Pedregal Comisión Román contribuciones Szalay/Banco
Biodiversidad_Colima_2016
Biodiversidad_Colima_2016
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Primera edición, 2016<br />
D.R. © 2016 <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. Liga Periférico – Insurgentes Sur 4903 Parques del <strong>Pedregal</strong>,<br />
Tlalpan, 14010 México, D. F. http://www.conabio.gob.mx<br />
ISBN WEB: 978-607-8328-40-6<br />
Forma de citar:<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). 2016. La Biodiversidad en Colima: Estudio de Estado. <strong>Comisión</strong><br />
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México.<br />
Coordinación y seguimiento general:<br />
Andrea Cruz Angón<br />
Miguel A. Ortega Huerta<br />
Erika Daniela Melgarejo<br />
Héctor Perdomo Velázquez<br />
Ana Victoria Contreras<br />
Compilación y edición técnica y científica:<br />
Miguel A. Ortega Huerta, Manuel Balcázar Lara. MEDIO FÍSICO: Juan José Ramírez Ruiz, MEDIO SOCIOECONÓMICO: Juan González García,<br />
DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS: Gloria Alicia Jiménez, DIVERSIDAD DE ESPECIES HONGOS Y PLANTAS: Emily Lott, DIVERSIDAD DE ESPECIES<br />
INVERTEBRADOS: Manuel Balcázar Lara y Felipe Noguera Martínez, DIVERSIDAD DE ESPECIES VERTEBRADOS: Jorge Vega Rivera, DIVERSIDAD<br />
GENÉTICA: Sebastián Lemus Juárez, USOS DE LA BIODIVERSIDAD: Irma Xóchitl Amador Ramírez, AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD: Tania <strong>Román</strong><br />
Guzmán, MARCO JURÍDICO VIGENTE: José Ángel Méndez Rivera y Raquel Gutiérrez Nájera, GESTIÓN AMBIENTAL: Patricia Ruiz Montero.<br />
Corrección de estilo:<br />
Aída Pozos Villanueva, Héctor Perdomo Velázquez, Karla Carolina Nájera Cordero, Diana López Higareda y Erika Daniela Melgarejo<br />
Diseño y formación:<br />
Aída Pozos Villanueva<br />
Cuidado de la edición:<br />
Aída Pozos Villanueva, Héctor Perdomo Velázquez y Erika Daniela Melgarejo<br />
Cartografía:<br />
Jessica Valero Padilla<br />
Revisión técnica de textos 1 y listados de especies 2 :<br />
Esteban Benítez Inzunza 1 , Oscar Báez Montes 1 , Ana Victoria Contreras Ruiz Esparza 1 , Héctor Perdomo Velázquez 1,2 , Raúl González Salas 2 ,<br />
Ana Laura García López 1 , María Alejandra González Gutiérrez 1 , Susana Ocegueda Cruz 2 , Martha Alicia Reséndiz López 2 , Dulce Parra<br />
Toris 2 , Alberto Romo Galicia 2 , Margarita Hermoso Salazar 2 , Claudia Sarita Frontana Uribe 2 , Diana Hernández Robles 2 y Adriana Iraní<br />
Hernández Abundis 2 .<br />
Agradecimientos:<br />
El Gobierno del Estado de Colima a través del Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable y la <strong>Comisión</strong> Nacional para<br />
el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, expresan su reconocimiento a todas aquellas instituciones y personas que colaboraron en la<br />
elaboración del presente Estudio de Estado, en particular a Fernando Camacho Rico, quienes estuvieron involucrados en el proceso de<br />
formulación de este documento.<br />
Salvo en aquellas <strong>contribuciones</strong> que reflejan el trabajo y quehacer de las instituciones y organizaciones participantes, el contenido de las <strong>contribuciones</strong><br />
es de exclusiva responsabilidad de los autores.<br />
Fotografías de la portada:<br />
Detalles de: polilla de seda Rothschildia cincta guerreronis (Manuel A. Balcázar Lara), frutos de Hylocereus spp. (Adalberto Ríos <strong>Szalay</strong>/<strong>Banco</strong><br />
de imágenes conabio), lagarto cornudo Phrynosoma asio (Enrique Ramírez García) y estrella de mar Acanthaster planci (Valeria Mas).<br />
Impreso y hecho en México<br />
Printed and made in Mexico
Presentación<br />
El libro La Biodiversidad en Colima: Estudio de Estado, representa una<br />
contribución significativa a la difusión del conocimiento sobre la diversidad<br />
biológica y su importancia en el estado.<br />
La obra contiene la información más confiable y actualizada hasta el<br />
momento sobre la situación actual del patrimonio biológico de la entidad.<br />
Los servidores públicos, académicos, comunidades locales y la<br />
sociedad en general, podrán consultarla y utilizarla como elemento base<br />
para tomar decisiones, diseñar estrategias de planeación y realizar nuevas<br />
investigaciones en beneficio del desarrollo sustentable del estado de<br />
Colima.<br />
El Estudio de Estado es una “fotografía instantánea” del conocimiento y<br />
estado de conservación de la biodiversidad en la entidad, por lo que será<br />
necesario realizar esfuerzos que permitan incrementar el conocimiento<br />
del capital natural de la entidad, así como implementar acciones que<br />
ayuden a su conservación y utilización sustentable para beneficio no<br />
sólo de los dueños de ese capital natural, sino de toda la sociedad.<br />
Tengo la seguridad de que las instituciones locales darán continuidad a<br />
los esfuerzos para incrementar el conocimiento sobre la biodiversidad,<br />
la identificación y el registro de los cambios, y apoyarán la difusión de<br />
esta obra; sólo de esta manera se aplicará y será de utilidad para las instituciones<br />
gubernamentales y para los habitantes del estado.<br />
5
Esta obra es un eslabón fundamental para la elaboración e instrumentación<br />
de la Estrategia Estatal para la Conservación y Uso Sustentable<br />
sobre Biodiversidad de Colima, la cual tiene como objetivo fundamental<br />
establecer las prioridades para conservar y hacer uso racional del capital<br />
natural, incluidos los servicios ambientales que ese capital provee en<br />
beneficio de la sociedad de esta entidad.<br />
Agradecemos el compromiso y dedicación de cerca de 200 autores pertenecientes<br />
a 49 instituciones y organizaciones estatales, nacionales e<br />
internacionales, sin los cuales no hubiera sido posible la elaboración de<br />
este libro, los felicitamos por la consumación de este gran esfuerzo.<br />
Dr. José Sarukhán Kermez<br />
Coordinador Nacional de la conabio<br />
6 PRESENTACIÓN
Índice<br />
5<br />
11<br />
23<br />
25<br />
32<br />
44<br />
51<br />
59<br />
63<br />
73<br />
74<br />
78<br />
86<br />
90<br />
95<br />
101<br />
109<br />
111<br />
116<br />
132<br />
139<br />
PRESENTACIÓN<br />
INTRODUCCIÓN<br />
S1<br />
MEDIO FÍSICO<br />
Resumen ejecutivo<br />
Fisiografía y geología<br />
Descripción de los suelos<br />
Hidrología y clima<br />
Descripción general de la circulación hidrodinámica en el litoral<br />
Archipiélago de las Revillagigedo<br />
Riesgos de origen natural y antropogénico<br />
S2<br />
MEDIO SOCIOECONÓMICO<br />
Resumen ejecutivo<br />
Organización política<br />
Población<br />
Salud<br />
Educación<br />
Economía<br />
Infraestructura<br />
S3<br />
DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS<br />
Resumen ejecutivo<br />
Regionalización ecológica<br />
Descripción de los principales tipos de vegetación<br />
Deterioro de la vegetación y los impactos de las actividades antropogénicas<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera
S4<br />
DIVERSIDAD DE ESPECIES<br />
175<br />
177<br />
182<br />
187<br />
194<br />
199<br />
209<br />
214<br />
219<br />
229<br />
238<br />
244<br />
252<br />
258<br />
263<br />
271<br />
277<br />
279<br />
288<br />
295<br />
305<br />
309<br />
320<br />
325<br />
331<br />
346<br />
353<br />
361<br />
366<br />
376<br />
382<br />
389<br />
396<br />
403<br />
405<br />
413<br />
HONGOS Y PLANTAS<br />
Resumen ejecutivo<br />
Hongos (Fungi)<br />
Helechos, colas de caballo y licopodios (Pteridophyta)<br />
Gramíneas (Gramineae)<br />
Orquídeas (Orchidaceae)<br />
Asteráceas (Asteraceae)<br />
Cactáceas (Cactaceae)<br />
Leguminosas (Leguminosae)<br />
Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima (Quercus)<br />
Acantáceas (Acanthaceae)<br />
Euforbiáceas (Euphorbiaceae)<br />
Rubiáceas (Rubiaceae)<br />
Sapindales<br />
Copales y cuajilotes (Burseraceae)<br />
Moráceas (Moraceae)<br />
Estudio florístico del rancho El Jabalí<br />
ANIMALES INVERTEBRADOS<br />
Resumen ejecutivo<br />
Moluscos marinos (Mollusca)<br />
Moluscos continentales (Mollusca)<br />
Estrellas, erizos y pepinos de mar (Echinodermata)<br />
Ofiuros (Ophiuroidea)<br />
Crustáceos marinos (Crustaceae)<br />
Fauna cavernícola y edáfica (Acarida y Collembola)<br />
Libélulas y caballitos del diablo (Odonata)<br />
Abejas (Apoidea)<br />
Escarabajos con cuernos largos (Cerambycidae)<br />
Escarabajos de Ixtlahuacán (Elateroidea)<br />
Coleopteros de Cerro Grande, Minatitlán (Passalidae, Scarabaeidae,<br />
Melolonthidae, Trogidae y Silphidae)<br />
Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />
Polillas esfinge (Sphingidae)<br />
Polillas de seda (Saturniidae)<br />
Mariposas nocturnas (Arctiidae)<br />
Moscas nectarívoras de Ixtlahuacán (Syrphidae)<br />
ANIMALES VERTEBRADOS<br />
Resumen ejecutivo<br />
Peces marinos y estuarino-lagunares (Chondrichthyes y Actinopterygii)<br />
Peces arrecifales (Actinopterygii)
420<br />
431<br />
442<br />
445<br />
462<br />
467<br />
478<br />
482<br />
485<br />
489<br />
493<br />
496<br />
499<br />
505<br />
511<br />
513<br />
516<br />
519<br />
522<br />
527<br />
529<br />
542<br />
555<br />
564<br />
576<br />
585<br />
587<br />
598<br />
606<br />
610<br />
615<br />
621<br />
Peces continentales (Actinopterygii)<br />
Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />
Las islas mexicanas y sus tesoros: la culebra nocturna de Isla Clarión<br />
Aves<br />
Aves de Nogueras, Comala<br />
Mamíferos (Mammalia)<br />
Riesgo de extinción de los pumas por una potencial explosión del Volcán de<br />
Colima<br />
Mapaches (Procyon)<br />
Ratones (Peromyscus)<br />
Un pequeño gran problema: ratones caseros en Isla Socorro<br />
Murciélagos de orejas largas (Macrotus)<br />
Ardillas terrestres (Notocitellus y Otospermophilus)<br />
Ardillas arborícolas (Sciurus)<br />
S5<br />
DIVERSIDAD GENÉTICA<br />
Resumen ejecutivo<br />
Diversidad y usos del camote del cerro (Dioscorea remotiflora)<br />
Chan (Hyptis suaveolens): de Colima para el mundo<br />
Diversidad de la pitahaya silvestre (Hylocereus spp.)<br />
El pitayo (Stenocereus queretaroensis), una planta de importancia socioeconómica<br />
Las gallinas mestizas cuello desnudo<br />
S6<br />
USOS DE LA BIODIVERSIDAD<br />
Resumen ejecutivo<br />
Actividad acuícola y pesquera<br />
Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande, Reserva de la Biosfera de<br />
Manantlán<br />
Plantas de importancia apícola<br />
Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />
Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación<br />
S7<br />
AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD<br />
Resumen ejecutivo<br />
Acuicultura y normatividad ambiental<br />
Cambios en la cobertura vegetal<br />
Efectos de los aportes de agua residual en la abundancia de especies<br />
fitoplanctónicas de las bahías de Santiago y Manzanillo<br />
Actividades antropogénicas que amenazan a las comunidades coralinas<br />
continentales: situación actual<br />
Protección y conservación de la tortuga marina en las costas<br />
Tráfico de flora y fauna silvestres
630<br />
632<br />
637<br />
639<br />
647<br />
652<br />
662<br />
668<br />
675<br />
683<br />
685<br />
703<br />
705<br />
710<br />
717<br />
721<br />
727<br />
729<br />
737<br />
Combate al tráfico ilegal de psitácidos<br />
Deforestación y fragmentación de los hábitats de las parotas en las ciudades de<br />
Villa de Álvarez y Colima<br />
S8<br />
PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE LA BIODIVERSIDAD<br />
Resumen ejecutivo<br />
Áreas naturales protegidas y prioridades de conservación<br />
Protección y conservación de la tortuga marina<br />
Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio: conservación y<br />
aprovechamiento de los recursos naturales<br />
Escenarios de cambios de usos del suelo<br />
Unidades de gestión ambiental<br />
Aprovechamiento, protección y conservación de los sistemas coralinos de la costa<br />
S9<br />
MARCO JURÍDICO VIGENTE<br />
Resumen ejecutivo<br />
Protección jurídica de la biodiversidad<br />
S10<br />
GESTIÓN AMBIENTAL<br />
Resumen ejecutivo<br />
Auditoría ambiental como instrumento de gestión para la conservación de la<br />
biodiversidad<br />
Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para la<br />
conservación de la biodiversidad en el sector público<br />
La Dirección de Ecología del municipio de Colima en la gestión ambiental para la<br />
conservación de la biodiversidad<br />
Ordenamiento ecológico como estrategia de gestión del territorio<br />
Programa regional de ordenamiento ecológico y territorial de la subcuenca<br />
Laguna de Cuyutlán<br />
Gestión ambiental en la Universidad de Colima<br />
NUESTROS AUTORES
Introducción<br />
Andrea Cruz-Angón<br />
Héctor Perdomo-Velázquez<br />
La biodiversidad y su importancia<br />
para el bienestar humano<br />
La diversidad biológica, o biodiversidad, es un concepto que normalmente<br />
asociamos con la variedad de especies de animales y plantas observables<br />
a simple vista. No obstante, para el Convenio de Diversidad<br />
Biológica de las Naciones Unidas (cdb), su definición es más amplia y<br />
abarca la variedad de las especies vivientes, no sólo las plantas (Plantae) y<br />
los animales (Animalia), sino también los hongos (Fungi), los protozoarios<br />
(Protista) y las bacterias (Monera). Además, la biodiversidad incluye<br />
a los ecosistemas en los que las especies habitan e interactúan, y la variabilidad<br />
genética que éstas poseen (cdb 1992, conabio 2000) (figura 1). El<br />
concepto de biodiversidad también puede incluir a la variedad de plantas<br />
domesticadas por el hombre y sus parientes silvestres (agro-biodiversidad),<br />
a la diversidad de grupos funcionales en el ecosistema (herbívoros,<br />
carnívoros, parásitos, saprófitos, entre otros), y a la diversidad cultural<br />
humana (costumbres, lenguas y cosmovisiones).<br />
Los seres humanos valoramos la diversidad desde tres puntos de vista: biológico,<br />
económico y cultural. Biológico, dado que cada uno de sus componentes<br />
constituye un reservorio de información evolutiva irremplazable,<br />
como los conocimientos científicos; económico, porque de ella recibimos<br />
bienes esenciales para el desarrollo de nuestra vida diaria, como materias<br />
primas para la construcción o el vestido y compuestos activos para la fabricación<br />
de medicinas, entre otros; y cultural, como fuente de inspiración<br />
intelectual, literaria, creencias, mitos y cosmovisiones (Toledo 1997).<br />
Cruz-Angón, A. y H. Perdomo-Velázquez. 2016. Introducción. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 11-19. 11
GENÉTICA<br />
ESPECIES<br />
ECOSISTEMAS<br />
FIGURA 1. Niveles de organización de la biodiversidad considerados por el Convenio de Diversidad Biológica<br />
(CDB). Genes: en Colima se han domesticado tres especies de pitahaya silvestre (Hylocereus spp.) en huertos<br />
familiares por sus características alimenticias y medicinales. Foto: Adalberto Ríos <strong>Szalay</strong>/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />
CONABIO. Especies: recientemente se redescubrió la culebra nocturna de Clarión (Hypsiglena unaocularus) en<br />
la isla Clarión. Foto: Juan E. Martínez Gómez. Ecosistemas: el estero El Chupadero, uno de los ecosistemas<br />
que caracterizan la zona costera de Colima. Foto: Patricia Ramírez Bastida/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
Además, la biodiversidad, específicamente los<br />
ecosistemas, otorgan servicios (ecosistémicos o<br />
ambientales) a la sociedad, por lo que se han clasificado<br />
como: 1) de provisión, a través de todas<br />
las materias primas como fibras, madera, agua y<br />
alimentos; 2) de regulación, como la regulación<br />
del clima, de enfermedades y control de la erosión;<br />
3) de soporte, como la formación de suelos<br />
y reciclado de nutrientes; 4) culturales, como<br />
fuente de inspiración artística o espiritual y<br />
sitios recreativos, entre otras (conabio 2006,<br />
figura 2).<br />
Riqueza natural de México<br />
Se reconoce que 17 países tienen una diversidad<br />
biológica excepcional, es decir, que son megadiversos.<br />
Australia, Brasil, China, Colombia,<br />
Congo, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas,<br />
India, Indonesia, Malasia, Madagascar, México,<br />
Perú, Papua-Nueva Guinea, Sudáfrica y Venezuela,<br />
cuentan con alrededor de 70% de las especies<br />
conocidas en el planeta (Mittermeier et al.<br />
1997).<br />
12 INTRODUCCIÓN
Servicios de provisión<br />
y abastecimiento<br />
Alimentos<br />
Agua dulce<br />
Madera y fibras<br />
Combustibles<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Servicios de regulación<br />
Del clima (protección contra<br />
eventos extremos como<br />
inundaciones)<br />
Control de la erosión<br />
Regulación de polinizadores<br />
Regulación de enfermedades<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Servicios culturales<br />
Estticos<br />
Espirituales<br />
Recreativos<br />
Educativos<br />
Servicios de soporte ecológico<br />
Reciclaje de nutrientes Formación de suelo Productividad primaria<br />
FIGURA . ervicios y beneficios que presta la biodiversidad a travs de los ecosistemas. Fuente: modificado<br />
de CONABIO 2006.<br />
En el caso particular de México, es sorprendente<br />
que a pesar de que su superficie representa tan<br />
sólo 1.5% del área terrestre del mundo, contiene<br />
entre 10% y 12% de las especies conocidas<br />
(conabio 2006, Sarukhán et al. 2009). Dependiendo<br />
del grupo que se trate, entre nueve y 60%<br />
de las especies registradas en nuestro país se<br />
localizan únicamente en su territorio, es decir,<br />
que son endémicas (Sarukhán et al. 2009).<br />
La pérdida de la biodiversidad<br />
y acciones globales para detenerla<br />
Desafortunadamente, nuestro país comparte<br />
una realidad ambiental con amenazas y tendencias<br />
similares a las identificadas a nivel mundial<br />
(conabio 2006), esto se debe en gran medida a<br />
factores relacionados con los modos de producción<br />
y obtención de bienes y servicios que han<br />
resultado no sustentables.<br />
La pérdida de biodiversidad y la degradación de<br />
los ecosistemas, también conllevan una degradación<br />
cualitativa y cuantitativa de los servicios<br />
ambientales que nos prestan, y de los cuales<br />
depende directamente el bienestar de todas las<br />
personas (conabio 2006).<br />
El Convenio sobre la Diversidad Biológica (cdb),<br />
adoptado en 1992 durante la Cumbre, en la ciudad<br />
de Río de Janeiro, Brasil, es un tratado mundial<br />
jurídicamente vinculante que persigue tres<br />
objetivos: 1) la conservación de la diversidad biológica,<br />
2) el uso sostenible de sus componentes y<br />
3) la distribución justa y equitativa de los beneficios<br />
provenientes de la utilización de los recursos<br />
genéticos. La participación en dicho Convenio es<br />
prácticamente global, lo cual es reflejo de la<br />
preocupación mundial sobre el deterioro<br />
ambiental y la pérdida de biodiversidad, y la<br />
necesidad de realizar acciones conjuntas que<br />
aseguren su conservación en el largo plazo. El<br />
Plan Estratégico para la Diversidad Biológica<br />
2011-2020, del CDB, ha establecido cinco objetivos<br />
estratégicos y 20 metas, conocidas como las<br />
Metas de Aichi, todas ellas situadas dentro de un<br />
marco flexible con el fin de que los países puedan<br />
definir sus propias metas de acuerdo con sus<br />
capacidades y prioridades.<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado<br />
13
México y el Convenio<br />
de Diversidad Biológica<br />
México es parte contratante del cdb desde 1993<br />
y ha cumplido con los principales compromisos<br />
adquiridos, por ejemplo: en 1998 publicó La<br />
diversidad biológica de México: Estudio de país,<br />
el primer diagnóstico de la situación general de<br />
la biodiversidad en el país, mediante el cual se<br />
identificaron sus principales usos, amenazas,<br />
necesidades y oportunidades para su conservación<br />
(conabio 1998).<br />
Posterior a la publicación de dicho estudio, se<br />
formuló la Estrategia Nacional de Biodiversidad<br />
de México (ENBM) (conabio 2000), y recientemente<br />
se trabaja en la actualización de este<br />
documento estratégico con la finalidad de alinearlo<br />
al Plan Estratégico del cdb y a las prioridades<br />
nacionales actuales.<br />
Instrumentación de la Estrategia<br />
Nacional de Biodiversidad<br />
de México: las Estrategias<br />
Estatales de Biodiversidad<br />
Desde 2002 la conabio, en colaboración con los<br />
gobiernos estatales y representantes de los diversos<br />
sectores de la sociedad, promueve la iniciativa<br />
de las Estrategias Estatales de Biodiversidad<br />
(eeb), un proceso que toma en cuenta la diversidad<br />
cultural, geográfica, social y biológica de<br />
México, con el objetivo de implementar el cdb<br />
en el ámbito local. Este proceso busca que las<br />
entidades federativas del país:<br />
1. Cuenten con herramientas de planificación<br />
a escala adecuada (estatal) para la toma de<br />
decisiones con respecto a la gestión de los<br />
recursos biológicos.<br />
Asimismo, en 2009 se publicaron los tres primeros<br />
volúmenes de la obra Capital natural de México:<br />
I. Conocimiento actual de la biodiversidad;<br />
II. Estado de conservación y tendencias de cambio;<br />
III. Políticas públicas y perspectivas de sustentabilidad.<br />
Este esfuerzo sin precedentes representa una<br />
versión actualizada del Estudio de País y en él han<br />
participado más de 700 autores y revisores de 227<br />
instituciones (Sarukhán et al. 2009).<br />
Por otro lado, nuestro país también ha cumplido<br />
con la obligación de realizar sus informes nacionales,<br />
documentos que evalúan el avance de cada<br />
país en el cumplimiento de sus compromisos ante<br />
el cdb. El Quinto Informe Nacional de México al<br />
Convenio de Diversidad Biológica (conabio<br />
2014), presentó una evaluación del cumplimiento<br />
de las Metas de Aichi y los retos a futuro.<br />
2. Integren elementos de conservación y uso<br />
sustentable de la biodiversidad en las políticas<br />
públicas.<br />
a) Incrementen la valoración de la biodiversidad,<br />
por parte de la sociedad, mediante<br />
el establecimiento de programas permanentes<br />
de educación ambiental y difusión<br />
sobre la importancia de la biodiversidad.<br />
De forma análoga a la enbm, el proceso de las<br />
eeb busca completar dos documentos de planificación<br />
estratégica importantes (figura 4): 1) el<br />
Estudio de Estado, que es un diagnóstico de<br />
línea base sobre la biodiversidad del estado en<br />
sus diferentes niveles; y 2) la Estrategia Estatal<br />
sobre Biodiversidad, que es un documento de<br />
planificación estratégica que establece ejes,<br />
objetivos y acciones para conservar y aprove-<br />
14 INTRODUCCIÓN
FASE I<br />
Acercamiento<br />
FASE II<br />
Planeación<br />
FASE III<br />
Implementación<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Sector<br />
Gubernamental estatal<br />
Gubernamental federal<br />
cadmico<br />
Organizaciones de la<br />
sociedad civil<br />
Privado<br />
{<br />
Estudio de Estado<br />
(Compilación y análisis)<br />
Determinanción de objetivos<br />
y metas<br />
(Síntesis, difusión, talleres de<br />
consulta, validación)<br />
Seguimiento y control<br />
estratégicos<br />
Estrategia Estatal de<br />
Biodiversidad<br />
Normatividad, planes y<br />
programas estatales para<br />
la conservación y uso de la<br />
biodiversidad<br />
FIGURA . El proceso de elaboración de documentos de planeación estratgica e instrumentación de<br />
acciones, en el marco del programa de Estrategias Estatales de Biodiversidad coordinado por la CONABIO.<br />
char sustentablemente su diversidad biológica.<br />
La formulación de estos dos documentos<br />
requiere de la amplia participación de diversos<br />
sectores de la sociedad que permitan la identificación<br />
de prioridades y la implementación de la<br />
estrategia.<br />
La Biodiversidad en Colima:<br />
Estudio de Estado<br />
El estado de Colima se caracteriza por ser uno<br />
de los más pequeños del país, con una extensión<br />
aproximada de 5 543 km 2 (inegi 2010). A<br />
pesar de comprender 0.3% de la superficie de<br />
México, su fisiografía y climas facilitan la presencia<br />
de una importante diversidad de ecosistemas<br />
en los que habitan gran variedad de<br />
organismos. Colima se caracteriza por su<br />
importante exposición a fenómenos naturales,<br />
como sismos, erupciones volcánicas y huracanes,<br />
que pueden tener un impacto sobre la biodiversidad<br />
estatal.<br />
Sin embargo, las principales amenazas al capital<br />
natural de Colima son aquellas relacionadas<br />
con las actividades humanas, como el cambio<br />
de uso de suelo. Se sabe que en 25 años se deforestó<br />
o alteró 25% de la cobertura vegetal del<br />
estado para convertirla en áreas agrícolas o de<br />
pastoreo; este valor está por encima del promedio<br />
nacional y equivale a perder anualmente<br />
0.58% de algún tipo de vegetación (Álvarez-<br />
Castillo et al. 2004).<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado<br />
15
Ante esa situación, conscientes de la problemática<br />
ambiental que enfrenta el estado y de los<br />
retos que suponen mantener un balance entre el<br />
desarrollo económico y social de la entidad y la<br />
conservación y aprovechamiento sustentable de<br />
su biodiversidad, el Instituto para el Medio<br />
Ambiente y Desarrollo Sustentable del estado de<br />
Colima (imades), contactó a la conabio para elaborar<br />
un diagnóstico de la biodiversidad del<br />
estado y, posteriormente, la respectiva Estrategia<br />
Estatal de Conservación y Uso Sustentable de la<br />
Biodiversidad. El cuadro 1 agrupa a los investigadores<br />
que coordinaron las diversas secciones<br />
que integran el Estudio de Estado.<br />
Finalmente, tras un esfuerzo de colaboración sin<br />
precedentes para el estado, en el que participaron<br />
49 instituciones estatales, nacionales y<br />
extranjeras, y cerca de 200 autores (cuadro 2),<br />
Colima ha cumplido con la primer meta de este<br />
proceso mediante la publicación de La Biodiversidad<br />
en Colima: Estudio de Estado, obra que<br />
constituye el compendio más completo y actualizado<br />
de información sobre la diversidad biológica<br />
de Colima.<br />
El Estudio está conformado por una sección<br />
introductoria y 12 secciones con sus respectivos<br />
capítulos, referencias bibliográficas y anexos.<br />
Además, se ha incluido una sección con los<br />
resúmenes curriculares de los autores participantes.<br />
CUADRO 1. Coordinadores de cada una de las secciones del Estudio de Estado.<br />
Sección<br />
Medio físico<br />
Medio socioeconómico<br />
Diversidad de ecosistemas<br />
Diversidad de especies<br />
Hongos y plantas<br />
Animales invertebrados<br />
Animales vertebrados<br />
Diversidad genética<br />
Usos de la biodiversidad<br />
Amenazas a la biodiversidad<br />
Marco jurídico vigente<br />
Gestión ambiental<br />
Coordinación y edición general<br />
Nombre del coordinador<br />
Dr. Juan José Ramírez Ruiz<br />
Dr. Juan González García<br />
M. en C. Gloria Alicia Jiménez<br />
Emily Lott<br />
Dr. Manuel Balcázar Lara<br />
Dr. Felipe Noguera Martínez<br />
Dr. Jorge Vega Rivera<br />
Dr. Sebastián Lemus Juárez<br />
M. en C. Irma Xóchitl Amador Ramírez<br />
Biól. Tania <strong>Román</strong> Guzmán<br />
Dr. José Ángel Méndez Rivera<br />
Dra. Raquel Gutiérrez Nájera<br />
M. en C. Patricia Ruiz Montero<br />
Dr. Miguel A. Ortega Huerta<br />
Dr. Manuel Balcázar Lara<br />
16 INTRODUCCIÓN
CUADRO 2. Instituciones participantes en la elaboración del Estudio de Estado*.<br />
Instituciones académicas y de investigación<br />
Auburn University<br />
California Academy of Sciences<br />
Centro de Investigación Científica y de Educación<br />
Superior de Ensenada<br />
Centro Regional de Investigación Pesquera<br />
Centro Regional del Bajío<br />
Colegio de Posgraduados<br />
Escuela de Salud Pública de México, Instituto<br />
Politécnico Nacional<br />
Fundación Manantlán para la Biodiversidad de<br />
Occidente, A.C.<br />
Herbario Asociación Mexicana de<br />
Orquideología, A.C.<br />
Instituto de Ecología, A.C.<br />
Instituto Oceanográfico del Pacífico<br />
Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla<br />
National Museum of Natural History<br />
Universidad de Colima<br />
Universidad de Guadalajara<br />
Universidad Autónoma de Baja California<br />
Universidad Autónoma de Chapingo<br />
Universidad Autónoma de Sinaloa<br />
Universidad Autónoma del Estado de México<br />
Universidad Complutense de Madrid<br />
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco<br />
Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo<br />
Universidad Nacional Autónoma de México<br />
Universidad Veracruzana<br />
University of California at Riverside<br />
University of Florida<br />
University of Memphis<br />
University of Texas at Austin<br />
Organizaciones no gubernamentales<br />
Centro Ecológico de Cuyutlán El Tortugario<br />
Centro para la Conservación de las Tortugas<br />
Marinas El Chupadero<br />
Cultura Ecológica, A.C.<br />
Operadora cicsa, S.A. de C.V.<br />
Dependencias gubernamentales estatales y<br />
municipales<br />
Consejo Estatal de Población<br />
Dirección de Ecología<br />
Gerencia Operativa de la <strong>Comisión</strong> de Cuencas del<br />
río Ayuquila-Armería<br />
Instituto Nacional de Pesca<br />
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente<br />
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />
Rural, Pesca y Alimentación<br />
Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional<br />
Secretaría de Turismo<br />
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales<br />
Dependencias gubernamentales federales<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional Forestal<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso<br />
de la Biodiversidad<br />
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales,<br />
Agrícolas y Pecuarias<br />
Secretaría de la Reforma Agraria<br />
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales<br />
En la parte final del libro se encuentra la inormación completa de los autores y sus instituciones de<br />
adscripción.<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado<br />
17
CUADRO 3. Comparativo de la diversidad de animales vertebrados y plantas vasculares en Colima, respecto al<br />
total nacional. Fuente: Sarukhán 2009, distintos textos en esta obra.<br />
Grupo México Colima<br />
(Sarukhán, 2009)<br />
Colima<br />
(esta obra)<br />
Porcentaje en Colima<br />
respecto al total nacional (%)<br />
Pteridofitas 1009 91 110 10.9<br />
Gramíneas 1182 141 264 22.3<br />
Cactáceas 669 23 36 5.3<br />
Orquídeas 1200 58 103 8.5<br />
Libélulas 349 55 91 26<br />
Anfibios 361 28 35 9.6<br />
Reptiles 804 89 117 14.5<br />
Mamíferos 535 122 131 24.4<br />
Aves 1 096 317 508 40<br />
Cada capítulo incluye cuadros, figuras y estudios<br />
de caso que ayudan al lector a tener una<br />
comprensión integral e ilustrada del contenido<br />
de la obra. Los anexos incorporados en el cd<br />
que acompaña al Estudio permiten complementar<br />
el conocimiento, proporcionando información<br />
técnica y científica a detalle.<br />
Para la elaboración de esta obra se utilizaron<br />
9 612 533 registros del Sistema Nacional de<br />
Información sobre Biodiversidad de México<br />
(snib) de la conabio. Sin embargo, la principal<br />
fuente de información fue el conjunto de datos<br />
recabados por los investigadores de las diferentes<br />
instituciones que colaboraron en la presente<br />
obra. Se contabilizan 6 084 especies pertenecientes<br />
a diversos grupos biológicos (cuadros 3 y 4).<br />
Todos los registros aportados fueron revisados<br />
por la Subcoordinación de Catálogos de Autoridades<br />
Taxonómicas de la conabio, con la finalidad<br />
de validar o actualizar las nomenclaturas<br />
utilizadas y confirmar la presencia de las especies<br />
en la entidad.<br />
CUADRO 4. Número de especies para los grupos de<br />
organismos registrados en Colima. Fuente: diversas,<br />
señaladas en los textos correspondientes a esta obra.<br />
Grupo<br />
Especies<br />
Hongos 77<br />
Pteridofitas 110<br />
Gimnospermas y<br />
Angiospermas 2 236<br />
Otros invertebrados 1 077<br />
Arácnidos 52<br />
Insectos 1 237<br />
Peces 504<br />
Anfibios 35<br />
Reptiles 117<br />
Aves 508<br />
Mamíferos 131<br />
Total 6 084<br />
Por último, es importante señalar que La Biodiversidad<br />
en Colima: Estudio de Estado, presenta<br />
por primera vez un diagnóstico completo y<br />
actualizado del patrimonio biológico del estado.<br />
Se trata de un documento que sentará las bases<br />
18 INTRODUCCIÓN
para el diseño de las acciones y estrategias que<br />
aseguren la conservación y el uso racional y sostenido<br />
de la diversidad biológica, ello a través<br />
del desarrollo de una segunda fase: la Estrategia<br />
Estatal para la Conservación y el Uso Sustentable<br />
de la Biodiversidad del Estado de Colima<br />
(ecube-col).<br />
Referencias<br />
Álvarez-Castillo, M., T. <strong>Román</strong>-Guzmán, et al. 2004.<br />
Diagnóstico de los bosques en el estado de Colima.<br />
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
(semarnat). Colima.<br />
cdb. Convenio sobre la Diversidad Biológica. 1992.<br />
En: ,<br />
última consulta: 4 de septiembre de 2015.<br />
conabio. <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y<br />
Uso de la Biodiversidad. 1998. La Diversidad Biológica<br />
de México: Estudio de País. conabio. México.<br />
——— . 2000. Estrategia Nacional sobre Biodiversidad<br />
de México. conabio. México.<br />
——— . 2006. Capital natural y bienestar social. conabio.<br />
México.<br />
conabio y semarnat. 2009. Cuarto Informe Nacional<br />
de México al Convenio sobre Diversidad Biológica<br />
(cdb), conabio/semarnat. México.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />
2010. xiv Censo General de Población y Vivienda<br />
2010. Resumen Colima. En: , última consulta: 4 de septiembre<br />
de 2015.<br />
mea. Millennium Ecosystem Assessment. 2005. Ecosystems<br />
and Human Well-being: Synthesis. Island<br />
Press, Washington, DC.<br />
Mittermeier, R., C. Goettsch y P. Robles Gil. 1997. Megadiversidad.<br />
Los países biológicamente más ricos<br />
del Mundo. cemex. México.<br />
scdb. Secretaría del Convenio sobre la Diversidad<br />
Biológica. 2010. Perspectiva Mundial sobre la Diversidad<br />
Biológica 3. Montreal.<br />
semarnat-ine. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales e Instituto Nacional de Ecología.<br />
2009. México Cuarta Comunicación Nacional ante<br />
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre<br />
el Cambio Climático. México.<br />
Sarukhán, J., et al. 2009. Capital natural de México.<br />
Síntesis: conocimiento actual, evaluación y perspectivas<br />
de sustentabilidad. conabio. México.<br />
Toledo, V.M. 1997. La diversidad ecológica de México.<br />
En: El patrimonio nacional de México. Vol. 1.<br />
Florescano, E. (ed.). Fondo de Cultura Económica,<br />
México, pp. 111-138.<br />
Toledo, V.M. y M.J. Ordóñez 1998. El panorama de la<br />
biodiversidad de México: una revisión de los hábitats<br />
terrestres. En: Diversidad biológica de México;<br />
orígenes y distribución. T. Ramamoorthy, R. Bye, A.<br />
Lot y J. Fa (eds.). Instituto de Biología, Universidad<br />
Nacional Autónoma de México (unam). México,<br />
pp. 739-757.<br />
unep/cbd/cop/7/20/Add.3. 4 December 2003. Implementation<br />
of the strategic plan: evaluation of<br />
progress. Towards the 2010 biodiversity target:<br />
development of specific Targets, indicators and a<br />
reporting framework. En: , última consulta: 4 de septiembre de 2015.<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado<br />
19
S1<br />
MEDIO FÍSICO
Vista aérea del volcán de Colima. Autor: MattiPaavola,<br />
bajo licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported, 2008.<br />
22
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
Los procesos geológicos e históricos recientes han moldeado el territorio<br />
del estado generado las condiciones para sus componentes biológicos<br />
actuales. Colima significa “lugar donde domina el dios del fuego”, en<br />
alusión a los volcanes que circundan el paisaje. En esta sección se describen<br />
los elementos físicos que conforman ese paisaje.<br />
Ocupa una extensión territorial aproximada de 5 542.74 km 2 , que corresponde<br />
a 0.3% del territorio nacional; cuenta con un litoral de aproximadamente<br />
140 km de longitud en el océano Pacífico; forma parte de las<br />
provincias fisiográficas Faja Volcánica Transmexicana y la Sierra Madre<br />
del Sur.<br />
Derivado de la conjunción de elementos físicos se diferencian dos sectores<br />
principales: el oriental y el occidental. El primero presenta condiciones<br />
topográficas suaves, ya que en mayor proporción se conforma por<br />
llanuras y valles, mientras que en su porción occidental dos terceras partes<br />
las constituyen lomeríos y sierras.<br />
Por su posición colindante con el océano Pacífico el clima predominante<br />
es cálido subhúmedo, presente en la zona costera y en el valle de Tecomán;<br />
sin embargo, éste cambia a un clima semiseco, eso en la transición<br />
de la llanura costera hacia la sierra, donde disminuye la temperatura al<br />
alcanzar mayores altitudes en el volcán de Colima, generando un clima<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Medio físico. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 23-24.<br />
23
templado. La precipitación media anual es cercana<br />
a los 1 000 mm, con temperaturas promedio<br />
de 26 °C.<br />
Se presentan siete órdenes de suelos, de los cuales<br />
los inceptisoles, molisoles, vertisoles y entisoles<br />
resultan de mayor importancia, social y<br />
económica, por ubicarse en zonas de uso agrícola,<br />
así como en regiones relevantes por su<br />
cobertura vegetal y topografía. Además, existen<br />
gran variedad de yacimientos minerales, tanto<br />
metálicos como no metálicos, por lo que Colima<br />
es el segundo productor de hierro en México;<br />
otros minerales no metálicos como calizas,<br />
yesos, sales y dolomitas son también atractivos.<br />
En esta entidad confluyen dos regiones hidrológicas:<br />
Costa de Jalisco y Armería-Coahuayana.<br />
A nivel de cuenca se presentan tres cuencas: río<br />
Armería, la más grande en extensión; la cuenca<br />
del río Coahuayana y la del río Chacala-Purificación.<br />
Los principales cuerpos de agua están<br />
formados por las lagunas de Cuyutlán, Alcuzahue<br />
y Amela, y de los esteros Potrero Grande,<br />
Tecuanillo y Boca de Pascuales.<br />
Así mismo, diversos manantiales localizados en<br />
la sierra del volcán de Colima dan origen a los<br />
escurrimientos de los ríos Armería y Coahuayana,<br />
y varios de sus afluentes.<br />
La dinámica hidrológica de los sistemas costeros<br />
es determinada por corrientes, marea y<br />
vientos, lo que influye en factores esenciales<br />
como la disponibilidad de nutrimentos; aquí se<br />
presenta información de bahía de Manzanillo y<br />
laguna de Cuyutlán, dos de los principales cuerpos<br />
de agua de la zona costera. La explotación<br />
de acuíferos para actividades antropogénicas ha<br />
modificado esa dinámica, derivado de actividades<br />
agrícolas en zonas de llanura; en la costa los<br />
acuíferos aportaban escurrimientos freáticos al<br />
mar, a lo largo del litoral, formando una barrera<br />
hidráulica que mantenía a la masa de agua<br />
marina en equilibrio.<br />
Aquí se describen los rasgos físicos del estado,<br />
así como la ubicación e historia del archipiélago<br />
de Revillagigedo, un grupo de islas con importancia<br />
biológica por su diversidad marina y<br />
terrestre. Además, se incluye una revisión de los<br />
riesgos naturales dentro del contexto del medio<br />
físico que circunscribe a Colima, revisando<br />
fenómenos geológicos como la actividad sísmica<br />
y el vulcanismo; meteorológicos como ciclones,<br />
inundaciones, y los derivados de actividades<br />
antropogénicas.<br />
24 MEDIO FÍSICO
Fisiografía<br />
y geología<br />
Juan J. Ramírez-Ruiz<br />
Mauricio Bretón-González<br />
Colima se localiza en la parte media de la costa sur del océano Pacífico, en<br />
el occidente de la república mexicana, entre los meridianos<br />
103° 29´ 20” y 104° 41’ 42” de longitud O y entre los paralelos 18° 41’ 12”<br />
y 19° 31’ 00” de latitud N, siendo su forma semejante a un triángulo escaleno.<br />
Su nombre es de origen náhuatl y significa “lugar donde domina el<br />
dios del fuego”.<br />
Ocupa una extensión territorial de 5 542.74 km 2 , con un litoral de<br />
aproximadamente 140 km de longitud (inegi 2010). El área estatal<br />
corresponde aproximadamente a 0.3% del territorio nacional. Sus límites<br />
son el estado de Jalisco al oeste y noreste, el estado de Michoacán al<br />
este y el océano Pacífico al sur. Cuenta con una población de 650 555<br />
habitantes (inegi 2010), distribuidos en 1 273 localidades y concentrados<br />
en 10 municipios: Colima, Manzanillo, Tecomán, Villa de Álvarez,<br />
Armería, Cuauhtémoc, Comala, Coquimatlán, Minatitlán e Ixtlahuacán<br />
(figura 1).<br />
La fisiografía del estado está comprendida por dos provincias: la del Eje<br />
Neovolcánico, actualmente Faja Volcánica Transmexicana, y la de la Sierra<br />
Madre del Sur (cuadro 1) (spp 1981, cna 1991, Velasco-Herrera 2005).<br />
Estas grandes sierras están constituidas principalmente por un enorme<br />
cuerpo de granito intrusivo (batolito) acompañado de rocas metamórficas<br />
de esquistos y calizas que se sitúan en la parte montañosa occidental<br />
de la región (Arriaga et al. 2000, Celis-Ortega 2004).<br />
Ramírez-Ruiz, J.J. y M. Bretón-González. 2016. Fisiografía y geología. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 25-31.<br />
25
FIGURA 1. ocaliación y sus municipios. Fuente: modificado de Velascoerrera .<br />
26 MEDIO FÍSICO
Los litorales colimenses presentan llanuras con<br />
influencia tanto continental como marina, lo<br />
que propicia la formación de llanuras con lagunas<br />
de litoral, como en el caso de Tecomán y<br />
Cuyutlán. La línea de la costa es bastante recta,<br />
se extiende al oeste en la delgada barra que<br />
encierra a la laguna de Cuyutlán y que limita en<br />
su extremo oriental a la amplia bahía de Manzanillo.<br />
Al occidente de dicha bahía hay otra<br />
pequeña llanura con rasgos deltaicos del río<br />
Marabasco (llanura del río Marabasco). Las<br />
cinco estructuras fisiográficas más importantes<br />
del estado son: sierras, llanuras, valles, lomeríos<br />
y mesetas (figura 2).<br />
Aproximadamente 90% de la población del<br />
estado se asienta sobre llanuras y valles que<br />
constituyen 38% de la extensión territorial,<br />
mientras que 10% restante se encuentra<br />
distribuida en 72% del territorio, el cual está<br />
constituido por sierras, lomeríos y mesetas<br />
(sedesol 2003, Velasco-Herrera 2005).<br />
La estructura orográfica del estado permite diferenciar<br />
dos sectores principales: el oriental y el<br />
occidental. El sector oriental presenta condiciones<br />
topográficas relativamente más suaves, ya<br />
que casi 46.7% de su territorio se conforma por<br />
llanuras y valles, 16.8% por lomeríos con pendientes<br />
suaves y 30% por pendientes abruptas<br />
que caracterizan a las sierras. Por otra parte, el<br />
sector poniente del estado está constituido por<br />
aproximadamente 76% de lomeríos y sierras y,<br />
sólo 24% corresponde a llanuras, valles y mesetas<br />
(Campos-Chávez 2009).<br />
Geológicamente el estado presenta un mosaico<br />
litológico de rocas vulcano-sedimentarias pertenecientes<br />
al cretácico inferior y medio (Rodrí guez-<br />
Elizarraraz 1995), así como rocas sedimentarias<br />
del cretácico medio y superior (Pantoja-Alor y<br />
Caballero 2003). Afloran también en diferentes<br />
entidades rocas volcánicas del terciario y cuaternario,<br />
así como rocas plutónicas del mesozoico y<br />
paleozoico (Vélez 1990).<br />
CUADRO 1. rovincias y subprovincias. Fuente: CNA 1991, SPP , rriaga et al. y CelisOrtega .<br />
Provincia Subprovincia Superficie estatal<br />
(%)<br />
Municipios<br />
Faja Volcánica<br />
Transmexicana<br />
Volcanes de Colima 16.03 Comala, Villa de Álvarez,<br />
Colima, una pequeña parte<br />
de Coquimatlán y parte de<br />
Cuauhtémoc, en las estribaciones<br />
del volcán de Colima.<br />
Sierra Madre del<br />
Sur<br />
Sierras de las costas<br />
de Jalisco y Colima<br />
62.51 Armería, Manzanillo, Minatitlán<br />
y parte de Comala, Coquimatlán,<br />
Tecomán y Villa de Álvarez.<br />
Fisiografía y geología 27
FIGURA 2. Fisiograía. Fuente: CamposChve .<br />
28 MEDIO FÍSICO
FIGURA 3. floramiento de los dierentes tipos de rocas. Fuente: modificado de CamposChve .<br />
Fisiografía y geología 29
Las rocas más antiguas que se encuentran en el<br />
estado son del tipo metamórficas del paleozoico,<br />
identificadas como gneises de biotita y moscovita,<br />
las cuales afloran en la región occidental<br />
(figura 3). En la misma región oeste se encuentran<br />
rocas plutónicas provenientes del batolito<br />
Manzanillo-Puerto Vallarta, predominando en<br />
sierras y superficies irregulares.<br />
La región norte del estado está cubierta principalmente<br />
por rocas piroclásticas emitidas por<br />
el complejo volcánico, mientras que la región<br />
oriental presenta una litología de calizas y<br />
depósitos terciarios y cuaternarios provenientes<br />
de basaltos (Mooser 1961, Guerrero 1984,<br />
Stoopes y Sheridan 1992). Tectónicamente el<br />
estado está determinado por el proceso de subducción<br />
de la Placa de Cocos, debajo de la Placa<br />
de Norteamérica, generando zonas de extensión<br />
como el graben de Colima, y zonas de<br />
compresión como la región costera paralela a la<br />
trinchera oceánica, lo cual origina regiones de<br />
alta sismicidad (Vélez 1990, Robin et al. 1991).<br />
El complejo volcánico de Colima contiene al<br />
volcán de Colima, que se caracteriza por ser el<br />
más activo del país y se localiza al norte de la<br />
entidad marcando la morfología que prevalece<br />
actualmente.<br />
depósitos de hierro formados por fenómenos<br />
vulcanogénicos, metasomatismo de contacto,<br />
segregación o inyección magmática y vetas.<br />
Colima es el segundo productor de hierro en<br />
México y tiene importantes reservas aún por<br />
explotar. Los minerales no metálicos son de<br />
gran importancia, en ocasiones con más rentabilidad<br />
que los metálicos, siendo los más atractivos<br />
las calizas, yesos, sales y dolomitas<br />
(Cárdenas y Rodríguez 1994).<br />
Conclusiones<br />
La gran variedad de paisajes formados entre las<br />
provincias fisiográficas de la Faja Volcánica<br />
Transmexicana y la Sierra Madre del Sur generan<br />
condiciones propicias para el establecimiento<br />
de diferentes ecosistemas y con ello una<br />
mayor biodiversidad, es por ello que la relación<br />
entre la fisiografía y los recursos minerales del<br />
estado están estrechamente relacionados con la<br />
conservación de las distintas especies de la entidad.<br />
Referencias<br />
En el estado existen gran variedad de yacimientos<br />
minerales, tanto metálicos como no metálicos,<br />
producto de estos procesos geológicos<br />
(Sergio 1988, Munguía 1989). Dichos yacimientos<br />
se encuentran diseminados en todo el estado,<br />
encajonados en una gran variedad de rocas y<br />
edades que van del cretácico al terciario; aunque<br />
90% de la mineralización se encuentra en rocas<br />
de edad cretácica. Las variedades principales de<br />
yacimientos minerales metálicos consisten en<br />
Arriaga, L., J.M. Espinoza, C. Aguilar, et al. 2000. Regiones<br />
terrestres prioritarias de México. <strong>Comisión</strong><br />
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad<br />
(conabio). México. En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
Campos-Chávez, A. 2009. Identificación y zonificación<br />
de peligros y riesgos naturales y antropogénicos en<br />
los municipios de Manzanillo, Armería y Tecomán.<br />
Tesis de maestría. Universidad de Colima (ucol),<br />
México.<br />
30 MEDIO FÍSICO
Cárdenas Vargas, J. y E. Rodríguez Medina. 1994. Monografía<br />
geológico-minera del estado de Colima. Secretaría<br />
de Energía, Minas e Industria Paraestatal,<br />
Subsecretaría de Minas (semip). México.<br />
Celis-Ortega, M. 2004. Evaluación del riesgo volcánico<br />
y del medio geográfico en la zona del Volcán de<br />
Fuego de Colima y su aplicación al turismo alternativo.<br />
Tesis de maestría en ciencias de la tierra.<br />
ucol. México.<br />
cna. <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 1991. Geohidrología<br />
y zonas áridas. Gerencia en el estado de Colima.<br />
Guerrero, C.A. 1984. Estudio geológico del cuadrángulo<br />
de Colima, México. Tesis de licenciatura en ingeniería<br />
geólogica. Facultad de Ingeniería. unam.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />
2010. XIV Censo General de Población y Vivienda<br />
2010. En: , última consulta:<br />
20 de marzo de 2013.<br />
Mooser, F. 1961. Los Volcanes de Colima. Boletín del Instituto<br />
Geológico de México 61:49-71.<br />
Munguía, R. 1989. Informe geológico potencial de los<br />
recursos minerales del estado de Colima. Consejo de<br />
Recursos Minerales. Zona Centro.<br />
Pantoja-Alor, J. y J.A. Gómez-Caballero. 2003. Geologic<br />
features and biostratigraphy of the Cretaceous<br />
of southwestern México (Guerrero Terrane). En:<br />
Geologic transects across Cordilleran Mexico. M. Alcayde<br />
y A. Gómez-Caballero (eds.). Gudebook for<br />
the field trips of te 99th Geological Society of America<br />
Cordilleran Section Annual Meeting, Puerto<br />
Vallarta, Jalisco, México, April 4-7, 2003, Universidad<br />
Nacional Autónoma de México (unam), Instituto<br />
de Geología, Special Paper, 1:229-260.<br />
Robin, C., G. Camus y A. Gorgaud. 1991. Eruptive<br />
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(México). Journal of Volcanology and Geothermal.<br />
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Rodríguez-Elizarraraz, S.R. 1995. Consideraciones<br />
preliminares sobre riesgo en el volcán de Colima,<br />
México. Revista Mexicana de Ciencias Geológicas<br />
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sedesol. Secretaría de Desarrollo Social. 2003. Programa<br />
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Politécnico Nacional (ipn). México.<br />
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Síntesis Geográfica de Colima: Coordinación General<br />
de los Servicios Nacionales de Estadística,<br />
Geografía e Informática. México.<br />
Stoopes, G.R. y M.F. Sheridan. 1992. Giant debris avalanches<br />
from the Colima volcanic complex, Mexico:<br />
implications for long-ronout landslides (
Descripción<br />
de los suelos<br />
Octavio Pérez-Zamora<br />
Isaac Vizcaíno-Vargas<br />
La formación del suelo es resultado de la interacción de cinco factores:<br />
el material parental (roca), el clima, los seres vivos, la topografía y el<br />
tiempo (Jenny et al. 1948); sin embargo, aunado a estos factores en los<br />
últimos 60 años la actividad humana ha promovido la transformación<br />
(degradación) de los suelos, con la consecuente destrucción de los ecosistemas.<br />
Cabe hacer mención que las pérdidas de suelo contribuyen al<br />
calentamiento global, debido a que el carbono atrapado en el suelo<br />
escapa a la atmósfera (Pérez 2004).<br />
El material parental, como factor de formación, contribuye de manera<br />
significativa en la génesis de los suelos debido a la confluencia de diferentes<br />
sistemas montañosos, así como al efecto de la interacción con la<br />
biota. Por su parte, el clima contrastante en las diversas regiones de<br />
Colima contribuye a que existan gran diversidad de suelos.<br />
Los órdenes del suelo ponen de manifiesto el proceso dominante que<br />
determina su génesis y desarrollo; por ejemplo, la acumulación de arcilla<br />
o la pérdida o lixiviación de bases (Kamp y Schwertmann 1983, Soil Survey<br />
Staff 1999); por otra parte, los regímenes de humedad y la variación o<br />
continuidad de la temperatura del suelo, durante la mayor parte del año,<br />
determinan los efectos sobre sus características internas e influyen en el<br />
proceso de mayor control de la génesis del suelo (Papadakis 1963). Por<br />
ejemplo, la humedad incluye a los regímenes údico, ústico, arídico, entre<br />
32<br />
Pérez-Zamora, O. e I. Vizcaíno-Vargas. 2016. Descripción de los suelos. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 32-43.
otros; mientras que la temperatura ambiental<br />
puede ser tropical, tórrica, térmica, etcétera (Soil<br />
Survey Staff 1999).<br />
En Colima podemos encontrar siete de los<br />
12 órdenes existentes a nivel mundial: inceptisoles,<br />
molisoles, vertisoles, entisoles, alfisoles,<br />
andisoles y ultisoles, según el sistema de clasificación<br />
taxonómico de los Estados Unidos (Soil<br />
Survey Staff 1999). No obstante esta diversidad,<br />
la mayoría de las características de los suelos<br />
son similares o iguales a las observadas en otros<br />
estados de la república y pueden predecirse e<br />
interpretarse por la génesis y teorías ya conocidas<br />
en la ciencia del suelo (Porter 1972, Rey<br />
1985).<br />
Las propiedades del suelo son combinaciones o<br />
“ensamblajes” de sus características, las cuales<br />
se consideran indicativas de sus procesos de formación,<br />
tanto presentes como pasados. Con<br />
base en ese arreglo de componentes y propiedades<br />
es posible obtener clasificaciones científicas<br />
e integrales (Soil Survey Staff 1999).<br />
En Colima los órdenes de suelos de mayor<br />
importancia social y económica son: inceptisoles<br />
(regosoles y leptosoles), molisoles (feozem<br />
y rendzina), vertisoles y entisoles (fluvents y<br />
psamments). La importancia de algunos radica<br />
en los procesos que les dan origen, ya que algunas<br />
veces implican riesgos para la población,<br />
siendo la formación de andisoles (andosol) uno<br />
de los más importantes en esta categoría por<br />
derivarse de cenizas volcánicas (Martini 1970,<br />
Pastrana 1983, Pérez 1987).<br />
Entre los principales riesgos derivados en la<br />
zona de andisoles están los daños a la salud<br />
visual y pulmonar, contaminación de aguas<br />
superficiales, así como estrés postraumático<br />
ante la erupción volcánica; también existe la<br />
posibilidad de daños a obras hidráulicas, urbanas,<br />
carreteras, daño mecánico a cultivos, bosques,<br />
pastizales y, de manera eventual, deslaves y<br />
potenciales lahares. Finalmente, en menor superficie<br />
pero de valor por su potencial agrícola se<br />
encuentran los alfisoles (luvisoles y alisoles) y<br />
los ultisoles (acrisoles).<br />
Debe reconocerse, sin embargo, que la clasificación<br />
e inventario de suelos en la entidad están<br />
fragmentados e incompletos, por lo que es necesario<br />
hacer extrapolaciones y establecer la relación<br />
entre las propiedades del suelo y los<br />
sistemas de producción. Esto se puede realizar<br />
mediante el empleo del sistema de clasificación<br />
taxonómico de los Estados Unidos, relacionándolos<br />
al mismo tiempo con su equivalente<br />
aproximado de la Organización para la Alimentación<br />
y Agricultura de las Naciones Unidas<br />
(fao, por sus siglas en inglés) y la provincia<br />
fisiográfica donde se ubican.<br />
Con fines de ubicación de las unidades terrestres,<br />
la figura 1 muestra las unidades de suelo,<br />
según la fao. Afortunadamente en Colima los<br />
suelos están caracterizados a un nivel de clasificación<br />
más detallada (Pérez 2004), lo cual permite<br />
hacer inferencias para la transferencia de<br />
tecnología relacionada con usos agrícola, pecuario,<br />
forestal, industrial, de vivienda, disposición<br />
de materiales tóxicos, construcción de carreteras<br />
y otros fines de planeación.<br />
Descripción de los suelos 33
FIGURA 1. Unidades de suelo FAO/UNESCO. Fuente: elaboración propia con inormación de Vicaíno et al. .<br />
34 MEDIO FÍSICO
1. Inceptisoles<br />
Son suelos minerales en los cuales los horizontes<br />
han comenzado a desarrollarse, se ubican en<br />
superficies jóvenes pero no tan recientes. Los<br />
inceptisoles observados en la entidad corresponden<br />
a los subórdenes ochrepts y umbrept;<br />
sin embargo, existen áreas localizadas con suelos<br />
aquepts (gleysoles dístricos) en las cercanías<br />
a la costa del océano Pacífico.<br />
1.1. Eutrochrepts. Este es el suborden más<br />
extendido de los inceptisoles en el estado y se<br />
rela cionan con cambisoles ócricos, según la<br />
clasificación de la fao/unesco. Son suelos bien<br />
drenados con acumulación de materia orgánica,<br />
tienen un horizonte superficial duro y<br />
masivo cuando el suelo se seca, particularmente<br />
después de cultivarse. Los eutrochrepts se localizan<br />
en la gran sierra compleja de los Volcanes<br />
de Colima, la sierra de cumbres tendidas, valles<br />
intermontanos, valles intermontanos con lomeríos,<br />
valles ramificados, llanura costera con<br />
laguna costera de la subprovincia de las Sierras<br />
de Jalisco y Colima; así como en la sierra de<br />
cumbres tendidas de la subprovincia de la Cordillera<br />
del Sur (cuadro 1).<br />
CUADRO 1. Ubicación geogrfica y municipal de los principales tipos de suelos. Fuente: elaboración propia con<br />
inormación de Vicaíno et al. .<br />
Provincia<br />
geográfica<br />
Eje<br />
Neovolcánico<br />
Sierra Madre<br />
del Sur<br />
Subprovincia<br />
Volcanes de<br />
Colima<br />
Sierras de<br />
la Costa de<br />
Jalisco y<br />
Colima<br />
Orden<br />
Unidad<br />
Municipio<br />
Taxonomía EU fao/unesco<br />
Andisoles Andosoles Cuauhtémoc, Comala<br />
Inceptisoles<br />
Regosoles<br />
Leptosoles<br />
Cambisoles<br />
Cuauhtémoc, Comala,<br />
Coquimatlán, Villa de<br />
Álvarez<br />
Vertisoles Vertisoles Colima, Cuauhtémoc,<br />
Coquimatlán<br />
Entisoles Fluvents Colima, Cuauhtémoc,<br />
Comala<br />
Alfisoles<br />
Luvisoles<br />
Cambisoles<br />
ferrálicos<br />
Coquimatlán, Villa de<br />
Álvarez, Colima<br />
Ultisoles Ultisoles Minatitlán, Manzanillo<br />
Inceptisoles<br />
Regosoles<br />
Leptosoles<br />
Solonetz<br />
Manzanillo, Colima,<br />
Coquimatlán, Minatitlán,<br />
Tecomán, Armería<br />
Descripción de los suelos 35
Cuadro , contina<br />
Provincia<br />
geográfica<br />
Subprovincia<br />
Cordillera<br />
Costera del Sur<br />
Orden<br />
Taxonomía EU<br />
Unidad<br />
fao/unesco<br />
Municipio<br />
Vertisoles Vertisoles Manzanillo, Colima,<br />
Coquimatlán<br />
Molisoles<br />
Feozems<br />
Rendzina<br />
Chernozem<br />
Manzanillo, Minatitlán,<br />
Colima, Coquimatlán,<br />
Minatitlán, Armería, Villa<br />
de Álvarez, Tecomán<br />
Entisoles Fluvents Manzanillo, Armería,<br />
Colima, Coquimatlán, Villa<br />
de Álvarez<br />
Alfisoles<br />
Molisoles<br />
Luvisoles<br />
Cambisoles<br />
ferrálicos<br />
Feozem<br />
Rendzina<br />
Kastañozems<br />
Chernozemes<br />
Manzanillo, Minatitlán,<br />
Coquimatlán, Colima<br />
Tecomán, Coquimatlán,<br />
Ixtlahuacán, Colima,<br />
Colima<br />
Alfisoles<br />
Inceptisoles<br />
Luvisoles,<br />
Cambisoles<br />
ferrálicos y<br />
lúvicos<br />
Arenosoles<br />
Leptosoles<br />
Regosoles<br />
Gleysoles<br />
Cambisoles<br />
Tecomán, Coquimatlán,<br />
Colima<br />
Tecomán, Colima,<br />
Coquimatlán<br />
Vertisoles Vertisoles Tecomán, Colima,<br />
Ixtlahuacán<br />
Entisoles Fluvents Tecomán, Colima,<br />
Coquimatlán, Ixtlahuacán<br />
1.2. Umbrepts. Este suborden comprende inceptisoles<br />
con horizonte superficial oscuro (cambisoles<br />
dístricos), con saturación de bases menor<br />
de 50%, característica esencial que los separa de<br />
los molisoles que tienen una saturación de bases<br />
mayor del 50%.<br />
En general esta clase de suelos se localiza en la<br />
subprovincia de las Sierras de Jalisco y Colima,<br />
ocupando posiciones geomórficas de laderas,<br />
cerril y con alto riesgo de erosión si es desprovisto<br />
de la vegetación natural.<br />
36 MEDIO FÍSICO
2. Molisoles<br />
Los molisoles son suelos formados principalmente<br />
bajo vegetación de pastos. Poseen un<br />
horizonte superficial grueso y un porcentaje de<br />
saturación de bases mayor de 50%. En este<br />
grupo se encuentran tres subórdenes: udolls,<br />
aquolls y ustolls (cuadro 1).<br />
2.1. Udolls. Este suborden se encuentra representado<br />
por tres grandes grupos: rendolls, vermudolls<br />
y hapludolls. En virtud de que esta clase<br />
de suelos tiene gran valor para la agricultura en<br />
la entidad, se tratará en detalle cada uno de los<br />
grandes grupos.<br />
2.1.1. Rendolls. Se relacionan con las rendzinas<br />
de la clasificación fao/unesco, palabra que proviene<br />
del polaco rzedic (ruido), connotativa al<br />
ruido producido por el arado al labrar suelos<br />
poco profundos. Tienen un horizonte superficial<br />
rico en materia orgánica que descansa sobre<br />
material calcáreo. Las limitantes se relacionan<br />
con la abundancia de carbonatos de calcio libre<br />
en equilibrio con el ambiente y un pH aproximadamente<br />
de 8.2. En este nivel de pH varios<br />
elementos menores se encuentran ligados en<br />
formas no disponibles, principalmente el zinc<br />
(Zn), el manganeso (Mn) y el hierro (Fe). La baja<br />
disponibilidad de fósforo (P) es el resultado de<br />
un exceso de calcio (Ca). Estos suelos se localizan<br />
en la sierra de laderas tendidas y el gran<br />
llano de las subprovincias de los Volcanes de<br />
Colima; también se encuentran en la gran sierra<br />
compleja, sierra de cumbres tendidas, sierra<br />
baja compleja, sierra baja, valle ramificado y llanura<br />
costera con laguna costera de la subprovincia<br />
de las Sierras de Jalisco y Colima y, dentro<br />
de la subprovincia de la Cordillera del sur, en la<br />
sierra de cumbres tendidas, valle ramificado y<br />
llanura de piso rocoso (Rey 1985, 1987, 1988).<br />
2.1.2. Vermudolls y hapludolls. Únicamente los<br />
vermudolls calcáreos se correlacionan con<br />
los feozem calcáricos. Son suelos que han sido<br />
intensamente mezclados por lombrices de tierra<br />
y sus depredadores. Se localizan en lomeríos<br />
suaves con cañada, meseta lávica y el gran llano,<br />
dentro de la subprovincia de los Volcanes de<br />
Colima; también se encuentran en la gran sierra<br />
compleja, valle intermontano, valle ramificado,<br />
llanura costera con laguna costera, dentro de la<br />
subprovincia de las Sierras de Jalisco y Colima,<br />
y finalmente en la sierra de cumbres tendidas<br />
dentro de la subprovincia Cordillera del Sur.<br />
Por su parte, los hapludolls se relacionan con los<br />
feozem háplicos de la clasificación fao/unesco,<br />
los cuales son suelos que no tienen horizonte<br />
argílico (Martini 1969). El término feozem proviene<br />
del griego phaios: polvoso, y del ruso<br />
zemlja: terroso. Son suelos de las regiones<br />
húmedas y de las praderas, tienen una fuerte<br />
acumulación de materia orgánica en el horizonte<br />
superficial, un estatus de medio a alto en<br />
lo que a bases se refiere y muestran lixiviación<br />
del carbonato de calcio (Soil Survey Staff 1999).<br />
Estos suelos son los más fértiles del mundo y no<br />
muestran limitaciones para la producción de los<br />
cultivos; sin embargo, en grupos con drenaje<br />
pobre puede presentarse toxicidad por molibdeno<br />
(Mo) (Pérez 1981). A los hapludolls se les<br />
encuentra en sierra de laderas tendidas, lomerío<br />
suave con cañada, valle de laderas escarpadas,<br />
meseta lávica y en el gran llano dentro de la subprovincia<br />
de los Volcanes de Colima (Rey 1987);<br />
también se observan en la gran sierra compleja,<br />
sierra de cumbres tendidas, sierra baja compleja,<br />
sierra baja, valle intermontano, valle intermon-<br />
Descripción de los suelos 37
tano con lomeríos, valle ramificado, llanura<br />
costera con delta y llanura costera con laguna<br />
costera, dentro de la subprovincia de las Sierras<br />
de Jalisco y Colima, así como en la sierra de<br />
cumbres tendidas, lomerío y valle ramificado<br />
dentro de la subprovincia de la Cordillera del<br />
Sur. Una superficie considerable de argiudolls<br />
(feozem lúvico) se encuentran en el valle ramificado<br />
de la Cordillera del Sur (Pérez 2004, Vizcaíno<br />
et al. 2006).<br />
2.3. Ustolls. Los argiustolls son el gran grupo de<br />
suelos predominantes en el estado, los cuales se<br />
relacionan con los castañozem lúvicos de fao/<br />
unesco; la palabra castañozem proviene del<br />
latín castaneo: café y del ruso zemlja: terroso<br />
(Soil Survey Staff 1999). Son suelos de estepa<br />
semiárida que muestran la acumulación de<br />
materia orgánica en el horizonte superficial, con<br />
alto estatus de bases y frecuentemente son<br />
calcáreos en todo el perfil. Los castañozem<br />
muestran baja disponibilidad de fósforo (P)<br />
aprovechable debido al alto contenido de carbonato<br />
de calcio. Son comunes las deficiencias de<br />
manganeso (Mn) y la inmovilización de cobre<br />
(Cu) y zinc (Zn). Una gran parte de los castañozem<br />
lúvicos son alcalinos y muestran altos<br />
contenidos de sodio (Na) en el subsuelo, lo que<br />
puede conducir a toxicidad por este elemento y<br />
deficiencia de calcio (Ca). Se encuentran en la<br />
llanura costera y laguna costera dentro de la<br />
subprovincia de las Sierras de Jalisco y Colima;<br />
también se les encuentra en el valle ramificado y<br />
en la llanura de piso rocoso dentro de la subprovincia<br />
de la Cordillera del Sur (spp 1981, Rey<br />
1985, Pérez 2004).<br />
2.2. Aquolls. Este suborden agrupa suelos con<br />
drenaje pobre, ya que presentan moteados en el<br />
horizonte superficial y un horizonte argílico,<br />
argiaquolls. Se relacionan con los chernozem<br />
cálcicos de fao/unesco. Se localizan en la llanura<br />
costera con laguna costera de la subprovincia<br />
de las Sierras de Jalisco y Colima. Estos<br />
argiaquolls (gleysol mólico, feozem gleyco y<br />
chernozem cálcico) se encuentran en el valle<br />
ramificado y llanura de piso rocoso dentro de la<br />
Cordillera del Sur (spp 1981, Pérez 2004, Vizcaíno<br />
et al. 2006).<br />
3. Vertisoles<br />
El origen de la palabra vertisol proviene del latín<br />
verto, que significa voltear, invertir. Son suelos<br />
derivados de arcillas expandibles que muestran<br />
grietas profundas y revierten los materiales<br />
superficiales a dicha grietas. Las limitantes<br />
principales de esta clase de suelo se relacionan<br />
con su régimen hídrico caracterizado por un<br />
rango muy estrecho entre el exceso y déficit de<br />
humedad. La saturación de bases de los vertisoles<br />
es alta. Los cationes prevalecientes en el<br />
complejo de adsorción son el calcio (Ca) y el<br />
magnesio (Mg). En los vertisoles con pH alto la<br />
disponibilidad de fósforo (P) es generalmente<br />
baja; también la escasez de nitrógeno (N) puede<br />
ocurrir como resultado de un drenaje superficial<br />
pobre y bajo contenido de materia orgánica<br />
(Pérez 1985).<br />
Estos suelos se localizan en las partes bajas del<br />
paisaje, en lomerío suave con cañada, valles de<br />
laderas escarpadas, meseta lávica y el gran llano,<br />
dentro de la subprovincia de los Volcanes de<br />
Colima; también se les encuentra en el valle<br />
intermontano con lomeríos, valle ramificado y<br />
llanura costera con laguna costera, dentro de las<br />
38 MEDIO FÍSICO
sierras de Jalisco y Colima, así como en la sierra<br />
de cumbres tendidas y lomeríos (parte baja), en<br />
valles ramificados y llanuras de piso rocoso,<br />
dentro de la subprovincia de la Cordillera del<br />
Sur (cuadro 1).<br />
4. Andisoles<br />
muchos minerales vítricos. Estos fueron clasificados<br />
originalmente como suelos de ando. Por<br />
su parte, los eutrovitrands tienen mayores cantidades<br />
de ceniza vítrica y los suelos son de textura<br />
franco-arenosa, o bien de arenas francas.<br />
Comúnmente aparentan ser gravosos, pero la<br />
retención de humedad es mayor que la esperada<br />
para dicha clase de textura (cuadro 1).<br />
Los andisoles presentes en la entidad son suelos<br />
derivados de cenizas volcánicas del volcán de<br />
Colima, y ocupan 1% de la superficie de la entidad.<br />
Vitrands y ustrands son los subórdenes de<br />
suelo encontrados en el estado (Kamp y Schwertmann<br />
1983, Pastrana 1983, Pérez 1987).<br />
Los suelos vitrands y ustrands se localizan en<br />
la cercanía de volcanes activos, como el de<br />
Colima, y son andisoles más o menos bien drenados<br />
que tienen baja densidad aparente, con<br />
cantidades apreciables de alófano y con una<br />
alta capacidad de intercambio catiónico (cic).<br />
Los vitrands de Colima se han derivado principalmente<br />
de cenizas volcánicas que contienen<br />
materiales vítricos, los cuales se intemperizan<br />
rápidamente bajo las condiciones húmedas que<br />
prevalecen en el norte del estado. Algunos de<br />
estos vitrands son de la edad del pleistoceno o<br />
del holoceno reciente (Pastrana 1983, Pérez<br />
1987), por lo que contienen sólo trazas de vidrio.<br />
Los principales grandes grupos de andisoles<br />
son los dysustrands y los eutrovitrands. Los<br />
primeros tienen alto contenido de carbono y se<br />
desarrollan en clima húmedo con estación seca<br />
que impide que la fracción amorfa cambie, irreversiblemente,<br />
al secarse los agregados del<br />
tamaño de las gravas; los minerales se han<br />
intemperizado a tal grado que no existen<br />
5. Entisoles<br />
Los entisoles son suelos minerales jóvenes que<br />
no poseen horizontes de diagnóstico. En el<br />
estado existen tres subórdenes: psaments, fluvents<br />
y aquents (cuadro 1).<br />
5.1. Psaments. Estos suelos se relacionan con los<br />
arenosoles y con los regosoles de fao/unesco.<br />
Los suelos muestran una diferenciación de<br />
horizontes muy débil y se originan de arena, en<br />
su mayor proporción cuarzo. Las limitaciones<br />
para la producción se relacionan con la pobreza<br />
de elementos nutritivos y con una insatisfactoria<br />
capacidad de retención de humedad y de<br />
intercambio catiónico, así como por la deficiencia<br />
de elementos menores (Zn, Mn, Cu, Fe) ligados<br />
a la arcilla o a la materia orgánica.<br />
Esta clase de suelos se localiza en todas las subprovincias<br />
del estado: en la subprovincia de los<br />
Volcanes de Colima, en las topoformas de gran<br />
sierra compleja, sierra de laderas tendidas,<br />
lomerío suave con cañada y en el gran llano. En<br />
la subprovincia de las Sierras de Jalisco y<br />
Colima se localizan en la sierra de cumbres tendidas,<br />
la gran sierra compleja, sierra baja con<br />
lomeríos y sierras bajas. En la Cordillera del Sur<br />
se localizan en sierras bajas complejas, valles<br />
Descripción de los suelos 39
intermontanos con lomeríos, valle ramificado y<br />
llanura costera; así como en sierra de cumbres<br />
tendidas de la Cordillera del Sur. Los grandes<br />
grupos de suelos presentes son tropopsaments<br />
(regosoles éutricos) y udipsaments (regosoles<br />
dístricos) (Pérez 2004).<br />
5.2. Fluvents. Se relacionan con los fluvisoles<br />
éutricos, dístricos y calcáricos, y provienen del<br />
latín fluvius, que significa río. Los fluvents son<br />
suelos desarrollados en depósitos aluviales en<br />
llanuras de inundación. La gran variación de<br />
estos suelos se debe a la amplia diversidad de los<br />
materiales de los cuales se derivan, en consecuencia<br />
no es fácil hacer generalizaciones sobre<br />
las limitantes para la producción de estos suelos.<br />
Se localizan en todas las subprovincias<br />
fisiográficas del estado: dentro de las subprovincias<br />
de los Volcanes de Colima y de las<br />
Sierras de Jalisco y Colima, en sistemas topomórficos<br />
de la gran sierra compleja, en lomeríos<br />
suaves con cañada y en el gran llano; en<br />
valle intermontano, valle intermontano con<br />
lomeríos, valle ramificado, llanura costera con<br />
delta y llanura costera con laguna costera, y en<br />
la sierra de cumbres tendidas, dentro de la Cordillera<br />
del Sur. Los principales grandes grupos<br />
de suelos que se encuentran en Colima son<br />
torrifluvents, udifluvents y ustifluvents (Rey<br />
1985, 1987, 1988, Pérez 2004).<br />
5.3. Aquents. Son suelos jóvenes localizados en<br />
los deltas de los ríos y llanuras costeras, desarrolladas<br />
a partir de material arenoso en aluviones<br />
recientes. Estos suelos tienen drenaje pobre,<br />
un manto freático cercano a 1.5 m de la superficie<br />
y se relacionan con solanchaks gleycos y fluvisoles<br />
gleycos de fao/unesco. Debido a que<br />
son suelos recientes que han acumulado poca<br />
materia orgánica. Los principales grandes grupos<br />
son psammaquents, hydraquents (gleysoles)<br />
y tropoaquents. Dentro de la subprovincia de las<br />
Sierras de Jalisco y Colima se les localiza en llanura<br />
costera con delta y llanura costera con<br />
laguna costera (Pérez 2004, Vizcaíno et al.<br />
2006).<br />
fisoes<br />
Son suelos con un horizonte B enriquecido de<br />
arcilla que tiene un porcentaje de saturación<br />
de bases de medio a alto (> 35%). Se relacionan<br />
con los luvisoles de fao/unesco. Estos suelos se<br />
localizan en todas las subprovincias fisiográficas<br />
del estado y ocupan posiciones topomórficas<br />
correspondientes al gran llano en la subprovincia<br />
de los Volcanes de Colima; en la Cordillera<br />
del Sur se les encuentra en la sierra de cumbres<br />
tendidas, lomeríos, valle ramificado y llanura de<br />
piso rocoso, la gran sierra compleja, sierra de<br />
cumbres tendidas, valle intermontano, valle<br />
intermontano con lomeríos, así como en los<br />
valles ramificados; en menor superficie se observan<br />
en la llanura costera con laguna costera de<br />
la subprovincia de las Sierras de Jalisco y Colima<br />
(Pérez 1981, 1987, 2004).<br />
Los alfisoles derivados de rocas ígneas tienen<br />
menor potencial de sitio (limitantes físicas,<br />
químicas y biológicas que afectan la capacidad<br />
de producción y calidad del suelo) y mayores<br />
limitaciones para el desarrollo de cultivos, ya<br />
que en adición a la característica del material<br />
parental, la insuficiencia hídrica puede agravar<br />
la situación (Rey 1988, Pérez 2004) (cuadro<br />
1).<br />
40 MEDIO FÍSICO
7. Ultisoles<br />
Los ultisoles se relacionan con los acrisoles de la<br />
fao/unesco; son suelos minerales que tienen<br />
un horizonte argílico con saturación de bases en<br />
el subsuelo (medida a pH = 8.2) menor de 35%;<br />
estos suelos tienen una temperatura media de<br />
8 °C o mayor, son ácidos, poseen baja CIC y bajo<br />
contenido de materiales intemperizables. Los<br />
problemas de estos suelos se relacionan con una<br />
fuerte lixiviación de nutrimentos, fuerte acidez,<br />
carencia de bases y posible toxicidad de aluminio<br />
(Al), manganeso (Mn) y hierro (Fe) (Martini<br />
1969, Pérez 1987). La deficiencia de nitrógeno<br />
(N) es una característica general para cultivos<br />
creciendo en esta clase de suelos. Por otra parte,<br />
un obstáculo para la fertilización eficiente lo<br />
constituye la alta capacidad de fijación de fósforo<br />
(P), especialmente en el horizonte superficial.<br />
En el estado los ultisoles ocupan poca<br />
superficie y se localizan en la subprovincia de<br />
las Sierras de Jalisco y Colima, específicamente<br />
en los municipios de Minatitlán y Cuauhtémoc,<br />
en un sistema de topoforma de valle intermontano;<br />
el gran grupo existente es el rhodudults<br />
(acrisol crómico) (cuadro 1).<br />
Conclusiones<br />
El estado tiene una importante variabilidad de<br />
los suelos que debe ser tomada en consideración<br />
si se pretenden estructurar programas de planeación,<br />
operación, conservación y utilización<br />
de dichos recursos. La variación observada<br />
entre los diferentes suelos de Colima tiene relación<br />
con tres de los cinco factores de formación<br />
del suelo: el material parental (geología), la posición<br />
topográfica (relieve) y la precipitación pluvial<br />
(clima), e indirectamente con la diversidad<br />
de plantas (vegetación).<br />
La combinación de estos factores de formación<br />
del suelo determina la conexión espacial en el<br />
paisaje de Colima; llanuras aluviales (inundables)<br />
y coluviales (ríos, llanuras costeras marinas,<br />
lomeríos, laderas y montañas). Los problemas<br />
de los suelos en el estado son diversos, siendo los<br />
más importantes la erosión y el escurrimiento<br />
de agua en exceso, con la consecuente deposición<br />
y contaminación de áreas bajas del relieve,<br />
así como la pedregosidad de la mayoría de los<br />
suelos.<br />
Otros problemas físicos relevantes son: la cantidad<br />
de suelos someros en laderas y serranías;<br />
suelos con alto contenido de arena y consecuentemente<br />
pobre retención de humedad en la<br />
costa; problemas de suelos ácidos en la subprovincia<br />
de las Sierras de Jalisco y Colima, y de<br />
salinidad y presencia de sodio en la costa, así<br />
como bajos contenidos de materia orgánica.<br />
Lo anterior afecta la biodiversidad del estado,<br />
sin embargo, las posibles soluciones son: i) la<br />
caracterización morfológica para determinar la<br />
capacidad productiva y la calidad de los suelos,<br />
obteniéndose información que pueda ayudar a<br />
prevenir y corregir problemas físicos, químicos<br />
y de nutrición, así como de adaptación de plantas;<br />
ii) clasificación taxonómica de suelos al<br />
nivel de familia, que contribuya a planear y<br />
efectuar transferencia de tecnología apropiada<br />
para diversos objetivos: agrícola, ganadero,<br />
forestal, de recreación, de conservación, para<br />
construcción de caminos y obras de captación<br />
de agua, de uso y manejo de los suelos;<br />
iii) implementación de prácticas mecánicas de<br />
Descripción de los suelos 41
conservación para el control de erosión y escurrimiento;<br />
iv) plantación de especies forestales<br />
en franjas en zonas de amortiguamiento; v) aplicación<br />
de normas de inocuidad para el mejoramiento<br />
de la calidad del agua, aire y suelo;<br />
vi) evitar la salinización y contaminación de los<br />
mantos acuíferos subterráneos, canales, lagunas<br />
y presas.<br />
En el futuro deberá apoyarse el estudio y la normatividad<br />
para hacer un uso racional, ambiental,<br />
económico, responsable y socialmente sustentable<br />
del recurso suelo de Colima.<br />
Referencias<br />
Jenny, H., F. Bringham y B. Padilla-Saravia. 1948.<br />
Nitrogen and organic matter contents of equatorial<br />
soil of Colombia, South America. Soil Science<br />
66:173-186.<br />
Kamp, N. y U. Schwertmann. 1983. Goethite and hematite<br />
in a climosequence in southern Brasil and<br />
their application in classification of kaolinitic soils.<br />
Geoderma 29:27-39.<br />
Martini, J.A. 1969. Mineralogía de las arcillas, limos y<br />
arenas en seis suelos de Panamá. Turrialba 19:199-<br />
207.<br />
Martini, J.A. 1970. Characterization of the nutritional<br />
status of the major andosols of Costa Rica, using<br />
the missing element technique in the greenhouse.<br />
Turrialba 20:72-84.<br />
Papadakis, J. 1963. Climatic tables of the world. Soil<br />
Science 95:356-366.<br />
Pastrana, A.L. 1983. Propiedades físicas y químicas de<br />
la ceniza volcánica de “El Chichonal”. Departamento<br />
de Suelos del Colegio Superior de Agricultura<br />
Tropical.<br />
Pérez, O. 1981. The “milpa”, an ancient agricultural<br />
system of Yucatán, Mexico. En: International<br />
agronomy and field research management<br />
divisions, 73 rd. Annual Meetting ASA. Atlanta,<br />
Georgia.<br />
————— . 1987. Características morfológicas y clasificación<br />
de los suelos ácidos en México. En: Simposio<br />
sobre suelos ácidos. XX Congreso Nacional de la<br />
Ciencia del Suelo. Zacatecas, Zacatecas.<br />
————— . 2004. Descripción de los suelos referencia<br />
para planeación de la investigación y transferencia<br />
de tecnología en la llanura costera de Colima.<br />
Libro científico núm. 1. Centro de Investigación<br />
Regional del Pacífico Centro/Instituto Nacional<br />
de Investigaciones Forestales y Agropecuarias.<br />
México.<br />
Porter, S.C. 1972. Pleistocene geology of the coastcentral<br />
cascade range, Washington. Guide book for<br />
third pacific coast friends of pleistocene field conference.<br />
Washington, Estados Unidos de América.<br />
Rey, B. 1985. Farming systems within the ejidal structure:<br />
two case studies in the Tecomán region Mexico.<br />
International Course for Development Oriented<br />
Research in Agriculture. Bulletin 20. Wageningen<br />
the Netherlands.<br />
————— . 1987. Farming systems in the north of<br />
Comala municipality, Colima Mexico. Seminar<br />
on Development Oriented Research in Agriculture.<br />
Wye College. England.<br />
————— . 1988. Farming systems of the Colima<br />
plains, Colima, Mexico. International Course for<br />
Development Oriented Research in Agriculture.<br />
Bulletin 26. Wageningen the Netherlands.<br />
spp. Secretaría de Programación y Presupuesto. 1981.<br />
Síntesis geográfica de Colima. Coordinación General<br />
de los Servicios Nacionales de Estadística,<br />
Geografía e Informática. México, D.F.<br />
Soil Survey Staff. 1999. Soil taxonomy: a basic system<br />
of soil classification for making and interpreting soil<br />
42 MEDIO FÍSICO
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United States Department of Agriculture (usda).<br />
Handbook.<br />
Vizcaíno, I., J.A. Corral, J. Anguiano et al. 2006. Recursos<br />
edafo-climáticos para la planeación del sector<br />
productivo en el estado de Colima. Libro técnico<br />
núm. 1. Centro de Investigación Regional del Pacífico<br />
Centro. Instituto Nacional de Investigaciones<br />
Forestales y Agropecuarias. México.<br />
Descripción de los suelos 43
Hidrología<br />
y clima<br />
Eleazar Castro-Caro<br />
Caracersicas eorficas<br />
La superficie que conforma al estado está incluida en tres cuencas pertenecientes<br />
a dos regiones hidrológicas (RH): RH15 (ríos Chacala-Purificación<br />
y Cihuatlán o Marabasco) y RH16 (ríos Armería y Coahuayana)<br />
(inegi 1997) (figura 1). La cuenca del río Armería tiene una superficie de<br />
9 866 km 2 , de los cuales 1 984 km 2 (20%) se encuentran dentro de Colima,<br />
la del río Coahuayana tiene un área de 7 738 km 2 con 1 861 km 2 (24%) en<br />
el estado, y la del río Chacala-Purificación abarca 5 218 km 2 , de los cuales<br />
1 745 km 2 (33%) pertenecen a Colima.<br />
Clima<br />
Debido a su posición geográfica, principalmente a su colindancia con el<br />
océano Pacífico y a la influencia de corrientes de aire marítimo, el clima<br />
predominante en la entidad es cálido subhúmedo con lluvias en verano<br />
A(W), aunque existe una diversidad climatológica que a continuación se<br />
describe en el cuadro 1.<br />
Se determinó el clima en cada uno de los municipios de acuerdo al<br />
2° Sistema de Thornthwaite (Thornthwaite y Mather 1955), tomando<br />
el promedio de los valores de precipitación, temperatura y evaporación<br />
de las estaciones climatológicas que se encuentran en el estado<br />
(cuadro 2).<br />
44<br />
Castro-Caro, E. 2016. Hidrología y clima. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />
pp. 44-50.
FIGURA 1. Cuencas hidrológicas. Fuente: Carta idrológica de guas uperficiales, INEGI 1997.<br />
Hidrología y clima 45
CUADRO 1. Climatología. Fuente: INEGI 1997.<br />
Clima Símbolo Superficie del estado (%)<br />
Cálido subhúmedo con lluvias en verano A(W) 78.8<br />
Semicálido subhúmedo con lluvias en verano AC(W) 7.8<br />
Templado subhúmedo con lluvias en verano C(W) 2.0<br />
Semifrío subhúmedo con lluvias en verano C(E) (W) 0.6<br />
Semiseco muy cálido y cálido BS(h) 10.8<br />
De acuerdo con el promedio de los últimos<br />
25 años, la temperatura media anual varía<br />
dentro de la RH15, desde una temperatura<br />
mínima que oscila de 5.5 a 8 °C a una máxima<br />
que oscila de 39 a 40 °C, con una temperatura<br />
media de 26.6 °C. Dentro de la RH16, los valores<br />
medios de temperatura son de 26.6 °C en la<br />
cuenca del río Armería y de 26.4 °C en el río<br />
Coahuayana. La temperatura mínima anual<br />
en esta región oscila entre 7 y 10 °C, habiéndose<br />
presentado una máxima de 44.5 °C, en la<br />
población de Callejones (año 1947), dentro de<br />
la cuenca del río Coahuayana, así como una<br />
mínima de 1 °C en las comunidades de El<br />
Terrero y Minatitlán, pertenecientes a las<br />
cuencas del río Armería y Cihuatlán, respectivamente.<br />
La temperatura máxima en la RH16<br />
oscila entre 37 y 44.5 °C.<br />
de Tecomán localizada dentro de la cuenca del<br />
río Coahuayana.<br />
La temporada de lluvias ocurre de junio a octubre,<br />
periodo que presenta 90% de la precipitación,<br />
5.9% se presenta de enero a mayo y 4.1%<br />
restante de noviembre a diciembre, con periodos<br />
de transición de lluvias irregulares y dispersas<br />
(figura 2). Su distribución espacial en el<br />
estado es de 42% del volumen precipitado en la<br />
cuenca del río Armería, 38% en la cuenca del río<br />
Marabasco y el 20% restante en la cuenca del río<br />
Coahuayana. Por lo que respecta a la cuenca del<br />
río Armería, la precipitación media es de 897.0<br />
mm, la mínima de 580.4 mm y la máxima de<br />
1 411.1 mm de lámina, con un volumen medio<br />
anual de 1 652 Mm 3 , máximo de 2 598 Mm 3 y<br />
mínimo de 1 068 Mm 3 .<br />
La precipitación media anual en el estado es de<br />
994.9 mm (periodo 1966-2006), equivalente a<br />
5 427.18 Mm 3 anuales (Mm = mega metros cúbicos,<br />
lo que equivale a un millón de metros<br />
cúbicos). La lámina máxima corresponde a<br />
1 395 mm (1992) (7 609.72 Mm 3 anuales) y la<br />
mínima de 603 mm (1991) (3 289.36 Mm 3 anuales).<br />
La precipitación máxima en 24 horas se<br />
presentó en 1959 y fue en el área de la población<br />
En la cuenca del río Coahuayana la lámina<br />
media es de 1 098.1 mm, la mínima de 582.3 mm<br />
y la máxima de 2 094.2 mm, generando volúmenes<br />
anuales, máximo, medio y mínimo de 3 999<br />
Mm 3 , 2 098 Mm 3 y 1 112 Mm 3 , respectivamente.<br />
La evaporación media anual oscila entre 1 317.5<br />
Mm 3 en la cuenca del río Cihuatlán, 1 951.3 Mm 3<br />
en la del río Armería y 1 807.9 Mm 3 en la del río<br />
46 MEDIO FÍSICO
CUADRO 2. Clima para los municipios. Fuente: Dirección ocal Colima-CONAGUA , segn istema de<br />
hornthaite y Mather .<br />
Municipio<br />
Armería<br />
Colima<br />
Comala<br />
Coquimatlán<br />
Cuauhtémoc<br />
Ixtlahuacán<br />
Manzanillo<br />
Minatitlán<br />
Tecomán<br />
Villa de Álvarez<br />
Clave<br />
PH<br />
SA<br />
TA<br />
VA<br />
PH<br />
SA<br />
TA<br />
VA<br />
PG<br />
SB<br />
TA<br />
VA<br />
PH<br />
SA<br />
TA<br />
VA<br />
PE<br />
HE<br />
TA<br />
VA<br />
PH<br />
SA<br />
TA<br />
VA<br />
PG<br />
SA<br />
TA<br />
VA<br />
PE<br />
HD<br />
TA<br />
VA<br />
PH<br />
SA<br />
TA<br />
VA<br />
PH<br />
SA<br />
TA<br />
VA<br />
Clima<br />
Descripción<br />
Seco<br />
Pequeña o nula demasía de agua<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Seco<br />
Pequeña o nula demasía de agua<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Semiseco<br />
Moderada demasía de agua estival<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Seco<br />
Pequeña o nula demasía de agua<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Ligeramente húmedo<br />
Gran deficiencia de agua invernal<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Seco<br />
Pequeña o nula demasía de agua<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Semiseco<br />
Pequeña o nula demasía de agua<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Moderadamente húmedo<br />
Gran deficiencia de agua estival<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Seco<br />
Pequeña o nula demasía de agua<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Seco<br />
Pequeña o nula demasía de agua<br />
Cálido<br />
Concentración normal de calor en verano<br />
Hidrología y clima 47
Coahuayana, mientras que la evapotranspiración<br />
oscila entre 700 a 1200 mm al año.<br />
Hidrografía<br />
El estado tiene como principales cuerpos de<br />
agua las lagunas de Cuyutlán, Alcuzahue y<br />
Amela; los esteros Potrero Grande, Tecuanillo,<br />
Boca de Pascuales, entre otros; así como una<br />
gran cantidad de pequeños “bordos” o represas<br />
dedicados al riego y como abrevaderos.<br />
En la entidad existe una capacidad de regulación<br />
de 1 870 Mm 3 en presas derivadoras y una<br />
laguna cuya capacidad de almacenamiento es<br />
de 36 Mm 3 . Además, se cuenta con las presas de<br />
almacenamiento Basilio Vadillo y Trojes, ubicadas<br />
en los estados de Jalisco y Michoacán, las<br />
cuales tienen capacidades de 145 y 220 Mm 3 ,<br />
respectivamente.<br />
Las aguas subterráneas en el estado se delimitan<br />
principalmente en dos zonas, la del valle de<br />
Colima y la de la zona costera. La primera tiene<br />
una superficie aproximada de 1 280 km² y está<br />
constituida por depósitos aluviales como gravas,<br />
boleos, arenas, limos, arcillas y cenizas,<br />
detectándose dos niveles piezométricos (profundidad<br />
del agua en un pozo): uno somero,<br />
correspondiente a norias y otro profundo. Los<br />
niveles estáticos varían entre 2 y 7 m para las<br />
norias y de 10 a 25 m para los pozos profundos,<br />
siendo la profundidad media de estos entre 80 y<br />
200 m. En lo que respecta a la zona costera los<br />
acuíferos están constituidos por una mezcla de<br />
arenas, boleos, gravas y, en menor proporción,<br />
por limos y arcillas; los niveles estáticos varían<br />
de 1 a 4 m en las norias y de 8 a 30 m en los<br />
pozos profundos, cuyas profundidades varían<br />
de 40 a 80 metros.<br />
FIGURA 2. recipitación media mensual de a nivel estatal. Fuente: CONAGUA .<br />
48 MEDIO FÍSICO
Antes de que se iniciara la explotación intensiva<br />
del agua subterránea, la descarga de los<br />
acuíferos de la entidad tenía lugar por medio de<br />
diferentes procesos naturales. En las partes<br />
bajas de las cuencas, donde la superficie freática<br />
se hallaba a poca profundidad, la vegetación<br />
nativa captaba cantidades importantes de agua<br />
subterránea por transpiración; este proceso<br />
predominaba especialmente en la porción baja<br />
de las planicies costeras y en las fajas fluviales,<br />
en las cuales abundaba la vegetación freatofita<br />
(plantas cuyas raíces les permiten absorber<br />
agua de fuentes hídricas subterráneas).<br />
Los acuíferos expulsaban a la atmósfera volúmenes<br />
considerables de agua por evaporación,<br />
en las áreas en que los niveles freáticos se<br />
encontraban aflorando a menos de dos metros<br />
de la superficie del terreno; específicamente<br />
esta forma de descarga se manifestaba en las<br />
inmediaciones de la costa y en el área lacustre<br />
de la planicie del río Armería.<br />
Otra parte de la descarga natural de los acuíferos<br />
ocurría a lo largo de las corrientes principales.<br />
En la planicie costera, los ríos Cihuatlán,<br />
Armería y Coahuayana funcionaban como drenes<br />
del subsuelo, recibiendo de los acuíferos<br />
cantidades importantes de agua durante los<br />
periodos de estiaje, en aquellas áreas donde la<br />
superficie freática o la superficie piezométrica<br />
(superficie virtual formada por los puntos que<br />
alcanzaría el agua si se hicieran perforaciones<br />
infinitas en el acuífero) se hallaba arriba de sus<br />
cauces; los arroyos Chandiablo y Punta de Agua<br />
también recibían aportaciones del subsuelo en<br />
su tramo superior, aunque el escurrimiento base<br />
ahí generado se infiltraba nuevamente aguas<br />
abajo, al transitar por la planicie costera.<br />
Además, los acuíferos descargaban gran cantidad<br />
de agua a través de numerosos manantiales.<br />
Los más caudalosos se localizaban en los flancos<br />
de la sierra del volcán de Colima: el Nahualapa<br />
(3 m 3 /s), Los Amiales (2.5 m 3 /s), el Zacualpan<br />
(1.6 m 3 /s) y el Hervidero (0.45 m 3 /s), todos ellos<br />
de régimen permanente y cuya descarga daba<br />
origen al escurrimiento de los ríos Armería,<br />
Coahuayana y de varios de sus afluentes principales.<br />
Sostenido por la descarga de acuíferos<br />
colgados (tipo de acuífero donde el nivel freático<br />
asciende por efecto de una fuerte recarga), independientes<br />
del acuífero regional, este caudal<br />
brotante no ha sido afectado por la explotación<br />
intensiva que se lleva a cabo en la zona de Armería.<br />
Por último, un caudal importante de agua<br />
escapaba de manera subterránea de los acuíferos<br />
costeros al mar a lo largo del litoral, formando<br />
una barrera hidráulica que mantenía a<br />
la masa de agua marina en una posición de<br />
equilibrio.<br />
Los anteriores procesos de descarga permanecieron<br />
casi inalterados hasta que se inició la<br />
explotación de los acuíferos a gran escala a<br />
mediados de la década de los años cincuenta.<br />
A partir de entonces la extracción de agua subterránea<br />
provocó el abatimiento de los niveles<br />
freáticos en las áreas de bombeo, en consecuencia,<br />
la disminución de las descargas naturales;<br />
los cambios más sustanciales en este sentido se<br />
produjeron en las zonas donde se desarrolló la<br />
agricultura. De esta manera, en la planicie del<br />
río Armería se agotó el caudal base de esa<br />
corriente, se redujo la evapotranspiración de<br />
agua subterránea, tanto en el área de riego como<br />
en el área lacustre y se interceptó parte del caudal<br />
que escapaba subterráneamente al mar.<br />
Efectos semejantes tuvo la explotación en las<br />
Hidrología y clima 49
zonas costeras, donde la descarga subterránea<br />
fue interceptada en mayor medida. No obstante,<br />
a nivel estatal cuantiosos volúmenes de agua<br />
siguen escapando de los acuíferos a la atmósfera,<br />
a las corrientes superficiales y al mar, a través<br />
de sus vertedores naturales.<br />
Los problemas de escasez no solamente pueden<br />
atribuirse a su distribución natural, ya que también<br />
contribuyen el uso inadecuado, vicios en la<br />
construcción de la infraestructura hidráulica<br />
que limitan su uso pleno, la operación deficiente<br />
y la falta de mantenimiento que propicia el deterioro<br />
de las obras y pérdidas de la capacidad de<br />
servicio. A lo anterior se añade el problema de la<br />
contaminación de los cuerpos de agua, lo que<br />
limita el uso y aprovechamiento del recurso. El<br />
agua superficial se encuentra seriamente afectada<br />
en su calidad y, por lo tanto, su disponibilidad<br />
real es notablemente inferior a la expresada<br />
en términos de las cantidades estimadas. Es<br />
muy importante atender y dar solución al problema<br />
del agua, así como conocer con mayor<br />
precisión el clima de Colima, ya que estos factores<br />
inciden directamente en la biodiversidad y el<br />
uso que hace la población de los recursos naturales.<br />
Referencias<br />
conagua. <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 1991. Geohidrología<br />
y zonas áridas. Secretaría de Agricultura y<br />
Recursos Hidráulicos (sarh).<br />
————— . 2015. Dirección Local Colima. En:<br />
, última<br />
consulta: 7 de julio de 2007.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />
1997. Carta hidrológica de aguas superficiales.<br />
1:1 000 000. Coordinación General de los Servicios<br />
Nacionales de Estadística, Geografía e Informática.<br />
México.<br />
Thornthwaite, C.W. y J.R. Mather. 1955. The water<br />
balance. En: Climatology. C.W. Thornthwaite & Associates.<br />
Centerton, Nueva Jersey.<br />
50 MEDIO FÍSICO
Descripción general<br />
de la circulación<br />
hidrodinámica<br />
en el litoral<br />
Marco Antonio Galicia-Pérez<br />
Juan Gaviño-Rodríguez<br />
Ernesto Torres-Orozco<br />
Sonia I. Quijano-Scheggia<br />
El estado cuenta con varios cuerpos de agua, siendo los dos más importantes<br />
los que se encuentran en la zona costera: bahía de Manzanillo y<br />
laguna de Cuyutlán, los cuales favorecen la existencia de una gran diversidad<br />
de flora y fauna marina. Con la finalidad de contribuir a la valoración<br />
ambiental de tales sistemas costeros, así como al diseño de estrategias<br />
para la conservación de su biodiversidad, es necesario describir la circulación<br />
hidrodinámica.<br />
Bahía de Manzanillo<br />
Localización geográfica<br />
La bahía se localiza entre los paralelos 19° 01’ y 19° 07’ de latitud N y los<br />
meridianos 104° 18’ y 104° 26’ de longitud O (figura 1). Su comunicación<br />
con mar abierto ocurre a través de una boca que se extiende sobre una<br />
línea imaginaria de 15 km de longitud, entre punta Carrizal y punta<br />
Ventanas. Tiene un ancho promedio de 6.5 km en dirección perpendicular<br />
noreste-suroeste y una superficie de 120 km 2 , aproximadamente.<br />
Tiene una profundidad media de 43 m, profundidades máximas de 86 m<br />
y menores a los 10 m cerca de la línea de la costa (Secretaría de Marina<br />
1973, Galicia-Pérez 1987, 1994).<br />
Galicia-Pérez, M.A., J. Gaviño-Rodríguez, E. Torres-Orozco y S.I. Quijano-Scheggia. 2016. Descripción general de la<br />
circulación hidrodinámica en el litoral. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 51-58.<br />
51
Se sabe que la circulación hidrodinámica afecta<br />
e incide directamente en la distribución de la<br />
temperatura, salinidad, densidad y nutrimentos<br />
(Olivos Ortiz et al. 2005), siendo estos últimos<br />
los que regulan directamente la red alimenticia<br />
dentro del océano (desde el fitoplancton hasta<br />
los grandes mamíferos). El conocimiento de la<br />
circulación sirve de base para realizar estudios<br />
de dispersión, tanto de organismos marinos<br />
como de sustancias vertidas al mar, y también<br />
en estudios sobre hábitats marinos como los<br />
arrecifes, ya que, por ejemplo, los organismos<br />
filtradores dependen considerablemente de las<br />
condiciones dinámicas del lugar. Además, las<br />
corrientes marinas transportan sedimentos del<br />
fondo marino y de la zona costera, lo que origina<br />
la creación de diferentes ambientes marinos y<br />
variadas configuraciones costeras.<br />
Circulación en la bahía<br />
La bahía de Manzanillo es uno de los cuerpos<br />
de agua costeros que ha sido poco estudiado<br />
desde el punto de vista de la oceanografía física.<br />
Sin embargo, existen estudios que sugieren que<br />
la circulación dentro de la bahía sigue los contornos<br />
topográficos en asociación con el sistema<br />
de vientos dominantes y a la rotación de la tierra,<br />
y en menor medida por la influencia de la<br />
marea (Carbajal y Galicia 2002).<br />
Los principales factores que estarían determinando<br />
la circulación en esta bahía se enlistan a<br />
continuación:<br />
Corrientes. El sistema de circulación de gran<br />
escala frente a la plataforma continental de<br />
Manzanillo está conformado por dos flujos provenientes<br />
del norte: la corriente de California<br />
(agua fría: < 23 °C) y la del golfo de California<br />
(agua caliente: > 25 °C) y por un flujo proveniente<br />
del sur, la corriente mexicana o corriente<br />
costera de Costa Rica (aguas cálidas: > 27 °C)<br />
(Torres-Orozco 1993). De febrero a junio las<br />
corrientes de California y del Golfo de California<br />
son intensas; su flujo suele extenderse hasta<br />
el sur cerca de las costas de Michoacán, por lo<br />
tanto la presencia de la corriente mexicana<br />
frente a las costas de Colima es nula en este<br />
periodo.<br />
Marea. En el océano Pacífico la componente de<br />
marea predominante es la semidiurna M 2<br />
(lunar<br />
principal con periodo de 12.4 horas). Las variaciones<br />
del nivel del mar en la bahía de Manzanillo,<br />
en esta zona, son menores a 0.7 m y, por lo<br />
tanto, la corriente marina ocasionada por marea<br />
no es mayor a 2 cm/s (Clemente-Ramírez 1991).<br />
Viento. Después de aplicar un modelo hidrodinámico<br />
numérico para conocer la circulación<br />
originada por viento estacionario dentro<br />
de la bahía de Manzanillo, Galicia-Pérez (1987,<br />
1994) y Gaviño y Galicia (1993) determinaron<br />
que ésta cambia de dirección de manera estacional.<br />
En el periodo de febrero a junio la circulación<br />
podría ser anticiclónica (en el sentido de las<br />
manecillas del reloj), ya que los vientos dominantes<br />
son del sector oeste-noroeste con velocidad<br />
media anual de 5 m/s (figura 1a). En este<br />
caso el agua se introduce por la ensenada Higueras<br />
y se sigue bordeando por punta Juluapan, las<br />
playas del área de Santiago, la punta Santiago y<br />
las playas de Manzanillo, para salir a la altura<br />
de punta Ventanas, donde se crea una pequeña<br />
contracorriente.<br />
52 MEDIO FÍSICO
a)<br />
b)<br />
FIGURA 1. atrón de circulación en la bahía de Mananillo: a) de ebrero a junio y b) de julio a enero. Fuente: elaborado por el autor segn clculos<br />
numricos basados en el modelo hidrodinmico numrico de aliciare , y avio y alicia .<br />
Descripción general de la circulación hidrodinámica en el litoral<br />
53
Por otra parte, de julio a enero la corriente<br />
mexicana suele predominar sobre las corrientes<br />
del norte y, por lo tanto, en este periodo la circulación<br />
dentro de la bahía podría ser en el sentido<br />
contrario a las manecillas del reloj (figura 1b).<br />
Los vientos dominantes son del sector sureste y<br />
se tiene la presencia de huracanes, siendo más<br />
frecuentes entre los meses de junio y octubre,<br />
alcanzando velocidades hasta de 15 m/s. En este<br />
caso se puede decir que el patrón de circulación<br />
se invierte respecto al anterior, es decir, el agua<br />
penetra por punta Ventanas, sigue la configuración<br />
de la costa bordeando el área de Manzanillo,<br />
la península de Santiago, el área de Santiago<br />
y finalmente la punta Juluapan, por donde sale<br />
de la bahía.<br />
Laguna de Cuyutlán<br />
Se localiza en el litoral del Pacífico mexicano, en<br />
la vertiente occidental de la costa de Colima<br />
entre las coordenadas 18° 55’ 00’’ y 19° 03’ 00’’<br />
de latitud N y 104° 02’ 00’’ y 104° 20’ 00’’ de longitud<br />
O. Tiene una longitud aproximada de<br />
375 km y una superficie de 7 200 ha. Está conformada<br />
por cuatro vasos (I, II, III y IV) y representa<br />
92% de los sistemas lagunares del estado.<br />
Los vasos permiten una transferencia limitada<br />
de agua, aportada principalmente por el flujo y<br />
reflujo de la marea y separados del área costera<br />
del Pacífico mexicano por una barra de arena,<br />
con extensión de 37 km y una anchura media de<br />
1 132 km, similar a la laguna (coremi 2001)<br />
(figura 2).<br />
Desde el siglo XVIII se tienen registros de problemas<br />
de materia orgánica en descomposición,<br />
mal olor, insalubridad y drástica disminución<br />
en la captura de peces, debido a que era un<br />
cuerpo de agua que no tenía comunicación con<br />
el mar, además de presentar nula circulación<br />
(Núñez-Fernández 1983).<br />
Para resolver tales problemas, a lo largo de los<br />
años se han realizado obras de mitigación para<br />
favorecer el intercambio de agua entre la laguna<br />
y el mar. Los resultados de dichas obras y su<br />
efecto en el grado de rehabilitación de la laguna<br />
propiciaron un impacto positivo en la circulación.<br />
El sistema lagunar, en su totalidad, es abastecido<br />
de agua marina por medio de tres comunicaciones<br />
artificiales que lo conectan con el<br />
Pacífico mexicano, el primero es El Túnel, que<br />
comunica la laguna con la bahía de Manzanillo<br />
desde 1937, el canal Ventanas, construido en<br />
1978 y el canal Tepalcates, del año 2000, establecido<br />
en un área con influencia de marea de tipo<br />
mixto semidiurno (cfe 2006).<br />
Las interacciones más importantes son a través<br />
de los canales de Tepalcates y Ventanas; la<br />
hidrodinámica lagunar depende totalmente de<br />
estos intercambios con el mar, ya que el aporte<br />
de agua dulce es casi inexistente.<br />
La característica de la corriente costera generada<br />
por el oleaje, que proviene –la mayor parte<br />
del año– principalmente del sector suroeste,<br />
genera un proceso de transporte de sedimentos<br />
que produce un azolvamiento continuo del<br />
canal Tepalcates y que hace oscilar la profundidad<br />
entre -1.2 y -0.20 m; las características del<br />
sedimento limitan la distancia de recorrido<br />
dentro del canal, ya que, por ejemplo, a una distancia<br />
de 200 m de la boca la profundidad<br />
54 MEDIO FÍSICO
FIGURA 2. aguna de Cuyutln. e muestran tambin los principales poblados.<br />
Descripción general de la circulación hidrodinámica en el litoral<br />
55
alcanza -4 m con una conformación batimétrica<br />
estable. Las velocidades de ingreso y egreso a<br />
través del canal Tepalcates son comparativamente<br />
menores a las del canal Ventanas, aunque<br />
el volumen de aporte no es tan distinto en función<br />
del área total de apertura de la boca de<br />
ambos canales.<br />
El transporte de sedimentos es significativo,<br />
únicamente en el área del canal Tepalcates, y es<br />
predominantemente ocasionado por la corriente<br />
costera generada por el oleaje (con ángulo de<br />
20° con referencia al plano de costa en una<br />
dirección sur-suroeste). Esto indica que la<br />
mayor parte del año el principal aporte de<br />
sedimentos proviene del material depositado en<br />
el área comprendida entre el canal Ventanas<br />
y el Tepalcates. El arrastre de sedimentos<br />
continentales por lluvias al canal Tepalcates se<br />
considera mínimo y, en el caso de Ventanas es<br />
inexistente.<br />
En los angostamientos del interior de la laguna<br />
se producen, como es de esperarse, altas velocidades<br />
(hasta 1.8 m/s), sobre todo en sicigias<br />
o mareas vivas (producidas cuando el Sol y la<br />
Luna se hallan en línea recta con la Tierra),<br />
debido a los fuertes gradientes de presión que<br />
se generan por desniveles entre los cuatro<br />
vasos.<br />
Dentro del sistema lagunar la batimetría se ve<br />
principalmente influenciada por un proceso de<br />
azolve continuo, ocasionado por el arrastre y<br />
depósito de limos orgánicos provenientes de los<br />
escurrimientos en época de lluvias, y en menor<br />
grado por el arrastre de sedimentos provenientes<br />
de la zona marina que sólo se manifiesta en la<br />
vecindad inmediata a ésta. La circulación al interior<br />
de la laguna, ocasionada principalmente por<br />
la marea a través de sus comunicaciones marinas,<br />
muestra velocidades promedio menores a<br />
los 0.2 m/s y direcciones de flujo que se alinean<br />
al eje lagunar y a la configuración de sus márgenes.<br />
El principal aporte de agua marina hacia el<br />
vaso I, antes de que se azolve el canal Tepalcates,<br />
es a través del paso del terraplén del ferrocarril y<br />
proviene del canal Tepalcates, existiendo transferencia<br />
de agua del vaso II al I, a velocidades<br />
superiores a los 0.50 m/s, mientras que el paso de<br />
agua del vaso I al II no alcanza velocidades<br />
mayores a los 0.10 m/s.<br />
Para condiciones de pleamar, en general, las<br />
velocidades no rebasan 0.10 m/s en gran parte<br />
de la laguna, mientras que en el canal de Llamada<br />
se llegan a presentar velocidades hasta de<br />
0.80 m/s, y en el canal del terraplén del ferrocarril<br />
se observan velocidades que alcanzan hasta<br />
los 1.8 m/s, debido a la reducción brusca del área<br />
hidráulica. En la zona del canal Tepalcates se<br />
presentan velocidades de 0.20 m/s como condición<br />
más común, aunque llegan a un máximo<br />
de 0.60 m/s en el área de ingreso al sistema<br />
lagunar.<br />
En los vasos I, II y III las profundidades se reducen<br />
a -1.5 m en promedio, con algunos canales<br />
que llegan a -2.0 m, aunque también se encuentran<br />
áreas con profundidades menores a -1.0 m,<br />
mientras que en los puntos de comunicación de<br />
los vasos lagunares y en el canal del terraplén<br />
del ferrocarril se tienen profundidades hasta de<br />
-6.0 m, debido al arrastre por las fuertes corrientes<br />
que se generan durante las etapas de pleamar<br />
y bajamar.<br />
56 MEDIO FÍSICO
En pleamar ingresa agua a la laguna por el canal<br />
Tepalcates y se ramifica siguiendo la configuración<br />
lagunar; una parte en dirección hacia el<br />
vaso II y la otra parte a través de la garganta de<br />
Tepalcates hacia los vasos III y IV (figura 2). En<br />
bajamar sólo se invierten los sentidos de las<br />
velocidades y el agua fluye hacia el mar. Los<br />
vasos III y IV reciben agua, aunque de manera<br />
limitada, a través del estrechamiento lagunar<br />
denominado garganta de Tepalcates, representando<br />
barreras físicas que limitan la circulación<br />
y que ocasionan bajas velocidades en flujo y<br />
reflujo (≤ 0.10 m/s). De esta manera se promueve<br />
el establecimiento de condiciones hipersalinas<br />
en la parte interna del vaso III y la totalidad del<br />
vaso IV.<br />
La condición actual de la circulación no evita el<br />
continuo azolve por aporte continental a la<br />
laguna (sobre todo en época de lluvias), siendo<br />
éste más evidente en los vasos III y IV. Se observa<br />
una menor capacidad de transferencia de sedimento<br />
desde el área costera.<br />
vientos y temporales que pueden generar oleaje<br />
en el interior de la laguna y también afectar la<br />
magnitud y dirección de las corrientes, debido a<br />
la fricción aire-agua, así como a las tormentas y<br />
huracanes que pueden modificar el intercambio<br />
de agua por las comunicaciones marinas.<br />
Los antecedentes de la circulación de mar<br />
abierto indican cuál puede ser el forzamiento<br />
que genera la circulación dentro de la bahía de<br />
Manzanillo. Por lo tanto, se recomienda realizar<br />
mediciones oceanográficas para determinar<br />
si la circulación en la bahía es controlada<br />
por un solo componente de la velocidad de la<br />
corriente o bien es controlada por la interacción<br />
entre ellos, y si varían por el efecto de la<br />
topografía. Además, es necesario contar con<br />
información de varios años con el fin de<br />
aumentar la confiabilidad en los cálculos de<br />
los modelos numéricos y así determinar con<br />
mayor seguridad las características de los<br />
patrones de circulación dentro de la bahía de<br />
Manzanillo.<br />
Conclusiones<br />
De acuerdo con los datos disponibles, las principales<br />
causas de variación hidrodinámica al interior<br />
de la laguna de Cuyutlán son: 1) la marea<br />
que penetra por sus comunicaciones marinas al<br />
canal Ventanas y al canal Tepalcates, y que es el<br />
factor principal que rige el comportamiento de<br />
la circulación en el sistema lagunar; 2) el oleaje<br />
costero, que llega a penetrar por las comunicaciones<br />
marinas pero sólo se manifiesta en la<br />
vecindad inmediata y se disipa rápidamente por<br />
el ensanchamiento brusco de las bocas, y 3) los<br />
Las mediciones se pueden hacer con instrumentos<br />
anclados al fondo marino (mediciones eulerianas)<br />
y mediante el uso de boyas de deriva<br />
(mediciones lagrangeanas), las cuales se dejan<br />
libremente y se registra su posición a determinado<br />
intervalo de tiempo. En conjunto estas<br />
mediciones permitirán describir con más detalle<br />
el patrón de circulación en la bahía de Manzanillo.<br />
Una vez que hayan sido analizados los<br />
datos se estará en posibilidades de concluir y<br />
dar resultados.<br />
Descripción general de la circulación hidrodinámica en el litoral<br />
57
Referencias<br />
Carbajal, N. y M.A. Galicia. 2002. Earthquake-induced<br />
helmholtz resonance in Manzanillo lagoon,<br />
México. Revista Mexicana de Física 48:192-196.<br />
cfe. <strong>Comisión</strong> Federal de Electricidad. 2006. Manifestación<br />
de impacto ambiental, modalidad regional<br />
terminal de gas natural licuado de Manzanillo.<br />
Universidad de Colima (ucol).<br />
Clemente-Ramírez, R. 1991. Análisis de la corriente<br />
superficial de marea en dos puntos fijos de la bahía<br />
de Manzanillo, Colima. Tesis de licenciatura. ucol.<br />
Colima, México.<br />
coremi. Consejo de Recursos Mineros. 2001. Programa<br />
de ordenamiento ecológico territorial de la<br />
subcuenca laguna de Cuyutlán. Colima.<br />
Galicia-Pérez, M.A. 1987. Modelación hidrodinámica<br />
numérica de las bahías de Manzanillo y Santiago.<br />
Tesis de maestría. Universidad Nacional Autónoma<br />
de México. México.<br />
————— . 1994. Aspectos de modelación numérica<br />
tridimensional de la bahía de Manzanillo. Geos<br />
14(5):2.<br />
Gaviño-Rodríguez, J. y M.A. Galicia-Pérez. 1993.<br />
Modelación hidrodinámica numérica de algunos<br />
cuerpos de agua de la zona económica exclusiva de<br />
México. Centro Universitario de Investigaciones<br />
Oceanológicas. ucol.<br />
Olivos-Ortiz, A.H., S.I. Quijano-Scheggia, G. García-Uribe,<br />
et al. 2005. Influencia de los parámetros<br />
fisicoquímicos en la distribución de los principales<br />
grupos fitoplanctónicos en las costas del estado<br />
de Colima durante el 2002. Ciencia en la frontera<br />
3(1):13-28.<br />
semar. Secretaría de Marina. 1973. Estudio geográfico<br />
de la región de Manzanillo. Dirección General<br />
de Oceanografía. Colima.<br />
Núñez-Fernández, E. 1983. Estudio ictiológico de la laguna<br />
de Cuyutlán, Colima, México. Características<br />
ambientales y poblacionales. Tesis de maestría. Universidad<br />
Nacional Autónoma de México. México.<br />
Torres-Orozco, E. 1993. Análisis volumétrico de las<br />
masas de agua del Golfo de California. Tesis de<br />
maestría. Centro de Investigación Científica y<br />
Educación Superior de Ensenada. México.<br />
58 MEDIO FÍSICO
Archipiélago<br />
de las Revillagigedo<br />
Gustavo Calderon-Riveroll<br />
El archipiélago de las Revillagigedo está constituido por las islas San<br />
Benedicto, Socorro, Clarión y el islote de Roca Partida (cuadro 1, figura 1).<br />
El 4 de junio de 1994 el gobierno mexicano declaró a estas islas como<br />
reserva de la biosfera, debido a que este grupo de islas volcánicas atrae<br />
grandes concentraciones de peces, tiburones y a las mantarrayas más<br />
grandes que se conocen.<br />
De las cuatro islas, Socorro es la más diversa en cuanto a flora, fauna y<br />
topografía se refiere. Es conocida mundialmente como “Las Galápagos<br />
Mexicanas”, lo cual la convierte en un destino popular para buceo autónomo<br />
por la existencia y avistamiento de delfines, tiburones, mantarrayas<br />
gigantes y otras especies pelágicas. Su origen es volcánico y está<br />
situada aproximadamente a 750 km al oeste de Manzanillo, Colima, y a<br />
386 km al sur de Cabo San Lucas, frente a la costa oeste del país (18° 48’ N,<br />
110° 59’ O). Sus dimensiones son de 16.5 por 11.5 km, con un área de<br />
132 km², por lo que tiene una superficie mayor que el resto de las islas del<br />
archipiélago. La isla se levanta abruptamente desde el fondo marino<br />
hasta una elevación de 1 130 msnm en su parte más alta, en la cima del<br />
monte Evermann. La isla cuenta con un aeropuerto para uso exclusivo<br />
del gobierno y la Armada de México.<br />
El monte Evermann es un volcán de tipo escudo cuya erupción más<br />
reciente ocurrió en 1993. Otras erupciones documentadas ocurrieron en<br />
1848, 1896, 1905 y 1951. La superficie de la isla está fracturada y presenta<br />
Calderón-Riveroll, G. 2016. Archipiélago de las Revillagigedo. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 59-62.<br />
59
FIGURA 1. ocaliación de las islas evillagigedo. Fuente: elaboración propia.<br />
60 MEDIO FÍSICO
cuevas, surcos, pequeños cráteres y numerosos<br />
barrancos. La isla está cubierta por un denso<br />
crecimiento de cactus y vegetación arbustiva.<br />
Existen afloramientos de lava en varios lugares,<br />
delineando las paredes de la mayoría de las<br />
barrancas. En la isla se encuentran instalaciones<br />
del sector naval perteneciente a la VI Región<br />
Naval con sede en Manzanillo, localizadas en la<br />
planicie volcánica del cabo Regla, con 50 marinos<br />
militares custodiando la isla. Una iglesia se<br />
localiza en el lado oeste de la bahía Vargas<br />
Lozano, la cual es una pequeña bahía con playa<br />
rocosa en donde se encuentra localizado un<br />
muelle de atraque. Existe un manantial de agua<br />
dulce aproximadamente a 5 km al noroeste de la<br />
ensenada Grayson (caleta Grayson).<br />
Marco tectónico del archipiélago<br />
de las Revillagigedo<br />
El archipiélago de las islas Revillagigedo se<br />
puede considerar como un grupo de volcanes<br />
intraplacas en la Placa del Pacífico. Estudios<br />
recientes con telemetría láser y gps (sistemas de<br />
geoposicionamiento) indican que este archipiélago<br />
se desplaza hacia el noroeste a razón de<br />
6 cm por año. La teoría de tectónica de placas<br />
indica que la actividad volcánica reciente en el<br />
archipiélago se debe a puntos calientes remanentes<br />
del salto y cambio de orientación de la<br />
dorsal del Pacífico oriental (de una posición al<br />
oeste y orientación noroeste de lo que es ahora<br />
la península de Baja California, a su posición<br />
actual y orientación noreste). En algún momento,<br />
durante la transición, la dorsal formó lo que<br />
ahora se conoce como la Dorsal de Matemáticos,<br />
cuya actividad de dispersión oceánica<br />
formó el archipiélago.<br />
Recopilación histórica<br />
No existe evidencia de asentamientos humanos<br />
antes del descubrimiento de las islas por parte<br />
de los exploradores españoles. Hernando de<br />
Grijalva y su tripulación descubrieron una de<br />
las islas el 21 de diciembre de 1533, a la cual<br />
CUADRO 1. Características de las islas evillagigedo. Fuente: elaboración propia.<br />
Nombre<br />
de isla<br />
Largo / ancho<br />
(km)<br />
Área<br />
(km 2 )<br />
Elevación máxima<br />
(m)<br />
San Benedicto<br />
(Santo Tomás)<br />
4.31 / 2.49 5.94 Bárcena (310)<br />
Islas interiores<br />
Socorro 16.81 / 15.62 132.06<br />
Monte Evermann<br />
(1 130)<br />
Roca Partida 0.24 / 0.07 0.014 (34)<br />
Islas exteriores<br />
Clarión<br />
(Santa Rosa)<br />
8.54 / 3.68 19.80 Monte Gallegos (335)<br />
Islas Revillagigedo 420 / 115 157.81<br />
Monte Evermann<br />
(1 130)<br />
Archipiélago de las Revillagigedo<br />
61
llamaron Santo Tomás. Cuatro días después<br />
descubrieron otra, a la cual llamaron Inocentes.<br />
En 1542, mientras exploraba nuevas rutas en el<br />
Pacífico, Ruy López de Villalobos redescubrió la<br />
isla Inocentes, a la cual renombró como Anublada,<br />
y a la que actualmente se le conoce como<br />
San Benedicto. En 1608, Martín Yáñez de<br />
Armita, a cargo de otra expedición, visitó la isla<br />
de Santo Tomás y cambió su nombre por el de<br />
Socorro, en honor a su esposa.<br />
Las otras dos islas fueron descubiertas en 1779<br />
por José Camacho, quien nombró Roca Partida a<br />
la pequeña isleta rocosa localizada en medio del<br />
archipiélago y Santa Rosa a la más occidental, la<br />
cual fue después renombrada como Clarión.<br />
Las islas de Revillagigedo fueron después visitadas<br />
por un gran número de exploradores:<br />
Domingo del Castillo (1541), Miguel Pinto<br />
(1772), Alexander von Humboldt (1811), Benjamín<br />
Norell (1825), Sir Edward Belcher (1839)<br />
–quien hizo la primera colección botánica de las<br />
islas– y Reeve (1848) –quien fue testigo de la<br />
erupción del volcán Evermann–. En 1865 la isla<br />
fue explorada por el ornitólogo Andrew Jackson<br />
Grayson, quien describió a la paloma de Socorro<br />
y al búho enano de Socorro. A principios del<br />
siglo XX, el doctor Barton Warren Evermann,<br />
director de la Academia de Ciencias de California,<br />
en San Francisco, promovió la exploración<br />
científica de la isla, obteniendo las colecciones<br />
biológicas más integrales de su tiempo. El volcán<br />
en la isla fue renombrado en su honor.<br />
El 25 de julio de 1861 el presidente de México,<br />
Benito Juárez, firmó un decreto que otorgaba el<br />
control territorial del archipiélago a Colima. Su<br />
plan era construir una colonia penal en la isla<br />
Socorro, lo cual nunca ocurrió. En 1957 la<br />
Armada de México estableció una base naval en<br />
esta isla y ha tenido presencia permanente desde<br />
entonces.<br />
El 21 de marzo de 1972, Pablo Silva García se<br />
convirtió en el primer gobernador de Colima en<br />
visitar las islas. Una placa fue develada para<br />
conmemorar el evento y reafirmar la soberanía<br />
de Colima sobre las islas. Las islas Revillagigedo<br />
siguen siendo propiedad de la federación mexicana,<br />
debido a que el decreto firmado por Benito<br />
Juárez sólo concedía tres años para edificar los<br />
penales. En caso de que no se construyera el<br />
penal o que con el tiempo se destruyera, las islas<br />
volverían a estar bajo la administración de la<br />
federación.<br />
La isla Socorro es un destino popular para buceo<br />
autónomo, conocido por la existencia y avistamiento<br />
de delfines, tiburones, mantarrayas<br />
gigantes y otras especies pelágicas. De las cuatro<br />
islas, Socorro es la más diversa en cuanto a flora,<br />
fauna y topografía se refiere. La isla Socorro es<br />
conocida mundialmente como “las galápagos<br />
mexicanas”. El 4 de junio de 1994 el gobierno<br />
mexicano las declaró como reserva de la biosfera.<br />
62 MEDIO FÍSICO
Riesgos de origen<br />
natural<br />
y antropogénico<br />
Mauricio Bretón González<br />
Juan José Ramírez-Ruiz<br />
El estado se caracteriza por la importante exposición a peligros de tipo<br />
sísmico, volcánico, hidrometeorológico y antropogénico, lo que genera<br />
importantes riesgos en sectores de la población y en la infraestructura,<br />
dentro de determinadas áreas.<br />
Los riesgos están siempre ligados a las actividades humanas. La existencia<br />
de un riesgo implica la presencia de un agente perturbador<br />
(fenómeno natural o generado por el hombre) que tenga la probabilidad<br />
de ocasionar daños a un sistema afectable (asentamientos humanos,<br />
infraestructura, planta productiva, etc.), en un grado tal que<br />
constituye un desastre. En términos cualitativos se entiende por<br />
riesgo a la probabilidad de ocurrencia de daños, pérdidas o efectos<br />
indeseables sobre sistemas constituidos por personas, comunidades o<br />
sus bienes, como consecuencia del impacto de eventos o fenómenos<br />
perturbadores. La probabilidad de ocurrencia de tales eventos, en un<br />
cierto sitio o región, constituye una amenaza, entendida como una<br />
condición latente de posible generación de eventos perturbadores. En<br />
forma cuantitativa el riesgo puede definirse como la función de tres<br />
factores: el peligro –o la probabilidad de que ocurra un fenómeno<br />
potencialmente dañino–, la vulnerabilidad y el valor de los bienes<br />
expuestos (Guevara 2006).<br />
La incidencia y frecuencia con la que los fenómenos naturales se presentan<br />
en Colima obliga a realizar una evaluación del riesgo desde distintas<br />
Bretón, G.M. y J.J. Ramírez-Ruiz. 2016. Riesgos de origen natural y antropogénico. En: La Biodiversidad en Colima.<br />
Estudio de Estado. conabio. México, pp. 63-70.<br />
63
áreas. Los riesgos que afectan al estado están<br />
contenidos en tres vertientes: riesgos geológicos,<br />
riesgos hidrometeorológicos y riesgos antropogénicos.<br />
Los riesgos de origen geológico básicamente<br />
incluyen a los fenómenos sísmicos, volcánicos,<br />
de inestabilidad de laderas, y algunas de las consecuencias<br />
de los sismos y erupciones volcánicas<br />
importantes, tales como tsunamis y lahares,<br />
estos últimos en combinación con lluvias abundantes.<br />
De todos ellos la sismicidad y el vulcanismo<br />
adquieren, en el estado, particular<br />
importancia, ya que su área de influencia abarca<br />
casi la totalidad del territorio estatal.<br />
Por su parte, los riesgos hidrometeorológicos<br />
incluyen a los ciclones en todas sus vertientes<br />
(depresión tropical, tormenta tropical y huracán,<br />
en sus cinco categorías); mientras que los<br />
riesgos antropogénicos contienen a los riesgos<br />
químicos y sanitarios. Todos estos fenómenos<br />
no sólo afectan a las poblaciones humanas e<br />
infraestructuras, sino que también tienen serias<br />
repercusiones en la biodiversidad.<br />
Sismos<br />
Desde el punto de vista tectónico, Colima está<br />
condicionado a los fenómenos generados por el<br />
proceso de subducción de las placas Rivera y<br />
Cocos, bajo la placa de Norteamérica. Esto<br />
genera zonas de extensión como el graben de<br />
Colima y zonas de compresión como la región<br />
costera paralela a la Trinchera Oceánica, las<br />
cuales originan regiones de alta sismicidad que<br />
han provocado sismos de alta magnitud durante<br />
el último siglo, como aquellos ocurridos en<br />
1900, 1932, 1941, 1973, 1995 y 2003 (Bretón<br />
2004).<br />
El sismo del 21 de enero del 2003 tuvo una magnitud<br />
de 7.6 grados en la escala Richter y su epicentro<br />
se situó frente a las costas de Colima.<br />
Este sismo fue sentido en todo el estado, así<br />
como en los estados vecinos, incluso sus efectos<br />
fueron percibidos en la Ciudad de México. La<br />
ciudades más afectadas fueron Colima, Villa de<br />
Álvarez, Coquimatlán, Armería, Tecomán y<br />
Manzanillo. Asimismo, se reportaron daños en<br />
25 municipalidades de los estados de Jalisco y<br />
Michoacán. El terremoto provocó en Colima la<br />
muerte de 21 personas y la afectación de aproximadamente<br />
12 mil viviendas, de las cuales cerca<br />
de tres mil se reportaron con daños severos y<br />
algunas tuvieron incluso que ser demolidas<br />
(Domínguez 2004).<br />
Tsunamis<br />
La posibilidad de ocurrencia de un tsunami en<br />
Colima es latente, ya que en la mayoría de los<br />
casos el tsunami se origina por los desplazamientos<br />
verticales extensos del fondo marino en<br />
las zonas de hundimiento de los bordes de placas<br />
tectónicas; por lo tanto, ocurre de forma<br />
simultánea con sismos de tipo tectónico con<br />
magnitud cercana o mayor a los siete grados<br />
Richter y cuyo foco se localiza a poca profundidad<br />
del océano (no más de 60 km). Por esta<br />
razón, los tsunamis se originan casi exclusivamente<br />
en las zonas de bordes de placas tectónicas<br />
activas, de modo principal en las costas o<br />
contornos del océano Pacífico. Por lo tanto, la<br />
zona costera de Colima reúne todas las características<br />
necesarias para la generación de tsuna-<br />
64 MEDIO FÍSICO
mis, no obstante, éstos han sido poco frecuentes.<br />
Se han registrado dos tsunamis destructivos en<br />
la región costera: uno en 1818 en El Real y otro<br />
en 1932 en Cuyutlán. Este último tuvo su origen<br />
en un sismo de magnitud 6.9 en la escala de<br />
Richter que ocurrió la mañana del 22 de junio,<br />
causando severos daños a los estados de Colima<br />
y Jalisco, y afectando un área de 650 m al interior<br />
de dicha población (Bretón et al. 2003).<br />
La ocurrencia de por lo menos dos tsunamis<br />
destructivos en los últimos 200 años, y las<br />
características tectónicas existentes en la zona,<br />
hacen evidente la probabilidad de ocurrencia de<br />
un evento similar en un futuro cercano (Bretón<br />
et al. 2003).<br />
Vulcanismo<br />
El complejo volcánico de Colima es otra manifestación<br />
tectónica en el estado, ya que en la<br />
región norte se localiza uno de los volcanes más<br />
activos del país. El volcán de Fuego de Colima<br />
es un estratovolcán (tipo de volcán cónico, compuesto<br />
por múltiples capas de lava endurecida,<br />
piroclasto y cenizas), de composición andesítica,<br />
que alcanza una altura de 3 860 msnm y es<br />
considerado el volcán más activo de México<br />
gracias a los más de 40 eventos eruptivos de<br />
consideración, de tipo explosivo y efusivo, ocurridos<br />
a lo largo de los últimos 500 años, entre<br />
los que destacan los de 1585, 1606, 1622, 1690,<br />
1818, 1869, 1872, 1890, 1903, 1913, 1975-1976,<br />
1998-1999, 2001-2003, 2005, 2007-2012, 2013 así<br />
como el proceso efusivo-explosivo de 2015.<br />
La actividad que el volcán mantiene hasta nuestros<br />
días nos demuestra que su comportamiento<br />
sigue el mismo patrón que en los últimos años:<br />
el estilo de actividad puede evolucionar hacia<br />
un escenario más violento, el cual podría culminar<br />
en una gran erupción y la generación de una<br />
columna eruptiva mayor a 15 km, la cual podría<br />
sostenerse por más de 24 horas (Navarro et al.<br />
2003). De ocurrir esto se produciría una fuerte<br />
lluvia de ceniza en un radio mayor a 30 km,<br />
generando además flujos piroclásticos por las<br />
pendientes en un radio de 15 km, tal como ocurrió<br />
en 1818 y 1913.<br />
Existen 90 centros de población, tanto de<br />
Colima como de Jalisco, que se encuentran<br />
directamente involucrados en el área de afectación<br />
de los volcanes. El número de posibles afectados<br />
es de aproximadamente 275 mil en Colima<br />
y 140 mil en Jalisco (Bretón 2011). Además, el<br />
riesgo volcánico ha quedado de manifiesto en<br />
las últimas erupciones, lo que ha determinado la<br />
reubicación de la comunidad La Yerbabuena,<br />
población asentada sobre depósitos volcánicos<br />
de erupciones históricas como la de 1913. De la<br />
misma forma, el área de bosque podría quedar<br />
devastada con una erupción de esas características,<br />
afectando la biodiversidad de la zona.<br />
Lahares<br />
Lahar es una palabra de origen indonesio, que<br />
describe a un flujo de lodo o un flujo de escombros<br />
originados en las pendientes de los volcanes<br />
cuando capas inestables de cenizas volcánicas y<br />
escombros se saturan de agua y fluyen pendiente<br />
abajo por los barrancos y cauces de los ríos. En<br />
el caso del volcán de Colima, los lahares se forman<br />
a partir de la saturación con agua de lluvia<br />
de materiales sueltos preexistentes, muchas<br />
Riesgos de origen natural y antropogénico<br />
65
veces de flujos piroclásticos del tipo de bloques<br />
y cenizas, los cuales poseen una gran porosidad y<br />
permeabilidad. Una vez saturados de agua estos<br />
materiales inician su movimiento como densos<br />
flujos de escombros que al recorrer una distancia<br />
aproximada de entre 5 a 10 km se transforman<br />
en flujos hiperconcentrados. Los lahares<br />
pueden ser de cualquier volumen y algunos son<br />
tan pequeños que fluyen a menos de un metro<br />
por segundo, mientras que otros son mucho<br />
más grandes y pueden fluir a varias decenas de<br />
metros por segundo, viajando a distancias de<br />
más de 100 km del volcán (Navarro y Bretón<br />
2008).<br />
En el volcán de Fuego de Colima, un número<br />
significativo de poblaciones se encuentran<br />
amenazadas por la formación de lahares. Estos<br />
fenómenos pueden provocar grandes daños<br />
ambientales y económicos al cubrir campos fértiles,<br />
casas y edificios. Los árboles, peñascos y<br />
otros escombros que recogen estos flujos, a su<br />
paso pueden arrasar con cualquier objeto a nivel<br />
del suelo. Por esta razón los lahares representan<br />
uno de los peligros volcánicos más importantes<br />
y que más afectación causan a las poblaciones<br />
humanas y a la biodiversidad.<br />
Ciclones<br />
Por otro lado, en la región costera la incidencia<br />
de ciclones (depresión tropical, tormenta tropical<br />
y huracán, en sus cinco categorías) representa<br />
un riesgo potencial en temporada de<br />
lluvias (mayo a noviembre). En este periodo es<br />
frecuente la ocurrencia de inundaciones y deslizamientos<br />
de laderas en las regiones de pendientes<br />
escarpadas, tal como ocurrió en octubre<br />
de 1959, cuando un huracán afectó la costa del<br />
estado (principalmente el puerto de Manzanillo)<br />
y provocó la muerte de 200 habitantes pertenecientes<br />
al pueblo de Minatitlán, situado a<br />
50 km de la costa del estado.<br />
Otros huracanes históricos que han afectado al<br />
estado ocurrieron en los años 1865, 1881, 1935,<br />
1942, 1944, 1954, 1955, 1982, 1983, 1986, 1987<br />
(Padilla 2006), 2011 y 2013, algunos de los cuales<br />
ocasionaron víctimas mortales. Una alta<br />
exposición al riesgo queda de manifiesto debido<br />
a asentamientos existentes en la zona costera<br />
(tanto regulares como irregulares) que concentran<br />
un alto número de habitantes en áreas claramente<br />
susceptibles a estos peligros.<br />
Inundaciones<br />
La región norte del estado es una de las zonas de<br />
mayor precipitación pluvial, registrándose lluvias<br />
del orden de 900 a 1 300 mm anuales,<br />
dependiendo de elevaciones relativas. Se puede<br />
considerar que esta zona norte es de las principales<br />
zonas de recarga de los mantos freáticos<br />
que conforman el sistema hidrológico en gran<br />
parte de la entidad.<br />
Las diferencias topográficas donde se ubican los<br />
arroyos que nacen aproximadamente a 8 km al<br />
sur del volcán de Fuego de Colima, les confieren<br />
una gran capacidad erosiva y de arrastre de<br />
material, especialmente en época de lluvias.<br />
Estas condiciones propician la formación de<br />
lahares, así como la ocurrencia de inundaciones.<br />
Uno de los eventos que más ha afectado en<br />
los últimos años, a las ciudades de Colima y<br />
Villa de Álvarez, ocurrió la tarde-noche del<br />
66 MEDIO FÍSICO
31 de agosto de 2001, cuando una fuerte lluvia<br />
en la zona norte de la ciudad, a la altura de la<br />
localidad de Joyitas, municipio de Villa de Álvarez,<br />
provocó el crecimiento anómalo del río<br />
Colima y del arroyo Pereyra. Tres personas<br />
murieron a consecuencia de este fenómeno<br />
(Bretón et al. 2011). Otro evento de gran impacto<br />
para la población ocurrió el 11 y 12 de octubre<br />
de 2011, con el impacto del huracán Jova, que<br />
causó grandes y graves daños en la infraestructura<br />
del estado, afectando a los diez municipios<br />
y cuantificándose las pérdidas en varios millones<br />
de pesos.<br />
Deslizamiento en laderas<br />
El deslizamiento de ladera es un término que se<br />
emplea para designar los movimientos de talud<br />
de materiales térreos que resultan de un desplazamiento<br />
hacia abajo y hacia afuera de suelos,<br />
roca y vegetación, bajo la influencia de la gravedad.<br />
Los tres principales tipos de deslizamiento<br />
en laderas son: los caídos o derrumbes (que<br />
incluyen los desprendimientos y vuelcos), los<br />
deslizamientos (que incluyen los rotacionales y<br />
traslacionales) y los flujos (que incluyen los de<br />
lodo, de tierra o suelo, los de avalancha de detritos,<br />
los flujos lentos y los lahares) (Mendoza y<br />
Domínguez 2006).<br />
Los deslizamientos, producto de la topografía<br />
contrastante en el estado, producen impactos<br />
especialmente a infraestructura de vialidades y<br />
en zonas con pendientes altas. Aunque los grandes<br />
centros de población no están amenazados<br />
directamente, en épocas de lluvias se incrementa<br />
mucho la vulnerabilidad de viviendas<br />
construidas sobre laderas montañosas. La afectación<br />
por estos deslizamientos puede afectar<br />
principalmente viviendas, vialidades, tierras de<br />
cultivos, bosques y vidas humanas.<br />
Estos movimientos pueden presentar velocidades<br />
variables, con aceleraciones de hasta 320<br />
km/h (Bretón et al. 2011). Los impactos de los<br />
deslizamientos generan pérdidas económicas<br />
anualmente debido al bloqueo de vialidades.<br />
Los sitios que tienen más afectación son: la<br />
población de Minatitlán, el km 33.2 de la carretera<br />
Colima-Minatitlán, el trayecto de la población<br />
de Comala a San Antonio, y el paso de La<br />
Salada, entre la autopista Colima-Manzanillo,<br />
sin que hasta la fecha se haya realizado una estimación<br />
de costos económicos. En zonas de<br />
impacto de deslizamientos se afecta ambientalmente<br />
a la cobertura vegetal, especialmente el<br />
área de bosque.<br />
Peligros y riesgos químicos<br />
Los fenómenos antropogénicos son aquellos<br />
producidos por influencia humana y que pueden<br />
originar desastres. Entre ellos los fenómenos<br />
químicos se destacan por su potencial de<br />
afectación en la salud de la población, el<br />
ambiente, la infraestructura y la economía. Los<br />
agentes químicos perturbadores son las propias<br />
sustancias químicas que cambian de estado<br />
físico, se transfieren o transforman debido a los<br />
cambios de presión y temperatura a los que se<br />
someten los recipientes que los contienen o las<br />
tuberías que los conducen, y los sistemas afectados<br />
son los conjuntos sociales, el ambiente y las<br />
instalaciones industriales (Ribera Balboa et al.<br />
2006).<br />
Riesgos de origen natural y antropogénico<br />
67
En el estado, como en muchos otros del país,<br />
las materias primas se transportan por carretera,<br />
ferrocarril, barco y tubería, hacia donde<br />
se utilizan en distintos procesos de fabricación.<br />
El transporte de sustancias químicas<br />
implica un riesgo, ya que en caso de que ocurra<br />
un accidente que provoque eventos como fuga,<br />
incendio, explosión o derrame del material, se<br />
puede ocasionar daño físico al ser humano, al<br />
medio ambiente y a la propiedad. Por esta<br />
razón es importante conocer los sitios en<br />
donde se producen las sustancias químicas, las<br />
rutas utilizadas en su transporte y cuáles son<br />
los lugares en donde se emplean, así como los<br />
residuos que se generan en los procesos de<br />
transformación y las características de peligrosidad<br />
que presentan.<br />
afectación ante la ocurrencia de fenómenos<br />
naturales como sismos, tsunamis, huracanes,<br />
deslizamientos, etc., que además podrían causar<br />
severos daños a la biodiversidad.<br />
Riesgos sanitarios<br />
El riesgo sanitario se define como la probabilidad<br />
de ocurrencia de un evento exógeno adverso,<br />
conocido o potencial, que ponga en peligro la<br />
salud o la vida humana, derivada de la exposición<br />
involuntaria de la población a factores biológicos,<br />
químicos o físicos, presentes en los<br />
productos, servicios o publicidad, en el medio<br />
ambiente o en el medio de trabajo (cofepris<br />
2004).<br />
Durante los últimos años el puerto de Manzanillo<br />
se ha convertido en uno de los principales<br />
puntos de almacenamiento y distribución de<br />
materiales peligrosos. El transporte de dichos<br />
materiales, ya sea por vía terrestre o marítima,<br />
representa una amenaza potencial en las zonas<br />
aledañas a las rutas utilizadas. Asimismo, el<br />
almacenamiento y tránsito de sustancias peligrosas<br />
en el puerto constituye un riesgo para las<br />
zonas habitacionales y turísticas cercanas. La<br />
ampliación del puerto y la creación de una planta<br />
regasificadora de gas natural, dentro del vaso II<br />
de la laguna de Cuyutlán, las obras de construcción<br />
de la empresa Z Gas del Pacífico y del gasoducto<br />
que cruza el estado desde el puerto de<br />
Manzanillo hasta la ciudad de Guadalajara, así<br />
como el tránsito de sustancias químicas que<br />
transcurre en un recorrido paralelo al anterior,<br />
son sólo algunas de las amenazas químicas existentes<br />
en la zona. Esta infraestructura se encuentra<br />
en zonas de alto riesgo por su posible<br />
Por su ubicación geográfica, su clima y su vocación<br />
comercial, Colima se encuentra en una<br />
zona de riesgo sanitario, debido a los elevados<br />
niveles de exposición de la población a las llamadas<br />
“enfermedades emergentes”, que tienen<br />
su origen en otros sitios del mundo pero que<br />
regularmente llegan al estado a través de los<br />
barcos que atracan en el puerto de Manzanillo.<br />
A su vez, los avances tecnológicos derivados del<br />
desarrollo industrial representan un serio riesgo<br />
para los asentamientos humanos ubicados geográficamente<br />
a su alrededor, si no tienen en<br />
cuenta los elementos de seguridad necesarios.<br />
Las enfermedades transmisibles y las intoxicaciones<br />
por alimentos y sustancias químicas se<br />
conceptualizan como acontecimientos con<br />
capacidad potencial o real de generar daños a la<br />
salud de la población, la cual requiere respuesta<br />
inmediata para limitar su diseminación (Bretón<br />
et al. 2011).<br />
68 MEDIO FÍSICO
El crecimiento económico y productivo del<br />
estado propicia un aumento de riesgos a la salud<br />
de la población en general y del personal ocupacional<br />
expuesto, ocasionados por el uso y<br />
manejo de productos como plaguicidas, fertilizantes,<br />
sustancias tóxicas, radiaciones, así como<br />
disposición sanitaria de excretas y de residuos<br />
sólidos que pueden afectar la calidad sanitaria<br />
del agua para uso y consumo humano.<br />
Conclusiones<br />
Geográficamente Colima presenta vulnerabilidad<br />
a la ocurrencia de eventos, tanto naturales<br />
como provocados por el hombre, los cuales<br />
podrían alcanzar tal magnitud que se rebasara<br />
la capacidad de respuesta oportuna a la sociedad.<br />
Un fenómeno perturbador en cualquiera de sus<br />
vertientes (geológico, hidrometeorológico, químico<br />
o sanitario), podría ocasionar graves afectaciones<br />
en la población: pérdida de vidas<br />
humanas, de bienes muebles e inmuebles y de<br />
biodiversidad; además, puede tener una repercusión<br />
en los aspectos social, económico y político<br />
de una población.<br />
El conocimiento de las amenazas, la zonificación<br />
de sus peligros y la determinación de áreas<br />
de riesgo, deberá ser el paso a seguir con la idea<br />
de fortalecer un sistema preventivo ante estos<br />
fenómenos y sus consecuencias. Por esta razón,<br />
la elaboración de un Atlas de Peligros y Riesgos<br />
deberá ser el primer paso para realizar acciones<br />
orientadas a prevenir y reducir riesgos, mitigar<br />
las pérdidas y daños que se puedan derivar del<br />
impacto de los fenómenos naturales perturbadores,<br />
permitiendo a las autoridades identificar<br />
las amenazas y las zonas con mayor vulnerabilidad<br />
para poder delimitar áreas potenciales de<br />
riesgo que requieran de atención prioritaria.<br />
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del siglo XXI. Colima, 21 de enero de 2003. B. F.<br />
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————— . 2011. El Volcán de Fuego de Colima. Seis<br />
siglos de actividad eruptiva (1523-2011). Umbrales<br />
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Bretón-González, M., T. Domínguez y C. Navarro.<br />
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Vulcanológico, ucol.<br />
Bretón-González, M., Z. León, A. Campos, et al. 2011.<br />
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Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt)/Foro<br />
Consultivo Científico y Tecnológico (fccyt)/Red<br />
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Ciencia y Tecnología (rednacecyt). México.<br />
Bretón-González, M., J.J. Ramírez y C. Navarro. 2002.<br />
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abril de 2004. En: , última<br />
consulta: 26 de junio de 2015.<br />
Riesgos de origen natural y antropogénico<br />
69
Domínguez, T. 2004. El sismo del 21 de enero. En:<br />
Renacimiento y grandeza, el primer terremoto<br />
del siglo XXI. F. Blanco Figueroa (coord.). ucol,<br />
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Guevara, E., R. Quaas-Weppen y G. Fernández-Villagómez.<br />
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Riesgos. Centro Nacional de Prevención de Desastres<br />
(cenapred)/Sistema Nacional de Protección<br />
Civil. México.<br />
Mendoza-López, J.M. y L. Domínguez-Morales. 2004.<br />
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de atlas estatales y municipales de peligros y<br />
riesgos. V. Ramos (coord.). cenapred/Sistema Nacional<br />
de Protección Civil, pp. 135-178.<br />
Navarro, C., A. Cortés y A. Téllez. 2003. Mapa de peligros.<br />
Volcán de Fuego de Colima. ucol. Gobierno<br />
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, última consulta:<br />
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Padilla, R. 2006. El huracán del 59. Historia del desastre<br />
y reconstrucción de Minatitlán, Colima. ucol,<br />
Ayuntamiento de Minatitlán. Colima. México.<br />
Padilla-Velarde, E., R. Cuevas, G. Ibarra, et al. 2006.<br />
Riqueza y biogeografía de la flora arbórea del estado<br />
de Colima, México. Revista Mexicana de Biodiversidad<br />
77:271-295.<br />
Ribera-Balboa, R.D., M.E. Arcos-Serrano, C. Izcapa-<br />
Treviño y E. Bravo Medina. 2004. Identificación de<br />
peligros y riesgos químicos. En: Guía básica para<br />
la elaboración de atlas estatales y municipales de<br />
peligros y riesgos. V. Ramos (coord.). cenapred/<br />
Sistema Nacional de Protección Civil, pp. 251-308.<br />
70 MEDIO FÍSICO
S2<br />
MEDIO SOCIOECONÓMICO
72<br />
Pelecanus occidentalis, Leucophaleus atricilla. Fotografía: Leopoldo Vázquez.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Juan González-García<br />
Víctor Hugo Torres-Preciado<br />
Colima es la cuarta entidad más pequeña del país, en cuanto a superficie<br />
territorial se refiere, con una extensión de 5 627 km 2 . En la entidad el<br />
gobierno y la población, organizadas económicamente, están haciendo<br />
esfuerzos para que el crecimiento socioeconómico pueda desarrollarse<br />
dentro de un esquema de crecimiento en equilibrio con el ambiente. La<br />
presente contribución presenta los principales indicadores poblacionales,<br />
tales como tasas de crecimiento, distribución en el territorio, tasas de<br />
natalidad, morbilidad y mortalidad, así como información sobre las actividades<br />
económicas y productivas que actualmente se desarrollan en el<br />
estado, que de manera intrínseca pudieran representar niveles moderados<br />
de perturbación a la biodiversidad. Las actividades económicas principales,<br />
y por ende donde labora la población económicamente activa, se<br />
han inclinado hacia el sector servicios, por lo que las actividades productivas<br />
primarias y secundarias (agricultura y ganadería, minería e industria,<br />
respectivamente), en donde se realiza un uso intensificado de los<br />
recursos naturales, se han visto reducidas en las últimas fechas.<br />
Los niveles crecientes de alfabetización y escolaridad de la población en<br />
el estado son otros factores que pueden contribuir a la promoción de<br />
prácticas sociales con orientación en la conservación de la biodiversidad.<br />
Incrementos en los niveles de educación de la población, redundan<br />
potencialmente en una mayor conciencia para aspirar a alcanzar el equilibrio<br />
entre los ambientes social y natural, todo dentro de un contexto de<br />
equidad social y medioambiental en este siglo xxi.<br />
González-García, J. y V.H. Torres-Preciado. 2016. Resumen ejecutivo a Medio socioeconómico. En: La Biodiversidad<br />
en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, p. 73.<br />
73
Organización<br />
política<br />
Víctor Hugo Torres-Preciado<br />
En este apartado se describe la organización política del estado, con base<br />
en la división territorial y la estructura de gobierno. Ambos elementos<br />
influyen en las condiciones de biodiversidad de la entidad, de manera<br />
directa, a través de las políticas públicas relacionadas con la protección<br />
al medio ambiente, e indirectamente a partir de su influencia en el sistema<br />
económico y social del estado.<br />
División geopolítica<br />
Colima colinda con Jalisco (al norte, este y oeste), con Michoacán (al<br />
este y sur) y con el océano Pacífico (al sur y oeste) (inegi 2008a). Está<br />
organizado geopolíticamente en diez municipios: Armería, Colima,<br />
Comala, Coquimatlán, Cuauhtémoc, Ixtlahuacán, Manzanillo, Minatitlán,<br />
Tecomán y Villa de Álvarez (figura 1). El municipio con mayor<br />
extensión territorial es Manzanillo, con 1 578 km 2 , y el menor es Minatitlán,<br />
con poco más de 215 km 2 (cuadro 1).<br />
La división política interna está fundamentada en el municipio libre y su<br />
administración recae en el ayuntamiento, las juntas municipales y los<br />
comisarios municipales. El ayuntamiento está conformado por un presidente<br />
municipal, un síndico y regidores elegidos popularmente de<br />
forma directa. Los municipios tienen la obligación de proveer los<br />
siguientes servicios públicos básicos: agua potable y alcantarillado,<br />
74<br />
Torres-Preciado, V.H. 2016. Organización política. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 74-77.
FIGURA 1. División geopolítica y principales localidades de los diez municipios que conforman el estado. Fuente: elaboración propia<br />
con información del INEGI 2010.<br />
Organización política<br />
75
CUADRO 1. uperficie territorial y principales localidades de los municipios del estado. Fuente: elaboración<br />
propia con datos del Censo de Población y Vivienda, INEGI 2010.<br />
Municipio Superficie km 2 Principales localidades<br />
Armería 341.6 Ciudad Armería, Cofradía de Juárez, Rincón de López,<br />
Cuyutlán.<br />
Colima 668.2 Colima, Lo de Villa, Tepames, Estapilla.<br />
Comala 254.0 Comala, Zacualpan, Suchitlán, Cofradía de Suchitlán.<br />
Coquimatlán 320.2 Pueblo Juárez, Jala, Agua Zarca, La Sidra, La Esperanza.<br />
Cuauhtémoc 373.2 Quesería, El Trapiche, Buenavista, Alcaraces.<br />
Ixtlahuacán 468.7 La Presa, Las Conchas, Aquiles Serdán.<br />
Manzanillo 1 578.4 Manzanillo, Santiago, Salahua, Miramar, El Colomo,<br />
Camotlán de Miraflores.<br />
Minatitlán 215.0 Minatitlán, El Poblado, San Antonio, La Loma, La Guásima,<br />
Potrero Grande.<br />
Tecomán 834.7 Tecomán, Cerro de Ortega, Madrid, Caleras, Cofradía de<br />
Morelos.<br />
Villa de Álvarez 428.4 Villa de Álvarez, Juluapan, Pueblo Nuevo, El Mixcoate,<br />
Picachos, Joyitas, Nuevo Naranjal, El Naranjal, La Lima,<br />
Pastores, El Chivato.<br />
alumbrado público, limpieza de espacios públicos,<br />
mercados y centrales de abasto, panteones,<br />
rastros, construcción y manutención de calles,<br />
parques y jardines, así como servicio de seguridad<br />
pública y de tránsito (Constitución Política<br />
del Gobierno del Estado Libre y Soberano de<br />
Colima 2007).<br />
Gobierno<br />
La Carta Magna del Estado de Colima (2007),<br />
establece que el gobierno es republicano, popular<br />
y representativo. Al igual que el poder federal,<br />
el poder supremo de la entidad se divide en<br />
tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El<br />
Ejecutivo está a cargo del gobernador, quien es<br />
elegido por la ciudadanía para un periodo de<br />
seis años; tiene como principales facultades y<br />
obligaciones las que determina la Constitución<br />
y las leyes federales: promulgar, ejecutar y hacer<br />
cumplir las leyes que provienen de la Constitución<br />
del Estado; nombrar a los magistrados del<br />
Supremo Tribunal de Justicia y someterlos al<br />
Congreso para su aprobación; así como enviar<br />
anualmente al congreso local la Ley de Ingresos<br />
y el Presupuesto de Egresos, para su aprobación.<br />
Las acciones del Ejecutivo se apoyan en una<br />
estructura orgánica conformada por las secretarías<br />
de Gobierno, Finanzas, Administración,<br />
Desarrollo Social, Urbano y Rural, Educación,<br />
76 MEDIO SOCIOECONÓMICO
Salud, Fomento Económico, Cultura, Turismo y<br />
de la Juventud, así como de la Procuraduría de<br />
Justicia del Estado (Gobierno del Estado de<br />
Colima 2010).<br />
Por su parte, las funciones del Poder Legislativo<br />
se ejercen en el Congreso del Estado de Colima.<br />
La legislatura se conforma por 19 diputados elegidos<br />
por mayoría relativa y ocho por representación<br />
proporcional, misma que se renueva cada<br />
tres años. Entre sus facultades se encuentran las<br />
que otorga la Constitución Política de los Estados<br />
Unidos Mexicanos, la Constitución del<br />
Estado, las reformas de la propia Carta Magna<br />
estatal, así como la aprobación anual de la Ley<br />
de Ingresos y el Presupuesto de Egresos que<br />
envía el gobernador en turno (Constitución<br />
Política del Gobierno del Estado Libre y Soberano<br />
de Colima 2007).<br />
El Poder Judicial recae en el Supremo Tribunal<br />
de Justicia, los juzgados de Primera Instancia y<br />
Mixtos de Paz. La Ley Orgánica del Supremo<br />
Tribunal y la propia Constitución del Estado<br />
garantizan la independencia de los magistrados<br />
y jueces en el desempeño de sus funciones. Los<br />
magistrados y jueces duran seis años en su cargo<br />
y pueden ser reelectos, cada año deberán elegir<br />
al magistrado presidente o en su caso reelegirlo.<br />
Entre sus principales funciones se encuentran:<br />
resolver los conflictos entre municipios y entre<br />
poderes, actuando como tribunal de apelación o<br />
de última instancia ante negocios civiles o penales<br />
de fuero común, e iniciar leyes ante el Congreso<br />
del Estado.<br />
Referencias<br />
Congreso del Estado. 2007. Constitución Política del<br />
Gobierno del Estado Libre y Soberano de Colima.<br />
En: , última consulta:<br />
26 de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Periódico Oficial del Gobierno del Estado<br />
de Colima. En: , última consulta: 9 de agosto del 2013.<br />
——— . 2010. Plan Estatal de Desarrollo 2009-2015.<br />
En: , última<br />
consulta: 26 de junio de 2015.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />
Informática. 2008a. Anuario Estadístico de Colima,<br />
edición 2006. Mapas. En: , última consulta: 2 de<br />
mayo de 2007.<br />
segob. Secretaría de Gobernación. 2007. Información<br />
del Estado de Colima. Enciclopedia de los Municipios<br />
de México. En: , última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
Organización política<br />
77
Población<br />
José Manuel Orozco-Plascencia<br />
Crecimieno emorfico<br />
Según el xii Censo de Población y Vivienda (inegi 2010), el estado tuvo<br />
una población estimada de 650 555 personas. En términos absolutos la<br />
población de la entidad se incrementó en 82 559 personas entre 2005 y<br />
2010, ya que contaba con 567 966 habitantes en aquel año. Dicho aumento<br />
es resultado de una tasa bruta de natalidad promedio de 19.85 (la tasa<br />
bruta de natalidad se refiere al total de nacimientos por cada mil personas),<br />
así como de una tasa global de fecundidad de 2.2, la cual redundó<br />
en el registro de 13 077 nacimientos en 2010 (cuadro 1).<br />
De acuerdo con las proyecciones del Consejo Nacional de Población<br />
(conapo 2010) se espera que en el año 2030 la población alcance la cifra<br />
de 891 050 habitantes, esto generará efectos graduales en el crecimiento<br />
demográfico, la distribución por edades y géneros, la proporción urbano-rural,<br />
la densidad poblacional, las comunidades indígenas y el nivel<br />
de bienestar de la sociedad colimense (conapo 2010).<br />
En el ámbito nacional Colima es la segunda entidad menos habitada,<br />
sólo está por debajo de Baja California Sur, con 0.3% de la superficie<br />
total del territorio nacional, lo que equivale a una extensión geográfica<br />
de 5 627 km 2 . Cabe recordar que Colima es la cuarta entidad más<br />
pequeña del país, superando solamente a Tlaxcala, Morelos y el Distrito<br />
Federal (inegi 2010).<br />
78<br />
Orozco-Plascencia, J.M. 2016. Población. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />
pp. 78-85.
CUADRO 1. Población absoluta y densidad de población, por municipios del estado, 2010.<br />
Fuente: elaboración propia con datos del Censo de Población y Vivienda, INEGI 2010.<br />
Municipio<br />
Población<br />
Extensión<br />
territorial<br />
(km 2 )<br />
Extensión<br />
territorial<br />
(% municipal)<br />
Densidad de<br />
población<br />
(personas/km 2 )<br />
Categoría de<br />
densidad<br />
municipal<br />
Armería 28 695 341.6 6.2 84 5<br />
Colima 146 904 668.2 12.2 220 2<br />
Comala 20 888 254.0 4.7 82 6<br />
Coquimatlán 19 385 320.2 5.9 61 8<br />
Cuauhtémoc 27 107 373.2 6.8 73 7<br />
Ixtlahuacán 5 300 468.7 8.6 11 10<br />
Manzanillo 161 420 1 578.4 28.9 102 4<br />
Minatitlán 8 174 215.0 3.9 38 9<br />
Tecomán 112 726 834.7 15.3 135 3<br />
Villa de Álvarez 119 956 428.4 7.9 280 1<br />
Total 650 555 5 455 100.0 119 —<br />
Conforme al Censo de Población y Vivienda<br />
(inegi 2010) en las últimas décadas la tasa de<br />
crecimiento poblacional del estado ha mostrado<br />
caídas discrecionales que permiten entender su<br />
dinamismo demográfico.<br />
que Comala y Cuauhtémoc tuvieron las tasas<br />
más bajas con 1.3 y 1.1, respectivamente.<br />
Distribución por edades<br />
De 1950 a 1980 tuvo un crecimiento promedio<br />
de 3.8, entre 1980 y 2000 bajó a 2.3, mientras<br />
que en el periodo 2000-2005 declinó hasta 0.9,<br />
por debajo del crecimiento nacional que fue de<br />
1.15, y para el periodo 2005-2010 la tasa de crecimiento<br />
fue de 2.7, superando la media nacional<br />
que también se incrementó a 1.69 (figura 1).<br />
Con respecto al crecimiento promedio anual de<br />
las poblaciones municipales, Villa de Álvarez,<br />
Manzanillo y Armería presentaron los mayores<br />
rangos de crecimiento entre 2005 y 2010, con<br />
tasas de 3.6, 3.2 y 2.8, respectivamente, mientras<br />
Colima ha sufrido transformaciones sustanciales<br />
en la estructura de edades de su población.<br />
En 2005 el grupo de edad de 25 a 49 años fue el<br />
más importante, al incluir 33.8% de la población<br />
colimense. Mientras tanto, las categorías de 0 a<br />
4 y de 5 a 14 años representaron 9.1% y 18.8%,<br />
respectivamente. Para el año 2010 el grupo de<br />
edad de 25 a 49 fue de nuevo el más importante<br />
al incluir a 35.3% de la población colimense.<br />
Mientras tanto, las categorías de 0 a 4 y de 5 a 14<br />
años presentaron una disminución, al representar<br />
8.9% y 18.3%, r espectivamente (figura 2).<br />
Los resultados anteriores permiten identificar<br />
Población<br />
79
FIGURA 1. Tasa de crecimiento media anual de la población del estado, 1950-2010. Fuente: INEGI, Censos de<br />
Población y Vivienda, 1950-2010.<br />
FIGURA 2. Pirámide poblacional por sexos. Fuente: INEGI, anorama ociodemogrfico de Colima .<br />
80 MEDIO SOCIOECONÓMICO
que los grupos de menor edad están reduciendo<br />
la estructura piramidal de edades.<br />
Estas modificaciones son producto de la disminución<br />
en la tasa global de fecundidad en la<br />
entidad, ya que entre los años 2000 y 2012, ésta<br />
pasó de 2.6 a 2.2 hijos por mujer. La caída significativa<br />
del índice de relaciones de dependencia<br />
de la población es un dato ilustrativo del impacto<br />
que ha generado la reducción de la población<br />
menor de 15 años; mientras que en 1990 tal<br />
índice tenía un valor de 79.6, en 2005 su valor<br />
decreció a 61.5, y en 2010 su valor se redujo a 55,<br />
es decir, se ha estado reduciendo el número de<br />
personas menores a 14 años y mayores a 65 años,<br />
quienes dependen de la población ocupada de<br />
15 a 64 años (inegi 2010).<br />
Distribución por géneros<br />
En términos de distribución de género la población<br />
femenil casi siempre ha sido mayor que la<br />
varonil. A nivel nacional las mujeres representaron<br />
51.2% del total de la población en 2010. El<br />
estado ha seguido muy de cerca este patrón, ya<br />
que el sexo femenino significó 50.4% en el año<br />
de referencia (inegi 2010).<br />
En el contexto municipal se observa que Manzanillo<br />
concentró 50.2% de población masculina,<br />
mientras que en Minatitlán, 51.3% de su<br />
población estaba conformada por hombres. En<br />
Colima y Villa de Álvarez la población femenil<br />
significó 51.3%, porcentaje ligeramente superior<br />
al promedio nacional (inegi 2011).<br />
FIGURA 3. Población urbana, 2005. Fuente: INEGI 2010.<br />
Población<br />
81
Población urbana y rural<br />
Se considera una población rural cuando una<br />
localidad cuenta con menos de 2 499 habitantes,<br />
y una urbana al ser mayor que tal cantidad<br />
(inegi 2010). La tasa de crecimiento de la población<br />
rural ha disminuido gradualmente hasta<br />
alcanzar valores negativos: pasó de 1.5 a -0.3,<br />
entre 1950 y 2005, dicha disminución continuó<br />
para el periodo de 2005-2010, donde la tasa fue<br />
de -1.9 (figura 3). En cambio, la población<br />
urbana ha seguido un proceso acelerado de crecimiento,<br />
permaneciendo alto entre 1950 y 1970<br />
(4.8%), para después disminuir gradualmente a<br />
3.6 en 1990, 1.5 en 2005 y 0.2 en 2010.<br />
En 1960 se rebasa por primera vez el umbral de<br />
la población mayoritariamente urbana, con<br />
50.7% de participación. Para el año 2010, el<br />
estado tenía una población urbana de 88.7%,<br />
misma que habitaba en 15 localidades mayores a<br />
los 2 500 habitantes. En el municipio de Villa de<br />
Álvarez la población urbana equivalía a 98% de<br />
su población total, las más alta de la entidad,<br />
seguido por Colima con 93.5%. Mientras que el<br />
municipio de Ixtlahuacán pasó de ser un municipio<br />
netamente rural a tener un 51.2 de población<br />
urbana en 2010, debido a que en 2005 su<br />
población total era menor a los 2 500 habitantes<br />
(inegi 2010).<br />
Distribución y densidad<br />
de población<br />
La población de Colima está compuesta por 10<br />
municipios que se encuentran distribuidos en<br />
5 455 km 2 . La mayor concentración (83.1%)<br />
se ubica en cuatro municipios (Manzanillo,<br />
Colima, Villa de Álvarez y Tecomán). A nivel<br />
municipal la distribución territorial es dispareja,<br />
ya que tres municipios se encuentran localizados<br />
FIGURA 4. Densidad de población, por municipio del estado, 2010. Fuente: INEGI 2010.<br />
82 MEDIO SOCIOECONÓMICO
en 56.4% de la superficie territorial estatal; Manzanillo<br />
ocupa la primera posición al contar con<br />
1578.4 km 2 , seguido por Tecomán con 834.7 km 2<br />
y Colima con 668.2 km 2 . En contraste, los municipios<br />
de Minatitlán y Comala son los más<br />
pequeños de la entidad, representando 3.9 y 4.7%<br />
de la superficie total.<br />
En el ámbito nacional, en 2010 Colima contó<br />
con una densidad de población de 116 habitantes<br />
por km 2 , ubicándose entre las 10 entidades<br />
más densamente pobladas del país (inegi 2010).<br />
Del total de sus municipios sólo dos de ellos se<br />
encuentran por debajo de la densidad promedio<br />
del país: Villa de Álvarez ocupa la primera posición<br />
en el estado al concentrar a 280 personas<br />
por km 2 (figura 4), seguido por Colima y Tecomán<br />
con 220 y 135 personas por km 2 , respectivamente.<br />
Los municipios con menor densidad<br />
en el estado son: Ixtlahuacán, que sólo presenta<br />
11 personas por km 2 , y Minatitlán, con 38 habitantes<br />
por km 2 .<br />
Población indígena<br />
De acuerdo con el documento Diversidad biológica<br />
de México: estudio de país (conabio 1998),<br />
México cuenta con un mosaico étnico y cultural<br />
muy rico y variado que está compuesto por más<br />
de 60 grupos indígenas, de los cuales 65% está<br />
concentrado en los estados de Oaxaca, Chiapas,<br />
Quintana Roo y Yucatán. En contraste con esos<br />
estados, en Colima sólo 4 089 personas mayores<br />
a cinco años hablaban alguna lengua indígena,<br />
lo que representa 0.6% del total de población y<br />
1% de la población de cinco años y más en la<br />
entidad (inegi 2010), de ellos, 34.8% lo hacían<br />
en náhuatl, 19.4% en mixteco, 9.9% en purépecha,<br />
7.0% en zapoteco, 2.5% en mazahua,<br />
1.3% en otomí, 1.3% en amuzgo y 1.2% en maya.<br />
La población de habla indígena se encuentra<br />
distribuida espacialmente en los 10 municipios<br />
del estado. Por ejemplo, Tecomán y Manzanillo<br />
son las localidades que concentran la mayor<br />
cantidad de indígenas, con 39.5 y 28.6% del total<br />
estatal. Por su parte, Ixtlahuacán, Coquimatlán<br />
y Armería presentaron un número reducido de<br />
población indígena; 0.2, 0.7 y 3%, respectivamente,<br />
con respecto al total estatal, siendo los<br />
municipios con menos indígenas.<br />
Con respecto a la estructura de edades, son personas<br />
de entre 30 y 64 años y 57% corresponden<br />
al sexo masculino. Cabe destacar que la población<br />
indígena en Colima disminuyó de<br />
3 971 a 2 889 entre 1980 y 2005, lo que representó<br />
una baja de casi 1 000 personas en un<br />
lapso de 25 años, no obstante, en el periodo de<br />
2005 a 2010 hubo un incremento a 4 089, es<br />
decir, 1 200 personas en un periodo de tiempo<br />
relativamente corto (inegi 2010).<br />
Nivel de bienestar<br />
de la población<br />
El bienestar social en México no ha sido igual<br />
para todos sus habitantes. En 2010, de acuerdo<br />
con cifras del Consejo Nacional de Evaluación<br />
de la Política de Desarrollo Social (coneval), a<br />
nivel nacional la población en condiciones de<br />
pobreza fue de 52.1 millones de personas, de los<br />
cuales 12.8 millones se encontraban en condiciones<br />
de pobreza extrema, lo que representó<br />
46.3 y 11.4 por ciento del total de la población.<br />
Colima, con respecto a las 32 entidades de la<br />
Población<br />
83
República Mexicana ocupó el lugar número 25,<br />
en porcentaje de población en pobreza, y el<br />
30 en porcentaje de población en pobreza<br />
extrema. Por lo tanto, se ubica dentro de las<br />
10 entidades con menor pobreza en el país.<br />
En Colima 32.3% de la población vive en condiciones<br />
de pobreza moderada, y sólo 2.5% en<br />
pobreza extrema. En lo referente a los indicadores<br />
de marginación (conapo 2010), en el año<br />
2010 el índice de marginación del estado fue de<br />
-1.10, contando con cuatro municipios (Colima,<br />
Cuauhtémoc, Manzanillo y Villa de Álvarez)<br />
con grados muy bajos de marginación, cuatro<br />
más (Comala, Coquimatlán, Minatitlán y Tecomán)<br />
con grados bajos de marginación, y sólo<br />
dos (Armería e Ixtlahuacán) con grados medios<br />
de marginación (conapo 2010), destacando que<br />
no existe en la entidad algún municipio considerado<br />
de alta o muy alta marginación.<br />
El grado de marginación está sustentado por los<br />
siguientes indicadores de bienestar social: en<br />
2010 existían en el estado 180 488 viviendas, de<br />
las cuales 95.7% eran consideradas como casas<br />
independientes, 98.4% tenía agua entubada,<br />
98.5% contaba con drenaje, 99.0% con energía<br />
eléctrica, 95.5% con piso diferente de tierra y<br />
98.7% con sanitario. Todos estos indicadores<br />
ubican a Colima entre los estados con mayor<br />
bienestar social.<br />
Con respecto a la disponibilidad de bienes, en<br />
2010, 95.3% de los hogares tenía una televisión,<br />
92.4% un refrigerador, 72.1% lavadora y 33%<br />
contaba con una computadora (inegi 2010). En<br />
2010, de acuerdo al coneval, se destinaron<br />
recursos para 50 programas o acciones encaminados<br />
a mejorar el desarrollo social en la entidad,<br />
de los cuales cuatro fueron destinados a<br />
mejorar la alimentación, 14 estuvieron enfocados<br />
al bienestar económico, 13 para educación,<br />
dos del ramo de la salud, cuatro para la mejora<br />
del medio ambiente, tres para el combate a la<br />
discriminación, uno para mejorar las condiciones<br />
laborales y cinco para la mejora de las condiciones<br />
de vivienda, ejerciendo para dicho año<br />
563.59 millones de pesos en este tipo de programas.<br />
Referencias<br />
conabio. <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y<br />
Uso de la Biodiversidad. 1998. La diversidad biológica<br />
de México: estudio de país. México.<br />
conapo. Consejo Nacional de Población. 2010. En:<br />
,<br />
última consulta:<br />
10 de agosto de 2013.<br />
——— . 2010. Índice de Marginación. En: ,<br />
última consulta: 20 de julio del 2015.<br />
——— . 2010. Índices de marginación a nivel localidad<br />
en 2005. En: , última consulta: 26<br />
de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Situación demográfica de México. En:<br />
,<br />
última consulta:<br />
26 de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Situación demográfica de México. En:<br />
,<br />
última consulta:<br />
20 de julio del 2015.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />
2010. En:
TabuladosBasicos/Default.aspx?c=27303&s=est>,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. En: ,<br />
última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. Censo de Población y Vivienda. En:<br />
,<br />
última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. Esperanza de Vida. En: , última consulta: 26 de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Panorama Sociodemográfico de Colima.<br />
En: ,<br />
última consulta: 26 de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Panorama sociodemografico de Colima.<br />
En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
Población<br />
85
Salud<br />
José Manuel Orozco-Plascencia<br />
La salud es un indicador que incide directamente en el bienestar social de<br />
la población, incluso es tomado, junto con la educación y el ingreso,<br />
como un componente para medir el índice de desarrollo humano. Según<br />
el inegi, en el 2010, 97.87% de la población del estado era derechohabiente<br />
de una instancia de salud, ocupando el lugar 20 entre los 32 estados<br />
de la República Mexicana (inegi 2010). Este espacio ofrece la<br />
oportunidad de analizar temáticas puntuales relacionadas con el progreso<br />
de la salud, como esperanza de vida, mortalidad y morbilidad.<br />
Esperanza de vida<br />
La esperanza de vida es un indicador que permite identificar la cantidad<br />
de años promedio que viven las personas de cierta población, ello en<br />
función de su contexto socioeconómico. En México la esperanza de vida<br />
en 1930 era de 35.9 años, en 1980 de 67.0; para el 2010, según el inegi,<br />
este indicador fue de 77 años para las mujeres y de 71 para los hombres;<br />
en 2013 permaneció casi igual para las mujeres pero se ubicó en 72 años<br />
para los hombres (inegi 2010) Este crecimiento gradual ha sido motivado<br />
principalmente por los avances y la mejora de las condiciones de la<br />
salud de la población mundial. La esperanza de vida en el estado, en<br />
2010, se encontraba por encima del promedio nacional de 75.4 años, ya<br />
que fue de 76.5 años (conapo 2010).<br />
86 Orozco-Plascencia, J.M. 2016. Salud. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 86-89.
Mortalidad<br />
La mortalidad es una variable que permite identificar<br />
el número de personas que fallecen en un<br />
periodo dado y en una localidad determinada.<br />
Por ejemplo, del 2000 al 2010 fallecieron en<br />
México un promedio anual de 510 667 personas,<br />
presentándose la incidencia más alta en el 2010,<br />
con 592 018 decesos, de los cuales 16.94% fueron<br />
causados por enfermedades del corazón, 15.02%<br />
por tumores malignos, 12.88% por diabetes y<br />
6.89% por accidentes (inegi 2010).<br />
A nivel nacional, en 2010 la primera causa de<br />
muerte fueron las enfermedades del corazón<br />
con 17.4%, la segunda causa fue la diabetes con<br />
13.8%; este último dato es diferente al de<br />
Colima, ya que la segunda causa de muerte en el<br />
estado han sido por los tumores malignos (inegi<br />
2010) (cuadro 1).<br />
De acuerdo con información de la conapo, la<br />
tasa bruta de mortalidad del estado, entre 2000<br />
y 2010, casi se mantuvo estable (5.0 y 5.35, respectivamente),<br />
con un registro aproximado de<br />
cinco defunciones por cada 1 000 habitantes.<br />
Dicha tasa es muy parecida al promedio nacional<br />
de 4.8, ubicando a la entidad en el lugar<br />
número 15. En 2010 la mortalidad infantil en el<br />
estado fue de 3 223 defunciones, 5.6% correspondieron<br />
a menores de 15 años. De éstos, siete<br />
de cada 10 fueron menores de un año de edad.<br />
CUADRO 1. Defunciones generales y sus principales causas, 2010. Fuente: INEGI 2010.<br />
Causa Colima Estructura %<br />
Enfermedades del corazón<br />
546 16.94<br />
Tumores malignos 484<br />
Diabetes mellitus 415<br />
Accidentes 222<br />
15.02<br />
12.88<br />
6.89<br />
Enfermedades del hígado<br />
Enfermedades cerebrovasculares<br />
Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas<br />
Ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal<br />
Influenza y neumonía<br />
Desnutrición y otras deficiencias nutricionales<br />
179 5.55<br />
139 4.31<br />
90 2.79<br />
64 1.99<br />
69 2.14<br />
59 1.83<br />
Otras causas<br />
Total<br />
525<br />
3 233<br />
16.29<br />
100.00<br />
Salud<br />
87
Por otra parte, se estima que la tasa de mortalidad<br />
infantil para 2010, en el estado, fue de 10.8<br />
muertes de menores de un año por cada mil<br />
nacidos vivos, tres veces menor a la registrada<br />
en 1990, que fue cerca de 35 defunciones por<br />
cada mil. La mortalidad infantil en el estado no<br />
observa diferencias significativas por sexo: la<br />
tasa de mortalidad de los niños es tan sólo 0.8%<br />
más alta que la de niñas, sin embargo, por municipio<br />
solamente es mayor en Cuauhtémoc<br />
(14.7%), Colima (8.8%) y Tecomán (0.7%,) ya<br />
que en la mayoría de los otros municipios fallecieron<br />
más niñas; además, no hubo fallecimientos<br />
del sexo masculino menores de un año en<br />
Ixtlahuacán ni del sexo femenino en Cuauhtémoc,<br />
en ese mismo periodo. Los municipios de<br />
Manzanillo, Armería y Minatitlán presentan<br />
los niveles más altos de mortalidad infantil<br />
CUADRO 2. Distribución porcentual de las principales causas de muerte por grupos de edad, 2010. Fuente:<br />
elaboración propia con datos del Anuario Estadístico del Estado de Colima 2010.<br />
Grupos de edad y causas de muerte Porcentaje %<br />
Menores de 1 año 100.00<br />
Ciertas afecciones originadas en el periodo perinatal 50.00<br />
Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas 27.30<br />
Desnutrición y otras deficiencias nutricionales 3.10<br />
Influenza y neumonía 3.10<br />
Las demás causas 16.50<br />
1 a 4 años 100.00<br />
Accidentes 35.70<br />
Tumores malignos 7.10<br />
Influenza y neumonía 7.10<br />
Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas 7.10<br />
Las demás causas 43.00<br />
5 a 14 años 100.00<br />
Accidentes 15.40<br />
Tumores malignos 11.50<br />
Anemias 11.50<br />
Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas 11.50<br />
Las demás causas 50.10<br />
88 MEDIO SOCIOECONÓMICO
(11.1, 10.8 y 9.8 por ciento, respectivamente). En<br />
contraste, el municipio de Colima registra la<br />
tasa más baja, 6.8 por ciento. En Colima, durante<br />
2010, las causas principales de defunción entre<br />
recién nacidos y niños de 14 años fueron: afecciones<br />
originadas en el periodo perinatal,<br />
accidentes, malformaciones congénitas, deformidades<br />
y anomalías cromosómicas, el grupo<br />
de desnutrición y deficiencias nutricionales, y el<br />
grupo de influenza y neumonía (cuadro 2).<br />
Morbilidad<br />
La morbilidad es el estudio de los efectos de una<br />
enfermedad en una población, tomando en<br />
cuenta la proporción de personas que se enferman<br />
en un sitio y tiempo determinados, e indicando<br />
aquellas enfermedades más recurrentes<br />
por las que un paciente egresa de un hospital.<br />
Por ejemplo, en 2010 la tasa de morbilidad más<br />
alta del país fue causada por las infecciones respiratorias<br />
y agudas, ya que debido a estas afecciones<br />
egresaron del hospital 28 millones 366 695<br />
pacientes.<br />
La segunda causa de morbilidad fue originada<br />
por infecciones intestinales y las mal definidas<br />
por otros organismos, al presentarse 4 millones<br />
923 459 personas; por último, la tercera y cuarta<br />
razones fueron las infecciones de vías urinarias<br />
y las úlceras gástricas, con 3 millones 671 340 y<br />
1 millón 564 669 salidas, respectivamente. Las<br />
tasas de morbilidad menores a mil personas se<br />
presentaron en enfermedades como: amibiasis<br />
intestinal, otitis media aguda, hipertensión<br />
arterial, diabetes, varicela, gingivitis, asma,<br />
intoxicación por picadura de alacrán, faringitis<br />
y amigdalitis, entre otras (Salud 2010).<br />
En total, en el país se registraron 45 millones<br />
080 477 entradas al hospital en 2010. En Colima<br />
los porcentajes más altos de morbilidad hospitalaria<br />
se registraron de la siguiente forma: 47.3%<br />
por embarazo, parto y puerperio; 4.9% por<br />
traumatismo y envenenamiento; 5.2% por enfermedades<br />
del sistema circulatorio; 3.9% debidas<br />
a enfermedades del sistema urinario y 3.8% por<br />
diabetes mellitus (Salud 2010).<br />
Referencias<br />
Congreso del Estado. 2010. Periódico Oficial del Gobierno<br />
del Estado de Colima. En: , última consulta: 9 de<br />
agosto del2013.<br />
——— . Plan Estatal de Desarrollo 2009-2015. En:<br />
, última consulta:<br />
26 de junio de 2015.<br />
Salud<br />
89
Educación<br />
José Manuel Orozco-Plascencia<br />
La educación es un componente fundamental para el desarrollo armónico<br />
de las sociedades y es un instrumento que también ha sido utilizado para<br />
medir el índice de desarrollo humano de las naciones. México presentó<br />
un índice de educación de 0.8190 en 2005, mientras que Colima hizo lo<br />
propio con 0.8325, valor por arriba del nacional, situándose en el sitio 14<br />
en el país (pnud 2005). A continuación se presentan algunos datos sobre<br />
el alfabetismo, la escolaridad y escolarización, así como sobre la educación<br />
ambiental en el estado.<br />
Alfabetismo<br />
Se considera alfabeto a una persona mayor de 15 años que tiene la capacidad<br />
de leer y escribir. En 2010 la tasa de alfabetismo en México era de<br />
93.1% pero 6.9% era considerado como analfabeto porque no contaba con<br />
instrucción. Por su parte, el estado presentó un incremento en su nivel de<br />
alfabetismo al pasar de 93% en 2005, a 94.9% en 2010. Sin embargo, 14.3%<br />
de esa población tiene la primaria incompleta, 5.1% la secundaria y 19.5%<br />
no tiene el bachillerato concluido (inegi 2010). Cabe señalar que el analfabetismo<br />
tiene mayor incidencia en las mujeres, ello en el contexto nacional.<br />
En el año de 2010, 8.1% de las mujeres mayores de 15 años no tenían<br />
instrucción básica (primaria y secundaria), mientras que para los hombres<br />
el parámetro fue de 5.6%. En Colima el dato es similar, ya que la<br />
condición de analfabetismo se presenta más acentuada para las mujeres,<br />
90<br />
Orozco-Plascencia, J.M. 2016. Educación. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />
pp. 90-94.
con 5.53%, mientras que en los hombres es de<br />
5.34%.<br />
Con respecto a las condiciones de alfabetismo,<br />
según la estructura de edades en el estado, el<br />
grupo de edad entre 15 y 19 años es el más alfabetizado,<br />
con 98.08%, mientras que el menos<br />
alfabetizado es el de 65 y más años con 75.81%<br />
(inegi 2010) (cuadro 1).<br />
Escolaridad<br />
El grado de escolaridad de la población mexicana<br />
pasó de 8.1 años, en 2005, a 8.6 años. En<br />
Colima pasó de 8.4 a 9 años en promedio, en el<br />
mismo lapso (inegi 2005, 2010). Aunque las<br />
cifras para la entidad son ligeramente más<br />
altas que los valores nacionales, aún falta<br />
mucho para alcanzar los niveles que presentan<br />
otros estados de la república mexicana, como<br />
el Distrito Federal y Nuevo León (10.5 y 9.8<br />
grados de escolaridad, respectivamente). En<br />
cuanto a género, los hombres presentan un<br />
grado mayor de escolaridad que las mujeres en<br />
el ámbito nacional: en 2010 los primeros<br />
tenían 8.7 y las segundas 8.4 años, mientras<br />
que en Colima las cifras para los hombres y las<br />
mujeres tienden a emparejarse (8.9 y 8.7 años,<br />
respectivamente).<br />
CUADRO 1. Población de 15 años y más, por grupo quinquenal de edad, según condición de alfabetismo y<br />
sexo. Fuente: elaboración propia con datos del Anuario Estadístico del Estado de Colima 2010.<br />
Grupo<br />
de edad<br />
Total<br />
Alfabeta Analfabeta No especificado<br />
%<br />
Hombres Mujeres<br />
Total Hombres Mujeres Hombres Mujeres<br />
Alfabetas<br />
15 a 19 62 323 30 838 30 294 98.1 61 132 523 274 182 212<br />
20 a 24 60 070 28 757 29 962 97.8 58 719 569 409 161 212<br />
25 a 29 53 136 25 228 26 591 97.5 51 819 659 430 107 121<br />
30 a 34 50 521 23 693 25 200 96.8 48 893 792 587 105 144<br />
35 a 39 48 863 23 049 24 301 96.9 47 350 721 593 98 101<br />
40 a 44 41 432 19 284 20 480 96.0 39 764 727 782 90 69<br />
45 a 49 35 812 16 653 17 403 95.1 34 056 783 830 69 74<br />
50 a 54 30 917 14 362 14 625 93.8 28 987 815 974 70 71<br />
55 a 59 23 301 10 677 10 564 91.2 21 241 845 1 089 59 67<br />
60 a 64 18 355 7 967 8 119 87.6 16 086 914 1 238 58 59<br />
65<br />
y más<br />
40 373 14 918 15 689 75.8 30 607 4 161 5 141 205 259<br />
Total 465 103 215 426 223 228 94.3 438 654 11 509 12 347 1 204 1 389<br />
Educación<br />
91
Con respecto a la escolarización, en el ciclo<br />
escolar 2010-2011 estaban registrados como inscritos<br />
en el estado 133 614 alumnos en educación<br />
básica (preescolar primaria y secundaria),<br />
en media superior había 31 532 alumnos y en el<br />
nivel superior 18 259.<br />
En el año 2010 la matrícula escolar, en educación<br />
preescolar, era de 23 769, 77 035 en pri maria,<br />
32 810 en secundaria, 1 878 en profesional-técnico,<br />
23 654 en bachillerato, 1 437 en la normal<br />
de maestros, 16 822 en licenciatura y 815 en posgrado<br />
(inegi 2010).<br />
programas académicos, en la capacitación para el<br />
manejo ambiental y en la promoción de valores y<br />
aptitudes ambientales en la comunidad universitaria.<br />
El ceugea, además, realiza diplomados,<br />
cursos y talleres para la incorporación ambiental<br />
en programas de educación media superior y<br />
seminarios con perspectiva ambiental en la educación<br />
superior. Asimismo, cuenta con programas<br />
de liderazgo ambiental, seminarios de<br />
ecología y sobre el manejo de áreas verdes (ceugea<br />
2009). Este proyecto se aborda en el apartado<br />
Gestión ambiental en la Universidad de Colima,<br />
que se incluye en esta obra.<br />
Educación ambiental<br />
Según Castro y Balzaretti (2000):<br />
La educación ambiental es un enfoque en el que,<br />
mediante diversos procesos se aclaran conceptos<br />
y se reconocen valores para fomentar las destrezas<br />
y actitudes que conducen a una relación equilibrada<br />
con el entorno, para la toma de decisiones<br />
y ejecución de acciones. Es un instrumento privilegiado<br />
que instituye una nueva ética que<br />
puede ser abordada por la pedagogía desde tres<br />
ámbitos: la educación formal (impartida en las<br />
escuelas); la informal (se promueve en la cotidianidad)<br />
y la no informal (procesos educativos al<br />
margen de la escuela).<br />
En el estado existen esfuerzos por promover los<br />
tres ámbitos educativos ambientales anteriormente<br />
referidos. Por ejemplo, en el terreno formal<br />
la Universidad de Colima cuenta con un<br />
Centro Universitario de Gestión Ambiental<br />
(ceugea), el cual tiene como objetivos los siguientes:<br />
incidir en los contenidos transversales de los<br />
Desde el punto de vista de la educación no<br />
informal, instancias de gobierno como el Departamento<br />
de Educación y Capacitación Ambiental<br />
de la Secretaría de Medio Ambiente y<br />
Recursos Naturales (semarnat), delegación<br />
Colima, coordina y desarrolla proyectos de formación<br />
y capacitación para mejorar la calidad<br />
en la gestión pública que llevan a cabo funcionarios<br />
del sector ambiental, la formación de<br />
promotores ambientales, el uso de alternativas<br />
más amigables con el medio ambiente, etc. Además,<br />
impulsa toda iniciativa que provenga de<br />
los jóvenes, las organizaciones sociales y la ciudadanía,<br />
que en general promueva la participación<br />
ciudadana y el desarrollo de la cultura<br />
ambiental (semarnat 2008).<br />
De acuerdo con información del Plan de Educación<br />
Ambiental para el Estado de Colima<br />
(Dirección Estatal de Ecología 2007), el Comité<br />
Estatal de Educación Ambiental para el Desarrollo<br />
Sustentable, abre convocatorias para apoyar<br />
a diferentes instituciones y organizaciones<br />
no gubernamentales, en la realización de proyectos<br />
que promuevan acciones para impulsar<br />
92 MEDIO SOCIOECONÓMICO
una cultura de respeto y cuidado del ambiente<br />
en la sociedad colimense. Utiliza como herramientas<br />
fundamentales la educación ambiental,<br />
la capacitación para el desarrollo sustentable y la<br />
comunicación educativa.<br />
De igual forma, la Dirección Estatal de Ecología<br />
de la Secretaría de Desarrollo Urbano del<br />
Gobierno del Estado de Colima (2007) promueve<br />
la educación ambiental, a través de concursos<br />
como el Séptimo Premio Estatal de<br />
Ecología “Dr. Miguel Álvarez del Toro”, en reconocimiento<br />
a quienes realicen o hayan realizado<br />
acciones relevantes en materia de protección,<br />
conservación y mejoramiento del ambiente, así<br />
como el manejo sustentable de los recursos<br />
naturales. Además, su sitio electrónico contiene<br />
una bitácora ambiental sobre el Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico de la Subcuenca<br />
Laguna de Cuyutlán.<br />
En lo que respecta a la educación informal, existen<br />
grupos de la sociedad civil que buscan ampliar<br />
el conocimiento ambiental de la entidad, entre<br />
ellos Bios-Iguana, organización que busca difundir<br />
la legislación en materia de preservación y<br />
cuidado del medio ambiente. Bios-Iguana<br />
actualmente administra el Museo de la Iguana,<br />
trabaja en brigadas de apoyo para la conservación<br />
de las tortugas marinas y realiza semanas<br />
de apoyo a la biodiversidad en los municipios de<br />
Colima.<br />
Finalmente, se presentan ejemplos de proyectos<br />
de educación ambiental que han sido aprobados<br />
por el Congreso del Estado de Colima, aunque<br />
con asignaciones modestas de recursos (aproximadamente<br />
medio millón de pesos para estos<br />
proyectos):<br />
• Secretaría de Desarrollo Urbano: a) cursotaller<br />
Actualización en educación ambiental,<br />
dirigido a docentes de nivel preescolar;<br />
b) reunión para diseñar la campaña práctica<br />
Cómo mejorar el ambiente en nuestro<br />
hogar; c) cursos-talleres Formación de promotores<br />
ambientales e Introducción a la<br />
comunicación ambiental.<br />
• semarnat: aplicación del curso-taller<br />
Encaucemos el agua.<br />
• Talleres del Instituto Tecnológico de Colima:<br />
a) Capacitación para la gestión integral de<br />
los residuos sólidos (Comala); b) Formación<br />
de jóvenes promotores ambientales; c) Jóvenes<br />
por un consumo sustentable.<br />
• ceugea de la Universidad de Colima:<br />
a) campaña Promoción de la Carta de la<br />
Tierra en el estado de Colima y b) Encuentro<br />
juvenil proambiental.<br />
• Bios-Iguana, A.C: Formación de promotores<br />
ambientales comunitarios.<br />
• Delegación Federal de semarnat en<br />
Colima: eventos masivos de cultura ambiental<br />
y plantación de árboles, en el marco del<br />
programa Pro-Árbol.<br />
Referencias<br />
Castro, E. y K. Balzaretti. 2000. La educación ambiental<br />
no formal, posibilidades y alcances. Educar 13. En:<br />
,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
ceugea. Centro Universitario de Gestión Ambiental.<br />
2009. Universidad de Colima. En: , última<br />
consulta: 20 de julio de 2015.<br />
Educación<br />
93
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />
Informática. 2005. En: , última<br />
consulta: 20 de julio de 2015.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />
2010. En: ,<br />
última consulta: 20<br />
de julio de 2015.<br />
——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. Censo de Población y Vivienda. En:<br />
,<br />
última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />
2010. Esperanza de Vida. En: ,<br />
última consulta: 26 de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Panorama Sociodemográfico de Colima.<br />
En: ,<br />
última consulta: 26 de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Panorama sociodemográfico de Colima.<br />
En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
pnud. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.<br />
2005. Informe sobre Desarrollo Humano<br />
México 2004: el reto del desarrollo local. Mundi-Prensa.<br />
México.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2008. Delegación Colima. En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
94 MEDIO SOCIOECONÓMICO
Economía<br />
Víctor Hugo Torres-Preciado<br />
En este apartado se describen las principales características económicas<br />
del estado, las cuales permiten contextualizar al sociosistema asociado a<br />
la biodiversidad de la entidad. Para tal efecto es necesario entender a la<br />
economía estatal como un sistema en el que interactúan empresas, consumidores<br />
y gobierno, para producir bienes y servicios que satisfacen las<br />
diferentes necesidades de la sociedad. Para caracterizar dicho sistema se<br />
utilizaron dos variables: la producción de bienes y servicios, y el nivel de<br />
empleo. Se parte de reconocer que la producción de bienes y servicios se<br />
lleva a cabo mediante la utilización de los factores de la producción, trabajo,<br />
capital y tierra. Este último factor, directamente relaciona la economía<br />
con la biodiversidad, a partir del aprovechamiento de los recursos<br />
naturales. Para este estudio se utilizaron datos del periodo 2006-2010.<br />
Distribución del producto interno bruto (PIB)<br />
y la población ocupada (PO) por sector<br />
Una forma de conocer si el sistema económico funciona adecuadamente<br />
es observando el comportamiento, a través del tiempo, del nivel de producción<br />
de bienes y servicios. Esto se puede evaluar mediante la utilización<br />
del producto interno bruto (pib); este indicador mide la producción<br />
total de bienes y servicios finales de las unidades económicas ubicadas al<br />
interior del estado, a precios de mercado.<br />
Torres-Preciado, V.H. 2016. Economía. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />
pp. 95-100.<br />
95
Al respecto, en la figura 1 se muestra que el pib<br />
de la entidad ha evolucionado favorablemente<br />
durante el periodo de 2006 a 2010 (el pib se ha<br />
calculado a precios del 2003), siendo entonces<br />
el pib real (producción de bienes y servicios<br />
finales producidos en un país) lo que se describe<br />
en esa gráfica. El cálculo del pib real consiste<br />
en dividir el pib nominal (valor total de los<br />
bienes y servicios a precios de cada año) entre<br />
un ipc (índice de precios); por ejemplo, el índice<br />
de precios al consumidor o el deflactor del pib<br />
(variaciones de los precios), entre otros, con lo<br />
cual se elimina el efecto de los precios en la producción.<br />
Con excepción de 2009, año en que se<br />
observa una disminución en la actividad económica<br />
general en Colima, se advierte un<br />
periodo de prosperidad en la producción económica.<br />
El sistema económico de Colima se clasifica en<br />
tres sectores productivos: primario, secundario<br />
y terciario. El sector primario incluye las actividades<br />
agrícolas, pecuarias, silvícolas y las de<br />
caza y pesca, las cuales dependen ampliamente<br />
de los recursos naturales y se caracterizan por<br />
contar, en términos generales, con tecnologías<br />
poco actualizadas. Por su parte, el sector secundario<br />
(también denominado industrial) está<br />
conformado por las actividades de transformación,<br />
tales como la manufactura de productos, e<br />
incluye la producción de electricidad, construcción<br />
y abastecimiento de agua, entre otras actividades.<br />
Finalmente, el sector terciario, o de<br />
servicios, incluye las actividades de servicios de<br />
hotelería, restaurantes, bancarios, de educación,<br />
transporte, turismo y comercio de bienes y servicios<br />
finales.<br />
De acuerdo con la figura 2, en 2006 el sector<br />
terciario contribuyó con 53.5% de la producción<br />
económica total del estado, seguida del<br />
sector secundario con 33.6% y el primario con<br />
FIGURA 1. Evolución del producto interno bruto (PIB) del estado (precios de 2003). Fuente: anuarios<br />
estadísticos del estado de Colima, 2006 a 2010, y consulta interactiva de datos.<br />
96 MEDIO SOCIOECONÓMICO
6.1%. En los siguientes años esta estructura ha<br />
prevalecido con un ligero aumento en la participación<br />
del sector secundario y una mínima<br />
disminución en la contribución del sector servicios.<br />
Esta situación significa que el sector terciario<br />
es de primordial importancia para la<br />
actividad económica estatal, en relación con los<br />
sectores primario y secundario. Este esquema<br />
puede ser interpretado desde varias perspectivas,<br />
una de las cuales establece que las actividades<br />
de servicios agregan más valor al bien y<br />
servicio final que el ofertado, en comparación<br />
con el resto de actividades en los otros sectores.<br />
vez, los agentes involucrados en el sector primario<br />
enfrentan serios problemas de intermediación<br />
en la comercialización de sus productos,<br />
evitando la venta directa y favoreciendo las ventas<br />
a precios bajos. Sin embargo, el sector primario<br />
es la fuente de alimento, vestido y<br />
medicina para la sociedad, lo cual le da una<br />
importancia cualitativa mayor respecto al resto<br />
de los sectores. De manera particular, la producción<br />
primaria no ha evolucionado favorablemente,<br />
en comparación con la producción total<br />
del estado. Se observa una pequeña disminución<br />
en los años de análisis (figura 3).<br />
Por su parte, el sector primario se sitúa como la<br />
parte productiva más débil de la economía colimense.<br />
La poca importancia, en términos de<br />
producción, se relaciona con la presencia de<br />
unidades de producción primaria que utilizan<br />
tecnología obsoleta, lo cual da lugar a bajos<br />
niveles de productividad y valor agregado. A su<br />
Desde el punto de vista económico, la actividad<br />
más importante al interior del sector primario es<br />
la agricultura, seguida de la pecuaria, la pesca y la<br />
silvicultura. Por ejemplo, en 2010, 66% corresponde<br />
a las actividades agrícolas (cultivos cíclicos<br />
y perennes), 26.8% a las pecuarias (producción<br />
de carne en canal, leche, pieles, lana, huevo, miel<br />
FIGURA 2. Distribución sectorial del producto interno bruto (PIB) del estado. Fuente: elaboración propia con<br />
información del INEGI, anuarios estadísticos del estado de Colima, 2006 a 2010, y consulta interactiva de<br />
datos.<br />
Economía<br />
97
FIGURA 3. Evolución del producto interno bruto (PIB) del sector primario del estado. Fuente: elaboración<br />
propia con información del INEGI, anuarios estadísticos del estado de Colima, 2006 a 2010, y consulta<br />
interactiva de datos.<br />
y cera), 7% a la pesca y solamente 0.2% a la producción<br />
silvícola maderable y no maderable.<br />
Respecto a la agricultura, los productos perennes<br />
representaron 78% del valor total de la producción<br />
agrícola en el estado, sobresaliendo los<br />
cultivos de limón y plátano, que en conjunto<br />
representan 33.2% del valor total de éstos. Un<br />
66.7% restante corresponde a los cultivos cíclicos,<br />
sobresaliendo el melón, el jitomate y el chile<br />
verde, que en conjunto reúnen 52% del valor<br />
total de este tipo de cultivos.<br />
En el caso de la actividad pecuaria, la producción<br />
de carne en canal representa 81.1% de su<br />
valor total, y al interior de esta última actividad<br />
la carne de aves representa 57.8% y la porcina<br />
32.5%. En cuanto a la actividad forestal maderable<br />
sobresale la explotación de las latifoliadas y<br />
las coníferas, con 23% y 7.1% del valor total producido,<br />
respectivamente, mientras que en la<br />
actividad pesquera el mayor valor producido<br />
proviene del atún, el barrilete y el camarón cultivado,<br />
con 63.3, 16.9 y 7.2% del valor total, respectivamente<br />
(sagarpa, 2010).<br />
Empleo<br />
Además del pib, otra alternativa para conocer el<br />
funcionamiento del sistema económico es a<br />
partir de la generación de empleo. Debido a que<br />
el pib y el nivel de empleo están estrechamente<br />
vinculados, es de esperar que cuanto mayor sea<br />
la actividad económica, como el aumento del<br />
crecimiento económico (pib), mayor será la ocupación;<br />
en otras palabras, mayor será el número<br />
de personas que obtengan un puesto de trabajo<br />
y menor la tasa de desempleo.<br />
98 MEDIO SOCIOECONÓMICO
FIGURA 4. Distribución sectorial de la población ocupada en el estado, 2010. Fuente: elaboración propia con<br />
datos del Anuario Estadístico de Colima 2010.<br />
En Colima la población ocupada en 2010 fue de<br />
128 913 personas (figura 4). Al revisar los sectores<br />
económicos se observa que el sector industrial<br />
(secundario) se ha consolidado como la<br />
principal actividad proveedora de empleo en el<br />
estado; lo sigue el sector servicios (terciario) con<br />
46.16% y, por último, el sector primario, con<br />
menos de 5% de aportación de empleo para la<br />
entidad (inegi 2010).<br />
Referencias<br />
conagua. <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 2011. Situación<br />
del subsector agua potable, alcantarillado<br />
y saneamiento. En: , última consulta: 26<br />
de junio de 2015.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />
2010. En: ,<br />
última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. Censo de Población y Vivienda. En:<br />
,<br />
última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. Esperanza de Vida. En: , última consulta: 26 de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Panorama Sociodemográfico de Colima.<br />
En: ,<br />
última consulta: 26 de junio de 2015.<br />
Economía<br />
99
——— . 2010. Panorama sociodemografico de Colima.<br />
En: ,<br />
última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
——— . 2012. Anuario Estadístico de Colima 2012.<br />
En: ,<br />
última<br />
consulta: 26 de junio de 2015.<br />
sagarpa. Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />
Rural, Pesca y Alimentación. 2010. Programas<br />
procampo. En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
sedur. Secretaría de Desarrollo Urbano del Gobierno<br />
del Estado de Colima. 2007. Plan de Educación<br />
Ambiental para el Estado de Colima. Dirección Estatal<br />
de Ecología. México.<br />
100 MEDIO SOCIOECONÓMICO
Infraestructura<br />
Víctor Hugo Torres-Preciado<br />
En el presente apartado se describe el acervo de la infraestructura de<br />
transporte, energética y de abastecimiento de agua con que cuenta<br />
Colima. La infraestructura es un factor productivo importante para el<br />
desarrollo económico y social de la entidad, sin embargo, su construcción<br />
también significa ejercer diferentes niveles de intervención en los<br />
ecosistemas naturales del estado, por lo que en este apartado también se<br />
esbozarán los tipos de impactos potenciales que resultan de la infraestructura<br />
productiva.<br />
Transporte<br />
En este ámbito se considera que el estado cuenta con una red de carreteras<br />
adecuada y suficiente para promover la actividad económica al interior<br />
de la entidad. En 2005 Colima contaba con 2 135 km de carreteras;<br />
para 2011 habían aumentado a 2 275 km, es decir, un aumento promedio<br />
anual de 1.06% (inegi 2012).<br />
La red carretera en el estado se caracteriza porque la mayor longitud<br />
corresponde a los caminos rurales, seguidos de las vías secundarias<br />
(accesos a la red troncal) y las troncales (carreteras interestatales o con<br />
tránsito de larga distancia). Estas cifras parecen indicar que se está fortaleciendo<br />
la interconexión al interior del estado, principalmente en áreas<br />
geográficas próximas entre sí.<br />
Torres-Preciado, V.H. 2016. Infraestructura. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />
pp. 101-106.<br />
101
Por otro lado, en los últimos años parece evidente<br />
la disminución en la dotación (construcción)<br />
de carreteras troncales destinadas al tránsito de<br />
largas distancias (cuadro 1).<br />
cuales 53% correspondía a automóviles y 36% a<br />
vehículos de carga, y en menor proporción se<br />
encuentran los camiones de pasajeros y las<br />
motocicletas (cuadro 2).<br />
Contrario a lo que sucede en la red de caminos<br />
secundarios, la longitud de caminos rurales disminuyó<br />
durante el periodo 2005-2011, con una<br />
tasa promedio de 0.67% por año; no obstante, la<br />
mayor dotación de infraestructura carretera en<br />
el estado sigue perteneciendo a los caminos<br />
rurales. De esta forma la infraestructura carretera<br />
cumple con el objetivo de apoyar el progreso<br />
económico de la entidad, facilitando el<br />
tránsito vehicular entre las diferentes áreas geográficas<br />
del estado, incluso hacia el exterior.<br />
Esto es particularmente relevante si consideramos<br />
que en 2011 el número de vehículos automotores<br />
ascendió a 223 820 unidades, de los<br />
Si bien la infraestructura carretera ha tenido un<br />
avance importante, no es la única que contribuye<br />
al desarrollo de la entidad, también se<br />
cuenta con infraestructura ferroviaria, portuaria<br />
y aérea. Por ejemplo, en 2005 el estado contaba<br />
con 251 km de vías férreas, de las cuales la<br />
mayor proporción corresponde a la red troncal y<br />
en menor medida a la red auxiliar y de particulares<br />
(inegi 2012).<br />
Es importante destacar que la red ferroviaria<br />
cumple un papel esencial para el desarrollo del<br />
sector manufacturero del estado, particularmente<br />
de la industria de la transformación y la<br />
CUADRO 1. Longitud de la red carretera municipal (en km), por tipo de camino en el estado, 2010. Fuente:<br />
elaboración propia con información del Anuario Estadístico de Colima, INEGI 2012.<br />
Municipio Total<br />
Troncal Secundaria Caminos rurales y vecinales<br />
Pavimentadas Pavimentadas Revestidas Pavimentados Revestidos Empedrados<br />
Armería 121 34 38 0 18 23 4<br />
Colima 262 69 75 3 50 49 4<br />
Comala 140 0 32 5 12 40 18<br />
Coquimatlán 64 0 14 0 32 19 0<br />
Cuauhtémoc 159 38 80 2 0 5 16<br />
Ixtlahuacán 217 0 45 11 69 78 0<br />
Manzanillo 396 155 83 31 47 61 1<br />
Minatitlán 212 23 19 7 6 95 31<br />
Tecomán 291 97 101 11 45 21 8<br />
Villa de Álvarez 53 0 46 0 0 6 0<br />
Total 2 275 416 533 69 279 755 82<br />
102 MEDIO SOCIOECONÓMICO
CUADRO 2. Vehículos de motor en circulación, por municipio, 2010. Fuente: elaboración propia con datos del Anuario Estadístico del Estado de Colima 2010.<br />
Camiones<br />
Municipio Total Porcentaje Automóviles Porcentaje de Porcentaje<br />
pasajeros<br />
Camiones<br />
Porcentaje Motocicletas Porcentaje<br />
de carga<br />
Armería 8 028 3.6 2 547 2.1 11 1.5 4 677 5.8 793 3.3<br />
Colima 70 096 31.3 41 595 35.1 345 46.7 20 700 25.7 7 456 31.3<br />
Comala 5 274 2.4 2 159 1.8 7 0.9 2 891 3.6 217 0.9<br />
Coquimatlán 5 227 2.3 1 934 1.6 4 0.5 2 835 3.5 454 1.9<br />
Cuauhtémoc 8 891 4 3 891 3.3 7 0.9 4 767 5.9 226 0.9<br />
Ixtlahuacán 1 604 0.7 489 0.4 4 0.5 1 082 1.3 29 0.1<br />
Manzanillo 51 343 22.9 27 598 23.3 242 32.7 17 069 21.2 6 434 27<br />
Minatitlán 2 009 0.9 721 0.6 2 0.3 1 247 1.5 39 0.2<br />
Tecomán 30 693 13.7 12 202 10.3 99 13.4 14 395 17.9 3 997 16.8<br />
Villa de<br />
Álvarez<br />
40 655 18.2 25 515 21.5 18 2.4 10 919 13.6 4 203 17.6<br />
Total 223 820 100 118 651 100 739 100 80 582 100 23 848 100<br />
Infraestructura<br />
103
minería, ya que en 2011, 88% de la carga total<br />
transportada por este medio correspondió a<br />
productos minerales e industriales.<br />
Por otro lado, el estado cuenta con uno de los<br />
puertos más importantes del país en el manejo<br />
de carga marítima con destino nacional e internacional:<br />
el puerto de Manzanillo. De acuerdo a<br />
los datos estadísticos de inegi, en 2011 este<br />
puerto, a través de la Administración Portuaria<br />
Integral (api), manejó más de 25 millones de<br />
toneladas de carga marítima, lo que representó<br />
un aumento de 56% respecto a 2005. Para lograr<br />
lo anterior se dispone de una infraestructura<br />
moderna y adecuada; ya en 2011 había 7 555 m 2<br />
de infraestructura de atraque, de la cual 60%<br />
tiene fines comerciales, 11.4% atiende las actividades<br />
pesqueras y el resto se distribuye entre las<br />
actividades de Petróleos Mexicanos (pemex), las<br />
de la Armada de México y las turísticas, entre<br />
otras (inegi 2012).<br />
Con respecto a la infraestructura aérea, el<br />
estado tiene dos aeropuertos: uno de ellos es el<br />
aeropuerto nacional Miguel de la Madrid Hurtado,<br />
ubicado en el municipio de Cuauhtémoc,<br />
el cual cuenta con 2 300 m de pistas de aterrizaje<br />
y atiende únicamente vuelos nacionales. El<br />
otro es el aeropuerto internacional de Manzanillo,<br />
localizado en el municipio de Manzanillo,<br />
el cual cuenta con 2 200 m 2 de pistas de<br />
aterrizaje y atiende tanto vuelos nacionales<br />
como internacionales. Este último aeropuerto<br />
es el que mayor actividad presenta, con 58% de<br />
los vuelos atendidos en 2011; el resto de vuelos<br />
se efectuaron en el aeropuerto nacional Miguel<br />
de la Madrid Hurtado (inegi 2012).<br />
FIGURA 1. Distribución de la longitud de la red ferroviaria del estado, 2010. Fuente: elaboración propia con<br />
datos del Anuario Estadístico del Estado de Colima.<br />
104 MEDIO SOCIOECONÓMICO
Energía<br />
Colima cuenta con dos de las 27 plantas termoeléctricas<br />
que producen electricidad en el país,<br />
las cuales en 2011 produjeron 7 649 gigawatts<br />
por hora. En este sentido, los sectores con<br />
mayor demanda de electricidad al interior de la<br />
entidad son el residencial y el industrial, con 86<br />
y 11% del total estatal, respectivamente (cálculos<br />
propios con información del inegi 2010).<br />
Ambas plantas están ubicadas en Manzanillo.<br />
La denominada General Manuel Álvarez Moreno<br />
o Manzanillo I, inició operaciones en 1982 y<br />
tuvo una capacidad efectiva instalada de<br />
850 megawatts en 2011. La segunda planta se<br />
denomina Manzanillo II y empezó a operar<br />
siete años después que Manzanillo I; para 2011<br />
contaba con una capacidad efectiva instalada<br />
de 850 MW. La producción de energía eléctrica<br />
se realiza con tecnología a base de vapor y<br />
puede usarse combustóleo, gas natural o diesel<br />
como combustibles (inegi 2012).<br />
Agua<br />
El agua es uno de los recursos naturales más<br />
importantes e indispensables para la supervivencia<br />
del ser humano, la flora y la fauna terrestres,<br />
y en general para la reproducción de las<br />
sociedades humanas; por tal motivo la gestión<br />
del agua para su obtención y abastecimiento a la<br />
sociedad se convierte en un instrumento para el<br />
desarrollo cada vez más relevante. Lograr que la<br />
mayor parte de la población tenga acceso al agua<br />
potable es uno de los principales objetivos de los<br />
gobiernos. En el caso del estado, de acuerdo con<br />
la <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua (conagua), en<br />
1990, 93% de la población tenía acceso al agua<br />
potable (y alcantarillado) y para 2005 dicha proporción<br />
aumentó a 98.3% (conagua 2011). Para<br />
el año 2010 el porcentaje de población con acceso<br />
al agua potable y alcantarillado en el estado<br />
aumento a 98.6%. Aunque la mayoría de los estados<br />
también gozan de altos porcentajes de<br />
acceso, según estadísticas de 2010, los estados de<br />
Chiapas, Guerrero y Oaxaca tenían las coberturas<br />
más bajas, inferiores a 78% (conagua 2011).<br />
Al interior de la entidad el agua se obtiene de<br />
318 fuentes de abastecimiento, de las cuales 217<br />
son pozos profundos, 58 son manantiales y las<br />
restantes 43 son arroyos, hoyas de agua y norias,<br />
con una extracción promedio de 239 000 m 3 /día.<br />
También se cuenta con infraestructura para el<br />
almacenamiento del recurso, la cual consiste en<br />
dos presas (Trojes o Solidaridad y Basilio Vadillo)<br />
y una laguna (laguna de Amela) (las presas<br />
se encuentran ubicadas en municipios de los<br />
estados de Jalisco y Michoacán, sin embargo, la<br />
operación y uso del agua es exclusivamente de<br />
Colima). La capacidad de almacenamiento<br />
de ambas presas es casi 10 veces mayor que la<br />
capacidad de la laguna, la mayoría del agua<br />
almacenada en los tres recintos se destina a las<br />
actividades agrícolas (inegi 2012).<br />
Con la finalidad de cuidar la salud de la población<br />
colimense, en 2010 se contaba con 183 sistemas<br />
de agua potable y 33 plantas potabilizadoras,<br />
de tal manera que 98.6% del caudal suministrado<br />
para consumo humano era desinfectado.<br />
Además del agua para consumo humano se concesionaba<br />
su uso con fines industriales, agrícolas<br />
y para las plantas termoeléctricas.<br />
Una vez que el agua ha sido utilizada se convierte<br />
en agua residual o de desecho. En 2011 se identifi-<br />
Infraestructura<br />
105
caron 292 puntos de descarga de aguas residuales,<br />
de las cuales 211 se originaron en actividades del<br />
sector servicios. Dentro de las acciones para limpiar<br />
las aguas de desecho se encuentra la utilización<br />
de plantas de tratamiento. Según datos<br />
estadísticos, en 2011 Colima contaba con 102 unidades<br />
de tratamiento, de las cuales 83 eran de servicio<br />
primario (se refiere al ajuste del grado de<br />
alcalinidad y acidez del agua (pH) y a la remoción<br />
de materiales orgánicos o inorgánicos en suspensión<br />
con tamaño igual o mayor a 0.1 mm) y 19<br />
de servicio secundario (se refiere a la remoción de<br />
materiales orgánicos coloidales y disueltos) (inegi<br />
2012). Por su parte, en 2010 la <strong>Comisión</strong> Nacional<br />
del Agua registró 10 plantas en operación para el<br />
tratamiento de aguas residuales industriales y<br />
65 plantas de tratamiento para aguas municipales<br />
(conagua 2011).<br />
Referencias<br />
conagua. <strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 2011. Situación<br />
del subsector agua potable, alcantarillado<br />
y saneamiento. En: , última consulta: 26<br />
de junio de 2015.<br />
conapo. Consejo Nacional de Población. 2010. Índices<br />
de marginación a nivel localidad en 2005. En: ,<br />
última consulta: 26 de junio de 2015.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />
2010. Censo de Población y Vivienda. En: , última consulta: 20 de<br />
julio de 2015.<br />
——— . 2010. En: ,<br />
última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. Esperanza de Vida. En: , última consulta: 26 de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Panorama Sociodemográfico de Colima.<br />
En: ,<br />
última consulta: 26 de junio de 2015.<br />
——— . 2010. Panorama sociodemográfico de Colima.<br />
En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 2012. Anuario Estadístico de Colima 2012.<br />
En: ,<br />
última<br />
con sulta: 26 de junio de 2015.<br />
——— . 2012. Anuario Estadístico de Colima 2012.<br />
En: ,<br />
última<br />
con sulta: 26 de junio de 2015.<br />
106 MEDIO SOCIOECONÓMICO
S3<br />
DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
Laguncularia racemosa. Foto: Gustavo Arévalo Galarza.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
Los ecosistemas constituyen uno de los niveles de organización de la biodiversidad.<br />
Conjuntan la presencia de organismos de diversas especies, que<br />
a través de interacciones dinámicas con las características ambientales<br />
conforman la expresión final de esa complejidad: la biodiversidad.<br />
Para describir y buscar la comprensión de esa complejidad, a nivel de ecosistemas<br />
se ha propuesto la división del territorio en zonas ecológicas,<br />
tomando como criterio para su zonificación el clima y el suelo, vinculados<br />
con la vegetación, siendo esta última una expresión de los procesos físicos,<br />
biológicos y antropogénicos que en un espacio se manifiestan.<br />
En el estado se presentan siete zonas ecológicas. Predominan las áreas<br />
cálidas subhúmedas asociadas a los elementos tropicales; también zonas<br />
templadas subhúmedas y frías, vinculadas con áreas de serranía y volcanes,<br />
que se elevan a gradientes de más de 2 800 msnm; asimismo, se presentan<br />
zonas de humedales y la zona de suelos halo-gipsófilos, que<br />
responden a ciertos factores limitantes del sustrato, como la presencia de<br />
agua, sales o minerales.<br />
Debido a esas intrincadas variaciones ambientales se presentan 14 tipos de<br />
vegetación, de acuerdo con la clasificación propuesta en el Inventario<br />
Nacional Forestal: selva baja caducifolia, selva alta o mediana subcaducifolia,<br />
selva baja espinosa perennifolia (vegetación de galería), pinar-encinar,<br />
pinar, encinar, bosque mesófilo de montaña, matorral espinoso,<br />
pastizal, sabana, palmar, manglar, carrizal-tular y vegetación flotante.<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo Diversidad de ecosistemas, en: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 109-110.<br />
109
Estos tipos de vegetación presentan una diversidad<br />
fisonómica relevante: la selva baja caducifolia,<br />
caracterizada por elementos arbóreos que pierden<br />
sus hojas en al menos seis meses del año; mientras<br />
que, cuando la humedad es constante los árboles<br />
pueden desarrollar mayores alturas, como en las<br />
selvas altas o medianas subcaducifolias.<br />
En regiones cálidas o templadas se puede encontrar<br />
pinar o encinar, y en sitios con mayor humedad<br />
se presenta bosque mesófilo, considerado<br />
uno de los ecosistemas de mayor riqueza de<br />
especies. Por otra parte, cuando los elementos<br />
dominantes son gramíneas, con pocos árboles,<br />
encontramos sabana o los denominados pastizales,<br />
presentes cuando la acción del hombre modifica<br />
la composición de especies hacia esa<br />
fisonomía. Cerca de la costa se reconocen palmares<br />
y manglares, éstos últimos cuyas características<br />
raíces aéreas pueden soportar altos<br />
niveles de inundación.<br />
Como evaluación preliminar, en un estudio<br />
de caso se identificaron algunas de las causas de<br />
deterioro de los ecosistemas: la modificación de la<br />
vegetación para acondicionar áreas para cultivos,<br />
huertas, cría de ganado y la ejecución de diversas<br />
obras de infraestructura que han fragmentado<br />
los ecosistemas y generado cambios en la estructura<br />
física y biológica.<br />
Los ecosistemas costeros son considerados los<br />
más productivos en el planeta y relevantes en el<br />
mantenimiento y provisión de múltiples servicios<br />
ecosistémicos como: regulación del clima y<br />
de los ciclos biogeoquímicos, provisión de alimento<br />
y de agua, reciclaje de nutrientes, producción<br />
de oxígeno, recreación y transporte, entre<br />
otros. Debido a la extensión de su litoral, en<br />
Colima se presenta una zona costera que incluye<br />
una zona de transición entre el ambiente terrestre<br />
y el marino, que incluye las aguas costeras, zona<br />
intermareal, playas, marismas, manglares, estuarios<br />
y lagunas costeras, entre los que se reconocen<br />
las lagunas de Cuyutlán y de Juluapan,<br />
estuarios como Boca de Apiza, Centinela, Chupadero,<br />
y esteros como San Rafael y Tecuanillo.<br />
Además, son importantes, en ámbitos ecológicos<br />
y económicos, las bahías de Manzanillo y Santiago.<br />
La vegetación en ambientes costeros marinos<br />
está representada por casi la mitad de los tipos de<br />
vegetación presentes en la entidad, siendo relevante<br />
mencionar aquella capaz de soportar la<br />
concentración alta de sal, como el manglar, vegetación<br />
halófita y de dunas. Asimismo, en el<br />
ambiente marino las comunidades de algas rojas<br />
dominan la composición de especies.<br />
Los problemas en los ecosistemas costeros se<br />
deben principalmente a la modificación de sus<br />
características físicas, entre las que destacan:<br />
1) modificación de la dinámica del ciclo del agua,<br />
que conlleva cambios en diversos parámetros<br />
fisicoquímicos; 2) pérdida y eliminación de la<br />
vegetación circundante; 3) cambio de uso de<br />
suelo para infraestructura y obras civiles; 4) contaminación<br />
por agroquímicos e industria. Esos<br />
cambios se encuentran ligados de tal manera que<br />
una causa puede desencadenar sinergias considerables<br />
en detrimento de los ecosistemas.<br />
Finalmente, si los ecosistemas costeros se encuentran<br />
ante una multiplicidad de valores de uso,<br />
será un reto trascendental equilibrar el desarrollo<br />
económico de la región con el mantenimiento<br />
y provisión de los servicios de sus ecosistemas,<br />
servicios de los cuales depende el bienestar de<br />
esta región.<br />
110 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
Regionalización<br />
ecológica<br />
Fernando Nieves-Ventura<br />
Introducción<br />
Con la finalidad de describir de manera concisa la regionalización ecológica<br />
del estado, así como las condiciones generales actuales de los<br />
ecosistemas, se utilizan los resultados obtenidos en el Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico Territorial del estado de Colima (poet 1993),<br />
el cual tiene como bases conceptuales la disciplina de la ecología del<br />
paisaje, es decir, los principios formulados para el análisis del paisaje<br />
geográfico, el cual comprende el estudio de las interacciones del medio<br />
físico con el biótico, así como con la actividad antropogénica.<br />
La identificación de las unidades que reúnen las características de<br />
homogeneidad y recurrencia de los principales factores biofísicos,<br />
puede basarse en la integración de información para proponer esquemas<br />
de zonificación. Por ejemplo, la zonificación ecológica agrupa los<br />
diversos tipos de vegetación y climas, mientras que la zonificación morfopedológica<br />
se basa en la agrupación de los principales tipos de suelos<br />
y su relación con la fisiografía (pendientes y elevaciones, por ejemplo) y<br />
los procesos geomorfológicos. En el presente documento se presenta el<br />
esquema de zonificación ecológica contenido en la memoria técnica del<br />
Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial del Estado de Colima<br />
(sedur 2007).<br />
Nieves-Ventura, F. 2016. Regionalización ecológica. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 111-115.<br />
111
onificacin ecoica<br />
Las experiencias existentes para este tipo de zonificación<br />
(ecológica) corresponden a la escala de<br />
país (Toledo y Ordónez 1998), en las que las zonas<br />
ecológicas se han definido tomando como base<br />
las áreas de distribución de los diferentes conjuntos<br />
de vegetación. El principal fundamento para<br />
utilizar esos tipos de vegetación radica en que<br />
éstos son siempre el resultado del conjunto de<br />
condiciones medioambientales y por ello revelan<br />
sus condiciones concretas. Así, la vegetación<br />
constituye la expresión sintética de diversos factores<br />
ambientales y los límites de su distribución<br />
marcan discontinuidades ecológicas objetivas.<br />
Las diferentes zonas ecológicas de Colima se<br />
constituyeron agrupando un tipo de vegetación o<br />
un conjunto de éstos, de acuerdo con sus afinidades<br />
climáticas y edáficas (fao 2000). Un solo tipo<br />
de vegetación puede corresponder a una zona<br />
única, así como una zona ecológica puede incluir<br />
varios conjuntos de vegetación. A escala del país,<br />
la <strong>Comisión</strong> para la Cooperación Ambiental<br />
(cca) ha definido siete zonas ecológicas (grandes<br />
planicies, desiertos de Norteamérica, California<br />
mediterránea, elevaciones semiáridas meridionales,<br />
sierras templadas, sierras cálido-secas y selvas<br />
cálido-húmedas), basados en los criterios de las<br />
características de los suelos, tipos de vegetación y<br />
formas del terreno (cca 2005).<br />
Predominan las áreas cálidas subhúmedas y,<br />
debido a la presencia del sistema volcánico que<br />
se eleva de forma abrupta más de 2 800 msnm,<br />
presenta también zonas templadas subhúmedas<br />
y frías en menor proporción. El resultado es un<br />
mosaico de tipos de vegetación asociados a siete<br />
áreas ecológicas, identificadas por la Secretaría<br />
de Desarrollo Urbano (sedur 2007) en la descripción<br />
del subsistema natural de la memoria<br />
técnica del Programa de Ordenamiento Ecológico<br />
Territorial del Estado de Colima (poetec),<br />
que se describen a continuación (figuras 1 y 2).<br />
FIGURA 1. uperficies (m 2 ) ocupadas por las onas ecológicas de Colima.<br />
112 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 2. onas ecológicas, de acuerdo con el rograma de Ordenamiento Ecológico erritorial del Estado de Colima (POETEC).<br />
Fuente: SEDUR 2007.<br />
Regionalización ecológica 113
Zona cálido-subhúmeda<br />
Selvas medianas y bajas, subcaducifolias y<br />
caducifolias<br />
Selva mediana subcaducifolia<br />
Selva mediana caducifolia<br />
Matorral subtropical<br />
Zona templada húmeda<br />
Bosque mesófilo de montaña<br />
Zona templada subhúmeda<br />
Bosques de pino y encino<br />
Bosque de pino<br />
Bosque de táscate<br />
Bosque de cedro<br />
Bosque de encino<br />
Bosque de encino-pino<br />
Bosque bajo abierto<br />
Matorral de coníferas<br />
Zona fría<br />
Pradera de alta montaña<br />
Áreas de exclusión<br />
Áreas sin vegetación natural aparente. En el<br />
estado se presentan como áreas agrícolas y<br />
ganaderas, principalmente<br />
Cuerpos de agua<br />
Vegetación de galería<br />
Bosque de galería<br />
Selva de galería<br />
Manglar<br />
Popal<br />
Tular<br />
Sabana<br />
Como puede apreciarse en las figuras 1 y 2, la<br />
zona predominante es la cálido-subhúmeda,<br />
la cual comprende vegetación de tipo selva baja<br />
caducifolia y subcaducifolia, selva mediana,<br />
caducifolia y matorral subtropical, seguida de<br />
la zona de exclusión que comprende zonas<br />
urbanas y agropecuarias.<br />
Concusiones<br />
Colima es uno de los estados del país donde<br />
existen contrastes climáticos en distancias muy<br />
cortas. El presente estudio propone la regionalización<br />
ecológica del estado, así como de las<br />
condiciones generales actuales de los ecosistemas,<br />
para poder estudiar bajo ese contexto la<br />
biodiversidad de la entidad.<br />
eerencias<br />
Zonas de suelos halo-gipsófilos<br />
Vegetación halo-gipsófila<br />
Vegetación de dunas costeras<br />
Pastizal halófilo<br />
Pastizal gipsófilo<br />
Vegetación halófila<br />
Zona de humedales<br />
Vegetación acuática y subacuática<br />
cca. <strong>Comisión</strong> para la Cooperación Ambiental. 1997.<br />
Regiones ecológicas de América del Norte: hacia una<br />
perspectiva común. Quebec, Canadá.<br />
fao. Food and Agriculture Organization of the United<br />
Nations. 2000. Land Cover Classification System<br />
(lccs): Classification Concepts and User Manual.<br />
Natural Resources Management and Environment<br />
Department.<br />
114 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
inegi, inecc y conabio. Instituto Nacional de Estadística<br />
y Geografía, Instituto Nacional de Ecología<br />
y Cambio Climático y <strong>Comisión</strong> Nacional para<br />
el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. 2008.<br />
Ecorregiones terrestres de México. En: <br />
, última consulta:<br />
25 de junio de 2015.<br />
sedur. Secretaría de Desarrollo Urbano. 2007. Memoria<br />
técnica de la actualización del Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />
de Colima. En: ,<br />
última consulta 29 de<br />
junio de 2015.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 1993. Decreto por el que se aprueba el<br />
Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio<br />
del Estado de Colima (poet). Publicado el 28<br />
de agosto de 1993 en el Periódico Oficial del Gobierno<br />
Constitucional. En: , última<br />
consulta 29 de junio de 2015.<br />
Toledo, V.M. y M.J. Ordónez. 1998. El panorama de la<br />
biodiversidad de México: una revisión de los hábitats<br />
terrestres. En: Diversidad biológica de México:<br />
orígenes y distribución. T.P. Ramamoorthy, R. Bye,<br />
A. Lot y J. Fa (eds.). Universidad Nacional Autónoma<br />
de México (unam), México, pp. 273-757.<br />
Regionalización ecológica 115
Descripción<br />
de los principales<br />
tipos de vegetación<br />
Gustavo Arévalo Galarza<br />
María Guadalupe Rodríguez-Camarillo<br />
Andrés Gelacio Miranda Moreno<br />
Introducción<br />
México es un país con una alta riqueza florística; se ha calculado que<br />
aproximadamente 10% de los géneros y 62% de las especies son endémicas<br />
(Rzedowski 1993). El mayor número de especies de plantas, en<br />
México, corresponde a las angiospermas y, dentro de ellas, las familias<br />
más diversas son: Compositae con 2 026 especies (Turner y Nesom<br />
1993), Leguminosae con 1 724 especies (Sousa y Delgado 1993), Orchidaceae<br />
con 1 200 especies (Hágsater y Salazar 1991), Gramineae con<br />
1 226 especies (Beetle et al. 1987), Cactaceae con 821 especies (Bravo-Hollis<br />
1978, Bravo-Hollis y Sánchez-Mejorada 1991a, b) y Rubiaceae<br />
con 510 especies (Rzedowski 1993).<br />
En el estado la presencia de variados elementos florísticos, tanto templados<br />
como tropicales, y las variaciones en el ambiente físico y químico,<br />
han dado como resultado un intrincado y complejo mosaico de<br />
asociaciones vegetales, con una flora extraordinariamente contrastante<br />
dentro de áreas sumamente reducidas. La transición entre asociaciones<br />
vegetales puede ser marcada por discontinuidades abruptas que se<br />
observan en gradientes altitudinales de montañas tropicales, o bien en<br />
forma gradual e imperceptible, a tal grado que cada asociación puede<br />
diferir de las demás en su composición florística o en su ambiente físico.<br />
La gran variación en clima y topografía, dentro de pequeñas áreas, hace<br />
difícil delimitar los tipos de vegetación y aún más las provincias florísticas.<br />
En el presente trabajo se describen fisonómica y florísticamente<br />
116<br />
Arévalo, G.G., M.G. Rodríguez-Camarillo y A.G. Miranda M. 2016. Descripción de los principales tipos de vegetación.<br />
En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 116-131.
las principales formaciones vegetales y su distribución<br />
aproximada, con base en la cartografía<br />
elaborada.<br />
Este trabajo identificó 14 principales tipos de<br />
vegetación (figura 1), los cuales se incluyen<br />
como parte de un mapa actualizado de usos del<br />
suelo y tipos de vegetación. Este mapa fue elaborado<br />
a partir de recorridos de campo llevados<br />
a cabo en las diferentes zonas del estado,<br />
identificando las unidades de tipos de vegetación<br />
correspondientes a la cartografía del<br />
Inventario Forestal Nacional Periódico (1994) y<br />
con el apoyo de imágenes de satélite LANDSAT<br />
del año 1999 (figura 1).<br />
ea baa caucioia<br />
Esta comunidad vegetal se caracteriza porque<br />
las especies tienen, de manera general, una<br />
altura menor a los 15 metros y pierden casi por<br />
completo las hojas en la época de sequía; no son<br />
espinosas por lo común y poseen ordinariamente<br />
gran cantidad de bejucos. Este tipo de<br />
vegetación constituye el límite térmico e hídrico<br />
de los tipos de vegetación de las zonas cálidohúmedas.<br />
Se presenta en zonas con promedios<br />
de temperatura anuales superior a los 20 °C y<br />
precipitaciones anuales de 700 a 1 200 mm,<br />
aunque lo común sea del orden de 800 mm, con<br />
una temporada seca que puede durar hasta siete<br />
u ocho meses, y que es muy severa. Estas selvas<br />
se presentan desde el nivel del mar hasta los<br />
1 700 msnm.<br />
Una característica de este tipo de vegetación es<br />
que muchas especies presentan exudados resinosos<br />
o laticíferos y sus hojas despiden olores<br />
fragantes o resinosos al estrujarlos. También<br />
dominan las hojas compuestas o cubiertas por<br />
abundante pubescencia. Los troncos de los<br />
árboles son cortos, robustos y torcidos o bien<br />
tortuosos y ramificados muy cerca de la base;<br />
muchas especies presentan cortezas escamosas<br />
papiráceas y con protuberancias espinosas o<br />
corchosas. Las copas son poco densas y muy<br />
abiertas, con una alta capacidad de retoño de<br />
los tocones y de producir chupones; gran parte<br />
de los individuos maduros poseen troncos huecos,<br />
cuyas oquedades contienen materia orgánica<br />
en descomposición.<br />
El estrato herbáceo es más bien reducido y sólo<br />
se aprecia en temporada de lluvias; los bejucos<br />
son abundantes y las plantas epífitas se reducen<br />
a pequeñas bromeliáceas, como Tillandsia spp.<br />
Tambien son frecuentes las formas de vida de<br />
especies suculentas, como Agave spp., Opuntia<br />
spp. y algunas cactáceas, entre otras (figuras 2 y<br />
3). Esta comunidad vegetal se desarrolla preferentemente<br />
en terrenos de ladera, pedregosos,<br />
con suelos bastante someros, arenosos o arcillosos,<br />
con buen drenaje superficial y sustratos<br />
geológicos variables. Para la vertiente del Pacífico<br />
esta vegetación ocupa grandes extensiones<br />
en la cuenca del río Balsas y en las laderas de la<br />
Sierra Madre Occidental y Sierra Madre del<br />
Sur, desde el sur de Sonora hasta Chiapas e<br />
incluso Centroamérica.<br />
Para el estado, la selva baja caducifolia se encuentra<br />
distribuida sobre sustratos geológicos de origen<br />
calizo del cretácico; andesitas del terciario,<br />
rocas ígneas intrusivas como granito-granodiorita,<br />
y en tipos de suelo principalmente como<br />
litosoles, regosoles, feozems y rendzinas, principalmente,<br />
con una textura media. La tempera-<br />
Descripción de los principales tipos de vegetación<br />
117
FIGURA 1. ipos de vegetación y usos del suelo, con base en el nventario Forestal Nacional eriódico, .<br />
118 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
tura media anual es superior a los 20 °C y la<br />
precipitación media anual es alrededor de 1200 mm<br />
anuales. La distribución de la selva baja caducifolia<br />
en los municipios de Colima muestra los<br />
siguientes patrones (figura 1): en Ixtlahuacán,<br />
excluyendo áreas localizadas al norte del municipio;<br />
Colima en sus porciones sur y oeste; centro<br />
y noroeste de Armería; la mayor parte del<br />
municipio de Manzanillo hasta el extremo<br />
poniente en las localidades de río Marabasco, El<br />
Huiscolote y Cedros, al norte; en relativamente<br />
pequeñas porciones del oeste y norte de Minatitlán<br />
(en los límites con Jalisco); porción oeste de<br />
Comala, con pequeños manchones al noroeste;<br />
fragmentos aislados al centro, sur y sureste en<br />
Cuauhtémoc.<br />
Senna atomaria, S. mollis, Acacia cochliacantha,<br />
Cochlospermum vitifolium, Ceiba aesculifolia,<br />
Cordia elaeagnoides, C. alliodora, Cyrtocarpa<br />
procera, Heliocarpus terebinthinaceus, Plumeria<br />
mollis, Amphipterygium adstringens, Caesalpinia<br />
platyloba y Lonchocarpus eriocarinalis.<br />
Las principales especies, entre otras, son: Lysiloma<br />
microphyllum, L. acapulcensis, Bursera penicillata,<br />
B. kerberi, B. grandifolia, B. denticulata, B.<br />
odorata, Bocconia spp., Trichilia colimana,<br />
Erioxylum palmeri, Piptadenia constricta, Albizia<br />
occidentalis, A. tomentosa, Gliricidia sepium,<br />
FIGURA 3. elva baja caduciolia en poca de secas,<br />
(poniente de Villa de lvare). Foto: ustavo rvalo<br />
Galarza.<br />
ea aa o meiana<br />
subcaucioia<br />
FIGURA 2. elva baja caduciolia. Foto: ustavo<br />
Arévalo Galarza.<br />
Este tipo de vegetación se presenta en zonas térmicamente<br />
semejantes a las selvas altas o medianas<br />
perennifolias y subperennifolias, pero con<br />
precipitaciones anuales del orden de los 1000 a los<br />
1200 mm; con una temporada seca muy bien<br />
definida y prolongada. En el Pacífico esta formación<br />
vegetal se distribuye desde el sur de Sinaloa<br />
hasta Chiapas, a lo largo de la planicie costera y de<br />
las estribaciones de la Sierra Madre Occidental y<br />
Sierra Madre del Sur, hasta los 1200 msnm. Es<br />
una zona libre de helechos y los climas en los que<br />
prospera son los cálido-húmedos (Am) más secos<br />
y preferentemente los cálido-subhúmedos (Aw).<br />
Descripción de los principales tipos de vegetación<br />
119
Esta selva presenta en su máximo desarrollo<br />
árboles con alturas máximas de 25 a 30 metros,<br />
y con densidades y coberturas menores que las<br />
selvas altas; sin embargo, en plena temporada<br />
de lluvias la cobertura puede ser tan densa que<br />
llega a disminuir significativamente la incidencia<br />
de la luz solar en el suelo. Debido a las condiciones<br />
de sequía ambiental, las formas de<br />
vida epífitas, trepadoras y los estratos arbustivo<br />
y herbáceo son reducidas y en ocasiones escasas.<br />
Una característica muy importante de esta<br />
vegetación es que entre 25% y más de la mitad<br />
de los árboles pierden por completo sus hojas<br />
en la temporada de secas, y el periodo caducifolio<br />
puede prolongarse hasta cuatro meses,<br />
variando de acuerdo a la precipitación presente<br />
en el transcurso del año (figuras 4 y 5).<br />
Para Colima este tipo de vegetación se encuentra<br />
sobre sustratos geológicos como andesitas<br />
del terciario, rocas ígneas intrusivas de granodiorita<br />
y calizas del cretácico de origen sedimentario;<br />
sobre suelos tipo regosol eútrico,<br />
regosol dístrico, feozem calcárico, rendzinas y<br />
litosoles de textura que va de media a fina.<br />
Entre las principales especies que caracterizan a la<br />
selva mediana subcaducifolia se encuentran:<br />
Brosimum alicastrum, Hura polyandra,<br />
Cnidoscolus sp., Syderoxylum cartilaginea,<br />
Enterolobium cyclocarpum, Ficus glabrata, F.<br />
padifolia, F. involuta, F. mexicana, Licania<br />
arborea, Sideroxyion capiri, Trichilia hirta,<br />
Bursera simaruba, B. arborea, Calaenodendron<br />
mexicanum, Tabebuia palmeri, Orbignia cohune,<br />
Hymenaea courbaril y Cordia elaegnoides.<br />
Los principales municipios en que se encuentra<br />
distribuida esta selva son (figura 1): parte centro-occidental<br />
de Coqui matlán; suroeste de<br />
Villa de Álvarez; noroeste de Minatitlán; pequeñas<br />
porciones en el suroeste de Comala; fragmentos<br />
a lo largo de los límites con Jalisco, en<br />
Colima y Cuauhtémoc; porciones norteñas en<br />
Ixtlahuacán, Tecomán y Armería; así como<br />
fragmentos en el centro y este de Manzanillo.<br />
FIGURA 4. Selva alta<br />
subcaduciolia en<br />
a itayita, carretera<br />
MinatitlnMananillo.<br />
Foto: Gustavo Arévalo<br />
Galarza.<br />
120 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 5. elva mediana subcaduciolia. Foto:<br />
Gustavo Arévalo Galarza.<br />
ea baa espinosa perennioia<br />
eeacin e aera<br />
Esta denominación se refiere a las agrupaciones<br />
arbóreas que se desarrollan a lo largo de<br />
corrientes de agua más o menos permanentes.<br />
Desde el punto de vista fisonómico y estructural<br />
se trata de un conjunto muy heterogéneo,<br />
pues su altura varía desde 4 a más de 20 m y<br />
comprende árboles de hojas perennes, deciduas<br />
o parcialmente deciduas. Pueden encontrarse<br />
numerosas especies trepadoras y epífitas o<br />
carecer por completo de ellas (figura 6).<br />
FIGURA 6. elva baja espinosa perenniolia o<br />
vegetación riparia de Salix sp. al norte de an<br />
ntonio, municipio de Comala. Foto: ustavo<br />
Arévalo Galarza.<br />
arbustivo se encuentra: Byttneria catalpifolia,<br />
Waltheria americana, Arundo donax, Chusquea<br />
sp., Buddleia parviflora, B. sessiliflora y Wigandia<br />
urens. En el estrato herbáceo: Senecio sp., Tithonia<br />
sp., Amaranthus hibridus, Selaginella lepidophylla<br />
y Polypodium sp. Destaca en este tipo de<br />
vegetación la presencia de abundantes epífitas<br />
como Tyllandsia spp., Polypodium sp. y algunas<br />
orquídeas.<br />
inaresencinares<br />
Este tipo de vegetación se presenta en altitudes<br />
que van desde el nivel del mar hasta cotas<br />
superiores a los 2 400 msnm (figura 1). En la<br />
mayor parte de los casos esta vegetación ha sufrido<br />
intensas modificaciones debido a la acción del<br />
hombre, incluyendo la introducción de plantas<br />
exóticas. Las especies más características en el<br />
estrato arbóreo son: Alnus jorullensis, Brosimum<br />
alicastrum, Pithecellobium lanceolatum, Guazuma<br />
ulmifolia, Lonchocarpus sp., Ficus cotinifolia, F.<br />
goldmanii, Salix humboldtiana, S. microphylla,<br />
Lysiloma divaricata, Heliocarpus terebinthinaceus,<br />
Fraxinus uhdei y Clusia salvinii. En el estrato<br />
Bajo esta denominación se incluye una mezcla<br />
de especies de Pinus spp. y Quercus spp., que se<br />
caracterizan principalmente por la presencia de<br />
individuos de entre 6-8 y 20-25 m de altura; de<br />
hojas coriáceas (consistencia como cuero),<br />
caducas (que pierde sus hojas) y aciculares (en<br />
forma de aguja); perennes, con ramificación<br />
abundante desde su parte media, generalmente<br />
carente de especies arbustivas y herbáceas o bien<br />
que aparecen sólo en la época de lluvias. Este<br />
tipo de vegetación se desarrolla en altitudes de<br />
entre 1 000 y 2 500 msnm, sobre suelos de<br />
profundidad variable, en clima templado<br />
Descripción de los principales tipos de vegetación<br />
121
subhúmedo con lluvias en verano (C(w)); la<br />
precipitación pluvial varía entre 1000 y 1500 mm<br />
anuales y presenta una temperatura media anual<br />
de entre 15 y 19 ºC. Entre las especies más<br />
importantes se tienen: Pinus oocarpa, P.<br />
maximinoi, P. douglasiana, P. pseudostrobus,<br />
P. herrerai, Quercus magnoliifolia, Q. castanea,<br />
Q. rugosa, etc. En Colima este tipo de vegetación<br />
se encuentra distribuido en la porción norte del<br />
estado, en las faldas del volcán, al noroeste de la<br />
población de Quesería, norte de Los Colomos,<br />
noroeste de Zacualpan y sureste de Minatitlán.<br />
Este tipo de vegetación se encuentra distribuida<br />
principalmente en laderas de cerros y serranías.<br />
La especie dominante es Pinus spp. y se encuentra<br />
en localidades un poco cálidas, pero casi<br />
siempre en lugares de clima templado o frío.<br />
Comúnmente se le conoce como bosques de<br />
clima templado y en el estado se ubican en la<br />
subprovincia Volcanes de Colima y Sierras de<br />
la costa de Jalisco y Colima, en la zona climática<br />
subhúmeda del volcán y del Nevado de Colima,<br />
en áreas cuyas altitudes van de 800 a 4000 msnm,<br />
con una temperatura media anual entre 12 y 18 ºC<br />
y una precipitación anual de entre 600 y 1 500 mm<br />
(figura 1). Las especies dominantes en el estrato<br />
arbóreo son entre otras: Pinus devoniana,<br />
P. montezumae, P. hartwegii, P. maximinoi,<br />
P. pseudostrobus, P. rudis y P. ayacahuite, especies<br />
cuyos individuos alcanzan alturas hasta de<br />
25 a 30 m. Como especies acompañantes se tienen<br />
algunos encinos como Quercus castanea,<br />
Q. crassipes y Q. peduncularis, los cuales forman<br />
asociaciones en función del tipo de suelo,<br />
la altitud y la exposición de la pendiente. Además,<br />
se tienen especies de menor tamaño como<br />
Clethra mexicana y Acacia angustissima, cuya<br />
altura es menor a los 8 m. El estrato arbustivo<br />
es escaso y está representado por algunas compuestas,<br />
como Senecio spp., mientras que el<br />
estrato herbáceo está más bien reducido a sólo<br />
algunas gramíneas (figura 7).<br />
inares<br />
FIGURA 7. osque de Pinus maximinoi al noroeste<br />
del poblado de uesería. Foto: ustavo rvalo<br />
Galarza.<br />
ncinares<br />
Son comunidades vegetales muy características<br />
de las zonas montañosas de México, que al igual<br />
que los pinares constituyen la mayor parte de la<br />
cubierta vegetal de áreas de clima templado y<br />
semicálido. Los encinares comparten afinidades<br />
ecológicas generales con los pinos y los bosques<br />
mixtos de Quercus y Pinus, siendo estas asociaciones<br />
muy frecuentes en el país. Este tipo de<br />
vegetación se ha observado sobre diversas clases<br />
de roca madre, tanto ígneas como sedimentarias,<br />
o bien sobre rocas metamórficas, así como en<br />
suelos profundos de terrenos aluviales planos.<br />
Aunque la mayoría de los encinares son formaciones<br />
bastantes densas, o al menos cerradas,<br />
no son raros los bosques de Quercus con árbo-<br />
122 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
les separados por amplios espacios, cubiertos<br />
sólo por plantas herbáceas y arbustivas. Los<br />
encinos se reconocen en general como buenos<br />
hospederos de epífitas que varían desde líquenes<br />
y musgos hasta fanerógamas de gran<br />
tamaño. La abundancia y la diversidad de epífitas<br />
está correlacionada principalmente con el<br />
clima, sobre todo con la humedad atmosférica y<br />
sus variaciones a lo largo del año (figura 8).<br />
En el estado, los encinares se encuentran sobre<br />
sustratos de rocas ígneas intrusivas de granitogranodiorita<br />
y suelos tipo litosoles y regosoles<br />
eútricos; se distribuyen mayormente en los<br />
municipios de Minatitlán, en su parte sur, y en el<br />
extremo oeste y norte-noreste; en las partes oeste<br />
y sureste de Villa de Álvarez; en la porción<br />
noreste de Manzanillo; porciones muy pequeñas<br />
al noreste de Comala y sureste de Colima (figura 1).<br />
Como especies características se citan: Quercus<br />
magnoliifolia, Q. castanea, Q. emory, Q. praeco,<br />
Q. crassifolia y Q. rugosa. Como especies acompañantes<br />
se encuentran, Clethra mexicana,<br />
Clusia salvinii, Gaudichaudia macvaughii y<br />
Bunchosia lanceolata, entre otras.<br />
osue mesfio e monaa<br />
Este bosque presenta mayores relaciones florísticas<br />
con ciertos bosques de la provincia fisiográfica<br />
Sierra del Sur. No son tan ricos en<br />
especies, comparados con los que se desarrollan<br />
en el estado de Chiapas, pero sí se ubican<br />
entre los más diversos de México. Este es un<br />
tipo de vegetación que se encuentra en los sitios<br />
más húmedos y menos fríos que los bosques de<br />
coníferas y encinares templados, y se confina<br />
principalmente a cañadas protegidas y laderas<br />
de pendientes pronunciadas (Rzedowski 1978).<br />
Se trata de una comunidad siempre verde,<br />
donde se mezclan elementos caducifolios y<br />
perennifolios; la altura de los árboles fluctúa<br />
entre 12 y 40 m con diámetros desde 30 hasta<br />
150 cm, encontrándose en altitudes que van de<br />
los 700 a los 2 600 msnm.<br />
Para el estado este tipo de vegetación se restringe<br />
exclusivamente a la parte alta de las cañadas,<br />
sobre sustratos geológicos de basaltos del cuaternario<br />
y conglomerado polimítico de areniscas<br />
del cretácico; los suelos son de tipo cambisoles,<br />
andosoles y luvisoles. Se distribuye en pequeñas<br />
porciones al noreste de Minatitlán, extremo<br />
noroeste de Comala, al noroeste de Zacualpan y<br />
noreste de Los Colomos (figura 1).<br />
FIGURA 8. osque de encino de Quercus<br />
magnoliifolia al noroeste de Minatitln.<br />
Foto: Gustavo Arévalo Galarza.<br />
Las especies reportadas, entre otras, son: Ilex<br />
brandegeana, Tilia mexicana, Dendropanax<br />
arboreus, Fraxinus uhdei, Styrax argenteus,<br />
Quercus crassifolia y Clusia salvinii. En este<br />
tipo de vegetación los helechos y las orquídeas<br />
alcanzan su mayor diversificación. Con frecuencia<br />
esta comunidad vegetal es sustituida<br />
por un bosque de Abies y las especies en algunos<br />
casos se mezclan con los bosques mesófilos,<br />
Descripción de los principales tipos de vegetación<br />
123
pero sin llegar a formar grandes poblaciones.<br />
Antes las masas puras de Abies eran más extensas,<br />
pero su estructura y composición fue<br />
modificada por la explotación forestal (Rzedowski<br />
1978).<br />
abana<br />
Las sabanas son praderas de gramíneas sin<br />
árboles o con árboles esparcidos, que en la vertiente<br />
del Pacífico se distribuyen desde la frontera<br />
con Guatemala hasta el sur de Sinaloa, en<br />
sistemas como la Depresión Central de Chiapas<br />
y en planicies y declives bajas del Pacífico. Los<br />
climas son cálidos húmedos y los suelos presentan<br />
drenaje deficiente, por lo que se vuelven<br />
fangosos en la época de lluvias, pero que se<br />
secan muy pronunciadamente en la temporada<br />
de estiaje.<br />
Crescentia alata es un ejemplo de especies comunes<br />
para la vertiente del Pacífico, junto con especies<br />
típicas de la selva baja subperennifolia o<br />
subcaducifolia, vegetación con la cual las sabanas<br />
están íntimamente relacionadas. En las<br />
sabanas las principales gramíneas son ásperas,<br />
amacolladas, resistentes a las quemas periódicas<br />
y consisten en especies de los géneros Andropogon,<br />
Paspalum y Digitaria, entre otros (figura 9).<br />
Rzedowski y McVaugh (1966) describen la<br />
vegetación cerca de Cerro de Ortega, al este de<br />
Colima (vegetación sabanoide), como agrupaciones<br />
de Crescentia alata sobre suelos negros<br />
arcillosos, con mal drenaje y fácilmente inundables.<br />
Otra variante de la sabana es aquella<br />
que se encuentra en laderas de cerros sobre suelos<br />
someros, derivados de rocas metamórficas,<br />
con elevaciones entre 400 y 800 msnm y extendiéndose<br />
desde Nayarit hasta Colima. En<br />
Colima este tipo de vegetación se observa sobre<br />
un sustrato geológico de andesitas del terciario<br />
y suelos tipo vertisoles y cambisoles, principalmente<br />
en la parte oriental del estado, al este y<br />
sur de Buenavista, en el municipio de Colima,<br />
y a manera de pequeñas islas a lo largo de la<br />
costa desde la laguna de Amela hasta Manzanillo<br />
(figura 9). Miranda y Hernández (1963) proponen<br />
que esta vegetación tiene origen primario,<br />
pero reconoce también que su extensión pudo<br />
ampliarse por influencia de actividades humanas,<br />
tales como la quema de pastizales, que se<br />
lleva a cabo año con año durante la temporada<br />
seca y con el objetivo de permitir el retoño del<br />
follaje para alimentar al ganado.<br />
Aunque el aprovechamiento actual de las sabanas<br />
es para la cría de ganado, las partes apetecibles<br />
de las gramíneas, durante su madurez,<br />
apenas alcanzan a mantener a los animales, obligando<br />
a los ganaderos a quemar la vegetación al<br />
finalizar la época de sequía, con el propósito de<br />
inducir el retoño de los zacates cuando más escasea<br />
el forraje.<br />
FIGURA 9. Vegetación de sabana.<br />
Foto: Gustavo Arévalo Galarza.<br />
124 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
amares<br />
Esta vegetación está formada por palmas altas<br />
de hojas pinnatífadas (hendido de traves en<br />
tiras largas), como el corozo, coquito de aceite<br />
o guacoyol (Attalea butyracea, A. cohune y<br />
Sabal mexicana) entre otras, que se encuentran<br />
en los declives y planicies del Pacífico,<br />
por lo común en zonas cercanas a la costa, en<br />
agrupaciones casi puras en las áreas inundables<br />
o con capa freática muy superficial, sobre<br />
todo en Colima, Jalisco y Nayarit (Miranda y<br />
Hernández 1963). En su mayoría los palmares<br />
están íntimamente ligados a zonas climáticas<br />
que coinciden con la distribución de las selvas<br />
altas perennifolias, medianas subperennifolias<br />
y subcaducifolias.<br />
Debido a que Attalea cohune se encuentra en<br />
sitios con las condiciones ideales para el desarrollo<br />
de la palma de coco (Cocus nucifera), que<br />
es económicamente preferida, estos palmares<br />
han sido desplazados para sembrar palma de<br />
coco, por lo que los palmares de Attalea han<br />
desaparecido en casi toda la costa de Guerrero y<br />
Michoacán. Colima no es la excepción, por lo<br />
que es común ver a lo largo de la costa grandes<br />
extensiones de palma de coco que se acompaña<br />
por cultivos de árboles frutales.<br />
A la mayoría de las especies de palmas les favorece<br />
la perturbación humana, principalmente<br />
las talas y el fuego, tal es el caso de Acrocomia<br />
aculeata, Sabal mexicana y Attalea butyracea.<br />
Rzedowski y McVaugh (1966) describen las<br />
poblaciones de Attalea cohune en las costas de<br />
Nayarit y Colima, como una comunidad de<br />
15 a 30 m de alto y algunas especies acompañantes<br />
en el estrato arbóreo entre las que destacan:<br />
Ficus padifolia, F. glabrata, F. glaucescens,<br />
F. lentiginosa, Brosimum alicastrum, Dendropanax<br />
arboreus, Enterolobium ciclocarpa y Bursera<br />
simaruba (figura 10).<br />
Actualmente este tipo de vegetación se distribuye<br />
sobre un sustrato geológico de origen<br />
ígneo, de basaltos del cuaternario y andesitas<br />
del terciario; suelos tipo feozem háplico, regosoles<br />
eútricos, fluvisoles eútricos y litosoles en<br />
pequeña porción, a lo largo de la costa michoacana<br />
hasta Jalisco.<br />
FIGURA 10. almar de Cocus nucifera al sur de<br />
ecomn. Foto: ustavo rvalo alara.<br />
anar<br />
El manglar es un tipo de selva uniforme que<br />
puede alcanzar hasta los 25 m de alto y se presenta<br />
en las orillas bajas y fangosas de las costas,<br />
alcanzando su mejor desarrollo en los<br />
esteros o penilagunas costeras y en los estuarios<br />
de los ríos bajo influencia de agua salobre.<br />
Soporta cambios fuertes de nivel de agua y salinidad,<br />
excepto en lugares rocosos, arenosos o<br />
sometidos a fuerte oleaje.<br />
El manglar es una asociación de especies<br />
leñosas, densa, arbustiva o arborescente, con<br />
Descripción de los principales tipos de vegetación<br />
125
ausencia de herbáceas y trepadoras, rara vez<br />
con epífitas o parásitas. Las especies que lo<br />
componen son principalmente Rhizophora<br />
mangle (mangle rojo) y Laguncularia racemosa<br />
(mangle blanco o de costilla), ambas con hojas<br />
perennes, ligeramente suculentas y de borde<br />
entero; el sistema radicular de estas especies<br />
les confiere una fisonomía muy característica<br />
que corresponde al de raíces zancudas con<br />
neumatóforos (tipos de raíces que crecen por<br />
arriba del nivel del suelo). Este sistema cumple<br />
la función de sostén y de respiración radical,<br />
debido a que el sustrato es muy pobre en oxígeno.<br />
Hacia la parte terrestre del manglar, en lugares<br />
fangosos predomina Avicennia germinans,<br />
que se caracteriza por sus raíces en forma de<br />
velas. En lugares arenosos o con aguas casi<br />
dulces el mangle predominante es Conocarpus<br />
erecta. Como especie acompañante del manglar<br />
se encuentra Bravaisia integerrima, cuyos<br />
árboles tienen aspecto de mangle por sus raíces<br />
aéreas, y que forma un tipo de selva frecuentemente<br />
mezclado con elementos de la<br />
selva alta perennifolia, en lugares pantanosos<br />
o inundables y con agua muy superficial<br />
durante los periodos secos (figura 11). En<br />
Colima se observan principalmente en los<br />
esteros El Chupadero, El Tecuanillo, Boca de<br />
Pascuales y Palo Verde, principalmente.<br />
Carrizal-tular<br />
Este tipo de vegetación está constituida por<br />
agrupaciones densas de plantas herbáceas<br />
enraizadas en el fondo de lugares más o menos<br />
pantanosos, pero cuyas hojas largas y angostas,<br />
incluso buena parte de los tallos, sobresalen de<br />
la superficie del agua (halófitas).<br />
Entre las especies que caracterizan este tipo de<br />
vegetación se identifican a Typha latifolia,<br />
Phragmites australis, Scirpus californicus, Cyperus<br />
giganteus, Eichornia crassipes, entre otras.<br />
FIGURA 11. Manglar<br />
de Laguncularia<br />
racemosa en el estero<br />
Boca de Pascuales.<br />
Foto: Gustavo Arévalo<br />
Galarza.<br />
126 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 12. ular de Tipha latifolia con Eichornia crassipes en las orillas de la laguna de mela. Foto: ustavo<br />
Arévalo Galarza.<br />
Son por lo tanto comunidades de plantas acuáticas<br />
cuya fisonomía está dada por un grupo de<br />
monocotiledóneas de 1 a 3 m de alto, de hojas<br />
angostas o bien carentes de órganos foliares.<br />
Sus integrantes están arraigados en el fondo<br />
poco profundo de cuerpos de agua con corriente<br />
lenta y estacionaria, tanto dulce como salobre.<br />
Llegan a formar masas uniformes que cubren<br />
grandes superficies de áreas pantanosas y lacustres,<br />
o bien en orillas de zanjas, canales y<br />
remansos de ríos, principalmente en lugares de<br />
clima caliente. Sin embargo, los tulares y carrizales<br />
son especies que tienen una amplia distribución<br />
(figura 12).<br />
eeacin oane<br />
Este tipo de vegetación agrupa a plantas acuáticas<br />
que flotan en la superficie del agua, las cuales<br />
pueden estar arraigadas al fondo o bien estar<br />
desprovistas por completo de órganos de fijación.<br />
Viven tanto en aguas dulces como moderadamente<br />
salobres, de sitios tranquilos, no<br />
afectados por corrientes de agua.<br />
En el grupo de las plantas flotantes de gran<br />
tamaño destaca Eichhornia crassipes, capaz de<br />
reproducirse con extraordinaria rapidez y de<br />
tapizar grandes extensiones, lo que redunda en<br />
consecuencias desfavorables para la pesca, la<br />
navegación y para la agricultura misma. Además,<br />
destaca la presencia de Nymphaea ampla,<br />
Descripción de los principales tipos de vegetación<br />
127
FIGURA 13. Vegetación flotante de Nymphaea ampla con Laguncularia racemosa, en el estero de alo Verde.<br />
Foto: Gustavo Arévalo Galarza.<br />
la cual posee flores de color blanco de gran<br />
belleza y que por la intervención humana tiende<br />
cada vez a ser más escasa (figura 13).<br />
asiaes<br />
Los pastizales o zacatales son comunidades vegetales<br />
donde las especies dominantes son las gramíneas.<br />
Mientras la presencia de algunas especies<br />
está determinada claramente por el clima, otras<br />
son favorecidas, al menos en parte, por las condiciones<br />
del suelo o bien por el disturbio ocasionado<br />
por humanos y sus animales domésticos<br />
(sobrepastoreo). Por esta razón algunos autores<br />
clasifican a este tipo de vegetación, ya sea como<br />
pastizal inducido o pastizal cultivado.<br />
El pastizal inducido es aquel que se establece<br />
después de deforestar un sitio. De las especies<br />
que se instalan la mayoría son anuales, cultivadas,<br />
nativas o naturalizadas. Entre las especies<br />
más conspicuas se encuentran: Cathaestecum<br />
breviflorum, Setariopsis auriculata, Aristida<br />
adscensionis, Aristida jorullensis, A. ternipes,<br />
Axonopus centralis, A. compressus, Brachiaria<br />
plantaginea, Diectomis fastigiata, Digitaria<br />
ciliaris, D. horizontalis, Hackelochloa granularis,<br />
Hilaria ciliata, Ixophorus unisetus, Heteropogon<br />
contortus, Panicum fasciculatum, Paspalum<br />
notatum, P. paniculatum y Setaria geniculata.<br />
El pastizal cultivado es aquel en el que deliberadamente<br />
se han abierto sitios (principalmente<br />
en la costa) para sembrar pastos, de<br />
128 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
especies tales como Panicum maximum,<br />
Cenchrus ciliaris, Hyparrhenia rufa, Cynodon<br />
dactylon y Chloris gayana. En Colima estos<br />
pastizales se encuentran sobre sustratos de<br />
origen ígneo de basaltos y suelos tipo cambisoles.<br />
Se distribuyen en la parte este de Villa<br />
de Álvarez y Colima, entremezclados con<br />
sabanas y a lo largo de la costa en pequeñas<br />
porciones (figura 14).<br />
aorra espinoso<br />
Este tipo de vegetación presenta características<br />
de comunidades vegetales un tanto heterogéneas<br />
que tienen en común la característica de<br />
ser bosques bajos, cuyos componentes, al menos<br />
en gran proporción, son árboles espinosos. Se<br />
desarrolla comúnmente en lugares con climas<br />
más secos que el correspondiente a la selva baja<br />
caducifolia, pero más húmedo que el del mato-<br />
rral xerófilo (BS1(h´)w), aunque a veces también<br />
se presenta en las mismas regiones pero ocupando<br />
suelos profundos. Es un hecho que esta<br />
comunidad vegetal no está bien definida, ya que<br />
tiende a transformarse de manera paulatina a<br />
otros tipos de vegetación, incluído el pastizal.<br />
Esta formación vegetal ocupa una extensión<br />
continua en la planicie costera noroccidental,<br />
hasta la parte meridional de Sinaloa; hacia el sur<br />
continúa a lo largo de las costas de Jalisco y<br />
Colima, donde se localizan en enclaves, en las<br />
llanuras costeras que se extienden desde cerca<br />
de Tomatlán a Tecomán (figura 1). Las especies<br />
de esta formación presentan una altura de entre<br />
cuatro y siete metros y además es muy densa. Se<br />
citan para esta zona las siguientes especies:<br />
Acacia cymbispina, Achatocarpus gracilis,<br />
Bursera instabilis, Caesalpinia coriaria, Croton<br />
alamosanus, Pachycereus sp., Pithecellobium<br />
dulce, Ruprechtia fusca y Ziziphus amole, entre<br />
otras (Rzedowski 1978).<br />
FIGURA 14. astiales<br />
en la parte este de los<br />
municipios de Villa de<br />
lvare y Colima. Foto:<br />
Gustavo Arévalo Galarza.<br />
Descripción de los principales tipos de vegetación<br />
129
FIGURA 15. Matorral<br />
espinoso con presencia<br />
de Opuntia spp.,<br />
al norte del poblado de<br />
La Yerbabuena, municipio<br />
de Comala. Foto:<br />
Gustavo Arévalo Galarza.<br />
Actualmente, este tipo de vegetación se encuentra<br />
sobre un sustrato geológico de origen ígneo<br />
de rocas andesíticas del terciario y conglomerados<br />
polimíctico-arenisca de origen sedimentario,<br />
con suelos tipo vertisoles y rendzinas de<br />
textura fina. Ejemplos de lugares donde encontramos<br />
esta formación vegetal son: al sur de<br />
Villa de Álvarez, sureste de Coquimatlán y la<br />
parte norte-suroeste de Cerro de Ortega. Además,<br />
en algunos lugares se distinguen manchones<br />
donde las especies dominantes suelen ser:<br />
Ziziphus mexicana, Zanthoxylum fagara, Recchia<br />
mexicana, Celtis caudata, Pereskiopsis diguetii,<br />
Guaiacum coulteri, Pachycereus pecten-aboriginum,<br />
Caesalpinia cacalaco, Lysiloma tergemina,<br />
Morisonia americana, Jacquinia macrocarpa y<br />
Tillandsia sp. En lugares más perturbados<br />
dominan matorrales espinosos de Opuntia,<br />
Mimosa y Acacia (figura 15). Cabe hacer mención<br />
sobre la dificultad de distinguir el matorral<br />
espinoso de una selva baja caducifolia<br />
típica; su distribución en manchones pequeños<br />
impide cartografiarla a escalas locales.<br />
Referencias<br />
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et al. 1987. Las gramíneas de México. Vol. II.<br />
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de Coeficientes de Agostadero (cotecoca)/<br />
Secretaría de Agricultura Recursos Hidráulicos<br />
(sarh). México, D.F.<br />
Bravo-Hollis, H. 1978. Las cactáceas de México. Vol.<br />
I. Universidad Nacional Autónoma de México<br />
(unam). México.<br />
Bravo-Hollis, H. y H. Sánchez-Mejorada. 1991a. Las<br />
cactáceas de México. Vol. II. unam. México.<br />
——— . 1991b. Las cactáceas de México. Vol. III.<br />
unam. México.<br />
130 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
Hágsater, E. y G. Salazar. 1991. Icones Orchidacearum<br />
I. En: Orchids of Mexico. Part 1. Asociación Mexicana<br />
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Miranda, F. y E. Hernández-X. 1963. Los tipos de vegetación<br />
de México y su clasificación. Boletín de la<br />
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Pennington, T.D. y J. Sarukhán. 2005. Árboles<br />
tropicales de México. unam/Fondo de Cultura Económica<br />
(fce). México.<br />
Rzedowski, J. 1978. La vegetación de México. Limusa,<br />
S.A. México.<br />
——— . 1993. Diversidad y orígenes de la flora fanerogámica<br />
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México. Orígenes y distribución. T.P. Ramamoorthy,<br />
R. Bye, A. Lot y J. Fa. Instituto de Biología,<br />
unam (ibunam). México.<br />
Rzedowski, J. y R. Mcvaugh. 1966. La vegetación de<br />
Nueva Galicia. Contributions from the University of<br />
Michigan Herbarium 9:1-123.<br />
sarh. Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.<br />
1994. Inventario Nacional Forestal Periódico.<br />
Memoria nacional. Subsecretaría Forestal y de<br />
Fauna Silvestre- sarh. México.<br />
Sousa, M. y A. Delgado. 1993. Leguminosas mexicanas:<br />
fitogeografía, endemismo y orígenes. En:<br />
Diversidad biológica de México. Orígenes y distribución.<br />
T.P. Ramamoorthy, R. Bye, A. Lot y J. Fa.<br />
ibunam. México, pp. 449-500.<br />
Turner, B.L. y G.L. Nesom. 1993. Biogeography, diversity,<br />
and endangered or threatened status of Mexican<br />
Asteraceae. En: Biological diversity of Mexico.<br />
Origins and distribution. T.P. Ramamoorthy, R.<br />
Bye, A. Lot y J. Fa. Oxford University Press, Estados<br />
Unidos de America, pp. 559-575.<br />
Descripción de los principales tipos de vegetación<br />
131
ESTUDIO DE CASO<br />
DETERIORO DE LA VEGETACIÓN Y LOS IMPACTOS<br />
DE LAS ACTIVIDADES ANTROPOGÉNICAS<br />
Gustavo Arévalo Galarza<br />
María Guadalupe Rodríguez-Camarillo<br />
Andrés Gelacio Miranda Moreno<br />
Con el propósito de diagnosticar el estado de<br />
conservación que guardan los diferentes tipos<br />
de vegetación que se encuentran en el estado, a<br />
continuación se identifican las principales causas<br />
que han ocasionado el deterioro de los recursos<br />
naturales, particularmente en los bosques y<br />
las selvas:<br />
1. Remoción de la vegetación original para<br />
abrir nuevas áreas de cultivo.<br />
2. Extracción de especies maderables (para la<br />
construcción).<br />
3. Extracción de leña para combustible y carbón.<br />
4. Apertura de nuevas áreas de pastoreo de<br />
ganado doméstico (potreros).<br />
5. Remoción de especies nativas para introducción<br />
de especies de mayor importancia<br />
comercial (frutales y hortalizas).<br />
6. Mortalidad de individuos causada por el uso<br />
intensivo de agroquímicos.<br />
7. Fragmentación de la vegetación debido a la<br />
construcción de infraestructura, como la<br />
red de carreteras, brechas para electrificación,<br />
etcétera.<br />
8. Fragmentación y remoción de la vegetación<br />
por efectos de la explotación minera.<br />
9. Fragmentación y remoción de la vegetación<br />
en los esteros por actividades turísticas.<br />
10. Fragmentación de la vegetación por fenómenos<br />
naturales, como la incidencia de huracanes,<br />
deslaves e inundaciones.<br />
11. Fragmentación y deterioro de la vegetación<br />
debido a la creación de nuevos asentamientos<br />
humanos.<br />
Las causas señaladas traen consigo fuertes<br />
impactos en los ecosistemas. De esta manera la<br />
calidad ambiental de los recursos naturales se ve<br />
afectada por las actividades antropogénicas que<br />
se llevan a cabo en los diferentes hábitats del<br />
estado.<br />
Índices de diversidad<br />
Existe gran variedad de índices de diversidad, de<br />
los cuales la mayoría se basan en la riqueza y<br />
abundancia de las especies. Los más conocidos<br />
y más sencillos de interpretar, ecológicamente,<br />
son los índices de diversidad de Hill y el de Shannon<br />
y Simpson. Para conocer los índices de<br />
diversidad y de calidad ambiental de la vegetación<br />
de Colima se llevaron a cabo muestreos<br />
ecológicos dirigidos, en diferentes localidades,<br />
132<br />
Arévalo, G.G., M.G. Rodríguez-Camarillo y A.G. Miranda M. 2016. Deterioro de la vegetación y los impactos de las<br />
actividades antropogénicas. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 132-138.
que incluían tres condiciones de la vegetación:<br />
zona conservada (zc), zona semi-conservada<br />
(zsc) y zona abierta (za) (figura 1).<br />
Para la evaluación de las condiciones de la vegetación<br />
se aplicó lo planteado por Smith (2000),<br />
quien sostiene que para medir de manera general<br />
los impactos ambientales sobre los ecosistemas,<br />
se puede utilizar la abundancia y la diversidad de<br />
especies, como indicadores ambientales, incluso<br />
sin profundizar en ellos.<br />
En porciones significativas de su territorio, el<br />
estado contiene áreas de vegetación nativa que<br />
aún muestran aceptables niveles de conservación,<br />
a la vez que existen amplias zonas con evidentes<br />
disturbios de origen antropogénico. Esto<br />
queda claramente evidenciado en los muestreos<br />
realizados para la obtención de los índices de<br />
diversidad y calidad ambiental. Para la obtención<br />
de tales índices se muestrearon 16 localidades<br />
representativas de los distintos tipos de<br />
vegetación, los cuales presentan diferentes grados<br />
de conservación (cuadro 1).<br />
De acuerdo con los índices de diversidad obtenidos,<br />
los valores más altos corresponden a las<br />
áreas mejor conservadas, y viceversa; los valores<br />
más bajos se presentan en los lugares con mayor<br />
perturbación (figuras 2 y 3).<br />
a) b)<br />
c)<br />
FIGURA 1. itios con tres estados de conservación de la vegetación, a) ona conservada (C), b) ona semi<br />
conservada (C) y c) ona abierta (ZA). Fotos: Gustavo Arévalo Galarza.<br />
Deterioro de la vegetación y los impactos de las Regionalización actividades antropogénicas ecológica 133 133
FIGURA 2. Funciones de transformación para determinar y = índice de calidad ambiental, a partir de<br />
x = valores de diversidad de Hill. Fuente: elaboración propia.<br />
FIGURA 3. Índices de diversidad de Shannon y Simpson, correspondientes a 16 sitios representativos de<br />
diferentes estados de conservación de la vegetación; donde ZC = zona conservada, ZSC = zona semiconservada,<br />
y ZA = zona abierta. Fuente: elaboración propia.<br />
134 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
CUADRO 1. Cálculo del índice de calidad ambiental para el estado; donde ZC = zona conservada, ZSC = zona<br />
semi-conservada y ZA = zona abierta. Fuente: elaboración propia.<br />
Unidad de muestreo<br />
Condición de<br />
conservación<br />
Índice de calidad<br />
ambiental<br />
Índice<br />
Hill<br />
Índice<br />
Shannon<br />
Índice<br />
Simpson<br />
Laguna de Amela ZA 0.2034 8.5 0.536 3.0<br />
Canoas ZSC 0.2452 11.2 0.618 4.7<br />
La Playita ZA 0.2743 12.8 0.659 6.0<br />
Paticajo ZA 0.2825 13.3 0.669 5.0<br />
Los Tepames ZC 0.3370 15.8 0.721 7.3<br />
Zacualpan ZSC 0.3453 16.1 0.728 7.3<br />
Los Tepames ZA 0.3453 16.1 0.728 7.3<br />
La Becerrera ZC 0.3584 16.7 0.738 6.0<br />
Paticajo ZSC 0.3904 17.9 0.759 7.3<br />
Minatitlán ZA 0.3904 17.9 0.759 7.3<br />
Laguna de Alcuzahue ZC 0.3904 17.9 0.759 9.4<br />
Chandiablo ZC 0.4474 19.9 0.790 9.4<br />
Potrero Grande ZC 0.5747 23.5 0.841 11.0<br />
Zacualpan ZC 0.6390 25.0 0.860 13.2<br />
Ixtlahuacán ZC 0.8757 29.6 0.910 16.5<br />
M. Ávila Camacho ZC 1.0000 31.5 0.929 22.0<br />
De esta manera, la valoración de la calidad<br />
ambiental se realizó en función de los cálculos<br />
de diversidad, específicamente del índice de<br />
Hill. Esta valoración general se llevó a cabo a<br />
través de la relación de tipo exponencial<br />
y = 0.1124e 0.0893X , donde: y = índice de calidad<br />
ambiental y x= índice de diversidad de Hill. La<br />
figura 2 muestra que cuando la diversidad es<br />
mayor el índice de calidad ambiental toma<br />
valores de diversidad > 23, correspondientes a<br />
un índice de calidad ambiental aceptable<br />
(> 0.60), indicando que las comunidades conservadas<br />
muestran una calidad ambiental relativamente<br />
buena.<br />
La figura 5 muestra que las unidades correspondientes<br />
a seis zonas conservadas (Zacualpan,<br />
Ixtlahuacán, Miguel Ávila Camacho, Chandiablo,<br />
laguna de Alcuzahue y la parte norte de<br />
Potrero Grande) son las unidades de muestreo<br />
que presentan los valores de diversidad (Shannon<br />
y Simpson) más altos. Estos resultados confirman<br />
lo observado en la figura 2 y coincide con<br />
lo planteado por algunos autores como Vázquez<br />
et al. (1990), en el sentido de que las zonas conservadas<br />
son las más diversas y de que los valores<br />
de diversidad más bajos corresponden a las áreas<br />
perturbadas, como es el caso de la laguna de<br />
Amela.<br />
Deterioro de la vegetación y los impactos de las actividades antropogénicas<br />
135
Considerando la información histórica sobre la<br />
vegetación potencial para Colima (inegi 1981),<br />
la actualización del mapa de usos del suelo y<br />
vegetación (1990) y lo revelado por los índices de<br />
diversidad ecológica, existe una tendencia encaminada<br />
a una mayor perturbación de los diferentes<br />
ecosistemas ocasionada por los cambios<br />
de usos del suelo, cuya localización y orígenes se<br />
mencionan a continuación:<br />
• Aumento en la superficie de agricultura de<br />
temporal en los municipios de Comala<br />
(parte centro-este), Villa de Álvarez (este),<br />
Colima (norte y este), Cuauhtémoc (sureste<br />
y norte) y Armería (centro-norte).<br />
• Aumento o mejoramiento de las condiciones<br />
en la producción agrícola (este y centro del<br />
municipio de Villa de Álvarez).<br />
• Aumento en la superficie de agricultura de<br />
riego en Armería, Manzanillo (alrededor<br />
de la laguna de Cuyutlán), así como el cambio<br />
de agricultura de riego por agricultura<br />
de temporal en Manzanillo.<br />
• Aumento de selva baja espinosa y vegetación<br />
secundaria en la parte sur de Tecomán y<br />
oeste de Colima, como resultado de la perturbación<br />
de la selva baja caducifolia.<br />
• Aumento de la superficie de pastizal y<br />
sabana en partes de Colima, presumiblemente<br />
por la apertura de la selva baja caducifolia.<br />
FIGURA 4. Funciones de transormación para determinar y índice de calidad ambiental, a partir de<br />
valores de diversidad de ill. Fuente: elaboración propia.<br />
136 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 5. Índices de diversidad de Shannon y Simpson, correspondientes a 16 sitios representativos de<br />
diferentes estadios de conservación de la vegetación en el estado; donde ZC = zona conservada, ZSC = zona<br />
semi-conservada y ZA = zona abierta. Fuente: elaboración propia.<br />
Deterioro de la vegetación y los impactos de las actividades antropogénicas<br />
137
Concusiones<br />
Para evaluar la calidad ambiental de un ecosistema<br />
es necesario conocer los impactos que las<br />
actividades humanas causan en el mismo, ya sea<br />
de forma directa o indirecta.<br />
Se dice que hay un impacto ambiental cuando<br />
una acción o actividad humana produce una<br />
actividad favorable o adversa en el ambiente, o<br />
en algunos de sus componentes.<br />
El conocimiento de la abundancia y la diversidad<br />
de las especies se considera un paso fundamental<br />
en el entendimiento de los efectos que<br />
tales impactos ocasionan en los ecosistemas<br />
naturales.<br />
eerencias<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />
Informática. 1981. Síntesis geográfica de Colima.<br />
Coordinación General de los Servicios Nacionales<br />
y Estadística, Geografía e Informática. México, D.F.<br />
Moreno, A.B., M.V. González, E.G. Nolazco, et al.<br />
2010. Recursos naturales y sociedad sustentable.<br />
Universidad Autónoma Chapingo. México.<br />
Smith, R.L. y T.M. Smith. 2000. Ecología. Pearson.<br />
Addison Wesley. España.<br />
Smith, S.G. 2000. Flora of North of México, vol 22.<br />
En: Flora of North America. Editorial Committee.<br />
Oxford University Press, New York, pp. 278-285.<br />
Sol, A. 1996. Diversidad florística de la selva de canacoite:<br />
Bravaisia integerrima (Sprengel) Standl., en<br />
la región de La Chontalpa, H. Cárdenas, Tabasco,<br />
México. Tesis de maestría en ciencias. Escuela Nacional<br />
de Agricultura, Chapingo, México.<br />
Vázquez, G.J.A., R. Cuevas, T.S. Cochrane y H.H. Iltis.<br />
1990. Flora de la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />
Manantlán, Jalisco. Universidad de Guadalajara,<br />
Jalisco.
Descripción<br />
de los ecosistemas<br />
en la zona costera<br />
Gloria Alicia Jiménez-Ramón<br />
Alma Jocelyn Mendoza-Morales<br />
Juan Carlos Chávez-Comparán<br />
Rosa María Guzmán-Barrera<br />
Basilio Lara-Chávez<br />
Introducción<br />
Las zonas costeras son importantes como recursos naturales debido a<br />
que hacen posible la realización de una serie de actividades económicas,<br />
tales como la pesca y acuacultura, extracción de minerales y de hidrocarburos,<br />
actividades turísticas y recreativas, así como desarrollos portuarios<br />
y de transporte marítimo. Además, las costas pueden resultar<br />
sitios idóneos para el desarrollo industrial y urbano.<br />
Asimismo, en las zonas costeras se encuentran sistemas ecológicos<br />
importantes en cuanto a productividad y diversidad biológica, tales<br />
como: lagunas costeras, estuarios, dunas, playas, áreas rocosas, arrecifes<br />
de coral, bosques de manglar y pantanos.<br />
Debido al desarrollo de actividades humanas en los sistemas ecológicos<br />
originales, los impactos adversos en el ambiente han sido considerables,<br />
eso es debido a la combinación de una serie de factores y causas, tales<br />
como la mala planeación y la escasez de estudios básicos sobre los recursos<br />
naturales y la dinámica de la costas, circunstancias que ocasionan<br />
un aprovechamiento irracional y deficiente de la zona costera y sus<br />
recursos.<br />
Con la finalidad de entender el alcance y la importancia ecológica y económica<br />
de estas áreas, se define a la zona costera como las aguas costeras<br />
y sus costas adyacentes, ambas influenciadas de forma mutua,<br />
incluyendo islas, zona intermareal, marismas, manglares, estuarios,<br />
Jiménez-Ramón, G.A., A.J. Mendoza-Morales, J.C. Chávez-Comparán, R.M.Guzmán-Barrera y B. Lara-Chávez.<br />
2016. Descripción de los ecosistemas en la zona costera. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 139-170.<br />
139
lagunas costeras y playas. En el contexto de la<br />
realización de estudios científicos sobre el cambio<br />
global, Holligan y Boois (1993) consideran a<br />
las zonas costeras desde dos perspectivas:<br />
1) como parte integral del sistema terrestre que<br />
contribuye de manera significativa a los ciclos<br />
biogeoquímicos globales y su interacción con el<br />
clima y, 2) como un conjunto de recursos vitales,<br />
en términos de abastecimiento de alimentos<br />
y minerales, sitios de descargas de materiales<br />
de desechos, de vivienda, de espacios recreativos<br />
y de transporte. La frontera tierra-mar<br />
incluye algunos de los ecosistemas más productivos<br />
del planeta y provee más de 90% de la captura<br />
mundial pesquera y otros importantes<br />
recursos vivos asociados con comunidades,<br />
tales como arrecifes de coral, bosques de manglar,<br />
marismas y pantanos.<br />
Como resultado del incremento de la población<br />
humana y la tendencia de una gran parte de ella<br />
a vivir cerca del mar, los impactos antropogénicos<br />
sobre la zona costera han sido severos en las<br />
últimas décadas. Los ambientes costeros han<br />
sido alterados por actividades humanas en todas<br />
las partes del planeta, y México no es la excepción,<br />
debido a la combinación de efectos directos<br />
(uso del suelo, urbanización, industrialización,<br />
retención de agua, explotación de recursos vivos<br />
y no vivos y destrucción de hábitats), e indirectos<br />
(huracanes, ciclones, cambios en el nivel hídrico<br />
de humedales, incrementos en el nivel de mar e<br />
inundaciones, entre otros). Como resultado de<br />
las modificaciones ecológicas, la diversidad y<br />
estabilidad de los ecosistemas costeros han sido<br />
severamente impactadas, contribuyendo al cambio<br />
global y evidenciando los efectos sobre el<br />
clima y la geomorfología. Las implicaciones<br />
ambientales a largo plazo son inciertas.<br />
a cosa<br />
Se estima que el total del litoral en todos los<br />
continentes es del orden de 500 mil kilómetros,<br />
de éstos, más de 10 mil corresponden al litoral<br />
de México. El estado, ubicado en la parte occidental<br />
de la república mexicana sobre las costas<br />
del océano Pacífico, tiene alrededor de 157 km<br />
de costa, que comprenden los municipios de<br />
Manzanillo, Armería y Tecomán, desde el río<br />
Coahuayana en el límite con Michoacán hasta<br />
la península de La Culebra límite con Jalisco<br />
(spp 1981). Colima cuenta con una plataforma<br />
continental de 1 543 km 2 , un mar territorial de<br />
2 211 km 2 , una superficie de lagunas litorales<br />
de 8662 ha (Ruiz 1985) y 2153 ha de lagunas<br />
lacustres. El municipio de Manzanillo abarca la<br />
mayor amplitud del litoral, debido en gran<br />
parte a las bahías de Manzanillo y Santiago,<br />
laguna de Cuyutlán, San Pedrito, Juluapan y la<br />
ciénega de Potrero Grande. Por su ubicación y<br />
área de influencia económica, Manzanillo es<br />
considerado como un lugar estratégico para el<br />
desarrollo económico portuario.<br />
La costa de Colima se compone de manera<br />
general de playas, dunas, acantilados y humedales<br />
(sistemas lagunares y estuarinos, ciénegas,<br />
manglares y marismas). Las playas de arena<br />
están formadas de material de cuarzo y tienen<br />
una fuerte influencia en su formación los aportes<br />
sedimentarios de los ríos Marabasco, Armería<br />
y Coahuayana, así como los innumerables<br />
arroyos que desembocan al mar en las temporadas<br />
de lluvias. Aproximadamente 90% de la<br />
línea costera de Colima consiste de playas. Las<br />
dunas de arena se encuentran, en general, en un<br />
proceso de estabilización favorecido por la<br />
vegetación; la zona de la barra de Cuyutlán es la<br />
140 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
más importante en cuanto a dunas. Los acantilados<br />
donde las rocas se unen con el mar constituyen<br />
menos de 10% de la línea costera.<br />
De los ecosistemas de la costa del estado sobresalen<br />
los humedales de los sistemas lagunares y<br />
estuarinos, que en promedio se encuentran en<br />
uno de cada 20 km en la línea de costa. Entre<br />
los humedales más importantes se encuentran;<br />
las lagunas de Cuyutlán, de Juluapan, los estuarios<br />
Boca de Apiza y El Centinela, los esteros<br />
San Rafael y El Tecuanillo. Además, desde el<br />
punto de vista fisiográfico resaltan las bahías de<br />
Manzanillo y Santiago, y el sistema de dunas<br />
que separa la laguna de Cuyutlán con el océano<br />
(figura 1).<br />
corriente de importancia frente a las costas<br />
de Colima, Jalisco y Michoacán, es la<br />
corriente caliente que fluye hacia el norte,<br />
derivada de la Contracorriente Ecuatorial.<br />
Las dos corrientes descritas anteriormente<br />
confluyen frente a las costas mexicanas del<br />
Pacífico, hacia el sur de Michoacán en<br />
invierno y hacia el norte de dicho estado<br />
en el verano. En el invierno, la porción de la<br />
corriente de California que fluye hacia el sur<br />
hasta Acapulco se llama Corriente Mexicana.<br />
En el verano, la corriente Contracorriente<br />
Ecuatorial que cambia su dirección<br />
al norte o noroeste de Michoacán, fluye<br />
hacia el norte a lo largo de las costas mexicanas<br />
occidentales.<br />
Para entender las consecuencias del desarrollo<br />
regional y llevar a cabo una planeación adecuada<br />
y racional, es necesario comprender cuáles<br />
son los principales componentes que inciden<br />
en el deterioro de la zona costera, cómo funcionan<br />
los sistemas costeros y cuáles son las medidas<br />
pertinentes de administración costera.<br />
A continuación se proporciona una breve descripción<br />
de cuatro componentes que guían el<br />
funcionamiento de los sistemas costeros.<br />
1. Corrientes oceánicas. La corriente oceánica<br />
de mayor importancia frente a las costas de<br />
Colima es la de California. Esta es una<br />
corriente fría que fluye hacia el sur a lo largo<br />
de la península de California, siendo normalmente<br />
suave e influenciada por los vientos<br />
ocasionales. Después de fluir a lo largo de<br />
la península de California, esta corriente<br />
cambia su dirección hacia el suroeste y se<br />
transforma en lo que se conoce como la<br />
Corriente Ecuatorial del Norte. Otra<br />
2. Suelos. En la región de la costa el relieve del<br />
suelo es inclinado ligeramente hacia el mar,<br />
donde se forman lagunas y esteros; los suelos<br />
son en su mayoría de origen aluvial,<br />
presentando texturas variadas con abundancia<br />
en arena y limo (spp 1981).<br />
3. Humedales costeros. Son ecosistemas tanto<br />
naturales como artificiales que se caracterizan<br />
por estar permanente o temporalmente<br />
inundados, ya sea por aguas dulces, salobres<br />
o salinas, las cuales pueden estar estancadas<br />
o ser corrientes. Incluyen regiones ribereñas,<br />
costeras y marinas que no exceden los seis<br />
metros de profundidad con respecto al nivel<br />
medio de las mareas bajas (Convención<br />
sobre Humedales ramsar 1971) (figura 1).<br />
Entre los humedales costeros se tienen además<br />
a los sistemas lagunares y estuarinos,<br />
los cuales son cuerpos litorales semicerrados.<br />
Estos últimos sistemas se diferencian<br />
geomorfológicamente ya que en el sistema<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
141
lagunar su eje principal se encuentra paralelo<br />
a la costa (embahiamiento), mientras<br />
que en el estuario su eje principal es perpendicular<br />
a la costa y es considerado como la<br />
boca de un río. El sistema estuarino se puede<br />
dividir a su vez en estuario y estero. El estuario<br />
es la boca de un río, por lo general, de<br />
mayor dimensión, mientras que el estero es<br />
la boca de un arroyo que por lo general<br />
aporta agua sólo en época de lluvias y tiene<br />
una menor dimensión que el estuario. Desde<br />
el punto de vista ecológico, las lagunas costeras<br />
y estuarios constituyen un ecosistema<br />
de tipo similar y se puede hablar de un<br />
medio ambiente lagunar-estuarino (Yañez<br />
1978). Entre los principales sistemas lagunares<br />
en Colima están las lagunas de Cuyutlán,<br />
Juluapan, Chupadero y La Murcielaguera.<br />
Entre los principales estuarios están El Centinela<br />
y Boca de Apiza, y los esteros son El<br />
Real, Tecuanillo y San Rafael (figura 1)<br />
4. Recursos hídricos de la zona costera. Los<br />
recursos hídricos más importantes que tienen<br />
influencia en la zona costera del estado<br />
son, río Coahuayana, río Salado, río Armería,<br />
arroyo Salahua y río Cihuatlán o Marabasco<br />
(Figura 1).<br />
os sisemas coseros aunares<br />
esuarinos e a rein<br />
e acfico ropica eicano<br />
Los sistemas lagunares o estuarinos de la costa<br />
del Pacífico Tropical Mexicano tienen un comportamiento<br />
ambiental que consiste de un ciclo<br />
anual de dos fases: la primera en la temporada<br />
de sequía, que comprende los meses de diciembre<br />
a mayo, cuando el régimen de lluvia se ha<br />
detenido. El proceso de acumulación de arena<br />
en la boca inicia hasta cerrar por completo la<br />
comunicación entre los sistemas con el océano.<br />
La pérdida de biomasa verde de la vegetación<br />
litoral alcanza su máximo en julio, apreciándose<br />
una desnitrificación de sus aguas, es decir,<br />
aumentando los niveles de amonio y disminuyendo<br />
los niveles de nitrato y nitritos; los valores<br />
de temperatura se mantienen relativamente<br />
bajos y el nivel general del agua dentro del sistema<br />
alcanza sus valores más bajos.<br />
La segunda fase comprende el comportamiento<br />
inverso y ocurre en la temporada húmeda<br />
(cuando las lluvias inician su aporte), durante<br />
los meses de junio a noviembre, cuando la<br />
acción de las olas y la presión del agua de lluvia<br />
en las bocas abren la comunicación océano-laguna<br />
y la temperatura del agua alcanza sus<br />
valores máximos; el proceso de reverdecimiento<br />
de la vegetación estuarina alcanza sus<br />
niveles máximos, ocurriendo lo mismo con el<br />
nivel del agua dentro de los sistemas.<br />
Los cuerpos de agua sufren variaciones en la salinidad,<br />
de acuerdo a su tipo, por lo que resulta<br />
adecuado clasificarlos con respecto a este parámetro<br />
en: a) ribereños, con salinidad entre<br />
0 a 10 partes por mil; b) estuarinos, con salinidad<br />
entre 10 a 25 partes por mil y c) oceánicos, aquellos<br />
que tengan más de 25 partes por mil. Este<br />
comportamiento de la salinidad en un cuerpo de<br />
agua durante un ciclo anual puede variar de ser<br />
ribereño a ser estuarino, o de oceánico a estuarino<br />
y viceversa, ello dependiendo de la presencia<br />
o afluencia de lluvias, así como de la magnitud en<br />
la comunicación con el océano (figura 1).<br />
142 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 1. idrograía superficial () y humedales costeros (). Fuente: elaborado con inormación de autores.<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
143
En la vegetación litoral de estos sistemas, podemos<br />
identificar un límite muy marcado entre<br />
los sitios donde predomina la salinidad menor<br />
a 5 o/oo (gramos de sal por kilogramo de agua<br />
de mar) y aquellos con mayor salinidad. En los<br />
sistemas con una salinidad menor, la vegetación<br />
predominante se compone de tules, carrizalillos<br />
y huizaches, mientras que en los<br />
sistemas con niveles de alta salinidad la vegetación<br />
predominante consiste de manglares.<br />
La importancia paisajística de estos sistemas es<br />
considerable debido a su alto nivel de colorido<br />
visual y a la gran cantidad de formas de vida<br />
presentes en estos lugares, aunado al hecho de<br />
que estos sistemas se localizan sobre el litoral,<br />
adyacentes a espaciosas playas y dunas. Asimismo,<br />
la presencia de formaciones de acantilados<br />
hacen resaltar aún más su belleza<br />
paisajística, lo que les hace lugares de alto valor<br />
para actividades turísticas.<br />
En general las aves más características son<br />
aquellas especies de amplia distribución, como<br />
la garza blanca (Casmerodius albus), el cormorán<br />
(Phalacrocorax auritus) y el pato buzo<br />
(Aythya affinis). La fauna ictiológica, en casi<br />
todos los sistemas, es la que se menciona en el<br />
capítulo correspondiente de este libro.<br />
La importancia ecológica de estos sistemas,<br />
lagunares y estuarinos ha sido bien documentada<br />
en la bibliografía, pudiendo resumirse de la<br />
siguiente manera: 1) producen una alta cantidad<br />
de materia orgánica; 2) mantienen una alta remineralización<br />
de nutrientes importantes para la<br />
fotosíntesis; 3) funcionan como protección de<br />
especies de peces y crustáceos con importancia<br />
económica durante su etapa juvenil; 4) mantienen<br />
una alta diversidad de especies; 5) son zonas<br />
importantes de anidación y crianza de aves;<br />
6) funcionan como banco de conservación de la<br />
diversidad genética; 7) son considerados como<br />
exportadores de materia orgánica (energía en<br />
forma de detritus) y nutrientes al sistema oceánico;<br />
8) actúan como reguladores de ciclos<br />
hidrológicos que ayudan a recargar los mantos<br />
freáticos; 9) estabilizan los sedimentos y 10) funcionan<br />
como trampas de contaminantes, sobre<br />
todo en las marismas y los manglares.<br />
Estimaciones sobre el valor ecológico de los sistemas,<br />
de acuerdo al grado de deterioro ambiental,<br />
han sido realizadas a partir de los niveles de<br />
alteración antropogénica, tales como rellenos,<br />
basura, cobertura del manglar, contaminación<br />
del agua, así como la presencia o ausencia de<br />
aves y peces. Finalmente, se han establecido criterios<br />
de apreciación paisajística (estética<br />
visual), acceso, amplitud de los espacios abiertos,<br />
grado de deterioro terrestre y acuático,<br />
coloración del agua y presencia de basura. El<br />
apéndice 1 muestra algunas de esas características<br />
en los sistemas costeros de Colima.<br />
suario oca e pia<br />
esembocaura e ro<br />
Coauaana<br />
El estuario Boca de Apiza, en el municipio de<br />
Tecomán, es la desembocadura del río Coahuayana,<br />
el cual separa a las entidades de Michoacán<br />
y Colima (figura 2). Su anchura es variable,<br />
siendo más angosto durante la época de sequía<br />
y sobre todo en la porción de la desembocadura,<br />
donde alcanza aproximadamente 2 m, lo<br />
que permite la navegación de embarcaciones<br />
con motor fuera de borda, mientras que la parte<br />
144 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
más ancha puede medir hasta 320 m. Su comunicación<br />
con el océano es permanente, aunque<br />
en época de sequía ésta se da a través de un<br />
canal muy angosto. Su sedimento es predominantemente<br />
arenoso, aunque existen porciones<br />
de áreas lodosas.<br />
La vegetación más abundante es el manglar,<br />
pero también existen carrizales, tulares y marismas,<br />
áreas que en conjunto abarcan 2.6 km 2 ,<br />
sobre todo en la parte perteneciente a Colima.<br />
La fauna es relativamente abundante, sobre<br />
todo las aves acuáticas como patos, cormoranes,<br />
pelícanos y garzas. La pesca es aceptable,<br />
existiendo una Unión de Pescadores provenientes<br />
del poblado Cerro de Ortega y que son quienes<br />
practican la explotación durante todo el<br />
año.<br />
de lluvia la turbidez del agua se incrementa<br />
notablemente.<br />
Importancia, usos y problemas ambientales<br />
El estuario de Boca de Apiza es utilizado principalmente<br />
para la pesca, aunque también existen<br />
algunos restaurantes y asentamientos<br />
humanos de pescadores, sobre todo en el lado<br />
de la porción perteneciente al estado de Michoacán<br />
(figura 2). Existen algunas estructuras destruidas<br />
por la acción erosiva del oleaje ocurrido<br />
en 1991, cuando se perdió la comunicación<br />
asfáltica de aproximadamente 4 km de largo.<br />
En las inmediaciones existe una empresa de<br />
acuacultura, Langosta S.A., de 11 ha, y otra en<br />
proceso de construcción, Granjas Acuícolas<br />
S.A., de 10 ha, en donde se cultiva langostino<br />
(Macrobrachium rosembergii).<br />
Los parámetros ambientales muestran condiciones<br />
ribereñas de salinidad durante todo el<br />
año. Resalta la alta concentración de nutrientes<br />
(amonio, ortofosfatos, nitritos y nitratos), sobre<br />
todo en época de lluvias. El valor de nitratos de<br />
34.04 μg-at/l (microgramos-átomos por litro),<br />
tomado en época de humedad, fue el más alto<br />
registrado en todos los cuerpos de agua del litoral<br />
de Colima. Esto se debe, quizás, a la influencia<br />
de fertilizantes utilizados en las tierras<br />
agrícolas del valle de Tecomán, las cuales bordean<br />
tanto al río como al estuario. La temperatura<br />
del agua en febrero fue de 25.5 °C, mientras<br />
que en julio alcanzó 29.0 °C, una diferencia de<br />
3.5 °C, relativamente alta para un estuario. Sin<br />
embargo, el oxígeno disuelto aumentó de 2.87 a<br />
4.34 ml/l, durante el mismo periodo. El incremento<br />
similar del pH (de 7.0 a 7.8) puede ser<br />
indicativo de una producción biológica primaria,<br />
mayor en verano que en invierno. En época<br />
Este estuario puede considerarse con importancia<br />
ecológica, aunque su importancia paisajística<br />
es únicamente mediana. Su deterioro es<br />
cada vez mayor, principalmente por el aporte<br />
de nutrientes (fertilizantes) provenientes de sus<br />
alrededores, los cuales consisten de campos de<br />
cultivo con altas concentraciones de amonio y<br />
ortofosfatos.<br />
Existe comunicación acuática a través de canales<br />
artificiales de anchura variable, los cuales<br />
fluyen, en forma paralela a la costa, hacia el<br />
norte por más de 7 km donde adicionalmente<br />
existen una serie de cuerpos de agua litorales,<br />
tales como los esteros El Carrizal, El Pato, El<br />
Ahogado y El Caimán, hasta llegar a la laguna<br />
El Chupadero. Los canales antes mencionados<br />
permiten la intercomunicación entre los esteros<br />
y reciben los aportes de agua dulce y de organismos<br />
biológicos.<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
145
FIGURA 2. Estuario oca de pia (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />
auna Cupaero<br />
Esta laguna es uno de los cuerpos de agua más<br />
importantes del estado. Mide 5 km de largo y es<br />
de anchura variable, con 230 ha de superficie<br />
(figura 3). Su acceso se da a través del camino a<br />
Valle Nuevo, entre áreas de gran producción<br />
agrícola. La laguna recibe aportes de agua provenientes<br />
del río Coahuayana, a través de canales<br />
artificiales de más de 7 km de largo que se comunican<br />
al sur con otros esteros como El Carrizal,<br />
El Caimán, El Ahogado y El Pato. Sus condiciones<br />
de salinidad son ribereñas, sin cambios sustanciales<br />
durante el año. La influencia de agua<br />
de mar es mínima y ocurre durante el periodo de<br />
lluvias, cuando se abre ocasionalmente la boca<br />
de comunicación con el océano o bien los pescadores<br />
llevan a cabo trabajos de apertura de la<br />
boca. El hecho de que la boca no se abra en época<br />
de lluvias crea condiciones adversas por estancamiento<br />
del agua, lo que ocasiona serios problemas<br />
de eutrofización (aumento en la cantidad de<br />
nutrientes).<br />
La temperatura del agua, en febrero, fue de<br />
26.5 °C, mientras que en julio alcanzó 30.5 °C<br />
(4° más alta). La concentración de nitratos y<br />
nitritos durante invierno fue mayor que en<br />
146 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 3. aguna El Chupadero (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />
verano, mientras que la de amonio y ortofosfatos<br />
tuvieron comportamientos similares en ambas<br />
temporadas. El oxígeno disuelto, pH y turbidez,<br />
no tuvieron cambios significativos entre ambas<br />
épocas.<br />
Importancia, usos y problemas ambientales<br />
En la parte costera de esta zona existe un sistema<br />
de dunas de más de 10 km de largo,<br />
cubierto con vegetación espinosa de Acacia farnesiana<br />
(huizache o mezquite). La playa se<br />
localiza dentro de la zona de anidación de la<br />
tortuga marina, donde la Secretaría de Desarrollo<br />
Social (sedesol) ha instalado un campamento<br />
tortuguero permanente.<br />
La laguna El Chupadero tiene gran importancia<br />
ecológica debido a que probablemente es el<br />
ecosistema lagunar de Colima de mayor diversidad<br />
de flora y fauna. Se pueden encontrar<br />
gran variedad de peces y aves acuáticas, rodeadas<br />
de manglar, carrizal, tular y marismas. La<br />
superficie de manglar y de áreas pantanosas<br />
alcanza más de 20 km 2 , la mayor parte de esa<br />
extensión muestra condiciones de poca alteración,<br />
lo que hace a este sitio candidato para ser<br />
propuesto como área natural protegida. Sin<br />
embargo, hay que resaltar que durante la década<br />
de los ochenta se realizaron trabajos de dragado<br />
con el fin de recibir las aguas del río<br />
Coahuayana, alterando el patrón normal de<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
147
salinidad y por lo tanto haciendo que el sistema<br />
se comporte como un estuario, en lugar de una<br />
laguna.<br />
En la zona existe explotación pesquera organizada<br />
a través de una cooperativa denominada<br />
El Chupadero, quienes cuentan con unas ramadas<br />
(cobertizos) adyacentes a la laguna, así<br />
como incipientes asentamientos humanos en<br />
las riberas. Llama la atención que los agricultores<br />
se preocupen en mantener la comunicación<br />
de esta laguna con el océano, para de esta<br />
manera desfogar los afluentes de agua que<br />
suben el nivel de dicho estero, lo que perjudicaría<br />
a los agricultores debido a la inundación<br />
potencial de sus parcelas, por ello se contrata<br />
maquinaria, para que en época de lluvias se<br />
hagan los trabajos de apertura artificial de la<br />
boca del estuario. Existe una prohibición<br />
expresa de no introducir embarcaciones turísticas<br />
ni de recreo dentro de la laguna.<br />
sero an aae<br />
El estero de San Rafael se encuentra en el municipio<br />
de Tecomán, cuyo acceso principal es el<br />
camino a Valle Nuevo (figura 4). Tiene comuni-<br />
FIGURA 4. Estero an aael (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />
148 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
cación permanente con el océano a través de<br />
una boca de aproximadamente 40 m, lo cual lo<br />
hace el único estero con esta característica,<br />
mientras que los demás permanecen cerrados<br />
casi todo el año.<br />
El estero está completamente rodeado de campos<br />
agrícolas, lo que dificulta el acceso al<br />
mismo. Sus márgenes y la vegetación natural<br />
han sido completamente alterados para dar<br />
paso a cultivos de cocos. Las prácticas de pesca<br />
son incipientes y existen algunas construcciones<br />
de concreto cerca de la costa, las cuales se<br />
están derrumbando por la acción del oleaje.<br />
El estero muestra una alta turbidez y coloración<br />
verde, por lo que se asume que se encuentra<br />
parcialmente eutrofizado, muy probablemente<br />
debido al aporte de fertilizantes de los campos<br />
agrícolas de los alrededores. Los valores de los<br />
nutrientes son más altos en la época de lluvias<br />
que en sequía, con excepción de los nitratos,<br />
que son más altos en sequía, con 13.9 μg-at/l (el<br />
valor más alto detectado en todos los esteros de<br />
Jalisco y Colima durante 1994). La temperatura<br />
del agua en febrero fue de 28 °C, mientras que<br />
en julio alcanzó 32 °C. Los valores de oxígeno<br />
disuelto y pH son más altos en la época de<br />
lluvias. La salinidad del agua es ligeramente<br />
salobre, alcanzando los 4 o/oo (gramos por<br />
kilogramo de agua de mar) durante la época de<br />
lluvia.<br />
Importancia, usos y problemas ambientales<br />
Su importancia ecológica es considerada intermedia,<br />
por el hecho de que no cuenta con vegetación<br />
estuarina, ni se observa la presencia<br />
sustancial de aves acuáticas.<br />
auna e Cuun<br />
Esta laguna se encuentra en el municipio<br />
de Manzanillo, cuenta con una superficie de<br />
7 200 ha y tiene una longitud de aproximadamente<br />
37 km paralelos a la costa (figura 5),<br />
dividida en cuatro vasos, su profundidad promedio<br />
es de 1.5 m y su sedimento consiste de<br />
arena en la boca de ventanas y lodo arcilloso,<br />
dominando las áreas distales a las bocas de<br />
intercomunicación con el mar. Es sin duda el<br />
cuerpo de agua más importante del estado; es<br />
considerada como una laguna de alta producción<br />
primaria, siendo las comunidades de<br />
manglar y marismas su principal productor<br />
primario, esto hace que la pesca sea particularmente<br />
abundante a pesar de los efectos<br />
negativos de la contaminación. También habitan<br />
en ella gran cantidad de especies de peces,<br />
crustáceos y moluscos, lo que resalta su importancia<br />
ecológica para el estado.<br />
La temperatura del agua en febrero es de 27 °C<br />
y en julio alcanza los 29 °C. El oxígeno disuelto y<br />
el pH tienden a mantenerse, mientras que destacan<br />
los altos valores de nutrientes como el<br />
amonio. Se cree que las bajas concentraciones<br />
de fauna están asociadas a altas concentraciones<br />
de nitrógeno, resultado de las descargas de<br />
aguas negras provenientes de las áreas urbanas<br />
de la ciudad de Manzanillo.<br />
Importancia, usos y problemas ambientales<br />
La laguna de Cuyutlán fue un gran productor<br />
de sal durante la época de la Colonia. En el<br />
pasado más reciente fue también la fuente principal<br />
de producción pesquera del estado.<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
149
FIGURA 5. aguna de Cuyutln. os puntos representan las principales poblaciones, mientras que las líneas rojas son las carreteras<br />
principales. Fuente: elaboración propia.<br />
150 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
Actualmente, la producción de sal ha sufrido<br />
altibajos y la producción pesquera se mantiene<br />
en condiciones inestables debido al deterioro<br />
ecológico que sufrió durante muchos años la<br />
laguna y que al día de hoy, con la apertura del<br />
canal de Tepalcates, está pasando por un proceso<br />
de recuperación y reajuste en su hidrodinámica.<br />
Sin embargo, aún persiste un deterioro<br />
debido en parte a las descargas de aguas negras<br />
provenientes del casco urbano de Manzanillo,<br />
los diversos accidentes de derrames de hidrocarburos<br />
de la tubería que atraviesa la laguna<br />
en perpendicular, transportando combustóleo<br />
y abasteciendo a la termoeléctrica ubicada en la<br />
zona, así como también a la reducida comunicación<br />
que la laguna mantiene con el océano a<br />
través del denominado túnel (3 m de ancho) y<br />
del canal de Ventanas (aproximadamente<br />
80 m de ancho).<br />
Prácticamente toda el agua que entra a la laguna<br />
por este último canal es absorbida por la termoeléctrica<br />
Manuel Álvarez, para el enfriamiento<br />
de su sistema de turbinas. En realidad<br />
es poca la cantidad del agua que mantiene<br />
comunicación con la laguna, esto ha ocasionado<br />
estancamiento y eutrofización en ciertas<br />
partes de la laguna, creando zonas anóxicas<br />
(con falta de oxígeno) y contaminadas.<br />
Otro problema serio de la laguna es la constante<br />
pérdida de terrenos debido a la expansión<br />
de las áreas urbanas de la ciudad de Manzanillo,<br />
así como a la construcción de diferentes<br />
tipos de obras, tales como vías de comunicación<br />
(la vía férrea que parte en dos a la laguna),<br />
el terraplén que sirvió como sostén de la tubería<br />
de dragado de la laguna de San Pedrito y la<br />
construcción de decenas de torres de alta tensión<br />
de la <strong>Comisión</strong> Federal de Electricidad<br />
(cfe) que la atraviesan.<br />
Todas estas obras de relleno aceleran el azolve<br />
constante de la laguna debido a que atrapan los<br />
sedimentos arrastrados por los arroyos, afectando<br />
así su dinámica biológica y fisicoquímica,<br />
además de degradar el panorama<br />
paisajístico. En los últimos cinco años la laguna<br />
de Cuyutlán ha sufrido grandes transformaciones<br />
al restaurarse la hidrodinámica por la<br />
ampliación de la boca de intercomunicación del<br />
canal de Tepalcates, en el vaso II, como resultado<br />
de las obras de la Terminal de Gas Natural<br />
Licuado (tgnlm) en Manzanillo.<br />
Sin embargo, a pesar de haber llevado un programa<br />
de reforestación de aproximadamente<br />
40 hectáreas de manglar en la laguna, existe el<br />
proyecto de desarrollar el vaso II como puerto,<br />
quedando el vaso III de la laguna como área<br />
natural protegida.<br />
auna apeies<br />
Esta laguna era parte integral de la configuración<br />
morfológica de la laguna de San Pedrito,<br />
que se encuentra adyacente al poblado del<br />
mismo nombre (figura 6). La laguna de San<br />
Pedrito fue seccionada en los años setenta para<br />
dar paso a un tramo de carretera que unió el<br />
área urbana de Manzanillo con los poblados de<br />
Salahua y Santiago; de esta manera, la laguna<br />
Tapeixtles quedó reducida a su porción este,<br />
mientras que en la porción norte nació la laguna<br />
del Valle de las Garzas. La laguna tiene una<br />
superficie de alrededor de 80 ha, bordeada de<br />
manglar con algunas porciones dominadas por<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
151
FIGURA 6. aguna apeitles (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />
tule. Se comunica con el puerto interior<br />
mediante un par de compuertas y recibe escurrimientos<br />
de agua durante la época de lluvias.<br />
Actualmente es el sitio de desarrollo del puerto<br />
interior.<br />
Los valores de salinidad de la laguna muestran<br />
básicamente el mismo proceso que existe en la<br />
laguna del Valle de las Garzas, donde es casi<br />
nula la comunicación con la laguna de San<br />
Pedrito, por lo que prácticamente toda el agua<br />
que recibe proviene de la temporada de lluvias.<br />
Durante la temporada de sequía concentraciones<br />
de nutrientes son excesivamente altos, sobre<br />
todo en los compuestos nitrogenados, mientras<br />
que en la temporada de lluvia se incrementan<br />
los valores de los ortofosfatos. La temperatura<br />
del agua, de enero a julio, oscila de los 28 a los<br />
32 °C, y los valores de oxígeno disuelto y pH<br />
son altos en la época de sequía (9.10 y 8.9 ml/l,<br />
respectivamente), siendo moderados en la<br />
época de lluvias.<br />
Importancia, usos y problemas ambientales<br />
La laguna de Tapeixtles ha sido motivo de controversia<br />
social debido a que la opinión pública<br />
se manifiesta a favor de preservarla como área<br />
ecológica, aunque, lamentablemente, ésta ya ha<br />
sido destinada a ser rellenada y ser patio de<br />
contenedores del puerto interior desde 1993.<br />
152 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
auna e uuapan<br />
Esta laguna se localiza en la porción norte del<br />
municipio de Manzanillo, al oeste de la bahía<br />
de Santiago, cubriendo una superficie de 100 ha<br />
(figura 7). Su litoral se encuentra rodeado de<br />
manglares; tiene una profundidad promedio<br />
de 1.6 m, alcanzando mayores profundidades<br />
en la boca de la laguna. Su sedimento es arenoso<br />
en la boca y lodoso en la cabeza; su comunicación<br />
con el océano es permanente, existiendo<br />
un fuerte azolve de arena dentro de la laguna.<br />
La fauna de la laguna es rica en diversidad de<br />
peces y aves acuáticas. A principios de los años<br />
ochenta la laguna se encontraba plagada por<br />
una población de medusas bentónicas que no<br />
permitía actividad de pesca y que hoy han desaparecido.<br />
La salinidad de la laguna es mayor<br />
que la del océano durante todo el año, variando<br />
de 37 a 38 o/oo. El pH oscila entre 7.0 y 7.5, y el<br />
oxígeno disuelto en invierno fue de 5.46 ml/l,<br />
mientras que en verano, cuando la temperatura<br />
del agua rebasó los 30.5 °C, disminuyó a<br />
4.26 ml/l.<br />
Durante el invierno los valores de los compuestos<br />
nitrogenados de la laguna muestran desnitrificación,<br />
presentándose valores altos de<br />
amonio, resultado probable de la actividad<br />
FIGURA 7. aguna de uluapan (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
153
iológica y de descomposición de materia orgánica.<br />
Los ortofosfatos se mantuvieron en el<br />
mismo nivel.<br />
Importancia, usos y problemas ambientales<br />
La laguna de Juluapan ha sido el cuerpo de agua<br />
más alterado del estado, mostrando una total<br />
modificación en su morfología original. La<br />
laguna estaba rodeada totalmente de manglar y<br />
tenía una extensión de agua de alrededor de<br />
176 hectáreas.<br />
A partir de 1987 se iniciaron trabajos de dragado<br />
y relleno de sus márgenes, cortándose casi<br />
en su totalidad la vegetación de manglar y rellenándose<br />
casi 40% de su superficie original. Sin<br />
embargo, en 1992 el establecimiento de proyectos<br />
turísticos motivó la suspensión de tales trabajos<br />
de dragado y rellenos y, aunque la<br />
vegetación de manglar ha vuelto a regenerarse<br />
en casi todas las márgenes, su anchura es muy<br />
limitada.<br />
Los terrenos adyacentes a la laguna son propiedad<br />
privada y en los últimos años han estado<br />
sujetos a una serie de presiones y conflictos<br />
para su utilización por parte de pescadores, ejidatarios<br />
e inversionistas turísticos. Se pretende<br />
construir una marina para yates turísticos, la<br />
construcción de un complejo hotelero y la venta<br />
de terrenos para un desarrollo residencial.<br />
Así, se ha querido desplazar a los pescadores<br />
que estaban asentados en sus márgenes desde<br />
hace más de 20 años, y se ha buscado comprar<br />
los terrenos ejidales adyacentes a precios bajos.<br />
En la actualidad no se ha llegado a acuerdos en<br />
ninguna de estas situaciones.<br />
auna a urcieauera<br />
Esta laguna se encuentra en el municipio de<br />
Manzanillo, en el área de Playa de Oro (figura 8).<br />
Se accede a ella a través del camino de la Playa de<br />
Oro. La laguna tiene un ancho variable, con un<br />
máximo de 100 m y una longitud de aproximadamente<br />
1 km. Su profundidad es somera (apenas<br />
20 cm) y está cubierta casi en su totalidad<br />
por vegetación de mangle. No tiene comunicación<br />
con el océano, aunque se ha abierto de<br />
manera artificial por temporadas. El agua se<br />
encuentra estancada sobre sedimento lodoso.<br />
Los parámetros fisicoquímicos revelan valores<br />
altos de amonio y ortofosfatos. Los nitritos y<br />
nitratos tienen valores elevados durante la<br />
época de sequía y bajos durante la época de lluvia.<br />
Existen diferencias de salinidad en ambas<br />
temporadas, paradójicamente incrementándose<br />
en la época de lluvias. Por ejemplo, durante<br />
1994, debido a las escasas lluvias y las altas temperaturas<br />
del agua (34 °C), se secó el cuerpo de<br />
agua, reduciéndose a niveles críticos. El gradiente<br />
de la temperatura del agua entre una<br />
temporada y otra es de 5 °C. El oxígeno disuelto<br />
en época de lluvia detectado fue bajo<br />
(3.07 ml/l), con una alta turbidez del agua.<br />
Importancia, usos y problemas ambientales<br />
Aunque su valor ecológico es alto se considera<br />
que tiene un valor paisajístico mediano: existen<br />
aves acuáticas y seguramente algunos invertebrados<br />
como cangrejos, aunque debido a las condiciones<br />
someras del cuerpo de agua y su falta de<br />
comunicación con el océano, los peces son escasos.<br />
Este cuerpo de agua con el tiempo tiende a<br />
desaparecer debido al proceso de azolve. Además,<br />
debido a su proximidad a la playa el uso de<br />
154 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 8. aguna a Murcielaguera (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />
suelo de sus alrededores es básicamente recreativo.<br />
La zona de Playa de Oro, esta es una playa a<br />
mar abierto donde sobresale un sistema de dunas<br />
con vegetación predominantemente de Acacia<br />
farnesiana y Prosopis juliflora (huizache y mezquite).<br />
Cabe mencionar que la extensión del<br />
estero Potrero Grande tiene venas de comunicación<br />
hacia este lado de la playa.<br />
suario Ceninea esembo<br />
caura e ro arabasco<br />
El Centinela es la desembocadura del río Marabasco,<br />
que divide los estados de Jalisco y Colima<br />
en sus municipios de Cihua tlán y Manzanillo,<br />
respectivamente. Su acceso es difícil y se logra a<br />
través de un camino de terracería desde el<br />
poblado El Centinela, en el municipio de Manzanillo<br />
(figura 9).<br />
El estuario tiene un ancho de aproximadamente<br />
30 m y una profundidad de 3 a 4 m, con<br />
sedimentos arenosos. La vegetación de los bordes<br />
es característica de orillas de cuerpos de<br />
agua dulce, tales como el carrizal, el tular y la<br />
vegetación de marismas, aunque en los canales<br />
paralelos a la costa encontramos manglar. El<br />
estuario está comunicado, mediante canales, a<br />
las marismas de Potrero Grande, las cuales se<br />
encuentran a 4 km al sur y a 3 km hacia el norte.<br />
La comunicación con el océano sólo se presenta<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
155
FIGURA 9. Estuario El Centinela (desembocadura del río Marabasco, contorno amarillo). Foto: loria licia<br />
imne amón.<br />
durante la época de lluvias, sin embargo, en<br />
ocasiones los pescadores hacen esfuerzos por<br />
mantenerla abierta. El nivel del agua es variable,<br />
por lo que existen en sus alrededores áreas<br />
de terrenos agrícolas sujetas a inundaciones.<br />
El Centinela presenta condiciones netamente<br />
ribereñas en donde la salinidad sólo es ligeramente<br />
notable en la época de sequía. Las concentraciones<br />
de amonio y ortofosfatos son<br />
elevadas, no así en el caso de los nitratos y nitritos.<br />
El oxígeno disuelto y la temperatura del<br />
agua se mantienen estables tanto en época de<br />
lluvias como en sequía.<br />
Importancia, usos y problemas ambientales<br />
La fauna del estero es rica en peces, aves acuáticas,<br />
reptiles (cocodrilo) y algunos mamíferos<br />
terrestres como jabalí, tejón, mapache y armadillo.<br />
Además, las playas adyacentes suelen ser<br />
visitadas por la tortuga marina con fines reproductivos,<br />
constituyendo una zona importante<br />
para su anidación. Resalta también el cocodrilo,<br />
ya que es el único lugar del litoral de<br />
Colima donde todavía existen poblaciones silvestres<br />
de esta especie.<br />
Los terrenos adyacentes al estuario son de uso<br />
agrícola y ganadero. El estero es utilizado para<br />
156 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
actividades pesqueras de bajo nivel, existiendo<br />
una unión de pescadores llamada Las Guácimas.<br />
Dados sus bajos niveles de deterioro se le<br />
considera con un valor ecológico y paisajístico<br />
alto.<br />
auna ae e as aras<br />
Esta laguna mantiene su nombre debido a la<br />
presencia de la garza blanca, especie abundante<br />
en el pasado y que era un atractivo visual único.<br />
Lamentablemente en la actualidad sólo quedan<br />
algunas poblaciones de esta especie.<br />
Esta laguna originalmente fue parte de la<br />
laguna de San Pedrito, sin embargo, esta última<br />
fue seccionada por terraplenes de caminos para<br />
comunicar el casco urbano de Manzanillo con<br />
las poblaciones y colonias de sus alrededores.<br />
De esta manera, la laguna de San Pedrito quedó<br />
seccionada; la parte norte se denomina Valle de<br />
las Garzas, mientras que la parte oriental se<br />
conoce como laguna de Tapeixtles.<br />
La comunicación entre la laguna de San Pedrito<br />
y el Valle de las Garzas se produce a través de<br />
una compuerta de 2 m por donde pasa el agua<br />
de la marea. Como resultado se mantienen<br />
FIGURA 10. aguna Valle de las aras (contorno amarillo). Foto: loria licia imne amón.<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
157
características más parecidas a un sistema de<br />
agua dulce y sólo alrededor de esta compuerta<br />
se mantienen condiciones salobres. La laguna<br />
Valle de las Garzas también recibe agua dulce<br />
de varios arroyos. Los parámetros ambientales<br />
del agua indican valores altos de nutrientes<br />
(ortofosfatos, nitratos, nitritos y amonio) durante<br />
todo el año, estos son los valores más altos con<br />
respecto a cualquier otro cuerpo de agua del<br />
litoral del estado. En la época de sequía alcanzó<br />
niveles mínimos de oxígeno disuelto (1.68 ml/l),<br />
debido al aporte de desechos de aguas negras<br />
provenientes de las colonias urbanas que bordean<br />
la laguna. Actualmente, es el reservorio<br />
de las aguas grises derivadas de la planta de tratamiento<br />
y debido a obras recientes desembocan<br />
los arroyos procedentes de la microcuenca.<br />
Importancia, usos y problemas ambientales<br />
La cercanía de las colonias urbanas alrededor<br />
de la laguna provoca una presión constante<br />
para ganar terreno a la laguna, mediante rellenos,<br />
así como la invasión de vegetación dulceacuícola<br />
como el tule (Typha dominguensis) y el<br />
azolvamiento producido por el arrastre de sedimentos<br />
procedentes de la cuenca alta.<br />
el mayor desarrollo urbano-turístico, cuyas<br />
consecuencias han significado la destrucción<br />
de áreas de importancia ecológica y la contaminación<br />
de sus aguas costeras, como consecuencia<br />
de las descargas de aguas residuales.<br />
En el cuadro 1 se muestran los diferentes sistemas<br />
costeros del estado con respecto a su importancia<br />
ecológica y paisajística. Se aplica el principio de<br />
que todos estos sistemas tienen importancia ecológica,<br />
sin embargo, se reconocen sus diferencias<br />
significativas, tomando en cuenta tanto los criterios<br />
cualitativos como los visuales, las dimensiones<br />
de los cuerpos lagunares, las proporciones de<br />
cobertura vegetal halófita, la abundancia relativa<br />
de aves y otra fauna, y el grado de disturbio<br />
(acceso, tala de mangle, nivel y calidad del agua,<br />
uso del suelo), entre otros.<br />
CUADRO 1. Matri que muestra la importancia<br />
relativa, ecológica y paisajística, de los sistemas<br />
lagunares y estuarinos del litoral del estado. Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
Sistemas lagunares<br />
y estuarinos<br />
Paisajística<br />
Importancia<br />
Cuyutlán alto alto<br />
Ecológica<br />
Valle de las Garzas bajo mediano<br />
esruccin e reas ecoicas<br />
en as cosas<br />
Los cuerpos de aguas litorales de Colima han<br />
sufrido cambios significativos en su biodiversidad,<br />
debido a la gran cantidad de obras de<br />
infraestructura construidas, las cuales han<br />
influido en su estructura física y biológica,<br />
afectando negativamente a los ecosistemas costeros<br />
del lugar (Chávez y Ortiz 1987). Las bahías<br />
de Manzanillo y Santiago son las que soportan<br />
Tapeixtles bajo bajo<br />
Centinela alto mediano<br />
Juluapan mediano mediano<br />
Boca de Apiza alto alto<br />
Chupadero alto alto<br />
San Rafael mediano bajo<br />
Tecuanillo mediano mediano<br />
El Real mediano bajo<br />
La Murcielaguera alto bajo<br />
158 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
eeacin cosera<br />
El tipo de clima, cálido subseco y subhúmedo,<br />
que prevalece al interior de la costa de Colima<br />
sostiene comunidades de vegetación como la<br />
selva baja caducifolia, la selva baja subcaducifolia<br />
y los matorrales espinosos, mientras que en<br />
las proximidades de la costa encontramos la<br />
presencia de dunas, en forma de cordón litoral.<br />
Asociada a las lagunas costeras se presenta la<br />
vegetación hidrófita, cuando las condiciones de<br />
salinidad son dulces, sobresaliendo especies<br />
como el tule (Typha dominguensis) y el carrizo<br />
(Phragmites communis) entre otras, y diferentes<br />
especies de vegetación halófita cuando se presentan<br />
concentraciones salinas, formando en<br />
este último caso asociaciones de manglar y de<br />
marismas. Rzedowski (1986), clasifica la vegetación<br />
de la costa de Colima, en su parte norte,<br />
como selva tropical caducifolia y como bosque<br />
espinoso en la parte sur.<br />
Considerando que los tipos de vegetación para<br />
Colima se describen en otras secciones de este<br />
libro, aquí nos concentramos en la descripción<br />
de los tipos de vegetación más cercanamente<br />
asociados a los ambientes costeros acuáticos y<br />
semiacuáticos.<br />
eeacin acuica marina<br />
Existen en esta región especies de algas (principalmente<br />
rodofitas) que se encuentran asociadas<br />
con comunidades de manglar en la costa<br />
del Pacífico Tropical Mexicano y que, de acuerdo<br />
con Cordeiro et al. (1992), son los siguientes:<br />
Bostrychia binderi, B. calliptera, B. montagnei,<br />
B. radicans, B. tenella y Caloglossa leprieurii.<br />
Algas comunes en las costas de Colima son:<br />
Enteromorpha sp., Ulva sp., Caulerpa sertularioides,<br />
Halimeda discoidea, Hypnea pannosa, Grateloupia<br />
versicolor, Gymnogongrus johnstonii, Amphiroa<br />
sp., Jania sp., Hyldenbrandtia prototypus,<br />
Lithothamnium australe, L. fructiculosum,<br />
Lithophyllum imitans, Fosliella sp., Gracilaria<br />
sjoestedtii, Ceramium sp. y Polysiphonia sp.<br />
Asimismo, en la laguna de Cuyutlán se han<br />
registrado las siguientes especies de algas: Ulva<br />
lactuca, Caulerpa sertularioides, Enteromorpha<br />
sp., Cladophora sp., Polysiphonia sp., Ceramium sp.,<br />
Centroceras clavulatum, Gracilaria sp. y<br />
Anthitamniom sp.<br />
eeacin afia<br />
Se define como vegetación halófita aquella que<br />
normalmente se desarrolla en suelos salinos,<br />
como en los estuarios, lagunas costeras y costas<br />
lodosas; se incluyen marismas, manglares y<br />
vegetación de dunas y playas. Las marismas son<br />
uno de los componentes vegetales más importantes<br />
de los estuarios y lagunas costeras,<br />
debido a su aporte de materia orgánica (energía)<br />
al ecosistema. Una marisma es un ecosistema<br />
dinámico costero sujeto a inundaciones<br />
periódicas estacionales, ya sea directamente<br />
por agua de mar, o indirectamente por los cambios<br />
producidos en el nivel hídrico de estuarios,<br />
manglares o lagunas costeras, ambientes con<br />
los que se encuentran directamente relacionados.<br />
Se caracterizan, por lo tanto, por presentar<br />
fluctuaciones en los niveles de salinidad y de<br />
humedad, que originan cambios en las condiciones<br />
físicas y químicas de los suelos.<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
159
Estas características originarán que la vegetación<br />
que tipifica estos ambientes, vegetación<br />
halófila, se manifieste a través de la presencia<br />
de ciertas especies que sean capaces de resistir a<br />
tan drásticos cambios (flora manifiesta), o por<br />
la presencia de propágulos o estructuras de<br />
perennación que en espera de condiciones favorables<br />
para su germinación permanecerán en<br />
forma latente (flora potencial), generando un<br />
dinamismo en la vegetación a través de cambios<br />
cualitativos y cuantitativos en tiempo<br />
(estacionalidad) y en espacio (geográficos).<br />
Esta materia constituye una base importante de<br />
la cadena alimenticia del sistema, la cual hace<br />
posible el sostenimiento de una gran variedad<br />
de especies de peces, invertebrados y aves acuáticas.<br />
Otra importancia ecológica de las marismas<br />
es que sirven como protección física y<br />
fuentes de sustrato para una gran variedad de<br />
especies acuáticas, incluyendo especies de interés<br />
comercial como peces y camarón. La estabilización<br />
del sustrato y la formación de suelos<br />
orgánicos, así como su reconocida capacidad de<br />
absorber nutrientes de la columna de agua,<br />
hace a las marismas importantes sistemas eliminadores<br />
de desechos contaminantes. Este<br />
tipo de vegetación está sujeta al cambio de<br />
mareas, así como a fluctuaciones de salinidad.<br />
comunes en lagunas costeras, y en los sistemas<br />
estuarinos, y su presencia va a depender del<br />
transporte y acumulación de los sedimentos<br />
(Jiménez 1992).<br />
Las marismas son planicies inundables cubiertas<br />
de vegetación, su morfología y los procesos<br />
que actúan sobre ellas son muy distintos.<br />
En la laguna de Cuyutlán se observa vegetación<br />
halófita que se encuentra formando manchones,<br />
en los que la especie dominante es Batis<br />
maritima, que se encuentra colonizando los<br />
primeros estadíos de sucesión de una marisma,<br />
la cual llega a alcanzar alturas de hasta 50 cm.<br />
Esta especie se considera como pionera por crecer<br />
con éxito en sitios en los que han ocurrido<br />
eventos naturales (huracanes, azolvamientos,<br />
salinización) o antrópicos (apertura del dosel<br />
de manglar) que degradan el sistema natural.<br />
Aun cuando las marismas son encontradas en<br />
líneas de costa que son estables, ya sea sumergidas<br />
o elevadas, no obstante en costas sumergidas<br />
éstas se formarán si la sedimentación es<br />
más grande que el sustrato de subsidencia. Las<br />
marismas saladas representan el último estadío<br />
en el nivel de las planicies de los deltas marinos<br />
o el llenado de depresiones, embalses y otras<br />
irregularidades a lo largo de las costas. Son<br />
FIGURA 11. Marisma con vegetación halófila<br />
dominada por la especie Batis marítima. Foto: loria<br />
licia imne amón.<br />
La vegetación halófita se encuentra presente en<br />
el vaso II de la laguna de Cuyutlán, en salinidades<br />
por encima de los 36 ppm y en donde se ha<br />
160 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
alterado las zonas de manglar, principalmente<br />
en las islas donde la planicie intermareal<br />
empieza a cubrirse con esta vegetación; también<br />
es común en los vasos III y IV.<br />
En algunos casos se pueden encontrar individuos<br />
enanos o jóvenes de Laguncularia racemosa, que<br />
es una especie amenazada (nom-059-semarnat-<br />
2010), que se encuentra creciendo en el interior de<br />
estas comunidades bajo un estrés fisiológico que<br />
repercute en su morfología. También se encuentra<br />
Batis maritima y otras halófitas cubriendo grandes<br />
extensiones o bien pequeños espacios a<br />
manera de manchones (figura 11).<br />
Los suelos de marismas se caracterizan por contener<br />
una alta riqueza en cloruro de sodio, saturación<br />
permanente de agua, alta concentración de<br />
materia orgánica y bajo contenido en oxígeno.<br />
Estas características dependen de las condiciones<br />
químicas y biológicas dentro de las cuales estos<br />
suelos se han desarrollado. Independientemente<br />
del grupo de suelo al que pertenezcan poseen una<br />
característica en común, la presencia de horizontes<br />
“gley” que indican una saturación temporal o<br />
permanente de agua dentro del suelo, característica<br />
importante en la formación de una marisma,<br />
así como pH y conductividades eléctricas elevadas,<br />
que serán elementos indicadores del tipo de<br />
vegetación que se desarrollará (Jiménez 1992).<br />
Las marismas se han formado en todos los<br />
vasos como resultado de las velocidades de<br />
sedimentación, típicamente altas, formándose<br />
un sustrato por lo general de una mezcla de<br />
arena, cieno y fango.<br />
El sustrato contiene sales de mar e incluso cristales<br />
de cloruro de sodio, debido a la evaporación<br />
excesiva, formando planicies de sal en las<br />
zonas superiores de las marismas, vaso III y IV,<br />
razón por la cual sólo las plantas que puedan<br />
resistir estas concentraciones de sales podrán<br />
colonizar estos ambientes. Las altas concentraciones<br />
de sodio provocan una reducción de los<br />
espacios del suelo, disminuyendo los movimientos<br />
de aire y de agua a través del mismo, lo<br />
que origina anaerobiosis (falta de oxígeno)<br />
parcial (figura 12).<br />
FIGURA 12. ctividad salinera en el vaso de la<br />
laguna de Cuyutln. Foto: loria licia imne<br />
amón.<br />
Los suelos de marismas se caracterizan por<br />
presentar altos porcentajes de arcillas con valores<br />
de hasta 58%, limos que varían hasta en 62%<br />
y arenas hasta en 96%, dominando las texturas<br />
arcillo-arenosas. Las conductividades eléctricas<br />
alcanzan valores hasta de 150 mmhos/cm;<br />
los pH llegan a 9.4; los porcentajes de materia<br />
orgánica van de 0.1 a 11.2; el sodio soluble de<br />
0.8 a 100 meq/l y el porcentaje de saturación del<br />
sodio llega hasta 100%, caracterizando así a<br />
suelos salinos y sódicos.<br />
Las características físicoquímicas del suelo van<br />
a ser los principales factores que influyan en el<br />
establecimiento de la vegetación; entre ellos<br />
podemos citar la conductividad eléctrica (C.E.)<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
161
como una medida de la concentración de sales<br />
en el suelo, la textura y la concentración de<br />
sodio soluble, como factores que van a influir<br />
sobre la presencia o ausencia de las especies<br />
halófilas, así como sobre su comportamiento.<br />
FIGURA 13. uelos salinos de marismas. Foto: loria<br />
licia imne amón.<br />
La presencia de plantas como Salicornia bigelowii<br />
es un buen indicador de la existencia de altas<br />
concentraciones de sodio en los suelos del vaso<br />
III y vaso IV; esta especie es una halófita obligada<br />
que se seca cuando las sales se disuelven al<br />
iniciarse la época de lluvias (figura 14).<br />
Entre las especies de flora identificadas en las<br />
marismas de Colima se encuentran, entre otras:<br />
Batis maritima, Bravaisia integerrima, Coccolaba<br />
fliribunda, Hippomane mancinella, Pithecellobium<br />
lanceolatum, Sesuvium portulacastrum,<br />
S. maritimum, Amaranthus spinosus, A. palmeri,<br />
Alternanthers gracillis, Pystia stratiotes,<br />
Heliotropium curassavicum, Conyza lyrata,<br />
Pluchea symphytifolia, Senecio fupalorum,<br />
Cuscuta salina, Avicennia germinans, Opuntia<br />
fuliginosa, Stenocereus standley, Salicornia<br />
bigelowii, Cynodon dactylon, Sporobulus indicus,<br />
Acacia farnesiana, Prosopis juliflora, Eichornia<br />
crassipes, Laguncularia racemosa, Conocarpus<br />
erecta, Portulaca oleracea, Bacopa monieri,<br />
Triantema portulacastrum, Typha domingensis,<br />
Phyla nodiflora, Mimosa pigra, Ipomoea<br />
sagittata, Momordica charantia, Cyperus elegans,<br />
Cenchrus echinatus y Chloris virgata (Carranza<br />
y Espino 1990, Santana et al. 1992, Jiménez-Ramón<br />
2006).<br />
De la vegetación de las marismas, identificada en<br />
las costas de Jalisco y Colima, prevalece el desconocimiento<br />
de sus usos locales. Este tipo de<br />
vegetación se reconoce como importante desde<br />
el punto de vista ecológico. Algunas de las formas<br />
en las que los humanos utilizan especies<br />
propias de las marismas de Colima son las<br />
siguientes (Jiménez 1992):<br />
FIGURA 14. resencia de especies vegetales halófilas<br />
de Salicornia bigelowii. Foto: loria licia imne<br />
amón.<br />
• Como alimento humano: Portulaca oleracea,<br />
Trianthema portulacastrum, Batis maritima,<br />
Bacopa monnieri, Sesuvium portulacastrum<br />
y Heliotropium curassavicus.<br />
• Usos medicinales: Portulaca oleracea en<br />
el tratamiento de diabetes. Laguncularia<br />
racemosa y Prosopis juliflora para la disentería.<br />
Rhizophora mangle (corteza) para el<br />
162 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
mejoramiento de la circulación sanguínea<br />
Ipomea pes-caprae para tratar problemas<br />
renales.<br />
• Como forraje para ganado: Prosopis juliflora<br />
y Sporobulus indicus.<br />
• En la extracción de taninos (utilizado para<br />
curtir pieles): Rhizophora mangle y<br />
Conocarpus erecta.<br />
• Para la fabricación de tintas: Acacia<br />
farnesiana y Rhizophora mangle.<br />
anar<br />
Se conoce con este nombre a la comunidad vegetal<br />
ampliamente distribuida en los litorales tropicales<br />
que es bastante tolerante a la salinidad y que<br />
habita en zonas de baja energía de depositación<br />
(Chapman 1976). Su importancia ecológica radica<br />
en que los manglares constituyen los principales<br />
productores primarios de los ecosistemas costeros<br />
lagunares (Heald 1969, Odum 1970). Los manglares<br />
crecen principalmente en las lagunas costeras<br />
y estuarios o en cuerpos de agua semicerrados,<br />
como las bahías pequeñas. De manera típica se<br />
establecen en lugares de suelos limosos finos y<br />
donde la acción del oleaje es mínima.<br />
En México se cuenta con cuatro especies de<br />
manglar: Languncularia racemosa, Avicennia<br />
germinans, Rhizophora mangle y Conocarpus<br />
erecta. Todas estas especies se encuentran en<br />
ambos litorales, el Pacífico y el Atlántico, y a<br />
menudo se encuentran todas en un mismo<br />
lugar. R. mangle es la más común de las cuatro<br />
especies. En Manzanillo y Tecomán se concentra<br />
90% de los manglares del estado, y en el<br />
periodo de 1990 a 2003 fueron eliminadas<br />
145.40 ha de este ecosistema, disminuyendo de<br />
494.02 a 348.62 ha totales (figura 15).<br />
Todo parece indicar que la superficie de manglar<br />
se continuará perdiendo como producto de<br />
los procesos de azolve, así como por la reducción<br />
de la superficie de los cuerpos de agua, lo<br />
que se puede agravar si continúa el estrés que se<br />
FIGURA 15. Manglar del<br />
Valle de las aras en<br />
Mananillo. Foto: loria<br />
licia imne amón.<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
163
está presentando de manera cíclica, actuando<br />
de manera más severa sobre las comunidades de<br />
manglar.<br />
La deforestación no ha sido sistemática, sino<br />
que se ha perdido manglar en determinadas<br />
zonas y en otras ha habido ganancia. Sin<br />
embargo, el balance global de su cubierta total<br />
es negativo. La actividad salinera y la desecación<br />
de los últimos años han provocado también<br />
consecuencias en la vegetación: se han<br />
desarrollado grandes llanuras de inundación, o<br />
marismas, como resultado de las altas tasas de<br />
sedimentación y la poca hidrodinámica, originando<br />
ecosistemas tipo marismas. Es decir, se<br />
han ido sustituyendo las zonas de manglares y<br />
acrecentando las zonas de marismas; se han<br />
incrementado también los suelos salinos y sódicos<br />
que son utilizados para la explotación de la<br />
sal; los bordos artificiales han impedido el libre<br />
flujo hídrico, propiciando la acumulación de sal<br />
y modificando los esquemas tróficos (figura 16).<br />
eeacin e unas paas<br />
compuesta de las siguientes especies representativas:<br />
Canavalia maritima, Sporobolus virginicus,<br />
Ipomoea pes-caprae, Okenia hypogaea, Pectis<br />
arenaria, Eupatorium betonicifolium, Opizia<br />
stolonifera, Gomphrena decumbens, Neptunia<br />
plena y Sida ciliaris.<br />
FIGURA 16. aliniación de grandes reas de<br />
marismas por carencia de una hidrodinmica<br />
adecuada en onas de manglar, actuando como<br />
actores limitantes para la coloniación. Foto: loria<br />
licia imne amón.<br />
Este tipo de vegetación es característica de suelos<br />
salinos, principalmente arenosos, próximos<br />
a las playas. Entre las especies de flora predominantes<br />
encontramos a las siguientes: Canavalia<br />
maritima, Diodia crassifolia, Ipomoea pes-caprae,<br />
Jouvea pilosa, Okenia hypogaea y Pectis arenaria,<br />
entre las herbáceas: Acacia cymbispina,<br />
Acanthocereus pentagonus, Caesalpinia cirsta,<br />
Jacquinia macrocarpa, Prosopis juliflora y<br />
Stegnosperma cubense, entre las arbustivas.<br />
La vegetación, en las dunas de la barra de arena<br />
que separa la laguna de Cuyutlán del mar, está<br />
ora acuica<br />
Este tipo de vegetación está formada por comunidades<br />
de plantas acuáticas cuya fisonomía está determinada<br />
por especies monocotiledóneas de 1 a 3 m<br />
de alto, de hojas angostas o bien carentes de órganos<br />
foliares. Estas plantas viven en el agua dulce o<br />
salobre de los estuarios, formando densas colonias.<br />
En Colima las especies dominantes son Typha<br />
dominguensis (tule), Scirpus sp., Phragmites<br />
communis (carrizo), Cyrperus sp., Eichhornia crassipes,<br />
Pistia stratiotes y Nympha ampla (figuras 17 y 18).<br />
164 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
llan en la zona costera del estado. A pesar de<br />
que los manglares entran dentro de la categoría<br />
de protección especial, son actualmente las<br />
especies más amenazadas en el puerto de Manzanillo,<br />
por la expansión de los futuros desarrollos<br />
portuarios.<br />
ciiaes econmicas<br />
e a ona cosera<br />
FIGURA 17. ule (Typha dominguensis) en primer<br />
plano, y mangle, en segundo plano.<br />
Foto: loria licia imne amón.<br />
Las principales actividades económicas, en la<br />
zona costera del municipio de Manzanillo,<br />
corresponden a los sectores comercial, portuario,<br />
turístico y pesquero. La situación geográfica<br />
del puerto de Manzanillo lo hace uno de los<br />
puertos de mayor importancia en el Pacífico.<br />
FIGURA 18. Nina (Nympha ampla) en el estero alo<br />
Verde, en rmería. Foto: loria licia imne<br />
amón.<br />
ora suea a proeccin<br />
conseracin bioica<br />
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana que<br />
determina las especies de flora silvestre, terrestres<br />
y acuáticas, en peligro de extinción, amenazadas,<br />
raras y las sujetas a protección especial<br />
(semarnat 2010), el cuadro 2 muestra algunos<br />
ejemplos de especies que se encuentran en<br />
alguna de dichas categorías y que se desarro-<br />
El desarrollo turístico es muy significativo en la<br />
zona, ya que se cuenta con una importante<br />
infraestructura a lo largo de las bahías de Manzanillo<br />
y de Santiago. El municipio de Manzanillo<br />
también forma parte de la región productora<br />
de palma de coco, limón, ciruela, plátano y sal.<br />
Además, cuenta con la planta termoeléctrica<br />
más importante del país, la cual abastece de<br />
energía eléctrica a varios estados del centro del<br />
territorio. También existe una peletizadora<br />
(Consorcio Minero Benito Juárez-Peña Colorada),<br />
que produce mineral ferroso para proveer<br />
de materia prima a varias empresas ubicadas en<br />
la república mexicana, tales como Altos Hornos<br />
de Monterrey, Las Truchas, Hylsa, Cicartsa,<br />
etcétera.<br />
Como consecuencia de los desarrollos emprendidos<br />
en la zona costera de Colima, ésta presenta<br />
problemas diversos, tales como falta<br />
de servicios urbanos, escasez de vivienda,<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
165
CUADRO 2. Ejemplos de especies de flora silvestre incluidos en alguna categoría sobre su estado de<br />
conservación (NOMSEMARNAT). El apndice incluye especies de fitoplancton identificadas en las<br />
costas. Fuente: elaboración propia.<br />
Especie Tipo de vegetación Categoría NOM-059<br />
Bravaisia integerrima marisma amenazada<br />
Astronium graveolens subcaducifolia amenazada<br />
Tabebuia palmeri subcaducifolia amenazada<br />
Bursera arborea subcaducifolia amenazada*<br />
Conocarpus erecta marisma protección especial<br />
Laguncularia racemosa manglar protección especial<br />
Avicennia germinans manglar protección especial<br />
endmica<br />
contaminación, destrucción de áreas ecológicas,<br />
especulación con los terrenos ejidales y<br />
federales, falta de reservas territoriales y reducción<br />
de acceso público hacia las playas, derivado<br />
de las grandes instalaciones turísticas que<br />
se construyen. El cuadro 3 muestra una síntesis<br />
de los problemas ambientales de la zona costera de<br />
Colima y sus principales causas.<br />
uso e sueo en as cosas<br />
Los patrones de uso del suelo, a lo largo de la<br />
costa de Colima, evidencian falta de planeación<br />
adecuada y la ausencia de programas de desarrollo<br />
costero que den prioridad a las actividades<br />
compatibles con la preservación de las condiciones<br />
ecológicas de los ecosistemas costeros. Las<br />
formas de uso de los sistemas lagunares y estuarinos<br />
de Colima, y de sus inmediaciones, están<br />
representados básicamente por cuatro actividades<br />
generales: 1) pesca y acuacultura, 2) turismo<br />
y recreación, 3) desarrollo urbano e industrial y,<br />
4) agricultura y ganadería. El cuadro 4 muestra<br />
una síntesis de los niveles estimados de uso que<br />
se da en cada uno de los sistemas costeros.<br />
Conaminacin en as cosas<br />
El municipio de Manzanillo ha tenido un<br />
rápido desarrollo en los últimos años, como<br />
consecuencia se han originado aumentos de las<br />
diferentes fuentes de contaminación en la zona<br />
costera. Dentro del municipio de Manzanillo<br />
los problemas serios de contaminación están<br />
relacionados con las descargas de aguas residuales,<br />
tanto industriales como domésticas, así<br />
como la contaminación térmica causada por las<br />
descargas provenientes de la central termoeléctrica,<br />
la cual será subsanada por la construcción<br />
de la regasificadora, para sustituir el combustóleo<br />
por gas natural licuado.<br />
El aporte de las descargas contaminantes<br />
aumenta en los meses de abril, junio, julio y<br />
diciembre, los meses de mayor incidencia<br />
turística. Las concentraciones más altas de coliformes<br />
totales y fecales se han reportado en el<br />
Puerto Interior, la laguna de Cuyutlán, el muelle<br />
de Pemex, el estero de Salahua, en la zona<br />
frente al complejo turístico Las Hadas y el área<br />
que se encuentra junto a la termoeléctrica<br />
(Meyer et al. 1985).<br />
166 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
CUADRO 3. roblemas y asuntos a tomar en cuenta en un proceso de administración costera en el estado.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Problema<br />
general<br />
Calidad<br />
ambiental<br />
Explotación<br />
de recursos<br />
naturales<br />
Estructura<br />
legal<br />
institucional<br />
Problema específico<br />
Contaminación del agua<br />
Contaminación atmosférica<br />
Contaminación del suelo<br />
Destrucción de bosques<br />
Destrucción de hábitats<br />
Sobrexplotación pesquera e<br />
inadecuada evaluación de los<br />
recursos naturales<br />
Insuficiente monitoreo<br />
Inexistencia de un programa de<br />
administración costera<br />
Inadecuada integración<br />
administrativa<br />
Causas del problema<br />
Inadecuado tratamiento de desechos domésticos<br />
Descargas de aceites por parte de fugas de barcos y<br />
ductos de pemex.<br />
Deficiencias en el sistema de drenaje<br />
municipal.<br />
Descargas de humos y polvos por parte de la<br />
termoeléctrica y Peña Colorada.<br />
Inadecuado manejo de la basura y rellenos<br />
sanitarios.<br />
Conversión de bosques costeros como el mangle,<br />
en otros usos del suelo, tales como acuacultura o<br />
agricultura.<br />
Pérdidas de áreas de desove, crianza y alimentación<br />
de especies acuáticas debido a la conversión de<br />
bosques de manglar.<br />
Uso de métodos pesqueros que destruyen los<br />
hábitats.<br />
Dragados o rellenos de lagunas para zonas turísticas<br />
y marinas.<br />
Sobrexplotación de stocks disponibles,<br />
subestimación de los valores económicos y<br />
ambientales de los ecosistemas naturales, y los<br />
recursos que éstos sostienen.<br />
Insuficiente desarrollo de actividades de monitoreo<br />
debido a la falta de personal capacitado.<br />
Ninguna legislación relacionada con la<br />
administración costera.<br />
Ningún control o lineamientos para el desarrollo<br />
costero.<br />
Inadecuada integración de los planes de desarrollo<br />
sectoriales e insuficiente coordinación de la<br />
inversión privada de los desarrollos.<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
167
CUADRO 4. Matri de usos y actividades económicas, dentro y en las reas adyacentes, de los sistemas<br />
lagunares y estuarinos del litoral del estado, donde los niveles alto, mediano y bajo se refieren a los niveles<br />
estimados de actividad y uso. Fuente: elaboración propia.<br />
Sistemas lagunares<br />
y estuarinos<br />
Pesca<br />
y acuacultura<br />
Usos y actividades económicas<br />
Turístico<br />
y recreativas<br />
Urbano<br />
e industrial<br />
Agrícola<br />
y ganadero<br />
Cuyutlán alto bajo alto alto<br />
Valle de las Garzas bajo alto alto bajo<br />
Tapeixtles bajo alto alto bajo<br />
Centinela bajo bajo bajo alto<br />
Juluapan bajo alto alto bajo<br />
Boca de Apiza mediano bajo bajo alto<br />
Chupadero alto bajo bajo alto<br />
San Rafael bajo bajo bajo alto<br />
El Real bajo alto bajo alto<br />
La Murcielaguera bajo bajo bajo bajo<br />
Con la puesta en marcha de la industria pesquera,<br />
Pescado de Colima, dentro del parque<br />
industrial, se prevé un aumento en la contaminación<br />
industrial (al menos la experiencia de<br />
casos similares así lo indica). Existen emisiones<br />
volátiles contaminantes como humos, polvos<br />
generados por la planta peletizadora del consorcio<br />
minero Peña Colorada y las plantas termoeléctricas,<br />
siendo estos fenómenos visibles<br />
durante casi todo el día.<br />
De las acciones más recientes llevadas a cabo<br />
por parte de la administración pública, para<br />
reducir la contaminación en el municipio de<br />
Manzanillo, sobresale, por parte del Fondo de<br />
Inversión Financiero para el Agua Potable y<br />
Alcantarillado (fifapa), la construcción de una<br />
planta de tratamiento de aguas negras, la cual,<br />
sin embargo, sólo tendrá capacidad para manejar<br />
las aguas residuales domésticas y no las<br />
industriales. El cuadro 5 muestra la magnitud<br />
cualitativa, estimada, de cada uno de los problemas<br />
de contaminación y deterioro ecológico<br />
que presentan estos sistemas lagunares y estuarinos<br />
en el estado de Colima.<br />
La zona costera del estado representa uno de los<br />
recursos naturales más importantes para su<br />
desarrollo económico; sin embargo, el reto consiste<br />
en hacer el uso más adecuado de acuerdo<br />
con el conocimiento que se dispone sobre la<br />
dinámica de sus procesos físicos, geológicos y<br />
biológicos, y aplicando el concepto de administración<br />
costera que se adapta a los requerimientos<br />
sociales, económicos y ecológicos de la<br />
región.<br />
168 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
CUADRO 5. Matri de impactos ambientales relativos, en los sistemas lagunares y estuarinos del litoral del estado donde, alto grandes impactos <br />
concentraciones de contaminantes, medio medianos impactos concentraciones de contaminantes, bajo bajos impactos concentraciones de<br />
contaminantes y, () impactos no perceptibles no detectados. Fuente: elaboración propia.<br />
Sistemas<br />
lagunares<br />
Desechos o impacto ambiental<br />
conflictos aguas<br />
negras<br />
químicos eutrofización azolve aceite<br />
y grasa<br />
corte<br />
mangle<br />
rellenos basura<br />
Cuyutlán alto alto bajo bajo alto alto alto alto alto<br />
Valle de las Garzas medio alto bajo * alto * alto alto alto<br />
Tapeixtles alto alto • medio alto medio alto alto alto<br />
Centinela • • medio • • • bajo • •<br />
Juluapan alto medio • • alto • alto alto bajo<br />
Boca de Apiza • bajo bajo • • • • • •<br />
Chupadero • • bajo • • • • • •<br />
San Rafael • • bajo • • • med alto •<br />
El Real alto alto med bajo bajo bajo bajo • bajo<br />
La Murcielaguera • • • bajo alto • • bajo •<br />
Descripción de los ecosistemas en la zona costera<br />
169
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Yáñez, A. 1978. Taxonomía, ecología y estructura de<br />
las comunidades de peces en las lagunas costeras<br />
con bocas efímeras del Pacífico de México. Centro<br />
de Ciencias del Mar y Limnología. unam, México.<br />
170 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
S4<br />
DIVERSIDAD DE ESPECIES
Isla Socorro. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.
S4<br />
Hongos y plantas
Isla Socorro. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
Esta sección informa sobre el estado actual de la diversidad de hongos y<br />
plantas en Colima; sin embargo, el número de especies no refleja la diversidad<br />
potencial que equivale a más de 2 700 especies. Se han registrado 77<br />
especies de hongos, pero aún es escasa la información de sus ambientes.<br />
Las Pteridofitas y las 17 familias de plantas vasculares acumulan 2 236<br />
especies. La mayor riqueza se incluye en Leguminosae, Asteraceae y Poaceae.<br />
Las Pteridofitas incluyen plantas antiguas como los helechos que no<br />
presentan flores y poseen tejido vascular desarrollado; se citan 36 géneros y<br />
109 especies.<br />
La familia Acanthaceae incluye 41 especies nativas. Se conoce una especie<br />
endémica para Colima y dos del género Justicia en proceso de descripción;<br />
otras seis especies son endémicas regionales. Fabaceae o Leguminosae es<br />
una de las familias con mayor riqueza mundial y con más especies en<br />
Colima, donde se han registrado 291 especies (17% del total nacional). Las<br />
leguminosas favorecen la fertilidad del suelo por las asociaciones que realizan<br />
con bacterias. Dalbergia congestiflora, D. granadillo, Platymiscium<br />
lasiocarpum se cuentan en peligro de extinción y Erythrina coralloides es<br />
amenazada.<br />
Las plantas con flores compuestas (Asteraceae) son la segunda familia con<br />
mayor riqueza de especies y la primera en número de géneros. Se registran<br />
271 especies que presentan diversos grados de endemismos, dos restringidas<br />
a Colima, seis exclusivas del archipiélago Revillagigedo y seis se<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Diversidad de especies. Hongos y plantas. En: La Biodiversidad en<br />
Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 175-176.<br />
175
comparten con los estados vecinos. Zinnia violacea<br />
está catalogada como amenazada.<br />
Los zacates o pastos (Gramineae o Poaceae) son<br />
considerados de importancia económica por<br />
representar la principal fuente de alimento para<br />
humanos y otros animales. Se registran 78 géneros<br />
y 251 especies; 85% son nativas y el resto introducidas<br />
o cultivadas; 35 endémicas a México, una<br />
especie lo es a Colima y cuatro son exclusivas de<br />
islas Revillagigedo. Habitan casi todos los ecosistemas,<br />
pero son más diversas en el bosque de encino<br />
y el tropical caducifolio. Tres especies están en<br />
riesgo; Zea perennis en peligro de extinción.<br />
El orden Sapindales agrupa las familias Sapindaceae,<br />
Anacardiaceae, Meliaceae, Rutaceae, Simaroubaceae<br />
y Zygophyllaceae; alberga 46 especies.<br />
Los endemismos presentes incluyen seis de los<br />
estados del occidente de México y uno de Colima,<br />
Michoacán y Jalisco. Dos especies están en riesgo<br />
de extinción: Astronium graveolens y Guaiacum<br />
coulteri.<br />
Los copales y cuajilotes (Burseraceae) son árboles y<br />
arbustos del bosque tropical caducifolio. Se tienen<br />
23 especies (13 cuajilotes y 10 copales), que representan<br />
23% de la diversidad nacional. Bursera macvaughiana<br />
está restringida a Colima y Jalisco.<br />
La familia Cactaceae es oriunda de América; en<br />
Colima hay 36 especies; su riqueza contribuye con<br />
5% a la diversidad nacional; seis especies se<br />
encuentran en alguna categoría de riesgo.<br />
Los encinos o robles (Fagaceae), son elementos<br />
dominantes de diversos ecosistemas, especialmente<br />
los templados. En el noroeste del estado se<br />
han estudiado las comunidades de encinos, en<br />
Cerro Grande, en la sierra de Manantlán. De las<br />
37 especies registradas en la entidad, 24% corresponde<br />
a encinos (nueve especies).<br />
Euphorbiaceae es una familia de plantas con flores,<br />
la más grande a nivel mundial y la quinta con<br />
más especies en la entidad (98 especies). Más del<br />
50% son endémicas de México, ocho endémicas<br />
regionales (Jalisco y Colima) y Croton masonii y<br />
Euphorbia anthonyi restringidas a isla Socorro.<br />
En la familia Rubiaceae se cuenta el café (Coffea<br />
arabica), especie introducida a México. Hay 60<br />
especies (61 nativas). Arachnotryx manantlanensis<br />
tiene distribución restringida y está en riesgo.<br />
Orchidaceae ocupa el tercer lugar a nivel nacional.<br />
Se registraron 103 especies de 48 géneros.<br />
Tres endémicas y dos (Acianthera unguicallosa y<br />
Epidendrum aff. nitens) restringidas a isla Socorro.<br />
Once especies están incluidas en alguna categoría<br />
de riesgo.<br />
Finalmente se presenta un estudio de caso para la<br />
Reserva El Jabalí, se registraron 982 especies de<br />
plantas vasculares de las cuales Asteraceae,<br />
Fabaceae y Poaceae son las más ricas en especies.<br />
El conocimiento sobre la flora se encuentra en formación<br />
y requiere de impulso para documentar el<br />
territorio de Colima. Se cuenta con escasa información<br />
sobre las poblaciones en riesgo, sobre<br />
todo aquellas de distribución restringida. Los<br />
bosques tropicales caducifolios son importantes,<br />
pero la riqueza en el estado se complementa con la<br />
variedad de ecosistemas que se incluyen en un<br />
gradiente amplio. La pérdida del hábitat es una de<br />
las principales amenazas, así como la perturbación<br />
por actividades pecuarias y agrícolas.<br />
176 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Hongos<br />
(Fungi)<br />
Armando López-Ramírez<br />
Rosario Medel Ortiz<br />
Introducción<br />
Colima es uno de los estados más pequeños de la República Mexicana,<br />
cuenta con casi 5 500 km 2 y diversos tipos de vegetación. La diversidad<br />
documentada de hongos alcanza apenas 2.8% de lo que se calcula puede<br />
existir en la entidad. A la fecha 77 especies se han citado bibliográficamente<br />
en diversos trabajos, siendo las especies lignícolas las más abundantes;<br />
sin embargo, esta cifra no refleja la diversidad potencial de<br />
especies de hongos que existen en el estado.<br />
Descripción<br />
Lo que normalmente reconocemos como hongo es en realidad sólo el<br />
cuerpo fructífero del mismo, el cual se desarrolla en forma de filamentos<br />
o hilos, llamadas hifas, dentro del sustrato donde está creciendo, que<br />
puede ser madera (entonces se les llama lignícolas), tierra (terrícolas),<br />
humus (humícolas).<br />
Los hongos pueden ser unicelulares, es decir, que están formados por una<br />
sola célula, como la levadura de cerveza, o pueden ser filamentosos, en<br />
cuyo caso están constituidos por filamentos en grandes conjuntos.<br />
Dependiendo de su tamaño se reconocen dos tipos: microscópicos, también<br />
llamados mohos, y macroscópicos, conocidos como setas u hongos.<br />
Se han registrado para la ciencia más de 97 000 especies de hongos, de las<br />
cuales la mayoría (90%) son mohos y el resto son hongos macroscópicos.<br />
López-Ramírez, A. y R. Medel. 2016. Hongos (Fungi). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 177-181.<br />
177
Los hongos se alimentan de organismos vivos o<br />
muertos y toman directamente la materia orgánica<br />
de los tejidos. Como no poseen clorofila<br />
(pigmento verde de las plantas) no realizan la<br />
fotosíntesis, el proceso por el cual las plantas elaboran<br />
sus alimentos con independencia. Al no<br />
poder elaborar sus alimentos tienen que tomar<br />
lo que produce otro ser vivo, incluso otro hongo.<br />
Si se alimentan de materia orgánica muerta se<br />
llaman saprobios (como el champiñón); si es de<br />
materia orgánica viva se conocen como hongos<br />
parásitos (como la roya del café, Hemileia vastatrix).<br />
Algunos hongos interactúan con otros seres<br />
vivos formando simbiosis (asociación de dos<br />
especies diferentes, donde ambas se benefician),<br />
tales como los líquenes y las micorrizas (asociaciones<br />
de hongo-alga y planta-hongo, respectivamente).<br />
Todos los hongos realizan un papel importante<br />
en la naturaleza, pero mayor énfasis se ha dado a<br />
aquellos que se asocian con las raíces de plantas,<br />
los hongos micorrícicos, ya que esta asociación<br />
permite a las plantas aumentar la superficie de<br />
absorción de agua y nutrientes de la raíz.<br />
La diversidad de los hongos en general es de más<br />
de 97 000 especies, sin embargo, si se considera<br />
que la relación en la Tierra de número de especies<br />
hongo-planta es de 5:1, se puede pensar de<br />
manera conservadora que pudieran existir<br />
aproximadamente 1.5 millones de especies de<br />
hongos (Hawksworth 1991).<br />
Diversidad<br />
La primera cita publicada respecto a los hongos,<br />
en el estado, fue a inicios del siglo XIX y se refirió<br />
a Stereum papyrinum, un hongo que crece sobre<br />
madera (Burt 1920). A la fecha no existe una<br />
publicación que trate de manera exclusiva e integral<br />
el tema de los hongos del estado, aunque se<br />
han hecho varias <strong>contribuciones</strong> valiosas: García<br />
Romero et al. (1970), Guzmán y Herrera (1971,<br />
1973), Herrera y Guzmán (1972), Guzmán (1975),<br />
Medel et al. (1989) y Bandala et al. (1993), por<br />
mencionar algunos.<br />
De la revisión bibliográfica efectuada, en total se<br />
encontraron 22 citas referentes a hongos de esta<br />
entidad. El apéndice 1 enlista las 77 especies de<br />
hongos citados en estos trabajos, organizadas<br />
alfabéticamente en 15 órdenes, 26 familias, y<br />
53 géneros. Los Polyporales, hongos lignícolas<br />
destructores de la madera son el orden más<br />
diverso, con cuatro familias, 16 géneros y<br />
24 especies. Siguen en abundancia los Basidiomicetes,<br />
con cinco órdenes y 12 familias, y después<br />
los Ascomicetes con seis órdenes y 10 familias.<br />
Los líquenes están representados con un orden y<br />
una familia, al igual que los mixomicetes; aunque<br />
actualmente no son considerados como<br />
hongos fueron incluidos en este listado debido a<br />
que son de modo tradicional estudiados por los<br />
micólogos. De acuerdo con el sustrato que permite<br />
el desarrollo de las especies, se identificaron<br />
48 especies lignícolas, 13 marinas, 11 especies<br />
que crecían sobre hojas y cinco fueron terrícolas.<br />
Es muy escasa la información disponible acerca<br />
de los ambientes donde habitan los hongos de<br />
Colima, solamente se identificaron 13 especies<br />
que crecen en un hábitat marino, 10 especies en<br />
vegetación tropical y una especie en vegetación<br />
templada (bosque mesófilo de montaña). Cabe<br />
señalar que los hongos logran vivir prácticamente<br />
en todos los ambientes, por lo que su dis-<br />
178 DIVERSIDAD DE ESPECIES
tribución no está limitada a los tres hábitats que<br />
aquí se mencionan.<br />
Distribución<br />
Los hongos habitan desde los polos hasta el<br />
Ecuador, en las altas montañas, en los ríos y<br />
mares, en los bosques y aún en los desiertos. Los<br />
encontramos sobre y bajo el suelo, dentro y fuera<br />
de las plantas y animales, hasta en los humanos.<br />
Prácticamente logran vivir en todo aquello que<br />
puede proporcionarles espacio y alimento orgánico,<br />
por muy escaso que sea.<br />
Colima presenta diversos tipos de vegetación<br />
distribuidos en los diferentes ambientes de la<br />
entidad (inegi 2010), y los hongos están muy<br />
relacionados con ellos. Por ejemplo, en la subprovincia<br />
de los volcanes de Colima se pueden<br />
encontrar bosques de encino, selva baja caducifolia<br />
y matorral subtropical, mientras que en la<br />
subprovincia de las sierras de la costa de Jalisco y<br />
Colima predominan la selva baja caducifolia, los<br />
bosques de encino y de pino, la selva baja espinosa,<br />
además del manglar, el palmar y la vegetación<br />
halófita y de dunas costeras.<br />
De todos esos tipos de vegetación la selva baja<br />
caducifolia, los bosques de encino y de pino, y el<br />
matorral subtropical, potencialmente pueden contener<br />
una gran cantidad de especies de hongos, y<br />
sobre todo en los bosques de pino y encino se pueden<br />
encontrar especies de hongos comestibles.<br />
De acuerdo con lo anterior es evidente que hacen<br />
falta más exploraciones micológicas para recabar<br />
información sobre la diversidad y distribución<br />
de los hongos en el estado.<br />
Importancia<br />
La importancia de estos organismos es significativa.<br />
La levadura es un tipo de hongo microscópico<br />
utilizado en la fabricación de pan y cerveza,<br />
así como vino, pulque, tepache y prácticamente<br />
todas las bebidas fermentadas; por su parte, los<br />
antibióticos, que constituyen el arma más eficaz<br />
contra las infecciones, en su mayoría son extraídos<br />
de hongos que crecen en las naranjas (mohos<br />
verde-azules).<br />
Por otro lado, el papel ecológico que los hongos<br />
juegan en la naturaleza es muy importante, ya<br />
que son los degradadores por excelencia de grandes<br />
cantidades de materia orgánica y forman<br />
asociaciones simbióticas con los árboles de pino<br />
y plantas cultivadas, las cuales aceleran su crecimiento<br />
y favorecen la resistencia ante posibles<br />
patógenos, aunque también pueden ser parásitos<br />
de cultivos o de árboles de interés forestal. Además,<br />
los hongos forman parte de los productos<br />
forestales no maderables que son explotados<br />
para venta y autoconsumo en diferentes regiones<br />
del país.<br />
El nombre popular o vernáculo de los hongos<br />
varía según el lugar en el que crecen y los nombres<br />
que les dan los diferentes grupos étnicos<br />
que habitan las localidades donde existen tales<br />
organismos. Estudios etnomicológicos han mostrado<br />
que un mismo hongo tiene distintos nombres<br />
para diferentes grupos humanos y en lugares<br />
diferentes. Por ejemplo, al hongo Amanita<br />
caesarea, muy apreciado por su sabor, en la parte<br />
centro y sur de México, según la región se le<br />
conoce con los siguientes nombres populares:<br />
tecomate, amarillo, ahuevado o yemita.<br />
Hongos (Fungi)<br />
179
Estado de conservación<br />
y amenazas<br />
En relación con la conservación de especies de<br />
hongos citada para Colima, ninguna especie se<br />
encuentra bajo alguna categoría de la nom-059-<br />
semarnat-2010. Cabe anotar que el número de<br />
especies citadas en este documento no refleja la<br />
diversidad que puede existir en Colima.<br />
Tomando en cuenta la relación hongo-planta de<br />
5:1 (Hawksworth 1991) y con base en el estudio<br />
florístico de Colima, realizado por Padilla-<br />
Velarde et al. (2006), en el que se registraron<br />
alrededor de 550 especies arbóreas de la entidad,<br />
un ejercicio de extrapolación arrojaría una<br />
diversidad potencial de hongos en Colima equivalente<br />
a más de 2 700 especies que corresponderían<br />
apenas a 2.8% de la riqueza potencial<br />
estimada para el estado (77 especies han sido<br />
citadas en este documento). Por esta razón, la<br />
diversidad hasta ahora registrada en Colima,<br />
aunque demuestra el esfuerzo de varios investigadores,<br />
no refleja de manera significativa la<br />
riqueza e importancia de las especies de hongos<br />
en la entidad.<br />
Por lo anterior, es urgente continuar y mejorar<br />
los inventarios de hongos, sobre todo porque la<br />
tasa de deforestación en el estado es elevada:<br />
entre 1981 y 1992 Colima perdió 25% de su<br />
superficie boscosa (Padilla-Velarde et al. 2006).<br />
Como prioridad se deben concentrar los esfuerzos<br />
de identificación de especies en los fragmentos<br />
de bosque que son más susceptibles a<br />
desaparecer, o en aquellos ambientes que tengan<br />
distribución fragmentada, como la selva mediana<br />
caducifolia y el bosque mesófilo de montaña.<br />
Si se pierde la vegetación con ella se pierde también<br />
la diversidad de los hongos y otros organismos<br />
que ahí habitan.<br />
Referencias<br />
Bandala, V.M., G. Guzmán y L. Montoya. 1993. The<br />
polypores known from Mexico. Reporte Científico.<br />
Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)<br />
13:1-55.<br />
Burt, E.A. 1920. The Thelephoraceae of North America<br />
XII Stereum. Annals of the Missouri Botanical<br />
Garden 7:81-249.<br />
García Romero, L., G. Guzmán y T. Herrera. 1970. Especies<br />
de macromicetos citadas de México. I. Ascomycetes,<br />
Tremellales y Aphyllophorales. Boletín<br />
de la Sociedad Mexicana de Micología 4:54-76.<br />
Guzmán, G. 1975. Hongos mexicanos (macromicetos)<br />
en los herbarios extranjeros III. Boletín de la<br />
Sociedad Mexicana de Micología 9:85-102.<br />
Guzmán, G. y T. Herrera. 1971. Especies de macromicetos<br />
citadas de México. Boletín de la Sociedad<br />
Mexicana de Micología 5:57-77.<br />
——— . 1973. Especies de macromicetos citadas de<br />
México IV. Gasteromicetos. Boletín de la Sociedad<br />
Mexicana de Micología 7:105-119.<br />
Hawksworth, D.L. 1991. The fungal dimension of the<br />
biodiversity: magnitude, significance, and conservation.<br />
Mycological Research 95:641-655.<br />
Herrera, T. y G. Guzmán. 1972. Especies de macromicetos<br />
citadas de México III. Agaricales. Boletín de<br />
la Sociedad Mexicana de Micología 6:61-92.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.<br />
2010. Agricultura y vegetación de Colima. En:<br />
, última<br />
consulta: 30 de junio de 2015.<br />
180 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Medel, R., S. Chacón y G. Guzmán. 1989. Especies conocidas<br />
y nuevos registros de Hypoxylon (Sphaeriales,<br />
Xylariaceae) en México. Revista Mexicana<br />
de Micología 5:149-168.<br />
Padilla-Velarde, E., R. Cuevas, G. Ibarra, et al. 2006.<br />
Riqueza y biogeografía de la flora arbórea del estado<br />
de Colima, México. Revista Mexicana de Biodiversidad<br />
77:271-295.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
Hongos (Fungi)<br />
181
Helechos, colas<br />
de caballo y licopodios<br />
(Pteridophyta)<br />
María de la Luz Arreguín-Sánchez<br />
Rafael Fernández-Nava<br />
David Leonor Quiroz-García<br />
Introducción<br />
Las pteridofitas son un grupo de vegetales que incluye a los helechos y a<br />
un grupo afín a éstos, como los equisetos o colas de caballo, las selaginelas,<br />
los licopodios y otros más. Este grupo se caracteriza por no presentar<br />
flores, aunque poseen tejido vascular, a veces muy desarrollado, por lo<br />
que se han considerado criptógamas superiores, a diferencia de otras<br />
criptógamas como los musgos y algas que carecen de ese tejido.<br />
Descripción<br />
En general, las pteridofitas son plantas terrestres y pueden vivir sobre<br />
árboles (epífitas) o sobre rocas (epipétricas), aunque algunas pueden ser<br />
acuáticas (agua dulce); todas son plantas cormófitas, es decir, presentan<br />
verdaderos órganos, a excepción de Psilotum que no presenta raíces sino<br />
rizoides y las hojas son expansiones laminares sin vascularización. Las<br />
hojas pueden ser de dos tipos: micrófilas, con una sola nervadura como las<br />
de Selaginella, Isoetes, Equisetum, Lycopodium; o bien hojas megáfilas, con<br />
varias nervaduras como las que presentan la mayoría de las pteridofitas.<br />
Estas plantas presentan tres ciclos de vida, con predominancia del esporofito<br />
(generación que produce esporas) sobre el gametofito (generación<br />
que produce células reproductoras o gametos) y son un grupo de plantas<br />
en donde el gametofito es totalmente independiente del esporofito, requiriendo<br />
siempre de agua externa para su reproducción. El ciclo más común<br />
182<br />
Arreguín-Sánchez, M. de la L., R. Fernández-Nava y D. L. Quiroz-García. 2016. Helechos, colas de caballo y licopodios<br />
(Pteridophyta). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 182-186.
es el isospórico (esporas iguales), le sigue el ciclo<br />
de vida heterospórico (esporas diferentes) y el<br />
tercer tipo de ciclo es el llamado tipo equisetum,<br />
que se considera un ciclo intermedio entre el<br />
isospórico y el heterospórico.<br />
Distribución<br />
Se considera que a nivel mundial existen alrededor<br />
de 10 mil especies, de las cuales 1 009 prosperan<br />
en México. Hasta el momento se han<br />
realizado diferentes estudios estatales y regionales<br />
sobre las pteridofitas de la República Mexicana,<br />
siendo el libro Las pteridofitas de México,<br />
de Mickel y Smith (2004), la obra más reciente y<br />
donde se reconocen 124 géneros y 1 009 taxones,<br />
de los cuales para Colima son citados 36 géneros<br />
y 97 especies. En comparación, La flora de Nueva<br />
Galicia (apéndice 1 y 2) (McVaugh 1983), que<br />
constituye el primer tratado de pteridofitas del<br />
oeste del país, registra un total de 281 especies, de<br />
las cuales 52 corresponden al estado. Trabajos<br />
anteriores, tales como los de Martens y Galeotti<br />
(1842), Liebmann (1849) y Fournier (1872),<br />
habían prácticamente ignorado a esta región.<br />
Conzatti (1939) citó para La flora de Nueva Galicia<br />
alrededor de 40 especies, aunque los ejemplares<br />
de herbario de esta zona, y en general las<br />
recolectas de Conzatti, no han estado disponibles<br />
para los botánicos. Las recolectas más importantes<br />
de la región han corrido a cargo del doctor<br />
Roger McVaugh, quien desde 1949 ha estado<br />
recolectando ejemplares en la zona de Nueva<br />
Galicia, los cuales se pueden consultar tanto en<br />
herbarios nacionales como del extranjero.<br />
Las pteridofitas son plantas que se encuentran en<br />
todos los tipos de vegetación, aunque se presenta<br />
mayor diversidad en los bosques mesófilos<br />
de montaña. Estas plantas son componentes de<br />
diferentes tipos de vegetación, por lo que su<br />
estado de conservación siempre está ligado a la<br />
protección y explotación de los mismos.<br />
Diversidad<br />
El apéndice 1 muestra una lista actualizada<br />
sobre los géneros y especies que crecen en la<br />
región, en él se hace la comparación de los taxones<br />
citados para La flora de Nueva Galicia (Mickel<br />
1992) y los de Las pteridofitas de México<br />
(Mickel y Smith 2004). El criterio de familia que<br />
se utilizó fue el de Crabbe et al. (1975) citado en<br />
Mickel y Smith (2004).<br />
Como se podrá apreciar en el apéndice 1, en La<br />
flora de Nueva Galicia se citan para Colima<br />
25 géneros y 52 especies, mientras que en Las pteridofitas<br />
de México se reconocen 36 géneros y<br />
97 especies, lo que representa un aumento de 30%<br />
respecto a los géneros y casi el doble de especies.<br />
En La flora de Nueva Galicia no son consideradas<br />
las entidades taxonómicas de Dryopteris,<br />
Nephrolepis, Polystichum, Botrychium,<br />
Ophioglossum, Psilotum, Notholaena, Pellaea,<br />
Pityrogramma, Pteris y Vittaria. Este incremento<br />
del doble de especies en 12 años –desde 1992,<br />
cuando se publicó La flora de Nueva Galicia,<br />
hasta 2004 cuando apareció Las pteridofitas de<br />
México–, refleja no solamente el incremento de<br />
las recolectas en el estado, sino también el<br />
aumento del número de herbarios, tanto nacionales<br />
como extranjeros, que se revisaron en esta<br />
última publicación.<br />
Helechos, colas de caballo y licopodios (Pteridophyta)<br />
183
Algunos nombres científicos citados en La flora<br />
de Nueva Galicia no se encuentran en Las pteridofitas<br />
de México, debido a que han caído en sinonimias,<br />
como: Adiantum princeps = A. amplum;<br />
Asplenium myapteron = A. blepharophorum;<br />
Phlebodium areneosum = P. areolatum y<br />
Polypodium fuscopetiolatum = P. colpodes. También<br />
existen especies citadas en La flora de Nueva<br />
Galicia, pero no en Las pteridofitas de México,<br />
tales como Blechnum glandulosum y B. occidentale<br />
= B. appendiculatum.<br />
Por último, hay un grupo de especies que se<br />
citan en La flora de Nueva Galicia y que en Las<br />
pteridofitas de México se incluyen, pero ya no se<br />
menciona su presencia para Colima, tal es el<br />
caso de: Campyloneurum angustifolium,<br />
Polypodium plesiosorum, Selaginella sertata y<br />
S. silvestre; es posible que estas plantas se determinaran<br />
erróneamente.<br />
Basado en investigaciones documentales, el cuadro<br />
1 muestra una comparación porcentual<br />
sobre la riqueza de pteridofitas a nivel regional/<br />
estatal. De estos datos se desprende que Colima<br />
es la entidad que hasta el momento presenta<br />
menor riqueza pteridoflorística (9.6%), seguida<br />
por Nuevo León (9.8%), los estados que comprenden<br />
el Valle de México (Estado de México y<br />
Distrito Federal) (11.2%), Chihuahua (12.5%),<br />
Morelos (15.6%) y Querétaro (18.9%), pero también<br />
hay que considerar que es de las entidades<br />
territoriales más pequeñas; aunque el estado de<br />
Morelos tiene menor superficie que Colima y<br />
presenta un porcentaje mayor de especies.<br />
Después de haber realizado la comparación de<br />
los estados y analizar la situación actual de los<br />
estudios pteridoflorísticos del estado, se considera<br />
que se debe realizar un esfuerzo y seguir<br />
implementando exploraciones de campo, debido<br />
CUADRO 1. Comparación porcentual de gneros y especies, segn los estudios regionales pteridoflorísticos<br />
en México. Fuente: elaboración propia.<br />
Estado Superficie (km 2 ) Especies % de especies<br />
Chihuahua 244 398 126 12.5<br />
Nuevo León 65 100 99 9.8<br />
Nueva Galicia 125 000 281 27.8<br />
Colima 5 222 109 10.78<br />
Querétaro 11 699 191 18.9<br />
Estado de México 15 800 248 24.6<br />
Valle de México 7 500 113 11.2<br />
Morelos 4 900 158 15.6<br />
Veracruz 71 699 572 56.7<br />
Oaxaca 93 136 640 63.4<br />
Guerrero 64 281 373 37<br />
Chiapas 74 211 609 60.3<br />
184 DIVERSIDAD DE ESPECIES
a que es evidente que podrían encontrarse mayor<br />
número de especies en la entidad. Por ejemplo,<br />
no se menciona a Pteridium, género común en<br />
los bosques de pinos; también llama la atención<br />
la ausencia del género Cystopteris, común en los<br />
bosques mesófilos, bosques de pino, pino-encino<br />
y encinares; situación similar aplica para las<br />
ausencias de Lycopodium y Lycopodiella, Pteris<br />
cretica y de los helechos acuáticos, entre otros.<br />
Importancia y usos<br />
En lo que respecta a su importancia económica,<br />
en general las especies son utilizadas como<br />
ornato, pero por desgracia son tomadas directamente<br />
del campo para ser comercializadas, o<br />
bien las personas se las llevan del campo a su<br />
casa. Varias pteridofitas que son utilizadas como<br />
medicinales se recolectan directamente en el<br />
campo, tale es el caso de Adiantum concinnum,<br />
Equisetum myriochaetum y Selaginella lepidophylla.<br />
La primera se ocupa como expectorante y las dos<br />
últimas para problemas renales. Además, las<br />
frondas de Adiantum concinnum se utilizan<br />
como artesanales y el follaje se usa para crear<br />
arreglos florales.<br />
Amenazas y acciones<br />
de conservación<br />
Se considera que el principal riesgo para este<br />
grupo de organismos es la destrucción de sus<br />
hábitats naturales, lo que de manera implícita<br />
lleva a la desaparición de especies. Esto es particularmente<br />
alarmante si consideramos, por<br />
ejemplo, los resultados obtenidos a partir de un<br />
ejercicio realizado en La pteridoflora del Valle de<br />
México: de las 113 especies citadas la mitad están<br />
extintas o en peligro de extinción. Sin embargo,<br />
con base en la información bibliográfica disponible,<br />
en Colima no existen especies de pteridofitas<br />
endémicas. Anemia colimensis fue considerada<br />
como endémica, sin embargo, esta especie se<br />
encontró recientemente también en los estados<br />
de Guerrero y Oaxaca.<br />
Dadas estas experiencias se ha implementado,<br />
dentro de la cuenca de México, un programa de<br />
estudios sobre la biología de pteridofitas, a partir<br />
del cual es posible desarrollar las técnicas de cultivo<br />
y manejo de estas plantas, con el objetivo<br />
general de no solamente conservar, sino además<br />
de tener la posibilidad de efectuar la comercialización<br />
a través de plantas cultivadas. Con acciones<br />
como éstas se evitaría tomar el recurso<br />
directamente del campo.<br />
Referencias<br />
Arreguín-Sánchez, M.L., R. Fernández-Nava y D.L.<br />
Quiroz-García. 2004. La Pteridoflora del Valle de<br />
México. Instituto Politécnico Nacional (ipn)/Secretaría<br />
de Educación Pública (sep), México.<br />
Conzatti, C. 1939. Flora taxonómica mexicana: recopilación<br />
de todos sus representantes vasculares<br />
herbaceos y leñosos. Vol. 1, partes 1-2. Editorial La<br />
Esfera. México.<br />
Crabbe, J.A., A.C. Jermy y J.T. Mickel. 1975. A new<br />
generic sequence for the pteridophyte herbarium.<br />
Fern Gaz 11:141-162.<br />
Fournier, E. 1872. Sur les Hyménophyllées recueillies<br />
dans l’Amérique centrale par MM. Ch. Wright,<br />
Fendler et Th. Husnot. Société Botanique de<br />
France, Bulletin de la Societé Botanique de France,<br />
Compte rendus des séances 19:239-241.<br />
Helechos, colas de caballo y licopodios (Pteridophyta)<br />
185
Liebmann, F.M. 1849. Mexikos Bregner. Danske Vidensk.<br />
Selskr. Forhandl 1:151-332.<br />
Martens, M. y H. Galeotti. 1842. Mémoire Sur Les<br />
Fougères Du Mexique: Et Considerations Sur la<br />
Géographie Botanique de Cette Contrée. Hayez.<br />
Mcvaugh, R. 1983. Gramineae. En: Flora Novo-Galiciana.<br />
Vol. 14. University of Michigan Press. Ann<br />
Arbor.<br />
——— . 1992. Gymnospems to Pteridophytes. En: Flora<br />
Novo-Galiciana. University of Michigan Press.<br />
Ann Arbor.<br />
Mickel, J.T. 1992. Pteridophytes. En: Flora Novo-Galiciana.<br />
R.E. Mcvaugh, pp. 120-431.<br />
Mickel, J.T. y A.R. Smith. 2004. The pteridophytes of<br />
Mexico. Memoirs of the New York Botanical Garden<br />
88:1-1054.<br />
186 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Gramíneas<br />
(Gramineae)<br />
Francisco J. Santana-Michel<br />
Ramón Cuevas-Guzmán<br />
Nora Minerva Núñez-López<br />
Introducción<br />
La familia Gramineae (o Poaceae) incluye lo que en México se conoce<br />
como zacates o pastos. Se trata de la cuarta familia más diversa de las<br />
plantas con flores (sólo después de Compositae, Orchidaceae y Leguminosae);<br />
se tienen estimaciones entre 650 y 670 géneros y de 9 700 a 10 000<br />
especies en todo el mundo (Heywood et al. 2007, Soltis et al. 2005). Se<br />
dice que posee una distribución cosmopolita, ya que se les encuentra<br />
desde los círculos polares hasta el Ecuador y son el principal componente<br />
de al menos 25% de la cubierta vegetal de la Tierra (Heywood et al. 2007).<br />
Las gramíneas se consideran la familia de mayor importancia económica<br />
en el mundo, debido a que constituye la principal fuente de alimento para<br />
los humanos y otros animales. Se estima que cerca de 70% de las tierras<br />
cultivadas del planeta presentan una gramínea, y más de 50% de las calorías<br />
que consumen los humanos tienen como fuente un cereal (Judd et al.<br />
2002). Algunas de estas especies han sido cultivadas por más de 10 mil<br />
años e hicieron posible la existencia de grandes civilizaciones en la antigüedad,<br />
como el trigo (Triticum aestivum), la cebada (Hordeum vulgare) y<br />
la avena (Avena sativa) en el cercano Oriente; el sorgo (Sorghum bicolor)<br />
y el mijo (Pennisetum americanum) en África; el arroz (Oriza sativa) en el<br />
sudeste de Asia; y el maíz (Zea mays) en Mesoamérica. Especies como<br />
el centeno (Scale cereale) y la cebada (Hordeum vulgare) son la base de la<br />
fermentación para bebidas como el whisky y la cerveza.<br />
Santana-Michel, F.J., R. Cuevas-Guzmán y N.M. Núñez-López. 2016. Gramíneas (Gramineae). En: La Biodiversidad<br />
en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 187-193.<br />
187
Descripción<br />
Según estudios de secuencias de adn, las gramíneas<br />
pertenecen al orden Poales, que incluye<br />
18 familias que comparten atributos, como la<br />
presencia de cuerpos de sílice en la epidermis y<br />
estilos separados o soldados, pero fuertemente<br />
ramosos, así como la carencia de cristales de<br />
rafidio y nectarios septales (Judd et al. 2002).<br />
Las gramíneas son hierbas comúnmente rizomatosas<br />
(con tallos subterráneos gruesos y<br />
horizontales que sirven como órganos de almacenamiento),<br />
estoloníferas o cespitosas, perennes<br />
o anuales, y en los trópicos algunas son leñosas y<br />
arborescentes (bambúes y otates). Los tallos son<br />
articulados, comúnmente cilíndricos, huecos,<br />
algunas veces sólidos, de modo usual monopódicos<br />
(con un tallo principal), y hojas por lo<br />
general dísticas (en un solo plano), constituidas<br />
por vaina, lígula y lámina. La vaina rodea al tallo<br />
y lo común es que sea abierta; la lámina es simple,<br />
usualmente linear y con venas paralelas, y la lígula<br />
se localiza en la unión entre la vaina y la lámina,<br />
siendo una pestaña membranosa o ciliada.<br />
Una de las características más distintivas de la<br />
familia son sus inflorescencias compuestas de<br />
espiguillas dispuestas en panículas, espigas o<br />
racimos. Las espiguillas constan de brácteas<br />
(estructuras foliáceas que rodean la flor) típicamente<br />
dísticas, dispuestas a lo largo de una<br />
raquilla (eje sobre el que se insertan las espiguillas);<br />
las dos brácteas inferiores están vacías pero<br />
las restantes forman parte de un flósculo (cada<br />
una de las flores que forma una inflorescencia),<br />
cuyas estructuras sexuales (estambres y pistilos)<br />
están encerradas entre la lema, bráctea más<br />
externa, y la pálea, en la parte más interna. Las<br />
flores son bisexuales o unisexuales, comúnmente<br />
con tres estambres y dos estigmas plumosos<br />
y el fruto es una cariópside (presenta la pared<br />
del fruto fusionada con la semilla) (Beetle et al.<br />
1983, Davidse y Pohl 1994, Judd et al. 2002,<br />
Heywood et al. 2007). Presentan por lo común<br />
floración anual que se repite varias ocasiones<br />
(iteróparos), pero no es raro que varias especies<br />
leñosas se reproduzcan sexualmente en periodos<br />
que oscilan entre 10 y 120 años, para que posteriormente<br />
las poblaciones completas mueran<br />
(monocárpicas).<br />
Un conjunto de datos morfológicos, bioquímicos,<br />
anatómicos y moleculares respaldan el origen<br />
monofilético de la familia (comparten un<br />
mismo ancestro), y permiten reconocer 12 subfamilias,<br />
de las cuales al menos 10 cuentan con<br />
representantes en México. Gramineae es una<br />
familia de fácil reconocimiento, pero complicada<br />
taxonómicamente en el nivel de géneros y<br />
especies. En México, la mayor cantidad de géneros<br />
y especies se registra en las subfamilias Chloroideae,<br />
Panicoideae y Pooideae.<br />
Distribución<br />
Las gramíneas tienen amplia distribución ecológica,<br />
desde el nivel del mar hasta las zonas alpinas,<br />
a más de 5000 msnm. Es el componente dominante<br />
de las praderas de Norteamérica, las pampas<br />
sudamericanas y las estepas africanas y euroasiáticas<br />
(Judd et al. 2002). Además, muchas áreas en las<br />
zonas tropicales y subtropicales en la actualidad se<br />
encuentran cubiertas por pastos cultivados para<br />
alimentar diferentes tipos de ganado. En México<br />
se les encuentra en todos los tipos de vegetación<br />
reconocidos para el país, incluyendo las dunas cos-<br />
188 DIVERSIDAD DE ESPECIES
teras y la vegetación acuática, e incluso algunas<br />
especies han conquistado el medio marino (Dávila<br />
et al. 1998). En las partes de mayor altitud, por<br />
arriba del límite de la distribución arbórea, las gramíneas<br />
amacolladas forman zacatonales que<br />
cubren una extensa superficie en el Altiplano<br />
mexicano. Por otra parte, cada vez son más<br />
amplias las superficies que se encuentran cultivadas<br />
con especies de pastos introducidos, principalmente<br />
de procedencia africana.<br />
Diversidad de gramíneas<br />
Gramineae es la cuarta familia más diversa en<br />
México. Se han registrado 204 géneros, 1 182<br />
especies y 207 categorías infraespecíficas, para<br />
hacer un total de 1 278 taxones, de los cuales<br />
1 119 son nativos y 159 cultivados o introducidos<br />
(Dávila et al. 2006). Los géneros con más especies<br />
en México corresponden a Muhlenbergia, Paspalum,<br />
Panicum, Bouteloua, Eragrostis y Aristida (Dávila<br />
et al. 2006). Otros géneros, como Tripsacum y<br />
Zea, sin ser muy diversos, sobresalen por tener su<br />
centro de diversidad en el país, con la mayoría de<br />
sus especies reconocidas como endémicas (que<br />
sólo se distribuyen en nuestro país). Seis géneros<br />
y alrededor de 22% de los taxones restringen su<br />
distribución al territorio nacional. Colima forma<br />
parte de una de las cuatro áreas de México con<br />
mayor diversidad de pastos; Beetle (1975) registró<br />
49 géneros y 119 especies, mientras que McVaugh<br />
(1983), en Las gramíneas de Nueva Galicia, registra<br />
53 géneros y 108 especies para esta entidad,<br />
cifra que se incrementó a 168 especies en Dávila<br />
et al. (2006).<br />
En el presente estudio se registran 78 géneros, 251<br />
especies, que incluyen 29 unidades infraespecíficas<br />
para el estado (apéndices 1 y 2). Estos números<br />
representan 39% de los géneros y 22% de las especies<br />
de México. La riqueza de géneros y especies<br />
para Colima es equiparable con la de los estados de<br />
Nayarit –82 géneros y 271 especies– (Téllez 1995),<br />
Zacatecas –82 géneros y 255 especies– (Balleza<br />
1992), entidades con mucho mayor superficie que<br />
Colima. Por otra parte, Colima tiene más especies<br />
que la sierra de Manantlán –77 géneros y 221 especies–<br />
(Vázquez et al. 1995), el estado de Tlaxcala<br />
–61 géneros y 182 especies– (Martínez 1998), Sinaloa<br />
–173 especies– (Dávila et al. 2006) y Tabasco<br />
–198 especies– (Dávila et al. 2006).<br />
La sobresaliente riqueza de gramíneas en Colima<br />
podría atribuirse a que forma parte de la zona de<br />
transición de los reinos biogeográficos Holártico<br />
y Neotropical, así como por su gran heterogeneidad<br />
ambiental, ya que en una pequeña distancia<br />
se registra un gradiente altitudinal que va desde<br />
el nivel del mar hasta los 3 500 msnm en las faldas<br />
del Volcán de Fuego. En este gradiente se<br />
registran tipos de vegetación que varían desde<br />
los pinares y encinares, en las partes de mayor<br />
altitud, hasta los bosques tropical caducifolio,<br />
tropical subcaducifolio y mesófilo de montaña,<br />
que se distribuyen a altitudes desde el nivel del<br />
mar a los 2 000 msnm, y los manglares en la<br />
línea costera. Otro aspecto importante para<br />
explicar la elevada riqueza de especies de esta<br />
familia es la adaptación que han tenido al<br />
mosaico de paisajes creado por el ser humano.<br />
Panicoideae y Chloridoideae son las subfamilias<br />
que presentan mayor número de taxones. Diez<br />
géneros concentran 119 especies (47%), de éstos,<br />
los que registran más especies son Paspalum<br />
(28), Panicum (14), Muhlenbergia (12), Eragrostis<br />
(12), Urochloa (10) y Bouteloua (13). Este patrón<br />
Gramíneas (Gramineae)<br />
189
egistrado para Colima es más o menos consistente<br />
con lo registrado para el país, con la excepción<br />
de que el género más rico para México<br />
corresponde a Muhlenbergia seguido por Paspalum<br />
y Panicum, mientras que Urochloa, a nivel<br />
nacional, no aparece entre los 15 géneros con<br />
más especies (Dávila et al. 2006). Urochloa tiene<br />
18 especies en México (Dávila et al. 2006), de las<br />
cuales 10 se encuentran en el estado, lo que pone<br />
en evidencia la diversidad extraordinaria del<br />
género en esta región del país. Esta condición<br />
también podría aplicarse a Tripsacum, ya que en<br />
Colima se tienen registradas cinco especies que<br />
representan 50% de las especies de México. De<br />
las 251 especies, 214 son nativas y 37 son introducidas<br />
o cultivadas en el estado.<br />
Fitogeografía de los pastos<br />
De las 251 especies que se registran para Colima,<br />
37 corresponden a especies de amplia distribución<br />
que han llegado a América procedentes<br />
principalmente de África y Asia, 76 están presentes<br />
desde Canadá hasta Sudamérica, 52 desde<br />
México hasta Sudamérica, a 12 se les encuentra en<br />
Estados Unidos de Norteamérica y México,<br />
cinco van desde Estados Unidos hasta Centroamérica,<br />
mientras que 35 especies son endémicas<br />
de México. De las especies endémicas de nuestro<br />
país, una se ha registrado para los estados de<br />
Colima, Jalisco y Guanajuato, mientras que a<br />
nueve especies sólo se les encuentra en los estados<br />
de Jalisco y Colima (apéndice 1). Hilaria<br />
annua es considerada endémica al estado, en<br />
tanto que Aegopogon solisii, Aristida tenuifolia,<br />
Paspalum longum y Sorghastrum pohlianum<br />
sólo son conocidas de las islas Revillagigedo.<br />
Andropogon gayanus es una especie de reciente<br />
introducción procedente de África, la cual se<br />
encuentra distribuida a lo largo país, sumándose<br />
a otras especies como Cenchrus ciliaris, Chloris<br />
gayana, Cynodon nlemfuensis, Hyparrhenia<br />
rufa, Melinis minutiflora, Pennisetum clandestinum,<br />
P. purpureum, Sorghum halepense,<br />
Urochloa maxima y U. mutica (apéndice 1).<br />
Las gramíneas son un grupo de plantas que se<br />
desarrollan en ambientes muy soleados, razón<br />
por la cual la mayoría se encuentra en áreas<br />
abiertas. Aquellas que se encuentran en bosques<br />
por lo general lo hacen donde la cobertura arbórea<br />
o arbustiva es escasa, y muy pocas especies<br />
han logrado adaptarse a condiciones de poca luz<br />
(afóticas); tal es el caso de Pharus mezii y algunas<br />
otras de hoja ancha como Zeugites americana,<br />
Z. capillaris, Z. smilacifolia y Olyra latifolia.<br />
La mayoría de las especies de gramíneas se<br />
encuentran en regiones o ambientes secos, aunque<br />
algunas también requieren de un manto<br />
freático muy elevado o de ambientes inundados,<br />
siendo el caso de Ixophorus unisetus, Hymenachne<br />
amplexicaulis, Echinochloa crus-pavonis, Paspalidium<br />
geminatum, Paspalum conjugatum, P. paucispicatum<br />
y Urochloa mutica. Entre las especies que<br />
han evolucionado y desarrollado mecanismos<br />
para soportar ambientes con altas concentraciones<br />
de sal se puede mencionar a Distichlis spicata,<br />
Jouvea pilosa, J. straminea, Sporobolus purpurascens,<br />
S. plendens, S. virginicus y Uniola pittieri.<br />
En el bosque de Quercus se han encontrado 21%<br />
de las especies, 20.9% en vegetación secundaria,<br />
20% en bosque tropical caducifolio, 12% en bosque<br />
tropical subcaducifolio, 13.75% en bosque de<br />
Pinus y bosque de Pinus-Quercus, 5.77% en<br />
vegetación riparia, 2.75% en dunas costeras y un<br />
190 DIVERSIDAD DE ESPECIES
porcentaje igual en el bosque mesófilo de montaña.<br />
Solamente dos especies se registran en<br />
vegetación sabanoide de Byrsonima y Curatella<br />
(apéndice 1). Sin embargo, seguramente los porcentajes<br />
de especies registradas en cada tipo de<br />
comunidad vegetal se verán modificados conforme<br />
se realicen más recolectas.<br />
Importancia económica<br />
de las gramíneas<br />
La importancia económica de las gramíneas en<br />
Colima no es diferente de la que presenta el<br />
grupo taxonómico para México y el mundo. El<br />
maíz sigue siendo uno de los cereales más utilizados<br />
como alimento por la población de la entidad,<br />
principalmente en forma de tortillas,<br />
tostadas, tamales, pozole y una amplia gama de<br />
presentaciones y productos. Algunos de los cultivos<br />
más importantes en el estado corresponden<br />
a miembros de esta familia, como la caña de azúcar<br />
(Saccharum officinarum), que se siembra en<br />
amplias extensiones para abastecer los ingenios<br />
cañeros que existen en Colima; así como sorgo,<br />
avena (Avena sativa), trigo y arroz.<br />
Asimismo, gran superficie se encuentra sembrada<br />
con especies forrajeras como la guinea<br />
(Urochloa maxima), jaragua (Hyparrhenia rufa),<br />
rodex (Chloris gayana), sorgo (Sorghum bicolor),<br />
maíz (Zea mays subsp. mays) y pará (Brachiaria<br />
mutica), todas se suman a la gran diversidad de<br />
especies silvestres utilizadas con este fin.<br />
Otras especies se utilizan con fines ornamentales<br />
en casas y jardines, como el carrizo (Arundo<br />
donax), bambú (Bambusa vulgaris), té de limón<br />
(Cymbopogon citratus), Chusquea circinata,<br />
C. liebmanii y lágrimas de Job (Coix lagrymajobi).<br />
Especies como el bambú, los carrizos, Chusquea<br />
circinata y el maíz, son además fuente de materiales<br />
para la elaboración de artesanías. El otate<br />
(Otatea acuminata) es la principal fuente de<br />
material para la cestería (Vázquez et al. 1995), y<br />
en ocasiones también se utiliza en la construcción<br />
de casas rurales, bien sea para el techado o<br />
para las bardas laterales (combinándose con<br />
lodo o con otras maderas).<br />
El zacate soromuta (Muhlenbergia macroura) es<br />
una especie de alta montaña que ejemplifica la<br />
utilización diversificada de las gramíneas y<br />
representa un recurso económico importante<br />
para las comunidades rurales, debido a que se<br />
cosecha y vende para la fabricación de escobetas,<br />
escobas, sudaderos para caballos y para el<br />
techado de casas.<br />
Por su parte, Pharus mezii se utiliza esporádicamente<br />
como ornamental, pero muestra un<br />
importante potencial de uso debido a su capacidad<br />
para crecer en ambientes sombríos y debido<br />
también a la destacada belleza de su follaje. El té<br />
de limón cada día gana más adeptos para consumirse<br />
como bebida o té caliente.<br />
De acuerdo con la Agenda de Innovación Tecnológica<br />
Agropecuaria y Forestal del Estado de<br />
Colima 2010, las superficies cultivadas con<br />
especies de gramíneas ocurre así: pastos 61 211 ha,<br />
caña de azúcar 9 633 ha, maíz (incluyendo maíz<br />
para grano, elote y maíz forrajero) 17 707 ha,<br />
arroz palay 2 199 ha y sorgo para grano 1 783 ha;<br />
en conjunto la superficie estimada que se cultiva<br />
con gramíneas es de 92 533 ha (semarnat<br />
2010).<br />
Gramíneas (Gramineae)<br />
191
Estado de conservación<br />
En la lista roja de la Unión Internacional para la<br />
Conservación de la Naturaleza (uicn) no se consigna<br />
ninguna de las especies de gramíneas del<br />
estado. Sin embargo, se señalan en la Norma<br />
nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010):<br />
Tripsacum maizar como amenazada, T.<br />
zopilotense bajo la categoría de protección especial<br />
y Zea perennis como especie en peligro de<br />
extinción. Las dos especies de Tripsacum presentan<br />
una distribución que va desde México hasta<br />
Centroamérica, por lo que a pesar de encontrarse<br />
en alguna categoría de riesgo se espera que su<br />
amplia distribución contribuya a su conservación,<br />
por otro lado, ambas especies se encuentran protegidas<br />
en la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />
Manantlán, lo cual también favorece su conservación.<br />
El caso de Zea perennis es mucho más crítico,<br />
pues no se encuentra en ninguna área natural<br />
protegida y sus poblaciones naturales parecen ir<br />
en disminución al cambiar el uso de suelo de áreas<br />
agrícolas a plantaciones de frutales en las faldas<br />
del Nevado de Colima, cuya cara da hacia Ciudad<br />
Guzmán y en donde la especie fue originalmente<br />
descrita.<br />
Nuevas poblaciones han sido registradas para<br />
Colima (en este trabajo) y el estado de Michoacán<br />
(Sánchez et al. 2011), a pesar de ello se<br />
requiere evaluar las poblaciones naturales y conservar<br />
el hábitat natural donde la especie se<br />
desarrolla, además de preservar su germoplasma<br />
en reservorios artificiales. Consideramos que las<br />
especies endémicas al estado, tales como Aegopogon<br />
solisii, Hilaria annua, Aristida tenuifolia, Paspalum<br />
longum y Sorghastrum pohlianum, a pesar de no<br />
contar con estudios poblacionales, debieran ser<br />
incorporadas a la nom-059-semarnat-2010,<br />
como especies bajo la categoría de protección<br />
especial, debido a la reducida extensión superficial<br />
en la que se distribuyen. El grupo de gramíneas<br />
introducidas (apéndice 1), podría<br />
representar un problema para la biodiversidad<br />
de los diferentes ecosistemas en que se establecen,<br />
por lo que es recomendable estudiar las<br />
áreas de establecimiento y la dinámica poblacional<br />
de estos taxones, pero sobre todo evaluar el<br />
efecto que están teniendo sobre las poblaciones<br />
de otras especies de pastos naturales y otras<br />
plantas nativas, principalmente sobre aquellas<br />
que presentan distribución restringida. Además,<br />
se debe fomentar el uso de especies de gramíneas<br />
nativas con propósitos forrajeros y disminuir el<br />
uso de especies exóticas.<br />
Referencias<br />
Balleza, J.J. 1992. Gramíneas del estado de Zacatecas.<br />
Catálogo de especies y clave para géneros. Tesis de<br />
maestría en ciencias. Colegio de Postgraduados,<br />
México.<br />
Beetle, A.A. 1975. Contribución al estudio de las<br />
gramíneas de México. En: Gramíneas de Colima,<br />
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et al. (eds.). Universidad de Wyoming. Laramie,<br />
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Beetle, A.A., E. Manrique, V. Jaramillo, et al. 1983. Las<br />
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y Recursos Hidráulicos (sagarpa)/<strong>Comisión</strong><br />
Técnico Consultiva de Coeficientes de Agostadero<br />
(cotecoca). México.<br />
Davidse, G. y R.W. Pohl. 1994. Poaceae. En: Flora<br />
mesoamericana: Alismataceae a Cyperaceae. Vol.<br />
6. G. Davidse, S. Sousa y O. Chater (eds.). Instituto<br />
de Biología (ibunam)/Universidad Nacional<br />
Autónoma de México (unam)/Missouri Botani-<br />
192 DIVERSIDAD DE ESPECIES
cal Gardens/The Natural History Museum, pp.<br />
184-262.<br />
Dávila, P., M.T. Mejía-Saúles, M. Gómez-Sánchez, et<br />
al. 2006. Catálogo de gramíneas de México. <strong>Comisión</strong><br />
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Biodiversidad (conabio)/Facultad de Estudios<br />
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Dávila, P., R. Lira y J. Sánchez Ken. 1998. La familia<br />
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del Instituto de Botánica de la Universidad de Guadalajara<br />
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2007. Flowering plants of the world. Firefly Books.<br />
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Judd, S.W., C.S. Campbell, E.A. Kellogg, et al. 2002.<br />
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Martínez, J.L. 1998. Flora genérica del estado de<br />
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Mcvaugh, R. 1983. Gramineae. En: Flora Novo-Galiciana.<br />
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Arbor. Michigan.<br />
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Agenda de Innovación Tecnológica Agropecuaria,<br />
Acuícola y Forestal del Estado de Colima 2010. En:<br />
,<br />
última consulta: 2 de julio de 2015.<br />
Sánchez, G. J., L.L. De la Cruz, M.V.A. Vidal, et al.<br />
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México. Americal Journal of Botany 98:1537-1548.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
Soltis, D.E., P.S. Soltis, P.K. Endress y M.W. Chase.<br />
2005. Phylogeny and evolution of angiosperms. Sinauer<br />
Associates. Sunderland. Reino Unido.<br />
Téllez, V.O. 1995. Flora, vegetación y fitogeografía<br />
de Nayarit, México. Tesis de maestría. Facultad de<br />
Ciencias, unam, México.<br />
Vázquez, J.A., R. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995. Flora<br />
de Manantlán. Plantas vasculares de la Reserva<br />
de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jalisco-Colima,<br />
México. sida, Botanical Mycellany 13:1-312.<br />
Gramíneas (Gramineae)<br />
193
Orquídeas<br />
(Orchidaceae)<br />
Gerardo A. Salazar<br />
Rolando Jiménez-Machorro<br />
Diversidad<br />
La familia Orchidaceae es una de las más diversas del reino vegetal, con<br />
un número de especies estimado en 25 mil, en todo el mundo (Dressler<br />
2005). En México las orquídeas ocupan el tercer lugar en cuanto a riqueza<br />
taxonómica, con más de 1 200 especies, siendo superada únicamente por<br />
las familias Asteraceae y Fabaceae. La mayor parte de esa diversidad se<br />
concentra en las porciones sur y sureste del territorio nacional, particularmente<br />
en los estados de Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Guerrero. Sin<br />
embargo, las orquídeas se encuentran en todos los biomas habitables del<br />
país (Hágsater et al. 2005).<br />
No existen estudios encaminados específicamente a documentar la diversidad<br />
de orquídeas de Colima, aunque la orquideoflora del estado fue<br />
cubierta de manera parcial en el tratamiento de Orchidaceae en la Flora<br />
novo-galiciana, en donde se registraron 28 géneros y 46 especies (Mcvaugh<br />
1985). Un estudio reciente de la flora de la porción noroeste de Colima<br />
registró varias especies adicionales. Hasta el momento han sido registradas<br />
103 especies de 48 géneros de Orchidaceae (apéndice 1). Estas cifras<br />
representan aproximadamente 8% y 29%, respectivamente, de las especies<br />
y géneros de esta familia conocidos en el país (Soto-Arenas et al.<br />
2007).<br />
194<br />
Salazar, G.A. y R. Jiménez-Machorro. 2016. Orquídeas (Orchidaceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 194-198.
Distribución<br />
La flora de orquídeas de Colima está constituida<br />
en su mayoría por elementos de distribución<br />
relativamente amplia en México, ya sea en los<br />
bosques tropicales caducifolios y subcaducifolios<br />
de la planicie costera del Pacífico, como<br />
Barkeria palmeri, Catasetum pendulum, Encyclia<br />
trachycarpa, Erycina echinata, Mormodes badia<br />
(figura 1) y Myrmecophila galeottiana (figura 2)<br />
o en los bosques mixtos de pino-encino de la<br />
Faja Volcánica Transmexicana y la Sierra Madre<br />
del Sur (Stanhopea maculosa, figura 3), con una<br />
minoría de especies cuya distribución se extiende<br />
hasta Centroamérica, tales como Dichromanthus<br />
aurantiacus, Clowesia dodsoniana y Guarianthe<br />
aurantiaca (figura 4). Sólo tres de las especies<br />
son endémicas del estado y es notable que dos de<br />
éstas, Acianthera unguicallosa y Epidendrum aff.<br />
nitens, están restringidas a la isla Socorro en el<br />
archipiélago de las Revillagigedo. La tercera<br />
especie endémica, Physogyne garayana, sólo se<br />
conoce en una localidad en tierra firme, sin<br />
embargo, las plantas y flores de esta última son<br />
pequeñas y fácilmente pasan desapercibidas, por<br />
lo que no puede descartarse que eventualmente<br />
sea localizada en otras áreas.<br />
FIGURA 2. Myrmecophila galeottiana. Jalisco.<br />
Foto: Gerardo A. Salazar.<br />
FIGURA 1. Mormodes badia. Jalisco. Foto: Gerardo A.<br />
Salazar.<br />
FIGURA 3. Stanhopea maculosa. México.<br />
Foto: Rolando Jiménez-Machorro.<br />
Orquídeas (Orchidaceae)<br />
195
FIGURA 4. Guarianthe<br />
aurantiaca. Jalisco. Foto:<br />
Gerardo A. Salazar.<br />
Estatus de riesgo y posibles<br />
amenazas a la conservación<br />
Once especies de orquídeas de Colima están<br />
incluidas en alguna categoría de riesgo en la normatividad<br />
ambiental mexicana (SEMARNAT 2010).<br />
Cinco de ellas se encuentran en la categoría de<br />
amenazadas (A): Barkeria dorotheae, Cypripedium<br />
irapeanum, Encyclia adenocaula (figura 5),<br />
Oncidium tigrinum y Rhynchostele cervantesii; y<br />
seis están en la categoría de sujetas a protección<br />
especial (Pr): Acianthera unguicallosa, Encyclia<br />
pollardiana, Physogyne gonzalezii (figura 6),<br />
Prosthechea citrina, Rodriguesia dressleriana y<br />
Trichocentrum flavovirens (figura 7). Una especie<br />
adicional, Galeandra greenwoodiana (figura<br />
8), no se encuentra listada entre las especies<br />
mexicanas en riesgo, pero el pequeño número de<br />
poblaciones conocidas, su alta especificidad de<br />
hábitat (Warford 1994), la destrucción de algunas<br />
de las pocas localidades conocidas debido al<br />
cambio de uso del suelo por actividades humanas<br />
(N. Warford, citada en Light y MacConnaill<br />
2003) y la extracción de plantas silvestres para el<br />
comercio (Salazar, observación personal) son<br />
factores que sugieren que debe considerársele<br />
como una especie amenazada.<br />
Existen pocos estudios que evalúen de manera<br />
objetiva el estatus de conservación y factores de<br />
riesgo de especies de orquídeas nativas de Colima.<br />
Por ejemplo, Soto-Arenas y Solano-Gómez (2007a)<br />
sugirieron que, pese a estar restringidas a una<br />
franja altitudinal que va de 800 a 1000 msnm en<br />
el volcán Everman, en la isla Socorro la conservación<br />
in situ de Acianthera unguicallosa está garantizada<br />
siempre que se mantenga su hábitat. La<br />
situación parece ser diferente para Barkeria dorotheae,<br />
pues aunque existen considerables extensiones<br />
de hábitat potencialmente apropiado<br />
(bosque tropical caducifolio) en la región colindante<br />
entre Jalisco y Colima (incluyendo la<br />
Reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala), no ha<br />
sido posible localizar poblaciones adicionales y la<br />
196 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 5. Orquídea<br />
Encyclia adenocaula,<br />
considerada en<br />
la categoría de<br />
amenazada. Ocurre en<br />
Michoacán.<br />
Foto: Gerardo A.<br />
Salazar.<br />
única población conocida parecía estar a punto de<br />
extinguirse en 2007, cuando se hizo la evaluación<br />
(Soto-Arenas y Solano-Gómez 2007b). En el caso<br />
de Physogyne gonzalezii, Soto-Arenas y Solano-<br />
Gómez (2007c) notaron que, aunque algunas<br />
poblaciones parecen haber sido destruidas por<br />
cambios en el uso del suelo (como la localidad original<br />
de donde fue descrita la especie en el estado<br />
de Nayarit), parecen persistir hábitats apropiados<br />
en la zona limítrofe entre Jalisco y Colima (volcán<br />
de Colima).<br />
La información disponible sobre otras especies en<br />
Colima es muy limitada o inexistente, pero un<br />
factor de amenaza, potencialmente significativo<br />
para muchas especies en el estado, es la destrucción<br />
o alteración de los hábitats naturales debido<br />
a la relativa elevada tasa de deforestación y otros<br />
cambios en el uso del suelo (<strong>Román</strong>-Guzmán et al.<br />
en este volumen). Estudios de campo enfocados a<br />
documentar la situación actual de las poblaciones<br />
de orquídeas y posibles factores de riesgo son<br />
requeridos de manera urgente.<br />
FIGURA 6. Physogyne gonzalezii. Jalisco.<br />
Foto: Rolando Jiménez-Machorro.<br />
Orquídeas (Orchidaceae)<br />
197
FIGURA 7. Trichocentrum<br />
flavovirens. Jalisco.<br />
Foto: Gerardo A. Salazar.<br />
FIGURA 8. Galeandra<br />
greenwoodiana.<br />
Foto: Rolando Jiménez-<br />
Machorro.<br />
Referencias<br />
Dressler, R.L. 2005. How many orchid species? Selbyana<br />
26:155-158.<br />
Hágsater, E, M.A. Soto-Arenas, G.A. Salazar, et al.<br />
2005. Las orquídeas de México. Instituto Chinoin,<br />
A.C., México, D.F.<br />
Light, M.H.S. y M. MacConaill. 2003. Seed characteristics<br />
and asymbiotic germination of Galeandra<br />
batemanii Rolfe and G. greenwoodiana Warford.<br />
Lankesteriana 7:141-144.<br />
Mcvaugh, R. 1985. Orchidaceae. En: Flora novo-galiciana:<br />
a descriptive account of the vascular plants of<br />
western Mexico. Vol. 16. W.R. Anderson (ed.). The<br />
University of Michigan Press, Ann Arbor, Michigan,<br />
pp. 1-363.<br />
Padilla, E., R. Cuevas y S.D. Koch. 2008. Plantas<br />
vasculares y vegetación de la parte alta del arroyo<br />
Agua Fría, municipio de Minatitlán, Colima,<br />
México. Acta Botánica Mexicana 84: 25-72.<br />
semarnat. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
Soto-Arenas, M.A., E. Hágsater, R. Jiménez, et al.<br />
2007. Las orquídeas de México: catálogo digital.<br />
Instituto Chinoin, A.C., México, D.F.<br />
Soto-Arenas, M.A. y R. Solano-Gómez. 2007a. Ficha<br />
técnica de Acianthera unguicallosa. Información<br />
actualizada sobre las especies de orquídeas del<br />
proy-nom-059-semarnat-2000. Bases de datos<br />
snib-conabio. En: ,<br />
última<br />
consulta: 6 de julio de 2015.<br />
——— . 2007b. Ficha técnica de Barkeria dorotheae. Información<br />
actualizada sobre las especies de orquídeas<br />
del proy-nom-059-semarnat-2000. Bases de<br />
datos snib-conabio. En: ,<br />
última consulta: 6 de julio de 2015.<br />
——— . 2007c. Ficha técnica de Physogyne gonzalesii<br />
[sic]. Información actualizada sobre las especies de<br />
orquídeas del proy-nom-059-semarnat-2000. Bases<br />
de datos snib-conabio. En: , última consulta: 6 de julio de 2015.<br />
Warford, N. 1994. The Mexican galeandras (Orchidaceae).<br />
Lindleyana 9:39-49.<br />
198 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Asteráceas<br />
(Asteraceae)<br />
José Luis Villaseñor<br />
Enrique Ortiz<br />
Mollie Harker<br />
Introducción<br />
Como en la mayoría de los estados del país, Asteraceae (o Compositae) se<br />
ubica entre las familias con la mayor riqueza de especies en el estado (cuadro<br />
1). Ocupa el segundo lugar en la flora estatal colimense en relación a<br />
número de especies (superada por la familia Fabaceae), y aunque es la<br />
familia con el mayor número de géneros, ninguno de ellos tiene una notable<br />
diversidad de especies.<br />
Este estudio documenta las especies y taxa subespecíficos de la familia<br />
Asteraceae que existen en Colima, a partir de información obtenida<br />
mediante una revisión intensa (aunque no exhaustiva) de la literatura florístico-taxonómica<br />
de México, así como del estudio de los ejemplares de<br />
herbario depositados en las colecciones más importantes, como la del<br />
Herbario Nacional de México (mexu) del Instituto de Biología de la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México, así como de los herbarios del<br />
Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (ibug) de la<br />
Universidad de Guadalajara y del Centro Universitario de la Costa Sur<br />
(zea), en Guadalajara y Autlán, Jalisco; respectivamente. La información<br />
se complementó con la revisión de los herbarios de la Escuela Nacional de<br />
Ciencias Biológicas (encb), del Instituto Politécnico Nacional, en la Ciudad<br />
de México y del Instituto de Ecologia, A. C. (ieb) en su Centro Regional<br />
del Bajío, en Pátzcuaro, Michoacán.<br />
Algunas especies reportadas en el estado que no tuvieron ejemplares<br />
depositados en las colecciones estudiadas se incluyeron con base en las<br />
Villaseñor, J.L., E. Ortiz y M. Harker. 2016. Asteráceas (Asteraceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 199-208.<br />
199
CUADRO 1. Familias y géneros de plantas vasculares con mayor número de especies. Fuente: elaboración<br />
propia.<br />
Familia Géneros/especies Género Especies<br />
Fabaceae 86/335 Euphorbia 45<br />
Asteraceae 102/272 Ipomoea 38<br />
Poaceae 70/230 Solanum 32<br />
Euphorbiaceae 22/123 Cyperus 31<br />
Malvaceae 43/116 Tillandsia 30<br />
Orchidaceae 47/108 Quercus 28<br />
Solanaceae 12/69 Bursera 28<br />
Rubiaceae 27/65 Desmodium 27<br />
Cyperaceae 13/63 Paspalum 24<br />
Convolvulaceae 10/56 Senna 23<br />
Apocynaceae 24/44 Mimosa 22<br />
Pteridaceae 17/43 Acalypha 19<br />
Bromeliaceae 8/43 Piper 19<br />
Acanthaceae 18/43 Salvia 18<br />
Boraginaceae 12/41 Ficus 18<br />
fuentes bibliográficas que los citan. Se considera<br />
que otras especies pueden existir en el estado,<br />
debido a que su presencia ha sido registrada en<br />
municipios de Jalisco.<br />
Descripción<br />
Los miembros de la familia Asteraceae se<br />
encuentran entre los más fáciles de identificar a<br />
nivel de familia, debido a que sus miembros presentan<br />
una serie de atributos característicos y<br />
distintivos, como la agrupación primaria de las<br />
flores en una inflorescencia compacta, conocida<br />
como capítulo o cabezuela, la cual consiste en un<br />
conjunto de brácteas, por lo general verdes, que<br />
conforman una estructura calicinal llamada<br />
invólucro, donde se asientan las flores. En<br />
muchas especies existen flores diferenciadas<br />
morfológicamente: las que se encuentran en la<br />
periferia de la cabezuela semejando pétalos<br />
(corolas loriformes), la mayoría de las veces son<br />
femeninas o sin sexo; las interiores poseen corolas<br />
tubulares y por lo general son hermafroditas<br />
y fértiles. Adicionalmente, todos los miembros<br />
de la familia presentan los estambres fusionados<br />
por un tejido conectivo a nivel de las anteras<br />
(estambres singenésios); su cáliz (cuando presente)<br />
está modificado en una estructura muy<br />
variable denominada vilano y un fruto seco,<br />
indehiscente con una sola semilla, conocido<br />
como aquenio (estrictamente una cipsela por<br />
derivar de un ovario ínfero). Una descripción<br />
completa de las características morfológicas de<br />
la familia, así como una clave para la determinación<br />
de las tribus en que se clasifican sus miem-<br />
200 DIVERSIDAD DE ESPECIES
os puede consultarse en Villaseñor-Ríos<br />
(2007) y Redonda-Martínez (2009).<br />
La familia Asteraceae ya era reconocida como<br />
un grupo de plantas similares desde tiempos de<br />
Aristóteles. Su pertenencia a un mismo grupo ha<br />
sido comprobada desde entonces y ahora se sabe<br />
que constituye un grupo monofilético (con un<br />
origen común), dentro del orden Asterales, que<br />
comprende 11 familias (Stevens 2008). Esta<br />
característica se manifiesta en las apomorfias<br />
(rasgos evolutivos derivados de otro rasgo, de un<br />
taxón ancestral filogenéticamente próximo), que<br />
manifiestan tanto a nivel morfológico como<br />
molecular. Funk et al. (2009) presentan un compendio<br />
actualizado de la clasificación y evolución<br />
de la familia, en el que se reconocen<br />
43 tribus, 24 de ellas con representantes nativos<br />
en México.<br />
Diversidad<br />
Colima registra 271 especies de Asteraceae, de las<br />
cuales 209 fueron confirmadas con ejemplares de<br />
herbario (apéndice 1). La lista incluye además<br />
45 especies que la literatura reporta como presentes<br />
en el estado, pero que desafortunadamente no<br />
se pudieron validar con el material de los herbarios<br />
revisados, aunque sí se menciona la fuente<br />
que las reporta (apéndice 1). Ese apéndice también<br />
incluye 18 especies que no cuentan con registros<br />
de herbario ni referencias bibliográficas, pero<br />
eventualmente podrían encontrarse en el estado.<br />
Si se compara la riqueza de especies conocida en<br />
Colima con la de otros estados vecinos (cuadro 2),<br />
resulta evidente que la entidad registra una relativa<br />
pobreza en miembros de la familia Asteraceae.<br />
La densidad de especies (número de especies<br />
por unidad de superficie) en el estado es significativamente<br />
menor que la de los estados vecinos, y<br />
una comparación similar con dos entidades del<br />
país con menos superficie (Distrito Federal y<br />
Tlaxcala) revela que la densidad de especies de<br />
Colima es más o menos equivalente a la de Tlaxcala,<br />
pero muy inferior a la del Distrito Federal.<br />
Estos resultados y la menor densidad de especies<br />
en Colima subrayan la necesidad de realizar<br />
más trabajo de campo para documentar<br />
mejor la riqueza florística del estado, pues no<br />
CUADRO 2. iquea de especies de steraceae en Colima y estados vecinos, o con superficie similar. Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
Estado Superficie (km 2 ) Especies Densidad (spp./log sup<br />
)<br />
Colima 5 455 271 72.8<br />
Guerrero 63 794 697 145.1<br />
Jalisco 80 137 816 166.4<br />
Michoacán 59 864 727 152.2<br />
Nayarit 27 621 463 104.2<br />
Distrito Federal 1 499 357 112.4<br />
Tlaxcala 3 914 270 75.2<br />
Asteráceas (Asteraceae)<br />
201
existen razones para pensar que las variables<br />
bióticas o abióticas que determinan los patrones<br />
de diversidad de esta familia difieran significativamente<br />
de las que se presentan en otros<br />
estados en el país. Colima presenta una amplia<br />
diversidad a nivel de géneros y especies para las<br />
familias descritas en este estudio, por lo que se<br />
esperaría una amplia variedad también para las<br />
compuestas.<br />
Aunque varias especies han sido reportadas<br />
como parte de la flora de Colima, lo cierto es que<br />
aún no se cuenta con registros, incluso de los<br />
municipios de Colima, colindantes con otros<br />
estados y mencionados en el apéndice 1. Tales<br />
especies solamente se conocen en la porción de<br />
Jalisco, del Nevado de Colima o en la sierra de<br />
Manantlán; es decir, muy cerca de Colima. Las<br />
especies incluidas en el apéndice 1, pese a que<br />
aún no se demuestra su presencia en el estado,<br />
por encontrarse en la fracción del Nevado de<br />
Colima que corresponde a Jalisco, son un ejemplo<br />
de la porción de la riqueza florística que aún<br />
faltaría incorporar al inventario botánico estatal.<br />
Por ejemplo, en el cuadro 3 se anotan 19<br />
especies que probablemente se registrarán en el<br />
estado en próximas fechas.<br />
Patrones de distribución<br />
Las especies de Asteraceae actualmente conocidas<br />
en Colima presentan un patrón de mayor<br />
riqueza en su porción norte, disminuyendo hacia<br />
su parte sur (figura 1). Al dividir el estado en 20<br />
cuadros de 15 x 15 minutos de latitud y longitud,<br />
para evaluar la riqueza que registra cada uno de<br />
ellos, resulta evidente que a menor altitud existe<br />
un menor número de especies (porción sur),<br />
CUADRO 3. Especies conocidas en el estado de<br />
Jalisco, del Nevado de Colima o de la Sierra de<br />
Manantlán, que probablemente formen parte de la<br />
flora del estado. Fuente: elaboración propia.<br />
Especies<br />
Ageratina cylindrica<br />
Alloispermum colimense<br />
Archibaccharis serratifolia<br />
Bidens colimana<br />
Brickellia cardiophylla<br />
Cirsium ehrenbergii<br />
Cirsium nivale<br />
Conyza bonariensis<br />
Conyza coronopifolia<br />
Cosmos intercedens<br />
Critoniopsis baadii<br />
Critoniopsis foliosa<br />
Gamochaeta americana<br />
Lasianthaea ceanothifolia var. verbenifolia<br />
Otopappus tequilanus<br />
Stevia aschenborniana<br />
Stevia macvaughii<br />
Taraxacum officinale<br />
Vernonanthura liatroides<br />
mientras que a mayor altitud se presenta un<br />
mayor número de especies (porción norte).<br />
Este patrón ha sido discutido previamente a nivel<br />
nacional, Rzedowski (1972) encontró que las<br />
especies de la familia Asteraceae son preponderantemente<br />
más diversas en regiones montañosas<br />
que en tierras bajas. En Colima la región con<br />
mayor número de especies corresponde a las porciones<br />
con mayor altitud que forman parte de los<br />
lomeríos de barlovento del Nevado de Colima<br />
(celdas 5 y 6 de la figura 1); sin embargo, es necesario<br />
evaluar si el fuerte sesgo en el esfuerzo de<br />
recolecta (figura 2), observado en esta porción no<br />
es responsable del patrón descrito.<br />
202 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 1. Riqueza de especies de Asteraceae. Los cuadros en que se ha subdividido al estado tienen un tamaño de 15 minutos de<br />
latitud y longitud. Fuente: elaboración propia.<br />
Asteráceas (Asteraceae)<br />
203
FIGURA 2. Distribución de los sitios de recolecta de Asteraceae en Colima y regiones vecinas de Jalisco y Michoacán. Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
204 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 3. iquea potencial de especies de steraceae. El mapa se obtuvo con la inormación de la figura , aplicando el mtodo de<br />
interpolación Kriging, utilizando ArcGis 9. Fuente: elaboración propia.<br />
Asteráceas (Asteraceae)<br />
205
Sin embargo, el hecho de que el modelo de estimación<br />
de la diversidad potencial a partir de la<br />
riqueza conocida (interpolación utilizando el<br />
método de Kriging, figura 3), evidencie la presencia<br />
de un gradiente de riqueza norte-sur,<br />
reduce el efecto atribuido al sesgo de la recolecta<br />
de datos.<br />
Colima incluye administrativamente al archipiélago<br />
de las Revillagigedo. En éste, la isla Socorro<br />
es la más grande y florísticamente mejor<br />
conocida (Levin y Moran 1989). Allí se tienen<br />
registradas 17 especies de Asteraceae, cuyo<br />
recuento de especies se muestra en el cuadro 3,<br />
indicándose aquellas que son endémicas al<br />
archipiélago (seis especies).<br />
A pesar de que Colima es relativamente pequeño<br />
(5 455 km 2 ), en su territorio se registran dos<br />
especies de Asteraceae conocidas solamente en<br />
ese territorio político (Lepidaploa koelzii y<br />
Verbesina mickelii), además de las seis especies<br />
endémicas del archipiélago de las Revillagigedo<br />
(cuadro 4).<br />
Por otra parte, considerando las especies endémicas<br />
compartidas con los estados colindantes,<br />
Jalisco y Michoacán, la cifra se incrementa en<br />
seis especies adicionales y una variedad: dos<br />
conocidas solamente en Colima y Jalisco<br />
(Montanoa laskowskii y Pectis exserta), número<br />
que puede ascender a cuatro especies si se comprueba<br />
la presencia en Colima de Bidens<br />
colimana y Stevia macvaughii, reportada en<br />
regiones cercanas a Colima, pero dentro del<br />
estado de Jalisco; las otras cuatro especies y una<br />
variedad que extienden su área de distribución a<br />
Colima, Jalisco y Michoacán son Flaveria<br />
robusta, Grindelia nelsonii, Otopappus koelzii,<br />
CUADRO 4. Especies de Asteraceae conocidas de las<br />
islas Revillagigedo (Levin y Moran 1989).<br />
Especies<br />
Ageratina pichinchensis<br />
Ambrosia confertiflora<br />
Bahiopsis chenopodina<br />
*Bidens socorrensis<br />
Blumea viscosa<br />
Brickellia peninsularis<br />
*Coreocarpus insularis<br />
*Critoniopsis littoralis<br />
*Erigeron crenatus<br />
*Erigeron socorrensis<br />
Gamochaeta sphacelata<br />
Laennecia confusa<br />
Perityle emoryi<br />
*Perityle socorrosensis<br />
Pseudognaphalium attenuatum<br />
Sonchus asper<br />
Sonchus tenerrimus<br />
* Especies endémicas del archipiélago.<br />
Verbesina furfuracea y Brickellia secundiflora<br />
var. monticola. De igual manera, esta cifra<br />
podría incrementarse en dos especies si en un<br />
futuro se comprueba la presencia en Colima de<br />
Alloispermum colimense y Critoniopsis baadii,<br />
conocidas ahora en los estados colindantes. De<br />
modo curioso no se ha encontrado una especie<br />
que restrinja su distribución a Colima y Michoacán,<br />
debido probablemente al trabajo de exploración<br />
muy escaso en las porciones colindantes<br />
entre ambos estados.<br />
El endemismo local en Colima (especies restringidas<br />
al estado y otros adyacentes) es realmente<br />
escaso, pues se registran sólo 46 especies de<br />
plantas vasculares. Sin embargo, un porcentaje<br />
importante de estos endemismos le corresponden<br />
a la familia Asteraceae, y la riqueza de espe-<br />
206 DIVERSIDAD DE ESPECIES
cies de esta familia concuerda con el patrón de<br />
endemismos observado, con más de la mitad<br />
de las especies presentes (apéndice 1).<br />
utilidad como sustituto de la diversidad total en la<br />
flora de México (Rzedowski 1991, Villaseñor et al.<br />
2007).<br />
En el estado se conoce un alto porcentaje de<br />
especies (124 o 45.6%) a partir de muy pocas<br />
recolectas, restringiendo su área de distribución<br />
conocida a uno o dos de los cuadros en que se<br />
dividió el estado para su estudio (figura 1). Estas<br />
especies deberían ser evaluadas en un futuro<br />
cercano para determinar con precisión su nivel<br />
de rareza y el grado de amenaza que pudieran<br />
tener sus poblaciones. Por otra parte, las especies<br />
que muestran la distribución conocida más<br />
amplia en el estado son Melampodium divaricatum<br />
y Pluchea carolinensis, presentes en nueve cuadros;<br />
el taxón endémico de México más ampliamente<br />
distribuido en Colima es Zinnia maritima<br />
var. palmeri, presente en cinco cuadros. La única<br />
especie presente en el estado que se encuentra en<br />
la nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010)<br />
es Zinnia violacea, en la categoría de amenazada.<br />
Conclusiones<br />
El análisis de la riqueza de Asteraceae en Colima,<br />
conocida en la actualidad, sugiere que es necesario<br />
realizar más trabajo exploratorio, pues existen<br />
evidencias de que la lista de especies puede incrementarse<br />
sustancialmente con especies conocidas<br />
en los estados colindantes. También es necesario<br />
evaluar con más detalle si el esfuerzo de recolecta<br />
realizado en su porción norte no está influenciando<br />
los patrones de diversidad observados en<br />
el estado, o si el gradiente de diversidad norte-sur<br />
(más especies-menos especies), es un patrón de<br />
diversidad consistente para toda la flora vascular,<br />
considerando que Asteraceae ha comprobado su<br />
No obstante su reducida extensión territorial, el<br />
estado todavía depara grandes sorpresas en su<br />
conocimiento florístico (no sólo para Asteraceae),<br />
por lo que se debe motivar y apoyar la continua<br />
exploración botánica de sus diferentes áreas.<br />
Dichas investigaciones permitirán conocer la<br />
verdadera riqueza florística que su territorio<br />
contiene y se podrán proponer eficientes estrategias<br />
para su conservación y aprovechamiento.<br />
Referencias<br />
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Heliantheae). Memoirs of the New York<br />
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Asteráceas (Asteraceae)<br />
207
Redonda-Martínez, R. y J.L. Villaseñor-Ríos. 2009.<br />
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Instituto de Biología (ibunam). Universidad<br />
Nacional Autónoma de México (unam). México.<br />
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Academy of Sciences. San Francisco, California.<br />
Turner, B.L. 1997. Eupatorieae. The comps of Mexico:<br />
a systematic account of the family Asteraceae. Phytologia<br />
Memoirs 11(1):1-272.<br />
Vázquez, J.A., R. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995. Flora<br />
de Manantlán. Plantas vasculares de la Reserva<br />
de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jalisco-Colima,<br />
México. sida, Botanical Mycellany 13:1-312.<br />
Villaseñor, J.L., P. Maeda, J.A. Rosell, et al. 2007. Plant<br />
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Diversity and distributions 13:871-876.<br />
208 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Cactáceas<br />
(Cactaceae)<br />
Hilda Julieta Arreola-Nava<br />
Luis Guzmán-Hernández<br />
Descripción<br />
Las cactáceas son una familia de plantas adaptadas a condiciones áridas<br />
que pueden disminuir al máximo la pérdida de agua. Éstas poseen tallos<br />
suculentos, lo cual les permite almacenar gran cantidad de agua, así<br />
como hojas modificadas en forma de espinas que evitan la evapotranspiración<br />
y defienden a la planta de sus depredadores. Las cactáceas se caracterizan<br />
por la presencia de areolas que son yemas de donde salen grupos<br />
de espinas y lana algodonosa, las cuales se encuentran sobre tubérculos o<br />
sobre las costillas de la planta. Las flores de esta familia son solitarias,<br />
bisexuales y con simetría radial a bilateral. Los tépalos y brácteas (equivalentes<br />
al caliz y la corola) son numerosos y están arreglados en series<br />
ordenadas en espiral, sin límites claros entre ellos, tienen estambres<br />
numerosos y el ovario se encuentra debajo de los tépalos (ínfero). El fruto<br />
es una baya jugosa o semiseca, y las semillas tienen un embrión recto o<br />
curvo con o sin endospermo. Las cactáceas pueden tener diferentes formas<br />
de vida como: árboles, arbustos, trepadoras, epífitas (viven sobre<br />
otra planta), geofitas (viven bajo el suelo) y como arbustillos perennes<br />
xerófitos (Barthlott y Hunt 1993).<br />
Diversidad y distribución<br />
Las cactáceas se localizan principalmente en las regiones secas de América<br />
tropical, aunque se extienden desde la Columbia Británica y Alberta,<br />
en Canadá, hasta la Patagonia, en Argentina, en altitudes que van desde<br />
Arreola-Nava, H.J. y L. Guzmán-Hernández. 2016. Cactáceas (Cactaceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio<br />
de Estado. conabio. México, pp. 209-213.<br />
209
el nivel del mar hasta los 4500 metros (Anderson<br />
2001). Se considera que la familia Cactaceae<br />
tiene, a nivel mundial, un total de 100 géneros y<br />
cerca de 1 500 especies. En México existen<br />
669 especies agrupadas en 63 géneros (Guzmán<br />
et al. 2003) y es una de las seis familias mejor<br />
representadas de la flora fanerogámica de<br />
México, donde también constituye uno de los<br />
mayores endemismos registrados para América<br />
(Rzedowski 1991).<br />
Debido a su extensión geográfica, fisiografía,<br />
suelo y clima, Colima no posee gran diversidad<br />
de cactáceas. Actualmente, no existe un inventario<br />
completo que documente la riqueza taxonómica<br />
de este grupo en Colima. En la bibliografía<br />
especializada se encuentran citas dispersas de<br />
especies del grupo para Colima (Bravo-Hollis<br />
1978, Bravo-Hollis y Sánchez-Mejorada 1991), y<br />
más recientemente Guzmán et al. (2003) señalaron<br />
de manera general la presencia de las cactáceas<br />
mexicanas por entidad federativa.<br />
Desde hace varios años la Universidad de Guadalajara<br />
ha realizado colectas de ejemplares<br />
botánicos en Colima, por su colindancia con<br />
Jalisco y porque una parte de su territorio está en<br />
la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán.<br />
Dichos ejemplares están depositados en los herbarios<br />
del Instituto de Botánica (ibug) y del Instituto<br />
Manantlán de Ecología y Conservación de<br />
la Biodiversidad (zea), ambos de la misma Universidad<br />
de Guadalajara.<br />
En dicha reserva, Guzmán (1992) y Vázquez et<br />
al. (1995) registraron 24 especies de cactáceas,<br />
nueve de las cuales están presentes en localidades<br />
del estado.<br />
Colima cuenta con 36 especies de cactáceas<br />
agrupadas en 16 géneros (apéndice 1) y representa<br />
5.4% del total de taxa considerados por<br />
Guzmán et al. (2003) para México. Los géneros<br />
Opuntia (8 sp.), Mammillaria (5 sp.), Stenocereus<br />
(4 sp.) e Hylocereus (3 sp.), son los más diversificados.<br />
Se cuenta con cinco especies cultivadas,<br />
una que se distribuye hasta Honduras y 26 endémicas<br />
del país. Predominan las cactáceas neotropicales<br />
de tallos columnares, de portes<br />
arbustivos y arbóreos pertenecientes a las tribus<br />
Pachycereeae, Echinocereeae y Cereeae, así<br />
como a las especies epífitas de la tribu Hylocereeae.<br />
En menor proporción están presentes las<br />
cactáceas de tallos globosos pertenecientes a la<br />
tribu Cacteae, de la cual Mammillaria tiene<br />
varios taxa.<br />
La afinidad florística que tiene Colima se manifiesta<br />
a través de géneros y especies propias de la<br />
provincia florística de la costa pacífica, como:<br />
Pereskiopsis, Peniocereus, Acanthocereus, Stenocereus,<br />
y como Opuntia atropes, O. decumbens y Pachycereus<br />
pecten-aboriginum, frecuentes también a lo largo<br />
de la costa. El género Neobuxbaumia tiene su<br />
límite de distribución al noroeste en Colima con<br />
N. squamulosa (Scheinvar y Sánchez-Mejorada<br />
1990), la que anteriormente se confundió con<br />
N. mezcalaensis.<br />
Se han registrado 29 especies distribuidas en los<br />
bosques tropicales caducifolio y subcaducifolio,<br />
un número relativamente alto debido a la gran<br />
proporción de superficie boscosa que estos tipos<br />
de vegetación ocupan en Colima. Además, se<br />
han documentado cinco especies de cactáceas en<br />
bosque de Quercus y dos más en el bosque mesófilo<br />
de montaña.<br />
210 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Importancia<br />
En nuestro país, desde las épocas prehispánica y<br />
colonial las cactáceas han desempeñado un<br />
papel muy importante para sus habitantes, por<br />
su valor alimenticio, medicinal, ritual, ornamental<br />
e industrial (Sánchez-Mejorada 1982,<br />
Pimienta 1999). Lo anterior está descrito en los<br />
relatos de los primeros conquistadores, en la<br />
obra publicada en 1535, Historia general y natural<br />
de las Indias, de Gonzalo Fernández de<br />
Oviedo Valdés, en donde se describen y señalan<br />
las cactáceas que causaron admiración y asombro<br />
a los descubridores y conquistadores de<br />
América (Bravo 1978). Actualmente, las cactáceas<br />
todavía constituyen una destacada fuente<br />
de alimentación, forraje y medicina, sobre todo<br />
para los pobladores de las zonas áridas y semiáridas<br />
de México (Arreola-Nava 1996).<br />
Entre las especies que se utilizan en Colima destaca<br />
Stenocereus queretaroensis, cuyo fruto<br />
comestible es conocido como pitaya. De este cactus<br />
existen plantaciones comerciales a pequeña<br />
escala y también es frecuente encontrarlo en<br />
huertos familiares (Lemus-Juárez et al. 1993).<br />
Otra especie de pitaya cuyo fruto proviene de la<br />
recolección en poblaciones silvestres es Stenocereus<br />
fricci. Además, se encuentra Stenocereus standleyi,<br />
especie conocida como pitayita marismeña, que<br />
pese a ser una planta abundante y sus frutos<br />
comestibles no se recolecta con fines comerciales<br />
(Arreola-Nava 2006).<br />
De los pocos nopales que crecen en climas tropicales,<br />
la tuna pescuezona (Opuntia undulata) es<br />
cultivada por sus frutos, eso en las regiones más<br />
secas del estado. Opuntia ficus-indica se cultiva<br />
en huertos y solares. Nopalea cochenillifera y<br />
N. karwinskiana también se cultivan como productoras<br />
de pencas tiernas, las cuales se consumen<br />
como verduras y son apreciadas como<br />
ornamentales por sus flores llamativas. Otras<br />
cactáceas ornamentales son la pitahaya<br />
(Hylocereus undatus) y la reina de la noche<br />
(Epiphyllum oxypetallum), y es frecuente encontrarlas<br />
adornando jardines y huertos.<br />
La madera de Pachycereus pecten-aboriginum,<br />
conocido como cardón, tradicionalmente se ha<br />
utilizado para hacer tapancos, techos y puertas,<br />
por su durabilidad y resistencia debidas a la gran<br />
cantidad de fibras en su xilema (Arias y Terrazas<br />
2001); además, los tallos vivos de esta especie se<br />
utilizan como setos vivientes para delimitar los<br />
linderos de las propiedades.<br />
Amenazas y conservación<br />
La principal amenaza de las cactáceas, en Colima<br />
es la destrucción de su hábitat por el cambio en<br />
el uso del suelo. De acuerdo a Hernández y Godínez<br />
(1994), Colima es el estado de la República<br />
Mexicana con una sola especie amenazada, presumiblemente<br />
se trata de Melocactus curvispinus<br />
var. dawsonii, llamado cactus melón de Jalisco,<br />
cuyas poblaciones son muy escasas, al igual que<br />
el número de individuos por población. En la<br />
nom-059-semarnat-2010 a esta especie se le<br />
señala bajo la categoría de amenazada. Otras<br />
especies listadas en dicha norma son<br />
Ferocactus reppenhagenii, Mammillaria albilanata<br />
subsp. reppenhagenii, Opuntia excelsa, Peniocereus<br />
cuixmalensis y Selenicereus atropilosus, anotadas<br />
en la categoría de sujetas a protección especial.<br />
Aunque todas ellas se distribuyen también<br />
en Jalisco sus poblaciones en Colima se han visto<br />
Cactáceas (Cactaceae)<br />
211
educidas principalmente por obras de infraestructura<br />
turística, construcción de carreteras y<br />
crecimiento urbano.<br />
Por lo atractivo de sus tallos, la distribución de<br />
Mammillaria albilanata subsp. reppenhagenii y<br />
Melocactus curvispinus subsp. dawsonii, también<br />
ha disminuido por la sobrecolecta con fines<br />
comerciales o de afición; además, el tallo de esta<br />
última es colectado para consumirse confitado.<br />
Debido a las amenazas antes descritas hace falta<br />
determinar la distribución geográfica que tienen<br />
actualmente estas plantas y realizar estudios<br />
poblacionales para determinar su grado de amenaza<br />
y encaminar acciones locales para garantizar<br />
su conservación.<br />
A causa de la gran popularidad que han despertado<br />
las cactáceas como plantas ornamentales en<br />
los últimos años, al sur de la ciudad de Colima se<br />
estableció un vivero especializado en la producción,<br />
a gran escala, de varias especies de cactáceas.<br />
Aunque muchas de estas plantas son<br />
exóticas, destaca también la producción de especies<br />
nativas como Pereskiopsis aquosa (tuna de<br />
agua) y Melocactus curvispinus var. dawsonii. Al<br />
parecer la oferta de especies cultivadas ha coadyuvado<br />
a disminuir la presión de colecta en sus<br />
poblaciones naturales.<br />
La Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán<br />
contribuye como área natural protegida a la salvaguarda<br />
de varias especies propias de los bosques<br />
mesófilo de montaña y tropical caducifolio,<br />
como: Ferocactus reppenhagenii, Heliocereus<br />
schrankii var. luzmariae, Epiphyllum anguliger,<br />
Hylocereus purpusii, H. ocamponis, Mammillaria<br />
albilanata subsp. reppenhagenii, Neobuxbaumia<br />
squamulosa, Nopalea karwinskiana, O. atropes y<br />
Isolatocereus dumortieri. A pesar de lo anterior<br />
hace falta desarrollar estrategias para repoblar<br />
áreas que alguna vez fueron taladas, quemadas o<br />
saqueadas, y realizar campañas de educación<br />
ambiental que destaquen la importancia de las<br />
cacatáceas para el ecosistema y rescaten el conocimiento<br />
tradicional que se tiene de ellas.<br />
Referencias<br />
Anderson, E. 2001. The cactus family. Timber Press.<br />
Oregón.<br />
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Moreno y Ojuelos de Jalisco, México. Tesis de licenciatura.<br />
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Bravo-Hollis, H. y H. Sánchez-Mejorada. 1991. Las<br />
cactáceas de México. Vol. II. Universidad Nacional<br />
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Guzmán, C.L.U., S. Arias y P. Dávila. 2003. Catálogo<br />
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Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio).<br />
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212 DIVERSIDAD DE ESPECIES
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al conocimiento de las cactáceas mexicanas amenazadas.<br />
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Pimienta, E. 1999. El pitayo en Jalisco y especies afines<br />
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Guadalajara, México.<br />
Rzedowski, J. 1991. Diversidad y orígenes de la flora<br />
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35:13-18.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada en el Diario<br />
Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
Vázquez J., A.R., G. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995.<br />
Flora de Manantlán. sida, Botanical Miscellany<br />
13:333.<br />
Cactáceas (Cactaceae)<br />
213
Leguminosas<br />
(Leguminosae)<br />
Jesús Jacqueline Reynoso-Dueñas<br />
Introducción<br />
De manera tradicional a las leguminosas se les ha tratado como una gran<br />
familia y está conformada por tres subfamilias: Caesalpinioideae, Mimosoideae<br />
y Faboideae (Lawrence 1951, McVaugh 1987, Heywood 1993,<br />
Zomlefer 1994, Takhtajan 2009). En varios trabajos taxonómicos las consideran<br />
como tres familias del orden Fabales: Fabaceae, Caesalpiniaceae<br />
y Mimosaceae (Hutchinson 1973, Cronquist 1981, Woodland 2000). Por<br />
su parte, el Código Internacional de Nomenclatura Botánica menciona<br />
que tanto el nombre de Fabaceae como el de Leguminosae son válidos y<br />
que ambos son aceptados (Lewis et al. 2005).<br />
Diversidad<br />
De las casi 280 mil especies de plantas con flores que hay en el mundo, las<br />
plantas de la familia Leguminosae o Fabaceae, junto con las orquídeas y<br />
asteráceas, representan los grupos vegetales de mayor diversidad. Se calcula<br />
que a nivel global existen de 17 mil a 18 mil especies de leguminosas<br />
comprendidas en 630 a 700 géneros (Lawrence 1951, Zomlefer 1994). En<br />
México crecen 1 724 especies de dicha familia (Rzedowski 1997, Sousa y<br />
Delgado 1993). En la región conocida como Nueva Galicia, donde se<br />
incluyen en su totalidad Jalisco y Colima y sólo parte de los estados de<br />
Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato y Michoacán, se registran<br />
91 géneros con alrededor de 573 especies (McVaugh 1987). De<br />
Colima se enlistan 291 especies (36 variedades y siete subespecies),<br />
214<br />
Reynoso-Dueñas, J.J. 2016. Leguminosas (Leguminosae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 214-218.
correspondientes a 79 géneros (apéndice 1), los<br />
cuales fueron obtenidos a partir de revisiones<br />
bibliográficas y de ejemplares de herbario de<br />
diferentes colecciones botánicas, entre ellas:<br />
ibug, guada y zea. Los géneros con mayor<br />
riqueza de especies se presentan en el cuadro 1.<br />
CUADRO 1. Géneros de Leguminosae con mayor<br />
riqueza. Fuente: revisión de herbarios y literatura<br />
(eynoso ).<br />
Géneros<br />
Número de especies<br />
Desmodium 23<br />
Senna 21<br />
Mimosa 18<br />
Acacia 12<br />
Lonchocarpus 12<br />
Crotalaria 12<br />
Caesalpinia 11<br />
De acuerdo con esta revisión, la riqueza de leguminosas<br />
es alta, ya que representa 52% de la que<br />
existe en Jalisco (578 especies), no obstante que<br />
la superficie de Colima (5 625 km²) equivale sólo<br />
a 7.1% de la del estado de Jalisco, que cuenta con<br />
78 599 km².<br />
Distribución y descripción<br />
Las leguminosas se consideran cosmopolitas, ya<br />
que se desarrollan en zonas tropicales, subtropicales<br />
y templadas, crecen en varios tipos de bosques<br />
y sus características varían de una especie<br />
a otra. Se presentan desde hierbas anuales o<br />
perennes, arbustos, plantas trepadoras o árboles<br />
de diferente tamaño. Pueden o no tener espinas<br />
o estípulas grandes y llamativas o ser muy<br />
pequeñas. Las hojas persisten o se caen, tienen,<br />
ya sea una sola hoja, tres o un número mayor y<br />
en ocasiones son en forma de resorte. Casi todas<br />
sus flores contienen a los dos sexos y en ocasiones<br />
son muy atractivas. Presentan colores como<br />
el blanco, rosa, rojo, púrpura, amarillo, anaranjado<br />
y azul. Pueden ser únicas o exhibirse en<br />
racimos, panículas, espigas, umbelas o cabezuelas<br />
y son de forma redonda o alargada; el cáliz y<br />
la corola están compuestos por cinco partes<br />
cada uno y tienen 10 estambres, con variaciones<br />
ocasionales. Lo característico de este grupo de<br />
plantas es su fruto: una vaina mejor conocida<br />
como legumbre, la cual puede o no abrirse; es<br />
plana, redonda, inflada o de una gran variedad<br />
de formas y puede contener de una a numerosas<br />
semillas aplanadas o en forma de riñón.<br />
Importancia ecológica,<br />
económica y cultural<br />
Algunas especies de leguminosas, aunque sean<br />
tratadas como malezas, aumentan la fertilidad<br />
del suelo, ya que las raíces de la mayoría de ellas<br />
se asocian con algunas bacterias y forman nódulos<br />
que fijan nitrógeno de la atmósfera al suelo.<br />
Por su parte, el tepame (Acacia pennatula) y el<br />
huizache (Acacia farnesiana), son especies que<br />
se ven favorecidas por la perturbación de la vegetación<br />
original y suelen crecer, como indicadores<br />
de disturbio, a las orillas de los caminos, en laderas<br />
o en terrenos llanos.<br />
Tienen gran importancia económica en la industria,<br />
ya que de ellas se obtienen aceites, gomas,<br />
resinas, copales, drogas, taninos, colorantes y<br />
esencias. Destacan por su uso maderable y orna-<br />
Leguminosas (Leguminosae)<br />
215
mental, como cercos vivos, y por sus frutos,<br />
hojas y raíces comestibles para el ser humano y<br />
los animales. Algunas plantas son de importancia<br />
nectarífera para la producción de miel, entre<br />
las que figuran el huizache, el mezquite y el palo<br />
dulce. En Colima se cultiva la especie Caesalpinia<br />
coriaria, cascalote, por sus compuestos activos<br />
empleados en la medicina naturista, además de<br />
ser de uso maderable. Del total de las especies<br />
sólo 16, entre silvestres e introducidas, se cultivan<br />
con fines diversos (apéndice 1).<br />
Entre los árboles de leguminosas cuyas atractivas<br />
flores adornan avenidas, parques urbanos y caminos<br />
vecinales, destacan dos especies introducidas:<br />
el tabachín o framboyán (Delonix regia) y la lluvia<br />
de oro o cañafístula (Cassia fistula). Entre las<br />
especies con tallas y copas más majestuosas y<br />
cuyas vainas son comestibles sobresalen: la parota<br />
(Enterolobium cyclocarpum) y el tamarindo<br />
(Tamarindus indica), el guamúchil (Pithecellobium<br />
dulce), el mezquite (Prosopis leavigata), el<br />
guaje (Leucaena esculenta) y el jinicuil (Inga vera).<br />
Situación y estado<br />
de conservación<br />
Algunas especies de Leguminosae se han colectado<br />
sólo de una localidad y en la mayoría de ellas<br />
su población cuenta con escasos individuos. Además,<br />
en las colecciones de herbario están representadas<br />
por pocos ejemplares. Debido a esos<br />
criterios se les ha definido con distribución restringida<br />
en el estado (cuadro 2). Algunas especies<br />
están resguardadas en áreas naturales protegidas,<br />
no obstante, en la mayor parte del estado se<br />
carece de reglamentos que procuren su conservación<br />
o regulen la extracción total del individuo<br />
o de los subproductos derivados de éstos.<br />
CUADRO 2. Especies de Leguminosae con distribución restringida. Fuente: revisión de herbarios y literatura, y<br />
eynoso .<br />
Nombre científico<br />
Acaciella chamelensis<br />
Acaciella igualensis<br />
Aeschynomene americana<br />
Bauhinia cookie<br />
Bauhinia gypsicola<br />
Calliandra laevis<br />
Desmodium affine<br />
Desmodium ambiguum<br />
Erythrina breviflora<br />
Inga colimana<br />
Mimosa arenosa<br />
Nombre común<br />
No se registra de la zona<br />
No se registra de la zona<br />
No se registra de la zona<br />
Pisada de res, pata de vaca<br />
Pisada de res, pata de vaca<br />
Pelos de ángel<br />
No se registra de la zona<br />
No se registra de la zona<br />
Colorín<br />
Jinicuil, jaquinicuil, juaquinicuil<br />
No se registra de la zona<br />
Tephrosia rhodanta No se registra de la zona<br />
216 DIVERSIDAD DE ESPECIES
En la lista roja de especies amenazadas, según la<br />
Unión Internacional para la Conservación de<br />
la Naturaleza (uicn) (Walter y Gillett 1998), sólo<br />
se encontró a Tephrosia major considerada en la<br />
categoría de rara.<br />
De acuerdo con la nom-059-semarnat-2010 se<br />
señalan cuatro especies con algún estatus de<br />
conservación y todas son anotadas como no<br />
endémicas (cuadro 3).<br />
Principales amenazas<br />
Para este grupo de plantas, así como para el resto<br />
de la flora, la principal amenaza es y ha sido<br />
siempre el cambio de uso del suelo; la construcción<br />
de caminos, expansión de la infraestructura<br />
urbana y hotelera, y el aprovechamiento<br />
agropecuario y forestal, entre otros.<br />
Si a lo anterior se le añaden los incendios, la tala<br />
clandestina y la infestación por muérdago, el<br />
impacto negativo al ambiente se vuelve más<br />
severo y en la mayoría de los casos irreversible.<br />
El resultado es la fragmentación del área con la<br />
consecuente reducción de hábitats, lo que contribuye<br />
a la disminución o pérdida de diversidad<br />
biológica.<br />
Conclusiones<br />
Con base en la revisión de ejemplares botánicos<br />
en diferentes colecciones de herbario, consulta<br />
de literatura especializada y trabajo de campo, se<br />
concluye que en Colima: a) a las leguminosas<br />
se les considera de irrefutable importancia ecológica,<br />
económica y cultural, b) constituyen una<br />
de las familias botánicas más representadas en<br />
las áreas naturales de Colima, c) es necesario<br />
encauzar más y mejores esfuerzos para lograr el<br />
estudio de estas plantas en todos los aspectos<br />
posibles, d) es urgente que el Estado implemente<br />
y ejecute acciones para lograr la conservación<br />
efectiva de las especies de esta familia y de la<br />
flora en general, e) en Colima sigue sin documentarse<br />
el uso de más de 90% de las especies de<br />
leguminosas registradas, además, un gran número<br />
de ellas sólo se conocen en la literatura o están<br />
depositadas en las colecciones de herbario, situación<br />
que de manera lamentable prevalece en la<br />
mayoría de los estados del país.<br />
Por otra parte, hay que considerar que es muy<br />
probable que el incremento de áreas naturales<br />
protegidas propicie la conservación de algunas<br />
especies de leguminosas amenazadas. Asimismo,<br />
la aplicación efectiva de un reglamento<br />
que regule el cambio de uso de suelo contribuiría<br />
a la conservación de leguminosas y, en general,<br />
CUADRO 3. Especies de Leguminosae señaladas en la NOM-SEMARNAT ( peligro de etinción<br />
amenaada). Fuente: SEMARNAT .<br />
Nombre científico Categoría Distribución<br />
Dalbergia congestiflora P no endémica<br />
Dalbergia granadillo P no endémica<br />
Erythrina coralloides A no endémica<br />
Platymiscium lasiocarpum P no endémica<br />
Leguminosas (Leguminosae)<br />
217
de todas las familias vegetales. Finalmente, la<br />
reforestación con especies nativas en áreas naturales<br />
y en espacios de uso público es otra acción<br />
fundamental para el conocimiento y la conservación<br />
de las plantas nativas.<br />
Referencias<br />
Cronquist, A. 1981. An integrated system of classification<br />
of flowering plants. Columbia University Press.<br />
Nueva York.<br />
Heywood, V.H. 1993. Flowering plants of the world.<br />
Universidad de Oxford. Nueva York.<br />
Hutchinson, J. 1973. The families of flowering plants.<br />
3a. ed. Oxford: Clarendon Press. Nueva York.<br />
Lawrence, G.H.M. 1951. Taxonomy of vascular plants.<br />
MacMillan. Nueva York.<br />
Lewis, G., B. Schrire, B. Mackinder, et al. 2005. Legumes<br />
of the world. Royal Botanic Gardens, Kew,<br />
Londres.<br />
Mcvaugh, R. 1987. Leguminosae. En: Flora Novogaliciana.<br />
Vol. 5. The University of Michigan Press.<br />
Ann Arbor, Michigan.<br />
Rzedowski, J. y G. Calderón. 1997. Flora del bajío y de<br />
regiones adyacentes: Familia Leguminosae, Subfamilia<br />
Caesalpinioideae. Instituto de Ecología A.C.<br />
México.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
Sousa, M. y A. Delgado S. 1993. Mexican Leguminosae:<br />
phytogeography, endemism, and origins. En:<br />
Biological diversity of Mexico: origins and aistribution.<br />
T.P. Ramamoorthy, R. Bye, A. Lot y J. Fa.<br />
(eds.). Oxford University Press, Nueva York, pp.<br />
459-513.<br />
Takhtajan, A. 2009. Flowering Plants. Springer Verlag.<br />
Berlin.<br />
Walter, S. y H. Gillett. 1998. uicn Red List of Threatened<br />
Plants. Compilado por The World Conservation<br />
Union, Gland, Switzerland y Cambridge.<br />
Reino Unido.<br />
Woodland, D.W. 2000. Contemporary plant systematics.<br />
Andrews Univ. Press, Berrian Springs, MI.<br />
Zomlefer, W. 1994. Guide to Flowering Plant Families.<br />
Universidad de North Carolina Press. Chapel Hill.<br />
218 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Estudio<br />
ecológico-silvícola<br />
de los encinos en el<br />
noroeste de Colima<br />
(Quercus)<br />
Miguel Olvera-Vargas<br />
Blanca Lorena Figueroa-Rangel<br />
Introducción<br />
Los árboles y arbustos del género Quercus (familia Fagaceae), son conocidos<br />
en el mundo con diferentes denominaciones, tales como encino,<br />
roble, oak (inglés), chêne (francés), etc. En México los encinos son elementos<br />
dominantes en un gran número de ecosistemas, incluyendo<br />
matorrales, selvas secas y bosques montanos (bosque de pino, pino-encino<br />
y bosque mesófilo de montaña). La riqueza biológica asociada a los<br />
encinares mexicanos es impresionante, tanto en animales como en plantas;<br />
desafortunadamente el inadecuado aprovechamiento de los encinos<br />
en México ha conducido a la degradación y fragmentación de estos ecosistemas,<br />
amenazando su biodiversidad (González-Espinosa et al. 2006,<br />
Luna-Vega et al. 2006, Meave et al. 2006).<br />
El noroeste del estado cuenta con una notable diversidad de encinos que<br />
es aprovechada por la población local para diferentes usos, principalmente<br />
el maderable. Debido a lo anterior, en 1991 el Instituto Manantlán<br />
de Ecología y Conservación de la Biodiversidad de la Universidad<br />
de Guadalajara inició el proyecto de investigación, Silvicultura y ecología<br />
de la regeneración de encinos, en la región de Cerro Grande, Colima.<br />
Los resultados de este proyecto han permitido caracterizar la dinámica<br />
ecológica de estos ecosistemas (Olvera-Vargas y Moreno Gómez 1992,<br />
Olvera-Vargas y Figueroa-Rangel 1998, Jiménez Carmona 2001, Olvera-<br />
Vargas 2007, Olvera-Vargas et al. 2010), con énfasis en el conocimiento<br />
de la variación espacio-temporal de su estructura (Figueroa-Rangel y<br />
Olvera-Vargas 2000b, Olvera-Vargas et al. 2006, Olvera-Vargas 2007), la<br />
Olvera-Vargas, M. y B.L. Figueroa-Rangel. 2016. Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima<br />
(Quercus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 219-228.<br />
219
identificación de los factores ambientales que<br />
determinan su regeneración y composición florística<br />
(Figueroa-Rangel 1995, Figueroa-Rangel<br />
y Olvera-Vargas 2000a, Olvera-Vargas et al.<br />
2010), y se han propuesto métodos de aprovechamiento<br />
bajo diferentes escenarios de manejo<br />
(Olvera-Vargas y Figueroa-Rangel 1999, Olvera-<br />
Vargas 2007).<br />
En esta contribución se dan a conocer algunos<br />
de esos resultados, así como las principales amenazas<br />
para la conservación de ese grupo botánico<br />
y recomendaciones para su manejo.<br />
El estudio se llevó a cabo en la región de Cerro<br />
Grande, en la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />
Manantlán, localizada al noroeste de la ciudad<br />
de Colima, aproximadamente a 25 km de Villa<br />
de Álvarez. Cerro Grande es un domo volcánico<br />
calcáreo que presenta gran variedad de ecosistemas,<br />
entre los que destacan el bosque mesófilo<br />
de montaña, el bosque de encino y el bosque tropical<br />
caducifolio (Vázquez-García et al. 1995).<br />
La zona se caracteriza por tener alta heterogeneidad<br />
de microhábitats, desde cañadas de extrema<br />
humedad hasta laderas secas, con pendientes<br />
que varían de 10 a 60% y altitudes de 430 a<br />
2 459 msnm.<br />
A lo largo de los últimos 21 años de estudios ecológico-silvícolas<br />
efectuados en esta región, se<br />
han establecido y censado 105 sitios permanentes<br />
de investigación ecológico-silvícola. De esta<br />
manera la zona de estudio cuenta con un detallado<br />
historial de muestreo y análisis de la información<br />
que incluye variables relacionadas con la<br />
vegetación, la fisiografía, el suelo y señales de<br />
perturbaciones antropogénicas (Olvera-Vargas<br />
et al. 1996).<br />
Descripción<br />
Los encinos presentan formas de vida muy variadas<br />
en función de la especie y las condiciones<br />
ambientales donde crecen. Se les puede observar<br />
creciendo en forma arbustiva con alturas de<br />
60 cm, hasta árboles de gran talla superando los<br />
35 m de altura y diámetros mayores a 150 cm. La<br />
característica morfológica que identifica a los<br />
encinos es su fruto, llamado bellota; sin embargo,<br />
existe una gran variabilidad en la forma, venación<br />
y tamaño de las hojas, presentando formas<br />
obovadas, orbiculares, elípticas, ovales y hasta<br />
lanceoladas, así como la disposición marginal de<br />
las hojas que también es variable. La mayoría de<br />
los encinos manifiestan gran plasticidad, de tal<br />
manera que una misma especie puede mostrar<br />
gran variación en su arquitectura foliar.<br />
Los encinos se encuentran extensamente distribuidos<br />
a lo largo de las zonas montañosas del<br />
hemisferio norte y llegan a constituir uno de los<br />
grupos botánicos más abundantes y diversos de<br />
la familia de las fagáceas (Rzedowski 1986). Se<br />
estima que existen alrededor de 450 especies<br />
del género Quercus en todo el mundo, y dada su<br />
amplia distribución geográfica, diversidad de<br />
especies y las asociaciones forestales que integran,<br />
son elementos que cumplen una función<br />
ecosistémica muy importante. En México se<br />
han reportado 179 especies (Valencia y Flores-<br />
Franco 2006).<br />
Diversidad<br />
Para el estado se tienen registradas 24 especies<br />
de encinos (Padilla-Velarde et al. 2006, 2008,<br />
apéndice 1). Esto representa una alta diversidad<br />
220 DIVERSIDAD DE ESPECIES
de especies para el género, considerando que<br />
Colima es uno de los estados más pequeños del<br />
país (0.3 % del total de la superficie nacional).<br />
Los bosques de encino en Colima ocupan el tercer<br />
lugar de los ecosistemas con mayor número<br />
de especies de árboles (104) y de especies exclusivas<br />
(24), es decir, especies cuya presencia está<br />
limitada a los hábitats con encinos y que no se<br />
les encuentra en ninguna otra región (Padilla-<br />
Velarde et al. 2006).<br />
Para el noroeste de Colima, de manera particular<br />
para la región de Cerro Grande, se han identificado<br />
nueve especies de encino (cuadro 1), de las<br />
cuales se ha descrito su fenología, patrones de<br />
regeneración, características estructurales, asociaciones<br />
con otras especies y entorno ambiental<br />
(cuadros 1, 2 y 3). Las especies de Quercus en la<br />
región de Cerro Grande de modo general coexisten<br />
con otras especies, como elementos dominantes<br />
del dosel, dentro de un gradiente de diferentes<br />
condiciones ambientales (cuadro 3), como ocurre<br />
en ecosistemas similares de otras regiones del<br />
mundo (Collins y Battaglia 2002, Hofer et al.<br />
2004, Norden et al. 2007, Wilson 2011).<br />
Fenología<br />
De acuerdo con los resultados obtenidos en<br />
estudios fenológicos, cuatro especies de encino<br />
(Quercus candicans, Q. crassipes, Q. castanea y<br />
Q. rugosa), de las nueve localizadas en Cerro<br />
Grande, son caducifolias (pierden sus hojas en<br />
la temporada seca) y su periodo de floración<br />
ocurre entre enero y mayo (cuadro 2). Q. candicans<br />
y Q. rugosa fructifican en la temporada de lluvias,<br />
mientras que Q. castanea lo hace en la<br />
época seca (cuadro 2). No todas las especies<br />
producen frutos anualmente y sin embargo<br />
presentan una sincronía en la fructificación<br />
(Olvera-Vargas et al. 1997). Este fenómeno de<br />
sincronía fenológica se ha observado también<br />
en otras latitudes, tanto para encinos como<br />
para otras especies forestales, sugiriendo que se<br />
da principalmente como respuesta a factores<br />
CUADRO 1. Características estructurales de las especies de encino en el noroeste de Colima. Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
Especie<br />
Abundancia<br />
Diámetro<br />
Altura<br />
Incremento diamétrico medio anual<br />
(árboles/ha)<br />
(cm)<br />
(m)<br />
(cm)<br />
Quercus excelsa* 20 15±3.3 13±1.3 0.67<br />
Q. candicans 20 32.3±3.7 20.5±2.3 0.53<br />
Q. castanea 43 23.6±2.1 14.3±1.7 0.41<br />
Q. crassipes 173 20.4±0.8 16.2±0.8 0.30<br />
Q. gentryi 3 15.4±7.4 12.7±4.1 0.34<br />
Q. laurina 64 19.8±1.4 16.2±0.9 0.66<br />
Q. obtusata 2 18.4±4.3 11.2±1.9 0.51<br />
Q. rugosa 16 32.9±4.5 21.9±2.3 0.39<br />
Q. scytophylla 9 21.5±4.5 17.3±2.3 0.35<br />
* Q. leiophylla, sinónimo válido para Catálogo de Autoridades Taxonómicas (cat).<br />
Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima (Quercus)<br />
221
CUADRO 2. Características fenológicas y de regeneración de las especies de encino en el noroeste de Colima.<br />
Juveniles corresponden a individuos < 5 cm DN y . m de altura. lntulas son individuos . m de<br />
altura. a apertura del dosel se estimó mediante otograías hemisricas. indica ausencia de inormación.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Especie Floración Foliación Fructificación Juveniles/<br />
ha<br />
Plántulas/<br />
ha<br />
Promedio<br />
de apertura<br />
del dosel<br />
(%)<br />
Quercus excelsa • • • 78 155 •<br />
Q. candicans enero-marzo marzo-enero abril-diciembre 4 1000 6.41<br />
Q. castanea marzo-mayo marzo-enero octubre-febrero 22 833 13.00<br />
Q. crassipes abril mayo-marzo • 30 3607 8.16<br />
Q. gentryi • • • • • •<br />
Q. laurina • • • 230 1142 2.90<br />
Q. obtusata • • • • • •<br />
Q. rugosa marzo-mayo abril-febrero abril-diciembre 4 83 6.20<br />
Q. scytophylla • • • 52 369 •<br />
climáticos, así como para aminorar el efecto de<br />
la depredación de semillas por aves y pequeños<br />
mamíferos, de tal manera que se asegure su<br />
establecimiento durante las etapas de regeneración<br />
(Liebhold et al. 2004, Fenner 2005, Lamontagne<br />
y Boutin 2007, Lusk et al. 2007).<br />
Dinámica del sotobosque<br />
El sotobosque de los encinares en el noroeste de<br />
Colima se compone de 72 especies de herbáceas<br />
y plántulas de especies arbóreas. Las familias de<br />
herbáceas con mayor número de géneros son<br />
Asteraceae, Fabaceae y Labiatae, mientras que<br />
las especies más frecuentes dentro de esta forma<br />
biológica son Festuca breviglumis, Solanum sp.,<br />
Celastrus pringlei, Penstemon roseus, Scutellaria<br />
caerulea y Symphoricarpos microphyllus (Jiménez<br />
Carmona 2001). Con respecto a las plántulas<br />
de especies arbóreas presentes en el sotobosque<br />
se han encontrado 26 especies, de las cuales el<br />
género Quercus presentó la mayor abundancia,<br />
aunque a nivel de especie las más frecuentes son<br />
Garrya laurifolia, Prunus serotina, Styrax argenteus<br />
y Ternstroemia lineata (Figueroa-Rangel y<br />
Olvera-Vargas 2000b).<br />
La transición de plántula al estadio juvenil es<br />
una de las etapas más críticas para el mantenimiento<br />
de las comunidades arbóreas, tanto en<br />
bosques templados como tropicales (Burslem et<br />
al. 2000, Nebel et al. 2001, Cuevas 2002, Harcombe<br />
et al. 2002). Con relación a los encinos,<br />
la regeneración natural ocurre en función de<br />
las condiciones físicas y ambientales del sitio,<br />
como la fisiografía, las características del suelo,<br />
la composición de especies del dosel, la calidad<br />
de la luz y el pastoreo (Danner y Knapp 2001,<br />
Gómez-Aparicio et al. 2008). Específicamente<br />
222 DIVERSIDAD DE ESPECIES
CUADRO 3. as onas de encino en el noroeste de Colima de acuerdo a la composición florística y algunas<br />
características ambientales. Fuente: elaboración propia.<br />
Zona Descripción Especies<br />
Zona xérica<br />
Sitios de menor humedad, altitudes<br />
mayores (2300 ± 12.8), pendientes<br />
moderadas (< 30%).<br />
Alnus jorullensis subsp. lutea, Pinus douglasiana, P.<br />
leiophylla, P. pseudostrobus, Prunus serotina subsp.<br />
capuli, Quercus crassipes, Xylosma flexuosum.<br />
Zona mésica<br />
Zona de<br />
transición<br />
Sitios de mayor humedad, altitudes<br />
intermedias (2235 ± 21.5), pendientes<br />
abruptas (> 30%).<br />
Sitios de humedad intermedia,<br />
altitudes menores (2164 ± 42.5),<br />
pendientes abruptas (> 30%).<br />
Arbutus xalapensis, Buddleja parviflora, Carpinus<br />
tropicalis, Clethra fragrans, Comarostaphylis<br />
discolor subsp. discolor, Cornus excelsa, Crataegus<br />
pubescens, Dendropanax arboreus, Fraxinus uhdei,<br />
Garrya laurifolia, Ilex tolucana, Lippia umbellata,<br />
Oreopanax xalapensis, Ostrya virginiana, Persea<br />
hintonii, Quercus excelsa, Q. candicans, Q. gentryi,<br />
Q. laurina, Q. scytophylla, Styrax ramirezii,<br />
Symplocos citrea, Tilia americana var. mexicana,<br />
Zinowewia concinna<br />
Acacia farnesiana, Crataegus pubescens, Quercus<br />
castanea, Q. obtusata, Q. rugosa, Ternstroemia<br />
lineata subsp. lineata, Viburnum hartwegii<br />
los estudios sobre regeneración de los encinos<br />
del noroeste de Colima (Figueroa-Rangel 1995,<br />
Figueroa-Rangel y Olvera-Vargas 2000a) indican<br />
que la coexistencia de diferentes especies<br />
de encino en el sotobosque es resultado de una<br />
distribución en parches con micrositios de<br />
aperturas de dosel donde la disponibilidad de luz<br />
es heterogénea (cuadro 2).<br />
esto, la disponibilidad de agua es un factor fundamental<br />
en el comportamiento de la regeneración,<br />
ya que durante la época de lluvias el ganado<br />
es muy selectivo y consume mayormente pasto,<br />
así como algunas especies herbáceas, mientras<br />
que durante el estiaje el ganado tiende a ser generalista,<br />
consumiendo incluso plántulas de encino<br />
que se encuentran a su alrededor.<br />
La intensidad del pastoreo afecta de manera<br />
negativa la regeneración de los encinos. Debido a<br />
que en las áreas de aprovechamiento forestal no<br />
se controla el pastoreo del ganado doméstico, el<br />
establecimiento de encinos es lento e irregular y<br />
puede verse afectado de forma severa. Aunado a<br />
Zonación de encinos y su relación<br />
con el ambiente<br />
Los encinos en la región de Cerro Grande se<br />
pueden encontrar en rodales densos de una sola<br />
Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima (Quercus)<br />
223
especie (monoespecíficos), como individuos aislados<br />
o entremezclados con otras especies latifoliadas.<br />
Considerando la composición de especies<br />
asociadas a los encinos se pueden diferenciar<br />
tres zonas (Olvera-Vargas y Figueroa-Rangel<br />
2000) con evidentes divergencias florísticas<br />
(cuadro 3): la primera está dominada por Quercus<br />
crassipes y se localiza en las regiones más<br />
xéricas (secas) del área de estudio, siendo generalmente<br />
pobre en especies; la segunda, localizada<br />
en zonas asociadas al bosque mesófilo de<br />
montaña es más rica en especies que la anterior y<br />
se localiza en regiones mésicas (húmedas); la tercera<br />
zona es una mezcla de las dos primeras y se<br />
denomina zona de transición. La diferencia florística<br />
entre estas zonas se encuentra asociada<br />
principalmente a la heterogeneidad del hábitat,<br />
en particular la altitud, madurez del dosel y<br />
posición fisiográfica del sitio (Olvera-Vargas et<br />
al. 2010).<br />
que, si no se presentan perturbaciones naturales<br />
o antropogénicas, las zonas xéricas podrían convertirse<br />
en zonas de transición y de manera<br />
eventual en zonas mésicas (figura 1).<br />
En relación a la mortalidad e incorporación de<br />
nuevos individuos de encinos, sólo Q. rugosa<br />
presentó un balance entre el número de individuos<br />
que mueren y los que se incorporan al<br />
dosel. El resto de las especies de encinos presentó<br />
mayor mortalidad (principalmente individuos<br />
con diámetros entre 5-10 cm) que incorporaciones,<br />
aunque no se encontró dependencia entre<br />
las especies y la categoría diamétrica. La alta<br />
correlación de los patrones de mortalidad con el<br />
tamaño diamétrico se ha reportado en otros<br />
estudios (Davies 2001, Lorimer et al. 2001, Chen<br />
et al. 2008) y se atribuye principalmente a la<br />
competencia asimétrica (desigual) entre los individuos.<br />
Cambios en el tiempo<br />
La dinámica temporal de los bosques dominados<br />
por encinos, en el noroeste de Colima, está<br />
dada principalmente por cambios estructurales<br />
(densidad, diámetro, altura, mortalidad e incorporación),<br />
mientras que los cambios en composición<br />
florística han sido mínimos a lo largo de<br />
21 años de estudio.<br />
El incremento diamétrico medio anual fue muy<br />
bajo para todas las especies de encinos de la<br />
región. El mayor incremento se dio en Q. excelsa<br />
y Q. laurina, que están presentes en zonas mésicas,<br />
mientras que Q. crassipes, asociado a zonas<br />
xéricas, presentó los valores más bajos (cuadro 1).<br />
Lecciones de conservación<br />
y manejo<br />
Como se mencionó antes, los cambios espaciales<br />
en la composición de especies están asociados a<br />
las condiciones fisiográficas y ambientales; las<br />
zonas xéricas, en contraste con la zonas mésicas,<br />
presentan una baja riqueza florística y su fisiografía<br />
es homogénea (figura 1); sin embargo, al<br />
agregar la escala temporal podemos encontrar<br />
La información generada durante los últimos 21<br />
años de estudios ecológico-silvícolas ha permitido<br />
conocer los patrones de distribución espacio-temporal.<br />
A partir de estos estudios se ha<br />
identificado que las principales amenazas para la<br />
conservación de los encinos en esta región son el<br />
pastoreo excesivo, los desmontes para establecer<br />
224 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 1. onas florísticas en bosques de encino, en el noroeste de Colima, a lo largo de escalas espacio<br />
temporales. as flechas indican transiciones entre las onas. Fuente: elaboración propia.<br />
cultivos agrícolas y la extracción maderable sin<br />
un esquema de manejo técnico.<br />
Dada la alta diversidad de encinos en esta región,<br />
y la gran heterogeneidad de hábitat, es necesario<br />
efectuar acciones particulares de conservación y<br />
manejo para estos ecosistemas forestales. En este<br />
sentido se proponen las siguientes acciones de<br />
manejo silvícola en función de dos de las tres<br />
zonas reportadas, ya que la zona de transición es<br />
una mezcla de ambas:<br />
Para la zona xérica se recomienda la aplicación<br />
de cortas de protección donde se eliminen los<br />
árboles dañados o muy maduros, con la finalidad<br />
de liberar espacios que permitan el desarro-<br />
Estudio ecológico-silvícola de los encinos en el noroeste de Colima (Quercus)<br />
225
llo de árboles jóvenes y vigorosos; con esta acción<br />
se controla la apertura del dosel creándose condiciones<br />
favorables para la regeneración de los<br />
encinos. Después de efectuado el aprovechamiento<br />
forestal, la regeneración de los encinos<br />
dependerá del adecuado suministro de semilla<br />
que provean los árboles maduros con diámetros<br />
promedio de 30-35 cm (Moreno Gómez et al.<br />
1995), así como del potencial de rebrote de la raíz<br />
o del tocón de los árboles aprovechados. Para la<br />
zona mésica, debido a la escasa regeneración de<br />
encinos en el área, su lento crecimiento en diámetro<br />
y por estar localizada en la zona núcleo de<br />
la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, se<br />
recomienda que estos sitios queden bajo un<br />
estricto esquema de conservación, es decir, la<br />
completa exclusión de actividades agrícolas,<br />
ganaderas y forestales.<br />
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228 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Acantáceas<br />
(Acanthaceae)<br />
Thomas F. Daniel<br />
Emily J. Lott<br />
Introducción<br />
Acanthaceae es la undécima familia de plantas fanerógamas, por su<br />
diversidad. Actualmente, consta de 220 géneros y más de 4 mil especies,<br />
las cuales se encuentran principalmente en las regiones tropicales del<br />
mundo. Las formas de vida de Acanthaceae incluyen hierbas terrestres,<br />
arbustos y árboles; hierbas y arbustos subacuáticos y acuáticos (incluyendo<br />
mangles) y epífitas. La mayoría de las especies son perennes, con<br />
floración anual (raras veces con floración masiva cíclica) (Daniel 2006).<br />
Se encuentran en hábitats que van desde los desiertos, la selva alta perennifolia,<br />
el bosque nublado y los manglares, hasta lagos y áreas con agua<br />
dulce corriente.<br />
Colima se destaca por la riqueza de Acanthaceae, a pesar de su extensión<br />
territorial relativamente pequeña y el poco esfuerzo de muestreo de<br />
ejemplares botánicos de esta familia en el estado. Algunas de las especies<br />
tienen usos económicos ya conocidos o potenciales que se mostrarán<br />
más adelante, otras podrían jugar un papel ecológico importante en<br />
las comunidades costeras, por ejemplo, Avicennia germinans, un mangle<br />
que por sus raíces ayuda a estabilizar los pantanos costeros y aumentar<br />
la productividad de las pesquerías costeras, por los nutrientes y al refugio<br />
que ofrece; y en las selvas secas tropicales se localizan Carlowrightia<br />
arizonica, Henrya insularis y Tetramerium nervosum, especies que proporcionan<br />
polen y néctar para las abejas y las moscas que están activas<br />
cuando otras pocas plantas herbáceas están en flor en el sotobosque.<br />
Daniel, T.F. y E.J. Lott. 2016. Acantáceas (Acanthaceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 229-237.<br />
229
Descripción<br />
La familia se clasifica en el orden Lamiales, de<br />
las dicotiledóneas, y difiere de otras familias<br />
relacionadas (ver excepciones más adelante) al<br />
tener la siguiente combinación de características<br />
morfológicas: ausencia del endospermo en las<br />
semillas, cápsulas explosivo-dehiscentes y la presencia<br />
de un retináculo (estructura en forma de<br />
gancho derivada del funículo que retiene a la<br />
semilla hasta su madurez) dentro de la cápsula,<br />
sobre la cual cada semilla está sentada.<br />
Algunas características que ayudan a reconocer<br />
a la mayoría de los miembros de la familia son la<br />
presencia de hojas opuestas sobre nudos algo<br />
hinchados, corolas tubulares con dos o cuatro<br />
estambres, cristales alargados (cistolitos) en la<br />
epidermis de tallos y hojas, y brácteas conspicuas<br />
(cuando las hay) protegiendo a las flores.<br />
Las acantáceas son ampliamente reconocidas<br />
por que muchas especies y variedades que se cultivan<br />
como ornamentales.<br />
Estudios filogenéticos de las secuencias de adn<br />
indican consistentemente que la familia es de<br />
origen monofilético (Scotland et al. 1995, Mc-<br />
Dade et al. 2000). Basándose en diferencias morfológicas,<br />
Acanthaceae ha sido tratada como<br />
varios taxones bien definidos a nivel infrafamiliar<br />
(Lindau 1895, Scotland y Vollesen 2000).<br />
Las subfamilias que actualmente se reconocen<br />
son: Acanthoideae (es la más grande, con aproximadamente<br />
3 650 especies que presentan las tres<br />
características morfológicas diagnóstico arriba<br />
mencionadas; por ejemplo: Justicia, Ruellia,<br />
Aphelandra); Thunbergioideae (ca. 175 especies,<br />
la mayoría bejucos que carecen de retináculos y<br />
endospermo, a veces tienen frutos carnosos; por<br />
ejemplo: Thunbergia y Mendoncia), y Nelsonioideae<br />
(170 especies, sin retináculos, con un patrón<br />
de aestivación –disposición de las flores del<br />
perianto en la yema floral– coclear –prefloración<br />
en que una pieza mayor recubre otras dos menores<br />
y externas– descendiente en los lóbulos de la<br />
corola cuando están en botón, y usualmente con<br />
endospermo bien desarrollado, por ejemplo:<br />
Elytraria, Staurogyne). Recientemente datos de<br />
secuencias moleculares han demostrado que<br />
Avicennia (ocho especies de mangle, con cápsulas<br />
coriáceas –con textura de cuero– con una sola<br />
semilla, sin endospermo) también debe incluirse<br />
en Acanthaceae (Schwarzbach y McDade 2002).<br />
Hay especies representantes de cada subfamilia y<br />
también el género de Avicennia, que son nativas<br />
de México.<br />
Diversidad<br />
Una estimación conservadora del número de<br />
especies de Acanthaceae, nativas de México, es<br />
de alrededor de 375, distribuidas en 36 géneros,<br />
sin incluir a numerosos nombres de aplicación<br />
incierta y alrededor de 12 especies nuevas para la<br />
ciencia que están por describirse. Justicia es<br />
el género con mayor riqueza de especies en el<br />
mundo, con cerca de 700, de las cuales 104 (15%)<br />
se encuentran en México, lo que lo hace el género<br />
con más especies de la familia en el país. Debido<br />
a la diversidad que presenta Acanthaceae en<br />
México, su alto endemismo a nivel de géneros y<br />
especies, y la radiación de varios taxones dentro<br />
de y entre las zonas áridas de la República Mexicana,<br />
hacen de este país uno de los centros de<br />
diversificación y distribución de la familia<br />
(Daniel 1993, Daniel et al. 2008).<br />
230 DIVERSIDAD DE ESPECIES
En el estado se han encontrado 41 especies de<br />
acantáceas (apéndices 1 y 2), todas nativas, esta<br />
cantidad es igual, o casi igual, a las especies nativas<br />
de la familia registradas para países como<br />
Belice (41), El Salvador (44) (Daniel 2005), o los<br />
tres estados mexicanos que constituyen la Península<br />
de Yucatán (41) (Daniel 2005). La riqueza de<br />
especies de Acanthaceae en Colima también<br />
sobresale al compararla con otras entidades<br />
federativas de México. Por ejemplo, Colima tiene<br />
casi tantas especies nativas como los estados de<br />
Hidalgo (44), Nayarit (44), Sonora (42) y Tamaulipas<br />
(42), entidades con considerable mayor<br />
extensión superficial. Asimismo, Colima hospeda<br />
a más especies que los estados de Chihuahua<br />
(37), Campeche (27), Coahuila (34),<br />
Durango (35), México (38), Nuevo León (31),<br />
Quintana Roo (30), Sinaloa (36), Yucatán (35) y<br />
Zacatecas (28) (Daniel, datos no publicados),<br />
entidades políticas con mayor superficie. De los<br />
31 estados y el Distrito Federal, Colima es el<br />
cuarto estado más pequeño por su extensión<br />
superficial, pero es el decimosegundo en términos<br />
del número de especies nativas de Acanthaceae<br />
(Daniel, datos no publicados).<br />
La gran riqueza de especies en Colima probablemente<br />
se deba, en parte, a la adyacencia de dos<br />
estados que son ricos en especies (Jalisco y Michoacán,<br />
75 y 71 especies, respectivamente), a la diversidad<br />
de hábitats y comunidades vegetales que se<br />
encuentran en Colima (spp 1981, Rzedowski 1986),<br />
y a su ubicación en latitudes bajas (el número de<br />
especies de Acanthaceae por lo general se incrementa<br />
desde los polos hacia el ecuador).<br />
Con base en la presencia de especies de esta<br />
familia en los estados colindantes y considerando<br />
la variedad de condiciones ambientales en<br />
el estado, se considera que las siguientes especies<br />
podrían existir dentro de la entidad (o existieron<br />
en el pasado): Carlowrightia mcvaughii,<br />
Chileranthemum lottiae, Dicliptera thlaspioides,<br />
Dyschoriste saltuensis, Henrya tuberculosperma,<br />
Justicia breviflora, J. hilsenbeckii, J. ixtlania,<br />
J. novogaliciana, Justicia pringlei, J. spicigera,<br />
Odontonema callistachyum, Pseuderanthemum<br />
alatum, Ruellia hookeriana, Staurogyne agrestis,<br />
Stenandrium dulce y Tetramerium rzedowskii.<br />
También se podría esperar la presencia de las<br />
especies Hypoestes phyllostachya, Thunbergia<br />
alata y T. fragrans, las cuales se consideran exóticas<br />
naturalizadas o escapadas.<br />
Aunque se conoce solamente una especie de<br />
Acanthaceae que ocurre endémica a Colima<br />
(Tetramerium mcvaughii), es posible que dos<br />
especies de Justicia en proceso de descripción<br />
como especies nuevas, sean también endémicas<br />
en el estado.<br />
Existen seis especies endémicas regionales (se<br />
conocen solamente en Colima y regiones adyacentes<br />
de Jalisco o de Michoacán): Dicliptera<br />
novogaliciana, Holographis anisophylla,<br />
Poikilacanthus novogalicianus, Pseuderanthemum<br />
pihuamoense, Ruellia novogaliciana y Tetramerium<br />
diffusum. Las demás especies colimenses de<br />
Acanthaceae caen dentro de dos categorías: las<br />
que son endémicas a la zona centro-oeste de<br />
México (conocidas solamente en Colima y la<br />
vertiente del Pacífico/la región costera desde<br />
Sinaloa hasta Guerrero o el suroeste de Oaxaca)<br />
y las de amplia distribución (que se encuentren<br />
en diversas regiones de Norteamérica o en otras<br />
partes). En el apéndice 1 se señala la distribución<br />
para todas las Acanthaceae de Colima y en la<br />
figura 1 se presentan los clados filogenéticos<br />
Acantáceas (Acanthaceae)<br />
231
de la familia y los representantes de cada uno de<br />
ellos.<br />
Queda claro que los miembros de Acanthoideae<br />
son las que más prevalecen y que dentro de esta<br />
subfamilia, los géneros de la tribu Justicieae tienen<br />
más especies. Los géneros con más especies<br />
de Acanthaceae en la entidad son Ruellia y<br />
Justicia, con siete y seis, respectivamente; lo<br />
cual refleja el patrón encontrado en México. Las<br />
formas de vida de las especies presentes en<br />
Colima varían desde perennes herbáceas<br />
(Dicliptera resupinata), hasta arbustos (Mexacanthus<br />
mcvaughii) y árboles (Bravaisia integerrima).<br />
Las flores son notablemente variables (figura 2),<br />
lo cual se refleja en la diversidad de visitantes y<br />
polinizadores que atraen. Las recompensas florales<br />
para los polinizadores consisten en el néctar<br />
rico en azúcares y el polen abundante en<br />
proteínas. Los animales que visitan (incluyendo<br />
a polinizadores) las flores de los miembros de la<br />
familia Acanthaceae encontrados en Colima<br />
Justicieae<br />
[Carlowrightia<br />
Dicliptera<br />
Henrya<br />
Justicia<br />
Mexacanthus<br />
Odontonema<br />
Poikilacanthus<br />
Pseuderanthemum<br />
Tetramerium]<br />
Ruellieae<br />
[Blechum<br />
Bravaisia<br />
Dyschoriste<br />
Ruellia]<br />
Barlerieae<br />
[Barleria]<br />
Acanthoideae<br />
Andrographideae<br />
Whitfieldieae<br />
FIGURA 1. Relaciones<br />
filogenticas de<br />
Acanthaceae basadas en<br />
datos de las secuencias de<br />
ADN (a partir de McDade<br />
et al. , cotland y<br />
Vollesen , Mantelo<br />
et al. , charbach<br />
y McDade ). as<br />
tres subfamilias son<br />
indicadas en negritas.<br />
Los géneros presentes<br />
son mencionados bajo<br />
los clados en los cuales<br />
ocurren en Colima. Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
otros<br />
Lamiales<br />
Acantheae<br />
[Aphelandra<br />
Holographis<br />
Stenandrium]<br />
Mendoncia<br />
Thunbergia<br />
Avicennia<br />
[Avicennia]<br />
Nelsonioideae<br />
[Elytraria]<br />
Thunbergioideae<br />
232 DIVERSIDAD DE ESPECIES
incluyen: colibríes (Mexacanthus mcvaughii)<br />
(Holmqvist et al. 2005), moscas (Carlowrightia<br />
arizonica, Tetramerium nervosum, Henrya<br />
insulares) (Daniel 1983, 1986, 1990), abejas<br />
(Bravaisia integerrima, Tetramerium mcvaughii)<br />
(Daniel 1986, 1988) y mariposas (Dicliptera<br />
resupinata y Ruellia nudiflora) (Daniel, observaciones<br />
no publicadas). Sin duda otros visitantes<br />
son atraídos por la gran diversidad de variantes<br />
morfológicas florales presentes en la familia,<br />
pero todavía falta documentarlos. En general,<br />
las flores de éstas y de otras Acanthaceae son<br />
generalistas, por lo que pueden atraer y ser efectivamente<br />
polinizadas por más de un tipo de<br />
visitante floral.<br />
Distribución y hábitat<br />
Los patrones de distribución de Acanthaceae<br />
que ocurren en Colima se muestran en el apéndice<br />
1. Cabe anotar ahora que la mayoría de las<br />
41 especies se encuentran en elevaciones por<br />
debajo de los 500 msnm, y aunque algunas de<br />
ellas también ocurren arriba de los 500 m, sólo<br />
tres están restringidas a elevaciones por arriba<br />
a)<br />
b)<br />
d) e)<br />
h)<br />
g)<br />
j)<br />
)<br />
c)<br />
f)<br />
i)<br />
l)<br />
FIGURA 2. Diversidad<br />
floral dentro de<br />
Acanthaceae, que<br />
ocurren en Colima.<br />
a) Aphelandra<br />
madrensis, b) Blechum<br />
pyramidatum,<br />
c) Mexacanthus<br />
mcvauhii, d) ravaisia<br />
integerrima,<br />
e) Tetramerium<br />
mcvauhii, f) Henrya<br />
insularis, g) Barleria<br />
oenotheroides,<br />
h) Dicliptera inaequalis,<br />
i) uellia nudiflora,<br />
j) Carlwrightia pectinata,<br />
) Elytraria mexicana y<br />
l) Ruellia foetida. Fotos:<br />
Thomas F. Daniel.<br />
Acantáceas (Acanthaceae)<br />
233
de los 1 000 m: Dicliptera inaequalis, Dyschoriste<br />
angustifolia y Pseuderanthemum pihuamoense.<br />
Miembros de las acantáceas se encuentran en<br />
todos los tipos de vegetación reconocidos para el<br />
estado por Rzedowski y McVaugh (1966) y Rzedowski<br />
(1986). La mayor superficie del estado<br />
forma parte de la provincia fisiográfica Sierra<br />
Madre del Sur, donde dominan los bosques secos<br />
tropicales (sobre todo la selva baja caducifolia y<br />
subcaducifolia). La afinidad de esta familia con<br />
las selvas secas tropicales de México (Daniel 1993,<br />
Lott y Atkinson 2006) es muy evidente entre los<br />
representantes colimenses; por lo menos 30 especies<br />
se encuentran en las selvas bajas caducifolias<br />
y subcaducifolias. Tetramerium mcvaughii y<br />
Mexacanthus mcvaughii se restringen principalmente<br />
a selvas secas, mientras que Barleria oenotheroides<br />
y Henrya insularis, ocurren en el bosque<br />
mesófilo de montaña y otras comunidades vegetales,<br />
Aphelandra lineariloba tiene preferencia<br />
por el bosque de encino o encino-pino, Avicennia<br />
germinans se restringe a manglares y a<br />
Pseuderanthemum pihuamoense sólo se le ha<br />
encontrado en el bosque mesófilo de montaña.<br />
Importancia económica<br />
y ecológica<br />
La familia Acanthaceae en México ha sido, y<br />
sigue siendo, una rica fuente de plantas utilizadas<br />
en la horticultura ornamental. Por ejemplo,<br />
dos especies de Justicia del noreste y el centro de<br />
México, J. brandegeana y J. fulvicoma, se encuentran<br />
comúnmente en los jardines de las zonas<br />
tropicales y templadas del mundo. De hecho,<br />
J. brandegeana (nombre vulgar: camarón; shrimp<br />
plant) es posiblemente la especie de Acanthaceae<br />
más extensamente cultivada del Nuevo Mundo.<br />
Otras especies que se encuentran en el comercio<br />
de la horticultura incluyen: Barleria oenotheroides,<br />
Dicliptera resupinata, Justicia candicans,<br />
Aphelandra lineariloba, A. madrensis, Dicliptera<br />
novogaliciana, Dyschoriste angustifolia,<br />
Poikilacanthus novogalicianus, Ruellia amoena,<br />
R. foetida y R. novogaliciana. Las flores prominentes<br />
y atractivas, así como las formas de crecimiento<br />
de estas especies las hacen tener un valor<br />
potencial para la horticultura.<br />
En adición al uso como ornamentales, casi todas<br />
las Acanthaceae mexicanas terrestres son palatables,<br />
y todas las partes de las plantas frecuentemente<br />
son ramoneadas por animales silvestres y<br />
domesticados (Daniel 2004). Muchas Acanthaceae<br />
de México, incluyendo las de Colima, florecen<br />
durante el auge de la temporada de sequía,<br />
siendo de las pocas plantas con flores abundantes<br />
en el sotobosque. Debido a lo anterior estas especies<br />
son probablemente una fuente importante de<br />
nutrimentos (néctar y polen) para algunos insectos<br />
y pájaros (Baltosser y Scott 1996). Un ejemplo<br />
es la importancia de Justicia californica como alimento<br />
para el colibrí residente, Calypte costae, en<br />
porciones del desierto sonorense. Por lo tanto, las<br />
plantas de la familia Acanthaceae juegan un papel<br />
ecológico importante en el mantenimiento de la<br />
salud de las selvas secas tropicales de Colima y de<br />
otras regiones del occidente de México.<br />
Avicennia germinans (mangle negro) es una<br />
especie con importancia económica y ecológica.<br />
Aunque no de forma tan abundante en Colima,<br />
como los mangles que pertenecen a otras familias<br />
(Rhizophora mangle y Laguncularia racemosa)<br />
(sagarpa 2007); algunas plantas ocurren cerca<br />
de y sobre los bordes de lagunas costeras.<br />
234 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Como otras especies de mangles, Avicennia<br />
germinans juega un papel clave en las zonas de<br />
esteros por la captura de deshechos y detritus<br />
interpuestos por los arroyos y las mareas. Las<br />
porciones basales, periódicamente inmersas de<br />
las plantas, sirven como lugar para la alimentación,<br />
la reproducción y el crecimiento de muchas<br />
especies de moluscos, crustáceos, peces, pájaros<br />
y otras formas de vida silvestre (Tomlinson<br />
1986). Además de su importancia para la pesca,<br />
los mangles protegen la costa de las mareas y tormentas,<br />
y filtran aguas costeras. Balick et al.<br />
(2000) señalan que en los trópicos americanos<br />
los siguientes usos han sido atribuidos a Avicennia<br />
germinans: veneno, medicina, chicle, combustible,<br />
forraje, comida para humanos, tintura y<br />
materiales para la construcción.<br />
Numerosas especies mexicanas de Acanthaceae,<br />
entre ellas varias que ocurren en Colima, como<br />
Bravaisia integerrima, Carlowrightia arizonica,<br />
Elytraria imbricata, Justicia candicans, Ruellia<br />
intermedia, R. nudiflora y Tetramerium<br />
nervosum, han sido registradas con usos medicinales<br />
locales, tanto primitivos como modernos<br />
(Daniel 1986, 1988, 2004).<br />
Holographis anisophylla, Poikilacanthus<br />
novogalicianus, Pseu deranthemum pihuamoense<br />
y Tetramerium mcvaughii son conocidas en al<br />
menos cinco colecciones a lo largo de sus rangos<br />
y podrían estar en situación de riesgo.<br />
El tamaño de las poblaciones de estas especies<br />
raras no ha sido estimado y la ausencia de nuevas<br />
colecciones de ellas podría reflejar una baja<br />
intensidad de recolecta en lugar de un condición<br />
real de rareza.<br />
Por otra parte, Carlowrightia arizonica,<br />
Blechum pyramidatum, Elytraria imbricata,<br />
Henrya insularis, Justicia salviiflora, Ruellia<br />
inundata y Tetramerium nervosum son especies<br />
que abundan en Colima y en otras partes de<br />
México, y aunque ocurren en vegetación primaria<br />
son mucho más comunes en sitios creados<br />
por modificación antropogénica (ruderales,<br />
bordes de cultivos, etc.). Daniel (2004) propuso<br />
la hipótesis de que algunas de estas especies<br />
están preadaptadas a tales hábitats por su afinidad<br />
a los sitios perturbados, donde se encuentran<br />
naturalmente, por ejemplo, los corredores<br />
ribereños.<br />
Estado de conservación<br />
No ha sido evaluado el estado de conservación<br />
de ninguna especie de Acanthaceae colimense,<br />
considerando los criterios de la Lista Roja (uicn<br />
2007, apéndice 2). En Colima las únicas especies<br />
de la familia que pueden ser evaluadas como<br />
amenazadas serían las endémicas del estado y las<br />
regiones circundantes, por ejemplo: Tetramerium<br />
mcvaughii y las especies endémicas regionales<br />
registradas en el apéndice 1. Entre ellas,<br />
La importancia de las selvas secas de Colima se<br />
refleja en su riqueza y diversidad de flora y fauna;<br />
esta comunidad biótica cuenta con el mayor<br />
número de especies de Acanthaceae que cualquier<br />
otra comunidad del estado.<br />
Por lo menos cinco de las siete especies endémicas<br />
de la entidad y las regiones colindantes habitan<br />
solamente en la selva baja caducifolia. Debido<br />
a la conversión extensa de bosques tropicales<br />
secos para la agricultura y la ganadería, con la<br />
consiguiente destrucción de la estructura y el<br />
Acantáceas (Acanthaceae)<br />
235
funcionamiento del ecosistema (Maass 1995), es<br />
necesario un llamado a la conservación de porciones<br />
significantes de esta comunidad biótica,<br />
abarcando el occidente de México (incluyendo a<br />
Colima), con el objetivo común de conservar la<br />
diversidad biológica.<br />
La pérdida del hábitat por el desarrollo de proyectos<br />
turísticos mal planificados, a los cuales<br />
importa poco la conservación de las zonas costeras,<br />
es una de las causas principales del decremento<br />
notable en el número de individuos de<br />
Bravaisia integerrima, un elemento del sotobosque<br />
o del dosel de la vegetación de zonas<br />
riparias, marismas, palmares de coco de aceite<br />
(Attalea cohune), así como de manglares. En la<br />
actualidad esta especie se considera amenazada<br />
(semarnat 2010) y las pocas poblaciones que<br />
se localizan en la costa de Colima corresponden<br />
a remanentes dentro de los desarrollos<br />
turísticos.<br />
Conclusiones<br />
En relación con el estudio y estado de conservación,<br />
no solamente de este grupo de plantas sino<br />
de toda la flora de Colima, se requiere otorgar<br />
alta prioridad al establecimiento de un herbario<br />
permanente y activo en Colima, el cual cumpliría<br />
las siguientes funciones: 1) documentar los<br />
diversos recursos botánicos del estado, 2) llevar<br />
a cabo estudios florísticos adicionales y, 3) apoyar<br />
a agencias gubernamentales y a otros grupos<br />
con la información básica para tomar decisiones<br />
adecuadas en la implementación de proyectos de<br />
desarrollo.<br />
Referencias<br />
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the vascular plants of Belize. Memoirs of the New<br />
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Daniel, T.F., L.A. Mcdade, M. Manktelow, et al. 2008.<br />
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Justicieae): delimitation and intra-lineage<br />
relationships based on cp and nrITS sequence<br />
data. Systematic Botany 33:416-436.<br />
236 DIVERSIDAD DE ESPECIES
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Lott, E.J. y T.H. Atkinson. 2006. Mexican and Central<br />
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Mcdade, L.A., S.E. Masta, M.L. Moody, et al. 2000.<br />
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Schwarzbach, A. y L.A. Mcdade. 2002. Phylogenetic<br />
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Scotland, R.W., J.A. Sweere, P.A. Reeves, et al. 1995.<br />
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Publicada en el Diario Oficial de la<br />
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Naturaleza. 2007. Red List of Threatened Species.<br />
En: , última consulta:<br />
29 de septiembre de 2008.<br />
Acantáceas (Acanthaceae)<br />
237
Euforbiáceas<br />
(Euphorbiaceae)<br />
Victor W. Steinmann<br />
Yocupitzia Ramírez-Amezcua<br />
Introducción<br />
Euphorbiaceae es una de las más grandes familias de plantas con flores en<br />
el mundo. Incluye 6 600 especies agrupadas en 229 géneros; está ampliamente<br />
distribuida, pero su mayor diversidad se encuentra en zonas tropicales<br />
y subtropicales. Actualmente, forma parte del orden Malpighiales<br />
(Angiosperm Phylogeny Group II, 2003) y según recientes estudios filogenéticos<br />
basados en adn (Savolainen et al. 2000, Wurdack et al. 2004,<br />
Davis et al. 2005, Wurdack et al. 2005) Euphorbiaceae no representa un<br />
grupo natural y por ello se han redefinido sus límites, siendo dividida en<br />
cinco familias independientes: Pandaceae, Phyllanthaceae, Picrodendraceae,<br />
Putranjivaceae y Euphorbiaceae (en el sentido estricto) (Angiosperm<br />
Phylogeny Group II 2003), todas menos Pandaceae se encuentran<br />
en el estado.<br />
Las euforbiáceas forman un grupo morfológicamente muy diverso, sus<br />
integrantes son principalmente hierbas perennes, anuales y arbustos,<br />
aunque también pueden ser bejucos y árboles. Con frecuencia presentan<br />
látex blanco o de otro color y hojas simples, alternas y con estípulas. A<br />
menudo tienen glándulas de varias formas en el peciolo o la lámina. Las<br />
flores son siempre unisexuales, generalmente pequeñas y con disco, además<br />
algunos grupos carecen de pétalos. En Euphorbia, el género más<br />
grande de la familia (con más de 2 mil especies), las flores están reducidas<br />
a un solo estambre u ovario y se agrupan en una estructura muy especializada<br />
llamada ciatio, un tipo de inflorescencia que aparenta una flor perfecta<br />
(que contiene ambos sexos), y puede engañar a cualquiera. Se<br />
238<br />
Steinmann, V.W. y Y. Ramírez-Amezcua. 2016. Euforbiáceas (Euphorbiaceae). En: La Biodiversidad en Colima.<br />
Estudio de Estado. conabio. México, pp. 238-243.
caracteriza por tener de una a cinco glándulas<br />
rodeando al involucro, donde los apéndices de<br />
las glándulas, frecuentemente coloreados, simulan<br />
los pétalos. Normalmente los frutos son cápsulas<br />
que se abren de manera natural y las<br />
semillas son variables en forma. La polinización<br />
es principalmente por insectos o entomófila<br />
(como en Dalechampia, Jatropha y Cnidoscolus)<br />
pero también puede ser por viento o anemófila<br />
(como en Acalypha), aunque en algunas especies<br />
de Euphorbia es por aves u ornitófila.<br />
Las clasificaciones tradicionales más aceptadas<br />
para las euforbiáceas han sido las de Webster<br />
(1975, 1994a, 1994b) y Radcliffe-Smith y Govaerts<br />
(2001), quienes reconocen cinco subfamilias,<br />
diferenciables entre otras características por el<br />
número de semillas. Actualmente la familia<br />
Euphorbiaceae se restringe a las plantas con una<br />
sola semilla en cada sección del fruto. En el presente<br />
trabajo se consideró conveniente incluir<br />
todas las especies que se han tratado como<br />
Euphorbiaceae, pero haciendo notar cuáles forman<br />
parte de la familia, en sentido estricto, y<br />
cuáles ahora se reconocen dentro de Phyllanthaceae,<br />
Picrodendraceae y Putranjivaceae (apéndices<br />
1 y 2).<br />
especies son endémicas (crecen exclusivamente<br />
en México). En Colima, Euphorbiaceae también<br />
es la quinta familia más diversa, después de<br />
Asteraceae, Fabaceae, Poaceae y Orchidaceae. Se<br />
registran 21 géneros y 98 especies de manera silvestre,<br />
de los cuales solamente un género<br />
(Ricinus) y dos especies (Euphorbia peplus y<br />
Ricinus communis) son originarias del Viejo<br />
Mundo, pero se han naturalizado en México, y<br />
por otro lado Ditaxis heterantha es una especie<br />
mexicana probablemente introducida en el<br />
estado. Una lista de los géneros y especies presentes<br />
en el estado se encuentra en los apéndices<br />
1 y 2<br />
A pesar de que Colima es la cuarta entidad federativa<br />
más pequeña del país tiene una relativa<br />
alta diversidad en euforbiáceas. En Sonora, por<br />
ejemplo, que es el segundo estado más grande<br />
del país, hay 16 géneros y 138 especies (Steinmann<br />
y Felger 1997), y en Aguascalientes, un<br />
estado ligeramente más grande que Colima, se<br />
encuentran 11 géneros y 58 especies (De la Cerda<br />
2010). Desafortunadamente no existen datos<br />
precisos para los estados vecinos a Colima, pero<br />
se estima que en Michoacán hay alrededor de 21<br />
géneros y 185 especies (Steinmann 2005).<br />
Diversidad<br />
México concentra gran diversidad para muchos<br />
grupos de plantas. Euphorbiaceae es la quinta<br />
familia más diversa del país, integrada por<br />
34 géneros y 724 especies que representan 3% de<br />
la flora vascular del país. Varios de sus géneros<br />
tienen un centro de diversificación en el país,<br />
incluyendo Cnidoscolus, Dalembertia, Euphorbia<br />
y Jatropha, y aproximadamente 58% de las<br />
Las euforbiáceas están ampliamente distribuidas<br />
en Colima, ocurren desde el nivel del mar hasta<br />
más de 2 000 msnm. Cabe mencionar que la ciudad<br />
de Manzanillo fue nombrada así en referencia<br />
a Hippomane mancinella, el manzanillo, un<br />
árbol común en la costa colimense. Los miembros<br />
de esta familia están presentes en todos los<br />
tipos de vegetación propuestos por Rzedowski<br />
(1978) que se encuentran en el estado, pero<br />
alcanzan la mayor diversidad y abundancia en el<br />
bosque tropical caducifolio.<br />
Euforbiáceas (Euphorbiaceae)<br />
239
Aunque no hay datos específicos para Colima,<br />
existen varios estudios que demuestran que<br />
Euphorbiaceae siempre es una de las familias<br />
más diversas en este tipo de vegetación (Gentry<br />
1995, Trejo 1998). En el bosque tropical caducifolio<br />
de la vecina región de Chamela, Jalisco, se<br />
hicieron transectos en los que Euphorbiaceae<br />
resultó ser la segunda familia más diversa después<br />
de Fabaceae (Lott et al. 1987, Lott y Atkinson<br />
2002). Por otro lado, en un estudio realizado<br />
en Minatitlán, Colima, donde la vegetación<br />
predominante es bosque mesófilo de montaña,<br />
las euforbiáceas resultaron el cuarto grupo más<br />
diverso (Padilla et al. 2008).<br />
Cabe resaltar que los géneros más diversos en<br />
Colima son justamente los que más especies tienen<br />
en el país. Según Steinmann (2002),<br />
en México hay 256 especies de Euphorbia<br />
(=Pedilanthus), 124 de Croton, 108 de Acalypha y<br />
48 de Jatropha. Por su parte, en el estado<br />
Euphorbia está representado por 34 especies,<br />
Croton por 16, Acalypha por 12, y en cuarto<br />
lugar tenemos a los géneros Jatropha y Manihot<br />
con cinco especies cada uno (apéndices 1 y 2). En<br />
cuanto al endemismo de especies, solamente dos<br />
crecen exclusivamente en Colima: Croton masonii<br />
y Euphorbia anthonyi; ambas restringidas a la<br />
isla Socorro, del archipiélago Revillagigedo.<br />
Sin embargo, cabe destacar que otras ocho especies<br />
son endémicas regionales (se conocen sólo<br />
en Colima y regiones adyacentes de Jalisco):<br />
Bernardia spongiosa, Cnidoscolus autlanensis,<br />
Croton cupulifer, C. tre mulifolius, Euphorbia<br />
macvaughii, Jatropha bartlettii, Manihot michaelis<br />
y Tragia pacifica. En cuanto a su distribución,<br />
sobresale que poco más de 50% de las especies<br />
presentes en el estado son endémicas de México.<br />
Además de los taxa registrados para Colima se<br />
espera que varios más estén presentes en el<br />
estado pero no han sido colectados aún; tal es el<br />
caso de Euphorbia campestris, que se ha colectado<br />
en la parte jalisciense del Nevado de Colima.<br />
Otras especies como Argythamnia lottiae, Mabea<br />
occidentalis, Alchornea latifolia, Chiropetalum<br />
schiedeanum, Euphorbia ariensis, E. mendezii,<br />
E. sphaerorhiza, E. tanquahuete y Tragia affinis,<br />
se encuentran en la vertiente pacífica de Jalisco,<br />
Michoacán o Guerrero, pero no se han documentado<br />
de Colima.<br />
Importancia<br />
Muchos miembros de Euphorbiaceae son económicamente<br />
importantes y algunas especies se<br />
cultivan de manera extensiva. La noche buena<br />
(Euphorbia pulcherrima), es una especie nativa<br />
de la vertiente pacífica de México (incluyendo<br />
Colima) y Guatemala, que se cultiva ampliamente<br />
en todo el mundo por sus llamativas brácteas.<br />
Otras especies no nativas de México que<br />
destacan por su valor ornamental son: Acalypha<br />
hispida, A. wilkesiana, Codiaeum variegatum,<br />
Jatropha multifida y varias especies suculentas<br />
del género Euphorbia, como E. tirucalli y<br />
E. neriifolia. Una de las plantas alimenticias más<br />
importantes a nivel mundial es la yuca o tapioca<br />
(Manihot esculenta); la chaya (Cnidoscolus<br />
chayamansa) se cultiva localmente y es apreciada<br />
por sus propiedades alimenticias y curativas;<br />
la higuerilla (Ricinus communis), se utiliza<br />
para extraer el aceite de ricino o aceite de castor<br />
para uso industrial y medicinal, y de la candelilla<br />
(Euphorbia antisyphilitica) se extrae cera.<br />
Algunas especies de Croton y Aleurites son fuentes<br />
de aceites y resinas, y el látex de algunas otras<br />
240 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Euphorbiaceae sirve como materia prima, por<br />
ejemplo el de Hevea brasiliensis es una fuente<br />
importante de caucho. De las especies no nativas<br />
más comunmente cultivadas en Colima destacan<br />
la cola de gato (Acalypha hispida), la chaya,<br />
el croto o croton (Codieum variegatum), y el<br />
árbol de dedos (Euphorbia tirucalli).<br />
Además, es una familia etnobotánicamente<br />
importante, ya que varias especies nativas de<br />
Colima se usan con diversos fines, tanto dentro<br />
del estado como en otras zonas. Pocas son comestibles,<br />
por ejemplo: las hojas de Euphorbia<br />
delicatula se usan como especia y las semillas del<br />
piñón (Jatropha curcas) y de Manihot crassisepala<br />
se comen como nueces. Otras euforbiáceas son<br />
medicinales, algunas especies de Acalypha (hierba<br />
del cáncer) se usan contra el cáncer, y el látex de la<br />
sangre de drago (Croton draco) se aplica para<br />
sanar heridas. El látex de varias Euphorbia se utiliza<br />
para eliminar mezquinos y calmar erupciones<br />
en la piel. Además, el látex de Cnidoscolus<br />
tepiquensis sirve para elaborar artesanías en<br />
Jalisco. Croton ciliatoglandulifer se usa para teñir<br />
lana y los tallos de algunas otras especies de este<br />
género (C. niveus y C. pseudoniveus) se aprovechan<br />
para hacer estacas. Por otro lado, existen<br />
especies venenosas como Hippomane mancinella<br />
y otras urticantes, como las de Cnidoscolus,<br />
Dalechampia y Tragia.<br />
Algunos géneros presentes en Colima cuentan<br />
con revisiones taxonómicas actualizadas: Adelia<br />
(De Nova et al. 2007), Cnidoscolus (Breckon<br />
1975), Croton (Webster 2001), Bernardia (Cervantes<br />
2002), Dalechampia (Webster y Armbruster<br />
1991), Argythamnia subgénero Ditaxis<br />
(Ramírez-Amezcua y Steinmann, 2013), algunos<br />
grupos de Euphorbia (Dressler 1957, Huft 1979,<br />
Ramírez 1997), Manihot (Rogers y Appan 1973)<br />
y Tragia (Utrecho 1996). Además hay tres trabajos<br />
preliminares para la familia en la región de<br />
Nueva Galicia (McVaugh 1961, 1993, 1995), dos<br />
artículos generales sobre las euforbiáceas mexicanas<br />
(Martínez-Gordillo et al. 2002, Steinmann<br />
2002) y un listado global (Govaerts et al. 2000).<br />
Sin embargo, todavía falta mucho por hacer y la<br />
mayoría de los grupos no se han tratado desde<br />
principios de 1900.<br />
Conclusiones<br />
Desafortunadamente, existe muy poca información<br />
sobre el estado de conservación de las<br />
euforbiáceas de Colima y de México en general;<br />
han sido muy ignoradas en este sentido. Por<br />
ejemplo, la norma nom-059-semarnat-2010<br />
(semarnat 2010) solamente contiene 13 especies<br />
de Euphorbiaceae. Una de ellas, Croton<br />
wilburii (sinónimo de Croton guatemalensis),<br />
está escasamente representada en Colima (sujeta<br />
a protección especial, Pr). Otra incluida en esta<br />
norma y presente en el estado es Cnidoscolus<br />
autlanensis (Pr). Es importante analizar el<br />
estado de conservación y determinar si requieren<br />
algún tipo de protección o manejo las<br />
siguientes especies: Acalypha umbrosa, Bernardia<br />
spongiosa, Cnidoscolus autlanensis, Croton<br />
cupulifer, C. masonii, C. tremulifolius, C. ynesae,<br />
Euphorbia anthonyi, E. macvaughii, Jatropha<br />
bartlettii, Manihot michaelis y Tragia pacifica.<br />
Por otra parte, aún hace falta realizar exploraciones<br />
en campo, especialmente en el bosque<br />
tropical caducifolio, que es el ecosistema donde<br />
las euforbiáceas alcanzan su mayor diversidad<br />
y es el tipo de vegetación dominante en Colima.<br />
Euforbiáceas (Euphorbiaceae)<br />
241
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Euforbiáceas (Euphorbiaceae)<br />
243
Rubiáceas<br />
(Rubiaceae)<br />
Ramón Cuevas-Guzmán<br />
Clotilde Rodríguez-Guerrero<br />
Nora Minerva Núñez-López<br />
Introducción<br />
Rubiaceae es la familia de plantas vasculares a la cual pertenecen el café,<br />
las gardenias y la quina. Se trata de una de las familias más grandes de<br />
plantas con flores; las estimaciones oscilan entre los 550 y 650 géneros y<br />
de 9 mil a 13 mil especies (Judd et al. 2002, Borhidi 2006, Heywood et al.<br />
2007), lo cual la ubica como la cuarta o quinta familia más grande a nivel<br />
mundial, comparable en importancia con las gramíneas. Aunque es posible<br />
encontrar miembros de esta familia casi en cualquier parte del mundo,<br />
la mayor diversidad y biomasa se concentra en las regiones tropicales y<br />
subtropicales (Judd et al. 2002, Heywood et al. 2007), con frecuencia es la<br />
familia con mayor riqueza de especies leñosas en los bosques tropicales<br />
húmedos (Wendt 1998, Heywood et al. 2007).<br />
Descripción<br />
Las rubiáceas, fundamentado en datos morfológicos, anatómicos y análisis<br />
filogenéticos moleculares, pertenecen al orden Gentianales, para el<br />
cual se registran cinco familias, cerca de mil géneros y unas 14 mil especies<br />
(Judd et al. 2002, Soltis et al. 2005). Las familias de este orden tienen<br />
en común la presencia de punteaduras revestidas, estípulas interpeciolares<br />
(entre los peciolos) con cabellos glandulares gruesos en su parte<br />
interna, corolas convolutas (enrolladas) en botón y la presencia de alcaloides<br />
(Soltis et al. 2005). Rubiaceae es hermana de las familias restantes del<br />
clado: Apocynaceae, Gelsemiaceae, Gentianaceae y Loganiaceae, las cua-<br />
244<br />
Cuevas-Guzmán, R., C. Rodríguez-Guerrero y N.M. Núñez-López. 2016. Rubiáceas (Rubiaceae) en: La Biodiversidad<br />
en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 244-251.
les comparten la presencia de floema intraxilar,<br />
mientras que Rubiaceae carece de floema interno<br />
(Judd et al. 2002, Soltis et al. 2005).<br />
Las rubiáceas son hierbas anuales o perennes, y<br />
cuando son leñosas existen como árboles, arbustos<br />
o bejucos. Algunas especies se comportan<br />
como epífitas o geófitas, rara vez son suculentas<br />
o acuáticas y pueden ser inermes o tener espinas;<br />
comúnmente presentan iridoides (agrupan una<br />
serie de monoterpenos bicíclicos (C 10<br />
) que se utilizan<br />
para actividades farmacológicas como<br />
antiinflamatorios, antimicrobianos, etc.) o alcaloides<br />
(metabolitos secundarios que tienen propiedades<br />
psicoativas) y rafidios (oxalato de<br />
calcio).<br />
Presentan hojas opuestas o verticiladas, simples<br />
y casi siempre enteras; estípulas generalmente<br />
interpeciolares, persistentes o caducas, frecuentemente<br />
soldadas, ocasionalmente foliáceas,<br />
comúnmente con pelos glandulares gruesos<br />
sobre la superficie adaxial; son flores bisexuales<br />
(con los dos sexos en la misma flor), rara vez unisexuales,<br />
heterostílicas (con estilos de tamaño<br />
diferente en las flores); sépalos y pétalos soldados,<br />
el cáliz está unido al ovario, formando el<br />
hipantio (fusión de las bases de los verticilios florales<br />
inferiores) o rara vez libre del ovario; corola<br />
gamopétala (cuando los pétalos están soldados<br />
total o parcialmente), actinomorfa (con simetría<br />
radial), rara vez zigomorfa (un solo plano de<br />
simetría), los pétalos valvados, imbricados o<br />
contortos (torcido o retorcido); estambres en el<br />
mismo número que los lóbulos de la corola y<br />
alternos con ellos, soldados con la corola, ya sea<br />
dentro de ellas o en su garganta; disco por arriba<br />
del ovario en la parte interna del cáliz, usualmente<br />
funcionando como nectario; ovario es<br />
ínfero, usualmente bicarpelar, algunas veces<br />
presenta cinco o más, soldados; placentación<br />
parietal o algunas veces axilar; uno a muchos<br />
óvulos por lóculo, estilo simple a 2-10 lobulado;<br />
fruto indehiscente (que no abre), bayas o drupas,<br />
o dehiscente (que abre), cápsulas o mericarpos;<br />
con frecuencia las semillas aladas (Judd et al.<br />
2002, Borhidi 2006, Heywood et al. 2007).<br />
Con base en la información molecular, hay coincidencia<br />
en señalar que Rubiaceae es una familia<br />
monofilética (los miembros de la familia tienen<br />
un origen común) (Judd et al. 2002, Borhidi<br />
2006, Heywood et al. 2007), reconociéndose tres<br />
subfamilias: Rubioideae con 15 tribus, Cinchonoideae<br />
con 11 e Ixoroideae con 12, aunque<br />
recientemente se ha separado la subfamilia Urophylloideae<br />
con dos tribus (Anderson y Rova<br />
1999, Borhidi 2006).<br />
Distribución<br />
Las rubiáceas son de distribución cosmopolita,<br />
aunque hay una marcada preferencia por las<br />
zonas tropicales y subtropicales, mientras que<br />
pocas especies herbáceas se encuentran en las<br />
regiones frías de ambos hemisferios (Heywood<br />
et al. 2007). Altitudinalmente se encuentran<br />
especies desde el nivel del mar hasta las altas<br />
montañas, a más de 4 000 msnm, aunque la<br />
mayor riqueza de géneros y especies ocurre por<br />
debajo de los 1 500 m de altitud. Se encuentran<br />
en todos los tipos de vegetación reconocidos en el<br />
país, incluyendo las dunas costeras y la vegetación<br />
acuática, aunque su mayor diversidad, sobre<br />
todo de especies leñosas, se presenta en los bosques<br />
tropicales húmedos y secos. Varias especies,<br />
sobre todo herbáceas, han evolucionado para<br />
Rubiáceas (Rubiaceae)<br />
245
desarrollarse en áreas que presentan perturbaciones<br />
por actividades humanas. Las rubiáceas,<br />
en su mayoría son consideradas especies iteróparas<br />
(se reproducen más de una vez a lo largo de su<br />
vida), aunque un buen contingente, sobre todo en<br />
áreas con fuertes perturbaciones, han evolucionado<br />
para comportarse como semélparas (que se<br />
reproducen varias veces a lo largo de su vida) y<br />
generalmente como estrategas r; es decir, son<br />
anuales o de periodos de vida cortos, se reproducen<br />
una sola vez y los individuos mueren, no sin<br />
antes dejar una gran cantidad de semillas para<br />
continuar con la perpetuidad de la especie.<br />
Diversidad de rubiáceas<br />
Recientemente se han reconocido 17 tribus, 103<br />
géneros, 585 especies y 31 unidades infraspecíficas<br />
de rubiáceas para México (Borhidi 2006), lo<br />
cual coloca a la familia como la cuarta más rica<br />
para el país, por su número de géneros (Borhidi<br />
2006), y la séptima con más especies (Rzedowski<br />
1991, Villaseñor 2003, Borhidi 2006). De los 103<br />
géneros, 99 son nativos y cuatro adventicios, y se<br />
considera que el porcentaje de especies exóticas<br />
no supera 1.5% del total de las especies del grupo<br />
(Borhidi 2006).<br />
Los géneros con más especies en México corresponden<br />
a Psychotria (68 especies), Arachnothryx<br />
(56), Galium (42), Randia (42) y Bouvardia (40) y<br />
varios de ellos se considera que tienen su centro<br />
de diversificación en este país (Borhidi 2006).<br />
Los estados con mayor riqueza de especies en la<br />
República Mexicana corresponden a Oaxaca (99<br />
especies), Guerrero (73), Veracruz (58), Chiapas<br />
(50), Jalisco (41), Hidalgo y Michoacán (28) y<br />
Sinaloa (25) (Borhidi 2006).<br />
Restringen su distribución a México 15 géneros<br />
y 278 especies, siendo los estados de Oaxaca<br />
(42 taxones), Chiapas (22), Baja California y<br />
Guerrero (18 cada uno), donde se presenta los<br />
mayores endemismos. Los géneros que presentan<br />
más especies endémicas en México son<br />
Arachnothryx, Bouvardia, Randia, Galium y<br />
Deppea (Borhidi 2006). En el estado de Jalisco se<br />
registran siete especies endémicas y ninguna<br />
para Colima (Borhidi 2006).<br />
Entre las investigaciones que han registrado<br />
especies de rubiáceas en Colima se encuentra la<br />
de Vázquez et al. (1995), quienes señalan la presencia<br />
de seis géneros y ocho especies en la parte<br />
de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán,<br />
dentro del estado. Padilla et al. (2006) en su tratado<br />
de la flora arbórea del estado de Colima,<br />
mencionan la presencia de 13 géneros y 23 especies<br />
de árboles, mientras que Padilla et al. (2008),<br />
en un estudio florístico de una de las zonas más<br />
diversas del estado, señalan la presencia de 14<br />
géneros y 25 especies (apéndices 1 y 2).<br />
En el tratado taxonómico Rubiáceas de México,<br />
Borhidi (2006) reporta 16 géneros y 32 especies,<br />
mientras que en la presente investigación se<br />
registran 29 géneros, 60 especies y cuatro unidades<br />
infraespecíficas para Colima (apéndice 1),<br />
estos guarismos representan 30% de los géneros<br />
y 11% de las especies de México.<br />
La riqueza de especies registradas en Colima, de<br />
acuerdo con la información proporcionada en<br />
Borhidi (2006), es más o menos de las mismas<br />
dimensiones que la de Veracruz y Chiapas;<br />
mayor a la de los estados de Hidalgo, Michoacán<br />
y Sinaloa, aunque inferior a la de Oaxaca y Guerrero.<br />
Sin duda estas relaciones se verán modifi-<br />
246 DIVERSIDAD DE ESPECIES
cadas conforme se intensifiquen los estudios del<br />
grupo taxonómico en las entidades señaladas,<br />
sobre todo en Veracruz, Chiapas y Michoacán.<br />
La riqueza de rubiáceas en el estado podría atribuirse<br />
a diferentes condiciones: a) su gran heterogeneidad<br />
ambiental; b) su amplio gradiente<br />
altitudinal en una distancia pequeña; c) la mayor<br />
parte de su superficie se encuentra en la Sierra<br />
Madre del Sur, considerada una de las zonas<br />
fisiográficas más diversas de México; d) la presencia<br />
de clima cálido subhúmedo en aproximadamente<br />
81% de su superficie (spp 1981); e) 78%<br />
de la superficie que actualmente tiene zonas boscosas<br />
se encuentra cubierta con bosque tropical<br />
caducifolio y subcaducifolio (Palacio-Prieto et<br />
al. 2000); y f) 48% de la superficie de la entidad<br />
presenta un mosaico creado por los humanos,<br />
compuesto por áreas de agricultura, ganadería y<br />
zonas urbanas (Palacio-Prieto et al. 2000).<br />
Ocho géneros concentran 40 especies (63%);<br />
aquellos que registran más especies son Randia<br />
(10 especies), Bouvardia (6), Crusea (7), Borreria<br />
(5), Arachnotryx (4) y Hamelia (3). Algunos de<br />
los géneros más ricos en especies dentro de<br />
Colima corresponden a los registrados en<br />
México, tales como Randia, Bouvardia y<br />
Arachnotryx.<br />
Existe una diferencia notable con Psychotria, el<br />
género más rico en México y que sólo presenta<br />
dos especies en Colima; esta notable diferencia<br />
podría atribuirse a la ausencia de bosque tropical<br />
lluvioso en Colima, tipo de vegetación en el<br />
cual Psychotria alcanza su mayor radiación. De<br />
las 60 especies registradas, 58 son nativas y dos<br />
introducidas, una de las cuales (Coffea arabica)<br />
es ampliamente cultivada.<br />
Fitogeografía de las rubiáceas<br />
De las 60 especies que se registran para Colima,<br />
24 restringen su distribución al territorio nacional,<br />
pero sólo Arachnotryx manantlanensis es de<br />
distribución muy restringida, ya que ha sido<br />
recolectada solamente en dos o tres municipios<br />
en el estado de Jalisco y en el municipio de Minatitlán<br />
en Colima. Ocho especies extienden su<br />
distribución desde Estados Unidos hasta Sudamérica,<br />
una va desde Estados Unidos a México<br />
sin traspasar la frontera meridional del último,<br />
18 van de México a Panamá o algún país entre<br />
ambos (por lo general incluyendo Las Antillas),<br />
y ocho van desde México hasta Sudamérica.<br />
Cuatro especies traspasan las fronteras del continente<br />
americano, de las cuales dos fueron traídas<br />
de África (Coffea arabica) y Australia<br />
(Dentella repens). Borreria verticillata parece<br />
haber sido llevada de América y se ha naturalizado<br />
en África y Asia, mientras que la distribución<br />
natural de Cephalanthus occidentalis parece<br />
incluir Norteamérica y el sur de Asia. De las<br />
especies endémicas a México la mayor proporción<br />
corresponde a Bouvardia, ya que de las siete<br />
especies registradas para Colima seis de ellas son<br />
endémicas al territorio nacional (apéndice 1) y<br />
cuatro se conocen sólo en la Sierra Madre del<br />
Sur. Borreria nesiotica es una especie endémica<br />
de Baja California y la isla Socorro.<br />
Importancia económica<br />
Los miembros de la familia rubiácea no son tan<br />
importantes económicamente como lo son las<br />
gramíneas, las leguminosas o los pinos, pero<br />
Coffea arabica y C. canephora, que son la fuente<br />
de la bebida denominada café, son el medio de<br />
Rubiáceas (Rubiaceae)<br />
247
subsistencia de alrededor de 100 millones de<br />
personas en el mundo (Heywood et al. 2007).<br />
Además del café se reportan usos para las<br />
siguientes especies de rubiáceas: la quinina<br />
(Cinchona spp.) fue un importante material<br />
profiláctico y curativo, principalmente en el tratamiento<br />
de la malaria; la ipecacuena, derivada<br />
de Carapichea ipecacuanha o algunas especies<br />
de Psychotria, se utiliza como amoebicida,<br />
vomitivo y expectorante, mientras que de<br />
Paucinystalia johimbe se extrae la yombina, la<br />
cual se emplea como afrodisíaco en humanos y<br />
en veterinaria. Hintonia latiflora se utiliza<br />
ampliamente con propósitos curativos, ya que a<br />
su corteza se le atribuyen propiedades anticancerígenas,<br />
cicatrizantes y se dice que en infusión<br />
es un buen estimulador para que salga y<br />
crezca el cabello.<br />
Extractos de especies de Gardenia son insumos<br />
para la industria de la perfumería, mientras que<br />
especies de Bouvardia, Gardenia, Randia,<br />
Serissa, Hedyotis, Crusea, Hamelia, Ixora,<br />
Manettia, Mussaenda, Rondeletia y Warszewicia<br />
son utilizadas con fines ornamentales (Judd<br />
et al. 2002, Heywood et al. 2007). Randia armata<br />
y R. tetracantha se utilizan algunas veces para<br />
cercos vivos, los tallos de Exostema caribaeum y<br />
Solenandra mexicana para postes y morillos,<br />
mientras que a Sommera grandis se le ha observado<br />
como árbol de sombra en casas y cafetales.<br />
El caso de Coffea arabica requiere una mención<br />
especial, pues es la principal especie de Rubiaceae<br />
que se cultiva, la cual, para desarrollarse<br />
adecuadamente y producir frutos, requiere altitudes<br />
entre 600 y 1 200 m y precipitaciones anuales<br />
promedio de 1 500 a 2 500 mm, sin heladas o<br />
sequías prolongadas (Moguel y Toledo 2004). La<br />
cafeticultura en nuestro país se considera como<br />
una actividad fundamental debido a que permite<br />
la integración de cadenas productivas,<br />
genera divisas y empleos, es el modo de subsistencia<br />
de pequeños productores (grupos indígenas),<br />
y tiene un impacto importante sobre la<br />
ecología de los bosques donde se cultiva (Escamilla<br />
et al. 2005).<br />
A nivel internacional, México aporta 5% del<br />
volumen de café, situándose dentro de los cinco<br />
primeros productores, por debajo de países<br />
como Brasil, Colombia, Indonesia y Vietnam,<br />
sin embargo, ocupa el primer lugar como exportador<br />
de café orgánico certificado (Mas et al.<br />
2007). Actualmente, el café se cultiva en 12 estados<br />
de la República Mexicana (Aguirre 1999,<br />
Bolaños et al. 2004, Sistema Producto Café 2006,<br />
Mas et al. 2007), dentro de una superficie aproximada<br />
de 684 000 ha, en 400 municipios e involucrando<br />
alrededor de 487 000 productores<br />
(Sistema Producto Café 2006). En los estados de<br />
Chiapas, Oaxaca y Veracruz se genera 72% de la<br />
producción, 24% en Puebla, Guerrero, Hidalgo y<br />
San Luis Potosí, y el restante 4% se produce en<br />
los estados de Nayarit, Colima, Jalisco, Querétaro<br />
y Tabasco (Mas et al. 2007).<br />
De acuerdo con el Padrón Nacional Cafetalero,<br />
en el 2006 la superficie con este cultivo en Colima<br />
ascendió a 1 279 ha (Sistema Producto Café<br />
2006), y el estado cuenta con dos regiones cafetaleras:<br />
la primera en los municipios de Comala,<br />
Cuauhtémoc y Villa de Álvarez, con 56% de la<br />
superficie; la segunda la constituyen los municipios<br />
de Minatitlán y Manzanillo, con 44% de la<br />
superficie restante. Los rendimientos por hectárea<br />
varían de cuatro a seis quintales (Gordillo<br />
2005, Sistema Producto Café 2006). En el estado<br />
248 DIVERSIDAD DE ESPECIES
se cuenta con 15 organizaciones legalmente<br />
constituidas, de las cuales 12 corresponden a<br />
sociedades de producción, dos a la Unión de Ejidos<br />
y la restante a una empresa integradora (Sistema<br />
Producto Café 2006).<br />
El cultivo del café tiene un impacto importante<br />
sobre los ecosistemas boscosos, ya que si bien es<br />
un cultivo de media sombra, éste se lleva a cabo<br />
en bosque tropical perennifolio, subcaducifolio y<br />
mesófilo de montaña. Sin embargo, a pesar de<br />
que el cultivo del café promueve la conservación<br />
de varias especies del estrato arbóreo superior,<br />
los bosques evidentemente se ven modificados<br />
en su estructura y composición florística (Villavicencio<br />
y Valdez 2003).<br />
Importancia ecológica<br />
Las rubiáceas han evolucionado ecológicamente<br />
con preferencia por las zonas tropicales y húmedas,<br />
donde presentan su mayor riqueza, aunque<br />
algunos géneros están bien diversificados en las<br />
zonas subtropicales o templadas dentro del cinturón<br />
intertropical.<br />
De las 60 especies registradas en el estado, 35 se<br />
han encontrado en un solo tipo de vegetación, 22<br />
en dos o tres, y cuatro se presentan en más de tres<br />
comunidades vegetales. De las especies 50% se<br />
consignan al bosque tropical caducifolio y subcaducifolio,<br />
16% al bosque mesófilo de montaña,<br />
13% a vegetación secundaria, 12% al bosque de<br />
Quercus y el resto al bosque de galería y bosque<br />
de Pinus-Quercus (apéndice 1).<br />
Hay especies que son exclusivas de un tipo de<br />
comunidad vegetal, como Augusta rivalis, la cual<br />
siempre se encuentra ligada a corrientes de agua<br />
en bosque de galería o vegetación riparia. Las<br />
especies de Borreria prefieren la vegetación<br />
secundaria, Exostema caribaeum tiene una marcada<br />
preferencia por el bosque tropical caducifolio,<br />
mientras que Gonzalagunia panamensis la<br />
tiene por el bosque tropical subcaducifolio y<br />
Psychotria horizontalis por el bosque mesófilo de<br />
montaña. Las especies que muestran gran amplitud<br />
ecológica, registrándose en más de tres tipos<br />
de vegetación, incluyen a Guettarda elliptica,<br />
Hamelia xorullensis, Randia aculeata y Richardia<br />
scabra (apéndice 1).<br />
Ecológicamente también debe resaltarse la<br />
importancia de las rubiáceas por sus síndromes<br />
de polinización: las flores han desarrollado<br />
estructuras florales y producción de néctar en<br />
formas muy variadas y especializadas, adecuadas<br />
para ser polinizadas por mariposas, polillas,<br />
moscas, aves y murciélagos (Judd et al. 2002).<br />
Estado de conservación<br />
En la lista roja de la Unión Internacional para la<br />
Conservación de la Naturaleza (uicn), no se<br />
consigna ninguna de las especies de rubiáceas de<br />
Colima. En la Norma Oficial Mexicana nom-<br />
059-semarnat-2010, se señalan Arachnotryx<br />
manantlanensis (Rondeletia manan tlanensis),<br />
Balmea stormae, Bouvardia capitata y B.<br />
loesneriana bajo la categoría de protección<br />
especial, de las cuales sólo B. stormae pasa las<br />
fronteras de México y llega hasta Guatemala, las<br />
tres restantes son endémicas a México y A.<br />
manantlanensis tiene una distribución muy<br />
restringida en Jalisco y Colima.<br />
Rubiáceas (Rubiaceae)<br />
249
La estrategia de conservación de rubiáceas del<br />
estado implica mantener el hábitat en que ellas<br />
se desarrollan. Conservar poblaciones de<br />
Arachnotryx manatlanensis, la especie de distribución<br />
más restringida de las rubiáceas de<br />
Colima, requiere de mantener los escasos bosques<br />
mesófilos que existen en esta entidad federativa<br />
y donde el taxón crece, acompañado de la<br />
estrategia de reproducción de la especie en viveros,<br />
ya que tiene potencial para emplearse como<br />
planta ornamental.<br />
Si consideramos que 50% de las especies de<br />
Rubiaceae de Colima se desarrollan en bosque<br />
tropical caducifolio y subcaducifolio, se requerirá<br />
establecer estrategias de conservación de<br />
estas comunidades vegetales, con lo cual se<br />
garantizará la conservación del hábitat para al<br />
menos la mitad de las especies de rubiáceas de la<br />
entidad.<br />
Teniendo en cuenta la importancia que reviste el<br />
cultivo del café en el estado y las divisas económicas<br />
que genera, es un agroecosistema que<br />
debiera mantenerse, ya que su sistema de cultivo<br />
permite la conservación de cuando menos el<br />
estrato arbóreo y arbustos altos de especies de<br />
varias familias, incluyendo especies de Rubiaceae<br />
de Randia, Arachnotryx y Sommera.<br />
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Rubiáceas (Rubiaceae)<br />
251
Raymundo Ramírez-Delgadillo (†)<br />
Sapindales<br />
Jesús Jacqueline Reynoso-Dueñas<br />
Hilda Julieta Arreola-Nava<br />
Introducción<br />
Las Sapindales son un orden de plantas dicotiledóneas, genéticamente<br />
próximo a las Rosales; en las clasificaciones actuales incluyen, entre otras,<br />
a las familias de cítricos y zapote blanco (Rutaceae), mango y ciruelo<br />
(Anacardiaceae), incienso, copales y papelillos (Burseraceae), caoba y<br />
cedro rojo (Meliaceae), lichis y bolitario (Sapindales), tamarindillo<br />
(Simaroubaceae) y guayacán (Zygophyllaceae).<br />
Este trabajo documenta el conocimiento actual sobre las Sapindales en el<br />
estado. La información presentada es el resultado de la revisión del Herbario<br />
Luz María Villarreal de Puga, del Instituto de Botánica de la Universidad<br />
de Guadalajara (ibug), así como de la consulta de artículos y<br />
monografías de las familias que integran este orden.<br />
Descripción<br />
El orden Sapindales incluye arbustos, algunas veces bejucos o herbáceas.<br />
En el caso de los arbustos presentan cortezas lisas, fisuradas o que<br />
se desprenden en placas, con canales resiníferos, algunos de ellos con<br />
aromas agradables; algunas especies se caracterizan por presentar hojas<br />
compuestas, rara vez simples, con o sin glándulas aromáticas; flores dispuestas<br />
en inflorescencias, ya sea en racimos o panículas, con cáliz y<br />
corola de cinco partes, de color variable pero principalmente blanco,<br />
blanco-amarillento a violeta; poseen dos hileras de estambres, un disco<br />
252<br />
Ramírez-Delgadillo, R., J.J. Reynoso-Dueñas y H.J. Arreola-Nava. 2016. Sapindales. En: La Biodiversidad en Colima.<br />
Estudio de Estado. conabio. México, 252-257.
nectarífero a veces reducido a glándulas internas;<br />
el ovario es súpero, poseen una variedad de<br />
frutos que pueden ser drupas (fruto carnoso<br />
con un solo hueso), cápsula (fruto sincárpico,<br />
seco y usualmente dehiscente), hesperidios<br />
(fruto de los cítricos, es una baya de epicarpio<br />
grueso y esponjoso, dividido en secciones<br />
envueltas en telillas membranosas) o sámaras<br />
(fruto seco indehiscente cuyo pericarpio se<br />
halla extendido a modo de ala a fin de facilitar<br />
su dispersión). Las familias que integran este<br />
orden son ampliamente reconocidas ya que de<br />
ellas se utilizan sus frutos comestibles, como<br />
los cítricos (en especial del limón que es un<br />
fruto muy importante para la región de Tecomán,<br />
Colima), el mango, la ciruela, el lichi, el<br />
zapote blanco o, por su importancia en la ebanistería,<br />
las maderas preciosas como el caso de<br />
la caoba, el cedro rojo, el culebro y el guayacán.<br />
En los sistemas de clasificación tradicionales<br />
más utilizados (Cronquist 1981, 1988), el orden<br />
Sapindales incluye a las familias Burseraceae,<br />
Sapindaceae, Meliaceae, Rutaceae, Simaroubaceae<br />
y Zygophyllaceae. La clasificación más reciente<br />
(APG II 2003), sólo difiere en la familia<br />
Zygophyllaceae que corresponde a Eurosidas I.<br />
Una de las diferencias más importantes es la<br />
inclusión de la familia Julianiaceae como parte<br />
de Anacardiaceae, mientras que en el sistema de<br />
Cronquist, ésta se mantiene separada como una<br />
familia (Cronquist 1981, 1988) (cuadro 1).<br />
Riqueza de especies, endemismos<br />
y estado de conservación<br />
En el mundo, las Sapindales se encuentran integradas<br />
por 15 familias y cerca de 5 400 especies.<br />
Para Colima se contabilizan 46 especies en 31<br />
géneros y seis familias (apéndice 1). No se incluye<br />
a la familia Burseraceae ya que es tratada de<br />
manera separada en este libro. Las familias más<br />
ricas en especies corresponden a las sapindáceas,<br />
CUADRO 1. osición taonómica de las apindales, segn dos dierentes esquemas de clasificación.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Cronquist (1981, 1988) APG 2003<br />
Magnoliophyta<br />
Magnoliopsida<br />
Rosidae<br />
Sapindales<br />
Anacardiaceae, Burseraceae, Meliaceae,<br />
Rutaceae, Julianaceae, Simaroubaceae,<br />
Sapindaceae y Zygophyllaceae<br />
Angiospermas<br />
Eudicotiledóneas<br />
“Core” eudicotiledóneas<br />
Rosidas<br />
Eurosidas II<br />
Sapindales: Anacardiaceae (con Julianaceae), Burseraceae,<br />
Meliaceae, Rutaceae, Simaroubaceae, Sapindaceae<br />
Eurosidas I: Zygophyllaceae<br />
Sapindales<br />
253
con 13 especies en ocho géneros, y las anacardiáceas<br />
con 11 especies en nueve géneros, el resto de<br />
las familias se muestran en el cuadro 2.<br />
CUADRO 2. Riqueza de especies de las Sapindales.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Familia Géneros Especies<br />
Sapindaceae 8 13<br />
Anacardiaceae 9 11<br />
Meliaceae 4 7<br />
Rutaceae 4 6<br />
Simaroubaceae 3 5<br />
Zygophyllaceae 3 4<br />
Respecto a endemismos, los miembros de estas<br />
familias se encuentran restringidos a diferentes<br />
extensiones; 31 especies (68%) de las que constituyen<br />
el orden presentan una distribución amplia<br />
(México, Centro y Sudamérica), 14 (30%) se restringen<br />
al occidente de México (desde Sinaloa<br />
hasta Guerrero) y sólo una especie (2%) se encuentra<br />
restringida a Colima, Jalisco y Michoacán.<br />
Las especies protegidas por la nom-059-semarnat-2010<br />
(semarnat 2010) y que se distribuyen<br />
en el estado incluyen al culebro (Astronium<br />
graveolens, Anacardiaceae) con la categoría amenazada<br />
(A) y al guayacán (Guaiacum coulteri,<br />
Zygophyllaceae) con categoría protección especial<br />
(Pr), ambas especies se distribuyen más allá<br />
de las fronteras de México. Por otra parte, dos<br />
especies se encuentran en el Apéndice II de la<br />
cites: el cóbano Swietenia humilis y el guayacán<br />
Guaiacum coulteri (cites 2008).<br />
Distribución y hábitats<br />
A continuación se describen los tipos de vegetación<br />
asociados a las diferentes familias de Sapindales,<br />
siguiendo los esquemas propuestos por<br />
Rzedowski (1986) y Rzedowski y McVaugh (1966):<br />
Anacardiaceae (incluyendo Julianaceae)<br />
Principalmente formando parte del bosque tropical<br />
caducifolio se encuentran las especies:<br />
Amphipterygium adstringens y A. glaucum (cuachalalates),<br />
Cyrtocarpa procera (copalcojote),<br />
Spondias purpurea (ciruela), S. mombin (jobo) y<br />
Comocladia engleriana (hincha huevos), especies<br />
que se desarrollan en suelos de origen<br />
volcánico, mientras que Pseudosmodigium<br />
perniciosum (hincha huevos) sólo se presenta en<br />
suelos calcáreos. En el bosque tropical subcaducifolio<br />
se presentan Astronium graveolens (culebro)<br />
y S. mombin (jobo). En lo que respecta a los<br />
bosques de Quercus, de coníferas y mesófilo de<br />
montaña, se registra a Rhus terebenthifolia (agritos)<br />
y Toxicodendron radicans subsp. barkleyi<br />
(hiedra venenosa).<br />
Meliaceae<br />
La especies de esta familia forman parte principalmente<br />
del bosque tropical caducifolio, incluyendo<br />
Cedrela salvadorensis, Swietenia humilis<br />
(cóbano) y Trichilia americana (periquillo). En el<br />
bosque tropical subcaducifolio se encuentra<br />
Guarea glabra (ambarito o periquillo), mientras<br />
que Trichilia trifolia subsp. palmeri se encuentra<br />
en sitios de transición (ecotonos) entre el bosque<br />
tropical subcaducifolio y el bosque espinoso.<br />
Cabe hacer notar que tanto Trichilia havanensis<br />
como T. hirta son parte del bosque tropical<br />
caducifolio, pero en ocasiones se localizan en<br />
áreas de ecotono con el bosque de Quercus.<br />
254 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Simaroubaceae<br />
Esta es una familia con especies distribuidas<br />
tanto en la región tropical como templada. En el<br />
bosque tropical caducifolio encontramos a<br />
Alvaradoa amorphoides (sarcillo o tamarindillo)<br />
y Picrasma mexicana, mientras que Recchia<br />
mexicana está presente en sitios cercanos a<br />
dunas costeras. En ecotonos entre el bosque tropical<br />
subcaducifolio y en bosque mesófilo de<br />
montaña, es frecuente encontrar a Picramnia<br />
guerrerensis (cafecillo) y P. antidesma (colorín).<br />
Esta familia en México está integrada por ocho a<br />
nueve géneros y cerca de 23 especies (Medina y<br />
Chiang 2001).<br />
Rutaceae<br />
Especies de esta familia se encuentran formando<br />
parte del bosque tropical caducifolio: Ptelea<br />
trifoliata (palo zorrillo), Casimiroa edulis (zapote<br />
blanco), Zanthoxylum fagara (pochotillo). Por su<br />
parte, Z. insulare y Z. mollissimum forman parte<br />
del bosque tropical subcaducifolio, mientras que<br />
Ptelea trifoliata (palo zorrillo) se encuentra presente<br />
en el ecotono entre el bosque de Quercus y<br />
el bosque tropical caducifolio.<br />
Sapindaceae<br />
Las especies dentro de esta familia se encuentran<br />
formando parte principalmente del bosque tropical<br />
caducifolio, destacan: Cardiospermum<br />
halicacabum, Sapindus saponaria (bolitario),<br />
Thouinia serrata (guayabillo) y varias especies<br />
del género Serjania. En el bosque tropical subcaducifolio<br />
se encuentran las especies Cupania<br />
dentata, C. macrophylla, Paullinia sessiliflora<br />
(guamuchilillo cimarrón), en tanto que<br />
Thouinidium decandrum crece en sitios cercanos<br />
a orillas de arroyos. Dodonaea viscosa (jarilla)<br />
ocupa áreas de ecotono entre el bosque de<br />
Quercus y el bosque tropical caducifolio, encontrándose<br />
de muy frecuete en áreas donde ha<br />
existido disturbio.<br />
Zygophyllaceae<br />
Las especies que integran esta familia son principalmente<br />
tropicales, aunque algunas herbáceas<br />
se localizan formando parte del bosque de Quercus.<br />
En el bosque tropical caducifolio y subcaducifolio<br />
se encuentra Guaiacum coulteri (guayacán),<br />
mientras que en áreas abiertas de estos<br />
tipos de vegetación crecen Kallstroemia maxima,<br />
K. rosei y Tribulus cistoides. Estas últimas especies<br />
pueden encontrarse también en sitios arenosos,<br />
ya sea en áreas perturbadas o como parte de<br />
dunas costeras.<br />
Importancia económica<br />
y ecológica<br />
Especies ponzoñosas<br />
Las especies conocidas como hincha huevos<br />
(Comocladia engleriana y Pseudosmodigium<br />
perniciosum) y la hiedra venenosa (Toxicodendron<br />
radicans), pertenecen a la familia Anacardiaceae<br />
y se conocen por producir reacciones cutáneas<br />
alérgicas al contacto con su corteza y sus hojas,<br />
debido a la presencia de compuestos fenólicos en<br />
las resinas, a eso se debe el nombre que reciben;<br />
causan daño en la forma de dermatitis e hinchazones<br />
que en ocasiones pueden derivar en la hospitalización<br />
del paciente.<br />
Especies comestibles<br />
La mayoría de las familias que integran el orden<br />
Sapindales presentan frutos comestibles que son<br />
de importancia económica local o regional, como<br />
es el caso de la ciruela (Spondias purpurea) cuyos<br />
Sapindales<br />
255
frutos amarillos o rojos son muy apetecidos.<br />
Entre las especies silvestres que son utilizadas<br />
con este fin se cuentan Cyrtocarpa procera (copalcojote),<br />
Spondias purpurea (ciruela) y S. mombin<br />
(jobo) de la familia Anacardiaceae; Casimiroa<br />
edulis (zapote blanco) de la familia Rutaceae, y<br />
menos aprovechada Paullinia sessiliflora (guamuchilillo<br />
cimarrón) de las sapindáceas.<br />
Otros usos<br />
Las especies que presentan un mercado más<br />
amplio por el uso de algunas de sus partes vegetales<br />
con fines medicinales son Amphipterygium<br />
adstringens (cuachalalate) y A. glaucum. Especies<br />
indicadoras de disturbio son Dodonaea viscosa<br />
(jarilla) de las sapindáceas y Ptelea trifoliata (palo<br />
zorrillo) de las rutáceas. Entre las especies que<br />
presentan un uso más industrial tenemos a<br />
Bursera spp. (copales y papelillos). Estos últimos son<br />
también ampliamente usados como cercos vivos.<br />
El resto de las especies que se citan en el apéndice<br />
1 son parte importante en la composición<br />
florística de diferentes tipos de vegetación y por<br />
tal motivo su valor radica en el mantenimiento<br />
del sistema, ya que su papel en la alimentación<br />
de aves y mamíferos es primordial, a su vez éstos<br />
son vectores importantes para su polinización y<br />
dispersión. Otros productos importantes derivados<br />
de miembros de este orden son el cóbano<br />
(Swietenia humilis), por su madera, aunque también<br />
a últimas fechas se está utilizando como<br />
árbol de reforestación en camellones y orillas de<br />
carreteras.<br />
Amenazas y conservación<br />
La importancia del bosque tropical caducifolio<br />
de Colima se refleja en su riqueza y diversidad de<br />
especies de Sapindales. Le sigue en prioridad el<br />
bosque tropical subcaducifolio, los ecotonos<br />
entre el bosque de Quercus y los bosques tropicales,<br />
y en menor medida el bosque mesófilo de<br />
montaña y las dunas costeras.<br />
Dentro de las actividades que ponen en riesgo las<br />
Sapindales de Colima se identifican los cambios<br />
de uso de suelo debidos a exploraciones mineras,<br />
ampliaciones de comunidades y ciudades, turismo<br />
y actividades agropecuarias. Se sugiere tener<br />
mayor rigurosidad en la evaluación de los impactos<br />
ambientales y particularmente en la vegetación,<br />
resultado de la ejecución de proyectos de<br />
muy diversa índole. Como ejemplo referimos a la<br />
industria de la cal: los sitios donde ésta es explotada<br />
frecuentemente presentan un gran número<br />
de endemismos, debido al tipo de suelo tan<br />
especial.<br />
Referencias<br />
cites. Convención sobre el Comercio Internacional<br />
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.<br />
2015. Apéndices I, II y III. Secretaría de la cites.<br />
En: , última consulta: 10 de marzo de 2015.<br />
Cronquist, A. 1981. An integrated system of classification<br />
of flowering plants. Columbia University Press.<br />
Nueva York. Estados Unidos de América.<br />
——— . 1988. The evolution and classification of<br />
flowering plants. 2a ed. The New York Botanical<br />
Garden. Nueva York. Estados Unidos de América.<br />
256 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Medina L., R. y F. Chiang-Cabrera. 2001. Simaroubaceae.<br />
En: Flora del valle de Tehuacán-Cuicatlán.<br />
Instituto de Biología (ibunam). Universidad Nacional<br />
Autónoma de México (unam). México, D.F.<br />
Rzedowski, J. y R. Mcvaugh. 1966. La vegetación de<br />
Nueva Galicia. Contributions from the University of<br />
Michigan Herbarium 9:1-123.<br />
Rzedowski, J. 1986. La vegetación de México. Limusa.<br />
México, D.F.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
Sapindales<br />
257
Copales y cuajilotes<br />
(Burseraceae)<br />
Rosalinda Medina-Lemos<br />
Introducción<br />
La familia de las burseras comprende 19 géneros y aproximadamente<br />
600 especies en el mundo, de las cuales nueve géneros y 240 especies se<br />
encuentran en América. En México se conocen tres géneros y 110 especies.<br />
Colima tiene registrada la presencia del género Bursera con 23 especies<br />
(Rzedowski et al. 2005); este género se distribuye principalmente en<br />
América y México es el centro primario de diversidad del género.<br />
Descripción<br />
En Colima el género Bursera consiste principalmente de árboles y pocos<br />
arbustos deciduos (excepto B. simaruba) que miden entre cuatro y 12 m<br />
de altura. Los troncos son robustos, de corteza lisa y exfoliante (que se<br />
desprende o desgaja) o no exfoliante; los exfoliantes son muy vistosos<br />
por presentar cortezas de color amarillo, anaranjado o rojo, en cambio<br />
los no exfoliantes generalmente son grises; frecuentemente contienen<br />
resina o aceites aromáticos, o látex lechoso que al entrar en contacto<br />
con el aire se oxida y se vuelve negro, este látex puede ser tóxico. Las<br />
hojas son compuestas, es decir, una o varias veces divididas y de tamaño<br />
medio a grande; el eje al que se unen las partes de la hoja, o folíolos,<br />
puede presentar un crecimiento de tejido similar al de la hoja y formar<br />
un raquis alado. Si los folíolos están unidos directamente al eje se les<br />
dice sésiles, si se unen mediante otro eje a la hoja son peciolados; el<br />
borde de las hojas puede ser entero o presentar dientes y la superficie<br />
258<br />
Medina-Lemos, R. 2016. Copales y cuajilotes (Burseraceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 258-262.
puede ser lisa o tener pelos, son brillantes u opacas.<br />
Las flores por lo común crecen en la porción<br />
terminal de las ramas, son blancas, amarillas o<br />
rojizas, y en general son diminutas, menores de<br />
4 mm de largo, pueden o no presentar glándulas.<br />
Los frutos cuando inmaduros semejan una<br />
drupa, son ligeramente carnosos, verde-rojizos,<br />
al madurar se vuelven leñosos y abren en 2-3<br />
partes para exponer la semilla, la cual está<br />
cubierta por una capa carnosa o pseudoarilo de<br />
color amarillo, anaranjado, rosa o rojo, rara vez<br />
blanquecino, estos colores la hacen atractiva<br />
para las aves, quienes son los principales dispersores<br />
naturales.<br />
Dentro del género Bursera los taxónomos reconocen<br />
dos grandes grupos: la sección Bullockia<br />
(integrada por los árboles de corteza gris que no<br />
exfolia) y la sección Bursera (donde se agrupan<br />
las especies que presentan cortezas exfoliantes<br />
de color rojo, anaranjado o amarillo).<br />
Como estos árboles han estado ligados a la vida<br />
cotidiana de los pobladores de México, desde la<br />
época prehispánica, ya son conocidos bajo los<br />
nombres de copales y cuajiotes. Cuajiote es una<br />
palabra de origen náhuatl, que significa lepra, el<br />
nombre alude al carácter exfoliante de la corteza<br />
de estos árboles porque “se despellejan”. En términos<br />
generales los copales corresponden a los<br />
árboles de corteza lisa y gris (sección Bullockia) y<br />
los cuajiotes (sección Bursera) a los árboles que<br />
desprenden su corteza en colores.<br />
En Colima hay 13 cuajiotes y 10 copales (cuadro<br />
1). Entre los primeros hay tres que son cuajiotes<br />
amarillos y 10 son cuajiotes rojos. A estos últimos<br />
también les dan el nombre común de mulatos<br />
en diversas zonas del país.<br />
CUADRO 1. Especies del género Bursera registradas para el estado. () Especies con uso potencial, en lo<br />
referente a la extracción de resinas y aceites esenciales. Fuente: elaboración propia.<br />
Cuajiotes<br />
Copales<br />
Bursera arborea<br />
Bursera bipinnata*<br />
Bursera confusa<br />
Bursera denticulada<br />
Bursera discolor<br />
Bursera fagaroides<br />
Bursera grandifolia<br />
Bursera instabilis<br />
Bursera kerberi<br />
Bursera multijuga<br />
Bursera ovalifolia<br />
Bursera roseana<br />
Bursera schlechtendalii<br />
Bursera citronella*<br />
Bursera copallifera*<br />
Bursera epinnata<br />
Bursera excelsa<br />
Bursera heteresthes<br />
Bursera macvaughiana<br />
Bursera penicillata<br />
Bursera sarcopoda<br />
Bursera trifoliolata<br />
Bursera simaruba<br />
Copales y cuajilotes (Burseraceae)<br />
259
Diversidad<br />
México es el centro primario de diversidad de este<br />
género; de las casi 100 especies que se conocen<br />
hasta ahora en México 23 se han registrado en<br />
Colima (Rzedowski et al. 2005, apéndice 1). Este es<br />
un porcentaje alto, considerando el tamaño relativamente<br />
pequeño del territorio estatal (5 455 km 2 ),<br />
sobre todo si se compara el número de especies de<br />
Colima con la riqueza que presentan los estados<br />
que son varias veces más grandes en superficie,<br />
por ejemplo Nayarit sólo registra 13 especies, Sinaloa<br />
11 y Sonora nueve especies. Sin embargo, es<br />
importante mencionar que el estado está pobremente<br />
explorado, lo cual es evidente al revisar las<br />
colecciones botánicas más grandes del país<br />
(Escuela Nacional de Ciencias Biológicas – encb–,<br />
Instituto Politécnico Nacional –ipn– y Herbario<br />
Nacional –mexu-unam–) donde el material botánico<br />
de la entidad es muy escaso. Por lo tanto, es<br />
probable que otras especies del género, tales como<br />
Bursera ariensis, B. infernidialis, B. palaciosii, B.<br />
ribana y B. vazquezyanesii, estén presentes en el<br />
territorio estatal y aparezcan en futuras exploraciones.<br />
De las 23 especies del estado ninguna es<br />
endémica, sólo B. macvaughiana está restringida<br />
al estado y a áreas adyacentes a Jalisco.<br />
Distribución<br />
La mayor parte de las especies que pertenecen al<br />
género Bursera habitan en el bosque tropical<br />
caducifolio, donde representan a las especies<br />
dominantes del estrato arbóreo, junto con algunas<br />
especies de leguminosas. También se presentan<br />
en el bosque tropical subcaducifolio y en las<br />
zonas de transición de estas comunidades con el<br />
bosque de Quercus.<br />
Las condiciones ambientales donde crecen estas<br />
comunidades son particularmente secas (como<br />
en las llanuras de Tecomán), con lluvias en<br />
verano. Es decir, los lugares donde se encuentran<br />
estas especies cuentan con precipitación solamente<br />
por un periodo de tres meses (precipitación<br />
anual 860 mm), con el resto del año<br />
prácticamente sin lluvias. Ante esta situación la<br />
respuesta de los árboles es mostrar una fenología<br />
decidua, con la cual se economiza eficientemente<br />
el agua almacenada en sus troncos; la ausencia<br />
de follaje baja al mínimo la transpiración y la<br />
fotosíntesis se realiza a través de los troncos. Las<br />
burseras crecen sobre diversos sustratos geológicos<br />
(basálticos, calizos, riolíticos, etc.) y no tienen<br />
preferencia por algún tipo de suelo. Su<br />
distribución no rebasa los 1 900 m de altitud, en<br />
Colima la mayor concentración de especies ocurre<br />
entre 0 y 1 500 msnm (Rzedowski 1986).<br />
Importancia<br />
Estos árboles son usados desde épocas remotas<br />
por los pobladores locales. La mayor parte de los<br />
cuajiotes son utilizados para construir cercas<br />
vivas, ya que tienen la capacidad de propagarse<br />
vegetativamente a partir de estacas. De los copales,<br />
al menos dos especies (Bursera bipinnata y<br />
B. copallifera), se explotan a nivel local para la<br />
extracción de resinas conocidas como incienso o<br />
mirra usadas en ceremonias religiosas. Otro<br />
copal, B. citronella, produce un aceite esencial<br />
muy apreciado por su aroma, que se extrae localmente<br />
a baja escala.<br />
Tanto copales como cuajiotes de la región tienen<br />
gran valor potencial a nivel estatal. Los cuajiotes<br />
pueden ser una muy buena opción para reforestar<br />
260 DIVERSIDAD DE ESPECIES
las áreas donde la vegetación natural del bosque<br />
tropical caducifolio ha desaparecido y donde se<br />
está dando también la pérdida de suelo. Actualmente<br />
los campesinos sólo los utilizan en sus<br />
espacios inmediatos, para formar cercos alrededor<br />
de sus casas o de los corrales para ganado. No<br />
obstante, a nivel estatal son los árboles ideales<br />
para programas de reforestación, dada su facilidad<br />
de propagación por estacas, crecen relativamente<br />
rápido y sus requerimientos de riego son<br />
mínimos. Por otro lado, las resinas y aceites que se<br />
obtienen de los copales tienen un gran valor<br />
comercial a nivel nacional e internacional. En<br />
otras entidades del país son recursos explotados a<br />
gran escala por los pobladores del campo. Los<br />
antecedentes sobre la extracción de aceites de<br />
algunas especies del género Bursera sugieren que<br />
es posible explorar y desarrollar una industria de<br />
productos a partir de ellos, con buen mercado<br />
sobre todo en la industria de la perfumería o en<br />
las novedades de tratamientos de aromaterapia<br />
(Hersch-Martínez y Glass 2006). En otras regiones<br />
del país los habitantes han usado la madera de<br />
varias especies de copal para crear una industria<br />
de artesanías (Hernández-Apolinar et al. 2005).<br />
Situación actual y amenazas<br />
para su conservación<br />
fines ganaderos y establecimiento de monocultivos.<br />
La remoción y quema de la vegetación natural<br />
también se realiza para favorecer a las grandes<br />
constructoras de fraccionamientos residenciales y<br />
zonas hoteleras quienes desarrollan proyectos<br />
turísticos. Al respecto, los estudios de impacto<br />
que requieren las autoridades ambientales para<br />
aprobar proyectos de infraestructura, por ejemplo,<br />
se han convertido en simples trámites que<br />
adquieren la forma de largas listas de nombres de<br />
plantas o animales, cuya afectación será su eventual<br />
destrucción.<br />
Acciones de conservación<br />
Los siguientes aspectos se consideran prioritarios<br />
para promover la conservación de las comunidades<br />
a las que pertenecen las especies de<br />
burseras:<br />
Diseñar e implementar programas de educación<br />
ambiental orientados a apreciar lo que se tiene<br />
en la región. Se propone relacionar las esferas<br />
académicas y de investigación con las instituciones<br />
encargadas de llevar a cabo los programas de<br />
educación ambiental, así como incrementar significativamente<br />
los recursos económicos para su<br />
desarrollo eficaz.<br />
En la actualidad, en todo el país existe la tendencia<br />
de talar los árboles del bosque tropical caducifolio<br />
para dar paso a zonas ganaderas, y Colima<br />
no es la excepción. Lamentablemente el trabajo<br />
conjunto entre las diversas secretarías de Estado<br />
para contrarrestar ese hecho es nulo o muy escaso,<br />
reflejo de ello son las contradicciones entre los<br />
objetivos de los programas oficiales de conservación<br />
y las políticas y programas de desmontes con<br />
Probablemente el aspecto más importante es<br />
conocer los recursos que se tienen para poder<br />
valorarlos. Es necesario que las instancias gubernamentales<br />
locales, u otras instituciones federales<br />
y de investigación, brinden los apoyos<br />
necesarios para dar continuidad a los inventarios<br />
de la flora y la fauna. Esto es particularmente<br />
importante ante la escasez de recursos económicos<br />
para llevar a cabo trabajos de inventarios flo-<br />
Copales y cuajilotes (Burseraceae)<br />
261
ístico o faunístico, los cuales han dejado de<br />
considerarse prioritarios para la ciencia. La atención<br />
que se brinda a otros enfoques, como la elaboración<br />
y utilización de bases de datos, no debe<br />
utilizarse como argumento para no destinar<br />
recursos a los estudios de inventarios florísticos<br />
y faunísticos.<br />
Conclusiones<br />
Debe protegerse a todas las especies del género<br />
Bursera, por ser un grupo principalmente mexicano,<br />
es decir, “patrimonio de la humanidad”;<br />
que corresponde cuidar a todos los ciudadanos.<br />
Son los árboles dominantes del bosque tropical<br />
caducifolio y su tala por intereses ganaderos<br />
“temporales” fomenta la pérdida de biodiversidad<br />
y suelo. Es relevante la elaboración de planes<br />
de manejo bien planteados para la explotación<br />
de las especies que ofrecen diversos productos y<br />
reditúen así en beneficios económicos a las<br />
poblaciones locales, ello si se hace una explotación<br />
racional (madera, resina y aceites). A nivel<br />
local la población rural reconoce propiedades<br />
medicinales en la corteza o frutos de varios<br />
árboles, pero esta información se está perdiendo<br />
por la la falta de transmisión oral, de padres a<br />
hijos.<br />
Referencias<br />
Hernández-Apolinar, M., T. Valverde y S. Purata.<br />
2005. Demography of Bursera glabrifolia, a tropical<br />
tree used Norfolk woodcrafting in southern Mexico:<br />
an evaluation of its management plan. Forest<br />
Ecology and Management 223:139-151.<br />
Hersch-Martínez, P. y R. Glass. 2006. Linaloe: un reto<br />
aromático. Diversas dimensiones de una especie<br />
mexicana Bursera linanoe. Instituto Nacional de<br />
Antropología e Historia (inah). México.<br />
Rzedowski, J. 1986. La vegetación de México. Limusa.<br />
México, D.F.<br />
Rzedowski, J., R. Medina-Lemos y G. Calderón de<br />
Rzedowski. 2005. Inventario del conocimiento<br />
taxonómico, así como de la diversidad y del endemismo<br />
regionales de las especies mexicanas de<br />
Bursera (Burseraceae). Acta Botánica Mexicana<br />
70:85-111.<br />
262 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Moráceas<br />
(Moraceae)<br />
Guillermo Ibarra-Manríquez<br />
Guadalupe Cornejo-Tenorio<br />
Introducción<br />
Moraceae es una de las familias de angiospermas más características de<br />
las zonas tropicales de la Tierra. A pesar de que la delimitación taxonómica<br />
de la familia ha sido considerada tradicionalmente compleja, se<br />
estima que contiene 37 géneros, de 1 050 a 1 100 especies, con 19 géneros<br />
y cerca de 270 especies en el Neotrópico (Berg 2001, Datwyler y Weiblen<br />
2004). Si bien las moráceas se localizan en diversos tipos de vegetación,<br />
por ejemplo en manglares, bosques templados y selvas tropicales, es en<br />
estas últimas donde se les considera de mayor importancia, ya que destaca<br />
por su número de géneros o especies, así como por su abundancia o<br />
el aporte de biomasa de sus miembros, particularmente los pertenecientes<br />
al género Ficus. La familia se distribuye en los cinco reinos fitogeográficos<br />
reconocidos para nuestro planeta: Australiano, Cabo, Holártico,<br />
Neotropical y Paleotropical. Berg (1977) discute que considerando las<br />
formas primitivas y avanzadas de las flores e inflorescencias y la evolución<br />
de las formas de crecimiento, el orden Urticales, al cual pertenecen<br />
las moráceas, se originó en los bosques tropicales húmedos de baja altitud.<br />
Las especies de Moraceae presentan diferentes tipos de usos para los<br />
humanos. Varios géneros nativos a México, por ejemplo Poulsenia o<br />
Pseudolmedia, poseen especies con frutos comestibles. Algunas especies<br />
originarias del continente asiático poseen también frutos comestibles,<br />
como el árbol del pan (Artocarpus spp.), el higo (Ficus carica) o la mora<br />
(Morus alba), esta última es más conocida porque sus hojas alimentan al<br />
Ibarra-Manríquez, G. y G. Cornejo-Tenorio. 2016. Moráceas (Moraceae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 263-270.<br />
263
gusano de seda. En México se ha documentado<br />
que varias especies son maderables (Poulsenia<br />
armata y el tomatillo, Pseudolmedia glabrata),<br />
forrajeras o medicinales (Ficus spp. o Brosimum<br />
alicastrum). En México no puede dejar de mencionarse<br />
la extracción tradicional de látex (hule<br />
cimarrón), obtenido de Castilla elastica. Finalmente,<br />
Brosimum alicastrum presenta usos<br />
ornamentales, así como varias especies asiáticas<br />
del género Ficus, entre las que pueden citarse el<br />
laurel (F. benjamina o F. microcarpa) y el hule<br />
(F. elastica).<br />
La mayoría de las especies de esta familia<br />
son arbóreas, aunque también se encuentran<br />
hemiepífitas, arbustos, trepadoras y hierbas. La<br />
propuesta más aceptada para delimitar taxonómicamente<br />
a Moraceae fue basada en los tipos<br />
de inflorescencia (Corner 1962). A la luz de múltiples<br />
atributos morfológicos, biogeográficos y<br />
de adn, Sytsma et al. (2002) coinciden en delimitar<br />
cinco tribus, aunque recientemente Datwyler<br />
y Weiblen (2004) modificaron la ubicación de<br />
ciertos géneros: a) Artocarpae con siete géneros<br />
(en México se encuentran Artocarpus y Clarisia)<br />
y 69 especies; b) Castilleae con 11 géneros<br />
(Castilla, Poulsenia y Pseudolmedia) y 58 especies;<br />
c) Dorstenieae con ocho géneros (Brosimum<br />
y Dorstenia) y 128 especies; d) Ficeae, conformada<br />
únicamente por el género Ficus, con 750<br />
especies y e) Moreae con 10 géneros (Maclura,<br />
Morus, Sorocea y Trophis) y 87 especies.<br />
Si bien la mayoría de las especies de Moraceae<br />
son leñosas (solamente 10% son hierbas, en su<br />
mayoría pertenecientes al género Dorstenia), es<br />
necesario destacar que es posible observar<br />
variantes de crecimiento muy interesantes en los<br />
árboles. Para empezar las especies pueden reproducirse<br />
una vez que alcanzan 2 m de altura, aunque<br />
el tamaño máximo de éstas puede alcanzar<br />
hasta 12 m (por ejemplo, miembros del género<br />
Trophis). Sin embargo, la mayoría de las moráceas<br />
son características de los estratos medios y<br />
superiores de las comunidades dominadas fisonómicamente<br />
por árboles, donde pueden alcanzar<br />
hasta 40 m, como las especies emergentes<br />
Brosimum alicastrum, Poulsenia armata o varias<br />
especies del género Ficus.<br />
Berg (2001) indica que cerca de 30% de las especies<br />
de Moraceae (subgénero Urostigma y una<br />
sección del subgénero Sycidium) son hemiepífitas,<br />
es decir, las plantas germinan sobre ramas o<br />
troncos de árboles, desarrollando raíces que una<br />
vez que alcanzan el suelo permiten el crecimiento<br />
de la planta y eventualmente su madurez<br />
sexual (Berg 1990). En esta etapa las especies<br />
pueden coexistir con la planta hospedera o<br />
matarla si el crecimiento es vigoroso, principalmente<br />
por la sombra que produce su copa o bien<br />
porque la proliferación de las raíces presiona<br />
mecánicamente el tronco del hospedero, lo que<br />
impide el transporte de agua y savia a través del<br />
tronco, produciendo su muerte, por lo que<br />
comúnmente estos árboles son llamados matapalos.<br />
Una alternativa más sobre cómo crecen las<br />
hemiepífitas es que germinen y se establezcan<br />
sobre rocas (especies rupícolas). En Moraceae<br />
también se pueden encontrar, aunque en menor<br />
proporción, especies arbustivas y trepadoras<br />
(Berg 2001).<br />
Las estructuras florales sugieren que en la familia<br />
prevalece la polinización por viento y por<br />
insectos (Berg 2001). Entre los casos conocidos<br />
de polinización entomófila destaca indudablemente<br />
la del género Ficus, la cual es realizada por<br />
264 DIVERSIDAD DE ESPECIES
avispas de la familia Agaonidae, una interacción<br />
obligada y beneficiosa para ambos interactuantes,<br />
ya que las avispas dependen exclusivamente<br />
del higo para su desarrollo y reproducción, en<br />
tanto que las flores de los ficus no pueden producir<br />
frutos sin la cooperación de los insectos<br />
(Wiebes 1979, Berg 1990, 2001, Weiblen 2002,<br />
Cook y Rasplus 2003).<br />
Por otro lado, es posible encontrar cinco tipos de<br />
dispersión para las infrutescencias o frutos de las<br />
moráceas (Berg 2001): a) por agua (hidrocoria, en<br />
varias especies de Ficus); b) en las plumas de aves<br />
o el pelo de los mamíferos (epizoocoria en<br />
Trymatococcus amazonicus o Ficus spp.); c) por<br />
hormigas (mirmecocoria, en varios miembros de<br />
Ficus); d) por expulsión del endocarpo en las drupas<br />
que se abren para dejar expuestas “las semillas”<br />
(autocoria, en plantas de los géneros<br />
Antiaropsis, Dorstenia o Streblus) y e) por ingestión<br />
de vertebrados (endozoocoria, en Brosimum,<br />
Clarisia, Ficus o Pseudolmedia). Los tres primeros<br />
vectores son raros y el grueso de la familia puede<br />
ser incluida dentro de las categorías de autocoria y<br />
endozoocoria. Existe amplia literatura que documenta<br />
la gran importancia de este último fenómeno<br />
en la diversidad y estructura en las<br />
comunidades vegetales, particularmente de las localizadas<br />
en los trópicos (Andresen 1999, Shanahan<br />
et al. 2001, Harrison 2005).<br />
Diversidad en México<br />
En México se han registrado 43 especies de<br />
moráceas, distribuidas en 11 géneros. Dentro del<br />
continente americano, el número de géneros en<br />
México es intermedio, ya que los valores mínimos<br />
se han registrado en Argentina y en los países<br />
del Caribe, en tanto que el valor máximo se<br />
presenta en Ecuador y Costa Rica. Sin duda<br />
alguna la mayor diversidad de especies de Moraceae<br />
se localiza en Sudamérica, destacando Brasil<br />
con 208 especies, una cifra que sobrepasa<br />
ampliamente a las obtenidas en el resto de los<br />
países americanos (cuadro 1). Considerando la<br />
tendencia natural a la diversificación que se presenta<br />
en la familia, el género Ficus es el que más<br />
especies contiene (68.7%). En el cuadro 1 se<br />
observa que, independientemente del país que se<br />
compare, este género es el de mayor relevancia,<br />
con proporciones que van desde 28.8% en Brasil,<br />
hasta 71.4% en Honduras. Para el Neotrópico,<br />
Berg (2001) reconoce ocho subdivisiones fitogeográficas<br />
para Moraceae, incluyendo el sureste<br />
de México, noroeste de Centroamérica (Guatemala)<br />
y las Grandes Antillas, con 41 especies<br />
endémicas.<br />
En México, el género más diverso de la familia es<br />
Ficus, con 22 especies (Ibarra-Manríquez et al.<br />
2012), seguido por Dorstenia y Trophis, con cinco<br />
y cuatro especies, respectivamente. Al igual que<br />
la familia, las especies de Ficus han sido registradas<br />
en los cinco reinos biogeográficos reconocidos<br />
para las plantas en el mundo (Australiano,<br />
Cabo, Holártico, Neotropical y Paleotropical).<br />
Con excepción de Dorstenia y Trophis, presentes<br />
en el reino Neotropical y Paleotropical, el resto<br />
de los géneros nativos de Moraceae mexicanos<br />
tienen una distribución restringida al reino Neotropical<br />
(Brosimum, Castilla, Clarisia, Maclura,<br />
Morus, Poulsenia, Pseudolmedia y Sorocea). El<br />
número de especies de Moraceae restringidas a<br />
México es de mediana cuantía (11.6%), con cinco<br />
especies: Dorstenia excentrica, D. uxpanapana,<br />
Ficus lapathifolia, F. petiolaris, F. pringlei y<br />
Trophis noraminervae.<br />
Moráceas (Moraceae)<br />
265
A nivel de los estados de México, si se compara la<br />
riqueza florística de Moraceae entre los estados<br />
que se consideran más diversos y los vecinos con<br />
Colima, se reportan de seis a 11 géneros, esta<br />
última cifra registrada en Veracruz (cuadro 1).<br />
CUADRO 1. Número de géneros y especies de Moraceae, indicando las especies pertenecientes al género<br />
Ficus para dierentes países del continente americano (tandley y teyermar , dams , Molina ,<br />
urger , Drcy , rao y arucchi , Carauta et al. , iogier , rgensen y eónne<br />
, uloaga y Morrone , alic et al. , ool y tevens ) y algunos estados de Mico.<br />
País o estado (km 2 ) Géneros Especies Especies de Ficus / (%)<br />
Sudamérica<br />
Argentina 6 17 7 (41.2)<br />
Brasil 17 208 60 (28.8)<br />
Ecuador 18 120 54 (45.0)<br />
Perú 17 112 44 (39.3)<br />
Centro y Norteamérica<br />
Belice 8 36 22 (61.1)<br />
Guatemala 13 53 27 (50.9)<br />
Costa Rica 18 75 39 (51.3)<br />
Honduras 9 35 25 (71.4)<br />
México 11 45 22 (48.8)<br />
Nicaragua 13 58 33 (56.9)<br />
Panamá 16 41 22 (53.6)<br />
El Caribe<br />
República Dominicana 6 17 7 (41.2)<br />
Jamaica 7 11 7 (63.6)<br />
México<br />
Colima (5 607) 6 20 13 (65.0)<br />
Chiapas (73 023) 9 34 18 (52.9)<br />
Jalisco (78 628) 7 22 13 (59.1)<br />
Michoacán (58 994) 7 18 12 (66.6)<br />
Oaxaca (92 294) 10 31 15 (48.3)<br />
Veracruz (68 237) 11 32 17 (53.1)<br />
266 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Diversidad<br />
Las moráceas se encuentran representadas en el<br />
territorio colimeño por seis géneros nativos que<br />
incluyen 20 especies, 13 de las cuales pertenecen<br />
a Ficus (apéndice 1). Con base en la distribución<br />
potencial de Castilla elastica, sugerida por Pe -<br />
nnington y Sarukhán (2005), Padilla et al. (2006)<br />
incluyeron esta especie en su inventario de los<br />
árboles de Colima. Sin embargo, a pesar de que<br />
los tipos de vegetación y altitudes donde se ha<br />
registrado esta especie en México se presentan<br />
también en Colima, su presencia en este estado<br />
es poco probable; su distribución conocida en la<br />
vertiente del Pacífico alcanza con certeza solamente<br />
a Chiapas y Oaxaca. Si bien el conocimiento<br />
florístico de Colima empieza a mejorar<br />
en los últimos años (McVaugh 1987, Santana-<br />
Michel et al. 1998, Padilla-Velarde et al. 2006), si<br />
se le compara con otros sitios de México puede<br />
afirmarse que existen escasas recolectas botánicas<br />
de su flora y las moráceas no son la excepción.<br />
Por esta razón se espera que la información<br />
presentada en esta contribución cambie una vez<br />
que se incremente la exploración botánica en la<br />
entidad, sobre todo en lugares con baja perturbación<br />
o alejados de las vías principales de<br />
comunicación.<br />
La riqueza de especies de las moráceas de Colima<br />
equivale a un poco más de la mitad de la que se<br />
encuentra en los estados de Chiapas, Oaxaca o<br />
Veracruz, no obstante las grandes diferencias<br />
que presentan estas entidades respecto a su territorio<br />
(cuadro 1). El número de géneros y especies<br />
en Colima es similar a las de los estados vecinos<br />
de Jalisco y Michoacán, a pesar que estos últimos<br />
también son considerablemente más grandes<br />
en superficie. El patrón de dominancia<br />
florística ejercido por Ficus en los estados mexicanos<br />
es análogo al encontrado a una escala continental<br />
y en general en toda la familia Moraceae,<br />
con la mayor dominancia registrada en Michoacán<br />
y Colima (cuadro 1). No es de extrañar<br />
entonces que este género haya ocupado la tercera<br />
posición entre los registrados para la flora arbórea<br />
de Colima (Padilla-Velarde et al. 2006).<br />
Las moráceas colimeñas han sido registradas en<br />
ocho tipos de vegetación. Debido probablemente<br />
a su mayor superficie con respecto a otros tipos<br />
de coberturas vegetales, en el bosque tropical<br />
caducifolio se presentan 12 especies, siguiendo<br />
en relevancia el bosque tropical subcaducifolio<br />
con 10 especies. Ficus pertusa y F. velutina son<br />
las que se presentan en más tipos de vegetación,<br />
mientras que siete especies sólo han sido recolectadas<br />
en una sola categoría de vegetación (apéndice<br />
1).<br />
Aunque prácticamente no se dispone de datos<br />
cuantitativos publicados sobre la dominancia de<br />
especies por tipos de vegetación, Padilla et al.<br />
(2008) mencionan tres especies dominantes de<br />
las comunidades vegetales de la localidad Arroyo<br />
Agua Fría (apéndice 1). A nivel fisonómico puede<br />
mencionarse que en el bosque de galería y en los<br />
arroyos de otro tipo de comunidades, como el<br />
bosque mesófilo de montaña o el bosque tropical<br />
subcaducifolio, son frecuentes los individuos de<br />
gran porte pertenecientes a Brosimum alicastrum,<br />
Ficus insipida y F. crocata. En vegetación secundaria<br />
y especialmente en pasturas antropogénicas<br />
para la crianza de ganado, no es raro observar<br />
miembros de Moraceae, particularmente del<br />
género Ficus. Finalmente, en el apéndice 1 se<br />
observa que debido a su sensibilidad a heladas, el<br />
intervalo altitudinal que ocupan las moráceas en<br />
Moráceas (Moraceae)<br />
267
Colima está restringido a altitudes menores de<br />
1 650 msnm (apéndice 1).<br />
Importancia y usos<br />
La importancia económica de las especies nativas<br />
de Moraceae se considera de mediano nivel.<br />
Por ejemplo, si bien es cierto que varias especies<br />
poseen frutos comestibles: Brosimum alicastrum<br />
(ramón), Maclura tinctoria (mora) o varios<br />
miembros de Ficus (amates, matapalos o higueras),<br />
éstos no trascienden a una escala comercial<br />
amplia. Una situación análoga se documenta<br />
para el látex antihelmíntico de algunas especies<br />
de Ficus (por ejemplo F. insipida o F. petiolaris) o<br />
de Brosimum alicastrum. Lo que sí tiene un<br />
manejo más extendido en México son los frutos<br />
y hojas de B. alicastrum y de varias especies de<br />
Ficus, considerados un forraje excelente, especialmente<br />
durante la época de sequía (Pennington<br />
y Sarukhán 2005). A esto obedece su<br />
difundida presencia como árboles de sombra<br />
para el ganado en las praderas que sustituyen a<br />
los bosques tropicales.<br />
Una utilización paralela a lo anterior es el uso de<br />
las especies de Ficus como cercas vivas, ya que<br />
son propagadas por medio de ramas gruesas o<br />
troncos para delimitar las pasturas de ganado.<br />
Algunas moráceas de Colima son consideradas<br />
como maderables, entre las más conocidas están<br />
Brosimum alicastrum, Ficus insipida y Maclura<br />
tinctoria. Finalmente, no es posible obviar la<br />
importancia que Ficus petiolaris (tescalame)<br />
tuvo para la elaboración del famoso papel amate.<br />
Contrario a lo anterior, en ambientes citadinos<br />
como plazas o calles es preocupante la proliferación<br />
excesiva de especies ornamentales tales<br />
como el laurel (Ficus benjamina o F. microcarpa)<br />
o el árbol del hule (F. elastica). Esta práctica tiene<br />
varios inconvenientes, ya que además de tratarse<br />
de especies introducidas (todas originarias de<br />
Asia), su establecimiento afecta severamente las<br />
banquetas o bardas de casas, las cuales son deterioradas<br />
o destruidas por el masivo crecimiento<br />
de raíces de los árboles. La altura que pueden<br />
alcanzar y la masiva copa que desarrollan estas<br />
especies causan problemas sobre instalaciones<br />
eléctricas y las fachadas de las casas, sin olvidar<br />
que estas características dificultan su poda.<br />
Un asunto adicional es que estos individuos son<br />
propagados generalmente por medio de ramas,<br />
lo que sugiere que la diversidad genética de estas<br />
poblaciones es baja y en algún momento podrían<br />
ser atacadas masivamente por alguna plaga, acarreando<br />
un problema sobre las áreas verdes,<br />
como sucedió no hace mucho con las especies de<br />
eucaliptos, las cuales también son exóticas en<br />
México (provienen del continente australiano).<br />
Por lo anterior, una alternativa importante para<br />
disponer de plantas adecuadas para sembrar en<br />
las ciudades del estado sería dirigir la mirada<br />
hacia la flora arbórea nativa, la cual alcanza un<br />
total de 580 especies (Padilla-Velarde et al. 2006,<br />
2008), que representan un gran potencial para<br />
seleccionar plantas con diferentes tamaños, flores<br />
vistosas o con frutos comestibles. En este<br />
sentido, varias especies de moráceas podrían ser<br />
excelentes candidatos para adornar diferentes<br />
ambientes urbanos de las distintas ciudades de<br />
Colima, como por ejemplo, Ficus petiolaris, un<br />
árbol con hermosas hojas con forma de corazón<br />
y un llamativo tronco de color amarillo.<br />
268 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Conservación<br />
Referencias<br />
Hasta el momento no ha sido evaluado el estado<br />
de conservación de ninguna especie de Moraceae<br />
colimense bajo los criterios de la Lista Roja<br />
(uicn 2007). Una revisión de los trabajos de Sanders<br />
(1992), Vázquez et al. (1995) y Cuevas et al.<br />
(2004) indican la presencia de 11 especies de<br />
Moraceae en dos reservas de Colima: Reserva<br />
de la Biosfera Sierra de Manantlán y la de El<br />
Jabalí (apéndice 1).<br />
A pesar de que la presencia de una especie en un<br />
área protegida no necesariamente es una garantía<br />
de su persistencia a largo plazo, sí sugiere que<br />
el grado de amenaza a la conservación de estas<br />
especies es comparativamente menor a las que se<br />
encuentran fuera de algún marco de protección.<br />
Es alentador que dos especies conocidas sólo<br />
para México (Ficus pringlei y Trophis noraminervae)<br />
cuenten con registros para la Reserva de la Biosfera<br />
Sierra de Manantlán, aunque queda pendiente<br />
la protección a nivel estatal de otra especie<br />
endémica, Ficus petiolaris. La importancia de<br />
esta reserva en la conservación de la flora de<br />
Colima también fue destacada por Martínez-<br />
Cruz e Ibarra-Manríquez (2012) para los árboles<br />
y lianas del estado.<br />
Finalmente, no puede obviarse que los datos del<br />
apéndice 1 resaltan la importancia biológica del<br />
bosque tropical caducifolio, ya que es el que<br />
mayor cantidad de especies de Moraceae presenta<br />
en Colima, lo cual es un argumento adicional<br />
que justifica su prioridad como un ecosistema<br />
clave para la conservación de la biodiversidad<br />
mundial (Olson y Dinerstein 1998).<br />
Andresen, E. 1999. Seed dispersal by monkeys and<br />
the fate of dispersed seeds in a Peruvian rain forest.<br />
Biotropica 31:145-158.<br />
Berg, C.C. 1977. Urticales, their differentiation and<br />
systematic position. Plant Systematics and Evolution<br />
1:349-374.<br />
——— . 1990. Reproduction and evolution in Ficus<br />
(Moraceae): traits connected with the adequate<br />
rearing of pollinators. Memoirs of the New York Botanical<br />
Garden 55:169-185.<br />
——— . 2001. Moreae, Artocarpeae, and Dorstenia<br />
(Moraceae) with introductions to the family and<br />
Ficus and with additions and corrections to Flora<br />
Neotropica Monograph 7. Flora Neotropica Monograph<br />
83:1-346.<br />
Cook, J.M. y J.Y. Rasplus. 2003. Mutualists with attitude:<br />
coevolving fig wasps and figs. Trends in Ecology<br />
& Evolution 18:241-248.<br />
Corner, E.J.H. 1962. The classification of Moraceae.<br />
Garden Bulletin of Singapore 19:187-252.<br />
Cuevas G., R., S. Koch, E. García M., et al. 2004. Especies<br />
nuevas y descritas de plantas de la Estación<br />
Científica Las Joyas y áreas aledañas. En: Flora y<br />
vegetación de la Estación Científica Las Joyas. R.<br />
Cuevas G. y E. Jardel (eds.). Universidad de Guadalajara<br />
(udg), México, pp. 256-257.<br />
Datwyler, S.L. y G.D. Weiblen. 2004. On the origin<br />
of the fig: phylogenetic relationships of Moraceae<br />
from ndhF sequences. American Journal of Botany<br />
91:767-777.<br />
Harrison, R.D. 2005. Figs and the diversity of tropical<br />
rainforests. BioScience 55:1053-1064.<br />
Ibarra-Manríquez, G., G. Cornejo-Tenorio, N. González-Castañeda,<br />
et al. 2012. El género Ficus L. (Moraceae)<br />
en México. Botanical Sciences 90:389-452.<br />
Martínez-Cruz, J. y G. Ibarra-Manríquez. 2012. Áreas<br />
prioritarias de conservación para la flora leñosa del<br />
Moráceas (Moraceae)<br />
269
estado de Colima, México. Acta Botánica Mexicana<br />
99:31-53.<br />
Mcvaugh, R. 1987. Leguminosae. En: Flora Novo-Galiciana.<br />
Vol. 5. University of Michigan Press. Ann<br />
Arbor, Michigan.<br />
Olson, D.M. y E. Dinerstein. 1998. The global 200: a<br />
representation approach to conserving the Earth’s<br />
most biologically valuable ecoregions. Conservation<br />
Biology 12:502-515.<br />
Padilla-Velarde, E., R. Cuevas, G. Ibarra, et al. 2006.<br />
Riqueza y biogeografía de la flora arbórea del estado<br />
de Colima, México. Revista Mexicana de Biodiversidad<br />
77:271-295.<br />
Padilla-Velarde, E., R. Cuevas-Guzmán y S.D. Koch.<br />
2008. Plantas vasculares y vegetación de la parte<br />
alta del arroyo de Agua Fría, municipio de Minatitlán,<br />
Colima, México. Acta Botánica Mexicana<br />
84:24-72.<br />
Pennington, T.D. y J. Sarukhán. 2005. Árboles tropicales<br />
de México. Universidad Nacional Autónoma<br />
de México (unam)/Fondo de Cultura Económica<br />
(fce). México.<br />
Sanders, A. 1992. A report to the Fundación Ecológica<br />
de Cuixmala on the floristic surveys of 1990-91<br />
of the Cuixmala-Cumbres and El Jabalí reserves in<br />
México. The World Conservation Union.<br />
Santana-Michel, F.J., N. Cervantes y N. Jiménez R.<br />
1998. Flora melífera del estado de Colima, México.<br />
Boletín del Instituto de Botánica de la Universidad<br />
de Guadalajara 6:252-277.<br />
Shanahan, M., S. So, S.G. Compton, et al. 2001. Fig-eating<br />
by vertebrate frugivores: a global review.<br />
Biological Review 76:529-572.<br />
Sytsma, K.J., J. Morawetz, J.C. Pires, et al. 2002. Urticalean<br />
Rosids: circumscription, Rosid ancestry,<br />
and phylogenetics based on Rbcl, Trnl-F, and Ndhf<br />
sequences. American Journal of Botany 89:1531-<br />
1546.<br />
uicn. International Union for Conservation of Nature.<br />
2009. Red List of Threatened Species. En: , última consulta: 29 de septiembre<br />
de 2008.<br />
Vázquez, J.A., R. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995. Flora<br />
de Manantlán. Plantas vasculares de la Reserva<br />
de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jalisco-Colima,<br />
México. sida, Botanical Mycellany 13:1-312.<br />
Weiblen, G.D. 2002. How to be a fig wasp. Annual Review<br />
of Entomology 47:299-330.<br />
Wiebes, J.T. 1979. Co-evolution of figs and their insect<br />
pollinators. Annual Review of Entomology 10:1-12.<br />
270 DIVERSIDAD DE ESPECIES
ESTUDIO DE CASO<br />
ESTUDIO FLORÍSTICO DEL RANCHO EL JABALÍ<br />
Andrew C. Sanders<br />
Mitchell Provance<br />
Introducción<br />
El rancho El Jabalí es una reserva forestal y faunística<br />
privada establecida en 1981; se encuentra<br />
aproximadamente a 22 km (por aire) al norte de<br />
la ciudad de Colima, en las estribaciones suroeste<br />
del volcán de Colima y con altitudes que van de<br />
los 1 000 a los 1 500 msnm. Las coordenadas en<br />
las que se localiza la principal infraestructura<br />
del rancho son 19° 27’ 00” latitud N y 103° 42’ 40”<br />
longitud O. El lindero estatal entre Colima y<br />
Jalisco pasa por la propiedad, estimándose que<br />
menos de dos tercios del rancho pertenecen a<br />
Colima. El área de estudio cuenta con una superficie<br />
aproximada de 5 000 ha, incluyendo al propio<br />
rancho y las áreas circunvecinas. El sitio se<br />
ubica cerca de 10 km al este de la esquina sureste<br />
de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán,<br />
cuya flora está bien documentada (Vázquez et al.<br />
1995).<br />
El volcán de Colima, con su penacho constante de<br />
humo, domina tanto el horizonte hacia el noreste<br />
como las características físicas de los hábitats de la<br />
zona. Pendientes fuertes de material piroclástico<br />
inestable (ceniza volcánica en su mayoría) ocupan<br />
al rancho y la vecindad, todos los suelos locales se<br />
derivan de este sustrato. Debido a la actividad<br />
periódica del volcán, el área está sujeta a lluvias de<br />
ceniza volcánica y a veces a incidencias de erupción<br />
más destructivas. Dos lagos profundos dentro<br />
de calderas antiguas son elementos del paisaje<br />
que han resultado directamente del vulcanismo<br />
en la zona y que tienen una destacada importancia<br />
ecológica. Varias corrientes de agua y arroyos<br />
cruzan el rancho y todos son tributarios del río<br />
Armería. De éstos, los más grandes son el arroyo<br />
El Epazote y el río Cordobán (arroyo Santa Cruz),<br />
ambos tributarios del Arroyo de Lumbre, el cual<br />
pasa cerca del rancho en la vecindad de la ex-hacienda<br />
San Antonio.<br />
En el trabajo de campo se trataron de visitar<br />
todas las localidades del sitio durante varias<br />
temporadas. Durante los tres años que duró este<br />
inventario se recolectaron aproximadamente<br />
3 230 números de plantas vasculares y se hicieron<br />
recorridos en todos los meses, excepto en<br />
abril y diciembre.<br />
Tipos de vegetación<br />
La zona El Jabalí es un área de transición entre la<br />
selva baja caducifolia de las elevaciones más<br />
bajas y los bosques más templados de pino-encino<br />
y bosques mesófilos que se encuentren a mayores<br />
elevaciones. Estas condiciones determinan una<br />
composición florística distinta respecto a lo que<br />
se espera generalmente en una selva tropical o<br />
un bosque templado típicos.<br />
Sanders, A.C. y M. Provance. 2016. Estudio florístico del rancho El Jabalí. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 271-274.<br />
271
Selva de transición<br />
La vegetación dominante de las laderas y algunas<br />
áreas planas es principalmente arborescente.<br />
Las selvas de El Jabalí no coinciden netamente<br />
con ninguna de las clasificaciones reconocidas<br />
de la vegetación, y su composición varía mucho<br />
según las diferencias en el sustrato y en la exposición<br />
al Sol, aún en cortas distancias. La diversidad<br />
de especies arborescentes es moderada (102<br />
registradas) y muchas de ellas se encuentran<br />
como individuos esparcidos. Los árboles incluyen<br />
una mezcla de elementos de bosques caducifolios<br />
de zonas templadas, como Fraxinus sp. y<br />
Juglans sp., y de selva tropical perennifolia, como<br />
Ficus sp. Los dominantes en sitios más planos, o<br />
sitios relativamente húmedos, incluyen a<br />
Fraxinus sp., Salix bonplandiana y Ficus sp.,<br />
algunas veces acompañados por árboles de los<br />
géneros Juglans, Sapindus, Perrottetia o Saurauia.<br />
Algunos arbustos comunes del sotobosque en<br />
sitios húmedos son Ardisia mexicana, Cestrum<br />
glanduliferum y Hedyosmum, los dos últimos<br />
algunas veces llegan a ser árboles. En las laderas,<br />
la composición de la selva tiende a ser dominada<br />
por Ficus, Prunus cortapico, Aphananthe<br />
monoica, Coussapoa, Inga, Clusia pringlei,<br />
Sideroxylon y Sommera. El arbusto dominante<br />
del sotobosque parece ser Urera corallina, aunque<br />
esta especie es más común en claros y sobre<br />
pendientes pronunciadas y poco estables. Otros<br />
arbustos del sotobosque, sobre las laderas, son<br />
Neohintonia monantha, Chiococca y Nectandra.<br />
Lianas y bejucos son comunes en todas partes y<br />
son especialmente conspicuos durante la época<br />
de lluvias. Aunque algunos árboles alcanzan<br />
hasta 30 m; en promedio la altura de la selva<br />
parece ser más cercana a los 10 m. En general los<br />
árboles están colonizados por una gran variedad<br />
de epífitas, incluyendo orquídeas, bromeliáceas,<br />
helechos, cactus del género Epiphyllum, plantas<br />
del género Peperomia y musgos. Dentro de las<br />
áreas arboladas las pendientes más pronunciadas<br />
y por lo tanto más inestables, así como las de<br />
orientación al sur, incluyen más especies caducifolias<br />
arbustivas, junto con bambúes. La vegetación<br />
más arbustiva es semejante a una selva baja<br />
caducifolia. Lysiloma acapulcensis es la especie<br />
arborescente que parece ser dominante sobre las<br />
laderas expuestas, y Clethra lanata, Eysenhardtia<br />
platycarpa y otras especies son menos comunes<br />
o conspicuas.<br />
Áreas perturbadas y pastizales<br />
Estas comunidades son inducidas por la actividad<br />
agrícola y ganadera en El Jabalí y se caracterizan<br />
por la dominancia de especies herbáceas.<br />
Son extensivas en las planicies y los lomeríos<br />
suaves. Tienen relativamente alta frecuencia de<br />
malezas y plantas exóticas, como Cynodon<br />
nlemfuensis, Elephantopus mollis, Conyza<br />
canadensis y Heterotheca inuloides. Las hierbas<br />
nativas más conspicuas en las comunidades<br />
secundarias son Cyperus, Paspalum, Bidens<br />
aequisquama, Erigeron longipes y Lupinus<br />
exaltatus. Los arbustos incluyen a Baccharis<br />
salicifolia, Mimosa albida, Psidium guajava,<br />
Heimia salicifolia y Pluchea salicifolia, en sitios<br />
más húmedos. Los árboles principales son individuos<br />
esparcidos de los géneros dominantes del<br />
bosque de transición del cafetal, especialmente<br />
varias especies de Ficus.<br />
Matorral o sabana de Acacia-Opuntia<br />
En la sección del rancho llamada La Joya, las planicies<br />
y las pendientes ligeras hospedan a una<br />
sabana abierta, dominada por Acacia pennatula,<br />
Bursera bipinnata, Opuntia, Hyptis albida y<br />
272 DIVERSIDAD DE ESPECIES
numerosas gramíneas y hierbas. Aparentemente<br />
este tipo de vegetación resulta, por lo menos en<br />
parte, de la eliminación del bosque para establecer<br />
pastizales.<br />
Matorral de arroyo<br />
En las márgenes de los arroyos mayores, como el<br />
río Cordobán y Arroyo de Lumbre, sólo se<br />
encuentran parches de matorrales efímeros.<br />
Gran parte de las especies en los arroyos son<br />
hierbas o arbustos y árboles de crecimiento<br />
rápido que son capaces de recuperarse rápidamente<br />
de la perturbación ocasionada por los flujos<br />
temporales de agua. Algunos arbustos<br />
característicos de este tipo de vegetación son<br />
Baccharis salicifolia, Dalea leucostachya, Acacia<br />
farnesiana y Crotalaria micans. Las especies de<br />
hierbas presentes incluyen a Porophyllum<br />
punctatum, Cirsium mexicanum, Cyperus odoratus,<br />
Tridax mexicanus y Arenaria lanuginosa.<br />
Cafetal<br />
La producción del café es un componente importante<br />
de la actividad económica en El Jabalí y se<br />
ha practicado en la zona por más de 100 años<br />
(Goldman 1951). El café se cultiva a la sombra de<br />
grandes árboles, una mezcla de especies nativas<br />
e introducidas, principalmente nogal (Juglans<br />
olanchana) y fresno (Fraxinus uhdei), pero también<br />
incluyendo la nuez (Carya illinoensis),<br />
higueras silvestres (Ficus spp.), Inga eriocarpa,<br />
Sideroxylon portoricense, aguacate (Persea<br />
americana) y morera (Morus alba). Hay numerosas<br />
orquídeas epífitas, bromeliáceas y helechos.<br />
El sotobosque es escaso y leñoso pero con<br />
un estrato herbáceo bien desarrollado, dominado<br />
en todas partes por Oplismenus burmannii,<br />
junto con varias especies de la familia Commelinaceae,<br />
Melampodium tepicense, Kalanchoe<br />
pinnata y Sicyos barbatus. Algunos individuos<br />
de los árboles de nuez son muy grandes y cargados<br />
con muchas epífitas, y el hecho de que no<br />
fueron encontrados fuera de los cafetales indica<br />
que el árbol de nuez no es nativo en El Jabalí,<br />
aunque lo es en zonas montañosas mexicanas,<br />
donde su distribución se extiende hacia el sur,<br />
por lo menos hasta la latitud de Colima. Por otra<br />
parte, frecuentemente se encuentra a Fraxinus<br />
uhdei en el bosque natural, retirado de las zonas<br />
cultivadas, razón por la que el fresno es probablemente<br />
nativo de El Jabalí.<br />
Diversidad de especies<br />
El estudio de campo se llevó a cabo entre 1988 y<br />
1991, y resultó en la recolección de 986 especies<br />
de plantas vasculares (apéndice 1). Desafortunadamente,<br />
el conocimiento de la flora de El Jabalí<br />
aún no está completo; en el último día de recolecta<br />
del proyecto todavía se encontraron especies<br />
nuevas para la lista. Todo el material<br />
recolectado en el estudio se ha identificado, por<br />
lo que en este caso no se espera encontrar taxones<br />
adicionales dentro del material existente.<br />
De las 130 familias registradas las que presentan<br />
mayor riqueza de especies fueron Asteraceae<br />
(125 especies), Fabaceae y Poaceae (74 especies<br />
cada una), Orchidaceae (36), Solanaceae (34),<br />
Cyperaceae (33), Euphorbiaceae (22), Rubiaceae<br />
(27), Commelinaceae (28) y Convolvulaceae (19).<br />
Un resumen de las formas de crecimiento de las<br />
plantas encontradas en El Jabalí proporciona los<br />
siguientes resultados: 630 especies (63.9% de la<br />
flora) son hierbas (anuales o perennes, incluyendo<br />
a sufrútices); 108 (11%) son bejucos (anuales<br />
o perennes, incluyendo a lianas); 146 especies<br />
Estudio florístico del Rancho El Jabalí 273
(14.8%) fueron arbustos y 102 son árboles (10.3%).<br />
El predominio evidente de las hierbas se debe a<br />
dos factores: las áreas extensas de pastizal y la<br />
abundancia de epífitas herbáceas. Un solo árbol<br />
comúnmente hospeda alrededor de 20 especies<br />
de helechos herbáceos y otras epífitas. Aún dentro<br />
de la selva, la riqueza de especies de árboles es<br />
menor que la riqueza de especies que cubren sus<br />
ramas y crecen en el suelo debajo de ellos.<br />
En el transcurso de la identificación de los especímenes<br />
recolectados en este estudio se notó con<br />
cierta frecuencia que varias especies, según la<br />
Flora novo-galiciana (McVaugh 1983, 1984, 1985,<br />
1987, 1989, 1993, 2001), no habían sido registradas<br />
para Colima. También varios especialistas notificaron<br />
que algunas de las recolectas realizadas<br />
representaron el primer registro para Colima o<br />
una extensión considerable en la distribución de<br />
varias especies. Aunque no se han revisado los<br />
herbarios nacionales pertinentes, lo anterior<br />
sugiere que el conocimiento colectivo de la flora<br />
de Colima es todavía muy incompleto y que hacen<br />
falta más recolectas, aunado al hecho de que la<br />
flora de El Jabalí es más rica y distintiva de lo<br />
esperado. Otro indicio del carácter distintivo de<br />
la flora de El Jabalí es el hecho de que alrededor de<br />
280 de las especies encontradas (28% de la flora en<br />
total) no se habían registrado en la Reserva de la<br />
Biosfera Sierra de Manantlán (Vázquez et al.<br />
1995), a pesar de la proximidad relativa de los dos<br />
sitios, así como la mayor extensión y diversidad<br />
ecológica y topográfica de la última.<br />
Referencias<br />
Goldman, E.A. 1951. Biological investigations in Mexico.<br />
Smithsonian Miscelaneous Collections 115:1-475.<br />
McVaugh, R. 1983. Gramineae. En: Flora novo-galiciana:<br />
a descriptive account of the vascular plants<br />
of western México. Vol. 14. W.R.E. Anderson (ed.).<br />
The University of Michigan Press. Ann Arbor.<br />
Michigan.<br />
——— . 1984. Compositae. En: Flora novo-galiciana: a<br />
descriptive account of the vascular plants of western<br />
México. Vol. 12. W.R.E. Anderson (ed.). The University<br />
of Michigan Press. Ann Arbor. Michigan.<br />
——— . 1985. Orchidaceae. En: Flora novo-galiciana: a<br />
descriptive account of the vascular plants of western<br />
México. Vol. 16. W.R.E. Anderson (ed.). The University<br />
of Michigan Press. Ann Arbor. Michigan.<br />
——— . 1987. Leguminosae. En: Flora novo-galiciana:<br />
a descriptive account of the vascular plants of western<br />
México. Vol. 5. W.R.E. Anderson (ed.). The<br />
University of Michigan Press. Ann Arbor. Michigan.<br />
——— . 1989. Bromeliaceae to Dioscoreaceae. En:<br />
Flora novo-galiciana: a descriptive account of the<br />
vascular plants of western México. W.R.E. Anderson<br />
(ed.). The University of Michigan Press. Ann<br />
Arbor. Michigan.<br />
——— . 1993. Euphorbiae novo-galiciane revisae.<br />
Contributions from the University of Michigan Herbarium<br />
19:207-239.<br />
——— . 2001. Ochnaceae to Loasaceae. En: Flora novo-galiciana:<br />
a descriptive account of the vascular<br />
plants of western México. Vol. 17. W.R.E. Anderson<br />
(ed.). The University of Michigan Press. Ann Arbor.<br />
Michigan.<br />
Vázquez, J.A., R. Cuevas, T. Cochrane, et al. 1995. Flora<br />
de Manantlán. Plantas vasculares de la Reserva<br />
de la Biosfera Sierra de Manantlán, Jalisco-Colima,<br />
México. sida, Botanical Mycellany 13:1-312.
S4<br />
Animales invertebrados
Gerarcinus platanus. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
En el grupo de los invertebrados se encuentran aquellas especies que carecen<br />
de un esqueleto óseo; constituyen uno de los grupos biológicos más<br />
diversos en la tierra. En esta sección se aborda el conocimiento de estos<br />
grupos en Colima en cuanto a especies presentes, importancia y amenazas;<br />
además se incluyen los datos más recientes de la abundancia y distribución<br />
de los invertebrados de la entidad.<br />
Los moluscos tienen un cuerpo blando, pueden tener una concha, en<br />
ellos se incluyen almejas, pulpos, caracoles y mejillones, entre otros.<br />
Colima es uno de los estados menos explorados para moluscos, aquí se<br />
reportan 48 taxones terrestres y 451 marinas, riqueza similar a la de<br />
Michoacán. Para crustáceos se han registrado 511 taxones. Otro grupo<br />
de invertebrados de ambientes acuáticos son los equinodermos, incluyen<br />
estrellas, erizos, lirios y pepinos de mar; se han registrado 55 taxones que<br />
representan 10% de esta fauna en los mares mexicanos. El archipiélago<br />
Revillagigedo posee 75% de la diversidad del estado. Isostichopus fuscus<br />
es una especie de pepino de mar que se encuentra en peligro de extinción.<br />
Se han estudiado invertebrados en cavernas, también han sido reportadas<br />
52 taxones de ácaros y 37 de colémbolos, la riqueza de éstos últimos<br />
resulta mayor que la de entidades como Durango y Nuevo León. En el<br />
orden Odonata se incluyen libélulas, con 91 especies, ubicando a Colima<br />
con una proporción alta de especies de este tipo por superficie. Las libé-<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Diversidad de especies. Animales invertebrados. En: La Biodiversidad<br />
en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 277-278.<br />
277
lulas son indicadoras de la calidad del agua y son<br />
depredadoras de otros organismos.<br />
Para la región de Ixtlahuacán se documentan<br />
65 especies de escarabajos, pertenecientes a<br />
cinco familias. Dos especies son únicas de<br />
Colima (Walterius caballeroae y Pseudotelegeusis<br />
jiliotupensis). Otro grupo de escarabajos<br />
Cerambycidae, una de las familias con mayor<br />
riqueza a nivel mundial presenta 8.5% (136 taxones),<br />
poco más de la mitad son endémicas y siete<br />
lo son para las islas Revillagigedo.<br />
De las seis especies endémicas de esfíngidos presentes<br />
en México, dos de ellas son exclusivas de<br />
las islas Revillagigedo.<br />
La última familia de mariposas nocturnas que se<br />
describe es Saturniidae, caracterizada por algunos<br />
de sus especímenes que presentan manchas<br />
en sus alas que despliegan en forma de ojos<br />
para distraer a sus depredadores (subfamilia<br />
Hemileucinae). De las 194 especies que existen<br />
en México, 44 taxones se presentan en Colima,<br />
de ellas 55% son endémicas de México.<br />
Se reportan 85 especies de escarabajos de las familias<br />
Melolonthidae, Scarabaeidae, Trogidae,<br />
Passalidae y Silphidae; 72 taxones en Cerro Grande<br />
en la sierra de Manantlán, ahí se han encontrado<br />
nuevos registros de estas familias para la entidad.<br />
Las abejas pertenecen a la superfamilia Apoidea,<br />
la gran mayoría están presentes en Colima; se<br />
reporta la presencia de cinco familias, 62 géneros<br />
y 101 taxones; la familia Apidae, presenta la<br />
mayor riqueza.<br />
Las “mariposas diurnas” (suborden Rhopalocera)<br />
son un grupo indicador y modelo para el<br />
estudio de fenómenos ecológicos y evolutivos; se<br />
incluyen en ellas seis familias. Se registran 544<br />
taxones que corresponden a 31% de la riqueza<br />
nacional y 3% de la mundial; su riqueza es similar<br />
a la de Nayarit, pero menor a Michoacán y<br />
Jalisco. 17% de las especies presentes en la entidad<br />
son endémicas de México.<br />
Se incluyen tres familias de mariposas nocturnas<br />
(Arctiidae, Sphingiidae y Saturniidae). La<br />
primera tiene una representación de 50 taxones<br />
(8% del nacional), que participan en la polinización<br />
de plantas y algunas son perjudiciales para<br />
plantaciones forestales o agrícolas. La familia<br />
Sphingiidae, es una de las más conocidas en sus<br />
aspectos taxonómicos y ecológicos. Se presentan<br />
56 taxones (29% nacional), y utilizando modelos<br />
de distribución se cree que podrían llegar a 89.<br />
También se incluye un estudio de caso sobre<br />
moscas de la familia Syrphidae en la región<br />
de Ixtlahuacán en el que se encontraron 73 taxones.<br />
Este grupo participa también en importantes<br />
procesos de polinización.<br />
Las amenazas al grupo de invertebrados se<br />
encuentran vinculadas con las sinergias provocadas<br />
por la pérdida o degradación de su hábitat,<br />
derivado del cambio de uso de suelo. La participación<br />
que tienen los invertebrados dentro de las<br />
redes tróficas y sus interacciones es relevante<br />
para el mantenimiento de la diversidad en otras<br />
escalas biológicas. La mayor parte de los estudios<br />
sobre invertebrados se han enfocado en<br />
ambientes templados; se resalta la falta de estudios<br />
en bosques tropicales, los que resultan relevantes<br />
para varios grupos, así como estudios en<br />
los ambientes acuáticos y marinos.<br />
278 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Moluscos marinos<br />
(Mollusca)<br />
Eduardo Ríos-Jara<br />
Alicia Hermosillo-González<br />
Cristian Moisés Galván-Villa<br />
Introducción<br />
Los moluscos son invertebrados protostomados celomados (animales<br />
con celoma cuya boca se forma durante la gastrulación), triblásticos<br />
(poseen tres hojas embrionarias en el desarrollo embrionario temprano),<br />
con simetría bilateral (aunque algunos pueden tener una asimetría secundaria)<br />
y no segmentados. Su cuerpo es blando, pueden o no presentar una<br />
concha y están divididos en cabeza, masa visceral y pie muscular. Además<br />
presentan un órgano de alimentación llamado rádula (formado por<br />
hileras de dientes quitinosos curvos) (figura 1).<br />
FIGURA 1. Imagen microscópica de la rádula de un molusco marino. Foto: Alicia<br />
Hermosillo.<br />
Muchos moluscos fueron utilizados desde tiempos prehistóricos como<br />
alimento, según lo demuestran los restos de conchas encontrados en las<br />
cavernas y albergues en que se guarecieron los hombres primitivos del<br />
Ríos-Jara, E., A. Hermosillo-González y C. M. Galván-Villa. 2016. Moluscos marinos (Mollusca). En: La Biodiversidad<br />
en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 279-287.<br />
279
paleolítico. Los pueblos prehispánicos de México<br />
usaron conchas de moluscos, principalmente de<br />
especies marinas, como ofrendas ceremoniales u<br />
ornamentos en sus enterramientos, para la fabricación<br />
de joyería en forma de tocados, collares,<br />
cinturones, brazaletes y pulseras, de ahí su gran<br />
importancia arqueológica en nuestro país (Gómez-Gastélum<br />
2007). En la actualidad, debido a<br />
su alto valor alimentario los moluscos tienen<br />
relevancia en la acuicultura y en la pesca, además<br />
de que las conchas continúan utilizándose<br />
como piezas decorativas y en la manufactura de<br />
artesanías.<br />
Diversidad y distribución<br />
La biodiversidad marina corresponde a 15% de<br />
la biodiversidad mundial descrita (Reaka-Kudla<br />
1997), es decir, cerca de 280 200 especies. Los<br />
miembros del phylum Mollusca son el grupo de<br />
invertebrados más diversificado, después de los<br />
insectos. Algunas estimaciones del número total<br />
de moluscos actuales indican que existen entre<br />
52 mil y 100 mil especies a nivel mundial<br />
(Purchon 1977, Groombridge y Jenkins 2000,<br />
Bouchet 2006). Su gran variación adaptativa se<br />
manifiesta en el enorme número de hábitats en<br />
los que se pueden encontrar, los cuales incluyen<br />
ambientes terrestres, dulceacuícolas y marinos.<br />
Sin embargo, la mayoría habitan en las zonas<br />
costeras de los mares tropicales.<br />
Los moluscos tienen la mayor diversidad de<br />
todos los filos presentes en los océanos, además,<br />
la malacofauna de zonas tropicales es significativamente<br />
mayor en el Pacífico tropical, principalmente<br />
en el Indo-Pacífico (Bouchet et al.<br />
2002). Gosliner et al. (1996) estimaron que<br />
aproximadamente 60% de todos los invertebrados<br />
marinos de esta región son moluscos.<br />
México presenta gran diversidad de moluscos<br />
ya que su línea de costa es muy extensa, con<br />
aproximadamente 10 000 km; sin embargo, no<br />
existe un inventario completo y actualizado de<br />
las especies de moluscos marinos de México,<br />
aunque muchos trabajos enlistan los grupos<br />
taxonómicos principales y destacan su abundancia<br />
en localidades o regiones específicas. Si<br />
bien es cierto que el número de estudios sobre<br />
su biología y ecología ha aumentado en los últimos<br />
años, la información es aún insuficiente. La<br />
mayor cantidad de datos disponibles se refieren<br />
a las especies encontradas en las playas y en<br />
aguas poco profundas debido a que estos son los<br />
ambientes más accesibles.<br />
Para la costa del Pacífico tropical, norte y centroamericano,<br />
que incluye a México, se han registrado<br />
cerca de 3340 especies de moluscos, la<br />
mayoría son bivalvos y gasterópodos. A pesar de la<br />
reducida longitud de costa, la diversidad conocida<br />
de Colima es considerable y actualmente se tienen<br />
registros de al menos 451 taxones (apéndice 1) distribuidas<br />
en cinco clases y 114 familias (cuadro 1).<br />
Estos números son sólo aproximaciones y hacen<br />
evidente la falta de estudios dirigidos al conocimiento<br />
de la malacofauna de la región, sobre todo<br />
en el caso de los micromoluscos (< 1 cm), de las<br />
especies poco conspicuas (poco visibles o imperceptibles)<br />
y las que habitan a mayores profundidades,<br />
las cuales pueden representar un número<br />
significativo. Como ejemplo de lo anterior podemos<br />
mencionar que para Colima no existen registros<br />
de tres clases de moluscos: Caudofoveata,<br />
Solenogastres y Monoplacophora. Los Caudofoveata<br />
y Solenogastres son poco conspicuos porque<br />
280 DIVERSIDAD DE ESPECIES
sus habitos de vida y forma de gusano los hace<br />
poco visibles durante muestreos convencionales<br />
mientras que los monoplacoforos son de aguas<br />
profundas. Las especies registradas en la costa de<br />
Colima incluyen principalmente formas macrobénticas<br />
(especies grandes que viven sobre el fondo<br />
marino) (figura 2). Estos moluscos se encuentran<br />
en playas rocosas, arenosas, en sistemas estuarinos<br />
y en aguas someras (poco profundas) en sustratos<br />
rocosos y coralinos. En la plataforma continental<br />
se han registrado hasta profundidades cercanas a<br />
los 100 m, y representan aproximadamente 14.5%<br />
del total de especies de moluscos del Pacífico tropical<br />
americano (Keen 1971, Skoglund 1991, 1992) y<br />
1% del total mundial.<br />
Doce géneros constituyen 26.4% de todas las<br />
especies de gasterópodos con cinco o mas especies<br />
cada uno: Crucibulum (9), Lottia (9), Conus (9),<br />
Natica (7), Cantharus (7), Nassarius (6), Hexaplex<br />
(5), Fissurella (5), Turritella (5), Epitonium (5),<br />
Mitrella (5), Olivella (5), Crepidula (5).<br />
En el caso de los bivalvos, tres géneros representan<br />
20.3% de todas las especies registradas:<br />
Anadara (9), Tellina (8), Strigilla (5), Saccella (4)<br />
y Chama (4).<br />
Las playas rocosas y arenosas son el hábitat de la<br />
mayoría de las especies en Colima, aunque un<br />
número importante de moluscos se encuentran<br />
en la zona somera de la plataforma continental<br />
del estado. De manera particular, la laguna de<br />
Cuyutlán tiene una riqueza importante de moluscos<br />
representativos de ambientes estuarinos;<br />
donde se han registrado 66 especies (21 bivalvos,<br />
43 gasterópodos y dos escafópodos).<br />
FIGURA 2. Concha de un molusco marino de la familia<br />
Muricidae (Hexaplex princeps). Foto: Arturo Santos<br />
Crespo.<br />
Aunque algunas especies se encuentran en más<br />
de un tipo de sustrato, la mayoría son exclusivas<br />
de fondos rocosos, aunque algunas habitan en<br />
los fondos suaves de tipo arenoso, arcilloso o<br />
limoso, en fondos coralinos, sobre macroalgas y<br />
otros invertebrados sésiles como corales, hidroideos,<br />
gorgonáceos y esponjas. Las raíces del<br />
mangle rojo (Rhizophora mangle) son el hábitat<br />
principal de algunos bivalvos en la laguna de<br />
Cuyutlán; entre estos destacan los mejillones<br />
Choromytilus palliopunctatus y Mytella strigata,<br />
los cuales viven adheridos a las raíces mediante<br />
unos filamentos proteicos llamados bisos, producidos<br />
por una glándula situada en el pie.<br />
FIGURA 3. Concha de un molusco marino de la familia<br />
Conidae (Conus purpurascens). Foto: Arturo Santos<br />
Crespo.<br />
Mediante los registros de moluscos de la costa de<br />
Colima se puede estimar que aproximadamente<br />
Moluscos marinos (Mollusca)<br />
281
30% de las especies habita en sustratos duros<br />
(rocas, conchas y corales) y 64% en sustratos<br />
suaves (arena, arcilla, limo y fango), mientras<br />
que los sustratos mixtos, las raíces de mangle y<br />
las macroalgas contienen solamente 6% (Hermosillo<br />
et al. 2006).<br />
En las playas rocosas y arenosas, los periodos de<br />
exposición e inmersión debidos al ciclo de<br />
mareas determinan patrones de zonación de las<br />
especies de invertebrados bénticos a través del<br />
intermareal. Estos patrones han sido descritos<br />
para el caso de los moluscos de la costa de<br />
Colima; por ejemplo, Sánchez-González (1989)<br />
registró 83 especies de gasterópodos en cinco<br />
playas rocosas y arenosas de las bahías de Santiago<br />
y Manzanillo.<br />
En general, la abundancia de moluscos disminuye<br />
de la zona intermareal superior hacia la<br />
inferior, mientras que el número de especies<br />
aumenta en esa misma dirección. Además,<br />
muchas de estas especies son exclusivas de un<br />
solo nivel o se encuentran preferentemente en un<br />
solo tipo de microhábitat, como las charcas o las<br />
oquedades y grietas de las rocas. En la zona<br />
supralitoral de las playas rocosas de La Boquita,<br />
Santiago y La Audiencia, se encontraron principalmente<br />
dos especies Nodilittorina aspera y<br />
N. modesta, las cuales fueron muy abundantes;<br />
ambas especies son características de este nivel<br />
litoral en las playas rocosas del Pacífico tropical<br />
mexicano y pertenecen a una de las familias de<br />
gasterópodos más comunes en todo el mundo<br />
(Littorinidae).<br />
En el mesolitoral superior de estas playas las<br />
especies Nerita funiculata y N. scabricosta son<br />
frecuentes y muy abundantes, mientras que en la<br />
zona mesolitoral media aumenta la riqueza de<br />
especies de gasterópodos, aunque con menores<br />
abundancias. Son típicas de este nivel intermareal<br />
las lapas de la familia Fissurellidae, además<br />
de las lapas pulmonadas (orden Pulmonata)<br />
Siphonaria maura y S. palmata y los caracoles<br />
Columbella fuscata, Tegula globulus y Cerithium<br />
maculosum. El mesolitoral inferior presentó<br />
29 especies típicas de este nivel, aunque únicamente<br />
tres fueron abundantes: Thais biserialis,<br />
Opeatostoma pseudodon y Leucozonia cerata.<br />
Finalmente, en la zona infralitoral se recolectaron<br />
12 especies, de las cuales Conus princeps y<br />
nuevamente Thais biserialis tuvieron la mayor<br />
abundancia relativa. Por otro lado, en las playas<br />
arenosas de Miramar y Olas Altas, la riqueza de<br />
especies de gasterópodos es mucho menor,<br />
debido a la homogeneidad del sustrato arenoso<br />
que ofrece un menor número de microhábitats,<br />
además de que el disturbio causado por el hombre<br />
es mayor, sobre todo en estas playas de recreo.<br />
Importancia<br />
La importancia simbólica que los moluscos<br />
marinos tuvieron para los pueblos prehispánicos<br />
se manifiesta por su presencia en las diferentes<br />
ofrendas que se hicieron para honrar los templos<br />
y edificaciones (Velázquez 1999). La gran diversidad<br />
de especies de bivalvos y gasterópodos, en<br />
el fondo de muchas de las ofrendas, junto con<br />
otros organismos marinos como corales, esponjas<br />
y erizos, constituyen recreaciones de los niveles<br />
del cosmos mesoamericano (López-Luján<br />
1993).<br />
Los moluscos se utilizan extensivamente en programas<br />
de supervisión del ambiente marino,<br />
282 DIVERSIDAD DE ESPECIES
La mayoría de los invertebrados marinos de<br />
importancia comercial de Colima son especies<br />
que habitan en la zona litoral, principalmente en<br />
las playas rocosas y arenosas, los esteros y las<br />
lagunas costeras, así como en el sublitoral<br />
somero. La pesca en la región es de tipo artesanal<br />
y en la mayoría de los casos multiespecífica.<br />
Los pescadores dedicados a la captura de invertebrados<br />
realizan esta actividad mediante buceo<br />
semiautónomo, en embarcaciones tipo panga<br />
con motor fuera de borda. Por ejemplo, la pesca<br />
de pulpo está asociada a la de caracoles y langostas,<br />
de manera que esta pesquería multiespecífica<br />
ofrece mayores rendimientos y posibilidades<br />
de mejorar las capturas en diferentes épocas del<br />
año (Ríos-Jara et al. 2004).<br />
FIGURA 4. Concha del molusco marino de la familia<br />
Architectonicidae (Architectonica nobilis).<br />
Foto: Arturo Santos Crespo.<br />
debido a su capacidad de concentrar los agentes<br />
contaminantes a varias profundidades marinas.<br />
Debido a lo anterior es importante determinar<br />
las cantidades de metales en moluscos de uso<br />
común entre la población, con la finalidad de<br />
determinar la presencia y grado de peligrosidad<br />
de los mismos en el ser humano. En Colima, de<br />
manera particular, el ostión de roca (Crassostrea<br />
iridiscens) ha sido usado para evaluar la concentración<br />
de cuatro metales pesados: Plomo (Pb),<br />
Cadmio (Cd), Mercurio (Hg) y Arsénico (As)<br />
(Madrigal et al. 2008).<br />
Muchas especies presentes en los esteros y playas<br />
son aprovechadas por los habitantes ribereños,<br />
debido a que son de fácil extracción, además de<br />
ser muy apreciados por su agradable sabor. La<br />
carne de las lapas, caracoles, almejas, ostiones,<br />
mejillones, quitones y pulpos de esta región, es<br />
usada como alimento y las conchas como piezas<br />
de ornato o artesanías (figura 4). El aprovechamiento<br />
de estas especies para autoconsumo, o su<br />
venta local y regional, forma parte importante de<br />
la economía de los pobladores costeños, aunque<br />
su magnitud no ha sido aun evaluada. Esta actividad<br />
es en ocasiones considerada de subsistencia<br />
entre las temporadas de captura de otros recursos<br />
pesqueros más rentables, incluso se combina con<br />
la agricultura en pequeñas parcelas. Sin embargo,<br />
la mayoría de los pescadores se dedican exclusivamente<br />
a la captura de peces e invertebrados<br />
durante todo el año (Ríos-Jara et al. 2004).<br />
Las principales especies de moluscos capturadas<br />
son los llamados caracoles chinos (géneros Murex,<br />
Hexaplex, Homalocantha, Muricanthus y<br />
Muricopsis), el caracol panocha (Astrea spp.), el<br />
caracol burro (Strombus spp.), el caracol gorrito<br />
(Calyptraea spirata), el caracol calavera (Malea<br />
rigens), el caracol tornillo (Pleuroploca princeps) y<br />
el cambute (Cantharus sp.). Entre los bivalvos destacan<br />
la pata de mula (Anadara spp.), el callo margarita<br />
(Spondylus princeps), la madreperla<br />
(Pinctada mazatlanica), la concha nácar (Pteria<br />
sterna) y el ostión (Crassostrea sp.). Los quitones o<br />
cucarachas de mar (Polyplacophora) son utilizados<br />
para autoconsumo y como carnada por los<br />
pobladores de la región; principalmente las<br />
Moluscos marinos (Mollusca)<br />
283
e species del género Chiton, encontradas en el<br />
intermareal rocoso de playas accesibles (Ríos-Jara<br />
et al. 2001, 2006, Holguín-Quiñones 2006).<br />
Algunas especies son muy escasas, como la lapa<br />
gigante (Scutellastra mexicana), debido a que sus<br />
poblaciones fueron sobreexplotadas en la década<br />
de los setenta y no existen reportes recientes de<br />
su presencia en la costa de Colima. El caracol<br />
púrpura (Plicopurpura pansa), valorado por su<br />
tinte, es otro recurso que fue explotado en algunos<br />
estados del Pacífico central mexicano, en el<br />
pasado (Ríos-Jara et al. 1994, Michel-Morfin et<br />
al. 2002), aunque no existen evidencias de su utilización<br />
en Colima.<br />
Los moluscos pueden ser eventualmente usados<br />
como bioindicadores de contaminación o de<br />
procesos ambientales, también en la selección de<br />
áreas para el establecimiento de reservas marinas<br />
o como agentes en la biorremediación de los<br />
efluentes de tanques acuícolas. Además, son<br />
fuente importante en la industria de productos<br />
cosméticos y farmacéuticos. Este es el caso de los<br />
moluscos opistobranquios, los cuales actualmente<br />
son usados en la investigación de productos<br />
naturales para aislar y producir compuestos<br />
químicos activos que pueden servir como antibióticos<br />
y agentes quimioterapeúticos. Algunas<br />
especies registradas en Colima, como Dolabella<br />
auricularia, son invaluables en investigaciones<br />
biomédicas (Hermosillo et al. 2006).<br />
Amenazas y conservación<br />
Los principales esfuerzos para la conservación<br />
de los invertebrados marinos de Colima deben<br />
ser encaminados hacia la investigación de sus<br />
ecosistemas, hacia la educación ambiental, así<br />
como a la actualización y adecuación de los<br />
mecanismos de regulación y vigilancia en la<br />
extracción y consumo de estos organismos. Al<br />
igual que en otras regiones de México, la principal<br />
preocupación es el deterioro de los ecosistemas<br />
costeros y la consecuente pérdida de la<br />
biodiversidad en todo el litoral colimense.<br />
Para el caso de las especies de importancia<br />
comercial se requieren datos precisos de la actividad<br />
pesquera para conocer las biomasas que<br />
son explotadas. Es necesario actualizar la reglamentación<br />
y evaluar la eficiencia de las artes de<br />
pesca utilizadas en Colima, debido a que la normatividad<br />
para muchas de las especies fue establecida<br />
con base en poblaciones de otras regiones<br />
del Pacífico mexicano. Se requieren mayores<br />
esfuerzos para vigilar que se cumpla con la talla<br />
mínima de captura y las vedas. La acuicultura es<br />
una alternativa que deberá ser considerada para<br />
muchas especies de invertebrados de la costa de<br />
Colima. Es recomendable evaluar los recursos<br />
potenciales y aplicar la tecnología y experiencias<br />
de otras regiones del país.<br />
En la nom-059-semarnat-2010 se incluyen<br />
solamente tres especies de moluscos marinos de<br />
Colima, las cuales se encuentran bajo la categoría<br />
de sujetas a protección especial: Crucibulum<br />
scutellatum (caracol gorrito), Pinctada mazatlanica<br />
(madreperla) y Plicopurpura pansa (caracol de<br />
tinta), esta última endémica de México. Cabe<br />
mencionar, sin embargo, que se han propuesto<br />
correcciones y adiciones a esta norma. En todo el<br />
Pacífico central mexicano, incluyendo la costa<br />
de Colima, hace falta revisar algunas especies para<br />
su posible inclusión en la nom-059-semarnat-2010,<br />
como es el caso del caracol gorrito Calyptraea<br />
284 DIVERSIDAD DE ESPECIES
spirata (Ríos-Jara et al. 2003), los caracoles chinos<br />
de la familia Muricidae y diferentes especies<br />
de cucarachas de mar Chiton spp., entre otras,<br />
las que, junto con otras especies son extraídas<br />
del medio natural sin control alguno.<br />
Existen algunas áreas del litoral colimense que<br />
deben ser objeto de atención especial. La acción<br />
de conservación más obvia sería el manejo adecuado<br />
de las actuales áreas marinas protegidas<br />
de la región, como el archipiélago de Revillagigedo<br />
(recuadro 1), sin cerrarse al turismo o a la<br />
pesca, sino apegándose a planes de manejo específicos<br />
para cada área.<br />
Los manglares de Colima contienen un número<br />
importante de especies de invertebrados que son<br />
característicos de ambientes estuarinos. El deterioro<br />
de estos ecosistemas es evidente; es recomendable<br />
cumplir y hacer cumplir la ley que<br />
protege los manglares y dar seguimiento también<br />
a la contaminación por plaguicidas y materia<br />
orgánica en los ríos y otros cuerpos de agua<br />
estuarinos, sólo así aseguraremos, al mismo<br />
tiempo, la conservación de la biodiversidad y en<br />
consecuencia el bienestar de los seres humanos.<br />
Conclusiones<br />
Es importante conocer, estudiar y conservar a<br />
los moluscos marinos de Colima, debido a su<br />
importancia para el consumo humano, así como<br />
su uso tradicional y artesanal. Además de los<br />
anteriores cabe subrayar los potenciales usos<br />
como bioindicadores y para la industria farmacéutica.<br />
Es además necesario conocer y regular<br />
la explotación pesquera que se hace de estos<br />
organismos, la cual para algunos casos se hace<br />
sin control. A pesar de su evidente diversidad, es<br />
necesario hacer más estudios sistemáticos de la<br />
malacofauna de la entidad en los diferentes sustratos<br />
donde habita, para tomar decisiones que<br />
permitan aprovechar estos organismos de una<br />
manera sustentable que permita su conservación.<br />
CUADRO 1. Número de especies, géneros y familias<br />
por cada clase de moluscos marinos.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Clase Especies Géneros Familias<br />
Bivalvia 148 89 32<br />
Gastropoda 292 175 76<br />
Polyplacophora 2 1 1<br />
Scaphopoda 6 5 3<br />
Cephalopoda 3 2 2<br />
Total 451 272 114<br />
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286 DIVERSIDAD DE ESPECIES
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Colección Científica. Vol. 392. inah. México.<br />
RECUADRO 1<br />
Moluscos marinos en el archipiélago de Revillagigedo<br />
Colima cuenta con uno de los sistemas insulares<br />
más importantes de nuestro país, el archipiélago<br />
de Revillagigedo, que representa las únicas islas<br />
oceánicas tropicales en el Pacífico mexicano. De<br />
origen volcánico, este grupo de cuatro islas<br />
(Socorro, Clarión, San Benedicto y Roca Partida)<br />
se encuentra a 720 km de Manzanillo.<br />
Solamente las dos primeras se encuentran habitadas<br />
por personal de la Armada de México<br />
quienes resguardan la soberanía.<br />
gasterópodos y 10 quitones. Una especie de<br />
molusco endémica del archipiélago fue descrita<br />
recientemente y nombrada en honor a la<br />
mayor de las islas: Socorro, es una babosa<br />
marina (nudibranquio), diminuta, de un llamativo<br />
color rojo, que se alimenta de esponjas,<br />
llamada Chromodoris socorroensis (figura 1).<br />
La riqueza biológica de estas islas ha sido objeto<br />
de interés y estudio, con numerosas expediciones<br />
para conocer aspectos biológicos, geológicos<br />
y ecológicos, tanto en tierra como en las<br />
aguas que las rodean. En 1994 fue declarada<br />
área natural protegida por la conanp. Al<br />
hablar de los moluscos marinos de las Revillagigedo,<br />
sorprende que a pesar de su lejanía al<br />
continente no se presente un número mayor de<br />
especies endémicas, mostrando afinidad con la<br />
fauna panámica. En la actualidad se han reportado<br />
222 especies de moluscos: 48 bivalvos, 164<br />
Figura 1. Recientemente se describió la babosa<br />
marina Chromodoris socorroensis, molusco marino<br />
endémico del archipiélago Revillagigedo.<br />
Foto: Alicia Hermosillo González<br />
Moluscos marinos (Mollusca)<br />
287
Moluscos<br />
continentales<br />
(Mollusca)<br />
Edna Naranjo-García<br />
Descripción<br />
Mollusca proviene del latín mollis, que significa blando, y como su nombre<br />
lo indica, estos animales invertebrados tienen como principales características:<br />
un cuerpo blando que puede estar cubierto o no de una concha,<br />
un manto (el tejido que secreta la concha) y una lengua raspadora por<br />
medio de la cual se alimentan (rádula). Viven en el mar, en aguas estuarinas,<br />
sobre la tierra y en aguas salobres o aguas dulces (Boss 1982). Están<br />
representados por las almejas, ostiones, veneras, lapas, pulpos, calamares,<br />
caracoles, babosas, liebres de mar, mejillones, entre muchos otros de formas<br />
muy diversas. Solamente los artrópodos les aventajan en cuanto a su<br />
gran diversidad.<br />
Antecedentes<br />
Los moluscos se conocen desde épocas muy tempranas; se cree que aparecieron<br />
en el precámbrico, ya que existen fósiles con 500 millones de<br />
años de antigüedad. Están emparentados con los gusanos planos<br />
(Platyhelminthes), otros gusanos marinos (Nemertea, Sipuncula,<br />
Echiura), gusanos segmentados (Annelida), otros animales cercanamente<br />
relacionados a los artrópodos (Onychophora y Tardigrada) y con los<br />
artrópodos propiamente (Brusca y Brusca 2003).<br />
Se conocen alrededor de 17 mil especies fósiles de cefalópodos con concha<br />
nautiloide (con la forma del muy conocido molusco Nautilus spp).<br />
288<br />
Naranjo-García, E. 2016. Moluscos continentales (Mollusca). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 288-294.
Los primeros indicios de bivalvos aparecen en el<br />
cámbrico medio temprano, mientras que los<br />
cefalópodos y placas de quitones se localizaron<br />
en el cámbrico superior (Solem 1974).<br />
Existen aproximadamente 100 mil especies de<br />
moluscos vivientes (Solem 1974, Brusca y Brusca<br />
2003). Los moluscos han sido agrupados en siete<br />
clases: Aplacophora (carecen de concha),<br />
Polyplacophora (con ocho placas, quitones),<br />
Monoplacophora (con una concha y lapas segmentadas),<br />
Gastropoda (con las vísceras sobre el<br />
pie, caracoles y babosas) (figura 1), Cephalopoda<br />
(la cabeza sobre el pie, calamares, jibias, pulpos y<br />
nautilos), Bivalvia (con dos valvas, ostiones,<br />
almejas, mejillones) y Scaphopoda (conocidos<br />
como colmillos de elefante marinos) (Solem<br />
1974, Brusca y Brusca 2003).<br />
El inventario de moluscos terrestres de México<br />
es incompleto (Naranjo-García 2003) y Colima<br />
se considera como uno de los estados de la vertiente<br />
del Pacífico menos conocido (Naranjo-<br />
García 1993), a pesar de que existen otros estados<br />
con muy poca información, por ejemplo Tlaxcala<br />
carece de registros. En el presente estudio se<br />
analizó la información actualizada sobre los<br />
moluscos continentales de Colima, con base en<br />
la integración de los datos registrados en la literatura<br />
y la información obtenida de la Colección<br />
Nacional de Moluscos del Instituto de Biología<br />
de la unam. Han sido muy escasos los estudios<br />
sobre moluscos terrestres en Colima, a pesar de<br />
ser una de las entidades con menor superficie<br />
(5 455 km 2 ), la cuarta más pequeña, después del<br />
Distrito Federal, Tlaxcala y Morelos.<br />
Entre 1861 y 1862 el militar y coleccionista húngaro,<br />
John Xantus, fue comisionado a México,<br />
donde colectó varios ejemplares de moluscos en<br />
Colima, entre ellos especies de Opeas colimense,<br />
los cuales fueron descritos posteriormente por<br />
Crosse y Fischer (Fisher y Crosse 1870-1902).<br />
Hacia mediados del siglo xix, a partir de las<br />
colectas de Rolle en Colima, fueron identificadas<br />
varias especies y subespecies de moluscos (Martens<br />
1890-1901, Rolle 1895). Posteriormente,<br />
Pils bry (1896) describió la especie Polygyra<br />
matermontana, aunque no se conoce la identidad<br />
del recolector ni la fecha de colecta.<br />
FIGURA 1. Molusco<br />
subadulto de la familia<br />
Orthalicidae (Orthalichus<br />
sp.). La Huaracha,<br />
Madrid, Colima.<br />
Foto: Manuel Balcázar.<br />
Moluscos continentales (Mollusca)<br />
289
Por su parte, Dall (1926) refiere al científico norteamericano<br />
G. Dallas Hanna como responsable de<br />
la recolecta de moluscos en las islas Revillagigedo<br />
en 1925, al que acompañó personal de la <strong>Comisión</strong><br />
de Pesquerías de los Estados Unidos. De esta<br />
manera, Dall (1926) hace un recuento de nueve<br />
especies de moluscos descubiertas en las islas<br />
hasta ese año, a pesar de las diversas expediciones.<br />
El cuadro 1 muestra un resumen de tales<br />
expediciones, así como de otros viajes relacionados<br />
con la recolecta de moluscos en esas islas.<br />
Biología de la unam exploraron los alrededores<br />
del poblado de Madrid, en Colima, en búsqueda<br />
de moluscos acuáticos, hospederos intermediarios<br />
del tremátodo Paragonimus mexicanus,<br />
parásito de tlacuaches (Didelphys virginiana<br />
californica); registrando el caracol hidróbido<br />
Aroapyrgus allei (Lamothe-Argumedo et al.<br />
1983). En esta exploración se colectaron ejemplares<br />
de moluscos terrestres y dulceacuícolas, ahora<br />
depositados en la Colección Nacional de Moluscos<br />
del Instituto de Biología de la unam.<br />
En 1966, Fred G. Thompson hizo una incursión<br />
en el estado, en la cual describe varias especies,<br />
como Ceochasma phrixina, Dissotropis amplaxis,<br />
Dicrista rugosa, Xenocyclus patulus y Coelostemma<br />
anaclasta (Thompson 1968a, 1968b, 1969, 1971).<br />
Entre 1976 y 1984, parasitólogos del Instituto de<br />
Diversidad y distribución<br />
El total de moluscos continentales registrados<br />
hasta la fecha para Colima es de 44 especies y<br />
nueve subespecies, pertenecientes a 29 géneros<br />
CUADRO 1. Año y persona que exploró alguna región de las islas Revillagigedo. Fuente: Dall 1926, Medina<br />
1957, Adem 1960.<br />
Año Explorador Fuente<br />
1541 Domingo del Castillo Dall (1926)<br />
1772 Miguel Pinto Dall (1926)<br />
1811 Alejando von Humboldt Dall (1926)<br />
1825 Benjamín Novell Dall (1926)<br />
1848 Reeve, quien avistó la erupción del volcán Evermann Dall (1926)<br />
1903 Expedición de la Californian Academy of Science isla Socorro Medina (1957)<br />
1905 Expedición de la Californian Academy of Science isla Socorro Medina (1957)<br />
1925 Expedición de la Californian Academy of Science Dall (1926)<br />
1932 Templeton Crocker expedición de la Californian Academy of Science Dall (1926);<br />
Medina (1957)<br />
1933 Escuela Nacional de Agricultura Medina (1957)<br />
1948 Club Cinegético Colimán Medina (1957)<br />
1954 Universidad de Guadalajara (abril) Medina (1957)<br />
1958 Universidad Nacional Autónoma de México (2 expediciones: enero y abril) Adem (1960)<br />
290 DIVERSIDAD DE ESPECIES
y 23 familias (apéndice 1). Para la región<br />
continental de Colima se han registrado 28<br />
especies de moluscos terrestres (dos de ellas con<br />
dos subespecies) y cuatro especies de moluscos<br />
dulce acuícolas. Las especies terrestres<br />
pertenecen a 17 géneros y las siguientes 13<br />
familias: Eucalodiidae, Heliridae, Holospiridae,<br />
Neocyclotidae, Orthalicidae, Oleacinidae,<br />
Subulinidae, Polygyridae, Xanthonychidae,<br />
Scolodontidae, Succinidae y Vertiginidae. La<br />
mayoría son macromoluscos (mayores a 0.5 mm).<br />
Los micromoluscos están representados por<br />
los géneros: Miradiscops, Thysanophora y<br />
Gastrocopta. Las familias con mayor número de<br />
especies son Orthalicidae (siete especies de los<br />
géneros Drymaeus y Orthalicus).<br />
Las especies de moluscos dulceacuícolas pertenecen<br />
a tres familias: Hydrobiidae, Physidae y<br />
Planorbidae. La primera es del orden Prosobranchia<br />
y las otras dos del orden Pulmonata; se trata de<br />
moluscos muy pequeños (micromoluscos).<br />
En las islas Socorro y Clarión se han registrado<br />
16 especies de moluscos terrestres, pertenecientes<br />
a 14 géneros y 14 familias. Seis de estas<br />
familias no están representadas en la región continental<br />
(Ferussaciidae, Punctidae y Strobilopsidae),<br />
el resto sí (Spiraxidae, Succineidae y Thysanophoridae).<br />
La mayoría de éstos son micromoluscos<br />
(menores a 0.5 mm), excepto por Succinea<br />
(9.0 mm) que es la especie de mayor tamaño.<br />
Sólo el caracol Gastrocopta pellucida (Pfeiffer<br />
1841) es compartido entre Colima continental y<br />
las islas Socorro y Clarión (Dall 1926). Además,<br />
resulta interesante mencionar que cuatro especies<br />
se comparten entre la isla Socorro y las islas<br />
Tres Marías (Caecilioides consobrina prima y<br />
Gastrocopta pellucida con la isla María Madre<br />
y Pseudosubulina evermanni y Guppya<br />
socorroana con la isla María Magdalena) y que<br />
Tornatellides clarionensis, de acuerdo a Pilsbry,<br />
está relacionada con el grupo de Tornatellides<br />
simplex de las islas polinesias, mostrando ligeras<br />
variaciones con especies de Hawai y la Polinesia<br />
(Dall 1926).<br />
Al comparar la información documental obtenida<br />
sobre los moluscos terrestres del estado, con<br />
los datos proporcionados por Naranjo-García<br />
(1993), sobre la fauna de moluscos conocida en<br />
los estados de la vertiente del Pacífico mexicano,<br />
se observa que la fauna malacológica de esta entidad<br />
(contando a las islas Revillagigedo), posee el<br />
mismo número de especies (45) que el estado de<br />
Michoacán. Colima presenta 22 géneros y<br />
18 familias, mientras que Michoacán presenta 32<br />
y 13, respectivamente. Colima forma parte del<br />
núcleo central de los estados de la vertiente del<br />
Pacífico, constituido por Jalisco, Michoacán,<br />
Sinaloa, Nayarit, Colima, Guerrero y Oaxaca; el<br />
estado de Sonora (al norte) y el de Chiapas (al sur)<br />
comparten algunos elementos con ellos; sin<br />
embargo, se separan por tener una fauna asociada<br />
más fuertemente con otras regiones vecinas<br />
(Naranjo-García 1993).<br />
Importancia<br />
La función biológica que tienen los moluscos<br />
terrestres se relaciona con las cadenas alimenticias<br />
y energéticas de las cuales forman parte, además<br />
son formadores de suelo (Wilhelm 1976,<br />
Jones y Shachak 1990) y reducen los compuestos<br />
a componentes más sencillos (Schaefer 1990).<br />
Moluscos continentales (Mollusca)<br />
291
Amenazas y conservación<br />
FIGURA 2. Molusco adulto de la familia Orthalicidae<br />
(Drymaeus sp.). Gruta de San Gabriel, Colima.<br />
Foto: Manuel Balcázar.<br />
Los remanentes de los cuerpos y conchas de los<br />
moluscos integran y reciclan la materia orgánica<br />
como el nitrógeno y el fósforo (Schaefer 1990),<br />
además actúan de forma directa e indirecta sobre<br />
las actividades microbianas del suelo, acelerando<br />
la velocidad de descomposición de la hojarasca<br />
(Jennings y Barkham 1976). Los productos de la<br />
digestión de estos organismos devuelven la materia<br />
orgánica al suelo y promueven la formación<br />
de humus (Szlavecs 1986, Huhta et al. 1988)<br />
(figura 2). Estos productos también son empleados<br />
en la reconstrucción paleoambiental basada<br />
en elementos de morfología, taxonomía, ecología<br />
y distribución de especies vivas (actuales) y bajo<br />
el supuesto de que las especies fósiles tuvieron los<br />
mismos requerimientos, o parecidos, a los de<br />
especies actuales (Limondin 1995, Moine y Rousseau<br />
2002).<br />
A pesar de tener una idea de cuáles y cuántos<br />
moluscos se localizan en Colima, conocemos<br />
muy poco acerca de su distribución. Considerando<br />
ello es de particular importancia conocer la<br />
situación general que guarda el bosque tropical<br />
caducifolio (btc), señalada por Trejo y Dirzo<br />
(2000). Este tipo de vegetación observa una tasa<br />
de deforestación de 2.2% y está sujeta a múltiples<br />
amenazas: el sobrepastoreo, cambio de uso del<br />
suelo, la tala clandestina, los incendios forestales y<br />
la expansión de los centros de población. Estas<br />
perturbaciones a los ecosistemas de Colima afectan<br />
a la fauna que albergan, incluidos los moluscos.<br />
La importancia del btc queda de manifiesto,<br />
tanto por su elevada riqueza biótica como por sus<br />
elevados índices de endemismos.<br />
Por ejemplo, García (2006) en su estudio de la<br />
herpetofauna de las tierras bajas en la vertiente del<br />
Pacífico mexicano localizó focos importantes de<br />
altos niveles de endemismo y riqueza de especies,<br />
destacando, entre otras, gran parte de Colima. Se<br />
considera que otros grupos de vertebrados asociados<br />
con el btc también observan altos niveles de<br />
riqueza de especies y endemismos. Se cree que<br />
esta región tiene especial importancia para inventarios<br />
y estudios sobre la fauna de moluscos<br />
terrestres. Existe la posibilidad de encontrar nuevas<br />
especies de moluscos terrestres para la ciencia,<br />
por lo que es recomendable dar prioridad a la conservación<br />
de los sitios que aún están cubiertos con<br />
vegetación original.<br />
Otras amenazas que han señalado diversos autores<br />
y que afectan también a los moluscos incluyen<br />
a las termoeléctricas (Mellink Bijtel y De la Riva<br />
Hernández 2005) y a los desarrollos costeros<br />
292 DIVERSIDAD DE ESPECIES
(Chávez-Comparan y Macías-Zamora 2006). En<br />
las islas, además de las anteriores se han observado<br />
diferentes amenazas para la fauna nativa;<br />
por ejemplo, los cochinos y conejos introducidos<br />
en la isla Clarión y San Benedicto (Martínez-<br />
Gómez y Jacobsen 2004), así como los gatos y<br />
borregos también introducidos en la isla Socorro<br />
(Martínez-Gómez y Curry 1996). Se sabe que la<br />
fauna introducida en las islas daña la vegetación y<br />
directa e indirectamente a los animales y sus refugios,<br />
como pueden ser los moluscos terrestres.<br />
Conclusiones<br />
Es importante conocer, estudiar y conservar a<br />
los moluscos terrestres debido a su función biológica<br />
en las cadenas tróficas de las cuales forman<br />
parte, así como de los importantes procesos<br />
de descomposición orgánica y formación de<br />
suelo. Es necesario realizar colectas y estudios<br />
sistemáticos para conocer mejor la diversidad y<br />
distribución de especies de este grupo de organismos.<br />
Cabe subrayar que dada esta falta de<br />
conocimiento del grupo, ninguna especie de las<br />
que se han registrado en Colima se enlista en la<br />
nom-059-semarnat-2010.<br />
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294 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Estrellas, erizos<br />
y pepinos de mar<br />
(Echinodermata)<br />
Francisco A. Solís-Marín<br />
Alfredo Laguarda-Figueras<br />
Alicia Durán-González<br />
Descripción<br />
Los equinodermos (del griego echinos, espinoso; dermatos, piel) son invertebrados<br />
estrictamente marinos representados por las estrellas de mar<br />
(figuras 1 y 2) y organismos similares como: lirios de mar, estrellas quebradizas<br />
u ofiuros, erizos y pepinos de mar (figura 3). Este grupo de organismos<br />
es un linaje muy antiguo (phylum Echinodermata) no muy distante al<br />
de los cordados (phylum Chordata). Aparentemente el grupo se originó en<br />
el precámbrico y fueron bastante comunes y diversos en el cámbrico temprano,<br />
hace 600 millones de años. Existen aproximadamente 16 clases<br />
extintas de equinodermos, con más de 13 mil especies fósiles descritas que<br />
se agrupan en cinco subphyla, 23 clases y más de 3 100 géneros; muchas de<br />
ellas bastante distintas en su forma con respecto a las actuales; sin embargo,<br />
hasta aquellas formas más primitivas poseían un esqueleto bien desarrollado<br />
y diversos patrones corporales (Pawson 2007).<br />
FIGURA 1 Estrella de mar Mithrodia bradleyi,<br />
habitante de las zonas rocosas.<br />
Foto: Valeria Mas.<br />
Solís-Marín, F.A., A. Laguarda-Figueras y A. Durán-González 2016. Estrellas, erizos y pepinos de mar (Echinodermata).<br />
En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 295-304.<br />
295
presente inventario, el cual representa una fuente<br />
de información fundamental.<br />
FIGURA 2. Estrella de mar Acanthaster planci,<br />
habitante de las zonas coralinas. Foto: Valeria Mas.<br />
Los estudios sobre los equinodermos en Colima,<br />
y en general del Pacífico mexicano, comenzaron<br />
en el siglo XIX con las revisiones de distintas<br />
colecciones zoológicas provenientes de diversas<br />
expediciones en las costas del Pacífico del continente<br />
americano. Destacan los estudios realizados<br />
por el zoólogo norteamericano Alpheus<br />
Hyatt Verrill (1871a, b) sobre material colectado<br />
desde Baja California hasta Panamá, depositado<br />
en el Museum of Comparative Zoology de la<br />
Universidad de Harvard, EUA. Poco después, las<br />
expediciones realizadas por el crucero H.M.S.<br />
Challenger generaron diversas publicaciones<br />
sobre las diferentes clases de equinodermos para<br />
esa zona (Lyman 1879, 1882, Agassiz 1881, Théel<br />
1886, Sladen 1889). Durante 1910 el estadounidense<br />
W.L. Klawe realizó algunas colectas de<br />
ejemplares en las costas de Colima, conformando<br />
así los primeros registros de equinodermos<br />
de aguas someras para el área de estudio.<br />
Más tarde, en 1939, el barco norteamericano<br />
Stranger también realizó algunas colectas de<br />
equinodermos en la zona.<br />
FIGURA 3. Pepino de mar ucumaria flamma,<br />
habitante de las zonas rocosas someras. Foto:<br />
Francisco A. Solís-Marín.<br />
El conocimiento sobre la diversidad de equinodermos<br />
en Colima es limitado (Solís-Marín et al.<br />
1993, Honey-Escandón et al. 2008); sin embargo,<br />
gracias a las exploraciones y a los estudios realizados<br />
en diversas áreas y hábitats de la costa<br />
colimense y lugares aledaños, se ha generado el<br />
Las publicaciones de Ludwig (1905) y H.L. Clark<br />
(1920a, 1920b) se basaron en el material biológico<br />
recogido en las distintas exploraciones realizadas<br />
entre 1899 y 1905 por el buque<br />
oceanográfico Albatros, en el Pacífico central<br />
americano, con algunos registros de las aguas<br />
profundas frente al estado. En ese mismo siglo<br />
varios autores realizaron numerosas revisiones<br />
morfológicas y sistemáticas, entre los que destacan:<br />
Fisher (1906); Caso (1941, 1943, 1944, 1945,<br />
1946, 1948, 1949, 1951, 1954, 1957, 1961, 1962a,<br />
1962b, 1963, 1964, 1965, 1966, 1970a, 1970b,<br />
296 DIVERSIDAD DE ESPECIES
1974, 1975, 1977, 1978, 1980a, 1980b, 1983a,<br />
1983b); H.L. Clark (1940, 1948); Deichmann<br />
(1938, 1941, 1958); Ziesenhenne (1940, 1942);<br />
Domantay (1953); Fell (1962); Maluf (1988);<br />
Hendler (1996); Solís-Marín y Laguarda-Figueras<br />
(1999); y ya en este siglo el estudio de Solís-<br />
Marín et al. (2005).<br />
Existen por lo menos 6 500 especies de equinodermos<br />
que habitan el planeta hoy día. Estas se<br />
agrupan en cinco clases: los crinoideos o lirios<br />
de mar (Crinoidea, aproximadamente 700 especies),<br />
las estrellas de mar (Asteroidea, aproximadamente<br />
1 800), los ofiuroideos (Ophiuroidea,<br />
aproximadamente 2 000), los erizos de mar<br />
(Echinoidea, aproximadamente 900) y los pepinos<br />
de mar (Holothuroidea, aproximadamente<br />
1 200). México alberga una significativa diversidad<br />
de equinodermos. Hasta el momento se han<br />
registrado 643 especies que habitan nuestro mar<br />
territorial, es decir, aproximadamente 10% de las<br />
especies de equinodermos existentes en el planeta<br />
(Solís-Marín et al. 2013).<br />
Es importante recalcar que por su importancia<br />
biogeográfica y faunística, el archipiélago Revillagigedo<br />
ha sido objeto de distintos trabajos y<br />
expediciones de los que se han desprendido<br />
varias listas de equinodermos, tal es el caso de<br />
los trabajos de Caso (1962b), Reyes-Bonilla<br />
(1995) y Frontana-Uribe et al. (2000), entre otros.<br />
Diversidad y distribución<br />
En Colima se han registrado hasta la fecha<br />
59 especies (14 Asteroidea, 14 Ophiuroidea,<br />
13 Echinoidea y 18 Holothuroidea) (apéndice 1),<br />
distribuidas en 39 géneros, 28 familias, 12 órdenes<br />
y cuatro clases (cuadro 1). Los registros de<br />
los equinodermos de Colima varían en un intervalo<br />
que va de los 0 a los 898 m de profundidad,<br />
aunque la mayoría se encuentran en un intervalo<br />
de 0 a 60 m.<br />
Colima posee 10% de la fauna de equinodermos<br />
de los mares mexicanos, que corresponde a 1% de<br />
los equinodermos del planeta. La fauna de equinodermos<br />
del estado es semejante a la de Nayarit,<br />
Guerrero y Michoacán, con las cuales comparte<br />
aproximadamente 90% de sus especies. Más de<br />
90% de los registros de equinodermos en Colima<br />
se encuentran depositados en la colección nacional<br />
de equinodermos Dra. Ma. E. Caso Muñoz, del<br />
CUADRO 1. Número de órdenes, familias, géneros y especies de equinodermos registrados para el estado.<br />
Fuente: elaboración propia, basada en la colección nacional de equinodermos Dra. Ma. E. Caso Muñoz,<br />
del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM y la colección de equinodermos del Museo<br />
Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, Washington, D.C., EUA.<br />
Asteroidea Ophiuroidea Echinoidea Holothuroidea Total<br />
Órdenes 4 1 5 2 12<br />
Familias 9 7 8 4 28<br />
Géneros 10 10 11 8 39<br />
Especies 14 14 13 18 59<br />
Estrellas, erizos y pepinos de mar (Echinodermata)<br />
297
Instituto de Ciencias del Mar y Limnología<br />
(icml) de la unam, y el resto en la colección de<br />
equinodermos del Museo Nacional de Historia<br />
Natural del Instituto Smithsoniano, en Washington<br />
D.C. Las especies que se encuentran con<br />
mayor frecuencia en los litorales de Colima son:<br />
Luidia superba, Astropecten armatus, Pentaceraster<br />
cumingi (figura 4), Pharia pyramidatus (figura<br />
5), Phataria unifascialis, Ophiocoma aethiops,<br />
Ophiocoma alexandri, Eucidaris thouarsii, Diadema<br />
mexicanum, Echinometra vanbrunti, Toxopneustes<br />
roseus (figura 6), Mellita longifissa, Isostichopus<br />
fuscus (figura 7), Holothuria Halodeima<br />
kefersteini, Holothuria Selenkothuria lubrica,<br />
Holothuria Thymiosycia arenicola y H. impatiens,<br />
estas últimas dos especies también se encuentran<br />
distribuidas en el golfo de California y el<br />
caribe mexicano.<br />
El archipiélago Revillagigedo posee 45 especies<br />
registradas de equinodermos, esto es 75% de la<br />
diversidad de Colima. Algunas especies de equinodermos<br />
como el erizo Echinometra oblonga<br />
son de distribución restringida al archipiélago.<br />
Los equinodermos se distribuyen en todos los<br />
mares del planeta. Son especialmente abundantes<br />
en las zonas tropicales y subtropicales, aunque<br />
algunos grupos, como las estrellas de mar y<br />
holoturoideos, alcanzan una gran diversidad<br />
cerca de los polos. Habitan todas las profundidades,<br />
aunque la mayor diversidad se registra entre<br />
los 0 y los 300 m. En las zonas profundas de los<br />
océanos llegan a constituir 90% de la biomasa.<br />
Existe una especialización corporal de estos<br />
organismos de acuerdo con el hábitat que ocupan.<br />
Aunque la mayoría de los holoturoideos<br />
viven en el fondo marino (bentónicos), un buen<br />
número de especies de este grupo son nadadoras<br />
y su corona tentacular se ha transformado<br />
en un velum que usan a manera de paracaídas<br />
para desplazarse en la columna de agua; además,<br />
se conoce una especie que vive entre las bran-<br />
FIGURA 4. Un grupo<br />
de estrellas de mar<br />
Pentaceraster cumingi,<br />
habitante de las zonas<br />
rocosas.<br />
Foto: Valeria Mas.<br />
298 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 5. Estrella de<br />
mar, Pharia pyramidatus,<br />
habitante de las zonas<br />
rocosas. Foto: Francisco<br />
A. Solís-Marín.<br />
quias de un pez óseo (Rynkatropa pawsoni),<br />
beneficiándose de esta condición sin afectar al<br />
pez (comensalismo). Los erizos que viven en la<br />
zona de rompientes están sujetos a las rocas con<br />
ayuda de unas estructuras llamadas pies ambulacrales<br />
suctores, y la forma y disposición de sus<br />
espinas amortigua el golpe de las olas. Los erizos<br />
que habitan a grandes profundidades tienen<br />
la testa más suave y soportan las altas<br />
presiones hidrostáticas que podrían aplastar a<br />
cualquier otro erizo. Las especies que habitan<br />
en las trincheras oceánicas son muy delgadas y<br />
largas, lo que disminuye considerablemente su<br />
peso corporal y les permite vivir sobre fondos<br />
blandos.<br />
FIGURA 6. Erizo de mar, Toxopneustes roseus,<br />
habitante de las zonas rocoso-arenosas.<br />
Foto: Carlos Sánchez Ortiz.<br />
FIGURA 7. Pepino de mar, Isostichopus fuscus,<br />
habitante de las zonas rocosas y someras.<br />
Foto: Valeria Mas.<br />
Estrellas, erizos y pepinos de mar (Echinodermata)<br />
299
Importancia<br />
La importancia ecológica de los equinodermos<br />
radica en el papel que desempeñan en la red trófica<br />
(nicho ecológico), así como en su capacidad<br />
para modificar las condiciones del sustrato en el<br />
que viven (bioturbación). Respecto a su importancia<br />
económica, sobresale el pepino de mar<br />
como uno de los recursos pesqueros de México<br />
poco conocidos, con un mercado importante en<br />
los países asiáticos, en donde se comercializa<br />
deshidratado y se consume principalmente en<br />
sopas y ensaladas. Los pepinos de mar contienen<br />
compuestos químicos utilizados para elaborar<br />
productos farmacéuticos, y otros que poseen<br />
principios activos (holoturinas) capaces de inhibir<br />
el crecimiento de células cancerosas y actuar<br />
directamente sobre las células de la sangre y el<br />
sistema nervioso central de muchos animales<br />
vertebrados. Estas sustancias se están investigando<br />
en diversos laboratorios del mundo, especialmente<br />
de Europa y Asia. En México se han<br />
desarrollado investigaciones sobre los procesos<br />
para la extracción de esas sustancias.<br />
Amenazas y conservación<br />
El Instituto Nacional de Ecología (ine) declaró a<br />
la especie de pepino de mar, habitante de las costas<br />
de Colima, Isostichopus fuscus, según la<br />
nom-059-semarnat-2010, como especie en<br />
peligro de extinción (Herrero-Pérezrul y Chávez<br />
2005, SEMARNAT 2010). Esta especie está incluida<br />
en el catálogo de la Convención sobre el Comercio<br />
Internacional de Especies Amenazadas de<br />
Fauna y Flora Silvestres (cites); sin embargo, no<br />
existen estudios científicos sobre sus poblaciones<br />
que permitan de una manera certera conocer<br />
la situación de esta especie. I. fuscus ha sido<br />
pescada intensivamente por su valor comercial,<br />
por lo que se requiere regular su pesquería.<br />
Se sabe que anualmente se exportan aproximadamente<br />
1 200 toneladas métricas (en peso<br />
húmedo) de pepinos de mar, a diferentes países<br />
de Asia, principalmente a China, donde son utilizadas<br />
para el consumo humano (Purcell et al.<br />
2010). Otras especies de pepinos de mar mexicanos<br />
que acompañan a I. fuscus en su hábitat,<br />
como las del género Holothuria, son utilizadas<br />
en otros países como materia prima para el desarrollo<br />
de productos químicos que alcanzan altos<br />
precios en el mercado.<br />
Conclusiones<br />
Es necesario hacer estudios de los equinodermos<br />
de México y Colima, dada su importancia biológica<br />
y su potencial económico. Se deben realizar<br />
estudios de diversidad y abundancia de estos<br />
organismos para regular el aprovechamiento<br />
que puede estar sufriendo por parte de los pescadores<br />
y que podría amenazar la conservación de<br />
este grupo de organismos de origen ancestral.<br />
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304 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Ofiuros<br />
(Ophiuroidea)<br />
Francisco A. Solís-Marín<br />
Alicia Durán-González<br />
Lucía Alejandra Hernández-Herrerón<br />
Descripción<br />
El conocimiento sobre la gran biodiversidad de equinodermos del Pacífico<br />
mexicano es considerable gracias a los estudios realizados en sus<br />
diversos hábitats, lo que ha dado lugar a inventarios y otro tipo de trabajos<br />
que representan una invaluable fuente de información para diversos tipos<br />
de estudios (Honey-Escandón et al. 2008).<br />
La clase Ophiuroidea está conformada por equinodermos de vida libre,<br />
que como principal característica presentan un cuerpo de forma circular<br />
aplanada y brazos (generalmente cinco) que salen del mismo. Los ofiuroi-<br />
FIGURA 1. Equinodermo<br />
de la clase Ophiuroidea<br />
(Ophiothrix suensonii).<br />
Foto: Octavio Aburto<br />
Oropeza/<strong>Banco</strong> de<br />
imágenes CONABIO.<br />
Solís-Marín, F.A., A. Durán-González y L.A. Hernández-Herrerón. 2016. Ofiuros (Ophiuroidea). En: La Biodiversidad<br />
en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 305-308.<br />
305
deos se desplazan sobre el fondo marino utilizando<br />
los brazos para reptar por encima de<br />
rocas, arena, coral, algas y otros sustratos (Bejarano-Chavarro<br />
et al. 2004). Existen ofiuros<br />
carroñeros, filtradores, consumidores de partículas<br />
sedimentadas y carnívoros; estos últimos<br />
poseen técnicas de engaño que incluyen la detección,<br />
persuasión y captura, para poder cazar<br />
diferentes tipos de presas (Hendler et al. 1995).<br />
Diversidad<br />
Existen aproximadamente 2 mil especies de ofiuroideos<br />
descritos en el mundo (Pawson 2007) y<br />
México alberga a 193 de ellas (10%) (Solís-Marín<br />
et al. 2013). El estado cuenta con 14 especies<br />
de ofiuros, agrupados en 10 géneros y siete familias<br />
(Solis-Marín et al. 2013 , apéndice 1).<br />
El litoral marino de Colima crea una importante<br />
diversidad de hábitats para la fauna<br />
marina, debido a que es mayormente arenoso,<br />
seguido por un sustrato rocoso y algunos manchones<br />
de coral, mientras que en el archipiélago<br />
Revillagigedo existe una topografía accidentada<br />
intercalada con fondos planos, lo que provee<br />
nuevas condiciones para el desarrollo de<br />
este grupo. La mayoría de las especies de ofiúridos<br />
en Colima han sido recolectadas en fondos<br />
CUADRO 1. Especies de ofiuros. Fuente: elaboración propia basada en la colección nacional de<br />
equinodermos Dra. Ma. E. Caso Muñoz, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMYL-UNAM), y<br />
en la colección de equinodermos del Museo Nacional de Historia Natural del Instituto Smithsoniano,<br />
Washington, D.C., EUA.<br />
Especie<br />
Ophiolepis variegata<br />
Ophiomusium variabile<br />
Ophiocoma aethiops<br />
Ophiocoma alexandri<br />
Ophiocomella ophiactoides<br />
Ophiocomella schimitti<br />
Ophionereis annulata<br />
Ophionereis dictyota<br />
Ophioderma panamense<br />
Ophioderma variegata<br />
Ophiuroconis bispinosa<br />
Ophiacantha moniliformis<br />
Ophiactis savingyi<br />
Ophiothrix spiculata<br />
Hábitat (tipo de sustrato) y profundidad<br />
Sustratos arenosos, entre 13 y 106 m<br />
Entre 267 y 902 m<br />
Sustratos rocosos, arenosos y sobre algas, entre 2 y 12 m<br />
Mismos sustratos que O. aethiops, incluyendo los manchones de coral<br />
a profundidades de 1 a 33 m<br />
Sustratos rocosos y coralinos a profundidades entre 0 y 2 m<br />
Sustratos rocosos y coralinos a profundidades no mayores a 30 m<br />
Entre rocas, arena y algas a una profundidad no mayor a 15 m<br />
Sobre arena, rocas, coral y esponjas a profundidades de 5 a 30 m<br />
Entre rocas, arenas y coral a una profundidad de 2 a 25 m<br />
Mismos sustratos que O. panamense, además de algas a una<br />
profundidad no mayor a 68 m<br />
Solamente en rocas a una profundidad de 7 m<br />
Se encuentra entre los 519 y 1 244 m<br />
En arena, rocas, algas y corales a profundidades no mayores a los 30 m<br />
En arena, rocas, algas y corales, a profundidades de 2 a 96 m<br />
306 DIVERSIDAD DE ESPECIES
someros y sustratos rocosos (33%), arena (29%),<br />
algas (19%), corales (16%) y esponjas (3%). El<br />
cuadro 1 y apéndice 1 muestra una breve descripción<br />
del hábitat de las especies de Colima.<br />
Importancia<br />
A pesar de que los ofiúridos no presentan una<br />
importancia comercial directa, ya sea alimenticia,<br />
como los erizos y pepinos de mar, u ornamental<br />
(souvenir) como las estrellas de mar (pues<br />
pierden su coloración atractiva casi al momento<br />
de ser preparados y secados), son parte fundamental<br />
de la dieta de organismos que sí presentan<br />
una importancia comercial directa, como<br />
cangrejos, estrellas de mar y peces (Hendler et<br />
al. 1995). Los ofiúridos son muy importantes<br />
ecológicamente, ya que además de ser parte primordial<br />
en las redes alimenticias del mar, su presencia<br />
o ausencia en el ambiente marino da<br />
información sobre la calidad ecológica del<br />
mismo; es decir, son organismos indicadores del<br />
sistema (Laguarda-Figueras et al. 2009). En<br />
cuanto a su relevancia económica se sabe que<br />
son vendidos en acuarios como especies de<br />
ornato y su hueva puede ser consumida, como<br />
ocurría desde el siglo xviii en Indonesia (Lunn<br />
et al. 2008).<br />
Amenazas y conservación<br />
La principal amenaza para la conservación de los<br />
ofiuros es la contaminación y el crecimiento de la<br />
industria marítima en el Pacífico mexicano, ya<br />
que modifican las condiciones físicas y químicas<br />
del hábitat, en lapsos generalmente muy cortos.<br />
Actualmente no se conoce la situación real de las<br />
especies de ofiuroideos de Colima, por lo que ninguna<br />
especie se considera amenazada o en peligro<br />
de extinción; sin embargo, es importante recalcar<br />
que a medida que se protejan los ecosistemas<br />
marinos del estado se protegerá asimismo la fauna<br />
de invertebrados de la región. Para mantener a<br />
estos organismos es prioridad conservar su hábitat<br />
y mantener inalteradas, en la medida de lo<br />
posible, las condiciones físicas y químicas, en<br />
áreas con alta diversidad biológica, como los<br />
manglares, la plataforma continental y la zona<br />
marina profunda del estado. La coordinación<br />
entre el gobierno, académicos, sector privado y<br />
público en general hará posible el fortalecimiento<br />
de la investigación y conocimiento sobre esta<br />
fauna tan importante de invertebrados marinos.<br />
Conclusiones<br />
La costa de Colima ha sufrido el impacto de las<br />
actividades humanas vinculadas con los núcleos<br />
de población y los centros de turismo, como<br />
desagües de zonas industriales, contaminación<br />
por hidrocarburos derivados del petróleo, hidrocarburos<br />
aromáticos y clorados, metales pesados,<br />
entre otros, que han afectado directamente<br />
su biodiversidad marina (Lau Cham 1985). Para<br />
enfrentar este tipo de problemas ecológicos es<br />
necesario conocer a detalle los listados faunísticos<br />
en áreas afectadas, a fin de comparar, a corto,<br />
mediano y largo plazo, el grado de deterioro de<br />
sus comunidades.<br />
A pesar de que la diversidad de ofiuroideos en<br />
Colima es baja en comparación con los estados<br />
aledaños (Michoacán y Jalisco), es posible que<br />
estudios posteriores revelen especies endémicas,<br />
dada la peculiaridad de los hábitats marinos<br />
Ofiuros (Ophiuroidea)<br />
307
(profundos y someros) y lagunares del estado. El<br />
poco interés en el estudio de estos organismos<br />
probablemente se debe a que no presentan una<br />
importancia comercial directa. La implementación<br />
de medidas para la conservación de hábitats<br />
únicos en el estado, requiere la unión de esfuerzos<br />
por parte del sector académico y gubernamental.<br />
Estas acciones son de gran importancia<br />
ya que no sólo beneficiarán al grupo zoológico<br />
aquí discutido, sino que indirectamente ayudarán<br />
al restablecimiento de los diversos ecosistemas<br />
marinos del estado.<br />
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Estados Unidos de América.<br />
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in Latin America. J.J. Alvarado-Barrientos y<br />
F.A. Solís-Marín (eds.), pp. 11-65.<br />
308 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Crustáceos<br />
marinos<br />
(Crustaceae)<br />
Jesús Emilio Michel-Morfín<br />
Víctor Landa-Jaime<br />
Judith Arciniega-Flores<br />
Descripción<br />
Los crustáceos son un grupo de organismos invertebrados, fundamentalmente<br />
acuáticos, que presentan una gran diversidad de especies, así<br />
como también una amplia variedad de formas y tamaños. Este grupo se<br />
caracteriza, entre otras cosas, por tener un esqueleto formado de quitina<br />
y un estado larvario con un ojo, llamado nauplio. Además, los crustáceos<br />
tienen dos pares de antenas, tres pares de maxilas y mudan periódicamente<br />
para crecer (conabio 2015) (figura 1). Existen desde cangrejos<br />
gigantes, como la Araña del Mar del Japón, que mide con sus patas<br />
extendidas más de tres metros, hasta organismos planctónicos, como los<br />
copépodos que apenas alcanzan unos cuantos milímetros.<br />
FIGURA 1. Cangrejo portúnido de la especie Euphylax dovii. Foto: Jonathan<br />
Soto y Víctor Landa.<br />
Michel-Morfín, J.E., V. Landa-Jaime y J. Arciniega-Flores. 2016. Crustáceos marinos (Crustaceae). En: La<br />
Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 309-319.<br />
309
La gran mayoría de los estudios ecológicos y listas<br />
faunísticas de crustáceos de México, se han<br />
enfocado en el golfo de California (Brusca 1980,<br />
Hendrickx 1985, 1992, Villalobos-Hiriart et al.<br />
1989), siendo una de las zonas más estudiadas.<br />
En contraste, son pocos los ambientes que han<br />
sido estudiados de una manera integral al sur de<br />
la desembocadura del golfo de California y particularmente<br />
en la región de Jalisco, Colima y<br />
Michoacán (Hendrickx y Salgado-Barragán<br />
1991, Illescas-Monterroso et al. 1991, Ríos-Jara<br />
et al. 2001b), al igual que en el golfo de Tehuantepec<br />
(Hendrickx et al. 1997, Hendrickx y Vázquez-Cureño<br />
1998).<br />
Para la costa de Colima se cuenta con algunos<br />
trabajos sobre especies de crustáceos bentónicos,<br />
entre los que destacan las listas taxonómicas<br />
(Hendrickx 1988, Landa-Jaime et al. 1997,<br />
conanp 2004), registros sobre nuevas especies y<br />
ampliaciones de ámbito (García de Quevedo-<br />
Machaín et al. 1997, Hendrickx y Landa-Jaime<br />
1997, Landa-Jaime y Arciniega-Flores 1997,<br />
Poupin y Bouchard 2006), así como trabajos<br />
sobre la ecología de comunidades y poblaciones<br />
(González-Sansón et al. 1997, Arciniega-Flores<br />
et al. 1998, Godínez-Domínguez y González-<br />
Sansón 1998, 1999, Godínez-Domínguez et al.<br />
2009). También se tiene registro de algunos trabajos<br />
de sistemática y ecología sobre crustáceos<br />
en general (Álvarez del Castillo et al. 1992, Hernández-Aguilera<br />
y Martínez-Guzmán 1992,<br />
Holguín-Quiñones et al. 1992, Estrada-Valencia<br />
1999, Arciniega-Flores y Landa-Jaime 2001,<br />
2002, Landa-Jaime et al. 2001, Hernández-Aguilera<br />
2002, Mille-Pagaza et al. 2003, Hendrickx et<br />
al. 2006, Michel-Morfín et al. 2006, Arciniega-<br />
Flores et al. 2008) o pesquerías (Ascencio et al.<br />
1987, Andrade-Tinoco 1998, Salgado et al. 1990).<br />
El presente trabajo es una contribución al conocimiento<br />
de los invertebrados marinos de la<br />
costa de Colima, región del Pacífico Este Tropical<br />
(pet) que algunos autores han considerado<br />
como poco estudiada (Hendrickx 1994) y representa<br />
un complemento y actualización a las listas<br />
de especies generadas previamente para la<br />
misma área de estudio.<br />
Diversidad y distribución<br />
La investigación se realizó con base en una revisión<br />
extensiva de artículos, relacionados con<br />
crustáceos, publicados recientemente para la zona<br />
de estudio, entre los que destacan los de Hernández-Aguilera<br />
y Martínez-Guzmán (1992), Holguín-Quiñones<br />
et al. (1992), Llimas-Gutiérrez<br />
et al. (1993), Landa-Jaime et al. (1997), Hernández-Aguilera<br />
(2002), Mille-Pagaza et al. (2003) y<br />
conanp (2004), tomando como punto de partida<br />
la integración realizada por Hendrickx (1993).<br />
La metodología utilizada en cada uno de los trabajos<br />
citados es variable, incluyendo: colectas<br />
directas en ambientes accesibles en el litoral costero,<br />
uso de embarcaciones oceanográficas, técnicas<br />
de buceo autónomo y el uso de sofisticados<br />
instrumentos de colecta. A los datos compilados<br />
de dichos trabajos se le agregaron nuevos resultados<br />
encontrados en muestreos realizados durante<br />
1997-1999, en las costa de Colima, por parte de la<br />
Universidad de Guadalajara. Estas colectas se realizaron<br />
mediante arrastres camaroneros entre 20<br />
y 80 m de profundidad.<br />
Como una primera estimación de la diversidad<br />
de las especies de crustáceos de Colima, el apéndice<br />
1 presenta una actualización de las especies<br />
310 DIVERSIDAD DE ESPECIES
para la región sureste del Pacífico tropical mexicano,<br />
que comprende las costas de Jalisco,<br />
Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y el<br />
archipiélago Revillagigedo (región III, denominada<br />
así por Hendrickx 1993).<br />
De un listado inicial de 457 especies de crustáceos<br />
citadas en 1993 para esta región, este apéndice<br />
muestra una actualización de 512, de las cuales<br />
230 han sido recolectadas en el estado, incluyendo<br />
el archipiélago Revillagigedo, siendo consideradas<br />
55 de éstas como nuevos registros para la<br />
región III (cuadro 1). La presencia del archipiélago<br />
Revillagigedo es importante para la biodiversidad<br />
de esta entidad, ya que de 143 especies<br />
registradas como insulares, existen cinco especies<br />
endémicas: Tyche clarionensis, Mithrax clarionensis,<br />
Trapezia tigrina, Pachygrapsus minutus y Percnon<br />
abbreviatum.<br />
Se considera que al menos 45% de la carcinofauna<br />
marina registrada para la región sureste<br />
del Pacífico tropical mexicano ha sido recolectada<br />
en una o más ocasiones en el estado. Asimismo,<br />
se estima que existe una alta probabilidad<br />
de que cualquiera de las otras 284 especies, aún<br />
sin registrar para Colima, se presenten también<br />
en el estado, por lo que es necesario realizar<br />
inventarios más exhaustivos.<br />
El grupo de los crustáceos ha desarrollado adaptaciones<br />
evolutivas para colonizar diferentes<br />
hábitats, por lo que se les puede encontrar en<br />
ambientes marinos, dulceacuícolas, salobres e<br />
incluso terrestres. Considerando lo anterior, la<br />
lista de especies que se registran en este estudio<br />
incluye especies presentes en diversos ambientes,<br />
desde el intermareal rocoso hasta plataforma y<br />
talud continentales, algunas asociadas a sustratos<br />
coralinos, además de lagunas costeras, zona<br />
insular y zonas de manglar, y contempla a su vez<br />
tanto especies de crustáceos bentónicos como<br />
pelágicos. Por considerar que excede a los alcances<br />
de este trabajo, no se consideraron a las especies<br />
planctónicas, terrestres o de aguas interiores.<br />
Cabe aclarar que en el apéndice se hacen dos<br />
señalamientos: se resaltan con negritas todas<br />
CUADRO 1. Número de especies de crustáceos reportadas. Fuente: elaboración propia.<br />
Núm. de<br />
especies<br />
Comentario<br />
Cita<br />
457 Especies citadas para la región III del<br />
Pacífico este tropical (pet)<br />
Hendrickx (1993)<br />
230 Especies identificadas para Colima Hendrickx (1993); Landa-Jaime et al. (1997)<br />
143 Especies citadas para el archipiélago<br />
Revillagigedo<br />
55 Especies adicionales a la lista de Hendrickx<br />
(1993) “Nuevos registros”<br />
512 Actualización del total de especies citadas<br />
para la región III<br />
Hernández-Aguilera y Martínez-Guzmán<br />
(1992); Hernández-Aguilera (2002)<br />
Hernández-Aguilera (2002); Mille-Pegaza<br />
et al. (2003); Poupin y Bouchard (2006)<br />
este trabajo<br />
Crustáceos marinos (Crustaceae)<br />
311
aquellas especies cuya recolecta está confirmada<br />
en estudios recientes para el estado (1980-2009),<br />
tanto en su porción continental como insular y<br />
se indican con un asterisco las especies exclusivamente<br />
endémicas insulares. La lista se presenta<br />
siguiendo la secuencia taxonómica<br />
propuesta por Hendrickx (1993) e incluye, en la<br />
medida de lo posible, actualizaciones sistemáticas<br />
que se reflejan en los cambios de nombres<br />
científicos de algunas especies y de familias.<br />
FIGURA 2. Esquila de la especie Squilla mantoidea.<br />
Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />
Importancia<br />
interacciones con otras especies (Yáñez-Arancibia<br />
y Sánchez-Gil 1988).<br />
Los crustáceos representan un grupo importante<br />
de invertebrados debido a las diversas funciones<br />
que desempeñan en el ecosistema, a su<br />
abundancia y a su situación en las redes tróficas;<br />
son un elemento clave en la transferencia de<br />
energía hacia otros organismos (debido a sus<br />
niveles tróficos) (Pedersen y Riget 1993). Además<br />
de su función biológica, los crustáceos son<br />
importantes para el hombre ya que constituyen<br />
un recurso pesquero muy valioso desde el punto<br />
de vista económico, tanto a nivel artesanal como<br />
industrial, en virtud de que se aprovecha una<br />
gran variedad de especies (Escamilla-Montes<br />
1998). Los crustáceos son organismos importantes<br />
para la alimentación humana al constituir<br />
una fuente importante de proteínas, por lo tanto<br />
en torno a su explotación conforman industrias<br />
altamente rentables en lo comercial, como son<br />
las pesquerías de camarón (figura 2), langosta y<br />
cangrejo rey.<br />
La diversidad, distribución, abundancia y permanencia<br />
de los recursos pesqueros demersales<br />
(del fondo marino), es resultado tanto de las condiciones<br />
ambientales del ecosistema como de las<br />
Para llevar a cabo un adecuado aprovechamiento<br />
y manejo sustentable de los crustáceos de<br />
Colima, es imprescindible conocer mejor la<br />
fauna con que cuenta esta entidad, así como sus<br />
formas de aprovechamiento y los niveles de utilización<br />
(tipos de pesca).<br />
A continuación se describe el tipo de aprovechamiento<br />
de crustáceos del que se tiene conocimiento<br />
para Colima:<br />
Pesca de autoconsumo. Es aquella en donde<br />
sólo intervienen personas aisladas, no organizadas<br />
en cooperativas; utilizan herramientas rudimentarias<br />
o recolecta directa y su actividad se<br />
considera de bajo impacto. Las especies extraídas<br />
son consumidas por las familias involucradas.<br />
Algunos crustáceos aprovechados de esta<br />
manera son: las jaibas Euphylax robustus y<br />
Callinectes arcuatus; las langostas, Panulirus<br />
gracilis y P. inflatus y el cangrejo topo, Hippa<br />
marmorata (tiquiliches o chocolopas).<br />
Pesca artesanal. Se encuentra restringida a la<br />
zona litoral somera en donde las personas que<br />
312 DIVERSIDAD DE ESPECIES
la realizan pueden estar organizadas en cooperativas<br />
pesqueras. Se pueden o no utilizar embarcaciones<br />
pequeñas y algunas artes de captura<br />
medianamente elaboradas. Algunos crustáceos<br />
aprovechados de esta manera son: las jaibas<br />
Euphylax robustus, Arenaeus mexicanus (figura<br />
3), Callinectes arcuatus y Portunus spp.; las langostas,<br />
Panulirus gracilis, P. inflatus y Evibacus<br />
princeps; y los camarones, Farfantepenaeus<br />
brevirostris, F. californiensis, Litopenaeus stylirostris<br />
y L. vannamei (figura 4).<br />
FIGURA 3. Jaiba aprovechada por la pesca artesanal,<br />
de la especie Arenaeus mexicanus. Foto: Jonathan<br />
Soto y Víctor Landa.<br />
embargo es necesario implementar programas<br />
debidamente reglamentados y sancionados<br />
durante temporadas cortas. Algunos crustáceos<br />
aprovechados de esta manera son: las langostas,<br />
Panulirus gracilis y P. inflatus.<br />
Pesca recreativa. Es una actividad que se realiza<br />
en los bancos naturales de crustáceos y representa<br />
baja presión. Las personas que la practican<br />
por lo general no están constituidas en organizaciones<br />
establecidas y extraen especímenes como<br />
entretenimiento; el cebo vivo o pesca auxiliar<br />
son limitados en cuanto a número, peso, vedas,<br />
etc. Se practica mediante atarrayas, trampas,<br />
líneas, etc., o se aprovecha de la pesca de arrastre<br />
camaronero, restringiéndose a sólo pocas especies.<br />
Algunos ejemplos incluyen a las jaibas,<br />
Euphylax robustus, Arenaeus mexicanus,<br />
Callinectes arcuatus (figura 5) y Portunus spp.;<br />
los camarones, Sicyonia aliaffinis, S. disdorsalis<br />
(figura 6), S. disedwardsi, S. martini, S. mixta<br />
(figura 7), Solenocera florea y S. mutator.<br />
FIGURA 4. Camarón aprovechado por la pesca<br />
artesanal, de la especie Litopenaeus vannamei.<br />
Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />
FIGURA 5. Jaiba aprovechada por la pesca recreativa,<br />
de la especie Callinectes arcuatus. Foto: Jonathan<br />
Soto y Víctor Landa.<br />
Pesca deportiva. Es una actividad bien organizada<br />
que requiere el pago de una cuota económica<br />
para extraer especímenes. Aunque esta<br />
modalidad es poco común en la región, sin<br />
Pesca de ornato. Esta actividad se desarrolla la<br />
mayoría de las veces de forma clandestina, pues<br />
sólo unas cuantas personas bien organizadas<br />
cuentan con las licencias necesarias para la extrac-<br />
Crustáceos marinos (Crustaceae)<br />
313
ción y el manejo de especies las cuales se utilizan<br />
para bioterios y acuarios, muy probablemente para<br />
satisfacer aficiones particulares, especialmente la<br />
acuariofilia. No se tiene registro exacto de las<br />
especies sujetas a esta explotación, sin embargo,<br />
aquellas con atractivo visual son naturalmente<br />
más susceptibles. Algunos ejemplos incluyen: las<br />
esquilas Hemisquilla californiensis; los camarones<br />
Sicyonia aliaffinis, S. disdorsalis, S. disedwardsi<br />
y S. martini; las langostas Panulirus gracilis y<br />
P. inflatus; los cangrejos ermitaños Aniculus<br />
elegans, Trizopagurus magnificus y Coenobita<br />
compressus y los cangrejos braquiuros Calappa<br />
convexa (figura 8) y Stenorhynchius debilis.<br />
FIGURA 6. Camarón aprovechado por la pesca<br />
recreativa, de la especie Sicyonia disdorsalis. Foto:<br />
Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />
FIGURA 8. Cangrejo aprovechado por la pesca de<br />
ornato, de la especie Calappa convexa. Foto:<br />
Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />
marino es muy evidente y a veces con consecuencias<br />
catastróficas en los fondos marinos, sin<br />
embargo, los intereses económicos son tan grandes<br />
que no es tarea fácil regularla o detenerla.<br />
Esta actividad es fomentada por el mercado<br />
internacional y aunque existen vedas, éstas no<br />
siempre son respetadas. Ejemplos incluyen a los<br />
camarones comerciales: Farfantepenaeus brevirostris,<br />
F. californiensis, Litopenaeus vannamei,<br />
Trachysalambria brevisuturae y Rimapenaeus<br />
pacificus.<br />
FIGURA 7. Camarón aprovechado por la pesca<br />
recreativa, de la especie Sicyonia mixta. Foto:<br />
Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />
Pesca industrial. En este tipo de aprovechamiento<br />
intervienen grandes flotas pesqueras<br />
compuestas por muchas embarcaciones y tecnología<br />
para la captura. Su impacto en el medio<br />
Pesca incidental. En este tipo de pesca el objetivo<br />
económicamente atractivo es una especie en<br />
particular, pero para extraerla se hace uso de<br />
artes de pesca multiespecíficas. Nuevamente, el<br />
mejor ejemplo lo constituye la fauna de acompañamiento<br />
en la pesca del camarón, en especial en<br />
los casos en que se utilizan de arrastre en las<br />
regiones tropicales; ya que ocurre una elevada<br />
cantidad de capturas incidentales que pueden<br />
ser descartadas o conservadas en los barcos. Ésta<br />
puede constituir un problema grave debido al<br />
desperdicio de los recursos que representa, la<br />
amenaza para especies escasas o en peligro, así<br />
como el impacto sobre poblaciones de peces que<br />
ya están sometidas a una intensa explotación.<br />
314 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Estas capturas incidentales incluyen una gran<br />
cantidad de especies de crustáceos y otros invertebrados.<br />
Algunos ejemplos de crustáceos extraídos<br />
de esta manera incluyen: las esquilas<br />
Eurysquilla veleronis, Squila hancocki, S. mantoidea,<br />
S. panamensis y S. parva; los camarones no comerciales<br />
Metapenaeopsis beebei, Trachysalambria<br />
brevisuturae, Rimapenaeus pacificus, Sicyonia<br />
aliaffinis, S. disdorsalis, S. disedwardsi, S. martini,<br />
S. mixta, Solenocera florea y S. mutator; las langostas<br />
Panulirus gracilis, P. inflatus y Evibacus<br />
princeps; los cangrejos ermitaños Dardanus<br />
sinistripes y Paguristes bakeri; las langostillas<br />
Munida refulgens y P. planipes; los cangrejos porcelánidos<br />
Porcellana cancrisocialis y P. hancocki y<br />
los cangrejos braquiuros Hypoconcha panamensis<br />
(figura 9), Calappa convexa, Cryptosoma bairdii<br />
(figura 10), Hepatus kossmanni, Platymera<br />
gaudichaudi, Osachila acuta, Arenaeus mexicanus,<br />
Callinectes arcuatus, Euphylax robustus, Portunus<br />
asper y P. xantusii affinis.<br />
FIGURA 9. Cangrejo braquiuro aprovechado por<br />
la pesca incidental, de la especie Hypoconcha<br />
panamensis. Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />
FIGURA 10. Cangrejo braquiuro aprovechado por la<br />
pesca incidental, de la especie Cryptosoma bairdii.<br />
Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />
Además de todas las especies antes mencionadas,<br />
de acuerdo con la literatura publicada por<br />
la fao y algunos otros autores, existen especies<br />
que si bien aún no han sido aprovechadas,<br />
pudieran tener cierta potencialidad de explotación,<br />
ya sea como consumo directo o indirecto.<br />
Como ejemplos podemos referir a la fauna de<br />
acompañamiento del camarón como: Calappa<br />
convexa, Calappula saussurei, Hepatus kossmani,<br />
Evibacus princeps, Panulirus gracilis, Euphylax<br />
robustus, Arenaues mexicanus, Portunus asper,<br />
P. xantussi (figura 11 a y b), Pleuroncodes planipes,<br />
entre otras especies.<br />
a)<br />
b)<br />
FIGURA 11. Jaibas con potencial de explotación: a)<br />
Portunus asper y b) Portunus xantussi.<br />
Foto: Jonathan Soto y Víctor Landa.<br />
Crustáceos marinos (Crustaceae)<br />
315
Amenazas y conservación<br />
Conclusiones<br />
Además de las consecuencias que puede tener el<br />
aprovechamiento de la pesquería de crustáceos<br />
en Colima, otra actividad que deja secuelas<br />
negativas sobre este grupo de organismos es el<br />
tráfico de especies. Uno de los elementos determinantes<br />
para facilitar el ingreso y establecimiento<br />
de especies invasoras es, sin lugar a<br />
dudas, el tráfico marítimo que actúa como un<br />
medio de transporte para especies provenientes<br />
de regiones distantes al venir incrustadas en los<br />
cascos de los barcos o bien en sus aguas de lastre.<br />
El arribo accidental de este tipo de especies<br />
trae como consecuencia el rompimiento del<br />
equilibrio ecológico al competir por espacio y<br />
alimento con especies locales. Aunque es difícil<br />
establecer sus lugares de origen o rutas de dispersión,<br />
se pueden mencionar como ejemplo<br />
especies de crustáceos decápodos que provienen<br />
del Indopacífico. Nueve de ellas, presentes en el<br />
área continental del Pacífico tropical son:<br />
Panulirus penicillatus, Hippa marmorata,<br />
Platymera gaudichaudii, Domecia hispida,<br />
Liomera cinctimana, Trapezia bidentata, Planes<br />
major, Hapalocarcinus marsupiales, mientras<br />
que el caso de Trapezia tigrina es particular, ya<br />
que solamente un ejemplar de esta especie exótica<br />
ha sido recolectado en la isla Socorro (Hernández-Aguilera<br />
2002).<br />
Se ha estudiado que el fenómeno de las especies<br />
invasoras o exóticas en Colima se presenta<br />
específicamente en el puerto de Manzanillo y<br />
las zonas aledañas, sin embargo, no existe un<br />
inventario completo de estas especies, ni tampoco<br />
se ha estimado el efecto que pudieran<br />
estar ocasionando a las poblaciones naturales<br />
de la región.<br />
En años recientes se ha incrementado el conocimiento<br />
de la fauna marina presente en diversas<br />
regiones de las costas de México, particularmente<br />
los crustáceos. Sin embargo, el Pacífico<br />
este tropical ha sido comparativamente menos<br />
estudiado que regiones al norte de Cabo Corrientes,<br />
Jalisco (Hendrickx 1993).<br />
Es importante reiterar la necesidad de contar<br />
con inventarios científicos confiables para la<br />
región y el estado, lo cual es un requisito fundamental<br />
y punto de partida para diseñar y llevar a<br />
cabo aprovechamientos sustentables de los<br />
recursos faunísticos marinos de Colima. Al<br />
mismo tiempo, y de manera obligada, es necesaria<br />
la realización de monitoreos continuos capaces<br />
de detectar cambios en las poblaciones de<br />
crustáceos, lo que permita proponer oportunamente<br />
medidas preventivas para su manejo sustentable<br />
y su conservación.<br />
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319
Fauna cavernícola<br />
y edáfica<br />
(Acarida y Collembola)<br />
José G. Palacios-Vargas<br />
Leopoldo Q. Cutz-Pool<br />
Ricardo Iglesias Mendoza<br />
Introducción<br />
México es famoso en el mundo por poseer más de siete mil cuevas, grutas<br />
y cavernas. Algunas de las cuevas que existen en nuestro país son de una<br />
belleza extraordinaria, razón por la cual son visitadas frecuentemente<br />
por gran cantidad de turistas, tanto nacionales como extranjeros. Estos<br />
ambientes contienen gran diversidad de fauna que incluye desde animales<br />
invertebrados como protozoarios, nemátodos, anélidos, moluscos,<br />
artrópodos y vertebrados, hasta peces, salamandras y murciélagos. De los<br />
primeros se destacan, por su alta diversidad, el grupo de los artrópodos,<br />
el cual está representado por arácnidos, ácaros, crustáceos, milpiés, ciempiés<br />
e insectos.<br />
Diversidad y distribución<br />
Los ácaros y colémbolos son representantes muy importantes de la<br />
fauna del suelo y la hojarasca que se encuentran en medios cavernícolas<br />
(Palacios-Vargas 1982) e incluyen algunas especies consideradas endémicas.<br />
De las poco más de 700 especies de colémbolos que se conocen<br />
en México (Castaño-Meneses 2005), alrededor de 125 han sido encontradas<br />
en cuevas, lo que representa 17%; sin embargo, muchas de ellas<br />
están más vinculadas al suelo y los detritos que ingresan al mismo<br />
(Palacios-Vargas 2000).<br />
320<br />
Palacios-Vargas, J.G., L.Q. Cutz-Pool y R. Iglesias Mendoza. 2016. Fauna cavernícola y edáfica (Acarida y Collembola).<br />
En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 320-324.
a) b)<br />
c) d)<br />
FIGURA 1. a) Mesaphorura krausbaueri, b) Sphaeridia plumilis (macho), c) Sphaeridia sp. (hembra), d) Seira sp.<br />
Fotos: José G. Palacios-Vargas, Leopoldo Q. Cutz-Pool y Ricardo Iglesias.<br />
El estudio de ambientes cavernosos es de suma<br />
importancia desde el punto de vista evolutivo, ya<br />
que los organismos que los habitan han sufrido<br />
modificaciones y transformaciones estructurales<br />
y fisiológicas a través del tiempo, adaptándose<br />
a condiciones de aislamiento y oscuridad.<br />
En la actualidad, a nivel nacional existen cantidades<br />
significativas de información, que la bioespeleología<br />
(estudio de la vida en las cuevas) ha<br />
generado principalmente en los últimos 45 años.<br />
En 1977 un grupo de investigadores de la Facultad<br />
de Ciencias de la unam encabezaron los<br />
Fauna cavernícola y edáfica (Acarida y Collembola)<br />
321
primeros estudios bioespeleológicos en México,<br />
logrando producir numerosos trabajos taxonómicos<br />
y un manual de bioespeleología (Hoffmann<br />
et al. 1986, Palacios-Vargas 1994a).<br />
Actualmente, se ha estudiado la fauna que habita<br />
en casi 1 200 cuevas, pozos, cenotes, sótanos,<br />
minas y otros ambientes semejantes, encontrando<br />
más de 2 mil especies animales, además<br />
de unas pocas plantas. Algunas cuevas de<br />
México llegan a contener comunidades de más<br />
de 100 especies diferentes de artrópodos, con<br />
poblaciones restringidas en su distribución a<br />
ciertas regiones cársticas o sistemas de cuevas.<br />
En Colima, como en casi todos los estados de la<br />
república mexicana, existen cuevas de diferente<br />
tamaño, origen y constitución, con comunidades<br />
animales resultado de su historia geológica.<br />
La región, que corresponde al borde costero del<br />
oeste de la Faja Volcánica Transmexicana, incluyendo<br />
parte de los estados de Nayarit, Jalisco,<br />
todo Colima y parte de Michoacán, al parecer ha<br />
funcionado como una gran barrera intracontinental<br />
de la placa posterior norteamericana, que<br />
data del periodo jurásico (Ross y Scotese 1988).<br />
En el presente trabajo se reunió un listado de<br />
especies de ácaros y colémbolos que forman parte<br />
de la fauna edáfica y cavernícola que se conoce<br />
actualmente para Colima, y que incluye a las<br />
especies provenientes de la isla Socorro y del<br />
archipiélago Revillagigedo (Palacios-Vargas et al.<br />
1982) (figura 1).<br />
Para la elaboración de la lista que se presenta en<br />
el apéndice 1 se consultaron distintos trabajos<br />
que incluyen algunas tesis profesionales (Ojeda<br />
Carrasco 1983, Mejía Recamier 1986), trabajos<br />
de recopilación y catálogos (Palacios-Vargas<br />
1994b, 1997, Hoffmann y López-Campos 2000),<br />
así como diversos artículos (Palacios-Vargas y<br />
Granados 1990, Palacios-Vargas e Iglesias<br />
2004).<br />
A la fecha se han citado 52 especies de ácaros de<br />
Colima, comprendidas en 28 familias y 42 géneros,<br />
de las cuales varias habitan en la isla Socorro<br />
y una en particular en grutas. Para los colémbolos<br />
sólo se conocen 11 familias en Colima, distribuidas<br />
en 21 géneros y 37 especies; entre las cuales<br />
ocho están citadas como asociadas a cuevas y<br />
consideradas troglófilas (que se introducen en<br />
ellas ocasionalmente); el resto se considera relacionado<br />
con el suelo y hojarasca (edáficas) (Palacios-Vargas<br />
1997, Palacios-Vargas et al. 2000). De<br />
las 11 familias que se registran en este trabajo,<br />
Neanuridae es la que tiene mayor número de<br />
especies.<br />
El total de colémbolos registrados en Colima<br />
(37), permite ubicar a este estado por encima de<br />
Durango y Nuevo León, donde se han registrado<br />
26 y 22 especies, respectivamente (Cutz-Pool<br />
et al. 2007). Por otra parte, Colima queda por<br />
debajo de San Luis Potosí en el número de colémbolos<br />
registrados (48) (Cutz-Pool et al. 2007).<br />
La distribución restringida de algunas especies<br />
cavernícolas de Colima, como Proterorhagia<br />
oztotloica, que sólo se ha registrado en una cueva<br />
(Lindquist y Palacios-Vargas 1991) y cuyo género<br />
y familia son endémicos, indica que pueden tratarse<br />
de especies relictuales, posiblemente confinadas<br />
a una región del estado. Ejemplo de ello es<br />
P. oztotloica especie que presenta numerosos<br />
troglomorfismos (alto grado de convergencia de<br />
caracteres anatómicos, fisiológicos y comporta-<br />
322 DIVERSIDAD DE ESPECIES
mientos que muestra la fauna que se desarrolla<br />
en cuevas, o troglobia) que demuestran su endemismo<br />
y rareza.<br />
ciencia. La contaminación y los cambios de uso<br />
del suelo son las amenazas más relevantes para<br />
las especies que viven en estas cuevas.<br />
Conclusiones<br />
Aún falta mucho por conocer de estos dos grupos<br />
de artrópodos. Los estados de Colima y<br />
Jalisco comparten la región conocida como<br />
Cerro Grande, que es la región oriental de la sierra<br />
de Manantlán, declarada Reserva Federal de<br />
la Biosfera en 1987. En esta región se conoce una<br />
zona de casi 40 km de largo que contiene: resumideros,<br />
grutas, simas, dolinas, lapiaces, torres<br />
kársticas y numerosas cuevas. De estas formaciones,<br />
Lazcano Sahagún (1988) cita 94 sitios; sin<br />
embargo, solamente logró inventariar y hacer<br />
levantamientos topográficos de 33. El estudio de<br />
la fauna de estas formaciones es realmente incipiente,<br />
y aunque se conocen pocas especies, éstas<br />
muestran formas realmente extraordinarias,<br />
relacionadas con su posición taxonómica y sus<br />
adaptaciones a la vida cavernícola.<br />
La información relacionada con la colembofauna<br />
de Colima parece ser incipiente, ya que se conocen<br />
pocas especies. Sin embargo, de acuerdo con<br />
los resultados obtenidos en esta recopilación, el<br />
estado es idóneo para efectuar estudios futuros<br />
sobre la biología, taxonomía, ecología y biodiversidad<br />
de los colémbolos. Se espera que al estudiar<br />
las cuevas de estos sitios inexplorados<br />
aumente la biodiversidad de la fauna cavernícola<br />
conocida para el estado.<br />
Por otra parte, es importante conservar los<br />
ambientes cavernícolas de Colima, ya que albergan<br />
fauna endémica muy importante para la<br />
Con la finalidad de preservar este tipo de ambientes,<br />
y por ende la fauna que en ellos se encuentra,<br />
se propone la protección legal de las cuevas de la<br />
región, a través de la junta de ejidatarios y<br />
mediante la participación de las autoridades<br />
municipales o estatales (Palacios-Vargas, 1997).<br />
Asimismo, algunas de esas medidas que se han<br />
propuesto para conservar esas cuevas incluyen<br />
regular el acceso, como establecer un horario de<br />
entrada y salida, la colocación de un reglamento<br />
en la entrada y el enrejado de las cuevas.<br />
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324 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Libélulas y caballitos<br />
del diablo<br />
(Odonata)<br />
Enrique González-Soriano<br />
Felipe A. Noguera-Martínez<br />
Helga C.P. Barba-Medina<br />
Santiago Zaragoza<br />
Enrique Ramírez<br />
Descripción<br />
Los Odonata (del griego odontos = diente y gnathos = mandíbula) conforman<br />
un primitivo orden de insectos acuáticos de taxonomía bien conocida<br />
y de distribución mundial amplia. Estos insectos son paleópteros<br />
(que no pueden plegar sus alas sobre su abdomen) y hemimetábolos (que<br />
presentan una metamorfosis incompleta con la falta de pupa). Las larvas<br />
son acuáticas y, al igual que los adultos, son de hábitos depredadores. Los<br />
adultos son fácilmente reconocibles por tener un cuerpo estilizado, dividido<br />
en: cabeza, tórax y abdomen. Los ojos compuestos son grandes,<br />
multifacetados (con muchas caras) y a menudo ocupan la mayor parte de<br />
la cabeza. El tórax consiste de un protórax pequeño y móvil, y un pterotórax<br />
de mayor tamaño en donde se encuentran insertas las alas. Las cuatro<br />
alas son alargadas, membranosas y cubiertas por múltiples venas. Las<br />
patas son relativamente largas y están adaptadas para posarse y capturar<br />
a sus presas. El abdomen es largo y delgado y posee 10 segmentos visibles<br />
(conabio 2015).<br />
Diversidad<br />
México es un país megadiverso (Ramamoorthy et al. 1993) y alberga<br />
varios grupos de artrópodos relativamente bien conocidos: entre 3%<br />
(Trichoptera) y 14% (Decapoda) de la diversidad en el mundo (Llorente-<br />
Bousquets et al. 1996).<br />
González-Soriano, E., F.A. Noguera-Martínez, H.C.P. Barba-Medina, S. Zaragoza y E. Ramírez. 2016. Libélulas y<br />
caballitos del diablo (Odonata). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 325-330.<br />
325
Colima, desde hace casi dos décadas, había sido<br />
señalado como poco conocido desde el punto de<br />
vista de su odonatofauna (fauna de libélulas)<br />
(González Soriano y Novelo-Gutiérrez 1996). El<br />
primer registro histórico para alguna libélula en<br />
la entidad corresponde a la especie Erythrodiplax<br />
funerea, citada por el entomólogo norteamericano<br />
Philip Powell Calvert para la ciudad de<br />
Colima, en su capítulo Odonata, de la Biología<br />
Centrali americana (Calvert 1901). Otros registros<br />
posteriores para el estado corresponden a<br />
las especies Aphylla protracta (Garrison 1986),<br />
Phyllogomphoides pacificus (Cook y González<br />
Soriano 1990), Hetaerina titia (Garrison 1990) y<br />
Coryphaeschna diapyra (Paulson 1994). En un<br />
estudio más reciente, Barba-Medina (2009)<br />
registró un total de 68 especies para el municipio<br />
de Ixtlahuacán, en el cual se incluyen 28 nuevos<br />
registros para el estado.<br />
El presente trabajo tiene como objetivo actualizar<br />
el conocimiento de la fauna de Odonata de<br />
Colima, con base en colectas intensivas llevadas<br />
a cabo en la región de Ixtlahuacán durante<br />
2006 y colectas esporádicas llevadas a cabo en<br />
diferentes localidades del estado, en diferentes<br />
años. Asimismo, el doctor Dennis R. Paulson<br />
(University of Puget Sound, Tacoma, WA) facilitó<br />
amablemente los resultados de sus recolectas<br />
llevadas a cabo en diferentes localidades<br />
(apéndice 1). Los resultados del presente estudio<br />
muestran un incremento de 41% en el<br />
número de especies reconocido para Colima, es<br />
decir, ahora se documenta la existencia de 91<br />
especies en lugar de 53.<br />
En el mundo se han registrado alrededor de<br />
5 767 especies (Schorr et al. 2007), de las cuales<br />
349 (6.05% del total mundial) se presentan en<br />
México (González-Soriano y Novelo-Gutiérrez<br />
2007). La diversidad de odonatos se incrementa<br />
conforme disminuye la latitud, cerca de los trópicos<br />
(Kalkman et al. 2008). Específicamente, la<br />
diversidad de odonatos es mayor en bosques tropicales<br />
lluviosos que en bosques tropicales secos.<br />
CUADRO 1. Odonata: familias, número de especies<br />
por familia y porcentaje del total de especies del<br />
estado. Fuente: elaboración propia.<br />
Familias<br />
Núm. de<br />
especies<br />
%<br />
del total<br />
Libellulidae 43 47.8<br />
Coenagrionidae 23 22.2<br />
Gomphidae 9 10<br />
Aeshnidae 10 10<br />
Calopterygidae 3 3.3<br />
Lestidae 2 2.2<br />
Platystictidae 1 1.1<br />
Total 91 100.0<br />
La lista que aquí se presenta está basada en la<br />
revisión de 1 008 individuos pertenecientes a 91<br />
especies, 40 géneros y siete familias. La familia<br />
con mayor número de especies fue Libellulidae<br />
con 43, seguida de Coenagrionidae con 20,<br />
Aeshnidae con 10, Gomphidae con nueve,<br />
Calopterygidae con tres, Lestidae con dos y,<br />
finalmente, Platystictidae con sólo una especie<br />
(cuadro 1). El género más diverso fue Argia con<br />
nueve especies (figuras 1 y 4), seguido de<br />
Micrathyria con siete especies (figura 2) y<br />
Erythemis con cinco especies (figura 3);<br />
Coryphaeschna, Erythrodiplax y Macrothemis<br />
con cuatro especies cada uno; Hetaerina<br />
326 DIVERSIDAD DE ESPECIES
(figura 4), Telebasis, Phyllogomphoides, Orthemis<br />
(figura 5) Ischnura y Tauriphila, con tres especies<br />
cada uno; Protoneura, Enallagma,<br />
Neoerythromma, Gynacantha, Remartinia,<br />
Erpetogomphus, Progomphus, Dythemis,<br />
Miathyria, Pantala, Perithemis y Tramea con dos<br />
especies cada uno, y los géneros Archilestes,<br />
Lestes, Palaemnema, Neoneura, Leptobasis,<br />
Anax, Rhionaeschna, Aphylla, Phyllocycla,<br />
Brachymesia, Brechmorhoga, Cannaphila,<br />
Libellula, Planiplax, Pseudoleon y Tholymis con<br />
una especie (apéndice 1).<br />
FIGURA 3. Libélula de la especie Erythemis<br />
haematogastra. Foto: Enrique González-Soriano.<br />
FIGURA 1. Libélula de la especie Argia oculata.<br />
Foto: Enrique González-Soriano.<br />
FIGURA 4. Libélula de la especie Hataerina americana<br />
y Argia tezpi. Foto: Enrique González-Soriano.<br />
FIGURA 2. Libélula de la especie Micrathyria aequalis.<br />
Foto: Enrique González-Soriano.<br />
FIGURA 5. Libélula de la especie Orthemis discolor.<br />
Foto: Enrique González-Soriano.<br />
Libélulas y caballitos del diablo (Odonata)<br />
327
Las 91 especies reportadas para Colima hacen que<br />
esta entidad federativa tenga uno de los índices<br />
más elevados en el número de especies de Odonata<br />
por km 2 , con un total de 1.65 especies/km 2 . De<br />
acuerdo con esta información, Colima se colocaría<br />
por el momento en el primer lugar de los seis<br />
estados más diversos de México (Paulson 2002;<br />
cuadro 2). Sin embargo, cabe resaltar que con<br />
recolectas más intensivas y de más largo plazo<br />
esta tendencia podría cambiar en el futuro, ya que<br />
estados típicamente muy diversos como Oaxaca,<br />
San Luis Potosí y Chiapas, entre otros, aún no han<br />
sido apropiadamente estudiados.<br />
Cuarenta especies son citadas por vez primera<br />
para el estado (apéndice 1), incluyendo una<br />
especie aparentemente no descrita, Micrathyria sp.<br />
Se incluye asimismo un registro visual de<br />
Gynacantha helenga para la localidad de Nogueras<br />
que representa una nueva adición para el<br />
estado. Finalmente, cabe anotar que no existen<br />
especies endémicas para Colima, sin embargo,<br />
Remartinia secreta y Coryphaeschna apeora<br />
(Aeshnidae) y Planiplax sanguiniventris y<br />
Tauriphila argo (Libellulidae), se registran por<br />
primera vez para la vertiente del Pacífico mexicano<br />
(González-Soriano y Novelo-Gutiérrez<br />
2007). Otros registros interesantes son: Protoneura<br />
rojiza, una especie que hasta hoy sólo se había<br />
registrado en los estados de Guerrero y Oaxaca,<br />
y Phyllogomphoides luisi, cuya descripción original<br />
se hizo con material del estado de Morelos y<br />
por lo tanto es su segundo registro estatal.<br />
Las siguientes especies han sido previamente<br />
registradas para Colima por trabajos anteriores<br />
(González Soriano y Novelo-Gutiérrez 1996),<br />
pero no fueron confirmadas durante este estudio:<br />
Telebasis digiticollis, Paltothemis lineatipes y<br />
Sympetrum illotum.<br />
Distribución<br />
Las libélulas tienen una distribución cosmopolita,<br />
aunque están ausentes en las regiones polares.<br />
Generalmente se les encuentra desde el nivel<br />
del mar hasta altitudes de alrededor de 3 500 m.<br />
Habitan en prácticamente cualquier cuerpo de<br />
agua dulce del mundo y algunas incluso se<br />
reproducen en aguas sulfurosas o salobres. Hay<br />
especies que viven exclusivamente en el agua que<br />
se acumula en ciertas clases de plantas, como<br />
bromelias, bambúes o huecos que se forman en<br />
contrafuertes de árboles tropicales.<br />
CUADRO 2. Nmero de especies de Odonata en seis estados de Mico. Fuente: modificado de aulson<br />
(2002) de acuerdo con la información de este trabajo y de González y Novelo (2007).<br />
Estado Área (km 2 ) Núm. de especies Esp./Área x 100<br />
Colima 5 455 91 1.65<br />
Nayarit 27 620 120 0.43<br />
Veracruz 72 815 220 0.30<br />
Chiapas 73 888 170 0.23<br />
San Luis Potosí 62 849 131 0.21<br />
Oaxaca 95 364 142 0.14<br />
328 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Importancia<br />
Las libélulas interactúan con los seres humanos<br />
desde varios puntos de vista: desde el ecológico<br />
tienen impacto porque consumen algunos organismos<br />
que los humanos cultivan, tales como<br />
abejas y larvas de peces o, por el contrario, que<br />
transmiten enfermedades riesgosas, que actúan<br />
como mosquitos transmisores; desde el punto de<br />
vista cultural, debido a su atractivo visual y estético<br />
han servido como modelos en la elaboración<br />
de piezas de arte y poemas, en algunos países de<br />
Asia, Europa, así como en Estados Unidos.<br />
Por su tamaño y su gran actividad diurna los odonatos<br />
son un grupo de insectos de estudio relativamente<br />
fácil. Por lo anterior son útiles para el<br />
monitoreo de la biodiversidad total de hábitats<br />
acuáticos y han sido reconocidos como buenos<br />
indicadores de la salud de los ambientes de agua<br />
dulce (Corbet 2004, Clausnitzer et al. 2009).<br />
Amenazas para su conservación<br />
Algunas predicciones señalan que en las siguientes<br />
décadas casi una cuarta parte de las especies<br />
de insectos del mundo estarán extintas (Samways<br />
2007). No es de sorprender que al ser insectos<br />
acuáticos, las libélulas se vean afectadas por<br />
cambios drásticos en sus ambientes naturales, en<br />
especial aquellas especies de distribución restringida.<br />
Por el contrario, otras especies, particularmente<br />
de distribución más amplia, son<br />
marcadamente tolerantes a estos cambios e<br />
incluso varias de ellas se pueden ver beneficiadas.<br />
Existen ejemplos de especies que se han<br />
visto favorecidas por fenómenos asociados a<br />
incrementos en la temperatura (calentamiento<br />
global) al expandir sus rangos de distribución,<br />
sin embargo, otro grupo de especies, en especial<br />
aquellas que viven adaptadas a las condiciones<br />
forestales o habitan cuerpos de agua muy particulares,<br />
como los fitotelmata, se encuentran en<br />
evidente peligro de desaparición a causa de la<br />
pérdida de sus hábitats originales.<br />
A diferencia de otros invertebrados acuáticos, las<br />
libélulas parecen reaccionar positivamente a procesos<br />
de restauración ecológica de sus hábitats<br />
naturales. En Sudáfrica, por ejemplo, algunas<br />
especies endémicas de odonatos que estaban en<br />
riesgo de extinción pudieron recuperarse, hasta<br />
cierto punto, una vez que se eliminaron los árboles<br />
invasivos no nativos que sombreaban con sus<br />
copas las orillas de pequeños ríos en donde se<br />
encontraban y la iluminación original fue restablecida<br />
(Samways et al. 2005). Debido a lo anterior<br />
es importante continuar realizando estudios de<br />
los odonatos en Colima para conocer y conservar<br />
la diversidad de este grupo en la entidad.<br />
Referencias<br />
Barba-Medina, H.C.P. 2009. Diversidad de Odonata<br />
en la región de Ixtlahuacán, Colima. Tesis de licenciatura.<br />
Facultad de Ciencias, Universidad Nacional<br />
Autónoma de México (unam), México.<br />
Calvert, P.P. 1901. Neuroptera: Odonata. En: Biologia<br />
Centrali Americana. Vol. 50. F.D. Godman y O. Salvin<br />
(eds.). Porter & Dulau, Londres, pp. 17-420.<br />
Clausnitzer, V., V.J. Kalkman, M. Ram, et al. 2009.<br />
Odonata enter the biodiversity crisis debate: the<br />
first global assessment of an insect group. Biological<br />
Conservation 142:1864-1869.<br />
conabio. <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y<br />
Uso de la Biodiversidad. 2015. Naturalista.<br />
Libélulas y caballitos del diablo (Odonata)<br />
329
Cook, C. y E. González-Soriano. 1990. Phyllogomphoides<br />
apiculatus spec. nov., a new Mexican dragonfly,<br />
and a description of the female of P. pacificus (Selys<br />
1873) (Anisoptera:Gomphidae). Odonatologica<br />
19:263-273.<br />
Corbet, P.S. 2004. Dragonflies: ecology and behaviour of<br />
Odonata. Harley Books. Colchester, Reino Unido.<br />
Garrison, R.W. 1986. The genus Aphylla in México<br />
and Central America, with a description of a new<br />
species, Aphylla angustifolia (Odonata: Gomphidae).<br />
Annals of the Entomological Society of America<br />
79:938-944.<br />
——— . 1990. A synopsis of the genus Hetaerina with<br />
descriptions of four new species (Odonata: Calopterygidae).<br />
Transactions of the American Entomological<br />
Society 116:175-259.<br />
González-Soriano, E. y R. Novelo-Gutiérrez. 1996.<br />
Odonata. En: Biodiversidad, taxonomía y biogeografía<br />
de artrópodos de México: hacia una síntesis<br />
de su conocimiento. J. Llorente-Bousquets, A.N.<br />
García-Aldrete y E. González-Soriano (eds.). Instituto<br />
de Biología (ibunam)/<strong>Comisión</strong> Nacional<br />
para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad<br />
(conabio)/Facultad de Ciencias, unam, México,<br />
pp. 147-167.<br />
——— . 2007. Odonata of Mexico revisited. En: Odonata:<br />
biology of dragonflies. B.K. Tyagi (ed.). Scientific<br />
Publishers, India, pp. 105-136.<br />
Kalkman, V.J., V. Clausnitzer, K.D.B. Dijkstra, et al.<br />
2008. Global diversity of dragonflies (Odonata) in<br />
freshwater. Hydrobiologia 595:351-363.<br />
Llorente-Bousquets, J., E. González-Soriano, A.N.<br />
García-Aldrete, et al. 1996. Breve panorama de la<br />
taxonomía de artrópodos en México. En: Biodiversidad,<br />
taxonomía y biogeografía de artrópodos<br />
de México: hacia una síntesis de su conocimiento.<br />
J. Llorente-Bousquets, A.N. García-Aldrete y E.<br />
González-Soriano (eds.). ibunam/conabio/Facultad<br />
de Ciencias, unam, México, pp. 3-14.<br />
Paulson, D.R. 1994. Two new species of Coryphaeschna<br />
from middle America, and a discussion of the<br />
red species of the genus (Anisoptera: Aeshnidae).<br />
Odonatologica 23:379-398.<br />
——— . 2002. Odonata records from Nayarit and Sinaloa,<br />
México, with comments on natural history and<br />
biogeography. Odonatologica 31:359-370.<br />
Ramamoorthy, T.P., R. Bye, A. Lot, et al. 1993. Biological<br />
diversity of Mexico: origins and distribution.<br />
Oxford University Press. Nueva York.<br />
Samway, M.J. y A.N. Niba. 2007. Wide elevational<br />
tolerance and ready colonization may be a buffer<br />
against climate change in a South African dragonfly<br />
assemblage. En: Monitoring climate change with<br />
dragonflies. J. Ott (ed.). Pensoft, Sofia, Bulgaria.<br />
Samways, M.J., S. Taylor y W. Tarboton. 2005. Extinction<br />
reprieve following alien removal. Conservation<br />
Biology 4:1329-1330.<br />
Schorr, M., M. Lindeboom y D. Paulson. 2007. World<br />
Odonata List. Slater Museum of Natural History.<br />
Tacoma. En: ,<br />
última consulta: 8 de julio de 2015.<br />
330 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Abejas<br />
(Apoidea)<br />
Ricardo Ayala<br />
Descripción<br />
Las abejas son insectos que pertenecen a los superfamilia Apoidea<br />
(Anthophila) en el orden Hymenoptera. Este grupo de organismos se<br />
pueden reconocer por su cuerpo que es en general robusto, con pelos<br />
plumosos o ramificados. Su boca tiene estructuras especializadas para<br />
colectar néctar y para el acarreo de polen en las patas posteriores o el<br />
abdomen de las hembras. La gran mayoría de las abejas, incluyendo las<br />
presentes en Colima, son de vida solitarias o cleptoparásitas. Solo una<br />
pequeña parte de las especies conocidas son sociales o altamente sociales<br />
(eusociales), como la abeja melífera (Apis mellifera) o las abejas sin aguijón<br />
(Meliponini). Dentro de las pequeñas abejas de la familia Halictidae<br />
se pueden encontrar desde especies sociales primitivas hasta altamente<br />
sociales, pero éstas han sido poco estudiadas en México (Michener 1974,<br />
Ayala et al. 1993, 1996).<br />
Entre las abejas importantes, ya sea por sus características biológicas o<br />
como grupos funcionales, encontramos a las siguientes:<br />
Género Bombus. También llamados abejorros (tribu Bombini). Tienen<br />
una especie en Colima que ocurre en las tierras bajas y dos para las zonas<br />
elevadas, asociadas a los bosques de pinos o encinos.<br />
Géneros Centris, Epicharis, Monoeca, Tetrapedia y Paratetrapedia. Incluyen<br />
especies que colectan aceites y resinas y, por lo tanto, visitan muchas<br />
Ayala, R. 2016. Abejas (Apoidea). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 331-345.<br />
331
plantas que producen estas sustancias en lugar<br />
de néctar, como ocurre con Byrsonima (el nance<br />
o nanche).<br />
Abejas carpinteras (tribu Xylocopini). Este grupo<br />
tiene dos géneros, el primero Xylocopa, que tiene<br />
especies muy conspicuas por su gran tamaño,<br />
con hembras negras y machos pardos (llamadas<br />
comúnmente xicotes, nombre usado también<br />
para los abejorros); así como Ceratina, género<br />
que incluye a las abejas carpinteras pequeñas.<br />
Meliponinos (tribu Meliponini). A este grupo<br />
pertenecen las abejas sin aguijón, en éstas los<br />
géneros más comunes en Colima son:<br />
Frieseomelitta, Partamona y Trigona (cuadro 1).<br />
Euglosinos (tribu Euglossini). Incluye a las abejas<br />
de los géneros Euglossa, Eulaema, Eufriesea y<br />
Exaerete, éstas son importantes polinizadoras de<br />
un gran número de plantas, pero como característica<br />
principal los machos son polinizadores<br />
especialistas de muchas orquídeas. Como rasgo<br />
biológico éstas son abejas de colores vivos o<br />
metálicos con especies verdes o azules y con<br />
patrones de negro y anaranjado, que usualmente<br />
presentan partes bucales muy largas y los machos<br />
recolectan aceites esenciales que acarrean en las<br />
patas posteriores.<br />
El objetivo de este trabajo es reunir información<br />
sobre la biodiversidad para el estado, con lo cual<br />
se espera difundir su conocimiento y sentar las<br />
CUADRO 1. Especies de abejas sin aguijón presentes en el estado. Fuente: elaboración propia.<br />
Especie Vegetación Nidos Importancia<br />
Cephalotrigona eburneiventer BSC S MC., C, MEL<br />
Friesiomelitta nigra BTC, BSC A MNC, C<br />
Lestrimelitta chamelensis BTC A, U MNC<br />
Melipona beecheii BTC y BSC A MC, C, MEL; P<br />
Melipona colimana BP y PE A MC, C, MEL, P<br />
Nannotrigona perilampoides BP y PE A, MC, MEL, P,<br />
Partamona bilineata BTC y BSC A, U MNC<br />
Plebeia frontalis PTC S, U MNU<br />
Plebeia manantlensis BP, PE y BM A MNU<br />
Plabeia moureana BTS A, U MNU<br />
Scaptotrigona hellwegeri BTC A, U MC, C, MEL, P<br />
Trigona fulviventris BTC, BSC S MNC<br />
Trigonisca pipioli BTC, BSC R, U MNU<br />
Vegetación: BTC: bosque tropical caducifolio, BSC: bosque tropical subcaducifolio, BP: bosque de pinos,<br />
PE: bosque de pino-encino, BM: bosque mesófilo. Nidos: : rboles huecos, : el suelo, U: comn en onas<br />
urbanas en todo tipo de oquedades de casa y edificios pblicos. mportancia: MC: miel comestible, MNC:<br />
miel no comestible, puede ser tóxica (Lestrimelitta), MNU: miel no utilizada, C: cerumen utilizable (cera de<br />
Campeche), MEL: potencial para uso en meliponicultura, P: potencial como polinizador.<br />
332 DIVERSIDAD DE ESPECIES
ases para la realización de investigaciones,<br />
tanto enfocadas a conocer mejor su diversidad y<br />
su conservación, como su uso aplicado en la<br />
polinización agrícola.<br />
La información que aquí se presenta procede de<br />
la literatura taxonómica y faunística, con reportes<br />
de especies de abejas registradas para<br />
Colima. De forma adicional se incluyen registros<br />
de ejemplares de abejas capturadas en distintas<br />
localidades dentro del estado, en los años<br />
2007 y 2009, y que se encuentran depositadas<br />
en la colección de abejas del ibunam. La determinación<br />
de algunas especies de abejas fue realizada<br />
por los doctores Terry Griswold y<br />
Laurence Packer.<br />
1996); sin embargo, algunos de los géneros más<br />
diversos no han sido estudiados. La información<br />
general sobre la sistemática y biogeografía del<br />
grupo ha sido tratada por Michener (1979, 2007)<br />
y Michener et al. (1994). En esas dos últimas<br />
publicaciones incluyen claves taxonómicas que<br />
permiten reconocer, a nivel de género, a las abejas<br />
presentes en Colima, asimismo ofrecen información<br />
general sobre su diversidad y biología.<br />
Recientemente, Moure et al. (2007) publicaron<br />
un importante estudio que incluye las especies<br />
de abejas conocidas para la región Neotropical,<br />
en él hay registros de especies presentes en esta<br />
parte del continente, lo que permite actualizar la<br />
situación taxonómica de especies citadas por<br />
otros autores para Colima.<br />
Diversidad y distribución<br />
Las abejas han sido clasificadas en siete familias<br />
(Michener 2007), de las cuales Andrenidae,<br />
Apidae (figura 1), Colletidae, Halictidae,<br />
Megachilidae y Melittidae, están presentes en<br />
México (Ayala et al. 1996). Se conocen para todo<br />
el mundo alrededor de 425 géneros y un poco<br />
más de 19 mil especies (Michener 2007, Ascher<br />
et al. 2008, Ascher 2009); se cree que este número<br />
podría superar las 25 mil especies, conforme se<br />
utilicen nuevas técnicas moleculares para reconocer<br />
especies y se realicen nuevas revisiones<br />
taxonómicas con base en la morfología.<br />
La mayor riqueza de especies de abejas en América<br />
ocurre en áreas xéricas y subtropicales,<br />
siendo los desiertos al norte de México y al sur<br />
de los Estados Unidos, las áreas más ricas en<br />
especies (Michener 1979, Ayala et al. 1993, 1996).<br />
De acuerdo con Michener (1979), lo anterior es<br />
Para México se conocen 1 840 especies y 144<br />
géneros de abejas nativas, de acuerdo con la<br />
actualización de lo presentado por Ayala et al.<br />
(1996). El estudio fue resultado de revisiones<br />
taxonómicas a cerca de 60% de los géneros presentes<br />
en nuestro territorio (Ayala et al. 1993,<br />
FIGURA 1. Melipona colimana, especie endémica del<br />
volcán de Colima, sierra de Manantlán y del Tigre,<br />
en los estados de Colima y Jalisco. Foto: Ricardo<br />
Ayala.<br />
Abejas (Apoideae)<br />
333
esultado de la biogeografía histórica, en combinación<br />
con los hábitos de anidación de las abejas<br />
y la cantidad de plantas que tienen a éstas como<br />
sus polinizadores especialistas. Los sitios con<br />
vegetación templada son los pinares, encinares y<br />
los bosques mesófilos, que presentan una fauna<br />
de abejas menos diversa pero con mayor número<br />
de especies endémicas; esta fauna está relacionada<br />
con la biota de origen neártica.<br />
Por otro lado, las regiones con clima y vegetación<br />
tropical, como ocurre en las tierras bajas de<br />
Colima, se caracterizan por la presencia de<br />
mayor diversidad de abejas corbiculadas (con<br />
estructuras para acarreo de polen), sociales y<br />
grupos de abejas pequeñas como los halíctidos<br />
(Ayala et al. 1993, 1998; Michener 2007). La presencia<br />
de una diversa fauna de abejas que contiene<br />
además elementos endémicos, tanto de las<br />
montañas como de las tierras bajas, restringidos<br />
a la región y compartidos con los estados vecinos,<br />
es consecuencia de la característica geográfica<br />
de la zona de transición de las biotas neártica<br />
y neotropical, al presentar gran diversidad de<br />
comunidades vegetales, así como una compleja<br />
topografía.<br />
Sabemos que las abejas tienen un papel preponderante<br />
por los servicios ecosistémicos que prestan<br />
como polinizadores y a pesar de esto en el estado<br />
han sido poco estudiadas. La fauna de abejas nativas<br />
de Colima no ha sido estudiada de forma sistemática,<br />
así que se conocen hasta el momento<br />
sólo son cinco familias, con 62 géneros y un total<br />
de 101 especies (apéndices 1 y 2). Número que es<br />
incipiente en un estado que tiene áreas tanto con<br />
vegetación tropical como de montaña, las cuales<br />
tienen faunas con diferentes composiciones, así<br />
como especies propias de las transiciones entre los<br />
tipos de vegetación (ecotonos), además de las<br />
adaptadas a las áreas perturbadas.<br />
Entre las familias registradas en Colima la más<br />
diversa es Apidae, con 30 géneros y 54 especies,<br />
seguida de Halictidae, con 12 géneros y 20 especies,<br />
y Megachilidae, con 10 géneros y 13 especies.<br />
Las familias menos diversas son Andrenidae y<br />
Collectidae, las dos con cinco géneros y nueve<br />
y cinco especies, respectivamente. La familia<br />
Apidae reúne un poco más de 50% de la fauna de<br />
abejas en el estado (apéndices 1 y 2).<br />
De la fauna conocida el género más diverso es<br />
Xylocopa, con 11 especies, el cual incluye a toda<br />
la riqueza presente en el estado. Le siguen tres<br />
géneros más, cada uno con cuatro especies:<br />
Augochlora, Centris y Peponapis, el primero de la<br />
familia Halictidae y los dos siguientes de Apidae.<br />
Considerando que los datos son preliminares, es<br />
de resaltar que hay otros grupos de abejas que<br />
son bien conocidos y de ellos se tienen todas, o<br />
casi todas, las especies presentes en el estado, tal<br />
es el caso de las abejas sin aguijón, de las cuales<br />
se conocen 10 géneros y 13 especies (cuadro 1).<br />
Otro grupo es el de la tribu Euglossini, abejas<br />
con machos que visitan flores de orquídeas, en<br />
este caso se conocen cuatro géneros y cinco<br />
especies. Otros géneros relevantes por sus características<br />
biológicas y de los cuales se conocen<br />
todas, o casi todas las especies, son las abejas<br />
carpinteras ya mencionadas (género Xylocopa),<br />
los abejorros (Bombus, figura 5) y Peponapis, las<br />
abejas de las calabazas (apéndice 1 y 2, cuadro 1).<br />
La abejas presentan diferentes formas de vida.<br />
Contrario a la creencia general, la mayoría de las<br />
especies son de vida solitaria; además hay un<br />
número importante de abejas parásitas (clepto-<br />
334 DIVERSIDAD DE ESPECIES
parásitas) y sólo un número pequeño de especies<br />
son altamente sociales, como la abeja melífera<br />
(A. mellifera). A continuación se describe, para<br />
cada una de estos grupos, la diversidad de<br />
Colima:<br />
Solitarias. Gran parte de las abejas conocidas<br />
para Colima son solitarias (59 especies de la<br />
fauna conocida). En este grupo las hembras<br />
construyen los nidos y aprovisionan las celdas<br />
con el alimento que requieren sus crías. Entre<br />
estas abejas están todas las especies de las familias<br />
Colletidae, Andrenidae y Megachilidae; en<br />
esta última familia el género Megachile es el más<br />
diverso y uno de los más comunes en Colima.<br />
Este tipo de abejas anida en agujeros en la<br />
madera o en oquedades y cortan círculos de<br />
hojas y pétalos con los cuales cubren el interior<br />
de los nidos, para construir las celdas. En la<br />
familia Apidae, dentro de las abejas más comunes<br />
se encuentra a Melisodes tepaneca y a las<br />
especies de los géneros Ceratina, Exomalopsis,<br />
Tetraloniella (figura 2) y Xylocopa. Algunos<br />
Apidae que no son sociales tienen comportamiento<br />
de anidación gregario, como ocurre con las<br />
especies de Ancyloscelis, Diadasia y Melitoma.<br />
FIGURA 2. Macho de Tetraloniella en espera de<br />
hembras, especie común durante el verano en la<br />
cañada entre la ciudad de Colima y Minatitlán.<br />
Foto: Ricardo Ayala.<br />
Sociales. El comportamiento social se presenta<br />
en distintos grupos de abejas, pero es común en<br />
las familias Halictidae y Apidae. Entre las abejas<br />
se observan distintos niveles de comportamiento<br />
social, desde los estados más simples, subsociales,<br />
hasta las abejas altamente sociales o eusociales<br />
(Michener 1974). Entre las abejas de la familia<br />
Halictidae, es muy probable que gran parte de<br />
las especies presentes en Colima tengan algún<br />
nivel de comportamiento social, incluso que<br />
algunas especies sean altamente sociales (Michener<br />
1974, 2007). Dentro de la familia Apidae se<br />
dan comportamientos eusociales (altamente sociales),<br />
como en la abeja de la miel (A. mellifera), así<br />
como también entre las abejas sin aguijón (tribu<br />
Meliponini, figura 1, cuadro 1) y las del género<br />
Bombus. Esto es, 16% de la fauna conocida de<br />
abejas de Colima son altamente sociales (apéndice<br />
1).<br />
Cleptoparásitas. Estas abejas usan los nidos y el<br />
alimento reunido para las crías de otras especies.<br />
También está representado este grupo en Colima<br />
y se conocen especies de los géneros Sphecodes y<br />
Temnosoma, de las familias Halictidae; Stelis y<br />
Coelioxys para la familia Megachlidae y<br />
Coelioxoides, Exaerete, Lestrimelitta, Mesocheira<br />
y Mesoplia; en la familia Apidae se encuentran<br />
los géneros cleptoparásitos Ctenioschelus,<br />
Epeolus, Nomada, Rathymodes y Odyneropsis.<br />
Las familias Osiris y Triepeolus aún no han sido<br />
registradas en el estado pero es muy probable<br />
que estén presentes. De las abejas sin aguijón se<br />
tiene en Colima a Lestimelitta chamelensis, que<br />
es una abeja cleptoparásita social; este es un caso<br />
especial en el cual las abejas de una colonia no<br />
colectan recursos de las flores, sino que los obtienen<br />
de las colonias de otras especies de abejas sin<br />
aguijón.<br />
Abejas (Apoideae)<br />
335
Considerando que existe poca información<br />
sobre la diversidad de abejas de Colima, se recurrió<br />
a un análisis para estimar la fauna que posiblemente<br />
está presente en el estado, basado en<br />
los estudios faunísticos realizados en localidades<br />
relativamente cercanas a esta región y considerando<br />
las comunidades vegetales, así como la<br />
experiencia del autor. Con esto se encontró que<br />
es muy probable que en Colima existan alrededor<br />
de 95 géneros y alrededor de 299 especies de<br />
abejas. Para esta estimación se consideró, además<br />
de la vegetación, la elevación en la cual las<br />
especies de abejas han sido registradas. Los estudios<br />
incluidos en la estimación son de Ayala<br />
(1989) para Chamela, de Fierros (1994) para el<br />
volcán de Tequila, Estrada (1992) y Estrada de<br />
León y Ayala (1995) para la sierra de El Tigre, y<br />
de Ayala (no publicado) para San Buena Ventura,<br />
Jalisco.<br />
En el apéndice 2 se presenta la lista de estos géneros<br />
así como el número probable de especies<br />
para cada uno de ellos y la comunidad vegetal a<br />
la cual están o estarían asociadas. De acuerdo a<br />
lo anterior se conocen en este momento, para<br />
Colima, sólo 64.2% de los géneros y 32.5% de la<br />
diversidad a nivel de especie que probablemente<br />
esté presente en el estado.<br />
Utilizando una modificación de la carta de vegetación<br />
y uso del suelo de Colima (ine 2000), en la<br />
que se reúnen los tipos de vegetación tropicales<br />
(en rojo), de la montaña (en verde) y las áreas en<br />
las cuales hay pastizales, ganadería y zonas<br />
agrícola (amarillo), se puede ver que gran parte<br />
del estado está cubierto por el bosque tropical<br />
caducifolio y subcaducifolio (bt) y alrededor de<br />
40% está bajo manejo agrícola o ganadero. La<br />
figura 3 muestra una fauna diezmada en cuanto<br />
a riqueza, dependiendo de varios factores como<br />
son: la cercanía con áreas naturales, la presencia<br />
de mayor diversidad de especies de herbáceas y<br />
la disponibilidad de áreas para anidar; en este<br />
caso el número de especies de abejas es muy<br />
variable y puede ir de unas pocas especies hasta<br />
alrededor de 40. Lo anterior contrasta con lo que<br />
ocurre en los bosques tropicales (bt), en los cuales<br />
la diversidad puede estar en el orden de los<br />
190 a 240 especies, siendo las áreas más diversas<br />
en abejas en la región. Hay que señalar que hay<br />
un cambio en la composición de la fauna de abejas<br />
presente en los bt que están por arriba de los<br />
500 msnm, en los que se observa la presencia de<br />
especies como Dianthidium macrurum y una<br />
mayor cantidad de especies de la familia<br />
Andrenidae.<br />
Los bosques de coníferas, encinos y mesófilos<br />
son menos diversos en abejas, pero presentan<br />
especies endémicas, en este caso encontramos<br />
por ejemplo a Melipona colimana (figura 1) o<br />
Plebeia manantlensis, así como a especies de<br />
Bombus y Deltoptila. En Colima estos bosque<br />
requieren más estudio y es muy posible que aún<br />
se reserven sorpresas con nuevas especies, algunas<br />
de esas posiblemente endémicas.<br />
Utilizando los valores estimados se encontró que<br />
las familias más diversas son: Apidae con 49 géneros<br />
y 135 especies, seguida de Megachilidae con<br />
17 y 60, Halictidae con 15 y 58, Andrenidae con<br />
siete y 28, y finalmente la menos diversa, Colletidae<br />
con seis géneros y sólo 18 especies (apéndice 2).<br />
A partir de los datos estimados, a nivel de género<br />
los grupos más diversos son: Megachile con 24<br />
especies, seguido de Lasioglossum con 17, Centris<br />
con 15, Augochlora con 12, Xylocopa con 11,<br />
336 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Colletes, Euglossa y Ceratina cada uno con ocho<br />
especies, y los géneros Tetraoniella y Exomalopsis<br />
con siete especies; en conjunto estos 10 géneros<br />
contienen 117 especies que representan 39% de<br />
la fauna estimada para Colima (cuadro 1).<br />
Es sabido que Colima tiene una rica fauna de<br />
abejas, pero no se tienen datos suficientes sobre<br />
la situación en que se encuentran las faunas de<br />
las distintas regiones del estado, tanto de áreas<br />
naturales como de los agroecosistemas. Las<br />
observaciones preliminares indican que se mantiene<br />
una considerable diversidad de abejas, si<br />
bien las serranías que aparentemente tienen<br />
vegetación natural son muchas veces áreas que<br />
fueron perturbadas y que están en distintas etapas<br />
de recuperación. Como se observa en la<br />
figura 3, las áreas que son dedicadas a la agricultura<br />
y ganadería cubren más de 40% del territorio<br />
(Padilla-Velarde et al. 2006), si se suma a eso<br />
FIGURA 3. Riqueza faunística de abejas asociadas y su distribución respecto al tipo de vegetación y uso del<br />
suelo. En amarillo las áreas con pastizal natural o inducido, ganadería y cultivos de temporal o riego;<br />
en rojo distribución del bosque tropical caducifolio y subcaducifolio; y el verde representa bosque de pino,<br />
pinoencino y mesófilos de montaa. Fuente: elaboración propia.<br />
Abejas (Apoideae)<br />
337
que las áreas con bosques tropicales o montanos<br />
han sufrido fuertes perturbaciones, se tiene que<br />
la fauna de abejas de esas áreas puede estar diezmada<br />
respecto a lo que se indica en el mapa.<br />
Colima, al ser un estado con un territorio relativamente<br />
pequeño, no alberga una fauna endémica<br />
exclusiva; sin embargo, es importante<br />
señalar que un porcentaje importante de las<br />
especies de abejas asociadas a los bosques tropicales<br />
son endémicas de un área que sigue al bosque<br />
tropical en la costa de Pacífico, entre el sur<br />
de Sinaloa y Oaxaca. Así, la fauna de abejas es en<br />
gran parte endémica de esta parte de México y<br />
Colima ocupa un lugar importante contribuyendo<br />
a mantener esa diversidad. En el caso de<br />
los bosques de pino, encino y mesófilos, Colima<br />
presenta una fauna de abejas que es endémica y<br />
se comparte sólo con la presente en las serranías<br />
cercanas (sierra de Manantlán, sierra del Tigre,<br />
volcán de Colima, sierra del Tuito y volcán<br />
Tequila) en los estados de Jalisco y Michoacán,<br />
un ejemplo son Melipona colimana (figura 1) y<br />
Plebeia manantlensis.<br />
Importancia<br />
Son importantes los servicios que las abejas<br />
brindan al ecosistema donde habitan, eso a través<br />
de la polinización, ya que permiten preservar<br />
la integridad del mismo. Sin las abejas como<br />
polinizadores no se podría tener una parte<br />
importante de los alimentos que requiere la<br />
población de México: jitomate, tomate, frijol,<br />
chile, calabacitas, calabazas, ciruelas, mangos,<br />
manzanas, café, vainilla, arándano, almendro;<br />
además, cultivos como alfalfa, del que depende<br />
indirectamente mucha de la producción de<br />
carne, requiere ser polinizada por abejas para<br />
producir semillas (Arizmendi 2009).<br />
Actualmente, la polinización se enfrenta a las<br />
prácticas modernas de la agricultura, lo cual<br />
causa que las poblaciones de polinizadores<br />
decrezcan a un ritmo alarmante (Sihag y Singh<br />
1999). En contraste, diversos estudios (McGregor<br />
1976, Guzmán et al. 2002, Quezada-Euán<br />
2005) han demostrado que con la polinización<br />
entomófila el tamaño y peso de los frutos<br />
aumenta, en comparación con aquellos otros<br />
frutos producidos sin la visita de polinizadores.<br />
En el apéndice 3 se presenta una lista de abejas<br />
que han sido registradas en localidades dentro<br />
del estado y que son importantes como polinizadores<br />
de cultivos y flora nativa de importancia<br />
económica. Ese refleja la importancia que tienen<br />
las abejas para los habitantes del estado, principalmente<br />
los que se dedican a la agricultura, y<br />
respalda la necesidad que hay de trabajar más a<br />
favor de la conservación de las abejas nativas.<br />
La abeja melífera (A. mellifera) es sin duda la<br />
especie más común y también la más utilizada<br />
en Colima como agente polinizador de cultivos,<br />
tema que será tratado de forma particular en<br />
otro capítulo de este libro. Así, la fauna de abejas<br />
nativas representa una importe contribución a la<br />
polinización agrícola. Si bien no existen datos<br />
cuantificables, cabe señalar que cultivos como el<br />
de las cucurbitáceas (sandias, pepino, melón y<br />
calabazas) se benefician por el trabajo de estas<br />
abejas, lo que representa una importante<br />
derrama económica para los agricultores. En el<br />
estado, por las características de su vegetación<br />
tropical (bt) y de los bosques templados (bpe),<br />
además de los cultivos como el limón y el café,<br />
338 DIVERSIDAD DE ESPECIES
también son de importancia económica la producción<br />
de miel y de cera.<br />
Las abejas sin aguijón son un grupo importante<br />
e interesante con un rico pasado histórico en<br />
México (Ayala 1999), que actualmente siguen<br />
siendo cultivadas por los campesinos en el sur de<br />
México y en varios países americanos (Posey<br />
1980, Sommeijer et al. 1990, Buchmann y<br />
Nabhan 1996, Quezada-Euán et al. 2001). En el<br />
caso de Colima los productos de estas abejas,<br />
como la miel o la cera, son usados por la gente de<br />
poblados y rancherías, y los obtienen por la<br />
explotación o extracción directa de los nidos de<br />
los árboles, por personas que han realizado esta<br />
práctica de forma tradicional, heredada de los<br />
padres y abuelos. Esta práctica se realiza en tierras<br />
bajas con vegetación tropical, pero es cada<br />
vez menos frecuente: las abejas más utilizadas<br />
con este fin son de la especie Scaptotrigona<br />
hellwegeri (figura 4).<br />
Una especie endémica de la región, Plabeia<br />
manantlansis, de las más grandes dentro del<br />
género en México, tiene posibilidades de ser cultivada<br />
para explotar su miel o ser usada como polinizador.<br />
En áreas tropicales se ha utilizado<br />
también Nannotrigona perilampoides, la cual está<br />
presente en las montañas al norte del estado; esa<br />
abeja es pequeña pero ha sido utilizada para la<br />
polinización de fresa. De las abejas sin aguijón en<br />
Colima se conocen 12 especies (cuadro 1, apéndice<br />
1), de las cuales son comunes: Partamona<br />
bilineata, Frieseomelitta nigra y Trigona fulviventris.<br />
Es frecuente encontrar nidos de las dos primeras<br />
en zonas urbanas, los cuales se establecen en edificios<br />
públicos o casas; por ejemplo, la catedral de<br />
Colima tiene en sus torres nidos de P. bilineata<br />
que tienen apariencia de plastas de lodo oscuro.<br />
Del género Melipona (figura 1) se tienen dos especies,<br />
Melipona beecheii de tierras bajas, que aparentemente<br />
está casi extinta y Melipona colimana<br />
(figura 1), que es endémica de la región y está presente<br />
en el volcán de Colima, algunas localidades<br />
de la sierra de Manantlán y la sierra del Tigre.<br />
Estas son dos especies con muchas posibilidades<br />
de ser usadas como polinizadores o para la producción<br />
de miel y cerumen. En el estado se presenta<br />
también Cephalotrigona eburneiventer,<br />
considerada endémica de la cuenca del río Balsas,<br />
pero que tiene una distribución discontinua y ha<br />
sido registrada por el camino hacia Minatitlán;<br />
ésta también es una especie con potencial para ser<br />
usada en la polinización de cultivos y producción<br />
de miel (cuadro 1).<br />
FIGURA 4. Scaptotrigona hellwegeri, especie de las<br />
que se extrae miel (miel de árbol) y ceras (cera de<br />
Campeche) de los nidos que construyen dentro de<br />
troncos huecos de árboles. Se trata de una práctica<br />
que aún perdura en algunas comunidades en el<br />
estado. Foto: Ricardo Ayala.<br />
El cerumen producido por estas abejas es usado<br />
tanto con fines medicinales como para elaboración<br />
de velas para ceremonias religiosas y para<br />
realizar injertos de plantas frutales. En el pasado,<br />
además, fue importante en el arte plumario.<br />
Abejas (Apoideae)<br />
339
Los abejorros en Colima son importantes en la<br />
polinización de plantas cultivadas (especies del<br />
género Bombus, apéndice 1), éstos son reproducidos<br />
y comercializados para polinizar tomates en<br />
invernaderos, debido a que tienen la capacidad de<br />
la polinización vibratoria que se requiere para<br />
polinizar plantas como el jitomate (Velthius y van<br />
Doom 2004). Actualmente se importa Bombus<br />
impatiens para polinizar este cultivo, pero en<br />
Colima existen tres especies de abejas que también<br />
pueden ser usadas con este fin, entre las cuales<br />
está Bombus ephippiatus (figura 5), que es<br />
cercano filogenéticamente a B. impatiens y tiene<br />
un comportamiento con poca agresividad. La<br />
especies B. steindachneri, presente en tierras bajas<br />
con clima tropical en el estado, puede también ser<br />
una alternativa y sin embargo nunca se ha intentado<br />
su manejo como polinizador.<br />
alfalfa, girasol y muchas leguminosas. Las abejas<br />
carpinteras (especies del género Xylocopa) son<br />
conocidas por ser buenos polinizadores de las flores<br />
de maracuyá (Freitas et al. 2006), así como<br />
también de las flores del guayabo (Psidium). Las<br />
especies de abejas carpinteras pequeñas (género<br />
Ceratina), que anidan en ramas secas de herbáceas,<br />
así como las especies de los géneros Ancyloscelis,<br />
Exomalopsis, Tetraloniella (figura 2), Melissodes,<br />
Augochlora y Augochlorella, son polinizadores<br />
generalistas que visitan las flores de muchos de los<br />
cultivos; de ellas depende la polinización como<br />
servicio ambiental de una buena parte de las plantas<br />
que se cultivan en el estado, sin que esto sea<br />
fácil de percibir aun por los agricultores.<br />
En el cuadro 2 se reúne una lista de especies de<br />
abejas presentes en Colima y las plantas que<br />
polinizan; ello muestra la importancia de las<br />
abejas en la producción de muchos de los frutos<br />
que se producen en el estado y que son de importancia<br />
económica o consumidos por la población<br />
local, algunos de ellos regionales.<br />
Amenazas y conservación<br />
FIGURA 5. Bombus ephippiatus, abejorro común en<br />
el volcán de Colima, que puede ser utilizado como<br />
polinizador manejado en el cultivo de tomates en<br />
invernadero. Foto: Ricardo Ayala.<br />
Las abejas cortadoras de hojas (especies de<br />
Megachile) son importantes en la polinización de<br />
Existen evidencias que muestran una rápida tendencia<br />
a la pérdida de la diversidad de abejas a<br />
nivel mundial, causando la pérdida dramática<br />
del servicio de polinización. Este fenómeno de<br />
extinción de abejas se suma a la pérdida de especies<br />
de la flora silvestre (Buchman y Nabhan<br />
1996, Oldroyd 2007), lo que representa un riesgo,<br />
tanto para los ecosistemas como para la producción<br />
agrícola. Se sabe que el rendimiento de 87<br />
de los 115 cultivos más importantes para la alimentación<br />
mundial se incrementa con los servicios<br />
ecológicos de la polinización, y entre el<br />
amplio espectro de animales polinizadores las<br />
abejas están entre los más efectivos (Klein et al.<br />
2007).<br />
340 DIVERSIDAD DE ESPECIES
CUADRO 2. Especies de abejas registradas para el estado y plantas de importancia agrícola que polinizan.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Especie de abeja<br />
Augochlora spp.<br />
Bombus ephippiatus<br />
Bombus weisi<br />
Centris spp.<br />
Ceratina sp.<br />
Colletes sp.<br />
Epicharis elegans<br />
Exomalopsis spp.<br />
Friseomelitta nigra<br />
Halictus ligatus<br />
Lasioglossum (Dialictus) spp.<br />
Megachile sp.<br />
Melipona beecheii<br />
Melipona colimana<br />
Melissodes tepaneca<br />
Melitoma marginella<br />
Nannotrigona perilampoides<br />
Partamona bilineata<br />
Peponapis azteca<br />
Peponapis crassidentata<br />
Peponapis utahensis<br />
Plabeia manantlensis<br />
Plebeia frontalis<br />
Plebeia moureana<br />
Especie de planta<br />
Capsicum annuum, Citrullus lanatus, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*,<br />
Cucumis melo, Cucumis sativus, Mangifera indica, Physalis ixocarpa.<br />
Lycoperiscum sculentum, Persea americana, Phaseolus vulgaris, Prunus<br />
persica, Rubus occidentalis.<br />
Lycoperiscum sculentum, Malus spp., Persea americana, Phaseolus<br />
vulgaris, Prunus persica, Rubus occidentalis.<br />
Byrsonima crassifolia.<br />
Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Sechium edule, Spondias spp.<br />
Capsicum annuum, Lycoperiscum sculentum, Physalis ixocarpa,<br />
Sechium edule.<br />
Byrsonima crassifolia, Pachyrhizus erosus.<br />
Citrullus lanatus, Cucumis melo, Cucumis sativus, Persea americana.<br />
Byrsonima crassifolia, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Cocos nucifera,<br />
Cucumis melo.<br />
Cucumis melo, Medicago sativa, Persea americana.<br />
Citrullus lanatus, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Cucumis melo,<br />
Mangifera indica.<br />
Medicago sativa, Phaseolus vulgaris.<br />
Bixa orellana, Coffea arabica, Lycoperiscum sculentum.<br />
Persea americana.<br />
Citrus aurantifolia, Citrus spp.*<br />
Ipomoea batatas, Gossypium spp.<br />
Bixa orellana, Capsicum annuum, Citrullus lanatus, Cocos nucifera,<br />
Coffea arabica, Lycoperiscum sculentum, Persea americana, Sechium<br />
edule.<br />
Bixa orellana, Cocos nucifera, Coffea arabica, Cucumis melo, Cucumis<br />
sativus, Persea americana, Sechium edule.<br />
Cucurbita pepo.<br />
Cucurbita pepo.<br />
Cucurbita pepo, Ipomoea batatas.<br />
Bixa orellana, Coffea arabica, Persea americana.<br />
Bixa orellana, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*<br />
Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Coffea arabica.<br />
Abejas (Apoideae)<br />
341
Cuadro 2, continúa<br />
Especie de abeja<br />
Protandrena spp.<br />
Pseudaugochlora graminea<br />
Scaptotrigona hellwegeri<br />
Trigona fulviventris<br />
Xenoglossa gabbii<br />
Xylocopa fimbriata<br />
Physalis ixocarpa, Sechium edule.<br />
Citrullus lanatus, Cucurbita pepo.<br />
Especie de planta<br />
Bixa orellana, Citrus aurantifolia, Citrus spp.*, Cocos nucifera, Mangifera<br />
indica, Muntingia calabura, Nephellium lapaceum, Persea americana,<br />
Sechium edule, Spondias purpurea.<br />
Bixa orellana, Byrsonima crassifolia, Citrus aurantifolia, Citrus sinensis,<br />
Cocos nucifera, Coffea arabica, Crotalaria longirostrata, Cucumis melo,<br />
Cucurbita pepo, Eryobotria japonica, Mangifera indica, Muntingia<br />
calabura, Persea americana, Sechium edule.<br />
Cucurbita pepo.<br />
Coffea arabica, Pasiflora edulis, Psidium guajava.<br />
Xylocopa mexicanorum<br />
Bixa orellana, Coffea arabica, Pasiflora edulis, Psidium guajava.<br />
No se incluye Apis mellifera. Cuando se usa “spp.” se considera que distintas especies de la fauna de la<br />
región visitan las flores. En el caso de “spp.” se refiere a las distintos especies o variedades de cítricos que<br />
ocurren en Colima.<br />
En muchos países es patente la disminución de la<br />
abundancia de las abejas melíferas (A. mellifera)<br />
y la causa aparente es una combinación de amenazas,<br />
entre las que se encuentran: el uso de nuevos<br />
insecticidas (nicotinoides), la pérdida de la<br />
calidad del alimento (polen) disponible para las<br />
crías y el efecto de los parásitos, que va desde los<br />
virus hasta los ácaros. Respecto a esto último, en<br />
Colima no hay evidencia de que las abejas se<br />
enfrenten a este problema.<br />
La biodiversidad de abejas en Colima se ve afectada<br />
por la presión que representa el incremento<br />
del uso del área para la ganadería, la agricultura<br />
y en particular para el cultivo de la caña de azúcar;<br />
este último ocupa un extensión considerable<br />
dentro del estado, junto con el uso del suelo para<br />
el cultivo de la palma de coco, limón, papaya,<br />
plátano y melón, principalmente en los municipios<br />
de Tecomán y Armería. Recientemente se<br />
ha promovido el cultivo del aguacate, con lo cual<br />
se tiene el riesgo de pérdida de las áreas boscosas<br />
por sustitución de este monocultivo y con eso la<br />
disminución de la vegetación nativa de las montañas.<br />
Algo similar pasa con el cultivo de zarzamora<br />
que día a día gana terreno en el estado.<br />
El rápido crecimiento de los proyectos inmobiliarios,<br />
turísticos, portuarios e industriales,<br />
representa una grave amenaza a la conservación<br />
de las abejas, al propiciar el rápido crecimiento<br />
de la mancha urbana y el consecuente deterioro<br />
ambiental al ocupar áreas que son importantes<br />
para la fauna de abejas, principalmente para su<br />
anidación.<br />
Además de lo anterior está el incremento en el<br />
uso de insecticidas y la producción de desechos<br />
tóxicos que se vierten al ambiente. Con el creciente<br />
interés por el uso de invernaderos para el<br />
342 DIVERSIDAD DE ESPECIES
cultivo de jitomate es necesario el uso de polinizadores<br />
especializados, como es el caso del abejorro<br />
de la especie Bombus impatiens, la cual es<br />
comercializada y fue introducida del noroeste de<br />
Estados Unidos y Canadá, que si bien es eficiente<br />
para incrementar la producción de tomates,<br />
existe el riesgo de que sea portadora de algunas<br />
enfermedades que podrían afectar a la fauna<br />
nativa. Es por ello que se requiere un estricto<br />
seguimiento y monitoreo sanitario de estas abejas,<br />
con el objeto de asegurarse que no son un<br />
problema futuro para nuestra fauna. También es<br />
importante que estas abejas no se establezcan<br />
como fauna feral, pues al ser especies generalistas,<br />
respecto a las flores que visitan, pueden competir<br />
con la fauna nativa y afectar el tamaño de<br />
sus poblaciones o propiciar la extinción de especies<br />
nativas o endémicas.<br />
Si bien una buena parte del territorio de Colima<br />
ha sido usado en la ganadería o agricultura, es de<br />
destacar que en este estado se tienen dos reservas<br />
de la biosfera como son el volcán de Colima y la<br />
sierra de Manantlán, además de áreas que se<br />
dedican a la conservación, como son las huertas<br />
de Comala y el rancho El Jabalí. Las reservas<br />
representan un esfuerzo considerable en la conservación<br />
de las abejas, al mantener áreas extensas<br />
de refugio para esta fauna.<br />
Por otra parte, el complejo sistema montañoso<br />
en el estado, con vegetación tropical, incluye un<br />
número considerable de áreas con vegetación<br />
natural o acahuales viejos, en los cuales la diversidad<br />
vegetal es considerable y reúne condiciones<br />
para albergar una rica fauna de abejas. No<br />
obstante, se requiere trabajar más en la recuperación<br />
de la vegetación en áreas que fueron ganaderas,<br />
al norte del estado, reforestándolas y<br />
facilitando el establecimiento de una mayor<br />
riqueza de hierbas y árboles, así como cuidar los<br />
espacios propicios para la anidación de abejas<br />
sociales y solitarias.<br />
Ante la necesidad que se tiene del uso de pesticidas<br />
en las áreas agrícolas en Colima, principalmente<br />
en las partes bajas y planas dedicadas al<br />
cultivo de limón, papaya, mango, coco, aguacate y<br />
FIGURA 6. Abeja de<br />
la familia Halictidae<br />
(Augochloropsis ignita).<br />
Foto: Ricardo Ayala.<br />
Abejas (Apoideae)<br />
343
café, es necesario promover campañas de orientación<br />
y seguimiento sobre el uso correcto de insecticidas,<br />
lo cual permitiría disminuir, en lo posible,<br />
el efecto nocivo sobre la fauna de abejas, tanto<br />
melíferas como nativas. Con estas medidas se aseguraría<br />
una polinización adecuada de los cultivos<br />
que requieren abejas y también se propiciaría un<br />
ambiente sano para el hombre.<br />
Es conveniente mantener áreas con vegetación<br />
natural, aledañas a cultivos como melón, sandía,<br />
pepino, chiles y tomates, en las cuales puedan anidar<br />
las abejas nativas y obtener recursos alimenticios<br />
adicionales. Lo anterior crearía pequeños<br />
refugios para la fauna de abejas, lo que asegurarían<br />
una adecuada polinización y producción de<br />
frutos, sin tener que depender del manejo de las<br />
abejas melíferas y garantizaría la polinización de<br />
cultivos con flores, que son poco visitadas por las<br />
abejas exóticas. Para el caso de áreas con cultivos<br />
de maracuyá (pasifloras), es conveniente asegurar<br />
espacios con ramas secas, formando cercados<br />
alrededor de los cultivos y permitiendo que las<br />
abejas carpinteras que requieren estos cultivos<br />
tengan lugar donde anidar.<br />
Conclusiones<br />
Considerando la importancia de los cultivos frutales<br />
en el estado, es claro que se requiere de polinizadores<br />
como las abejas para mantener una<br />
buena producción agrícola, por esto, es importante<br />
considerar acciones que permitan preservar<br />
a las abejas, para que puedan cumplir con el servicio<br />
ecológico de polinización y al mismo tiempo<br />
se apoye su conservación con prácticas de uso del<br />
suelo que permitan un manejo sustentable de los<br />
recursos naturales. Se requieren estudios que permitan<br />
conocer y conservar a las abejas nativas de<br />
Colima y de esta manera conservar el importante<br />
servicio ambiental que proveen a través de la polinización<br />
de los alimentos que consumimos.<br />
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Abejas (Apoideae)<br />
345
Escarabajos<br />
con cuernos largos<br />
(Cerambycidae)<br />
Felipe A. Noguera Martínez<br />
Descripción<br />
La mayoría de las especies de la familia Cerambycidae (del griego<br />
kerambyx, escarabajo con cuernos) son alargadas y subcilíndricas, aunque<br />
también hay especies aplanadas como en Smodicum, extremadamente<br />
delgadas como en Spalacopsis o modificadas crípticamente como<br />
en Rhinotragini. Los coleópteros de esta familia tienen los ojos fuertemente<br />
emarginados o incluso completamente divididos; generalmente<br />
presentan antenas largas que surgen de la emarginación de los ojos y los<br />
tarsos tienen cinco artejos, siendo el tercero bilobulado y el cuarto muy<br />
pequeño y cubierto por los lóbulos del tercero.<br />
FIGURA 1. Odontocera<br />
clara Bates, 1873. Especie<br />
endémica de México,<br />
que pertenece a la tribu<br />
Rhinotragini, cuyas<br />
especies mimetizan a<br />
grupos como avispas y<br />
abejas, principalmente.<br />
Foto: Enrique Ramírez<br />
García.<br />
346<br />
Noguera, F.A. 2016. Escarabajos con cuernos largos (Cerambycidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 346-352.
En este grupo se encuentran especies que miden<br />
desde 2 mm de largo, como Cyrtinus pygmaeus,<br />
hasta 170 mm, como Titanus giganteus. Muchas<br />
especies presentan espinas en el pronoto, élitros<br />
y patas. Presentan dimorfismo sexual, comúnmente<br />
los machos poseen antenas más largas, la<br />
cabeza más grande, los élitros más estrechos y el<br />
abdomen ligeramente más pequeño, más recto y<br />
menos convexo. Este dimorfismo alcanza su<br />
mayor expresión en la subfamilia Prioninae, en<br />
donde las mandíbulas pueden ser mucho más<br />
grandes o excesivamente alargadas y falcadas<br />
(curvatura en forma de hoz), y las antenas pueden<br />
ser serradas, pectinadas, imbricadas o flabeladas.<br />
Su coloración es variable, comúnmente<br />
reflejando sus hábitos. Las especies nocturnas<br />
son de colores opacos; de éstas, las que permanecen<br />
inactivas pero expuestas durante el día son<br />
de colores crípticos, frecuentemente confundiéndose<br />
muy bien con su entorno, en cambio,<br />
las especies nocturnas que permanecen ocultas<br />
durante el día son de colores pardo o negro<br />
opaco. En contraste, las formas diurnas son brillantemente<br />
coloreadas, incluyendo especies con<br />
colores metálicos (Linsley 1961).<br />
FIGURA 2. Cirrhicera basalis Gahan, 1892. Especie<br />
endémica de México. Los individuos de las especies<br />
de este género se caracterizan por presentar en los<br />
artejos antenales cinco y seis, un fleco denso de<br />
sedas. Foto: Enrique Ramírez García.<br />
2015) y con un continuo incremento en el<br />
número de especies conocidas a escala mundial.<br />
En América se han registrado cerca de<br />
9 mil especies de siete subfamilias (Bezark<br />
2015, Monné 2015a, b, c) y en México se conocen<br />
1 621 especies de 454 géneros, 80 tribus y<br />
siete subfamilias (Noguera 2014). En Colima, a<br />
la fecha se han registrado 136 especies de<br />
83 géneros, 30 tribus y cinco subfamilias<br />
Los registros fósiles más antiguos y mejor preservados<br />
que se tienen de este grupo datan del<br />
eoceno, pero se cree que este grupo ya estaba<br />
presente en el cretácico medio, hace 138 millones<br />
de años, asociado a los bosques de angiospermas<br />
existentes de esa era (Linsley 1961).<br />
Diversidad y distribución<br />
La familia Cerambycidae constituye una de las<br />
más diversas del orden Coleoptera, con más de<br />
30 mil especies descritas hasta la fecha (Nearns et al.<br />
FIGURA 3. Phaea marthae Chemsak, 1977. Especie<br />
endémica de México. Sus individuos se alimentan<br />
de plantas de las familias Apocynaceae y<br />
Asclepiadaceae y secuestran los compuestos tóxicos<br />
que éstas contienen, como un mecanismo de<br />
defensa contra depredadores. El color rojo es una<br />
señal de advertencia. Foto: Enrique Ramírez García.<br />
Escarabajos con cuernos largos (Cerambycidae)<br />
347
(apéndice 1). La subfamilia con mayor número<br />
de especies es Cerambycinae con 86, seguida de<br />
Lamiinae con 43, Lepturinae con cinco, Prioninae<br />
con dos y Parandrinae con una. Las tribus con<br />
mayor riqueza son Elaphidiini con 26, Trachyderini<br />
con 13 y Eburiini, Rhinotragini y Tetraopini<br />
con 10, respectivamente. Los géneros Eburia,<br />
Phaea y Psyrassa son los más diversos en especies,<br />
con ocho los dos primeros y siete el último<br />
(Monné, 2015a, b, c, Noguera 2015a).<br />
Del total de especies, 130 son continentales y<br />
siete han sido registradas sólo en las islas Revillagigedo<br />
(apéndice 1). Estas últimas fueron<br />
descritas para ese archipiélago y hasta el<br />
momento se consideran endémicas del mismo.<br />
Del resto de las especies, 70 se han registrado<br />
solamente en México, lo que junto con las especies<br />
insulares haría que la fauna hasta ahora<br />
registrada de Colima, representara 56% de<br />
especies endémicas para el país.<br />
La familia Cerambycidae tiene una distribución<br />
cosmopolita y es posible encontrar sus especies<br />
desde el nivel del mar hasta más de los 4 000 msnm.<br />
Su distribución actual ha sido explicada por cambios<br />
en el clima y la disponibilidad de las especies<br />
de plantas de que se alimentan; la evolución y distribución<br />
de las floras pasadas han tenido gran<br />
influencia en la historia evolutiva del grupo (Linsley<br />
1961). En la actualidad, su mayor diversidad se<br />
encuentra en los trópicos y las relaciones de las<br />
faunas a escala mundial han sido explicadas por<br />
Linsley (1961).<br />
La fauna en México está conformada principalmente<br />
por elementos neotropicales, holárticos y<br />
sonorenses; la de Colima se caracteriza por elementos<br />
neotropicales. Para esta entidad la mayoría<br />
de las especies de cerambícidos registradas<br />
han sido localizadas en regiones con bosque<br />
tropical caducifolio como vegetación dominante<br />
(Noguera 2015b), lo que parece indicar que tienen<br />
una relación estrecha. Este tipo de vegetación,<br />
junto con el bosque tropical subcaducifolio,<br />
cubren 55% del territorio del estado (inegi 2010)<br />
y es probable que ahí se concentre la mayor<br />
diversidad de este grupo.<br />
Importancia<br />
La importancia de Cerambycidae está relacionada<br />
con sus hábitos alimenticios. Sus especies<br />
son exclusivamente fitófagas, tanto en estado<br />
larval como de adultos. Como larvas la mayoría<br />
se alimenta de árboles o ramas recién muertos,<br />
algunas de árboles o arbustos vivos y otras<br />
pocas de madera podrida. Además, prácticamente<br />
todas las estructuras de una planta son<br />
utilizadas como alimento por sus larvas, encontrándose<br />
especies que consumen raíces, troncos,<br />
ramas, semillas, frutos o tallos herbáceos<br />
de plantas anuales o porciones vegetativas frescas<br />
de algunas cactáceas.<br />
En la mayoría de las especies los adultos se alimentan<br />
de plantas diferentes a las de sus larvas.<br />
Éstos, al igual que las larvas, presentan una amplia<br />
gama de hábitos alimenticios (aunque también<br />
existen especies que no se alimentan como adultos),<br />
encontrándose especies que consumen flores,<br />
corteza, hojas, agujas y conos de pinos, savia,<br />
frutos, raíces y hongos. Las especies que se alimentan<br />
de flores usualmente son generalistas y<br />
son considerados como el grupo de coleópteros<br />
más importante desde el punto de vista de la polinización.<br />
Los individuos de este grupo habitan<br />
348 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 4. Mecas (Dylobolus) rotundicollis Thomson, 1868. Esta especie se distribuye desde Estados Unidos<br />
de América hasta Costa Rica. Los individuos de esta especie presentan un patrón de coloración similar<br />
a especies de la familia Lampyridae (luciérnagas), incluyendo los últimos segmentos del abdomen con<br />
coloración blanquecina-amarillenta, semejando el órgano luminiscente de las luciérnagas.<br />
Foto: Enrique Ramírez García.<br />
principalmente en bosques y selvas, y su función<br />
ecológica dentro de los mismos es degradar la<br />
madera muerta, reintegrándola al suelo como<br />
humus (Linsley 1961).<br />
En el aspecto económico la importancia de este<br />
grupo está más relacionada con el daño que le<br />
provocan a la madera que con la muerte que<br />
estas especies pueden causarle a los árboles. En<br />
este sentido, ese daño está más documentado<br />
en madera de árboles templados y el efecto más<br />
común es que la madera sea infestada antes de<br />
ser usada y que el daño suceda cuando los adultos<br />
emergen (dañando pisos de madera, muebles,<br />
postes, etcétera.).<br />
Amenazas y conservación<br />
No existe información que permita determinar la<br />
situación y estado de conservación de las especies<br />
de este grupo en el país, ni en Colima, y hasta la<br />
fecha ninguna de sus especies está registrada en la<br />
nom-059-semarnat-2010. No obstante, y debido a<br />
la estrecha relación que tienen con sus plantas<br />
hospederas, es posible afirmar que el estado de<br />
conservación de bosques y selvas en el país incide<br />
directamente en la diversidad de este grupo de<br />
insectos.<br />
Se ha demostrado que para algunas especies de<br />
cerambícidos, en otras regiones del planeta, la<br />
Escarabajos con cuernos largos (Cerambycidae)<br />
349
FIGURA 5. Plagiohammus imperator (Thomson, 1868). Especie endémica de México. Sus individuos son de<br />
hábitos nocturnos y son muy llamativos por presentar una coloración blanquecina en la mayor parte de su<br />
cuerpo. Foto: Enrique Ramírez García.<br />
degradación y destrucción del hábitat son las causas<br />
principales de la declinación de sus poblaciones<br />
(Twinh y Harding 1999, Baur et al. 2002,<br />
Holland 2009). En este sentido, se ha estimado<br />
que 58% del territorio estatal presenta un deterioro<br />
considerable de su calidad ecológica y que<br />
muy pocos sitios permanecen en un buen estado<br />
de conservación. Esto ha sido provocado principalmente<br />
por el cambio de uso del suelo, aumentando<br />
las coberturas agropecuarias y urbanas a<br />
expensas de las zonas forestales, de manera especial<br />
selvas (Gobierno del Estado de Colima 2010).<br />
Considerando esto último y el hecho de que aparentemente<br />
la mayor diversidad de este grupo se<br />
localiza en el bosque tropical caducifolio (btc) y<br />
subcaducifolio (bts) de la entidad, la situación y<br />
estado de conservación de este grupo podría ser<br />
alarmante. Estos tipos de vegetación se distribuyen<br />
principalmente a lo largo de la vertiente del<br />
Pacífico en México y ambos presentan grados de<br />
alteración y tasas de deforestación muy altas.<br />
El btc cubre 8% del territorio nacional, y hasta<br />
1990 sólo 27% permanecía como bosque intacto,<br />
mientras que el resto había sido alterado, de<br />
modo especial para desarrollar la agricultura y<br />
el pastoreo (Trejo y Dirzo 2000). El bts cubre 4%<br />
del país y su grado de alteración es variable de<br />
acuerdo a la región, aunque en sitios en donde<br />
crece en suelos profundos quedan pocos lugares<br />
sin desmontar (Rzedowski 2006). Este escenario<br />
parece señalar que la situación y el estado de<br />
conservación de los cerambícidos en Colima está<br />
350 DIVERSIDAD DE ESPECIES
lejos de ser óptima y que de continuar el deterioro<br />
de sus hábitats sus poblaciones declinarían<br />
hasta desaparecer en el estado.<br />
Además, lo llamativo de muchas de las especies<br />
de este grupo de coleópteros ha hecho que sean<br />
muy estimadas por coleccionistas en todo el<br />
mundo, lo que ha creado un mercado de compra-venta<br />
de especímenes en el cual las especies<br />
más llamativas y raras son las más cotizadas.<br />
No hay datos que permitan estimar el efecto<br />
que este comercio podría tener sobre la diversidad<br />
del grupo, pero parece probable que la<br />
extracción selectiva de individuos de una especie<br />
podría tener efectos negativos en sus poblaciones<br />
a largo plazo.<br />
Conclusiones<br />
La falta de conocimiento real de la situación y<br />
estado de conservación de este grupo en el estado<br />
hacen difícil el establecimiento de medidas adecuadas<br />
para su conservación. No obstante, y<br />
considerando su estrecha relación con bosques y<br />
selvas, la preservación de este tipo de ecosistemas<br />
aparentemente también aseguraría la de<br />
este grupo de organismos. Hay dos factores que<br />
podrían ayudar en este sentido: la elaboración y<br />
aplicación de un nuevo programa de ordenamiento<br />
ecológico territorial del estado (poet)<br />
(sedesol 2003) y el establecimiento de más áreas<br />
naturales protegidas en el mismo.<br />
Respecto al nuevo programa, el poet vigente en el<br />
estado data de 1993, y aunque se han realizado<br />
adecuaciones al mismo, no es un instrumento que<br />
permita una adecuada regulación ambiental en la<br />
entidad. Además, y como se menciona en el Plan<br />
Estatal de Desarrollo de Colima 2009-2015, es<br />
necesaria la consolidación de una estructura sólida<br />
para proteger el medio ambiente, que se integre<br />
por un cuerpo técnico-administrativo capaz de<br />
afrontar con éxito el problema actual. De no ser<br />
así, el deterioro ecológico continuará y las presiones,<br />
no sólo sobre este grupo, sino sobre todos los<br />
ecosistemas del estado, serán cada vez mayores.<br />
De todas las áreas naturales protegidas de Colima<br />
sólo en una parte de Cerro Grande, incluida en la<br />
Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, se<br />
protegen ecosistemas tropicales y, como ya fue<br />
mencionado, son los que mayor diversidad albergan<br />
en este grupo de insectos. Considerando lo<br />
anterior sería importante la creación de al menos<br />
una reserva que protegiera estos ecosistemas. En<br />
este sentido dos podrían ser regiones importantes<br />
a considerar: la región de Ixtlahuacán, localizada<br />
en el extremo oeste de la sierra de Coalcomán y el<br />
corredor Minati tlán-Manzanillo. El estudio de<br />
este grupo de organismos, así como los esfuerzos<br />
que se hagan para proteger su hábitat permitirá<br />
conocer y conservar su diversidad.<br />
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consulta: 27 de junio de 2015.<br />
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En: ,<br />
última consulta: 27 de junio de 2015.<br />
Rzedowski, J. 2006. Vegetación de México. <strong>Comisión</strong><br />
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México.<br />
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de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
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Mexico. Biological Conservation 94:133-142.<br />
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Hutingdon: Biological Records Centre. Gran<br />
Bretaña.<br />
352 DIVERSIDAD DE ESPECIES
ESTUDIO DE CASO<br />
ESCARABAJOS DE IXTLAHUACÁN (ELATEROIDEA)<br />
Santiago Zaragoza-Caballero I Felipe A. Noguera<br />
Enrique González-Soriano I Enrique Ramírez-García I M. L. Zurita-García<br />
Descripción<br />
La superfamilia Elateroidea está integrada por<br />
14 familias de escarabajos (Lawrence y Newton<br />
1995) que poseen las siguientes características<br />
morfológicas, según Eisner et al. (1962):<br />
Cuerpo: alargado y aplanado en sentido dorsoventral,<br />
cubierto por pequeños pelos o sedas,<br />
tamaño de entre 1.2 a 43 mm de largo, tegumento<br />
blando, coloración roja o amarilla con<br />
negro (considerados como colores aposemáticos<br />
o de advertencia).<br />
Cabeza: en general más ancha que larga, parcial<br />
o totalmente cubierta por el pronoto (en lícidos y<br />
cantáridos florícolas alargada en un rostro),<br />
antenas separadas (en lampíridos cercanas en su<br />
inserción), filiformes, serradas o pectinadas (en<br />
fengódidos plumosas), con ojos reducidos o muy<br />
desarrollados, mandíbulas falcadas (en forma de<br />
hoz, en lícidos florícolas reducidas a dentículos),<br />
palpos maxilares y labiales con el último artejo<br />
en forma de hacha (en telegeúsidos muy largos).<br />
Tórax: con pronoto semicircular semicuadrado<br />
o trapezoidal, más o tan ancho como los élitros,<br />
convexo, con o sin expansiones laterales, liso o<br />
carinado; escutelo de ordinario triangular, élitros<br />
largos o cortos (en Phengodes dehiscentes,<br />
en lícidos reticulados).<br />
Patas: comprimidas; coxas anteriores y medias<br />
cónicas, las posteriores transversas, fórmula tarsal<br />
5-5-5, uñas simples o dentadas.<br />
Abdomen: generalmente con ocho segmentos<br />
en los machos, siete en las hembras (en los lampíridos<br />
nocturnos hay órganos luminosos en los<br />
segmentos 5-6); aparato reproductor masculino<br />
formado por tres lóbulos.<br />
Los coleópteros elateroideos viven en bosques,<br />
sabanas y pastizales, entre los 100 a 2 500 msnm,<br />
no habitan las zonas polares ni altas montañas.<br />
Como adultos se les encuentra sobre el follaje o<br />
en las flores, donde algunos aprovechan las<br />
hojas, sépalos, pétalos o el polen para su alimentación,<br />
otros ya no se alimentan. Los adultos de<br />
este grupo sobreviven tres semanas en promedio,<br />
con excepción de lampíridos y fengódidos<br />
quienes duran activos pocos días e incluso los<br />
lícidos solamente algunas horas. Las hembras de<br />
fengódidos y telegeúsidos son neoténicas, es<br />
decir, alcanzan la etapa reproductiva con apariencia<br />
de larva. En general, como larvas, son<br />
activos depredadores de anélidos, moluscos o<br />
Zaragoza-Caballero, S., F.A. Noguera, E. González-Soriano, E. Ramírez-García y M.L. Zurita-García. 2016. Escarabajos de<br />
Ixtlahuacán (Elateroidea). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 353-360.<br />
353
larvas y adultos de pequeños insectos que viven<br />
en la hojarasca o bajo cortezas. En condiciones<br />
extremas se les encuentran hasta 20 cm de profundidad.<br />
Los cantáridos y lícidos de hábitos<br />
diurnos inician su actividad durante las primeras<br />
horas del día. La mayoría de lampíridos son<br />
nocturnos y su vuelo nupcial lo inician al atardecer.<br />
Los fengódidos y telegeúsidos son también<br />
de hábitos nocturnos y son atraídos a la luz. El<br />
amarillo, rojo y negro son colores aposemáticos<br />
o de advertencia que se combinan en una coloración<br />
mimética en el tegumento de cantáridos,<br />
lampíridos y lícidos; éstos adoptan esa coloración<br />
como medida defensiva al ataque de sus<br />
posibles depredadores.<br />
Además de la anterior defensa, los elateroideos<br />
liberan sustancias tóxicas, repelentes, con olores<br />
desagradables que corresponden a ácidos acetilénicos,<br />
licídicos, glicéridos y alcaloides, o esteroides<br />
del tipo de las lucibufaginas liberadas junto<br />
con la hemolinfa a través de membranas o poros<br />
glandulares (Eisner et al. 1962, Moore y Brown<br />
1981, Dettner 1987). En Michoacán, Jalisco y<br />
Colima, a las larvas de algunas especies de<br />
Photuris y Bicellonycha (lampíridos) se les conoce<br />
como “arlomos” o “ardores”, y se comenta “si te<br />
pica este animalito, la carne se te pudre y se cae”.<br />
Estas sustancias tienen efectos eméticos (que provocan<br />
vómito), en anfibios reptiles y aves, considerados<br />
los depredadores naturales de los<br />
coleópteros. Los fengódidos y lampíridos emiten<br />
señales luminosas con carácter defensivo, y de<br />
naturaleza sexual en el caso de los últimos.<br />
Coleoptera (Insecta), entre ellas se encuentran la<br />
Cantharidae (figura 1) (kantharis, vesicante, que<br />
produce ampollas); Lampyridae (figura 2) (lampyris,<br />
encendido, luminoso); Lycidae (figura 3)<br />
(lycus, lobo); Phengodidae (figura 4) (phengos,<br />
luz brillante) y Telegeusidae (figura 5) (tele, lejos<br />
y guesis, sensación de gustar), que integran los<br />
malacodermos de Latreille (1829) (malacos = blando<br />
y derma = piel), y los Cantharoidea de Crowson<br />
(1972).<br />
La información de este grupo es escasa, por lo<br />
que, para el estado, se generó a partir de los trabajos<br />
de campo realizados en la región de Ixtlahuacán,<br />
entre abril de 2006 y febrero de 2007. Esta<br />
región se ubica en el sureste del estado, donde la<br />
comunidad vegetal dominante es el bosque tropical<br />
caducifolio (btc). Los métodos de recolecta<br />
utilizados estuvieron basados en colectas directas,<br />
trampas de luz y trampas Malaise.<br />
Diversidad y distribución<br />
Según Lawrence y Newton (1995) la superfamilia<br />
Elateroidea está integrada por 14 familias de<br />
FIGURA 1. Coleóptero de la familia Cantharidae<br />
(Chauliognathus forreri). Foto: Santiago Zaragoza-<br />
Caballero.<br />
354 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 2. Coleóptero de la familia Lampyiridae<br />
(Photinus sp.). Foto: Santiago Zaragoza-Caballero.<br />
FIGURA 3. Coleóptero de la familia Lycidae (Lycus<br />
loripes). Foto: Santiago Zaragoza-Caballero.<br />
FIGURA 4. Coleóptero de la familia Phengodidae<br />
(Walterius caballeroae). Foto: Santiago Zaragoza-<br />
Caballero.<br />
FIGURA 5. Coleóptero de la familia Telegeusidae<br />
(Telegeusis glessum). Foto: Santiago Zaragoza-<br />
Caballero.<br />
Las cinco familias de elateroideos aquí consideradas<br />
se distribuyen a nivel mundial en la franja<br />
comprendida entre los paralelos 48º norte y 38º sur.<br />
Hasta ahora se han descrito 416 géneros y 11 061<br />
especies en el mundo, en América 171 géneros y<br />
3 884 especies, y 79 géneros y 629 especies en<br />
México. Cantharidae, Lampyridae y Lycidae<br />
alcanzan una distribución mundial, en tanto<br />
Phengodidae y Telegeusidae sólo se encuentran<br />
en el continente americano. En los registros de<br />
Ixtlahuacán para Colima, la fauna de elateroideos<br />
era de dos géneros y tres especies (Zaragoza<br />
y endoza 1996), se tienen hasta ahora 23 géneros<br />
y 49 taxones (cuadro 1, apéndice 1), incluyendo<br />
un género y una especie nueva de Phengodidae,<br />
y una especie nueva de Telegeusidae. Otras 24<br />
Escarabajos de Ixtlahuacán (Elateroidea)<br />
355
CUADRO 1. Diversidad de géneros y especies de coleópteros elateroideos del mundo, América, México y<br />
Colima. Fuente: elaboración propia.<br />
Familia<br />
Géneros/<br />
especies en<br />
el Mundo<br />
Géneros/<br />
especies en<br />
América<br />
Géneros/<br />
especies en<br />
México<br />
Géneros/<br />
especies en<br />
Colima<br />
Especies endémicas<br />
de México/<br />
Colima<br />
Cantharidae 138/5083 34/1634 19/223 6/30 153/0<br />
Lampyridae 83/2000 58/1203 22/164 4/16 84/0<br />
Lycidae 160/4600 48/820 23/168 4/9 101/0<br />
Phengodidae 34/263 29/212 13/63 7/8 37/1<br />
Telegeusidae 2/15 2/15 2/11 2/2 2/1<br />
Total 416/11061 171/3884 79/629 23/65 377/2<br />
especies que no han sido ubicadas entre las especies<br />
conocidas, posiblemente resulten nuevas.<br />
El cuadro 1 compila información de: Kleine<br />
1933, Blackwelder 1945, McDermott 1966, Delkeskamp<br />
1977, Brancucci 1980, Zaragoza-Caballero<br />
1984, 1986, 1989, 1993, 1995a, 1995b, 1996a,<br />
1996b, 1996c, 1998, 1999a, 1999b, 2000a, 2000b,<br />
2001, 2002, 2003a, 2003b, 2005, 2007, 2008a,<br />
2008b, 2008c, Zaragoza-Caballero y Mendoza-Ramírez<br />
1996 y Zaragoza-Caballero y Rodríguez-Vélez<br />
2011.<br />
FIGURA 6. Distribución temporal<br />
de elateroideos, con datos de<br />
las colectas (2006-2007).<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
356 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 7. Riqueza de<br />
elateroideos, con datos de<br />
las colectas (2006-2007).<br />
Fuente: elaboración<br />
propia.<br />
Se tienen antecedentes de la presencia de 17 especies<br />
de cantaroideos, sin embargo, de la región de<br />
Ixtlahuacán no se tenía ningún registro.<br />
Los datos de 859 ejemplares recolectados corresponden<br />
a 49 especies en 23 géneros (apéndice 1).<br />
La presencia de estos escarabajos sigue el patrón<br />
temporal en abundancia y riqueza de muchos<br />
grupos de insectos; de los 859 ejemplares recolectados<br />
748 corresponden a los meses lluviosos<br />
(figura 6). Cantáridos, lampíridos, lícidos y telegeúsidos<br />
son más abundantes y diversos en la<br />
temporada de lluvias. En general resultaron particularmente<br />
más numerosos los lampíridos<br />
(419) y cantáridos (317), le siguen fengódidos<br />
(99), lícidos (13) y telegeúsidos (11). Las especies<br />
más abundantes fueron: Chauliognathus forreri<br />
(Cantharidae) de julio a agosto, con 221 ejemplares;<br />
y Bicelonycha amoena (Lampyridae) de julio<br />
a octubre, con 155 (figuras 7 y 8).<br />
La representación de 13 lícidos y 11 telegeúsidos<br />
no es suficiente como para marcar una presencia<br />
bien definida, aunque Plateros rocioae (Lycidae)<br />
fue más frecuente en julio y agosto, y de Telegeusis<br />
glessum (Telegeusidae) se recolectaron siete<br />
ejemplares entre junio-octubre (temporada lluviosa)<br />
y dos en meses secos. Por otro lado,<br />
durante la época de secas se recolectaron en total<br />
111 ejemplares. Destaca Paraptorthodius sp.<br />
(Phengodidae) presente mayoritariamente con<br />
58 individuos en abril (figuras 7 y 8).<br />
Conclusiones<br />
Varios son los estados del centro y norte del país<br />
que no han sido estudiados de manera formal,<br />
los registros que se tienen han sido ocasionales.<br />
Para Colima se tenía conocimiento de 1, 3 y 13 registros<br />
de lícidos, lampíridos y cantáridos, respectivamente;<br />
de fengódidos y telegeúsidos no se<br />
sabía nada hasta el presente estudio.<br />
Escarabajos de Ixtlahuacán (Elateroidea)<br />
357
FIGURA 8. Abundancia<br />
de elateroideos, con<br />
datos de las colectas<br />
(2006-2007). Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
Los registros de 22 géneros y 49 especies, en<br />
una pequeña parte de Colima, son un estímulo<br />
para llevar a cabo más estudios que incrementen<br />
el conocimiento de este grupo de organismos;<br />
además, se debe considerar que Walterius<br />
caballeroae y Pseudotelegeusis jiliotupensis son<br />
especies únicas de Colima y las morfoespecies<br />
enlistadas en el apéndice 1 problablemente sean<br />
también únicas para el estado, por lo que los<br />
estudios de la diversidad de esta superfamilia<br />
en Colima son necesarios para su conocimiento<br />
y conservación.<br />
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Latreille, P.A. 1829. Les crustacés, les arachnides et les<br />
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358 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
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unam, Serie Zoología 59(1):77-98.<br />
——— . 1993. Descripción de especie nueva y registros<br />
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Biología unam, Serie Zoología 64(2):139-151.<br />
——— . 1995a. La familia Lampyridae (Coleóptera) en<br />
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México. Publicaciones especiales del Instituto<br />
de Biología. Universidad Nacional Autónoma de<br />
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——— . 1996a. Cantharoidea (Coleóptera) de Mexico.<br />
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——— . 1996b. Especies nuevas de Cratomor phus (Coleóptera:<br />
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——— . 1996c. Cantharoidea de México. Nuevas especies<br />
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unam, Serie Zoología 67(1):123-149.<br />
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Phengodidae: Mastinocerini) de Querétaro,<br />
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Serie Zoología 70(1):35-39.<br />
——— . 2000a. Cantharoidea (Coleóptera). IV. Nuevos<br />
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7:1-17.<br />
——— . 2000b. Cantharoidea (Coleóptera). VI. Un<br />
nuevo género y una nueva especie de Lampyridae<br />
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——— . 2001. Especies y registros nuevos de Ty<br />
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del Instituto de Biología unam, Serie Zoología<br />
74(2):153-162.<br />
Escarabajos de Ixtlahuacán (Elateroidea)<br />
359
——— . 2005. Nuevas especies de Photinus (Coleóptera:<br />
Lampyridae: Photinini) de Jalisco,<br />
México. Folia Entomológica Mexicana 44<br />
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353-368.
ESTUDIO DE CASO<br />
COLEÓPTEROS DE CERRO GRANDE, MINATITLÁN<br />
(PASSALIDAE, SCARABAEIDAE, MELOLONTHIDAE,<br />
TROGIDAE Y SILPHIDAE)<br />
Edith García-Real I Luis Eugenio Rivera-Cervantes<br />
Juan Carlos García-Montiel I Miguel Ángel Morón<br />
Descripción<br />
Las familias Melolonthidae, Scarabaeidae, Trogidae,<br />
Passalidae y Silphidae, pertenecen al orden<br />
Coleoptera de la clase Insecta. Las especies de las<br />
familias Melolonthidae, Scarabaeidae y Trogidae<br />
son conocidos como mayates, gallinas ciegas y<br />
escarabajos estercoleros o toritos. Estos coleópteros<br />
se alimentan de follaje, flores y raíces de<br />
numerosas plantas, o con excrementos y restos<br />
animales o vegetales en descomposición (Morón<br />
1984). Las especies de Passalidae son llamados<br />
brocas o ticocos; consumen madera podrida y<br />
aceleran la degradación de los troncos hasta reintegrarlos<br />
al suelo en forma de humus, rico en fósforo,<br />
nitrógeno, potasio y sodio (Reyes-Castillo<br />
2002). Los coleópteros de la familia Silphidae son<br />
también llamados escarabajos enterradores y se<br />
alimentan principalmente de carroña (Navarrete-Heredia<br />
y Fierros-López 2000).<br />
Diversidad y distribución<br />
Los estudios ecológicos, taxonómicos, biogeográficos,<br />
etológicos, y sobre biodiversidad de<br />
estas especies en México, han ido en aumento<br />
durante las últimas tres décadas (Morón et al.<br />
1997). La intrincada orografía y la variedad de<br />
ambientes naturales en una amplia zona de transición,<br />
han favorecido la presencia de numerosos<br />
escarabajos con distribución restringida o exclusiva<br />
(endemismos). Entre los datos más recientes<br />
destaca la riqueza de pasálidos, al ser México el<br />
país con el mayor número de géneros, 21 a nivel<br />
mundial, y el segundo en especies con 83 (Reyes-<br />
Castillo et al. 2006). Morón (2006a, b) señala la<br />
presencia de dos géneros y 204 especies endémicas<br />
de Scarabaeidae, y de 25 géneros y 671 especies<br />
endémicas de Melolonthidae. La familia<br />
Silphidae está representada en México por 11<br />
especies de cuatro géneros (Navarrete-Heredia y<br />
Fierros-López 2000) y los Trogidae reúnen dos<br />
géneros con 27 especies (Deloya 2003) (cuadro 1).<br />
La revisión bibliográfica realizada en Colima<br />
señala la presencia de tres especies de pasálidos,<br />
con la posibilidad de que existan otras dos (Reyes-<br />
Castillo 2002), por la cercanía de dichas especies<br />
en el límite con Jalisco (Rivera-Cervantes com.<br />
pers.); 26 especies de Scarabaeidae; 54 especies de<br />
Melolonthidae (Morón, 2003 y García-Montiel et<br />
al. 2003); dos especies de Trogidae (Deloya 2003);<br />
y ningún registro de Silphidae (cuadro 2).<br />
García-Real, E., L.E. Rivera-Cervantes, J.C. García-Montiel y M.A. Morón. 2016. Coleópteros de Cerro Grande, Minatitlán<br />
(Passalidae, Scarabaeidae, Melolonthidae, Trogidae y Silphidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 361-365.<br />
361
CUADRO 1. Riqueza de escarabajos lamelicornios y<br />
sílfidos en Mico. Fuente: elaboración propia.<br />
Familia Géneros Especies<br />
Scarabaeidae 64 462<br />
Melolonthidae 1 19 1 147<br />
Passalidae 21 83<br />
Trogidae 2 27<br />
Silphidae 4 11<br />
Total 210 1730<br />
A partir de la creación de la Reserva de la Biosfera<br />
Sierra de Manantlán en 1987, investigadores de la<br />
Universidad de Guadalajara, con el apoyo de<br />
investigadores del Instituto de Ecología, A.C. y<br />
del Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla,<br />
Puebla, iniciaron el inventario de escarabajos<br />
en el área de Cerro Grande, dentro de los municipios<br />
de Minatitlán y Comala, en Colima.<br />
Los muestreos sistemáticos mensuales se complementaron<br />
con algunas colectas esporádicas,<br />
empleando: necrotrampas cebadas con calamar o<br />
pescado en descomposición, coprotrampas con<br />
excremento humano, trampas de luz fluorescente<br />
y ultravioleta, y colecta manual directa en los sustratos<br />
preferidos por estos escarabajos. Los sitios<br />
de colecta incluyeron desde el bosque tropical<br />
subcaducifolio de las comunidades de Ranchitos<br />
y Platanarillo, hasta los bosques de pino-oyamel,<br />
mesófilo de montaña y encino subperennifolio<br />
del ejido El Terrero, lo que comprende una altura<br />
entre los 700 y 2 300 msnm.<br />
En el presente estudio se capturaron más de<br />
2 500 especímenes, los que fueron ubicados en<br />
37 géneros y 72 morfoespecies (apéndice 1). Las<br />
familias mejor representadas son Melolonthidae<br />
y Scarabaeidae, con 20 y 14 géneros, respectivamente,<br />
mientras que sólo se encontró un género<br />
de Passalidae y uno de Trogidae. Se registraron<br />
por primera vez para Colima dos géneros y tres<br />
especies de Silphidae (cuadro 2), una de ellas<br />
Nicrophorus olidus (figura 1).<br />
Debido a que la región reúne comunidades de tipo<br />
tropical en los sitios con menor altitud y asociaciones<br />
propias de las montañas en las partes más elevadas,<br />
se propician los fenómenos de transición<br />
ecológica y biogeográfica, lo cual se refleja en varios<br />
grupos animales y vegetales. Un primer análisis de<br />
CUADRO 2. Escarabajos lamelicornios y sílfidos registrados en el estado. Fuente: elaboración propia.<br />
Familias<br />
Colima<br />
Cerro Grande<br />
Géneros Especies Géneros Especies<br />
Scarabaeidae 14 26 14 33<br />
Melolonthidae 18 54 19 34<br />
Passalidae 2 3 1 1<br />
Trogidae 1 2 1 1<br />
Silphidae 0 0 2 3<br />
Totales 35 85 37 72<br />
362 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
las muestras indica que 55% de los géneros de escarabajos<br />
presentes en Cerro Grande tienen orígenes<br />
neotropicales y 20% tiene relaciones con la fauna<br />
neártica, mientras que 25% puede considerarse<br />
como diversificado en la Zona de Transición Mexicana.<br />
Nueve de las 72 especies estudiadas pueden<br />
considerarse como endemismos de montañas y<br />
valles situados entre Colima y Jalisco, como lo es<br />
Phyllophaga mesophila (figura 2) y 12 géneros citados<br />
por primera ocasión para Colima (apéndice 1).<br />
Amenazas y conservación<br />
Es importante señalar que gracias a la protección<br />
y manejo que se está realizando en el área<br />
de Cerro Grande, dentro de la Reserva de la<br />
Biosfera Sierra de Manantlan, aún es posible<br />
encontrar especies xilófagas (que se alimentan<br />
de madera) cuando están en etapa de larva,<br />
desempeñando un papel relevante en la degradación<br />
de la madera de árboles muertos o tocones y<br />
reincorporando los nutrientes al ecosistema. Tal<br />
es el caso de Parabyrsopolis chihuahuae (figura<br />
3) y Paraheterosternus ludeckei (figura 4), aspecto<br />
que no es tan común en otras áreas de México<br />
donde la sobreexplotación forestal y los incendios<br />
forestales, principalmente, los hacen muy<br />
vulnerables y cada vez más escasos.<br />
En las áreas con presencia de ganado vacuno los<br />
escarabajos coprófagos son abundantes y diversos,<br />
como Dichotomius amplicollis (figura 5), lo<br />
que permite la rápida eliminación del excremento<br />
sobre la superficie; esto favorece la fertilización<br />
del suelo forestal, la aireación del mismo<br />
y evita la proliferación de moscas que pueden ser<br />
transmisoras de graves enfermedades, tanto al<br />
ganado como al hombre. Sin embargo, algunas<br />
especies de la familia Melolonthidae son señaladas<br />
como dañinas por algunos pobladores, principalmente<br />
quienes tienen huertos de durazno,<br />
ya que indican que Golofa imperialis causa daños<br />
a los frutos debido a sus hábitos alimenticios<br />
(figura 6).<br />
FIGURA 1. Primer registro<br />
del coléoptero de la familia<br />
Silphidae: Nicrophorus olidus,<br />
para Colima. Foto: Miguel<br />
Ángel Morón.<br />
FIGURA 2. Coléoptero endémico<br />
de las montañas y valles<br />
situados entre Colima y Jalisco<br />
(Phyllophaga mesophila).<br />
Foto: Miguel Ángel Morón.<br />
FIGURA 3. Coléopteros xilófagos<br />
como Parabyrsopolis chihuahuae<br />
se alimentan de madera,<br />
degradándola de árboles muertos.<br />
Foto: Miguel Ángel Morón.<br />
Coleópteros de Cerro Grande, Minatitlán<br />
363
FIGURA 4. Coléoptero xilófagos<br />
presente en la sierra de Manantlán<br />
(Paraheterosternus ludeckei).<br />
Foto: Miguel Ángel Morón.<br />
FIGURA 5. Los coléopteros coprófagos como<br />
Dichotomius amplicollis favorecen la fertilización y<br />
aireación de los suelos forestales de Colima.<br />
Foto: Miguel Ángel Morón.<br />
Conclusiones<br />
Los resultados del presente estudio justifican la<br />
necesidad de nuevos estudios faunísticos en la<br />
región para lograr un inventario completo y preciso<br />
de los coleópteros lamelicornios y sílfidos de<br />
Colima, así como la necesidad de crear nuevas<br />
áreas protegidas en las regiones fuera de Cerro<br />
FIGURA 6. El coléoptero Golofa imperialis ha sido<br />
reportado como causante de daños a huertos de<br />
durazno en Colima. Foto: José Rodríguez García.<br />
Grande y que aún conservan parte de su vegetación<br />
original en buen estado. Los estudios permitirán<br />
un mayor conocimiento y conservación<br />
de la diversidad de estas importantes especies de<br />
insectos.<br />
Referencias<br />
Deloya, C. 2003. Familia Trogidae. En: Atlas de los<br />
escarabajos de México. Coleóptera. Llamellicornia.<br />
Vol. II Familias Scarabaeidae, Trogidae, Passalidae<br />
y Lucanidae. M.A. Morón (ed.). Argania Editio,<br />
Barcelona, pp. 125-133.<br />
García-Montiel, J.C., L.E. Rivera-Cervantes y M.A.<br />
Morón. 2003. Composición y abundancia estacional<br />
de los Melolonthidae nocturnos (Insecta:<br />
Coleoptera), asociados a un bosque mesófilo de<br />
montaña en el municipio de Minatitlán, Colima,<br />
México. En: Estudios sobre coleópteros del suelo en<br />
América. G.A. Aragón, M.A. Morón y A. Marín J.<br />
(eds.). Publicación especial de la Benemérita Uni-<br />
364 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
versidad Autónoma de Puebla (buap), México,<br />
pp. 115-127.<br />
Morón, M.A. 1984. Escarabajos. 200 millones de años<br />
de evolución. Publicación 14. Instituto de Ecología.<br />
——— . 2003. Atlas de los escarabajos de México. Coleóptera:<br />
Lamellicornia. Vol. II Familias Scarabaeidae,<br />
Trogidae, Passalidae y Lucanidae. Argania<br />
Edition, Barcelona.<br />
——— . 2006a. Patrones de distribución de la familia<br />
Scarabaeidae (Coleóptera). En: Componentes bióticos<br />
principales de la entomofauna mexicana. J.J.<br />
Morrone y J. Llorente Bousquets (eds.). Las Prensas<br />
de Ciencias, Universidad Nacional Autónoma de<br />
México (unam), México, pp. 271-293.<br />
——— . 2006b. Patrones de distribución de la familia<br />
Melolonthidae (Coleóptera). En: Componentes bióticos<br />
principales de la entomofauna mexicana. J.J.<br />
Morrone y J. Llorente Bousquets (eds.). Las Prensas<br />
de Ciencias, unam. México, pp. 295-331<br />
Morón, M.A., B.C. Ratcliffe y C. Deloya. 1997. Atlas<br />
de los escarabajos de México. Coleóptera: Llamellicornia.<br />
Vol. I Familia Melolonthidae. <strong>Comisión</strong><br />
Nacional para el Conocimiento y Uso de la biodiversidad<br />
(conabio)/Sociedad Mexicana de Entomología,<br />
A.C.<br />
Navarrete-Heredia, J.L. y H.E. Fierros-López. 2000.<br />
Silphidae (Coleóptera). En: Biodiversidad, taxonomía<br />
y biogeografía de artrópodos de México: hacia<br />
una síntesis de su conocimiento. Vol. II. J. Llorente<br />
Bousquets, E. González-Soriano y N. Papavero<br />
(eds.). unam/conabio/bayer, pp. 401-412.<br />
Reyes-Castillo, P. 2002. Passalidae. En: Biodiversidad,<br />
taxonomía y biogeografía de artrópodos de México:<br />
hacia una síntesis de su conocimiento. Vol. II. J.<br />
Llorente Bousquets, E. González-Soriano y N. Papavero<br />
(eds.). unam/conabio/bayer, pp. 467-483<br />
Reyes-Castillo, P., C.V. Rojas-Gómez y H. Vázquez.<br />
2006. Patrones de distribución de la familia Passalidae<br />
(Coleóptera). En: Componentes bióticos principales<br />
de la entomofauna mexicana. J.J. Morrone y<br />
J. Llorente Bousquets (eds.). Las Prensas de Ciencias,<br />
unam. México, pp. 237-270.
Mariposas diurnas<br />
(Rhopalocera)<br />
Isabel Vargas-Fernández<br />
Andrew D. Warren<br />
Armando Luis-Martínez<br />
Jorge E. Llorente-Bousquets<br />
Descripción<br />
El orden Lepidoptera comprende a las mariposas diurnas y nocturnas,<br />
cuya característica principal es tener las alas cubiertas de escamas y presentar<br />
las partes bucales modificadas en una espiritrompa que le sirve<br />
para succionar líquidos. Son insectos que presentan metamorfosis completa.<br />
Después del apareamiento las hembras depositan sus huevos, de los<br />
cuales emergen larvas que se alimentan y pasan por varios estadios en los<br />
que crecen por medio de mudas, hasta transformarse en un estado de<br />
“descanso”. Esta fase, en la que ocurren cambios que dan lugar a la reorganización<br />
celular y de tejidos y del que emerge finalmente al adulto,<br />
ocurre en la pupa o crisálida (conabio 2015).<br />
El suborden Rhopalocera incluye aquellas mariposas que presentan antenas<br />
con extremidad en forma de maza o clava (figura 1A), esto es, ensanchado<br />
en la punta. Se les llama también mariposas diurnas por volar<br />
durante el día, aunque esta última característica no es exclusiva del grupo<br />
(Robert et al. 1983). Este suborden está integrado por las superfamilias<br />
Hesperioidea y Papilionoidea; la segunda de ellas presenta la maza antenal<br />
recta y el cuerpo es delgado en proporción a las alas, mientras que en<br />
Hesperioidea la maza es curvada, a menudo formando un pequeño gancho<br />
distal, además el tórax siempre es ancho en proporción con las alas<br />
(Ehrlich y Ehrlich 1961).<br />
366<br />
Vargas-Fernández, I., A.D. Warren, A. Luis-Martínez y J.E. Llorente-Bousquets. 2016. Mariposas diurnas<br />
(Rhopalocera). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 366-375.
Superfamilia Hesperioidea<br />
Este grupo está representado por la familia<br />
(única) Hesperiidae. Presentan la maza de la<br />
antena de forma curvada (figura 1Aa) y las venas<br />
radiales de las alas anteriores sin ramificaciones<br />
(figura 1B). El tórax generalmente es robusto y<br />
musculoso, a menudo su coloración es poco llamativa<br />
y predominan los colores oscuros como<br />
el café y el negro. Los adultos presentan un vuelo<br />
muy poderoso, rápido y con saltos, cerca del piso;<br />
por lo general trazan círculos amplios a partir<br />
del lugar donde se encuentran posadas y regresan<br />
al mismo sitio (Maza 1987). Las larvas se alimentan<br />
de muchas familias de plantas, son lisas<br />
o a veces están adornadas con pelos finos, algunas<br />
tienen ‘cuernos’ y cola. Las pupas son simples<br />
en cuanto a forma, pueden presentar ‘cuernos’ en<br />
la cabeza y otras una gran proboscis.<br />
Superfamilia Papilionoidea<br />
Este grupo a veces es llamado “verdaderas mariposas”<br />
y con frecuencia presenta un vuelo menos<br />
poderoso que el de las hesperioideas. Esta superfamilia<br />
está representada por cinco familias:<br />
Papilionidae, Pieridae, Nymphalidae, Riodinidae<br />
y Lycaenidae, cuyas características se mencionan<br />
a continuación, con base en Ehrlich y Ehrlich<br />
1961 y Scott 1986.<br />
Familia Papilionidae<br />
En general son grandes; en los adultos las seis<br />
patas son del mismo tamaño y presentan una<br />
epífisis tibial en el primer par de patas o protorácicas,<br />
los segmentos cervicales están unidos<br />
debajo del cuello (figura 1Ca). En las alas posteriores<br />
presentan una vena anal bien desarrollada<br />
y en las anteriores la vena A 2<br />
corre<br />
libremente hacia el margen posterior (figura<br />
1B). Las larvas se alimentan de varias familias<br />
de dicotiledóneas, carecen de espinas o cuernos<br />
pero detrás de la cabeza presentan un osmaterium<br />
u órgano carnoso que es eversible, en<br />
forma de Y o V, con una glándula que emite un<br />
olor repugnante que se utiliza como defensa<br />
(figura 1D). Las pupas varían en forma y en<br />
muchos casos hibernan.<br />
Familia Pieridae<br />
Es una familia de mariposas de tamaño mediano;<br />
el primer par de patas está completamente desarrollado<br />
en ambos sexos; las uñas tarsales son<br />
bífidas (figura 1Cb), esto es, que presentan un<br />
diente interior. Es la única familia en la que está<br />
ausente la barra preespicular presente en otros<br />
grupos en la base del abdomen (figura 1E). Los<br />
colores predominantes en las alas son blanco,<br />
amarillo o naranja. Las larvas se alimentan de<br />
muchas dicotiledóneas, especialmente Cruciferae<br />
y Leguminosae. Son cilíndricas y cubiertas con<br />
‘pelo’ corto. Las pupas son verticales, sostenidas<br />
por el cremaster (elemento que une la pupa con<br />
el techo del que cuelga) y por un cordón de seda<br />
alrededor de la mitad de su cuerpo.<br />
Familia Nymphalidae<br />
Son mariposas de diversos tamaños, el primer<br />
par de patas en ambos sexos es reducido y en su<br />
mayoría está cubierto con pelos o escamas<br />
modificadas (figura 1Cc). Las larvas varían en<br />
forma y se alimentan de diferentes familias de<br />
plantas; las pupas nunca presentan un cordón<br />
de seda, se sujetan por medio de un cremaster o<br />
proceso como espina o gancho al final del abdomen,<br />
por medio del cual se sostienen a un sustrato<br />
(figura 1F).<br />
Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />
367
FIGURA 1. A. Mazas antenales y antenas de adultos. a) La mazas en la parte superior corresponden a las<br />
hespridas b) las antenas son completas en el resto de amilias, en diurnas. Fuente: esquemas modificados<br />
de Scott 1986. B. Ala generalizada de una mariposa ilustrando la venación: la nomenclatura utilizada es:<br />
Sc = subcostal, Sc + R1 = subcostal + radial 1; R1, 2,…n corresponden a las radiales; M1, 2,…n a las<br />
medianas, Cu1 y Cu2 a las cubitales y A1 y A2 a las anales. La vena humeral está indicada en el ala posterior.<br />
Fuente: esquema modificado de oe . C. atas y sus segmentos. Fuente: modificado de cott ,<br />
excepto en b) que se tomó de Ackery et al. . a) Esquema generaliado de la pata la epífisis indicada<br />
est presente en papiliónidas b) ua bífida, presente en piridas c) primer par de patas en ninlidas,<br />
indicando las diferencias en los dos sexos ♂ (machos) y ♀ (hembras); d) primer par de patas en riodínidas,<br />
enfatizando el apéndice en la coxa. D. Osmaterium presente en larvas de papiliónidas. Fuente: Ehrlich y<br />
Ehrlich . E. arra preespiracular (ausente en piridas). Fuente: modificado de cott . F. Cremaster,<br />
en dos especies de ninlidas. Fuente: esquema tomado de oe . . Ojo emarginado a la antena, en<br />
una vista de rente de la cabea de una licnida. Fuente: modificado de Ehrlich y Ehrlich .<br />
368 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Familia Riodinidae<br />
Son de tamaño pequeño a mediano y se identifican<br />
por la longitud de las patas anteriores en los<br />
machos, que es menor a la mitad de la longitud<br />
de los otros dos pares. El primer segmento de la<br />
pata llamado coxa (figura 1Cd), que es el segmento<br />
basal que va articulado al tórax y presenta<br />
poco movimiento, se extiende como una espina<br />
más allá de la unión con el resto de la pata. Las<br />
alas posteriores generalmente presentan la vena<br />
humeral y la costal (Sc) evidentes (figura 1B). Las<br />
larvas se alimentan de muchas dicotiledóneas y<br />
presentan cabezas amplias y ‘pelos’ no muy cortos<br />
en el cuerpo. A veces las especies de zonas<br />
templadas hibernan. Las pupas son menos<br />
redondeadas que en Lycaenidae.<br />
Familia Lycaenidae<br />
Son de tamaño pequeño a mediano. Muchas<br />
especies presentan colores metálicos o iridiscentes;<br />
su cara es una superficie plana entre los ojos<br />
y éstos son emarginados en las antenas (figura<br />
1G). El primer par de patas en machos por lo<br />
general son reducidas en tamaño, mientras que<br />
en las hembras están más largas. Las larvas se<br />
alimentan de dicotiledóneas, frecuentemente de<br />
las flores y frutos jóvenes. Las larvas más viejas<br />
tienen apariencia de ‘babosas’ y están cubiertas<br />
con una capa fina de ‘pelo’.<br />
Las estrategias de la historia de vida en cada<br />
especie de mariposa tienden a representar un<br />
uso óptimo de los recursos y sus características<br />
particulares muestran cómo influyen en su<br />
medio ambiente y demuestran que sus necesidades<br />
de recursos y tendencias están dirigidas<br />
hacia la especialización. Un ejemplo de lo anterior<br />
es que muchas larvas son herbívoras y pueden<br />
alimentarse de diferentes tipos de plantas,<br />
pero muchas otras se alimentan sólo de un tipo<br />
de planta (New 1991).<br />
Las llamadas mariposas diurnas o ropalóceros<br />
(Hesperioidea y Papilionoidea), representan 13%<br />
del total a nivel mundial del orden Lepidoptera.<br />
En México se estima que existen 1 749 taxones<br />
específicos monotípicos (más 245 subespecies),<br />
10 de los cuales aún no han sido descritos, ni<br />
reciben un nombre. México contiene 9.1% de las<br />
especies descritas de las Papilionoidea y<br />
Hesperioidea de todo el mundo, en comparación<br />
con la síntesis de Shields (1989).<br />
Warren et al. (1998), hicieron una recopilación<br />
sobre el conocimiento que se tenía de la distribución<br />
geográfica de los ropalóceros del estado,<br />
basándose en los registros tanto de la megabase<br />
mariposa (Luis et al. 2005) como de la literatura.<br />
En este trabajo se citaron 544 especies y se<br />
mencionó que en la literatura existen pocos trabajos<br />
referentes a la fauna de mariposas del<br />
estado. De acuerdo con los registros de la megabase<br />
de datos mariposa, las principales colecciones<br />
mexicanas que alojan material del estado<br />
son las custodiadas por la unam, el Museo de<br />
Zoología Alfonso L. Herrera de la Facultad de<br />
Ciencias y la Colección del Instituto de Biología;<br />
así como varias colecciones de los Estados Unidos<br />
de América: McGuire Center for Lepidoptera<br />
and Biodiversity (Gainesville, Florida),<br />
Museo Americano de Historia Natural (Nueva<br />
York), Museo Carnegie de Historia Natural<br />
(Pittsburgh, PA), Museo del Condado de Los<br />
Ángeles y Museo de Historia Natural de San<br />
Diego. Este último contiene alrededor de mil<br />
ejemplares de aproximadamente unas 120 especies<br />
de papilionoideos de más de 20 localidades<br />
de Colima.<br />
Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />
369
Diversidad y distribución<br />
Los ropalóceros en México están representados<br />
por seis familias y 1 749 especies, presentándose<br />
en Hesperiidae la mayor diversidad, con 790<br />
taxones específicos, siguiendo en orden de<br />
importancia: Nymphalidae, Lycaenidae, Riodinidae<br />
y, por último, Pieridae y Papilionidae (cuadro 1).<br />
De acuerdo con Luis et al. (2003), esta diversidad<br />
se debe a dos factores principales: el primero es<br />
la posición de México en un área de convergencia<br />
tectónica denominada Zona de Transición<br />
Mexicana (Halffter 1976), donde confluyen las<br />
regiones Neártica y Neotropical; y el segundo<br />
factor es que México tiene una situación extratropical-intertropical<br />
con varias cadenas montañosas<br />
que generan amplia variedad de climas,<br />
así como muchos tipos de vegetación (Morrone<br />
et al. 1999).<br />
Con base en los estudios previos de Warren et al.<br />
(1998) y Llorente et al. (2006), la riqueza de<br />
Rhopalocera registrada en Colima es de 544 especies<br />
(apéndice 1), lo que corresponde a 31.1% del<br />
A<br />
B<br />
C C E<br />
F G H<br />
FIGURA 2. Algunas especies endémicas de México presentes en Colima. A. Protographium agesilaus fortis<br />
(Rothschild y Jordan 1906); B. Pterourus garamas garamas (Geyer 1829); C. Battus philenor insularis (Vázquez<br />
1957); D. Catonephele cortesi (R.G. Maza 1982); E. Hypna clytemnestra mexicana (A. Hall 1917);<br />
F. Fountainea eurypyle glanzi (Rotger, Escalante y Coronado 1965); G. Archaeoprepona demophoon<br />
mexicana (Llorente, Descimon y K. Johnson 1993); H. Anartia fatima colima (Lamas 1995). Fotografías: A y B<br />
tomadas por Paul Spade; C, D, E, F, G y H tomadas por Omar Ávalos Hernández en el Museo de Zoología de<br />
la Facultad de Ciencias de la UNAM (MZFC).<br />
370 DIVERSIDAD DE ESPECIES
total nacional y a 2.8% del total mundial. Si se<br />
comparan los porcentajes con los de otros estados<br />
de la vertiente del Pacífico: Nayarit (30.7% y 2.8%),<br />
Jalisco (37.5% y 3.4%) y Michoacán (39.8% y 3.6%),<br />
respectivamente, podemos decir que Colima es<br />
un estado rico, tomando en cuenta que la superficie<br />
de estos tres es de: 5, 14 y 10 veces, respectivamente,<br />
la superficie de Colima (figura 2).<br />
CUADRO 1. Riqueza de subfamilias, géneros y<br />
especies en el mundo, en México y en Colima.<br />
Fuente: elaboración propia con información de<br />
Shields 1989, Ackery et al. 1999, Llorente et al.<br />
2006 y Warren et al. 2008.<br />
Subfamilias Géneros Especies<br />
Mundo 1<br />
Papilionidae 3 26 572<br />
Pieridae 4 75 1 222<br />
Lycaenidae 4 500 6 564<br />
Riodinidae 4 213 *<br />
Nymphalidae 10 350 7 222<br />
Hesperiidae 7 567 3 658<br />
Total 32 1 731 19 238<br />
México 2<br />
Papilionidae 2 10 48<br />
Pieridae 3 35 77<br />
Lycaenidae 3 81 244<br />
Riodinidae 2 55 178<br />
Nymphalidae 10 130 412<br />
Hesperiidae 4 238 790<br />
Total 24 549 1 749<br />
Colima 3<br />
Papilionidae 2 9 29<br />
Pieridae 3 22 37<br />
Lycaenidae 2 39 66<br />
Riodinidae 2 21 48<br />
Nymphalidae 10 67 138<br />
Hesperiidae 3 116 226<br />
Total 22 274 544<br />
ncluido en ycaenidae<br />
1. Ackery et al. (1999) y Shields (1989)<br />
2. Llorente et al. (2006)<br />
3. Warren et al. (2008)<br />
A pesar de ser un estado pequeño, en Colima<br />
existen áreas sin registro alguno o poco<br />
exploradas, como el centro y sureste. Hasta donde<br />
se sabe hay tres sitios principales de mayor riqueza<br />
de especies que se localizan al noreste del estado.<br />
La ciudad de Colima es el sitio con mayor riqueza<br />
de especies, con 270 registradas, el segundo y<br />
tercero son Platanarillos y Agua Dulce, con 241<br />
y 216, respectivamente, estudiados por Warren<br />
et al. 1998 y Vargas et al. 1999 (cuadro 2).<br />
Sólo existen dos especies de la familia Hesperiidae<br />
endémicas a Colima: Zobera albopunctata y<br />
Urbanus sp.; sin embargo, el estado geográficamente<br />
está dentro del área que Llorente (1984)<br />
definió como una isla, circunscrita al área de la<br />
Nueva Galicia, la cual se encuentra delimitada al<br />
sur por la depresión del Balsas, al norte por el<br />
desierto de Sonora, al poniente por la Sierra<br />
Madre Occidental y al oriente por el océano<br />
Pacífico. Este aislamiento ha propiciado en esta<br />
región la presencia de especies endémicas, principalmente<br />
asociadas a los bosques mesófilos de<br />
media montaña (1200-1800 msnm).<br />
Con base en los datos de Llorente et al. (2006), se<br />
elaboró el cuadro 3 en el que están listados los<br />
taxones endémicos a la región (de Sinaloa a<br />
Michoacán), y en el cual se aprecian tres grupos<br />
principales de taxones, uno cuya distribución<br />
más austral es Colima (grupo 1), el segundo<br />
(grupo 2) cuya distribución alcanza el estado de<br />
Michoacán y un tercero que se distribuye desde<br />
Nayarit hasta Guerrero. En Colima se presenta<br />
17% de las especies endémicas a México, un porcentaje<br />
importante si se considera que es el cuarto<br />
estado de menor superficie del país, pero que se<br />
halla en una zona biogeográfica importante.<br />
Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />
371
CUADRO 2. Localidades de mayor riqueza. Fuente: Luis et al. 2005, con datos basados en la megabase<br />
MARIPOSA.<br />
Localidad<br />
Especies<br />
1 Ciudad de Colima, 500 msnm 270<br />
2 Platanarillos, 900 msnm 241<br />
3 Agua Dulce, 600 msnm 216<br />
4 Comala, 600 msnm 147<br />
5 La Salada, 400 msnm 144<br />
6 Manzanillo, 0-30 msnm 128<br />
7 El Salto, 200 msnm 121<br />
8 Punta de Agua de Camotlán, 100 msnm 117<br />
9 Paso Ancho, 100 msnm 116<br />
10 2 km al oeste de Chandiablo, 150 msnm 113<br />
CUADRO 3. aones, a nivel específico, restringidos a la ranja latitudinal de inaloa a Michoacn. Fuente:<br />
elaboración propia con datos de Llorente et al. 2016, Luis et al. 2005 y datos de la megabase MARIPOSA.<br />
Distribución<br />
Grupo<br />
Taxón<br />
Sonora<br />
Sinaloa<br />
Nayarit<br />
Jalisco<br />
Colima<br />
Michoacán<br />
Guerrero<br />
1 Battus philenor insularis •<br />
— Calephelis sacapulas • •<br />
— Chlosyne e. endeis • • •<br />
— Pereute charops leonilae • • • •<br />
— Adelotypa eudocia • • • •<br />
2 E•oplisia azuleja • • •<br />
— Texola a. anomalus • • •<br />
— Diaethria asteria • • • •<br />
— Protographium epidaus tepicus • • • • •<br />
— Dismorphia amphione lupita • • • • •<br />
3 Symbiopsis n. sp. • • • •<br />
— Anastrus luctuosus • • • • •<br />
372 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Importancia<br />
Las mariposas han sido utilizadas como un<br />
taxón ejemplar para explicar fenómenos ecológico-evolutivos<br />
tales como migración, mimetismo<br />
y coevolución, entre otros. Las características de<br />
las mariposas que facilitan ese tipo de estudios,<br />
de acuerdo con Watt y Boggs (2003) son: ser<br />
diurnas, conspicuas, fitófagas obligadas, que su<br />
demografía puede ser analizada en los contextos<br />
funcional y ecológico y, en general, el amplio<br />
conocimiento que se tiene sobre su historia<br />
natural.<br />
Desde el punto de vista taxonómico cobra igual<br />
importancia este grupo, como se observa en el<br />
caso particular de Baronia brevicornis (presente<br />
en Colima), cuya distribución se encuentra restringida<br />
a los bosques tropicales caducifolios de<br />
los estados de la Vertiente Pacífica de México, de<br />
Jalisco hasta Chiapas. Este es un taxón muy<br />
importante, pues de acuerdo con Watt y Boggs<br />
(2003), es un grupo clave para efectuar un análisis<br />
comprensible de la sistemática de las mariposas,<br />
por tratarse de un taxón basal y necesario<br />
para efectuar reconstrucciones filogenéticas. Sin<br />
embargo, su rareza lo hace vulnerable a la extinción<br />
e incrementa su valor y la urgencia de un<br />
estudio sistemático como un candidato primario<br />
para acciones de conservación.<br />
Las mariposas han adquirido además el estatus<br />
de grupo indicador en el tema de biología de la<br />
conservación y en biodiversidad, esto es debido a<br />
su susceptibilidad a las alteraciones en su nicho<br />
físico y biótico, por consiguiente, muchas especies<br />
han sido usadas en decisiones prácticas de<br />
manejo del suelo y para entender los factores<br />
generales que controlan la riqueza de especies y<br />
el endemismo (Watt y Boggs 2003).<br />
Conclusiones<br />
Se han mencionado la reducción y la pérdida del<br />
hábitat como las causas principales de las extinciones<br />
locales en las mariposas. La conservación<br />
de la vegetación o su deterioro constituye el problema<br />
principal que afecta directamente a las<br />
poblaciones de estos insectos y a su distribución.<br />
La mayoría de las especies en su etapa larvaria<br />
son fitófagas y, de acuerdo con New (1991),<br />
muchas de ellas tienen requerimientos ecológicos<br />
precisos que responden a cambios particulares<br />
en los parámetros de su hábitat. Debido a que<br />
se desarrollan en ambientes con cierto grado de<br />
conservación, la primera acción urgente para<br />
conservar este grupo de insectos es evitar la<br />
destrucción de sus habitats, preservando la vegetación<br />
original, aunque esto constituye un problema<br />
mayor si se toma en cuenta que existen<br />
una serie de problemas de tipo social y económico.<br />
Asimismo, los problemas más importantes con<br />
las políticas de conservación de las mariposas en<br />
el estado podrían ser los relacionados con la<br />
urbanización, además de otros determinados<br />
por la influencia humana y quizá, en algunos<br />
casos, por los fenómenos naturales que afectan<br />
las zonas costeras.<br />
Las leyes ambientales federales y estatales contemplan<br />
ciertas acciones para la conservación de<br />
los recursos naturales, enfocándose a menudo<br />
más en la flora que en la fauna local. Aunque en<br />
Colima no existe un programa de protección<br />
Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />
373
específico que incluya a las mariposas, es importante<br />
mencionar que las leyes ambientales del<br />
estado (semarnat 2008a), contemplan acciones<br />
como la elaboración de programas de manejo<br />
técnico de forestación, reforestación y restauración<br />
con especies nativas. A niveles municipales,<br />
en Colima se realizaron, en 2007, jornadas de<br />
reforestación de espacios comunitarios (semarnat<br />
2008b). Indirectamente, acciones como esa<br />
coadyuvan a la conservación de la fauna asociada<br />
a tales zonas urbanas, como es el caso de<br />
las mariposas. Por otra parte, también contribuye<br />
a la conservación de este grupo la legislación<br />
en materia de impacto ambiental que regula<br />
los cambios de uso del suelo en terrenos forestales<br />
y exige que se realicen estudios técnicos justificativos<br />
que demuestren que no se compromete<br />
la biodiversidad, entre otras acciones de protección<br />
ambiental (semarnat 2008c).<br />
Es claro que existe una legislación y algunos programas<br />
de protección para Colima, aunque también<br />
existen problemas para su ejecución, pero lo<br />
importante es que en la medida que éstos se<br />
desarrollen de manera adecuada, habrá mejores<br />
oportunidades de conservación para las poblaciones<br />
de mariposas.<br />
Agradecimientos<br />
Al proyecto de dgapa papiit in 202415. Al biólogo<br />
Francisco López González de la semarnat<br />
por proporcionar la información sobre temas<br />
ambientales de Colima. Al M. en C. Omar<br />
Ávalos Hernández quien amablemente accedió<br />
a tomar las fotografías necesarias de los ejemplares.<br />
Referencias<br />
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y Uso de la Biodiversidad. 2105. Naturalista. En:<br />
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biogeográfica de los Dismorphiinae de México con<br />
especial referencia del género Enantia Huebner<br />
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374 DIVERSIDAD DE ESPECIES
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Ciencias, unam. México, D.F.<br />
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Morrone, J.J., D. Espinosa, C. Aguilar y J.B. Llorente.<br />
1999. Preliminary classification of the Mexican<br />
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endemicity based on plant, insect and bird taxa.<br />
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Fauna Alicantina, Instituto de Estudios Alicantinos,<br />
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, última consulta: 6 de agosto de 2015.<br />
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gob.mx/estados/colima/temas/Paginas/forestalesysuelos.aspx>,<br />
última consulta: 6 de agosto de 2015.<br />
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taking flight. C.L. Boggs, W.B. Watt y P.R. Ehrlich<br />
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Mariposas diurnas (Rhopalocera)<br />
375
Polillas esfinge<br />
(Sphingidae)<br />
Manuel A. Balcázar-Lara<br />
Descripción<br />
La familia Sphingidae es un grupo de lepidópteros cuya característica<br />
sobresaliente es el tamaño de su probóscide (espiritrompa), la que usan<br />
para libar (chupar néctar) en flores con forma de trompeta. Estos organismos<br />
tienen tamaños de medianos a muy grandes, con cuerpos robustos,<br />
alas anteriores subtriangulares grandes y alas posteriores comparativamente<br />
pequeñas (Lemaire y Minet 1999; figura 1).<br />
FIGURA 1. Lepidóptero de la familia Sphingidae (Manduca r. rustica). Foto:<br />
Manuel A. Balcázar Lara.<br />
376<br />
Balcázar-Lara, M.A. 2016. Polillas esfinge (Sphingidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 376-381.
En el caso de las especies del género Cocytius<br />
de Colima, los individuos llegan a medir más de<br />
20 cm de largo. La gran mayoría son de hábitos<br />
nocturnos pero algunas son crepusculares y<br />
otras son exclusivamente diurnas. Las esfíngidas<br />
se encuentran entre los insectos con vuelo más<br />
rápido y muchas revolotean como colibríes,<br />
varias especies son migratorias.<br />
En las alas posteriores, las venas Rs y Sc se conectan<br />
mediante una vena transversal (R1) a la mitad<br />
de la celda discal (Hodges 1971, León-Cortés<br />
2000); para sincronizar el movimiento de las alas<br />
generalmente presentan frénulo y retináculo<br />
(estructuras que soportan las alas). Las antenas<br />
son anchas, pero en muchos géneros se adelgazan<br />
gradualmente hasta terminar en punta.<br />
Los huevos son de tipo aplanado, ovoides o elipsoidales,<br />
y sin ornamentaciones. Las larvas generalmente<br />
tienen una espina o botón (scolus) en la<br />
mitad dorsal del octavo segmento, de donde<br />
toman el nombre común de “gusanos de cuerno”.<br />
Las larvas pueden ser muy grandes y alcanzan<br />
los 14 cm de largo. Muchas tienen una coloración<br />
críptica (imita al medio), pero otras tienen<br />
el abdomen ornamentado con bandas laterales<br />
oblicuas o manchas ocelares laterodorsales.<br />
Algunas, como Hemeroplanes triptolemus imitan<br />
serpientes. Las larvas suelen erguir la parte<br />
anterior al ser molestadas, debido a esta posición<br />
se les dio el nombre de “esfinges”.<br />
Numerosas especies se alimentan de plantas que<br />
contienen alcaloides (como la familia del café,<br />
Rubiaceae), o látex (familia de la noche buena,<br />
Euphorbiaceae), o cristales de oxalato de calcio<br />
(como la vid, Vitaceae). Las esfíngidas pupan en<br />
el suelo desnudas (Rothschild y Jordan 1903,<br />
Hodges 1971, Lemaire y Minet 1999, León-Cortés<br />
2000). Los machos suelen ser más pequeños y<br />
con abdómenes más delgados que las hembras.<br />
Las antenas de los machos se ven más anchas que<br />
las de las hembras por la presencia de filas de<br />
sedas (Holloway 1987, León-Cortés 2000).<br />
Entre los lepidópteros, la familia Sphingidae es<br />
de los grupos mejor conocidos desde el punto de<br />
vista de su taxonomía y ecología, ya que ha sido<br />
ampliamente recolectado por aficionados y está<br />
bien representado en las colecciones científicas.<br />
La cantidad de información acumulada sobre las<br />
esfíngidas las convierte en un excelente candidato<br />
para realizar estudios de biodiversidad; sin<br />
embargo, como es el caso de la mayoría de los<br />
insectos, la información está dispersa en un gran<br />
número de revistas y obras especializadas.<br />
Actualmente no existe un catálogo específico<br />
para el estado. Algunos antecedentes históricos<br />
en la descripción de las esfíngidas en Colima<br />
incluyen las realizadas para dos taxones de las<br />
islas Revillagigedo, así como la descripción de<br />
Clark en 1926 de Erinnyis obscura socorroensis y<br />
aquella realizada en 1959 por Vázquez para<br />
Perigonia lusca continua.<br />
Diversidad y distribución<br />
Existen alrededor de 1 200 especies de esfíngidas<br />
en el mundo, distribuidas en aproximadamente<br />
200 géneros y tres subfamilias. La fauna de esfíngidas<br />
en México está constituida por 195 especies,<br />
en 50 géneros, lo cual representa 18% del<br />
total mundial (León-Cortés 2000).<br />
Hasta la fecha se han registrado 54 especies de<br />
20 géneros en Colima, lo cual representa 29% del<br />
Polillas esfinge (Sphingidae)<br />
377
total de especies para México (apéndice 1).<br />
Mediante el modelado de la distribución de<br />
especies de esfíngidas se ha predicho que la<br />
fauna en Colima puede estar constituida por<br />
89 especies (46% del total para México) (Urueta<br />
y Balcázar 2003). Esto sólo se podrá comprobar<br />
al colectar sistemáticamente en las áreas menos<br />
conocidas del estado. Los datos disponibles ubican<br />
a Colima entre las entidades más ricas, al<br />
considerar la relación especie por área.<br />
Esta familia tiene una distribución mundial,<br />
pero es especialmente diversa en las regiones<br />
tropicales. Varias especies tienen una distribución<br />
muy amplia, por ejemplo Agrius cingulatus<br />
es prácticamente cosmopolita (León-Cortés<br />
2000). En Colima pueden encontrarse esfíngidas<br />
en cualquier parte de su territorio, siendo varias<br />
especies comunes a ambientes urbanos, donde<br />
son atraídas por las luces. Sin embargo, existe un<br />
patrón claro en cuanto al número de especies<br />
presentes en el estado, en la zona norte, los lugares<br />
con elevaciones medias y medias-altas y con<br />
alta diversidad de formaciones vegetales muestran<br />
los índices de riqueza más altos. En contraparte,<br />
las zonas costeras cuentan con un menor<br />
número de especies (Urueta y Balcázar 2003).<br />
Aunque la mayor parte de las esfíngidas de<br />
Colima tienen una amplia distribución, siete<br />
taxones son endémicos de México: Eumorpha<br />
elisa (figura 2), Dolbogene igualana, Manduca<br />
lefeburii bossardi, Nannoparce balsa,<br />
Nannoparce poeyi haterius (figura 3), Erinnyis<br />
obscura socorroensis y Perigonia lusca continua.<br />
Las últimas dos se encuentran entre las esfíngidas<br />
con la distribución más restringida del país,<br />
ya que su área de distribución sólo abarca las<br />
islas Revillagigedo.<br />
FIGURA 2. Lepidóptero de la familia Sphingidae<br />
endémico de México y presente en Colima<br />
(Eumorpha elisa). Foto: Manuel A. Balcázar Lara.<br />
FIGURA 3. Lepidóptero de la familia Sphingidae<br />
endémico de México y presente en Colima<br />
(Nannoparce poeyi haterius). Foto: Manuel A.<br />
Balcázar Lara.<br />
Importancia<br />
Las esfíngidas en su estado larvario consumen<br />
gran cantidad de materia vegetal, por lo que contribuyen<br />
a regular el tamaño de las poblaciones<br />
de plantas, también son el alimento de numerosos<br />
grupos de organismos insectívoros. En su<br />
estado adulto se alimentan de néctar y son<br />
importantes polinizadores de plantas que florecen<br />
de noche, entre ellas: orquídeas, cactus,<br />
leguminosas y miembros de la familia del café.<br />
378 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Cinco especies de esfíngidas reconocidas como<br />
plagas agrícolas en México están presentes en<br />
Colima: la mariposita chupamirto de la yuca<br />
(Erinnyis ello), el gusano de cuerno del maíz<br />
(Hyles lineata), el gusano de cuerno del jitomate<br />
(Manduca quinquemaculata) y el gusano de<br />
cuerno del tabaco (M. sexta) (Beutelspacher y<br />
Balcázar 1999).<br />
Este grupo ha sido la base de numerosos estudios<br />
ecológicos, zoogeográficos y de biología<br />
evolutiva. Debido a su importancia económica<br />
se ha investigado el control de sus poblaciones<br />
(León-Cortés 2000).<br />
Su gran tamaño, ciclo de vida relativamente<br />
corto y el hecho de que varias especies se pueden<br />
mantener en cautiverio, hacen que este grupo de<br />
mariposas nocturnas sea utilizado en estudios<br />
de anatomía, fisiología, embriología, toxicología,<br />
etcétera.<br />
Amenazas y conservación<br />
Como es el caso para la mayor parte de los insectos,<br />
la principal amenaza para la conservación<br />
de las esfíngidas es la destrucción de la vegetación<br />
nativa, la tala y la fragmentación de selvas y<br />
bosques; esto puede llevar a la extinción local o<br />
regional a los taxones más susceptibles o especializados<br />
(New y Collins 1991).<br />
Además, es bien sabido que las poblaciones insulares<br />
suelen ser especialmente sensibles a cambios<br />
del hábitat (Howarth y Ramsay 1991). Al<br />
respecto se conoce la presencia de especies invasoras<br />
en las islas Revillagigedo, las cuales amenazan<br />
la sobrevivencia de Erinnyis obscura<br />
socorroensis y Perigonia lusca continua, directamente<br />
por depredación (por ejemplo gatos ferales,<br />
ratas, etc.) o indirectamente al eliminar sus<br />
plantas de alimentación y microambientes necesarios<br />
para completar su ciclo de vida (efecto de<br />
los borregos introducidos).<br />
FIGURA 4. Lepidóptero<br />
de la familia Sphingidae<br />
(Protambulyx strigilis).<br />
Foto: Manuel A.<br />
Balcázar Lara.<br />
Polillas esfinge (Sphingidae)<br />
379
Otra amenaza para las poblaciones de insectos,<br />
en general, es la contaminación, sin embargo su<br />
efecto es difícil de medir y se considera una amenaza<br />
menor para la mayoría de las especies de<br />
lepidópteros (New y Collins 1991). Por otra<br />
parte, la explotación comercial de esfíngidos<br />
parece ser inexistente en el estado.<br />
Actualmente, se desconoce el estado de conservación<br />
y la situación de las poblaciones de las<br />
esfíngidas mexicanas y ninguna de las especies<br />
registradas en Colima se encuentra en las categorías<br />
de riesgo de la nom-059-semarnat-2010<br />
(semarnat 2010). Aunque se debe estudiar y<br />
precisar el estado de las esfíngidas en general, las<br />
poblaciones de Erinnyis obscura socorroensis y<br />
Perigonia lusca continua deben ser de especial<br />
preocupación, debido a lo restringido de su distribución.<br />
Conclusiones<br />
La mejor forma de conservación de la riqueza de<br />
especies de esfíngidos en las regiones tropicales,<br />
como es el caso de Colima, descansa en el mantenimiento<br />
de los mosaicos de hábitats (los cuales<br />
son usados por un insecto dado, en diferentes<br />
estaciones), la preservación de la diversidad de<br />
hábitats y de la riqueza de plantas, así como el<br />
reconocimiento de la amenaza causada por las<br />
asociaciones de insectos de los cultivos en las tierras<br />
agrícolas cercanas (Janzen 1987). Solamente<br />
el apoyo y promoción de estudios de campo que<br />
permitan explorar las áreas menos conocidas del<br />
estado, aunado al análisis de las poblaciones y<br />
precisar las áreas de distribución de las esfíngidas<br />
favorecerá la generación de información<br />
básica para establecer políticas bien sustentadas,<br />
para la conservación de éste y otros grupos biológicos.<br />
El buen manejo y desarrollo de las áreas<br />
naturales protegidas actuales debe asegurar la<br />
conservación de un buen número de taxones de<br />
esfíngidas en el estado (Brown 1991). Asimismo,<br />
el control de las especies invasoras en las islas<br />
Revillagigedo es indispensable para mantener<br />
poblaciones viables de sus taxones endémicos.<br />
Un mayor número de taxones pueden ser conservados<br />
estableciendo nuevas áreas protegidas.<br />
La elección bien fundamentada de dichas áreas<br />
es vital, para lo cual se recomienda considerar,<br />
entre otros programas, la implementación de<br />
estudios de complementariedad (Csuti et al.<br />
1997, Pogue 1999).<br />
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en el estado de Colima, mediante garp.<br />
Entomología Mexicana 2:900-903.<br />
Polillas esfinge (Sphingidae)<br />
381
Polillas de seda<br />
(Saturniidae)<br />
Manuel A. Balcázar-Lara<br />
Descripción<br />
La familia Saturniidae es un grupo de mariposas nocturnas, polillas o<br />
palomillas, de tamaño que varía de 30 a 280 mm. El abdomen es relativamente<br />
pequeño con respecto al tamaño de las alas, con la excepción del<br />
grupo más aerodinámico (Ceratocampinae), quienes tienen cuerpos<br />
robustos. Las antenas de los machos son plumosas (cuadripectinadas) en<br />
su gran mayoría y pueden ser muy grandes; las de las hembras pueden ser<br />
plumosas o en forma de filamento, pero nunca tan grandes como las de<br />
los machos (Michener 1952, Balcázar-Lara y Wolfe 1994). Las estructuras<br />
bucales están reducidas y en general se considera que no son funcionales<br />
para alimentarse durante el estado adulto. Las alas pueden ser redondeadas,<br />
falcadas o alargadas.<br />
FIGURA 1. Lepidóptero<br />
de la familia Saturniidae<br />
(Automeris oaxacensis).<br />
Foto: Manuel A.<br />
Balcázar Lara.<br />
382<br />
Balcázar-Lara, M.A. 2016. Polillas de seda (Saturniidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 382-388.
En una de las subfamilias (Hemileucinae) las<br />
especies suelen presentar manchas parecidas a<br />
ojos en las alas posteriores. Cuando estas especies<br />
se encuentran en reposo durante el día, tales<br />
manchas suelen estar cubiertas por las alas anteriores,<br />
pero si se les molesta las muestran rápidamente<br />
con la intención de asustar, sorprender o<br />
distraer a potenciales depredadores diurnos,<br />
debido a su semejanza con los ojos de un animal<br />
más grande (figura 1). Estas manchas generalmente<br />
están rodeadas por anillos (de ahí toma el<br />
nombre la familia, de los anillos de Saturno)<br />
(Blest 1957, Oberprieler y Nässig 1994).<br />
Otra subfamilia (Saturniinae) suele presentar<br />
ventanas transparentes en las alas y al menos dos<br />
grupos en México (Arsenurinae y Saturniinae)<br />
cuentan con prolongaciones en las alas posteriores,<br />
las cuales han sido consideradas como<br />
defensas ante el ataque de murciélagos, al hacerlas<br />
parecer más grandes en su ecolocalización, o<br />
al desviar el ataque a zonas no vitales.<br />
Técnicamente el grupo es natural (monofilético)<br />
por el dimorfismo sexual del tarsómero IV de las<br />
patas delanteras de los adultos; la hembra presenta<br />
un par de espinas terminales y el macho<br />
carece de ellas. La epífisis tibial puede estar presente<br />
o ausente y la fórmula de los espolones<br />
tibiales puede ser 0-0-0, 0-2-2 o 0-2-4. La celda<br />
discal es abierta o cerrada; la sincronización de<br />
las alas es amplexiforme. Carecen de retináculo<br />
y frénulo, ocelos y quetosemas, y de órganos<br />
timpánicos torácicos y abdominales (Holloway<br />
et al. 1987, Scoble 1992, Lemaire y Minet 1999).<br />
Los huevos son ovoides, ligeramente lisos y sin<br />
ornamentaciones. Dependiendo del grupo pueden<br />
ser depositados en masas, en pequeños grupos<br />
o individualmente sobre la planta de<br />
alimentación. Las hembras del género Hylesia<br />
suelen depositar los huevos juntos, en una pelotita<br />
que recubren con espinas urticantes de su abdomen<br />
(Beutelspacher 1986, Wolfe 1988, Fernández<br />
et al. 1992). Las larvas pueden ser peludas, espinosas<br />
o lisas. Estas espinas y sedas funcionan de<br />
defensa mecánica ante sus depredadores, pero los<br />
individuos de la subfamilia Hemileucinae pueden<br />
tener sustancias urticantes.<br />
La mayoría de las larvas tienen más de una<br />
planta de alimentación. Muchas se alimentan de<br />
manera solitaria pero algunas (Hemileucinae)<br />
descansan durante el día en grupos, en la base<br />
del tronco de la planta de alimentación o en una<br />
tienda comunal de seda, y durante la noche<br />
suben a comer en grupo a la copa del árbol. En<br />
muchos casos la pupa se encuentra en un capullo<br />
de seda, adherido o suspendido de la planta de<br />
alimentación. Las demás especies pupan en el<br />
suelo y no se cubren de seda (Lemaire y Minet<br />
1999, Balcázar-Lara y Beutelspacher 2000). En la<br />
etapa adulta las satúrnidas generalmente sólo<br />
viven un par de semanas.<br />
Aunque la mayoría de las especies son nocturnas<br />
existen pocas especies diurnas o crepusculares e<br />
incluso algunas tienen hembras nocturnas, en<br />
tanto que los machos son crepusculares (Ferguson<br />
1971-1972, Riotte y Peigler 1981, Janzen 1984).<br />
Distribución y diversidad<br />
La familia Saturniidae tiene aproximadamente<br />
1480 especies en 165 géneros en el mundo<br />
(Lemaire y Minet 1999), es sin duda uno de los<br />
grupos mejor conocidos de lepidópteros. En<br />
Polillas de seda (Saturniidae)<br />
383
México se conocen 194 especies en 38 géneros<br />
(Beutelspacher y Balcázar-Lara 1994, Balcázar-Lara<br />
y Beutelspacher 2000). Este nivel de<br />
conocimiento se debe, en buena medida, a su gran<br />
tamaño y patrones de coloración, condiciones que<br />
han atraído a un gran número de aficionados y a<br />
quienes han recolectado ejemplares por todo el<br />
mundo. Otros factores que han hecho popular a<br />
este grupo incluyen el tamaño y ornamentación<br />
de las larvas y su relativa facilidad de crianza. Así,<br />
los especialistas han contado con una buena<br />
representación de ejemplares para su estudio. Sin<br />
embargo, aunque la literatura es suficiente, ésta se<br />
encuentra básicamente dispersa en publicaciones<br />
especializadas, y a la fecha no existe un catálogo<br />
de la familia para el estado.<br />
Históricamente, Colima ha sido una región<br />
importante para el estudio de las mariposas<br />
satúrnidas. Los taxones inicialmente descritos<br />
fueron: Citheronia lobesis jordani, Citheronia<br />
beledonon f. colimae (figura 2), Syssphinx<br />
colloida, Ptiloscola surrotunda, Automeris io<br />
draudtiana e Hylesia colimatifex. Con la excepción<br />
de A. io draudtiana, descrita en 1973, los<br />
demás taxones fueron descritos entre 1925 y<br />
1930, por lo que se puede decir que el estudio de<br />
las satúrnidas de Colima comenzó con las descripciones<br />
de los taxones de Dyar en 1925, con<br />
base en material recolectado por Roberto Müller.<br />
Con casi 200 especies, México es un país especialmente<br />
rico en este grupo y posee casi 14% de esta<br />
fauna en el mundo (Balcázar-Lara y Beutelspacher<br />
2000). Cinco de las nueve subfamilias reconocidas<br />
de Saturniidae se encuentran en México, de éstas<br />
cuatro se han encontrado en Colima (Arsenurinae,<br />
Ceratocampinae, Hemileucinae, Saturniinae), con<br />
44 especies y 18 géneros registrados en el estado<br />
FIGURA 2. Lepidóptero de la familia Saturniidae<br />
(Citheronia beledonon f. colimae). Foto: Manuel A.<br />
Balcázar Lara.<br />
(apéndice 1), lo que representa casi 23% de la<br />
riqueza total del país. Colima es uno de los estados<br />
más ricos en satúrnidas, al considerar la relación<br />
especies por área. Un aspecto sobresaliente de este<br />
grupo es que, si bien no existen taxones endémicos<br />
para el estado, 24 son endémicos del país. Es decir,<br />
que 55% de los taxones registrados hasta la fecha<br />
para la entidad no se encuentran fuera de las fronteras<br />
nacionales.<br />
Las palomillas satúrnidas se encuentran distribuidas<br />
en todo el planeta con excepción de las regiones<br />
polares (como Eacles imperialis; figura 3), pero<br />
muestran su mayor diversidad en las regiones tropicales<br />
de América (Neotrópico) (como Copaxa<br />
copaxoides; figura 4) (Lemaire 1978, Lemaire 1988,<br />
Scoble 1992, Lemaire y Minet 1999).<br />
El excelente estado de la taxonomía de la familia<br />
Saturniidae y la sistematización de la información<br />
de ejemplares de museos en bases de datos han<br />
permitido el inicio de estudios para analizar patrones<br />
biogeográficos, en el complejo mosaico de<br />
ambientes fisiográficos y bióticos del país. Los primeros<br />
resultados señalan que las zonas más ricas<br />
en especies son aquellas altamente heterogéneas<br />
en condiciones orográficas y climáticas, las cuales<br />
384 DIVERSIDAD DE ESPECIES
generalmente están asociadas con las grandes<br />
cadenas montañosas en nuestro país: los Altos de<br />
Chiapas, la Sierra Norte de Oaxaca, la Sierra<br />
Madre Oriental, la Faja Volcánica Transmexicana<br />
y la Sierra Madre del Sur. Estas dos últimas áreas<br />
son las más importantes desde el punto de vista de<br />
taxones endémicos para México (Balcázar-Lara y<br />
Beutelspacher 2000) y Colima se encuentra precisamente<br />
en el área de confluencia de tales provincias<br />
fisiográficas. Por otra parte, las áreas bajas de<br />
Colima ocupadas por selvas secas son sumamente<br />
importantes en relación a endemismos de las subfamilias<br />
(Arsenurinae y Ceratocampinae).<br />
Los lepidópteros, en general, y las satúrnidas, en<br />
particular, poseen atributos importantes para<br />
realizar estudios de biodiversidad: se encuentran<br />
en casi todos los hábitats y nichos, muestran<br />
numerosas formas de comportamiento especializado,<br />
son buenos indicadores de áreas de<br />
endemismo, muestran respuestas rápidas a perturbaciones<br />
ambientales, pueden muestrearse<br />
fácilmente con métodos cuantitativos y tienen<br />
muchos taxones que son fácilmente identificados<br />
(Miller y Holloway 1991, Solis y Pogue 1999).<br />
Como consecuencia de lo anterior es posible<br />
encontrar satúrnidas en casi cualquier parte del<br />
estado. Varias especies son comunes, incluso dentro<br />
de las zonas urbanas; sin embargo, amplias<br />
zonas del estado permanecen inexploradas y es<br />
necesario precisar las áreas de distribución de las<br />
diferentes especies de satúrnidas en el estado.<br />
FIGURA 4. Lepidóptero de la familia Saturniidae<br />
(Copaxa copaxoides). Foto: Manuel A. Balcázar Lara.<br />
FIGURA 3. Lepidóptero de la familia Saturniidae (Eacles<br />
imperialis decoris). Foto: Manuel A. Balcázar Lara.<br />
Importancia<br />
Algunas especies de la subfamilia Hemileucinae<br />
tienen larvas con espinas urticantes que pueden<br />
causar un importante daño al tocarlas. Aunque<br />
en la mayoría de los casos el daño consiste en un<br />
fuerte ardor y dolor, las larvas de algunas especies<br />
de los géneros Lonomia e Hylesia pueden<br />
incluso convertirse en problemas de salud<br />
pública de importancia, sobre todo cuando se<br />
reproducen de manera incontrolada.<br />
Lo anterior ha sucedido principalmente después<br />
de fenómenos naturales como huracanes o erupciones<br />
volcánicas, cuando se han eliminado a<br />
sus enemigos naturales (Fernández et al. 1992).<br />
En Ecuador y Brasil se sabe de muertes causadas<br />
por larvas de Lonomia (Heppner 1996). Afortunadamente<br />
en México no existen especies res-<br />
Polillas de seda (Saturniidae)<br />
385
ponsables de muertes en humanos; sin embargo,<br />
ambos géneros están presentes en Colima, y bajo<br />
condiciones extraordinarias podrían llegar a<br />
convertirse en un problema de salud.<br />
Amenazas y conservación<br />
Si bien ninguna especie de Saturniidae se<br />
encuentra enlistada bajo alguna de las categorías<br />
de riesgo en la Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010),<br />
prácticamente no se sabe nada sobre el estado de<br />
sus poblaciones en Colima, por lo que es necesario<br />
realizar trabajo de campo que permita identificar<br />
objetivamente si existen especies bajo<br />
amenaza o riesgo (como podría ser el caso de<br />
Rothschildia cincta; figura 5). Las especies endémicas<br />
son de especial interés desde el punto de<br />
vista de su conservación; estos taxones deben ser<br />
considerados de manera primordial al tomar<br />
decisiones sobre conservación.<br />
Se han identificado cuatro procesos que amenazan<br />
la supervivencia de los lepidópteros: destrucción<br />
y cambio del hábitat, contaminación,<br />
especies invasoras y explotación comercial (New<br />
y Collins 1991). La primera es la más importante y<br />
las más difícil de contrarrestar; las siguientes<br />
son difíciles de medir y probablemente representan<br />
amenazas menores para la mayoría de las<br />
especies de satúrnidas. Finalmente, la explotación<br />
comercial parece no existir actualmente en<br />
el estado.<br />
Así, la principal amenaza para la conservación<br />
de las satúrnidas en Colima es la pérdida de<br />
hábitats naturales, principalmente debido a la<br />
deforestación y al cambio de uso del suelo con<br />
fines agrícolas y pecuarios. Además, la fragmentación<br />
del hábitat lleva a la pérdida local de<br />
diversidad genética y a la exposición frecuente<br />
con agroquímicos, lo que puede provocar extinciones<br />
locales o regionales.<br />
FIGURA 5. Lepidóptero<br />
de la familia Saturniidae<br />
(Rothschildia cincta<br />
guerreronis).<br />
Foto: Manuel A.<br />
Balcázar Lara.<br />
386 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Conclusiones<br />
Referencias<br />
La conservación de la riqueza de especies en el<br />
trópico dependerá de la preservación de la<br />
riqueza de plantas, de los mosaicos de hábitats<br />
(los cuales pueden ser explotados por un mismo<br />
insecto en diferentes estaciones o etapas de desarrollo),<br />
de la preservación de la mayor diversidad<br />
de hábitats y del reconocimiento de la amenaza<br />
causada por las asociaciones de insectos de los<br />
cultivos en las tierras agrícolas circundantes<br />
(Janzen 1987).<br />
En Colima existen cinco áreas naturales protegidas<br />
(Sierra de Manantlán, Volcanes de Colima,<br />
El Jabalí, Las Huertas y el archipiélago de Revillagigedo;<br />
semarnat 2008a); de su buen manejo<br />
y desarrollo dependerá en gran medida la conservación<br />
de especies de satúrnidas. Sin embargo,<br />
la conservación de un mayor número de especies,<br />
e idealmente todas ellas, sólo será posible<br />
estableciendo nuevas áreas protegidas en sitios<br />
con gran diversidad como la sierra Perote, que ya<br />
ha sido sugerida para su protección con anterioridad.<br />
Para la elección de nuevas áreas protegidas es<br />
necesario promover estudios que permitan<br />
conocer el estado de las poblaciones de satúrnidas,<br />
en especial de las especies endémicas, precisar<br />
las áreas de distribución y realizar estudios<br />
de complementariedad (Csuti et al. 1997, Pogue<br />
1999). Sólo de esta manera será posible establecer<br />
un conjunto de áreas que permitan la conservación<br />
de las satúrnidas de Colima de una<br />
manera eficiente y viable.<br />
Balcázar-Lara, M.A. y C.R. Beutelspacher. 2000. Saturniidae.<br />
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388 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Mariposas nocturnas<br />
(Arctiidae)<br />
Fernando Hernández-Baz<br />
Descripción<br />
Los miembros de esta familia se caracterizan por ser mariposas de cuerpo<br />
robusto y con frecuencia cubierto de pilosidad (pelos), por lo que también<br />
son llamados osos lanudos (del griego arctos, oso). Tienen una expansión<br />
alar aproximada de 12 a 70 mm. La forma de sus alas es de tipo avispado<br />
(anchas), con coloraciones brillantes de tonos blancos, amarillos o anaranjados,<br />
pero también pueden ser negras o hialinas. En ocasiones su<br />
coloración es aposemática (de advertencia), o críptica (para mimetizarse<br />
perfectamente con algunos otros insectos o entre la vegetación). Sus antenas<br />
generalmente son bipectinadas (parecidas a un peine doble) o filiformes<br />
(semejante a un hilo) (conabio 2015).<br />
La clasificación taxonómica de la familia Arctiidae es realmente controversial,<br />
pero esta contribución se basa en el criterio de Heppner (1991,<br />
1998), quien la divide para México en cuatro subfamilias: Arctiinae,<br />
Ctenuchinae, Lithosinae y Pericopinae (figura 1). La característica principal<br />
de esta familia es la presencia de un órgano estridulatorio (que produce<br />
sonidos estridentes) en el metepisternum (placa lateral del tórax<br />
medio) del adulto (excepto en Ctenuchinae), así como por la presencia de<br />
dos sedas subventrales en el meso y metatórax de la larva (Kitching 1984,<br />
Kitching y Rawlins 1999). Otras especializaciones incluyen la presencia<br />
de un engrosamiento en la base de la vena subcostal del ala posterior y la<br />
presencia de un par de glándulas situadas anterodorsalmente entre los<br />
lóbulos del ovipositor (Holloway 1988).<br />
Hernández-Baz, F. 2016. Mariposas nocturnas (Arctiidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 389-395.<br />
389
Orden<br />
Lepidoptera<br />
Suborden<br />
Zeugloptera<br />
Suborden<br />
Aglossata<br />
Suborden<br />
Glossata<br />
División<br />
Monothrysia<br />
División<br />
Ditrysia<br />
Superfamilia<br />
Noctuoidea<br />
Familia<br />
FIGURA 1. Clasificación de<br />
las mariposas de la familia<br />
Arctiidae para México.<br />
Fuente: Heppner<br />
1991, 1998.<br />
Subfamilia<br />
Ctenuchinae<br />
Subfamilia<br />
Lithosinae<br />
Arctiidae<br />
Subfamilia<br />
Pericopinae<br />
Subfamilia<br />
Arctiinae<br />
La literatura entomológica enfocada a tópicos<br />
agrícolas o forestales contiene información relacionada<br />
únicamente con los estados inmaduros<br />
(larvas) de las especies que causan algún daño<br />
agrícola o forestal, en tanto que para la mayoría<br />
de las especies de Arctiidae se desconocen aspectos<br />
básicos como sus ciclos de vida.<br />
son tan atractivas para los coleccionistas (Hernández-Baz<br />
y Bailey 2006). De esta familia solamente<br />
han sido estudiadas las especies que<br />
tienen alguna importancia agrícola o forestal.<br />
Diversidad y distribución<br />
Las especies de importancia agrícola (plagas y<br />
polinizadores) son multivoltinas (dos o más<br />
generaciones anuales) y polífagas, es decir, que<br />
se alimentan de varias especies de plantas. Las<br />
hembras ponen sus huevecillos generalmente en<br />
el haz de las hojas y estos pueden ser dispuestos<br />
en pequeños grupos, en fila o aislados.<br />
Son muy pocos los grupos de lepidópteros que<br />
están bien estudiados, como es el caso de aquellos<br />
con valor estético, debido a que algunas<br />
especies muestran colores muy vistosos o tamaños<br />
grandes. Otras familias de hábitos nocturnos<br />
como la Arctiidae, conocidas como polillas<br />
tigre o avispa, aunque poseen colores bellos no<br />
La familia de mariposas Arctiidae incluye cerca<br />
de 11 mil especies en el mundo (Watson y Goodger<br />
1986), de las cuales 658 están presentes en<br />
México (Beutelspacher 1995a, 1995b, 1996, Hernández-Baz<br />
1992, 2012, Hernández-Baz y Bailey<br />
2006). De las 658 especies mexicanas tan sólo 50<br />
(apéndice 1, figura 2) fueron encontradas en un<br />
recuento preliminar de Colima; es decir, 8.0%<br />
del total nacional (cuadro 1).<br />
Es importante mencionar que del análisis histórico<br />
de las publicaciones y arreglos taxonómicos<br />
de los Arctiidae para México, no se consideraba<br />
a la subfamilia Ctenuchinae dentro de este grupo<br />
(apéndice 1).<br />
390 DIVERSIDAD DE ESPECIES
CUADRO 1. Número de especies de mariposas de la familia Arctiidae, conocidas para México y Colima.<br />
Fuente: elaboración propia, con información de Beutelspacher 1995a, 1995b, 1996; Hernández-Baz 1992,<br />
2012.<br />
Arctiidae de México<br />
Arctiidae de Colima<br />
(presente estudio)<br />
Diferencia %<br />
Subfamilia Núm. especies Núm. especies<br />
Lithosiinae 104 4 100 3.8<br />
Arctiinae 272 14 258 5.2<br />
Pericopinae 42 4 38 9.5<br />
Ctenuchinae 240 16 209 12.9<br />
Total 658 50 605 8.0<br />
En la actualidad, es difícil conocer a detalle la<br />
distribución de las especies de Arctiidae dentro<br />
de Colima, debido principalmente a que no se<br />
han realizado colectas sistematizadas en todo el<br />
territorio estatal; además, las escasas colectas se<br />
han realizado en zonas urbanas y en los bosques<br />
de pino-encino de las zonas montañosas del volcán<br />
de Colima.<br />
Importancia<br />
a ser consideradas plagas de las coníferas. Uno<br />
de estos casos es la polilla Halisidota alternata,<br />
que ataca a la especie de pino Pinus patula; de<br />
manera similar, Lophocamba cibriani ataca a<br />
Pinus ayacahuite y P. cembroides, en tanto que<br />
Lophocampa alternata afecta a diversas especies<br />
de coníferas (Abies religiosa, P. ayacahuite,<br />
P. hartwegii, P. montezumae, P. rudis y P. teocote),<br />
en bosques por encima de las cotas de los<br />
1 600 msnm (Cibrián et al. 1994, Hernández-Baz<br />
1999).<br />
Los lepidópteros constituyen una parte fundamental<br />
de los ecosistemas naturales y tienen una<br />
función muy activa en estado adulto al polinizar<br />
las flores. A diferencia de los otros estados biológicos<br />
por los que atraviesan en su metamorfosis<br />
completa, en el segundo estado, cuando son larvas<br />
u orugas, pueden ser perjudiciales para las<br />
plantaciones agrícolas y forestales.<br />
En los bosques templados algunos miembros de<br />
la familia Arctiidae constituyen serios problemas<br />
fitosanitarios cuando sus poblaciones<br />
aumentan en forma desproporcionada, llegando<br />
En las plantaciones agrícolas destaca de manera<br />
importante el gusano peludo Estigmene acrea,<br />
ya que es un defoliador muy voraz que se alimenta<br />
de alfalfa, algodón, tabaco y otros cultivos<br />
de importancia comercial (Sifuentes y Young<br />
1964, Hernández-Baz 1993, Roman D. et al.<br />
1997).<br />
Es importante señalar que a la fecha no se tienen<br />
analizadas con precisión las pérdidas económicas<br />
ocasionadas por estas palomillas de hábitos<br />
nocturnos en el estado. Falta mucho por conocer<br />
sobre este grupo y en especial determinar cabal-<br />
Mariposas nocturnas (Arctiidae)<br />
391
1) 2)<br />
3a) 3b)<br />
4) 5)<br />
6) 7)<br />
FIGURA 2. Árctidos de Colima: los taxones se enlistan en orden alfabético. 1. Aclytia heber; 2. Ctenucha<br />
venosa; 3. a) macho de Dysschema leucophaea, b) hembra de Dysschema leucophaea; 4. Hyalurga<br />
chthonophyle; 5. Phaloesia saucia; 6. Sphecosoma felderi; 7. Utetheisa ornatrix. Todos especímenes<br />
depositados en la colección clave: SEMARNAT/CITES/CP-0026-VER/05, en Xalapa, Veracruz.<br />
Fotos: Fernando Hernández-Baz.<br />
392 DIVERSIDAD DE ESPECIES
mente la totalidad de las especies de Arctiidae<br />
(Lithosinae, Arctiinae, Pericopinae, Euchromiina y<br />
Ctenuchinae) para el estado. La información presentada<br />
aquí es preliminar y está sustentada con<br />
los especímenes depositados en la colección de<br />
vida silvestre (clave: semarnat/cites/cp-0026-<br />
ver/05).<br />
Amenazas y conservación<br />
Las principales amenazas para las mariposas de<br />
esta familia, y para todas las mariposas, es la<br />
fuerte y constante presión antropogénica, así<br />
como la contaminación, la inminente alteración<br />
y pérdida de hábitat por deforestación para usos<br />
agrícolas, pecuarios y desarrollos habitacionales.<br />
Desafortunadamente, no se puede decir de modo<br />
específico qué áreas necesitan ser atendidas con<br />
prontitud, ya que hace falta un inventario completo<br />
de los lepidópteros nocturnos de la<br />
entidad. Sin embargo, se sugiere conservar prioritariamente<br />
todos los tipos de vegetación dominante<br />
en las áreas naturales protegidas (anp),<br />
como la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />
Manantlán y el Parque Nacional Nevado de<br />
Colima, los cuales son considerados áreas terrestres<br />
prioritarias a la conservación, por la conabio<br />
(Arriaga et al. 2000).<br />
A la fecha ninguna de las especies de mariposas<br />
Arctiidae figura en la nom-059-semarnat-2010<br />
(semarnat 2010), esto no significa que las especies<br />
de este grupo no estén amenazadas, por lo<br />
que en un futuro cercano deben realizarse los<br />
estudios correspondientes para proponer la<br />
inclusión de algunas de ellas dentro de la norma<br />
citada. De manera paralela hacen falta estudios<br />
específicos, pues Colima no cuenta con estudios<br />
científicos que avalen el estado de conservación<br />
de las poblaciones de mariposas nocturnas.<br />
Se estima que el listado de 53 especies de<br />
Arctiidae, presentado en este estudio, puede<br />
incrementarse en los años venideros hasta alcanzar<br />
el número promedio de 200 especies. Finalmente,<br />
se considera que para poder indicar las<br />
acciones de conservación primero deben realizarse<br />
los inventarios lepidopterofaunísticos en<br />
todo el estado.<br />
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393
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394 DIVERSIDAD DE ESPECIES
ciembre de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
Sifuentes, J.A. y W.R. Young. 1964. El gusano peludo<br />
Estigmene acraea (Drury): biología, hospederas,<br />
enemigos naturales y efectividad de algunos insecticidas<br />
para su combate en el valle del Yaqui. Centro<br />
Regional de Ayuda Técnica. A.I.P. México.<br />
Watson, A. y D.T. Goodger. 1986. Catalogue of the<br />
neotropical tiger moths. Occasional Papers on Systematic<br />
Entomology 1:1-71.<br />
Mariposas nocturnas (Arctiidae)<br />
395
ESTUDIO DE CASO<br />
MOSCAS NECTARÍVORAS DE IXTLAHUACÁN<br />
(SYRPHIDAE)<br />
Enrique Ramírez-García I Enrique González-Soriano<br />
Felipe Noguera I Santiago Zaragoza-Caballero<br />
Descripción<br />
La familia Syrphidae comprende un grupo de<br />
moscas cuya longitud varía desde cuatro hasta<br />
25 mm. Estos insectos se caracterizan por tener<br />
colores llamativos que van del amarillo o anaranjado<br />
brillante, hasta el negro o gris oscuro y<br />
opaco, incluso hay algunas especies de colores<br />
iridiscentes. Muchas de estas moscas tienen una<br />
morfología similar a la de abejas y avispas, por lo<br />
que es común que las confundan. Como adultos<br />
son abundantes visitando flores, las cuales usan<br />
como sitios de apareamiento y fuentes de néctar<br />
y polen para alimentarse.<br />
Se distribuyen en casi todo el mundo y están<br />
agrupadas en tres subfamilias: Microdontinae,<br />
Syrphinae y Eristalinae (Vockeroth y Thompson<br />
1987). De éstas, sólo los miembros de la subfamilia<br />
Microdontinae no están asociados a flores,<br />
sino a sus hormigas hospederas (Thompson 1981).<br />
Diversidad y distribución<br />
En el mundo se conocen cerca de 6 mil especies<br />
de Syrphidae, con un total de 180 géneros (Vockeroth<br />
y Thompson 1987). En México se tienen<br />
registradas 331 especies pertenecientes a 58 géneros.<br />
Sorprendentemente no existía ninguna<br />
especie registrada en Colima (Thompson et al.<br />
1976, Ramírez-García 1997).<br />
El objetivo del presente estudio consistió en<br />
conocer la fauna de la familia Syrphidae en la<br />
región de Ixtlahuacán, lo que representa el primer<br />
esfuerzo por conocer la composición de<br />
especies de esta familia en Colima.<br />
La región de Ixtlahuacán se ubica al sureste del<br />
estado, dentro de la provincia fisiográfica Sierra<br />
Madre del Sur y la subprovincia Cordillera Costera<br />
del Sur (inegi 2009). El tipo de vegetación<br />
dominante es el bosque tropical caducifolio<br />
(btc) y aunque no existen estudios florísticos<br />
para la región, en el btc del estado se han registrado<br />
369 especies de árboles. De éstos, las familias<br />
con mayor riqueza de especies son Fabaceae,<br />
Euphorbiaceae, Rubiaceae y Burseraceae, siendo<br />
Bursera (Burseraceae) y Lonchocarphus (Fabaceae)<br />
los géneros con mayor número de especies (Padilla-Velarde<br />
et al. 2006).<br />
Para conocer la fauna de sírfidos se realizaron<br />
colectas entre abril de 2006 y febrero de 2007, en<br />
sitios localizados dentro de un radio de 3 a 7 km<br />
de Ixtlahuacán, aplicando los métodos de colecta<br />
directa y con trampas Malaise.<br />
396<br />
Ramírez-García, E., E. González-Soriano, F. Noguera y S. Zaragoza-Caballero. 2016. Moscas nectarívoras de Ixtlahuacán<br />
(Syrphidae). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 396-400.
FIGURA 1. Ocyptamus lineatus. Foto: Enrique<br />
Ramírez-García.<br />
FIGURA 3. Toxomerus teligera. Foto: Enrique Ramírez-<br />
García.<br />
FIGURA 2. Ocyptamus gastrocactus. Foto: Enrique<br />
Ramírez-García.<br />
En este estudio se capturaron 921 individuos de<br />
73 especies, de las cuales sólo 42 fueron determinadas<br />
hasta especie (apéndice 1); el resto pertenecen<br />
a grupos con problemas taxonómicos o bien<br />
pueden ser especies nuevas para la ciencia. Las<br />
especies pertenecen a 14 géneros, siete tribus y<br />
tres subfamilias (apéndice 1).<br />
La subfamilia con mayor número de especies fue<br />
Syrphinae con 41, seguida de Eristalinae con 29<br />
y Microdontinae con tres. Las tribus Syrphini y<br />
Toxomerini fueron las más diversas con 23 y 19<br />
especies, respectivamente. Los géneros con mayor<br />
número de especies fueron Ocyptamus con 19<br />
FIGURA 4. Toxomerus watsoni. Foto: Enrique<br />
Ramírez-García.<br />
(figuras 1 y 2), Toxomerus con 16 (figuras 3 y 4),<br />
Palpada con 13 (figura 5) y Copestylum con 10<br />
(figuras 6 y 7), que en conjunto abarcan 79% del<br />
total de especies registradas.<br />
Moscas nectarívoras de Ixtlahuacán (Syrphidae)<br />
397
FIGURA 5. Palpada<br />
mexicana. Foto: Enrique<br />
Ramírez-García.<br />
FIGURA 6. Copestylum<br />
tricinctum. Foto: Enrique<br />
Ramírez-García.<br />
La abundancia y riqueza varió en el tiempo,<br />
alcanzando los valores más altos en la época de<br />
lluvias y los más bajos en la época de secas (figura<br />
8). La mayor abundancia se registró en octubre<br />
y agosto (273 y 271 individuos, respectivamente) y<br />
la mayor riqueza en noviembre y agosto (39 y 33<br />
especies, respectivamente). Los valores más bajos<br />
en abundancia y riqueza se registraron en junio y<br />
abril para la primera (44 y 47 individuos, respectivamente),<br />
y en febrero y abril para la segunda (15<br />
especies en ambos casos) (figura 8). Este patrón es<br />
similar al registrado en el btc de la región de<br />
Chamela, Jalisco (Ramírez-García y Sarmiento<br />
2004) y aparentemente es explicado por una<br />
mayor cantidad de recursos alimenticios disponibles<br />
(Ra-mírez-García y Sarmiento 2004).<br />
398 DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS
FIGURA 7. Copestylum<br />
tricinctum. Foto: Enrique<br />
Ramírez-García.<br />
FIGURA 8. Riqueza y<br />
abundancia de la familia<br />
Syrphidae en Ixtlahuacán.<br />
Fuente: Ramírez-García<br />
2004<br />
Conclusiones<br />
La polinización por insectos y otros artrópodos<br />
es un requisito fundamental para 90% de las<br />
plantas con flores (Angiospermas) (Linder 1998).<br />
Sin los artrópodos muchas plantas no podrían<br />
reproducirse ni producir semillas. La dependencia<br />
humana hacia los artrópodos como polinizadores<br />
de plantas cultivadas ha conducido a una<br />
estimación de los servicios ambientales prestados<br />
por los polinizadores y éstos suman miles de<br />
millones de dólares anuales en todo el mundo<br />
Moscas nectarívoras de Ixtlahuacán (Syrphidae)<br />
399
(Constanza et al. 1997). Esa sencilla razón ha<br />
motivado un interés creciente por la conservación<br />
de los polinizadores a nivel mundial en los<br />
últimos 10 años (Buchmann y Nabhan 1996).<br />
Algunas especies de la familia Syrphidae han<br />
sido reconocidas como importantes polinizadoras<br />
dada su alimentación floral especializada, ya<br />
que algunas de ellas presentan “constancia floral”<br />
(Goulson y Wright 1998), es decir, fidelidad<br />
hacia una especie o grupo de plantas hospederas.<br />
Desafortunadamente existe gran desconocimiento<br />
sobre esta familia en nuestro país, y por consiguiente<br />
a nivel estatal, siendo ésta la primera contribución<br />
al conocimiento de las especies de la<br />
familia Syrphidae para Colima. Por esta razón es<br />
imposible definir actualmente el estatus de conservación,<br />
distribución, endemismos y especies<br />
amenazadas. Sin embargo, es posible afirmar que<br />
con la pérdida de vegetación nativa y el deterioro<br />
de los ecosistemas, esta familia de moscas se ve<br />
afectada. Es necesario estudiar este grupo de<br />
organismos para conocer sus funciones biológicas<br />
y conservar su diversidad.<br />
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S4<br />
Animales vertebrados
Megaptera novaeangliae. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C.<br />
/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
Los<br />
vertebrados se caracterizan por la presencia de una estructura ósea que<br />
les otorga sostén. En esta sección se incluye información sobre la diversidad<br />
de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, así como sus estados de conservación<br />
y amenazas actuales.<br />
Las poblaciones de peces, en la porción marino-costera, se componen de<br />
414 especies que pueden habitar en ambientes rocosos (46%) como islas<br />
Revillagigedo, en fondos suaves (50%) o en aguas océanicas. Los teleósteos<br />
(peces óseos) comprenden 88% de las especies registradas para el litoral. La<br />
mayor diversidad se encuentra en los arrecifes coralinos sirviendo de refugio<br />
para 106 especies de 39 familias, de las cuales dos se encuentran en<br />
riesgo de extinción.<br />
En Colima habitan 66 especies de peces en aguas continentales, pertenecientes<br />
a 13 órdenes. La familia más diversa es Goodeidae, con ocho especies<br />
que son importantes por la cantidad de endemismos. La mayor<br />
diversidad de especies (20) y endemismos (seis) de los ríos se hallan en el<br />
Armería. La laguna de Cuyutlán presenta mayor riqueza (43 especies) con<br />
predominancia de peces marino-estuarinos. 15% de los peces continentales<br />
se encuentra en alguna categoría de riesgo.<br />
En la transición de ambientes acuáticos a terrestres habitan los anfibios; se<br />
tiene registro de 35 especies, que representan 10% a nivel nacional. Hylidae<br />
y Bufonidae son las familias con más especies, 63% de ellas endémicas de<br />
México y dos de distribución restringida. En los bosques tropicales secos se<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Diversidad de especies. Animales vertebrados. En: La Biodiversidad en<br />
Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 403-404.<br />
403
ha registrado más riqueza de anfibios (70%). Doce<br />
especies están en alguna categoría de riesgo.<br />
La riqueza de reptiles de México es relevante a<br />
nivel mundial (804 especies le califican como el<br />
segundo país con mayor diversidad). Colima tiene<br />
representación de 15% de los reptiles del país, 117<br />
especies incluidas en 25 familias. El género de<br />
lagartijas Sceloporus es uno de los más diversos.<br />
De las 58 especies endémicas, 13 son de distribución<br />
restringida, de ellas la lagartija Urosaurus<br />
auricularis es exclusiva de isla Socorro y U.<br />
clarionensis y la serpiente Masticophis anthony,<br />
habitan exclusivamente en isla Clarión. Aunque<br />
48% se encuentran en riesgo, para la mayoría no<br />
se tienen datos sobre el estado de sus poblaciones.<br />
El grupo de tortugas marinas y Crocodylus acutus<br />
son los más estudiados.<br />
Las aves es el grupo más conocido a nivel mundial.<br />
En Colima se han registrado 441 especies<br />
(sin incluir las de islas Revillagigedo), representan<br />
41% de la riqueza nacional. Las familias con<br />
más especies son la de los chipes (Parulidae, 37)<br />
y mosqueros (Tyrannidae, 31). En la entidad<br />
se encuentran 43 especies endémicas, 15% se<br />
encuentran en una categoría de riesgo. En el<br />
archipiélago de Revillagigedo se han registrado<br />
135 especies de aves terrestres y marinas, tres se<br />
encuentran en peligro de extinción: Puffinus<br />
auricularis auricularis, Aratinga holochlora<br />
brevipes y Mimodes graysoni.<br />
El territorio colimense se ubica en una de las<br />
regiones con mayor diversidad y mayor número<br />
de especies endémicas de mamíferos, 129 especies<br />
(27% del nacional), de las cuales 31 son endémicas<br />
para México. El orden Chiroptera (murciélagos)<br />
es el más diverso, posteriormente está Rodentia<br />
(roedores). En el bosque tropical se encuentra la<br />
mayor diversidad. Su conocimiento en la entidad<br />
es limitado. 15% de sus especies de mamíferos se<br />
encuentran en alguna categoría de riesgo. Destacan<br />
cinco especies en peligro de extinción:<br />
Tamandua mexicana, Musonycteris harrisoni,<br />
Leopardus pardalis, L. wiedii y Panthera onca.<br />
En esta sección se abunda también sobre las<br />
características de cinco géneros de relevancia:<br />
Macrotus, murciélagos de orejas largas, relevante<br />
en el control de insectos; Procyon lotor (mapache);<br />
ardillas arborícolas del género Sciurus; y Spermophilus,<br />
ardillas terrestres. Se incluye también<br />
información sobre Peromyscus, uno de los géneros<br />
más diversos en México, con cuatro especies<br />
para la entidad.<br />
Un estudio de caso es incluido para tratar al ratón<br />
casero Mus musculus. Y en otro se trata al Puma<br />
concolor, con importante presencia en el complejo<br />
volcánico de Colima.<br />
A pesar que el conocimiento sobre los vertebrados<br />
es mucho mayor que en otros grupo biológicos,<br />
aún resulta básico e incluso insuficiente, especialmente<br />
en lo relativo a su presencia en las diferentes<br />
regiones del estado. Si bien destaca el complejo<br />
Revillagigedo por su presencia de especies endémicas,<br />
Colima incluye una de las porciones del<br />
país con alta diversidad para vertebrados terrestres,<br />
donde la conservación de los bosques tropicales<br />
es crucial para su mantenimiento y para su<br />
diversidad, mientras que para los peces el nivel de<br />
atención derivará en acciones de diversa índole<br />
que permitan atender las particularidades para<br />
las especies dulceacuícolas, arrecifales y marino-estuarinas.<br />
404 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Peces marinos<br />
y estuarino-lagunares<br />
(Chondrichthyes<br />
y Actinopterygii)<br />
Adrián F. González-Acosta<br />
Nicolás Álvarez-Pliego<br />
José Luis Castro-Aguirre (†)<br />
Descripción<br />
La fauna de peces (ictiofauna) costeros del estado podría dividirse en tres<br />
grupos, de acuerdo con sus preferencias de hábitat:<br />
1. Las especies propias de ambientes rocosos (fondos duros de tipo<br />
coralino, grava gruesa y tobas volcánicas), que tienen un estrecho<br />
rango de adaptación a las condiciones del medio ambiente (estenotópicas).<br />
En esta categoría se encuentran la mayoría de los peces que se<br />
localizan en las islas Revillagigedo.<br />
2. Los habitantes de fondos suaves, sean de arena, lodo, fango o limo;<br />
que pueden permanecer en cualquier tipo de fondo durante ciertos<br />
lapsos (euritópicas). Algunas de estas especies llegan a incursionar<br />
hacia ambientes con salinidad variable (lagunas costeras mixohalinas<br />
o hipersalinas y estuarios).<br />
3. Las especies que habitan en aguas oceánicas (pelágicas), costeras o<br />
demersales (que viven asociadas o cerca del fondo), conformado por<br />
peces cartilaginosos (condrictios) y óseos (teleósteos), y cuya distribución<br />
cosmopolita les confiere escaso o nulo valor como indicadores<br />
biogeográficos (Briggs 1960, 1974, Parin 1970). Castro-Aguirre<br />
et al. (1999) hacen una descripción más detallada sobre aspectos ecológicos<br />
y biogeográficos de estos grupos de peces.<br />
Los peces marinos de Colima han sido objeto de diferentes estudios con<br />
diferentes enfoques: a) relacionados con las pesquerías de la entidad<br />
(Espino-Barr et al. 2002, 2003); b) de índole ecológico, analizando patrones<br />
González-Acosta, A.F., N. Álvarez-Pliego y J.L. Castro-Aguirre. 2016. Peces marinos y estuarino-lagunares<br />
(Chondrichthyes y Actinopterygii). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 405-412.<br />
405
de distribución y abundancia (Mariscal Romero<br />
et al. 1998, Cabral-Solís y Espino-Barr 2004, Chávez-Comparan<br />
y Macías-Zamora 2006); y c) estudios<br />
biológicos para la determinación de edad,<br />
crecimiento, maduración sexual, alimentación,<br />
etc. (Espino-Barr et al. 2004, Lucano-Ramírez et<br />
al. 2008). Sin embargo, la mayoría de estos estudios<br />
carecen de una base taxonómica adecuada y<br />
podrían basarse en identificaciones incorrectas o<br />
poco confiables (censos visuales), debido al poco o<br />
nulo conocimiento de bibliografía ictiológica<br />
apropiada.<br />
A pesar de la escasez o ausencia de ejemplares testigo<br />
(voucher) depositados en colecciones de referencia<br />
con reconocimiento académico, existen<br />
algunas <strong>contribuciones</strong> que contienen información<br />
sobre la ictiofauna de Colima (que incluyen<br />
el archipiélago de Revillagigedo) derivadas del<br />
análisis crítico del material depositado en colecciones<br />
de referencia y de una adecuada revisión<br />
bibliográfica (Castro-Aguirre y Balart 2002, Castro-Aguirre<br />
et al. 2006, Mariscal-Romero y van<br />
der Heiden 2006, Moncayo-Estrada et al. 2006).<br />
Este estudio documenta la diversidad de la ictiofauna<br />
marina, estuarina y lagunar de Colima, a<br />
partir del material biológico localizado en dos<br />
instituciones: 1) la colección de peces del Departamento<br />
de Zoología de la Escuela Nacional de<br />
Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico<br />
Nacional (ipn), que preserva muestras de varias<br />
expediciones a las islas Revillagigedo y litorales<br />
de Colima y, 2) la colección nacional de peces en<br />
el Instituto de Biología de la unam (Universidad<br />
Nacional Autónoma de México), que contiene<br />
importantes especímenes recolectados en diversas<br />
campañas de exploración en tales localidades.<br />
Asimismo, se revisó material no catalogado<br />
de la incipiente colección de referencia del<br />
crip-Manzanillo y se consultó literatura especializada.<br />
Las siguientes son publicaciones de particular<br />
importancia que permitieron elaborar, con<br />
mayor exactitud y fidelidad, la lista sistemática<br />
incluida en el presente estudio: Jordan y McGregor<br />
(1899), Snodgrass y Heller (1905), Fowler<br />
(1944), Ricker (1959a, 1959b), Castañeda-Beltrán<br />
(1988), McCosker y Rosenblatt (1993), Castro-Aguirre<br />
y Espinosa-Pérez (1996), Castro-Aguirre<br />
y Balart (2002), Espino-Barr et al. (2002, 2003),<br />
Espinosa-Pérez et al. (2004), Castro-Aguirre et<br />
al. (2006) y Mariscal-Romero y van der Heiden<br />
(2006). El elenco sistemático se estructuró con el<br />
criterio de Nelson (2006) y los peces cartilaginosos<br />
se ordenaron de acuerdo con el sistema de<br />
Compagno (1999).<br />
Diversidad y distribución<br />
La ictiofauna marino-costera del estado se compone<br />
de 414 especies agrupadas en 252 géneros,<br />
96 familias, 26 órdenes y dos clases de peces<br />
(apéndice 1). La clase Chondrichthyes está representada<br />
por dos subclases: Elasmobranchii (14<br />
familias, 27 géneros y 48 especies) y Holocephali<br />
(dos familias, dos géneros y dos especies). Dentro<br />
de los elasmobranquios, la familia con mayor<br />
diversidad es Carcharhinidae (siete géneros y 17<br />
especies) y el género Carcharhinus es el más<br />
diverso, ya que tiene 11 especies (22% de toda la<br />
clase).<br />
Los teleósteos (Clase Actinopterygii: División<br />
Teleostei) comprenden 88% de las especies registradas<br />
para el litoral de Colima. Dentro de éstos<br />
406 DIVERSIDAD DE ESPECIES
se incluyen 24 órdenes, 86 familias, 222 géneros<br />
y 364 especies. El orden que contiene la mayor<br />
diversidad es el de los Perciformes (43 familias,<br />
133 géneros y 216 especies); las familias que tienen<br />
la mayor riqueza específica son: Carangidae<br />
(14 géneros y 28 especies), Haemulidae (nueve<br />
géneros y 17 especies), Labridae y Serranidae<br />
(seis géneros y 13 especies cada una) y Sciaenidae<br />
con seis géneros y 12 especies, las cuales en su conjunto<br />
contienen 39% de las especies de este<br />
orden, 23% de la clase y 20.2% del total de especies<br />
aquí registradas.<br />
Otros órdenes de teleósteos que destacan por su<br />
riqueza son los Pleuronectiformes (cuatro familias,<br />
13 géneros y 25 especies), en donde la familia<br />
Paralichthydae es la de mayor riqueza con siete<br />
géneros y 14 especies. Por su parte, los<br />
Tetraodontiformes tienen seis familias, 17 géneros<br />
y 25 especies, en donde destaca la familia<br />
Balistidae con seis géneros y siete especies.<br />
Entre los Anguilliformes (dos familias, nueve géneros<br />
y 20 especies), sobresale la familia Muraenidae<br />
con cinco géneros y 15 especies, y dentro de ésta, el<br />
género Gymnothorax con siete especies. En los<br />
Beloniformes (cuatro familias, 14 géneros y 22<br />
especies), destaca la familia Exocoetidae que contiene<br />
siete géneros y 15 especies, y dentro de ella<br />
sobresale el género Cheilopogon con cinco especies.<br />
Desde el punto de vista ecológico, un gran porcentaje<br />
de las especies marino-estuarinas del litoral<br />
colimense corresponden a la categoría de<br />
especies neríticas o litorales, de las cuales 82.7%<br />
corresponden a la zona intermareal seguidas por<br />
las bénticas (del fondo, 75.6%) y pelágicas (nado<br />
libre, 27.5%) y en menor proporción las estuarinas<br />
y abisales (cuadro 1). En términos de su hábitat,<br />
42.1% (173 especies) de la ictiofauna colimense se<br />
encuentra sobre sustratos duros o rocosos, mientras<br />
que alrededor de 56.4% (232 especies) habita<br />
sobre sustratos de fango y arena (fondos blandos).<br />
CUADRO 1. Número de especies por categoría<br />
ecológica o afinidad biogeogrfica. Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
Categoría ecológica:<br />
Núm. especies<br />
Especies pelágicas 106<br />
Especies neríticas 359<br />
Especies bénticas 332<br />
Especies arquibénticas/abisales 12<br />
Especies estuarino lagunares 38<br />
Afinidad biogeográfica:<br />
Circuntropical 57<br />
Anfipacífica 64<br />
Endémica del Pacífico oriental 291<br />
Anfiamericana 14<br />
Isla Revillagigedo 244<br />
Litoral continental de Colima 291<br />
Las afinidades biogeográficas que muestra la<br />
ictiofauna marino estuarina de Colima corresponden<br />
en mayor proporción a formas endémicas<br />
del Pacífico oriental tropical (68%), que se localizan<br />
en el litoral del estado (68.8%) y un gran<br />
número a especies que se localizan en las inmediaciones<br />
del archipiélago Revillagigedo (56.7%).<br />
En menor proporción están las que muestran distribución<br />
circuntropical, en ambas costas del<br />
océano Pacífico (anfipacífica) y en ambas costas<br />
del continente Americano (anfiamericanas) (cuadro<br />
1). En el apéndice 1 se presenta el elenco sistemático,<br />
ecológico y biogeográfico de la ictiofauna<br />
marina y estuarino-lagunar del estado.<br />
Peces marinos y estuarino-lagunares (Chondrichthyes y Actinopterygii)<br />
407
El número de especies que componen la ictiofauna<br />
colimense contrasta de manera notable con<br />
los mencionados para Jalisco y Michoacán (cuadro<br />
2), ya que los inventarios en las costas de<br />
Colima indican un número menor de especies<br />
(Aguilar-Palomino et al. 1996). Tales diferencias<br />
se han adjudicado a la escasa exploración y recolecta<br />
ictiológica desarrollada en la región, la selectividad<br />
de los métodos de recolecta utilizados<br />
(Castro-Aguirre et al. 2006) y el mayor esfuerzo<br />
de investigación dirigido a especies de interés pesquero<br />
(Espino-Barr et al. 2002, 2003, 2004).<br />
A pesar de lo anterior, Colima muestra similitud<br />
en términos de composición específica con los<br />
estados antes referidos y otros localizados al<br />
norte (Nayarit y Sinaloa) y sur del país (Guerrero<br />
y Oaxaca); este hecho sugiere la posibilidad de<br />
considerarlos como un continuo, tanto en lo<br />
referente a los componentes de la parte litoral,<br />
como a la oceánica e insular (Castro-Aguirre et<br />
al. 1999, 2006, Mariscal Romero y van der Heiden<br />
2006, Moncayo-Estrada et al. 2006). Este<br />
fenómeno podría explicarse debido a la ubicación<br />
geográfica de estas entidades políticas, que<br />
coincide con la provincia mexicana de Briggs<br />
(1974), la cual está delimitada con base en la distribución<br />
de grupos de peces asociados a fondos<br />
rocosos y coralinos (sustratos duros), que no<br />
corresponde con exactitud a las formas que habitan<br />
sobre sustratos blandos (fango-arenosos).<br />
Es importante destacar, de modo particular, en<br />
la ictiofauna colimense la presencia de algunos<br />
holocéfalos (quimeras), particularmente dos<br />
especies: Harriota raleighiana (Rhinochimaeridae),<br />
primer registro en aguas mexicanas y segundo<br />
en el Pacífico oriental tropical (Castro-Aguirre<br />
et al. 2007) e Hydrolagus macrophtalmus<br />
(Chimaeridae), cuya distribución sólo era conocida<br />
en Chile y Perú (González-Acosta et al.<br />
2010). En cuanto a los teleósteos, también se han<br />
dado nuevos registros en la zona, como la presencia<br />
del pez granadero Coryphaenoides oreinos<br />
(Macrouridae) (Castro-Aguirre et al. 2007).<br />
Estos hallazgos, en su conjunto, representan<br />
nuevas adiciones para la ictiofauna de México<br />
(figura 1).<br />
CUADRO 2. Estudios ícticos realizados en Colima y áreas circunvecinas. Localidades: LC = laguna Cuyutlán,<br />
LCC = litoral costero de Colima, JC = Jalisco-Colima, JCM = Jalisco, Colima y Michoacán, IR = islas<br />
Revillagigedo. Taxones: C = clases, O = órdenes, F = familias, G = géneros y S = especies.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Fuente<br />
Localidad<br />
Taxones<br />
C O F G S<br />
Aguilar-Palomino et al. (1996) JC 2 17 54 98 140<br />
Cabral-Solís y Espino-Barr (2004) LC 1 10 19 25 28<br />
Castro-Aguirre y Balart (2002) IR 2 17 95 151 228<br />
Castro-Aguirre et al. (2006) JCM 2 15 93 213 373<br />
Chávez-Comparan y Macías-Zamora (2006) LCC 2 8 29 54 72<br />
Este trabajo LCC-IR 2 26 99 256 411<br />
408 DIVERSIDAD DE ESPECIES
a) b)<br />
c) d)<br />
e) f)<br />
g) h)<br />
FIGURA 1. Ictiofauna marino-estuarina, representativa de Colima, México: a) Harriota raleighiana<br />
(hinochimaeridae), b) Hydrolagus macrophthalmus (Chimaeridae), c) Coryphaenoides oreinos (Macrouridae),<br />
d) Zanclus cornutus (Zanclidae), e) Microspathodon dorsalis (Pomacentridae), f) Johnrandallia nigrirostris<br />
(Chaetodontidae), g) Epinephelus labriformis (Epinephelidae) y h) Scarus rubroviolaceus (Scaridae).<br />
Fotos: Adrián F. González-Acosta, Nicolás Álvarez-Pliego y José Luis Castro-Aguirre (†).<br />
Peces marinos y estuarino-lagunares (Chondrichthyes y Actinopterygii)<br />
409
Conclusiones<br />
Es necesario e impostergable tomar medidas<br />
tendientes a un mejor aprovechamiento de los<br />
recursos costeros del estado, así como prevenir<br />
los efectos negativos provocados por el acelerado<br />
desarrollo que han tenido las áreas localizadas a<br />
lo largo de sus costas. Ejemplos de este desarrollo<br />
son las diversas obras de ingeniería: marinas,<br />
canales, puertos turísticos e industriales; cuyos<br />
impactos están teniendo consecuencias irreversibles<br />
sobre las comunidades marinas, y eso es<br />
reflejado en el detrimento de algunas pesquerías<br />
locales (Cabral-Solís y Espino-Barr 2004, Chávez-Comparan<br />
y Macías-Zamora 2006).<br />
El inventario que se incluye en este estudio pretende<br />
contribuir a un mayor conocimiento de la<br />
ictiodiversidad de Colima y ser la base de futuros<br />
estudios, que junto con otras <strong>contribuciones</strong><br />
contenidas en esta obra podrán permitir conocer<br />
más sobre las relaciones entre las comunidades<br />
de peces y sus ambientes. El estudio y<br />
conocimiento de la ictiofauna del estado proveerá<br />
las condiciones para diseñar e implementar<br />
estrategias y programas para su conservación.<br />
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se realizó la actualización taxonómica de la ictiofauna<br />
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411
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Ricker, K.E. 1959b. Fishes collected from the Revillagigedo<br />
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“Marijean”. Museum Contributions of the Institute<br />
of Fisheries, University of British Columbia 4:1-10.<br />
Snodgrass, R.E. y E. Heller. 1905. Shore fishes of the<br />
Revillagigedo, Clipperton, Cocos and Galapagos<br />
Islands. Proceedings of the Washington Academy of<br />
Sciences 6:333-427.<br />
412 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Peces<br />
arrecifales<br />
(Actinopterygii)<br />
Juan Carlos Chávez-Comparan<br />
G. Ruiz-Campos<br />
O. Cervantes-Rosas<br />
G. A. Jiménez-Ramón<br />
B. Lara-Chávez<br />
Descripción<br />
Los arrecifes coralinos cuentan con la mayor diversidad de especies de<br />
peces en el océano. Los peces juegan un papel clave en la estructura trófica<br />
del sistema coralino y están íntimamente asociados con el sustrato<br />
rocoso o de coral, pues representan importantes fuentes de alimentación,<br />
refugio y reproducción (Villarreal-Cavazos 1988). Las especies presentes<br />
en los arrecifes coralinos exhiben patrones de coloración exclusivos que<br />
permiten diferenciarlas (Jiménez-Gutiérrez y Elorduy-Garay 1999,<br />
Thomson et al. 2000) (figura 1 y 2).<br />
FIGURA 1. Ídolo moro (Zanclus cornutus). Foto: J.C. Chávez Comparan.<br />
Chávez-Comparán, J.C., G. Ruiz-Campos, O. Cervantes-Rosas, G.A. Jiménez-Ramón y B. Lara-Chávez 2016. Peces<br />
arrecifales (Actinopterygii). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 413-419.<br />
413
entidades federativas. Sin embargo, su clima<br />
subtropical y la configuración de la costa, con<br />
sus múltiples esteros y lagunas, promontorios<br />
rocosos, acantilados y arrecifes coralinos lo<br />
hacen rico en diversidad de especies marinas,<br />
sobre todo de fauna ictiológica.<br />
FIGURA 2. Soldado (Myripristis leiognathus).<br />
Foto: J.C. Chávez Comparan.<br />
La diversidad de especies de peces asociada a los<br />
arrecifes de las costas de Colima está relacionada<br />
con la resistencia del ecosistema ante efectos<br />
ambientales adversos (Naeem 1998), de ahí la<br />
relevancia de realizar estudios que documenten<br />
dicha diversidad. El presente estudio tuvo como<br />
objetivo caracterizar la diversidad de la fauna<br />
ictiológica (peces) arrecifal de Colima, esto se realizó<br />
mediante la técnica de observación visual con<br />
buceo autónomo (Brohnsak y Bannerot 1986),<br />
entre 2003 y 2012. Las especies se identificaron y<br />
cuantificaron in situ, además de ser fotografiadas<br />
para integrar un catálogo digital y confirmar sus<br />
características morfológicas. La identificación de<br />
las especies se realizó mediante el uso de guías<br />
taxonómicas para especies de la región (Goodson<br />
1988, Gotshall 1989, Allen y Robertson 1994,<br />
Thomson et al. 2000). La lista sistemática de los<br />
taxones sigue el orden de Nelson (1994).<br />
Diversidad y distribución<br />
El litoral del estado se caracteriza por una estrecha<br />
plataforma continental, lo cual reduce su<br />
potencial pesquero en comparación con otras<br />
El litoral, con aproximadamente 160 km de longitud,<br />
consta en su mayor parte de playas arenosas,<br />
aunque existen promontorios de tipo rocoso<br />
como las puntas Carrizales, Juluapan, Campos y<br />
Salahua. Debido a que el sustrato duro en el cual<br />
se fija el pólipo de coral es producto de las rocas de<br />
basalto oscuro, procedentes de los derrumbes de<br />
los cerros adyacentes, la configuración del arrecife<br />
colimense es en forma de parches. Las bahías<br />
de Manzanillo y Santiago poseen la mayor parte<br />
de la costa rocosa y los arrecifes coralinos que<br />
existen en el litoral colimense.<br />
Para el estado se han reportado 28 (80%) de las<br />
35 especies de coral conocidas para el Pacífico<br />
mexicano, ubicándolo como uno de los de mayor<br />
diversidad de especies (Reyes-Bonilla et al.<br />
2005). Por esa razón la conabio considera a un<br />
fragmento del litoral colimense como área<br />
marina prioritaria para su conservación, sujeta a<br />
recibir apoyos en la realización de trabajos de<br />
investigación. De acuerdo con Reyes-Bonilla et<br />
al. (2005), las especies de coral más comunes en<br />
Colima son: Pocillopora capitata, P. damicornis,<br />
P. elegans, P. eydoux, P. meandrina, P. verrucosa,<br />
P. woodjonesi, Porites arnaudi, P. australiensis,<br />
P. lichen, P. lobata, P. lutea, P. panamensis, P.<br />
profundacella, P. stellata, P superficialis, Pavona<br />
clavus, P. duerdeni, P. gigantea, P. maldivensis,<br />
P. minuta, P. varians, Fungia curvata, F. distorta,<br />
F. vaughani y Paracyathus humilis (figura 3).<br />
414 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 3. Halcón de coral (Cirrhichthys oxycephalus).<br />
Foto: J.C. Chávez Comparan.<br />
El total de especies de peces registradas en este<br />
trabajo es de 106 (apéndice 1), las cuales están<br />
ubicadas en 39 familias. Las familias con mayor<br />
número de especies fueron: Labridae con 10,<br />
seguida por Serranidae con ocho y Pomacentridae<br />
y Lutjanidae con siete.<br />
La localización geográfica del litoral de Colima,<br />
en la parte central del Pacífico mexicano, permite<br />
analizar las afinidades zoogeográficas de<br />
las especies ícticas que ahí concurren para conocer<br />
los aspectos evolutivos de la distribución de<br />
las especies. La documentación de los patrones<br />
de distribución geográfica de las especies (apéndice<br />
1) utilizó el criterio de regionalización zoogeográfica<br />
propuesto por Briggs (1974) y aplicado<br />
por Castro-Aguirre et al. (2006), mismo que<br />
incluye los siguientes patrones de distribución:<br />
distribución Anfiamericana (aa), distribución<br />
Anfipacífica (ap), provincia Sandieguina (ps),<br />
provincia Sinuscaliforniana (psc), provincia<br />
Mexicana (pm), provincia Panámica (pp) y Circuntropical<br />
(ct).<br />
Del total de especies registradas, 76 (72%) se distribuyen<br />
de manera muy amplia desde la psc a la<br />
pp, otras 35 (33%) desde la ps a la pp, 11 especies<br />
(10%) con distribución ap, tres especies con aa<br />
(2.8%) y, por último, la ct con siete especies<br />
(6.6%) (figura 4).<br />
FIGURA 4.<br />
Jaqueta gigante<br />
(Microspathodon<br />
dorsalis). Foto: J.C.<br />
Chávez Comparan.<br />
Peces arrecifales (Actinopterygii)<br />
415
El cuadro 1 compara el número de especies presentes<br />
en el litoral del estado con el de otras<br />
regiones del Pacífico mexicano. Es importante<br />
resaltar que el número de especies varía de<br />
acuerdo con el tamaño de la región. Por ejemplo,<br />
en el golfo de California se tienen registradas<br />
271 especies en un perímetro litoral de más de<br />
2 000 km (Thomson et al. 2000).<br />
En el trabajo realizado por Castro-Aguirre<br />
et al. (2006) sobre la ictiofauna marina y costera<br />
de Jalisco, Colima y Michoacán, se documenta<br />
CUADRO 1. Nmero de especies de peces de arrecies registrados en otros estudios del acífico meicano.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Localidad Especies Referencias<br />
Golfo de California 271 Thomson et al. 2000<br />
Sureste del golfo de California 86 Trujillo-Millan et al. 2006<br />
Huatulco, Oaxaca 51 Barrientos-Villalobos et al. 2000<br />
Bahía de Tenacatita, Jalisco 49 Pérez-España y Saucedo-Lozano 2000<br />
Bahía Banderas, Jalisco 71 Solís-Gil y Jiménez-Quiroz 2006<br />
Isla Cerralvo, Baja California Sur 90 Jiménez-Gutiérrez 1999<br />
Bahía de Acapulco 114 Palacios-Salgado 2005<br />
Bahía de Manzanillo y Santiago, Colima 72 Chávez-Comparan et al. 2006<br />
Ensenada Carrizales, Colima 89 Chávez-Comparan 2009<br />
Litoral rocoso-arrecifal de Colima 106 Este libro<br />
CUADRO 2. Nmero de especies de peces (N total) registradas en dierentes sitios del acífico meicano y en<br />
comn con el litoral rocoso y coralino de Colima (N comn y porcentual). Fuente: elaboración propia.<br />
Sitios arrecifales<br />
Pacífico mexicano<br />
N total<br />
N común con litoral<br />
de Colima<br />
% Referencia<br />
Isla Cerralvo, BCS 89 70 79 Jiménez-Gutiérrez 1999<br />
Bahía de La Paz, BCS 80 65 81 Arreola-Robles 1998<br />
Cabo Pulmo, BCS 63 51 81 Álvarez-Filip 2004<br />
Bahía Banderas, Jalisco 71 48 67 Solís y Jiménez 2006<br />
Bahía Tenacatita, Jalisco 64 58 90 Galván-Villa et al. 2011<br />
Isla Socorro, Colima 83 51 61 Chávez et al. 2010<br />
Acapulco, Guerrero 114 76 67 Palacios-Salgado 2005.<br />
Huatulco, Oaxaca 63 49 77 Barco-Servín 2004<br />
416 DIVERSIDAD DE ESPECIES
una lista de 373 especies agrupadas en 93 familias<br />
asociadas a una variedad de hábitats.<br />
Haciendo una comparación porcentual con<br />
otros sitios rocosos arrecifales del Pacífico<br />
mexicano, la presente lista incorpora entre 67 y<br />
90% del total de las especies encontradas en<br />
otros sitios (cuadro 2).<br />
naturales protegidas marinas, entre ellas Alto<br />
golfo de California, Archipiélago Revillagigedo<br />
y Cabo Pulmo, en Baja California Sur. Por su<br />
parte, la conabio reconoce solamente a la zona<br />
de Punta Carrizales como área marítima prioritaria<br />
en el estado, la cual se caracteriza por su<br />
ecosistema rocoso coralino.<br />
Importancia<br />
La gran diversidad de especies presentes en los<br />
ecosistemas rocosos y coralinos, y los servicios<br />
ambientales que prestan, han llevado a que sean<br />
valorados y protegidos en casi todo el mundo. En<br />
el caso de Pacífico mexicano existen pocas áreas<br />
El valor de los peces del litoral rocoso del estado<br />
no debe estimarse solamente aplicando criterios<br />
comerciales, existen otros atributos que<br />
ofrece la fauna ictiológica relacionados con su<br />
uso, tanto activo, directo como indirecto. El<br />
valor de uso activo se deriva del aprovechamiento<br />
directo para consumo alimenticio,<br />
acuarios y pesca deportiva, además de usos<br />
FIGURA 5. Especie protegida, ángel de Cortez (Pomacanthus zonipectus). Foto: J.C. Chávez Comparan.<br />
Peces arrecifales (Actinopterygii)<br />
417
activos indirectos como el ecoturismo de buceo<br />
libre o autónomo. Es importante resaltar que el<br />
litoral del estado tiene dos áreas de alta concentración<br />
de arrecifes de coral, Punta Carrizales y<br />
La Boquita, en la playa Miramar. Este último se<br />
ha ido deteriorando paulatinamente debido a la<br />
facilidad de acceso y las prácticas de ecoturismo<br />
mal aplicadas.<br />
Para la ictiofauna arrecifal, las especies protegidas<br />
por la nom-059-semarnat-2010 (semarnat<br />
2010) sólo incluye dos especies: Pomacanthus<br />
zonipectus y Holocanthus passer, en la categoría<br />
de “bajo protección especial”.<br />
Amenazas y conservación<br />
Las actividades humanas relacionadas con el<br />
acelerado desarrollo costero del litoral de Colima<br />
pueden ocasionar severos cambios ambientales<br />
que afecten a los arrecifes. Por ejemplo: el crecimiento<br />
urbano de la ciudad de Manzanillo, los<br />
proyectos turísticos como marinas (laguna<br />
Juluapan), los proyectos industriales como la<br />
planta regasificadora (laguna de Cuyutlán) y las<br />
ampliaciones portuarias (laguna San Pedrito y<br />
laguna de Cuyutlán) parecen ser factores que<br />
están afectando a estos ecosistemas.<br />
Existen áreas de la costa donde el desarrollo<br />
urbano sin planificación ha destruido los manglares<br />
y con esto ha afectado a los arrecifes coralinos,<br />
pues existen estudios que demuestran que<br />
ambos ecosistemas están más estrechamente<br />
conectados de lo que se pensaba. Por ejemplo, el<br />
aporte de material orgánico de los manglares<br />
hacia el litoral resulta en un incremento en la<br />
biomasa de los peces que habitan los arrecifes de<br />
coral (Mumby et al. 2004), de ahí la importancia<br />
de conservarlos de manera conjunta. Otra amenaza<br />
para algunas especies coralinas es la pesca<br />
furtiva con fines de ornato.<br />
Conclusiones<br />
La ictiofauna arrecifal es uno de los componentes<br />
biológicos más ricos de Colima. Las áreas de<br />
concentración de esta fauna están bien identificadas,<br />
resaltando la de punta Carrizales, donde<br />
se encuentra el sitio arrecifal más importante del<br />
estado. Debido a su nivel de conservación y a la<br />
gran diversidad y biomasa del sitio se recomienda<br />
declararlo anp. Cabe indicar que esta<br />
medida de conservación daría lugar al primer<br />
sitio marino que el estado tendría dentro de esta<br />
categoría.<br />
Referencias<br />
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y Uso de la Biodiversidad (conabio)/<br />
Agrupación Sierra Madre/Cementos Mexicanos<br />
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Nueva York.<br />
Brohnsak, J.A. y S.P. Bannerot. 1986. A stationary visual<br />
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community structure of coral reef fishes. noaa Technical<br />
Report nmfs 41:1-15.<br />
Castro-Aguirre, J.L., A.F. González-Acosta, J. Cruz<br />
Agüero, et al. 2006. Ictiofauna marina-costera del<br />
Pacífico central mexicano: análisis preliminar de<br />
su riqueza y relaciones biogeográficas. En: Recursos<br />
marinos y acuícolas de la región de Jalisco, Colima y<br />
418 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Michoacán. M.C. Jiménez-Quiroz y E. Espino-Barr<br />
(eds.). Centro Regional de Investigación Pesquera<br />
de Manzanillo (crip-Manzanillo)/Instituto Nacional<br />
de la Pesca (inapesca). México, pp. 149-165.<br />
Chávez-Comparan, J.C. 2009. Caracterización y estructura<br />
de la ictiofauna de arrecifes rocosos y coralinos<br />
en Punta Carrizal, Colima, México para fines<br />
de inventario y conservación de la diversidad animal.<br />
Universidad de Colima. Informe final snibconabio<br />
proyecto núm. DJ020. México D.F.<br />
Chávez-Comparan, J.C., E. Espino- Barr y B. Lara-<br />
Chávez. 2006. Peces de arrecifes rocosos de las<br />
bahías de Manzanillo y Santiago, Colima, México.<br />
En: Los recursos pesqueros y acuícola de Jalisco,<br />
Colima y Michoacán. M.C. Jiménez- Quiroz y E.<br />
Espino Barr (eds.). inapesca, sagarpa. México,<br />
pp 174-179.<br />
Goodson, G. 1988. Fishes of Pacific coast. Stanford<br />
University Press. Standford, California.<br />
Gotshall, D.W. 1989. Pacific coast inshore fishes. Sea<br />
Challenger. Monterrey Bay, California.<br />
Jiménez-Gutiérrez, S. y J.F. Elorduy-Garay. 1999.<br />
Abundancia y estructura de las asociaciones de peces<br />
de arrecife rocoso en la zona de isla Cerralvo,<br />
B.C.S., México. En: I Simposio Internacional sobre<br />
el Mar de Cortés. Hermosillo, Sonora.<br />
Mumby, P.J., A.J. Edwars, J.E. Arias-González, et al.<br />
2004. Mangroves enhance the biomass of coral<br />
reef fish communities in the Caribbean. Nature<br />
427:533-536.<br />
Naeem, S. 1998. Species redundancy and ecosystem<br />
reliability. Conservation Biology 12:39-45.<br />
Nelson, J.S. 1994. Fishes of the world. 3 a edition. John<br />
Wiley. Nueva York.<br />
Reyes-Bonilla, H., L. Calderón Aguilera, G. Cruz- Piñón,<br />
et al. 2005. Atlas de corales pétreos (Anthozoa:<br />
Scleractinia) del Pacífico mexicano. Centro de Investigación<br />
Científica y de Educación Superior de<br />
Ensenada (cicese)/conabio/Consejo Nacional de<br />
Ciencia y Tecnología (conacyt)/uabcs/Universidad<br />
de Guadalajara (udg)/Universidad del Mar<br />
(umar). México.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
Thomson, D.A., L.T. Findley y A.M. Kerstich. 2000.<br />
Reef fishes of the sea of Cortés: the rocky-shore fishes<br />
of the gulf of California. The University of Texas<br />
Press. Austin, Texas.<br />
Villarreal-Cavazos, A. 1988. Distribución y diversidad<br />
de peces en el arrecife coralino de Cabo Pulmo a Los<br />
Frailes, B.C.S. Tesis de licenciatura. Universidad<br />
Autónoma de Baja California Sur (uabcs). La Paz,<br />
Baja California Sur, México.<br />
Peces arrecifales (Actinopterygii)<br />
419
Peces<br />
continentales<br />
(Actinopterygii)<br />
Héctor Espinosa-Pérez<br />
Leticia Huidobro-Campos<br />
Descripción<br />
Los peces son el grupo de animales vertebrados con el mayor número de<br />
especies en el mundo y en México. Su variedad morfológica, fisiológica y<br />
de comportamiento, evidencian su alto grado de adaptación a los diferentes<br />
hábitats que ocupan. Los peces pueden encontrarse en agua marina<br />
como dulce, incluyendo ríos, lagos, arroyos, mares, cuevas y cenotes;<br />
desde grandes profundidades hasta charcos, lagunas hipersalinas o en<br />
temperaturas y altitudes extremas.<br />
A pesar de ser el vigésimo noveno estado en cuanto a extensión territorial<br />
en el país, Colima posee una ictiofauna continental considerable debido a<br />
su ubicación geográfica. Su posición en el extremo occidental del Eje Volcánico<br />
Transversal le ha otorgado una orografía e hidrografía complejas,<br />
mientras que su asociación con el océano Pacífico en la costa occidental<br />
permite la presencia de ambientes estuarinos y lagunares. Esa ubicación<br />
le brinda la oportunidad de contar con una variedad de especies con<br />
características sumamente interesantes, desde el punto de vista biológico.<br />
Para conocer la ictiofauna de Colima es necesario conocer la hidrología<br />
general del estado, lo cual nos muestra la existencia de tres ríos importantes,<br />
conocidos como: Armería, Coahuayana y Maravasco, que nacen en el<br />
estado contiguo de Jalisco (figura 1). Los dos primeros ríos tienen importancia<br />
geopolítica, pues marcan los límites políticos de la entidad.<br />
420<br />
Espinosa-Pérez, H. y L. Huidobro-Campos. 2016. Peces continentales (Actinopterygii). En: La Biodiversidad en<br />
Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 420-430.
FIGURA. 1. Mapa de Colima mostrando a la izquierda el río Maravasco, al centro el Armería y a la derecha el Coahuayana. Los diferentes puntos marcados<br />
indican cmulos de especies tomados de las bases de datos mencionadas. Fuente: elaboración propia.<br />
Peces continentales (Actinopterygii)<br />
421
Hidrología<br />
Río Cihuatlán. Nace en Autlán, Jalisco y en su<br />
curso se le conoce en Colima como el río Mamey,<br />
toma dirección este y por el oeste recibe al río<br />
Maravasco hasta desembocar en Barra de Navidad.<br />
Forma desde su nacimiento el límite de los<br />
dos estados, siendo por eso que el nombre del<br />
Maravasco domina en la parte del cauce cuya<br />
corriente es más importante. El río Cihuatlán es<br />
considerado como de cauce pequeño por sus<br />
3 667 km 2 (Tamayo 1949).<br />
Río Armería. Nace en las inmediaciones de<br />
Chapala y Sayula, en su curso se le unen pequeños<br />
ríos tributarios, al este, en Tolimán, toma el<br />
nombre de Armería, mismo que sigue al sur cruzando<br />
en todo su largo el estado. 70 km antes de<br />
su salida al mar recibe la carga de los ríos Tuxcacuesco,<br />
Jiquilpán, Ayuquilla y Colima. Dada la<br />
extensión del cauce del río (9 490 km 2 ), en el que<br />
se incluye tanto a Jalisco como Colima, Tamayo<br />
(1949) lo considera como de mediana extensión.<br />
Río Coahuayana. Nace en el cerro del Tigre en<br />
Jalisco, al oriente de la laguna de Sayula. Con el<br />
nombre de río Tuxpan sirve de límite entre los<br />
estados de Colima y Jalisco. En su curso se le<br />
unen los ríos Ahuijayo y Barreras, tomando el<br />
nombre de Naranjo, que conserva hasta la confluencia<br />
con el Salado. Es hasta la confluencia<br />
con los escurrimientos del volcán de Colima que<br />
recibe el nombre de Coahuayana, mismo que conserva<br />
hasta su salida al mar.<br />
Laguna de Cuyutlán. Es la única laguna costera<br />
importante en Colima, la cual recibe aportes<br />
escasos de agua dulce que provienen de escurrimientos<br />
que deberían llegar a la costa pero forman<br />
un sistema lagunar en el perímetro sur<br />
central del estado. Existe un canal que comunica<br />
con el mar y se cierra en la parte noroeste hacia<br />
Manzanillo, éste se ha abierto en numerosas<br />
ocasiones de forma artificial, ya que el aporte de<br />
agua dulce sólo en contadas ocasiones llega a<br />
abrir la barra. Es una laguna de aguas hipersalinas<br />
con una concentración promedio de 40.7%0<br />
de salinidad (Lankford 1977).<br />
Para la elaboración del presente estudio se consultaron<br />
las bases de datos de la conabio, neodat,<br />
unibio y se revisaron los registros en la<br />
Colección Nacional de Peces del Instituto de<br />
Biología de la unam. La información recogida de<br />
estas fuentes se muestra en forma de cúmulos<br />
de puntos en el mapa (figura 1). Esta información se<br />
complementó con referencias bibliográficas para<br />
el estado (Núñez 1984, Espino et al. 1998).<br />
Diversidad y distribución<br />
En el país se tiene registrada la presencia de poco<br />
más de 2 700 especies ícticas, de éstas, para<br />
Colima se han documentado aproximadamente<br />
750 especies. Las que viven en aguas continentales<br />
se pueden considerar marinas, que penetran<br />
a las aguas continentales donde se encuentran<br />
los estuarios, lagunas costeras y los ríos y lagos,<br />
en donde se incluyen los cuerpos de agua lóticos<br />
y lénticos.<br />
En el apéndice 1 se presentan 13 órdenes de<br />
peces, 29 familias, 53 géneros y 66 especies que<br />
habitan las aguas continentales de Colima. La<br />
lista está arreglada sistemáticamente de acuerdo<br />
con Nelson (2006).<br />
422 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Espinosa et al. (1993) y Miller et al. (2005), reportan<br />
para el país aproximadamente 500 especies<br />
de peces continentales y para el estado 60, lo que<br />
equivale a 13.4% del total nacional. Dentro de la<br />
diversidad encontrada la familia más diversa es<br />
la Goodeidae (con ocho especies), seguida por la<br />
Carangidae (seis), Gobiidae (cinco), Gerreidae,<br />
Eleotridae y Poeciliidae (cuatro), mientras que<br />
las restantes 29 familias tienen de tres a una<br />
especie. Los géneros con mayor diversidad son<br />
Poeciliopsis, Allodontichthys y Lutjanus (tres<br />
especies), mientras que los restantes 45 géneros<br />
cuentan con dos y una especie.<br />
En el cuadro 1 se presenta el listado de especies<br />
de peces continentales. Es importante mencionar<br />
que de todas las especies cinco son primarias,<br />
13 secundarias y una vicaria (de origen<br />
marino pero que actualmente habita en aguas<br />
dulceacuícolas). Las 48 restantes son representantes<br />
del componente marino, que penetran o<br />
pasan gran parte de su ciclo de vida en ambientes<br />
dulceacuícolas y estuarino-lagunares. Se<br />
incluyen dos especies que están documentadas<br />
como introducidas (cuadro 1).<br />
CUADRO 1. Sistemas hídricos donde se encuentran los peces dulceacuícolas. ME: marino estuarino, V: vicario,<br />
P: primario, S: secundario. (*): Importancia económica. Especies endémicas: E: para el estado, I: Introducido<br />
y categoría de riesgo de acuerdo a la NOM-059-SEMARNAT-2010.<br />
Especie<br />
Armería<br />
Marabasco<br />
Coahuayana<br />
Lag. Cuyutlán<br />
C.Ecol.,IE<br />
Endemismo<br />
NOM-059-<br />
semarnat-2010<br />
1 Acanthurus xanthopterus • ME<br />
2 Achirus mazatlanus • ME*<br />
3 Trinectes fonsecensis • ME*<br />
4 Albula nemoptera • ME*<br />
5 Ariopsis guatemalensis • ME*<br />
6 Ariopsis seemanni • ME*<br />
7 Oligoplites altus • ME*<br />
8 Caranx vinctus • ME*<br />
9 Caranx hippos • ME*<br />
10 Caran caballus • ME*<br />
11 Selene peruviana • ME<br />
12 Oligoplites saurus • ME*<br />
13 Scartomyzon austrinum • P<br />
14 Centropomus nigresces • ME*<br />
Peces continentales (Actinopterygii)<br />
423
Cuadro 1, continúa<br />
Especie<br />
Armería<br />
Marabasco<br />
Coahuayana<br />
Lag. Cuyutlán<br />
C.Ecol.,IE<br />
Endemismo<br />
NOM-059-<br />
semarnat-2010<br />
15 Centropomus robalito • ME*<br />
16 Chanos chanos • E-I<br />
17 Astyanax aeneus • • P<br />
18 Cichlasoma istlanum • S<br />
19 Oreochromis aureus • S-I*<br />
20 Opisthonema libertate • ME*<br />
21 Algansea aphanea • P E A<br />
22 Notropis boucardi • P E A<br />
23 Dormitator latifrons • E<br />
24 Eleotris picta • E<br />
25 Gobiomorus maculatus • E<br />
26 Gobiomorus polylepis • E<br />
27 Elops affinis • ME<br />
28 Anchoa mundeola • ME<br />
29 Anchovia macrolepidota • ME<br />
30 Gerres cinereus • ME*<br />
31 Diapterus peruvianus • ME*<br />
32 Eucinostomus currani • ME*<br />
33 Eucinostomus argenteus • ME*<br />
34 Evorthodus minutus • • E<br />
35 Sicydium multipunctatum • • E<br />
36 Microgobius miraflorensis • ME<br />
37 Gobionellus microdon • ME<br />
38 Ctenogobius sagittula • ME<br />
39 Illyodon furcidens • • • S* e A<br />
40 Xenotoca eiseni • S* Pr<br />
41 Xenotoca melanosoma • S* P<br />
424 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Cuadro 1, continúa<br />
Especie<br />
Armería<br />
Marabasco<br />
Coahuayana<br />
Lag. Cuyutlán<br />
C.Ecol.,IE<br />
Endemismo<br />
NOM-059-<br />
semarnat-2010<br />
42 Xenotaenia resolanae • S*<br />
43 Zoogonecticus quitzeoensis • S* A<br />
44 Allodontichthys hubbsi • S* E P<br />
45 Allodontichthys tamazulae • S* E P<br />
46 Allodontichthys zonistius • • S* E<br />
47 Haemulopsis leuciscus • ME*<br />
48 Hyporhamphus naos • ME*<br />
49 Ictalurus dugesii • P* A<br />
50 Lutjanus novemfasciatus • ME*<br />
51 Lutjanus argentiventris • ME*<br />
52 Lutjanus colorado • ME*<br />
53 Agonostomus monticola • • V*<br />
54 Mugil cephalus • ME*<br />
55 Mugil curema • ME*<br />
56 Citharichthys gilberti • ME*<br />
57 Etropus peruvianus • ME<br />
58 Poecilia butleri • S* Pr<br />
59 Poeciliopsis baenschi • S*<br />
60 Poeciliopsis infans • S*<br />
61 Poeciliopsis turrubarensis • S*<br />
62 Abudefduf troschelii • ME<br />
63 Pliosteostoma lutipinnis • ME<br />
64 Cynoscion xanthulus • ME*<br />
65 Umbrina xanti • ME*<br />
66 Sphoeroides annulatus • ME*<br />
Peces continentales (Actinopterygii)<br />
425
Por la ubicación geográfica del país, localizado<br />
en el hemisferio norte del continente americano,<br />
hace que se conjuguen una variedad de condiciones<br />
que proveen las características en la distribución<br />
de los peces continentales. Se localiza<br />
entre una zona tropical al sur y una templada al<br />
norte, donde se ha documentado la presencia de<br />
dos zonas biogeográficas: la Neártica y la Neotropical.<br />
El estado se encuentra localizado casi por<br />
completo en la franja Neotropical, sin embargo<br />
la región norte del estado queda embebida en la<br />
región Neártica. La ictiofauna se comporta de<br />
acuerdo con la distribución biogeográfica antes<br />
mencionada, ya que se presentan elementos distintivos<br />
de la fauna Neártica, como las especies<br />
de las familias Cyprinidae, Catostomidae e Ictaluridae.<br />
Dentro de la ictiofauna Neotropical las familias<br />
Poeciliidae, Characidae y Cichlidae tienen representantes<br />
en la parte sur y centro del estado. Sin<br />
embargo, los peces de mayor importancia, por<br />
su endemismo y por ser exclusivos del Eje Volcánico<br />
Transversal, son los de la familia<br />
Goodeidae, considerados como una familia de<br />
transición entre los neárticos y los neotropicales.<br />
Además, sobresale la distribución de un<br />
grupo de especies vicarias y una gran cantidad<br />
de especies de origen marino que pasan casi por<br />
completo su ciclo de vida en ambientes continentales,<br />
como las especies de las familias<br />
Eleotridae, Gobiidae y Ariidae, así como otras<br />
marinas que pasan sólo parte de su ciclo de vida<br />
en las lagunas costeras y esteros mencionadas<br />
en el cuadro 1.<br />
En Colima se reconocen 66 especies de peces<br />
continentales, en las cuales predominan especies<br />
marino-estuarinas con 28.6% (Castro-Aguirre<br />
et al. 1999), de las cuales Miller (2005) incluye<br />
varias denominadas periféricas (peces marinos<br />
que toleran agua salobre), seguidas por las<br />
secundarias (S) 6.9% que toleran ciertos cambios<br />
en cuanto a la salinidad, y por último las primarias<br />
(P) 4.2% o estrictas dulceacuícolas (Espinosa<br />
et al. 1993). Sobre las marino-estuarinas se<br />
ha documentado la ictiofauna que habita la<br />
laguna de Cuyutlán y otros estuarios pequeños<br />
del estado, además de peces que penetran varios<br />
kilómetros tierra adentro y llevan a cabo alguna<br />
parte de su ciclo biológico. Respecto a los peces<br />
primarios y secundarios es importante señalar<br />
que la gran mayoría se encuentran compartidos<br />
con Jalisco.<br />
Al realizar un comparativo de diversidad, endemismos<br />
y especies en riesgo, de los ríos con<br />
registros documentados (cuadro 1), se observó<br />
que la mayor diversidad (20 especies), endemismos<br />
(seis especies) y las especies en riesgo (cuatro<br />
especies), se encuentran en el río Armería,<br />
contra una diversidad de cinco especies en el<br />
Maravasco y seis en el Coahuayana. No hay<br />
endemismos en el Maravasco y sólo una especie<br />
endémica en el Coahuayana es compartida con<br />
el Armería. Las cuatro especies en riesgo para el<br />
estado se localizan en el Armería.<br />
La diversidad es alta en la laguna de Cuyutlán<br />
(43 especies), comparada con el Armería (20<br />
especies), pero cabe mencionar que son dos<br />
cuerpos de agua diferentes en cuanto a condiciones<br />
físicoquímicas y geomorfológicas, ya que<br />
mientras la primera laguna es de tipo estuarino<br />
con predominancia de peces pertenecientes al<br />
componente marino-estuarino, la segunda es<br />
dulceacuícola con peces del componente dulceacuícola.<br />
426 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Importancia<br />
Los peces continentales son un componente<br />
importante de la biodiversidad del estado, su<br />
importancia ecológica radica en que representan<br />
un eslabón crucial en las cadenas tróficas de los<br />
ambientes acuáticos, alimentándose de invertebrados<br />
acuáticos y pequeños vertebrados y<br />
siendo consumidos por aves, algunos anfibios,<br />
reptiles y pequeños mamíferos, así como por<br />
otros peces. Ambas funciones ecológicas son de<br />
suma importancia en la regulación de la energía<br />
en los sistemas acuáticos. Además, debido a su<br />
vulnerabilidad algunas especies de peces pueden<br />
ser indicadores de la condición de un<br />
determinado cuerpo de agua que puede estar afectado<br />
por: contaminación, introducción de especies<br />
exóticas o la extracción de grandes<br />
cantidades de peces con fines alimenticios y<br />
comerciales, rompiendo el equilibrio de los ecosistemas.<br />
La principal importancia económica de los peces<br />
continentales, particularmente de los marino-estuarinos,<br />
es la pesca de subsistencia en las<br />
bocas de los esteros y ríos, como la laguna de<br />
Cuyutlán (cuadro 1). Especies como las mojarras<br />
(familia Gerreidae), los pargos y huachinangos<br />
(familia Lutjanidae), entre otras, son pescadas de<br />
forma comercial. En el caso de los peces secundarios<br />
de las familias Poeciliidae y Goodeidae,<br />
estos son apreciados de forma amplia por acuaristas<br />
y alcanzan precios altos en el mercado.<br />
La importancia cultural de los peces en el estado<br />
se manifiesta principalmente en las zonas costeras,<br />
donde el consumo de pescado es parte de la<br />
dieta y forma de vida de las diferentes comunidades<br />
ribereñas. En las partes media y alta de los<br />
ríos, la diversidad y abundancia de los peces es<br />
baja, así como baja la talla de los ejemplares, por<br />
lo que los pobladores no prestan mayor atención<br />
a este recurso poco visible.<br />
Amenazas y conservación<br />
Las amenazas a la pérdida de diversidad íctica se<br />
deben principalmente al deterioro del hábitat,<br />
por desviación de caudales con fines agrícolas y<br />
domésticos y la incorporación de aguas negras<br />
y residuales a los lechos de los ríos. Otra amenaza<br />
es la introducción de especies exóticas a los cuerpos<br />
de agua del estado, ya que dichas especies<br />
desplazan a las especies nativas. Al realizar este<br />
trabajo aún se pone en duda la presencia de otras<br />
dos especies exóticas invasivas, pero se consignan<br />
esperando que no se puedan establecer.<br />
Estas especies son: Pterygoplichthys disjunctivus,<br />
el plecóstoma rayado y el plecóstoma del Orinoco,<br />
Pterygoplichthys multiradiatus, de la familia<br />
Loricariidae, originaria de América del Sur.<br />
La ictiofauna colimense cuenta con elementos<br />
del componente marino-estuarino, con peces de<br />
origen Neártico y Neotropical, además de peces<br />
exclusivos de la familia Goodeidae, que habitan<br />
en la región del Eje Volcánico Transversal y son<br />
únicos en el mundo. Es importante señalar que<br />
de las 66 especies mencionadas, 10 se encuentran<br />
en la lista de la Norma Oficial Mexicana<br />
sobre especies en categorías de riesgo (semarnat,<br />
2010).<br />
Sólo se conocen seis especies que se distribuyen<br />
de forma exclusiva en Colima. Sin embargo,<br />
como se mencionó con anterioridad, el estado<br />
no ha sido explorado de forma exhaustiva, exis-<br />
Peces continentales (Actinopterygii)<br />
427
tiendo gran probabilidad de encontrar otras<br />
especies aún no descritas o no registradas para la<br />
región. De las especies endémicas dos son primarias<br />
o exclusivas de agua dulce, éstas son<br />
Algansea aphanea y Notropis boucardi, del componente<br />
Neártico. La primera se encuentra en la<br />
nom-059-semarnat-2010 con la categoría amenazada,<br />
pero de acuerdo con Lyons et al. (1998),<br />
ya no se distribuye en el estado; la segunda, también<br />
amenazada, se encontraba mal identificada<br />
ya que fue descrita para el río Balsas y posiblemente<br />
constituya otra especie conocida como<br />
N. nigrotaeniatus, además de que se le ha cambiando<br />
de género en cada revisión del grupo. Las<br />
demás especies endémicas son Illyodon xantusi,<br />
Allodontichthys hubbsi (en peligro), Allodontichthys<br />
tamazulae (en peligro) y A. zonistius, las cuales<br />
pertenecen a la única familia endémica de<br />
México (Goodeidae), misma que se encuentra<br />
distribuida a lo largo y ancho del Eje Volcánico<br />
Transversal, de la cual forma parte del estado.<br />
FIGURA 3. Ejemplar de Xenotoca melanosoma<br />
(Goodeidae), en peligro según la NOM-059-SEMARNAT-2010,<br />
en la CNPE. Foto: Héctor Espinosa Pérez.<br />
embargo, probablemente estas características<br />
han contribuido a que de las 20 especies completamente<br />
dulceacuícolas continentales, del<br />
país seis de ellas sean endémicas al estado.<br />
Aunque la poca representatividad de peces continentales<br />
podría deberse, en parte, a lo reducido<br />
del territorio y sus cuerpos de agua, es necesario<br />
hacer énfasis en la necesidad de exploración de<br />
los cuerpos de agua dulce del estado, hasta ahora<br />
limitada por la falta de apoyo a la comunidad<br />
científica.<br />
FIGURA 2. Ilyodon xantusi (Goodeidae), amenazada<br />
según la NOM-059-SEMARNAT-2010. Foto: Héctor<br />
Espinosa Pérez.<br />
La poca representatividad de las especies completamente<br />
dulceacuícolas resulta extraña si se<br />
considera que su posición geográfica incluye al<br />
Eje Volcánico Transversal y la zona de intersección<br />
de la fauna Neártica y Neotropical; sin<br />
El deterioro del hábitat es la principal causa del<br />
estatus de riesgo al que han sido asignadas las<br />
10 especies de peces continentales, en la<br />
nom-059-semarnat-2010 (figura 2, 3 y 4). Este<br />
es resultado de la pérdida de los cuerpos de agua<br />
por desviación de su curso con fines agrícolas y<br />
domésticos, y la incorporación de aguas negras y<br />
residuales a los lechos de los ríos. Otra amenaza<br />
es la introducción de especies exóticas a los cuerpos<br />
de agua de la entidad, ya que dichas especies<br />
desplazan a las especies nativas. Aunque sólo se<br />
ha registrado una especie introducida en agua<br />
dulce, ésta se ha diseminado a lo largo y ancho<br />
428 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Purificación, Cihuatlán, Armería-Ayuquila,<br />
Coahuayana, Ameca, Manantlán y San Pedro,<br />
más algunos arroyos. Finalmente, la región<br />
terrestre prioritaria conocida como Manantlán-<br />
Volcán de Colima comprende el norte del estado.<br />
También por otro lado se encuentra el Parque<br />
Nacional del Nevado de Colima.<br />
FIGURA 4. Ejemplar de Zoogoneticus quitzeoensis,<br />
amenazada de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010,<br />
en la CNPE. Foto: Héctor Espinosa Pérez.<br />
del estado y podría estar afectando a la fauna<br />
nativa. Es posible también que existan otras<br />
introducciones no detectadas en éste y otros<br />
estudios.<br />
Aunque no se tienen acciones específicas para<br />
la protección del grupo de los peces continentales,<br />
debe mencionarse que existen los mecanismos<br />
en la legislación mexicana para su<br />
protección. La nom-059-semarnat-2010 es<br />
una medida, la cual protege a las especies nativas<br />
en riesgo. En el apéndice 2 se presentan las<br />
especies del estado que se encuentran en dicha<br />
lista de especies en riesgo.<br />
La conabio ha desarrollado la clasificación de<br />
áreas terrestres, marinas e hidrológicas continentales,<br />
prioritarias para el estudio y conservación,<br />
de las cuales para el estado se pueden<br />
mencionar entre las marinas la región de Cuyutlán-Chupadero,<br />
que incluye la laguna de Cuyutlán,<br />
y la región de Punta Graham-El Carrizal, incluyendo<br />
la zona de humedales del noroeste del<br />
estado. La región hidrológica prioritaria de los<br />
ríos Purificación-Armería incluye las presas San<br />
Agustín y del Mojo, laguna de Cuyutlán, los ríos<br />
Conclusiones<br />
Colima, siendo la tercera entidad con la menor<br />
extensión territorial, posee una ictiofauna continental<br />
considerable, debido a su distribución<br />
geográfica. Su posición, orografía e hidrografía<br />
accidentada, así como su influencia de la costa<br />
oriental al océano Pacífico, permite la presencia<br />
de una importante diversidad de especies que<br />
pueden aumentar en futuros estudios. Aunque<br />
parece que la ictiofauna de la entidad está bien<br />
conocida, se considera pertinente realizar estudios<br />
con enfoques y técnicas modernas para<br />
determinar la existencia de nuevas especies, particularmente<br />
en los afluentes que nutren a los<br />
principales ríos de la entidad. Además, el estado<br />
no ha sido explorado en todo su potencial, en<br />
cuanto a peces se refiere, ya que grandes extensiones<br />
de su territorio son poco conocidas, entre<br />
estos lugares se encuentra toda la región sur<br />
oriental, donde existe un vacío de información.<br />
Los estudios de peces continentales son importantes<br />
para conocer y conservar la diversidad de<br />
ictiofauna de Colima.<br />
Agradecimientos<br />
A Miguel Ortega y a los editores del libro por la<br />
invitación a colaborar en el presente estudio, por<br />
Peces continentales (Actinopterygii)<br />
429
este medio se otorgan los créditos a la base de<br />
datos neodat, a la Red Mundial de Información<br />
sobre Biodiversidad (remib) y a la Unidad de<br />
Informática para la Biodiversidad (unibio) por<br />
la información para la elaboración del mapa de<br />
referencia. A Ch. Lambarri Martínez y E. Villalobos<br />
Segura por su ayuda en el procesamiento<br />
de las imágenes.<br />
Referencias<br />
Castro-Aguirre, J.L., H. Espinosa P. y J.J. Schmitter-<br />
Soto. 1999. Ictiofauna estuarina, lagunar y vicaria<br />
de México. Editorial Limusa-Noriega. México.<br />
Espino, B.E., M. Cruz-Romero, A. García-Boa et al.<br />
1998. Catálogo de especies de menor valor comercial<br />
capturadas en la costa de Colima. Secretaría de Medio<br />
Ambiente y Recursos Naturales (semarnat-inp)/<br />
Centro Regional de Investigación Pesquera de<br />
Manzanillo (crip-Manzanillo). México.<br />
Espinosa, P.H., P. Fuentes y M.T. Gaspar-Dillanes.<br />
1993. Peces dulceacuícolas mexicanos. En: Listado<br />
faunístico III. Instituto de Biología (ibunam)/Universidad<br />
Nacional Autónoma México (unam).<br />
Lannkford, R.R. 1977. Coastal lagoons of Mexico<br />
their origin and classification. En: Estuarine process.<br />
M. Wiley (ed.). Academic Press, Nueva York,<br />
pp. 182-215.<br />
Lyons, J., G. González, E. Soto-Galera y M. Guzmán-Arroyo.<br />
1998. Decline of freshwater fish and fisheries<br />
in selected drainages of west-central México.<br />
Management, American Fisheries Society 23:10-18.<br />
Miller, R.R., W.L. Minckley y S.T. Norris. 2005. Freshwater<br />
fishes of México. The University of Chicago<br />
Press. Chicago.<br />
Nelson, J.S. 2006. Fishes of the World. 4 a ed. John Wiley<br />
and Sons. Nueva York.<br />
neodat. neo Database for health topics. En: , última consulta: 14 de julio de<br />
2015.<br />
Núñez, M.C.E. 1984. Estudio ictiológico de la laguna<br />
de Cuyutlán, Colima, México. Características ambientales<br />
y poblacionales. Tesis de maestría en ciencias<br />
del mar, unam, México.<br />
remib. Red Mundial de Información sobre Biodiversidad.<br />
2009. conabio. En: , última consulta: 14 de julio de 2015.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
Tamayo, J.L. 1949. Atlas geográfico de México. México,<br />
D.F.<br />
unibio. Unidad de Informática para la Biodiversidad.<br />
ibunam/unam. En: , última consulta: 14 de juliio de 2015.<br />
430 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Anfibios<br />
y reptiles<br />
(Amphibia y Reptilia)<br />
Andrés García<br />
Gustavo Casas-Andreu<br />
R. Martínez-Ortega<br />
Óscar Ávila-López<br />
Descripción<br />
Los anfibios y reptiles son vertebrados que constituyen el objeto de estudio<br />
de la rama de la zoología conocida como herpetología (del griego<br />
herpeton: reptar, y logos: estudio), o “el estudio de los animales que reptan”<br />
(Pough et al. 2003, Vitt y Caldwell, 2008). Los anfibios se pueden<br />
identificar por las siguientes características: poseer una piel lisa y por lo<br />
general húmeda, tener tres tipos de respiración (pulmonar, cutánea y<br />
faríngea), reproducción por medio de huevos sin cáscara limitada por la<br />
disponibilidad del agua (Pough et al. 2003, 2004). En este grupo se incluyen<br />
a los sapos, ranas, salamandras y las cecilias. Los reptiles poseen las<br />
siguientes características: un cuerpo cubierto de escamas, fecundación<br />
interna y reproducción por medio de huevos; este grupo incluye a los<br />
cocodrilos, tortugas y lagartijas.<br />
Estos dos grupos de animales habitan medios terrestres, acuáticos y<br />
marinos, por sus diversas formas, tamaños y formas de vida; son más<br />
diversos incluso que aves y mamíferos. Se estima que en el mundo existen<br />
por lo menos 8 734 especies de reptiles (Uetz 2015) y 7 391 de anfibios<br />
(gaa 2015), por lo que en conjunto suman más de 14 158 especies, muy<br />
por arriba de las 10 000 de aves (LePage 2015) y las 5 418 de mamíferos<br />
(Wilson y Reeder 2005).<br />
Si bien los reptiles y anfibios están agrupados dentro de la herpetología, las<br />
características morfológicas, funcionales, ciclos de vida y comportamiento<br />
difieren entre ambos grupos (Pough et al. 2003, 2004, Vitt y<br />
García, A., G. Casas-Andreu, R. Martínez-Ortega y O. Ávila-López. 2016. Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia).<br />
En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 431-441.<br />
431
Caldwell 2008). A diferencia de las aves y los<br />
mamíferos, que pueden mantener de manera<br />
constante sus cuerpos calientes a través de procesos<br />
químicos derivados de la ingesta de alimentos,<br />
los reptiles y anfibios requieren del sol o de<br />
cierta temperatura ambiental para realizar sus<br />
actividades. Otra diferencia importante con respecto<br />
a las aves y mamíferos es el tamaño relativamente<br />
pequeño de las especies de herpetofauna,<br />
por ejemplo, la gran mayoría de las lagartijas,<br />
ranas y salamandras no pesan más de 20 gramos<br />
(Pough et al. 2003, Vitt y Caldwell 2008).<br />
Diversidad y distribución<br />
México es considerado un país megadiverso, ya<br />
que contiene casi 10% del total de las especies de<br />
plantas y animales que existen en el mundo. El<br />
país registra 804 especies de reptiles, por lo que<br />
ocupa el segundo lugar a nivel mundial entre los<br />
países con mayor riqueza, sólo está después<br />
de Australia. Por otra parte, las 361 especies de<br />
anfibios lo ubican en el cuarto lugar mundial en<br />
riqueza de este grupo (Flores-Villela y Canseco-<br />
Márquez 2004, Ochoa-Ochoa y Flores-Villela<br />
2006).<br />
A pesar de que la herpetofauna del estado ha sido<br />
inventariada desde hace casi un siglo (Oliver 1937,<br />
Duellman 1958, Painter 1976), se le considera una<br />
de las menos estudiadas en México (Flores-Villela<br />
y Gerez 1994). Un análisis reciente del número de<br />
especímenes de reptiles y anfibios recolectados en<br />
Colima, e incluidos en los museos nacionales e<br />
internacionales, ubica a esta entidad como una de<br />
las que tienen la menor cantidad de recolectas del<br />
país, pero como uno de los estados con el mayor<br />
número de registros por unidad de área (debido a<br />
su pequeña superficie) (Ochoa-Ochoa y Flores-<br />
Villela 2006). Muchas de estas recolectas o registros<br />
se localizan en áreas cercanas a los principales<br />
poblados y ciudades del estado, especialmente a lo<br />
largo de los caminos, carreteras principales y vías<br />
férreas (García 2005, Martínez-Ortega 2005,<br />
Reyes-Velasco et al. 2009), lo que hace evidente la<br />
falta de inventarios adecuados en muchas regiones<br />
del estado. Las compilaciones más recientes<br />
de la herpetofauna colimense registraban entre<br />
124 y 129 especies de reptiles y anfibios (García<br />
2005, Martínez-Ortega 2005, Ochoa-Ochoa y<br />
Flores-Villela 2006).<br />
Con base en los resultados de recolectas de campo,<br />
revisión de la literatura y registros de varias<br />
colecciones nacionales e internacionales, este<br />
estudio estima que en la actualidad la herpetofauna<br />
colimense comprende por lo menos 152<br />
especies, 117 de reptiles y 35 de anfibios (cuadro<br />
1), incluyendo varias especies de nuevo registro<br />
para el estado (Reyes-Velasco et al. 2009, 2010).<br />
Sin embargo, con el continuo crecimiento de los<br />
inventarios se espera que los números de registros<br />
y especies aumenten significativamente.<br />
Las 152 especies que conforman la herpetofauna<br />
colimense representan 13% del total nacional<br />
(1 165), que corresponden a 15% de los reptiles y 10%<br />
de los anfibios (Flores-Villela y Canseco-Márquez<br />
2004, Ochoa-Ochoa y Flores-Villela 2006). Estos<br />
porcentajes cobran especial relevancia si tomamos<br />
en cuenta que Colima representa sólo 0.3%<br />
de la superficie total nacional (inegi 2003).<br />
La herpetofauna de Colima incluye tres órdenes,<br />
25 familias y 72 géneros de reptiles; y tres órdenes,<br />
11 familias y 22 géneros de anfibios (cuadro<br />
1 y apéndice 1).<br />
432 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 1. Lagarto<br />
cornudo gigante<br />
(Phrynosoma asio). Foto:<br />
Enrique Ramírez García.<br />
Las familias más diversas de reptiles en el estado<br />
son: Colubridae (26 especies), Dipsadidae (19),<br />
Phrynosomatidae (14) (figura 1), Viperidae (8) y<br />
Teiidae (6), mientras que los géneros más diversos<br />
son Sceloporus (10 especies) (figura 2),<br />
Aspidoscelis (5) y Crotalus (6). En los anfibios, las<br />
familias más diversas del estado son Hylidae (11<br />
especies) (figura 3a, b y c), Eleutherodactylus (8),<br />
Bufonidae (5) y Ranidae (4), mientras que los<br />
géneros más diversos son Craugastor, Lithobates<br />
y Syrrhophus (todos con cuatro especies) y<br />
Ollotis (3).<br />
FIGURA 2. Lagartija<br />
escamosa de hocico<br />
negro (Sceloporus<br />
melanorhinus). Foto:<br />
Enrique Ramírez García.<br />
Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />
433
a)<br />
FIGURA 3. a) rana de rbol de tierras bajas (Smilisca<br />
fodiens) b), rana de rbol meicana (Smilisca baudinii);<br />
c), rana de rbol cabea de pala (Diaglena spatulata).<br />
Fotos: Enrique Ramírez García.<br />
b)<br />
c)<br />
En Colima se registran 80 especies de herpetofauna<br />
endémica de México que equivalen a 12%<br />
del total nacional (Ochoa-Ochoa y Flores-Villela<br />
2006). La herpetofauna endémica registrada en<br />
Colima incluye 58 especies de reptiles y 22 de<br />
anfibios, de las cuales 13 son de distribución geográfica<br />
restringida o microendémica (menor a los<br />
5 000 km 2 ) e incluyen 11 especies de reptiles y dos<br />
de anfibios (cuadro 1) (Ceballos et al. 2009). Cabe<br />
mencionar a tres especies insulares que son<br />
exclusivas de Colima, dos lagartijas (Urosaurus<br />
auricularis y U. clarionensis) y una serpiente<br />
(Masticophis anthony), la primera de la isla Socorro<br />
y las dos restantes de la isla Clarión. Este estudio<br />
registra un número significativamente mayor<br />
de especies endémicas de reptiles y anfibios, respecto<br />
a las 50 especies anteriormente registradas<br />
para el estado (Flores-Villela y Gerez 1994).<br />
La gran diversidad de especies de reptiles y anfibios<br />
en México no se encuentra homogéneamente<br />
distribuida; existen dos regiones que<br />
sobresalen por albergar a más de un tercio del<br />
número total de especies y endemismos, éstas<br />
son: a) la región de las tierras altas frías, que<br />
incluye la Meseta Central, el sur de la Sierra<br />
Madre Oriental y la Faja Volcánica Transmexicana,<br />
y b) la región de las tierras bajas tropicales<br />
de la costa del Pacífico mexicano, que incluye la<br />
costa del Pacífico, la cuenca del Balsas y la Depresión<br />
Central de Chiapas (Flores-Villela 1993, Flores-Villela<br />
y Goyenechea 2003, García 2006,<br />
Ochoa-Ochoa y Flores-Villela 2006). Por otra<br />
parte, las regiones de menor riqueza de especies<br />
son las tierras altas y subhúmedas extratropicales,<br />
la Sierra Madre Occidental, las partes más<br />
altas de la Sierra Madre Oriental, el centro y este<br />
de Nuevo León y Tamaulipas (Flores-Villela<br />
1993).<br />
434 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 4. Distribución potencial de la diversidad de especies de reptiles y anfibios. Fuente: elaboración propia.<br />
Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />
435
La distribución de la herpetofauna colimense<br />
muestra una marcada regionalización con respecto<br />
a los principales tipos de vegetación presentes<br />
en el estado, los cuales incluyen: bosques<br />
de coníferas, bosques de encino, bosque mesófilo<br />
de montaña, bosque tropical subcaducifolio,<br />
bosque tropical seco y vegetación acuática (Flores-Villela<br />
y Gerez 1994, García 2005, Martínez-Ortega<br />
2005). Los bosques tropicales secos<br />
de Colima registran más de 70% de las especies<br />
de anfibios y reptiles de la entidad (García 2005,<br />
Martínez-Ortega 2005). Sin embargo, varias<br />
especies tienen amplia distribución altitudinal y<br />
9% del total se registran dentro de un solo tipo<br />
de vegetación. Entre estas especies se pueden<br />
citar como ejemplos a: Plestiodon brevirostris,<br />
Scelioporus grammicus y Storeira storeroides<br />
(García 2005, Martínez-Ortega 2005).<br />
Dos estudios recientes en los que se emplea el<br />
modelado ecológico para determinar los patrones<br />
de distribución potencial de los reptiles y<br />
anfibios de Colima, sugieren que las áreas de<br />
mayor riqueza y endemismos son aquellas localizadas<br />
en la regiones norte y oeste del estado, a<br />
lo largo de la frontera con Jalisco, desde las partes<br />
altas hasta la costa (figura 4) (García 2005,<br />
Vázquez-Campos 2006).<br />
Como ya se mencionó, en Colima se registran 80<br />
especies endémicas de México, lo que indica que<br />
el endemismo de la herpetofauna en el estado es<br />
de 54%; 51% para reptiles y 64% para anfibios<br />
(cuadro 1 y apéndice 1). Con respecto a las especies<br />
de la herpetofauna colimense incluidas dentro<br />
de alguna categoría de riesgo de acuerdo a la<br />
nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010), se<br />
registran 69 especies (43% del total del estado), las<br />
cuales incluyen 12 anfibios y 57 reptiles (47 y 32%,<br />
respectivamente (apéndice 1). No existen datos<br />
históricos sobre tendencias poblacionales de las<br />
especies en el estado, con excepción probable-<br />
CUADRO 1. iquea y estado de conservación de la herpetoauna. Fuente: elaboración propia.<br />
Clase Orden /<br />
Familias Especies End. Riesgo Micro<br />
%<br />
%<br />
% Micro<br />
Suborden<br />
End.<br />
End.<br />
Riesgo<br />
End.<br />
Amphibia Anura 8 32 20 8 2 63 25 6<br />
Caudata 2 2 2 2 0 100 100 0<br />
Gymnophiona 1 1 0 1 0 0 100 0<br />
Subtotal<br />
Amphibia<br />
11 35 22 11 2 63 31 6<br />
Reptilia Crocodylia 1 2 0 2 0 0 100 0<br />
Sauria 11 42 24 16 4 57 38 10<br />
Serpentes 7 65 32 29 7 49 45 11<br />
Testudines 4 8 3 8 0 38 100 0<br />
Subtotal Reptilia 23 117 59 55 11 50 47 9<br />
Total herpetofauna 34 152 81 66 13 53 43 9<br />
436 DIVERSIDAD DE ESPECIES
mente de las tres especies de tortugas marinas que<br />
anidan en las costas de Colima. Para el caso de la<br />
tortuga golfina (Lepidochelys olivacea), se observa<br />
una recuperación de su población reproductora,<br />
debido principalmente a los esfuerzos de conservación<br />
realizados en varios años por los programas<br />
de protección del Centro de Conservación de<br />
Tortuga Marina y Desarrollo Costero El Chupadero<br />
y del Centro Ecológico de Cuyutlán, El Tortugario.<br />
Lamentablemente no puede decirse lo<br />
mismo de la tortuga prieta (Chelonia agassizi) y<br />
de la laúd (Dermochelys coriacea), para las cuales<br />
ha disminuido el registro de hembras anidadoras,<br />
sobre todo en la laúd (ine 1999, semarnat-<br />
Colima 2004). Si bien no existen inventarios<br />
actuales publicados sobre las poblaciones de Crocodylus<br />
acutus en el estado, se conocen algunos<br />
censos poblacionales recientes en las lagunas de<br />
Cuyutlán, Amela y Alcozahue, donde se ha comprobado<br />
que existen poblaciones viables de esta<br />
especie.<br />
Importancia<br />
La importancia ecológica de los reptiles y anfibios<br />
de Colima incluye el control de plagas de insectos,<br />
ya que todos los anfibios y casi todas las lagartijas<br />
son insectívoras. Los reptiles y anfibios son una<br />
fuente muy importante de alimento para otras<br />
especies de vertebrados, en particular las larvas<br />
de los anfibios tienen un impacto sustancial en el<br />
ciclo de nutrientes y las cadenas tróficas (Pough et<br />
al. 2003, Vitt y Caldwell 2008). En el caso específico<br />
de los humedales presentes en el estado, los<br />
reptiles y anfibios tienen gran importancia en el<br />
transporte de nutrientes entre el medio acuático y<br />
terrestre, como en el caso de las especies de cocodrilos<br />
que consumen presas y viven en ambos<br />
ambientes. Por otro lado, debido a la sensibilidad<br />
de los anfibios a los cambios en el ambiente, estas<br />
especies pueden ser utilizadas como bioindicadores<br />
(importancia ecológica y económica) del<br />
estado de los ecosistemas (Blaustein y Kiesecker<br />
2002, Stuart et al. 2004).<br />
En el aspecto económico la herpetofauna ha<br />
tenido impacto en el estado como fuente de alimento,<br />
materia prima para la industria peletera<br />
y como un factor de salud pública (Sanchez et al.<br />
2011). Como fuentes de alimento podríamos<br />
mencionar a la iguana verde (Iguana iguana) y el<br />
garrobo (Ctenosaura pectinata), así como a las<br />
tres especies de tortuga marina que anidan en el<br />
estado. Todas estas especies, junto con el cocodrilo<br />
de río (Crocodylus acutus) tuvieron en el<br />
pasado una fuerte participación dentro de la<br />
industria peletera (Jiménez-Quiroz y Barr 2006).<br />
Un caso especial son las tortugas marinas y el<br />
cocodrilo, que se han utilizado como atracción<br />
dentro de programas de ecoturismo y educación<br />
ambiental, como es el caso del Centro Ecológico<br />
de Cuyutlán. Potencialmente, varias especies de<br />
lagartijas, sapos, ranas, tortugas y serpientes,<br />
pueden tener importancia económica como<br />
mascotas dentro del estado y la región. El interés<br />
por estos organismos va en aumento a nivel<br />
nacional e internacional.<br />
En el estado hay nueve especies de reptiles venenosos<br />
que incluyen la serpiente marina (Pelamis<br />
platurus), el escorpión (Heloderma horridum)<br />
(figura 5), dos coralillos (Micrurus spp.) y cinco<br />
especies de víbora (de los géneros Agkistrodon<br />
y Crotalus). Estas especies, a excepción de la<br />
marina, pueden ser un problema de salud<br />
pública, especialmente en zonas rurales, donde<br />
la posibilidad de que un humano sea mordido es<br />
Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />
437
alta y probablemente los servicios médicos no<br />
son los adecuados para atender este tipo de<br />
emergencias. Desafortunadamente no se cuenta<br />
con información acerca de la incidencia de mordeduras<br />
de estas especies en el estado.<br />
Amenazas y conservación<br />
Al igual que otros grupos de vertebrados, los<br />
reptiles y anfibios son vulnerables a las perturbaciones<br />
naturales y a las generadas por los<br />
humanos, como actividades agrícolas, urbanas,<br />
forestales, turísticas y de servicios e infraestructura,<br />
además de la contaminación y del tráfico<br />
ilegal de fauna (Flores-Villela y Gerez 1994, García<br />
2005, 2006).<br />
Sin embargo, estos grupos de organismos se<br />
consideran particularmente susceptibles a los<br />
cambios ambientales, debido a su tamaño corporal,<br />
tipo de reproducción, capacidad relativamente<br />
reducida de desplazarse largas distancias,<br />
limitado rango de distribución geográfica de<br />
muchas de sus especies y distribución concentrada<br />
hacia las zonas tropicales del mundo. En el<br />
caso particular de los anfibios, cabe señalar que<br />
actualmente se ha registrado la reducción e<br />
incluso la desaparición (en algunas especies) de<br />
varias poblaciones en diversos lugares en el<br />
mundo, entre los que se incluyen lugares en buen<br />
estado de conservación, sin existir razones aparentes<br />
para que dicha extinción o reducción ocurran<br />
(Blaustein y Kiesecker 2002, Gardner 2001,<br />
Stuart et al. 2004).<br />
FIGURA 5. Lagarto de chaquira (Heloderma horridum). Foto: Enrique Ramírez García.<br />
438 DIVERSIDAD DE ESPECIES
En Colima las actividades productivas que más<br />
se han expandido durante los últimos 35 años<br />
son la agricultura de temporal, los cultivos permanentes<br />
y los pastizales inducidos, lo cual ha<br />
provocado la rápida reducción de la cobertura<br />
vegetal natural del estado (Flores-Villela y Gerez<br />
1994, Cuevas-Arellano 2002). Sin lugar a dudas<br />
el rápido crecimiento de la ciudad de Colima, y<br />
de otros centros de población, están ejerciendo<br />
una creciente presión sobre las áreas naturales y<br />
las especies de reptiles y anfibios que habitan el<br />
estado.<br />
Cabe destacar que un estudio reciente sobre<br />
las percepciones del público en Colima hacia las<br />
especies de reptiles y anfibios, reveló que aún<br />
existen falsas creencias acerca de la peligrosidad<br />
de estos organismos. Se les considera un tanto<br />
repugnantes, casi todos venenosos y no se consideran<br />
candidatos aptos para desarrollar campañas<br />
para su conservación, con la excepción de las<br />
tortugas marinas, los cocodrilos y las iguanas<br />
(Hernández-Ortiz 2006).<br />
Conclusiones<br />
Se requiere llevar a cabo esfuerzos serios para<br />
informar al público en general sobre la importancia<br />
ecológica y económica de los reptiles y<br />
anfibios de la región, y de esta manera dimensionar<br />
su importancia. Desafortunadamente las<br />
creencias erróneas y el desconocimiento de los<br />
anfibios y reptiles constituyen un obstáculo a<br />
vencer para lograr la participación social en su<br />
conservación, a largo plazo.<br />
También es necesario estimular la implementación<br />
de proyectos productivos que incluyan<br />
especies de la herpetofauna, ya sea a través del<br />
ecoturismo o del manejo sostenible de sus poblaciones,<br />
como es el caso de las Unidades de<br />
Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre<br />
propuestas por la semarnat.<br />
La creación de nuevas áreas naturales protegidas<br />
(anp) es otra de las acciones necesarias para la<br />
protección de la herpetofauna. Si bien en Colima<br />
existen algunas anp (Parque Nacional Nevado<br />
de Colima, las áreas de protección forestal y<br />
refugio de la fauna silvestre El Jabalí y Las Huertas,<br />
la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán,<br />
y las áreas de protección de flora y fauna,<br />
playas Volantín-Tepalcates y Chupadero-Boca de<br />
Apiza), éstas no son suficientes, ya que sólo protegen<br />
áreas boscosas y de playa y muy poco bosque<br />
tropical seco.<br />
Se considera que existen áreas a lo largo de la<br />
frontera Colima-Jalisco, y otras al norte del<br />
estado (figura 4), que deben ser protegidas. El<br />
alto grado de endemismo (54%) y de riesgo<br />
(43%), registrados entre las especies de la herpetofauna<br />
colimense, obliga a dar prioridad a la<br />
conservación de este grupo y de los ambientes<br />
que habitan.<br />
Las consecuencias del cambio global en la protección<br />
de las poblaciones y especies de la herpetofauna<br />
de Colima deben ser estudiadas. Las<br />
actuales tendencias de la transformación del<br />
hábitat, así como las predicciones del cambio climático,<br />
tendrán un efecto negativo en la calidad<br />
de los servicios naturales, la integridad y la<br />
conectividad de los corredores biológicos, interrumpiendo<br />
el flujo genético de las poblaciones<br />
cuya viabilidad podría reducirse en el corto<br />
plazo.<br />
Anfibios y reptiles (Amphibia y Reptilia)<br />
439
Es necesario continuar el inventario y exploración<br />
de diversas áreas en la entidad, aprovechando<br />
la mayor accesibilidad a zonas a través<br />
de la accidentada topografía de Colima y el buen<br />
estado de conservación de gran parte de los<br />
ambientes en la región.<br />
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LAS ISLAS MEXICANAS Y SUS TESOROS:<br />
LA CULEBRA NOCTURNA DE ISLA CLARIÓN<br />
Juan E. Martínez-Gómez I Gustavo Aguirre-León<br />
Juan A. Cervantes-Pasqualli I Daniel Mulcahy I George Zug<br />
Antecedentes<br />
El archipiélago de Revillagigedo es un grupo<br />
remoto de islas –Socorro, San Benedicto, Clarión<br />
e islote Roca Partida–, ubicadas a una distancia<br />
entre 700 y 1 100 km de la costa de Colima.<br />
Estas islas son el hábitat de un importante<br />
número de fauna y flora endémica; es decir, que<br />
sólo se encuentran en estas islas. De las islas que<br />
forman este archipiélago, Clarión es la más<br />
lejana de Colima, localizada a unos 1 100 km de<br />
la costa (Brattstrom 1990).<br />
El naturalista estadounidense William Beebe<br />
visitó isla Clarión en 1936, y una noche colectó<br />
un ejemplar de una culebra muy distinta a las<br />
que había observado durante sus caminatas<br />
diurnas. A su regreso a Nueva York depositó el<br />
especimen en el Museo Americano de Historia<br />
Natural sin que se le asignara en ese momento<br />
una clasificación taxonómica (Beebe 1938);<br />
posteriormente, la culebra fue descrita y clasificada<br />
por Wilmer Tanner, en 1944, como<br />
Hypsiglena ochrorhyncha unaocularus, una<br />
subespecie endémica de isla Clarión (Tanner<br />
1946).<br />
Desde que fue descubierta, en 1936, esta culebra<br />
no fue observada por ningún visitante de la<br />
isla, incluso en 1953 el científico Bayard Brattstrom<br />
realizó una expedición a Clarión, la buscó<br />
durante tres noches sin encontrarla. A partir de<br />
este resultado negativo se asumió que el registro<br />
de Beebe había sido un error al etiquetar las<br />
colectas y así, la especie fue borrada y olvidada<br />
por la ciencia (Brattstrom 1955).<br />
Redescubrimiento<br />
Desde la década de los setentas, isla Clarión es<br />
habitada de forma permanente por grupos de<br />
marinos mexicanos y visitada frecuentemente<br />
por académicos e investigadores, como Méndez-<br />
Guardado, quien la exploró en 2001; sin embargo,<br />
la única especie observada en la isla ha sido la<br />
culebra diurna-chirriadora de Clarión, Masticophys<br />
anthonyi (Zug 2013).<br />
A pesar de que la existencia de Hypsiglena<br />
ochrorhyncha unaocularus fue descartada por<br />
completo, Daniel Mulcahy, herpetólogo evolutivo<br />
del Museo Nacional de Historia Natural del<br />
Instituto Smithsoniano y especialista en culebras<br />
nocturnas del género Hypsiglena, no estaba<br />
conforme con la decisión tomada por Brattstrom.<br />
Con el fin de eliminar toda duda, Mulcahy<br />
se puso en contacto con Juan Martínez, investi-<br />
442<br />
Martínez-Gómez, J.E., G. Aguirre-León, J.A. Cervantes-Pasqualli, D. G. Mulcahy y G.R. Zug. 2016. Las islas mexicanas y sus<br />
tesoros: la culebra nocturna de isla Clarión. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 442-444.
gador del Instituto de Ecología, A.C., experto en<br />
especies endémicas en peligro de extinción y en<br />
el archipiélago de Revillagigedo.<br />
Ambos hicieron un estudio minucioso de las<br />
notas y publicaciones de Beebe (1936), que daban<br />
detalle del momento en que encontró a la culebra<br />
nocturna y su descripción aparentemente<br />
inequívoca. Además, se observó que el único<br />
espécimen colectado tenía características que las<br />
diferentes subespecies de culebras nocturnas del<br />
género no poseen. Esto motivó a los investigadores<br />
a hacer un nuevo esfuerzo para buscar a esta<br />
serpiente. Se reunió un grupo científico conformado<br />
por herpetólogos especialistas, expertos<br />
observadores en especies endémicas en peligro<br />
de extinción y un observador de la Secretaría de<br />
Marina. Durante una exploración científica realizada<br />
de mayo a junio de 2013, el grupo científico<br />
logró observar y registrar a esta culebra<br />
nocturna. Los análisis genéticos realizados confirmaron,<br />
que en realidad es una nueva especie de<br />
culebra nocturna Hypsiglena unaocularus (Mulcahy<br />
et al. 2014).<br />
Amenazas<br />
Las amenazas potenciales para esta especie de<br />
serpiente son: la perturbación del hábitat, específicamente<br />
si los lechos rocosos donde habita<br />
fuesen alterados; el calentamiento global, si ocurren<br />
tormentas más severas que afecten su fenología<br />
poblacional; las enfermedades infecciosas,<br />
que pudieran transmitir los reptiles introducidos<br />
y la presencia de otras especies exóticas<br />
introducidas por los humanos que consiguieran<br />
FIGURA 1. ndividuo de la nueva especie de culebra nocturna, Hypsiglena unaocularus, descubierta en isla<br />
Clarión. Foto: Juan E. Martínez Gómez.<br />
Ramírez-Ruiz, J.J. y M. Bretón González. 2015. Fisiografía y geología. En: La biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 10-15. Las islas mexicanas y sus tesoros: la culebra nocturna de Isla Clarión 443
alterar su hábitat o depredarlas, entre otras causas.<br />
Los ecosistemas insulares son sumamente<br />
vulnerables a las perturbaciones del ambiente y<br />
se debe promover la cooperación interinstitucional<br />
para salvar los tesoros biológicos que albergan<br />
las islas mexicanas.<br />
protección que recibe actualmente bajo las figuras<br />
de reserva de la biosfera, sitio ramsar y área<br />
de importancia para la conservación de las aves.<br />
Actualmente, un grupo amplio de instituciones<br />
y especialistas ha propuesto esta región para ser<br />
considerada como patrimonio natural por la<br />
unesco.<br />
Distribución original<br />
Utilizando una técnica de reloj molecular se<br />
puede inferir que la culebra nocturna de Clarión<br />
colonizó la isla hace un millón de años, aproximadamente.<br />
Los análisis del ADN de la culebra insular,<br />
y el de las culebras nocturnas del noroeste de<br />
México (Mulcahy 2008), permiten sugerir que<br />
está relacionada con culebras nocturnas que habitan<br />
en Sonora y en la isla Santa Catalina, a más de<br />
800 kilómetros de distancia de Clarión (Mulcahy<br />
et al. 2014). Considerando la distribución del<br />
género Hypsiglena y la información genética, es<br />
muy probable que las primeras culebras nocturnas<br />
llegaran a isla Clarión viajando en un tronco a<br />
la deriva (Mulcahy et al. 2014).<br />
Conclusiones<br />
Referencias<br />
Beebe, W. 1938. Zaca Venture. Harcourt Brace and<br />
Company, New York.<br />
Brattstrom, B.H. 1955. Notes on the herpetology<br />
of the Revillagigedo islands, Mexico. American<br />
Midland Naturalist 54:219-229.<br />
——— . 1990. Biogeography of the islas Revillagigedo,<br />
Mexico. Journal of Biogeography 17:177-183<br />
Méndez-Guardado, P. 2001. Analysis of the environmental<br />
impact caused by introduced animals in<br />
the Clarión Island, archipelago of Revillagigedo,<br />
Colima, Mexico. En: Global change and protected<br />
areas. G. Visconti, M. Beniston, E.D. Lannorelli y<br />
D. Barba (eds.). New York: Springer, pp. 323-329.<br />
Mulcahy, D.G. 2008. Phylogeography and species<br />
boundaries of the western North American nightsnake<br />
(Hypsiglena torquata): revisiting the subspe-<br />
El redescubrimiento de esta especie de culebra cies concept. Mol. Phylogenet. Evol. 46:1095-1115.<br />
marca un acontecimiento extraordinario que Mulcahy, D.G., J.E. Martínez-Gómez, G. Aguirre-León,<br />
debe contribuir a reforzar las estrategias de conservación<br />
et al. 2014. Rediscovery of an endemic<br />
y la restauración de los ecosistemas vertebrate from the remote islas Revillagigedo in<br />
insulares, e ilustra la importancia de conocer, the eastern Pacific Ocean: the Clarión nightsnake<br />
estudiar y conservar esta región insular federal lost and found. PLos ONE 9(5):1-8.<br />
que históricamente ha estado asociada con el Tanner, W.W. 1946. A taxonomic study of the genus<br />
patrimonio natural y cultural de Colima.<br />
Hypsiglena. Great Basin Naturalist 5:25-92.<br />
Martínez Gómez, J.E., G. Aguirre León, J.A. Cervantes Pasqualli, Zug, D. G.R. Mulcahy 2013. y G. Reptiles Zug. 2015. and Las amphibians islas mexicanas of the y sus Pacific tesoros:<br />
la culebra nocturna de Isla Clarión. En: La biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 436-438.<br />
Se recomiendan realizar esfuerzos encaminados islands: a comprehensive Guide. Berkeley, Univ. of<br />
a conservar la gran riqueza biológica y los procesos<br />
Calif. Press.<br />
ecológicos de este archipiélago, además de<br />
la
Jorge H. Vega-Rivera<br />
Eduardo Santana<br />
Aves<br />
Salvador Hernández-Vázquez<br />
Heriberto Verdugo Munguía<br />
Descripción<br />
Se trata de organismos que pertenecen a la clase Aves y se caracterizan<br />
por tener extremidades anteriores modificadas como alas y otras adaptaciones<br />
para volar, aunque no todas vuelan. Tienen el cuerpo cubierto con<br />
plumas y para reproducirse ponen huevos que incuban hasta eclosionar.<br />
Este grupo de organismos habita en todos los biomas terrestres, incluso<br />
en los océanos. Su tamaño puede variar desde seis centímetros hasta<br />
2.7 m. Las aves son el grupo de vertebrados mejor estudiado y conocido<br />
en el mundo debido a que el humano ha tenido una estrecha relación con<br />
ellas para usarlas como alimento o como mascotas, entre otros usos<br />
(Howell 1999, conabio 2015).<br />
A la fecha no ha habido una descripción extensiva y completa de la avifauna<br />
del estado. Los primeros trabajos que analizaron la presencia y distribución<br />
de aves de México, incluyendo Colima, fueron los de Friedmann<br />
et al. (1950), Griscom (1950), Blake (1953) y Miller et al. (1957). Sin<br />
embargo, a finales de la década de 1950 y en los años sesenta (1963, 1969),<br />
las recolectas de Schaldach, en varias localidades en Colima y regiones<br />
adyacentes de Jalisco, constituyeron la primera y más completa exploración<br />
de las aves del estado. El resultado de estos trabajos fue el registro de<br />
346 especies de aves.<br />
A continuación se proporciona una breve reseña de los trabajos con<br />
importancia histórica y científica, a partir de los cuales se ha conocido la<br />
avifauna de Colima.<br />
Vega-Rivera, J.H., E. Santana, S. Hernández-Vázquez y H. Verdugo-Munguía. 2016. Aves. En: La Biodiversidad en<br />
Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 445-461.<br />
445
Davis (1960) visitó la costa del estado (Manzanillo,<br />
Cuyutlán y Tecomán) y la ciudad de Colima y<br />
recolectó especímenes de 76 especies con algunas<br />
anotaciones sobre su taxonomía, abundancia y<br />
estacionalidad; Hutto (1985, 1987) visitó varias<br />
localidades en Colima y en el occidente de México<br />
y generó listas relacionando la comunidad de<br />
aves con los tipos de vegetación; DesGranges y<br />
Grant (1980) describieron la comunidad de colibríes<br />
en el macizo montañoso del Nevado de<br />
Colima y el volcán de Fuego en Colima y Jalisco;<br />
Villaseñor y Hutto (1995) analizaron la avifauna<br />
de zonas agrícolas del Occidente de tres sitios en<br />
Colima; Contreras-Martínez (1999) realizó un<br />
análisis de discrepancia de las especies endémicas<br />
y amenazadas del sur de Jalisco, que cubrió<br />
casi todo el estado; Mellink y de la Riva (2005)<br />
realizaron un estudio de las aves acuáticas de la<br />
laguna de Cuyutlán; Howell (2004) publicó información<br />
adicional sobre la avifauna de Colima;<br />
Sayago-Lorenzana (2005) realizó un estudio en<br />
Colima para seleccionar sitios prioritarios para la<br />
conservación de las aves con base en sus atributos<br />
de riqueza, grado de endemismo y valor de<br />
rareza; y Santana et al. (2006) documentaron el<br />
registro reproductivo más sureño a nivel continental<br />
y el primero en Colima de Falco peregrinus.<br />
Existen numerosos estudios técnicos que incluyen<br />
inventarios de aves. Dichos estudios han<br />
sido generados para realizar proyectos de aprovechamiento<br />
de recursos naturales como: las<br />
uma, programas comunitarios de manejo de<br />
recursos naturales, proyectos de conservación y<br />
evaluaciones del impacto ambiental para proyectos<br />
de desarrollo que se llevan a cabo en<br />
Colima (Jardel y Santana 1991, Moreno et al.<br />
1991, imecbio 2000a, 2000b, Santana et al.<br />
2004, Verdugo y Rodríguez 2007, Verdugo et al.<br />
2009).<br />
Otras fuentes de información general son las listas<br />
de aficionados a la observación de aves<br />
(Morris y Buffa 1996, Howell 1999, Wings 2009),<br />
así como el sistema de información Avibase,<br />
donde se registraron 487 especies para Colima<br />
(LePage 2009). A pesar de que estos registros no<br />
hacen referencia a fuentes específicas de información,<br />
se asume que están basados en los<br />
mapas de distribución del sistema NatureServe<br />
(NatureServe 2011).<br />
La gran diversidad de aves que se encuentran en<br />
Colima se debe a tres factores principales: a) su<br />
localización en una latitud tropical con clima<br />
húmedo, b) su localización en la costa del Pacífico,<br />
que permite albergar especies de aves costeras,<br />
marinas y de islas, y c) su impresionante amplitud<br />
altitudinal, cubriendo desde el nivel del mar hasta<br />
los 3 820 msnm. Su diversidad de climas, suelos y<br />
paisajes crea un intrincado y complejo mosaico<br />
de asociaciones vegetales en diferentes estados de<br />
perturbación por actividades antropogénicas. El<br />
presente estudio resume la información de especies<br />
de aves registradas para Colima y está basado<br />
en los estudios y registros mencionados, así como<br />
en las observaciones y la experiencia del trabajo<br />
de campo de los autores, tanto en Colima como<br />
en estados adyacentes (Jalisco y Michoacán).<br />
Diversidad<br />
A nivel mundial las aves tienen una población de<br />
entre 200 y 300 billones de individuos, a la fecha<br />
se han descrito cerca de 9 400 especies, entre<br />
ellas algunas fósiles o extintas (Gaston y Black-<br />
446 DIVERSIDAD DE ESPECIES
urn 1997). En México se han registrado aproximadamente<br />
1 070 especies de aves (Escalante<br />
et al. 1998, Navarro y Sánchez-González 2003),<br />
de las cuales aproximadamente 72% se reproducen<br />
en el país y el resto son migratorias, visitantes<br />
de invierno o accidentales (cuya distribución<br />
conocida es cercana al país), mientras que poco<br />
más de 11% de las especies son endémicas (especies<br />
que sólo ocurren en el país). En Colima (sin<br />
incluir las islas Revillagigedo) se han registrado<br />
439 especies que representan 41% de la diversidad<br />
de aves de México, lo cual es muy significativo<br />
si consideramos que se trata de la tercera<br />
entidad más pequeña del país (sin incluir el Distrito<br />
Federal), ocupando menos de 0.3% del<br />
territorio nacional (apéndice 1).<br />
De las 441 especies de aves de Colima, 74% tienen<br />
hábitos terrestres y 26% están asociadas a<br />
cuerpos de agua. Del total, 60% son residentes<br />
permanentes (que ocurren todo el año en el<br />
territorio de Colima); 30% se encuentran sólo en<br />
la época de secas (conocidas también como aves<br />
residentes invernales, generalmente estas especies<br />
se reproducen al norte de México, en los<br />
Estados Unidos de Norteamérica y Canadá);<br />
1.8% se encuentran sólo en la época de lluvias<br />
(conocidas también como residentes de verano,<br />
algunas de las cuales se reproducen en Colima y<br />
migran a Sudamérica); 3.9% son especies de paso<br />
(generalmente en su migración hacia localidades<br />
más al sur); y 3.9% son especies accidentales<br />
(especies cuya distribución conocida es cercana<br />
al estado) (cuadro 1).<br />
Es importante señalar que por su distribución<br />
muy cercana a Colima, al menos otras 67 especies<br />
probablemente también ocurren en el<br />
estado, pero necesitan confirmación. Estas especies<br />
se mencionan en el apéndice 2.<br />
CUADRO 1. Estacionalidad de las especies de aves registradas en el estado. Fuente: elaboración propia.<br />
Estacionalidad Número especies %<br />
Residentes permanentes (anual) 1 265 60.3<br />
Residentes secas (invernales) 2 132 30.1<br />
Residentes lluvias (verano) 3 8 1.8<br />
De paso (transitorias) 4 17 3.9<br />
Accidentales 5 17 3.9<br />
1<br />
especies que se reproducen en Colima y cuyas poblaciones, total o parcialmente, permanecen en el estado<br />
todo el año.<br />
2<br />
especies cuyas poblaciones permanecen en el estado nicamente durante la estación seca (verano de reas<br />
templadas) cuando se reproducen, siendo dos de ellas especies migratorias que invernan en Sudamérica<br />
(Vireo flavoviridis y Myidinastes lutreivetis).<br />
3<br />
especies cuyas poblaciones permanecen en el estado nicamente durante la estación lluviosa (invierno en<br />
áreas templadas), conocidas comúnmente como migratorias de larga distancia.<br />
4<br />
especies que visitan Colima durante sus viajes migratorios de las zonas reproductoras en Norteamérica,<br />
hacia las sitios de invernación en centro y Sudamérica.<br />
5<br />
especies que se han registrado en Colima en pocas ocasiones.<br />
Aves<br />
447
El total de las especies registradas se puede agrupar<br />
en 24 órdenes, 69 familias y 260 géneros.<br />
Algunos de los grupos más representativos son<br />
los playeros, zarapitos y gaviotas (Scolopacidae y<br />
Laridae, 33 especies), garzas (Ardeidae, 14 especies),<br />
patos y cercetas (Anatidae, 19 especies),<br />
gavilanes, aguilillas y halcones (Accipitridae y<br />
Falconidae, 27 especies), búhos y tecolotes<br />
(Strigidae, 13 especies), pericos y loros (Psitacidae,<br />
cinco especies), carpinteros (Picidae, 12 especies),<br />
colibríes (Trochilidae, 22 especies), mosqueros y<br />
papamoscas (Tyrannidae, 34 especies), vireos<br />
(Virionidae, 11 especies), chipes (Parulidae, 37<br />
especies), gorriones (Emberizidae, 21 especies),<br />
cardenales (Cardinalidae, 20 especies) y bolseros<br />
y tordos (Icteridae, 15 especies) (cuadro 2).<br />
CUADRO 2. Familias de aves registradas en el estado. Fuente: elaboración propia.<br />
Familia Nombres comunes Núm. especies<br />
Tinamidae tinamú 1<br />
Anatidae patos, cercetas, pijijes, ganso y mergo 19<br />
Cracidae chachalaca y pava 2<br />
Odontophoridae codornices 4<br />
Gaviidae colimbo 1<br />
Podicipedidae zambullidores 3<br />
Hydrobatidae paíño 1<br />
Phaethontidae rabijuncos 1<br />
Ciconiidae cigüeña 1<br />
Fregatidae fragatas 1<br />
Sulidae sulas o bobos 2<br />
Phalacrocoracidae cormorán 2<br />
Anhingidae anhinga 1<br />
Pelecanidae pelícanos 2<br />
Ardeidae garzas, garcetas, avetoros y pedretes 14<br />
Threskiornithidae ibis 3<br />
Plataleinae espátula rosada 1<br />
Cathartidae zopilotes 2<br />
Accipitridae gavilanes y aguilillas 21<br />
Falconidae halcones, caracara y cernícalo 6<br />
Rallidae polluelas, rascones, gallinetas y gallaretas 5<br />
Aramidae carao 1<br />
Gruidae grulla 1<br />
448 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Cuadro 2, continúa<br />
Familia Nombres comunes Núm. especies<br />
Charadriidae chorlos 7<br />
Haematopodidae ostrero 1<br />
Recurvirostridae candelero y avoceta 2<br />
Jacanidae jacana 1<br />
Scolopacidae<br />
playeros, zarapitos, patamarilla, costureros, agachona y<br />
falaropos<br />
Laridae gaviotas, charranes y rayador 15<br />
Columbidae palomas y tórtolas 9<br />
Psittacidae pericos y loros 5<br />
Cuculidae cuclillos, garrapatero y correcaminos 5<br />
Tytonidae lechuza 1<br />
Strigidae búhos y tecolotes 13<br />
Caprimulgidae chotacabras y tapacaminos 6<br />
Nyctibiidae bienparado 1<br />
Apodidae vencejos 8<br />
Trochilidae colibríes, ermitaño y zumbadores 22<br />
Trogonidae trogones o coas 4<br />
Momotidae momoto o pájaro reloj 1<br />
Alcedinidae martín pescadores 4<br />
Picidae carpinteros 12<br />
Furnaridae trepatroncos y horneros 3<br />
Grallariidae hormigueros 1<br />
Tyrannidae<br />
mosqueros, elenia, pibís, papamoscas, atila, luises, tiranos y<br />
titira<br />
Laniidae verdugo 1<br />
Vireonidae vireos y vireón 11<br />
Corvidae charas, urraca y cuervo 8<br />
Hirundinidae golondrinas 9<br />
Paridae carboneros 2<br />
Aegithalidae sastrecillo 1<br />
Sittidae sitas o brujitas 2<br />
Certhiidae trepador 1<br />
18<br />
34<br />
Aves<br />
449
Cuadro 2, continúa<br />
Familia Nombres comunes Núm. especies<br />
Troglodytidae matracas, chivirines y saltaparedes 9<br />
Regulidae reyezuelos 2<br />
Polioptilidae perlitas 2<br />
Turdidae azulejos, clarín, zorzales y mirlos o primaveras 11<br />
Mimidae cenzontles, cuitlacoche y mulato 3<br />
Motacillidae bisbitas 3<br />
Bombycillidae amplelis 1<br />
Ptilogonatidae capulinero 1<br />
Peucedramidae ocotero 1<br />
Parulidae chipes, parulas, mascaritas, buscabreña y gránatelo 37<br />
Thraupidae tángaras 2<br />
Emberizidae<br />
semilleros, picaflor, atlapetes, rascadorers, toquís,<br />
zacatoneros, gorriones y junco<br />
21<br />
Cardinalidae picurero, cardenal, picogordos, colorines y arrocerro 20<br />
Icteridae tordos, bolseros, zanate y cacique 15<br />
Fringillidae eufonia, pinzón y jilgueros 6<br />
Passeridae gorrión 1<br />
Aunque no existen especies restringidas únicamente<br />
al estado, es importante señalar que en la<br />
entidad se encuentran 43 especies endémicas de<br />
México que representan casi la mitad de las<br />
especies endémicas del país. Se encuentran además<br />
16 especies cuasiendémicas (cuya distribución<br />
se restringe mayormente al país, pero que<br />
también se extiende ligeramente fuera de sus<br />
límites, en los países vecinos) y 26 semiendémicas<br />
(cuyas poblaciones reproductoras o invernantes<br />
se encuentran casi enteramente en el país<br />
(cuadro 3). Los bosques tropicales caducifolios y<br />
los bosques templados son los tipos de vegetación<br />
que albergan el mayor número de especies<br />
endémicas (13 y 14 especies, respectivamente).<br />
Este patrón se repite en el caso de especies cuasiendémicas<br />
y semiendémicas.<br />
Distribución<br />
Las aves han colonizado prácticamente todos los<br />
ecosistemas terrestres, con excepción del corazón<br />
de la Antártida. La distribución de aves en<br />
Colima se puede describir en forma general con<br />
base en los pisos altitudinales donde se encuentran<br />
y los tipos de vegetación donde habitan.<br />
Esta es similar a la descrita en el estado vecino de<br />
Jalisco (Palomera-García et al. 2007), donde la<br />
mayor diversidad de especies se encuentra en cli-<br />
450 DIVERSIDAD DE ESPECIES
CUADRO 3. Especies de aves registradas con algn grado de endemismo. Fuente: elaboración propia.<br />
Núm. especies<br />
en México<br />
Núm. especies en<br />
Colima<br />
Porcentaje de especies<br />
en Colima<br />
Endémicas 1 104 43 41.3%<br />
Cuasi-endémicas 2 46 16 34.7%<br />
Semi-endémicas 3 47 26 55.3%<br />
Total 197 85 43.1%<br />
1<br />
especies restringidas a México (e.g. Granatellus venustus).<br />
2<br />
especies cuya distribución se restringe mayormente al país, pero cuya distribución se etiende ligeramente<br />
fuera de sus límites, en los países vecinos (e.g. Euptilotis neoxenus).<br />
3<br />
especies cuyas poblaciones reproductoras (e.g. Cynanthus latirostris) o invernates (e.g. Vireo atricapilla) se<br />
encuentran casi enteramente en el país.<br />
mas tropicales, en altitudes menores a los<br />
1 500 msnm, y disminuye notablemente arriba<br />
de los 2 000 msnm.<br />
Al igual que el patrón observado en Jalisco (Palomera-García<br />
et al. 2007), los bosques tropicales<br />
caducifolios, subcaducifolios y matorrales espinosos,<br />
además de los manglares y humedales de las<br />
zonas bajas, sostienen una mayor riqueza de especies<br />
de aves que los bosques de altitudes medias y<br />
altas (bosques caducifolios de encino y de encinopino,<br />
mixtos y puros de oyamel). Los bosques<br />
mesófilos de montaña son los que mayor riqueza<br />
de aves albergan en altitudes intermedias. La<br />
vegetación secundaria, que incluye los cultivos,<br />
pastizales inducidos y bordes de bosque, alberga<br />
al mayor número de especies de aves que los bosques<br />
circundantes, en parte por ubicarse en la<br />
transición entre estos ambientes (ecotono), de<br />
modo que incluye al mismo tiempo especies propias<br />
de las comunidades circundantes, así como<br />
especies adaptadas a ambientes perturbados con<br />
vegetación secundaria (figura 1).<br />
El bosque tropical caducifolio es uno de los tipos<br />
de vegetación con mayor número de especies y el<br />
que tiene la distribución más amplia en el estado<br />
(poco más de 30%) extendiéndose desde el nivel<br />
del mar, en donde entra en contacto directo con<br />
el litoral, hasta los 1 600 msnm (Palacio-Prieto et<br />
al. 2000). Asociados a este sistema se encuentran<br />
por lo menos 141 especies de aves, de las que destacan<br />
especies endémicas como: chachalaca<br />
pálida (Ortalis poliocephala) (figura 2), loro<br />
corona lila (Amazona finschi) (figura 3), tecolote<br />
colimense (Glaucidium palmarum), esmeralda<br />
mexicana (Chlorostilbon auriceps), trogón<br />
citrino (Trogon citreolus), carpintero enmascarado<br />
(Melanerpes chrysogenys), papamoscas jaspeado<br />
(Deltarhynchus flammulatus) (figura 4),<br />
vireo dorado (Vireo hypochryseus), chara de San<br />
Blas (Cyanocorax sanblasianus) (figura 5), chivirín<br />
sinaloense (Thryothorus sinaloa), chivirín<br />
feliz (T. felix), perlita sinaloense (Polioptila nigriceps),<br />
mirlo dorso rufo (Turdus rufopalliatus) y gránatelo<br />
mexicano (Granatellus venustus).<br />
En Colima los bosques templados cubren una<br />
superficie relativamente pequeña (50 000 ha<br />
aproximadamente), sin embargo, albergan una<br />
diversidad importante de aves particularmente<br />
migratorias. Por lo menos 18 especies de<br />
Aves<br />
451
FIGURA 1. Porcentaje de la riqueza de aves en los diferentes tipos de vegetación del estado. Los tipos de<br />
vegetación en que se ha observado a la especie, se indican de acuerdo a edosi (): bosques de<br />
coníferas (BC), bosque tropical hmedo (BH), bosque deciduo de Quercus (BQ), litoral costero (CO), lagos,<br />
presas, ríos (LH), matorral erófilo (MT), pelágicas (PEL), humedales y manglares (PN), bosque de pinoencino<br />
(PQ), pastizales (PZ), áreas rocosas (RC), tierras de cultivo (TC), bosque tropical caduciolio y matorral espinoso<br />
(TR), varios hbitats (VH) (en particular para especies areas), vegetación secundaria arbustiva y bordes (VS), y<br />
onas urbanas (ZU). Fuente: elaboración propia.<br />
FIGURA 3. Loro corona lila (Amazona finschi).<br />
Foto: Leopolo Vázquez.<br />
FIGURA 2. Chachalaca pálida (Ortalis poliocephala).<br />
Foto: Leopolo Vázquez.<br />
452 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 4. Papamoscas<br />
jaspeado (Deltarhynchus<br />
flammulatus). Foto:<br />
Mamfred Miiners.<br />
migrantes latitudinales de larga distancia<br />
(especies que se reproducen en los bosques templados<br />
del norte de América y pasan la temporada<br />
no reproductiva, de hasta ocho meses, en<br />
los neotrópicos). De manera similar, los cuerpos<br />
de agua y humedales del estado sólo ocupan<br />
un área muy pequeña, pero alojan gran<br />
diversidad de aves acuáticas residentes y migratorias.<br />
Los cuerpos de agua más sobresalientes<br />
por sus dimensiones son la laguna de Cuyutlán,<br />
el estero Palo Verde, el río Armería y el Coahuayana,<br />
mientras que en menor escala, pero también<br />
importantes, son las lagunas, como la de<br />
Amela.<br />
Las islas del archipiélago de Revillagigedo representan<br />
otro hábitat importante del estado. En<br />
ellas se han registrado al menos 135 especies<br />
terrestres o marinas, algunas de las cuales no se<br />
observan en la parte continental del estado por<br />
ser especies y subespecies endémicas a esas islas.<br />
Una de estas especies se considera extinta, tres<br />
en peligro de extinción, tres amenazadas y una<br />
bajo protección especial (ine 2004, Pitman y<br />
Balance 2002) (cuadro 4).<br />
FIGURA 5. Urraca de San Blas (Cyanocorax<br />
sanblasianus). Foto: Leopolo Vázquez.<br />
Aves<br />
453
CUADRO 4. Aves endémicas del archipiélago de las islas de Revillagigedo. Fuente: adaptado por los autores<br />
de Ortega et al. 1992, de CIBBCS 1992, de estatus de protección (Pr: sujeta a protección especial;<br />
Pr: protegida; A: amenazada y P: en peligro extinción) y NOM-059-SEMARNAT-2010.<br />
Nombre científico Nombre común Nivel<br />
endemismo<br />
Isla<br />
Nivel<br />
protección<br />
Puffinus auricularis auricularis pardela de Revillagigedo subespecie Archipiélago P<br />
Nyctanassa violacea gravirostris<br />
Buteo jamaicensis socorrensis<br />
púdrete corona-clara del<br />
Socorro<br />
aguililla cola-roja de<br />
Socorro<br />
subespecie Socorro A<br />
subespecie Socorro Pr<br />
Zenaida macroura clarionensis<br />
paloma huilota de<br />
Clarión<br />
subespecie<br />
Clarión<br />
Zenaida graysoni paloma de Socorro especie Socorro Extinta<br />
Columbina passerina socorrensis tortolita de Socorro subespecie Socorro A<br />
Aratinga holochlora brevipes perico de Socorro subespecie Socorro P<br />
Micrathene whitneyi graysoni tecolote enano de Socorro subespecie Socorro Extinta<br />
Athene cunicularia rostrata<br />
tecolote llanero de<br />
Clarión<br />
subespecie Clarión A<br />
Corvus corax clarionensis cuervo de Clarión subespecie Clarión<br />
Troglodytes sissonii saltapared de Socorro especie Socorro<br />
Troglodytes tanneri saltapared de Clarión especie San Benedicto<br />
Mimodes graysoni cenzontle de Socorro género Socorro P<br />
Pipilo erythrophthalmus socorrensis toquí de Socorro subespecie Socorro<br />
Parula pitiayumi graysoni verdín de Socorro subespecie Socorro Pr<br />
Además, existen otras especies que aunque no<br />
son endémicas al archipiélago están amenazadas<br />
globalmente, por lo tanto, han sido categorizadas<br />
como sometidas a protección (Pr);<br />
éstas incluyen: el gavilán de Cooper (Accipiter<br />
cooperii), el gavilán pecho rufo (Accipiter<br />
striatus), el búho cuerno corto (Asio flammeus),<br />
el halcón peregrino (Falco peregrinus), la<br />
gaviota ploma (Larus heermanni) (figura 6) y<br />
el paíño mínimo (Oceanodroma microsoma)<br />
(ine 2004).<br />
La laguna de Cuyutlán merece atención especial<br />
por ser el único humedal costero grande (con<br />
aproximadamente 7 200 ha), en una distancia<br />
aproximada de 1 150 km, desde las marismas<br />
nacionales en Nayarit hasta el centro de Guerrero.<br />
Esta laguna constituye un sitio estratégico<br />
en la ruta migratoria de aves acuáticas y playeras,<br />
así como un importante sitio de anidación<br />
de numerosas especies de aves marinas (Mellink<br />
y Riojas-López 2006, Mellink et al. 2007) y otras<br />
de hábitos acuáticos (Mellink y Riojas-López 2008).<br />
454 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 6. Gaviota ploma (Larus heermanni).<br />
Foto: Leopolo Vázquez.<br />
cerca de la planta termoeléctrica. Por otro lado,<br />
Morrison et al. (2009) señalaron que la laguna de<br />
Cuyutlán es un sitio prioritario de conservación<br />
que debe ser integrado a la Red Mundial de<br />
Humedales de importancia internacional (Convención<br />
ramsar) debido a que alberga poblaciones<br />
importantes de especies como el candelero<br />
americano (H. mexicanus) con 12 100 individuos,<br />
que representó 25% del conteo total de<br />
individuos registrados para la costa del Pacífico<br />
mexicano); avoceta americana (R. americana),<br />
10 400 individuos o 6.6%; costureros pico corto<br />
y largo (Limnodromus griseus y L. scolopaceus),<br />
2 600 individuos o 5.9%; y playeras (Calidris sp.),<br />
15 400 individuos o 2%.<br />
En uno de los pocos estudios publicados sobre la<br />
avifauna de la laguna, Mellink y de la Riva (2005)<br />
realizaron un censo de septiembre de 1996 a<br />
marzo de 1997 (temporada no reproductiva),<br />
registrando 54 370 individuos (abundancia acumulada)<br />
incluidos en 57 especies de aves acuáticas,<br />
de las cuales 11 son las más comunes (90%<br />
de todos los individuos) e incluyen al pelícano<br />
blanco (Pelecanus erythrorhynchos), gaviota reidora<br />
(Larus atricilla), cormorán oliváceo<br />
(Phalacrocorax brasilianus), patos y cercetas como<br />
el pato tepalcate (Oxyura jamaicensis), cerceta<br />
alazul (Anas discors), cerceta alaverde (A. crecca),<br />
pato cucharón norteño (A. clypeata), gallareta<br />
americana (Fulica americana) y playeros como el<br />
candelero americano (Himantopus mexicanus),<br />
avoceta americana (Recurvirostra americana) y<br />
el playero occidental (Calidris mauri).<br />
Estos autores señalaron que los sitios con más<br />
especies tenían una combinación de planicies<br />
costeras y agua somera y profunda, en cambio,<br />
los sitios más pobres fueron aquellos situados<br />
Importancia<br />
Desde la antigüedad las aves han atraído la atención<br />
del hombre por su plumaje colorido, por su<br />
canto y, especialmente, por su extraordinaria<br />
capacidad de vuelo. Además de ser utilizadas<br />
como mascotas y alimento, las aves han jugado un<br />
papel muy importante en la cultura mexicana.<br />
Como ejemplos podemos citar su valor simbólico<br />
como representación de deidades, símbolo patrio,<br />
así como su presencia en todas las formas de arte:<br />
música, pintura, artesanía, literatura, decoración<br />
y vestido (Navarro y Benítez 1995).<br />
Las aves cumplen con una serie de funciones de<br />
vital importancia para la regulación y continuidad<br />
de los ecosistemas naturales: polinización,<br />
dispersión de semillas, control de poblaciones<br />
de insectos y roedores, y aceleración de procesos de<br />
degradación (de cadáveres y desperdicios, entre<br />
otros).<br />
Aves<br />
455
Su diversidad de formas y conductas, y sobre todo<br />
la facilidad con que son observadas, las han hecho<br />
un grupo clave en el desarrollo de las ciencias biológicas.<br />
Numerosos estudios sobre ecología, fisiología,<br />
biogeografía y evolución las han utilizado<br />
como modelo, contribuyendo de forma muy<br />
importante en la formulación de teorías y en la<br />
implementación de metodologías en el estudio de<br />
la fauna silvestre (Perrins y Birkhead 1983).<br />
Muchas especies de aves son sensibles a los cambios<br />
en la condición del hábitat, por lo que su<br />
presencia o ausencia es indicadora de perturbación<br />
(Furness y Greenwood 1993, Bryce et al.<br />
2002). Ante la magnitud de los cambios antropogénicos<br />
en los hábitats naturales, la identificación,<br />
estudio y monitoreo de especies (o grupos<br />
de especies) indicadoras, son herramientas muy<br />
importantes en la conservación.<br />
Desde la perspectiva económica las aves han<br />
constituido un elemento muy importante de la<br />
dieta humana, que aún se conserva a través de la<br />
cría de aves domésticas como pollos, pavos, faisanes,<br />
e incluso avestruces. Esto sin mencionar<br />
la producción de huevo, que ha sido un producto<br />
sumamente apreciado como recurso alimenticio.<br />
Además, la cacería deportiva y observación<br />
de aves son actividades recreativas y culturales<br />
que representan ingresos económicos importantes.<br />
En Colima la actividad cinegética es antigua,<br />
sin embargo, en términos generales se puede<br />
decir que estos recursos no se han aprovechado<br />
adecuadamente. Aun cuando existen poblaciones<br />
importantes de aves de caza, como las palomas<br />
de alas blancas y la paloma arroyera, o de<br />
aves acuáticas como patos y cercetas; es necesario<br />
fomentar la realización de estudios biológicos<br />
y de monitoreo de poblaciones que nos<br />
permitan justificar y garantizar el uso sustentable<br />
de las aves con fines cinegéticos. Por otro<br />
lado, el estado ofrece ventajas para el observador<br />
de aves, ya que en distancias relativamente cortas<br />
existe un gradiente altitudinal que empieza<br />
en las costas y termina en las estribaciones del<br />
volcán de Colima, lo anterior permite encontrar<br />
una gran variedad de aves que habitan ambientes<br />
acuáticos, selvas tropicales y de montaña.<br />
Actualmente, se ofrecen por internet varios<br />
paseos para la observación de aves a precios que<br />
oscilan entre los 8 y 20 mil pesos por persona,<br />
por periodos de 3 a 7 días. Aun cuando el beneficio<br />
económico directo que recibe el estado es<br />
mínimo, éste podría potenciarse con la creación<br />
de albergues en zonas naturales con locación<br />
estratégica.<br />
Amenazas y conservación<br />
Las causas principales que amenazan la sobrevivencia<br />
de las aves de Colima son las mismas que<br />
afectan a la avifauna y los vertebrados del país y<br />
estados adyacentes como Jalisco (Iñigo-Elías y<br />
Enkerlin-Hoeflich 2003, Santana 2005, Palomera-García<br />
et al. 2007, Challenger y Dirzo<br />
2009). Indudablemente el factor de deterioro<br />
más importante para las poblaciones de aves en<br />
Colima ha sido la erradicación y alteración de los<br />
hábitats naturales debido a los cambios de uso<br />
del suelo, los incendios forestales, el sobrepastoreo<br />
y la tala clandestina. Por ejemplo, en un estudio<br />
sobre los cambios en la cobertura y usos del<br />
suelo, Cuevas-Arellano (2002) registró que los<br />
bosques tropical caducifolio y subcaducifolio se<br />
redujeron 23% en 25 años (de 2 252 km 2 en 1976<br />
a 1 725 km 2 en el 2001), mientras que la vegetación<br />
de galería, de dunas costeras y los bosques<br />
456 DIVERSIDAD DE ESPECIES
de encino y pino-encino, presentaron la mayor<br />
tasa de cambio negativo, mostrando elevados<br />
niveles de perturbación, tanto en calidad como<br />
en superficie. Durante este periodo la agricultura<br />
de temporal y pastizales cultivados fueron<br />
los usos de suelo que experimentaron la expansión<br />
más importante.<br />
La cacería con fines cinegéticos o de autoconsumo<br />
doméstico parece ser un problema menor.<br />
Sin embargo, la captura de especies para el<br />
comercio de mascotas es un problema importante<br />
para algunas especies como pericos y loros,<br />
así como especies canoras que son atrapadas<br />
para satisfacer un mercado nacional e internacional<br />
escasamente controlado.<br />
La contaminación de ríos, lagunas y manglares<br />
sigue siendo un problema vigente. Está ampliamente<br />
documentado que las perturbaciones causadas<br />
por las actividades humanas tienen un<br />
efecto negativo en la distribución, reproducción<br />
y alimentación de aves acuáticas (Hernández-López<br />
1991, Hernández-Vázquez et al. 2010).<br />
En este sentido, Colima no es la excepción. Por<br />
ejemplo, la propuesta de la instalación de la Terminal<br />
de Gas Natural Licuado de Manzanillo,<br />
del complejo de Cuyutlán, definitivamente acarreará<br />
cambios importantes sobre la avifauna.<br />
La viabilidad de este proyecto y sus repercusiones<br />
en la avifauna dependerá del buen manejo<br />
que se realice del mismo.<br />
Desafortunadamente no se ha generado la información<br />
que permita conocer la situación de conservación<br />
de las poblaciones de aves de Colima,<br />
sin embargo, la lista de especies en riesgo incluidas<br />
en la nom-059-semarnat-2010 (semarnat<br />
2010), indica que 69 especies de aves que se<br />
encuentra en Colima están bajo alguna categoría<br />
de riesgo; de éstas, 12 son especies endémicas al<br />
país. En la lista roja de especies amenazadas de<br />
aves (uicn 2009), se encuentran 17 de las especies<br />
registradas en Colima y 48 especies se<br />
encuentran incluidas en los apéndices 1 (cinco<br />
especies) y 2 (43 especies), de la lista de especies<br />
protegidas por la Convención sobre el Comercio<br />
Internacional de Especies Amenazadas de Fauna<br />
y Flora Silvestres (cites 2010).<br />
Una de las estrategias más importantes en la<br />
protección de la biodiversidad es el establecimiento<br />
de áreas naturales protegidas (anp), las<br />
cuales son porciones terrestres o acuáticas representativas<br />
de los diferentes ecosistemas y su biodiversidad,<br />
en donde el ambiente original no ha<br />
sido esencialmente alterado por los humanos, y<br />
actúan como unidades productivas estratégicas<br />
generadoras de una corriente vital de beneficios<br />
sociales y patrimoniales.<br />
En Colima existen cinco anp que en conjunto<br />
protegen 650 962 ha, de las cuales 98% pertenece<br />
a la Reserva de la Biosfera del Archipiélago<br />
de Revillagigedo. En suelos continentales sólo<br />
pertenece al estado 10% de la Reserva de la Biosfera<br />
Sierra de Manantlán (aproximadamente<br />
14 000 ha, en los municipios de Comala y Minatitlán)<br />
y 17% del Parque Nacional Volcán Nevado<br />
de Colima (aproximadamente 1 600 ha en los<br />
municipios de Comala y Cuauhtémoc). Fuera de<br />
estas dos ANP, en Colima sólo existen dos áreas<br />
protegidas adicionales: el Área de Protección de<br />
Recursos Naturales Las Huertas (167 ha) y la<br />
Zona de Protección Forestal y Refugio de Fauna<br />
Silvestre El Jabalí (5 178 ha). Ambas áreas son<br />
biológicamente importantes, sin embargo, debido<br />
a su tamaño (especialmente Las Huertas) requieren<br />
Aves<br />
457
de un manejo tal que garantice la permanencia a<br />
largo plazo de los elementos y procesos biológicos<br />
que se quieren conservar. En conclusión, sin<br />
contar el archipiélago de Revillagigedo, la superficie<br />
total protegida en Colima es de 20 945 ha,<br />
esto es sólo 3.7% de su territorio (Aid et al. 1997),<br />
por lo que definitivamente se necesita incrementar<br />
esta área.<br />
Conclusiones<br />
Una de las acciones prioritarias de conservación<br />
debe ser la identificación e implementación de<br />
anp. Varios de estos sitios ya han sido sugeridos,<br />
por ejemplo, sierra del Perote, laguna de Cuyutlán,<br />
esteros Potrero Grande y Palo Verde, entre otros.<br />
Es importante resaltar la necesidad de realizar<br />
más estudios sobre la avifauna estatal, pues<br />
como se menciona al inicio de este apartado, el<br />
conocimiento de la avifauna es mínimo, particularmente<br />
sobre su biología básica y sobre el<br />
efecto de las alteraciones de sus ecosistemas.<br />
Para resolver esto deben establecerse estaciones<br />
de monitoreo que permitan conocer e identificar<br />
los patrones de las variaciones anuales en el<br />
tamaño y estructura de las poblaciones. Ante las<br />
alarmantes tasas de deforestación y modificación<br />
del bosque tropical caducifolio surge la<br />
apremiante necesidad de generar estudios que<br />
permitan entender mejor la dinámica y función<br />
de este ecosistema y su avifauna asociada, así<br />
como fomentar el desarrollo de estrategias de<br />
conservación hacia los grupos de especies más<br />
vulnerables a la deforestación. Se espera que este<br />
libro promueva el interés de biólogos y ecólogos<br />
en el estudio, conservación y monitoreo de la<br />
avifauna, así como de organizaciones e instituciones<br />
estatales y nacionales capaces de financiar<br />
estos estudios.<br />
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Aves<br />
461
ESTUDIO DE CASO<br />
AVES DE NOGUERAS, COMALA<br />
Héctor Arturo González-Alonso<br />
Introducción<br />
El estado posee una gran diversidad biológica,<br />
con alto valor cultural y científico debido a su<br />
localización geográfica y características fisiográficas.<br />
Estudios biogeográficos recientes ubican a<br />
Colima, y a todo el occidente del país, en la<br />
denominada Provincia de la Costa Pacífica<br />
Mexicana (Espinosa et al. 2000, Morrone et al.<br />
2002), específicamente en lo que se ha denominado<br />
Provincia Biótica Nayarit-Guerrero (Goldman<br />
y Moore 1946, Goldman 1951, Stuart 1964,<br />
Álvarez y Lachica 1991). Esta provincia es una de<br />
las regiones con mayor riqueza específica de<br />
aves, así como con un número elevado de especies<br />
endémicas (Arizmendi et al. 1990) y constituye<br />
un corredor biológico muy importante que<br />
sirve de paso a muchas aves migratorias, conectando<br />
sus principales sitios de reproducción con<br />
los trópicos.<br />
Para este trabajo se realizó un inventario preliminar<br />
de las aves observables en el área de<br />
Nogueras, Comala, a lo largo de un año (mayo<br />
2005-abril 2006). Nogueras se ubica a 600 msnm<br />
en el municipio de Comala, a ocho km al norte<br />
de la ciudad de Colima. En esta zona se encuentra<br />
el Eco-Parque Nogueras, administrado por<br />
el Centro Universitario de Gestión Ambiental<br />
de la Universidad de Colima. Adyacente al Ecoparque<br />
existe una zona de protección ecológica<br />
importante a nivel estatal, denominada Área de<br />
Protección de los Recursos Naturales Las Huertas<br />
(inegi 2004). El clima de la región es cálido<br />
subhúmedo (Aw) con temperatura media anual<br />
de 23 °C y régimen de lluvias de mayo a septiembre<br />
(García 1981, 1986). La vegetación original<br />
de la región era selva baja caducifolia,<br />
selva mediana subcaducifolia y transición entre<br />
éstas y la vegetación submontana (Morales<br />
1978, Rzedowski 1988, Flores-Villela 1993,<br />
Challenger 1998); sin embargo, debido a la<br />
fuerte presión antropogénica actualmente la<br />
vegetación es un mosaico de elementos introducidos<br />
y naturales.<br />
Los resultados de las observaciones realizadas en<br />
el Eco-Parque Nogueras, y sus alrededores, permitieron<br />
elaborar una lista preliminar de<br />
67 especies de aves, pertenecientes a 56 géneros y<br />
29 familias (apéndice 1). Estas especies se ilustran<br />
en la guía de campo producto de esta investigación<br />
(González 2009). Las familias de mayor<br />
importancia en cuanto a número especies fueron<br />
Tyrannidae (10), Parulidae (siete), Trochilidae<br />
(cinco), Emberizidae (cuatro) y Cardinalidae<br />
(seis). Cuatro especies se ubican en la categoría<br />
protección especial (Pr), establecida en la<br />
nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010):<br />
guaco (Micrastur semitorquatus), chipe colimense<br />
(Oreothlypis crissalis), perico frentina-<br />
462<br />
González-Alonso, H.A. 2016. Aves de Nogueras, Comala, En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 462-466.
anja (Eupsittula canicularis) y periquito<br />
mexicano (Forpus cyanopygius).<br />
De las 67 especies observadas, ocho son endémicas<br />
del occidente de México, es decir, endémicas<br />
de la provincia biótica Nayarit-Guerrero<br />
(Howell y Webb 1995): rascador coronirrufo<br />
(Melozone kieneri), carpintero cachetirrayado<br />
(Melanerpes chrysogenys (figura 1), periquito<br />
mexicano (Forpus cyanopygius), tecolotito colimense<br />
(Glaucidium palmarum (figura 2)), colibrí<br />
corona violeta (Amazilia violiceps),<br />
saltapared sinaloense (Thryophilus sinaloa),<br />
zorzal dorsirrufo (Turdus rufopaliatus) y vireo<br />
dorado (Vireo hypochryseus).<br />
FIGURA 1. Carpintero cachetirrayado (Melanerpes<br />
chrysogenys). Foto: Héctor Arturo González Alonso.<br />
El número de especies, tanto residentes como<br />
migratorias, varió con la temporada del año; la<br />
distribución temporal (acumulativa) de mayo<br />
2005 a abril de 2006 se muestra en la figura 3.<br />
Del total de aves registradas en este estudio se<br />
enlistaron 24% de especies migratorias, este porcentaje<br />
corresponde a las especies que vienen<br />
desde Canadá, Estados Unidos y norte de México<br />
a pasar el invierno a tierras tropicales en Colima,<br />
así como las que lo hacen más al sur del país y<br />
solamente se les observa de paso. La migración<br />
local, en la que algunas especies se trasladan a<br />
lugares más bajos y cálidos dentro de la misma<br />
región geográfica en invierno o en otra temporada<br />
del año, no fue considerada, por lo que este<br />
tipo de especies se integraron a las aves consideradas<br />
como residentes (figura 4).<br />
Con relación a la distribución vertical (estratificación)<br />
de las especies de aves observadas, se<br />
encontró que el sotobosque inferior y el sotobosque<br />
medio fueron las áreas más utilizadas por las<br />
FIGURA 2. Tecolotito colimense (Glaucidium<br />
palmarum). Foto: Héctor Arturo González Alonso.<br />
aves; en segundo lugar está el suelo y el sotobosque<br />
superior, seguidas del dosel.<br />
La estratificación vertical de las aves es provocada<br />
por una serie de interacciones de compe-<br />
Aves de Nogueras, Comala 463
FIGURA 3. Número<br />
acumulativo de<br />
especies de aves<br />
para Nogueras,<br />
Colima. Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
a) b)<br />
FIGURA 4. Especies de aves<br />
residentes registradas<br />
en Nogueras, Colima.<br />
a) Momoto corona café<br />
(Momotus mexicanus),<br />
b) uis bienteveo<br />
(Pitangus sulphuratus),<br />
c) Cacique mexicano<br />
(Cacicus melanicterus).<br />
Foto: Héctor Arturo<br />
González Alonso.<br />
c)<br />
464 DIVERSIDAD DE ESPECIES
tencia y repartición de recursos alimenticios y de<br />
otra índole (Arizmendi et al. 1990).<br />
Conclusiones<br />
El principal riesgo al que se enfrenta la avifauna<br />
de Nogueras es la pérdida de hábitat. Año tras<br />
año se desmontan nuevas áreas con vegetación<br />
natural que se utilizan para actividades agrícolas,<br />
construcción de caminos y nuevos asentamientos<br />
humanos. Además, para los casos específicos<br />
de los pericos frentinaranja (E. canicularis) y del<br />
mexicano (Forpus cyanopygius), existe el problema<br />
del saqueo de nidos, tráfico y comercialización<br />
ilegal. Es importante notar que esta<br />
última especie es endémica del occidente de<br />
México (Howell y Webb 1995, ine 2000). La<br />
heterogeneidad del hábitat es un factor muy<br />
importante asociado a la riqueza de especies de<br />
una región, y la complejidad biológica en general<br />
es un componente regulador de la función del<br />
ecosistema (Schulze y Mooney 1993).<br />
La conservación de las especies de aves migratorias<br />
y residentes depende en gran medida de la<br />
protección y mantenimiento de sus hábitats, del<br />
muestreo y seguimiento de sus poblaciones, así<br />
como del fortalecimiento y desarrollo de la cooperación<br />
internacional, como se establece en el<br />
artículo 76 de la Ley General de Vida Silvestre<br />
(cgeum 2002). La provincia biótica Nayarit-<br />
Guerrero constituye un sitio altamente diverso<br />
en especies de aves, así como un corredor biológico<br />
muy importante que sirve de paso a muchas<br />
aves migratorias, conectando estos sitios con los<br />
trópicos. Conocer con detalle los recursos avifaunísticos<br />
de esta región es un factor indispensable<br />
para planear estrategias de conservación,<br />
protección ambiental y uso sustentable, así como<br />
para ofrecer a las nuevas generaciones un mejor<br />
conocimiento de su región a través de programas<br />
de educación ambiental.<br />
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Cornelio Sánchez-Hernández<br />
Gary D. Schnell<br />
Mamíferos<br />
(Mammalia)<br />
María de Lourdes Romero-Almaraz<br />
Sara Beatriz González-Pérez<br />
Michael L. Kennedy<br />
Troy L. Best<br />
Descripción<br />
Los mamíferos se distinguen de otros vertebrados por las siguientes<br />
características: tener glándulas mamarias que secretan leche para alimentar<br />
a sus crías, estar cubiertos de pelo, poseer tres huesecillos en el<br />
oído interno (yunque, martillo y estribo), dentición heterodonta (diferentes<br />
tipos de dientes), sistema respiratorio pulmonar, corazón dividido en<br />
cuatro cavidades y por ser homeotermos (mantienen una temperatura<br />
constante a través de procesos metabólicos), entre otras. Estas características<br />
les han permitido desarrollar una gran variedad de adaptaciones<br />
locomotoras, conductuales y fisiológicas que han hecho posible su presencia<br />
en prácticamente todos los ambientes sobre el planeta. Los organismos<br />
de la clase Mammalia han generado un gran interés en el hombre,<br />
posiblemente porque los humanos pertenecemos a ella y su estudio<br />
abarca prácticamente todas las disciplinas de la ciencia.<br />
Los ciclos de vida que presentan los mamíferos son muy diversos; algunos<br />
grupos como los roedores viven en promedio un año, mientras que<br />
hay especies como los elefantes que pueden alcanzar hasta 60 años de<br />
edad en vida silvestre. La mayoría de los mamíferos tienen varias camadas,<br />
con más de una cría al año, mientras que otras sólo se reproducen<br />
anualmente, incluso cada dos años o más y tienen una cría por parto. Las<br />
crías al nacer pueden ser precoces (cuando son capaces de moverse y alimentarse<br />
por sí mismas a las pocas horas de nacidas) o altricias (aquellas<br />
que dependen del cuidado de la madre o del padre por varios días, incluso<br />
meses).<br />
Sánchez-Hernández, C., G.D. Schnell, M. de L. Romero-Almaraz, S.B. González-Pérez, M.L. Kennedy y T. L. Best.<br />
2016. Mamíferos (Mammalia). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 467-477.<br />
467
Este grupo es uno de los más vulnerables debido<br />
a que desde tiempos inmemoriales han sido<br />
aprovechados como: animales domésticos, fuente<br />
de alimentación, vestido, protección, ornato,<br />
estudio y experimentación; además, su hábitat se<br />
ha ido reduciendo rápidamente y las poblaciones<br />
van quedando aisladas, lo que las hace más sensibles<br />
a la destrucción.<br />
Diversidad y distribución<br />
La taxonomía de los mamíferos se ha documentado<br />
en el mundo desde hace más de un siglo<br />
(Trouessart 1885) y el número más reciente que<br />
se tiene es de 5 416 especies (Wilson y Reeder<br />
2005), de las cuales 496 especies terrestres se<br />
encuentran en México (Ramírez-Pulido et al.<br />
2004), por lo que ocupa el tercer lugar (Ceballos<br />
y Oliva 2005). El área con mayor diversidad y<br />
especies endémicas de mamíferos en nuestro<br />
país comprende los estados de Nayarit, Jalisco,<br />
Colima y Michoacán (Ramírez-Pulido y Müdespacher<br />
1987, Fa y Morales 1993 y Ceballos y<br />
Oliva 2005). Esta región se ubica en la zona de<br />
transición entre las dos grandes regiones biogeográficas<br />
de América (Neártica y Neotropical),<br />
razón por la cual en ella confluyen especies tanto<br />
de origen templado como tropical, que sumado a<br />
la accidentada topografía, la gran variedad de<br />
climas y la influencia de las corrientes marítimas,<br />
favorecen la creación de una gran cantidad<br />
de nichos ecológicos que son ocupados por diferentes<br />
especies de organismos, varios de ellos<br />
mamíferos.<br />
considera que Michoacán en un territorio 10<br />
veces mayor (58 585 km 2 ), tiene 160 especies<br />
(Núñez 2005) y Jalisco 163 especies (Ceballos y<br />
Oliva 2005) en una superficie todavía mayor<br />
(80 386 km 2 ).<br />
Las 129 especies de mamíferos de Colima representan<br />
25.3% de los mamíferos terrestres conocidos<br />
para México y 2.3% en el mundo, de éstas,<br />
ocho géneros y 31 especies son endémicos. Los<br />
géneros endémicos son: Tlacuatzin (orden<br />
Didelphimorphia) (figura 1), Megasorex<br />
(Soricomorpha), Musonycteris (Chiroptera),<br />
Pappogeomys, Hodomys, Nelsonia, Osgoodomys y<br />
Xenomys (Rodentia). Las especies endémicas<br />
pertenecen a los órdenes: Didelphimorphia (1),<br />
Lagomorpha (1), Soricomorpha (1), Chiroptera<br />
(5), Lagomorpha (1), Carnivora (1) y Rodentia<br />
(19); mientras que Tamandua mexicana hesperia<br />
es una subespecie endémica.<br />
A pesar de que Colima es el tercer estado más<br />
pequeño de México (5 191 km 2 ), en él se distribuyen<br />
129 especies, un número muy alto si se<br />
FIGURA 1. Tlacuache ratón gris, especie endémica de<br />
Mico, habitante de Colima (Tlacuatzin canescens).<br />
Foto: María de Lourdes Almaraz.<br />
468 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 2. Murcilago bicolor, especie endmica de<br />
Mico, habitante de Colima (Natalus lanatus). Foto:<br />
Celia López González/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
No obstante esta riqueza, a la fecha no se tiene<br />
ningún inventario de los mamíferos de Colima,<br />
aunque hay varios reportes sobre la distribución<br />
de algunas especies, en su mayoría murciélagos.<br />
Entre los estudios más importantes se encuentra<br />
el de Villa-R. (1966), quien registró 37 especies<br />
de murciélagos para el estado, como parte de un<br />
inventario de murciélagos de México. Kennedy<br />
et al. (1984) publicaron un listado de los murciélagos,<br />
principalmente de la región de Playa de<br />
Oro y El Cóbano. Mientras que Sánchez-Hernández<br />
et al. (2002) reportaron 13 nuevos registros<br />
de murciélagos. Otros estudios recientes son<br />
el de González-Ruiz et al. (2004), que registraron<br />
tres especies de roedores; Cervantes et al. (2008)<br />
dan información sobre tres especies de musarañas<br />
y Burton y Ceballos (2006) citan el registro<br />
más norteño de Tamandua mexicana para la<br />
costa del Pacífico.<br />
Las 129 especies reportadas para Colima se agrupan<br />
sistemáticamente en nueve órdenes, 23 familias<br />
y 78 géneros. El orden Chiroptera presenta el<br />
mayor número de familias (7), seguido de Carnivora<br />
(5) y Rodentia (4). En cuanto al número de<br />
especies se refiere, el orden Chiroptera es el más<br />
FIGURA 3. El tamandua norteño (Tamandua<br />
mexicana), tiene en Colima su registro más norteño<br />
en la costa del acífico meicano. Foto: Víctor ugo<br />
Luja/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
diverso con 66, seguido de Rodentia con 32,<br />
mientras que Carnivora con 17 especies ocupa el<br />
tercer sitio. Dentro del orden Chiroptera, la familia<br />
Phyllostomidae es la más diversa, con 25 especies<br />
y 16 géneros, seguida por Vespertilionidae<br />
con 19 especies y cinco géneros. Del orden Rodentia<br />
la familia más diversa es Cricetidae, con<br />
23 especies y 13 géneros (apéndice 1).<br />
De los murciélagos, el género más diversos es<br />
Myotis con nueve especies, y de los roedores<br />
Peromyscus con cuatro. La mayoría de las especies<br />
tienen un patrón de reproducción monoes-<br />
Mamíferos (Mammalia)<br />
469
tro estacional (sin periodos definidos de mayor<br />
actividad, seguido de inactividad reproductiva;<br />
17 terrestres, 39 voladoras) o diferentes varian-<br />
tes de un patrón reproductor poliestro (con<br />
varios periodos de actividad reproductiva)<br />
(figura 4).<br />
a) mamíferos terrestres<br />
b) mamíeros voladores<br />
FIGURA 4. Patrón<br />
reproductivo de los<br />
mamíferos.<br />
ME = monoestro<br />
estacional,<br />
PC = poliestro continuo,<br />
PE = poliestro estacional,<br />
PB poliestro bimidal,<br />
MCA = monoestro<br />
continuo asincrónico,<br />
PCA = poliestro continuo<br />
asincrónico. Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
470 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Los mamíferos tienen una distribución casi cosmopolita;<br />
en México ocupan diferentes hábitats,<br />
desde regiones a nivel del mar hasta las altas montañas.<br />
Cubren todos los tipos de vegetación como<br />
bosque tropical perennifolio, subcaducifolio y<br />
caducifolio; bosque espinoso, de coníferas y encinos,<br />
y mesófilo de montaña, pastizal y matorral<br />
xerófilo excepto sitios con nieve perenne. La mayor<br />
diversidad de formas vive en las regiones tropicales<br />
y la riqueza disminuye conforme aumenta la<br />
altitud y latitud. Los grupos con mayor distribución<br />
son los roedores y los quirópteros.<br />
En Colima el bosque tropical caducifolio es el<br />
tipo de vegetación predominante y es ahí donde<br />
se encuentra el mayor número de especies, mientras<br />
que las poblaciones de carnívoros y especialmente<br />
los felinos se encuentran aisladas.<br />
Importancia<br />
Desde el punto de vista biológico los mamíferos<br />
forman parte de las redes tróficas y participan<br />
prácticamente en todos sus niveles. Sus hábitos<br />
alimenticios son muy variados, aunque la mayoría<br />
de las especies presentes en el estado son<br />
insectívoras (29 terrestres, 42 voladoras) (figura<br />
5), de manera que cumplen un papel importante<br />
en el control de poblaciones de insectos potencialmente<br />
perjudiciales.<br />
Su asociación con el ser humano es muy antigua,<br />
como lo confirman las representaciones del arte<br />
prehispánico de Colima, rico en figuras zoomorfas<br />
entre las que sobresalen los tlacuaches, tejones<br />
y armadillos; y de manera especial destacan<br />
los perritos de Colima, que representan al perro<br />
xoloizcuintli en diferentes posiciones.<br />
Desde el punto de vista económico cabe mencionar<br />
que en las zonas rurales la cacería se practica<br />
como deporte y complemento a la dieta de los<br />
pobladores, aunque cada vez con menos frecuencia,<br />
y ocasionalmente se conservan o venden<br />
como mascotas algunos especímenes de<br />
armadillos, felinos, coatíes, ardillas y venados.<br />
Por otra parte, los murciélagos de hábitos<br />
hematófagos, como Desmodus rotundus, también<br />
llamados vampiros, son muy abundantes y<br />
con una distribución muy amplia. Estos se alimentan<br />
exclusivamente de sangre de vertebrados,<br />
de forma especial del ganado vacuno, y son<br />
los hospederos naturales y transmisores más<br />
importantes del virus de la rabia. Como consecuencia,<br />
las pérdidas económicas que generan<br />
ascienden a varios millones de pesos cada año<br />
en nuestro país y el resto de Latinoamérica.<br />
Peor aún es la pérdida de vidas humanas que<br />
ocurren con cierta frecuencia y que obliga a que<br />
las campañas de control del vampiro se intensifiquen.<br />
Lamentablemente las campañas no son<br />
siempre estrictas y en ocasiones se realizan por<br />
personal no especializado que con frecuencia<br />
sacrifica a todos los murciélagos que se capturan,<br />
sin considerar que algunos de éstos pueden<br />
ser benéficos (como los insectívoros) y que difícilmente<br />
pueden portar el virus de la rabia y<br />
transmitirlo al ser humano. Este problema se<br />
incrementa cuando el control indiscriminado<br />
se realiza en los refugios donde coexisten con<br />
una gran cantidad de especies benéficas (Romero-Almaraz<br />
et al. 2006).<br />
Los estudios del aspecto ecológico están en<br />
proceso de desarrollo y son contados los trabajos<br />
que incluyen datos sobre el hábitat, hora de<br />
actividad o reproducción de los mamíferos<br />
Mamíferos (Mammalia)<br />
471
a) mamíferos terrestres<br />
b) mamíeros voladores<br />
FIGURA 5. ipos de alimentación de los mamíeros. herbívoros, O omnívoros, insectívoros,<br />
C = carnívoros, G = granívoros, PL = polinívoros, FO = frugívoro-omnívoros, F = frugívoros, P = piscívoros,<br />
e hematóagos. Fuente: elaboración propia.<br />
472 DIVERSIDAD DE ESPECIES
(Kennedy et al. 1984, Sánchez-Hernández et al.<br />
2002). Uno de los aspectos que mejor se ha<br />
estudiado en los murciélagos de Colima es el<br />
conocimiento de su velocidad de vuelo (Kennedy<br />
et al. 1977, Hopkins et al. 2003, Sánchez-Hernández<br />
et al. 2006, Akins et al. 2007),<br />
y se sabe que Glossophaga soricina es de las<br />
especies más rápidas, con una velocidad de<br />
17.46 y 17.28 km/h, en machos y hembras, respectivamente,<br />
mientras que los machos y las<br />
hembras de Natalus stramineus son de los más<br />
lentos, con una velocidad de 10.22 y 8.60 km/h,<br />
respectivamente. Otro de los aspectos que se<br />
han podido conocer con gran precisión para<br />
algunas especies de roedores, como Peromyscus<br />
perfulvus (figura 6) y Baiomys musculus, es la<br />
selección del microhábitat y su relación con<br />
algunas variables de la vegetación (Schnell et al.<br />
2008a, b). De los mamíferos de tamaño grande<br />
el mejor estudiado es el Puma concolor (figura<br />
7), se sabe que tiene preferencia por el bosque<br />
húmedo de pino-encino y se ha estimado una<br />
densidad de 0.9 adultos/100 km 2 (Burton 2006).<br />
FIGURA 6. El ratón pantanero (Peromyscus perfulvus)<br />
es un roedor endémico de México, el cual ha sido<br />
estudiado en Colima. Foto: Cornelio<br />
Sánchez-Hernández.<br />
Por otra parte, y aunque de manera limitada, se<br />
han realizado investigaciones de relevancia<br />
médica en aspectos epidemiológicos con<br />
impacto en el ser humano, tales como: la prevalencia<br />
de anticuerpos de rabia en murciélagos<br />
no hematófagos (Salas-Rojas et al. 2004) y la<br />
caracterización genética y filogenia de hantavirus<br />
presentes en roedores de Colima (Yong-Kyu<br />
et al. 2008).<br />
FIGURA 7. El puma (Puma<br />
concolor) es el segundo<br />
mamífero de mayor<br />
tamaño que se puede<br />
encontrar en Colima, el<br />
más grande es el jaguar.<br />
Foto: Juan Carlos Faller<br />
y Mederic Calleja/<strong>Banco</strong><br />
de imágenes CONABIO.<br />
Mamíferos (Mammalia)<br />
473
Amenazas y conservación<br />
La nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010),<br />
incluye bajo alguna categoría de riesgo a 20 especies<br />
de mamíferos de Colima, de las cuales nueve<br />
son endémicas. De éstas, cinco están en peligro:<br />
Tamandua mexicana (Pilosa), Musonycteris<br />
harrisoni (Chiroptera), Leopardus pardalis, L.<br />
wiedii y Panthera onca (orden Carnivora); seis<br />
están protegidas, cuatro murciélagos: Enchisthenes<br />
hartii, Cynomops mexicanus, Myotis albescens y<br />
M. carteri; y dos roedores: Heteromys spectabilis<br />
y Nelsonia goldmani; mientras que nueve están<br />
amenazadas: Megasorex gigas (musarañas),<br />
Choeronycteris mexicana, Leptonycteris nivalis,<br />
L. yerbabuenae, (murciélagos), Puma yagouaroundi,<br />
Lontra longicaudis, Spilogale pygmaea (carnívoros),<br />
Cratogeomys fumosus y Xenomys nelsoni<br />
(roedores). Cabe citar que no existen registros<br />
del jaguar desde la década de 1960 (Leopold<br />
1965), y posiblemente sólo podrían encontrarse<br />
algunos individuos en la Reserva de la Biosfera<br />
Sierra de Manantlán.<br />
En el estado se encuentran las siguientes áreas<br />
naturales protegidas (anp): Reserva de la Biosfera<br />
Archipiélago de Revillagigedo, Área de Protección<br />
de Flora y Fauna El Jabalí, Área de<br />
Protección de Recursos Naturales Las Huertas y<br />
estero Valle de las Garzas; mientras que la<br />
Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán y el<br />
Parque Nacional Nevado de Colima, incluyen<br />
dentro de sus límites una parte muy limitada del<br />
territorio de Colima. Debido a que estas áreas<br />
son insuficientes para la conservación de los<br />
mamíferos en el estado, sobre todo en cuanto a<br />
endemismos se refiere, es necesario establecer<br />
nuevas anp, así como determinar estrategias que<br />
garanticen la permanencia de las zonas mejor<br />
conservadas y la recuperación de las zonas más<br />
alteradas con flora y fauna nativas.<br />
Son varias las causas que amenazan la conservación<br />
de los mamíferos de Colima y la fragmentación<br />
es uno de los problemas más serios. En la<br />
actualidad, todos los tipos de vegetación se<br />
encuentran alterados por las actividades agrícolas<br />
y existen áreas muy grandes de matorral espinoso,<br />
bosque caducifolio y bosque deciduo, que<br />
son cortados y quemados cada año para formar<br />
nuevos campos de cultivo o milpas. La agricultura<br />
permanente está asociada generalmente<br />
con el ganado y el sobrepastoreo, y el establecimiento<br />
de potreros ha generado el aumento de<br />
poblaciones de animales que se comportan como<br />
plaga, tales como el vampiro común y roedores<br />
como Sigmodon mascotensis, Oryzomys couesi y<br />
Baiomys musculus.<br />
Como consecuencia, las poblaciones de un gran<br />
número de especies de mamíferos, y especialmente<br />
aquellos de hábitos muy específicos como<br />
los roedores arborícolas (Nyctomys sumichrasti,<br />
Peromyscus perfulvus, Xenomys nelsoni), especies<br />
de murciélagos endémicos (Musonycteris<br />
harrisoni, Corynorhinus mexicanus y varias<br />
especies de Myotis), y mamíferos de tamaño<br />
mediano o grande (todos los carnívoros y artiodáctilos)<br />
se han ido reduciendo y van quedando<br />
aisladas, lo que los pone en peligro de extinción.<br />
Otra amenaza para los mamíferos de esta entidad<br />
es la continua actividad del volcán de<br />
Colima, que en los últimos años ha favorecido<br />
incendios y una reducción muy marcada del<br />
bosque, debido a que una gran extensión de las<br />
laderas han sido cubiertas por cenizas, esto sin<br />
duda afecta las poblaciones de flora y fauna. Por<br />
otra parte, la ausencia de la cubierta vegetal del<br />
474 DIVERSIDAD DE ESPECIES
FIGURA 8. El coatí norteño (Nasua narica molaris) es uno de los mamíeros omnívoros que habitan Colima.<br />
Foto: María de Lourdes Romero-Almaraz.<br />
volcán traerá como consecuencia inmediata la<br />
pérdida de agua superficial y subterránea.<br />
Conclusiones<br />
Debido a que en general no se conocen datos<br />
sobre la historia natural y reproducción de los<br />
mamíferos de Colima, es necesario intensificar<br />
los estudios al respecto y así poder establecer<br />
estrategias de conservación. Otras acciones que<br />
recomendamos son: a) incrementar el número y<br />
superficie de las zonas protegidas y establecer<br />
corredores que permitan que las poblaciones no<br />
queden aisladas, b) realizar campañas intensivas<br />
de reforestación a fin de mejorar las condiciones<br />
del hábitat en el que viven las poblaciones de<br />
mamíferos y, c) establecer normas para el manejo<br />
de los recursos que resulten sustentables y a favor<br />
de su conservación.<br />
Lo anterior no tendrá ningún sentido si no se<br />
sensibiliza a la población, de todos los niveles y<br />
edades, sobre la importancia de los recursos<br />
naturales y particularmente de los mamíferos,<br />
en todos los aspectos de nuestra vida.<br />
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476 DIVERSIDAD DE ESPECIES
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Research 131:180-188.<br />
Mamíferos (Mammalia)<br />
477
ESTUDIO DE CASO<br />
RIESGO DE EXTINCIÓN DE LOS PUMAS<br />
POR UNA POTENCIAL EXPLOSIÓN<br />
DEL VOLCÁN DE COLIMA<br />
Andrew M. Burton<br />
Los volcanes son conocidos por los efectos destructivos<br />
que provocan durante sus periodos<br />
activos (Kirianov 2009), sin embargo, son particularmente<br />
importantes en la generación de biodiversidad<br />
regional y endemismos, esto se debe a<br />
que tanto los volcanes como los arcos volcánicos<br />
(conjunto de volcanes) constituyen barreras que<br />
impiden el contacto entre las distintas poblaciones<br />
de la misma especie y generan cambios<br />
abruptos del paisaje que modifican la disponibilidad<br />
de recursos (Whittaker y Fernández-Palacios<br />
2007). Este fenómeno se presenta en la Faja<br />
Volcánica Transmexicana (fvtm) (Heil et al.<br />
2003), en cuyo extremo oeste se encuentra el<br />
complejo volcánico de Colima.<br />
FIGURA 1. Macho de Puma concolor registrado en<br />
la localidad del Floripondio, en el Parque Nacional<br />
Volcán Nevado de Colima. Foto: Secretaría de<br />
Medio mbiente y Desarrollo erritorial, obierno<br />
del Estado de Jalisco/Centro Universitario<br />
de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la<br />
Universidad de Guadalajara.<br />
Ese complejo volcánico es un refugio importante<br />
para los vertebrados de la región, especialmente<br />
de grandes mamíferos como el puma (Puma<br />
concolor). Aun cuando el puma está enlistado<br />
bajo la categoría (LC) o “preocupación menor”,<br />
por la Unión Internacional para la Conservación<br />
de la Naturaleza (Caso et al. 2008, uicn 2009), su<br />
hábitat se ha visto reducido de manera significativa<br />
y han sido perseguidos y cazados tanto por<br />
cazadores furtivos como por ganaderos (Caso<br />
et al. 2008).<br />
En este estudio se presenta un análisis para<br />
determinar el riesgo de extinción de los pumas<br />
que habitan el complejo volcánico de Colima, en<br />
el oeste de México. Este análisis se realizó<br />
mediante la aplicación del programa de cómputo<br />
puma (Beier 1993a), el cual estima el riesgo de<br />
extinción tomando en cuenta la demografía<br />
actual y la variabilidad ambiental (figura 1).<br />
Con este modelo de simulación es posible crear<br />
catástrofes (en este caso una erupción explosiva<br />
478<br />
Burton, A.M. 2016. Riesgo de extinción de los pumas por una potencial explosión del Volcán de Colima. En: La Biodiversidad<br />
en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 478-481.
mayor del volcán de Colima), que pudieran causar<br />
un colapso de las poblaciones de venado y<br />
jabalí, las principales fuentes de alimentación<br />
del puma. El usuario puede especificar la severidad<br />
de dichas catástrofes, indicando el porcentaje<br />
en que se reduciría la capacidad de carga<br />
para los pumas hembras adultos (el programa no<br />
considera a los machos debido a que tienen una<br />
densidad muy baja en relación con los recursos<br />
alimenticios), el intervalo de tiempo entre una<br />
catástrofe y otra (de 10 a 99 años) y la duración<br />
de la catástrofe (de 1 a 10 años).<br />
Con base en investigaciones actuales de los<br />
depósitos de la erupción pliniana (caracterizadas<br />
por la expulsión de magma) del volcán de<br />
Colima en 1913 (Saucedo-Girón 1997), simulaciones<br />
por computadora del descenso de materiales<br />
por los flancos del volcán (flujos piroclásticos)<br />
(Sheridan y Macías 1995, Gavilanes Ruiz 2004,<br />
Saucedo et al. 2005) y los trabajos publicados<br />
sobre riesgos volcánicos (Martin del Pozzo et al.<br />
1995), se predice que una explosión mayor del<br />
volcán de Colima podría reducir la capacidad de<br />
carga de las hembras adultas de puma hasta en<br />
un 30% y la cual pudiera llegar hasta 50%.<br />
número de pumas inmigrantes cada 10 años, ya<br />
que es probable que pumas provenientes de la<br />
cercana Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán<br />
se dispersen hacia los volcanes. Debido a<br />
que los machos se dispersan mejor que las hembras<br />
se utilizó un valor de inmigración de uno a<br />
dos machos en este periodo. Se consideró este<br />
valor tan bajo debido a los impactos negativos de<br />
las actividades humanas en la región agrícola<br />
entre las dos localidades, sin embargo, esta tasa<br />
de inmigración permite retrasar la extinción.<br />
La simulación de una erupción explosiva mayor<br />
del volcán de Colima, considerando los valores<br />
de las condiciones ambientales y poblacionales<br />
conocidas actualmente para los pumas, dos<br />
machos y dos hembras con 375 km 2 de hábitat<br />
adecuado (Burton 2006) (figuras 2 y 3) y sin<br />
inmigración de la sierra de Manantlán, dio como<br />
resultado extinciones en cada una de las 100<br />
simulaciones, con un tiempo mínimo de extinción<br />
de 11 años.<br />
Se corrieron 100 simulaciones del modelo (los<br />
resultados varían en cada una debido a la variación<br />
aleatoria del modelo) (Beier 1993b), con<br />
base en datos históricos de la frecuencia de erupciones<br />
explosivas mayores (aproximadamente<br />
cada 99 años) (De la Cruz-Reyna 1993, Martín<br />
del Pozzo et al. 1995, Bretón-González et al.<br />
2002) y una duración de los efectos de la erupción<br />
de 10 años (tomando como base la erupción<br />
del monte Santa Helena en mayo 1980) (Franklin<br />
et al. 1985, Adams et al. 1987, Hemstrom y<br />
Emmingham 1987). También se consideró el<br />
FIGURA 2. egistro de puma, obtenido el de mayo<br />
de 2009. Foto: Parque Nacional Volcán Nevado de<br />
Colima, ecretaría de Medio mbiente y Desarrollo<br />
erritorial, obierno del Estado de aliscoCentro<br />
Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />
de la Universidad de Guadalajara.<br />
Riesgo de extinción de los pumas por una potencial explosión del volcán de Colima<br />
479
FIGURA 3. Registro de<br />
puma obtenido el<br />
de diciembre de<br />
2011. Foto: Parque<br />
Nacional Volcán<br />
Nevado de Colima,<br />
Secretaría de Medio<br />
mbiente y Desarrollo<br />
erritorial, obierno<br />
del Estado de Jalisco/<br />
Centro Universitario<br />
de Ciencias Biológicas<br />
y Agropecuarias de<br />
la Universidad de<br />
Guadalajara.<br />
Considerando un solo macho migrante de la sierra<br />
de Manantlán, la ocurrencia de extinciones<br />
bajó a 96 de cada 100 simulaciones y se estimaron<br />
a los 25 años; mientras que la inmigración de<br />
una hembra y dos machos redujo a 69 el número<br />
de extinciones en 100 simulaciones. Esto quiere<br />
decir que la persistencia de la especie, a largo<br />
plazo, en el complejo volcánico de Colima, sólo<br />
será posible con la migración de al menos dos<br />
machos y una hembra cada 10 años. Al eliminar<br />
en el programa el efecto de una erupción explosiva<br />
sobre la capacidad de carga, la supervivencia<br />
de los pumas en los volcanes de Colima no se<br />
incrementó.<br />
Conclusiones<br />
El programa de simulación indica la frágil<br />
persistencia de los pumas en los volcanes y la<br />
importancia de mantener corredores biológicos<br />
silvestres (Whitakker y Fernández-Palacios 2007),<br />
entre los volcanes de Colima y la cercana Reserva<br />
de la Biosfera Sierra de Manantlán. Esto se debe<br />
a que la inmigración de nuevos machos (y hembras)<br />
es crucial para prevenir la extinción local<br />
de los pumas que habitan en el complejo volcánico<br />
de Colima. Debido a que el número de<br />
pumas que habitan dicho complejo es muy<br />
pequeño, deberán ser considerados como individuos<br />
y no como una población o subpoblación,<br />
ya que el número de individuos no es suficiente<br />
para mantener una población viable. Por ello la<br />
permanencia de la especie en la localidad<br />
depende completamente de la inmigración de<br />
nuevos organismos de las poblaciones adyacentes<br />
y esto sólo será posible si existen áreas naturales<br />
protegidas, conocidos como corredores<br />
biológicos, que conectan estas dos.<br />
Referencias<br />
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480 DIVERSIDAD DE ESPECIES
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Mapaches<br />
(Procyon)<br />
Michael L. Kennedy<br />
Los mapaches son mamíferos de talla mediana, cuerpo rechoncho, patas<br />
cortas, cabeza ancha, nariz afilada y cola esponjada, su longitud es la<br />
mitad del tamaño de la cabeza y el cuerpo juntos. Estos mamíferos pertenecen<br />
al género Procyon y a la familia Procyonidae. En Colima están<br />
representados por la especie Procyon lotor. Esta especie se distingue por<br />
tener un antifaz negro muy marcado sobre los ojos y de cuatro a siete<br />
anillos negros en la cola que terminan en la punta (Lotze y Anderson<br />
1979, Kaufmann 1982). El pelo del dorso tiene una apariencia entrecana<br />
que varía de grisáceo a negruzco, los lados son más pálidos y las partes<br />
ventrales son gris claro a gris amarillento (figura 1). El tamaño depende<br />
del área geográfica que se considere, pero en general los machos son más<br />
grandes que las hembras (Ritke y Kennedy 1988).<br />
Procyon lotor está ampliamente distribuido en diversos tipos de hábitats.<br />
Se conoce desde el sur de Canadá, a través de Estados Unidos (excepto en<br />
regiones de las montañas rocosas), México y Centroamérica (Hall 1981,<br />
Wilson y Reeder 2005). Si bien los lugares con cuerpos de agua permanentes,<br />
en tierras bajas (lagos, ríos, pantanos, lagunas y estuarios), pueden<br />
albergar un gran número de mapaches (Kaufmann 1982, Leberg y<br />
Kennedy 1988, Kissell y Kennedy 1992), también se presentan en áreas de<br />
agricultura y ambientes urbanos.<br />
Los mapaches se consideran omnívoros oportunistas que consumen una<br />
gran variedad de alimentos según la temporada y localidad (Johnson<br />
482<br />
Kennedy, M.L. 2016. Mapaches (Procyon). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />
pp. 482-484.
FIGURA 1. Mapache (Procyon lotor), nica especia distribuida en el estado. Foto: Michael . ennedy.<br />
1970, Kaufmann 1982). Entre los principales alimentos<br />
de origen vegetal que consumen están<br />
las semillas, frutos y brotes, mientras que de origen<br />
animal pueden llegar a consumir artrópodos,<br />
gusanos de tierra, peces, aves, ratones y<br />
huevos de aves o tortugas (Johnson 1970). En<br />
ambientes urbanos los mapaches llegan a alimentarse<br />
de basura, alimento para mascotas y<br />
otros asociados al ambiente humano, por lo que<br />
a menudo se consideran fauna nociva.<br />
Es una especie primodialmente nocturna, pero<br />
en ocasiones es activa durante el día. Existe una<br />
clara variación en el área de desplazamiento de<br />
los individuos (ámbitos hogareños), de alrededor<br />
de 5 a 5 000 ha (Kaufmann 1982) y presentan<br />
movimientos a grandes distancias (alrededor de<br />
265 km, de acuerdo con Lynch 1967). Sus madrigueras<br />
más comunes son huecos en los árboles,<br />
aunque pueden utilizar oquedades en la tierra,<br />
grietas entre rocas, cuevas, desagües, edificios y<br />
conjuntos de arbustos (Kaufmann 1982). La<br />
temporada de crianza comprende los meses de<br />
enero a agosto, pero su máxima actividad es en<br />
febrero y marzo, aunque las cópulas pueden<br />
extenderse en tiempo en latitudes más sureñas<br />
(Gehrt 2003). El periodo de gestación es de alrededor<br />
de 63 días (Kaufmann 1982, Sanderson<br />
1987). Las crías nacen en abril o mayo y el<br />
tamaño de camada puede variar de una a ocho<br />
crías, aunque se ha reportado que el promedio es<br />
de dos a cinco (Asdell 1964). Las hembras pueden<br />
copular con varios machos durante la temporada<br />
de reproducción (Nielsen y Nielsen<br />
2007). La unidad social más común entre las<br />
poblaciones de mapaches son unidades familiares<br />
de hembras y sus crías (Gehrt 2003).<br />
Mapaches (Procyon)<br />
483
Su inteligencia, vivacidad y curiosidad han favorecido<br />
el éxito de la especie a lo largo de su distribución.<br />
Los mapaches son una de las especies<br />
más reconocidas por su importancia ecológica y<br />
económica para los humanos. Debido a su<br />
amplia distribución y tolerancia a la fragmentación<br />
del hábitat no requiere medidas para su<br />
conservación.<br />
Referencias<br />
Asdell, S.A. 1964. Patterns of mammalian reproduction.<br />
Cornell University Press. Nueva York.<br />
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ed. Johns Hopkins University Press. Baltimore.<br />
484 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Ratones<br />
(Peromyscus)<br />
Gary D. Schnell<br />
Descripción<br />
El género Peromyscus es bien conocido porque ha servido como modelo<br />
de gran cantidad de estudios científicos (Musser y Carleton 2005). Incluye<br />
56 especies de ratones que se distribuyen en norte y centroamérica (Mu-<br />
sser y Carleton 2005). Algunas especies se encuentran prácticamente en<br />
todos los hábitats, desde zonas rocosas alpinas de las montañas del norte<br />
hasta bosques tropicales de tierras bajas (Kirkland y Layne 1989).<br />
México tiene la mayor diversidad de especies de Peromyscus, con 48 especies<br />
(Ceballos y Oliva 2005), y cuatro de éstas –Peromyscus hylocetes,<br />
P. maniculatus, P. perfulvus y P. spicilegus– se distribuyen en Colima:<br />
Peromyscus hylocetes hasta hace poco tiempo era considerado coespecífico<br />
de P. aztecus. Este roedor se distribuye desde el centro y sur-oeste<br />
de Jalisco, hasta el este del Distrito Federal y norte de Morelos (Musser<br />
y Carleton 2005), a elevaciones medias a altas, generalmente mayores a<br />
2 300 msnm (Vázquez et al. 2000). Se alimenta de frutos, semillas y<br />
hojas (Ceballos y Oliva 2005). En Colima se localiza generalmente en la<br />
parte norte del estado, aunque se ha encontrado en algunas localidades<br />
hacia el sur y cerca de la costa del Pacífico. La coloración del dorso es<br />
ocre pálido mezclado con pelos negros. Los costados son marrón-rojizo<br />
y la parte ventral es blanca o color crema; tiene un anillo negro alrededor<br />
de los ojos (figura 1).<br />
Schnell, G.D. 2016. Ratones (Peromyscus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />
pp. 485-488.<br />
485
En el suroeste de Jalisco y el noreste de Colima<br />
su reproducción es mayor en la temporada de<br />
lluvias (septiembre). La densidad de individuos<br />
más baja se registra en la estación seca (junio) y<br />
la más alta presenta dos picos, uno al final de la<br />
temporada de lluvias (octubre) y otro al inicio de<br />
la estación fría (enero-febrero) (Vázquez et al.<br />
2000).<br />
Peromyscus maniculatus tiene la distribución<br />
más amplia, que abarca desde Alaska y el norte<br />
de Canadá hasta el sur de Baja California y centro-norte<br />
de Oaxaca (Musser y Carleton 2005).<br />
El dorso de P. maniculatus varía de gris a<br />
marrón-rojizo, con el vientre y las patas blancas<br />
(figura 2). Se reproducen todo el año y tienen un<br />
pico reproductivo en los meses de junio a agosto.<br />
En México ocupa gran variedad de hábitats que<br />
incluyen: bosque mixto, bosque de pino, pastizales,<br />
matorral xerófito, desiertos y las cercanías de<br />
cultivos (Ceballos y Oliva 2005). En Colima,<br />
P. maniculatus ha sido encontrado únicamente<br />
en el norte del estado.<br />
Peromyscus perfulvus tiene el cuerpo de color<br />
canela con pelos más oscuros en el dorso, la<br />
cabeza es gris, el vientre color crema y las patas<br />
blancas. Es una especie endémica de México<br />
cuya distribución ocupa un área muy pequeña<br />
que incluye la costa y tierras bajas de Jalisco,<br />
Colima, Michoacán, el norte de Guerrero y el<br />
extremo suroeste del Estado de México. Su<br />
reproducción se lleva a cabo todo el año (Sánchez-Hernández<br />
et al. 2009) y el promedio de<br />
tamaño de la camada en condiciones de laboratorio<br />
es de 2.6 crías (Helm et al. 1974). Peromyscus<br />
FIGURA 1. Ratón norteamericano (Peromyscus maniculatus). Foto: Aldo Antonio Guevara Carrizales/<strong>Banco</strong> de<br />
imágenes CONABIO.<br />
486 DIVERSIDAD DE ESPECIES
perfulvus es de hábitos principalmente arborícolas<br />
(Schnell et al. 2008a, b), por lo que su distribución<br />
se restringe a bosques tropicales<br />
caducifolios con un estrato superior denso de<br />
poca hojarasca y un estrato inferior escaso (Schnell<br />
et al. 2008a, b).<br />
Peromyscus spicilegus es un roedor de talla<br />
mediana para el género (Roberts et al. 1998), el<br />
pelo del dorso es café-amarillento mezclado con<br />
pelos oscuros, de apariencia leonada y el vientre<br />
es blanco. Se conoce poco sobre la ecología y<br />
conducta de esta especie; sin embargo, se sabe<br />
que se distribuye en elevaciones bajas a medias<br />
(1 980 msnm), desde el sureste de Sonora y el<br />
extremo suroeste de Chihuahua hasta el noreste<br />
de Colima y el centro-oeste de Michoacán (Musser<br />
y Carleton 2005). Esta especie es interesante<br />
porque puede distribuirse tanto en tierras bajas<br />
tropicales húmedas como en regiones montañosas,<br />
mientras que especies emparentadas no<br />
suelen distribuirse en ambas zonas. Puede<br />
encontrarse particularmente en bosque de<br />
pino-encino (Pinus-Quercus) y en los bordes de<br />
campos de cultivo. En Colima P. spicilegus tiene<br />
una distribución similar a P. maniculatus y se<br />
encuentra únicamente al norte del estado.<br />
Amenazas y conservación<br />
Debido a su amplia distribución, grandes tamaños<br />
poblacionales (en general) y tolerancia a la<br />
fragmentación del hábitat; Peromyscus hylocetes,<br />
P. maniculatus y P. spicilegus no requieren estrategias<br />
especiales de conservación. Sin embargo,<br />
FIGURA 2. Ratón transvolcánico (Peromyscus hylocetes). Foto: Cornelio Sánchez Hernández.<br />
Ratones (Peromyscus)<br />
487
Peromyscus perfulvus debería considerarse en<br />
riesgo debido a su restringida distribución geográfica,<br />
sus preferencias de microhábitat y a la<br />
pérdida (fragmentación y degradación) de su<br />
hábitat. Esto es más relevante si se considera que<br />
se han reportado densidades poblacionales bajas,<br />
probablemente relacionadas con una proporción<br />
de sexos sesgada hacia los machos, lo que reduce<br />
las probabilidades de encuentros reproductivos<br />
para la especie (Schnell et al. 2008a). Es necesario<br />
realizar estudios de ratones del género<br />
P eromyscus para conocer y conservar estos peculiares<br />
roedores.<br />
Referencias<br />
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488 DIVERSIDAD DE ESPECIES
ESTUDIO DE CASO<br />
UN PEQUEÑO GRAN PROBLEMA: RATONES<br />
CASEROS EN ISLA SOCORRO<br />
Diana López-Higareda I César Antonio Ríos-Muñoz<br />
Livia Socorro León-Paniagua<br />
Descripción<br />
La isla Socorro pertenece al archipiélago de<br />
Revillagigedo en el estado de Colima; está localizada<br />
a 716 km al oeste de la costa del estado, en<br />
el océano Pacífico y tiene una extensión aproximada<br />
de 150 km 2 (Adem 1960). La vegetación de<br />
la isla se compone de asociaciones halófitas en el<br />
nivel del mar y de bosques dominados por arbustos<br />
y árboles tropicales a lo largo de un gradiente<br />
altitudinal que llega hasta los 1 040 m (Arnaud<br />
1993, Flores-Palacios et al. 2009).<br />
Debido al aislamiento en que se encuentra se trata<br />
de un ambiente especialmente susceptible al<br />
impacto de especies invasoras (Álvarez et al. 1994,<br />
Arnaud et al. 1994), asociadas principalmente a la<br />
presencia de seres humanos (Jehl y Parkes 1982),<br />
aunque en la actualidad el único asentamiento<br />
humano en isla Socorro es el sector naval, establecido<br />
desde 1957 y ubicado en el extremo sur de la<br />
isla (Adem 1960, Jehl y Parkes 1982).<br />
En marzo de 2007 se realizó una colecta en localidades<br />
del centro y norte de la isla Socorro:<br />
camino al volcán Evermann, Las Mandarinas,<br />
Playa Norte y en el extremo sur, en el sector<br />
naval; utilizando trampas Sherman (con un<br />
método de colecta descrito en López-Higareda<br />
et al. 2014). Todos los especímenes colectados<br />
fueron depositados en la colección mastozoológica<br />
del Museo de Zoología, Facultad de Ciencias,<br />
unam (números de catálogo mzfc<br />
9799-9813).<br />
Se colectaron un total de cinco machos y 10 hembras<br />
de ratón casero (Mus musculus) (figura 1),<br />
entre las que se incluían cinco hembras adultas<br />
que se encontraban lactando. La localidad con<br />
mayor número de individuos fue Las Mandarinas<br />
(11 especímenes, incluidas todas las hembras en<br />
lactancia y un juvenil), seguido de Playa Norte<br />
(tres individuos) y camino al volcán Evermann<br />
(un individuo). Dos individuos más fueron colectados<br />
en el sector naval, pero no se preservaron<br />
como ejemplares de colección científica.<br />
El ratón casero: un pequeño gran<br />
problema<br />
La información sobre poblaciones de ratón<br />
casero en islas es poca, además de que la información<br />
sobre su ámbito hogareño y capacidad<br />
de desplazamiento, en estos ambientes, permanece<br />
desconocida (Wanless et al. 2007). Se desconoce<br />
también cuándo fue introducida esta<br />
especie en la isla Socorro. El primer reporte lo<br />
López-Higareda, D., C.A. Ríos-Muñoz y L.S. León-Paniagua. 2016. Un pequeño gran problema: ratones caseros en Isla<br />
Socorro. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 489-492.<br />
489
ealizó Brattstrom en 1978 en la caleta de Grayson;<br />
sin embargo, en 1981 no se encontró evidencia<br />
de la presencia de la especie en la misma<br />
localidad (Brattstrom 1990). Posteriormente,<br />
para el periodo entre 1988-1990, Arnaud et al.<br />
(1994) reportaron una elevada abundancia en las<br />
inmediaciones del sector naval.<br />
Se sabe que los movimientos diarios de los ratones<br />
asociados a seres humanos, generalmente no<br />
rebasan los 10 m 2 (Bronson 1979), aunque, en<br />
individuos silvestres se han reportado desplazamientos<br />
de hasta dos km (Nowak 1999). López<br />
Higareda et al. (2014) reportan localidades, en la<br />
isla Socorro, en las que se desconocía la presencia<br />
de este roedor, la más alejada se encuentra<br />
ubicada en la zona norte, a 15.5 km del sector<br />
naval, donde previamente había sido reportado<br />
(Arnaud et al. 1994) y a siete km del registro de<br />
Bratsttrom (1990).<br />
Es por lo anterior que se considera existe la posibilidad<br />
de que los ratones hayan alcanzado estas<br />
localidades al norte de la isla Socorro, por su<br />
capacidad de dispersión, ya que los registros más<br />
antiguos son de al menos hace 35 años (Brattsrom<br />
1990). Pese a ello, debido a la densa vegetación<br />
no se tienen muestreos que permitan<br />
estimar la presencia de roedores en localidades<br />
intermedias; además, la gran abundancia de<br />
cangrejos (Gercarcinus planatus) en el norte<br />
de la isla podría dificultar la presencia de los<br />
ratones, ya que se ha reportado que éstos presentan<br />
hábitos carnívoros (Ortega-Rubio et al.<br />
1997).<br />
FIGURA 1. Ratón casero (Mus musculus) introducido en la isla Socorro del archipiélago de Revillagigedo,<br />
Colima. Foto: Csar . íosMuo .<br />
490 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Otra posibilidad es que el ratón casero haya sido<br />
introducido en el norte de la isla por vía marítima,<br />
aunque no es común que se hagan viajes a<br />
esa parte de la isla (Ocaña-García com. pers.).<br />
Estos registros de nuevos sitios y ambientes en<br />
los que se encuentra Mus musculus en la isla<br />
Socorro, abren la posibilidad de que la especie no<br />
se encuentre asociada únicamente a la actividad<br />
humana. El ratón casero fue más abundante en<br />
el bosque de guayabillo (Psidium socorrense), un<br />
tipo de comunidad vegetal perturbado debido a<br />
la presencia de borregos (Ovis aries) introducidos,<br />
que se extiende cubriendo aproximadamente<br />
24% del área total de la isla (Flores-Palacios<br />
et al. 2009).<br />
Conclusiones<br />
El ratón casero (Mus musculus), es posiblemente<br />
el roedor con la distribución más extendida en el<br />
planeta, por su asociación con los seres humanos<br />
y su plasticidad, que ha favorecido su rápida<br />
adaptación a nuevos ambientes (Álvarez-Romero<br />
et al. 2008). Los efectos de esta especie<br />
invasora sobre la fauna nativa de la isla Socorro,<br />
como la lagartija endémica Urosaurus auriculatus<br />
(Arnaud et al. 1993, Galina-Tessaro et al. 1999) y<br />
las poblaciones de aves que anidan en el suelo,<br />
no ha sido evaluada, aun cuando la especie se<br />
considera un factor de riesgo para las poblaciones<br />
de estas aves (Howald et al. 2007, Wanless et<br />
al. 2007), al ser un depredador de huevos y de<br />
individuos juveniles (Cuthbert y Hilton 2004,<br />
Álvarez-Romero et al. 2008). Por otro lado, los<br />
depredadores del ratón en la isla son los gatos<br />
(Rodríguez-Estrella et al. 1991, Arnaud et al.<br />
1993, 1994) y posiblemente el halcón cola roja<br />
(Buteo jamaicensis socorroensis) y la lechuza<br />
(Tyto alba) (Jehl y Parkes 1982).<br />
Los registros dan cuenta de la introducción y<br />
presencia actual del ratón casero en nuevos sitios<br />
de la isla Socorro, por lo que es recomendable<br />
desarrollar estudios a nivel local sobre la ecología<br />
de este ratón, para conocer su impacto sobre<br />
la fauna nativa de la isla; asimismo, realizar<br />
monitoreos permanentes en las islas del archipiélago<br />
de Revillagigedo, para conocer el estado<br />
de su biodiversidad e identificar situaciones<br />
similares de fauna invasora que representen<br />
amenazas importantes para su conservación.<br />
Agradecimientos<br />
A la Armada de México por las facilidades otorgadas<br />
durante nuestra visita al archipiélago<br />
Revillagigedo, a H. Vázquez-Miranda, R.<br />
Sosa-López, A.A. Mendoza-Hernández, M.N.<br />
Cortés-Rodríguez y B.E. Hernández-Baños por<br />
su asistencia en el trabajo de campo.<br />
Referencias<br />
Adem, J. 1960. Introducción. En: La isla Socorro, archipiélago<br />
de Revillagigedo. J. Adem, E. Cobo, L.<br />
Blásquez, et al. Monografía del Instituto de Geofísica,<br />
unam, pp. 7-12.<br />
Álvarez-Romero, J., R. Medellín, A. Oliveras de Ita, et<br />
al. 2008. Animales exóticos en México. Una amenaza<br />
para la biodiversidad. <strong>Comisión</strong> Nacional para<br />
el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio)/Instituto<br />
de Ecología (ie)/unam/Secretaría<br />
de Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat).<br />
México, D.F.<br />
Un pequeño gran problema: ratones caseros en Isla Socorro<br />
491
Álvarez, S., A. Castellanos, P. Galina, et al. 1994. Aspectos<br />
de la población y el hábitat del borrego doméstico<br />
(Ovis aries). En: La isla Socorro, Reserva<br />
de la Biosfera Archipiélago Revillagigedo, México. A.<br />
Ortega y A. Castellanos (eds.). Centro de Investigaciones<br />
Biológicas del Noroeste (cibnor). Publicación<br />
núm. 8. La Paz, BCS, pp. 301-317.<br />
Arnaud, G., A. Rodríguez, A. Ortega-Rubio y S. Álvarez-Cárdenas.<br />
1993. Predation by cats on the unique<br />
endemic lizard of Socorro Island (Urosaurus<br />
auriculatus), Revillagigedo, Mexico. Ohio Journal<br />
of Science 93:101-104.<br />
Arnaud, G., A. Rodríguez y S. Álvarez. 1994. El gato<br />
doméstico (Felis catus), implicaciones de su presencia<br />
y alternativas para su erradicación. En: La<br />
isla Socorro, Reserva de la Biosfera Archipiélago<br />
Revillagigedo, México. A. Ortega y A. Castellanos<br />
(eds.). cibnor. Publicación núm. 8. La Paz, BCS,<br />
pp. 319-328.<br />
Brattstrom, B.H. 1990. Biogeography of islas Revillagigedo,<br />
Mexico. Journal of Biogeography 17:177-183.<br />
Cuthbert, R. y G. Hilton. 2004. Introduced house mice<br />
Mus musculus: a significant predator of threatened<br />
and endemic birds on Gough Island, South Atlantic<br />
Ocean? Biological Conservation 117:483-489.<br />
Flores-Palacios, A., J.E., Martínez-Gómez y R.L. Curry.<br />
2009. La vegetación de isla Socorro, archipiélago<br />
de Revillagigedo, México. Boletín de la Sociedad<br />
Botánica de México 84: 13-23.<br />
Galina-Tessaro, P., A. Ortega-Rubio, S. Álvarez-Cárdenas<br />
y G. Arnaud. 1999. Colonization of Socorro<br />
Island (Mexico), by the tropical house gecko Hemidactylus<br />
frenatus (Squamata: Gekkonidae). Revista<br />
de Biología Tropical 47: 237-238.<br />
Howald G., C.J., J.P. Donlan, J.C. Galván, et al. 2007.<br />
Invasive rodent eradication on islands. Conservation<br />
Biology 21:1258-1268.<br />
Jehl, J.R. y K.C. Parkes Jr. 1982. The status of the avifauna<br />
of the Revillagigedo islands, Mexico. Wilson<br />
Bulletin 94:1-19.<br />
López-Higareda, D., C.A. Ríos-Muñoz y L.S. León-Paniagua.<br />
2014. Un pequeño gran problema: nuevos<br />
registros del ratón casero en isla Socorro, México.<br />
Acta Zoológica Mexicana (n.s.)30(3):711-715.<br />
Nowak, R.M. 1999. Walker’s mammals of the World.<br />
6a ed. The Johns Hopkins University Press. Baltimore.<br />
Ortega-Rubio, A., M.L. Jiménez, J. Llinas y G. Arnaud.<br />
1997. Some ecological aspects of the land<br />
crab, Gecarcinus planatus Stimpson, at Socorro<br />
Island, Colima, Mexico. Journal of the Arizona-Nevada<br />
Academy of Science 30:17-22.<br />
Ocaña-García, J.J. 2007. Contralmirante de la Marina-Armada<br />
de México. Comunicación personal,<br />
marzo.<br />
Rodríguez-Estrella, R., G. Arnaud, S. Álvarez-Cárdenas<br />
y A. Rodríguez. 1991. Predation by feral cats<br />
on birds at isla Socorro, Mexico. Western Birds<br />
22:141-143.<br />
Wanless, R.M., A. Ángel, R.J. Cuthbert, et al. 2007.<br />
Can predation by invasive mice drive seabird extinctions?<br />
Biology Letters 3:241-244.
Murciélagos<br />
de orejas largas<br />
(Macrotus)<br />
Cornelio Sánchez-Hernández<br />
El nombre del género Macrotus deriva de las raíces griegas: macros y otos,<br />
que significan “orejas largas” (Anderson 1969). Los murciélagos de orejas<br />
largas (Macrotus spp.) son de apariencia frágil, con una coloración del<br />
dorso que varía de gris moreno tabaco a moreno rojizo, el vientre color<br />
gamuza pálido y las alas y uropatagio (membrana que une las patas traseras)<br />
más oscuras. La longitud total varía de 80 a 100 mm y el antebrazo<br />
de 45 a 58 mm.<br />
Las orejas miden más de 25 mm desde la escotadura a la punta, son<br />
redondeadas y se unen en la base por una banda de piel. El rostro es largo,<br />
la hoja nasal simple, erecta y lanceolada; los ojos y la boca son grandes, las<br />
alas son largas y anchas; las patas traseras son delgadas y más largas que<br />
la cola. El uropatagio es truncado, ancho y corto e incluye hasta 80% de<br />
la longitud de la cola, dejando la punta libre.<br />
El género incluye dos especies, pero en Colima sólo se distribuye<br />
Macrotus waterhousii. Esta especie se encuentra a elevaciones de 1 300 msnm,<br />
desde California en los Estados Unidos de Norteamérica, hacia el sur<br />
por la península de Baja California, y de la vertiente del Pacífico y centro<br />
de México hasta Guatemala, Belice, Cuba, Trinidad, Tobago, Haití e<br />
islas cercanas (Anderson 1969, Hall 1981). Este grupo de murciélagos<br />
tiene una amplia distribución en Colima y se ha capturado en diferentes<br />
localidades de Comala, Villa de Álvarez, Pueblo Juárez, Cuauhtémoc,<br />
Coquimatlán, Armería y alrededores de la ciudad de Colima.<br />
Sánchez-Hernández, C. 2016. Murciélagos de orejas largas (Macrotus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 493-495.<br />
493
FIGURA 1. Murciélago (Macrotus waterhousii). Foto: Cornelio Sánchez.<br />
Los murciélagos del género Macrotus prefieren<br />
sitios con selva baja caducifolia y matorrales, con<br />
algunos órganos y leguminosas como las del<br />
género Prosopis (mezquites) y Acacia (acacias);<br />
habitan tanto en sitios naturales como fragmentados.<br />
Se capturan con frecuencia en redes colocadas<br />
sobre cuerpos de agua o a las orillas de<br />
éstos. Sus refugios son cuevas, minas, canales de<br />
riego, puentes y alcantarillas que permitan cierta<br />
penumbra, y con frecuencia en sitios con temperatura<br />
elevada y con un fuerte olor a amoniaco.<br />
Comúnmente realizan movimientos locales en<br />
busca de áreas con disponibilidad de alimento.<br />
Estos murciélagos son insectívoros, consumen<br />
coleópteros, ortópteros, lepidópteros y otros<br />
insectos que capturan sobre el suelo, hojas o<br />
ramas de la vegetación. Aunque pueden ser acti-<br />
494 DIVERSIDAD DE ESPECIES
vos durante la noche, normalmente salen del<br />
refugio al oscurecer y algunos individuos regresan<br />
en el lapso de una hora para consumir las<br />
partes blandas de los insectos capturados, por lo<br />
que es común encontrar restos de éstos debajo de<br />
los sitios de percha. Son muy activos dentro de<br />
los refugios y cuando se les perturba siempre<br />
vuelan de un sitio a otro y nunca caminan sobre<br />
las paredes. Dentro del mismo refugio, pero en<br />
grupos separados, pueden encontrarse especies<br />
como: Balantiopteryx plicata, Leptonycteris<br />
yerbabuenae, Artibeus intermedius, Desmodus<br />
rotundus, Glossophaga soricina, Natalus stramineus,<br />
Mormoops megalophylla y diferentes especies de<br />
Pteronotus.<br />
Los sexos habitan separados dentro de los refugios.<br />
Su patrón reproductivo es poliestro bimodal;<br />
después del nacimiento de la cría la hembra<br />
puede volver a preñarse de manera inmediata a<br />
través de un estro de postparto. Los periodos de<br />
nacimiento ocurren uno en junio y otro de<br />
noviembre a enero. Las crías son precoces, nacen<br />
con el cuerpo cubierto de pelo y con los ojos y<br />
orejas abiertos. La lactancia es de junio a agosto<br />
y de noviembre a febrero pero son destetadas<br />
hasta que tienen un mes de edad (Martínez Chapital<br />
2013). Las hembras forman colonias de<br />
maternidad de tamaño variable. La máxima<br />
esperanza de vida ha sido estimada en 10 años<br />
(Bradshaw 1961, Anderson 1969).<br />
La principal importancia de los murciélagos<br />
de orejas largas es el control de poblaciones de<br />
insectos potencialmente perjudiciales para la<br />
agricultura. Además, cuando forman colonias<br />
muy numerosas, el guano que se acumula puede<br />
emplearse por los pobladores como fertilizante.<br />
A pesar de que pueden estar infectados con el<br />
virus de la rabia (Málaga y Villa 1957), la posibilidad<br />
de transmitir la enfermedad es muy reducida<br />
debido a que no se asocian con el hombre,<br />
salvo cuando éste perturba sus refugios.<br />
Debido a que la especie se distribuye ampliamente<br />
en Colima y puede formar agregaciones<br />
de decenas a miles de individuos, incluso en<br />
sitios fragmentados, se asume que tolera la alteración,<br />
por lo que no requiere de esfuerzos especiales<br />
para su conservación. Sin embargo, debido<br />
a la importancia de los servicios ambientales que<br />
presta en el control de plagas de insectos, se<br />
recomienda el monitoreo y estudio de sus poblaciones<br />
para realizar acciones que permitan su<br />
conservación.<br />
Referencias<br />
Anderson, S. 1969. Macrotus waterhousii. Mammalian<br />
Species 1:1-4.<br />
Bradshaw, G.V.R. 1961. A life history study of the California<br />
leaf-nosed bat, Macrotus californicus. Tesis<br />
de doctorado. University of Arizona, Tucson. Arizona.<br />
Hall, E.R. 1981. The mammals of North America. 2a<br />
ed. John Wiley and Sons. Nueva York.<br />
Málaga, A.A. y B. Villa. 1957. Algunas notas acerca<br />
de la distribución de los murciélagos de América<br />
del Norte relacionados con el problema de la rabia.<br />
Anales del Instituto de Biología unam. Serie Zoología<br />
27:529-569.<br />
Martínez Chapital, S. T. 2013. Biología reproductiva<br />
y crecimiento postnatal de Macrotus waterhousii<br />
(Chiroptera: Phillostomidae) en la región de Mezcala,<br />
Guerrero. Tesis de Maestría en Ciencias Biológicas<br />
(Ecología), Instituto de Biología, unam,<br />
México.<br />
Murciélagos de orejas largas (Macrotus)<br />
495
Ardillas terrestres<br />
(Notocitellus y<br />
Otospermophilus)<br />
Troy L. Best<br />
Los géneros Noticellus y Otospermophilus incluyen a las ardillas terrestres<br />
de la familia Sciuridae. En Colima se distribuyen dos especies: la ardilla<br />
de cola anillada terrestre o tezmo (Notocitellus annulatus), y la ardilla de<br />
rocas (Otospermophilus variegatus). La principal diferencia entre ambas<br />
especies está en que N. annulatus tiene el foramen supraorbital (zona de<br />
hueso sobre las órbitas oculares) cerrado y los lados de la cabeza son leonados<br />
o de color ante. Debido a que O. variegatus es una especie rara en<br />
Colima, aquí sólo se presenta información de N. annulatus.<br />
Las partes anteriores de N. annulatus son casi uniformes en color, con<br />
una mezcla de negro-fusco y canela-ante o rosado-ante. La barbilla, garganta,<br />
lados de la nariz y cara son color ante ocre; mientras que los lados<br />
del cuello, hombros y patas delanteras son color castaño (Hall 1981). Esta<br />
especie lleva la cola curveada como las ardillas arborícolas (Sciurus) y sus<br />
movimientos son más ágiles que los de la mayoría de las otras especies de<br />
Spermophilus (Howell 1938, Best 1995).<br />
La ardilla de cola anillada es endémica de las tierras bajas tropicales del<br />
occidente de México y se encuentra en elevaciones que van desde el nivel<br />
del mar, hasta más de 1 200 msnm. Habita bosques tropicales caducifolios<br />
densos y es común en las planicies de Colima (Hooper 1955, Hall 1981,<br />
Best 1995). Aunque N. annulatus es principalmente terrestre, puede<br />
encontrarse en árboles grandes, con una alta densidad de enredaderas,<br />
bardas de roca y formaciones rocosas a lo largo de arroyos.<br />
496<br />
Best, T.L 2016. Ardillas terrestres (Notocitellus y Otospermophilus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 496-498.
FIGURA 1. rdillas terrestres de la amilia ciurudae, habitantes del estado, iquierda: ardilla de cola anillada<br />
(Notocitellus annulatus), derecha: ardilla de rocas (Otospermophilus variegatus). Fotos: Troy L. Best.<br />
Sus madrigueras se localizan en laderas, entre<br />
rocas, en terrenos arenosos a lo largo de paredes<br />
y cerca de cultivos (Howell 1938; Allen 1889,<br />
1890). Se alimentan de gran variedad de frutos y<br />
nueces, incluyendo principalmente semillas de<br />
mezquite y cactáceas, nueces de palma de aceite,<br />
nopales (Opuntia) e higos silvestres (Ficus)<br />
(Howell 1938). En Colima la crianza ocurre<br />
durante la temporada de sequía (diciembrejunio).<br />
Esta especie se encuentra asociada comúnmente<br />
a lugares sombríos de las áreas más densas de<br />
palmares (Arecaceae), espinas de mezquite<br />
(Prosopis) y acacias (Acacia). En este hábitat pueden<br />
verse deslizándose continuamente entre las<br />
ramas de árboles grandes o en el matorral, deteniéndose<br />
en ocasiones para desenterrar una<br />
semilla o sentarse sobre sus patas traseras y<br />
comer. Tienen conductas complejas que incluyen<br />
la vigilancia (parándose sobre sus patas traseras<br />
o usando la cola a manera de tripié),<br />
comunicación auditiva mediante chillidos o silbidos<br />
breves y agudos a intervalos cortos, así<br />
como estrategias de forrajeo en las que permanecen<br />
agazapadas muy quietas cerca del suelo,<br />
entre los arbustos y deslizándose de un hueco a<br />
otro, y cuando se alarman corren a esconderse al<br />
primer refugio disponible.<br />
Colima incluye una porción significativa de la<br />
distribución geográfica de la ardilla de cola anillada.<br />
Ésta se distribuye ampliamente en el<br />
estado y está bien adaptada a hábitats que han<br />
sido modificados por prácticas agrícolas. En la<br />
actualidad no se encuentra amenazada o en peligro<br />
(semarnat 2010), por lo que no hay necesidad<br />
de esfuerzos especiales para su conservación.<br />
Sin embargo, el cuidado de esta especie es altamente<br />
deseable porque contribuye a la biodiversidad<br />
del estado y del país, además de prestar<br />
servicios ambientales como la eliminación de<br />
hierbas malas y plantas indeseables. Se sugieren<br />
estudios para conocer la distribución y ecología<br />
de O. variegatus en Colima.<br />
Ardillas terrestres (Notocitellus y Otospermophilus)<br />
497
Referencias<br />
Allen, J.A. 1889. Notes a collection of mammals from<br />
southern Mexico, with descriptions of new species<br />
of the genera Sciurus, Tamias, and Sigmodon. Bulletin<br />
of the American Museum of Natural History<br />
2:165-181.<br />
——— . 1890. Notes on collections of mammals made<br />
in central and southern Mexico, by Dr. Audley<br />
C. Buller, with descriptions of new species of the<br />
genera Vespertilio, Sciurus, and Lepus. Bulletin<br />
of the American Museum of Natural History 3:<br />
175-194.<br />
Best, T.L. 1995. Spermophilus annulatus. Mammalian<br />
Species 508:1-4.<br />
Hall, E.R. 1981. The mammals of north America. John<br />
Wiley and Sons. Nueva York.<br />
Hooper, E.T. 1955. Notes on mammals of western<br />
Mexico. Occasional Papers of the Museum of Zoology,<br />
University of Michigan 565:1-26.<br />
Howell, A.H. 1938. Revision of the north American<br />
ground squirrels, with a classification of the north<br />
American Sciuridae. North American Fauna 56:<br />
1-256.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
498 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Ardillas arborícolas<br />
(Sciurus)<br />
Troy L. Best<br />
El género Sciurus incluye principalmente a las ardillas arborícolas de la<br />
familia Sciuridae que habitan diversos tipos de bosques. En Colima se<br />
encuentran dos especies de este género: la ardilla de Collie (Sciurus<br />
colliaei) y la ardilla de vientre rojo (S. aureogaster) (figura 1). Aunque en<br />
el estado las diferencias entre ambas especies no son muy notorias, una<br />
característica que permite diferenciarlas es el pelaje veteado o manchado,<br />
que en S. colliaei se extiende por el dorso desde la nuca hasta la cadera,<br />
mientras que en S. aureogaster se restringe a la nuca y la cadera. En esta<br />
última, las manchas usualmente son de color anaranjado brillante a<br />
rojo-anaranjado, de modo que contrastan marcadamente con la espalda,<br />
que es de color gris-blancuzco a gris-azulado (Musser 1968).<br />
FIGURA 1. Ardilla vientre<br />
rojo (Sciurus aureogaster)<br />
habitante de los bosques.<br />
Foto: María de Lourdes<br />
Romero-Almaraz.<br />
Best, T.L. 2016. Ardillas arborícolas (Sciurus). En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México,<br />
pp. 499-501.<br />
499
Ambas especies de ardillas son más activas en<br />
las primeras horas de la mañana y cerca del atardecer<br />
(Ceballos 1989). Aunque pueden estar<br />
activas a nivel del suelo, se observan con mayor<br />
frecuencia en las frondas de los árboles, donde<br />
también elaboran sus madrigueras con ramas y<br />
hojas, en huecos de los troncos o la punta de las<br />
ramas (Burt 1938, Caire 1978).<br />
La especie más común en Colima es la ardilla de<br />
Collie, la cual se alimenta de frutos o nueces<br />
de árboles como: Spondias purpurae, Orbygnia<br />
cohune y Cocos nucifera. Esta especie es común<br />
en bosques densos de las tierras bajas (desde el<br />
nivel del mar), a lo largo de la costa del Pacífico<br />
mexicano, y se extiende hacia las tierras altas del<br />
altiplano, por encima de elevaciones de alrededor<br />
de 900 msnm (Best 1995). Los hábitats que<br />
ocupa incluyen: bosques tropicales o subtropicales<br />
que rodean lagunas, laderas por debajo del<br />
cinturón de pino-encino (Pinus-Quercus), bosques<br />
de niebla de pinos, encinos y abetos (Abies,<br />
Pseudotsuga), bosques de madera dura como tilo<br />
americano (Tilia), nogales (Junglans) y alisos<br />
(Alnus), y matorrales xerófilos (Burt 1938, Musser<br />
1968, Caire 1978, Ceballos 1989, Best 1995).<br />
La ardilla de vientre rojo (Sciurus aureogaster)<br />
habita una amplia variedad de bosques a lo largo<br />
de su distribución geográfica en México y Guatemala.<br />
Estos incluyen formaciones de árboles<br />
bajos y de hoja ancha en los trópicos, hasta bosques<br />
templados de encino y coníferas, en las tierras<br />
altas. En el occidente y centro de México<br />
habita en gran variedad de tipos de vegetación<br />
que incluyen matorral xerófilo, selva baja caducifolia,<br />
bosques de galería, de pino-encino y bosques<br />
templados de encinos y coníferas. Su dieta<br />
incluye hongos, bellotas y moras, las cuales<br />
recoge del sotobosque del bosque, pero también<br />
forrajea en las copas de pinos y encinos, descorteza<br />
los conos de pino y come los retoños de las<br />
acículas de la punta de las ramas.<br />
En Colima hay hábitats donde coexisten ambas<br />
especies, tal es el caso de los bosques de laderas<br />
bajas en el volcán de Colima; así como del margen<br />
nororiental de la laguna de Cuyutlán, donde<br />
habitan en palmares de coquito (Arecaceae)<br />
mezclados con higueras (Ficus spp.) y otros<br />
árboles nativos de hoja ancha. Estos árboles les<br />
proveen de alimento (nueces e higos) y hojas<br />
para elaborar sus características madrigueras,<br />
grandes y globulares, ubicadas en las ramas más<br />
altas (Musser 1968).<br />
Las ardillas arborícolas no se encuentran incluidas<br />
en la lista de especies de la nom-059-semarnat-2010<br />
(semarnat 2010), pero dependen de<br />
los bosques para alimentarse, refugiarse y evitar<br />
depredadores, por lo que la protección de las<br />
áreas forestales debe ser de alta prioridad para<br />
garantizar la supervivencia de estas especies<br />
arbóreas. La transformación de los hábitats<br />
forestales para usos agrícolas, la extracción de<br />
madera y la caza excesiva pueden afectar negativamente<br />
a las ardillas arborícolas.<br />
Referencias<br />
Best, T.L. 1995. Sciurus colliaei. Mammalian Species<br />
497:1-4.<br />
Burt, W.H. 1938. Faunal relationships and geographic<br />
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University of Michigan 39:1-77.<br />
500 DIVERSIDAD DE ESPECIES
Caire, W. 1978. The distribution and zoogeography of<br />
the mammals of Sonora, Mexico. Tesis de doctorado.<br />
The University of New Mexico, Albuquerque.<br />
Ceballos, G. 1989. Population and community ecology<br />
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arroyo forests in western Mexico. Tesis de doctorado.<br />
The University of Arizona, Tucson. Arizona.<br />
Musser, G.G. 1968. A systematic study of the Mexican<br />
and Guatemala gray squirrel, Sciurus aureogaster<br />
F. Cuvier (Rodentia: Sciuridae). Miscellaneous Publications<br />
of the Museum of Zoology, University of<br />
Michigan 137:1-112.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
Ardillas arborícolas (Sciurus)<br />
501
Volcán de Colima en actividad, 2015. Foto: Hernando Rivera Cervantes.
S5<br />
DIVERSIDAD GENÉTICA
Hylocereus spp. Foto: Adalberto Ríos Lanz/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Sebastián Lemus-Juárez<br />
La diversidad genética es uno de los tres componentes de la biodiversidad,<br />
junto con la diversidad taxonómica y la diversidad ecológica. Para abordar<br />
el significado de la diversidad genética es necesario partir de la diferenciación<br />
de los términos variación alélica y variación genética, los<br />
cuales con frecuencia se emplean como sinónimos. La variación alélica<br />
consiste en la existencia de varias formas alternativas de alelos para el<br />
mismo gen en una población; la variación genética se refiere específicamente<br />
a las diferencias fenotípicas y genotípicas entre los individuos de<br />
una población (umls 2009). Existen poblaciones con determinados niveles<br />
de diversidad genética, natural y artificial, en las que se pueden encontrar<br />
algunos individuos parcialmente resistentes y hábiles para sobrevivir<br />
y perpetuar la especie en determinadas circunstancias. La variación<br />
genética entre los individuos de una misma especie asegura que el taxón<br />
o grupo, como un todo, pueda cambiar y adaptarse en respuesta a las<br />
presiones o fuerzas de la selección natural, asegurando la supervivencia y<br />
evolución (Lépiz y Rodríguez 2006). A mayor variación genética útil dentro<br />
de una especie, mayores probabilidades hay de seleccionar genotipos<br />
superiores, eso desde el punto de vista humano.<br />
¿Cómo se mantiene la diversidad genética?<br />
La diversidad genética tiene su origen en las mutaciones y la recombinación,<br />
sin embargo, es un conjunto de factores lo que puede mantener la<br />
Lemus-Juárez, S. 2016. Resumen ejecutivo de Diversidad genética. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 505-510.<br />
505
diversidad genética en las poblaciones y especies,<br />
entre ellos destacan la selección de individuos<br />
heterocigotos o la selección dependiente de la<br />
frecuencia. El mantenimiento de la variación<br />
genética, en general, es dependiente de la diversidad<br />
de las especies. Por ejemplo, la diversidad<br />
genética en poblaciones de plantas puede determinar<br />
la diversidad de especies de artrópodos y<br />
microorganismos asociados, es decir, la diversidad<br />
de un grupo taxonómico puede depender de<br />
otro. Asimismo, la diversidad en las estrategias<br />
competitivas de las especies es necesaria para<br />
mantener la variación genética; por ejemplo, la<br />
variación en la concentración de ciertos compuestos<br />
químicos es necesaria para la coexistencia<br />
de una especie y sus competidoras.<br />
y de organismos de diferentes grupos. No obstante,<br />
es probablemente una de las entidades<br />
más atrasadas en el registro, caracterización y<br />
conservación de la diversidad biológica. ¿Cuál es<br />
y cómo se distribuye la diversidad genética dentro<br />
de las poblaciones naturales? Esta es una<br />
pregunta central para el conocimiento de la biodiversidad<br />
del estado.<br />
Lankan y Strauss (2007), encontraron que la<br />
variación genética en la concentración de un<br />
componente alelopático secundario de la mostaza<br />
negra (Brassica nigra) (figura 1), era necesaria<br />
para la coexistencia entre ésta y sus especies<br />
competidoras. Adicionalmente, la competencia<br />
de especies ha sido requerida para el mantenimiento<br />
de la variación genética en dicho componente<br />
alelopático, por lo que la dinámica cíclica<br />
entre la presión de selección y la composición de<br />
la comunidad son factores que pueden conducir<br />
al mantenimiento, tanto de la diversidad genética<br />
de una especie como de la diversidad de las<br />
especies que conforman la comunidad.<br />
FIGURA 1. Flores de la mostaza negra (Brassica nigra).<br />
Foto: Pedro Tenorio Lezama/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />
CONABIO.<br />
Diversidad genética en especies<br />
silvestres<br />
La competencia entre especies es una competencia<br />
de genotipos, por ello es importante conservar<br />
la diversidad de los organismos en los<br />
diferentes niveles de organización funcional<br />
(ecosistemas, comunidades, poblaciones y genes)<br />
(Hawkes et al. 2000). Al respecto, Colima cuenta<br />
con gran diversidad de condiciones ambientales<br />
Son aún incipientes los estudios sobre la diversidad<br />
genética de poblaciones naturales en Colima.<br />
De manera general tales estudios se refieren a<br />
extensiones territoriales locales y es muy raro<br />
que hagan mención a ecosistemas particulares.<br />
Los estudios existentes básicamente consisten en<br />
inventarios de especies silvestres, tanto vegetales<br />
506 DIVERSIDAD GENÉTICA
como animales, con importancia económica y<br />
que son aprovechadas por recolectores y cazadores<br />
de las comunidades rurales y centros urbanos.<br />
En sentido estricto son prácticamente<br />
inexistentes los estudios sobre la diversidad<br />
genética de las poblaciones nativas, basados en la<br />
aplicación de técnicas modernas; sólo se han<br />
documentado algunos estudios de caso sobre la<br />
diversidad morfológica y citogenética de plantas<br />
y animales y aquí se citan.<br />
Camote del cerro (Dioscorea remotiflora). Se<br />
han identificado dos poblaciones diferentes, una<br />
que se distribuye por debajo de los 800 m de altitud<br />
(Dioscorea remotiflora tipo), y otra (D.<br />
remotiflora var. maculata) que se localiza a<br />
mayores elevaciones, en la parte norte de la entidad.<br />
Se ha concluido que el número haploide de<br />
la especie (número de cromosomas en polen y<br />
óvulos) es 10, las plantas de la especie nominal<br />
tienen 30 y la variedad 40 cromosomas (número<br />
diploide) (López 1999).<br />
Chan (Hyptis suaveolens). Se han descrito tres<br />
formas: la especie nominal, una forma intermedia<br />
y la forma domesticada, de ellas se han descrito<br />
los ciclos de vida, el color y los diferentes<br />
tamaños de grano y planta (Vergara 1999).<br />
Pitahaya (Hylocereus spp.). Poblaciones silvestres<br />
han servido de fuente para constituir un<br />
banco de germoplasma. Se han identificado tres<br />
especies, la diversidad fenotípica (al interior de<br />
cada especie), la poliploidía (presencia de tres o<br />
más juegos completos de cromosomas en una<br />
población), así como la diversidad química<br />
denotada por la presencia de cantidades distintas<br />
de betalainas y betaxantinas (determinadas a<br />
partir de muestras de extractos de frutas provenientes<br />
de poblaciones distintas) (Michel-Rosales<br />
et al. 2006, Michel 2009) (figura 2).<br />
FIGURA 2. Fruto de la planta de la pitahaya<br />
(Hylocereus spp.). Foto: Adalberto Ríos Lanz/<strong>Banco</strong><br />
de imágenes CONABIO.<br />
Pitayo (Stenocereus queretaroensis). Se ha descrito<br />
el proceso general de recolección y venta de<br />
sus frutos en el estado y se ha reportado la<br />
existencia de poblaciones con diferente estacionalidad<br />
de maduración, facilidad de corte, desprendimiento<br />
de pericarpio (parte del fruto que<br />
recubre la semilla), talla, sabor y color de frutos<br />
(Lemus et al. 1993) (figura 3).<br />
No obstante la escasez de estudios de diversidad<br />
genética, algunos trabajos de exploración etnobotánica<br />
en comunidades rurales, como los de<br />
Vergara (1984) y Flores (1993), han detectado<br />
diferentes parientes silvestres y criollos de cultivos<br />
básicos y plantas comestibles importantes en<br />
Colima, como: el maíz silvestre (Zea diploperennis,<br />
Zea mays var. parviglumes), el frijol (Phaseolus<br />
spp.), la calabaza (Cucurbita spp.), el tomate milpero<br />
(Physalis spp.), el jitomate de Comala<br />
(Licopersicum sp.), el chaltomate (Solanum<br />
lycopersicum var. cerasiforme), el chayote (Sechium<br />
edule), el maguey (Agave spp.), el camote dulce<br />
(Ipomoea batata), camote del cerro (D. remotiflora),<br />
la charahuesca (Dahlea spp.), la jícama silvestre<br />
Resumen ejecutivo<br />
507
FIGURA 3. Productos<br />
derivados de la planta<br />
del pitayo (Stenocereus).<br />
Foto: Adalberto Ríos<br />
Lanz/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />
CONABIO.<br />
(Pachyrrhizus sp.), la papa de guía (Dioscorea sp.),<br />
el quelite (Amaranthus spinosus y A. hibridus), la<br />
yuca (Manihot sp.), el guaje (Leucaena spp.), el<br />
chán o chía gorda (Hyptis suaveolens) y la chía<br />
(Salvia hispanica).<br />
Entre las especies frutales, silvestres, cultivadas o<br />
colectadas en la entidad, resaltan: el pitayo<br />
(Stenocereus queretaroensis), la pitahaya (Heliocereus<br />
spp.), la guayaba (Psidium guajava), el arrayán<br />
(Psidium sartorianum), el papayo silvestre o pajarero<br />
(Carica papaya), el bonete (Jacaratia mexicana),<br />
el nopal (Opuntia spp.), el guamúchil (Pithecellobium<br />
dulce), el zapote amarillo o huicumo (Pouteria<br />
campechiana), el mamey (Pouteria sapota), el<br />
zapote prieto (Diospyros digyna), el chicozapote<br />
(Manilkara zapota), el caimito (Pouteria caimito),<br />
el capiri (Sideroxylum capire), el zapote blanco<br />
(Casimiroa edulis), el nance (Byrsonima crassifolia),<br />
el chupalcojote (Cyrtocarpa procera), el cuil (Inga<br />
spp.), el camichin (Ficus padifolia), la guámara<br />
amarilla y morada (Bromelia pinguin y Bromelia<br />
sp.), el chocohuistle (Bromelia karatas), el cocoyul<br />
o coquito baboso (Acrocomia mexicana), el cayaco<br />
o coquito de aceite (Orbignya cohune), el ciruelo<br />
cimarrón (Spondias purpurea), la uva silvestre roja<br />
y morada (Ampelocissus acapulcensis, Vitis tiliifolia),<br />
el ahuilote (Vitex mollis), el capulín (Prunus serotina),<br />
el tejocote (Crataegus pube scens), la zarzamora<br />
(Rubus sp.), la fresa silvestre (Fragaria sp.), el cabezo<br />
o cabeza de negro (Annona purpurea), la anona<br />
(Annona sp.), la ilama (Annona diversifolia), la chirimoya<br />
(Annona cherimola), la guanábana<br />
(Annona muricata) y el castaño (Quercus spp.),<br />
entre otras.<br />
En cuanto a las especias, estimulantes o sustitutos,<br />
se incluye el achiote (Bixa orellana), el<br />
orégano silvestre (Lippia sp.), el epazote<br />
(Chenopodium ambrosioides), el anís (Tagetes sp.),<br />
el papaloquelite o hierba del venado (Porophyllum<br />
viridiflorum), el mojo o capomo (Brosimum<br />
alicastrum), el cacao (Theobroma cacao), la vainilla<br />
(Vanilla sp.), el laurel o laurelillo (Litsea glaucenscens)<br />
y la yerbabuena dulce (Lippia dulcis).<br />
Asimismo, se han detectado varias especies<br />
silvestres con uso ornamental como: la noche<br />
508 DIVERSIDAD GENÉTICA
uena silvestre (Euphorbia pulcherrima), las<br />
orquídeas, las bromelias, etc. También se ha<br />
registrado al acapán (Abutilon sp.), y el algodón<br />
de huesillo (Gossipium hirsutum) como fuente de<br />
fibras, además de una gran riqueza de plantas<br />
con uso medicinal y maderable.<br />
Diversidad genética en especies<br />
domesticadas<br />
A partir de la Conquista se introdujeron a México<br />
diferentes plantas y animales provenientes de<br />
Europa y otras partes del mundo, las cuales al aislarse<br />
de sus parientes, adaptarse a los diferentes<br />
ecosistemas y haber sido seleccionados empíricamente<br />
por los productores, desarrollaron ecotipos<br />
locales (subpoblaciones genéticamente diferenciadas,<br />
restringidas a un ambiente particular),<br />
generando en México un centro secundario de<br />
variación genética. Al respecto, Lépiz y Rodríguez<br />
(2006) mencionan que de 229 especies cultivadas<br />
en México, 179 son introducidas (108 anuales y<br />
71 perennes) y sólo 50 taxones son nativos, lo que<br />
significa que los mexicanos dependemos de 78%<br />
de las especies introducidas, las cuales aportan<br />
61.96% del valor de la producción. Colima, con<br />
sólo 0.3% de la superficie del país, es un centro<br />
importante de diversidad de especies introducidas:<br />
cocoteros, mangos, cítricos, tamarindos,<br />
duraznos, plátanos, caña de azúcar, café, arroz,<br />
sorgo, ajonjolí, así como la mayoría de las especies<br />
de animales domésticos. La caracterización de la<br />
variación genética de las especies introducidas en<br />
la entidad, al igual que la diversidad silvestre<br />
autóctona, es incipiente. Algunos trabajos en ese<br />
sentido son el estudio de la variación fenotípica de<br />
las gallinas de cuello desnudo y la variación fenotípica<br />
del cocotero y el tamarindo.<br />
Discusión<br />
Los estudios realizados sobre diversidad genética<br />
de poblaciones de especies presentes en Colima<br />
son escasos y están encaminados expresamente a<br />
evaluar la diversidad genética, ya sea de poblaciones<br />
nativas o introducidas. La escasez o ausencia<br />
de herbarios, jardines botánicos y colecciones<br />
taxonómicas son indicadores, no solamente del<br />
atraso y descuido en el estudio de la diversidad<br />
genética de las poblaciones autóctonas e introducidas,<br />
sino también de la falta de recursos necesarios<br />
para mejorar los sistemas de producción<br />
agropecuaria y forestal de la entidad. Al respecto<br />
se ha documentado que la diversidad de los cultivos<br />
puede jugar un papel importante en el soporte<br />
de la productividad de la granja, el manejo del<br />
riesgo ambiental y la reducción de la variabilidad<br />
del rendimiento (Di Falco y Chavas 2006).<br />
Actualmente varias poblaciones importantes de<br />
animales y vegetales, nativas de Colima, sufren<br />
disminución de sus números, están en situaciones<br />
críticas, o bien ya han desaparecido. Estos<br />
son los casos de los siguientes vegetales: el cacao,<br />
los maíces criollos, el chile silvestre, las calabazas,<br />
los magueyes, el pitayo, la palma verde, la<br />
palma de muerto, el cayaco, el cocoyul y el palo<br />
Brasil. En cuanto a la fauna se encuentran en<br />
esta situación: el perro colimote, el pavo silvestre<br />
o choncho, los monos, el chihuilín y felinos<br />
mayores y menores, entre otros.<br />
Por otra parte, varias especies de pastos introducidos<br />
se han convertido en fuertes competidoras<br />
de pastos nativos y maíces criollos. El pasto<br />
estrella, africano y zacatón, son ejemplos de<br />
especies introducidas que deberían ser consideradas<br />
especies invasoras. Quizá el maíz y la<br />
Resumen ejecutivo<br />
509
calabaza transgénicos deberían ser considerados<br />
en esta categoría.<br />
Conclusiones<br />
Con la pérdida y deterioro de los recursos genéticos,<br />
difícilmente seremos capaces de mejorar<br />
los sistemas de producción agropecuaria y forestal,<br />
en términos productivos y de sustentabilidad.<br />
Un área de oportunidad importante<br />
entonces es orientar las inversiones económicas<br />
y esfuerzos humanos para reconocer y preservar<br />
el territorio de Colima como un centro importante<br />
de diversidad genética de plantas y animales<br />
domesticados y como fuente originaria de la<br />
diversidad representada por especies como Zea<br />
diploperennis, Zea mays var. parviglumes, agaves,<br />
sapotáceas, anonáceas, rosáceas y otras.<br />
Referencias<br />
Di Falco, S. y J.P. Chavas. 2006. Crop genetic diversity,<br />
farm productivity and the management of environmental<br />
risk in rainfed agriculture. European<br />
Review of Agricultural Economics 33(3):289-314.<br />
Flores, R. 1993. Estudio etnobotánico del municipio<br />
de Comala, Colima, México. Tesis de licenciatura.<br />
Universidad Autónoma Chapingo, Chapingo,<br />
México.<br />
Hawkes, J.G., N. Maxted y B.V. Ford-Lloyd. 2000.<br />
The ex situ conservation of plant genetic resources.<br />
Kluwer Academic Publishers. Países Bajos.<br />
Lemus, S., M. Vergara, C. Bonilla, et al. 1993. Las pitayas<br />
de Colima. Universidad de Colima (ucol).<br />
Dirección General de Publicaciones. México.<br />
Lépiz, R. y E. Rodríguez. 2006. Los recursos fitogenéticos<br />
de México. En: Recursos fitogenéticos de<br />
México para la alimentación y la agricultura: informe<br />
nacional 2006. J.C. Molina y L. Córdoba (eds.).<br />
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />
Rural, Pesca y Alimentación (sagarpa)/Sociedad<br />
Mexicana de Fitogenética, A.C. (somefi), Chapingo,<br />
México, pp. 1-17.<br />
López, J. 1999. Tendencias evolutivas en la variación<br />
cromosómica y morfofisiológica de Dioscorea remotiflora<br />
Kunth y D. remotiflora var. maculata Unline<br />
(Dioscoraceae) bajo selección natural. Tesis de<br />
doctorado en ciencias agrícolas y forestales. ucol,<br />
México.<br />
Michel, C.J. 2009. Caracterización citogenética de<br />
plantas nativas de pitahaya (Hylocereus spp.) del estado<br />
de Colima. Tesis de licenciatura. Facultad de<br />
Ciencias Biológicas y Agropecuarias, ucol, México.<br />
Michel-Rosales, A., J. Farías-Larios y C.E.A. Domínguez.<br />
2006. Técnicas de producción y manejo del<br />
cultivo de la pitahaya. Manual práctico para productores.<br />
ucol/Fundación Produce Colima/H.<br />
Ayuntamiento de Armería.<br />
Lankau, R.A. y S.Y. Strauss. 2007. Mutual feedbacks<br />
maintain both genetic and species diversity in a<br />
plant community. Science 317(5844):1561-1564.<br />
umls. Unified Medical Language System. 2009. Genetic<br />
variation. En: , última consulta: 13 de agosto<br />
de 2009.<br />
Vergara, M. 1984. Contribución al estudio de los sistemas<br />
de producción del ejido Agua Zarca, Coquimatlán,<br />
Colima. (México). Tesis de licenciatura.<br />
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo<br />
(umsnh), Morelia, Michoacán, México.<br />
——— . 1999. Evolución de Hyptis suaveolens (L.) Poit.<br />
(Labiatae) en hábitat preparados por el hombre. Tesis<br />
de doctorado. ucol, México.<br />
510 DIVERSIDAD GENÉTICA
Diversidad y usos<br />
del camote del cerro<br />
(Dioscorea remotiflora)<br />
Joel López-Pérez<br />
Sebastián Lemus-Juárez<br />
El camote del cerro es una liana trepadora de hojas anchas y flores hermafroditas<br />
(poseen estambres y pistilos) que se secan al terminar la estación<br />
de lluvias, permaneciendo vivo el rizoma o camote (tallo subterráneo)<br />
(Burkill 1960). El género Dioscorea es el principal representante de la<br />
familia Dioscoreaceae, con alrededor de 600 especies distribuidas en los<br />
trópicos (McVaugh 1989, Hahn 1995) y a la que pertenece el camote.<br />
Entre 50 y 100 especies se han utilizado como alimento y al menos<br />
24 especies fueron domesticadas para el mismo fin en África, Asia y<br />
América; 12 especies se usan como droga y siete son importantes como<br />
cultivos básicos en los trópicos.<br />
FIGURA 1. Camote de<br />
las plantas del género<br />
Dioscorea, el cual se<br />
consume en Colima. Foto:<br />
Efraín Hernández Xolocotzi/<br />
<strong>Banco</strong> de imágenes<br />
CONABIO.<br />
López-Pérez, J. y S. Lemus-Juárez. 2016. Diversidad y usos del camote del cerro (Dioscorea remotiflora). En: La<br />
Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 511-512.<br />
511
En México existen varias especies de camote: en<br />
el occidente de México se han registrado tres<br />
especies y tres variedades, mientras que en<br />
Colima se ha identificado a Dioscorea remotiflora<br />
(taxón nominal) y Dioscorea remotiflora var.<br />
maculata, con una variación cromosómica de 2n<br />
= 30 y 2n = 40, respectivamente, concluyendo<br />
que el número cromosómico básico es x = 10. De<br />
ambas poblaciones se extraen los tubérculos<br />
para autoconsumo y venta, los cuales se aprovechan<br />
como alimento y para preparar tratamientos<br />
terapéuticos (remedios caseros). Se cuenta<br />
con información sobre el proceso de recolección<br />
y venta de tubérculos, el manejo postcosecha, la<br />
distribución ecológica y la estructura de poblaciones<br />
(López 1999).<br />
Con base en esta información, el camote se ha<br />
propuesto como un cultivo promisorio en<br />
ambientes marginales del trópico seco (López y<br />
Lemus 1998). Sin embargo, aún se desconocen<br />
las características de fenotipos sobresalientes<br />
detectados, el impacto de la extracción por parte<br />
de recolectores aficionados y de la fragmentación<br />
de los ecosistemas sobre la conservación de<br />
este recurso y su variación genética.<br />
Referencias<br />
Burkill, I.H. 1960. The organography and the evolution<br />
of Dioscoreaceae, the family of the Yams. Botanical<br />
Journal of the Linnean Society 56(367):319-<br />
412.<br />
Hahn, S.K. 1995. Yams Dioscorea spp. (Dioscoreaceae).<br />
En: Evolution of Crop Plants. J. Smartt y N.W.<br />
Simmonds (eds.). Longman Scientific and Technical,<br />
Londres, pp. 112-120.<br />
López, J. 1999. Tendencias evolutivas en la variación<br />
cromosómica y morfofisiológica de Dioscorea remotiflora<br />
Kunth y D. remotiflora var. maculata Unline<br />
(Dioscoraceae) bajo selección natural. Tesis de doctorado<br />
en ciencias agrícolas y forestales. Universidad<br />
de Colima (ucol), México.<br />
López, J. y S. Lemus. 1998. El camote del cerro (Dioscorea<br />
remotiflora Kunth): alternativa agroforestal<br />
para el trópico seco. ucol/Alianza para el Campo<br />
(apc). Colima, México.<br />
512 DIVERSIDAD GENÉTICA
Chan (Hyptis suaveolens):<br />
de Colima<br />
para el mundo<br />
Martha I. Vergara-Santana<br />
Sebastián Lemus-Juárez<br />
Los mexicanos de la época prehispánica tenían una dieta de diversas plantas<br />
(Sahagún 1985). Consumían, entre otras especies, maíz, frijol, calabaza,<br />
chile, amaranto y chía. Se daba el nombre genérico de “chía” a<br />
plantas con características comunes, aunque fueran especies diferentes,<br />
como la chianpitzahoac y el chiantzotzolli (Hernández 1959).<br />
La semilla del chiantpitzahoac es descrita por Hernández (1959) como<br />
pequeña y redonda, comestible para aves y para humanos. En el Códice<br />
Florentino se presenta una figura de la planta, que por sus características<br />
podría tratarse de la actual Salvia hispanica, descrita por Bernardino de<br />
Sahagún (1950-1982). El chiantozotzolli se describe en el mismo códice y<br />
en la obra de Hernández (1959) como una semilla similar a la de chile o<br />
lenteja, aplanada, de color blanco, cuya harina es utilizada para elaborar<br />
la bebida llamada chiantzozolatolli. En los documentos antes mencionados<br />
se presentan dibujos representativos de la planta y de su semilla, la<br />
cual es similar a la actual Hyptis suaveolens, conocida en Colima como<br />
chan (figura 1).<br />
Investigadores de la cultura mexica señalan que la chía de mayor importancia<br />
en la dieta de los mexicanos, durante la época prehispánica, fue<br />
Salvia hispanica (Martínez 1959, Rojas 1988, Cahill 2005), de acuerdo<br />
con la nomenclatura botánica actual. Sin embargo, dado que el nombre<br />
genérico de chía se empleaba para ambas especies, la confusión fue un<br />
Vergara-Santana, M.L. y S. Lemus-Juárez. 2016. Chan (Hyptis suaveolens): de Colima para el mundo, En: La<br />
Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 513-515.<br />
513
a)<br />
c)<br />
b)<br />
d)<br />
FIGURA 1. Flor y semilla de la planta “chan” (Hyptis suaveolens); a) y b ) especie cultivada, c) y d) especie<br />
silvestre. Foto: Martha I. Vergara Santana.<br />
lugar común al referirse a cualquiera de las dos.<br />
Tal es el caso de la duda planteada por Carl Sauer<br />
en 1990, quien se preguntó si la chía que se consumía<br />
en Colima en el siglo XVI correspondía a<br />
Salvia o a Hyptis.<br />
En 1994, durante el desarrollo de estudios etnobotánicos<br />
sobre plantas útiles en el estado, los<br />
autores del presente trabajo localizaron una unidad<br />
de producción que cultivaba el chan, y cuya<br />
producción de semilla posteriormente se vendía<br />
para la elaboración de la bebida tradicional llamada<br />
“bate”. Hasta esa fecha no se contaba con<br />
reportes nacionales o internacionales sobre el<br />
cultivo de la planta, solamente se reportaba su<br />
presencia como parte de comunidades de vegetación<br />
natural. En la unidad de producción referida<br />
se localizó, además de la planta silvestre<br />
(con semilla de color negro), el cultivo de otro<br />
chan que producía semilla blanca, aplanada, en<br />
forma de lenteja y de semilla de chile. Una investigación<br />
documental posterior permitió inferir<br />
que se trataba del chiantzotzolli descrito en el<br />
Códice Florentino (Vergara-Santana 1994).<br />
En Colima, además de la especie silvestre y de su<br />
variedad cultivada, la diversidad biológica del<br />
chan se extiende a formas que aparecen en hábitats<br />
alterados por la acción del ser humano<br />
(ruderales), las cuales son probablemente híbridos<br />
entre las dos primeras, ya que presentan flores<br />
blancas (como la especie cultivada), con guías<br />
de néctar de color violeta y semilla de color café<br />
oscuro (propias de la especie silvestre). Se le<br />
514 DIVERSIDAD GENÉTICA
encuentra tanto en comunidades de vegetación<br />
natural como en cultivos exclusivos.<br />
Con la evidencia física de Hyptis suaveolens cultivada<br />
y su análisis comparativo con las ilustraciones<br />
de documentos históricos se obtuvieron<br />
elementos que permiten reivindicarla y considerarla<br />
como la chía de mayor importancia en la<br />
dieta alimenticia en el México prehispánico. Su<br />
presente importancia se manifiesta en un creciente<br />
interés internacional.<br />
En la actualidad H. suaveolens se encuentra distribuida<br />
en países tropicales, en donde se utiliza<br />
en la medicina tradicional. Presenta actividad<br />
antimicótica (Pandey y Dubey 1994), antibacteriana<br />
(Iwu et al. 1990), antiinflamatoria (Grassi<br />
et al. 2006), acaricida (Cervancia y Aspiras<br />
1987), larvicida y nematicida (Aguirre et al.<br />
2004). Por el alto contenido proteico de sus semillas<br />
puede considerarse con potencial en la<br />
industria de los alimentos, constituyendo así<br />
una alternativa agrícola para el occidente de<br />
México, en donde es frecuente encontrarla en la<br />
vegetación natural. La conservación y caracterización<br />
de la variabilidad genética de H. suaveolens<br />
presente en el estado, apoyará la realización<br />
de más estudios y aplicaciones futuras.<br />
Referencias<br />
Aguirre, C., S. Valdés-Rodríguez, G. Mendoza-Hernández,<br />
et al. 2004. A novel 8.7 kDa protease inhibitor<br />
from chan seeds (Hyptis suaveolens L.)<br />
inhibits proteases from the larger grain borer Prostephanus<br />
truncatus (Coleoptera: Bostrichidae).<br />
Comparative Biochemistry and Physiology Part B:<br />
Biochemistry and Molecular Biology 138(1):81-89.<br />
Cahill, J.P. 2005. Human selection and domestication<br />
of chia (Salvia hispanica L.). Journal of Ethnobiology<br />
25(2):155-174.<br />
Cervancia, C.R. y A.C. Aspiras. 1987. Life history and<br />
control of bee mite Varroa jacobsoni Oudemans.<br />
The Philippine Journal of Science 116(1):83-89.<br />
Grassi, P., T.S. Urías Reyes, S. Sosa, et al. 2006. Anti-inflammatory<br />
activity of two diterpernes of<br />
Hyptis suaveolens from El Salvador. Zeitschrift für<br />
Naturforschung C 61(3-4):165-170.<br />
Hernández, F. 1959. Historia de las plantas de la<br />
Nueva España. En: Obras completas. Vol. 2. Universidad<br />
Nacional Autónoma de México (unam).<br />
México.<br />
Iwu, M.M., C.O. Ezeugwu, C.O. Okunji, et al. 1990.<br />
Antimicrobial activity and terpenoid of the essential<br />
oil of Hyptis suaveolens. International Journal of<br />
Crude Drug Research 28(1):73-76.<br />
Martínez, M. 1959. Plantas útiles de la flora mexicana.<br />
Ediciones Botas. México, D.F.<br />
Pandey, V.N. y N.K. Dubey. 1994. Antifungal potential<br />
of leaves and essential oils from higher plants<br />
against soil phytopathogens. Soil Biology and Biochemistry<br />
26(10):1417-1421.<br />
Rojas, T. 1988. Las siembras de ayer: la agricultura indígena<br />
del siglo XVI. Centro de Investigaciones y<br />
Estudios Superiores en Antropología Social (ciesas)/Secretaría<br />
de Educación Pública (sep). México,<br />
D.F.<br />
Sahagún, B. 1985. Historia general de las cosas de la<br />
Nueva España. 6a ed. Porrúa. México, D.F.<br />
Sauer, C. 1990. Colima de la Nueva España en el siglo<br />
XVI. Universidad de Colima (ucol)/H. Ayuntamiento<br />
de Colima. Colima. México.<br />
Vergara-Santana, M. 1994. El rescate de un cultivo<br />
prehispánico en el occidente de México: el<br />
chan (Hyptis suaveolens) (L.). Poit. Barro Nuevo<br />
15:53-56.<br />
Chan (Hyptis suaveolens): de Colima para el mundo<br />
515
Diversidad de<br />
la pitahaya silvestre<br />
(Hylocereus spp.)<br />
Claudia Yared Michel-López<br />
Arnoldo Michel-Rosales<br />
Javier Farías-Larios<br />
Dentro de la gran riqueza biótica de México, los cactus representan una de<br />
las familias botánicas más importantes de las comunidades desérticas y<br />
tropicales. La pitahaya (Hylocereus spp.) que pertenece a esta familia es<br />
una planta perenne, originaria de América y que crece en las regiones<br />
tropicales y subtropicales (Arias 1997), particularmente en el Pacífico de<br />
México, Guatemala, Costa Rica y El Salvador. Su hábito de crecimiento es<br />
trepador, como planta epífita o hemiepífita (figura 1), y se desarrolla sobre<br />
árboles vivos, troncos secos, piedras y muros (Nerd y Mizrahi 1999). El<br />
tallo es comúnmente triangular, verde y articulado, con diámetro de 5 a 6 cm<br />
y raíces adventicias (que utilizan para trepar); tiene la capacidad de crecer<br />
en condiciones marginales de suelo y de agua (Castillo et al. 2005).<br />
Para nuestros antepasados indígenas las cactáceas constituían una fuente<br />
de recolección de frutas dulces y jugosas, las cuales contribuían de manera<br />
muy importante a su subsistencia. Sin embargo, los procesos de domesticación<br />
de las cactáceas han sido lentos debido a la poca demanda que éstas<br />
han tenido, tanto en el mercado interno como internacional (Bravo-Hollis<br />
1978). En la actualidad las pitahayas se utilizan como fruta fresca, para<br />
preparar gelatina, helado, yogurt, jarabe, dulces, mermelada, jalea y<br />
refrescos. Además, se usan como colorantes de bebidas regionales, tales<br />
como el ponche de granada, para teñir telas finas y como medicinas para<br />
el tratamiento de enfermedades como la gastritis, problemas renales, del<br />
corazón, digestivos y para la eliminación de amibas, entre otras (Arias<br />
1997).<br />
516<br />
Michel-López, C.Y., A. Michel-Rosales y J. Farías-Larios. 2016. Diversidad de la pitahaya silvestre (Hylocereus spp.).<br />
En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 516-518.
FIGURA 1. Flor de la pitahaya (Hylocereus spp.). Foto:<br />
Oswaldo Tellez Valdés/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
estado. Resultados preliminares de estudios aún<br />
en desarrollo muestran que la pitahaya existe<br />
como planta silvestre en los 10 municipios del<br />
estado, principalmente en las riberas de los ríos,<br />
arroyos y lugares aledaños. Se ha identificado<br />
una amplia tradición de cultivo rudimentario de<br />
la pitahaya, en la forma de huertos familiares,<br />
tanto en comunidades rurales como asentamientos<br />
urbanos (figura 3), principalmente en<br />
los municipios de Colima, Coquimatlán, Minatitlán,<br />
Villa de Álvarez, Ixtlahuacán, Comala,<br />
Manzanillo y Cuauhtémoc.<br />
En México y Nicaragua se encuentra la mayor<br />
diversidad genética de la pitahaya, que se expresa<br />
en una gran variedad de formas, colores y tallas<br />
de los frutos, así como diversas características<br />
fenotípicas en los tallos o esquejes (figura 2). En<br />
México pueden encontrarse tres especies en<br />
poblaciones silvestres y en proceso de domesticación<br />
en los huertos familiares o de traspatio:<br />
Hylocereus undatus se encuentra en las zonas<br />
tropicales del golfo de México, en los estados de<br />
Tamaulipas, San Luis Potosí, Puebla, Hidalgo,<br />
Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Quintana<br />
Roo y Yucatán. Hylocereus purpusii se distribuye<br />
en zonas húmedas tropicales y subtropicales de<br />
los estados de Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima,<br />
Michoacán, Guerrero y Oaxaca. Hylocereus<br />
ocamponis pertenece a las zonas húmedas tropicales,<br />
subtropicales y templadas de Nayarit,<br />
Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero (Arias<br />
1997, Bravo-Hollis 1978).<br />
En Colima la diversidad genética de la pitahaya<br />
roja ha sido escasamente estudiada e incluso se<br />
ha ignorado su existencia, ya que prácticamente<br />
no ha sido mencionada en documentos o estudios<br />
relacionados con los recursos vegetales del<br />
FIGURA 2. Frutos de pitahaya (Hylocereus spp.).<br />
Foto: Adalberto Ríos <strong>Szalay</strong>/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />
CONABIO.<br />
Asimismo, como resultado preliminar se han<br />
recolectado diferentes materiales con los que se<br />
constituyó un banco de germoplasma de poblaciones<br />
naturales de Hylocereus spp., dentro de la<br />
Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad<br />
de Colima. A partir de ese banco de germoplasma<br />
se pretende estimar la diversidad genética<br />
de la pitahaya con base en su morfología, obtener<br />
información para el desarrollo de estrategias de<br />
conservación y realizar posibles trabajos de mejoramiento<br />
genético. En el banco se incluyeron<br />
Diversidad de la pitahaya silvestre (Hylocereus spp.)<br />
517
esquejes de pitahaya en proceso de domesticación<br />
en los huertos familiares de traspatio de<br />
diversas comunidades rurales.<br />
El análisis del material recolectado ha permitido<br />
determinar la presencia de poblaciones de<br />
Hylocereus ocamponis, H. purpussi y la introducción<br />
de H. undatus (Michel-Rosales et al. 2006).<br />
En particular, para las poblaciones de H. ocamponis<br />
recolectadas en diferentes localidades del estado,<br />
se encontró que su número cromosómico<br />
diploide es 2n = 22 y el número haploide es n = 11,<br />
salvo en la población de una localidad en donde<br />
se encontró poliploidía con 2n = 44. Todos los<br />
cariotipos mostraron diferencias en los cromosomas<br />
1 y 11, y variaciones en la longitud de los<br />
cromosomas, aunque no significativas estadísticamente<br />
(Michel-López 2009).<br />
FIGURA 3. El cultivo y usos de la pitahaya (Hylocereus<br />
spp.) como parte de los huertos familiares. Foto:<br />
Arnoldo Michel-Rosales.<br />
La amplia distribución geográfica de la pitahaya,<br />
su adaptación a climas tropicales y subtropicales,<br />
así como a suelos pobres y someros con<br />
periodos breves de lluvia, y su gran aceptación<br />
en los mercados internacionales, hacen necesaria<br />
la conservación de su diversidad genética, ya<br />
que como planta útil representa una alternativa<br />
productiva viable para atenuar algunos problemas<br />
que enfrentan los productores rurales, principalmente<br />
los que viven en las zonas tropicales<br />
marginales del país. Se recomienda realizar<br />
estudios específicos de ecología y etnoecología<br />
para poder elaborar propuestas de aprovechamiento<br />
sustentable de la pitahaya y promover su<br />
conservación.<br />
Referencias<br />
Arias, M.S. 1997. Distribución, grupos taxonómicos<br />
y formas de vida. En: Suculentas mexicanas. Cactáceas.<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />
y Uso de la Biodiversidad (conabio)/Universidad<br />
Nacional Autónoma de México (unam)/Centro<br />
Universitario de Ciencias Computacionales (cucc).<br />
cvs Publicaciones, México, D.F., pp. 109-115.<br />
Bravo-Hollis, H. 1978. Las cactáceas de México. Vol. I.<br />
unam. México.<br />
Castillo, R., M. Livera y G.J. Márquez. 2005. Caracterización<br />
morfológica y compatibilidad sexual de<br />
cinco genotipos de pitahaya Hylocereous undatus.<br />
Agrociencia 39(2):183-194.<br />
Michel-López, C. J. 2009. Caracterización citogenética<br />
de plantas nativas de pitahaya (Hylocereus spp.)<br />
del estado de Colima. Tesis de licenciatura. Facultad<br />
de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, ucol,<br />
México.<br />
Michel-Rosales, A., J. Farías-Larios y C.E.A. Domínguez.<br />
2006. Técnicas de producción y manejo del<br />
cultivo de la pitahaya. Manual práctico para productores.<br />
ucol/Fundación Produce Colima/H. Ayuntamiento<br />
de Armería.<br />
Nerd, A. y Y. Mizrahi. 1999. The effect of ripening<br />
stage on fruit quality after storage in yellow pitaya.<br />
Postharvest Biology and Technology 15(2):99-105.<br />
518 DIVERSIDAD GENÉTICA
El pitayo<br />
(Stenocereus queretaroensis):<br />
una planta<br />
de importancia<br />
socioeconómica<br />
Sebastián Lemus-Juárez<br />
Martha I. Vergara-Santana<br />
El pitayo pertenece a la familia botánica Cactaceae. Son plantas adaptadas<br />
a ambientes secos (xerófitas) y capaces de resistir periodos de sequía al<br />
acumular agua en sus tallos y raíces (suculentas). Son plantas arborescentes,<br />
de 5 a 8 m de alto, con forma de candelabro, tronco leñoso de color<br />
verde, a veces con tintes rojizos y una copa amplia de hasta 4 m de diámetro<br />
(Bravo-Hollis 1978) (figura 1). El género Stenocereus es de origen<br />
americano y comprende 24 especies distribuidas desde el sur de Estados<br />
Unidos hasta Perú y Venezuela, incluyendo Las Antillas. En México<br />
Stenocereus está representado por 21 especies, de las cuales 80.9% son<br />
endémicas (Hunt 1992), distribuidas en casi todo el territorio, con altas<br />
densidades al sur y sureste de la Faja Volcánica Transmexicana (Sánchez-<br />
Mejorada 1984).<br />
En Colima las poblaciones silvestres de pitayo (Stenocereus queretaroensis)<br />
son componentes de la selva baja caducifolia, formación vegetal presente<br />
en las tierras bajas. En el valle de Colima las localidades más importantes<br />
con presencia de pitayo corresponden a las comunidades de: Las Guásimas,<br />
Acatitán, Los Ortices, Las Golondrinas y Piscila, en el municipio de<br />
Colima, donde la densidad varía de 10 a 40 árboles en producción por<br />
hectárea; aparentemente en el resto del estado sólo se encuentran árboles<br />
dispersos. La zona pitayera coincide con zonas de interés arqueológico y<br />
se encuentran asociadas de modo frecuente con distintas especies de<br />
nopal (Opuntia spp.), por lo que posiblemente sean plantas derivadas<br />
de antiguos huertos prehispánicos (Lemus et al. 1993).<br />
Lemus-Juárez, S. y M.I. Vergara-Santana. 2016. El pitayo (Stenocereus queretaroensis): una planta de importancia<br />
socioeconómica. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 519-521.<br />
519
Con base en la estacionalidad de maduración de<br />
los frutos, los pitayeros clasifican a los árboles en<br />
tempranillos (del 15 de abril al 15 de junio), intermedios<br />
(de mayo a junio) y tardíos (de julio a<br />
agosto); por la facilidad del corte de los frutos y el<br />
desprendimiento del pericarpio y las espinas, los<br />
agrupan en suaves y duros; por su sabor en dulces<br />
y ácidos; por su color en rojo-púrpura, rojo-amarillo,<br />
rojo-anaranjado y rojo-rosa (figura 2); por<br />
su talla en chicos (de 4 a 4.5 cm de diámetro),<br />
medianos (de 5.5 a 6.5 cm) y grandes (mayores de<br />
6.6 cm). Por otra parte, los pitayeros registran las<br />
pérdidas de pitayos, sobre todo aquellos con frutos<br />
grandes de color verde, morado y mamey,<br />
debido a que cada vez se destinan menos terrenos<br />
a su cultivo o cuidado. Se estima que en los últimos<br />
20 años la superficie pitayera en el estado<br />
decreció en aproximadamente 90% (Lemus et al.<br />
1993).<br />
FIGURA 1. Cactácea del género Stenocereus<br />
(Stenocereus sp.). Foto: Miguel Ángel Sicilia Manzo/<br />
<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
En la entidad el pitayo tiene diversos usos: planta<br />
medicinal, de ornato, cerco vivo y fruto comestible.<br />
La fruta se consume principalmente fresca y<br />
algunas personas la maceran para preparar agua<br />
fresca; en otros estados también tiene uso ritual<br />
y es utilizada en la preparación de vino (Chavero<br />
1967), harina (Clavijero 1975), mermelada, helados,<br />
cajeta y miel, obteniéndose también alcohol<br />
(Murguía 1989).<br />
La recolección de frutos frescos tiene gran<br />
importancia económica y social para las comunidades<br />
que la practican; para ello dividen el<br />
área pitayera en corrilleras o espacios de recolección<br />
personal, que coinciden o no con la propiedad<br />
de la tierra (situación que representa puntos<br />
de conflictos potenciales). La fruta recolectada es<br />
vendida en las mismas comunidades, en las<br />
calles y en los mercados de los municipios de<br />
Colima, Villa de Álvarez, Tecomán y Manzanillo.<br />
La producción estatal es insuficiente para<br />
cubrir la demanda interna, por lo cual ingresa<br />
fruta proveniente de Jalisco.<br />
Al carecer de reconocimiento explícito y de<br />
protección oficial como árbol de importancia<br />
forestal, es frecuente observar la disminución<br />
de pitayos en las comunidades pitayeras. Esta<br />
disminución se incrementa por la expansión de<br />
la frontera agrícola y los problemas derivados<br />
de la contradicción entre el derecho de recolección<br />
y el derecho de propiedad de la tierra. Los<br />
cambios de uso del suelo, el sobrepastoreo y los<br />
incendios forestales son otros factores que<br />
determinan la disminución de las poblaciones<br />
de pitayas; como ejemplo se reporta la desaparición<br />
de poblaciones de pitayo de las comuni-<br />
520 DIVERSIDAD GENÉTICA
FIGURA 2. Fruto del<br />
pitayo (Stenocereus<br />
pruinosus). Foto:<br />
Oswaldo Téllez Valdés/<br />
<strong>Banco</strong> de imágenes<br />
CONABIO.<br />
dades de Agua Dulce (municipio de Villa de<br />
Álvarez) e Ixtlahuacán (municipio de Ixtlahuacán).<br />
Considerando su importancia socioeconómica,<br />
derivada de la recolección y consumo<br />
de sus frutos, así como la existencia de condiciones<br />
ecológicas favorables para su reproducción<br />
en Colima, es urgente recuperar y caracterizar<br />
la diversidad genética de estas formas de pitayos,<br />
especialmente de los árboles con mejores<br />
frutas, durante los tres periodos de maduración.<br />
La selección de fenotipos sobresalientes<br />
ha servido para generar las actuales variedades<br />
cultivadas en otros estados (Pimienta 1999). Es<br />
necesario un programa de desarrollo frutícola<br />
coordinado entre autoridades, pitayeros y propietarios<br />
de la tierra.<br />
Referencias<br />
Bravo-Hollis, H. 1978. Las cactáceas de México. Vol.<br />
I. Universidad Nacional Autónoma de México<br />
(unam). México.<br />
Chavero, A. 1967. México a través de los siglos. Tomo I.<br />
6a ed. Editorial Cumbre. México, D.F.<br />
Clavijero, F.J. 1975. Historia de la Antigua o Baja California.<br />
2a ed. Porrúa. México, D.F.<br />
Hunt, D. 1992. Cactaceae checklist. Convención sobre<br />
el Comercio Internacional de Especies Amenazadas<br />
de Fauna y Flora Silvestres (cites). Royal Botanic<br />
Gardens. Kew. Londres.<br />
Lemus, S., M. Vergara, C. Bonilla, et al. 1993. Las pitayas<br />
de Colima. Universidad de Colima (ucol).<br />
Dirección General de Publicaciones. México.<br />
Murguía, F. 1989. La provincia de Ávalos. 2a ed. Gobierno<br />
del Estado de Jalisco. Guadalajara, México.<br />
Pimienta, E. 1999. El pitayo en Jalisco y especies afines<br />
en México. Universidad de Guadalajara (udg)/<br />
Fundación produce Jalisco. Guadalajara, México.<br />
Sánchez-Mejorada, H. 1984. Origen, distribución y<br />
taxonomía de las pitayas en México. En: Simposium.<br />
Aprovechamiento del pitayo. Oaxaca, México.<br />
México, pp. 6-21.<br />
El pitayo (Stenocereus queretaroensis): una planta de importancia socieconómica<br />
521
Las gallinas mestizas<br />
cuello desnudo<br />
Carlos Enrique Izquierdo Espinal<br />
La especie Gallus gallus, conocida como gallina doméstica, es originaria de<br />
Asia, de donde se propagó a todo el mundo. Los restos más antiguos<br />
encontrados datan del año 5 400 a. C. en China (Mason 1984, West y<br />
Chow 1989). La excepción es la gallina Araucana, de la cual existen dudas<br />
acerca de su existencia precolombina.<br />
Las gallinas domésticas arribaron a Latinoamérica procedentes de Europa<br />
durante los tres siglos de colonización ibérica (Crawford 1990). Sin<br />
embargo, se considera que durante dicho periodo colonial también llegaron<br />
a los estados de la costa del Pacífico centro y sur de México (Nayarit,<br />
Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero y Oaxaca) gallinas domésticas procedentes<br />
de China y Filipinas. Las gallinas de origen asiático se caracterizan<br />
por la presencia de algunos fenotipos, entre ellos el cuello desnudo<br />
que se muestra con mayor frecuencia en razas y poblaciones avícolas originarias<br />
de aquel continente. Este arribo debió ser facilitado por el comercio<br />
que los españoles tuvieron con dichas naciones, probablemente como<br />
sobrantes del abastecimiento de aves vivas que llevaba el galeón de Manila<br />
en su regreso a América (Izquierdo 1994).<br />
Entre las poblaciones avícolas mestizas del estado, generalmente asociadas<br />
a productores de bajos ingresos, se encuentra ampliamente difundido<br />
el fenotipo cuello desnudo, mejor conocido como buche pelón (Izquierdo<br />
1994) (figura 1).<br />
522<br />
Izquierdo, E.C. 2016. Las gallinas mestizas cuello desnudo. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 522-524.
a temperaturas ambientales elevadas. Ejemplos<br />
de tales razas incluyen a las gallinas “Kabir Chicks”<br />
de Israel y “Cou nu” de Francia (Izquierdo<br />
1994).<br />
FIGURA 1. Gallina mestiza de cuello desnudo, común<br />
en los traspatios de algunos pueblos. Foto: Carlos<br />
Enrique Izquierdo Espinal.<br />
El fenotipo del cuello desnudo se debe a la expresión<br />
del gen no sexual (autosómico), ni dominante<br />
ni recesivo (dominante incompleto), “Na”<br />
cuello desnudo o naked neck (Merat 1990). El<br />
gen cuello desnudo está distribuido en poblaciones<br />
locales de varios países, siendo un rasgo<br />
característico de muy pocas razas. Las gallinas<br />
naked neck, de Transilvania y Hungría, y la<br />
gallina francesa Cou nu du Forez, son las únicas<br />
poblaciones europeas reconocidas. Así mismo, el<br />
gen cuello desnudo se encuentra ampliamente<br />
difundido en poblaciones avícolas locales que no<br />
han sido mejoradas genéticamente, asociadas a<br />
productores de bajos recursos económicos en<br />
países tropicales como México, Brasil, Egipto,<br />
Togo, Costa de Marfil, Madagascar, Ghana,<br />
Somalia, Zaire, India, Bangladesh, Malasia,<br />
Indonesia, Filipinas y en las islas del Caribe<br />
(Crawford 1990, Bay-Patersen et al. 1991).<br />
Actualmente existen razas de gallinas mejoradas<br />
a las que se han introducido las características<br />
genéticas del gen cuello desnudo, con el fin de<br />
aprovechar los efectos productivos asociados a<br />
dicho gen, tal como los derivados de la tolerancia<br />
En la década de los noventa se realizaron una<br />
serie de trabajos de investigación encaminados a<br />
evidenciar si los efectos productivos asociados al<br />
gen cuello desnudo estaban presentes en las<br />
poblaciones mestizas de aves de Colima. Los<br />
resultados de estos trabajos fueron reportados a<br />
la fao para su incorporación en el sistema de<br />
recursos genéticos de animales domésticos dad–is<br />
(Sistema de Información sobre Diversidad de<br />
Animales Domésticos, por sus siglas en inglés).<br />
La descripción de la población, conforme a algunas<br />
características fenotípicas, es la siguiente:<br />
abundan con proporciones casi idénticas (30%)<br />
los individuos de plumajes rojizos, cafés y<br />
negros, 9% son de varios colores y sólo 1% son<br />
blancos. La piel es amarilla en 74% de los individuos<br />
y 26% la tienen blanca. 77% tiene la cresta<br />
sencilla y 23% roseta. Casi la mitad tienen cuello<br />
desnudo y el resto son completamente emplumados;<br />
además, 10% poseen plumaje rizado y<br />
7% tienen patas emplumadas. El cascarón es<br />
color marrón. El peso vivo al año de edad muestra<br />
gran variabilidad, con promedio de 2.6 kg en<br />
machos y 1.7 kg en hembras (Izquierdo et al.<br />
1994, Izquierdo et al. 1999, Scherf 2000).<br />
En todos los municipios del estado se encontraron<br />
parvadas con individuos cuello desnudo, sin<br />
embargo, abundan más en los traspatios de<br />
poblados y rancherías de los municipios costeros,<br />
tales como: Manzanillo, Tecomán y Armería,<br />
así como en los municipios de Coquimatlán<br />
e Ixtlahuacán.<br />
Las gallinas mestizas cuello desnudo<br />
523
Desafortunadamente, en muchas localidades de<br />
la región estas poblaciones avícolas están desapareciendo<br />
al ser sustituidas con parvadas<br />
de razas comerciales, al amparo de instancias de<br />
fomento pecuario, estatal y federal, porque se<br />
considera que son aves improductivas. Sin<br />
embargo, este recurso genético avícola regional<br />
debe ser conservado, porque sin duda es el<br />
recurso genético que más se adapta a los sistemas<br />
de producción de baja tecnología y escasos<br />
insumos con que las familias campesinas en<br />
comunidades rurales y suburbanas producen<br />
carne de ave y huevo, ya sea para autoconsumo o<br />
para comercializar en mercados locales. Lo anterior<br />
se debe a las características ventajosas en<br />
climas tropicales asociadas al gen cuello desnudo,<br />
reportadas por diferentes investigadores:<br />
mayor tolerancia al calor, resistencia a enfermedades<br />
y menores necesidades nutricionales de<br />
proteína.<br />
La mejor forma de conservar estas poblaciones<br />
avícolas es promover que se siga produciendo<br />
con ellas. Para ello es primordial que la academia<br />
veterinaria realice mayor difusión entre las<br />
instancias de fomento pecuario, así como entre<br />
los productores y las familias campesinas, acerca<br />
de las ventajas que aporta el gen cuello desnudo<br />
para la producción en clima tropical. Ello deberá<br />
ser secundado por un esfuerzo de mejoramiento<br />
genético que aproveche la amplia diversidad<br />
genética existente en las poblaciones mestizas.<br />
Referencias<br />
Bay-Patersen, J., M.C. Wu y M.R. de Guzmán. 1991.<br />
Catalogue of the native poultry of southeast Asia.<br />
Vol. 24. Food and Fertilizer Technology Centre<br />
(fftc) for the Asia and Pacific region (aspac)/Taiwan<br />
Livestock Research Institute (tlri). Taiwán.<br />
Crawford, R.D. 1990. Poultry genetic resources: evolution,<br />
diversity and conservation. En: Poultry Breeding<br />
and Genetics. R.D. Crawford (ed.). Elsevier.<br />
Ámsterdam. Países Bajos, pp. 43-60.<br />
Izquierdo, C. 1994. Crecimiento y posturas de gallinas<br />
criollas portadoras del gen cuello desnudo bajo condiciones<br />
de trópico seco. Tesis de doctorado. Universidad<br />
de Colima (ucol), Colima, México.<br />
Izquierdo, C., J. Segura y G.F. Sánchez. 1999. Genotype<br />
and birth season on age at first egg and productive<br />
indicators of Criollo hens of Colima state.<br />
Cuban Journal of Agricultural Sciences 33(1):63-68.<br />
Mason, L. 1984. The evolution of domesticated animals.<br />
Longman. Londres.<br />
Merat, P. 1990. Pleiotropic and associated effects of<br />
major genes. En: Poultry Breeding and Genetics.<br />
R.D. Crawford (ed.). Elsevier, Ámsterdam, Países<br />
Bajos, pp. 429-467.<br />
Scherf, B.D. 2000. World watch list for domestic animal<br />
diversity. Food and Agriculture Organization (fao).<br />
Roma.<br />
West, B. y B.S. Chow. 1989. Did chickens go north?<br />
New evidence for domestication. World’s Poultry<br />
Science Journal 45:205-218.<br />
524 DIVERSIDAD GENÉTICA
S6<br />
USOS DE LA BIODIVERSIDAD
Isla Clarión. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
Uno de los principales servicios que recibe el hombre del ambiente y su diversidad<br />
son los servicios de provisión; en ese contexto la posición estratégica<br />
de Colima, en el litoral, presenta gran potencial para el aprovechamiento<br />
de recursos naturales a través de actividades como la pesca, cacería, silvicultura,<br />
apicultura y, recientemente, la conservación de los bosques. En<br />
esta sección se documentan diversas experiencias sobre el uso de la biodiversidad<br />
en el estado.<br />
Para el caso de la pesca se incluyen datos que indican que en el estado contribuye<br />
con 1.7% de la producción nacional. Ocho grupos de peces representan<br />
80% de la captura: huachinangos, pargos, cabrillas, sierras, jureles,<br />
lisas, mojarras y roncos. La pesca del atún ocupa el tercer lugar a nivel<br />
nacional y el calamar el cuarto sitio. En la laguna de Cuyutlán se realizan<br />
actividades pesqueras en sociedades cooperativas y por permisionarios,<br />
organizaciones que han mostrado una tendencia a la baja en los últimos 30<br />
años, situación relacionada con la degradación paulatina que ha mostrado<br />
este importante ecosistema. Se discute entonces la necesidad de apuntalar<br />
acciones de regulación y aplicación de normatividad para controlar el<br />
esfuerzo pesquero, además de promover una mejor organización en la<br />
comercialización de la producción, lo que incrementaría los ingresos derivados<br />
de esta actividad.<br />
Otra práctica con gran potencial es la acuicultura, la cual se realiza tanto<br />
en los municipios costeros como en Cuauhtémoc y Coquimatlán. Habi-<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Usos de la Biodiversidad. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 527-528.<br />
527
tualmente se cultivan especies como camarón,<br />
tilapia (especie exótica), bagre y rana, sin embargo,<br />
se han identificado hasta 18 especies nativas<br />
potenciales que podrían diversificar la oferta<br />
comercial, en estos y otros sistemas lagunares de<br />
la entidad. Se menciona que una de las acciones<br />
necesarias para fortalecer la acuicultura es la<br />
capacitación, lo que llevaría a mejorar las técnicas<br />
de cultivo y el manejo de enfermedades.<br />
Por su parte, la cacería de subsistencia se realiza<br />
en poblaciones rurales en situación de pobreza y<br />
marginación. Aquí se documenta la que se realiza<br />
en Cerro Grande, ubicado en la Reserva de la<br />
Biosfera Sierra de Manantlán. Ese uso de la fauna<br />
silvestre se realiza principalmente como alimento,<br />
en poblaciones marginadas donde las opciones de<br />
aporte de proteínas son bajas y el núcleo familiar<br />
grande; otros usos incluyen el medicinal, como<br />
mascota y ornato. Además del autoconsumo, la<br />
cacería se emplea para generar lazos o vínculos<br />
sociales y se ha identificado que algunas especies<br />
utilizadas para cacería han disminuido sus poblaciones<br />
en las últimas décadas, aunque otras han<br />
incrementado. Se reconoce que los pobladores<br />
dedicados a esta actividad tienen un conocimiento<br />
de aspectos ecológicos y biología de la<br />
especie, sin embargo, hay que establecer acuerdos<br />
de uso y aprovechamiento de la fauna dentro de<br />
los ejidos, que sean complementarias y acordes a<br />
la conservación de la vida silvestre.<br />
Otra actividad importante, la apicultura, aprovecha<br />
la flora de Colima. En esta sección se documenta<br />
que en los 10 municipios del estado hay 311<br />
especies de plantas con potencial vinculado a la<br />
producción de miel; la mayoría son nectaríferas o<br />
nectaríferas-poliníferas; principalmente son árboles<br />
y arbustos de 11 familias, donde las leguminosas<br />
y compuestas tienen mayor proporción de<br />
especies melíferas. Se pueden distinguir regiones<br />
melíferas que concuerdan con los tipos de vegetación<br />
de la zona, de donde es obtenida miel de una<br />
gran calidad y considerada para exportación; ese<br />
potencial debe impulsarse con capacitación, tecnología,<br />
financiamiento y conocimiento de los<br />
tiempos de floración de las especies.<br />
La riqueza florística es la base de los recursos<br />
forestales no maderables que aprovechan los<br />
pobladores de más de 150 especies silvestres,<br />
como medicina, alimento y combustible en Cerro<br />
Grande. En esta sección se documenta el uso del<br />
heno, para su venta en la época navideña; el otate,<br />
que se utiliza como material de construcción,<br />
tutor de cultivos agrícolas o mango de escobas, y<br />
la tila o trompillo, que se usa como medicinal. Se<br />
reconoce que existen limitantes para estas actividades,<br />
como las derivadas de los riesgos de su<br />
extracción, así como de la comercialización, a<br />
pesar de ello es una fuente de ingresos para familias<br />
de escasos recursos.<br />
Finalmente, se presentan algunas de las experiencias<br />
sobre el novedoso mecanismo de pago de servicios<br />
ambientales (PSA) en Cerro Gordo, sistema<br />
que tiene como objetivo garantizar la provisión de<br />
agua para la capital del estado y de Villa de Álvarez,<br />
por medio de la conservación de los bosques.<br />
El PSA se realiza a través de un mecanismo participativo<br />
donde usuarios y representantes de las<br />
comunidades establecen acuerdos para la conservación<br />
de los recursos, experiencia que puede servir<br />
como ejemplo para replicarse en otras regiones<br />
del país.<br />
528 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
Actividad acuícola<br />
y pesquera<br />
Manuel Patiño-Barragán<br />
Elaine Espino-Barr<br />
Introducción<br />
El estado cuenta con 157 km de litoral, 641 km² de mar continental, 8 350 ha<br />
de lagunas litorales y 3 000 ha de suelos aptos para la acuicultura. Además,<br />
tiene una localización geográfica con un área de influencia que<br />
cubre 16 estados de la República Mexicana y una ubicación estratégica en<br />
comercio internacional hacia el Pacífico; sin embargo, la acuicultura y la<br />
pesca no se han aprovechado eficientemente. Si bien en el estado la acuicultura<br />
y la pesca han mostrado un incremento en los últimos 15 años,<br />
existe gran potencial de desarrollo que no ha sido aprovechado de modo<br />
eficiente, como ocurre con la captura de atún, calamar y el cultivo de<br />
camarón.<br />
Acuicultura<br />
Como resultado del incremento de la demanda mundial de productos<br />
acuáticos y el agotamiento progresivo de muchas pesquerías, la acuicultura<br />
ha tenido un rápido desarrollo en las últimas décadas. En México la<br />
acuicultura no ha logrado el desarrollo alcanzado en otros países, a pesar<br />
de contar con condiciones ambientales adecuadas para el cultivo de una<br />
amplia variedad de especies marinas y dulceacuícolas. Los problemas de<br />
organización, financiamiento e infraestructura son los principales factores<br />
que han dificultado el desarrollo óptimo de la acuicultura en México<br />
(fao 1984).<br />
Patiño-Barragán, M. y E. Espino-Barr. 2016. Actividad acuícola y pesquera. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio<br />
de Estado. conabio. México, pp. 529-541.<br />
529
ladas y en 2007 ascendió a 1 500 (Asociación<br />
de Acuacultores de Colima com. pers.); sin<br />
embargo, se considera que el desarrollo de la<br />
actividad aún se encuentra en una fase inicial.<br />
FIGURA 1. Tilapa (Oreochromis sp.) cultivada en las<br />
granjas acuícolas. Foto: Adalberto Ríos <strong>Szalay</strong>/<strong>Banco</strong><br />
de imágenes CONABIO.<br />
En la actualidad, la acuicultura se realiza principalmente<br />
en los municipios de Coquimatlán,<br />
Cuauhtémoc, Tecomán y Manzanillo. 90% de<br />
las granjas utilizan terrenos agrícolas y el resto<br />
se realiza en lagunas, cubriendo una superficie<br />
total de 170 ha, con un periodo de operación de<br />
dos a 16 años (Patiño et al. 2008). Generalmente<br />
se utilizan estanques rústicos de media, una y<br />
dos ha, con 1 m de profundidad. El agua se<br />
obtiene de diversas fuentes como pozos, manantiales,<br />
presas, ojos de agua y en menor medida se<br />
utiliza agua salobre o salada.<br />
FIGURA 2. Camarones de agua dulce (Litopenaeus<br />
vannamei) cultivados en las granjas acuícolas. Foto:<br />
Diana Kennedy/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
Desde 1973, los estudios básicos de los ecosistemas<br />
lagunares de Colima proporcionaron las<br />
bases científicas y técnicas para el inicio formal<br />
de la acuicultura. Así, en los últimos años se han<br />
desarrollado técnicas que han hecho posible el<br />
cultivo en agua dulce de: tilapia (Oreochromis<br />
mosambicus y O. niloticus variedad Stirling)<br />
(figura 1), y camarón de agua dulce (Litopenaeus<br />
vannamei) (figura 2), lo cual ha incrementado el<br />
número de granjas acuícolas con producciones<br />
cada vez más eficientes. La producción acuícola<br />
de Colima, en 2003, se calculó en 1 180.76 tone-<br />
Aproximadamente 41% de las granjas cultivan<br />
camarón, 37% alguna de las dos especies de tilapia<br />
y 18% produce ambas especies. En menor<br />
proporción se cultiva el bagre (Ictalurus punctatus)<br />
y sólo una granja produce rana (Rana catesbeiana)<br />
(Patiño et al. 2008) (apéndice 1).<br />
Cultivo de tilapia<br />
En el municipio de Coquimatlán se ubica la<br />
mayor cantidad de granjas dedicadas al cultivo<br />
de tilapia (Patiño et al. 2008). El promedio de<br />
salinidad es cercano a cero, debido a que todas<br />
las granjas operan con agua dulce, excepto una.<br />
La densidad de cultivo (individuos/m 2 ) tiene un<br />
intervalo de variación muy amplio, ya que en<br />
algunas granjas se siembran de tres a cuatro<br />
individuos/m 2 y en otras se practican siembras<br />
de 35 individuos/m 2 . El periodo normal<br />
para la cosecha de tilapia es de seis a ocho meses<br />
530 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
y los organismos alcanzan un peso promedio de<br />
500 gramos. La eficiencia de cultivo en la producción<br />
de tilapia presenta un amplio intervalo<br />
de valores que van de cuatro a 23 t/ha, con un<br />
promedio de 16.3 t/ha. El acuicultor que más<br />
produce alcanza 350 t anuales, mientras que la<br />
menor producción equivale a 6.5 t. El promedio<br />
de venta, en el 2008, era de 27 pesos/kg de tilapia,<br />
mientras que el costo de producción por kilo<br />
producido revela que la utilidad promedio es de<br />
56% (Patiño et al. 2008) (cuadro 1).<br />
Cultivo de camarón<br />
De acuerdo con Patiño et al. (2008), el mayor<br />
porcentaje de granjas donde se cultiva camarón<br />
se ubica en el valle de Tecomán. En la mayoría de<br />
las granjas el suministro de agua proviene de la<br />
laguna de Amela, localizada en la parte sur del<br />
municipio de Tecomán. El cultivo de camarón<br />
de agua dulce involucra un promedio de dos<br />
cosechas por año y el periodo de cultivo varía<br />
según la estación. Debido a que la variación de la<br />
temperatura entre invierno y verano es de 8 °C,<br />
en el verano se alcanza el peso comercial en tres<br />
meses, mientras que en el invierno se necesitan<br />
cinco meses para obtenerlo. El cultivo que se<br />
practica es semiintensivo, ya que la densidad de<br />
siembra varía de 30 a 60 individuos/m 2 , con un<br />
promedio de 37 individuos/m 2 y una supervivencia<br />
de 60%. Sin embargo, casi 40% de las<br />
granjas tienen problemas debido a las bajas concentraciones<br />
de oxígeno al final del cultivo o en<br />
periodos de lluvias. El peso promedio de cosecha<br />
del camarón es de 14 g y la eficiencia de cultivo<br />
varía de 2 a 5 t/ha, con un promedio de<br />
4.3 t/ha. La granja de camarón más grande del<br />
estado produce 303.68 t anuales, en tanto que la<br />
más pequeña produce 8.8 t. El promedio de venta<br />
es de 57 pesos/kg y los indicadores económicos<br />
muestran que la utilidad promedio es de 55%<br />
(cuadro 1).<br />
CUADRO 1. Indicadores económicos de las granjas de tilapia y camarón en el estado (promedios). Costos en<br />
pesos. Fuente: Patiño et al. (2008).<br />
Tilapia<br />
Camarón<br />
Producción (kg/hora/hombre) 22.8 22.8<br />
Costo de producción ($/hora/hombre) 614.5 1 297.3<br />
Producción por kg de alimento (kg) 0.76 0.75<br />
Valor de la producción por kg de alimento ($) 20.5 42.8<br />
Tiempo de trabajo por kg producido (hr) 0.04 0.04<br />
Alimento proporcionado por kg producido 1.31 1.33<br />
Costo del alimento por kg producido ($) 7.40 10.33<br />
Costo de producción por kg producido ($) 11.82 25.51<br />
Porcentaje de recuperación en los costos de operación (%) 77 70<br />
Producción en t/ha 16.3 4.3<br />
Dólar = $11.0 pesos<br />
Actividad acuícola y pesquera<br />
531
Especies potenciales<br />
Algunas especies que pueden utilizarse en prácticas<br />
de acuicultura en el estado son: huachinango<br />
(Lutjanus peru), erizo (Diadema<br />
mexicanum), lenguado (Paralichthys californicus<br />
e Hippoglossina stomata), dorado (Coryphaena<br />
hippurus), cocodrilo (Crocodylus acutus), ostión<br />
(Crassostrea iridiscens y C. gigas), mejillón<br />
(Mytilus sp.), callo de hacha (Atrina tuberculosa),<br />
langosta (Panulirus inflatus), langostino de río<br />
(Macrobrachium americanum y M. tenellum),<br />
jaiba (Callinectes arcuatus), jurel (Caranx<br />
caninus), robalo (Centropomus nigrescens), además<br />
de artemia (Artemia salina), rotíferos,<br />
microalgas marinas y de agua dulce, entre otras.<br />
El desarrollo de la acuicultura en el estado<br />
enfrenta varios problemas, entre los que se<br />
encuentran: el poco control de depredadores; la<br />
incorrecta aplicación de las técnicas de cultivo;<br />
la incidencia de parásitos y enfermedades; la<br />
escasez de apoyos de gobierno; la presión ejercida<br />
a causa de la normatividad referente al uso<br />
de suelo, permisos, licencias y tarifas industriales;<br />
así como elevados costos de servicios como<br />
la electricidad y el agua. Además, tanto la tilapia<br />
como el camarón se venden sin tener una garantía<br />
sanitaria.<br />
Debido a que se han detectado errores en la aplicación<br />
de las técnicas de cultivo, se piensa que la<br />
capacitación del personal incrementaría las<br />
cosechas de los productores.<br />
Problemática<br />
La actividad acuícola produce aproximadamente<br />
260 empleos en el estado, de los cuales 80%<br />
corresponde a personas de bajos recursos. Considerando<br />
un promedio de seis miembros por<br />
familia, se tendría que 1 560 personas dependen<br />
directamente de la acuicultura. Estas cifras son<br />
un indicativo de lo incipiente de la acuicultura<br />
en Colima, actividad que contribuye sólo con<br />
0.6% de la producción nacional (Patiño et al.<br />
2008).<br />
FIGURA 3. Cormorán o pato buzo (Phalacrocorax<br />
olivaceus), depredador que afecta la producción<br />
acuícola. Foto: Ortiz Lira H.<br />
FIGURA 4. Cocodrilo (Crocodylus acutus), depredador<br />
que afecta la producción acuícola. Foto: Isaí<br />
Domínguez Guerrero/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
Además de las enfermedades existen depredadores<br />
que afectan la producción de los acuicultores,<br />
como el cormorán o pato buzo (Phalacrocorax<br />
olivaceus) (figura 4), el cual está presente en casi<br />
532 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
todas las granjas. Otros depredadores incluyen<br />
ranas, gaviotas, zanates, garzas, halconcillos,<br />
serpientes y cocodrilos. El caso de los cocodrilos<br />
(Crocodylus acutus) (figura 4) es especialmente<br />
importante ya que no solamente son los principales<br />
depredadores en las lagunas de Cuyutlán y<br />
Amela, sino que también ocasionan daños significativos<br />
a la infraestructura al destruir las jaulas<br />
de producción.<br />
Perspectivas de la acuicultura<br />
Es importante resolver las dificultades que aquejan<br />
a la acuicultura en el estado para poder<br />
expandir y aprovechar las áreas con suelos aptos<br />
para esta actividad y en combinación con la<br />
agricultura. En las partes altas de la entidad<br />
(municipio de Minatitlán), existen condiciones<br />
climáticas óptimas para cultivar especies de<br />
elevado valor comercial, como la trucha<br />
(Oncorhynchus mykiss).<br />
Por otra parte, de los 12 sistemas acuáticos más<br />
importantes del estado, incluidas las bahías de<br />
Manzanillo y Santiago (figura 5), solamente se<br />
realizan actividades acuícolas en la laguna de<br />
Amela, donde se produce tilapia. En la laguna<br />
de Cuyutlán, únicamente se manejan “tapos” o<br />
barreras para impedir que el camarón salga al<br />
mar, aunque informalmente también se han realizado<br />
encierros y trampas para peces, lo que ha<br />
traído beneficios para los pescadores involucrados.<br />
En la bahía de Santiago se han realizado<br />
algunas pruebas de cultivo en jaulas de pargos<br />
(Lutjanus guttatus y L. peru) y botete (Sphoeroides<br />
annulatus).<br />
Pesca<br />
Para entender el contexto en el que se desarrolla<br />
la pesca en Colima es importante reconocer que<br />
esta actividad, en Latinoamérica, se divide en<br />
cuatro grandes grupos: 1) especies migratorias<br />
como los túnidos (atún); 2) pelágicos menores y<br />
asociados a surgencias como la sardina, macarela<br />
y anchoveta; 3) especies demersales o de<br />
fondo y 4) pesca costera o ribereña (apéndice 1).<br />
Nuestro país ocupa el tercer sitio en Latinoamérica<br />
en cuanto al volumen de captura, mientras<br />
que a nivel internacional ocupó el décimo sexto<br />
lugar en 1998. Sin embargo, en los últimos años<br />
se ha registrado un bajo consumo per cápita de<br />
alimentos marinos en el país, ocupando el lugar<br />
112 a nivel mundial (fao 2004).<br />
Las capturas en México están divididas en cuatro<br />
regiones pesqueras (cuadro 2). Destaca la<br />
pesca ribereña con 31.03% del volumen nacional<br />
(262 485 t), la cual en términos de valor económico<br />
representa 75.9% del total y alrededor de<br />
80% de los empleos o jornales de la pesca directos,<br />
por lo que esta actividad posee una elevada<br />
importancia desde el punto de vista socioeconómico<br />
(Guzmán-Amaya y Fuentes-Castellanos<br />
2006). Lo anterior se debe a que la pesca ribereña<br />
se caracteriza por capturar organismos acuáticos<br />
de un elevado valor en el mercado nacional y<br />
de exportación, como el abulón, la langosta y el<br />
camarón, entre otros.<br />
Colima contribuye con 1.7% de la captura nacional<br />
y ocupa el primer lugar de la Región III<br />
(Contreras 2002). De 1989 a 2002 las capturas<br />
totales fluctuaron entre 7.5 mil (en 1989) y<br />
41.3 mil t anuales (en 1997) (figura 6) con varia-<br />
Actividad acuícola y pesquera<br />
533
FIGURA 5. Cuerpos de agua más importantes. Fuente: INEGI 1995.<br />
534 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
ciones en su tendencia de incremento debido<br />
probablemente al desarrollo de la acuicultura y<br />
los procesos de producción pesquera en el estado<br />
(sagarpa 2003).<br />
La pesca ribereña en el estado ha mostrado<br />
variaciones de producción muy marcadas en los<br />
últimos 27 años. La producción promedio anual<br />
ha sido de 1 550 t, con un máximo de 3 688 t en<br />
1980 y un mínimo de 595 t en 1985 (figura 7).<br />
Las variaciones y cambios en la comunidad de<br />
peces que se capturan comercialmente en la<br />
costa de Colima se deben más a los cambios<br />
naturales ambientales que a la presión por pesca<br />
(Espino-Barr 2000). Las especies que componen<br />
hasta 80% de la captura son: huachinango,<br />
pargo, cabrilla, sierra, jurel, lisa, mojarra y ronco<br />
(apéndice 1), los cuales son capturados en<br />
CUADRO 2. Producción anual en las regiones pesqueras del México. Fuente: elaboración propia con<br />
información de Guzmán-Amaya y Fuentes-Castellanos 2006.<br />
Región<br />
t/ año<br />
promedio<br />
Estados<br />
I 156 450 Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa<br />
II 34 132 Tamaulipas, Veracruz, Tabasco, Campeche y Yucatán<br />
III 6 486 Colima, Jalisco, Nayarit, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas<br />
IV 4 081 Quintana Roo<br />
FIGURA 6. Captura pesquera (toneladas) del estado, durante el periodo 1989-2002. Fuente: estadísticas<br />
pesqueras de la Subdelegación de Pesca.<br />
Actividad acuícola y pesquera<br />
535
FIGURA 7. Captura de pesca ribereña durante el periodo 1980-2004. Fuente: estadísticas pesqueras de la<br />
Subdelegación de Pesca.<br />
24 bajos o caladeros (sitios para calar las redes<br />
de pesca) de la plataforma continental de la costa<br />
de Colima (Macías-Zamora et al. 1985, Arriaga-<br />
Tapia et al. 1986). La plataforma continental<br />
tiene un área de 1 340 km 2 , en la cual la isobata<br />
(curva o línea con la misma profundidad) de<br />
200 brazas se encuentra al norte, a 9 km de la<br />
costa y a 24 km hacia el sur.<br />
En los últimos años la pesquería migratoria ha<br />
crecido 40% debido al aumento de la captura de<br />
atún y calamar, las cuales ocupan el tercer y<br />
cuarto sitio a nivel nacional, respectivamente.<br />
Por otro lado, la captura de tiburón tiene gran<br />
tradición y en ocasiones va asociada a la captura<br />
de los “picudos”; se estima que se pueden capturar<br />
hasta 6 000 t anuales de tiburones, aunque<br />
son especies reservadas para la pesca deportiva<br />
(Macías-Zamora 1992). En cambio, la pesca<br />
de langosta está frecuentemente limitada a los escasos<br />
sitios de zonas rocosas, cuyo potencial de<br />
explotación de las poblaciones está reservado al<br />
archipiélago de Revillagigedo.<br />
Cabe destacar que en los últimos años se ha<br />
fomentado, a nivel nacional, la industrialización<br />
de productos pesqueros como el enlatado de atún,<br />
calamar y pulpo, así como el empaque de filetes<br />
congelados y aglomerados. Esta industria que es<br />
fuente de divisas y de empleos directos ha experimentado<br />
un acelerado crecimiento en los últimos<br />
cinco años, alcanzando un incremento en<br />
su volumen de 91% (sagarpa 2003).<br />
Pesca en la laguna de Cuyutlán<br />
La pesquería ribereña, además de practicarse en<br />
el litoral costero de Colima, también se realiza<br />
en la laguna de Cuyutlán (Cabral-Solís y Espino-<br />
536 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
FIGURA 8. Mapa de la laguna de Cuyutlán. Fuente: Cabral-Solís et al. 2006.<br />
Actividad acuícola y pesquera<br />
537
Barr 2004). Esta laguna (figura 8) es uno de los<br />
cuerpos de agua salada más grandes de la costa del<br />
Pacífico y representa 92% de los sistemas lagunares<br />
del estado (Cabral-Solís y Espino-Barr 2004).<br />
Las capturas pesqueras importantes son efectuadas<br />
por 10 sociedades cooperativas, nueve permisionarios<br />
que agrupan a más de 300 socios y<br />
86 embarcaciones menores (Oficina de Pesca com.<br />
pers.). Además de Manzanillo, la actividad pesquera<br />
se practica en otras comunidades rurales<br />
vecinas como: El Paraíso, Venustiano Carranza, El<br />
Colomo, Santa Rita y San Buenaventura.<br />
Desafortunadamente la laguna de Cuyutlán ha<br />
sufrido una paulatina degradación, ocasionada<br />
por un aporte de agua limitado, contaminación<br />
por aguas negras y tasas de erosión y azolve elevadas,<br />
además de la disminución de la hidrodinámica<br />
de la laguna por diversas obras<br />
antropogénicas que han afectado el volumen de<br />
capturas pesqueras (figura 9).<br />
En los últimos 30 años las capturas pesqueras<br />
muestran una tendencia decreciente, excepto en<br />
el periodo 1985-1990, en el que las capturas se<br />
incrementaron debido a la apertura del canal de<br />
Ventanas ocurrida en 1978. Las actividades<br />
humanas afectan a las poblaciones marinas y costeras,<br />
no solamente por los impactos directos de la<br />
pesca, sino también por los daños a los ecosistemas.<br />
Estos efectos son en ocasiones irreversibles y<br />
afectan el equilibrio y la biodiversidad del entorno.<br />
La contaminación urbana, industrial y portuaria,<br />
así como los cambios en los usos del suelo y<br />
del paisaje, son los principales factores de cambio<br />
que afectan a los ecosistemas costeros (De<br />
Fontaubert et al. 1996).<br />
FIGURA 9. Captura pesquera en la laguna de Cuyutlán, periodo 1982-2010. Fuente: estadísticas pesqueras de<br />
la Subdelegación de Pesca.<br />
538 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
Género y trabajo pesquero<br />
Los estudios sobre pesca en México indican que<br />
la pesca en el mar, con embarcación, es eminentemente<br />
una actividad masculina (Alcalá 1992).<br />
La pesca comercial en lagunas también es un<br />
trabajo exclusivo de hombres, aunque existen<br />
tradiciones femeninas de pesca que se practican<br />
en algunas lagunas como la de Cuyutlán (Gatti<br />
1986).<br />
Si bien la mayoría de las investigaciones resaltan<br />
el papel preponderante de las mujeres en el<br />
tejido, limpieza de las redes, transformación y<br />
comercialización del producto pesquero (Ortiz<br />
2000); en las costas de Colima las actividades de<br />
las mujeres se refieren a la participación de las<br />
esposas e hijas de los pescadores, coadyuvando<br />
al mantenimiento de la unidad familiar y<br />
jugando un papel muy importante en situaciones<br />
conflictivas, tales como la ausencia de los<br />
hombres o el abuso que éstos hacen de las bebidas<br />
alcohólicas (Alcalá 1992).<br />
ificuaes e a pesca<br />
Uno de los problemas que afectan a la pesquería<br />
es el incremento del esfuerzo pesquero. Una<br />
posible solución a lo anterior es la aplicación de<br />
vedas, sin embargo, a pesar de que se ha demostrado<br />
que la veda es un método adecuado de<br />
ordenación que favorece a la pesquería y protege<br />
a los organismos durante su periodo de<br />
crecimiento y reproducción (Barrera-Huerta<br />
1976, Castro y Santiago 1976), éstas no se realizan<br />
en la entidad a causa de la falta de aplicación<br />
de la normatividad que regula la actividad<br />
pesquera. Sumado a lo anterior, la falta de organización<br />
orientada a la comercialización adecuada<br />
de la producción es uno de los puntos<br />
clave identificados como responsables de la<br />
falta de desarrollo, en las actividades de acuicultura<br />
y pesca en el estado (sagarpa 2003).<br />
Perspectivas de la pesca<br />
La actividad pesquera en el estado tiene un margen<br />
elevado de crecimiento, lo cual ha resuelto<br />
las dificultades que la aquejan, sin embargo, bien<br />
se podría expandir la actividad y aprovechar la<br />
extensión total del litoral, el mar continental y la<br />
superficie de las lagunas litorales. Además, es<br />
necesario implementar un programa de comercialización<br />
que beneficie a los pescadores, al proporcionar<br />
un valor agregado a los productos<br />
pesqueros mediante un procesamiento de calidad<br />
que permita colocarlos en mercados más<br />
competitivos, además de obtener diversos productos<br />
de alto valor comercial.<br />
Conclusiones<br />
Hoy en día la acuicultura está experimentando<br />
un desarrollo espectacular en todo el mundo,<br />
constituyendo el sector de más rápido crecimiento<br />
dentro de la producción. Por otra parte,<br />
la acuicultura es una herramienta de apoyo a la<br />
pesca para el reabastecimiento de los mares y se<br />
ha constituido en el desarrollo de tecnologías<br />
para la producción de peces, crustáceos y<br />
moluscos.<br />
Actualmente, todo hace pensar que dada la<br />
situación limitada de los recursos pesqueros y el<br />
incremento del consumo alimenticio de peces,<br />
Actividad acuícola y pesquera<br />
539
en todo el mundo será necesario un mayor desarrollo<br />
del sector de la acuicultura para satisfacer<br />
la demanda de productos marinos. Hasta ahora la<br />
acuicultura y la pesca no se han aprovechado eficientemente<br />
en el estado y su desarrollo contrasta<br />
con el potencial existente.<br />
Referencias<br />
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540 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
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Acuacultura y Pesca.<br />
Actividad acuícola y pesquera<br />
541
ESTUDIO DE CASO<br />
CACERÍA DE SUBSISTENCIA EN LA REGIÓN<br />
DE CERRO GRANDE, RESERVA DE LA BIOSFERA<br />
SIERRA DE MANANTLÁN<br />
Víctor M. Sánchez Bernal<br />
Blanca Lorena Figueroa-Rangel I Miguel Olvera-Vargas<br />
Introducción<br />
La sierra de Manantlán se localiza en el suroeste<br />
de Jalisco y al norte del de Colima. En esta sierra<br />
se encuentra la región de Cerro Grande, un<br />
domo kárstico resultado del movimiento tectónico<br />
que emergió del periodo cuaternario, con<br />
una extensión de aproximadamente 40 km de<br />
largo (Machuca 2011).<br />
En su parte superior se aprecia una meseta<br />
cubierta de bosque mesófilo de montaña, en<br />
donde predominan los pinos (Pinus spp.) y encinos<br />
(Quercus sp.), con una alta densidad de fauna<br />
silvestre. La flora vascular comprende más de<br />
2 900 especies, con 981 géneros y 181 familias;<br />
además de 110 especies de mamíferos, 336 especies<br />
de aves, 85 especies de reptiles y anfibios,<br />
16 especies de peces y 238 familias de insectos<br />
(imecbio 2000, semarnat 2000, Tetreault y<br />
Hernández 2011). Estas características ecológicas,<br />
sumadas a otras, culturales y sociales, fueron<br />
las que impulsaron el decreto de la Sierra de<br />
Manantlán como reserva (rbsm) en 1987; más<br />
tarde fue incorporada al programa El Hombre y<br />
la Biosfera de la Organización de las Naciones<br />
Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura<br />
(mab-unesco, por sus siglas en inglés).<br />
De acuerdo con un estudio realizado por<br />
Tetreault (2009), a partir de los años setentas, los<br />
sistemas agropecuarios en la sierra de Manantlán<br />
fueron afectados por la introducción de<br />
agroquímicos, la eliminación de policultivos y la<br />
reducción de periodos de barbecho. Dichos<br />
cambios coincidieron con el incremento en la<br />
presión demográfica, el incremento en la introducción<br />
de ganado, la comercialización de algunas<br />
actividades agrícolas, el acaparamiento de la<br />
tierra por parte de caciques internos y la usurpación<br />
de recursos naturales por actores externos.<br />
Uno de los sistemas agropecuarios más afectados<br />
fue el de coamil (método ancestral basado<br />
en la siembra en terrazas sobre sitios inclinados)<br />
(Torres y Trápaga 1997). De acuerdo con el Instituto<br />
Nacional de Ecología (ine 2000), la región<br />
de Cerro Grande estuvo sujeta a la explotación<br />
forestal por la empresa Colima Lumbre y Co., de<br />
1917 a 1933. Los resultados ecológicos de estas<br />
acciones fueron: deforestación, erosión y agotamiento<br />
de los suelos, contaminación química de<br />
suelos y agua, así como la desaparición de diversas<br />
especies de fauna y flora. En cuanto a las consecuencias<br />
sociales, inegi (2005) reportó que<br />
esta región tiene los más altos índices de marginación<br />
y pobreza de la entidad.<br />
542<br />
Sánchez, B.V.M., B.L. Figueroa-Rangel y M. Olvera-Vargas. 2016. Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande, Reserva<br />
de la Biosfera Sierra de Manantlán. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 542-554.
A pesar de que se han elaborado propuestas para<br />
integrar a la población rural en los objetivos de las<br />
áreas naturales protegidas (anp), se manifiestan<br />
problemas sociales que son ignorados. Asimismo,<br />
los pobladores locales tienen que responder a las<br />
políticas de estas áreas, dedicando tiempo, dinero<br />
y esfuerzo para organizarse (Chargoy 1985 y Sanvicente<br />
et al. 1996, Mackay 2002) y cumplir con la<br />
normatividad federal respecto a la cacería de subsistencia,<br />
no obstante que para las unidades<br />
domésticas es una actividad que complementa el<br />
sistema económico familiar y que constituye 85%<br />
de su alimentación, sobre todo la de aquellas familias<br />
que viven en extrema pobreza (Ajayi 1971,<br />
Nahmad et al. 1994, Álvarez-Icaza 1996, Weber<br />
2000, Monroy et al. 2008, Zamorano 2008).<br />
Se considera que si se resuelven los conflictos<br />
locales y regionales, con respecto a la cacería, se<br />
podría avanzar en gran medida hacia la conservación<br />
de los ecosistemas (Ezcurra y Gallina 1981,<br />
Gallina 1984, Galindo-Leal 1992, Halffter 1994,<br />
Gallina et al. 1998, Weber 2000, Cabarcas et al.<br />
2006, Cabrera et al. 2007, Arroyo-Quiroz et<br />
al. 2008, Gallina et al. 2008).<br />
El objetivo de esta investigación fue conocer y<br />
analizar las modalidades de aprovechamiento<br />
y uso de la fauna silvestre, a través de la cacería<br />
de subsistencia, de la población rural en la región<br />
de Cerro Grande, Reserva de Biosfera Sierra de<br />
Manantlán. Se implementó la metodología de<br />
Hernández (1970), Hernández Ramos (1977),<br />
Aguirre (1979) y Morán (2000), en la que se<br />
registra el uso de los recursos naturales con base<br />
en entrevistas acerca del conocimiento empírico<br />
de los campesinos, el cual nos permite comprender<br />
el funcionamiento en la organización social<br />
de los sistemas de producción.<br />
Usos de la fauna silvestre<br />
El principal uso que tiene la fauna silvestre en la<br />
región de Cerro Grande es para alimento. Los<br />
cazadores identifican 12 especies, sin embargo<br />
consumen y prefieren la carne de venado, ardilla,<br />
jabalí, gallinita, armadillo, conejo y choncho<br />
(cuadro 1 y 2). En cambio, utilizan como mascotas<br />
a la ardilla y a los cervatillos de venado,<br />
estos últimos se mantienen amarrados con una<br />
soga, enjaulados o sueltos; por su parte el armadillo<br />
es usado con fines medicinales. Algunas<br />
pieles de tigrillo (Leopardus wiedii) se utilizan<br />
como adorno, colgadas en las paredes de las<br />
casas, pero la mayoría de los cazadores las tiran<br />
a las cavernas o dolinas por temor a ser delatados.<br />
También es común encontrar crías de ardilla<br />
y tejón, los cuales los niños amarran del<br />
cuello para pasearlos y con frecuencia venderlos<br />
a soldados, a un precio de 70 pesos. Es común<br />
que estos animales mueran de alguna enfermedad,<br />
por maltrato y por desconocimiento de su<br />
biología. De acuerdo con Clavijero (1968) una<br />
costumbre en la región de Cerro Grande, que<br />
data de la época prehispánica, es el uso de mayates<br />
del orden Coleoptera, familia Melolonthidae<br />
(Cotinis mutabilis). Ese es un pasatiempo que<br />
los niños tienen, ya que durante la temporada de<br />
lluvias los agarran para pegárselos a la ropa;<br />
otros niños los amarran con un hilo al protórax<br />
para volarlos. Ciertas especies son cazadas por<br />
considerarse plaga, entre esas especies se<br />
encuentran: tlacuache, jabalí, ardilla, tejón,<br />
zorra, zorrillo, techalote y puma. Las especies<br />
que los cazadores consideran dañinas para la<br />
agricultura son: ardilla, jabalí, tejón, conejo,<br />
tuza y tlacuache. Otras especies de fauna, como<br />
tlacuache y zorrillo, se cazan porque atacan a<br />
las aves de corral, pero el puma y coyote se cazan<br />
porque causan daño al ganado.<br />
Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 543
ormas fines e a cacera<br />
En la región de Cerro Grande se observan diferentes<br />
formas de cacería, una para autoconsumo<br />
y la otra como vínculo sociopolítico al exterior<br />
del ejido; esta forma de cacería se presenta<br />
cuando algún personaje político acude a la<br />
región y se cazan venados para ofrecer la carne a<br />
través de diferentes platillos. Otra forma de<br />
cacería ocurre cuando alguno de los líderes consigue<br />
beneficios directos o indirectos para las<br />
comunidades. Se observa que otros factores que<br />
afectan la ocurrencia de la cacería, son los cambios<br />
estacionales, la situación socioeconómica de<br />
cada familia, el número de individuos por familia,<br />
la preferencia y gusto por la carne de las diferentes<br />
especies de fauna silvestre, el tiempo que<br />
se le pueda dedicar a la cacería, la edad, el género<br />
y el grado escolar, aspectos culturales y, finalmente,<br />
lo que el mercado determine.<br />
La especies más utilizadas son: armadillos<br />
(Dasy pus spp.), jabalíes (Pecari tajacu), venado<br />
cola blanca (Odocoileus virginianus) y varias especies<br />
de aves, particularmente el choncho (Penelope<br />
purpurascens) (cuadro 1). No obstante que el tlacuache<br />
y la ardilla no son tan apreciados, su abundancia<br />
los hace importantes en la dieta local. Por<br />
otro lado, los felinos son cazados por considerarse<br />
los principales depredadores del ganado mayor y<br />
del doméstico, pero en esta región observamos<br />
que algunas familias consumen la carne de puma<br />
al igual que la carne de gavilán.<br />
cazadores de 40 y 50 años de edad, la mayoría ejidatarios,<br />
no saben leer o sólo cursaron el primer o<br />
segundo grado de primaria, y en promedio cada<br />
familia cuenta con ocho o nueve hijos y se emplean<br />
como albañiles, jornaleros o maquiladores de trabajos<br />
agrícolas, situación que genera mayor<br />
dependencia del recurso faunístico. En contraste,<br />
los cazadores avecindados tienen en promedio<br />
entre 25 años, tres hijos por familia y en su mayoría<br />
tienen nivel educativo de secundaria. Esta<br />
situación representa una menor dependencia del<br />
recurso fauna, tan sólo por el menor número de<br />
individuos por familia. Además, los cazadores se<br />
han familiarizado y vinculado con las instituciones<br />
que trabajan en la región y a pesar de las reglamentaciones<br />
y prohibiciones mencionan que no<br />
respetan vedas ni especies en peligro de extinción.<br />
Al contrario, prohibir sólo ha originado que los<br />
pobladores subutilicen algunos productos de las<br />
especies de fauna que cazan.<br />
Un ejemplo de lo anterior se observó en una<br />
comunidad de Cerro Grande, donde al cazar un<br />
venado los cazadores evaden los caminos comunes<br />
y usan veredas o atajos para no ser encontrados<br />
ni por los mismos pobladores. Posiblemente<br />
esto sea un comportamiento para no ser señalados<br />
por no respetar vedas o corridas. Existen<br />
vacíos en la legislación sobre la cacería de subsistencia<br />
e información de las especies que son<br />
objeto de consumo a nivel local y regional, eso se<br />
muestra en los altos volúmenes de captura.<br />
Cacera amiiar<br />
El número de especies de fauna silvestre cazadas o<br />
capturadas por familia es un dato aproximado, ya<br />
que muy pocos de los entrevistados tuvieron disposición<br />
para informar sobre esta situación. Los<br />
Instrumentos utilizados<br />
para a cacera<br />
En la región de Cerro Grande la cacería de subsistencia<br />
se realiza principalmente con arma de<br />
fuego y de forma esporádica se usan trampas o<br />
544 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
CUADRO 1. Uso de las especies de fauna silvestre cazadas en la región de Cerro Grande, Reserva de la<br />
Biosfera Sierra de Manantlán. Fuente: elaboración propia según entrevistas descritas en el texto.<br />
Nombre<br />
común<br />
AVES<br />
Especie Categoría Alimento Mascota Ornato Fines<br />
medicinales<br />
Codorniz Lophortyx douglasii •<br />
Choncho Penelope purpurascens A •<br />
Gallinita de<br />
monte<br />
Dendrortyx macroura A •<br />
Gavilán Accipiter sp. A •<br />
Paloma Columba fasciata Pr •<br />
Plaga<br />
MAMÍFEROS<br />
Ardilla Sciurus colliaei • • S<br />
Armadillo Dasypus novemcinctus • •<br />
Conejo Sylvilagus brasiliensis • S<br />
Coyote Canis latrans G<br />
Leoncillo<br />
Herpailurus<br />
yagouaroundi<br />
A<br />
Pecarí Pecari tajacu • S<br />
Puma Puma concolor • • G<br />
Tejón Nasua narica • • S<br />
Tigrillo Leopardus wiedii P •<br />
Tlacuache Didelphis virginiana • S, A<br />
Tuza Pappogeomys bulleri Pr S<br />
Venado Odocoileus virginianus • •<br />
Zorra<br />
Urocyon<br />
cinereoargenteus<br />
•<br />
• • NE<br />
Zorrillo Conepatus mesoleucus A<br />
Fuente: elaboración propia a partir de entrevistas.<br />
Nota: Las especies que están en la NOM-059-SEMARNAT-2010 bajo la categoría de peligro están señaladas de la<br />
siguiente forma: P = en peligro de extinción; A = amenazada; Pr = sujetas a protección especial.<br />
La • seala el uso identificado. as especies que se consideran plagas son sealadas con: cuando daan<br />
a la siembra daan o consumen aves de corral daan o consumen ganado NE no se especifica<br />
el tipo de daño.<br />
Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 545
esorteras. La mayoría de los cazadores obtienen<br />
presas con rifle y pistola española de calibre 22.<br />
Algunos cazadores de 45 y 50 años utilizan<br />
resortera para capturar gallinita de monte<br />
(Dendrortyx macroura) y la tindorinda o codorniz<br />
de Douglas (Lophortyx douglasii). Sólo se observó<br />
a un ejidatario del rancho El Borrado con una<br />
trampa para tuzas instalada en su parcela.<br />
Los métodos de cacería en Cerro Grande son<br />
similares a los utilizados en comunidades indígenas,<br />
como el rastreo por huellas, el uso de llamadas<br />
o reclamos para atraer a los animales, la<br />
cacería con perros y la quema de la vegetación.<br />
El mayor porcentaje de las especies de fauna silvestre<br />
cazadas con arma de fuego son: venado cola<br />
blanca, 16.7%; armadillo, 14.5%; jabalí, 13.8%;<br />
ardilla y codorniz, 10.1%. Los porcentajes más<br />
bajos fueron para las especies capturadas con<br />
trampa: ardilla, jabalí y venado; mientras que las<br />
especies capturadas con resortera fueron: codorniz<br />
y gallinita de monte, que en conjunto no alcanzaron<br />
5% de la caza. Particularmente las aves son<br />
capturadas por los niños con resorteras; sin<br />
embargo, hasta el momento no le dan ningún uso.<br />
Al respecto Parra-Lara (1986) cita que este comportamiento<br />
constituye una forma de iniciación en<br />
las prácticas de cacería, a manera de entrenamiento<br />
y afinación de la puntería, pero la eficiencia de la<br />
cacería depende, en mayor proporción, de la organización<br />
social y del conocimiento empírico que el<br />
cazador tiene sobre cuándo y dónde buscar fauna<br />
silvestre que de los instrumentos utilizados.<br />
iios o paraes e cacera<br />
Los cazadores identifican 27 parajes de cacería,<br />
de los cuales prefieren cazar en cinco de ellos:<br />
Pozo Blanco, La Antena, Rancho de Erasmo,<br />
Pozo Hondo y La Escondida (figura 1). Los cazadores<br />
manifiestan que prefieren estos sitios o<br />
parajes lejanos, porque los lugares cercanos a la<br />
población, de donde obtenían fauna silvestre,<br />
están alterados, por lo que deben caminar mayor<br />
distancia para encontrar la fauna. Otra razón es<br />
que entre los cazadores existe una especialización<br />
y gusto por cazar especies de fauna silvestre<br />
como jabalí, ardilla, gallinita, codorniz, paloma<br />
y venado cola blanca.<br />
Es relevante mencionar que tres parajes de cacería<br />
se encuentran dentro del ejido Toxin, en áreas<br />
donde existen conflictos agrarios entre ejidos;<br />
esta situación ha ocasionado serios conflictos<br />
con la cacería ya que los comuneros mencionan<br />
que no se respetan los límites entre las mojoneras<br />
que delimitan a cada ejido.<br />
Disminución de especies<br />
de fauna silvestre<br />
Los cazadores reportan que 11 de 18 especies de<br />
aves y mamíferos han disminuido en un periodo<br />
de dos décadas (cuadro 1). Consideran que las<br />
especies que han reducido son: ardilla (Sciurus<br />
sp.), armadillo (Dasypus novemcinctus), conejo<br />
(Sylvilagus brasiliensis), gallinita (Dendrortyx<br />
macroura), tigrillo (Leopardus wiedii) y paloma<br />
(Columba fasciata).<br />
En tanto las especies que se han incrementado<br />
son: zorra (Urocyon cinereoargenteus), zorrillo<br />
(Conepatus mesoleucus), leoncillo (Felis<br />
yagouaroundi), coyote (Canis latrans), jabalí<br />
(Pecari tajacu), tejón (Nasua narica) y venado<br />
(Odocoileus virginianus).<br />
546 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 547<br />
FIGURA 1. Sitios de cacería en Cerro Grande. Fuente: elaboración propia.
Especies de fauna silvestre<br />
consideradas estacionales<br />
por los cazadores<br />
Para determinar si existe un patrón estacional<br />
de cacería en la región de Cerro Grande se apoyó<br />
en reportes de avistamientos de los cazadores y<br />
en un climograma realizado por Olvera (1997),<br />
quien considera dos periodos estacionales para<br />
la región: un periodo de secas o estiaje que comprende<br />
los meses de diciembre a mayo, y un<br />
periodo de lluvias que incluye los meses de junio<br />
a noviembre (cuadro 2).<br />
Un 73% de los cazadores observaron al venado<br />
cola blanca (O. virginianus) durante todo el año,<br />
mientras que 15.4% solamente lo observó en la<br />
temporada de lluvias. 34.6% de los cazadores<br />
observaron armadillo (D. novemcinctus) durante<br />
todo el año y 26.9% solamente en el periodo de<br />
secas. En el caso del jabalí (Pecari tajacu), 46.2%<br />
de los cazadores lo observaron solamente en la<br />
temporada de lluvias y 26.9% durante todo el<br />
año; en cambio, 57% de los cazadores observó a<br />
la ardilla (Sciurus sp.) durante todo el año.<br />
En un estudio fenológico sobre encinos de la<br />
región de Cerro Grande, Olvera (2006) encontró<br />
que el periodo máximo de producción de bellotas<br />
de cuatro especies de encino ocurre durante<br />
la estación de estiaje. Este fenómeno coincide<br />
con una de las estrategias que los cazadores de<br />
Cerro Grande aplican durante la temporada de<br />
secas para cazar venado cola blanca (Odocoileus<br />
virginianus), cuando la carencia de agua en la<br />
CUADRO 2. Frecuencia de los periodos en los cuales los cazadores consideran que la fauna silvestre ha<br />
disminuido. Fuente: datos de trabajo de campo obtenidos en Cerro Grande.<br />
Especie<br />
Periodos en años<br />
0 a 10 11 a 20 21 a 30 31 a 40<br />
Ardilla 2.9 3.6 0 0<br />
Armadillo 5.1 2.2 0 0<br />
Conejo 0 0 0.7 0<br />
Coyote 0.7 0.7 2.2 1.4<br />
Jabalí 3.6 0.7 0.7 1.4<br />
Leoncillo 0.7 0 0 0<br />
Techalote 1.4 0 0 0<br />
Tejón 1.4 3.6 1.4 0<br />
Tigrillo 4.3 0.7 0 0.7<br />
Venado 1.4 2.9 1.4 2.2<br />
Zorra 0.7 1.4 1.4 0<br />
Zorrillo 0.7 0.7 1.4 0<br />
Gallinita 2.9 2.2 0 0<br />
Paloma 1.4 1.2 0 0<br />
548 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
egión no permite retener el líquido infiltrándose<br />
en las partes bajas. Dicha técnica consiste<br />
en espiar a los venados en sitios donde llegan a<br />
comer bellotas de encino.<br />
Los cazadores mencionan que tienen preferencia<br />
por la carne de ardilla (Sciurus sp.) que se alimenta<br />
de bellotas de encino, no así por las que se<br />
alimentan de conos de pino, ya que el sabor de la<br />
carne es a trementina (resina de los pinos). La<br />
cacería es mayor durante el periodo de secas<br />
debido a que en esa época no hay que dedicarse a<br />
la agricultura, además de que el clima es favorable<br />
para dormir en el cerro. El periodo de estiaje<br />
(corriente baja de los ríos) permite a los cazadores<br />
localizar a su presa más fácilmente, pudiendo<br />
escuchar el ruido que emite un venado al caminar;<br />
también facilita identificar a las aves que por<br />
su estado reproductivo emiten cantos que permiten<br />
atraer a las hembras. Por otro lado, los<br />
cazadores consideran que las características<br />
ambientales de la temporada seca facilitan la<br />
localización de las presas al concentrarlas en<br />
remanentes de agua y árboles fructificando.<br />
CUADRO 3. Porcentaje de observaciones de fauna silvestre, de acuerdo con la estación de lluvias y de secas,<br />
por los cazadores en Cerro Grande. Fuente: trabajo de campo realizado en Cerro Grande.<br />
Especie Secas Lluvias Todo el año No informó<br />
Ardilla 3.8 7.7 57.7 30.8<br />
Armadillo 26.9 23.1 34.6 15.4<br />
Conejo 0 23.1 26.9 50<br />
Coyote 19.2 3.8 11.5 65.4<br />
Choncho 7.7 7.7 15.4 69.2<br />
Jabalí 3.8 46.2 26.9 23.1<br />
Leoncillo 7.7 0 7.7 84.6<br />
Puma 26.9 7.7 15.4 50<br />
Techalote 3.8 11.5 23.1 61.5<br />
Tejón 0 11.5 50 38.5<br />
Tigrillo 3.8 3.8 7.7 84.6<br />
Tlacuache 0 30.8 11.5 57.7<br />
Tuza 0 3.8 15.4 80.8<br />
Venado 3.8 15.4 73 7.7<br />
Zorra 3.8 15.4 34.6 46.2<br />
Zorrillo 0 15.4 30.8 53.8<br />
Codorniz 26.9 3.8 23.1 46.2<br />
Gallinita 34.6 7.7 19.2 38.5<br />
Paloma 38.5 0 0 61.5<br />
Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 549
Asimismo, los jagüeyes, ollas naturales o artificiales<br />
donde se almacena el agua de lluvia, han<br />
facilitado la obtención de fauna silvestre.<br />
CUADRO 4. Especies de fauna silvestre que los<br />
pobladores consideran plaga en Cerro Grande.<br />
Fuente: trabajo de campo en Cerro Grande.<br />
Fauna Sí (%) No (%) No<br />
informó<br />
Ardilla 10.1 4.3 85.5<br />
Armadillo 0 18.8 81.2<br />
Conejo 6.5 1.4 92<br />
Coyote 8.7 1.4 89.9<br />
Jabalí 10.9 0 89.1<br />
Puma 9.4 0 90.6<br />
Techalote 7.2 2.2 90.6<br />
Tejón 10.1 0 89.9<br />
Tlacuache 11.6 0 88.4<br />
Tuza 5.8 0 94.2<br />
Venado 5.8 8 86.2<br />
Zorra 9.4 0.7 89.9<br />
Zorrillo 9.4 0 90.6<br />
Gallinita 0.7 8.7 90.6<br />
Choncho 0 18.8 81.2<br />
Gavilán 5.1 0 94.9<br />
Paloma 0 4.3 95.7<br />
Codorniz 0.7 8 91.3<br />
Formas de manejo social de la<br />
fauna silvestre en Cerro Grande<br />
Además de la cacería se realizan otras prácticas<br />
de control de fauna. Son formas de manejo que<br />
la población de Cerro Grande realiza sobre la<br />
fauna silvestre cuando ésta ocasiona algún daño<br />
en los sistemas agropecuarios y consiste en:<br />
espiarlos, ahuyentarlos con perros, matarlos con<br />
arma de fuego o envenenarlos. Otra práctica de<br />
manejo que los cazadores aplican para ahuyentar<br />
a los jabalíes, tejones y zorras, de los cultivos<br />
agrícolas, es atar a uno o varios perros dentro de<br />
la parcela. La tuza es considerada plaga porque<br />
ocasiona daño a la reforestación y a la agricultura,<br />
pero las alternativas de solución a este problema<br />
han carecido de fundamentos técnicos y<br />
metodológicos adecuados.<br />
Además, en la región de Cerro Grande las decisiones<br />
sobre este problema se han tomado de<br />
manera aislada y cada institución busca sus propios<br />
beneficios. Esto se observa en las formas de<br />
controlar a las poblaciones de tuzas; por ejemplo,<br />
algunos técnicos recomiendan a los pobladores<br />
aplicar Agro-Fum 57, ese producto está<br />
hecho a base de fósforo de aluminio y se encuentra<br />
legalmente fuera del mercado desde hace<br />
algunos años; además, al utilizarlo no se toman<br />
en cuenta las recomendaciones para su aplicación.<br />
Conclusiones<br />
La cacería de subsistencia en Colima tiene una<br />
relación directa con las condiciones de pobreza y<br />
marginación en las que vive la población de<br />
Cerro Grande. La explotación y saqueo clandestino<br />
de madera en la región han determinado<br />
que la cacería de subsistencia se enfoque en<br />
aquellas especies de fauna silvestre que se han<br />
adaptado a ecosistemas deteriorados, como es el<br />
caso de los roedores. De acuerdo con narraciones<br />
de los pobladores, antes cazaban entre 10 y<br />
15 ardillas dentro de las parcelas agrícolas o coamiles,<br />
pero no las consumían porque había otras<br />
especies disponibles con más carne y de mejor<br />
550 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
CUADRO 5. Formas de manejo social que los cazadores aplican para controlar a las especies de fauna silvestre<br />
consideradas plaga. Fuente: datos obtenidos durante el trabajo de campo en Cerro Grande.<br />
Fauna<br />
Formas de manejo<br />
Matarlo (%) Enyerbarlo (%) Ahuyentarlo (%)<br />
Ardilla 9.4 0 1.4<br />
Conejo 5.8 0 0.7<br />
Coyote 6.5 0.7 0.7<br />
Jabalí 8 0 1.4<br />
Puma 9.4 0 0<br />
Techalote 6.5 0.7 0<br />
Tejón 8.7 0 0<br />
Tlacuache 10.1 0 2.2<br />
Tuza 5.8 0 0<br />
Venado 5.1 0 0.7<br />
Zorra 8.7 0.7 0.7<br />
Zorrillo 10.1 0 0<br />
Gallinita 0.7 0 0<br />
Gavilán 5.1 0 0<br />
calidad, como: venados, armadillos, jabalíes,<br />
gallinitas de monte y palomas.<br />
Actualmente, los habitantes de Cerro Grande<br />
dependen en gran medida de la cacería de subsistencia<br />
para sustentar su dieta diaria, debido al<br />
alto índice de pobreza y marginación que presenta<br />
la zona. La destrucción del hábitat de las<br />
presas de caza debido a la tala clandestina ha llevado<br />
a la pérdida de estas especies, obligando a<br />
los cazadores a recorrer una mayor distancia<br />
para conseguir alimentos. Además, entre las<br />
especies de fauna silvestre que identifican como<br />
presas hay varias que están protegidas actualmente<br />
por la ley. No obstante, la familia Felidae,<br />
cuyas especies se encuentran protegidas, en la<br />
categoría de amenazadas o en peligro de extinción,<br />
es el grupo que más cazan, después de las<br />
aves.<br />
Es relevante mencionar que la creación de las<br />
áreas naturales protegidas (anp), los ordenamientos<br />
ecológicos del territorio (oet), y las<br />
unidades para la conservación, manejo y aprovechamiento<br />
sustentable de la vida silvestre (uma),<br />
constituyen uno de los principales instrumentos<br />
para la conservación de la fauna silvestre del país<br />
(Gallina, 2008). Sin embargo, estas políticas han<br />
enfatizado una ideologización, una simplificación,<br />
un reduccionismo respecto a la cacería de<br />
subsistencia; situación que ha generado una disyuntiva<br />
entre la población rural y las instituciones<br />
que administran este recurso natural. Las<br />
reglamentaciones, como los listados oficiales de<br />
Cacería de subsistencia en la región de Cerro Grande 551
En la región de estudio existe una rezago agrario<br />
en la tenencia de la tierra, esto es evidente al<br />
observar el traslape entre los diferentes ejidos de<br />
donde los cazadores obtienen fauna silvestre,<br />
pues muchas veces se sobreponen con otros,<br />
situación que genera conflictos entre comuneros<br />
y ejidatarios. Esta problemática refleja la necesidad<br />
de adecuar la normatividad general a la realidad<br />
socioeconómica de cada región.<br />
FIGURA 2. Niños de Cerro Grande con algunas<br />
especies de fauna. Foto: Óscar Sánchez Jiménez.<br />
especies amenazadas no necesariamente reflejan<br />
las especies que en realidad son vulnerables en la<br />
localidad, o que están en peligro de extinción, y<br />
solamente muestran una tendencia para proteger<br />
aquellas especies que se comercializan legal o<br />
ilegalmente en todo el país. Se recomienda<br />
incluir en los listados, las especies de fauna silvestre<br />
que tienen importancia en la dieta y otros<br />
usos para las familias rurales, a nivel local y<br />
regional, esta medida permitiría asegurar la provisión<br />
de alimentos hacia las comunidades más<br />
pobres y a la vez garantizar la protección de las<br />
especies de interés local.<br />
Existen pocos estudios sobre cacería de subsistencia<br />
y la información disponible en esta temática<br />
es técnica y escasa, por lo que los efectos de<br />
ese tipo de cacería sobre las poblaciones de fauna<br />
silvestre aún siguen siendo especulativos.<br />
Las políticas de protección y conservación del<br />
recurso fauna silvestre se han implementado de<br />
manera vertical, sin considerar el conocimiento<br />
que la población campesina e indígena posee dentro<br />
de cada contexto ecológico. Es importante<br />
integrar el manejo social que los cazadores campesinos<br />
e indígenas tienen sobre las estrategias de<br />
conservación, uso y aprovechamiento, e incluir<br />
este conocimiento en un proceso de políticas<br />
públicas ambientales, complementando las propuestas<br />
de conservación del recurso faunístico.<br />
Los criterios para determinar las vedas de un<br />
gran número de especies de fauna silvestre, principalmente<br />
las de más alta distribución, se han<br />
cimentado en suposiciones y no en investigación<br />
científica. Esta situación se ha tratado de resolver<br />
prohibiendo la cacería, sin embargo se ha demostrado<br />
que éste no es el mecanismo para revertir<br />
la dinámica del deterioro faunístico, pues se<br />
inhibe el interés de los pobladores locales para<br />
conservar la fauna, fomentando el desarrollo de<br />
actividades como la agricultura y la ganadería.<br />
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Plantas de<br />
importancia apícola<br />
Francisco J. Santana-Michel (†)<br />
Natalia Cervantes-Aceves<br />
Noemí Jiménez-Reyes<br />
Descripción<br />
La producción de miel de abeja (Apis mellifera L.) representa una fuente<br />
importante de divisas para los apicultores mexicanos y es ejemplo de uno<br />
de los múltiples usos de la flora nativa y cultivada. Debido al gran potencial<br />
apícola, íntimamente asociado a la riqueza florística con que cuenta el país,<br />
México se ha mantenido en los primeros lugares, a nivel mundial, como<br />
exportador de miel de abeja de excelente calidad (Labougle y Zozaya 1986,<br />
Echazarreta et al. 1997). Para lograr buenos resultados en la producción de<br />
miel, a escala comercial, es necesario contar con conocimientos diversos<br />
sobre la flora, tales como: las especies útiles para la apicultura en las diferentes<br />
regiones del país, la época y duración de su floración (fenología), el<br />
valor relativo de la floración como fuente de néctar, polen o ambas sustancias,<br />
así como la abundancia de sus poblaciones (Ordetx 1978).<br />
A pesar de que la mayor parte de las plantas con flores son visitadas por<br />
las abejas, en la práctica sólo un número limitado llega a tener verdadera<br />
importancia para la apicultura comercial. Las plantas fanerógamas (plantas<br />
con flor) y las abejas guardan una relación ecológica de cooperación<br />
muy estrecha, ya que las plantas aportan el néctar y polen necesario para<br />
la alimentación de las abejas; a su vez éstas realizan las labores de polinización<br />
que requieren las plantas para su reproducción, llevando polen de<br />
una planta a otra planta de la misma especie, este proceso se conoce como<br />
polinización cruzada (Ordetx 1978). El néctar es la principal fuente de<br />
carbohidratos que suministra a las abejas la energía necesaria para<br />
Santana-Michel, F.J., N. Cervantes-Aceves y N. Jiménez-Reyes. 2016. Plantas de importancia apícola. En: La<br />
Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 555-563.<br />
555
desarrollar las actividades propias de la colonia<br />
(Ordetx 1978). El polen (que contiene las células<br />
sexuales masculinas de las plantas y se encuentra<br />
en las anteras de las flores), es una fuente de<br />
proteínas que las abejas llevan a la colmena para<br />
elaborar la jalea real destinada a la cría de larvas<br />
y reinas (Ordetx 1978). En sus visitas constantes<br />
a las flores las abejas ayudan a la polinización de<br />
muchas especies, asegurando la fecundación y el<br />
incremento de los frutos y semillas necesarios<br />
para la reproducción de las especies (Ordetx<br />
1978).<br />
Considerando la actividad que las abejas tienen<br />
sobre las flores, las plantas de interés apícola se<br />
clasifican en las siguientes tres categorías, de<br />
acuerdo con Ordetx (1978) y observaciones propias:<br />
a) nectaríferas: especies visitadas por las<br />
abejas con el fin de obtener néctar, solamente,<br />
b) poliníferas: especies visitadas por las abejas<br />
para llevar polen en las corbículas (canasta de<br />
polen en las patas), c) nectaríferas-poliníferas:<br />
especies visitadas por las abejas para libar el néctar<br />
y recoger polen en la misma visita.<br />
Colima se localiza en la región apícola del Pacífico<br />
(Labougle y Zozaya 1986), donde existen<br />
grandes extensiones de bosques tropicales e<br />
importantes áreas de cultivos diversos. En los<br />
últimos años la entidad ha incrementado su actividad<br />
apícola, colocándose entre los principales<br />
estados productores de miel de alta calidad,<br />
tanto para exportación como para consumo<br />
nacional. Colima, al igual que la mayor parte del<br />
territorio nacional, posee un gran número de<br />
especies de plantas útiles a la apicultura, sin<br />
embargo, existe poca información sobre su<br />
nomenclatura, distribución, abundancia, fenología<br />
y contenido de néctar o polen, circunstancias<br />
que impiden lograr un uso óptimo y planificado<br />
de este recurso. También es importante considerar<br />
la aptitud apícola de las diferentes regiones<br />
del estado y la distribución adecuada de los apiarios,<br />
tomando en cuenta la flora existente y aprovechable<br />
por las abejas para obtener suficiente<br />
alimento de subsistencia y a la vez lograr un<br />
excedente de miel para la cosecha, pero sin ocasionar<br />
daño a las abejas (Ordetx 1978). Una<br />
característica particular de la forma de realizar<br />
la apicultura en el estado es que ésta es una actividad<br />
transhumante o migratoria, es decir, el<br />
apicultor moviliza sus colmenas a distintas<br />
zonas geográficas con mayor floración.<br />
La práctica de la apicultura constituye una de las<br />
fuentes de ingreso más importantes para mejorar<br />
la economía de un amplio sector de la población<br />
colimense. Considerando lo anterior, el<br />
objetivo de este estudio es inventariar las especies<br />
útiles para la apicultura, tanto de la flora silvestre<br />
como la cultivada, además de describir sus<br />
periodos de floración para conocer la disponibilidad<br />
del recurso y así sugerir acciones de manejo<br />
apícola en el estado.<br />
Los principales estudios realizados en México<br />
sobre la flora útil para la apicultura son escasos y<br />
se encuentran restringidos a las siguientes localidades:<br />
San Luis Potosí, Morelos, Yucatán, Veracruz,<br />
Tamaulipas (Reserva de la Biosfera El<br />
Cielo), Colima (islas Revillagigedo y otras áreas<br />
del estado), Jalisco (Reserva de la Biosfera Sierra<br />
de Manantlán) y Chiapas (región del Tacaná)<br />
(Cabrera 1966, Carmona 1980, Sousa-Novelo<br />
et al. 1981, Cházaro 1982, Roldán 1984, Villanueva<br />
1984, Alvarado y Delgado 1985, Campa<br />
1989, Lara 1989, Lorente-Adame 1992, Martínez-Hernández<br />
et al. 1993, Santana-Michel et al.<br />
556 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
2000). Por su parte, la <strong>Comisión</strong> Técnico-Consultiva<br />
de Coeficientes de Agostadero de la Secretaría<br />
de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural,<br />
Pesca y Alimentación (sagarpa), ha publicado<br />
catálogos sobre la flora nectarífera y polinífera de<br />
los estados de: Yucatán, Michoacán, Tamaulipas,<br />
Guerrero, Chiapas y Veracruz (Villegas et al.<br />
1998, 1999, 2000, 2002a, 2002b, 2003).<br />
Para conocer las especies de flora útiles a la apicultura<br />
se realizó un muestreo de la vegetación<br />
mediante la recolección de plantas en floración,<br />
en los 10 municipios de Colima, identificando las<br />
especies y registrando sus periodos de floración.<br />
Mediante observación directa se identificaron las<br />
plantas visitadas por la abeja Apis mellifera y se<br />
recabó información proporcionada por los apicultores<br />
locales. En cada municipio se localizaron<br />
10 sitios con muestras representativas de la vegetación,<br />
se tomaron muestras mensuales de polen<br />
en las abejas y miel de los apiarios, durante el año<br />
2000. Se calendarizaron los periodos de floración<br />
de las especies apícolas, siguiendo un orden alfabético<br />
por familia, género y especie, durante los<br />
12 meses del año (apéndice 1).<br />
El trabajo de laboratorio consistió en un análisis<br />
melitopalinológico (estudio del origen botánico<br />
de las mieles) y palinológico (estudio del polen),<br />
según la técnica de Ertman (1943), que consiste<br />
en la preparación y montaje de los granos de<br />
polen para su observación al microscopio óptico.<br />
Los ejemplares de plantas recolectadas fueron<br />
procesados e identificados taxonómicamente,<br />
utilizando monografías taxonómicas y la Flora<br />
Novogaliciana (Standley 1920-1926; Standley y<br />
Steyermark 1946-1976; McVaugh 1961, 1984,<br />
1987; Bravo-Hollis 1978; Fryxell 1988; Pennington<br />
y Sarukhán 1998). Los especímenes botánicos<br />
de referencia se encuentran depositados en el<br />
herbario del Instituto de Botánica de la Universidad<br />
de Guadalajara (ibug), mientras que las<br />
preparaciones polínicas de las muestras y la<br />
colección de referencia se encuentran en la palinoteca<br />
del ibug.<br />
Diversidad<br />
De acuerdo con Rzedowski y McVaugh (1966) y<br />
Rzedowski (1978), la vegetación de Colima está<br />
representada principalmente por bosques tropicales<br />
caducifolios y subcaducifolios, bosque<br />
espinoso, encinares, vegetación sabanoide y<br />
vegetación halófita (que crece en ambientes salinos).<br />
Todos estos tipos de vegetación han sido<br />
descritos a detalle en el capítulo del presente<br />
libro correspondiente a la descripción de los<br />
principales tipos de vegetación de Colima.<br />
Los resultados del inventario florístico de las<br />
plantas útiles a la apicultura del estado reportan<br />
un total de 311 especies, correspondientes a las<br />
tres categorías que describen la acción de las<br />
abejas sobre sus flores: 51% nectaríferas, 9% poliníferas<br />
y 40% nectaríferas-poliníferas (apéndice<br />
1). Las formas biológicas de las especies de plantas<br />
fueron representadas en primer lugar por los<br />
árboles (160 especies), seguido por los arbustos<br />
(61), los bejucos y enredaderas (51) y las hierbas<br />
(39). Las familias con mayor número de especies<br />
melíferas fueron: Leguminosae (56), Compositae<br />
(43), Cactaceae (14), Cucurbitaceae (12), Burseraceae<br />
(11), Boraginaceae (11), ocho para cada<br />
una de las familias Malvaceae, Polygonaceae y<br />
Sapindaceae, y seis para cada una de las familias<br />
Malpighiaceae y Bignoniaceae (Santana-Michel<br />
et al. 2000, figura 1).<br />
Plantas de importancia apícola<br />
557
FIGURA 1. Número de especies melíferas por familia de plantas. Fuente: Santana-Michel et al. 2000.<br />
eiones meeras<br />
Con base en la vegetación y las características de<br />
explotación apícola se dividió al estado en dos<br />
regiones melíferas (figura 2). La región melífera<br />
1 está representada por los bosques tropicales<br />
caducifolio y subcaducifolio (vegetación predominante<br />
en la entidad), el bosque espinoso, la<br />
vegetación secundaria, la agricultura de temporal<br />
y el encinar. Los componentes florísticos de<br />
estos tipos de vegetación corresponden a la<br />
región melífera más importante, debido a que<br />
produce miel de color claro a ámbar de excelente<br />
calidad, durante los meses de octubre, noviembre<br />
y diciembre. La región melífera 2 está representada<br />
por las zonas costeras bajas con<br />
agricultura de riego, vegetación halófita y palmar;<br />
donde las principales plantas melíferas son<br />
los cultivos de cocotero, cítricos, plátano, mango,<br />
aguacate, maíz, papayo y hortalizas. Esta región<br />
produce miel de color oscuro de buena calidad<br />
durante todo el año. Los análisis melitopalinológicos<br />
nos indican que las mieles producidas en<br />
ambas regiones son poliflorales, es decir, provienen<br />
del néctar de diversas especies (Tellería<br />
2001).<br />
Disponibilidad<br />
El comportamiento de la floración de las especies<br />
útiles a la apicultura presenta un número<br />
máximo de especies en floración durante los<br />
meses de septiembre a abril, disminuyendo de<br />
mayo a agosto (figura 3). En los meses de octubre,<br />
noviembre y diciembre se presenta el mayor<br />
558 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
FIGURA 2. Regiones melíferas. Fuente: elaborado con datos de Secretaría de Programación y Presupuesto 1981 y Santana-Michel et al. 2000.<br />
Plantas de importancia apícola<br />
559
FIGURA 3. Distribución anual de la floración de las especies melíeras. Fuente: antanaMichel et al. 2000.<br />
número de especies en floración, coincidiendo<br />
con la época que los apicultores denominan<br />
como “floración fuerte”. Algunas especies florecen<br />
durante todo el año, como el cocotero (Cocos<br />
nucifera), el zazamil (Cordia dentata), el volantín<br />
(Cleome spinosa) y el cuastecomate (Crescentia<br />
alata). Otras especies tienen periodos largos de<br />
floración, de siete a 10 meses, como Ageratum<br />
corymbosum, Acacia farnesiana, Antigonon<br />
leptopus, Baccharis salicifolia, Brahea dulcis,<br />
Combretum farinosum, Conostegia xalapensis,<br />
Croton suberosus, Eugenia jambos, Flaveria<br />
robusta, Gossypium hirsutum, Momordica<br />
charantia, Muntigia calabura, Ocimum basilicum,<br />
Sabal mexicana, Salix taxifolia, Tecoma stans,<br />
Tribulus cistoides y Trichilia trifolia.<br />
En los árboles el incremento del número de especies<br />
en floración inicia en octubre, alcanzando el<br />
valor máximo en marzo y manteniéndose un<br />
número más o menos alto de abril a junio, para<br />
después descender de julio a septiembre. En los<br />
arbustos el comportamiento de la floración es<br />
diferente: se incrementa a partir de octubre,<br />
alcanza su máximo en noviembre y diciembre, y<br />
empieza a disminuir hasta julio. Las hierbas, los<br />
bejucos y enredaderas presentan su máximo<br />
número de especies en floración de septiembre a<br />
diciembre, declinando casi por completo de<br />
mayo a julio.<br />
Recomendaciones<br />
Para lograr un buen manejo de la apicultura es<br />
necesario considerar la aptitud apícola de las<br />
diferentes regiones del estado, determinada por<br />
la flora existente y utilizada por las abejas. En<br />
Colima se practica mucho la apicultura trashumante,<br />
donde el apicultor traslada sus apiarios a<br />
las zonas cerriles durante los meses de septiembre<br />
a abril (figura 2, región melífera 1). En este<br />
periodo los apicultores obtienen dos o hasta tres<br />
cosechas de miel (cada cosecha de miel es de<br />
560 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
25-26 kg por colmena), cuando hay buena distribución<br />
de los apiarios, buen equipo para la cosecha<br />
de miel y material del apiario en buenas<br />
condiciones. En el periodo de junio a agosto el<br />
apicultor cambia los apiarios a las zonas costeras<br />
bajas para tener producción de miel durante esos<br />
meses (figura 2, región melífera 2).<br />
La reproducción de las abejas debe llevarse a<br />
cabo durante los meses de abril y mayo, para la<br />
región melífera 1. Se recomienda no cosechar<br />
para fines comerciales durante estos meses, ya<br />
que la miel almacenada servirá de alimento<br />
durante el periodo de estío (junio a agosto). Para<br />
la región melífera 2 la reproducción se puede<br />
hacer en cualquier época, puesto que existe floración<br />
durante todo el año. Esta región es más<br />
recomendable para la reproducción y cría de la<br />
abeja reina, lo que redundará tanto en el mejoramiento<br />
genético como en el control de la abeja<br />
africana.<br />
Conclusiones<br />
El inventario florístico de las plantas útiles a la<br />
apicultura del estado registra 311 especies, de las<br />
cuales los árboles aportan más de 51%, los arbustos<br />
cerca de 20%, los bejucos y enredaderas 16%<br />
y las hierbas cerca de 13%. La vegetación y flora<br />
de Colima representa un potencial apícola que<br />
no ha sido aprovechado adecuadamente. Los<br />
bosques tropical caducifolio y subcaducifolio<br />
(vegetación predominante en la entidad), el bosque<br />
espinoso, la vegetación secundaria, la agricultura<br />
de temporal y el encinar, proporcionan<br />
especies melíferas para producción de miel de<br />
alta calidad para exportación. Para aprovechar<br />
todo el potencial disponible de la apicultura,<br />
hace falta la resolución de muchos factores,<br />
como los financieros, los tecnológicos y de capacitación,<br />
entre otros; pero sin duda resulta fundamental<br />
que el apicultor conozca los periodos<br />
de floración de las especies de importancia<br />
apícola, para establecer una mejor distribución<br />
de los apiarios en las dos regiones melíferas del<br />
estado.<br />
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Plantas de importancia apícola<br />
561
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562 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
cán. sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico Consultiva de<br />
Coeficientes de Agostadero. México.<br />
Villegas, D.G., M.A. Bolaños, S.J.A. Miranda y Q.U.<br />
González. 2002a. Flora nectarífera y polinífera del<br />
estado de Guerrero. sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico<br />
Consultiva de Coeficientes de Agostadero. México.<br />
Villegas, D.G., M.A. Bolaños, S.J.A. Miranda, et al.<br />
2000. Flora nectarífera y polinífera del estado de Tamaulipas.<br />
sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico Consultiva<br />
de Coeficientes de Agostadero. México.<br />
Villegas, D.G., M.A. Bolaños, S.J.A. Miranda y A.J.A.<br />
Zenón. 2002b. Flora nectarífera y polinífera del<br />
estado de Chiapas. sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico<br />
Consultiva de Coeficientes de Agostadero. México.<br />
Villegas, D.G., M.A. Bolaños, S.J.A. Miranda y H.R.<br />
Sandoval. 2003. Flora nectarífera y polinífera del<br />
estado de Veracruz. sagarpa. <strong>Comisión</strong> Técnico<br />
Consultiva de Coeficientes de Agostadero. México.<br />
Villegas, D.G., A.S. Cajero, M.A. Bolaños, et al. 1998.<br />
Flora nectarífera y polinífera de la península de Yucatán.<br />
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />
Rural, Pesca y Alimentación (sagarpa).<br />
<strong>Comisión</strong> Técnico Consultiva de Coeficientes de<br />
Agostadero. México.<br />
Plantas de importancia apícola<br />
563
Recursos forestales<br />
no maderables<br />
de Cerro Grande<br />
Judith Cevallos Espinosa<br />
Jesús Juan Rosales Adame<br />
José Martín Vázquez-López<br />
Introducción<br />
Aunque Colima es una de las entidades federativas con menor superficie<br />
del país, muestra una gran complejidad topográfica y variedad de condiciones<br />
ambientales que permiten la presencia de una gran riqueza florística<br />
(Rzedowski 1978, Vázquez et al. 1995, Cuevas et al. 1997, 1998a,<br />
1998b, 2006, Santana-Michel et al. 1998). Esta alta diversidad florística,<br />
además de tener un gran valor biológico per se, ha sido fuente de recursos<br />
para el establecimiento y desarrollo de los asentamientos humanos en<br />
esta entidad.<br />
En la actualidad los bosques y selvas colimenses siguen proveyendo bienes<br />
básicos e ingresos económicos a las poblaciones campesinas locales,<br />
contribuyendo así al mejoramiento de las condiciones de vida y bienestar<br />
de sus habitantes (Benz et al. 1996). Entre estos bienes se encuentran los<br />
recursos forestales no maderables (rfnm), definidos como el amplio<br />
rango de recursos naturales y servicios provenientes de los bosques,<br />
excluyendo la madera. Bajo ese concepto se incluyen: plantas completas y<br />
sus partes, como: frutos, nueces, semillas, aceites, resinas, gomas, fibras,<br />
etc.; así como productos derivados de la fauna silvestre y diferentes servicios<br />
ambientales proporcionados por los ecosistemas forestales (De Beer<br />
y McDermot 1989, fao 1995).<br />
En la región de Cerro Grande el aprovechamiento de este tipo de recursos<br />
es una actividad que los pobladores locales desarrollan de manera tradicional,<br />
empleando poco más de 150 especies de plantas silvestres, princi-<br />
564<br />
Cevallos, E.J., J.J. Rosales A. y J.M. Vázquez-López. 2016. Recursos forestales no maderables de Cerro Grande. En: La<br />
Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 564-575.
CUADRO 1. Recursos forestales no maderables comercializados en Cerro Grande, Colima. Fuente: elaboración<br />
propia con información de Benz et al. 1996, Marshall y Newton 2003, Cevallos et al. 2005, Villafaña 2006,<br />
Cuevas et al. 2006.<br />
Nombre científico Nombre común Parte usada Usos o productos generados<br />
Crataegus pubescens<br />
Muhlenbergia macroura<br />
Otatea acuminata subsp.<br />
aztecorum<br />
Tejocote,<br />
manzanillo<br />
Soromuta,<br />
zacatón<br />
Fruto<br />
Macollos<br />
Quercus laurina Encino chilillo Ramas<br />
Frutos<br />
Comestible: el fruto fresco para la<br />
elaboración de ponches y mermeladas<br />
Construcción: techos de casas<br />
Otate Tallo Cestería: canastas pizcadoras y<br />
chiquihuites<br />
Agricultura: espalderas de cultivos<br />
Construcción: techos y paneles, cercos<br />
Instrumentos: mangos de escobas<br />
Carbón, comestible, medicinal, forraje,<br />
combustible<br />
Quercus obtusata Roble Ramas<br />
Fruto<br />
Carbón, comestible, forrajero,<br />
combustible<br />
Quercus rugosa Avellano Ramas<br />
Fruto<br />
Carbón, leña, construcción,<br />
comestible, forrajero<br />
Quercus scytophylla Roble negro Ramas<br />
Fruto<br />
Corteza<br />
Carbón, forrajero (alimento de cerdos),<br />
medicinal, infusión como remedio para<br />
problemas de la sangre<br />
Rubus adenotrichos Zarzamora Fruto Comestible: ponches, agua fresca y<br />
mermeladas<br />
Rubus pringlei Zarzamora Fruto Comestible: ponches, agua fresca y<br />
mermeladas<br />
Smilax moranensis Asierrilla Cogollo Comestible: como verdura (quelite)<br />
Ternstroemia lineata<br />
subsp. lineata<br />
Flor de tila,<br />
jazmincillo,<br />
trompillo<br />
Fruto<br />
Medicinal: infusión relajante<br />
Tillandsia usneoides Paiste, heno Toda la planta Mágico-religioso: adornos en los<br />
nacimientos.<br />
Medicinal: como infusión para problemas<br />
estomacales<br />
Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />
565
palmente como medicina, alimento y<br />
combustible (Benz et al. 1994, 1996). La mayoría<br />
de estos recursos se extraen para autoconsumo;<br />
sin embargo, existe un grupo de productos que<br />
también comercializan los habitantes (cuadro 1),<br />
han logrado posicionar de manera importante<br />
en el mercado regional, contribuyendo significativamente<br />
a la economía familiar (Cevallos 1992,<br />
2005, Benz et al. 1993, 1994, 1996, Vázquez-López<br />
1995, Villafaña 2006, Cuevas et al. 2006).<br />
Cerro Grande<br />
Ubicado entre los estados de Jalisco y Colima,<br />
Cerro Grande es un domo calcáreo de cerca de<br />
18 000 ha que conforma la porción oriental de la<br />
Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán<br />
(rbsm), en el occidente de México (figura 1). La<br />
diversidad de ambientes que prevalecen en esta<br />
zona es producto de las variadas condiciones<br />
altitudinales (intervalos de los 600 a 2 500 msnm)<br />
y geomorfológicas, originando un complejo<br />
mosaico de ecosistemas vegetales que incluye<br />
cerca de 970 especies vasculares principalmente<br />
en bosques de encino, bosques de coníferas y el<br />
bosque tropical caducifolio (Vázquez et al. 1995,<br />
Vázquez-López 1995, Cuevas et al. 1997, 1998a,<br />
1998b, imecbio 2000, Olvera-Vargas et al. 2000).<br />
En Cerro Grande habitan cerca de 3 mil personas,<br />
distribuidas en siete localidades (inesemarnat<br />
2000). Las condiciones de vida son<br />
variables, sin embargo, se ha reportado como<br />
una de las zonas en la rbsm con grado de marginación<br />
alta y muy alta (Jardel 1992, Rosales et al.<br />
1996). Las comunidades ejidales en las que se<br />
desarrollan las actividades de extracción de<br />
heno, otate y tila son: La Laguna, municipio<br />
de Tolimán, en el estado de Jalisco; Platanarillo y<br />
El Terrero, del municipio de Minatitlán, en el<br />
estado, todos ellos ubicados en la meseta de<br />
Cerro Grande.<br />
La meseta de Cerro Grande es una importante<br />
zona de captación de agua para algunas de las<br />
ciudades con mayor población del estado, como<br />
Villa de Álvarez y Colima (capital). Sin<br />
embargo, debido a sus características topográficas<br />
y edáficas, en toda la parte alta de Cerro<br />
Grande faltan cuerpos de agua superficiales, lo<br />
que ha limitado las actividades productivas<br />
(semarnat 2001). La población en estas comunidades<br />
basa su economía en actividades<br />
agrícolas y ganaderas de subsistencia y en actividades<br />
forestales, a pequeña escala, complementadas<br />
con el trabajo asalariado eventual.<br />
Las actividades de recolección son importantes<br />
como complemento del ingreso familiar, aunque<br />
para aquellas con mayor rezago económico<br />
en ocasiones son la única fuente de ingreso<br />
(Graf y Bedoy 1989, Vázquez-López 1995, Cevallos<br />
et al. 2005, Villafaña 2006).<br />
Recursos y su aprovechamiento<br />
El paiste, el otate y la tila son recursos con una<br />
larga historia de uso, tanto en esta región como<br />
en diferentes zonas del país, cuya demanda ha<br />
generado un nicho especializado de mercado,<br />
casi siempre enfocado al comercio local y regional<br />
(semarnat 2001). Estos recursos forman<br />
parte de los ecosistemas boscosos más representativos<br />
en Cerro Grande, son además especies<br />
con poblaciones densas. Esta característica<br />
ha favorecido un aprovechamiento y comercialización<br />
continuo (Vázquez–López 1995,<br />
566 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
FIGURA 1. ocaliación geogrfica de Cerro rande, dentro de la eserva de la iosera ierra de Manantln. Fuente: elaboración propia.<br />
Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />
567
Marshall y Newton 2003, Cevallos et al. 2005,<br />
Villafaña 2006).<br />
El paiste<br />
FIGURA 2. Tillandsia usneoides sobre árbol de encino<br />
en Cerro Grande. Recuadro: recolector de paiste.<br />
Foto: J. Cevallos-Espinosa.<br />
Es una planta epífita de la familia Bromeliaceae<br />
que crece en sitios húmedos en regiones templadas<br />
y tropicales. En Cerro Grande casi siempre<br />
se le puede encontrar sobre los robles y<br />
encinos (Quercus magnolifolia, Q. obtusata y<br />
Q. castanea), en laderas y cañadas, presentando<br />
una mayor densidad en la porción noroeste del<br />
cerro.<br />
A pesar de que el paiste o heno es un recurso que<br />
está disponible todo el año, los recolectores del<br />
ejido La Laguna cosechan la planta sólo durante<br />
la temporada navideña, cuando existe una fuerte<br />
demanda por el producto (inicia en los primeros<br />
días de noviembre y termina en la primera quincena<br />
de diciembre), por lo que su extracción es<br />
netamente estacional.<br />
La extracción del recurso se realiza de manera<br />
manual, empleando ganchos o auxiliándose<br />
de sogas para trepar a los árboles y recogerlo<br />
(figura 2). Los recolectores bajan el paiste más<br />
accesible y que muestra una apariencia fresca,<br />
con colores que van del verde al grisáceo. Una<br />
vez recolectado, se deposita en costales para<br />
ser transportado hasta el centro de acopio del<br />
ejido, ya sea en animales de carga o por los<br />
mismos recolectores. En cada costal se empacan<br />
entre 20 y 40 kg; cada recolector o grupo<br />
familiar invierte entre cinco y nueve horas<br />
diarias, durante las que obtienen de 40 a 130<br />
kg; el rendimiento en el ejido, por temporada,<br />
puede llegar hasta las dos toneladas. El producto<br />
no requiere de procesamiento para su<br />
venta final.<br />
Esta actividad deja ingresos económicos a hombres,<br />
mujeres y niños, que complementan otras<br />
actividades básicas. Sin embargo, para las mujeres<br />
y los niños a menudo es la única fuente de<br />
ingreso. La comercialización del producto está a<br />
cargo del propio ejido; de cada kilogramo de<br />
paiste vendido éste paga 90% al recolector y<br />
retiene 10% para utilizarse en obras de beneficio<br />
común dentro de la localidad. El ejido vende el<br />
producto a un solo comprador, quien lo transporta<br />
y revende en mercados y tiendas de las<br />
ciudades de Villa de Álvarez y Colima, principalmente<br />
(Cevallos et al. 2005, Villafaña 2006).<br />
El otate<br />
Es un bambú de la familia Poaceae que se distribuye<br />
principalmente sobre las barrancas y lade-<br />
568 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
as de pendientes pronunciadas en la vertiente<br />
suroeste de Cerro Grande. Puede formar grandes<br />
manchones de “otatales” puros o se entremezcla<br />
con el bosque tropical caducifolio<br />
(Vázquez-López 1995).<br />
Al igual que la mayoría de los bambúes, el otate<br />
se puede propagar de forma vegetativa a partir<br />
de un rizoma (tallo subterráneo), el cual produce<br />
un gran número de tallos anualmente. También<br />
tiene reproducción sexual, aunque la floración se<br />
presenta después de largos periodos que pueden<br />
durar hasta décadas. Cuando el otate florece el<br />
rizoma muere y la recuperación de la población<br />
depende entonces de que las semillas germinen y<br />
las nuevas plántulas logren llegar a un estado<br />
adulto, este proceso puede durar de siete a diez<br />
años. Debido a las características biológicas de la<br />
especie, su aprovechamiento puede verse limitado<br />
durante estos eventos reproductivos, pues<br />
el recurso disminuye drásticamente y en consecuencia<br />
la producción de artesanías y demás<br />
productos puede verse interrumpida (Vázquez-López<br />
1995).<br />
El otate se emplea para diferentes fines; los<br />
pobladores del ejido Platanarillo utilizan los<br />
tallos más viejos como material de construcción,<br />
tutores de cultivos agrícolas y mangos de escobas<br />
de palma. La extracción del recurso consiste<br />
en cortar fragmentos del tallo con las dimensiones<br />
requeridas para cada fin. Los tallos más jóvenes<br />
son utilizados para la manufactura de la<br />
cestería, por ser flexibles, lo cual requiere de un<br />
proceso de transformación de la materia prima.<br />
El recolector selecciona y extrae los tallos jóvenes<br />
con apariencia sana. El artesano utiliza las<br />
“costillas”, “urdideras” e “hilos”, que son segmentos<br />
longitudinales de otate, con diferentes<br />
FIGURA 3. Tallos de otate, en la selva baja caducifolia.<br />
Recuadro: artesano del ejido Platanarillo elaborando<br />
una canasta pizcadora. Foto: J.M. Vázquez-López.<br />
anchos y longitudes con los que se estructuran y<br />
tejen artesanías regionales como: canastas pizcadoras,<br />
chiquihuites, sombreros, cestos pequeños,<br />
etc. La recolección de tallos es realizada<br />
durante todo el año, sobre todo por las familias<br />
cuyo único ingreso es esta actividad extractiva<br />
(figura 3).<br />
Para el caso de la cestería el mayor pico de recolección<br />
se presenta en los meses de octubre a<br />
noviembre, por la alta demanda de canastas<br />
pizcadoras en el mercado agrícola previo a la<br />
cosecha del maíz. La recolección de otate y elaboración<br />
de cestería es una actividad riesgosa y<br />
difícil, por lo cual está a cargo de los hombres<br />
de la comunidad; la participación de las mujeres<br />
se limita a la preparación del material o a la<br />
elaboración de algunas artesanías como chiquihuites<br />
o cestos pequeños (Vázquez-López<br />
1995).<br />
Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />
569
La tila<br />
La tila es un árbol de la familia Theaceae, muy<br />
común en el bosque mesófilo de montaña y en<br />
los encinares que se localizan en las partes más<br />
altas de Cerro Grande. Sus frutos y flores son<br />
empleados para la elaboración de una infusión<br />
con fines relajantes (figura 4). La tila puede ser<br />
colectada durante todo el año, pero se extrae con<br />
mayor intensidad durante la estación seca (Benz<br />
et al. 1996).<br />
Las mujeres, junto con sus hijos, son quienes<br />
más se dedican a la recolecta de tila, ellas caminan<br />
hasta dos horas para llegar a los sitios de<br />
colecta donde recogen los frutos y flores del suelo<br />
o bien lo colectan cortándolo de las ramas del<br />
árbol, trepando los niños a los árboles e incluso<br />
desramándolos en bajas intensidades para obtener<br />
un mayor volumen del producto (Van der<br />
Pijl 1996). Cuando los sitios de colecta quedan<br />
cerca de la comunidad las señoras utilizan escaleras<br />
para colectar las ramas más altas.<br />
El producto pasa después por un proceso de<br />
secado al sol que puede durar hasta ocho días,<br />
luego de esto el producto se almacena hasta juntar<br />
suficiente material para su venta (Van der Pijl<br />
1996). Cada familia recolecta entre 60 y 100 kg<br />
por temporada, dependiendo si es una sola persona<br />
o si participan más miembros de la familia<br />
(Marshall y Newton 2003). La comercialización<br />
del producto es realizada por las mujeres, algunas<br />
veces apoyadas por los esposos. No hay organización<br />
para la venta, así que cada quien lleva y<br />
vende su producto en los mercados regionales o<br />
en tiendas de plantas medicinales de las ciudades<br />
de Colima, Minatitlán y Villa de Álvarez<br />
(Van der Pijl 1996).<br />
La tenencia de la tierra<br />
y el acceso a los recursos<br />
Una característica común de las actividades de<br />
extracción de los rfnm en Cerro Grande es que<br />
son explotados con mayor intensidad por las<br />
familias de escasos recursos, sobre todo aquellas<br />
que no tienen acceso a la tierra; muchos de ellos<br />
son hombres, mujeres y niños quienes se ven en<br />
la necesidad de supeditarse a normas comunitarias<br />
que regulan el acceso.<br />
FIGURA 4. Flor de tila o trompillo (Ternstroemia<br />
lineata). Foto: J.J. Rosales-Adame.<br />
Los regímenes de tenencia de la tierra influyen<br />
sobre cómo son manejados y aprovechados los<br />
recursos naturales. Las áreas de extracción que<br />
se encuentran a libre acceso son más susceptibles<br />
a una falta de regulación y por lo tanto a una<br />
mayor degradación de los recursos (Marshall et<br />
al. 2006). Los tres recursos aquí descritos son<br />
aprovechados en terrenos dentro de un área<br />
natural protegida, como lo es la Reserva de la<br />
Biosfera Sierra de Manantlán, lo que implica ya<br />
570 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
una regulación bajo las normas mexicanas para<br />
su aprovechamiento. La nom-011-recnat<br />
(semarnat 1996), regula los procedimientos,<br />
criterios y especificaciones para realizar el aprovechamiento,<br />
transporte y almacenamiento para<br />
el paiste, la nom-005-recnat para el otate y la<br />
nom-007-recnat para la tila (semarnat 2001).<br />
Aunque los recursos bajo explotación se ubican<br />
en tierras comunales de los ejidos La Laguna, El<br />
Terrero y Platanarillo, el acceso a ellos es en cierta<br />
forma libre para los miembros pertenecientes a las<br />
comunidades ejidales, ya que cada ejido ha establecido<br />
acuerdos internos que regulan el acceso.<br />
Cuando los recolectores no son quienes tienen los<br />
derechos ejidales, como es el caso de los recolectores<br />
de paiste y algunos de otate, se llega a acuerdos<br />
con la comunidad ejidal y se paga un porcentaje<br />
simbólico por la extracción del recurso (Vázquez-López<br />
1995, Cevallos 2005, Villafaña 2006).<br />
En el caso de la tila, recolectada por mujeres y<br />
niños que no cuentan con derechos de propiedad<br />
de la tierra, el acceso al recurso es libre, sin<br />
embargo, para recursos como la madera o la tierra<br />
de monte el acceso sólo lo tienen los miembros de<br />
la comunidad ejidal (Van der Pijl 1996).<br />
Trabajo pesado, poco mercado<br />
y bajos precios<br />
La actividad de extracción de rfnm es muchas<br />
veces limitada por los riesgos implícitos en esta<br />
actividad, por la poca facilidad para su transportación<br />
y por la falta de estrategias para la comercialización<br />
de los productos. Los campesinos<br />
recolectores de tila, paiste y otate que tienen<br />
otras opciones productivas, generalmente abandonan<br />
las actividades extractivas por los riesgos<br />
a los que se exponen durante las largas jornadas<br />
de cosecha, como caerse de un árbol, herirse con<br />
las herramientas de trabajo o ser mordido por<br />
algún animal ponzoñoso. Debido a lo anterior<br />
los campesinos frecuentemente optan por realizar<br />
otras actividades productivas que implican<br />
menos esfuerzo y riesgo, como el emplearse de<br />
jornaleros en el caso de los hombres o la elaboración<br />
de artesanías (bordados) en el caso de las<br />
mujeres (Villafaña 2006, Marshall et al. 2006).<br />
Además de los riesgos de extracción, la comercialización<br />
ha sido una de las principales limitantes<br />
en el aprovechamiento de estos recursos.<br />
Esto en parte se debe a la falta de experiencia y<br />
organización para la negociación de precios,<br />
aunado a la carencia de infraestructura y la baja<br />
capacidad de suministro a la demanda de productos.<br />
Estos factores también han frenado la<br />
búsqueda de nuevos mercados, sobre todo nacionales<br />
e internacionales. La situación económica<br />
marginal de los recolectores y la falta de organización<br />
interna los coloca a expensas de acaparadores<br />
e intermediarios, lo que impide mejorar<br />
las condiciones de venta y precio de los productos<br />
(Vázquez-López 1995, Marshall et al. 2006,<br />
Villafaña 2006).<br />
Aunque en Cerro Grande ha habido experiencias<br />
en la formación de cooperativas para la<br />
comercialización de productos, éstas no se han<br />
mantenido debido a la falta de apropiación del<br />
proyecto por parte de la comunidad y por la<br />
dependencia a la asesoría y recursos gubernamentales.<br />
En el caso del otate se creó una cooperativa<br />
para la venta de artesanías y cestería, a<br />
través de la cual se lograron mejorar los precios<br />
de los productos por la venta directa; sin<br />
embargo, esta organización se desintegró debido<br />
Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />
571
a las características biológicas del otate que limitaron<br />
el suministro de materia prima y a la<br />
finalización de la asesoría institucional (Vázquez-López<br />
1995).<br />
La comercialización del paiste a través del ejido ha<br />
funcionado, pero por la falta de medios para<br />
transportarlo, la comunidad se ve en la necesidad<br />
de vender la producción a un intermediario, quien<br />
determina las condiciones de precio y volúmenes<br />
de venta. Los propios pobladores conciben al<br />
intermediario como la única forma de comercialización,<br />
sin visualizar otras alternativas con los<br />
usuarios directos del producto (Villafaña, 2006).<br />
El género también está dentro de los factores que<br />
limitan el mercadeo de este tipo de recursos. Las<br />
mujeres que comercializan tila son víctimas del<br />
abuso de los intermediarios y comerciantes,<br />
quienes les pagan menores precios por sus productos,<br />
incluso no las consideran competentes<br />
en las negociaciones de venta. Ellas tampoco<br />
cuentan con acceso a los medios de transporte<br />
para salir de la comunidad, por lo tanto tienen<br />
que invertir parte de las ganancias por la venta<br />
del producto, o esperar a que sus esposos, cuando<br />
cuentan con vehículo, tengan alguna diligencia<br />
hacia los puntos de venta. Las mujeres tienen<br />
poco tiempo para la venta del producto por las<br />
actividades propias del hogar, incluso pueden no<br />
contar con la aprobación del marido para dedicarse<br />
a esto (Van der Pijl 1996).<br />
Los efectos de la cosecha<br />
y el aprovechamiento sustentable<br />
La susceptibilidad de las especies a los efectos de<br />
la cosecha depende de factores tales como: las<br />
características biológicas de cada una, el tipo de<br />
recurso que se extrae, o la forma e intensidad de<br />
extracción a la que son sujetas las poblaciones de<br />
plantas (Peters 1996). Por ejemplo, una de las<br />
características biológicas que limitan el aprovechamiento<br />
del otate y a la vez determina la disponibilidad<br />
de recurso son los periodos de<br />
reproducción sexual. Los artesanos y recolectores<br />
saben que después de un periodo de floración<br />
sobreviene la muerte masiva de las poblaciones<br />
de esta especie y en consecuencia una disminución<br />
drástica de la materia prima. Sin embargo,<br />
las características biológicas del otate también<br />
pueden favorecer su aprovechamiento. Se ha<br />
observado que la producción de tallos nuevos<br />
depende de la densidad de los tallos maduros, es<br />
decir, a mayor densidad de tallos maduros menor<br />
es la producción de nuevos tallos, por lo tanto la<br />
extracción tradicional que se desarrolla en Platanarillo<br />
puede, de alguna forma, estar influyendo<br />
positivamente en la dinámica de crecimiento de<br />
las poblaciones de otate (Vázquez-López et al.<br />
2000, Vázquez-López et al. 2004).<br />
Existen diferencias en los efectos de la extracción<br />
dependiendo de cuál es la parte de la planta que se<br />
extrae. Por ejemplo: las consecuencias de extraer<br />
propágulos reproductivos como flores o frutos,<br />
como en el caso de la tila, serán diferentes a lo que<br />
se observa si se extrae toda la planta, como el caso<br />
del paiste, o bien al de la extracción de sólo hojas<br />
o de corteza. En el caso del paiste, donde se extrae<br />
toda la planta, el efecto en el corto plazo ha sido la<br />
disminución de los volúmenes del producto en las<br />
zonas con mayor intensidad de extracción; aunque<br />
estos efectos no han sido tan drásticos debido<br />
a su buena plasticidad reproductiva (vegetativa y<br />
sexual), esto le permite sobreponerse relativamente<br />
rápido a los niveles de extracción actuales.<br />
572 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
Las estrategias para mitigar los daños causados<br />
por la extracción de paiste deben considerar la<br />
rotación de los sitios de cosecha para dar tiempo a<br />
que las poblaciones se recuperen, o bien asegurar<br />
que se establezcan estrategias que permitan la<br />
sobrevivencia de los recursos aprovechados<br />
(Cevallos et al. 2005).<br />
En el caso de la tila los efectos generados por<br />
algunas de las prácticas del aprovechamiento<br />
(desrame de los árboles), aún no han sido realmente<br />
determinados. Sin embargo, podrían<br />
derivarse en el corto plazo en posibles daños en<br />
el vigor de la planta (árbol), o bien en un posible<br />
beneficio por el efecto de la poda. Debido a la<br />
extracción de frutos podría manifestarse disminución<br />
en la capacidad de regeneración de la<br />
especie. Aunque, como se ha mencionado, no se<br />
ha estudiado cuál es la respuesta de los árboles a<br />
los daños causados por esta actividad. Se ha<br />
observado que la tila es un vigoroso “rebrotador”,<br />
lo que le permite recuperarse a la poda de<br />
ramas que se ejerce durante el aprovechamiento;<br />
además, ha demostrado ser una especie con una<br />
gran capacidad de germinación y de rápido crecimiento<br />
(Figueroa-Rangel y Olvera-Vargas<br />
1999, 2000, Olvera-Vargas et al. 2006), por lo que<br />
los efectos sobre la regeneración al parecer no<br />
han sido significativos (Marshall y Newton<br />
2003).<br />
Si bien factores como la ganadería extensiva y los<br />
incendios forestales, en las áreas donde se encuentran<br />
estos recursos, no están relacionados directamente<br />
con su aprovechamiento, se ha encontrado<br />
que influyen de manera importante en la estabilidad<br />
de las poblaciones de las especies, principalmente<br />
por la modificación del hábitat en los sitios<br />
de distribución de las especies y en la destrucción<br />
de semillas y renuevos, poniendo en riesgo el<br />
mantenimiento de las poblaciones. La disminución<br />
en cantidad y calidad del recurso son daños<br />
que finalmente se traducen en una baja en el<br />
ingreso económico de la gente local.<br />
El manejo sustentable de los recursos forestales<br />
no maderables requiere de protocolos que evalúen<br />
la capacidad de respuesta de cada especie en<br />
particular, tomando en cuenta la parte de la<br />
planta o el recurso que está siendo utilizado y la<br />
tasas de extracción a las que esté siendo sujeta la<br />
especie, para que se determinen los niveles óptimos<br />
de cosecha que permitan de forma suficiente<br />
asegurar la regeneración continua de las<br />
poblaciones bajo explotación (Vázquez-López et<br />
al. 2002). A la par, se deben buscar nuevas alternativas<br />
de comercialización que generen un<br />
óptimo retorno económico para la mejora de las<br />
condiciones de vida de las familias, que dependen<br />
de este tipo de recursos silvestres, quienes<br />
actualmente viven en condiciones de alta marginación,<br />
pobreza y vulnerabilidad.<br />
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Manantlán biosphere reserve, México: is their use<br />
sustainable? Economic Botany 57(2):262-278.<br />
Marshall, E., K. Schreckenberg y A.C. Newton (eds.).<br />
2006. Comercialización de productos forestales no<br />
574 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
maderables: factores que influyen en el éxito. Conclusiones<br />
del estudio de México y Bolivia e implicaciones<br />
políticas para los tomadores de decisión.<br />
Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación<br />
de pnuma, Cambridge, Reino Unido.<br />
Olvera-Vargas, M., B.L. Figueroa-Rangel y F. Borges.<br />
2000. Zonation and management of mountain forest<br />
en the sierra de Manantlán, México. En: Zonation<br />
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Olvera-Vargas, M., B.L. Figueroa-Rangel, J.M. Vázquez-López<br />
y N. Brown. 2006. Dynamics and silviculture<br />
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México. Ecological Studies Vol. 185:363-374.<br />
Peters, C.M. 1996. The ecology and management of<br />
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Rosales, A.M.P., J.J. Rosales-Adame y M.H. Graf. 1996.<br />
Obtención de un índice de marginación social por<br />
localidades en la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />
Manantlán utilizando métodos multivariados. Informe<br />
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el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
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Publicada el 12 de enero de 1995 en el Diario<br />
Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
——— . 1997. Norma Oficial Mexicana nom-007-recnat.<br />
Publicada el 13 de enero de 1995 en el Diario<br />
Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
——— . 2001. Especies con Usos No Maderables en<br />
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, última consulta:<br />
25 de agosto de 2015.<br />
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Vázquez-López, J.M., J.J. Rosales-Adame y E.J. Cevallos.<br />
2002. Problemática actual en el uso y manejo<br />
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presentada en: V Congreso Nacional de Áreas Naturales<br />
Protegidas de México. Guadalajara, Jalisco,<br />
México.<br />
Vázquez-López, J.M. 1995. Estudio etnoecológico<br />
del aprovechamiento del otate (Otatea acuminata<br />
(Munro) Cald. & Sod. subsp. astecorum Guzmán,<br />
Anaya & Santana) en el ejido Platanarillo, municipio<br />
de Minatitlán, Colima. Tesis de licenciatura.<br />
udg. Jalisco.<br />
——— . 2004. Effects of harvesting on the structure of<br />
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Vázquez-López, J.M., B.F. Benz, M. Olvera-Vargas y<br />
M.S.H. Graf. 2000. Structure of populations of otate<br />
(Otatea acuminata subsp. astecorum: Poaceae)<br />
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Vázquez, G.J.A. 1995. Gradient analysis of neotropical<br />
montane forest. Tesis de doctorado. University of<br />
Wisconsin (uw). Wisconsin.<br />
Villafaña, C.M.S. 2006. Evaluación del aprovechamiento<br />
de las poblaciones naturales de Tillandsia<br />
usneoides L. en el ejido La Laguna, municipio de<br />
Tolimán, Jalisco. Tesis de licenciatura en ingeniería<br />
en recursos naturales y agropecuarios. Centro<br />
Universitario de la Costa Sur (cucsur)/udg.<br />
Recursos forestales no maderables de Cerro Grande<br />
575
Pago por servicios<br />
ambientales como<br />
instrumento<br />
de conservación<br />
Sergio Graf Montero<br />
Paola Bauche Petersen<br />
Angélica Lizeth Jiménez Hernández<br />
Introducción<br />
Los servicios ambientales son aquellos procesos naturales que otorgan<br />
algún beneficio a la sociedad y de los cuales dependemos para la vida diaria<br />
(Daily 1997). Estos incluyen la formación de suelo, necesaria para la<br />
agricultura; la regulación del sistema hidrológico, para el abastecimiento<br />
de agua; la captura de carbono, que ayuda a reducir los efectos del desarrollo<br />
industrial; entre otros. Tradicionalmente estos servicios se consideraban<br />
una “externalidad del mercado” (Torres y Guevara 2002), es decir,<br />
un beneficio que nadie pagaba o un costo por el que no existía compensación;<br />
sin embargo, a medida que existe mayor evidencia sobre las consecuencias<br />
del deterioro de los ecosistemas, la cuantificación y valoración de<br />
sus servicios empiezan a ser considerados para la realización de políticas<br />
de manejo de los recursos naturales (Echavarría 2003).<br />
Con el objetivo de cuantificar los servicios ambientales, y en un esfuerzo<br />
de incluirlos en los mercados, han surgido iniciativas basadas en compensaciones<br />
económicas o monetarias llamadas, pago por servicios ambientales<br />
(psa). En gran medida, el psa surge del propósito por reconocer el<br />
esfuerzo de los dueños de las tierras en donde se generan estos servicios y<br />
quienes se enfrentan a pérdidas económicas al ingresar a esquemas de<br />
conservación y desarrollo sustentable. En la actualidad, el pago o compensación<br />
incluye subsidios del estado e iniciativas de la sociedad civil<br />
para que los dueños de los terrenos forestales adopten usos de suelo que<br />
permitan conservar las funciones de los ecosistemas.<br />
576<br />
Graf, M.S., P. Bauche P. y A.L. Jiménez H. 2016. Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación.<br />
En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 576-582.
Programa de Pago por Servicios<br />
Ambientales de la CONAFOR<br />
región de Cerro Grande, como se explica a continuación.<br />
Con la finalidad de conservar los ecosistemas en<br />
los que se generan estos servicios, el Gobierno<br />
Federal, a través de la <strong>Comisión</strong> Nacional Forestal<br />
(conafor), emprendió dos iniciativas a partir<br />
de 2003: el programa de pago por servicios<br />
ambientales hidrológicos (psah); y desde el 2004<br />
el programa para desarrollar el mercado de servicios<br />
ambientales por captura de carbono, los<br />
derivados de la biodiversidad y para fomento del<br />
establecimiento y mejoramiento de sistemas<br />
agroforestales (psa-cabsa).<br />
En Colima existen actualmente 6 603.6 ha incorporadas<br />
a los programas de pago por servicios<br />
ambientales, correspondiendo 5 151.6 ha a psah<br />
y 1 452 ha a psa-cabsa. Estos programas benefician<br />
a 22 predios que corresponden a seis ejidos,<br />
una comunidad indígena y 15 pequeños propietarios.<br />
Las áreas beneficiadas por el psah y el<br />
psa-cabsa se encuentran localizadas en el volcán<br />
de Colima, Cerro Grande y los alrededores<br />
de Minatitlán, mientras que los apoyos específicos<br />
para sistemas agroforestales se localizan en<br />
el municipio de Manzanillo (figura 1). Los ecosistemas<br />
mejor representados en las áreas bajo<br />
conservación, por medio del pago por servicios<br />
ambientales, corresponden a bosques templados<br />
y selvas secas subcaducifolias.<br />
Actualmente, el Gobierno Federal, principalmente<br />
a través de la conafor, ha fungido como<br />
el “comprador” de los servicios ambientales en el<br />
estado; sin embargo, existe una iniciativa para<br />
impulsar la creación de un esquema local de<br />
pago por servicios ambientales entre los usuarios<br />
del agua y los dueños de las tierras en la<br />
Mecanismo local<br />
de compensación por servicios<br />
ambientales hidrológicos<br />
en Cerro Grande<br />
La zona de Cerro Grande es uno de los sitios más<br />
importantes para la conservación de la biodiversidad<br />
en Colima. Se encuentra dentro de la<br />
Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán<br />
(rbsm), en la cuenca del río Ayuquila-Armería, y<br />
se destaca por la ausencia de corrientes de agua<br />
superficiales y permanentes, así como por la presencia<br />
de un sistema de cavernas y resumideros<br />
por los cuales el agua de lluvia se infiltra para<br />
posteriormente emerger en varios puntos llamados<br />
resurgencias. Entre las resurgencias más<br />
importantes se encuentra el manantial El<br />
Cóbano en Zacualpan, el cual arroja en promedio<br />
2 300 lt de agua por segundo, de los cuales<br />
1 000 lt se derivan por un acueducto para abastecer<br />
a 90% de los más de 200 mil habitantes de<br />
la zona conurbada de Colima-Villa de Álvarez<br />
(zccva), que corresponde a más de 40% de la<br />
población total del estado.<br />
En Cerro Grande se encuentran siete comunidades<br />
agrarias donde habitan tres mil personas en<br />
condiciones de alta y muy alta marginación.<br />
Algunas de estas comunidades se vieron afectadas<br />
con el decreto de creación de la rbsm, ya que<br />
el establecimiento de zonas núcleo o de protección<br />
estricta limitó la posibilidad de aprovechamiento<br />
de un amplio espectro de recursos<br />
naturales. Por esta razón, dentro de la agenda de<br />
desarrollo forestal del consejo asesor de la<br />
Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación<br />
577
FIGURA 1. Ubicación de los polígonos de las propiedades inscritas en los programas de pago por servicios ambientales.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
578 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, se<br />
impulsó la generación de condiciones para la<br />
creación de un mecanismo compensatorio a<br />
largo plazo. Dicho mecanismo se basa en los servicios<br />
ambientales que esta montaña genera,<br />
principalmente el abastecimiento de agua potable<br />
para la población de la zccva.<br />
El mecanismo compensatorio pretende incidir<br />
sobre las amenazas de deterioro de las fuentes de<br />
aprovisionamiento de agua potable. La conservación<br />
de los bosques y el desarrollo sustentable de<br />
las comunidades que viven en Cerro Grande, se<br />
consideran primordiales para mantener la cantidad<br />
y calidad del agua que aprovecha la zccva;<br />
sin embargo, los costos que esto implica no pueden<br />
ser asumidos exclusivamente por los dueños y<br />
poseedores de esas tierras, por esta razón se pretende<br />
que este programa reduzca la marginación<br />
y pobreza imperante en las comunidades; es decir,<br />
que se generen oportunidades para incrementar<br />
el nivel de ingresos de la población y se consoliden<br />
sus capacidades de desarrollo.<br />
Mecanismo local propuesto<br />
Con base en la revisión de diversas experiencias,<br />
se propuso el establecimiento de un fondo o<br />
fideicomiso privado irrevocable, integrado con<br />
recursos mixtos, como mecanismo para la compensación<br />
del servicio ambiental de la zccva a<br />
Cerro Grande (áreas de captación hidrológica;<br />
figura 2). El fideicomiso Cerro Grande, constituido<br />
en el 2010 por el Consejo Civil Mexicano<br />
para la Silvicultura Sostenible y el <strong>Banco</strong> del<br />
Bajío, cuenta con un Comité Técnico integrado<br />
por actores de diversas instituciones, entre ellos<br />
la <strong>Comisión</strong> Nacional Forestal, la <strong>Comisión</strong> de<br />
Áreas Naturales Protegidas, la Secretaría de<br />
Desarrollo Rural, la <strong>Comisión</strong> Estatal de Agua<br />
de Colima, la <strong>Comisión</strong> Intermunicipal de Agua<br />
Potable y Alcantarillado de Colima y Villa de<br />
Álvarez (ciapacov), la Universidad de Colima,<br />
la Universidad de Guadalajara, el Subconsejo de<br />
Cerro Grande y la Fundación Manantlán para la<br />
Biodiversidad de Occidente, A.C.<br />
Los beneficios del mecanismo local de compensación<br />
por servicios ambientales hidrológicos en<br />
Cerro Grande serán destinados a las 3 mil personas<br />
que viven en las comunidades y ejidos de la<br />
zona. Asimismo, el agua captada en Cerro<br />
Grande proporcionará el vital líquido a la zona<br />
conurbada de Colima-Villa de Álvarez. La figura<br />
2 representa el esquema del mecanismo de compensación<br />
por servicios ambientales hidrológicos<br />
de Cerro Grande, éste funciona con la<br />
recaudación monetaria de los habitantes o beneficiarios<br />
del servicio ambiental a través de su<br />
recibo de agua de la ciapacov. El recurso es<br />
ingresado al Fideicomiso Cerro Grande, junto<br />
con los donativos de otras fuentes como de la<br />
iniciativa privada, gobierno estatal y federal. El<br />
Comité Técnico evalúa la viabilidad de aplicación<br />
de los recursos con base en la dictaminación<br />
de la <strong>Comisión</strong> de Evaluación y hacia las<br />
líneas de acción establecidas.<br />
Cabe mencionar que estas líneas de acción son<br />
enunciativas, más no limitativas, ya que existirá<br />
una relación contractual con los beneficiarios y a<br />
su término se entregarán al Comité Técnico informes,<br />
tanto de seguimiento como de finalización.<br />
Los proyectos apoyados estarán regidos por los<br />
instrumentos de gestión del área natural protegida,<br />
tales como el programa de manejo de la<br />
reserva y ordenamientos territoriales, entre otros.<br />
Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación<br />
579
FIGURA 2. Modelo<br />
conceptual del<br />
mecanismo local de<br />
compensación por<br />
servicios ambientales.<br />
Fuente: elaboración<br />
propia.<br />
Tomas<br />
domiciliarias/<br />
comerciales e<br />
industriales<br />
Comité Técnico<br />
• Gobierno del estado<br />
• Municipios (Comala, Minatitlán,<br />
Colima, Villa de Álvarez)<br />
• Subconsejo de Cerro Grande<br />
• Gobierno Federal (conanp,<br />
conafor<br />
• ciapacov<br />
• Universidades (Colima/<br />
Guadalajara)<br />
Monitoreo<br />
Certificación<br />
Instrumentos<br />
• <br />
• <br />
• <br />
• <br />
• <br />
urbanos<br />
CIAPACOV<br />
FIDEICOMISO<br />
Destinatarios<br />
Relación contractual<br />
Aportaciones:<br />
• Gobierno federal conafor,<br />
fondos recurrentes<br />
• Gobierno estatal<br />
• Gobierno municipal<br />
• Sector privado/fmcn, hsbc<br />
• Recaudación voluntaria<br />
Líneas de acción<br />
• Conservación de bosques (zonas núcleo/<br />
manejo de fuego/manejo forestal<br />
comunitario<br />
• Mejoramiento del hábitat familiar<br />
• Mantenimiento del paisaje y la vida rural<br />
(agricultura sustentable)<br />
• Proyectos alternativos (ecoturismo)<br />
• Fortalecimiento de capacidades<br />
institucionales<br />
• Soporte público y conciencia ciudadana<br />
neas e accin e insrumenos<br />
regulatorios<br />
En el cuadro 1 se describen los componentes e<br />
interacciones mostrados en el modelo propuesto<br />
para aplicar los mecanismos de compensación<br />
de servicios ambientales. Como punto de partida<br />
se consideran las amenazas o presiones<br />
detectadas en Cerro Grande, como fundamentos<br />
para desarrollar cinco líneas generales de<br />
acción, las cuales se considera tendrán incluso<br />
un impacto positivo en la mitigación de los efectos<br />
potenciales de cambios climáticos.<br />
Espacios de coordinación<br />
El buen funcionamiento de un esquema de compensación<br />
por servicios ambientales depende de<br />
la participación de todos los actores involucrados.<br />
Por esta razón es muy importante que las<br />
comunidades donde se genera el servicio<br />
ambiental cuenten con un espacio de deliberación<br />
y coordinación que les permita una mejor<br />
interacción con los usuarios del servicio ambiental<br />
y que sus intereses sean tomados en cuenta.<br />
En los esquemas de compensación por servicios<br />
ambientales hidrológicos, es común que los<br />
beneficiarios del servicio ambiental demanden<br />
una disminución o suspensión de las actividades<br />
económicas realizadas en la cuenca, lo que afecta<br />
la calidad del servicio tanto como la extracción<br />
de madera, mientras que los propietarios de los<br />
terrenos donde se capta el agua buscan mejorar<br />
sus condiciones de vida y mantener sus actividades<br />
económicas. La adecuada comunicación<br />
entre proveedores y demandantes de un servicio<br />
ambiental, constituyen un aspecto crucial para<br />
evitar conflictos en la implementación de un<br />
580 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
CUADRO 1. Líneas de acción e instrumentos regulatorios propuestos para aplicar los mecanismos de<br />
compensación de servicios ambientales en Cerro Grande, Colima. Fuente: elaboración propia.<br />
Líneas generales de acción Acciones específicas Instrumentos regulatorios<br />
Manejo y conservación de<br />
bosques<br />
Diseño de alternativas<br />
productivas sustentables<br />
Mejoramiento del hábitat familiar<br />
o de los centros de población<br />
Fortalecimiento institucional<br />
Protección y vigilancia<br />
Prevención, control y manejo del<br />
fuego<br />
Sanidad forestal<br />
Restauración de áreas degradadas<br />
Manejo de recursos maderables y<br />
no maderables<br />
Conservación y manejo especial<br />
en zonas núcleo<br />
Buenas prácticas agrícolas<br />
(conservación de suelos,<br />
incorporación de residuos,<br />
reemplazo de agroquímicos, etc.)<br />
Sistemas agroforestales<br />
Manejo de la visita pública<br />
y desarrollo de la actividad<br />
turística (naturaleza y rural)<br />
Manejo multipropósito del<br />
agua en el centro de población<br />
(captación, uso, tratamiento y<br />
reuso)<br />
Gestión integral de los residuos<br />
sólidos<br />
Desarrollo de espacios<br />
sustentables (construcciones<br />
con métodos tradicionales,<br />
enriquecidos con sistemas de<br />
captación y almacenamiento de<br />
agua, tratamiento de desechos<br />
humanos, fuentes alternativas<br />
de energía) y su integración al<br />
paisaje<br />
Organización, gestión y<br />
aplicación de recursos<br />
Capacitación<br />
Formación de capital humano<br />
Programa de manejo de la rbsm<br />
Programas de ordenamiento<br />
ecológico territorial (estatal,<br />
regional, local)<br />
Programas de desarrollo de los<br />
centros de población<br />
Acuerdos de asamblea de ejidos y<br />
comunidades<br />
Planes de manejo de recursos<br />
naturales aprobados por<br />
las autoridades normativas<br />
correspondientes<br />
Plan rector de visita pública de<br />
Cerro Grande<br />
Programa operativo anual que<br />
sea aprobado por el subconsejo<br />
de Cerro Grande y por el comité<br />
técnico del fideicomiso<br />
Soporte público y conciencia<br />
ciudadana<br />
Educación ambiental<br />
Difusión<br />
Pago por servicios ambientales como instrumento de conservación<br />
581
mecanismo de compensación. Es por lo anterior<br />
que para la consolidación de un mecanismo de<br />
esa naturaleza, además del propio Comité Técnico<br />
del Fideicomiso, se visualiza la creación de<br />
dos plataformas de participación:<br />
Subconsejo de Cerro Grande. Integrado por los<br />
representantes de las siete comunidades de Cerro<br />
Grande. En éste se proponen las necesidades y<br />
las acciones para el adecuado manejo y conservación<br />
de Cerro Grande, las cuales serán analizadas<br />
en el seno del Comité Técnico del<br />
Fideicomiso y su respectiva <strong>Comisión</strong> de Evaluación<br />
y Dictaminación, para la aprobación de<br />
los recursos financieros para las acciones enmarcadas<br />
en el Programa Operativo Anual.<br />
Consejo Cívico del Agua. En él se encuentren<br />
representados los principales sectores usuarios<br />
del servicio ambiental, que en este caso son los<br />
ubicados en la zona conurbada de Colima-Villa<br />
de Álvarez, que se abastecen del agua proveniente<br />
del acueducto de Zacualpan (manantial<br />
El Cóbano). Este Consejo puede estar conformado<br />
por representantes de: cámaras empresariales<br />
(industria, construcción, restauranteros,<br />
comerciantes), institutos, representantes de<br />
comités de barrio, ciudadanos con liderazgo<br />
reconocido socialmente, medios de comunicación,<br />
ong, entre otros. Éste tendrá la función de<br />
validar y difundir, hacia el resto de la sociedad,<br />
el uso de los recursos otorgados por el fideicomiso<br />
y los resultados obtenidos en torno a la<br />
conservación y manejo de los bosques de Cerro<br />
Grande, como medio para seguir teniendo agua<br />
en la zccva. Dentro de las actividades de este<br />
Consejo estará dar a conocer, anualmente, al<br />
resto de la población (en sus distintos sectores),<br />
las acciones, avances y resultados.<br />
Conclusiones<br />
Este proyecto es una iniciativa plural e incluyente<br />
que plantea la oportunidad de generar un<br />
proceso de solidaridad en la conservación de los<br />
recursos naturales del estado, demostrando un<br />
esfuerzo compartido por alcanzar la sostenibilidad<br />
de los bosques y ciudades, y el bienestar de<br />
toda su gente. Esta iniciativa posiciona a la entidad<br />
como un ejemplo a nivel nacional en la concertación<br />
de mecanismos de compensación local<br />
por servicios ambientales, resaltando la capacidad<br />
institucional de los actores y la sociedad de<br />
Colima.<br />
Referencias<br />
conafor. <strong>Comisión</strong> Nacional Forestal. 2004. Programa<br />
de Servicios Ambientales e Hidrológicos. En:<br />
, última consulta:<br />
17 de julio de 2015.<br />
Daily, G. 1997. Nature’s services: societal dependence<br />
on natural ecosystems. Island Press. Washington,<br />
D.C. eua.<br />
Echavarría, M. 2003. Algunas lecciones sobre la aplicación<br />
de pago por la protección del agua con base<br />
en experiencias en Colombia y Ecuador. En: III<br />
Congreso Latinoamericano de Manejo de Cuencas<br />
Hidrográficas. Desarrollo Sostenible en Cuencas<br />
Hidrográficas. Foro Regional sobre Sistemas de<br />
Pago por Servicios Ambientales. Arequipa, Perú,<br />
del 9 al 12 junio de 2003. Arequipa, Perú.<br />
Torres, J.M. y A. Guevara. 2002. El potencial de México<br />
para la producción de servicios ambientales:<br />
captura de carbono y desempeño hidráulico. Instituto<br />
Nacional de Ecología y Cambio Climatico<br />
(inecc). Gaceta Ecológica 63:40-59.<br />
582 USOS DE LA BIODIVERSIDAD
S7<br />
AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
Masticophis anthonyi. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C./<br />
<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
En la presente sección se identifican diferentes amenazas que afectan a la<br />
diversidad biológica en Colima, las cuales se asocian principalmente a<br />
actividades en ambientes acuáticos y terrestres.<br />
La acuacultura se visualiza como una actividad con potencial para proporcionar<br />
aporte proteico y generar ingreso económico a las comunidades;<br />
sin embargo, una constante en este tipo de actividad es carecer de las<br />
concesiones del uso del agua, lo que contribuye a la sobreexplotación de<br />
las aguas superficiales y subterráneas y la generación de aguas residuales,<br />
orgánicas e inorgánicas, que causan enriquecimiento de nutrientes y alteraciones<br />
físicoquímicas en los ecosistemas acuáticos.<br />
La descarga de aguas residuales sin tratamiento, derivadas de fuentes<br />
domésticas, turísticas o industriales, ha ocasionado eventos de incremento<br />
de compuestos químicos que afectan los ciclos biológicos. En esta<br />
sección se presenta un estudio de caso donde se documentó el efecto del<br />
aumento de nutrientes y su vinculación con el cambio de especies de<br />
microorganismos nocivos o tóxicos en los ambientes, lo que puede generar<br />
la mortandad de peces y daños a la salud humana por el consumo de<br />
especies con presencia de estos microorganismos.<br />
Los arrecifes coralinos presentes en la entidad sufren amenazas directas<br />
e indirectas que inciden en su salud. El cambio de uso de suelo realizado<br />
en la parte continental genera una deposición excesiva de sedimentos que<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo a Amenazas a la biodiversidad. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio<br />
de Estado. conabio. México, pp. 585-586.<br />
585
inciden en los mecanismos de defensa de los<br />
corales e incrementos en su gasto energético. En<br />
los sistemas coralinos de La Boquita y Carrizales<br />
se han documentado afectaciones, que se manifiestan<br />
en decoloración debida a la desaparición<br />
de organismos asociados al coral. El turismo es<br />
otra actividad que ha mostrado efectos diferenciados<br />
en estos dos sistemas; en La Boquita el<br />
aporte de sedimentos es el principal factor de<br />
amenaza y es derivado de la infraestructura<br />
turística; mientras que en Carrizales las afectaciones<br />
son causadas principalmente por embarcaciones.<br />
En Colima se presentan poblaciones de tres de<br />
las cinco especies de tortugas marinas que habitan<br />
en México, cuya abundancia ha disminuido<br />
desde hace varias décadas; si bien en parte<br />
debido a su historia de vida que las hace vulnerables,<br />
pero principalmente ocasionadas por la<br />
pesca y el comercio ilegal, el saqueo de hembras<br />
y sus nidos, y la modificación y degradación de<br />
su hábitat, tanto en su ambiente terrestre como<br />
acuático.<br />
En ambientes terrestres el principal factor que<br />
amenaza la permanencia de la biodiversidad es<br />
el cambio de uso de suelo. Casi una cuarta parte<br />
de la superficie estatal ha tenido cambios en 24<br />
años. En este periodo la cobertura forestal se<br />
redujo en 20%; 62% de la deforestación estatal se<br />
vinculó con cambios de terrenos forestales a<br />
agrícolas, 34% con actividades pecuarias y 1.4%<br />
con urbanización. Los tipos de vegetación con<br />
mayor afectación han sido las selvas bajas y<br />
medianas; mientras que por su extensión, la<br />
vegetación de galería, dunas costeras, la vegetación<br />
de suelos salinos y yesosos, y los cuerpos de<br />
agua, han visto disminuida considerablemente<br />
su extensión respecto a su superficie total; el<br />
fuego, las plagas y el pastoreo intensivo también<br />
son causas de degradación de la vegetación.<br />
En otro estudio de caso se presenta la situación<br />
actual de la parota (Enterolobyum cyclocarpum),<br />
árbol emblemático y protegido en el estado que<br />
presenta ejemplares notables en los municipios<br />
de Colima y Villa de Álvarez, pero cuya conservación<br />
y los múltiples servicios ecosistémicos<br />
que provee se han visto disminuidos por su paulatina<br />
eliminación en las áreas urbanas; también<br />
ha disminuido su crecimiento por los efectos del<br />
aislamiento al que son sometidos.<br />
Por último, se ha identificado al comercio ilegal<br />
como una actividad que pone en riesgo la vida<br />
silvestre en el estado. Desde el año 2000 se han<br />
asegurado ejemplares de flora y fauna. De las<br />
plantas, los ejemplares de la familia Cactaceae<br />
han sido los más afectados, mientras que para la<br />
fauna fueron las aves y los reptiles. Especial atención<br />
requiere el grupo de los Psitácidos (pericos<br />
y guacamayas), los cuales son extraídos de sus<br />
nidos para su comercio ilícito, por lo que estas<br />
especies se encuentran en riesgo. Los efectos del<br />
comercio ilegal y la caza podrían ser más acentuados<br />
sin una vigilancia y coordinación interinstitucional<br />
en la materia.<br />
586 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
Acuicultura<br />
y normatividad<br />
ambiental<br />
Elisa Andrade-Tinoco<br />
Introducción<br />
La información que a continuación se presenta es un recuento de la situación<br />
de la acuicultura en el estado hasta el año 2007. Actualmente las<br />
condiciones han cambiado, sin embargo es importante conocer la problemática<br />
suscitada en esos años para retomar las lecciones aprendidas.<br />
Hasta el 2007 el marco regulatorio principal de la acuicultura en México,<br />
en materia ambiental, estaba suscrito a lo estipulado en la Ley General del<br />
Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (lgeepa) (sedue 1988),<br />
incluidas sus modificaciones y reglamentos asociados, así como las Normas<br />
Oficiales Mexicanas. También forman parte relevante de esta regulación<br />
la Ley de Aguas Nacionales (sarh 1992, con sus modificaciones y<br />
su reglamento, sarh 1994).<br />
Las instituciones vinculadas a este marco regulatorio son: la Secretaría<br />
del Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat), la Procuraduría<br />
Federal de Protección al Medio Ambiente (profepa), la <strong>Comisión</strong> Nacional<br />
del Agua (conagua), la <strong>Comisión</strong> Nacional de Acuacultura y Pesca<br />
(conapesca) y los gobiernos de los estados (en Colima a través de la<br />
Secretaría de Desarrollo Rural), debido a la federalización de los recursos<br />
de los diversos programas de apoyo a la actividad. De esta manera, los<br />
proyectos acuícolas que se llevaban a cabo en el estado debían cumplir<br />
con la normatividad correspondiente, que en general consistía en: contar<br />
con la autorización en materia de impacto ambiental, la concesión de uso<br />
acuícola del recurso agua y el permiso de descarga de aguas residuales,<br />
Andrade-Tinoco, E. 2016. Acuicultura y normatividad ambiental. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 587-597.<br />
587
además de dar cabal cumplimiento a las normas<br />
oficiales mexicanas (nom) inherentes al sector.<br />
La construcción de estanquería para actividades<br />
acuícolas (engorda de tilapia) en Colima inició<br />
en los años ochenta como parte de los programas<br />
del gobierno federal a través de la sagarpa.<br />
Su orientación consistió en brindar ayuda a las<br />
poblaciones rurales para obtener alimentos con<br />
alto contenido proteínico que mejoraran el bienestar<br />
físico y a la vez generar algún beneficio económico<br />
a los habitantes de las comunidades.<br />
actividad creció de manera no planificada, cumpliendo<br />
precariamente con la normatividad<br />
ambiental y en materia de aguas que rige a este<br />
sector. En su momento se hizo el señalamiento<br />
de que al continuar esa situación, en poco tiempo<br />
se presentarían serios problemas ambientales en<br />
la entidad, tales como la destrucción de vegetación<br />
natural, incluido el manglar, la reducción<br />
de zonas de refugio para la fauna silvestre, pérdida<br />
de suelo por erosión y, el desperdicio y contaminación<br />
del agua (con las consecuentes<br />
afectaciones a la vida acuática), entre otros.<br />
Parte de esa infraestructura (estanques rústicos<br />
construidos principalmente en terrenos agropecuarios),<br />
se encuentra actualmente en abandono;<br />
otra parte, después de varios años sin uso, fue<br />
rehabilitada y hasta el 2007 estaba operando.<br />
Para la realización de esta infraestructura, que<br />
data de aproximadamente 30 años, no se realizaron<br />
estudios de impacto ambiental, dado que la<br />
lgeepa se publicó hasta 1988. Sin embargo, de<br />
1995 a 2007, en Colima se proyectó desarrollar la<br />
acuicultura como una actividad más del sector<br />
primario, señalándola en los planes estatales de<br />
desarrollo del estado y SAGARPA como una actividad<br />
con un potencial de desarrollo elevado y<br />
una línea de acción a seguir para el crecimiento<br />
económico de la entidad. Lo anterior resultó en<br />
la construcción de nueva infraestructura acuícola,<br />
no sólo para la producción de tilapia, sino también<br />
de camarón.<br />
A pesar de los señalamientos del gobierno, respecto<br />
a que la acuicultura (al igual que el resto de<br />
las actividades económicas del estado), debía<br />
desarrollarse o encaminarse hacia un desarrollo<br />
sustentable (Congreso del Estado de Colima<br />
1999; Congreso del Estado de Colima 2004), esta<br />
El presente trabajo tuvo como objetivo elaborar<br />
un diagnóstico de la situación en el 2007, establecer<br />
tendencias y riesgos ambientales de la<br />
acuicultura en el estado con la intención de que<br />
este análisis sea de utilidad a los tomadores de<br />
decisiones en el sector. La información se obtuvo<br />
parcialmente de las diferentes instituciones y<br />
organizaciones involucradas. Los datos fueron<br />
corroborados en campo y posteriormente se realizó<br />
un análisis de la situación prevaleciente en el<br />
sector.<br />
Situación de la acuicultura<br />
en el 2007<br />
Hasta el año 2007 se cultivaban principalmente<br />
dos tipos de organismos acuícolas, camarón<br />
blanco (Litopennaeus vannamei), que se cultiva en<br />
agua dulce y salobre, y tilapia (Oreochromis spp.).<br />
A escala mucho menor se cultivaba bagre (Ictalurus<br />
punctatus), carpa herbívora (Ctenopharyngodon<br />
idella) y peces de ornato. Considerando las<br />
diferencias en extensión y manejo entre los cultivos<br />
de camarón o camaronicultura (incluye un<br />
laboratorio de postlarva) y el cultivo de tilapia<br />
588 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
(producción de crías y engorda), a continuación se<br />
describe esta información.<br />
Cabe mencionar que en años posteriores al 2007<br />
las características y condiciones de la acuicultura<br />
en Colima han cambiado, principalmente<br />
por los diferentes programas de apoyo gubernamental<br />
al sector o por abandono de la actividad<br />
de los pequeños productores.<br />
Cultivo de camarón<br />
en agua dulce<br />
El cultivo de camarón en agua dulce comenzó en<br />
el año 1996, en tres granjas que inicialmente<br />
estaban diseñadas para langostino malayo y que<br />
se habilitaron para realizar cultivos piloto con<br />
camarón en agua dulce. Los resultados fueron<br />
muy alentadores (Ávila 1998), y a partir de 1998<br />
la camaronicultura empezó a desarrollarse,<br />
principalmente en el municipio de Tecomán<br />
(figura 1), en donde las condiciones ambientales<br />
son más favorables para el cultivo (calidad del<br />
agua, temperatura, tipo de suelo, etcétera).<br />
En el 2007 la superficie de cultivo comprendía<br />
aproximadamente 220 ha, en un total de<br />
19 granjas (cuadro 1), de las cuales cinco no estaban<br />
operando, lo que significa que 87% del<br />
espejo de agua disponible en la entidad estaba<br />
produciendo camarón. Existían otras dos granjas<br />
que podían denominarse mixtas (cuadro 1),<br />
ya que además de camarón una de ellas cultivaba<br />
bagre, tilapia, carpa y peces de ornato, y la otra<br />
camarón, tilapia y cocodrilo (esta última registrada<br />
como UMA); el espejo de agua de estas dos<br />
granjas era de 15 ha, pero no fue posible determinar<br />
la superficie de cultivo de cada una de las<br />
especies, ya que ésta cambia de un ciclo a otro.<br />
También existía un laboratorio de producción de<br />
postlarva de camarón.<br />
FIGURA 1. Distribución del número de granjas de camarón por municipio. Fuente: SAGARPA con correcciones de la<br />
autora.<br />
Acuicultura y normatividad ambiental<br />
589
CUADRO 1. ranjas de camarón, superficie de cultivo y cumplimiento de normatividad vigente. Fuente:<br />
SAGARPA con correcciones de la autora.<br />
Categorías Camarón Mixtas*<br />
Número de granjas 19 2<br />
Superficie total espejo de agua (ha) 220 15<br />
Superficie en operación (%) 87 100<br />
Autorización en materia de impacto ambiental o regularización (%) 50 nd<br />
Concesión de agua para uso acuícola (%) 35 0<br />
*Mixtas: camarón, bagre, carpa, tilapia, peces ornato o cocodrilo; en el estado existe además un laboratorio<br />
de postlarva de camarón; nd = no determinado.<br />
El cultivo de camarón se realizaba en estanquería<br />
rústica, bajo sistemas de cultivo semi-intensivo<br />
e intensivo; el tamaño de los estanques<br />
varíaba desde 0.3 hasta 3 ha, con densidades de<br />
siembra de entre 25 y más de 100 postlarvas/m 2 ;<br />
casi todas las granjas utilizaban tanques de precría.<br />
La mayoría de estas granjas camaronícolas<br />
se construyeron en terrenos agrícolas que los<br />
propietarios decidieron reconvertir a uso acuícola<br />
debido a la baja rentabilidad de las actividades<br />
agropecuarias. Aproximadamente 50% de esas<br />
granjas contaban con autorización en materia de<br />
impacto ambiental o regularización en la materia<br />
ante la profepa (cuadro 1).<br />
Cabe señalar que la presentación de los estudios<br />
de impacto ambiental o regularización de las<br />
granjas, en el 2007, fueron motivados principalmente<br />
por el interés de obtener recursos del<br />
gobierno federal para mejorar o tecnificar las<br />
granjas, o bien porque la profepa inició un proceso<br />
administrativo en contra de las granjas por<br />
falta de autorización en materia de impacto<br />
ambiental. De origen son pocos los propietarios<br />
de granjas que en esas fechas se habían preocu-<br />
pado por cumplir con la legislación correspondiente,<br />
debido a dos causas fundamentales: el<br />
costo de los estudios ambientales y la falta de<br />
conciencia ecológica que impide visualizar la<br />
importancia de este tipo de estudios.<br />
En cuanto al uso del agua, en el 2007 sólo 35% de<br />
las granjas contaba con concesión para uso acuícola,<br />
el resto empleaba concesiones agrícolas para<br />
desarrollar la actividad. Las fuentes de agua eran<br />
diversas: se aprovechaba agua de la laguna de<br />
Cuyutlán, de canales de riego, de pozos profundos,<br />
agua salobre proveniente del manto freático<br />
e incluso agua de drenes agrícolas. Ninguna de<br />
las granjas contaba con permiso de descarga de<br />
aguas residuales (cuadro 1) (conagua 2007).<br />
En el cultivo de camarón aparentemente se han<br />
obtenido mejores resultados cuando se utiliza<br />
agua subterránea, en lugar de agua superficial<br />
(productores com. pers.). Los organismos parecen<br />
desarrollarse mejor y generalmente la mortalidad<br />
es más baja, lo que redunda en una mayor<br />
rentabilidad del cultivo. Se desconocen las causas<br />
de estos resultados pero es de suponer que se<br />
590 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
deben en gran medida a la calidad del agua.<br />
Obtener resultados científicos sobre calidad del<br />
agua, parámetros de crecimiento, estudios de<br />
sanidad y análisis bromatológicos ayudaría a<br />
mejorar el desarrollo de los cultivos, así como<br />
a implementar buenas prácticas ambientales y<br />
de manejo.<br />
Cultivo de tilapia<br />
En el estado, hasta el 2007 se contó con un<br />
número elevado de unidades acuícolas o granjas<br />
para el cultivo de tilapia, las cuales iban desde<br />
un solo estanque (en su mayoría rústicos y algunos<br />
de concreto), hasta aquellas con ocho o 10<br />
estanques; además, en años anteriores al 2007 se<br />
construyeron granjas con tanques de concreto y<br />
se instalaron tanques de geomembrana para la<br />
engorda de tilapia. Se tenían registradas 35 granjas<br />
con estanquería rústica que cubrían una<br />
superficie aproximada de 43 ha; seis granjas con<br />
tanques de geomembrana o concreto (1 130 m 3<br />
de agua para cultivo); cinco unidades de engorda de<br />
tilapia en jaulas (545 jaulas); y siete centros productores<br />
de crías (tres pertenecientes a una<br />
dependencia oficial: sagarpa), con una capacidad<br />
total de producción anual de 20 millones de<br />
crías (cuadro 2). Actualmente se espera que se<br />
hayan incrementado el número de granjas según<br />
los proyectos que se han autorizado en los diferentes<br />
programas de apoyo a la actividad.<br />
De las 35 granjas de tilapia con estanquería rústica<br />
registradas en el estado, en el 2007, 69% estaban<br />
en operación, en una superficie de cultivo de<br />
24 hectáreas. Esto significa que sólo 56% del<br />
espejo de agua disponible para este cultivo estaba<br />
produciendo y el 44% restante se encontraba<br />
improductivo por diversas causas (figura 2). Las<br />
granjas se localizaron en siete de los 10 municipios<br />
del estado, y al igual que las granjas de camarón,<br />
la mayoría se encuentró en el municipio de<br />
Tecomán (figura 3); sin embargo, de las 11 granjas<br />
que hay en este municipio sólo operan cuatro, lo<br />
que representa 36% del espejo de agua disponible.<br />
CUADRO 2. Granjas de tilapia según el tipo de infraestructura. Fuente: SAGARPA con correcciones de la autora.<br />
Categorías<br />
Estanquería<br />
rústica<br />
Tanques de<br />
geomembrana o<br />
concreto<br />
Jaulas<br />
Producción<br />
de crías<br />
Número de granjas 35 6 5 **7<br />
Superficie total espejo de agua (ha) 43 *25 - -<br />
Autorización en materia de impacto ambiental o<br />
regularización (%)<br />
nd nd nd nd<br />
Concesión de agua para uso acuícola (%) 0 0 - 57<br />
Permiso descarga de aguas residuales (%) 0 0 - -<br />
* = 25 tanques con diámetros de 6 y 9 m, volumen disponible para producción: aproximadamente 1 130 m 3 ;<br />
** = dos granjas además de producción de crías se dedican a engorda; nd = no determinado.<br />
Acuicultura y normatividad ambiental<br />
591
FIGURA 2. Espejo de agua disponible y superficie en operación de las granjas de tilapia con estanquería<br />
rústica. Fuente: SAGARPA con correcciones de la autora.<br />
FIGURA 3. Distribución de las granjas de tilapia con estanquería rústica por municipio. Fuente: SAGARPA con<br />
correcciones de la autora.<br />
592 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
En el 2007 se encontraban funcionando las seis<br />
granjas que contaban con tanques de concreto o<br />
geomembrana para el cultivo de tilapia (localizados<br />
en Coquimatlán, Villa de Álvarez, Tecomán<br />
y Minatitlán), los centros productores de<br />
crías (en Manzanillo, Tecomán y Coquimatlán)<br />
y los grupos productores en jaulas (en Manzanillo,<br />
Tecomán y Comala).<br />
Muchas de las granjas de tilapia están exentas<br />
del trámite de autorización en materia de<br />
impacto ambiental debido a su año de construcción;<br />
es muy probable que varias de las granjas<br />
que se construyeron después de que la lgeepa<br />
entró en vigencia no requieran evaluación en la<br />
materia, debido al lugar en donde se construyeron<br />
(terrenos agropecuarios), su tamaño y tipo<br />
de cultivo. Sin embargo, la semarnat deberá<br />
determinar cuáles granjas quedarían exentas de<br />
autorización en materia de impacto ambiental y<br />
cuáles deberán someterse a un proceso de regularización<br />
ante la profepa. Cabe señalar que, en<br />
las fechas en las que se realizó este estudio, algunas<br />
granjas contaban con autorización en la materia<br />
y otras más se regularizaron mediante la<br />
presentación de sus respectivos programas de<br />
mitigación de daños.<br />
En cuanto al uso del recurso agua, las granjas de<br />
tilapia se abastecen de líquido proveniente de<br />
diversas fuentes: canales de riego, pozos profundos,<br />
norias, bordos, manantiales, ríos e incluso<br />
de la laguna de Alcuzahue. En su mayoría las<br />
granjas poseen concesiones para uso agrícola. Al<br />
igual que las granjas de camarón, estas granjas<br />
tampoco contaban con permiso de descarga de<br />
aguas residuales, eso en las fechas referidas en<br />
este estudio.<br />
Análisis de las tendencias<br />
y riesgos ambientales<br />
La producción de camarón de cultivo en el<br />
estado fue de 471 toneladas en el año 2005 y<br />
1 015 en 2006, mientras que para tilapia se produjeron<br />
77 toneladas en 2005 y 106 en 2006<br />
(sagarpa Delegación Colima). A nivel estatal<br />
la acuicultura mostraba una tendencia de crecimiento;<br />
sin embargo, en ocasiones las instituciones<br />
apoyaron proyectos que carecían de<br />
estudios de factibilidad técnica, ambiental y<br />
financiera, que mostraran proyecciones positivas.<br />
Lo anterior puede corroborarse mediante<br />
la comparación entre la superficie disponible<br />
para cultivo de tilapia y la superficie que estaba<br />
en esas fechas en producción (sólo 56%). Además,<br />
como se comentó con anterioridad, la falta<br />
de cumplimiento de la normatividad vigente<br />
que rige este sector productivo (principalmente<br />
autorización en materia de impacto ambiental,<br />
concesión de agua para uso acuícola y permiso<br />
de descarga de aguas residuales), pone en riesgo<br />
la acuicultura y el equilibrio ecológico en la<br />
entidad.<br />
Los impactos que tiene la acuicultura en el<br />
ambiente son variados y algunos de ellos pueden<br />
llegar a ser significativos y permanentes,<br />
desde el momento de preparación del sitio y<br />
construcción de un proyecto acuícola, hasta su<br />
operación y mantenimiento. Afortunadamente<br />
hasta la fecha en la que se realizó este estudio<br />
casi todas las granjas se habían construido en<br />
terrenos agropecuarios, lo que quiere decir que<br />
no se habían hecho cambios drásticos o incompatibles<br />
de uso del suelo y por lo tanto no se<br />
había impactado la vegetación natural. Esta<br />
situación explica por qué no se consideraban<br />
Acuicultura y normatividad ambiental<br />
593
elevantes las afectaciones a la fauna silvestre<br />
debido al establecimiento de estos proyectos<br />
productivos.<br />
La importancia de contar con autorización en<br />
materia de impacto ambiental y cumplir además<br />
con las normas oficiales mexicanas de observancia<br />
obligatoria del sector, refleja el interés del<br />
gobierno y de la sociedad de encaminarse hacia<br />
un desarrollo sustentable; sin embargo, este<br />
objetivo se ve obstaculizado al no considerar los<br />
estudios de impacto ambiental, como requisito<br />
para otorgar los apoyos que se conceden a través<br />
de diversos programas de los tres niveles de<br />
gobierno, diseñados para reactivar la acuicultura<br />
en Colima. La acuicultura será sustentable<br />
solamente si se planifica con rigor y se gestiona<br />
integralmente de acuerdo con la normatividad<br />
ambiental vigente.<br />
Las omisiones a las regulaciones ambientales no<br />
sólo son responsabilidad de las instituciones que<br />
otorgan los apoyos económicos, sino que también<br />
son resultado de la falta de asesoría de los<br />
prestadores de servicios profesionales para el<br />
desarrollo de proyectos acuícolas. Es necesario<br />
contar con asesoría clara y puntual para determinar<br />
cuáles proyectos realmente requieren<br />
autorización en materia de impacto ambiental,<br />
en cualquiera de sus modalidades (informe preventivo<br />
o manifestación de impacto ambiental,<br />
mia), y cuáles quedan exentos de tales procedimientos.<br />
En cuanto al recurso agua, es indispensable que<br />
se empiecen a verificar las autorizaciones de uso<br />
correspondientes, ya que muchas granjas<br />
emplean concesiones agrícolas para actividades<br />
acuícolas, lo que origina un consumo de agua<br />
mayor al registrado ante las autoridades correspondientes.<br />
Esta situación puede afectar seriamente<br />
la disponibilidad y la planeación en la<br />
distribución del recurso.<br />
También debe exigirse que las granjas cuenten<br />
con el permiso de descarga de aguas residuales<br />
correspondiente, debido a que algunas de ellas<br />
pueden estar contaminando de manera preocupante<br />
los cuerpos de agua superficiales o los<br />
mantos freáticos, con el consecuente deterioro<br />
de su calidad y la afectación negativa a la vida<br />
silvestre, tanto acuática como terrestre.<br />
Los desechos orgánicos (restos de alimento,<br />
heces y amonio, entre otros) e inorgánicos (fertilizantes,<br />
cal, antibióticos y otros agentes químicos)<br />
que se generan por la operación y<br />
mantenimiento de una granja, pueden causar<br />
enriquecimiento de nutrientes y alteraciones<br />
físicoquímicas del agua. Esos factores promueven<br />
la eutrofización de los cuerpos receptores,<br />
causando incrementos en la demanda de oxígeno,<br />
producción de sedimentos anóxicos y<br />
gases tóxicos, cambios en las comunidades, disminución<br />
de la diversidad del bentos, alteraciones<br />
en la biodiversidad, desarrollo de especies<br />
resistentes a la contaminación y florecimiento de<br />
fitoplancton. Por lo tanto, es muy importante<br />
cumplir la regulación ambiental vigente, incluyendo<br />
las normas oficiales sobre descargas de<br />
aguas residuales.<br />
Es bien sabido que la acuicultura ha sufrido<br />
graves problemas cuando existen deficiencias<br />
en la prevención, control y vigilancia de las<br />
condiciones sanitarias de la actividad (tal es el<br />
caso de la camaronicultura en Sinaloa y<br />
Sonora), propiciándose una rápida disemina-<br />
594 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
ción y establecimiento de enfermedades, tanto<br />
en las poblaciones cultivadas como en las silvestres<br />
(wwf Chile 2006). Los principales efectos<br />
de estas patologías son el incremento<br />
significativo de la mortalidad, el incremento en<br />
los costos de producción (por aplicación de<br />
antibióticos) y la disminución de la calidad del<br />
producto (wwf Chile 2006).<br />
una de estas instituciones (presentación de programas,<br />
reportes, etc., por parte de cada uno de<br />
los productores que cuenta con sus respectivas<br />
autorizaciones, concesiones o permisos), con el<br />
consecuente vacío de información sobre las afectaciones<br />
ambientales que el desarrollo de la acuicultura<br />
provocó en el estado en ese periodo de<br />
tiempo.<br />
Estos problemas en los procesos productivos no<br />
sólo afectan a la acuicultura, sino que también<br />
impactan de manera importante al ambiente<br />
(acumulación de antibióticos en la columna de<br />
agua y en los sedimentos, así como en organismos<br />
cultivados y silvestres, y mayor resistencia<br />
de organismos patógenos) y ponen en riesgo la<br />
salud pública. Por esta razón es necesario que en<br />
la entidad se realicen acciones que puedan prevenir<br />
problemas futuros de enfermedades humanas,<br />
ocasionadas de manera directa o indirecta<br />
por la actividad acuícola. En el caso del camarón<br />
ya existe el Comité Estatal de Sanidad Acuícola<br />
del Estado de Colima, A.C.<br />
Por último, es importante señalar que las instituciones<br />
que participan en el cuidado del medio<br />
ambiente (semarnat, profepa y conagua),<br />
desafortunadamente en las fechas de este estudio,<br />
no contaban con los recursos necesarios para:<br />
atender de forma inmediata, dar seguimiento y<br />
verificación a los dictámenes de evaluación en<br />
materia de impacto ambiental (competencia de<br />
semarnat), a los programas de mitigación de<br />
daños ambientales (competencia de profepa), y<br />
a las autorizaciones para uso acuícola del recurso<br />
agua y los permisos de descarga de aguas residuales<br />
(competencia de conagua). Por esta<br />
razón no se realizaron con eficacia los programas<br />
de vigilancia ambiental que debe tener cada<br />
Conclusiones<br />
Es urgente que las instituciones y funcionarios<br />
responsables de los distintos programas que<br />
apoyan y regulan el desarrollo de la acuicultura<br />
en la entidad, asuman las medidas necesarias<br />
para que, en primer lugar, aprueben<br />
sólo aquellos proyectos con factibilidad técnica,<br />
económica y ambiental positiva y que,<br />
además, dejen de omitirse requisitos de elegibilidad,<br />
como son la autorización en materia<br />
de impacto ambiental, la concesión de agua<br />
para uso acuícola y el permiso de descarga de<br />
aguas residuales. Sólo de esta manera será<br />
posible tener éxito y permanencia en la acuicultura<br />
del estado y, a la vez, encaminarse<br />
hacia un desarrollo sustentable.<br />
Referencias<br />
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nueva opción. Mazatlán, Sinaloa. II Simposium Internacional<br />
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Inst. Esp. Oceanog. 18(1-4):41-49.<br />
sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología<br />
1988. Ley General del Equilibrio Ecológico y la<br />
Acuicultura y normatividad ambiental<br />
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de 1988 en el Diario Oficial de la Federación. Última<br />
reforma publicada el 9 de enero de 2015.<br />
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<strong>Comisión</strong> Nacional del Agua. 1994. Reglamento<br />
de la Ley de Aguas Nacionales. Publicada<br />
el 12 de enero de 1994 en el Diario Oficial de la<br />
Federación. Última reforma publicada el 20 de julio<br />
de 2015.<br />
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Sustentable del Estado de Colima. Colima.<br />
Publicada el 15 de junio de 2002 en el Periódico Oficial<br />
del Estado de Colima. Última reforma publicada<br />
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Texto vigente. En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 1991. Plan Estatal de Desarrollo 1998-2003.<br />
Publicado el 29 de abril de 1998 en el Periódico<br />
Oficial del Estado de Colima. En: , última consulta: 20 de julio<br />
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En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de<br />
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Texto vigente. En: , última<br />
consulta: 20 de julio de 2015.<br />
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en el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
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consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 1994. nom-011-pesc-1993. Publicada el 23 de<br />
noviembre de 1993 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente. En: , última<br />
consulta: 20 de julio de 2015.<br />
——— . 2001. nom-030-pesc-2000. Publicada el 2000<br />
en el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
En: ,<br />
última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
——— . 2002. nom-em-05-pesc-2002. Publicada el 19<br />
de julio de 2002 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente. En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
sarh. Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.<br />
1992. Ley de Aguas Nacionales. Publicada el<br />
1 de diciembre de 1992 en el Diario Oficial de la<br />
Federación. Texto vigente.<br />
semarnap. Secretaría de Medio Ambiente, Recursos<br />
Naturales y Pesca. 1997. nom-001-ecol-1996. Publicada<br />
el 24 de junio de 1996 en el Diario Oficial<br />
de la Federación. Texto vigente. En: ,<br />
última consulta: 20 de julio de 2015..<br />
——— . 1999. nom-em-001-pesc-1999. Publicada el<br />
24 de septiembre de 1999 en el Diario Oficial de<br />
la Federación. Texto vigente. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
596 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
semarnat. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. nom-059-semarnat-2010.<br />
Publicada el 30 de diciembre de 2010 en el Diario<br />
Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
wwf Chile. World Wild Fund Chile. 2006. Sinopsis de<br />
los impactos y la gestión ambiental en la salmonicultura<br />
chilena. Valdivia, Chile.<br />
Acuicultura y normatividad ambiental<br />
597
Cambios<br />
en la cobertura<br />
vegetal<br />
Tania <strong>Román</strong>-Guzmán<br />
Jorge Alemán Campos<br />
J. Santos Bracamontes Pérez<br />
Rafael Villegas-García<br />
La cobertura vegetal en Colima ha sufrido importantes cambios en los últimos<br />
24 años, según un estudio a nivel nacional realizado con información<br />
de 1976, 1993 y 2000 (Velásquez et al. 2002, Cuevas Arellano 2003). La delegación<br />
de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat)<br />
en la entidad, adoptó estos resultados como la base para elaborar el<br />
diagnóstico preliminar de los bosques del estado (Álvarez-Castillo et al.<br />
2004). Este último estudio mostró que para el periodo de 1976 a 2000 existieron<br />
cambios en las coberturas del terreno en 24.79% de la superficie estatal,<br />
lo que representa casi una cuarta parte del territorio.<br />
Cabe aclarar que no todos los cambios significaron deforestación, o la<br />
pérdida permanente de vegetación natural y el cambio a otro tipo de uso<br />
como la agricultura, los pastizales, la construcción de infraestructura o<br />
de áreas urbanas (fra 2005); los cambios de uso del suelo también incluyeron<br />
modificaciones en el uso de coberturas de agricultura a pastizales,<br />
o de pastizales a suelo urbano o a infraestructura.<br />
Se calcula que en 1976 la superficie forestal en el estado era de 3 633.26 km 2 ,<br />
cantidad que para el 2000 quedó reducida a aproximadamente 2 916.12 km 2<br />
(cuadro 1), lo que representa una pérdida de 717.13 km 2 de bosques (considerando<br />
manglares, palmares, selvas bajas y medianas, bosques de galería,<br />
mesófilo de montaña, encino, pino y pino-encino) y 95.71 km 2 de otros<br />
tipos de vegetación natural, para este periodo de tiempo. Esos 812.84 km 2<br />
totales corresponden a una tasa promedio de deforestación anual de 0.58%<br />
de la superficie total del estado, valor por encima del promedio nacional<br />
598<br />
<strong>Román</strong>-Guzmán, T., J.L. Alemán C., J.S. Bracamontes P. y R.Villegas-García. 2016. Cambios en la cobertura vegetal.<br />
En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 598-605.
(0.43%) y que equivale a perder 3 269 ha de algún<br />
tipo de vegetación natural cada año (Álvarez-<br />
Castillo et al. 2004).<br />
Aproximadamente 62% de la deforestación estatal<br />
se debió a procesos de cambio de uso de terrenos<br />
forestales a agricultura, 34% estuvieron asociados<br />
a las actividades pecuarias, 1.4% a urbanización y<br />
el resto a otras actividades como la minería. Las<br />
coberturas que se incrementaron en superficie<br />
fueron principalmente la agricultura de temporal<br />
con cultivos permanentes y semipermanentes, la<br />
agricultura de riego, los pastizales inducidos y<br />
cultivados y los asentamientos humanos, mientras<br />
que las coberturas que disminuyeron en<br />
mayor medida fueron las que corresponden a selvas<br />
bajas y medianas. Sin embargo, si se considera<br />
la tasa de cambio anual (el porcentaje de pérdida<br />
de área con respecto a su área total), la pérdida fue<br />
mayor en la vegetación de galería, las dunas costeras<br />
y la vegetación de suelos salinos (halófila) y<br />
yesosos (gipsófila) (cuadro 2). Cabe mencionar<br />
CUADRO 1. uperficie, tipo de cobertura vegetal y uso del suelo en y . Fuente: Cuevasrellano .<br />
Tipos de cobertura 1976<br />
Superficie (km 2 )<br />
2000<br />
Superficie (km 2 )<br />
Praderas naturales de alta montaña (sabana) 7.54 8.78<br />
Bosques de pino 19.60 17.65<br />
Mezclas distintas de bosques de pino-encino 132.31 120.03<br />
Bosques de encino 397.42 365.29<br />
Bosque mesófilo de montaña 24.43 23.34<br />
Selva mediana subcaducifolia y caducifolia 665.11 596.15<br />
Selva baja caducifolia y subcaducifolia 2 252.13 1 724.11<br />
Vegetación de galería 91.62 33.00<br />
Vegetación hipsófila y gipsófila 57.77 39.66<br />
Popal-tular 2.23 12.63<br />
Palmares nativos 2.18 1.89<br />
Dunas costeras 27.16 14.74<br />
Manglares 48.46 34.67<br />
Pastizal cultivado e inducido 245.83 519.00<br />
Área sin vegetación aparente 4.04 9.56<br />
Cuerpo de agua continental 80.73 76.09<br />
Asentamiento humano 13.79 92.66<br />
Agricultura de riego, temporal con cultivos anuales,<br />
permanentes y semipermanentes<br />
1 557.05 1 937.19<br />
Total superficie con cobertura vegetal natural 3 727.96 2 991.94<br />
Cambios en la cobertura vegetal<br />
599
que también los cuerpos de agua naturales se han<br />
visto disminuidos paulatinamente, favoreciendo<br />
en algunos casos el incremento de vegetación<br />
hidrófila (adaptada a medios muy húmedos), por<br />
ejemplo el popal-tular.<br />
Se prevé que de continuar las condiciones de<br />
asolve, relleno para uso urbano, contaminación,<br />
disminución de los aportes de agua y la sobreexplotación<br />
para riego, este tipo de vegetación gradualmente<br />
ganará terreno al espejo de agua<br />
(Álvarez-Castillo et al. 2004).<br />
Se observaron cambios en el uso del suelo en las<br />
cuencas Coahuyana y Armería. Debido a que en<br />
estas cuencas se localizan los principales valles<br />
agrícolas del estado; esta actividad ha sido la<br />
principal causa de deforestación.<br />
CUADRO 2. orcentaje de superficie estatal, por tipo de cobertura vegetal y del terreno, y su tasa de cambio<br />
anual estimada para el periodo de . Fuente: Cuevasrellano .<br />
Tipo de cobertura 1969 (%) 2000 (%) Tasa de cambio<br />
anual (%)<br />
Mezclas distintas de bosques de pinoencino<br />
2.35 2.13 -0.38<br />
Bosques de encino 7.06 6.49 -0.33<br />
Selva mediana subcaducifolia y<br />
caducifolia<br />
11.81 10.60 -0.43<br />
Selva baja caducifolia y subcaducifolia 40.01 30.64 -1.06<br />
Asentamiento humano 0.24 1.65 7.89<br />
Cuerpo de agua continental 1.43 1.35 -0.24<br />
Pastizal cultivado e inducido 4.37 9.22 6.68; -0.52<br />
Área sin vegetación aparente 0.07 0.17 3.62<br />
Agricultura de riego, temporal con<br />
cultivos anuales, permanentes y<br />
semipermanentes<br />
27.66 34.43 1.33; -0.12; 20.89<br />
Bosque mesófilo de montaña 4.99 3.31 -0.15<br />
Manglares -1.45<br />
Bosques de pino -0.40<br />
Palmares nativos -0.58<br />
Vegetación de galería -3.99<br />
Vegetación hipsófila y gipsófila -1.50<br />
Dunas costeras -2.39<br />
Praderas naturales de alta montaña<br />
(sabana)<br />
0.67<br />
600 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
Aunque en la cuenca Chacala-Purificación la contribución<br />
de la agricultura y la ganadería a la deforestación<br />
tiene valores similares (cuadro 3), se<br />
tienen los mayores porcentajes de deforestación<br />
debido a la urbanización y la minería, circunstancias<br />
asociadas al crecimiento de la ciudad de<br />
Manzanillo y a la presencia de importantes consorcios<br />
mineros (Álvarez-Castillo et al. 2004).<br />
En el tiempo estudiado, 66% de la deforestación<br />
ocurrió principalmente en los municipios de<br />
Manzanillo, Colima, Ixtlahuacán y Tecomán<br />
(figura 1); sin embargo, es importante considerar<br />
que municipios como Cuauhtémoc y Tecomán<br />
en la actualidad cuentan con bajo porcentaje de<br />
bosques en su territorio, debido a que las pérdidas<br />
de sus áreas boscosas ocurrieron hace más<br />
de 25 años. La ampliación del periodo de análisis<br />
permitiría identificar con certeza las causas de<br />
deforestación (cuadro 4).<br />
CUADRO 3. orcentaje de las superficies deorestadas por cada subcuenca y los principales procesos que<br />
intervinieron durante el periodo . Fuente: lvareCastillo et al. 2004.<br />
Subcuenca<br />
Superficie total<br />
deforestada (%)<br />
Actividades<br />
agrícolas (%)<br />
Actividades<br />
pecuarias (%)<br />
Urbanización<br />
(%)<br />
Otros (%)<br />
Armería 22 76.24 22.82 0.93 0.00<br />
Coahuayana 45 67.93 31.81 0.21 0.05<br />
Chacala-Purificación 33 44.22 44.74 3.40 7.63<br />
FIGURA 1. Porcentaje que corresponde a cada municipio del total de área deforestada en un periodo de 25<br />
aos (). Fuente: lvareCastillo et al. 2004.<br />
Cambios en la cobertura vegetal<br />
601
CUADRO 4. uperficie orestal, al , por municipio. Fuente: lvareCastillo et al. 2004.<br />
Municipio<br />
Superficie forestal<br />
(km 2 )<br />
Superficie forestal estatal<br />
(%)<br />
Superficie forestal municipal<br />
(%)<br />
Armería 192.43 6.60 47.19<br />
Colima 345.32 11.84 46.94<br />
Comala 199.40 6.84 63.84<br />
Coquimatlán 374.14 12.83 70.21<br />
Cuauhtémoc 58.59 2.01 14.41<br />
Ixtlahuacán 258.08 8.85 62.65<br />
Manzanillo 857.55 29.41 64.15<br />
Minatitlán 266.22 9.23 65.25<br />
Tecomán 218.55 7.49 27.73<br />
Villa de Álvarez 142.83 4.90 48.91<br />
Principales causas del cambio<br />
en la cobertura vegetal<br />
Los sistemas naturales han sufrido una serie de<br />
perturbaciones que han ocasionado la transformación<br />
de los ecosistemas primarios (poco modificados,<br />
donde el uso del suelo está determinado<br />
por la vegetación natural) a secundarios (que han<br />
sido explotados parcialmente o se están recuperando<br />
después de su perturbación), lo cual tiene<br />
repercusiones importantes en términos de biodiversidad.<br />
En este momento no es posible cuantificar<br />
tales impactos debido a que se desconocen los<br />
inventarios de especies por tipo de condición de<br />
ecosistemas particulares, sin embargo, según la<br />
información proporcionada por los datos del<br />
estudio de Vegetación y Usos de Suelo Serie III<br />
(inegi 2000), para el 2002 las superficies de bosques<br />
(no se consideraron los palmares nativos, los<br />
manglares, ni los bosques de galería) y selvas primarias,<br />
correspondía a 53.24% y 13.85%, respectivamente.<br />
Esto indica la vulnerabilidad de los<br />
sistemas tropicales a la disminución de sus superficies<br />
como consecuencia de los cambios de uso<br />
del suelo. Las perturbaciones de las áreas boscosas<br />
del estado han sido ocasionadas principalmente<br />
por el pastoreo intensivo, los cambios en<br />
los patrones naturales de incidencia del fuego y<br />
por prácticas de aprovechamiento extractivo inapropiadas,<br />
que junto con los cambios climáticos a<br />
menudo provocan un debilitamiento de las masas<br />
forestales y favorecen condiciones para la aparición<br />
de plagas o enfermedades.<br />
Fuego. En el periodo 2000-2005 se registraron<br />
un promedio anual de 52 incendios con una<br />
afectación de 1 084 ha, situación que se vio disminuida<br />
en los años 2006 (50 incendios en 812.5 ha<br />
afectadas) y en 2007 (49 incendios con 503 ha<br />
afectadas). El estrato más afectado es el matorral<br />
(cuadro 5) (semarnat 2007).<br />
Plagas. Las plagas y enfermedades forestales en<br />
años recientes han afectado de manera impor-<br />
602 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
CUADRO 5. Nmero de incendios orestales y superficie aectada en el periodo . Fuente: datos no<br />
publicados, SEMARNAT .<br />
Año<br />
Número<br />
de<br />
incendios<br />
Pastizal<br />
(ha)<br />
Arbolado<br />
(ha)<br />
Renuevo<br />
(ha)<br />
Arbustos<br />
y matorrales<br />
(ha)<br />
Total<br />
(ha)<br />
2000 31 16.0 4 0 369.0 389.0<br />
2001 48 95.0 45 0 803.0 943.0<br />
2002 49 414.0 158 0 1 300.0 1 872.0<br />
2003 29 12.0 0 2 342.0 356.0<br />
2004 45 82.0 0 4 589.0 675.0<br />
tante los recursos forestales del estado. Las plagas<br />
forestales más importantes son: la termita exótica<br />
(Coptotermes gestroi), considerada plaga de interés<br />
cuarentenario, y el hongo de la tinta del castaño<br />
(Phythopthora cinnamomi) que causa la<br />
declinación del encino.<br />
Los trabajos para el combate y erradicación de la<br />
termita se concentran en la elaboración de diagnósticos<br />
y monitoreos de la plaga y su combate en<br />
sitios donde se tiene confirmada su presencia.<br />
Asimismo, se está elaborando la Norma Oficial<br />
Mexicana para establecer las medidas fitosanitarias<br />
de control, erradicación y prevención de la<br />
diseminación de esta termita. Por su parte, la presencia<br />
del hongo de la tinta del castaño se ha<br />
incrementado en la entidad en los últimos<br />
10 años, afectando actualmente 1 500 ha (cuadro 6).<br />
Otras plagas ocurren por insectos descortezadores<br />
y defoliadores. Sin embargo, se consideran de<br />
baja importancia ya que la superficie afectada por<br />
estos organismos no es significativa, debido en<br />
parte a las actividades de control y saneamiento.<br />
Hasta el momento se desconoce el efecto que cada<br />
uno de estos factores ha tenido sobre la diversidad<br />
biológica local, aspecto que habrá que considerar<br />
como línea de investigación importante.<br />
CUADRO 6. rincipales plagas presentes y superficie aectada y tratada en el periodo .<br />
Fuente: datos no publicados, SEMARNAT .<br />
Plaga o enfermedad<br />
Superficie<br />
afectada (ha)<br />
Superficie<br />
tratada (ha)<br />
Principales métodos<br />
de combate utilizados<br />
Phythopthora cinnamomi 1 500 1 200 Manual-mecánico y biológico (composta<br />
inoculada con Trichoderma)<br />
Descortezadores 50 50 Manual-mecánico<br />
Defoliadores 10 10 Manual-mecánico<br />
Cambios en la cobertura vegetal<br />
603
Conclusiones<br />
Los principales factores que influyeron en el<br />
cambio de uso del suelo en Colima, en el periodo<br />
de 1976 al 2000, fueron el avance de la frontera<br />
agrícola y de las áreas de pastoreo. Los incendios,<br />
las prácticas de aprovechamiento extractivo<br />
inapropiadas, las plagas y las enfermedades<br />
forestales, se han sumado a los procesos de degradación<br />
de los bosques y selvas de la entidad.<br />
ganadería, minería, desarrollo de infraestructura<br />
o avance de las zonas urbanas, entre otros.<br />
4. Identificar aquellas zonas, preferentemente<br />
forestales, estratégicas para recuperar los servicios<br />
y bienes ambientales que prestaban (captación<br />
de agua, hábitat para alguna especie clave,<br />
prioritaria o con cierto nivel de protección) y<br />
definir un plan para rehabilitarlas o restaurarlas,<br />
según sea el caso.<br />
Si bien en el estado aún existen extensiones importantes<br />
de bosques, selvas y otros tipos de vegetación,<br />
estos sistemas están respondiendo de diferente<br />
manera a las presiones derivadas de las actividades<br />
humanas, dado que presentan capacidades distintas<br />
para resistir y recuperarse de los cambios.<br />
Para atender a los problemas inherentes a los<br />
cambios de cobertura que se presentan en la<br />
entidad, se señala la necesidad de desarrollar<br />
algunas líneas estratégicas de trabajo:<br />
1. Definir los límites de las fronteras agropecuarias<br />
en la entidad, tomando en cuenta aspectos<br />
ambientales, económicos y sociales.<br />
5. Conocer los sitios prioritarios para la protección<br />
y conservación del patrimonio natural de la<br />
entidad, las especies clave más vulnerables y su<br />
distribución en el territorio estatal (hot spots), de<br />
tal forma que las autoridades de los tres niveles<br />
de gobierno cuenten con información útil, confiable<br />
y pertinente, de qué sitios son sensibles o<br />
vulnerables, así como la forma en que algunas<br />
actividades favorecen la presencia de ciertas<br />
especies o de procesos ecológicos de interés.<br />
6. Dar seguimiento a la respuesta de las zonas<br />
forestales al manejo del fuego, control de plagas<br />
y enfermedades, para mejorar las acciones que se<br />
implementan.<br />
2. Crear y dar a conocer criterios ecológicos para<br />
establecer diferentes prácticas agrícolas y pecuarias,<br />
o de cualquier otra índole (extracción<br />
minera, desarrollo urbano); vincular los factores<br />
que se deben considerar en la actividad humana<br />
para minimizar los impactos negativos que ésta<br />
genere en el ambiente (fragilidad ecológica, calidad<br />
ambiental); además, tener mecanismos de<br />
ley claros para que se respeten estos criterios.<br />
3. Eficientar el uso del espacio territorial que ha<br />
sufrido deforestación, ya sea por agricultura,<br />
Se sugiere que las diferentes masas forestales en<br />
la entidad tengan un plan maestro de conservación,<br />
manejo y restauración, el cual proporcione<br />
las directrices para el aprovechamiento de recursos,<br />
tanto maderables como no maderables. Éste<br />
deberá buscar el desarrollo de actividades humanas<br />
compatibles con la conservación de los bosques<br />
y selvas (turismo, cacería, sistemas agroforestales),<br />
la protección de bancos de germoplasma,<br />
manejo de áreas de regeneración natural o reforestaciones,<br />
conservación de suelos y protección<br />
de áreas de captación de agua, y definir áreas y<br />
604 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
medidas para restaurar sitios, entre otras acciones.<br />
Se propone que sea un plan que integre los<br />
diferentes objetivos o intereses de las comunidades<br />
dueñas de los terrenos forestales, para hacer<br />
un uso sustentable de ese territorio. Es necesario<br />
que se definan una serie de indicadores prácticos<br />
para dar seguimiento en el corto, mediano y<br />
largo plazo, al estado de conservación o recuperación<br />
de las zonas forestales en la entidad; una<br />
acción específica ha de ser el monitoreo de la<br />
biodiversidad.<br />
Como en el resto del país, los hábitats naturales en<br />
la entidad se contraen, fragmentan y deterioran<br />
paulatinamente, afectando de manera directa o<br />
indirecta a la biodiversidad existente en su territorio.<br />
La pérdida de la diversidad de genes, especies<br />
o ecosistemas, limita las opciones para el desarrollo<br />
actual y futuro. Es por esta razón que los habitantes<br />
de Colima debemos ser más creativos en la<br />
búsqueda de opciones a corto, mediano y largo<br />
plazo, para conciliar los intereses de desarrollo<br />
económico con la conservación ambiental. Para<br />
ello se requiere generar información y dar seguimiento<br />
a la relación hombre-naturaleza que se da<br />
en el estado y corregir el rumbo de nuestros actos,<br />
en los casos necesarios.<br />
Referencias<br />
Álvarez-Castillo, M., T. <strong>Román</strong>-Guzmán, et al. 2004.<br />
Diagnóstico de los bosques en el estado de Colima.<br />
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
(semarnat). Colima.<br />
Cuevas-Arellano, H. 2003. Cambio de la cobertura y<br />
del uso del suelo en el estado de Colima (1976-1993-<br />
2001). Tesis de licenciatura. Universidad Michoacana<br />
de San Nicolás de Hidalgo (umsnh). Morelia,<br />
Michoacán.<br />
fao. Food and Agriculture Organization. 2005. Evaluación<br />
de los recursos forestales mundiales. Resumen<br />
en español. Federal Railroad Administration<br />
(fra), Roma, Italia.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />
Informática. 2000. Carta de Uso Actual del Suelo<br />
y Vegetación Serie III. México. En: , última consulta: 21 de julio de<br />
2015.<br />
semarnat/sagarpa. Secretaría de Medio Ambiente y<br />
Recursos Naturales/Secretaría de Agricultura, Ganadería,<br />
Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.<br />
2007. nom-015-semarnat/sagarpa-2007. Publicada<br />
el 16 de enero de 20097 en el Diario Oficial<br />
de la Federación. Texto vigente. En: ,<br />
última consulta: 21 de julio de<br />
2015.<br />
Velásquez, A., J.F. Mass, et al. 2002. Patrones y tasas de<br />
cambio de uso del suelo en México. Instituto Nacional<br />
de Ecología y Cambio Climático (inecc)/<br />
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
(semarnat). Gaceta inecc 62:21-37.<br />
Cambios en la cobertura vegetal<br />
605
Efectos de los aportes<br />
de agua residual<br />
en la abundancia<br />
de especies<br />
fitoplanctónicas<br />
de las bahías de<br />
Santiago y Manzanillo<br />
Aramis Olivos-Ortiz<br />
Ramón Sosa-Ávalos<br />
Lidia Silva-Íñiguez<br />
Verónica Acosta-Chamorro<br />
Introducción<br />
La ciudad de Manzanillo destaca por su constante desarrollo y expansión<br />
demográfica, tiene la tasa media de crecimiento anual (1990-2000) más<br />
alta del estado (3.05%) (inegi 2001), sin embargo, la falta de planes de<br />
ordenamiento y urbanización se ha traducido en una pobre infraestructura<br />
urbana, originando el vertimiento de las aguas residuales domésticas,<br />
turísticas e industriales, sobre caudales donde se mezclan con las<br />
aguas de lluvia que corren por la superficie (escorrentías pluviales).<br />
Debido a la carencia o ineficiencia en la operación de las plantas de tratamiento,<br />
así como una inadecuada red de alcantarillado y drenaje, es<br />
común observar descargas de agua residual que se practican a cielo<br />
abierto en los principales arroyos, cuerpos internos costeros y al interior<br />
del recinto portuario.<br />
Este tipo de vertidos aportan organismos patógenos y sustancias contaminantes<br />
y hasta 60% de material orgánico, dependiendo del tipo de vertido<br />
y tratamiento previo al que hayan sido sometidos (Metcalf y Eddy<br />
1991). Así, al descomponerse las descargas se liberan elementos como:<br />
carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O), nitrógeno (N) y fósforo (P) presente<br />
en los detergentes, además de sílice (Si) proveniente del lavado continental.<br />
606<br />
Olivos-Ortiz, A., R. Sosa-Ávalos, L. Silva-Iñiguez y V. Acosta-Chamorro. 2016. Efectos de los aportes de agua residual<br />
en la abundancia de especies fitoplanctónicas de las bahías de Santiago y Manzanillo. En: La Biodiversidad en Colima.<br />
Estudio de Estado. conabio. México, pp. 606-609.
urienes fiopancon marino<br />
Los elementos antes mencionados existen en<br />
forma natural disueltos en el agua marina y son<br />
considerados nutrientes esenciales del fitoplancton<br />
marino, es decir, de los organismos microscópicos<br />
que son la base de la cadena trófica<br />
marina (productores primarios). El fitoplancton<br />
asimila estos elementos y el CO 2<br />
atmosférico,<br />
por medio del proceso de fotosíntesis. Por otro<br />
lado, la incorporación de aguas residuales en las<br />
zonas costeras puede dar lugar al fenómeno de<br />
eutrofización, esto es, la fertilización de las aguas<br />
costeras debido a la descarga de nutrientes presentes<br />
en el agua residual, lo que puede generar<br />
la proliferación de organismos fitoplanctónicos.<br />
Este evento generalizado es un Florecimiento<br />
Algal Nocivo (fan) conocido como “marea roja”,<br />
debido a la coloración pardo-rojiza (pueden presentarse<br />
otros colores dependiendo de los pigmentos<br />
primarios) en la columna de agua,<br />
producida por la abundancia de ciertas especies<br />
fitoplanctónicas, como ciertos dinoflagelados.<br />
de grupos taxonómicos presentes en las zonas<br />
litorales, cuando este enriquecimiento se mantiene<br />
de forma prolongada, o en forma de pulsos<br />
con altas concentraciones, se generan cambios<br />
en el agua de mar entre las proporciones de los<br />
elementos (Si:N; N:P y Si:P). Lo anterior genera a<br />
su vez cambios en la composición de especies<br />
fitoplanctónicas locales, interrumpiendo la<br />
cadena alimenticia original y alterando los niveles<br />
tróficos superiores. De esa manera se produce<br />
un efecto directo y negativo en la diversidad de<br />
organismos marinos y en la dominancia de una<br />
sola o algunas especies. Lo anterior puede generar<br />
repercusiones en especies económicamente<br />
rentables de la región, como lo ocurrido en zonas<br />
aledañas de ríos que desembocan en el golfo de<br />
México y el mar Mediterráneo (Justic et al. 1995,<br />
Spatharis et al. 2007). Además de lo anterior, se<br />
suman los problemas de salud, el deterioro del<br />
paisaje y la emisión de malos olores.<br />
El caso de las bahías de Colima<br />
Algunas de estas especies proliferantes son capaces<br />
de producir sustancias tóxicas, las cuales al<br />
entrar a la cadena alimenticia se acumulan en<br />
organismos como moluscos y peces, presentes<br />
en zonas aledañas al sitio de la descarga. De esta<br />
manera, los humanos como consumidores finales<br />
pueden absorber tales sustancias y correr el<br />
riesgo de experimentar intoxicaciones e incluso<br />
la muerte. Cabe aclarar que no todos los eventos<br />
de marea roja resultan nocivos para los humanos.<br />
Si bien la entrada natural de nutrientes de origen<br />
continental estimula la diversidad de especies<br />
fitoplanctónicas y en consecuencia la variedad<br />
Entre septiembre de 2001 y agosto de 2002, Olivos-Ortiz<br />
et al. (2008) realizaron un estudio<br />
sobre la calidad del agua en las bahías de Santiago<br />
y Manzanillo, con la finalidad de identificar<br />
vertidos de agua residual que se practican<br />
sobre las lagunas de Juluapan y del Valle de las<br />
Garzas, al interior de puerto y sobre las cuencas<br />
de los arroyos Santiago y Salahua. Para este estudio<br />
se utilizó una estación de referencia situada a<br />
más de 7 km de la costa y se encontró que las<br />
concentraciones de N, P y Si fueron hasta 3.5<br />
veces más altas en la desembocadura del arroyo<br />
Salahua y hasta cinco veces mayores hacia dentro<br />
del Puerto Interior. Asimismo, se evidenció<br />
que durante la época de lluvias (junio-octubre)<br />
Efectos de los aportes de agua residual en la abundancia de especies fitoplanctónicas<br />
607
los escurrimientos continentales pueden presentar<br />
concentraciones hasta 1.2 veces más elevadas<br />
en la desembocadura del arroyo Santiago y en la<br />
boca de la laguna de Juluapan, como resultado<br />
del incremento de flujos derivados del acarreo<br />
continental. Además, se encontró que en las<br />
cuencas donde se localizan estos cuerpos de<br />
agua existen vertidos de aguas residuales que<br />
incrementan la concentración de nutrientes. Lo<br />
anterior ha generado cambios en las relaciones<br />
estequiométricas de los nutrientes disueltos,<br />
causando la proliferación de especies fitoplanctónicas<br />
nocivas.<br />
Durante 2005 se registró que 42.5% del total de<br />
las especies identificadas en estas bahías fueron<br />
nocivas o tóxicas, según la clasificación de la<br />
<strong>Comisión</strong> Oceanográfica Intergubernamental<br />
de la unesco (Moestrup et al. 2009). Por ejemplo,<br />
en la primavera y el invierno varias especies<br />
de diatomeas (algas dependientes de Si) dominaron<br />
ampliamente, mientras que en verano y<br />
otoño prevalecieron especies de dinoflagelados<br />
(dependientes de N y P). Esta alternancia de<br />
especies se relacionó con los aportes continentales<br />
a través de los arroyos Santiago y Salahua,<br />
durante la época de lluvias, lo que además puede<br />
derivar en una disponibilidad de nutrientes para<br />
que especies oportunistas desplacen a las locales,<br />
lo cual puede generar una alternancia de especies<br />
definitiva en un corto periodo, con importantes<br />
repercusiones ecológicas.<br />
Asimismo, tres eventos de florecimientos algales<br />
fueron identificados: el primero sucedió en abril<br />
y estuvo dominado por el silicoflagelado Dyctiocha<br />
californica, en el área del Puerto Interior, y el<br />
segundo ocurrió en agosto y estuvo dominado<br />
por el dinoflagelado Prorocentrum balticum, en<br />
la misma área. En ambos casos se generaron<br />
altas biomasas que al aglutinarse en las branquias<br />
de los peces causaron su asfixia, pero<br />
además la degradación de esta biomasa fitoplanctónica<br />
provocó el decaimiento de la concentración<br />
de oxígeno disuelto en aguas<br />
superficiales, lo cual agudizó la aparición de<br />
peces muertos. El último caso de florecimiento<br />
se presentó en la misma zona en los meses de<br />
noviembre y diciembre con una dominancia del<br />
ciliado Mesodinium rubrum y varias especies de<br />
dinoflagelados como Ceratium divaricatum,<br />
Cochlodinium polykrykoides y Prorocentrum<br />
micans. En esta ocasión el fan alcanzó la bahía<br />
de Manzanillo, debido al intercambio mareal, y<br />
aunque no se detectó mortandad de peces, al<br />
degradarse el exceso de material orgánico se<br />
generó una espuma y un olor característico que<br />
fue posible percibir en toda el área urbana de la<br />
colonia Las Brisas, y en particular sobre la playa<br />
de la zona.<br />
Estos resultados evidencian la urgente necesidad<br />
de priorizar el ordenamiento urbano y promover<br />
la implementación de infraestructura urbana<br />
(drenaje, alcantarillado y plantas de tratamiento),<br />
que haga posible controlar las descargas<br />
de agua residual. La información, sustentada<br />
con bases científicas, debe ser utilizada para<br />
alertar a las autoridades competentes sobre las<br />
medidas correctivas de los problemas ambientales<br />
derivados del aporte de aguas residuales dentro<br />
de los ecosistemas costeros.<br />
Conclusiones<br />
Durante la época de lluvias las escorrentías continentales<br />
acarrean material orgánico y agua<br />
608 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
esidual, provocando cambios en la concentración<br />
de nutrientes, lo que favorece la presencia<br />
de especies fitoplanctónicas nocivas que generan<br />
mortalidad en peces y otros organismos de<br />
importancia comercial, daños a la salud de quienes<br />
los consumen, y un deterioro estético por<br />
malos olores y alteración del paisaje. Es urgente<br />
que las autoridades competentes asuman las<br />
medidas correspondientes para el correcto<br />
manejo y tratamiento de las aguas residuales,<br />
para evitar que este fenómeno se agudice y que la<br />
población se pueda ver expuesta a intoxicaciones<br />
por ingesta de pescados y mariscos durante los<br />
periodos de florecimiento fitoplanctónico tóxico.<br />
Agradecimientos<br />
Los autores agradecen a la Red Temática sobre<br />
Florecimientos Algales Nocivos de conacyt<br />
(Red fan) por la base de datos facilitada para la<br />
identificación de las especies fitoplanctónicas.<br />
Justic, D., N. Rabalais, et al. 1995. Changes in nutrient<br />
structure of river-dominated coastal waters: stoichiometric<br />
nutrient balance and its consequences.<br />
Estuarine, Coastal and Shelf Science 40:339-356.<br />
Moestrup, Ø., R. Akselman, et al. 2009. ioc-unesco<br />
Taxonomic Reference List of Harmful Micro Algae.<br />
En: , última<br />
consulta: 30 de junio de 2015.<br />
Olivos-Ortiz, A., R. Sosa-Ávalos, et al. 2008. Influencia<br />
de las descargas de agua continental en la concentración<br />
de nutrientes (N, P y Si) en las bahías<br />
de Santiago y Manzanillo, Colima. Iridia 6:47-57.<br />
Spatharis, S., G. Tsirtsis, et al. 2007. Effects of pulse<br />
nutrients inputs on phytoplankton assemblage<br />
structure and blooms in an enclosed coastal area.<br />
Estuarine Coastal and Shelf Science 73:807-815.<br />
Tchobanoglous, G., F.L. Burton y H. David-Stensel.<br />
1991. Wastewater engineering: treatment, disposal<br />
and reuse. McGraw-Hill. Nueva York, Estados<br />
Unidos de América.<br />
Referencias<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía<br />
e Informática. 2001. Anuario Estadístico Colima<br />
2001. Aguascalientes, México. En: , última consulta: 21 de<br />
julio de 2015.<br />
Efectos de los aportes de agua residual en la abundancia de especies fitoplanctónicas<br />
609
Actividades<br />
antropogénicas<br />
que amenazan<br />
a las comunidades<br />
coralinas<br />
continentales:<br />
situación actual<br />
Marco A. Liñán-Cabello<br />
Laura A. Flores-Ramírez<br />
Juan S. Zacarías-Salinas<br />
José F. Cobo-Díaz<br />
Silvia P. Florián-Álvarez<br />
Introducción<br />
A pesar de su gran importancia ecológica en los sistemas oceánicos, los<br />
arrecifes coralinos se encuentran amenazados tanto por causas naturales<br />
como antropogénicas. Dentro de estas últimas la contaminación, sobrepesca,<br />
extracción indiscriminada y la deforestación de los ecosistemas<br />
terrestres asociados, son algunos de los factores que pueden desestabilizar<br />
un ecosistema coralino. Lo anterior provoca fragmentación, blanqueamiento<br />
y bioerosión, interfiriendo en los procesos naturales de<br />
crecimiento y reproducción (Bryant et al. 1997).<br />
En las costas de Colima, en el Pacífico oriental (incluyendo las islas Revillagigedo),<br />
se han registrado 28 especies de corales entre las cuales Pocillopora,<br />
Porites y Pavona figuran como los géneros con mayor número de especies<br />
(riqueza específica) (Reyes-Bonilla et al. 2005). El principal problema que<br />
sufren los arrecifes de coral en la parte continental del estado es el exceso<br />
de sedimento que llega a sus aguas. Ese material proviene de tierras que<br />
han sufrido deforestación y malas prácticas agrícolas, actividades que provocan<br />
el acarreo de pesticidas y nutrientes, produciendo la eutrofización de<br />
la zona costera (Reyes-Bonilla et al. 2002). Con el aumento de los sedimentos<br />
los corales incrementan la producción de mucus, como un mecanismo<br />
de remoción de partículas que también impide la agregación de agentes<br />
patógenos o competidores; sin embargo, dicha defensa implica un incremento<br />
del gasto de energía y con ello un aumento en la respiración del<br />
coral, incrementos que pueden no ser sostenibles por periodos prolongados<br />
de tiempo (Stambler y Dubinsky 2004).<br />
610<br />
Liñán-Cabello, M.A., L.A. Flores-Ramírez, J.S. Zacarías-Salinas, J.F. Cobo-Díaz y S.P. Florián-Álvarez. 2016.<br />
Actividades antropogénicas que amenazan a las comunidades coralinas continentales: situación actual. En: La<br />
Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 610-614.
Estado de salud<br />
de las comunidades de coral<br />
Los sistemas coralinos más representativos del<br />
litoral colimense son La Boquita (19° 06’ 11.97’’ N<br />
y 104° 23’ 41.25’’ O) y Carrizales (19° 05’ 50.90’’ N<br />
y 104° 26’ 15.68’’ O) (figura 1). Entre los estudios<br />
más recientes realizados en esta zona cabe destacar<br />
el de Liñán-Cabello et al. (2006), quienes<br />
durante el verano del 2004 registraron un acomodo<br />
en capas (estratificación) en las poblaciones<br />
del género Pocillopora, respecto al nivel de<br />
afectación por blanqueamiento (pérdida de coloración<br />
por reducción o desaparición de sus algas<br />
simbiontes).<br />
En la población de Carrizales se reconocieron<br />
dos niveles de pigmentación denominados corales<br />
sanos y corales semipálidos, mientras que en<br />
La Boquita se encontró además un tercer morfotipo,<br />
representado por corales totalmente decolorados.<br />
En este estudio se utilizaron diferentes<br />
indicadores moleculares como clorofila a (Cl-a)<br />
y pigmentos carotenoides (PC) asociados a cada<br />
morfotipo, los cuales permiten estimar la presencia<br />
de algas (cuadro 1). Los resultados mostraron<br />
mayores concentraciones, tanto de Cl-a y<br />
PC en los morfotipos asociados a la localidad de<br />
La Boquita, posiblemente porque los corales se<br />
encuentran a una profundidad de 2.5 m y están<br />
expuestos a una mayor exposición lumínica.<br />
Florián-Álvarez evaluó en el 2006 la presión que<br />
el turismo ejerce sobre el arrecife La Boquita, así<br />
como el estado de salud del mismo, comparando<br />
un periodo normal respecto a uno vacacional<br />
(enero-abril del 2005). Los resultados mostraron<br />
que el número de visitantes durante el periodo<br />
vacacional se incrementa casi 400% respecto al<br />
periodo normal (de 36 a 140). De continuar con<br />
esta tendencia el arrecife habrá recibido una presión<br />
turística representada por 25 270 visitas/<br />
año. Los daños al arrecife fueron tipificados en<br />
varias categorías (figura 2) de acuerdo con el<br />
comportamiento asociado a los visitantes, como:<br />
daños al coral ocasionados por las pisadas de las<br />
personas, el anclaje de las embarcaciones, la<br />
remoción de sedimentos por practicantes de<br />
buceo inexpertos y el desprendimiento del coral,<br />
por contacto o remoción, por turistas y prestadores<br />
de servicios (cuadro 2).<br />
CUADRO 1. ndicadores moleculares del blanqueamiento, segn el umbral de decoloración. Cla clorofila a<br />
PC pigmentos carotenoides. Fuente: inCabello et al. 2006.<br />
Sistema coralino<br />
La Boquita<br />
Carrizales<br />
Morfotipo Cl-a PC Cl-a PC<br />
Coral sano (µg cm -2 ) 3.18 0.92 1.02 1.53<br />
Coral semipálido (µg cm -2 ) 3.16 0.71 1.76 2.00<br />
Totalmente decolorado (µg cm -2 ) 1.23 0.30 No encontrado No encontrado<br />
Actividades antropogénicas que amenazan a las comunidades coralinas continentales<br />
611
FIGURA 1. ocaliación de las comunidades arreciales a oquita y Carriales. Fuente: elaboración propia.<br />
612 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
CUADRO 2. Principales signos de afectación de las<br />
comunidades arreciales a oquita y Carriales.<br />
Fuente: inCabello et al. 2006.<br />
Categorías Carrizales La Boquita<br />
Buceo • •<br />
Snorquel<br />
Pesca • •<br />
Daño por anclaje • •<br />
Extracción/<br />
fragmentación<br />
Aporte de sedimentos<br />
• •<br />
Visitantes • •<br />
•<br />
•<br />
Las investigaciones, basadas en técnicas de videotransectos<br />
y análisis de fotografía submarina<br />
(Liñán-Cabello et al. 2006, 2007), revelan que el<br />
mayor deterioro asociado a la salud del arrecife<br />
La Boquita se debe a la inadecuada ubicación<br />
de la infraestructura que comunica a la laguna de<br />
Juluapan con el mar. En la parte cercana a la<br />
desembocadura de la laguna, 7% del arrecife está<br />
sepultado por sedimento, dando origen a una<br />
condición de estrés en los corales asociada a las<br />
relaciones competitivas de macroalgas, disminución<br />
de luz y abatimiento de nutrientes que afectan<br />
la capacidad fotosintética de los dinoflagelados<br />
simbióticos del coral (zooxantelas).<br />
La acción individual o sinérgica de los factores<br />
antropogénicos ha generado la degradación del<br />
hábitat y eventos locales de blanqueamiento,<br />
parcial o total, de los corales durante los meses<br />
de mayor influencia térmica. Las anomalías en la<br />
temperatura, superiores a la media, han sido<br />
registradas durante los meses de junio a octubre,<br />
aunque también se han presentado en los meses<br />
de menor temperatura de la superficie oceánica,<br />
lo cual se asocia con la influencia de la corriente<br />
de california (febrero a mayo). Además, el estado<br />
de vulnerabilidad de las poblaciones afectadas<br />
puede modificar la capacidad de regeneración de<br />
los corales y favorecer la aparición de diversos<br />
tipos de enfermedades.<br />
A pesar de la enorme capacidad de crecimiento<br />
polimórfico y las estrategias de defensa moleculares,<br />
llevadas a cabo para atenuar los eventos de<br />
estrés provocados por la temperatura, los corales<br />
de La Boquita se encuentran bajo un estado de<br />
estrés agudo que puede ocasionar efectos irreversibles<br />
sobre su productividad, adaptabilidad y<br />
capacidad de regeneración. Por otra parte, el<br />
arrecife Carrizales no presenta un problema de<br />
sedimentación debido a su mayor distancia a los<br />
centros de influencia turística y la dificultad de<br />
su acceso, solamente posible mediante embarcaciones.<br />
En este sitio se han identificado ciertos<br />
signos de deterioro asociados a la pesca, como<br />
daños por el anclaje de las embarcaciones y fragmentación<br />
por contacto. Aunque estos factores<br />
no son predominantes en la actualidad sí son<br />
evidentes y representan un factor de deterioro a<br />
la salud de este ecosistema (Flores-Ramírez y<br />
Liñán-Cabello 2007).<br />
Conclusiones<br />
Los arrecifes coralinos de La Boquita y Carrizales<br />
se encuentran bajo diferentes condiciones de<br />
estrés debido al aporte de sedimentos, al impacto<br />
del exceso de turismo y a la sobrepesca. Una<br />
parte del problema actual, prevaleciente en cada<br />
localidad, se origina en la falta de conocimiento<br />
y conciencia por parte de los visitantes y los prestadores<br />
de servicios, además de una insuficiente<br />
Actividades antropogénicas que amenazan a las comunidades coralinas continentales<br />
613
labor por parte de las autoridades para realizar<br />
actividades eficientes de vigilancia, control y<br />
aprovechamiento sostenido de estas comunidades<br />
de arrecifes. Por lo anterior, es urgente aplicar<br />
regulaciones sobre las diversas actividades<br />
antropogénicas que se desarrollan en ambas<br />
localidades; así como en los ecosistemas terrestres<br />
cuyos usos de suelo afectan a los arrecifes de<br />
coral por el acarreo de sedimentos.<br />
Referencias<br />
Bryant, D., L. Burke, et al. 1997. Reefs at risk: a mapbased<br />
indicator of potential threats to the world´s coral<br />
reefs. World Resource Institute (wri). Washington.<br />
Estados Unidos de América.<br />
Flores-Ramírez, L. y M.A. Liñán-Cabello. 2007. Relationships<br />
among thermal stress, bleaching and oxidative<br />
damage in the hermatypic coral, Pocillopora<br />
capitata. Comparative Biochemistry and Physiology<br />
146:194-202.<br />
Florián-Álvarez, P. 2006. Diversos indicadores de<br />
presión antropogénica sobre el arrecife coralino La<br />
Boquita, Manzanillo, Colima, México. Tesis de licenciatura<br />
en administración de recursos marinos.<br />
Universidad de Colima (ucol), México.<br />
Liñán-Cabello, M.A., L. Flores-Ramírez, et al. 2006.<br />
Correlation of chlorophylla and total carotenoid<br />
concentrations with coral bleaching from locations<br />
on the Pacific coast of México. Marine and Freshwater<br />
Behaviour and Physiology 39(4):279-291.<br />
Liñán-Cabello, M.A., D. Hernández-Medina, et al.<br />
2007. Estado actual del arrecife coralino La Boquita,<br />
Colima. IRIDIA 5:10-23.<br />
Reyes-Bonilla, H., L. Calderón Aguilera, et al. 2005.<br />
Atlas de corales pétreos (Anthozoa: Scleractinia) del<br />
Pacífico mexicano. México. Centro de Investigación<br />
Científica y de Educación Superior de Ensenada<br />
(cicese)/<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />
y Uso de la Biodiversidad (conabio)/<br />
Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (conacyt)/Universidad<br />
Autónoma de Baja California<br />
Sur (uabcs)/Universidad de Guadalajara (udg)/<br />
Universidad del Mar (umar).<br />
Reyes-Bonilla, H., R.A. López-Pérez, et al. 2002. El estado<br />
actual de los arrecifes coralinos en el mundo.<br />
Ciencia y Desarrollo 166:12-21.<br />
Stambler, N. y Z. Dubinsky. 2004. Stress effects on<br />
metabolism and photosynthesis of hermatypic corals.<br />
En: Coral Health and Disease. E.A.L. Rosenberg<br />
and Y. Loya (eds.). Springer-Verlag, Berlin,<br />
pp. 195-215.<br />
Zacarías-Salinas, J.S. 2007. Caracterización del fenómeno<br />
de blanqueamiento en las comunidades coralinas<br />
de La Boquita y bahía Carrizales en el verano<br />
de 2004. Tesis de licenciatura en oceanología,<br />
ucol. México.<br />
614 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
Protección<br />
y conservación<br />
de la tortuga marina<br />
en las costas<br />
Antonio Estrada Valencia<br />
Rebeca Serrano Barquín<br />
Juan Andrés Espíndola-Villarón<br />
Descripción<br />
Las tortugas marinas han sobrevivido a fenómenos naturales que han<br />
provocado la extinción de otras especies que fueron sus contemporáneas<br />
en diferentes etapas de la historia del planeta. Estos reptiles se han adaptado<br />
con gran éxito y son miembros importantes de los ecosistemas<br />
marinos de todo el mundo, debido a su capacidad de proliferación, sus<br />
adaptaciones evolutivas y su resistencia para sobrevivir a dificultades y<br />
enemigos naturales (Márquez 1990, Sarty y García 1999). A pesar de lo<br />
anterior, estos atributos les han sido poco útiles para soportar las presiones<br />
ejercidas por los humanos, particularmente durante el siglo XX.<br />
Conforme se ha adquirido mayor conocimiento sobre los hábitos, comportamiento,<br />
distribución y ambientes en que estos organismos se desarrollan,<br />
resulta evidente su alta vulnerabilidad en prácticamente todas las<br />
etapas de su ciclo de vida. La explotación irracional y factores como la<br />
pesca ilegal y la degradación de los hábitats, marinos y costeros, han provocado<br />
la disminución de las poblaciones de tortugas marinas, así como<br />
el potencial reproductivo de varias de sus especies, por lo que ahora son<br />
consideradas amenazadas o en peligro de extinción. En México se presentan<br />
siete de las ocho especies que existen en el mundo, siendo la excepción<br />
la tortuga australiana kikila (Chelonia depressa); de éstas, las<br />
poblaciones con mayor agrupación reproductora en nuestro país son la<br />
golfina (Lepidochelys olivacea), laúd (Dermochelys coriacea) y negra<br />
(Chelonia agassizi). En la actualidad existe una veda total y permanente<br />
Estrada, V.A., R.A. Serrano B. y J.A. Espíndola-Villarón. 2016. Protección y conservación de la tortuga marina en las<br />
costas. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 615-620.<br />
615
hacia la explotación de todas las especies de tortugas<br />
marinas en México (Congreso del Estado<br />
1992, semarnat 2010).<br />
México llegó a contar con uno de los contingentes<br />
más abundantes y diversos de tortugas marinas<br />
en el mundo. En los años sesenta todavía<br />
podían contarse millones de estos reptiles en las<br />
costas mexicanas del Atlántico y del Pacífico.<br />
Amenazas<br />
Los principales factores que afectan a las poblaciones<br />
de tortugas marinas son: 1) pesca ilegal e<br />
incidental, ribereña y de altamar; 2) comercio<br />
ilícito; 3) saqueo de nidos; 4) depredación de<br />
nidos por animales silvestres e introducidos;<br />
5) captura y sacrificio de hembras en las playas<br />
de anidación para la obtención de carne, huevos<br />
y aceite; 6) modificación y degradación del hábitat,<br />
particularmente de las áreas de anidación,<br />
por la tala de manglar, el relleno de áreas, la<br />
construcción de obras en humedales, el dragado<br />
y la deforestación; 7) captura incidental y 8) destrucción<br />
o contaminación de sus hábitats<br />
marinos, producidas por aguas residuales y fertilizantes<br />
(escurrimiento de agroquímicos)<br />
(Márquez 1990, Sarty y García 1999).<br />
Conservación<br />
A continuación se proponen medidas de conservación<br />
que apoyarían las acciones para la protección<br />
de las tortugas marinas que anidan en<br />
Colima:<br />
1. Establecer santuarios para la protección de<br />
las tortugas marinas.<br />
2. Conservar al Potrero Grande (significativa<br />
extensión de tulares y ecosistemas no perturbados)<br />
y Chupadero (bosque de manglar<br />
poco alterado) como áreas naturales protegidas.<br />
3. Restaurar la laguna de Cuyutlán, la cual ha<br />
sido muy explotada por la industria.<br />
4. Reducir los niveles de contaminación por<br />
sedimentos en suspensión y descargas de<br />
drenaje a los cuerpos de agua.<br />
FIGURA 1. rribaón<br />
de tortugas golfinas<br />
(Lepidochelys olivacea).<br />
Foto: Jorge Douglas<br />
Brandon Pliego/<strong>Banco</strong> de<br />
imágenes CONABIO.<br />
616 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
5. Mitigar los impactos negativos generados<br />
por especies introducidas, como la tilapia;<br />
reducir el uso inadecuado de redes de pesca,<br />
cacería furtiva y cultivo de estupefacientes,<br />
así como disminuir la explotación forestal<br />
comercial no controlada.<br />
6. Involucrar a organizaciones sociales e instituciones,<br />
como el Centro Universitario de<br />
Investigaciones Oceanológicas (ceunivo)<br />
de la Universidad de Colima, el Instituto<br />
Nacional de Pesca (crip-Manzanillo), el Instituto<br />
Oceanográfico del Pacífico, así como<br />
otras instituciones, tanto de investigación<br />
(Universidad de Colima, Centro de Investigación<br />
y Educación Superior de Ensenada,<br />
Instituto Manantlán de Ecología y Conservación<br />
de la Biodiversidad, Centro Universitario<br />
de la Costa Sur, Instituto de Ecología,<br />
A.C.) como de gobierno federal (conanp,<br />
semarnat, profepa).<br />
extinta Secretaría de Pesca y sus centros regionales<br />
de investigación pesquera, pertenecientes<br />
al Instituto Nacional de la Pesca. En el año 1987<br />
se realizó la construcción y operación de tres<br />
campamentos tortugueros, para la protección,<br />
conservación, investigación y manejo de las tortugas<br />
marinas, que fueron ubicados en el estero<br />
El Chupadero, municipio de Tecomán, y en las<br />
playas de Oro y El Volantín-Tepalcates, en el<br />
municipio de Manzanillo (Estrada 1987, 1988,<br />
1990).<br />
Actualmente existen en Colima dos campamentos<br />
en funcionamiento: el Centro de Conservación<br />
de Tortuga Marina y Desarrollo Costero El<br />
Chupadero (cctm), en el municipio de Tecomán,<br />
operado por la Secretaría de Medio Ambiente y<br />
Recursos Naturales, y el tortugario de Cuyutlán,<br />
en el municipio de Armería, manejado por el<br />
H. Ayuntamiento de Armería.<br />
Como medida para abatir la merma en las poblaciones<br />
de tortugas, en nuestro país, en 1986 fueron<br />
declaradas como zonas de reserva natural<br />
un total de 17 playas de anidación de tortuga<br />
marina (dof 1986). Asimismo, dada la necesidad<br />
de proteger y conservar a las tortugas marinas<br />
que se reproducen en las costas de México, el<br />
gobierno federal ha establecido campamentos<br />
tortugueros, tanto en el Pacífico como en el<br />
Golfo de México.<br />
En Colima la protección de las tortugas marinas,<br />
golfina (Lepidochelys olivacea), laúd (Dermochelys<br />
coriacea) y prieta (Chelonia agassizi), inició en el<br />
año de 1966 con el establecimiento del primer<br />
campamento móvil en la playa Boca de Pascuales,<br />
a cargo del Departamento de Pesca. Posteriormente,<br />
dicha labor fue realizada por la<br />
Debido a la reducción del presupuesto asignado<br />
a la semarnat, el cctm se vio en la necesidad de<br />
buscar financiamiento en diversas empresas. En<br />
1998 seis de las principales empresas del estado<br />
conformaron el Patronato Vida Silvestre, A.C.,<br />
primero en su tipo en la costa del Pacífico. El<br />
patronato ha apoyado al cctm en sus objetivos<br />
de conservar y proteger las especies en peligro de<br />
extinción que se encuentran en Colima, siendo la<br />
tortuga marina una prioridad. De esta manera,<br />
la delegación federal de la semarnat en el estado<br />
y el Patronato Vida Silvestre, A.C., elaboraron la<br />
propuesta para crear santuarios en las playas<br />
más importantes, para el desove de las tortugas<br />
marinas dentro del estado, entre las que se<br />
encuentra el Santuario Boca de Apiza-Estero El<br />
Tecuanillo.<br />
Protección y conservación de la tortuga marina en las costas<br />
617
antuario oca de piaEstero<br />
El Tecuanillo<br />
Se localiza en el municipio costero de Tecomán y<br />
abarca una longitud aproximada de 25 km, con<br />
una anchura de playa que varía (incluyendo zona<br />
federal y terrenos ganados al mar) entre 24 y 60 m,<br />
arrojando una superficie total estimada de 60 ha.<br />
En esta zona se ha registrado el desove de tres de<br />
las siete especies de tortugas marinas que existen<br />
en México: golfina (Lepidochelys olivacea), laúd<br />
(Dermochelys coriacea) y prieta (Chelonia agassizi).<br />
Dichas especies están protegidas por la legislación<br />
y normatividad ambiental mexicana (dof<br />
2002b) y por la legislación ambiental internacional<br />
(dof 1992b). Durante el lapso de 15 años se<br />
han liberado en total 710 817 crías de tortuga<br />
(2 289 laúd, 408 prieta y 708 120 golfina), registrándose<br />
con un porcentaje promedio de emergencia<br />
de 66.72%, valor que en los últimos siete<br />
años se ha incrementado a 79.25%.<br />
Los sitios propuestos cuentan, en su zona colindante,<br />
con infraestructura mínima necesaria<br />
para apoyar en la protección y conservación de<br />
la tortuga marina. En el campamento tortuguero<br />
El Chupadero, el número promedio de sitios<br />
protegidos varía en cada temporada. Los principales<br />
cuerpos de agua colindantes a los sitios<br />
propuestos son los esteros El Chupadero, Boca<br />
de Apiza, Estero del Ahogado, El Caimán y El<br />
Tecuanillo. La vegetación predominante es<br />
matorral espinoso y selva baja caducifolia.<br />
Los objetivos propuestos para el santuario en<br />
cuestión son: 1) asegurar la protección y conservación<br />
de la tortuga golfina (L. olivacea), laúd<br />
(D. coriacea) y prieta (C. agassizi), tanto de hembras<br />
anidadoras como de huevos y crías; 2) proteger<br />
el hábitat donde se lleva a cabo la fase<br />
reproductiva de estas especies, asegurando que<br />
ésta transcurra sin perturbaciones; 3) garantizar el<br />
adecuado manejo de nidos, huevos y crías para<br />
dar continuidad a un reclutamiento sostenido de<br />
nuevos individuos a la población.<br />
En la propuesta del Santuario Boca de Apiza-El<br />
Tecuanillo se incluye un programa de manejo y<br />
protección sobre tortugas marinas que está a<br />
cargo de la conanp y la delegación semarnat<br />
FIGURA 2. Eclosión<br />
de tortugas golfinas<br />
(Lepidochelys olivacea).<br />
Foto: Pablo Casacuevas<br />
Casamitjana/<strong>Banco</strong> de<br />
imágenes CONABIO.<br />
618 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
Colima. Desde 1987 se han monitoreado de<br />
manera permanente estas playas, con el objetivo<br />
de proteger las nidadas y tortugas de las diferentes<br />
especies que salen a desovar. En el programa<br />
de manejo se plantea realizar investigación<br />
básica sobre algunos datos físicos y biológicos<br />
que tienen estrecha relación con las condiciones<br />
poblacionales y reproductivas de las tortugas,<br />
tales como: temperatura ambiental, dirección y<br />
velocidad del viento, marcaje, número de crías<br />
liberadas, número de hembras anidadoras y<br />
nidadas encontradas, porcentaje de sobrevivencia,<br />
porcentaje de avivamiento, precipitación<br />
pluvial, fases lunares, número de huevos por<br />
nido y porcentaje de mortalidad. Es necesario<br />
fomentar la estandarización para colecta y análisis<br />
de datos en relación con los monitoreos<br />
poblacionales realizados en los demás campos<br />
tortugueros en el estado, incluyendo la toma de<br />
datos biométricos y parámetros ambientales,<br />
dietas y tallas de crecimiento en cautiverio. En<br />
cuanto a los ecosistemas colindantes, se cuenta<br />
con estudios elaborados conjuntamente con el<br />
Gobierno del Estado de Colima, orientados a la<br />
formulación del decreto mediante el cual se establece<br />
el área natural protegida propuesta.<br />
La situación legal del sitio propuesto corresponde<br />
a la zona intermareal (playa), y la zona<br />
federal marítimo-terrestre y terrenos ganados al<br />
mar; por lo que necesariamente convergen los<br />
esfuerzos de los diferentes niveles de gobierno y<br />
múltiples organizaciones sociales: 1) por parte<br />
de la Federación participan dependencias como<br />
la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales, a través de la <strong>Comisión</strong> Nacional de<br />
Áreas Naturales Protegidas, la Procuraduría<br />
Federal de Protección al Ambiente, la Dirección<br />
General de Vida Silvestre, la Procuraduría General<br />
de la República, las secretarías de la Defensa<br />
Nacional y de Marina; 2) autoridades municipales<br />
como la policía preventiva y 3) grupos sociales<br />
organizados, como los comités de vigilancia<br />
ambiental participativa en materia de recursos<br />
marinos, el Patronato de Vida Silvestre, A.C. y<br />
organizaciones no gubernamentales (ong) como<br />
Bios-Iguana y Arquelón. El financiamiento que<br />
tiene el actual campamento (cctm) se seguirá<br />
respetando, con la salvedad que se redoblarán<br />
esfuerzos para encontrar nuevos esquemas que<br />
apoyen y fortalezcan los objetivos principales del<br />
área propuesta. Actualmente el sitio cuenta con<br />
infraestructura mínima necesaria para llevar a<br />
cabo la protección y conservación de la tortuga<br />
marina: caminos, carreteras, agua y luz. El cctm<br />
cuenta con oficinas, área de incubación, estanquería,<br />
pozo para bombeo de agua marina, cuatrimotos<br />
y personal contratado.<br />
Conclusiones<br />
Si bien los resultados obtenidos por los campamentos<br />
en Colima han sido alentadores, existe<br />
aún la necesidad de proteger un mayor número<br />
de playas y otorgarles un estatus jurídico que<br />
proporcione un marco legal más definido para<br />
las acciones de protección y conservación que en<br />
ellas se llevan a cabo.<br />
En 1986, diferentes playas de Michoacán y<br />
Jalisco fueron declaradas por la Federación<br />
como santuarios para la protección de las áreas<br />
de anidación de tortugas marinas (inecc y<br />
semarnat 1986). Considerando que dichas entidades<br />
federativas son colindantes a los límites<br />
sur y norte de Colima, así como a la naturaleza<br />
migratoria de estas especies, la declaración de<br />
Protección y conservación de la tortuga marina en las costas<br />
619
santuarios en las playas de anidación de Colima<br />
debe ser una prioridad, ya que es muy probable<br />
que las tortugas que anidan en estas regiones<br />
(Colima, Jalisco y Michoacán) pertenezcan a las<br />
mismas poblaciones. Con el establecimiento de<br />
santuarios en la entidad se reforzaría la aplicación<br />
de estrategias de protección y conservación<br />
de las tortugas marinas, a lo largo de la región<br />
central de la costa del Pacífico.<br />
Por otra parte, la figura de santuario, enmarcada<br />
en lo tipificado en la Ley General del Equilibrio<br />
Ecológico y la Protección al Ambiente (lgeepa)<br />
(dof 1988), se adecua administrativa, operativa<br />
y conceptualmente a los resultados obtenidos,<br />
tales como la educación lograda en la población<br />
civil del estado, como lo refleja la existencia de<br />
grupos voluntarios que desarrollan actividades<br />
de protección y manejo de tortugas marinas. La<br />
necesidad de coordinación institucional de los<br />
esfuerzos federales y ciudadanos es otro aspecto<br />
importante que justifica las acciones propuestas<br />
para la protección de tortugas marinas en<br />
Colima.<br />
Referencias<br />
Congreso del Estado. 1992. Decreto promulgatorio de<br />
la Convención Sobre el Comercio Internacional de Especies<br />
Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre (cites).<br />
Publicado el 6 de marzo de 1992 en el Diario<br />
Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
Estrada, V.A. 1987. Elaboración del programa técnico:<br />
Protección y conservación de la tortuga marina en<br />
las costas del estado de Colima (playa de Oro y playa<br />
Boca de Apiza-Chupadero), temporada 1987-1988.<br />
Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (sedue).<br />
Colima, Colima.<br />
Estrada, V.A. 1988. Elaboración del programa técnico:<br />
Protección y conservación de la tortuga marina en<br />
las costas del estado de Colima, temporada 1988-<br />
1989. sedue. Colima, Colima.<br />
——— . 1990. Informe final de las actividades desarrolladas<br />
en el Programa de conservación de las tortugas marinas<br />
en el estado de Colima, temporada 1989-1990,<br />
campamentos tortugueros Boca de Apiza-Chupadero<br />
y Volantin-Tepalcates. sedue. Colima, Colima.<br />
inecc y semarnat. Instituto Nacional de Ecología y<br />
Cambio Climático y Secretaría de Medio Ambiente<br />
y Recursos Naturales. 1986. decreto 2479 “por el<br />
que se determinan como zonas de reserva y sitios<br />
de refugio para la protección, conservación, repoblación,<br />
desarrollo y control, de las diversas especies<br />
de tortuga marina, los lugares en que anida y<br />
desova dicha especie”. Publicado el 29 de octubre<br />
de 1986 en la Gaceta Ecológica, Secretaría de Desarrollo<br />
Social (sedesol).<br />
Márquez, M.R. 1990. Sea turtles of the world. Food<br />
and Agriculture Organization (fao). Fisheries Synopsis.<br />
Rome.<br />
Sarty, L. y N. García. 1999. Estimación del tamaño<br />
de la población anidadora de tortuga laúd Dermochelys<br />
coriacea y su distribución en el Pacifico<br />
mexicano. En: Manual para la toma de datos y organización<br />
de la información en los campamentos<br />
tortugueros del proyecto. Instituto Nacional de Pesca<br />
(inapesca). México.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
620 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
Tráfico de flora<br />
y fauna silvestres<br />
Julia Alejandra Maldonado-Orozco<br />
Introducción<br />
En las últimas décadas, la diversidad de flora y de fauna silvestres se ha<br />
visto afectada como resultado de la combinación de factores económicos,<br />
políticos, jurídicos y sociales. En este contexto es una gran responsabilidad<br />
compartida –entre autoridades ambientales, sociedad civil, instituciones<br />
educativas y de investigación–, proteger, conservar y aprovechar<br />
sustentablemente la riqueza natural de México. Ello implica reducir los<br />
impactos nocivos que provocan la deforestación, la pérdida de la biodiversidad,<br />
la erosión de los suelos, la desertificación creciente y la contaminación<br />
del aire, suelo y agua, entre otros.<br />
Uno de los aspectos importantes de la gestión ambiental es la procuración<br />
de justicia ambiental, entendida como el estricto cumplimiento de la<br />
legislación ambiental, de manera íntegra y transparente. En ella se busca<br />
hacer partícipe a la sociedad de instrumentos y procedimientos jurídicos<br />
que permitan la defensa y protección de los recursos naturales, mediante<br />
la atención a las organizaciones civiles, comunidades y poblaciones, quienes<br />
señalan actos que impactan negativamente el medio ambiente, en<br />
particular a la flora y a la fauna silvestres.<br />
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (profepa), tiene<br />
como objetivo frenar, contener y revertir el deterioro del entorno,<br />
mediante acciones transversales con los tres niveles de gobierno (federal,<br />
estatal y municipal). Esto implica el desarrollo de actividades coordinadas<br />
con otras dependencias de justicia de la administración pública federal<br />
Maldonado-Orozco, J.A. 2016. Tráfico de flora y fauna silvestres. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 621-631.<br />
621
y con amplios sectores de la sociedad, siempre en<br />
defensa de nuestro patrimonio, creando con ello<br />
nuevos y mayores alcances en el cuidado y protección<br />
del medio ambiente y los recursos naturales<br />
(figura 1).<br />
última categoría, así como 143 que solamente<br />
existen en la República Mexicana (endémicas)<br />
(semarnat 2000). Según esta normativa, la posesión<br />
de ejemplares de fauna y flora silvestres<br />
incluidos en alguna categoría de protección, sin la<br />
autorización por parte de la autoridad competente,<br />
constituye un delito federal, de acuerdo con<br />
el artículo 420 del Código Penal Federal, que conlleva<br />
una pena de hasta nueve años de cárcel y tres<br />
mil días de multa.<br />
Problemática<br />
FIGURA 1. Tucán real (Ramphastos sulfuratus)<br />
ejemplar decomisado por la PROFEPA en Colima.<br />
Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />
Legislación<br />
Los principales factores que amenazan a la biodiversidad<br />
son: la expansión de la frontera<br />
agropecuaria, las explotaciones forestales, la<br />
introducción de especies exóticas, la presencia<br />
de plagas y enfermedades, la cacería, el tráfico y<br />
el comercio ilegal de especies, productos y subproductos<br />
de vida silvestre.<br />
El aprovechamiento, protección y conservación<br />
de la flora y fauna silvestres son actividades que<br />
se encuentran reguladas a nivel nacional por la<br />
Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección<br />
al Ambiente (lgeepa), así como por la Ley<br />
General de Vida Silvestre (lgvs) y su Reglamento<br />
(sedue 1988, dof 2000).<br />
La nom-59-semarnat-2010 (semarnat 2010)<br />
asigna categorías de riesgo o estatus de conservación<br />
a algunas especies de flora y fauna silvestres<br />
de nuestro país, y define su inclusión en las listas<br />
de la Convención Sobre el Comercio Internacional<br />
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres<br />
(cites). En el país existen 2 405 especies<br />
bajo protección especial, raras, amenazadas o en<br />
peligro de extinción, sobresaliendo 277 en esta<br />
Las principales rutas de tráfico ilegal de vida silvestre<br />
en México se originan en los estados del sur<br />
y sureste y se dirigen hacia el centro del país, utilizando<br />
las vías de comunicación terrestre del<br />
golfo de México, principalmente las ubicadas en<br />
los estados de Veracruz (vertiente del golfo, norte<br />
y centro), Sinaloa, Durango, Nayarit y Michoacán.<br />
La movilización de ejemplares, productos y<br />
subproductos de vida silvestre tiene como principales<br />
objetivos las ciudades de Guadalajara,<br />
Jalisco, León, Guanajuato y México, D.F.<br />
Acciones<br />
La protección de las especies de fauna y flora silvestres<br />
constituye uno de los retos más impor-<br />
622 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
FIGURA 3. Cotorras cuchas (Amazona autumnalis) que<br />
se comercialiaban sin autoriación en las calles de<br />
la ciudad. Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />
FIGURA 2. aulas con aves que se comercialiaban<br />
en las calles de la ciudad. Foto: Julia Alejandra<br />
Maldonado Oroco.<br />
tantes de la gestión ambiental. En este sentido, la<br />
conservación de estas especies se ha orientado<br />
con base en los siguientes objetivos:<br />
FIGURA 4. Iguanas verdes (Iguana iguana) atadas para<br />
su venta. Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />
• Combatir el tráfico ilegal de ejemplares, productos<br />
y subproductos de vida silvestre en<br />
mercados y tianguis del país (figura 2).<br />
• Combatir la captura, acopio y comercialización<br />
ilícita de ejemplares, productos y subproductos<br />
de vida silvestre (figuras 3 y 4).<br />
• Verificar el cumplimiento de la normatividad<br />
aplicable en las unidades de manejo<br />
para la conservación de la vida silvestre<br />
(uma), extensivas e intensivas, y en las<br />
comercializadoras (acuarios, tiendas de<br />
mascotas, veterinarias y tianguis) (figura 5).<br />
FIGURA 5. Ciervo rojo (Cervus elaphus) en la UMA El<br />
eregrino. Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />
Tráfico de flora y fauna silvestres<br />
623
• Verificar el cumplimiento de la normatividad<br />
en circos, parques recreativos y otros<br />
espectáculos ambulantes (figura 6).<br />
• Incrementar la participación social en el<br />
cumplimiento de la legislación ambiental,<br />
en materia de vida silvestre, mediante la<br />
instalación de comités de vigilancia<br />
ambiental participativa (figura 7).<br />
FIGURA 7. Liberación de crías de tortugas marinas<br />
de la especie golfina (Lepidochelys olivacea) en el<br />
campamento El Chupadero, en Tecomán. Foto: Julia<br />
lejandra Maldonado Oroco.<br />
FIGURA 6. Tigres (Panthera tigris) en ehibición para<br />
circo. Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />
En Colima, durante los últimos años se han realizado<br />
acciones permanentes para combatir el tráfico<br />
ilegal de especies silvestres. Como ejemplo de<br />
esto, durante el periodo 2000-2007 se iniciaron<br />
un total de 528 inspecciones a uma, viveros, circos,<br />
comercializadoras y colecciones particulares.<br />
Se llevaron a cabo 163 operativos, se atendieron<br />
127 denuncias populares y se elaboraron 60 peritajes<br />
en identificación de ejemplares, partes y<br />
derivados de vida silvestre (cuadro 1).<br />
CUADRO 1. cciones de inspección realiadas en materia de vida silvestre durante el periodo .<br />
() os datos del corresponden solamente al primer semestre () se desconoce la cantidad eacta.<br />
Fuente: datos no publicados, PROFEPA <br />
Inspecciones 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />
Tortuga marina 1 4 28 10 10 6 9 4 72<br />
uma 0 2 4 1 9 0 13 12 41<br />
Viveros 0 17 26 4 18 13 13 9 100<br />
Circos 2 2 1 1 1 2 6 1 16<br />
Colecciones<br />
particulares<br />
0 0 0 0 2 3 0 4 9<br />
Otros 29 26 5 33 38 30 20 13 194<br />
624 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
Cuadro 1, continúa<br />
Operativos 12 15 18 23 28 32 22 13 163<br />
Denuncias ** ** 9 21 27 34 18 18 127<br />
Peritajes 3 4 5 4 8 15 16 5 60<br />
Total 44 68 88 57 83 67 69 52 528<br />
CUADRO 2. seguramiento de ejemplares de flora silvestre durante el periodo . () os datos del<br />
corresponden solamente al primer semestre () se desconoce la cantidad eacta. Fuente: datos no<br />
publicados, PROFEPA .<br />
Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />
Flora en general 0 3 049 274 0 5 141 0 0 0 8 464<br />
Cactáceas 0 7 828 ** 0 0 0 0 0 7 828<br />
Patas de elefante 0 145 100 0 3 225 60 082 21 41 63 614<br />
Cycas 0 22 48 21 3 416 896 0 248 4 651<br />
Zamias 0 29 50 0 ** 3 030 0 3 3 112<br />
Palmas triangulares 0 3 2 0 16 1 4 2 28<br />
Helechos<br />
arborescentes<br />
0 42 6 0 0 2 0 0 50<br />
Agaves 0 19 0 0 0 0 0 0 19<br />
Bromelias 0 0 7** 1 000 0 0 0 0 1 007<br />
Total 0 11 137 487 1 021 11 798 64 011 21 294 88 769<br />
CUADRO 3. seguramiento de ejemplares de auna silvestre durante el periodo . () os datos del<br />
corresponden solamente al primer semestre. Fuente: datos no publicados, PROFEPA .<br />
Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />
Fauna en general 10 25 61 0 43 0 0 0 139<br />
Mamíferos 24 8 3 4 121 19 16 13 208<br />
Caballitos de mar 0 0 0 0 0 1 0 0 1<br />
Aves 83 405 15 16 9 153 11 18 710<br />
Reptiles 182 99 25 70 20 32 34 0 462<br />
Total 299 537 104 90 190 205 61 31 1 517<br />
Tráfico de flora y fauna silvestres<br />
625
CUADRO 4. seguramiento de ejemplares disecados de auna silvestre durante el periodo . () os<br />
datos del corresponden solamente al primer semestre. Fuente: datos no publicados, PROFEPA .<br />
Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />
Mamíferos 0 0 0 0 0 0 4 2 6<br />
Caballitos de mar 0 0 0 0 0 0 99 0 99<br />
Aves 0 0 0 0 0 0 1 0 1<br />
Reptiles 0 0 0 0 0 0 30 1 31<br />
Total 0 0 0 0 0 0 134 3 137<br />
CUADRO 5. seguramiento de artículos elaborados con piel de auna silvestre durante el periodo .<br />
() os datos del corresponden solamente al primer semestre. Fuente: datos no publicados, PROFEPA<br />
.<br />
Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />
Pares de zapatos 0 0 0 0 0 0 0 1 1<br />
Pares de botas 70 98 238 0 0 0 0 4 410<br />
Cinturones 16 11 51 0 0 0 0 4 82<br />
Billeteras 0 0 12 0 0 0 0 0 12<br />
Toquillas 0 10 0 0 0 0 0 0 10<br />
Total 86 119 301 0 0 0 0 9 515<br />
CUADRO 6. seguramiento de pieas cobradas de auna silvestre en actividades cinegticas durante el<br />
periodo . () os datos del corresponden solamente al primer semestre. Fuente: datos no<br />
publicados, PROFEPA .<br />
Aseguramientos 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />
Mamíferos 0 1 0 0 0 0 1 0 2<br />
Aves 38 72 0 0 15 0 0 0 125<br />
Reptiles 1 14 0 0 0 0 0 0 15<br />
Total 39 206 0 0 15 0 1 0 261<br />
Durante este periodo (2000-2007), se aseguraron<br />
precautoriamente 88 769 ejemplares de flora<br />
silvestre, 1 517 ejemplares de fauna silvestre,<br />
913 piezas de productos y subproductos de fauna<br />
silvestre y 30 kg de carne (cuadros 2, 3, 4, 5 y 6).<br />
De 2006 a 2007, la profepa en Colima recibió<br />
147 ejemplares de fauna silvestre (120 reptiles),<br />
entregados de manera voluntaria. Algunos fueron<br />
encontrados heridos o enfermos, rescatados del<br />
maltrato, o fueron colectados por personas que no<br />
626 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
CUADRO 7. Ejemplares de fauna silvestre entregados voluntariamente a la PROFEPA durante el periodo<br />
. () os datos del corresponden al primer semestre () se desconoce la cantidad eacta.<br />
Datos no publicados, PROFEPA .<br />
Ejemplares entregados 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007* Total<br />
Mamíferos 4 1 — — — — 6 3 14<br />
Aves 0 0 — — — — 16 0 16<br />
Reptiles 2 13 — — — — 120 0 135<br />
Invertebrados 0 1 — — — — 2 0 3<br />
Total 6 15 ** ** ** ** 144 3 168<br />
El corresponde al primer semestre, se desconoce la cantidad eacta<br />
.<br />
saben qué hacer con ellos y los entregan a las autoridades.<br />
Durante el periodo completo, 2000-2007,<br />
se entregaron más de 168 ejemplares de fauna silvestre,<br />
con la consideración de que no existen<br />
datos para el periodo 2002-2005 (cuadro 7).<br />
Entre los ejemplares de fauna silvestre entregados<br />
de manera voluntaria resaltan los siguientes<br />
grupos: felinos: tigrillo (Leopardus wiedii, figura 8)<br />
y onza o jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi,<br />
figura 9); iguanas: verde (Iguana iguana) y negra<br />
(Ctenosaura pectinata); aves rapaces: aguilillas y<br />
queleles (figura 10); y serpientes: boas (Boa<br />
constrictor), entre otros.<br />
esino e a ora auna<br />
silvestres incautados<br />
Según los procedimientos administrativos<br />
implementados por la profepa Colima, los<br />
ejemplares, partes y derivados, productos y<br />
subproductos de flora y fauna silvestres son<br />
decomisados a favor de la nación. De acuerdo<br />
con el artículo 174 bis de la lgeepa y al artículo<br />
129 de la lgvs, estos pueden venderse, rema-<br />
FIGURA 8. Tigrillo joven (Leopardus wiedii).<br />
Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />
tarse en subasta pública, donarse a organismos<br />
públicos, instituciones científicas públicas o<br />
privadas y unidades que realicen actividades de<br />
conservación de la vida silvestre, enseñanza<br />
Tráfico de flora y fauna silvestres<br />
627
superior o la beneficencia. Se puede conceder el<br />
internamiento temporal en un centro de conservación<br />
o institución análoga, con el objetivo<br />
de rehabilitar al ejemplar decomisado, hasta<br />
dar paso a la liberación en su hábitat natural, o<br />
bien se puede determinar su destrucción, imposibilitando<br />
su aprovechamiento cuando se trate<br />
de productos o subproductos de flora y fauna<br />
silvestres que pudieran transmitir alguna<br />
enfermedad.<br />
Acciones por realizar<br />
FIGURA 9. Cachorro de jaguarundi (Herpailurus<br />
yagouaroundi). Foto: ulia lejandra Maldonado<br />
Oroco.<br />
Es muy importante continuar con las acciones<br />
de prevención, principalmente en las escuelas,<br />
mediante la información a los ciudadanos de la<br />
importancia que tiene la protección y conservación<br />
de los recursos naturales. También es necesario<br />
dar a conocer aquellos actos que infringen<br />
la legislación ambiental en materia de vida silvestre<br />
y sus consecuencias legales y ambientales,<br />
dado que muchas personas actúan por desconocimiento.<br />
Es necesario continuar con las actividades de<br />
inspección y vigilancia, así como la concientización<br />
y capacitación a los cuerpos de seguridad de<br />
los tres niveles de gobierno, para frenar y evitar<br />
el tráfico ilegal de flora y fauna silvestre, y buscar<br />
acciones alternativas para aquellas personas o<br />
lugares que lo solicitan.<br />
FIGURA 10. Quelele o quebrantahuesos (Polyborus sp.).<br />
Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />
Las comercializadoras de flora y fauna silvestres<br />
requieren contar con un adecuado sistema de<br />
marcaje para invertebrados (tarántulas), anfibios<br />
(ranas o salamandras) y reptiles (serpientes), así<br />
como para los artículos elaborados con piel de<br />
fauna silvestre.<br />
628 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
Los vendedores ambulantes requieren mayor<br />
información y alternativas de ingresos económicos<br />
para evitar la reincidencia en el tráfico de<br />
fauna y flora silvestres.<br />
En el tráfico de productos de tortuga marina es<br />
necesario ofrecer alternativas productivas a los<br />
grupos marginales que se dedican a esta actividad.<br />
Los viveros, al igual que las comercializadoras,<br />
deben mejorar la técnica de marcaje de ejemplares.<br />
Las uma extensivas, dedicadas a la actividad<br />
cinegética, deben mejorar el control de la cacería<br />
furtiva, en especial por personas ajenas a los ejidos<br />
o predios, así como ejercer un mayor control<br />
sobre los animales cazados.<br />
Conclusiones<br />
En Colima se han logrado establecer buenos<br />
niveles de control sobre aquellos establecimientos<br />
dedicados a la comercialización de ejemplares,<br />
partes y derivados de vida silvestre. De<br />
manera general, los establecimientos existentes<br />
acreditan su legal procedencia y posesión al<br />
momento de las visitas de inspección. Como<br />
ejemplo de esto los comerciantes de piel para calzado<br />
y las zapaterías han cambiado su giro hacia<br />
el uso de piel sintética; el comercio que realizan<br />
actualmente no incluye productos elaborados<br />
con pieles de fauna silvestre regional.<br />
En la actualidad es más difícil ver el comercio<br />
ambulante de fauna silvestre en las calles y tianguis<br />
del estado, por lo que es evidente que han<br />
funcionado los operativos realizados para remitir<br />
al Ministerio Público Federal a aquellas personas<br />
que se encuentran comercializando aves<br />
silvestres (principalmente pericos), imponiéndoles<br />
penas que incluyen la privación de la libertad.<br />
La coordinación estrecha que existe entre los diferentes<br />
cuerpos de seguridad de los tres niveles de<br />
gobierno, así como la participación ciudadana,<br />
han permitido que disminuya el saqueo y la<br />
comercialización de huevos de tortuga marina,<br />
así como el sacrificio de sus ejemplares. Prueba de<br />
esto es la disminución en el costo de los huevos de<br />
tortuga en el mercado negro, el cual en el 2007 no<br />
sobrepasaba los 6 pesos, precio menor (de 2 a 4<br />
pesos) al que se ofrecía ocho años antes; según<br />
información proporcionada por los habitantes de<br />
los lugares donde se vendían estos productos. Se<br />
sabe que los cargamentos más importantes que se<br />
han detectado, del 2001 al 2007, provenían de las<br />
costas de Jalisco y Michoacán.<br />
En general, durante las visitas practicadas a los<br />
viveros, en los últimos años, no se han detectado<br />
ejemplares de flora silvestre con procedencia ilegal.<br />
Las irregularidades que normalmente se<br />
encuentran son de tipo administrativo; además,<br />
de acuerdo con lo señalado por los mismos viveristas,<br />
los transportistas que traen ejemplares<br />
extraídos del medio natural, sin autorización<br />
alguna, han dejado de acudir a ofrecer plantas<br />
nativas.<br />
El desarrollo de proyectos, tales como el establecimiento<br />
de uma extensivas, cuya finalidad es la<br />
actividad cinegética o cacería, así como el ecoturismo,<br />
ha permitido una mayor concientización<br />
entre los ejidatarios y pequeños propietarios<br />
para proteger la flora y fauna silvestres nativas.<br />
Estos grupos sociales están entendiendo que<br />
tales recursos representan un mercado que atrae<br />
Tráfico de flora y fauna silvestres<br />
629
a turistas, quienes potencialmente pueden generar<br />
derramas económicas locales y regionales.<br />
También es frecuente que los ciudadanos se<br />
acerquen al personal de la profepa Colima para<br />
entregar flora y fauna silvestre, lo que representa<br />
un avance significativo, ya que anteriormente los<br />
animales eran revendidos o abandonados a su<br />
suerte. El tráfico ilegal de fauna y flora es un problema<br />
que requiere estudios permanentes que<br />
permitan tomar decisiones para conservar la<br />
biodiversidad de Colima.<br />
Referencias<br />
sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />
1988. Ley General del Equilibrio Ecológico y la<br />
Protección al Ambiente. México. Publicada el 28<br />
de enero de 1988 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Última reforma publicada el 9 de enero de<br />
2015. DOF 05-11-2013. Texto vigente. En: , última<br />
consulta: 20 de julio de 2015.<br />
Congreso del Estado, semarnat. 2002. Secretaría de<br />
Medio Ambiente y Recursos Naturales. Ley General<br />
de Vida Silvestre. Publicada el 3 de julio de<br />
2000 en el Diario Oficial de la Federación. México.<br />
Última reforma publicada el 26 de enero de 2015.<br />
DOF 26-01-2015. Texto vigente. En: , última consulta: 20 de julio de 2015.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana<br />
nom-059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
RECUADRO<br />
COME FCO E DE CDO<br />
Julia Alejandra Maldonado-Orozco<br />
Maldonado-Orozco, J.A. 2016. Combate al tráfico ilegal de psitácidos. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 632-633.<br />
En Colima, el tráfico ilegal de psitácidos incluye<br />
a miembros de la familia Psittacidae, como pericos,<br />
loros, cotorros y guacamayas. Este problema<br />
se ha combatido a través de la realización de operativos<br />
en los que participa personal de la Procuraduría<br />
Federal de Protección al Ambiente<br />
(profepa), en coordinación con la Agencia Federal<br />
de Investigación (afi), el Ministerio Público<br />
Federal (mpf), así como la policía estatal y municipal.<br />
Estos operativos se llevan a cabo en mercados,<br />
tianguis y comercios establecidos, donde se<br />
ha detectado la posesión y comercialización de<br />
ejemplares de éste y otros grupos de fauna silvestre.<br />
Habitualmente en los operativos se encuentran<br />
ejemplares jóvenes sin plumas (polluelos),<br />
pertenecientes a la especie conocida comúnmente<br />
como cotorrita atolera (Aratinga canicularis),<br />
los que son capturados en el interior del estado<br />
(figura 1).<br />
Hace aproximadamente dos años, los vendedores<br />
ambulantes que se encontraban en las dife-<br />
630 AMENAZAS A LA BIODIVERSIDAD
entes calles y tianguis de los municipios de<br />
Colima, Tecomán y Manzanillo eran principalmente<br />
personas originarias de los estados de<br />
Michoacán y Puebla, quienes venían a realizar<br />
la comercialización de aves canoras y de ornato.<br />
Las especies de psitácidos que estas personas<br />
comercializaban tenían su distribución natural<br />
fuera del estado, como es el caso del loro cabeza<br />
amarilla (Amazona oratrix) enlistado en la<br />
nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010),<br />
como especie sujeta a protección especial, y la<br />
cotorra cucha (Amazona autumnalis), así como<br />
ejemplares sin emplumar conocidos comúnmente<br />
como viejitos (Pionus senilis) y que también<br />
están enlistados como especies amenazadas.<br />
Cabe destacar que a partir del año 2002 la coordinación<br />
con las diferentes autoridades, municipales,<br />
estatales y federales, ha permitido que<br />
además de los procedimientos administrativos<br />
correspondientes a la profepa, se remita ante el<br />
mpf a las personas que realizan la venta ambulante<br />
de aves canoras y de ornato, cuando no<br />
cuentan con las autorizaciones correspondientes.<br />
Igualmente, ha tenido resultados positivos<br />
en la disuasión de la venta ilegal de aves la impartición<br />
de pláticas a elementos de la Dirección de<br />
Seguridad Pública y Vialidad, de algunos municipios,<br />
quienes han tenido una mejor participación<br />
en los operativos.<br />
FIGURA 1. Polluelos de cotorrita atolera (Aratinga<br />
canicularis) decomisados por la rocuraduría<br />
eneral de la epblica en Mananillo.<br />
Foto: ulia lejandra Maldonado Oroco.<br />
sumado al combate directo contra el tráfico ilegal<br />
se generen alternativas económicas en las<br />
zonas rurales y se concientice a los consumidores,<br />
entre otras acciones, para que promuevan la<br />
valoración y conservación de las especies de esta<br />
familia de aves.<br />
Si bien la vigilancia ambiental ha ayudado a disminuir<br />
la comercialización ambulante de ejemplares<br />
de fauna silvestre, factores como la<br />
demanda nacional e internacional, así como la<br />
falta de información y conciencia ambiental por<br />
parte de la ciudadanía, permite que el comercio<br />
ilegal (mercado negro) de psitácidos continúe en<br />
el estado. Por esta razón, es recomendable que<br />
Referencias<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2010. Norma Oficial Mexicana nom-<br />
059-semarnat-2010. Publicada el 30 de diciembre<br />
de 2010 en el Diario Oficial de la Federación. Texto<br />
vigente.<br />
Tráfico de flora y fauna silvestres<br />
631
ESTUDIO DE CASO<br />
DEFORESTACIÓN Y FRAGMENTACIÓN<br />
DE LOS HÁBITATS DE LAS PAROTAS EN<br />
LAS CIUDADES DE VILLA DE ÁLVAREZ Y COLIMA<br />
Ma. de Lourdes Gutiérrez-González<br />
Óscar Rebolledo-Domínguez<br />
Descripción<br />
Las parotas (Enterolobium cyclocarpum) son<br />
árboles muy apreciados por los habitantes de<br />
Colima debido a sus múltiples usos, además<br />
de su aspecto ornamental. Desde la época prehispánica<br />
los árboles de parota (también llamados<br />
guanacastes), se plantaban en los campos<br />
como cerco vivo para proporcionar sombra y<br />
semillas eran fuente de proteína para el ganado.<br />
Con el paso del tiempo, el crecimiento de las ciudades<br />
ha invadido lo que anteriormente fueron<br />
campos arbolados, dejando árboles de parota<br />
(muchos de ellos centenarios y de gran envergadura)<br />
aislados dentro de las áreas urbanas (figura<br />
1). Esta situación es considerada por los desarrolladores<br />
como una amenaza, ya que la protección<br />
de estos árboles dentro de sus predios<br />
significa sacrificar terreno vendible o modificar<br />
los trazos en las vialidades.<br />
Entre quienes construyen infraestructura urbana<br />
en Colima se ha hecho una práctica común que al<br />
encontrarse con árboles de parota propongan<br />
compensar los daños de eliminación de éstos,<br />
plantando 100, 200 o más plantas. Lamentablemente,<br />
la mayor parte de las veces tales acciones<br />
no se cumplen, y en los pocos casos en que se realizan<br />
las plantaciones no se les proporciona ningún<br />
tipo de seguimiento o mantenimiento. En la<br />
mayoría de los casos, los programas de reforestación<br />
se limitan casi exclusivamente a la producción<br />
de plántulas de esta especie, ignorado los<br />
cuidados posteriores a su plantación. Los cambios<br />
de administraciones de gobierno en esta entidad<br />
contribuyen significativamente a la falta de continuidad<br />
y seguimiento de las medidas de restitución<br />
del arbolado urbano.<br />
Problemática<br />
Se calcula que en las ciudades de Villa de Álvarez<br />
y Colima existen 120 y 170 ejemplares de<br />
parota, respectivamente, con un diámetro de<br />
90 cm a 1 metro. Estos ejemplares se encuentran<br />
en riesgo de ser derribados debido a las necesidades<br />
de urbanización y crecimiento de las ciudades<br />
y por la aparición de enfermedades (fitopatologías)<br />
derivadas del poco cuidado que se les concede.<br />
Por otra parte, en estas ciudades se presentan<br />
otros factores ambientales y sociales que perjudican<br />
a los árboles de parotas, sometiéndolos a<br />
632<br />
Gutiérrez-González, M. de L. y Ó. Rebolledo-Domínguez 2016. Deforestación y fragmentación de los hábitats de las parotas en<br />
las ciudades de Villa de Álvarez y Colima. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 632-634.
FIGURA 1. rbol de<br />
parota (Enterolobium<br />
cyclocarpum) en reas<br />
urbanas. Foto: María<br />
de ourdes utirre<br />
onle.<br />
varias circunstancias adversas para su supervivencia,<br />
tanto en entornos urbanos como en<br />
ambientes rurales. Además, en las áreas urbanas<br />
se agregan otros factores limitantes como: la tala<br />
generada por actividades de urbanización, el aire<br />
citadino caliente y cargado con gases emanados<br />
de los automotores, los derrames en la vía pública<br />
de combustibles u otras sustancias tóxicas, la<br />
compactación de suelo por construcciones de edificios<br />
y calles, así como la presencia de sales por<br />
escurrimientos provenientes del concreto, asfalto<br />
y escombros (cascajo) que contienen piedra caliza.<br />
Estos factores disminuyen la aireación, la captación<br />
de agua y nutrimentos por las raíces, incluso<br />
provocan cambios en el pH del suelo, contribuyendo<br />
a intensificar el estrés en los árboles.<br />
Otras prácticas como las podas severas, el tratamiento<br />
inadecuado de las heridas realizadas por<br />
la poda, y los daños por colgar anuncios, provocan<br />
el debilitamiento del estado de salud de los<br />
árboles y favorecen su susceptibilidad a ataques<br />
de insectos plaga que amenazan seriamente la<br />
salud e integridad de las parotas, tales como:<br />
cochinillas (Pseudoccocus spp.), termita (Coptotermes<br />
gestroi), fitopatógenos (Lasiodiplodia spp.,<br />
Nectria spp., y Ganoderma spp.) y de plantas<br />
parásitas como muérdagos (Arceuthobium spp.).<br />
Todos estos organismos amenazan seriamente la<br />
salud e integridad de las parotas, en las áreas<br />
urbanas de Colima.<br />
En lo que respecta a los elementos adversos en<br />
zonas rurales se podrían mencionar los siguientes:<br />
la tala clandestina para comercializar la<br />
madera, la expansión de la frontera agropecuaria<br />
y los desarrollos de fraccionamientos “campestres”,<br />
el incremento de las actividades mineras en<br />
áreas forestales, los incendios provocados por las<br />
quemas agrícolas, la intoxicación por exposición a<br />
agroquímicos, especialmente herbicidas, y las<br />
variaciones en el régimen climático, manifestadas<br />
como lluvias escasas y de errática distribución, así<br />
como sequías. Se piensa que en Colima todos<br />
Deforestación y fragmentación de los hábitats de las parotas 633
estos factores impactan el estado de salud de las<br />
parotas, provocando su debilitamiento y promoviendo<br />
el incremento en el número y variedad de<br />
patógenos y parásitos, especialmente hongos,<br />
insectos y muérdagos, cuyas afectaciones pueden<br />
poner en riesgo la existencia de las parotas dentro<br />
del territorio estatal.<br />
Conservación<br />
Son múltiples las razones para fomentar la protección<br />
de los árboles de parota: su edad y tamaño<br />
son particularmente extraordinarios, existiendo<br />
ejemplares de más de 70 años y con tallos que<br />
miden más de cinco metros de circunferencia, un<br />
ejemplar se ubica cerca a Chiapa y Ocotillo, al<br />
norte de Colima. Es un árbol tradicional y nativo<br />
que embellece patios, calles y avenidas de ciudades<br />
y comunidades rurales, debido a sus enormes<br />
copas y elegante follaje. Las parotas son árboles<br />
ideales para parques y áreas de recreación ya que<br />
proporcionan sombra y refrescan los lugares, así<br />
como bordes de caminos y barreras rompevientos.<br />
Asimismo, estos árboles tienen una madera<br />
que puede ser utilizada comercialmente como<br />
madera aserrada, lambrín, chapa y triplay, en carpinterías<br />
y ebanisterías, así como para usos artesanales.<br />
También se utiliza para leña, en la<br />
construcción, en la fabricación de utensilios de<br />
cocina, labranza y artesanías. Los frutos se usan<br />
como alimento para el ganado, alimentación<br />
humana, fabricación de jabón y medicina tradicional;<br />
el exudado se utiliza como goma adhesiva<br />
y medicinal; la corteza sirve como curtiente y<br />
también presenta uso medicinal.<br />
Las parotas son una especie de fácil adaptación,<br />
es un buen conservador y restaurador de suelos y<br />
mantiene simbiosis con especies fijadoras de<br />
nitrógeno; produce una cobertura de hojarasca<br />
que sirve como abono orgánico y proporciona<br />
refugio y alimento para la fauna silvestre. A<br />
pesar de estos beneficios y servicios ambientales,<br />
su tala para diversos fines así como las patologías<br />
descritas están contribuyendo a la rápida disminución<br />
de sus poblaciones a escala local; por<br />
estas razones es imperativo contar con un programa<br />
de control sanitario para combatir las<br />
patologías que amenazan y merman la salud de<br />
estos árboles.<br />
Un hecho reciente e importante para la conservación<br />
de esta especie fue el decreto estatal en el que<br />
la parota fue declarada una especie protegida y<br />
emblemática de Colima (Congreso del Estado<br />
2011). Esta declaratoria tiene como objetivo el<br />
manejo sustentable, la protección, la conservación,<br />
el aprovechamiento y la reproducción de<br />
esta especie, para emprender acciones que mejoren<br />
y aumenten su población en el estado, así<br />
como su aprovechamiento (Congreso del Estado<br />
2011). Esta norma es muy importante, sin embargo<br />
son necesarios estudios que permitan conocer y<br />
conservar las poblaciones de este importante<br />
recurso de flora para la entidad.<br />
Referencias<br />
Congreso del Estado. 2011. Decreto de protección de<br />
la especie arbórea comúnmente conocida en la región<br />
como “Parota” y cuyo nombre científico corresponde,<br />
de acuerdo a la nomenclatura de su clasificación<br />
taxonómica de género y especie, como<br />
Enterolobium cyclocarpum (Jacq). Griseb. Tomo<br />
96, Número 36. Publicado el 11 de agosto de 2011.<br />
Colima, Colima. Texto vigente.
S8<br />
PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN<br />
A LA BIODIVERSIDAD
Manzanillo, Colima. Foto: Joanna Acosta Velázquez
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
Los esquemas para la conservación que se han planteado en el estado tienen<br />
como objetivo proteger especies, ecosistemas y recursos genéticos de<br />
relevancia local, nacional e internacional, en ambientes terrestres continentales<br />
y marinos. Aproximadamente 4% de su superficie continental se<br />
ha decretado como área natural protegida (anp) en alguna categoría<br />
federal, además de cuatro islas que conforman el Archipiélago de Revillagigedo.<br />
Además de la declaratoria de anp, la Sierra de Manantlán es considerada<br />
una región terrestre prioritaria, así como área de importancia<br />
para la conservación de las aves; en esta última se incluyen además al<br />
Volcán de Colima e Islas Revillagigedo.<br />
La representación de ecosistemas en las anp en la entidad se ha enfocado<br />
principalmente a ambientes templados; en esta sección se presenta una<br />
propuesta para incluir diferentes sitios con bosques tropicales, con base<br />
en una planeación sistemática que considera los grupos de plantas y aves<br />
de estos ecosistemas, como un complemento de los esquemas actuales de<br />
anp. Una porción de la sierra de Manantlán se encuentra en Colima, su<br />
manejo se realiza en colaboración interestatal y el componente humano<br />
es esencial para la conservación de los recursos biológicos que de ésta se<br />
obtienen y las actividades de subsistencia para las comunidades (agricultura,<br />
ganadería, aprovechamiento forestal maderable y no maderable).<br />
Las actividades de gestión para la atención de problemáticas y conflictos<br />
ha sido la base para el mantenimiento de los servicios ecosistémicos.<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Protección y conservación a la biodiversidad. En: La Biodiversidad en<br />
Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 637-638.<br />
637
El ordenamiento ecológico del territorio (oet)<br />
de esta entidad tiene como objetivo la planeación<br />
en el uso del suelo y de los recursos naturales.<br />
Uno de sus principios es hacer compatibles el<br />
desarrollo con la conservación de la biodiversidad.<br />
En el territorio confluyen múltiples actividades<br />
y actores que realizan diversas actividades,<br />
lo que busca el oet es hacerlas compatibles con<br />
las características físicas, biológicas y sociales.<br />
Las unidades de gestión ambiental (uga) son<br />
porciones del territorio en las cuales se establece<br />
una política de manejo, con base en las aptitudes<br />
y diversas estrategias para asegurar el cumplimiento<br />
de sus objetivos. Los escenarios de tendencia<br />
generados durante la elaboración del oet<br />
en Colima indican una disminución en las selvas<br />
y aumento de las áreas agrícolas. La presente sección<br />
también se refiere a las acciones de conservación<br />
en ambientes costeros y marinos.<br />
En una de las <strong>contribuciones</strong> se describe que a<br />
mediados del siglo pasado las poblaciones<br />
de tortugas marinas disminuyeron, derivado de<br />
ello se implementaron acciones de regulación<br />
pesquera y de protección de áreas de anidación<br />
en la costa.<br />
Los arrecifes de La Boquita y Carrizales son<br />
representativos en el litoral colimense, el último<br />
forma parte de una de las regiones marinas prioritarias.<br />
En este capítulo se presenta una propuesta<br />
de acciones para su conservación con<br />
base en análisis de las causas y efectos de problemáticas<br />
identificadas.<br />
638 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
Áreas naturales<br />
protegidas<br />
y prioridades<br />
de conservación<br />
Roberto Sáyago-Lorenzana<br />
Juan Martínez-Cruz<br />
Guillermo Ibarra-Manríquez<br />
Introducción<br />
El objetivo central de las áreas naturales protegidas (anp) es mantener, a<br />
largo plazo, porciones representativas de la biodiversidad y disminuir las<br />
actuales tasas de desaparición, que son las más altas en la historia de la<br />
vida en nuestro planeta.<br />
Debido a la carencia de inventarios biológicos detallados, un porcentaje<br />
relevante de anp se han elegido considerando su bajo interés económico,<br />
lo que no necesariamente implica que se trate de sitios con una alta biodiversidad,<br />
o bien se ha utilizado el criterio de especies “bandera” (especies<br />
generalmente carismáticas que son usadas para promover acciones<br />
de conservación), bajo la idea de que la conservación de éstas permitirá la<br />
de otros elementos de la biota (Pressey 1994, Lambeck 1997, Caro y<br />
O´Doherty 1998, Margules y Pressey 2000). Sin embargo, la aplicación de<br />
estos criterios ha despertado dudas acerca de su validez para seleccionar<br />
áreas representativas que permitan la conservación de la biota, dado que<br />
muchas anp no garantizan la permanencia, a largo plazo, de ciertas especies,<br />
sobre todo a causa de su tamaño reducido y las presiones sociales<br />
sobre los recursos naturales que albergan (Cabeza y Moilanen 2001,<br />
Reyers et al. 2002). Adicionalmente, debido a que el financiamiento económico<br />
destinado a la conservación es limitado, existe la necesidad de<br />
localizar y priorizar sitios clave para establecer anp, además de considerar<br />
aspectos políticos y sociales que aseguren la viabilidad de una propuesta<br />
de conservación (Bibby et al. 1992, Sarkar y Margules 2002, Bray<br />
et al. 2003, Hayes 2006).<br />
Sáyago-Lorenzana, R., J. Martínez-Cruz y G. Ibarra-Manríquez. 2016. Áreas naturales protegidas y prioridades de<br />
conservación. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 639-646.<br />
639
Representatividad de las ANP<br />
A pesar de su pequeño territorio (554 300 ha), en<br />
Colima se observa un amplio gradiente altitudinal<br />
que va de los 0 a los 3 820 msnm, en donde se<br />
manifiestan diversos tipos de climas y de vegetación,<br />
tanto de orígenes templados como tropicales<br />
(Rzedowski 1986, inegi 1999a, 1999b, 1999c,<br />
Palacio-Prieto et al. 2000), que mantienen una<br />
gran diversidad biológica. En la parte continental<br />
del estado se ubican seis áreas naturales protegidas<br />
que engloban diferentes esquemas de<br />
conservación (cuadro 1), que en conjunto abarcan<br />
4.1% de su área (22 483 ha). Estas anp albergan<br />
en su mayoría a bosques templados, ya que<br />
están ampliamente distribuidos; incluyen entre<br />
50 y 100% de la superficie de cada una de ellas.<br />
Es necesario conservar estos bosques ya que a<br />
pesar de sólo ocupar 3.2% de la superficie estatal<br />
(Palacio-Prieto et al. 2000), albergan aproximadamente<br />
5% de las especies de pinos y encinos de<br />
México. Es importante recordar que nuestro<br />
país es considerado como el centro principal de<br />
diversificación de estos grupos (Farjon et al.<br />
1997, Valencia 2004).<br />
Por otro lado, es pertinente considerar que estas<br />
anp no cubren toda la diversidad de tipos de<br />
vegetación del territorio colimense y que su elección<br />
fue establecida sin realizar un ejercicio<br />
comparativo global, lo cual redunda en que no<br />
protejan de manera representativa la biodiversidad<br />
estatal. Una manera de reforzar este argumento<br />
ha sido señalada por Padilla-Velarde et al.<br />
(2006): únicamente 14.9% de las 550 especies de<br />
árboles que se reportan para Colima, han sido<br />
colectadas en el territorio adscrito a la Reserva<br />
de la Biosfera Sierra de Manantlán. Un porcentaje<br />
similar es encontrado en la reserva de El<br />
Jabalí, con cerca de 50% de las especies compartidas<br />
entre ambas ANP. Adicionalmente, al igual<br />
que en Mesoamérica, el panorama de conserva-<br />
CUADRO 1. ANP reportadas dentro del estado. BCO = bosque de coníferas, BEN = bosque de encino,<br />
BMM bosque mesófilo de montaa, BTC = bosque tropical caducifolio, BTS = bosque tropical subcaducifolio,<br />
MAN = manglar, PAS = pastizal y VHA vegetación halófila. Fuente: Flores Villela y ere .<br />
anp Categoría Tipos<br />
de vegetación<br />
Área (ha)<br />
Las Huertas de Comala<br />
Área de Protección de Recursos<br />
Naturales<br />
bts 167<br />
El Jabalí<br />
Área de Protección Forestal y<br />
Refugio de la Fauna Silvestre<br />
bco, ben, bmm,<br />
btc<br />
5 179<br />
Playa Volantín-Tepalcates<br />
y Chupadero-Boca de<br />
Apiza<br />
Área de Protección de Flora y Fauna man, vha 15<br />
Volcán Nevado de Colima Parque Nacional bco, ben 6 525<br />
Manantlán Reserva de la Biosfera ben, btc 10 597<br />
Archipiélago de<br />
Revillagigedo<br />
Reserva de la Biosfera btc, pas, vha 653 007<br />
640 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
ción para los bosques tropicales caducifolios y<br />
subcaducifolios en Colima es deficiente (Flores-<br />
Villela y Gerez 1994, Ceballos y García 1995,<br />
Miles et al. 2006), a pesar de que estas comunidades<br />
vegetales se caracterizan por una amplia<br />
diversidad de grupos biológicos, que se agrupan<br />
e intercambian a lo largo de sus regiones de distribución,<br />
pero que también se encuentran entre<br />
las más ame nazadas por actividades humanas,<br />
como la agricultura y la ganadería (Rzedowski<br />
1991, Flores-Villela y Gerez 1994, Ceballos y<br />
García 1995, Gentry 1995b, Trejo y Dirzo 2000,<br />
2002, Miles et al. 2006).<br />
Si se desea incrementar la representatividad biológica<br />
de las ANP en Colima, existen propuestas<br />
para considerar zonas específicas con alta diversidad,<br />
por ejemplo, Arriaga et al. (2000) ubican a<br />
la región de Manantlán-Volcán de Colima, con<br />
286 100 ha, dentro de las regiones terrestres prioritarias<br />
(rtp) de México, la cual queda incluida<br />
principalmente en el estado de Jalisco.<br />
Por su parte, Benítez et al. (1999), coinciden con<br />
los autores anteriores en resaltar a la sierra de<br />
Manantlán (138 875 ha) como un área de importancia<br />
para la conservación de las aves (aicas), a<br />
la que añaden el volcán de Colima (13 666 ha),<br />
aunque nuevamente la primera de ellas tiene<br />
más superficie en Jalisco que en Colima. Finalmente,<br />
Martínez-Cruz e Ibarra-Manríquez<br />
(2012) indican las prioridades de conservación<br />
de los árboles y lianas en el estado, usando postulados<br />
de los métodos sistemáticos de la planeación<br />
de la conservación, específicamente cuatro<br />
métodos iterativos para ponderar la riqueza<br />
total, el valor de rareza de las especies, así como<br />
el número y abundancia de las especies endémicas<br />
de México.<br />
Considerando el escenario anterior se elabora<br />
una propuesta más detallada para priorizar sitios<br />
de conservación del bosque tropical caducifolio<br />
en el estado, que de acuerdo con Palacio-Prieto<br />
et al. (2000), es el tipo de vegetación con mayor<br />
cobertura estatal (168 701 ha), y el cual fue clasificado<br />
en categorías que difirieron en geomorfología<br />
y altitud, utilizando un sistema de<br />
información geográfica (ilwis 1992). Existe evidencia<br />
de que estas variables, especialmente la<br />
altitud, se asocian de manera estrecha con cambios<br />
en la composición, la estructura y la diversidad<br />
de comunidades vegetales (Durán et al.<br />
2006, Reich et al. 2010). El presente ejercicio considera,<br />
simultáneamente, las plantas y aves en el<br />
tipo de vegetación estudiado, debido a que existe<br />
un amplio consenso sobre la pertinencia de<br />
usarlos como grupos indicadores en los ejercicios<br />
de priorización de áreas de conservación.<br />
Propuestas de sitios prioritarios<br />
para la conservación<br />
Para elaborar una propuesta en la cual se prioricen<br />
sitios de conservación, se seleccionaron<br />
13 sitios, en donde se censó la flora leñosa y las<br />
aves (figura 1). El muestreo del primer grupo fue<br />
realizado con el método propuesto por Gentry<br />
(1995a), en tanto que y las aves fueron censadas<br />
por el método de conteo de puntos, según el<br />
método de Hutto et al. (1986). Para ponderar la<br />
importancia de los sitios muestreados se emplearon<br />
los algoritmos iterativos de riqueza, que consideran<br />
el número total de especies por sitio y de<br />
endemismos de aquellas especies restringidas a<br />
México. Estos métodos tienen la ventaja de que<br />
toman en cuenta la composición de las especies<br />
en todos los sitios y el grado en que difieren entre<br />
Áreas naturales protegidas y prioridades de conservación<br />
641
FIGURA 1. Distribución de las reas naturales protegidas y los sitios de muestreo. Fuente: Flores Villela y ere .<br />
642 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
CUADRO 2. Priorización de sitios para la conservación, con base en la riqueza y endemismo de las especies de<br />
aves y flora leosa del bosque tropical caduciolio. os porcentajes indican la riquea acumulada de especies<br />
a medida que se adicionan sitios (indicados con letras). Con negritas se marcan las primeras opciones que<br />
son similares con ambos algoritmos. Fuente: elaboración propia.<br />
Prioridad<br />
Riqueza (n = 429) Endemismo (n = 82)<br />
Sitio Especies % Sitio Especies %<br />
1 H 136 31 I 36 43<br />
2 L 74 48 L 15 62<br />
3 I 49 60 M 10 74<br />
4 M 39 69 D 6 81<br />
5 F 31 76 A 5 87<br />
6 K 24 82 H 4 92<br />
7 G 18 86 F 2 95<br />
8 D 18 90 C 1 96<br />
9 C 14 93 B 1 97<br />
10 B 10 96 E 1 98<br />
11 A 8 98 J 1 100<br />
12 J 6 99 — — —<br />
13 E 2 100 — — —<br />
sí, para minimizar la redundancia de especies<br />
entre ellos. Detalles de estos métodos pueden ser<br />
consultados en Margules et al. (1988), Kerr<br />
(1997), Martínez-Cruz (2004) y Sáyago (2005).<br />
En el presente estudio se registraron 429 especies,<br />
de las cuales 70% corresponden a plantas.<br />
De la riqueza total, 82 especies son endémicas a<br />
México (Martínez-Cruz 2004, Sáyago 2005);<br />
30% fueron aves. De manera independiente al<br />
algoritmo utilizado, los sitios I, L y M (figura 1),<br />
destacan por su riqueza en los dos grupos censados,<br />
abarcando 60.3% de todas las especies registradas<br />
y 74% de las endémicas, aunque es<br />
interesante notar que la primera prioridad de<br />
conservación entre ambos algoritmos no señala<br />
el mismo sitio (cuadro 2). Cuando se agrega el<br />
sitio H como prioritario, la conjunción de estos<br />
cuatro sitios tendría el potencial de proteger 69%<br />
(298 taxones) del total de especies y 79%<br />
(65 taxones) de las especies endémicas. Únicamente<br />
el sitio M se encuentra dentro de un área<br />
de protección, específicamente en la Reserva de<br />
la Biosfera Sierra de Manantlán (figura 1). Otro<br />
aspecto a considerar sobre estos resultados es<br />
que si hubiera que seleccionar un único sitio, el<br />
candidato principal sería el H, ya que permitiría<br />
ampliar la extensión de la reserva de Manantlán,<br />
con la ventaja de tener una continuidad espacial<br />
con ésta, atributo importante para disminuir los<br />
Áreas naturales protegidas y prioridades de conservación<br />
643
efectos de borde que cualquier área de protección<br />
presenta. La selección del sitio H también<br />
permitiría expandir el hábitat que requieren<br />
especies con áreas de distribución extensas. Un<br />
ejemplo claro son los mamíferos carnívoros<br />
como el puma (Puma concolor) o el jaguar<br />
(Panthera onca), o especies de pericos pertenecientes<br />
a la familia Psittacidae.<br />
Conclusiones<br />
Un aspecto importante a considerar en el diseño<br />
de anp regionales, como las que aquí se plantean,<br />
es que aún no se cuenta con información<br />
para determinar la viabilidad de las poblaciones<br />
de las diferentes especies que albergaría y que<br />
garanticen su permanencia a largo plazo. Es<br />
necesario, por lo tanto, implementar estudios a<br />
futuro donde se explore, por ejemplo, la diversidad<br />
genética o aspectos demográficos de especies<br />
particulares (Margules et al. 1994, Margules<br />
y Pressey 2000). Adicionalmente, se debe tener<br />
en cuenta que la protección de grupos de especies<br />
no necesariamente garantiza el mantenimiento<br />
de procesos ecosistémicos, tales como la<br />
polinización de ciertas especies o la fertilidad del<br />
suelo, procesos que pueden verse afectados sin<br />
necesariamente llegar a tener extinciones locales<br />
de algunos grupos de la biota (Lambeck 1997,<br />
Maddock y Du Plessis 1999, Reyers et al. 2002,<br />
Sarkar y Margules 2002).<br />
En la práctica, para ubicar eficazmente sitios<br />
prioritarios de conservación del bosque tropical<br />
caducifolio se requiere contar con información<br />
confiable sobre la extensión y el grado de<br />
fragmentación y de conservación de la cobertura<br />
vegetal a nivel estatal, además de considerar<br />
diversos aspectos económicos, entre los que<br />
pueden citarse los costos de adquisición de<br />
terrenos. Un asunto más complejo tendría que<br />
resolver posibles conflictos sociopolíticos, ya<br />
que se deben concertar los intereses académicos,<br />
políticos y de los poseedores de los recursos<br />
(Margules y Pressey 2000, Bray et al. 2003,<br />
Luck et al. 2004, Hayes 2006, Velázquez et al.<br />
2009). Encontrar un equilibrio entre todos<br />
estos elementos incrementaría la viabilidad de<br />
establecer a largo plazo una red de anp eficiente<br />
en Colima, como parte de un plan de manejo<br />
integral. Se espera que la presente contribución<br />
sea un promotor de este relevante objetivo para<br />
los habitantes del estado.<br />
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646 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
ESTUDIO DE CASO<br />
PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN<br />
DE LA TORTUGA MARINA<br />
Sergio Aguilar-Olguín I Armando Hernández-Corona<br />
Laura Y. Hernández-Jiménez I María del Carmen Jiménez-Quiroz I René Márquez Millán<br />
Zitlalli Pérez Contreras I María de la Cruz Rivera Rodríguez<br />
Sonia I. Quijano-Scheggia I Heriberto Santana-Hernández I Juan Javier-Valdez-Flores*<br />
Descripción<br />
En Colima, como en el resto del país, hasta antes<br />
de los años sesenta, las tortugas marinas fueron<br />
explotadas en las playas casi sin restricciones,<br />
mientras que en el mar eran capturadas en pequeñas<br />
cantidades. Entonces la captura experimentó<br />
un incremento sustancial (Márquez et al. 1976,<br />
1996). Así, mientras la producción registrada de<br />
carne de tortuga tuvo un promedio anual menor<br />
a 50 toneladas, en los dos decenios previos, entre<br />
1960 y 1967, ésta fue cuatro veces mayor, alcanzando<br />
un máximo de 482 t en 1968. De manera<br />
similar, en 1964 la cantidad reportada de aceite de<br />
tortuga fue de 900 kg, después de que entre 1946<br />
y 1958 había sido menor a 100 kg (Montoya 1967,<br />
Márquez 1976). La especie más abundante y con<br />
mayor demanda para su explotación fue la tortuga<br />
golfina (Lepidochelys olivacea) (más del 90%)<br />
y en menor cantidad lo fueron la negra (Chelonia<br />
mydas) y la carey (Eretmochelys imbricata) (Márquez<br />
1965, Márquez et al. 1976). En Colima la pesquería<br />
no tuvo la relevancia que alcanzó en otros<br />
estados; sin embargo, también se aplicaron las<br />
medidas de regulación decretadas por el gobierno<br />
federal (Márquez 1996) incluyendo la veda total a<br />
la explotación de tortugas marinas (sedue 1990).<br />
En los años sesenta el Instituto Nacional de Investigaciones<br />
Biológico-Pesqueras (hoy Instituto<br />
Nacional de Pesca), inició la prospección de las<br />
playas mexicanas para identificar las áreas de anidación<br />
y captura (Solórzano 1963, Montoya 1966).<br />
De esta manera se reconoció la importancia de las<br />
playas de Boca de Pascuales, Boca de Apiza y El<br />
Paraíso, en el municipio de Tecomán, así como las<br />
playas de Campos y Playa de Oro en el municipio<br />
de Manzanillo (Márquez 1965). En las dos primeras<br />
playas se instalaron campamentos que operaron<br />
intermitentemente (Márquez et al. 1990),<br />
hasta que en 1987 se estableció el campamento<br />
Chupadero (playa Boca de Apiza-Tecuanillo),<br />
dependiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano<br />
y Ecología (sedue), actualmente Secretaría de<br />
Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat),<br />
campamento que desde entonces ha trabajado<br />
de forma ininterrumpida.<br />
Durante los años ochenta y noventa, personal<br />
del Instituto Nacional de Ecología (ine) protegió<br />
las playas de Tepalcates, Campos, Puerta del<br />
* El orden de presentación de los autores es alfabético.<br />
Aguilar-Olguín, S., A. Hernández-Corona, L.Y. Hernández-Jiménez, et al. 2016. Protección y conservación de la tortuga<br />
marina. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 647-651.<br />
647
a)<br />
b)<br />
FIGURA 1. Tendencia de anidación en los campamentos para la protección de tortugas marinas en el estado,<br />
donde: a) las variaciones de Cuyutlán y Chupadero son similares (r = 0.7; p < 0.05), lo que indica que la<br />
abundancia de la tortuga golfina se est incrementando b) CPUE es la cantidad de tortugas capturadas en<br />
cada mil anuelos por la flota palangrera c) y d) variaciones de la anidación de la tortuga negra y lad.<br />
648 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
c)<br />
d)<br />
Protección y conservación de la tortuga marina<br />
649
Mar y Playa de Oro (municipio de Manzanillo)<br />
durante algunas temporadas (INE y semarnat<br />
1999). En 1992 se instaló el Centro Ecológico de<br />
Cuyutlán, El Tortugario, en el municipio de<br />
Armería, constituido como un organismo<br />
público descentralizado que además de resguardar<br />
la playa del mismo nombre cuenta con áreas<br />
de exhibición y esparcimiento. Entre 2002 y<br />
2006 el campamento de Manzanillo, dependiente<br />
de la Universidad de Colima, operó en la<br />
playa de Salahua; mientras que desde 2005 la<br />
empresa Z-Gas del Pacífico cuida la playa de<br />
Tepalcates. En años recientes se integraron cinco<br />
comités de vigilancia ambiental participativa<br />
(cvap) conformados por voluntarios coordinados<br />
por la Procuraduría Federal de Protección al<br />
Ambiente (profepa). En 2007 se instalaron seis<br />
campamentos auspiciados por los cvap (en las<br />
playas de Tecuanillo, El Real y Cuyutlán), Z-Gas,<br />
el Centro Ecológico de Cuyutlán, El Tortugario,<br />
y el gobierno federal (Centro para la Conservación<br />
de la Tortuga Marina El Chupadero,<br />
conanp-semarnat).<br />
Condición actual<br />
de las poblaciones<br />
Con respecto a las poblaciones de tortugas marinas<br />
en las costas de Colima se puede afirmar que<br />
la abundancia de la tortuga golfina se ha incrementado,<br />
aunque con amplias variaciones en las<br />
playas protegidas por los cam pamentos de Chupadero,<br />
el Centro Ecológico, Manzanillo y Campos<br />
(figura 1), en los cuales el porcentaje promedio<br />
de eclosión ha superado 60%. Las oscilaciones en<br />
la anidación y la eclosión de estas colonias reflejan<br />
principalmente el esfuerzo invertido en la protección<br />
y la influencia de las condiciones ambientales;<br />
así, por ejemplo, Cuyutlán y Manzanillo el<br />
número de motocicletas utilizadas y la duración<br />
del periodo trabajado se correlacionaron con la<br />
anidación (Aguilar et al. 2006, Quijano et al.<br />
2006). En 1997-1998, los efectos de El Niño fueron<br />
evidentes en Cuyutlán y Chupadero (Jiménez et<br />
al. 1999). Por otra parte, los datos indican que las<br />
tortugas negra y laúd anidan solo esporádicamente<br />
en la costa del estado (figuras 1c y 1d), aunque<br />
destacan los 80 nidos de tortuga laúd que<br />
fueron incubados en Chupadero en 2003.<br />
Entre 2003 y 2007 la distribución de las tortugas<br />
en el mar ha sido descrita a partir de la captura<br />
incidental (figura 1b) de ejemplares de tortuga<br />
golfina (91.5%), negra (8%) y laúd (0.5%), llevada<br />
a cabo por observadores a bordo de flota de<br />
mediana altura* (Santana et al. 2008), aunque<br />
casi todos los ejemplares se liberaron vivos. En<br />
los lances más próximos a la costa, las tortugas<br />
golfinas (en su mayoría hembras adultas) fueron<br />
las más abundantes durante 2006. La captura<br />
por unidad de esfuerzo (cpue) fue más grande al<br />
principio de la primavera, y en particular<br />
durante el verano, cuando las tortugas y los pescadores<br />
se aproximan a las playas de Jalisco y<br />
Colima, las primeras para reproducirse y los<br />
segundos para protegerse de las tormentas. Se<br />
piensa que la tendencia de la cpue refleja la de la<br />
anidación, aunque los datos aún son insuficientes<br />
para evaluar con detalle esta relación (figura<br />
1b). En contraste, las tortugas negras fueron más<br />
numerosas durante 2003, lejos de la costa y una<br />
elevada proporción eran juveniles y subadultos.<br />
Sólo esporádicamente se han observado ejemplares<br />
de tortuga carey (2) y laúd (1).<br />
* La flota palangrera de mediana altura con sede en el puerto de Manzanillo<br />
en 2007 estaba compuesta por alrededor de 20 embarcaciones, cada una<br />
de ellas con tres tripulantes, en promedio. Todo el año opera fuera de las<br />
50 mn a partir de la línea de costa, y su especie objetivo es el tiburón.<br />
650 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
Conclusiones<br />
Las tortugas marinas son un recurso natural cuyo<br />
uso ha cambiado en las décadas recientes. Después<br />
de que ocurrió la mayor explotación para<br />
consumo humano, en la década de los sesentas,<br />
ahora es explotada con fines recreativos que promueven<br />
la conservación de las diferentes especies.<br />
Durante los últimos veinte años los campamentos<br />
tortugueros han sido importantes para la protección<br />
de nidos en las playas de la costa de la entidad.<br />
Se requiere de estudios continuos para<br />
conocer el estado permanente de este grupo de<br />
organismos y mantener la tendencia positiva,<br />
para conservar así este capital natural de Colima.<br />
Referencias<br />
Aguilar O., S., E. Carretero M., A. Hernández C.,<br />
et al. 2006. Actividades de protección, investigación<br />
y manejo de tortugas marinas en Colima y Jalisco.<br />
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y Michoacán. M.C. Jiménez Q. y E. Espino B. (eds.).<br />
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INE y SEMARNAP. Instituto Nacional de Ecología y Secretaría<br />
de Medio Ambiente Recursos Naturales<br />
y Pesca. 1999. Resultados del Programa Nacional<br />
de Protección y Conservación de Tortugas Marinas<br />
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Jiménez Q., M.C., D. Ríos O., C. Delgado T., et al. 1999.<br />
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Interuniversitario para la Conservación de<br />
las Tortugas Marinas. Acapulco, Guerrero.<br />
Márquez M., R. 1965. Algunas observaciones sobre<br />
las tortugas marinas de importancia comercial en<br />
México. SIC. DGP. INIBP. En: II Congreso Nacional de<br />
Oceanografía. Ensenada, Baja California.<br />
——— . 1976. Estado actual de la pesquería de tortugas<br />
marinas en México, 1974. Instituto Nacional de la<br />
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——— . 1996. Las tortugas marinas y nuestro tiempo.<br />
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Márquez M., R., J. Vasconcelos P. y C. Peñaflores S.<br />
1990. XXV Años de investigación, conservación y protección<br />
de la Tortuga Marina. inp/Secretaría de Pesca,<br />
México.<br />
Márquez M., R., A. Villanueva O. y C. Peñaflores S.<br />
1976. Sinopsis de datos biológicos sobre la tortuga golfina,<br />
Lepidochelys olivacea (Eschscholtz, 1829). INP<br />
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inp/S2, 5,31 (07), 016,01.<br />
Montoya C., A.E. 1966. Programa nacional de marcado<br />
de tortugas marinas. Instituto Nacional de Investigaciones<br />
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Pesca e Industrias Conexas/Secretaría de Industria y<br />
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——— . 1967. Recopilación de los datos del valor y la<br />
captura anual de tortugas marinas en el periodo<br />
1940-1965. Instituto Nacional de Investigaciones<br />
Biológico-Pesqueras/Dirección General de Pesca e<br />
Industrias Conexas/Secretaría de Industria y Comercio.<br />
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Quijano S., I.S., A. Olivos O., J. Gaviño, et al. 2006. Protección<br />
de tortugas marinas en Manzanillo, Colima<br />
durante las temporadas 2002-2006. En: Los recursos<br />
pesqueros y acuícolas de Jalisco, Colima y Michoacán.<br />
M.C. Jiménez Q. y E. Espino B. INP/SAGARPA. Manzanillo,<br />
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Santana H., H., M.C. Jiménez Q., J.J. Valdés F. y E.<br />
Márquez G. 2008. Bycatch of marine turtles in the<br />
longline fleet of Manzanillo, Mexico. En: 28th International<br />
Sea Turtle Symposium. Loreto, México. En:<br />
<br />
SEDUE (Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología).<br />
1990. Acuerdo por el que se establece veda total para<br />
todas las especies y subespecies de tortugas marinas<br />
en aguas de jurisdicción nacional de los litorales del<br />
Océano Pacífico, Golfo de México y Mar Caribe.<br />
Publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31<br />
de mayo de 1990.<br />
Solórzano P., A. 1963. Prospección acerca de las tortugas<br />
marinas de México. En: I Congreso Nacional de<br />
Oceanografía. Serie Trab. Div. VI(54):13.
Elaboración<br />
del ordenamiento<br />
ecológico<br />
del territorio:<br />
conservación<br />
y aprovechamiento de<br />
los recursos naturales<br />
Fernando Nieves-Ventura<br />
Introducción<br />
La pérdida de hábitats, la fragmentación de los ecosistemas, la presión<br />
del dinamismo económico, la constante demanda de suelo urbano, la<br />
necesidad de servicios públicos y la infraestructura de vías de comunicación<br />
se han convertido en una amenaza real para los recursos naturales<br />
y la biodiversidad de Colima (Herrerías y Benítez-Malvido 2005).<br />
Derivado de lo anterior, dentro del marco legislativo del Estado se han<br />
establecido instrumentos de política ambiental que promueven la preservación,<br />
restauración y protección del ambiente.<br />
El Ordenamiento Ecológico Territorial (oet) es uno de estos instrumentos,<br />
el cual se concibe como el proceso de planeación dirigido a<br />
evaluar y programar el uso del suelo y el manejo de los recursos naturales<br />
(Congreso del Estado 2002).<br />
Este documento presenta un bosquejo general acerca del origen de esta<br />
herramienta, sus principios, estructuración y proceso de confección, la<br />
asignación de las políticas ecológicas, la función de los lineamientos,<br />
estrategias y criterios de regulación ecológica, así como su instrumentación.<br />
Es decir, este trabajo documenta la aplicación y ejecución del<br />
ordenamiento ecológico de Colima, en beneficio de la preservación,<br />
conservación y restauración de su biodiversidad.<br />
652<br />
Nieves-Ventura, .F. 2016. Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio: conservación y aprovechamiento de<br />
los recursos naturales. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 652-661.
Antecedentes<br />
En la declaración de la Conferencia de las Naciones<br />
Unidas de Estocolmo, Suecia, en junio de<br />
1972, se establece que “para lograr una ordenación<br />
de los recursos naturales más racional y un<br />
mejoramiento de las condiciones ambientales,<br />
los Estados deberían adoptar un enfoque integrado<br />
y coordinado de la planificación de su<br />
desarrollo, de modo que quede asegurada la<br />
compatibilidad del desarrollo con la necesidad<br />
de proteger y mejorar el medio ambiente<br />
humano, en beneficio de su población” (pnuma<br />
2005). A partir de entonces, el ordenamiento del<br />
territorio ha sido adoptado por diversos países<br />
como un instrumento para la planificación y<br />
regulación de las actividades productivas, así<br />
como para conservar sus recursos naturales, al<br />
mismo tiempo de mejorar la calidad de vida de<br />
la poblaciones humanas (semarnat 2006).<br />
En el manual de oet de la semarnat (2006), se<br />
identifican los orígenes en la elaboración de los<br />
planes de ordenamiento ecológico territorial<br />
en México: la Ley General de Asentamientos<br />
Humanos, publicada en 1976, puede considerarse<br />
como una de las primeras experiencias que<br />
sirvió de base para la elaboración de planes de<br />
ordenamiento territorial, bajo una perspectiva<br />
ambiental orientada a la planeación de los usos<br />
del suelo del territorio. De esta manera, las políticas<br />
ambientales de planeación desarrolladas<br />
dieron pauta a la elaboración de los llamados<br />
ecoplanes y los planes de desarrollo ecológico de<br />
asentamientos humanos, instrumentos que<br />
comprendían, entre otras cosas, la descripción<br />
del medio físico y biótico, su diagnóstico, la ubicación<br />
espacial de los problemas ambientales y<br />
las recomendaciones para su atención.<br />
En la Ley Federal de Protección al Ambiente,<br />
publicada en 1982, se utilizó por primera vez el<br />
concepto de ordenamiento ecológico, como instrumento<br />
básico de la planeación ambiental, fortalecido<br />
posteriormente con la Ley General del<br />
Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente<br />
(lgeepa) (sedue 1988). A partir de entonces se<br />
establece un marco básico de gestión integral del<br />
territorio y sus recursos, fungiendo como un instrumento<br />
de política estratégica para la convergencia<br />
entre Estado y sociedad. Bajo ese esquema<br />
se da lugar a la elaboración y publicación de los<br />
primeros ordenamientos ecológicos del país<br />
(semarnat 2006), apareciendo dentro de éstos el<br />
Programa de Ordenamiento Ecológico (poe)<br />
Territorial del Estado de Colima (Dirección Estatal<br />
de Ecología 1993). En 2012 se modificó el poe<br />
de Colima (semarnat 2012), dando lugar a la<br />
versión actual; de esa manera se incorporan en su<br />
metodología conceptos de la teoría de sistemas<br />
para realizar los análisis relativos a las tendencias<br />
de deterioro, la aptitud territorial, las potencialidades<br />
de aprovechamiento de los recursos naturales<br />
y el uso de sistemas de información<br />
geográfica (sig) (semarnat 2006).<br />
Bases y principios<br />
En primera instancia el ordenamiento ecológico<br />
tiene fundamento en los siguientes ordenamientos<br />
legales: Constitución Política de los Estados<br />
Unidos Mexicanos (Congreso de la Unión 1917),<br />
Ley de Planeación (spp 1983), Ley General del<br />
Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente<br />
(sedue 1988), Ley de Asentamientos Humanos<br />
(sedesol 1993), así como legislaciones locales<br />
como la Ley Orgánica de la Administración<br />
Pública (Congreso del Estado 1985), Ley<br />
Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />
653
Ambiental para el Desarrollo Sustentable del<br />
Estado de Colima (Congreso del Estado 2002) y<br />
el Reglamento Interior de la Secretaría de Desarrollo<br />
Urbano (Congreso del Estado 2009).<br />
En el artículo 27 de la Ley Ambiental para el<br />
Desarrollo Sustentable del Estado de Colima<br />
(Congreso del Estado 2002) se enlistan los principios<br />
de política ambiental que deberán observar<br />
las instituciones, públicas y privadas, para<br />
alcanzar el desarrollo sustentable en la entidad:<br />
1. El ambiente y la función que desempeñan<br />
los elementos que integran a un ecosistema<br />
determinado son patrimonio común de la<br />
sociedad.<br />
2. Los recursos naturales, los ecosistemas y sus<br />
elementos, deben ser aprovechados de<br />
manera que se asegure una productividad<br />
óptima y sostenida, compatible con su equilibrio<br />
e integridad ecológica.<br />
3. Las autoridades y la sociedad deben asumir<br />
corresponsablemente la protección del<br />
ambiente y la conservación, restauración y<br />
manejo de los ecosistemas y el mejoramiento<br />
de la calidad del aire, del agua y del suelo en<br />
el estado, con el fin de proteger la salud<br />
humana y elevar la calidad de vida de la<br />
población.<br />
4. Quien realice obras o actividades que afecten<br />
o puedan afectar el ambiente o la función de<br />
los elementos que lo integran, está obligado a<br />
prevenir, minimizar o reparar los daños que<br />
cause, en los términos de la presente ley. Asimismo,<br />
debe estimularse a quien proteja el<br />
ambiente y aproveche de manera sustentable<br />
los recursos naturales.<br />
5. La responsabilidad respecto al equilibrio<br />
ecológico, comprende tanto las condiciones<br />
presentes como las que determinarán la calidad<br />
de vida de las futuras generaciones.<br />
6. La prevención de las causas que los generan<br />
es el medio más eficaz para evitar los desequilibrios<br />
ecológicos.<br />
7. El aprovechamiento de los recursos naturales<br />
debe realizarse de manera que se asegure<br />
el mantenimiento de su diversidad y<br />
restauración. Los recursos deben utilizarse<br />
de modo que se evite el peligro de su agotamiento<br />
y la generación de efectos ecológicos<br />
adversos.<br />
8. La coordinación entre los distintos órdenes<br />
de gobierno y entre las dependencias estatales,<br />
y la concertación con la sociedad, son<br />
indispensables para la eficacia de las acciones<br />
ecológicas.<br />
9. En el ejercicio de las atribuciones que las<br />
leyes confieren a las autoridades ambientales<br />
para regular, promover, restringir,<br />
prohibir, orientar y, en general, inducir las<br />
acciones de los particulares en los campos<br />
económico y social, se considerarán los criterios<br />
de preservación, protección y restauración<br />
del equilibrio ecológico.<br />
10. La reducción y erradicación de la pobreza<br />
son necesarias para lograr el desarrollo sustentable.<br />
11. Las mujeres cumplen una importante función<br />
en la protección, preservación y aprovechamiento<br />
sustentable de los recursos<br />
naturales y en el desarrollo. Su completa<br />
participación es esencial para lograr el<br />
desarrollo sustentable.<br />
12. El control y la prevención de la contaminación<br />
ambiental, el adecuado aprovechamiento<br />
de los elementos naturales y el<br />
mejoramiento del entorno natural en los<br />
asentamientos humanos, son elementos<br />
654 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
fundamentales para elevar la calidad de vida<br />
de la población.<br />
13. Es interés del Estado que las actividades que<br />
se lleven a cabo dentro del territorio estatal y<br />
en aquellas zonas donde ejerce su soberanía<br />
y jurisdicción, no afecten el equilibrio ecológico<br />
de otros estados o de zonas de jurisdicción<br />
federal.<br />
14. Las comunidades rurales y los pueblos indígenas<br />
tienen derechos preferenciales para el<br />
uso y el aprovechamiento sustentable de los<br />
recursos naturales de sus tierras y territorios,<br />
así como para el uso del conocimiento<br />
tradicional, su propiedad intelectual y comercial<br />
sobre la biodiversidad.<br />
La ejecución y seguimiento de los principios de<br />
política ambiental se llevarán a cabo a través de los<br />
instrumentos de política ambiental que se muestran<br />
a continuación, de acuerdo con el artículo<br />
28 de dicha ley:<br />
• La planeación<br />
• El ordenamiento ecológico y territorial<br />
• La evaluación del impacto ambiental<br />
• Las normas técnicas ambientales estatales<br />
• La licencia ambiental única<br />
• La autorregulación y auditoría ambientales<br />
• El Fideicomiso Ambiental<br />
• Los incentivos y estímulos fiscales<br />
• La educación e investigación ambientales<br />
• La participación social<br />
• La información ambiental.<br />
En lo que corresponde al capítulo III, en su<br />
artículo 33 señala: “El ordenamiento ecológico<br />
y territorial es el instrumento de política<br />
ambiental y de desarrollo urbano de carácter<br />
obligatorio que tiene por objeto definir y regular<br />
los usos del suelo, el aprovechamiento de los<br />
recursos naturales y las actividades productivas<br />
para hacer compatible la conservación de la<br />
biodiversidad con el desarrollo urbano y rural,<br />
así como las actividades económicas que se realicen,<br />
sirviendo de base para la elaboración de<br />
los programas y proyectos de desarrollo, así<br />
como para la autorización de obras y actividades<br />
que se pretendan ejecutar” (Congreso del<br />
Estado 2002).<br />
Estructura y proceso<br />
Reconocimiento<br />
La estructuración del poet inicia con el reconocimiento<br />
del territorio que se va a someter a la aplicación<br />
e instrumentación de dicha política. Una<br />
vez consensuado lo anterior se determina la<br />
modalidad de ejecución, la cual puede incluirse<br />
dentro de ordenamientos que corresponden a los<br />
diferentes niveles de gobierno: el ordenamiento<br />
general del territorio, cuya competencia es del<br />
orden federal (semarnat); ordenamientos regionales<br />
que comprenden la totalidad o una parte del<br />
territorio de una entidad federativa (nivel estatal<br />
de gobierno); ordenamientos locales dentro de<br />
territorio municipal, cuya expedición, ejecución y<br />
evaluación compete al municipio y, por último,<br />
los ordenamientos marinos que comprenden<br />
áreas o superficies específicas ubicadas en zonas<br />
marinas del territorio nacional (sedue 1988).<br />
Caracterización<br />
Después de la delimitación territorial y determinación<br />
del tipo de ordenamiento a realizar, se<br />
lleva a cabo una caracterización del territorio<br />
por subsistemas (natural, social y económico),<br />
con objeto de reconocer el estado actual de los<br />
Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />
655
ecursos naturales, la estructura y calidad de<br />
vida de la sociedad civil, así como de la satisfacción<br />
de las necesidades más apremiantes de ésta.<br />
Las evaluaciones sobre el desarrollo y dinamismo<br />
de la economía servirán como insumo<br />
para la realización de diagnósticos por subsistema,<br />
para finalmente dar paso al diagnóstico<br />
integrado, que será uno de los principales insumos<br />
para la proyección de los escenarios de la<br />
etapa III denominada pronóstico.<br />
Un aspecto importante que se analiza en la<br />
etapa de diagnóstico es la aptitud del uso de<br />
suelo, con base en sus atributos y condiciones<br />
naturales, así como de las actividades sectoriales<br />
relacionadas. Por ejemplo, cuando dos o<br />
más sectores concurren en una misma área y<br />
dichas actividades son incompatibles entre sí,<br />
se identifica como área de conflicto ambiental<br />
(semarnat 2006), entonces se generan los<br />
mapas de aptitud de uso de suelo, por sector, y<br />
de conflictos ambientales. Este último mapa,<br />
obtenido de la combinación de los mapas de<br />
aptitud de cada sector, refleja el gradiente de<br />
intensidad de los conflictos ambientales en el<br />
área (sin conflicto, conflicto muy bajo, conflicto<br />
bajo, conflicto moderado, conflicto alto y conflicto<br />
muy alto).<br />
Una vez obtenidos los mapas de aptitud y de<br />
conflictos ambientales, se llevan a cabo talleres<br />
para la validación de los mapas obtenidos, propiciando<br />
la participación de la sociedad civil y<br />
de los representantes de los diferentes sectores<br />
con la finalidad de corroborar, complementar y<br />
validar la información contenida en dichos<br />
mapas. Es importante conocer si lo que los<br />
mapas muestran realmente refleja lo que sucede<br />
en la región.<br />
Pronóstico<br />
Contando con los insumos obtenidos de los procesos<br />
de caracterización y diagnóstico (mapas de<br />
aptitud de uso de suelo y conflictos ambientales),<br />
se procede a realizar la fase de pronóstico, la cual<br />
consiste en la construcción de escenarios a partir<br />
de la predicción a corto, mediano y largo plazo, de<br />
las variables ambientales, económicas y sociales.<br />
Estos escenarios forman parte del escenario tendencial<br />
que consiste en la evaluación del deterioro<br />
de los atributos ambientales, de las variables<br />
económico-sociales y de la evolución de los<br />
conflictos ambientales. Un segundo tipo de escenario<br />
corresponde al contextual, donde se incluyen<br />
en el análisis las variables externas, como<br />
aquellos proyectos estratégicos o gubernamentales.<br />
El tercer escenario es el estratégico, el cual<br />
tomando como referencia y punto de partida el<br />
escenario tendencial trata de reducir el deterioro<br />
sectorial y los conflictos ambientales a partir de<br />
la aplicación de medidas estratégicas (programas,<br />
acciones, etcétera).<br />
Propuesta del modelo<br />
Como última fase se plantea la propuesta de<br />
modelo de ordenamiento ecológico, el cual debe<br />
resumir los siguientes aspectos: “(1) La definición<br />
del estado actual de los ecosistemas del área<br />
a ordenar; (2) la incorporación de los intereses de<br />
los actores, en la determinación de la aptitud del<br />
territorio para el desarrollo sustentable de las<br />
actividades sectoriales; (3) la estimación de tendencias<br />
del deterioro; y (4) la generación de la<br />
estrategia de gestión para maximizar el consenso<br />
y minimizar los conflictos ambientales”<br />
(semarnat 2006).<br />
El propósito del ordenamiento ecológico es<br />
lograr la protección del medio ambiente, así<br />
656 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
como la preservación y aprovechamiento sustentable<br />
de los recursos naturales. La propuesta<br />
final se integra de cinco componentes básicos<br />
para su manejo y ejecución; las unidades de<br />
gestión ambiental (uga), las políticas ambientales<br />
(aprovechamiento, preservación, conservación<br />
y protección), los lineamientos ecológicos,<br />
estrategias ecológicas y criterios de regulación<br />
ecológica.<br />
Asignación de políticas<br />
ecológicas<br />
En el mapa de políticas ecológicas propuesto<br />
para el modelo de ordenamiento ecológico de<br />
Colima (cuadro 1, figura 1), las políticas de<br />
aprovechamiento y conservación incluyen las<br />
combinaciones, aprovechamiento sustentable,<br />
preservación, conservación y restauración.<br />
CUADRO 1. Asignación de las políticas ecológicas a las UGA en el programa de ordenamiento ecológico.<br />
Fuente: elaboración propia.<br />
Políticas<br />
Aprovechamiento<br />
(sustentable)<br />
Preservación<br />
Conservación<br />
Restauración<br />
Descripción de asignación<br />
Se asigna a aquellas áreas que por sus características son apropiadas para el uso y<br />
el manejo de los recursos naturales, en forma tal que resulte eficiente, socialmente<br />
útil y no impacte negativamente al ambiente.<br />
Incluye las áreas con uso de suelo actual o potencial, siempre que éstas no sean<br />
contrarias o incompatibles con la aptitud del territorio. Se tiene que especificar el<br />
tipo de intensidad del aprovechamiento, ya que de ello dependen las necesidades<br />
de infraestructura, servicios y áreas de crecimiento.<br />
La preservación se usa como sinónimo de protección en el oet, y corresponde a<br />
aquellas áreas naturales susceptibles de integrarse al Sistema Nacional de Áreas<br />
Naturales Protegidas o a los sistemas equivalentes en el ámbito estatal o municipal.<br />
En estas áreas se busca el mantenimiento de los ambientes naturales con<br />
características relevantes, con el fin de asegurar el equilibrio y la continuidad de<br />
los procesos evolutivos y ecológicos. La política de preservación de áreas naturales<br />
implica un uso con fines recreativos, científicos o ecológicos. Quedan prohibidas<br />
las actividades productivas o asentamientos humanos no controlados.<br />
Está dirigida hacia aquellas áreas o elementos naturales cuyos usos actuales o<br />
propuestos no interfieren con su función ecológica relevante y su inclusión en los<br />
sistemas de áreas naturales, en el ámbito estatal o municipal. Esta política tiene<br />
como objetivo mantener la continuidad de las estructuras, los procesos y los<br />
servicios ambientales relacionados con la protección de elementos ecológicos y de<br />
usos productivos estratégicos.<br />
Se aplica en áreas con procesos de deterioro ambiental acelerado, en las cuales es<br />
necesaria la realización de un conjunto de actividades tendientes a la recuperación<br />
y restablecimiento de las condiciones que propician la evolución y continuidad de<br />
los procesos naturales. La restauración puede ser dirigida a la recuperación de<br />
tierras que dejan de ser productivas por su deterioro, o al restablecimiento de la<br />
funcionalidad para un aprovechamiento sustentable futuro.<br />
Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />
657
FIGURA 1. Mapa de unidades de gestión ambiental contenidas en el Programa de Ordenamiento Ecológico. Fuente: SEMARNAT<br />
.<br />
658 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
El objetivo de lo anterior fue inducir a los diferentes<br />
tipos de aprovechamientos hacia la<br />
segunda política o política combinada, a la cual<br />
se asignan lineamientos y estrategias ecológicas,<br />
así como criterios de regulación ecológica, además<br />
de señalarse los usos predominantes, compatibles,<br />
condicionados e incompatibles.<br />
Respecto a las propuestas de políticas únicas de<br />
conservación, protección y restauración, éstas se<br />
definieron de acuerdo a sus condiciones ambientales,<br />
así como a los mapas de aptitud y de conflictos<br />
de uso de suelo.<br />
Lineamientos, estrategias<br />
y criterios de regulación<br />
Los lineamientos ecológicos se refieren a las metas<br />
para cada unidad de gestión ambiental (uga) y<br />
tienen como función la inducción de los usos del<br />
suelo que aseguren el cumplimiento de la política<br />
ambiental designada. Para la instrumentación del<br />
ordenamiento ecológico es necesario diseñar<br />
estrategias que permitan el cumplimiento de los<br />
lineamientos de cada uga y que atiendan sus conflictos<br />
ambientales identificados. Una estrategia<br />
para lograr lo anterior consiste en la integración<br />
de los objetivos específicos, las acciones, los proyectos,<br />
los programas y los responsables de su realización<br />
(semarnat 2006).<br />
Los criterios de regulación ecológica consisten<br />
en una serie de normas, reglas o recomendaciones<br />
para poder realizar las diferentes actividades<br />
o usos compatibles y establecen las condiciones y<br />
limitaciones que ciertos usos del suelo necesitan<br />
tener para no generar conflictos ambientales.<br />
Para facilitar su manejo estos criterios se agrupan<br />
por tipo de actividad, lo cual se refleja en la<br />
reconocimiento de sus usos potenciales (Congreso<br />
del Estado 2002).<br />
Instrumentación del programa<br />
La instrumentación del poet (Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico Territorial) se refiere<br />
básicamente a poner en práctica la ejecución del<br />
programa decretado, relacionándolo con las<br />
tomas de decisiones. De acuerdo con la semarnat<br />
(2006), las principales acciones a desarrollar<br />
en esta fase consisten en: 1) la instrumentación<br />
de las estrategias ecológicas, a través del desarrollo<br />
de acciones, proyectos o programas concretos;<br />
2) la coordinación de acciones sectoriales<br />
entre las diferentes instancias e instrumentos de<br />
planeación territorial, mediante la promoción de<br />
acuerdos y convenios entre los diferentes niveles<br />
de gobierno para atender asuntos relacionados<br />
con las evaluaciones de impacto ambiental, las<br />
áreas naturales protegidas, la regulación de la<br />
vida silvestre, el ordenamiento pesquero y acuacultura<br />
ordenada, la protección de zonas costeras,<br />
el desarrollo urbano, la inspección y<br />
vigilancia y; 3) promover la difusión y acceso a la<br />
información mediante diversos mecanismos, a<br />
través de los medios de comunicación, poniendo<br />
a disposición de la sociedad civil la información<br />
sistematizada, utilizando medios electrónicos<br />
como es el caso del internet.<br />
Conclusiones<br />
El papel que juega el Programa de Ordenamiento<br />
Ecológico del Territorio (poet), con respecto a la<br />
conservación de los recursos naturales en el<br />
Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />
659
estado, radica en que la finalidad de este tipo de<br />
instrumentos de política ambiental es el aprovechamiento<br />
racional de los recursos naturales,<br />
con base en el equilibrio armónico entre el desarrollo<br />
económico, el bienestar social (salud y<br />
calidad de vida), y del medio ambiente. Para su<br />
construcción es necesario compilar y generar<br />
información técnico-científica del territorio a<br />
ordenar, y debe estar organizada y sistematizada<br />
dentro de un sistema de información geográfica.<br />
Dicha información se clasifica en tres subsistemas:<br />
natural, social y económico, y de ello se<br />
derivan los análisis de diagnóstico (generación<br />
de mapas de aptitud de uso de suelo por sector y<br />
mapas de conflictos ambientales), para obtener<br />
los escenarios tendencial, estratégico y contextual,<br />
así como la propuesta del Modelo de Ordenamiento<br />
Ecológico del Territorio.<br />
En función de sus políticas, lineamientos y estrategias<br />
ambientales, se plantea el estado deseable<br />
del territorio y la regulación específica sobre<br />
cómo se deben desarrollar algunas actividades<br />
productivas dentro de las uga, aplicando los criterios<br />
de regulación ecológica.<br />
El papel del poet en los centros de población<br />
urbana debe ser homólogo al Programa de Desarrollo<br />
Urbano, o viceversa en algunos aspectos,<br />
sobre todo en aquellas áreas que aún cuenten<br />
con vegetación natural representativa en zonas<br />
cerriles, cañadas, lomeríos, dunas costeras,<br />
humedales, manglares, etcétera.<br />
El principal medio de difusión del poet es la<br />
bitácora ambiental, que es construida y diseñada<br />
con base en los lineamientos que señala el reglamento<br />
de la lgeepa, en materia de ordenamiento<br />
ecológico, y que tiene por objeto: describir de<br />
manera transparente los avances del proceso de<br />
ordenamiento ecológico, proporcionar e integrar<br />
información actualizada y servir como instrumento<br />
para la evaluación y cumplimiento de<br />
acuerdos, cumplimiento y efectividad de los<br />
lineamientos y estrategias ecológicas, fomento<br />
de acceso a la información y promoción de la<br />
participación social corresponsable en el proceso<br />
de ordenamiento ecológico (dof 2003b).<br />
Finalmente, las actividades productivas y los<br />
proyectos de desarrollo económico, público y<br />
privado, dentro del territorio estatal, tienen la<br />
obligatoriedad de observar lo que señala el poet,<br />
por unidad de gestión ambiental, su política,<br />
lineamientos y estrategias ecológicas señalados<br />
con anterioridad, así como los criterios de restricción,<br />
todo lo que en conjunto forma la base<br />
para la conservación, restauración y el aprovechamiento<br />
sustentable de los recursos naturales<br />
de Colima.<br />
Referencias<br />
Congreso del Estado. 1982. Ley Federal de Protección<br />
al Ambiente. Publicada el 11 de enero de 1982 en<br />
el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
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de julio de 2015.<br />
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Publicada el 16 de noviembre de 1985 en el<br />
periódico oficial El Estado de Colima. Última reforma<br />
publicada el 27 de abril de 2013. Texto vigente.<br />
En: , última consulta: 24 de julio de 2015.<br />
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del Territorio del Estado de Colima. Publicado<br />
660 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
el 28 de agosto de 1993 en el periódico oficial El<br />
Estado de Colima. Texto vigente. Última reforma<br />
el 21 de septiembre de 2013. En: , última consulta: 24 de julio de 2015.<br />
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del Estado de Colima. Publicada el 15 de junio<br />
de 2002 en el periódico oficial El Estado de Colima.<br />
Última reforma publicada el 31 de marzo de 2006.<br />
Texto vigente. En: ,<br />
última consulta: 24 de julio de 2015.<br />
——— . 2009. Reglamento Interior de la Secretaría de<br />
Desarrollo Urbano. Publicado el 7 de marzo de<br />
2009 en el periódico oficial El Estado de Colima.<br />
Texto vigente. En: , última consulta:<br />
24 de julio de 2015.<br />
Congreso de la Unión. 1917. Constitución Política de<br />
los Estados Unidos Mexicanos. Publicada el 5 de febrero<br />
de 1917 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Última reforma publicada el 10 de julio de 2015.<br />
En: , última consulta: 24 de julio de 2015.<br />
Herrerías-Diego, Y. y J. Benítez-Malvido. 2005. Consecuencias<br />
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Diplomado en Restauración Ecológica. En: Temas<br />
sobre restauración ecológica. O. Sánchez, E. Peters,<br />
R. Márquez-Huitzil, et al. (eds.). Secretaría de Medio<br />
Ambiente y Recursos Naturales (semarnat)/<br />
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático<br />
(inecc)/United States Fish and Wildlife Service,<br />
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pnuma. Programa de las Naciones Unidas para el<br />
Medio Ambiente. 2005. Informe Anual del pnuma-2005.<br />
United Nations Environment Programme<br />
(unep)/Earthprint.<br />
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de 1993 en el Diario Oficial de la Federación. Última<br />
reforma publicada el 24 de enero de-01-2014.<br />
Texto vigente. En: , última consulta: 24 de<br />
julio de 2015.<br />
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1988. Ley General del Equilibrio Ecológico y<br />
Protección al Ambiente. México. Publicada el 28<br />
de enero de 1988 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Última reforma publicada el 5 de noviembre<br />
del 2013. Texto vigente. En: ,<br />
última consulta:<br />
20 de julio de 2015.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2006. Manual del Proceso de Ordenamiento<br />
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ine–semarnat, México.<br />
——— . 2012. Decreto que aprueba el Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />
de Colima. Tomo 97. Núm. 2. 39 pp. Colima,<br />
Colima. Publicado el 11 de agosto de 2012. Texto<br />
vigente. En: ,<br />
última consulta:<br />
24 de julio de 2015..<br />
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de Planeación. Publicada el 5 de enero de 1983 en<br />
el Diario Oficial de la Federación. Última reforma<br />
publicada el 6 de mayo de 2015. Texto vigente.<br />
En: , última consulta: 24 de julio<br />
de 2015.<br />
Elaboración del ordenamiento ecológico del territorio<br />
661
Escenarios<br />
de cambios de usos<br />
del suelo<br />
Valentino Sorani<br />
Introducción<br />
Los estudios sobre el cambio de uso del suelo y la cobertura vegetal se han<br />
constituido en una herramienta importante que puede ser utilizada para<br />
conocer las tendencias de los procesos de deforestación, degradación,<br />
desertificación y pérdida de la biodiversidad de una región determinada<br />
(Lambin et al. 2001). Estos estudios permiten entender y analizar, no<br />
solamente la relación que existe entre los procesos socioeconómicos y el<br />
desarrollo de diversas actividades que implican el uso de los recursos<br />
naturales, sino también la manera en que los cambios afectan la estructura<br />
y función de los ecosistemas (Turner y Meyer 1991).<br />
Los modelos de cambio de uso de suelo y vegetación han sido desarrollados<br />
para determinar dónde, cómo y por qué ocurren estos cambios (Brown<br />
et al. 2000). Dichos modelos toman en cuenta patrones de cambios históricos,<br />
comparándolos con los esquemas de cambio actual y haciendo extrapolaciones<br />
para predecir los cambios futuros (Lambin 1997).<br />
El presente análisis sobre los cambios de uso de suelo en el estado forma<br />
una parte importante del estudio del ordenamiento ecológico territorial,<br />
ya que permite visualizar los impactos pasados y presentes de las<br />
distintas actividades humanas en los usos del suelo, así como realizar<br />
una prospección tendencial que permita orientar la búsqueda de estrategias<br />
para regular dichos impactos. Esto es particularmente importante<br />
para el estudio y conservación de la biodiversidad, sobre todo si<br />
662<br />
Sorani, V. 2016. Escenarios de cambios de usos del suelo. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 662-667.
consideramos la necesidad de proteger y conservar<br />
los hábitats y los ecosistemas naturales<br />
que la contienen.<br />
El objetivo de este estudio es contribuir al diagnóstico<br />
sobre la biodiversidad de Colima y sus<br />
ritmos de transformación, a partir de un análisis<br />
sobre los cambios de uso del suelo y cubierta<br />
vegetal de los años 1993 y 2004, realizando una<br />
prospección al año 2030 para determinar las<br />
tasas de cambio de algunos usos de suelo.<br />
Usos del suelo y tipos<br />
de vegetación (1993)<br />
Para componer este escenario tendencial se generó<br />
un mapa de usos de suelo y tipos de vegetación,<br />
correspondiente a 1993. Se utilizaron ortofotos<br />
digitales (fotografías aéreas rectificadas mediante<br />
el uso de datos topográficos), tomadas por inegi en<br />
ese año, para llevar a cabo la interpretación visual<br />
de cada uso, definiendo 23 categorías generales de<br />
uso de suelo y cobertura vegetal (figura 1).<br />
FIGURA 1. Usos de suelo y cobertura vegetal correspondiente al ao . Fuente: elaboración propia.<br />
Escenarios de cambios de usos del suelo<br />
663
Usos del suelo y tipos<br />
de vegetación actual (2004)<br />
Escenarios futuros de los<br />
cambios de usos del suelo (2030)<br />
Se realizó una reclasificación de la cartografía<br />
del uso de suelo y la vegetación en el estado para<br />
el año 2004, basado en inegi (2000), definiéndose<br />
28 categorías generales (figura 2).<br />
Se generó un escenario tendencial a partir del<br />
cambio del uso del suelo, entre 1993 y 2004, aplicando<br />
el algoritmo CA_Markov incluido en el<br />
programa de cómputo idrisi (Eastman 2002).<br />
Este algoritmo utiliza cadenas de Markov<br />
(modelos probabilísticos que se usan para predecir<br />
la evolución y el comportamiento, a corto y a<br />
largo plazo, de determinados sistemas) que per-<br />
FIGURA 2. Usos de suelo y cobertura vegetal correspondiente al ao . Fuente: elaboración propia.<br />
664 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
miten calcular la probabilidad de cambio de una<br />
clase a otra, con base en la matriz de cambios<br />
correspondiente a un periodo de tiempo determinado.<br />
La idea subyacente es que los cambios<br />
observados en un periodo de tiempo tienen tendencia<br />
a repetirse en un periodo posterior (Paegelow<br />
et al. 2003). De esta manera se generó una<br />
matriz de transición, la cual toma en cuenta la<br />
matriz de un momento inicial (año 1993) y la de<br />
uno posterior (año 2004). La matriz de transición<br />
permitió calcular cuáles serán las superficies<br />
de cada clase de usos del suelo en el año<br />
2030, si las tendencias lineales del periodo<br />
1993-2004 prosiguieran.<br />
El programa de idrisi utiliza también un subprograma<br />
de decisiones multicriterio y multiobjetivos,<br />
el cual fue utilizado para definir las áreas<br />
más aptas para cada clase de uso del suelo. De<br />
esta forma se establecieron cuáles son las mejores<br />
áreas para ubicar o eliminar superficies de las<br />
clases que se calcularon con las cadenas de<br />
FIGURA 3. Modelo predicho de los usos de suelo y cubierta vegetal correspondiente al ao . Fuente:<br />
elaboración propia.<br />
Escenarios de cambios de usos del suelo<br />
665
Markov. Finalmente, se aplicó un modelo de<br />
autómatas celulares, el cual evalúa su entorno<br />
inmediato a partir de una celda, e incrementa los<br />
valores de aptitud de una clase si alrededor existen<br />
otras celdas con el mismo tipo de uso del<br />
suelo.<br />
Resumiendo, mediante la aplicación de los programas<br />
contenidos en idrisi se estableció información<br />
base correspondiente a un periodo de<br />
tiempo determinado (1993-2004) para predecir<br />
las cantidades de superficies que a futuro (2030)<br />
cambiarán. Así, tomando en cuenta la vocación<br />
del suelo y el entorno inmediato de cada celda se<br />
elaboró un modelo de mapa a futuro. Debido a<br />
los requerimientos de espacio y tiempo del proceso<br />
se generalizaron las clases, reduciendo su<br />
número a 25 y definiendo un tamaño de celda de<br />
50 x 50 m. La figura 3 muestra los resultados de la<br />
configuración espacial correspondiente a la predicción<br />
del escenario de cambios de usos del<br />
suelo esperados al año 2030.<br />
Cambios en superficies<br />
(1993-2004-2030)<br />
La figura 4 presenta los porcentajes de cambio en<br />
cada categoría de uso de suelo y vegetación para<br />
el estado, de acuerdo con los modelos de mapas<br />
creados para los años 1993, 2004 y 2030. Estos<br />
resultados corresponden a las principales nueve<br />
clases de usos del suelo y tipos de vegetación,<br />
obtenidas de la reclasificación de las 25 categorías<br />
originales: 1) mancha urbana, 2) zonas agrícolas<br />
y plantaciones, 3) pastizales introducidos,<br />
4) vegetación secundaria, 5) selvas conservadas,<br />
6) selvas perturbadas, 7) bosques templados<br />
conservados, 8) bosques templados perturbados,<br />
9) vegetación riparia o de galería y 10) manglar.<br />
FIGURA 4. orcentajes de rea de las categorías de uso de suelo y vegetación, correspondientes a los<br />
escenarios , y . Fuente: elaboración propia.<br />
666 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
Conclusiones<br />
De acuerdo con el escenario obtenido, las selvas<br />
conservadas disminuirán casi a la mitad de su<br />
superficie, respecto del 2004. De forma contraria,<br />
las zonas agrícolas y plantaciones, así como<br />
los pastizales inducidos, aumentarán 4.1 y 2.8%,<br />
respectivamente, continuando con la tendencia<br />
negativa procedente desde el año 1993. Otro<br />
resultado importante es el aumento de la superficie<br />
de la mancha urbana en la entidad, que<br />
aumentará a más del doble en el año 2030, respecto<br />
de 1993.<br />
Estos estudios predictivos, basados en el estado<br />
real de la situación de la vegetación a través del<br />
tiempo, permiten tomar decisiones a tiempo<br />
para detener tendencias negativas y así conservar<br />
la mayor superficie con la vegetación y diversidad<br />
deseada. Se recomienda la elaboración de<br />
más estudios, a escala más detallada y con datos<br />
más recientes para aumentar la exactitud y precisión<br />
de las predicciones del modelo.<br />
Referencias<br />
Brown, D.G., B.C. Pijanowski y J.D. Duh. 2000. Modeling<br />
the relationships between land use and<br />
land cover on private lands in the upper midwest,<br />
usa. Journal of Environmental Management,<br />
59:247-263.<br />
Eastman, J.R. y R. Laney. 2002. Bayesian soft classification<br />
for sub-pixel analysis: a critical evaluation.<br />
Photogrammetric Engineering and Remote Sensing,<br />
68(11):1149-1154.<br />
Eastman, J. 2003. idrisi Kilimanjaro. Guide to gis and<br />
Image Processing. Clark Labs, Clark University.<br />
Worcester, Massachusetts.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía<br />
e Informática. 1993. Ortofotos. En: ,<br />
última consulta: 24 de julio de 2015.<br />
——— . 2000. Carta de Uso Actual del Suelo y Vegetación,<br />
Serie III. México.<br />
Lambin, E.F., B.L. Turner, J.G. Helmut, et al. 2001. The<br />
causes of land-use and land-cover change: moving<br />
beyond the myths. Global Environmental Change<br />
11:261-269.<br />
Lambin, E.F. 1997. Modelling and monitoring landcover<br />
change process in tropical regions. Progress<br />
in Physical Geography 21(3):375-393.<br />
Paegelow, M., M. Camacho Olmedo T., et al. 2002.<br />
Modelización prospectiva del paisaje mediante sistemas<br />
de información geográfica. En: X Congreso<br />
de Métodos Cuantitativos, Sistemas de Información<br />
Geográfica y Teledetección. Universidad de Valladolid,<br />
Valladolid, España.<br />
Turner, B.L. y W.B. Meyer. 1991. Land use and land<br />
cover in global environmental change: considerations<br />
for study. International Social Science Journal<br />
130:669-679.<br />
Escenarios de cambios de usos del suelo<br />
667
Unidades<br />
de gestión ambiental<br />
Valentino Sorani<br />
Gustavo Rodríguez Gallegos<br />
Introducción<br />
La presente contribución es un extracto de la última parte del Programa<br />
Estatal del Ordenamiento Ecológico (semarnat 2012), que se incluye en<br />
el presente estudio dada su relevancia para la protección, conservación y<br />
uso de la biodiversidad del estado.<br />
Las unidades de gestión ambiental (uga) para el modelo de ordenamiento<br />
ecológico de Colima se definieron con base en diferentes criterios. Como<br />
primer paso se utilizó la regionalización ecológica del estado, basada en<br />
su geomorfología, edafología, uso del suelo y vegetación actual. Se sobrepusieron<br />
los límites administrativos de las áreas naturales protegidas y de<br />
sus diferentes zonificaciones. Por lo que respecta a las uga de la subcuenca<br />
de Cuyutlán, se tomaron directamente del decreto de ordenamiento<br />
ecológico y territorial correspondiente, como subunidades de la<br />
uga 88 y se les asignó una numeración secuencial, también basada en la<br />
numeración prevista en el mencionado decreto. En total se definieron<br />
132 uga cuya numeración sigue un orden general de norte a sur (figura 1).<br />
Políticas<br />
La definición de las políticas ambientales no se encuentra en la Ley General<br />
del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (lgeepa) (sedue<br />
1988), ni en el reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la<br />
Protección al Ambiente en Materia de Ordenamiento Ecológico<br />
668<br />
Sorani, V. y G. Rodríguez G. 2016. Unidades de gestión ambiental. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 668-674.
FIGURA 1. Unidades de gestión ambiental (UGA) identificadas mediante el procedimiento de ordenamiento ecológico (). e muestran las principales<br />
ciudades del estado ) Colima, ) Mananillo, ) Villa de lvare y ) ecomn.<br />
Unidades de gestión ambiental<br />
669
(rlgeepa) (semarnat 2003), ni tampoco en la<br />
Ley de Preservación Ambiental del Estado de<br />
Colima (lpaec) (Congreso del Estado 1994).<br />
Según el resumen ejecutivo del proceso de ordenamiento<br />
ecológico publicado por la semarnat<br />
(2012), la política de preservación se usa como<br />
sinónimo de protección en el ordenamiento ecológico<br />
territorial (oet). Sin embargo, el artículo<br />
20 de la lgeepa habla de protección y de preservación<br />
como dos conceptos diferentes, y por lo<br />
tanto para el presente estudio se decidió utilizar<br />
el término de protección y conservación con las<br />
definiciones que se indican a continuación:<br />
Protección. Con esta política se busca el mantenimiento<br />
de los ambientes naturales con características<br />
relevantes, con el fin de asegurar el<br />
equilibrio y la continuidad de los procesos evolutivos<br />
y ecológicos. Se trata de proteger áreas de<br />
flora y fauna importantes dadas sus características,<br />
biodiversidad, bienes y servicios ambientales,<br />
tipo de vegetación o presencia de especies de<br />
la nom-059-semarnat-2010 (semarnat 2010)<br />
con algún estatus definido. Para lograr este objetivo<br />
se requiere que el aprovechamiento sea prohibido,<br />
para evitar así su deterioro y asegurar la<br />
permanencia de los ecosistemas. Sin embargo,<br />
con la finalidad de garantizar beneficios a los<br />
dueños o poseedores de los terrenos, en estas<br />
áreas se permite, con ciertas condiciones, el uso<br />
con fines recreativos, científicos o ecológicos.<br />
Quedan prohibidas actividades productivas o<br />
asentamientos humanos no controlados.<br />
Preservación. Esta política se aplica a aquellas<br />
áreas o elementos naturales cuyos usos actuales<br />
o propuestos no interfieren con su función ecológica<br />
relevante y donde el nivel de degradación<br />
ambiental no ha alcanzado valores significativos.<br />
Esta política tiene como objetivo mantener<br />
la continuidad de las estructuras, los procesos y<br />
los servicios ambientales, relacionados con la<br />
protección de elementos ecológicos y de usos<br />
productivos estratégicos. Se propone esta política,<br />
cuando al igual que en la política de protección<br />
un área contiene valores importantes de<br />
biodiversidad, bienes y servicios ambientales,<br />
tipos de vegetación, etc., pero que se encuentra<br />
actualmente bajo algún tipo de aprovechamiento.<br />
De esta forma se intenta reorientar la<br />
actividad productiva a fin de hacer más eficiente<br />
el aprovechamiento de los recursos naturales,<br />
pero de una manera sustentable, garantizando la<br />
continuidad de los ecosistemas y reduciendo o<br />
anulando la presión sobre estos.<br />
Metodología para la asignación<br />
de las políticas ambientales<br />
Con la finalidad de tener un esquema transparente<br />
de atribución de las políticas para cada<br />
uga, se utilizó un método que puede considerarse<br />
una variante de la técnica propuesta en el<br />
manual del proceso de ordenamiento ecológico<br />
(semarnat 2006). A partir de los mapas de aptitud<br />
de manejo para las políticas territoriales<br />
potenciales de aprovechamiento sustentable,<br />
restauración y preservación, obtenidos en la<br />
etapa de diagnóstico multicriterio, se realizó una<br />
clasificación no supervisada. Cabe mencionar<br />
que cada mapa de aptitud de manejo consiste de<br />
celdas regulares de 50 x 50 m, cada una con un<br />
valor de aptitud para cada política ambiental,<br />
con una escala de cero hasta diez.<br />
El algoritmo utilizado para la clasificación, denominado<br />
isodata, del inglés Iterative Self-Organi-<br />
670 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
zing Data Analysis Technique (técnica analítica<br />
iterativa de auto-organización de datos) (Ball y<br />
Hall 1965), asigna cada celda a una categoría<br />
definida por los valores de las variables utilizadas<br />
en el proceso, en este caso las tres aptitudes<br />
de política. Al principio del proceso iterativo los<br />
valores que definen cada categoría o clase son a<br />
su vez definidos de manera aleatoria por el programa.<br />
Luego, a cada iteración estos valores se<br />
van ajustando a los valores promedio de las celdas,<br />
hasta que se alcance el número máximo de<br />
iteraciones o el máximo porcentaje de celdas que<br />
no pasan de un grupo a otro durante las iteraciones<br />
(tales valores máximos son definidos por el<br />
usuario al inicio del proceso). A partir de los<br />
valores que caracterizan cada categoría se etiquetan,<br />
resultando algunas categorías como una<br />
mezcla de dos políticas (aprovechamiento-restauración).<br />
Una vez asignadas las políticas a cada<br />
celda de los mapas se evalúa la frecuencia de<br />
cada categoría de política en cada uga y se le<br />
asigna la política con mayor porcentaje de celdas.<br />
La política de protección se asigna posteriormente,<br />
únicamente a las uga que presenten<br />
valores superiores a ocho, en promedio.<br />
Posteriormente, se realiza una verificación a cada<br />
uga, para integrar otros criterios que no se tomaron<br />
en cuenta en los mapas de aptitud de manejo,<br />
debido a su menor importancia a nivel de cada<br />
celda, pero que asumen un papel muy importante<br />
a nivel regional. Algunos ejemplos de tales criterios<br />
incluyen la cercanía a áreas naturales protegidas<br />
y la necesidad de áreas de amortiguamiento,<br />
la presión de las actividades agropecuarias y<br />
urbanas, la inclusión del corredor biológico<br />
Manantlán-Cuyutlán (permitiendo el flujo de<br />
especies entre ecosistemas fragmentados), la<br />
necesidad de preservar los cuerpos de agua del<br />
azolve causado por la erosión de los suelos, o usos<br />
de suelo que no se pueden observar en la imagen<br />
debido a la cobertura forestal.<br />
Estrategias ambientales<br />
Para la instrumentación del ordenamiento ecológico<br />
del estado, es necesario diseñar estrategias<br />
que permitan el cumplimiento de los<br />
lineamientos de cada uga y que atiendan sus<br />
conflictos ambientales identificados. Corresponde<br />
a la integración de objetivos y acciones<br />
específicas, mitigar o disminuir los impactos al<br />
ambiente, para evitar posibles conflictos por el<br />
territorio o para proponer actividades alternativas<br />
o cambios a las actividades existentes, las<br />
cuales redunden en mayores beneficios a la<br />
población, al mismo tiempo que disminuyan los<br />
impactos ambientales negativo.<br />
Asignación de estrategias<br />
Se define en el Reglamento de la lgeepa en materia<br />
de ordenamiento ecológico, que una estrategia ecológica<br />
es la integración de los objetivos específicos,<br />
las acciones, los proyectos, los programas y los responsables<br />
de su realización, dirigida al logro de los<br />
lineamientos ecológicos aplicables en el área de<br />
ordenamiento ecológico (semarnat 2006). Las<br />
estrategias se asignan con base en valores obtenidos<br />
a partir de las etapas de caracterización y diagnóstico,<br />
así como de las políticas ecológicas<br />
asignadas. El apéndice 1 contiene información<br />
fundamental del ordenamiento ecológico propuesto<br />
para Colima; contiene también las estrategias<br />
ecológicas, las condiciones para su asignación,<br />
así como las UGA a las cuales se asignaron.<br />
Unidades de gestión ambiental<br />
671
CUADRO 1. Estrategias ecológicas. Fuente: SEMARNAT .<br />
• Buscar financiamientos para la protección de los ecosistemas de la uga.<br />
• Buscar alternativas para los poseedores de las áreas de protección.<br />
• Fomentar la creación de un área natural protegida.<br />
• Fomentar la elaboración de un plan de manejo del área natural protegida.<br />
• Buscar financiamientos para la restauración de los ecosistemas de la uga.<br />
• Fomentar la conversión de la ganadería extensiva.<br />
• Restaurar las áreas de vegetación natural perturbada.<br />
• Buscar alternativas para los poseedores de terrenos en las áreas de restauración.<br />
• Restaurar las áreas frágiles.<br />
• Conservar los ecosistemas.<br />
• Buscar financiamientos para la conservación de los ecosistemas de la uga.<br />
• Buscar alternativas para los poseedores de las áreas de conservación.<br />
• Conservar los ecosistemas acuáticos.<br />
• Controlar la contaminación.<br />
• Prevenir y controlar incendios.<br />
• Restaurar los sitios de explotación de recursos mineros, al final del proceso de aprovechamiento.<br />
• Intensificar las actividades productivas de las áreas agropecuarias.<br />
• Intensificar el cultivo del café.<br />
• Promover el cultivo del café orgánico.<br />
• Intensificar la fruticultura.<br />
• Conservar la biodiversidad endémica.<br />
• Fomentar el pago de servicios ambientales para la biodiversidad.<br />
• Fomentar el pago de servicios ambientales para la recarga de acuíferos.<br />
• Intensificar las acciones de protección de la erosión hídrica o eólica.<br />
• Tomar medidas de prevención del riesgo volcánico.<br />
• Establecer medidas de mitigación de riesgos por tsunamis.<br />
• Establecer medidas de mitigación de riesgos por ciclones.<br />
• Planeación ecológica territorial.<br />
• Desarrollar el turismo ecológico y de aventura.<br />
• Desarrollar el turismo convencional.<br />
• Reducir el impacto de las actividades agropecuarias.<br />
• Reforestar con especies nativas.<br />
• Fomentar la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales, duplicando la capacidad de<br />
tratamiento.<br />
• Elevar los niveles de vida de la población, con empleo, mejor ingreso y aprovechamiento óptimo de<br />
los recursos humanos y naturales en un contexto de conservación ambiental e impulso de una cultura<br />
urbana compatibles con un desarrollo económico moderno, conservando la identidad local.<br />
672 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
Cuadro , contina<br />
• Garantizar un crecimiento urbano ordenado y funcional del territorio, manteniendo un sistema<br />
equilibrado de ciudades que faciliten la integración intrarregional de la entidad y de ésta con el resto del<br />
país, compatible con la conservación del medio ambiente.<br />
• Fomentar la protección del corredor biótico Manantlán-Cuyutlán.<br />
• Protección de huertas.<br />
• Fomentar la agroforestería.<br />
• Capacitar a las comunidades para proteger, preservar y aprovechar los recursos. naturales, especialmente<br />
en las áreas naturales protegidas.<br />
• Fomentar la creación de corredores industriales, cerro de Ortega-Armería.<br />
• Fomentar el proyecto del corredor industrial Jalipa-Camotlán de Miraflores-Peña Colorada.<br />
• Consolidar el corredor tecnológico industrial Buena Vista-Piscila.<br />
• Impulso al aprovechamiento pecuario y recuperación de pastizales.<br />
• Fomentar la explotación forestal a través de programas de manejo forestal autorizados por la autoridad<br />
competente, que garanticen la conservación de los ecosistemas.<br />
• Permitir el crecimiento de los asentamientos humanos.<br />
• Fomentar el pago de servicios ambientales para la fijación de carbono.<br />
• Fomentar un desarrollo regulado de los asentamientos humanos rurales.<br />
• Desarrollar las actividades portuarias.<br />
• Amortiguar el efecto de las actividades productivas de la uga sobre las uga de protección colindantes.<br />
Referencias<br />
Ball, G.H. y D.J. Hall. 1965. A novel method of data<br />
analysis and pattern classification. Reporte Técnico.<br />
Stanford Research Institute, Menlo Park, California.<br />
Congreso de la Unión. 2003. Reglamento de la Ley<br />
General del Equilibrio Ecológico y la Protección al<br />
Ambiente en Materia de Ordenamiento Ecológico<br />
(rlgeepa). Publicada el 8 de sgosto de 2003 en el<br />
Diario Oficial de la Federación. Última reforma<br />
publicada: el 31 de octubre de 2014. Texto vigente.<br />
En: , última<br />
consulta: 27 de julio de 2015.<br />
Gobierno Congreso del Estado. 1994. Ley de Preservación<br />
Ambiental del Estado de Colima (lpaec).<br />
Publicada el 12 de marzo de 1994 en el periódico<br />
oficial El Estado de Colima. Texto vigente. En:<br />
, última consulta: 27 de julio de 2015.<br />
sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />
1988. Ley General del Equilibrio Ecológico<br />
y la Protección al Ambiente (lgeepa). Publicada<br />
el 28 de enero de 1988 en el Diario Oficial de la<br />
Federación. Última reforma publicada el 9 de enero<br />
de 2015. Texto vigente. En ,<br />
última consulta:<br />
27 de julio de 2015.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2003. Reglamento de la Ley General del<br />
Unidades de gestión ambiental<br />
673
Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente<br />
en Materia de Ordenamiento Ecológico (rlgeepa).<br />
Publicado el 8 de agosto de 2003 en el Diario Oficial<br />
de la Federación. Última reforma el 31 de octubre<br />
de 2014. En: , última consulta: 27 de julio de 2015.<br />
——— . 2006. Manual de Proceso de Ordenamiento<br />
Ecológico. México.<br />
——— . 2010. nom-059-semarnat-2010. Publicada el<br />
30 de diciembre de 2010 en el Diario Oficial de la<br />
Federación. Texto vigente.<br />
——— . 2012a. Resumen Ejecutivo del Programa de<br />
Ordenamiento Territorial del Estado de Colima. En:<br />
,<br />
última consulta: 2 de julio de 2015.<br />
——— . 2012b. Decreto que aprueba el Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />
de Colima. Publicado el 11 de agosto de 2012 en<br />
el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
En: , última consulta: 28 de julio<br />
de 2015.<br />
674 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
Aprovechamiento,<br />
protección<br />
y conservación<br />
de los sistemas<br />
coralinos de la costa<br />
Marco A. Liñán-Cabello<br />
Laura A. Flores-Ramírez<br />
José F. Cobo-Díaz<br />
Olinda S. Soriana-Santiago<br />
Descripción<br />
Los arrecifes de coral son ecosistemas marinos altamente diversos que<br />
proporcionan numerosos beneficios ambientales, ya que protegen a las<br />
costas contra tormentas y huracanes. Muchos países dependen de ellos<br />
para sostener parte de su industria pesquera y su alimentación, ya que<br />
sirven de hábitat para muchas especies marinas de consumo humano con<br />
gran importancia económica. Además, son fuente de recreación y estimulan<br />
el turismo, atrayendo millones de buceadores y visitantes por su<br />
diversidad y belleza (figura 1). De manera natural los arrecifes son modificados<br />
por la acción de corrientes, huracanes y tormentas; sin embargo,<br />
la contaminación, la destrucción de los manglares, la erosión del suelo, la<br />
sobrepesca, los excesos en el turismo marino y el cambio climático global<br />
pueden afectar a los pólipos del coral y con ello alterar la compleja cadena<br />
alimenticia que se desarrolla alrededor de un arrecife.<br />
Protección y conservación<br />
Los ecosistemas coralinos de Colima no son la excepción ante este problema;<br />
los más representativos del litoral colimense son el arrecife coralino<br />
La Boquita, ubicado dentro de la bahía de Santiago y Carrizales, en<br />
la bahía del mismo nombre. Según la clasificación de las Regiones Marinas<br />
Prioritarias de México (rmp) (Arriaga-Cabrera et al. 1998), Carrizales<br />
forma parte de este listado, sin embargo, la información sobre su<br />
biodiversidad, incluida en su designación, excluye a los arrecifes encon-<br />
Liñán-Cabello, M.A., L.A. Flores-Ramírez, J.F. Cobo-Díaz y O.S. Soriana-Santiago. 2016. Aprovechamiento,<br />
protección y conservación de los sistemas coralinos de la costa. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 675-680.<br />
675
cambios bruscos de salinidad y exceso de sedimentos<br />
derivados de la inadecuada obra de<br />
intercomunicación artificial con la laguna Juluapan.<br />
Asimismo, su cercanía con las áreas de<br />
mayor recreación incrementa su vulnerabilidad<br />
respecto a factores relacionados con la presión<br />
turística, como anclaje, extracción y contacto del<br />
coral y pesca. Esto mismo sucede con la condición<br />
de salud del arrecife Carrizales (Zacarías-<br />
Salinas 2007, Liñán-Cabello et al. 2008).<br />
FIGURA 1. os arrecies coralinos son muy diversos<br />
y proporcionan numerosos beneficios ambientales.<br />
Foto: Baruch Figueroa Zavala/<strong>Banco</strong> de imágenes<br />
CONABIO.<br />
trados en esta región y por ende no aborda la<br />
situación imperante en el mismo. Por su parte,<br />
La Boquita no se encuentra enlistada como rmp<br />
u otra clasificación que gestione su conservación.<br />
Independientemente de las rmp, tanto<br />
Carrizales como La Boquita se encuentran<br />
actualmente bajo ciertas amenazas de origen<br />
antropogénico, lo que deriva en la falta de un<br />
verdadero control en el uso y manejo de los<br />
recursos de estos ecosistemas.<br />
El problema imperante en La Boquita se relaciona<br />
con la exposición a temperaturas altas, con<br />
Por lo anterior, en el presente trabajo se hace<br />
referencia al problema imperante para cada<br />
localidad y se proponen iniciativas compatibles<br />
con el desarrollo de un turismo sostenible, las<br />
cuales son sugeridas por organismos y alianzas<br />
internacionales (celb 2003). Adicionalmente, se<br />
recomiendan estudios de capacidad de carga<br />
turística (número de visitantes, embarcaciones o<br />
buzos) y medidas de restauración que permitan<br />
mitigar y evaluar los efectos negativos del<br />
anclaje, encallamiento y la fragmentación.<br />
El análisis causa-efecto de las ocho diferentes<br />
variables identificadas previamente por estas<br />
investigaciones, y las de otros autores, en las<br />
áreas de interés (Florián-Álvarez 2006, Flores-Ramírez<br />
y Liñán Cabello 2007, Zacarías-<br />
Salinas 2007), es presentado en el cuadro 1. Es<br />
posible reconocer las consecuencias inmediatas<br />
que sobre el hábitat coralino pueden ocasionar<br />
actividades como la fragmentación y el blanqueamiento<br />
del coral. A un plazo mayor, algunos<br />
otros agentes causales originan degradación<br />
progresiva que puede afectar irreversiblemente<br />
al ecosistema coralino. Estas causas convergen a<br />
partir de la inadecuada obra de intercomunicación<br />
de la laguna, en la falta de medidas que<br />
regulen la industria del turismo marino.<br />
676 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
CUADRO 1. elaciones causaeecto, relativas al problema imperante en los arrecies coralinos a oquita () y<br />
Carrizales (C). Fuente: elaboración propia.<br />
Causas Localidad Efectos<br />
1. Pesca excesiva de poblaciones<br />
de peces herbívoros asociados<br />
al arrecife<br />
B, C Aumento en la población de macroalgas,<br />
competencia por sustrato, disminución de especies<br />
de peces<br />
2. Recolección de coral para fines<br />
comerciales<br />
3. Fluctuaciones espaciotemporales<br />
de temperatura y<br />
salinidad<br />
B<br />
B<br />
Pérdida de especies coralinas y hábitat,<br />
disminución en la capacidad de regeneración y<br />
producción<br />
A corto plazo, susceptibilidad al blanqueamiento,<br />
modificación en la capacidad de regeneración y<br />
predisposición a enfermedades<br />
4. Fragmentación coralina<br />
asociada a maniobras de<br />
anclaje<br />
B, C Merma de corales vivos, reducción en la cantidad<br />
de organismos, desarrollo de algas, enturbiamiento<br />
del agua<br />
5. Contacto por visitantes debido<br />
a su escasa profundidad<br />
B<br />
Fragmentación, disminución en su capacidad de<br />
regeneración, crecimiento y reproducción<br />
6. Prácticas inadecuadas de<br />
snorkel y buceo<br />
B, C Deterioro del fondo, aumento de sedimentos,<br />
perturbación de la vida natural marina, pérdida de<br />
la mucosidad<br />
7. Aporte de sedimentos<br />
asociados a la descarga de la<br />
laguna Juluapan<br />
B<br />
Turbidez, disminución en la capacidad<br />
fotosintética, pérdida de sustrato asociado a<br />
la proliferación de tapetes microbianos, estrés<br />
fisiológico asociado a la sobreproducción de mucus<br />
protector<br />
8. Contaminación por deshechos<br />
del tránsito vehicular, turismo<br />
y artes de pesca<br />
B, C Contaminación visual por deshechos sólidos,<br />
líquidos y artes de pesca que quedan atrapadas en<br />
los arrecifes causando fragmentación.<br />
Conclusiones<br />
Las iniciativas de uso, manejo y gestión en los<br />
arrecifes del estado, respecto al tiempo y a la responsabilidad<br />
de los distintos participantes son<br />
presentadas en el cuadro 2. Debido a la condición<br />
actual de deterioro es imperativo realizar<br />
esfuerzos a corto plazo, basados en los siguientes<br />
tres ejes de acción: 1) reubicación de la zona de<br />
intercomunicación del arrecife con la laguna<br />
Juluapan, específicamente en La Boquita; 2) realizar<br />
un marco normativo que contribuya a la<br />
protección y conservación de los arrecifes y 3) el<br />
desarrollo de actividades turísticas sostenible.<br />
Lo anterior demanda la aplicación de estrategias<br />
de restauración y regeneración, principalmente<br />
en el arrecife La Boquita. Asimismo, destaca<br />
como una acción de gran necesidad instalar<br />
boyas de amarre permanente, sobre todo en los<br />
lugares más frecuentados por buzos y portadores<br />
Aprovechamiento, protección y conservación de los sistemas coralinos de la costa<br />
677
CUADRO 2. Iniciativas de turismo sostenible propuestas a corto, mediano y largo plazo, por organismos<br />
y diversas alianas, respecto a los agentes causales identificados en los sistemas coralinos a oquita y<br />
Carriales. a columna Causas se anota en relación a su equivalente en el cuadro . Fuente: elaboración<br />
propia con base en CEBL .<br />
Causas<br />
Corto plazo<br />
Iniciativas<br />
1 Incrementar la vigilancia, cumplir las<br />
leyes vigentes, prohibición de la pesca<br />
con arpón<br />
2 Incrementar la vigilancia, cumplir las<br />
leyes vigentes<br />
3, 7 Reubicación de la obra de<br />
intercomunicación de la laguna<br />
Juluapan y el extremo norte de la<br />
bahía de Santiago<br />
4 Ejecutar un programa de restauración<br />
de coral a partir de fragmentos<br />
existentes<br />
Implementar un sistema de boyas<br />
de amarre para evitar los daños por<br />
anclaje de fondo<br />
5 Realizar un estudio de capacidad de<br />
carga para determinar el número<br />
de visitantes por día que pueden<br />
soportar los arrecifes<br />
6 Promover, entre los practicantes<br />
de estas actividades, abstenerse del<br />
contacto; implementar el uso de<br />
chalecos salvavidas<br />
8 Informar a los turistas sobre la acción<br />
nociva de la eliminación incorrecta<br />
de los desperdicios e implementar un<br />
programa de recolección a bordo<br />
Mediano/largo plazo<br />
Designación de un programa<br />
de aprovechamiento para<br />
ecoturismo, monitoreo de<br />
investigación, difusión y<br />
educación ambiental<br />
Implementar un plan de cultura<br />
ecológica para la población y<br />
visitantes<br />
Implementar un programa de<br />
mantenimiento<br />
Monitoreo continuo del<br />
programa de restauración y<br />
mantenimiento de sistema de<br />
boyas<br />
Implementar un plan de<br />
vigilancia en el que participen<br />
prestadores de servicios<br />
turísticos, autoridades y<br />
sociedades cooperativas<br />
Implementar cursos de<br />
conciencia ambiental.<br />
Estructurar un programa de<br />
vigilancia respecto al ejercicio de<br />
las actividades acuáticas<br />
Implementar una campaña<br />
bimestral de limpieza de<br />
arrecifes<br />
Participantes<br />
semarnat, UCOL,<br />
profepa, semar,<br />
conanp<br />
semarnat,<br />
profepa<br />
H. Ayuntamiento<br />
de Manzanillo<br />
facimar (UCOL),<br />
H. Ayuntamiento<br />
de Manzanillo<br />
facimar (UCOL),<br />
iom sectur,<br />
prestadores de<br />
servicio de la<br />
región<br />
Agencias padi,<br />
proveedores<br />
de turismo,<br />
facimar<br />
sectur, facimar,<br />
iom, prestadores de<br />
servicio turístico,<br />
profepa<br />
SEMARNAT ecretaría del Medioambiente y ecursos Naturales UCO = Universidad de Colima;<br />
PROFEPA= Procuraduría Federal de Protección al Ambiente; SEMAR ecretaría de Marina CONN = <strong>Comisión</strong><br />
Nacional de reas Naturales rotegidas FACIMAR = Facultad de Ciencias Marinas (UCO); IOM = Instituto<br />
Oceanogrfico de Mananillo (UCO); SECTUR ecretaría de urismo PADI = Asociación Profesional de<br />
Instructores de Buceo.<br />
678 PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN A LA BIODIVERSIDAD
de snorkel, y con esto evitar perturbaciones que<br />
puedan provocar graves daños a los arrecifes<br />
coralinos. Se considera que en la bahía Carrizales,<br />
dada su mayor superficie, podrían ser instaladas<br />
dos boyas en el extremo noreste y dos en el<br />
noroeste; asimismo, en La Boquita se recomienda<br />
instalar al menos dos boyas cercanas a<br />
los parches más visitados.<br />
Es necesario realizar investigaciones y acciones<br />
de gestión que permitan la implementación de<br />
un programa de aprovechamiento, con usos en<br />
ecoturismo, monitoreo de investigación, difusión<br />
y educación ambiental, en el que participen<br />
diferentes instituciones y con ello lograr el buen<br />
aprovechamiento de estos ecosistemas en el<br />
estado. El estudio y conocimiento de los sistemas<br />
de arrecifes coralinos permitirá la conservación de<br />
la gran biodiversidad que de ellos depende.<br />
Referencias<br />
Arriaga-Cabrera, L., E. Vázquez-Domínguez, J. González-Cano,<br />
et al. 1998. Regiones marinas prioritarias<br />
de México. <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />
y Uso de la Biodiversidad (conabio).<br />
México.<br />
celb. Center for Environmental Leadership in Business.<br />
2003. Guía práctica de buenas prácticas:<br />
gestión de cuestiones ambientales en el sector de la<br />
recreación marina. The Center for Environmental<br />
Leadership in Business (celb)/Centro de Recursos<br />
Ambientales de Navarra (cran)/Programa de<br />
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (pnuma).<br />
Florián-Álvarez, P. 2006 Diversos indicadores de presión<br />
antropogénica sobre el arrecife coralino La Boquita,<br />
Manzanillo, Colima, México. Tesis de licenciatura<br />
en administración de recursos naturales.<br />
Universidad de Colima (ucol), México.<br />
Flores-Ramírez, L. y M.A. Liñán-Cabello. 2007. Relationships<br />
among thermal stress, bleaching and oxidative<br />
damage in the hermatypic coral, Pocillopora<br />
capitata. Comparative Biochemistry and Physiology146:194-202.<br />
Zacarías-Salinas, J.S. 2007. Caracterización del fenómeno<br />
de blanqueamiento en las comunidades coralinas<br />
de La Boquita y bahía Carrizales en el verano<br />
2004. Tesis en oceanología. ucol, México.<br />
Liñán-Cabello, M.A., D. Hernández-Medina, P. Florián-Álvarez<br />
y A. Mena-Herrera. 2008. Estado<br />
actual del arrecife coralino La Boquita, Colima.<br />
iridia 5:10-23.<br />
Aprovechamiento, protección y conservación de los sistemas coralinos de la costa<br />
679
Sula sula. Foto: rupo de<br />
Ecología y Conservación de<br />
Islas, A.C./<strong>Banco</strong> de imágenes<br />
CONABIO.
S9<br />
MARCO JURÍDICO VIGENTE
Zenaida macroura clarionensis. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C.<br />
/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
Conocer las bases jurídicas y normativas sobre la regulación de los recursos<br />
biológicos y su adecuado cumplimiento puede traducirse en la conservación<br />
y uso sustentable, así como en el bienestar de la sociedad.<br />
Existen diversos instrumentos y mecanismos a los cuales los países se<br />
comprometen a cumplir. A nivel internacional se cuenta con el Convenio<br />
sobre Diversidad Biológica, la Convención sobre el Comercio Internacional<br />
de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, la Convención<br />
relativa a los humedales de importancia internacional. En esta sección se<br />
analizan algunos de los principales ordenamientos jurídicos e instrumentos<br />
de política ambiental, relativos a la protección jurídica de la biodiversidad.<br />
La Constitución Política, al ser la carta magna establece las garantías<br />
individuales de las cuales se desprende la legislación nacional. Existen<br />
mecanismos relevantes a nivel federal por los cuales se pueden cumplir<br />
los objetivos: la regulación de las propias leyes, los instrumentos de política<br />
ambiental, los mecanismos restrictivos para el aprovechamiento de<br />
los recursos naturales en materia hídrica y las figuras penales. Quizá los<br />
más conocidos sean los instrumentos de política ambiental, como son el<br />
establecimiento de áreas naturales protegidas (anp), el ordenamiento<br />
ecológico del territorio y la evaluación del impacto ambiental.<br />
A nivel estatal y municipal se pueden establecer anp con equivalentes de<br />
manejo y categoría, como se establece en la Ley Ambiental para el<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Marco jurídico vigente. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de<br />
Estado. conabio. México, pp. 683-684.<br />
683
Desarrollo Sustentable de Colima, que incluye<br />
regulaciones para el aprovechamiento a diferentes<br />
niveles (especies, comunidades, ecosistemas<br />
y sus recursos genéticos). Sin embargo, dentro de<br />
las áreas urbanas se consideran otras figuras que<br />
tienen el potencial de generar sinergias de conservación<br />
y acción social.<br />
Las figuras penales forman parte de los mecanismos<br />
jurídicos de protección de la biodiversidad.<br />
Algunos delitos ambientales se cimentan en el<br />
Código Penal del estado de Colima. A nivel<br />
municipal siete de los 10 municipios cuentan<br />
con reglamentos para la protección de la biodiversidad.<br />
Los retos incluyen no sólo la adecuada<br />
legislación en la materia, sino su regulación,<br />
implementación y evaluación continua sobre los<br />
retos actuales y futuros que enfrenta el territorio<br />
colimense, ante lo cual son indispensables la<br />
voluntad política de los diferentes órdenes de<br />
gobierno y la concertación entre ellos.<br />
684 MARCO JURÍDICO VIGENTE
Protección jurídica<br />
de la biodiversidad<br />
Raquel Gutiérrez-Nájera<br />
José Ángel Méndez-Rivera<br />
Introducción<br />
La legislación ambiental define a la biodiversidad como “la variabilidad<br />
de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos, entre otros, los ecosistemas<br />
terrestres, marinos, otros ecosistemas acuáticos y los complejos<br />
ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de<br />
cada especie, entre las especies y de los ecosistemas” (sedue 1988); en<br />
términos simples, la biodiversidad de Colima implica la riqueza biótica<br />
del estado y sus interrelaciones.<br />
Colima es ejemplo característico de una alta concentración de diversidad<br />
biológica dentro de un área relativamente pequeña. Estas condiciones, en<br />
lugar de representar una desventaja, constituyen oportunidades de<br />
manejo a través de la planeación ambiental de los recursos naturales, lo<br />
cual necesariamente se traduciría en la generación de riqueza para su<br />
población humana.<br />
En efecto, una de las oportunidades de desarrollo de la entidad lo representa<br />
la variedad de sus ecorregiones, que van desde zonas marinas hasta<br />
zonas terrestres montañosas, además de la riqueza cultural de sus pueblos.<br />
Es así que Colima fue uno de los primeros estados en tratar de ordenar<br />
su territorio a través del Programa de Ordenamiento Ecológico<br />
Territorial (poet) en 1983. Sin embargo, ese esfuerzo no se ha reflejado en<br />
la conservación de sus recursos y la planeación de su territorio, en congruencia<br />
por ejemplo con la vocación natural del suelo y las unidades de<br />
gestión ambiental establecidas.<br />
Gutiérrez-Nájera, R. y J.A. Méndez-Rivera. 2016. Protección jurídica de la biodiversidad. En: La Biodiversidad en<br />
Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 685-700.<br />
685
Aunque significativamente más incipiente, otro<br />
de los instrumentos que se han utilizado en el<br />
estado para proteger la riqueza natural son las<br />
declaratorias de áreas naturales protegidas,<br />
compartiendo con Jalisco una de las reservas de<br />
la biosfera más importantes del país, como es la<br />
Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán. La<br />
presente contribución identifica en principio a<br />
estos dos instrumentos como principales políticas<br />
para proteger la biodiversidad del estado.<br />
En ese contexto, esta sección pretende analizar<br />
los ordenamientos jurídicos e instrumentos de<br />
política ambiental, dentro de los ámbitos internacional,<br />
federal, estatal y municipal, relativos a<br />
la protección jurídica de la variabilidad de los<br />
seres vivos, es decir, de la biodiversidad existente<br />
en la entidad. A la luz del diagnóstico de la biodiversidad,<br />
la meta es identificar aquellos insumos<br />
legales que permitirán plantear una<br />
estrategia jurídica para la conservación de la<br />
riqueza biótica del estado. Por lo tanto, se inicia<br />
analizando la normatividad en el ámbito internacional<br />
hasta llegar al ámbito municipal.<br />
II. La protección jurídica<br />
de la biodiversidad en el ámbito<br />
federal<br />
Generalidades<br />
Una de las estrategias de conservación que en el<br />
ámbito federal ha sido pionera para la protección<br />
de la biodiversidad, se ha dado a través de las<br />
declaratorias de las áreas naturales protegidas<br />
(anp). Con relación a la superficie cubierta del<br />
territorio nacional, las anp más importantes son<br />
las reservas de la biosfera (49%), las áreas de protección<br />
de recursos naturales (17%), le siguen en<br />
importancia las áreas de protección de flora y<br />
fauna (26%), los parques nacionales (5.5%) y los<br />
santuarios y monumentos naturales (0.5%). El<br />
estado con mayor número de anp decretadas es<br />
Chiapas (18), siguiéndole Estado de México (16),<br />
Michoacán y Veracruz (12), Jalisco (11) y Quintana<br />
Roo (10). Al considerar la superficie<br />
cubierta, a nivel nacional, Baja California tiene<br />
la mayor área decretada, seguida por Baja<br />
California Sur, Sonora, Chiapas, Campeche y<br />
Chihuahua (semarnat 1994).<br />
I. La protección jurídica<br />
de la biodiversidad en el ámbito<br />
internacional<br />
En el ámbito internacional se tienen varios instrumentos<br />
que protegen a la biodiversidad y que<br />
están integrados al sistema jurídico mexicano: el<br />
Convenio de Diversidad Biológica de Río de<br />
Janeiro, de 1992, el tratado de ramsar que protege<br />
los humedales a nivel internacional, y cites<br />
que protege el tráfico de especies en peligro de<br />
extinción (Gutiérrez Nájera 2007), por mencionar<br />
solamente importantes ejemplos.<br />
La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección<br />
al Ambiente (lgeepa) (sedue 1988), en<br />
su título segundo, artículo 46, prevé nueve categorías<br />
de manejo: reservas de la biosfera, parques<br />
nacionales, monumentos naturales, áreas<br />
de protección de recursos naturales, áreas de<br />
protección de flora y fauna, santuarios, parques<br />
y reservas estatales, zonas de conservación ecológica<br />
municipales y áreas destinadas voluntariamente<br />
a la conservación. Sin embargo, el<br />
decreto (sedue 1988) que reformó la lgeepa<br />
establece en su artículo 46 que se derogan las<br />
reservas especiales de la biosfera y los parques<br />
marinos nacionales, asimismo, se adicionan:<br />
686 MARCO JURÍDICO VIGENTE
1) los parques y reservas estatales, así como las<br />
demás categorías que establezcan las legislaciones<br />
locales, y 2) las áreas destinadas voluntariamente<br />
a la conservación. Actualmente, en el<br />
ámbito federal el sistema nacional de áreas naturales<br />
protegidas está constituido por 176 anp<br />
(conanp 2015); existen 296 anp estatales y 98 de<br />
carácter municipal (Bezaury-Creel et al. 2009a y<br />
b, conanp 2015).<br />
No obstante que se ha privilegiado la política<br />
ambiental de anp para la protección de la biodiversidad<br />
en México, existe una variedad muy<br />
amplia de problemas que caracterizan a nuestro<br />
sistema de áreas naturales protegidas (Flores-<br />
Villela y Gerez 1994).<br />
Legislación federal aplicable a biodiversidad<br />
En el ámbito federal existen diversos mecanismos<br />
para la protección de la biodiversidad:<br />
a) la regulación establecida en las propias leyes<br />
federales, es decir, aquella regulación que se<br />
impone para el ejercicio de los actos de autoridad;<br />
b) los instrumentos de política ambiental,<br />
como el ordenamiento ecológico territorial, la<br />
evaluación del impacto ambiental y las declaratorias<br />
de áreas naturales protegidas; c) mecanismos<br />
restrictivos para el aprovechamiento<br />
de recursos naturales en materia hídrica, como<br />
son las vedas, las zonas reglamentadas y las<br />
reservas de agua; y d) figuras penales federales<br />
para criminalizar conductas atentatorias a la<br />
biodiversidad.<br />
El esquema anterior es complementado con las<br />
demás leyes generales, como la Ley de Bioseguridad<br />
y Organismos Modificados Genéticamente<br />
y las normas oficiales mexicanas, como es la<br />
nom-059 (semarnat 2010), que tiene que ver<br />
con la definición del estatus de conservación de<br />
las especies de flora y fauna silvestres, consideradas<br />
amenazadas, raras, de distribución restringida<br />
o en peligro de extinción. De igual manera,<br />
existe legislación complementaria derivada de<br />
las leyes agraria e indígena, sobre todo si se<br />
toman en cuenta los artículos 2 y 27 de la Constitución<br />
Política que garantiza los derechos que<br />
tienen las comunidades indígenas y agrarias<br />
sobre sus recursos naturales.<br />
La lgeepa contempla, en su objeto: “La preservación<br />
y protección de la biodiversidad, así como<br />
el establecimiento y administración de las áreas<br />
naturales protegidas” (sedue 1988), de igual<br />
manera alude a la necesidad de su aprovechamiento<br />
sustentable.<br />
Las definiciones de las diferentes categorías de<br />
áreas naturales protegidas (reserva de la biosfera,<br />
parque nacional, monumento natural,<br />
área de protección de los recursos naturales,<br />
área de protección de flora y fauna silvestres y<br />
santuarios) están contenidas en la lgeepa<br />
(sedue 1988), respecto a las categorías así como<br />
a sus actividades compatibles. Por su parte, la<br />
Ley de Aguas Nacionales contempla la realización<br />
de estudios justificativos para su establecimiento<br />
como anp, tales como zonas<br />
reglamentadas, zonas de veda o reserva de<br />
agua, con los siguientes objetivos:<br />
• Prevenir o remediar la sobreexplotación de<br />
los acuíferos.<br />
• Proteger o restaurar un ecosistema.<br />
• Preservar fuentes de agua o protegerlas contra<br />
la contaminación.<br />
• Preservar y controlar la calidad del agua.<br />
Por escasez o sequía extraordinaria.<br />
Protección jurídica de la biodiversidad 687
Adicionalmente, la protección de la biodiversidad<br />
en el ámbito federal se da también a través<br />
de otros mecanismos, tales como las normas oficiales<br />
mexicanas (nom) y los instrumentos de<br />
política ambiental (cuadro 1). En otros casos,<br />
como el artículo 60 de la Ley General de Vida<br />
Silvestre (semarnat 2000), se contemplan<br />
mecanismos de protección de tipos de ecosistemas<br />
particulares, tal es el caso de los manglares.<br />
III. La protección jurídica<br />
de la biodiversidad en el ámbito<br />
estatal<br />
Áreas de valor ambiental<br />
La Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />
del Estado de Colima (Congreso del Estado<br />
2002), en su artículo 93 establece como áreas de<br />
valor ambiental las siguientes: a) áreas de recuperación<br />
ecológica, b) parques ecológicos estatales<br />
y c) parques ecológicos municipales. Los dos<br />
primeros son competencia del Estado, mientras<br />
que el tercer tipo, como es evidente, compete a<br />
los ayuntamientos.<br />
Las áreas de recuperación ecológica son aquellas<br />
en las que existen procesos acelerados de desertificación<br />
o degradación de ecosistemas (costeros,<br />
barrancas, bosques, bahías, lagunas, esteros,<br />
ríos, arroyos y otros cuerpos de agua, ya sea costeros<br />
o interiores), refiriéndose a áreas con jurisdicción<br />
estatal y que muestren señales de pérdida<br />
de recursos naturales o biológicos, o que presenten<br />
afectaciones irreversibles a los ecosistemas o<br />
a sus elementos.<br />
Los parques ecológicos estatales y municipales<br />
son áreas con valor ambiental en las que predominan<br />
especies de flora arbórea y arbustiva, así<br />
como otras especies de vida silvestre asociadas y<br />
representativas de la biodiversidad regional.<br />
Estas áreas pueden albergar también especies<br />
introducidas, con la finalidad de contribuir a su<br />
valor ambiental, estético, científico, educativo,<br />
recreativo, histórico o turístico.<br />
CUADRO 1. Normas oficiales meicanas e instrumentos de política ambiental empleadas para proteger<br />
la biodiversidad a nivel ederal. Fuente: elaboración propia.<br />
nom-059<br />
nom-022<br />
oet<br />
Instrumentos<br />
Evaluación de impacto<br />
ambiental<br />
Función<br />
Reglamenta las especies terrestres y acuáticas endémicas, raras, en peligro de<br />
extinción y sujetas a protección especial<br />
Reglamenta los humedales; normas emergentes relativas a proteger especies<br />
emblemáticas, como es el caso de la tortuga marina, la ballena y la mariposa<br />
monarca<br />
Define las áreas con valor ambiental y elevada biodiversidad e impone<br />
limitaciones al uso y aprovechamiento de los recursos naturales<br />
Anticipa los impactos ambientales que obras o actividades puedan ocasionar<br />
en el ambiente<br />
688 MARCO JURÍDICO VIGENTE
Áreas naturales protegidas de jurisdicción estatal<br />
La misma Ley Ambiental para el Desarrollo<br />
Sustentable de Colima establece, en su artículo<br />
99 (Congreso del Estado 2002), que las áreas<br />
naturales protegidas tienen como principales<br />
objetivos:<br />
• Preservar los ambientes naturales dentro de<br />
las zonas de asentamientos humanos y en su<br />
entorno, para contribuir a mejorar la calidad<br />
de vida de la población y mantener su equilibrio<br />
ecológico.<br />
• Salvaguardar la diversidad genética de las<br />
especies silvestres que habitan en los centros<br />
de población y áreas adyacentes.<br />
• Asegurar el aprovechamiento sustentable de<br />
los recursos naturales, los ecosistemas y sus<br />
elementos.<br />
• Proporcionar un campo propicio para la<br />
investigación científica y el estudio de los<br />
ecosistemas y su equilibrio.<br />
• Generar, rescatar y divulgar conocimientos,<br />
prácticas y tecnologías, tradicionales o nuevas,<br />
que permitan la preservación y el aprovechamiento<br />
sustentable de la biodiversidad<br />
del territorio estatal, así como su preservación.<br />
• Proteger los entornos naturales de zonas,<br />
monumentos y vestigios arqueológicos, históricos<br />
y artísticos, de importancia para la<br />
cultura e identidad estatal.<br />
• Proteger sitios escénicos para asegurar la<br />
calidad del ambiente y promover el turismo<br />
alternativo.<br />
• Proteger los recursos naturales, la flora y la<br />
fauna silvestre, terrestre y acuática, estableciendo<br />
viveros, criaderos y reservas para su<br />
conservación y preservación, sobre todo<br />
para aquellas especies en vías de extinción.<br />
En el cuadro 2 se enlistan las categorías de áreas<br />
naturales protegidas de competencia estatal, así<br />
como su definición funcional. Según el artículo<br />
109 de la misma ley (Congreso del Estado 2002),<br />
las áreas naturales protegidas podrán incluir, de<br />
manera parcial o total, predios sujetos a cualquier<br />
régimen de propiedad y quedarán sujetas a<br />
la condición de inafectables a que se refiere la<br />
legislación agraria.<br />
Protección estatal de flora y fauna<br />
La Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />
(Congreso del Estado 2002) que nos ocupa, prevé<br />
en su artículo 118, que el uso o aprovechamiento<br />
de la flora y fauna se sujetará a criterios de sustentabilidad<br />
que permitan garantizar la subsistencia<br />
de especies o subespecies, sin ponerlas en<br />
riesgo de extinción y procurando la regeneración<br />
de los ecosistemas, en la cantidad y calidad<br />
necesarias, para no alterar el equilibrio ecológico<br />
y las cadenas naturales. Los programas y<br />
actividades de forestación, reforestación, restauración<br />
o aprovechamiento de flora y fauna silvestres,<br />
procurarán la conservación y el desarrollo<br />
de las especies endémicas.<br />
La misma ley prohíbe liberar y utilizar organismos<br />
genéticamente modificados dentro de la<br />
entidad federativa. Tales acciones deben contar<br />
con las autorizaciones expedidas por la autoridad<br />
competente y se realizarán siempre y cuando<br />
esté comprobado científicamente que no afectan<br />
al ambiente, la salud humana, la sanidad vegetal<br />
y animal, y en general a la biodiversidad y los<br />
ecosistemas.<br />
Se hace hincapié en la necesidad de establecer la<br />
normatividad para evitar la contaminación del<br />
suelo y las alteraciones nocivas en los procesos<br />
Protección jurídica de la biodiversidad 689
CUADRO 2. Ejemplos de programas ederales y estatales para la protección y conservación de las especies.<br />
Fuente: SEMARNAT 2014.<br />
Categorías<br />
A cargo de la<br />
semarnat<br />
Programas de los<br />
órganos coordinados<br />
por la semarnat<br />
Programas que<br />
otorgan apoyos y<br />
subsidios a cargo de<br />
la semarnat<br />
Programa<br />
Programa Especial de Cambio Climático (pecc)<br />
Programa de Derechos Humanos del Sector Ambiental (pdhsa)<br />
Programa de Jóvenes Hacia la Sustentabilidad Ambiental<br />
Programa de los Pueblos Indígenas y Medio Ambiente, 2007-2012<br />
Programa Hacia la Igualdad de Género y la Sustentabilidad Ambiental, 2007-2012<br />
Programa Nacional de Remediación de Sitios Contaminados<br />
Programa Nacional para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos<br />
Programa Regional para la Frontera Norte<br />
Programa Nacional Hídrico<br />
Programa Nacional de Áreas Naturales Protegidas<br />
Igualdad de Género y Sustentabilidad Ambiental<br />
Pueblos Indígenas y Medio Ambiente<br />
Programa de Desarrollo Institucional Ambiental y Ordenamientos Ecológicos<br />
Programa de Empleo Temporal (pet)<br />
Fomento a la Conservación de la Vida Silvestre (uma)<br />
Proyectos de Educación Ambiental, Capacitación para el Desarrollo Sustentable y<br />
Comunicación Educativa Ambiental<br />
Liderazgo Ambiental para la Competitividad<br />
Desarrollo y Ordenamiento Ambiental por Cuencas, Cuenca Lerma-Chapala<br />
Prevención y Gestión Integral de Residuos<br />
Pro Árbol (conafor)<br />
Procodes (conanp)<br />
Programa Agua Limpia (conagua)<br />
Agua Potable y Saneamiento en Zonas Urbanas (apazu)<br />
Agua Potable y Saneamiento en Comunidades Rurales<br />
Fondo Concursable para el Tratamiento de Aguas Residuales<br />
Programa Forestal Federal Meseta Purépecha<br />
Programa Especial para la Conservación, Restauración y Aprovechamiento<br />
Sustentable de la Selva Lacandona<br />
biológicos de los suelos, la contaminación del<br />
agua y el aire, y la preservación de especies que<br />
estén bajo algún estatus de riesgo.<br />
Los árboles ubicados en bienes de dominio<br />
público, o incluso en propiedades de particulares,<br />
no podrán ser derribados o talados, salvo en<br />
los casos en que se requiera salvaguardar la integridad<br />
de las personas o sus bienes, y siempre y<br />
cuando sus propietarios, dependencias gubernamentales<br />
e instituciones públicas o privadas,<br />
cuenten con autorización de la autoridad<br />
690 MARCO JURÍDICO VIGENTE
ambiental competente. Asimismo, se solicitará<br />
autorización en los casos de poda o trasplante de<br />
árboles en bienes de dominio público.<br />
Toda persona que derribe un árbol en la vía<br />
pública, en bienes del dominio público o en<br />
propiedades de particulares, deberá restituirlo<br />
entregando a la autoridad ambiental competente<br />
los ejemplares que ésta determine, sin perjuicio<br />
de la aplicación de la sanción correspondiente,<br />
ello en caso de derribo sin autorización previa.<br />
Se equipara al derribo de árboles a cualquier<br />
acto que provoque su muerte.<br />
Protección a los animales<br />
La ley estatal para la protección a los animales<br />
(Congreso del Estado 2011), establece en su<br />
artículo 36, que son propiedad de la nación los<br />
animales de cualquier especie que vivan libremente<br />
y que no hayan sido objeto de domesticación<br />
o mejoramiento genético, cualquiera que<br />
sea la fase de desarrollo en que se encuentren<br />
(incluyendo sus huevos o sus crías). Corresponde<br />
a las autoridades estatales y municipales, en<br />
auxilio de las federales, velar por su adecuada<br />
conservación, protección y aprovechamiento,<br />
para lo cual es necesaria la salvaguarda de especies<br />
con población crítica y el establecimiento de<br />
vedas periódicas, medidas todas ellas tendientes<br />
a lograr los objetivos de este precepto. Queda<br />
expresamente prohibida la caza de cualquier<br />
especie animal silvestre en el estado, dentro del<br />
término de la veda respectiva que se imponga.<br />
Desarrollo forestal sustentable<br />
La Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable<br />
(Congreso del Estado 2006), establece en su<br />
artículo 22 los criterios de carácter ambiental y<br />
silvícola del programa estatal forestal:<br />
• Mejorar la calidad de vida, en los centros de<br />
población, a través de actividades forestales<br />
tendientes a la conservación del suelo y de<br />
mantos acuíferos, disminución de la contaminación<br />
ambiental y a la construcción de<br />
espacios recreativos.<br />
• Conducir el uso y aprovechamiento racional<br />
de los ecosistemas y plantaciones forestales<br />
comerciales, con la intención de construir<br />
una cultura de autosustentabilidad.<br />
• Proteger, restaurar, conservar y aprovechar<br />
los recursos forestales para evitar su degradación.<br />
• Construir una política de integración regional<br />
del manejo forestal, tendiente a conservar<br />
la biodiversidad de los ecosistemas,<br />
suelos forestales, especies endémicas y en<br />
peligro de extinción, así como el manejo<br />
sostenible de las cuencas hidrológicas.<br />
• Combatir el tráfico, la extinción, apropiación<br />
y explotación ilegales de los recursos<br />
forestales, en todas sus vertientes.<br />
Esta ley prevé en su artículo 60 que la reforestación<br />
que se realice con propósitos de conservación y<br />
restauración, así como las actividades de forestación<br />
y las prácticas de agrosilvicultura, en terrenos<br />
no degradados de vocación forestal, no requerirán<br />
de autorización y solamente estarán sujetas a lo<br />
dispuesto en las nom, en lo relativo a no causar<br />
impactos negativos sobre la biodiversidad.<br />
Delitos ambientales estatales relacionados con<br />
la biodiversidad<br />
El artículo 243 del Código Penal para el Estado<br />
de Colima (Congreso del Estado 2014), dispone<br />
que se impondrá pena de tres meses a cinco<br />
años de prisión, y multa de 100 a 15 mil unidades<br />
(salario mínimo), a quien ilícitamente auto-<br />
Protección jurídica de la biodiversidad 691
ice, ordene o realice la descarga, depósito o<br />
infiltración de aguas residuales, líquidos químicos<br />
o bioquímicos, desechos o contaminantes<br />
(que causen daño al ambiente, a los recursos<br />
naturales o a la salud humana), en los suelos,<br />
subsuelos, ríos, cuencas, vasos y demás depósitos<br />
o corrientes de agua con jurisdicción estatal<br />
o municipal.<br />
Cuando las aguas manejadas ilegalmente se<br />
encuentren depositadas, fluyan en o hacia un área<br />
de valor ambiental, o a un área natural protegida<br />
de competencia estatal o municipal, la pena de<br />
prisión aumentará hasta en un año y la económica<br />
hasta en cinco mil unidades, más lo previsto<br />
en el primer párrafo del presente artículo.<br />
Asimismo, la legislación penal colimense establece<br />
que se impondrán de tres meses a seis años<br />
de prisión y multa de 100 a 15 mil unidades<br />
(salario mínimo), a quien ilícitamente:<br />
• Dentro de un área de valor ambiental o un<br />
área natural protegida, destruya, corte, arranque,<br />
derribe, tale o cause la muerte de uno o<br />
varios ejemplares de la vegetación natural, o<br />
realice cambios de uso de suelo. Para los efectos<br />
anteriores se entenderá por vegetación<br />
natural al conjunto de plantas que se desarrollan<br />
libremente, dominadas por especies<br />
arbóreas, arbustivas o crasas, y que forman<br />
parte de una comunidad ecológica.<br />
• No se aplicará pena alguna cuando sea un<br />
jornalero quien realice la actividad con fines<br />
de uso o consumo doméstico, dentro de su<br />
comunidad y sea la primera ocasión que realice<br />
dicha acción.<br />
• Ocasione incendio dentro de un área de<br />
valor ambiental o de un área natural protegida,<br />
y que éste produzca daños al<br />
ambiente, a los recursos naturales o a la<br />
salud humana.<br />
• Viole una medida de seguridad impuesta<br />
por la autoridad ambiental competente,<br />
con lo cual se propicien desequilibrios<br />
ecológicos o casos de contaminación con<br />
repercusiones negativas para el ambiente,<br />
los recursos naturales o para la salud<br />
pública.<br />
• La misma legislación penal dispone que, se<br />
impondrán de tres meses a cinco años de<br />
prisión, y multa de 100 a 15 mil unidades<br />
(salario mínimo), a quien ilícitamente propague<br />
u ordene la propagación de plagas,<br />
parásitos o gérmenes nocivos que dañen al<br />
ambiente, a los recursos naturales o a la<br />
salud humana.<br />
• Finalmente, el artículo 247 establece que, en<br />
la sentencia que se dicte por los delitos a que<br />
se refiere el capítulo penal ambiental, el juez<br />
podrá aplicar, adicionalmente, como parte<br />
de la reparación del daño, algunas de las<br />
siguientes penas:<br />
• La realización de las acciones necesarias<br />
para restablecer las condiciones de los elementos<br />
naturales que constituyen los ecosistemas<br />
afectados, al estado en que se<br />
encontraban antes de realizarse el delito.<br />
• La reincorporación de elementos naturales,<br />
ejemplares o especies de flora y fauna<br />
silvestre, a los hábitats de que fueron sustraídos,<br />
siempre y cuando su reincorporación<br />
no constituya un peligro al equilibrio<br />
ecológico o dificulte la reproducción o<br />
migración de especies de flora o fauna silvestres<br />
692 MARCO JURÍDICO VIGENTE
IIII. La protección jurídica<br />
de la biodiversidad en el ámbito<br />
municipal<br />
En el título II de la Ley Ambiental para el Desarrollo<br />
Sustentable del Estado de Colima, artículos<br />
88 y 89 (Congreso del Estado 2006), para efectos<br />
de la competencia de los municipios en la protección<br />
de la biodiversidad, se consideran áreas y<br />
espacios verdes municipales los siguientes:<br />
• Áreas rústicas. Son las tierras, aguas y bosques<br />
cuyo uso corresponde a las actividades<br />
del sector primario, de manera permanente,<br />
por lo que son susceptibles de aprovechamiento<br />
sustentable, agrícola, pecuario,<br />
piscícola o forestal.<br />
• Áreas de prevención ecológica. Son las áreas<br />
en donde los ambientes originales no han<br />
sido alterados significativamente por la actividad<br />
humana y que por razones de carácter<br />
ambiental y equilibrio ecológico deben preservarse,<br />
precisando el grado de protección<br />
que les corresponde.<br />
• Áreas de conservación ecológica. Son aquellas<br />
sujetas a decretarse como áreas de valor<br />
ambiental o áreas naturales protegidas.<br />
En otro grupo de áreas de competencia municipal,<br />
relacionadas con la biodiversidad y los<br />
recursos naturales, se encuentran los recursos<br />
acuíferos que la ley ambiental colimense clasifica<br />
como:<br />
• Áreas de protección de cauces y cuerpos de<br />
agua. Son aquellas requeridas para la regulación<br />
y el control de los cauces en los escurrimientos<br />
y vasos hidráulicos, tanto para su<br />
operación natural como para los fines de<br />
explotación agropecuaria y como suministro<br />
a los asentamientos humanos.<br />
• Zonas de recarga de mantos acuíferos en<br />
áreas de influencia urbana. Son aquellas en<br />
predios no construidos, que por su ubicación<br />
reciben una precipitación pluvial superior<br />
a la media, para la región donde se<br />
localice, y que por las características de suelo<br />
y subsuelo son permeables para la captación<br />
de agua de lluvia, misma que contribuye a<br />
la recarga de los mantos acuíferos.<br />
En un tercer grupo la ley considera como de<br />
competencia municipal las siguientes áreas de<br />
protección de biodiversidad:<br />
• Parques urbanos, de barrio y jardines vecinales.<br />
Son los espacios verdes abiertos de uso<br />
público, ubicados en los centros urbanos o<br />
en sus zonas de influencia, que contribuyen<br />
a mantener el equilibrio ecológico y ofrecer<br />
espacios para el esparcimiento, recreación,<br />
el deporte o la cultura.<br />
• Plazas cívicas con jardines o arboladas. Son<br />
los espacios verdes abiertos que no están<br />
ocupados por construcciones de uso público<br />
en las cuales se realizan eventos cívicos y<br />
sociales, y que contienen espacios limitados<br />
con árboles y arbustos.<br />
• Espacios libres. Son aquellos que se encuentran<br />
en la vía pública, tales como banquetas,<br />
camellones, boulevares y áreas comunes de<br />
uso público, las cuales cuentan con cualquier<br />
cubierta vegetal.<br />
• En el caso de las áreas y espacios verdes<br />
municipales, bajo las categorías de parques<br />
urbanos, barrio, jardines cívicos o áreas<br />
análogas establecidas en los programas<br />
municipales de desarrollo urbano, la legisla-<br />
Protección jurídica de la biodiversidad 693
ción vigente no permite que sean alteradas<br />
en su superficie o que sean sujetas a cambio<br />
de uso de suelo, quedando prohibida la construcción<br />
de edificaciones con excepción de<br />
aquellas destinadas a su cuidado, fomento<br />
cultural o educación ambiental.<br />
En el contexto de la anterior clasificación de las<br />
áreas municipales, la ley determina que corresponde<br />
a los ayuntamientos la preservación, protección,<br />
restauración, fomento, vigilancia y,<br />
cuando corresponda, la construcción, rehabilitación<br />
y administración de las áreas y espacios verdes<br />
municipales, evitando su erosión y deterioro<br />
ecológico. Todo lo anterior con la finalidad de<br />
mejorar el ambiente y la calidad de vida de todas<br />
las personas. Asimismo, al Ayuntamiento<br />
corresponde el mantenimiento, mejoramiento,<br />
podas, fomento y conservación de las áreas y<br />
espacios verdes municipales, acciones que deberán<br />
realizarse mediante técnicas y con especies<br />
apropiadas, de conformidad con los criterios,<br />
lineamientos y normatividad que para tal efecto<br />
expida la Secretaría de Desarrollo Urbano a través<br />
de su Dirección de Ecología. Además, los<br />
ayuntamientos procurarán el incremento de<br />
áreas y espacios verdes municipales en proporción<br />
equilibrada con los demás usos del suelo, en<br />
el ámbito urbano y en sus zonas de influencia,<br />
incorporándolas a los programas municipales de<br />
ordenamiento ecológico, territorial y de desarrollo<br />
urbano.<br />
Sólo siete de los 10 municipios de Colima (segob<br />
2007) tienen reglamentadas las competencias y<br />
facultades que les otorga la ley en materia de biodiversidad:<br />
Colima, Coquimatlán, Cuauhtémoc,<br />
Ixtlahuacán, Manzanillo, Minatitlán y Villa de<br />
Álvarez. Los municipios de Armería (inegi<br />
2008), Comala y Tecomán (segob 2007) no<br />
poseen la reglamentación relativa.<br />
En el caso del municipio de Colima, en donde se<br />
localiza la capital del estado, se cuenta con dos<br />
reglamentos importantes: el Reglamento Interno<br />
de la <strong>Comisión</strong> Municipal de Ecología (Congreso<br />
del Estado 1997) y el Reglamento Ambiental<br />
para el Desarrollo Sustentable del Municipio<br />
de Colima (Congreso del Estado 2003a). El primero<br />
da origen a la <strong>Comisión</strong> Municipal de Ecología,<br />
la cual tiene como objetivo fungir como<br />
órgano permanente de coordinación institucional<br />
entre el gobierno municipal y los otros dos<br />
órdenes de gobierno, así como órgano de concertación<br />
con los sectores de la sociedad civil en<br />
materia de ecología.<br />
El Reglamento Ambiental para el Desarrollo<br />
Sustentable del Municipio de Colima, en su<br />
artículo 11, determina que, el ambiente y la función<br />
que desempeñan los elementos de un ecosistema<br />
determinado son patrimonio común de<br />
la sociedad. También se establece que los recursos<br />
naturales, los ecosistemas y sus elementos<br />
deben ser aprovechados de manera que se asegure<br />
una productividad óptima y sostenida,<br />
compatible con su equilibrio e integridad ecológica.<br />
Se determina que debe estimularse a quien<br />
proteja el ambiente y aproveche de manera sustentable<br />
los recursos naturales, y se refieren los<br />
derechos preferenciales que tienen las comunidades<br />
rurales y los pueblos indígenas para el uso<br />
y aprovechamiento sustentable de los recursos<br />
naturales de sus tierras y territorios. Finalmente,<br />
se reconocen los conocimientos tradicionales<br />
que poseen estos grupos, así como sus derechos<br />
a la propiedad intelectual y comercial sobre la<br />
biodiversidad.<br />
694 MARCO JURÍDICO VIGENTE
En los municipios de Cuauhtémoc (Congreso<br />
del Estado 2009), Coquimatlán (Congreso del<br />
Estado 1995b) y Villa de Álvarez (Congreso<br />
del Estado 1999), sus respectivos reglamentos de<br />
preservación ambiental y del equilibrio ecológico<br />
establecen un sistema ambiental de áreas<br />
protegidas con propósitos tales como: a) preservar<br />
el ambiente natural en las áreas pobladas y<br />
en su entorno y mantener su equilibrio ecológico,<br />
lográndose establecer áreas de esparcimiento<br />
a fin de crear conciencia ecológica y,<br />
b) proteger la diversidad genética contenida en<br />
las variedades de especies, así como de los recursos<br />
de la fauna y flora silvestre, acuática y doméstica.<br />
Estas áreas naturales protegidas pueden<br />
adoptar las siguientes modalidades: parques<br />
urbanos, zonas sujetas a conservación ecológica<br />
y parques naturales municipales.<br />
En el municipio de Villa de Álvarez (Congreso<br />
del Estado 2012), además se consideran los<br />
siguientes criterios para la protección y aprovechamiento<br />
de la flora y fauna silvestre y<br />
urbana:<br />
• La preservación del hábitat natural de la<br />
flora y fauna del municipio, así como la vigilancia<br />
de sus zonas de repro ducción.<br />
• La preservación de los procesos evolutivos<br />
de las especies y sus recursos genéticos, destinando<br />
áreas representativas de los sistemas<br />
ecológicos del municipio a la protección e<br />
investigación.<br />
• La protección y desarrollo de las especies<br />
endémicas, amenazadas o en peligro de<br />
extinción, a fin de recuperar su estabilidad<br />
poblacional.<br />
• El combate al tráfico ilegal de especies regionales<br />
y el control de la introducción de especies<br />
exóticas.<br />
• El fortalecimiento de las estaciones biológicas<br />
de rehabilitación y repoblamiento de<br />
especies de fauna silvestre.<br />
• La concertación con la comunidad para propiciar<br />
su participación en la conservación de<br />
las especies.<br />
• El repoblamiento de las especies de la flora<br />
del municipio.<br />
En el municipio de Minatitlán existe un Reglamento<br />
General del Parque Acuático El Salto<br />
(Congreso del Estado 2003c), el que establece en<br />
su artículo 1°: “El parque acuático El Salto,<br />
situado en las inmediaciones del municipio de<br />
Minatitlán, Colima, representa un atractivo más<br />
del municipio en su ámbito turístico; su creación<br />
y adaptaciones proyectan y representan la naturaleza<br />
del mismo, la preservación y conservación<br />
de la flora y fauna con las más estrictas reglas de<br />
mantenimiento, en coordinación con las autoridades<br />
estatales y federales en competencia con la<br />
materia”. Asimismo, establece en otro de sus<br />
artículos que, toda persona que no labore en las<br />
instalaciones del parque acuático tendrá la calidad<br />
de turista y tendrá la obligación de respetar<br />
las reglas preestablecidas para dicho parque,<br />
mismas que serán plasmadas en lugar visible al<br />
público en general. Tales reglas incluyen guardar<br />
el orden, preservar el ambiente natural, no lesionar<br />
o matar la fauna, no dañar la flora, depositar<br />
la basura en los lugares y áreas destinadas para<br />
ese fin, hacer buen uso de las instalaciones y<br />
algunas otras que la administración crea conveniente<br />
establecer como normas, con el fin de preservar<br />
el entorno ecológico del municipio.<br />
Protección jurídica de la biodiversidad 695
El Reglamento de Ecología del municipio de<br />
Manzanillo (Congreso del Estado 2003b), contiene<br />
un capítulo relativo a áreas y espacios verdes<br />
y áreas de valor ambiental, en el que se<br />
establecen los tipos de áreas y espacios verdes<br />
municipales: a) áreas rústicas, b) áreas de prevención<br />
ecológica, c) áreas de conservación ecológica,<br />
d) áreas de protección de cauces y cuerpos<br />
de agua, e) playas y riberas de ríos y arroyos que<br />
hayan sido desincorporados de la Federación,<br />
f) zonas de recarga de mantos acuíferos en áreas<br />
de influencia urbana, g) parques urbanos, de<br />
barrio y jardines vecinales, h) plazas cívicas con<br />
jardines o arboladas y, i) espacios libres en vía<br />
pública. Las áreas de valor ambiental son los parques<br />
ecológicos municipales, en los que predominan<br />
especies de flora arbórea y arbustiva,<br />
albergando también otras especies de vida silvestre,<br />
asociadas y representativas de la biodiversidad<br />
regional, así como especies introducidas<br />
que contribuyen a mejorar el valor ambiental,<br />
estético, científico, educativo, recreativo, histórico<br />
o turístico.<br />
En el municipio de Ixtlahuacán, el Reglamento<br />
de Ecología y Medio Ambiente (Congreso del<br />
Estado 2010), establece un sistema ambiental de<br />
áreas protegidas con básicamente los mismos<br />
propósitos que los municipios de Cuauhtémoc,<br />
Coquimatlán y Villa de Álvarez. Las áreas naturales<br />
protegidas reconocidas en Ixtlahuacán son:<br />
parques urbanos, zonas sujetas a conservación<br />
ecológica y parques naturales municipales.<br />
Dicho reglamento posee también un capítulo<br />
relativo a la flora y fauna silvestres y urbanas, en<br />
el que se establece que es deber de todos los habitantes<br />
del municipio, y de las personas que se<br />
encuentren de manera transitoria en él, conservar<br />
la vida silvestre, quedando prohibido cualquier<br />
acto que implique su destrucción, daño o<br />
perturbación. El aprovechamiento de los recursos<br />
naturales en áreas que sean hábitats de especies<br />
de flora o fauna silvestre, especialmente las<br />
que sean propias del municipio, deberá hacerse<br />
de manera que no se alteren las condiciones<br />
necesarias para la subsistencia, desarrollo y evolución<br />
de dichas especies. Asimismo, la dependencia<br />
ambiental municipal promoverá la<br />
creación, el seguimiento y vigilancia de criaderos<br />
y viveros de flora y fauna silvestres, en coordinación<br />
con otras dependencias concurrentes<br />
en materia ecológica.<br />
Conclusiones<br />
Sin lugar a dudas es necesario diseñar una estrategia<br />
legislativa para la protección de la biodiversidad<br />
de Colima, a partir de la identificación de<br />
los instrumentos de política ambiental existentes<br />
en los tres niveles de gobiernos y mediante la<br />
homologación de algunos instrumentos con los<br />
que se puedan ejercer facultades concurrentes.<br />
Podemos concluir que en los ámbitos estatal y<br />
municipal el instrumento que se utiliza para la<br />
protección de la biodiversidad, en el respectivo<br />
ámbito de gobierno, lo constituyen las áreas naturales<br />
protegidas. No obstante que Colima tiene el<br />
poet (semarnat 2012), éste, en nuestra opinión,<br />
aún no ha sido utilizado como un instrumento<br />
eficaz de protección de la biodiversidad.<br />
Una estrategia para conservar la biodiversidad<br />
del estado debe necesariamente partir del diagnóstico,<br />
base del estado actual de los recursos<br />
naturales. Ya contando con tal diagnóstico se<br />
requiere que un equipo multidisciplinario bus-<br />
696 MARCO JURÍDICO VIGENTE
que la unificación de criterios respecto a los<br />
mecanismos que actualmente son utilizados<br />
para proteger la biodiversidad. La presente contribución<br />
establece los siguientes aspectos como<br />
prioritarios:<br />
• Establecimiento de un sistema de anp estatal<br />
e identificar la biodiversidad no protegida.<br />
• Identificar las especies emblemáticas del<br />
estado que se protegen a través de las normas<br />
jurídicas emergentes de leyes (semarnat<br />
2010).<br />
• Instrumentar y dar formalidad jurídica a las<br />
recomendaciones, criterios e implicaciones<br />
contenidas en los poet (semarnat 2012),<br />
relacionados con la conservación de la biodiversidad.<br />
• Promulgar la rigurosa implementación del<br />
procedimiento de evaluaciones de impacto<br />
ambiental (eia) para proteger la biodiversidad,<br />
así como dar seguimiento a las medidas<br />
de mitigación y compensación de impactos<br />
ambientales.<br />
• Depurar la utilización del pago de servicios<br />
ambientales.<br />
Referencias<br />
Bezaury-Creel J.E., J.F. Torres, L.M. Ochoa-Ochoa,<br />
et al. 2009a. Base de datos geográfica de áreas naturales<br />
protegidas estatales, del Distrito Federal y<br />
municipales de México - Versión 2.0. The Nature<br />
Conservancy/<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />
y Uso de la Biodiversidad (conabio)/<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional de Áreas Naturales Protegidas<br />
(conanp). México.<br />
——— . 2009b. Base de datos geográfica de áreas naturales<br />
protegidas municipales de México - Versión<br />
2.0. The Nature Conservancy (tnc)/conabio/conanp.<br />
México.<br />
conanp. <strong>Comisión</strong> Nacional de Áreas Naturales Protegidas.<br />
2015. Áreas protegidas decretadas. En:<br />
, última<br />
consulta: 3 de julio de 2015.<br />
Congreso del Estado. 1985. Código Penal del Estado<br />
de Colima. Publicado el 27 de julio de 1985 en<br />
el Periódico Oficial El Estado de Colima. Última<br />
reforma publicada el 27 de junio de 2014. Texto<br />
vigente. En: , última consulta: 27 de julio<br />
de 2015.<br />
——— . 2006. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />
del Estado de Colima. Publicada el 31 de<br />
marzo de 2006 en el Periódico Oficial El Estado de<br />
Colima. Texto vigente.<br />
——— . 2006. Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable<br />
del Estado de Colima. Publicada el 2 de septiembre<br />
de 2006 en el Periódico Oficial El Estado<br />
de Colima. Texto vigente.<br />
——— . 2011. Ley para la Protección a los Animales<br />
del Estado de Colima. Publicada el 31 de agosto de<br />
2011 en el Periódico Oficial del Estado de Colima.<br />
Texto vigente.<br />
——— . 2012. Reglamento Municipal de Ecología y<br />
Protección Ambiental para el Municipio de Villa de<br />
Álvarez, Colima. Publicado el 26 de mayo de 2012<br />
en el Periódico Oficial El Estado de Colima. Texto<br />
vigente. En: , última consulta:<br />
27 de julio de 2015.<br />
——— . 2002. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />
del Estado de Colima. Publicada el 15 de<br />
junio de 2002 en el Periódico Oficial El Estado de<br />
Colima. Texto vigente.<br />
——— . 2009. Reglamento Municipal de Ecología y<br />
Protección Ambiental para el Municipio de Cuau-<br />
Protección jurídica de la biodiversidad 697
htémoc, Colima. Publicado el 10 de octubre de<br />
2009 en el Periódico Oficial El Estado de Colima.<br />
Texto vigente.<br />
——— . 2014. Código Penal del Estado de Colima. Publicado<br />
el 27 de julio de 2014 en el Periódico Oficial<br />
El Estado de Colima. Texto vigente.<br />
——— . 2010. Reglamento Municipal de Ecología y<br />
Protección Ambiental para el Municipio de Ixtlahuacán<br />
de los Membrillos, Jalisco. Publicado el<br />
16 de agosto de 2010 en el Periódico Oficial El Estado<br />
de Colima. Texto vigente.<br />
Flores-Villela, O. y P. Gerez. 1994. Biodiversidad y<br />
conservación en México: vertebrados, vegetación y<br />
uso del suelo. conabio/Universidad Nacional Autónoma<br />
de México (unam). México.<br />
Gobierno Congreso del Estado. 1997. Reglamento<br />
Interno de la <strong>Comisión</strong> Municipal de Ecología.<br />
Publicado el 6 de noviembre de 2006 en el Periódico<br />
Oficial El Estado de Colima. Texto vigente.<br />
En: , última consulta: 27 de julio<br />
de 2015.<br />
——— . 2002. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />
del Estado de Colima. Publicada el 15 de junio<br />
de 2002 en el Periódico Oficial El Estado de Colima.<br />
Última reforma publicada el 31 de marzo del 2006.<br />
Texto vigente. En: ,<br />
última consulta: 27 de julio de 2015.<br />
——— . 2003a. Reglamento Ambiental para el Desarrollo<br />
Sustentable del Municipio de Colima. Publicado<br />
el 18 de octubre de 2003 en el Periódico<br />
Oficial El Estado de Colima. Última reforma publicada<br />
el 29 de diciembre de 2010. Texto vigente.<br />
En: ,<br />
última consulta: 27 de julio de<br />
2015.<br />
——— . 2003b. El Reglamento de Ecología del municipio<br />
de Manzanillo. Publicado el 11 de enero de<br />
2003 en el Periódico Oficial El Estado de Colima.<br />
Texto vigente. En: ,<br />
última<br />
consulta: 27 de julio de 2015.<br />
——— . 2003c. Reglamento General del Parque Acuático<br />
El Salto de Minatitlán, Colima. Publicado el 15<br />
de marzo de 2003 en el Periódico Oficial El Estado<br />
de Colima. Texto vigente En: , última consulta: 27<br />
de julio de 2015.<br />
——— . 2005. Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable<br />
del Estado de Colima. Publicada el 19 de<br />
abril de 2005 en el Periódico Oficial El Estado de<br />
Colima. Texto vigente. En: , última consulta:<br />
27 de julio de 2015.<br />
——— . 2009. Reglamento Municipal de Ecología y<br />
Protección Ambiental para el Municipio de Cuauhtémoc,<br />
Colima. Publicado el 10 de octubre de 2009<br />
en el Periódico Oficial El Estado de Colima. Texto<br />
vigente. En: , última consulta: 27 de julio de 2015.<br />
——— . 2010. Reglamento Municipal de Ecología y<br />
Protección Ambiental para el Municipio de Ixtlahuacán<br />
de los Membrillos, Jalisco. Publicado el<br />
16 de agosto de 2010 en el Periódico Oficial El Estado<br />
de Colima. Texto vigente. En: ,<br />
última consulta: 27 de julio de 2015.<br />
698 MARCO JURÍDICO VIGENTE
——— . 2011. Ley para la Protección a los Animales<br />
del Estado de Colima. Publicado el 31 de agosto de<br />
2011 en el Periódico Oficial El Estado de Colima.<br />
Última reforma publicada el 15 de marzo de 2014.<br />
Texto vigente. En: , última consulta: 27 de<br />
julio de 2015.<br />
Gutiérrez-Nájera, R. 2007. Introducción al estudio del<br />
derecho ambiental. Porrúa. México.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />
Informática. 2008. Ley del Sistema Nacional de Información<br />
Estadística y Geográfica. 2a ed. Aguascalientes.<br />
Aguascalientes. México.<br />
Periódico Oficial El Estado de Colima. 2012. Reglamento<br />
Municipal de Ecología y Protección Ambiental<br />
para el Municipio de Villa de Álvarez,<br />
Colima. Publicado el 26 de mayo de 2012. Texto<br />
vigente.<br />
——— . 2002. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />
del Estado de Colima. Publicada el 15 de<br />
junio de 2002.<br />
——— . 2006. Ley Ambiental para el Desarrollo Sustentable<br />
del Estado de Colima. Publicada el 31 de<br />
marzo de 2006.<br />
——— . 2006. Ley para el Desarrollo Forestal Sustentable<br />
del Estado de Colima. Publicada el 2 de septiembre<br />
de 2006.<br />
——— . 2009. Reglamento Municipal de Ecología y<br />
Protección Ambiental para el Municipio de Cuauhtémoc,<br />
Colima. Publicado el 10 de octubre de 2009.<br />
——— . 2010. Reglamento Municipal de Ecología y<br />
Protección Ambiental para el Municipio de Ixtlahuacán<br />
de los Membrillos, Jalisco. Publicado el<br />
el 16 de agosto de 2010.<br />
——— . 2011. Ley para la Protección a los Animales<br />
del Estado de Colima. Publicado en el suplemento<br />
del 31 de agosto de 2011.<br />
——— . 2014. Código Penal del Estado de Colima. Publicada<br />
el sábado 27 de julio de 2014.<br />
sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />
1983. Decreto que aprueba el Programa de Ordenamiento<br />
Ecológico y Territorial del Estado de Colima.<br />
——— . 1988. Ley General del Equilibrio Ecológico y<br />
la Protección al Ambiente. Publicada el 28 de enero<br />
de 1988 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Última reforma publicada el 9 de enero de 2015.<br />
segob. Secretaría de Gobernación. 2007. Programa<br />
Sectorial de Gobernación. Publicado el 28 de julio<br />
de 2008 en el Diario Oficial de la Federación. Texto<br />
vigente.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 1994. nom-061-semarnat-1994, Publicada<br />
el 9 de marzo de 1994 en el Diario Oficial de la<br />
Federación. Texto vigente. En: , última consulta: 27 de julio de 2015.<br />
——— . 2000. Ley General de Vida Silvestre. Publicada<br />
el 3 de julio de 2000 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Última reforma publicada el 26 de enero<br />
de 2015.<br />
——— . 2010. nom-059-semarnat-2010. Publicada<br />
el 30 de diciembre de 2010 en el Diario Oficial de<br />
la Federación. Texto vigente.<br />
——— . 2012. Resumen Ejecutivo del Programa de<br />
Ordenamiento Territorial del Estado de Colima.<br />
En: , última consulta: 2 de julio de 2015.<br />
——— . 2012. Decreto que aprueba el Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />
de Colima. Tomo 97, Colima. Publicado el 11 de<br />
agosto de 2012 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Texto vigente.<br />
——— . 2012. Decreto que aprueba el Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />
de Colima. Publicado el 11 de agosto de 2012<br />
Protección jurídica de la biodiversidad 699
en el Periódico Oficial El Estado de Colima. Texto<br />
vigente. En:
S10<br />
GESTIÓN AMBIENTAL
Isla Socorro. Foto: Grupo de Ecología y Conservación de Islas, A. C./<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.
Resumen<br />
ejecutivo<br />
Oscar Báez-Montes<br />
La gestión ambiental de la biodiversidad tiene varias aristas o enfoques,<br />
donde la participación de la sociedad es lo más relevante. En este contexto<br />
se presenta información sobre los procesos de evaluación voluntaria<br />
sobre la gestión ambiental, denominados auditorías ambientales.<br />
Éstas tienen como objetivo evaluar el grado de cumplimiento en aspectos<br />
normados sobre acciones que pudieran provocar alteraciones al medio<br />
ambiente. Estas evaluaciones se enfocan en cinco esferas: residuos, agua,<br />
aire, infraestructura urbana y recursos naturales. Derivado de los resultados<br />
presentados resulta necesario que la mayoría de los municipios<br />
incluyan la esfera de los recursos naturales, donde se incluye el manejo de<br />
especies, diversidad, aprovechamiento y áreas naturales protegidas, entre<br />
otros. Este proceso puede pensarse como un manejo adaptativo de la gestión<br />
que conduzca al cumplimiento de los objetivos ambientales.<br />
La formulación e implementación de políticas públicas para la conservación<br />
y uso de la biodiversidad son enmarcadas desde el nivel federal, éstas<br />
son relevantes ya que generan un parteaguas para su abordaje a una<br />
escala más fina de atención (estatal y municipal). En Colima, dentro del<br />
Plan Estatal de Desarrollo se ha reconocido un creciente interés y voluntad<br />
política para incluir temas que benefician a los recursos biológicos;<br />
sin embargo, a nivel municipal este abordaje es aún incipiente, por lo que<br />
los planteamientos nacionales se ven limitados en su instrumentación a<br />
nivel local. Un aspecto fundamental para el cumplimiento de metas es la<br />
coordinación entre los distintos órdenes de gobierno, particularmente en<br />
Báez-Montes, O. 2016. Resumen ejecutivo de Gestión ambiental. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado.<br />
conabio. México, pp. 703-704.<br />
703
la ejecución de acciones y programas, así como<br />
contar con una estructura institucional encargada<br />
del cumplimiento de objetivos de protección<br />
y conservación.<br />
En el municipio de Colima los esfuerzos de dos<br />
décadas se han centrado en contar con el sustento<br />
normativo en la materia, en acciones de<br />
mantenimiento del arbolado urbano, limpieza<br />
de cauces y declaración de áreas protegidas. Para<br />
lograr los objetivos se ha planteado una coordinación<br />
con diversos actores gubernamentales,<br />
académicos y de la sociedad civil. Su actuación<br />
puede tener mayor alcance si se define como<br />
ámbito de acción no sólo las áreas urbanas.<br />
El seguimiento en la implementación del modelo<br />
de ordenamiento ecológico en la entidad ha<br />
correspondido a la Dirección de Ecología estatal,<br />
cuya injerencia aporta elementos para la toma de<br />
decisiones sobre proyectos y su compatibilidad<br />
con las aptitudes del territorio. De ese modelo se<br />
deriva un programa regional de ordenamiento<br />
ecológico y territorial de la subcuenca laguna de<br />
Cuyutlán, que considera parte de los municipios<br />
de Manzanillo y Armería, los cuales se documentan<br />
en este apartado.<br />
La participación de la sociedad civil ha tenido<br />
intervenciones intermitentes y constantes desde<br />
las pasadas tres décadas, su papel ha sido fungir<br />
como una contraloría social ante los efectos que<br />
pudieran derivarse de proyectos sobre especies y<br />
ecosistemas, además, la sociedad se constituye<br />
como puente de enlace entre distintos actores<br />
(gubernamentales, ciudadanía, academia).<br />
Algunos de los esfuerzos más sobresalientes se<br />
han centrado en la protección de ecosistemas<br />
frágiles como los manglares, o de relevancia<br />
regional como la laguna de Cuyutlán o la de<br />
Juluapan.<br />
En el ámbito institucional académico la Universidad<br />
de Colima (ucol), desde su creación ha<br />
impulsado iniciativas en el quehacer de la educación,<br />
investigación, vinculación y extensión universitaria.<br />
Algunas de las acciones fomentadas<br />
son el establecimiento de centros de educación<br />
ambiental no formal; generar capacidades a través<br />
de educación ambiental no formal, pero también<br />
formal; participar activamente en la<br />
generación de conocimiento mediante investigación;<br />
ofertar esquemas de participación de la<br />
comunidad universitaria en temas y problemáticas,<br />
así como mediante la comunicación y difusión<br />
de temas de la esfera ambiental. Estas<br />
acciones son impulsadas a través de un Centro<br />
Universitario de Gestión Ambiental. El compromiso<br />
de la ucol se encuentra plasmado en sus<br />
políticas institucionales, donde se enuncia el<br />
compromiso en el aspecto ambiental, lo que<br />
también se vincula con la participación de sus<br />
académicos en diversos consejos técnicos<br />
ambientales, donde se toman decisiones de aprovechamiento<br />
de la diversidad biológica.<br />
Este apartado representa una síntesis del quehacer<br />
social ante los retos que enfrenta la conservación<br />
biológica y su uso sustentable, y se documentan<br />
diversas experiencias que pueden coadyuvar en<br />
un futuro a un abordaje integral para el cumplimiento<br />
de las metas de conservación.<br />
704 GESTIÓN AMBIENTAL
Auditoría ambiental<br />
como instrumento<br />
de gestión para<br />
la conservación<br />
de la biodiversidad<br />
Norma Lorena-Flores<br />
Introducción<br />
Los principales factores antropogénicos que ponen en peligro la biodiversidad<br />
en Colima se relacionan con los sectores productivos agrícola,<br />
ganadero, industrial y turístico. Por otra parte, el inevitable proceso de<br />
urbanización o expansión de la mancha urbana también tiene consecuencias<br />
en la calidad del medio ambiente, en donde los procesos de<br />
degradación ambiental amenazan la viabilidad del desarrollo a largo<br />
plazo, el bienestar y la calidad de vida de la población, así como la supervivencia<br />
de innumerables especies y ecosistemas.<br />
En este sentido, el sistema de gobierno de México tiene al municipio<br />
como base de su división territorial y de su organización política y administrativa,<br />
estableciendo un sistema de concurrencia entre los tres órdenes<br />
de gobierno (municipio, estado y federación) y asignando objetivos<br />
particulares a cada una de estas esferas. Es así que el municipio no solamente<br />
tiene la obligación de cumplir con el marco normativo vigente,<br />
sino que adquiere el compromiso de ser un órgano rector para enfrentar<br />
las consecuencias ambientales producto de las actividades llevadas a cabo<br />
a escala local.<br />
El marco jurídico que regula el desarrollo urbano municipal de Colima<br />
se compone de distintos ordenamientos legales, además de contar con el<br />
plan o programa de desarrollo urbano municipal y el plan director de<br />
centros de población y reglamentos municipales, como instrumentos<br />
para promover el desarrollo. Estos ordenamientos presentan un marco<br />
de referencia de la situación geográfica del municipio, incluyendo su<br />
Lorena-Flores, N. 2016. Auditoría ambiental como instrumento de gestión para la conservación de la biodiversidad.<br />
En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 705-709.<br />
705
división política y la identificación de sus recursos<br />
naturales y están orientados hacia el control<br />
del crecimiento de los centros de población y el<br />
mantenimiento del equilibrio ecológico; sin<br />
embargo, no se cuenta con leyes, reglamentos y<br />
normatividades exclusivas para regular los<br />
aspectos ambientales dentro de esta esfera de<br />
competencia, por lo tanto se carece de un proceso<br />
o sistema de gestión ambiental a nivel<br />
municipal, bajo un esquema o modelo que permita<br />
la continuidad en las acciones y programas<br />
de mejoramiento ambiental.<br />
Aun con estas carencias jurídicas, los municipios<br />
cuentan con autoridades legalmente constituidas,<br />
responsables de un territorio dentro del<br />
cual se desarrolla una problemática ambiental<br />
que irremediablemente incide en el bienestar y la<br />
calidad de vida de la población, así como en la<br />
supervivencia de muchas especies. Los siguientes<br />
son los servicios municipales sobre los cuales<br />
las autoridades tienen la responsabilidad de<br />
tomar decisiones para atender problemas diversos,<br />
siempre con base en los ordenamientos legales:<br />
manejo de residuos, abasto de agua,<br />
tratamiento y destino de aguas residuales, usos<br />
del suelo, crecimiento de la población urbana,<br />
ampliación de la frontera urbana, así como problemas<br />
y decisiones compartidas con otros<br />
municipios.<br />
Programa Nacional de Auditoría<br />
Ambiental<br />
Con la finalidad de fortalecer el desempeño y la<br />
gestión ambiental de los 10 municipios que conforman<br />
la entidad, éstos fueron integrados al<br />
Programa Nacional de Auditoría Ambiental<br />
FIGURA 1. Termoeléctrica en Manzanillo. Foto: Patricia<br />
Ramírez Bastida/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
(pnaa) coordinado por la Procuraduría Federal<br />
de Protección al Ambiente (profepa), mismo<br />
que es voluntario y concertado con la autoridad<br />
federal. Este programa promueve el mejoramiento<br />
continuo del desempeño ambiental de<br />
los municipios, introduciéndose la auditoría<br />
como una herramienta que consiste en una revisión<br />
sistemática y exhaustiva para identificar,<br />
evaluar y controlar los procesos y prácticas que<br />
pudieran estar operando bajo condiciones de<br />
riesgo o provocando contaminación en el<br />
ambiente. Su finalidad es comprobar el grado de<br />
cumplimiento de los aspectos, tanto de los normados<br />
como los no normados, en materia<br />
ambiental (2007). Los procesos municipales a<br />
evaluar en forma integral son:<br />
706 GESTIÓN AMBIENTAL
1. Manejo integral de residuos; que contempla<br />
la recolección, reciclaje, tratamiento y disposición<br />
de los mismos, incluyendo los residuos<br />
peligrosos de competencia federal.<br />
2. Manejo integral de agua, que trata sobre la<br />
explotación, potabilización, suministro, tratamiento<br />
y sistema de drenaje y alcantarillado.<br />
3. Administración de la calidad del aire; que<br />
considera los sistemas de monitoreo atmosférico,<br />
verificación vehicular, programas de<br />
vialidad, etcétera.<br />
4. Recursos naturales; incluyendo el manejo de<br />
especies, diversidad, explotación, lo concerniente<br />
a áreas naturales protegidas, zoológicos,<br />
etcétera.<br />
5. Infraestructura urbana; que se refiere al<br />
alumbrado público, mercados, panteones,<br />
rastros, parques, jardines y su equipamiento,<br />
centrales de abasto, pavimentación de calles<br />
y mantenimiento de caminos.<br />
Las evaluaciones se realizan sobre una base<br />
geográfica definida, establecida por el municipio<br />
(todo el municipio, la cabecera municipal,<br />
una ciudad o población o un grupo de poblaciones),<br />
así como también sobre ciertos procesos<br />
que ocurren a escala municipal. Estas<br />
evaluaciones se llevan a cabo dependiendo de<br />
los recursos y presupuestos asignados a los<br />
municipios. El cuadro 1 muestra una lista de<br />
CUADRO 1. Programa Nacional de Auditoría Ambiental. Procesos abordados por cada municipio de Colima.<br />
Fuente: elaboración propia con información de PROFEPA 2007.<br />
Municipios<br />
Procesos<br />
Armería<br />
Colima<br />
Comala<br />
Coquimatlán<br />
Cuauhtémoc<br />
Ixtlahuacán<br />
Manzanillo<br />
Minatitlán<br />
Tecomán<br />
Villa de Álvarez<br />
Manejo integral del agua<br />
Infraestructura urbana<br />
Infraestructura urbana<br />
Manejo integral de agua<br />
Manejo integral de residuos peligrosos<br />
Recursos naturales<br />
Infraestructura urbana (rastros, parques, jardines y alumbrado público)<br />
Manejo integral del agua<br />
Manejo integral del agua<br />
Infraestructura urbana (parques, jardines y alumbrado público)<br />
Manejo integral de residuos<br />
Manejo integral de agua<br />
Manejo integral de residuos<br />
Infraestructura urbana<br />
Recursos naturales<br />
Infraestructura urbana (parques, jardines, alumbrado público, mercados y talleres<br />
de mantenimiento)<br />
Manejo integral de residuos<br />
Auditoría ambiental como instrumento de gestión para la conservación de la biodiversidad<br />
707
los municipios y procesos que se integraron al<br />
programa.<br />
Los alcances de la auditoría ambiental municipal<br />
se centran en las siguientes evaluaciones:<br />
• Identificación de los residuos que se generan,<br />
determinando su peligrosidad, cantidad total<br />
y per cápita, composición, tiraderos, características<br />
del servicio y áreas de oportunidad.<br />
• Caracterización de aguas residuales, de<br />
ingreso y descarga, tratamiento, pérdidas y<br />
sistema de distribución.<br />
• Ordenamiento territorial y recursos naturales,<br />
antecedentes de planes de desarrollo<br />
urbano, grados de deterioro actual de los<br />
recursos y alternativas de conservación.<br />
• Contaminación y calidad del aire, evaluación<br />
de fuentes móviles y fijas.<br />
• Zonas de riesgo, áreas de susceptibilidad a la<br />
ocurrencia de fenómenos de desastres naturales.<br />
• Gestión ambiental municipal.<br />
Como se puede observar en el cuadro 1, desafortunadamente<br />
no ha sido posible que los 10<br />
municipios lleven a cabo todos los procesos<br />
municipales que evalúa la auditoría ambiental, y<br />
la mayoría de ellos no integró el proceso que<br />
abarca a los recursos naturales. De esta manera,<br />
la certificación de calidad ambiental municipal<br />
sólo evaluó el desempeño y la gestión ambiental<br />
de algunos de los procesos municipales, sumándose<br />
a la revisión general de los planes o programas<br />
municipales de desarrollo urbano. Ello<br />
provoca que no se obtengan todos los beneficios<br />
que ofrece la auditoría ambiental, sobre todo en<br />
cuanto al cumplimiento de la legislación ambiental<br />
vigente. Así, es muy difícil construir un sistema<br />
de gestión ambiental, definido como un<br />
“proceso cíclico de planificación, implantación,<br />
revisión y mejora de los procedimientos y acciones<br />
que lleva a cabo una organización para realizar<br />
su actividad, garantizando el cumplimiento<br />
de sus objetivos ambientales” (Rodríguez Becerra<br />
y Espinoza 2002).<br />
Las auditorías se llevan a cabo en tres etapas;<br />
planeación, ejecución y postauditoría (semarnat<br />
2007). Los 10 municipios de Colima se<br />
encuentran dentro de la etapa denominada postauditoría,<br />
a partir de la cual se firma el plan de<br />
acción y convenio, dando seguimiento puntual a<br />
todos y cada uno de los compromisos contraídos,<br />
aunque no se hayan concluido. El 26 de julio<br />
de 2007 se hizo la entrega oficial del Certificado<br />
de Cumplimiento Ambiental, únicamente al<br />
municipio de Colima, hecho que le permitirá a<br />
ese municipio utilizar esa marca registrada para<br />
el proceso de infraestructura urbana.<br />
Los problemas que se detectaron en esa auditoría<br />
ambiental del municipio de Colima fueron en<br />
materia de residuos peligrosos, riesgo ambiental<br />
y otros. La auditoría concluyó: “… las actividades<br />
que realiza el municipio en materia ambiental,<br />
así como los recursos materiales y capacitación<br />
con que cuenta, no son suficientes para mantener<br />
la operación de las instalaciones en condiciones<br />
consideradas favorables hacia el medio<br />
ambiente, la población y sus bienes. En materia<br />
de capacitación y atención a emergencias, la<br />
organización o dirección relacionada con obras<br />
públicas (vialidades, parques y jardines, mercados,<br />
panteón y alumbrado) no cuenta con personal<br />
e instrumentos de apoyo en estas áreas y los<br />
recursos materiales tampoco son suficientes”<br />
708 GESTIÓN AMBIENTAL
(profepa 2007). Estos resultados son útiles y<br />
deben ser considerados dentro de los programas<br />
de presupuestos en la entidad. Situaciones similares<br />
suceden con el resto de los municipios.<br />
Conclusiones<br />
Los beneficios que brindan las auditorías<br />
ambientales de los municipios no se refieren<br />
exclusivamente al cumplimiento ambiental, toda<br />
vez que también identifican y ordenan el crecimiento<br />
urbano, promueven la inversión de la<br />
gran industria, mejoran la percepción de la ciudadanía<br />
hacia las autoridades, proporcionan una<br />
mejor imagen pública, trascienden las administraciones<br />
con visión de mediano y largo plazo,<br />
abren la posibilidad de acceso a financiamientos<br />
nacionales o internacionales y, sobre todo, la<br />
autoridad pone el ejemplo para que junto con la<br />
sociedad se genere una nueva cultura ambiental.<br />
Las auditorías ambientales son procesos útiles y<br />
necesarios que deben ser utilizados como una<br />
herramienta de conservación de la biodiversidad<br />
en los diferentes municipios de Colima.<br />
Referencias<br />
Rodríguez-Becerra, M. y G. Espinoza. 2002. Gestión<br />
ambiental en América Latina y el Caribe. <strong>Banco</strong><br />
Interamericano de Desarrollo, Departamento de<br />
Desarrollo Sostenible, División de Medio Ambiente.<br />
Washington, D.C., Estados Unidos de América.<br />
profepa. Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.<br />
2007. Certificado de Cumplimiento Ambiental<br />
al municipio de Colima.<br />
Auditoría ambiental como instrumento de gestión para la conservación de la biodiversidad<br />
709
Identificación de<br />
estrategias, programas<br />
y acciones prioritarias<br />
para la conservación<br />
de la biodiversidad en<br />
el sector público<br />
Angélica Patricia Ruiz-Montero<br />
María Zorrilla-Ramos<br />
Introducción<br />
Para documentar la identificación e implementación de las estrategias y<br />
acciones prioritarias para la conservación de la biodiversidad, por parte<br />
del sector público, se deben abordar dos aspectos centrales: a) las políticas<br />
públicas de todos los sectores que se desarrollan en el estado, incluyendo<br />
programas y acciones federales, estatales y municipales, que armonizadas<br />
puedan llevar al manejo y conservación de la biodiversidad y b) las actividades<br />
del sector académico. El análisis que a continuación se presenta tiene<br />
tres elementos. El primero es la documentación de los instrumentos de planeación,<br />
a nivel federal, estatal y municipal, vinculados directamente con la<br />
conservación de los recursos naturales. El segundo es la descripción general<br />
de las políticas públicas, tanto federales como estatales, de los diferentes<br />
sectores que tengan relación con el manejo y conservación de la biodiversidad.<br />
Un tercer elemento por analizar, busca identificar cuáles políticas<br />
públicas específicas pueden ser instrumentadas para fortalecer la gestión de<br />
la biodiversidad.<br />
Biodiversidad y planeación<br />
La conservación de la biodiversidad es considerada como una prioridad,<br />
tanto en la planeación federal como en la estatal, dentro de los dos instrumentos<br />
más importantes para el establecimiento de las políticas de desarrollo<br />
se cuentan: el Plan Nacional de Desarrollo (pnd) 2013-2018 (Gobierno de<br />
la República 2013), y los planes estatales de desarrollo del estado para los<br />
710<br />
Ruiz-Montero, A.P. y M. Zorrilla-Ramos. 2016. Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para<br />
la conservación de la biodiversidad en el sector público. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio.<br />
México, pp. 710-716.
FIGURA 1. Estero<br />
El Chupadero, Tecomán,<br />
Colima. Foto: Patricia<br />
Ramírez Bastida/<strong>Banco</strong><br />
de imágenes CONABIO.<br />
periodos 2004-2009 (Gobierno de Colima 2004) y<br />
2009-2015 (Gobierno de Colima 2009). De estos<br />
documentos se retoman aquellos apartados en<br />
donde hay mención directa de la biodiversidad;<br />
además, se suman los objetivos de los planes<br />
municipales de desarrollo.<br />
Plan Nacional de Desarrollo (PND)<br />
2013-2016<br />
Estrategia 4.2. Implementar un manejo sustentable<br />
del agua, haciendo posible que todos los<br />
mexicanos tengan acceso a ese recurso.<br />
Estrategia 4.3. Fortalecer la política nacional de<br />
cambio climático y cuidado al medio ambiente<br />
para transitar hacia una economía competitiva,<br />
sustentable, resiliente y de bajo carbono.<br />
Estrategia 4.4. Proteger el patrimonio natural.<br />
El actual pnd (Gobierno de la República 2013)<br />
tiene como uno de sus objetivos el desarrollo<br />
integral del país, que anota así: “Impulsar y<br />
orientar un crecimiento verde, incluyente y facilitador,<br />
que preserve nuestro patrimonio natural<br />
al mismo tiempo que genere riqueza, competitividad<br />
y empleo” (Gobierno de la República 2013).<br />
Para lograr el cumplimiento de dicho objetivo<br />
en el pnd se enumeran las siguientes estrategias:<br />
Estrategia 4.1. Implementar una política integral<br />
de desarrollo que vincule sustentabilidad ambiental<br />
con costos y beneficios para la sociedad.<br />
Estos enunciados reflejan un reconocimiento<br />
expreso de la importancia en la transversalidad<br />
de las políticas públicas para lograr la sustentabilidad<br />
ambiental, y la voluntad de la Federación<br />
de trabajar con los estados y municipios. La<br />
necesidad de incrementar el conocimiento sobre<br />
la biodiversidad del país, es un aspecto fundamental<br />
para apoyar la toma de decisiones e instrumentar<br />
acciones efectivas en materia de<br />
conservación y desarrollo sustentable. Se identifica<br />
como prioridad la protección de los centros<br />
de origen de la biodiversidad, pugnando para<br />
que su utilización sustentable redunde en beneficios<br />
Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para la conservación de la biodiversidad<br />
711
directos hacia las comunidades poseedoras de<br />
dicha riqueza, la cual no solamente se limita a<br />
los recursos naturales materiales, sino a los<br />
conocimientos tradicionales utilizados en su<br />
aprovechamiento y conservación. Finalmente, se<br />
define la urgencia para rescatar o recuperar las<br />
especies amenazadas o en peligro de extinción y<br />
aquellas con valor cultural o económico (Estrategia<br />
4.4).<br />
Plan Estatal de Desarrollo<br />
del Estado de Colima 2004-2009<br />
El Ejecutivo del estado también consideró al<br />
ambiente como una prioridad y en el Plan Estatal<br />
de Desarrollo planteó la preservación del<br />
ambiente, como uno de los ocho objetivos estratégicos.<br />
Este objetivo estratégico tuvo como meta<br />
principal: “lograr un ordenamiento sustentable<br />
de los ecosistemas y la diversidad biológica, para<br />
evitar la degradación ambiental en la entidad y<br />
salvaguardar los intereses de las generaciones<br />
venideras” (Gobierno de Colima 2004).<br />
Plan Estatal de Desarrollo<br />
del Estado de Colima 2009-2015<br />
En el periodo 2009-2015, el Ejecutivo del Estado<br />
ha marcado una visión de desarrollo muy ambiciosa:<br />
“Seremos el estado con mayor calidad de<br />
vida de la República Mexicana en el año 2015 y<br />
para el 2030 estaremos compitiendo con las regiones<br />
del mundo que tengan los mejores indicadores<br />
al respecto” (Gobierno de Colima 2009). En<br />
este sentido, el Ejecutivo considera a la conservación<br />
y al manejo sustentable de los recursos naturales<br />
como parte indispensable para alcanzar una<br />
mayor calidad de vida. Por primera vez en la historia<br />
de la gestión ambiental de Colima, el Plan<br />
Estatal de Desarrollo dedica un capítulo a aspectos<br />
de medio ambiente: se integran los temas de<br />
desarrollo urbano sustentable, aprovechamiento<br />
sustentable de los recursos naturales, biodiversidad,<br />
agua potable y saneamiento, cultura y cuidado<br />
del agua, regulación, protección y gestión<br />
ambiental, residuos sólidos, ordenamiento ecológico<br />
y territorial y, finalmente, educación y cultura<br />
ambientales (Gobierno de Colima 2009).<br />
Por otra parte, para cumplir con dicho objetivo<br />
se planteó como eje estratégico la sustentabilidad<br />
y el ordenamiento territorial, y se mencionó<br />
como un punto necesario: “revertir las tendencias<br />
de la pérdida del capital natural, mediante la<br />
creación y aplicación de los modelos de desarrollo<br />
regional” (Gobierno de Colima 2004). Dentro<br />
de estas estrategias y líneas de acción se encontraba<br />
también la promoción de la conservación<br />
de la cobertura vegetal, la incorporación de<br />
prácticas de conservación y restauración de suelos<br />
y el incremento de la superficie forestal,<br />
acciones orientadas a la promoción de la conservación<br />
de la biodiversidad del estado.<br />
En la temática de biodiversidad queda manifiesta<br />
la prioridad del Ejecutivo por establecer un<br />
documento rector que incluya las estrategias y<br />
acciones concretas a desarrollar en la materia,<br />
siendo la primera de sus metas la elaboración del<br />
programa estatal sobre la biodiversidad. Asimismo,<br />
se muestra el compromiso para proteger<br />
aquellas zonas identificadas por su calidad<br />
ambiental e importancia como hábitat y refugio<br />
de la vida silvestre, como es el caso del Corredor<br />
Biológico Manantlán-Manzanillo.<br />
Otra consideración importante es la educación<br />
ambiental, la cual tiene como objetivo formar y<br />
712 GESTIÓN AMBIENTAL
consolidar, desde tempana edad, la cultura, la<br />
conciencia y el compromiso para la protección y<br />
cuidado del medio ambiente. Como factor estratégico<br />
del desarrollo integral de todos los educandos<br />
de educación básica destacan los proyectos<br />
ambientales de preescolar “Juega, explora y<br />
aprende”; de primaria “Mi escuela ecológica” y;<br />
“Tu mundo es nuestro mundo” de secundaria.<br />
Estos programas abordan de manera significativa<br />
el aspecto de rescate de áreas verdes y la conservación<br />
de los recursos naturales, como<br />
acciones locales para contrarrestar los posibles<br />
efectos negativos del cambio climático (Gobierno<br />
de Colima 2009).<br />
FIGURA 2. Destacan los proyectos ambientales de<br />
preescolar “Juega, explora y aprende”, de primaria<br />
“Mi escuela ecológica”, y de secundaria “Tu mundo<br />
es nuestro mundo”. Foto: Laura Rojas Paredes/<br />
<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
Análisis de políticas públicas<br />
sectoriales<br />
Para llevar a cabo este análisis, un primer<br />
aspecto a desarrollar fue la exploración de la<br />
relación directa que existe entre ciertas políticas<br />
sectoriales y el uso y aprovechamiento de los<br />
recursos naturales. El cuadro 1 muestra aquellos<br />
sectores que se han identificado como los de<br />
mayor relevancia en el uso y conservación de los<br />
recursos naturales.<br />
Una primera reflexión es que en México todos<br />
los sectores cuentan con instrumentos de políticas<br />
públicas, los cuales combinados y articulados<br />
de manera adecuada pueden potencialmente<br />
alcanzar metas para la sustentabilidad. Sin<br />
embargo, si cada sector actúa aisladamente, el<br />
resultado es la desarticulación de esfuerzos, con<br />
lo cual se acaba afectando negativamente al<br />
territorio, sus recursos y la sociedad.<br />
Las políticas públicas reflejan las formas en las<br />
que un gobierno utiliza todos sus instrumentos,<br />
recursos y personal, para actuar sobre la realidad.<br />
Si bien las políticas cambian con las administraciones<br />
y sus tiempos de gestión, es necesario ubicar<br />
tendencias que vayan más allá de los tiempos<br />
de los gobiernos. Las políticas de sustentabilidad,<br />
enmarcadas en la política ambiental, han ido<br />
ganando espacio en México a partir de los años<br />
ochenta, y más claramente en la década de los<br />
noventa; actualmente, el reto es que todos los sectores<br />
las incluyan en su quehacer.<br />
Nuestra atención se centra en las políticas enfocadas<br />
tanto al manejo como a la conservación y<br />
mejoramiento de la calidad de recursos naturales<br />
y el ambiente. A nivel federal, los planes y<br />
programas están a cargo de la Secretaría del<br />
Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat)<br />
y en lo que respecta a áreas naturales protegidas<br />
de carácter federal, a la <strong>Comisión</strong> Nacional<br />
de Áreas Naturales Protegidas (conanp). En lo<br />
referente a la investigación para la gestión, aprovechamiento<br />
y conservación, se cuenta con la<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso<br />
Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para la conservación de la biodiversidad<br />
713
CUADRO 1. Sectores e instituciones relacionados con el uso y conservación de los recursos naturales. SEMARNAT<br />
(Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales); IMADES (Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo<br />
Sustentable del Estado de Colima); SEDUR (Secretaría de Desarrollo Urbano); CONAFOR (<strong>Comisión</strong> Nacional<br />
Forestal); SAGARPA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación); SEDER<br />
(Secretaría de Desarrollo Rural) y SECTUR (Secretaría de Turismo).<br />
Sector<br />
Biodiversidad y<br />
conservación<br />
Forestal, pesca y suelo<br />
Aprovechamiento<br />
turístico<br />
Principales<br />
características en la región<br />
El estado tiene alto potencial para<br />
la conservación de la biodiversidad,<br />
principalmente en el bosque, la selva baja y<br />
en los humedales.<br />
Estos temas son prioritarios para la<br />
conservación; sin embargo, no han sido<br />
trabajados de manera amplia, desde la<br />
perspectiva de la biodiversidad. Las acciones<br />
de conservación de suelo son imprescindibles<br />
para evitar el aumento de la calidad ecológica<br />
y, por otra parte, hay un gran potencial<br />
para la actividad forestal, tanto maderable<br />
como no maderable. Con respecto a la pesca<br />
se trata de una actividad extractiva con<br />
un importante impacto en los ecosistemas<br />
costeros y marinos.<br />
El Estado tiene identificadas áreas de<br />
oportunidad, tanto para el turismo<br />
alternativo como para el turismo tradicional.<br />
Éste representa una importante alternativa<br />
de desarrollo económico para los habitantes.<br />
Entidades del gobierno federal<br />
y estatal responsables de las<br />
políticas públicas<br />
Federal: semarnat<br />
Estatal: imades<br />
Federal: conafor (forestal y<br />
suelo) y sagarpa (suelo y pesca)<br />
Estatal: Seder<br />
Federal: sectur<br />
Estatal: sectur<br />
Municipal: cada municipio tiene<br />
su área.<br />
de la Biodiversidad (conabio) y el Instituto<br />
Nacional de Ecología (ine). El cuadro 2 enlista<br />
ejemplos de programas nacionales federales para<br />
la protección y conservación de especies.<br />
Conclusiones<br />
A nivel estatal la política ambiental está a cargo<br />
de la Dirección de Ecología, dependiente de la<br />
Secretaría de Desarrollo Urbano. Esta dirección<br />
tiene a su cargo la instrumentación de la política<br />
ambiental a nivel estatal; sin embargo, no tiene<br />
establecidos dentro de su organización esquemas<br />
o programas específicos para la conservación<br />
y uso de la biodiversidad. En lo referente a<br />
políticas para restauración de ecosistemas degradados,<br />
tampoco existen programas específicos,<br />
si bien existen acciones de reforestación o de<br />
sanidad forestal esto no implica programas de<br />
restauración ecológica; lo mismo ocurre en el<br />
caso de suelos degradados.<br />
714 GESTIÓN AMBIENTAL
CUADRO 2. Ejemplos de programas federales y estatales para la protección y conservación de las especies.<br />
Fuente: elaboración propia con información de SEMARNAT, CONANP e INAPESCA.<br />
Programa<br />
Sistema de unidades de<br />
conservación, manejo y<br />
aprovechamiento sustentable de la<br />
vida silvestre<br />
Proyectos de recuperación de<br />
especies en riesgo<br />
Áreas naturales protegidas<br />
Programa Nacional de<br />
Investigación y Conservación de<br />
Mamíferos Marinos<br />
Programa Nacional para la<br />
Protección y Conservación de la<br />
Tortuga Marina<br />
Propósito<br />
Ofrecer alternativas de diversificación<br />
productiva, mediante el uso y<br />
aprovechamiento sustentable de los<br />
recursos de la vida silvestre<br />
Desarrollo de proyectos de rescate de<br />
algunas especies silvestres consideradas<br />
prioritarias<br />
Conservar el patrimonio natural de<br />
México fomentando una cultura de la<br />
conservación y el desarrollo sustentable<br />
Es un sistema para asesorar sobre el<br />
manejo de los mamíferos marinos<br />
y pretende vincular los esfuerzos de<br />
investigación<br />
Desde 1986 incluye acciones<br />
de protección y conservación,<br />
investigación, inspección y vigilancia,<br />
educación ambiental y capacitación<br />
Dependencia<br />
responsable<br />
semarnat. Dirección<br />
General de Vida<br />
Silvestre<br />
semarnat<br />
conanp<br />
inapesca<br />
semarnat<br />
Finalmente, hay que anotar que son muchos los<br />
temas ausentes que hace falta incorporar por<br />
parte de las políticas públicas en todos los sectores.<br />
De particular importancia es el tema del<br />
suelo, ya que se tienen políticas y presupuesto<br />
para el agua, para los recursos forestales, para la<br />
vegetación o para el aire, pero el tema del suelo<br />
sólo se considera en los componentes de algunos<br />
programas.<br />
de los propios ecosistemas y la diversidad biológica<br />
con la que interactúa. Como se puede constatar<br />
existen estrategias, programas y acciones,<br />
en todos los niveles de gobierno, que consideran<br />
en diferente grado y detalle la conservación de la<br />
biodiversidad. Es importante mantener este<br />
tema en las principales políticas públicas y<br />
garantizar mecanismos para alcanzarlos y así<br />
cumplir con sus objetivos.<br />
No existe aún una estrategia nacional o estatal,<br />
que sea lo suficientemente agresiva para atacar el<br />
problema del deterioro del suelo, proceso que<br />
repercute no sólo en la productividad y en la<br />
infraestructura, sino en las dinámica ecológica<br />
Referencias<br />
Gobierno de Colima. 2004. Plan Estatal de Desarrollo<br />
del Estado de Colima para los periodos 2004-2009.<br />
Identificación de estrategias, programas y acciones prioritarias para la conservación de la biodiversidad<br />
715
Texto vigente. En: , última<br />
consulta: 27 de julio de 2015.<br />
——— . 2009. Plan Estatal de Desarrollo del Estado<br />
de Colima 2009-2015. Texto vigente. En: ,<br />
última consulta: 27 de julio de 2015<br />
Gobierno de la República. 2013. Plan Nacional de Desarrollo<br />
(pnd) 2013-2018. Publicado el 20 de mayo<br />
de 2013 en el Diario Oficial de la Federación. Texto<br />
vigente. En: , última<br />
consulta: 27 de julio de 2015.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2014. Programas. En: ,<br />
última consulta: 6 de<br />
julio de 2015.<br />
716 GESTIÓN AMBIENTAL
La Dirección<br />
de Ecología del<br />
municipio de Colima<br />
en la gestión ambiental<br />
para la conservación<br />
de la biodiversidad<br />
Jaime Jiménez Covarrubias<br />
Introducción<br />
En el municipio de Colima se encuentra la capital de esta misma entidad,<br />
con una superficie de 750.52 km 2 que representa 13% de la superficie estatal<br />
y en la que residían 146 904 habitantes en el 2010 (inegi 2011), lo que<br />
corresponde a casi una cuarta parte de la población estatal (22.6%). En el<br />
municipio de Colima 6.6% de la población habita en las localidades rurales,<br />
el restante 93.4% vive en la zona urbana (Universidad de Colima<br />
2007), por ello, el papel de la gestión ambiental municipal se ha enfocado<br />
principalmente en atender y dar solución a los problemas urbanos vinculados<br />
con el uso de los recursos naturales, esos son los retos que conlleva<br />
el crecimiento de la principal ciudad en el estado. Su posición entre las<br />
provincias de la Sierra Madre del Sur y el Eje Neovolcánico Transversal le<br />
proporcionan una variedad de paisajes (valles, lomeríos, mesetas y cañadas),<br />
con la predominancia de un clima cálido-subhúmedo, con precipitaciones<br />
desde los 650 hasta 1 230 mm en promedio (inegi 2006), con<br />
presencia de bosques tropicales subcaducifolios, así como de bosques de<br />
Quercus.<br />
El concepto de sustentabilidad se ha instalado en el municipio de Colima<br />
como un eslabón obligado y fundamental en la cadena de relaciones entre<br />
la sociedad, el desarrollo económico y los recursos naturales, centrando<br />
los debates y reflexiones en la valoración adecuada del ambiente y de la<br />
utilización responsable de los recursos renovables y no renovables, para<br />
que con ello se pueda asegurar la posibilidad de su uso a largo plazo<br />
(Ayuntamiento Constitucional de Colima 2011).<br />
Jiménez, C.J. 2016. La Dirección de Ecología del municipio de Colima en la gestión ambiental para la conservación<br />
de la biodiversidad. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 717-720.<br />
717
La Dirección de Ecología<br />
del Ayuntamiento de Colima<br />
La dirección del municipio de Colima fue fundada<br />
en 1995 bajo la denominación de Departamento,<br />
siendo presidente municipal el ingeniero<br />
Héctor Arturo Velasco Villa, durante el periodo<br />
1995-1997. Las actividades que ha desarrollado<br />
esta dirección para la conservación de la biodiversidad<br />
del municipio incluyen: a) contar con<br />
un marco normativo actual que a nivel municipal<br />
regule las atribuciones y responsabilidades<br />
en materia ambiental (incluyendo los relacionados<br />
con la conservación y uso sustentable de la<br />
biodiversidad); b) acciones de reforestación<br />
urbana; c) alternativas de manejo de residuos<br />
sólidos urbanos, a través de la generación de<br />
composta; d) saneamiento del arbolado urbano;<br />
e) autorizaciones de poda; f) limpieza de cauces y<br />
g) declaración de áreas protegidas (Ayuntamiento<br />
de Colima 2003; cuadro 1).<br />
Lecciones aprendidas, retos<br />
y oportunidades<br />
En materia de protección de la biodiversidad, la<br />
participación coordinada entre los distintos<br />
niveles de gobierno, organizaciones sociales,<br />
empresas, universidades, centros de investigación,<br />
comunidades, usuarios de los recursos y<br />
sociedad en general, se considera como un factor<br />
determinante para lograr dicha sustentabilidad.<br />
Las demandas del crecimiento urbano y la contaminación<br />
que éste conlleva, afectan la diversidad<br />
biológica a través del cambio de uso de suelo<br />
y remoción de la vegetación nativa, para establecer<br />
nuevos fraccionamientos y proyectos vinculados<br />
con el desarrollo urbano.<br />
La propuesta que ha generado la Dirección de<br />
Ecología de Colima, ante estos problemas, es<br />
reforestar con especies urbanas, promoviendo la<br />
protección de los márgenes de los ríos, colocar<br />
las áreas verdes de los fraccionamientos de<br />
manera que colinden con ríos, distribuidas de<br />
forma paralela a la zona federal, de tal manera<br />
que al final se protege un área natural de cauce<br />
en ambos márgenes, propia para el desarrollo y<br />
mantenimiento de la flora y la fauna, al mismo<br />
tiempo de constituir una zona de amortiguamiento<br />
en caso de fuertes avenidas de agua y<br />
promover la formación de parques lineales. Las<br />
acciones de saneamiento realizados incluyen un<br />
total de ocho ríos y arroyos y su lago, en los que<br />
además se han recolectado 73 toneladas de<br />
basura, ramas y cacharros. La longitud de los<br />
ríos y arroyos saneados se estima en aproximadamente<br />
70 km. Sumado a lo anterior se dan<br />
cursos de educación ambiental para la conservación<br />
de los recursos naturales, por ejemplo:<br />
verano ecológico, manejo de residuos sólidos,<br />
elaboración de composta y reciclado.<br />
Uno de los instrumentos más importantes de<br />
conservación de la biodiversidad es la declaratoria<br />
de áreas protegidas, habiéndose declarado dos<br />
parques ecológicos en el municipio de Colima.<br />
Actualmente, la ciudadanía se está involucrando<br />
cada vez más en los temas ambientales, demandando<br />
un mejoramiento en el cuidado del<br />
ambiente, es por ello que la Dirección de Ecología<br />
ha dado mayor importancia a sus programas, año<br />
con año, por lo que busca estar a la vanguardia en<br />
todos los avances para su cuidado, contando con<br />
personal profesional y con una capacitación continua<br />
para satisfacer adecuadamente esta<br />
demanda de los habitantes del municipio de<br />
Colima.<br />
718 GESTIÓN AMBIENTAL
CUADRO 1. Acciones y programas realizados por la Dirección de Ecología. Fuente: elaboración propia con<br />
información de Dirección de Ecología y Protección Civil del Ayuntamiento de Colima 2006-2009.<br />
Acciones Programas Objetivos<br />
Marco jurídico<br />
Reforestación<br />
Producción de<br />
composta<br />
Saneamiento de<br />
arbolado<br />
Autorizaciones de<br />
poda<br />
Limpieza de ríos<br />
Reglamento de Protección<br />
Ambiental (1996)<br />
Reglamento Ambiental para<br />
el Desarrollo Sustentable del<br />
Municipio de Colima (2003)<br />
Programa de reforestación<br />
permanente (2004)<br />
Programa de manejo<br />
de ramas<br />
Programa de saneamiento<br />
de arbolado urbano (2003)<br />
Programa de saneamiento<br />
de ríos y arroyos (2006)<br />
Regular el manejo de flora y fauna en el municipio.<br />
Repoblar los espacios urbanos con especies adecuadas al<br />
sitio.<br />
Distribuir plantas en los 73 parques y jardines existentes<br />
en el área urbana y los 21 del área rural.<br />
Dar mantenimiento al arbolado plantado de manera que<br />
se garantice su supervivencia.<br />
Producir plantas para ser utilizadas en los programas<br />
anuales de reforestación, que incluyen 80 especies tanto<br />
nativas como de ornato.<br />
Disminuir la producción de residuos urbanos.<br />
Aumentar la vida del relleno sanitario.<br />
Producir composta para aplicarse en parques, jardines y<br />
camellones.<br />
Mejorar la fertilidad del suelo y restablecer los<br />
componentes de los ciclos biogeoquímicos, mejorando<br />
las condiciones para la flora y por consiguiente de las<br />
especies de fauna.<br />
Controlar las plagas de insectos chupadores en parotas<br />
(Enterolobium cyclocarpum), nance (Byrsonima<br />
crassifolia), almendro de ornato (Terminalia catappa) y<br />
guayabo (Psidium guajava).<br />
Aplicar tratamiento para árboles enfermos por hongos,<br />
mediante inoculación en el suelo del hongo Trichoderma<br />
harzianum que funciona como control biológico, en<br />
los árboles de tabachín (Delonix regia), camichín (Ficus<br />
padifolia) e higuera (Ficus obtusifolia).<br />
Regular el manejo de la flora urbana para evitar los<br />
daños generados por los árboles, como levantamiento<br />
de banquetas, afectación al sistema hidráulico, cableado<br />
eléctrico, humedecimiento de viviendas, invasión de<br />
ramas, accidentes u otros daños materiales.<br />
Sanear ríos, arroyos y lagos, recolectar basura, ramas y<br />
cacharros.<br />
Áreas protegidas Declaratorias de ANP Declarar parques ecológicos en el municipio.<br />
La Dirección de Ecología del municipio de Colima en la gestión ambiental<br />
719
Referencias<br />
Ayuntamiento Constitucional de Colima. Dirección<br />
de Ecología, Administración 2006-2009.<br />
——— . Dirección de Ecología, Administración 2009-<br />
2012.<br />
——— . Protección Civil, Administración 2006-2009.<br />
——— . 2003. Reglamento Ambiental para el Desarrollo<br />
Sustentable del Municipio de Colima. Publicado<br />
el 18 de octubre de 2003 en el Periódico Oficial<br />
El Estado de Colima Texto vigente. En: , última consulta: 28 de septiembre de 2012.<br />
——— . 2012. Segundo Informe de Gobierno 2009-<br />
2012. Lic. José Ignacio Peralta Sánchez, Presidente<br />
Municipal de Colima. Publicado el 30 de noviembre<br />
de 2011 en el Periódico Oficial El Estado de<br />
Colima. Texto vigente En: ,<br />
última consulta: 28 de septiembre<br />
de 2012.<br />
inegi. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e<br />
Informática. 2006. Cuaderno Estadístico Municipal<br />
de Colima, Estado de Colima. En: , última consulta:<br />
28 de septiembre de 2012.<br />
——— . 2011. México en cifras. En: , última consulta:<br />
28 de septiembre de 2012.<br />
ucol. Universidad de Colima. 2007. Estudio de vocacionamiento<br />
económico del municipio de Colima.<br />
Facultad de Economía. En: , última consulta: 28 de septiembre<br />
de 2012.<br />
720 GESTIÓN AMBIENTAL
Ordenamiento<br />
ecológico como<br />
estrategia de gestión<br />
del territorio<br />
Fernando Nieves-Ventura<br />
Introducción<br />
Dentro de los principales atributos de gestión del ordenamiento ecológico<br />
destaca su visión prospectiva, en la cual se refuerza el carácter preventivo<br />
de la política ambiental, ayudando a minimizar de manera<br />
sustancial costos futuros mediante la construcción de escenarios y pronósticos<br />
basados en la aptitud, vocación y detección de conflictos de uso<br />
del territorio (semarnat 2000).<br />
Los conflictos del uso del suelo se derivan del antagonismo entre las aptitudes<br />
de uso del territorio y determinados usos actuales, los cuales resultan<br />
incompatibles con las capacidades y propiedades físicas, químicas y<br />
biológicas del suelo. Los conflictos del uso del suelo reflejan también una<br />
falta de capacidad para aprovechar la vocación de los suelos, ya sea sub o<br />
sobreutilizándolos. El deterioro del suelo, determinado por usos incompatibles,<br />
puede redundar en daños irreversibles, lo cual hace necesario<br />
clasificar los suelos de acuerdo a sus niveles de fragilidad, tomando en<br />
consideración las condiciones del territorio para la asimilación de impactos<br />
antropogénicos (semarnat 2000). De la misma manera, la calidad<br />
ecológica es otro concepto estrechamente relacionado con mediciones<br />
del uso inadecuado del territorio, el cual muestra básicamente el nivel o<br />
estado de deterioro de los recursos naturales, asociados a un ecosistema<br />
determinado (semarnat 2000).<br />
Uno de los objetivos que persigue el ordenamiento ecológico del territorio<br />
(oet), es la identificación de zonas que presentan conflictos de uso de<br />
Nieves-Ventura, F. 2016. Ordenamiento ecológico como estrategia de gestión del territorio. En: La Biodiversidad en<br />
Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 721-726.<br />
721
suelo, lo que representa un paso importante para<br />
focalizar esfuerzos hacia la estructuración de<br />
programas de desarrollo o conservación, es<br />
decir, proporcionar atención a las áreas identificadas<br />
como prioritarias para la protección, conservación<br />
y restauración de los recursos naturales<br />
(Arriaga y Córdova 2006).<br />
Específicamente, el Programa de Ordenamiento<br />
Ecológico del Territorio de Colima (poet)<br />
(sedue 1993 y semarnat 2012) retoma estos<br />
planteamientos, necesarios en la búsqueda de la<br />
armonía entre el desarrollo socioeconómico de<br />
la población, la integridad y la preservación de<br />
los ecosistemas, representativos de las diferentes<br />
regiones. Este programa establece criterios y<br />
modelos de usos del suelo cuya implementación<br />
debe estar basada en acciones concertadas, tanto<br />
política como socialmente, promoviendo el<br />
desarrollo de actividades productivas acordes<br />
con esquemas de desarrollo ecológicamente sustentable<br />
(sedue 1993).<br />
Antecedentes<br />
La Ley de Asentamientos Humanos, publicada<br />
en 1976 (Congreso de la Unión 1976), constituye<br />
una de las primeras experiencias en la elaboración<br />
de ordenamientos ecológicos; su orientación<br />
ha sido planificar los usos del suelo del territorio<br />
y regular las actividades productivas, todo desde<br />
una perspectiva ambiental. Sobre esa base se<br />
derivaron los llamados ecoplanes y los planes de<br />
desarrollo ecológico de asentamientos humanos.<br />
Éstos comprendían, entre otras cosas, la descripción<br />
del medio físico y biótico, su diagnóstico, así<br />
como la ubicación espacial de los problemas y las<br />
recomendaciones para su atención (Arriaga y<br />
Córdova 2006). En 1982 la Ley Federal de Protección<br />
al Ambiente (ssa 1982), incluyó por primera<br />
vez el concepto de ordenamiento ecológico, como<br />
un instrumento básico de la planeación ambiental.<br />
Posteriormente, con la Ley General del Equilibrio<br />
Ecológico y la Protección al Ambiente<br />
(sedue 1988), se fortaleció dicho concepto, lo que<br />
permitió el establecimiento de un marco básico<br />
de gestión integral del territorio y sus recursos,<br />
siendo una herramienta estratégica de convergencia<br />
eficaz entre Estado y sociedad (Arriaga y<br />
Córdova 2006). De esta manera, el Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico y Territorial, publicado<br />
el 28 de agosto de 1993 (sedue) y que fue modificado<br />
en el año 2012 (semarnat), es el producto<br />
de tales planteamientos y se elaboró siguiendo los<br />
lineamientos del Manual de Ordenamiento Ecológico<br />
del Territorio editado por sedue (1988).<br />
Con las consecuentes actualizaciones, a partir<br />
de 1996 el ordenamiento ecológico adquiere su<br />
forma actual, incorporando conceptos de la<br />
teoría de sistemas para realizar análisis relativos<br />
a las tendencias de deterioro, la aptitud<br />
territorial y las potencialidades de aprovechamiento<br />
de los recursos naturales, apoyándose<br />
además en el uso de sistemas de información<br />
geográfica. Con tales avances conceptuales y<br />
metodológicos se desarrolló el Programa de Ordenamiento<br />
Ecológico de la Subcuenca de Laguna<br />
de Cuyutlán.<br />
Síntesis del proceso estructural<br />
del ordenamiento ecológico<br />
El modelo de ordenamiento ecológico es resultado<br />
del análisis técnico-científico de las características<br />
físicas, bióticas, sociales y económicas<br />
722 GESTIÓN AMBIENTAL
del territorio, y se simplifica para facilitar su<br />
compresión en unidades de gestión ambiental<br />
(uga), las cuales son determinadas por condiciones<br />
de homogeneidad de atributos físicobióticos,<br />
socioeconómicos y de aptitud, sobre la base de<br />
un manejo administrativo común (Arriaga y<br />
Córdova 2006). Su formulación se sustenta en un<br />
proceso metodológico de fases sucesivas, calculadas<br />
y concatenadas entre sí: descripción,<br />
diagnóstico, pronóstico, proposición y gestión<br />
(semarnat 2000).<br />
En las dos primeras fases (descripción y diagnóstico),<br />
se exploran las fluctuaciones del territorio<br />
y se orientan a identificar y valorar la disponibilidad,<br />
limitaciones y dinámica del ambiente. Las<br />
dos fases siguientes (pronóstico y proposición),<br />
corresponden a la programación del proceso de<br />
ajuste y la transformación de las actividades productivas,<br />
abocándose a decidir sobre la factibilidad<br />
del ordenamiento. Las fases de gestión e<br />
instrumentación se refieren a la coordinación de<br />
la participación social, gubernamental, académica<br />
y empresarial, en el proceso de integrar el<br />
ordenamiento dentro del sistema legislativo<br />
mexicano; también se refieren al proceso prescriptivo<br />
por el cual se decreta el ordenamiento<br />
ecológico territorial, por parte del nivel de autoridad<br />
correspondiente (federal, estatal o municipal)<br />
(semarnat 2000).<br />
El ordenamiento ecológico señala las directrices<br />
más recomendables a seguir, a través de las políticas<br />
y lineamientos ecológicos, conforme al<br />
potencial natural de aprovechamiento, las condiciones<br />
socioeconómicas de la población y la<br />
relación con las zonas de protección de bienes y<br />
servicios ambientales. Estas políticas están basadas<br />
en lo que señala el Manual de Ordenamiento<br />
Ecológico de la Secretaría de Desarrollo Urbano<br />
y Ecología de 1988, y que se refieren a la protección,<br />
conservación, aprovechamiento y restauración.<br />
La aplicación y asignación de tales políticas<br />
se basa en las condiciones naturales del territorio<br />
(geomorfología), así como su uso actual y su<br />
aptitud, como se indica en el cuadro 1.<br />
Gestión de los programas<br />
de ordenamiento ecológico<br />
territorial en el estado (POET)<br />
Los objetivos principales de los poet están dirigidos<br />
a evaluar y programar, desde la perspectiva<br />
ambiental, los usos del suelo, el aprovechamiento<br />
de los recursos naturales, las actividades productivas,<br />
el desarrollo urbano y rural; además de<br />
propiciar que los usos del suelo sean compatibles<br />
con la conservación de la biodiversidad y la protección<br />
al ambiente (sedue 1993, semarnat<br />
2012). Los poet sirven de base para la elaboración<br />
de los programas y proyectos estratégicos<br />
de desarrollo, en el corto, mediano y largo<br />
plazos.<br />
Para hacer valer su obligatoriedad, la administración<br />
pública en los tres órdenes de gobierno<br />
promueve la aplicación de la legislación vigente<br />
(leyes y reglamentos), de conformidad a lo que<br />
señalan las directrices, criterios y lineamientos<br />
de regulación ecológica contenidos en los poet.<br />
En particular, la dependencia ambiental estatal<br />
(Dirección de Ecología, dependiente de la Secretaría<br />
de Desarrollo Urbano) diseñó un procedimiento<br />
denominado “Opinión de factibilidad de<br />
uso de suelo en congruencia con el modelo de<br />
ordenamiento ecológico” (figura 1). Este proce-<br />
Ordenamiento ecológico como estrategia de gestión del territorio<br />
723
CUADRO 1. Políticas de los ordenamientos ecológicos, según las condiciones naturales del territorio, uso<br />
actual y aptitud. Fuente: elaboración propia con información de SEMARNAT 1988.<br />
Políticas<br />
Aplicación<br />
Protección Áreas que por la relevancia de sus recursos naturales o sus funciones ecológicas<br />
deben mantener sus características naturales.<br />
Conservación<br />
Aprovechamiento<br />
Restauración<br />
Áreas cuyos usos actuales o propuestos cumplen con una función ecológica relevante.<br />
Áreas en donde se tienen condiciones para un uso más óptimo de los recursos<br />
naturales.<br />
Áreas que deban sujetarse a programas específicos de recuperación de recursos<br />
naturales. Éstas por lo general presentan altos índices de deterioro ambiental.<br />
dimiento inicia a solicitud directa de quien promueve<br />
la realización de algún proyecto de<br />
desarrollo económico en la entidad, o de manera<br />
indirecta a solicitud de alguna dependencia de la<br />
administración pública (federal, estatal y municipal),<br />
que tenga injerencia en el otorgamiento<br />
de permisos, licencias, autorización, etc. Este<br />
último corresponde a la semarnat, durante el<br />
proceso de Evaluación del Impacto Ambiental,<br />
proceso que concluye con la expedición de la<br />
Opinión de Factibilidad de Uso de Suelo (sedur<br />
2005, 2006, 2007). La importancia en la aplicación<br />
de dicho procedimiento radica principalmente<br />
en otorgar seguimiento continuo al<br />
cumplimiento del modelo de ordenamiento<br />
decretado, además de sentar las bases para fundamentar<br />
los ajustes de la agenda establecida<br />
para la atención de los problemas detectados<br />
como prioritarios, los procesos de actualización<br />
de los ordenamientos y de la bitácora ambiental.<br />
A B C D E<br />
Formulación Expedición Ejecución Evaluación Modificación<br />
A1<br />
Convenio<br />
A2<br />
Comité<br />
A3<br />
Programa<br />
F<br />
Bitácora ambiental<br />
FIGURA 1. Diagrama de flujo del proceso de ordenamiento ecológico. Fuente: SEMARNAT 2006.<br />
724 GESTIÓN AMBIENTAL
Conclusiones<br />
El ordenamiento ecológico territorial es un instrumento<br />
de la política ambiental que se ha modificado<br />
y perfeccionado con el tiempo, integrando<br />
avances en la metodología, tecnología y sobre<br />
todo conceptos, lo que le ha permitido convertirse<br />
en un instrumento de política pública para hacer<br />
consenso entre la sociedad y el gobierno. Se recomienda<br />
continuar y perfeccionar la aplicación y el<br />
uso de los mismos, en el estado, para conservar la<br />
biodiversidad de la entidad.<br />
Referencias<br />
Arriaga, V. y A. Córdova. 2006. Manual del Proceso de<br />
Ordenamiento Ecológico. Secretaría de Medio Ambiente<br />
y Recursos Naturales (semarnat)/Instituto<br />
Nacional de Ecología y Cambio Climático (inecc),<br />
México, D.F.<br />
Congreso de la Unión. 1976. Ley de Asentamientos<br />
Humanos. Publicada el 26 de mayo de 1976 en el<br />
Diario Oficial de la Federación. Derogada por la<br />
Ley de Asentamientos Humanos. Publicada el 21<br />
de julio de 1993 en el Diario Oficial de la Federación.<br />
Gobierno del Estado. 1993. Programa de Ordenamiento<br />
Ecológico del Territorio del Estado de Colima.<br />
Dirección de Ecología del Gobierno del Estado,<br />
Colima, Colima.<br />
Gobierno del Estado. 2003. Decreto por el que se<br />
aprueba el Programa Regional de Ordenamiento<br />
Ecológico Territorial de la Subcuenca Laguna de<br />
Cuyutlán. Publicado el 5 de julio de 2003 en el Periódico<br />
Oficial El Estado de Colima. Texto vigente.<br />
En: ,<br />
última consulta: 28 de julio de 2015.<br />
——— . 2007. Decreto por el que se reforma el Programa<br />
Regional de Ordenamiento Ecológico Territorial<br />
de la Subcuenca Laguna de Cuyutlán. Publicado<br />
el 3 de mayo de 2007 en el Periódico Oficial El<br />
Estado de Colima. Texto vigente. En: ,<br />
última consulta: 28 de julio de 2015.<br />
sedue. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />
1988. Ley General de Equilibrio Ecológico y la<br />
Protección al Ambiente. Publicada el 28 de enero<br />
de 1988 en el Diario Oficial de la Federación. Última<br />
reforma publicada el 9 de enero de 2015. En:<br />
, última consulta: 28 de julio de 2015.<br />
——— . 1988. Manual de Ordenamiento Ecológico del<br />
Territorio. Subsecretaría de Ecología. Dirección<br />
General de Normatividad y Regulación Ecológica.<br />
México, D.F.<br />
——— . 1993. Decreto que aprueba el Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />
de Colima. Publicado el 28 de agosto de 1993 en el<br />
Diario Oficial de la Federación. Texto vigente. En:<br />
, última consulta: 28 de julio de 2015.<br />
sedur. Secretaría de Desarrollo Urbano. 2005. Expediente<br />
técnico. Opinión de factibilidad de uso de suelo<br />
en congruencia con el modelo de ordenamiento<br />
ecológico. Dirección de Ecología. Colima, Colima.<br />
——— . 2006. Expediente técnico. Opinión de factibilidad<br />
de uso de suelo en congruencia con el modelo<br />
de ordenamiento ecológico. Dirección de Ecología.<br />
Colima, Colima.<br />
Ordenamiento ecológico como estrategia de gestión del territorio<br />
725
——— . 2007. Expediente técnico. Opinión de factibilidad<br />
de uso de suelo en congruencia con el modelo<br />
de ordenamiento ecológico. Dirección de Ecología.<br />
Colima, Colima.<br />
semarnat. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos<br />
Naturales. 2000. La gestión ambiental en México.<br />
D.F., México.<br />
——— . 2006. Manual de Proceso de Ordenamiento<br />
Ecológico. México.<br />
——— . 2012. Decreto que aprueba el Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado<br />
de Colima. Publicado el 11 de agosto de 2012 en<br />
el Diario Oficial de la Federación. Texto vigente.<br />
En: , última consulta: 28 de julio<br />
de 2015.<br />
ssa. Secretaría de Salubridad y Asistencia. 1982. Ley<br />
Federal de Protección al Ambiente. Publicada el 11<br />
de enero de 1982. Texto no vigente.<br />
726 GESTIÓN AMBIENTAL
ESTUDIO DE CASO<br />
PROGRAMA REGIONAL DE ORDENAMIENTO<br />
ECOLÓGICO Y TERRITORIAL DE LA SUBCUENCA<br />
LAGUNA DE CUYUTLÁN<br />
Enrique Ongay-Delhumeau<br />
La laguna de Cuyutlán y el OET<br />
La laguna de Cuyutlán es uno de los cuerpos de<br />
agua más importantes, con 7 200 ha; tiene dos<br />
pequeñas comunicaciones al mar (Luna 1987). En<br />
2007 se publicó la actualización del Programa de<br />
Ordenamiento Ecológico de la cuenca de laguna<br />
de Cuyutlán (sedur 2007), que bajo un enfoque<br />
territorial basado en criterios hidrográficos<br />
incluye segmentos de los municipios de Armería y<br />
Manzanillo. La memoria técnica (sedur 2007)<br />
integra diagnósticos de los diferentes elementos<br />
naturales, sociales y económicos que conforman<br />
la ocupación espacial del territorio y el aprovechamiento<br />
y conservación sustentable de los recursos<br />
naturales de la cuenca de la laguna de Cuyutlán.<br />
En el documento (sedur 2007), la caracterización<br />
del sistema natural fortalece la identificación<br />
de estructuras y procesos de relevancia<br />
ambiental. Estos elementos sirvieron como base<br />
para las siguientes fases del estudio, en donde se<br />
identificaron y definieron criterios ambientales<br />
para el aprovechamiento productivo sustentable<br />
de los recursos naturales, el establecimiento de<br />
posibles proyectos de infraestructura o estrategias<br />
de conservación, protección y la restauración<br />
de dichos elementos. Para cada uno de los<br />
temas físicos, biológicos y del paisaje social, se<br />
generó un mapa y bases de datos incorporadas a<br />
un sistema de información geográfica.<br />
En el diagnóstico ambiental de la memoria técnica<br />
se hizo un análisis de aptitud de uso del suelo,<br />
como pilar para la construcción del modelo de<br />
ordenamiento ecológico. La aptitud de uso considera<br />
un conjunto de variables ambientales que<br />
definen el interés de un sector económico para<br />
desarrollarse dentro de una misma porción de<br />
territorio. Cuando es mayor la coincidencia también<br />
es mayor la aptitud de uso del suelo para el<br />
sector correspondiente. Así, un mismo sitio geográfico<br />
puede tener aptitud de uso del suelo para<br />
el desarrollo de actividades de asentamientos<br />
humanos, turismo, industria o conservación. Por<br />
ejemplo, la compatibilidad o no de estas actividades,<br />
basada en la aptitud de uso del suelo, se analiza<br />
y sistematiza a través de un análisis de<br />
conflictos (sedur 2007). Si una misma porción de<br />
territorio es apta para el desarrollo de actividades<br />
turísticas recreativas, y al mismo tiempo para el<br />
desarrollo de la industria, entonces se presenta un<br />
conflicto por uso del suelo. El objeto del ordenamiento<br />
ecológico, en este caso, es presentar los<br />
mecanismos de negociación para el desarrollo de<br />
ambas actividades, a través de una política<br />
Ongay-Delhumeau, E. 2016. Programa regional de ordenamiento ecológico y territorial de la subcuenca Laguna de Cuyutlán.<br />
En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 727-728.<br />
727
ambiental y criterios de regulación ecológica<br />
basados en el marco teórico de uso múltiple del<br />
suelo. A partir de esos análisis la evaluación del<br />
territorio de la subcuenca de Cuyutlán se enmarca<br />
en la estrategia de planificación del uso de la tierra<br />
y en las perspectivas de desarrollo sustentable de<br />
11 sectores considerados en el análisis, incluyendo<br />
el sector de conservación (sedur 2007). Este proceso<br />
permite presentar opciones para la optimización<br />
del uso actual del territorio, al consolidar<br />
formas de manejo presentes que sean compatibles<br />
con las cualidades y aptitudes del territorio, al<br />
mismo tiempo que orienta la búsqueda de alternativas<br />
para los casos en que las actuales o pasadas<br />
formas de manejo resulten inadecuadas.<br />
La generación del modelo de ordenamiento ecológico<br />
de la subcuenca incluye un conjunto de<br />
políticas y criterios de manejo territorial, las<br />
cuales se definieron con base en los escenarios y<br />
perspectivas de desarrollo integral, mismos que<br />
se discutieron en un proceso de participación<br />
pública. Como resultado del Programa de Ordenamiento<br />
Ecológico de la cuenca de la laguna de<br />
Cuyutlán (sedur 2007), se definieron 65 unidades<br />
de gestión territorial (ugt), para las cuales se<br />
diseñaron un conjunto de políticas ambientales<br />
y criterios de regulación ecológica del territorio.<br />
FIGURA 1. Pelícanos blancos (Pelecanus<br />
erythrorhynchos). Foto: Leopoldo Vázquez<br />
/<strong>Banco</strong> de imágenes CONABIO.<br />
Conclusiones<br />
El modelo de ordenamiento representa una oportunidad<br />
para llevar a cabo el desarrollo sustentable<br />
del área, la recuperación ecológica de la laguna<br />
de Cuyutlán, y al mismo tiempo permite cumplir<br />
con las expectativas de desarrollo estratégico de la<br />
región. El modelo también presenta oportunidades:<br />
financiar las acciones de conservación y protección<br />
de la región, la generación de información<br />
ambiental base para la zona, el seguimiento de<br />
indicadores ambientales y el financiamiento de<br />
programas de conservación y protección regionales.<br />
Es posible también establecer un mercado<br />
verde (pago por servicios ambientales) de la zona,<br />
generado por los cambios favorables en la hidrodinámica<br />
del sistema lagunar. La instrumentación<br />
corresponde a la última fase del proceso de<br />
actualización del oet, y en tal sentido la consulta<br />
y participación pública son un elemento clave<br />
para evaluar y dar seguimiento a las propuestas<br />
realizadas. Los oet son una herramienta importante<br />
que permitirá conservar la biodiversidad y<br />
recursos naturales de Colima.<br />
Referencias<br />
Luna, H.J.R. 1987. Rehabilitación de la laguna de<br />
Cuyutlán, Colima. Res. VII Cong. Nal. Oceanog. 265.<br />
sedur. Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología.<br />
2007. Programa Regional de Ordenamiento Ecológico<br />
de la Subcuenca Laguna de Cuyutlán. Publicado el<br />
3 de mayo de 2007 en el Periódico Oficial El Estado<br />
de Colima. Texto vigente. En: , última consulta: 28 de julio de 2015.
ESTUDIO DE CASO<br />
GESTIÓN AMBIENTAL EN LA UNIVERSIDAD<br />
DE COLIMA<br />
Antecedentes<br />
La Universidad de Colima es una institución<br />
pública creada el 16 de septiembre de 1940 (udc<br />
2009a); desde sus inicios ha llevado a cabo<br />
numerosas iniciativas tendientes a buscar la<br />
mejora en su desempeño ambiental.<br />
La gestión ambiental en la universidad de Colima<br />
inició en la década de los ochenta, cuando se<br />
crearon algunos centros universitarios de investigaciones<br />
en ciencias del ambiente, ciencias<br />
agropecuarias, oceanológicas, así como el Observatorio<br />
Vulcanológico. A principios de los años<br />
noventa se creó el Programa Universitario de<br />
Ecología (pue), cuya tarea principal fue formar<br />
conciencia ambiental en la población colimense.<br />
En el año 2000, el pue fue sustituido por el Centro<br />
Universitario de Gestión Ambiental (ceugea),<br />
cuyas funciones han sido: concientización,<br />
vinculación externa, investigación y promoción<br />
de acciones ambientales en los ámbitos de la educación<br />
formal e informal, investigación y operación<br />
de los campi de la universidad 1 . En ese<br />
1. Los campi son delegaciones de la universidad que se ubican en<br />
las tres zonas metropolitanas de Colima: la primera emplazada en<br />
el valle, al norte de la entidad, área de transición entre los volcanes<br />
de Colima y la costa del Pacífico donde se encuentran los campi de<br />
Colima, Villa de Álvarez y Coquimatlán; la segunda en el valle<br />
hacia el sur costeño donde se localiza el campus de Tecomán y la<br />
tercera ubicada en el valle costero con el océano Pacífico, donde se<br />
encuentra el campus de Manzanillo.<br />
Francisco J. Cárdenas Munguía<br />
Héctor Arturo González-Alonso<br />
mismo año, la universidad se integró a un grupo<br />
de instituciones de educación superior para fundar<br />
el Consorcio Mexicano de Programas<br />
Ambientales Universitarios para el Desarrollo<br />
Sustentable (complexus), con el objetivo de facilitar<br />
el intercambio de experiencias acerca de la<br />
incorporación de criterios ambientales en las<br />
funciones institucionales y proponer indicadores<br />
ambientales de desempeño ambiental universitario<br />
(Cárdenas-Munguía 2008).<br />
Misión y visión del Centro<br />
Universitario de Gestión<br />
Ambiental (CEUGEA)<br />
El ceugea tiene la responsabilidad de la gestión<br />
ambiental, tanto en las funciones sustantivas de<br />
la universidad (educación, investigación y vinculación<br />
externa), como en la operación sustentable<br />
de los campus (ceugea 2009b). Su visión<br />
es, por lo tanto, que la comunidad universitaria<br />
incorpore criterios de mejora ambiental a su<br />
quehacer cotidiano, incluyendo la operación de<br />
las instalaciones universitarias.<br />
Para poder cumplir con esa responsabilidad, el<br />
ceugea se ha dado a la tarea de proponer, diseñar<br />
e implementar un Sistema de Gestión<br />
Cárdenas, M.F.J. y H.A. González-Alonso. 2016. Gestión ambiental en la Universidad de Colima. En: La Biodiversidad en<br />
Colima. Estudio de Estado. conabio. México, pp. 729-736.<br />
729
Ambiental (sga), atendiendo cuatro aspectos<br />
básicos: a) educación ambiental, b) investigación<br />
ambiental, c) vinculación ambiental con las<br />
comunidades externas y d) operación ambiental<br />
de los campi universitarios.<br />
Iniciativas del CEUGEA<br />
El ecoparque Nogueras<br />
El ceugea cuenta con un centro de educación<br />
ambiental no formal: el Ecoparque Nogueras.<br />
Éste ocupa parte de la exhacienda de Nogueras,<br />
ubicada en la localidad de ese nombre en Comala,<br />
Colima. Su función es promover la educación<br />
ambiental, el conocimiento de la flora y fauna<br />
regionales, así como el diseño y aplicación de ecotécnicas<br />
urbanas apropiadas al desarrollo de las<br />
comunidades regionales. Se ofrecen visitas guiadas<br />
a grupos de estudiantes de todos los niveles<br />
académicos, talleres sobre aprovechamiento y<br />
reciclado de residuos, elaboración de composta<br />
y humus (ceugea 2009a). Las instalaciones del<br />
parque también han sido utilizadas para investigación<br />
científica en temas como: biofertilizantes<br />
(Ayala-Figueroa y Vargas-Escobar 2007, González<br />
et al. 2009b), diversidad de aves (González 2006a,<br />
2006b, 2009), reproducción de tortugas dulceacuícolas<br />
(González 2008), conservación de orquídeas<br />
(González et al. 2009a) y otros.<br />
Educación formal y no formal en el ceugea<br />
En el ceugea se imparten conferencias y cursostaller<br />
con temáticas ambientales como: educación<br />
ambiental, manejo de cuencas, gestión<br />
ambiental, carta de la Tierra, elaboración de<br />
composta, reutilización de papel, biodiversidad,<br />
manejo de áreas verdes, consumo sustentable,<br />
liderazgo ambiental, incorporación transversal<br />
de criterios ambientales en los planes curriculares<br />
de estudio, entre otros. Además, se imparten<br />
diplomados, con duración de seis meses, con el<br />
propósito de ir más allá de la simple capacitación-sensibilización.<br />
Algunos temas abordados<br />
bajo este esquema son: liderazgo ambiental, consumo<br />
sustentable, gestión ambiental, sistemas de<br />
manejo ambiental, perspectiva ambiental en los<br />
planes de estudio, entre otros. Desde 2008 el<br />
ceugea ofrece la Especialidad en Ciencias del<br />
Ambiente, Gestión y Sustentabilidad, abierta al<br />
público en general. Próximamente se ofrecerán<br />
programas de posgrado, en colaboración con las<br />
facultades de Ciencias y de Ingeniería Civil. El<br />
ceugea cuenta con una página web dentro del<br />
portal de la Universidad de Colima: http://www.<br />
ucol.mx/acerca/coordinaciones/cgic/ceugea/<br />
Asignaturas ambientales en los programas<br />
educativos<br />
Las acciones del ceugea han incidido en programas<br />
de educación formal, mediante la incorporación<br />
de asignaturas obligatorias y optativas<br />
con temas ambientales y de formación de valores,<br />
en diversos programas educativos de nivel<br />
superior y medio superior. Para ello se constituyó<br />
un Grupo Núcleo Docente con integrantes<br />
provenientes de diversas dependencias educativas,<br />
quienes llevaron a cabo un diplomado en el<br />
ceugea, mediante el cual adquirieron las herramientas<br />
conceptuales y metodológicas que les<br />
permitieran adecuar sus programas educativos.<br />
Impulsada por las políticas de la Secretaría de<br />
Educación Pública Federal, y con el trabajo colegiado<br />
de escuelas, facultades y el propio ceugea,<br />
la universidad realiza, desde el año 2000, un proceso<br />
de mejora de la calidad en sus programas<br />
educativos, mejoramiento de los servicios admi-<br />
730 GESTIÓN AMBIENTAL
FIGURA 1. Vistas del Ecoparque Nogueras de la Universidad de Colima, en Comala. Oficinas administrativas<br />
del parque, construidas con adobe y teja de barro y sendero principal con motivos florales (reminiscencia del<br />
significado de Nogueras “el que tiene flores en el valle”), hecho de piedra de río que conduce a los diversos<br />
sitios del parque. A los lados se observa vegetación regional rastrera de poca demanda de agua (sustituto<br />
del pasto inglés) y plantas medicinales y frutales propias de la región. Fotos: Francisco Javier Cárdenas<br />
Munguía.<br />
nistrativos y de la infraestructura, así como la<br />
actualización de la normatividad institucional.<br />
Se ha tratado de equilibrar la carga de asignaturas<br />
ambientales de carácter técnico-científico<br />
con las asignaturas del área humanística, como<br />
ética profesional, bioética, desarrollo sustentable,<br />
gestión ambiental y otras.<br />
Promoción de la investigación ambiental<br />
La inserción de criterios ambientales en asignaturas<br />
obligatorias y optativas de los programas<br />
educativos, en los niveles bachillerato, licenciatura<br />
y posgrado, ha fomentado la realización de<br />
proyectos de investigación sobre temas ambientales.<br />
El ceugea participa en una amplia variedad<br />
de investigaciones como: identificación de<br />
impactos y riesgos ambientales derivados de las<br />
actividades de la universidad, biodiversidad de<br />
la avifauna regional, biodiversidad en áreas<br />
urbanas, reproducción de tortugas dulceacuícolas<br />
en cautiverio, lixiviados de vermicomposta<br />
como fertilizante alternativo, mapa de ruido<br />
urbano de Colima, niveles de estrés en usuarios<br />
de espacios urbanos, potencial para generar<br />
energías alternativas en Colima, participación<br />
social en la gestión de áreas naturales protegidas<br />
y diseño urbano para la sociabilidad, y solidaridad<br />
e identidad regional.<br />
La Red Verde Universitaria<br />
Durante los primeros cuatro años de su existencia<br />
el ceugea trabajó en fomentar la responsabilidad<br />
ambiental en la comunidad universitaria organizando<br />
comités y clubes de ecología. Después de<br />
Gestión ambiental en la Universidad de Colima 731
un periodo de reconformación surgió una nueva<br />
estructura de grupos universitarios ambientalistas,<br />
la Red Verde Universitaria. Esta red tiene<br />
como objetivo vincular, con acciones de participación<br />
ambiental, a los estudiantes, maestros y<br />
trabajadores universitarios, quienes de forma<br />
voluntaria integran los comités, clubes y grupos<br />
verdes. Se trata de un movimiento ambiental que<br />
difunde y promueve sencillas acciones intra y<br />
extramuros, para enriquecer la calidad de vida de<br />
los universitarios (Red Verde, 2009).<br />
En la constitución de la Red Verde Universitaria<br />
existen comités (en facultades) y clubes de ecología<br />
(en bachilleratos), conformados por alumnos,<br />
maestros, trabajadores; también grupos<br />
verdes conformados por personal administrativo<br />
y trabajadores de las dependencias con funciones<br />
de servicio, administración o investigación.<br />
El conjunto de comités, clubes y grupos verdes,<br />
en cada una de las cinco delegaciones regionales,<br />
forma a su vez una Red Verde Delegacional.<br />
Todos los universitarios pertenecientes a esos<br />
grupos integran la Red Verde Universitaria, la<br />
cual cuenta con un espacio en el portal de la<br />
Universidad, ,<br />
con la finalidad de interconectar virtualmente a<br />
los voluntarios de los diferentes campus.<br />
Reverde-Ser: Programa radiofónico<br />
En el 2003 y 2004, el CEUGEA realizó un programa<br />
semanal de media hora llamado Reverde-<br />
Ser para la radio universitaria. Pronto se amplió<br />
la duración a una hora, con un formato tipo<br />
revista: entrevistas a invitados, música y cápsulas<br />
con información ambiental. El propósito fue<br />
difundir conocimientos ambientales enfatizando<br />
la importancia de los valores humanos y<br />
la ética ambiental. En el año 2005 se convirtió en<br />
cápsulas de cinco minutos, transmitidas dos<br />
veces al día. Actualmente, las cápsulas tienen<br />
una duración de un minuto, con repetición de<br />
hasta ocho veces al día. La estación universitaria<br />
llamada Universo xhudc 94.9 tiene cobertura<br />
en la zona norte del estado, pero también transmite<br />
por internet sus programas, lo que ha incrementado<br />
notablemente la cobertura de<br />
Reverde-Ser (udc 2009b).<br />
Programas televisivos<br />
El ceugea participa eventualmente con temas<br />
ambientales transmitidos por la televisión<br />
comercial local, aunque también ha realizado<br />
algunos programas para la televisión universitaria,<br />
producidos por el Centro Universitario de<br />
Video y Televisión Educativa (ceuvidyte 2009),<br />
la cual transmite sus programas tanto por televisión<br />
abierta como por internet.<br />
Sistema de gestión ambiental institucional<br />
En un esfuerzo por incorporar criterios ambientales<br />
en todas las actividades de la universidad, y<br />
atendiendo las necesidades de organizar y coordinar<br />
las acciones ambientales que ya se venían<br />
realizando, en 2005 se estableció el sistema de<br />
gestión ambiental (sga). En ese mismo año el<br />
trabajo colegiado del ceugea y las delegaciones<br />
regionales culminó con la emisión de la Política<br />
Ambiental Institucional, misma que fue promulgada<br />
y avalada por la rectoría: “La Universidad<br />
de Colima es una institución educativa, de<br />
investigación y difusión de la cultura, cuya<br />
comunidad está comprometida con el cuidado y<br />
el desarrollo ambiental, en un proceso de mejora<br />
continua, previniendo riesgos y mitigando<br />
impactos ambientales con una visión de sustentabilidad,<br />
ajustada a la legislación aplicable bajo<br />
732 GESTIÓN AMBIENTAL
un sistema de gestión ambiental basado en la<br />
norma ISO 14001”.<br />
Se elaboró también el Programa de Gestión<br />
Ambiental Institucional cuyos objetivos son:<br />
1. Fomentar una cultura de responsabilidad<br />
ambiental en la comunidad universitaria.<br />
2. Realizar proyectos de investigación ambiental.<br />
3. Promover que los universitarios realicen programas<br />
ambientales de vinculación externa.<br />
4. Operar los campus universitarios con criterios<br />
ambientales.<br />
Además, fueron propuestos siete subprogramas<br />
de operación ambiental: agua, energía, compras,<br />
espacios, transporte-vialidad, residuos y saludseguridad.<br />
Vinculación<br />
Una de las estrategias del ceugea para vincularse<br />
con la comunidad e incidir en las políticas<br />
regionales de desarrollo ambiental se realiza a<br />
través de la participación de su personal en consejos<br />
técnicos ambientales, establecidos en diversos<br />
niveles de gobierno. Algunos de ellos son:<br />
1. Consejo Consultivo Núcleo para el Desarrollo<br />
Sustentable (semarnat-Delegación<br />
Federal Colima).<br />
2. <strong>Comisión</strong> de Investigación y Estudios Científicos<br />
y Tecnológicos (Secretaría de Desarrollo<br />
Urbano-Delegación Federal Colima).<br />
3. <strong>Comisión</strong> de Desarrollo Urbano del Municipio<br />
de Colima.<br />
4. Consejo Consultivo para el Desarrollo Sustentable-Región<br />
II.<br />
5. Consejo Consultivo del Archivo Histórico<br />
del Municipio de Colima.<br />
6. Consejo Consultivo de Las Huertas de<br />
Comala.<br />
La participación de la universidad en estos ámbitos<br />
es importante, porque representa una oportunidad<br />
para influir en la toma de decisiones del<br />
sector público relacionadas con el desarrollo<br />
sustentable.<br />
Otra estrategia de vinculación de la universidad<br />
con comunidades externas es la impartición de<br />
cursos de capacitación y diplomados a organizaciones<br />
públicas (curso de Sistemas de Manejo<br />
Ambiental para conagua, 2009) y privadas<br />
(diplomado en Gestión Ambiental para el consorcio<br />
minero Benito Juárez-Peña Colorada,<br />
2004), directamente a través del ceugea o a través<br />
de la Dirección General de Educación<br />
Continua.<br />
El futuro de la gestión ambiental<br />
en la Universidad de Colima<br />
Desde 2007 la Universidad de Colima ha ido<br />
incorporando cada vez más los criterios ambientales<br />
en todas las actividades de educación,<br />
investigación, vinculación y operación de los<br />
campi, un claro reflejo de esto es la incorporación,<br />
de manera transversal en las políticas institucionales,<br />
de acciones sobre temas ambientales<br />
las cuales inciden en los programas operativos<br />
anuales de todas las dependencias universitarias.<br />
La Universidad de Colima no persigue la certificación<br />
ambiental de sus actividades, pero sí un<br />
compromiso institucional de planeación y educación<br />
permanentes. Inicialmente se planteó<br />
lograr la certificación ambiental bajo la norma<br />
Gestión ambiental en la Universidad de Colima 733
internacional iso 14001, pero debido a las limitaciones<br />
de recursos humanos y financieros se<br />
decidió buscar otras alternativas. Actualmente<br />
se tiene planeado realizar una reestructuración<br />
de todo el sistema de gestión ambiental para<br />
adaptarlo a los requerimientos de la Declaración<br />
de Talloires 2 , un sistema de gestión ambiental<br />
con validez internacional específico para instituciones<br />
de educación superior. Esta Declaración<br />
2 En octubre de 1990 Jean Mayer, presidente de Tufts<br />
University, convocó a 22 presidentes de instituciones de<br />
educación superior a una conferencia en Talloires, Francia.<br />
En la declaración surgida en esa reunión las instituciones<br />
firmantes se comprometieron a promover las siguientes<br />
acciones: despertar la conciencia del gobierno, industrias,<br />
fundaciones y universidades sobre la necesidad de<br />
encaminarnos hacia un futuro ambientalmente sostenible;<br />
incentivar a la universidad para que se comprometa con<br />
la educación, investigación, formación de políticas e<br />
intercambios de información, de temas relacionados con<br />
población, medio ambiente y desarrollo para alcanzar<br />
un futuro sostenible; establecer programas que formen<br />
expertos en gestión ambiental, desarrollo sostenible,<br />
demografía y temas afines; crear programas que desarrollen<br />
la capacidad de la universidad de enseñar el tema del medio<br />
ambiente a estudiantes de pregrado, posgrado e institutos<br />
profesionales; ser un ejemplo de responsabilidad ambiental<br />
estableciendo programas de conservación de los recursos,<br />
reciclaje y reducción de desechos dentro de la universidad;<br />
involucrar al gobierno (en todos los niveles), las fundaciones<br />
e industrias, en el apoyo a la investigación universitaria,<br />
educación, formación de políticas e intercambios de<br />
información sobre desarrollo sostenible; extender este<br />
trabajo a las organizaciones no gubernamentales (ong) y<br />
encontrar soluciones integrales a los problemas del medio<br />
ambiente; reunir a los profesionales del medio ambiente<br />
para desarrollar programas de investigación, formación de<br />
políticas e intercambios de información, para alcanzar de<br />
esta forma un futuro ambientalmente sostenible; asociarse<br />
con colegios de educación básica y media para capacitar a sus<br />
profesores en la enseñanza de problemas relacionados con<br />
población, medio ambiente y desarrollo sostenible; trabajar<br />
con la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio<br />
Ambiente y el Desarrollo (cnumad), el Programa de las<br />
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (pnuma) y otras<br />
organizaciones nacionales e internacionales, para promover<br />
un esfuerzo universitario a nivel mundial que conlleve a<br />
un futuro sostenible; establecer un comité directivo y un<br />
secretariado que permita a los participantes informarse y<br />
apoyarse en el cumplimiento de esta Declaración.<br />
fue creada en 1990 por la Asociación de Líderes<br />
Universitarios para el Desarrollo Sostenible, con<br />
el propósito de regular los esfuerzos internos y<br />
externos de las universidades para el trabajo<br />
interdisciplinario en temas de población, medio<br />
ambiente y desarrollo sostenible.<br />
En los ejes institucionales de desarrollo 2009-<br />
2013, relativos a la educación, investigación,<br />
administración y vinculación, se establece que la<br />
Universidad de Colima se compromete a desarrollar<br />
y difundir estrategias para un futuro<br />
ambientalmente sostenible, a través de un programa<br />
de conservación de recursos, reciclaje y<br />
reducción de desechos y el apoyo a la investigación<br />
científica (Aguayo-López 2009).<br />
Por lo que respecta a la Red Verde Universitaria y<br />
el Grupo Núcleo Docente, que se ocupa de incorporar<br />
transversalmente criterios ambientales en<br />
los programas curriculares de estudio, éstos continuarán<br />
recibiendo capacitación.<br />
Al mismo tiempo, deberá crearse otro grupo<br />
núcleo de investigación, el cual deberá promover<br />
la integración de profesores y estudiantes en grupos<br />
multidisciplinarios que desarrollen proyectos<br />
de investigación ambientales.<br />
La Red Verde de la universidad debe continuar<br />
integrando permanentemente alumnos, maestros<br />
y trabajadores, mediante la promoción de proyectos<br />
de concientización y la difusión de los proyectos<br />
exitosos entre redes de grupos verdes. Es<br />
importante que continúe la participación de la<br />
universidad en los consejos consultivos, para incidir<br />
en las decisiones tomadas en el ámbito del sector<br />
público.<br />
734 GESTIÓN AMBIENTAL
FIGURA 2. Integrantes de<br />
la Red Verde, reunidos<br />
en el patio central de la<br />
exhacienda Nogueras,<br />
ingreso principal al<br />
parque. Foto: Angélica<br />
Rocha.<br />
Para facilitar el proceso de vinculación de la<br />
investigación y la docencia, con los requerimientos<br />
de la sociedad y el entorno, es importante llevar<br />
a cabo diagnósticos periódicos de las líneas y<br />
proyectos de investigación, en materia ambiental<br />
que se generan en la universidad y otras instancias<br />
regionales, así como evaluar la pertinencia de<br />
esos proyectos. De forma paralela debe alentarse<br />
la realización de los proyectos multidisciplinarios<br />
de investigación ambiental, dirigidos a cubrir las<br />
áreas de oportunidad identificadas.<br />
Tomando en cuenta los recursos disponibles en<br />
la universidad, se pretende simplificar el sistema<br />
de gestión ambiental, particularmente en la operación<br />
de los campi, integrando los siete subprogramas<br />
operativos en cuatro ejes: agua, energía,<br />
residuos y espacios universitarios.<br />
El Ecoparque Nogueras seguirá funcionando<br />
como centro de divulgación de cultura ambiental,<br />
dirigido a escolares y turistas nacionales y extranjeros.<br />
Actualmente, se prepara la documentación<br />
necesaria para solicitar su registro como unidad<br />
de manejo para la conservación de vida silvestre<br />
(uma) ante la semarnat. El Centro Universitario<br />
de Gestión Ambiental, en colaboración con otras<br />
dependencias de la Universidad de Colima, pretende<br />
a futuro ofrecer servicios como: estudios de<br />
impacto ambiental, inventarios, monitoreos, cursos<br />
de capacitación y otras actividades.<br />
La educación ambiental formal y no formal tiene<br />
un papel importante en el proceso de fundar las<br />
bases para lograr una conciencia que conduzca a<br />
establecer prácticas sustentables de uso de los<br />
recursos naturales y la diversidad biológica en<br />
particular. Para ello primero hay que saber cuáles<br />
son nuestros recursos naturales, ya que conocer<br />
en detalle la biodiversidad de una región es indispensable<br />
para plantear estrategias de conservación,<br />
protección ambiental y uso sustentable, así<br />
como para ofrecer a las nuevas generaciones un<br />
mejor conocimiento de su región.<br />
Gestión ambiental en la Universidad de Colima<br />
735
Referencias<br />
Aguayo-López, M.A. 2009. Ejes para el desarrollo institucional<br />
2009-2013. Programa de trabajo. Segundo<br />
periodo rectoral. Colima, México, Universidad<br />
de Colima (ucol), México.<br />
Ayala-Figueroa, A. y J.M. Vargas-Escobar. 2007. Caracterización<br />
del lixiviado de vermicompostaje de<br />
residuos de plátano y su uso potencial como biofertilizante.<br />
Tesis de ingeniería química en alimentos,<br />
ucol, México.<br />
Cárdenas-Munguía, F.J. 2008. Gestión del compromiso<br />
ambiental en los integrantes de la Universidad<br />
de Colima: experiencias y desafíos. Fumarola. En:<br />
, última consulta: 31<br />
de agosto de 2015.<br />
ceugea. Centro Universitario de Gestión Ambiental.<br />
2009a. Ecoparque Nogueras del ceugea. En:<br />
, última consulta: 20 de<br />
octubre de 2009.<br />
——— . 2009b. Programa Operativo Anual del Centro<br />
Universitario de Gestión Ambiental. En: , última consulta: 20 de octubre de<br />
2009.<br />
ceuvidyte. Centro Universitario de Video Didáctico<br />
y Televisión Educativa. 2009. En: , última consulta: 20 de octubre de<br />
2009.<br />
González, H.A. 2006a. Avifauna de la región de<br />
Nogueras, Comala. Reporte Técnico núm. CGI-<br />
C-387/05-A-000. Coordinación General de Investigación<br />
Científica, ucol.<br />
——— . 2006b. Guía de campo para la identificación<br />
de la avifauna de la región de Nogueras, Comala.<br />
Reporte Proyecto de Investigación CGIC-387/05.<br />
Coordinación General de Investigación Científica.<br />
ucol, México.<br />
——— . 2008. Manual de mantenimiento de tortugas<br />
dulceacuícolas en cautiverio. Proyecto núm. 041, financiado<br />
por el programa pacmyc-2006. Secretaría<br />
de Cultura del Estado de Colima, Colima.<br />
——— . 2009. Aves de Nogueras, Comala, Colima. Guía<br />
para la identificación en campo. Secretaría de Medio<br />
Ambiente y Recursos Naturales (semarnat)/<br />
Centro Universitario de Gestión Ambiental (ceugea).<br />
González, H.A., M. Hernández, Y.J. Chapula y C. Medina.<br />
2009a. Rescate cultural y biológico de algunas<br />
especies de orquídeas de Colima. En: ,<br />
última consulta: 20<br />
de octubre de 2009.<br />
González, H.A., L.V. Madrigal y J. Vázquez. 2009b.<br />
Tecnología para la elaboración de composta con residuos<br />
agrícolas de plátano y banano. Fondo Mixto<br />
(fomix)/Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología<br />
(conacyt)/Gobierno del Estado de Colima.<br />
Red-Verde. 2009. Red Verde. Centro de Gestión Ambiental.<br />
En: ,<br />
última<br />
consulta: 20 de octubre de 2009.<br />
udc. Universidad de Colima. 2009a. Conoce la historia<br />
de la universidad. En: , última consulta: 20 de<br />
octubre de 2009.<br />
——— . 2009b. Universo FM. En: , última consulta: 20 de octubre de 2009.
Nuestros autores<br />
Aguilar Olguín, Sergio<br />
Centro Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario”<br />
zanyya@hotmail.com<br />
Licenciado en Oceanografía con Maestría en Ciencias<br />
del Mar, en ambas egresado de la Facultad de Ciencias<br />
Marinas de la Universidad de Colima, actualmente<br />
realiza un Doctorado en Ecología y Manejo de Recursos<br />
Naturales en el Centro Universitario de la Costa<br />
Sur de la Universidad de Guadalajara. Desde 2001 ha<br />
trabajado para la uma Centro Ecológico de Cuyutlán<br />
“El Tortugario”, como jefe del Departamento de Tortugas<br />
Marinas, coordinando actividades del programa<br />
de protección y conservación de tortugas marinas y<br />
haciendo estudios sobre ecología poblacional y reproductiva<br />
de tortugas marinas y cocodrilos.<br />
Aguirre León, Gustavo<br />
Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />
agustavo.aguirre@inecol.mx<br />
Biólogo y Maestro en Ciencias, egresado de la Facultad<br />
de Ciencias unam. Técnico titular en la Red de Interacciones<br />
Multitróficas del Instituto de Ecología, A.C.<br />
(inecol). Participante en 25 proyectos de investigación,<br />
ha publicado 19 artículos científicos arbitrados y<br />
17 capítulos de libro sobre la conservación y ecología<br />
de vertebrados, ecología de invertebrados y el desarrollo<br />
de áreas naturales protegidas en México. Ha sido<br />
profesor en el programa de posgrado del inecol y ha<br />
dirigido nueve tesis de licenciatura, dos de especialidad<br />
y 14 de maestría en diversas instituciones de<br />
México. Editor de producción de Acta Zoologica Mexicana<br />
(nueva serie), revista calificada en el Padrón de<br />
Revistas Científicas Mexicanas del conacyt.<br />
Alemán Campos, Jorge Luis<br />
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
(semarnat-Colima)<br />
restauración@colima.semarnat.gob.mx<br />
Egresado del Instituto Tecnológico Forestal núm. 1.<br />
Laboró en la Secretaría de Agricultura y Recursos<br />
Hidráulicos, Secretaría de Medio Ambiente, Recursos<br />
Naturales y Pesca, y Secretaría de Medio Ambiente y<br />
Recursos Naturales. Sus principales actividades actuales<br />
son la evaluación, dictaminación y resolución de<br />
los proyectos que para el aprovechamiento de recursos<br />
forestales y de suelos ingresan a la Delegación Colima<br />
de la semarnat; como son programas de manejo<br />
forestal, cambios de uso del suelo de terrenos forestales,<br />
plantaciones forestales comerciales, aprovechamiento<br />
de recursos forestales no maderables, por citar<br />
algunos.<br />
Álvarez Pliego, Nicolás<br />
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (ujat)<br />
nicolas.alvarez.pliego@gmail.com<br />
Egresado de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala<br />
de la Universidad Nacional Autónoma de México<br />
(unam). Maestría y Doctorado en Ciencias Marinas<br />
737
por parte del Centro Interdisciplinario de Ciencias<br />
Marinas (cicimar) del Instituto Politécnico Nacional.<br />
Actualmente labora como profesor-investigador en la<br />
División Académica de Ciencias Biológicas de la Universidad<br />
Juárez Autónoma de Tabasco. Responsable<br />
técnico de proyectos de investigación sobre la ictiofauna<br />
del sureste del Golfo de México. Autor y coautor<br />
de publicaciones científicas indexadas y capítulos de<br />
libro arbitrados.<br />
Andrade Tinoco, Elisa<br />
elisa.at@gmail.com<br />
Bióloga egresada de la Facultad de Biología de la Universidad<br />
Michoacana San Nicolás de Hidalgo, con<br />
Maestría en Ciencias Pecuarias en el área de acuacultura<br />
y ciencias marinas de la Universidad de Colima.<br />
Cuenta con un diplomado en gestoría ambiental y<br />
control de contaminación y otro en evaluación de<br />
impacto ambiental; así como diversos cursos y talleres<br />
sobre acuacultura y pesquerías. Trabajó en la cfe en la<br />
Oficina de Ecología e Impacto Ambiental; así como en<br />
el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado<br />
de la Zona Conurbada de Guadalajara, en calidad<br />
de agua y control de procesos, y en saneamiento e<br />
impacto ambiental. Actualmente se desempeña como<br />
consultora ambiental independiente para la gestión y<br />
elaboración de estudios de impacto ambiental y como<br />
asesora en acuacultura, además participa en la identificación<br />
y elaboración de proyectos productivos.<br />
Arciniega Flores, Judith Alicia de Jesús<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
jarcinie@costera.melaque.udg.mx<br />
Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />
de Guadalajara. Estudios de Maestría en la<br />
Universidad de Colima. Trabaja en la Universidad de<br />
Guadalajara desde 1995 en el Laboratorio de Ecología<br />
de Invertebrados, principalmente con crustáceos y<br />
moluscos. Desarrolla actividades de docencia, investigación<br />
y difusión. Actualmente imparte dos cursos en<br />
la Licenciatura de Biología Marina del cucsur-udg.<br />
Ha participado en la elaboración de 14 artículos y siete<br />
capítulos de libro. Cuenta con reconocimiento perfil<br />
Promep de la sep.<br />
Arévalo Galarza, Gustavo Antonio<br />
Universidad Autónoma Chapingo (uach)<br />
arevalogg@gmail.com<br />
Egresado de la Universidad Autónoma Chapingo,<br />
especialista en zonas áridas, doctorado en el Colegio<br />
de Posgraduados en Edafología. Se ha desempeñado<br />
como profesor-investigador por más de 30 años en la<br />
Universidad Autónoma Chapingo, impartiendo las<br />
asignaturas de Planeación del Uso de la Tierra, Percepción<br />
Remota y Sistemas de Información Geográfica.<br />
Desarrolla investigación en Manejo Integral de Cuencas,<br />
Análisis Espacial en Recursos Naturales y Ordenamiento<br />
Ecológico del Territorio. Desarrolla<br />
actividades en el postgrado de Ingeniería Integral del<br />
Agua e Ingeniería Forestal en Chapingo. Ha publicado<br />
artículos relacionados con el desarrollo de herramientas<br />
espaciales y otros de índole edafológica.<br />
Arreola Nava, Hilda Julieta<br />
Universidad Autónoma de Guadalajara (udg)<br />
harreola@cucba.udg.mx<br />
Egresada de la Licenciatura en Biología en la Escuela<br />
Nacional de Estudios Profesionales Iztacala (unam),<br />
Maestría y Doctorado en Botánica en el Colegio de<br />
Posgraduados en Montecillo, Estado de México. Es<br />
autora de un libro sobre el género Opuntia (nopales) de<br />
Jalisco, de varios capítulos en libros especializados y<br />
16 artículos científicos. Socia fundadora de nakari,<br />
Sociedad Jalisciense de Cactología, A.C. y miembro de<br />
la Sociedad Mexicana de Cactología, A.C., es miembro<br />
de la red Pitaya-Pitahaya del sinarefi-sagarpa. Colaboradora<br />
con la Unión Internacional para la Conservación<br />
de la Naturaleza (uicn). Actualmente se dedica<br />
a la docencia y realiza investigación para la conservación<br />
de las cactáceas nativas de Jalisco.<br />
Arreguín Sánchez, María de la Luz<br />
Instituto Politécnico Nacional (ipn)<br />
luzma1950ipn@gmail.com<br />
738 PRESENTACIÓN
Bióloga, Maestra en Educación y Doctora en Humanidades,<br />
todos con mención honorífica. Ha realizado 30<br />
proyectos, 130 publicaciones, 18 libros y asesorado 70<br />
tesis. Actualmente es curadora del Herbario de la<br />
Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (encb) del<br />
Instituto Politécnico Nacional.<br />
Ayala Barajas, Ricardo<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
rayala@ib.unam.mx<br />
Biólogo, Maestro en Ciencias en Biología Animal y<br />
Doctor en Ciencias Biológicas por la unam. Tiene un<br />
Posdoctorado en el Natural History Museum, University<br />
of Kansas. Investigador en la Estación de Biología<br />
Chamela del ibunam; investigador nacional<br />
nivel I y pride D. Las áreas de su investigación son la<br />
sistemática de las abejas nativas de México (Hymenoptera:<br />
Apoidea), su biodiversidad, distribución y<br />
aspectos de su ecología, en especial su importancia<br />
como polinizadores de plantas nativas y cultivadas, y<br />
su uso como indicadores de perturbación. Tiene 45<br />
artículos en revistas nacionales e internacionales<br />
indexadas, nueve artículos en revistas nacionales no<br />
indexadas, cuatro libros y 16 capítulos en libros. Es<br />
revisor en ocho revistas de corte nacional e internacional.<br />
Ha dirigido siete tesis de licenciatura, dos de<br />
maestría y tres de doctorado.<br />
Báez Montes, Oscar<br />
biologo.oscar.baez@gmail.com<br />
Biólogo egresado de la Universidad de Guadalajara.<br />
Ha participado en proyectos de monitoreo de comunidades<br />
en áreas naturales protegidas en México y Costa<br />
Rica; restauración y conservación de humedales en<br />
Jalisco; monitoreo de aves acuáticas en humedales de<br />
Jalisco. Es supervisor de proyectos relacionados con la<br />
conservación, restauración y aprovechamiento sustentable<br />
de los recursos naturales en áreas naturales protegidas<br />
en el estado de Guanajuato.<br />
Balcázar Lara, Manuel Artemio<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
mabl@ucol.mx<br />
Egresado de la Facultad de Biología de la Universidad<br />
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (umsnh),<br />
Maestro en Ciencias (Biología Animal) de la Facultad<br />
de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de<br />
México, Doctor por la University of Florida. Laboró en<br />
el Instituto de Biología de la unam y desde 2000 trabaja<br />
en la Universidad de Colima. Sus principales actividades<br />
actuales son el estudio de la biodiversidad de<br />
Lepidóptera de México, en especial de grupos Bombycoides<br />
y la coevolución de las palomillas de la yuca y<br />
sus huéspedes. Ha publicado 28 artículos en revistas y<br />
seis capítulos de libros. Miembro de la Academia<br />
Mexicana de Ciencias.<br />
Bauche Petersen, Paola<br />
Fondo Noroeste A.C. (fonnor)<br />
paolabauche@gmail.com<br />
Estudió Biología en la Universidad de Guadalajara y<br />
tiene una Maestría en Geografía por McGill University<br />
en Canadá. Ha trabajado por más de 12 años en el<br />
tema de manejo de recursos naturales. Trabajó en la<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional Forestal, diseñando y operando el<br />
programa Mecanismos locales de pago por servicios<br />
ambientales, a través de fondos concurrentes, un programa<br />
nacional que busca involucrar a los usuarios de<br />
servicios ambientales en la conservación de cuencas y<br />
corredores biológicos. Actualmente trabaja en el<br />
Fondo Noroeste, A.C. (fonnor) en donde coordina<br />
actividades de manejo integrado de cuencas costeras<br />
en el pacífico mexicano.<br />
Best, Troy L.<br />
Auburn University (au)<br />
besttro@auburn.edu<br />
Biólogo, antropólogo y profesor de secundaria, egresado<br />
de Eastern New Mexico University y doctorado<br />
por University of Oklahoma. Profesor de ciencias biológicas<br />
en Auburn University y curador de la colección<br />
de mamíferos de Auburn University. Además de su<br />
trabajo en Alabama ha estudiado mamíferos en<br />
Argentina, Canadá, Kenya, México, Sudáfrica, Suazi-<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 739
landia y varios sitios de Europa. Ha recibido varios<br />
reconocimientos de la American Society of Mammalogists,<br />
Southeastern Bat Diversity Network y Southwestern<br />
Association of Naturalists. Ha sido editor del<br />
Journal of Mammalogy, Mammalian Species y The<br />
Southwestern Naturalist.<br />
Bracamontes Pérez, J. Santos<br />
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
(semarnat-Colima)<br />
viveroelguayacan@gmail.com<br />
Egresado como Ingeniero Agrónomo en Sistemas de<br />
Producción Agrícola del Instituto Tecnológico<br />
Agropecuario núm. 26, con Maestría en Ciencias en el<br />
área de geomática aplicada al manejo de recursos<br />
naturales de la Universidad de Colima. Laboró en la<br />
sarh en el área de manejo silvícola, posteriormente en<br />
la semarnap en las áreas de evaluación y dictaminación<br />
de programas de manejo forestal y como encargado<br />
del área de geomática del Departamento de<br />
Ordenamiento Territorial. Apoyó en la asesoría para<br />
programas de unidades de manejo de vida silvestre.<br />
Bretón González, Mauricio<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
mauri@ucol.mx<br />
Realizó estudios de doctorado en el Instituto Andaluz<br />
de Geofísica de la Universidad de Granada, España.<br />
Trabaja como investigador en el Observatorio Vulcanológico<br />
de la Universidad de Colima en donde es responsable<br />
de las áreas de riesgo volcánico y monitoreo visual.<br />
Miembro activo del sni. Coordinador de la Maestría en<br />
Ciencias de la Tierra, Geomática y Gestión de Riesgos<br />
de la Facultad de Ingeniería Civil de la misma ucol. Ha<br />
publicado más de 30 artículos como autor y coautor<br />
sobre vulcanismo, sismicidad y riesgos. Responsable del<br />
Atlas de peligros y riesgos en el estado de Colima.<br />
Burton, Andrew Mark<br />
Geothermal Dragons Limited<br />
andrew@geothermaldragons.com<br />
Zoólogo, con experiencia y especialidad en la ecología<br />
de leopardo, puma y gato montés, así como en aves<br />
rapaces de los géneros Accipiter, Spizaetus, Spizastur y<br />
también reptiles, específicamente los dragones de la<br />
familia Varanidae.<br />
Calderón Riveroll, Gustavo<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
calderon5212@hotmail.com<br />
Militar, ingeniero mecánico naval e ingeniero geógrafo<br />
mexicano por la Heroica Escuela Naval Militar.<br />
Tiene una Maestría en Ciencias de la Tierra por la Universidad<br />
de Arizona y un Doctorado en Ciencias en<br />
Geofísica Marina por la Universidad Estatal de Oregón.<br />
Fue director del Centro Universitario de Investigaciones<br />
Oceanológicas de la Universidad de Colima.<br />
Profesor e investigador de la Universidad de Colima.<br />
Actualmente es asesor en el Instituto Oceanográfico<br />
del Pacífico.<br />
Cárdenas Munguía, Francisco Javier<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
fjcardenasm@hotmail.com<br />
Maestría cursada en el mit, Doctorado en Arquitectura<br />
por la unam. Líneas de investigación: urbanismo,<br />
historia, diseño, gestión y conducta humana del espacio<br />
público vegetado. Profesor-investigador de la<br />
Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad<br />
de Colima, donde ha sido coordinador de posgrado,<br />
fundador y director del Centro Universitario de Gestión<br />
Ambiental y creador y responsable del Ecoparque<br />
Nogueras, actualmente es responsable del Programa<br />
de Gestión Ambiental de los campus. Es autor de<br />
publicaciones de artículos, capítulos de libro, libros y<br />
discos compactos editados por conaculta, rniu,<br />
conacyt, la Universidad de Colima, el Archivo Histórico<br />
del Municipio de Colima y Gobierno del Estado<br />
de Colima, entre otros. Ha participado en congresos<br />
nacionales e internacionales de investigación en arquitectura,<br />
urbanismo y paisaje.<br />
740 NUESTROS AUTORES
Casas Andreu, Gustavo<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
gcasas@ib.unam.mx<br />
Egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México, donde obtuvo su<br />
Licenciatura, Maestría y Doctorado en Biología. Desde<br />
el año de 1974 es investigador de tiempo completo en<br />
la unam. Su campo de trabajo es la biología de anfibios<br />
y reptiles, en especial trabaja con faunas herpetológicas<br />
y biología y ecología en diferentes especies de esos<br />
grupos, como tortugas, lagartijas y cocodrilos. Fue<br />
curador de la Colección Nacional de Anfibios y Reptiles<br />
del Instituto de Biología entre 1974 y 1993. Ha<br />
publicado más de 150 artículos y capítulos en revistas<br />
y libros científicos y cinco libros especializados en este<br />
tipo de fauna.<br />
Castro Caro, Eleazar<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional del Agua (conagua)<br />
eleazar.castro@conagua.gob.mx<br />
Cervantes Pasqualli, Juan Albert<br />
Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />
juan.cervantes@inecol.mx<br />
Biólogo egresado de la Universidad Autónoma de Ciudad<br />
Juárez (uacj) y Maestro por el Instituto de Ecología,<br />
A.C. (inecol). Trabajó como técnico de campo y<br />
gabinete en diferentes proyectos de investigación y<br />
desde el 2014 labora en la Unidad de Servicios Profesionales<br />
Altamente Especializados (uspae) del inecol.<br />
Sus principales actividades actuales son la<br />
coordinación de actividades académicas dentro de la<br />
uspae incluyendo la elaboración y colaboración en<br />
artículos científicos.<br />
Cevallos Espinosa, Judith<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
jcevallo@cucsur.udg.mx<br />
Egresada de la Licenciatura en Biología por la Universidad<br />
de Guadalajara, con Maestría en Manejo y Conservación<br />
de Recursos Naturales por el Centro<br />
Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza<br />
en Cosa Rica. Desde 1990 trabaja en la Universidad de<br />
Guadalajara en el Centro Universitario de la Costa<br />
Sur. Los proyectos y líneas de investigación desarrollados<br />
se enfocan al manejo y aprovechamiento de recursos<br />
forestales no maderables y conocimiento<br />
etnobotánico en agroecosistemas y bosques tropicales.<br />
Actualmente se desempeña como profesora de Ingeniería<br />
en Recursos Naturales y Agropecuarios y es<br />
coordinadora de control escolar en el Centro Universitario<br />
de la Costa Sur. Cuenta con siete artículos científicos<br />
y tres capítulos de libro.<br />
Cobo Díaz, José<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
zsalinas@hotmail.com<br />
Doctor en Biología, ha publicado reportes científicos<br />
sobre estrés en comunidades coralinas, con énfasis en<br />
exposición a radiación ultravioleta.<br />
Cruz Angón, Andrea<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la<br />
Biodiversidad (conabio)<br />
acruz@conabio.gob.mx<br />
Bióloga de la Universidad Michoacana. Obtuvo el<br />
grado de Doctor en Ciencias en Ecología y Manejo de<br />
Recursos Naturales por parte del Instituto de Ecología,<br />
A.C. Trabajó como asistente y coordinadora del<br />
proyecto de investigación del Centro de Aves Migratorias<br />
del Smithsonian Institution (is) en Chiapas,<br />
Xalapa y Guatemala. Participó como evaluadora<br />
ambiental de programas de certificación de buen<br />
manejo forestal en comunidades y ejidos forestales de<br />
México. Trabajó en la Gerencia de Protección Ambiental<br />
de la Dirección Corporativa de Operaciones de<br />
Pemex. Actualmente se desempeña como coordinadora<br />
de Enlace y Estrategias de Biodiversidad de la<br />
conabio. Ha publicado cerca de una decena de artículos<br />
en revistas científicas arbitradas y algunos de<br />
divulgación. Fue coordinadora y editora general de<br />
Biodiversidad en Veracruz: Estudio de Estado.<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 741
Cuevas Guzmán, Ramón<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
rcuevas@cucsur.udg.mx<br />
Ingeniero Agrónomo Forestal por la Universidad de<br />
Guadalajara, con Maestría y Doctorado por el Colegio<br />
de Posgraduados. Miembro del Sistema Nacional de<br />
Investigadores nivel I. Se ha desempeñado como jefe<br />
del Departamento de Ecología y Recursos Naturales y<br />
director de la División de Desarrollo Regional del<br />
Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad<br />
de Guadalajara. Es profesor de la carrera de Ingeniería<br />
en Recursos Naturales y Agropecuarios, en la Maestría<br />
en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales y en<br />
el Doctorado en Ciencias en Biosistemática, Ecología y<br />
Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas. Ha participado<br />
como autor de tres libros científicos, 15 capítulos<br />
de libros y 45 publicaciones en revistas indexadas.<br />
Cutz Pool, Leopoldo Querubin<br />
Instituto Tecnológico de Chetumal<br />
cutzpool@yahoo.com<br />
Profesor titular A, T. C. del Instituto Tecnológico de<br />
Chetumal e investigador nacional del sni, tiene 15<br />
años dedicados a la investigación sobre microartrópodos<br />
del suelo y de cuevas de México. Ha descrito dos<br />
taxa nuevos para la ciencia y publicado trabajos de<br />
ecología e inventarios taxonómicos. Ha impartido 20<br />
cursos a nivel de licenciatura, y siete en el posgrado.<br />
Ha publicado 20 artículos científicos, 26 de difusión y<br />
de divulgación; cinco capítulos de libros. Ha presentado<br />
cerca de 25 ponencias en congresos y simposios<br />
nacionales y unos 10 en eventos internacionales.<br />
Actualmente desarrolla la línea de investigación Ecología<br />
de artrópodos de ecosistemas terrestres.<br />
Chávez Comparan, Juan Carlos<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
jcchavez@ucol.mx<br />
Egresado de la Facultad de Ciencias Marinas de la<br />
Universidad Autónoma de Baja California, Maestría<br />
en Oregon State University (eua) y Doctorado en Universidad<br />
Autónoma de Baja California. Ha trabajado<br />
en el Instituto Oceanográfico de Manzanillo (sedemar)<br />
y actualmente es profesor-investigador de la<br />
Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de<br />
Colima. Pertenece al cuerpo académico de Manejo<br />
integral costero y trabaja realizando investigaciones<br />
sobre peces de arrecifes de coral en el litoral de Colima.<br />
Daniel, Thomas F.<br />
California Academy of Sciences<br />
tdaniel@calacademy.org<br />
Licenciado en Botánica por Duke University y Doctorado<br />
en Botánica por University of Michigan. Curador<br />
del herbario e investigador en botánica en Arizona<br />
State University (1981-1985) y posteriormente en California<br />
Academy of Sciences (1986-2014). Investigación<br />
en sistemática y evolución de Acanthaceae y florística<br />
de Acanthaceae en los Estados Unidos, México y<br />
América Central.<br />
Espíndola Villarón, Juan Andrés<br />
jaevespindola@yahoo.com.mx<br />
Egresado de la Universidad Metropolitana-Xochimilco,<br />
diplomado de la Universidad de Colima en<br />
Gestión Ambiental. Laboró en la Secretaría de Ecología<br />
y Desarrollo Urbano, delegación Colima; en la<br />
Dirección de Ecología del Gobierno del Estado de<br />
Colima; en la Procuraduría Federal de Protección al<br />
Ambiente, delegación Colima; en la <strong>Comisión</strong> Nacional<br />
del Agua, dirección Colima, y desde 2009 como<br />
consultor ambiental. Sus actividades principales son la<br />
elaboración de manifiestos de impacto ambiental del<br />
orden federal y estatal, programas de rescate de flora y<br />
fauna silvestre, programas de manejo de vida silvestre.<br />
Espino Barr, Elaine<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
eleaine.espino@inapesca.gob.mx<br />
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />
Rural, Pesca y Alimentación (sagarpa-inapesca)<br />
Egresada de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco<br />
(uam-x) de la carrera de Biología,<br />
Maestría en Ciencias de la Universidad Nacional<br />
742 NUESTROS AUTORES
Autónoma de México, doctorado de la Universidad de<br />
Colima. Labora en el Instituto Nacional de Pesca<br />
desde 1982 en el programa de Pesquerías ribereñas.<br />
Publicó un catálogo de peces (con conabio) y otro de<br />
especies marinas comerciales. Tiene 80 artículos científicos<br />
publicados, cuatro libros y ocho capítulos de<br />
libros. Editora de la revista Ciencia pesquera.<br />
Espinosa Pérez, Héctor<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
hector@ib.unam.mx<br />
Curador de la Colección Nacional de Peces. Participa<br />
en diversos proyectos como responsable, dando como<br />
resultado de éstos diversas publicaciones. Dirige tesis<br />
de licenciatura y posgrado, apoyando a estudiantes en<br />
sus proyectos. Imparte pláticas y conferencias sobre<br />
colecciones científicas y en especial ictiológicas, así<br />
como de temas afines a la cnp en diferentes foros.<br />
Estrada Valencia, Antonio<br />
antonioestradavalencia@gmail.com<br />
Biólogo por la Facultad de Biología de la Universidad<br />
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y Maestro en<br />
Ciencias Pecuarias con especialidad en Ecología de<br />
Poblaciones Marinas por la Universidad de Colima<br />
(udc), Diplomado en Educación Ambiental por la udc.<br />
Especialidad en Ecología e Impacto Ambiental por<br />
parte de la Universidad Autónoma de Guadalajara.<br />
Tiene dos publicaciones, una en materia de insectos y<br />
otra sobre crustáceos. Desde 1981 ha ocupado diversos<br />
cargos en la administración pública federal adquiriendo<br />
experiencia en la evaluación y autorización de estudios<br />
de impacto ambiental, en manejo de fauna silvestre,<br />
manejo de residuos peligrosos, arrecifes artificiales,<br />
plantaciones forestales, cambios de uso del suelo, aprovechamientos<br />
forestales, entre otros. Actualmente<br />
presta servicios como asesor ambiental independiente.<br />
Farías Larios, Javier<br />
jfarias@ucol.mx<br />
Ingeniero Agrónomo Fitotecnista por la Universidad<br />
de Colima. Profesor e Investigador de la Facultad de<br />
Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad<br />
de Colima.<br />
Fernández Nava, Rafael<br />
Instituto Politécnico Nacional (ipn)<br />
rfernan@ipn.mx<br />
Cursó la Licenciatura, Maestría y el Doctorado en Biología<br />
en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del<br />
ipn, donde también ha fungido como profesor e investigador<br />
desde 1982. Es autor de 92 artículos y seis<br />
libros. Editor en jefe de Polibotánica.<br />
Figueroa Rangel, Blanca Lorena<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
bfrangel@cucsur.udg.mx<br />
Profesora investigadora titular de la Universidad de<br />
Guadalajara. Egresada de Biología por la Universidad<br />
de Guadalajara, Maestra en Ciencias por la Universidad<br />
de Wageningen en Holanda y Doctora por la Universidad<br />
de Oxford en el Reino Unido. Investigadora<br />
nacional nivel I del sni y profesora con perfil Promep.<br />
Especialidad en ecología forestal y paleoecología. Sus<br />
líneas de investigación incluyen: patrones de distribución<br />
espacial y temporal de ecosistemas terrestres, y<br />
paleoecología y cambio climático en el holoceno tardío.<br />
Es autora de capítulos de libros y artículos científicos<br />
en revistas indizadas de alto impacto. Docente<br />
del curso estadística en licenciatura y posgrado. Dirige<br />
tesis de licenciatura y posgrado.<br />
Flores Ramírez, Laura Angélica<br />
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo<br />
Rural, Pesca y Alimentación (sagarpa-inapesca)<br />
angelica.flores@inapesca.gob.mx<br />
Egresada de la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad<br />
de Colima (ucol), maestría en Ciencias del<br />
Mar. Ha laborado en diversas instituciones como la<br />
conapesca-sagarpa, la ucol así como en el Instituto<br />
Nacional de Pesca (inapesca), donde actualmente se<br />
desempeña realizando evaluaciones experimentales<br />
de especies marinas con potencial acuícola. Asimismo,<br />
ha participado en proyectos relativos a la conservación<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 743
y restauración de especies coralinas. Ha colaborado en<br />
la publicación de cinco artículos en revistas indizadas,<br />
un cuaderno de investigación, dos libros y cinco capítulos<br />
de libros.<br />
Florián Álvarez, Silvia<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
sflorian@hotmail.com<br />
Licenciada en Administración de Recursos Marinos,<br />
egresada de la Universidad de Colima. Su experiencia<br />
se ha centrado en la evaluación de capacidad de carga<br />
de arrecifes coralinos.<br />
García Aguayo, Andrés<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
chanoc@ib.unam.mx<br />
Egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México (unam). Doctorado<br />
del Departamento de Biología de la Universidad de<br />
Nuevo México en Albuquerque, Nuevo Mexico. Estados<br />
Unidos. Labora en la Estación de Biología Chamela<br />
del Instituto de Biología de la unam. Sus<br />
principales actividades actuales son los estudios de las<br />
comunidades de anfibios y reptiles de las selvas bajas y<br />
bosques mesófilos de Jalisco y Colima, así como análisis<br />
biogeográficos y de conservación de la herpetofauna<br />
en México en la región occidente del país. Ha<br />
publicado 70 artículos, cuatro libros y 25 capítulos de<br />
libros.<br />
García Montiel, Juan Carlos<br />
Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla<br />
juancarlos.garcia@live.itsz.edu.mx<br />
Egresado de la Escuela de Biología de la Benemérita<br />
Universidad Autónoma de Puebla (buap) donde<br />
laboró como profesor en 2002, cuenta con Especialidad<br />
en Desarrollo de Habilidades del Pensamiento por<br />
la Universidad Madero (umad). Desde el año 2002 trabaja<br />
en el Instituto Tecnológico Superior de Zacapoaxtla,<br />
donde inició los estudios de insectos comestibles<br />
en la Sierra Nororiental de Puebla, posteriormente en<br />
el área directiva como jefe de carrera de la Licenciatura<br />
en Biología, jefe del Departamento de Desarrollo Académico,<br />
jefe de la División de Investigación, jefe del<br />
Departamento de Posgrado e Investigación, siendo<br />
actualmente subdirector de Posgrado e Investigación,<br />
donde se desempeña coordinando y gestionando los<br />
procesos de investigación y apertura de estudios de<br />
posgrado.<br />
Galicia Pérez, Marco Antonio<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
galicia@ucol.mx<br />
Doctorado en la Université de Liége, Bélgica (Oceanografía<br />
Física) y Maestría en Oceanografía Física en la<br />
unam. Profesor-investigador en la Facultad de Ciencias<br />
Marinas, Universidad de Colima, donde labora<br />
desde 1985. Ha publicado trabajos sobre modelación<br />
hidrodinámica de cuerpos de agua costeros. Ha dirigido<br />
tesis sobre hidrodinámica de cuerpos de agua del<br />
pacífico mexicano e ingeniería costera. Evaluador de<br />
proyectos prodep en la sep. Desarrolla proyectos de<br />
investigación en oceanografía física costera, riesgos<br />
asociados a fenómenos hidrometeorológicos costeros.<br />
Galván Villa, Cristian Moisés<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
cmgv1982@yahoo.com.mx<br />
Biólogo y Maestro en Ciencias egresado del Centro<br />
Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />
de la Universidad de Guadalajara. Actualmente es técnico<br />
académico en el Laboratorio de Ecosistemas<br />
Marinos y Acuicultura del Departamento de Ecología<br />
y miembro del Comité de Control de Seguridad en<br />
Buceo de la misma universidad. Ha participado en la<br />
presentación de trabajos en más de 40 congresos<br />
nacionales e internacionales y ha publicado diversos<br />
artículos científicos en revistas indizadas y libros<br />
sobre la biodiversidad marina del pacífico mexicano.<br />
Actualmente realiza un inventario de la biota marina<br />
de Bahía Chamela y participa en proyectos sobre peces<br />
e invertebrados de ambientes costeros del pacífico<br />
mexicano.<br />
744 NUESTROS AUTORES
García Real, Edith<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
egarcia@cucsur.udg.mx<br />
Egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />
de Guadalajara donde cursó la Licenciatura en Biología,<br />
Maestría en el Colegio de Posgraduados en el Instituto<br />
de Fitosanidad con la Especialidad en<br />
Entomología. Durante 22 años ha trabajado en diferentes<br />
proyectos de investigación sobre escarabajos<br />
lamelicornios de la Reserva de la Biosfera Sierra de<br />
Manantlán y la región costa sur. Ha publicado 13<br />
artículos en revistas, capítulos de libro así como<br />
artículos de divulgación. Ha dirigido y/o asesorado<br />
seis tesis profesionales. Ha formado parte de las comisiones<br />
dictaminadoras de promoción de los académicos.<br />
Durante los últimos 19 años ha sido responsable<br />
de la Colección Entomológica del dern-imecbio.<br />
Gaviño Rodríguez, Juan Heberto<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
jgavinho@gmail.com<br />
Doctor en Ciencias Naturales y Maestría en Oceanografía<br />
de la Universidad de Hamburgo, Alemania,<br />
Licenciatura en Física en la unam, sni 1.<br />
González Acosta, Adrián Felipe<br />
Instituto Politécnico Nacional (ipn)<br />
aacosta@ipn.mx<br />
Biólogo por la Universidad Nacional Autónoma de<br />
México-fes Iztacala, Maestro y Doctor en Ciencias<br />
por el Instituto Politécnico Nacional-cicimar, posdoctorado<br />
en El Colegio de la Frontera Sur (ecosur-<br />
Chiapas). Ha realizado estancias de investigación en el<br />
Museo Nacional de Historia Natural de París (mnhn),<br />
Museo de Historia Natural de Viena (nmw) y Museo<br />
de Zoología de la Universidad de Costa Rica (umzucr).<br />
Ha laborado en la unam, uabcs, ecosur y desde<br />
2002 es profesor-investigador titular del Centro Interdisciplinario<br />
de Ciencias Marinas-ipn. Sus principales<br />
actividades son la docencia e investigación sobre la<br />
ictiología sistemática. Actualmente dirige proyectos<br />
para evaluar el estado de conservación de peces mexicanos<br />
en ambientes estuarino-lagunares (manglares),<br />
oasis, áreas insulares y ambientes marinos. Es miembro<br />
del Sistema Nacional de Investigadores. Ha sido<br />
presidente de la Sociedad Ictiológica Mexicana, A.C.,<br />
de la cual es miembro desde 1994. Es árbitro de revistas<br />
de circulación nacional e internacional. Ha publicado<br />
44 artículos científicos en revistas y libros de<br />
circulación internacional. Ha editado un libro de circulación<br />
internacional y ha dirigido una tesis de doctorado,<br />
siete de maestría y tres de licenciatura.<br />
González Alonso, Héctor Arturo<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
hgonzalez_alonso@ucol.mx<br />
Biólogo por la unam, Diplomado en Evaluación de<br />
Impacto Ambiental por la Universidad Autónoma del<br />
Estado de México, Maestro en Ciencias Ambientales<br />
por la Universidad de Tsukuba, Japón. Trabajó en protección<br />
ambiental en la cfe, empresas mineras y consultorías<br />
ambientales; fue investigador del Centro<br />
Universitario de Gestión Ambiental de la Universidad<br />
de Colima, desde 2002 es profesor e investigador de la<br />
Facultad de Ciencias Químicas, imparte los cursos de<br />
bioética, biología celular, ética profesional, gestión<br />
ambiental, desarrollo sustentable y remediación metalúrgica.<br />
Publicó el libro Guía de aves de Nogueras,<br />
Colima. Ha impartido cursos de gestión e impacto<br />
ambiental a personal de semarnat, conagua y Peña<br />
Colorada S.A., entre otros. Miembro de la Academia<br />
Institucional de Educación Ambiental de la Universidad<br />
de Colima.<br />
González García, Juan<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
jgogar@ucol.mx<br />
Profesor-investigador de tiempo completo en la Facultad<br />
de Economía de la Universidad de Colima.<br />
González Pérez, Sara Beatriz<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la<br />
Biodiversidad (conabio)<br />
sara_tichi@yahoo.com<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 745
Egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México (unam). Maestría en<br />
Ciencias por la Universidad de Oklahoma. Laboró en<br />
el Centro de Análisis Espacial y en el Museo de Historia<br />
Natural Sam Noble de la Universidad de Oklahoma.<br />
Desde 2013 labora como revisor externo para<br />
conabio. Ha participado en diversas publicaciones de<br />
mamíferos de México.<br />
González Soriano, Enrique<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
esoriano@ib.unam.mx<br />
Licenciado y Maestro en Biología, por la Facultad de<br />
Ciencias de la UNAM. Investigador Titular A definitivo y<br />
curador de odonatos (libélulas), de la Colección Nacional<br />
de Insectos y Jefe del Departamento de Zoología del<br />
Instituto de Biología de la UNAM. Tiene 68 artículos<br />
publicados en revistas indizadas, 3 libros y 13 capítulos<br />
en libros. Profesor de cuatro cursos de licenciatura y 20<br />
de posgrado en la Facultad de Ciencias y el Posgrado en<br />
Ciencias Biológicas. Miembro del Consejo Interno del<br />
Instituto de Biología, de la Societas Internationalis<br />
Odonatologica y de la Dragonfly Society of America.<br />
Graf Montero, Sergio Humberto<br />
Fundación Manantlán para la Biodiversidad de Occidente,<br />
A.C.<br />
sgram@gmail.com<br />
Ingeniero forestal egresado de la Universidad de Guadalajara,<br />
Maestro en Desarrollo Rural en el Centro<br />
Nacional de Estudios para las Regiones Cálidas<br />
(cnearc). Fue el primer director para la Reserva de la<br />
Biosfera Sierra de Manantlán, impulsó la creación de<br />
la iniciativa intermunicipal para la cuenca del río<br />
Ayuquila. Es miembro de lead México. Cuenta con<br />
experiencia de trabajo en América Latina, Europa y<br />
África. Director de la Fundación Manantlán para la<br />
Biodiversidad de Occidente, A.C. y profesor-investigador<br />
en la Universidad de Guadalajara. Fungió como<br />
coordinador general de producción y productividad<br />
en la <strong>Comisión</strong> Nacional Forestal (conafor). Actualmente<br />
es consultor.<br />
Gutiérrez Nájera, Raquel<br />
raquelgtz@gmail.com<br />
Abogada por la Universidad de Guanajuato, Maestra<br />
en Derecho por la Universidad de Guadalajara, Doctora<br />
en Ciencias Penales por el inacipe. Profesora-investigadora<br />
de tiempo completo titular C de la<br />
Universidad de Guadalajara. Investigadora nacional<br />
nivel I. Autora del libro Introducción al Estudio de<br />
Derecho Ambiental publicado por Porrúa. Conferencista<br />
de diversos foros nacionales e internacionales,<br />
Premio al Mérito Ecológico 2009 que otorga la semarnat,<br />
Consejera Nacional, coordinadora del Núcleo<br />
Jalisco y presidenta de la región occidente del ccds<br />
generación 2008-2011. Consejera social de la Coordinación<br />
de Evaluación de la Política Nacional de Cambio<br />
Climático 2014-2018.<br />
Gutiérrez González, María de Lourdes<br />
io_2003_27@hotmail.com<br />
Egresada de la Universidad Autónoma de Guadalajara.<br />
Laboró en el área ambiental durante tres administraciones<br />
de gobiernos municipales en Villa de<br />
Álvarez Colima. Cursó diplomados en el área de legislación<br />
ambiental y tiene publicaciones como el Manual<br />
de árboles útiles para la recuperación ambiental en las<br />
ciudades de Villa de Álvarez y Colima. Fue participante<br />
en diversos cursos promovidos por la conafor<br />
tales como: residuos sólidos en comunidades rurales,<br />
áreas naturales protegidas y sitios con potencial turístico,<br />
aplicaciones de los sensores remotos y sistemas de<br />
información geográfica en el estudio del desarrollo<br />
sustentable, conservación y restauración de suelos<br />
forestales, manejo forestal sustentable en selvas, entre<br />
otros. Administradora de la empresa Ventus Sistema<br />
Ambiental, con operaciones en varios estados del país<br />
y participante en la operación de actividades productivas<br />
en comunidades del estado de Colima, en el ámbito<br />
agrícola y en el uso de materiales de la región, así como<br />
la defensa de causas sociales en favor del medio<br />
ambiente en el estado.<br />
746 NUESTROS AUTORES
Guzmán Barrera, Rosa María<br />
Instituto Nacional de Pesca (inapesca)<br />
rosa.guzman@inapesca.gob.mx<br />
Hizo estudios de Licenciatura en la Facultad de Ciencias<br />
de la Universidad Nacional Autónoma de México<br />
(unam). Laboró como profesor e investigador en el<br />
Laboratorio de Edafología de la Facultad de Ciencias<br />
de la unam, como técnico académico en el Laboratorio<br />
de Análisis Físicos y Químicos del Ambiente en<br />
Instituto de Geografía, unam. Labora desde 1995 en<br />
el Centro Regional de Investigación Pesquera del Instituto<br />
Nacional de Pesca, trabajando en lagunas costeras<br />
sobre calidad de agua, sedimentos, peces y<br />
organismos bentónicos, y en la construcción, instalación<br />
y seguimiento ambiental y pesquero de arrecifes<br />
artificiales.<br />
Guzmán Hernández, Luis<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
lguzman@cucsur.udg.mx<br />
Labora en el Departamento de Ecología y Recursos<br />
Naturales, cucsur Universidad de Guadalajara.<br />
Harker, Mollie Favourite<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
mharker@cucba.udg.mx<br />
Egresada de la Universidad de Guadalajara con Maestría<br />
en Sistemática Vegetal. Labora desde 1995 en el<br />
Herbario Luz María Villarreal de Puga, en el Instituto<br />
de Botánica de la Universidad de Guadalajara. Docente<br />
y curadora de la colección de Asteraceae del Herbario<br />
ibug. Ha publicado artículos en Brittonia, Acta Botánica<br />
Mexicana, Botanical Sciences e Ibgana.<br />
Hermosillo González, Alicia<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
gueri25@hotmail.com<br />
Doctora en Ciencias, egresada del Centro Universitario<br />
de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad<br />
de Guadalajara. Se ha dedicado al estudio de<br />
los moluscos opistobranquios del pacífico mexicano y<br />
ha publicado numerosos artículos científicos y libros<br />
sobre este grupo taxonómico. Ha descrito nuevas<br />
especies y realizado inventarios detallados de los opistobranquios<br />
de Bahía Banderas, Jalisco y de Isla Isabel,<br />
Nayarit.<br />
Hernández Baz, Fernando<br />
Universidad Veracruzana (uv)<br />
fhernandez@uv.mx<br />
Biólogo, Maestro y Doctor en Ciencias por la Universidad<br />
Veracruzana. Actualmente se desempeña como<br />
académico docente de tiempo completo C en la Facultad<br />
de Biología-Xalapa. Coordina el cuerpo académico<br />
de Entomología y Parasitología. Ha dirigido 20 tesis y<br />
cuenta con 45 artículos de investigación, cuatro libros,<br />
22 capítulos de libros. Es miembro del sistema nacional<br />
de investigadores nivel 1 (conacyt) y profesor con<br />
perfil deseable prodep-sep. Sus áreas de interés son la<br />
taxonomía, ecología, biogeografía y colecciones entomológicas.<br />
Hernández Jiménez, Laura Yoloxochitl<br />
Centro Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario”<br />
tortugacuyutlan@hotmail.com<br />
Licenciada en Ciencias con Especialidad en Biología<br />
por la Universidad de Colima, con Especialidad en<br />
Ciencias del Ambiente, Gestión y Sustentabilidad.<br />
Especialista en monitoreo, manejo y conservación de<br />
cocodrilos y tortugas marinas.<br />
Hernández Vázquez, Salvador<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
cajoweah@hotmail.com<br />
Biólogo egresado de la Universidad de Guadalajara,<br />
Maestría en Ecología Marina en el cicese, y Doctorado<br />
en Ciencias Marinas en el cicimar-Instituto<br />
Politécnico Nacional. Laboró en el Instituto Manantlán,<br />
Universidad de Guadalajara de 1991 a 1993, y<br />
desde 1993 a la fecha trabaja en el Departamento de<br />
Estudios para el Desarrollo Sustentable de la Zona<br />
Costera, Centro Universitario de la Costa Sur, Universidad<br />
de Guadalajara. Sus principales actividades<br />
de investigación están relacionadas con el monitoreo<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 747
de aves acuáticas en humedales costeros, y en aspectos<br />
de la ecología trófica y reproductiva de aves marinas<br />
en sistemas insulares del pacífico central<br />
mexicano. Ha publicado cerca de 50 trabajos en los<br />
que se incluyen artículos en revistas científicas, capítulos<br />
de libros y libros. Es revisor de artículos de las<br />
revistas Biología Tropical, International Journal of<br />
Tropical Biology and Conservation, huitzil,<br />
Southwestern Naturalist, Acta Zoologica Mexicana,<br />
entre otras.<br />
Huidobro Campos, Leticia.<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
leticia.huidobro@inapesca.gob.mx<br />
Doctora en Ciencias. Profesora de asignatura A en el<br />
Departamento de Ecología y Recursos Naturales de la<br />
unam.<br />
Ibarra Manríquez, Guillermo<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
gibarra@cieco.unam.mx<br />
Licenciatura y Doctorado realizados en la Facultad<br />
de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de<br />
México, y Maestría en el Colegio de Posgraduados<br />
de Chapingo. Fue técnico académico en la Estación<br />
de Biología Tropical Los Tuxtlas, Veracruz, del Instituto<br />
de Biología (unam). Sus investigaciones se enfocan<br />
en comunidades vegetales (estructura, diversidad<br />
y atributos funcionales), taxonomía de Moraceae y<br />
estudios florísticos en diversas partes del país. Ha<br />
publicado 71 artículos arbitrados, cuatro libros<br />
nacionales, ocho capítulos de libro nacionales y dos<br />
internacionales, y coeditado un libro internacional.<br />
Es investigador nacional nivel II del sni y actualmente<br />
es el presidente de la Sociedad Botánica de<br />
México, A.C.<br />
Iglesias Mendoza, Ricardo<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
iglesias60@yahoo.com<br />
Profesor de asignatura A de cursos de licenciatura y<br />
talleres universitarios. Dos cursos extramuros y uno<br />
en el extranjero. Revisor de 12 tesis de licenciatura y<br />
dos de maestría. Revisor de artículos científicos en<br />
revista internacional. Tiene siete publicaciones científicas<br />
con 15 especies descritas, 20 artículos de divulgación<br />
y dos capítulos de libro.<br />
Izquierdo Espinal, Carlos Enrique<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
ceizes@gmail.com<br />
Médico Veterinario Zootecnista egresado de la Universidad<br />
Autónoma Metropolitana-Xochimilco (uamx),<br />
Maestría del Institut National Polytechnique de<br />
Toulouse Francia, Doctorado en la Facultad de Ciencias<br />
Biológicas y Agropecuarias Universidad de<br />
Colima. Labora en la Facultad de Medicina Veterinaria<br />
de Universidad de Colima, como titular de la cátedra<br />
de mejoramiento genético. Su línea de investigación<br />
es la Evaluación y rescate de recursos genéticos animales,<br />
destacando sus <strong>contribuciones</strong> científicas para el<br />
mejor conocimiento de las poblaciones de cabras y<br />
gallinas criollas de Colima y de los borregos de Isla<br />
Socorro.<br />
Jiménez Covarrubias, Jaime<br />
Dirección de Ecología del Ayuntamiento de Colima<br />
ecología@colima.gob.mx<br />
Egresado de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />
de la Universidad de Colima, con el título de<br />
Ingeniero Agrónomo. Experiencia en vivero de plantas<br />
frutales, forestales y ornamentales. Actualmente<br />
encargado del Área de Conservación de los Recursos<br />
Naturales de la Dirección de Ecología del Ayuntamiento<br />
de Colima. Responsable de dasonomía urbana,<br />
desarrollo de programas para la conservación, protección<br />
de flora urbana, reforestación urbana, legislación<br />
ambiental, evaluación de impacto ambiental, educación<br />
ambiental, procedimientos administrativos, inspección,<br />
vigilancia y sistemas de gestión de calidad.<br />
Jiménez Hernández, Angélica Lizeth<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
acilegnak@gmail.com<br />
748 NUESTROS AUTORES
Ingeniera en Recursos Naturales por la Universidad de<br />
Guadalajara y Maestra en Ciencias de la Tierra. Especialista<br />
en Medio Ambiente, Gestión y Sustentabilidad.<br />
Tiene capacitaciones en gobierno y gestión local<br />
por el us Service Forest en manejo integrado de cuencas.<br />
Coordinadora de Proyectos de la Fundación<br />
Manantlán para la Biodiversidad de Occidente, A.C.<br />
Premio Estatal de la Juventud 2010-Medio Ambiente.<br />
Ha colaborado con el Gobierno del Estado para la<br />
modificación del Programa Estatal de Educación<br />
Ambiental y el Programa Estratégico de Acciones contra<br />
Cambio Climático.<br />
Jiménez Machorro, Rolando<br />
Herbario Asociación Mexicana de Orquideología,<br />
A.C. (amo)<br />
herbamo@prodigy.net.mx<br />
Estudió la Licenciatura en Biología en la Facultad de<br />
Estudios Superiores Zaragoza, Universidad Nacional<br />
Autónoma de México. Desde hace 26 años trabaja en<br />
el Herbario amo como ilustrador científico e investigador.<br />
Su área de interés es la taxonomía de las orquídeas<br />
de México, en especial la tribu Oncidiinae y los<br />
géneros Habenaria y Malaxis. Ha realizado más de<br />
2000 dibujos de línea, principalmente del género Epidendrum<br />
y de especies de orquídeas mexicanas y participado<br />
en publicaciones como Las orquídeas de<br />
Morelos, la subtribu Oncidiinae en la flora del bajío y<br />
regiones adyacentes, y en varios artículos científicos.<br />
Jiménez Quiroz, María del Carmen<br />
Instituto Nacional de Pesca (inapesca)<br />
carmen.jquiroz@inapesca.gob.mx<br />
Egresada de la Licenciatura en Biología en la uam;<br />
Maestría por el cicimar-ipn y Doctorado en Biología<br />
por la unam. Investigadora en el Instituto Nacional<br />
de Pesca (inapesca) desde 1991 a la fecha. Desde<br />
1994 hasta el 2000, participante del Programa Nacional<br />
de Investigación y Manejo de Tortugas Marinas.<br />
Desde 2001 es parte del Laboratorio de Geomática.<br />
Responsable del Boletín hidroclimático de los mares<br />
de México, así como de un proyecto de evaluación de<br />
la productividad biológica de Bahía Magdalena, Baja<br />
California Sur. Autora de cinco publicaciones arbitradas<br />
y de 24 como coautora, de estas últimas 13<br />
fueron capítulos de libro. Editora del libro Los recursos<br />
pesqueros y acuícolas de Jalisco, Colima y Michoacán.<br />
Jiménez Ramón, Gloria Alicia<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
alicejim@ucol.mx<br />
Licenciatura, Maestría y Doctorado en Ciencias Biológicas<br />
en la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México (unam). Diploma de<br />
Estudios a Profundidad en Biología Vegetal Tropical y<br />
candidatoa doctor por la Université Pierre et Marie<br />
Curie, Paris VI, France. Profesora e investigadora de la<br />
Facultad de Ciencias de la unam, Universidad Autónoma<br />
Chapingo e Instituto Oceanográfico de la Secretaría<br />
de Marina. Desde 1986 labora en el Centro<br />
Universitario de Investigaciones Oceanológicas de la<br />
Universidad de Colima, trabajando sobre humedales<br />
costeros de marismas de la costa tropical del pacífico<br />
mexicano y manglares del estado de Colima. Ha publicado<br />
diversos artículos de índole científico y de divulgación.<br />
Kennedy, Michael L.<br />
University of Memphis<br />
mlkenndy@memphis.edu<br />
Licenciatura y Maestría por la Universidad de Memphis,<br />
Doctorado en la Universidad de Oklahoma. Profesor<br />
de Biología, director de la Estación Biológica<br />
Edward J. Meeman, y Codirector del Centro de Investigación<br />
Ecológica, del Departamento de Ciencias Biológicas,<br />
de la Universidad de Memphis. Su enseñanza<br />
se concentra en la biología de mamíferos, ecología y<br />
biología de la conservación. Ha recibido numerosos<br />
honores y premios de su Universidad, así como de<br />
algunas organizaciones profesionales. Editor del Journal<br />
of Mammalogy y editor en jefe de The Southwestern<br />
Naturalists.<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 749
Landa Jaime, Víctor<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
landav@costera.melaque.udg.mx<br />
Licenciatura en Biología en la Universidad de Guadalajara<br />
con la tesis Moluscos bentónicos de la laguna<br />
costera. Agua Dulce, Jalisco, México. Maestría en la<br />
Universidad Nacional Autónoma de México con la<br />
tesis Moluscos bentónicos del sistema lagunar-estuarino<br />
Agua Dulce-El Ermitaño. Doctorado en la Universidad<br />
Autónoma de Nayarit con la tesis Bases<br />
ecológicas de los caracoles marinos del género Conus<br />
en el arrecife coralino de Tenacatit, Jalisco, México.<br />
Profesor-investigador titular C en el dedszc-cucsur<br />
de la Universidad de Guadalajara con perfil prodep y<br />
miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel<br />
I. Producción constante de artículos científicos, capítulos<br />
de libro, artículos de divulgación, desde 1996 a la<br />
fecha sumando aproximadamente 45 productos.<br />
Docente desde hace 20 años en la carrera de Biología<br />
Marina de la udg en los cursos de Zoología Marina I y<br />
Taxonomía de Invertebrados I. Más de 100 participaciones<br />
nacionales e internacionales en las modalidades<br />
de ponencias orales y carteles, en congresos nacionales<br />
e internacionales.<br />
Lara Chávez, Basilio<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
blara30@ucol.mx<br />
Ingeniero Arquitecto por la Escuela Superior de Ingeniería<br />
y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional.<br />
Maestría en Ingeniería Portuaria por la Facultad<br />
de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Tamaulipas;<br />
Doctorado en Ciencias del Mar con Especialidad<br />
en Ingeniería Marítima y Portuaria por la Escuela<br />
Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos<br />
de Barcelona de la Universidad Politécnica de Cataluña<br />
y la Universidad de Barcelona, España; Doctorado<br />
en Marina Civil con especialidad en Ingeniería y<br />
Seguridad Portuaria por la Facultad Náutica de Barcelona<br />
de la Universidad Politécnica de Cataluña,<br />
España.<br />
Lemus Juárez, Sebastián<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
sebastian.lemusv@gmail.com<br />
Egresado de la Escuela de Biología de la Universidad<br />
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia,<br />
Michoacán. Doctorado en L´Univertisé de Montpelllier<br />
III, Francia. Laboró durante 28 años en el Centro<br />
Universitario de Investigación y Desarrollo Agropecuario<br />
(cuida-ucol), donde participó en docencia,<br />
asesoría de tesis en nivel licenciatura, maestría y doctorado.<br />
Coautor de una patente, autor de artículos<br />
científicos y capítulos de libro. Actualmente jubilado y<br />
dedicado a la difusión científica de manera independiente.<br />
León Paniagua, Livia Socorro<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
llp@ciencias.unam.mx<br />
Cursó sus estudios de Licenciatura, Maestría y Doctorado<br />
en la Facultad de Ciencias de la unam. Desde<br />
hace más de 30 años es la curadora de la Colección de<br />
Mamíferos del Museo de Zoología de la misma Facultad.<br />
Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores y<br />
al Programa de Estímulos a la Productividad Académica<br />
de la unam. Ha publicado más de 40 artículos y<br />
capítulos de libro en revistas internacionales y con<br />
arbitraje. Realiza investigación sobre sobre el conocimiento<br />
mastofaunístico de algunas zonas montanas<br />
de nuestro país, sistemática y biogeografía de mamíferos<br />
en Mesoamérica con énfasis en roedores arborícolas<br />
y murciélagos, así como patrones filogenéticos y<br />
filogeográficos.<br />
Liñán Cabello, Marco Agustín<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
linanmarco@hotmail.com<br />
Profesor-investigador de la Universidad de Colima,<br />
Doctorado en Biotecnología Marina (cicese, México).<br />
Labora en la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad<br />
de Colima. Ha realizado diversas investigaciones<br />
relacionadas con la evaluación de estrés en organismos<br />
marinos. Realiza investigaciones relacionadas con res-<br />
750 NUESTROS AUTORES
tauración de poblaciones coralinas. Ha publicado más<br />
de 24 artículos indizados y publicado tres libros.<br />
Es biólogo y labora en el Instituto de Investigaciones<br />
Forestales de la Universidad Veracruzana.<br />
López Higareda, Diana<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
d.lopezhigareda@gmail.com<br />
Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias de la unam,<br />
cursó la Maestría en Ciencias Ambientales en la Universidad<br />
Simón Bolívar. Colabora con el Museo de Zoología<br />
Alfonso L. Herrera (mzfc–unam, mamíferos), en el<br />
mantenimiento e incremento de colecciones científicas<br />
y en proyectos sobre biodiversidad, así como cambio<br />
climático. Ha participado en congresos nacionales e<br />
internacionales como el iv Foro Mundial del Agua<br />
donde fue oradora en la clausura. Es participante en<br />
diversas osc sobre desarrollo comunitario, jóvenes y<br />
capacitación. Es consultora en línea base, evaluación de<br />
impacto ambiental y contaminación de suelos y agua, y<br />
ha ocupado cargos en instancias gubernamentales locales<br />
y federales (semarnat y sra).<br />
López Pérez, Joel<br />
Universidad Autónoma de Sinaloa (uas)<br />
joel.jolopez@gmail.com<br />
Doctor en Ciencias por la Universidad de Colima, con<br />
más de 30 años de experiencia docente en sistemas de<br />
innovación educativa, relacionados con el Aprendizaje<br />
Basado en Problemas (pbl). Investigador de los recursos<br />
genéticos vegetales y animales adaptables a las<br />
condiciones de sequía. Autor de más de 40 publicaciones<br />
en revistas arbitradas y de divulgación y nueve<br />
libros, en estos trata, además de temas relacionados<br />
con la innovación educativa y la filosofía de la ciencia,<br />
algunas de sus experiencia en el ámbito de la biotecnología<br />
y la producción agropecuaria alternativa, como<br />
la producción de avestruces, de cactáceas y dioscóreas,<br />
así como tratados sobre el juego de pelota prehispánico<br />
en el ámbito de la cultura mesoamericana.<br />
López Ramírez, Armando<br />
Universidad Veracruzana (uv)<br />
armlopez@uv.mx<br />
Luis Martínez, Moisés Armando<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
alm@ciencias.unam.mx<br />
Maestro en Ciencias por la Universidad Nacional<br />
Autónoma de México (1991). Ha publicado 75 artículos<br />
científicos y realizado más de una docena de estancias<br />
como investigador visitante en colecciones de<br />
instituciones de Estados Unidos e Inglaterra. Profesor<br />
titular del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias,<br />
unam, donde labora desde 1983. Es coordinador<br />
del Museo de Zoología y curador de la colección de<br />
Lepidoptera. Imparte cátedra en la misma facultad en<br />
el área de Sistemática y Biogeografía y dirige a estudiantes<br />
de licenciatura y posgrado. Es miembro del<br />
Sistema Nacional de Investigadores, nivel 1.<br />
Llorente Bousquets, Jorge Enrique<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
jlb@ciencias.unam.mx<br />
Doctor en Ciencias por la unam. Profesor e investigador<br />
visitante en instituciones de numerosos países de<br />
América y Europa. Fundó (1978) y dirigió el Museo de<br />
Zoología de la Facultad de Ciencias, unam, por más de<br />
10 años. Fundador de conabio como director de Análisis<br />
y Prioridades. Fue coordinador internacional de la<br />
Red Iberoamericana de Biogeografía y Entomología<br />
Sistemática (ribes). Ha dirigido más de 50 tesis: de<br />
licenciatura (20) y maestría-doctorado (>30). Publicó<br />
73 libros, 140 artículos científicos especializados, 33<br />
artículos de divulgación y 155 capítulos en libros. Es<br />
profesor de historia y filosofía de la biología, taxonomía<br />
y biogeografía. Miembro del Sistema Nacional de<br />
Investigadores, nivel 3.<br />
Maldonado Orozco, Julia Alejandra<br />
julia_maldonado@hotmail.com<br />
Egresada de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México. Laboró en la Procuraduría<br />
Federal de Protección al Ambiente, en la Subde-<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 751
legación de Recursos Naturales, encargada del área de<br />
vida silvestre. Ha capacitado a ejidatarios y comuneros,<br />
a personal de seguridad pública en los diferentes<br />
niveles de gobierno del estado de Colima, sobre legislación<br />
ambiental en materia de vida silvestre y el aprovechamiento<br />
y conservación de los recursos naturales.<br />
Actualmente labora en una consultoría ambiental realizando<br />
diversos proyectos relacionados con el manejo<br />
y aprovechamiento forestal y de vida silvestre, y la restauración<br />
de los recursos naturales.<br />
Márquez Millán, René<br />
lkempii@prodigy.net.mx<br />
Graduado del Instituto Politécnico Nacional, Escuela<br />
Nacional de Ciencias Biológicas. Trabajó entre los años<br />
1963 y 2001 en el Instituto Nacional de la Pesca de la<br />
semarnap, como director de la Estación de Biología<br />
Pesquera y como coordinador del Programa Nacional<br />
de Investigación de Tortugas Marinas hasta 2001. Ha<br />
sido asesor, comisionado por la fao en Cuba y trabajado<br />
en programas binacionales de México y eua,<br />
Cuba, Japón, Costa Rica y otros países de la región. Fue<br />
delegado de México en el Comité Científico de la Convención<br />
Interamericana para la Conservación de las<br />
Tortugas Marinas, desde su fundación hasta agosto de<br />
2015. Ha presentado conferencias en México y en el<br />
extranjero, y publicado varios libros y trabajos científicos<br />
en revistas internacionales y nacionales, algunos de<br />
ellos en la fao. Ha recibido reconocimientos nacionales,<br />
como el Premio Nacional de la Administración<br />
Pública, el Sea Turtles, Inc. International Conservation<br />
Award, Isla Padre, el Premio Atlántico de Medio<br />
Ambiente en Fuerte Ventura, Islas Canarias.<br />
Martínez Cruz, Juan<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
jmc@cieco.unam.mx<br />
Licenciatura en Biología y Maestría por la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México con especialidad en<br />
Biología Ambiental, con tesis en el tema Áreas de Prioritarias<br />
para la Conservación de la Riqueza Arbórea de<br />
Colima. He trabajado principalmente en el conocimiento<br />
florístico de la parte centro-occidental del país<br />
como parte de proyectos financiados por conacyt,<br />
conabio e ine. Labora como técnico académico titular<br />
en un jardín botánico llamado Ecojardín, el cual<br />
está adscrito al Instituto de Investigaciones en Ecosistema<br />
y Sustentabilidad. Ha publicado artículos<br />
indexados de flora y vegetación, así como libros en formato<br />
de guías ilustradas de la flora de México.<br />
Martínez Gómez, Juan Esteban<br />
Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />
juan.martinez@inecol.mx<br />
Egresado de la Facultad de Biología de la Universidad<br />
Veracruzana. Estudios de Maestría en Villanova University<br />
bajo la dirección de Robert Curry y de Doctorado<br />
en University of Missouri-Saint Louis bajo la<br />
dirección de Robert Ricklefs. Ha realizado estudios de<br />
las especies endémicas y en peligro de extinción en el<br />
Archipiélago de Revillagigedo, así como de su vegetación.<br />
Coordina el Proyecto Paloma de Socorro. Es un<br />
investigador nacional adscrito al Instituto de Ecología,<br />
A.C. del conacyt.<br />
Medina Lemos, Rosalinda<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
rmedina@ib.unam.mx<br />
Coordinadora del proyecto institucional Flora del Valle<br />
de Tehuacán-Cuicatlán, vinculada desde sus inicios<br />
(1979), actualmente es la editora de esta flora. Ha trabajado<br />
en la sistemática y taxonomía del género Bursera en<br />
México, en colaboración con el doctor Rzedowski,<br />
publicando cinco especies nuevas para la ciencia. Los<br />
tres últimos años se ha dedicado a delimitar las especies<br />
inmersas en el Complejo simaruba y el Complejo fagaroides.<br />
Ha participado en la publicación de los libros<br />
Biodiversidad de Oaxaca, Diversidad florística de<br />
Oaxaca y en la obra de José Mariano Mociño y Martín<br />
de Sessé, La Real Expedición Botánica a Nueva España,<br />
editada por Siglo xxi Editores y la unam.<br />
Mendoza Morales, Alma Jocelyn<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
752 NUESTROS AUTORES
almajocelynmendoza@gmail.com<br />
Egresada de la Facultad de Ciencias Marinas (facimar)<br />
de la Universidad de Colima. Estudiante de<br />
Doctorado Biosistemática, Ecología y Manejo de<br />
Recursos Naturales y Agrícolas (bemarena) de la<br />
Universidad de Guadalajara. Laboró en diversos proyectos<br />
como consultor externo evaluador de impacto<br />
ambiental en las ciudades de Cihuatlán, Jalisco, y<br />
Manzanillo, Colima, en el monitoreo de manglar en la<br />
Laguna de Cuyutlán, Colima y Barra de Navidad,<br />
Jalisco. Ha participado en expediciones de investigación<br />
a la Isla Socorro y en dos cruceros oceanográficos<br />
organizados por la Universidad de Colima y Secretaría<br />
de Marina Armada de México.<br />
Michel López, Claudia Yared<br />
Universidad Autónoma de Baja California (uabc)<br />
michelc@uabc.edu.mx<br />
Bióloga egresada de la Facultad de Ciencias Biológicas<br />
y Agropecuarias de la Universidad de Colima (FCBA),<br />
Maestría en la Universidad Autónoma de Zacatecas y<br />
Doctorado por el Instituto de Ciencias Agrícolas de la<br />
Universidad Autónoma de Zacatecas (ICA-UABC).<br />
Trabaja como profesor e investigador en el área de biotecnología<br />
agrícola, realiza estudios en plantas del<br />
desierto expuestas a metales pesados con fines de fitorremediación<br />
de suelos contaminados en las zonas áridas<br />
y semi-áridas del norte de México.<br />
Michel Morfín, Jesús Emilio<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
michel@costera.melaque.udg.mx<br />
Egresado de la Licenciatura en Biología por la Facultad<br />
de Ciencias de la Universidad de Guadalajara (udg),<br />
Maestría en Ecología Marina y Doctorado en Ciencias<br />
Marinas por el cicimar del Instituto Politécnico<br />
Nacional (ipn), posdoctorado en Texas A & M University-Corpus<br />
Christi. Desde hace 30 años se desempeña<br />
como profesor e investigador en la Universidad de<br />
Guadalajara. Actualmente es jefe del Laboratorio de<br />
Ecología de Invertebrados y académico en el Departamento<br />
de Estudios para el Desarrollo Sustentable de<br />
Zonas Costeras-cucsur-udg. Ha publicado 50 <strong>contribuciones</strong><br />
científicas (40 artículos y 10 capítulos de<br />
libros) y ha dirigido 25 tesis de licenciatura y posgrado.<br />
Profesor perfil prodep y miembro del Sistema Nacional<br />
de Investigadores. Sus líneas de investigación<br />
incluyen dinámica poblacional de invertebrados marinos<br />
de interés, ecología de moluscos Conoideos y el<br />
estudio de ambientes arrecifes e insulares en el pacífico<br />
tropical.<br />
Michel Rosales, Arnoldo<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
amichel_20@hotmail.com<br />
Profesor e investigador jubilado de la Universidad de<br />
Colima. Laboró en el Instituto Nacional de Investigaciones<br />
Agrícolas. Experto en el programas de forrajes<br />
tropicales.<br />
Miranda Moreno, Andrés Gelacio<br />
Universidad Autónoma Chapingo (uach)<br />
mimag2010@gmail.com<br />
Profesor de asignatura de las materias de dendrología,<br />
biodiversidad vegetal I (gimnospermas), biodiversidad<br />
vegetal II (angiospermas) fisiología forestal y ecofisiología<br />
forestal en las carreras de Ingeniería en<br />
Restauración Forestal, Ingeniería Forestal e Ingeniería<br />
Forestal Industrial, desde el año de 2007.<br />
Morón Ríos, Miguel Ángel<br />
Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />
miguel.moron@inecol.mx<br />
Egresado de la Facultad de Ciencias de la Universidad<br />
Nacional Autónoma de México, doctorado en la<br />
misma Facultad. Laboró en la Universidad Autónoma<br />
Metropolitana-Xochimilco, el Instituto de Biología<br />
unam y desde 1981 trabaja en el Instituto de Ecología,<br />
A.C. Sus principales actividades actuales son la investigación<br />
básica y la formación de estudiantes de posgrado<br />
en la línea de investigación sobre Sistemática,<br />
Morfología, Biología e importancia agropecuaria de<br />
adultos y larvas de Coleopteros Scarabaeoidea en<br />
América Latina, con énfasis en la Zona de Transición<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 753
Mexicana. Ha publicado 250 artículos en revistas, 12<br />
libros y 64 capítulos de libro.<br />
Mulcahy, Daniel<br />
Smithsonian Institution (si)<br />
mulcahyd@si.edu<br />
Estudió biogeografía y especiación. Caracterizó datos<br />
de secuencias mitocondriales y nucleares para responder<br />
preguntas de sistemática, biogeografía, conservación<br />
y biodiversidad global. Realizó estudios<br />
conductuales en campo y con especímenes de museo.<br />
Combinó morfología, historia de vida y datos ecológicos<br />
con datos moleculares, para estudiar historia<br />
natural y patrones asociados en el ambiente. Sus organismos<br />
de estudio son anfibios, reptiles y plantas. Sus<br />
sitios de trabajo son los desiertos del oeste de Norteamérica<br />
y el Neotrópico, y lugares como Sudáfrica,<br />
Mongolia y Myanmar.<br />
Naranjo García, Edna<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
naranjo@unam.mx<br />
Egresada de la Facultad de Ciencias, Universidad<br />
Nacional Autónoma de México. Realizó su Maestría<br />
y Doctorado en la Universidad de Arizona. Es investigadora<br />
del Instituto de Biología y curadora de la<br />
Colección Nacional de Moluscos desde 1988. Estudia<br />
taxonomía y biogeografía de moluscos continentales<br />
(dulceacuícolas y terrestres). Ha presentado 95<br />
ponencias en congresos nacionales e internacionales.<br />
Ha dirigido tesis de licenciatura y posgrado. Ha<br />
publicado 41 artículos científicos, 10 en extenso en<br />
memorias, 10 de divulgación, 18 capítulos en libros.<br />
Ha hecho la revisión de dos libros. También ha traducido<br />
las claves para identificación a género de moluscos<br />
terrestres. Ha editado un libro y las memorias de<br />
un congreso. Ha compilado trabajos de un seminario.<br />
Ha sido árbitro para numerosas revistas científicas<br />
especializadas. Es coeditora del Boletín de la<br />
Sociedad Internacional de Malacología Médica y<br />
Aplicada del International Newsletter of the Medical<br />
and Applied Malacological Society. Fue investigadora<br />
asociada por el Carnegie Museum of Natural<br />
History por varios periodos. Ha evaluado numerosos<br />
proyectos para investigación. Ha organizado diversas<br />
actividades académicas.<br />
Nieves Ventura, Fernando<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
crocodriliano@gmail.com<br />
Egresado de la Facultad de Biología de la Universidad<br />
Michoacana (umsnh). Laboró por 15 años en la Dirección<br />
de Ecología del Gobierno del Estado de Colima,<br />
adquiriendo capacitación y experiencia en Administración<br />
Pública y Gestión Ambiental, Ordenamiento<br />
Ecológico Territorial, Impacto Ambiental, Vida Silvestre,<br />
Sistemas de Información Geográfica, Restauración<br />
Ecológica, Áreas Naturales Protegidas y Calidad<br />
del Aire. Ha cursado diplomados en Gestión, Conservación,<br />
Manejo de Recursos Naturales. Es profesor de<br />
la Universidad de Colima y docente del Instituto Tecnológico<br />
de Colima. Ha publicado notas sobre técnicas<br />
aplicadas en campo para el conocimiento de los<br />
hábitos alimentarios in vivo en tortugas marinas, para<br />
los Centros Regionales de Investigación Pesquera<br />
(crip).<br />
Noguera Martínez, Felipe Arturo<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
fnoguera@unam.mx<br />
Estudió Biología en la Universidad Veracruzana,<br />
Maestría y Doctorado en la Universidad Nacional<br />
Autónoma de México, y un Postdoctorado en la Universidad<br />
de California en Berkeley. Tiene 32 artículos<br />
de investigación publicados. 12 libros y capítulos de<br />
libros, dos notas científicas.<br />
Núñez López, Nora Minerva<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
nnunez@cucsur.udg.mx<br />
Ingeniero Agrónomo Forestal por la Universidad de<br />
Guadalajara, con Maestría en Educación en la Universidad<br />
de Santander y estudiante del Doctorado en<br />
Dirección de Organizaciones en la Benemérita Uni-<br />
754 NUESTROS AUTORES
versidad Autónoma de Puebla. Es profesora e investigadora<br />
del Departamento de Ecología y Recursos<br />
Naturales del Centro Universitario de la Costa Sur de<br />
la Universidad de Guadalajara. Ha participado como<br />
autora de 10 artículos científicos y cinco capítulos de<br />
libros. Ha presentado más de 40 ponencias en eventos<br />
académicos nacionales e internacionales. Actualmente<br />
cuenta con reconocimiento prodep por la Secretaría<br />
de Educación Pública.<br />
Olivos Ortiz, Aramis<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
aolivos@ucol.mx<br />
Profesor-investigador titular B, Nivel I en el sni y reconocido<br />
con perfil prodep. Pertenece al cuerpo académico<br />
consolidado uco-ca-95. Investigación en<br />
distribución y disponibilidad de nutrientes inorgánicos<br />
disueltos, sus relaciones estequiométricas y su<br />
influencia en la generación de proliferaciones algales;<br />
estudio de procesos biogeoquímicos entre la columna<br />
de agua y sedimentos; e hidrología y su influencia en<br />
manejo de recursos marinos. Académico en la Licenciatura<br />
en Oceanología y Maestría en Ciencias del Mar<br />
de la Facultad de Ciencias Marinas.<br />
Olvera Vargas, Miguel<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
molvera@cucsur.udg.mx<br />
Profesor-investigador titular de la Universidad de<br />
Guadalajara. Doctorado por la Universidad de Oxford<br />
en el Reino Unido. Investigador Nacional Nivel I del<br />
sni y profesor perfil Promep. Especialista en silvicultura,<br />
manejo y ecología forestal, incluyendo estudios<br />
ecológicos de largo plazo, así como el estudio de patrones<br />
de distribución espacial y temporal de ecosistemas<br />
terrestres. Autor de capítulos de libros y artículos científicos<br />
en revistas indizadas nacionales e internacionales<br />
de alto impacto. Profesor docente del curso<br />
silvicultura en la licenciatura, así como de ecología<br />
cuantitativa en el posgrado. Director de tesis de licenciatura<br />
y posgrado.<br />
Ongay Delhumeau, Enrique<br />
eongay@gmail.com<br />
Biólogo, egresado de la uam Xochimilco. Diplomado<br />
en Planeación y Sistemas, uia. Posgrado en Ciencias<br />
en Ecología y Ciencias Ambientales, unam y candidato<br />
a Doctor en Manejo de Recursos Bióticos por la<br />
uaq. Especialista en el desarrollo de métodos para eia,<br />
oet, eae, planeación y gestión ambientales. Asistente<br />
de investigador, anuies; investigador asociado del<br />
insp; consultor oea y coordinador de proyectos de<br />
Planeación y gestión ambientales. Su actividad profesional<br />
se centra en la aplicación y desarrollo de métodos<br />
para la planeación y gestión ambientales.Cuenta<br />
con varias publicaciones internacionales en revistas<br />
especializadas, capítulos de libros y diversos informes<br />
técnicos.<br />
Orozco Plascencia, José Manuel<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
manuel_orozco@ucol.mx<br />
Egresado de la Licenciatura en Economía de la Universidad<br />
de Colima, de la Maestría en Estudios Urbanos de<br />
El Colegio de México y del Doctorado en Relaciones<br />
Transpacíficas de la Universidad de Colima. Labora<br />
como profesor e investigador de la Facultad de Economía<br />
desde 2006 a la fecha, de la cual es actualmente<br />
director. Líder del cuerpo académico 73, Economía y<br />
desarrollo sustentable, en el que desarrolla las líneas de<br />
investigación asociadas al desarrollo regional y competitividad<br />
urbana. Coautor de tres libros, cinco artículos<br />
en revistas indexadas y más de 10 capítulos de libro.<br />
Ortiz Bermúdez, Enrique<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
eortiz@ib.unam.mx<br />
Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la<br />
unam. Profesor de botánica en la misma institución<br />
durante 11 años. Técnico académico del Instituto de<br />
Biología de la unam. Especialista en el manejo de<br />
bases de datos y sistemas de información geográfica<br />
aplicados en estudios de la diversidad de plantas en<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 755
México. Tiene 25 artículos publicados, dos libros y tres<br />
capítulos de libros.<br />
Palacios Vargas, José G.<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
troglolaphysa@hotmail.com<br />
Profesor titular C de la Facultad de Ciencias, unam e<br />
investigador nacional del sni. Tiene 38 años dedicados<br />
a la investigación sobre microartrópodos del suelo y de<br />
las cuevas de México. Ha descrito 313 taxa nuevos<br />
para la ciencia y además publicado trabajos de ecología.<br />
Ha impartido 74 cursos a nivel de Licenciatura,<br />
además de 19 en el posgrado y siete cursos extramuros.<br />
Autor de 252 artículos científicos y 126 de difusión;<br />
siete libros y 25 capítulos de libros. Ha presentado<br />
más de 70 ponencias en congresos y simposios nacionales<br />
y más de 70 en eventos internacionales.<br />
Patiño Barragán, Manuel<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
mpkile@ucol.mx<br />
Egresado de la Facultad de Ciencias Marinas de la<br />
Universidad de Colima, Doctorado de la Universidad<br />
de Santiago de Compostela España. Ha laborado en la<br />
Universidad de Colima desde 1985. Sus actividades<br />
principales actuales se relacionan con el estudio de la<br />
ictiofauna en la costa de Colima. Ha publicado 25<br />
artículos y cuatro capítulos de libros.<br />
Perdomo Velázquez, Héctor<br />
<strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento y Uso de la<br />
Biodiversidad (conabio)<br />
hector.perdomo@conabio.gob.mx<br />
Licenciado en Biología por la Universidad de las Américas<br />
Puebla y Maestro en Ciencias Biológicas por el<br />
Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la unam.<br />
Ha realizado estudios sobre el efecto de caminos,<br />
huracanes, hábitat y ruido en aves de isla Cozumel. Ha<br />
impartido conferencias y talleres, realizado materiales<br />
didácticos, producido y participado en programas de<br />
radio y publicado en revistas científicas y de divulgación.<br />
Labora en la <strong>Comisión</strong> Nacional para el Conocimiento<br />
y Uso de la Biodiversidad, compilando y<br />
revisando los Estudios de Estado de biodiversidad de<br />
Colima, Oaxaca y Distrito Federal.<br />
Pérez Contreras, Zitlalli Ireri<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
zitlallireri@gmail.com<br />
Pérez Zamora, Octavio<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
octaviozamora@ucol.mx<br />
Ph. Doctor en Soil Science de University of California,<br />
Davis. Maestro en Ciencias en Fertilidad y Nutrición<br />
de Plantas por el Colegio de Posgraduados de Chapingo.<br />
Ingeniero Agrónomo Especialista en Suelos de<br />
la Universidad Autónoma Chapingo. Investigador del<br />
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y<br />
Agropecuarias (inifap) de 1969 a 2007. Actualmente<br />
profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />
de la Universidad de Colima, donde imparte<br />
cursos de hidráulica, nutrición vegetal y fertilidad de<br />
suelos, física y química de suelos, ciencias de la Tierra<br />
y paleobiología. Miembro del sni. Miembro de la<br />
Sociedad Mexicana de la Ciencia del Suelo, de la cual<br />
fue presidente durante el periodo de 1987 a 1988.<br />
Cuenta con más de 50 publicaciones en revistas indizadas,<br />
tanto nacionales como internacionales. Ha<br />
impartido cursos de capacitación en eventos varios,<br />
nacionales e internaciones, presidido la gira técnica de<br />
suelos tropicales en el transecto Acapulco-Cancún en<br />
agosto de 1964, durante el Congreso Mundial de la<br />
Ciencia del Suelo, efectuado en México en 1964. Ha<br />
dirigido proyectos de investigación en fertilidad de<br />
suelos y manejo de suelos arcillosos, manejo del suelo<br />
y agua en cultivos varios y formado estudiantes de<br />
maestría y doctorado.<br />
Provance, Mitch<br />
University of California, Riverside (ucr)<br />
mitchprovance@yahoo.com<br />
Curador e investigador del herbario de la Universidad<br />
de California. Especialista en sistemática y taxonomía<br />
756 NUESTROS AUTORES
de Ebenaceae y Chenopodium del oeste de California,<br />
así como la flora de los estados mexicanos de Aguascalientes<br />
y Zacatecas.<br />
Quijano Scheggia, Sonia Isabel<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
quijano@ucol.mx<br />
Doctorado en la Universidad Politécnica de Cataluña.<br />
Profesor-investigador en la Facultad de Ciencias Marinas,<br />
Universidad de Colima, donde labora desde 1981.<br />
Ha publicado trabajos sobre identificación morfológica<br />
y molecular de diatomeas. Ha dirigido tesis a nivel<br />
licenciatura y maestría. sni 1, perfil prodep.<br />
Quiroz García, Davil Leonor<br />
Instituto Politécnico Nacional (ipn)<br />
dlquirozgar@yahoo.com.mx<br />
Egresada de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas,<br />
del ipn, donde labora en el Departamento de<br />
Botánica. Maestro en Ciencias de la unam. Ha publicado<br />
120 artículos, tres libros y dos capítulos.<br />
Ramírez Amezcua, Yocupitzia<br />
Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />
yocupitzia@yahoo.com<br />
Egresó de la Licenciatura en Biología de la Universidad<br />
de Guadalajara y del Programa de Maestría de la Universidad<br />
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.<br />
Experto en sistemática y taxonomía de la subfamilia<br />
Acalyphoideae (Euphorbiaceae), especialmente de<br />
Argythamnia sensu lato. Colabora en proyectos como<br />
Flora del Bajío y de Regiones Adyacentes, Flora de<br />
Tehuacán y Flora Alpina del Centro de México. Cursa el<br />
Doctorado en el Insituto de Ecología, A.C. con un proyecto<br />
de filogeografía y modelado de nicho de especies<br />
endémicas del pastizal alpino del centro de México.<br />
Ramírez Delgadillo, Raymundo † (1963-2011)<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
Fue Ingeniero Agrónomo egresado de la Universidad de<br />
Guadalajara. Cursó estudios de maestría en la Facultad<br />
de Ciencias (unam). Se le conoció por su labor docente,<br />
fue inspirador de agrónomos y biólogos, durante 20<br />
años. Curador del Herbario ibug de la Universidad de<br />
Guadalajara por 13 años. Explorador incansable, realizó<br />
numerosos estudios florísticos en el occidente de<br />
México integrando una colección de 7 821 ejemplares.<br />
Escribió 22 artículos científicos, siete son descripciones<br />
de nuevas especies. A él también le fueron dedicadas<br />
seis especies. Su carácter siempre alegre y amable lo<br />
hicieron contar con gran cantidad de amigos y colegas,<br />
mismos que hoy lo homenajeamos a través de este libro.<br />
Ramírez García, Enrique<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
eramgar@ib.unam.mx<br />
Realiza actividades curatoriales en todas las colecciones<br />
biológicas de la Estación de Biología Chamela,<br />
actualizando y dando mantenimiento a los acervos en<br />
general. Asesora a los usuarios que consultan las colecciones<br />
biológicas. Es responsable particularmente de<br />
la colección entomológica, para la cual realiza actividades<br />
de colecta, así como actividades curatoriales del<br />
orden díptera. Captura datos para la integración de<br />
bases de datos sobre insectos. Toma fotografías al<br />
microscopio de diferentes grupos de insectos para formar<br />
un banco de imágenes sobre diversidad de las selvas<br />
secas de México, además de integrarse a bases de<br />
datos y página web. Participa en proyectos sobre biodiversidad<br />
de insectos en selvas secas y otros ecosistemas<br />
de México, del grupo de dípteros (familia<br />
Syrphidae), para la creación de listados faunísticos y<br />
otros productos que resulten de la investigación. Participa<br />
activamente en actividades de divulgación y tiene<br />
como responsabilidad la conducción de visitas guiadas<br />
para grupos escolares que acuden la Estación de<br />
Biología Chamela.<br />
Ramírez Ruiz, Juan José<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
ramirez@ucol.mx<br />
Egresado de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas<br />
de la Universidad Autónoma de Nuevo León,<br />
Maestría en Geofísica por la Universidad Técnica de<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 757
Clausthal en Clausthal-Zellerfeld, Alemania y Doctor<br />
por la Universidad de Kiel, Alemania. Cursó una<br />
especialidad en Geología en la Facultad de Ciencias<br />
de la Tierra de la Universidad Autónoma de Nuevo<br />
León (UANL). Laboró en la Facultad de Ciencias de<br />
la Tierra de la uanl hasta 1994. Labora en la Universidad<br />
de Colima en el Observatorio Vulcanológico.<br />
El monitoreo geofísico del Volcán de Fuego de<br />
Colima es una de sus principales líneas de trabajo.<br />
Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores<br />
desde 1995.<br />
Rebolledo Domínguez, Óscar<br />
oscarrd734@hotmail.com<br />
Ingeniero Agrónomo, egresado del Colegio Superior<br />
de Agricultura Tropical. Maestría en Biología de la<br />
Producción con Especialidad en Microbiología, egresado<br />
de la Universidad de Colima. Doctor en Biotecnología<br />
Microbiana, por la Universidad de Colima.<br />
Docente e investigador en la Facultad de Ciencias Biológicas<br />
y Agropecuarias de la Universidad de Colima<br />
hasta 2014. Asesor de 15 tesis de licenciatura, ocho de<br />
maestría y cinco de doctorado. Autor y coautor de diez<br />
artículos en revistas científicas indizadas y con arbitraje<br />
externo.<br />
Reynoso Dueñas, Jesús Jaqueline<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
mezquite7@yahoo.com.mx<br />
Egresada de la Facultad de Agronomía y Maestra en<br />
Ciencias en Biología (Sistemática Vegetal) por el Centro<br />
Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias<br />
de la Universidad de Guadalajara. Su principal<br />
contribución es al estudio de la flora del occidente de<br />
México. Imparte las asignaturas de espermatofitas,<br />
botánica y sistemática. Directora de cinco tesis, asesora<br />
(nueve) y sinodal (26). Notas de investigación<br />
(nueve), nueve artículos, cuatro libros y 19 capítulos.<br />
48 ponencias y carteles de investigación. Organizadora<br />
y colaboradora de 14 eventos académicos especializados.<br />
Directora del Instituto de Botánica de 1998<br />
a la fecha. Curadora del Herbario ibug de 1994 a 1997.<br />
Presidenta de la Academia de Botánica de septiembre<br />
de 2006 a agosto de 2007. Responsable del cuerpo académico<br />
udg-ca-48 Botánica y Conservación Biológica<br />
de 2006 a la fecha.<br />
Ríos Jara, Eduardo<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
eriosjara@gmail.com<br />
Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias de la<br />
unam, obtuvo la Maestría en Ciencias en Ecología<br />
Marina en el cicese y el Doctorado en Ciencias Marinas<br />
en la Universidad de Puerto Rico. Profesor-investigador<br />
en la Universidad de Guadalajara con 30 años<br />
de antigüedad y miembro del sni-conacyt. Realiza<br />
investigación en ecología y conservación de ecosistemas<br />
costeros tropicales e inventarios faunísticos. Ha<br />
publicado 40 artículos (35 indizados y cinco arbitrados).<br />
Realiza un inventario de la biota marina de Bahía<br />
Chamela y es asesor del proyecto Catálogo de Autoridades<br />
de Moluscos de México para la conabio. Participa<br />
en un proyecto sobre imposex en moluscos de<br />
Manzanillo, Colima financiado por prodep-sep.<br />
Ríos Muñoz, César Antonio<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
cesar.rios@unam.mx<br />
Biólogo egresado de la Facultad de Ciencias (unam),<br />
maestría y doctorado por el Posgrado en Ciencias Biológicas<br />
(unam). Se ha especializado en biogeografía y<br />
análisis espacial, colaborando en diferentes proyectos<br />
de biodiversidad y enfermedades emergentes, principalmente<br />
con aves y mamíferos. Ha publicado varios<br />
artículos relacionados con sus áreas de especialidad.<br />
Se desempeña como docente de la Facultad de Ciencias,<br />
unam y realiza una estancia de investigación en<br />
la Unidad de Medicina Experimental y Centro de<br />
Enfermedades Tropicales de la Facultad de Medicina,<br />
unam.<br />
Rivera Rodríguez, María Cruz<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
mary_cruz@live.com.mx<br />
758 NUESTROS AUTORES
Egresada de la Universidad Michoacana de la Facultad<br />
de Ciencias Biológicas. Doctorado en Ciencias Pecuarias<br />
de la Universidad de Colima. Especialidad en Ecología<br />
e Impacto Ambiental. Dos diplomados en<br />
Educación Ambiental. Responsable técnica del Centro<br />
Ecológico de Cuyutlán “El Tortugario”. Directora de<br />
tres tesis en proceso sobre ecología poblacional de<br />
cocodrilo de río. Directora de una tesis de maestría<br />
sobre causas de mortandad en tortugas varadas en<br />
playa. Coordinadora de nueve sitios de monitoreo de<br />
cocodrilo de río en las lagunas costeras del estado de<br />
Colima. Profesor-investigador de la Facultad de Ciencias<br />
Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de<br />
Colima.<br />
Rodríguez Camarillo, María Guadalupe<br />
camarillo11@hotmail.com<br />
Egresada de la Facultad de Ciencias Forestales de la<br />
Universidad Juárez del Estado de Durango, Maestría<br />
en el Posgrado de Ciencias Forestales del Colegio de<br />
Posgraduados Campus Montecillo, Doctorado en Posgrado<br />
de Botánica del Colegio de Posgraduados Campus<br />
Montecillo, Posdoctorado en el Doctorado<br />
Institucional en Ciencias Agropecuarias y Forestales<br />
de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Ha<br />
participado en diferentes proyectos forestales y de la<br />
Cuenca del Río Nazas (RH36) en el estado de Durango,<br />
así como también en proyectos de áreas urbanas del<br />
Distrito Federal. Colaboradora de publicación de<br />
artículos científicos y de capítulos de libros. Ha participado<br />
en cursos a nivel maestría y licenciatura.<br />
Rodríguez Gallegos, Gustavo<br />
Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem)<br />
gusrodg_onca@yahoo.com<br />
Licenciatura de Biología en la Universidad Autónoma<br />
del Estado de Morelos, cursa la Maestría en Manejo de<br />
Recursos Naturales en el Centro de Investigaciones Biológicas<br />
de la misma universidad. Ha participado en la<br />
elaboración de más de 100 proyectos en materia de<br />
ordenamiento ecológico y territorial en más de 10 estados<br />
de la República, como Morelos, Chiapas, Guanajuato,<br />
Puebla, Hidalgo, Colima, Estado de México y el<br />
Distrito Federal, entre otros, fungiendo como responsable<br />
de las áreas de planeación ambiental y percepción<br />
remota. Ha participado en diversas mesas de discusión<br />
con la participación de expertos de diversos países latinoamericanos<br />
sobre el ordenamiento ecológico.<br />
Rodríguez Guerrero, Clotilde<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
Ingeniero en Recursos Naturales y Agropecuarios y<br />
pasante de la Maestría en Manejo de Recursos Naturales<br />
del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad<br />
de Guadalajara. Fungió por dos años como<br />
auxiliar de apoyo en la División de Desarrollo Regional<br />
del Centro Universitario de la Costa Sur. Autor de<br />
un artículo científico y un capítulo de libro.<br />
<strong>Román</strong> Guzmán, Tania<br />
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
(semarnat-Colima)<br />
gerenteccraa@gmail.com<br />
Egresada de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales<br />
de Iztacala, de la Universidad Nacional Autónoma<br />
de México. Pasante de la Maestría en Manejo y<br />
Conservación de Recursos Naturales, de la Universidad<br />
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (umsnh).<br />
Laboró de 1995-1997 y del 2000 al 2002 en la Dirección<br />
de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán,<br />
del 2002 al 2007 en la semarnat-Colima. Actualmente<br />
trabaja en la gerencia operativa de la <strong>Comisión</strong><br />
de Cuenca del Río Ayuquila-Armería. Cuenta con tres<br />
diplomados y seis viajes de estudio internacionales. Ha<br />
desarrollado amplia experiencia de trabajo con grupos<br />
multidisciplinarios para buscar soluciones y conciliar<br />
intereses en conflictos ambientales.<br />
Romero Almaraz, María de Lourdes<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
lromero22@hotmail.com<br />
Egresada de la Universidad Nacional Autónoma de<br />
México, realizó Maestría y Doctorado en la misma<br />
institución y una estancia postdoctoral en el Sam<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 759
Noble Oklahoma Museum of Natural History, en la<br />
Universidad de Oklahoma. Profesora de la Facultad de<br />
Ciencias desde 1987. Su trabajo se enfoca en la historia<br />
natural, reproducción y conservación de los mamíferos<br />
silvestres. Ha recibido varios reconocimientos<br />
incluyendo el George Miksch Sutton award (Southwestern<br />
Association of Naturalists) y varios reconocimientos<br />
durante sus estudios de licenciatura (unam) y<br />
posgrado. Es investigadora visitante asociada del Sam<br />
Noble Oklahoma Museum of Natural History. Su trabajo<br />
incluye más de 60 artículos científicos y cuatro<br />
libros.<br />
Rosales Adame, Jesús Juan<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
jesusr@cucsur.udg.mx<br />
Biólogo por la Universidad de Guadalajara, Maestría<br />
en Manejo Integrado de Recursos Naturales por el<br />
Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza<br />
(catie) en Cosa Rica desde 1998. Profesor-investigador<br />
titular C en el Departamento de Ecología y<br />
Recursos Naturales del Centro Universitario de la<br />
Costa Sur de la Universidad de Guadalajara. Las áreas<br />
de investigación son en Manejo de Agroecosistemas,<br />
Agroecología y Agroforestería Tropical. Profesor de la<br />
Ingeniería en Manejo de Recursos Naturales (irna) y<br />
la Maestría en Manejo de Recursos Naturales. Ha<br />
publicado más de 20 artículos científicos y de divulgación,<br />
más de seis capítulos de libro y se ha presentado<br />
en eventos académicos regionales, nacionales e internacionales.<br />
Ruiz Campos, Gorgonio<br />
Universidad Autónoma de Baja California (uabc)<br />
gruiz@uabc.edu.mx<br />
Biólogo egresado de la Universidad Autónoma de<br />
Nuevo León y Maestro en Ciencias en Ecología Marina<br />
por el Centro de Investigación Científica y de Educación<br />
Superior de Ensenada. Doctor en Ciencias en<br />
Ecología Acuática y Pesca por la Universidad Autónoma<br />
de Nuevo León. Profesor e investigador titular C<br />
de tiempo completo en la Facultad de Ciencias de la<br />
Universidad Autónoma de Baja California. Fundó la<br />
colección de peces de esa institución que ahora cuenta<br />
con un acervo de más de 320 especies del noroeste de<br />
México. Tiene un total de 110 publicaciones científicas<br />
en revistas arbitradas, y otras 20 publicaciones en disciplinas<br />
como ornitología y mastozoología, además de<br />
tres libros. Recibió en 1996 y 2011 el premio al Mérito<br />
Académico en Ciencias Naturales y Exactas por la<br />
uabc, y el Premio Nacional de Conservación de la<br />
Naturaleza 2015 por semarnat-conanp. Ha coordinado<br />
proyectos referentes a estudios taxonómicos,<br />
ecológicos y biogeográficos de peces nativos, con énfasis<br />
en el noroeste de México, así como la evaluación de<br />
los impactos de peces exóticos invasivos sobre la ictiofauna<br />
autóctona. Líder del cuerpo académico Estudios<br />
Relativos a la Biodiversidad de la uabc y de la Red de<br />
Especies Exóticas de México. Presidente (2006-2008)<br />
de la Sociedad Ictiológica Mexicana, A.C., coordinador<br />
actual del área noroeste de México del Desert<br />
Fishes Council, miembro activo de varias sociedades<br />
científicas internacionales, e investigador nacional<br />
nivel 2.<br />
Ruiz Montero, Angélica Patricia<br />
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
(semarnat-Colima)<br />
patricia.ruiz@col.gob.mx<br />
Ingeniera en Bioquímica con Maestría en Ciencias de<br />
la Salud Ambiental por la Universidad de Guadalajara.<br />
Fungió como directora de Ecología en la Secretaría de<br />
Desarrollo Urbano del Gobierno de Colima y como<br />
Directora del Instituto de Medio Ambiente y Desarrollo<br />
Sustentable del gobierno estatal. Actualmente es<br />
delegada de la semarnat en Colima.<br />
Salazar Chávez, Gerardo Adolfo<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
gasc@ib.unam.mx<br />
Biólogo y Maestro en Ciencias por la Facultad de Ciencias,<br />
Universidad Nacional Autónoma de México<br />
(unam); Doctorado en Botánica en el Birckbek College,<br />
University of London. Laboró en el Herbario amo como<br />
760 NUESTROS AUTORES
investigador, encargado de herbario y editor, y desde<br />
1995 es académico del Departamento de Botánica del<br />
Instituto de Biología, unam. Ha publicado 90 artículos<br />
de investigación y varios libros, principalmente sobre<br />
sistemática de orquídeas, incluyendo 90 especies, subespecies<br />
e híbridos naturales nuevos para la ciencia. Sus<br />
líneas de investigación son la sistemática filogenética,<br />
taxonomía y evolución estructural de orquídeas neotropicales<br />
y el inventario y documentación de la diversidad<br />
de esta familia vegetal en México.<br />
Sánchez Bernal, Víctor Manuel<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
vsanchezmetate@gmail.com<br />
Licenciatura en Biología. Diplomado sobre Manejo<br />
de Áreas Naturales Protegidas en la Universidad de<br />
Fort Collins, Colorado. Maestría y Doctorado en<br />
Desarrollo Rural. Estudios sobre cacería de subsistencia<br />
(etnozoología) y recolectores de guacamayas<br />
en los estados de Jalisco-Nayarit. Maestría y Doctorado<br />
en el Colegio de Postgraduados. Profesor e<br />
investigador titular B en el Instituto Manantlán del<br />
Centro Universitario de la Costa Sur (cucsur). Profesor<br />
en la Licenciatura en Ingeniería en Recursos<br />
Naturales y Agropecuarios (irna): sistemas agroalimentarios.<br />
estrategias de vinculación social, en la<br />
Maestría en Ciencias en Manejo de Recursos Naturales<br />
y en el Doctorado en Ciencias en Biosistemática,<br />
Ecología y Manejo de Recursos Naturales y Agrícolas<br />
(bemarena).<br />
Sánchez Hernández, Cornelio<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
cornelio@unam.mx<br />
Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de<br />
México, realizó Maestría y Doctorado en la misma institución.<br />
Ha trabajado como investigador de tiempo<br />
completo en el Instituto de Biología y como profesor en<br />
la Facultad de Ciencias desde hace 46 años. Su trabajo<br />
se enfoca en la historia natural, reproducción y conservación<br />
de los mamíferos silvestres. Ha recibido varios<br />
reconocimientos incluyendo el Donald W. Tinkle<br />
Research Excellence Award y el George Miksch Sutton<br />
award (Southwestern Association of Naturalists). Es<br />
investigador visitante asociado del Sam Noble Oklahoma<br />
Museum of Natural History. Pertenece al Sistema<br />
Nacional de Investigadores desde 1987. Su trabajo<br />
incluye más de 110 artículos científicos y cuatro libros.<br />
Sanders, Andrew C.<br />
University of California, Riverside (ucr)<br />
andrew.sanders@ucr.edu<br />
Curador e investigador del herbario de la Universidad<br />
de California.<br />
Santana Hernández, Heriberto<br />
Instituto Nacional de Pesca (inapesca)<br />
heriberto.santana@inapesca.gob.mx<br />
Egresado de la Escuela Nacional de Ingeniería Pesquera<br />
de la Universidad de Nayarit. Doctorado por el<br />
Posgrado Interinstitucional de Ciencias Pecuarias de<br />
la Universidad de Colima. Investigador del Instituto<br />
Nacional de Pesca en el crip-Manzanillo, a cargo de<br />
proyectos para el diseño y adecuación de artes de<br />
pesca que minimicen el daño a las tortugas marinas,<br />
entre otros desarrollos tecnológicos.<br />
Santana Michel, Francisco Javier (†)<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
fsantanam@cucsur.udg.mx<br />
Fue Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Guadalajara,<br />
con Maestría por la Universidad de Colima.<br />
Profesor con reconocimiento perfil Promep por la<br />
Secretaría de Educación Pública. Se desempeñó como<br />
jefe del Laboratorio de Botánica y presidente de Academia<br />
en el Departamento de Ecología y Recursos<br />
Naturales del Centro Universitario de la Costa Sur de<br />
la Universidad de Guadalajara. Profesor de las carreras<br />
de Ingeniería en Recursos Naturales y Agropecuarios<br />
y la de Ingeniero Agrónomo en el cucsur. Participó<br />
como autor de dos libros científicos, siete capítulos de<br />
libros y 35 publicaciones en revistas indexadas. Se le<br />
rinde un homenaje a través de este libro.<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 761
Sáyago Lorenzana, Roberto Carlos<br />
Universidad Autónoma de Guerrero (uag)<br />
robertosayago@hotmail.com<br />
Biólogo egresado de la Universidad Michoacana de<br />
San Nicolás de Hidalgo, con maestría y doctorado en<br />
Ciencias en el Posgrado en Ciencias Biológicas de la<br />
Universidad Nacional Autónoma de México. Ha trabajado<br />
aspectos de ecología y diversidad de las aves<br />
terrestres y de plantas epífitas vasculares en bosques<br />
templados y tropicales de México, conservados y con<br />
disturbios antropogénicos. Labora como profesor-investigador<br />
asociado D y como director de la Unidad<br />
Académica en Desarrollo Sustentable de la Universidad<br />
Autónoma de Guerrero.<br />
Schnell, Gary D.<br />
University of Oklahoma<br />
gschnell@ou.edu<br />
Egresado de la Universidad Central de Michigan,<br />
Maestría en la Universidad del Norte de Illinois y Doctorado<br />
por la Universidad de Kansas. Fue coordinador<br />
del Programa Internacional de Biología (Universidad<br />
de Texas) por un año y después trabajó en la Universidad<br />
de Oklahoma, en zoología y en el museo (42 años);<br />
y fue director del Inventario Biológico de Oklahoma<br />
(21 años). Ocupó diferentes cargos editoriales, como el<br />
de editor de Systematic Zoology y The Auk. En México,<br />
su interés se ha enfocado en el estado de Colima,<br />
donde ha estudiado a las aves y los mamíferos por más<br />
de 40 años. Es profesor y curador emérito de aves en el<br />
Sam Noble Oklahoma Museum of Natural History,<br />
continúa realizando investigaciones biológicas.<br />
Serrano Barquín, Rebeca Angélica<br />
Universidad Autónoma del Estado de México (uaem)<br />
raserranob@uaemex.mx<br />
Geógrafa egresada de la Universidad Autónoma del<br />
Estado de México, con Especialidad en Gobierno y<br />
Administración Metropolitana y Regional por el Instituto<br />
Nacional de Admiración Pública. Maestría en<br />
Estudios Turísticos, uaem. Coordinadora del Ordenamiento<br />
Ecológico Estatal de Colima y del Estado de<br />
México, publicados primero y tercero, respectivamente,<br />
en el contexto nacional. Participante en los<br />
ordenamientos ecológicos territoriales en subcuencas:<br />
Cuyutlán, Colima; Valle de Bravo, Nevado Sur en<br />
Estado de México; otros estudios regionales: Mariposa<br />
Monarca en Michoacán y Estado de México, Popocatépetl<br />
y su zona de influencia en Puebla, Morelos y<br />
Estado de México. Actualmente trabaja en la uaem<br />
con temas sobre turismo, erosión de suelo, distribución<br />
geográfica del mosco AA y ordenación.<br />
Silva Iñiguez, Lidia<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
lsilva@ucol.mx<br />
Profesora y oceanóloga, con Doctorado en Oceanografía<br />
Costera de la Facultad de Ciencias Marinas de la<br />
Universidad Autónoma de Baja California. Su investigación<br />
se enfoca a gestión y manejo costero, planeación<br />
y ordenamiento de playas, contaminación costera,<br />
impacto y educación ambiental. Es profesora e investigadora<br />
de tiempo completo de la Facultad de Ciencias<br />
Marinas, cuenta con reconocimiento perfil promep.<br />
Sus proyectos más relevantes para el programa son:<br />
evaluación de indicadores de calidad bacteriológica en<br />
arena y agua en playas turístico-recreativas de la bahía<br />
de Santiago; degradación y efectos de los residuos plásticos<br />
en entornos marinos, costeros y contaminación<br />
por microplásticos en la costa de Colima; potencial<br />
turístico de las bahías de Manzanillo; las playas como<br />
capital natural para el desarrollo sustentable y calidad<br />
ambiental de la zona costera en Manzanillo. Autora de<br />
capítulos de libros y artículos. Directora de tesis de<br />
licenciatura, especialidad y maestría. Coordinadora<br />
del posgrado en Ciencias del Mar de la Universidad de<br />
Colima.<br />
Solís Marín, Francisco<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
fasolis@cmarl.unam.mx<br />
Licenciatura en la Universidad Michoacana de San<br />
Nicolás de Hidalgo, Maestría en la Facultad de Ciencias<br />
unam y Doctorado en University of Southamp-<br />
762 NUESTROS AUTORES
ton, Inglaterra. Investigador titular del Laboratorio de<br />
Sistemática y Ecología de Equinodermos del icml,<br />
unam, profesor de asignatura de la Carrera de Biología<br />
de la Facultad de Ciencias, unam. Ha publicado 59<br />
trabajos científicos en revistas indizadas (nacionales e<br />
internacionales), 29 trabajos científicos en revistas no<br />
indizadas, 37 capítulos de libros, seis libros y/o manuales,<br />
18 trabajos de divulgación. Ha descrito nuevos<br />
taxa de equinodermos para distintas áreas del mundo<br />
(géneros y especies), ha presentado 102 trabajos en<br />
congresos nacionales y 121 trabajos en congresos<br />
internacionales. Ha dirigido 35 tesis (una de doctorado,<br />
15 de maestría y 19 de licenciatura) y actualmente<br />
dirige nueve (tres de doctorado, cuatro de<br />
maestría y dos de licenciatura). Ha sido y es responsable<br />
de varios proyectos de investigación apoyados por<br />
conabio, papiit, unam, etc. Ha realizado estancias de<br />
investigación en diversas colecciones científicas de<br />
equinodermos en varias partes del mundo como: Estados<br />
Unidos de Norteamérica, Costa Rica, Perú, Cuba,<br />
Inglaterra, Italia, Dinamarca, Bélgica, Francia y Japón.<br />
Sorani Dalbón, Valentino<br />
Universidad Autónoma del Estado de Morelos (uaem)<br />
vsorani@yahoo.com.mx<br />
Originario de Florencia, Italia, estudió la Licenciatura<br />
en Ciencias Agronómicas y Forestales en la Facultad<br />
di Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad de<br />
Florencia. Maestría en medio ambiente en el Instituto<br />
Nacional Agronómico Paris-Grignon, Francia con<br />
mención honorífica, Doctorado en Geología Aplicada<br />
en el mismo instituto. Reside en México desde el año<br />
1988. Ha participado en la elaboración de más de 60<br />
Programas de Ordenamiento Ecológico Territorial en<br />
México, a nivel local y a nivel regional, entre los cuales<br />
destacan los ordenamientos del suelo de conservación<br />
del Distrito Federal y de los estados de Chiapas,<br />
Colima, Morelos y Guanajuato.<br />
Sosa Ávalos, Ramón<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
rsosa@ucola.mx<br />
Profesor-investigador titular A, Nivel I en el Sistema<br />
Nacional de Investigadores con perfil deseable prodep<br />
2013-2016. Pertenece al cuerpo académico Oceanología<br />
Regional (uco-ca-32). Cultivó las lgac Productividad<br />
Primaria y Flujos de Carbono y Acidificación<br />
DEL Océano. Imparte clases en la Licenciatura en<br />
Oceanología y Maestría en Ciencias del Mar de la<br />
Facultad de Ciencias Marinas. Seis tesis dirigidas de<br />
licenciatura y tres en proceso, dos tesis de maestría<br />
dirigidas y dos en proceso. Cuatro artículos como primer<br />
autor, cinco en coautoría, tres capítulos de libro<br />
como autor y un libro publicado.<br />
Steinmann, Victor Werner<br />
Instituto de Ecología, A.C. (inecol)<br />
victor.steinmann@inecol.mx<br />
Investigador del Instituto de Ecología, A.C. Centro<br />
Regional del Bajío, desde 2001. Obtuvo su licenciatura<br />
en University of Arizona y su doctorado en Claremont<br />
Graduate University, California. Trabaja florística de<br />
México, filogenética, taxonomía y es especialista de las<br />
familias Euphorbiaceae y Urticaceae. Tiene un interés<br />
particular en la diversidad de los ecosistemas tropicales,<br />
incluyendo los de alta montaña.<br />
Torres Orozco, Ernesto<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
etorres@ucol.mx<br />
Doctorado en el cibnor y Maestría en Oceanografía<br />
Física en el cicese. Profesor-investigador en la Facultad<br />
de Ciencias Marinas, Universidad de Colima,<br />
donde labora desde 1984. Ha publicado trabajos sobre<br />
interacciones físico-biológicas del atún y pez vela,<br />
hidrodinámica de cuerpos de agua costeros. Ha dirigido<br />
tesis sobre hidrografía y masas de agua del pacífico<br />
mexicano, comportamiento de variables<br />
atmosféricas y aprovechamiento de energía marina.<br />
Evaluador de proyectos ecos en anuies. Árbitro en las<br />
revistas Hidrobiológica y Costas de la unesco. Evaluador<br />
en conacyt en estancias posdoctorales y sabáticas.<br />
Desarrolla proyectos de investigación en<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 763
oceanografía física costera, riesgos asociados a fenómenos<br />
hidrometeorológicos costeros y al enso.<br />
Torres Preciado, Víctor Hugo<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
torrespreciado@ucol.mx<br />
Licenciado en Economía por la Universidad de<br />
Colima, Maestro en Economía Aplicada por el Colegio<br />
de la Frontera Norte y Doctor en Ciencias Económicas<br />
por la Universidad Autónoma de Baja California.<br />
Profesor-investigador de tiempo completo en la Facultad<br />
de Economía de la Universidad de Colima. Experto<br />
en economía regional, crecimiento económico, economía<br />
del cambio tecnológico y métodos cuantitativos<br />
aplicados.<br />
Vargas Fernández, Isabel<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
ivf@ciencias.unam.mx<br />
Maestra en Ciencias por la Universidad Nacional<br />
Autónoma de México. Ha realizado siete estancias de<br />
investigación en el extranjero: cinco en museos estadounidenses,<br />
uno peruano y en el British Museum of<br />
Natural History. Autora de 42 artículos científicos<br />
sobre Lepidoptera en revistas especializadas, cinco<br />
libros y 14 capítulos de libro. Desde 1996 es coordinadora<br />
de la zona 11 de la sección Season Summary del<br />
News of the Lepidopterists Society. Es técnica titular<br />
del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias de la<br />
unam desde hace 27 años.<br />
Vázquez López, José Martín<br />
Universidad de Guadalajara (udg)<br />
mvazquez@cucsur.ug.mx<br />
Egresado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la<br />
Universidad de Guadalajara, Maestro en Ciencias por<br />
el Colegio de Posgraduados. Profesor-investigador del<br />
Departamento de Ecología y Recursos Naturales en el<br />
Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad<br />
de Guadalajara desde 1995. Coordinador de la carrera<br />
de Ingeniería en Recursos Naturales y Agropecuarios<br />
de 2004 a 2013. Ha trabajado en proyectos de aprovechamiento<br />
de recursos forestales no maderables, en<br />
agroecosistemas y en bosques de encino. Se desempeña<br />
como profesor y atiende un proyecto sobre flujos<br />
de carbono en ecosistemas templados. Ha publicado<br />
cuatro artículos científicos, siete artículos de divulgación<br />
y un capítulo de libro.<br />
Vizcaíno Vargas, Isaac<br />
Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas<br />
y Pecuarias (inifap)<br />
vizcaino.isaac@inifap.gob.mx<br />
Miembro de la Red de Investigación de Modelaje del<br />
inifap. Director de coordinación y vinculación del<br />
inifap en Colima. Jefe de campo y encargado de despacho<br />
del Experimental Tecomán del inifap. Auxiliar<br />
de investigación del programa de fertilidad en cítricos,<br />
plátano, maíz y arroz, en el Campo Experimental<br />
Tecomán del inifap, de 1979 a 1990. Investigador en el<br />
programa de Potencial Productivo en el Campo Experimental<br />
Tecomán del inifap, de febrero de 1997 a la<br />
fecha. Representante por inifap-México ante la Red<br />
Regional de Información y Documentación en Plátano<br />
y Banano para América Latina y el Caribe,<br />
durante los años 1998 al 2000.<br />
Villaseñor Ríos, José Luis<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
vrios@ib.unam.mx<br />
Es doctor por The Claremont Graduate School y<br />
actualmente investigador titular del Instituto de Biología,<br />
unam. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores,<br />
nivel iii. Ha publicado 200 trabajos<br />
relacionados con la sistemática, fitogeografía y biología<br />
de la conservación de plantas vasculares, con énfasis<br />
en la familia Asteraceae. Ha dirigido 31 tesis, tanto<br />
de licenciatura como de postgrado. Ha impartido más<br />
de 120 conferencias en reuniones académicas, tanto en<br />
México como en el extranjero. Ha dirigido 22 proyectos<br />
de investigación con apoyo económico de diversas<br />
instituciones. Ha participado como editor asociado y<br />
como árbitro para revistas nacionales e internacionales.<br />
764 NUESTROS AUTORES
Villegas García, José Rafael<br />
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales<br />
(semarnat-Colima)<br />
forestales@colima.semarnat.gob.mx<br />
Egresado de la Universidad Autónoma Chapingo. Su<br />
desarrollo profesional hasta la fecha ha sido en las<br />
áreas forestal, suelos y de vida silvestre.<br />
Vega Rivera, Jorge H.<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
jhvega@ib.unam.mx<br />
Egresado de la fes Iztacala, Maestría en Texas A&M<br />
University, Doctorado en Virginia Polytechnic Institute<br />
y un Postdoctorado en el Smithsonian Conservation<br />
Biology Institute. Investigador Titular A y sni 1.<br />
Ha publicado 30 artículos científicos, tres artículos de<br />
divulgación, seis capítulos en libros y un libros. Coordinador<br />
y profesor del curso sobre Vertebrados del<br />
Bosque Tropical Seco (12 años), 11 cursos semestrales<br />
de Ornitología, Biología de la Conservación, Ecología<br />
Cuantitativa y otros temas en la Facultad de Ciencias<br />
Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de<br />
Colima; tres talleres sobre Técnicas para el Estudio y<br />
Conservación de Vertebrados. Desde 2007 es jefe de la<br />
Estación de Biología Chamela.<br />
Vergara Santana, Martha Imelda<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
vergara@ucol.mx<br />
Egresada de la Escuela de Biología de la Universidad<br />
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia. Maestría<br />
en la Université des Sciences et Techniques du Languedoc,<br />
Montpelllier, France. Doctorada en la Facultad<br />
de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad<br />
de Colima. Laboró durante 28 años en el Centro<br />
Universitario de Investigación y Desarrollo Agropecuario<br />
(cuida-ucol), donde participó en docencia, asesoría<br />
de tesis en nivel licenciatura, maestría y doctorado.<br />
Autora de una patente, artículos científicos y capítulos<br />
de libro. Actualmente jubilada y dedicada a la difusión<br />
científica de manera independiente, especialmente<br />
sobre las propiedades de Hyptis suaveolens.<br />
Warren, Andrew D.<br />
University of Florida (uf)<br />
awarren@flmnh.ufl.edu<br />
Realiza investigación en sistemática, biogeografía,<br />
biodiversidad, ecología y evolución de mariposas y<br />
polillas. Ha sido curador de la colecciones de mariposas<br />
de McGuire Center y de Florida Museum of Natural<br />
History de la Universidad de Florida.<br />
Zacarías Salinas, Juan<br />
Universidad de Colima (ucol)<br />
zsalinas@hotmail.com<br />
Licenciado en Oceanología, egresado de la Universidad<br />
de Colima. Su experiencia se ha centrado en el<br />
mapeo de comunidades coralinas para su aprovechamiento<br />
integral.<br />
Zaragoza Caballero, Santiago<br />
Universidad Nacional Autónoma de México (unam)<br />
zaragoza@ib.unam.mx<br />
Egresado como biólogo, Maestro en Ciencias y Doctor<br />
de la Facultad de Ciencias de Universidad Nacional<br />
Autónoma de México. Incorporado al Instituto de<br />
Biología de la unam en 1961. Sus principales actividades<br />
actuales son: el estudio de la biodiversidad de<br />
insectos asociados al bosque tropical caducifolio y la<br />
curación de la Colección Nacional de Insectos<br />
(Coleóptera). Ha publicado 86 artículos en revistas<br />
arbitradas, 13 artículos en memorias, 15 capítulos en<br />
libros y dos libros. Coautor de la página linbos. Ha<br />
recibido reconocimiento “por su distinguida trayectoria<br />
académica y contribución a la coleopterología” por<br />
parte de la Universidad de Guadalajara. Ha sido distinguido<br />
con la medalla “Al mérito universitario” por<br />
parte de la Universidad Nacional Autónoma de<br />
México.<br />
Zorrilla Ramos, María<br />
mariazr10@gmail.com<br />
Maestra en Estudios Regionales por el Instituto de<br />
Investigaciones Dr. José María Luis Mora y Licenciada<br />
en Ciencia Política por el Instituto Tecnológico Autó-<br />
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 765
nomo de México, con estudios de Doctorado en la<br />
Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la unam.<br />
Ha laborado en el área de la política ambiental en<br />
diversos cargos en el gobierno federal, donde destaca<br />
el haber sido asesora del subsecretario de Planeación<br />
de la semarnap, así como directora del Área de Investigación<br />
y Análisis en Política Pública Ambiental en el<br />
Instituto Nacional de Ecología. Trabaja en investigación<br />
y consultoría en temas que vinculan territorio,<br />
medio ambiente y sociedad, destacando su participación<br />
en proyectos con instituciones como la Universidad<br />
Autónoma de Querétaro, la conabio, el Instituto<br />
Nacional de Ecología (ahora inecc) y Centro Geo.<br />
Entre los principales proyectos que ha trabajado en los<br />
últimos cinco años destacan los vinculados a la conservación<br />
y el uso sustentable para la biodiversidad, la<br />
sistematización de información para facilitar la gestión<br />
territorial, principalmente en el estado de Guanajuato,<br />
y en la región del Usumacinta-México, que<br />
comprende porciones de los estados de Chiapas y<br />
Tabasco, y el desarrollo de análisis, metodologías e<br />
instrumentos para la política pública de la adaptación<br />
al cambio climático. Tiene publicaciones es los temas<br />
de políticas públicas y conservación de suelos, servicios<br />
ambientales y diversidad biológica. En términos<br />
de docencia ha participado en diversos cursos y diplomados,<br />
así como docente de maestría en la Universidad<br />
Autónoma de Querétaro (uaq) y en la Universidad<br />
del Medio Ambiente (uma). Ha trabajado como consultora<br />
del Programa de las Naciones Unidas para el<br />
Desarrollo (pnud) y de la Alianza Alemana de Cooperación<br />
al Desarrollo (giz) en temas relacionados con<br />
adaptación al cambio climático.<br />
Zug, George R.<br />
Smithsonian Institution (si)<br />
zugg@si.edu<br />
Investiga evolución y sistemática de anfibios y reptiles<br />
de las islas del Océano Pacífico y Asia tropical, con<br />
enfoque principalmente morfológico y con ayuda de<br />
herramientas moleculares. Estudia ranas, renacuajos y<br />
geckos de diferentes géneros de Asia.<br />
La Biodiversidad de Colima. Estudio de Estado<br />
versión en web publicada en mayo de 2016<br />
incluye en arhivos adjuntos los apéndices<br />
766
La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado 767