<br />

relativa a los humedales de importancia internacional. En esta sección se<br />

analizan algunos de los principales ordenamientos jurídicos e instrumentos<br />

de política ambiental, relativos a la protección jurídica de la biodiversidad.<br />

La Constitución Política, al ser la carta magna establece las garantías<br />

individuales de las cuales se desprende la legislación nacional. Existen<br />

mecanismos relevantes a nivel federal por los cuales se pueden cumplir<br />

los objetivos: la regulación de las propias leyes, los instrumentos de política<br />

ambiental, los mecanismos restrictivos para el aprovechamiento de<br />

los recursos naturales en materia hídrica y las figuras penales. Quizá los<br />

más conocidos sean los instrumentos de política ambiental, como son el<br />

establecimiento de áreas naturales protegidas (anp), el ordenamiento<br />

ecológico del territorio y la evaluación del impacto ambiental.<br />

A nivel estatal y municipal se pueden establecer anp con equivalentes de<br />

manejo y categoría, como se establece en la Ley Ambiental para el<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Marco jurídico vigente. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />

Estado. conabio. México, pp. 683-684.<br />

683


Desarrollo Sustentable de Colima, que incluye<br />

regulaciones para el aprovechamiento a diferentes<br />

niveles (especies, comunidades, ecosistemas<br />

y sus recursos genéticos). Sin embargo, dentro de<br />

las áreas urbanas se consideran otras figuras que<br />

tienen el potencial de generar sinergias de conservación<br />

y acción social.<br />

Las figuras penales forman parte de los mecanismos<br />

jurídicos de protección de la biodiversidad.<br />

Algunos delitos ambientales se cimentan en el<br />

Código Penal del estado de Colima. A nivel<br />

municipal siete de los 10 municipios cuentan<br />

con reglamentos para la protección de la biodiversidad.<br />

Los retos incluyen no sólo la adecuada<br />

legislación en la materia, sino su regulación,<br />

implementación y evaluación continua sobre los<br />

retos actuales y futuros que enfrenta el territorio<br />

colimense, ante lo cual son indispensables la<br />

voluntad política de los diferentes órdenes de<br />

gobierno y la concertación entre ellos.<br />

684 MARCO JURÍDICO VIGENTE


Protección jurídica<br />

de la biodiversidad<br />

Raquel Gutiérrez-Nájera<br />

José Ángel Méndez-Rivera<br />

Introducción<br />

La legislación ambiental define a la biodiversidad como “la variabilidad<br />

de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otros, los ecosistemas<br />

terrestres, marinos, otros ecosistemas acuáticos y los complejos<br />

ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de<br />

cada especie, entre las especies y de los ecosistemas” (sedue 1988); en<br />

términos simples, la biodiversidad de Colima implica la riqueza biótica<br />

del estado y sus interrelaciones.<br />

Colima es ejemplo característico de una alta concentración de diversidad<br />

biológica dentro de un área relativamente pequeña. Estas condiciones, en<br />

lugar de representar una desventaja, constituyen oportunidades de<br />

manejo a través de la planeación ambiental de los recursos naturales, lo<br />

cual necesariamente se traduciría en la generación de riqueza para su<br />

población humana.<br />

En efecto, una de las oportunidades de desarrollo de la entidad lo representa<br />

la variedad de sus ecorregiones, que van desde zonas marinas hasta<br />

zonas terrestres montañosas, además de la riqueza cultural de sus pueblos.<br />

Es así que Colima fue uno de los primeros estados en tratar de ordenar<br />

su territorio a través del Programa de Ordenamiento Ecológico<br />

Territorial (poet) en 1983. Sin embargo, ese esfuerzo no se ha reflejado en<br />

la conservación de sus recursos y la planeación de su territorio, en congruencia<br />

por ejemplo con la vocación natural del suelo y las unidades de<br />

gestión ambiental establecidas.<br />

Gutiérrez-Nájera, R. y J.A. Méndez-Rivera. 2016. Protección jurídica de la biodiversidad. En: La Biodiversidad en<br />

Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 685-700.<br />

685


Aunque significativamente más incipiente, otro<br />

de los instrumentos que se han utilizado en el<br />

estado para proteger la riqueza natural son las<br />

declaratorias de áreas naturales protegidas,<br />

compartiendo con Jalisco una de las reservas de<br />

la biosfera más importantes del país, como es la<br />

Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán. La<br />

presente contribución identifica en principio a<br />

estos dos instrumentos como principales políticas<br />

para proteger la biodiversidad del estado.<br />

En ese contexto, esta sección pretende analizar<br />

los ordenamientos jurídicos e instrumentos de<br />

política ambiental, dentro de los ámbitos internacional,<br />

federal, estatal y municipal, relativos a<br />

la protección jurídica de la variabilidad de los<br />

seres vivos, es decir, de la biodiversidad existente<br />

en la entidad. A la luz del diagnóstico de la biodiversidad,<br />

la meta es identificar aquellos insumos<br />

legales que permitirán plantear una<br />

estrategia jurídica para la conservación de la<br />

riqueza biótica del estado. Por lo tanto, se inicia<br />

analizando la normatividad en el ámbito internacional<br />

hasta llegar al ámbito municipal.<br />

II. La protección jurídica<br />

de la biodiversidad en el ámbito<br />

federal<br />

Generalidades<br />

Una de las estrategias de conservación que en el<br />

ámbito federal ha sido pionera para la protección<br />

de la biodiversidad, se ha dado a través de las<br />

declaratorias de las áreas naturales protegidas<br />

(anp). Con relación a la superficie cubierta del<br />

territorio nacional, las anp más importantes son<br />

las reservas de la biosfera (49%), las áreas de protección<br />

de recursos naturales (17%), le siguen en<br />

importancia las áreas de protección de flora y<br />

fauna (26%), los parques nacionales (5.5%) y los<br />

santuarios y monumentos naturales (0.5%). El<br />

estado con mayor número de anp decretadas es<br />

Chiapas (18), siguiéndole Estado de México (16),<br />

Michoacán y Veracruz (12), Jalisco (11) y Quintana<br />

Roo (10). Al considerar la superficie<br />

cubierta, a nivel nacional, Baja California tiene<br />

la mayor área decretada, seguida por Baja<br />

California Sur, Sonora, Chiapas, Campeche y<br />

Chihuahua (semarnat 1994).<br />

I. La protección jurídica<br />

de la biodiversidad en el ámbito<br />

internacional<br />

En el ámbito internacional se tienen varios instrumentos<br />

que protegen a la biodiversidad y que<br />

están integrados al sistema jurídico mexicano: el<br />

Convenio de Diversidad Biológica de Río de<br />

Janeiro, de 1992, el tratado de ramsar que protege<br />

los humedales a nivel internacional, y cites<br />

que protege el tráfico de especies en peligro de<br />

extinción (Gutiérrez Nájera 2007), por mencionar<br />

solamente importantes ejemplos.<br />

La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección<br />

al Ambiente (lgeepa) (sedue 1988), en<br />

su título segundo, artículo 46, prevé nueve categorías<br />

de manejo: reservas de la biosfera, parques<br />

nacionales, monumentos naturales, áreas<br />

de protección de recursos naturales, áreas de<br />

protección de flora y fauna, santuarios, parques<br />

y reservas estatales, zonas de conservación ecológica<br />

municipales y áreas destinadas voluntariamente<br />

a la conservación. Sin embargo, el<br />

decreto (sedue 1988) que reformó la lgeepa<br />

establece en su artículo 46 que se derogan las<br />

reservas especiales de la biosfera y los parques<br />

marinos nacionales, asimismo, se adicionan:<br />

686 MARCO JURÍDICO VIGENTE


1) los parques y reservas estatales, así como las<br />

demás categorías que establezcan las legislaciones<br />

locales, y 2) las áreas destinadas voluntariamente<br />

a la conservación. Actualmente, en el<br />

ámbito federal el sistema nacional de áreas naturales<br />

protegidas está constituido por 176 anp<br />

(conanp 2015); existen 296 anp estatales y 98 de<br />

carácter municipal (Bezaury-Creel et al. 2009a y<br />

b, conanp 2015).<br />

No obstante que se ha privilegiado la política<br />

ambiental de anp para la protección de la biodiversidad<br />

en México, existe una variedad muy<br />

amplia de problemas que caracterizan a nuestro<br />

sistema de áreas naturales protegidas (Flores-<br />

Villela y Gerez 1994).<br />

Legislación federal aplicable a biodiversidad<br />

En el ámbito federal existen diversos mecanismos<br />

para la protección de la biodiversidad:<br />

a) la regulación establecida en las propias leyes<br />

federales, es decir, aquella regulación que se<br />

impone para el ejercicio de los actos de autoridad;<br />

b) los instrumentos de política ambiental,<br />

como el ordenamiento ecológico territorial, la<br />

evaluación del impacto ambiental y las declaratorias<br />

de áreas naturales protegidas; c) mecanismos<br />

restrictivos para el aprovechamiento<br />

de recursos naturales en materia hídrica, como<br />

son las vedas, las zonas reglamentadas y las<br />

reservas de agua; y d) figuras penales federales<br />

para criminalizar conductas atentatorias a la<br />

biodiversidad.<br />

El esquema anterior es complementado con las<br />

demás leyes generales, como la Ley de Bioseguridad<br />

y Organismos Modificados Genéticamente<br />

y las normas oficiales mexicanas, como es la<br />

nom-059 (semarnat 2010), que tiene que ver<br />

con la definición del estatus de conservación de<br />

las especies de flora y fauna silvestres, consideradas<br />

amenazadas, raras, de distribución restringida<br />

o en peligro de extinción. De igual manera,<br />

existe legislación complementaria derivada de<br />

las leyes agraria e indígena, sobre todo si se<br />

toman en cuenta los artículos 2 y 27 de la Constitución<br />

Política que garantiza los derechos que<br />

tienen las comunidades indígenas y agrarias<br />

sobre sus recursos naturales.<br />

La lgeepa contempla, en su objeto: “La preservación<br />

y protección de la biodiversidad, así como<br />

el establecimiento y administración de las áreas<br />

naturales protegidas” (sedue 1988), de igual<br />

manera alude a la necesidad de su aprovechamiento<br />

sustentable.<br />

Las definiciones de las diferentes categorías de<br />

áreas naturales protegidas (reserva de la biosfera,<br />

parque nacional, monumento natural,<br />

área de protección de los recursos naturales,<br />

área de protección de flora y fauna silvestres y<br />

santuarios) están contenidas en la lgeepa<br />

(sedue 1988), respecto a las categorías así como<br />

a sus actividades compatibles. Por su parte, la<br />

Ley de Aguas Nacionales contempla la realización<br />

de estudios justificativos para su establecimiento<br />

como anp, tales como zonas<br />

reglamentadas, zonas de veda o reserva de<br />

agua, con los siguientes objetivos:<br />

• Prevenir o remediar la sobreexplotación de<br />

los acuíferos.<br />

• Proteger o restaurar un ecosistema.<br />

• Preservar fuentes de agua o protegerlas contra<br />

la contaminación.<br />

• Preservar y controlar la calidad del agua.<br />

Por escasez o sequía extraordinaria.<br />

Protección jurídica de la biodiversidad 687


Adicionalmente, la protección de la biodiversidad<br />

en el ámbito federal se da también a través<br />

de otros mecanismos, tales como las normas oficiales<br />

mexicanas (nom) y los instrumentos de<br />

política ambiental (cuadro 1). En otros casos,<br />

como el artículo 60 de la Ley General de Vida<br />

Silvestre (semarnat 2000), se contemplan<br />

mecanismos de protección de tipos de ecosistemas<br />

particulares, tal es el caso de los manglares.<br />

III. La protección jurídica<br />

de la biodiversidad en el ámbito<br />

estatal<br />

Áreas de valor ambiental<br />

La Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />

del Estado de Colima (Congreso del Estado<br />

2002), en su artículo 93 establece como áreas de<br />

valor ambiental las siguientes: a) áreas de recuperación<br />

ecológica, b) parques ecológicos estatales<br />

y c) parques ecológicos municipales. Los dos<br />

primeros son competencia del Estado, mientras<br />

que el tercer tipo, como es evidente, compete a<br />

los ayuntamientos.<br />

Las áreas de recuperación ecológica son aquellas<br />

en las que existen procesos acelerados de desertificación<br />

o degradación de ecosistemas (costeros,<br />

barrancas, bosques, bahías, lagunas, esteros,<br />

ríos, arroyos y otros cuerpos de agua, ya sea costeros<br />

o interiores), refiriéndose a áreas con jurisdicción<br />

estatal y que muestren señales de pérdida<br />

de recursos naturales o biológicos, o que presenten<br />

afectaciones irreversibles a los ecosistemas o<br />

a sus elementos.<br />

Los parques ecológicos estatales y municipales<br />

son áreas con valor ambiental en las que predominan<br />

especies de flora arbórea y arbustiva, así<br />

como otras especies de vida silvestre asociadas y<br />

representativas de la biodiversidad regional.<br />

Estas áreas pueden albergar también especies<br />

introducidas, con la finalidad de contribuir a su<br />

valor ambiental, estético, científico, educativo,<br />

recreativo, histórico o turístico.<br />

CUADRO 1. Normas oficiales meicanas e instrumentos de política ambiental empleadas para proteger<br />

la biodiversidad a nivel ederal. Fuente: elaboración propia.<br />

nom-059<br />

nom-022<br />

oet<br />

Instrumentos<br />

Evaluación de impacto<br />

ambiental<br />

Función<br />

Reglamenta las especies terrestres y acuáticas endémicas, raras, en peligro de<br />

extinción y sujetas a protección especial<br />

Reglamenta los humedales; normas emergentes relativas a proteger especies<br />

emblemáticas, como es el caso de la tortuga marina, la ballena y la mariposa<br />

monarca<br />

Define las áreas con valor ambiental y elevada biodiversidad e impone<br />

limitaciones al uso y aprovechamiento de los recursos naturales<br />

Anticipa los impactos ambientales que obras o actividades puedan ocasionar<br />

en el ambiente<br />

688 MARCO JURÍDICO VIGENTE


Áreas naturales protegidas de jurisdicción estatal<br />

La misma Ley Ambiental para el Desarrollo<br />

Sustentable de Colima establece, en su artículo<br />

99 (Congreso del Estado 2002), que las áreas<br />

naturales protegidas tienen como principales<br />

objetivos:<br />

• Preservar los ambientes naturales dentro de<br />

las zonas de asentamientos humanos y en su<br />

entorno, para contribuir a mejorar la calidad<br />

de vida de la población y mantener su equilibrio<br />

ecológico.<br />

• Salvaguardar la diversidad genética de las<br />

especies silvestres que habitan en los centros<br />

de población y áreas adyacentes.<br />

• Asegurar el aprovechamiento sustentable de<br />

los recursos naturales, los ecosistemas y sus<br />

elementos.<br />

• Proporcionar un campo propicio para la<br />

investigación científica y el estudio de los<br />

ecosistemas y su equilibrio.<br />

• Generar, rescatar y divulgar conocimientos,<br />

prácticas y tecnologías, tradicionales o nuevas,<br />

que permitan la preservación y el aprovechamiento<br />

sustentable de la biodiversidad<br />

del territorio estatal, así como su preservación.<br />

• Proteger los entornos naturales de zonas,<br />

monumentos y vestigios arqueológicos, históricos<br />

y artísticos, de importancia para la<br />

cultura e identidad estatal.<br />

• Proteger sitios escénicos para asegurar la<br />

calidad del ambiente y promover el turismo<br />

alternativo.<br />

• Proteger los recursos naturales, la flora y la<br />

fauna silvestre, terrestre y acuática, estableciendo<br />

viveros, criaderos y reservas para su<br />

conservación y preservación, sobre todo<br />

para aquellas especies en vías de extinción.<br />

En el cuadro 2 se enlistan las categorías de áreas<br />

naturales protegidas de competencia estatal, así<br />

como su definición funcional. Según el artículo<br />

109 de la misma ley (Congreso del Estado 2002),<br />

las áreas naturales protegidas podrán incluir, de<br />

manera parcial o total, predios sujetos a cualquier<br />

régimen de propiedad y quedarán sujetas a<br />

la condición de inafectables a que se refiere la<br />

legislación agraria.<br />

Protección estatal de flora y fauna<br />

La Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />

(Congreso del Estado 2002) que nos ocupa, prevé<br />

en su artículo 118, que el uso o aprovechamiento<br />

de la flora y fauna se sujetará a criterios de sustentabilidad<br />

que permitan garantizar la subsistencia<br />

de especies o subespecies, sin ponerlas en<br />

riesgo de extinción y procurando la regeneración<br />

de los ecosistemas, en la cantidad y calidad<br />

necesarias, para no alterar el equilibrio ecológico<br />

y las cadenas naturales. Los programas y<br />

actividades de forestación, reforestación, restauración<br />

o aprovechamiento de flora y fauna silvestres,<br />

procurarán la conservación y el desarrollo<br />

de las especies endémicas.<br />

La misma ley prohíbe liberar y utilizar organismos<br />

genéticamente modificados dentro de la<br />

entidad federativa. Tales acciones deben contar<br />

con las autorizaciones expedidas por la autoridad<br />

competente y se realizarán siempre y cuando<br />

esté comprobado científicamente que no afectan<br />

al ambiente, la salud humana, la sanidad vegetal<br />

y animal, y en general a la biodiversidad y los<br />

ecosistemas.<br />

Se hace hincapié en la necesidad de establecer la<br />

normatividad para evitar la contaminación del<br />

suelo y las alteraciones nocivas en los procesos<br />

Protección jurídica de la biodiversidad 689


CUADRO 2. Ejemplos de programas ederales y estatales para la protección y conservación de las especies.<br />

Fuente: SEMARNAT 2014.<br />

Categorías<br />

A cargo de la<br />

semarnat<br />

Programas de los<br />

órganos coordinados<br />

por la semarnat<br />

Programas que<br />

otorgan apoyos y<br />

subsidios a cargo de<br />

la semarnat<br />

Programa<br />

Programa Especial de Cambio Climático (pecc)<br />

Programa de Derechos Humanos del Sector Ambiental (pdhsa)<br />

Programa de Jóvenes Hacia la Sustentabilidad Ambiental<br />

Programa de los Pueblos Indígenas y Medio Ambiente, 2007-2012<br />

Programa Hacia la Igualdad de Género y la Sustentabilidad Ambiental, 2007-2012<br />

Programa Nacional de Remediación de Sitios Contaminados<br />

Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos<br />

Programa Regional para la Frontera Norte<br />

Programa Nacional Hídrico<br />

Programa Nacional de Áreas Naturales Protegidas<br />

Igualdad de Género y Sustentabilidad Ambiental<br />

Pueblos Indígenas y Medio Ambiente<br />

Programa de Desarrollo Institucional Ambiental y Ordenamientos Ecológicos<br />

Programa de Empleo Temporal (pet)<br />

Fomento a la Conservación de la Vida Silvestre (uma)<br />

Proyectos de Educación Ambiental, Capacitación para el Desarrollo Sustentable y<br />

Comunicación Educativa Ambiental<br />

Liderazgo Ambiental para la Competitividad<br />

Desarrollo y Ordenamiento Ambiental por Cuencas, Cuenca Lerma-Chapala<br />

Prevención y Gestión Integral de Residuos<br />

Pro Árbol (conafor)<br />

Procodes (conanp)<br />

Programa Agua Limpia (conagua)<br />

Agua Potable y Saneamiento en Zonas Urbanas (apazu)<br />

Agua Potable y Saneamiento en Comunidades Rurales<br />

Fondo Concursable para el Tratamiento de Aguas Residuales<br />

Programa Forestal Federal Meseta Purépecha<br />

Programa Especial para la Conservación, Restauración y Aprovechamiento<br />

Sustentable de la Selva Lacandona<br />

biológicos de los suelos, la contaminación del<br />

agua y el aire, y la preservación de especies que<br />

estén bajo algún estatus de riesgo.<br />

Los árboles ubicados en bienes de dominio<br />

público, o incluso en propiedades de particulares,<br />

no podrán ser derribados o talados, salvo en<br />

los casos en que se requiera salvaguardar la integridad<br />

de las personas o sus bienes, y siempre y<br />

cuando sus propietarios, dependencias gubernamentales<br />

e instituciones públicas o privadas,<br />

cuenten con autorización de la autoridad<br />

690 MARCO JURÍDICO VIGENTE


ambiental competente. Asimismo, se solicitará<br />

autorización en los casos de poda o trasplante de<br />

árboles en bienes de dominio público.<br />

Toda persona que derribe un árbol en la vía<br />

pública, en bienes del dominio público o en<br />

propiedades de particulares, deberá restituirlo<br />

entregando a la autoridad ambiental competente<br />

los ejemplares que ésta determine, sin perjuicio<br />

de la aplicación de la sanción correspondiente,<br />

ello en caso de derribo sin autorización previa.<br />

Se equipara al derribo de árboles a cualquier<br />

acto que provoque su muerte.<br />

Protección a los animales<br />

La ley estatal para la protección a los animales<br />

(Congreso del Estado 2011), establece en su<br />

artículo 36, que son propiedad de la nación los<br />

animales de cualquier especie que vivan libremente<br />

y que no hayan sido objeto de domesticación<br />

o mejoramiento genético, cualquiera que<br />

sea la fase de desarrollo en que se encuentren<br />

(incluyendo sus huevos o sus crías). Corresponde<br />

a las autoridades estatales y municipales, en<br />

auxilio de las federales, velar por su adecuada<br />

conservación, protección y aprovechamiento,<br />

para lo cual es necesaria la salvaguarda de especies<br />

con población crítica y el establecimiento de<br />

vedas periódicas, medidas todas ellas tendientes<br />

a lograr los objetivos de este precepto. Queda<br />

expresamente prohibida la caza de cualquier<br />

especie animal silvestre en el estado, dentro del<br />

término de la veda respectiva que se imponga.<br />

Desarrollo forestal sustentable<br />

La Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable<br />

(Congreso del Estado 2006), establece en su<br />

artículo 22 los criterios de carácter ambiental y<br />

silvícola del programa estatal forestal:<br />

• Mejorar la calidad de vida, en los centros de<br />

población, a través de actividades forestales<br />

tendientes a la conservación del suelo y de<br />

mantos acuíferos, disminución de la contaminación<br />

ambiental y a la construcción de<br />

espacios recreativos.<br />

• Conducir el uso y aprovechamiento racional<br />

de los ecosistemas y plantaciones forestales<br />

comerciales, con la intención de construir<br />

una cultura de autosustentabilidad.<br />

• Proteger, restaurar, conservar y aprovechar<br />

los recursos forestales para evitar su degradación.<br />

• Construir una política de integración regional<br />

del manejo forestal, tendiente a conservar<br />

la biodiversidad de los ecosistemas,<br />

suelos forestales, especies endémicas y en<br />

peligro de extinción, así como el manejo<br />

sostenible de las cuencas hidrológicas.<br />

• Combatir el tráfico, la extinción, apropiación<br />

y explotación ilegales de los recursos<br />

forestales, en todas sus vertientes.<br />

Esta ley prevé en su artículo 60 que la reforestación<br />

que se realice con propósitos de conservación y<br />

restauración, así como las actividades de forestación<br />

y las prácticas de agrosilvicultura, en terrenos<br />

no degradados de vocación forestal, no requerirán<br />

de autorización y solamente estarán sujetas a lo<br />

dispuesto en las nom, en lo relativo a no causar<br />

impactos negativos sobre la biodiversidad.<br />

Delitos ambientales estatales relacionados con<br />

la biodiversidad<br />

El artículo 243 del Código Penal para el Estado<br />

de Colima (Congreso del Estado 2014), dispone<br />

que se impondrá pena de tres meses a cinco<br />

años de prisión, y multa de 100 a 15 mil unidades<br />

(salario mínimo), a quien ilícitamente auto-<br />

Protección jurídica de la biodiversidad 691


ice, ordene o realice la descarga, depósito o<br />

infiltración de aguas residuales, líquidos químicos<br />

o bioquímicos, desechos o contaminantes<br />

(que causen daño al ambiente, a los recursos<br />

naturales o a la salud humana), en los suelos,<br />

subsuelos, ríos, cuencas, vasos y demás depósitos<br />

o corrientes de agua con jurisdicción estatal<br />

o municipal.<br />

Cuando las aguas manejadas ilegalmente se<br />

encuentren depositadas, fluyan en o hacia un área<br />

de valor ambiental, o a un área natural protegida<br />

de competencia estatal o municipal, la pena de<br />

prisión aumentará hasta en un año y la económica<br />

hasta en cinco mil unidades, más lo previsto<br />

en el primer párrafo del presente artículo.<br />

Asimismo, la legislación penal colimense establece<br />

que se impondrán de tres meses a seis años<br />

de prisión y multa de 100 a 15 mil unidades<br />

(salario mínimo), a quien ilícitamente:<br />

• Dentro de un área de valor ambiental o un<br />

área natural protegida, destruya, corte, arranque,<br />

derribe, tale o cause la muerte de uno o<br />

varios ejemplares de la vegetación natural, o<br />

realice cambios de uso de suelo. Para los efectos<br />

anteriores se entenderá por vegetación<br />

natural al conjunto de plantas que se desarrollan<br />

libremente, dominadas por especies<br />

arbóreas, arbustivas o crasas, y que forman<br />

parte de una comunidad ecológica.<br />

• No se aplicará pena alguna cuando sea un<br />

jornalero quien realice la actividad con fines<br />

de uso o consumo doméstico, dentro de su<br />

comunidad y sea la primera ocasión que realice<br />

dicha acción.<br />

• Ocasione incendio dentro de un área de<br />

valor ambiental o de un área natural protegida,<br />

y que éste produzca daños al<br />

ambiente, a los recursos naturales o a la<br />

salud humana.<br />

• Viole una medida de seguridad impuesta<br />

por la autoridad ambiental competente,<br />

con lo cual se propicien desequilibrios<br />

ecológicos o casos de contaminación con<br />

repercusiones negativas para el ambiente,<br />

los recursos naturales o para la salud<br />

pública.<br />

• La misma legislación penal dispone que, se<br />

impondrán de tres meses a cinco años de<br />

prisión, y multa de 100 a 15 mil unidades<br />

(salario mínimo), a quien ilícitamente propague<br />

u ordene la propagación de plagas,<br />

parásitos o gérmenes nocivos que dañen al<br />

ambiente, a los recursos naturales o a la<br />

salud humana.<br />

• Finalmente, el artículo 247 establece que, en<br />

la sentencia que se dicte por los delitos a que<br />

se refiere el capítulo penal ambiental, el juez<br />

podrá aplicar, adicionalmente, como parte<br />

de la reparación del daño, algunas de las<br />

siguientes penas:<br />

• La realización de las acciones necesarias<br />

para restablecer las condiciones de los elementos<br />

naturales que constituyen los ecosistemas<br />

afectados, al estado en que se<br />

encontraban antes de realizarse el delito.<br />

• La reincorporación de elementos naturales,<br />

ejemplares o especies de flora y fauna<br />

silvestre, a los hábitats de que fueron sustraídos,<br />

siempre y cuando su reincorporación<br />

no constituya un peligro al equilibrio<br />

ecológico o dificulte la reproducción o<br />

migración de especies de flora o fauna silvestres<br />

692 MARCO JURÍDICO VIGENTE


IIII. La protección jurídica<br />

de la biodiversidad en el ámbito<br />

municipal<br />

En el título II de la Ley Ambiental para el Desarrollo<br />

Sustentable del Estado de Colima, artículos<br />

88 y 89 (Congreso del Estado 2006), para efectos<br />

de la competencia de los municipios en la protección<br />

de la biodiversidad, se consideran áreas y<br />

espacios verdes municipales los siguientes:<br />

• Áreas rústicas. Son las tierras, aguas y bosques<br />

cuyo uso corresponde a las actividades<br />

del sector primario, de manera permanente,<br />

por lo que son susceptibles de aprovechamiento<br />

sustentable, agrícola, pecuario,<br />

piscícola o forestal.<br />

• Áreas de prevención ecológica. Son las áreas<br />

en donde los ambientes originales no han<br />

sido alterados significativamente por la actividad<br />

humana y que por razones de carácter<br />

ambiental y equilibrio ecológico deben preservarse,<br />

precisando el grado de protección<br />

que les corresponde.<br />

• Áreas de conservación ecológica. Son aquellas<br />

sujetas a decretarse como áreas de valor<br />

ambiental o áreas naturales protegidas.<br />

En otro grupo de áreas de competencia municipal,<br />

relacionadas con la biodiversidad y los<br />

recursos naturales, se encuentran los recursos<br />

acuíferos que la ley ambiental colimense clasifica<br />

como:<br />

• Áreas de protección de cauces y cuerpos de<br />

agua. Son aquellas requeridas para la regulación<br />

y el control de los cauces en los escurrimientos<br />

y vasos hidráulicos, tanto para su<br />

operación natural como para los fines de<br />

explotación agropecuaria y como suministro<br />

a los asentamientos humanos.<br />

• Zonas de recarga de mantos acuíferos en<br />

áreas de influencia urbana. Son aquellas en<br />

predios no construidos, que por su ubicación<br />

reciben una precipitación pluvial superior<br />

a la media, para la región donde se<br />

localice, y que por las características de suelo<br />

y subsuelo son permeables para la captación<br />

de agua de lluvia, misma que contribuye a<br />

la recarga de los mantos acuíferos.<br />

En un tercer grupo la ley considera como de<br />

competencia municipal las siguientes áreas de<br />

protección de biodiversidad:<br />

• Parques urbanos, de barrio y jardines vecinales.<br />

Son los espacios verdes abiertos de uso<br />

público, ubicados en los centros urbanos o<br />

en sus zonas de influencia, que contribuyen<br />

a mantener el equilibrio ecológico y ofrecer<br />

espacios para el esparcimiento, recreación,<br />

el deporte o la cultura.<br />

• Plazas cívicas con jardines o arboladas. Son<br />

los espacios verdes abiertos que no están<br />

ocupados por construcciones de uso público<br />

en las cuales se realizan eventos cívicos y<br />

sociales, y que contienen espacios limitados<br />

con árboles y arbustos.<br />

• Espacios libres. Son aquellos que se encuentran<br />

en la vía pública, tales como banquetas,<br />

camellones, boulevares y áreas comunes de<br />

uso público, las cuales cuentan con cualquier<br />

cubierta vegetal.<br />

• En el caso de las áreas y espacios verdes<br />

municipales, bajo las categorías de parques<br />

urbanos, barrio, jardines cívicos o áreas<br />

análogas establecidas en los programas<br />

municipales de desarrollo urbano, la legisla-<br />

Protección jurídica de la biodiversidad 693


ción vigente no permite que sean alteradas<br />

en su superficie o que sean sujetas a cambio<br />

de uso de suelo, quedando prohibida la construcción<br />

de edificaciones con excepción de<br />

aquellas destinadas a su cuidado, fomento<br />

cultural o educación ambiental.<br />

En el contexto de la anterior clasificación de las<br />

áreas municipales, la ley determina que corresponde<br />

a los ayuntamientos la preservación, protección,<br />

restauración, fomento, vigilancia y,<br />

cuando corresponda, la construcción, rehabilitación<br />

y administración de las áreas y espacios verdes<br />

municipales, evitando su erosión y deterioro<br />

ecológico. Todo lo anterior con la finalidad de<br />

mejorar el ambiente y la calidad de vida de todas<br />

las personas. Asimismo, al Ayuntamiento<br />

corresponde el mantenimiento, mejoramiento,<br />

podas, fomento y conservación de las áreas y<br />

espacios verdes municipales, acciones que deberán<br />

realizarse mediante técnicas y con especies<br />

apropiadas, de conformidad con los criterios,<br />

lineamientos y normatividad que para tal efecto<br />

expida la Secretaría de Desarrollo Urbano a través<br />

de su Dirección de Ecología. Además, los<br />

ayuntamientos procurarán el incremento de<br />

áreas y espacios verdes municipales en proporción<br />

equilibrada con los demás usos del suelo, en<br />

el ámbito urbano y en sus zonas de influencia,<br />

incorporándolas a los programas municipales de<br />

ordenamiento ecológico, territorial y de desarrollo<br />

urbano.<br />

Sólo siete de los 10 municipios de Colima (segob<br />

2007) tienen reglamentadas las competencias y<br />

facultades que les otorga la ley en materia de biodiversidad:<br />

Colima, Coquimatlán, Cuauhtémoc,<br />

Ixtlahuacán, Manzanillo, Minatitlán y Villa de<br />

Álvarez. Los municipios de Armería (inegi<br />

2008), Comala y Tecomán (segob 2007) no<br />

poseen la reglamentación relativa.<br />

En el caso del municipio de Colima, en donde se<br />

localiza la capital del estado, se cuenta con dos<br />

reglamentos importantes: el Reglamento Interno<br />

de la <strong>Comisión</strong> Municipal de Ecología (Congreso<br />

del Estado 1997) y el Reglamento Ambiental<br />

para el Desarrollo Sustentable del Municipio<br />

de Colima (Congreso del Estado 2003a). El primero<br />

da origen a la <strong>Comisión</strong> Municipal de Ecología,<br />

la cual tiene como objetivo fungir como<br />

órgano permanente de coordinación institucional<br />

entre el gobierno municipal y los otros dos<br />

órdenes de gobierno, así como órgano de concertación<br />

con los sectores de la sociedad civil en<br />

materia de ecología.<br />

El Reglamento Ambiental para el Desarrollo<br />

Sustentable del Municipio de Colima, en su<br />

artículo 11, determina que, el ambiente y la función<br />

que desempeñan los elementos de un ecosistema<br />

determinado son patrimonio común de<br />

la sociedad. También se establece que los recursos<br />

naturales, los ecosistemas y sus elementos<br />

deben ser aprovechados de manera que se asegure<br />

una productividad óptima y sostenida,<br />

compatible con su equilibrio e integridad ecológica.<br />

Se determina que debe estimularse a quien<br />

proteja el ambiente y aproveche de manera sustentable<br />

los recursos naturales, y se refieren los<br />

derechos preferenciales que tienen las comunidades<br />

rurales y los pueblos indígenas para el uso<br />

y aprovechamiento sustentable de los recursos<br />

naturales de sus tierras y territorios. Finalmente,<br />

se reconocen los conocimientos tradicionales<br />

que poseen estos grupos, así como sus derechos<br />

a la propiedad intelectual y comercial sobre la<br />

biodiversidad.<br />

694 MARCO JURÍDICO VIGENTE


En los municipios de Cuauhtémoc (Congreso<br />

del Estado 2009), Coquimatlán (Congreso del<br />

Estado 1995b) y Villa de Álvarez (Congreso<br />

del Estado 1999), sus respectivos reglamentos de<br />

preservación ambiental y del equilibrio ecológico<br />

establecen un sistema ambiental de áreas<br />

protegidas con propósitos tales como: a) preservar<br />

el ambiente natural en las áreas pobladas y<br />

en su entorno y mantener su equilibrio ecológico,<br />

lográndose establecer áreas de esparcimiento<br />

a fin de crear conciencia ecológica y,<br />

b) proteger la diversidad genética contenida en<br />

las variedades de especies, así como de los recursos<br />

de la fauna y flora silvestre, acuática y doméstica.<br />

Estas áreas naturales protegidas pueden<br />

adoptar las siguientes modalidades: parques<br />

urbanos, zonas sujetas a conservación ecológica<br />

y parques naturales municipales.<br />

En el municipio de Villa de Álvarez (Congreso<br />

del Estado 2012), además se consideran los<br />

siguientes criterios para la protección y aprovechamiento<br />

de la flora y fauna silvestre y<br />

urbana:<br />

• La preservación del hábitat natural de la<br />

flora y fauna del municipio, así como la vigilancia<br />

de sus zonas de repro ducción.<br />

• La preservación de los procesos evolutivos<br />

de las especies y sus recursos genéticos, destinando<br />

áreas representativas de los sistemas<br />

ecológicos del municipio a la protección e<br />

investigación.<br />

• La protección y desarrollo de las especies<br />

endémicas, amenazadas o en peligro de<br />

extinción, a fin de recuperar su estabilidad<br />

poblacional.<br />

• El combate al tráfico ilegal de especies regionales<br />

y el control de la introducción de especies<br />

exóticas.<br />

• El fortalecimiento de las estaciones biológicas<br />

de rehabilitación y repoblamiento de<br />

especies de fauna silvestre.<br />

• La concertación con la comunidad para propiciar<br />

su participación en la conservación de<br />

las especies.<br />

• El repoblamiento de las especies de la flora<br />

del municipio.<br />

En el municipio de Minatitlán existe un Reglamento<br />

General del Parque Acuático El Salto<br />

(Congreso del Estado 2003c), el que establece en<br />

su artículo 1°: “El parque acuático El Salto,<br />

situado en las inmediaciones del municipio de<br />

Minatitlán, Colima, representa un atractivo más<br />

del municipio en su ámbito turístico; su creación<br />

y adaptaciones proyectan y representan la naturaleza<br />

del mismo, la preservación y conservación<br />

de la flora y fauna con las más estrictas reglas de<br />

mantenimiento, en coordinación con las autoridades<br />

estatales y federales en competencia con la<br />

materia”. Asimismo, establece en otro de sus<br />

artículos que, toda persona que no labore en las<br />

instalaciones del parque acuático tendrá la calidad<br />

de turista y tendrá la obligación de respetar<br />

las reglas preestablecidas para dicho parque,<br />

mismas que serán plasmadas en lugar visible al<br />

público en general. Tales reglas incluyen guardar<br />

el orden, preservar el ambiente natural, no lesionar<br />

o matar la fauna, no dañar la flora, depositar<br />

la basura en los lugares y áreas destinadas para<br />

ese fin, hacer buen uso de las instalaciones y<br />

algunas otras que la administración crea conveniente<br />

establecer como normas, con el fin de preservar<br />

el entorno ecológico del municipio.<br />

Protección jurídica de la biodiversidad 695


El Reglamento de Ecología del municipio de<br />

Manzanillo (Congreso del Estado 2003b), contiene<br />

un capítulo relativo a áreas y espacios verdes<br />

y áreas de valor ambiental, en el que se<br />

establecen los tipos de áreas y espacios verdes<br />

municipales: a) áreas rústicas, b) áreas de prevención<br />

ecológica, c) áreas de conservación ecológica,<br />

d) áreas de protección de cauces y cuerpos<br />

de agua, e) playas y riberas de ríos y arroyos que<br />

hayan sido desincorporados de la Federación,<br />

f) zonas de recarga de mantos acuíferos en áreas<br />

de influencia urbana, g) parques urbanos, de<br />

barrio y jardines vecinales, h) plazas cívicas con<br />

jardines o arboladas y, i) espacios libres en vía<br />

pública. Las áreas de valor ambiental son los parques<br />

ecológicos municipales, en los que predominan<br />

especies de flora arbórea y arbustiva,<br />

albergando también otras especies de vida silvestre,<br />

asociadas y representativas de la biodiversidad<br />

regional, así como especies introducidas<br />

que contribuyen a mejorar el valor ambiental,<br />

estético, científico, educativo, recreativo, histórico<br />

o turístico.<br />

En el municipio de Ixtlahuacán, el Reglamento<br />

de Ecología y Medio Ambiente (Congreso del<br />

Estado 2010), establece un sistema ambiental de<br />

áreas protegidas con básicamente los mismos<br />

propósitos que los municipios de Cuauhtémoc,<br />

Coquimatlán y Villa de Álvarez. Las áreas naturales<br />

protegidas reconocidas en Ixtlahuacán son:<br />

parques urbanos, zonas sujetas a conservación<br />

ecológica y parques naturales municipales.<br />

Dicho reglamento posee también un capítulo<br />

relativo a la flora y fauna silvestres y urbanas, en<br />

el que se establece que es deber de todos los habitantes<br />

del municipio, y de las personas que se<br />

encuentren de manera transitoria en él, conservar<br />

la vida silvestre, quedando prohibido cualquier<br />

acto que implique su destrucción, daño o<br />

perturbación. El aprovechamiento de los recursos<br />

naturales en áreas que sean hábitats de especies<br />

de flora o fauna silvestre, especialmente las<br />

que sean propias del municipio, deberá hacerse<br />

de manera que no se alteren las condiciones<br />

necesarias para la subsistencia, desarrollo y evolución<br />

de dichas especies. Asimismo, la dependencia<br />

ambiental municipal promoverá la<br />

creación, el seguimiento y vigilancia de criaderos<br />

y viveros de flora y fauna silvestres, en coordinación<br />

con otras dependencias concurrentes<br />

en materia ecológica.<br />

Conclusiones<br />

Sin lugar a dudas es necesario diseñar una estrategia<br />

legislativa para la protección de la biodiversidad<br />

de Colima, a partir de la identificación de<br />

los instrumentos de política ambiental existentes<br />

en los tres niveles de gobiernos y mediante la<br />

homologación de algunos instrumentos con los<br />

que se puedan ejercer facultades concurrentes.<br />

Podemos concluir que en los ámbitos estatal y<br />

municipal el instrumento que se utiliza para la<br />

protección de la biodiversidad, en el respectivo<br />

ámbito de gobierno, lo constituyen las áreas naturales<br />

protegidas. No obstante que Colima tiene el<br />

poet (semarnat 2012), éste, en nuestra opinión,<br />

aún no ha sido utilizado como un instrumento<br />

eficaz de protección de la biodiversidad.<br />

Una estrategia para conservar la biodiversidad<br />

del estado debe necesariamente partir del diagnóstico,<br />

base del estado actual de los recursos<br />

naturales. Ya contando con tal diagnóstico se<br />

requiere que un equipo multidisciplinario bus-<br />

696 MARCO JURÍDICO VIGENTE


que la unificación de criterios respecto a los<br />

mecanismos que actualmente son utilizados<br />

para proteger la biodiversidad. La presente contribución<br />

establece los siguientes aspectos como<br />

prioritarios:<br />

• Establecimiento de un sistema de anp estatal<br />

e identificar la biodiversidad no protegida.<br />

• Identificar las especies emblemáticas del<br />

estado que se protegen a través de las normas<br />

jurídicas emergentes de leyes (semarnat<br />

2010).<br />

• Instrumentar y dar formalidad jurídica a las<br />

recomendaciones, criterios e implicaciones<br />

contenidas en los poet (semarnat 2012),<br />

relacionados con la conservación de la biodiversidad.<br />

• Promulgar la rigurosa implementación del<br />

procedimiento de evaluaciones de impacto<br />

ambiental (eia) para proteger la biodiversidad,<br />

así como dar seguimiento a las medidas<br />

de mitigación y compensación de impactos<br />

ambientales.<br />

• Depurar la utilización del pago de servicios<br />

ambientales.<br />

Referencias<br />

Bezaury-Creel J.E., J.F. Torres, L.M. Ochoa-Ochoa,<br />

et al. 2009a. Base de datos geográfica de áreas naturales<br />

protegidas estatales, del Distrito Federal y<br />

municipales de México - Versión 2.0. The Nature<br />

Conservancy/<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />

y Uso de la Biodiversidad (conabio)/<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional de Áreas Naturales Protegidas<br />

(conanp). México.<br />

——— . 2009b. Base de datos geográfica de áreas naturales<br />

protegidas municipales de México - Versión<br />

2.0. The Nature Conservancy (tnc)/conabio/conanp.<br />

México.<br />

conanp. <strong>Comisión</strong> Nacional de Áreas Naturales Protegidas.<br />

2015. Áreas protegidas decretadas. En:<br />

, última<br />

consulta: 3 de julio de 2015.<br />

Congreso del Estado. 1985. Código Penal del Estado<br />

de Colima. Publicado el 27 de julio de 1985 en<br />

el Periódico Oficial El Estado de Colima. Última<br />

reforma publicada el 27 de junio de 2014. Texto<br />

vigente. En: , última consulta: 27 de julio<br />

de 2015.<br />

——— . 2006. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />

del Estado de Colima. Publicada el 31 de<br />

marzo de 2006 en el Periódico Oficial El Estado de<br />

Colima. Texto vigente.<br />

——— . 2006. Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable<br />

del Estado de Colima. Publicada el 2 de septiembre<br />

de 2006 en el Periódico Oficial El Estado<br />

de Colima. Texto vigente.<br />

——— . 2011. Ley para la Protección a los Animales<br />

del Estado de Colima. Publicada el 31 de agosto de<br />

2011 en el Periódico Oficial del Estado de Colima.<br />

Texto vigente.<br />

——— . 2012. Reglamento Municipal de Ecología y<br />

Protección Ambiental para el Municipio de Villa de<br />

Álvarez, Colima. Publicado el 26 de mayo de 2012<br />

en el Periódico Oficial El Estado de Colima. Texto<br />

vigente. En: , última consulta:<br />

27 de julio de 2015.<br />

——— . 2002. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />

del Estado de Colima. Publicada el 15 de<br />

junio de 2002 en el Periódico Oficial El Estado de<br />

Colima. Texto vigente.<br />

——— . 2009. Reglamento Municipal de Ecología y<br />

Protección Ambiental para el Municipio de Cuau-<br />

Protección jurídica de la biodiversidad 697


htémoc, Colima. Publicado el 10 de octubre de<br />

2009 en el Periódico Oficial El Estado de Colima.<br />

Texto vigente.<br />

——— . 2014. Código Penal del Estado de Colima. Publicado<br />

el 27 de julio de 2014 en el Periódico Oficial<br />

El Estado de Colima. Texto vigente.<br />

——— . 2010. Reglamento Municipal de Ecología y<br />

Protección Ambiental para el Municipio de Ixtlahuacán<br />

de los Membrillos, Jalisco. Publicado el<br />

16 de agosto de 2010 en el Periódico Oficial El Estado<br />

de Colima. Texto vigente.<br />

Flores-Villela, O. y P. Gerez. 1994. Biodiversidad y<br />

conservación en México: vertebrados, vegetación y<br />

uso del suelo. conabio/Universidad Nacional Autónoma<br />

de México (unam). México.<br />

Gobierno Congreso del Estado. 1997. Reglamento<br />

Interno de la <strong>Comisión</strong> Municipal de Ecología.<br />

Publicado el 6 de noviembre de 2006 en el Periódico<br />

Oficial El Estado de Colima. Texto vigente.<br />

En: , última consulta: 27 de julio<br />

de 2015.<br />

——— . 2002. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />

del Estado de Colima. Publicada el 15 de junio<br />

de 2002 en el Periódico Oficial El Estado de Colima.<br />

Última reforma publicada el 31 de marzo del 2006.<br />

Texto vigente. En: ,<br />

última consulta: 27 de julio de 2015.<br />

——— . 2003a. Reglamento Ambiental para el Desarrollo<br />

Sustentable del Municipio de Colima. Publicado<br />

el 18 de octubre de 2003 en el Periódico<br />

Oficial El Estado de Colima. Última reforma publicada<br />

el 29 de diciembre de 2010. Texto vigente.<br />

En: ,<br />

última consulta: 27 de julio de<br />

2015.<br />

——— . 2003b. El Reglamento de Ecología del municipio<br />

de Manzanillo. Publicado el 11 de enero de<br />

2003 en el Periódico Oficial El Estado de Colima.<br />

Texto vigente. En: ,<br />

última<br />

consulta: 27 de julio de 2015.<br />

——— . 2003c. Reglamento General del Parque Acuático<br />

El Salto de Minatitlán, Colima. Publicado el 15<br />

de marzo de 2003 en el Periódico Oficial El Estado<br />

de Colima. Texto vigente En: , última consulta: 27<br />

de julio de 2015.<br />

——— . 2005. Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable<br />

del Estado de Colima. Publicada el 19 de<br />

abril de 2005 en el Periódico Oficial El Estado de<br />

Colima. Texto vigente. En: , última consulta:<br />

27 de julio de 2015.<br />

——— . 2009. Reglamento Municipal de Ecología y<br />

Protección Ambiental para el Municipio de Cuauhtémoc,<br />

Colima. Publicado el 10 de octubre de 2009<br />

en el Periódico Oficial El Estado de Colima. Texto<br />

vigente. En: , última consulta: 27 de julio de 2015.<br />

——— . 2010. Reglamento Municipal de Ecología y<br />

Protección Ambiental para el Municipio de Ixtlahuacán<br />

de los Membrillos, Jalisco. Publicado el<br />

16 de agosto de 2010 en el Periódico Oficial El Estado<br />

de Colima. Texto vigente. En: ,<br />

última consulta: 27 de julio de 2015.<br />

698 MARCO JURÍDICO VIGENTE


——— . 2011. Ley para la Protección a los Animales<br />

del Estado de Colima. Publicado el 31 de agosto de<br />

2011 en el Periódico Oficial El Estado de Colima.<br />

Última reforma publicada el 15 de marzo de 2014.<br />

Texto vigente. En: , última consulta: 27 de<br />

julio de 2015.<br />

Gutiérrez-Nájera, R. 2007. Introducción al estudio del<br />

derecho ambiental. Porrúa. México.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />

Informática. 2008. Ley del Sistema Nacional de Información<br />

Estadística y Geográfica. 2a ed. Aguascalientes.<br />

Aguascalientes. México.<br />

Periódico Oficial El Estado de Colima. 2012. Reglamento<br />

Municipal de Ecología y Protección Ambiental<br />

para el Municipio de Villa de Álvarez,<br />

Colima. Publicado el 26 de mayo de 2012. Texto<br />

vigente.<br />

——— . 2002. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />

del Estado de Colima. Publicada el 15 de<br />

junio de 2002.<br />

——— . 2006. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />

del Estado de Colima. Publicada el 31 de<br />

marzo de 2006.<br />

——— . 2006. Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable<br />

del Estado de Colima. Publicada el 2 de septiembre<br />

de 2006.<br />

——— . 2009. Reglamento Municipal de Ecología y<br />

Protección Ambiental para el Municipio de Cuauhtémoc,<br />

Colima. Publicado el 10 de octubre de 2009.<br />

——— . 2010. Reglamento Municipal de Ecología y<br />

Protección Ambiental para el Municipio de Ixtlahuacán<br />

de los Membrillos, Jalisco. Publicado el<br />

el 16 de agosto de 2010.<br />

——— . 2011. Ley para la Protección a los Animales<br />

del Estado de Colima. Publicado en el suplemento<br />

del 31 de agosto de 2011.<br />

——— . 2014. Código Penal del Estado de Colima. Publicada<br />

el sábado 27 de julio de 2014.<br />

sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />

1983. Decreto que aprueba el Programa de Ordenamiento<br />

Ecológico y Territorial del Estado de Colima.<br />

——— . 1988. Ley General del Equilibrio Ecológico y<br />

la Protección al Ambiente. Publicada el 28 de enero<br />

de 1988 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Última reforma publicada el 9 de enero de 2015.<br />

segob. Secretaría de Gobernación. 2007. Programa<br />

Sectorial de Gobernación. Publicado el 28 de julio<br />

de 2008 en el Diario Oficial de la Federación. Texto<br />

vigente.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 1994. nom-061-semarnat-1994, Publicada<br />

el 9 de marzo de 1994 en el Diario Oficial de la<br />

Federación. Texto vigente. En: , última consulta: 27 de julio de 2015.<br />

——— . 2000. Ley General de Vida Silvestre. Publicada<br />

el 3 de julio de 2000 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Última reforma publicada el 26 de enero<br />

de 2015.<br />

——— . 2010. nom-059-semarnat-2010. Publicada<br />

el 30 de diciembre de 2010 en el Diario Oficial de<br />

la Federación. Texto vigente.<br />

——— . 2012. Resumen Ejecutivo del Programa de<br />

Ordenamiento Territorial del Estado de Colima.<br />

En: , última consulta: 2 de julio de 2015.<br />

——— . 2012. Decreto que aprueba el Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />

de Colima. Tomo 97, Colima. Publicado el 11 de<br />

agosto de 2012 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Texto vigente.<br />

——— . 2012. Decreto que aprueba el Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />

de Colima. Publicado el 11 de agosto de 2012<br />

Protección jurídica de la biodiversidad 699


en el Periódico Oficial El Estado de Colima. Texto<br />

vigente. En:


S10<br />

GESTIÓN AMBIENTAL


Isla Socorro. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.


Resumen<br />

ejecutivo<br />

Oscar Báez-Montes<br />

La gestión ambiental de la biodiversidad tiene varias aristas o enfoques,<br />

donde la participación de la sociedad es lo más relevante. En este contexto<br />

se presenta información sobre los procesos de evaluación voluntaria<br />

sobre la gestión ambiental, denominados auditorías ambientales.<br />

Éstas tienen como objetivo evaluar el grado de cumplimiento en aspectos<br />

normados sobre acciones que pudieran provocar alteraciones al medio<br />

ambiente. Estas evaluaciones se enfocan en cinco esferas: residuos, agua,<br />

aire, infraestructura urbana y recursos naturales. Derivado de los resultados<br />

presentados resulta necesario que la mayoría de los municipios<br />

incluyan la esfera de los recursos naturales, donde se incluye el manejo de<br />

especies, diversidad, aprovechamiento y áreas naturales protegidas, entre<br />

otros. Este proceso puede pensarse como un manejo adaptativo de la gestión<br />

que conduzca al cumplimiento de los objetivos ambientales.<br />

La formulación e implementación de políticas públicas para la conservación<br />

y uso de la biodiversidad son enmarcadas desde el nivel federal, éstas<br />

son relevantes ya que generan un parteaguas para su abordaje a una<br />

escala más fina de atención (estatal y municipal). En Colima, dentro del<br />

Plan Estatal de Desarrollo se ha reconocido un creciente interés y voluntad<br />

política para incluir temas que benefician a los recursos biológicos;<br />

sin embargo, a nivel municipal este abordaje es aún incipiente, por lo que<br />

los planteamientos nacionales se ven limitados en su instrumentación a<br />

nivel local. Un aspecto fundamental para el cumplimiento de metas es la<br />

coordinación entre los distintos órdenes de gobierno, particularmente en<br />

Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Gestión ambiental. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />

conabio. México, pp. 703-704.<br />

703


la ejecución de acciones y programas, así como<br />

contar con una estructura institucional encargada<br />

del cumplimiento de objetivos de protección<br />

y conservación.<br />

En el municipio de Colima los esfuerzos de dos<br />

décadas se han centrado en contar con el sustento<br />

normativo en la materia, en acciones de<br />

mantenimiento del arbolado urbano, limpieza<br />

de cauces y declaración de áreas protegidas. Para<br />

lograr los objetivos se ha planteado una coordinación<br />

con diversos actores gubernamentales,<br />

académicos y de la sociedad civil. Su actuación<br />

puede tener mayor alcance si se define como<br />

ámbito de acción no sólo las áreas urbanas.<br />

El seguimiento en la implementación del modelo<br />

de ordenamiento ecológico en la entidad ha<br />

correspondido a la Dirección de Ecología estatal,<br />

cuya injerencia aporta elementos para la toma de<br />

decisiones sobre proyectos y su compatibilidad<br />

con las aptitudes del territorio. De ese modelo se<br />

deriva un programa regional de ordenamiento<br />

ecológico y territorial de la subcuenca laguna de<br />

Cuyutlán, que considera parte de los municipios<br />

de Manzanillo y Armería, los cuales se documentan<br />

en este apartado.<br />

La participación de la sociedad civil ha tenido<br />

intervenciones intermitentes y constantes desde<br />

las pasadas tres décadas, su papel ha sido fungir<br />

como una contraloría social ante los efectos que<br />

pudieran derivarse de proyectos sobre especies y<br />

ecosistemas, además, la sociedad se constituye<br />

como puente de enlace entre distintos actores<br />

(gubernamentales, ciudadanía, academia).<br />

Algunos de los esfuerzos más sobresalientes se<br />

han centrado en la protección de ecosistemas<br />

frágiles como los manglares, o de relevancia<br />

regional como la laguna de Cuyutlán o la de<br />

Juluapan.<br />

En el ámbito institucional académico la Universidad<br />

de Colima (ucol), desde su creación ha<br />

impulsado iniciativas en el quehacer de la educación,<br />

investigación, vinculación y extensión universitaria.<br />

Algunas de las acciones fomentadas<br />

son el establecimiento de centros de educación<br />

ambiental no formal; generar capacidades a través<br />

de educación ambiental no formal, pero también<br />

formal; participar activamente en la<br />

generación de conocimiento mediante investigación;<br />

ofertar esquemas de participación de la<br />

comunidad universitaria en temas y problemáticas,<br />

así como mediante la comunicación y difusión<br />

de temas de la esfera ambiental. Estas<br />

acciones son impulsadas a través de un Centro<br />

Universitario de Gestión Ambiental. El compromiso<br />

de la ucol se encuentra plasmado en sus<br />

políticas institucionales, donde se enuncia el<br />

compromiso en el aspecto ambiental, lo que<br />

también se vincula con la participación de sus<br />

académicos en diversos consejos técnicos<br />

ambientales, donde se toman decisiones de aprovechamiento<br />

de la diversidad biológica.<br />

Este apartado representa una síntesis del quehacer<br />

social ante los retos que enfrenta la conservación<br />

biológica y su uso sustentable, y se documentan<br />

diversas experiencias que pueden coadyuvar en<br />

un futuro a un abordaje integral para el cumplimiento<br />

de las metas de conservación.<br />

704 GESTIÓN AMBIENTAL


Auditoría ambiental<br />

como instrumento<br />

de gestión para<br />

la conservación<br />

de la biodiversidad<br />

Norma Lorena-Flores<br />

Introducción<br />

Los principales factores antropogénicos que ponen en peligro la biodiversidad<br />

en Colima se relacionan con los sectores productivos agrícola,<br />

ganadero, industrial y turístico. Por otra parte, el inevitable proceso de<br />

urbanización o expansión de la mancha urbana también tiene consecuencias<br />

en la calidad del medio ambiente, en donde los procesos de<br />

degradación ambiental amenazan la viabilidad del desarrollo a largo<br />

plazo, el bienestar y la calidad de vida de la población, así como la supervivencia<br />

de innumerables especies y ecosistemas.<br />

En este sentido, el sistema de gobierno de México tiene al municipio<br />

como base de su división territorial y de su organización política y administrativa,<br />

estableciendo un sistema de concurrencia entre los tres órdenes<br />

de gobierno (municipio, estado y federación) y asignando objetivos<br />

particulares a cada una de estas esferas. Es así que el municipio no solamente<br />

tiene la obligación de cumplir con el marco normativo vigente,<br />

sino que adquiere el compromiso de ser un órgano rector para enfrentar<br />

las consecuencias ambientales producto de las actividades llevadas a cabo<br />

a escala local.<br />

El marco jurídico que regula el desarrollo urbano municipal de Colima<br />

se compone de distintos ordenamientos legales, además de contar con el<br />

plan o programa de desarrollo urbano municipal y el plan director de<br />

centros de población y reglamentos municipales, como instrumentos<br />

para promover el desarrollo. Estos ordenamientos presentan un marco<br />

de referencia de la situación geográfica del municipio, incluyendo su<br />

Lorena-Flores, N. 2016. Auditoría ambiental como instrumento de gestión para la conservación de la biodiversidad.<br />

En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 705-709.<br />

705


división política y la identificación de sus recursos<br />

naturales y están orientados hacia el control<br />

del crecimiento de los centros de población y el<br />

mantenimiento del equilibrio ecológico; sin<br />

embargo, no se cuenta con leyes, reglamentos y<br />

normatividades exclusivas para regular los<br />

aspectos ambientales dentro de esta esfera de<br />

competencia, por lo tanto se carece de un proceso<br />

o sistema de gestión ambiental a nivel<br />

municipal, bajo un esquema o modelo que permita<br />

la continuidad en las acciones y programas<br />

de mejoramiento ambiental.<br />

Aun con estas carencias jurídicas, los municipios<br />

cuentan con autoridades legalmente constituidas,<br />

responsables de un territorio dentro del<br />

cual se desarrolla una problemática ambiental<br />

que irremediablemente incide en el bienestar y la<br />

calidad de vida de la población, así como en la<br />

supervivencia de muchas especies. Los siguientes<br />

son los servicios municipales sobre los cuales<br />

las autoridades tienen la responsabilidad de<br />

tomar decisiones para atender problemas diversos,<br />

siempre con base en los ordenamientos legales:<br />

manejo de residuos, abasto de agua,<br />

tratamiento y destino de aguas residuales, usos<br />

del suelo, crecimiento de la población urbana,<br />

ampliación de la frontera urbana, así como problemas<br />

y decisiones compartidas con otros<br />

municipios.<br />

Programa Nacional de Auditoría<br />

Ambiental<br />

Con la finalidad de fortalecer el desempeño y la<br />

gestión ambiental de los 10 municipios que conforman<br />

la entidad, éstos fueron integrados al<br />

Programa Nacional de Auditoría Ambiental<br />

FIGURA 1. Termoeléctrica en Manzanillo. Foto: Patricia<br />

Ramírez Bastida/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

(pnaa) coordinado por la Procuraduría Federal<br />

de Protección al Ambiente (profepa), mismo<br />

que es voluntario y concertado con la autoridad<br />

federal. Este programa promueve el mejoramiento<br />

continuo del desempeño ambiental de<br />

los municipios, introduciéndose la auditoría<br />

como una herramienta que consiste en una revisión<br />

sistemática y exhaustiva para identificar,<br />

evaluar y controlar los procesos y prácticas que<br />

pudieran estar operando bajo condiciones de<br />

riesgo o provocando contaminación en el<br />

ambiente. Su finalidad es comprobar el grado de<br />

cumplimiento de los aspectos, tanto de los normados<br />

como los no normados, en materia<br />

ambiental (2007). Los procesos municipales a<br />

evaluar en forma integral son:<br />

706 GESTIÓN AMBIENTAL


1. Manejo integral de residuos; que contempla<br />

la recolección, reciclaje, tratamiento y disposición<br />

de los mismos, incluyendo los residuos<br />

peligrosos de competencia federal.<br />

2. Manejo integral de agua, que trata sobre la<br />

explotación, potabilización, suministro, tratamiento<br />

y sistema de drenaje y alcantarillado.<br />

3. Administración de la calidad del aire; que<br />

considera los sistemas de monitoreo atmosférico,<br />

verificación vehicular, programas de<br />

vialidad, etcétera.<br />

4. Recursos naturales; incluyendo el manejo de<br />

especies, diversidad, explotación, lo concerniente<br />

a áreas naturales protegidas, zoológicos,<br />

etcétera.<br />

5. Infraestructura urbana; que se refiere al<br />

alumbrado público, mercados, panteones,<br />

rastros, parques, jardines y su equipamiento,<br />

centrales de abasto, pavimentación de calles<br />

y mantenimiento de caminos.<br />

Las evaluaciones se realizan sobre una base<br />

geográfica definida, establecida por el municipio<br />

(todo el municipio, la cabecera municipal,<br />

una ciudad o población o un grupo de poblaciones),<br />

así como también sobre ciertos procesos<br />

que ocurren a escala municipal. Estas<br />

evaluaciones se llevan a cabo dependiendo de<br />

los recursos y presupuestos asignados a los<br />

municipios. El cuadro 1 muestra una lista de<br />

CUADRO 1. Programa Nacional de Auditoría Ambiental. Procesos abordados por cada municipio de Colima.<br />

Fuente: elaboración propia con información de PROFEPA 2007.<br />

Municipios<br />

Procesos<br />

Armería<br />

Colima<br />

Comala<br />

Coquimatlán<br />

Cuauhtémoc<br />

Ixtlahuacán<br />

Manzanillo<br />

Minatitlán<br />

Tecomán<br />

Villa de Álvarez<br />

Manejo integral del agua<br />

Infraestructura urbana<br />

Infraestructura urbana<br />

Manejo integral de agua<br />

Manejo integral de residuos peligrosos<br />

Recursos naturales<br />

Infraestructura urbana (rastros, parques, jardines y alumbrado público)<br />

Manejo integral del agua<br />

Manejo integral del agua<br />

Infraestructura urbana (parques, jardines y alumbrado público)<br />

Manejo integral de residuos<br />

Manejo integral de agua<br />

Manejo integral de residuos<br />

Infraestructura urbana<br />

Recursos naturales<br />

Infraestructura urbana (parques, jardines, alumbrado público, mercados y talleres<br />

de mantenimiento)<br />

Manejo integral de residuos<br />

Auditoría ambiental como instrumento de gestión para la conservación de la biodiversidad<br />

707


los municipios y procesos que se integraron al<br />

programa.<br />

Los alcances de la auditoría ambiental municipal<br />

se centran en las siguientes evaluaciones:<br />

• Identificación de los residuos que se generan,<br />

determinando su peligrosidad, cantidad total<br />

y per cápita, composición, tiraderos, características<br />

del servicio y áreas de oportunidad.<br />

• Caracterización de aguas residuales, de<br />

ingreso y descarga, tratamiento, pérdidas y<br />

sistema de distribución.<br />

• Ordenamiento territorial y recursos naturales,<br />

antecedentes de planes de desarrollo<br />

urbano, grados de deterioro actual de los<br />

recursos y alternativas de conservación.<br />

• Contaminación y calidad del aire, evaluación<br />

de fuentes móviles y fijas.<br />

• Zonas de riesgo, áreas de susceptibilidad a la<br />

ocurrencia de fenómenos de desastres naturales.<br />

• Gestión ambiental municipal.<br />

Como se puede observar en el cuadro 1, desafortunadamente<br />

no ha sido posible que los 10<br />

municipios lleven a cabo todos los procesos<br />

municipales que evalúa la auditoría ambiental, y<br />

la mayoría de ellos no integró el proceso que<br />

abarca a los recursos naturales. De esta manera,<br />

la certificación de calidad ambiental municipal<br />

sólo evaluó el desempeño y la gestión ambiental<br />

de algunos de los procesos municipales, sumándose<br />

a la revisión general de los planes o programas<br />

municipales de desarrollo urbano. Ello<br />

provoca que no se obtengan todos los beneficios<br />

que ofrece la auditoría ambiental, sobre todo en<br />

cuanto al cumplimiento de la legislación ambiental<br />

vigente. Así, es muy difícil construir un sistema<br />

de gestión ambiental, definido como un<br />

“proceso cíclico de planificación, implantación,<br />

revisión y mejora de los procedimientos y acciones<br />

que lleva a cabo una organización para realizar<br />

su actividad, garantizando el cumplimiento<br />

de sus objetivos ambientales” (Rodríguez Becerra<br />

y Espinoza 2002).<br />

Las auditorías se llevan a cabo en tres etapas;<br />

planeación, ejecución y postauditoría (semarnat<br />

2007). Los 10 municipios de Colima se<br />

encuentran dentro de la etapa denominada postauditoría,<br />

a partir de la cual se firma el plan de<br />

acción y convenio, dando seguimiento puntual a<br />

todos y cada uno de los compromisos contraídos,<br />

aunque no se hayan concluido. El 26 de julio<br />

de 2007 se hizo la entrega oficial del Certificado<br />

de Cumplimiento Ambiental, únicamente al<br />

municipio de Colima, hecho que le permitirá a<br />

ese municipio utilizar esa marca registrada para<br />

el proceso de infraestructura urbana.<br />

Los problemas que se detectaron en esa auditoría<br />

ambiental del municipio de Colima fueron en<br />

materia de residuos peligrosos, riesgo ambiental<br />

y otros. La auditoría concluyó: “… las actividades<br />

que realiza el municipio en materia ambiental,<br />

así como los recursos materiales y capacitación<br />

con que cuenta, no son suficientes para mantener<br />

la operación de las instalaciones en condiciones<br />

consideradas favorables hacia el medio<br />

ambiente, la población y sus bienes. En materia<br />

de capacitación y atención a emergencias, la<br />

organización o dirección relacionada con obras<br />

públicas (vialidades, parques y jardines, mercados,<br />

panteón y alumbrado) no cuenta con personal<br />

e instrumentos de apoyo en estas áreas y los<br />

recursos materiales tampoco son suficientes”<br />

708 GESTIÓN AMBIENTAL


(profepa 2007). Estos resultados son útiles y<br />

deben ser considerados dentro de los programas<br />

de presupuestos en la entidad. Situaciones similares<br />

suceden con el resto de los municipios.<br />

Conclusiones<br />

Los beneficios que brindan las auditorías<br />

ambientales de los municipios no se refieren<br />

exclusivamente al cumplimiento ambiental, toda<br />

vez que también identifican y ordenan el crecimiento<br />

urbano, promueven la inversión de la<br />

gran industria, mejoran la percepción de la ciudadanía<br />

hacia las autoridades, proporcionan una<br />

mejor imagen pública, trascienden las administraciones<br />

con visión de mediano y largo plazo,<br />

abren la posibilidad de acceso a financiamientos<br />

nacionales o internacionales y, sobre todo, la<br />

autoridad pone el ejemplo para que junto con la<br />

sociedad se genere una nueva cultura ambiental.<br />

Las auditorías ambientales son procesos útiles y<br />

necesarios que deben ser utilizados como una<br />

herramienta de conservación de la biodiversidad<br />

en los diferentes municipios de Colima.<br />

Referencias<br />

Rodríguez-Becerra, M. y G. Espinoza. 2002. Gestión<br />

ambiental en América Latina y el Caribe. <strong>Banco</strong><br />

Interamericano de Desarrollo, Departamento de<br />

Desarrollo Sostenible, División de Medio Ambiente.<br />

Washington, D.C., Estados Unidos de América.<br />

profepa. Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.<br />

2007. Certificado de Cumplimiento Ambiental<br />

al municipio de Colima.<br />

Auditoría ambiental como instrumento de gestión para la conservación de la biodiversidad<br />

709


Identificación de<br />

estrategias, programas<br />

y acciones prioritarias<br />

para la conservación<br />

de la biodiversidad en<br />

el sector público<br />

Angélica Patricia Ruiz-Montero<br />

María Zorrilla-Ramos<br />

Introducción<br />

Para documentar la identificación e implementación de las estrategias y<br />

acciones prioritarias para la conservación de la biodiversidad, por parte<br />

del sector público, se deben abordar dos aspectos centrales: a) las políticas<br />

públicas de todos los sectores que se desarrollan en el estado, incluyendo<br />

programas y acciones federales, estatales y municipales, que armonizadas<br />

puedan llevar al manejo y conservación de la biodiversidad y b) las actividades<br />

del sector académico. El análisis que a continuación se presenta tiene<br />

tres elementos. El primero es la documentación de los instrumentos de planeación,<br />

a nivel federal, estatal y municipal, vinculados directamente con la<br />

conservación de los recursos naturales. El segundo es la descripción general<br />

de las políticas públicas, tanto federales como estatales, de los diferentes<br />

sectores que tengan relación con el manejo y conservación de la biodiversidad.<br />

Un tercer elemento por analizar, busca identificar cuáles políticas<br />

públicas específicas pueden ser instrumentadas para fortalecer la gestión de<br />

la biodiversidad.<br />

Biodiversidad y planeación<br />

La conservación de la biodiversidad es considerada como una prioridad,<br />

tanto en la planeación federal como en la estatal, dentro de los dos instrumentos<br />

más importantes para el establecimiento de las políticas de desarrollo<br />

se cuentan: el Plan Nacional de Desarrollo (pnd) 2013-2018 (Gobierno de<br />

la República 2013), y los planes estatales de desarrollo del estado para los<br />

710<br />

Ruiz-Montero, A.P. y M. Zorrilla-Ramos. 2016. Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para<br />

la conservación de la biodiversidad en el sector público. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />

México, pp. 710-716.


FIGURA 1. Estero<br />

El Chupadero, Tecomán,<br />

Colima. Foto: Patricia<br />

Ramírez Bastida/<strong>Banco</strong><br />

de imágenes CONABIO.<br />

periodos 2004-2009 (Gobierno de Colima 2004) y<br />

2009-2015 (Gobierno de Colima 2009). De estos<br />

documentos se retoman aquellos apartados en<br />

donde hay mención directa de la biodiversidad;<br />

además, se suman los objetivos de los planes<br />

municipales de desarrollo.<br />

Plan Nacional de Desarrollo (PND)<br />

2013-2016<br />

Estrategia 4.2. Implementar un manejo sustentable<br />

del agua, haciendo posible que todos los<br />

mexicanos tengan acceso a ese recurso.<br />

Estrategia 4.3. Fortalecer la política nacional de<br />

cambio climático y cuidado al medio ambiente<br />

para transitar hacia una economía competitiva,<br />

sustentable, resiliente y de bajo carbono.<br />

Estrategia 4.4. Proteger el patrimonio natural.<br />

El actual pnd (Gobierno de la República 2013)<br />

tiene como uno de sus objetivos el desarrollo<br />

integral del país, que anota así: “Impulsar y<br />

orientar un crecimiento verde, incluyente y facilitador,<br />

que preserve nuestro patrimonio natural<br />

al mismo tiempo que genere riqueza, competitividad<br />

y empleo” (Gobierno de la República 2013).<br />

Para lograr el cumplimiento de dicho objetivo<br />

en el pnd se enumeran las siguientes estrategias:<br />

Estrategia 4.1. Implementar una política integral<br />

de desarrollo que vincule sustentabilidad ambiental<br />

con costos y beneficios para la sociedad.<br />

Estos enunciados reflejan un reconocimiento<br />

expreso de la importancia en la transversalidad<br />

de las políticas públicas para lograr la sustentabilidad<br />

ambiental, y la voluntad de la Federación<br />

de trabajar con los estados y municipios. La<br />

necesidad de incrementar el conocimiento sobre<br />

la biodiversidad del país, es un aspecto fundamental<br />

para apoyar la toma de decisiones e instrumentar<br />

acciones efectivas en materia de<br />

conservación y desarrollo sustentable. Se identifica<br />

como prioridad la protección de los centros<br />

de origen de la biodiversidad, pugnando para<br />

que su utilización sustentable redunde en beneficios<br />

Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para la conservación de la biodiversidad<br />

711


directos hacia las comunidades poseedoras de<br />

dicha riqueza, la cual no solamente se limita a<br />

los recursos naturales materiales, sino a los<br />

conocimientos tradicionales utilizados en su<br />

aprovechamiento y conservación. Finalmente, se<br />

define la urgencia para rescatar o recuperar las<br />

especies amenazadas o en peligro de extinción y<br />

aquellas con valor cultural o económico (Estrategia<br />

4.4).<br />

Plan Estatal de Desarrollo<br />

del Estado de Colima 2004-2009<br />

El Ejecutivo del estado también consideró al<br />

ambiente como una prioridad y en el Plan Estatal<br />

de Desarrollo planteó la preservación del<br />

ambiente, como uno de los ocho objetivos estratégicos.<br />

Este objetivo estratégico tuvo como meta<br />

principal: “lograr un ordenamiento sustentable<br />

de los ecosistemas y la diversidad biológica, para<br />

evitar la degradación ambiental en la entidad y<br />

salvaguardar los intereses de las generaciones<br />

venideras” (Gobierno de Colima 2004).<br />

Plan Estatal de Desarrollo<br />

del Estado de Colima 2009-2015<br />

En el periodo 2009-2015, el Ejecutivo del Estado<br />

ha marcado una visión de desarrollo muy ambiciosa:<br />

“Seremos el estado con mayor calidad de<br />

vida de la República Mexicana en el año 2015 y<br />

para el 2030 estaremos compitiendo con las regiones<br />

del mundo que tengan los mejores indicadores<br />

al respecto” (Gobierno de Colima 2009). En<br />

este sentido, el Ejecutivo considera a la conservación<br />

y al manejo sustentable de los recursos naturales<br />

como parte indispensable para alcanzar una<br />

mayor calidad de vida. Por primera vez en la historia<br />

de la gestión ambiental de Colima, el Plan<br />

Estatal de Desarrollo dedica un capítulo a aspectos<br />

de medio ambiente: se integran los temas de<br />

desarrollo urbano sustentable, aprovechamiento<br />

sustentable de los recursos naturales, biodiversidad,<br />

agua potable y saneamiento, cultura y cuidado<br />

del agua, regulación, protección y gestión<br />

ambiental, residuos sólidos, ordenamiento ecológico<br />

y territorial y, finalmente, educación y cultura<br />

ambientales (Gobierno de Colima 2009).<br />

Por otra parte, para cumplir con dicho objetivo<br />

se planteó como eje estratégico la sustentabilidad<br />

y el ordenamiento territorial, y se mencionó<br />

como un punto necesario: “revertir las tendencias<br />

de la pérdida del capital natural, mediante la<br />

creación y aplicación de los modelos de desarrollo<br />

regional” (Gobierno de Colima 2004). Dentro<br />

de estas estrategias y líneas de acción se encontraba<br />

también la promoción de la conservación<br />

de la cobertura vegetal, la incorporación de<br />

prácticas de conservación y restauración de suelos<br />

y el incremento de la superficie forestal,<br />

acciones orientadas a la promoción de la conservación<br />

de la biodiversidad del estado.<br />

En la temática de biodiversidad queda manifiesta<br />

la prioridad del Ejecutivo por establecer un<br />

documento rector que incluya las estrategias y<br />

acciones concretas a desarrollar en la materia,<br />

siendo la primera de sus metas la elaboración del<br />

programa estatal sobre la biodiversidad. Asimismo,<br />

se muestra el compromiso para proteger<br />

aquellas zonas identificadas por su calidad<br />

ambiental e importancia como hábitat y refugio<br />

de la vida silvestre, como es el caso del Corredor<br />

Biológico Manantlán-Manzanillo.<br />

Otra consideración importante es la educación<br />

ambiental, la cual tiene como objetivo formar y<br />

712 GESTIÓN AMBIENTAL


consolidar, desde tempana edad, la cultura, la<br />

conciencia y el compromiso para la protección y<br />

cuidado del medio ambiente. Como factor estratégico<br />

del desarrollo integral de todos los educandos<br />

de educación básica destacan los proyectos<br />

ambientales de preescolar “Juega, explora y<br />

aprende”; de primaria “Mi escuela ecológica” y;<br />

“Tu mundo es nuestro mundo” de secundaria.<br />

Estos programas abordan de manera significativa<br />

el aspecto de rescate de áreas verdes y la conservación<br />

de los recursos naturales, como<br />

acciones locales para contrarrestar los posibles<br />

efectos negativos del cambio climático (Gobierno<br />

de Colima 2009).<br />

FIGURA 2. Destacan los proyectos ambientales de<br />

preescolar “Juega, explora y aprende”, de primaria<br />

“Mi escuela ecológica”, y de secundaria “Tu mundo<br />

es nuestro mundo”. Foto: Laura Rojas Paredes/<br />

<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

Análisis de políticas públicas<br />

sectoriales<br />

Para llevar a cabo este análisis, un primer<br />

aspecto a desarrollar fue la exploración de la<br />

relación directa que existe entre ciertas políticas<br />

sectoriales y el uso y aprovechamiento de los<br />

recursos naturales. El cuadro 1 muestra aquellos<br />

sectores que se han identificado como los de<br />

mayor relevancia en el uso y conservación de los<br />

recursos naturales.<br />

Una primera reflexión es que en México todos<br />

los sectores cuentan con instrumentos de políticas<br />

públicas, los cuales combinados y articulados<br />

de manera adecuada pueden potencialmente<br />

alcanzar metas para la sustentabilidad. Sin<br />

embargo, si cada sector actúa aisladamente, el<br />

resultado es la desarticulación de esfuerzos, con<br />

lo cual se acaba afectando negativamente al<br />

territorio, sus recursos y la sociedad.<br />

Las políticas públicas reflejan las formas en las<br />

que un gobierno utiliza todos sus instrumentos,<br />

recursos y personal, para actuar sobre la realidad.<br />

Si bien las políticas cambian con las administraciones<br />

y sus tiempos de gestión, es necesario ubicar<br />

tendencias que vayan más allá de los tiempos<br />

de los gobiernos. Las políticas de sustentabilidad,<br />

enmarcadas en la política ambiental, han ido<br />

ganando espacio en México a partir de los años<br />

ochenta, y más claramente en la década de los<br />

noventa; actualmente, el reto es que todos los sectores<br />

las incluyan en su quehacer.<br />

Nuestra atención se centra en las políticas enfocadas<br />

tanto al manejo como a la conservación y<br />

mejoramiento de la calidad de recursos naturales<br />

y el ambiente. A nivel federal, los planes y<br />

programas están a cargo de la Secretaría del<br />

Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat)<br />

y en lo que respecta a áreas naturales protegidas<br />

de carácter federal, a la <strong>Comisión</strong> Nacional<br />

de Áreas Naturales Protegidas (conanp). En lo<br />

referente a la investigación para la gestión, aprovechamiento<br />

y conservación, se cuenta con la<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso<br />

Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para la conservación de la biodiversidad<br />

713


CUADRO 1. Sectores e instituciones relacionados con el uso y conservación de los recursos naturales. SEMARNAT<br />

(Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales); IMADES (Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo<br />

Sustentable del Estado de Colima); SEDUR (Secretaría de Desarrollo Urbano); CONAFOR (<strong>Comisión</strong> Nacional<br />

Forestal); SAGARPA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación); SEDER<br />

(Secretaría de Desarrollo Rural) y SECTUR (Secretaría de Turismo).<br />

Sector<br />

Biodiversidad y<br />

conservación<br />

Forestal, pesca y suelo<br />

Aprovechamiento<br />

turístico<br />

Principales<br />

características en la región<br />

El estado tiene alto potencial para<br />

la conservación de la biodiversidad,<br />

principalmente en el bosque, la selva baja y<br />

en los humedales.<br />

Estos temas son prioritarios para la<br />

conservación; sin embargo, no han sido<br />

trabajados de manera amplia, desde la<br />

perspectiva de la biodiversidad. Las acciones<br />

de conservación de suelo son imprescindibles<br />

para evitar el aumento de la calidad ecológica<br />

y, por otra parte, hay un gran potencial<br />

para la actividad forestal, tanto maderable<br />

como no maderable. Con respecto a la pesca<br />

se trata de una actividad extractiva con<br />

un importante impacto en los ecosistemas<br />

costeros y marinos.<br />

El Estado tiene identificadas áreas de<br />

oportunidad, tanto para el turismo<br />

alternativo como para el turismo tradicional.<br />

Éste representa una importante alternativa<br />

de desarrollo económico para los habitantes.<br />

Entidades del gobierno federal<br />

y estatal responsables de las<br />

políticas públicas<br />

Federal: semarnat<br />

Estatal: imades<br />

Federal: conafor (forestal y<br />

suelo) y sagarpa (suelo y pesca)<br />

Estatal: Seder<br />

Federal: sectur<br />

Estatal: sectur<br />

Municipal: cada municipio tiene<br />

su área.<br />

de la Biodiversidad (conabio) y el Instituto<br />

Nacional de Ecología (ine). El cuadro 2 enlista<br />

ejemplos de programas nacionales federales para<br />

la protección y conservación de especies.<br />

Conclusiones<br />

A nivel estatal la política ambiental está a cargo<br />

de la Dirección de Ecología, dependiente de la<br />

Secretaría de Desarrollo Urbano. Esta dirección<br />

tiene a su cargo la instrumentación de la política<br />

ambiental a nivel estatal; sin embargo, no tiene<br />

establecidos dentro de su organización esquemas<br />

o programas específicos para la conservación<br />

y uso de la biodiversidad. En lo referente a<br />

políticas para restauración de ecosistemas degradados,<br />

tampoco existen programas específicos,<br />

si bien existen acciones de reforestación o de<br />

sanidad forestal esto no implica programas de<br />

restauración ecológica; lo mismo ocurre en el<br />

caso de suelos degradados.<br />

714 GESTIÓN AMBIENTAL


CUADRO 2. Ejemplos de programas federales y estatales para la protección y conservación de las especies.<br />

Fuente: elaboración propia con información de SEMARNAT, CONANP e INAPESCA.<br />

Programa<br />

Sistema de unidades de<br />

conservación, manejo y<br />

aprovechamiento sustentable de la<br />

vida silvestre<br />

Proyectos de recuperación de<br />

especies en riesgo<br />

Áreas naturales protegidas<br />

Programa Nacional de<br />

Investigación y Conservación de<br />

Mamíferos Marinos<br />

Programa Nacional para la<br />

Protección y Conservación de la<br />

Tortuga Marina<br />

Propósito<br />

Ofrecer alternativas de diversificación<br />

productiva, mediante el uso y<br />

aprovechamiento sustentable de los<br />

recursos de la vida silvestre<br />

Desarrollo de proyectos de rescate de<br />

algunas especies silvestres consideradas<br />

prioritarias<br />

Conservar el patrimonio natural de<br />

México fomentando una cultura de la<br />

conservación y el desarrollo sustentable<br />

Es un sistema para asesorar sobre el<br />

manejo de los mamíferos marinos<br />

y pretende vincular los esfuerzos de<br />

investigación<br />

Desde 1986 incluye acciones<br />

de protección y conservación,<br />

investigación, inspección y vigilancia,<br />

educación ambiental y capacitación<br />

Dependencia<br />

responsable<br />

semarnat. Dirección<br />

General de Vida<br />

Silvestre<br />

semarnat<br />

conanp<br />

inapesca<br />

semarnat<br />

Finalmente, hay que anotar que son muchos los<br />

temas ausentes que hace falta incorporar por<br />

parte de las políticas públicas en todos los sectores.<br />

De particular importancia es el tema del<br />

suelo, ya que se tienen políticas y presupuesto<br />

para el agua, para los recursos forestales, para la<br />

vegetación o para el aire, pero el tema del suelo<br />

sólo se considera en los componentes de algunos<br />

programas.<br />

de los propios ecosistemas y la diversidad biológica<br />

con la que interactúa. Como se puede constatar<br />

existen estrategias, programas y acciones,<br />

en todos los niveles de gobierno, que consideran<br />

en diferente grado y detalle la conservación de la<br />

biodiversidad. Es importante mantener este<br />

tema en las principales políticas públicas y<br />

garantizar mecanismos para alcanzarlos y así<br />

cumplir con sus objetivos.<br />

No existe aún una estrategia nacional o estatal,<br />

que sea lo suficientemente agresiva para atacar el<br />

problema del deterioro del suelo, proceso que<br />

repercute no sólo en la productividad y en la<br />

infraestructura, sino en las dinámica ecológica<br />

Referencias<br />

Gobierno de Colima. 2004. Plan Estatal de Desarrollo<br />

del Estado de Colima para los periodos 2004-2009.<br />

Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para la conservación de la biodiversidad<br />

715


Texto vigente. En: , última<br />

consulta: 27 de julio de 2015.<br />

——— . 2009. Plan Estatal de Desarrollo del Estado<br />

de Colima 2009-2015. Texto vigente. En: ,<br />

última consulta: 27 de julio de 2015<br />

Gobierno de la República. 2013. Plan Nacional de Desarrollo<br />

(pnd) 2013-2018. Publicado el 20 de mayo<br />

de 2013 en el Diario Oficial de la Federación. Texto<br />

vigente. En: , última<br />

consulta: 27 de julio de 2015.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2014. Programas. En: ,<br />

última consulta: 6 de<br />

julio de 2015.<br />

716 GESTIÓN AMBIENTAL


La Dirección<br />

de Ecología del<br />

municipio de Colima<br />

en la gestión ambiental<br />

para la conservación<br />

de la biodiversidad<br />

Jaime Jiménez Covarrubias<br />

Introducción<br />

En el municipio de Colima se encuentra la capital de esta misma entidad,<br />

con una superficie de 750.52 km 2 que representa 13% de la superficie estatal<br />

y en la que residían 146 904 habitantes en el 2010 (inegi 2011), lo que<br />

corresponde a casi una cuarta parte de la población estatal (22.6%). En el<br />

municipio de Colima 6.6% de la población habita en las localidades rurales,<br />

el restante 93.4% vive en la zona urbana (Universidad de Colima<br />

2007), por ello, el papel de la gestión ambiental municipal se ha enfocado<br />

principalmente en atender y dar solución a los problemas urbanos vinculados<br />

con el uso de los recursos naturales, esos son los retos que conlleva<br />

el crecimiento de la principal ciudad en el estado. Su posición entre las<br />

provincias de la Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcánico Transversal le<br />

proporcionan una variedad de paisajes (valles, lomeríos, mesetas y cañadas),<br />

con la predominancia de un clima cálido-subhúmedo, con precipitaciones<br />

desde los 650 hasta 1 230 mm en promedio (inegi 2006), con<br />

presencia de bosques tropicales subcaducifolios, así como de bosques de<br />

Quercus.<br />

El concepto de sustentabilidad se ha instalado en el municipio de Colima<br />

como un eslabón obligado y fundamental en la cadena de relaciones entre<br />

la sociedad, el desarrollo económico y los recursos naturales, centrando<br />

los debates y reflexiones en la valoración adecuada del ambiente y de la<br />

utilización responsable de los recursos renovables y no renovables, para<br />

que con ello se pueda asegurar la posibilidad de su uso a largo plazo<br />

(Ayuntamiento Constitucional de Colima 2011).<br />

Jiménez, C.J. 2016. La Dirección de Ecología del municipio de Colima en la gestión ambiental para la conservación<br />

de la biodiversidad. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 717-720.<br />

717


La Dirección de Ecología<br />

del Ayuntamiento de Colima<br />

La dirección del municipio de Colima fue fundada<br />

en 1995 bajo la denominación de Departamento,<br />

siendo presidente municipal el ingeniero<br />

Héctor Arturo Velasco Villa, durante el periodo<br />

1995-1997. Las actividades que ha desarrollado<br />

esta dirección para la conservación de la biodiversidad<br />

del municipio incluyen: a) contar con<br />

un marco normativo actual que a nivel municipal<br />

regule las atribuciones y responsabilidades<br />

en materia ambiental (incluyendo los relacionados<br />

con la conservación y uso sustentable de la<br />

biodiversidad); b) acciones de reforestación<br />

urbana; c) alternativas de manejo de residuos<br />

sólidos urbanos, a través de la generación de<br />

composta; d) saneamiento del arbolado urbano;<br />

e) autorizaciones de poda; f) limpieza de cauces y<br />

g) declaración de áreas protegidas (Ayuntamiento<br />

de Colima 2003; cuadro 1).<br />

Lecciones aprendidas, retos<br />

y oportunidades<br />

En materia de protección de la biodiversidad, la<br />

participación coordinada entre los distintos<br />

niveles de gobierno, organizaciones sociales,<br />

empresas, universidades, centros de investigación,<br />

comunidades, usuarios de los recursos y<br />

sociedad en general, se considera como un factor<br />

determinante para lograr dicha sustentabilidad.<br />

Las demandas del crecimiento urbano y la contaminación<br />

que éste conlleva, afectan la diversidad<br />

biológica a través del cambio de uso de suelo<br />

y remoción de la vegetación nativa, para establecer<br />

nuevos fraccionamientos y proyectos vinculados<br />

con el desarrollo urbano.<br />

La propuesta que ha generado la Dirección de<br />

Ecología de Colima, ante estos problemas, es<br />

reforestar con especies urbanas, promoviendo la<br />

protección de los márgenes de los ríos, colocar<br />

las áreas verdes de los fraccionamientos de<br />

manera que colinden con ríos, distribuidas de<br />

forma paralela a la zona federal, de tal manera<br />

que al final se protege un área natural de cauce<br />

en ambos márgenes, propia para el desarrollo y<br />

mantenimiento de la flora y la fauna, al mismo<br />

tiempo de constituir una zona de amortiguamiento<br />

en caso de fuertes avenidas de agua y<br />

promover la formación de parques lineales. Las<br />

acciones de saneamiento realizados incluyen un<br />

total de ocho ríos y arroyos y su lago, en los que<br />

además se han recolectado 73 toneladas de<br />

basura, ramas y cacharros. La longitud de los<br />

ríos y arroyos saneados se estima en aproximadamente<br />

70 km. Sumado a lo anterior se dan<br />

cursos de educación ambiental para la conservación<br />

de los recursos naturales, por ejemplo:<br />

verano ecológico, manejo de residuos sólidos,<br />

elaboración de composta y reciclado.<br />

Uno de los instrumentos más importantes de<br />

conservación de la biodiversidad es la declaratoria<br />

de áreas protegidas, habiéndose declarado dos<br />

parques ecológicos en el municipio de Colima.<br />

Actualmente, la ciudadanía se está involucrando<br />

cada vez más en los temas ambientales, demandando<br />

un mejoramiento en el cuidado del<br />

ambiente, es por ello que la Dirección de Ecología<br />

ha dado mayor importancia a sus programas, año<br />

con año, por lo que busca estar a la vanguardia en<br />

todos los avances para su cuidado, contando con<br />

personal profesional y con una capacitación continua<br />

para satisfacer adecuadamente esta<br />

demanda de los habitantes del municipio de<br />

Colima.<br />

718 GESTIÓN AMBIENTAL


CUADRO 1. Acciones y programas realizados por la Dirección de Ecología. Fuente: elaboración propia con<br />

información de Dirección de Ecología y Protección Civil del Ayuntamiento de Colima 2006-2009.<br />

Acciones Programas Objetivos<br />

Marco jurídico<br />

Reforestación<br />

Producción de<br />

composta<br />

Saneamiento de<br />

arbolado<br />

Autorizaciones de<br />

poda<br />

Limpieza de ríos<br />

Reglamento de Protección<br />

Ambiental (1996)<br />

Reglamento Ambiental para<br />

el Desarrollo Sustentable del<br />

Municipio de Colima (2003)<br />

Programa de reforestación<br />

permanente (2004)<br />

Programa de manejo<br />

de ramas<br />

Programa de saneamiento<br />

de arbolado urbano (2003)<br />

Programa de saneamiento<br />

de ríos y arroyos (2006)<br />

Regular el manejo de flora y fauna en el municipio.<br />

Repoblar los espacios urbanos con especies adecuadas al<br />

sitio.<br />

Distribuir plantas en los 73 parques y jardines existentes<br />

en el área urbana y los 21 del área rural.<br />

Dar mantenimiento al arbolado plantado de manera que<br />

se garantice su supervivencia.<br />

Producir plantas para ser utilizadas en los programas<br />

anuales de reforestación, que incluyen 80 especies tanto<br />

nativas como de ornato.<br />

Disminuir la producción de residuos urbanos.<br />

Aumentar la vida del relleno sanitario.<br />

Producir composta para aplicarse en parques, jardines y<br />

camellones.<br />

Mejorar la fertilidad del suelo y restablecer los<br />

componentes de los ciclos biogeoquímicos, mejorando<br />

las condiciones para la flora y por consiguiente de las<br />

especies de fauna.<br />

Controlar las plagas de insectos chupadores en parotas<br />

(Enterolobium cyclocarpum), nance (Byrsonima<br />

crassifolia), almendro de ornato (Terminalia catappa) y<br />

guayabo (Psidium guajava).<br />

Aplicar tratamiento para árboles enfermos por hongos,<br />

mediante inoculación en el suelo del hongo Trichoderma<br />

harzianum que funciona como control biológico, en<br />

los árboles de tabachín (Delonix regia), camichín (Ficus<br />

padifolia) e higuera (Ficus obtusifolia).<br />

Regular el manejo de la flora urbana para evitar los<br />

daños generados por los árboles, como levantamiento<br />

de banquetas, afectación al sistema hidráulico, cableado<br />

eléctrico, humedecimiento de viviendas, invasión de<br />

ramas, accidentes u otros daños materiales.<br />

Sanear ríos, arroyos y lagos, recolectar basura, ramas y<br />

cacharros.<br />

Áreas protegidas Declaratorias de ANP Declarar parques ecológicos en el municipio.<br />

La Dirección de Ecología del municipio de Colima en la gestión ambiental<br />

719


Referencias<br />

Ayuntamiento Constitucional de Colima. Dirección<br />

de Ecología, Administración 2006-2009.<br />

——— . Dirección de Ecología, Administración 2009-<br />

2012.<br />

——— . Protección Civil, Administración 2006-2009.<br />

——— . 2003. Reglamento Ambiental para el Desarrollo<br />

Sustentable del Municipio de Colima. Publicado<br />

el 18 de octubre de 2003 en el Periódico Oficial<br />

El Estado de Colima Texto vigente. En: , última consulta: 28 de septiembre de 2012.<br />

——— . 2012. Segundo Informe de Gobierno 2009-<br />

2012. Lic. José Ignacio Peralta Sánchez, Presidente<br />

Municipal de Colima. Publicado el 30 de noviembre<br />

de 2011 en el Periódico Oficial El Estado de<br />

Colima. Texto vigente En: ,<br />

última consulta: 28 de septiembre<br />

de 2012.<br />

inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />

Informática. 2006. Cuaderno Estadístico Municipal<br />

de Colima, Estado de Colima. En: , última consulta:<br />

28 de septiembre de 2012.<br />

——— . 2011. México en cifras. En: , última consulta:<br />

28 de septiembre de 2012.<br />

ucol. Universidad de Colima. 2007. Estudio de vocacionamiento<br />

económico del municipio de Colima.<br />

Facultad de Economía. En: , última consulta: 28 de septiembre<br />

de 2012.<br />

720 GESTIÓN AMBIENTAL


Ordenamiento<br />

ecológico como<br />

estrategia de gestión<br />

del territorio<br />

Fernando Nieves-Ventura<br />

Introducción<br />

Dentro de los principales atributos de gestión del ordenamiento ecológico<br />

destaca su visión prospectiva, en la cual se refuerza el carácter preventivo<br />

de la política ambiental, ayudando a minimizar de manera<br />

sustancial costos futuros mediante la construcción de escenarios y pronósticos<br />

basados en la aptitud, vocación y detección de conflictos de uso<br />

del territorio (semarnat 2000).<br />

Los conflictos del uso del suelo se derivan del antagonismo entre las aptitudes<br />

de uso del territorio y determinados usos actuales, los cuales resultan<br />

incompatibles con las capacidades y propiedades físicas, químicas y<br />

biológicas del suelo. Los conflictos del uso del suelo reflejan también una<br />

falta de capacidad para aprovechar la vocación de los suelos, ya sea sub o<br />

sobreutilizándolos. El deterioro del suelo, determinado por usos incompatibles,<br />

puede redundar en daños irreversibles, lo cual hace necesario<br />

clasificar los suelos de acuerdo a sus niveles de fragilidad, tomando en<br />

consideración las condiciones del territorio para la asimilación de impactos<br />

antropogénicos (semarnat 2000). De la misma manera, la calidad<br />

ecológica es otro concepto estrechamente relacionado con mediciones<br />

del uso inadecuado del territorio, el cual muestra básicamente el nivel o<br />

estado de deterioro de los recursos naturales, asociados a un ecosistema<br />

determinado (semarnat 2000).<br />

Uno de los objetivos que persigue el ordenamiento ecológico del territorio<br />

(oet), es la identificación de zonas que presentan conflictos de uso de<br />

Nieves-Ventura, F. 2016. Ordenamiento ecológico como estrategia de gestión del territorio. En: La Biodiversidad en<br />

Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 721-726.<br />

721


suelo, lo que representa un paso importante para<br />

focalizar esfuerzos hacia la estructuración de<br />

programas de desarrollo o conservación, es<br />

decir, proporcionar atención a las áreas identificadas<br />

como prioritarias para la protección, conservación<br />

y restauración de los recursos naturales<br />

(Arriaga y Córdova 2006).<br />

Específicamente, el Programa de Ordenamiento<br />

Ecológico del Territorio de Colima (poet)<br />

(sedue 1993 y semarnat 2012) retoma estos<br />

planteamientos, necesarios en la búsqueda de la<br />

armonía entre el desarrollo socioeconómico de<br />

la población, la integridad y la preservación de<br />

los ecosistemas, representativos de las diferentes<br />

regiones. Este programa establece criterios y<br />

modelos de usos del suelo cuya implementación<br />

debe estar basada en acciones concertadas, tanto<br />

política como socialmente, promoviendo el<br />

desarrollo de actividades productivas acordes<br />

con esquemas de desarrollo ecológicamente sustentable<br />

(sedue 1993).<br />

Antecedentes<br />

La Ley de Asentamientos Humanos, publicada<br />

en 1976 (Congreso de la Unión 1976), constituye<br />

una de las primeras experiencias en la elaboración<br />

de ordenamientos ecológicos; su orientación<br />

ha sido planificar los usos del suelo del territorio<br />

y regular las actividades productivas, todo desde<br />

una perspectiva ambiental. Sobre esa base se<br />

derivaron los llamados ecoplanes y los planes de<br />

desarrollo ecológico de asentamientos humanos.<br />

Éstos comprendían, entre otras cosas, la descripción<br />

del medio físico y biótico, su diagnóstico, así<br />

como la ubicación espacial de los problemas y las<br />

recomendaciones para su atención (Arriaga y<br />

Córdova 2006). En 1982 la Ley Federal de Protección<br />

al Ambiente (ssa 1982), incluyó por primera<br />

vez el concepto de ordenamiento ecológico, como<br />

un instrumento básico de la planeación ambiental.<br />

Posteriormente, con la Ley General del Equilibrio<br />

Ecológico y la Protección al Ambiente<br />

(sedue 1988), se fortaleció dicho concepto, lo que<br />

permitió el establecimiento de un marco básico<br />

de gestión integral del territorio y sus recursos,<br />

siendo una herramienta estratégica de convergencia<br />

eficaz entre Estado y sociedad (Arriaga y<br />

Córdova 2006). De esta manera, el Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico y Territorial, publicado<br />

el 28 de agosto de 1993 (sedue) y que fue modificado<br />

en el año 2012 (semarnat), es el producto<br />

de tales planteamientos y se elaboró siguiendo los<br />

lineamientos del Manual de Ordenamiento Ecológico<br />

del Territorio editado por sedue (1988).<br />

Con las consecuentes actualizaciones, a partir<br />

de 1996 el ordenamiento ecológico adquiere su<br />

forma actual, incorporando conceptos de la<br />

teoría de sistemas para realizar análisis relativos<br />

a las tendencias de deterioro, la aptitud<br />

territorial y las potencialidades de aprovechamiento<br />

de los recursos naturales, apoyándose<br />

además en el uso de sistemas de información<br />

geográfica. Con tales avances conceptuales y<br />

metodológicos se desarrolló el Programa de Ordenamiento<br />

Ecológico de la Subcuenca de Laguna<br />

de Cuyutlán.<br />

Síntesis del proceso estructural<br />

del ordenamiento ecológico<br />

El modelo de ordenamiento ecológico es resultado<br />

del análisis técnico-científico de las características<br />

físicas, bióticas, sociales y económicas<br />

722 GESTIÓN AMBIENTAL


del territorio, y se simplifica para facilitar su<br />

compresión en unidades de gestión ambiental<br />

(uga), las cuales son determinadas por condiciones<br />

de homogeneidad de atributos físicobióticos,<br />

socioeconómicos y de aptitud, sobre la base de<br />

un manejo administrativo común (Arriaga y<br />

Córdova 2006). Su formulación se sustenta en un<br />

proceso metodológico de fases sucesivas, calculadas<br />

y concatenadas entre sí: descripción,<br />

diagnóstico, pronóstico, proposición y gestión<br />

(semarnat 2000).<br />

En las dos primeras fases (descripción y diagnóstico),<br />

se exploran las fluctuaciones del territorio<br />

y se orientan a identificar y valorar la disponibilidad,<br />

limitaciones y dinámica del ambiente. Las<br />

dos fases siguientes (pronóstico y proposición),<br />

corresponden a la programación del proceso de<br />

ajuste y la transformación de las actividades productivas,<br />

abocándose a decidir sobre la factibilidad<br />

del ordenamiento. Las fases de gestión e<br />

instrumentación se refieren a la coordinación de<br />

la participación social, gubernamental, académica<br />

y empresarial, en el proceso de integrar el<br />

ordenamiento dentro del sistema legislativo<br />

mexicano; también se refieren al proceso prescriptivo<br />

por el cual se decreta el ordenamiento<br />

ecológico territorial, por parte del nivel de autoridad<br />

correspondiente (federal, estatal o municipal)<br />

(semarnat 2000).<br />

El ordenamiento ecológico señala las directrices<br />

más recomendables a seguir, a través de las políticas<br />

y lineamientos ecológicos, conforme al<br />

potencial natural de aprovechamiento, las condiciones<br />

socioeconómicas de la población y la<br />

relación con las zonas de protección de bienes y<br />

servicios ambientales. Estas políticas están basadas<br />

en lo que señala el Manual de Ordenamiento<br />

Ecológico de la Secretaría de Desarrollo Urbano<br />

y Ecología de 1988, y que se refieren a la protección,<br />

conservación, aprovechamiento y restauración.<br />

La aplicación y asignación de tales políticas<br />

se basa en las condiciones naturales del territorio<br />

(geomorfología), así como su uso actual y su<br />

aptitud, como se indica en el cuadro 1.<br />

Gestión de los programas<br />

de ordenamiento ecológico<br />

territorial en el estado (POET)<br />

Los objetivos principales de los poet están dirigidos<br />

a evaluar y programar, desde la perspectiva<br />

ambiental, los usos del suelo, el aprovechamiento<br />

de los recursos naturales, las actividades productivas,<br />

el desarrollo urbano y rural; además de<br />

propiciar que los usos del suelo sean compatibles<br />

con la conservación de la biodiversidad y la protección<br />

al ambiente (sedue 1993, semarnat<br />

2012). Los poet sirven de base para la elaboración<br />

de los programas y proyectos estratégicos<br />

de desarrollo, en el corto, mediano y largo<br />

plazos.<br />

Para hacer valer su obligatoriedad, la administración<br />

pública en los tres órdenes de gobierno<br />

promueve la aplicación de la legislación vigente<br />

(leyes y reglamentos), de conformidad a lo que<br />

señalan las directrices, criterios y lineamientos<br />

de regulación ecológica contenidos en los poet.<br />

En particular, la dependencia ambiental estatal<br />

(Dirección de Ecología, dependiente de la Secretaría<br />

de Desarrollo Urbano) diseñó un procedimiento<br />

denominado “Opinión de factibilidad de<br />

uso de suelo en congruencia con el modelo de<br />

ordenamiento ecológico” (figura 1). Este proce-<br />

Ordenamiento ecológico como estrategia de gestión del territorio<br />

723


CUADRO 1. Políticas de los ordenamientos ecológicos, según las condiciones naturales del territorio, uso<br />

actual y aptitud. Fuente: elaboración propia con información de SEMARNAT 1988.<br />

Políticas<br />

Aplicación<br />

Protección Áreas que por la relevancia de sus recursos naturales o sus funciones ecológicas<br />

deben mantener sus características naturales.<br />

Conservación<br />

Aprovechamiento<br />

Restauración<br />

Áreas cuyos usos actuales o propuestos cumplen con una función ecológica relevante.<br />

Áreas en donde se tienen condiciones para un uso más óptimo de los recursos<br />

naturales.<br />

Áreas que deban sujetarse a programas específicos de recuperación de recursos<br />

naturales. Éstas por lo general presentan altos índices de deterioro ambiental.<br />

dimiento inicia a solicitud directa de quien promueve<br />

la realización de algún proyecto de<br />

desarrollo económico en la entidad, o de manera<br />

indirecta a solicitud de alguna dependencia de la<br />

administración pública (federal, estatal y municipal),<br />

que tenga injerencia en el otorgamiento<br />

de permisos, licencias, autorización, etc. Este<br />

último corresponde a la semarnat, durante el<br />

proceso de Evaluación del Impacto Ambiental,<br />

proceso que concluye con la expedición de la<br />

Opinión de Factibilidad de Uso de Suelo (sedur<br />

2005, 2006, 2007). La importancia en la aplicación<br />

de dicho procedimiento radica principalmente<br />

en otorgar seguimiento continuo al<br />

cumplimiento del modelo de ordenamiento<br />

decretado, además de sentar las bases para fundamentar<br />

los ajustes de la agenda establecida<br />

para la atención de los problemas detectados<br />

como prioritarios, los procesos de actualización<br />

de los ordenamientos y de la bitácora ambiental.<br />

A B C D E<br />

Formulación Expedición Ejecución Evaluación Modificación<br />

A1<br />

Convenio<br />

A2<br />

Comité<br />

A3<br />

Programa<br />

F<br />

Bitácora ambiental<br />

FIGURA 1. Diagrama de flujo del proceso de ordenamiento ecológico. Fuente: SEMARNAT 2006.<br />

724 GESTIÓN AMBIENTAL


Conclusiones<br />

El ordenamiento ecológico territorial es un instrumento<br />

de la política ambiental que se ha modificado<br />

y perfeccionado con el tiempo, integrando<br />

avances en la metodología, tecnología y sobre<br />

todo conceptos, lo que le ha permitido convertirse<br />

en un instrumento de política pública para hacer<br />

consenso entre la sociedad y el gobierno. Se recomienda<br />

continuar y perfeccionar la aplicación y el<br />

uso de los mismos, en el estado, para conservar la<br />

biodiversidad de la entidad.<br />

Referencias<br />

Arriaga, V. y A. Córdova. 2006. Manual del Proceso de<br />

Ordenamiento Ecológico. Secretaría de Medio Ambiente<br />

y Recursos Naturales (semarnat)/Instituto<br />

Nacional de Ecología y Cambio Climático (inecc),<br />

México, D.F.<br />

Congreso de la Unión. 1976. Ley de Asentamientos<br />

Humanos. Publicada el 26 de mayo de 1976 en el<br />

Diario Oficial de la Federación. Derogada por la<br />

Ley de Asentamientos Humanos. Publicada el 21<br />

de julio de 1993 en el Diario Oficial de la Federación.<br />

Gobierno del Estado. 1993. Programa de Ordenamiento<br />

Ecológico del Territorio del Estado de Colima.<br />

Dirección de Ecología del Gobierno del Estado,<br />

Colima, Colima.<br />

Gobierno del Estado. 2003. Decreto por el que se<br />

aprueba el Programa Regional de Ordenamiento<br />

Ecológico Territorial de la Subcuenca Laguna de<br />

Cuyutlán. Publicado el 5 de julio de 2003 en el Periódico<br />

Oficial El Estado de Colima. Texto vigente.<br />

En: ,<br />

última consulta: 28 de julio de 2015.<br />

——— . 2007. Decreto por el que se reforma el Programa<br />

Regional de Ordenamiento Ecológico Territorial<br />

de la Subcuenca Laguna de Cuyutlán. Publicado<br />

el 3 de mayo de 2007 en el Periódico Oficial El<br />

Estado de Colima. Texto vigente. En: ,<br />

última consulta: 28 de julio de 2015.<br />

sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />

1988. Ley General de Equilibrio Ecológico y la<br />

Protección al Ambiente. Publicada el 28 de enero<br />

de 1988 en el Diario Oficial de la Federación. Última<br />

reforma publicada el 9 de enero de 2015. En:<br />

, última consulta: 28 de julio de 2015.<br />

——— . 1988. Manual de Ordenamiento Ecológico del<br />

Territorio. Subsecretaría de Ecología. Dirección<br />

General de Normatividad y Regulación Ecológica.<br />

México, D.F.<br />

——— . 1993. Decreto que aprueba el Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />

de Colima. Publicado el 28 de agosto de 1993 en el<br />

Diario Oficial de la Federación. Texto vigente. En:<br />

, última consulta: 28 de julio de 2015.<br />

sedur. Secretaría de Desarrollo Urbano. 2005. Expediente<br />

técnico. Opinión de factibilidad de uso de suelo<br />

en congruencia con el modelo de ordenamiento<br />

ecológico. Dirección de Ecología. Colima, Colima.<br />

——— . 2006. Expediente técnico. Opinión de factibilidad<br />

de uso de suelo en congruencia con el modelo<br />

de ordenamiento ecológico. Dirección de Ecología.<br />

Colima, Colima.<br />

Ordenamiento ecológico como estrategia de gestión del territorio<br />

725


——— . 2007. Expediente técnico. Opinión de factibilidad<br />

de uso de suelo en congruencia con el modelo<br />

de ordenamiento ecológico. Dirección de Ecología.<br />

Colima, Colima.<br />

semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />

Naturales. 2000. La gestión ambiental en México.<br />

D.F., México.<br />

——— . 2006. Manual de Proceso de Ordenamiento<br />

Ecológico. México.<br />

——— . 2012. Decreto que aprueba el Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />

de Colima. Publicado el 11 de agosto de 2012 en<br />

el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />

En: , última consulta: 28 de julio<br />

de 2015.<br />

ssa. Secretaría de Salubridad y Asistencia. 1982. Ley<br />

Federal de Protección al Ambiente. Publicada el 11<br />

de enero de 1982. Texto no vigente.<br />

726 GESTIÓN AMBIENTAL


ESTUDIO DE CASO<br />

PROGRAMA REGIONAL DE ORDENAMIENTO<br />

ECOLÓGICO Y TERRITORIAL DE LA SUBCUENCA<br />

LAGUNA DE CUYUTLÁN<br />

Enrique Ongay-Delhumeau<br />

La laguna de Cuyutlán y el OET<br />

La laguna de Cuyutlán es uno de los cuerpos de<br />

agua más importantes, con 7 200 ha; tiene dos<br />

pequeñas comunicaciones al mar (Luna 1987). En<br />

2007 se publicó la actualización del Programa de<br />

Ordenamiento Ecológico de la cuenca de laguna<br />

de Cuyutlán (sedur 2007), que bajo un enfoque<br />

territorial basado en criterios hidrográficos<br />

incluye segmentos de los municipios de Armería y<br />

Manzanillo. La memoria técnica (sedur 2007)<br />

integra diagnósticos de los diferentes elementos<br />

naturales, sociales y económicos que conforman<br />

la ocupación espacial del territorio y el aprovechamiento<br />

y conservación sustentable de los recursos<br />

naturales de la cuenca de la laguna de Cuyutlán.<br />

En el documento (sedur 2007), la caracterización<br />

del sistema natural fortalece la identificación<br />

de estructuras y procesos de relevancia<br />

ambiental. Estos elementos sirvieron como base<br />

para las siguientes fases del estudio, en donde se<br />

identificaron y definieron criterios ambientales<br />

para el aprovechamiento productivo sustentable<br />

de los recursos naturales, el establecimiento de<br />

posibles proyectos de infraestructura o estrategias<br />

de conservación, protección y la restauración<br />

de dichos elementos. Para cada uno de los<br />

temas físicos, biológicos y del paisaje social, se<br />

generó un mapa y bases de datos incorporadas a<br />

un sistema de información geográfica.<br />

En el diagnóstico ambiental de la memoria técnica<br />

se hizo un análisis de aptitud de uso del suelo,<br />

como pilar para la construcción del modelo de<br />

ordenamiento ecológico. La aptitud de uso considera<br />

un conjunto de variables ambientales que<br />

definen el interés de un sector económico para<br />

desarrollarse dentro de una misma porción de<br />

territorio. Cuando es mayor la coincidencia también<br />

es mayor la aptitud de uso del suelo para el<br />

sector correspondiente. Así, un mismo sitio geográfico<br />

puede tener aptitud de uso del suelo para<br />

el desarrollo de actividades de asentamientos<br />

humanos, turismo, industria o conservación. Por<br />

ejemplo, la compatibilidad o no de estas actividades,<br />

basada en la aptitud de uso del suelo, se analiza<br />

y sistematiza a través de un análisis de<br />

conflictos (sedur 2007). Si una misma porción de<br />

territorio es apta para el desarrollo de actividades<br />

turísticas recreativas, y al mismo tiempo para el<br />

desarrollo de la industria, entonces se presenta un<br />

conflicto por uso del suelo. El objeto del ordenamiento<br />

ecológico, en este caso, es presentar los<br />

mecanismos de negociación para el desarrollo de<br />

ambas actividades, a través de una política<br />

Ongay-Delhumeau, E. 2016. Programa regional de ordenamiento ecológico y territorial de la subcuenca Laguna de Cuyutlán.<br />

En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 727-728.<br />

727


ambiental y criterios de regulación ecológica<br />

basados en el marco teórico de uso múltiple del<br />

suelo. A partir de esos análisis la evaluación del<br />

territorio de la subcuenca de Cuyutlán se enmarca<br />

en la estrategia de planificación del uso de la tierra<br />

y en las perspectivas de desarrollo sustentable de<br />

11 sectores considerados en el análisis, incluyendo<br />

el sector de conservación (sedur 2007). Este proceso<br />

permite presentar opciones para la optimización<br />

del uso actual del territorio, al consolidar<br />

formas de manejo presentes que sean compatibles<br />

con las cualidades y aptitudes del territorio, al<br />

mismo tiempo que orienta la búsqueda de alternativas<br />

para los casos en que las actuales o pasadas<br />

formas de manejo resulten inadecuadas.<br />

La generación del modelo de ordenamiento ecológico<br />

de la subcuenca incluye un conjunto de<br />

políticas y criterios de manejo territorial, las<br />

cuales se definieron con base en los escenarios y<br />

perspectivas de desarrollo integral, mismos que<br />

se discutieron en un proceso de participación<br />

pública. Como resultado del Programa de Ordenamiento<br />

Ecológico de la cuenca de la laguna de<br />

Cuyutlán (sedur 2007), se definieron 65 unidades<br />

de gestión territorial (ugt), para las cuales se<br />

diseñaron un conjunto de políticas ambientales<br />

y criterios de regulación ecológica del territorio.<br />

FIGURA 1. Pelícanos blancos (Pelecanus<br />

erythrorhynchos). Foto: Leopoldo Vázquez<br />

/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />

Conclusiones<br />

El modelo de ordenamiento representa una oportunidad<br />

para llevar a cabo el desarrollo sustentable<br />

del área, la recuperación ecológica de la laguna<br />

de Cuyutlán, y al mismo tiempo permite cumplir<br />

con las expectativas de desarrollo estratégico de la<br />

región. El modelo también presenta oportunidades:<br />

financiar las acciones de conservación y protección<br />

de la región, la generación de información<br />

ambiental base para la zona, el seguimiento de<br />

indicadores ambientales y el financiamiento de<br />

programas de conservación y protección regionales.<br />

Es posible también establecer un mercado<br />

verde (pago por servicios ambientales) de la zona,<br />

generado por los cambios favorables en la hidrodinámica<br />

del sistema lagunar. La instrumentación<br />

corresponde a la última fase del proceso de<br />

actualización del oet, y en tal sentido la consulta<br />

y participación pública son un elemento clave<br />

para evaluar y dar seguimiento a las propuestas<br />

realizadas. Los oet son una herramienta importante<br />

que permitirá conservar la biodiversidad y<br />

recursos naturales de Colima.<br />

Referencias<br />

Luna, H.J.R. 1987. Rehabilitación de la laguna de<br />

Cuyutlán, Colima. Res. VII Cong. Nal. Oceanog. 265.<br />

sedur. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />

2007. Programa Regional de Ordenamiento Ecológico<br />

de la Subcuenca Laguna de Cuyutlán. Publicado el<br />

3 de mayo de 2007 en el Periódico Oficial El Estado<br />

de Colima. Texto vigente. En: , última consulta: 28 de julio de 2015.


ESTUDIO DE CASO<br />

GESTIÓN AMBIENTAL EN LA UNIVERSIDAD<br />

DE COLIMA<br />

Antecedentes<br />

La Universidad de Colima es una institución<br />

pública creada el 16 de septiembre de 1940 (udc<br />

2009a); desde sus inicios ha llevado a cabo<br />

numerosas iniciativas tendientes a buscar la<br />

mejora en su desempeño ambiental.<br />

La gestión ambiental en la universidad de Colima<br />

inició en la década de los ochenta, cuando se<br />

crearon algunos centros universitarios de investigaciones<br />

en ciencias del ambiente, ciencias<br />

agropecuarias, oceanológicas, así como el Observatorio<br />

Vulcanológico. A principios de los años<br />

noventa se creó el Programa Universitario de<br />

Ecología (pue), cuya tarea principal fue formar<br />

conciencia ambiental en la población colimense.<br />

En el año 2000, el pue fue sustituido por el Centro<br />

Universitario de Gestión Ambiental (ceugea),<br />

cuyas funciones han sido: concientización,<br />

vinculación externa, investigación y promoción<br />

de acciones ambientales en los ámbitos de la educación<br />

formal e informal, investigación y operación<br />

de los campi de la universidad 1 . En ese<br />

1. Los campi son delegaciones de la universidad que se ubican en<br />

las tres zonas metropolitanas de Colima: la primera emplazada en<br />

el valle, al norte de la entidad, área de transición entre los volcanes<br />

de Colima y la costa del Pacífico donde se encuentran los campi de<br />

Colima, Villa de Álvarez y Coquimatlán; la segunda en el valle<br />

hacia el sur costeño donde se localiza el campus de Tecomán y la<br />

tercera ubicada en el valle costero con el océano Pacífico, donde se<br />

encuentra el campus de Manzanillo.<br />

Francisco J. Cárdenas Munguía<br />

Héctor Arturo González-Alonso<br />

mismo año, la universidad se integró a un grupo<br />

de instituciones de educación superior para fundar<br />

el Consorcio Mexicano de Programas<br />

Ambientales Universitarios para el Desarrollo<br />

Sustentable (complexus), con el objetivo de facilitar<br />

el intercambio de experiencias acerca de la<br />

incorporación de criterios ambientales en las<br />

funciones institucionales y proponer indicadores<br />

ambientales de desempeño ambiental universitario<br />

(Cárdenas-Munguía 2008).<br />

Misión y visión del Centro<br />

Universitario de Gestión<br />

Ambiental (CEUGEA)<br />

El ceugea tiene la responsabilidad de la gestión<br />

ambiental, tanto en las funciones sustantivas de<br />

la universidad (educación, investigación y vinculación<br />

externa), como en la operación sustentable<br />

de los campus (ceugea 2009b). Su visión<br />

es, por lo tanto, que la comunidad universitaria<br />

incorpore criterios de mejora ambiental a su<br />

quehacer cotidiano, incluyendo la operación de<br />

las instalaciones universitarias.<br />

Para poder cumplir con esa responsabilidad, el<br />

ceugea se ha dado a la tarea de proponer, diseñar<br />

e implementar un Sistema de Gestión<br />

Cárdenas, M.F.J. y H.A. González-Alonso. 2016. Gestión ambiental en la Universidad de Colima. En: La Biodiversidad en<br />

Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 729-736.<br />

729


Ambiental (sga), atendiendo cuatro aspectos<br />

básicos: a) educación ambiental, b) investigación<br />

ambiental, c) vinculación ambiental con las<br />

comunidades externas y d) operación ambiental<br />

de los campi universitarios.<br />

Iniciativas del CEUGEA<br />

El ecoparque Nogueras<br />

El ceugea cuenta con un centro de educación<br />

ambiental no formal: el Ecoparque Nogueras.<br />

Éste ocupa parte de la exhacienda de Nogueras,<br />

ubicada en la localidad de ese nombre en Comala,<br />

Colima. Su función es promover la educación<br />

ambiental, el conocimiento de la flora y fauna<br />

regionales, así como el diseño y aplicación de ecotécnicas<br />

urbanas apropiadas al desarrollo de las<br />

comunidades regionales. Se ofrecen visitas guiadas<br />

a grupos de estudiantes de todos los niveles<br />

académicos, talleres sobre aprovechamiento y<br />

reciclado de residuos, elaboración de composta<br />

y humus (ceugea 2009a). Las instalaciones del<br />

parque también han sido utilizadas para investigación<br />

científica en temas como: biofertilizantes<br />

(Ayala-Figueroa y Vargas-Escobar 2007, González<br />

et al. 2009b), diversidad de aves (González 2006a,<br />

2006b, 2009), reproducción de tortugas dulceacuícolas<br />

(González 2008), conservación de orquídeas<br />

(González et al. 2009a) y otros.<br />

Educación formal y no formal en el ceugea<br />

En el ceugea se imparten conferencias y cursostaller<br />

con temáticas ambientales como: educación<br />

ambiental, manejo de cuencas, gestión<br />

ambiental, carta de la Tierra, elaboración de<br />

composta, reutilización de papel, biodiversidad,<br />

manejo de áreas verdes, consumo sustentable,<br />

liderazgo ambiental, incorporación transversal<br />

de criterios ambientales en los planes curriculares<br />

de estudio, entre otros. Además, se imparten<br />

diplomados, con duración de seis meses, con el<br />

propósito de ir más allá de la simple capacitación-sensibilización.<br />

Algunos temas abordados<br />

bajo este esquema son: liderazgo ambiental, consumo<br />

sustentable, gestión ambiental, sistemas de<br />

manejo ambiental, perspectiva ambiental en los<br />

planes de estudio, entre otros. Desde 2008 el<br />

ceugea ofrece la Especialidad en Ciencias del<br />

Ambiente, Gestión y Sustentabilidad, abierta al<br />

público en general. Próximamente se ofrecerán<br />

programas de posgrado, en colaboración con las<br />

facultades de Ciencias y de Ingeniería Civil. El<br />

ceugea cuenta con una página web dentro del<br />

portal de la Universidad de Colima: http://www.<br />

ucol.mx/acerca/coordinaciones/cgic/ceugea/<br />

Asignaturas ambientales en los programas<br />

educativos<br />

Las acciones del ceugea han incidido en programas<br />

de educación formal, mediante la incorporación<br />

de asignaturas obligatorias y optativas<br />

con temas ambientales y de formación de valores,<br />

en diversos programas educativos de nivel<br />

superior y medio superior. Para ello se constituyó<br />

un Grupo Núcleo Docente con integrantes<br />

provenientes de diversas dependencias educativas,<br />

quienes llevaron a cabo un diplomado en el<br />

ceugea, mediante el cual adquirieron las herramientas<br />

conceptuales y metodológicas que les<br />

permitieran adecuar sus programas educativos.<br />

Impulsada por las políticas de la Secretaría de<br />

Educación Pública Federal, y con el trabajo colegiado<br />

de escuelas, facultades y el propio ceugea,<br />

la universidad realiza, desde el año 2000, un proceso<br />

de mejora de la calidad en sus programas<br />

educativos, mejoramiento de los servicios admi-<br />

730 GESTIÓN AMBIENTAL


FIGURA 1. Vistas del Ecoparque Nogueras de la Universidad de Colima, en Comala. Oficinas administrativas<br />

del parque, construidas con adobe y teja de barro y sendero principal con motivos florales (reminiscencia del<br />

significado de Nogueras “el que tiene flores en el valle”), hecho de piedra de río que conduce a los diversos<br />

sitios del parque. A los lados se observa vegetación regional rastrera de poca demanda de agua (sustituto<br />

del pasto inglés) y plantas medicinales y frutales propias de la región. Fotos: Francisco Javier Cárdenas<br />

Munguía.<br />

nistrativos y de la infraestructura, así como la<br />

actualización de la normatividad institucional.<br />

Se ha tratado de equilibrar la carga de asignaturas<br />

ambientales de carácter técnico-científico<br />

con las asignaturas del área humanística, como<br />

ética profesional, bioética, desarrollo sustentable,<br />

gestión ambiental y otras.<br />

Promoción de la investigación ambiental<br />

La inserción de criterios ambientales en asignaturas<br />

obligatorias y optativas de los programas<br />

educativos, en los niveles bachillerato, licenciatura<br />

y posgrado, ha fomentado la realización de<br />

proyectos de investigación sobre temas ambientales.<br />

El ceugea participa en una amplia variedad<br />

de investigaciones como: identificación de<br />

impactos y riesgos ambientales derivados de las<br />

actividades de la universidad, biodiversidad de<br />

la avifauna regional, biodiversidad en áreas<br />

urbanas, reproducción de tortugas dulceacuícolas<br />

en cautiverio, lixiviados de vermicomposta<br />

como fertilizante alternativo, mapa de ruido<br />

urbano de Colima, niveles de estrés en usuarios<br />

de espacios urbanos, potencial para generar<br />

energías alternativas en Colima, participación<br />

social en la gestión de áreas naturales protegidas<br />

y diseño urbano para la sociabilidad, y solidaridad<br />

e identidad regional.<br />

La Red Verde Universitaria<br />

Durante los primeros cuatro años de su existencia<br />

el ceugea trabajó en fomentar la responsabilidad<br />

ambiental en la comunidad universitaria organizando<br />

comités y clubes de ecología. Después de<br />

Gestión ambiental en la Universidad de Colima 731


un periodo de reconformación surgió una nueva<br />

estructura de grupos universitarios ambientalistas,<br />

la Red Verde Universitaria. Esta red tiene<br />

como objetivo vincular, con acciones de participación<br />

ambiental, a los estudiantes, maestros y<br />

trabajadores universitarios, quienes de forma<br />

voluntaria integran los comités, clubes y grupos<br />

verdes. Se trata de un movimiento ambiental que<br />

difunde y promueve sencillas acciones intra y<br />

extramuros, para enriquecer la calidad de vida de<br />

los universitarios (Red Verde, 2009).<br />

En la constitución de la Red Verde Universitaria<br />

existen comités (en facultades) y clubes de ecología<br />

(en bachilleratos), conformados por alumnos,<br />

maestros, trabajadores; también grupos<br />

verdes conformados por personal administrativo<br />

y trabajadores de las dependencias con funciones<br />

de servicio, administración o investigación.<br />

El conjunto de comités, clubes y grupos verdes,<br />

en cada una de las cinco delegaciones regionales,<br />

forma a su vez una Red Verde Delegacional.<br />

Todos los universitarios pertenecientes a esos<br />

grupos integran la Red Verde Universitaria, la<br />

cual cuenta con un espacio en el portal de la<br />

Universidad, ,<br />

con la finalidad de interconectar virtualmente a<br />

los voluntarios de los diferentes campus.<br />

Reverde-Ser: Programa radiofónico<br />

En el 2003 y 2004, el CEUGEA realizó un programa<br />

semanal de media hora llamado Reverde-<br />

Ser para la radio universitaria. Pronto se amplió<br />

la duración a una hora, con un formato tipo<br />

revista: entrevistas a invitados, música y cápsulas<br />

con información ambiental. El propósito fue<br />

difundir conocimientos ambientales enfatizando<br />

la importancia de los valores humanos y<br />

la ética ambiental. En el año 2005 se convirtió en<br />

cápsulas de cinco minutos, transmitidas dos<br />

veces al día. Actualmente, las cápsulas tienen<br />

una duración de un minuto, con repetición de<br />

hasta ocho veces al día. La estación universitaria<br />

llamada Universo xhudc 94.9 tiene cobertura<br />

en la zona norte del estado, pero también transmite<br />

por internet sus programas, lo que ha incrementado<br />

notablemente la cobertura de<br />

Reverde-Ser (udc 2009b).<br />

Programas televisivos<br />

El ceugea participa eventualmente con temas<br />

ambientales transmitidos por la televisión<br />

comercial local, aunque también ha realizado<br />

algunos programas para la televisión universitaria,<br />

producidos por el Centro Universitario de<br />

Video y Televisión Educativa (ceuvidyte 2009),<br />

la cual transmite sus programas tanto por televisión<br />

abierta como por internet.<br />

Sistema de gestión ambiental institucional<br />

En un esfuerzo por incorporar criterios ambientales<br />

en todas las actividades de la universidad, y<br />

atendiendo las necesidades de organizar y coordinar<br />

las acciones ambientales que ya se venían<br />

realizando, en 2005 se estableció el sistema de<br />

gestión ambiental (sga). En ese mismo año el<br />

trabajo colegiado del ceugea y las delegaciones<br />

regionales culminó con la emisión de la Política<br />

Ambiental Institucional, misma que fue promulgada<br />

y avalada por la rectoría: “La Universidad<br />

de Colima es una institución educativa, de<br />

investigación y difusión de la cultura, cuya<br />

comunidad está comprometida con el cuidado y<br />

el desarrollo ambiental, en un proceso de mejora<br />

continua, previniendo riesgos y mitigando<br />

impactos ambientales con una visión de sustentabilidad,<br />

ajustada a la legislación aplicable bajo<br />

732 GESTIÓN AMBIENTAL


un sistema de gestión ambiental basado en la<br />

norma ISO 14001”.<br />

Se elaboró también el Programa de Gestión<br />

Ambiental Institucional cuyos objetivos son:<br />

1. Fomentar una cultura de responsabilidad<br />

ambiental en la comunidad universitaria.<br />

2. Realizar proyectos de investigación ambiental.<br />

3. Promover que los universitarios realicen programas<br />

ambientales de vinculación externa.<br />

4. Operar los campus universitarios con criterios<br />

ambientales.<br />

Además, fueron propuestos siete subprogramas<br />

de operación ambiental: agua, energía, compras,<br />

espacios, transporte-vialidad, residuos y saludseguridad.<br />

Vinculación<br />

Una de las estrategias del ceugea para vincularse<br />

con la comunidad e incidir en las políticas<br />

regionales de desarrollo ambiental se realiza a<br />

través de la participación de su personal en consejos<br />

técnicos ambientales, establecidos en diversos<br />

niveles de gobierno. Algunos de ellos son:<br />

1. Consejo Consultivo Núcleo para el Desarrollo<br />

Sustentable (semarnat-Delegación<br />

Federal Colima).<br />

2. <strong>Comisión</strong> de Investigación y Estudios Científicos<br />

y Tecnológicos (Secretaría de Desarrollo<br />

Urbano-Delegación Federal Colima).<br />

3. <strong>Comisión</strong> de Desarrollo Urbano del Municipio<br />

de Colima.<br />

4. Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable-Región<br />

II.<br />

5. Consejo Consultivo del Archivo Histórico<br />

del Municipio de Colima.<br />

6. Consejo Consultivo de Las Huertas de<br />

Comala.<br />

La participación de la universidad en estos ámbitos<br />

es importante, porque representa una oportunidad<br />

para influir en la toma de decisiones del<br />

sector público relacionadas con el desarrollo<br />

sustentable.<br />

Otra estrategia de vinculación de la universidad<br />

con comunidades externas es la impartición de<br />

cursos de capacitación y diplomados a organizaciones<br />

públicas (curso de Sistemas de Manejo<br />

Ambiental para conagua, 2009) y privadas<br />

(diplomado en Gestión Ambiental para el consorcio<br />

minero Benito Juárez-Peña Colorada,<br />

2004), directamente a través del ceugea o a través<br />

de la Dirección General de Educación<br />

Continua.<br />

El futuro de la gestión ambiental<br />

en la Universidad de Colima<br />

Desde 2007 la Universidad de Colima ha ido<br />

incorporando cada vez más los criterios ambientales<br />

en todas las actividades de educación,<br />

investigación, vinculación y operación de los<br />

campi, un claro reflejo de esto es la incorporación,<br />

de manera transversal en las políticas institucionales,<br />

de acciones sobre temas ambientales<br />

las cuales inciden en los programas operativos<br />

anuales de todas las dependencias universitarias.<br />

La Universidad de Colima no persigue la certificación<br />

ambiental de sus actividades, pero sí un<br />

compromiso institucional de planeación y educación<br />

permanentes. Inicialmente se planteó<br />

lograr la certificación ambiental bajo la norma<br />

Gestión ambiental en la Universidad de Colima 733


internacional iso 14001, pero debido a las limitaciones<br />

de recursos humanos y financieros se<br />

decidió buscar otras alternativas. Actualmente<br />

se tiene planeado realizar una reestructuración<br />

de todo el sistema de gestión ambiental para<br />

adaptarlo a los requerimientos de la Declaración<br />

de Talloires 2 , un sistema de gestión ambiental<br />

con validez internacional específico para instituciones<br />

de educación superior. Esta Declaración<br />

2 En octubre de 1990 Jean Mayer, presidente de Tufts<br />

University, convocó a 22 presidentes de instituciones de<br />

educación superior a una conferencia en Talloires, Francia.<br />

En la declaración surgida en esa reunión las instituciones<br />

firmantes se comprometieron a promover las siguientes<br />

acciones: despertar la conciencia del gobierno, industrias,<br />

fundaciones y universidades sobre la necesidad de<br />

encaminarnos hacia un futuro ambientalmente sostenible;<br />

incentivar a la universidad para que se comprometa con<br />

la educación, investigación, formación de políticas e<br />

intercambios de información, de temas relacionados con<br />

población, medio ambiente y desarrollo para alcanzar<br />

un futuro sostenible; establecer programas que formen<br />

expertos en gestión ambiental, desarrollo sostenible,<br />

demografía y temas afines; crear programas que desarrollen<br />

la capacidad de la universidad de enseñar el tema del medio<br />

ambiente a estudiantes de pregrado, posgrado e institutos<br />

profesionales; ser un ejemplo de responsabilidad ambiental<br />

estableciendo programas de conservación de los recursos,<br />

reciclaje y reducción de desechos dentro de la universidad;<br />

involucrar al gobierno (en todos los niveles), las fundaciones<br />

e industrias, en el apoyo a la investigación universitaria,<br />

educación, formación de políticas e intercambios de<br />

información sobre desarrollo sostenible; extender este<br />

trabajo a las organizaciones no gubernamentales (ong) y<br />

encontrar soluciones integrales a los problemas del medio<br />

ambiente; reunir a los profesionales del medio ambiente<br />

para desarrollar programas de investigación, formación de<br />

políticas e intercambios de información, para alcanzar de<br />

esta forma un futuro ambientalmente sostenible; asociarse<br />

con colegios de educación básica y media para capacitar a sus<br />

profesores en la enseñanza de problemas relacionados con<br />

población, medio ambiente y desarrollo sostenible; trabajar<br />

con la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio<br />

Ambiente y el Desarrollo (cnumad), el Programa de las<br />

Naciones Unidas para el Medio Ambiente (pnuma) y otras<br />

organizaciones nacionales e internacionales, para promover<br />

un esfuerzo universitario a nivel mundial que conlleve a<br />

un futuro sostenible; establecer un comité directivo y un<br />

secretariado que permita a los participantes informarse y<br />

apoyarse en el cumplimiento de esta Declaración.<br />

fue creada en 1990 por la Asociación de Líderes<br />

Universitarios para el Desarrollo Sostenible, con<br />

el propósito de regular los esfuerzos internos y<br />

externos de las universidades para el trabajo<br />

interdisciplinario en temas de población, medio<br />

ambiente y desarrollo sostenible.<br />

En los ejes institucionales de desarrollo 2009-<br />

2013, relativos a la educación, investigación,<br />

administración y vinculación, se establece que la<br />

Universidad de Colima se compromete a desarrollar<br />

y difundir estrategias para un futuro<br />

ambientalmente sostenible, a través de un programa<br />

de conservación de recursos, reciclaje y<br />

reducción de desechos y el apoyo a la investigación<br />

científica (Aguayo-López 2009).<br />

Por lo que respecta a la Red Verde Universitaria y<br />

el Grupo Núcleo Docente, que se ocupa de incorporar<br />

transversalmente criterios ambientales en<br />

los programas curriculares de estudio, éstos continuarán<br />

recibiendo capacitación.<br />

Al mismo tiempo, deberá crearse otro grupo<br />

núcleo de investigación, el cual deberá promover<br />

la integración de profesores y estudiantes en grupos<br />

multidisciplinarios que desarrollen proyectos<br />

de investigación ambientales.<br />

La Red Verde de la universidad debe continuar<br />

integrando permanentemente alumnos, maestros<br />

y trabajadores, mediante la promoción de proyectos<br />

de concientización y la difusión de los proyectos<br />

exitosos entre redes de grupos verdes. Es<br />

importante que continúe la participación de la<br />

universidad en los consejos consultivos, para incidir<br />

en las decisiones tomadas en el ámbito del sector<br />

público.<br />

734 GESTIÓN AMBIENTAL


FIGURA 2. Integrantes de<br />

la Red Verde, reunidos<br />

en el patio central de la<br />

exhacienda Nogueras,<br />

ingreso principal al<br />

parque. Foto: Angélica<br />

Rocha.<br />

Para facilitar el proceso de vinculación de la<br />

investigación y la docencia, con los requerimientos<br />

de la sociedad y el entorno, es importante llevar<br />

a cabo diagnósticos periódicos de las líneas y<br />

proyectos de investigación, en materia ambiental<br />

que se generan en la universidad y otras instancias<br />

regionales, así como evaluar la pertinencia de<br />

esos proyectos. De forma paralela debe alentarse<br />

la realización de los proyectos multidisciplinarios<br />

de investigación ambiental, dirigidos a cubrir las<br />

áreas de oportunidad identificadas.<br />

Tomando en cuenta los recursos disponibles en<br />

la universidad, se pretende simplificar el sistema<br />

de gestión ambiental, particularmente en la operación<br />

de los campi, integrando los siete subprogramas<br />

operativos en cuatro ejes: agua, energía,<br />

residuos y espacios universitarios.<br />

El Ecoparque Nogueras seguirá funcionando<br />

como centro de divulgación de cultura ambiental,<br />

dirigido a escolares y turistas nacionales y extranjeros.<br />

Actualmente, se prepara la documentación<br />

necesaria para solicitar su registro como unidad<br />

de manejo para la conservación de vida silvestre<br />

(uma) ante la semarnat. El Centro Universitario<br />

de Gestión Ambiental, en colaboración con otras<br />

dependencias de la Universidad de Colima, pretende<br />

a futuro ofrecer servicios como: estudios de<br />

impacto ambiental, inventarios, monitoreos, cursos<br />

de capacitación y otras actividades.<br />

La educación ambiental formal y no formal tiene<br />

un papel importante en el proceso de fundar las<br />

bases para lograr una conciencia que conduzca a<br />

establecer prácticas sustentables de uso de los<br />

recursos naturales y la diversidad biológica en<br />

particular. Para ello primero hay que saber cuáles<br />

son nuestros recursos naturales, ya que conocer<br />

en detalle la biodiversidad de una región es indispensable<br />

para plantear estrategias de conservación,<br />

protección ambiental y uso sustentable, así<br />

como para ofrecer a las nuevas generaciones un<br />

mejor conocimiento de su región.<br />

Gestión ambiental en la Universidad de Colima<br />

735


Referencias<br />

Aguayo-López, M.A. 2009. Ejes para el desarrollo institucional<br />

2009-2013. Programa de trabajo. Segundo<br />

periodo rectoral. Colima, México, Universidad<br />

de Colima (ucol), México.<br />

Ayala-Figueroa, A. y J.M. Vargas-Escobar. 2007. Caracterización<br />

del lixiviado de vermicompostaje de<br />

residuos de plátano y su uso potencial como biofertilizante.<br />

Tesis de ingeniería química en alimentos,<br />

ucol, México.<br />

Cárdenas-Munguía, F.J. 2008. Gestión del compromiso<br />

ambiental en los integrantes de la Universidad<br />

de Colima: experiencias y desafíos. Fumarola. En:<br />

, última consulta: 31<br />

de agosto de 2015.<br />

ceugea. Centro Universitario de Gestión Ambiental.<br />

2009a. Ecoparque Nogueras del ceugea. En:<br />

, última consulta: 20 de<br />

octubre de 2009.<br />

——— . 2009b. Programa Operativo Anual del Centro<br />

Universitario de Gestión Ambiental. En: , última consulta: 20 de octubre de<br />

2009.<br />

ceuvidyte. Centro Universitario de Video Didáctico<br />

y Televisión Educativa. 2009. En: , última consulta: 20 de octubre de<br />

2009.<br />

González, H.A. 2006a. Avifauna de la región de<br />

Nogueras, Comala. Reporte Técnico núm. CGI-<br />

C-387/05-A-000. Coordinación General de Investigación<br />

Científica, ucol.<br />

——— . 2006b. Guía de campo para la identificación<br />

de la avifauna de la región de Nogueras, Comala.<br />

Reporte Proyecto de Investigación CGIC-387/05.<br />

Coordinación General de Investigación Científica.<br />

ucol, México.<br />

——— . 2008. Manual de mantenimiento de tortugas<br />

dulceacuícolas en cautiverio. Proyecto núm. 041, financiado<br />

por el programa pacmyc-2006. Secretaría<br />

de Cultura del Estado de Colima, Colima.<br />

——— . 2009. Aves de Nogueras, Comala, Colima. Guía<br />

para la identificación en campo. Secretaría de Medio<br />

Ambiente y Recursos Naturales (semarnat)/<br />

Centro Universitario de Gestión Ambiental (ceugea).<br />

González, H.A., M. Hernández, Y.J. Chapula y C. Medina.<br />

2009a. Rescate cultural y biológico de algunas<br />

especies de orquídeas de Colima. En: ,<br />

última consulta: 20<br />

de octubre de 2009.<br />

González, H.A., L.V. Madrigal y J. Vázquez. 2009b.<br />

Tecnología para la elaboración de composta con residuos<br />

agrícolas de plátano y banano. Fondo Mixto<br />

(fomix)/Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología<br />

(conacyt)/Gobierno del Estado de Colima.<br />

Red-Verde. 2009. Red Verde. Centro de Gestión Ambiental.<br />

En: ,<br />

última<br />

consulta: 20 de octubre de 2009.<br />

udc. Universidad de Colima. 2009a. Conoce la historia<br />

de la universidad. En: , última consulta: 20 de<br />

octubre de 2009.<br />

——— . 2009b. Universo FM. En: , última consulta: 20 de octubre de 2009.


Nuestros autores<br />

Aguilar Olguín, Sergio<br />

Centro Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario”<br />

zanyya@hotmail.com<br />

Licenciado en Oceanografía con Maestría en Ciencias<br />

del Mar, en ambas egresado de la Facultad de Ciencias<br />

Marinas de la Universidad de Colima, actualmente<br />

realiza un Doctorado en Ecología y Manejo de Recursos<br />

Naturales en el Centro Universitario de la Costa<br />

Sur de la Universidad de Guadalajara. Desde 2001 ha<br />

trabajado para la uma Centro Ecológico de Cuyutlán<br />

“El Tortugario”, como jefe del Departamento de Tortugas<br />

Marinas, coordinando actividades del programa<br />

de protección y conservación de tortugas marinas y<br />

haciendo estudios sobre ecología poblacional y reproductiva<br />

de tortugas marinas y cocodrilos.<br />

Aguirre León, Gustavo<br />

Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />

agustavo.aguirre@inecol.mx<br />

Biólogo y Maestro en Ciencias, egresado de la Facultad<br />

de Ciencias unam. Técnico titular en la Red de Interacciones<br />

Multitróficas del Instituto de Ecología, A.C.<br />

(inecol). Participante en 25 proyectos de investigación,<br />

ha publicado 19 artículos científicos arbitrados y<br />

17 capítulos de libro sobre la conservación y ecología<br />

de vertebrados, ecología de invertebrados y el desarrollo<br />

de áreas naturales protegidas en México. Ha sido<br />

profesor en el programa de posgrado del inecol y ha<br />

dirigido nueve tesis de licenciatura, dos de especialidad<br />

y 14 de maestría en diversas instituciones de<br />

México. Editor de producción de Acta Zoologica Mexicana<br />

(nueva serie), revista calificada en el Padrón de<br />

Revistas Científicas Mexicanas del conacyt.<br />

Alemán Campos, Jorge Luis<br />

Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />

(semarnat-Colima)<br />

restauración@colima.semarnat.gob.mx<br />

Egresado del Instituto Tecnológico Forestal núm. 1.<br />

Laboró en la Secretaría de Agricultura y Recursos<br />

Hidráulicos, Secretaría de Medio Ambiente, Recursos<br />

Naturales y Pesca, y Secretaría de Medio Ambiente y<br />

Recursos Naturales. Sus principales actividades actuales<br />

son la evaluación, dictaminación y resolución de<br />

los proyectos que para el aprovechamiento de recursos<br />

forestales y de suelos ingresan a la Delegación Colima<br />

de la semarnat; como son programas de manejo<br />

forestal, cambios de uso del suelo de terrenos forestales,<br />

plantaciones forestales comerciales, aprovechamiento<br />

de recursos forestales no maderables, por citar<br />

algunos.<br />

Álvarez Pliego, Nicolás<br />

Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (ujat)<br />

nicolas.alvarez.pliego@gmail.com<br />

Egresado de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala<br />

de la Universidad Nacional Autónoma de México<br />

(unam). Maestría y Doctorado en Ciencias Marinas<br />

737


por parte del Centro Interdisciplinario de Ciencias<br />

Marinas (cicimar) del Instituto Politécnico Nacional.<br />

Actualmente labora como profesor-investigador en la<br />

División Académica de Ciencias Biológicas de la Universidad<br />

Juárez Autónoma de Tabasco. Responsable<br />

técnico de proyectos de investigación sobre la ictiofauna<br />

del sureste del Golfo de México. Autor y coautor<br />

de publicaciones científicas indexadas y capítulos de<br />

libro arbitrados.<br />

Andrade Tinoco, Elisa<br />

elisa.at@gmail.com<br />

Bióloga egresada de la Facultad de Biología de la Universidad<br />

Michoacana San Nicolás de Hidalgo, con<br />

Maestría en Ciencias Pecuarias en el área de acuacultura<br />

y ciencias marinas de la Universidad de Colima.<br />

Cuenta con un diplomado en gestoría ambiental y<br />

control de contaminación y otro en evaluación de<br />

impacto ambiental; así como diversos cursos y talleres<br />

sobre acuacultura y pesquerías. Trabajó en la cfe en la<br />

Oficina de Ecología e Impacto Ambiental; así como en<br />

el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado<br />

de la Zona Conurbada de Guadalajara, en calidad<br />

de agua y control de procesos, y en saneamiento e<br />

impacto ambiental. Actualmente se desempeña como<br />

consultora ambiental independiente para la gestión y<br />

elaboración de estudios de impacto ambiental y como<br />

asesora en acuacultura, además participa en la identificación<br />

y elaboración de proyectos productivos.<br />

Arciniega Flores, Judith Alicia de Jesús<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

jarcinie@costera.melaque.udg.mx<br />

Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />

de Guadalajara. Estudios de Maestría en la<br />

Universidad de Colima. Trabaja en la Universidad de<br />

Guadalajara desde 1995 en el Laboratorio de Ecología<br />

de Invertebrados, principalmente con crustáceos y<br />

moluscos. Desarrolla actividades de docencia, investigación<br />

y difusión. Actualmente imparte dos cursos en<br />

la Licenciatura de Biología Marina del cucsur-udg.<br />

Ha participado en la elaboración de 14 artículos y siete<br />

capítulos de libro. Cuenta con reconocimiento perfil<br />

Promep de la sep.<br />

Arévalo Galarza, Gustavo Antonio<br />

Universidad Autónoma Chapingo (uach)<br />

arevalogg@gmail.com<br />

Egresado de la Universidad Autónoma Chapingo,<br />

especialista en zonas áridas, doctorado en el Colegio<br />

de Posgraduados en Edafología. Se ha desempeñado<br />

como profesor-investigador por más de 30 años en la<br />

Universidad Autónoma Chapingo, impartiendo las<br />

asignaturas de Planeación del Uso de la Tierra, Percepción<br />

Remota y Sistemas de Información Geográfica.<br />

Desarrolla investigación en Manejo Integral de Cuencas,<br />

Análisis Espacial en Recursos Naturales y Ordenamiento<br />

Ecológico del Territorio. Desarrolla<br />

actividades en el postgrado de Ingeniería Integral del<br />

Agua e Ingeniería Forestal en Chapingo. Ha publicado<br />

artículos relacionados con el desarrollo de herramientas<br />

espaciales y otros de índole edafológica.<br />

Arreola Nava, Hilda Julieta<br />

Universidad Autónoma de Guadalajara (udg)<br />

harreola@cucba.udg.mx<br />

Egresada de la Licenciatura en Biología en la Escuela<br />

Nacional de Estudios Profesionales Iztacala (unam),<br />

Maestría y Doctorado en Botánica en el Colegio de<br />

Posgraduados en Montecillo, Estado de México. Es<br />

autora de un libro sobre el género Opuntia (nopales) de<br />

Jalisco, de varios capítulos en libros especializados y<br />

16 artículos científicos. Socia fundadora de nakari,<br />

Sociedad Jalisciense de Cactología, A.C. y miembro de<br />

la Sociedad Mexicana de Cactología, A.C., es miembro<br />

de la red Pitaya-Pitahaya del sinarefi-sagarpa. Colaboradora<br />

con la Unión Internacional para la Conservación<br />

de la Naturaleza (uicn). Actualmente se dedica<br />

a la docencia y realiza investigación para la conservación<br />

de las cactáceas nativas de Jalisco.<br />

Arreguín Sánchez, María de la Luz<br />

Instituto Politécnico Nacional (ipn)<br />

luzma1950ipn@gmail.com<br />

738 PRESENTACIÓN


Bióloga, Maestra en Educación y Doctora en Humanidades,<br />

todos con mención honorífica. Ha realizado 30<br />

proyectos, 130 publicaciones, 18 libros y asesorado 70<br />

tesis. Actualmente es curadora del Herbario de la<br />

Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (encb) del<br />

Instituto Politécnico Nacional.<br />

Ayala Barajas, Ricardo<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

rayala@ib.unam.mx<br />

Biólogo, Maestro en Ciencias en Biología Animal y<br />

Doctor en Ciencias Biológicas por la unam. Tiene un<br />

Posdoctorado en el Natural History Museum, University<br />

of Kansas. Investigador en la Estación de Biología<br />

Chamela del ibunam; investigador nacional<br />

nivel I y pride D. Las áreas de su investigación son la<br />

sistemática de las abejas nativas de México (Hymenoptera:<br />

Apoidea), su biodiversidad, distribución y<br />

aspectos de su ecología, en especial su importancia<br />

como polinizadores de plantas nativas y cultivadas, y<br />

su uso como indicadores de perturbación. Tiene 45<br />

artículos en revistas nacionales e internacionales<br />

indexadas, nueve artículos en revistas nacionales no<br />

indexadas, cuatro libros y 16 capítulos en libros. Es<br />

revisor en ocho revistas de corte nacional e internacional.<br />

Ha dirigido siete tesis de licenciatura, dos de<br />

maestría y tres de doctorado.<br />

Báez Montes, Oscar<br />

biologo.oscar.baez@gmail.com<br />

Biólogo egresado de la Universidad de Guadalajara.<br />

Ha participado en proyectos de monitoreo de comunidades<br />

en áreas naturales protegidas en México y Costa<br />

Rica; restauración y conservación de humedales en<br />

Jalisco; monitoreo de aves acuáticas en humedales de<br />

Jalisco. Es supervisor de proyectos relacionados con la<br />

conservación, restauración y aprovechamiento sustentable<br />

de los recursos naturales en áreas naturales protegidas<br />

en el estado de Guanajuato.<br />

Balcázar Lara, Manuel Artemio<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

mabl@ucol.mx<br />

Egresado de la Facultad de Biología de la Universidad<br />

Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (umsnh),<br />

Maestro en Ciencias (Biología Animal) de la Facultad<br />

de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de<br />

México, Doctor por la University of Florida. Laboró en<br />

el Instituto de Biología de la unam y desde 2000 trabaja<br />

en la Universidad de Colima. Sus principales actividades<br />

actuales son el estudio de la biodiversidad de<br />

Lepidóptera de México, en especial de grupos Bombycoides<br />

y la coevolución de las palomillas de la yuca y<br />

sus huéspedes. Ha publicado 28 artículos en revistas y<br />

seis capítulos de libros. Miembro de la Academia<br />

Mexicana de Ciencias.<br />

Bauche Petersen, Paola<br />

Fondo Noroeste A.C. (fonnor)<br />

paolabauche@gmail.com<br />

Estudió Biología en la Universidad de Guadalajara y<br />

tiene una Maestría en Geografía por McGill University<br />

en Canadá. Ha trabajado por más de 12 años en el<br />

tema de manejo de recursos naturales. Trabajó en la<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional Forestal, diseñando y operando el<br />

programa Mecanismos locales de pago por servicios<br />

ambientales, a través de fondos concurrentes, un programa<br />

nacional que busca involucrar a los usuarios de<br />

servicios ambientales en la conservación de cuencas y<br />

corredores biológicos. Actualmente trabaja en el<br />

Fondo Noroeste, A.C. (fonnor) en donde coordina<br />

actividades de manejo integrado de cuencas costeras<br />

en el pacífico mexicano.<br />

Best, Troy L.<br />

Auburn University (au)<br />

besttro@auburn.edu<br />

Biólogo, antropólogo y profesor de secundaria, egresado<br />

de Eastern New Mexico University y doctorado<br />

por University of Oklahoma. Profesor de ciencias biológicas<br />

en Auburn University y curador de la colección<br />

de mamíferos de Auburn University. Además de su<br />

trabajo en Alabama ha estudiado mamíferos en<br />

Argentina, Canadá, Kenya, México, Sudáfrica, Suazi-<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 739


landia y varios sitios de Europa. Ha recibido varios<br />

reconocimientos de la American Society of Mammalogists,<br />

Southeastern Bat Diversity Network y Southwestern<br />

Association of Naturalists. Ha sido editor del<br />

Journal of Mammalogy, Mammalian Species y The<br />

Southwestern Naturalist.<br />

Bracamontes Pérez, J. Santos<br />

Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />

(semarnat-Colima)<br />

viveroelguayacan@gmail.com<br />

Egresado como Ingeniero Agrónomo en Sistemas de<br />

Producción Agrícola del Instituto Tecnológico<br />

Agropecuario núm. 26, con Maestría en Ciencias en el<br />

área de geomática aplicada al manejo de recursos<br />

naturales de la Universidad de Colima. Laboró en la<br />

sarh en el área de manejo silvícola, posteriormente en<br />

la semarnap en las áreas de evaluación y dictaminación<br />

de programas de manejo forestal y como encargado<br />

del área de geomática del Departamento de<br />

Ordenamiento Territorial. Apoyó en la asesoría para<br />

programas de unidades de manejo de vida silvestre.<br />

Bretón González, Mauricio<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

mauri@ucol.mx<br />

Realizó estudios de doctorado en el Instituto Andaluz<br />

de Geofísica de la Universidad de Granada, España.<br />

Trabaja como investigador en el Observatorio Vulcanológico<br />

de la Universidad de Colima en donde es responsable<br />

de las áreas de riesgo volcánico y monitoreo visual.<br />

Miembro activo del sni. Coordinador de la Maestría en<br />

Ciencias de la Tierra, Geomática y Gestión de Riesgos<br />

de la Facultad de Ingeniería Civil de la misma ucol. Ha<br />

publicado más de 30 artículos como autor y coautor<br />

sobre vulcanismo, sismicidad y riesgos. Responsable del<br />

Atlas de peligros y riesgos en el estado de Colima.<br />

Burton, Andrew Mark<br />

Geothermal Dragons Limited<br />

andrew@geothermaldragons.com<br />

Zoólogo, con experiencia y especialidad en la ecología<br />

de leopardo, puma y gato montés, así como en aves<br />

rapaces de los géneros Accipiter, Spizaetus, Spizastur y<br />

también reptiles, específicamente los dragones de la<br />

familia Varanidae.<br />

Calderón Riveroll, Gustavo<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

calderon5212@hotmail.com<br />

Militar, ingeniero mecánico naval e ingeniero geógrafo<br />

mexicano por la Heroica Escuela Naval Militar.<br />

Tiene una Maestría en Ciencias de la Tierra por la Universidad<br />

de Arizona y un Doctorado en Ciencias en<br />

Geofísica Marina por la Universidad Estatal de Oregón.<br />

Fue director del Centro Universitario de Investigaciones<br />

Oceanológicas de la Universidad de Colima.<br />

Profesor e investigador de la Universidad de Colima.<br />

Actualmente es asesor en el Instituto Oceanográfico<br />

del Pacífico.<br />

Cárdenas Munguía, Francisco Javier<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

fjcardenasm@hotmail.com<br />

Maestría cursada en el mit, Doctorado en Arquitectura<br />

por la unam. Líneas de investigación: urbanismo,<br />

historia, diseño, gestión y conducta humana del espacio<br />

público vegetado. Profesor-investigador de la<br />

Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad<br />

de Colima, donde ha sido coordinador de posgrado,<br />

fundador y director del Centro Universitario de Gestión<br />

Ambiental y creador y responsable del Ecoparque<br />

Nogueras, actualmente es responsable del Programa<br />

de Gestión Ambiental de los campus. Es autor de<br />

publicaciones de artículos, capítulos de libro, libros y<br />

discos compactos editados por conaculta, rniu,<br />

conacyt, la Universidad de Colima, el Archivo Histórico<br />

del Municipio de Colima y Gobierno del Estado<br />

de Colima, entre otros. Ha participado en congresos<br />

nacionales e internacionales de investigación en arquitectura,<br />

urbanismo y paisaje.<br />

740 NUESTROS AUTORES


Casas Andreu, Gustavo<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

gcasas@ib.unam.mx<br />

Egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />

Nacional Autónoma de México, donde obtuvo su<br />

Licenciatura, Maestría y Doctorado en Biología. Desde<br />

el año de 1974 es investigador de tiempo completo en<br />

la unam. Su campo de trabajo es la biología de anfibios<br />

y reptiles, en especial trabaja con faunas herpetológicas<br />

y biología y ecología en diferentes especies de esos<br />

grupos, como tortugas, lagartijas y cocodrilos. Fue<br />

curador de la Colección Nacional de Anfibios y Reptiles<br />

del Instituto de Biología entre 1974 y 1993. Ha<br />

publicado más de 150 artículos y capítulos en revistas<br />

y libros científicos y cinco libros especializados en este<br />

tipo de fauna.<br />

Castro Caro, Eleazar<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional del Agua (conagua)<br />

eleazar.castro@conagua.gob.mx<br />

Cervantes Pasqualli, Juan Albert<br />

Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />

juan.cervantes@inecol.mx<br />

Biólogo egresado de la Universidad Autónoma de Ciudad<br />

Juárez (uacj) y Maestro por el Instituto de Ecología,<br />

A.C. (inecol). Trabajó como técnico de campo y<br />

gabinete en diferentes proyectos de investigación y<br />

desde el 2014 labora en la Unidad de Servicios Profesionales<br />

Altamente Especializados (uspae) del inecol.<br />

Sus principales actividades actuales son la<br />

coordinación de actividades académicas dentro de la<br />

uspae incluyendo la elaboración y colaboración en<br />

artículos científicos.<br />

Cevallos Espinosa, Judith<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

jcevallo@cucsur.udg.mx<br />

Egresada de la Licenciatura en Biología por la Universidad<br />

de Guadalajara, con Maestría en Manejo y Conservación<br />

de Recursos Naturales por el Centro<br />

Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza<br />

en Cosa Rica. Desde 1990 trabaja en la Universidad de<br />

Guadalajara en el Centro Universitario de la Costa<br />

Sur. Los proyectos y líneas de investigación desarrollados<br />

se enfocan al manejo y aprovechamiento de recursos<br />

forestales no maderables y conocimiento<br />

etnobotánico en agroecosistemas y bosques tropicales.<br />

Actualmente se desempeña como profesora de Ingeniería<br />

en Recursos Naturales y Agropecuarios y es<br />

coordinadora de control escolar en el Centro Universitario<br />

de la Costa Sur. Cuenta con siete artículos científicos<br />

y tres capítulos de libro.<br />

Cobo Díaz, José<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

zsalinas@hotmail.com<br />

Doctor en Biología, ha publicado reportes científicos<br />

sobre estrés en comunidades coralinas, con énfasis en<br />

exposición a radiación ultravioleta.<br />

Cruz Angón, Andrea<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la<br />

Biodiversidad (conabio)<br />

acruz@conabio.gob.mx<br />

Bióloga de la Universidad Michoacana. Obtuvo el<br />

grado de Doctor en Ciencias en Ecología y Manejo de<br />

Recursos Naturales por parte del Instituto de Ecología,<br />

A.C. Trabajó como asistente y coordinadora del<br />

proyecto de investigación del Centro de Aves Migratorias<br />

del Smithsonian Institution (is) en Chiapas,<br />

Xalapa y Guatemala. Participó como evaluadora<br />

ambiental de programas de certificación de buen<br />

manejo forestal en comunidades y ejidos forestales de<br />

México. Trabajó en la Gerencia de Protección Ambiental<br />

de la Dirección Corporativa de Operaciones de<br />

Pemex. Actualmente se desempeña como coordinadora<br />

de Enlace y Estrategias de Biodiversidad de la<br />

conabio. Ha publicado cerca de una decena de artículos<br />

en revistas científicas arbitradas y algunos de<br />

divulgación. Fue coordinadora y editora general de<br />

Biodiversidad en Veracruz: Estudio de Estado.<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 741


Cuevas Guzmán, Ramón<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

rcuevas@cucsur.udg.mx<br />

Ingeniero Agrónomo Forestal por la Universidad de<br />

Guadalajara, con Maestría y Doctorado por el Colegio<br />

de Posgraduados. Miembro del Sistema Nacional de<br />

Investigadores nivel I. Se ha desempeñado como jefe<br />

del Departamento de Ecología y Recursos Naturales y<br />

director de la División de Desarrollo Regional del<br />

Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad<br />

de Guadalajara. Es profesor de la carrera de Ingeniería<br />

en Recursos Naturales y Agropecuarios, en la Maestría<br />

en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales y en<br />

el Doctorado en Ciencias en Biosistemática, Ecología y<br />

Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas. Ha participado<br />

como autor de tres libros científicos, 15 capítulos<br />

de libros y 45 publicaciones en revistas indexadas.<br />

Cutz Pool, Leopoldo Querubin<br />

Instituto Tecnológico de Chetumal<br />

cutzpool@yahoo.com<br />

Profesor titular A, T. C. del Instituto Tecnológico de<br />

Chetumal e investigador nacional del sni, tiene 15<br />

años dedicados a la investigación sobre microartrópodos<br />

del suelo y de cuevas de México. Ha descrito dos<br />

taxa nuevos para la ciencia y publicado trabajos de<br />

ecología e inventarios taxonómicos. Ha impartido 20<br />

cursos a nivel de licenciatura, y siete en el posgrado.<br />

Ha publicado 20 artículos científicos, 26 de difusión y<br />

de divulgación; cinco capítulos de libros. Ha presentado<br />

cerca de 25 ponencias en congresos y simposios<br />

nacionales y unos 10 en eventos internacionales.<br />

Actualmente desarrolla la línea de investigación Ecología<br />

de artrópodos de ecosistemas terrestres.<br />

Chávez Comparan, Juan Carlos<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

jcchavez@ucol.mx<br />

Egresado de la Facultad de Ciencias Marinas de la<br />

Universidad Autónoma de Baja California, Maestría<br />

en Oregon State University (eua) y Doctorado en Universidad<br />

Autónoma de Baja California. Ha trabajado<br />

en el Instituto Oceanográfico de Manzanillo (sedemar)<br />

y actualmente es profesor-investigador de la<br />

Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de<br />

Colima. Pertenece al cuerpo académico de Manejo<br />

integral costero y trabaja realizando investigaciones<br />

sobre peces de arrecifes de coral en el litoral de Colima.<br />

Daniel, Thomas F.<br />

California Academy of Sciences<br />

tdaniel@calacademy.org<br />

Licenciado en Botánica por Duke University y Doctorado<br />

en Botánica por University of Michigan. Curador<br />

del herbario e investigador en botánica en Arizona<br />

State University (1981-1985) y posteriormente en California<br />

Academy of Sciences (1986-2014). Investigación<br />

en sistemática y evolución de Acanthaceae y florística<br />

de Acanthaceae en los Estados Unidos, México y<br />

América Central.<br />

Espíndola Villarón, Juan Andrés<br />

jaevespindola@yahoo.com.mx<br />

Egresado de la Universidad Metropolitana-Xochimilco,<br />

diplomado de la Universidad de Colima en<br />

Gestión Ambiental. Laboró en la Secretaría de Ecología<br />

y Desarrollo Urbano, delegación Colima; en la<br />

Dirección de Ecología del Gobierno del Estado de<br />

Colima; en la Procuraduría Federal de Protección al<br />

Ambiente, delegación Colima; en la <strong>Comisión</strong> Nacional<br />

del Agua, dirección Colima, y desde 2009 como<br />

consultor ambiental. Sus actividades principales son la<br />

elaboración de manifiestos de impacto ambiental del<br />

orden federal y estatal, programas de rescate de flora y<br />

fauna silvestre, programas de manejo de vida silvestre.<br />

Espino Barr, Elaine<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

eleaine.espino@inapesca.gob.mx<br />

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />

Rural, Pesca y Alimentación (sagarpa-inapesca)<br />

Egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco<br />

(uam-x) de la carrera de Biología,<br />

Maestría en Ciencias de la Universidad Nacional<br />

742 NUESTROS AUTORES


Autónoma de México, doctorado de la Universidad de<br />

Colima. Labora en el Instituto Nacional de Pesca<br />

desde 1982 en el programa de Pesquerías ribereñas.<br />

Publicó un catálogo de peces (con conabio) y otro de<br />

especies marinas comerciales. Tiene 80 artículos científicos<br />

publicados, cuatro libros y ocho capítulos de<br />

libros. Editora de la revista Ciencia pesquera.<br />

Espinosa Pérez, Héctor<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

hector@ib.unam.mx<br />

Curador de la Colección Nacional de Peces. Participa<br />

en diversos proyectos como responsable, dando como<br />

resultado de éstos diversas publicaciones. Dirige tesis<br />

de licenciatura y posgrado, apoyando a estudiantes en<br />

sus proyectos. Imparte pláticas y conferencias sobre<br />

colecciones científicas y en especial ictiológicas, así<br />

como de temas afines a la cnp en diferentes foros.<br />

Estrada Valencia, Antonio<br />

antonioestradavalencia@gmail.com<br />

Biólogo por la Facultad de Biología de la Universidad<br />

Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y Maestro en<br />

Ciencias Pecuarias con especialidad en Ecología de<br />

Poblaciones Marinas por la Universidad de Colima<br />

(udc), Diplomado en Educación Ambiental por la udc.<br />

Especialidad en Ecología e Impacto Ambiental por<br />

parte de la Universidad Autónoma de Guadalajara.<br />

Tiene dos publicaciones, una en materia de insectos y<br />

otra sobre crustáceos. Desde 1981 ha ocupado diversos<br />

cargos en la administración pública federal adquiriendo<br />

experiencia en la evaluación y autorización de estudios<br />

de impacto ambiental, en manejo de fauna silvestre,<br />

manejo de residuos peligrosos, arrecifes artificiales,<br />

plantaciones forestales, cambios de uso del suelo, aprovechamientos<br />

forestales, entre otros. Actualmente<br />

presta servicios como asesor ambiental independiente.<br />

Farías Larios, Javier<br />

jfarias@ucol.mx<br />

Ingeniero Agrónomo Fitotecnista por la Universidad<br />

de Colima. Profesor e Investigador de la Facultad de<br />

Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad<br />

de Colima.<br />

Fernández Nava, Rafael<br />

Instituto Politécnico Nacional (ipn)<br />

rfernan@ipn.mx<br />

Cursó la Licenciatura, Maestría y el Doctorado en Biología<br />

en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del<br />

ipn, donde también ha fungido como profesor e investigador<br />

desde 1982. Es autor de 92 artículos y seis<br />

libros. Editor en jefe de Polibotánica.<br />

Figueroa Rangel, Blanca Lorena<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

bfrangel@cucsur.udg.mx<br />

Profesora investigadora titular de la Universidad de<br />

Guadalajara. Egresada de Biología por la Universidad<br />

de Guadalajara, Maestra en Ciencias por la Universidad<br />

de Wageningen en Holanda y Doctora por la Universidad<br />

de Oxford en el Reino Unido. Investigadora<br />

nacional nivel I del sni y profesora con perfil Promep.<br />

Especialidad en ecología forestal y paleoecología. Sus<br />

líneas de investigación incluyen: patrones de distribución<br />

espacial y temporal de ecosistemas terrestres, y<br />

paleoecología y cambio climático en el holoceno tardío.<br />

Es autora de capítulos de libros y artículos científicos<br />

en revistas indizadas de alto impacto. Docente<br />

del curso estadística en licenciatura y posgrado. Dirige<br />

tesis de licenciatura y posgrado.<br />

Flores Ramírez, Laura Angélica<br />

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />

Rural, Pesca y Alimentación (sagarpa-inapesca)<br />

angelica.flores@inapesca.gob.mx<br />

Egresada de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad<br />

de Colima (ucol), maestría en Ciencias del<br />

Mar. Ha laborado en diversas instituciones como la<br />

conapesca-sagarpa, la ucol así como en el Instituto<br />

Nacional de Pesca (inapesca), donde actualmente se<br />

desempeña realizando evaluaciones experimentales<br />

de especies marinas con potencial acuícola. Asimismo,<br />

ha participado en proyectos relativos a la conservación<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 743


y restauración de especies coralinas. Ha colaborado en<br />

la publicación de cinco artículos en revistas indizadas,<br />

un cuaderno de investigación, dos libros y cinco capítulos<br />

de libros.<br />

Florián Álvarez, Silvia<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

sflorian@hotmail.com<br />

Licenciada en Administración de Recursos Marinos,<br />

egresada de la Universidad de Colima. Su experiencia<br />

se ha centrado en la evaluación de capacidad de carga<br />

de arrecifes coralinos.<br />

García Aguayo, Andrés<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

chanoc@ib.unam.mx<br />

Egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />

Nacional Autónoma de México (unam). Doctorado<br />

del Departamento de Biología de la Universidad de<br />

Nuevo México en Albuquerque, Nuevo Mexico. Estados<br />

Unidos. Labora en la Estación de Biología Chamela<br />

del Instituto de Biología de la unam. Sus<br />

principales actividades actuales son los estudios de las<br />

comunidades de anfibios y reptiles de las selvas bajas y<br />

bosques mesófilos de Jalisco y Colima, así como análisis<br />

biogeográficos y de conservación de la herpetofauna<br />

en México en la región occidente del país. Ha<br />

publicado 70 artículos, cuatro libros y 25 capítulos de<br />

libros.<br />

García Montiel, Juan Carlos<br />

Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla<br />

juancarlos.garcia@live.itsz.edu.mx<br />

Egresado de la Escuela de Biología de la Benemérita<br />

Universidad Autónoma de Puebla (buap) donde<br />

laboró como profesor en 2002, cuenta con Especialidad<br />

en Desarrollo de Habilidades del Pensamiento por<br />

la Universidad Madero (umad). Desde el año 2002 trabaja<br />

en el Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla,<br />

donde inició los estudios de insectos comestibles<br />

en la Sierra Nororiental de Puebla, posteriormente en<br />

el área directiva como jefe de carrera de la Licenciatura<br />

en Biología, jefe del Departamento de Desarrollo Académico,<br />

jefe de la División de Investigación, jefe del<br />

Departamento de Posgrado e Investigación, siendo<br />

actualmente subdirector de Posgrado e Investigación,<br />

donde se desempeña coordinando y gestionando los<br />

procesos de investigación y apertura de estudios de<br />

posgrado.<br />

Galicia Pérez, Marco Antonio<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

galicia@ucol.mx<br />

Doctorado en la Université de Liége, Bélgica (Oceanografía<br />

Física) y Maestría en Oceanografía Física en la<br />

unam. Profesor-investigador en la Facultad de Ciencias<br />

Marinas, Universidad de Colima, donde labora<br />

desde 1985. Ha publicado trabajos sobre modelación<br />

hidrodinámica de cuerpos de agua costeros. Ha dirigido<br />

tesis sobre hidrodinámica de cuerpos de agua del<br />

pacífico mexicano e ingeniería costera. Evaluador de<br />

proyectos prodep en la sep. Desarrolla proyectos de<br />

investigación en oceanografía física costera, riesgos<br />

asociados a fenómenos hidrometeorológicos costeros.<br />

Galván Villa, Cristian Moisés<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

cmgv1982@yahoo.com.mx<br />

Biólogo y Maestro en Ciencias egresado del Centro<br />

Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />

de la Universidad de Guadalajara. Actualmente es técnico<br />

académico en el Laboratorio de Ecosistemas<br />

Marinos y Acuicultura del Departamento de Ecología<br />

y miembro del Comité de Control de Seguridad en<br />

Buceo de la misma universidad. Ha participado en la<br />

presentación de trabajos en más de 40 congresos<br />

nacionales e internacionales y ha publicado diversos<br />

artículos científicos en revistas indizadas y libros<br />

sobre la biodiversidad marina del pacífico mexicano.<br />

Actualmente realiza un inventario de la biota marina<br />

de Bahía Chamela y participa en proyectos sobre peces<br />

e invertebrados de ambientes costeros del pacífico<br />

mexicano.<br />

744 NUESTROS AUTORES


García Real, Edith<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

egarcia@cucsur.udg.mx<br />

Egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />

de Guadalajara donde cursó la Licenciatura en Biología,<br />

Maestría en el Colegio de Posgraduados en el Instituto<br />

de Fitosanidad con la Especialidad en<br />

Entomología. Durante 22 años ha trabajado en diferentes<br />

proyectos de investigación sobre escarabajos<br />

lamelicornios de la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />

Manantlán y la región costa sur. Ha publicado 13<br />

artículos en revistas, capítulos de libro así como<br />

artículos de divulgación. Ha dirigido y/o asesorado<br />

seis tesis profesionales. Ha formado parte de las comisiones<br />

dictaminadoras de promoción de los académicos.<br />

Durante los últimos 19 años ha sido responsable<br />

de la Colección Entomológica del dern-imecbio.<br />

Gaviño Rodríguez, Juan Heberto<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

jgavinho@gmail.com<br />

Doctor en Ciencias Naturales y Maestría en Oceanografía<br />

de la Universidad de Hamburgo, Alemania,<br />

Licenciatura en Física en la unam, sni 1.<br />

González Acosta, Adrián Felipe<br />

Instituto Politécnico Nacional (ipn)<br />

aacosta@ipn.mx<br />

Biólogo por la Universidad Nacional Autónoma de<br />

México-fes Iztacala, Maestro y Doctor en Ciencias<br />

por el Instituto Politécnico Nacional-cicimar, posdoctorado<br />

en El Colegio de la Frontera Sur (ecosur-<br />

Chiapas). Ha realizado estancias de investigación en el<br />

Museo Nacional de Historia Natural de París (mnhn),<br />

Museo de Historia Natural de Viena (nmw) y Museo<br />

de Zoología de la Universidad de Costa Rica (umzucr).<br />

Ha laborado en la unam, uabcs, ecosur y desde<br />

2002 es profesor-investigador titular del Centro Interdisciplinario<br />

de Ciencias Marinas-ipn. Sus principales<br />

actividades son la docencia e investigación sobre la<br />

ictiología sistemática. Actualmente dirige proyectos<br />

para evaluar el estado de conservación de peces mexicanos<br />

en ambientes estuarino-lagunares (manglares),<br />

oasis, áreas insulares y ambientes marinos. Es miembro<br />

del Sistema Nacional de Investigadores. Ha sido<br />

presidente de la Sociedad Ictiológica Mexicana, A.C.,<br />

de la cual es miembro desde 1994. Es árbitro de revistas<br />

de circulación nacional e internacional. Ha publicado<br />

44 artículos científicos en revistas y libros de<br />

circulación internacional. Ha editado un libro de circulación<br />

internacional y ha dirigido una tesis de doctorado,<br />

siete de maestría y tres de licenciatura.<br />

González Alonso, Héctor Arturo<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

hgonzalez_alonso@ucol.mx<br />

Biólogo por la unam, Diplomado en Evaluación de<br />

Impacto Ambiental por la Universidad Autónoma del<br />

Estado de México, Maestro en Ciencias Ambientales<br />

por la Universidad de Tsukuba, Japón. Trabajó en protección<br />

ambiental en la cfe, empresas mineras y consultorías<br />

ambientales; fue investigador del Centro<br />

Universitario de Gestión Ambiental de la Universidad<br />

de Colima, desde 2002 es profesor e investigador de la<br />

Facultad de Ciencias Químicas, imparte los cursos de<br />

bioética, biología celular, ética profesional, gestión<br />

ambiental, desarrollo sustentable y remediación metalúrgica.<br />

Publicó el libro Guía de aves de Nogueras,<br />

Colima. Ha impartido cursos de gestión e impacto<br />

ambiental a personal de semarnat, conagua y Peña<br />

Colorada S.A., entre otros. Miembro de la Academia<br />

Institucional de Educación Ambiental de la Universidad<br />

de Colima.<br />

González García, Juan<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

jgogar@ucol.mx<br />

Profesor-investigador de tiempo completo en la Facultad<br />

de Economía de la Universidad de Colima.<br />

González Pérez, Sara Beatriz<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la<br />

Biodiversidad (conabio)<br />

sara_tichi@yahoo.com<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 745


Egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />

Nacional Autónoma de México (unam). Maestría en<br />

Ciencias por la Universidad de Oklahoma. Laboró en<br />

el Centro de Análisis Espacial y en el Museo de Historia<br />

Natural Sam Noble de la Universidad de Oklahoma.<br />

Desde 2013 labora como revisor externo para<br />

conabio. Ha participado en diversas publicaciones de<br />

mamíferos de México.<br />

González Soriano, Enrique<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

esoriano@ib.unam.mx<br />

Licenciado y Maestro en Biología, por la Facultad de<br />

Ciencias de la UNAM. Investigador Titular A definitivo y<br />

curador de odonatos (libélulas), de la Colección Nacional<br />

de Insectos y Jefe del Departamento de Zoología del<br />

Instituto de Biología de la UNAM. Tiene 68 artículos<br />

publicados en revistas indizadas, 3 libros y 13 capítulos<br />

en libros. Profesor de cuatro cursos de licenciatura y 20<br />

de posgrado en la Facultad de Ciencias y el Posgrado en<br />

Ciencias Biológicas. Miembro del Consejo Interno del<br />

Instituto de Biología, de la Societas Internationalis<br />

Odonatologica y de la Dragonfly Society of America.<br />

Graf Montero, Sergio Humberto<br />

Fundación Manantlán para la Biodiversidad de Occidente,<br />

A.C.<br />

sgram@gmail.com<br />

Ingeniero forestal egresado de la Universidad de Guadalajara,<br />

Maestro en Desarrollo Rural en el Centro<br />

Nacional de Estudios para las Regiones Cálidas<br />

(cnearc). Fue el primer director para la Reserva de la<br />

Biosfera Sierra de Manantlán, impulsó la creación de<br />

la iniciativa intermunicipal para la cuenca del río<br />

Ayuquila. Es miembro de lead México. Cuenta con<br />

experiencia de trabajo en América Latina, Europa y<br />

África. Director de la Fundación Manantlán para la<br />

Biodiversidad de Occidente, A.C. y profesor-investigador<br />

en la Universidad de Guadalajara. Fungió como<br />

coordinador general de producción y productividad<br />

en la <strong>Comisión</strong> Nacional Forestal (conafor). Actualmente<br />

es consultor.<br />

Gutiérrez Nájera, Raquel<br />

raquelgtz@gmail.com<br />

Abogada por la Universidad de Guanajuato, Maestra<br />

en Derecho por la Universidad de Guadalajara, Doctora<br />

en Ciencias Penales por el inacipe. Profesora-investigadora<br />

de tiempo completo titular C de la<br />

Universidad de Guadalajara. Investigadora nacional<br />

nivel I. Autora del libro Introducción al Estudio de<br />

Derecho Ambiental publicado por Porrúa. Conferencista<br />

de diversos foros nacionales e internacionales,<br />

Premio al Mérito Ecológico 2009 que otorga la semarnat,<br />

Consejera Nacional, coordinadora del Núcleo<br />

Jalisco y presidenta de la región occidente del ccds<br />

generación 2008-2011. Consejera social de la Coordinación<br />

de Evaluación de la Política Nacional de Cambio<br />

Climático 2014-2018.<br />

Gutiérrez González, María de Lourdes<br />

io_2003_27@hotmail.com<br />

Egresada de la Universidad Autónoma de Guadalajara.<br />

Laboró en el área ambiental durante tres administraciones<br />

de gobiernos municipales en Villa de<br />

Álvarez Colima. Cursó diplomados en el área de legislación<br />

ambiental y tiene publicaciones como el Manual<br />

de árboles útiles para la recuperación ambiental en las<br />

ciudades de Villa de Álvarez y Colima. Fue participante<br />

en diversos cursos promovidos por la conafor<br />

tales como: residuos sólidos en comunidades rurales,<br />

áreas naturales protegidas y sitios con potencial turístico,<br />

aplicaciones de los sensores remotos y sistemas de<br />

información geográfica en el estudio del desarrollo<br />

sustentable, conservación y restauración de suelos<br />

forestales, manejo forestal sustentable en selvas, entre<br />

otros. Administradora de la empresa Ventus Sistema<br />

Ambiental, con operaciones en varios estados del país<br />

y participante en la operación de actividades productivas<br />

en comunidades del estado de Colima, en el ámbito<br />

agrícola y en el uso de materiales de la región, así como<br />

la defensa de causas sociales en favor del medio<br />

ambiente en el estado.<br />

746 NUESTROS AUTORES


Guzmán Barrera, Rosa María<br />

Instituto Nacional de Pesca (inapesca)<br />

rosa.guzman@inapesca.gob.mx<br />

Hizo estudios de Licenciatura en la Facultad de Ciencias<br />

de la Universidad Nacional Autónoma de México<br />

(unam). Laboró como profesor e investigador en el<br />

Laboratorio de Edafología de la Facultad de Ciencias<br />

de la unam, como técnico académico en el Laboratorio<br />

de Análisis Físicos y Químicos del Ambiente en<br />

Instituto de Geografía, unam. Labora desde 1995 en<br />

el Centro Regional de Investigación Pesquera del Instituto<br />

Nacional de Pesca, trabajando en lagunas costeras<br />

sobre calidad de agua, sedimentos, peces y<br />

organismos bentónicos, y en la construcción, instalación<br />

y seguimiento ambiental y pesquero de arrecifes<br />

artificiales.<br />

Guzmán Hernández, Luis<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

lguzman@cucsur.udg.mx<br />

Labora en el Departamento de Ecología y Recursos<br />

Naturales, cucsur Universidad de Guadalajara.<br />

Harker, Mollie Favourite<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

mharker@cucba.udg.mx<br />

Egresada de la Universidad de Guadalajara con Maestría<br />

en Sistemática Vegetal. Labora desde 1995 en el<br />

Herbario Luz María Villarreal de Puga, en el Instituto<br />

de Botánica de la Universidad de Guadalajara. Docente<br />

y curadora de la colección de Asteraceae del Herbario<br />

ibug. Ha publicado artículos en Brittonia, Acta Botánica<br />

Mexicana, Botanical Sciences e Ibgana.<br />

Hermosillo González, Alicia<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

gueri25@hotmail.com<br />

Doctora en Ciencias, egresada del Centro Universitario<br />

de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad<br />

de Guadalajara. Se ha dedicado al estudio de<br />

los moluscos opistobranquios del pacífico mexicano y<br />

ha publicado numerosos artículos científicos y libros<br />

sobre este grupo taxonómico. Ha descrito nuevas<br />

especies y realizado inventarios detallados de los opistobranquios<br />

de Bahía Banderas, Jalisco y de Isla Isabel,<br />

Nayarit.<br />

Hernández Baz, Fernando<br />

Universidad Veracruzana (uv)<br />

fhernandez@uv.mx<br />

Biólogo, Maestro y Doctor en Ciencias por la Universidad<br />

Veracruzana. Actualmente se desempeña como<br />

académico docente de tiempo completo C en la Facultad<br />

de Biología-Xalapa. Coordina el cuerpo académico<br />

de Entomología y Parasitología. Ha dirigido 20 tesis y<br />

cuenta con 45 artículos de investigación, cuatro libros,<br />

22 capítulos de libros. Es miembro del sistema nacional<br />

de investigadores nivel 1 (conacyt) y profesor con<br />

perfil deseable prodep-sep. Sus áreas de interés son la<br />

taxonomía, ecología, biogeografía y colecciones entomológicas.<br />

Hernández Jiménez, Laura Yoloxochitl<br />

Centro Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario”<br />

tortugacuyutlan@hotmail.com<br />

Licenciada en Ciencias con Especialidad en Biología<br />

por la Universidad de Colima, con Especialidad en<br />

Ciencias del Ambiente, Gestión y Sustentabilidad.<br />

Especialista en monitoreo, manejo y conservación de<br />

cocodrilos y tortugas marinas.<br />

Hernández Vázquez, Salvador<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

cajoweah@hotmail.com<br />

Biólogo egresado de la Universidad de Guadalajara,<br />

Maestría en Ecología Marina en el cicese, y Doctorado<br />

en Ciencias Marinas en el cicimar-Instituto<br />

Politécnico Nacional. Laboró en el Instituto Manantlán,<br />

Universidad de Guadalajara de 1991 a 1993, y<br />

desde 1993 a la fecha trabaja en el Departamento de<br />

Estudios para el Desarrollo Sustentable de la Zona<br />

Costera, Centro Universitario de la Costa Sur, Universidad<br />

de Guadalajara. Sus principales actividades<br />

de investigación están relacionadas con el monitoreo<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 747


de aves acuáticas en humedales costeros, y en aspectos<br />

de la ecología trófica y reproductiva de aves marinas<br />

en sistemas insulares del pacífico central<br />

mexicano. Ha publicado cerca de 50 trabajos en los<br />

que se incluyen artículos en revistas científicas, capítulos<br />

de libros y libros. Es revisor de artículos de las<br />

revistas Biología Tropical, International Journal of<br />

Tropical Biology and Conservation, huitzil,<br />

Southwestern Naturalist, Acta Zoologica Mexicana,<br />

entre otras.<br />

Huidobro Campos, Leticia.<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

leticia.huidobro@inapesca.gob.mx<br />

Doctora en Ciencias. Profesora de asignatura A en el<br />

Departamento de Ecología y Recursos Naturales de la<br />

unam.<br />

Ibarra Manríquez, Guillermo<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

gibarra@cieco.unam.mx<br />

Licenciatura y Doctorado realizados en la Facultad<br />

de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de<br />

México, y Maestría en el Colegio de Posgraduados<br />

de Chapingo. Fue técnico académico en la Estación<br />

de Biología Tropical Los Tuxtlas, Veracruz, del Instituto<br />

de Biología (unam). Sus investigaciones se enfocan<br />

en comunidades vegetales (estructura, diversidad<br />

y atributos funcionales), taxonomía de Moraceae y<br />

estudios florísticos en diversas partes del país. Ha<br />

publicado 71 artículos arbitrados, cuatro libros<br />

nacionales, ocho capítulos de libro nacionales y dos<br />

internacionales, y coeditado un libro internacional.<br />

Es investigador nacional nivel II del sni y actualmente<br />

es el presidente de la Sociedad Botánica de<br />

México, A.C.<br />

Iglesias Mendoza, Ricardo<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

iglesias60@yahoo.com<br />

Profesor de asignatura A de cursos de licenciatura y<br />

talleres universitarios. Dos cursos extramuros y uno<br />

en el extranjero. Revisor de 12 tesis de licenciatura y<br />

dos de maestría. Revisor de artículos científicos en<br />

revista internacional. Tiene siete publicaciones científicas<br />

con 15 especies descritas, 20 artículos de divulgación<br />

y dos capítulos de libro.<br />

Izquierdo Espinal, Carlos Enrique<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

ceizes@gmail.com<br />

Médico Veterinario Zootecnista egresado de la Universidad<br />

Autónoma Metropolitana-Xochimilco (uamx),<br />

Maestría del Institut National Polytechnique de<br />

Toulouse Francia, Doctorado en la Facultad de Ciencias<br />

Biológicas y Agropecuarias Universidad de<br />

Colima. Labora en la Facultad de Medicina Veterinaria<br />

de Universidad de Colima, como titular de la cátedra<br />

de mejoramiento genético. Su línea de investigación<br />

es la Evaluación y rescate de recursos genéticos animales,<br />

destacando sus <strong>contribuciones</strong> científicas para el<br />

mejor conocimiento de las poblaciones de cabras y<br />

gallinas criollas de Colima y de los borregos de Isla<br />

Socorro.<br />

Jiménez Covarrubias, Jaime<br />

Dirección de Ecología del Ayuntamiento de Colima<br />

ecología@colima.gob.mx<br />

Egresado de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />

de la Universidad de Colima, con el título de<br />

Ingeniero Agrónomo. Experiencia en vivero de plantas<br />

frutales, forestales y ornamentales. Actualmente<br />

encargado del Área de Conservación de los Recursos<br />

Naturales de la Dirección de Ecología del Ayuntamiento<br />

de Colima. Responsable de dasonomía urbana,<br />

desarrollo de programas para la conservación, protección<br />

de flora urbana, reforestación urbana, legislación<br />

ambiental, evaluación de impacto ambiental, educación<br />

ambiental, procedimientos administrativos, inspección,<br />

vigilancia y sistemas de gestión de calidad.<br />

Jiménez Hernández, Angélica Lizeth<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

acilegnak@gmail.com<br />

748 NUESTROS AUTORES


Ingeniera en Recursos Naturales por la Universidad de<br />

Guadalajara y Maestra en Ciencias de la Tierra. Especialista<br />

en Medio Ambiente, Gestión y Sustentabilidad.<br />

Tiene capacitaciones en gobierno y gestión local<br />

por el us Service Forest en manejo integrado de cuencas.<br />

Coordinadora de Proyectos de la Fundación<br />

Manantlán para la Biodiversidad de Occidente, A.C.<br />

Premio Estatal de la Juventud 2010-Medio Ambiente.<br />

Ha colaborado con el Gobierno del Estado para la<br />

modificación del Programa Estatal de Educación<br />

Ambiental y el Programa Estratégico de Acciones contra<br />

Cambio Climático.<br />

Jiménez Machorro, Rolando<br />

Herbario Asociación Mexicana de Orquideología,<br />

A.C. (amo)<br />

herbamo@prodigy.net.mx<br />

Estudió la Licenciatura en Biología en la Facultad de<br />

Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional<br />

Autónoma de México. Desde hace 26 años trabaja en<br />

el Herbario amo como ilustrador científico e investigador.<br />

Su área de interés es la taxonomía de las orquídeas<br />

de México, en especial la tribu Oncidiinae y los<br />

géneros Habenaria y Malaxis. Ha realizado más de<br />

2000 dibujos de línea, principalmente del género Epidendrum<br />

y de especies de orquídeas mexicanas y participado<br />

en publicaciones como Las orquídeas de<br />

Morelos, la subtribu Oncidiinae en la flora del bajío y<br />

regiones adyacentes, y en varios artículos científicos.<br />

Jiménez Quiroz, María del Carmen<br />

Instituto Nacional de Pesca (inapesca)<br />

carmen.jquiroz@inapesca.gob.mx<br />

Egresada de la Licenciatura en Biología en la uam;<br />

Maestría por el cicimar-ipn y Doctorado en Biología<br />

por la unam. Investigadora en el Instituto Nacional<br />

de Pesca (inapesca) desde 1991 a la fecha. Desde<br />

1994 hasta el 2000, participante del Programa Nacional<br />

de Investigación y Manejo de Tortugas Marinas.<br />

Desde 2001 es parte del Laboratorio de Geomática.<br />

Responsable del Boletín hidroclimático de los mares<br />

de México, así como de un proyecto de evaluación de<br />

la productividad biológica de Bahía Magdalena, Baja<br />

California Sur. Autora de cinco publicaciones arbitradas<br />

y de 24 como coautora, de estas últimas 13<br />

fueron capítulos de libro. Editora del libro Los recursos<br />

pesqueros y acuícolas de Jalisco, Colima y Michoacán.<br />

Jiménez Ramón, Gloria Alicia<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

alicejim@ucol.mx<br />

Licenciatura, Maestría y Doctorado en Ciencias Biológicas<br />

en la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />

Nacional Autónoma de México (unam). Diploma de<br />

Estudios a Profundidad en Biología Vegetal Tropical y<br />

candidatoa doctor por la Université Pierre et Marie<br />

Curie, Paris VI, France. Profesora e investigadora de la<br />

Facultad de Ciencias de la unam, Universidad Autónoma<br />

Chapingo e Instituto Oceanográfico de la Secretaría<br />

de Marina. Desde 1986 labora en el Centro<br />

Universitario de Investigaciones Oceanológicas de la<br />

Universidad de Colima, trabajando sobre humedales<br />

costeros de marismas de la costa tropical del pacífico<br />

mexicano y manglares del estado de Colima. Ha publicado<br />

diversos artículos de índole científico y de divulgación.<br />

Kennedy, Michael L.<br />

University of Memphis<br />

mlkenndy@memphis.edu<br />

Licenciatura y Maestría por la Universidad de Memphis,<br />

Doctorado en la Universidad de Oklahoma. Profesor<br />

de Biología, director de la Estación Biológica<br />

Edward J. Meeman, y Codirector del Centro de Investigación<br />

Ecológica, del Departamento de Ciencias Biológicas,<br />

de la Universidad de Memphis. Su enseñanza<br />

se concentra en la biología de mamíferos, ecología y<br />

biología de la conservación. Ha recibido numerosos<br />

honores y premios de su Universidad, así como de<br />

algunas organizaciones profesionales. Editor del Journal<br />

of Mammalogy y editor en jefe de The Southwestern<br />

Naturalists.<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 749


Landa Jaime, Víctor<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

landav@costera.melaque.udg.mx<br />

Licenciatura en Biología en la Universidad de Guadalajara<br />

con la tesis Moluscos bentónicos de la laguna<br />

costera. Agua Dulce, Jalisco, México. Maestría en la<br />

Universidad Nacional Autónoma de México con la<br />

tesis Moluscos bentónicos del sistema lagunar-estuarino<br />

Agua Dulce-El Ermitaño. Doctorado en la Universidad<br />

Autónoma de Nayarit con la tesis Bases<br />

ecológicas de los caracoles marinos del género Conus<br />

en el arrecife coralino de Tenacatit, Jalisco, México.<br />

Profesor-investigador titular C en el dedszc-cucsur<br />

de la Universidad de Guadalajara con perfil prodep y<br />

miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel<br />

I. Producción constante de artículos científicos, capítulos<br />

de libro, artículos de divulgación, desde 1996 a la<br />

fecha sumando aproximadamente 45 productos.<br />

Docente desde hace 20 años en la carrera de Biología<br />

Marina de la udg en los cursos de Zoología Marina I y<br />

Taxonomía de Invertebrados I. Más de 100 participaciones<br />

nacionales e internacionales en las modalidades<br />

de ponencias orales y carteles, en congresos nacionales<br />

e internacionales.<br />

Lara Chávez, Basilio<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

blara30@ucol.mx<br />

Ingeniero Arquitecto por la Escuela Superior de Ingeniería<br />

y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional.<br />

Maestría en Ingeniería Portuaria por la Facultad<br />

de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Tamaulipas;<br />

Doctorado en Ciencias del Mar con Especialidad<br />

en Ingeniería Marítima y Portuaria por la Escuela<br />

Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos<br />

de Barcelona de la Universidad Politécnica de Cataluña<br />

y la Universidad de Barcelona, España; Doctorado<br />

en Marina Civil con especialidad en Ingeniería y<br />

Seguridad Portuaria por la Facultad Náutica de Barcelona<br />

de la Universidad Politécnica de Cataluña,<br />

España.<br />

Lemus Juárez, Sebastián<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

sebastian.lemusv@gmail.com<br />

Egresado de la Escuela de Biología de la Universidad<br />

Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia,<br />

Michoacán. Doctorado en L´Univertisé de Montpelllier<br />

III, Francia. Laboró durante 28 años en el Centro<br />

Universitario de Investigación y Desarrollo Agropecuario<br />

(cuida-ucol), donde participó en docencia,<br />

asesoría de tesis en nivel licenciatura, maestría y doctorado.<br />

Coautor de una patente, autor de artículos<br />

científicos y capítulos de libro. Actualmente jubilado y<br />

dedicado a la difusión científica de manera independiente.<br />

León Paniagua, Livia Socorro<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

llp@ciencias.unam.mx<br />

Cursó sus estudios de Licenciatura, Maestría y Doctorado<br />

en la Facultad de Ciencias de la unam. Desde<br />

hace más de 30 años es la curadora de la Colección de<br />

Mamíferos del Museo de Zoología de la misma Facultad.<br />

Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores y<br />

al Programa de Estímulos a la Productividad Académica<br />

de la unam. Ha publicado más de 40 artículos y<br />

capítulos de libro en revistas internacionales y con<br />

arbitraje. Realiza investigación sobre sobre el conocimiento<br />

mastofaunístico de algunas zonas montanas<br />

de nuestro país, sistemática y biogeografía de mamíferos<br />

en Mesoamérica con énfasis en roedores arborícolas<br />

y murciélagos, así como patrones filogenéticos y<br />

filogeográficos.<br />

Liñán Cabello, Marco Agustín<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

linanmarco@hotmail.com<br />

Profesor-investigador de la Universidad de Colima,<br />

Doctorado en Biotecnología Marina (cicese, México).<br />

Labora en la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad<br />

de Colima. Ha realizado diversas investigaciones<br />

relacionadas con la evaluación de estrés en organismos<br />

marinos. Realiza investigaciones relacionadas con res-<br />

750 NUESTROS AUTORES


tauración de poblaciones coralinas. Ha publicado más<br />

de 24 artículos indizados y publicado tres libros.<br />

Es biólogo y labora en el Instituto de Investigaciones<br />

Forestales de la Universidad Veracruzana.<br />

López Higareda, Diana<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

d.lopezhigareda@gmail.com<br />

Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias de la unam,<br />

cursó la Maestría en Ciencias Ambientales en la Universidad<br />

Simón Bolívar. Colabora con el Museo de Zoología<br />

Alfonso L. Herrera (mzfc–unam, mamíferos), en el<br />

mantenimiento e incremento de colecciones científicas<br />

y en proyectos sobre biodiversidad, así como cambio<br />

climático. Ha participado en congresos nacionales e<br />

internacionales como el iv Foro Mundial del Agua<br />

donde fue oradora en la clausura. Es participante en<br />

diversas osc sobre desarrollo comunitario, jóvenes y<br />

capacitación. Es consultora en línea base, evaluación de<br />

impacto ambiental y contaminación de suelos y agua, y<br />

ha ocupado cargos en instancias gubernamentales locales<br />

y federales (semarnat y sra).<br />

López Pérez, Joel<br />

Universidad Autónoma de Sinaloa (uas)<br />

joel.jolopez@gmail.com<br />

Doctor en Ciencias por la Universidad de Colima, con<br />

más de 30 años de experiencia docente en sistemas de<br />

innovación educativa, relacionados con el Aprendizaje<br />

Basado en Problemas (pbl). Investigador de los recursos<br />

genéticos vegetales y animales adaptables a las<br />

condiciones de sequía. Autor de más de 40 publicaciones<br />

en revistas arbitradas y de divulgación y nueve<br />

libros, en estos trata, además de temas relacionados<br />

con la innovación educativa y la filosofía de la ciencia,<br />

algunas de sus experiencia en el ámbito de la biotecnología<br />

y la producción agropecuaria alternativa, como<br />

la producción de avestruces, de cactáceas y dioscóreas,<br />

así como tratados sobre el juego de pelota prehispánico<br />

en el ámbito de la cultura mesoamericana.<br />

López Ramírez, Armando<br />

Universidad Veracruzana (uv)<br />

armlopez@uv.mx<br />

Luis Martínez, Moisés Armando<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

alm@ciencias.unam.mx<br />

Maestro en Ciencias por la Universidad Nacional<br />

Autónoma de México (1991). Ha publicado 75 artículos<br />

científicos y realizado más de una docena de estancias<br />

como investigador visitante en colecciones de<br />

instituciones de Estados Unidos e Inglaterra. Profesor<br />

titular del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias,<br />

unam, donde labora desde 1983. Es coordinador<br />

del Museo de Zoología y curador de la colección de<br />

Lepidoptera. Imparte cátedra en la misma facultad en<br />

el área de Sistemática y Biogeografía y dirige a estudiantes<br />

de licenciatura y posgrado. Es miembro del<br />

Sistema Nacional de Investigadores, nivel 1.<br />

Llorente Bousquets, Jorge Enrique<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

jlb@ciencias.unam.mx<br />

Doctor en Ciencias por la unam. Profesor e investigador<br />

visitante en instituciones de numerosos países de<br />

América y Europa. Fundó (1978) y dirigió el Museo de<br />

Zoología de la Facultad de Ciencias, unam, por más de<br />

10 años. Fundador de conabio como director de Análisis<br />

y Prioridades. Fue coordinador internacional de la<br />

Red Iberoamericana de Biogeografía y Entomología<br />

Sistemática (ribes). Ha dirigido más de 50 tesis: de<br />

licenciatura (20) y maestría-doctorado (>30). Publicó<br />

73 libros, 140 artículos científicos especializados, 33<br />

artículos de divulgación y 155 capítulos en libros. Es<br />

profesor de historia y filosofía de la biología, taxonomía<br />

y biogeografía. Miembro del Sistema Nacional de<br />

Investigadores, nivel 3.<br />

Maldonado Orozco, Julia Alejandra<br />

julia_maldonado@hotmail.com<br />

Egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />

Nacional Autónoma de México. Laboró en la Procuraduría<br />

Federal de Protección al Ambiente, en la Subde-<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 751


legación de Recursos Naturales, encargada del área de<br />

vida silvestre. Ha capacitado a ejidatarios y comuneros,<br />

a personal de seguridad pública en los diferentes<br />

niveles de gobierno del estado de Colima, sobre legislación<br />

ambiental en materia de vida silvestre y el aprovechamiento<br />

y conservación de los recursos naturales.<br />

Actualmente labora en una consultoría ambiental realizando<br />

diversos proyectos relacionados con el manejo<br />

y aprovechamiento forestal y de vida silvestre, y la restauración<br />

de los recursos naturales.<br />

Márquez Millán, René<br />

lkempii@prodigy.net.mx<br />

Graduado del Instituto Politécnico Nacional, Escuela<br />

Nacional de Ciencias Biológicas. Trabajó entre los años<br />

1963 y 2001 en el Instituto Nacional de la Pesca de la<br />

semarnap, como director de la Estación de Biología<br />

Pesquera y como coordinador del Programa Nacional<br />

de Investigación de Tortugas Marinas hasta 2001. Ha<br />

sido asesor, comisionado por la fao en Cuba y trabajado<br />

en programas binacionales de México y eua,<br />

Cuba, Japón, Costa Rica y otros países de la región. Fue<br />

delegado de México en el Comité Científico de la Convención<br />

Interamericana para la Conservación de las<br />

Tortugas Marinas, desde su fundación hasta agosto de<br />

2015. Ha presentado conferencias en México y en el<br />

extranjero, y publicado varios libros y trabajos científicos<br />

en revistas internacionales y nacionales, algunos de<br />

ellos en la fao. Ha recibido reconocimientos nacionales,<br />

como el Premio Nacional de la Administración<br />

Pública, el Sea Turtles, Inc. International Conservation<br />

Award, Isla Padre, el Premio Atlántico de Medio<br />

Ambiente en Fuerte Ventura, Islas Canarias.<br />

Martínez Cruz, Juan<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

jmc@cieco.unam.mx<br />

Licenciatura en Biología y Maestría por la Universidad<br />

Nacional Autónoma de México con especialidad en<br />

Biología Ambiental, con tesis en el tema Áreas de Prioritarias<br />

para la Conservación de la Riqueza Arbórea de<br />

Colima. He trabajado principalmente en el conocimiento<br />

florístico de la parte centro-occidental del país<br />

como parte de proyectos financiados por conacyt,<br />

conabio e ine. Labora como técnico académico titular<br />

en un jardín botánico llamado Ecojardín, el cual<br />

está adscrito al Instituto de Investigaciones en Ecosistema<br />

y Sustentabilidad. Ha publicado artículos<br />

indexados de flora y vegetación, así como libros en formato<br />

de guías ilustradas de la flora de México.<br />

Martínez Gómez, Juan Esteban<br />

Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />

juan.martinez@inecol.mx<br />

Egresado de la Facultad de Biología de la Universidad<br />

Veracruzana. Estudios de Maestría en Villanova University<br />

bajo la dirección de Robert Curry y de Doctorado<br />

en University of Missouri-Saint Louis bajo la<br />

dirección de Robert Ricklefs. Ha realizado estudios de<br />

las especies endémicas y en peligro de extinción en el<br />

Archipiélago de Revillagigedo, así como de su vegetación.<br />

Coordina el Proyecto Paloma de Socorro. Es un<br />

investigador nacional adscrito al Instituto de Ecología,<br />

A.C. del conacyt.<br />

Medina Lemos, Rosalinda<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

rmedina@ib.unam.mx<br />

Coordinadora del proyecto institucional Flora del Valle<br />

de Tehuacán-Cuicatlán, vinculada desde sus inicios<br />

(1979), actualmente es la editora de esta flora. Ha trabajado<br />

en la sistemática y taxonomía del género Bursera en<br />

México, en colaboración con el doctor Rzedowski,<br />

publicando cinco especies nuevas para la ciencia. Los<br />

tres últimos años se ha dedicado a delimitar las especies<br />

inmersas en el Complejo simaruba y el Complejo fagaroides.<br />

Ha participado en la publicación de los libros<br />

Biodiversidad de Oaxaca, Diversidad florística de<br />

Oaxaca y en la obra de José Mariano Mociño y Martín<br />

de Sessé, La Real Expedición Botánica a Nueva España,<br />

editada por Siglo xxi Editores y la unam.<br />

Mendoza Morales, Alma Jocelyn<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

752 NUESTROS AUTORES


almajocelynmendoza@gmail.com<br />

Egresada de la Facultad de Ciencias Marinas (facimar)<br />

de la Universidad de Colima. Estudiante de<br />

Doctorado Biosistemática, Ecología y Manejo de<br />

Recursos Naturales y Agrícolas (bemarena) de la<br />

Universidad de Guadalajara. Laboró en diversos proyectos<br />

como consultor externo evaluador de impacto<br />

ambiental en las ciudades de Cihuatlán, Jalisco, y<br />

Manzanillo, Colima, en el monitoreo de manglar en la<br />

Laguna de Cuyutlán, Colima y Barra de Navidad,<br />

Jalisco. Ha participado en expediciones de investigación<br />

a la Isla Socorro y en dos cruceros oceanográficos<br />

organizados por la Universidad de Colima y Secretaría<br />

de Marina Armada de México.<br />

Michel López, Claudia Yared<br />

Universidad Autónoma de Baja California (uabc)<br />

michelc@uabc.edu.mx<br />

Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias Biológicas<br />

y Agropecuarias de la Universidad de Colima (FCBA),<br />

Maestría en la Universidad Autónoma de Zacatecas y<br />

Doctorado por el Instituto de Ciencias Agrícolas de la<br />

Universidad Autónoma de Zacatecas (ICA-UABC).<br />

Trabaja como profesor e investigador en el área de biotecnología<br />

agrícola, realiza estudios en plantas del<br />

desierto expuestas a metales pesados con fines de fitorremediación<br />

de suelos contaminados en las zonas áridas<br />

y semi-áridas del norte de México.<br />

Michel Morfín, Jesús Emilio<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

michel@costera.melaque.udg.mx<br />

Egresado de la Licenciatura en Biología por la Facultad<br />

de Ciencias de la Universidad de Guadalajara (udg),<br />

Maestría en Ecología Marina y Doctorado en Ciencias<br />

Marinas por el cicimar del Instituto Politécnico<br />

Nacional (ipn), posdoctorado en Texas A & M University-Corpus<br />

Christi. Desde hace 30 años se desempeña<br />

como profesor e investigador en la Universidad de<br />

Guadalajara. Actualmente es jefe del Laboratorio de<br />

Ecología de Invertebrados y académico en el Departamento<br />

de Estudios para el Desarrollo Sustentable de<br />

Zonas Costeras-cucsur-udg. Ha publicado 50 <strong>contribuciones</strong><br />

científicas (40 artículos y 10 capítulos de<br />

libros) y ha dirigido 25 tesis de licenciatura y posgrado.<br />

Profesor perfil prodep y miembro del Sistema Nacional<br />

de Investigadores. Sus líneas de investigación<br />

incluyen dinámica poblacional de invertebrados marinos<br />

de interés, ecología de moluscos Conoideos y el<br />

estudio de ambientes arrecifes e insulares en el pacífico<br />

tropical.<br />

Michel Rosales, Arnoldo<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

amichel_20@hotmail.com<br />

Profesor e investigador jubilado de la Universidad de<br />

Colima. Laboró en el Instituto Nacional de Investigaciones<br />

Agrícolas. Experto en el programas de forrajes<br />

tropicales.<br />

Miranda Moreno, Andrés Gelacio<br />

Universidad Autónoma Chapingo (uach)<br />

mimag2010@gmail.com<br />

Profesor de asignatura de las materias de dendrología,<br />

biodiversidad vegetal I (gimnospermas), biodiversidad<br />

vegetal II (angiospermas) fisiología forestal y ecofisiología<br />

forestal en las carreras de Ingeniería en<br />

Restauración Forestal, Ingeniería Forestal e Ingeniería<br />

Forestal Industrial, desde el año de 2007.<br />

Morón Ríos, Miguel Ángel<br />

Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />

miguel.moron@inecol.mx<br />

Egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />

Nacional Autónoma de México, doctorado en la<br />

misma Facultad. Laboró en la Universidad Autónoma<br />

Metropolitana-Xochimilco, el Instituto de Biología<br />

unam y desde 1981 trabaja en el Instituto de Ecología,<br />

A.C. Sus principales actividades actuales son la investigación<br />

básica y la formación de estudiantes de posgrado<br />

en la línea de investigación sobre Sistemática,<br />

Morfología, Biología e importancia agropecuaria de<br />

adultos y larvas de Coleopteros Scarabaeoidea en<br />

América Latina, con énfasis en la Zona de Transición<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 753


Mexicana. Ha publicado 250 artículos en revistas, 12<br />

libros y 64 capítulos de libro.<br />

Mulcahy, Daniel<br />

Smithsonian Institution (si)<br />

mulcahyd@si.edu<br />

Estudió biogeografía y especiación. Caracterizó datos<br />

de secuencias mitocondriales y nucleares para responder<br />

preguntas de sistemática, biogeografía, conservación<br />

y biodiversidad global. Realizó estudios<br />

conductuales en campo y con especímenes de museo.<br />

Combinó morfología, historia de vida y datos ecológicos<br />

con datos moleculares, para estudiar historia<br />

natural y patrones asociados en el ambiente. Sus organismos<br />

de estudio son anfibios, reptiles y plantas. Sus<br />

sitios de trabajo son los desiertos del oeste de Norteamérica<br />

y el Neotrópico, y lugares como Sudáfrica,<br />

Mongolia y Myanmar.<br />

Naranjo García, Edna<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

naranjo@unam.mx<br />

Egresada de la Facultad de Ciencias, Universidad<br />

Nacional Autónoma de México. Realizó su Maestría<br />

y Doctorado en la Universidad de Arizona. Es investigadora<br />

del Instituto de Biología y curadora de la<br />

Colección Nacional de Moluscos desde 1988. Estudia<br />

taxonomía y biogeografía de moluscos continentales<br />

(dulceacuícolas y terrestres). Ha presentado 95<br />

ponencias en congresos nacionales e internacionales.<br />

Ha dirigido tesis de licenciatura y posgrado. Ha<br />

publicado 41 artículos científicos, 10 en extenso en<br />

memorias, 10 de divulgación, 18 capítulos en libros.<br />

Ha hecho la revisión de dos libros. También ha traducido<br />

las claves para identificación a género de moluscos<br />

terrestres. Ha editado un libro y las memorias de<br />

un congreso. Ha compilado trabajos de un seminario.<br />

Ha sido árbitro para numerosas revistas científicas<br />

especializadas. Es coeditora del Boletín de la<br />

Sociedad Internacional de Malacología Médica y<br />

Aplicada del International Newsletter of the Medical<br />

and Applied Malacological Society. Fue investigadora<br />

asociada por el Carnegie Museum of Natural<br />

History por varios periodos. Ha evaluado numerosos<br />

proyectos para investigación. Ha organizado diversas<br />

actividades académicas.<br />

Nieves Ventura, Fernando<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

crocodriliano@gmail.com<br />

Egresado de la Facultad de Biología de la Universidad<br />

Michoacana (umsnh). Laboró por 15 años en la Dirección<br />

de Ecología del Gobierno del Estado de Colima,<br />

adquiriendo capacitación y experiencia en Administración<br />

Pública y Gestión Ambiental, Ordenamiento<br />

Ecológico Territorial, Impacto Ambiental, Vida Silvestre,<br />

Sistemas de Información Geográfica, Restauración<br />

Ecológica, Áreas Naturales Protegidas y Calidad<br />

del Aire. Ha cursado diplomados en Gestión, Conservación,<br />

Manejo de Recursos Naturales. Es profesor de<br />

la Universidad de Colima y docente del Instituto Tecnológico<br />

de Colima. Ha publicado notas sobre técnicas<br />

aplicadas en campo para el conocimiento de los<br />

hábitos alimentarios in vivo en tortugas marinas, para<br />

los Centros Regionales de Investigación Pesquera<br />

(crip).<br />

Noguera Martínez, Felipe Arturo<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

fnoguera@unam.mx<br />

Estudió Biología en la Universidad Veracruzana,<br />

Maestría y Doctorado en la Universidad Nacional<br />

Autónoma de México, y un Postdoctorado en la Universidad<br />

de California en Berkeley. Tiene 32 artículos<br />

de investigación publicados. 12 libros y capítulos de<br />

libros, dos notas científicas.<br />

Núñez López, Nora Minerva<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

nnunez@cucsur.udg.mx<br />

Ingeniero Agrónomo Forestal por la Universidad de<br />

Guadalajara, con Maestría en Educación en la Universidad<br />

de Santander y estudiante del Doctorado en<br />

Dirección de Organizaciones en la Benemérita Uni-<br />

754 NUESTROS AUTORES


versidad Autónoma de Puebla. Es profesora e investigadora<br />

del Departamento de Ecología y Recursos<br />

Naturales del Centro Universitario de la Costa Sur de<br />

la Universidad de Guadalajara. Ha participado como<br />

autora de 10 artículos científicos y cinco capítulos de<br />

libros. Ha presentado más de 40 ponencias en eventos<br />

académicos nacionales e internacionales. Actualmente<br />

cuenta con reconocimiento prodep por la Secretaría<br />

de Educación Pública.<br />

Olivos Ortiz, Aramis<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

aolivos@ucol.mx<br />

Profesor-investigador titular B, Nivel I en el sni y reconocido<br />

con perfil prodep. Pertenece al cuerpo académico<br />

consolidado uco-ca-95. Investigación en<br />

distribución y disponibilidad de nutrientes inorgánicos<br />

disueltos, sus relaciones estequiométricas y su<br />

influencia en la generación de proliferaciones algales;<br />

estudio de procesos biogeoquímicos entre la columna<br />

de agua y sedimentos; e hidrología y su influencia en<br />

manejo de recursos marinos. Académico en la Licenciatura<br />

en Oceanología y Maestría en Ciencias del Mar<br />

de la Facultad de Ciencias Marinas.<br />

Olvera Vargas, Miguel<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

molvera@cucsur.udg.mx<br />

Profesor-investigador titular de la Universidad de<br />

Guadalajara. Doctorado por la Universidad de Oxford<br />

en el Reino Unido. Investigador Nacional Nivel I del<br />

sni y profesor perfil Promep. Especialista en silvicultura,<br />

manejo y ecología forestal, incluyendo estudios<br />

ecológicos de largo plazo, así como el estudio de patrones<br />

de distribución espacial y temporal de ecosistemas<br />

terrestres. Autor de capítulos de libros y artículos científicos<br />

en revistas indizadas nacionales e internacionales<br />

de alto impacto. Profesor docente del curso<br />

silvicultura en la licenciatura, así como de ecología<br />

cuantitativa en el posgrado. Director de tesis de licenciatura<br />

y posgrado.<br />

Ongay Delhumeau, Enrique<br />

eongay@gmail.com<br />

Biólogo, egresado de la uam Xochimilco. Diplomado<br />

en Planeación y Sistemas, uia. Posgrado en Ciencias<br />

en Ecología y Ciencias Ambientales, unam y candidato<br />

a Doctor en Manejo de Recursos Bióticos por la<br />

uaq. Especialista en el desarrollo de métodos para eia,<br />

oet, eae, planeación y gestión ambientales. Asistente<br />

de investigador, anuies; investigador asociado del<br />

insp; consultor oea y coordinador de proyectos de<br />

Planeación y gestión ambientales. Su actividad profesional<br />

se centra en la aplicación y desarrollo de métodos<br />

para la planeación y gestión ambientales.Cuenta<br />

con varias publicaciones internacionales en revistas<br />

especializadas, capítulos de libros y diversos informes<br />

técnicos.<br />

Orozco Plascencia, José Manuel<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

manuel_orozco@ucol.mx<br />

Egresado de la Licenciatura en Economía de la Universidad<br />

de Colima, de la Maestría en Estudios Urbanos de<br />

El Colegio de México y del Doctorado en Relaciones<br />

Transpacíficas de la Universidad de Colima. Labora<br />

como profesor e investigador de la Facultad de Economía<br />

desde 2006 a la fecha, de la cual es actualmente<br />

director. Líder del cuerpo académico 73, Economía y<br />

desarrollo sustentable, en el que desarrolla las líneas de<br />

investigación asociadas al desarrollo regional y competitividad<br />

urbana. Coautor de tres libros, cinco artículos<br />

en revistas indexadas y más de 10 capítulos de libro.<br />

Ortiz Bermúdez, Enrique<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

eortiz@ib.unam.mx<br />

Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la<br />

unam. Profesor de botánica en la misma institución<br />

durante 11 años. Técnico académico del Instituto de<br />

Biología de la unam. Especialista en el manejo de<br />

bases de datos y sistemas de información geográfica<br />

aplicados en estudios de la diversidad de plantas en<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 755


México. Tiene 25 artículos publicados, dos libros y tres<br />

capítulos de libros.<br />

Palacios Vargas, José G.<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

troglolaphysa@hotmail.com<br />

Profesor titular C de la Facultad de Ciencias, unam e<br />

investigador nacional del sni. Tiene 38 años dedicados<br />

a la investigación sobre microartrópodos del suelo y de<br />

las cuevas de México. Ha descrito 313 taxa nuevos<br />

para la ciencia y además publicado trabajos de ecología.<br />

Ha impartido 74 cursos a nivel de Licenciatura,<br />

además de 19 en el posgrado y siete cursos extramuros.<br />

Autor de 252 artículos científicos y 126 de difusión;<br />

siete libros y 25 capítulos de libros. Ha presentado<br />

más de 70 ponencias en congresos y simposios nacionales<br />

y más de 70 en eventos internacionales.<br />

Patiño Barragán, Manuel<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

mpkile@ucol.mx<br />

Egresado de la Facultad de Ciencias Marinas de la<br />

Universidad de Colima, Doctorado de la Universidad<br />

de Santiago de Compostela España. Ha laborado en la<br />

Universidad de Colima desde 1985. Sus actividades<br />

principales actuales se relacionan con el estudio de la<br />

ictiofauna en la costa de Colima. Ha publicado 25<br />

artículos y cuatro capítulos de libros.<br />

Perdomo Velázquez, Héctor<br />

<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la<br />

Biodiversidad (conabio)<br />

hector.perdomo@conabio.gob.mx<br />

Licenciado en Biología por la Universidad de las Américas<br />

Puebla y Maestro en Ciencias Biológicas por el<br />

Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la unam.<br />

Ha realizado estudios sobre el efecto de caminos,<br />

huracanes, hábitat y ruido en aves de isla Cozumel. Ha<br />

impartido conferencias y talleres, realizado materiales<br />

didácticos, producido y participado en programas de<br />

radio y publicado en revistas científicas y de divulgación.<br />

Labora en la <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />

y Uso de la Biodiversidad, compilando y<br />

revisando los Estudios de Estado de biodiversidad de<br />

Colima, Oaxaca y Distrito Federal.<br />

Pérez Contreras, Zitlalli Ireri<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

zitlallireri@gmail.com<br />

Pérez Zamora, Octavio<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

octaviozamora@ucol.mx<br />

Ph. Doctor en Soil Science de University of California,<br />

Davis. Maestro en Ciencias en Fertilidad y Nutrición<br />

de Plantas por el Colegio de Posgraduados de Chapingo.<br />

Ingeniero Agrónomo Especialista en Suelos de<br />

la Universidad Autónoma Chapingo. Investigador del<br />

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y<br />

Agropecuarias (inifap) de 1969 a 2007. Actualmente<br />

profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />

de la Universidad de Colima, donde imparte<br />

cursos de hidráulica, nutrición vegetal y fertilidad de<br />

suelos, física y química de suelos, ciencias de la Tierra<br />

y paleobiología. Miembro del sni. Miembro de la<br />

Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo, de la cual<br />

fue presidente durante el periodo de 1987 a 1988.<br />

Cuenta con más de 50 publicaciones en revistas indizadas,<br />

tanto nacionales como internacionales. Ha<br />

impartido cursos de capacitación en eventos varios,<br />

nacionales e internaciones, presidido la gira técnica de<br />

suelos tropicales en el transecto Acapulco-Cancún en<br />

agosto de 1964, durante el Congreso Mundial de la<br />

Ciencia del Suelo, efectuado en México en 1964. Ha<br />

dirigido proyectos de investigación en fertilidad de<br />

suelos y manejo de suelos arcillosos, manejo del suelo<br />

y agua en cultivos varios y formado estudiantes de<br />

maestría y doctorado.<br />

Provance, Mitch<br />

University of California, Riverside (ucr)<br />

mitchprovance@yahoo.com<br />

Curador e investigador del herbario de la Universidad<br />

de California. Especialista en sistemática y taxonomía<br />

756 NUESTROS AUTORES


de Ebenaceae y Chenopodium del oeste de California,<br />

así como la flora de los estados mexicanos de Aguascalientes<br />

y Zacatecas.<br />

Quijano Scheggia, Sonia Isabel<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

quijano@ucol.mx<br />

Doctorado en la Universidad Politécnica de Cataluña.<br />

Profesor-investigador en la Facultad de Ciencias Marinas,<br />

Universidad de Colima, donde labora desde 1981.<br />

Ha publicado trabajos sobre identificación morfológica<br />

y molecular de diatomeas. Ha dirigido tesis a nivel<br />

licenciatura y maestría. sni 1, perfil prodep.<br />

Quiroz García, Davil Leonor<br />

Instituto Politécnico Nacional (ipn)<br />

dlquirozgar@yahoo.com.mx<br />

Egresada de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas,<br />

del ipn, donde labora en el Departamento de<br />

Botánica. Maestro en Ciencias de la unam. Ha publicado<br />

120 artículos, tres libros y dos capítulos.<br />

Ramírez Amezcua, Yocupitzia<br />

Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />

yocupitzia@yahoo.com<br />

Egresó de la Licenciatura en Biología de la Universidad<br />

de Guadalajara y del Programa de Maestría de la Universidad<br />

Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.<br />

Experto en sistemática y taxonomía de la subfamilia<br />

Acalyphoideae (Euphorbiaceae), especialmente de<br />

Argythamnia sensu lato. Colabora en proyectos como<br />

Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, Flora de<br />

Tehuacán y Flora Alpina del Centro de México. Cursa el<br />

Doctorado en el Insituto de Ecología, A.C. con un proyecto<br />

de filogeografía y modelado de nicho de especies<br />

endémicas del pastizal alpino del centro de México.<br />

Ramírez Delgadillo, Raymundo † (1963-2011)<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

Fue Ingeniero Agrónomo egresado de la Universidad de<br />

Guadalajara. Cursó estudios de maestría en la Facultad<br />

de Ciencias (unam). Se le conoció por su labor docente,<br />

fue inspirador de agrónomos y biólogos, durante 20<br />

años. Curador del Herbario ibug de la Universidad de<br />

Guadalajara por 13 años. Explorador incansable, realizó<br />

numerosos estudios florísticos en el occidente de<br />

México integrando una colección de 7 821 ejemplares.<br />

Escribió 22 artículos científicos, siete son descripciones<br />

de nuevas especies. A él también le fueron dedicadas<br />

seis especies. Su carácter siempre alegre y amable lo<br />

hicieron contar con gran cantidad de amigos y colegas,<br />

mismos que hoy lo homenajeamos a través de este libro.<br />

Ramírez García, Enrique<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

eramgar@ib.unam.mx<br />

Realiza actividades curatoriales en todas las colecciones<br />

biológicas de la Estación de Biología Chamela,<br />

actualizando y dando mantenimiento a los acervos en<br />

general. Asesora a los usuarios que consultan las colecciones<br />

biológicas. Es responsable particularmente de<br />

la colección entomológica, para la cual realiza actividades<br />

de colecta, así como actividades curatoriales del<br />

orden díptera. Captura datos para la integración de<br />

bases de datos sobre insectos. Toma fotografías al<br />

microscopio de diferentes grupos de insectos para formar<br />

un banco de imágenes sobre diversidad de las selvas<br />

secas de México, además de integrarse a bases de<br />

datos y página web. Participa en proyectos sobre biodiversidad<br />

de insectos en selvas secas y otros ecosistemas<br />

de México, del grupo de dípteros (familia<br />

Syrphidae), para la creación de listados faunísticos y<br />

otros productos que resulten de la investigación. Participa<br />

activamente en actividades de divulgación y tiene<br />

como responsabilidad la conducción de visitas guiadas<br />

para grupos escolares que acuden la Estación de<br />

Biología Chamela.<br />

Ramírez Ruiz, Juan José<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

ramirez@ucol.mx<br />

Egresado de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas<br />

de la Universidad Autónoma de Nuevo León,<br />

Maestría en Geofísica por la Universidad Técnica de<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 757


Clausthal en Clausthal-Zellerfeld, Alemania y Doctor<br />

por la Universidad de Kiel, Alemania. Cursó una<br />

especialidad en Geología en la Facultad de Ciencias<br />

de la Tierra de la Universidad Autónoma de Nuevo<br />

León (UANL). Laboró en la Facultad de Ciencias de<br />

la Tierra de la uanl hasta 1994. Labora en la Universidad<br />

de Colima en el Observatorio Vulcanológico.<br />

El monitoreo geofísico del Volcán de Fuego de<br />

Colima es una de sus principales líneas de trabajo.<br />

Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores<br />

desde 1995.<br />

Rebolledo Domínguez, Óscar<br />

oscarrd734@hotmail.com<br />

Ingeniero Agrónomo, egresado del Colegio Superior<br />

de Agricultura Tropical. Maestría en Biología de la<br />

Producción con Especialidad en Microbiología, egresado<br />

de la Universidad de Colima. Doctor en Biotecnología<br />

Microbiana, por la Universidad de Colima.<br />

Docente e investigador en la Facultad de Ciencias Biológicas<br />

y Agropecuarias de la Universidad de Colima<br />

hasta 2014. Asesor de 15 tesis de licenciatura, ocho de<br />

maestría y cinco de doctorado. Autor y coautor de diez<br />

artículos en revistas científicas indizadas y con arbitraje<br />

externo.<br />

Reynoso Dueñas, Jesús Jaqueline<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

mezquite7@yahoo.com.mx<br />

Egresada de la Facultad de Agronomía y Maestra en<br />

Ciencias en Biología (Sistemática Vegetal) por el Centro<br />

Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />

de la Universidad de Guadalajara. Su principal<br />

contribución es al estudio de la flora del occidente de<br />

México. Imparte las asignaturas de espermatofitas,<br />

botánica y sistemática. Directora de cinco tesis, asesora<br />

(nueve) y sinodal (26). Notas de investigación<br />

(nueve), nueve artículos, cuatro libros y 19 capítulos.<br />

48 ponencias y carteles de investigación. Organizadora<br />

y colaboradora de 14 eventos académicos especializados.<br />

Directora del Instituto de Botánica de 1998<br />

a la fecha. Curadora del Herbario ibug de 1994 a 1997.<br />

Presidenta de la Academia de Botánica de septiembre<br />

de 2006 a agosto de 2007. Responsable del cuerpo académico<br />

udg-ca-48 Botánica y Conservación Biológica<br />

de 2006 a la fecha.<br />

Ríos Jara, Eduardo<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

eriosjara@gmail.com<br />

Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la<br />

unam, obtuvo la Maestría en Ciencias en Ecología<br />

Marina en el cicese y el Doctorado en Ciencias Marinas<br />

en la Universidad de Puerto Rico. Profesor-investigador<br />

en la Universidad de Guadalajara con 30 años<br />

de antigüedad y miembro del sni-conacyt. Realiza<br />

investigación en ecología y conservación de ecosistemas<br />

costeros tropicales e inventarios faunísticos. Ha<br />

publicado 40 artículos (35 indizados y cinco arbitrados).<br />

Realiza un inventario de la biota marina de Bahía<br />

Chamela y es asesor del proyecto Catálogo de Autoridades<br />

de Moluscos de México para la conabio. Participa<br />

en un proyecto sobre imposex en moluscos de<br />

Manzanillo, Colima financiado por prodep-sep.<br />

Ríos Muñoz, César Antonio<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

cesar.rios@unam.mx<br />

Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias (unam),<br />

maestría y doctorado por el Posgrado en Ciencias Biológicas<br />

(unam). Se ha especializado en biogeografía y<br />

análisis espacial, colaborando en diferentes proyectos<br />

de biodiversidad y enfermedades emergentes, principalmente<br />

con aves y mamíferos. Ha publicado varios<br />

artículos relacionados con sus áreas de especialidad.<br />

Se desempeña como docente de la Facultad de Ciencias,<br />

unam y realiza una estancia de investigación en<br />

la Unidad de Medicina Experimental y Centro de<br />

Enfermedades Tropicales de la Facultad de Medicina,<br />

unam.<br />

Rivera Rodríguez, María Cruz<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

mary_cruz@live.com.mx<br />

758 NUESTROS AUTORES


Egresada de la Universidad Michoacana de la Facultad<br />

de Ciencias Biológicas. Doctorado en Ciencias Pecuarias<br />

de la Universidad de Colima. Especialidad en Ecología<br />

e Impacto Ambiental. Dos diplomados en<br />

Educación Ambiental. Responsable técnica del Centro<br />

Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario”. Directora de<br />

tres tesis en proceso sobre ecología poblacional de<br />

cocodrilo de río. Directora de una tesis de maestría<br />

sobre causas de mortandad en tortugas varadas en<br />

playa. Coordinadora de nueve sitios de monitoreo de<br />

cocodrilo de río en las lagunas costeras del estado de<br />

Colima. Profesor-investigador de la Facultad de Ciencias<br />

Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de<br />

Colima.<br />

Rodríguez Camarillo, María Guadalupe<br />

camarillo11@hotmail.com<br />

Egresada de la Facultad de Ciencias Forestales de la<br />

Universidad Juárez del Estado de Durango, Maestría<br />

en el Posgrado de Ciencias Forestales del Colegio de<br />

Posgraduados Campus Montecillo, Doctorado en Posgrado<br />

de Botánica del Colegio de Posgraduados Campus<br />

Montecillo, Posdoctorado en el Doctorado<br />

Institucional en Ciencias Agropecuarias y Forestales<br />

de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Ha<br />

participado en diferentes proyectos forestales y de la<br />

Cuenca del Río Nazas (RH36) en el estado de Durango,<br />

así como también en proyectos de áreas urbanas del<br />

Distrito Federal. Colaboradora de publicación de<br />

artículos científicos y de capítulos de libros. Ha participado<br />

en cursos a nivel maestría y licenciatura.<br />

Rodríguez Gallegos, Gustavo<br />

Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem)<br />

gusrodg_onca@yahoo.com<br />

Licenciatura de Biología en la Universidad Autónoma<br />

del Estado de Morelos, cursa la Maestría en Manejo de<br />

Recursos Naturales en el Centro de Investigaciones Biológicas<br />

de la misma universidad. Ha participado en la<br />

elaboración de más de 100 proyectos en materia de<br />

ordenamiento ecológico y territorial en más de 10 estados<br />

de la República, como Morelos, Chiapas, Guanajuato,<br />

Puebla, Hidalgo, Colima, Estado de México y el<br />

Distrito Federal, entre otros, fungiendo como responsable<br />

de las áreas de planeación ambiental y percepción<br />

remota. Ha participado en diversas mesas de discusión<br />

con la participación de expertos de diversos países latinoamericanos<br />

sobre el ordenamiento ecológico.<br />

Rodríguez Guerrero, Clotilde<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

Ingeniero en Recursos Naturales y Agropecuarios y<br />

pasante de la Maestría en Manejo de Recursos Naturales<br />

del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad<br />

de Guadalajara. Fungió por dos años como<br />

auxiliar de apoyo en la División de Desarrollo Regional<br />

del Centro Universitario de la Costa Sur. Autor de<br />

un artículo científico y un capítulo de libro.<br />

<strong>Román</strong> Guzmán, Tania<br />

Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />

(semarnat-Colima)<br />

gerenteccraa@gmail.com<br />

Egresada de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales<br />

de Iztacala, de la Universidad Nacional Autónoma<br />

de México. Pasante de la Maestría en Manejo y<br />

Conservación de Recursos Naturales, de la Universidad<br />

Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (umsnh).<br />

Laboró de 1995-1997 y del 2000 al 2002 en la Dirección<br />

de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán,<br />

del 2002 al 2007 en la semarnat-Colima. Actualmente<br />

trabaja en la gerencia operativa de la <strong>Comisión</strong><br />

de Cuenca del Río Ayuquila-Armería. Cuenta con tres<br />

diplomados y seis viajes de estudio internacionales. Ha<br />

desarrollado amplia experiencia de trabajo con grupos<br />

multidisciplinarios para buscar soluciones y conciliar<br />

intereses en conflictos ambientales.<br />

Romero Almaraz, María de Lourdes<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

lromero22@hotmail.com<br />

Egresada de la Universidad Nacional Autónoma de<br />

México, realizó Maestría y Doctorado en la misma<br />

institución y una estancia postdoctoral en el Sam<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 759


Noble Oklahoma Museum of Natural History, en la<br />

Universidad de Oklahoma. Profesora de la Facultad de<br />

Ciencias desde 1987. Su trabajo se enfoca en la historia<br />

natural, reproducción y conservación de los mamíferos<br />

silvestres. Ha recibido varios reconocimientos<br />

incluyendo el George Miksch Sutton award (Southwestern<br />

Association of Naturalists) y varios reconocimientos<br />

durante sus estudios de licenciatura (unam) y<br />

posgrado. Es investigadora visitante asociada del Sam<br />

Noble Oklahoma Museum of Natural History. Su trabajo<br />

incluye más de 60 artículos científicos y cuatro<br />

libros.<br />

Rosales Adame, Jesús Juan<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

jesusr@cucsur.udg.mx<br />

Biólogo por la Universidad de Guadalajara, Maestría<br />

en Manejo Integrado de Recursos Naturales por el<br />

Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza<br />

(catie) en Cosa Rica desde 1998. Profesor-investigador<br />

titular C en el Departamento de Ecología y<br />

Recursos Naturales del Centro Universitario de la<br />

Costa Sur de la Universidad de Guadalajara. Las áreas<br />

de investigación son en Manejo de Agroecosistemas,<br />

Agroecología y Agroforestería Tropical. Profesor de la<br />

Ingeniería en Manejo de Recursos Naturales (irna) y<br />

la Maestría en Manejo de Recursos Naturales. Ha<br />

publicado más de 20 artículos científicos y de divulgación,<br />

más de seis capítulos de libro y se ha presentado<br />

en eventos académicos regionales, nacionales e internacionales.<br />

Ruiz Campos, Gorgonio<br />

Universidad Autónoma de Baja California (uabc)<br />

gruiz@uabc.edu.mx<br />

Biólogo egresado de la Universidad Autónoma de<br />

Nuevo León y Maestro en Ciencias en Ecología Marina<br />

por el Centro de Investigación Científica y de Educación<br />

Superior de Ensenada. Doctor en Ciencias en<br />

Ecología Acuática y Pesca por la Universidad Autónoma<br />

de Nuevo León. Profesor e investigador titular C<br />

de tiempo completo en la Facultad de Ciencias de la<br />

Universidad Autónoma de Baja California. Fundó la<br />

colección de peces de esa institución que ahora cuenta<br />

con un acervo de más de 320 especies del noroeste de<br />

México. Tiene un total de 110 publicaciones científicas<br />

en revistas arbitradas, y otras 20 publicaciones en disciplinas<br />

como ornitología y mastozoología, además de<br />

tres libros. Recibió en 1996 y 2011 el premio al Mérito<br />

Académico en Ciencias Naturales y Exactas por la<br />

uabc, y el Premio Nacional de Conservación de la<br />

Naturaleza 2015 por semarnat-conanp. Ha coordinado<br />

proyectos referentes a estudios taxonómicos,<br />

ecológicos y biogeográficos de peces nativos, con énfasis<br />

en el noroeste de México, así como la evaluación de<br />

los impactos de peces exóticos invasivos sobre la ictiofauna<br />

autóctona. Líder del cuerpo académico Estudios<br />

Relativos a la Biodiversidad de la uabc y de la Red de<br />

Especies Exóticas de México. Presidente (2006-2008)<br />

de la Sociedad Ictiológica Mexicana, A.C., coordinador<br />

actual del área noroeste de México del Desert<br />

Fishes Council, miembro activo de varias sociedades<br />

científicas internacionales, e investigador nacional<br />

nivel 2.<br />

Ruiz Montero, Angélica Patricia<br />

Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />

(semarnat-Colima)<br />

patricia.ruiz@col.gob.mx<br />

Ingeniera en Bioquímica con Maestría en Ciencias de<br />

la Salud Ambiental por la Universidad de Guadalajara.<br />

Fungió como directora de Ecología en la Secretaría de<br />

Desarrollo Urbano del Gobierno de Colima y como<br />

Directora del Instituto de Medio Ambiente y Desarrollo<br />

Sustentable del gobierno estatal. Actualmente es<br />

delegada de la semarnat en Colima.<br />

Salazar Chávez, Gerardo Adolfo<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

gasc@ib.unam.mx<br />

Biólogo y Maestro en Ciencias por la Facultad de Ciencias,<br />

Universidad Nacional Autónoma de México<br />

(unam); Doctorado en Botánica en el Birckbek College,<br />

University of London. Laboró en el Herbario amo como<br />

760 NUESTROS AUTORES


investigador, encargado de herbario y editor, y desde<br />

1995 es académico del Departamento de Botánica del<br />

Instituto de Biología, unam. Ha publicado 90 artículos<br />

de investigación y varios libros, principalmente sobre<br />

sistemática de orquídeas, incluyendo 90 especies, subespecies<br />

e híbridos naturales nuevos para la ciencia. Sus<br />

líneas de investigación son la sistemática filogenética,<br />

taxonomía y evolución estructural de orquídeas neotropicales<br />

y el inventario y documentación de la diversidad<br />

de esta familia vegetal en México.<br />

Sánchez Bernal, Víctor Manuel<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

vsanchezmetate@gmail.com<br />

Licenciatura en Biología. Diplomado sobre Manejo<br />

de Áreas Naturales Protegidas en la Universidad de<br />

Fort Collins, Colorado. Maestría y Doctorado en<br />

Desarrollo Rural. Estudios sobre cacería de subsistencia<br />

(etnozoología) y recolectores de guacamayas<br />

en los estados de Jalisco-Nayarit. Maestría y Doctorado<br />

en el Colegio de Postgraduados. Profesor e<br />

investigador titular B en el Instituto Manantlán del<br />

Centro Universitario de la Costa Sur (cucsur). Profesor<br />

en la Licenciatura en Ingeniería en Recursos<br />

Naturales y Agropecuarios (irna): sistemas agroalimentarios.<br />

estrategias de vinculación social, en la<br />

Maestría en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales<br />

y en el Doctorado en Ciencias en Biosistemática,<br />

Ecología y Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas<br />

(bemarena).<br />

Sánchez Hernández, Cornelio<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

cornelio@unam.mx<br />

Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de<br />

México, realizó Maestría y Doctorado en la misma institución.<br />

Ha trabajado como investigador de tiempo<br />

completo en el Instituto de Biología y como profesor en<br />

la Facultad de Ciencias desde hace 46 años. Su trabajo<br />

se enfoca en la historia natural, reproducción y conservación<br />

de los mamíferos silvestres. Ha recibido varios<br />

reconocimientos incluyendo el Donald W. Tinkle<br />

Research Excellence Award y el George Miksch Sutton<br />

award (Southwestern Association of Naturalists). Es<br />

investigador visitante asociado del Sam Noble Oklahoma<br />

Museum of Natural History. Pertenece al Sistema<br />

Nacional de Investigadores desde 1987. Su trabajo<br />

incluye más de 110 artículos científicos y cuatro libros.<br />

Sanders, Andrew C.<br />

University of California, Riverside (ucr)<br />

andrew.sanders@ucr.edu<br />

Curador e investigador del herbario de la Universidad<br />

de California.<br />

Santana Hernández, Heriberto<br />

Instituto Nacional de Pesca (inapesca)<br />

heriberto.santana@inapesca.gob.mx<br />

Egresado de la Escuela Nacional de Ingeniería Pesquera<br />

de la Universidad de Nayarit. Doctorado por el<br />

Posgrado Interinstitucional de Ciencias Pecuarias de<br />

la Universidad de Colima. Investigador del Instituto<br />

Nacional de Pesca en el crip-Manzanillo, a cargo de<br />

proyectos para el diseño y adecuación de artes de<br />

pesca que minimicen el daño a las tortugas marinas,<br />

entre otros desarrollos tecnológicos.<br />

Santana Michel, Francisco Javier (†)<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

fsantanam@cucsur.udg.mx<br />

Fue Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Guadalajara,<br />

con Maestría por la Universidad de Colima.<br />

Profesor con reconocimiento perfil Promep por la<br />

Secretaría de Educación Pública. Se desempeñó como<br />

jefe del Laboratorio de Botánica y presidente de Academia<br />

en el Departamento de Ecología y Recursos<br />

Naturales del Centro Universitario de la Costa Sur de<br />

la Universidad de Guadalajara. Profesor de las carreras<br />

de Ingeniería en Recursos Naturales y Agropecuarios<br />

y la de Ingeniero Agrónomo en el cucsur. Participó<br />

como autor de dos libros científicos, siete capítulos de<br />

libros y 35 publicaciones en revistas indexadas. Se le<br />

rinde un homenaje a través de este libro.<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 761


Sáyago Lorenzana, Roberto Carlos<br />

Universidad Autónoma de Guerrero (uag)<br />

robertosayago@hotmail.com<br />

Biólogo egresado de la Universidad Michoacana de<br />

San Nicolás de Hidalgo, con maestría y doctorado en<br />

Ciencias en el Posgrado en Ciencias Biológicas de la<br />

Universidad Nacional Autónoma de México. Ha trabajado<br />

aspectos de ecología y diversidad de las aves<br />

terrestres y de plantas epífitas vasculares en bosques<br />

templados y tropicales de México, conservados y con<br />

disturbios antropogénicos. Labora como profesor-investigador<br />

asociado D y como director de la Unidad<br />

Académica en Desarrollo Sustentable de la Universidad<br />

Autónoma de Guerrero.<br />

Schnell, Gary D.<br />

University of Oklahoma<br />

gschnell@ou.edu<br />

Egresado de la Universidad Central de Michigan,<br />

Maestría en la Universidad del Norte de Illinois y Doctorado<br />

por la Universidad de Kansas. Fue coordinador<br />

del Programa Internacional de Biología (Universidad<br />

de Texas) por un año y después trabajó en la Universidad<br />

de Oklahoma, en zoología y en el museo (42 años);<br />

y fue director del Inventario Biológico de Oklahoma<br />

(21 años). Ocupó diferentes cargos editoriales, como el<br />

de editor de Systematic Zoology y The Auk. En México,<br />

su interés se ha enfocado en el estado de Colima,<br />

donde ha estudiado a las aves y los mamíferos por más<br />

de 40 años. Es profesor y curador emérito de aves en el<br />

Sam Noble Oklahoma Museum of Natural History,<br />

continúa realizando investigaciones biológicas.<br />

Serrano Barquín, Rebeca Angélica<br />

Universidad Autónoma del Estado de México (uaem)<br />

raserranob@uaemex.mx<br />

Geógrafa egresada de la Universidad Autónoma del<br />

Estado de México, con Especialidad en Gobierno y<br />

Administración Metropolitana y Regional por el Instituto<br />

Nacional de Admiración Pública. Maestría en<br />

Estudios Turísticos, uaem. Coordinadora del Ordenamiento<br />

Ecológico Estatal de Colima y del Estado de<br />

México, publicados primero y tercero, respectivamente,<br />

en el contexto nacional. Participante en los<br />

ordenamientos ecológicos territoriales en subcuencas:<br />

Cuyutlán, Colima; Valle de Bravo, Nevado Sur en<br />

Estado de México; otros estudios regionales: Mariposa<br />

Monarca en Michoacán y Estado de México, Popocatépetl<br />

y su zona de influencia en Puebla, Morelos y<br />

Estado de México. Actualmente trabaja en la uaem<br />

con temas sobre turismo, erosión de suelo, distribución<br />

geográfica del mosco AA y ordenación.<br />

Silva Iñiguez, Lidia<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

lsilva@ucol.mx<br />

Profesora y oceanóloga, con Doctorado en Oceanografía<br />

Costera de la Facultad de Ciencias Marinas de la<br />

Universidad Autónoma de Baja California. Su investigación<br />

se enfoca a gestión y manejo costero, planeación<br />

y ordenamiento de playas, contaminación costera,<br />

impacto y educación ambiental. Es profesora e investigadora<br />

de tiempo completo de la Facultad de Ciencias<br />

Marinas, cuenta con reconocimiento perfil promep.<br />

Sus proyectos más relevantes para el programa son:<br />

evaluación de indicadores de calidad bacteriológica en<br />

arena y agua en playas turístico-recreativas de la bahía<br />

de Santiago; degradación y efectos de los residuos plásticos<br />

en entornos marinos, costeros y contaminación<br />

por microplásticos en la costa de Colima; potencial<br />

turístico de las bahías de Manzanillo; las playas como<br />

capital natural para el desarrollo sustentable y calidad<br />

ambiental de la zona costera en Manzanillo. Autora de<br />

capítulos de libros y artículos. Directora de tesis de<br />

licenciatura, especialidad y maestría. Coordinadora<br />

del posgrado en Ciencias del Mar de la Universidad de<br />

Colima.<br />

Solís Marín, Francisco<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

fasolis@cmarl.unam.mx<br />

Licenciatura en la Universidad Michoacana de San<br />

Nicolás de Hidalgo, Maestría en la Facultad de Ciencias<br />

unam y Doctorado en University of Southamp-<br />

762 NUESTROS AUTORES


ton, Inglaterra. Investigador titular del Laboratorio de<br />

Sistemática y Ecología de Equinodermos del icml,<br />

unam, profesor de asignatura de la Carrera de Biología<br />

de la Facultad de Ciencias, unam. Ha publicado 59<br />

trabajos científicos en revistas indizadas (nacionales e<br />

internacionales), 29 trabajos científicos en revistas no<br />

indizadas, 37 capítulos de libros, seis libros y/o manuales,<br />

18 trabajos de divulgación. Ha descrito nuevos<br />

taxa de equinodermos para distintas áreas del mundo<br />

(géneros y especies), ha presentado 102 trabajos en<br />

congresos nacionales y 121 trabajos en congresos<br />

internacionales. Ha dirigido 35 tesis (una de doctorado,<br />

15 de maestría y 19 de licenciatura) y actualmente<br />

dirige nueve (tres de doctorado, cuatro de<br />

maestría y dos de licenciatura). Ha sido y es responsable<br />

de varios proyectos de investigación apoyados por<br />

conabio, papiit, unam, etc. Ha realizado estancias de<br />

investigación en diversas colecciones científicas de<br />

equinodermos en varias partes del mundo como: Estados<br />

Unidos de Norteamérica, Costa Rica, Perú, Cuba,<br />

Inglaterra, Italia, Dinamarca, Bélgica, Francia y Japón.<br />

Sorani Dalbón, Valentino<br />

Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem)<br />

vsorani@yahoo.com.mx<br />

Originario de Florencia, Italia, estudió la Licenciatura<br />

en Ciencias Agronómicas y Forestales en la Facultad<br />

di Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad de<br />

Florencia. Maestría en medio ambiente en el Instituto<br />

Nacional Agronómico Paris-Grignon, Francia con<br />

mención honorífica, Doctorado en Geología Aplicada<br />

en el mismo instituto. Reside en México desde el año<br />

1988. Ha participado en la elaboración de más de 60<br />

Programas de Ordenamiento Ecológico Territorial en<br />

México, a nivel local y a nivel regional, entre los cuales<br />

destacan los ordenamientos del suelo de conservación<br />

del Distrito Federal y de los estados de Chiapas,<br />

Colima, Morelos y Guanajuato.<br />

Sosa Ávalos, Ramón<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

rsosa@ucola.mx<br />

Profesor-investigador titular A, Nivel I en el Sistema<br />

Nacional de Investigadores con perfil deseable prodep<br />

2013-2016. Pertenece al cuerpo académico Oceanología<br />

Regional (uco-ca-32). Cultivó las lgac Productividad<br />

Primaria y Flujos de Carbono y Acidificación<br />

DEL Océano. Imparte clases en la Licenciatura en<br />

Oceanología y Maestría en Ciencias del Mar de la<br />

Facultad de Ciencias Marinas. Seis tesis dirigidas de<br />

licenciatura y tres en proceso, dos tesis de maestría<br />

dirigidas y dos en proceso. Cuatro artículos como primer<br />

autor, cinco en coautoría, tres capítulos de libro<br />

como autor y un libro publicado.<br />

Steinmann, Victor Werner<br />

Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />

victor.steinmann@inecol.mx<br />

Investigador del Instituto de Ecología, A.C. Centro<br />

Regional del Bajío, desde 2001. Obtuvo su licenciatura<br />

en University of Arizona y su doctorado en Claremont<br />

Graduate University, California. Trabaja florística de<br />

México, filogenética, taxonomía y es especialista de las<br />

familias Euphorbiaceae y Urticaceae. Tiene un interés<br />

particular en la diversidad de los ecosistemas tropicales,<br />

incluyendo los de alta montaña.<br />

Torres Orozco, Ernesto<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

etorres@ucol.mx<br />

Doctorado en el cibnor y Maestría en Oceanografía<br />

Física en el cicese. Profesor-investigador en la Facultad<br />

de Ciencias Marinas, Universidad de Colima,<br />

donde labora desde 1984. Ha publicado trabajos sobre<br />

interacciones físico-biológicas del atún y pez vela,<br />

hidrodinámica de cuerpos de agua costeros. Ha dirigido<br />

tesis sobre hidrografía y masas de agua del pacífico<br />

mexicano, comportamiento de variables<br />

atmosféricas y aprovechamiento de energía marina.<br />

Evaluador de proyectos ecos en anuies. Árbitro en las<br />

revistas Hidrobiológica y Costas de la unesco. Evaluador<br />

en conacyt en estancias posdoctorales y sabáticas.<br />

Desarrolla proyectos de investigación en<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 763


oceanografía física costera, riesgos asociados a fenómenos<br />

hidrometeorológicos costeros y al enso.<br />

Torres Preciado, Víctor Hugo<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

torrespreciado@ucol.mx<br />

Licenciado en Economía por la Universidad de<br />

Colima, Maestro en Economía Aplicada por el Colegio<br />

de la Frontera Norte y Doctor en Ciencias Económicas<br />

por la Universidad Autónoma de Baja California.<br />

Profesor-investigador de tiempo completo en la Facultad<br />

de Economía de la Universidad de Colima. Experto<br />

en economía regional, crecimiento económico, economía<br />

del cambio tecnológico y métodos cuantitativos<br />

aplicados.<br />

Vargas Fernández, Isabel<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

ivf@ciencias.unam.mx<br />

Maestra en Ciencias por la Universidad Nacional<br />

Autónoma de México. Ha realizado siete estancias de<br />

investigación en el extranjero: cinco en museos estadounidenses,<br />

uno peruano y en el British Museum of<br />

Natural History. Autora de 42 artículos científicos<br />

sobre Lepidoptera en revistas especializadas, cinco<br />

libros y 14 capítulos de libro. Desde 1996 es coordinadora<br />

de la zona 11 de la sección Season Summary del<br />

News of the Lepidopterists Society. Es técnica titular<br />

del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias de la<br />

unam desde hace 27 años.<br />

Vázquez López, José Martín<br />

Universidad de Guadalajara (udg)<br />

mvazquez@cucsur.ug.mx<br />

Egresado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la<br />

Universidad de Guadalajara, Maestro en Ciencias por<br />

el Colegio de Posgraduados. Profesor-investigador del<br />

Departamento de Ecología y Recursos Naturales en el<br />

Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad<br />

de Guadalajara desde 1995. Coordinador de la carrera<br />

de Ingeniería en Recursos Naturales y Agropecuarios<br />

de 2004 a 2013. Ha trabajado en proyectos de aprovechamiento<br />

de recursos forestales no maderables, en<br />

agroecosistemas y en bosques de encino. Se desempeña<br />

como profesor y atiende un proyecto sobre flujos<br />

de carbono en ecosistemas templados. Ha publicado<br />

cuatro artículos científicos, siete artículos de divulgación<br />

y un capítulo de libro.<br />

Vizcaíno Vargas, Isaac<br />

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas<br />

y Pecuarias (inifap)<br />

vizcaino.isaac@inifap.gob.mx<br />

Miembro de la Red de Investigación de Modelaje del<br />

inifap. Director de coordinación y vinculación del<br />

inifap en Colima. Jefe de campo y encargado de despacho<br />

del Experimental Tecomán del inifap. Auxiliar<br />

de investigación del programa de fertilidad en cítricos,<br />

plátano, maíz y arroz, en el Campo Experimental<br />

Tecomán del inifap, de 1979 a 1990. Investigador en el<br />

programa de Potencial Productivo en el Campo Experimental<br />

Tecomán del inifap, de febrero de 1997 a la<br />

fecha. Representante por inifap-México ante la Red<br />

Regional de Información y Documentación en Plátano<br />

y Banano para América Latina y el Caribe,<br />

durante los años 1998 al 2000.<br />

Villaseñor Ríos, José Luis<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

vrios@ib.unam.mx<br />

Es doctor por The Claremont Graduate School y<br />

actualmente investigador titular del Instituto de Biología,<br />

unam. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores,<br />

nivel iii. Ha publicado 200 trabajos<br />

relacionados con la sistemática, fitogeografía y biología<br />

de la conservación de plantas vasculares, con énfasis<br />

en la familia Asteraceae. Ha dirigido 31 tesis, tanto<br />

de licenciatura como de postgrado. Ha impartido más<br />

de 120 conferencias en reuniones académicas, tanto en<br />

México como en el extranjero. Ha dirigido 22 proyectos<br />

de investigación con apoyo económico de diversas<br />

instituciones. Ha participado como editor asociado y<br />

como árbitro para revistas nacionales e internacionales.<br />

764 NUESTROS AUTORES


Villegas García, José Rafael<br />

Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />

(semarnat-Colima)<br />

forestales@colima.semarnat.gob.mx<br />

Egresado de la Universidad Autónoma Chapingo. Su<br />

desarrollo profesional hasta la fecha ha sido en las<br />

áreas forestal, suelos y de vida silvestre.<br />

Vega Rivera, Jorge H.<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

jhvega@ib.unam.mx<br />

Egresado de la fes Iztacala, Maestría en Texas A&M<br />

University, Doctorado en Virginia Polytechnic Institute<br />

y un Postdoctorado en el Smithsonian Conservation<br />

Biology Institute. Investigador Titular A y sni 1.<br />

Ha publicado 30 artículos científicos, tres artículos de<br />

divulgación, seis capítulos en libros y un libros. Coordinador<br />

y profesor del curso sobre Vertebrados del<br />

Bosque Tropical Seco (12 años), 11 cursos semestrales<br />

de Ornitología, Biología de la Conservación, Ecología<br />

Cuantitativa y otros temas en la Facultad de Ciencias<br />

Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de<br />

Colima; tres talleres sobre Técnicas para el Estudio y<br />

Conservación de Vertebrados. Desde 2007 es jefe de la<br />

Estación de Biología Chamela.<br />

Vergara Santana, Martha Imelda<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

vergara@ucol.mx<br />

Egresada de la Escuela de Biología de la Universidad<br />

Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia. Maestría<br />

en la Université des Sciences et Techniques du Languedoc,<br />

Montpelllier, France. Doctorada en la Facultad<br />

de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad<br />

de Colima. Laboró durante 28 años en el Centro<br />

Universitario de Investigación y Desarrollo Agropecuario<br />

(cuida-ucol), donde participó en docencia, asesoría<br />

de tesis en nivel licenciatura, maestría y doctorado.<br />

Autora de una patente, artículos científicos y capítulos<br />

de libro. Actualmente jubilada y dedicada a la difusión<br />

científica de manera independiente, especialmente<br />

sobre las propiedades de Hyptis suaveolens.<br />

Warren, Andrew D.<br />

University of Florida (uf)<br />

awarren@flmnh.ufl.edu<br />

Realiza investigación en sistemática, biogeografía,<br />

biodiversidad, ecología y evolución de mariposas y<br />

polillas. Ha sido curador de la colecciones de mariposas<br />

de McGuire Center y de Florida Museum of Natural<br />

History de la Universidad de Florida.<br />

Zacarías Salinas, Juan<br />

Universidad de Colima (ucol)<br />

zsalinas@hotmail.com<br />

Licenciado en Oceanología, egresado de la Universidad<br />

de Colima. Su experiencia se ha centrado en el<br />

mapeo de comunidades coralinas para su aprovechamiento<br />

integral.<br />

Zaragoza Caballero, Santiago<br />

Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />

zaragoza@ib.unam.mx<br />

Egresado como biólogo, Maestro en Ciencias y Doctor<br />

de la Facultad de Ciencias de Universidad Nacional<br />

Autónoma de México. Incorporado al Instituto de<br />

Biología de la unam en 1961. Sus principales actividades<br />

actuales son: el estudio de la biodiversidad de<br />

insectos asociados al bosque tropical caducifolio y la<br />

curación de la Colección Nacional de Insectos<br />

(Coleóptera). Ha publicado 86 artículos en revistas<br />

arbitradas, 13 artículos en memorias, 15 capítulos en<br />

libros y dos libros. Coautor de la página linbos. Ha<br />

recibido reconocimiento “por su distinguida trayectoria<br />

académica y contribución a la coleopterología” por<br />

parte de la Universidad de Guadalajara. Ha sido distinguido<br />

con la medalla “Al mérito universitario” por<br />

parte de la Universidad Nacional Autónoma de<br />

México.<br />

Zorrilla Ramos, María<br />

mariazr10@gmail.com<br />

Maestra en Estudios Regionales por el Instituto de<br />

Investigaciones Dr. José María Luis Mora y Licenciada<br />

en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autó-<br />

La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 765


nomo de México, con estudios de Doctorado en la<br />

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la unam.<br />

Ha laborado en el área de la política ambiental en<br />

diversos cargos en el gobierno federal, donde destaca<br />

el haber sido asesora del subsecretario de Planeación<br />

de la semarnap, así como directora del Área de Investigación<br />

y Análisis en Política Pública Ambiental en el<br />

Instituto Nacional de Ecología. Trabaja en investigación<br />

y consultoría en temas que vinculan territorio,<br />

medio ambiente y sociedad, destacando su participación<br />

en proyectos con instituciones como la Universidad<br />

Autónoma de Querétaro, la conabio, el Instituto<br />

Nacional de Ecología (ahora inecc) y Centro Geo.<br />

Entre los principales proyectos que ha trabajado en los<br />

últimos cinco años destacan los vinculados a la conservación<br />

y el uso sustentable para la biodiversidad, la<br />

sistematización de información para facilitar la gestión<br />

territorial, principalmente en el estado de Guanajuato,<br />

y en la región del Usumacinta-México, que<br />

comprende porciones de los estados de Chiapas y<br />

Tabasco, y el desarrollo de análisis, metodologías e<br />

instrumentos para la política pública de la adaptación<br />

al cambio climático. Tiene publicaciones es los temas<br />

de políticas públicas y conservación de suelos, servicios<br />

ambientales y diversidad biológica. En términos<br />

de docencia ha participado en diversos cursos y diplomados,<br />

así como docente de maestría en la Universidad<br />

Autónoma de Querétaro (uaq) y en la Universidad<br />

del Medio Ambiente (uma). Ha trabajado como consultora<br />

del Programa de las Naciones Unidas para el<br />

Desarrollo (pnud) y de la Alianza Alemana de Cooperación<br />

al Desarrollo (giz) en temas relacionados con<br />

adaptación al cambio climático.<br />

Zug, George R.<br />

Smithsonian Institution (si)<br />

zugg@si.edu<br />

Investiga evolución y sistemática de anfibios y reptiles<br />

de las islas del Océano Pacífico y Asia tropical, con<br />

enfoque principalmente morfológico y con ayuda de<br />

herramientas moleculares. Estudia ranas, renacuajos y<br />

geckos de diferentes géneros de Asia.<br />

La Biodiversidad de Colima. Estudio de Estado<br />

versión en web publicada en mayo de 2016<br />

incluye en arhivos adjuntos los apéndices<br />

766


La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 767

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