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por
Gualterio Looser
SANTIAGO DE CHILE
1933-1936
por
Gualterio Looser
SANTIAGO DE CHILE
1933-1938
Gualterio Looser.
(INTRODUCCION)
colecciones botánicas, que solía alternar con la práctica de la medicina en las épo-
cas que no eran propicias para coleccionar. Recorrió solamente la zona central.
Las localidades que cita con más frecuencia son Valparaíso, Viña del Mar, Quillota,
Rancagua, San Fernando, etc. Gran parte del primer semestre de 1830 lo pasó en
la Isla Más a Tierra ( J u a n Fernández), donde hizo notables colecciones de plan-
tas, que llamaron mucho la atención, pues aparecieron grupos enteramente desco-
nocidos para la ciencia. Relató brevemente sus resultados sobre Juan Fernández en
una carta escrita en Valparaíso el 7 de Julio de 1830 y que se publicó en los "An>
nales des sciences naturelles", París, tomo 21, pp. 344-351 (1830) bajo el título
de "Notice sur I'histoire naturelle de l'ile Juan Fernandez, extraite d'une lettre de
M. Bertero".
Poco después se va de Chile. En Septiembre de 1830 lo encontramos en la
isla polinésica de Tahiti (Otahiti) haciendo colecciones botánicas. En Enero de
1831 se embarca de regreso hacia Valparaíso; pero no llegó nunca ni se supo más
de él. Se cree que el buque naufragó. U n a parte por lo menos de sus colecciones
tahitianas llegó a Europa, pues hemos visto citadas en publicaciones botánicas, ejem-
plares de Bertero originarios de Ta'hití.
La muerte de Bertero fué una gran pérdida para la ciencia y para Chile. Sus
colecciones fueron en su mayor parte a Europa. U n a pequeña cantidad está en
el Museo Nacional de Historia Natural de Santiago. S u amigo A. Colla, de Turín,
recibió regalada por Bertero una colección muy completa y le sirvió para publicar
su importante estudio "Plantae rariores in regionibus chilensibus a el9 M . D. Ber-
tero nuper detectae et ab A. Colla in lucem editae" en las "Memorie della Reale
Accademia della Scienze di Torino", tomos 37 a 39 (1834-1836). Otro botánico
que recibió muchos ejemplares fué Delessert. Pero el grueso de sus colecciones fué
vendido en París en 1834, después de su muerte, en subasta pública y adquirido
por el "Reise Verein" (Unió itiner.), de Esslingen, Alemania, que a su vez vendió
las colecciones a numerosas instituciones científicas y botánicos. El "Reise Verein"
compró 14 mil ejemplares de plantas chilenas coleccionadas por Bertero ( 2 ) . Mu-
chos botánicos hicieron todavía numerosas publicaciones sobre sus cosechas, como
Moris, De Candolle, Arnott, Hooker, Jussieu, Kunze, etc.
Bertero, como puede leerse en los trabajos que reimprimimos, tenía proyec-
tos vastos sobre nuestra flora. Pensaba publicar una micol.ogía chilena y también
proyectaba una materia médica. En estos estudios escritos con sencillez, hace conti-
nuas alusiones a las aplicaciones farmacéuticas de las plantas chilenas, da los nom-
bres vulgares, su utilidad, etc. En todas partes se nota la mano del maestro ( 3 ) .
No obstante tratarse más bien de trabajos de divulgación, se observa a cada paso
sus grandes conocimientos y cuán al corriente estaba de los progresos botánicos de
su época. Bertero mantenía estrechas relaciones de amistad con los botánicos más
destacados de su tiempo, que lo apreciaban y con los cuales se escribía con fre-
cuencia.
El segundo de los trabajos que reimprimimos quedó inconcluso, alcanzando
sólo hasta la letra Q de su lista de plantas, porque la revista donde aparecía, "El
Mercurio Chileno" de Santiago, dejó de salir. La publicación de Colla ya citada, es
en cierto modo su continuación, pues el autor aprovechó ampliamente la corres
pondencia de Bertero.
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Los dos estudios de Bertero de " E l Mercurio Chileno", fueron casi inmediata-
mente traducidos al alemán, inglés e italiano, lo que demuestra la importancia que
se les atribuyó en E u r o p a y E E . U U , y se publicaron en las revistas " L i n n a e a "
(versión alemana), "Silliman American Journal of Science" (inglesa) y en los
" A n n a l i di scienza naturale di B o l o g n a " (italiana). (4)
E n la reimpresión que ahora emprendemos, nos hemos atenido estrictamente al
original. S e indica siempre el número de la revista donde apareció y el comienzo de
cada página, pues el original se publicó por entregas. El primer artículo se titula
"Variedades, Ciencias Naturales. Botánica" y viene en el N " 4, Julio de 1828, pp.
194-195 de " E l Mercurio Chileno". (5) El segundo artículo comienza en el N " 12,
Marzo de 1829, pp. 551-564 y está intitulado "Botánica (Artículo remitido)", sigue
en los N 9 13, pp. 593-616, N 9 14, pp. 639-651, N 9 15, pp. 684-702 y N " 16, pp.
735-749, correspondientes a los meses de Abril, Mayo, Junio y J u l i o de 1829. Es-
peramos que indicando cada vez el N 9 y la página, pueda servir la reimpresión para
citas al igual del escaso original. Cada vez que hemos tenido datos suficientes, he-
mos puesto el nombre moderno de las plantas que trata, cuando estos nombres han
variado.
Al poner punto final, debemos dejar todavía testimonio de nuestros agradeci-
mientos al Prof. Dr. D . Alcibíades Santa Cruz, catedrático de botánica de la Univer-
sidad de Concepción, que nos facilitó para su reimpresión una copia de los trabajos
de Bertero, y nos alentó con su entusiasmo a emprender esta nueva edición.
G. L.
(1) Los datos 'biográficos sobre Bertero son escasos e incompletos. Por ejemplo, la edad que le
atribuye Barros A r a n a ( D o n Claudio Gay, su vida y sus obras, Santiago, 1876) es inexacta. L a fecha de
su nacimiento que indicamos más arriba, la encontramos en una tarjeta postal editada en Italia, en
1931, p o r el Prof. Giuseppe Fornarese en recuerdo del centenario de la muerte de Bertero y lleva por
título "Ricordo del primo centenario dalla morte di Cario Giuseppe Bertero ( 1 8 3 1 - 1 9 3 1 ) " . En el an-
verso viene el retrato de Bertero.
(2) H u g o Gunckel: " L a s colecciones botánicas de don Carlos J o s é Bertero", artículo publicado en el
diario de Valdivia " L a República", año II, N 9 465, del 23 de Noviembre de 1931. Véase también mi
artículo " L o s primeros trabajos de historia natural publicados en Chile", Boletín de la Biblioteca N a -
cional, año I I , N " 4, Octubre de 1931, pp. 17-19.
(3) N o podemos aceptar el juicio un tanto despectivo sobre Ja preparación científica de Bertero,
que estampa Barros A r a n a (Historia general de Chile, t. X V , p. 317, S a n t i a g o 1897). Sus publica-
ciones en " E l Mercurio Chileno" aparecen sencillas, simplemente porque son trabajos de divulgación.
Bertero supo identificar con mucha exactitud y colocar en sus géneros respectivos, gran número de las
plantas que observó, tarea nada fácil para un recién llegado y en un país inexplorado donde no p o d í a
consultar a nadie. Muchas de las especies que consideró nuevas, son válidas a ú n hoy día, y con frecuen-
cia sobre aquellas que no supo reconocer claramente, pudo indicar a qué géneros se aproximaban, datos
que los botánicos que estudiaron su cosecha, no dejaron de aprovechar y confirmar muchas veces. Por
otra parte, todo aquel que tiene a l g u n a experiencia en ciencias naturales, sabe que no es posible para
un naturalista viajero, por eminente que sea, dar clasificaciones definitivas. Esta labor sólo puede ha-
cerse en los centros donde hay bibliotecas adecuadas y material de comparación.
(4) L a versión italiana es de Colla, como lo dice él mismo: "Interpretatio mea in linguam itali-
cam existit in Annali di scienza naturali di Bologna, 1830, fase. 12, p. 4 0 3 " . Colla, 1. c. tomo 37, p. 42.
(5) Creemos útil insistir que " E l Mercurio Chileno", revista científico-literaria dirigida p o r D. J o s é
Joaquín de M o r a y subvencionada por el gobierno, no tiene nada que hacer con " E l Mercurio" de Val-
paraíso, f u n d a d o en 1827 y que todavía existe. Hacemos esta advertencia, pues personas mal informa-
das han sostenido lo contrario.
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VARIEDADES
CIENCIAS NATURALES
N" 4 BOTANICA.
J u l i o de 1828
p. 194 E l d o c t o r B e r t e r o , b o t á n i c o distinguido', c o n o c i d o p o r sus i m p o r t a n t e s des-
c u b r i m i e n t o s h e c h o s e n las A n t i l l a s y e s p e c i a l m e n t e p o r el p r o d i j i o s o n ú m e r o d e plan-
tas descritas e n las m á r g e n e s del rio M a g d a l e n a , l l e g a d o h a c e p o c o t i e m p o d e E u r o -
p a con la f i l a n t r ó p i c a i n t e n c i ó n d e e s t u d i a r e s t a parte desconocida del reino d e
F l o r a , h a p r i n c i p i a d o sus t r a b a j o s científicos. D e s d e la p r o v i n c i a d e R a n c a g u a n o s
c o m u n i c a la n o t a s i g u i e n t e : " L a c r y p t o g a m i a y p a r t i c u l a r m e n t e el e s t u d i o d e los
h o n g o s y setas, o f r e c e infinitos m a t e r i a l e s y m u y i m p o r t a n t e s , q u e h a s t a a h o r a n o
h a n m e r e c i d o !a a t e n c i ó n d e n i n g ú n p r o f e s o r . L a c a n t i d a d d e setas q u e en este país
se d a n es c o n s i d e r a b l e : h e o b s e r v a d o m u c h a a n a l o j í a en j e n e r a l e n t r e e s t e s u e l o y
el d e E u r o p a ; varias e s p e c i e s s o n c o m u n e s á á m b a s r e j i o n e s ; otras s o n p e c u l i a r e s á
ésta, p e r o d e s c o n o c i d a s . S i m e a c o m p a ñ a s e u n b u e n d i b u j a n t e , a s e g u r o q u e p r o n t o
p o d r í a p u b l i c a r s e la m y c o l o g í a chilensis, o b r a e m i n e n t e m e n t e interesante, q u e sería
bien a c o j i d a d e los b o t á n i c o s e u r o p e o s .
L a s e s p e c i e s q u e . e n p o c o t i e m p o h e p o d i d o d e t e r m i n a r s o n las q u e s i g u e n :
(11) Eccremocarpus sepium es a h o r a E. scaber R. Se P. var. sepium Bertero, según C. Reiche, Estu-
dios críticos sobre la f l o r a de Chile, t. V (1910) 146. Es de advertir que la inmensa mayoría de las
especies nuevas que establece aquí nuestro autor, carecen de descripción y >por esta causa no tienen vali-
dez desde el punto de vista de la nomenclatura botánica, aunque muchas sean intrínsecamente buenas.
Pero como numerosas han sido adoptadas y publicadas en forma por botánicos posteriores, han adquiri-
do de este modo validez plena. (N. del E.) — (12) Error tipográfico por sonchifolia (N. del E.)'—
(13) Error tipográfico por Llaupanke (N. del E.) — (14) Error tipográfico por sonchifolia (N. del E.)
— (15) Es Francoa sonchifolia Cav. (N. del E.)
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las llanuras, se precipitan de lo alto de las cordilleras, donde la nieve ha fijado desde
tantos siglos su habitación eterna. Esta estension inmensa se halla por todas partes
herizada de lomas, colinas y montañas de toda dimensión, que, al mismo tiempo
que aumentan su superficie, dan lugar á la variedad de accidentes jeológicos, de
que depende la diversidad de los climas. En una palabra, la naturaleza ha sido en
alto grado favorable á Chile y con razón se le puede llamar la Italia Americana-
Las riquezas minerales han fijado, desde el descubrimiento de este pais, la
atención de los especuladores, y han sido por largo tiempo, el único término de sus
operaciones. En la actualidad continúan siendo objetos de utilidad especial. Dejo á
los que profesan esta par
PñE. 552. t e t a n interesante de la historia natural, el cuidado de ad-
quirir por sus investigaciones noticias exactas sobre esta fuente de riqueza, y de pro-
poner los medios de explotarlas con mas seguridad y ménos costo, condiciones es-
clusivamente necesarias para evitar los accidentes funestos que por desgracia se han
multiplicado en demasía. El reino vejetal está en todo su vigor en muchos puntos
muy importantes. Las maderas preciosas, la cantidad de plantas útiles, y la variedad
prodijiosa de frutos que los cubren dan idea del partido que las artes y el comercio
podrían sacar de una mina tan fecunda, y casi virjen todavía. Los animales en fin,
y especialmente los mas útiles al hombre han hallado en Chile una nueva patria, y
contribuyen con los indíjenas á aumentar el tesoro inagotable de sus recursos.
Desde que el grito de la independencia que partió de Chacabuco y fué repeti-
do por el eco desde el desierto de Atacama hasta el pais de los Araucanos, el habi-
tante de esta república conoció que era digna de ocupar un lugar entre las naciones.
No lo han detenido en su empresa ni los peligros, ni las privaciones, ni los sacrifi-
cios. H a reconquistado los derechos de sus abuelos, y ahora descansa sobre sus
nobles y gloriosos laureles, respirando la calma y la seguridad, al abrigo de la éjida
constitucional, de la leí orgánica qué acaban de darle la sabiduría y el patriotismo
del Congreso. Bajo tan dichosos auspicios este pueblo está autorizado á formar las
esperanzas mas lisonjeras. Esta familia que se aumenta con rapidez, y cuyas rela-
ciones crecen todos los dias, cuenta en el número de sus dotes peculiares, y de sus
necesidades urjentes, la disposición y el ansia de estender sus conocimientos, y se-
gún todas las probabilidades, si Ks circunstancias continúan favoreciéndola, se pue-
de asegurar que dentro de medio siglo Chile será la cuna de las ciencias en la Amé-
rica del Sur. Entretanto y a pesar de tan hermosa perspectiva, el chileno debe po-
ner en obra toda su actividad, si quiere llegar a ocupar dignamente el puesto que se
le destina en el porvenir. Nada debe serle indiferente. Despues de haber dado prue-
bas de valor, tiene que darlas de constancia y tenacidad, utilizando todas sus pre-
rogativas naturales, para establecer un perfecto equilibrio entre ellas y sus exigencias.
Pág. 553. Entre los medios de que se sirven los pueblos civilizados para hacer mas feliz
su existencia, y aumentar sus relaciones comerciales con las naciones, á cuyo tráfico
los convida su posición, el principal es sin duda la agricultura. La historia lo prueba
del modo mas irrefragable, y la época actual confirma este principio umversalmen-
te reconocido. Toda sociedad que sabe sacar de la tierra que le sirve de asilo los ele-
mentos de su bienestar, se hace independiente del influjo, casi siempre funesto, de
la industria estranjera cuando llega á ser esclusivo. Ella goza de todos los derechos
y prerogativas que le pertenecen, y no encuentra sino igualdad y reciprocidad en los
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otros pueblos con quienes comunica. E n una palabra, una nación es moralmente
libre si sus miembros son agricultores. A vista de esto es inútil probar la necesidad
de favorecer un ramo de industria nacional, que se hace mas esencial cada día, so-
metiéndose á las reglas de la sana filosofía y de la esperiencia. El conocimiento de
las producciones vejetales del suelo que habitamos es precioso bajo muchos aspectos.
La agricultura, la medicina, las artes y el comercio sacan el mayor partido de esta
ciencia, la cual ofrece una utilidad real, un manantial inagotable de goces necesarios
á la: tranquilidad de la vida doméstica.
H e prometido anteriormente a U d s . mis observaciones sobre la vejetacion de
este país, que estoi recorriendo hace un año. H e aquí las notas que p u e d o suminis-
trarles por ahora, advirtiéndoles al mismo tiempo que siendo el fruto de mis obser-
vaciones limitado á un pequeño espacio, solo puede ofrecer un Ínteres local, suscep-
tible de muchas modificaciones necesarias en una escena mas vasta, y en un examen
mas profundo. D o s objetos han fijado particularmente mi atención: 1' las produc-
ciones naturales de la tierra; 2 ' los medios de esplotacion y los productos que po-
drían obtenerse por los diferentes jéneros de cultura. Estrechado por el tiempo, y
distraído por otras ocupaciones, me limito por ahora al primer punto, reservando el
segundo para lo mas pronto que me sea posible.
El territorio de Chile no ha sido hasta ahora bien esplorado bajo el aspecto
botánico. Exeptuando algunos vejetales comunes á las regiones vecinas, este pais
encierra gran cantidad de objetos nuevos e interesantes. Los tra
bajos de Feuilleé,
Fresier, y sobre todo los de Molina, aunque imperfectos con respecto á la época en
que se hicieron, son los solos que dan idea de la riqueza de este suelo. El naufrajio
del navio don Pedro de Alcantara, ocurrido en 1786, privó a la E u r o p a de la bella
coleccion que habian hecho los célebres botánicos Ruiz, Pavón y D o m b e y . La cien-
cia se encuentra aun reducida á conocimientos inexactos y muy limitados, obtenidos
por medio de viajeros que visitan accidentalmente las costas, y raras veces pueden
penetrar en lo interior. Los sábios botánicos Cavanilles, Lagasca, Hooker, Lindley,
D e Candolle, Schlechtendal, y algunos otros han publicado la descripción de algu-
nas especies nuevas que han recibido. Miers en su viaje á Chile ha publicado los
nombres de las plantas que él mismo recojió. Si fuera posible reunir en un cuerpo
todos estos conocimientos, rectificándolos y aumentándolos con nuevas investigacio-
nes, no hai duda que se haría un gran servicio á la ciencia y á los habitantes. Pero
semejante empresa no está al alcance de un individuo. Solo el gobierno puede fa-
vorecer su ejecución, suministrando todo lo necesario al que fuese capaz de tomar
á su cargo tan penosa tarea.
Estimulado por el deseo de adquirir conocimientos á dejar segunda vez las
comodidades de la vida doméstica, y á correr los azares de un largo viaje, escojí esta
parte de América, en virtud de los consejos de muchos botánicos muy distinguidos,
que me honran con su amistad. L a esperanza de proporcionar á la ciencia materia-
les de algún Ínteres sostiene el ardor que me anima. Si tiene algún éxito mi proyec-
to, me veré ampliamente indemnizado de mis trabajos y sacrificios, y si á estas es-
peranzas pudiera añadir el mérito de fomentar las miras de los habitantes, dándoles
parte de mis observaciones sobre la vejetacion y la agricultura de un suelo tan fértil,
contribuyendo de algún modo al bien estar de un pueblo, que de nada carece para
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(1) Molina ya en su segunda edición de 1810 había adoptado el nombre de A c a c i a cavenia Mol.,
que es el que ha p r e v a l e c i d o . — (N. del E.)
( * ) Por mucho esmero que se tenga en adquirir los nombres vulgares, j a m a s se conseguirá, si se
cree poder establecer relaciones f i j a s entre la nomenclatura científica, y los nombres que se usan en el
p a ; j . Estos varian de un punto á otro; uno mismo sirve para indicar plantas diferentes, y á veces se
designa la misma especie con nombres diversos. Procuraremos indicar los mas jeneralmente admitidos,
haciendo las observaciones necesarias siempre que se presente alguna a m b i g ü e d a d . — (N. del A . )
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(1) Adenostemun nitidum es sinónimo de Go.nortega nítida R. 3í P. (queule), que los botánicos
modernos han separado de las Lauráceas, para constituir la f a m i l i a de las Gomortegáceas, monotípica
y endémica de Chile. Con todo, la noticia de Bertero parece algo extraña, pues el queule es conocido
sólo de lá región costina de Chile entre 35°30' y 40°20' (K. Reiche: Grundzüge der Pflanzenverbrei-
tung in Chile, p. 79) y parece poco probable que B. pueda haberlo hallado en la Leona, localidad pró-
xima a Rancagua en las márgenes del Cachapoal. Quizá B. tuvo a la vista a l g ú n árbol de la Lauráceas.
— (N. del E.)
(2) Reiche 110 menciona la • Adesmia péndula. Adesmia muricata DC. según Reiche es sinónimo
de Patagonium hedysaroides Schrk., planta que debe citarse bajo Adesmia (A. hedysaroides [ S c h r k . ] ) ,
pues Patagonium ha sido declarado "nomen regiciendum" por un congreso botánico y no debe usarse.
— (N. del E.)
(3) Adiantum tenerum no existe en Chile. Se habrá referido a otra especie.— (N. del E.)
( * ) Se cometieron muchos errores en la impresión de aquel artículo. Deben rectificarse los si-
guientes: Tulostroma-Cyathus Crucibulum-Diderma-Agaricus erythropus - Peziza leucotricha - Merulius
bryophilus-Boletus papulatus-Sporotrichum-Ascobolus ciliatus-Agaricus corticalis B U L L . — (N. del A . )
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B I D U S Persoon, A. A T R O F U L I G I N E U S , A. C O N G L U T I N A T U S , A. CUR-
V I P E S , A . O M P H A L O M O R P H U S , A . R U D E R U M , A . V E R S A T I L I S Bertero
y A . V I O L A C E U S Liniieo.
A I R A C A R Y O P H Y L L E A Linneo. G r a m í n e a c o m ú n en los pastos secos. Se
halla otra especie que se parece m u c h o a la A . P U L C H E L L A Vilídenow, a u n q u e
la creo diferente. Estas dos plantas h a n sido probable
Pa 559
s- - m e n t e introducidas. Se les
da el n o m b r e jenérico de pasto y solo sirven para f o r r a j e .
A L C H E M I L L A A P H A N E S Leers. ( 1 ) . Planta p e q u e ñ a , que crece e n los
pastos elevados, y sobre las rocas. Ruiz y P a v ó n la distinguen con el n o m b r e de A .
T R I P A R T I T A , y n o parece diferenciarse m u c h o en la especie europea, sino e n ser
un poco mas velluda, y en tener mas p r o f u n d o s los recortes de las hojas.
A L O E . Planta grasa cultivada e n los jardines, y llamada savila. Se emplea
el p a r e n q u i n a de sus hojas para ablandar los callos de los pies, y su j u g o es p u r g a n t e .
A L S T R O E M E R I A . H e encontrado dos especies de este j é n e r o . La primera es
la A . S I M S I I S p r e n g e l , llamada claveíillo en el campo d o n d e es m u y común, y
peregrina en los jardines, d o n d e se cultiva por la elegancia de su flor. El color de
los pétalos varia m u c h o , así c o m o la f o r m a de sus hojas, las cuales son ya desnu-
das, ya velludas. Es probable que hay dos especies distintas. La otra se place en los
lugares pedregosos, á lo largo de los torrentes, sobre todo cerca de san F e r n a n d o .
T i e n e m u c h a analojía con la A . R E V O L U T A , Ruiz y P a v ó n . Las raices de estas
plantas están guarnecidas de tubérculos oblongos y diafanos, que d a n una abun-
d a n t e fécula s e m e j a n t e e n todo á la que se obtiene del A . L I G T U Linneo e n la
provincia de Concepción, y que se llama íigtu o c h u ñ o , sería útil ensayar su cultiva.
A L T H A E A R O S E A Linneo. Planta de jardín, conocida con el n o m b r e de
malva jaspeada. Viene de E u r o p a . La variedad y la duración de sus grandes flo-
res le d a n lugar e n t r e las plantas que deben propagarse. Se administra la infusión
de sus flores en los efectos catarrales, y como sudorífica la decoccion de su raíz.
A M A R A N T U S . Se cultivan algunas especies e n los jardines, como el A . T R I -
C O L O R L i n n e c (ala de l o r o ) , el A . H Y P O C H O N D R I A C U S Linneo, A . H Y -
B R I D U S Linneo ( p e n a c h o ) . O t r o s son salvajes a u n q u e p r o b a b l e m e n t e introdu-
cidos. H e n o t a d o el A . S Y L V E S T R I S Desf., el A . A D S C E N D E N S Lois, A .
F L A V U S Linneo y A . P R O S T R A T U S Balbis ( 2 ) . Este último se halla e n todas
partes, y se diferencia por sus flores con dos estambres, y su
Pág. 560. raiz vivaz. Se encuen-
tra algunas veces e n los sitios sombríos con tallos casi rectos. T o d a s estas plantas se
llaman bledo. Se comen sus hojas, como espinacas, cuando están tiernas.
A M A R Y L L I S . Las especies propias a l país son c o m u n m e n t e n o m b r a d a s A m a n -
cay. H e e n c o n t r a d o la A . C H I L E N S I S H e r i t . (3) en los lugares arenosos y esté-
riles inmediatos a los rios. Florece e n E n e r o despues de haber p e r d i d o sus hojas. La
A . I G N E A ( 4 ) , que Lindley refiere ahora a l j é n e r o P H Y C E L L A es muy común en
su corteza se reemplazan las cuerdas, y se atan los encoliguados. Los niños y las
jentes del campo comen el fruto, que es morado y algunas
Pág. 563. veces blanco. Se hacen
helados con su jugo, el cual mezclado con la uva, da un vino agradable, aunque áspe-
ro. El C O R N U S C H I L E N S I S Molina ( 1 ) , es sinónimo del árbol de que se trata,
y Steudel se equivoca cuando cita ámbos nombres en su Nomenclátor botanicus.
A R M E N I A C A V U L G A R I S Lamark ( 2 ) , árbol venido de Europa, donde se
cultiva. Distinguense muchas variedades mas ó menos estimadas. El damasco es
una de ellas, y el albaricoque otro. Aquí se aprecian poco estas frutas, que en
Europa son deliciosas, pues por medio del injerto adquieren un sabor esquisito.
A R M E R I A C U R V I F O L I A Bertero ( 3 ) . Planta natural del pais, y ¡muy común
en los lugares pedregosos de las colinas y junto á los ríos. Aunque se acerca mucho
á la A . F A S C I C U L A T A , se distingue de ella por sus hojas. Toda la planta es muy
espesa, y sus flores, unas veces blancas, y mas comunmente color de rosa, le señalan
un lugar distinguido en los jardines.
A R T E M I S I A A B S Y N T H I U M Linneo. Ajenjo, planta cuyas virtudes me-
dicinales son harto conocidas. Se cultiva en los jardines y se emplea como tónica y
vermífuga.
A R U N D O . La caña de Castilla A . D O N A X Linneo, se cultiva bastante comun-
mente. La decocción de su raiz se considera como pectoral, y también su jarave.
U n o y otro se emplean en los afectos del pecho. El Coliu ó Coligue es una especie
de A R U N D O descrita por Molina ( 4 ) . Sprengel en su Speciies plantarum no hace
mención de ella. No habiendo visto la flor nada puedo decir sobre este punto. Es
una de las plantas mas útiles al pais. Sirve para diferentes usos, y sobre todo para ha-
cer las esteras con que se cubren las casas antes de hacer los techos. La A . DIOE-
C A Sprenge'i ( 5 ) , es bastante común a orillas de los torrentes. Se la llama en al-
gunas partes cola de zorro, y en otras cortadera. La decocción de sus raices se pres-
cribe en los afectos urinarios.
A S P A R A G U S O F F I C I N A L I S Linneo. Esta planta, aunque traída de Europa,
puede considerarse como natural del pais, pues se halla frecuentemente en los sitio?
incultos. Llámase Espárrago, y se come sazonado como en Europa, pero no le he vis-
to adquirir un volú
Pág. 564. men siquiera mediano, lo que podría obtenerse con un poco de
esmero en el cultivo.
A S P I D I U M , especie parecida al A . R H A E T I C U M Linnejo llamado Helécho.
Crece en los bosques sombríos de las colinas. La decoccion de sus raices es vermí-
fuga.
A S P L E N I U M C I L I A T U M Presl ( 6 ) , común en las rocas y en los sitios eleva-
(1) La prioridad indudable de Molina ha sido reconocida por los botánicos modernos y el maqu;
debe llamarse Aristotelia chilensis (Mol.) Stuntz, U . S. Bur. Pl. Indust., Invent. X X X . 85 ( 1 9 1 4 ) . Cfr.
Contr. Gray Herb. N. S. L X X (1924) 9 2 . — ( N . del E.)
(2) Prunus armeniaca L.— (N. del E.)
(3) Es una forma de "Armería chilensis Boiss, que Reiche comprende en su A. chilensis-genuina.
— (N. del E.)
(4) Se trata de a l g u n a Chusquea.—-(N. del E.)
(5) Gynerium argenteum Nees, cola de zorro, que alguno3 botánicos ponen bajo el género Cor-
taderia.— (N. del E.)
(6) No hemos encontrado ningún dato sobre este helecho, parece que el nombre está equivoca-
d o . — ( N . del E.)
17
(1) B. debe de haber tenido a la vista algún otro Berberís, pues B. ilicifolia sólo se conoce de la
Patagonia occidental hasta la T i e r r a del Fuego. B. tomentosa R. et Pav. es, según el I n d e x Kewensis,
un sinónimo de B. a c t i n a c a n t h a >Mart.— (N. del E . )
( * ) La construcción y la conservación de las tápias, que sirven para la separación de las propie-
dades, y para evitar la evasión de los animales de los potreros, ocasionan gastos considerables, que son
sin embargo de primera necesidad. Las
Pág. 595. largas lluvias del invierno, el viento impetuoso y los temblores
de tierra producen todos los años grandes ruinas, que es preciso reparar lo mas pronto posible, y mu-
chas veces con sacrificios, que las circunstancias hacen onerosos. Además, el triste aspecto de estos mu-
ros-, que cruzan en todos sentidos una llanura fértil, destruye en gran parte el rehizo del campo, y cu-
bre el hermoso verde, esmaltado de los colores mas escojidos del Iris, con que la naturaleza entera se
adorna. Los caminos, e n c a j o n a d o s por estas groseras construcciones, son tristes, monotonos, fangosos, y
sobre todo impracticables por las aguas que no encuentran salida. ¿ N o seria menos costoso y mas có-
modo reemplazarlos por vallados vivos, que bien cuidados y separados por fosos de los caminos públicos,
f o r m a r í a n barreras seguras y alegres a la vez? Aunque el pais no carece de arbustos espinosos, suscep-
tibles de ser empleados en este uso, sería bueno introducir el cultivo del C R A T A E G U S O X Y A C A N -
T H A L i n n . y de sus variedades, conocidas e n español con el nombre de espino b l a n c o . — (N. del A . )
( 2 ) S i n ó n i m o de B. chrysanthemoides M c h x . B. sambucifolia no aparece mencionado ni por Rei-
che ni por F. P h i l i p p i . — ( N . del E . )
19
( 1 ) Se nos ocurre que Bertero pudo haber tenido a la vista la Caesalpinia gilliesii ( H o o k . ) W a l l . ,
hermoso arbusto mendocino que se cultiva en Chile con el nombre de " b a r b ó n " . Véase Enrique C. Clos
y Raúl Lafaitte, Arboles y arbustos cultivados en la Argentina. I I I . (Leguminosae-Caesalpinoideae), Bue-
nos Aires 1930, p. 2 5 8 . — ( N . del E . )
( 2 ) Sobre las Calceolarias chilenas, véase el estudio de Reiche en sus "Estudios crítúos sobre la
flora de Chile", t. V I ( 1 9 1 1 ) pp. 6 - 5 7 . — ( N . del E . )
( 3 ) W a h l e n b e r g i a linarioides D C . — ( N . del E.)
( 4 ) N o m b r e vulgar, m a s t u e r z o . — (N. del E . )
22
(1) Esta especie ha quedado dudosa. Reiche la pone como sinónimo de Cassia coluteodes Colla,
que también es especie poco clara. Creemos que quizá pueda tratarse de Cassia closiana PKil., que
a b u n d a en la zona de V a l p a r a í s o . — (N. del E.)
(2) Sinónimo de Centaurea melitensis L . — (N. del E.)
23
( * ) Cuando la jardinería científica y de buen gusto se halle pro-pagada, en este país, los propieta-
rios ricos sabrán apreciar las indicaciones de nuestro ilustrado corresponsal, sobre la diferente aplicación
que puede darse en los jardines de recreo á las plantas que describe. Pocos terrenos habrá en las nació
nes cultas mas apropósito que el nuestro para esta
Pág. 601. clase de cultura, la cual requiere esencialmente desi-
gualdades en la superficie de la tierra, aguas con corriente rápida., y otros elementos que poseemos en
abundancia. Desearíamos que se vulgarizase una afición tan noble como útil, y nos proponemos consa-
grar algunas pájinas del Mercurio á un asunto que creemos digno de la atención de nuestros compa-
triotas.—Nota de los Editores.
(1) Esta especie no es chilena.—(N. del E.)
( * ) La tribu de las perdiciéas merece f i j a r la atención de los botánicos. Una. buena monografía
es indispensable, por el gran número de especies descubiertas últimamente. Chile produce muchas que me
parecen nuevas, y de las cuales quizá algunas podrían constituir jéneros. Las cinco especies de C H A -
BRAEA nombradas arriba ofrecen un ejemplo, asi como el arbusto vulgarmente llamado guañil, el cual
participa
Pag. 602. ¿ e ¡ P R O U S T I A Lag. y del B A C C A Z I A R. y Pav., pero que defiere de ellos esencialmente. H a i
dos especies, una de ellas menos frecuente, con hojas tomentosas y blanquizcas por debajo. Poseo al-
gunas otras plantas de esta tribu, y creo inútil hablar de ellas por ahora.— (N. del A . )
(2) Reiche identifica estas especies así: Chabraea abbreviata = Leuceria andryaloides DC., Ch.
elongata = Leuceria peduncularis Rémy, Ch. prenanthoides = Leuceria acanthoides Don, Ch. tenuior
= Leuceria tenuis Less. y Ch. viscida = ¿Leuceria rosea ( D C . ) ? — ( N . del E.)
(3) Chaetanthera serrata R. Si P.— (N. del E.)
24
áridos del monte. Son tan comunes en algunos puntos que sus flores forman una al-
fombra muí agradable á la vista, y que se echa de ver desde muí lejos.
CHAETOMIUM G L O B O S U M Kunz. H o n g o pequeño que viene en los
tallos de las plantas muertas y podridas de los jardines, en invierno.
C H A R A C L A V A T A Bertero. En los pantanos, y en las aguas estancadas. Se
parece bastante á la C. V U L G A R I S L. pero se diferencia por un carácter constante y
bien pronunciado.
C H E I R A N T H U S I N C A N U S y C . C H E I R I L. cultivados en los jardines, y
conocidos con los nombres de a'lelí b'anco, colorado y caña. Las variedades de flores
dobles no son tan frecuentes como deberían serlo, y se obtendrían con facilidad por
los diferentes medios de propagación que deben ser conocidos de los jardineros, y de
los aficionados.
C H E N O P O D I U M M U R A L E , C. A L B U M L. y su variedad viride, comunes en
las huertas, y campos, y cerca de las paredes. Se llama vulgarmente Quingua. El C.
A M B R O S I O I D E S , C . A N T H E L M I N T H I C U M ( l ) , y M U L T I F I D U M L., llama
dos Payco, son también frecuentes en los jardines, junto á las acequias y en los sitios
arenosos cerca de ios torrentes. Se emplean frecuentemente en la medicina, y en efec-
to, el aceite esencial mui penetrante que contienen, no deja duda sobre sus virtudes, la
principal de las cuales es la vermifuga. Los boticarios deberían extraer su esencia, la
cual suministrada en pequeñas dosis produce efectos prontos y saludables, en los niños
espuestos a las enfermedades verminosas. Steudel, Roemer y
Pág. 603. Schulter citan en sus
obras el C H E N O P O D I U M y la H E R N l A R I A P A Y C O Molina, que no son sino
sinónimos del C. A M B R O S I O I D E S y M U L T I F I D U M L. S e emplea un grano
llamado Quinua para dar sabor á la aloja, bebida agradable y fresca, cuando no está
mui aromatizada. N o habiendo visto la planta que dá este producto, n o sé positiva-
mente si pertenece al C . Q U I N O A , ó á otra especie del mismo jenerp.
C H I R O N I A C H I L E N S I S W . Vulgarmente Cachanlagua (2) planta muy fre-
cuente en los prados secos de la llanura, y en los pastos de las colinas. Se hace un
gran uso de ella en el pais, y sobretodo en el campo, donde se conserva en paquetes
de un año á otro- La virtud principal que se le atribuye es la de adelgazar la sangre.
Los límites que me he prescrito no me permiten examinar pormenor la acción de
este medicamento, y la de muchos otros, usados por el pueblo, que comunmente se
deja guiar por antiguas tradiciones, y por el empirismo ciego y1 grosero de los cu-
randeros. Este punto, mui importante en medicina, y delicado para el pais, tendrá
lugar mas oportuno en un tratado de Matéria-médica indíjena. La única observa-
ción que me permitp hacer ahora, y de paso, es que el modo de obrar del principio
amargo de las jencianas es bastante conocido, para persuadirse que la Cachanlagua
goza de las propiedades tónicas, estomaca'es y vermífugas análogas á la quina, aun-
que con menor fuerza. Sprengeí ha conservado esta planta en el jénero C H I R O N I A ,
Persoon y Steudel la ponen en la E R Y T H R A E A Richard. El exámen de la capsula,
en estado de madurez me autoriza á creer que debe hacer parte de este último. Po r
otra parte, su semejanza con la centaurea menor de Europa, E. CENTAURIUM
Rich, parece confirmar esta opinion.
CHLIDANTHUS FRAGRANS Lind!, Jénero diferente del PANGRATIUM
L. en el cual se ha clasificado esta planta por Poiret y Sprengel (P. L U T E U M ) . Lo
he visto cultivado en los jardines, donde se le llama ariruina. El olor suave que es-
parce la flor dá mucho precio á este especie, que debería hallarse en todos los jar-
dines floristas.
CHLOREA Lindl. Las especies de este jéneio, de la familia de !as orchideas
son bastantes numerosas. Parece que son ;sclusivas á Chile, pero los caracteres
específicos están mui sujetos á variación en el mismo individuo, lo que probable-
mente ha contribuido á aumentar la lista. Se encuentran en los pastos pedregosos de
los montes, y
Pág. 604. en los sitios áridos cerca del Cachapual. Si fuera posible reunirías en
les jardines, harían mui buen efecto, por los visos variados, y elegancia estraña de
sus flores; (entonces se podrían dibujar los pormenores, condicion necesaria y aún
indispensable, para ofrecer al público la verdadera imájen de las bellezas de la natu-
raleza, y á los sábios, medios de determinar acertadamente las plantas, cuya fiso-
nomía se altera considerablemente en el estado de desicacion (*) pero por desgracia la
familia de las orchideas prefiere el estado salvaje á los cuidados asiduos de los jardi-
neros, ó por mejor decir, este ramo de cultivo no ha llegado todavía á la perfección
de otros, aunque mui difíciles ( 1 ) .
CHRYSANTHEMUM INDICUM L. (2) conocido apenas en algunos jardi-
nes. Esta bella especie, y sus innumerables variedades merecen un lugar eminente en
los jardines, sea por la hermosura de las flores, sea por la diversidad de sus colores.
En Otoño, y aún en invierno, cuando las flores escasean, adornan con mui buen
efecto los parterres.
CICER ARIETINUM L. Garbanzo, cultivado en sembrados. El consumo de
este producto podria ser mucho
Pág. 605. - . i •/ - i
mas importante, y ia exportación a ios países vecinos,
sobretodo en los años en que faltan las otras cosechas, podría formar un ramo
considerable de comercio.
CICHORIUM INTYBUS L. Vulgarmente achicoria se halla en estado salvaje,
* El arte de imitar la naturaleza es uno de los mas sublimes que el hombre ha inventado, pero
también es el mas difícil. A pocos está reservado el maravilloso prestijio de representar las obras de la
creación á los ojos de sus admiradores. ¡Cuántos recursos y ventajas para el que posee el don precioso
de a n i m a r con el pincel los fríos objetos que le rodean! La brillante juventud de Chile encierra sin
duda en su seno al que será capáz un día de hacer conocer al mundo entero las hermosuras de su país
natal, y de conservar á despecho del tiempo las facciones vivas de los que la voz pública los designará
con el título de padres de la patria. La posteridad, siempre mas agradecida que la jeneración presente,
a d m i r a r á su talento, y bendecirá su obra. No cesarémos pues de recomendar la fundación de u n a
escuela de d i b u j o ; ella a ñ a d i r í a á los medios de instrucción pública (sin contar el agradable é inocente
pasatiempo que proporcionaría) la inapreciable ventaja de suministrar á la nación sugetos de que po-
d r i s sacar gran partido. Si entre los discípulos se hallase alguno con disposiciones p a r a el estudio de
Flora, yo le aconsejaría que diese la preferencia al dibujo de las plantas, con lo que contribuiría á la
perfección de la Flora de Chile, obra eminentemen:e clásica y patriótica, que el gobierno sin duda pro-
tejería.— (N. del A . )
(1) Sobre las Orquídeas chilenas consúltese l a importante publicación de Carlos Reiche: Orchi-
daceae Chilenses. Ensayo de una monografía de las Orquídeas de Chile. Anales Museo Nac. Chile,
Entrega 18 (1910) 88 págs, 2 láms. en colores y 54 figs. (N. del E J
(2) El crisantemo de los (jardines. (N. del E.)
26
(1) Se trata muy probablemente del "palo de y e g u a " o Senecio denticulatus D Q , que Colla des-
cribió como D a n a a yegua. (N. del E.)
(2) Otros autores estiman que el Citrus chilensis de Molina es la Villarezia mucronata R. Si P. (V.
chilensis (Mol.) Stuntz. (N. del E.)
(3) Muehlenbeckia chilensis Meissn. ( = M . sagittaefolia " R e m y " in feay).— (N. del E.)
27
H . B. y Kunth (1) por caracteres muy pronunciados; he creído pues deber hacer de
é' un jénero, y dedicarlo á la memoria del célebre Molina, homenaje que todo chi-
leno verá con satisfacción, pues que este autor tiene tantos derechos á la gratitud de
sus compatriotas. Los diferentes jéneros que le han sido dedicados, se refieren
todos por los botánicos modernos á otros establecidos anteriormente. La M O L I N A E A
de Commerfon debería haber sido conservada, pero Mr. Ad. Brcngniart le ha seguido
dando el nombre de R E T A N I L L A , con el cual se designan las especies que lo com-
ponen. Lo llamaré pues M O L I N A E A MICROCOCOS, y con el tiempo daré su
descripción. Creo inútil hablar de las ventajas y cualidades de este árbol, pues todos
conocen sus abundantes frutos, y el sirop (miel de palma) que se consume, así como
los diferentes usos á que se destinan. Las hojas se emplean para cubrir las cabanas.
Su madera, extraordinariamente dura e incorruptible, puede ofrecer grandes recur-
sos, pues con el tronco (después de haberlo vaciado, lo que no es difícil) se podrían
hacer tubos y conductos, para aguas y sumideros, medio económico de reemplazar
los que se emplean comunmente, y cuya duración no es tan cierta.
T I A de los autores. Pienso que el tralhuen ( l ) puede formar otro, porque su fructi-
ficación es muy diferente. La T A L G U E N E A C O S T A T A Miers pertenece probable-
mente á esta especie.
C O L L I G U A J A ODORIFERA Molina. Colliguay, bonito arbusto mui común
en las alturas, y en los sitios pedregosos y áridos de la montaña. Sprenge'l se engaña
reuniéndolo al jénero C R O T O N ; se diferencia demasiado para no conocerlo á pri-
mera vista. Aún tiene el porte del S A P I U M , como lo ha sospechado ya M r . Adr. de
J u s i e u en su memoria sobre las Euforbiáceas^ Los caracteres jenéricos no son bien
conocidos, y hasta ahora no se ha hecho mas que copiar los que le ha dado Molina.
Su madera no ofrece ninguna ventaja. Quemada, esparce un olor agradable. Su jugo
lechoso es acre. Se emplea á veces para hacer caer los dientes cariados.
C O L Y M B E A Q U A D R I F A R I A Salisb. ( 2 ) . Pino, ó piñón de Arauco. Lo he
visto cultivado en algunos jardines, aunque no en abundancia. Todos los años se reci-
ben conos y piñones maduros de este árbol de las orillas del Biobio, y se comen
pronto, porque se ponen rancios muy en breve. ¿Por qué no se ensaya su cultura en
grande en los terrenos favorables? U n gran jardin en que al lado del palmero se viese
un bello pino de Arauco, sería una cosa admirable. Habrá quien diga nuestros nietos
los verán; es cierto; pero ellos dirán: nuestros abuelos los plantarosiü
C O N A N T H E R A BIFOLIA R. y Pav., C. C A M P A N U L A T A HOOK. (3)
Mui comunes en los lugares secos y pedregosos de las colinas, y de la llanura. La úl-
tima es mas frecuente en las alturas de la Quinta y de Taguatagua. Se da en general
el nombre de pajarito á sus flores, y á una muchedumbre de otras que solo se le pa-
recen en el color comunmente azul; pero no se distinguen por nombres particulares.
Convendría cultivar estas dos especies,
de .'as cuales la última puede constituir un
nuevo jénero.
C O N D A L I A M I C R O P H Y L L A Cav. Arbusto espinoso en las alturas áridas,
cerca del Cachapual entre las rocas. Su porte es el de la COLLETIA.
C O N I U M M A C U L A T U M L. (4) El barraco ó cicuta del pais parece diferen-
ciarse, á lo menos por la especie, de la cicuta de Europa. Es común en los campos, y
sobretodo al borde de los caminos. Los animales no gustan de ella. Se usa para cata-
plasmas en los tumores y en los cólicos.
C O N V O L V U L U S P U R P U R E U S L. En los jardines y en los cercados de los
sitios cultivados. Sus flores se llaman suspiros. Esta planta y otras muchas del mismo
jénero, asi como gran número de especies de tallo rastrero y sarmentoso, especialmen-
(1) Los autores modernos consideran al tral'iuen como el tipo de un género independiente, Tal-
guenea Miers con su única especie T . costata Miers. Para I. M . Johnston (Revista Chilena de Historia
Natura!, X X X I I I . 27 (1929) el tralhuén debe llamarse Talguenea quinquenervia (Gilí. Sí Hook.) I. M.
Joknston ( = Trevoa costata Gilí. Se Hook. 1830 = Talguenea costata Miers 1826; pero costata a u n q u J
mas antigua no sería válida por ser un simple nomen n u d u m ) . Haremos notar de paso que ya R. A.
Pkilippi empleó la combinación Talguenea quinquenervia p a r a indudablemente el mismo arbusto, aur-
que el pasaje es un tanto oscuro y no está de acuerdo con las prácticas de la sistemática (cfr. Botanic-
che Excursión in die Provinz Aconcagua. Gartenflora 32 (1883) p. y 33 (1884) p. 11, que noso-
tros hemos publicado traducido bajo el nombre de " U n a excursión botánica a la provincia de Aconcír
g u a " en la Revista Chilena de Historia y Geografía, t. L X X I V (1933) 700-710. En nuestra versión
española el binomio aludido está en la pág. 704. (N. del E.)
(2) Ahora A r a u c a r i a a r a u c a n a (Mol.) C. Koch (sinónimo A . imbricata R. &£ P . ) . (N. del E.).
(3) Muchos autores ponen Conanthera campanulata bajo el género Cummingia (C. campanulats
(Lindl.) Don. (N. del E.)
(4) Se trata de la misma, especie viejo mu l i o . (N. del E.)
29
te las de raices vivaces, que deberían adquirirse, son exelentes para cubrir ! as paredes
viejas que ofenden la vista, cuando ésta no busca sino flores. En los pastos, y á las ori-
llas de los caminos se encuentran el C. A R V E N S I S L., en las alturas y en los cercados
de las colinas el C. CHILENSIS Spr. ( 1 ) , el C. BONARIENSIS y LASIANTHUS
Cav. Se les llama indistintamente correuela.
GOREMIUM GLAUCUM Link. Hongo pequeño que crece en las manzanas,
peras y otras frutas á medio podrir.
CROTON LANCEOLATUM Cav. (2) Entre las rocas en las alturas áridas
próximas al Cachapual. Sprengel en sus species la colcca con duda en este jenero.
Mr. Adr. De Jussieu, en su citada memoria, la pone intermediaria entre el DITAXIS
y 'a CROZOPHORA. Pienso en efecto que debe pertenecer al primero, y lo llamaré
D. CHIROPETALA. Es un pequeño arbusto que tiene el porte de la ARGO-
THAMNIA, cuyas flores son dioicas.
CUCUMIS S A T I V U S L. Pepino, cultivado en los campos. Se come en ensalada,
y encurtido en vinagre, que es lo que los franceses llaman cornichons. El melón C.
MELO L. y muchas variedades que no se distinguen sino por el nombre del color,
son abundantes en Chile, y por lo común de un sabor esquisito. La fruta que se llama
melón de olcvr y que se cultiva en los campos y jardines, me parece una variedad del
C. MELO, si no es el C. DELICIOSUS Roth. Estos melones, jeneralmente peque-
ños y esféricos, adquieren á veces un volumen considerable cuya forma varía mucho.
No son buenos de comer, pero el olor suave que exalan los hace agradables. Se les
pone algún tiempo en los roperos para que comuniquen su perfume á la ropa. El C.
CITRULLUS Ser. (in DC. prodr.) es la fruta mas usada en el pais. Se llama zandía;
es sana, mui jugosa, á veces mui
6°9- dulce, y un recurso precioso en el campo, donde se
hace de ella un consumo increíble. Hai muchas variedades; una de ellas tardía, que
no tiene otro mérito que el de conservarse hasta en invierno.
CUCURBITA LAGENARIA L. (LAGENARIA VULGARIS Ser. 1. c.) vul-
garmente calabaza. El fruto bien maduro sirve de recipiente. Las hai enormes, y de
dif erentes figuras, de las cuales depende muchas veces el nombre que se les da. La
acayota y el zapallo son las especies mas frecuentes. Se cultivan en los huertos y en
los campos. La primera se emplea casi es elusivamente en dulces; el segundo es exe-
lente alimento, que se procura conservar casi todo el año. Hay zapallos tan azucara-
dos que sería difícil distinguirlos por el sabor de la batata dulce (CONVOLVOLUS
B A T A T A S L.) raiz que se trae de Lima, y se conoce con el nombre de camote. Se
han hecho ensayos para cultivarla en este pais. La C. SICERARIA y C. MAM-
MEATA Molina se refieren á estas dos especies, y dudo que puedan separarse de las
C. M A X I M A Duch. MELOPEPO y PEPO L. No las he hallado en estado salvaje.
CUPRESSUS. Arbol cultivado en algunos jardines. Triste adorno de un lugar
de delicias; se hallaría mas bien colocado junto á un mármol fúnebre, en la cima de
un monte, circundado de reposo y de soledad. Se da el nombre de ciprés á este árbol,
á una THUIA que también se cultiva, y á un árbol del pais, que todavía no he
visto ( 3 ) . La madera de este último es una de las que mas se usan.
(1) La sinonimia de las especies Convolvulus chilensis y bonariensis es confusa. Véase Reiche,
Flora, V, p. 178. (N. del E.)
(2) Según Federico Philippi esta especie es A r g y r o t h a m n i a tricuspidata Muell. (N. del E.)
(3) Probablemente se trata del Libocedrus chilensis Endl. (N. del E.)
30
CUSCUTA CHILENSIS Ker. Mala yerva, que sin embargo se llama cabello
de anjel. Es muí dañosa á !os prados y á las viñas. La he visto cubrir árboles hasta
la cima. Deberían buscarse los medios de destruirla. Hai dos especies, si las flores
sésiles y pediceladas son un caracter constante.
C Y D O N I A VULGARIS Pers. Arbol cultivado; dos variedades, el membrillo
y la lúcuma. Los frutos en dulce son buenos, y no se les dá otro destino. Con las
varitas de estos árboles se hacen canastos. No debe confundirse esta lúcuma con la
de Coquimbo, jénero llamado así por Jusnieu, y del que se hablará en su lugar. Debe
borrarse el jénero LUCUMA Molina, pues se compone de especies heterojéneas, que
pertenecen á otros.
C Y N A R A CARDUNCULUS L. Sería difícil persuadir á un habitante de los
campos de Chile que el cardo es una planta del antiguo continente ( 1 ) . Indicaría
por toda respuesta los inmensos cardales que ocupan la mitad de sus tierras. En
efecto, es imposible figurárseles, sino despues de haber
Pág. bio. andado leguas y mas le-
guas, enmedio de selvas espesas de esta planta, que prospera aquí de un modo
admirable. Las hojas sirven de alimento á los ganados, que sin embargo no las
comen sino á falta de otras yervas. La jente del pais gusta mucho del peciolo, cuan-
do está tierno. Muchos prefieren el tallo en el mismo estado, cuyo consumo en la
primavera es extraordinario. Apesar de estas pequeñas ventajas, estoi persuadido
que se desea su esterminio, lo que, en mi opinion, es muy difícil, por la profundidad
de sus raices. Se podría desde luego esperimentar el método siguiente: córtense
todos los tallos en la época de la inflorescencia, con lo que se evita la propagación
por medio de las semillas, que es mui considerable, pues arrojadas por el viento en
los campos recien labrados, encuentran alli toda la facilidad que necesitan para jer-
minar en las primeras lluvias. ( * )
Sería bueno cultivar esta planta, en cantidad proporcionada, en los huertos;
cuidarlas bien, aporcarlas en invierno, y asi se conseguiría una excelente legumbre,
que podría figurar en las mesas mas elegantes y delicadas. El C. S C O L Y M U S L.,
variedad de ta primera, según Sprengel, vulgarmente alcachofa no está mui propa-
gada. En un pais como este deberían haber preciosas alcachofas y en gran abundancia.
CYNOGLOSSUM LATERIFLORUM Lamk ( 2 ) , y C. PAUCIFLORUM R. y
Pav. (3) Dos pequeñas plantas comunes en los pastos cerca de los rios. La última
viene también en las colinas.
CYPERUS L. Dos especies; una en las acequias y los prados húmedos, vul-
garmente llamada varita de San José; la otra mas pequeña, próxima al C. FLA-
VESCENS L. que crece en los sitios pantanosos cerca de ios lagos de Aculéo y
Taguatagua.
(1) Según Reiche, Flora IV, 281, esta especie (cardo) habría llegado al país entre 1830 a 1840.
Como se vé el testimonio de Bertero es algo más antiguo y ya en su época era abundantísimo, de modo
que no es aventurado suponer que su introducción es bastante más antigua. (N. del E.)
(*) En el exelente establecimiento rural de Buenos Aires, llamado la Colonia Escocesa, se Ka inven-
tado y puesto en práctica un exterminador de cardos, que consiste en un carro tirado por un caballo,
y que pone en movimiento con el de sus ruedas, otras dos horizontales, a r m a d a s de anchas navajas,
que destruyen instantáneamente todos los cardos que están a su alcance. -(Nota de los Editores).
(2) Se trata seguramente de la Pectocarya gracilis (R. & P.) Johnston, Contr. Gray Herb. LXX. 36
(1924) (Myosotis gracilis R. &i P.) llamado equivocadamente Pectocarya lateriflora por Reiche, Flora
V. 206. La verdadera P. lateriflora (Lam.) DC. es del Perú. (N. del E.)
(3) Cynoglossum pauciflorum en el sentido de Bertero es, según Reiche, un sinónimo de Pecto-
carya pusilla (DC.) A. Gray. La planta de Ruiz y Pavón es otra especie. (N. del E.),
31
teza del POPULUS DILATATA Ait. (álamo), principalmente en las ramas muertas,
y medio podridas.
DRYMIS CHILENSIS DC. (1). Este árbol conocido con el nombre de canelo
es mui vecino al D. WINTERI Forst. y aún me parece difícil separarlo, puesto que
los caracteres que se le han asignado no son constantes. En efecto, la altura de su tron-
co varía mucho; los hai elevadísimos. Lo he hallado en los puntos húmedos de los
llanos, y en los bosques de las montañas. Los pedúnculos de sus flores son ya sim-
ples, y ya umbelados. El numero de petalos varía también en el mismo pie. El canelo
es el árbol sagrado de los indios, para sus reuniones y ceremonias religiosas, en las
cuales invocan el Pillan. Lo emplean en diferentes usos supersticiosos, y es un ingre-
diente de la mayor parte de sus medicinas. La madera fresca es estpposa, y seca es
dura y propia para las obras que no deben esponerse al agua. Se hacen con ella varas
para la enmaderación de las casas; preserva la ropa de los insectos; quemada exala
un humo que ofende los ojos, pero de buen olor. Su corteza se emplea como re-
medio; su decoccion restablece el color del añil y lo fija mas; mezclada con sal > orina
mata los piojos de los animales. Se administra en los males venereos y ps»oricos, y se
considera como detersiva en las úlceras de mala calidad. Conocidas las ventajas de la
corteza de Winter, no se puede dudar de las que posée este árbol.
D U V A U A DEPENDENS DC. (2) Pequeño arbusto de cuatro á cinco varas
de alto, conocido bajo el nombre de Huingan, común en los bosques al pié de las
colinas. La
Pág. 614. infusion de la semilla es estomacal. Se administra en lps afectos histéri-
cos y urinarios, y en los principios de hidropesía, si el caracter de la enfermedad per-
mite su uso. De este árbol sale una resina, que se aplica estendida sobre papel, y que
se crée específica contra los dolores, tensiones de músculos y tendones, asi como en
las enfermedades llamadas de aire. La decoccion de su corteza produce una esencia
balsámica, vulneraria, útil en los dolores de gota artética, de las piernas, y en la frial-
dad de los pies. Sus granos se usan en la bebida llamada chicha, la cual es agradable,
pero demasiado fuerte. 'El SCHINUS HUINGAN Molina, citado por todos los bo-
tánicos modernos, pertenece al D. DEPENDENS, y debe borrarse como planta que
no existe. El molle, (3) como ya hemos dicho, es probablemente una AMYRIS, o
una nueva especie de D U V A U A .
ECCREMOCARPUS SEPIUM Bertero. (4). Añadiré a lo que se ha dicho en
el número IV. de este periódico, que esta planta se diferencia considerablemente
del E. LONGIFLORUS Humb. y Bonpl. He tenido ocasion de convencerme de ello,
por la comparación que he hecho con el dibujo dado por los autores. (Plant, aeq.
1. tab. 65).
ECLÏPTA ERECTA L. (5). En los cercados, alrededor del lago de Aculéo.
Tiene mucha semejanza con la E. PALUSTRIS Fo-rst.
(1) El nombre habitualmente admitido es Drimys winteri Forst, siendo chilensis una forma o va-
riedad. Sobre esta especie muy polimorfa y de vasta área geográfica, véase Lucien H a u m a n , Note sur le
Drimys Winteri Forst. et les espèces voisines, Comunicaciones Museo Nac. Buenos Aires II. 45-52 ( 1 9 2 3 ) .
(N. del E.)
(2) Nombre admitido Schinus dependens Ortega. (N. del E.)
(3) Como ya lo hemos dicho es el Schinus latifolius Engler. (N. del E.)
(4) Para Reiche es una variedad de E. scaber R. Se P. (N. del E.)
(5) Según Reiche esta especie no se ha observado en los últimos tiempos y sólo la cita del Norte,
así que parece que no conoció el dato de Bertero. (N. del E.)
34
mentos lanosos, que dejan escapar de toda su superficie un polvo amarillo semejante
al polen de las flores.
E R O D I U M L. Las especies de este jénero tienen el nombre de alfilerillo. El
E. M Q S C H A T U M Ait. es mui común en los prados, y especialmente en los de los
montes; huele a almizcle, y comunica el mismo olor á la leche de los animales que
lo comen. Es un exelente forraje. El E. C I C U T A R I U M Smith y la variedad B. De.
pi'odr. son frecuentes en Ips prados y en los sitios arenosos, cerca de los rios, y en
las colinas. H e encontrado en los parajes pedregosos á lo largo del Cachapual un
E R O D I U M que tiene el pprte del M A L A C H O I D E S Willd.
E R V U M L E N S L. Vulgarmente lenteja, sembrada en los campos. Por lo que
respecta al cultivo de esta planta, y al consumo que se hace de su grano, nos referi-
mos al articúo C I C E R A R I E T I N U M ; todo lo que allí se ha dicho puede aplicársele.
E R Y N G I U M L. Se llama cardoncillo el E . P A N I C U L A T U M De Larbr., el
cual crece en las alturas, junto á las peñas. H e encontrado otras dos especies: la una
en los pantanos, en las cercanías de Santiago, y parece ser el R O S T R A T U M Cav.,
la otra en los prados arenosos á lo largD del Cachapual, yendo á Cauquenes. Esta
última es probablemente nueva.
(1) Reiche no menciona esta especie. Sólo cita dos Elatine: chilensis N a u d . y triandra Schk. y esta
última -es dudosa p a r a él. ( N . del E.)
(2) Esta planta es el pingo-pingo llamada más comunmente Ephedra a n d i n a Poepp. & Endl. E.
bracteata es lo mismo. (N. del E.)
35
E R Y T H R I N A L. (1)
'ág- 616. ESCALLONIA Mutis. (2) Se conocen tres especies; la ñipa (E. RUBRA
Pers.) y el corontillo (E. RESINOSA Pers.) Estos dos árb.o'es crecen en los bos-
ques de las colinas. El último es muy bonito cuando está en flor. Los racimos, apre-
tados y casi cilindricos, representan una pequeña mazorca de maiz; de ahí el nom-
bre vulgar. Haría un buen efecto en los jardines. H e encontrado una variedad de
hojas velludas en las alturas de Taguatagua. Su madera es útil para algunas obras,
pero no se aprecia mucho. Las hojas se emplean en medicina para baños y sahume-
rios. El lun (E. T H Y R S O I D E A Bertero) viene en los bosques cerca de los rios. Su
madera es sólida y sin embargo casi no se usa. La corteza es purgante.
E U P A T O R I U M L. Dos especies de este jénero. La primera es un arbusto
bastante elevado, común en los bosques de las colinas; es próximo al E. LAEVI-
G A T U M Lamk. Se 'e llama sálvia, (3) y sus hojas se usan en ciertos casos. La
segunda es común en los barrancos y al borde de los bosques en la montaña. La
llamo E. CHILENSE. Es de advertir que el E. CHILENSE Molina no es mas que
un sinónimo del FLAVERIA C O N T R A Y E R B A Pers.
E U P H O R B I A L A T H Y R I S L. Vulgarmente tártaro, contrarayo, planta de
Europa que no escasea en los jardines. (4) Es un drástico poderoso, que solo se pue-
de administrar con mucha precaución. La pichoa (E. SERPYLLIFOLIA L. (5) es
indíjena y crece á orillas de los caminos y de los campos en los sitios arenosos. Se le
emplea como purgante. Su infusión se administra en ciertas enfermedades urinarias.
E X A C U M CHILENSE Bertero. (6) Linda y pequeña planta mui abundante
en los prados, cerca de los rios, y sobre las colinas. Se aproxima al E. P U S I L L U M
DC. y Q U A D R A N G U L A R E Willd.
(Se continuará).
B O T A N I C A . / Continuación del catálogo de plantas examinadas en Chile por/
el doctor Bertero.
FABA V U L G A R I S Moen.ch. H a b a . Planta cultivada en los campos y en los
Lyo de 1 8 2 9 f l u e r t c s _ Sus granos se comen cuando están tiernos, y sirven también para hacer el
ag.639. caldo espeso, que los .franceses llaman purée. Las habas son exe
muí útiles para cubrir las cabanas y las casas. Se emplean anualmente grandes canti-
dades. La F. B R I Z O I D E S Spreng. (1) que, según dicen los autores, proviene de
Montevideo, es muy común en los sitios áridos y pedregosos de los montes, y á lo
largo del Cachapual.
F I C U S C A R I C A L. Higuera. Las primeras frutas se llaman brevas, las otras
higos. H a i muchas variedades. Este árbol prospera en Chile: he visto algunos de
una altura y de un grueso prodijioso. El fruto es delicioso, azucarado, y mui abun-
dante. Se seca para el invierno en gran cantidad, y se hace una regular exportación.
Los torneros deberían emplear su madera, como se hace en Europa, y particular-
mente en Genova.
F L A V E R I A C O N T R A Y E R V A Pers. (2) Se halla en los campos y huertos
junto á las acequias y sitios cultivadps. Esta planta se llama en el pais dau-da; se em-
plea jeneralmente la tintura amarilla, hecha con su cocimiento bien cargado. El
E U P A T O R I U M C H I L E N S E Molina, que Steudel ha conservado en su nomecla-
tor, no es mas que un sinónimo de esta especie.
F R A G A R I A C H I L E N S I S Ehrh. Bonita especie que se cultiva casi en todas
partes. Las frutillas varían mucho en forma y color. S o n exelentes aunque carecen del
perfume suave de la fresa de Europa. Esta última debería cultivarse en las cercanías
de la capital.
F R O E L I C H I A V I O L A C E A Spr. Este árbol se halla en un jardín del Liceo de
Chile. N o hai mas que un solo pié, que dicen fué plantado por los jesuítas. Los indios
lo llaman uthiu; es el iíia de Molina, según Steudel, que lo indica b a j o el nombre de
L O N I C E R A C O R Y M B O S A L.; aunque no he podido examinar sino el fruto en
todos sus estados, soi de opinion que la planta no es de este jénero, y que ni aún
hace parte de la familia de las rubiaceas, á que dicho jénero pertenece. Formará qui-
zá uno nuevo, que será colocado en las caprifoliáceas, lo que yo determinaré
ág. 642. cuando
vea la flor. El fruto del tamaño y del color de la naranja, y de figura semejante a
la pera, tiene un solo hueso, raras veces dos. Es probable que este árbol cultivado
pueda servir para el adorno de los jardines y aún que se pueda utilizar en el curtido
y ¡en los tintes. El ácido gálico, y el principio curtiente abunda en todas sus partes.
F U C H S I A M A C R O S T E M M A R. y Pav. ( 3 ) . Arbusto que se place en los
bosques sombríos y húmedos, cerca de los arroyos, en los montes, y que, por la ele-
gancia de sus flores, se cultiva en los jardines, con el nombre de Tilco, ó jazmín de!
papa; parece una variedad del F. C O C C I N E A Ait. S u hermosura la hace digna de
ser mui propagada. H e visto otra especie de este jénero en las alturas, cerca de las
quebradas de Valparaíso, que se parece al F. L Y C I O I D E S Andr.
(1) Esta especie no aparece en F. Philippi. Se tratará quizá de alguna otra'. ( N . del E.)
(2) Algunos autores modernos emplean la combinación Flaveria bidentis (L.) O K . para esta
especie (syn. Ethulia bidentis L. 1767, Milleria contrayerba Cav. 1791, Flaveria contrayerba Pers. 1807).
Reiche opina también que Eupatorium chilense Mol. es un sinónimo de Flaveria. L a Lonicera corymbosa
Mol. non L. es para F. Philippi un sinónimo del quintral, Loranthus tetrandrus R. P. (N. del E.)
(3) Fuchsia macrostemma R. P. se considera a h o r a un sinónimo de F. magellanica Lam. que es
el nombre válido y que corresponde a una especie bastante variable. Según Philip A . Munz, especialista
de la familia "se dice que F. coccinea Ait. vino de Chile"; pero los ejemplares que vió incluso uno del
propio Aitón, provenían de jardines botánicos. L a otra Fuchsia observada por Bertero cerca de Valpa-
raíso es F. lycioides A n d r . 1800 (syn. F. rosea R. e¿ P. 1802). ( N . del E.)
38
( 1 ) Reiche menciona dos especies de este género, F. media Loisl. y vaillanti Loisl. L a segunda
parece escasa y es posible que Bertero haya tenido a su vista la primera que abunda mucho y se conoce
como yerba o flor de la culebra. (N. del E . )
( 2 ) Véase la m o n o g r a f í a de las especies chilenas por I. T h é r i o t , Le genre F u n a r i a au Chili, Re-
vista Chil. de Hist. Nat. X X X I . 30-37, avec 1 pl. ( 1 9 2 7 ) . Después el mismo T h é r i o t describió una
especie mas. (F. porteri T h é r . , 1 c. X X X I I ( 1 9 2 8 ) 2 5 2 ) . (N. del E.)
( 3 ) Galinsoga parviflora Cav., maleza americana, que ha invadido también varios países europeos.
(N. del E.)
( 4 ) Ercilla volubilis Juss. (Fitolacáceas). (N. del E . )
( 5 ) Según F. Philippi seria la Triteleia violacea Kth., que F. Fuentes, Indice y comentario de las
Liliáceas chilenas, Boletín Museo N a c i o n a l Chile X I I (1929) 111 pone b a j o Brodiaea violacea
( K u n t h ) . L a localidad " Q u i n t a " que Bertero menciona' con frecuencia ha sido confundida con la
" Q u i n t a " que hay cerca de Curicó. Este es un error. L a lectura minuciosa del trabajo de Bertero de-
muestra que la " Q u i n t a " que él visitó es un punto situado poco al poniente de Requínoa cercá de
Coinco, en la provincia de Colchagua, que aparece en varios mapas, por e j . el de Gay y de Espínoza.
El siguiente pasaje de Bertero (Mercurio Chileno, X I V , 6 4 3 ) es concluyente: " G a r d i n i a purpurascens...
planta... que he visto una sola vez en los cercados del camino que va .a la Quinta, no lejos de las casas
de Z a m o r a n o " . Z a m o r a n o es un estero formado p o r ' e l Antivero y otros que desemboca cerca de
Peumo por la margen sur del Cachapoal. Es el único Z a m o r a n o que citan los diccionarios geográficos de
Actaburuaga y Risoprjtrón. (N. del E.)
39
646 - tica. S e
experimenta de continuo, y sobretodo en el campo, el gran inconveniente de encen-
der una luz en casos urjentes, á fuerza de pulmones y de paciencia, cuando un mo-
mento perdido puede acarrear grandes males. Perdóneseme esta digresión sobre ob-
jetos que parecerán demasiado humildes: á los que así piensen diré que no hai asun-
to pequeño cuando se liga con el bien jeneral de la sociedad. ( 1 ) .
G R A T I O L A P E R U V I A N A L. Planta pequeña que nace en los jardines y sitios
cultivados; gusta de la sombra y de la humedad. Es bastante rara.
G R I N D E L I A G L U T I N O S A Dun. ( 2 ) . Bella especie de flores grandes, que
nace en las hendiduras de las rocas, y en loS cerros de Valparaíso, la Leona y Ta-
guatagua. Aunque la descripción puede convenirle, no estoi lejos de creer que la
planta de Chile, se diferencia esencialmente de la de Méjico. En los pastos pedrego-
sos y áridos de las inmediaciones del Cachapual, se halla G. P U L C H E L L A Dun.
que merece ser cultivada. H e hallado dos variedades; la primera en los sitios secos
á orillas del Maypú; es mas pequeña, sus hojas son enteras, muy puntiagudas, y
aún aceradas y picantes; la otra al pié del monte de San Cristoval, cerca de la capi-
tal, con hojas tomentosas y blanquizcas. Es posible que sean especies distintas. En
este caso las llamaré G . A C E R O S A y G. C A N E S C E N S . Esta se acerca a la G.
A N G U S T I F O L I A KuntJh, pero el tallo es fruticoso.
G U N N E R A S C A B R A W. ( 3 ) . Vulgarmente pangue; planta
pás- 647 - onui útil que se
encuentra en los lugares pantanosos, cerca de los barrancos y torrentes en los mon-
tes. Sus virtudes y usos son tan conocidos que me parece inoportuno enumerarlos.
Molina habla de ella difusamente, y me remito á su obra. Añadiré tan solo que
debería cultivarse en grande para el curtido de cueros, y para dar á los tejidos un
buen negio. La decoccion de la raíz se administra en ciertas enfermedades del vien-
tre. El jugo del peciolo y del bohordo es acídulo, pero estíptico; con él se hacen
helados, que gustan jeneralmente.
G Y M N O S T Y L E S C H I L E N S I S Spr. (4) Pequeña planta mui común en pri-
mavera en los pastos de la colina, y á orillas de los caminos, en el llano.
H E D Y O T I S V I R G I N I C A Spr. (5) En los pastos arenosos al borde de los
torrentes en Taguatagua. Bonita planta, con flores de un azul bajo. Son mui pe-
queñas y no llaman la atención.
(1) L a cultura del cáñamo en grande es el principal D E S I D E R A T U M de los que a m a n est«
pais. Su mas urjente necesidad es la estraccion, y el cáñamo presenta bajo este aspecto ventajas inne-
gables. H e m o s oido hablar de las experiencias hechas en Inglaterra con el que d a n las provincias del
Sur, y cuyo resultado no ha podido ser mas lisongero. Dicen que el principal ostáculo para la propa-
gación. de este jenero de industria es la falta de buenos agramadores, espadadores, y demás operarios,
precisos p a r a la preparación de la hilanza. N a d a sería tan fácil como hacerlos venir de Europa. Los
propietarios deben estar penetrados en esta verdad: que si Chile ha de tener un comercio activo, á que
tantas circunstancias lo convidan, ellos son los que han de crear los recursos que le servirán de alimento.
— N o t a de los Editores.
(~) Grindelia glutinosa Bert. (non D u n a l ) parece ser, según Hall, una f o r m a de H a p l c p a p p u s
chrysanthemifolius (Less.) DC. (syn. H . berterii D C ) . A b u n d a en Valparaíso. G. pulchella Bert. (non
Dun.) es H a p l o p a p p u s pulchellus DC. del cual hemos visto un original de Bertero. Las otra6 dos espe-
cies que menciona, G. acerosa y G. canescens parecen ser respectivamente H a p l o p a p p u s integerrimus
(H. 6¿ A . ) H a l l y H . canescens (Phil.) Reiche. (N. del E.)
(3) Para Reiche esta especie es un sinónimo de G. chilensis Lam. H a y que aclarar mejor los límite«
de las especies chilenas de Gunnera, pues Reiche y Schindler se contradicen. (N. del E.)
(4) Sinónimo de Soliva sessilis R. & P. ( N . del E.)
(5) N i F. Philippi ni Reiche citan esta especie. Este último pone las Hedyotis chilenas bajo
Oldenlandia. ( N . del E.)
42
se emplea para hacer tisanas refrescantes. La cerbeza que se hace en el pais, y cuyo
uro aumenta cada día, consume una gran cantidad de este cereal: por consiguiente
debería aumentarse su cultivo. Los fabricantes de cerbeza deberian también tratar de
introducir el lupulo ( H U M U L U S L U P U L U S L.) el cual les sería mui ventajoso. El
H . M U R I N U M L. (cola de ratón) se encuentra frecuentemente á orillas de los
caminos, y al pié de los muros cerca de los lugares habitados: H e hallado una varie-
dad de esta última especie en los sitios estériles de las orillas del Cachapual. Es mui
pequeña, y tiene hinchada la vaina de las hojas. Creo que podría separarse y lla-
marse H . U T R I C U L A T U M (1) porque el caracter es el mismo que en el ALOPE-
C U R U S , al que se dá aquel nombre.
H Y A C I N T H U S O R I E N T A O S L. Jacinto, cultivado en los jardines. Sus va-
riedades son numerosas, pero las mas bellas no están bastante propagadas en el pais,
y aún algunas son desconocidas. Sería conveniente hacerlas venir
y cuidarlas para
que no dejenerasen. Sus bulbos, puestos en agua, en vasos hechos al intento, y
colocados en piezas con un grado de calor moderado, florecen en invierno, y ha-
cen un elegante adorno de los salones. Lo mismo se puede hacer con los narcisos y
otras p antas de la misma familia.
H Y D R O C O T Y L E A S I A T I C A , (2) y R A N U N C U L O I D E S L. Vulgarmente
temblader'lla. Estas dos especies son mui comunes en las acéquias, y las aguas estan-
cadas, en los pueblos, tierras cultivadas vecinas. Algunos les atribuyen virtudes medi-
cinales. El principio ácre, común á muchas plantas acuaticas, y á algunas especies de
este jénero, hace sospechosa su cualidad.
H Y M E N O P A P P U S G L A U C U S Spr. (3) Manzanilla de campo. Muy común
en 'os lugares estériles y arenosos del llano y de la colina. Su olor aromático y pene-
trante, análogo al de la manzanilla, ha hecho que se le dé este nombre vulgar. Su
infusión se administra en las mismas dolencias para las que está indicada la de Castilla,
pero el principal uso de esta p anta es para escobas, que son de calidad inferior.
Sirve también para un tinte que ya se usa poco. La S A N T O L I N A T I N C T O R I A
Molina, adoptada por Persoon y Steudel es un sinónimo de esta especie, como lo ha
observado Sprcngel.
H Y P N U M L. Se encuentran muchas especies en las cortezas de los árboles, en
las rocas, en los bosques y a orillas de las acequias. Estas plantas, como las otras de
la fami.ia de los muzgos que crecen en este pais, n o ofrecen una utilidad particular,
que merezca hacer su enumeración, además de que éste trabajo requiere mucho
tiempo y objetos de comparación, condiciones de que carece siempre un naturalista
viajero.
H Y P O C H A E R I S L. El nombre de escorzonera se dá indiferentemente á dos
plantas, las que, á primera vista parecen pertenecer á dos especies diversas, pues
que la una es de tallo simple, unifloro, y crece entre las rocas de la colina, miéntras
que la otra es ramosa, con flores mas pequeñas, y prefiere los prados arenosos, cerca
de los rios en la llanura. Apesar de esto, los diversos pasajes intermediarios que he
t e n i d o l u g a r d e o b s e r v a r n o m e p e r m i t e n s e p a r a r l o s ; m e l i m i t o á decir q u e la pri-
m e r a d e b e r e f e r i r s e al H. SONCHOIDES Kunth. ( 1 ) L a raíz d e escorzonera es m u i
u s a d a e n el p a i s ; s u d e c o c c i o n , c o n s i d e r a d a c o m o r e f r e s c a n t e , s e a d m i n i s t r a e n u n a
m u l t i t u d d e c a s o s , c o m o l o s a f e c t o s c a t a r r a l e s y d e p e c h o 6Cc. L a s r e c i e n p a r i d a s la
usan comunmente.
Pág. 650. J A S M I N U M OFFICINALE L. Jazmin, c u l t i v a d o p p r la b l a n c u r a y s u a v i d a d
de s u s f l o r e s . E l diamelo (J. SAMBAC L.) s e e n c u e n t r a t a m b i é n e n m u c h o s j a r -
d i n e s ; la v a r i e d a d d e f l o r e s d o b l e s es m u i e s t i m a d a , p e r o s u cultivo e s m a s d e l i c a d o .
IMPATIENS BALSAMINA L. Vulgarmente miramelindre, común en casi
t o d o s los j a r d i n e s . E s t a f l o r , p u r a m e n t e d e a d o r n o é i n o d o r a , varia m u c h o e n c u a n t o
al c o l o r . L a v a r i e d a d d o b l e e s p o c o conocida.
IRIS GERMANICA L. y PALLIDA Lamk. Lirio. S e e n c u e n t r a n e n los j a r d i -
n e s . E l f o l l a j e y la f o r m a d e s u s f l o r e s s o n b a s t a n t e s e s t r a ñ a s . Hai una variedad de
flores blancas. El chatre capuchino (I. SISYRINCHIUM L.) es m é n o s frecuente.
N o se h a c e m u c h o c a s o d e e s t a s p l a n t a s , p o r la c o r t a d u r a c i ó n , y la p r o n t i t u d con
q u ; s e m a r c h i t a n las c o r o l a s .
ISARIA CRASSA, y MUCIDA Pers. D o s h o n g o s p e q u e ñ o s ; el p r i m e r o n a c e
e n las crisálidas m u e r t a s d e lps i n s e c t o s , el s e g u n d o e n la m a d e r a podrida, en in-
vierno.
ISATIS TINCTORIA L. (2) C o m ú n j u n t o á las a c é q u i a s , c e r c a d e R a n c a g u a ,
e n los sitios c u l t i v a d o s . E s p r o b a b l e q u e a l g u n a s p e r s o n a s h a y a n q u e r i d o e n s a y a r su
cultivo, p a r a e x t r a e r el a z u l q u e r e e m p l a z a c o n b u e n é x i t o el añil d e l c o m e r c i o . Esto
es lo q u e s e l l a m a en francés Indigopastel. Quizá sería conveniente cultivarla en
grande.
J U G L A N S REGIA L. A r b o l p r o c e d e n t e d e E u r o p a , y c o n o c i d o c o n el n o m b r e
d e n o g a l . T o d o el m u n d o c o n o c e la n u e z , y los d i f e r e n t e s u s o s á q u e p u e d e a p l i c a r s e :
p o r t a n t o c r e o inútil e n t r a r e n p o r m e n o r e s . A u n q u e el n o g a l es c o m ú n e n e s t e p a i s ,
es útil m u l t i p l i c a r s u s p l a n t e l e s , y a p a r a a u m e n t a r la c o s e c h a d e s u s f r u t o s , y a p a r a
tener en abundancia una exelente madera.
J U N C U S L. ( 3 ) T r e s e s p e c i e s q u e s e a p r o x i m a n al J. ACUTIFLORUS Ehrh.
BUFONIUS y BULBOSUS L. C r e c e n e n las a c é q u i a s , y e n los p r a d o s h ú m e d o s d e
la l l a n u r a .
JUNGERMANNIA L. P l a n t a s d e la f a m i l i a d e l a s h e p á t i c a s , q u e g u s t a n d e los
lugares sombríos y húmedos. La J. TAMARISCI L. c r e c e e n las r o c a s d e las m o n -
tañas. L a MAGELLANICA Lamk e n l o s t r o n c o s d e los árboles; es escasa. H a i otra
q u e c r e o n u e v a , y q u e n a c e e n los p a s t o s e l e v a d o s d e la c o l i n a .
J U S S I E U A L. Una e s p e c i e d e e s t e j é n e r o e s m u i f r e c u e n t e e n l o s sitios p a n -
t a n o s o s , y e n las a c é q u i a s . S e a c e r c a á la J. REPENS L. (4) y s e d i f e r e n c i a p o r la
vellosidad, que, sin e m b a r g o , n o es constante. L a J. MONTEVIDEN
(1) Para Reiche este H . sonchoides seria H . scorzonerae F. Muell. (N. del E.)
(2) Esta Crucifera llamada " g l a s t o " , a b u n d a en condiciones enteramente asilvestradas a lo largo
de la vía ferrea de la A n g o s t u r a de Paine y en el lecho del rio vecino. En noviembre llama podero-
samente la atención desde el tren por sus abundantes flores de un amarillo especial. (N. del E.)
(3) Véase F. Fuentes. Familia Juncáceas. Revisiones de la flora chilena, Boletín Museo N a c i o n a l
Chile. I X (1916) 101-108 y X (1917) 136-162. ( N . del E.)
(4) Según Philip A . Munz, " L a s Onagráceas de Chile" (traducido del inglés por nosotros), San-
tiago, 1934, p. 4, en Chile existen dos especies de Jussieua: J . repens L. de vasta distribución y J .
octonervia Lam. conocida de Valparaíso. Recientemente el R. P. Félix J a f f u e l nos obsequió un ejemplar
de esta especie hallado en Arica. ( N . del E.l
45
y sembrándola en diferentes épocas, se podría tener esta planta florida todo el año.
Otras dos especies son indíjenas y crecen entre la maleza, y las rocas de las colinas.
Se acercan al L. S U B U L A T U S y N E R V O S U S Lamk. Llámase por lo común alber-
jilla.
LAURELIA. Juss. El árbol que crece en los bosques de Taguatagua, llamado
por los habitantes laurel., no es de ningún modo el L. A R O M A T I C A Poir, pues
este último tiene las hojas enteras, mientras que el que yo he visto las tiene de
clientes de sierra. Creo pues que podría formar una nueve especie, que podríamos
llamar L. SERRATA (1). Sus raices son muy profundas; el tronco suele tener mas
de veinte varas de alto, y una media de circun-
686. ferencia. La madera es blanca,
fácil de trabajar, pero quebradiza; incorruptible al áire, pero se pudre en el agua.
En el centro se ven unas bandas negras, cuyas vetas undulosas hacen un lindo efec-
to. Las hojas, las flores y la corteza son aromáticas. Se emplean como remedio
para el mal de cabeza por áire ó frió. De lo interior de su corteza se hacen unos
polvos estérnutatorios mui eficaces. El cocimiento de sus hojas en lociones calientes
y en bebida se reputa antivenerea. Administrada en baños, fortifica los nervios, y se
prescriben en las afecciones paralíticas. Las fumigaciones hechas con esta planta se
usan en las convulsiones y en los males espasmódicos.
L A U R U S P E U M O Miers. El peumo no pertenece al jénero P E U M U S de
Person, como despues veremos. Molina ha confundido en su P E U M U S árboles
enteramente diversos, el boldo y el peumo: el primero es P. F R A G R A N S Perj. pero
el P. RUBRA, (2) ALBA y M A M M O S A Molina no son sino variedades de la
espec : e de que hablamos. Este árbol, frecuente en los llanos y colinas, siempre
verde, y de un follaje elegante, llega a la altura de diez y seis ó veinte varas, y a
d o j de grueso. Su madera dura mucho en el agua; su corteza se emplea en los cur-
t í ) A p e s a r de lo q u e dice B e r t e r o , e s t a m o s d e a c u e r d o c o n F. P h i l i p p i , C a t a l o g u s p l a n t a r u m vas-
c u l a r i u m c h i l e n s i u m , p . 265, q u e su L a u r e l i a s e r r a t a rio es m a s que un sinónimo de L. sempervirens
(R. Sí P . ) Tul. (L. a r o m a t i c a Poir.). En la z o n a s e ñ a l a d a por Bertero, nunca se ha hallado, en
c u a n t o s a b e m o s , la v e r d a d e r a L. s e r r a t a P h i l . n o n Bert., q u e es d e m a s al sur, m i e n t r a s q u e e n la Cor-
d i l l e r a de S a n F e r n a n d o existe L. s e m p e r v i r e n s , d o n de p a r e c e q u e t i e n e su l í m i t e n o r t e . Lo que dice
B e r t e r o , q u e las h o j a s , f l o r e s y la c o r t e z a son a r o m á t i c a s , coincide con sempervirens; pero en modo
alguno con serrata Phil. o huahuan, que tiene u n olor fecal muy peculiar. Las h o j a s de sempervirens
t a m b i é n son d e n t a d a s , eso si q u e m e n o s q u e en el " h u a h u a n " . Como la especie L. s e r r a t a Bert. está
descrita en forma reconocible, estimamos que h a y q u e c a m b i a r el n o m b r e b o t á n i c o de L. s e r r a t a Phil.
n o n Bert. p o r estar y a o c u p a d o y c o n f o r m e a la r e g l a c o n s a g r a d a e n el ú l t i m o C o n g r e s o Internacional
de B o t á n i c a de C a m b r i d g e , 1930, d e n o r e p e t i r n o m b r e s en n i n g ú n caso. P r o p o n e m o s p a r a el "huahuan'
el n o m b r e de L a u r e l i a philippiana nom. nov. (L. s e r r a t a P h i l . n o n B e r t . ) . E n el " P f l a n z e r r e i c h " Gilg
V Perkins habian u n i d o n u e s t r a s d o s especies b a j o s e m p e r v i v e n s lo q u e es i n a d m i s i b l e . Hasta el vulgo
distingue claramente las d o s especies. ( N . del E.).
( 2 ) El n o m b r e c i e n t í f i c o d e l p e u m o m a s u s a d o es C r y p t o c a r y a p e u m u s N e e s ; p e r o c o m o P e u m u s
r u b r a M o l . es m a s a n t i g u o , c o m i e n z a a p r e v a l e c e r ' C r y p t o c a r y a r u b r a ( M o l . ) Skeels, U . S. B u r e a u of
P l a n t I n d u s t r y N'-' 153, p. 15 ( 1 9 0 9 ) , q u e r e s p e t a el n o m b r e e s p e c í f i c o de M o l i n a y n o s o t r o s hemos
r o l i d o e m p l e a r l o . S i n e m b a r g o , este n o m b r e t a m p o c o n o s p a r e c e a h o r a s a t i s f a c t o r i o , p u e s h a b i e n d o
M o l i n a d e n o m i n a d o al p e u m o P e u m u s r u b r a ( a l b a y m a m m o s a M o l . son s i n ó n i m o s ) y s i e n d o P e u m u s
M o l i n a g é n e r o n u e v o , s e g ú n lo d e s c r i b e e x p r e s a m e n t e M o l i n a en su S a g g i o , e d . I , p . 185 ( 1 7 8 2 ) , n o
h a h a b i d o m o t i v o p a r a p a s a r l o a l g é n e r o C r y p t o c a r y a R. Br. q u e es m u y p o s t e r i o r . P e u m u s r u b r a , p o r
ser la p r i m e r a de las c u a t r o especies c r e a d a s p o r M o l i n a , es el g e n o t i p o d e l g é n e r o P e u m u s y el n o m b r e
v á l i d o i n d u d a b l e del p e u m o , y la s e s e n t e n a d e especies d e C r y p t o c a r y a d e b i e r a t r a s p a s a r s e a P e u m u s .
C o m p r e n d e m o s q u e estos c a m b i o s t i e n e n serios i n c o n v e n i e n t e s ; p e r o si se q u i e r e s a l v a r a C r y p t o c a r y a ,
rerá preciso declarar a P e u m u s " n o m e n r e j i c i e n d u m " . P o r u n c u r i o s o e r r o r , P e u m u s M o l . h a sido
r e s e r v a d o e n los " N a t ü r l i c h e n P f l a n z e n f a m i l i e n " , ed. I, a n u e s t r o c o n o c i d o á r b o l el b o l d o , q u e a p a -
rece a h í c o m o P e u m u s b o l d u s M o l . C o m o el b o l d o p e r t e n e c e h a s t a a o t r a f a m i l i a ( M o n i m i á c e a s ) , es
n a t u r a l q u e n o es posible d e j a r l o e n P e u m u s , q u e sólo p u e d e ser u n a L a u r á c e a . ( N . del E.)
47
( 1 ) P e r s e a l i n g u e Mees. ( N . del E . )
(2) Lepidium. Lapidium es e r r o r de i m p r e n t a . L a sistemática de este g é n e r o está e r i z a d a de difi-
cultades. ( N . del E . )
48
( * ) Las observaciones de nuestro autor sobre el lino pueden aplicarse i un sin número de produc-
ciones vejetales, que satisfarían la mas uriente de nuestras necesidades, á saber, los jéneros de estrac-
cion. Pero mientras nuestro sistema agrícola conserve por epígrafe sic voluere priores, no hai qu«
esperar tan feliz resultado. P a r a justificar el atraso de nuestra agricultura, en vano se alegan lo«
disturbios políticos, como obstáculos á la p r o o a g a c i o n de los conocimientos científicos. T o d a s las clase*
da la sociedad han adelantado su parte intelectual, poco ó mucho, desde la revolución. Los comercian-
tes. los abogados, los oficinistas han procurado iniciarse en las teorías modernas relativas á sus diversa»
profesiones. Hasta los artesanos mejoran de día en día sus labores. ; P o r qué no siguen estos eie-nplos los
grandes propietarios? ¿ P o r qué no estudian? Creen acaso que puede hacerse algo bueno en el día sin. el
socorro del saber?-—Nota de los Editores.
( * * ) Así sucede e n Andalucía, donde esta planta suele elevarse a la altura de un árbol, y d á pena-
cho» de flores de media vara de l a r g o . — N o t a de los E . E .
( 1 ) Según F . Philippi b a j o esta denominación Bertero entendia a la B o m g i n á c e a Amsinckia na-
gustifolia Lehm., cuyo nombre moderno es A . hispida (R. 6£ P . ) I . M . J o h n s . o n . ( N . del E . )
( 2 ) El nombre botánico actual de! licrs es Lithraea caustica (Mol.) M í e n . ( N . del U.)
50
dura. Sirve para curbas de los buques, para ruedas y éjes de carretas, y puntas de
arados. Reemplaza al hierro en otros varios usos. Su raiz, cortada en tableros que
forman un hermoso jaspeado, se emplea en. embutidos. Dicen que la sombra de
este árbol es peligrosa; que los que se acuestan en ella se hinchan de un modo ex-
traordinario, y que el contacto de sus hojas produce granos y sarpullidos. También
es opinion común que los refrijerantes y los anodinos son los remedios de estos
males. La familia de las terebintinaceas, a la cual pertenece esta especie, encierra
muchas que poseen en el alto grado dichas cualidades. Pero yo creo que se exajeran
las del litre á lo menos juzgando por mi propia esperiencia. Los indios emplean
su fruto para hacer miel, dulces y una chicha que aseguran ser bastante sabrosa. Ad-
mitiendo por ahora el nombre que le dá Miejcs, soi de opinion que el litre es el
M A U R I A SIMPLICIFOLIA H . B. y Kunth, cuyo lugar natal no es aún bien cono-
cido, siegun los mas recientes autores. Los caracteres jenéricos convienen enteramen-
te y parecen comunes al CAMBESSEDEA Kunth. aunque esta sea orijinaria de
la India oriental. Adhiero pues
Pág. 691. a j p a r e c e r ¿ e Sprengel que mira á la CAMBESSE-
DEA como sinónima del M A U R I A .
LOASA Adans. Muchas especies son orijinarias de Chile. Crecen casi todas en
los bosques de las colinas, entre los matorrales, y piedras y algunas en los cercados
de las llanuras. La L. PLACEI Lindl. (L. acanthifolia Bot. Reg.) es la más común.
Se llama oiíiga brava ó cardito. La L. TRILOBA Jusis, ortiga, ortiguilla. He encon-
trado una variedad mui pronunciada en los bosques, cerca de Cachapual, y la he
llamado L. HETEROPHYLLA, creyendo que debe constituir una espécie distin-
ta. La L. VOLUVILIS Juss, conocida con el nombre de monjita. (1) Otra en fin
llamada ortiga, pero cuyas flores son blancas. No sie diferencia de la L. PALMATA
Spk. á la cual debe probablemente pertenecer la BLUMENBACHIA INSIGNIS
Schrad., jénero admitido por De Candolle (prodr; vol. 3 páj. 340). La L. ALBIDA
Miers. es quzá la misma e pecie.
LOBELIA. L. Se dá indistintamente el nombre de tupa (2) á tres especies de
este jénero, cuyo tallo es fructicoso. Una de ellas es la L. T U P A L.; la otra parece
ser la L. DECURRENS Cav., la tercera es nueva en mi sentir. Estos arbustos son
elegantes, sobre todo por sus flores. Crecen en los bordes de los bosques y junto á
los torrentes. He hallado la última en Valparaiso. La propiedad venenosa de estas
plantas es el ún : co inconveniente que podría oponerse á su cultura en los jardines,
donde harían un buen efecto. Dicen que ántes se empleaba esta planta para dar
fuerza al vino. Creo que solo los indios son oapáces de semejante procedimiento.
LOLIUM TEMULENTUM L. Todo el mundo conoce el vallico, por desgra-
cia, demasiado común en los campos en que se cultiva el trigo. Esta funesta planta
debe llamar la atención de los agricultores, los cuales han de tener entendido que no
conseguirán destru'rla de un todo, sino cuando pongan mas cuidado en la elección
del grano que s.'embran y cuando escarden escrupulosamente los trigos ántes y des-
pués de las espigas. Esta última operacion se facilitaría, practicando surcos paralelos,
(1) La " m o n j i t a " pertenece a l género Scyphanthus Don. H a y dos especies en Chile: Se. elegans
Don y stenocarpus Urb. B¿ Gilg-, (N. del E.)
(Z) Las "tupas" también son llamadas "trupas" o "tabaco del diablo". Estimamos que f o r m a n un
buen género ( T u p a D o n ) , como aparece en Gay y que no h a y conveniencia en reunirlos al vasto
género Lobelia. (N. del E.)
51
á cerca cié dos varas de distancia, porque de éste modo se podría penetrar fácil-
mente en la parte sembrada, sin ocasionar mucho perjuicio. El vallico en lugar
de cortarse, debe arrancarse con su raiz; sus gavillas se quemarán fuera de los sitios
cultivados. Su grano es mui dañoso: el pan que lo contiene embriaga, ocasiona vérti-
gos, nauseas, y un entorpecimiento en los miembros. H a sido causa de muchas epi-
demias y epizootias. El
descuido es en gran parte la causa de tantos males. Reina
aquí la opinion que el trigo sembrado en tiempo lluvioso y en terrenos húmedos,
dejenera y se transforma en vallico. (1) H a habido propietarios y agricultores que
han querido persuadirme que en ciertas partes el trigo desaparece enteramente.
Todos apoyan sus asertos en experiencias hechas á su vista. Esta preocupación es
tan grosera que no merece refutación. Mi respuesta fué preguntarles si las coles se
mudaban en rábanos, y si los porotos llegaban á ser lentejas. Cuando se ofrezca
hablar de labranza, de abonos y de las diferentes siembras, procuraremos probar
que no se puede explicar claramente esta pretendida anomalía, como otras muchas,
sino con la ayuda de conocimientos exáctos sobre la cultura, y de los principios filo-
sóficos en ciue se fundan los principios de la vejetacion.
LORANTUS L. (2) Las tres especies que he encontrado son conocidas ;n/-!i<;.
tinfam°"fe con el nombre vulgar de qu ; ntral. La mas común de todas es el L. TE-
TRANDRUS R. y Pav. Crece sobre casi todos los árboles; las flores son de un co-
lor rojo magnífico. No lo encuentro rifado en la Species plantarum de Sprengel.
Quizá es lo sinónimo del L. LUCARQUENSIS H. B. y Kunth, aunque
Steudel las admite como dos esoecies distintas. El quititral de quisco crece es-
clusivamente sobre los tallos del C A C T U S PERUVIANUS L., (3) donde es mui
frecuente. Sus flores son las mismas, pero siempre es pequeño, encojido y absolu-
tamente sin hojas. Es sin duda el L.. APHYLLUS Miers. Otro tercero que creo nue-
vo es parasito sobre los ramos del espino en los bosques de Taguatagua. La forma
de sus hojas lo distingue á primera vista del primero; sus bayas tienen un color
diferente. No habiendo visto la flor no sé si pertenece á la misma división. Entretan-
to le daré el nombre de L. L I N E A R I F O L I U S . (4) El quintral suministra un lindo
tinte negro, que los habitantes del campo emplean con frecuencia. Con su fruto se
prepara una liga que se emplea para cazar pájaros. El mismo uso se hace de la
que se estrae del chilca.
L O T U S S U B P I N N A T U S Lag. (5) Aunque De Candolle haya colocado últi-
(1) Esta curiosa su c e r n i d ón persiste todavía. Hemos conocido agricultores que nos han sostenido
tan extraña patraña. (N. del E.)
(2) Varios Loranthus chilenos aparecen hoy día bajo el género Phrygilanthus. (N. del E.)
(3) Como y a lo hemos dicho, el Cactus peruvianus en el sentido de Bertero es el Trichocereus
chilensis (Colla) B di R. (Cereus chilensis Colla), es decir el cacto o "quisco" en forma de columna
o candelabro., común en la región de Santiago. H a c i a la costa de Valparaíso, Z a p a l l a r , Pichilemu
existe el Trichocereus litoralis ( J o h o w ) Looser con tronco rastrero y espinas cortas y en la región de
Coquimbo, etc. está el Trichocereus coquimbanus (Mol.) B. 8¿ R. con tronco igualmente rastrero pero
espinas enormes. Son buenas especies fáciles de distinguir y en n i n g ú n caso conviene reunirías. (N.
del E.)
(4) Este nombre corresponde sin duda al Loranthus cuneifolius R. Sí P., que abunda sobre el
espino, por ej., en la Estación Batuco, Tiltil y Rungue. En cambio en otras localidades no se ve a nesar
c e la a b u n d a n c i a de espinos. En Gay aparece una var. linearifolius que estaría descrita en el Prodro-
mus de DC. Loranthus cuneifolius ha sido pasado a h o r a al género Psittacanthus (Ps. cuneifolius (R.
S¿ P.) Engler, Engler-Prantl, Nat. P f l a n z e n f a m . ed. I. Nachtráge I, p. 136 ( 1 8 9 7 ) . Según Eng'er, 1.
c., esta especie está representada en Chile por las variedades siguientes: var. viscoides (Poeppig) y
lanceolatus ( V a n T i e g h e m ) . (N. del E.)
(5) Reiche denomina esta especie Hosacki* subpinnata Torr. et Gray. (N. del E.)
52
mámente esta planta en el jénero ANTHYLLI, dándole el nombre de A. CHI-
LENSIS, me parece sin embargo imposible separarla del LOTUS. Su porte, y so-
bre todo sus legumbres cuatro veces mayores que sus cálices, que no son hinchados,
son los apoyos que por ahora doi a mi opinion. Los tubérculos que D. C. dice que
se encuentran en sus raices, se hallan igual
Pág. 693. mente en una especie de TRIFOLIUM.
como lo veremos despues. Esta plan a es mui común en los pastos arenosos á lo
largo de los r'os y en 1-s colinas.
L U C U M A OBOVATA Kunth. Lúcuma de Co<~u'mbo. Se vé es'e árbol culti-
vado en algunos pocos jardines. El clima de aquí no le es favorable. Los frutos que
se comen vienen de Coauimbo. Aunque jeneralmente estimados, su sabor no tiene
nada de pa'-ticul-r. v no pueden compararse de ningún modo con los del ACHRAS
SAPOTA L.. árbol d» l-> nvsma familia.
LUPINUS MICROCARPUS S : ms. Común en los prados arenosos cerca de
Cachapual, y los pas"os montuosos. Esta especie interesante por su porte y el
color de sus flores, m^re^e cuHvada. Su nombre vu'gar es alberjilla. El artamuz
de los jardines no se difere^-ii nui-ás del L. MULTIFLORUS Desrouss. El tallo
es fructicoso; flo-e'-e c°s; todo el año, y el lindo color de sus numerosas flores lo
hacen muv aDreciable. (1)
L U Z U L A D. C. La eso^cie oue he encontrado en los pastos de los montes
próximos á la L°nna. es s<n du 'a la L. INTERRUPTA Desv. Es bastante rara.
LUZURTAGA CORDATA Bert^ro. (2) Crece entre Us piedras, en los sitios
áridos de la llanura. Es herbacea: la raiz terminada por un tubérculo: el tallo postra-
do y l-'s hojas acorazonadas. Todos estos caracteres la distinguen de las especies
conocidas.
LYCHNIS CHALCEDONICA L. Escarapela, cuHvada en los jardines por la
hermosura de sus flo-~s, que están d'snuestas en rarrrlle'es, y cuyo color es rojo
encendido, ó rosa, ó blanco. La variedad de flores dobles es mas estimada, pero no
tan común. Debería introducirse el L. GRANDIFLORA. Jacq. que es mucho más
vistosa.
L Y T I J M AHILENSE. Miers. Arbus-o mui ramoso, aue crece en los matorra-
les, á o~ill-s ^M M-"TV'I. en la Leona y en las cercanías de Santiago. No se diferen-
cia del L. O B O V A T U M , R. y P., sino por la pequenez y la forma de sus hojas,
y aun nui-'-as es solamente una variedad.
LYCOGALA ARGENTEUM y L. M I N I A T U M . Pers. Se ven estos dos pe-
queños hongos en la leña podrida, á fin de otoño despues de las llúvias. Parece que
no se distirxruen de los de Eurooa.
LYCOPERSICON ESCULENTUM. Dun. El tomate es una planta harto co-
(1) Aprovecharemos para decir que Lupinus arboreus Sims, de California, se está asilvestrando
en Chile. Lo hemos encontrado espontáneo en Laguna Verde, cerca de Valparaíso, de donde también
tenemos eje-npláres cogiHos por el Sr. Agustín Garaventa. Abunda en Concepción, Penco y Tomé. Don
Víctor M. Ba"?a (Nomb-es vulgares de las plantas silvestres de Chile, Stgo. 1930. p. 7 5 ) , lo encontró
"silvestre en Puerto Saavedra y otras localidades de la orilla del mar". Su nombre vulgar es chocho.
(N. del E.)
(2) Según Reiche Z u r Kenntnis der Dioscorareen-Gattung Epipetrum, Phil., Engl. bot. Jahrb.
42 ( 1 9 0 9 ) 189 Li"ur : .-era cordata es un sinónimo de Epipetrum humile (Bert.) Phil. El verdadero
género Luzuriaga R. Si P, es muy distinto y pertenece a las Liliáceas. (N. del E.)
53
nocida. Se cultiva jeneralmente, y sus frutos forman uno de los grandes recursos de
la
cocina. Podrían conservarse perfectamente durante el invierno siguiendo el mé-
todo inventado por Mr. Appert.
L Y S I M A C H I A L I N U M S T E L L A T U M L. Común en los prados y sitios
sombríos de las colinas, en la punta de Cortés y en Taguatagua. N o parece haber
sido traida de Europa, pues que crece en puntos mui distantes de las habitaciones.
Si se quisieran introducir algunas especies de este jénero en los jardines, se po-
drían escojer la L. T H Y R S X F L O R A , L. V E R T I C I L L A T A Pall y P U N C T A T A L.
L Y T H R U M T H Y M I F O L I A y H Y S S O P I F O L I A L. Frecuentes en los sitios
húmedos, y las acéquias, cerca de las habitaciones y de los torrentes. H e encontrado
una tercera especie, que yo creo nueva, cerca de la casa de la pólvora, y al pié del
cerro de San Cristoval. Se diferencia de las precedentes por sus flores tres veces
mayores y sus tallos mucho más prolongados y blancos. Lo he llamado L. ALBI-
C A U L E , (1) y debe ser colocado al lado del L. M A R I T I M U M H . B. y Kunth.
M A G R E A P A R V I F O L I A Lindí. (2) Arbusto mui ramoso que crece en los
cerros estériles de la punta de Cortés y de la Leona. El aspecto blanquizco de sus
hojas es mui elegante. N o lo creo fácil de cultivar.
M A C R O C Y S T I S P Y R I F E R A . Agardh. (3) Linda planta marina que se en-
cuentra en la bahía de Valparaíso, y sobre toda la costa, aún ántes de llegar al cabo
de Hornos. Creo que el M . H U M B O L D T I I A g . no es mas que una variedad del
primero, porque he tenido ocasion de observar todas las diferencias relativas á la
figura de las hojas y de las vesículas que las sostienen. Se dá el nombre de cocha-
yuyo (4) á una infinidad de especies que pertenecen á esta familia y particular-
mente á las que nacen en el mar. La mas jeneralmente conocida bajo este nombre,
y de que mas uso se hace, no me es todavía bastante conocida, habiendo visto tan
solo algunos tallos sin hojas ni fructificación. Sirve de alimento, y bien preparada
no es un manjar desagradable.
M A D I A S A T I V A . Molina. Melosa. Se halla por todas partes; en los sembra-
dos, y en los lugares intuitos. Se observa una variedad en las colinas áridas, que po-
dría separarse, mas ser a necesario ántes ver si no mudaban sus caracteres por me-
dio del cultivo. Molina recomienda mucho esta planta por la can idad y calidad del
aceite que suministran sus granos. Apesar de esto, ahora no se hace caso de ella y
se mira como maleza. (5)
M A L E S H E R B I A P A N I C U L A T A . Don. (6) Mui común en los lugares pe-
(1) El Lythrum albicaule Bert, es, según Reiche, un sinónimo de L. álbum H B K . Según el mismo
botánico L. thymifolia no existe en Chile. ( N . del E.)
(2) Viviania parvifolia Klotzsch. Pero como según Reiche y Gay esta especie es de las grandes
elevaciones, es posible que Bertero haya tenido a la vista otra. ( N . del E.)
(3) N o m b r e vulgar huiro. (N. del E.)
(4) El cochayuyo, palabra quichua que significa yerba del mar, es el alga Durvillea utilis Bory,
que hoy se denomina D. antarotica (Chamisso) por ser más antiguo el nombre de este último, Fucus
antarcticus. ( N . del E.)
(5) Como se ve, hace ya mucho tiempo que no se cultiva la melosa, que d a b a un aceite mejor
que el de oliva, según aseveración de los cronistas coloniales. (N. del E.)
(6) S e g ú n E. Wer der mann, Notizblatt bot. Garten u. Museum Berlin-Dahlem, t. X (1927)
152, M. paniculata es un simple sinónimo de M. linearifolia. Reiche la aceptaba como var. de lineari-
folia. L a afirmación de Bertero de que. encontró M . paniculata en S a n Fernando, es interesante porque
según Reiche, el límite sur está en la prov. de O ' H i g g i n s . Añadiremos que en los Baños de Cachantun,
al oeste de la estación de Requínoa, a b u n d a la M. fasciculata que, según Reiche, tiene su límite sur en
la provincia de Santiago. M. thyrsiflora es un sinónimo de fasciculata según Reiche. ( N . del E.)
54
(1) C o m o se d e s p r e n d e de este y otros pasajes,, Bertero conoció a Claudio Gay, que p o r aquella
época recién había llegado a Chile. ( N . del E.)
(2) Malva p r o s t r a t a Cav. es u n sinónimo d e M o d i o l a caroliniana (L.) D o n ( M o d i o U multifid*
M n c h . ) , l l a m a d a v u l g a r m t n t « pilapila. ( N . <1*1 E.)
55
ter esencial de las enfermedades, y el modo de obrar del mayor número de medica-
mentos no son cosas tan complicadas como se dice. Lo difícil de fijar es la relación
entre la intensidad del mal, las propiedades de las sustancias administradas, y el
grado de reacción de las fuerzas vitales. Por consiguiente es un error creer que con
aplicar una hoja de un vejetal á tal ó tal parte de la superficie del cuerpo, ó un pe-
dazo de papel azul al bajo vientre ó al hombro, se estingue una enfermedad del brazo,
ó del higado, ó de los pulmones. Este jénero de charlatanismo, acreditado todavía en
países civilizados, deshonra nuestro siglo, y humilla la especie humana, la cual, en
semejantes casos, abdica vilmente la superioridad mental de que la ha dotado la
naturaleza ( * ) .
M A R C H A N T I A C H E N O P O D A y P O L I M O R P H A L. Estas dos hepaticas
se encuentran en los sitios sombríos y húmedos, junto á las acéquias y los muros,
y en las rocas y bosques de los montes y llanuras.
M A R G Y R Y C A R P U S S E T O S U S R. y Pav. (1) Se vé este sub-arbusto en los
bosques y los barrancos cerca del Cachapual, yendo á Cauquenes. H e visto en los
mismos sitios otro arbusto de la misma familia exactamente semejante en el porte.
Solo se diferencia en el número de los estambres, que son seis; en el fruto que no
es drupáceo, y está provisto de cuatro álas, y en fin en las hojas, que son obtusas.
Puede sin duda constituir un jénero nuevo, cuyo estudio emprenderé antes de
publicarlo.
M A T R I C A R I A C H A M O M I L L A L. Vulgarmente manzanilla de Castilla. Cre-
ce en los huertos y sitios cultivados, y cerca de las casas. Esta planta se emplea jeneral-
mente como medicina. El olor aromático de toda ella, y especialmente de sus flo-
res, y el principio amargo, anuncian sus virtudes, las cuales son confirmadas por
la esperiencia, sobre todo, de las personas que padecen histérico y vapores. Se pres-
cribe su infusión teiforme en bebida y en ayudas, y también sus fumigaciones.
M A Y T E N U S C H I L E N S I S D . C. (2). Arbol muy lindo por su follaje lijero
y sus ramos pendientes. Adquiere á veces una elevación considerable; su ma-
dera sirve para muchas obras de carpintería. Podría emplearse en formar ca-
lles y bosques alrededor de las casas de campo. El ganado come sus hojas, y aún su
corteza en invierno, época en que escasea su alimento. El M. B O A R I A Molina es
la misma muí mal descripta. Parece que éste autor ha examinado la flor despues de la
caida de los petalos, y de los dientes calicinales, y creyó que el disco carnoso que
rodea el ovario, éra la corola. He observado tres variedades mui pronunciadas, que
merecen la atención de los botánicos. La primera en los bosques de la Leona. Sus
ramos son rectos; las hojas dos veces mas . grandes y ménos puntiagudas. Las otras
( * ) Nuestro autor hubiera debido tocar a su paso esa nueva especie de superstición que h a consa-
grado un remedio funestamente célebre, en panacea eficáz, á la que no resiste ninguna dolencia, cual-
quiera que sea su intensidad y su carácter. ¡Con qué seguridad no vémos sostener todos los días sus
irresistibles propiedades! ¡Cuántos infelices no se dedican con ahinco al estudio del absurdo comentario
con que el autor de aquella p a p a r r u c h a ha trastornado mas cerebros que los que encierran todos los
hospitales de locos de E u r o p a ! Sin embargo las catástrofes se multiplican y la opinion no d á un paso.
N o vacilamos en sostener que el ataque razonado de esta impostura es un deber que los médicos ilus-
trados no pueden omitir, sin participar de la odiosidad que gravita hoi sobre el célebre charlatán,
creador de un nuevo ájente de despoblación y lágrimas.—Los E. E.
(1) Margyricarpus setosus R. 8¿ P. se llama vulgarmente sabinilla, perlilla o yerba de la perla.
L a otra planta á que alude Bertero con fruto de cuatro alas, es el Tetraglochin strictum Poepp.
( N . del E.)
(2) May ten us chilensLs e* un sinónimo de M. boaria Mol., vulgo maitén. ( N . del E . )
56
dos se parecen en el porte; pero la una tiene la anteras sssiles, el ovario mas pronun-
ciado, y el estigma bifido. Las anteras de la otra tienen filamentos bastante largos, el
ovario mucho mas corto y el estigma apenas bilobado. No habiendo visto sus frutos
maduros, no puedo afirmar por ahora si pertenecen á especies diferentes. La varie-
dad angusíifolia se encuentra cerca de la Quinta y en Río Claro.
MEDICAGO L. De todas las especies de este jé
Pág. 698. ñero la mas esparcida es la
M. S A T I V A L., alfalfa. Es el alimento casi jeneral del ganado, pero sus ventajas,
aunque grandes, no me parecen proporcionadas á los gastos y á la superficie que
requiere su cultivo, sobre todo con respecto á ciertas localidades, y á la calidad del
terreno. Ademas, el método de hacer los alfalfares podría en mi sentir sufrir algu-
nas alteraciones importantes y útiles; pero como mi plan no me permite entrar en
grandes esplicaciones relativas á la agricultura, este artículo, así como otros del mis-
mo jénero, ocuparán su lugar en memorias separadas. ( * ) . Hai otros muchos ME-
DICAGO bastante comunes en los prados y en los campos; proceden de Europa y se
confunden jeneralmente con el nombre de gualputa; tales son la M. LUPULI-
NA L., M A C U L A T A , TÜBERCULATA, DENTICULATA, Wilirf, MINIMA
Lamfc y M U R I C A T A Alí.
MELIA AZEDARACH L. (1) No he visto mas que un solo pié de prodijio-
6as dimensiones en la chacra del Licéo, que sin duda fué plantado por los jesuítas.
Debían hacerse todos los esfuerzos posibles por multiplicar este árbol lo mas que se
pudiera. La elegancia de sus hojas y el color delicado de sus flores numerosas, lo
recomiendan para los jardines.
MELICA VIOLACEA y LAXIFLORA. Cav. Dos bonitas gramíneas frecuen-
tes en las malezas y lugares pedregosos de la colina, cerca de Cachapual. Otra que
tie
Pág. 699 ne el porte de la última, pero que me parece diferente, se encuentra en los mis-
mos sitios.
MELILOTUS OFFICINALIS. W . (2) Trébol, común en los prados de la lla-
nura cerca de las acequias y sitios húmedos. Ha venido sin duda de Europa; no se
aplica á ningún uso.
MELISSA OFFICINALIS L. Apenas hai un jardín en que no se haya desti-
nado un rincón al toronjil. Es remedio á la moda y que se aplica á toda especie de
dolencia. Como su eficácia consiste principalmente en el olor agradable que espar-
cen sus hojas, estoi léjos de condenar su uso. Observaré tan solo que puede ser útil
( * ) Los agricultores de Chile no se han aplicado todavía con esmero á la formacion de prados
artificiales. Es cierto que los inviernos ménos rigorosos en jeneral que los de Europa, el hábito y la
necesidad de abandonar casi todo el año los numerosos ganados al campo, la inmensa superficie de
los terrenos y la vecindad de los montes á que se refujian los animales, pueden hasta cierto punto ha-
cer menos necesario este cultivo que en otras partes. Sin embargo considerando las ventajas que se
retiran de la calidad del forraje y sobre todo las ganancias que darían unos buenos prados cerca de
las grandes ciudades, no dudo que los ensayos que se hicieran en este jénero obtendrían un amplio ga-
lardón.' Acohsejo á los propietarios que se proporcionen l a semilla de la yerba de Guinea (Guinea
grass) P A N I C Ú M J U M E N T O R U M Michx Pers. P. A L T I S S I M U M H . Paris. Pipoíygamon Sw. forra-
je estimadísimo y el mas común que he visto en la Martinica, Guadalupe y Jamaica, donde prospera
maravillosamente á pesar del ardor de! clima, y de la dificultad de los riegos.
Nota de lo: EE,—Un ilustrado chileno se ocupa actualmente en aclimatar la yerba de Guinea, con
semilla procedente del jardín de plantas de Paris.
(1) Llamado "árbol del paraíso", originario del sur oeste del Asia. Se suele ver cultivado en los
jardines y parques. (N. del E.)
(2) El Melilotus officinalis d» Bertero, e» el M, indica All. (M, parviflora Desf.) (N. del E.)
57
(1) El nombre moderno es Foenicuium vulgare Mili. Es planta europea p2ro aclimatada desde la
Conquesta. (N. del E . )
( 2 ) L a primera especie es probablemente el Micropsis n a n a D C . La segunda, Micropus globiferus
Bertero, es el Psilocarphus chilensis (Rémy) Meigcn. Micropus globiferus Bertero (nomen nudum)
aparece descrito en D C . Prodr. V . ( 1 8 3 6 ) p. 4 6 0 , bajo " M i c r o p u s globiferus (Bert. in h e r b . ) " . Ba-
sándose en este pasaje C. Spegazzini, N o v a A d d e n d a ad Floram Patagonicam, Anales Soc. Cient. Ar-
gentina, t. 4 8 (entrega 3 ) . Sept. 1899, pág. 330, N ? 249 estableció la nueva combinación, siguiente:
"Psilocarphus globuliferus (sic G . L . ) ( D C . ) S p e g . " dando como sinónimos Micropus globuliferus
D C y Bezanilla chilensis Rémy. Pero Spegazzini incurrió en un error, porque ni Bertero ni D e Can-
dolíe escribieron globuliferus sino globiferus. Además globiferus tampoco sirve, porque con mucha an-
terioridad fué establecido el nombre Psilocarphus globiferus, Nutt. in T r a n s . A m . Phil. S o c . N . S.
V I I . ( 1 8 4 1 ) 3 4 0 . Esta es una planta de California según el I n d e x Kewensis y seguramente no es igual
a la planta chilena. Sobre el género Micropsis pueden verse los siguientes estudios recientes y que se
refieren a nuestra f l o r a : " L a distribución geográfica, del género " M i c r o p s i s " ( C o m p o s i t a e ) " , por An-
gel L. Cabrera, Boletín Soc. Española de Hist. N a t . t. X X X I I ( 1 9 3 2 ) 4 2 7 - 4 3 4 , 2 figs. interc. y " P r é -
cisions sur les Micropsis" por G. Beauve'-d, Ostenia (Montevideo) ( 1 9 3 3 ) 131-136, 4 figs. interc
( N . del E . )
58
(1) Es un sinónimo de M. chilensis según F. Fuentes. "Indice y comentario sobre laj Liliáceai
chilenas", Bol. Mus. N a c . Santiago, t. X I I (1929) 119. ( N . del E.)
(2) Para Reiche M. punctatus Miers y M. andícola " B e r t . " son sinónimos de Iuteus. (N. del E.)
(3) Suele verse subespontánea en jardines de Limache. ( N . del E.)
(4) Es el Glinus radiatus (R. & P.) Rohrb. de la familia de las Aizoáceas. Mientras que Reich«
sólo lo señala de Concepción al Sur, Bertero ya lo había encontrado en la prov. de Colchagua. Noso-
tros lo hemos coleccionado en la misma zona, en la playa arenosa de la laguna de Acúleo, febrero de
1927. ( N . del E.)
(5) Esta especie de Siria, Asia Menor, etc. ha sido observada silvestre algunas veces (Cuesta d<
Chncabuco en 1861 y 1863, Tiltil en 1902 y Montenegro en 1 9 0 4 ) ; pero parece q u * no ha cundido
(N. del E.)
50
cion; sirve en la carpintería, y para otros usos domésticos. Su fruta es dulce y agra-
dable; con ella se alimenta la volatería y dá un exelente jarave. (1).
MUCOR A Q U O S U S Mart. MUCEDO VIOLACEUS. Spr. y STILBOSPO-
RUS Bertero, especie de moho que cubre durante el otoño, y después de las lluvias
las diversas substancias en estado de putrefacción.
M U S A PARADISIACA L. El banano ó plátano, procedente de la India, se
cultiva en grande en las Antillas, y en las rejiones ecuatoriales de la América Me-
ridional. Se puede decir que su fruto es allí el alimento principal de las clases indi-
jentes. Hai algunos pies de este árbol interesante en los jardines de Santiago y los
aficionados quisieran propagarlos mas. Observaré tan solo que el clima de este pais
no permitirá nunca una gran esplotacion de este ramo de cultivo. Su propagación
será siempre un objeto de lujo y no ofrecerá ninguna utilidad pública. Suele reci-
virse plátanos de Lima, pero sufren en el viaje y no conservan el gusto esquisito
que les es propio.
M U T I S I A L. Las especies que he encontrado no están bien determinadas. Dos
de ellas se acercan á la M . INFLEXA Cav y SAGITTATA W. Crecen en los bos-
ques. La tercera en las rocas de las colinas, y me pare
Pág. 702. ce nueva. Se la llama
yerba negra, aunque esta denominación se dá mas frecuentemente á otra Synanthe*
rea, que no he visto en flor, y que es común en los montes.
MYCOGONE ROSEA Link. Crece en los hongos podridos, y especialmente
en el BOLETUS CERVINUS. Schwein.
MYOSOTIS CORIMBOSA R. y Pav. (2). En los prados de la colina.Poseo
otras tres especies, una de las cuales parece el M. H U M I L I S R. y Pav., y las otras
merecen ser estudiadas de nuevo. Estas plantas gustan de los sitios pedregosos de las
colinas y cerca de los torrentes. No presentan nada notable.
MYRIOPHYLLUM VERTICILLATUM L. (3). Yerba del pasto: frecuente
en las acéquias y pantanos. No se diferencia de la planta de Europa.
M Y R T U S . L. El nombre vulgar de arrayan se dá á muchas especies. El mas
común de los vejetales que se llama así es un árbol muí elegante. ( 4 ) . Suele subir á
siete ú ocho varas de altura; lo he visto mayor, y de un grueso estraordinario, en la
Quinta cerca de Corcolen. En los jardines hace un bonito efecto, por la espesura de
su follaje y sus blancas flores. Aunque su madera es dura, no suele trabajarse por la
dificultad de encontrar grandes pedazos. Las hojas se emplean como remedio. Sus
bayas negruzcas, llenas de una pulpa blanca, aunque poco jugosa son mui apeteci-
das por algunas especies de aves. Los habitantes del campo hacen con ella una
bebida, que no deja de ser agradable. El M. A R R A Y A N H . B. y Kunth se aproxi-
(1) Lo que dice Bertero sobre la m o r e r a y 1« sericicultura, está tan a Ja o r d e n del d í a como e n
su época y a pesar del siglo transcurrido, la industria de la seda, que debiera ser p r o b l e m a resueito,
sigue como proyectos y ensayos. ( N . del E.)
(2) Reiche p o n e esta especie entre las dudosas. M. humilis parece no ser de Chile. Bertero h a b r á
tenido a la vista a l g u n a otra. ( N . del E.)
(3) Sobre los M y r i o p h y l l u m chilenos véase C. Reiche, Estudios críticos sobre la f l o r a d e Chile,
t. V. (1910) 440. M. verticillatum L. parece que n o se encuentre en Chile. Nuestras especies son M. bra-
siliense Carnb. y elatinoides G a u d . ( N . del E.)
(4) Es probable que Bertero se r e f i e r a al chequén o a r r a y á n (Eugenia chequen H . S¿ A . ) , q u e
es la M i r t á c e a mas c o m ú n de Chile c e n t r a l y tiene bayas negras. El M y r t u s u g n i Mol., a h o r a U g n i
molinae Turcz,, es especie m u y distinta que m e n c u e n t r a d e T a l c a «1 sur llevando el n o m b r e d» nnurti-
11o o uñi. (N. del E.)
60
ma al precedente, pero difiere de él en las bayas rojas y biloculares. ¿Será nuestra es-
pecie el verdadero M. U G N I Molina? El M. T R I F L O R A Spr. pitra (1) es fre-
cuente en los bosques cerca de Santiago, Doñigiie y Taguatagua. Su altura varía de
ocho á diez varas. La leña verde es floja; seca es algo mas consistente, pero se
pudre en la tierra y con la humedad, por esto no se emplea sino en los hornos. Se
recomienda el uso de sus hojas en corrimiento y baños, para los dolores y afectos
reumatismales. Otras muchas especies citadas por Molina solo se conocen por la
descripción que él dá. Hablaré de ellas cuando haya podido observarlas.
(Continuará).
( 1 ) L a pitra es la Myrceugenia pitra Berg y quizá alguna otra especie afín. Ni Reiche ni F. Phi-
lippi citan el Myrtus triflorus Spr., que es de la Argentina según el Index Kewensis. ( N . del E . )
( 2 ) El género Nardus L. es género monotípico de Europa y Asia occidental. ( N . del E . )
( 3 ) El género Nesaea pertenece a las Litráceas. Bertero tuvo a la vista quizá Lythrum. o Pleuro-
phora, mas bien el último. Cupheas no hay «n Chile. ( N . del E . )
61
de sus plantíos. Se dice que plantar y recojer no es obra de un dia; proverbio del
egoismo y que desdice en la boca de un padre, si no le es indiferente la ventura de
sus hijos. La introducción de los aceites estranjeros, que el uso diario hace cada
dia mas necesarios, no redunda en elojio de la industria del país. (1).
O N O S E R I S . W. Hai muchas especies, algunas de las cuales pertenecen quizás
al jénero C H A E T A N T H E R A . La mas común es la llamada yezquilla. Crece en los
pastos secos de la llanura cerca de los rios y en los montes, y se diferencia mui poco
del O. H I E R A C I O I D E S (2) Kunth. El pelillo que cubre á la planta cuando está
en flor, se emplea como yezca por las jentes del campo. Otra nace entre las piedras
á lo largo de Cachaoual. La he llamado O. L I N I F O L I A por la forma de sus hojas.
O P H I O G L O S S U M . L. La planta que he visto en los prados húmedos al pié
de los montes es quizás el O. L I N G U L A T U M Miers. No sirve para nada.
O R B I G N Y A TRIFOLIA. Bertero. (3). Arbusto de la familia de las eufor-
biáceas (tricoccae), notable por sus hojas compuestas, ejemplo mui raro en este
grupo. Se encuentra en las alturas próximas á la punta de Cortés. El señor profe-
sor Gay la ha visto también en la cima del monte de San Cristóval. No es lactijino-
so, ni se parece en nada al colliguay que habita en los mismos sitios. Los frutos tie-
nen la misma figura, con la diferencia que la capsula no es lignosa. Sus granos sir-
ven oara cuentas de rosario. Parece que Molina dando los caracteres de su jénero
C O L L I G U A Y A , ha descrito la flor masculina de éste, pues que le atribuye ocho
estambres. He dedicado este hermoso jénero al señor D'Orbigny, sábio y celoso
naturalista que explora actualmente la:> orillas de rio de La Plata, y debe recorrer
dentro de poco la Patagonia, con el objeto de enriquecer con sus preciosos descubri-
mientos las ciencias que profesa.
O R I G A N U M M A R U . L. Orégano. Cultivado en los jardines; planta aromá-
tica con que se sazona la comida. Puede servir para guarnecer los parterres, reem-
plazando con ventaja el ladrillo que se emplea aquí en este uso. Podrían introducirse
otras muchas plantas que desempeñarían el mismo objeto, como la ARMERIA
V U L G A R I S W. B E L L I S
P E R E N N I S fl. pleno, P R I M U L A V E R I S W. ELA-
TIOR Jacq. Sus numerosas variedades, y otras muchas servirían para hacer todos
los dibujos imajinables, algo mas vistoso que ios que se hacen con ladrillos y piza-
rras, cuya conservación es además costosa.
O R N I T H O G A L U M L. Hai muchas especies, casi todas indíjenas. La flor de
la cuenta de los jardines parece ser el O. A R A B I C U M L. La lágrima de la Virgen,
también cultivada, no conviene de un todo con el O. C O R Y M B O S U S R. y Pav.
según la frase de Sprengel, en su Species plantarum (vol. 4. part. 2 pag. 132). La
(1) Las amargas expresiones de Bertero, son casi tan merecidas hoy como hace cien años. Aunque
te han desarrollado algo los olivares, falta mucho para que basten p a r a el consumo y sólo las rigu-
rosas condiciones económicas de nuestros días, están obligando a extender su cultivo, que encuentra
condiciones climatéricas excelentes. ( N . del E.)
(2) Onoseris hieracioides en el sentido de Bertero es la Chaetanthera berteriana Less., que Reich«
considera sinónimo de Trichocline aurea ( D o n ) Reiche. Onoseris linifolia es Chaetanthera linifolia
Bert. ex Less. (N. del E.)
(3) Es sin lugar a dudas la L l a g u n o a glandulosa G. D o n , vulgarmente árbol de cuentas o atu-
temo. Como existe un género de palmas homónimo y posterior y como puede sostenerse que el género
de Bertero está descrito (el Index Kewensis lo cita) sería quizá conveniente apuntalar el género d « pal-
mas Orbignya Mart. ( ) 8 3 7 ) poniéndolo en !a lista de los " n o m i n a conservanda". ( N . del E.)
63
(1) O r n i t h o g a l u m aequipetalum Bert. es, según F. PKilippi y Fuentes, Scilla ckloroleuca Kunth.
(N. del E.)
(2) Nothoscordum striatellum Kunth. (N. del E . )
(3) Es Panicum crus-galli L. ( N . del E . )
(4) Phragmites communis T r i n . ( N . del E . )
64
(1) Es la Acanthonychia ramosissima Hook, et A n i . de la " F l o r a " de Reicke. que algunos botá-
nicos modernos llaman Cardionema ramosissima ( W e i n m . ) A. Nelson et Macbride, in Bot. Gaz.
1913. LVI. 473 (N. del E.)
(2) La chépica es el Paspalum distichum L. ( = vaginatum Sw.) (N. del E.)
(3) Por este pasaje de Bertero se desprende que esta especie se encuentra mas o menos asilves-
trada en Chile desde mas de un siglo, mientras que Reiche creia que era maleza sólo desde 1895. (N.
del E.)
(4) En un trabajo en prensa damos nuestras razones para sacar al boldo dei género Peumus, que
es una Laurácea, mientras que el boldo es una Monimiácea. Estimamos que el nombre botánico del
boldo es Boldea boldus (Mol.) Looser comb. nov. (Boldea Juss. 1809; Peumus boldus Mol. (1782)
(N. del E.)
66
carbón que con ella se hace se apaga fácilmente. Las hojas soasadas y rociadas con
vino se emplean en los corrimientos y fluxiones de cabeza. Los baños de su decoc-
ción se ponderan como antisifilíticos, para los dolores reumáticos, y la hidropesía.
Dicen también que su jugo es bueno para los dolores de oidos. El fruto cuando está
maduro, es del tamaño de una alberja pequeña.
Pág. 742. Es dulce pero tiene poca carne.
Los huesos sirven para cuentas de rosario.
PEZIZA. L. Hongos, que crecen la mayor parte en los troncos y ramos po-
dridos. Algunos de ellos son apenas visibles. A las especies cuyos nombres he pu-
blicado ya es preciso añadir las siguientes: P. ASCOBOLOIDES Bertero, en grars
cantidad en el orujo de la uva casi podrido. P. CITRINA Batsch var. albescens
Pers,' en las ramas secas. P. BADIA Pers., en tierra á orillas de las acequias. P. VE-
SICULOSA Bull., sobre las tapias de invierno, despues de las lluvias. P. CAULI-
COLA Fríes en los tallos secos de las plantas. P. CINNABARINA Bertero, en las
bigas viejas, y horcones de viñas. P. VALENZUELIANA Bertero en los muros
húmedos de las huertas de Rancagua. El señor don Manuel Valenzuela me ha ayu-
dado mucho en mis investigaciones botánicas proporcionándome una gran cantidad
de plantas, entre las cuales he hallado muchas interesantes y curiosas. Es muí afecto
a la Historia natural y posee dichosas disposiciones en un grado eminente. En tes-
timonio de gratitud he dado su nombre á esta última planta.
PHACELIA CIRCINNATA. Jacq. Común en las elevaciones, en las hendidu-
ras de las rocas; carece de nombre vulgar. Otra especie que creo nueva crece en los
sitios sombríos de la Punta de Cortés y de la Leona. La he llamado P. CLINOPO-
DIOIDES (1) por su semejanza con la planta de este nombre. Sus flores son rojisas.
PHALARIS L. He encontrado dos plantas que creo pertenecen a este jénero.
Una es rara en los prados de la Leona; la otra en Cachapual. La primera tiene las
glumas casi moradas.
PHASCUM. L. Musgo pequeño común en los pastos de las montañas, en los
declives y lugares húmedos. Creo que no está descrita.
P H A S E O L U S V U L G A R I S . L. Porotos, frijoles. Legumbre sumamente propa-
gada, de un gran recurso, para las jentes del campo, que hacen de ella un consumo
extraordinario. Hai muchas variedades, á que se dan nombres diferentes según el
color, la forma ó el sabor del fruto. Algunas de ellas son esquisitas. Si se separáran
los labradores de la ciega rutina, y se pusieran en uso los nuevos procedimientos de
cultura dictados por la razón y por la experiencia, se aumentaría esta preciosa co-
secha, sin emplear mayor superficie de terreno, y no se perdería la mitad del pro-
ducto, como sucede casi todos los años en
Pág. 743. las primeras lluvias. Hablaremos más me-
nudamente de todos estos inconvenientes, y propondremos los medios de evitarlo, y
de hacerlos menos maléficos, en una memoria que daremos á luz sobre tan interesan-
te asunto, si las circunstancias, y los deberes de nuestra profesion no nos presentan
obstáculos invencibles. En algunos jardines se cultiva P. MULTIFLORUS W . poroto
de España, el cual, por sus flores color de grana, es un lindo adorno. El P. CARA-
CALLA caracol, umversalmente cultivado, no es sin embargo indíjena de Chile. El
(1) Esta especio, según Reiche, seria Ph. b r a c h y a n r h a Benth. ( N . del E.)
61
tamaño, la forma particular, y el olor suave de sus flores, le señalan un lugar distin-
guido. Con sus pétalos se hace un dulce, que dicen es exelente.
PHLOX U N I D E N T A T A . Bertero. (1) Preciosa especie que crece á orillas
de los bosques arenosos de la llanura cerca de Cachapual. Las flores, dispuestas en
ramilletes de un magnífico color de naranja la hacen digna de servir de adorno en
los jardines. El nombre específico que le he dado no es rigurosamente exacto, pues
el número ds dientes varía con bastante frecuencia de uno á tres, y á veces las
hojas son enteras.
P H O E N I X D A C T Y L I F E R A . L. Palma dátil. Se ven algunos pies cultivados
que no prosperan ni dan frutos. En Coqu'mbo se podría propagar este palmero,
cuyos frutos traídos de Lima son apreciados.
P H Y S A L I S P U B E S C E N S . L. (2) Planta cultivada, menos por su porte que
no tiene nada de notable, que por sus frutos amarillos, aromáticos, y de un ácido
gustoso. El tallo es fruticoso, y pasa el invierno al aire libre.
P H I S A R U M M U S C I C O L A , F A R I N A C E U M Pers. M Y C O P H I L U M et
A R E O L A T U M . Bertero. En las plantas y leña podrida a fines de otoño, y en in-
vierno despues de las lluvias.
P H Y T O L A C C A C H I L E N S I S Miers. (3) Planta cultivada, que no .creo indí-
jena. Se parece mucho á la P. DIOICA L. pero sus flores son hermafroditas; los
pistilos varían de catorce á diez y ocho. Se le llama carmín. Sus bayas maduras se em-
plean para teñir el hilo.
P I L O B O L U S R O R I D U S . Pers. Sobre el estiercol y excrementos del ganado.
P I N U S L. Se ve en algunos sitios un árbol que se acerca mucho al P. LARI-
CIO. Poir. Ha sido traído de Europa, y se le llama comunmente pino. Sería ventajoso
propagarlo, y proporcionarse otras especies, que necesariamente han de prosperar
en este terreno. Con árboles de esta clase, cuyo porte es majestuoso, podrían formar-
Pág. 744.se grandes selvas en los valles, al pié de los montes y sobre las colinas, cuya desnudez
no es mui agradable al viajero, y mucho menos al habitante del campo. A estas ven-
tajas se añade la de poder tener en pocos años buena madera de construcción en
abundancia.
PIPER I N A E Q U A L Í F O L I U M . Vahl. (4) La congona es cultivada en algunos
jardines, pero sus ramos jóvenes no resisten al invierno. Sus hojas aromáticas, y de
un sabor lijeramente picante se reputan útiles en algunas enfermedades. Se admi-
nistra su infusión teiforme en los afectos atónicos del estómago.
P I R C U N I A D R A S T I C A . Bertero. (5) Pequeño sub-arbusto común en los
declives de los montes entre las piedras, en Cauquenes, Taguatagua y otros puntos.
Su raiz, semejante á un nabo grueso, casi siempre dividida en su estremidad, posee la
virtud emetica y purgativa, en el mas alto grado. Los habitantes del campo la em-
plean frecuentemente y aunque en pequeñas dosis, suele tener resultados funestos.
Este remedio es de los solos que deberían ser administrados por facultativos. Una
buena analisis química y experiencias hechas por un médico intelijente, proporciona-
rían sin duda un conocimiento exacto de esta medicina, la cual en ciertos casos me
parece digna de preferencia. H e creído deber conservarle el nombre vulgar de pir-
cún y proponerlo á los botánicos como un jénero nuevo cuya descripción daré en lo
sucesivo. El señor don Vicente Bustillos me ha proporcionado algunas muestras en
grano.
P I S U M S A T I V U M L. Alberja. Cultivada jeneralmente, y de gran recurso en
la economía doméstica. Sus granos tiernos podrían conservarse casi todo el año en
salmuera. Así se proporcionaría un alimento delicado en invierno. La variedad ma-
crocarpum Ser in D. C. prodr. no está bastante propagada. Sus vainas tiernas y grue-
sas son exelentes y por esto se llama en francés pois goulu, pois mange-tout.
P L A N T A G O . L. El llantén (P. M A J O R L.) es la especie mas común. Sus ho-
jas se emplean en la cura de los vejigatorios y su decoccion pasa por vulneraria. He
encontrado otras especies que no están determinadas. El P. L A N C E O L A T A L. á
orillas de los ríos; el P. H I S P I D U L A R. y Pav. en los prados cercanos y arenosos de
la llanura y en las colinas. El P. P A T A G O N I C A Jacq. en los montes de la Leona.
El P. T R U N C A T A y T U M I D A Chainiss. se encuentra en los barrancos y en los
pastos de la colina.
Pag. 745. P O A A N N U A , P R A T E N S I S y P I L O S A L. Gramíneas frecuentes en los sitios
cultivados, en los prados, y junto á las acequias. La última es mui común en las cha-
cras y parece diferir de la especie europea, todos cuyos caracteres posée, exepto que
es mayor. Todas han sido introducidas.
P O L I A N T H E S T U B E R O S A L. Margarita. Cultivada en los jardines. La varie-
dad de flores dobles es ménos esparcida. Sus flores tienen un buen olor, pero dema-
siado fuerte.
P O L I G A L A T H E S I O I D E S W . Arbusto que se encuentra en las montañas
vulgarmente ' llamado Quelenquelen. La raiz en cocimiento se usa muchas veces en
muchas enfermedades, que se llaman interiores. El P. G N I D I O I D E S W . no difiere
de la precedente sino por el tallo herbáceo. Viene en los prados y á orillas de los
bosques, y en las colinas.
P O L I G O N U M A V I C U L A R E L. Sanguinaria. Se halla en todos los sitios secos
y pedregosos al borde de los caminos. La variedad de tallos derechos crece en los
prados húmedos y al rededor de los pantanos. Su decoccion se prescribe en cier-
cas enfermedades de las mujeres. El duraznillo P. P E R S I C A R I A Y L A P A T H I F O -
L I U M L., frecuente en las acéquias y estanques. Se emplean en los mismos usos, y
poséen grandes virtudes, si hemos de dar fé á los curanderos. El P. O R I E N T A L E
L. debería cultivarse por la belleza de sus flores y el P. F A G O P I R U M L. por sus
granos farinosos que pueden reemplazar el trigo.
P O L Y P O D I U M L. Helechos que crecen en los bosques, en los montes y entre
las piedras. La doradilla, especie de este jénero, que aun no he determinado, se con-
sidera como gran remedio en ciertas enfermedades. La yerba del lagarto, que creo ser
el polypodium radice squamosa Feuill, me parece una especie nueva que llamaré
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(1) Polypodium f^uillei Bert. es el n o m b r e válido de la yerba del lagarto o calaguala. Así aparece
en el S u p p l e m e n t u m I I I de! I n d e x Filicum d e C. Christensen, C o p e n h a g u e 1934. Deben pasar a la sino-
n i m i a P. s y n a m m i a (Fée) C. Chr. y P. trilobum. Cav. (N. del E.)
(2) Puya chilensis Mol. (N. d»l E.)
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joso para los entomologos, en un país en, que no hay corcho. De las aberturas é inci-
siones practicadas en el mismo tallo sale una goma que merece ser examinada, y
quizas pueda emplearse útilmente en lugar de la que viene de afuera.
P O Z O A C O R I A C E A . Lag. En las alturas áridas, entre las quiebras de las rocas,
en sitios escarpados, Sprengel reúne á esta especie el A S T E R I S C I U M C H I L E N S E
Chamiss. No sé si es con razón.
P R O S O P J S S I L I Q U A S T R U M . D. G. Algarrobo. Arbol bastante frecuente
en los terrenos pedregosos, cerca de los rios, en la llanura. Su elevación es de cuatro
á cinco varas. Las espinas por lo común son mui largas, á veces cortas ó visibles
apenas. El fruto sirve de alimento á los ganados; pero les es indijesto. La madera,
incorruptible en el agua, se emplea para humbrales, bajos de puertas, y trapiches.
La C E R A T O N I A C H I L E N S I S Molina (1) pertenece á esta especie, así como el P.
F L E X U O S A D. C. .
P R U N U S D O M E S T I C A . L. El ciruelo es un árbol mui propagado en el país.
. Se cuentan muchas variedades; los frutos de algunas de ellas se destinan á hacer
dulce. Las ciruelas secas son purgantes y pueden reemplazar los tamarindos, sobre
todo si se usan con crémor de tártaro. Con ciruelos plantados a poca distancia unos de
otros se hacen cercados impenetrables, si se tiene cuidado de cortarlos á altura de
hombre. H e visto algunos lindos cercados por este estilo en los alrededores de San
Fernando.
P S O R A L E A G L A N D U L O S A L. El culen es mui común en los bosques cerca
de los rios, y en los vallados. La corteza y las hojas de este ar-bolito- se emplean en
la medicina. Dicen que la infusión teiforme es específica contra los dolores de vien-
tre, empachos, indijestiones, &Cc. La misma virtud se atribuye á las cenizas. Las hojas
secas, pulverizadas, y las verdes machacadas y aplicadas en forma de cataplasma
son buenas para las heridas. Con el cocimiento de ellas se lavan las úlceras. Con los
cogollos se hace una tisana o aloja; tiene buen sabor y dicen que es saludable. De
la corteza de este árbol salen en primavera unos glóbulos resinosos, que sirven á los
zapateros para encerar el hilo. La P. L U T E A Molina no es mas que una monstruosi-
dad de esta especie.
P T E R I S L, Dos especies de este jénero crecen en los montes, en los bosques y
en las rocas. La prime ,
Pág. 748. r a parece la P. C H I L E N S I S Desv., la otra puede ser nueva.
(1) Como e! nombra de Molina es mucko mas antiguo, hoy día e l " algarrobo se llama Prosopis
chilensis ( M o l . ) Stuntz, U . S. Bur. Pl. Indust., Invent. X X X I . 8 5 / ' ( 1 9 1 4 ) . (N. del R )
( 2 ) El helécho xerófito Pellaea ternifolia Cav. ' (Ni del E . ) '
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falta de tono de los vasos absorventes. El cocimiento saturado es la base de una tin-
tura negra como la tinta. Esta calidad depende del ácido gálico que contiene en
abundancia.
P Y R E T H R U M P A R T H E N I U M W (1) Frecuente en los vallados, y en los
terrenos arenosos cerca de los torrentes. Es tan propagado que parece indíjena. La
variedad de flores dobles se cultiva en algunos jardines. La artamisa es una planta
medicinal. Sus virtudes son análogas á las de la manzanilla, y puede siempre reem-
plazarla.
P Y R U S C O M M U N I S y M A L U S . L, Peral y manzano. Arboles frutales tan
abundantes en este pais, que los habitantes no pueden creer que han sido introduci-
dos. Suele haber peras y manzanas de buena calidad, pero en jeneral estos frutos no
llegan á la perfección de los oue s-; dan en Europa. La madera sirve para obras de
carpinteria.
Q U I L L A J A S A P O N A R I A , Molina. En los bosques al pié de las colinas, y en
los valles de los montes. Su tronco suele llegar á diez varas de elevación, y cerca de
dos de circunferencia. La madera se apolilla fácilmente si se expone al aire; pero
dura mucho en la humedad y en los subterráneos. Se usa para enmaderar minas, y
para encastrados de molinos. La corteza del quillay es exelente para lavar los tejidos
de lana. Su decoccion hace espuma como el jabón. Se administra en ciertos casos
como ayuda. Los botánicos no están de acuerdo sobre la sinonimia de esta especie. De
Candolle forma de ella dos, á que dá el nombre Q. M O L I N A , y Q S M E G M A -
D E R M O S . Sprengel coloca esta última con la S M E G M A R I A E M A R G I N A T A
de Wildenow. Este confunde la Q U I L L A I A de Molina con el
p ág. 749. SMEGMADER-
M O S R. y Pav. Aunque no he examinado todavía este árbol, en diferentes puntos
remotos de Chile, pienso que no forma sino una sola especie, la cual varía conside-
rablemente en cuanto á la figura de sus hojas, y que debe preferirse el nombre
dado por Molina. (2)
Q U I N C H A M A L I U M CHILENSE. Molina. Quinchamali. Común en los pas-
tos de las colinas, y en los sitios pedregosos cerca de los rios. Es unas veces vivaz,
otras herbacea, pero la especie es siempre la misma. Se considera esta planta como
uno de los vulnerarios mas enérjicos. El jugo y el cocimiento se administran en las
enfermedades vulgarmente llamadas interiores, ó cuando hay extravasación en la
sangre, postemas, 8Cc. Aunque no niego absolutamente su calidad algo astrinjente,
me abstengo de pronunciar sobre aquella cuestión; y aconsejo á los enfermos que
acudan á medicinas mas enérjicas. (Se concluirá). (3)
(1) Y a indicamos hace algunos años que este pasaje de B e r u r o demuestra la aclimatación de esta
planta en Chile hace más de un siglo. (Excursión botánica y zoológica a la alta Cordillera de Las
Condes, in Anales Universidad Chile, 3er. trim. 1932, p. 279. 1933). Esta especie se conoce también
bajo el nombre de Chrysanthemum parthenium Bernh. (N. del E.)
(2) Bertero está en la razón. El quillay constituye una sola especie. (N. del E.)
(3) No salió nada más a luz de este artículo, por haber dejado de publicarse "El Mercurio Chi-
leno". (N. del E.)
Lista do laa p i r i t a s QUO han, sido observadas en Chile en 1628 por el
Revista Apartado
(ci¿ato)
2
Lista de lao plaatao?«? «. » ,Porterò ( contìrmacitfo )